Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
AVA
Serie taboo – Libro 1
Título: Ava
Autora: Jake M.O.
Año de publicación: 2023
Lugar: España
ISBN: 9798374395235
Publicación independiente en Amazon.
“El amor verdadero nace de los tiempos difíciles”
John Green.
Contenido
ADVERTENCIAS
EL PASADO
LA BODA
ORGASMO
PAPÁ
CONFRONTACIÓN
LA REUNIÓN
RESPIRA, POR FAVOR
COMIDA PARA TRES
NO ME HABLES
ATRAPADOS
SABES BIEN
ENFERMOS
EL DIABLO ESTÁ DE VUELTA
HOLA, ESPOSO
BRUJA
BUENAS NOCHES AVA
SOSPECHAS
NO ERES ÉL
NOCHE DE PELÍCULA
UN BUEN DÍA, DESPUÉS DE TODO
UNA FRACCIÓN DE SEGUNDOS
QUE ESTE DÍA NO ACABE
SEXO, DROGAS Y ROJO. MUCHO ROJO
VACÍO
DESPLAZADO
RESACA
MÉNAGE À TROISE
LIBRE
BROOKLYN
EL REGALO PERFECTO
NAVIDAD
FANTASMAS
LA OFICINA
CENTRAL PARK
LOS MUERTOS HABLAN
SECRETOS
SORPRESA
ADELANTO DEL PRÓXIMO LIBRO
ADVERTENCIAS
ESTA HISTORIA ES DE MI TOTAL AUTORÍA. NO ESTÁ
PERMITIDA LA DISTRIBUCIÓN FUERA DE WATTPAD SI YO NO
LO AUTORIZO.
�� CONTENIDO ADULTO.
ESTA HISTORIA HABLA SOBRE SITUACIONES TABÚ.
RELACIÓN ENTRE PADRASTRO E HIJASTRA Y MÁS.
VIOLENCIA FÍSICA Y VERBAL. MANIPULACIÓN MADRE/HIJA.
ESTA HISTORIA DIFUMINA LA LÍNEA DE LO CORRECTO Y LO
INCORRECTO.
SI ERES SENSIBLE A LAS SITUACIONES SEXUALES ENTRE
FAMILIA, NO SIGAS LEYENDO.
Ava. 9 años.
Pasado...
Me encantan los cohetes espaciales. El abuelo dice que un día seré una
gran constructora de cohetes. Entre los dos, hemos hecho una maqueta de
un cohete. ¡Hasta vuela! No al espacio, pero sí a gran altura.
-¡Abuelo!- me río.
-Vamos, dulce abejita, coge tu abrigo. ¿Quieres ir al museo espacial?
-Nos vemos más tarde Neil, estaré todo el día con el abuelo. Ojalá
pudiera llevarte conmigo al museo espacial- le digo mientras le rasco su
barriga peluda.
-Me importa una mierda lo que escuche esa niña- dice mamá.
-Y Neil- susurro.
Julia me agarra del brazo y me tira hacia ella. El tirón hace que me suelte
de la mano del abuelo.
-¡No!- grito.
-¡Ya basta Ava!- me grita mamá. Se agacha hasta dejar su cara frente a la
mía. Tiene el ceño fruncido- Deja de actuar como una niña malcriada. No
vas a ir a ninguna parte. Nosotros somos tus padres y decidimos por ti.
Por suerte para mí, el ascensor está en esta planta. Le doy al botón y las
puertas se abren. Pulso el botón de la planta baja. Cuando las puertas
vuelven a abrirse ya estoy abajo. Corro y corro hasta salir a la calle.
Corro por las calles de Nueva York. Voy sin rumbo. Solo sé que quiero
escapar.
¿Dónde estoy?
-En Harlem.
Me deslizo por uno de los bancos. Miro la cruz que tengo enfrente. Es
enorme. Me quedo un rato mirando la enorme estatua. Cuando alguien
interrumpe mis pensamientos.
El cura se ríe.
Él vuelve a reír.
-¿Por qué?
-¿Tus padres no te quieren?- niego con la cabeza- ¿Por qué dices eso?
-Los oí- digo secando una lágrima que caía por mi mejilla.
-A veces los padres se equivocan. Los adultos suelen decir cosas que no
sienten.
-Es ridículo.
-¿Para mí también?
Markus y el abuelo se ríen. No entiendo por qué. Él era ocho años mayor
que ella.
¡Puaj!
-Sí. Era mayor que tu abuela, pero eso no nos impidió amarnos. Algún
día lo entenderás abejita.
LA BODA
Ava. 15 años.
Hace 6 años…
-No… Él…
-¡Ni una palabra más!- levanta la mano para golpearme, pero la voz de
Poppy la detiene.
Ella se ha ocupado de mí desde que era niña. Ahora, a sus 45 años, sigue
haciéndolo.
-Mi niña- dice mientras me achucha contra ella- Un día todo mejorará.
Siento no poder ayudarte. Tengo miedo de que ella te haga algo.
-Seguro que ahora con el señor Jason y su hijo las cosas se calmarán.
Estarás en una casa nueva, con más gente- dice acunando mi cara entre sus
manos.
-Sí. Iré el año que viene. Han preparado un programa especial para mí.
-Dos años antes que cualquier adolescente- dice sonriendo y negando con
la cabeza- Te pareces a tu abuelo. Él también era un hombre muy
inteligente. El más inteligente que conocí.
Este verano lo pasaré mejor en casa de Jason, mamá dijo que él tiene
piscina.
Lyla dice que a Ethan le gusto yo. Como novia. Creo que él también me
gusta, pero no sé si como novio.
Estoy nerviosa. Mis manos tiemblan. Algo, o más bien alguien, llama mi
atención detrás de este dios. Lo miro fijamente. Se parece a él. Pero es una
versión más joven. Aunque, fijándome bien, tiene menos músculos y no
tiene barba. Es un poco más bajo que el dios que tengo frente a mí. Sonríe
con diversión.
Giro sobre mis talones y casi me caigo, la alfombra a mis pies me hace
tropezar. Una risa masculina suena detrás de mí. Miro por encima del
hombro y veo al mismo chico de antes taparse la boca con la mano.
Frunzo el ceño.
La boda transcurre con normalidad. Mi madre vuelve a ser una mujer
casada. El dios al que vi, por el que suspiré, es su nuevo marido. Jason Ajax
es mi nuevo padrastro. Y su hijo, el que me dejó prendada después de su
padre, es Zac Ajax.
-Solo tenía palabras bonitas para ti. Me contó que eres superdotada.
-Sí. Lo soy.
-¿Cómo qué no?- pregunta Zac frunciendo el ceño- Tienes una hija que
va dos cursos más adelanta que el resto. ¿Cuándo vas a la universidad?- esta
vez se dirige a mí.
-El año que viene empezaré el primer trimestre. Tendré 16 años para
entonces.
-Quien sabe- dice Zac sonriendo- Quizás nos encontremos por allí.
-Quizás.
ORGASMO
Zac
Actualidad...
No contesta. Quizás esté en una reunión. Tiene tanto tiempo libre como
yo. Pero supongo que es lo que conlleva ser CEO de la empresa
aeroespacial más importante del mundo.
Aunque claro, aceptar las acciones tenía una condición. Casarse con Julia
y cuidar de Ava para siempre. Papá lo pensó, mucho. Pero terminó
aceptando porque sabía que nadie podría dirigir la empresa mejor que él.
Había estudiado para ello, había invertido en esta empresa cuando era
joven. Era como otro hijo para él.
Papá.
Descuelgo la llamada.
-Papá- digo.
Se oye la voz de una mujer al fondo. Le está dando las gracias por el
buen rato.
-Ocupado ¿eh?
Bufo.
-Oye, solo quería recordarte que mañana tengo invitados en casa. Tengo
que aprovechar que tu querida esposa está de viaje este fin de semana.
-Siempre papá.
-Sí.
-Y yo hijo.
Horas después, salgo del hospital con el cuerpo hecho pedazos. Llevo
32h de guardia.
Llego a casa. La luz del comedor está encendida. Veo a Ava sentada en
una de las sillas, está terminando la maqueta de su proyecto. Ella también
está en el último año. Esta chica es todo un genio. Con tan solo 21 años está
a punto de convertirse en la ingeniera aeroespacial más joven de la historia.
Y estoy seguro de que será la mejor.
-Ava- susurro.
-¿Estás sola?
-Sí, mamá se ha ido con sus amigas este fin de semana y Poppy está en
su apartamento.
-¿Has cenado?- niega con la cabeza- Voy a preparar la cena. Termina con
lo que estás haciendo y pon la mesa para los dos.
-¡Oh! Vale.
-Sí.
Sale de la cocina sin decir nada más. Markus y Poppy se quedaron con
nosotros después de que Ava y su madre se mudaran a nuestro ático. Ático
al que Ava llama mansión. Se podría decir que lo es.
A papá siempre le gustaron los espacios grandes. Cuando vio este ático,
años después de la muerte de mamá, no dudó en comprarlo. Vivimos aquí
desde entonces.
El ático está situado frente a Central Park, en la zona más cara y lujosa
de Manhattan. Tiene tres plantas. Dos de ellas están dedicadas a la vida en
el interior, siete habitaciones con un baño en cada una, un aseo para
invitados en la primera planta, una cocina grande, una sala de estar aún más
grande con un comedor y su propia sala de cine.
Demasiado espacio, pero papá pensó que algún día tendría más hijos y
llenaría esta casa. Pero nunca encontró a la mujer adecuada.
Cenamos en silencio.
-Ava.
-¿Una fiesta?
-Algo así.
-Bien.
-Tú también estás invitada. Y puedes invitar a tus amigos si así te sientes
más cómoda.
-Gracias, lo pensaré.
-Me voy a duchar y a ponerme el pijama. ¿Te gustaría ver una película?
-Claro.
Suspiro. Odio cuando habla poco. Solo cuando Markus o Poppy están
presentes parece que su lengua se suelta.
Joder. Quiero que sea así conmigo y con papá. Somos su familia. No sé
cómo hacer que confíe en nosotros. Llevamos 6 años conviviendo y apenas
conozco cosas de ella.
-Ava- la llamo, ella me mira de reojo- ¿Por qué no hablas conmigo o con
papá? ¿No te caemos bien?
-Me caéis bien.
-Vete- espeta.
Mierda.
-No voy a irme. No hasta que me expliques qué has querido decir- digo
cruzándome de brazos.
Es la primera vez que Ava me enfada. Camino hacia ella rápido. Agarro
su cara entre mis manos y choco mis labios contra los de ella. Tiene los ojos
muy abiertos. Está sorprendida, como yo. No sé qué es lo que me ha
poseído para dar este paso.
Lamo la costura de sus labios con mi lengua, pidiendo paso para entrar
en su boca. Ava parece relajarse y me da acceso. Saboreo el interior de su
boca, sabe a queso. Ella, torpemente, intenta imitarme. La agarro por el culo
y la elevo para dejarla en la cama. Me tumbo encima de ella sin romper el
beso.
