Jacqui Aguirre

Profesora Juarez-Almendros
ROSP 30712
29 noviembre 2018
Detrás del vitral: un análisis de la crítica de la hipocresía de la institución de la Iglesia en
Lazarillo de Tormes
La institución más poderosa en España en el siglo XVI fue la Iglesia católica y el

característico más importante de la historia de Lazarillo de Tormes es la crítica de esta

institución. Lazarillo de Tormes, una novela picara del siglo XVI con un autor anónimo, es

popular porque es real. Es una representación verdadera de la vida de los pobres a través la

historia del personaje principal, Lázaro, pero también es una representación verdadera de la

Iglesia, en todos sus aspectos, especialmente su hipocresía. El tema más importante en

Lazarillo de Tormes es la crítica de la hipocresía de la Iglesia, sus cleros, y sus miembros. Es la

fuerza motriz detrás de la mayoría de la trama de la historia y es la influencia más importante

en la vida de Lázaro.

Hay tres figuras principales quienes son miembros oficiales de la Iglesia: el clérigo (el

segundo amo de Lázaro), el fraile (el cuarto amo de Lázaro), y el arcipreste (el final amo de

Lázaro). Voy a empezar el análisis de la hipocresía de los miembros de la Iglesia con el clérigo .

En Tratado II, se puede ver la hipocresía en el segundo amo de Lázaro. El clérigo, que se

supone un hombre generoso y caritativo de Dios, es egoísta y avaro. No sólo casi mata a

Lázaro de hambre – un crimen en sí mismo debido al hecho que el clérigo, como un miembro

de la iglesia deben ayudar a otros espiritualmente y con necesidades materiales – también

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pervierte los sacramentos religiosos para que él pueda vivir con más lujo. Como señala Thomas

Hanrahan, él se aprovecha de los ritos funerarios para atiborrarse con los alimentos ofrecidos

por las familias afligidas (334). Lázaro y él "live off the dead" en cierto sentido, pero los dos

ejemplos son muy contrastados – Lázaro necesita funerales para sobrevivir porque el clérigo lo

mata de hambre (Hanrahan 334). El clérigo, por otro lado, ya goza de cenas extravagantes,

pero todavía se da un banquete en los funerales sin preocuparse por las familias de los muertos.

Además, argumenta Hanrahan, el clérigo convierte la Eucaristía en una parodia al cerrar el pan

en el arca (334). El pan está supuesto dar vida, como el cuerpo de Cristo, pero en vez de

cumplir su propósito, se acumula en el arca, mientras Lázaro muere de hambre. El clérigo,

como dice Manuel Asensio, “es una espléndida y severa caricatura de la avaricia y falta de

caridad, de inopia espiritual y cristiana” (84). Pues, el lector puede ver claramente la

corrupción del clérigo.

El fraile de Merced es el cuarto amo de Lázaro – las vecinas de Lázaro le ayudan

encontrarle después del abandono de su tercer maestro, el escudero. Lázaro describe el fraile

como “un gran enemigo del coro”, o las responsabilidades de un fraile (108). El fraile,

aparentemente, está en todos lugares excepto el convento. El esta conectado con “negocios

seglares” y hay una implicación que también tiene aventuras sexuales (109). En otras palabras,

el fraile no es tan santo como sugiere su puesto. Lázaro no habla mucho sobre su tiempo con el

fraile, pero su breve descripción es suficiente para ver que hay corrupción de otra figura de la

Iglesia: el materialismo, la promiscuidad sexual, y evitación de las responsabilidades religiosas.

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El arcipreste es el final amo de Lázaro y la ultima figura religiosa que voy a hablar

sobre. Lázaro llama la atención del arcipreste cuando está trabajando como un pregonero – el

arcipreste tiene un negocio del vino y agua y Lázaro (como el pregonero) vende sus vinos con

habilidad (130). Este hecho en sí mismo es corrupción por la parte del arcipreste porque

“secular business was forbidden to clerics by tradition and law” (Hanrahan, 334). A causa de la

habilidad de Lázaro vender los vinos del arcipreste con mucho éxito, el arcipreste “procuró

casar[se] con una criada suya” (130). Pero la verdad es que la criada es también la amante del

arcipreste, un escándalo en la misma manera en la que las aventuras sexuales del fraile son un

escándalo – un miembro de la Iglesia debe ser célibe. Hanrahan propone que, como el clérigo,

el arcipreste hace una parodia de los sacramentos santos. En este caso, el sacramento es que del

matrimonio porque sus relaciones físicas con su criada (ahora la esposa de Lázaro) no terminan

con su boda. Lázaro definitivamente sabe sobre estas relaciones, a través los rumores del

pueblo, pero esta reluctante actuar a causa de los regalos, la comida, y la casa que el arcipreste

le da. En todo caso, cuando Lázaro se enfrenta su esposa, ella le suplica que no crea los

rumores de la gente que ella niega y se pone muy histérica – Lázaro resuelve no preguntarle

otra vez, aunque es probable que las relaciones continúan entre el arcipreste y ella. La

corrupción mas grande en el caso del arcipreste es su corrupción sexual y su abuso del

sacramento de matrimonio entre Lázaro y la criada para mantenerla cerca y continuar estas

relaciones.

