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JUEVES SANTO

Sentido del día


Con el Jueves Santo la Iglesia da apertura al Triduo Pascua donde celebramos la Pasión,
Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
Misa del Santo Crisma
En algunas diócesis, por cuestiones pastorales, no se celebra el jueves, pero siempre
prevalece su carácter especial por dos motivos:
1. En esta Misa:
Se bendice el óleo de los Enfermos. Este óleo se usa en el sacramento de la Unción de los
Enfermos como signo de que la gracia divina concede la salud física y espiritual a quien se
la pide.
Se bendice el óleo de los Catecúmenos. Para el rito de los bautismos, como símbolo que
será de fortaleza y agilidad.
La consagración del Crisma. Éste óleo se usa durante el año en las celebraciones de
Bautismo, Confirmación, Ordenación Sacerdotal y Consagración Episcopal, además de las
dedicaciones de templos y altares.
2. En esta Misa, el obispo concelebra con su presbiterio, manifestando así la comunión que
hay en la Iglesia de Cristo. Por su parte, los presbíteros renuevan públicamente sus
promesas sacerdotales después de la liturgia de la Palabra.

Además de la Misa del Santo Crisma, la Iglesia Celebra en las vísperas Solemnes al
Viernes Santo varios acontecimientos significativos que dan un sentido profundo a nuestro
ser como cristianos.
1. Celebramos la Institución de la Eucaristía: Jesús quiso quedarse para siempre con
nosotros bajo las especies de vino y pan, dándonos a comer su cuerpo y su sangre;
en este misterio de amor participamos todos los días actualizando su sacrificio (Mt.
26, 26-28), y así Jesús sacramentado se convierte en nuestro centro y manjar que
sacia nuestro espíritu.
2. Al mismo tiempo, celebramos la Institución del Sacerdocio: Cristo el Sumo y
Eterno Sacerdote, nos hace participes de su Sacerdocio por medio del bautismo, el
cual conocemos como sacerdocio común; pero también queda instituido en este día
el Sacerdocio Ministerial, en el cual conmemoramos el llamado que el mismo Cristo
ha hecho a hombres para que sean administradores de sus sacramentos.
3. Celebramos también el mandamiento del amor, en la Última Cena Jesús dice a sus
discípulos: “Que se amen unos a otros como yo los he amado a ustedes” (Jn. 15,12).
Jesús al revelar al Padre, llama amigos a sus apóstoles y les invita a amarse y
tratarse con amor, así como el mismo lo ha hecho. Y este mismo amor nos invita
Jesús a llevarlo con los nuestros, un amor que trasciende y supera todos nuestros
esquemas humanos; un amor fraterno que va en busca del bienestar y felicidad del
prójimo.
4. Por último, celebramos también el lavatorio de los pies: Antes de ser crucificado
Jesús enseña la actitud del servicio que va más allá de ver el rostro del otro que
busca un elitismo; Jesús enseña la lavar y ver los pies, símbolo de humildad y de
servicio. (Jn. 13 ,4-10)

MISA VESPERTINA DE LA CENA DEL SEÑOR


La Misa vespertina de la Cena del Señor se celebra por la tarde del Jueves Santo a la hora
más oportuna, preferentemente con la participación de toda la comunidad local.
Las personas que hayan comulgado en la Misa Crismal, pueden comulgar de nuevo en la
Misa de la tarde.
Si se lleva a cabo una celebración de la Palabra, el ministro ha de cerciorarse de que haya
suficientes Hostias consagradas para la comunión del Jueves y el Viernes Santo.
Preparar con anticipación:
1. Para el lavatorio de los pies:
Jarra (s) con agua, bandeja (s), jabón y toalla (s).
a) Preparar a los actores que representarán a los «Doce Apóstoles», adecuadamente
vestidos.
b) El ministro lavará los pies a los «Doce Apóstoles».
2. Preparar oportunamente: Para la celebración:
a) A los lectores y, si es necesario, un monitor.
b) La suficientes Hostias consagradas
c) La reflexión en torno a la Palabra de Dios.
d) Un coro bien preparado para dirigir los cantos que pueda cantar toda la asamblea.

Para el traslado y adoración del Santísimo Sacramento:


a) El incienso, paño de hombros, ciriales o velas.
b) El camino por donde se hará el recorrido de la procesión.
c) Un monumento digno para la adoración del Santísimo Sacramento (el cual puede estar
adornado con flores, espigas de trigo y uvas; pan y fruta o según sea la costumbre del
lugar).
Téngase en cuenta que el Santísimo Sacramento no se expondrá en la Custodia, sino en el
copón. Conviene organizar a la comunidad para que se adore al Santísimo Sacramento por
turnos -de un adorador por lo menos-, durante el tiempo en que va a estar expuesto. Esto
puede hacerse por grupos parroquiales, por edades, por barrios, por familias, etc. De ser
posible, procúrese que la adoración sea en silencio.
3. Otras sugerencias
Ayuda mucho para vivir el espíritu de comunión fraterna que, luego de la celebración de la
Cena del Señor, la comunidad comparta su propia cena. Para ello podría invitarse
previamente a los fieles a organizarla en un espíritu de austeridad.
La celebración de la Palabra puede hacerse invitando a los fieles a sentarse cerca del
presbiterio, ya sea en las bancas o en el suelo, alrededor del altar; así se simboliza mejor la
«mesa judía» del Señor. Conviene considerar las tradiciones de cada lugar.
No olvide el ministro que debe motivar previamente a la comunidad para que se observe el
ayuno que la Iglesia pide para el Viernes Santo (cf. CIC, cánones 1249-1253).

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