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Monitoreo de Suelo
Tema I
Introducción al Monitoreo de Suelo
1. Introducción
El suelo es el medio natural para el desarrollo de plantas terrestres, ya sea que tenga o no horizontes
discernibles. Este concepto es todavía la forma más común como se comprende la palabra, y es el principal
interés en el que el suelo centra su significado. Las personas consideran al suelo importante porque
sostiene a las plantas que nos proporcionan comida, fibras, medicamentos y otras necesidades humanas,
y porque filtra al agua y recicla excretas. El suelo cubre a la superficie del globo como un continuo, con
excepto en áreas con afloramientos rocosos, de congelamiento perpetuo como nevados, en aguas
profundas, o sobre los hielos de los glaciares estériles.
Por otro lado, Los elementos básicos que presenta el suelo son: 5% - 10% de Materia Orgánica, 25% de
agua, 25% de aire y 45% de partículas de suelo o material mineral que pueden ser arena, limo o arcilla.
El muestreo incluye la toma del material que forma el suelo de modo tal que tenga en cuenta la variabilidad
del miso, el manejo, transporte y tratamiento de la muestra y, por último, la toma de fracciones para las
determinaciones analíticas concretas.
El muestreo de suelos es, por tanto, la etapa previa al análisis de contaminantes. Es probablemente la fase
más importante para la obtención de datos analíticos que puedan considerarse con seguridad datos de
calidad, sobre los que basarse a la hora de considerar o dictaminar sobre el grado y tipo de contaminación
que pudiera existir en este componente.
En cualquier caso, el muestreo debe ser representativo, esto es, que una muestra o grupo de muestras
refleje con precisión la concentración y estado de cualquier componente en un determinado lugar y tiempo.
Los resultados obtenidos de las muestras representativas deben mostrar las variaciones de los
contaminantes y sus concentraciones. Las variables que afectan a la representatividad de una muestra son
las siguientes:
Los efectos de la heterogeneidad se compensan tomando un gran número de muestras. Normalmente las
dudas sobre la representatividad del muestreo suelen ser mayores que sobre los datos analíticos obtenidos.
El error procedente de la toma de muestra y su manipulación es de tres a seis veces mayor que el que
ocasiona la toma de porciones en el laboratorio y los procedimientos de análisis, aun cuando el
procedimiento de campo sea más refinado de lo que es normalmente.
2. El Suelo.
La palabra suelo viene del latín solum que significa piso. Ello constituye un recurso único, irremplazable y
esencial para todos los organismos terrestres, incluido el hombre. El suelo no es simplemente la fina capa
exterior de la corteza terrestre explorada por las raíces de las plantas en busca de anclaje, agua y
nutrientes. Es un cuerpo natural complejo, formado en la roca solida o en sedimentos no consolidados bajo
la influencia de plantas, microorganismos y animales del suelo, agua y aire.
Una delgada capa de suelo cubre la mayor parte de la superficie terrestre. Esta capa, cuyo espesor varía
entre unos pocos centímetros y dos o tres metros, puede parecer insignificante comparada con la masa del
planeta; sin embargo, en esos 2 pocos centímetros, los reinos vegetal y animal se encuentran con el mundo
mineral y establecen con él una relación dinámica.
El suelo puede considerarse como un sistema constituido por fases sólida, liquida y gaseosa, que constituye
el soporte mecánico y en parte, el sustento de las plantas.
La formación del suelo es el resultado de una serie de procesos físicos, químicos y biológicos
sobre el medio rocoso original. Es la parte más superficial de la litosfera y está constituido por una
mezcla de partículas minerales, materia orgánica, aire y una disolución acuosa que rodea las
partículas edáficas. (Garcia & Dorronsoro, 2003).
La composición media del suelo en porcentaje de volumen es: 50% de materia sólida, 20 - 30 %
de disolución acuosa y 20 - 30 % de suelo edáfico. (Bowen, 1979).
La disolución acuosa del suelo actúa de intermediaria entre la litosfera y los organismos vivos, por
lo que tiene una gran importancia para el equilibrio químico y biológico, debido a que contiene los
solutos necesarios para el desarrollo de la vegetación existente en el mismo. Las principales
causas por las que en la disolución acuosa del suelo se encuentran iones son: la lluvia, la
descomposición de la materia orgánica, la meteorización mineral, y los procesos de intercambio
entre la disolución del suelo y las partículas coloidales. Mayoritariamente se encuentran iones Cl-
, SO4 2- y Ca2+ y en menor cantidad Mg2+ , H3SiO4 - ,K+ ,Na+ , Mn2+ y otros (Bowen, 1979).
La fase sólida del suelo representa aproximadamente la mitad de la composición del total del suelo
y está constituida en un 45% 16 por una fracción inorgánica y en 5% por una fracción orgánica.
En la fracción inorgánica se encuentran partículas minerales de distintos tamaños y que, de mayor
a menor, se denominan gravas (>2mm), arenas (0.05-0.02 mm), limos (0.05 – 0.005 mm) y arcillas
(< 0.005 mm.). El tamaño de partículas que forman un suelo determina la textura del mismo y
aporta información sobre su porosidad o espacios huecos por unidad de volumen por lo que puede
circular el aire y el medio acuoso edáfico. (Bautista, 2007).
