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TEMA 7.- LA MENTE INCONSCIENTE (TEORÍA PSICODINÁMICA DE LA


PERSONALIDAD)

A) Se denomina consciencia a la parte de la mente que nos pone en contacto y


nos permite conocer el mundo exterior y a nosotros mismos.

Desde el siglo XIX los filósofos se habían percatado de que existe una parte
inconsciente en la mente.

En 1869, Eduard von Hartmann publicó su Filosofía del inconsciente, libro en el


que señalaba que existen procesos inconscientes en la mente humana, aunque
los interpretaba aún desde el punto de vista romántico de una filosofía del
Absoluto.

B) Fue el médico austríaco, de origen judío, Sigmund Freud (1859-1939) el


primero que estudió científicamente el inconsciente, a través del análisis de
casos clínicos de enfermos mentales.

También fue Freud el primero en crear una teoría sistemática sobre la mente
inconsciente del hombre y sus relaciones con la conciencia.

C) En 1855, Freud fue a París, donde estudió con el médico francés Charcot, de
quien aprendió la técnica de la hipnosis, aplicada a la curación de casos clínicos.

Al regresar a Viena, junto con el Dr. Breuer, aplicó la hipnosis para curar casos
de histeria, como los de su paciente Anna O.

Freud y Breuer descubrieron que la paciente histérica, que sufría parálisis de


sus miembros, cuando relataba bajo hipnosis una serie de sucesos traumáticos
que había padecido, quedaba aparentemente curada, después de salir del
sueño hipnótico.

A esta técnica la denominaron Freud y Breuer catársis o abreacción, porque en


ella los pacientes descargaban las emociones que estaban ocultas en su mente,
de las que no parecían conscientes, porque estaban reprimidas.

Tras la catársis (que en griego significa “purificación”) parecía como si los


presentes quedasen “purificados” o “limpios” de aquello que les atormentaba,
y los síntomas histéricos desaparecían, o al menos mejoraban.

Pero Breuer abandonó pronto el estudio de estos casos, porque se producían


“transferencias” (es decir, los pacientes, especialmente las mujeres,
empezaban a experimentar una especie de “enamoramiento” del médico, ya a
simular, incluso, embarazos histéricos, algo mal visto por la sociedad de la
época).
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Freud, en cambio, siguió adelante con lo que llamó psicoanálisis,


preguntándose: ¿dónde se ocultan los traumas psíquicos de los que el paciente
no parece tener conciencia? ¿No tendrán que ver con la sexualidad reprimida?

D) Estudiando muchos más casos clínicos, Freud desarrolló su primera tópica,


es decir, su primera teoría de la mente humana.

Para elaborarla, ideó un nuevo método de análisis mental: la asociación libre,


por la cual el paciente, en estado de relajación (tumbado), asocia libremente
ideas, sueños, recuerdos, fantasías, que le van llevando a penetrar en el fondo
más oculto inconsciente de su psique.

La hipnosis, en cambio, se mostraba poco eficaz desde el punto de vista clínico,


y Freud la abandonó.

En su 1ª tópica, expuesta en la Interpretación de los sueños (1900), Freud


distingue tres instancias o estructuras psíquicas:

1) La conciencia: parte de la mente que se encuentra en contacto con el mundo


exterior.

2) El preconsciente: parte de la mente donde se encuentran todos aquellos


contenidos mentales que no son conscientes en un momento dado, pero
pueden llegar a serlo.

Consciente y preconsciente se rigen por el principio de realidad, que les lleva a


adaptarse a las exigencias que impone la realidad y a los valores morales de la
sociedad.

3) El inconsciente, formado por todos aquellos recuerdos, deseos inconfesables


o prohibidos, sucesos traumáticos olvidados o impulsos inadmisibles para la
conciencia (pulsiones), que están reprimidos para ella.

El inconsciente se rige por el principio del placer, que exige satisfacción


inmediata de los deseos.

Esa represión está provocada porque entre el preconsciente y el inconsciente


se sitúa la censura psíquica.

Según Freud, los contenidos del inconsciente suelen ser amenazadores para la
integridad psíquica del sujeto, provocando en él angustia o sentimientos de
culpa, o simplemente son inadmisibles social o moralmente, por lo que
permanecen retenidos en el inconsciente; pero la energía que poseen tales
contenidos (energía psíquica) busca descargarse, de manera que, cuando la
conciencia disminuye su vigilancia (en los sueños, fantasías, creación de obras
de arte, libre asociación de recuerdos…), el inconsciente aflora, aunque
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distorsionado o deformado, a través de lo que Freud llama “formaciones


sustitutivas”: sueños, actos fallidos, lapsus linguae, imágenes fantásticas,
síntomas neuróticos, creación artística.

