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66 CIUDAD ¥ CIUDADANOS. Hennoun, Hubert (1977): B!nifio conguista el medio, Buenos Aires, Kape- use. Lynch, Kevin (1998): La imagen de la ciudad, Barcelona, Gustavo Gili. 81): La enseflanza de la historia a través del medio, Madrid, Cincel-Kapelusz, Mecenne-Sehoumaker, Bernadette (1994): Didactique de la géographie (I), Reboratti, Carlos “Una cuestién de escala: sociedad, ambiente, tiempo y territorio”, 20. ‘educaci6n y el aprendizaje del pensamiento, ‘La ville comme oeuvre”, en Conférences Paris de l'Arsenal, Parfs, Editions du Pavillon de ciudad como escenario”, Primer Congreso In- iades Educadoras, Documentos Finales, Barcelona, Ayuntamiento de Barcelona. Sennet, Richard (1994): De carne y piedra. El cwerpo y la ciudad en la civilizacién occidental, Madrid, Alianza. ‘Souto Gonzalez, Xosé Manuel (195 na, Del Serbal. 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En efecto, la ciudad como toda construccién humana se halla en perma nente transformacién. {Qué es lo que permanece: es el objeto 0 la palabra ue lo nombra? Todo nombre supone utia dotacién de sentidos y significados en permanente cambio, de all el carécter hist6rico de los eonceptos. En este articulo proponemos un itinerario que recorre las principales ccaracterfsticas de la trama urbana del mundo, las formas urbanas que se «estin delineando a finales del siglo XX, la conformaciGn de redés 2 escala ‘mundial, las nuevas modalidades de insercidn en estas redes y los actores sociales implicados. Acompafian a esta presentacin algunos casos de gran- des ciudades de América latina que articulan en situaciones concretas los, stintos procesos analizados. ~ 68 CIUDAD Y CIUDADANOS 1. gPOR QUE DECIMOS QUE-VIVIMOS EN UN-MUNDO URBANIZADO? Para justificar este interrogante, el argumento que se esgrime habitual- que, por primera vez en la historia de la humanidad, mas de la los habitantes del planeta viven en algtn tipo de éea urbana. Se- maciones de las Naciones Unidas, para el afio 2025 el porcenta- in Je de poblacén urbana del mundo supeart el 60%. Algunoscontinentes ya ‘son hoy continentes urbanos (Buropa; América del Norte, América del Sur), en tanto que Asia y Afvca los contnentes menos irbanizados~ registran tasas de urbanizacién muy aceleradas. Pero hay otros elementos que son atin mis importantes que estas com- probaciones estadisticas. Por ejemplo, que las formas de vida de las socie- dades actuales son predominantemente urbanas. Esto implica la existencia de interacciones cotiianas miltipes y cara a care, cia en éreas a servicios de de trabajo urbenos,etcétera, Las innovaciones en las comunicaciones y en ls condiciones de movili- dlad de la poblacin contribuyen decisivamente par la comprensién de esta nes permiten, que, personas situadas en lugares distantes partcipen en si- multéngo de events Iejanos, y esto vale tanto para la producci6n y el trabajo como para les relaciones familiares, personales y sociales, y para el acceso ‘ propuestas educativas y culturales. El otro componente de estos cambio te, La difisidn del uso del automévil particular y I locidad cambian los esqueimas de movilidad coti lo puramente urbano como de lo regional. A nivel urba trastocar las relaciones entre las éreas de residencia y de trabajo. Viviren tores de propietari ‘mudado a las éreas urbanas cercanas y sé trasladan diariamente hacia la explotaciGn agropecuaria, Una geografia de las cudades contenpordneas 69 Otro argumento que apoya la ngcién de mundo urbanizedo es que, en este contexto, gran parte de los problemas de la sociedad contemporénea (Como la falta de una vivienda apropiada, la atencién de la salud, la igual- dad de oportunidades para acceder a la educacién, la distribucién de agua potable, In dotacién vyuelven problemas w res sociales, tienen ‘que intenten superar estos desafi CConstatamos entonces que las implicancias de la urbanizacién son mil tiples y.dificilmente podrian agotarse en la enunciacién formal de crecien- tes porceniajes de poblacién viviendo en ciudades. Resulta oportuno comparar ahora dos definiciones distintas de la urba~ nizacién, Segén la definici6n clésica, l proceso de urbanizacién se produ- ce cuando porcentajes cada vez mayores de la poblaciGn residen en dress urbanas. Esta definicién es la que encuentra.su correlato en la visin esta- distica que sefialébamos al inicio del articulo. En cambio, quienes sostic- nnen que la urbanizacién se refiere mas a las articulaciones espaciales de poblacién, de actividades econémicas, de informacién, de modos de vida, pponen el acento en él resto de los elementos que hemos presentado en rela- ign com lo que consideramos un mundo urbanizado (Borja, J. y M. Castell, 1998). 