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¿Cómo incide el derecho internacional público en el manejo de emergencias

sanitarias?
Derecho internacional y salud global: respuesta a pandemias y cooperación
global desde la perspectiva del covid 19.

En el mundo interconectado de hoy, un suspiro en una parte del planeta puede afectar la salud
y el bienestar de millones en otro lugar. La pandemia del COVID-19 ha dejado en claro que
la salud global es una preocupación compartida que no reconoce fronteras ni barreras
nacionales. En el momento en el que el virus se propagó por todo el mundo, se erigió un
llamado global a la acción. Pero detrás de esta llamada hay un marco legal complejo y un
desafío aún mayor: la cooperación internacional, de ahí la necesidad de analizar ¿Cómo
incide el derecho internacional público en el manejo de emergencias sanitarias?

Este texto ensayístico tiene como objetivo explorar cómo el derecho internacional se
entrelaza con la respuesta a pandemias y cómo la cooperación global se convierte en la clave
para salvaguardar la salud de nuestra humanidad, lo anterior teniendo en cuenta la pandemia
del covid-19. De lo anterior se ofrece una perspectiva sobre un tema de máxima relevancia en
el mundo contemporáneo y subraya la importancia de una acción conjunta en la protección de
la salud de la humanidad.

A lo largo de estas páginas, se examinará el marco legal internacional en salud, la respuesta


internacional al COVID-19 y los obstáculos que se han presentado en la cooperación global
en la lucha contra las pandemias. Al final, se presentarán conclusiones que resaltan la
necesidad de fortalecer la cooperación global y el marco legal internacional en salud como
herramientas vitales para la protección de la salud global.

Las pandemias a lo largo de la historia, incluida la actual pandemia de la COVID-19, han


demostrado la importancia de un enfoque conjunto para abordar los problemas de salud
global. En este contexto, el derecho internacional juega un papel esencial al proporcionar un
marco normativo que guía a los Estados y a la comunidad internacional en la gestión de crisis
de salud de alcance mundial.

Según la Organización Panamericana de la Salud, la pandemia de la COVID-19, declarada


oficialmente por la OMS en marzo de 2020, ha tenido un impacto global sin precedentes,
afectando la salud, la economía y la vida cotidiana en todo el mundo. La enfermedad
ocasionada por el virus SARS-CoV-2 tuvo un impacto global, afectando a 216 naciones y
regiones, resultando en un total de más de 80 millones de casos confirmados y 1.7 millones
de decesos en todo el mundo.

Esta crisis ha provocado la implementación de medidas de contención, como cuarentenas y


cierres de fronteras, lo que ha tenido un profundo impacto económico y social, especialmente
en sectores como el turismo y la hostelería. La distribución de vacunas se convirtió en un
esfuerzo global, pero la equidad en el acceso sigue siendo un desafío. La evolución del virus
y la aparición de variantes han requerido ajustes en las estrategias de salud pública, y la
cooperación internacional ha sido fundamental en la gestión de esta crisis de salud global,
subrayando la importancia del derecho internacional en la protección de la salud pública a
nivel mundial.

Los organismos y el marco legal internacional en salud


Es importante tener en cuenta como la comunidad internacional se obliga en ciertos puntos
con el objetivo de prevenir que la propagación de enfermedades pongan en jaque a los
sistemas internos de salud. Por tanto, los estados se ven en la necesidad de llevar a cabo un
acuerdo para hacer frente a ese tipo de situaciones, lo anterior, haciendo referencia al
concepto de Moreira (2020) en su artículo Soberanía estatal y cooperación internacional

reflejos del derecho internacional frente al desafío de la Covid-19, la cooperación que


implica la existencia de un acuerdo común sobre metas y obligaciones entre diferentes
participantes, junto con la disponibilidad de sistemas y métodos para acceder a recursos.
Estos recursos suelen incluir proyectos de financiamiento, asistencia técnica y la creación de
redes de conocimiento, promoción de políticas, y la promoción de valores y prácticas
efectivas.

Dicho lo anterior, es preciso señalar la importancia del reglamento sanitario internacional


(RSI) como un instrumento legalmente vinculante de la OMS conformado por más de 190
estados que cubre medidas para prevenir la propagación internacional de enfermedades
infecciosas. Este reglamento aprobado por la asamblea mundial de la salud es un marco
jurídico en el cual se definen los puntos clave para el manejo de posibles emergencias
sanitarias que afecten la salud pública tanto nacional como internacionalmente. Este
organismo tiene un papel fundamental en el tema aquí tratado pues sus facultades se
centraron en llevar a cabo un monitoreo y posible control de la pandemia covid 19 y otras
epidemias (La Cruz Roja, 2020).