Por esta razón, los sueños son fundamentales para acceder al inconsciente, y la
tarea del psicoanalista es interpretar los símbolos oníricos (el “contenido
manifiesto del sueño”) para descubrir su significado (el “contenido latente u
oculto del sueño”).

E) Un aspecto fundamental descubierto por Freud es que en el inconsciente se


encuentran dos pulsiones básicas del ser humano, es decir, dos impulsos,
provocados por una energía psíquica, que busca satisfacerse mediante el
principio del placer:

Las pulsiones de autoconservación y, sobre todo, la pulsión sexual, cuya energía


es la libido.

La insatisfacción de estas pulsiones provoca una tensión mental en el sujeto,


que necesita satisfacerla de forma derivada, mediante las formaciones
sustitutivas ya mencionadas.

El estudio psicoanalítico de las fantasías, sueños, obras de arte y síntomas


neuróticos del sujeto nos permite acceder a sus deseos insatisfechos, a sus
frustraciones inconscientes.

En concreto, el arte es fruto de un proceso de sublimación de los deseos


insatisfechos del inconsciente del artista, literato, músico, etc.

F) Freud señala que existe siempre una tensión mental entre el principio del
placer y las exigencias del inconsciente, y el principio de realidad y las
exigencias sociales y morales; por eso, siempre hay cierto desequilibrio psíquico
en todos los sujetos y, asimismo, la fantasía y los sueños son necesarios, para
dar salida al inconsciente reprimido.

El enfermo mental es alguien en el que esa tensión se ha hecho tan grande, que
su mente, literalmente, se ha fragmentado, cayendo en la neurosis o la psicosis.

G) Hacia 1920, Freud descubrió que este modelo debía modificarse, porque
existen en la mente intensos sentimientos de angustia.

Además, tras la P.G.M. parecía evidente que, además del impulso sexual, existe
en la mente un impulso innato de agresividad y destrucción.

Por eso en su libro El Yo y el ello (1923), Freud expone su 2ª tópica, es decir, su


segundo modelo estructural de la mente humana.
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Ahora también distingue tres estructuras o instancias psíquicas:

1) El YO (Ich, Ego), que es en parte consciente, y en parte inconsciente. Su parte


inconsciente está formada por los mecanismos de defensa que utiliza el Yo para
defenderse de las otras dos estructuras psíquicas: el Ello y el Super-Yo.

Se rige por el principio de realidad.

2) El ELLO (Es, Id), el inconsciente de la etapa anterior. En él están los recuerdos


y deseos reprimidos o traumáticos del individuo.

Es irracional, amoral y se rige por el principio del placer, que exige satisfacción
inmediata.

En él se encuentran las dos pulsiones o instintos básicos que mueven la mente


humana: EROS (amor, sexualidad) y THANATOS (agresividad y muerte).

3) El SUPER-YO (Über-Ich, Super-Ego) es una estructura psíquica moral, que


sustituye a la represión de la etapa anterior.

Está formado por todas las prohibiciones paternas recibidas por el sujeto
durante su infancia.

Se rige por el principio de la moral, y también es, en buena medida una


estructura inconsciente.

El Yo se ve obligado a mantener un difícil equilibrio entre las exigencias de la


realidad, el principio del placer del Ello y las exigencias del inconsciente y las
prohibiciones morales del Super-yo; por eso, resulta sumamente difícil
mantener el equilibrio psíquico, y existe cierto grado de “locura” en cualquier
ser humano, que se traduce en una actividad fantástica mayor o menor.

Cuando el Yo se ve incapaz de mediar entre el Ello, el Super-Yo y la realidad, se


produce la neurosis o la psicosis, la locura.

H) Freud también estudió la evolución de la mente humana desde la infancia.


Según él, la mente del niño atraviesa cinco fases: oral, anal, fálica (donde sitúa
el Complejo de Edipo), latencia y genital.

Cada una de estas fases implica la fijación del placer (libido) en una parte del
cuerpo.

Si la libido queda demasiado fijada en una parte del cuerpo, esto determina los
rasgos del carácter del sujeto adulto.
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Por tanto, para Freud, los rasgos principales de la personalidad se establecen


durante la infancia, dependiendo de en qué parte del cuerpo haya quedado
retenida más o menos tiempo la libido.

Un momento fundamental en la evolución de la psique individual es el


“Complejo de Edipo”, o “novela familiar”, que tiene lugar en la fase fálica, entre
los 3-5/6 años (cuando se produce el período de latencia).

El niño “ama” a su madre y “odia” a su padre; pero, para lograr el amor de la


madre, se identifica con el padre, lo que le lleva a asumir los valores y normas
morales que él representa.