Pues, es claro que hay mucha corrupción entre los miembros del clero de la Iglesia.

Pero Lazarillo de Tormes también enfoca en la hipocresía religiosa del hombre común. Se
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puede ver esta en los ejemplos del ciego en Tratado I, la gente de Toledo y el escudero en

Tratado III, y el alguacil de Tratado V. Voy a empezar con el ciego. El ciego es el primero amo

de Lázaro – Lázaro entera su servicio cuando es niño. Manuel Ascencio argumenta que el ciego

“plantea problemas religiosos de interés vital en la época: la caridad, la oración, el ejemplo; al

Ciego se le caracteriza como avaro, cruel, farsante, falto de caridad, a la que debe su sustento y

sus ahorros; explota la fe religiosa y la superstición del pueblo…” (83). En otras palabras, el

ciego es un mendigo que abusa la fe católica de la gente para ganar su dinero y es muy cruel

con su tratamiento de Lázaro. Lázaro sufre palizas y el hambre a las manos del ciego y el ciego

“despite his astuteness, lacked that prime requisite of Christian living, charity” (Hanrahan,

333). El ciego vende oraciones por dinero, pero es obvio que es una hipócrita en términos

religiosos.

Siguiente, vemos dos ejemplos de la hipocresía religiosa en Tratado III, con la gente de

Toledo y el tercer amo de Lázaro, el escudero. Para empezar, la ciudad muestra un tipo de

generosidad muy superficial. La gente le da dinero a Lázaro al principio, cuando se está

recuperando de las heridas causadas por el clérigo en el previo tratado, pero, tan pronto como

se cura, la gente se convierte en muy crítica y lo llama un mendigo y le dice que necesita

“busca, busca un amo a quien sirvas” (71). Este sentido de superficialidad se puede ver también

más adelante en el tratado, cuando la ciudad está sufriendo de la falta de pan. La respuesta de la

gente es expulsar a todos los mendigos extranjeros de su ciudad y los castiga con azotes (93).
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En mi opinión, no es “cristiano” de una persona ser generoso y útil para los pobres sólo cuando

le conviene – la hipocresía de la ciudad es en su superficialidad.

El escudero, también en Tratado III, como lo señala Stanley Nowak, es la encarnación

del "capital sin of Pride" y sirve como un punto de contraste con la generosidad de Lázaro (17).

Lázaro, a pesar de ser pobre, genuinamente parece gustarle al escudero como su amo. No sólo

comparte comida con él, sino que encuentra maneras de ofrecer lo que no ofenderá el orgullo

pecaminoso del escudero. El escudero no es tan diferente a Lázaro porque ambos son

extremadamente pobres. El escudero, sin embargo, es tan orgulloso que ni siquiera quiere que

la gente en la ciudad sepa que Lázaro está viviendo con él (80). Sólo se preocupa por las

apariencias – esto se puede ver cuando le dice a Lázaro que va a la misa, sólo para tratar de

pasar tiempo con prostitutas en su lugar (86). El escudero, sin embargo, traiciona la caridad de

Lázaro al abandonarlo a los cobradores de impuestos (106-7). Nowak lo señala muy elegante

cuando escribe: “…the imagery of Tratado Tercero is clearly that of a ‘descent into Hell’ ,

where the absence of God is a primary cause of pain. The Squire, as a representation of the

absence of the Christian virtues, will clearly demonstrate that ‘la caridad se subió al cielo’”

(18). En palabras más simples, “[e]l Escudero…se la censura que ese hidalguismo le haga

olvidar la verdadera nobleza y los deberes reales del cristiano” (Asensio, 85). Pero, en realidad,

el propósito del escudero es para representar “a stratum of society” quien participar en “vain ,

empty honor and routine religious practices in addition to fraud and hypocrisy” (Hanrahan,
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337). Básicamente, la crítica del escudero es un critica de la hipocresía religiosa de la sociedad

en general.

El alguacil en Tratado V es el próximo ejemplo de hipocresía religiosa en que usa la fe

de su gente para engañarlos en la compra las bulas del quinto amo de Lázaro, el buldero. En

resumen, Lázaro y su amo están en parte de Toledo, vendiendo bulas. El problema es que nadie

quiere comprarlas. Una noche, el buldero y el alguacil luchan porque el alguacil dice que el

buldero es un “falsario” y también son sus bulas (115). La gente separa los dos, pero todo el

pueblo esta hablando sobre la falsaria de las bulas durante la misa el próximo día, que el

buldero está liderando. El alguacil entera la iglesia, y dice que con voz alta que las bulas son

falsas (118). El buldero dice una oración que si lo que dice el alguacil es verdadero, el buldero

estará castigado y si lo que dice el alguacil es falso, el alguacil estará castigado (119).

