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Coleccién dirigida por Felicidad Orquin Versién en castellano: Teresa Colomer Coordinacién editorial y edicién: Mariangeles Fernandez ‘Maquetacién y produccién: Jorge Bermejo Rodriguez Disefio de cubierta: Juan Ramén Alonso *Reservades todos los derechos. El contenido de esta obra esté pro: tegide por la Ley, que establece penas de prision y/o multas, ademas de las correspondientes indemnizaciones por dafios y per- ivicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren 0 ‘omunicaren poblicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artista o cientfica, o su transformacién, interpretacion © ejecu- cién aristica fada en cualquier tipo de soporte © comunicada 0 través de cuslquier modio, sin la preceptiva autorizacién: Titulo de la edicién original: La formacié del lector literari Barcanova, Barcelona, 1998 © TERESA COLOMER, 1998 © De |a edicién en castellano: FUNDACION GERMAN SANCHEZ RUIPEREZ, 1998 Sede en Madrid: Juan Ignacio Luca de Tena, 15. 28027 Madrid ISBN 84-89384-17-7 Depésito legal: M-39.308-1998 Printed in Spain Impreso en Fernéndez Ciudad, S, L. Catalina Sudrez, 19. 28019 Madrid. FA AeA e FARRAR Ame ee le MELEE 1 La reflexién a partir de la difusién de los libros Seleccionar y difundir: el inicio de los estudios L OS LIBROS INFANTILES Y JUVENILES HAN SIDO OBJETO DE ATENCION y polémica desde su: nacimiento como fenémeno cultural en el siglo xvii. Sin embargo, la existencia de una reflexi6n critica de una cierta entidad corre paralela al desarrollo editorial producido en el perfodo de entreguerras de este siglo y a la aparicién de instancias dedicadas al fomento de la lectura. En el cambio de siglo habia termi- nado de establecerse la escolaridad obligatoria en los distintos paises de nuestra 6rbita cultural y habfa comenzado, pues, la progresiva alfi- betizacidn de todas las capas sociales. Esta situacién, y los avances realizados en el campo educativo durante esos afios, dieron lugar a una preocupacién social creciente por la lectura infantil. ‘A pesar de ello la escuela permanecié anclada en una lectura “for- mativa” de cartillas, antologfas y libros didécticos y fue en los medios bibliotecarios donde se inicié el discurso moderno sobre la lectura como un acto libre de los ciudadanos, una lectura “funcional” que incluye la leccura de ficci6n por simple placer. La necesidad de defini ctiterios para seleccionar los libros que debfan oftecerse a los nifios y nifias provoc6 los primeros estudios sobre liceratura infantil y juvenil por parte de lo que Soriano-(1975) denominé “primera oleada’” de profesionales interesados-por esta literavura-desde-unaperspectiva moderna: el personal bibliotecario= En el drea-anglosajona-fue donde antes se produjoreste-fenémeno. La existencia tradicional de una red importante y descentralizada de A LA FORMACION DEL LECTOR LITERARIO bibliotecas piiblicas permitié que, con la ampliacidn del servicio hacia la atencidn a la infancia, emergiera una categorfa socioprofesional caracterizada por una sdlida formacién cultural y por el contacto directo con los destinatarios de la literatura infantil y juvenil. Las bibliotecarias briténicas-y-norteamericanas, en primer lugar, y las fran- cesas y-del norte de Europa, posteriormente, ejercieron una influencia decisiva para el desarrollo-de las primeras experiencias de difusion de lalectura: Su papel de mujeres cultas y pioneras en el cjercicio profe~ sional puede set comparable al que el t6pico atribuye a las institutrices briténicas en la formacién de la literatura infantil en aquel pais. Su preocupacién profesional en favor de la lectura se materializé en la fundacién de bibliotecas infantiles experimentales, en la creacién de ins- trumentos de animacién a la lectura que constituyen clésicos de la inter- vencién (tales como la “hora del cuento”' 0 las guias bibliograficas de lectura) y en la produccién de una reflexién importante sobre los cri- tetios de seleccién de los libros. Los precedentes de esta situacién se remontan a finales del siglo pasado, hacia 1880, cuando en Birkenhead se reservé por primera ver una sala de lectura para nifios y nifras. Muy pronto se abrié otra en Brooklyn y se fue formando una cadena a lo largo de todo el territorio de Estados Unidos que constituyé una sélida infraestructura para la difusién de las ediciones americanas. Ya en el perfodo de-entreguerras, justo.a la mafiana siguiente al-armisticio de 1918, se formé-en Nueva York-un-comité para-dotar de bibliotecas infantiles alas zonas sinies- eradas-en Ia guerra europea. Era el Book Committee of Children's Libraries. Con su impulso se inauguré la primera biblioteca infantil en Brusclas, en 1920, y en 1924 se abrié LHeure Joyeuse en Paris. Deralelemense faeronrapareciemta tos primeror-cetudias-sobre liceratura-infantily juventl-y-se-consagraron nombres fundamentales en esta drea, como el de May Hill Arbuthnot, Sara Cone Bryant, Marguerite Lahy-Hollebecque 0 Paul Hazard, todos ellos autores de obras de gran influencia y difusién