Estoy tan duro que creo que me voy a correr en los pantalones. Froto mi
polla contra su centro. Rodea mi cintura con sus piernas, dándome más
acceso.
-Sí- jadea.
Es mi hermana.
No. Es mi hermanastra.
Es familia.
Ava gime más fuerte. La cabeza de mi pene asoma por la costura del
pantalón. El líquido preseminal gotea.
Ella no me mira.
Joder. La he cagado.
-So-soy virgen.
-Penetración. Aun así, que tu primer orgasmo haya sido con tu hermano.
Mierda.
-Lo siento.
Zac
Mi padre me va a matar.
¿Qué he hecho?
Joder.
Yo también lo quería.
Me ha gustado.
Soy virgen.
-¿Nunca?
-Nunca- acuno sus manos entre las mías- Me encantas Ava, desde hace
mucho tiempo. Incluso se lo dije a papá.
-No es por eso. Eres la persona más inteligente que he conocido. Pero no
puedo contarte las razones de él, que entiendo y apoyo.
-No puedo evitarlo. Lo que hemos hecho antes ha sido lo mejor que me
ha pasado en años.
-M-me gust-gustásteis.
-Gracias.
“Cause all of me
Gracias a Dios que Ava ha dejado la puerta abierta. La abro más con el
pie y nos saco de mi habitación.
Agarro a Ava con un brazo, lo mejor que puedo, pasándolo por debajo de
su culo. No se despierta. Deslizo las mantas y meto a Ava bajo ellas. La
tapo y me agacho, le doy un suave beso en los labios.
-No lo sé. Pensé que me atraía, que sólo me gustaba. Pero es algo más.
Creo que la amo.
-¿Jason?- pregunta.
-Sí- admito.
-¿Y nosotros?
-Sí.
-¿Ella te ama a ti?
-¿Qué?
-Ella me confesó que le gustamos ambos. Desde que nos vio en la boda.
La primera vez que nos tuvimos sexo, fue la primera vez para ambos. Yo
nunca había tenido sexo con un hombre y él tampoco. Me llevó a un hotel
fuera de Nueva York. Esa noche fue la mejor de mi vida. Después de hacer
el amor, hablamos largo y tendido sobre lo que sentíamos. No es que
estuviéramos cometiendo incesto real, era mi padre adoptivo. Mi madre
estaba embarazada cuando se casó con él. Solo compartimos apellido. Y sí,
me ha criado como a su hijo. Pero la vida es así y el amor no entiende de
sangres ni apellidos.
-¿Qué es?
-Ava y yo…
-¿Qué?
Empiezo a contarle lo que ha pasado entre Ava y yo. Pero nada más
comenzar a hablar me detiene.
-Voy a follarte el culo mientras me cuentas lo que has hecho con Ava.
-Aaahh- susurro.
-Siempre tan estrecho para mí- me besa en los labios con desesperación.
Está a punto de perder el control. Y eso sólo significa una cosa: sexo
duro.
-Me encanta follarte Zac. Ahora cuéntame que has hecho con Ava.
-Sigue. Mierda.
-Tócate, Zac.
-Ella comenzó a gemir. Papá- dije- Te juro que son los mejores sonidos
que he oído en mi vida. Son tan dulces como ella.
Jason gruñe.
-¿Es virgen?
-Sí.
Jason
Joder.
Ava me vuelve loco. Desde que maduró y se hizo una mujer empezó a
atraerme.
El día que me casé con su madre, le dije que podía llamarme papá. Lo
hizo tiempo después.
Mierda.
-Aahh- gimo.
-¿Puedo ayudar?
-Joder- refunfuño.
Él asiente.
Sonrío y le obedezco.
-Zac- advierto.
Lo escucho reírse.
-Más- pido.
-Joder- gimo.
-¿Quieres follarla?
Unas horas después despierto con los rayos de sol atravesando las
ventanas.
Somos padre e hijo. Y con Ava... Padre, hijo e hija. Eso suena enfermo.
Está vacía.
Ava...
¿Qué nos estás haciendo a Zac y a mí?
Mi estómago ruge.
-Ava- la llamo.
-¿Sobre qué?
-Sobre lo que Zac y tú hicieron anoche.
Reprimo una sonrisa. Tiene razón, no es malo. Pero tengo que jugar mi
papel de padre.
-Sois hermanos.
Zac la sigue.
¿Nos ha escuchado?
-¡Ava!- grito.
Su respiración se agita.
Ava sale corriendo por las escaleras. Zac intenta seguirla, pero lo
detengo.
No es el momento.
Mi respiración se detiene.
-¿Como quién?
-¡No!
-¿Segura?
Joder.
-Melocotones- susurro.
-Solo un poco más- contesta- deja que te abrace un poco más, por favor.
Quizás por eso me quiere abrazar, porque soy la única figura paterna que
tiene.
-Nada.
-Soy tu padre.
Ella niega con la cabeza. Agarra mi cuello por detrás y me atrae hacia
ella. Nos volvemos a besar.
La agarro por el culo y la levanto. Rodea mi cintura con sus piernas.
-Zac no es...
-Mis amigos han llegado- dice- Y los tuyos también, Ava. Ethan y Layla
están aquí.
Ava
Mi madre.
Mierda. Ava.
Necesito hablar con alguien. Pero ¿con quién? ¿A quién le cuento que he
besado a mi padrastro y me he corrido junto a mi hermanastro?
-¿Ava?
Ethan y Lyla conocen casi todos mis secretos. Solo hay dos cosas que les
oculto:
-¡Oh venga ya!- dice Ethan- Seguro que ese proyecto no es nada para ti.
-Sí ¿y qué?
Me río.
Jason sale de su despacho, finalmente.
-Lyla- advierto.
-Markus lo hace.
-En serio Lyla. Quiero follar y aquí hay algunas mujeres de buen ver-
sonríe y le guiña el ojo a una de ellas.
Casi está terminado. Pero siento que le falta algo, y no son los
propulsores. Falta algo, como un sello personal.
Sonrío.
-Ava, solo Ava, nada de “la hermana de”- contesto estrechando su mano.
-¿Cómo se siente?
Él se estremece.
-Me gustan las fieras como tú- susurra a escasos centímetros de mi cara.
-No la toques- la voz de papá hace que Owen se enderece, pero no suelta
mi muslo.
-Es adulta.
-Y es mía.
-No creo que ella estuviera coqueteando contigo. ¿Lo estabas Ava?
-No.
-Es hora de que te vayas Owen- le dice Zac agarrándolo por el hombro.
-Sí, será lo mejor. No me gusta estar rodeado de putas calienta pollas.
-¿Por qué tanto alboroto?- escucho la voz de Poppy- ¡Mi niña!- grita.
Rivotril.
No puedo respirar.
-Intenta respirar.
Lyla.
Lo intento. No puedo.
-¿Por qué le está pasando esto? Nunca le ha pasado- dice papá mirando a
Poppy.
-Por favor, cariño- dice Zac agachado frente a mí- Intenta respirar.
Jason
¿Qué coño está pasando? Nunca había visto a Ava golpear a nadie.
-Siempre ha tenido una salud algo débil- contesta Lyla- Pero, Ethan y yo,
jamás la hemos visto así. En este estado.
Ella bufa.
Joder. Tiene razón. Entre Zac, con la universidad, y yo, con la empresa,
apenas estamos por casa. De milagro hemos estado este fin de semana.
Los sábados sigo trabajando y los domingos los dedico a estar con Zac
fuera de la ciudad. Otros fines de semana, simplemente, me he llevado a
Zac de viaje. Sólo veíamos a Ava un par de horas los días entre semanas y
en casi todas las cenas.
Respiro hondo.
Mierda.
Espero... Y espero...
Pongo los ojos en blanco, le encanta llamarlo así para molestarlo. Sabe
que a Zac no le gusta su nombre completo.
-No lo sé. Pasó algo en casa y ella se puso muy mal. No podía respirar y
se desmayó.
Ella asiente.
-¿No te importa la vida de tu hija? ¿Su salud? Lyla dijo que tiene
anorexia.
-Lo haré.
¿Qué cojones?
Zac y Lyla vienen con cafés. Él me entrega un vaso y Lyla hace lo mismo
con su hermano.
Le doy un sorbo.
Ava.
Mi dulce Ava.
-¿Era su hija?
-Sí.
-¿Por qué no lo dijo antes? ¿Quién es la mujer que entró con ella?
-Su nana.
Ava está con los ojos cerrados en la cama. Lleva una mascarilla de
oxígeno puesta y una vía con suero y medicación.
Poppy me mira y me asiente.
-¿El médico ha dado los resultados?- ella niega con la cabeza- ¿Por qué
no vas a tomarte un café? Pareces cansada. Yo puedo quedarme con Ava.
-Cariño- le susurro.
-Está fuera. No puede pasar. Pero cuando salga le diré que has
preguntado por él.
Una enfermera entra con una silla para mí. Se lo agradezco enormemente
porque no pienso moverme de aquí hasta que pueda llevarme a mi chica a
casa.
-Disculpe, enfermera.
Ava sonríe.
-¿Usted es su padre?
-Sí.
-Este hongo es un moho. Es común, pero peligroso para las personas con
el sistema inmunitario débil. Y esa es otra de las cosas que quería hablar
contigo. Tu analítica es un desastre, Ava. Tienes déficit de vitamina D, lo
que debilita tu sistema inmune. ¿Te alimentas adecuadamente?
-Te mandaré una dieta especial. Tienes que comer todo lo que hay en
ella. Te gusten o no te gusten los alimentos. Y también te recetaré
voriconazol para la infección pulmonar. Estarás bien en una semana. En
cuanto al déficit de vitamina, eso llevará algo más de tiempo. Pero también
se regulará.
-Lo es. Sé que la quieres. Yo también y por eso mismo necesita nuestra
ayuda.
-Yo la ayudaré, siempre he estado ahí para ella. Usted puede seguir con
su vida.
-No lo sé.
Está decidido.
COMIDA PARA TRES
Zac
¿Por qué?
Jason está guardando comida en unos tuppers mientras hay más comida
cocinándose.
-¿Qué estás haciendo?- pregunto.
-Muy gracioso. Puedo ver eso por mí mismo- él no contesta- Huele bien.
Tengo hambre.
-¿Todo?
-Sí.
Niego con la cabeza. Jason saca unas verduras del horno de arriba y
pescado del de abajo.
Hacía mucho que no lo veía cocinar. Años incluso. Desde que asumió el
puesto de CEO de Space Bee Industries. Entonces cocinaba para mí.
Lo veo agarrar otra olla. Tengo que detenerlo. Dejo el resto del sándwich
en el plato y me levanto. Camino hacia él.
Agarro su muñeca justo cuando iba a cortar unas verduras. Me mira con
el ceño fruncido.
Asiente.
Me acerco a él y lo abrazo.
-Jason- advierto.
-Vamos- le digo.
-Despídela- espeta.
-Joder, papá.
-No te atreverás.
