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LAS PRECIOSAS RIDÍCULAS DE MOLIERE ENRIQUE: ¿Y qué piensas de nuestra visita?

"LAS RIDÍCULAS PRESUMIDAS" ERNESTO: Que nunca me he sentido tan ofendido como en esta ocasión.
¡Cuando se ha visto a dos pretenciosas creídas hacerse más desdeñosas!
ADAPTACIÓN: VÍCTOR PUEBLA. apenas se han dignado a pedirnos que nos sentáramos, han estado todo este
tiempo embobadas en el celular y las únicas palabras que se han atrevido a
PERSONAJES:
dirigirnos es un sí y un no frío y desencantado.
ENRIQUE.
ENRIQUE: Parece que te tomas muy apecho lo ocurrido.
ERNESTO.
ERNESTO: Naturalmente, y de tal manera que quiero vengarme de esta
DON JACINTO. impertinencia. Sé la causa de esta conducta, la moderna manía de querer
imitar todo lo que ven en las redes sociales, no solo se ha dado en aquellos
RUPERTA. lugares en los que las modas se imponen por la cercanía de los pueblos sino
que ahora, hasta en las comunidades más remotas, las muchachas tontas
LEOCADIA.
quieren aparecer en el Tin Tok. ¡Banalidades estúpidas, desde luego! y estas
MARIA. no se han quedado atrás en su empeño. Si me haces caso les prepararemos
una broma que las hará ver su necedad y las enseñará a conocer mejor el
ALTAGRACIO. mundo.

CASIMIRO DE LA FUENTE SECA. ENRIQUE: ¿Qué es lo que piensas hacer, entonces?

GUARURA UNO. ERNESTO: Tengo un criado llamado Altagracio, es demasiado listo con la
lengua y que por su ingenio puede pasar por un influencer o un Blogger. Es
GUARURA DOS. un maniático a quien se le ha metido en la cabeza presumir de hombre
distinguido y sabiondo, a tal grado que desdeña a los otros criados hasta
ACTO UNICO
llamarlos bestias.
La escena es en el centro de Puebla, en casa de Don Jacinto.
ENRIQUE: ¿Y qué pretendes que haga?
ENRIQUE: Ernesto, mírame y no te rías.
ERNESTO: Salgamos de aquí y te lo explicaré todo.
ERNESTO: Te lo prometo solemnemente.
(Entra Don Jacinto)
DON JACINTO: ¿Qué, han visto a mi sobrina y a mi hija? ¿Cómo ha resultado (Entra Ruperta y Leocadia)
la cosa?
DON JACINTO: ¿Es necesario hacer tantos gastos para que se engrasen el
ERNESTO: Eso se lo pueden decir mejor sus parientes que nosotros. No nos hocico? Cuéntenme, ¿qué le han hecho a esos muchachos que los he visto
queda más que agradecer sus atenciones y asegurarle nuestra disposición salir sumamente molestos?
para corresponder a ellas.
RUPERTA: ¡Ay, papá! ¿Cómo querías que nos comportáramos con ese par de
ENRIQUE: Quedamos a su servicio, con su permiso. ignorantes?

(Sale Ernesto y Enrique) DON JACINTO: ¿Qué tienen que decir de ellos?

DON JACINTO: ¡vaya! parece que se va muy disgustados. ¿Qué es lo que RUPERTA: ¿Cómo se puede concebir una idea tan precipitada? de lo primero
habrá pasado? averigüémoslo luego. ¡María, María! que nos empezaron a hablar fue de matrimonio.

(Entra María) DON JACINTO: ¿Y por dónde querían que empezaran? ¿Por la noche de
bodas? al contrario, deberían estar agradecidas de sus intenciones. Eso
MARÍA: Mande usted, señor. demuestra que las quieren para bien.