durante décadas?, ‘A partir de la Segunda Guerra Mundial, continéa y aumenta en todos los paises la linea de reflexién que enlaza la valoracién de los litsce y la extensién de las bibliotecas piblicas. Asi, laperiodisea judta alemay, ‘he nacionalidad-americana Jella-Lepman victima del tacisme ns Ia Ingerationae Jugendbibiorhek de Munich en 1949, fnanenl rons Fundacién Rockefeller y-la/American Library Association, bibl qc ha llegado a ser el mayor centro-dedocumentacién'y-promocie ck i rnaci eli a onde [a investigaci6n internacional sobre literature: infantil ao a iitetnational Federation of Library Assotiations ELA) fora ee 8 Gin de bibliorecas infantile; tres aios més tarderen : cio Sblece la Library of Gongress-Childrenis eee Unidos, LA REFLEXION A PARTIR DE LA DIFUSION DE LOS LIBROS 25 ‘También en-Gran-Brerafia-continuaron los estudios procedentes de este sector a través de la reflexién esctita de la experiencia de grandes bibliotecarios como John Spink (1989): En-Prancia, la experiencia de LHeure Joyeuse se extendié por todo el pais a partir de la creacién,.en. 1965,-de'la biblioteca de-La Joie par les livres de Clamarty creada pre- cisamente para impulsar las secciones infantiles de la red francesa bajo la direccién de Genevitve Patte (Pate, 1978). La colaboracién-entre esta linea bibliotecaria-y-los movimientos de renovacién: pedagégica (como. Education Nouvelle) supuso-un-rasgo-deferencial de -las-biblio- tecas francesas-respecto de las americanas que las habjan inspirado: Las bibliotecas infantiles se habfan visto obligadas a introducir-formas.de incitacién y de-ayuda a la lectura semejantes a las habituales en las familias de la burguesfa ilustrada. Al sentir la necesidad-de~“mediar” entre los libros y los nifios: el-discurso-bibliotecario se-acercé al discur- so formative tipico-de la-escuelar A la vez, en-un proceso inverso, los medios educativos adoptaron el discurso- moderno'de-defensa-de-una lectura libre y funcional en los objetivos de la-ensefianza: La fusién de los dos discursos permite que en distintas iniciativas bibliotecarias de la épo- ca se encuentren asociados nombres vinculados a los movimientos educativos, como el de Isabelle Jan, 0 como el de Paul-Faucher; crea- dor de los célebres élbumes de Pére Castor®, quien intenté-que los datos ofrecidos-por-la-reflexién-psicopedagégica dela €poca se utilizaran para producir libros mejor adaptados a las capacidades infantiles: Debia ser posible adaptar mejor los libros al interés y a la capacidad de Jos nifios al apoyarse uno en los datos de la psicologfa y de la pedagogta nuevas... Comenzar con libritos destinados a los nifios que ya tuvieran el habito y el gusto de la lectura era como colocar el arado delante de Jos bucyes. Habfa que comenzar por el principio, infundir el gusto por Ia lectura a los més pequefios y hacerlo nacer en aquellos que no tenfan gusto en leer 0 que lefan mal. El interés de los temas, la calidad de los tex- tos, la simplicidad del estilo y del vocabulario, la supresién-de-los obs tdculos-que-detienena los principiantes-y a'los-que-leen mal, todo eso cera necesario, pero no suficiente. Todavfa era menester-que la imagen ¢jc cicra.al- maximo sus-poderes-de atracciény-de-seduccién; que sostuvi ra, explicara; prolongara el relato; hablara directamente a la inteligencia y-ala sensibilidad,-que-fuera-hermosay’sincers. Por otra parte, era necesario adoptar una forma.de publicacién que, mejor que el libro, iera.contener elementos de actividad.Por.todas-esas-razones-me decidé por el album ilustrado (Faucher;-1957)* Los estudios y las iniciativas de difusién de los libros infantiles se han desarrollado también a partir de intereses profesionales més amplios que los estrictamente bibliotecarios. Asi, los-estudios-de-liveratura infancil-y juvenil-recibieron un. gran-impulso con la creacién del Inter- 26 LA FORMACION DEL LECTOR LITERARIO nationabBoard-of Books for Young People (IBBY), organismo interna- cional fundado-en-1953-en-Zurichetambién eet de Jella Lep- man, Lepman organiz6, ya en 1951, un encuentro internacional de doscientos cincuenta participantes sobre el tema “Los libros para nifios y la concordia internacional”, con un discurso inaugural de Ortega y Gasset con el titulo: “Paradoja de la pedagogfa: por una ensefianza cre- adora de mitos”. Fue entonces que se constituyé un comité que cred, dos afios més tarde, la primera Asamblea General del IBBY.-En 1956 i Premio*Andersen, otorgado por esta institucién, el mas importante atin hoy en dfa para los libros infantiles y juvenile adquirié dimensién internacional al-asociarse a la : ale-Unicek, La extensién del IBBY, con presencia en més de sesenta y dos paises (Crampton, 1991), asi como la fundacién y desarrollo de otras instituciones con las que mantiene importantes vinculos de colaboracién (IRAyTFLAs 0, por descontado, la International-Youth-Library-de-Munich), constituyen.una.sdlida red i i i jo del libro infantil en.Ja-actualidad. APR RReBee ee ee \LF\ SPP

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