1.1. Un mundo urbanizado: material e inmaterial Estamos frente a una trama-doble: por un lado, la ciudad es material, esto significa que es una construccién concreta, un conglomeradio de obje- tos materiales que fueron surgiendo en distintas condiciones y momentos hist6ricos, dejando su presencia en distntos puntos del teritorio. Los obje- tos de la ciudad son marcas.de las modo de testigos de tiempos pasados. En el presente a veces esos objetos tienen funciones que mantienen su vigencia y, en otros casos, han perdido su sentido original, pero hallan resignificada su funcién. Tal los procesos de renovacién urbana que afectan antiguas éreas po: industriales en desuso, transformadas en nuevos centros de nego “40 ‘CIUDAD ¥ CIUDADANOS espacios recreativos, residenciales y culturales, como sucede en Buenos ‘Aires (Puerto Madero), Ro de Jancito (Puerto de Rio), Londres (Dock- lands) y Nueva York (East River). “También la ciudad tiene una dimensiGn inmiaterial, conformada por un conjunto variado de stmboles, representaciones, ideas, teenologfas. Actual- mente, las eiudades se definen cada vez ms por los procesos de desmate- je lo mat (Gesmaterializacién) persos, no contiguos (materializaci6n). Pi condicién de posibilidad de las materialidades disperses. “Justamente a partir del desarrollo tecnol6gico en materia de comunica- ciones y transporte, algunos autores en las dltimas décadas del siglo XX sostuvieron como hipétesis la disolucién de las ciudades. Esta hipétesis pareciera refutar el éxito de la ciudad como forma predominante de organi- Zzacién del teritorio y se apoya bésicamente en la modificacién de los pa- ‘rimetros de localizacién de las enapresas.y, concordantemente, de los puestos de trabajo. Esta modificacin locacional se explica a partir del de- sarrollo ‘comunicaciones, la transformacién de las economies de aglomereci6n, el crecimiento de nuevas modalidades de organizacién del trabajo (como el teletrabajo}, el desarrollo de sistemas de transporte masi- ‘vos y ultraveloces (como los trenes de alta velocidad) que permiten la for- racién de cuencas de empleo extensfsimas y articuladas entre sf. “Todos estos fenémenos se estén desarrollando, pero el resultado de su accién noes la desaparici6n de Is ciudades. Los hechos parecen demostrar rotundamente lo contrario. El nuevo papel de las dreas urbanas en la eco- fa y la cultura globales se afirma dia a dja. Sin embargo, la hipétesis én de las ciudades toca un punto central de las transformaciones de fines del siglo XX: los cambios en la organizacién del teritorio, 11.2, El espacio urbano pensado en un contexto histdrico-geogréfico Elmundo de los inicios del siglo XXI presenta nuevas realidades 0 nuc~ ‘yas versiones de viejas situaciones, por lo que resulta pertinente interrogar- se porel utilizacién de conceptos pensados en otros contextos ‘pata intentar explicar la realidad actual. Si en ciertos contextos histéricos y Una geograffa de las cudades contenpordnees n nes en la organizacin de la produccién, en los transportes y en las comuni- ceaciones, es0s limites nitidos fueron haciéndose cada vez més borrosos. Las diferencias entre las ciudades medievales amuralladas y compactas y el continuum de un mundo casi exclusivamente urbano para el siglo XI no son sino ejemplos extremos de contextos hist6ricos diferentes. ‘que, como tales, precisan ser caracterizadas en contextos hist6ricos parti- culazes. Tanto quienes sostienen que el espacio es un mero reflejo de los pprocesos sociales como aquellos que consideran el espacio como una préc- oinciden en que cualquier transformacién en la organizacién ad tiene efectos sobre el espacio, formaciones tecnolbgicas y los cambios en las relaciones s0- ciales, en la organizacién de la produccién, en la vida cotidiana, en la cul- tura, tienen un fuerte impacto en las formas de organizaci i Lo urbano es una de las formas de organizacién del espacio, podemos partir de la afirmacién de que es un proceso en transformacién, ‘ya que los procesos sociales se encuentran en tn momento de acelerados cambios. Es necesario, al mismo tiempo, evaluar el significado de lo urbano en diferentes contextos geogréficos. Los niveles relatives de desarrollo, la or- ¢ganizaci6n de ciudades en redes, las jerarquias urbanas, lahomogeneizacién de las condiciones tecnolégicas y productivas entre distntas ciudades, ba- ‘cen que el contexto geogréfico sea esencial a la hora de evaluar qué repre- senta una ciudad pequefla, intermedia o grande. Vale citar los casos extremos de las ciudades europeas y africans, por ejemplo. En Europa la red de ciudades se halla sumamente integrada a escala continental, encon- twindose las ciudades unidas entre sia través de sistemas de transporte de alta velocidad y con condiciones de vida relativamente he tras que en el continente afticano es précticamente imposib blar de red de ciudades en el nivel nacional. 