DON JACINTO: ¿Dónde están tus patronas? RUPERTA: ¡Ay, papá, me desesperas! Ese modo tan vulgar que tienes de
referirte a las cosas, es muy corriente. Deberías a aprender a hablar con
MARÍA: En su cuarto.
elegancia.
DON JACINTO: ¿Y qué hacen?
DON JACINTO: No necesito de palabras elegantes para saber lo que es bueno
MARÍA: Se están pintando la boca. y lo que es malo. Y te digo, que si esos muchachos empezaron por hablar de
matrimonio es señal de que son gente buena y honrada.
DON JACINTO: ¡Ya es demasiada pintura, diles que vengan!
RUPERTA: ¡Dios mío! Si todo el mundo se pareciera a ti, no daría tiempo de
(Sale María) disfrutar una serie. ¿Qué pasaría si en “la casa de papel” el Profesor le
hubiera contado todo el plan a Raquel desde la primera cita? O que Berlín
DON JACINTO: Esas bribonas parece que tienen ganas de arruinarme con sus
nunca se peleara con Nairobi, Tokio y Rio.
pinturas, no veo por todas partes más que colorete para las mejillas, jabón
de burra para la cara, ungüentos y menjurjes para el cabello. Llevan DON JACINTO: ¿De qué está hablando esta desdichada?
gastado hasta ahora más de lo que pago en la nómina de mi hacienda a doce
de mis criados. RUPERTA: Padre, aquí está mi prima, que te dirá igual que yo, que el
matrimonio no debe llegar nunca sino después de muchas aventuras. Lo que LEOCADIA: ¡Claro, tío! mi prima tiene la boca embarrada de la verdad. No sé
dice Facebook de la buena educación y la moda, es que si un enamorado, si cómo has permitido que ese par de gañanes hayan llegado hasta nosotras.
quiere ser agradable, debe declamar los bellos sentimientos, exhalar lo Apuesto a que ninguno de ellos tiene una cuenta de Instagram. Y que los
tierno, lo delicado y lo ardiente, que tenga más de 1000 seguidores en videos de tik tok, Onlyfans, los nuevos retos virales y las nuevas tendencias
twitter, Facebook, Instagram, que tenga su tik tok por lo menos un video son desconocidas para ellos. ¿No has visto la forma tan anticuada en la que
viral y que se esmere en guardar las formas. han venido a vernos? Esa sobriedad, de generación X, ya no se usa. Ahora
está de moda el Outfits de Justin Bieber y las coreografías de K-pop de BTS...
LEOCADIA: ¡Claro tío! La buena educación nos dice que el curso de las cosas ¿No te parecen?
debe de ser el siguiente: Primero, el enamorado debe mandar su solicitud
de a mistad acompañada de una buena frase y su mejor foto de perfil, DON JACINTO: Lo que a mí me parece es que están locas de remate. No logro
habiendo sido invitado por un pariente de ella o por un amigo. Allí se entender nada de todas esas tonterías. Ruperta y tú Leocadia...
mostrará soñador y melancólico... Esconderá primeramente sus intenciones
intercambiando conversaciones interesantes sobre algún tema de RUPERTA: ¡Oh, padre mío! Evita llamarnos por esos nombres.
actualidad, como las nuevas series de Netflix, o si ya termino de ver la
DON JACINTO: ¿Qué, no son esos sus nombres de pila?
segunda temporada de “La casa de papel”. Luego, llegado el momento, le ha
de declarar su amor en twitter y en Instagram diciéndole cosas tan originales RUPERTA: ¡Qué vulgar eres! Uno de mis asombros es que hayas podido tener
como: ¡quisiera ser una lágrima para morir en tus labios!, ¡Mi corazón solo una hija tan sensitiva como yo. ¿Cuándo has visto que en las novelas de la
por tí late!, o ¡Si me abandonas, se me partirá el corazón del dolor! La televisión haya protagonistas que se llamen Ruperta y Leocadia? Te pido,
enamorada fingirá rechazo y enojo, dejándolo en visto y dándole solo “like” papá, que desde ahora nos llames como Ruferthé Grande y Leoqui Kardash.
y que el enamorado sufra por algunos días... Después le dará el sí,
publicando en todo sus estados. DON JACINTO: ¡Escúchenme de una vez! No permitiré que se llamen de
ninguna otra manera que no sea con los nombres que sus padres y sus
RUPERTA: Después de eso vienen las aventuras... los enojos, los celos, las padrinos las bautizaron en la iglesia. Y en cuanto a esos jóvenes que se
broncas con los amigos, las conductas desesperadas de una relación toxica acaban de ir, es mi deseo que los reciban y se casen cuanto antes con ello.
y todo lo demás. Es así como se tiene que proceder hoy en día en el terreno La carga de dos mujeres es demasiado para mis espaldas y les juro que si no
de la conquista. Eso es ser Influencer. Pero, llegar, como estos impertinentes cumplen con mi deseo cuanto antes, las meteré irremediablemente en un
que se acaban de ir y hablar de buenas a primeras de la unión conyugal, convento.
empezar la serie por el final, es una demostración de la vulgaridad de su
sensibilidad. Y me dan náuseas de solo pensar en eso. Hashtag “Epic fail”. RUPERTA: Pues, en cuanto a mí, tengo que decirte que encuentro la idea del
matrimonio completamente molesta. ¿Cómo se puede concebir la idea de
DON JACINTO: ¡Qué diablos de tonterías estoy escuchando! ¿Eso es estar a ser la criada de un hombre que ni siquiera es de nuestra familia?
la moda?
LEOCADIA: Eso es, tío, permítenos respirar un poco entre el alto mundo de MARÍA: Según le escuché decir que era el hijo de un Diputado.
esta capital a la que apenas hemos llegado y déjanos construir la novela de
nuestra vida sin apresurar el final. RUPERTA: ¡Ah, querida mía!, el hijo de un diputado. Sí, sí, ve a decirle que se
nos puede ver. Es sin duda un gran personaje que ha oído hablar de nosotras.
DON JACINTO: ¡No cabe duda, están rematadamente locas! Lo único que sé
es que en esta casa yo mando y les juro que si no las veo casadas cuanto LEOCADIA: Sin duda, prima.
antes las convertiré en monjas.
RUPERTA: Hay que arreglar un poco nuestros cabellos, para mantener
(Sale, furioso) nuestra fama. Recíbelo y dile que enseguida lo veremos.

