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Introduccón

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Es una historia que puede
suceder en la vida de
cualquiera, ya que todo ser
humano tiende a tener una
época en la cual busca su
recogimiento personal, a la
vez que tomar iniciativas que
le ayuden a conocer su
capacidad de reacción, ante
las vicisitudes que le
imponga el destino .Quizás
con mayor o menor suerte en
el desenlace de la
incertidumbre que marque su
camino, tampoco se nos debe
olvidar que una parte
importante la suele marcar su
hoja de ruta.

Por ello no debemos porfiar


en contra de aquellos que nos
definen la travesía que más
nos conviene desarrollar

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.Teniendo en cuenta que nada
es a simple vista lo que
parece, ya que en ocasiones
prejuzgamos con ligereza la
implicación de los demás
.Evitando dar su sitio a
quienes verdaderamente son
sinceros en sus argumentos.

Espero que si alguien se


siente identificado con
alguno de los personales o
detalles que estén contenidos
en esta novela, piense que no
se encuentra tan solo como
pueda parecer dentro la
sociedad actual . Tampoco
pretendo ser abanderado de
ninguna causa, que pueda
llevar al equívoco en mis
intenciones reales, al
relatar el estado emocional,
afectivo y personal me hayan

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servido como modelo de los
personajes que se describen
en la misma.

Todo dependerá del grado de


implicación que alcance el
lector, ya que jugará un
papel importante a la hora de
entender la idea inicial de
esta exposición. Si la
complicidad fluye entre el
narrador y quien la disfruta
mediante la lectura, será un
paso muy importante de
comprensión e intercambio de
opiniones. Reflejándose en la
demanda por parte de uno al
otro de nuevas inquietudes,
tomando como marco las
situaciones de muy variado
calado social.

Permitiendo que esa dinámica

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establezca el transcurso de
las siguientes ediciones, que
contribuyan a que más
colectivos se hagan eco de lo
que sencillamente, se puede
tomar como una puerta a la
que darle una apertura, a
quienes sigan creyendo que
están solos.

Agradecería que nadie hiciera


un prejuicio de nada hasta
que por lo menos llegase al
final de la trama que se les
plantea a lo largo de esta
trepidante sucesión, en los
cambios de ubicación de los
personajes, a la vez de que
nadie intente solo leerse las
últimas hojas de la historia.

Puesto que todo va más o


menos ligado entre sí .Además

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nada resulta, ser lo que en
un principio desembocaría, en
un episodio de un día
cualquiera , en un país de
los más remotos del
planeta .En el cual un peatón
de a pie puede ser el
protagonista si habérselo
previsto con anterioridad .
Es tan sencillo como echarle
un poco de imaginación
mezclado con algunas dosis de
paciencia, rehogado con ganas
de soltar un poco de la
adrenalina que se acumula
durante la jornada laboral de
turno.

La única finalidad que se


pretende inculcar a los
adquiridores o personas que
hayan tenido la delicadeza,
de brindar unos minutos de su

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tiempo, es el poder generar
un debate sobre las
sensaciones que les puedan
transmitir, cualquiera de las
situaciones que les haya
parecido más interesantes de
resaltar con todo lujo en los
detalles más llamativos de la
misma.

Por ese lado animaría todavía


más al lector a continuar,
haciendo posible que creciera
en sucesivas entregas. Todo
dependerá de la buena acogida
que se le dispense a este
nuevo miembro del planeta
literario , por ello tengo la
impresión sin lugar a duda de
que nadie se quedara inmóvil
después de su ración diaria
de exquisita intriga sazonada
con un leve salpimentado de

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suspense y todo ello
acompañado de unas finas
gotas de afecto mundano .

Solo con el calor, que se le


dispense, en la hospitalidad,
que enmarca cada instante,
que se relata en el mismo, es
una alegría de consumado
valor, a la creatividad,
teniendo en cuenta, la
cantidad de factore, que han
ido colocando, en la
confección, de este
rompecabezas .Quizás esto
despierte, el gusanillo a
muchos de los cuales, se
creen incapaces de sacar,
algo productivo de la
imaginación, que van
almacenando, con el paso del
tiempo.

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Sin otro particular,
colóquense cómodos en el
sillón, que va a comenzar, en
breves instantes la función,
no se olviden, de coger las
palomitas acompañando, del
pertinente refresco, por si
les aprieta la sed, a la
mitad, de la lectura. Tengo
la convicción, de que no les
defraudara, en absoluto mi
prepuesta literaria.

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Era un amanecer con tintes de
amenaza de tormenta, la
ventisca azotaba con gran
virulencia sobre las ventanas
del salón. Allí permanecía
sobre un sillón rinconera
Yolanda Barros Rey. Tenía una
melena rizada color rubio
trigueño, ojos de color verde
esmeralda, complexión física
muy cuidada, manos bien
nutridas con los productos de
las mejores firmas del
mercado, piernas de acentuada
curva en su contorno, vestía
un camisón de seda color
salmón a juego con un salto
de cama, unido a unas
zapatillas del treinta y ocho
en la misma tonalidad, estaba
muy próxima a cumplir la
treintena de edad.
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Desde hacía unos seis meses,
desempeñaba su tarea, como
reportera de sucesos, en una
agencia de prensa estatal.
Mantenía la mirada clavada,
en el libro, que sostenía
entre sus manos, sin
preocuparse de nada, si no
estaba incluido dentro, de la
historia, que le proponía, el
autor de la obra. Pero de
pronto, iba a cambiar;
tornándose un giro radical,
bastante desconcertante,
dejándole algunas dudas, para
sus intereses, aunque también
requería, un leve grado de
emociones, ayudándole a
salir de su letargo
provisional.

No tardaría mucho tiempo en

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cambiar esa situación que
disfrutaba con la ayuda de un
visible serenidad ,
acompañada de una más que
notable tranquilidad , aunque
en su cabeza; no cesaban de
aparecer miles de ideas a
poner en práctica .Estaba un
poco nostálgica, del
distanciamiento con su última
pareja , forzado por las
circunstancias, de una
incipiente, desconfianza
entre ambos .Además de
unirse, a este tema cierta
malestar, por el intento,de
estafa por parte de él, a un
familiar, de ella con
alevosía y nocturnidad
manifiesta. Eso le provocaba,
un rechazo frontal; de todo
aquello, que resultaba
dañino, para sus intereses,

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tanto personales como
profesionales.

Comenzó a sentir, un cierto


revuelo, en su estómago,
debido a que le acuciaba, el
hambre había hecho, acto de
presencia, medito unos
minutos, si era un buen
momento, para desayunar
.Pero el sonido del timbre
del teléfono; le haría
cambiar completamente, sus
planes más inmediatos,
aparcando sus actuales,
actividades de ocio, hacia un
mejor instante, de
tranquilidad o sosiego
personal.

Las noticias le llegarían,


por medio de Diego Barcia
Anido , tenía ojos verdes

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agrisados oscuros , pelo lo
suficientemente corto en un
color tirando a castaño
oscuro , manos muy labradas,
por el tiempo que había
estado trabajando en otras
actividades , a parte
dedicarse a compatibilizar,
su pasión por la fotografía ,
de complexión corporal fuerte
.

Solía vestir de forma,


extremadamente informal a
simple vista, mostrando que
la modernidad, no estaba
reñida con el buen gusto,
calzaba un cuarenta y tres
grandes, rozaba la cuarentena
de edad. No se lo podía
catalogar en una ocupación
específica. Por mucho que
intentaba, ocultar la

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realidad, ante los demás,
todo el círculo, de amistades
de ella, sabía que estaba,
perdidamente enamorado de
ella. Lo único que le
resultaba raro, era que no
tuviera, el suficiente valor,
de hacerle partícipe, de su
estado emocional.

Él se encontraba, a un par de
calles, del domicilio de
ella, degustando el
pertinente desayuno, que
tenía incluido, dentro de su
dieta diaria, cuando de
repente, al girar el diario,
que poseía entre sus manos,
mostraba la fotografía; de la
muerte de Natalia Loureiro
Iglesias, en extrañas
circunstancias, eso le hizo
saltar; en su cabeza las

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alarmas, de como encajaría,
Yolanda este desafortunado
episodio.

Estaba seguro que su reacción


podía desencadenar un pequeño
conflicto emocional en el
interior de ella, tendría que
ser muy sutil a la hora de
comunicarle la noticia.
Esperando que todo fuese más
o menos dentro de los cánones
que se había marcado en un
principio, quizás no le
vendría nada mal que la
suerte le echase una mano
para afrontar esta difícil
papeleta.

Con todo, las cosas parecían,


complicadas de digerir, con
total normalidad. Enseguida
tomo la decisión,

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irrefrenable de llamarla, lo
más pronto posible, no
dejaría pasar, la ocasión de
cumplir su objetivo. Comenzó
a marcar rapidamente, los
números que precisaba, para
ese cometido, solo pensaba
compartir, aquel hallazgo
antes de que le llegase, la
información por otros cauces.
Pisándole la primicia, de
comunicarle el fatal
desenlace, de la que parecía,
una verdadera hermana de
sangre, la cual no volvería,
a charla de viva voz con
ella.

Mientras tanto Yolanda, que


continuaba sentada, en el
sillón del salón de su casa.
Comenzó a escuchar; cómo
empezar a sonar, su teléfono

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con insistencia, lo que
provoco, que abandonase con
rapidez, la tranquilidad que
disfrutaba, hasta ese momento
.No esperaba que nadie, se
molestase en llamarla, con
tanta urgencia .Lanzo el
libro con agilidad, para que
se quedase colocado, encima
de la silla, que se
encontraba, situada a su
izquierda, sin apenas
divisar, si estaba bien
posicionado o no.

Ahora mismo lo único, que


centraba su atención, era
poder atender, lo antes
posible el teléfono .Además
su intuición le marcaba una
cierta duda razonable, de que
pudiera ser un aviso de la
agencia que prestaba sus

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servicios, cubriendo alguna
noticia de sucesos.

Eso alimentaba todavía, más


su creciente, a la vez que
ansiosa curiosidad, aunque
tampoco se dejaría, llevar en
exceso, por el triunfalismo.
No obstante, no veía una
oportunidad, de reivindicar
por entero su trabajo, ya que
últimamente comprobaba, que
sus colaboraciones, no se
valoraban, como sería normal;
en estos casos.

Enseguida se encontró, frente


al aparato telefónico, con
más rapidez de la esperada
.Respiro profundamente para
recuperar el resuello ,
seguidamente descolgó con
energía, el auricular

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.Queriendo despejar la
incógnita, de conocer por lo
menos, la voz de quien,
intentaba ponerse en contacto
con ella, lo más pronto que
fuese posible ,hizo
mentalmente; una pequeña
cuenta atrás , con la única
idea, de no permitir, que los
nervios le jugasen, una mala
pasada , pudiéndole atenazar
en momentos puntuales, de la
conversación, que se le
planteaba, en ciernes con
bastante tensión si cabe .
Rompió el hielo, con mucha
energía, en su tono de
expresión oral.

{Yolanda}

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Buenos días, ¿Quién se ha
molestado en llamarme a estas
horas de la mañana?

{Diego}

Buenos días Yolanda, soy Diego que


estaba ojeando, el diario en el
que sueles colaborar,
habitualmente y he visto una
noticia, que puede interesarte.

{Yolanda}

La verdad, es que no sé, qué puede


ser tan importante, para que me
hayas llamado, con tanta urgencia,
que no pudiera, esperar a que nos
viéramos esta tarde.
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{Diego}

Si no fuera, estrictamente
necesario, ni se me ocurriría,
llamarte tan temprano, pero he
creído oportuno, que lo supieras,
por si alguien te sacase el
comentario.

{Yolanda}

¿Puedo saber de qué se trata?

{Diego}

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Lo cierto, es que han encontrado,
el cadáver de Natalia Loureiro
Iglesias, encima de una cama, en
una de las habitaciones, del hotel
Villa de Celeiro.

{Yolanda}

Eso es imposible, que le haya


ocurrido a ella, puesto que por lo
que tengo entendido, no tenía
ningún tipo de enemigos, además
siempre tuvo, la confianza de
contarme, todos sus secretos.

{Diego}

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¿Piensas que te estoy engañando
por algo en especial?

{Yolanda}

No he dicho, que me estés


mintiendo, por lo que has
interpretado, de la fotografía,
que sale en el diario, simplemente
que me extraña mucho que sea ella.

{Diego}

Solo nos queda, la opción de


acercarnos, a la escena del crimen
para averiguar, si es
verdaderamente, la fallecida o no
Natalia Loureiro Iglesias.

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{Yolanda}

¿Que me estas intentado proponer?

{Diego}

Que saquemos realmente, nuestra


propia opinión, de lo sucedido,
teniendo en cuenta, que hay muchas
incógnitas, por desvelar a simple
vista.

{Yolanda}

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Bueno quizás podamos, hacer que
las cosas, tengan otro sentido,
aparte del que nos ofrrece, la
cabecera del periódico, que
sostienes sobre tus manos.

{Diego}

¿A qué hora te gustaría que nos


citásemos?

{Yolanda}

Bueno me ha despertado, el
gusanillo de la curiosidad, por
esclarecer los motivos, que han
podido desembocar, en el homicidio
como triste final, para nuestra
apreciada compañera.
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{Diego}

En eso debo te, que tienes la


razón, en la última apreciación
que has hecho, pero no has
respondido, a la pregunta que te
acabo de formular.

{Yolanda}

Pienso que sobre las nueve y


media, sería una buena hora para
vernos, así podríamos analizar,
con calma, la situación antes de
centrarnos, en un plan de trabajo.

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{Diego}

¿Te apetece quedar en algún lugar


en especial?

{Yolanda}

Estaría bien que fuese, un sitio


que estuviera, lo más próximo al
hotel Villa de Celeiro, ya que así
solo tendríamos, que desplazarnos
caminando, ¿No te parece?

{Diego}

Ahora mismo me encuentro, a unos


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cien metros, de la entrada
principal, del mismo hotel, por lo
que si lo consideras, te puedo
esperar para desayunar juntos.

{Yolanda}

¿Entonces nos vemos ahí más o


menos en una hora?

{Diego}

Si, me parece un tiempo, bastante


prudencial, para que nos
encontremos, tampoco te demores
mucho, a la hora de mostrar
puntualidad.

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{Yolanda}

Tranquilo, mi tardanza será en


función, a la frecuencia, con la
que circule el transporte público,
hay que contar, con los cortes de
tráfico, por las obras en el
centro de la ciudad.

{Diego}

¿Quieres que tenga lista mi cámara


digital?

{Yolanda}

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Sería bueno, que la tengas a mano,
para poder acompañar, con alguna
instantánea, mi crónica escrita,
pero bueno ya iremos colocando,
esos detalles sobre la marcha.

{Diego}

¿Me llamaras en cuanto estés cerca


del hotel?

{Yolanda}

Si, en cuanto me haya bajado, del


autobús, te haré una llamada
perdida, para que salgas, a mí
encuentro.

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{Diego}

Estaré pendiente del teléfono,


hasta luego.

El silencio hizo su
aparición, estelar, a la vez
de servir, como parte en la
conclusión; de la
conversación entre ambos ,
eso daría paso ,a que cada
uno, hiciera su lectura
individual, de lo sucedido
.Se abría un escenario ,muy
diferente al que estaban
acostumbrados ,hasta aquel
instante , asumiendo un hecho
tan inusual, modificando
varios asuntos comunes.

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Ella al colgar el auricular
telefónico, no pudo contener
que le resbalasen, unas finas
lágrimas, por el contorno, de
sus mejillas, resultaba ser
el indicativo; de que sentía
profundamente, la pérdida de
su amiga o confidente
afectiva .Por ese lado, la
soledad se haría, un poco
manifiesta, por el grado de
complicidad, que les unía
.Tendría que empezar, otro
tipo de camino alternativo;
quitando sueños imposibles.

Ahora el destino, le colocaba


una prueba complicada de
superar, siendo una forma de
mostrarle, la volatilidad de
las cosas, quizás habría
supuesto ,un duro golpe , el
tener que asumir, que no

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volvería a poder, confiarle
sus secretos más íntimos.
Igualmente tomaría distancia,
ante numerosos conflictos
ajenos; sin despistarse, de
potenciales ascensos
profesionales.

Todo había dado un giro


inesperado, de unos ciento
ochenta grados, con respecto
a su estado emocional,
intentaría se, en su tarea de
sacar a luz pública, la
identidad de los autores, de
una acción tan infame como
cruel. Aunque le hizo,
concebir en su interior; que
naciese una sed venganza, en
la búsqueda de la verdad, no
se detendría, por nada del
mundo, sabiendo que era
injusto, el final que el

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destino le deparo a Natalia
Loureiro Iglesias.

Comenzó a caminar ,en


dirección al cuarto de baño ,
sin darse cuenta, el
itinerario que le marcaban en
un principio sus pies , su
cabeza se quedó bloqueada, en
el recuerdo del rostro , de
quien dejo ;un hueco
imborrable en su vida
personal ,esperaba que todo
fuera ,una triste
pesadilla .Pero lo cierto
,es que el presente no
cambiaría, ni una sola
coma ,en el guión ,que estaba
escrito de ante mano , por lo
que le tocaba ;asimilar aquel
trago tan amargo , encajando
que le quedaba mucho por
hacer, dentro de esta cruzada

37
.

Sin embargo, se le hacía muy


cuesta arriba, romper con una
cantidad, enorme de
costumbres del pasado, por
ese lado, no era sencillo
renunciar, a privilegios
adquiridos, mediante ese
pesimismo, que le
proporcionaba, la victima del
asesinato. Reflejado a través
sentimientos encontrados,
permitiéndole

Sabía que muchos de sus


recuerdos serían muy
difíciles de olvidar ,
estaban sujetos a la
posibilidad de que una
incipiente depresión , se
hiciera un hueco sin previa
invitación en su entorno

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diario .Intentaba no dejar
nada al azar del destino .Sin
embargo notaba como era
incapaz de controlar sus
impulsos , puesto que le
desbordaba el nivel de
emotividad que soportaba
sobre su figura .Tomo la
decisión de ir eliminando de
su mente el exceso de
pesimismo , que iba
aumentado gradualmente con el
paso de los minutos por
encima de su cabeza . Eso
podía provocar que las cosas
no rodasen en la dirección
deseada.

Claro que muchos de esos


aspectos se difuminaban en el
aire , evitando que
bloqueasen indefinidamente su
pensamiento en general .Por

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ese lado sentía cierta
protección de su estado
anímico , dándole la
oportunidad de experimentar
nuevos retos en lo
concerniente a su vida
privada .Nada se le pasaría
inadvertido para sus
intereses actuales ,tendría
que echarle un poco de
integridad moral a lo a
partir de ahora se le
presentase ante sus ojos
.Medito unos segundos si se
duchaba antes de pasar a su
guardarropa personal , estaba
calculando el tiempo que
precisaba para no demorase en
su llegada al punto de
encuentro con Diego .

Enseguida desecho su opción


de darse un agua por todo el

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cuerpo , eso le retrasaría
más de la cuenta en sus
planes de acelerar su marcha
lo más pronto posible
.Entonces cambio con rapidez
de dirección más conveniente
para llevar a cabo un orden
de prioridades , en la
búsqueda de obtener una mejor
distribución del poco tiempo
del que disponía , a la hora
de realizar todas las
tareas , que le iban
surgiendo en su horizonte
particular .Tendría que
emplearse a fondo en todo
aquello que resultaba
primordial en el
esclarecimiento de algo , en
lo cual se divisaban más
sombras que luces .

Hizo un examen general de la

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ropa que consideraba que
podría serle útil en esta
ocasión , aunque le costaba
decantarse por una
combinación básica ,dejando
que su imaginación entrase en
escena por la puerta grande ,
su opinión tuvo una presencia
de unas escasa décimas de
segundo .Siendo reemplazada
por unos simples jeans de
color lavado a la piedra a
juego con una camisa blanca
de media manga y que tenía
unos motivos en azul bastante
acordes con el pantalón ,
unidos a unas botas camperas
de caña alta en tonos marrón
claro .

Todo mostraba una imagen de


perfecta coordinación, lo
único que le suscitaba una

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leve duda de acompañar al
resto del conjunto, era si
ponerse o no un chaleco de
piel en color tabaco.
Instintivamente elimino la
idea de ir excesivamente
elegante a esta cita
informal. Prefirió decantarse
por una chaqueta de fieltro
en tonos canela muy vivos.

Se enfundo con rapidez dentro


del atuendo que había elegido
cuidadosamente para esa
ocasión .Saliendo con mucho
brío en dirección hacia el
cuarto de baño , puesto que
intentaría disimular el
dolor que llevaba en su
alma , para ello utilizaría
una base suave de maquillaje
mezclada con algo de color ,
en la búsqueda de corregir

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las marcas que le pudiera
dejar la amargura latente en
su corazón .Además de hacer
que no decayera su animó .Por
ese lado veía complicado
soportar más de la cuenta ,
aquello doloroso sin
desahogarse en condiciones .

Un vez comprobó que había


logrado reflejar en el espejo
el aspecto que más le
convenía .Giro ciento ochenta
grados , hasta colocar su
figura mirando, hacía el
salón .Donde debía volver, a
recoger los efectos
personales ,que le
interesaba, introducir en su
bolso de mano . Fue
deslizando sus pies, con algo
más de calma, de la que
imprimió, en tareas

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anteriores, ahí ya se
divisaba, que empezaba a
mandarle, la curiosidad por
encima, de cualquier otra
prioridad. Le resultaría
imposible, disimular esa
ansia, de llegar a dicho
destino, al precio que fuese
necesario.

Penetro en el salón, el
tiempo estrictamente
necesario, como para meter en
el bolso, la cartera, las
llaves del domicilio, un par
de guantes de látex, un
paquete de pañuelos de papel,
el teléfono móvil y por
último la última manzana que
había recibido, vía correo
postal, de parte de Natalia
Loureiro Iglesias, como
regalo desde el día, que se

45
conocieron en la puerta, de
la facultad de periodismo,
cuatro años atrás.

Se trataba de una simple, a


la vez hermosa manzana verde,
lo que nunca tuvo muy claro,
era el significado simbólico,
de aquella variedad de fruta,
se había quedado, con las
ganas, de que le desvelase,
el secreto que se escondía
tras ella. No tardaría en
ponerse, en el camino
adecuado, no permitiendo que
nada, se le terminase
escapando, irremediablemente
de las manos.

Intentaría simpatizar lo
menos posible, con todos los
elementos u objetos
personales, de Natalia

46
Loureiro Iglesias. También
decidió guardarla a última
hora, en un acto inequívoco
de nostalgia, hacia su
malograda compañera de
charlas intimas, en jornadas
intempestivas, a la par que
nocturnas.

Tomo el itinerario que


desembocaría, justo detrás de
la puerta, de salida de su
morada, siendo en este
instante, el lugar al que más
le interesaba, trasladarse
con el mayor dinamismo
posible, sabía que no debía,
perder innecesariamente, el
tiempo del que disponía, para
realizar cada desplazamiento,
ante el inminente encuentro
con Diego. Sin embargo, por
capricho del destino, alguien

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de su pasado, se haría un
hueco en su entorno vecinal,
lo que provocaría, un
descontrol emocional, de gran
calado, en su maltrecho
corazón. Seguramente su
tranquilidad, se vería
seriamente mermada, por la
aparición, de su última
pareja sentimental.

Abrió de golpe, la puerta con


la única intención, de
comprobar en qué estado, se
encontraban sus fuerzas, por
si acaso, le daban un susto,
en el momento menos
inesperado, aunque la prueba
de fuego, más complicada de
salvar, estaba a punto, de
producirse ante su triste
mirada, eso le llegaría, de
la mano de Ignacio Saavedra

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Díaz. Un personaje de no muy
buenos recuerdo, durante un
tiempo, como pareja
sentimental, había de
momento, una cantidad enorme,
de heridas por cicatrizar,
con todas las connotaciones,
que eso le pudiera conllevar,
la recuperación de
autoestima.

Al girarse para pasar, la


llave en la cerradura de
seguridad , se fijó que
alguien, salía del piso,
contiguo al suyo , pero no
esperaba, que la figura
perteneciera, a un antiguo
amor .Comenzó a caminar, en
dirección hacia el ascensor,
sin mirar quien venía justo
detrás de ella .Hasta que no
tuvo más remedio, que

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detenerse en la boca del
elevador , entonces fue
cuando vio, que un hombre que
le resultaba, conocido se
dirigía, a paso firme , al
sitio donde ,estaba ubicada
a la espera, de poder
mantener, una conversación
entre ambos .

Él era de pelo castaño oscuro


, ojos de color verde
agrisado oscuro , su
complexión era tirando a
fuerte, labrada en gimnasios
de contrastada reputación ,
sus manos estaban bien
torneadas, por los avatares
de la vida , tenía los
brazos, bastante largos en
comparación, con el resto del
conjunto corporal , medía
sobre uno ochenta de estatura

50
, solía vestirse con ropa, de
buenas firmas de primer nivel
, calzaba un cuarenta y tres
grande , los próximos que le
tocaba vivir eran los treinta
y siete años . Su última
ocupación, era la de captar
socios capitalistas, dentro
de una sociedad de inversión,
cuya finalidad era poder,
construir con los beneficios,
viviendas para familias con
menos recursos económicos.

{Ignacio}

Buenos días Yolanda, ¿Cuánto


tiempo hacia que no coincidíamos?

51
{Yolanda}

Buenos días Ignacio, si mi memoria


no me falla, hace como unos ocho
meses, que rompimos nuestra
relación de pareja, tampoco creo
que hayan pasado, tantas cosas en
mi ausencia.

{Ignacio}

Bueno lo cierto es que algunas, sí


que han cambiado de dirección,
dándome cuenta de lo mucho que te
he echado de menos, ya que me
resulta muy difícil, asumir que no
estás a mi lado.

52
{Yolanda}

¿Piensas que sigo siendo la


incauta que conociste hace unos
siete años?

{Ignacio}

Pensé que continuabas enamorada de


mí, como el primer día de
conocernos, pero me acabo de dar
cuenta, que el rencor se ha
instalado definitivamente en tu
corazón.

53
{Yolanda}

Ese es el resultado, de haberme


engaño, durante unos meses,
maquillándome la versión que
intentabas, utilizar para tenerme
callada, después de las estafas a
mi hermano Álvaro.

{Ignacio}

¿Sigues con la idea de que estoy


metido en el fraude de los pisos
de protección oficial?

{Yolanda}

54
Si, tengo muy claro, que no te has
quedado, con las manos vacías,
además estoy por asegurar, que
muchas de las comisiones, se han
ido a cuentas de entidades
ficticias.

{Ignacio}

Veo que no me vas, a escuchar


nunca, teniendo en cuenta que, si
quisiera hacerte daño de verdad,
ni me volvería a cruzar en tu
camino.

{Yolanda}

55
¿Puedo saber por qué has alquilado
el piso justo al lado del mío?

{Ignacio}

Eso ha sido una simple casualidad,


que no tenía ni prevista desde el
principio, aunque te diré, que no
me decepciona para nada tenerte de
vecina.

{Yolanda}

Espero que nos veamos, lo menos


posible, en el rellano de la

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escalera, puesto que tu presencia,
no es del todo conveniente, en el
desarrollo de mi vida diaria.

{Ignacio}

¿Sigues creyendo que solo


intentaba utilizarte como reclamo
para poder estafar a tu hermano?

{Yolanda}

Esa es la impresión, que llevo


teniendo, desde que hemos
terminado, nuestra relación
sentimental, además no se en

57
cuantas otras ocasiones, me habrás
mentido de forma consciente.

{Ignacio}

Me parece que estas siendo, muy


dura en tu opinión, no
permitiéndome un margen, de
presunción de inocencia, dentro de
este asunto.

{Yolanda}

¿Por qué debía confiar en tu


palabra?

58
{Ignacio}

Si, alguna vez me has querido, con


el corazón, sabrías que la vida
nos pone a diario, obstáculos
complicados de superar, por lo que
sería bueno para todos, que
reconsiderases tu postura de
alejarte de mi entorno cotidiano.

{Yolanda}

Siento que no me transmites, una


estabilidad emocional digna, de
tener en cuenta, puesto que ese
rechazo, sigue latente en mi
corazón, quizás en el futuro, la
herida vaya cicatrizando, en una
dirección completamente diferente
a la actual.

59
{Ignacio}

¿Me darías otra oportunidad?

{Yolanda}

Tengo la convicción de que eso,


que me estas solicitando, no se
hara realidad, puesto que ahora
mismo, en mi vida no hay cabida,
para volver a colocar, una
relación tan turbulenta como la
nuestra.

En ese instante decidió de


60
forma personal alargar su
mano derecha con la intención
de presionar el botón de
aviso del ascensor , ya que
consideraba que se le estaba
haciendo tarde .Sabía que de
aquel intercambio de
opiniones no sacaría nada que
le pudiera aportar un poco de
tranquilidad .Solo era una
estrategia de Ignacio para
remover el pasado lo más
posible , con la única
esperanza de concretar una
estrategia en beneficio
propio , con la cual se
pudieran sacar cierta
cantidad de recursos
traducidos en detalles que
poder explotar en un
intervalo que considerase ,
que le diese una ventaja en
el sentido que había definido

61
en su postura inicial . Sin
embargo, todo dependería del
grado de emotividad que le
imprimiera a la segunda parte
de su plan.

Mientras Diego que continuaba


sentado en el mismo lugar
desde donde había telefoneado
a Yolanda , barajaba la
teoría de que no había sido
un homicidio casual , aunque
le asaltaban ciertas
hipótesis que no era capaz de
resolver con la claridad
necesaria , ya que le
faltaban muchos datos sobre
la escena del crimen .En lo
que si fijo su mirada desde
un primer momento al ojear la
fotografía , fue de la
manzana que yacía junto al
cuerpo encima de la cama ,

62
eso levanto todavía más dudas
si cabe sobre la autoría de
homicidio de su conocida
circunstancial.

Quizás tendría que armarse de


paciencia para ir agrupando
los indicios que iban
apareciendo en el análisis de
la instantánea, para luego
poder contrastarlos con que
averiguasen sobre el terreno
de la habitación del hotel
Villa de Celeiro.

Meditaba la posibilidad de
ponerse en contacto
telefónico con un viejo
camarada del barrio donde
había vivido parte de su
juventud , junto a su familia
, lo que le hacía mantener la
esperanza de que las cosas

63
tuvieran a simple vista un
nuevo matiz o vertiente de
explotación .

Quizás contando con la


colaboración de Salvador De
la Hoz Martínez todo tomase
una dirección más clara de
los acontecimientos, siendo
un punto de partida
completamente distinto al
actual que disfrutaba con
menos tranquilidad de la que
consideraba necesaria, para
no cometer errores de bulto.
Notaba que le faltaba un poco
de sosiego interior al
enfrentarse a ciertas dudas
que se iban agolpando cada
vez más en su cabeza, ya que
sabía que en aquella
instantánea se escondían
bastantes claves sobre las

64
causas reales de la muerte de
su amiga, aunque la
emotividad no le permitía ser
del todo objetivo en su
juicio de la situación.

No le quedaría otro remedio


que pedir ayuda a un
profesional de la
investigación policial ,
reflexiono durante un
intervalo corto de tiempo sin
esperar a la llegada de
Yolanda o empezar a
concretar contactos , que le
diesen una visión más amplia
de actuación .

Decidió en que era una buena


opción tener en sobre aviso a
su colega, ya que así por lo
menos no entraría con total
desconocimiento en un campo,

65
en un principio poco propicio
para sus averiguaciones,
puesto que en la escena del
crimen apenas quedarían
huellas. Marco con rapidez la
numeración en su teléfono
móvil, se le había despertado
la curiosidad por que le
pusieran al tanto de la
información, que centraba su
interés más inmediato de
poder ser saciado con una
buena dosis de datos, en la
configuración del puzzle que
pretendía ir elaborando.

Al otro lado del hilo


telefónico se hallaba
Salvador De la Hoz Martínez ,
era un hombre de aspecto
atlético en su condición de
miembro de las fuerzas de
seguridad del estado ,

66
rondaba los treinta y cinco
años de edad ,de cabellera
frondosa en color negro
azabache , ojos café muy
oscuro , manos de larga
extensión , tenía un peculiar
lunar en el lóbulo de la
oreja izquierda , cuando se
deshacía del habitual
uniforme de trabajo , solía
vestir muy sencillo en su
elección de tejidos como en
colorido de distintas
variedades , según la demanda
del acto al que debiera
asistir por su condición
social o laboral , calzaba un
cuarenta y dos grande . Al
notar la insistencia del
sonido de la llamada en su
teléfono celular, no tuvo más
remedio que apresurarse a
contestar con la mayor

67
brevedad posible, teniendo en
cuenta que su deber se
derivaba de estar siempre
disponible.

{Salvador}

Buenos días, ¿Quien reclama mi


atención con tanta insistencia?

{Diego}

Buenos días Salvador, soy Diego


perdona, que te haya molestado,
tan temprano en esta mañana tan
fría, pero me urgía comunicarme
contigo.

68
{Salvador}

Hombre Diego, cuanto tiempo, que


no tenía noticias sobre tu
paradero, tanto personal como
laboral, ¿En qué te puedo ayudar?

{Diego}

Pues me gustaría, saber si eres


uno de los miembros, perteneciente
al equipo de investigación, que se
desplazó .ayer por la tarde, al
hotel Villa de Celeiro, por el
homicidio de una chica más o menos
de mi edad.

69
{Salvador}

Si, pero de momento. No se puede


dar información, fuera del secreto
de sumario, ya que el juez, ha
dictaminado que hay causas, un
poco extrañas.

{Diego}

¿Habrá que esperar al resultado de


la autopsia?

{Salvador}

70
Quizás, hasta que se pueda hacer,
un informe detallado, de las
causas reales, de lo sucedió en el
caso, puesto que ahora mismo,
estamos barajando varias
hipótesis, por encima de la
realidad.

{Diego}

Veo que estáis, con bastantes


dudas razonables, siendo muy
complicado, hacer un marcado
análisis, de lo que se pudiera,
sacar de los pocos datos, que
muestran la fotografía de los
diarios.

{Salvador}

71
¿Tenias algún vínculo especial con
la fallecida?

{Diego}

Lo cierto es que fuimos,


compañeros desde el primer curso
de carrera, pero mi interés, es
más que nada, porque era muy
próxima, para alguien especial en
mi vida.

{Salvador}

Ahora voy comprendiendo, por lo


que te ha marcado, tanto dicho
interés, por conocer los detalles
del caso en su totalidad, puesto
72
que no recuerdo, que hayas tenido
esta empatía en otras ocasiones
anteriores.

{Diego}

¿Por qué dices eso?

{Salvador}

Porque en el tono se denota, una


cierta complicidad, hacia esa
persona, que pretendes proteger, a
toda costa, espero que no te haya
molestado mi comentario sin
ninguna intención de herirte.

73
{Diego}

¡Tranquilo! no ha pasado nada,


teniendo en cuenta, que tengo los
nervios, un poco alterados, por lo
ocurrido con mi conocida, del
resto podría te, que estoy más o
menos relajado.

{Salvador}

¿No sería mejor que nos citásemos


para hablar con más calma sobre
este tema en concreto?

{Diego}
74
La verdad, es que no te lo pensaba
proponer directamente, puesto que
entiendo, que eres una persona
bastante ocupada, por temas
relacionados con tu profesión.

{Salvador}

No te preocupes, siempre se puede


hacer, un hueco para un buen
amigo, además hay que añadir, que
somos casi de la familia por los
años, que hemos estado viviendo de
niños en el mismo barrio.

{Diego}

75
¿Y cuándo te gustaría que nos
viéramos?

{Salvador}

Hoy mismo no tengo nada, importe


que hacer, durante toda la mañana,
así que si quieres, en una hora,
me podría acercar, hasta donde tú
me digas.

{Diego}

En ese mismo intervalo de tiempo,


he quedado con esta chica tan
especial, que te acabo de
comentar, que frecuentaba círculo
76
de amistades de la fallecida, pero
si te viene bien, podrías
acercarte hasta, la recepción del
hotel Villa de Celeiro, para que
hablases con ella.

{Salvador}

¿No será este encuentro un poco


precipitado para ella?

{Diego}

También tienes razón ,en tu forma


de ver las cosas, desde una
posición, algo más subjetiva de
entender, puesto que la emotividad
,nos puede jugar una mala pasada,
siendo más un obstáculo ,que una

77
vía de cierta estabilidad, ante el
desarrollo de los acontecimientos.

{Salvador}

Estoy pensando que podíamos vernos


mañana sobre esta hora para
desayunar, así puedes ver en qué
estado afectivo se encuentra la
chica que me has comentado en el
pasado.

{Diego}

¿Me traerás nuevos detalles sobre


la investigación?

78
{Salvador}

De eso no te puedo asegurar que


vaya haber ninguna novedad de
relevancia, aunque en este tipo de
tareas todo cambia sin que nadie
sepa el rumbo de nada en especial.

{Diego}

Por lo poco que llevo indagado en


el terreno de la investigación, la
gran mayoría de las pruebas suelen
tener doble lectura en el informe
definitivo dentro de un caso.

{Salvador}

79
¿Te importa que continuemos mañana
esta conversación?

{Diego}

Al contrario, será mucho mejor


dejar algo en el tintero para
cuando nos veamos en persona, ya
que mediante el teléfono se pierde
la mitad de la información que se
desea transmitir.

{Salvador}

Diego que tengas una buena jornada


laboral.

80
{Diego}

Lo mismo te deseo Salvador.

Un vez salieron las ultimas


letras de la garganta de
Diego con total naturalidad,
procedió a pulsar el botón de
termino de llamada en su
teléfono móvil, ahora ya
sabía que podía contar con el
apoyo inestimable de su
antiguo vecino de barriada
.Por ese lado tendría una
entrada inmejorable para
poner en práctica algún tipo
de estrategia, puesto que
pretendía no perder la
81
oportunidad de implantar una
base firme, que le permitiera
ir acercándose lentamente al
objetivo que se había
marcado.

Todo dependía de la habilidad


que fuese mostrando .Siendo
por el momento la mejor
iniciativa que se le
planteaba en este instante,
esperaba que la vida no le
jugase una mala pasada o
diese un vuelco demasiado
pronunciado ante sus
expectativas de futuro
.Quizás se tendría que fijar
un límite de actuación,
dentro de un orden más o
menos lógico en su ansia por
concretar un abanico de
posibilidades, que hiciesen
que nada se escapase de su

82
control.

Simultáneamente Ignacio
continuaba con su acoso a la
vez que derribo del muro que
intentaba mantener Yolanda,
en la búsqueda de retomar su
vida en común. En ese mismo
instante se oyó de fondo la
inminente llegada del
ascensor, lo que le serviría
a ella para poder recuperar
un poco del resuello perdido
con anterioridad. Notaba como
su capacidad anímica iba
descendiendo paulatinamente
con el paso de los minutos,
es le provocaba todavía más
desajustes emocionales en su
alma. Teniendo en cuenta que
muchos de los recuerdos se
agolpaban directamente en su
mente, no cesando en su idea

83
de que se anclase dentro de
una espiral de constante
involución. Espero
pacientemente a que se
abrieran las puertas de
seguridad del elevador,
cediendo seguidamente el paso
a la dama hacia el interior
del mismo.

Accionando unos segundos más


tarde el botón para descender
hasta el rellano del portal
del edificio, durante la
travesía aprovecharía
nuevamente la oportunidad que
se le brindaba, con la única
esperanza de romper la coraza
que protegía los sentimientos
de su acompañante ocasional,
tenía muy claro que lo que no
dijese en este instante se
quedaría irremediablemente en

84
el más absoluto de los
olvidos.

Decidió volver a provocar un


intercambio de palabras de
gran sensibilidad en el
contexto del marco que se
pretendía insertar como
lógico, dando un nuevo prisma
con el que potenciar la
mayoría de los asuntos que
tenían pendientes. Evitando
entrar directamente en el
trasfondo de lo que
consideraba importante,
reservando buena parte de las
dudas para más adelante.
Poniendo un muro
infranqueable que repeliese
cualquier tipo de ataque
frontal en la dirección de su
persona.

85
Ahora solo le quedaba
mantener la serenidad que
reflejaba en su semblante ,
el resto no era complicado de
aplicar como un sistema de
seguridad , ante la remota
posibilidad de verse invadida
por una fuerte oleada de
emotividad descontrolada , lo
que podría poner en peligro
su estabilidad interna
.Llegando a un punto de
profunda decepción consigo
misma , acarreando un
profundo conflicto de
intereses , por lo que
jugaría con la posibilidad de
no entrar directamente en la
parte oscura de la
conversación .

Permitiendo que la
intrascendencia allanase el

86
camino que pretendía
desarrollar con total
naturalidad de movimientos y
que le daba la ocasión de
hacer un examen visual de
cuál sería el mejor método a
poner en práctica. Sin
embargo, no contaba con el
efecto sorpresa que antaño le
había proporcionado
excelentes beneficios, aunque
ahora mismo el escenario se
mostraba muy diferente al que
disfrutaba en aquel instante.
Pero tampoco le parecía algo
tan complicado de superar con
la solvencia que le ofrecía
el respaldo de su integridad
personal a la par de su
fuerte carácter.

Le tocaba posicionarse con


valentía ante cualquier

87
eventualidad que colocase el
destino en su camino,
fajándose de los golpes
morales que pudiera recibir
desde el otro lado del ring
imaginario donde libraban la
batalla dialéctica, no
bajando la guardia en ninguna
de su combate verbal. Echaría
el resto con tal de no
quedarse por detrás por
defender su propia dignidad
ante cualquier tipo de
comentario u ofensa mal
intencionada.

{Ignacio}

Sé qué te ha podido hacer cambiar


de repente de opinión hacia mi

88
persona, ya que hace unos diez
meses teníamos pensado hasta
planes para casarnos en el pueblo
de donde procede tu familia.

{Yolanda}

¿Tú crees que se le puede estafar


a la familia de tu prometida?

{Ignacio}

Veo que solo estas buscando una


excusa para inculparme de algo de
lo que te dicho que soy
completamente inocente, por lo que
he podido comprobar no has

89
escuchado ni una sola de mis
palabras que te he comentado con
anterioridad.

{Yolanda}

Es que me resulta increíble que


sigas defendiendo algo que los dos
sabemos que no has sido sincero,
ya que por si fuera poco has
venido a un encima con el papel de
víctima bien aprendido.

{Ignacio}

¿Estas convencida de que estoy


sobre actuando?

90
{Yolanda}

De eso no he tenido ni una sola


duda desde el principio, pero no
me voy a volver a tragar el mismo
cuento por segunda vez
consecutiva.

{Ignacio}

Está muy claro que no llegaremos a


un acuerdo de reconciliación, he
notado que no estás receptiva a
cualquier tipo de acercamiento
amistoso entre ambos.

91
{Yolanda}

¿Acaso tengo obligación de mirarte


a la cara?

{Ignacio}

Bueno lo cierto es que no es algo


que deba ponerte como imposición,
aunque la verdad es que me
gustaría que pudiéramos llevarnos
de una manera civilizada.

{Yolanda}

92
Tendrían que dar un giro muy
grande las cosas como para que eso
pudiera suceder entre ambos, pero
tampoco te voy a crear falsas
esperanzas de que se cumpla tu
deseo.

{Ignacio}

¿Qué es lo que puedo hacer para


que me perdones?

{Yolanda}

Sigues si entender que no es hacer

93
nada físico, sino más bien la
actitud que llevas desarrollando
los últimos meses desde que hemos
terminado la relación, no todo se
arregla con unos cientos de euros
en metálico en pago por lo de mi
hermano Álvaro.

{Ignacio}

La verdad es que hemos entrado en


un terreno bastante complicado de
comunicarnos, todo dependerá de la
emotividad que nos pueda seguir
uniendo.

{Yolanda}

94
¿Me estás diciendo que sigues
enamorado de mí?

{Ignacio}

Si, es no lo ocultare el resto de


mi vida, da igual que estés a mi
lado o no ese sentimiento no lo
arrancare mi de corazón por mucho
que me duela, jamás te podré
olvidar hasta el día que me muera.

{Yolanda}

Me parece que estas exagerando en


la divulgación de tu alegato,
pretendiendo que ablande mi
postura frente a esta inusual

95
situación.

{Ignacio}

¿Tú no estás enamorada de mí?

{Yolanda}

Ese sentimiento se difumino hace


meses atrás, además no creo que
sea conveniente que sigas
alimentando en tu cabeza la
esperanza de recuperar la misma
estabilidad que disfrutamos en
aquel momento de nuestras vidas.

96
La tensión les estaba echando
un pulso poniendo a prueba la
fortaleza de la moral de cada
uno, siendo un constante
intercambio de golpes
emocionales. Por lo que
ninguno cedía un centímetro
del espacio en el que se
hallaban parados cara a cara,
esperando que la conversación
no se extendiese por encima
de un mero encuentro casual.
Aunque todo dependía de los
argumentos que se expusieran
como tema central del
dialogo, con lo que la
dificultad de mantener una
postura más o menos racional
a simple vista. Evitando que
las fisuras proporcionasen un
enorme caudal de opciones con

97
las que atacar al ego del
contrario con total impunidad
en los movimientos, dejando
visibles las reglas del juego
que intentaban imponer para
proteger la parte de
intimidad que les importaba
que se mantuviera oculta.

Los reproches daban un toque


de frialdad al tono de voz
que se oía durante el
tropezón surgido en plena
calle, el debate giraba en
torno a las continuas
argucias utilizadas por él a
la hora de utilizar el engaño
en la obtención de los
objetivos que pasaban por una
evidente especulación
económica.

Aparecía un alto grado de

98
rencor que ella no cesaba de
verter en las afirmaciones
que le lanzaba a modo de
cuchillos bien afilados por
el odio que le iba creciendo
en el alma, analizaba con
calma la realidad que le
abocaba a seguir usando una
actitud que reflejase una
dureza inusual en esta clase
de choques. Además, ajustaría
cuentas con el hombre que se
aprovechó de las
circunstancias en las que se
hallaba y le distancio en
cierto modo de los familiares
con los que disfrutaba de
mayor afinidad. Esa era una
espina que llevaba tiempo
clavaba en las entrañas
acompañada de lo repugnante
que se le hacía la presencia,
de quien pudo convertirse en

99
el padre de sus hijos.

El desprecio que sentía hacia


todo lo que él representaba
de cara a la sociedad,
dejando patente que el
vínculo que les unió en el
pasado, el sentimiento se
difumino dando paso a una
mezcla de amargura, odio,
rabia, rencor y una elevada
sed de venganza por todas las
vejaciones que sufrió durante
el tiempo que convivieron
juntos .Jugaría la baza de
ignorar cualquier alusión a
volver a compartir el mismo
techo, sabiendo que sería
inútil remover cuestiones
que dañaron la confidencia
que allano el camino para que
iniciasen un proyecto en
común .

100
{Ignacio}

Sé que terminaras cediendo a mis


intenciones de que hagamos las
paces, puesto que no hay mal que
cien años dure ni cuerpo que lo
mantenga vivo.

{Yolanda}

¿Por qué piensas que se puede


producir ese cambio en mi actitud
personal?

{Ignacio}

101
Tengo muy claro que eres incapaz
de continuar con la frialdad
indefinidamente, a parte he notado
que te han empezado a sudar las
manos.

{Yolanda}

Es por la enorme subida de la


temperatura ambiental que se
percibe dentro de este ascensor,
del resto te diré que son
imaginación tuya.

{Ignacio}

¿Estás segura que no es por otro

102
motivo en especial?

{Yolanda}

Si crees que está relacionado con


el hipotético caso de que todavía,
siga teniendo cierta atracción
física hacia tu persona, te diré
que estas completamente equivocado
en tu apreciación.

[Ignacio}

No te servirá mantener esa imagen


de mujer indiferente, teniendo en
cuenta que ahora mismo es más
perjudicial para tu salud mental.

103
{Yolanda}

¿Piensas que voy a volver a caer


rendida a tus pies?

{Ignacio}

Eso no me extrañaría viniendo de


tu parte, puesto que en el tiempo
que nos llevamos conociendo antes
de ser pareja, ya que tenido
margen de comprobar hasta dónde
eres capaz de llegar con tal de
obtener tus propósitos.

104
{Yolanda}

Entonces te aconsejaría que


desistieras en tu actitud de
hacerme cambiar de opinión, estás
perdiendo tu tiempo de una forma
inútil en el desarrollo de los
acontecimientos.

{Ignacio}

¿Por qué te muestras tan dura


conmigo?

{Yolanda}

105
Pues lo cierto es que me gusta ver
cómo estas intentando que no te
aislara definitivamente de mi
vida, estas justo en el lugar que
levo esperando la friolera de ocho
meses.

{Ignacio}

Nunca creí que fueses tan


vengativa, pero acabo de comprobar
hasta el extremo que te puede
conducir un rencor malentendido.

{Yolanda}

¿Ahora me dejaras vivir tranquila?

106
{Ignacio}

Perderé esta batalla como es


normal, pero te advierto que no
renunciare a la posibilidad de que
ambos volvamos a estar juntos bajo
el mismo techo.

{Yolanda}

Eso todavía va a ser más


complicado de que se lleve a cabo,
teniendo en cuenta que desde este
instante intentare por todos los
medios no cruzarme en tu camino.

107
Paralelamente a unas manzanas
de separación de donde ellos
se hallaban conversando.
Diego iba perfilando los
últimos retoques para hacer
más dinámico el itinerario,
que pretendía poner en
práctica durante la
investigación en la escena
del crimen .Además tuvo la
feliz idea de llevarse
colgada del cuello su mejor
compañera en estos trabajos
de campo .Un cámara digital
de última generación con
teleobjetivo de largo
alcance, fue uno de los
regalos que tenía reservado
Yolanda el día de su
graduación en la facultad de
periodismo.

Cada vez que la mirada le

108
hacía recordar el rostro de
ella iluminado por una limpia
sonrisa, eso quizás
alimentaba a un más su
esperanzas de poder compartir
en el futuro algo más de
intimidad .Sin embargo debía
convivir con la alargada
sombra de Ignacio por todas
las esquinas, lo que le
provocaba cierta desazón
interior por no poder luchar
abiertamente por el amor, de
quien seguramente también a
él lo quisiera. Se debatía en
un dilema bastante difícil de
resolver con total
coherencia, las emociones sin
previo aviso hacían acto de
presencia. Por ese lado
notaba como su estado
emocional se iba debilitando
con el paso de los minutos

109
por encima de su cabeza.