Además, también se cuenta con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) esta es una
entidad especializada e independiente que cumple su misión en el contexto de la
Organización de los Estados Americanos (OEA) y está afiliada a la Organización Mundial de
la Salud (OMS), lo que le permite participar en el sistema de las Naciones Unidas (ONU). La
principal función de la OPS es lograr que todas las personas en las Américas tengan acceso a
la atención en salud de calidad. Además, brinda cooperación técnica en el área de la salud a
los Estados miembro y previene y combate las enfermedades transmisibles y los
padecimientos crónicos. También se encarga de fortalecer los sistemas de salud y reaccionar
frente a situaciones de desastres y emergencias.

Resaltada la importancia y el papel de los organismos y dicho reglamento, es muy importante


tener en cuenta que la colaboración entre naciones es fundamental para alcanzar sus
objetivos, y esto implica una estrecha colaboración con las entidades de cada país, como los
ministerios de salud, organismos gubernamentales, organizaciones internacionales,
instituciones educativas, grupos comunitarios y otras organizaciones de la sociedad civil. Esta
cooperación desempeña un papel crucial en la formulación de políticas públicas destinadas a
mejorar la calidad de vida y la salud de la población, con el objetivo de prolongar la
esperanza de vida de las personas. Cuando se habla de colaboración, se refiere a un estilo de
cooperación internacional propia del derecho internacional público, pues se evidencia en sí la
necesidad de los estados de agruparse con el objetivo de plantear objetivos propios
encaminados a contrarrestar la crisis, en este caso la sanitaria.

Desde una perspectiva del concepto del derecho internacional público, entendido como una
rama que se ocupa de las relaciones internacionales entre los Estados y los sujetos
internacionales, y comprendido hoy, como un marco jurídico que busca garantizar la paz
propiciando espacios pacíficos y justos; se puede ampliar su objetivo más allá de los
anteriores, pues en el caso en concreto se busca propiciar un plan con el cual se pretende
garantizar la salud de la humanidad por medio de la inversión y la coordinación de políticas.
por tanto el derecho internacional público toma relevancia absoluta para llegar a los
cometidos de los estados que de forma individual imposiblemente podrían lograr.
Obstáculos y desafíos en la cooperación global en la gestión de la pandemia.

Daniel Cahen coordinador jurídico de la delegación del comité internacional de la cruz roja
para méxico afirmó que “En el derecho internacional está la ruta para luchar contra el
Covid-19” después de tres años de emergencia sanitaria a causa del SARS COV-19 y
anunciada ya su terminación, se podría afirmar que en el DIP se encuentra el camino de
salida ante cualquier crisis de salud pública, estando de acuerdo con Cahen; pues se cuenta
con los organismos internacionales y los Estados que son parte de los tratados que pretenden
hacer frente a estas problemáticas. Giacalone (2021) menciona que la cooperación es
necesaria porque en los temas de salud pública en cuantos menos enfermos, mejor para todos
(Estados), No obstante no todo fue tan fácil, ya que la cooperación internacional se vio
truncada por los desacuerdos que se daban entre los Estados.

Los grandes Estados que poseen el poder económico y político son muy importantes y su
colaboración es esencial para poder mitigar las crisis como en este caso la pandemia. En
plena ola de contagios por el virus originado al interior de la república popular china, el
presidente de los estados unidos Donald Trump anunció su retiro de la organización mundial
de la salud y por ende su financiación que ascendía a más de 800 millones de dólares, al estar
en desacuerdo con el organismos frente al manejo de las investigaciones que este ha llevado
(EL MUNDO, 2020). Este es un obstáculo, pues se evidencia que los conflictos que se crean
por discordancias entre los líderes de las naciones opacaba la relevancia del caso, el hecho es
que son las naciones más poderosas las que se enfrentan situando en un gran peligro el futuro
de los habitantes de países subdesarrollados de Asia, áfrica y las Américas. Eso pone en tela
de juicio el principio de cooperación internacional, pues priman intereses de los más
poderosos.