2 CIUDAD ¥ CIUDADANOs 2, LAS FRONTERAS DE LAS CIUDADES: ¢CIUDADES COMO PUNTOS, AREAS, RECORTES, CONTIGOIDADES, DISCONTINUIDADES? ‘Una de las mutaciones més importantes registradas desde ‘glo XX son los cambios de y en la ciudad como forma novedad que las formas urbanas han cambindo a lo largo de ¢¢ las primeras aldeas neolttcas hasta las metr6polis industrial, pero tal ‘vez habian coiservado un rasgo comiin referido a la posibilidad de delimi- tar unidades compactas identificables con el nombre de ciudad, aglomera- -aglome- raciones en un continuo urbano, para lo cual se cred el concepto de ‘megalépolis, Pero lo realmente nuevo en la organizacién del teritorio, pro. Pio de Ia sociedad contemporénea, es la articulaeién de espacios urbanos Aiscontinuos y fragmentados, legando a conformar verdaderas unidades relacionadas funcionalmente, a las que se han dado en llamar metdpolis. de manera unénime, la laramente insuficiente como unidad de andlisis de los procesos Aglomerdién, comuni- dad local, limites administrativos, son algunos onceptos que resul- {an poco adecuados para las cizcunstancias actuales, superados por las ‘ociones de redes globales y discontinuidades en la estracturacidn del es. pacio urbano. La identificacién de los procesos que se desarrolian en las Sociedades actuales requiere una visiGn amplia, es decir, una que supere los esquemas que refieren a delimitaciones previas, a marcos formales a prior! del espacio, para luego analiza los procesos que en ese recorte ocurren, La Una geografia de las cudedes contemporéneas B Estas ideas resultan fértiles para analizar las nuevas formas urbanas, De hecho, en diversos lugares del mundo Ia urbanizacién generalizada esté dando lugar a entramados funcionales muy extensos, ya sea en conjuntos urbanos de alta densidad de poblacicn, como sucede en la costa este de América del Norte, en Europa Occidental y en Japén, ya sea en espacios articulados en torno-a una gran metrépoli, como es el caso de San Pablo, “México y Buenos Aires, en América latina, En todos los casos, estas muta. ciones se producen en el contexto de aplicacién de nuevas tecnologias en la produccién y circulacién de bienesje informacién y de nuevas divisiones terrtoriales del trabajo. Asf, la espacialidad resultante de estos fenémenos refiere a una forma urbana, que no tiene anclaje en las definiciones de ciu- dad vigentes hasta fines del siglo XX. Esta nueva espacialidad que estamos analizando resignifica el concepto de “scala geogrifica” y la operacién de ‘clasificacién de las ciudades por amafio”. Las escalas geogrificas dejan de ser, entonces, recartes-a priori para convertirse en medidas de magnitud y de impacto de las decisiones de los actores sociales, Por ejemplo, San Pablo es la ciudad mas grande de Brasil, no s6lo por la cantidad de‘habitantes que tiene sino por el poder y el ‘comando de las acciones de todo tipo -y, especialmente, las vinculadas a las decisiones financieras y el manejo de informacién en red—que sus acto- res realizan, En este sentido, :puede compararse una ciudad europea de 1.000.000 de hhabitantes con una latinoamericana de igual poblacién? Es lo mismo Ams- ‘erdam que Rosario, ambas de alrededor de un mill6n de personas? Evidentemente, no, Resulta ineludible evaluar Ia complejidad de les eco- ‘nomfas nacionales en las que ambas estén situadas. Amsterdam, puerta de Europa, tiene funciones comerciales a escala mundial, tanto que el pais en- {ero al que pertenece (Holanda) puede pensarse ligado a un hinterland con- tinental. En un radio de 200 kilémetros con centro en Amsterdam, las densidades de poblacién son de las més altas del mundo. Otro indicador locuente del entorno lo constituye la distancia y el tiempo que separan, por ejemplo, a Amsterdam de otras idades holandesas: La Haya y Rotterdam. La Haya, sede de organi temacionales (Corte Interna- cional de Justicia), y Rotterdam, uno de los principales puertos del mundo, se hallan separidas de Amsterdam por apenas una hora de vinje. Es decir, {que en un corto tramo se hallan concentradas tres ciudades que tienen fun, Ciones supranacionales, que intereambian bienes de alto valor y cuyos ha- 14 CIUDAD Y CIUDADANOS bitantes tienen un elevado nivel de ingresos, constituyendo un importan- tisimo mercado de consumo. ‘Por su part, Rosario, importante puerto fluvial de la Argentina, est i- ado a las agroindustrias chaco-pampeanas. Su drea de infuencia es de al cance nacional, ¢ incluso en ls iltimos afios puede considerarse de alcance regional, en tanto concentra aceiteras que procesan soja paraguaya y se como punto nodal de Ia proyectada hidrovia Parané-Paraguay. La ia que separa esta ciudad de Ia Ciudad de Buenos Aires, por via te- de tes horas y media a cuatro; el trayecto entre ambas incluye otras ciudades pequefias y medianas, y los ingresos de la poblaciéa resi- dente son medians. Estos ejemplos muestran la necesidad de analizar no s6l0 los contomos estictamente urbanos, sino laregi6n circundante. “También las relaciones entre Ia ciudad y su regién y de las ciudades en- tre sf estén siendo profundamente tadas. La organizaci6n de las ciu- ‘dades como lugares central ‘aun érea de influencia inmediata, variable segén el grado de: pasa a funcionar como un les en las que las ciudades mayores prestan servicios a la poblacién del en- torno rural ode las ciudades més pequefias, en una pirimide jerarquizada {que concluye en el érabito del Estado-naci6n en el principal centro urbano del pass. ‘Actualmente, éreas rurales y ciudades pequetias y medianas tienen rela- to de Ins