La luz del día me golpea en la cara. Agarro mi móvil para mirar la hora.
Son las nueve de la mañana. Joder. Sólo he dormido unas cuatro horas.
Mierda.
Poppy se sobresalta.
Ava
Entiendo por qué lo hizo. Pero no me gustó. Quería a papá conmigo. Los
quería a ambos.
No sé qué me está pasando, pero desde que me besé con ambos, mis
sentimientos por ellos han crecido.
Papá no contesta.
Mi corazón se aprieta.
Poppy aparece y pone un plato delante de mí. Abro los ojos como plato.
Hay demasiada comida.
Zac se ríe suavemente.
Giro la cabeza para verlo. Me está mirando fijamente. Hay ira en sus
ojos.
Asiento, no estoy de ánimos para discutir, pero sé que no podré con toda
esta comida.
-Nada. Come.
-No nos puedes tratar así. Nunca nos has tratado así- comienzo a respirar
con dificultad.
Intento levantarme para salir corriendo hacia él, pero Poppy y papá me lo
impiden.
Me encojo de hombros.
-Llevo más de dos horas hablando. Son las 12:30h. Es hora de almorzar.
Ava
Me froto los ojos con los dedos y bostezo. Los sonidos se convierten en
voces.
-Lo sé, pero me has hecho sentir como una mierda, Jason.
Siempre que están a solas lo llama así. Lo descubrí una noche cuando los
escuché teniendo relaciones. La primera vez que los oí, me quedé
congelada. En realidad, nunca más los volví a escuchar. Eso fue hace años.
Pensé que habían parado, por eso no dije nada. No quería meterlos en
problemas.
Mi amor.
Zac asiente.
Abro los ojos de par en par. No debería seguir viendo esto. Estoy
invadiendo su intimidad.
-Eso sería una buena disculpa. Pero no es suficiente- dice Zac sonriendo
maliciosamente- Quiero que te tragues mi semen.
La erección de Zac salta. Es... Enorme. Cierro los ojos, nunca he visto a
un hombre desnudo. Mierda, ni siquiera he visto porno alguna vez. Y
cuando Zac se frotó contra mi centro, nunca llegué a vérsela. La noté
grande, pero no tan grande.
Papá saca la lengua y le lame todo el pene, desde la base hasta el glande,
lo que hace gemir a Zac, nuevamente.
-Te voy a follar la boca hasta que me corra. Trágatelo todo Jason- ordena
Zac.
Papá asiente, con el pene de Zac aún en la boca.
-¿Papi? ¿Es así cómo quieres llamarme mientras te follo el culo?- parece
molesto, pero creo que, en realidad, está excitado.
Zac se pone a horcajadas sobre él. Papá agarra las mejillas del culo de
Zac, mientras este sostiene su erección. La alinea con su culo y poco a poco
se va deslizando. Ambos gimen cuando Zac la tiene totalmente en su
interior.
Papá agarra a Zac por las caderas y lo ayuda a subir y bajar por su
miembro.
Gimo cuando Zac se inclina hacia adelante y papá levanta sus caderas
para penetrarlo con más fuerza.
Mis ojos se abren cuando la cabeza de Zac se gira para mirar hacia donde
estoy.
Mierda.
Me meto bajo las mantas hasta la cabeza. Estoy avergonzada por haber
sido atrapada mirando como dos personas tenían relaciones sexuales.
Mi padrastro y mi hermanastro.
Padre e hijo.
Mierda.
Asiento.
-Está bien.
-Yo la busqué y le insistí, pero sí. Era abuso, ella era la adulta y quien
tenía una posición de poder. Lo comprendí mucho después.
Papá está con la vista fija en nuestras manos sobre su muslo.
Zac asiente.
-No cariño- dice papá acariciando mi mejilla con su pulgar- Creo que
nunca hubiera cedido a mis sentimientos si así fuera.
-Sí- contesto.
-Fue la primera vez que nos acostamos. Desde entonces, siempre hemos
buscado momentos para nosotros.
-Por eso no hemos estado mucho por casa- dice papá- Nos envolvimos
tanto en nosotros mismos que te descuidamos a ti.
-No importa.
-A mí me importa.
Jason
Ava es tan dulce e ingenua. Tiene un gran corazón, no nos juzgaba a Zac
y a mí por lo que hacemos.
Mira hacia abajo. Tiene las piernas cruzadas en mariposa. Miro a donde
ella lo hace. Hay una mancha de humedad en su pantalón de chándal gris.
Sonrío.
La intento mirar a los ojos de nuevo. Pero ella sigue con la cabeza baja.
Ella asiente.
Zac la agarra por la barbilla con sus dedos y le levanta la cabeza para que
lo mire a los ojos.
-No tienes que avergonzarte por eso- le dice.
-N-no- tartamudea.
-S-sí.
-¿Dónde?- pregunto.
-En mi entrepierna.
-En tu coño- la corrijo- No hay nada malo en que lo llames así, nena.
-N-no, lo prometo.
-No te estoy regañando- le digo acariciando su cara- Me hubiese gustado
que te hubieras tocado.
Ava jadea.
-Dinos- digo.
-No biológicamente.
Y ahí está otra vez, la lógica de Ava. Da igual si, moralmente, esto no es
correcto. Biológicamente o no, seguimos siendo familia. Pero para ella todo
se reduce a eso. Y si para ella está bien así, también lo está para mí.
Ava es especial.
-Obedece- digo.
-Sí- jadea.
Sin sujetador.
Joder.
Joder.
Quiero correrme sobre los dos. Pero tampoco quiero asustar a Ava. Ella
nos ha pedido ayuda para aprender a masturbarse.
Ava asiente.
Le quito las bragas del todo y las lanzo a un lado del suelo.
Ava gime.
Ava lo hace.
Zac sonríe.
-Creo que me voy a correr- dice Ava- Pero siento que necesito más.
Volvemos a hacer, ahora los dos a la vez. Nuestras lenguas se tocan con
los fluidos de Ava entre nosotros.
-Le chuparemos la polla entre los dos y se correrá sobre nosotros. ¿Estás
de acuerdo?
-Sí.
-Sí, no me importa quién de los dos sea. Pero sé que quiero que seáis uno
de vosotros.
-No quiero nada entre nosotros. Quiero sentir vuestro semen dentro de
mí.
Joder.
Me encanta oírla.
-¡Aaahh!- gimo.
Salgo del interior de Zac. Mi semen corre por sus pelotas. Recojo un
poco con mis dedos y me acerco a Ava.
Ava asiente.
Lame mis dedos llenos de semen. Sonrío cuando una gota queda en la
comisura de su boca, saca la lengua y la lame.
Gruño.
Choco mis labios con los de ella. Mi lengua recorre el interior. Sabe a mí.
Zac
Ava y a papá están arrodillados frente a mí. Con mi semen dibujando sus
preciosas caras.
Papá.
Joder.
Ni siquiera nos hemos dado cuenta que no nos hemos llamando por
nuestros nombres de pila. Nos dejamos llevar por Ava.
Entro en el baño de Ava para coger una toalla. Cuando vuelvo para
limpiar a ambos, papá está lamiendo el semen de la cara a Ava. Luego le
dice que ella puede hacer lo mismo con si quiere. Por supuesto que quiere,
es muy curiosa y está dispuesta a aprender lo que sea.
Joder.
Fruncí el ceño.
-Y tu madre- añado.
Joder.
-Puedo enviarle un mensaje a Poppy para que mañana venga más tarde,
le diré que necesito dormir un poco más, podréis iros a vuestras
habitaciones por la mañana temprano. Y Markus no vendrá aquí hasta la
tarde, los lunes va a la oficina.
Ava asiente.
Joder.
Gruño.
Siento unas manos rozar mi pene, otra vez duro. Jason, pienso.
Jason se ríe.
-¿Desde cuándo te has vuelto tan valiente?- pregunto arqueando una ceja.
-A la cama, los dos. Tú- dice Jason señalándome- Y tú- señala a Ava-
mañana tenéis universidad.
Ahora soy yo quién se ríe. Me encanta esta Ava, una que nunca he visto.
-Y deberías estar durmiendo. No dejando que Zac te coma el coño
mientras yo le follo el culo.
Ava se sonroja.
-Estoy bien- dice mientras tose- Se me ha ido la saliva por mal sitio.
Joder.
Ava abre los brazos para que nos echemos sobre su pecho. Apoyamos
nuestras cabezas sobre ella.
Ella sonríe.
Gime.
Ella asiente.
-Joder- gruñe él- No sabes las ganas que tengo de follar tu estrecho coño.
Ava se estremece y gime. Ella también quiere eso.
Asiente.
Ava gime. Su coño palpita mientras se corre. Llena mis dedos con su
corrida.
Ava
¡Mierda!
Los tres se giran para mirarme. Con una mano en el pecho, intentando
respirar, los observo.
-Nana, yo quise esto- agarro sus manos entre las mías- Los quiero, a los
dos.
-Nana, estuviste con mis abuelos desde que eras joven. No me digas que
esto te sorprende.
-¿Cómo lo supiste?
-No diría eso aún, pero sé que no quiero estar lejos de ellos- digo esto
último mirándolos a ambos.
Ellos sonríen.
-Está bien.
Ambos niegan.
-Yo llego tarde a clases. Ya comeré algo por allí- dice Zac.
Zac y Jason pasan por mi lado, ante la atenta mirada de Poppy, que aún
no se ha ido a la cocina. Me hubiera gustado que me hubieran dado un beso
o dicho algo. Pero solo me miraron.
Estoy un poco agobiada con todo esto. No era mi intención que Poppy
nos sorprendiera desnudos en mi cama.
-Nana- advierto.
-Sólo ante la ley. Nunca han dormido juntos, y mucho menos han tenido
sexo.
-Jesús- suspira- Nunca me has hablado así.
-¿Cómo puedes dudar de mí? Jamás le daría algo más con lo que te
torturara. Ya tiene suficiente con cargar las culpas de otros.
Sí, las de mi padre. Elliot. Se fue hace años, pero yo he sido quién ha
pagado y sigue pagando las consecuencias de sus actos.
-Solo he estado dos veces con ellos. Y han sido este fin de semana. Antes
nunca. Pero sí, me he sentido feliz. Es como si las piezas volvieran a
encajar dentro de mí. Rellenan los huecos que el abuelo se llevó.
-Creo que lo sospecha. Por lo menos que ellos sienten algo por mí.
-¿Te lo dijo?
-Me dijo que veía la forma en que Jason me mira, después nos
encontramos con Zac y lo observo como si sospechara algo.
Me río. Pero tiene razón, si Markus llega a ver lo que Poppy vio en mi
habitación, hubiera matado a Jason y a Zac sin pensarlo dos veces.
Mi infierno.
HOLA, ESPOSO
Jason
Llego a casa pasadas las ocho de la noche. Zac llega a la misma vez que
yo. Aparca su coche junto al mío en el parking privado del edificio.
Yo la he dejado sola.
