Está en la página 1de 59

La personalidad

Y sus trastornos
MARCOS GABRIEL GUZMÁN GÓMEZ
201830666
CAP. 28
El estudio de la personalidad atrae al hombre
desde la antigüedad.
Su estudio ha pasado por tres fases principales: la literaria y filosófica, la
proto clínica, y la clínica y experimental.

1. La primera incluye los aportes que mediante la introspección y la deducción


realizaron los diferentes filósofos y novelistas.

2. La segunda está basada en los intentos hechos por la medicina para tratar
la conducta anormal e involucra los aportes de neurólogos y psiquiatras
realizados desde el siglo XVIII

3. La etapa clínica y experimental se inicia a finales del siglo XIX con las
investigaciones de Charcot y Freud que comprende las contribuciones que
hicieron las ciencias de la conducta.
Clásicamente es definida como la suma de las características que le otorgan a
la persona su individualidad propia, estable e inconfundible.

Wolff (1734) es “lo que mantiene la memoria de sí mismo y lo que recuerda


haber sido ayer y ser hoy uno y lo mismo”.

La personalidad constituye la síntesis de todos los elementos que intervienen


en la formación mental del individuo y le dan identidad propia.
Para Henry Ey
La personalidad se confunde con la identidad del Yo, que implica que el
individuo sea sujeto de su propio conocimiento (capacidad de introspección),
artífice de su propio mundo (capacidad de adaptación y creatividad), autor de
su propia persona (capacidad de desarrollo y maduración) y dueño de su propio
carácter (capacidad de diferenciación).

La personalidad es entonces fruto del neurodesarrollo y de las interacciones del


individuo con el ambiente y la cultura que originan formas individuales de
comportamiento, que dan identidad al individuo y lo convierten en un ser único
e irrepetible.
Temperamento y carácter
Temperamento: Predisposición emocional congénita.
El temperamento es heredado, está basado en las emociones, posee un proceso de
desarrollo que se mantiene durante toda la experiencia del individuo y no está influido
por el aprendizaje sociocultural.

Carácter: Como el fruto de la experiencia, que representa el modo como el individuo


interpreta las respuestas a los estímulos intrapsíquicos o a los provenientes del medio
que lo rodea. Es poco heredado y esta influenciado por aprendizaje sociocultural.
Su desarrollo se inicia en la infancia y alcanza la madurez en la edad adulta.

El carácter es su capacidad de modificar al temperamento permitiendo al individuo


aprovechar lo útil y amortiguar las tendencias biológicas o los instintos menos deseables.
Cloninger
Realizo varias investigaciones dando como resultado dos pruebas:
• El cuestionario tridimensional de la personalidad (TPQ, por sus siglas en
inglés)
• Inventario para temperamento y carácter (TCI, por sus siglas en inglés)
Utilizados por varios investigadores en estudios sobre genética y personalidad.

Y definido la personalidad como la organización dinámica de los diferentes


sistemas psicobiológicos del individuo que permite modular la adaptación a la
experiencia.
Cloninger
Define temperamento como las respuestas asociativas de tipo automático a los estímulos
emocionales básicos que originan la formación de hábitos y el desarrollo de habilidades y
carácter a los conceptos de autocuidado y auto-vigilancia.

Y que el temperamento y el carácter forman parte del mismo proceso de aprendizaje.

Cloninger describe cuatro dimensiones en el temperamento humano y tres dimensiones


del carácter.
Substratos neurobiológico de las dimensiones del
temperamento y el carácter

La búsqueda de estímulos novedosos, Cloninger determina que las personas


están dispuestas a explorar cosas nuevas y que la búsqueda de estos
estímulos novedosos originan la activación de la conducta para poder realizarlo.
Esta búsqueda se encuentra coordinado por el sistema dopaminérgico.

La evitación del peligro; Es un atendencia heredada de ser temeroso, timido,


cauteloso y pasivo.
La dependencia de la recompensa: tendencia heredada, que hace referencia al sistema
neurobiológico con relación a la hormona Noradrenalina que activa las conductas de
acercamiento y apego ante estímulos externos. Estas personas pueden ser muy
sentimentales, sensibles, apegadas y gran dependencia de aprobación de los demás.

