Escenificación de la última escena de la obra Troya

Personajes:
Helena
Andrómaca
Príamo
Héctor
Aquiles
ESCENA 01
HELENA:
Héctor, cuñado os he traído grandes males y he ocasionado vuestra
infelicidad y la ruina de Troya
HÉCTOR:
Helena ahora eres princesa de Troya, los troyanos están impacientes, ahora
voy a ver a mi esposa y a mi hijo, pues, ¡tal vez los dioses hayan decretado
mi muerte!
ANDRÓMACA:
-¡Desgraciado! Tu valor te perderá. No te apiadas del tierno infante ni de
mí, infortunada, que pronto seré tu viuda; pues ese aqueo te acometerá,
acabará contigo.
HECTOR:
Mujer, mucho me sonrojaría ante los troyanos y las troyanas, si como un
cobarde huyera del combate; y tampoco mi corazón me incita aquello, que
siempre supo ser valiente y pelear en primera fila entre los troyanos,
manteniendo la inmensa gloria de mi padre y de mí mismo.
Solo recuerda el viejo camino hacia los establos, debajo de la cortina espera
la puerta secreta que te sacará de Troya, puedes salvar a quien desees, pero
ve lo más rápido posible que Troya no tardará en perecer.

ESCENA 02
Muerte de Héctor
-AQUILES: (Gritando) Héctor, Héctor, Héctor Héctor.
-HECTOR: (se dirige hacia su padre) Padre dame tu bendición para batallar,
tengo que hacerlo por el honor y por la patria.
-PRIAMO: Hijo mío tu siempre has hecho lo correcto, y siempre estaré
orgulloso de ti.
Se abren las puertas de Troya.
-AQUILES: Esto es por mi primo, el no merecía morir.
-HECTOR: Te puedo jurar que fue sin intención, pensé que eras tú.
En caso de que alguno de los dos muera prométeme que le daremos un
funeral digno
-AQUILES: Patroclo no lo tuvo y tú tampoco lo mereces (comienzan a pelear,
Héctor muere) (Aquiles lo arrastra por el piso y lo lleva hacia los
campamentos de los aqueos) (Príamo se acerca y se poniéndose de rodillas
dice:)
-PRIAMO:
Por favor déjame darle sepultura a mi hijo y poner sobre sus ojos monedas
de oro, no hay nada más duro para mí que estar arrodillado ante el asesino
de mi hijo, pero él lo merecía.
-AQUILES:
Levántate, eres valiente sabes que en este momento puedo darte muerte,
eres mi enemigo.
- PRIAMO:
Estoy muerto en vida, y ahora tú también eres mi enemigo, pero hasta los
enemigos se tienen respeto.
Conocí a tu padre, hombre bueno lástima su temprana partida y celebro
que no tuvo la desdicha de ver morir a su hijo.
AQUILES:
Eres mejor rey, que quién nos trajo a estas tierras.
Tu hijo fue un digno combatiente, y de dónde vengo tenemos una tradición
dar 11 días de tregua por su funeral, pero en el 12 volveremos a ser
enemigos.
(La obra finaliza con las exequias del príncipe Héctor y de Patroclo)