Ella sabía que estaba de vacaciones, para cuidarla. Pero me fui y la dejé
allí.
Me froto la cara fon las manos. Sigo sentado dentro del coche.
-¿En serio papá?- pregunta molesto- Pensé que estarías en casa, con ella.
Le conté cosas que nadie más sabía, ni siquiera Zac. Incluso sabe de mi
relación con él. Nunca nos juzgó. Supongo que es porque se sintió
identificada con nuestra situación. Me confesó que, en su adolescencia,
había estado enamorada de su primo. En su caso, se le pasó el
enamoramiento y nunca tuvo nada con él.
-Zac- lo llamo.
No contesta.
-¿Me puedes explicar por qué te molesta que haya ido a verla?
Joder.
Esto es ridículo.
Zac sale sin decir nada. Me estoy cansando de esto. No ha sido un buen
día.
-Se acabó, ahora mismo me vas a decir qué ocurre. ¿Por qué cojones
estás así?
-Zac- advierto.
-Habla.
-Verás, mientras tú estabas por ahí con tu amante, Ava estaba aquí sola,
enfrentando una situación complicada. Yo estaba entre la universidad y el
hospital haciendo mis turnos, no podía simplemente largarme. Y en el poco
tiempo libre que tuve fui a hablar con una ginecóloga amiga mía para que
Ava pudiera empezar con los anticonceptivos. A diferencia de ti, yo me
tomo en serio lo que sea que tengamos entre los tres.
Zac se zafa de mí y abre la puerta de casa.
-Bienvenidos a casa queridos- dice una voz que conozco muy bien.
Julia.
Ella me mira atentamente. Abre la boca para decir algo, pero la cierra
inmediatamente.
Lejos de ti.
-Como desees.
Muy cerca.
Demasiado, joder.
-¿Disculpa?
-¿Zac?- pregunta con burla- Ese chico no sabe nada de la empresa. Sólo
le interesa la medicina y... Otras cosas.
-¿Otras cosas?
Ni siquiera entiendo cómo sabe ella que a Zac le gustan los hombres.
Aprieto los puños. Nunca he golpeado a una mujer, pero Julia lo merece.
-Zac nunca ha traído un hombre a casa. ¿Por qué crees que le gustan?
-Eso se nota, esposo. Por suerte para nosotros, nuestros amigos no lo han
notado.
-Me importa una mierda lo que piensen o dejen de pensar tus amigos.
Mientras mi hijo sea feliz, me importa una mierda si le gustan los hombres,
las mujeres o ambos.
-Eso es asqueroso.
La dejo para que vea que no produce nada en mí. Nunca lo hizo.
Julia es una mujer hermosa. Pero no hay nada en ella que llame mi
atención.
-¿Y? Era nieta de mi socio y amigo. Tu padre, por cierto. Tiene derecho a
heredar la empresa que su abuelo fundó.
Zac
Estoy enfadado con él. Por haber dejado sola a Ava todo el día después
de prometer que se tomaría unas vacaciones para cuidarla. Entiendo que
estuviera agobiado por lo ocurrido con Poppy esta mañana, pero dejó a
nuestra chica sola con esa situación.
-De verdad que no pasa nada. Entiendo por qué te fuiste- le dice
sonriendo.
-¿Me perdonas?- pregunta Jason.
-En realidad, lo es- contesta Jason- Pero, por favor, necesito que me
creas. Ava nunca te mentiría.
-¡No pasó nada!- dice Jason levantando la voz- Ava, cariño. Ella fue mi
amante durante mucho tiempo, Zac y yo no éramos exclusivos en cuanto a
las mujeres. A ambos nos gustan, sólo nos prohibimos ver a otros hombres.
Cosa que he cumplido. Jamás le fui infiel a Zac- me mira- Jamás.
Jason sale de la cocina decaído.
Me he pasado, joder.
-No lo sé, nunca había estado celoso de las mujeres con las que se ha
acostado.
Definitivamente, la he cagado.
Joder. ¿Por qué me ha afectado tanto que se haya visto con Salma?
Incluso le creo cuando dice que no se ha acostado con ella.
La miro y me río.
-¿Y eso?
-Vamos, mujer. Después de 6 años, te acuerdas de que tienes un esposo.
Y le pides que te folle y te deje embarazada. Realmente, eres muy graciosa.
Voy a tener que lavarme bien la entrepierna. Nunca antes había sentido
tanto asco por una mujer. Y ni siquiera sé por qué. Pero ella no me gusta,
nunca lo hizo.
-Vete de mi habitación.
Mierda.
-Pero…
-Ahora- me interrumpe.
Obedezco a regañadientes.
-¡No vuelvas a acercarte a mi hijo!- oigo gritar a Jason- Sólo te daré una
advertencia Julia. No habrá una próxima vez. Y como vuelvas a inventar
algo así de él te pediré el divorcio. De hecho, es lo que debería haber hecho
hace mucho tiempo. Deberías ir a dormir a otro lado esta noche.
-No lo es. Vives aquí porque eres mi esposa ante la ley. Lárgate, coge lo
que necesites para esta noche y vete a un hotel o donde coño quieras, me
importa una mierda. Tienes diez minutos.
-¿Qué ha pasado?
-Pues es tu esposa.
-Por desgracia.
Él asiente.
-Lo siento.
Gimo con sus palabras. Jason sabe follar. Sabe muy bien.
-Dijiste que habías hablado con una ginecóloga sobre los métodos
anticonceptivos.
Me retiro de su regazo.
-Sí. Me dijo que lo más rápido y mejor para Ava, en este momento, era la
inyección. Me dio una. La tengo en mi bolsa del trabajo.
Me encojo de hombros.
-¿Estás seguro?
Ava
¿Novios?
¿Trío?
¿Amantes?
Agarro mi móvil para enviar un mensaje al grupo que tengo con Ethan y
Lyla.
...
Sé que Jason no irá con ella. Nunca va a los eventos que la invitan a ella
y menos si es para aplaudir a una persona que hizo más mal que bien en el
mundo. Arnold Vankov. Un empresario multimillonario, dueño de la
constructora Vankov Corp. Se dedica a construir resorts, hoteles, edificios y
más, por supuesto que todas sus construcciones son exclusivas y lujosas.
¿El problema? Es que destruye todo a su paso. Ya ha desforestado bosques
completos por sus construcciones. Destruidos miles de hogares de especies.
A Jason no le gusta eso, a mí tampoco me gustó nunca. Se supone que
debemos ayudar al planeta y a la humanidad. Pero al paso que va Vankov,
nos extinguiremos en poco tiempo.
Jason y Vankov nunca se han llevado bien. Sus múltiples discusiones han
salido en la prensa más de una vez.
Ly: A mí también me gustaría pasar tiempo con alguien como él. ¿Tú
has visto cómo está? La tiene que tener enorme.
-Pero…
-Ahora.
-¡No vuelvas a acercarte a mi hijo!- oigo gritar a Jason- Sólo te daré una
advertencia Julia. No habrá una próxima vez. Y como vuelvas a inventar
algo así de él te pediré el divorcio. De hecho, es lo que debería haber hecho
hace mucho tiempo. Deberías ir a dormir a otro lado esta noche.
El corazón se me aprieta en el pecho. Ojalá yo tuviera a alguien para
defenderme así de ella.
-No lo es. Vives aquí porque eres mi esposa ante la ley. Lárgate, coge lo
que necesites para esta noche y vete a un hotel o donde coño quieras, me
importa una mierda. Tienes diez minutos.
Gimo en respuesta.
-Cariño- dice Zac- ¿No me vas a dejar ver tus hermosas tetas?
Mierda.
-¿Por qué?
-Es que...
-No voy a quitártela del todo. Sólo voy a dejar tus tetas libres. Para
nosotros.
Gimo.
Sí, es enorme.
-¿Seguro que me va a caber?- pregunto.
-Lo hará, nena- dice Jason antes de inclinarse para atacar mi boca.
Mi hombre.
Abro la boca, como una buena chica. Zac introduce la cabeza, la cual
succiono con fuerza.
-Estás muy apretada nena- dice Jason- No puedo esperar a tener mi polla
metida en tu coño. Joder.
Gimo.
-Yo ¿qué?
-¿N-no quieres...?
-No te preocupes por mí, nena. Quería que hoy se tratara de vosotros
dos- dice señalándonos a Zac y a mí.
-Sí.
-¿Cenaste lo suficiente?
Cierro los ojos poco a poco mientras observo como mis dos hombres
salen de mi habitación. Deseando que no tuvieran que hacerlo. Ojalá
pudieran dormir aquí conmigo toda la noche.
SOSPECHAS
Antes de leer.
Jason
-¿Me vas a decir qué pasa? ¿Por qué nos has encerrado en el baño de tu
habitación?
-De lo que llevo sospechando desde que a Ava le dio el ataque de pánico.
Todo empieza a encajar en mi cabeza.
-Escucha bien lo que voy a decirte. Por ningún motivo, podemos dejar a
Ava a solas con Julia.
-¿Por qué?
-Zac, sé que algo pasa con Ava. Mis sospechas comenzaron cuando tuvo
el ataque de pánico. Cuando el médico de urgencias nos dio los resultados
de la analítica, las sospechas crecieron cuando Poppy y ella se miraron
como si supieran el porqué de la falta de vitaminas. ¿De verdad te creíste
eso de que Ava no le gustan ciertos alimentos? Piensa. ¿Se ha quejado de
algún alimento durante este fin de semana?
Zac se frota el cuello mientras mira al suelo. Luego me mira y niega con
la cabeza.
-No- contesta.
-¿De verdad crees que Julia podría estar privando a su propia hija de la
comida?
El asiente.
-No- susurra.
-Cariño- le digo- sé que puede ser difícil de creer, pero hay padres que
maltratan a sus hijos.
Asiento en silencio.
-Joder- murmura.
-¿Qué?
Oigo a Zac acercarse a mí. Sus manos agarran los laterales de mis
muslos.
-Jason- me llama.
Asiento lentamente.
Zac me atrae hacia él. Me abraza con fuerza. Una lágrima cae por mi
mejilla, después otra y otra... Hasta que me encuentro llorando.
-Lo siento mucho- susurra Zac en mi oído.
-Shhh.
Jason. 7 años...
Me estremezco.
Papá mueve sus caderas hacia Maya. Muy fuerte. Ella grita. Mamá
aparta la mirada mientras papá dice cosas feas y se mueve sobre mi
hermana.
A Maya no le gusta.
Mamá me mira con los ojos abiertos. Nunca he gritado y menos a papá.
Corro hacia él. Golpeo su gorda barriga. Lo odio. Por hacerle daño a
mamá y por hacerle daño a mi hermanita. Ellas son buenas.
Mamá está gritando de nuevo. Puedo lograr ver que está forcejeando
con papá. Él la tira al suelo y se sube a horcajadas sobre ella. La golpea
con el puño en la cara varias veces. Se levanta y le da una patada en el
vientre.
Las lágrimas empiezan a caer por mis mejillas. Me escuecen los ojos.