Si luego el niño consigue llevar a cabo “la muerte del padre”, e independizarse
de él y de su madre, sustituyéndola por otra mujer, habrá superado el
Complejo de Edipo, y se habrá convertido en alguien maduro sexual y
moralmente, llevando una sexualidad “normal”.

Si no se produce la muerte del padre, el individuo se hará dependiente siempre


de un líder (“psicología de las masas”, “religión”).

Las niñas experimentan, por su parte, el “Complejo de Electra”: comprueban


que son diferentes de los niños, con lo que no pueden amar a la madre.

Experimentan un sentimiento de privación del pene, y se refugian en el amor al


padre.

La niña ve en la madre un obstáculo para su relación con el padre, pensando


que ella podría ocupar su lugar, y se enfrenta a ella.

La conclusión que extrajo Freud es que los mitos son los “sueños colectivos de
la Humanidad”, y en ellos quedan recogidos los procesos mentales por los que
atraviesa cualquier mente humana.

Quien estudió más profundamente las relaciones entre la psique inconsciente y


la mitología y el ocultismo fue C. G. Jung (1875-1961).

Jung criticó el pansexualismo freudiano, pues no creía que todos los símbolos
tuviesen un origen sexual, y consideraba que la libido es la energía vital, no sólo
sexual.

Además, sus estudios sobre mitología le llevaron a plantear la existencia de un


inconsciente colectivo por debajo del inconsciente personal freudiano.

En el inconsciente colectivo se encuentran los arquetipos, es decir, imágenes y


símbolos que son comunes a toda la humanidad, y que afloran en los sueños y
obras de arte de todas las culturas, solo que con formas diferentes.
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Mitos, símbolos, leyendas religiosas o mágicas, son el contenido de este


inconsciente colectivo.

Todo ello le llevó a Jung a interesarse por el ocultismo, la telepatía, la alquimia,


el Tarot, etc. todo un campo abierto a lo que él llama la psicología analítica.

K) Una aportación fundamental del psicoanálisis fue su explicación de los


mecanismos de defensa que utiliza el Yo del sujeto, de forma inconsciente, para
protegerse de aquellos aspectos de la realidad física o psicológica que le
resultan inaceptables, evitando así sufrir angustia.

Son los siguientes:

1) Represión de los contenidos psíquicos inaceptables o dolorosos.

2) Negación: rechazo de un deseo (lo que demuestra su existencia).

3) Regresión: retorno a etapas infantiles, para no tener que asumir


responsabilidades o decisiones.

4) Fijación: quedarse estancado en una etapa infantil del desarrollo psíquico


(inmadurez).

5) Sustitución (desplazamiento) y sublimación: se sustituye el objeto


perturbador, prohibido y/o deseado por otra cosa, o se proyecta hacia acciones
que poseen una valoración social positiva o ideal (arte).

6) Proyección: atribuir a los demás sentimientos, deseos o impulsos


inaceptables (paranoicos).

7) Racionalización: se trata de buscar motivos que expliquen y hagan


soportable el fracaso personal.

8) Identificación o introyección: el sujeto palía sus frustraciones imitando a una


persona que considera dotada de características ideales y que ha triunfado en
algún ámbito profesional, social, etc.

9) Fantasía: Consiste en realizar mentalmente y de forma imaginaria algo que


no podemos llevar a cabo en la vida real (onanismo, fantasías despiertas).

10) Compensación: la frustración en ciertos aspectos vitales trata de


compensarse intentando sobresalir en otros aspectos diferentes de la vida.

11) Supercompensación: tratar de triunfar al máximo allí donde uno ha


fracasado.
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L) Partiendo de todos los conceptos expuestos, Freud y los psicoanalistas


proponen una teoría psicodinámica de la personalidad:

1) Freud rompe con el optimismo cartesiano (“pienso, luego existo”) e ilustrado,


que consideraban la razón como la principal faculta mental humana.

Para el psicoanálisis, la personalidad es como un “iceberg”, con una mínima


parte que emerge (consciente) y una inmensa parte sumergida (inconsciente,
que es dinámico y presiona sobre la personalidad consciente).

Los motivos de nuestra acciones son, en muchos casos, inconscientes,


irracionales, y el comportamiento humano está impulsado por pulsiones
sexuales y agresivas, buscando el placer y la satisfacción de nuestra emociones.

2) En la personalidad juega un papel fundamental el desarrollo de la sexualidad


y, dentro de ella, la infancia.

3) Para que la personalidad del sujeto se desarrolle con plena madurez, es


necesario que se psicoanalice, es decir, que conozca su mente inconsciente
(que se “conozca a sí mismo”) y así acepte su propio yo y del drama de su
propia vida.

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