LEOCADIA: ¡Dios mío querida, que cuadrado es tu padre de la cabeza!. Qué LEOCADIA: ¡Pronto, pronto!, apórtanos aquí el consejero de las gracias.
obtusa inteligencia y que oscura está su alma.
MARÍA: ¡Por vida de...! No entiendo nada vuestra manera de hablar, dímelo
RUPERTA: ¡Qué quieres, querida!. Me abochorna con su conducta. Me en cristiano o no haré nada.
cuesta trabajo pensar que soy hija suya, y creo, que alguna aventura me
LEOCADIA: ¡Que nos traigas el espejo, tonta!. Y guárdate mucho de mancillar
revelará un origen más ilustre.
su luna con la interposición de tu imagen.
LEOCADIA: Sería muy de creer. El asunto tiene todas las apariencias de ello.
(Se van)
En cuanto a mí, creo...
(Entra Altagracio, cargado por los brazos entre dos guaruras.)
(Entra María)
ALTAGRACIO: Bueno, bueno. Parece que tienen ganas de destrozarme el
MARÍA: Allí afuera está un criado que pregunta si están en casa. Dice que su
atuendo.
patrón desea venir a verlas.
GUARURA UNO: Usted insistió en que lo trajéramos cargando para que no
RUPERTA: ¡Aprende, necia, a expresarte con menos vulgaridad! Se dice: Allí
se manchara el charol de sus zapatos.
afuera está un imprescindible que desea saber si se encuentran en
adecuación de estar visibles. ALTAGRACIO: Ya lo creo. No iba a exponer el brillo de mi calzado ante el
polvo de la entrada. Ahora, váyanse.
MARÍA: Pá' su mecha. No entiendo nada de latín y no he sido educada, como
ustedes, con clases de urbanidad de Walter Mercado. GUARURA UNO: Enseguida señor, nada más que nos pague.

RUPERTA: ¡Impertinente!. Eres insufrible. ¿Y quién es el patrón de ese criado ALTAGRACIO: ¿Qué?
que pregunta por nosotras?.
GUARURA UNO: Que nos dé dinero, señor. ALTAGRACIO: Que no se den prisa, aquí las espero acomodado.

ALTAGRACIO: ¡Pero cómo te atreves a pedirle dinero a una persona de mi MARÍA: Ya llegan...
calidad!
(Entran las muchachas)
GUARURA UNO: Pues su calidad no nos dará de comer, verdad.
ALTAGRACIO: Señoras mías, seguramente la osadía de mi visita las habrá
ALTAGRACIO: Pues ya te enseñaré yo a conocerme para que no dudes de mi sorprendido. Pero la fama de sus personalidades es la que me obliga a venir
calidad. (Le da un bofetón) a conocerlas. La fama posee para mí tales encantos que corro tras ella por
todas partes.
GUARURA DOS: (Cogiendo un garrote) ¡Vamos, páguenos, señor!
RUPERTA: Si lo que persigue es la reputación, seguramente ha equivocado
ALTAGRACIO: ¿Cómo? el lugar para buscarlo.

GUARURA DOS: Digo que quiero que nos dé el dinero inmediatamente. LEOCADIA: Si alguna reputación tenemos seguramente ha sido por su
intervención.
ALTAGRACIO: Desde luego.
ALTAGRACIO: Ah, no mientan por favor. Todo lo que me han dicho
GUARURA DOS: Pronto, pues...
anteriormente se queda corto ante la realidad. Y van a Darme hasta con la
ALTAGRACIO: Claro, claro... A ti sí te hago caso, luego, luego se vé que sabes cubeta por arriba, por abajo, por un lado y por el otro en lo que se refiere a
tratar a las personas. No que el otro bribón no sabe lo que dice. Ten. ¿Estás la galantería que existe en esta ciudad.
contento?
RUPERTA: La verdad es que nos sentimos apabulladas, mi prima yo, que no
GUARURA DOS: Le pegaste a mi compañero. podemos tomar enserio sus halagos.

ALTAGRACIO: Bueno, bueno... Ten, por el bofetón. Así por las buenas se LEOCADIA: Querida, habría que ofrecerle asiento.
consigue todo de mí. Váyanse y regresen dentro de un rato que tengo que ir
RUPERTA: Claro... ¡Criada!
a platicar con el nene consentido
MARÍA: ¡Qué!
.
RUPERTA: ¡Pronto!, acarréanos aquí las comodidades de la conversación.
(Salen los guaruras)
MARÍA: ¿Qué cosa? No les he dicho que me hablen en cristiano o no les
MARÍA: Señor, dicen mis patronas que las espere aquí, que enseguida bajan.
entiendo nada.
LEOCADIA: Que nos traigas las sillas, estúpida. ALTAGRACIO: Yo por mi parte, afirmo que fuera de Puebla no hay otro lugar
más adecuado para las personas bien educadas.
MARÍA: Ah, pos eso se dice, no que: "Las comodidades de la conversación",
ora que mamadas son esas. LEOCADIA: Tiene toda la boca embarrada de la verdad.