Me duele la cabeza.
Mamá murió hace unos meses. Fue él, sé que él la mató. Pero le dijo a
todo el mundo que se había caído por las escaleras. Ella tenía un golpe en
la cabeza. Donde él siempre la golpeaba.
Ahora es Maya quien se encarga de las tareas del hogar, nunca me deja
ayudarla. No habla. Me mira con vergüenza. Ella no tiene nada de qué
avergonzarse.
Me tapo los oídos con las manos. No quiero escuchar cómo le hace
daño.
Maya.
Me giro abruptamente.
-Le hablé de ti. Le conté que tu sueño era construir cohetes. Y adivina
qué.
-¿Qué?
-Siempre voy a estar aquí, junto a mamá- dice tocándome el pecho donde
el corazón.
Jason. Actualidad.
Zac
Han pasado unos días desde que Jason se derrumbó en el baño. Me contó
su historia. Sólo el abuelo de Ava la conocía. Busqué en internet el nombre
de su padre y aparecieron varios artículos de periódicos contando la noticia
de un padre abusivo que violaba y golpeaba a su hija discapacitada y a su
otro hijo.
Cada vez que leía algún detalle nuevo sobre lo ocurrido mi cuerpo
temblaba. No podía imaginar el horror que Jason tuvo que sufrir viendo y
oyendo como su hermana era violada por su propio padre, cómo este
asesinó a su madre.
-Mmm- murmura.
Engancha sus dedos con mis bóxers y me los baja. Lo ayudo levantando
las piernas. Luego él hace lo mismo con los suyos. Agarra el lubricante de
mi mesita. Se empapa la polla. Y se coloca entre mis muslos.
-Te amo.
Su polla frota ese punto dulce dentro de mí. Estoy seguro de que voy a
correrme sin tocarme.
-Sí- gimo.
-Sí, sí. Quiero tu semen en mi culo. Quiero que me gotee por mis bolas.
Jason solloza.
Me abre bien las piernas con sus manos. Está observando su obra de arte.
Él me mira y me sonríe.
-Precioso. Y mío.
Me pongo frente a él. El agua cae del techo, mojándome en cuanto entro.
Dejo que el agua caiga por mi cabeza.
-Tuyo.
-Aaahhh- gimo.
-Trágatelo- ordena.
Le obedezco porque no tengo problema en probarme a mí mismo.
-Te espero abajo para desayunar. Ve a avisar a Ava- dice antes de salir de
mi habitación.
Eso me cabrea mucho. Porque sé que nos intenta ocultar lo que ella le
hace.
Vuelve a maullar.
Le devuelvo la sonrisa.
Llegamos al comedor. Ava suelta a Neil y este se sube a una silla. Jason
ya está sentado en su lugar.
-Había pensado que podríamos ver una película esta noche- dice Ava.
-Sí, pero les dije que quería pasar más tiempo con vosotros. Si estáis de
acuerdo, claro.
Jason se tensa.
Jason
Ava quería pasar más tiempo con nosotros. Era una buena idea.
Realmente necesitaba este tiempo con ellos. Con mis chicos. Y, ahora, sin
Julia pululando por casa no había nada que temer.
Poppy parecía haberse calmado un poco. Pero aún estaba reticente con el
tema. Cuando se dirigía a Zac o a mí no nos mira mucho y siempre usa
frases cortas.
-Vale.
Nos miramos unos minutos. Mi pene se endurece con solo mirarla. Es
increíble lo que esta mujer hace en mí.
Ava se acerca. Doy palmaditas en mi muslo para que se siente ahí. Ella lo
hace.
Ella se ríe suavemente. Me separo y la miro a los ojos. Esos ojos verdes
que me vuelven loco.
-Nena, te lo digo en serio. Mereces todos los cumplidos del mundo. Eres
una mujer hermosa, por dentro y por fuera. Además, eres muy inteligente.
-G-gracias- tartamudea.
Frunzo el ceño. No puede tener ningún golpe. He estado en casa cada día
de esta semana.
Agarro las muñecas de Ava y le hago una señal a Zac para que le levante
la camisa.
-¡Ava!- grito.
Ella niega con la cabeza, tiene los ojos completamente aguados, al igual
que sus mejillas.
-Nadie- solloza.
-Eso que tienes ahí- señalo con la barbilla- No se hace solo. Dime quién
ha sido. Ahora, Ava.
Mierda.
La suelto rápido.
-Sabes que puedes contarnos cualquier cosa ¿verdad?- ella asiente- Bien.
Solo un golpe- repito sus palabras.
-Joder- murmuro.
-Mañana estoy allí. Tendrás que sacar a Ava y a Poppy, estoy seguro de
que las tiene amenazadas con algo. Por eso no han dicho nada.
-Lo creo. Julia Winchester nunca ha sido una buena mujer. Su ex esposo,
Elliot, el padre de Ava, la dejó por otra mujer. Supongo que vio con quién
se había casado. Ellos nunca quisieron hijos. Ava los escuchó discutiendo
cuando dijeron eso.
-Lo sé.
-Lo siento nena, no debería haberte forzado a hacer algo que no querías.
-Joder, me siento fatal. Pero es que, pensar en que alguien pueda hacerte
daño me destruye. Te has metido debajo de mi piel. Muy al fondo.
Interestelar.
Mi película favorita.
-Frikis- murmura.
Me río al ver a mis chicos así. Es como quiero verlos siempre. Felices y
sin preocupaciones.
UN BUEN DÍA, DESPUÉS DE TODO
Jason
La película había empezado hacía 1h. Zac y Ava dejaron de jugar encima
de mí. Ahora los tenía a cada uno a un lado, acurrucados en mi pecho
mientras los abrazaba.
-Tú eres más inteligente, algún día harás mejores cosas que ella. Tú eres
real y ella un personaje de una película- le contesto.
Ava.
Sonrío en su boca. Cada vez es más valiente. Es lo que quiero. Que ella
diga y haga exactamente lo que quiere.
-Joder- gime.
Ella asiente.
-Palabras- ordeno.
Me río.
-Nena, no está mal que digas palabrotas. Ni tampoco que digas lo que
quieres. Si quieres que me folle a Zac, que él me folle a mí, que te lama, lo
que sea. Sólo dilo.
Lo veo bajar las escaleras con el bote en la mano y una toalla. Viene
sonriendo. Aunque me gusta que me folle el culo, no suele ocurrir mucho.
Soy dominante en todos los aspectos, me gusta controlar las situaciones.
-Mierda, estás tan caliente cariño- gimo- Quiero metértela, quiero hacerte
gritar mi nombre mientras tienes mi polla dentro de ti.
Ella asiente.
Le lamo el clítoris mientras la vuelvo a penetrar con dos dedos esta vez.
-¿Qué tal un paseo por el museo espacial y luego os llevo a comer lo que
más os guste?
-Hace mucho tiempo que no voy al museo espacial. ¿Crees que habrá
nuevas exposiciones?
-También hace mucho que no voy. Seguro que hay alguna nueva
exposición.
Cierro los ojos. Hoy ha sido un buen día. Pero mañana será uno mejor.
UNA FRACCIÓN DE SEGUNDOS
Ava
Llevo despierta casi una hora, creo. No tengo mi móvil aquí y no puedo
ver la hora en ningún lado. Pero está amaneciendo, deben ser las 6 de la
mañana. Jason y Zac siguen dormidos. He sido tentada a despertarlos, pero
se ven tan pacíficos y tan hermosos.
Miro a Jason, está de lado mirando hacia a mí. Tiene una mano bajo su
cabeza y la otra rodeando mi cintura. Después miro a Zac, que está en la
misma posición.
Me río.
-¿De qué te estás riendo?- susurra Zac con los ojos cerrados.
Me pongo de lado para estar cara a cara. Hago una mueca de dolor
cuando la cama toca mi costado amoratado. Zac parece no darse cuenta.
-Sí. La última vez que estuve allí fue con mi abuelo. No he vuelto a ir
desde entonces.
-¿Por qué?
Me encojo de hombros.
-Siento lo de anoche.
-Vale.
Vuelvo a gemir.
-Sí- jadeo.
Me achucha la entrepierna.
Frunzo el ceño por su tono. Me giro hacia él. Detiene sus movimientos
en mi centro, pero no retira la mano.
-Lo siento.
-¿Qué quieres que seamos?- pregunta Zac con la mano aún en mi teta.
Ambos sonríen.
-Nena- advierte.
-No me importa. Os quiero a los dos. Por favor, por favor. Os amos.
-Sí.
Asiento.
-Sí.
Zac levanta la mano que tenía entre nosotros y me la enseña. Tiene
sangre.
Le devuelvo la sonrisa.
-Te amo.
-Ven- le digo.
Asiento.
-Aaahhh- gimo.
Ava
Puede parecer una locura, pero es así. Amo a dos hombres al mismo
tiempo. Dos hombres que ya tenían una relación entre ellos y me han
aceptado y comenzado a amar, tal y como se aman entre ellos.
¿Es inmoral o retorcido que uno sea el esposo de mi madre y el otro sea
el hijo de él? Puede ser. Pero llevo toda mi vida haciendo lo que es correcto.
Se siente bien hacer lo que está mal por una vez.
Ellos me completan.
Acaricio mis labios con mis dedos. El sabor de sus besos persiste en mí.
Mis hombres.
-Oh... No es nada.
Miro por la ventana del coche. Veo los edificios pasando. Uno tras otro.
Jason agarra mi mano por el otro lado. Miro a mi alrededor para ver que
no haya nadie. Sigue siendo el esposo de mi madre. Podrían reconocerlo y
no sabría cómo explicar por qué estoy agarrada de la mano con él.
Veo a Poppy negando con la cabeza. Sigue sin gustarle esta situación.
Pero por lo menos ya no grita.
Zac sigue con su brazo sobre mis hombros. Supongo que es menos raro
que tu "hermano" te agarre así.
-Se suponía que tenías que cuidar de Ava- dice Zac molesto.
-Tú nunca tienes trabajo atrasado- dice Zac enarcando una ceja.
Jason y Zac se miran. Pero no logro leer sus miradas. Frunzo el ceño.
Unos dedos rozan los míos. Miro hacia el lado y veo a Jason pegado a
mí.
Es Poppy. Nos mira con el ceño fruncido. Agacho la cabeza y sigo hacia
adelante.
Dos brazos me rodean la cintura. Zac y Jason están cada uno a un lado.
Ambos me besan la sien.
-Lo hice- dice sonriendo hacia el cohete- Anne era todo lo que estaba
bien. Me cuidó desde el primer día que me vio aparecer en su puerta. Me
trató como si fuera uno más de la familia Winchester.
Asiento sonriendo.
Seguimos caminando por el museo. Pasamos por las réplicas del Apollo
XI, del Lunokhod 1, la exposición de Neil Armstrong, etc.
Tres horas después de haber llegado. Hemos recorrido todo el museo. Así
que volvemos al coche y ponemos rumbo al restaurante chino favorito de
Zac en Chinatwon.