ciudades ut is omnipresentes” 1994) cumplen esa funciGn en el teritario, es decir que son capa ces de producir, ecolectary clasificarinformiaci6n asi como de distribuitia y administaria de acuerdo con sus propios intereses. Estas ciudades llegan ‘engarzar moseicos urbanos entero, isis de ciudades medianas y peque- {gs alejadas fisicamente ente sf 43, LA CIUDAD Y SUS NOMBRES: ¢NUEVOS PROCESOS, NUEVOS TIEMPOS, NUEVOS OBJETOS, NUEVOS CONCEPTOS? {De qué conceptos disponemos para comprender esta ciudad que veni- ‘mos describiendo? Ya dijimos que la ciudad es un objeto hist6rico y cam- biante, y por lo tanto en bésqueda de nuevas conceptualizeciones. En el Una geogrofia elas ciudades contemporéneas oe yy la local (interna, propia del espacio urbano), con el consiguiente desafio En efecto, la creciente ‘mundializacién de la produccién, pitales y de personas, obliga aun andlisis complejo e integrado que articule estas dimensiones. Por ello es preciso revisar los conceptos utilizados para estudiar lag ciu- dades y lo urbano, Los conceptos que hacfan referencias a la ciudad como comunidad local o a la aglomeracién como forma fisica parecen poco ade- ‘cuados para analizar la actual configuracién fisica de las ciudades y las te- laciones que se establecen con el conjunto del sistema urbano. A ‘continuacién proponemos un ejemplo de eémo los conceptes se vuelven ‘poco apropiados cuando cambia el contexto politico, econémico, social y cultural en el que son formulados. 3.1. Metr6polis: un concepto resignificado En el caso de las grandes ciudades, frecuentemente se han empleado los términos “metrépolis” y “érea metropolitana” para describir la organiza- cin urbana, pero ambos estén relacionados con otros momentos de la evo- lucién de la economia mundial. Con respecto ala metr6polis, Ascher aficma to siguiente: “A pesar de la ausencia de definicién precisa, la nocién de ‘metr6polis es abundantemente utilizada, en general para calificar les prin- ‘cipales aglomeraciones urbanas de un pafs, que cuentan con algunas cente- nas de miles de habitantes, que son multfuncionales y que mantienen rolaciones econémicas con muchas otras aglomeraciones extranjeras. Es- , todas las dimensiones que for- ‘competir en escala internacional” considerados por el autor en esta relacidn con la escala ‘Mérenne-Schoumaker (1998) presenta otras caracterfsticas de las metr6- polis, alas que define como una gran aglomeracin dotada de equipamieatos dde'servicios superiores, que cotanda una red urbana y que posee uaa zona de influencia extensa. De hecho, metrépoli designa frecuentemente a la ciu- cuantitativo, funcional y en 16 CIUDAD Y CIUDADANOS dad-madre del pais ode la regién, lo que implica antométicam slobalizada. La autora aclara que, después de 1985, ese coricepto fue ue a partir de al metrépoli aparece asociado a una gran ciudad . que es sede de las actividades de comando y que desempefia ‘centro para un teritorio exterior més 0 menos vasto. Emergen asf como caracterstcas las funciones metropolitanas que se refieren principal- mente alos servicios de apoyo a as actividades de las empresas en encadena- rientos tanto hacia atrés(investigacin y desarrollo, disefo, innovacién) como hacia adelante (marketing, comercializaci6n, comunicacin). 3.2. El proceso de metropolizacién: un concepto en movimiento Los dos autores que se tomaron como gufa (Ascher y Mérenne- ‘Schoumaker) parten de la base del concepto de metrépolis (referido bési- ccamente a una forma espacial y asus funciones) para Hablar de un proceso: ‘el de metropolizacién. Ambos coinciden en que la formulacién del concep- to de metrépolis era mas acorde con otro'contexto internacional y que los ‘cambios recientes en la economia y en la organizacién del espacio hacen hombres, las actividades y las riquezas en'aglomeraciones de vatias c nas de miles de habitantes, multifuncionales, fuertemente integrad formados a partir de diversas ciudades grandes, cada vez 4 una economia regional, y cuyos ineriores se transforman en espacios de servicios y de recreaci6n. La nocién de metr6polis que he- ‘mos utilzado hasta el presente para describir estas grandes aglomeraciones parece de hecho inadaptada para calificar & este nuevo'tipo de espacio. Por tun lado, porque evoca sobre todo a una ciudad grande asumiendo las fun- Una gedgrafta dela ciudades conemporsneas n ciones més’eleVadas de Ia jerarquia urbana regional: Por otro lado, porque esa noci6a no introduce la idea de la éstructuracién iovedosa de los éspe- cios urbanos, nila idea de le formaicién dé un ntievo espacio para las activi- dades econémicas y sociales dotidianas” (AScher, : Por su parte, Mérenne-Schoumaker apunta que “si para ciertos autores 1 término [proceso de metropolizaciéa] es géneral y traduce tm fuerte mo- vimiento précticamente mundial de conicentracién de poblaciGn en las me~ trépolis, para otros el téminojes‘especificd y se zefiere'a la concentracisn politanas” se refiere hhacién y,gesti6n del ue,se desarrollan en las. metr6polis.. Las ional de metrpolis hacen mencién tam- los territorios metropolitanos no son necesa- ‘caracteristicas metropolitanas se extienden. 