El suelo presenta una estructura secuencial, debido fundamentalmente a la infiltración del agua y
a la actividad orgánica que se desarrolla en el mismo. Puede observarse distintas capas u
horizontes según la profundidad, que tienen distintas propiedades físicas y químicas en función
del proceso de formación del mismo. Básicamente, pueden distinguirse tres capas (Bautista,
2007).
La capa más superficial (Horizonte A), en la que se produce una gran lixiviación de algunos de sus
componentes, está constituida por partículas minerales (fundamentalmente materiales silícicos) y
materia orgánica procedente de organismos vivos. (Bautista, 2007).
En la capa más profunda (Horizonte C), no existe apenas lixiviación y están presentes materiales
poco particulados. A medida que aumenta la profundidad se observa una disminución del oxígeno
presente (debido al consumo del mismo en los procesos de oxidación de la materia orgánica y de
la formación de óxidos), y un aumento paralelo de la cantidad de dióxido de carbono. (Bautista,
2007).
Entre los distintos tipos de suelos tenemos los arenosos, los limosos, arcillosos y los francos, la
combinación de estos dan origen a otros suelos. Conocer las peculiaridades de cada tipo de suelo
es importante en la agricultura. Según el tipo de suelo se podrá plantar unos cultivos u otros.
Son aquellos suelos que presentan una elevada productividad agrícola, debido a su textura
relativamente suelta, heredada de la arena, a su fertilidad procedente de los limos incluidos y
al mismo tiempo con adecuada retención de humedad por la arcilla presente. Cuando los
suelos tienen un poco más de arena que el óptimo se les llama francoarenosos u en caso
contrario si lo que está en exceso es la arcilla francoarcillosos. Al suelo franco algunos autores
le llaman marga de manera que los nombres equivalentes serían marga arcillosa y marga
arenosa.
El limo es un sedimento transportado en suspensión por los ríos y por el viento que contienen
una proporción muy elevada de limo y son muy fértiles, se deposita en el lecho de los cursos
de agua o sobre los terrenos que han sido inundados. 4 Para que se clasifique como tal, el
diámetro de las partículas de limo varía de 0,0039 mm a 0,0625 mm. Es un tipo de suelo muy
compacto, pero menor que los arcillosos.
Larson y Pierce (1994), define a la Calidad de suelo como la capacidad de funcionamiento dentro
de los límites del ecosistema como con el medio ambiente externo al sistema.
Para Doran y Parkin (1994), es la capacidad que tiene un suelo para funcionar, dentro del
ecosistema y los límites de uso de los terrenos, en el sostenimiento de la productividad biológica,
en el mantenimiento de la calidad ambiental y promover la salud de las plantas, de los animales y
de los seres humanos. Acton y Gregorich (1995), consideran que la calidad determina la
sustentabilidad agrícola, la calidad del ambiente y, como consecuencia de lo anterior, la salud de
las plantas, de los animales y del ser humano.
Lal (1999), indica que, de manera similar a la degradación del suelo, existen tres tipos de calidad
del suelo: la física, la química y la biológica. Establece además diferencias entre la degradación
del suelo y la calidad del mismo. La primera es la pérdida de la productividad o utilidad potencial
o actual como resultado de factores naturales o antropogénicas, en tanto que la segunda se refiere
a la productividad y a la capacidad reguladora de su ambiente.
Para la Natural Resources Conservation Service (NRSC, 2001) es la capacidad que tiene cada
tipo de suelo en su funcion natural o en su manejo como limite de un ecosistema. Además la
clasifica en Calidad Inherente (Cl) y Calidad Dinamica (CD). Propiedades tales como textura,
mineralogía, color, etc., son innatas del suelo, determinadas por sus factores formadores y
conforman así su calidad inherente. La cual al ser modificada por actividades antropogénicas, da
como resultado una calidad dinámica. Tener información de la calidad dinámica de los suelos en
una región determinada, se convierte en una herramienta para proponer y evaluar prácticas de
conservación y uso del recurso. Várallyay (2006), relaciona la calidad de los suelos con criterios
de calidad de vida: salud, alimentos seguros y de calidad, calidad del agua, todos ellos combinados
en un medio ambiente agradable. El criterio anterior se relaciona del mismo modo con el uso
racional y el manejo sustentable del recurso. A pesar de que diversos grupos de científicos se han
preocupado por desarrollar un concepto de calidad de suelo. Bouma (2006), reconoce que no se
tienen una definición que sea un elemento esencial en las regulaciones del medio ambiente, en
contraste con la calidad de agua y del aire que actualmente se encuentran bien definidas.
Por su parte el estado peruano, a través del Ministerio del Ambiente, que, a su vez, a través de la
Dirección General de Calidad Ambiental, ha definido la calidad de suelo como la capacidad natural
del suelo de cumplir diferentes funciones: ecológicas, agronómicas, económicas, culturales,
arqueológicas y recreacionales. Es el estado del suelo en función de sus características físicas,
químicas y biológicas que le otorgan una capacidad de sustentar un potencial ecosistémico natural
y antropogénicas.