Bao me da una mirada de arriba abajo. Luego me sonríe. Nos indica que
lo sigamos.
Se encoje de hombros.
-Simplemente, lo estoy.
Bao vuelve con nuestras bebidas. Vuelve a mirarme. Esta vez con más
cautela.
Hace lo mismo con los demás. Jason lo observa fijamente. Si las miradas
matasen, Bao ya estaría muerto.
Toma nuestro pedido de comida. Charlamos un rato mientras la comida
se hace.
Estoy hambrienta.
-Me estás poniendo duro con esos sonidos- susurra Jason en mi oído.
Jadeo internamente.
Antes de leer.
Jason
-Yo también te quiero, buenas noches- nos mira a Zac y a mí- Buenas
noches señores Ajax.
Zac se acerca por delante de ella y hunde su cara en el otro lado del
cuello de Ava. La oigo jadear. Zac tiene la mano metida por dentro de su
pantalón, tocándole el clítoris.
-Nena, detente si no quieres que te folle aquí mismo mientras hago que
se la chupes a Zac- gruño agarrándola fuerte por la cintura.
Ella gime.
-Ya podemos corrernos dentro de ti- dice Zac antes de besarla en la boca.
-Me encanta como suplicas por nuestras corridas. Eres tan dulce.
Suelto la mano de Julia. Mira a Ava, una mirada severa que hace temblar
a mi dulce chica.
Cuando salgo del despacho todo está a oscuras. Subo las escaleras y me
paro frente a la habitación de Zac. La puerta está medio abierta.
-¿Ya?- pregunta.
Asiento.
-No te preocupes por ella. No creo que se vaya a despertar hasta mañana-
dice Zac riendo.
Zac se mueve hasta que su cabeza queda entre los muslos de Ava.
Comienza a lamerla lentamente. Me agacho y hundo mi cabeza entre las
mejillas del culo de Zac. Lo oigo gemir cuando paso mi lengua por su
agujero. Lo empapo bien antes de introducir un dedo.
Zac se pone de rodillas y le abre bien las piernas con sus manos. Agarra
su polla y la frota por la hendidura de Ava.
-¿Lista?- pregunta.
Ava asiente.
Ella asiente.
-Te amo.
Zac se queda sobre ella jadeando. Cuando sale de ella se tumba a su lado.
Me posiciono entre los muslos de Ava. Miro su entrepierna. El semen de
Zac sale de ella.
Ellos se ríen.
Con este pensamiento en mente siento que no voy a durar mucho. Pero
haré que Ava vuelva a correrse en mi polla.
Nos besamos entre los tres. Agarro a Zac por la cabeza y lo atraigo hacia
una de las tetas de Ava. Chupa y muerde el pezón.
Cuando abro los ojos ya son las seis. Tengo que levantarme para ir a la
maldita oficina. Nunca había deseado tanto no ir a trabajar. Preferiría
quedarme en casa con Ava y echar a la zorra de Julia. Así podría follarme a
mi mujer durante toda la mañana.
Julia baja cuando Zac y yo tenemos que irnos. Poppy ya está en casa.
-Julia- la llamo- ¿Puedes venir a mi despacho un momento?
-Sí, pero quiero que lo hagas tú. Eres su madre, después de todo.
Asiento.
Llego a la oficina un rato después. Markus se pasa por aquí para hablar
conmigo. Le digo que después del trabajo venga conmigo a casa para que
me responda a algunas preguntas sobre las cámaras. Ya que, en este
momento no tengo tiempo de hacerlas. El acepta y sale de mi despacho.
Trabajo durante toda la mañana. Casi no tengo tiempo ni para comer. Mi
estómago ruge. Pero no tengo tiempo.
Me levanto de la silla.
Ambos se estremecen.
-Sí, señor.
Ava está tirada en el suelo de la sala mientras Julia la golpea con los
puños y le da patadas en el vientre.
-¡DÉJALA!- grito.
Yo no puedo moverme.
-¡Neil!- vuelve a gritar Ava llorando.
Miro hacia donde ella está mirando. El gato yace inerte en el suelo.
-¡Ella lo mató!- grita Ava- ¡Lo golpeó contra la pared!- ella llora
desconsolada- ¡Neil despierta, por favor! Mi bebé- solloza en los brazos de
Zac.
Miro a Julia. Markus la tiene sujeta por el cuello, parece que le cuesta
respirar. Ojalá se muera. O mejor, quiero matarla yo mismo.
Tiene la cara golpeada. Su labio está roto y parece haber tosido sangre.
Zac
Ha pasado una semana desde que Neil fue asesinado por la hija de puta
Julia Winchester.
Está más delgada, tiene ojeras bajo los ojos y la mirada vacía.
20 de diciembre.
Stella.
Por eso quería invitarte a tomar algo. Si estás disponible, claro. Ahora
que te he visto en línea, me he atrevido a escribirte.
Aparecen los tres puntos flotantes de inmediato. Vaya, eso fue rápido.
-No me dejáis ayudar con Ava. Nadie me habla, nadie me dice nada, no
puedo entrar en su habitación, no puedo dormir bien, como solo todos los
días. Sólo voy a salir con una amiga, a tomar algo. No voy a ir a ninguna
fiesta.
Agarro mi abrigo y las llaves del coche. No sé dónde iré. Pero necesito
salir de aquí ahora mismo.
Conduzco sin rumbo por Nueva York. Miro mi móvil, pero no hay ni una
sola llamada o mensaje de él.
Entiendo que Ava sea lo más importante ahora, pero yo también soy
humano. Necesito estar cerca de ella, cuidarla. Pero jodidamente no me
dejan.
-Hola Tessi.
-Tienes valor.
-¿Qué?
-Ven a mi casa.
Asiento.
-No, está pasando por un momento... Muy duro. Mi padre está volcado
en ella.
-No es eso- Tess me mira entrecerrando los ojos- En serio. Amo a Ava.
Es que yo también quiero cuidarla. Pero ni mi padre ni la nana de Ava me
dejan acercarme.
-Zac, si quieres estar cerca de ella, sólo hazlo. ¿Ella te quiere cerca?
Vainilla.
-No- sollozo.
Me río a carcajadas.
Jason
Mi mandíbula se tensa.
-Zac- susurro.
-Te voy a follar tan duro que nunca más desearás otra polla que no sea la
mía- le susurro.
-Mierda- se queja.
Limpio el desastre que hemos hecho. Algunas cosas del escritorio han
caído al suelo.
Poppy se marcha.
Markus me informa cada día sobre Julia. La tiene encerrada, sin visitas,
sin lujos, dos comidas al día. Voy a hacerle pagar por cada lágrima que ha
hecho derramar a Ava.
¿Qué le he hecho?
Ha dicho que quedó con Stella. Su ex. Confío en él, sé que no han hecho
nada. Al igual que sé que no ha dejado que ningún hombre se lo folle.
Pero no mentiré. Me puse muy celoso cuando me dijo que quizás había
dejado que algún gilipollas se lo follara.
Él es mío.
Y lo he descuidado.
Zac
Mierda.
Se encoje de hombros.
-Y yo a ti, princesa.
Ava.
Me emborraché.
101 dálmatas.
Lo miro confundido.
Mierda.
-Jason- susurro.
-Mierda- murmuro.
-¿Por qué?
La giro para que me mire a los ojos. Tomo su cara entre mis manos.
-Ava, has pasado por mucho esta semana. Lo que necesitas es comer bien
y descansar. Podría hacerte daño.
Eso sólo hace que él llore más. Ava se pega más a él.
Frunzo el ceño enfadado. Te intenta tapar la cara con las manos, pero se
lo impido. Lo agarro por las muñecas y las retengo sobre su abdomen.
-Cuando estoy contigo y con Zac me siento bien. Completa. Nos amas y
te amamos. Me has estado cuidando cuando más te necesitaba. Cuidaste del
cuerpo de Neil. Hiciste que lo trataran bien después de su muerte- la voz de
Ava comienza a entrecortarse- Si lo tengo junto a mí en este momento, es
gracias a ti. Sus cenizas descansan en mi habitación, junto a mí. Eso no lo
hace alguien que corrompe, lo hace alguien que ama de verdad.
Miro a Ava, nos está sonriendo. La agarro por la nuca y la atraigo hacia
mi boca.
Ava
Anoche, cuando escuché a Zac decir que nadie lo quería, algo se activó
en mí de nuevo. Me dolió escucharlo decir eso. Yo lo amo. Pero ha estado
solo esta semana. El shock por la violenta muerte de Neil, se había
apoderado de mí. Jason ha estado volcado en cuidarme. Zac estuvo solo. Ni
Poppy ni Jason lo han dejado acercarse a mí y aun no comprendo por qué.
Es algo que tengo que resolver más tarde. Ahora solo quiero estar con ellos.
-No tienes que disculparte por nada- me dice él- Soy yo quién debe
disculparse con Zac- dice mirándolo.
-Me gustaría contarte algo- me dice con un tono triste- Algo que me
marcó, lo oculté, durante años, en lo más hondo de mi ser. Pero cuando
sufriste el ataque de pánico, cuando te vi desmayarte por la falta de aire,
todos esos recuerdos volvieron a mí. Intenté aparcarlos de nuevo, pero no
pude.
-Yo tenía una hermana. Era unos años mayor que yo.
Ahora entiendo por qué no quiere que lo llamemos papá cuando estamos
intimando. Y estoy segura, que la primera vez dijeron que fue excitante por
mí. Para no hacerme sentir mal por lo que decía.
Las lágrimas comienzan a salir de mis ojos. Jason sufrió la misma
infancia y adolescencia que yo. Pero entonces, a sus 15 años, conoció a mi
abuelo. Salvó su vida y Jason ha salvado la mía.
-Zac y tú sois lo más importante para mí- dice alargando el brazo para
tomar la mano de Zac.
-Princesa...
Su polla golpea mi garganta, noto las lágrimas caer por mis mejillas.
Pero se siente bien.
Jason traza círculos en la entrada de mi culo. Poco a poco va
penetrándome con un dedo.
-Te voy a follar el culo Ava- jadea Zac- Mientras Jason te folla el coño.
Eso es lo que querías ¿no?
Gimo en su polla.
-Aaahhh-grito.
-Sube- me ordena.
Agarro su polla entre mis manos y la froto por mi entrada. Jason gruñe,
haciéndome reír.
Zac se ríe.
-Hazlo- lo interrumpo.
Mete unos centímetros más. Sigue haciéndolo, hasta que noto que se
queda quieto. Siento un poco de ardor. Pero desparece de inmediato.
Sus palabras me calientan. Voy a correrme con dos pollas dentro de mí.
-Ordeñanos, nena.
Abro los ojos lentamente. Veo a Zac y Jason mirándome. Les sonrío.
-Nena- dice Jason acariciando mi mejilla- Te has corrido muy fuerte. Has
tenido tu primer squirt.
Frunzo el ceño.