Tomo un prudencial tiempo de


reflexión antes de continuar
tejiendo su plan con el mayor
cuidado posible, aunque
comenzaba a navegar en su
cerebro, el ponerse en
contacto con su amigo Ángel
Paz Méndez, que por
casualidades de la vida
trabajaba en el instituto
anatómico forense. Enseguida
se ilumino el intelecto de
investigador aficionado, que
le afloraba en muy contadas
ocasiones por el bien de la
humanidad.

Quizás así en lo que no


llegaba Yolanda adelantaría
un buen número de trámites
fundamentales, además le

110
permitiría indagar, en buena
parte de la información que
se incluiría dentro del
secreto del sumario. Estaba
seguro que su camarada no le
dejaría en la estacada,
aunque se reservaría muchos
detalles importantes de no
ser desclasificados. A un así
se jugaría la carta que se
guardaba en la manga, con la
única intención de que le
sirviera en la obtención del
mayor rédito, puesto que la
apuesta que hacía en la
inversión se antojaba un poco
elevada de poder mantener
indefinidamente.

Agarro con energía su


teléfono móvil con la mirada
centrada en la pantalla
táctil del mismo , su meta

111
era poder contactar lo antes
posible al precio que fuese
necesario , con alguien del
lugar que se marcó que le
podría saciar su sed de
obsesiva curiosidad .Nada
podría detenerlo en su
búsqueda de respuesta claras
a la par de contundentes .Sin
embargo debía de tornar su
actitud en algo si cabe más
sutil .Todo dependería de lo
receptiva la otra parte
.Intentaría utilizar los años
que estuvieron frecuentando
el mismo grupo de amistades ,
solo le quedaba poner en
práctica una excusa más o
menos creíble para romper el
hielo . Acción el botón de
llamada con bastante
intensidad en sus
movimientos.

112
Del otro lado de Ángel Paz
Méndez que se encontraba
precisamente hurgando entre
las pertenecías de Natalia
Loureiro Iglesias , ni
siquiera sabía que lo que
manipulaba entre sus manos ,
sería el tema central de su
próxima charla telefónica
.Era un hombre muy meticuloso
en su trabajo , de pelo
castaño claro con algunas
débiles canas en los
laterales de su frondosa
pelambrera , ojos en color
miel con rasgos orientales ,
sus manos describían un
largo diámetro en su
estructura ósea , de
complexión física bastante
aparente a simple vista , iba
uniformado con la

113
indumentaria que le requería
su puesto de médico
forense ,combinado con unos
zuecos de color blanco del
cuarenta y dos de talla ,
rondaba casi la cuarentena de
edad , públicamente tenía
una personalidad muy
reservada.

Solía rodearse de un grupo


muy reducido de gente de su
total confianza, ya que por
su posición laboral tendría
que mantener una imagen de
sobriedad. No se demoró mucho
en descolgar con fuerza el
auricular del aparato
telefónico, su única misión
dependía en cierto modo, el
tener conocimiento de la
identidad de quien demandaba
de sus servicios con tanta

114
rapidez.

{Ángel}

Buenos días, ¿Quién precisa de mis


servicios con tanta urgencia?

{Diego}

Buenos días Ángel, soy Diego tu


antiguo compañero de colegio en la
barriada de la Esperanza.

{Ángel}

115
Ah, hola no esperaba que fueras a
llamarme después de tanto tiempo
sin tener noticias de ti.

{Diego}

¿Te cojo en un mal momento?

{Ángel}

En mi profesión por lo menos los


clientes no tienen ningún tipo de
queja, se siente bien pagados con
el trato tan exquisito que les
dispensamos a diario.

116
{Diego}

Noto, que sigues desplegando, el


buen humor, que te ha
caracterizado toda la vida, a
pesar de las tareas que conforman
tu trabajo cotidiano.

{Ángel}

¿Puedo saber a qué se debe tu


llamada?

{Diego}

117
La verdad es que me gustaría saber
si le has practicado la autopsia
al cadáver de una chica, que
responde al nombre de Natalia
Loureiro Iglesias.

{Ángel}

Si ahora mismo estaba examinando


el informe de las huellas que me
ha facilitado la policía a primera
hora de esta mañana, ¿Buscas algo
en especial?

{Diego}

118
Bueno es que hay en la fotografía
de prensa que no me termina de
cuadrar, teniendo en cuenta que no
me fallen este momento la
memoria, creo que la víctima no
tenía ningún tipo de lunar o marca
en el lado derecho de su cara.

{Ángel}

Eso ha podido ser un simple error


de imprenta, que tampoco debería
llamarte demasiado la atención.

{Diego}

¿Te importaría comprobar si es


cierta mi teoría?

119
{Ángel}

Lo haré, pero tengo la certeza que


ese pequeño detalle tampoco nos
conducirá a un gran avance en el
esclarecimiento del caso que nos
ocupa.

{Diego}

Quizás eso refuerce mi idea de


saber exactamente de quien es la
identidad de la fallecida.

{Ángel}

120
¿Piensas que hay alguien
suplantando su identidad?

{Diego}

Es una hipótesis que llevo


barajando hace unos minutos y que
cada vez va cogiendo mas forma de
que pudiera suceder, aunque de
momento tampoco puedo verter una
afirmación.

{Ángel}

Lo cierto es que no he tenido la


oportunidad de observar la portada
de ningún diario, así que tampoco

121
puedo comparar nada sobre la duda
que me planteas.

La clave pasaba por conseguir


que le hiciesen el protocolo
completo que se utilizaba en
las autopsias que despertaban
una mayor incógnita, así que
le sugirió que con una
analítica en profundidad le
podría eliminar la duda que
le navegaba en la mente
.Teniendo en cuenta que ese
hallazgo cambiaría en cierto
modo la forma de indagar en
el entorno más cercano de
Natalia Loureiro Iglesias ,
la cual fiel al estilo que
defendió en vida seguía
acompañada de la sombra de la
tragedia en el entorno en el
que se movía .Poniendo en

122
jaque a los forenses que les
desconcertaba el caso que se
les planteaba , tampoco eran
capaces de dar un veredicto
fiable de los orígenes de la
repentina defunción .

{Diego}

¿Tú no podrías solicitar una


prueba de ADN?

{Ángel}

Si, pero tendría que saber con


seguridad que estoy intentando
averiguar, ya que me acabas de

123
poner en la tesitura de intentar
contrastar, algo que no estaba
previsto dentro de la autopsia.

{Diego}

Es que me ha venido de repente a


la mente la posibilidad de que
fuesen dos personas idénticas,
siendo asesinada por error la
chica que te he comentado con
anterioridad.

{Ángel}

¿Te has puesto en contacto con la


policía?

124
{Diego}

Si he estado hablando esta misma


mañana con un viejo amigo del
barrio donde me críe de niño y lo
cierto es que tampoco me ha dejado
nada en claro acerca de la
investigación.

{Ángel}

Tengo la impresión que el juez ha


decretado el secreto de sumario,
por lo menos hasta que le enviemos
un informe detallado de lo que
podamos hallar durante la
autopsia.

125
{Diego}

¿Cuánto os llevara ese trámite?

{Ángel}

Eso dependerá del número de


pruebas que nos han solicitado
desde el juzgado, además tendremos
que contar con el visto bueno de
la fiscal del distrito.

{Diego}

126
En esa parte no había caído desde
el principio, que lo más
complicado suele ser el tema
burocrático.

{Ángel}

¿Vas a embarcarte tu solo en esta


aventura?

{Diego}

No, estoy esperando para reunirme


con una amiga que es periodista y
que es realmente íntima de la
fallecida, de ahí el motivo de mi
llamada en una hora tan temprana.

127
{Ángel}

Pues entonces mi consejo es que de


momento no le comentes la
posibilidad de que exista una
suplantadora de identidad,
sabiendo que nos movemos entre
conjeturas sin ningún fundamento.

{Diego}

¿Piensas que será lo mejor?

{Ángel}

128
Hasta que se demuestre lo
contrario, solo existe una versión
oficial sobre el misterio que
rodea el entorno de este asunto,
por el resto no hay que
preocuparse más de lo normal.

El gesto en el rostro de él
denotaba una evidente falta
de confianza para que alguien
le proporcionase una
transcripción, en la que
sustentar la hipótesis que le
llevo a justificar el interés
que demostraba por descubrir
el móvil del homicidio. Tal
vez observaba demasiados
cabos sueltos en el horizonte
elevando el desconcierto
hasta cotas insospechadas,
planteando una revisión

129
exhaustiva de las partencias
que portaba la moribunda en
el momento del fatal
desenlace. Debía atinar con
la táctica con la que
descifrar donde existía el
truco en el que se apoyaron
quienes desplazaron ambos
cadáveres, sin que nadie se
percatase de dicha acción
durante el traslado desde el
hotel Villa de Celeiro.

Conocía a ciertos individuos


que se dedicaban al tráfico
de órganos, con lo que
financiaban un sinfín de
diligencias en el ámbito
reprensible de la sociedad.
Por lo que esa vía de
indagación resultaba bastante
interesante de conservar como
una alternativa, si las cosas

130
se torcían en la trayectoria
que menos favorecía el seguir
indagando en el entramado,
alrededor de la defunción de
Natalia Loureiro Iglesias en
medio de una cortina de humo
formada por la cantidad de
contradicciones que se le
dibujaban en el horizonte.

Alimentaba la condición de
abandonar el caso si viese
que peligraba su integridad
física, entrando en un juego
poco recomendable en las
circunstancias en las que
discurrían los hechos
relacionados con una parte
del material que fue
recopilando durante los
últimos años y que le
permitían descifrar multitud
de delitos sin resolver por

131
la extracción de elementos,
incluidos en los distintos
casos en los que el dinero
circulaba como actor
secundario, viendo que en
este término todo imprimía un
manifiesto sentimiento de
inseguridad .

{Diego}

Viéndolo desde ese punto de vista


no me quedara otro remedio que
secundar esa opción que me acabas
de proponer, no pudiendo negar la
cantidad de preguntas que
surgirían alrededor de una mera
hipótesis.

132
{Ángel}

¿Cuándo pretendéis visitar la escena


del crimen?

{Diego}

A lo largo de esta mañana, todo


viene supeditado al desarrollo con
normalidad de la planificación que
he ido haciendo, con calma desde
que he visto la instantánea en el
rotativo de hoy.

{Ángel}

133
Por lo que puedo deducir de tus
palabras, tienes bastante avanzada
una estrategia de trabajo que solo
precisa ponerse en marcha, sobre
la moqueta de la habitación del
hotel Villa de Celeiro.

{Diego}

¿Sabes si ha quedado algún policía


de vigilancia?

{Ángel}

¡¡¡¡Mmm!!!!, Lo cierto es que no


sabría darte exactamente esa
información que me acabas de
solicitar, puesto que no fui el

134
último en abandonar el lugar de
los hechos.

Mientras en otra parte de la


ciudad Ignacio continuaba su
acoso particular al corazón
de Yolanda, pero sus
resultados seguían en el
mismo punto muerto. Todo
parecía discurrir en la
dirección menos indicada para
sus intereses reales, aunque
tampoco descartaba que los
acontecimientos pudieran
girar en sentido contrario.
Sin embargo, su forma de
abordar no les conducía a
grandes avances, ya que
intentaba mantener un
equilibrio constante dentro
de su margen de maniobra.

135
Intentaría buscar la postura
más idónea para sus intereses
actuales, además de pasar por
la idea de que perdiera la
tranquilidad, con el único
objetivo de abrir un nuevo
espacio de actuación. Dándole
todavía más presión al
funcionamiento de su
estrategia, con la esperanza
de poder desequilibrar en
cierto modo sus emociones.

Siendo cada vez más


complicada romper la barrera
que los separaba físicamente,
aunque no cambiaría ni un
solo ápice del guión escogido
con anterioridad. Daría una
vuelta de tuerca a la
maltrecha autoestima de ella,
sembrándole una cantidad
importante de dudas

136
existenciales, además de
profundizar en sus carencias
afectivas. Con un grado de
visible de eficacia en todo
lo que se proponía poner en
práctica.

Manejando a placer los


elementos que el destino le
colocaba a su alcance, no
despreciando ni una sola de
las oportunidades que se le
brindasen en la consecución
de sus objetivos. Contaba con
la ventaja de conocer los
puntos débiles más
significativos de la
personalidad de ella, eso
jugaría a su favor en todos
los frentes que tuviesen
abiertos.

Sin desaprovechar en vano ni

137
un solo segundo de su valioso
tiempo, utilizaría la carta
de la inestabilidad mental
para conocer en que se punto
se hallaba en lo concerniente
a los sentimientos. Puesto
que apreciaba que las cosas
le colocaban en una línea que
aprovechar en la medida de
que sus recursos de los que
disponía, aunque forzaría el
dialogo hasta obtener las
respuestas que le ayudasen
a controlar el entorno más
inmediato.

{Ignacio}

¿Has pensado en rehacer tu vida


con Diego?

138
{Yolanda}

Me parece que no debo darte ningún


tipo de explicaciones en lo
concerniente a mi vida
sentimental, además no suelo hacer
comentarios sin estar presente la
persona en cuestión.

{Ignacio}

Ese silencio me está dando


indirectamente la razón sobre
vuestra intimidad amistad,
teniendo en cuenta la confianza
que soléis mostrar en público.

139
{Yolanda}

¿Acaso estas intentando insinuar


algo?

{Ignacio}

No, solo me estoy ciñendo a la


realidad que se impone en ante los
hechos puntuales, tampoco he
entrado en una directa afirmación.

{Yolanda}

140
Creo que estas muy equivocado,
manejando la remota posibilidad de
que Diego llegue a compartir algún
día, otra cosa que no sea una
simple amistad.

{Ignacio}

¿Pues a mis oídos ha llegado algún


rumor sobre un inminente romance
entre los dos?

{Yolanda}

Te pediría por favor, que no


siguieras por ese camino, ya que
no tengo ninguna intención de

141
hablarte de la relación de amistad
que mantengo con Diego.

{Ignacio}

Quizás me estés ocultando los


verdaderos motivos, teniendo en
cuenta que nadie más que él sabe
realmente los motivos que te han
llevado a tomar la decisión de no
querer tener hijos.

{Yolanda}

¿Por qué me sales ahora con eso?

142
{Ignacio}

Bueno es algo que, por


casualidades de la vida, he tenido
la oportunidad de conocer de
primera mano, ya que has estado
intentado negármelo durante mucho
tiempo.

En ese instante el teléfono


móvil de ella comenzó a sonar
sin parar , lo que le sirvió
como excusa para evitar el
bombardeo emocional , al que
la se veía sometida por parte
de él .Alargo su mano derecha
para acelerar las búsqueda
del celular .Temiendo que le
informasen de otra mala
noticia , esperaba que las
143
cosas fuesen tomando una
dirección completamente
contraria a la actual que le
tocaba vivir .Diviso en la
pantalla táctil que le
parpadeaba incesablemente ,
el nombre de Laura Presedo
Miramontes , una antigua
amiga de la infancia de sus
años en el colegio de su
barriada . No tardo en
accionar el botón que le
permitiría descolgar con
rapidez, para saber cómo le
iba la vida. No
desperdiciaría esa
oportunidad que le ofrecía
abiertamente el destino,
quizás no tendría otra con la
que evitar el maltrato
psicológico, al que se veía
sometida por parte de su
compañero circunstancial.

144
Le ayudaría en cierto modo a
recomponer su deteriorado
estado anímico, puesto que su
energía estaba llegando
peligrosamente al límite de
su resistencia, era una
extraña sensación de
auténtica debilidad tanto
física como mental.
Utilizaría la astucia
necesaria para desviar la
atención de Ignacio, dado que
empezaba a encontrarse
inmersa en una encrucijada
del tono menos apropiado en
la obtención de sus
pretensiones, aunque
aprovecharía la ocasión de
aplicar algún tipo de señuelo
de su propia cosecha. Con el
fin de ponerlo directamente
en un aprieto, eso le

145
serviría de reclamo a la hora
de comprobar si en realidad
podía tenderle una trampa en
toda regla.

Se le presentaba el instante
que llevaba mucho tiempo
esperando que apareciese en
su horizonte, no debía dudar
ni un solo segundo de su
capacidad de cobrarse el daño
moral que le infligió en el
pasado, algo que no se le
borraría de su mente el resto
de su vida.

Ahí radicaba su verdadera


venganza de colocar cada cosa
en el lugar que le
correspondía, dejando que
fluyera la rabia contenida
que atesoraba en su alma con
una notable incidencia en sus

146
movimientos. Haciendo que el
dinamismo que presentaba en
un principio, se fuese
diluyendo con el paso de los
minutos, dejando un rastro de
profunda decepción al que
sería incapaz de controlar.
Teniendo en cuenta la
fragilidad que mostraba la
imagen que proyectaba ante el
resto del mundo.

Aprovecharía ese preciso


instante para darle una
vuelta de tuerca a su plan de
minar la moral de Ignacio,
desquiciándolo con múltiples
evasivas en las cuales
rompería cualquier tipo de
improvisación que viniese de
su parte, aunque no
despreciaría la ocasión de
jugar la baza de los celos.

147
Intentaría comprobar el grado
de afecto que le podría unir
en el futuro, ya que
utilizaría sus dotes
artísticas en la confección
de su trampa ante la que
tejer una telaraña alrededor
del entorno que les tocaba
compartir por diferentes
circunstancias, lo que
aumentaba el grado de tensión
que se respiraba en el
ambiente. Llegando al punto
de no permitirse ni un
resbalón por ambos lados.

{Yolanda}

Buenos días Laura, ¿Cómo te


encuentras esta mañana?

148
{Laura}

Buenos días Yolanda, pues la


verdad es que estaba en la cama
recién me acabo de despertar de un
sueño muy profundo y he pensado si
te gustaría que nos viéramos para
tomar un café.

{Yolanda}

Lo siento, pero me ha surgido un


compromiso que no puedo evitar,
otro día si puedo no dudare en
llamarte con tiempo suficiente.

149
{Laura}

¿Estas enfermas?

{Yolanda}

No exactamente, pero estoy con el


tiempo justo para llegar a una
cita y no me gustaría hacer
esperar a la persona que se ha
citado conmigo.

{Laura}

150
En eso debo darte toda la razón,
puesto que el tiempo de todo el
mundo hay que valorarlo en su
justa medida, además tú no eres de
las mujeres que les guste llegar
tarde a los sitios.

{Yolanda}

Que tengas un buen día Laura.

{Laura}

Lo mismo te deseo Yolanda.

151
En cuanto acciono el botón de
termino de llamada , dejo
que las últimas palabras
compartidas con su confidente
, le sirvieran para dar un
poco de respiro a su
cabeza .Sin embargo al girar
su mirada con lentitud hacia
la derecha , que le devolvió
incesantemente a la más cruda
realidad , puesto que la
figura de Ignacio continuaba
inmóvil en el mismo lugar
.Eso le hacía presagiar que
nada cambiaría en su
guión .Le tocaba enfrentarse
de nuevo a sus viejos
fantasmas del pasado , siendo
una de las pruebas más
complicadas de superar , ya
que las emociones iban
bloqueando en cierto modo su
verdadera intención .

152
Todo dependía de su capacidad
de aguante interior, la cual
no pasaba por sus mejores
momentos .Además de acentuar
su grave situación anímica,
solo faltaba que no divisase
una sustancial mejora. Abordo
entonces el tema con más
fuerza si cabe, con la mente
puesta en pasar lo antes
posible por encima de este
mal trago, propuesto por el
caprichoso destino que
manejaba el tiempo a su
antojo.

Le tocaba enfrentarse de
nuevo a un auténtico vendaval
de emociones encontradas,
sabía que la dificultad era
más grande de lo esperado en
un principio. Sin embargo,

153
cimentaría una defensa a
ultranza de la intimidad que
pretendía que no fuese
atacada frontalmente, por las
contantes insinuaciones
provenientes que le lanzaba
el que en su día tuvo muchas
papeletas de ser el candidato
mejor posicionado formar con
ella una familia. Pero el
capricho del destino le hizo
que se le cayese la venda de
los ojos al enterarse en que

{Yolanda}

No entiendo a que ha venido que


mencionases el tema de la
maternidad, si tú mismo me dijiste

154
que no estabas preparado para
desempeñar ese papel.

{Ignacio}

¿Estás segura que yo te comenté


que no estaba seguro de querer ser
padre?

{Yolanda}

Si, el día que estuvimos


asistiendo al bautizo del hijo
pequeño de tu primo Adrián.

{Ignacio}
155
Ese día me había tomado unas copas
de más, así que tampoco creo que
hubiera que darle tanta
importancia a lo que haya dicho.

{Yolanda}

¿Ósea que lo estabas diciendo en


broma?

{Ignacio}

Era una forma elegante de salir


del paso de las habladurías, ante

156
el acoso continuo de mi familia de
saber si nosotros teníamos la
intención de convertirnos en
padres.

{Yolanda}

A mí me hizo tu tía Ángeles la


insinuación de que me iba llegando
la hora de ir pensando en ser
madre, pero tampoco le di excesiva
importancia.

{Ignacio}

¿Por qué no me dijiste en su


momento?

157
{Yolanda}

La verdad es que no considere que


el tema fuese algo que pudiera
centrar el eje de nuestras vidas
diarias, aunque no me resulto
agradable el ambiente que se
respiraba.

{Ignacio}

Quizás pensaban que terminaríamos


juntos como matrimonio, de ahí que
se les disparase en cierto modo la
curiosidad por ver si eras
receptiva, a la hora de dar ese

158
pasó de responsabilidad.

{Yolanda}

¿A ti te hubiera apetecido ser


padre de un hijo mío?

{Ignacio}

Posiblemente esa será mi


asignatura pendiente, puesto que
nada me haría más feliz que
compartir esa faceta contigo como
esposa.

{Yolanda}

159
Pues me parece que te vas a quedar
con las ganas, porque ahora mismo
no estoy interesada en mantener
contigo ningún tipo de relación.

{Ignacio}

¿Por qué me guardas tanto rencor?

{Yolanda}

No es rencor, es una mezcla de


lastima con unas gotas de asco
personal, siento ser tan sincera
en mi valoración de tu
personalidad.

160
{Ignacio}

Tampoco deberías ser tan


descriptiva en tu forma de exponer
tus sentimientos hacia mí.

{Yolanda}

¿Te ha molestado mi sinceridad?

{Ignacio}

Por lo menos te podré agradecer

161
que no hayas tratado de ocultarlo,
ya que no quisiera que la
hipocresía te hiciera decir cosas
de las que luego te puedas
arrepentir.

{Yolanda}

Tranquilo, que lo acabo, de


reseñar entre mis palabras, es la
más absoluta verdad, de lo que
siento ahora mismo en mi corazón.

De repente se detuvo, el
ascensor en el rellano, del
portal del edificio,
indicaba que acabo ese
recorrido , quizás se le
había hecho largo o corto,

162
según desde la perspectiva
que se mirase , teniendo en
cuenta que muchas de las
dudas, se habían disipado ,
durante dicho descenso del
elevador ,sirvieron como
excusa; para eliminar falsas
esperanzas ,de una inminente
reconciliación de los dos .

Solo les quedaba, una


tortuosa despedida, tal como
se tornaron los ánimos en el
desarrollo de la charla. Se
notaba una brecha, de enormes
dimensiones; al largo del
perímetro, donde se hallaban
parados. Ninguno se atrevía,
a romper ese frío silencio,
que los mantenia
distanciados. Al final se
lanzó ella, de manera
unilateral, a la hora de

163
sugerirle, que empujase la
puerta de salida del
montacargas, aunque se le
adelanto al tomar esa
decisión.

Una vez se encontraban ,en


el rellano del portal ,
dejaron que sus miradas
,tomasen el protagonismo,
durante unas décimas de
segundo , describiendo dos
sentimientos, evidentemente
contrapuestos entre sí , a lo
que realmente ,recordaban en
sus cabezas ,como antaño un
gran amor, era lo que los
unía .Pero todo aquello se
divisaba, muy lejano de que
se pudiera volver a
restablecer , igual que en el
pasado de ambos .

164
Posiblemente el futuro,
había dictado una sentencia,
de que nada durase más de lo
establecido, en su destino ,
siendo un doloroso trance
;complicado de asimilar ,
pretendiendo mostrar, una
gran entereza de porte
personal . Simplemente se
limitaron, a despedirse con
un poco de educación, sin
esperar que nada quedase
fuera, de toda duda al
respecto de sus verdaderas
intenciones.

{Ignacio}

Bueno Yolanda, ahora creo que ya


si, es el final de nuestra vida en
común.

165
{Yolanda}

Pienso que es la mejor, solución


para los dos, a pesar de que lo
hemos, intentado en varias
ocasiones, tengo la convicción de
que sigamos cada uno por su
camino.

{Ignacio}

¿Me permites que te de un beso en


la mejilla?

{Yolanda}

166
No, me parece lo más correcto, ya
que sería una mentira en toda
regla.

{Ignacio}

Veo que no eres capaz, de


cumplirme un último deseo, quizás
eso tenga que ser más bien un
rechazo.

Diego por su parte intentaba


que Ángel le pusiera en
antecedentes de lo que se
podría encontrar a la entrada
de la habitación del hotel,
sabiendo que todo tendría que
estar bajo una estricta
167
supervisión, dado que con el
pasa de los minutos se le
iban acumulando los
acontecimientos. Temía que se
le escapasen una gran
cantidad de cosas
fundamentales para la
investigación, por lo que
haría un balance general, de
aquello que considerase más
importante de husmear. La
misión consistía en recopilar
la mayor cantidad de
información que fuese
necesaria, sin tener que dar
muchas explicaciones de que
usaría los detalles que
necesitaba en su primer
borrador de las pistas que se
le irían perfilando con el
paso de los minutos.

Atesoraba una buena cantidad

168
de dudas que se habían
convertido más bien en
especulaciones de poco peso
específico, aumentando si
cabe su desazón interior al
verse inmerso en una
investigación, en la cual no
se divisaba un punto real de
partida con el que contar
como pieza inicial. La
profunda ansiedad que
destilaba en su silueta
marcaba un itinerario de poca
fiabilidad en lo concerniente
a la idea de trazar un plan
de actuación con el que
dinamizar sus esfuerzos en el
futuro, aunque se le iba
acumulando una pizca de
precipitación a la hora de
solicitar aquello que
consideraba fundamental en el
desarrollo de su actividad.

169
La cruzada se le iba
torciendo hacia una espiral
de un aumento progresivo en
el desconcierto general,
siendo más evidente el cambio
de postura que debería
concretar dentro de su
siguiente planificación de
los hechos.

Apreciaba que se le escapaban


una multitud de pequeños
detalles que era incapaz de
controlar hasta el más mínimo
de los mismos, algo que le
podría acarrear una cantidad
enorme de problemas derivados
de su falta de previsión en
la estabilidad de sus
prioridades. Teniendo que
ceder un espacio muy
importante en la protección

170
que delimitaba su vida
privada, todo se sustentaría
en el poder que el cerebro le
proporcionase como estímulo a
la hora de no desfallecer en
su intento. Separando el
vínculo amistoso del
meramente profesional uniendo
la frialdad de la mente con
la calidez de los latidos del
corazón.

Percibía un apretado nudo en


la garganta que le impedía
entrar racionalmente en
materia, la presión se hacía
asfixiante entorno al cuello.
Evitando que hablase con
naturalidad sobre aquello que
consideraba crucial en su
investigación, intentaba
relajar al máximo su
musculatura corporal, así

171
lograría evacuar la tensión
de las cuerdas bucales
utilizándolo como método de
eliminación del estrés
acuciante que se acentuaba
con el paso de los minutos.

Haciendo visibles las


secuelas que marcaban su
recorrido con un penoso
balance en su salud en
general, dado que los
síntomas se reactivaban
repetidamente en la búsqueda
de bloquear su sistema
motriz. Descompensando la
mayoría de las funciones
musculares que precisaba,
acrecentado la desconfianza
en movimientos que se tomaban
en la línea básica de la
movilidad.

172
Respiro profundamente antes
de retomar la conversación de
alto nivel que compartía con
Ángel. Intentando mantener un
cierto grado entre comillas
de serenidad a la hora de
afrontar su siguiente reto,
todo dependería de su agudeza
gramática en la confección de
sus preguntas. Evitando verse
envuelto en una espiral de
intrascendencia acerca de lo
que verdaderamente centraba
su interés, apuntalando una
versión con tintes de firmeza
con las que dejar clara su
postura.

Sin permitir que le moviesen


ni un solo ápice de aquello
que le serviría como una
pauta a tener en cuenta más
adelante, aunque tampoco eran

173
definitivas sus expectativas
de obtener la información.
Puesto que las cosas parecía
que llevasen acompañada
cierta dosis extra de
dificultad, tomaría la
iniciativa de conocer hasta
el último detalle en sus
averiguaciones. Sin embargo,
le costaría un mundo el poder
rebasar el muro de hermetismo
que había instalado la
policía alrededor del
asesinato, colocando un
fuerte dispositivo de
protección que preservase
ocultas la mayoría de las
pruebas.

Enseguida tuvo la energía


suficiente como para estar en
óptimas condiciones de
intercambiar nuevamente

174
opiniones con Ángel, a pesar
de que este se mostraba
reacio a contestar a un buen
número de las cuestiones que
le formulaba. Generando un
desequilibrio interno
complicado de subsanar con la
solvencia necesaria, ese
parecía ser el talón de
Aquiles como telón de fondo,
dentro de las visibles
discrepancias que los
separaba continuamente,
aunque no perdían la
oportunidad de poder debatir
sobre sus ideas comunes en
los diferentes temas de la
vida, dándoles un abanico de
improvisadas soluciones de
cara a futuros contratiempos
unilaterales. Se utilizaban
como espejo en el que mejorar
una buena cantidad de

175
argucias a conservar ocultas
en una reserva imaginaría,
así no desgastarían la
reinvención de lo que sería
un escudo en su beneficio
propio.

{Diego}

Eso no me aclara nada, de lo que


te acabo de preguntar, acerca de
una eventual puesta en escena, por
parte de la brigada de homicidios.

{Ángel}

¿Que material pretendes utilizar?


176
{Diego}

Una cámara digital de ocho


milímetros, con un teleobjetivo de
largo alcance para llegar a los
rincones de menos accesibilidad.

{Ángel}

Si es eso lo único que portaras


durante tus indagaciones, no creo
que haya ningún tipo de problema
en el desarrollo de tu actividad.

{Diego}
177
¿Me puedes facilitar el número de
la habitación?

{Ángel}

Si no me equivoco está situada en


la primera planta al lado de los
ascensores, aunque te aconsejaría
que preguntases en la recepción
del recinto residencial.

{Diego}

Si me guiare mejor por la segunda


opción que me acabas de
proporcionar, así también poder

178
ver qué ambiente se respira en un
lugar de ese estilo.

{Ángel}

¿Te puedo ayudar en alguna otra


duda que tengas?

{Diego}

Si, en realidad me resulta un poco


extraño que en instantánea que
publica la prensa, la victima
aparezca en su mejilla izquierda
un lunar muy pronunciado.

179
{Ángel}

Bien lo tendré en cuenta al ahora


de hacer un informe detallado,
puesto que esa zona habrá que
examinarla con sumo cuidado, ¿Algo
más que se te pueda quedar en el
tintero?

{Diego}

No, gracias me has sido de gran


ayuda con las indicaciones que me
acabas de dar.

{Ángel}

180
Bueno pues entonces seguiré con mi
trabajo.

{Diego}

De acuerdo, un saludo y cuídate.

{Ángel}

Te deseo lo mismo.

En cuanto finalizaron de
salir de la garganta de Ángel

181
las últimas letras de la
conversación, un intenso
silencio se fue adueñando del
ambiente. Hasta que Diego
decidió accionar el botón de
fin de llamada. Lo que
aprovecharía para hacer un
examen global de la
situación, todo dependería de
su grado de implicación
emocional, siendo una de las
lacras que marcaban en cierto
modo, sus siguientes pasos a
explorar. Nada podía quedarse
en el tintero de su ambiciosa
curiosidad, dando por hecho
que Yolanda le delegaría la
mayoría de los asuntos
relacionados con esta
investigación. Por lo menos
había sacado en claro que la
policía mantenía el secreto
del sumario. Todo iba

182
cogiendo una línea de trabajo
estable a simple vista de los
acontecimientos, aunque debía
contar con los imprevistos.
Su única obsesión pasaba por
que los imprevistos no
marcasen su dirección
inicial.

Por otro lado, Ignacio estaba


impasible mirando fijamente
hacia los ojos de Yolanda,
con la esperanza de que
cambiase la decisión que
había tomado. Sin embargo,
empezaba a resignarse a que
nada llegase a virarse a su
favor. Solo le quedaba
aferrarse a los recuerdos del
pasado, ya que nada sería lo
mismo en su vida a partir de
ahora. Aunque no tiraría
definitivamente la toalla,

183
puesto que no daría tan
fácilmente su brazo a torcer,
se había convertido en una
auténtica obsesión para su
autoestima personal. No
entendía que hubiera
terminado su relación con
ella. Ni siquiera haría el
esfuerzo de acercarse su
entorno, para poder conocer
de primera mano lo que
pensaba hacer en cuanto
cruzase el umbral del portal,
eso sabe una idea de la
magnitud de frustración que
anidaba en su corazón.

Yolanda se dirigió hacia su


siguiente destino que no era
otro más que la vía pública,
no ir ni la cabeza para ver
en qué estado anímico se
encontraba Ignacio. Se centró

184
simplemente en poder alcanzar
lo antes posible el objetivo
marcado en su cabeza. Así
tampoco le daba tiempo a
pensar en otras cosas menos
importantes. Todo dependería
del grado de frialdad
impregnado en sus acciones
más inmediatas. Sabía que un
bajón de emotividad podría
tirar por la borda, aquello
que no pertenecía a una época
muy oscura para ella. En
cuanto piso la acera de la
calle soltó un profundo
suspiro de libertad, parecía
que se quitase un gran peso
de encima de sus hombros.

No tardo de empezar a sonar


nuevamente su teléfono móvil,
lo que en realidad le
provocaba en este instante

185
cierta desazón interior, no
sentía que estuviera
preparada para una
conversación con nadie en
especial. Tendría que sacar
fuerzas de flaqueza para
superar ese envite.

Intentaba que el nerviosismo


no hiciese acto de
presencia , dado que las
circunstancias no permitían
que las cosas rodasen lo bien
que esperaba para sus
intereses .Quizás eso le
acarrase a un más
desconfianza si cabe , a la
hora de poner en práctica
iniciativas de protección
afectiva .Le costaba un mundo
el mantener el semblante de
seguridad cara a lo que
pudiera opinar , quien se

186
tropezase con su figura en
medio de la calle .Se limitó
a hurgar de nuevo en su bolso
con la única finalidad de
poder entender lo más pronto
a la insistente llamada .

Se fijó con bastante atención


en la pantalla táctil de su
celular, con la única
intención de conocer la
identidad de quien requería
de su ayuda. Le sorprendió al
ver sobre impresionado el
nombre de Antia Fernández
Crespo, una antigua compañera
en el club de la lectura del
principio de su carrera de
periodismo. Esbozo una media
sonrisa al darse cuenta que,
a pesar de los años, no se
había olvidado de ella,
quizás le vendría bien

187
despejar un poco su cargado
estado emocional. Por lo
menos podría darse un respiro
después de tantas emociones
incontroladas. Seguramente le
serviría para ordenar un poco
sus principales proyectos a
corto plazo, siendo algo que
debería haber hecho tiempo
atrás.

Antia era una mujer de mucho


dinamismo en su vida diaria ,
lleva el pelo corto con un
marcado color azabache , sus
ojos mostraban una tonalidad
en verde agua muy
difuminada , manos con cierto
cuidado estético , unido a
unas uñas bien escupidas a
base de horas de manicura de
carácter extrovertido a la
vez que muy cercano a los

188
demás , solía vestir de
manera informal , calzaba un
treinta y ocho pequeño ,
estaba muy próxima a la
treintena de edad
,representaba el estereotipo
de una mujer de estatura
dentro de la media imperante
en la sociedad actual , no
buscaba realmente mantener
una relación estable con
nadie de su entorno , hasta
el momento trabajaba de
presentadora de un
informativo en una cadena
local . Por ese lado tendría
la oportunidad de sacar más
información sobre la muerte
de Natalia Loureiro Iglesias.
Acciono el botón que le
permitiría comunicarse con su
noble amiga.

189
{Yolanda}

Buenos días Antia, ¿En qué te


puedo ayudar en esta
mañana?

{Antia}

Buenos días Yolanda, pues la


verdad es que hacía tiempo que
tenía pensado en llamarte para
tomar un café, pero se me ha ido
acumulando el trabajo.

{Yolanda}
190
Bueno eso nos pasa a todos los que
nos dedicamos al mundo de la
comunicación, tampoco te preocupes
demasiado por la tardanza en que
hablemos de vez en cuando.

{Antia}

¿Te cojo en un mal momento?

{Yolanda}

La verdad es que me dirigía hacia


el hotel Villa de Celeiro para
realizar unas indagaciones, sobre
191
la muerte de una amiga mía que
falleció en la tarde de ayer.

{Antia}

Vaya siento que estés pasando tu


sola ese mal trago, no hace falta
que te diga que me avises si
necesitas ayuda en la
investigación de los hechos.

{Yolanda}

¿A ti no te ha pasado ningún
teletipo de ese suceso?

192
{Antia}

Lo cierto es que lo tuve encima de


mi mesa en la redacción de
noticias, pero no sabía que la
implicada fuese miembro de tu
círculo de amistades.

{Yolanda}

Si, tuvimos hace tiempo una


estrecha complicidad entre las
dos, más tarde se tradujo en una
especie de hermanamiento
psicológico.

{Antia}

193
¿Que es realmente lo que estás
buscando?

{Yolanda}

Mi intención es poder esclarecer


las causas de su muerte, teniendo
en cuenta mi afinidad hacia su
persona desde el día que nos
presentaron.

{Antia}

Veo complicado que puedas soportar


con entereza el grado de
emotividad, no te considero

194
preparada como para afrontar ese
envite tú sola.

{Yolanda}

¿Has tenido oportunidad de ver las


imágenes del cadáver?

{Antia}

Hemos grabado un video como parte


del material que han ido
recopilando el resto del equipo
del canal, pero el juez nos ha
dicho que de momento no se podrá
emitir en antena.

195
{Yolanda}

La verdad es que yo tampoco he


visto ninguna insta nea en
realidad, me estoy moviendo por la
información que me ha ofrecido
Diego a través del teléfono.

Ninguna de las dos podía


contribuir con datos fiables
acerca de las causas de la
defunción de su amiga en
común, además les chocaba que
solo hubiese una simple
fotografía en los medios de
comunicación. Sin que se
diese un comunicado oficial
en el que se hablase de los
motivos que condujeron al
asesino a cometer el crimen

196
en la habitación de un
céntrico hotel de la ciudad.
Teniendo en cuenta que finada
poseía un apartamento a un
par de manzanas de donde
hallaron el cuerpo, también
observo por ese lado el
hermetismo que utilizaba la
policía en proteger la
confidencialidad de las
pruebas. Hasta el punto de
solicitar que las mantuvieran
fuertemente custodiadas en
unas de las dependencias del
cuartel que contaba con
modernas medidas de
seguridad.

Tampoco la eficiente
periodista a la vez rival
televisaba de su amiga Laura
obtuvo el premio de conseguir
que se filtrasen pesquisas

197
sobre el proceso que estaban
llevando el departamento de
homicidios. Asimismo,
buscaría la cobertura externa
que le brindaban los
compañeros de otras
publicaciones de tendencia
sensacionalista, teniendo que
contrastar las indagaciones
que circulaban con mucha
rapidez.

Aspiraría a proponer una


alianza bilateral con Diego
que le lanzase directamente
al fondo de la cuestión,
pudiendo establecer un
vínculo laboral en el que
sacar un pequeño beneficio
personal. Utilizándolo en el
instante que creyese
conveniente divulgar con todo
lujo en los detalles de

198
relevancia, entendía que se
le presentaba una excelente
oportunidad que le diese un
empujón a su carrera en la
obtención de un puesto de
mayor responsabilidad.
Jugando la baza de
adelantarse a los adversarios
que emergían sin cesar en la
distancia, observando las
tendencias en las que
derivarían los casos en que
se enrolaría dentro de la
profesión informativa.

Averiguaría si era factible


que se aproximase a la escena
del crimen sin ser vista por
ningún conocido, por lo que
nadie le podría asociar con
la sustracción de elementos
que pudiese hallar en el
rastreo. Aprovechando que en

199
el análisis encontraría una
pista que le introdujera de
lleno en la trama, evitando
tener que consultar con
terceros algunos de los
entresijos que seguramente
apareciesen por casualidad.
Siendo un problema a subsanar
con la solvencia que le
demandaba el asunto, dado que
una simple sospecha sobre lo
que pretendía orquestar de
forma paralela. Le dejaría al
descubierto ante una
inminente vigilancia directa
del cuerpo nacional de
policía.

{Antia}

200
¿Él se encuentra en el lugar de
los hechos?

{Yolanda}

No, hemos quedado en una hora para


ir juntos al hotel Villa de
Celeiro.

{Antia}

Ah pensaba que lo habías visto en


algún diario de tirada provincial,
de ahí que me haya despistado a la
hora de sacar un juicio de la
situación.

201
{Yolanda}

¿Tú no podrías conseguirme una


copia de esas imágenes?

{Antia}

Me estas impidiendo algo que, si


me cogen con ese material, quizás
pondría en serio peligro mi
carrera como periodista de
televisión.

{Yolanda}

202
Es de vital importancia el poder
acceder a ese material
clasificado, si no continuare en
un punto muerto indefinidamente
por la falta de información.

{Antia}

¿Piensas que la justicia está


ocultando algo
importante?

{Yolanda}

Permaneceré callada mientras no


tenga recopiladas las pruebas que
me puedan demostrar lo contrario,
tampoco me gustaría tener que
203
rectificar más adelante.

{Antia}

En eso debo darte toda la razón,


sabiendo que un giro inesperado
por parte de cualquiera seria
malinterpretado por quienes
dirigen el operativo.

{Yolanda}

¿No sabrás quien está al mando de


la investigación
policial?

204
{Antia}

Me parece que lo lleva el


Inspector Salvador De la Hoz
Martínez, que por lo que se
comenta en los pasillos de la
redacción de informativos, estuvo
varios años destinado en la unidad
anti terrorista.

{Yolanda}

Creo que tenemos amigos en común,


pero en este instante no caigo en
la persona que me pueda conducir
lo antes posible a su despacho.

{Antia}

205
¿Piensas entrevistarte con él?

{Yolanda}

¡Pues tampoco! sería mala idea


que, me concediera unos minutos de
su tiempo, además así podría
recordar, la identidad de quien
nos presentó.

{Antia}

Viendo desde esa perspectiva, de


tu actuación periodística, es

206
posible que por lo menos, consigas
encontrar un punto de partida,
para tu reportaje.

{Yolanda}

¿Crees que es muy arriesgada mi


estrategia?

{Antia}

Siendo completamente honesta, en


mi opinión general, si las cosas
salen, como las tienes planeadas,
el éxito asegurado, hay que
procurar, no cometer ni un mínimo
error.

207
{Yolanda}

Esa puede ser mi perdición, en


cualquier instante clave, de mi
tarea sobre el terreno, dado que
las emociones estarán a flor de
piel.

{Antia}

¿Sabes quién te puede conducir a


él directamente?

{Yolanda}
208
Quizás Diego, me sirva de puente,
a la hora de entablar, una
conversación con gente, del
entorno del caso, teniendo en
cuenta que últimamente, se mueve
en esos círculos.

{Antia}

Tampoco es mala opción, el


utilizar sus influencias, dentro
de la policía, aunque también
habría que, ver si está dispuesto,
a llegar hasta el final.

De repente Yolanda se fijó


que estaba muy próxima a su
siguiente objetivo, que no
209
era otro que la parada del
autobús que le conduciría a
las inmediaciones del hotel
Villa de Celeiro. Enseguida
diviso como este doblaba la
esquina de la calle a gran
velocidad, lo que le
demandaba tener que dar por
finalizada su conversación
telefónica. Pretendía no
perder la ocasión de llegar
con tiempo de sobra a su cita
con Diego, ya que ahora mismo
el ansia por encontrarse con
él iba creciendo a pasos
agigantados. Notaba como la
curiosidad espoleaba su
dinamismo interior. Con la
mente fijada en aproximarse
lo más pronto posible a su
prioridad más inmediata, así
que no tuvo más remedio que
despedirse Antia, hasta que

210
se les brindase una ocasión
más propicia de seguir
charlando.

Tuvo la propina de comprobar


exactamente como estaban las
relaciones amistosas de Antia
con Ignacio, ya que esta
sirvió de portavoz de aquello
en lo que su ex pareja no se
atrevió a decirle frente a su
cara. Sabía que era una de
las bazas que tendría que
salvar, con la esperanza de
ir reconstruyendo su espacio
individual mediante la firme
convicción, dentro de las
remotas posibilidades de
verse libre del riguroso
control de sus actividades.
Al final se escudó en una
socorrida disculpa para dar
por finalizada aquella

211
charla. No queriendo verter
más explicaciones de las
debidas como era su
pretensión inicial.

{Yolanda}

¡Bueno! Antia debo dejarte ya,


puesto tengo delante, de mis ojos
aparcado, el autobús que me
trasladara, hasta la entrada del
recinto, hotelero Villa de
Celeiro.

{Antia}

Que tenga mucha suerte y espero


que volvamos a contactar pronto.

212
{Yolanda}

Tranquila, en cuanto tenga hueco,


en mi agenda diaria te llamare
para tomar un café.

Una vez colgó el teléfono


móvil de haberse despedido de
su amiga , introdujo su mano
para guardarlo
convenientemente en su
bolso .Procediendo
seguidamente a sacar con
mucha prisa su cartera
billetero , aunque volvió a
sentir el roce de la manzana
verde que le acompañaba como
amuleto de la suerte .Sin

213
embargo desconocía el efecto
pernicioso que segregaba al
contacto con la piel de
algunos seres humanos .Por
ahí tendría una de las claves
más evidentes para descifrar
el enigma que manejaba entre
sus manos , ya que nada tan
claro se lo ponía ante su
atenta mirada .

Escucho el atronador ruido de


los frenos al detenerse en
la parada el vehículo de gran
tonelaje .Lo que tomo como
referencia para acercarse a
la entrada del mismo , iba
centrada en las palabras que
había intercambiado con Antia
unos minutos atrás .Puesto
que se jugaba el mantener
intactas su opciones de
obtener una mayor información

214
, sin estar pendiente de
pequeños detalles que
pudieran retrasar .En ese
instante solo se centraría en
ver quién era el conductor
del transporte público
.Estaba de suerte al ojear
que se trataba de Juan
Antonio González Rodríguez .

Un hombre que rebasaba


mediatamente la cincuentena
de edad, pelo oscuro adornado
por unas finas canas blancas
en los laterales de su cuero
cabelludo, manos bastante
labradas por la fricción
diaria de las mimas con el
volante de fibra, complexión
física de robustez, estatura
sobre un metro y ochenta
centímetros. Se conocían por
la coincidencia que el padre

215
de ella, estuvo hasta su
jubilación desempeñando esa
misma tarea profesional.

No tardo en observar que se


abrían con rapidez las
puertas del autobús, eso le
indicaba que no podía
demorarse mucho en subirse al
mismo .Hizo un pequeño auto
reflejo mirando hacia su
reloj de muñeca, intentaba
calcular el intervalo que
precisaba parra llegar lo
antes posible a su siguiente
destino .Notaba que las cosas
no estaban rodando como tenía
planeado desde un principio,
aunque no bajaría la guardia
por muy mal que se encontrase
anímicamente.

Además ahora mismo se le

216
antojaba difícil , el darse
un respiro en el sentido más
amplio de la palabra , dado
que no quería dar un solo
motivo que generase una
futura especulación que
afectase a su salud . Se
apresuró a subir los peldaños
que le conducirían ante la
figura de Juan Antonio, que
permanecía expectante ante la
acción de ella. Espero
paciente a ver el desarrollo
de los acontecimientos, todo
dependería del grado de
servidumbre se utilizase por
ambas partes. Pero no hubo
que demorase mucho para
comprobar el grado de
curiosidad, que se había
despertado en el interior de
él.

217
{Juan Antonio}

Buenos días Yolanda, ¿Cómo te


encuentras esta mañana?

{Yolanda}

Buenos días Juan Antonio, pues la


verdad, es que un poco triste, por
algo que me han comunicado vía
telefónica.

{Juan Antonio}

Espero que no haya nada, con

218
respecto a la delicada salud de tu
padre.

{Yolanda}

No, es por otro motivo, que me ha


conmovido, por la cercanía que me
unía, a la persona en cuestión.

{Juan Antonio}

¿Puedo saber hacia dónde te


diriges?

219
{Yolanda}

Pues voy con bastante prisa, en


dirección al hotel Villa de
Celeiro, así que quisiera, que lo
expendieras lo antes posible.

{Juan Antonio}

Tranquila, que si no me fallan los


cálculos, en unos diez minutos,
podremos llegar a tu destino,
aunque debemos contar con las
obras del parking del centro.

{Yolanda}

220
¿Cuál es el precio del billete?

{Juan Antonio}

Con un euro y cincuenta céntimos,


tienes cubierto el recorrido,
hasta la parada que me has
indicado.

{Yolanda}

Pensé que me saldría, más caro de


lo que en realidad, ha resultado

221
ser el ticket.

{Juan Antonio}

¿Pero tú no tenías un coche casi


recién comprado?

{Yolanda}

Si, lo cierto es que lo tengo, en


el garaje porque me pierde aceite,
por la junta del depósito, así que
de momento, tendré que moverme, en
el transporte público.

222
{Juan Antonio}

¡Bueno! si quieres al salir, de mi


turno de trabajo, me podría
acercar, hasta donde los tienes
guardado, para ver la gravedad de
la avería.

{Yolanda}

¿Se lo comentaras a mi padre?

{Juan Antonio}

223
Eso depende directamente de ti, ya
que no quisiera, que tuvieras
problemas por mi culpa.

{Yolanda}

Entonces mejor que este asunto,


quede entre nosotros dos, puesto
que cualquier, sobre salto no es
recomendable, en su delicado
estado de salud.

{Juan Antonio}

¿Llevas las llaves encima?

224
{Yolanda}

Espera que miro, en el fondo del


bolso, pero creo que me han
quedado, en la mesita del salón,
soy bastante despistada, a la hora
de recoger los objetos que
necesito.