Las fibras noradrenérgicas y serotoninérgicas inervan al tálamo, al hipocampo y la


corteza cerebral, especialmente el lóbulo temporal, estructura que decodifica las
señales sociales, como las imágenes faciales y los gestos sociales de aprobación y de
rechazo.

Lo que origina a las personas altamente dependientes de recompensa, personas muy


dedicadas, cariñosas, sensibles y sociables. Tiene una gran sensibilidad a los estímulos
externos. La desventaja es que son personas que se sugestiona muy fácilmente, piensan
mucho por la opinión de los demás.
Las personas con baja dependencia de recompensa, son personas
mas practicas, frías, insensibles, sus ventajas son la independencia y
no necesitan la aprobación de los demás. Y su desventaja es el
desapego, insensibles antes situaciones especiales.

Persistencia, hace que los individuos sean anhelantes, ambiciosos y


determinados para alcanzar logros. Los estudios en seres humanos
demuestran que la persistencia está relacionada en forma muy débil
con la dependencia de la recompensa y que es heredada en forma
independiente.
Las investigaciones actuales de Cloninger están encaminadas a correlacionar las
puntuaciones en las diferentes dimensiones del temperamento y el carácter con posibles
alteraciones en los cromosomas.

Los resultados parciales de sus trabajos permiten asociar las puntuaciones de evitación del
daño con el brazo corto del cromosoma 8 y el cromosoma 17q12.

La dependencia de la recompensa con el cromosoma 2.

La búsqueda de lo novedoso con los cromosomas 10 y 15.

La persistencia con los cromosomas 2 y 3.


.
Evaluación de la personalidad
Personalidad deriva de persona, palabra latina que a su vez deriva de per-sonare,
que significa “sonar a través de”. ¿A través de qué? A través de la máscara.

En el mundo romano el significado se hizo más concreto y levemente distinto en el


sentido que persona era un pequeño aparato que usaba el actor en la boca, que le
permitía aumentar el volumen de su voz a través de la máscara.

En el sentido existencialista, la persona (personalidad) representa la dialéctica


entre ser-en-sí y ser-como-sí; es decir, el actor es él mismo y, al mismo tiempo, se
identifica con el personaje representado.
Los rasgos de personalidad están presentes desde la infancia del individuo y son
patrones persistentes de formas de percibir, relacionarse y pensar sobre el entorno y
sobre uno mismo que se ponen de manifiesto en una amplia gama de contextos sociales
y personales.

Los rasgos de personalidad se constituyen en trastornos de la personalidad cuando


son inflexibles y desadaptativos, cuando producen deterioro funcional significativo u
ocasionan malestar subjetivo.

La valoración de la personalidad debe tener en cuenta los antecedentes étnicos,


culturales y sociales del individuo.
Cuando evaluamos la personalidad se valoran comportamientos (rasgos) que
se relacionan con la identidad consigo mismo, la capacidad de adaptación, la
flexibilidad cognoscitiva, la capacidad de evaluación de la realidad, el
afrontamiento de la vida diaria, la relación interpersonal, la constancia en la
tarea, etc. Evaluamos el diario vivir del individuo.
Trastornos de la personalidad
No es fácil precisar la “norma” de la cual difieren o se alejan y con relativa frecuencia, los
rasgos patológicos de la personalidad se imbrican con trastornos mentales y resulta
imposible diferenciarlos del cuadro clínico, como sucede con algunos rasgos de la
personalidad esquizoide que pueden corresponder a síntomas negativos del proceso
esquizofrénico.

La inflexibilidad podría ser la característica más sobresaliente y un criterio confiable para


diagnosticar los trastornos de la personalidad, dado que son comportamientos que limitan la
libertad del individuo que los padece al menoscabar su capacidad para vivenciar o
comportarse de una determinada manera.
Las CIE-10 considera que los trastornos de la personalidad se presentan cuando “el
modo de ser propio del individuo y su forma permanente de vivenciar y comportarse,
se desvía de forma importante de las normas aceptadas y esperadas de la propia
cultura”.

La DSM-IV considera que los rasgos de personalidad son patrones duraderos de


percibir, relacionarse con y pensar acerca del medio que nos rodea y de uno mismo, y
se manifiestan dentro de un amplio espectro de importantes contextos sociales y
personales y que se constituyen en trastornos de personalidad solamente cuando son
inflexibles.