38, a-veces separados de-la ciudad originaria. 3.4, Metdpolis: un concepto en elaboracién Aparece asf la idea de-mietdpolis como metdstasis metropolitana, pro- puesta por Ascher para dar cuenta de esa fragmentacién, sefialando, adicionalmente, que a veces son s6lo fracciones de esa poblacién ode esas Actividades las que son integradas'en el proceso de metropolizacién. Al inismo tiempo, el criterio de ciudad'con miltiples funciones se hace. is explicito. Ya no resulta suficiente esa diversided, sino que es necesario la presencia de algunas funciones especfficas, como son las asociadas con el coniando de la econdmia. La tercera caractérfstica cential del proceso de ‘metropolizacién ¢s el rol articulador entre las redes locales ¥ globales y la inserci6n creciente en la economfa:globalizada. Ante estas-tran ‘concepto de meta los cuales todos o p er propone la utilizacién del tun conjunto de espacios de sus actividades econdmicas y 8 CIUDAD ¥ CIUDADANOS de sus territories son integridos en el funcionamiento cotidiano (ordinario) de una metrépolis. Una metépolis constituye generalmente una sola cuenca ddeempleo, de residencia y de actividades. Los espacios que componen ung metépolis son profundamente heterogéneos y nomecesariamente contiguos” La smo organizacién espacial resultante del proceso de rmetropolizaci6n a fines del siglo XX, estaria entonces recogiendo esas ca racterfticas diferenciales de la organizacin del espacio metropolitano, que ‘lantiguo concepto de metr6polis no enfatizabasuficientemente. A contnta- cin, presentamos un caso de reorganizacién del espacio metropolitano, ‘Sen Pablo la reign de a metrpoltdescancentrads Bi re de ia aglomeracién metropolitana paulista, abarcando un rrdio de cerca Sigmetos a partir dela ciudad de San Pablo y superar sas distancia sf largo de los principales ees de autopisas, conforma in ese presenta fragmentado, aunque conaticya una uni ‘Ena apariencia de fragmentos ha conducido a interpretaciones erréneas ‘pasadas ep la idea de aglomeracién metropolitana s6lo desde la perspectiva (elas actividades econémicas, bre ‘de un todo que ce ‘ada vez mas como el centro del pat ablo, producto de los proce- se traduce en un fendmeno Una geografia dela cudades contenpordneos 9 gran crecimiento de Campinas-, no significan procescsautéo0- ‘ropelizacin. Por el contrario, son manifestaciones constituivas Golespacio metropolitan paula, que se configura como una “macrometrS- polis" que es reforzada,y no negada, por la dspersiOn de us actividades, Pum: Lenconi, Sandra “Reeurucurario urbanovndusal no Esado de Sio ‘autora rita da meupole desconcenrada’, en Santos, M. otros (org): Tei ‘Galaays«Pgmentgdo, Sa Pablo, MuckecANPUR, 1956 4, LA CIUDAD EN EL CONTEXTO GLOBAL: {COMO SE POSICIONA, COMPITE, SE SINGULARIZA 0 ‘SE DESTACA UNA CIUDAD EN EL MUNDO GLOBALIZADO? ‘Un mundo urbanizado es un mundo de flujos. Las ciudades articulan ‘estos dos rasgos distintivos de la sociedad contemporsinea: la urbanizacién J la aceleracién de los movimientos, Ellas conforman los nodos desde los {ue parten y hacia los cuales legan los flujos de meccancfas, personas, in~ formacién y capitals. 1CSmo se disponen las ciudades en esta red global de flujos? ;Subsis- ten las jerarqufas en la organizaci6n? Ya adelantamos que tna caracterisi- ca cenizal de estos tiompos es la inserci6n directa de las ciudades en las redes globales. Decimos directa en el sentido de que actualmente no es ne~ cesatia Ia escala jerdrquica regional previamente existent segén la cual la capital del paiso la ciudad que concentraba el poder econémico actuaba ‘como intecmediaria obligada con el sistema internacional. 4.1. Una red global de ciudades ‘La movilidad del capital supone que el mundo entero sea el mapa.de tos lugares potenciales para invertr. Bn los hechos, sin embar lizacién del capital se muestra altamente selectiva: la em lugar més adecuado para cada tipo de producto y para cada ct 80 CIUDAD ¥ CIUDADANOS: eso de produccién, asf como las redes empresarias sustentan inmaterial- ‘mente Ia organizacién de los flujos. En consecuencia, pueden vincularse, cada dia mis, ciudades distantes al mismo tiempo que desvincularse, su- cesivamente, ciudades cercanas entre sf y aun la ciudad y su entorno rural circundante. Las redes globales, sin embargo, no son completamente horizontales ni climinan las jerarqufas. No es posible que deseperezcan en la medida en ue les economnfas nacionales contintian teniendo una organizaci6n jerét- uica. 20 acaso han desaparecicio las condiciones de subordinacién en que se encuentran algunas naciones? 