Procedió a rebuscar en el
interior de su bolso de mano,
con la mente puesta en que
apareciese lo antes posible
el juego de llaves que
precisaba. Aunque también
intentaba rebajar un poco la
tensión que iba acumulando
con el paso de los minutos,
esperaba que las cosas se

225
fuesen enfriando
paulatinamente, eso en cierto
modo le beneficiaba
anímicamente para sus
intereses personales, dándole
un soplo de aire fresco en
todos los sentidos. Por fin
las localizo con bastante
dificultad en el fondo del
mismo y seguidamente se las
entrego en la mano.

Mientras en su cabeza se
agolpaban mil dudase acerca
de la conveniencia de
permitirle él, hacerse cargo
de la avería de su vehículo
particular. Se le presentaba
una inesperada solución al
problema de movilidad que
arrastraba desde hacía unos
días, que le provocaba una
cierta desazón interior

226
bastante acentuada a simple
vista, puesto que se
transformaba en una
incipiente tranquilidad.

Pero sensibilidad se le
disparaba cada vez que algún
objeto, fue tocado por
Ignacio en el pasado por
cualquier motivo sin
importancia, sabía que
tendría que luchar contra ese
muro que se levantaba en
forma de álbum fotográfico
configurado en su mente.
Intento desviar su
pensamiento hacia otro tipo
de cosas menos dolorosas para
sus intereses personales.
Enseguida alargo su mano
derecha con la intención de
entregarle aquello que le
había pedido con

227
anterioridad.

{Juan Antonio}

Si consigo encenderlo a la
primera, lo llevare a los
talleres, de la empresa municipal
de transportes, para que le echen
un vistazo en general.

{Yolanda}

¿Cuándo podrían tenerlo arreglado?

{Juan Antonio}

228
Si las cosas salen, como tengo
pensando, quizás para este
viernes, por la tarde puedas tener
ya guardado en el garaje.

{Yolanda}

¡Bueno! tampoco me tardan, tanto


en hacer un arreglo, que me podría
salir, en un ojo de la cara.

{Juan Antonio}

¿Tienes tarjeta de transporte


público?

229
{Yolanda}

No, te lo pagare en metálico, para


deshacerme de la calderilla, que
se me amontona en la cartera y así
a ligero un poco la carga.

{Juan Antonio}

Me viene bien, poder recopilar un


poco, de cambio extra.

{Yolanda}

230
¿Necesitas también billetes?

{Juan Antonio}

Bueno unos pocos billetes


mezclados de cinco y diez euros no
me vendrían nada mal, aunque no
quisiera abusar de tu confianza.

{Yolanda}

Yo lo llamaría un intercambio de
favores de dos buenos amigos, ya
que seguramente otro en tu lugar
ni se hubiera preocupado en saber
por qué no me funcionaba el coche.

231
{Juan Antonio}

¿Por qué no quieres que se lo


comenté a tu padre?

{Yolanda}

Es una forma de mantener mi


independencia lejos de su
protección paternalista, sigue
creyendo que puede opinar sobre
todo lo que atañe a mi vida en
general.

{Juan Antonio}

232
Debo decirte, que ese concepto es
imborrable para cualquier padre
que se precie, nada es tan
prioritario que el bienestar de un
hijo por muy adulto que parezca de
cara a la sociedad.

{Yolanda}

¿Te ha ocurrido algo parecido con


Emilio y Verónica?

{Juan Antonio}

233
La verdad es que de momento ambos
siguen centrados en sus estudios,
pero no descarto que en un futuro
no muy lejano quieran reivindicar
su independencia.

{Yolanda}

Ahí está el conflicto que me lleva


a no entenderme directamente con
mi padre, está estancado en una
postura bastante tradicional.

{Juan Antonio}

Quizás le cueste asumir las


condiciones que impone la vida en
estos casos, pienso que debías
sentarte a dialogar con él acerca
234
de lo que os preocupa a los dos.

{Yolanda}

¿Me puedes entregar el billete del


transporte?

{Juan Antonio}

Ah perdón, como estábamos


conversando animadamente se me
había pasado el sacar el ticket
del viaje, además supongo que
tendrás un poco de prisa.

235
{Yolanda}

Tengo más o menos unos treinta y


cinco minutos para llegar al
destino que te he comentado con
anterioridad, ya que no quisiera
llegar tarde al lugar.

{Juan Antonio}

Entonces no te entretengo más de


la cuenta, para que puedas llegar
lo más pronto posible a donde la
noticia demanda tu presencia.

{Yolanda}

236
Que tengas un buen día Juan
Antonio.

{Juan Antonio}

Lo mismo para ti Yolanda.

Se giró Yolanda sobre si


misma hasta obtener la
posición corporal que
precisaba , intentando desde
ese lugar divisar el asiento
más cercano a la puerta
trasera del de autobús , era
ahora mismo lo que centraba
su atención más inmediata .A
parte del resto de asuntos

237
que continuaban dándole
cierta incertidumbre a su
vida , antes de nada se
aplicó en hacer una examen
visual del entorno , puesto
que no estaba muy confiada de
aquello que le rodeaba .No
quería contar con ningún tipo
de sorpresa extra fuera de lo
que había planificado dentro
de su itinerario de actuación
.

Observo que con ella


viajarían en total tres
pasajeros durante el resto
del recorrido urbano , no le
inspiraban ni ningún tipo de
vibración de índole
positivo , como para poder
entablar una mínima
conversación distendida con
ellos .Aunque si vería como

238
los acontecimientos le
provocarían una situación
inesperada a la par que
embarazosa de digerir , ya
que en un segundo de reloj
todo tomaría una dirección
completamente opuesta a la
anterior que disfrutaba
internamente , quizás eso le
haría cambiar ciertos
aspectos que en un principio
daba por sentados.

Nada resultaría igual


después de haber hecho ese
trayecto en el transporte
público , teniendo en cuenta
la cantidad de emociones
desatadas que padecería en
pocas décimas de segundo , ya
que ahora mismo se
encontraría de cara con la
parte más oscuro del asunto ,

239
en la cual se vería inmersa
por casualidades de la vida .

Quizás eso le mostraría la


imagen más retorcida del ser
humano, todo dependería de su
empaque para soportar los
golpes que le propinaría su
destino .Decidió acomodarse
sin acompañante que le
pudiera dar ningún tipo de
charla, su estrategia no era
otra que hacer una
declaración de intenciones en
toda regla, por si alguien
creía que sería una persa
fácil de manipular
psicológicamente hablando.

Entonces Juan Antonio que


estuvo atento al desarrollo
completo de la acción llevada
a cabo por ella , se dispuso

240
a poder en marcha el vehículo
articulado , aunque no
pediría la perspectiva de la
joven durante la singladura
que se le presentaba como
labor diaria , para ello
coloco correctamente sus
espejos retrovisores
laterales ,además de ajustar
el interior que le permitía
disfrutar de una panorámica
más amplia , no quería que se
le escapase ni un solo
detalle .Notaba algo extraño
en la imagen que reflejaba
desde su posición , parecía
como algo no terminase de
cuadrar en su cabeza ,además
se le divisaba con un rostro
de evidente intensa
preocupación .

Comenzó a realizar

241
lentamente la maniobra de
salida de la parada , no
perdiendo la visión general
de quienes compartían con él
dicha acción .Enseguida
enfilaron la recta de la
avenida Carlos V que
significaba la arteria
principal en los momentos en
los cuales se embotellaba en
exceso el tráfico en el
centro de la ciudad .

Sin apenas pisar el


acelerador llego a la
siguiente parada del
itinerario, ahí precisamente
se empezaría a fraguar en
gran medida el cambio de
mentalidad por el lado de
ella. Tendría un encuentro
inesperado con un hombre que
le haría sentir el frío miedo

242
de la angustia por cada poro
de su sonrosada piel, ya que
las cosas tomarían una
vertiente completamente
distinta a la que actualmente
disfrutaba. Diviso
atentamente como se varían de
nuevo las puertas delanteras
del vehículo, esperando ver
la figura de quien sería un
miembro más durante la
travesía urbana.

Se fijó desde su posición


que era un tipo de una
estatura lo suficientemente
erguida a simple vista, de
complexión atlética, pelo en
media melena tirando a un
largo pronunciado a los lados
de la cabeza, vestía unos
tres cuatros en tonalidad
mezcladas de marrones y

243
negros azabache, cubría su
mirada con unas gafas de sol
de un tamaño amplio, que no
permitía conocer la
brillantez de su mirada. Pudo
ver que sus manos dibujaban
un diámetro mayor de lo
normal, ha la vez que tuvo la
oportunidad de observar el
poco cuidado que les
dispensaba a las mismas.

Él desconocido no tardo en
iniciar el itinerario por el
estrecho pasillo del
transporte público,
intentando acomodarse lo
antes posible en cualquiera
de los asientos libres del
mismo. Pero ahí el destino
mostraría su cara más
caprichosa para decepción de
ella, teniendo en cuenta que

244
no se encontraba en su mejor
momento.

Al ver que la decisión de


este era que compartiesen
juntos el resto del trayecto,
se quedó bastante transpuesta
al comprobar que su
tranquilidad se vería
ciertamente afectada por los
acontecimientos. Sintiendo
como eso minaría en parte su
maltrecha confianza en
mantener el equilibrio de sus
emociones. Todo dependería
del aguante interior que le
propusiera su mal herido
corazón.

Noto como el autobús sin más


dilación por parte de Juan
Antonio seguía su rumbo
diario, hacia el grado que

245
los enfilaría prácticamente
en dirección a la plaza donde
se ubicaba el hotel Villa de
Celeiro. En ese instante su
acompañante circunstancial se
fue aproximando a su oreja
derecha, con la única
intención de sembrar el
desconcierto a lo ancho de su
vida personal.

Una vez estuvo a la distancia


que más le convenía, procedió
a susurrarle un mensaje de
gran impresión psicológica
“Olvídate de esta
investigación, si tienes que
ser la siguiente en morir,
para nosotros no es un
problema “. Ni si quiera pudo
hacer un solo gesto de
angustia para liberar la
tensión acumulada, al

246
contrario, se le bloqueo
hasta el cerebro en décimas
de segundo, ya que no
entendía a que se debía
aquella advertencia a plena
luz del día. Sin embargo, eso
no le haría abandonar nada de
lo que había estado
confeccionando en su cabeza.

De repente se le dio por


torcer la mirada hacia su
derecha para buscar la imagen
del individuo , cuando su
sorpresa fue mayor al
comprobar que el asiento de
al lado se hallaba
completamente vacío , eso le
provoco cierto desconcierto
dentro de su estabilidad
emocional , ya que empezaba a
ver cerca la triste idea de
que el subconsciente le

247
estuviera jugando una mala
pasada .Quizás eso le
abocaría a una espiral de
vulnerabilidad extrema ,
empezaba a vislumbrar un
horizonte lleno de
inseguridades a su
alrededor , invitándole a que
el caos presidiera sus
siguientes acciones con
respecto al tema de Natalia
Loureiro Iglesias .

A unas manzanas de allí


Ignacio intentaba recuperarse
del duro revés sentimental
que había sufrido unos
minutos atrás , eso no le
detendría a la hora de
cumplir sus propósitos más
anhelados desde que conoció a
Yolanda .Medito durante
apenas unos segundos de reloj

248
de muñeca , antes comenzar a
caminar en dirección hacia el
edificio de oficinas donde
trabajaba Silvia Rey
Gutiérrez que era prima de
sangre de su actual ex pareja
, sabía que por ese lado
contaría sin ninguna duda con
una fiel aliada , esperando
que la admiración que
despertó en ella durante unas
vacaciones en la casa
familiar de la playa , le
sirviera de argumento para
cimentar las bases de su
reconquista afectiva .

Era uno de los pocos recursos


que le quedaban por explotar
en esta batalla, si no quería
admitir abiertamente su
derrota, la estrategia a
poner en práctica resultaría

249
muy sencilla a simple vista,
tampoco quería arriesgar más
de lo estrictamente
necesario. Pensó en llamarla
primero por si no le iba a
recibir esa misma mañana,
pospondría su visita para una
ocasión más propicia. No
tardo en ponerse a rebuscar
en la agenda electrónica de
su móvil táctil, se dio
cuenta de que con el lastre
de la derrota no obtendría
resultados positivos.

No perdería la oportunidad
que se le brindaba de poder
resarcirse del traspiés
anterior, por lo menos tenía
la esperanza de las cosas
pudieran girar hacia su lado
de una vez por todas. Sentía
como una nueva puerta se le

250
abría ante insistencia por
romper las barreras que le
separaban de su verdadero
objetivo, no bajaría la
guardia ni un solo instante
por muy complicadas que se le
pusieran las cosas, se iba
mentalizando acerca de
aquello que le marcaría un
antes y un después en su
forma de comprender los sin
sabores de la vida. Enseguida
obtuvo el número que centraba
su siguiente paso a llevar a
cabo en base a la llamada
telefónica, siendo crucial
para mantener intactas sus
expectativas de volver a
frecuentar el círculo
familiar de Yolanda. Comenzó
a escucharse de fondo los
timbres que señalan que la
línea estaba libre de

251
comunicación.

Al otro lado Silvia Rey


Gutiérrez que era una mujer
de un estilismo exquisito ,
cuidaba con mimo su frondosa
cabellera trigueña desde que
había empezado a prestar sus
servicios en aquel despacho
de abogados , poseía unos
ojos azul cielo que permitan
divisar una frescura
envidiable , su complexión
era una de la mayores
obsesiones de un rutina
diaria , dado que era adicta
a las dieta de cualquier
método naturista , solía
vestir ropa cómoda a la vez
que dejase acentuar las
líneas más evidentes de su
figura , calzaba un treinta y
ocho pequeño , enfilaba la

252
recta casi la treintena larga
de edad , no tenía planes a
corto plazo de formar una
familia tradicional .
Descolgó con bastante rapidez
para conocer la identidad de
quien reclamaba su atención
con tanta urgencia.

{Ignacio}

Buenos días, ¿Con quién tengo el


gusto de hablar?

{Silvia}

253
Buenos días Silvia, soy Ignacio la
ex pareja de tu prima Yolanda, ¿Te
acuerdas de mí?

{Ignacio}

¡¡¡Ah!!!, hola Ignacio la verdad


es que hacía mucho que no
manteníamos una conversación, si
mis cálculos no me fallan desde la
última vez que estuviste con mi
prima en casa de mis padres.

{Silvia}

Pues sí, veo que la memoria sigue


siendo una de las cualidades que
254
todavía continúas conservando con
gran soltura.

{Ignacio}

Si, ¿En qué te puedo ayudar?

{Silvia}

Lo cierto es que hace un rato he


tenido un encuentro fortuito con
Yolanda, pero me ha dejado muy
claro que no quiere que me vuelva
a cruz en su camino.

255
{Ignacio}

Me parece que guarda mucho rencor


en su corazón, a pesar de los
meses que han pasado desde vuestra
ruptura esa herida permanece
supurando odio.

{Silvia}

¿Qué me aconsejas sobe lo más


conveniente en este
tema?

{Ignacio}

256
Tengo el suficiente conocimiento
de la relación que habéis
mantenido, pero sé que hubo muchas
infidelidades por tu parte que no
voy a juzgar directamente.

{Silvia}

Creía que me había perdonado el


desliz que tuve con tu hermana
Sandra durante las vacaciones, en
el verano de hace unos dos años.

{Ignacio}

¿Pensabas que lo tomo como una


simple chiquillada?

257
{Silvia}

Veo que no lo ha olvidado por


mucho que el tiempo haya pasado
por encima de nuestras cabezas,
solo pasamos la noche durmiendo en
la misma cama.

{Ignacio}

Ella no piensa eso de lo ocurrido


aquella noche en concreto, sino
más bien desconfía de la versión
que le expusiste unos días
después.

{Silvia}

258
¿Has hablado directamente con
Yolanda sobre este tema?

{Ignacio}

Lo cierto es que en más de una


ocasión ha servido como excusa de
fondo, para ver enfrentadas a las
personas con la que tengo más
afinidad dentro de mi familia.

{Silvia}

Eso sí que es algo muy complicado


de gestionar con la mente muy
fría, aunque lo cierto es que

259
nunca tuve la intención de que se
alejasen por mi culpa.

{Ignacio}

¿En qué pretendes que interceda


yo?

{Silvia}

Podrías organizar una comida


informal entre las dos, con el
motivo de acercaros después de
tanto tiempo que no coincidís en
persona.

260
{Ignacio}

La verdad es que me parece una


idea a tener en cuenta, además me
apetece mucho verla desde la
última vez que coincidimos en casa
de mis padres.

{Silvia}

¿Se habla con tu hermana Sandra?

{Ignacio}

261
No, es más ha pedido que nadie de
sus antiguas amistades le echen
una mano en la facultad de
periodismo, además ha dejado claro
que para ella mi hermana nació
muerta.

{Silvia}

Quizás por mi mala cabeza haya


conseguido separarlas
definitivamente a las dos, aunque
debo decir que no era mi intención
utilizarlas a ninguna de ellas.

{Ignacio}

262
No, mi intención era el concretar
una hora para que poder hacerte
una vista en tu despacho, si es
que no te coge con mucho trabajo.

{Silvia}

Bueno esta mañana tengo bastantes


reuniones que atender, en las que
debo ultimar unos detalles sobre
un contencioso administrativo.

{Ignacio}

¿Quedamos para comer?

263
{Silvia}

Mejor otro día que este menos


liada con el trabajo, ya que ahora
mismo debo salir corriendo a la
sala de juntas con la mayor
brevedad posible.

{Ignacio}

Entonces lo postergamos para más


adelante, el día que te venga bien
me llamas para confirmarme hora y
lugar de nuestro encuentro.

{Silvia}

264
¿No te importa este cambio de
fecha?

{Ignacio}

Tranquila comprendo que puedas


tener exceso de trabajo,
seguramente en unos días podrás
hacerme un hueco en tu agenda de
citas libres.

{Silvia}

Vale, gracias por entenderlo con


265
tanta elegancia.

{Ignacio}

Son las circunstancias laborales


las que no permiten que nos demos
a menudo un respiro personal.

{Silvia}

Que tengas un buen día Ignacio.

{Ignacio}

266
Lo mismo te deseo Silvia.

Colgó Silvia casi sin tiempo


físico de que se echasen más
de la cuenta, las últimas
palabras que le había
dedicado Ignacio durante el
tramo final de su
conversación, dado que tenía
ante sí el reto de llegar en
menos de tres minutos a la
sala de juntas del despacho
de abogados donde desempeñaba
su actividad laboral diaria.
Además, era la primera en
exponer la estrategia que se
le encargo como defensa de un
colectivo desfavorecido de
cara a la ley.

267
En su mente navegaban mil
recuerdos sobre cosas que
todavía no había podido
olvidar, ya que hubo un
tiempo en el que albergo la
esperanza de que ella fuese
la elegida para ser su pareja
sentimental, pero sus
cálculos se quedaron en una
mera hipótesis en el fondo de
un tenue olvido. Sin embargo,
no casería en su empeño de
volver a colocarse en el
itinerario de Ignacio.
Esperaba que en esta ocasión
el desenlace final le diese
una satisfacción personal.

A unas manzanas continuaba


Yolanda inmersa en el
calvario que se había
convertido el trayecto hasta

268
el hotel Villa de Celeiro ,
intentaba minimizar el golpe
psicológico que le supuso ,
el encuentro casual con su
anónimo acompañante .Por ese
lado se hallaba bastante
sumida en un desequilibrio
emocional de impredecibles
consecuencias , todo
dependería de su capacidad de
reacción ante las
contrariedades que le imponía
la vida en su periplo
diario .Meditaba si debía
comentárselo a Diego nada más
llegase al encuentro que
tenían concertado , aunque
eso podría desembocar en un
interminable interrogatorio
al que no estaba dispuesta
contestar en su estado
anímico actual .Sabia que las
cosas se iban a poner todavía

269
más complicadas de poder
esclarecer el móvil de la
muerte de su amiga , teniendo
en cuenta la falta de datos
concretos acerca de la
investigación que llevaba a
cabo la policía científica .

Quizás se viera un poco


perdida dentro de una
vorágine de conjeturas con
respecto a la gran mayoría de
dudas que se iban haciendo
hueco en su mente, puesto que
no contaba de que en segundos
se cayeran muchas de sus
hipótesis iníciales Introdujo
su mano derecha dentro de su
bolso para sacar por inercia
la manzana que portaba en el
mismo , intentaba divisar que
sentido le proporcionaba el
observarla durante un

270
intervalo corto .Noto como se
detenía nuevamente el autobús
en su recorrido urbano hacia
el destino que más le
interesaba a ella , llegar lo
antes posible .

Levanto la mirada
reflexivamente queriendo
conocer el motivo aparente de
aquella inesperada parada .Se
fijó en el espejo retrovisor
que había justo encima del
parabrisas delantero del
vehículo, donde Juan Antonio
clavo sus ojos con la excusa
de comprobar su estado
anímico actual, estaba seguro
de que algo no iba todo lo
bien que cabía esperar en
esas circunstancias, dado que
la dirección se tornaba un
poco incierta con el paso de

271
los minutos .Decidió
acercarse hasta el lugar
donde se hallaba ella sentada
, con visibles síntomas de
abatimiento interior en su
rostro de cara al exterior
.Era incapaz de gesticular
una sola palabra con la que
comunicarse con el resto del
mundo . Sus músculos no
respondían a sus órdenes de
iniciar por lo menos una
marcha o actividad física que
le permitiera deshacerse del
agobio que notaba en su alma.

No tardo en sentirse arropada


de Juan Antonio en su pequeño
desequilibrio emocional, ya
que ahora mismo la energía
que poseía era más bien
escasa. Puesto que la
debilidad se extendía a lo

272
largo de su anatomía como un
río sin ningún tipo de
obstáculo en su camino, hasta
cubrirla completamente de una
desgana total ante cualquier
estimulo que viniese del
exterior. Tendría que luchar
duramente para no verse
inmersa en un episodio de
falta de voluntad.

{Juan Antonio}

Yolanda, ¿Te ocurre algo?

{Yolanda}

273
Es que soy incapaz de mover ni un
solo músculo del cuerpo, me parece
que me he quedado bloqueada por un
sobre salto anímico.

{Juan Antonio}

Tranquila que voy a comprobar que


tus sensaciones vitales continúan
en perfectas condiciones, sin que
hayas tenido lesiones graves.

{Yolanda}

274
¿Qué piensas que me ha podido
suceder?

{Juan Antonio}

Creo que has sufrido un ataque de


agudo de ansiedad producido por
una acumulación de factores
negativos, que posiblemente fuesen
provocados por alguien con quien
hayas estado en contacto.

{Yolanda}

Bueno últimamente me he visto


sometida a mucha presión por
causas tanto laborales como
personales, que tampoco me han
275
ayudado mucho a liberar el estrés.

{Juan Antonio}

¿No tendrá nada que ver la visita


inesperada de hace un rato?

{Yolanda}

No se dé que me estás hablando,


puesto que no he visto a nadie en
todo el tiempo que llevamos de
travesía, por lo que no entiendo
en que se basa tú pregunta.

276
{Juan Antonio}

Debí de confundirme con otra fila


de pasajeros, teniendo en cuenta
que ha ido subiendo y bajando
bastante gente durante todo el
recorrido.

{Yolanda}

¿Dices en serio lo de mi
acompañante circunstancial?

{Juan Antonio}

Eso me pareció ver desde mi


277
posición en la parte delantera del
autobús, no te puedo facilitar más
detalles sobre la persona en
cuestión.

{Yolanda}

¿Pero era un hombre o una mujer?

{Juan Antonio}

En eso sí que estuve atento el


tiempo necesario para darme cuenta
de que se trataba de un hombre
bastante corpulento, de una
mediana edad.

278
{Yolanda}

Ahora me he dado cuenta de que no


había perdido la razón y que, si
he sido coaccionada verbalmente,
por alguien que su único interés
era sembrar el miedo en mi vida.

{Juan Antonio}

¿Lo habías visto con anterioridad?

{Yolanda}

279
No, pero tan poco te puedo
asegurar que no lleve tiempo
siguiendo mis pasos o maniobra en
cualquiera de los reportajes que
llevo haciendo desde que me
licencie en la facultad de
periodismo.

{Juan Antonio}

Pues entonces con más motivo


deberías ir siempre acompañada de
alguien de tu entera confianza,
visto que no van de broma en sus
amenazas.

{Yolanda}

280
¿Podrás guardarme el secreto?

{Juan Antonio}

Lo haré mí que nada por no


preocupar a tus padres, ya que
ambos se encuentran en un delicado
estado de salud.

{Yolanda}

Del resto no te preocupes que no


tardare en ponerle remedio, en
cuanto haga un par de llamadas
pienso que no se volverán a
molestarme.

281
{Juan Antonio}

¿Entonces podemos continuar con el


viaje?

{Yolanda}

Si, ahora que ya me he recuperado


anímicamente del sobre salto que
me lleve con anterioridad, aunque
también puede deberse a que no he
ingerido nada solidó desde ayer
por la noche.

{Juan Antonio}

282
Bien, entonces no me demorare más
de la cuenta a la hora de llegar
al destino que me has indicado,
así por lo menos tendrás tiempo de
poder desayunar con tranquilidad.

Emprendió él con rapidez el


camino de vuelta a su lugar a
los mandos del transporte
público, intentaría cumplir
su palabra de llegar en el
menor tiempo posible a lo que
había señalado como siguiente
parada, ahora mismo solo
pensaba la manera de evitar
los atascos del tráfico
rodado. No quería fallar
estrepitosamente en su idea
de cubrir el trayecto en el
menor tiempo. Sin embargo, no
disponía de un amplio margen
283
de maniobra, aunque tampoco
desecharía la oportunidad de
hacer frente a la
eventualidad que se le
presentaba en este instante.

Apretó con fuerza el pedal


del acelerador con la única
idea de que no se le apagase
el motor por el esfuerzo que
le demandaba al mismo,
esperando que no tardase
mucho en reaccionar a sus
órdenes, confiaba en que nada
se fuese a estropear en el
momento menos oportuno para
no llegar a cumplir su
objetivo prioritario, aunque
todo dependería de lo
caprichoso que en esta
ocasión se pudiera mostrar el
destino. Pretendía reflejar
una imagen de total

284
normalidad de cara a los
pasajeros que continuaban en
el interior del vehículo.
Notaba que todo empezaba a
tomar la dirección que más le
convenía en este instante
para sus intereses
profesionales, no quería que
se le escapase ni un solo
detalle por minúsculo que
pudiera parecer a simple
vista.

Aprovecho entonces para hacer


un examen visual en la
búsqueda de encontrar la
figura del individuo en
cuestión. Sin embargo, no
obtuvo la recompensa que más
le apetecía cobrarse como
pago al arrojo en el
desempeño de su labor diaria.
Quizás eso le sirviera de

285
aliciente para hacer crecer
su autoestima, ante las
dificultades que se
interponían en el desarrollo
normal de su actividad.

Por su parte Diego se debatía


en un dilema de si debía
comentarle a Yolanda los
avances que se produjeron
alrededor de la investigación
del asesinato de Natalia
Loureiro Iglesias. Se le
hacía muy complicado el
gestionar una misión paralela
, pero se daba cuenta que
habría que mantener ciertos
matices dentro de una
frialdad manifiesta
.Impidiendo que los
sentimientos provocasen un
descontrol , poniendo en
serio peligro la mayoría de

286
las actuaciones que
seguramente tendría que
llevar a cabo , teniendo que
dejar un lado los dictados
del corazón prevaleciendo
los de la razón más
concluyente , intentaría por
todos los medios a su alcance
que nada se quedase fuera de
una exhaustiva inspección .

Había un par de dudas que se


le quedaron grabadas de su
conversación telefónica con
Ángel Paz Méndez , con lo que
por ahora se iba encontrando
con las trabas burocráticas
de siempre , no le cogía de
sorpresa que miembros de la
administración del estado le
dejasen con medias respuestas
.Comenzaba a resultarle
habitual el verse atrapado

287
por las mañas de los
funcionarios de los distintos
departamentos gubernamentales
, su mayor logro seria poder
tener en sus manos el informe
de la autopsia de la
fallecida .

Todo parecía que se estaba


ocultando por algún motivo en
especial. Iba cogiendo con
más fuerza lo hipótesis de
que alguien importante
estuviera involucrado en la
trama, por ello buscarían
cualquier tipo de excusa para
continuar evitando dar una
explicación oficial sobre el
asunto en sí. Precisaba que
alguien le proporcionase un
empujón decisivo en la
confección de una nueva vía
de trabajo, se veía inmerso

288
en un callejón de difícil
salida para sus intereses
reales. Sabía que su única
opción pasaba por ahondar
entre sus amistades más o
menos comunes con la víctima.

No contaba un margen muy


amplio de tiempo antes de su
encuentro con Yolanda, lo que
le haría tener que aplazar
cualquier posible
desplazamiento fuera del
radio de influencia del hotel
Villa de Celeiro. Se le
ilumino una posibilidad
bastante interesante de
explotar, aunque debía
divisar primero si tendría
que exponer más de la cuenta
en la consecución de su plan.

Todo dependería de la

289
habilidad que tuviera a la
hora de poner en marcha los
recursos de los que disponía.
Siendo una tarea un poco
complicada en su desarrollo
al no compartirla con nadie.
Ahora centraría sus esfuerzos
en llegar a contactar con una
antigua compañera de
facultad, que en su momento
decidió dejar la carrera de
periodismo y por casualidades
de la vida prestaba servicio
como maître en el
residencial, donde hallaron
el cadáver de Natalia
Loureiro Iglesias.

Comenzó a revisar sus agenda


digital del móvil con
minuciosidad , para comprobar
que continuaba conservando el
teléfono de Estefanía Vázquez

290
López , con quien tuvo un
breve romance durante unos
meses , mientras ambos
cursaban el primer año de
carrera de periodismo ,
aunque tampoco había olvidado
los recuerdos que todavía
levantaba en su alma la
sensación de volver a
contactar esporádicamente con
ella .Lo hacía como una
parte esencial para serle un
giro más coherente a su
búsqueda de pistas , que le
condujeran por lo menos a
seguir una línea de
trabajo .Enseguida localizo
la información que precisaba
en aquel instante y que
intentaría utilizar lo más
pronto que le fuese posible .
Empezó a teclear los dígitos
que confeccionaban el número

291
de teléfono, solo esperaba
que con el paso el tiempo no
hubiese cambiado el mismo.

Ella era una mujer de mediana


melena lisa de tonalidad
cobriza con unos reflejos
anaranjados , sus ojos
atesoraban una mirada de
felina en una caída hacia un
violeta intenso , su figura
marcaba ciertamente una
imagen ciertamente marcada
en el conjunto con un cuidado
de cada detalle , intentando
que nada se escapase fue de
un contexto general , su
estilo dejaba la puerta
abierta a cualquier tendencia
que sirviera para salir de lo
meramente cotidiano , en
plano del calzado era un poco
más tradicional a la hora de

292
poder decantarse por un
diseño en especial , dado que
utilizaba un treinta y nueve
en zapato de diario como
mejor aliado , mientras que
para su tiempo de ocio
prefería unas zapatillas de
lona como mejor recurso para
mantener la comodidad en sus
pies , era una agnósticas
empedernida , teniendo muy
presente que desde su
infancia había frecuentado
escuelas o colegios de corte
eclesiástico ,además no se
procesaba hacia ningún tipo
de religión .

Era la ayuda que más le


convenía como recurso de
menor precio a pagar, puesto
que en su momento fue la
confidente perfecta de la

293
víctima .Por ese lado debía
aprovechar la oportunidad que
le planteaba el destino,
nunca estaría tan cerca de
hacer hallar una puerta de
esa envergadura, quizás por
ahí consiguiera conocer
algunos secretos bastante
beneficiosos para continuar
divagando en el entorno más
íntimo de la fallecida.

No se lo podía revelar
directamente a Yolanda,
puesto que ambas hubo una
época en la que rivalizaban
por obtener su atención al
precio que fuese necesario
pagar .Medito que la forma de
evitar tener que nombrar a su
actual compañera durante la
conversación telefónica,
aunque eso no solo dependía

294
de su voluntad de mantener al
margen el pasado del presente
que disfrutaba con absoluta
estabilidad emocional.
Acciono el botón que le
permitiría realizar la
llamada con la mayor brevedad
posible, a la espera de que
ella no rechazase por lo
menos el atender a su
interés.

Estefanía por su parte estaba


centrada en su tarea de
distribuir el personal en los
comedores del establecimiento
hostelero, que regentaba
desde hacía unos tres años
después de abandonar los
estudios de ciencias de la
información, estaba un poco
melancólica ante la falta
precisamente de noticias

295
sobre el paradero de él,
durante todo este tiempo de
silencio entre ambos sin
ningún tipo de razón
aparente, puesto que su
ruptura se llevó a cabo de lo
más civilizado. Al final
después de un rato de
escuchar con insistencia el
sonido de su celular,
procedió a comprobar quien
tenía tanta ansia de hablar
con ella, pensaba que se
trataba del personal de
oficina de uno de los
proveedores del
establecimiento para ponerle
al corriente sobre la demora
en el servicio de una
mercancía.

Pero su sorpresa fue


mayúscula al ver que se

296
trataba de Diego , eso le
provoco recordar en décimas
de segundo lo vivido entre
los dos en el pasado .Hizo
un examen rápido de
conciencia en el cual tendría
que comparar si le convenía
volver a mantener otra vez el
estilo de relación , en la
que el sufrimiento se instaló
como un muro insalvable en lo
referente a su autoestima
personal .Sentía la
obligación de afrontar ese
reto por el bien de sus
emociones , sabía que no
sería nada fácil de soportar
. No tardo en descolgar su
móvil movida por el ansia de
conocer lo que él le podía
proponer.

297
{Estefanía}

Buenos días Diego, ¿En qué te


puedo ayudar?

{Diego}

Buenos días Estefanía, la verdad


es que hay un tema que me gustaría
comentar abiertamente contigo,
teniendo en cuenta que tú eres una
de las pocas personas que me
pueden dar algo de información al
respecto.

{Estefanía}

298
Bueno, espero que la conversación
no se alargue más de la cuenta,
dado que ahora mismo es un momento
de mucho trabajo de organización
de las tareas a desempeñar por
cada camarero.

{Diego}

¿No es cierto que tú llegaste a


compartir un piso con Natalia
Loureiro Iglesias?

{Estefanía}

299
Si, unos meses antes de que
empezar mi relación de pareja
contigo, estuvimos viviendo como
compañeras a mucho tirar unos seis
meses.

{Diego}

Ese dato era el que no me


terminaba de cuadrar dentro de
esta historia, porque no le
encontraba sentido a que decidiera
irse a vivir independiente.

{Estefanía}

300
¿Por qué te preocupa eso?

{Diego}

Es que han encontrado su cadáver


en una habitación en el hotel
donde tu llevas tantos trabajando,
así que me extrañaba que no te
hubieras enterado de la noticia en
cuestión.

{Estefanía}

La verdad es que esta mañana no he


tendió ni tiempo de ojear la
prensa diaria, por lo que tampoco

301
puedo decirte lo que hay podido
ocurrir.

{Diego}

¿Entonces no has coincidido en


ningún instante con ella?

{Estefanía}

No, es que he estoy cubriendo el


turno de mañana hasta las cuatro
de la tarde y luego salgo por la
puerta que conduce directamente de
las cocinas al exterior del
edificio.

302
{Diego}

Entonces es normal que no te hayas


podido enterar de lo sucedido con
Natalia o quizás nadie sepa que la
conocías de la facultad.

{Estefanía}

¿Se saben las causas reales de la


muerte?

{Diego}

303
He hablado con un amigo que
trabajar en el anatómico forense,
pero el juez de guardia no le
permite desvelar ni un solo dato
fuera del secreto de sumario,
además hay algo que no termino de
colocar en una imagen que viene en
los periódicos.

{Estefanía}

Deberías saber que muchas de las


fotografías de los diarios
muestran imperfecciones porque
están colocadas sobre papel
reciclado.

{Diego}
304
¿Tú te acuerdas si tienes un lunar
en el pómulo derecho?

{Estefanía}

Me parece que no tenía una sola


marca en la cara, es más odia
tener imperfecciones en el cutis
por muy minúsculas que pudieran
resultar.

{Diego}

305
En eso te puedo decir que tienes
toda la razón, su culto por
mantener una imagen limpia de cara
a quien se pudiera cruzar con ella
por la calle.

{Estefanía}

¿Se ha enterado ya tu amiga


Yolanda?

{Diego}

Si, se lo he comunicado vía


telefónica para que estuviera al

306
tanto de los acontecimientos que
ocurrieron ayer por la tarde.

{Estefanía}

He notado cierto tono defensivo en


tus palabras, lo que me ha dejado
entre ver que hay algo más que una
simple amistad entre vosotros.

{Diego}

¿Acaso debo darte explicaciones


sobre mi vida privada?

307
{Estefanía}

Eso ya lo dejo a tu libre elección


de contármelo o no si lo crees
conveniente, tampoco quiero que te
sientas obligado a revelarme tus
intimidades.

{Diego}

Lo cierto es que no hay mucho que


decir acerca de la vinculación que
hay entre nosotros, solo somos
compañeros esporádicamente en
alguna crónica dentro de su
trabajo.

{Estefanía}
308
¿Ya habéis estado indagando en la
escena del crimen?

{Diego}

No, quizás en una hora más o menos


nos daremos una vuelta por el
lugar para intentar reconstruir lo
que nos pueda llevar a esclarecer
el delito.

{Estefanía}

309
Es ahora mismo es lo más
importante que debes tener como
prioridad, siendo bastante
cauteloso con los movimientos que
vayas a llevar a cabo.

{Diego}

¿Qué me quieres decir con esa


advertencia?

{Estefanía}

Nada en especial, solo que tengas

310
los ojos bien abiertos por si
aparece algún imprevisto en tu
camino.

{Diego}

Sabes que no arriesgo más de lo


necesario en todo lo que me
involucro, aunque en este caso
pienso que las cosas van a ser
diferentes.

{Estefanía}

¿Por qué lo tendría que ser así?

311
{Diego}

Es un presentimiento que me lleva


recorriendo la mente desde que leí
la noticia, en el periódico hará
como una hora y cuarto de reloj.

{Estefanía}

Es muy posible que hayas


simpatizado en exceso con la
noticia, además el impacto te
hiciera cambiar durante unos
segundos la visión real de lo
ocurrido.

312
En un breve intervalo de
tiempo comenzó a divisar en
la lejanía la techumbre del
autobús en el que viajaba
Yolanda, para acudir al
encuentro que habían acordado
con anterioridad. No pensaba
que ya hubiera pasado una
hora desde que hablo con
ella, eso le provocaba un
desajuste en su previsión en
el desarrollo de los
acontecimientos. Todo
dependería si en realidad
venia exactamente en ese o
bien le quedaría un margen de
maniobra, con el cual
finalizar con tranquilidad la
charla que mantenía con su
antigua ex pareja.

No quería que nada se quedase


al azar del capricho del

313
destino, puesto que en esta
ocasión podía poner en
peligro una parte importante
del caso que tenía entre
manos. Centro su mirada a
través del cristal de la
cafetería donde se hallaba
sentado, intentando ver si su
presentimiento se convertía
en algo más firme. Ahora
mismo su único deseo era que
no llegase puntual a donde
quedaron en verse, sabiendo
que el desacuerdo de ambas le
acostumbraba a dar muchos
quebraderos de cabeza.

Llegando incluso a provocarle


disgustos que le conducirían
a tomar la determinación de
aislar de esa guerra que
libraban desde el día que se
le ocurrid presentarlas, en

314
una reunión con un nutrido
grupo de amigos de los que
frecuentaba muy a menudo.
Aprovechando la buena armonía
que les forjaba una
consolidada confianza en el
transcurso de cualquier tipo
de conversación.

Intentaba no adelantarse a lo
que pudiera suceder en un
breve espacio de tiempo, pero
tampoco esperaría de manera
indefinida el desarrollo de
los acontecimientos, quizás
estaba en un momento clave
para obtener los detalles que
le permitieran llegar a
comprender, los cambios que
se iban produciendo
paulatinamente dentro de la
conversación que estaba
manteniendo con Estefanía.

315
Intuía que sus pretensiones
no se basaban en ayudarle a
sacar nada en limpio, al
contrario, divisaba más
obstáculos en su idea de ver
hasta donde le conduciría
ella, sabía que le daba
largas en sus contestaciones
de una forma muy deliberada.

Con la única intención de


conocer lo que él sería capaz
de soportar, en cierto modo
le serbia como venganza por
el abandono sufrido en el
pasado, sin esfuerzo obtuvo
la oportunidad que más le
apetecía como medio para
saldar las cuentas entre
ambos. Disfrutaba de la
posición que le había tocado
en suerte. Esa comodidad le
concedía el privilegio de

316
seguir al pie de la letra
cada una de las estrategias
que fue meditando a lo largo
de estos años y que no
tendría reparo en poner en
práctica. Mostraba una gran
seguridad a la hora de
exponer su opinión acerca de
aquello que debatían entre
los dos.

Tenía la obsesión de que en


ese autobús no viniese
Yolanda, se le complicaban
las cosas muy por encima de
lo que había previsto en un
principio, aunque se le
acumulaban muchas
interrogantes por despejar
con la mayor brevedad posible
en estos casos. Siendo
consciente de lo que se
jugaba en cada mano del

317
juego, en el que se vio
inmerso de forma accidental
al ayudar a la mujer que era
incapaz de rechazarle nada
por muy difícil fuese su
consecución. Sin embargo, se
encontraba en la tesitura de
ver que opción le resultaba
más rentable para sus
intereses reales. Prefirió
darle una vuelta de tuerca a
lo que demandaba su atención,
dejando a un lado las
especulaciones sin ningún
fundamento, puesto que
mantenía un pulso más o menos
estable dentro de la frialdad
del momento.

El nerviosismo hacia su
entrada triunfal por todos
los poros de su piel, lo que
le provocaba una cierta

318
desazón interior difícil de
atajar en este instante,
puesto que notaba un leve
bloqueo en su intento por
asumir la situación que se le
planteaba, dentro de aquello
que pretendía no dejar
escapar, sin antes sacar el
mayor rendimiento a su actual
charla vía telefónica. Eso le
hacía realizar un esfuerzo
suplementario, ya que no
quería que nada se quedase en
el tintero o en el más
absoluto de los olvidos.

También hizo su aparición


estelar un pegajoso sudor
frío que recorría a lo largo
de su extensa figura, no
frenando en ningún instante
su avance en la búsqueda de
inundarlo cada centímetro de

319
una extensa humedad.
Reflexionaba acerca de una
salida airosa del imprevisto
que se le género en su falta
de previsión, ante posibles
eventualidades como la que
manejaba entre sus manos.
Esperando que las cosas
diesen un inesperado giro
para sus intereses.

Clavo su mirada en la puerta


trasera del vehículo del
transporte público , con la
única obsesión de observar en
directo si realmente se
encontraba inmerso en una
encrucijada de difícil
resolución , solo esperaba
que sucediese un milagro que
le diese la oportunidad de no
tener que lidiar con ambos
asuntos a la vez , ya que su

320
estado anímico empezaba a dar
signos de una aparente
debilidad en su conjunto de
estabilidad emocional , sabía
que la presión sería una de
las bazas menos beneficiosas
para mantener la tranquilidad
en una armonía a tres
bandas . Sin embargo, no
desperdiciaría la ocasión de
sacar a relucir su gran
destreza a la hora de dominar
la tensión que iba aflorando
con el paso de los minutos.

En cuanto vio cómo se


accionaba el mecanismo de
apertura de dicha puerta, ni
si quiera tuvo tiempo de
pestañear ni una sola vez,
puesto que se había quedado
hipnotizado, no se le movía
ni un solo músculo del cuerpo

321
por mucho que le diese la
orden contraría a la que
estaba desarrollando. Su
mente se limitaba a centrar
su atención en aquello que
resultaba vital, tomándolo
como algo de verdadera
importancia, aunque albergaba
la esperanza de que el
destino por lo menos se
aliase de su parte. Pero la
suerte no estaba por darle ni
un respiro.

Sin mayor dilación de la


prevista observo que un
zapato comenzaba a descender
por la escalerilla en
dirección hacia la acera, las
inseguridades empezaron a
dejarse notar en su
fisonomía, la incertidumbre
no le permitía otra cosa que

322
no fuese mantener la
compostura personal. No
tardaría en desvelarse la
identidad de la mujer que
descendió del autobús,
rompiendo así la angustia
imperante.

Separo el teléfono móvil de


la boca durante unas décimas
de segundo para recuperarse
del sofoco. Respiro
profundamente al comprobar
que se trataba de una mujer
morena de mediana edad, que
no coincidía en ningún rasgo
con la descripción de Yolanda
como el subconsciente le
quería hacer ver desde un
principio.

La tranquilidad regresaba con


mucha cautela por si alguien

323
más bajaba por la parte
delantera, sabía que se
encontraba en cierto modo en
manos de la fortuna tanto en
lo bueno como para malo que
le deparase. Pero tuvo la
bendición de que en esta
ocasión no le abandonaría su
buena estrella, permitiéndole
afrontar cada asunto en su
justo momento.

Siguió el autobús su
recorrido sin que nadie más
se quedase en aquella parada.
Mientras las pulsaciones de
su corazón continuaban yendo
a mil por hora, era incapaz
de serenarse después del
pequeño susto que se llevó
unos minutos antes, debido a
la inminente llegada de la
persona con quien se había

324
citado. Recuperaba lentamente
el ritmo cardíaco normal en
un hombre de su edad, quería
evitar que Estefanía
descubriera que algo le
preocupaba fuera de lo que
centraba la conversación. Le
volvía a pedir a su organismo
un sobre esfuerzo de energía,
no dándole cabida al
desfallecimiento tanto moral
como físico. Sentía relativa
paz interior después del
subido de adrenalina que
vivió unos minutos antes, sin
que pudiera controlar con
firmeza sus emociones.

Procedió a continuar con la


charla que ahora mismo estaba
manteniendo con Estefanía y
que le resultaba un poco más
desorientada de lo esperado

325
en un primer momento, aunque
no volvería a caer en el
desánimo de frustrarse por
algo que no le valía la pena
ni tenerlo en cuenta. Ahora
mismo intentaba separar el
pasado sentimental que había
disfrutado con ella, lo que
en realidad le resultaba muy
complicado de soportar con la
calma necesaria en la
consecución real de su
objetivo. Dado que se le iban
acumulando a pasos
agigantados los imprevistos,
eso le provocaba una extraña
sensación en el conjunto de
la estabilidad que intentaba
mantener intacta.

{Diego}

326
¿Crees que me han podido
traicionar mis emociones?

{Estefanía}

Bueno es una forma de argumentar


el estado en que te has quedado
después de conocer la información,
tampoco te obsesiones con el tema.

{Diego}

También ha podido cogerme en un


momento de bajón anímico, lo que
327
podría hacer que vise las cosas
desde una perspectiva muy
distinta.

{Estefanía}

¿No será que está intentando


disfrazar lo que realmente sientes
por mí?

{Diego}

Eso ahora mismo se ha quedado


enterrado en el pasado, sabiendo
que hay muchas cosas que es mejor
que no se remuevan por el bien de
todos.
328
{Estefanía}

¿Entonces qué sentido tiene tu


llamada?

{Diego}

Solo era para que me dieras una


descripción más o menos de la
personalidad de Natalia, teniendo
en cuenta que el primer año de
facultad compartiste piso con
ella.

329
{Estefanía}

De esa etapa de mi vida guardo muy


pocos recuerdos, puesto que
enseguida tomo la decisión de
juntarse con el grupo de tu amiga
Yolanda.

{Diego}

¿Estas resentida con Natalia por


que hubiera decidido irse con
ellas?

{Estefanía}

330
Creí que compartiríamos piso hasta
que terminásemos la carrera de
periodismo, pero al final las
cosas se torcieron por algo que no
te puedo revelar.

{Diego}

Bueno quizás sea algo relacionado


con su vida privada, que
seguramente en su momento prefirió
confiártelo como muestra de
vuestra complicidad.

Simultáneamente Ignacio que


tampoco daba un segundo por
perdido en su idea de volver
a recuperar su lugar al lado
de Yolanda. Tamo la

331
iniciativa de buscar la forma
de encontrar algún trapo
sucio de Diego, que le
proporcionase una vía de
explotación para degradar su
imagen públicamente. Se le
vino a la mente el contratar
a un sicario que le
consiguiera la mayor cantidad
de información en el menor
tiempo posible, no le
importaba el costo económico
que tuviera que invertir en
esta cuestión. Además,
conocía la identidad de quien
haría efectivo su encargo,
sabiendo que solo formularía
las preguntas esenciales en
el desarrollo de su
actividad. No tardaría en
poner en marcha su siniestra
estrategia. Era incapaz de
asumir conscientemente una

332
derrota de tal magnitud,
poniendo en práctica las
artes que hicieran falta en
la obtención de sus deseos.

Comenzó a consultar
minuciosamente la agenda de
su teléfono móvil, con la
idea preconcebida de hallar
lo más pronto posible el
número de Luís Catalejo
Medina, se dedicaba a servir
de mercenario de aquellos
hombres de negocios que
vivían del chantaje y la
extorsión, siendo cubiertos
por un manto de cierta
impunidad de cara a la
sociedad, autorizándoles
sacarse unos ingresos extras
con los que mal vivir a
diario.

333
Disponía de una buena
capacidad física, de mirada
penetrante al presentarse
ante los demás, ojos de color
marrón fuerte, pelo rojizo
con alguna que otra cana de
profundo calado, sus manos
representaban una mediana
robustez, su vestimenta era
de lo más variopinta no
entrado en ninguna tendencia
en especial, media cerca de
uno ochenta y cinco, calzaba
un cuarenta y cinco, rondaba
los cuarenta años de edad y
no se le conocía compañera
sentimental.

Localizo los dígitos que


precisaba marcar para ponerse
en contacto con él, ya que
pretendía encauzar enseguida
se tema que manejaba entre

334
sus manos, le urgía cerrar
esa mañana el acuerdo en las
condiciones que considerase
más beneficiosas para sus
intereses. Sin embargo,
tendría que contar con los
imprevistos que pudieran
surgir en el transcurso de la
misión, que esperaba poner en
marcha con la inestimable
ayuda de su conocido. Acciono
el botón de la llamada con la
única pretensión de saber si
estaba disponible, para
hacerse cargo de la tarea que
le pretendía encomendar.