La Asociación Psiquiátrica Americana (APA) considera que al evaluar todo paciente es


necesario indagar por los trastornos de la personalidad y si se identifican se deben consignar
en el eje II del diagnóstico clínico.
Renato Alarcón
Considera que las características comunes a los diferentes tipos anormales de la
personalidad son:

• Falta de ductilidad o flexibilidad


• Vulnerabilidad multi determinada por lo cual el individuo es propenso a reaccionar
negativa o desfavorablemente a injurias, agresiones o tensiones provenientes de la
realidad intrapsíquica o del ambiente.
• Inestabilidad
• Potencial mal adaptativo que conlleva a una falta de coherencia entre el individuo y su
medio y a claras deviaciones de las normas legales
• Dificultad para la acción constructiva que compromete la continuidad, la coherencia y la
trascendencia de su actividad
• Singularización interpersonal
• Tendencia a la cronicidad
Prevalencia
Existe una gran ignorancia a los datos. Esto es debido a la Egosintonía del
trastorno, es decir quien lo padece lo asume como normal dado que no provoca
melestar psicológico.

En general, se acepta que la prevalencia de los trastornos de personalidad es


alta, y posee un rango de 10% a 20% en la población general.
Etiología
Factores biológicos. Descritos en temperamento y carácter.

Factores genéticos. Hay correlación entre los gemelos monocigotos mayor a la observada
en los dicigotos. Los estudios de incidencia o prevalencia familiar, de genes candidatos, de
polimorfismo genético y de correlación clínica pre y posmórbida evidencian la presencia de
factores genéticos.

Factores ambientales. El ambiente que rodea al individuo durante las primeras etapas del
ciclo vital influyen de manera significativa en el desarrollo de los rasgos de personalidad y
por lo tanto puede contribuir a la formación de los rasgos patológicos que van a estructurar
un trastorno de personalidad.
Factores ambientales
Kernberg relaciona la formación del trastorno de personalidad fronteriza con
una doble imagen materna ambivalente.

Mahler evidencia en el mismo trastorno la influencia de la separación y de la individuación


en edades tempranas.

Abraham sostenía que el trastorno de personalidad dependiente estaba relacionado con la


satisfacción infantil y el exceso de indulgencia durante la fase oral.

Erikson considera determinante para el desarrollo de una personalidad obsesivo-


convulsiva someter el niño a una disciplina excesivamente rígida.
Personalidad antisocial
Es el trastorno mas estudiado y es bien conocido que esta anomalía se presenta con
frecuencia en el ambiente de hogares caóticos.

Glueck y Glueck demostraron en forma objetiva que un hogar desunido, la falta de una
disciplina materna consistente y una deprivación de afecto materno.

Incluyendo el abuso sexual y al maltrato psicológico en la infancia como el factor mayor de


riesgo para desarrollar un trastorno. También que la violencia intrafamiliar, el divorcio o
separación de los padres en forma temprana, o la ausencia parental, son factores que
pueden contribuir.
Comorbilidad
El trastorno de pánico, abuso de sustancias psicoactivas, abuso del alcohol, trastornos del
estado de ánimo, trastorno de identidad de género, parafilias, trastorno por déficit de
atención y trastornos de la alimentación.

El trastorno de personalidad límite o borderline, es el que más comorbilidad


exhibe, e inclusive suele sobreponerse o solaparse con otros trastornos de personalidad
como el histriónico, el antisocial, el dependiente.
Clasificación
De acuerdo con la presencia o predominancia de rasgos de comportamiento específicos.
Es difícil de realizar, porque con relativa frecuencia un individuo presenta rasgos de
comportamiento que corresponden a uno o más trastornos de personalidad.

Si el individuo reúne los criterios diagnósticos de dos o más trastornos específicos se le


deberán aplicar los distintos diagnósticos correspondientes.