Jason
Zac y yo llevamos a Ava hasta el baño. Ahora doy gracias por haber
hecho instalar una bañera hidromasaje en él y es para cuatro personas,
podremos bañarnos los tres juntos.
Enciendo los chorros y dejo que la bañera se llene. Ava sigue medio en el
limbo. Tiene una sonrisa de oreja a oreja y la mirada algo perdida. Pero
parece estar bien. Zac la sostiene por miedo a que se caiga si la suelta.
Nunca se había corrido tan fuerte, incluso ha eyaculado por primera vez.
Con nosotros. Con sus dos hombres. Viendo su cara de felicidad es cuando
estoy seguro de que nunca la dejaré ir. Y sé que Zac tampoco lo hará. Ella
será nuestra para siempre. Algún día planeo ponerle un anillo y hacer que se
convierta en nuestra esposa. Que lleve a nuestros bebés en su vientre.
-Mucho.
Mi futuro son ellos. En una casa grande, fuera de la ciudad. Donde hacer
muchos bebés y criarlos. Libres, sin miedo y con mucho amor.
-Así que- dice Ava- ¿Conocías a mi madre desde que tenías 15 años?
-Sí. Ella tenía once. En ese entonces no le caí muy bien. Bueno, nunca le
he caído bien- digo riendo.
-Sí, la única persona que a Julia Winchester le cae bien es la propia Julia
Winchester- contesta Ava mirando al techo.
Se calla.
-No, no, no. Nada de disculpas. Sólo me importa que estés bien.
Poppy la suelta y nos mira a Zac y a mí. Abre la boca, pero la vuelve a
cerrar. Como si no estuviera segura de lo que quiere decir.
Vuelve a abrir la boca, mis ojos se entrecierran esperando sus gritos por
lo que hemos hecho.
Zac sale de la cocina riéndose. Ava pasa por mi lado y le doy un azote en
el culo consiguiendo un grito de su parte.
-Nunca dudaré. He visto cómo la has cuidado esta semana y cómo has
hecho todo para protegerla, poniendo esas cámaras por la casa. Gracias. La
has liberado del infierno.
-No tienes que agradecerme nada, haría cualquier cosa por ellos.
-Bien.
"Demanda de divorcio"
Nepal.
Sudáfrica.
Termino la llamada con Harold y guardo los papeles del divorcio bajo
llave en el cajón del escritorio.
Más tarde le haré una visita a la zorra, espero que firme los papeles. Le
dejo una buena suma de dinero, aunque no deba por nuestro acuerdo
prenupcial. Pero necesito estar libre de ella cuanto antes.
BROOKLYN
Jason
Agarro el sobre del asiento del pasajero y abro la puerta para salir.
Camino hacia la entrada del edificio. Sólo tiene dos plantas con cuatro
apartamentos en cada una. Y en este edificio solo hay tres apartamentos
ocupados.
La señora Green sale justo cuando voy a entrar. La conozco desde que yo
tenía 18 años, que fue cuando me mudé aquí junto a una Lydia muy
embarazada.
-Jason cariño- me saluda con su sonrisa casi desdentada.
-¡Ay hijo!- contesta riéndose- Ojalá fuera una señorita. Te estaría tirando
los trastos.
Tiene razón, no lo es. Pero, aun así, le doy una explicación a ella.
-Esa mujer está bajo arresto domiciliario. Hizo algo muy malo a una
persona inocente- giro mi cabeza para mirar a Marlon- Aun así, intentaré
llevarla a otro lado para que no cause molestias.
-Los malditos médicos, los odio- protesta mientras camina hacia el coche
de su hijo.
Subo las escaleras. Abro la puerta del apartamento. Sean está viendo la
tele. Es uno de mis guardias. La apaga en cuando me ve entrar.
-Ha estado gritando toda la mañana. Se calmó hace unas horas. Por lo
demás, no ha hecho nada relevante.
Tiro el sobre con los papeles del divorcio en la cama junto a ella. Frunce
el ceño y mira hacia él.
-Ábrelo.
-No voy a firmar- dice saltando de la cama- ¿Qué dirán mis amigos?
-Me dan igual tus putos amigos, me da igual la puta prensa y me da igual
la maldita alta sociedad. O firmas o te mando a la cárcel. Tú decides Julia.
Puedes vivir el resto de tu vida con lujos y comodidades. O puedes pudrirte
en una prisión.
-En cuanto el divorcio sea un hecho, te irás de Nueva York. Tienes una
casa esperándote en Los Ángeles.
-¡Cállate!- grito.
Conduzco hasta allí. Es la primera vez que la voy a ver en persona. Fue
Salma quién me la recomendó, trabajan para el mismo bufete. Sólo hemos
hablado por teléfono.
Suspiro aliviado.
Dos semanas.
-Gracias- le digo.
Entro en el despacho de Salma y cierro tras de mí. Ella me mira con las
cejas elevadas.
-Tan mal.
Asiento mirándola.
-Así que serás libre- dice trazando círculos en mi muslo con su dedo
índice.
-Divorciado, sí.
-Pero no libre.
-¿Zac?- pregunta.
-Sal...
Me siento mal por ella. Salma es una mujer de buen corazón. Pero
pertenezco a Ava.
-¿Sabes?- dice mirándome a los ojos- Yo podría haber sido esa mujer que
os hacía falta.
-Zac...
La agarro por los hombros y la atraigo hacia mí. La abrazo con fuerza. A
pesar de todo, sigue siendo mi amiga. Una buena amiga.
Cuando llego a casa abro los ojos de par en par. Hay decoraciones
navideñas por todos lados. Incluso un árbol enorme en el centro de la sala.
Ava sale de la cocina y me ve. Corre hacia mí con una sonrisa y los
brazos abiertos. Salta sobre mí , la atrapo en el aire. Rodea mi cintura con
sus piernas y mi cuello con sus brazos. Su cara está hundida en mi cuello y
la mía en el suyo. Absorbo su olor.
-Es navidad. Zac creyó que debíamos decorar la casa. Y tenía razón.
-¿Estás feliz?
Zac
Me doy cuenta que lleva en la mano el mismos sobre que le llegó esta
mañana. Saca unos papeles de dentro y me los entrega.
-De hecho- dice Jason separándose un poco de mí- En dos semanas seré
un hombre divorciado.
-¿Firmó el divorcio?- Ava parece confusa.
-Tú también eres libre, nena- dice Jason entrelazando sus dedos con los
de ella- Y ya no tenemos que escondernos. No quiero que lo hagamos.
-Sí.
-La odio.
-Estoy bien.
Ava se queja. Jason y yo nos reímos. También quiero saber qué será la
sorpresa. Pero puedo aguantar un par de días más.
Le había contado todo lo ocurrido con mi Jason, con Ava y con Julia. No
nos ha juzgado en ningún momento. Aunque al principio fue un poco
chocante para ella saber que tenía una relación romántica con Jason. Y
cuando le comenté lo de Ava, su mandíbula se desencajó.
-Sí, Jason estará más que feliz de llenar ese Jepp de niños- digo riendo.
-Es muy raro- dice Tess nerviosa- Que lo llames Jason y no papá. Pero se
te ve tan feliz.
Dejo las llaves en la entrada y coloco los regalos envueltos bajo el árbol.
Ya había unos cuántos que Ava y Jason habían comprado o pedido por
internet estos días.
Cuando entro los veo a los dos dormidos y abrazados. Los observo un
rato. Me encanta verlos así. Me desvisto rápido quedándome en bóxers.
-¿Has cenado?
-Bien.
Una pregunta pasa por mi mente. No estaba seguro si pronunciarla. Pero
tampoco me quiero quedar con la duda. Y como si me estuviera leyendo la
mente, Jason habla.
-¿Habéis follado?
-¿Te molesta?
Una suave risa me hace abrir los ojos. Giro mi cabeza y veo a Ava
mirándome y riéndose. Luego mira hacia abajo. Sigo su mirada.
-Joder- jadeo.
Ava comienza a mover sus caderas sobre mi cara. Sus jugos me llenan.
Saco los dedos del coño de Ava, ella se gira sin quitar su coño de mi
boca.
Ava me agarra las bolas con una mano y las comienza a masajear.
-Vamos a hacer que nuestro hombre se corra otra vez nena- murmura
Jason.
Lamo el clítoris de mi chica. Ella gime mientras se corre por mis dedos.
Jason gruñe corriéndose en mi culo, me corro de nuevo por mi vientre.
Ava
24 de diciembre, 19:30h.
Una de ella era que Jason escondía un regalo, el más deseado por Zac, la
noche anterior y por la mañana él debía buscarlo. Cuando lo encontraba, era
entonces cuando podía abrir los otros regalos, era como buscar la llave del
tesoro.
Nunca había querido tener hijos porque nunca pensé en que conocería a
alguien que me librara de mi infierno. Y, obviamente, tener hijos con mi
madre cerca era un no rotundo.
-Has estado muy callada toda la noche, nena- me dice Jason mientras
acaricia mi brazo con sus dedos.
-Sí.
-¿Y cuántos de esos quieres?- pregunta Zac moviendo las cejas de arriba
abajo.
Me río.
-¿Muchos?- contesto.
Asiento.
Zac levanta más mi vestido, dejando mis bragas expuestas. Las echa a un
lado y pasa sus dedos por mis pliegues haciéndome gemir bajito.
-Nena, estás muy apretada por aquí. Voy a disfrutar tanto follando el culo
de mi mujer.
Jason se introduce unos centímetros más en mi culo. Hasta que noto que
se detiene.
-Aaahhh-gimo.
-A nuestra mujer le gusta ser follada por dos pollas, cariño- gruñe Jason a
Zac.
Zac y Jason se mueven más rápidos. Las embestidas son fuertes. Pero
que Dios me lleve si no me gusta así.
Asiento automáticamente.
Frunzo el ceño. Lo último que recuerdo es estar siendo follada por los
dos.
-No lo recuerdo.
Jason y yo nos miramos confundidos. Zac vuelve con dos cajas. Una más
grande y otra más pequeña, mucho más pequeña.
¿Qué?
Ella.
-Laika- murmuro.
-Es un buen nombre- dice Jason agachándose a mi lado- ¿Crees que a
Neil le hubiera gustado ella?
Zac y Jason se ríen. Pero es cierto, Neil era un mimado. Aun así, ojalá
estuviera aquí.
Zac nos obliga a bajar al garaje. Un impresionante Jepp nos esperaba allí.
A Jason y a mí nos cuesta un poco saber a dónde quiere llegar Zac. Pero
cuando lo hacemos sonreímos. Ambos me miran a mí y a Laika en mis
brazos.
-¿Qué?- pregunto.
-No queremos que te sientas presionada con esto. Es sólo para el futuro-
dice Zac.
Sonrío.
-Sí. Me encantaría.
Zac se acerca a nosotros y nos besamos. Son las mejores navidades que
he tenido en mucho, mucho tiempo.
FANTASMAS
Zac
8 meses después...
Durante estos meses hemos estado viajando cada vez que podíamos.