Descolgó Luís con rapidez el


teléfono a la espera de saber
que sucedía con tanta
urgencia, la incertidumbre
hacia mella en su interior
mezclada con la extrañeza de

335
que Ignacio acudiese a sus
servicios tan temprano,
aunque tampoco pondría
reparos a lo que le ofreciese
como trabajo. Siempre obtuvo
buenas recompensas en los
asuntos en los cuales se
requería su presencia,
imponiendo la eficacia por
encima de cualquier otra de
sus virtudes.

{Luís}

Buenos días Ignacio, ¿Tienes algo


para mí?

{Ignacio}

336
Buenos días Luís, si es una cosa
que para tu estilo de enfocar los
trabajos que te llevo encomendando
me puedes hacer un gran favor.

{Luís}

Ya sabes que para mí lo mi


importante es respetar todo
aquello que tú me pidas por encima
de cualquier otro favor ajeno a
nuestra amistad.

{Ignacio}

Por eso tengo tanta confianza en

337
ti, sabiendo la lealtad que
siempre me has demostrado desde
que nos conocemos.

{Luís}

¿De qué se trata el asunto?

{Ignacio}

Quiero que te vuelvas la sombra de


alguien que me está separando de
la mujer que más me interesa en
este mundo, pero él no debe ni
enterarse de que lo sigues.

338
{Luís}

Tranquilo, tomare las debidas


precauciones para que no tenga ni
el menor rastro de mi presencia en
su vida diaria.

{Ignacio}

Eso espero que no cometas ni un


solo error durante la operación de
vigilancia, a ver si es posible
que averigües información sobre su
pasado.

{Luís}

339
¿De qué tipo de trapos sucios
estamos hablando?

{Ignacio}

Me interesan sobre todo los temas


de mujeres despechadas o algún
hijo que no haya sido reconocido
en una antigua relación
sentimental.

{Luís}

Por ese lado puedo ir comenzando a


mover a mis contactos, pero voy a
340
necesitar más datos del individuo
del que me hablas en esta
conversación.

{Ignacio}

¿Te arreglaras con una simple


fotografía?

{Luís}

Con eso sí que tendré material


para empezar a investigar los
ambientes en lo que se ha movido
con anterioridad, además voy a
darme una vuelta por los bajos
fondos de la ciudad.

341
{Ignacio}

Esa me parece una buena opción a


tener en cuenta, puesto que quizás
alguien te pueda poner sobre una
buena pista dentro de la misión.

{Luís}

¿Cuánto cobrare por este trabajo?

{Ignacio}

342
De momento limítate a mantener los
ojos bien abiertos, el resto
hablaremos después de que me
traigas alguna prueba que lo
inculpe en algo ilegal.

{Luís}

No es la idea que tenía pensada en


un principio, aunque tampoco me
parece mal tu forma de actuar.

{Ignacio}

Todo dependerá del tiempo que


tardes en poner te a funcionar en
el desarrollo de la tare que te

343
acabo de encomendar.

[Luís}

¿Donde tengo que ir a recoger el


sobre con las instrucciones y la
fotografía?

{Ignacio}

Tranquilo que te lo enviare todo


en un correo electrónico, no
quisiera que por algún motivo nos
pudieran relacionar en el caso de
cometieras un error de cálculo.

344
{Luís}

Si crees que es más seguro el que


no sepa nadie de nuestros
negocios, por mi parte no hay
ningún problema de hacer las cosas
a tu manera.

{Ignacio}

No veo otra opción que nos pudiera


ser más viable, además él me
conoce de verme frecuentado a
familiares de la persona que me
interesa que vuelva a mi vida.

345
{Luís}

¿Necesitare llevar una pistola?

{Ignacio}

Seguramente no la necesites para


nada en especial, lo que si como
último recurso por si te ves
metido en una situación de
peligro.

{Luís}

346
Bien, lo tendré en cuenta a la
hora de colocar el material que
pienso llevarme en una pequeña
bolsa de mano.

{Ignacio}

¿Cuándo tendré noticias de ti?

{Luís}

Eso depende de cuando me mandes el


correo que me has prometido
enviarme, así empezare a moverme
por el entorno que suele
frecuentar.

347
{Ignacio}

En una media hora, tendrás todo en


tu correo electrónico, espero que
no haya, imprevistos de última
hora, en el momento menos
oportuno.

{Luís}

¡Bueno! Ignacio espero con


impaciencia, ese material que, me
acabas de comentar, que tengas un
buen día.

{Ignacio}
348
Lo mismo te deseo Luís y no te
preocupes que, en ese espacio de
tiempo, tengas todas las
instrucciones necesarias.

Decidió entonces èl mismo


colgar el teléfono después de
haber aclarado las dudas que
le asaltaban a Luís , en lo
concerniente al encargo que
encomendó como tarea , no
quería dar por perdida ni una
sola ocasión de arruinar la
reputación de quien
consideraba un rival en la
conquista del terreno que
cedió por sus malas artes ,
aunque no le preocupaba de
349
llegar a consolidar su
posición cercana a su
objetivo , por lo menos
contaba con dos apoyos
fundamentales en su espiral
de extorsión emocional .

Al mismo tiempo de tejer una


telaraña bastante cimentada
en los pilares que le
proporcionarían unos buenos
resultados de cara al futuro.
Se notaba con una nueva
perspectiva con la que
afrontar el siguiente reto
que se le pusiera en su
camino. Contemplaba como se
despejaba con ligereza su
horizonte afectivo, aunque
todo lo que tenía planeado,
tendría que ir desarrollando
sin precipitarse más de la
cuenta, puesto que le

350
quedaban muchas piezas por
encajar.

Mientras Luís hacía un examen


visual de los utensilios que
debía preparar, iba a revisar
minuciosamente su equipo de
fotografía por si precisaba
una limpieza a fondo del
teleobjetivo de la misma.
Además de comprobar las
grabadoras de voz y ver si
las tarjetas de las mismas,
no sufrieran anomalías en su
funcionamiento durante la
vigilancia que tenía que
llevar a cabo.

Solo le faltaba ver en que


se hallaba el armamento que
pensaba portar a modo de auto
protección. Intentaría pasar
desapercibido entre el

351
bullicio de las transeúntes
de las vías públicas,
evitando las situaciones que
pusieran en peligro el
dispositivo que pretendía
implantar, para ello trazaría
un itinerario de ruta como
medida más conveniente de
aplicar por su parte. Tampoco
contaba con el apoyo real de
nadie a quien pedirle ayuda
en caso de necesitar algún
tipo de asistencia.

A unas manzanas de allí


Yolanda continuaba su periplo
por las obras de la zona
centro de la ciudad, con l
única fijación de llegar lo
más pronto posible a su
destino .El agotamiento tanto
físico como psicológico iba
haciendo mella a lo largo de

352
su debilitada figura, eso
seguía convocándole un
reguero de nauseas entre
mezclado con dolores
abdominales de diferente
intensidad en el dolor que
era incapaz de controlar.

Mostraba frialdad , cara al


exterior ,parecía como si
estuviera una salud de hierro
, no quería enseñar; lo que
realmente, sucedía en su
organismo .Pensó que era
suficiente, con haber
permitido a Juan Antonio, le
auxiliase con anterioridad;
una vez durante transcurrio
aquel viaje , siempre
mantuvo una cierta discreción
en lo relacionado, con su
vida privada , no le gustaba
depender, de los demás por

353
muy complicados , fueran sus
asuntos privados. Mediataba
asilarse del ambiente, que le
rodeaba a pocos metros;
intentando liberarse de
estrés.

Dado que enseguida, empezaría


nuevamente a sonar; con
insistencia su teléfono
móvil, le cogía en un
momento, bajo anímicamente
hablando, pero no le quedaba,
otro remedio que contestar,
por educación a la llamada.
Penetraron otra vez sus
manos, en el fondo de su
bolso, con la misión de
hallarlo, a la mayor brevedad
posible, cogió profundamente
aliento, antes de accionar,
el botón para descolgar. Se
trataba de Silvia, que no

354
tardaría en hacer efectivo,
el encargo que le había
sugerido, Ignacio en la
conversación de hacía unos
minutos, con lo que no
cesaría, en su empeño de
citarlos, a los dos para que
arreglasen sus diferencias.

{Silvia}

Buenos días Yolanda, ¿Cómo te


encuentras esta mañana?

{Yolanda}

355
Buenos días Silvia, pues con muy
pocas ganas, de hablar sobre
temas, que no sean estrictamente
de trabajo.

{Silvia}

¡Bueno! solo te llamaba, para ver


si tenías, un hueco este viernes
a mediodía, me apetece mucho, que
comiéramos juntas, en nuestro
restaurante favorito.

{Yolanda}

Tendré que cuadrar, mi agenda


hasta ese día, por si me surgen

356
imprevistos, que no pueda eludir
con facilidad.

{Silvia}

Si te viene mal, quedar para comer


conmigo, te llamo más adelante,
para que no tengamos, que vernos
con prisas.

{Yolanda}

¿Sobre qué hora habías pensado que


nos encontrásemos en el
restaurante?

357
{Silvia}

Mas o menos la una y media, aunque


podríamos alargar, la sobremesa
teniendo en cuenta, que libro la
tarde de los viernes.

{Yolanda}

Pienso que es una buena hora de


comer, así que no creo que se
produzca, ningún tipo de
imprevisto.

{Silvia}

358
¿Te ocurre algo en especial?

{Yolanda}

No, solo que todavía, no he


desayunado esta mañana y debe ser
emotivo, por eso lo que me vienen
nauseas a la boca.

{Silvia}

Quizás sea otro sintoma de ese


malestar, aunque tampoco quisiera,
que malinterpretaras mis palabras.

359
Buscaba la excusa con la que
desestabilizarla en la
dirección que mejor le
convenía, aparte de sembrar
una enorme cantidad de dudas
razonables en las que apoyar
el plan que había organizado
en la consecución del
beneficio que pretendía
obtener con la inestabilidad
temporal de su prima, también
le ayudaría poner en practica
la maniobra que le permitiría
continuar confeccionando, así
forzaría que aceptase la
invitación a comer que le
propuso con anterioridad.

Acelerando que tomase una


decisión sin casi pensar en
las consecuencias que le
entrañaba un riesgo vital en
el proceso que había iniciado

360
con respecto a olvidar a
Ignacio los más pronto
posible. Recurrió a la
argucia de insinuarle que la
maternidad le podía estar
llamando por sorpresa a la
puerta, acrecentado las
especulaciones ante un
embarazo que trastocaría el
estilo de vida al que se
acostumbró desde que se
independizo de núcleo
familiar.

Aprovecharía la oportunidad
que se le brindaba para
imponer una visión
distorsionada de la verdad
imperante en aquel instante,
todo con tal de que las cosas
se moviesen en la dirección
deseada desde el principio.
Obteniendo que la voluntad de

361
su prima carnal se acercase
al punto que exigía el
ambiente que se inhalaba con
un exceso de toxicidad en los
argumentos que exponía en el
trasfondo de la charla que
mantenían, aunque en algunas
fases se intuía un notable
desequilibrio al buscar un
punto de acuerdo. Pero
ninguna cedía en la
pretensión de contar con la
ventaja de señalar cuales
eran las ideas que mejor se
adaptaban a las penurias que
divisaba en el panorama
general.

{Yolanda}

362
¿Me estas queriendo decir que
puedo estar embarazada?

{Silvia}

Por los síntomas que, me acabas de


explicar, todo apunta en esa
dirección, como diagnóstico más
que probable a simple vista.

{Yolanda}

En este caso, te está fallando la


intuición, ya que hace más de
nueve meses que no hago vida
conyugal con nadie, me inclino
más, a que pueda ser un problema
de tipo estomacal.

363
{Silvia}

¿Me vas a decir que desde tu


ruptura con Ignacio?, ¿no te has
planteado rehacer tu vida con
nadie?

{Yolanda}

La verdad, es que me encuentro


perfectamente sola, además
necesito tiempo, para ver el rumbo
que me apetece, tomar en el
apartado personal.

364
{Silvia}

Veo que tienes muy claro, hacia


dónde pretendes llevar, las
riendas de tu vida, aunque no creo
que tardes, mucho en volver a
tener pareja.

{Yolanda}

¿En qué te basas para hacer esa


afirmación?

{Silvia}

365
Siempre has tenido, muchos
candidatos alrededor, puesto que
la suerte, en el terreno
sentimental, no te abandono por
tiempo indefinido.

{Yolanda}

Hay épocas en las cuales


aprovechar, el tiempo en hacer
otro tipo de cosas, el tener
pareja no es algo que, tenga que
buscarse con desesperación,
tampoco me corre prisa, volver a
llenar ese vació.

{Silvia}

366
¿Sigues enamorada de Ignacio?

{Yolanda}

Ese tema ha quedado zanjado,


prefiero que nadie se moleste en
nombrarlo de aquí en adelante para
mi hace mucho tiempo que está
muerto.

{Silvia}

Perdona, no sabía que hablar de


ciertas cosas te hacia tanto daño.

367
{Yolanda}

¿Últimamente se ha puesto en
contacto contigo?

{Silvia}

Me llamo como de costumbre en las


navidades para felicitarme las
fiestas, no me comento nada fuera
de lo común con respecto a la
familia.

{Yolanda}

368
Típica reacción de su cosecha
propia, intentar sondear a la
gente es más cercana a la persona
que intenta conseguir como trofeo.

{Silvia}

¿Me he perdido algo?

{Yolanda}

Me da la impresión que ha
pretendido que le sirvas de puente

369
entre los dos, así estaría
informado de todos mis movimientos
en cada momento que le hiciese
falta.

{Silvia}

Pues creo que ese lado le ha


salido mal la jugada, porque hasta
el día de hoy no he podido ponerme
en contacto telefónico contigo.

{Yolanda}

¿Sabes si ha vuelto a quedar con

370
tu hermana?

{Silvia}

No, ella ahora se ha trasladado a


vivir a Londres con una chica que
iba en su misma clase en la
facultad de Bioquímica.

{Yolanda}

Tienes razón en lo que debemos


quedar más a menudo, hay muchas
novedades de las que no me
enterado por falta de constancia
en el trato con el resto de la
familia.

371
{Silvia}

Tranquila eso nos suele pasar a la


mayoría que trabajamos, sin un
horario más o menos definido.

{Yolanda}

¿Entonces el viernes a mediodía en


el Luxury?

{Silvia}

372
Si, que tengas un buen día
Yolanda.

{Yolanda}

Lo mismo te deseo Silvia.

Sin pensárselo dos veces


Yolanda colgó el teléfono con
bastante energía en su acción
, lo que pretendía era
escapar de la tensión que se
le acumulaba en su sistema
nervioso .Además no estaba
segura de que Silvia le fuese
del todo sincera en sus
afirmaciones , en lo que se

373
refería al tema de Ignacio y
como quiso desviar su
atención ante un posible
acercamiento entre ambos .No
se fiaba de la bondad que
cubría el argumento que le
expuso en lo concerniente, al
repentino viaje de su hermana
a tierras británicas , justo
desde que fuese oficial su
ruptura sentimental con el
que parecía su futuro
marido . Su percepción de lo
que le rodeaba acrecentaba su
hipótesis de que ella tramaba
alguna jugada, acerca del
repentino interés, de que se
viesen para comer en el
restaurante favorito de
ambas. A parte no veía muy
claro por dónde iba
exactamente su intención
sacar la idea de un más que

374
evidente embarazo. Se dio
cuenta que todo apuntaba una
especie de plan en el cual
observaba ciertas lagunas
insalvables, aunque asistiría
a la invitación a propósito
con la excusa de comprobar la
identidad de quien estaba
detrás de este asunto tan
enrevesado.

Ahora mismo lo que centraba


su preocupación se basa en
dos puntos muy diferentes
entre sí. Por un lado el
saber a qué venía la
advertencia de su eventual
acompañante durante el
transcurso de su viaje ,
siendo una incógnita el saber
el tiempo que la estarían
vigilando desde la lejanía .Y
el otro intentar aclarar los

375
motivos reales de la muerte
de Natalia en extrañas
circunstancias , buscaba
aislarse de los asuntos del
pasado que no le aportaban
más que lagunas poco
beneficiosas en el desarrollo
de sus actividades .Sin
embargo no era capaz de
engañarse a la hora de
mostrar , lo bien que se
sintió al tomar la decisión
de alejar a Ignacio de su
entorno diario . Le daba el
mismo el precio que tuviera
que pagar en sufrimiento
interno, con tal de poder
recuperar su estabilidad
perdida, al ver metida en una
espiral de falsedades,
infidelidades y mentiras. Las
cuales habían acrecentado su
desconfianza en aquellos que

376
le rodeaban esgrimiendo la
verdad.

A Silvia tenía muy complicado


de cumplir el trato que le
propuso a Ignacio unos
minutos antes, los
acontecimientos se movían en
otra dirección menos
convenientes para sus
intereses. Lo que tendría que
hacer un esfuerzo mayor para
lograr sus fines de poder
juntar compartiendo mesas y
mantel. Meditaba recurrir a
la ayuda de una tercera
persona que le diese su apoyo
en la confección de una
estrategia en ese sentido.
Tenía complicado el
seleccionar a uno solo de los
muchos candidatos que
manejaba, puesto que

377
intentaría no incluir a nadie
de su familia dentro de ese
listado.

Comenzó a descartar a los que


pensaba que no le
proporcionarían el criterio
que le demandaba su situación
actual, esperaba resolver
pronto este imprevisto dentro
de la planificación de su
estrategia , con el único fin
de que nada se le quedase en
el tintero .Tampoco podía
demorarse demasiado en
concretar los detalles ,
aunque dependería del margen
de maniobra que le dejasen
sus obligaciones laborales
.Además le tocaba mantener
informado a Ignacio de las
evoluciones de todo lo
concerniente a esa cita . Se

378
le vino a la cabeza ponerse
en contacto con el jefe de
camareros del restaurante
“Luxary”, que a su vez era un
excelente amigo de la familia
desde que empezó a desempeñar
su labor en el local.

Siempre le tuvo en gran


estima como clienta , hasta
el punto que los dos gozaban
de una exquisita
complicidad , respondía al
nombre de Roberto Heredia
Villanueva , portaba una
corte de pelo bastante
desfilado por los lados y por
detrás acompañado de una
finísima capa de gomina , de
mirada penetrante conjuntada
con unos ojos de color negro
carbón , de complexión
corporal bien trabajada

379
físicamente , de manos en
perfecto estado de revista ,
solía lucir un uniforme de
chaleco a juego con un
pantalón todo ello en tonos
marrón almendra , además de
una camisa en blanco roto de
botones hueso y corbata beige
claro , usaba de numeración
de calzado un cuarenta y dos
, no se le conocía una
relación de pareja , pero se
rumoreo durante una larga
temporada que estaba prendado
de ella .

Tomo en ese preciso instante


la decisión de hacer una
aproximación, en su deseo por
hacer realidad el encargo de
Ignacio sin que nada se
quedase en un simple intento,
ya que no quería darse tan

380
pronto por vencida en esta
cruzada tan importante para
ella .Debía mover con calma
sus cartas si no quería verse
metida en medio de una
batalla sin tregua, quedando
su imagen visiblemente dañada
en la desconfianza de ambas
partes.

Así que se puso manos a la


obra en la búsqueda del
número telefónico del
caballero en cuestión .Además
no perdería ese instante de
comprobar si eran ciertas las
especulaciones, acerca de su
inestimable interés afectivo
hacia su persona.

Localizo enseguida los


dígitos que componían el
número que le provocaban una

381
gran satisfacción, esperaba
que los resultados fuesen lo
óptimo que precisaba en estos
difíciles momentos, aunque no
se dejaría vencer por el
desconcierto general que
sobrevolaba por encima de su
cabeza.

Se decidió a descolgar el
teléfono sin apenas pensar la
excusa que usaría para
comenzar la conversación
entre ambos. Todo parecía que
le permitiría concretar una
de las dos partes del negocio
que tenía entre manos. Pero
aun así continuaría
albergando la opción de que
todo fuese como la seda, con
la idea de que todo iría en
la dirección que había
programado en un principio.

382
Del otro lado del hilo
telefónico Roberto se hallaba
inmerso en la rutina diaria
de organizar todo lo que
conformaba dentro sus tareas
laborales, puesto que
resultaba extraño que tuviera
un segundo de tranquilidad,
aunque para ella siempre
haría un hueco por muy
apretada que parecéis su
agenda de trabajo, era una de
las pocas mujeres con las que
tenía ciertas servidumbres.
Eso lo explotaba en momentos
puntuales según le conviniera
para sus compromisos diarios.

{Roberto}

383
Buenos días es el restaurante
Luxury, habla usted con Roberto el
jefe de camareros, ¿En qué puedo
servirle?

{Silvia}

Buenos días Roberto, soy Silvia


Rey Gutiérrez y quisiera saber si
me podáis coger una reserva para
el viernes a mediodía.

{Roberto}

384
De momento tenemos una mesa libre
en el comedor principal, pero
también debo señalar que en ese
lugar todo depende la climatología
que haga ese día.

{Silvia}

¿En qué parte del local estás


pensando ubicarnos para comer?

{Roberto}

En uno de los comedores


acristalados de la zona norte,
justo al contrario de la salida de
humos de las cocinas para que no
les llegue el olor de las mismas.

385
{Silvia}

Bueno no me parece una mala


situación a simple vista, luego
habrá que contar con los cambios
de temperatura que pudieran surgir
de aquí al viernes.

{Roberto}

¿De cuántos comensales estamos


hablando?

{Silvia}
386
En un principio seriamos dos las
que fuésemos a desgastar la
deliciosa cocina del
establecimiento, pero quizás en el
transcurso se nos pueda unir
alguien más.

{Roberto}

Bien, Gracias por hacérmelo saber


por adelantado, así tendré en
cuenta que en cualquier instante
habría que aumentar un plato más
en su mesa.

{Silvia}
387
Tranquilo que es Ignacio el ex
novio de mi prima Yolanda, que me
ha pedido que interceda entre los
para ver si se reconcilian de una
vez por todas.

{Roberto}

¿Desea sugerir un menú en


especial?

{Silvia}

388
Eso lo dejare, como siempre en tus
manos, sé que no defraudaras mi
confianza, en el buen gusto que,
tienes para organizar alguna
velada sorpresa.

{Roberto}

Gracias nuevamente, me llena de


orgullo que, alguien tenga tan
buena opinión, del buen hacer del
personal del establecimiento que
regento.

{Silvia}

389
¿Por qué estás tan serio conmigo?

{Roberto}

Prefiero mantener, la distancia


con los clientes, no quisiera que
se llevasen, una imagen
equivocada, de mi labor como
responsable.

{Silvia}

Veo que sigues manteniendo, la


firmeza en tu trabajo, no
permitiéndote ni un solo respiro,
en el que poder introducir, algo
diferente a lo habitual.

390
{Roberto}

¿Por qué insiste en algo que nos


puede dañar a los dos?

{Silvia}

En eso no estoy de acuerdo, por


mucho que me lo quieras negar, lo
que ocurre es que no eres capaz de
asimilar, que te pueda llegar a
enamorar.

{Roberto}
391
Tengo muy claro que, si alguien se
entera, de que tengo, una relación
con una clienta, mis jefes no
dudarían, en ponerme de patitas en
la calle.

{Silvia}

¿Y si hablase yo con ellos?

{Roberto}

Por favor, no empeore usted, las

392
cosas más de la cuenta, por el
bien de los dos, creo que se ha
puesto un imposible como meta.

{Silvia}

No esperaba que me humillases,


tanto con tus palabras, ahora me
doy cuenta que, todos estos
tiempos solo has intentado, ser
amable conmigo.

{Roberto}

¿Por qué albergaba la esperanza de


que fuésemos pareja?

393
{Silvia}

Seguramente confundí amabilidad,


con otra clase sentimiento de
afecto, teniendo en cuenta, el
grado de sensibilidad, que
demostrabas en cada conversación.

{Roberto}

Siento que haya pensado, otra cosa


que no sea, una puntual
complicidad entre camero y
clienta, pero es a lo único que
podemos llegar, por nuestras
posiciones sociales.

394
{Silvia}

¿Sabes que si no rectificas en tu


decisión puedo hacer que te
despidan?

{Roberto}

Eso lo dejo, a su libre decisión


de maniobra, pero le advierto que,
no me hará cambiar de opinión, de
un hipotético romance con usted.

{Silvia}

395
Este bien, no me quedara otra
salida que, llevar a cabo mi
amenaza, quizás el verte en la
calle, te haga recapacitar, sobre
la conveniencia de mi propuesta
sentimental.

{Roberto}

¿De qué me serviría ser su amante?

{Silvia}

Tendrías la oportunidad, de pasar


a ser socio del Luxury, puesto que
396
tengo entendido que, si muevo un
par de hilos, la operación te
puede solucionar la vida.

{Roberto}

Es una oferta muy tentadora, para


dejarla que se desperdicie en el
olvido, aunque debo meditarla,
antes de poderle dar una respuesta
en firme.

{Silvia}

¿Te apetece que nos veamos esta


noche para discutirlo cenando?

397
{Roberto}

Prefiero seguir manteniendo, la


discreción por si alguien nos ve
juntos, en cuanto lo haya
decidido, me pondré en contacto
con usted.

{Silvia}

No sé porque tomas, tantas


precauciones en algo, tan natural
entre un hombre y una mujer, es
una simple cena entre dos amigos
que, se conocen desde hace tiempo.

398
{Roberto}

¿A qué hora pretende que nos


citemos?

{Silvia}

Mas o menos las nueve y media, en


el restaurante Los Robles, muy
cerca del hotel Villa de Celeiro,
que me cuadra bien, después de
salir de una reunión de trabajo.

{Roberto}

399
Buena elección para que nadie,
pueda molestarnos mientras
cenamos, además la comida es de
excelente calidad al igual del
servicio.

{Silvia}

¿Has estado alguna vez allí?

El pulso se hacía patente


entre ambos al ver que
ninguno quería caer en las
redes del otro, sabiendo que
la traición estaba muy
presente en cada uno de los

400
encuentros esporádicos que
compartían de manera
obligatoria, dado que les
unían cuestiones en común que
marcaban un conflicto de
intereses en el sentido de
cumplir el pacto de no
agresión. Siendo una de las
bazas que esgrimían en los
diálogos que iban subiendo de
intensidad con el paso de los
minutos, dando muestras que
del amor al odio y viceversa
les separaba un estrecho
margen en el que aspirar a
colocar las piezas que le
valieran en la puesta en
marcha de una técnica de
distracción ante el
adversario que se hallaba
vigilante a los movimientos
bien estudiados por los
contendientes.

401
No escatimarían esfuerzos por
minar la moral con cualquier
artimaña que tuviesen en su
mano, poniendo de relieve que
no bajarían la guardia por
muy difícil que resultase
aguantar el grado de
emotividad que se descargase
en el duelo verbal que
estaban manteniendo, agotando
las vías de comunicación
entrando en una vertiente de
agresividad extrema en la que
nada les detendría en la
escalada de rencor que se
acentuaba por el afán de
ofrecer una imagen de poder
de dominación, en el que
minar la voluntad por medio
del menos precio a cualquier
propuesta de cordialidad que
se pusiera encima de la

402
mesa . Perpetuándoles en un
punto de inflexión que se
divisaba inalcanzable.

Una vuelta de tuerca se


apreciaba como la única
salida recurrente a la
batalla que libraban por
obtener una postura de
privilegio, dándole la
oportunidad de deteriorar el
estado psíquico del
adversario que parecía
enseñar una fortaleza por
encima de lo normal en este
tipo de contextos, aunque les
costaría rebajar la tensión
acumulada por el desgaste que
sufrían en el envite que
dirimían por no perder el
enfoque en el que se
desenvolvía el dialogo

403
.Creciendo el despotismo que
se proferían el uno al otro
con la virulencia propia de
una falta de entendimiento
entre los dos , siendo
inevitable que se dañasen
lanzándose reproches como si
fuesen dardos envenenados .

Hubo un cambio de estrategia


por parte de él con la
pretensión de poder
desquiciarla con los cambios
de táctica que iba imponiendo
sobre la marcha, derribando
cualquier muro que le
colocase a modo de escudo con
el que repeler los constantes
ataques que ella le arrojaba
con extremada intimidación,
tratando de frenar la etapa
de prepotencia desatada de la
cual era el invitado

404
principal.

Aceptaría las inminentes


propuestas que le sugiriese
con tal de poder rebajar la
contundencia en el trato que
le dispensaba, usando el
tempo que le tocaba gestionar
con maestría las crisis de
identidad que le demostraba
su eventual compañera de
conversación.

Teniendo en cuenta que le


costaba tolerar la batería de
menos precios que le
disparaba desde lo profundo
del corazón, no consiguiendo
que se alterase por algo que
en realidad le servía como
pieza del juego, que
desarrollaba con la única
intención de esquivar un

405
enfrentamiento directo en el
que seguramente perdería los
papeles.

{Roberto}

Si, hace algún tiempo estuve


comiendo, con alguien que en su
momento, compartió mis planes de
futuro, después de esa cita, no he
vuelto a pisar ese
establecimiento.

{Silvia}

406
No sé si fiarme de tu palabra,
teniendo en cuenta que hace un
rato no querías, ni oír hablar del
tema que te acabo de proponer,
para el beneficio de los dos.

{Roberto}

¿No hubimos quedado que solo


íbamos a cenar?

{Silvia}

Bueno si al terminar los postres


surge algo más, espero que estés a
las alturas de las circunstancias
de complacer mis deseos de mujer.

407
{Roberto}

No quisiera ser descortés con


usted, pero no estoy interesado en
terminar la noche entre las
sabanas en la habitación de un
hotel.

{Silvia}

¿Debo recordarte que puedes perder


tu empleo?

{Roberto}
408
Conmigo no funcionan los chantajes
emocionales, sin embargo, no
tendré ningún inconveniente de
cumplir con mi parte de trato.

{Silvia}

Mi poder de convicción ha obtenido


mi propósito de que por lo menos
pasemos una velada juntos, del
resto se ocuparan mis armas de
mujer seductora.

{Roberto}

409
¿Pero por qué no se fija en
alguien de su estatus social?

{Silvia}

Los tengo a todos muy vistos y los


que no estén viviendo en pareja,
seguramente sean homosexuales.

{Roberto}

Pienso que no debería generalizar


con tanta ligereza sobre la
condición sexual del resto de la
sociedad, ya que nadie se merece
que lo desprecien públicamente.
410
{Silvia}

¿Te has sentido ofendido por mis


palabras?

{Roberto}

Es que tengo amistades que


pertenecen a ese colectivo social,
además no me parece correcto
frivolizar con esos temas en
concreto.

411
{Silvia}

Pues para mí es como otro


cualquiera con el que poder
entablar una conversación
distendida, no creo que con mi
opinión le haga daño a nadie.

{Roberto}

¿Le puedo ayudar en algo más?

{Silvia}

412
Te noto bastante distante conmigo
en el desarrollo de la
conversación, así lo que puedes
provocar es que cumpla mi palabra
de verte pronto en la calle.

{Roberto}

No me impresionan sus amenazas con


verme directamente sin empleo,
puesto que con mis años de
experiencia podría encontrar
enseguida un nuevo trabajo.

{Silvia}

413
Me parece que estas subestimando
mi poder para obtener mis fines al
precio que haga falta que pagar
por ellos, además el presidente de
la asociación de hosteleros de la
ciudad, suele jugar cada fin de
semana al golf con mi padre en el
club de campo.

{Roberto}

¿Entonces a las nueve y media en


Los Robles?

{Silvia}

Si una última petición para esta

414
noche, no te olvides de venir lo
mejor vestido posible a la cita,
no quisiera que piensen que escojo
a cualquiera para que me acompañe
a cenar.

{Roberto}

Tranquila no podrá tener ni una


sola queja de mi aspecto, que
tenga un buen día.

{Silvia}

Por tu bien espero que vengas con


tus mejores galas y lo mismo que

415
tengas una buena jornada de
trabajo.

No se demoró Roberto ni un
segundo más de la cuenta en
pulsar el botón de termino
de llamada , puesto que le
quedaba mucho por organizar
antes de poder abrir la
puerta al público , aunque en
su cabeza comenzaron a surgir
una marea incesante dudas ,
además de intentar comprender
el repentino interés que
había despertado en Silvia
.Le resultaba extraño que
después de tanto tiempo de
frecuentar el local , fuese
precisamente ahora cuando se
obsesionase con que
mantuvieran una aventura
sentimental .Veía como se le

416
complicaban las cosas , se
encontraba literalmente entre
la espada y la pared por la
dirección que le mostraba el
asunto en cuestión .Pero
tampoco quería hacer peligrar
su puesto de trabajo actual ,
pensó que con haber accedido
a cenar con ella sería
suficiente para rebajar su
pretensiones afectivas
.Quizás le ayudasen un par de
copas de vino en su idea de
que se olvidase de lo que no
entrase en compartir una
velada de dos simples
amigos .

Se jugaría la carta de no
meterse más de la cuenta en
el conocimiento de las
condiciones del negocio, en
el cual pasaría a ser socio

417
de pleno derecho del lugar
donde, ejercicio su jornada
laboral desde hacía más o
menos quince años atrás. El
destino le planteaba la
opción de ser él quien le
hiciera extorsión directa a
ella , mediante la grabación
de un video de la velada con
todos los detalles a la vista
, así se aseguraría de que su
tranquilidad no sufriría
sobre saltos , además
contemplaba la posibilidad de
cubrirse la espalda a la hora
de negociar las condiciones
para regentar el Luxar .Por
ese lado se le cumpliría una
de sus anisadas metas desde
que empezó como auxiliar de
restauración .Por fin llegó
el momento en el que la vida
le recompensaría con un

418
enorme satisfacción , a su
entrega como profesional del
sector.

Todo dependería de sus


intenciones personales en lo
concerniente , a su idea de
mantener una cierta distancia
dentro de una inminente larga
negociación , en la cual se
dejaría entre ver un alto
grado de tensión en el
ambiente , eso provocaría
menos entendimiento de las
dos partes , no pretendía
ceder un terreno que
consideraba muy peligroso de
abandonar con total libertad
de movimientos .Redoblaría
sus esfuerzos en obtener una
posición de dialogo muy bien
estructurada , esperando que
los acontecimientos siguieran

419
su curso inicial.

Por su parte Diego empezaba


notar cierta hostilidad en la
respuesta que le
proporcionaba Estefanía,
viendo que el dialogo estaba
entrando en una dinámica poco
productiva, llegando al punto
de verse inmerso en una
vendetta en toda regla por
asuntos que no era el momento
de ponerse a debatir
abiertamente sobre deudas
sentimentales. Quizás ahí
hallase la verdad acerca de
acciones que no le cuadraron,
provocando estados de
ansiedad incensarios que le
hicieron sentir culpable de
no saber cómo cuidarla como
se merecería. Por ello
aprovecharía la oportunidad

420
que le brindaba el destino de
resarcirse de tanto dolor
inútil.

{Estefanía}

Tampoco me pareció correcto que me


contase episodios vividos en su
pasado, sin embargo, no tenía
reparo en ocasiones de hablaros
con total naturalidad.

{Diego}

¿Era sobre algún amorío en


especial?

421
{Estefanía}

Tenía cierta admiración o más bien


obsesión por acercarse a una
persona, a la que en determinadas
épocas del año le hacía entrega de
regalos.

{Diego}

Siendo honesto te diré que no me


parece nada extraño lo que acabas
de comentar, hay muchas personas
que muestran su gratitud mediante
el intercambio de presentes en
señal de afecto.

422
{Estefanía}

¿Solo en esas ocasiones?

{Diego}

Llegado el momento lo deciden de


mutuo acuerdo, ya que no es
correcto el violentar a la otra
persona con un regalo que le
pudiera hacer sentirse ofendido.

423
{Estefanía}

Este caso que yo te comento por


encima no tiene nada de ofensivo,
al contrario, la otra persona
desde el primer día dio por bueno
el recibimiento del detalle.

{Diego}

¿Conozco yo a la pareja a la que


haces referencia?

{Estefanía}

424
En cierto modo han frecuentado en
diferentes etapas tu amistad, lo
que no puedo decir como mucha
exactitud es el tiempo que
permanecieron a tu lado.

{Diego}

Por lo que me estas dejando entre


ver en tus palabras, has mantenido
una especial atención a mis
movimientos a pesar de estar
separados.

{Estefanía}

425
Me gusta estar bien informada de
los movimientos que realiza, la
gente que por algún motivo ha
compartido una época de mi vida.

{Diego}

¿Estas obsesionada conmigo?

Igualmente, la frialdad les


hizo una visita por sorpresa
en la cual proyectaría un
daño colateral dejaría tocado
al que estuviese más sensible
de los dos. Abocándolo hacía
una espiral de frustración
por la pérdida de confianza
426
que se respiraba en el
ambiente y que le resultaba
una losa complicada de
levantar en las condiciones
que se hallaba, ante el mal
trago de saber que las cosas
cambiaron al lado contrario
del que precisaba. Teniendo
en cuenta que el
planteamiento debía variar en
detalles puntuales de cara a
diseñar una alternativa
válida con la que ir
perfilando un argumento
diferente al actual,
observando el desafecto que
se le profería por parte de
la que fue la mujer más
importante de las que había
conocido.

Las evasivas se convirtieron


en piezas clave con las que

427
intentar alentarle para que
desechase la idea de
continuar con aquella
parrafada estéril, en la que
en el fondo se escondía una
dosis de rencor entre
mezclada con promesas
incumplidas. Dado que se
quedaron en el cajón del
olvido por la falta de
complicidad, quizás jamás
entendieron la señal que les
indicaba el destino en lo
referente mantener el
espíritu de lo en realidad
les unía como pareja. Creando
un escenario en el que las
amonestaciones centraban la
argumentación de ambos,
aunque cada uno matizaba el
tono que deseaba utilizar en
la obtención de los
propósitos que mejor se

428
amoldaban a las
circunstancias.

El desapego imprimía un
progresivo distanciamiento
relacionado con el síndrome
de culpabilidad que
sobrevolaba con especial
intensidad. Llegando a
límites insospechados por
hechos que se escapaban a un
control racional de los
acontecimientos ajenos que
contribuyeron a sembrar la
discordia que contemplaban en
primera persona y que alejaba
cualquier resquicio que
suavizase el choque de trenes
en el que se hallaban
inmersos. Pero aumentaba el
odio que ella le procesaba al
lanzarle comentarios
hirientes con los que minarle

429
gradualmente la moral, dando
una imagen marcada por la
actitud desafiante que se
encargaban de fomentar,
acudiendo a la ironía como el
ingrediente perfecto en el
aderezo del resarcimiento del
dolor que sufrió en soledad.

{Estefanía}

No te voy a comentar nada


relacionado con este tema en
concreto, tendrás que vivir con la
duda de si obraste bien o no al
abandonarme.

{Diego}

430
Ese sentido tengo la conciencia
muy tranquila, ya que todo fue
como tú misma creías oportuno
durante el tiempo que permanecimos
como pareja.

{Estefanía}

¿Estás seguro de que no se te


olvida ningún detalle?

{Diego}

Espera que hago un examen rápido

431
de memoria por si acaso se me ha
pasado algo digno de mención, pero
creo que no hay nada de lo que me
deba arrepentir.

{Estefanía}

Es igual no hace falta que sigas


haciendo el esfuerzo de acordarte
de las cosas que hemos vivido
juntos, pensé que no te olvidarías
de una fecha clave.

{Diego}

¿Me puedes explicar que


significaba esa fecha?

432
{Estefanía}

Fue el día en que aborte del que


iba a ser nuestro primer hijo,
pero también coincidió con el
final de nuestra relación
sentimental.

{Diego}

Lo siento de verdad por no haberlo


sabido antes, que siendo hijo mío
debía asumir la responsabilidad de
por lo menos estar cerca de los
dos.

433
{Estefanía}

No me sirven tus justificaciones


para aliviar el mal trago que tuve
pasar sola, además, aunque hubiera
conseguido que naciese sano y
fuerte, no le contaría jamás la
identidad de su padre.

{Diego}

¿Por eso le guardas tanto rencor a


Yolanda?

{Estefanía}

434
Si, por que no me pareció bien su
forma de actuar en el momento
justo en que te pedí que
hablásemos de nuestras cosas
privadas.

{Diego}

Ella solo intentaba apoyarme para


que no entrase en una inevitable
depresión, es más ni se planteó
meterse en nada de lo concerniente
a mi relación contigo.

{Estefanía}

¿Por qué siempre te pones de su

435
parte?

{Diego}

No entiendo la obsesión por


meterla siempre en medio de
nuestras conversaciones, te has
dedicado todo este tiempo a buscar
a quien echarle la culpa de
nuestra ruptura.

{Estefanía}

Será que tengo mis motivos para


poder verter esas acusaciones,
pero he comprobado que ni si
quiera con la revelación de mi
aborto han servido para que

436
recapacites.

{Diego}

¿Tus estas intentando que vuelva a


pertenecer a tu vida sentimental?

{Estefanía}

Creo que no sería bueno recuperar


una parte que no es del todo
beneficiosa para ninguno de los
dos, teniendo como ejemplo lo que
nos ha ocurrido en el pasado.

437
{Diego}

Tampoco debemos pasarnos toda la


vida dramatizando por algo que no
funciono, quizás nos precipitamos
al empezar la relación sin apenas
conocernos.

El arrepentimiento cobraba un
lugar privilegiado dentro del
alegato que pretendía
defender, sin embargo, le
costaba imponer una maniobra
en la que sustentar la
serenidad que le demandaba el
instante, ya que divisaba que
la sensibilidad le daría una
vía en la que comprobar las
opciones que le quedaban en
la recuperación del sitio que
disfruto en el pasado.
438
Empezaba a sacar en claro que
le aíslo de cualquier
responsabilidad en lo
concerniente a la paternidad,
creando una especie de
conflicto entre la razón y el
corazón del cual apreciaba
secuelas irreparables en la
fortaleza que solía mostrar a
diario, pero la carencia de
sólidos argumentos le
conducían a una vertiente de
inseguridades personales.

La amargura de asumir que sus


esfuerzos serían en vano
incrementado el desánimo
interno, acentuando cierta
sequedad en la garganta que
acompañaba de un agrio sabor
a impotencia. Sabiendo que
durante mucho tiempo tuvo la
esperanza de ver cumplida la

439
sensación de instruir a un
hijo en las reglas que le
hiciesen un hombre de
provecho, además de
infundirle unos principios
con los que cultivar una
personalidad de cara a la
aportación que insertaría en
la sociedad.

Esa asignatura pendiente se


convertiría a su vez en una
espina que se le clavaría en
el corazón, sin poder
remediar el daño que le
inducía a una extraña desazón
instalando un mar de dudas
razonables. Llegando al punto
de pensar que jamás obtendría
la oportunidad de saldar esa
deuda que había contraído
consigo mismo, suponiendo un
pesado lastre que arrastrar

440
con la energía necesaria en
dicha acción. Aunque
adoptaría una apariencia de
calma por el bien de uno y
otro en un tono conciliador a
la hora de encajar aquel
sufrimiento en forma de
explicación a la que estaba
asistiendo vía conversación
telefónica. Sin comprender el
motivo para que se le
ocultase un hecho en el que
era uno de los directamente
implicados en la causa.

{Estefanía}

¿Me guardas rencor por no haberte


dicho nada de mi embarazo?

441
{Diego}

Soy incapaz de tener rencor hacia


los demás por muy mal que hayan
salido las cosas, he aprendido a
valorar su capacidad de
implicación en los períodos
complicados que me ha tocado vivir
con ellos.

{Estefanía}

Por lo menos uno de los dos tiene


la templanza de saber perdonar los
errores, teniendo en cuenta que me
cuesta reconocer mis
equivocaciones.

442
Vislumbro que la fuerza
anímica de ella manifestaba
iba disminuyendo en
intensidad, abriendo un
reducto que revelaba signos
de evidente vulnerabilidad.
Usando el recurso de la
amabilidad para desarmar la
coraza que paulatinamente se
iba agrietando con el paso de
los minutos, así le
facilitaría el trabajo de
conocer el grado de
hostilidad que se apreciaba
en las palabras que le
dedicaba en cada
contestación.

Consiguió frenar el azote de


ira que le proyecto en un
principio con bastante
virulencia, ahora impondría
443
un dialogo basado en la
moderación acústica que mejor
le valía a la hora de exponer
una disyuntiva, en la cual
contribuyesen a un
acercamiento afectivo en el
que incluiría una dosis de
armonía.

{Diego}

¿Me harías un pequeño favor?

{Estefanía}

Si sabes que no te puedo negar

444
nada de lo que me pidas, además
estoy en deuda contigo por
aclararme el malentendido que
había con respecto a Yolanda.

{Diego}

De ella precisamente se trata el


favor que pretendo que lleves a
cabo, así por lo menos vera que
tienes voluntad de que haya buena
convivencia entre las dos.

{Estefanía}

¿Qué es lo que pretendes que haga?

445
{Diego}

Que la llames y te disculpes por


el trato que has tenido con ella
últimamente, seguro que no
rechazara tu llamada ni tu muestra
de amistad.

{Estefanía}

Bueno quizás tengas razón en ese


planteamiento, pero tampoco creas
que de la noche a la mañana nos
vayamos a volver íntimas.

{Diego}

446
¿La llamaras hoy mismo?

{Estefanía}

Debo meditar primero lo que le voy


a decir, no quiero que se repitan
las situaciones en las que no se
habló con la sinceridad por
delante.

{Diego}

Respeto la decisión que acabas de


exponer como argumento, sin
embargo, no quisiera que te
demorases en ponerte en contacto
447
con ella.

{Estefanía}

Tranquilo que hay momentos para


todo, además las prisas en ciertos
asuntos solo pueden hacer peligrar
el resultado final.

{Diego}

¿Te importa que sigamos la


conversación en otro momento?

{Estefanía}
448
No, al contrario que tengo
bastantes asuntos que resolver
dentro de mi actividad
profesional.

{Diego}

Que tengas un buen día Estefanía.

{Estefanía}

Lo mismo te deseo Diego.

449
Colgaron los dos a la vez el
teléfono con mucha rapidez de
movimientos, con la única
intención de recuperar un más
que normal ritmo cardíaco,
puesto que la emociones
habían disparado el
funcionamiento por encima de
lo que resultaba ideal en el
ser humano. Ella meditaba la
forma de pasar el trago de
verse de frente con Yolanda,
se le hacía cuesta arriba el
saber que estaría hablando
con la que hasta hace unos
minutos consideraba su peor
enemiga, aunque no quería
faltar a su palabra de
provocar un acercamiento
amistoso. Pero no estaba del
todo segura que solucionase
tan pronto las diferencias

450
que las mantenían separadas,
por un motivo que ninguna
podía declarar abiertamente.

Para él resultaba un jarro de


agua fría el enterarse que
pudo haber sido padre y que
ahora mismo le cogía la
noticia por sorpresa
,quizás no estaba preparado
para asumir la
responsabilidad , de un
cambio tan drástico en su
estado social .Sin embargo se
encontraba muy descolocado
químicamente , ya que notaba
como la desilusión iba
tomando partido a paso
agigantados en su mente
.Ahora empezaba a comprender
muchas de las confidencias
que Yolanda le había hecho
con respecto a la posibilidad

451
de formar una familia
tradicional , esperaba más
adelante poder enmendar sus
errores en lo concerniente a
Estefanía . Aunque no lo
tendría sencillo de reparar
con unas simples disculpas,
no sería la mejor opción
dentro de las pocas que le
quedaban por escoger en su
idea de perfilar una
estrategia de acercamiento
sutil a su entorno diario.

Justo en ese instante volvió


a divisar en el horizonte el
techo de otro autobús
urbano , esperaba que Yolanda
viniera en el mismo , porque
notaba ciertamente la
tardanza en un trayecto a
simple vista más o menos
corto de recorrer , pero se

452
olvidaba de que unas calles
adyacentes se encontraban en
obras , por la rotura de una
canalización del agua .Aunque
eso le sirvió para mantener
con un poco de tranquilidad
la conversación que sostuvo
con Estefanía , dándole la
oportunidad de intentar
recomponer el buen ambiente
que disfrutaron en el
pasado .

No ceso en seguir el
movimiento del vehículo en su
trayectoria hacia la parada
que se hallaba a pocos metros
del lugar donde se encontraba
ubicado. Por lo menos tuvo el
tiempo que precisaba
aprovechar con la
tranquilidad necesaria, a la
hora de encontrar sentido a

453
muchas dudas sin resolver.

Tampoco pretendía hacer


partícipes a terceras
personas de sus problemas
sentimentales, ya que sabía
que la solución pasaba por un
cambio de actitud.

Enseguida observo desde lejos


como se movía la larga melena
de Yolanda, eso le hacía
levantar un poco el ánimo al
ver que pronto se acabaría su
interminable espera .Le
chocaba bastante que ni si
quiera girase la cabeza para
localizar el sitio excito de
la parada, teniendo en cuenta
que no dejaba que se le
escapase ni un solo detalle
por muy minúsculo que
pareciera a simple vista del

454
ojos humano.

Eso le disparo la alerta de


que algo no iba del todo
bien, siendo una preocupación
añadida al cúmulo de retrasos
durante el trayecto desde su
domicilio.

Medito si salir rápidamente


al encuentro con ella,
queriendo saber de primera
mano la dolencia que le
impedía mantenerse en una
postura más o menos erguida
en el asiento del transporte
público. No se lo pensó dos
veces antes de emprender el
camino que le conduciría, al
lugar que se había marcado
como primer objetivo a cubrir
en el menor tiempo posible.
Sabiendo que no estaría mucho

455
estacionado frente a la
marquesina del Hotel Villa de
Celeiro.

Debía acelerar un poco el


ritmo si pretendía llegar
justo en ese instante, no
quería hacerla esperar más de
la cuenta. Puesto que no le
gustaba demasiado la falta de
puntualidad de la gente que
le rodeaba, ahora solo
tendría que divisar que
actitud desplegaría ante la
avalancha de recuerdos que se
agolpaban en su memoria.
Dejaría que la espontaneidad
jugase un papel importante a
la vez que distendido entre
ambos, no entraría en una
polémica si no lo consideraba
necesario. Intentaría barajar
otras alternativas que le

456
proporcionasen mejores
resultados a tenor del tono
de voz que había utilizado
durante la conversación
telefónica.