La definición más apropiada de calidad de suelo para este estudio es propuesta por Friedman et
al., (2001) y la enuncian como “la capacidad de un tipo específico de suelo para brindar un servicio”
dentro de un sistema natural o manejado, en el que se sostiene la productividad de plantas y
animales, manteniendo o mejorando la calidad de aire y del agua, proporcionando un soporte como
hábitat y favorecido la salud humana. La valoración de esta calidad se efectúa, obteniendo un
conjunto mínimo de datos de propiedades medibles del suelo, para establecer su capacidad de
llevar a cabo servicios básicos como mantener la productividad, regular y distribución del agua y
flujos 20 de solutos, filtrar los contaminantes y almacenar y ciclar los nutrientes.
Se denomina suelo contaminado a una porción de terreno, superficial o subterránea, cuya calidad
ha sido alterada como consecuencia del vertido, directo o indirecto, de residuos o productos
peligrosos. El origen de las alteraciones que se producen en el suelo no puede atribuirse a una
sola causa. (Orozco, Perez, Gonzales, Alfayete, & Rodriguez, 2003).
Un suelo contaminado es aquél que ha superado su capacidad de amortiguación para una o varias
sustancias, y como consecuencia, pasa de actuar como un sistema protector a ser causa de
problemas para el agua, la atmósfera, y los organismos. Al mismo tiempo se modifican sus
equilibrios biogeoquímicos y aparecen cantidades anómalas de determinados componentes que
originan modificaciones importantes en las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo.
(Bautista, 2007).
4. Monitoreo de Suelo
Se refiere a la recolección de datos en campo o muestreo de suelos, según la hipótesis planteada acerca
de la distribución espacial de la contaminación en el emplazamiento debe orientar la distribución y selección
de los puntos de muestreo, de allí que sea pertinente la división de la zona en estudio en áreas de potencial
interés en función a la probabilidad de encontrar contaminación.
Para ello se debe identificar aquellas áreas que presenten una distribución similar en cuanto a la
contaminación (zonas con afectación localizada y zonas en las que se sospeche afectación no localizada),
discriminadas de aquellas en las que se tiene constancia de que nunca fueron utilizadas con fines
industriales dentro del emplazamiento (zonas no probable de afectación). Así el esfuerzo se debe centrar
en las áreas donde haya mayor incertidumbre o mayor probabilidad de existencia de contaminantes y en la
que la variabilidad de la distribución de la contaminación sea mayor.
El muestreo de identificación tiene por objetivo investigar la existencia de contaminación del suelo
a través de la obtención de muestras representativas con el fin de establecer si el suelo supera o
no los Estándares de Calidad Ambiental y/o los valores de fondo de acuerdo a lo establecido en
el D.S. N° 011-2017 MINAM. El alcance del MI estará definido por los resultados y conclusiones
de la investigación histórica y el levantamiento técnico (inspección) del sitio.
Tiene por objetivo obtener muestras representativas de suelo para determinar el área y volumen
(la distribución horizontal y vertical) del suelo contaminado en las áreas de interés determinadas a
través de la fase de identificación.
El muestreo de detalle, cuantifica y delimita las zonas de afectación del suelo y las plumas de
propagación en el agua subterránea, tanto en espacio y tiempo, a partir del modelo conceptual
redefinido. Caracteriza los medios en relación a factores que influyen en la liberación, migración y
comportamiento de los contaminantes, a través de la delimitación y cuantificación de los focos; así
el muestreo de detalle deberá también enfocarse a la determinación de las probables rutas y vías
de exposición debiendo considerar los posibles puntos de exposición en el caso de que se lleve a
cabo una evaluación de riesgos a la salud y el ambiente (ERSA).
La estrategia del muestreo de nivel de fondo ha de ser debidamente justificada tanto desde el
punto de vista estadístico como desde el punto de vista de la localización de las muestras, usando
como ayuda los datos y conclusiones de la Fase de Identificación.
Tiene como objetivo demostrar que las acciones de remediación implementadas en un suelo
contaminado, alcanzaron de forma estadísticamente demostrable, concentraciones menores o
iguales a los valores establecidos en el ECA Suelo o los niveles de remediación específicos
establecidos en base al Estudio de Evaluación de Riesgos a la Salud y el Ambiente (ERSA), según
su guía correspondiente.
6.1. Protocolo de Muestreo para emergencias Ambiental (RM N° 125 – 2014 MINAM)
El protocolo de muestreo por emergencia ambiental describe los procedimientos específicos para
la toma de muestras de suelos en el ámbito geográfico de la declaratoria de emergencia ambiental,
para la identificación de sitios impactados y potencialmente contaminados, como parte de las
acciones comprendidas en la atención de dicha emergencia ambiental.
La aplicación del protocolo de muestreo de suelos no constituye condición previa necesaria para
el inicio de las acciones inmediatas y dé corto plazo para la reducción del riesgo al ambiente y a
la salud por parte del titular de la actividad contaminante, o el desarrollo de actividades a cargo de
las autoridades involucradas en la atención de la emergencia ambiental.
6.2. Criterios para la gestión de sitios contaminados (DS N° 012 – 2017 MINAM).
La presente norma tiene por objeto establecer los criterios para la gestión de sitios contaminados
generados por actividades antrópicas, los cuales comprenden aspectos de evaluación y
remediación, a ser regulados por las autoridades sectoriales competentes, con la finalidad de
proteger la salud de las personas y el ambiente.