20 acaso los circuitos de acumulacién a escala internacional no terminan teniendo destinatarios privilegiados, ya sean actores o lugares, que tienen capacidad de decidir Ins nuevas asigna- ciones del capital? Saskia Sassen propuso, a inicios-de Ia década de 1990, el téemino ciu- dad global para designar a aquellos centros que cumplfan, en el escenario ‘internacional, con “cuatro funciones completamente nuevas: primero, como puntos:de comando altamente concentrados desde los que se organiza la ‘econontia mundial; segundo, como localizaciones clave para las finanzas y las empresas de servici eemplazado a la como lugares de produccién y de generacién de innovaciones vinculadas @ esas mismas actividades; y cuarto, como mereados para los productos y las lustria‘como sector econdmico dominante; tercero, ‘ios dela década de ese rol: Nueva York, Londres y Toki. as ideas se generaron numerosas investigaciones acadé- a analizar si otras ciudades cumplfan con estos misrnos 10- identifieé una segunda jerarqufa de ciudides europeas y ue asumfan parcialmente estas premisas, mientras que los cestudios espectficos sobre las mayores ciudades latinoamericanas demos- traban que, poseyendo algunos rasgos de las ciudades globales, estaban muy lejos de constituirse en acabadas ciudades de este tipo. Como resultado dé investigaciones.sf puede afirmarse que hay una serie de nodos de la red global, que son Tos que artcilan It distintas formas de inserein de los teritorios en dicha red, con ciudades que comandan la economfa en émbi- tos nacionales o regionales supranacionales. Una geografia de laces contempordneas 8h 4.2, La competitividad territorial Las-ciudades se encuentran, entonces, insertas’en redes de relaciones funcionales a miltiples escalas superpuestas. Esto es vélido para las gran- 4es metr6polis, pero no solamente para ellas. También las ciudades inter- dindmica propia|de las redes globales, pero sujetas-a las particularidaties locales. La globalizacin homogeiniza al mismo tiempo que fragmenta y selec- ciona. La homogeneidad esté dada por la vigencia de una I6giea tinica com= partida por los actores globales, de moi tal de conformar un espacio-mundo y un tiempo-mundo (Santos, 1994) que se mueven al ritmo de los actores hegeménicos. La fragmentacidn esté dada, en el caso del espacio urbano, por las particulares condiciones de los-lugares en términos de competit- vided, uno de cuyyos factores esenciales es el proceso de especializacién funcional. sonoma urbana es, casi por definici6n, una’ economia comipleja, que se caracteriza por'la oferta articulada y simulténea de un conjunto de'con- largo de la historia’ productiva de cada érea urbana y del terrtero por ella controlado. Y existen, también, posibilidades de atracci6n que’ se encuentran i nivel plobalipero que se concretan 2 ni posibilidades de concrecién hacen necesario focalizar la ‘competitividad de las ciudades, embarcadas en la carrera de la competen- cia entre territorios. 2 CIUDAD CIUDADANOS sariosefalar que existen diversas escalas en las cuales se generan contex- tos de compettividad. Si bien una tendencia reciente y creciente es la rela- ‘én directa de las ciudades con la redes globales, hay uns parte importante de la compettvidad que sigue estando ubicada en el nivel de las politicas del Estado-nacién. Asf por ejemplo, los indicadores econsmicos més ge- acién, nivel de la tasa de interés, politica fiscal y mo- constituyen una {as ciudades, que tienen posibilidades de decisién limitadas con respecto acllas. En el nivel directo del gobierno y la gestiGn de las ciudades hay, sf, va~ rios aspectos que generan diferencias entre unas y otras. La atraccién de as Cudades se basa en su oferta de elementos complejos articulados entre sf. ‘Un componente esencial de la competitividad es el referido a los recursos hhumanos disponibles, tanto en la calidad de su formacin como en su capa- ‘idad de innovaci6n y adaptaci6n a los nuevos requerimientos de la pro- duccién mundializada. La formacién de recursos humanos est muy ligada ala accién estatal en materia de educacién y de investigacién, pero tam- ‘én influyen enormement las poiticas empresarias en cuanto & crear me- ceanismos propios de formacién de recursos en investigacién y desarrollo de nuevos productos y nuevas tecaologias, ala propia creacién de empre~ sas en los sectores dinémicos del modelo produ te, te es un campo de cooperacién importante privado en el que hay tuna amplia gama de p por desarto- Tar con el objetivo de crear un medio innovad sido como un es- pecifico conjunto de relaciones sociales de produccisn y gerenci pasado en metas instrumentales comunes, compartiendo Un: trabajo y generando un alto nivel de sinergia organizacional 1989: 72) ‘Otro componente esencial es la dotacién de infreestructura en todas sus ‘variantes: transporte, comunicaciones, equipamiento urbano, etcétera. La fexistencia de fluidas conexiones internacionales a través del transporte aéreo y la fciliad de circulacin en el interior del espacio urbano son dos Una geografia de las cudades contempordneas 83 equisitos importantes para evaluar la competitividad de la ciudad. Lo mis- ‘mo sucede con los sistemas de comunicaciones en sus miltiples facetes para los habitantes en general, a escala urbana, inter- etcétera). La presencia de telep: cequipamientos especializados y complejos que aseguran la emisiGn de flu- {os de informacién a través de medios combinados, es un factor importante de