Si presenta rasgos de varios trastornos específicos pero no alcanza a reunir los criterios
diagnósticos suficientes para ninguno de ellos, se le clasificará como trastorno mixto de
personalidad.
Trastorno paranoide de la personalidad
• Sensibilidad excesiva a los contratiempos y desaires.
• Predisposición a rencores persistentes incapacidad para perdonar agravios y
perjuicios.
• Suspicacia y tendencia generalizada a distorsionar las propias vivencias
interpretando las manifestaciones neutrales o amistosas de los demás como hostiles y
despectivas.
• Sentido combativo y tenaz de los propios derechos al margen de la realidad.
• Suspicacia persistente, sin justificación, acerca de la fidelidad del cónyuge o pareja
sexual (celos patológicos).
• Actitud autorreferencial persistente asociada particularmente a un sentimiento de
auto impotencia excesiva.
• Preocupación por “conspiraciones” sin fundamento que explicarían los
acontecimientos del entorno inmediato o del mundo en general.
Son suspicaces, hipersensibles, rígidos, argumentadores, envidiosos y tienden
a exagerar su propia importancia. Se mantienen en una actitud defensiva que
puede llevarlos a mostrarse fuertemente agresivos. Tienden a proyectar sus
sentimientos y a culpabilizar a los demás. Con frecuencia sospechan que los
actos de los demás tienen motivaciones maliciosas y, en cambio, no tienen
capacidad de autocrítica. Afectivamente dan la impresión de ser fríos y no tener
sentido del humor.

Suelen ser trabajadores esforzados y eficientes pero es frecuente que su


situación laboral se deteriore a causa de los conflictos surgidos de su
pensamiento paranoide con superiores, compañeros y subalternos.

El trastorno es más común en los hombres que en las mujeres.


Tratamiento
Pocos de estos pacientes se someten a tratamiento y cuando lo hacen es
porque presentan un trastorno psiquiátrico del tipo depresivo o ansioso.

Y es obstaculizado por la desconfianza.

No hay estudios concluyentes sobre el manejo farmacológico de esta patología,


aunque algunos clínicos refieren buenos resultados con el uso de antipsicóticos
a dosis bajas.
Personalidad esquizoide
• Incapacidad para sentir placer (anhedonia).
• Frialdad emocional, desapego o embotamiento afectivo.
• Capacidad limitada para expresar sentimientos de simpatía, ternura o ira
hacia los demás.
• Aparente indiferencia a los elogios y a las críticas.
• Poco interés por mantener relaciones sexuales con otras personas.
• Marcada preferencia por las actividades solitarias.
• Excesiva preocupación por la fantasía y la introspección.
• Ausencia de relaciones interpersonales íntimas y de mutua confianza, ni
deseo de tenerlas.
• Marcada insensibilidad por las normas y convenciones sociales establecidas,
lo que da lugar a un comportamiento excéntrico, no deliberado.
Tienden a eludir las relaciones interpersonales íntimas o duraderas y no
disponen de eficientes mecanismos de adaptación y el que usan habitualmente
es el retraimiento.

Este trastorno se anuncia desde la infancia y es frecuente que los futuros


esquizoides aparezcan como niños tímidos y retraídos que tienden a rehuir las
dificultades.

Talentosos y brillantes en los estudios pero este es un factor más que los
separa de los demás. Los esquizoides no se involucran socialmente con la
gente y se entregan a intereses o hobbies solitarios. Son dados al ensueño
diurno.

Son lentos en madurar sexualmente por su incapacidad para formar relaciones


íntimas, especialmente con el sexo opuesto.
La personalidad esquizoide se asocia con la esquizofrenia porque existen
afinidades en las psicopatologías de ambos trastornos.

Su prevalencia en la población general se calcula en 0,4% a 0,9%, más


frecuente en hombres.
Tratamiento
El tratamiento es difícil porque los recursos del Yo son limitados.

Su tendencia a rehuir los contactos interpersonales entorpece o imposibilita el


establecimiento de una relación terapéutica adecuada. Si el paciente está
motivado para cambiar su comportamiento, se obtienen buenos resultados con
estrategias conductuales como asistir a un concierto, participar en juego de
cartas o, eventualmente, tomar clases de baile.

Los resultados obtenidos con psicofármacos son desalentadores


Trastorno esquizotípico
Incluido en el marco de los trastornos esquizofrénicos.

