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Reseña - Antonio Pérez Castro
Reseña - Antonio Pérez Castro
FACULTAD DE HUMANIDADES
LICENCIATURA EN LITERATURA
Reseña
Reseña de “Benedictino”
Benedictino cuenta la historia de la amistad de don Joaquín y Abel, dos viejos de cincuenta años
que son conocidos en su pueblo como Caín y Abel. Dentro de la narración, de igual forma en que
se nos narra la amistad, se nos hace hincapié en contarnos acerca de las tres hijas de Abel.
Entre ambos viejos existió siempre una comparación, en la que sobresalía constantemente Caín. –
Nos mencionan que él era quien guiaba las caminatas por las carreteras, dejando a Abel atrás. En
personalidades era también notoria esa distinción, siendo Caín bromista y sarcástico y Abel
alguien serio y un tanto reservado. Otra constante en la narración es el énfasis en las hijas de este
último, a las cuales se les describe por sus características físicas y clara juventud, haciendo un
juego entre el envejecimiento de los viejos y la madures y pronto envejecimiento de las hijas
Las Contenciosas, así llamadas dentro de la historia debido a la afición de su padre Abel, fueron
envejeciendo prematuramente, y esa distinción a su juventud fue quedando atrás muy pronto. Las
tres se habían quedado solteras: la mayor engordando, la del medio luchando con los treinta y tres
años, como Cristo; y la menor, Nieves, envejeciendo todavía más prematuramente, siendo
descrita como un alma vieja, seca físicamente, con su belleza juvenil completamente perdida. Al
mismo tiempo que esto ocurre, Joaquín y Abel habían estado separados por cambios en sus
rutinas, todavía más envejecidos, se reúnen nuevamente en una de sus caminatas con merienda,
ahí es donde se nos presenta el famoso Benedictino, un licor que Abel guardaba para el
casamiento de sus hijas. Al momento de ingerirlo el par de ancianos, Abel resulta entristecido,
pero Caín se alegra enormemente por el gusto al paladar. Abel es descrito como Andrómaca.
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Los años transcurren y Abel y su esposa fallecen, y las hijas, Contenciosas, quedan huérfanas y
desaparecen socialmente. En este tiempo Caín va marcando distancia con las huérfanas. Durante
este momento, Caín y Nieves van rejuveneciendo repentinamente y ambos empiezan a tener
Joaquín sobre Nieves. Ya hacia el final, Nieves se encuentra en casa de Caín, en donde se
encuentra con el Benedictino que su padre había obsequiado a Joaquín. La extraña pareja bebe de
él y el cuento termina con Caín dormitando con un pensamiento en mente: los socios viejos del
relacionarse los personajes; podemos decir, que el mayor impacto de sus relacionamientos fue el
ideal que ponían en dichas relaciones, siendo el claro ejemplo el de Joaquín y Abel.
El paso del tiempo y la juventud es un tema clave en esta narración. Siendo las hijas el foco
envejecimiento y maduración del ser. El hecho de reconocer a Joaquín como “platónico”, nos
hace pensar en su relacionamiento directo con Nieves, quien, a pesar de no haber conformado
formalmente una relación, tenían intereses el uno al otro, es por esto que el que hayan bebido el
Benedictino representa dos cosas claras: el propio amor platónico entre ellos, como el
simbolismo del paso del tiempo al beber una botella guardada para el día de la boda de la hija de
En Benedictino, Clarín nos plasma una reflexión acerca del paso del tiempo, representado en los
personajes, sus relaciones, interacciones e ideales con los que se desenvuelven al pasar los años
envejecimiento reflejando realización o estabilidad, el amor siendo como beber licor de hierbas,
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donde Caín y Abel no logran consumar su relación, pero disfrutan el momento que les otorgó
Clarín tiene la mala fama de apalear a sus personajes, pero en este caso, Joaquín y Abel son
abrazados por el espectro de la vejez, el paso del tiempo los arropa como arropa sus vidas y todo
que hay que esperar y lo que en verdad puede suceder; en este caso, el casamiento de las hijas de
Abel es algo que no ocurre, pero lo que sí ocurre y es inminente es el envejecimiento del propio
Abel, quien fallece no sin antes degustar un licor con su amigo más entrañable.