Logro llegar en el momento


justo que sus largas a la vez
que esbeltas piernas
descendían por la escalerilla
trasera del autobús, por lo
menos no tendría que utilizar
una excusa para justificar su
tardanza. Tenía la seguridad
de que le ocultaría su
verdadero estado de salud, no
permitiéndole saber más que
lo estrictamente necesario
sobre el asunto.

A parte de mostrarle el ánimo


con el que afrontaba la
jornada, puesto que por ese

457
lado no divisaba que las
cosas fueran a ser muy
sencillas de atajar.
Intentaría armarse de
paciencia en las diferentes
fases de la conversación,
quizás así obtuviera un poco
de relajación en el aspecto
de soportar la carga de
tensión que se le venía
encima. No albergaba la
esperanza de que ella tomase
la iniciativa de soltar
gradualmente la presión.

No hizo más que poner los


pies en tierra firme como
primera medida de
estabilidad, para acto
seguido examinar a conciencia
el entorno que le rodeaba.
Era una de sus manías desde
que se decidió a estudiar la

458
carrera de periodismo, no
perder la costumbre de poner
en práctica sus rituales, ya
que no quería que se
perdieran tan fácilmente en
el olvido. Por ello antes de
ocupar su mente con cualquier
detalle, se convirtió en una
especie de obligación dentro
de su actividad laboral.

También aprovecharía la
ocasión para eliminar de su
cabeza el episodio vivido
durante la travesía, así
evita tener que comentarlo
abiertamente con Diego.
Pretendía mostrar un
semblante de auténtica
seguridad en todo aquello que
realizase a la vista de los
demás. Enseguida entablo por
su incipiente interés un

459
fluido con su eterno
confidente.

{Yolanda}

¿Vamos a desayunar?

{Diego}

Bueno, es que ya he desayunado


mientras esperaba tú llegada en el
transporte público.

460
{Yolanda}

No creo que te siente mal que te


tomarte otro café, así aprovecho
para comer algo antes de empezar
con la investigación.

{Diego}

¿Dónde te apetece que entremos?

{Yolanda}

Me da lo mismo, con tal de que me

461
sirvan unas tostadas con
mantequilla y mermelada de naranja
amarga, además de una buena taza
de café.

{Diego}

Entonces será mejor que nos


dirijamos hacia la cafetería del
hotel Villa de Celeiro, teniendo
en cuenta que tiene muy buena fama
en el servicio de los desayunos.

{Yolanda}

¿Has hablado con el alguien sobre


la muerte de Natalia?

462
{Diego}

Bueno he estado intercambiando


opiniones con Ángel mi contacto
dentro de la oficina del forense,
pero de momento está todo incluido
dentro del secreto del sumario.

{Yolanda}

Debe haber alguna causa


justificada por el juez que lleva
el caso, porque no es normal que
no emitan un comunicado en prensa.

463
{Diego}

Por lo que me comento Ángel


durante la conversación, el
análisis de sangre para comparar
el ADN podría demorase más de la
cuenta.

{Yolanda}

¿No te ha dicho los motivos?

{Diego}

464
Es que le ocurre lo mismo que a
mí, su teoría es que piensa que el
cadáver que tiene para realizar la
autopsia no pertenece a Natalia.

{Yolanda}

Debemos esperar a tener los


resultados antes de poder emitir
un juicio, además no se en que se
basa para sustentar esa hipótesis.

{Diego}

¿Tú sabes si ella tenía un lunar


en el pómulo derecho?
465
{Yolanda}

Su rostro no mostraba impurezas de


ningún tipo, intentaba que su piel
estuviera lo más limpia posible a
la par que bien hidratada.

{Diego}

Entonces el testimonio que me


acabas de revelar es la
confirmación que refuerza mi
teoría, de que alguien intercambio
las identidades.

466
{Yolanda}

Me puedes mostrar la fotografía


del periódico?

{Diego}

Si, en cuanto hayamos entrado en


la cafetería del Hotel te la
mostrare con todo detalle, así
podrás observar el lunar en
cuestión.

Echaron a caminar con la


mente puesta en la entrada
del recinto hostelero, ambos

467
sabían que las cosas no
estaban precisamente fáciles,
aunque tampoco desfallecerían
en su empeño por desvelar la
identidad de aquellos que se
ocultaban tras la estela
dejada por el crimen.

De repente el silencio de
instauro de manera
automática, solo permitiendo
que el sonido de las
respiraciones fuese testigo
de su marcha. Intentaban
conservar un equilibrio
emocional transitorio por el
bien de su estado anímico ,
que parecía un poco tocado
tras sus experiencias
individuales .Además la
tensión iba creciendo con el
paso de los minutos , dado
que ninguno quería romper el

468
hielo por miedo a que sus
planes quedasen al
descubierto .

Quizás fuese una elección un


poco arriesgada de mantener,
pero en este instante les
daba cierta tranquilidad de
movimientos .Sin embargo les
hacía violar su mutua
lealtad, Tendría que empezar
a desligarse de las viejas
costumbres. Puesto que ahora
mismo había secretos
complicados de poder ser
desvelados con ligereza por
los dos lados, nada pasaría
inadvertido al hacerse
público en una distendida
charla de amigos. Lo más
sencillo era continuar con su
estrategia de proporcionarse
compañía, con la única

469
condición de no dirigirse la
palabra durante el trayecto.

Por casualidades de la vida


Antia fue en el pasado
compañera sentimental de Luís
que era el sicario
circunstancial de Ignacio
.Ignoraba las actividades de
extorsión o chantaje con las
que obtenía sustanciosos
dividendos .En su corazón
albergaba la esperanza de que
algún día se volviesen a
cruzar sus caminos, no tenía
muy claro en qué sentido
podría hacer girar la
situación, ya que se hallaba
estancada en un punto muerto
de difícil conducción.

Meditaba la idea de darle una


segunda oportunidad a su

470
relación de pareja , en el
fondo consideraba una remota
posibilidad de reconciliación
afectiva .Sin embargo eso no
era lo más conveniente para
sus intereses más
inmediatos , barajaba muchos
condicionantes contrarios a
que esa opción llegase a buen
puerto , el empecinamiento en
soportar un calvario
innecesario acentuaba en su
interior , la negación a
recuperar algo que solo le
provocaba desconfianza ,
transmitiendo en su entorno
el mismo sentimiento de auto
culpabilidad .No permitiendo
que nada se saliera del guión
que se había diseñado en su
cabeza .

Al final se dejó llevar de

471
forma irremediable por el
corazón, no quería demorar
por más tiempo un hipotético
reencuentro con el que
parecía ser el hombre de su
vida. Quizás más adelante
pudiera arrepentirse de su
precipitada acción, pero en
este instante era incapaz de
ponerle freno a sus sinceros
sentimientos. Solo le quedaba
intentar llamar su atención
para que le concediera unos
minutos de charla.

No tardo en ponerse a
revolver en el fondo de su
bolso de mano, intentaba
localizar su teléfono móvil a
la mayor brevedad posible,
temía perder una décima de
segundo en cumplir su
anhelada obsesión, aunque

472
también debía contar con la
más que evidente negativa de
Luís, a que se restableciese
nuevamente el vínculo
emocional. Esa era la parte
que más le costaba asumir
dentro de la planificación
diseñada por su mente, pero
no dejaría que el desánimo
colocase obstáculos en su
camino, dado que todo
esfuerzo merecía la pena con
tal de obtener su ansiada
meta. En cuanto lo tuvo en
sus manos enseguida comenzó a
pulsar con rapidez los
dígitos que componían su
número de teléfono.

Del otro lado Luís cuadraba


la estrategia que pretendía
poner en práctica a la hora
de cumplir con el encargo de

473
Ignacio , puesto que la mejor
opción pasaba por acercarse
al entorno diario de Diego ,
así por lo menos iría
confeccionándose un grupo de
amistades que le diesen una
cierta seguridad .Para ello
abandonaría a quienes le
frecuentaban habitualmente en
su barrio de toda la vida
.También trazaría una línea
que protegiera por completo
sus verdaderas intenciones
.De repente el intenso sonido
de la melodía que provenía de
su terminal , rompía la
tranquilidad que disfrutaba
hasta aquel instante .
Decidió no demorar más de la
cuenta el descolgar el
aparato que no cesaba de
sonar.

474
{Luís}

Hola buenos días, ¿Quién me llama


con tanta insistencia?

{Antia}

Hola buenos días Luís, soy Antia


la persona que compartió tu vida
sentimental hasta hace unos cinco
meses, quisiera saber si te
gustaría que nos viéramos para
tomar algo y charlar un rato.

{Luís}

475
Eso creo que va a ser imposible de
que se pueda celebrar, ya que
estoy bastante liado con unos
asuntos que me acaban de encargar.

{Antia}

¿Estás seguro que no podrás hacer


un hueco para el fin de semana?

{Luís}

No quisiera ser maleducado en mi


decisión, pero me parece que hasta
ese momento no sería bueno que te
476
diese falsas esperanzas.

{Antia}

Quizás he llamado en un mal día


para tus obligaciones, a lo mejor
me animo y te vuelvo a llamar el
viernes por si te apetece cenar
conmigo.

{Luís}

¿A qué se debe tanta insistencia


de que nos veamos en público?

477
{Antia}

Quisiera proponerte una cosa muy


especial para los dos, no hay otro
nada oculto en mis intenciones
reales para que disfrutemos esa
noche con tranquilidad.

{Luís}

Tendré que pensar si me conviene


que volvamos a estar juntos,
aunque sea una simple cena de
personas que tuvimos algo en el
pasado.

{Antia}

478
¿Entonces aceptas mi invitación?

{Luís}

Ahora mismo no te puedo dar una


respuesta en firme sobre tu
petición, todo dependerá de mis
avances en las tareas que debo
terminar antes del fin de semana.

{Antia}

Antes no te hacías tanto de rogar


solo me bastaba hacerte una simple
sugerencia para que enseguida me

479
colmases de atenciones.

{Luís}

¿Que estas intentando decirme en


tus palabras?

{Antia}

Prefiero dejarte con la intriga


hasta que nos veamos en persona,
si te adelanto algo le quitaría la
magia del momento que estemos uno
frente al otro.

480
{Luís}

No quisiera que te hicieras falsas


ilusiones con respecto a la cena
del viernes, solo asistiré por
tener un detalle de educación
hacia ti.

{Antia}

¿Por qué te niegas a la realidad?

{Luís}

Es que durante este tiempo que

481
llevamos separados, me he dado
cuenta de que tenemos muchas
diferencias en nuestro punto de
vista.

{Antia}

Pero pienso que podemos rectificar


nuestros errores del pasado, si
pusiéramos ambos de nuestra parte
a la hora de hablar las cosas,
quizás todo cambiaría para mejor.

Sabía que forzando la


situación llegaría divisar la
capacidad de compromiso que
él le pudiese ofrecer, así
también comprobaría si la
manipulación daría el
482
resultado idóneo. Ya que le
infligiría el mismo castigo
que sufrió ella al
abandonarla unos meses atrás,
con la variante de que
portaba la consecuencia de
una noche de tórrida pasión
desenfrenada. Siendo una de
las asignaturas pendientes
que le quedaban por saldar
con el hombre que había
marcado el cambio en el rumbo
de su vida, llegando a
plantearse el suicidio entre
una de las elecciones de
quitarse del medio. Inmersa
en la depresión que le creaba
el verse embarazada sin la
compañía de alguien en quien
apoyarse durante la gestación
de la que suponía ser una de
las pocas alegrías que
disfrutaría en soledad.

483
Ahora el destino se
desquitaría del amargo suceso
que le desemboco en una
manifiesta incredulidad ante
la palabra proveniente del
sector masculino. Hiriendo la
poca sensibilidad intacta que
le quedaba después de
saborear la frialdad en
primera persona, de la que
aprendió a fortalecer la
moral con una dosis extra de
empuje.

También adopto la postura de


mantener una línea de
separación en el que colocar
un escudo de protección
contra los ataques de
emotividad que recibiría en
forma de dardos envenenados,

484
repeliéndolos con la energía
que le demandaba la situación
que se le presentaba un tanto
enrarecida por el caudal de
sentimientos que le
arrastraban, en sentido
contrario al que parecía
convenirle en la venganza que
le preparaba a quien en su
día uno de los candidatos a
ser el marido perfecto.

Jugaría la baza de sobre


actuar al insertar el anzuelo
que pretendía usar en la
charla que se le avecinaba
con determinada dureza, la
guerra sería una batalla sin
cuartel con tal de someter al
que se hallaba enfrente. El
resentimiento afloraba con
total impunidad por el aire
entre mezclándose con la

485
tensión que se respiraba de
forma nociva para ambos, pero
eso todavía acrecentaba un
poco más la sed de golpear la
autoestima del que
consideraban el enemigo
irreconciliable. Dejarían que
la imaginación les
aprovisionase de argumentos
con los que ir minando la
integridad física de los
presentes.

{Luís}

¿Tú sigues enamorada de mí?

{Antia}

486
Como el primer día que nos
conocimos en la entrada de aquel
pequeño café, al otro lado de la
calle de la estación del tren de
cercanías.

{Luís}

Siento decepcionarte por mi parte


no estoy enamorado de ti, solo
puedo verte como una amiga más de
las tantas chicas que conozco.

{Antia}

487
¿Entonces por qué estabas saliendo
conmigo?

{Luís}

En ningún momento pensé en hacerte


daño mientras frecuenté tu
compañía, pero tampoco encontré la
oportunidad idónea en la que
decirte la verdad.

{Antia}

Será que me hice demasiadas


ilusiones con respecto a la
posibilidad de una reconciliación,

488
aunque no creía que me fuese a
rechazar.

{Luís}

¿Hay algún motivo que me obligue a


seguir contigo?

{Antia}

No sé si te acordaras de una noche


que salimos de la casa de tus
padres con unas copas de más en el
estómago, a la mañana siguiente
amanecimos juntos y desnudos en la
cama de mi dormitorio.

489
{Luís}

De esa noche no me acuerdo ni como


conseguí llegar al coche de una
sola pieza, así que no te negare
que pudimos tener sexo en tu
alcoba.

{Antia}

Te confirmare que esa misma noche


me quede embarazada del que será
nuestro primer hijo en común, si
todo continuo bajo la inspección
de mi ginecólogo.

490
{Luís}

¿No has salido con nadie más?

{Antia}

Por quien me has tomado, no he


puesto mis ojos en nadie más que
en ti como el hombre que he amado
desde el día que te conocí, del
resto ni me he fijado.

{Luís}
491
Esta revelación sí que cambia las
cosas en mi forma de ver esta
situación, tendría que empezar por
hacerme cargo tanto de ti como del
niño que viene en camino.

{Antia}

Por eso había pensado que nos


citásemos para cenar, no quisiera
seguir ocultando este secreto, ya
que en unos meses serás padre de
un hijo.

{Luís}

492
¿De cuánto estas embarazada?

{Antia}

En el último informe de la matrona


me han dicho que estoy de unos
cinco meses y medio, que si las
cuentas no fallan daré a luz a
finales del verano.

{Luís}

Quizás pueda intentar cerrar todos


mis asuntos antes del viernes,
para que pudiéramos hablar con
calma de un posible futuro por el
493
bien de nuestro hijo.

{Antia}

¿Estas reconsiderando mi oferta de


cenar juntos?

{Luís}

Digamos que ha sido una noticia


que francamente me ha cogido,
además no esperaba recibirla
mediante una llamada telefónica.

{Antia}
494
Tampoco pretendo que trastoques tu
forma de vida diaria, solo que
tengas en cuenta que hay una vida
creciendo en mis entrañas y
cualquier día te podría llamar
papa.

{Luís}

¿Se lo has comentado a tu familia?

{Antia}

Prefiero que vayamos juntos a

495
darles la noticia de mi inminente
maternidad, por lo menos
aprovechamos el viaje para
anunciarles nuestra reconciliación
como pareja.

La táctica del falso embarazo


le daba la oportunidad de
examinar el aguante mental
del que fue un compañero
sentimental, en una etapa en
la que la confusión le
condujo a pensar que
defendían la misma
argumentación de dar el paso
de forma una familia en común
.Aunque nada de lo que le
planteo durante se
frecuentaron como pareja
llego a buen puerto, siendo
una desgracia que añadir a
una larga lista de deudas

496
amatorias con las que
seguiría conviviendo junto a
la angustia que le producía ,
la nulidad moral le invitaba
a permanecer en la misma
línea en herbeciendo un grado
el carácter que solía
compartir con los demás . Sin
embargo, prefería enfocarlo
en un contexto que le
beneficiase al completo,
puesto que los objetivos se
iban esfumando con rapidez en
el aire.

La nube de la contrariedad
empezaba a dejarse ver en un
acto poco propicio para ella,
dado que se le desviaban las
expectativas que había
depositado en este tema en
concreto. Sabiendo que era la
última bala que le quedaba en

497
la recamara con la que
reconducir la realidad que le
estaba siendo bastante aciaga
en la recogida de los frutos
apetecidos, esperando que
todo girase en el sentido que
se ciñese a lo que llevaba
preparado de ante mano.

{Luís}

Esa parte del asunto me transmite


más sombras que luces, teniendo
presente que de momento solo he
dicho que me haré cargo del bebe.

{Antia}

498
¿No te vas a casar conmigo por la
estabilidad emocional de nuestro
hijo?

{Luís}

Lo cierto es que no creo en el


vínculo del matrimonio católico,
en mi forma de pensar estoy con
más simpatías hacía las ideas más
laicas.

{Antia}

Veo que eres un completo egoísta


en la manera de gestionar esta

499
situación, aunque la verdad tenía
otro concepto más humano de tu
personalidad.

{Luís}

¿Por qué haces ese juicio sobre


mí?

{Antia}

Es la imagen que acabo de ver en


la expresión que has utilizado en
consonancia a la posibilidad de
que contrajéramos matrimonio.

500
{Luís}

Mi respuesta sigue siendo la misma


desde que nos conocemos, no es por
que seas tú la que me lo haya
propuesto de forma directa,
pretendo quedarme solero el resto
de mi vida.

{Antia}

Ahora entiendo muchos de los


desplantes que tuve que soportar,
en realidad intentabas aislarme de
cualquier parte de tu entorno.

501
{Luís}

¿Sigues queriendo que acuda a la


cita del viernes?

Simultáneamente llegaba Diego


acompañado de Yolanda a la
entrada del hotel Villa de
Celebro. Hicieron un
reconocimiento general de la
entrada que les conduciría al
vestíbulo principal de
edificio residencial.
Esperaban llamar la atención
lo menos posible ante la
remota idea de que alguien
los pudiera estar vigilando;
tomaron el camino central,

502
que les llevase con rapidez
hacia la cafetería del
recinto hostelero.

Se les hacía bastante largo


el trayecto hasta su primera
parada técnica. No tardaron
en ubicarse en la mesa que
se hallaba justo a la entrada
, notaban un poco el esfuerzo
realizado durante la travesía
.También aprovecharon para
romper el silencio que
compartían de una forma un
poco extraña de imponerse
entre los dos .Decidió ella
romperlo con una firmeza
decisión de conocer los
detalles que publicaban los
diarios de mayor tirada ,
percibía que acumulaba un
exceso de retraso en su
investigación .Además no

503
contaba con apenas datos con
los que comenzar a
confeccionar ni una mísera
crónica de lo sucedido. Por
ese lado veía que no
vislumbraba una salida de lo
más conveniente, aunque no le
daría a la derrota la
oportunidad de quedarse con
los brazos cruzados. Mientras
se le escapaba la posibilidad
de dar un buen golpe de
autoridad, ante aquellos que
no contaban con su habitual
perseverancia en temas de
extrema importancia social.

La incertidumbre marcaba la
aceleración de su movimientos
, percibía como aumentaba el
ritmo de sus pulsaciones por
minuto .Tenía como objetivo
esclarecer aquel misterio sin

504
resolver , nada podría
detener sus ansia por sacar
la verdad al descubierto
.Sentía la obligación moral
limpiar la imagen de
siniestra personalidad , con
la que habían etiquetado a su
amiga fallecida .Seguía sin
entender el supuesto
intercambio de personalidades
, todo le conducía a recordar
el mal trago que le hizo
pasar en el autobús su
eventual desconocido
acompañante .

{Yolanda}

¿Me puedes mostrar la portada del


periódico?

505
{Diego}

Si, ahora mismo te lo desdoblo


para que puedas ojearlo sin ningún
tipo de arruga, más que nada por
el detalle que te he señalado con
anterioridad.

{Yolanda}

Exactamente eso es lo que llevo


meditando durante todo el camino
desde la parada del autobús, creo
que Natalia puede tener una
hermana gemela.

506
{Diego}

¿Alguna vez te lo revelo?

{Yolanda}

Siempre tuve la sensación de que


en algunas ocasiones no era la
misma persona con la que había
hablado la tarde anterior,
quedaban temas entre cortados.

{Diego}

507
Mi experiencia con ella era menos
cercana, quizás tampoco me fijaba
en muchos de esos detalles que me
acabas de comentar.

{Yolanda}

¿Entonces las manzanas no me las


enviaba siempre la misma persona?

{Diego}

Me temo que en ocasiones sí que


habrá sido Natalia, pero en otras
llevaban la firma de nuestra
misteriosa desconocida.

508
{Yolanda}

Tendremos que desviar nuestras


indagaciones hacia otra dirección,
esperando encontrar en la
habitación del hotel un indicio
real.

{Diego}

Todo dependerá de cómo haya hecho


la policía el registro, a la hora
de recopilar las huellas del
hipotético asesino, puesto que en
la instantánea no se aprecian
manchas de sangre de la víctima.

509
{Yolanda}

Sí que no lo tenemos nada fácil de


afrontar en ese sentido de la
investigación, si todo se reduce a
un simple envenenamiento,
podríamos tardar meses en poder
encontrar una pista fiable.

Las indagaciones de él daban


con un inminente intercambio
de cadáveres en el trayecto
de traslado hacia el hogar
funerario, ahí estaba la
clave que deberían desvelar
al detectar un claro delito
de suplantación de
personalidad, lejos de poder
descifrar el motivo que
desencadeno aquel
rompecabezas que les
510
desembocaba en una confusión.
Dado que las pistas les
conducían en dirección
contraria a lo que habían
vivido con Natalia en los
últimos meses, ocultando un
lado oscuro que evitaba
comentar abiertamente con
nadie.

A pesar de la confianza que


los demás depositaban en ella
al revelarle las inquietudes
que les rodeaban a diario,
jamás les menciono que
padecía una dolencia hepática
crónica. Convirtiéndose en un
misterio al evidenciar que
actuaba con una pasmosa
independencia. Acentuada por
la poca salud que enseñaba en
las pocas reuniones en las
que les deleitaba con su

511
presencia física, lo que
denotaba que los bullicios le
aportaban menos estabilidad
emocional.

También les llamo la atención


que cama estaba perfectamente
hecha y que no se observaba
ni una sola arruga en el
edredón que la cubría de
arriba abajo, sin poder
conocer que no hubiese
querido recostarse encima de
ella para descansar, aunque
fuese un corto espacio de
tiempo. Asimismo, la cortina
tampoco mostraba ninguna
anomalía en el tejido que la
componía, eso acrecentaba la
duda acerca de que la muerte
tan repentina como la
mostraban en la instantánea
de la prensa escrita.

512
Una de las claves residía en
averiguar si era posible
acceder al móvil de la
víctima, donde poder revisar
el registro de las últimas
llamadas tanto entrantes como
salientes que estaban
grabadas en la memoria del
terminal, conjuntamente
mirarían si las huellas
dedales coincidían con las de
Natalia al cien por cien.
Contrastando con unas que
portaban en un pañuelo de
papel que guardaba en uno de
los compartimentos de la
bolsa donde portaba la cámara
fotográfica junto con un par
de guantes de látex, puesto
que le desconcertaba el
contacto con algunas de las
pertenencias de los

513
fallecidos.

Se le despertaba una
incipiente aprensión a
contagiarse con algún virus
que pudiese estar latente en
el ambiente de la habitación
del hotel, suponiendo que esa
fuese una de las causas que
barajaba en la acción del
crimen y posterior trueque
entre los dos cuerpos que se
utilizaron en dicha
operación, uno tuvo la
fortuna de ser el condenado a
sufrir el envenenamiento por
parte de un profesional que
limpio convenientemente la
escena que se describía en la
panorámica.

La teoría aportaba a su vez


unas lagunas a descifrar

514
sobre el terreno con la
eficacia que sería la clave
con la que esclarecer las
dudas que le revoloteaban en
la mente, forjando un cúmulo
de sombras alrededor de un
medicamento que pudo ser
manipulado por terceras
personas o solo se colocó en
el lugar equivocado con las
instrucciones expresas en la
baja de alguien que sobraba
por motivos que todavía se
escapaban lejos de la
investigación.

Era un tema un poco difícil


de abordar con la serenidad
ineludible en este tipo de
situaciones, temiendo que
ella malinterpretase cada una
de las explicaciones que
saldrían en las diferentes

515
fases de la conversación.
Teniendo en cuenta que se
cerraría en banda sin
permitirle dudar de la forma
de vida de Natalia, aparte de
que le perdonaba los
continuos desplantes que
acostumbraba a utilizar con
quienes menos afinidad le
demostraban a diario. Además
de excluir a los que humeaban
acerca de los posibles males
que le aquejaban en lo
referente a la salud, usaba
un estricto control de
vigilancia en lo tocante a
cuestiones del corazón.

Solo con un simple gesto


dejaba patente que evitaba
asistir o eventos o reuniones
multitudinarias en las que no
terminaba de sentirse cómoda,

516
por la desconfianza que le
despertaba hallarse en medio
de algo que detestaba.
Asimismo, se sometía cada
semestre a una analítica en
la que observar si le
afectaba algún virus de
procedencia desconocida, por
lo que las dificultades
aumentaban a la hora
dictaminar los orígenes del
fallecimiento.

Decidió que era el momento de


ahondar un poco más en la
búsqueda de respuesta al hilo
del estilo que utilizaba, la
que hasta hace poco creía una
compañera leal en todos los
aspectos .Pero ahora se
centraría en desvelar los
hechos que rodeaban aquel
fatídico suceso, lo único que

517
le ayudaba provenía de la
instantánea que aparecía un
rostro que se asemejaba al de
quien frecuento amistades
comunes con él, asimismo
convivió con la que hasta
aquel instante le había
dejado una intensa huella en
el alma .

Con lo que también por ese


lado se le abría una vía por
la que indagar en la
exploración de elementos que
le ayudasen a impulsar una
trayectoria donde ir
colocando los objetos que
recopilaría en el transcurso
de la pesquisa, que
emprendería de inmediato para
hacer un seguimiento del
informe de la autopsia, donde
comprobar la identidad de la

518
mujer que se reflejaba en la
fotografía y a la vez
examinar el lunar que se
describía en la mejilla.
Intuía que detrás se escondía
una trama en la que el
tráfico de órganos entraba en
la lógica, aunque nadie podía
fundamentar dicha
información.

{Diego}

¿Sabes si padecía alguna extraña


enfermedad?

{Yolanda}

519
No era muy dada a manifestar
partes de su vida privada, se
mantenía firme hablando de temas
tanto académicos como laborales.

{Diego}

Lo cierto es que me sorprende esa


faceta tan reservada de su
personalidad, además de que no
confiase en tu discreción a la
hora de revelarte ese tipo de
secretos.

{Yolanda}

520
¿En qué grado piensas que se movía
nuestra amistad?

{Diego}

Por lo que parecía a simple vista


vuestra complicidad sobre pasaba
los límites de la amistad, aunque
pueda parecer que siento celos de
ese trato tan cercano.

{Yolanda}

Mi postura ha sido siempre la

521
misma para todos aquellos que me
rodean, no pretendo hacer
distinciones con nadie en
especial.

{Diego}

¿Ni si quiera conmigo?

{Yolanda}

Eso prefiero guardármelo para mi


intimidad, ya que no estoy en
condiciones de dictar una opinión
coherente, me siento afectada por
el desarrollo de los
acontecimientos.

522
{Diego}

Me acabo de dar cuenta de que


evitas hablar abiertamente sobre
algún tipo de sentimiento que nos
pueda unir como algo más que una
simple amistad.

{Yolanda}

¿Tú estás enamorado de mí?

{Diego}

523
Sé que siento una especial
atracción afectiva hacia ti, pero
me parece que no es correspondida
por tu parte como sería mi deseo.

{Yolanda}

Jamás me habías sacado el tema de


la posibilidad de que hubiera un
vínculo emocional entre nosotros
como pareja sentimental.

{Diego}

524
¿Mi revelación te ha cogido de
sorpresa?

{Yolanda}

Algo me figuraba, por tu forma de


actuar, en los últimos meses, pero
tampoco me hice a la idea de que
hubiera una mínima posibilidad.

{Diego}

Veo que no te ha sentado nada bien


el abrirte mis sentimientos, por
lo que intentare dejarlo a un lado
dentro de la investigación.

525
{Yolanda}

¿Te ha sentado mal mi respuesta?

{Diego}

No voy a volver a tocar ese tema,


pienso que me ha quedado muy claro
que seguir con esa idea me hará
perder el tiempo de conocer a una
persona que valore mis
sentimientos.

{Yolanda}

526
Quizás más adelante me arrepienta
de haberte rechazado como pareja,
pero de momento tengo muy claro
que no estoy preparada para
mantener una relación estable.

{Diego}

¿Entonces cabe la posibilidad de


que cambies de idea?

{Yolanda}

Dejare que sea el tiempo el que


dicte, si se cumple tu deseo de
que en el futuro me convierta en
527
tu compañera sentimental.

{Diego}

Ahora me quedo más tranquilo,


puesto que las cosas no las tengo
del todo pérdidas, con respecto a
este asunto en cuestión.

{Yolanda}

¿Nos podemos centrar en la


investigación?

{Diego}

528
Si claro, pienso que ya hemos
perdido un tiempo fundamental en
nuestro trabajo, puesto que
estamos casi como al principio de
la mañana.

{Yolanda}

Vale, empezaremos a trabajar justo


al término de un ligero, no
quisiera cargar mucho el estómago
por qué no me encuentro muy bien.

{Diego}

529
¿Te habrá cogido el frío?

{Yolanda}

No te lo puedo asegurar con


exactitud, pero he notado un bajón
repentino en la tensión arterial,
tendría que hacerme un chequeo
completo.

{Diego}

Llevo tiempo haciéndote


indirectamente esa sugerencia,
hasta que he tomado la

530
determinación de no volver a sacar
el tema como parte de una
conversación.

Los síntomas que presentaba


además de la palidez que se
representaba en la piel del
rostro de ella, disparaban
las alertas ante una
infección de origen
desconocido, poniendo el
signo de la incertidumbre
entre los pensamientos que le
circulaban con rapidez por la
mente. Proporcionándole un
abanico de teorías erróneas
que le inducían a sacar un
diagnostico fuera de la
realidad, llegando al extremo
de pensar en que algún
alimento pudo estar en
contacto con sustancias

531
nocivas para la salud. Sin
embargo, buscaría la opinión
de quien siempre le razonaba
las indecisiones que le
aparecían en el panorama
diario y que le ayudaban a
rebajar la intensidad de las
emociones.

También la apatía merodeaba


con fuerza en el entorno de
la sensibilidad que iba
permitiendo que aflorasen
sensaciones contradictorias
entre sí, pero el
desequilibrio interno le
obligaba examinar a
conciencia los últimos sitios
que frecuento para almorzar,
queriendo recordar la
composición de cada menú que
le sirvieron en los
diferentes locales. Se quedó

532
con uno a base de vegetales
acompañados de una vinagreta
ligera, tomaba fuerza la
hipótesis de que alguien
estaba interesado en que
desapareciese de la faz de la
tierra. Ahí centraría la
atención para descubrir la
identidad de quien se hallaba
detrás de tal vil acción,
teniendo en cuenta que los
acontecimientos se
desarrollaban en un escenario
que se tornaba hostil, quizás
le cogía en un momento
especialmente delicado
anímicamente hablando.

El desconcierto se unía al
resto de carencias que le
implicaban un riesgo al tener
que mantener el aplomo
inevitable, ya que ahora le

533
estarían observando en cada
movimiento que realizase.
Tampoco descartaba que le
traicionasen algunas de las
amistades que se fueron
quedando en el camino o
colaboradores que se
retiraron por miedo a las
represalias que surgirían de
forma espontánea, con
pequeños accidentes sin que
se pudiese explicar la causa
de los mismos por mucho que
se indagase sobre ellos. Todo
se guardaba con un hermetismo
en el que implicaba un
esfuerzo mayor por
desentrañar lo que rodeaba
aquel tipo de actos
delictivos, estaba al
corriente de los métodos que
se solían utilizar en la
desaparición de algunos

534
compañeros de profesión.

Temía pasar a engordar la


lista de muertes sin
esclarecer por la unidad
contra el crimen organizado,
puesto que los cadáveres
presentaban signos de
infartos de miocardio. Pero
las casualidades reflejaban
un lado oscuro al que debía
prestar atención a los
detalles que se fuesen
sucediendo que no entrasen en
la normalidad que imperase en
aquel instante. Dado que
notaba un aumento de
inseguridad en lo referente a
continuar ejerciendo una
clase de periodismo en la que
rozaba los límites de la
legalidad, en vez de
amilanarse sintió una

535
irrefrenable sensación de
aventura que le recorría por
cada palmo de la piel.

{Yolanda}

¿Tu qué piensas que me puede estar


pasando?

{Diego}

Tengo la triste sensación de que


padeces un proceso de exceso de
cansancio mezclado con una anemia
de carácter agudo, además de tener
alterado el sistema nervioso.

536
{Yolanda}

Veo que analizas bien los estados


carenciales de la gente que te
rodea, no perdiendo ni un solo
detalle de sus movimientos
diarios.

{Diego}

Por mucho que lo intente es algo


que no podré evitar mientras viva,
aunque resulte una manía poco
cívica por mi parte.

{Yolanda}
537
¿Y ahora porque te estás
disculpando?

{Diego}

Digamos que no es una disculpa en


toda regla, sino más bien intento
reconocer algún defecto del cual
no me siento del todo orgulloso.

{Yolanda}

Quizás sea una terapia de cambios


positivos dentro de tu enérgica
538
personalidad, también son signos
de que estas transitando por la
etapa de la madurez.

Desde su puesto detrás la


barra de la cafetería
Alejandro Diéguez Sánchez
no perdía ni un solo segundo
la conversación que mantenían
de forma distendida , era una
hombre de gran corpulencia
física , sus manos a simple
vista eran de un gran
tamaño , su pelo casi no se
distinguía la tonalidad del
mismo , puesto que adopto el
habito de llevarlo muy rapado
, vestía una uniformidad
conjuntada en colores azules
y blancos nucleares , todo
ello a juego con una corbata
gris con una franja ancha del

539
mismo tono que el pantalón ,
rondaba cerca de los cuarenta
y cinco años de edad , en su
día tuvo en mente iniciar una
relación con la fallecida
Natalia Loureiro Iglesias .

Tomo como excusa perfecta al


acudir para preguntar lo que
pretendían degustar durante
el almuerzo, además le daría
la oportunidad de conocer de
primera mano una buena
cantidad de información.
Ninguno de los dos sabía que
durante una temporada
frecuentaron la amistad en
común de la víctima, con la
pequeña variante de que ellos
solo conocían una mínima
parte de la vida cotidiana de
ella, era al único que revelo
algo que le hacía distinta al

540
resto de chicas en el mundo.

Por ello le interesaba estar


al tanto de cualquier
conversación en esa dirección
en concreto. Permitiría que
se confiasen ante su
presencia, no entrando más de
imprescindible en un dialogo
directo. Debía utilizar una
marcada frialdad en sus
movimientos habituales, si
buscaba mantener ocultas sus
verdaderas intenciones, se
jugaba buena parte de sus
opciones de ver la estrategia
que pensaban utilizar en el
desarrollo de la
investigación.

Mantuvo el silencio contenido


durante un intervalo de unos
quince segundos, antes de

541
proceder a intercambiar
sugerencias en la confección
del desayuno de cada uno.
Percibía una cierta tensión
en el ambiente que se
respiraba entorno a los
ocupantes de aquella mesa,
continuaría enseñando la
tranquilidad como mejor
opción ante los
acontecimientos, ya que el
aislamiento le resultaba
beneficioso para
contrarrestar cualquier foco
nocivo que pudiera surgir de
forma espontánea.

{Alejandro}

542
Buenos días, ¿Que van a tomar los
señores?

[Yolanda}

Buenos días, yo tomare un café con


leche grande acompañado de un par de
tostadas con mantequilla y mermelada
de naranja sin azúcar.

{Alejandro}

¿Y usted caballero?

543
{Diego}

A mí con que me traiga un café


solo largo acompañado de un vaso
de agua estaré satisfecho.

{Alejandro}

Bien, intentare prepararlo todo en


el menor tiempo posible, teniendo
en cuenta que lo más complicado es
calentar la plancha para las
tostadas de la señorita.

{Yolanda}

544
¿Me trae a mí también un vaso de
agua?

{Alejandro}

Si, en cuanto les sirva el resto


de lo que me han pedido con
anterioridad.

{Diego}

Le agradeceríamos que se diese un


poco de prisa en su tarea, puesto
que vamos con el tiempo bastante
545
justo.

{Alejandro}

De acuerdo caballero, intentare


cumplir su indicación.

Acto seguido se giró sobre sí


mismo para colocarse en la
posición que consideraba
valida, a la hora de
dirigirse hacia la barra del
establecimiento. Se fijó que
ambos desviaron la animada
conversación que mantenían
con un volumen casi
inapreciable, si se pretendía
escuchar algún detalle digno
de relevancia, buscaría otro

546
pretexto con el cual poder
acercarse en un instante
clave de la tertulia, jugaba
con la ventaja de que su
identidad no era del dominio
de ninguno de los dos.

Sin embargo, le costaría


mucho esfuerzo continuar
ocultando la información que
atesoraba en su memoria,
albergaba la esperanza de que
el destino le permitiera
conocer por qué Natalia se
había obsesionado con la
figura pública de Yolanda.
Quizás su independencia de
cara a la galería pudo ser lo
que termino por abrumarla,
aunque no lo confesaría por
muy complicadas que se le
pusieran las cosas. Mientras
realizaba dicho trayecto en

547
su mente navegaba la remota
posibilidad, de que hubiera
otras preocupaciones añadidas
que no se las contaría a
nadie que no tuviera su
entera confianza.

Luís por su parte pretendía


que Antia desistiera en su
idea de que volvieran a
compartir algo más que una
simple amistad, ya que no
estaba seguro de que
realmente existiera un
vínculo paternal. Consideraba
que todo podía pertenecer a
un cúmulo de casualidades en
esa posible gestación por
parte de ella, quería tener
la oportunidad de comentarle
en persona que no haría más
que lo imprescindible a la
hora de cumplir con sus

548
responsabilidades.

Teniendo en cuenta que de


momento no contemplaba con
certeza la posibilidad de que
él bebe fuese suyo, relajaría
su postura con la intención
de ver hasta donde era capaz
de llegar la maniobra
orquestada por su antigua
pareja sentimental. Quizás
esa triquiñuela daría el
fruto que le convenía a sus
intereses, consiguió darle la
vuelta a un asunto que no
veía del todo claro a simple
vista, llegando incluso a
poner en serio peligro la
operación encargada por
Ignacio.

Dejo que el silencio diese un


poco de calma a la situación

549
que se había creado en
ambiente , puesto que la
tensión impregnaba cada
comentario que salía de sus
gargantas .Todavía invitaba
a que la crispación cerrase
la puerta a un fluido dialogo
ente ambas partes , no
permitiendo que cediesen ni
un palmo del terreno que
consideraban como propio .Por
fin ella tomo la iniciativa
de aceptar el que se viesen
en la cita que le propuso a
él con anterioridad , aun
sabiendo que no se
satisfarían sus expectativas
iníciales .

{Antia}

550
Si, no creo que me vaya a sentar
mal disfrutar de una buena cena
acompañada de tu inestimable
compañía.

{Luís}

Tampoco quiero que te sientas


obligada a pasar ese mal trago por
mí, además en tu estado no es
conveniente que sufras sobre
saltos.

{Antia}

No te preocupes que de momento no

551
haber ningún problema ni para él
beber y mucho menos para mí en el
proceso de su gestación.

{Luís}

¿Prefieres que te vaya a recoger a


los estudios de televisión?

{Antia}

Es mejor que vayas directamente al


lugar donde nos hemos citado, ya
que no quisiera tener que dar
explicaciones al resto de personas
que trabajan conmigo.

552
{Luís}

Lo decía para que no tuvieras que


ir andando todo el trayecto que
separa tu trabajo del restaurante
que me has sugerido, así también
llegaríamos a la misma hora.

{Antia}

¿Por qué te ha entrado ahora tanta


responsabilidad hacia el niño?

{Luís}
553
Será que intento recuperar el
tiempo perdido en estos últimos
casi cinco meses, que no hemos
mantenido contacto de ningún tipo.

{Antia}

Tampoco debes cambiar tus planes


por algo en lo que en realidad no
tienes ningún tipo de vinculación
afectiva, además ya me he
acostumbrado a tomar precauciones
dentro de mi estado físico.

{Luís}

554
¿Por qué ahora rechazas mi
propuesta de ir juntos al
restaurante?

{Antia}

No quiero dar una imagen que no


existe entre nosotros dos, hasta
la reserva estará solo a mi nombre
como medida para evitar
confusiones.

{Luís}

Entonces creo que ya no tenemos


nada más de lo que hablar, que

555
tengas un buen día.

{Antia}

Lo mismo te deseo Luís.

La rabia entre mezclada con


la impotencia de él por no
poder imponer sus normas,
provoco que fuesen incapaz de
frenar su ira hasta una vez
colgó el teléfono, no había
conseguido su propósito de
verla antes de que estuvieran
a la vista del resto de
clientes del restaurante, eso
le hacía sospechar que sobre
algo que por razones que

556
desconocía no quería
desvelarle hasta la noche en
cuestión. Noto cierta
reticencia al ofrecerle la
oportunidad de que fuese a
recogerla a su centro de
trabajo. Ahí radicaba su
desconfianza de que no le
tendiese una trampa, divisa
inestabilidad en varias fases
del intercambio de opiniones.
Dando la impresión de no
estar completamente segura de
aquello con lo que pretendía
convencerlo. Encontró muchas
indecisiones dentro de las
explicaciones que emitía como
respuesta a sus preguntas.

Ella obtuvo su mejor


resultado al mostrarle un
señuelo que no podía
rechazar, no le hacía falta

557
estar embarazada para hurgar
en su conciencia, despertando
su instinto paternal con un
simple truco de psicología
básica de pareja. Se tomaría
el gusto de la venganza por
todo el daño que le
proporciono moralmente,
puesto que no valoraba su
cercanía a la par que su
dedicación en cuerpo y alma a
su relación de pareja. El
dolor se transformó en una
obsesión por ridiculizarlo en
público, dejando que cada uno
juzgase su personalidad. Por
fin llegaba su momento de
cobrarse hasta la última de
las humillaciones sufridas en
el pasado, vería cumplido
unos de sus mayores deseos
marcados a fuego en su
cabeza.

558
En otro lado de la ciudad
Ignacio que tampoco perdía ni
un segundo de su valioso
tiempo, continuaba meditando
la manera de no descuidar ni
un solo detalle en la
vigilancia del entorno en el
que se movía Yolanda, aunque
debía mantenerse en un
discreto segundo plano. De
repente la suerte se le
colocaba de su lado, observar
la imagen de Natalia Loureiro
Iglesias en primera plana del
periódico que sujetaba entre
sus manos.

Por ahí tendría la ocasión de


colocar los cimientos de su
siguiente estrategia, ya que
no desaprovecharía la
explotación de esa entrada

559
que se le brindaba como
fundamento para estabilizar
sus planes más inmediatos, se
le presentaban varios frentes
abiertos por donde transitar
con mucha inteligencia por su
parte. Quizás solicitaría la
colaboración de otro de sus
hombres de confianza, puesto
que en su cabeza iba
colocando cada asunto por
orden de prioridad. Todo
cuadraba al milímetro no se
podía permitir ni un solo
error, a la hora de aplicar
el grado de esfuerzo que
sugiriesen las situaciones,
que se le sucedían sin previo
aviso.

Hizo un examen mental para


ver quién sería el candidato
perfecto con el que contaría

560
para esa misión, teniendo en
cuenta que debía ocultarse,
pasando inadvertido entre el
resto de la gente con la que
se cruzase a diario. La gran
mayoría eran conocidos de
Yolanda por diferentes
motivos o circunstancias del
pasado. Reflexionaba sobre
alguien que resultase
impactante a simple vista,
además de irresistible ante
la mirada felina de una mujer
cualquiera. Afinaba su
ingenio masculino para
localizar el reclamo perfecto
que le proporcionase la
cercanía que necesitaba en
este instante. Así no
perdería ni uno solo de sus
movimientos diarios, es más
le daría la oportunidad de
conocer los cambios en sus

561
gustos.

No tardo en configurar a la
persona que serviría de
señuelo dentro de su idea
porque todo fuese sobre
ruedas, evitando que algún
imprevisto pusiera en peligro
su plan de separarla a toda
costa del entorno de Diego.
Sin más dilación por fin
había encontrado el
acompañante ideal en el
desempeño de la tarea, siendo
una de las opciones que le
resultaba valida en ese
sentido. L a identidad
correspondía a Ernesto
Cáceres Saavedra pertenecía a
su familia era un primo por
parte de sus abuelos, además
le debía varios favores por
cuestiones económicas en

562
negocios de los que intentaba
mantener una aparente
normalidad. Tenía la
suficiente confianza de que
no rechazaría el encargo por
muy complicada que fuese su
ejecución.

El único pero que pudiera


surgir venia condicionado por
el tiempo tan justo del que
disponía, ya que se le echaba
encima, aunque quizás lo
invitaría para que le
acompañase a la cita que
estaba preparando Silvia para
el viernes a mediodía. Obtuvo
la excusa que más le
beneficiaba para seguir en la
misma línea de trabajo,
usaría esa cita como anzuelo
más conveniente en el que
sustentar el resto de

563
elementos que ayudarían a
componer aquello que centraba
su atención. Se puso manos a
la obra en la búsqueda en
localizar el número de
teléfono que necesitaba en un
principio, enseguida lo
diviso en la pantalla táctil
de su móvil de última
generación. No se lo pensó
dos veces antes de accionar
el botón de llamada, quería
solventar el asunto a la
mayor brevedad posible.

Del otro lado se encontraba


su primo Ernesto , era una
hombre de una elegancia de
nacimiento muy marcada en su
aspecto personal , de cabello
color avellana oscuro , ojos
de tonos en almendra claro ,
complexión física bastante

564
cuidada a base de una dieta
especifica de mantenimiento
energético , su vicio
confesado era la ropa de
buenos modisto especializados
en vestir a los hombres de
negocios , se acercaba a los
treinta y cinco con el mismo
entusiasmo de cuando cumplió
los veinte , se dedicaba a
ser la acusación dentro de la
abogacía del estado , su
único reto en la vida era no
pasar nunca por altar .
Defendía a capa y espada su
soltería por encima de
cualquier otra cosa que le
pudieran proponer. Enseguida
decidió contestar a la
llamada que procedía del
móvil de Ignacio, le entro la
curiosidad por ver que le
sucedía con tanta urgencia.

565
{Ernesto}

Hola Ignacio, buenos días, ¿En qué


te puedo ayudar con tanta
urgencia?

{Ignacio}

Buenos días Ernesto, pues lo


cierto es que me ha surgido una
comida con dos hermosas mujeres
para el viernes, la verdad es que
no me apetece presentarme solo a
esa cita.

566
{Ernesto}

Parece interesante la propuesta


que me haces, aunque debo mirar
como tengo de ocupada la agenda
para ese día en concreto.

{Ignacio}

¿Quieres que pase a recogerte para


que vayamos juntos al restaurante?

{Ernesto}

567
No es eso en realidad, es que el
viernes tengo una vista oral por
un asesinato, espero que si se
cumple el horario pueda estar
libre sobre la una y media.

{Ignacio}

Seguramente al final quedemos


sobre esa hora, falta que me lo
confirmen con exactitud por parte
de ellas.

{Ernesto}

568
¿Conozco a las chicas?

{Ignacio}

Si, es Yolanda mi ex pareja, que


vendrá acompañada, de su prima
Silvia, que me ha convencido, para
que comiéramos los tres juntos.

{Ernesto}

Lo cierto es que la reunión puede


ser bastante productiva, tengo la
firme convicción de que poder
arreglar mis asuntos para poder

569
asistir.

{Ignacio}

Me demostrarías una lealtad hacia


nuestra profunda amistad, además
creo que teníamos pendiente una
comida de negocios desde por lo
menos seis meses atrás.

{Ernesto}

¿En qué consiste el favor que me


vas a pedir?

570
{Ignacio}

Veo que en este asunto, vas


directo al grano, quisiera que el
día de la comida fueses muy
galante con Silvia la prima de
Yolanda y después los postres te
la llevases a dar una vuelta por
el centro.

{Ernesto}

Eso no resulta complicado de


llevar a cabo, teniendo en cuenta
que hasta el momento ninguna mujer
se ha resistido a mis encantos
varoniles.

571
{Ignacio}

Por eso pensé en ti para esta


ocasión tan especial, sabía qué
harías lo imprescindible con tal
de no decepcionarme en algo tan
importante.

{Ernesto}

¿Ellas saben que me has invitado?

{Ignacio}

572
No, pero eso es parte de mi plan
sorpresa para esa comida, creo que
tampoco vayan a poner pegas a
estas alturas de la buena amistad
que nos une a los tres.

{Ernesto}

Siendo así me quedo mucho más


tranquilo, no quisiera molestar
con mi presencia a quienes se
puedan sentir un poco fuera de
lugar.

{Ignacio}

573
Tú confía, en mi buen hacer a la
hora de concretar los detalles del
encuentro, te aseguro que no
saldrás defraudado del éxito que
nos espera a los dos.

{Ernesto}

¿La chica que me has buscado es


soltera?

{Ignacio}

Si le gusta mucho flirtear con los


hombres de buena posición social,
además ella también trabaja en un
despacho de abogados en el centro
de la ciudad.

574
{Ernesto}

Entonces sí que podré desplegar


todas mis armas de seducción
durante esa reunión, combinación
perfecta mujeres hermosas y temas
legales me has alegrado el día.

{Ignacio}

Solo intentaba que me cubrieras la


espalda en algo que considero de
vital importancia, teniendo en
cuenta que si todo sale bien ambos
obtenemos un beneficio.