Se define como “un trastorno caracterizado por una conducta excéntrica y


anomalías del pensamiento y del afecto parecidos a los observados en la
esquizofrenia, aunque en ningún momento han ocurrido anomalías
esquizofrénicas definidas y características...” y reconoce que “su evolución y su
curso son usualmente los de un trastorno de personalidad”.

Tiene un curso crónico con fluctuaciones en la intensidad y en ocasiones


evoluciona hacia la esquizofrenia
Las personas que sufren un trastorno de personalidad esquizotípico presentan
principalmente singularidad del pensamiento, de la percepción, del lenguaje y
de la conducta, pero los síntomas no son lo suficientemente severos para llenar
los requisitos de un diagnóstico de esquizofrenia.

Pueden presentar síntomas secundarios disfóricos como angustia o depresión.


Incluso síntomas psicóticos pasajeros.

Se calcula su prevalencia en 3% a 5,6% en la población general, es mayor en


hombres y en las familias de esquizofrénicos.

El tratamiento psicoterapéutico sigue los mismos delineamientos generales y


los principios que rigen la terapia de la personalidad esquizoide.
Farmacológicamente se pueden usar antipsicóticos a corto plazo y inhibidoras
selectivos de la recaptación de serotonina.
Personalidad disocial (antisocial)
Las características principales del trastorno: son la ausencia de sentimientos de
culpa y el comportamiento inmoral. Según la CIE-10 se caracteriza por:

• Cruel despreocupación por los sentimientos de los demás y falta de empatía.


• Actitud marcada y persistente de irresponsabilidad y despreocupación por las
normas, reglas y obligaciones sociales.
• Incapacidad para mantener relaciones personales duraderas, aunque no para
establecerlas.
• Baja tolerancia a la frustración o bajo umbral para descargas de agresividad,
incluyendo reacciones violentas.
• Incapacidad para sentir culpa y para aprender de la experiencia, en particular
del castigo.
• Marcada predisposición a culpar a los demás o a ofrecer racionalizaciones
verosímiles del comportamiento conflictivo.
síntomas
1. Encanto superficial y buena inteligencia
2. Ausencia de ideas delirantes y de otros signos de pensamiento irracional.
3. Ausencia de “nerviosismo” o de manifestaciones neuróticas.
4. Falta de confiabilidad
5. Falta de veracidad, insinceridad
6. Falta de remordimiento de vergüenza
7. Conducta antisocial inadecuadamente motivada.
8. Juicio pobre e incapacidad de aprender de la experiencia.
9. Egocentrismo patológico e incapacidad de amar.
10. Pobreza general en las relaciones afectivas mayores.
11. Pérdida específica de la introspección
12. Falta de respuestas en las relaciones interpersonales.
13. Conducta fantástica y repulsiva con la bebida y a veces sin ella.
14. El suicidio es raramente llevado a cabo.
15. Vida sexual impersonal, trivial y pobremente integrada.
Los rasgos antisociales se presentan desde
la infancia.
Son niños, mentirosos, conflictivos, agreden físicamente a sus
compañeros de clase, se fugan del colegio, participan en pandillas, no aceptan
las normas de autoridad y en la adolescencia pueden presentar francas
conductas delictivas e incluso abuso sexual. Malas relaciones. Abuso de
sustancias. Intentos de suicidio. Bullyng.

El comportamiento delictivo parece disminuir con la edad, pero el abuso


intrafamiliar, el alcoholismo, el abuso de drogas, y la irresponsabilidad hacia los
demás, son comportamientos que se mantienen a lo largo de la existencia.
Tratamiento
No existe un tratamiento farmacológico específico. Con carbonato de litio,
fenitoína, valproato o carbamazepina se obtienen mejorías parciales de algunos
síntomas, como la ansiedad y la intensidad y la frecuencia de las conductas
agresivas. Debe evitarse el uso de benzodiacepinas por el alto riesgo de
presentar dependencia que exhiben estos pacientes.

La psicoterapia analítica clásica no es útil a causa de la estructura del ego y del


super-yo de estos individuos.
Trastorno de inestabilidad
emocional de la personalidad
Marcada predisposición a actuar de un modo impulsivo sin tener en cuenta las
consecuencias del acto, junto con un ánimo inestable y caprichoso.