Los presentes criterios son de aplicación a las autoridades sectoriales que tienen competencias
para regular la normatividad de alcance nacional respecto de las actividades productivas,
extractivas o de servicios, bajo el ámbito de su competencia, cuyo desarrollo puede generar sitios
contaminados.
Los ECA Suelo son importantes porque establecen valores máximos permisibles de contaminantes
presentes en el suelo, a fin de garantizar la conservación de su calidad ambiental.
b) Autoridad de Salud
c) Autoridad sectorial
Ejemplo: Una empresa se encuentra desarrollando la construcción de una represa, para lo cual el
Ministerio de Agricultura y Riego aprobó un Estudio de Impacto Ambiental Detallado. Dicho
instrumento exige el cumplimiento de los ECA suelo, lo cual debe ser fiscalizado por el ministerio.
d) OEFA
e) Gobiernos locales
1. Introducción
De conformidad con el Decreto Supremo N° 002-2013-MINAM por medio del cual se aprueban los
Estándares de Calidad Ambiental (ECA) para Suelo, la Guía para Muestreo de Suelos establece
especificaciones para: i) determinar la existencia de contaminación en el suelo, ii) determinar la dimensión
(extensión horizontal y vertical) de la contaminación, iii) determinar las concentraciones de nivel de fondo,
y/o iv) determinar si las acciones de remediación lograron reducir la concentración de los contaminantes en
el suelo, de acuerdo a las metas planteadas.
En función al objetivo del muestreo de suelos, la Guía establece los siguientes tipos: muestreo de
identificación, muestreo de detalle, muestreo de nivel fondo, y muestreo de comprobación de la
remediación. En la Guía se especifica, además, diferentes técnicas de muestreo, criterios para la
determinación del número de muestras, así como medidas de calidad para la toma y el manejo de muestras
de suelos. La Guía no incluye el muestreo de aguas subterráneas y sedimentos en ríos, lagos y mares.
Esta Guía es aplicable para el muestreo de suelos en proyectos nuevos, actividades en curso, y para sitios
contaminados en los que la autoridad competente o la entidad de fiscalización ambiental determine que no
se cumplieron con los objetivos de remediación previstos en el instrumento de gestión ambiental.
2. Plan de Muestreo
Para la realización de cualquier tipo de muestreo, previamente se debe elaborar un plan de muestreo que
contenga la información y programación relacionada con los objetivos del muestreo.
Para el plan del muestreo de suelos, es necesario definir claramente los objetivos que permitan un óptimo
proceso de levantamiento de la información necesaria para la descripción del sitio, definiendo:
1. Datos generales
1.1. Objetivo del muestreo: Definir de manera precisa las metas que se desean cumplir
1.4. Localización geográfica del sitio (UTM WGS 84): Para su respectivo mapeo
3. Anexos
3.2. Plano vial de carreteras, caminos o calles para llegar al sitio y edificaciones2.
3.3. Imagen aérea o satelital del sitio de alta resolución (de 15 cm a 60 cm) orto-
rectificadas.
Los resultados analíticos del MI serán comparados inicialmente con los ECA suelo. Si los
valores detectados en el suelo superan los valores del ECA y/o los valores de fondo, se
determina que el suelo está contaminado y se procede con la fase de caracterización.
• Las muestras a ser analizadas deben ser aquellas que presenten mayor evidencia
de la presencia del contaminante bajo estudio.
• Las modificaciones al proceso de muestreo de identificación previamente
elaborado deberán justificarse, fundamentarse y documentarse.
• Para el control de calidad analítica se debe duplicar el 10% de las muestras a ser
analizadas para sitios con superficies menores o igual a 20 ha, y 5% para
superficies mayores a 20 ha, que deben ser analizadas en otro laboratorio
acreditado.
El muestreo de detalle, cuantifica y delimita las zonas de afectación del suelo y las plumas de
propagación en el agua subterránea, tanto en espacio y tiempo, a partir del modelo conceptual
redefinido. Caracteriza los medios en relación a factores que influyen en la liberación,
migración y comportamiento de los contaminantes, a través de la delimitación y cuantificación
de los focos; así el muestreo de detalle deberá también enfocarse a la determinación de las
probables rutas y vías de exposición debiendo considerar los posibles puntos de exposición
en el caso de que se lleve a cabo una evaluación de riesgos a la salud y el ambiente (ERSA).
• de remoción de contaminantes
• de contención
• de restricciones de uso
• de control de riesgo
Para el MD deberá tomarse un número de puntos mínimos de muestreo, las cuales se indican
en el Tabla Nº 6.
La estrategia del muestreo de nivel de fondo ha de ser debidamente justificada tanto desde
el punto de vista estadístico como desde el punto de vista de la localización de las muestras,
usando como ayuda los datos y conclusiones de la Fase de Identificación. Así, la localización
del área de muestreo ha de considerar lo siguiente:
a. El sitio de muestreo deberá estar fuera del sitio o predio en estudio y no debe estar
demasiado alejado del mismo.
Tiene como objetivo demostrar que las acciones de remediación implementadas en un suelo
contaminado, alcanzaron de forma estadísticamente demostrable, concentraciones menores
o iguales a los valores establecidos en el ECA Suelo o los niveles de remediación específicos
establecidos en base al Estudio de Evaluación de Riesgos a la Salud y el Ambiente (ERSA),
según su guía correspondiente.