Los avances tecnológicos y farmacéuticos en busca de una cura efectiva para los síntomas
mortales del virus, fue un objetivo principal para los países más poderosos del mundo como
Estados Unidos, China, Rusia entre otros, pero un obstáculo rotundo para enfrentar el
problema de salud pública. El reconocimiento, poder y ganancias económicas de las
industrias farmacéuticas eran tan importantes que ninguna estaba dispuesta a liberar la
patente en pro de la salud mundial, un abierto enfrentamiento entre quienes apoyan los
derechos de propiedad intelectual en los medicamentos y los que piden acceso a fármacos
más baratos para salvar vidas (BBC News Mundo, 2021). Los países en vía de desarrollo en
este tipo de controversias son los más perjudicados, puesto que no cuentan con los recursos
suficientes para adquirir el número de vacunas necesarios para abastecer a toda su población.

De lo anterior podemos remitirnos al artículo de Antonio Truyol “Concepto de derecho


internacional público” en el cual explica cómo los estados, sobre todo los más fuertes se
encuentran en la necesidad de hacer parte de tratados internacionales con el fin de
beneficiarse de los mismos, pero al tiempo este recalca la relevancia de estos en la toma de
decisiones y es que la ser grandes económica, militar y políticamente se sienten en el poder
de tomar las decisiones por lo demás. Desde esa perspectiva podemos afirmar que las reglas
se escriben por los ganadores, respondiendo a sus intereses, y no es nada absurdo pensar que
en una crisis sanitaria como la pandemia del covid-19 haya sido un blanco perfecto para
demostrar el poderío de las naciones. La lucha contra la pandemia se politizó de tal manera
que los mismos Estados representan proyectos antepuestos de poder dejando atrás el ánimo
de cooperación (Malacalza y Hirst, 2020).

Ahora bien, hecho este análisis, es pertinente hablar sobre la propuesta de la creación de un
instrumento internacional que se enfoque en reforzar la prevención y la respuesta frente a
pandemias a escala mundial, en el que se garantice un compromiso político continuado y a
largo plazo (BBC News Mundo, 2021), por tanto el derecho internacional público toma un
fuerte protagonismo con el propósito de unir fuerzas tras lo acontecido en la pandemia
pasada. Es claro que es muy necesario llevar a cabo este tipo de acuerdos en una época en la
que las enfermedades virales toman fuerza y donde los sistemas de salud aún no están
preparados. Por tanto, una vez más la cooperación internacional responsable es fundamental,
y este tratado tiene que ser vinculante, tal cual lo describe Liévano (2005), pues una vez que
un instrumento de derecho internacional ha entrado en vigor es un principio que sea
vinculante para las partes en dicho instrumento, y que las partes estén obligadas a cumplirlo
de buena fe.

En definitiva podemos ver como el derecho internacional público juega un papel muy
importante a lo largo de la lucha contra la pandemia del covid 19, pues se cuenta con los
organismos, y los reglamentas clave para poder cooperar entre estados para hacer frente a una
crisis tan complicada como la tratada en este texto. Es pertinente además que la cooperación
es esencial, los estados que mantienen el poder económico, político y militar son quienes
tienen a su cabeza la oportunidad coordinar entre sí los proyectos y estrategias para mitigar
los problemas de salud pública.

Para lo anterior, una de las principales tareas es dejar atrás los conflictos y la competencia por
dominar el orden mundial, pues con la salud no se juega, y es irresponsable que a través de
esta se trate de hacer un juegos de tronos. Cabe la necesidad de resaltar la propuesta de llevar
a cabo un acuerdo en concreto para la prevención de pandemias, pues es oportuno que la
humanidad se prepare para las crisis sanitarias que se avecinan y no caer en la improvisación.

A lo largo de este texto ensayístico se ha dejado claro que la incidencia del DIP en el manejo
de las emergencias sanitarias es importante y este se maneja de forma transversal, en tanto
que no se puede negar que gracias a las reglas del mismo existe la intercomunicación,
cooperación y coordinación de Estados que buscan en esta ocasión mitigar la crisis a causa de
la pandemia. a lo largo de la historia los estados han hechos del DIP un mecanismo mediante
el cual se busca resolver conflictos, ampliar fronteras comerciales y mantener la paz mundial,
pero lo hechos acontecidos por el covid-19 puedo en vilo todo el orden mundial afectando
mucho de los aspectos que maneja en sí el derecho internacional, por lo cual se genera la
necesidad de actuar de frente por la salud pública en bienestar de los intereses de los estados
y de la comunidad en general.

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