La capacidad de planificación es mínima y es frecuente la presencia de


intensos arrebatos de ira que conducen a actitudes violentas o manifestaciones
de explosividad afectiva, que son provocadas al recibir críticas, así sean
banales, o ante el más mínimo grado de frustración.
Tipo impulsivo
• Marcada predisposición a actuar de forma inesperada y sin tener en cuenta
las consecuencias.
• Marcada predisposición a presentar un comportamiento pendenciero y a tener
conflictos con los demás, en especial cuando los actos impulsivos son
impedidos o censurados.
• Tendencia a presentar arrebatos de ira y violencia, con incapacidad para
controlar las propias conductas explosivas.
• Dificultad para mantener actividades duraderas que no ofrezcan recompensa
inmediata.
• Humor inestable y caprichoso.
Tipo límite
La CIE-10 denominó así al trastorno que se conoce como personalidad
fronteriza o bordeline porque lo considera como un subtipo de la personalidad
emocionalmente inestable, de la cual presenta los síntomas cardinales que ya
se han descrito al hablar de la personalidad impulsiva, la inestabilidad
emocional y la falta de control de los impulsos.

A estos dos síntomas se agregan otros específicos de este trastorno:


sentimientos crónicos de vacío; alteraciones o dudas acerca de la imagen de sí
mismo, sus metas y sus preferencias internas, incluyendo las sexuales;
tendencia a involucrarse en relaciones intensas e inestables que pueden causar
repetidas crisis emocionales; esfuerzos excesivos para evitar ser abandonados
y reiteradas amenazas o actos de autoagresión, que incluyen comportamiento
suicida.
Personalidad histriónica
Debe llenar, al menos, cuatro de los siguientes criterios:
• Tendencia al autodramatismo, teatralidad o expresión exagerada de las
emociones.
• Sugestionabilidad y facilidad para dejarse influir por los demás.
• Afectividad lábil y superficial
• Búsqueda continua de estímulos y actividades en las que pueda ser el centro
de atención.
• Comportamiento o apariencia inadecuadamente seductor.
• Preocupación excesiva por el aspecto físico
• Pueden presentarse además: egocentrismo, indulgencia para sí mismo,
anhelo de ser apreciado, sentimientos de ser fácilmente heridos y conducta
manipulativa frecuente que busca satisfacer las propias necesidades.
Son personas de afectividad lábil y superficial, que experimentan un deseo
vehemente de obtener el aprecio de los demás o de llamar su atención.

Son fáciles para iniciar relaciones amistosas pero una vez esta relación se
establece la manejan en forma egocéntrica, demandando exagerada
consideración por sus sentimientos. No suelen ser conscientes de su trastorno
y racionalizan sus relaciones.

El trastorno es más común en las mujeres que en los hombres.


Personalidad anancástica (obsesivo-compulsiva)
Deben llenar cuatro de los siguientes criterios:
• Falta de decisión, dudas y precauciones excesivas que reflejan una profunda
inseguridad personal.
• Preocupación excesiva por detalles, reglas, listas, orden, organización y
horarios.
• Perfeccionismo que interfiere con la realización de tareas.
• Rectitud y escrupulosidad excesivas.
• Preocupación injustificada por la productividad,hasta el extremo de renunciar
a actividades placenteras y a relaciones interpersonales.
• Excesiva pedantería y adhesión a las convenciones sociales.
• Rigidez y obstinación.
• Insistencia irracional en que los demás se sometan a su propia rutina de hacer
las cosas o resistencia poco razonable a permitir que los demás realicen sus
tareas.
El trastorno anancástico de personalidad no mejora con psicofármacos pero
si lo hace con psicoterapia de corte dinámico, caso contrario a lo que se
observa en el trastorno obsesivo-compulsivo.

Los rasgos principales de este tipo de personalidad son: constricción


emocional, parsimonia, rigidez, perseverancia, obstinación, indecisión e
inhibición de la conducta sexual.
Tratamiento
Estos pacientes presentan con mucha frecuencia una sintomatología ego-
distónica y autoplástica, es decir, que sufre por su trastorno y es consciente de
que el remedio de su angustia está en la modificación de sus procesos
intrapsíquicos. La mayoría de estos pacientes están motivados para buscar
ayuda del especialista, pero con frecuencia deciden hacer ellos mismos los
cambios que consideran necesario para disminuir su ansiedad.