Nuestro primer viaje, los tres juntos, fue a una cabaña en Alaska, de la cual
no salimos. Todo fue sexo y juegos de mesa. La única vez que salimos fue
para hacer una compra y abastecernos.
Jason nos contó que había estado investigando sobre la poliandria, una
palabra que no había escuchado nunca. Significa que una mujer puede
casarse con varios hombres. Nos comentó que en Sudáfrica era posible. Que
ya tenía una villa esperándonos allí para cuando estuviéramos listos para
casarnos. Obviamente, le pusimos un anillo de compromiso a Ava poco
después. Le pedimos matrimonio después de llevarla a cenar al Per Se. Ella
aceptó. Le había encantado el diamante rosa. Uno de los más raros del
mundo.
Entramos sin llamar. Jason levanta la cabeza de los documentos que está
leyendo. Cuando se da cuenta que somos nosotros, nos sonríe.
-Que pase- dice Jason. Nos mira a Ava y a mí- Será sólo un momento.
-Princesa- la llamo.
-Cariño- dice.
¿Elliot?
La puerta de la sala se abre. Jason aparta una silla de una patada. Está
muy enfadado. El gilipollas de Elliot debe haberle dicho quién es. Camina
de un lado a otro de la sala.
-¡JODER!- grita.
Lo dice en serio. Jason no soporta que nadie nos haga daño. Siempre es
muy protector con nosotros.
Ava llora en el hombro de Jason. Hacía mucho tiempo que no la veía tan
vulnerable. Estos meses Ava se había vuelto una mujer mucho más fuerte.
Pero ahora, estaba destrozada.
Tenía ganas de ir detrás del maldito Elliot y golpearlo hasta la muerte por
haberle hecho tanto daño a mi mujer.
LA OFICINA
Jason
Ava ha pasado unos días decaída debido al encuentro con Elliot Willow
en mi oficina.
-Dime.
Aprieto los puños. Lleva llamando desde que lo obligué a abandonar este
edificio. Tiene prohibida la entrada aquí y en la fábrica.
-Pásame la llamada.
-Lo que has oído. Si intentas ponerte en contacto con ella te vas a
arrepentir.
Cuelgo el teléfono sin darle opción a que responda. Respiro hondo para
intentar tranquilizarme. No lo logro.
-Enseguida.
-Adelante.
Volteo y la veo ahí parada, mirándome. Doy zancadas hasta llegar a ella.
La agarro por las caderas y la beso apoyándola contra la puerta. Paso mi
lengua por la costura de su boca y ella me da acceso. Nuestras lenguas se
enredan saboreándose. Agarro su culo con ambas manos y lo aprieto.
-Jason- advierte.
-Vuelve a llamarme así y te follaré tan fuerte que pondré más de un bebé
en tu vientre.
Ella se ríe. Pero lo digo totalmente en serio. La agarro por las caderas y
froto su coño en mi dura polla. Ava me pone las manos en el pecho y me
detiene.
Suspiro.
-Nena- le digo agarrando su barbilla con mis dedos para hacer que me
mire- No voy a dejar que se acerque a ti. Se lo he dejado claro.
-Haré lo que sea necesario para hacerte feliz y si eso supone amenazar a
alguien lo haré y si tengo que cumplir mis amenazas las cumpliré. Ava, te
amo.
-Joder. Ojalá pudiera estar ahí. Cariño - dice refiriéndose a mí- lámelo
por mí.
-Joder, mira como su coño se traga tus dedos. Princesa quiero follarte y
llenarte con mi semen.
-Mierda sí.
-Córrete princesa.
Ava
Llevamos un buen rato caminando, hemos pasado por delante del zoo.
Donde Laika no ha dejado de dar tirones para entrar cuando ha escuchado a
algunos animales.
Cada vez que ella salta sobre el otro perro tropieza y termina con las
patas para arriba, haciéndome reír.
-Suéltame- murmuro.
-Ven conmigo, Elliot nos está esperando un poco más allá- dice
señalando hacia un lado del parque.
-Te ha dicho que la sueltes- dice una voz masculina que identifico de
inmediato.
-Jason- murmura.
Parece asustada.
Cuando llegamos, Jason suelta a Laika y le quita el arnés del cuerpo, ella
sale corriendo hacia la cocina. Jason me atrae hacia él y me abraza. Me da
un beso en la parte superior de la cabeza.
-Ahora sí.
-¿Por qué?
-Ava, por favor. Confía en mí. Tú sólo avísame si la vuelves a ver por
algún lado.
Quizás él estaba un poco herido. Lyla siempre me dijo que había estado
enamorado de mí. Aunque nunca le di esperanzas.
Asiento.
-No merecen estar a tu lado nena. Algún día se darán cuenta del error que
cometieron dejándote marchar.
-Sentí que algo iba mal, así que llamé a casa. Poppy me dijo que habías
salido a dar un paseo. Salí de la oficina e intenté llegar lo más rápido a ti. El
gps de tu móvil me señaló que estabas en el parque para perros.
-Una semana para que la última inyección deje de hacer efecto- le digo.
-Y yo a ti nena.
Llamo a Zac para hablar con él, lo extraño mucho. Últimamente tiene
turnos muy locos en el hospital. Pero pronto eso se acabará, tendrá un turno
fijo, serán menos horas de trabajo y podremos vernos más.
LOS MUERTOS HABLAN
Ava
Acaricio su rostro con mis dedos. Es tan perfecto. Sé que no hay nada
sobre él que ni Jason ni yo no sepamos. Elliot sólo quiere engañarme para
que vaya a verlo. No voy a darle esa satisfacción.
Por fin tiene más tiempo para nosotros, sus turnos en el hospital se han
regulado. Hoy es su día libre.
-Hola princesa- dice dándome un beso en la boca.
-Hola amor.
-¿Estás lista?
-Sí.
Espera. ¿Mamá?
La miro a los ojos. Se parecen a los de Zac. Pero debe ser una
coincidencia. La madre de Zac murió. Que se llame Lydia como ella sólo es
otra coincidencia. Tiene que serlo.
Agarro mi bolso y dejo dinero encima de la mesa. Todas las personas del
restaurante nos están mirando. Pero ahora lo que más me preocupa es sacar
a mi hombre de aquí. Agarro su mano y lo ayudo a ponerse de pie. Se
tambalea un poco.
-Amor- le susurro- Tenemos que irnos. ¿Te sientes bien para caminar
hasta el coche?
Cierra los ojos. Las lágrimas empiezan a mojar sus mejillas.
Mierda.
Me río sarcásticamente.
-¿Quién eres tú para decirme lo que puedo o no puedo hacer con Zac?
-Lo haré tangas veces como quiera porque para eso estamos juntos.
-Hija, escucha.
-¡Cállate!- le grito.
-Abejita ven conmigo- dice Markus, que ha venido con Jason y dos
guardaespaldas más- Zac tú también, os voy a sacar de aquí.
-Zac, no te mentí. Fue ella la que quiso hacerse pasar por muerta. Te lo
contaré todo en casa.
-¡Zac!- lo regaño.
Ava.
Mira a Lydia.
Zac sale del restaurante chocando con todo a su paso. Incluso Jason.
-Zac- susurro.
-Markus llévala a casa. Que no salga ni entre nadie que no sea Zac.
Tyler- le dice a uno de los guardaespaldas- Sigue a Zac a dónde quiera que
vaya y asegúrate de que no le pase nada.
Esto no es bueno.
Zac es mi hijo.
Es tu hermano.
Me niego a creérmelo.
SECRETOS
Jason
Nunca imaginé que ella volvería. Se fue. Nos dejó por su amante.
Nunca supe quién era él y mucho menos que era el padre de Zac.
Hace 26 años...
Una idea pasa por mi cabeza y antes de que pueda procesarla mi boca
se mueve por sí sola.
-Por supuesto que sí. Eres mi mejor amiga. No te dejaré sola en esto.
Abraham me puede dar trabajo mientras no estoy en la universidad.
-Gracias Jason. Eres el mejor. Te quiero.
8 meses después...
Ella grita y se retuerce de dolor. Zac ya casi está aquí. Mi pequeño está
a punto de nacer.
Mis recuerdos son interrumpidos por una suave voz. Ava entra en mi
despacho. Tiene la mirada triste. Echa de menos a Zac, pero él se niega a
volver a casa. Hicimos pruebas de ADN para comprobar lo que dijo Elliot.
Es cierto. Ava y Zac son medios hermanos.
Algunas noches Ava se despierta llorando porque ha soñado con él. Que
volvía a casa. Con nosotros.
Joder.
Debí haberle dicho la verdad sobre Lydia cuando creció. Él podía
manejarlo. Estoy seguro.
Ella se mete bajo las mantas. Me meto junto a ella y la abrazo. Comienza
a darme besos por el pecho. Mi polla se empieza a poner dura.
-Nena.
-Te necesito.
Me pongo de rodillas para quitarle las bragas. Las echo a un lado del
suelo. Ava se incorpora un poco para quitarse el sujetador.
-Más- gime.
Me pongo de rodillas sin salir de ella. La agarro por las caderas y acelero
mis embestidas. Acaricio su clítoris.
-Aaahhh- gime.
Sé que está en casa de su amiga Tess. Me alegra que tenga a alguien con
quien contar en estos momentos.
-¿Qué ocurre?
Zac.
SORPRESA
Ava
Por favor, Dios. Que no estén aquí por él. Ahora lo necesito más que
nunca. A ambos.
¿Qué?
-Te dije que algún día me las pagarías querido esposo- dice el diablo, mi
madre.
-¿Jason?
-¡Markus!
-Abejita ¿qué ocurre?
-Ella. Mi madre.
-¿Estás en peligro?
-Gracias Salma.
Espera.
-Soy Ava.
-¡Oh Ava!
-¿Qué ha pasado?
-Shhh. Se va a arreglar.
Debo haberme quedado dormida. Cuando abro los ojos, Zac no está y ha
oscurecido.
Niego con la cabeza. Me levanto del suelo y voy a lavarme los dientes.
Mi cabeza da vueltas. Me miro en el espejo. Estoy pálida. Mis ojos se
encuentran con los de Zac.
Tengo que decírselo. Sólo espero que no huya. Lo necesito más que
nunca.
Sus ojos se abren como platos. Veo su pecho subir y bajar con rapidez.
-Sí y de Jason.
Zac
Embarazada.
Mi corazón lucha por salirse del pecho. La miro mientras sus lágrimas no
dejan de caer.
¿Qué he hecho?
Me froto la cara con las palmas de mis manos. Esto es una pesadilla.
Éramos felices. Todo se jodió cuando mi madre volvió a aparecer en mi
vida.
Mi corazón duele. Por mi mujer y mis hijos. Por mi hombre. Que ahora
está bajo arresto. Salma ha intentado sacarlo, pero hay pruebas contra él.
Pruebas falsas, por supuesto. Salma tiene que demostrar que lo son. Ella
dice que no le costaría mucho trabajo. Pero llevará algo de tiempo. El
problema es que van a mandar a Jason a prisión sin fianza.