Está en la página 1de 4

Página 1

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CAMPECHE

FACULTAD DE HUMANIDADES

LICENCIATURA EN LITERATURA

Literatura Española III

Dr. Carlos Vadillo Buenfil

Reseña

Antonio Gamaliel Pérez Castro


Página 2

Reseña de “Benedictino”

Benedictino cuenta la historia de la amistad de don Joaquín y Abel, dos viejos de cincuenta años

que son conocidos en su pueblo como Caín y Abel. Dentro de la narración, de igual forma en que

se nos narra la amistad, se nos hace hincapié en contarnos acerca de las tres hijas de Abel.

Entre ambos viejos existió siempre una comparación, en la que sobresalía constantemente Caín. –

Nos mencionan que él era quien guiaba las caminatas por las carreteras, dejando a Abel atrás. En

personalidades era también notoria esa distinción, siendo Caín bromista y sarcástico y Abel

alguien serio y un tanto reservado. Otra constante en la narración es el énfasis en las hijas de este

último, a las cuales se les describe por sus características físicas y clara juventud, haciendo un

juego entre el envejecimiento de los viejos y la madures y pronto envejecimiento de las hijas

jóvenes, acabando ambos casi a la par.

Las Contenciosas, así llamadas dentro de la historia debido a la afición de su padre Abel, fueron

envejeciendo prematuramente, y esa distinción a su juventud fue quedando atrás muy pronto. Las

tres se habían quedado solteras: la mayor engordando, la del medio luchando con los treinta y tres

años, como Cristo; y la menor, Nieves, envejeciendo todavía más prematuramente, siendo

descrita como un alma vieja, seca físicamente, con su belleza juvenil completamente perdida. Al

mismo tiempo que esto ocurre, Joaquín y Abel habían estado separados por cambios en sus

rutinas, todavía más envejecidos, se reúnen nuevamente en una de sus caminatas con merienda,

ahí es donde se nos presenta el famoso Benedictino, un licor que Abel guardaba para el

casamiento de sus hijas. Al momento de ingerirlo el par de ancianos, Abel resulta entristecido,

pero Caín se alegra enormemente por el gusto al paladar. Abel es descrito como Andrómaca.
Página 3

Los años transcurren y Abel y su esposa fallecen, y las hijas, Contenciosas, quedan huérfanas y

desaparecen socialmente. En este tiempo Caín va marcando distancia con las huérfanas. Durante

este momento, Caín y Nieves van rejuveneciendo repentinamente y ambos empiezan a tener

encuentros para coquetear y llevar un tipo de relacionamiento en donde es evidente el sentir de

Joaquín sobre Nieves. Ya hacia el final, Nieves se encuentra en casa de Caín, en donde se

encuentra con el Benedictino que su padre había obsequiado a Joaquín. La extraña pareja bebe de

él y el cuento termina con Caín dormitando con un pensamiento en mente: los socios viejos del

Casino le llamaban platónico, ¡justo a él!

El cuento no presenta ningún tipo de encuentro sexual ni connotaciones eróticas a la hora de

relacionarse los personajes; podemos decir, que el mayor impacto de sus relacionamientos fue el

ideal que ponían en dichas relaciones, siendo el claro ejemplo el de Joaquín y Abel.

El paso del tiempo y la juventud es un tema clave en esta narración. Siendo las hijas el foco

central del tema de la juventud y la permanencia, y la relación de Joaquín y Abel el

envejecimiento y maduración del ser. El hecho de reconocer a Joaquín como “platónico”, nos

hace pensar en su relacionamiento directo con Nieves, quien, a pesar de no haber conformado

formalmente una relación, tenían intereses el uno al otro, es por esto que el que hayan bebido el

Benedictino representa dos cosas claras: el propio amor platónico entre ellos, como el

simbolismo del paso del tiempo al beber una botella guardada para el día de la boda de la hija de

su entrañable amigo. Y eso que hay muchos tipos de entrañas.

En Benedictino, Clarín nos plasma una reflexión acerca del paso del tiempo, representado en los

personajes, sus relaciones, interacciones e ideales con los que se desenvuelven al pasar los años

dentro de la narración. La amistad de toda una vida, la soltería reflejando juventud, el

envejecimiento reflejando realización o estabilidad, el amor siendo como beber licor de hierbas,
Página 4

donde Caín y Abel no logran consumar su relación, pero disfrutan el momento que les otorgó

Abel dejando la botella en un primer lugar.

Clarín tiene la mala fama de apalear a sus personajes, pero en este caso, Joaquín y Abel son

abrazados por el espectro de la vejez, el paso del tiempo los arropa como arropa sus vidas y todo

su desarrollo en la narrativa de Benedictino se ve reflejado como una introspección acerca de lo

que hay que esperar y lo que en verdad puede suceder; en este caso, el casamiento de las hijas de

Abel es algo que no ocurre, pero lo que sí ocurre y es inminente es el envejecimiento del propio

Abel, quien fallece no sin antes degustar un licor con su amigo más entrañable.

También podría gustarte