El tratamiento debe encaminarse a ayudar al paciente a identificar necesidades


de dependencia o de ira para que pueda relajarse o controlarse y, como
segundo objetivo, recuperar una disposición emocional en las relaciones
interpersonales, con el fin de que se sienta libre para enfocar sus asuntos
productivos o de trabajo.
Personalidad ansiosa (elusiva)
Debe cumplir cuatro de los siguientes criterios:

• Sentimientos constantes de tensión emocional y temor.


• Creencia en que es socialmente incapaz, carece de atractivo personal o es
inferior a los demás.
• Preocupación excesiva por las críticas o rechazado en situaciones sociales.
• Resistencia a entablar relaciones interpersonales sino tiene la seguridad de
ser aceptado.
• Restricción del estilo de vida debido a la necesidad de seguridad física.
• Evitación de actividades sociales o laborales que impliquen contactos
personales íntimos o significativos debido al miedo a la crítica, la reprobación o
el rechazo.
Tratamiento
El tratamiento de elección es la psicoterapia y el tratamiento está encaminado a
corregir las percepciones distorsionadas, enseñar la aceptación o el manejo de
los afectos dolorosos, reducir la inhibición social o la evitación y ayudar al
paciente a alcanzar su potencial profesional.

Este tipo de personalidad recibe muy buenos beneficios de las técnicas


conductistas y más concretamente del entrenamiento asertivo.

Este es uno de los pocos trastornos de personalidad que responde a los


psicofármacos. Se han empleado inhibidores de la monoamino oxidasa,
benzodiacepinas (clonazepam, alprazolam), propranolol e inhibidores selectivos
de la recaptación de serotonina
Personalidad dependiente
Deben cumplir cuatro de los siguientes criterios:

• Fomentar o permitir que otras personas asuman responsabilidades


importantes de la propia vida.
• Subordinación de las propias necesidades a las de aquellos de quienes
depende y sumisión excesiva a sus deseos.
• Resistencia a hacer peticiones, incluso las más razonables, a las personas de
autoridad o de quienes depende.
• Sentimientos de malestar o abandono al estar solo, debido a un temor
exagerado a ser incapaz de cuidar de sí mismo.
• Preocupación de ser abandonado a su propia suerte.
• Capacidad limitada para tomar decisiones en la vida diaria sin un apoyo,
consejo o reaseguramiento excesivo por parte de los demás.
Se caracteriza por el doblegarse pasivamente ante los deseos de los mayores
y de otros y por una respuesta débil e inadecuada ante las demandas de la vida
cotidiana.

Poseen una persistente y excesiva necesidad de ser cuidados, por lo que a


menudo, se sienten mal cuando deben permanecer solos y tienden a manipular
inconscientemente a las personas de quienes dependen para sostener y
reforzar los lazos de dependencia.

Estos individuos permiten pasivamente que los demás asuman la


responsabilidad de sus áreas existenciales principales, debido a una marcada
falta de confianza en sí mismas y a una incapacidad para actuar en forma
independiente.
Tratamiento
El tratamiento debe buscar aumentar la autoconfianza y la autoestima, ayudar a
obtener un suficiente sentimiento de independencia, abandonar las relaciones
distorsionadas y tolerar la soledad.

Responden bien a las terapias analíticas y a las comportamentales o


conductivas.

El tratamiento farmacológico con antidepresivos, inhibidores selectivos de la


recaptación de serotonina o tricíclicos, pueden reducir el patrón conductual de
dependencia y aumentar la resistencia al estrés, al disminuir la
hipersensibilidad y los niveles de ansiedad.

Se pueden usar benzodiacepinas por periodos cortos si fuera necesario.


Caso clínico
Paciente Masculino de 40 años, soltero, católica, alfabeto (universidad).
ORP Quetzaltenango.

MC: Dificultan en sus relaciones personales y laborales.

HC: Paciente refiere necesitar ayuda debido a una creciente sensación de


ansiedad, así como dificultades en sus relaciones personales y laborales.
Siente que la gente a su alrededor lo critica constantemente y la juzga.
Refiere que desde una edad temprana, ha sido una persona introvertida y
tímida. Siempre ha luchado con la autoestima y ha sido altamente autoexigente.
A lo largo de su vida, ha tenido dificultades para hacer amigos y para
desarrollar relaciones íntimas.