575
{Ernesto}

¿Cuándo calculas que tendrás la


respuesta en firme?

{Ignacio}

Si todo va como lo tengo previsto,


hablare con ella como muy tarde
mañana después de comer.

{Ernesto}

Vale, así tendré margen suficiente

576
como plantificar el resto de la
semana con la mente centrada en
liberar el viernes de cualquier
impedimento de última hora.

{Ignacio}

¿Me podías hacer otro favor?

{Ernesto}

Si esta en mano dalo por hecho,


aunque últimamente estoy bastante
liado con temas de pruebas
periciales en homicidios sin
cerrar los trámites jurídicos
dentro de las defensas, ¿De qué se
trata?
577
{Ignacio}

Necesito que me busques todos


trapos sucios que puedas recopilar
de alguien cuya identidad es Diego
Barcia Anido, me urge el tener
pronto esa información.

{Ernesto}

Veré que consta en los archivos


del ministerio de interior y los
contrastare con lo que haya en
delegación de justicia.

578
{Ignacio}

¿Tardaras mucho en darme una


contestación?

{Ernesto}

Eso depende de la acumulación en


la petición de expediente, aunque
si no hay imprevistos para el
viernes podría tener no todo, pero
si una parte importante de esa
documentación.

{Ignacio}
579
Me vendría de maravilla en la
forma de conocer más a fondo a un
personaje que se está
entrometiendo indirectamente en mi
vida sentimental.

{Ernesto}

¿Tiene algo que ver con tu ruptura


con Yolanda?

{Ignacio}

580
Digamos que ha contribuido a que
nos hayamos alejado, teniendo en
cuenta que se ha colocado justo en
el medio de una posible
reconciliación.

{Ernesto}

Entonces voy entendiendo tu


malestar por lo ocurrido, quizás
sea el momento de meterle un poco
de miedo en el cuerpo.

{Ignacio}

581
¿Que planeas hacer en este asunto?

{Ernesto}

Solo dejare que la oficina del


juzgado revise como están sus
contribuciones a las
administraciones públicas, lo
siguiente ver si hay alguna multa
o escándalo digno de reseñar.

{Ignacio}

Veo que te estás implicando hasta


el final con tal de sacar la mayor
cantidad de información, eso es
verdaderamente vital para saber

582
cómo se desenvuelve.

{Ernesto}

¿Te importa que sigamos la


conversación el viernes?

{Ignacio}

No, al contrario, lo cierto es que


prefiero que hablemos ese día con
más calma, ya que no quisiera que
se escapase ni un solo detalle de
tu narración.

583
{Ernesto}

Bueno entonces espero tu llamada,


que pases un buen día Ignacio.

{Ignacio}

Lo mismo te deseo Ernesto.

Acciono Ernesto el botón que


marcaba el término de la
llamada, aunque en su cabeza
comenzaba a desarrollar una
especie de estrategia, en la
cual incluiría la parte que
584
más le convenía dentro del
encargo que le había
encomendado Ignacio durante
su charla telefónica, aunque
se le presentaba un dilema
moral de acentuado carácter
social a simple vista. Tenía
muy claro que pondría su
credibilidad en juego, puesto
que su ética podía verse en
un escándalo por airear los
datos personales de Diego.
Puesto que se vería inmerso
en dar muchas explicaciones a
los responsables del archivo.

Meditaba la forma de poder


intentar sacar por lo menos
una copia de aquello que
ahora demandaba su atención
más inmediata, no quería
entrar en un espiral de
nerviosismo circunstancial

585
por falta de equilibrio
emocional, sentía que no
podía fallar en su aventura
por obtener un valioso
pasaporte a su emergente
felicidad. No se lo pensó dos
veces antes de salir de su
despacho para empezar a
caminar en dirección al
archivo, con la mente puesta
en salir de allí portando
como mínimo la mitad del
encargo. Además, contaba con
la ventaja de que el
responsable de la seguridad
pertenecía a su familia, dado
que se trataba de su hermano
pequeño Abelardo Cáceres
Saavedra.

Era un joven de una estatura


rozando la media social , de
pelo muy corto de color

586
castaño claro , complexión
corporal bastante
musculosa , de ojos verdes
agrisados oscuros , de manos
de gran robustez a simple
vista , vestía la uniformidad
reglamentaria en el
desarrollo de su actividad
laboral en tonos azulados
acompañada de una corbata en
vivos del mismo color , junto
a una camisa en blanco
nuclear , calzaba un cuarenta
y dos , rondaba la treintena
de edad disfrutando todavía
de su soltería .Diviso que a
Ernesto le sudaban en exceso
las manos , esa señal levanto
cierta sospecha de que algo
no iba del todo bien dentro
de lo que era su manera de
actuar a diario . Tampoco
quiso empezar presionando

587
desde principio en el
intercambio de opiniones
entre ambos, esperando ver
cuál era el estado real de la
situación que se le
presentaba ante su mirada.

{Abelardo}

Buenos días Ernesto, ¿Cómo te


encuentras esta mañana?

{Ernesto}

Buenos días Abelardo, pues la

588
verdad es que con bastante que
desempeñar dentro de mis
obligaciones diarias, aunque
tampoco me puedo quejar de lo bien
que me marchan las cosas.

{Abelardo}

Eso sí que es un buen aliciente


para comenzar con buen pie la
jornada laboral, además de
proporcionar una satisfacción
extra por el trabajo bien hecho.

{Ernesto}

589
En eso estoy absolutamente de
acuerdo con tu apreciación.

{Abelardo}

¿En qué te puedo ayudar?

{Ernesto}

Necesito que me autorices la


entrada en el archivo de
expedientes clasificados, quizás
allí encuentre los datos que
preciso para realizar un trámite
administrativo.

590
{Abelardo}

En seguida te relleno un pase de


libre circulación, el único
requisito es que me permites el
documento de identidad.

{Ernesto}

¿Cuánto tiempo puedo permanecer en


el archivo?

{Abelardo}

591
Normalmente, expedimos los
permisos de acreditación, por un
máximo de una hora por día, aunque
en este caso si precisas más
tiempo, se te podría prorrogar un
poco.

Mientras al otro lado de la


ciudad tanto Diego como
Yolanda continuaban su
espiral de no ceder ni un
solo palmo de terreno por
encima de lo que habían dado.
Se notaba que le tensión iba
aumentando con el paso de los
minutos, tenían demasiados
secretos que ocultar por
ambos lados. Sin embargo,
estaban condenados a ser

592
compañeros en lo que durase
el esclarecimiento de la
muerte de su amiga común
Natalia Loureiro Iglesias.

Dejaban que el silencio


hiciera de parapeto entre la
desazón que se respiraba en
el ambiente, todo parecía
instalado en una extrema
frialdad siendo realmente
complicado volver a entablar
abiertamente el dialogo,
aunque resultaba complicado
permitirse, el dar a conocer
el estado anímico en el que
se hallaban cada uno en aquel
preciso instante. Tampoco
podrían aguantar en exceso
esa postura tan radical de no
dirigirse la palabra, ya que
no les quedaba otro remedio
que comunicarse. Fue Diego

593
quien tomó la decisión de
romper el hielo con la única
intención de saber cómo
evolucionaba de su malestar
general.

Utilizando un alto grado de


cautela en la exposición de
las cuestiones que
consideraba más relevantes de
tratar, aunque divisaba
cierta frialdad ambiental.
Eso no amilanaría su
intención de aproximarse
todavía como más al entorno
de ella, con la firme
convicción de que sacaría
algo positivo de esa
aproximación física. Pero
tampoco se centraría en
llegar al límite marcado como
un margen de actuación

594
{Diego}

¿Sigues sintiendo debilidad


corporal?

{Yolanda}

Me ha quedado un poco de malestar


general, pero pienso que se pasara
después de haber terminado el
desayuno.

{Diego}

595
También es cierto lo que me acabas
de señalar, dado que este cono el
estómago vacío y eso contribuye a
que notes una bajada en la
defensa.

{Yolanda}

¿Solo has hablado con Ángel?

{Diego}

No, me puse en contacto con


Salvador que está trabajando con
el equipo de la científica que
investiga el caso.
596
{Yolanda}

Veo que has aprovechado mi


tardanza, me parece bien que hayas
ido recopilando información con
tanta rapidez.

{Diego}

¿Acaso te ha molestado?

{Yolanda}

597
No, al contrario, me parece que
has hecho lo correcto adelantando
trabajo, teniendo muy presente que
por el momento solo contamos con
unas simples hipótesis.

{Diego}

Bueno también me ha comentado


Salvador que no tiene pistas para
poder empezar a buscar al autor
del homicidio.

{Yolanda}

598
¿Me estás diciendo que no se te ha
pasado por la cabeza hablar con
Estefanía?

{Diego}

Si, al final he recurrido a ella


para que me despejase la duda que
tenía sobre el lunar que aparecía
en el pómulo derecho de la
fotografía del periódico.

{Yolanda}

Me resulta un poco extraño que

599
solo la llamases para hacerle esa
pregunta, pero no voy a poner en
duda tu palabra en algo tan
irrelevante para la investigación.

{Diego}

¿Estas celosas por que haya


acudido a ella?

{Yolanda}

No, es que veo que te ha faltado


tiempo para volver a llamarla,
después de que me jurases por
activa y por pasiva que jamás

600
tendrías la tentación de marcar su
número de teléfono.

{Diego}

Te repito que hable con ella para


salir de dudas con respeto a la
persona que parece reflejada en la
instantánea de la prensa.

{Yolanda}

No tienes por qué darme tantas


explicaciones, lo único que
pretendía señalarte es que has ido
directo a buscar su opinión en
este asunto.

601
{Diego}

¿Te has olvidado que compartieron


piso durante una temporada?

{Yolanda}

Eso sí que es cierto que hubo un


tiempo en que convivieron juntas,
hasta el punto de que parecían
hasta de la familia a simple
vista.

602
{Diego}

No tanto, pero si se notaba que se


llevaban a la perfección a la hora
de tomar decisiones conjuntas por
el bien de su complicidad.

{Yolanda}

¿Sigues pensando en volver con


ella?

{Diego}

603
Nunca he dicho que tenga intención
de provocar una reconciliación con
ella, prefiero mantener un
contacto esporádico enfocado a una
sana amistad.

{Yolanda}

Pues lo cierto es que con tus


actos estas mostrando una imagen
completamente distinta a la
versión que intentas defender con
tus palabras.

{Diego}

604
Creo que has generado un espiral
que ha sacado de contexto mi
exposición, entrando en una
vertiente de dramatismo poco
conveniente para ambos.

{Yolanda}

¿Por qué piensas que estoy sobre


actuando?

{Diego}

Es la impresión que me ofrece el


tono de tus palabras, no
entendiendo bien el trasfondo de
605
tu reclamación por haberme puesto
en contacto con una simple
amistad.

{Yolanda}

Si tú piensas que no estoy siendo


del todo sincera, deberías darme
motivos para que me crea tu
historia.

{Diego}

¿Por qué no centramos nuestras


mentes en el caso que tenemos
entre manos?

606
{Yolanda}

Tienes razón nos hemos desviado


totalmente del tema que estábamos
tratando, acerca de la posible
suplantación de la personalidad de
Natalia.

{Diego}

Sigo pensando que tiene que tener


una hermana gemela escondida en
alguna arte de la ciudad, no cabe
otra explicación coherente en la
que sustentar nuestra

607
investigación.

{Yolanda}

¿Entonces no registramos la
habitación donde sucedió el
homicidio?

{Diego}

Si te parece bien, quisiera


registrar con detenimiento cada
rincón de la misma, tengo una
corazonada que me está despertando
una creciente intuición en la
dirección, de poder descubrir la
identidad de nuestra eventual
visitante.

608
{Yolanda}

Por mi parte no hay ningún


problema en acompañarte a la
escena del crimen, al contrario,
así podríamos empezar con buen pie
nuestras indagaciones.

Ernesto por su parte seguía


ocultándole a su hermano
Abelardo los verdaderos
motivos, en la urgencia de
poder consultar los archivos
digitales. Esperaba encontrar
la suficiente información
delictiva con la que poder
incriminar a Diego, tenía muy

609
clara su misión de no dejar
escapar ni un solo detalle de
lo que fuese descubriendo,
dentro de un hipotético
expediente judicial más o
menos convincente. Todo
dependería de su habilidad a
la hora de recopilar los
datos que precisaba en su
acción, no permitiendo que se
le pasase ninguno por alto,
haciéndole perder una buena
cantidad de tiempo en volver
a releer cada párrafo del
documento. Quizás arriesgase
más de la cuenta, puesto que
un mínimo error dejaría al
descubierto sus verdaderas
intenciones, poniendo en
peligro su credibilidad hacia
el resto de compañeros de la
jurisprudencia.

610
Por ello debía trazar un
margen de protección en el
desarrollo de la estrategia
que pretendía utilizar en la
práctica como válida, siendo
ahora mismo una prioridad
imperiosa para mantener una
mediana tranquilidad en sus
movimientos. Todo se sujetaba
a su capacidad de continuar
disimulando, acerca de
aquello que demandaba su
atención por encima de
cualquier otro asunto en
especial. Era esa su mayor
preocupación dentro de los
posibles imprevistos que le
pudiesen surgir, ya que en
ese sentido no se fiaba ni de
su propia sombra, a pesar de
que manifestaba su larga
silueta proyectada en la
pared ubicada justo detrás de

611
donde se hallaba parado.

Observaba el perímetro por


donde transitaba con la
presión añadida de que cada
paso que diese iba a ser
decisivo, sabiendo que no
contaría con el respaldo de
nadie en concreto. Intentaba
no descuidar ni uno solo de
los detalles que
sucesivamente iría recogiendo
paulatinamente. Provoco
nuevamente un intercambio de
opiniones con Abelardo, que
contemplaba como parte de su
plan de obtener resultados
con rapidez, aunque se veía
en la encrucijada de recurrir
al engaño como primera opción
válida para llegar a
conseguir sus fines. No
divisaba contratiempos en su

612
horizonte más inmediato,
esperaba que no apareciesen
sobre saltos de última hora,
retrasando la consecución de
su objetivo.

{Ernesto}

Tranquilo creo que en una hora


tendré tiempo de sobra como para
revisar el papeleo que he venido a
examinar, lo único que si me
gustaría es que nadie entrase
mientras realizo la búsqueda.

{Abelardo}

613
¿Quieres que te encierre solo en
el curto del archivo digital?

{Ernesto}

Si, veo que has entendido a la


perfección mis instrucciones,
además quisiera que desactivases
la alarma de la caja donde se
guardan los códigos de seguridad.

{Abelardo}

Antes de proceder a entregarte la

614
autorización, para ello debo
comprobar si estas en la lista de
personal de libre acceso a esa
instalación.

{Ernesto}

¿Vas a desconfiar de la palabra de


tu hermano?

{Abelardo}

Me estoy ciñendo a las normas que


marcan el servicio de seguridad,
para este tipo de ubicaciones

615
consideradas de protección
sensible a posibles hurtos.

{Ernesto}

¡¡¡¡No me puedo creer lo que están


escuchando mis oídos saliendo de
tus labios!!!! Jamás me habían
pedido acreditación para entrar en
cualquier dependencia del
edificio.

{Abelardo}

Pues a partir de ahora vete


acostumbrándote que sea algo
habitual, teniendo en cuenta que
próximamente se implantara una
616
tarjeta con una única clave de
acceso a toda el área de complejo
judicial.

{Ernesto}

¿Quién ha solicitado esa medida


tan absurda?

{Abelardo}

Carezco de esa información de


primera mano, aunque estoy por
asegurar que se le ha ocurrido a
alguien del ministerio del

617
interior.

{Ernesto}

Pues sí que es una buena faena


para quienes estamos al servicio
de los ciudadanos, ya que de este
modo iremos más lentos con los
trámites previos a los juicios.

{Abelardo}

A mí no me supone ningún tipo de


trastorno laboral, es más tampoco
tendrías que montar un drama por
un par de cambios más o menos.

618
{Ernesto}

¿Tú sabes las horas extra que


tendré que dedicarle a localizar
los expedientes?

{Abelardo}

No creo que muchas con el nuevo


buscador que le acaban de
instalar, además le hayan colocado
varios enlaces de localización
rápida.

619
{Ernesto}

De eso no me habían notificado


nada en los últimos días, además
tampoco sabía que hubiese un nuevo
navegador configurado dentro del
sistema operativo.

{Abelardo}

¿Me permites unos segundos


mientras compruebo si puedes
acceder al archivo digital?

{Ernesto}

620
Si claro no me quedara otro
remedio que esperar a que termines
la consulta en tu base de datos
diaria, puesto que estoy expensas
a lo que determine el ordenador
central.

Comenzó Abelardo a teclear


con mucha rapidez los datos
pertenecientes a su hermano
Ernesto, con la esperanza de
que el sistema fuese lo más
deprisa en su resolución,
aunque todo dependería de la
cantidad de nombres que se
hubiesen incluido en esa
lista. Sin embargo,
metafóricamente cruzaba los
dedos con la pretensión de
eliminar de su cabeza la
posibilidad de que estuviera
excluido de la misma. Empezó
621
analizando de forma minuciosa
cada apellido de lo allí
reflejados como de mayor
importancia, dado que estaban
clasificados por categorías y
a su vez por orden de
antigüedad en la
jurisprudencia.

Por otro lado, Yolanda


divisaba por fin como
Alejandro caminaba de nuevo
hacia la mesa donde se
encontraba ubicada, tanto
ella como Diego. Notaba
cierta debilidad estomacal
por la acumulación de los
nervios, no estando muy
segura de que fuese el mejor
momento de comentarle el
episodio vivido durante su
trayecto en el autobús.
Meditaba sin debía esperar a

622
una ocasión más propicia que
la que disfrutaban
actualmente, veía que cada
vez se le abrían nuevos
frentes a los que atender con
una buena dosis de entereza.
A pesar de que físicamente
rozaba peligrosamente el
límite de su fuerza, teniendo
que hacer una reflexión de
sus verdaderas prioridades.

Enseguida se persono a la par


de ella la alargada figura de
Alejandro que portaba la
bandeja que contenía las
consumiciones que solicitaron
para el desayuno, se quedó
unos observando quien de los
prefería que le sirviera
aquellos productos. Se fijó
que Diego le realizaba una
señal con su mano derecha,

623
con la cual le indicaba que
ella recibiese primero los
alimentos que le habían
solicitado con anterioridad.
Mantuvo en todo momento un
discreto silencio para no
provocar un innecesario
intercambio de opiniones.

Le bastaba con ver la imagen


que ambos le mostraban con su
actitud de tensa
tranquilidad. Desde su
posición controlaba los
movimientos de quienes tenía
delante de sus ojos, la
ocasión se le colocaba de
manera muy propicia para sus
intereses. Sin apenas
esforzarse disfrutaba de una
postura de privilegio, se le
presentaba aquello que
anhelaba con toda su alma.

624
Quizás por ahí entrase una
vía de investigación
completamente distinta.
Inmediatamente comenzó a
servir sin ningún tipo de
dilación por su parte,
intentaba relajar un poco los
ánimos que se percibían
medianamente caldeados por
los acontecimientos.

{Alejandro}

Con permiso, ¿Puedo servirles ya


las consumiciones?

{Yolanda}

625
Si por favor, que llevamos un rato
esperando a que usted regresase
con nuestros desayunos, además de
repente se me ha despertado un
hambre bastante notable.

{Alejandro}

Pues no se preocupe que enseguida


pueda degustar las tostadas con
mantequilla y mermelada que le he
preparado a conciencia.

{Diego}

¿Se acordó de mi café solo largo y

626
mi vaso de agua?

{Alejandro}

Si por supuesto que se lo traigo


como me ha pedido, la única duda
que tenía era si lo quería con
azúcar o sacarina para endulzarlo.

{Diego}

Pienso que con un par de


cuadradillos de azúcar será
suficiente para disfrazar un poco
el amargor del café.

627
{Alejandro}

¿Y usted señorita?

{Yolanda}

Si fuera tan amable le agradecería


que me trajera un par de sobres de
sacarina en polvo.

{Alejandro}

628
Bien, enseguida les traigo lo que
me acaban de solicitar, espero no
tardar demasiado en dar la vuelta.

Enfilo de nuevo la dirección


de la barra en la búsqueda de
aquello que le habían
solicitado , ya que no quería
perder ni un solo segundo del
intercambio de opiniones de
sus clientes ocasionales
.Además veía un extraña
frialdad en el tono de sus
voces , eso le provocaba más
contradicciones para
comprender su estilo de
trabajo .Sin embargo
continuaría adoptando una
actitud que le permitiera
quedarse en un segundo
plano , le ayudaría a
entender muchas de la

629
reclamaciones que se hacían
el uno al otro .Dándole la
oportunidad de acercarse a
un más a quienes fueron un
parte fundamental de la vida
de Natalia .

En su ausencia Diego no
cesaba de darle vueltas en su
cabeza a la firme
posibilidad, de que alguien
hubiera estado interesado en
cambiar el cadáver, aunque
entonces aumentaban las
sospechas sobre un más que
evidente montaje. Con la
intención de poder aislarlos
evitando que descubrieran lo
que se escondía en la
trastienda del homicidio en
cuestión. Además, percibía
que Yolanda no era del todo
sincera con él a tenor de sus

630
contestaciones. Por ese lado
tenia complicado salvar el
obstáculo que se planteaban
en lo concerniente a su idea
de relajar la tensión que se
implanto entre ambos.

Por fin Ernesto apreciaba que


en unos minutos llegaría a
concretar en principio la
parte más difícil de su
tarea, puesto que divisaba
desde su ubicación de
privilegio, como su hermano
Abelardo verificaba la
validez de su permiso de
entrada en la dependencia que
le interesaba transitar.
Enseguida le comunico la
respuesta favorable a su
petición de ojear todo el
material clasificado como
documentación reservada.

631
Parecía que las cosas le iban
dejando un mínimo margen de
maniobra a la hora de poner
en práctica su estrategia.

{Abelardo}

Bueno por lo que acabo de leer en


el listado de acceso de
expedientes digitales, tienes
libertad de circulación hasta por
lo menos el último día de este
mes.

{Ernesto}

Es una buena noticia a tener en


632
cuenta por mi parte, dado que no
estaba seguro de la caducidad de
mi tarjeta identificativa.

{Abelardo}

¿Te acuerdas de la clave de acceso


de la entrada al cuarto?

{Ernesto}

Si, eso no es algo que se me pueda


olvidar tan fácilmente, además es
una fecha muy señalada en nuestra
familia.

633
{Abelardo}

Prefiero continuar sin saber los


números que la componen, no
quisiera meterme de forma
innecesaria en problemas que no me
incumben.

{Ernesto}

¿Por qué muestras tan seriedad


hacia mí?

634
{Abelardo}

Solo me limito a cumplir con las


normas marcadas para el desempeño
de mi trabajo diario, no se me
permite hacer ningún tipo de
distinción en el trato.

{Ernesto}

No quería molestarte con mi


apreciación, pensaba que cono los
familiares o amigos podría romper
un poco los formalismos de la
profesión.

635
{Abelardo}

¿Te puedo ayudar en algo más?

{Ernesto}

No, me ha quedado muy claro todo


lo referente a tu servicio dentro
de estas dependencias judiciales,
espero que si tienes un momento
algún día nos tomemos un café.

636
{Abelardo}

Ya hablaremos más adelante sobre


eso en concreto, es que ahora
mismo me coges bastante ocupado
con algunas cosillas que debo
resolver antes de salir a comer.

{Ernesto}

Entonces no te robo más tiempo del


poco que dispones para realizar tu
tarea.

Giro Ernesto sobre sus pasos

637
para enfocar justo su mirada
hacia la puerta del archivo
digital, de fondo se comenzó
a escuchar las campanadas que
señalaban el mediodía. Eso
hizo que se le elevasen las
pulsaciones cardíacas por
encima de su media habitual,
entrando en una escalada de
extremo nerviosismo interior,
quizás notaba que se le iba
agotando su tiempo en ese
sentido. No quería postergar
más de lo debido aquello que
le solicito Ignacio con
bastante urgencia. Intentaría
cumplir con los plazos
acordados durante la
conversación que ambos habían
mantenido con anterioridad.
Por ese lado se le
complicaban ciertamente
algunos de los aspectos que

638
pensaba ya estables dentro de
su estrategia, aunque quizás
se confió en exceso al poner
poco interés en proteger sus
actividades paralelas.

Mientras Alejandro que


acelero su ritmo a un medio
sprint de fondo para volver
con rapidez , a entregar lo
que los dos le solicitaron a
mayores de lo que pidieron
con anterioridad .En su mente
navegaba como única opción
más o menos valida , el no
perder el hilo de los
acontecimientos , era una de
las pocas oportunidades que
le quedaban de poder conocer
el desarrollo completo de los
planes , que habían estado
confeccionando por su
parte .Quizás obtendría la

639
información que precisaba en
su búsqueda de comprender el
motivo de la muerte de
Natalia .

{Alejandro}

Aquí tienen lo que han pedido para


quitarle el amargor al café, no
quisiera que se llevasen una mala
impresión del servicio del local.

{Diego}

No se preocupe de momento no hay


queja de su labor profesional, por
640
lo menos en lo referente a lo que
me ha servido a mí como desayuno.

{Alejandro}

Gracias, ¿Y a usted señorita?

{Yolanda}

La verdad es que no me puedo


quejar del trato, aunque me parece
que se ha demorado bastante en la
preparación de los desayunos.

641
{Alejandro}

Puede ser que tenga usted razón en


su reseña sobre mi actividad, pero
también debería tener en cuenta
que estoy solo para atender la
barra y la cocina del local.

{Yolanda}

¿Se está intentando escudar en la


falta de personal?

{Alejandro}

642
En ningún momento he pretendido
que pareciera esa mi idea, perdone
si mi tono le ha resultado que iba
por ese camino.

{Yolanda}

Tranquilo no ha pasado nada digno


de mención, será que hoy
especialmente mi sensibilidad está
a flor de piel.

{Alejandro}

¿Quiere que le traiga el libro de


643
reclamaciones?

{Yolanda}

No creo que haya que llegar a esos


extremos, creo que me puede servir
con una disculpa formal.

{Alejandro}

Pues en eso no tenga usted dudas,


que le reitero mi perdón por las
molestias que les haya podido
ocasionar.

644
{Diego}

Por favor, ¿Nos puede traer


usted la cuenta?

{Alejandro}

Si claro caballero, el tiempo que


me lleve llegar a la barra en el
trayecto de ida y vuelta, puesto
que la he dejado preparada justo
al lado de la caja táctil.

Procedió a llevar a cabo el

645
encargo que Diego le había
solicitado, intentando
desempeñarlo a la mayor
brevedad posible. Esperaba
que en su ausencia no se
pusieran a tratar temas
relacionados directamente con
la vida íntima de su ex
pareja. Temía que cualquiera
de los dos pudiera
reconocerlo al hacer un
examen de memoria, se
encontraba atrapado en medio
de una cruzaba complicada de
librar, tendría que recurrir
a la paciencia como única
arma de protección contra la
rabia que sentía por todo su
cuerpo, ya que no asimilaba
el ver que no habría una
nueva oportunidad de reparar
los errores del pasado. En su
cerebro era incapaz de borrar

646
cada recuerdo vivido al lado
de ella. Notaba en su alma
que le tocaba el duro castigo
de asumir una gélida derrota.

Se aferraba a la hipótesis de
que fuese una equivocación o
una simple broma de mal
gusto, aunque todo hacía
presagiar que el desenlace
era el que se publicaba en
las primeras páginas de los
rotativos de mayor tirada del
país. Mostraba una fingida
entereza de cara a la
sociedad .Eso le ayudaría a
mitigar en cierto modo el
dolor que cubría con su manto
a su maltrecho corazón, sabía
que era inútil luchar del
lado contrario a la realidad
imperante a su alrededor .Por
ello no descansaría hasta

647
descubrir al culpable que
tiño el resto de su vida de
una tristeza fría a la vez
que gris.

Buscaría la forma de mantener


el contacto con cualquier vía
de investigación que
estuviera en marcha .Le daba
igual que tuviese carácter
oficial o extra oficial como
telón de fondo, aceptaría la
información sin ningún tipo
de reparo, su única obsesión
estaba designada cono el
nombre de Natalia Loureiro
Iglesias, puesto que no se
tragaba la versión oficial
que acompañaba la imagen de
la portada.

Él sí que no tenía a nadie


que le pudiera proporcionar

648
apoyo en sus indagaciones, ni
si quiera podría acudir a
recopilar datos a los
encargados en ejecutar la
autopsia en el instituto
anatómico forense. Eso
retrasaba a un más su posible
puesta en marcha en una
inminente investigación
paralela, pero aun así no
abandonaría su idea de por lo
menos haber intentado un
mínimo de pistas, que
tranquilizasen su mal traída
frustración personal.

Albergaba la incipiente
opción de hacerles una
propuesta que no podrían
rechazar , siendo una bombona
de oxígeno ante la angustia
que se iba acumulando en su
figura .Todo radicaba en su

649
capacidad de poder negociar
con mucha precisión sobre
aquello , por lo que mostraba
un especial interés, esperaba
obtener una buena recompensa
en forma de datos
concluyentes , con los cuales
ir confeccionando su propia
estrategia , ya que lo único
que pretendía era utilizar su
astucia al servicio de su
beneficio propio .Intuía que
se le abrirían muchas nuevas
puertas en su horizonte
actual , pero aun así
tendría que ser bastante
cauteloso en sus movimientos
no permitiendo que nada se le
escapase a su atención . Sin
embargo, no bajaría su afán
por dar una especial
protección a su vida privada.

650
Simultáneamente Ignacio
continuaba atando cabos, en
su espiral porque no le
quedase ni un solo detalle
por supervisar en lo
concerniente a su plan de
volver a tener a Yolanda de
frente. Quizás jugando con la
baza de que se encontrasen en
público, le diese la
oportunidad de comprobar
hasta dónde sería capaz en la
negación de sus sentimientos
hacia él. Intentaría minar su
coraza de resentimiento, con
la esperanza de romper la
barrera de odio existente
entre los dos. Solo le
faltaba tener pruebas que le
permitieran mostrar una
imagen siniestra de Diego, no
tenía remilgos el tener que
pagar con tal de poder

651
enseñar algo que pusiera en
entredicho su personalidad.

Manejaba otras opciones por


si la primera en el momento
más inoportuno caía en saco
roto, no cesaba en su empeño
de hacer crecer su escalada
de extorsión o chantaje, con
tal de obtener una buena
rentabilidad en sus
beneficios.

También barajaba la vía de


poner a uno de sus hombres de
confianza, en la tarea de
averiguar las causas reales
de la muerte de Natalia.
Percibía que por ahí tenía
una buena línea que explotar,
sin apenas esforzarse sacaría
una parte de los réditos que
necesitaba si pretendía poder

652
acercarse a ella, ahora sí
que ya contaba con la
capacidad de mantener un
seguimiento más exhaustivo de
la situación.

Divisaba aparecían nuevas


posibilidades en su horizonte
actual, dándole una vertiente
muy distinta a la que le
ofrecían las mismas en el
pasado, tampoco se decantaría
por una que le pudiera
suponer un riesgo innecesario
para sus intereses. Todo
dependería de su agudeza a la
hora de elegir al candidato
para esta misión, que lo
embarcaría en esta misión que
se iba fraguando en su
cabeza. Perfilaba un camino
que debería seguir aquel que
fuese seleccionado, entre la

653
cantidad de sicarios de los
que disponía a su servicio.

No tardo en tomar una


decisión rotunda a la vez que
estudiada de las
características de quien
delegaría para ser trabajo,
se trataba de Lucas González
Villaverde que era un ex
seminarista, al que el
obispado le había pedido que
abandonase la carrera
eclesiástica. Puesto que sus
actividades no comulgaban del
todo con los preceptos
marcados por la fe cristiana,
sobrevivía haciendo pequeños
trabajos de falsificación de
documentos, lo esencial para
no pasar excesivos problemas
económicos. Además, atesoraba
un punto esencial en su

654
personalidad, cuidaba con
verdadero esmero que cada
movimiento fuese acompañado
de una elevada dosis de
absoluta discreción.

Aprovecharía que se
desenvolvía de maravilla en
los bajos fondos de la ciudad
, eso le ayudaría a conocer
los ambientes por donde se
movía Natalia , ahora mismo
no disponía de otra
alternativa con mayores
expectativas de darle el
empujón que precisaba
.Teniendo en cuenta el
retraso que acumulaba con
respecto tanto con los medios
de comunicación como con la
policía científica , le
costaría bastante el
equilibrar la balanza ,

655
aunque no tiraría la toalla
ante las adversidades por
muy complicadas que
pareciesen a simple vista .

Lucas González Villaverde era


un hombre de pelo oscuro ,
ojos azul medio con unas
peculiares manchas
cristalinas en tonos más
claros , su complexión
corporal era de un estilo
medianamente atlético ,
mostraba en la tez de su cara
una sombra de barba de un par
de días , solía vestir
indumentaria en colores
tirando hacía una vertiente
de tinte oscura , acompañado
de guantes de piel en
azabache , calzaba botas del
cuarenta y dos en estilo
campero en la misma tonalidad

656
, rondaba la cuarentena de
edad , intentaba no mantener
ningún tipo de relación
sentimental , intentaba
mantener las distancias bien
marcadas con el sexo opuesto
.

Meditaba si era un buen


momento para hacer una
primera toma de contacto con
él .Sabia que debía hacer
algunas concesiones al
respecto de contar con su
colaboración , estaba seguro
de que no le permitiría nada
que no fuese dentro de lo
estrictamente profesional
.Tenia muy presente que no se
daría el mismo ambiente que
compartió con Ernesto durante
su charla con anterioridad ,
el clima era muy distinto a

657
la hora de tratar los temas a
desarrollar en cada
instante ,evitando entrar en
una progresión de errores
irreparables .

Por ello mantendría una


especie control de cada
movimiento que realizase por
su parte .Enseguida tomo la
decisión de hacer esa llamada
que tanto estaba deseando.

Empezó a revisar su agenda de


teléfonos con la mayor
rapidez que le disponían de
energía sus dedos, ya que no
quería perder más que el
tiempo necesario en localizar
los dígitos que componían la
cifra exacta. No tardo en
divisar aquello que le hacía
mucha urgencia de poder poner

658
en práctica. Comenzó a marcar
deprisa como si se le fuese
la vida en ello, con la única
idea preconcebida de que
estuviera con el celular
operativo.

Del otro lado Lucas estaba


recién llegado de una vieja
imprenta donde antiguamente
se componían planchas para
diseñar, las portadas de
libros de contabilidad.
Además, se hacían copias
prácticamente iguales a las
que se enviaban a los bancos,
para que pudieran asentar los
movimientos diarios. Tenía
mucha fama entre la gran
mayoría de personas que se
dedicaban a ese oficio, tan
poco legal a simple vista de
sus actividades. Descolgó con

659
fuerza el auricular de su
aparato fijo de telefonía con
la intención de ver quien
volvía a requerir nuevamente
sus servicios en un intervalo
tan corto de tiempo.

{Lucas}

Buenos días, ¿Quién me llama con


tanta urgencia?

{Ignacio}

660
Buenos días Lucas, soy Ignacio el
hombre que en su momento te
ofreció trabajar en la imprenta de
un gran diario de tirada nacional,
pero rechazaste mi oferta por qué
no te gusta que te controlen tu
trabajo.

{Lucas}

Si, ahora me acuerdo de tu tono de


voz tan peculiar al oído, no creo
que haya dos personas que tenga un
timbre más agudo que el que
posees.

{Ignacio}

661
¿Tienes algún trabajo entre manos?

{Lucas}

Bueno siempre hay algo que hacer


para seguir viviendo en este país,
así que ahora mismo estaba
terminando un pequeño encargo de
impresión para comerciante del
detal.

{Ignacio}

662
Entonces por lo que puedo sacar en
claro de tus palabras, es que
ahora mismo estarías disponible
para poder llevar a cabo mi
encargo.

{Lucas}

¿De qué tarta esa misión que me


piensas encomendar?

{Ignacio}

663
Necesito saber todo lo posible
acerca del entorno de la víctima
circunstancial de un asesinato
cometido en la tarde de ayer, en
el hotel Villa de Celeiro.

{Lucas}

Me daré una vuelta por los barrios


marginales de la ciudad, pero ten
en cuenta que llevara un poco de
tiempo recabar esa información.

{Ignacio}

664
A un así no se lo asignaría a otra
persona, puesto que tus resultados
en cada plan que hemos
desarrollado siempre han sido de
los mejores.

{Lucas}

Gracias por la confianza que has


depositado en mis tareas, ¿Puedo
saber la identidad del muerto/a?

{Ignacio}

Si tienes todos los datos en la

665
portada de los periódicos de
tirada local, además viene
acompañada de una imagen a media
página.

{Lucas}

Quizás con eso podré empezar a


preguntar a ciertos compañeros de
los bajos fondos, lo que serviría
para darle un poco de movimiento.

{Ignacio}

¿Tardaras mucho en obtener


resultados sobre esa

666
investigación?

{Lucas}

En un principio no quisiera
adelantar una fecha exacta, será
mejor ir despacio para ir viviendo
que ambientes frecuentaba la
víctima.

{Ignacio}

Creo que tienes razón en tu


opinión, si te excedes en tu
dinamismo podrías dejarte sin
evaluar muchas probabilidades de
obtener todavía más indicios sobre
el suceso.
667
{Lucas}

¿Cuál será mi remuneración por


esta tarea?

{Ignacio}

Eso ira en función de tu


implicación a la hora de mover a
tus contactos, cuanto más tiempo
tarden en proporcionarte lo que
necesito, menos cobraras de la
parte que te corresponde.

{Lucas}

668
No entiendo porque has cambiado en
la forma de hacer los negocios,
pero no me parece justa esa nueva
norma que has impuesto en
referencia a los resultados.

{Ignacio}

¿Estas rechazando el trabajo que


te acabo de proponer hace un
instante?

{Lucas}

669
No eso, lo único que intentaba
explicarte es que me pareció
extraño ese cambio de actitud,
siempre seguimos las mismas pautas
a la hora de cobrar por encargos.

{Ignacio}

Es que estoy intentando


reestructurar un poco el número de
confidentes que se quedaran a mi
servicio, por ello estoy haciendo
una criba de efectivos en todas
las posiciones.

{Lucas}
670
¿Estás pensando eliminarme de tu
lista de hombres de confianza?

{Ignacio}

Bueno eso dependerá de lo hábil


que seas a la hora de cumplir con
tu cometido, ya que es lo que
verdaderamente marcara la línea a
seguir.

{Lucas}

671
Veo que ya te has olvidado de los
años en que nadie se fiaba de tu
palabra en los barrios del norte
de la ciudad y que nadie hacia
tratos contigo si no estábamos uno
de nosotros para avalar tus
propuestas.

{Ignacio}

¿Por qué siempre tienes que


recurrir a lo vivido en el pasado?

{Lucas}

672
Para que entiendas que las cosas
solo cambiaran por el bien de
todos, no intentes que la gente
siga pensando que se jugara
gratuitamente su imagen, por
mantener la tuya en el más
absoluto de los anonimatos.

{Ignacio}

Nunca pensé que fueses tan


sentimental con los negocios,
ahora me doy cuenta de porque no
has llegado más alto en la vida.

{Lucas}

673
¿Me darás sobre unos mil
quinientos euros?

{Ignacio}

Me parece una cifra justa para


empezar a negociar la cantidad,
aunque todo dependerá de la
rapidez de tus confidentes al
encontrar los datos que necesito.

{Lucas}

Esa es la tarifa que tengo desde


hace muchos años y la verdad es
que no pretendo rebajar ni un solo

674
céntimo, también tendré gastos al
pagar a mis soplones.

{Ignacio}

¿Me estas pidiendo indirectamente


un adelanto?

{Lucas}

Bueno no me vendría nada mal para


empezar, teniendo en cuenta que a
día de hoy en la calle nadie abre
la boca por menos de cincuenta
euros.

675
{Ignacio}

De momento me voy a pensar lo del


adelanto, lo dejare en el aire
hasta que me traigas por lo menos
un indicio con el que poder
descubrir una parte de la vida de
la víctima.

{Lucas}

Eso sabes que en toda regla no es


justo de aplicar, puesto que en
este instante no cuento con ningún
tipo de dirección concreta que
rastrear.

676
{Ignacio}

¿Quieres que le pase el encargo a


Luís?

{Lucas}

Ese no merece ni que le dieras la


mayoría de la confianza que has
depositado en él, pienso que no te
ha sido del todo leal al preferir
abandonar tu manto de protección.

Volvió Alejandro sin mucha


demora portando el ticket de
la cuenta, esperando que no
677
tuvieran prisa por abandonar
el local con tanta prontitud,
Seguía intentando acercarse a
ellos a la vez que
manteniendo un discreto
segundo plano. Buscaba la
forma de sacar algo más en
claro exponiendo lo menos
posible. Quizás eso le diera
la ocasión de ver las líneas
que pretendían poner en
práctica, siendo una de las
opciones que a priori mejores
resultados le presentaban.

Reflexionaba si debía
comentarles su intermitente
relación sentimental con
Natalia o permanecer
indefinidamente en silencio,
notaba que era hora de ver
que podían proporcionarle a
camino de su indecisión. Al

678
final se dejó llevar por el
corazón más que por el
sentido común que le marcaban
sus pensamientos, era incapaz
de no aprovechar la ocasión
que le brindaba el destino.

Mantendría una actitud


distendía dentro de un orden
general, por ahí se le abría
una nueva puerta por donde
aplicar sus mejores armas.
Usaría la sutileza como
avanzadilla de su estrategia
bien confeccionada en su
puesta en escena con toda la
naturalidad que intentaba
aplicarle con destreza. Sin
embargo, le costaba seguir
soportando un ambiente de
tantas emociones
entrecortadas por el dolor
ante la pedida irreparable de

679
Natalia.

{Diego}

¿Cuánto le debo por los desayunos?

{Alejandro}

Son en total seis euros con


ochenta y cinco céntimos.

{Diego}

680
Aquí tiene seis monedas de euro y
ochenta y cinco céntimos sueltos.

{Alejandro}

Si no es mucha la indiscreción,
¿Les puedo hacer una pregunta?

{Diego}

No, tranquilo puede usted


preguntar cualquier duda que le
haya podido surgir.

681
{Alejandro}

¿Conocían ustedes a Natalia


Loureiro Iglesias?

{Yolanda}

Si, por circunstancias de la vida


coincidimos cursando la misma
carrera en la facultad de
periodismo.

{Diego}

682
¿Por qué le interesa tanto el
tema?

{Alejandro}

Lo cierto es que tuvimos una


relación sentimental que duro más
o menos un año, aunque después
hubo muchas idas y venidas, además
me está fijando para asegurarme de
que no me equivocaba de personas.

{Yolanda}

¿Puedo saber en qué época fue esa


relación?

683
{Alejandro}

Creo que recordar que la última


ruptura fue unos meses antes de
instalarse en el piso de Antia,
tampoco es el motivo por el que
decidió que rompiéramos nuestro
vínculo afectivo.

{Diego}

¿Me podría decir si la chica de la


fotografía es Natalia Loureiro
Iglesias?

684
{Alejandro}

A mí no me parece que sea ella,


puesto que Natalia no tenía ni un
solo lunar en el rostro como se
describe en la portada de los
periódicos.

{Yolanda}

¿Cuándo fue la última vez que


hablo con ella?

{Alejandro}

685
Pues hará más o menos un mes la
llame por teléfono, puesto que me
entere que le estaban a punto de
dar los resultados de una
analítica de sangre.

{Diego}

¿Le contesto a la llamada?

{Alejandro}

Si, estuvimos hablando sobre su


estado de salud con bastante

686
detenimiento, pero tampoco me
permitió que indagase en
profundidad, es más la note un
poco baja de ánimos al
intercambiar opiniones conmigo.

{Yolanda}

¿Piensa que podía estar metida en


asuntos turbios?

{Alejandro}

De eso no me puedo decir nada en


concreto, teniendo en cuenta que
en ese sentido era muy reservada

687
para sus cosas personales.

{Diego}

¿Le noto usted algún tipo de


cambio con respecto a su rutina
diaria?

{Alejandro}

Intentaba evadir hablar


directamente de sus planes de
futuro, prefería escudarse en el
presente como para poner en
práctica sus proyectos más
inmediatos.

688
{Yolanda}

¿Conoce a alguien de su familia?

{Alejandro}

Eso es lo más extraño no llevaba


ni una sola fotografía de su
familia en la cartera, es más creo
recordar que procedía de un pueblo
al norte de las montañas.

689
Paralelamente Ignacio
continuaba en tira y afloja
particular con Lucas en lo
que ambos consideraban
importante, en la forma de
cobro por cada encargo que
les proporcionase. Las
posturas se alejaban de un
posible arreglo entre ambos
con total normalidad, la
conversación se iba enfriando
con el paso de los minutos,
lo que hacía presagiar más
que un evidente
distanciamiento en su
distendido dialogo. No se
divisaba que ninguna de las
dos partes cediese ni un solo
palmo del terreno que había
obtenido en el pasado.

Todo quedaría sujeto a un


probable entendimiento en el

690
futuro condicionado por las
múltiples tareas conjuntas,
en las cuales pondrían de su
parte al colaborar, no
poniendo impedimentos en el
desarrollo de su actividad.
Se notaba que la tensión
crecía con bastante rapidez
no dejando que ni un solo
respiro cortase a simple
vista su escalada de
violencia verbal, que
continuaba aflorando sin que
descendiera la intensidad de
la misma. También era
alimentada por la poca
confianza que despertaba en
Lucas, la afinidad que
disfrutaba Ignacio ante los
criterios poco fiables de
Luís.

Además, hace tiempo le confió

691
parte de la información en la
que se hablaba de las
inversiones fraudulentas, en
las que había embarcado al
hermano de Yolanda, puesto
que las acciones no eran
nominales de cobro real, sino
más bien estaban sujetas a
ser volcadas en unos fondos
de garantía a largo plazo. No
pudiendo ser liberados hasta
pasadas varias generaciones
de familiares, bloqueando
cualquier operación que no
estuviera sujeta al contrato
contraído con la entidad
financiera.

{Ignacio}

692
¿Has tenido diferencias con él?

{Lucas}

Ha estado husmeando en algunos


asuntos que no debería haber
tocado, hay cosas que para alguna
gente no se les tendrían que
enseñar.

{Ignacio}

Veo que has averiguado algo que no


te ha gustado en su forma de
actuar, pero eso espero que no

693
interfiera en mis negocios y mucho
menos en tu lealtad hacia nuestra
amistad.

{Lucas}

¿Por qué lo sigues teniendo a tus


órdenes?

{Ignacio}

Me está haciendo algunos trabajos


de campo para mí, ahora mismo
sería un error sacarlo a la fuerza
de la circulación sin ningún
motivo aparente.

694
{Lucas}

Pienso que tarde o temprano te la


volverá a jugar de la misma forma
que en el pasado, sigo diciendo
que no debería mantener su puesto.

{Ignacio}

¿Has visto algo extraño en su


conducta?

{Lucas}
695
Lo cierto es que he visto cosas
que no me han terminado de
cuadrar, acerca de fechas, que ha
intentado me, por motivos que no
comprendo en su totalidad.

{Ignacio}

A lo mejor estaba intentando


ocultar su verdadera identidad,
tampoco puedo hacer un juicio a la
ligera, de los acontecimientos,
tendré que esperar a que me dé una
explicación que sea más
convincente.

696
{Lucas}

¿Acaso estas dudando de mi


palabra?

{Ignacio}

No, pero voy a esperar un tiempo


prudencial para mantener una
conversación directa con Luís,
después intentare sacar una
conclusión real de la situación.

{Lucas}

697
Ahora si te de verdad no te
reconozco con ese planteamiento
que me acabas de exponer,
antiguamente te basta con escuchar
mis alegaciones.

{Ignacio}

¿Podrías concretarme un poco más


sobre esa falta de lealtad?

{Lucas}

Ha estado pasando información


sobre algunos asuntos de las

698
extorsiones o chantajes que
pusimos en práctica en el pasado.

{Ignacio}

Veo que les has seguido la pista


en buena parte de sus movimientos,
ahí me demuestras que no intentas
montarte una historia con la que
sustentar tus argumentos.

{Lucas}

¿Qué piensas hacer al respecto de


esa traición de Luís?

699
{Ignacio}

Dejare que se confié más de la


cuenta en sus propias
posibilidades de seguir en mi
entorno diario y entonces le
tenderé una trampa como
escarmiento.

{Lucas}

Me parece un plan perfecto a


desarrollar con toda la calma del
mundo, solo tendrás que esperar a
que cometa un simple error de
cálculo.

700
{Ignacio}

Ahora has entendido mi estrategia


para quitarle la máscara de
traidor, no sabía hasta donde era
capaz con tal de manejar un poco
de poder.

{Lucas}

¿Le habías revelado muchos


secretos privados?

701
{Ignacio}

Por suerte esos me los guardo para


mí, es más tuve la opción de
compartirlos en multitud de
ocasiones por diferentes
circunstancias y al final tome la
decisión de no hacerlo participe
de nada.

{Lucas}

Eso por lo menos deja a salvo la


gran mayoría de nuestras
operaciones delictivas, ya que un
soplo malinterpretado nos metería
directamente en problemas con la
justicia.

702
Por su parte tanto Diego como
Yolanda estaban aprovechando
la oportunidad que les había
puesto el destino en su
camino, ya que el testimonio
de Alejandro durante aquella
charla tan distendida, les
abría un abanico muy amplio
de actuaciones con respecto
al entorno de Natalia
Loureiro Iglesias, por fin
algo empezaba a dar los
frutos más apetecidos por
ambos.

No querían que se les quedase


ni un solo detalle en el
tintero. Con la esperanza de
sacar toda la verdad que
rodeo aquel romance del cual
nunca se les notifico sus

703
existencias físicas. Por ese
lado divisaban más sombras
que luces en la narración que
les estaban ofreciendo de
primera mano. Mantenían
intactas la gran mayoría de
sus principales opciones de
llegar al fondo de la
cuestión que les proponía el
destino, siendo una de las
vías más importantes que
explotar por su lado, aunque
en definitiva les haría
imprimir un nuevo ritmo de
recopilación de datos y
nuevas pistas sobre las que
sustentar su actuación.