ALTAGRACIO: ¿Estaré seguro aquí? ALTAGRAACIO: Hace un poco e frío, pero afortunadamente, tenemos
calefacción en los coches.
LEOCAIA: ¿A qué le tiene miedo señor?
LEOCADIA: Es verdad que el automóvil es un atrincheramiento contra las
ALTAGRACIO: A algún robo de mi franqueza, a algún asesinato de mi inclemencias del tiempo. Yo, cuando hace mucho frío en las noches, me
corazón. Veo aquí unos ojos que me pueden llevar hasta la desesperación, meto a dormir en el coche.
hasta la ignominia: "No hay ojos más lindos..." ¡Cómo! Apenas se les acerca
uno y me atacan con sus miradas, No. Creo que debo poner pies en ALTAGRACIO: ¿Reciben muchas visitas? ¿A qué influencer o youtuber
polvorosa o exijo que se me asegure que no voy a sufrir algún daño si me conocen?
miran.
RUPERTA: La verdad es que todavía no somos muy conocidas, pero hemos
RUPERTA: Prima, este hombre es un adulador. contactado por Instagram a una amiga que nos tiene prometido convocar en
nuestra casa a toda la crema y nata de la sociedad. Los Abud, Los Pandal, Los
LEOCADIA: Sí, ya me doy cuenta que es todo un Don Juan. Peregrina, Los Palafox y Mend

RUPERTA: No tema usted nada, nuestros ojos no tiene malos propósitos y su oza, Los Riestra y Pego.
corazón puede confiar en nuestros buenos sentimiento.
LEOCADIA: Y algunos otros también que son ejemplo de las mejores familias.
LEOCADIA: Mas por favor, joven, no desprecie los brazos de este sillón que
desde hace media hora le tienden para poder abrazarlo. ALTAGRACIO: Yo me comprometo a ponerlas en tratos con ellos. Todos ellos
son mis seguidores y nunca salgo de mi casa si no es rodeado de por lo
(Altagracio se acomoda en el sillón después de hacer algunas florituras con menos media docena de ellos.
su atuendo.)
RUPERTA: Ah, Dios mío, le quedaremos agradecidas hasta el mismísimo
ALTAGRAACIO: Y bien, señoritas, ¿qué les parece la ciudad? tuétano si nos hace usted ese favor. Es necesario tener trato con ellos si se
quiere pertenecer a la buena sociedad. Ellos son los que ponen en
RUPERTA: ¿Y qué podríamos decir? Habría que ser una ignorante para no
movimiento la reputación de ésta ciudad y el solo trato con ellos ya nos
darnos cuenta de que Puebla es un gran escaparate de las maravillas, el
asegura el acarreo de la fama de ser inteligentes. Por mi parte, considero
centro del buen gusto, del ingenio y la galantería.
sumamente necesario el fomento de dichas relaciones en las redes sociales.
Gracias a ellas es que nos podemos enterar de las últimas noticias del RUPERTA: Los madrigales son agradables, sobre todo si están bien hechos.
mundo de la cultura: de que si Frida Sofía ya se peleó otra vez con Alejandra
Guzmán, y que si Erick Rubín le fue infiel a Andrea Legarreta con una zorra y ALTAGRACIO: Son mi habilidad especial, y ahora me estoy dedicando a
ya se separaron. Eso que le da realce a las conversaciones en las redes y que publicar toda la historia de México en madrigales.
si se ignoran no valdría la pena publicar nada.
RUPERTA: Ah, será una perfecta belleza. Etiquéteme en su cuenta para
LEOCADIA: En efecto, encuentro totalmente ridículo ignorar cuál es la última poderle dar corazón y ponerle un buen comentario.
serie de Netflix, o cuando saldrá la nueva temporada de Juego de Trono”.
ALTAGRACIO: Les prometo el primero de ello. A mí no me gusta publicar mis
Yo, particularmente me sonrojaría si me preguntaras si he visto la última
cosas, pero lo hago simplemente para dar a ganar dinero a los Trolls que me
temporada de La casa de papel, y no supiera en que termino el profesor,
persiguen sin cesar.
Tokio, Rio y Nairobi.
LEOCADIA: Ha de ser una perfecta belleza que lo etiqueten a uno.
ALTAGRAACIO: En verdad es sumamente vergonzoso no ser los primeros en
saberlo todo. Pero no se inquieten; pienso formar un grupo de WhatsApp de ALTAGRACIO: No es nada, no es nada. A propósito. Les voy a declamar una
seriefilos en esta casa y les prometo que no se dará a conocer ninguna serie, composición que publique en la cuenta de una poetisa, amiga mía, a quien
video o tendencia en esta ciudad, si es que antes no ha pasado por la sanción tengo como seguidora y le gustó muchísimo. Soy extremadamente hábil en
y por la cuenta de ustedes dos. Por mi parte, me dedico en mis tiempos libres componer.
a publicar bellos y sentidos versos y generalmente hago circular por todas
las redes sociales de Puebla doscientos o trecientas composiciones, mil LEOCADIA: La composición es una muestra de ingenio y sensibilidad.
canciones, decenas de sonetos, epigramas, madrigales, enigmas y selfies.
AMBAS: ¡Somos toda oídos!
RUPERTA: Le tengo que confesar que para mí, lo más exquisito del arte son
ALTAGRACIO:
las selfies. No encuentro nada más ingenioso que eso.
¡Oh, oh! No estaba atento;
ALTAGRACIO: Las selfies son difíciles y poner los filtros requiere de un
profundo ingenio; ya les daré a conocer algunos tips de ellos que mientras os miro, sin vil pensamientos,
seguramente les gustarán.
vuestros ojos furtivos, róbanme el corazón
LEOCADIA: Yo, por mi parte, adoro los enigmas.
¡Al ladrón, al ladrón, al ladrón, al ladrón!
ALTAGRACIO: Esta mañana he publicado en Instagram cuatro de ellos que
desparraman inteligencia. Les prometo etiquetarlas para que los puedan LEOCADIA: Oh, Dios mío. Es llegar al más alto grado de la inspiración.
resolver.
ALTAGRACIO: Todo lo que hago tiene la maravilla de la sencillez. No tiene RUPERTA: Perfectamente escogida.
nada de pedantería.
ALTAGRACIO: Róbanme el corazón. Me lo arrebatan, me lo quitan. Al ladrón,
RUPERTA: Desde luego. No hay ninguna pizca de pedantería. al ladrón, al ladrón... al ladrón.