- Una muestra (1) por cada 75 a 100 m lineales en cada pared corta o larga (distancia/75
- 100 = NPM).
- Una muestra (1) por cada 75 a 100 m lineales en cada pared corta o larga (distancia/75-
100 = NPM).
Donde
A = Superficie en hectáreas.
Por ejemplo el total de puntos de muestreo para un área de 6,000 m2 y 750 metros
lineales de perímetro es de 12 muestras {2 x (6000 m2 /1000 m2)} en el fondo, más 8
muestras en las paredes (750 m/100 m). En total son 20 puntos de muestreo más 2
duplicados.
Para otras técnicas de remediación como, técnicas in situ (extracción de vapores, air –
sparging, bioventilación, oxidación/reducción, etc.) o confinamiento/contención
(cobertura, instalación de barreras, sistemas de recojo de aguas y lixiviados), se requiere
comprobar la eficacia de dichas técnicas mediante un muestreo idóneo a la técnica
aplicada.
3. Técnicas de Muestreo.
La técnica del muestreo a aplicar depende, entre otros, del objetivo del estudio, de las condiciones
edáficas, meteorológicas, geológicas e hidrogeológicas en el sitio, la profundidad y accesibilidad
de la contaminación en estudio y de los requerimientos analíticos acerca de la cantidad y calidad
de las muestras.
Los equipos, las herramientas y los instrumentos a usarse en el muestreo estarán en función de:
• Datos generales del sitio en estudio (por ejemplo razón social, ubicación, uso principal).
• Datos del punto de muestreo (por ejemplo clave del punto, coordenadas, técnica de
muestreo, instrumentos usados, profundidad final, profundidad de la napa freática,
operador, etc.).
• Datos de las muestras tomadas (por ejemplo, clave de muestra, profundad, características
organolépticas, textura, cantidad de la muestra tomada, compactación/consistencia,
humedad, etc.).
• Comentarios adicionales y ubicación de los puntos de muestreo en un Croquis.
Grandes volúmenes de muestras (p.e. extraído de zanjas) requieren someterlas a partición, para
reducirlas y obtener una muestra compuesta representativa. Para esto se recomienda cuartear la
muestra mezclada y repetir el proceso hasta que llegue a la cantidad de material necesario (vea
también la ilustración 4).
El espesor de las capas con respecto al uso del suelo se indica en la Tabla N° 2. El número mínimo
de muestras (compuestas) se desprende del área a estudiar de conformidad con el ítem 5.2.
Las muestras (aire de suelo, vapores en el suelo) se toman para medir la concentración de agentes
contaminantes volátiles en la fase gaseosa del suelo (BTEX, hidrocarburos clorados y/o fluorados,
n-alcanos), siendo importante para la caracterización de estos compuestos en el suelo.
Por las características fisicoquímicas de los contaminantes volátiles (por ejemplo su fugacidad,
tendencia de acumularse en estratos con granulación fina) se considera que la determinación de
su concentración en la fase sólida del suelo es insuficiente.
La lixiviación y fugacidad de contaminantes volátiles es controlado por varios factores (por ejemplo
características fisicoquímicas de la matriz sólida del suelo y de los agentes contaminantes,
influencias atmosféricas e hidrogeológicas, interferencias por el proceso del muestreo, etc.) que
se tiene que considerar en la interpretación de los resultados y el cumplimiento de altos estándares
de calidad.
La extracción de la muestra gaseosa se realiza a través de pozos de extracción, que pueden ser:
• Pozos de extracción temporales (diámetro entre 35 a 80 mm, en pulgadas apto para uso
único, bajos costos, instalación de los dispositivos de extracción en el agujero de un
sondeo).
• Pozos de extracción estacionarios (diámetros > 80 mm, apto para múltiples muestreos y
ensayos de extracción, costos más elevados, instalación de tuberías de plástico o acero
con perforaciones en el tramo de muestreo).
Antes y durante la construcción de los puntos de muestreo debe observase lo siguiente:
Independiente de qué tipo de pozo sea, es necesario colocar un sello en el espacio superior del
pozo entre el suelo y el equipo de muestreo (por ejemplo mangueras o arcilla) y extraer un volumen
de aire determinado evitando el ingreso o presencia de aire atmosférico en el agujero que podría
falsificar la muestra (ver Ilustración 7).
La temperatura atmosférica durante el muestreo no debe estar por debajo de los 5°C, para evitar
resultados atenuados por condensación de contaminantes volátiles en el equipo. Además se
recomienda evitar la toma de muestras en momentos de lluvias.
Para la toma de muestra se aceptan métodos directos (por ejemplo envasar la muestra en
recipientes como viales de vidrio, botellas de aluminio con depresión “minican”, bolsas de plástico),
métodos de acumulación (por ejemplo tubillos con carbón activado) o sistemas de medición pasiva.
• Sondeo de extracción.
• Dispositivos de extracción (por ejemplo bombas), que permiten regular el flujo de aire.
• Medidor del flujo de aire.
• Recipientes para colectarlas muestras gaseosas (dependiendo del método de muestreo)
• Dispositivos para medir el contenido de metano, dióxido de carbono, oxígeno y
eventualmente ácido sulfhídrico o monóxido de carbono en el flujo de aire.