No terminaban de concretar
una línea clara de trabajo,
solo observaban una medida de
evasión al responder
divagando a sus preguntas,

704
evitando entrar directamente
en el asunto que pretendían
zanjar con la mayor rapidez
que fuese necesario, nada
podía quedar en el aire por
el bien de su planteamiento
inicial, de retroceder ni un
solo palmo de terreno en la
consecución de su objetivo
final. Sabiendo que un minino
error pondría en peligro toda
la operación. Intentaban
mantener la frialdad mental
durante su interrogatorio.
Percibían que no tardarían en
conocer detalles clave para
continuar por una dirección
en concreto, aunque solo
avanzasen lentamente en sus
pasos a poner en práctica.
Por lo menos obtendrían una
forma de conocer nuevas
perspectivas que poder

705
explorar, sin dejar que el
desaliento hiciese mella en
su estrategia.

{Diego}

¿Por casualidad no sabrá cómo se


llamaba el pueblo?

{Alejandro}

Si, el nombre es “Cesuras “por la


carretera interior hacia la
provincia de Lugo no tiene
perdida, además tienen justo un
hospedaje a la entrada a la mano
706
derecha.

{Yolanda}

¿Cuánto calcula que tardaremos en


llegar?

{Alejandro}

Pues eso dependerá de si les


respeta el temporal durante el
viaje, si no más o menos en una
hora y media pueden estar
comiendo.

707
{Diego}

¿Que itinerario nos sugiere?

{Alejandro}

Personalmente cogería la autovía


hasta Santa Cruz de Mondo, de allí
seguiría recto por Oza de los Ríos
hasta llegar al cruce con
Trasanquelos, continuaría por la
misma carretera hasta llegar justo
a la entrada de Cesuras.

{Yolanda}
708
¿No podría darnos un precio
aproximado por el alojamiento?

{Alejandro}

Eso varía en función de la época


del año y el número de turistas
que visiten la zona, pero ahora
mismo estamos en temporada baja.

{Diego}

¿Le puedo dejar mi tarjeta por si


709
recuerda algo más?

{Alejandro}

Bueno, lo cierto es que les he


dicho todo lo que se con respecto
a Natalia, sin embargo, no la
rechazare por si algún día
recuerdo algo más sobre ella.

{Yolanda}

¿Por qué nunca nos habló de usted?

710
{Alejandro}

Intentaba aislarme de su vida


social, se avergonzaba de que
fuese un simple camarero detrás de
la barra en la cafetería de un
hotel.

{Diego}

Llevo un rato escuchando su


narración con mucha calma, pero
hay bastantes contradicciones en
varias fases de la misma, no tengo
muy claro si es que alguien le ha
aleccionado para que intente
sonsacarnos información.

711
{Alejandro}

¿Por qué piensa que me han mandado


parta conocer sus planes?

{Yolanda}

Esa es la impresión que nos ha


dado a primera vista, resulta un
poco extraño que por las buenas
haya venido a revelarnos su pasado
sentimental con Natalia.

{Alejandro}

712
Les repito que nos podemos ayudar
mutuamente en lo referente a este
caso, no tengo motivos como para
pretender engañarles con algo tan
serio.

{Diego}

¿Sabía usted el grupo sanguíneo de


su ex pareja?

{Alejandro}

Siendo honesto, jamás se me


713
ocurrió mencionárselo durante la
multitud de conversaciones que
manteníamos a diario, será que no
surgió este tipo de curiosidades.

{Yolanda}

¿No será que le importaba poco su


salud?

{Alejandro}

No le consiento que ponga en duda


mi servidumbre hacia Natalia,
puesto que el tiempo que

714
convivimos juntos mi única
obsesión era que no le faltase de
nada.

A unas manzanas de allí pero


exactamente a esa misma hora
Ernesto filtraba cualquier
dato que se saliera fuera de
lo normal. Pero la suerte le
daría una sorpresa en forma
de poder satisfacer la
curiosidad de su primo, ya
que enseguida diviso que
Diego contaba con un
antecedente policial, además
también le acompañaba un
documento en el cual se
describía que procedía de un
orfanato.

Por esa vía tenía una buena

715
ocasión para sacar a la luz,
aquello que Ignacio podría
explotar como mejor reclamo y
que le daría la opción de
ponerlo en un brete delante
de Yolanda. Meditaba si
ponerse en contacto inminente
con él o esperar a examinar
el resto del expediente del
individuo en cuestión, el
hallazgo no tenía en absoluto
ni un mínimo desperdicio en
su confección por parte de la
justicia, al contrario, sus
expectativas iníciales se
veían desbordadas con creces
muy por encima, aunque la
curiosidad le invitaba a no
quedarse con lo primero que
llegaba a sus manos.

Sabía que se jugaba una parte


importante de su prestigio

716
como miembro de la
jurisprudencia. Tenía la
ventaja de que actuaba en
solitario dentro de esta
misión tan complicada de
llevar a cabo, eso le daba
una cierta tranquilidad de
movimientos. Pensó en sacar
una copia para cargarla como
medida de seguridad en su
correo electrónico, sin
embargo, debía seguidamente
borrar cualquier rastro.

Sentía que la presión iba


creciendo en su fisonomía en
un intervalo corto de tiempo,
temía que le desembocase en
alguna irremediable
equivocación al aplicar uno
de los códigos, que manejaba
al administrar la base de
datos. Le empezaron a sudar

717
de manera abundante las manos
entorpeciendo visiblemente su
labor, era incapaz de
controlar las embestidas de
su sistema nervioso. A Ese
estado se le unía una pastosa
sequedad en la garganta que
avivaba su falta de
hidratación.

Giro la vista con la


esperanza de ver la pantalla
donde se reflejaba a cuantos
grados estaba colocado el
aire acondicionado. En ese
instante empezó a sonar
insistentemente su móvil
desviándolo de su actividad
actual, lo que le provocaría
cierto retraso a la hora de
completar su tarea de
investigación. Esperaba que
fuese un breve intercambio de

718
impresiones con demandaba con
tanta urgencia su atención.
Tomaría las precauciones
necesarias para no verse
envuelto en un caos mental,
siendo exactamente todo lo
contrario de lo que le hacía
falta. Tendría que
estabilizarse en una frialdad
transitoria por el bien de su
estado anímico. Respiro
profundamente dos veces antes
de al asunto que interrumpía
su sosiego interior.

Se trataba de Roberto que


buscaba pedirle un favor muy
similar al encargo de
Ignacio, pero en este caso
sobre la vida a la par que
actividades paralelas
aplicadas a la persona de
Silvia. Puesto que notaba un

719
poco de hostilidad en su
forma de entender la
independencia emocional de
los demás. Intentaría
prepararle una especie de
trampa sorpresa dentro de su
impuesta cita para cenar esa
misma noche, buscaría
cualquier dato con el que
frenar su escalada de
extorsión o chantaje laboral.
Sabiendo que no conocía
límites con tal de obtener
sus caprichos.

No tardo en pulsar el botón


para el establecimiento de
llamada, para comprobar la
gravedad del asunto que
tenían que tratar ambos. Su
única obsesión venia marcada
por no perder la noción de lo
que intentaba cerrar lo más

720
pronto posible, ahí radicaba
buena parte de sus opciones
de seguir siendo reconocido a
la vez que valorado por su
primo Ignacio. En realidad,
era una de las pocas personas
afines, en la cual continuaba
disfrutando de una excelente
complicidad.

{Ernesto}

Buenos mediodía, ¿Quién me llama


con tanta urgencia?

{Roberto}

721
Buenos mediodía tenga usted
también Don Ernesto, soy Roberto
el jefe de camareros del Luxury
donde suele venir a comer de vez
en cuando.

{Ernesto}

¡¡¡¡ Hombre Roberto!!!!! Que


alegría tener noticias de ti
después de tanto tiempo que no
hablamos en persona.

{Roberto}

722
¿Le cojo en un mal momento para
comentarle algo importante?

{Ernesto}

La verdad es que estoy un tanto


liado con un encargo que me acaban
de hacer en una media hora, así
que todo dependerá de lo que me
quieras decir.

{Roberto}

El tema es que hay una mujer que


me está intentando chantajear con

723
provocar que me despidan, si no
complazco sus exigencias sexuales.

{Ernesto}

¿Llevas mucho tiempo sufriendo ese


acoso?

{Roberto}

Hubo un tiempo en que me lo tome


un poco en broma, pero hoy me ha
dejado muy claro que no se
detendrá ante nada con tal de
conseguir su propósito.

724
{Ernesto}

Si hay mujeres que no se paran a


pensar el daño que pueden en la
vida de los demás, su egoísmo les
lleva a cometer verdaderas
barbaridades morales.

{Roberto}

¿Usted le ve alguna solución poco


violenta?

{Ernesto}

725
Lo único que podrías hacer es
romperle totalmente su margen de
maniobra, buscando la forma de
crearle dudas e inseguridades.

{Roberto}

Esa parte ya la he puesto en


práctica en nuestra última
conversación, pero todo ha quedado
en la misma postura que estamos al
principio.

{Ernesto}

726
¿Entonces que me pretendes usar
como estrategia?

{Roberto}

Se me había ocurrido la opción de


que usted me pudiera proporcionar
información, por si esa mujer
pudiera tener antecedentes penales
dignos de mencionar.

{Ernesto}

727
Ese plan de intimidarla con el
miedo a que se puedan publicitar
sus delitos, me resulta hasta
atractivo de utilizar en el
futuro.

{Roberto}

¿Me proporcionara lo que necesito?

{Ernesto}

Bueno es no es complicado de
obtener, lo más importante es que
jamás reveles la identidad de

728
quien te ha entregado el
documento.

{Roberto}

Por eso puede estar muy tranquilo,


ya que no sabrá nadie la
procedencia de los datos que
compongan su informe.

{Ernesto}

¿Prefieres que te lo envié a tu


correo electrónico?

729
{Roberto}

Me parece el método más seguro,


para mantener la confidencialidad
del mismo, teniendo en cuenta el
contenido del mismo en su
totalidad.

{Ernesto}

Mirándolo por ese punto de vista


hasta tendré que darte la razón,
puesto que, si cae en manos de
alguien poco de fiar en su modo de
actuar, quizás hasta nos podemos
meter en serios problemas.

730
{Roberto}

De eso ahora mismo, es de los que


menos me interesa, seguir
acumulando en mi vida diaria,
espero poder resolver pronto, los
que me están dando tantos
quebraderos de cabeza.

{Ernesto}

¿Cuándo quisieras que te mandase


la copia de ese expediente?

731
{Roberto}

Me ha citado esta noche para que


cenásemos en “Los Robles “, así
que sería conveniente tener por lo
menos algo con lo que ponerla un
poco nerviosa.

{Ernesto}

Bien, se me está ocurriendo una


idea para ganar tiempo en este
asunto, podrías decirle que tienes
en tu poder algunos datos de su
oscuro pasado.

732
{Roberto}

¿Cree que se lo traga a la


primera?

{Ernesto}

Ahí es donde debes aplicar tus


dotes de interpretación, que
piense que ha logrado su objetivo
de intentar promover la discordia
en tu entorno.

{Roberto}

733
Eso de sobre actuar no me resulta
complicado de ponerlo en práctica,
aunque espero que nada se tuerza
en el último instante.

{Ernesto}

¿Te importaría facilitarme


igualmente la identidad de esa
mujer?

{Roberto}

Si ahora mismo, responde al nombre


734
de Silvia Rey Gutiérrez, rondara
sobre los treinta y cinco años de
edad.

{Ernesto}

Me resulta muy familiar ese


nombre, pero no creo que sea una
extraña circunstancia al ver que
me han hecho un comentario muy
similar hace no mucho tiempo.

{Roberto}

¿En misma línea de investigación?

735
{Ernesto}

Es que el viernes me han citado


para comer con una chica con esas
mismas señas de identidad, por eso
me ha chocado tu argumento en un
registro diferente al que yo tenía
en mente.

{Roberto}

Me parece que está intentando


jugar a dos bandas como mejor
solución, es como si no quisiera
perder ni una sola opción de

736
quedarse sola.

{Ernesto}

¿Piensas que puede tener un


trastorno de personalidad?

{Roberto}

Ese señuelo lo utilizo hace tiempo


para intentar arruinarle la vida a
cierto empresario de prestigio
internacional.

737
{Ernesto}

Eso sí que parece a simple vista


un poco peligroso, además tengo la
impresión de que no se conforma
con el simple hecho de utilizar a
las personas.

Mientras Diego , Yolanda y


Alejandro continuaban
manteniendo un cruce muy vivo
de opiniones encontradas , en
referencia a Natalia Loureiro
Iglesias , ninguno quería
perder la ocasión de
arrebatar una postura más

738
desahogada a quien tenía
enfrente .Sin embargo tampoco
destapaban gran parte de sus
bazas ., las cuales
continuaban custodiadas a
buen recaudo .Por ese lado
era complicado que expusieran
más de lo estrictamente
necesario , estaban
condenados a llegar a un
principio de acuerdo por el
bien de la investigación .En
independencia se les
quedarían muchas cosas en el
camino o sencillamente se
estorbarían entre sí , era
cuestión de tiempo el que
reconsiderasen su forma de
actuar .

El pulso del dialogo crecía


en intensidad al intentar
separar sus verdaderos

739
intereses, no cesando en su
empeño de conquistar un trozo
de lo que consideraban
necesario para continuar
alargando sus indagaciones.
No escatimarían en esfuerzos
con tal de recoger los
beneficios que se habían
propuesto como reto inicial.
Además, contribuyeron a que
desembocase en una lucha por
aguantar la estabilidad
emocional que disfrutaban en
ese mismo instante.

Quizás les sería más


provechoso conjuntar sus
criterios en la confección de
un frente común, aunque se
divisaba una distancia
insalvable en el trasfondo en
la argumentación de ambas
partes. Dando pie a mas

740
indecisión al romper las
barreras de protección que
levantaron, al ver la actitud
que mostrar el interlocutor
que se hallaba en frente.
Siguieron marcando una
espiral de absoluta
desconfianza en el alegato
del que suponían como
oponente a sus explicaciones.
En algunas fases se rozaba el
desconcierto general
aderezado con unos ligeros
toques de violencia verbal
encubierta, lo que alimentaba
una palpable a la vez que
asfixiante confusión. El tono
se hacía casi insostenible de
soportar en la línea que
eligieron como alternativa
real.

741
{Yolanda}

Pues algo le debió de faltar o


sobrar de usted, el día que
decidió marcharse a vivir con
Antia.

{Alejandro}

No voy a entrar en el juego


enfermizo de tener que desmentir
todo aquello que no les parezca
correcto, al contrario, intentare
defender mi inocencia.

{Diego}

742
¿Acaso no está ocultando alguna
información de especial
relevancia?

{Alejandro}

Sigo sin querer responder a ese


tipo de acusaciones que han ido
vertiendo dentro de su pregunta.

{Yolanda}

Yo creo que nadie le ha dicho que

743
sea cómplice de nada, pero su
actitud hace pensar que no está
mostrando abiertamente el tipo de
relación que mantenía con Natalia
Loureiro Iglesias.

{Alejandro}

¿Por qué están intentando hacer


que me sienta culpable?

{Diego}

Será que no termino de creerme su


papel de novio despechado, además
pienso que si tan mal les fue la
relación por que acudió a usted.
744
{Alejandro}

Mi lealtad hacia Natalia fue


siempre la misma, que hubiéramos
terminado como pareja no
significaba que tuviera que darle
la espalda como amiga.

{Yolanda}

Bueno se nos está haciendo tarde,


le dejare una tarjeta mía por si
recuerda algo más digno de mención
de su romance con Natalia.

745
{Alejandro}

¿Por qué sigue poniendo en duda


mis palabras?

{Diego}

Es que no terminamos de comprender


si tanto te apreciaba como pareja,
a que vino un par de meses después
se fuese a vivir al piso de Antia.

{Alejandro}

746
No sé cómo repetir hasta la
saciedad que esa anomalía tampoco
la comprendí, pero no me quedo
otro remedio que respetar su
decisión.

{Yolanda}

Me parece que estas intentando


evadirte de confesar las
verdaderas razones de vuestra
ruptura sentimental, así que por
mi parte no voy a seguirte el
juego.

{Diego}

747
Tienes razón aquí ya no sacaremos
más jugo a esta conversación, es
mejor que nos vayamos a donde
teníamos pensado como punto de
partida.

Permitieron que el silencio


sirviera en su despedida
antes de levantarse de forma
sincronizada de la silla,
dejando sin más la posición
que ocupaban en el
mantenimiento de su animada
charla junto con Alejandro.
Cada uno hacia un balance de
corte individual con la
esperanza de poder cuadrar lo
sucedido durante la tertulia.
Se quedaron muchas cosas sin
tratar en profundidad por
falta de consenso entre
ellos, aunque Yolanda tenía

748
en mente provocar una segunda
visita sin previo aviso al
local. Entonces cambiaría en
cierto modo el ambiente de
hostilidad, que no permitía
respirar una atmósfera de
tranquilidad en el desarrollo
del dialogo. Ni siquiera
hicieron ademán de girarse
para despedirse de su
confidente accidental.

Continuaba Ignacio en su
charla intentando apaciguar
los ánimos de Lucas en lo
referente a la exclusión de
actividades de Luís, no
queriendo darle por completo
la razón en su alegato, ya
que ahora mismo estaba
inmerso en los trapos sucios
de Diego. Resultaba
complicado el eliminar esa

749
misión tan crucial para sus
planes de futuro, acariciaba
la posibilidad de poner a
Yolanda en su contra mediante
pruebas bien fundamentadas.
También se le presentaba una
oportunidad de oro con la
cual limpiar su deteriorada
imagen ante la familia de su
amada.

{Ignacio}

De momento dejare que siga


trayéndome todos los datos sobre
el encargo que le pedido, más
adelante habrá tiempo de hablar de
temas personales.

750
{Lucas}

Si la misión es para hacer que te


pongas con ventaja en un asunto
vital importancia, no creo que un
poco de retraso haga que cambies
de opinión.

{Ignacio}

Todo dependerá de la calidad o


esfuerzo empleado en la obtención
de los datos que necesito con
urgencia, puesto que la tardanza
podría ser algo peligro, por eso
prefiero que siga estando oculto

751
hasta que me notifique lo que
averiguo sobre el sujeto en
cuestión.

{Lucas}

¿Tiene algo que ver con lo que me


has manado investigar?

{Ignacio}

No, aunque ambos son del entorno,


de una mujer, a la que no me
interesa, mantener constantemente
vigilada, no quisiera que alguien
752
se me adelantase.

{Lucas}

Tengo la seguridad que nadie se


jugaría el cuello en apostar en tu
contra, en algo relacionado con la
conquista de una mujer del estilo
de las que te sueles rodear con
asiduidad en fiestas y eventos
sociales.

{Ignacio}

Veo que has cogido el concepto de


la persona que me interesa, en

753
este caso en concreto centra mi
atención el reconquistar a una
dama muy especial.

{Lucas}

¿Usaras los métodos habituales


para seducirla?

{Ignacio}

Quizás me decante por la


espontaneidad del momento, a parte
tendré una sorpresa que le hará
desde ese instante mirarme con
otros ojos.

754
{Lucas}

Estoy por asegurar que esa


sorpresa no defraudara en absoluto
sus expectativas, sabiendo que no
hay mujer que se pueda resistir a
tu personalidad.

{Ignacio}

Bueno Lucas me es muy grata la


conversación, pero creo que ambos
tenemos obligaciones que atender.
¿No es así?

{Lucas}
755
Por supuesto Ignacio, primero la
obligación, para seguidamente,
disfrutar con la devoción.

{Ignacio}

Que tengas un buen día Lucas.

{Lucas}

Lo mismo te deseo Ignacio.

756
No se demoró en exceso
Ignacio en su acción colgar
el teléfono, esa
determinación marcaba que la
ansiedad iba haciendo mella
en su interior, También la
incertidumbre crecía ante la
falta de noticias por parte
de cualquiera de los frentes
que mantenía abiertos por su
conveniencia, aunque eso le
demandaba un esfuerzo extra
de concentración en todas sus
actividades. Puesto que un
mínimo error le costaría muy
caro de reparar en unas
condiciones en las que el
daño podía sobre
dimensionarse en exceso de
confianza, se movía con un
estrecho margen de maniobra,
757
eso acrecentaba todavía más
la aceleración del nivel de
su sistema nervioso.
Reflexionaba si era acertado
el tomar la iniciativa de
ponerse en contacto con
cualquiera de sus
confidentes, prefirió
desechar la opción que le
marcaba su cerebro.

De fondo se escuchaba el
sonido del campanario
perteneciente a la Basílica
de “Los Desamparados “que
señalaba la una del mediodía,
temía que algún contratiempo
se interpusiera a sus deseos,
teniendo en cuenta que se
sustentaba mediante la
hipótesis de que hubiese un
expediente delictivo de gran
relevancia, con el cual

758
llamar la atención de
Yolanda. Intentaría mantener
su equilibrio afectivo, era
una de las bazas que le
darían en cierto modo una
relativa tranquilidad, a
pesar de que el temor a ser
descubierto no cesaba de
mostrar en el horizonte un
semblante poco conciliador.

Sin embargo, Lucas se


embarcaría en una cruzada
para sacar a la luz las
verdaderas intenciones de
Luís, puesto que no veía
justo que por sus malas artes
el resto de compañeros
tuvieran que sufrir la
desconfianza que se instalaba
entre ellos e Ignacio, que en
realidad terminaba
repercutiendo en las

759
recompensas por los servicios
prestados. Empezaría por
sumergirse en los ambientes
más sórdidos de la ciudad,
aquellos en los que suelen
convivir los que han tenido
menos suerte. Siendo
compañeros circunstanciales
en un viaje al que ninguno
solicito una reserva con
antelación. En un principio
se ceñiría en averiguar todo
lo posible sobre la turbia
vida Natalia Loureiro
Iglesias, las diferencias
podían esperar a un momento
más propicio. Aunque tampoco
desaprovecharía la
oportunidad de ir perfil una
estrategia para el futuro.

Ernesto que proseguía su


charla telefónica con

760
Roberto, intentando hacerle
entender de lo grave que
podía resultar si lo que le
solicitaba cayese en manos de
alguien, que lo manipulase
con el fin de lucrar su
propio interés personal.
También buscaba preservar
oculta su identidad, ya que
borraría cualquier tipo de
vinculación que le
involucrase en una
fraudulenta de clasificación
de contenidos oficiales.
Notaba como las dudas tomaban
en su cabeza un lugar de
privilegio, no quería perder
la noción del tiempo que le
restaba, antes de tener que
abandonar las dependencias a
la hora de ir a tener que
almorzar. Tampoco a largaría
mucho más su intercambio de

761
opiniones.

Ojeo por inercia su reloj de


muñeca en señal observar
exactamente, si sería capaz
de cumplir su palabra de
recopilar ese mismo día una
parte importante de la
información. No quería
postergar ese asunto más de
la cuenta, puesto que ahora
mismo le estaba retrasando en
sus tareas administrativas.
Así que haría lo imposible
por cerrar esa conversación
con Roberto lo antes posible,
sabiendo que era inútil
alargarla más de lo que duro
hasta ese preciso instante.

{Roberto}

762
¿Me usted a ayudar con mi
problema?

{Ernesto}

No te prometo nada en concreto,


pero quizás te pueda proporcionar
una vía de protección ante sus
ataques con amenazas verbales.

{Roberto}

Si consigo frenar su sed de


venganza, total en definitiva de
cara a la sociedad no tengo nada
763
que perder y si obtengo por lo
menos un argumento con el que
cortar sus ansias por imprimir el
miedo en mi vida diaria.

{Ernesto}

¿Que te parecería que en una hora


me pasase por el Luxury y
hablásemos más tranquilamente?

{Roberto}

Sería un avance en mi idea de


conocer con todo detalle, la
estrategia que me piensa proponer
con respecto a este pequeño
764
contratiempo.

{Ernesto}

Entonces reservarme una mesa para


esa hora, con la orientación
contraria a la salida de los
camareros de la cocina.

{Roberto}

Tranquilo, que eso lo solucionare


en cuanto termine de hablar con
usted por teléfono, además hoy
parece que tendremos un turno
relajado a la hora de servir el
turno de las comidas.
765
{Ernesto}

Bien, procurare no tardar en mi


llegada al establecimiento.

{Roberto}

Aquí mismo le estaré esperando con


un poco de impaciencia si cabe.

En unos segundos accionaron a


la vez el botón de fin de

766
llamada, lo que les abocaba
directamente a continuar con
sus tareas cotidianas, aunque
ninguno perdería la
oportunidad de analizar cada
palabra de lo dicho con
anterioridad. Puesto que no
querían que nada se quedase
en el aire, provocando
situaciones bastante
embarazosas de poder
controlar. Entrando en un
terreno de dudosa seguridad
para lo que estaban
acostumbrados a pisar con
asiduidad.

Ernesto manejaba la opción de


sacar la mayor cantidad de
datos, pero no quería que, en
el trasvase de los mismos,
hubiera una bajada de tensión
que le hiciera perder algo de

767
lo que considerase elemental
dentro de su investigación.
Además, contaba con el
hándicap añadido de ver como
lo habían dividido en varias
carpetas, eso le servía como
un trabajo extra a tener que
realizar como mayor
minuciosidad de la
estrictamente necesaria en
este tipo de encargos.

Sin embargo, era incapaz de


borrar de su mente la escena
en la cual Silvia amenazaba
con propagar el rumor de que
la acosaba sexualmente.
Quizás sintiera que no sería
suficiente con la trampa que
le había propuesto Ernesto.
Percibía que su credibilidad
se mantendría con el poder de
convicción de su palabra, se

768
le ponía muy cuesta arriba el
controlar el ataque frontal,
al que seguramente ella lo
sometería en represalia al
quedarse sin disfrutar de su
capricho. Imprimiría una
buena dosis de paciencia para
soportar los envites de su
ego herido, por la negativa a
sucumbir a sus encantos de
mujer.

No muy lejos de allí


caminaban Diego y Yolanda a
paso firme por el vestíbulo
del hotel Villa de Celeiro,
con el único objetivo de
llegar lo más pronto que sus
pies pudieran conducirles
hasta la escena del crimen.
Pero primero deberían pasar
por la recepción para que les
indicasen el número exacto de

769
la habitación que marcaba el
principio de su
investigación.

La incertidumbre iba
creciendo con la sola idea de
ir acercándose a su siguiente
meta. El temor de verse sin
ningún tipo de hallazgo en su
llegada al lugar del
homicidio. Esperaban que
algún rastro les diera la
ocasión de hilar una
estrategia, teniendo muy
presente que nada les
detendría en su recopilación
de datos fundamentales en su
indagación. Se les presentaba
una dura tarea por delante,
siendo en definitiva uno de
los retos más complicados al
que nunca se habían
enfrentado.

770
De repente se halaron justo
enfrente del mostrador de la
recepción de complejo
residencial. Intentaban
disimular la tensión que
llevaban acumulada sobre sus
hombros, ya que empezaban a
ver como el agotamiento
físico se iba convirtiendo en
algo más que evidente a
simple vista. Todo apuntaba
que el camino no sería lo
sencillo que hubieran
imaginado en un primer
momento, esperaban un trato
bastante distendido, a fin de
cuentas, no pedirían nada
fuera de lo más estrictamente
necesario la obtención de
pruebas, dentro de lo poco
que dejasen los agentes de la
policía científica.

771
Enseguida se plantó ante sus
ojos Ismael Rojo Bermúdez que
ejercía las funciones de
recepcionista a la vez que
miraba por que los clientes
gozasen de un buen servicio
durante su estancia en el
recinto .Era un hombre bien
plantado , con una media
melena de color trigueña
peinada con una fina capa de
gomina extra fuerte ,
corpulencia bien definida en
sus abdominales , unas manos
de contundente grosor por sus
tarea , de ojos en una
tonalidad verde entre
mezclada con un azul cielo ,
el uniforme en marrón oscuro
combinado con una camisa
blanca y una corbata beige
era sus vestimenta habitual

772
de trabajo , calzaba un
cuarenta y tres pequeño .
Andaba muy cercano a la
cuarentena de edad, tuvo una
época en la que compartió un
breve romance sentimental con
Antia.

Sin más dilación Diego rompió


el silencio por convicción
propia, ya que la ansiedad le
apretaba su curiosidad por no
pararse más del tiempo
establecido. Puesto que no
estaba por la labor de que no
hubieran iniciado sus
indagaciones antes de la
comida, quizás esa inquietud
le diese el empujón que
necesitaba para arrancar
definitivamente, con la única
intención de salir del
letargo en el que se habían

773
instalado.

{Diego}

Buenos días, ¿Podría ayudarme a


localizar un numero de habitación?

{Ismael}

Buenos días, por supuesto para eso


estoy al servicio de los clientes,
no se preocupe que le indicare el
camino más rápido, ¿Me puede
facilitar el nombre de la reserva?

774
{Yolanda}

Venimos a echar un vistazo en la


habitación donde apareció el
cadáver de una de nuestras mejores
amigas.

{Ismael}

¿Son ustedes policías?

{Diego}

775
No, nos dedicamos al periodismo de
investigación, puesto que además
la victima pertenecía a nuestro
círculo de amistades.

{Ismael}

Creo que allí no encontraran nada


después de que haya pasado la
policía científica recogiendo las
huellas de los objetos personales
de la víctima.

{Diego}

Cuando encontraron el cadáver,

776
¿Estaba usted de turno?

{Ismael}

Hasta el sábado no me toca el


cambio para la jornada laboral
vespertina, es que estamos
intentando que no se note la falta
de personal.

{Yolanda}

¿Dónde podemos encontrar a la


persona que se encontraba de
servicio?

777
{Ismael}

Es que lo van a tener francamente


complicado de localizar, teniendo
en cuenta que vive a las afueras
de la ciudad, tendrían que esperar
como mínimo hasta las tres en el
cambio de turno.

{Diego}

Mientras hacemos tiempo para ese


encuentro, ¿Nos podría facilitar
las llaves de esa habitación?

778
{Ismael}

Si en seguida se las traigo del


clasificador de llaves, intentare
tardar lo menos posible en
traérselas.

Se giró abandonando en un
intervalo corto de tiempo su
puesto al frente del
mostrador de recepción ,
aunque aprovecharía como
referencia el reflejo de los
espejos laterales , así
tendría controlado todo el
perímetro de su zona de

779
trabajo .Puesto que no se
fiaba en absoluto de lo que
ellos pudiera estar pensando
en poner en práctica .Quizás
aprovecharían para revisar el
libro de inscripciones , con
la única obsesión de saber si
se había dado de alta con
alguna identidad falsa , o si
vino acompañada por un hombre
misterioso .

Llego al armario donde


estaban depositados los
juegos de llaves de todo el
complejo hotelero, de allí no
podía salir nada que no fuese
autorizado directamente por
él. Le pesaba en exceso el
mantener esa responsabilidad
sin ningún tipo de novedad en
su desempeño diario, aunque
la presencia tanto de Diego

780
como de Yolanda le despertaba
un cierto instinto de
protección hacia lo que le
rodeaba, no quería darles ni
una mínima ventaja de poder
cogerle la delantera,
Divisaba en sus rostros que
se hallaban ávidos de
esclarecer el homicidio. Pero
tampoco les pondría muy
sencillo el camino hasta
verdadero objetivo, algo les
ocultaba relacionado con las
horas de cambio de los turnos
de trabajo. Ni si quiera se
molestaría en hacerles ese
tipo de revelaciones
trascendentales en el
desenlace de este caso.

Silvia por su parte no quería


dejar ni respirar a Roberto
ni un solo segundo. Se había

781
auto convencido de que era el
hombre con el que compartiría
el resto de su vida, ya no
admitiría un rechazo más de
la cuenta con respecto a este
tema en cuestión. Siendo su
principal batalla a ganar por
encima tanto del bien como
del mal.

Nada detendría su capacidad


de orquestar situaciones que
le acercasen a su amado , sin
que nadie pudiera sospechar
de sus actividades
paralelas .Además Ignacio le
dejo entre ver que el viernes
no estaría sola en la cita
para comer .Reflexionaba si
continuar su espiral de acoso
a la par que derribo en el
entorno de montar una escena
para ver si su enamorado

782
mostraba sus celos más
exacerbados al interpretar
que podía estar
perdiéndola .Es formula le
resultaba idónea para aplicar
en sus planes de sembrar la
discordia en todo lo que no
le beneficiase directamente .

Al final empezó a perfilar un


rumor que produciría un
desconcierto en el momento
que más le interesaba, dando
una nueva posición a sus
proyectos de futuro, solo
tendría que asociarse con
alguien que tuviera menos
escrúpulos que ella. No le
costaría hallar al hombre
perfecto que por poco dinero
llevase a cabo su encargo
hasta las últimas
consecuencias, aunque no

783
permitiría que conociese más
lo que considerase oportuno.
Las medidas de precaución
debía tenerlas muy presentes
por el bien de preservar
ocultas sus verdaderas
intenciones.

Hizo un examen pormenorizado


de cualidades que precisaba
tener presentes el candidato
ideal, puesto que se jugaba
una parte bastante elevada de
su credibilidad social. Así
que tendría que hilar muy
fino en su decisión de
encomendar esa complicada
tarea. Tampoco desecharía la
figura de una mujer que diese
un toque ambigüedad al
ambiente entre los dos.
Quizás eso provocase un
pequeño descontrol en sus

784
emociones, pasando a estar a
merced de los elementos que
se irían sucediendo con el
paso de los minutos.

Se decantó por la segunda


opción como algo interesante
por experimentar, además le
daría un toque distinto a los
resultados que pretendía
obtener por su estrategia.
Notaba como la erupción de
adrenalina iba manando por
los poros de su piel, eso
todavía aviva más su ansía
por darle rienda suelta a sus
dotes de actriz dramática.
Sabía que pondría allí sus
cinco sentidos dentro de la
interpretación artística.

Ahora solo faltaba sacra de


su letargo a Laura Presedo

785
Miramontes, la cual nunca
había manifestado realmente
su condición sexual,
disparando un sin fin de
especulaciones sobre su
verdadera inclinación
afectiva. Llegando a
convertirse en el blanco de
comentarios malintencionados
hacia su persona. No tardo
más que unas décimas de
segundo en rastrear en la
agenda de su teléfono móvil,
hasta localizar el número que
precisaba con tanta urgencia.
Intentaría dejar bien atada
esa parte de su plan, siendo
ahora mismo una de sus
mayores prioridades a no
perder de vista.

Busco una disculpa bastante


socorrida para ponerse en

786
contacto con ella, la
sutileza jugaría un papel
importante dentro de su idea
principal de ocultar sus
verdaderas intenciones, por
ese lado tenía que mantener
un cierto perímetro de
seguridad. No pretendía darle
más información que la
imprescindible a la hora de
aplicar su teoría. Ni si
quiera reflexiono más de un
par de minutos antes de
accionar el botón de llamada,
solo quería obtener la
certeza de que su idea sería
secundada por su amiga fiel.
Tenía muy claro que no le
rechazaría la invitación,
aunque tampoco se lo pondría
nada sencillo. Teniendo en
cuenta que no era muy común
hacer favores si no le sacaba

787
un sustancioso beneficio.

Laura era una mujer muy


independiente según para que
fuese necesaria su
colaboración, no le apetecía
ser el reclamo en según temas
fuese demandada su presencia,
Se mostraba como una mujer
corriente en su conjunto en
general, no le gustaba
destacar más que lo enseñaba
en su trabajo. Descolgó el
teléfono para comprobar quien
tenía tanta urgencia de
comunicarse con ella, ya que
en un rato tendría que volver
a enfrentarse a las cámaras
de televisión.

Ese era realmente su reto


diario al que ponerle mucha
serenidad, a pesar de verse

788
inmersa en una situación de
constante depresión interna.
Debido a que no podía enseñar
a la luz pública sus
tendencias sexuales por miedo
a verse metida en problemas,
ya que no era la primera vez
que se dudaba de sus
tendencias afectivas. Lo que
le provoca tener que
orquestar una artimaña con la
que acallar las críticas de
su compañeros/as de trabajo,
así que no era conveniente
que descuidase hasta el
último detalle. Puesto que se
jugaba gran parte de su
credibilidad como persona, no
le quedaba otro remedio que
continuar con su rutina
cotidiana para esquivar los
rumores que le rodeaban
durante su jornada laboral.

789
{Laura}

Buenos días, ¿Quien reclama mi


atención con tanta
urgencia?

{Silvia}

Buenos días Laura, soy Silvia la


prima de Yolanda tu amiga de la
facultad de periodismo durante los
últimos tres años de carrera.

790
{Laura}

Ah sí, ahora me acuerdo que la


última vez que nos vimos habíamos
intercambiado los números de
teléfono, fue el día en que mi
prima nos invitó a comer en el
Luxury.

{Silvia}

¿Tienes algún compromiso para el


mediodía del viernes?

{Laura}

791
De momento tengo la agenda libre
en las horas del mediodía, pero
todavía pueden surgir imprevistos
de última hora.

{Silvia}

Es que necesitaba que ese día me


acompañases al Luxury, puesto que
no me apetece nada ir a comer solo
con mi prima Yolanda y su ex
pareja Ignacio.

{Laura}

792
¿Cuando has hablado con ella por
última vez?

{Silvia}

Esta misma hemos estado hablando


por teléfono, de esa conversación
ha surgido la idea de vernos el
viernes al mediodía en el Luxury,
¿Por qué lo preguntas?

{Laura}

Porque precisamente yo también

793
tuve una charla con ella y no me
comento nada de tuviera un
almuerzo para esa fecha.

{Silvia}

Se le debió olvidar mencionártelo


durante la charla, es normal
teniendo en cuenta que tiene una
vida tan ajetreada por sus
obligaciones profesionales.

{Laura}

¿Sabes si alguien más invitado?

794
{Silvia}

Que yo tenga en conocimiento


directo de la situación, nosotras
dos además de la pareja que te
acabo de nombra con anterioridad.

{Laura}

Bueno entonces no me tendré que


sentir incomoda, no quisiera dar
la imagen equivocada que estorbo
en un encuentro familiar.

795
{Silvia}

¿Estas saliendo con alguien?

{Laura}

No, ahora mismo mi corazón late en


solitario desde que rompí hace un
par de meses mi última relación
afectiva.

{Silvia}

Mejor, no me gustaría que

796
apareciese un novio celoso que
pudiera estropearnos la comida,
con alguna escena de celos
desenfrenados.

{Laura}

¿Cuál será exactamente mi tarea


durante ese almuerzo?

{Silvia}

No separarte ni un solo segundo de


mi lado, es preciso que nos
mantengamos en un discreto segundo
plano, pero a su vez que se note
de forma muy sutil nuestra
797
presencia.

{Laura}

Ya entiendo, haremos como si no


estuviéramos en la conversación de
tu prima como su ex pareja, sin
embargo, para el resto del local
seremos un par de amigas que están
degustando juntas una deliciosa
comida.

{Silvia}

¡¡¡Exacto!!! Veo que has


comprendido mi idea a la

798
perfección.

{Laura}

No era tan complicado de ver por


donde pretendías que fueran los
acontecimientos, aunque lo cierto
es que tampoco me parece tan mala
tu invitación.

{Silvia}

¿Me podías hacer otro favor?

799
{Laura}

Si está en mi mano da lo por


hecho, sabes que por la amistad
que nos une desde hace tantos años
no te puedo negar nada de lo que
me pidas.

{Silvia}

Quisiera que simulases que somos


pareja sentimental, puesto que hay
un camarero de ese establecimiento
que lleva un tiempo acosándome
verbalmente.

800
{Laura}

¿Por qué no lo denuncias a la


policía?

{Silvia}

Y sabes que soy incapaz de hacer


tal cosa, no quisiera provocar que
lo despidieran de su trabajo por
un asunto que se puede arreglar
perfectamente mostrándole una
imagen completamente distinta a lo
que en realidad he reflejado desde
que nos conocemos.

801
Se divisaba cierta des
coordinación de intereses
entre ambas, aunque no
tardaría en hallar un punto
de acuerdo entre las dos,
siendo una de las salidas
favorables con las que
contaban. Ahí tendrían que
ceder algo de terreno por las
dos partes en la búsqueda de
un principio de consenso
general, que contribuiría a
un acercamiento paulatino de
posturas.

Por fin dio la vuelta Ismael


portando las llaves de la
habitación que le habían
solicitado con anterioridad
tanto Diego como Yolanda ,
eso les daría un empujón
importante a la hora de

802
continuar con sus
indagaciones , dado que de
momento se movían en meras
hipótesis , sin ningún
fundamento real de la
situación que les tocaba
desgranar por su parte con la
mayor cautela posible
.Intentando no caer en
triunfalismo y mucho menos
dejarse amedrentar por el
pánico reinante .Mostraba un
semblante de alta seguridad
en todo lo que realizaba ,
imprimiendo una sensación de
enorme frialdad ante los
acontecimientos , apenas
gesticulaba al hablar con los
clientes .por ese lado les
sería complicado simpatizar
con él .Tenia muy clara la
línea que delimitaba su tarea
diaria .

803
En un breve espacio de tiempo
se plantó en su posición
inicial, solo daba una imagen
perfecta de la confianza que
le permitiría a quien se
acercase a solicitar sus
servicios, aunque un poco de
ese hermetismo se debiera a
mantener oculto su romance
con Antia en el pasado. No
quería dar una imagen errónea
de cara a la clientela,
pudiendo esta aprovecharla
para inmiscuirse en su vida
privada, ya que era una
persona muy recelosa de todo
aquello fuera de su jornada
laboral. Sabiendo que un
simple resbalón daría pie a
saltasen miles de preguntas
al azar, sin tener ningún
interés en responder.

804
{Ismael}

Por lo que he podido comprobar,


solo ha quedado una de las dos
copias de la llave, la otra no ha
sido devuelta todavía a su lugar.

{Diego}

¿Piensa que se la ha podido quedar


el asesino?

{Ismael}
805
Seguramente esta tirada en el
suelo de la habitación, total
fuera de este hotel no sirve para
abrir otra cerradura más que para
la que estaba diseñada.

{Yolanda}

Bueno puede que alguien tenga


intención de volver a la escena
del crimen, Quizás decida esperar
a que se calmen las cosas antes de
introducirse de nuevo en la
habitación.

{Ismael}

806
¿Piensa que puede haber algo
escondido en la habitación?

{Diego}

Todo es posible en un asunto con


tan poca claridad en los detalles,
además creo que a un puede ser más
enrevesado con el paso de los
días.

{Ismael}

A mí personalmente no me afecta el
807
hecho de que hay muerte en una
habitación de este hotel, el único
trastorno es que debo presentar mi
documento de identidad a la
entrada o salida del trabajo.

{Yolanda}

¿Nos podría indicar el número de


la habitación?

{Ismael}

Si, perdón es en la tercera planta


en la número trescientos cincuenta
y seis.

808
{Diego}

¿Y el camino más cortó para llegar


a ella?

{Ismael}

Sigan el vestíbulo hasta los


segundos ascensores que se
encuentran al fondo, una vez hayan
llegado a la tercera planta giran
a la mano derecha hasta que ven un
montacargas y allí seguramente
puedan preguntarle a una de las
camareras que están limpiando las
habitaciones.

809
{Yolanda}

¿Sabe si hay algún policía de


servicio?

{Ismael}

Lo único que me han dicho es que


estaba precintada la zona, tampoco
me han dado más explicaciones
sobre el tema en cuestión, solo me
han aconsejado no dar más datos de
los necesarios.

{Diego}

810
¿Le puedo dejar mi tarjeta por si
se entera de algo que pudiera ser
relevante?

{Ismael}

Bueno déjela si quiere, pero no le


prometo que le vaya a servir de un
eventual confidente, ya que eso
trasciende de mis obligaciones
laborales.

{Yolanda}

¿Por qué se muestra tan poco


colaborador?

811
{Ismael}

No quisiera verme mezclado en algo


que en el futuro perjudicase mi
proyección dentro de esta empresa,
ya que ahora mismo no han marcado
a todos como sospechosos del
crimen.

{Diego}

¿Les han acusado directamente?

{Ismael}

812
No, pero se rumorea que nos
piensan llamar a todos a declarar
a la comisaría del distrito, eso
no me parece en absoluto, justo
que nos lo hagan a todos los
trabajadores.

{Yolanda}

¿No será que tiene algo que


ocultar de su pasado?

{Ismael}

No voy a contestar a esa pregunta


tan poco apropiada, me acaban de
acusar infundadamente de encubrir
813
episodios de mi pasado.

{Diego}

¿Será que conocía a la víctima?

{Ismael}

Quizás fuera como lo acaba de


insinuar en sus palabras, sin
embargo, debo comunicarle que está
muy equivocado en la exposición de
los hechos.

{Yolanda}

814
¿Prefiere hablar con la policía?

{Ismael}

A ellos no hay mucho que


contarles, aunque no está de más
colaborar con la ley en el
esclarecimiento de un asesinato.

{Diego}

¿No será que sabe más de lo que no


está intentado hacer ver?

815
{Ismael}

Sigo reservándome el derecho a


opinar sobre ciertos temas de los
cuales no estoy autorizado a dar
información, que está incluida en
un secreto de sumario.

{Yolanda}

¿Espera que le proponga ser un


testigo protegido?

{Ismael}

816
Sería una buena idea que me
pusieran escolta para mayor
seguridad las veinticuatro horas
del día, así podría dormir
tranquilo en mi casa.

{Diego}

¿Usted conocía a la víctima?

{Ismael}

No sé a dónde quiere llegar usted


con sus conjeturas acerca de una
posible amistad, de mi persona con
la fallecida en la habitación
trescientos cincuenta y seis.
817
{Yolanda}

No entiendo esa forma de no dar ni


una sola respuesta concreta a
nuestras preguntas, siendo más
sencillo que accediera a decirnos
la verdad.

{Ismael}

¿Por qué quizás sean periodistas?

{Diego}

818
Veo que sigue la tónica general de
que el periodismo es tratado de
igual manera, pagando a la
mayoría, en el sensacionalismo en
que sean instalado unos pocos.

{Ismael}

Lo extraño es que se sorprendan


del trato que reciben por parte de
los ciudadanos, teniendo en cuenta
su falta de respeto con las
familias de los afectados.

{Yolanda}

819
¿No estará intentando desviar
nuestra atención sobre este tema
en concreto?

{Ismael}

Eso no sería del todo correcto por


mi parte, aunque tampoco estoy
sujeto a ningún tipo de
interrogatorio legal, así que en
el momento que lo considere
oportuno daré por terminada esta
charla.

{Diego}

¿Se está sintiendo incomodo ante

820
nuestras preguntas?

{Ismael}

Lo que estoy sufriendo es una


catarsis hacia un suculento
aburrimiento en todo el cuerpo,
además de ver que no me están
aportando nada esencial para el
desarrollo de mi vida diaria.

{Yolanda}

Tengo la impresión que es usted el


que nos ha provocado una
deliberada pérdida de tiempo,

821
puesto que nos ha dado
constantemente más que evasivas.

{Ismael}

Les rogaría que se eximieran de


hacer ningún tipo de comentario
despreciativo hacia mi persona o
me veré obligado a tener que
acudir a la justicia.

El ritmo vertiginoso de los


acontecimientos hacia que
Ernesto se viera inmerso en
una carrera de obstáculos,
ahora dependería de su
habilidad al ocultar su
hallazgo documental. Barajaba
dos opciones de muy diferente
aplicación en su puesta en
822
práctica, aunque tampoco
disponía de un amplio margen
de maniobra. Lo único que
centraba su atención venía
marcado por las exigencias de
Ignacio, siendo en este caso
su cliente más importante al
que tendría que entregarle un
informe más detallado de sus
averiguaciones, acerca de la
infancia de Diego. También
meditaba una salida airosa al
inminente interrogatorio al
que le sometería su hermano
Abelardo, por ese lado
sacaría una de las muchas
excusas que solía utilizar de
las meas recurrentes dentro
de su repertorio.

Una vez hubo concluido su


tare en el archivo digital
del edificio judicial. Salió

823
con rapidez hacia el rellano
con la firme convicción de
que nadie, le inculparía en
un delito de revelación de
documentación de expedientes
clasificados. Intentaba no
pensar ni un solo segundo las
consecuencias de cometer un
mísero error de cálculo. Se
manejaba en el filo de la
navaja con mucha cautela de
no hacer ningún movimiento
extraño. La prueba de fuego
era llegar a la calle sin
explicar sus métodos de
trabajo, ni si quiera pensaba
permitir que se alargase en
exceso su charla en la
despedida de Abelardo. Tomo
la decisión de adelantarse a
cualquier tipo de pregunta
que pudiera ser formulada por
su parte.

824
{Ernesto}

Bueno Abelardo ya he terminado de


ojear los expedientes que
necesitaba para mi trabajo,
tranquilo que ha quedado todo
ordenado en la sala del archivo
digital.

{Abelardo}

Esa sí que es una buena noticia a


tener en cuenta, puesto que así a
última hora no tendré que ponerme
en contacto con el servicio de
limpieza.

825
{Ernesto}

¿Lo dices por algo en especial?

{Abelardo}

La mayoría de los que acceden al


archivo digital, suelen aprovechar
para fumarse un cigarrillo como
válvula de escape al estrés y
luego no avisan de que dejan las
colillas en el cenicero.

{Ernesto}
826
¡Bueno! debo decirte, que no es la
primera vez, que esta el cenicero
lleno de colillas, además de un
par de chicles, a medio masticar.

{Abelardo}

¿No has necesitado utilizar la


impresora láser?

{Ernesto}

827
¡La verdad! es que llevaba un
lápiz de memoria, me resulta más
práctico de transportar, la
información que voy recopilando de
cada expediente.

{Abelardo}

Tampoco me parece un mal


procedimiento, al recoger los
datos de importancia, dentro de
dicha documentación.

{Ernesto}

¿Te importa que sigamos esta


conversación en otro momento?

828
{Abelardo}

No, tranquilo que a mí también, me


queda bastante, para terminar
antes de que me vengan, a relevar
en el puesto.

{Ernesto}

Que tengas buena jornada Abelardo.

{Abelardo}

829
Lo mismo te deseo Ernesto.

Hizo un medio giro Ernesto


hasta colocarse en la
perpendicular del pasillo que
le conduciría hacia los
ascensores principales. Se
quitó de un plumazo el tramo
más complicado de su misión.
Intentaba mantener una cierta
calma dentro de lo que cabía
esperar, empezaba a ver el
camino bastante despejado en
su itinerario marcado por
conquistar de nuevo la calle.
Para ello adoptaría una
postura de una incipiente
frialdad, dando una imagen de
aparente ignorancia sobre lo

830
que pudiera acontecer a su
alrededor. Con la única
esperanza de no cruzarse
durante su travesía con
alguien conocido. Pero era
imposible que sus deseos se
cumplieran tal y como tenia
pensados desde el inicio.