ALTAGRACIO: ¿Se dieron cuenta de ese principio? ¡Oh, oh! Es extraordinario. RUPERTA: No hay cosa más elegante que esa composición.
¡Oh, oh! Es la sorpresa.
ALTAGRACIO: Les quiero cantar una canción que he compuesto para ello.
RUPERTA: Sí, es admirable ese: Oh, oh.
LEOCADIA: ¿Cómo, también estudia usted música?
ALAGRACIO: No es nada, no es nada.
ALTAGRACIO: ¿Yo? Para nada.
LEOCADIA: ¿Pero qué dice? Esas cosas no tienen comparación.
LEOCADIA: Y entonces, ¿cómo es que sabe usted de música?
RUPERTA: Sin duda. Yo preferiría haber compuesto ese: Oh, oh, que "Las
aventuras del Quijote". ALTAGRACIO: La gente de calidad, todo lo aprende en linea, lo sabe todo sin
haber estudiado nunca nada.
ALTAGRACIO: Recórcholis, tienen ustedes un gusto exquisito.
RUPERTA: Esa es una cosa que no sabíamos.
RUPERTA: Bueno, la verdad es que somos muy sensitivas.
LEOCADIA: Con razón yo soy tan inteligente y no comprendía por qué.
ALTAGRACIO: Pero, qué les parece ese: No estaba atento. No estaba atento,
no lo advertía. Manera natural de hablar; no estaba atento, muestras os ALTAGRACIO: Escuchen a ver si la canción les gusta. La, la lá... la, la, lá... Cof,
miro, sin vil pensamiento. Mientras inocentemente, sin malicia ni impureza cof. Este pinche frío de Puebla me ha destrozado la garganta.
como un pobre borrego, os miro, es decir, les echo un ojo, las contemplo, las
LEOCADIA: Pero la canción es magnífica, romántica, exquisita.
observo... Vuestros ojos furtivos. ¿Qué les parece esa palabra, furtivos?
RUPERTA: Sí, magnifica, romántica y exquisita.
RUPERTA: Es admirable.
LEOCADIA: Eso es saber la entraña de las cosas, la verdadera entraña.
LEOCADIA: Profundamente admirable.
RUPERTA: La entraña de la entraña.
ALTAGRAACIO: Furtivos, es decir, a escondidas; como un gato que acaba de
coger... un ratón; furtivos... ALTAGRACIO: Todo cuanto hago se me ocurre espontáneamente... no hace
falta que lo estudie.
LEOCADIA: No puede haber mejor palabra.
RUPERTA: La naturaleza lo ha tratado como su hijo consentido. Es su hijo ALTAGRACIO: Desde luego a los más distinguidos y connotados: Franco
mimado. Escamilla, El Escorpión dorado, Bárbara de Regil, Erika Buenfil y el
Werevertumorro. Solo ellos son capaces de entender lo que no pueden
LEOCADIA: Su cuchi cuchi sabroso. Su mimis idolatrado. Es su osito azul de hacer los ignorantes. ¿Quién más puede viralizar un video y decir con esa
peluche. dulzura la belleza de los versos? Solo a ellos podría yo encomendarla.