Inmediatamente, “el alguacil cae de su estado y da tan gran golpe en el suelo…y comenzó a

bramar y echar espumajos por la boca y torcella y hacer visajes con el gesto…revolviéndose

por aquel suelo a una parte y a otra” (119-20). El buldero y toda la gente dicen una oración por

el alguacil y el buldero pone una bula en la cabeza del alguacil – a este punto, el alguacil

despierta de su ataque, pide por perdón del buldero y cupla al diablo por sus acciones (120-22).

Después, toda la gente compra una bula, pero la verdad es que el alguacil estaba fingiendo para

ganar parte del dinero de las ventas de las bulas. El uso de la religión por sus propias razones es

claro aquí.
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Finalmente, Lazarillo de Tormes ofrece una crítica de la institución de la Iglesia en su

conjunto, específicamente con las bulas y las oraciones del ciego. Esta critica esta relacionado

con las supersticiones de la gente y las maneras en que la Iglesia (y sus miembros, en el caso

del ciego) usa estas supersticiones por sus propias ganancias. A pesar de la popularidad de las

bulas en esta época, la venta de ellas era muy controversial. Por mucha gente, las bulas

transformaban la idea de la pureza moral en un asunto de la riqueza de una persona. La critica

en Lazarillo “is usually accepted as a criticism of at least the techniques employed in the

preaching of indulgences if not of indulgences themselves” (Hanrahan, 337). Además, las

oraciones del ciego son criticadas también. La eficacia de este tipo de oración se cuestiona en

que el ciego usa las oraciones para ganar dinero y, algunas veces, no dice toda la oración. El

abuso de la gente a través de su religión muestra una crítica del ciego, por supuesto, pero

también de la idea que es posible para aprovechar la gente en esta manera. La Iglesia ha

afirmado que es posible para comprar la salvación espiritual a través las bulas y las oraciones,

y pienso que hay una critica fuerte de esta idea en Lazarillo.

Para mí, el tema de la hipocresía religiosa es el tema mas importante en Lazarillo de

Tormes. Juega un papel muy grande en el comportamiento de casi todos los amos de Lázaro –

el ciego, el clérigo, el escudero, el fraile, el buldero, y el arcipreste – y es una influencia muy

importante en casi todos los tratados y las decisiones de Lázaro. Como dice Asensio:

Para nosotros, es diáfano un decidido propósito didáctico, moral, que destaca la acción

del medio – pobreza, hambre – y la responsabilidad en que incurren los amos de

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Lázaro, con su conducta y mal ejemplo, sembrando el desengaño religioso en un niño,

inclinándole a la práctica del engaño, la mentira, la hipocresía, el disimulo;

fermentando su tendencia al parasitismo, su materialismo; provocando, en forma

progresiva, una deformación espiritual y moral que produce, como resultado final, un

redomado bellaco (87).

En otras palabras, toda la personalidad de Lázaro y casi todas de sus elecciones en su vida ha

sido formado por la hipocresía religiosa de la Iglesia. Era un niño cuando entera el servicio del

ciego, quien enseñaba a Lázaro como mentir y mendigar y también era su primera experiencia

con la crueldad intencional. El clérigo le abusaba sin misericordia y el escudero arruinaba su

inocencia restante. El fraile era su introducción a su sexualidad y el buldero le impresionó con

su habilidad para engañar. Finalmente, su vida es conectada permanentemente con el arcipreste

a través de su matrimonio. Todas estas instancias muestran la hipocresía religiosa en una

manera u otra. Para estas razones, esto es el tema mas importante en toda la historia.

En conclusión, la hipocresía religiosa es el tema mas fuerte en Lazarillo de Tormes y se

puede ver esto mas claramente en los amos de Lázaro (miembros regulares de la Iglesia y

miembros del clero), pero también en la critica de la Iglesia en su conjunto. Los cleros de la

Iglesia (el clérigo, el fraile, y el arcipreste principalmente) representan la hipocresía religiosa al

nivel mas alta con su materialismo, promiscuidad, egoísmo, y crueldad. Los miembros

regulares (quienes no son miembros del clero) de la Iglesia, sin embargo, también representan

una hipocresía muy fuerte en la sociedad: la falta de la caridad, la decepción, y la

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superficialidad. En su conjunto, la Iglesia es hipocrática en la manera en la que aprovechar la

gente común a través de sus supersticiones – con la venta de las oraciones y las bulas. Todos

estos aspectos juegan el papel mas importante en Lazarillo de Tormes porque todos forman la

personalidad de Lázaro y influyen sus elecciones – Lázaro es quien es a causa de esto.

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Obras citadas

Asensio, Manuel J. “La Intención Religiosa Del Lazarillo De Tormes y Juan De

Valdés.” Hispanic Review, vol. 27, no. 1, 1959, pp. 78–102. JSTOR, JSTOR,

www.jstor.org/stable/470414.

Hanrahan, Thomas. “Lazarillo De Tormes: Erasmian Satire or Protestant Reform?” Hispania,

vol. 66, no. 3, 1983, p. 333., doi:10.2307/342304.

Nowak, Stanley J. "The Squire as an Incarnation of Pride in "Lazarillo De Tormes"." Modern

Language Studies 22, no. 1 (1992):17-33. doi:10.2307/3194996.