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Introducción

Noticiero de Brad Pitt y Tom Cruise: éxitos en Hollywood pero fracaso en sus familias y
generaciones.
Terminando el año, ¿Cómo medimos el éxito del año o los fracasos?
Muchas veces lo que vemos como un “fracaso” fue lo que me impulsó en nuestro
crecimiento como personas, como padres, como trabajadores, nos dio nuevos desafíos y
por supuesto a nuestra comunión más estrecha con Dios.
De igual manera, lo que vemos como un “éxito” en realidad haya sido lo que hizo que nos
alejamos, nos estanquemos, nos confiemos en lo que tenemos o nos afanemos en querer
aun más. Es tan fácil perder el enfoque y desviar la mirada.

2º Reyes 5.1 NVI


Naamán, jefe del ejército del rey de Siria, era un hombre de mucho prestigio y gozaba
del favor de su rey porque, por medio de él, el SEÑOR le había dado victorias a su país.
Era un soldado valiente, pero estaba enfermo de lepra.

¿Qué logros había alcanzado en la vida? “jefe del ejército del rey… mucho prestigio…
gozaba del favor de su rey… victorias.. soldado valiente”.

Historia de Naaman:
Naamán era el comandante del ejército del rey de Siria. Era un hombre grande.
Era honrado por su rey a causa de las victorias que había ganado en batallas. Él era un
soldado valiente. Pero era leproso.
Ahora, la esposa de Naamán tenía una sierva Hebrea que habían llevado cautiva
de la tierra de Israel. Ella le dijo a la esposa de Naamán que en Israel había un profeta
que podía sanar a Naamán de su lepra. Cuando el rey de Siria lo oyó le envió una carta
al rey de Israel diciendo que él le enviaba a Naamán para ser sanado. Esto preocupó
mucho al rey de Israel. Él rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida,
para que éste envíe a mí a que sane un hombre de su lepra? Considerad ahora, y ved
cómo busca ocasión contra mí” (II Reyes 5:7). Cuando el profeta Eliseo oyó eso le dijo al
rey que le enviara a Naamán a él: “y sabrá que hay profeta en Israel” (II Reyes 5:8).
Entonces Naamán vino con sus caballos y su carruaje a la puerta de la casa de
Eliseo. Pero el profeta no salió a hablar con él. En vez le envió un mensajero, a decirle a
Naamán: “Vé y lávate siete veces en el [río] Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás
limpio” (II Reyes 5:10).
Pero Naamán se fue enojado. Él dijo: “He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego,
y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el
lugar, y sanará la lepra”. Luego Naamán dijo que dos de los ríos en su propio país eran
“son mejores que todas las aguas de Israel”. “Si me lavare en ellos, ¿no seré también
limpio? Y se volvió, y se fue enojado”.
Entonces los criados de Naamán le dijeron: “Si el profeta te mandara alguna
gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio?” Entonces
Naamán fue y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra que el
profeta le había dicho. “Y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio”.
Y Naamán volvió al profeta Eliseo y dijo: “He aquí ahora conozco que no hay
Dios en toda la tierra, sino en Israel”.

1. Naaman era un hombre exitoso, para que el Rey lo recomendara, es porque


realmente era un hombre que le había ido bien, que había traído victorias a la
nación. Por lo que cando lo hace Eliseo ir y sumergirse, lo primero que piensa es
“como me voy a ir a estas aguas, ósea, soy yo, Naaman”, definitivamente el
necesitaba pasar por aquello, para que conociera Dios. Los procesos no siempre los
tomamos de la mejor manera, al principio incluso los podemos rechazar, cuestionar
o hasta renegar. Pero cuando miramos atrás y hemos visto que hemos avanzado,
podemos ver que, si “algo nos quiso enseñar” humildad, respeto, amor por los
demás y amor propio, mansedumbre, aumento de fe, dependencia de Dios, que
eso, en este tiempo, es algo que se ha olvidado porque confiamos en todo, menos
en el dador de todo.

2. Los procesos no siempre son cómodos, al contrario, cuantos, en este año, han sido
obligados a salir de su zona: cambio de trabajo, lugar que veíamos como cómodo o
seguro, cambio de casa, nuevos proyectos, los que han sido padres, etc.
Situaciones que nos sacaron de lo que estábamos “acostumbrados” de esa manera
creíamos que estábamos bien.

Pero Dios que es gracioso, le encanta hacer cosas inesperadas, y nos mueve, como
piezas de ajedrez, pero el tema es, que nos mueve para una partida segura a lo
ganador.

De pronto estamos acostumbrados a rutinas de nuestra vida, y las asumimos como


lo “normal”, pero eso no quiere decir, que sea lo que necesitemos.

Y Naaman cuando después de refunfuñar y le hace caso al consejo de sus siervos


(la importancia de tener alrededor un consejo sabio), fue y se sumergió las veces
que le dijo, 7 (no a medias, no solo al principio le puso ganas, lo hizo de principio a
final, como era la instrucción) y de esa manera su enfermedad sanó. (piel como de
un niño)

CONCLUSION:
Entonces la pregunta de final de año: ¿Cuáles han sido verdaderamente sus éxitos?
¿Ganar más plata?, tener una casa más grande? ¿Tener aumento en sus seguidores
de las redes?, etc.

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