ALTAGRACIO: ¿Y de qué se ocupan, inteligencias extraordinarias? RUPERTA: Yo tengo que confesar que no hay Influencers y Youtubers más
talentosos que esos que usted ha mencionado.
RUPERTA: De nada...
ALTAGRACIO: ¿Qué les parece mis accesorios de avon? ¿Le van a mi oufit?
LEOCADIA: Esta maldita pandemia nos ha sumido en un ayuno espantoso de
diversiones. LEOCADIA: Por completo.

ALTAGRACIO: Las invito al "Teatro". Para la Próxima semana van a presentar ALTAGRACIO: ¿Les gusta mi corbata?
un “en vivo” una compañía de México y seguramente que van a mandarme
el link solicitando mi presencia. RUPERTA: Parece del mismísimo Chanel.

AMBAS: No podremos negarnos. ALTAGRACIO: ¿Qué les parece la hebilla de mi cinturón?

ALTAGRACIO: Lo único que les voy a pedir es que compartan, le den un “Me LEOCADIA: Es del mismísimo Hickcoc.
gusta” y compartan con sus contactos, pues me he comprometido a hace
triunfar la obra. El autor me ha mandado la solicitud esta mañana para ALTAGRAACIO: Es de puritita piel de cocodrilo.
pedirme de favor. Así ocurre con las personas de calidad.
LEOCADIA: Le tengo que admitir que nunca he visto Oufit con tanta elegancia
LEOCADIA: Nosotras lo compartiremos cuando usted nos lo indique. junta.

ALTAGRACIO: No sé si me equivoque, pero ustedes tienen la cara de ser Tik ALTAGRACIO: Fíjese en el perfume de estos guantes.
Tokers.
RUPERTA: Huelen espantosamente... bien.
RUPERTA: Bueno, la verdad es que muchas gentes nos han dicho lo mismo.
AMBAS: Exquisito, romántico y sensitivo.
ALTAGRACIO: Yo he escrito una obra en la que seguramente pueden brillar
ALTAGRACIO: Y éste... (le da a oler el cabello)
con todo su talento.
LEOCADIA: Delicioso.
LEOCADIA: ¿Y a qué otros Influencers va usted a invitar?
RUPERTA: Sutil. RUÈRTA: La verdad es que lo que tiene es más miedo que daño. Su corazón
se queja antes de ser destrozado.
LEOCADIA: Irresistible.
ALTAGRACIO: La verdad es que mi corazón está destrozado de la cabeza a
ALTAGRACIO: ¿Qué les parece mi sombrero? los pies.

RUPERTA: Horrorosamente hermoso. (Entra María)

ALTAGRACIO: Claro, si me costó cuatrocientos pesos. MARÌA: ¡Ru`perta, ahì afuera te hablan!.

RUPERTA: Tengo que confesar que coincidimos en el gusto. A mì me gusta AMBAS: ¡Ayyyy!
todo lo más caro y lo más elegante.
RUPETA: Estúpida, te he prohibido que me llames así, mi nombre es
ALTAGRACIO: Yo tengo la debilidad que todo lo que uso tiene que ser de Ruperthè.
marca: Mis sombreros son de Le Parè, mis camisas son Wellington, mis
pantalones Gucci, y mis calzones son Kalvin. Mis tenis son Nike. No puedo MARÌA: (Se ríe) Bueno, Ruperthè, ahí hay un señor que las busca.
tolerar vestirme con cualquier cosa chafa.
RUPERTA: ¿Quién es?
RUPERTA: Exactamente igual que yo. No resisto ir a comprar nada, como
esos que compran en “Mercado libre”. MARÌA: Dice que es el Bardo de Xonaca, Don Casimiro de la Fuente Seca.

ALTAGRACIO: ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! No. No puede ser. Señoras, me tengo que quejar AMBAS: ¡Ayyy! ¡Un suggar Dadi!
de ustedes.
ALTAGRACIO: ¿don Casimiro de la Fuente Seca?
RUPERTA: ¿Por qué? ¿Qué le pasa?
RUPERTA: ¿Lo conoce?
ALTAGRACIO: ¡Cómo! Las dos al mismo tiempo contra mi corazón. Me
ALTAGRACIO: Es mi mejor amigo.
atacan por la derecha y por la izquierda, por el frente y por la retaguardia.
Eso es ser alevoso y ventajoso. Voy a publicar mi queja en todas mis cuentas RUPERTA: Hazle entrar, inmediatamente.
y mandare un correo a la comisión de los derechos humanos y a gritar que
me matan. ALTAGRACIO: Hace tiempo que no lo veo y me encanta esta oportunidad.

RUPERTA: Hay que confesar que dice unas cosas como ninguno. (Entra Don Casimiro)

LEOCADIA: ¡Tiene una forma de hablar, admirable! ALTAGRACIO: ¡Casimiro, maestro!