posicionamiento de la ciudad en el nivel internacional. La organizacién del espacio urbano es un tercer componente de la com- en juego cuestiones tales como el estado del equi- y la existencia de distritcs industriales especialmente , junto con otras que remiten claramente a la cali i ‘rem a ine apn ctrnd a ver yer nporaoca ce la medida en que el entorno socioeconémico, cultural y ambiental comien- zaa ser valorado por las decisiones empresarias. Es claro cen este sentido deberfan tener como objetivo prioritario la elevacién de la calidad de vida de los habitantes de la ciudad; asimismo, es preciso sefialar ¥y no perder de vista que entornos con mejor calidad de vida resultan més atractivos para el desacrollo de actividades productivas. jociado con la competitividad territorial es el acufiado mo potencial creativo de la proximidad. Alude a las manera, pasibles de comparacién, lo que ha derivado en Ia o i ; vi rganizaciGn de rankings de ciudades, en campafias de promocién y en el desarrollo de miecanismos de cooperacién par competis 84 CIUDAD CIUDADANos El city marketing se ha vuelto una paite importante de las politicas ur- Danas destinadas a dar a conoeer los atractivos de la ciuded al mando ente- 1, para Jo cual no es de menor importancia la demostracién de capacidad ‘para gerenciar grandes eventos intemacionales culturales, cientfficos o de- de analizar los obstéculos y las difi cid de recursos humanos para els ca y financiera los acuerdos'para organizar eventos de manera conjuta, son s6lo algunos aspectos en los que se mifiestan estos procesos de co- operacién, Finalmente, es necesario sefialar que en la cuestién de la competitividad estén presentes la especializaciGn y la proximidad geogréfica (Borja’y Castells, 1998). En el primer caso, como aporte particular en la dialéctica globalizacién, En el se- undo caso, como reéultado de los procesos de conformacién de bloques econémicos regionales y como resultado de las estrategias regionales de los actores globales. A continuacidn presentamos dos ejemplos que ilustran los conceptos desarrollados. Une geografia de tas etudades contemporéneas 85 ‘Sntiago de Chile: Nurs eciones de comando y cambios ea forma urbane Gal al culminar et de veestrucuaracién y globalizacién en Chile, le 86 CIUDAD ¥ CIUDADANOS Ciudad de Mésic: rfuerso dele primacia urbana 9 rueoas los en el teritorio sve dela politica econémica durante e pasado sexenio los mercados con un esfuerzo exportador sn prece- extranjero, La cor eo se acompafa de Ia redcularizacién iadas en algunos estados scat tc de lou Exndos Unio. Las conestones MexicoMonterrey opera blo est principio, por ejemplo. Una geografa de es ciudades contempordneas 87 5, LOS ACTORES DE LA CIUDAD: ENTRE LO GLOBAL Y LO LOCAL. ;QUE ESCALAS ALCANZAN, QUE RECORTES DE LA SOCIEDAD IMPLICAN? La ciudad que venimos describiendo supera una perspectiva artefactual ‘en tanto los procesos y fenémenos enunciados estin protagonizados por sujetos sociales en contextos hist6ricos. Son ellos quienes imprimen la di- ‘ndmica y el funcionamiento de la Vida urbana al mismo tiempo que impul- san o resisten las transformaciones. ‘En general, la ciudad suele asociarse con una sociedad particular la local. ‘Se asume técitamente que los actores locales forman parte de una sociedad ‘mayor, la regional o la nacional. Esto areera suger quo lot ators sci {dla sociedad contempordnea, los actores de la ciudad no son s6lo locales, ‘ya que la ciudad resulta de acciones disefadas y ejecutadas por actores que ‘operan en miitiples escalas. Ast, resultan entramados ambos Conceptos, acto- 1s y escalas y, por lo tanto, sus definiciones se constituyen recfprocamente. Con esto estarfamos diciendo que Ia escala no se refiere meramente al alcance del contorn de las acciones de dida de la magnitu mancha urbana, sino més bien a la espacialidad tos. Las escalas pueden pensarse como una me- entonces, asociadas con dmbitos de accién y, como tales, representan gradientes de la capacidad de movilidad de las ideas, del capital, de infor- 38. Son dependientes del resultado de proce- 8 de decisiones y acciones de los actores rencian cada vez més entre sf, segin bienes y servicios urbanos. Esa dife- econdmica que fisica, transformandose en una distancia social no geométrica. Distancia y fragmentacién social que se expresa en ‘una fragmentaci6n territorial, cuyas coordenadas son definidas en una es- cala intraurbana. Ya no basta la escala local para comprender estos fenéme- nos, sino que es preciso identificar, dentro de una ciudad, distrtos o barrios (scala microurbana), Las geografias contemporéneas se destacan por la necesidad de afinar cada ofa més las escalas de andlisis para le compren- sin y la explicacién de los diferentes espacios geogréficos, y el espacio urbano es uno de ellos. 88 CIUDAD Y CIUDADANOS En Ia ciudad se engarzan a modo de mosaico méltiples zonas homogé- la complejidad y la heterogeneidad. C , Zonas lumninosas y zones oscura En cada una de ellas viven y tab: actores-escalas, podemos distinguir tres tipos dé actores iudad (Pirez, 1995). 