Está en la página 1de 1

Mi niña hermosa, Luciana, mi bebé.

Te escribo esto, más que todo es para expresarte lo que siento


por ti. Porque me tocaba a mí. Yo nunca te escribí algo muy extenso, y nada por el estilo. Oye,
nunca lo hice, nunca lo hice, nunca lo hice. Me tocaba, por eso estaba escribiendo esto. Voy una
semana buscando palabras, la verdad. Lograste que este chico desinteresado de todo, bandido
entre comillas, se vuelva una mejor persona. Lograste que este chico frío dejara esas tonterías y
diera todo por el amor que sentimos los dos. Yo fui un tonto al principio, lo admito, fui un tonto.
¿Por qué fui un tonto? Porque no supe valorar lo que tú sentías por mí. Cuando te terminé, ya te lo
conté, me dolió mucho. Por el hecho de que llegué a pensar que no era lo que merecías. Pasaron
semanas, y en esas semanas pensé muy bien. Pensé que tú deberías ser mi chica, la persona que
me acompañará en la vida. Por eso, con todas las esperanzas, te escribí para volver, porque quería
una vida contigo, quería mejorar como persona, quería mejorar yo. Te amo con todo mi corazón,
con todo mi corazón. Y este chico frío, este chico frío, lo cambiaste por completo. Y por eso te amo
mucho, obviamente no solo por eso, pero sí es muy importante. Te amo.

Ahora te diré algo romatiquito.

Mi niña eres el sueño que nunca quiero despertar, la melodía que acaricia mi alma y la luz que guía
mi camino en la oscuridad. En cada latido de mi corazón, en cada susurro de mi ser, resuena tu
nombre como el más puro y eterno de los amores. Cada momento a tu lado es un poema de
pasión y ternura, una historia de amor que se escribe en las estrellas y perdura por la eternidad. En
tus brazos encuentro el refugio donde mis miedos se desvanecen y mis sueños se hacen realidad.
Prometo amarte con cada fibra de mi ser, con cada aliento que tomo, hasta que el tiempo deje de
existir y solo quede nuestro amor como testigo de nuestra historia. Eres mi destino, mi razón de
ser, y cada día que pasa mi amor por ti crece más y más, como un río caudaloso que fluye hacia el
mar de tu corazón. Te amo, mi amada Luciana, con una intensidad que trasciende las palabras y
llena mi vida de dicha y felicidad.

También podría gustarte