En el trabajo, ha tenido problemas para destacar debido a su falta de confianza


y su evitación de situaciones que implican liderazgo o exposición pública.
Siente que sus colegas y superiores siempre la están observando y la critican,
lo que le ha llevado a cambiar de empleo varias veces.

En sus relaciones personales, ha tenido dificultades para establecer y mantener


amistades cercanas y relaciones románticas.
Antecedentes: Paciente proviene de un entorno familiar estable y amoroso. No
hay antecedentes conocidos de trastornos de personalidad en su familia.

Examen físico: Peso: 57 kg Talla: 156cm PA: 110/80


Fc: 90 lpm Fr: 18 rpm T: 37.5 c Spo2: 96%

Paciente COTEP normocéfalo, normotenso, órganos de los sentido normales,


mucosa oral húmeda, cuello móvil, tórax expansible, adecuado murmullo
vesicular, corazón rítmico, no taquicárdico, no soplos, abdomen blando y
depresible, RGI normales, extremidades simétricas y móviles, adecuado tno
muscular, buen llenado capilar.
Diagnostico
Trastorno de Personalidad Ansiosa o Elusiva

Análisis:
De acuerdo a la CIE-10 cumple con al menos 4 de sus criterios los cuales son:

❖ Sentimientos constantes de tensión emocional y temor.


❖ Creencia en que es socialmente incapaz y carece de atractivo personal.
❖ Preocupación excesiva por las críticas o rechazado en situaciones sociales.
❖ Evitación de actividades sociales o laborales que impliquen contactos
personales íntimos o significativos debido al miedo a la crítica, la
reprobación o el rechazo.
Diagnostico diferencial
Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC): El TOC implica la presencia de
obsesiones y compulsiones que son recurrentes y perturbadoras. Algunas
personas con el Trastorno de Personalidad Ansiosa pueden presentar
preocupaciones obsesivas, pero estas no alcanzan el nivel de gravedad del
TOC.

Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG): El TAG es un trastorno de


ansiedad común que se caracteriza por preocupación excesiva y persistente,
inquietud y síntomas físicos de ansiedad.
Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT): El TEPT se desarrolla después de
una experiencia.

Fobia Social (Trastorno de Ansiedad Social): La fobia social implica un miedo


intenso y evitación de situaciones sociales o de actuación

Trastorno de Personalidad Evitativa: El Trastorno de Personalidad Evitativa


también se caracteriza por la evitación social y la ansiedad en situaciones
sociales. Es importante distinguir entre estos dos trastornos de personalidad, ya
que pueden compartir algunas similitudes en sus síntomas.
Plan tratamiento
Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): La TCC es un enfoque terapéutico
ampliamente utilizado para el tratamiento de trastornos de personalidad. En el
caso del Trastorno de Personalidad Ansiosa o Elusiva, la TCC puede ayudar a
identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento
disfuncionales. Se centra en la resolución de problemas, la gestión de la
ansiedad y la mejora de las habilidades de afrontamiento. Entrenamiento
asertivo.

Terapia de Grupo: La terapia de grupo puede ser beneficiosa para las personas
con este trastorno, ya que les brinda la oportunidad de interactuar con otros
que comparten experiencias similares. En un entorno de grupo, los individuos
pueden aprender habilidades sociales, comprender mejor sus problemas y
recibir apoyo de sus compañeros.
Terapia Interpersonal: La terapia interpersonal se enfoca en mejorar las
habilidades de comunicación y las relaciones interpersonales.

Medicamentos: En algunos casos, los medicamentos, como los antidepresivos


o los ansiolíticos, pueden utilizarse para tratar síntomas específicos, como la
ansiedad o la depresión que a menudo se asocian con el trastorno. Sin
embargo, los medicamentos generalmente se usan en combinación con la
terapia.

Psicoeducación: La psicoeducación implica aprender sobre el trastorno y sus


síntomas. Comprender el trastorno puede ayudar a la persona a reconocer sus
patrones de pensamiento y comportamiento y a trabajar en cambios
constructivos.

Apoyo familiar y redes de apoyo

También podría gustarte