CASIMIRO: ¡Talentoso, inigualable! Don Casimiro ha estado combatiendo valientemente en la guerra contra la
CJNG.
ALTAGRACIO: ¡Que gusto volver a mirarte!
CASIMIRO: No, no digas más mi querido Altagracio. Para que ustedes lo
CASIMIRO: ¡Que gusto volver a saludarte! sepan, también este caballero ha estado combatiendo valientemente a las
guerrillas y al narcotráfico.
ALTAGRACIO: ¡Abrázame otra vez, te lo ruego!.
ALTAGRACIO: Nuestra amistad se hizo en la guerra, y la primera vez que nos
RUPERTA: Prima, empezamos a ser conocidas. Ya comienzan a visitarnos las
vimos mandaba él un regimiento en el levantamiento de Chiapas.
grandes personalidades.
CASIMIRO: Cierto, pero cuando yo era un insignificante soldado raso, tú ya
ALTAGRACIO: Señoras, permítanme que les presente a este caballero, es
eras capitán de caballería.
indispensable que lo conozcan.
ALTAGRACIO: La guerra es una cosa muy bella, pero el gobierno no sabe
CASIMIRO: He sido enterado de la fama de ustedes y no he podido dejar
reconocer los servicios que prestamos las gentes como nosotras, esto ha
pasar un dìa màs sin venir a conocerlas.
hecho muchas veces que quiera tirar el uniforme.
RUPERTA: Estamos hundidas en el honor de saber què personaje nos visita.
RUPERTA: Yo, por mi parte, siento una gran atracción por los hombres del
LEOCADIA: Hundidas solamente no, sumergidas hasta el cuello, abnegadas ejército.
y asfixiadas en el puritito honor.
LEOCADIA: Yo, también los amo, pero quisiera que la valentía fuera
RUPERTA: (Grita) ¡Maríaaa! acompañada de una gran galantería.

MARÌA: (Entrando) ¡Qué cosa! ALTAGRACIO: ¿Te acuerdas, camarada, de aquellas grandes batallas que
dimos en el Medio Oriente?
RUPERTA: Vamos, taruga, no vez que hace falta el incremento de un sillón.
CASIMIRO: ¡Cuál Medio Oriente! ¡Era el Oriente completo!
ALTAGRACIO: Que no les extrañe ver así a Casimiro. Se habia contagiado de
Coronavirus y acaba de salir victorioso. ALTAGRACIO: Creo que tienes razón.

CASIMIRO: Son los resultados de tanto trabajo creativo en la escritura y las CASIMIRO: No tengo más remedio que recordarlo porque fue allí donde fui
fatigas de la guerra. herido por una granada. Aún tengo las señales. Toquen un poco, por favor,
para que vean la clase de herida que me fue producida.
ALTAGRACIO: No están ustedes para saberlo, ni yo para contarlo, pero aquí
LEOCADIA: (Después de haberle tocado la herida) En verdad que es grande ALTAGRACIO: Pues yo digo que les va a costar trabajo a nuestras libertades
la cicatriz. sacar de aquí las bragas enjutas. Al menos por mi parte experimento
extrañas sacudidas y mi alma pende de un hilo.
ALTAGRACIO: Préstenme un momento su mano y toquen aquí,
precisamente atrás de la cabeza... ¿lo notan? RUPERTA: Que natural y hermoso es todo lo que dice. Lo hace de modo más
agradable del mundo.
RUPERTA: Sí, noto algo.
LEOCADIA: Es en verdad un derroche de ingenio.
ALTAGRACIO: Es un machetazo que recibí en la última batalla contra el
ejecito zapatista. ALTAGRACIO: Para demostrarles que es cierto, les voy a hacer una
composición en este momento.
CASIMIRO: (Descubriendo su pecho) He aquí una herida que me atravesó de
parte a parte en la batalla del 5 de mayo. LEOCADIA: Le pido encarecidamente que recite algunos pensamientos que
hayan sido inspirados por nosotras mismas.
ALTAGRACIO: (Poniendo la mona en el botón de su calzones.) Voy a
mostrarles una rabiosa llaga... ALTAGRACIO: Dime, Casimiro, has visto últimamente las publicaciones de
Alfredo Adame.
RUPERTA: No es necesario, la creemos sin verla.
CASIMIRO: No, últimamente no las he visto.
ALTAGRACIO: Son las huellas honrosas que revelan lo que uno ha sido.
ALTAGRACIO: Fíjate que el Senathor me mando un Twit de agradecimiento
LEOCADIA: No dudamos de lo que son. por todos los pitos que se convirtieron en votos

ALTAGRACIO: Bardo... traes tu coche. CASIMIRO: Ay, ya me acorde: “un pito es un voto”. Es verdad.