• Eventualmente dispositivos para medir la concentración de agentes contaminantes
directamente en el campo.
• Datos generales (fecha, hora, lugar, nombre de la persona que ejecute el muestreo).
• Características del punto de muestreo (por ejemplo sellado de la superficie, perfil
geológico, nivel de la napa freática).
• Datos climáticos (temperatura, presión atmosférica, precipitación antes y durante el
muestreo).
• Descripción del pozo de extracción (profundidad del agujero, equipamiento, tipo de sello).
• Sistema/dispositivo de extracción.
• Volumen extraído antes del muestreo.
• Flujo de aire (antes y durante la toma de las muestras).
• Presión inferior.
• Contenido y desarrollo de los componentes principales durante la extracción (metano,
dióxido de carbono, oxígeno y eventualmente ácido sulfhídrico o monóxido de carbono),
que serán utilizados en el estudio de caracterización y en la evaluación de riesgos a la
salud y el ambiente.
• Descripción de los recipientes y/o el procedimiento del muestreo.
Las características del recipiente deben ser compatibles con el material del suelo y los agentes
contaminantes en estudio a muestrear (ver Tabla N°4), deben ser resistentes a la ruptura y evitar
reacciones químicas con la muestra y/o pérdidas por evaporación.
Debe evitarse en lo posible el uso de agentes químicos para conservar muestras de suelo, salvo
que las metodologías lo estipulen. Para su conservación es conveniente mantenerlas en lugares
frescos (4 a 6 °C), aplicables en contaminantes orgánicos.
El volumen del contenedor debe ser aproximadamente el mismo de la muestra, a fin de minimizar
el espacio vacío.
4.2. Etiquetado
• La etiqueta debe ser colocada en un lugar visible y no sobrepasar el tamaño del recipiente
y adherida adecuadamente para evitar su pérdida.
• La etiqueta que acompañe a la muestra, debe contar con la siguiente información como
mínimo: número o clave única de identificación, lugar del muestreo, nombre del proyecto,
y la fecha y hora del muestreo, nombre de la empresa así como las iniciales de la persona
que toma la muestra.
• La impresión de los datos en la etiqueta, debe realizarse con tinta indeleble.
• Inmediatamente de la toma de muestra se debe proceder al etiquetado y registro de la
muestra.
Documento que recoge información levantada en campo, que incluye la técnica de muestreo, las
condiciones del punto de muestreo y una descripción de las muestras tomadas (Ver Anexo N° 3).
La cadena de custodia en original y dos copias debe acompañar a las muestras desde su
obtención, durante su traslado y hasta el ingreso al laboratorio. El laboratorio debe incluir una copia
de esta cadena con los resultados del análisis, la copia debe estar firmada por todos los
participantes en el proceso de muestreo y por la persona del laboratorio que recibe las muestras
para su análisis.
• Considerando que las muestras pueden tener propiedades tóxicas, corrosivas, explosivas
e inflamables, debe evitarse el contacto a través de la piel o las mucosas. Una protección
mínima implica el uso de gafas de seguridad, de guantes de látex o de otro tipo
(dependiendo de los potenciales contaminantes), de botas aislantes, protectores
auditivos, ropa adecuada y uso de explosímetros.
• Acciones de contingencia frente a ingestión accidental de medios contaminados (suelos,
aguas, alimentos, etc.)
• Prevención a la exposición a peligros físicos durante las actividades de muestreo y/o uso
de la maquinaria y equipos tales como detectores de canalizaciones y tuberías
enterradas.
Se deberá seguir los procedimientos, protocolos y directivas que están establecidas en las normas
sobre seguridad e higiene a nivel nacional.
Se debe identificar aquellas áreas que presenten una distribución similar en cuanto a la
contaminación (zonas con afectación localizada y zonas en las que se sospeche afectación no
localizada), discriminadas de aquellas en las que se tiene constancia de que nunca fueron
utilizadas con fines industriales dentro del emplazamiento (zonas no probable de afectación). Así
el esfuerzo se debe centrar en las áreas donde haya mayor incertidumbre o mayor probabilidad
de existencia de contaminantes y en la que la variabilidad de la distribución de la contaminación
sea mayor.
N = 0.1X + 40
Dónde:
X =Superficie en hectáreas
El número total puntos de muestreo estará distribuido entre puntos de muestreo superficiales
y de profundidad. Dicha distribución estará en función de las características del sitio, de la
distribución supuesta de los contaminantes y de las rutas de exposición en estudio.
N = 1.75X + 2
Dónde:
X = Puntos de muestreo del MI que superaban los ECA suelos o Niveles de Fondo
En el caso del muestreo de fondo, se considera como punto de muestreo un área donde se
obtendrán sub-muestras representativas para la conformación de una muestra compuesta.
Como se señaló en el ítem 1.3.3, para el muestreo de fondo se considera un mínimo de tres
puntos de muestreo en áreas homogéneas con características orográficas, geológicas,
climáticas y de vegetación similares. En áreas de estudio heterogéneas con las características
mencionadas, se deben duplicar el número de puntos de muestreo.
1. Introducción.
El equipo, luego de identificar problemas generales y específicos, plantea superar esta problemática
mediante la transferencia de tecnologías agrarias en el manejo adecuado de los suelos basados en los
análisis de suelos y agua de riego, considerando la realidad local que coadyuven al incremento de la
producción y productividad agraria para mejorar la fertilidad integral del suelo agrícola en forma sostenible,
de manera que se preserve para las futuras generaciones.
