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Plan de Enseñanza

Unidad: cartas apostólicas


El testimonio de los vieron a Jesús

Fecha: septiembre 1 de 2019


Edades: 1-4 años

Lección: Juan y Pedro ante el concilio


Porción bíblica: Hechos 4:1-31 Versículo clave: 29 y 30

Atributo: Dios es Señor


Objetivo (Propósito del Espíritu Santo): no tema a los hombres, tema a Dios

Textos de apoyo:
Éxodo 4:12 Salmo 111:10 Juan 15:18-20
Josué 1:9 Jeremías 1:9 Romanos 10:14
Salmos 25:12 Lucas 12:8-12
Salmos 81:10 Lucas 21:12-19

1. Oración de apertura
2. Oración por el refrigerio
3. Refrigerio
4. Canción: el Señor es mi pastor
https://www.youtube.com/watch?v=hRvJNJfjPuI

5. Aprestamiento para el aprendizaje:


Motricidad Fina: plegar, ensartar, dibujar, colorear, rellenar, decorar, etc.
Afianzando la atención
Motricidad gruesa: Saltar, correr, caminar, rodar.
https://www.facebook.com/imageneseducativas/videos/2349938365272475/
https://www.facebook.com/bosquedefantasias/videos/638961786575420/

6. Introducción al vocabulario y los personajes:


Plan de Enseñanza

Vocabulario
● Denuedo: hablar con valor
● Escribas: personas que sabían de la palabra
● Prodigios: algo maravilloso
● Resurrección: cuando alguien que está muerto, vuelve a la vida
● Señales: milagros
● Vulgo: grupo de personas
Personajes
● Pedro
● Juan
● Sacerdotes
● Gobernantes
● Ancianos
● Escribas
● Amigos de Pedro y Juan

7. Contexto (para el maestro)

Pedro y Juan -quienes ya habían recibido la promesa del Espíritu Santo- llenos de poder, iban
por todos lados hablando con entusiasmo acerca del arrepentimiento para perdón de pecados y
orando para que recibiesen el Espíritu Santo, además hacían milagros, prodigios y señales, por
lo que muchos recibían las enseñanzas acerca de Jesús y les seguían.

Un día ellos subieron al templo y vieron en una de sus puertas a un hombre cojo que siempre
dejaban en este lugar para que pidiera limosna; éste, al verlos, les pidió dinero, por lo que Pedro
mirándolo le dijo: no tengo plata ni oro, pero de lo que tengo te doy, en el nombre de Jesucristo
de Nazaret levántate y anda. Después, lo tomó del brazo y aquel hombre fue sano. Entonces,
muchos de los que vieron lo que había sucedido, se asombraron.

Ahora, veremos si Pedro y Juan obedecieron a Dios o temieron a los hombres.

8. Lectura de la porción Bíblica (Contarla usando las láminas propuestas en el Plan de


enseñanza).

9. Actividad de cierre.
1. Ver anexo de acuerdo a la edad.

10. Conclusión (para el maestro)

Los discípulos ya habían recibido la promesa del Espíritu Santo, por esta razón anunciaban sin
temor el reino de Dios (las buenas nuevas) y el perdón de pecados, manifestado con señales y
prodigios en el nombre de Jesús.
Plan de Enseñanza

A través de esta enseñanza, podemos ver que realmente nuestro servicio, nuestra obediencia y
nuestro temor es hacia Dios, no hacia los hombres, tal como lo hicieron Pedro y Juan; y aún
más, tal como lo hizo Jesús en obediencia al Padre, cumpliendo su voluntad hasta la muerte.

En esta porción, vemos que a pesar de que los discípulos no eran los más preparados, estaban
llenos del Espíritu Santo, tenían el respaldo de Dios, y sabían que Él mismo llenaría sus labios y
abriría sus bocas en el momento indicado (Salmo 81:10), y esto fue lo que hicieron frente a los
sacerdotes, líderes religiosos y ancianos, personas expertas y conocedoras de las escrituras;
abrieron sus bocas y confesaron su nombre; cuántas veces nosotros hemos sentido miedo al
hablar, al abrir nuestros labios a personas mayores o superiores en cuanto a formación cultural,
estrato social ¿acaso no estamos llenos también del Espíritu Santo? o ¿Dios no nos
respalda? Si estamos llenos de su Espíritu, esa promesa ya fue recibida en cada uno de
nosotros.

A lo largo de la palabra Dios está prometiendo que llenará nuestra boca, dándonos de qué
hablar. (Jeremías 1:9, Éxodo 4:12), es más hemos de proponernos en el corazón no pensar
antes, cómo vamos a responder en nuestra defensa; porque Él nos dará palabra y sabiduría, la
cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se opongan (Lucas 21:14-15) entonces
¿Qué estamos esperando para hablar de Jesús?

No debemos callar, hay muchas personas que conocemos a nuestro alrededor y a las que no nos
atrevemos a compartir la palabra, por temor a la crítica o al señalamiento, los discípulos fueron
perseguidos, encarcelados y amenazados; y sin embargo, no cerraron sus labios, al contrario,
hablaron con valor, confesaron su nombre, en el cual solamente hay salvación; y ese también es
nuestro deber, a pesar de las pruebas diarias, recordemos que a Jesús le hicieron lo mismo,
también lo harán con nosotros. Ahora debemos confesar su nombre, confesar que solamente en
Él hay salvación, dar de gracia lo que hemos recibido de gracia: la salvación, que es para todos
los que quieran recibirla, pero si nosotros no lo hacemos, como dice la escritura ¿Cómo van a
creer de quien no han oído? no hay quién les predique (Romanos 10:14).

Nosotros que ya hemos creído en el Señor Jesús, quién murió en la cruz para darnos salvación, y
estamos llenos del Espíritu Santo ahora debemos predicar con valor la palabra, sabiendo que el
Espíritu Santo es quien nos guía a toda la verdad y que en el nombre de Jesús nos acompañan
los milagros, prodigios y señales; debemos también enseñar a los niños que desde pequeños
llenos del Espíritu Santo, lleven el mensaje de Jesús a su familia, amigos, que no callen, que no
importa lo que nos digan las personas, sabemos que nuestra obediencia y temor es a Jesús, y así
como Jesús obedeció en todo al Padre, nosotros también anhelamos obedecerlo dando a conocer
su nombre y reconociendo que Dios es nuestro Señor.

11. Canción: el Señor es mi pastor

12. Oración
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