CASIMIRO: ¿Para qué? (Entran las amigas de Ruperta Y Leocadia)

ALTAGRACIO: Para llevar a dar la vuelta a estas dos damas y que conozcan RUPERTA: Dios mío, amigas mías, habrán de perdonar. Estos señores han
el socavón. tenido el capricho de enseñarnos a mover los pies y las hemos enviado a
buscar para llenar el vacío de la reunión.
RUPERTA: No podemos salir hoy, aún hay semáforo rojo.
AMIGA: Ay, les agradecemos mucho, desde luego.
ALTAGRCIO: Casimiro... ¿qué piensas de estos ojos?
ALTAGRACIO: No se trata más que de un baile improvisado, pero uno de
CASIMIRO: ¿Y a ti, qué te parecen Altagracio?
estos días vamos a organizar otro en forma. ¿Trajiste la música, Casimiro?
CAIMIRO: Aquí está mi celular con mi Playlist de Spotify. luego me enojo.

ALTAGRACIO: Vamos, queridas, a mover el bote. RUPERTA: Pero, cómo soportan una afrenta así, en nuestra presencia.

(Entra música: No te metas con mu Cu-Cu) ALTAGRACIO: Mejor que no averigüen nada, lo único que puedo decirles es
que así nos llevamos.
RUPERTA: Pero qué rítmicamente se mueve.
ENRIQUE: Pero te aseguro que es la última vez que me haces lo mismo.
LEOCADIA: Baila primorosamente.
RUPERTA: Pero cómo se atreven a venir a escandalizar aquí, en nuestra casa.
ALTAGRACIO: A ver quién me da el quinto y el sexto. Miren qué manera de
mover la cadera... la pelvis... y todo el esternón. ENRIQUE: Pero cómo señora mía, ¿vamos a permitir que estos bellacos,
criados nuestros, venga a tratar de burlarse de ustedes a nuestras costillas?
CASIMIRO: No me obliguen a moverme tanto que acabo de salir de una
enfermedad. AMBAS: ¿Criados suyos?

(Entra Enrique y Ernesto) ERNESTO: Sí, nuestros lacayos y no es bonito ni honesto permitirles hacer la
que estaban haciendo con ustedes.
ENRIQUE: Ah, desgraciados, ¿e dónde estabas? Hace más de tres horas que
los andamos buscando. RUPERTA: ¡Oh, cielos, no es posible!

ALTAGRAACIO: ¡Ay, ay, ay! no me habían dicho que nos iban a golpear. ERNESTO: Y se han aprovechado de nuestros trajes para venir a presumir
como acostumbran. ¡Pronto, encuérenlos enseguida!
CASIMIRO: ¡Ay, ay, ay, ay,uyyy!
ALTAGRACIO: ¡Oh, fortuna, que inconstancia la tuya!
ENRIQUE: Es muy de tu costumbre canalla, querer echártela de muy
elegante. ENRIQUE: ¡Pronto, que les quite la menor prenda!

RUPERTA: Pero... ¿qué quiere decir esto? ERNESTO: Que se lleven esa ropa a nuestra casa. Y ahora, señoras, si así
como se encuentran quieren seguir alternando con esos bellacos las
CASIMIRO: ¡Era una broma! dejamos en completa libertad de hacerlo y les aseguramos que no
sentiremos celos algunos por ello.
LEOCADIA: ¿Cómo se dejan pegar de ese modo?
(Sale Enrique y Ernesto)
ALTAGRACIO: La verdad es que no he querido responder a sus golpes porque
RUPERTA: ¡Ah, qué afrenta! ***

LEOCADIA: ¡Me muero de vergüenza! Telón.

(Entra Don Jacinto)

DON JACINTO: (Entrando) Ah, bribones, en buen apuro nos ponen, por lo
que veo. Acabo de enterarme de todo por boca de los señores que acaban
de salir.

RUPERTA: Papá, nos han jugado una broma tremenda.

DON JACINTO: Sí, una broma sangrienta, resultado de su impertinencia,


ridículas. Han ofendido a sus señores y estos bribones las han ofendido a
ustedes y yo tengo que aguantar porque la culpa es suya.

RUPERTA: Ay, papá, juro que me he de vengar de esos gañanes, ¿y ustedes,


estúpidos, que hacen aquí después de que se han burlado de nosotras?

ALTAGRACIO: ¡Cómo, tratar así al pariente de un Diputado! Así es el mundo,


unas veces eres socorrido y otras vapuleado, Vámonos, Casimiro, a otra
parte en donde aprecien la virtud aunque esté totalmente, desnuda. ¡Hum!

(Salen)

DON JACINTO: ¡Ridículas! ¡Presumidas! No sé qué me detiene para no


tratarlas de igual manera. Vamos a servir de burla de toda la sociedad, pero
esto es lo que se merecen por tantas extravagancias, ¡Váyanse a esconder,
váyanse a esconder y no salgan nunca más! Y ustedes, modas superfluas,
costumbres inicuas, libros enajenantes, telenovelas estúpidas... ¡así los
lleven todos los diablos!

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