Para un manejo adecuado se debe partir del conocimiento de la fertilidad que comprende la física, química
y biología a través del diagnóstico previo mediante los análisis de los suelos, como una manifestación del
estado de nutrición del suelo, igualmente la calidad del agua con que regamos por ser un medio de
transporte de nutrientes hacia la planta.
Conociendo la oferta nutricional del suelo y la calidad del agua se podrá programar eficientemente una
fertilización racional sin olvidar las copiosas incorporaciones de materia orgánica trasformada en compost,
humus para maximizar los rendimientos de los cultivos sin deteriorar el suelo agrario.
Los servicios tecnológicos agrarios a través de sus laboratorios de suelo del INIA ponen al alcance
laboratorios de Análisis de Suelos que benefician a los investigadores, especialistas agrarios, productor
agrario y toda persona que estén involucrados en el desarrollo del agro.
Por los años cuarenta, Cline (1944) definió la metodología básica para el muestreo de suelos y esta se ha
mantenido hasta nuestros días. El estableció el concepto de que el límite de exactitud está dado por el
muestreo y no por el análisis.
Se sabe muy bien que el suelo es un cuerpo no homogéneo y presenta diferentes tipos de variaciones. Por
ejemplo, la fertilidad del suelo varia de un lugar a otro e incluso en los horizontes dentro del perfil.
Como es imposible muestrear todo el campo, para superar las variaciones se ha concluido que es necesario
obtener una muestra representativa a partir de submuestras y así poder tener un estimado confiable. La
intensidad de muestreo o la cantidad de submuestras a obtener evidentemente dependerá de la variabilidad
del campo.
La exactitud y la precisión son dos conceptos de importancia en el muestreo de los suelos. La exactitud se
refiere a la cercanía del valor del análisis del suelo con respecto al promedio real del campo. La precisión
esta descrita por la reproductibilidad de los resultados. Estos dos conceptos son los que determinan el
número de muestras.
Existen diferentes maneras de obtener una muestra representativa. El esquema más sencillo consiste en
tomar submuestras al azar en diferentes lugares del campo, para luego mezclarla y obtener la muestra
representativa o muestra compuesta. Esta muestra compuesta es adecuada, pero puede no dar una idea
de la variabilidad que existe en el campo. El análisis de cada submuestra podría proveer buena información
de la variabilidad, pero esto no es aplicable debido al gran costo que representa.
La segunda modalidad de muestreo consiste en la división del campo en sub-unidades en la cual en cada
una de ellas se toman muestras compuestas al azar. Este esquema es semejante al muestreo por paisaje
o topografía del terreno. Esta modalidad tiene la ventaja de incrementar la precisión sin mayor aumento en
el costo.
Una tercera modalidad de muestreo es la de áreas de referencia (benchmark). En este caso, el muestreo
involucra la selección de un área pequeña (•} 1/10 de ha), considerada como representativa del campo, y
en el cual se toman muestras al azar. Siempre y cuando, se elija bien el área de muestreo, la variabilidad
y los costos son menores que el muestreo de todo el campo.
Asimismo otra modalidad muy usada es la sistemática o de grilla. Las muestras son tomadas a intervalos
regulares en todas las direcciones. Este tipo de muestreo nos permite obtener información de la variabilidad
del campo.
Además de elegir la forma de muestreo más adecuado para reducir la variabilidad, es necesario minimizar
los errores de muestreo. Es por eso que siempre es bueno asegurar la limpieza de los equipos utilizados
en el muestreo. Además, tener presente la profundidad del suelo, los lugares, no representativos donde no
se deben tomar muestras y la presencia de ciertas características edáficas que no deben estar presentes
en el área de muestreo, como por ejemplo la presencia de pedregosidad, manchas salinas o áreas donde
el agricultor realizo preparaciones de mezclas de fertilizantes o enmiendas o sustancias para las prácticas
de sanidad.
En resumen, existen varios criterios de selección del área y modalidad de muestreo, siendo lo más
importante que estos nos permitan obtener una muestra que se ajuste a la realidad del campo.
En la experiencia del autor, una secuencia recomendada para el muestreo de los suelos es la que se
presenta a continuación.
Definir profundidad de muestreo: Dependiendo del cultivo y la finalidad del muestreo se determina
la profundidad.
Definir forma de muestreo: Es el recorrido que se realizara al campo para la toma de submuestras,
este puede ser:
• En zigzag
• En diagonales
• En cuadricula
Numero de submuestras: Puede variar de 5-25 submuestras por parcela o superficie delimitada.
El número medio: 10 – 15 submuestras. En cada uno de los puntos tomar una muestra.
Al final del recorrido, las submuestras deben ser homogeneizadas dentro de un balde o una bolsa.
Transferir una porción de •} 500 g de la muestra a cajas o bolsas. Identifique cada una de las
muestras de acuerdo al campo al que pertenecen.
Recordemos que por lo general una muestra representativa pesa aproximadamente 500 gramos,
o sea el 0.00002 % del peso medio de la capa arable de una hectárea. Por esta razón, no se debe
desestimar la importancia de obtener una muestra representativa y conservarla de manera
adecuada.