1. Los actors éstrictamente localés: son aquellos que/operan de acuer- o con la racionalidad y la idiosinctasia local. Los efectos de sus accio- nes y decisiones se manifiestan especialmente impactan, salvo excepcionalmente, més allé de cen y se reproducen dentro del &mbito local. N comerciantes o industriales, politicos de actu vvecinos, eteérera, 2, Los actores regionalles y nacionales: son aquellos actores que se re- prodiicen fuera de la ciudad, pero cuyo papel en ella es important ejemplo, productores de otra regién del pais que tienen negocios en, dad; compafitas inmobiliarias de envergedura nacional que invierte ciudad; cadenas de negocios, operadores financieros o empresas con sede cn la capital nacional que se radican en ciudades medianas o.pequetias. 3. Los actores globales: son aquellos actores.que operan a una escala ‘mayor, Ia qué abarca todo el mundo. Estén representados principalmente por internacionales y grandes empresas transnacionales, que sin tener presencia fisica en la ciudad modelan las relaciones, las pautas de consumo y los ritmos de la sociedad local. escala local y n0 actores produ- Hasta aqui hemos presentado una clasi escala teritorial del aleance de st clasficrseteniendo en cuenta el espacio urbano. Siguiendo este eiterio, pueden actores, que no son excluyentes entre sf (itez, 1993) losiactores segdin la también pueden 1. Los que producen ta ciudad: son aquellos actores que operan en el ‘mercado, guiados por la racionalidad econ6mica, Estin representados b4- 89 ales 0 empresas, que producen ‘proceso de praduccisn se expre- sa de dos formas. La primera consiste directamente en la creacién de los ‘componentes urbanos (construccién de edificios, infraestructura, servicios). Se incluye en este grupo a los propietarios de la tierra urbana (empresarios industriales, de servic celasdestinadas alu jo, alos que construyen y empresas constructoras de infraestruc- os pablicos urbanos, La otra forma de pro- dduccién de la cindad la realizan aquellos actores que desarrollan actividades econdmicas (comercio, bancos, servicios educativos y culturales)wtilizan- individuos, grupos o familias que se repro consumen los bienes y servicios urbanos (vivien- en red, etcétera). ciudad: este grupo bésicamente incluye a os acto- ddamente a cada uno de los actores urbans. Por ejemp! consumen y regulan pueden ser actores locales, globales segun el ambito territorial de esas acciones. La ciudad resulta de esta yuxtaposicién y superposicién de acciones, El que sigue es un caso {que permite reconocer esta combinatora, 90 CIUDAD ¥ CIUDADANOS Buenos Aires Los ators glebales model ls ciudad Lav aciores lobtes cobraron wna importancacrecente ene! poder ‘ dad. Su accién se manifiest uavés agares de Ia ciudad. Las dreas de of tienen en estas empresa asus principal ‘hipermereados (principalmente de origen én holandesay norteamericana) y dels shopping Fuente Blanco Jorge: "Rees | puenes Airs’, San Pablo, 1998, Una geogrefia de les cludades contenporéveas 1 6. HACIA UNA GEOGRAFIA DE LAS CIUDADES CONTEMPORANEAS La revisiGn de las transformaciones recientes de as ciudades contem- ‘poréneas deja al descubierto la necesidad de contar con un conjunto de con- ceptos y estrategias de andlisis que permitan la comprensiGn y la explicacién de esas transformaciones. Parece imprescindible, entonces, abordar los nue- ‘vos escenarios urbanos con miradas més abarcativas, preguntas més com- plejas e instrumentos més finos para ensayar explicaciones acerca de los ‘procesos urbanos, Las perspectivas més rigidas, que tomaban como punto de partida la delimitacién previa de los espacios para luego contemplar lo que habfa “dentro” de ellos, resultan insuficientes para dar cuenta de los fendmenos tbanos contemperénecs. Ba cumbio, una perspective gue privilege ol estudio de la espacialidad resultante de 1a interaccién textos de decisidn, encarnados en actores espectficos y las, se convierte en un camino posible para alcanzar in ‘mayor riqueza y de mayor potencialidad explicativa sobre las ciudades La constrcciGn de una geogratia de ls cindaces contemporsineas rpre- senta un desaffo que a nuestro parecer tiene dos vertientes. La primera esté referida al valor del conocimiento como herramienta para capturaz compcen sivamente la realidad, tanto en términos de la produccién de informacién y de teorfas explicativas como en lo que atafc a la distribucién social de ese conocimiento, proceso en el que la educacién cobra singular relevancia. La segunda vertiente se inscribe en un marco demoerético de interaccién entre las politicas pablicas y las prcticas sociales dela vida cotidiana, Desasrollar y.artqular estas dos vertientes es, sin duda, una tarea dificil, pero ineludible Pra tna mejor comprensién de los problemas de nuestras soriedades, BIBLIOGRAFIA, Ascher, Frangois (1995): Métapolis ou L'Avenir des Villes, Paris, Odile Ja: Blanco, Jorge (1996): “Area metropolitana de Buenos Aires: ciones teritoriales en el marco de la globalizaci6n’,

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