Ya en el laboratorio, es necesario poner sumo cuidado en el manejo de las muestras cuando estas
llegan del campo. Las operaciones que se realizan siguen la siguiente secuencia:
2.2.1. Identificación.
En un cuaderno de registro se deben anotar todas las muestras que llegan al laboratorio para
su análisis. En este se anotarán el número de laboratorio y de campo que le corresponde a la
muestra de suelo, datos sobre la procedencia, así como el tipo de análisis que requiere la
muestra. Cualquier otro dato que permita su identificación debe ser anotado.
2.2.2. Secado.
Tan pronto como las muestras llegan al laboratorio (en una cantidad aproximada de 500 g a
1000 g) son puestas a secar al aire en un lugar seco y protegido de posibles contaminaciones.
En algunos casos se pueden secar en una estufa con circulación de aire y a una temperatura
de 25 °C- 30 °C.
Debido a los rápidos cambios que se producen en el estado de algunas especies iónicas por
efecto del secado, muchos análisis deben realizarse sobre muestras húmedas. Por ejemplo:
En la determinación de nitratos es necesario determinar el % de humedad para luego hacer
las correcciones en la expresión del contenido. Una vez secada la muestra, una porción puede
ser guardada en frascos para el museo edafológico.
En el análisis de suelos con fines agrícolas, se emplea el concepto tierra fina secada al aire
(TFSA), y esta es aquella que ha pasado por el tamiz de 2 mm de diámetro. En consecuencia,
los agregados de suelo deben ser rotos mediante molienda.
Se debe evitar moler partículas de grava o cascajo y también se debe remover restos de hojas
o raíces, así como agregados muy duros durante el proceso de secado de la muestra.
Terminado este proceso, la muestra está preparada para ser trabajada en el laboratorio y los
análisis pueden ser realizados. La siguiente figura muestra al molino que se utiliza para la
molienda y tamizado.
Una medida física común, especialmente en suelos que son irrigados, es la preparación de la pasta
saturada. Esta provee un extracto en el cual están presentes aniones y cationes solubles y ellos pueden
ser medidos. Por otro lado, este extracto puede dar lugar a criterios de deficiencia o toxicidad por salinidad.
3.1.1. Principio.
En algunos suelos la materia orgánica puede ser descompuesta a 105 °C. Para la mayoría de los suelos,
esto no es un problema serio de error, pero si lo es para suelos que contienen cantidades significativas de
compuestos volátiles.
• Estufa.
• Balanza con aproximacion de 0.01 g.
• Desecador.
• Cajas de aluminio con tapa (preferentemente de peso conocido).
3.1.3. Procedimiento
3.1.4. Cálculos.
Nota.
Donde:
3.2.1. Principio.
En los suelos, cuando nos referimos a su densidad, se puede tener dos consideraciones. La
primera, es que la densidad del suelo puede ser considerada como la masa de una unidad de
volumen de los sólidos del suelo, y en este caso esta relación es llamada densidad de
partícula (ρp). En el sistema métrico ρp puede ser expresado en términos de megagramos
por metro cubico (Mg/m3). La densidad de la partícula en promedio pesa 2.65 Mg/m3. Esta
densidad depende principalmente de la composición química y de la estructura cristalina de
las partículas minerales.
Una segunda medida de la masa del suelo es la densidad aparente (ρa) que se define como
la masa de una unidad de volumen de suelo seco. Este volumen incluye tanto a los poros
como a los sólidos. Se debe tener en cuenta que cualquier factor que influya en el espacio
poroso afectara la densidad aparente. Los suelos de textura fina, tales como los arcillosos,
francoarcillosos generalmente tienen ρa de valores más bajos que los suelos de textura
arenosa.
Dada la importancia de esta caracteristica y como la ρp es casi constante para los suelos, se
hace necesaria la determinacion de la ρa.
3.2.3. Procedimiento
• Retirar el agregado, secar con papel toalla y pesar. El peso debe ser igual a B.
3.2.4. Cálculos
3.3.1. Principio.
Por este método se puede obtener los aniones (SO4)2-, (CO3)2-, HCO3- y el Cl- y en el grupo
cationes solubles Ca+2, Mg+2, K+ y Na+. Además, con los cationes se puede estimar el RAS
(Relación de Adsorción de Sodio). Conociendo la cantidad de boro, se puede saber que
especies vegetales pueden tolerar a este elemento.
3.3.3. Procedimiento.
La textura del suelo es una propiedad física que en condiciones del campo puede determinarse
mediante el tacto. En el laboratorio, el análisis de la distribución del tamaño de las partículas
permite obtener numéricamente la distribución de arena, limo y arcilla.
El análisis por sedimentación es apto para fracciones de diámetro menores a 50 micras. Para
partículas con diámetros mayores de 50 micras es recomendado usar un tamiz.
El procedimiento para la determinación textural del suelo se puede resumir en tres etapas
diferenciadas:
a) método de la pipeta o
b) método del hidrómetro
Para propósitos de análisis rutinarios, la remoción de agentes cementantes (materia orgánica,
carbonato de calcio) no es de vital importancia. Sin embargo, para fines de estudios edafológicos
si es necesario, para lo cual hay una bibliografía respectiva.
3.4.2. Procedimiento