Consiguió pasar sin novedad


el primer tramo del halle que
le llevaría a su primer
destino. Acariciaba con mucha
entereza el saberse más o
menos con una mera serenidad
en el contorno de su figura.
Pero se había olvidado de que
durante su viaje en el
elevador iría acompañado por
un empleado, contratado
específicamente para el
correcto funcionamiento del
mismo. Urdía un plan con el

831
que subsanar en gran el
impacto que le provocaría un
desequilibrio emocional en un
instante poco propicio para
sus intereses.

Se acercó a pulsar el botón


de llamada del ascensor con
la mayor rapidez que le
permitían sus pies, ya que
los notaba ligeramente
atenazados por el
nerviosismo. Instintivamente
hizo un recorrido visual al
entorno que le rodeaba,
analizando cada rincón
encaminado a no dejar in un
solo reductor fuera de su
exhaustiva inspección, ya que
le había entrado una especial
obsesión temporal

Por continuar dando una

832
visión diferente de sus
actividades paralelas. No
tardo en escuchar el ruido
del motor del aparato
elevador como frenaba delante
de su rostro. De repente
volvió en sí de su letargo
pasajero. Tuvo un leve
desequilibrio momentáneo de
ubicación física, el lapsus
mental resultaba a todas
luces ser transitorio por el
bien de su salud cerebral,
aunque le costó un mundo el
regresar a su estado
anterior. Notaba como si el
estrés le pasase factura de
la rutina que llevaba
acumulada. Sin embargo, era
incapaz de modificar sus
costumbres o manías
personales. Tomo la decisión
de alargar su mano derecha

833
para abrir la pesada puerta
que se hallaba ante sus ojos.
Se fijó que no tendría
compañía durante el descenso
hacía la planta baja del
edificio de justicia.

Simultáneamente Silvia seguía


maquinando la planificación
perfecta con la que poder
minar la moral de Roberto,
para ello contaría con la
inestimable colaboración de
Laura. Puesto que la tenía
chantajeada emocionalmente
con el argumento de que
cualquier día saldría a la
luz su condición sexual, a
parte de su poca consistencia
como persona al defender un
criterio de cara a la
sociedad. No poniendo en duda
nada de lo que vertiera la

834
que consideraba su “amiga” en
lo concerniente a su vida
íntima. Llegando en ocasiones
a ser menospreciada en
público. Nadie entendida tan
grado de servidumbre la una
hacia la otra, siendo de dos
caracteres tan distantes en
su forma de ver las cosas,
era una constante
contradicción de poder
concebir un consenso racional
entre las dos.

{Laura}

Veo que tu generosidad no tiene


límites a la hora de perdonar los
fallos de los demás, espero que
ese hombre sepa valorar tu gesto
de buena voluntad.
835
{Silvia}

¿Puedo saber cómo iras vestidas?

{Laura}

Quizás vaya con un traje pantalón


en un color marrón tabaco a juego
con una camisa blanca de cuello
pequeño y unas botas de piel de
tacón fino.

{Silvia}

836
Bien, no quisiera que llamases
demasiado la atención de quienes
se sienten a nuestro alrededor,
¿Qué tipo de joyas te pondrás?

{Laura}

Pues unos pendientes de topacios


azules que me regalo mi última
pareja sentimental y una cadena
con un colgante con la misma
piedra.

{Silvia}

Me parece una buena elección tanto


837
el vestuario como los complementos
que has elegido como
acompañamiento del mismo, quizás
esa sobriedad pueda ser la nota
predominante de esa reunión.

{Laura}

¿Les has dicho que iba como tu


acompañante?

{Silvia}

De momento no les he dicho nada en


concreto, eso lo dejare para
cuando haya confirmado la hora
real para que nos encontremos en
el local.

838
{Laura}

Ahí sí que no puedo decir nada


sobre el asunto en cuestión, dado
que desconozco su forma de actuar
en lo concerniente a esos temas.

{Silvia}

¿No sería mejor que llegásemos


juntas al local?

{Laura}

839
Esa me parece en un principio una
buena propuesta, aunque sigo
insistiendo en que mi intención es
la de no molestar con mi
presencia.

{Silvia}

Tranquila, deja eso en mis manos,


que ya verás como todo termina
saliendo tal como lo tengo
planificado dentro de la
estrategia que pienso poner en
práctica.

{Laura}

840
¿Me ibas proponer algo más?

{Silvia}

Sí que entremos agarradas del


brazo el tramo desde la entrada
del Luxury, hasta por lo menos
lleguemos justo delante de la
mesa.

{Laura}

Eso no es ningún tipo de problema


de poder llevar a cabo, ya que de
vez en cuando me encanta sobre
actuar y si además hay un motivo
todavía mejor.

841
{Silvia}

¿Entonces no sería buena idea que


nos viéramos con antelación?

{Laura}

Mi horario de salida del canal de


televisión es una vez haya
terminado el informativo de las
dos y media, aunque podría pedir
que me sustituyeran ese día.

842
{Silvia}

De salida sería una buena opción a


tener en cuenta, tampoco quisiera
que la situación fuese del todo
atropellada por falta de previsión
inicial.

{Laura}

¿Pero te ha confirmado Ignacio que


ira solo?

{Silvia}

Ves, no me ha dejado claro si


asistirá acompañado o no a la
comida del viernes, tendré que
ponerme en contacto urgentemente
843
con él para aclarar ese pequeño
detalle.

{Laura}

No me gustaría por accidente ser


la carabina de nadie, además no
tengo muy claro el papel que
desempañare en esa reunión tan
familiar.

{Silvia}

Estar a mi lado en todo momento y


no abrir la boca más que cuando se
dirijan a ti para pedirte tú
sincera opinión, ¿Te ha quedado
claro?
844
{Laura}

Ahora sé que no tendré que hacer


una dramática actuación ante el
resto de comensales, así me
quedare en un discreto segundo
plano.

{Silvia}

¿Entonces nos vemos en tu casa ese


día sobre las una menos cuatro del
mediodía?

845
{Laura}

Me parece una buena hora para


salir hacia el restaurante donde
habéis decidido realizar ese
almuerzo.

{Silvia}

Entonces seguiré con mis


obligaciones diarias. Que tengas
un buen final de jornada Laura.

Fue fulminante la reacción de


Silvia al dar por finalizada
la conversación telefónica,
846
no tenía la certeza de que
los acontecimientos no
sufrieran algún contratiempo
de última hora. Percibía una
leve inquietud en su estado
anímico actual, no estaba del
todo segura de sus siguientes
pasos a poner en práctica con
una mediana soltura en su
consecución. No le quedaba
otro remedio que continuar
arriesgando una parte
importante de la credibilidad
que le caracterizaba en
numerosos círculos sociales
de alto nivel. De momento
llevaba bien encaminado, el
trazado de su estrategia, en
lo concerniente en su idea de
cumplir, el encargo que le
asigno Ignacio con
anterioridad.

847
Le faltaba concretar con
ambos unos sencillos detalles
de muy fácil solución, iba
confeccionando con atino la
tela de araña que precisaba
en la consecución de su
estrategia. Sentía que por
fin lograría su ansiada
venganza hacia Roberto, le
haría entender que ella
manejaba el control de todo
aquello que se propina poseer
de cualquiera que se cruzase
en su camino. El precio
monetario no le daba ni un
quebradero de cabeza,
disfrutaba de un buen colchón
económicamente hablando. Las
estrecheces no ocupaban un
lugar preferente en su vida
diaria.

Laura en el silencio de sus

848
recuerdos aparecía la imagen
de Natalia Loureiro Iglesias
su amor imposible de
cumplirse. Además, era a la
única que le revelo su
secreto, estaba relacionado
con una clase de fruta que le
provocaba ciertos problemas
alérgicos al contacto con su
delicada piel. También se
callaba su amor no
correspondido por ella en
vida, puesto que no tuvo el
valor de confesar
abiertamente que estaba
enamorada de su persona. Era
una espina que le quedaría
clavada hasta en final de sus
días. Le comenzaron a
resbalar dos lágrimas por la
mejilla en señal de la honda
amargura que sentía en su
alma. El desconsuelo imperaba

849
en cada rincón de su corazón
mal herido por la pérdida de
alguien que quiso en soledad.

Tenía la mirada en un punto


en el infinito de su camerino
en el canal de televisión, no
daba crédito a la dura
realidad que le mostraba el
destino. Le costaría asumir
el hecho de no volver a verla
a diario desayunando enfrente
de su trabajo, se le hacía
cuesta arriba digerir tal
cantidad de emociones de un
modo racional. Quizás
buscaría apoyo psicológico
para afrontar tan dura
papeleta, sin caer en una
evidente depresión. No
lograba comprender el motivo
para que se muriese en tan
extrañas circunstancias,

850
aunque evitaba hacer
especulaciones al respecto de
lo sucedido. Esperaría a que
se levantase el secreto del
sumario, saliendo a la luz el
esclarecedor informe de la
autopsia.

Además, no se tragaba que las


imágenes de los tabloides
sensacionalistas pudieran
permitirse el lujo de hacer
una campaña en la cual las
especulaciones servirían como
argumento principal, le
molestaba abiertamente que se
jugase con la imagen de una
moribunda, aunque no podía
pronunciarse públicamente
sobre su condición sexual. Se
arriesgaría demasiado dando
un paso en laso hacía para
proteger aquello que

851
consideraba una injusticia en
toda regla. Dado que
utilizarían la reseña como
relleno de la gana mayoría de
los espacios informativos
tanto locales como
nacionales.

Su única ilusión era poder


quedarse a solas con ella en
el velatorio, esperaba poder
despedirse sin que nadie
pudiera molestarla en el
último adiós, al que
consideraba el amor de su
vida en el sentido más amplio
de la palabra. No tenía muy
claro que su deseo pudiera
llevarse a buen puerto. Las
circunstancias eran las menos
idóneas para intentar llegar
por lo menos a conocer el
desenlace de la autopsia,

852
temía que un mínimo error le
hiciera tener que confesar a
la sociedad sus gustos
sentimentales. Se veía en una
cruel encrucijada de cara a
no ser señalada por el resto
de sus compañeros de trabajo
en el canal de televisión,
todo dependería de su aguante
emocional en el momento de
enfrentarse al trance más
doloroso de su existencia.

Hizo un examen rápido en su


memoria para recordar si
podía recurrir a una persona
de su total confianza. Lo
complicado venia al tener que
reponerse en unas décimas de
segundo , dado que se le
acercaba la hora de colocarse
ante las cámaras dentro de su
actividad cotidiana

853
.Presentía que las energías
no le responderían
adecuadamente para equilibrar
medianamente sus emociones ,
no le cogía en su mejor
momento personal , aunque no
se resignaría a tirar la
toalla sin luchar hasta la
última gota de sudor , en pos
de brindarle un pequeño
homenaje a su fallecida
compañera de viaje , que
dejándose la piel dándolo lo
mejor de sí misma en el
trabajo .

El combate verbal que


mantenían Yolanda, Diego e
Ismael crecía en intensidad
por ambas partes. Ninguno
retrocedía ni un solo
centímetro en su
argumentación, al contrario,

854
buscaba minar en cierto modo
la moral de quien tenía
enfrente. Con la idea
preconcebida de sacar el
mayor provecho a sus
estudiados ataques dirigidos
hacia las zonas estratégicas
de su personalidad. Sabían
que era cuestión de tiempo
que se derrumbase la coraza
que pretendía sostener a toda
costa. El acecho fue de tal
magnitud por cualquiera de
los frentes, que al final
decidió no oponer resistencia
más de ley que ya había
mostrado en un principio de
la conversación.

{Diego}

855
¿Por qué continúa mostrando esa
imagen de tipo duro?

{Ismael}

Sigo sin fiarme de su actitud de


inocentes periodistas, es algo que
no termino de claro en su puesta
escena ante la posibilidad de que
no les diga lo que pretenden que
les cuente.

{Yolanda}

¿Sabía que la policía puede

856
pasarse horas interrogándole?

{Ismael}

No me van a impresionar con el


viejo truco de asustarme con las
prácticas de la policía, no es la
primera vez que tengo que
testificar por algún asunto
relacionado con los clientes del
hotel.

{Diego}

¿Sabes que si quisiera podría


hacer que me dieran los datos de
tus antecedentes penales?

857
{Ismael}

No creo que nadie pueda darle mi


historial delictivo, puesto que
estoy limpio como una patena en lo
que a criminalidad se refiere.

{Yolanda}

¿Quieres que lo comprobemos?

{Ismael}

858
Me parece que no saben que violar
la privacidad de un ciudadano está
penado con una condena de seis
meses de cárcel, así como del pago
de una suma de dinero en concepto
de daños morales.

{Diego}

¿Y si no lo pudieras demostrar
ante la ley?

{Ismael}

Tengo muchos contactos en la


justicia tanto a nivel regional
859
como estatal, por lo que no veo ni
un solo obstáculo para que ellos
no lo den conocer a la opinión
pública.

{Yolanda}

¿No estarás exagerando en tu


afirmación?

{Ismael}

Lo cierto es que no voy a darle


explicaciones en lo referente a
las personas que me cubren la
espalda, pero si les diré que no
pienso consentir que pongan mi
palabra en tela de juicio.

860
{Diego}

De momento será suficiente esta


charla como toma de contacto,
quizás más adelante nos demos otra
vuelta para seguir desgranando
detalles que hayan podido quedar
en el tintero.

{Ismael}

¿Por fin me van a dejar seguir con


trabajo?

861
{Yolanda}

Si, pero estaremos atentos a todos


sus movimientos, así que le
advierto que en cuanto cometa una
simple equivocación no tardaremos
en echarnos encima.

Se dieron media vuelta tanto


Yolanda como Diego en la
búsqueda de cuadrar sus
figuras en la dirección que
les condujera hacia el
vestíbulo del hotel. Ninguno
de los dos se atrevía a
provocar ni un mínimo dialogo
entre ambos, quizás se
reservaban pronunciarse más
adelante, seguían
refugiándose en una

862
contundente ley del silencio
poco beneficiosa a todas
luces en el desarrollo de los
acontecimientos. Aunque
individualmente se dejaban
mucho campo por explorar, en
lo referente a sus
prioridades conjuntas en el
sentido de unificar
criterios. El destino les
volvía a colocar una nueva
prueba para superar con la
ayuda de algún camarada
circunstancial.

Por su parte Ernesto se veía


sobre pasado por el nivel que
había adquirido su sistema
nervioso, dado que observaba
como tanto sus brazos como
piernas. Sentía que el
desequilibrio le provocaba
una emergente ansiedad

863
interior, intentaba mantener
el control de sus actividades
diarias. Pero no contaba con
el imprevisto de tropezarse
con Andrés Cifuentes García
un soplón de poca monta, al
que acudía de vez en cuando a
ponerle un empuje a sus
indagaciones en los bajos
fondos de la ciudad. Su única
obsesión era llegar en un
tiempo récord a su cita con
Roberto, aunque no quería que
un error pudiera poner en
peligro la otra misión que le
había encomendado Ignacio con
anterioridad.

De repente se detuvo el
ascensor en el rellano de la
planta baja del edificio
administrativo, ni si quiera
se dio cuenta de lo corto del

864
trayecto, su mente navegaba
aislada al resto de elementos
de su entorno actual. No
quería cometer un solo error
de cálculo en su travesía,
comprobó que nada se le
escapaba a su control
exhaustivo de la situación.
Haciendo un estudio previo de
cada movimiento que tuviera
que ejecutar por su parte,
notaba como el riesgo crecía
de manera gradual en la
conquista de nuevas metas no
pudiendo olvidarse de
mantener un perímetro de
seguridad. En el cual ir
colocando los cimientos de su
siguiente plan de trabajo con
un dinamismo todavía más
acentuado en el concepto
real.

865
Salió del elevador como alma
que se llevase el diablo , no
contaba que el suelo estaba
algo humedecido por el paso
del servicio de limpieza
.Aprecio como sus zapatos
comenzaban a resbalar con el
contacto de los mismo en el
piso mojado , a peas
mantenía el equilibrio de su
postura vertical .Dado que no
veía muy claro no terminar de
bruces contra las baldosas
del firme que transitaba , el
destino le socorrería con la
presencia de Andrés Cifuentes
García que por casualidades
de la vida , se hallaba en su
área de influencia con la
diferencia de que iba en
sentido contrario .

Andrés Cifuentes García era

866
un estilo de hombre bastante
solitario a la vez que
siniestro , su aspecto
personal era tirando a común
con el resto de ciudadanos
.Su pelo era de color oscuro
conjuntado con una frondosa
barba entre canosa , su
complexión física era de una
mediana robustez a simple
vista , la tonalidad de sus
ojos era azulada clara , su
indumentaria habitual se
componía en gran medida de
ropa de tinte gótico urbano ,
calzaba botas de media caña
de puntera fina con tachuelas
de una tamaño verdaderamente
exagerado , la numeración
correspondía a un cuarenta y
dos pequeño , se acercaba
peligrosamente a los cuarenta
años de edad . Su mayor

867
alegría se la proporcionaba
sus continuas visitas a
clubes de alterne, así no
permitía que su cerebro
pensase en la permanente
soledad en la que vivía desde
hacía algunos años atrás.

Alargo sus brazos para


aguantar del cuerpo de
Ernesto ante su evidente
caída al suelo, agarro con
fuerza aquel peso muerto que
se le describía justo delante
de sus ojos. Fijo sus pies en
las baldosas como anclaje
provisional, con la única
obsesión de incorporarlo lo
más pronto posible a su
postura inicial. Apreciaba
como se le resistía por falta
de adherencia de la parte
inferior de sus zapatos,

868
aunque enseguida con un golpe
de suerte unido a su
característica paciencia
logro voltear aquello que
consideraba casi imposible.
Una vez estuvieron frente a
frente para iniciar una
animada charla, ambos solo
necesitaron de las miradas
para cederse el turno de
romper aquel silencio.

{Andrés}

Buenos días Ernesto, ¿Te


encuentras bien?

869
{Ernesto}

Buenos días Andrés, si gracias ha


sido un pequeño resbalón, debió
quedar un charco de agua sin haber
sido secado debidamente por el
servicio de limpieza.

{Andrés}

Si, te podías haber hecho bastante


daño en esa caída, teniendo en
cuenta a la velocidad que ibas
caminando por el pasillo, además
de la mala adherencia del material
de las suelas de tus zapatos.

870
{Ernesto}

¿Venias a verme a mí?

{Andrés}

En realidad si tenía que


comentarte varios asuntos que
tengo pendientes desde algún
tiempo, pero deduzco que hoy no me
podrás atender.

{Ernesto}

871
Lo cierto es que debo llegar en
menos de una hora al Luxury y a un
no he estoy ni si quisiera en el
camino que me conduzca a mi coche
en el aparcamiento.

{Andrés}

¿Entonces qué día te llamo para


concretar una cita?

{Ernesto}

¡¡¡¡¡¡Bbuuuufff!!!!!!! Esta semana


cualquier mañana, de estas menos,
la del viernes, que he quedado,
para almorzar con alguien de mi
872
entera confianza.

{Andrés}

Quizás mañana me pase por tu


despacho a primera hora de la
mañana, ya que me urge conocer tu
opinión, sobre algo que me
notificaron con poca antelación.

{Ernesto}

¿No se lo puedes dejar a mi


secretaria?

873
{Andrés}

Es que no me puedo fiar de nadie


que no sepa analizar la
información que viene reflejada en
esos documentos oficiales, por eso
prefiero esperar a que tú los
examines con mucha minuciosidad.

{Ernesto}

Ahora voy entendiendo de tu


extrema inseguridad ante el
peligro de poder perder la carpeta
en la que portas dicha
información.

874
{Andrés}

¿No podríamos quedar esta tarde en


tu casa?

{Ernesto}

En un principio lo veo complicado


de que se produzca ese encuentro,
ya que ahora mismo me dirijo a una
comida que no se el tiempo que se
puede alargar, no quisiera que
estuvieras esperando en vano a la
puerta de mi casa.

{Andrés}

875
¿Y tú no podías llamarme a la
salida de ese almuerzo?

{Ernesto}

Es que tampoco te puedo dar una


hora exacta, dependo de que todo
vaya sobre el horario previsto por
los organizadores del evento.

{Andrés}

Tranquilo haré guardia delante de


la puerta de tu domicilio y si veo
que te demoras demasiado me
876
marchare para mi casa con toda la
calma del mundo.

{Ernesto}

Como quieras no te voy a llevar la


contraria, mi única intención es
que no te hagas esperanzas de que
te pueda recibir en mi casa.

{Andrés}

Te repito que solo es por


entregarte un portafolio que no me
gustaría que cayera en manos, de
gente poco apropiada en su manejo.

877
{Ernesto}

¿No me puedes adelantar nada?

{Andrés}

Está relacionada, con la chica que


aparece, en la primera plana, de
todos los periódicos, de tirada
local y también en otros
nacionales.

{Ernesto}

878
Ahora entiendo, tu precipitación
al proponerme, que nos
encontrásemos lo más pronto
posible, eso que me acabas de
comentar, sí que hace que me
replantee la situación.

{Andrés}

¿Entonces donde me aconsejas que


te lo deje en depósito?

{Ernesto}

En ningún sitio, que no lo tengas

879
bajo tu estricto control, será más
conveniente, que lo guardes para
mayor seguridad en tu casa.

{Andrés}

¡Precisamente! en este instante lo


he dejado oculto en el maletero de
mi coche, bien tapado con unas
mantas de viaje a modo de poder
pasar inadvertido.

{Ernesto}

¿Sabes si te ha seguido alguien


desde el garaje?

880
{Andrés}

Ni me he girado, para mirar hacia


nada en especial, puesto que mi
idea, era evitar cometer errores
levantando sospechas a corto
plazo.

{Ernesto}

Pienso que has corrido, un riesgo


innecesario, aunque por mi parte,
hubiera actuado, de una forma muy
similar, a la que has elegido.

881
{Andrés}

No sabía nadie más a quien poder


acudir con garantías de
conservarlo en lugar seguro, dado
que existe, bastante material
impreso.

{Ernesto}

¿Le has echado un vistazo al


contenido?

{Andrés}

882
Si, por encima para comprobar de
que se hablaba en aquella cantidad
de informes, además en una de las
solapas había pegada una llave de
seguridad, en la cual se divisaba
escrita una numeración,
seguramente se trate de un código
serial o combinación.

Quien no se había quedado del


todo tranquilo era Ismael,
puesto que unos minutos
después de haberse librado
del acoso dialéctico, tanto
de Diego como de Yolanda.
Meditaba si utilizarlo de
excusa para ponerse en
contacto con Antia, solo
intentaría comprobar las
opciones reales ante una
eventual reconciliación en
883
toda regla. Todo dependería
por parte de ella en la
aceptación de sus reglas
básicas de convivencia.
Además, no cesaría en su
empeño en que le confesase
abiertamente si era cierto su
frustrado embarazo durante su
relación sentimental con
Diego.

El rencor por no poderla


complacer como mujer recorría
todos los rincones de su
cuerpo, no aceptaba que las
cosas se hubieran torcido de
tal manera, teniendo en
cuenta que la única decisión
que tomo en ese sentido
dentro de su intercambio
afectivo, termino siendo la
menos afortunada para su
interés personal. Dándole un

884
castigo moral de
incalculables dimensiones
dentro de lo que consideraba
de su propiedad. Sin embargo,
ahora buscaría el calor de
alguien que no se quedó en el
olvido, viviendo
insistentemente en su
memoria.

Enseguida se puso manos la


obra con la intención de
localizar su número de
teléfono, la ansiedad iba
colocándose en un lugar
preferente al darle un
empujón en su búsqueda de
romper la barrera de la
incertidumbre, instalada
desde hacía tiempo entre
ambos y no proporcionado los
resultados esperados por su
parte, Vería satisfechas su

885
expectativa de recuperar un
poco del terreno que tuvo que
ceder en el pasado. Por
causas que no hasta el
momento no quiso sacar del
olvido, aunque presentía que
sus fuerzas eran las idóneas
en esta época para
enfrentarse a lo que se quedó
pendiente sin resolver dentro
de su leyenda personal.

Localizo aquello que meditaba


que le conduciría a la llave
de su ínfima felicidad. Pero
también se le presentaba el
dilema de que le rechazase de
plano, cualquier tipo de
acercamiento hacia ella.
Divisaba un pequeño conflicto
de índole afectivo con el
cual debía contar, no
dejándose llevar en volandas

886
por un efímero triunfalismo
temporal. Marcado en cierto
modo por sus ganas de llegar
a poder impresionar a Antia.
Apretó con energía el botón
que le dirigiría a conocer de
primera mano cómo se
encontraba la situación en
realidad.

Del otro lado Antia se


hallaba inmersa en una mar de
dudas, después de su
conversación Diego las cosas
se le enquistaron un poco más
si cabe. Los fantasmas del
pasado volvían a revolotear
por encima de su cabeza,
puesto que no entendía por
qué continuaba si asumir el
abandono, ya que el
sufrimiento latía de nuevo
con fuerza en su corazón mal

887
herido por los sucesos
desagradables que se
agolpaban como flechas
envenenadas en su alma. Le
costaba un mundo aislar esa
parte tormentosa de su
existencia, pretendía que el
tiempo fuese cicatrizando
aquello tan doloroso.

Accedió a descolgar el
teléfono que sirvió para
interrumpir al que pequeño
intercambio de opiniones
consigo misma. Se lo tomo
como un ejercicio de re
calificación de sus nuevas
expectativas de cara a un
futuro inmediato. Siendo una
prioridad el eliminar pesadas
cargas que no esperaba seguir
arrastrando el resto de sus
días. Por ese lado tendría

888
que deshacerse de muchas
pajas mentales nadando sin
control por su mente.

{Antia}

Buenos mediodía, ¿Quién se acuerda


de mi a estas horas?

{Ismael}

Buenos mediodía tengas tú también


Antia, soy Ismael el chico que
hace unos tres años tenía planes
para casarse contigo.

889
{Antia}

Ah, hola Ismael la verdad es que


eres la última persona que
esperaba que me llamase después de
tanto tiempo que sabía nada de ti.

{Ismael}

¿Te ha molestado que me haya


acordado de ti?

{Antia}

890
Si he de ser sincera, me da lo
mismo que sigas manteniendo la
esperanza de que podamos dar el
paso de compartir algo más que una
simple amistad.

{Ismael}

No sé por qué sigues manteniendo


esa frialdad hacia mí, dado que no
te hay ningún motivo real para que
me dispenses ese comportamiento.

{Antia}

¿Puedo saber a qué se debe de


nuevo tu repentino interés hacia

891
mí?

{Ismael}

Hace unos cinco minutos ha estado


tu querido Diego haciendo
preguntas en referencia a la
muerte de Natalia Loureiro
Iglesias.

{Antia}

Ese es un tema que no tengo por


qué compartir contigo, ya deberías
saber que no entro en según qué
tipo de conversaciones personales.

892
{Ismael}

¿Por qué sigues utilizando esa


frialdad al hablar conmigo?

{Antia}

Será que estoy cansada de


repetirte por activa o pasiva que
jamás habrá la misma confianza que
disfrutamos en el pasado, no
quiero cometer esos errores dos
veces.

{Ismael}

893
No estás siendo justa en tu
argumentación de los hechos, es
más creo que estas intentando
hacerme sentir culpable de asuntos
que no me competen en absoluto.

{Antia}

¿En que los has notado?

{Ismael}

Principalmente en tu tono al
hablar conmigo en relación con
determinados temas, he visto que

894
evitas por todos los medios que
hay un entendimiento entre los
dos.

{Antia}

Creo que estas exagerando un poco


las cosas, aunque no me extraña
viniendo de tu parte, además no
estoy interesada en darte detalles
de mi vida privada.

{Ismael}

¿Sabías que Diego está manteniendo


una relación con Yolanda?

895
{Antia}

Mientes otra vez, sé que solo son


buenos amigos a la vez que
compañeros de trabajo desde hace
años.

{Ismael}

Que engañada vives en tu burbuja


de cristal, es no era lo que
vieron mis ojos en el tiempo que
han estado hablando conmigo.

{Antia}

896
¿Y por qué debería creer en tus
palabras?

{Ismael}

Sería una forma de volver a


confiar el uno en el otro como
antaño, pero percibo que no es
ahora mismo una de tus prioridades
a consolidar.

{Antia}

Será que has escogido un mal


momento para plantearme una

897
segunda oportunidad de estar
juntos como pareja, teniendo en
cuenta que nunca he estado
enamorada de ti.

{Ismael}

¿Entonces por qué te ponías celosa


si miraba para otras mujeres?

{Antia}

Me apetecía sobre actuar con el


único fin de que no me abandonases
por una mujer menos atractiva que
yo, además te he utilizado en
varias ocasiones con la esperanza
898
de que Diego se fijase en mí.

{Ismael}

No sé qué concepto tienes de mí


como hombre, pero estas muy
equivocada, en tu argumentación de
mis intenciones, con una mujer
dentro de una relación
sentimental.

{Antia}

¿Me vas a decir que no has


intentado flirtear con mi amiga
Natalia?

899
{Ismael}

No tengo ni la más remota idea de


dónde has sacado dicha
información, me parece que la
gente tiene mucho tiempo para
especular sobre los demás.

Simultáneamente continuaba
Ernesto haciendo un examen
exhaustivo en la recopilación
de los detalles, que le
pretendía entregar Andrés,
esperaba tener muy claro
porque depositaba esa
confianza en él, ya que lo
único que divisaba era que no
quería que nadie pudiera
sacarlo a la luz pública.

900
Ahora sí que tendría la
posibilidad de conocer en
primera persona todos los
asuntos turbios de la
fallecida.

Sin embargo, el destino les


tendería en cierto modo una
especie de trampa en la que
no sería tan evidente el
desenlace, de los
acontecimientos como ambos
iban cuadrando por su parte.
Pasaron por alto el hecho de
que la figura que mostraban
los diarios no era quienes
ellos pesaban desde un
principio, si no que una
gemela seguía deambulando por
el mundo de los vivos, dando
así al traste con su teoría
de que lo que portaban
aquellos documentos, mostraba

901
una imagen muy difuminada de
la supuesta víctima.

Tendrían que ir con bastante


prudencia a la hora de
comentar los datos que
manejaban. No se veían
capaces de soportar la
presión de mantener en
secreto, material de cierta
relevancia para la
investigación policial,
ninguno de los dos podía
desvincularse del otro con
total ligereza, ya que un
simple resbalón les dejaría
automáticamente en el ojo del
huracán. El riesgo no les
permitía ni moverse con
naturalidad, la tensión
marcaba cada paso que ponían
en práctica. Un sudor frío se
dejaba divisar en la frente

902
de ellos, el brillo delataba
el nivel de nerviosismo que
se acumulaba en sus siluetas
corporales, aunque intentaban
disimular su estado emocional
para no llamar en exceso la
atención, de quienes pudieran
acceder al edificio
administrativo.

Fue Ernesto el que comenzó a


trazar las líneas generales
de un plan para preservar la
incógnita sobre el paradero
de dicho hallazgo, teniendo
en cuenta la cantidad de
gente que mataría por tener
en su poder dicho expediente,
dado que en ese instante era
una pieza clave para
descifrar realmente si ella
poseía una vida paralela, a
parte de la que desarrollaba

903
de modo cotidiano, hasta el
día de muerte a manos de
alguien que a un quedaba por
identificar. La incertidumbre
se instaló como tónica más o
menos predominante de la
situación, provocando
desajustes emocionales de
cargado contenido personal.
Puesto que Andrés estuvo
interesado unos tres años
atrás en frecuentar el
círculo de amistades de
Natalia.

{Ernesto}

Entonces sí que debíamos


analizarlo con mucha tranquilidad,
porque eso vuelve a darle un nuevo
giro al asunto en su totalidad.

904
{Andrés}

Quizás sea mejor que lo


mantengamos en secreto por el bien
de todos, es probable que alguien
tenga noción de la existencia de
esta información.

{Ernesto}

¿Tu estas seguro de que es la


misma mujer que le de las primeras
páginas de los rotativos locales?

905
{Andrés}

Es muy difícil que haya dos


personas con un parecido tan
visible a simple vista, a no ser
que en algún lugar este viviendo
una hermana gemela.

{Ernesto}

Habrá que hacer una visita, al


instituto anatómico forense, para
comprobar si concuerdan las
pruebas del A D N, con los datos
que se incluyen en esos informes
clasificados.

906
{Andrés}

Veo que la cosa es más seria de lo


que parecía en un principio, no
tenía ni idea que fuese una
conexión indirecta con un
homicidio.

{Ernesto}

¿Hace mucho que lo tienes en tu


poder?

{Andrés}

907
Unos tres días más o menos que lo
recogí de encima de mi buzón a la
hora de ir a buscar el correo, me
resulto curioso comprobar que
venía dentro de un sobre sin
remitente, además me choco que la
lengüeta estaba perfectamente
doblada.

{Ernesto}

Estaban seguros de a quien se


lo entregaban, no me trago la
hipótesis de una entrega por
error dentro del colectivo
postal.

908
{Andrés}

¿Entonces nos vemos esta tarde?

{Ernesto}

Si, el destino ha querido que


tengamos que reunirnos con
urgencia, no vaya a ser que puedas
ser la presa de un caza
recompensas.

{Andrés}

909
Ese es el temor que llevo
sintiendo desde hace un buen rato,
no me gustaría verme en medio de
una guerra de clanes por culpa de
un asunto del que desconozco su
naturaleza.

{Ernesto}

¿Te viene bien que te llame a las


siete?

{Andrés}

Si es una buena hora para que nos


veamos, que tengas un buen día

910
Ernesto.

{Ernesto}

Lo mismo te deseo Andrés.

Entraron con energía Yolanda


y Diego en el ascensor del
hotel Villa de Celeiro, su
única idea preconcebida era
llegar lo antes posible a la
escena del crimen. Solo se
hicieron un cruce de miradas
en todo el trayecto hacia el
elevador, el silencio les
estaba sirviendo para calmar
el impulso entre mezclado con
la inercia que mostraban de
911
cara a la sociedad. Guardaban
una mera desconfianza por
intentar aislar sus temas
personales por encima de lo
que consideraban laboral,
eran incapaces de sincerarse
mutuamente sobre algo que
pedía a gritos que terminase
por cuajar.

Alargaron los dos sus manos


derechas para pulsar el botón
que les condujera a la
tercera planta, al tocarse se
produjo un hecho que no
pudieron resistir en llevarlo
a cabo. Se acercó Diego a una
distancia prudencial de
Yolanda para seguidamente
lanzarse, en la búsqueda de
fundirse en un apasionado a
la vez que tierno beso de
amor. Enseguida reculo en

912
silencio a su posición
inicial a la mayor brevedad
posible. Cruzaron de nuevo
las miradas unido a un
acentuado sonrojo de sorpresa
por parte de ella, sentía un
cierto aturdimiento interior
de incalculables dimensiones,
tampoco era capaz de
articular una mínima
expresión de desagrado en lo
ocurrido. Sin embargo, él se
apresuró a interesarse por si
estaba molesta por su
atrevimiento, ya que las
cosas a partir de ahora
tomarían una variante muy
distinta a la actual.

{Diego}

913
¿Te ha parecido mal mi
atrevimiento?

{Yolanda}

Tranquilo, era algo que pasaría


tarde o temprano por la estrecha
confianza que nos une, además no
deberíamos crear un drama sobre
una cosa tan natural como un
simple beso.

{Diego}

Mis intenciones son del todo


914
honestas contigo, ya que hasta
ahora no me había atrevido a
exteriorizar mis sentimientos
hacia ti.

{Yolanda}

¿Por qué lo has hecho en este


instante?

{Diego}

Fue un arrebato de pasión


irrefrenable, ya que no pude
evitar posar mis labios encima de
los tuyos por un instante en la

915
vida.

{Yolanda}

Estamos en un momento en que me es


complicado que pueda concebir una
relación de pareja estable, no
quisiera que te llevases una
imagen equivocada de mí.

{Diego}

¿Ese rechazo tiene que ver


indirectamente con Ignacio?

916
{Yolanda}

Mi temor viene dado desde el día


que tuve que terminar esa
tormentosa relación, te confesare
que llevaba tiempo queriendo saber
tus sentimientos reales.

{Diego}

Quizás lo que he provocado es que


te hayas sentido más confundida,
será mejor para los dos que
olvidemos este desagradable
incidente.

{Yolanda}
917
¿En qué te basas para sacar esa
opinión de lo sucedido?

{Diego}

Solo me ha hecho falta analizar el


tono de tu respuesta, seguro que,
si fuese en otra ocasión más
propicia para ambos, el resultado
hubiera variado.

{Yolanda}

918
Me parece que es mejor que sigamos
con lo que teníamos entre manos,
te daré una respuesta en firme al
finalizar la investigación que
demanda ahora mismo nuestra
atención.

{Diego}

De acuerdo, lo aplazamientos hasta


esa fecha en concreto.

{Yolanda}

¿Ahora te importaría presionar el


botón de la tercera planta?

919
{Diego}

Si, a ver si legamos antes de que


se haga demasiado tarde para que
las camareras de la planta se
vayan a comer.

Volvió a repetir el mismo


movimiento que con
anterioridad, le sirvió para
conocer de primera mano el
grado de posibilidades con
respecto de intentar
conquistar el corazón de
Yolanda, aunque no tendría el
mismo final de la escena
anteriormente. Quizás eso le
haría comprender la
920
inestimable complicidad que
le procesaba su compañera de
viaje. Sabia las pautas a
seguir en cada asunto que
derivase directamente de su
competencia.

No tardaron en cerrarse las


puertas del ascensor ante sus
ojos, lo que le daba una mera
tranquilidad en su interior a
la par que una incipiente
felicidad. Por fin había roto
la barrera imaginaría que le
separaba de su verdadero
objetivo en el presente.
Obtuvo una merecida
recompensa a su perseverancia
en el sentido de no
desfallecer en la búsqueda
que se marcó como una meta
imprescindible, para mantener
intactas sus opciones de

921
llevar a buen puerto sus
deseos.

Ella por su parte evitaba


pronunciarse sobre lo
ocurrido, ya que no quería
avivarle falsas esperanzas de
que las cosas terminasen
fracasando. Se limitaba a no
entrar en valoraciones
erróneas, siendo la confusión
la que manejase en definitiva
los designios de sus
decisiones. Puesto que veía
como se iban desarrollando
los acontecimientos en su
mente, desembocando en un
bloqueo general de lo que ser
útil para su beneficio
personal. Intentaba
sustentarse en un parámetro
muy distinto al que
disfrutaba por causas ajenas

922
a su voluntad. Todo
dependería en cierto modo de
su capacidad a la hora de
lograr borrar de su cabeza el
recuerdo de su tormentosa
relación de pareja con
Ignacio.

A unas cuantas manzanas de


allí Ismael intentaba darle
un giro a su relación con
Antia, ya que ahora mismo se
encontraba en un rebatimiento
constante de opiniones. No
permitiéndose ni una mínima
tregua en el frío dialogo
desplegado por ambas partes,
lo reproches se sucedían
espontáneamente con una dosis
de rencor añadida. Siendo una
batalla campal en toda regla,
ya que ninguno quería quedar
un paso por detrás del otro,

923
pero el desgaste hacia mella
en el largo intervalo de
tiempo que llevaban
defendiendo su postura.

Ella no pretendía decirle


abiertamente que seguía
enamorada de Diego como el
primer día, además que
mantuvo una extensa
conversación telefónica con
él, dejando claro que no le
daría ni una mísera
oportunidad de recuperar algo
que consideraba fuera de su
alcance. También se
posicionaba en un sereno
segundo plano, con la
esperanza de que diese cuenta
de que por muchas vueltas que
les diese a las cosas
llegarían a encontrase en el
mismo punto de partida

924
actual.

{Antia}

La verdad es que llevo tiempo,


sabiendo que has estado intentando
mantener una relación sentimental
con Natalia como opción de
repuesto, si lo nuestro no
terminaba de cuajar del todo.

{Ismael}

¿Pero ¿quién te ha dicho esa


mentira tan grande?

925
{Antia}

No te voy a revelar mis fuentes,


si es lo que pretendes que haga
con la identidad de la persona que
me puso sobre aviso de tus
intenciones.

{Ismael}

Creo que alguien está jugando


sucio, es imposible que me puedan
acusar de estar molestando a otras
mujeres, pensé que confiabas en mi
honestidad.

926
{Antia}

¿Me sigues negando que estuvieras


detrás de mis amigas?

{Ismael}

Si, eso lo pienso defender con


ellas delante si es lo que hace
falta para defender mi inocencia,
de tal vil calumnia orquestada en
mi contra.

{Antia}

927
Pues se me está ocurriendo que
podíamos quedar con ellas, para
ver qué opinan de tus andanzas
como mujeriego dentro de tu tiempo
de ocio.

{Ismael}

¿Por qué debo justificarme ante


tus conocidas?

{Antia}

Para demostrarte que no me

928
equivoco en mi argumentación de
los hechos y que la infidelidad
por lo menos existió de
pensamiento.

{Ismael}

Es tan sencillo como que siempre


me he mostrado servicial con
ellas, en ningún instante me ha
interesado algo más que mantener
un ambiente distendido.

{Antia}

¿Estás seguro de que no había


otras pretensiones por tu parte?

929
{Ismael}

No sería capaz de engañarte con


nadie, puesto que a la única mujer
que podría aspirar a tener a mi
lado eres solamente tú.

{Antia}

Tu justificación me ha sonado a
excusa recurrente, me has creado
una inminente inseguridad hacia tu
palabra como caballero.

930
{Ismael}

¿Que más quieres que haga con


respecto a este tema que estamos
tratando?

{Antia}

La verdad es que me has dejado de


interesar como posible candidato a
volver a compartir algo que un
simple saludo y para eso lo haré
por educación.

{Ismael}

931
No me parece correcto por tu parte
el seguir menos preciando mi
preocupación por tu estado, tanto
físico como emocional.

{Antia}

¿Pero alguien te ha dicho que te


tomases esa molestia?

{Ismael}

Nadie, aunque me pareció una buena


medida para poder sembrar una
cierta confianza entre los dos.

932
{Antia}

No estoy interesada en darte más


explicaciones sobre mi vida
afectiva, además prefiero no
retocar ni un solo ápice de mi
exposición anterior.

{Ismael}

¿Quieres que evite volver a


llamarte?

{Antia}

933
Seria lo mejor para los dos que me
dejases de poner cosas en el
camino, puesto que no hacemos más
que provocarnos situaciones
dañinas.

{Ismael}

¿Esto no tiene vuelta atrás?

{Antia}

Prefiero que no sigas insistiendo

934
en algo que no tiene remedio, a la
hora de que se extinga la llama de
nuestra amistad.

{Ismael}

Vale ya he cogido la indirecta,


que tengas mucha suerte en tu
aventura de conquistar de nuevo el
corazón de Diego.

{Antia}

Gracias el mismo te deseo, como


último favor te pido que al
terminar esta conversación borres

935
mi número de teléfono, por si te
entra la tentación de molestarme.

{Ismael}

No te preocupes que cumpliré


estrictamente tus ordenes, a parte
tienes razón con seguir buscando
argumentos no cambiare tu forma de
pensar.

Reacciono Ismael de forma


automática colgando el
teléfono con bastante energía
en su acción, se daba cuenta
que había perdido una de las
más importantes batallas de
su vida, ahora le quedaba de
momento asumir su dolorosa
936
derrota. Puesto que divisaba
un horizonte con tintes
medianamente gélidos en su
confección inicial.

Dejando ente ver una alargada


senda de pesimismo en el
trasfondo de la situación.
Notaba como Antia se dedicó a
jugar con sus sentimientos de
una forma poca elegante a
simple vista de los
acontecimientos. Llegando a
utilizar como método la
tortura psicológica en el
amplio sentido de la palabra,
dando una imagen de
perversión continuada dentro
de su espiral para
ahuyentarlo de su lado. Sin
embargo, no le guardaría
ningún tipo de rencor por sus
fechorías físicas, ni tampoco

937
por sus desplantes en
público.

Ella disfrutaba de un
desahogo interior a la vez
que relajante, en cierto modo
gracias al soltar su ira
reprimida en contra de Ismael
que fue la víctima
propiciatoria que precisaba
en ese instante. Por su
cabeza no se manejaba la
remota posibilidad de ver que
los remordimientos fluyeran
por su mente. Había centrado
su empeño en poder tener la
oportunidad de estar de nuevo
en los brazos de Diego,
recuperando el tiempo que
mantenían separados como
pareja sentimental.

Lo que haría que se

938
replantease el concebir con
él otro hijo, como medida
paliativa de la pérdida de un
en el pasado. Aunque era
conocedora de la atracción
física que este sentía hacia
Yolanda. Convirtiéndose en
una amenaza constante en su
intento por aplicar su
estrategia de reconquista del
que consideraba el padre
ideal de sus retoños. Quizás
esa obsesión bloqueaba sus
verdaderos planes de
actuación, tenía muy claro
que no se dejaría arrebatar
tan fácilmente la presa que
selecciono a conciencia de
una larga lista de
candidatos.

Por lo menos obtuvo su


momento de gloria al crearle

939
la incertidumbre de saber si
era una broma o en serio que
en el pasado, pudo haber
visto cumplido el sueño de
ser padre. Disponía de un
arma con la que proseguir
minando su capacidad de
aguante personal, dando una
vuelta de tuerca a sus
aspiraciones afectivas más
inmediatas, aunque emergía
una imperiosa necesidad de
controlar cada movimiento,
puesto que mantendría ocultas
sus verdaderas pretensiones
con respecto al resto del
mundo. Cuidando con esmero
cada detalle que fuese
imprescindible aplicar en su
estrategia. Sin embargo,
tomaba cierta cautela como
medida disuasoria ante
episodios de triunfalismos

940
desproporcionados, a la vez
que subidas de adrenalina
injustificadas bajo su
inspección personal.

Solo le quedaba fijar unos


cuantos detalles en el
contexto que meditaba
utilizar para llamar la
atención de Diego, de momento
hizo que pensase en la
posibilidad de que lo suyo
fuese una reconciliación en
toda regla. Pero no contaba
con que algo se estaba
gestando a una distancia
prudencial a donde ella se
hallaba especulando sobre
como trazar las líneas
generales de su futuro. Le
daba la sensación de que
parte de la información se
escapaba a su control, ya que

941
mostraba un cuadro de
incomodidad con algunas de
las hipótesis que le indicaba
su cerebro, no permitiéndole
deshacerse de la mayoría de
sus fantasmas a la par que
sus erróneas teorías acerca
de acelerar los plazos de sus
puestas en escena.

Diego continuaba haciéndose


mil preguntas en el contexto
de no hacer nada que pudiera
poner en peligro el botín,
logrado hasta ese preciso
instante todo se ceñía a su
entereza al afrontar el nuevo
escenario que se le planteaba
ante sus ojos. Teniendo en
cuenta que la prueba con
mayor complicación, se iría
gestando con el desarrollo
del tiempo que tendrían que

942
compartir mediante la
consecución de sus objetivos
dentro de la investigación.
Si era capaz de coordinar
ambas cosas sin que ninguna
atravesara la delgada línea
que separaba la otra. Su
aguante psicológico sería
crucial a la hora de soportar
las debilidades que le
propondría la carne,
poniéndole delante la
tentación vestida en el traje
del deseo.

Respiro profundamente al
mismo tiempo que intentaba
desviar su mirada hacia un
punto muerto en el fondo del
ascensor, la distracción
servía de poco aliciente en
su mente centrada en imaginar
la figura de Yolanda entre

943
sus fornidos brazos. El
subconsciente consiguió
sumergirlo en un sueño
bastante peligroso para sus
intereses, nada podría evitar
que el destino se cebase con
sus ilusiones más íntimas.
Notaba como se iba aislando
del mundo real con bastante
ligereza, intentando mantener
la estabilidad emocional
intacta. Luchaba con dureza
con su personalidad interior
con todas las fuerzas que
poseía para tal acción,
aunque no perdía la esperanza
de consolidar sus
expectativas de futuro.

De repente el elevador se
detuvo en la tercera planta
como lo tenían programado
desde un principio.

944
Pillándolos de sorpresa en
ese preciso instante, puesto
que nada parecía funcionar
entre los dos. Se limitaban a
que el silencio fuese el
mejor aliado en el ambiente
tenso que se había creado
desde hacía unos minutos
atrás. La precipitación le
condujo a no comprender en
cierto modo la actitud que
ella le dispensaba, creando
un vacío sin ningún motivo
aparente después de haber
aclarado el malentendido.
Tomando como referencia el
semblante que mostraba de
cara a un sobre actuada
normalidad.

Aquella profunda
incertidumbre marcaba una
división de los intereses en

945
un frente en común, aunque
iba minando la moral de ambos
con el paso de los minutos
por encima de sus cabezas.
Meditaban si rompían la
guerra gestual que se auto
impuso en medio de su
contienda particular,
cediendo por lo menos un poco
en la presión reinante,
haciendo prácticamente nula
la convivencia de su
confianza.

Fue Diego el que decidió


cederle el lugar para que
Yolanda abandonase primero el
ascensor. No preciso más que
girar levemente su mirada.
Ella asintió respondiendo con
un guiño de su ojo derecho
como muestra de complicidad
entre comillas, tampoco le

946
darían excesiva importancia
al hecho de mantener una
ligera conexión por sobre
llevar mejor la situación, en
la que se embarcaron en la
búsqueda de poder
desenmascarar al asesino de
Natalia. Parecía que se
distanciaban como si se
considerasen unos completos
desconocidos, su
comportamiento se colocó en
un peligroso juego de
intercambio de golpes
directamente a la
sensibilidad del que se
consideraba el adversario que
contemplaban frente a sus
respectivos rostros.

Se frenaron de golpe para


examinar hacia donde deberían
dirigirse en su afán por

947
encontrar lo antes posible la
escena del crimen, la
ansiedad le marcaba el ritmo
de sus movimientos. Evitaban
por todos los medios entrar
en un dialogo directo, siendo
ahora mismo imprescindible
como parte de una
planificación, aunque la
rigidez que se había
instaurado en según qué
secuencia rozaba el maltrato
psicológico. No les quedaba
otro remedio que rebajar la
intensidad de sus posiciones,
puesto que lo único que
obtenían era un visible
desgaste emocional. Enseguida
fueron premiados por la
suerte del destino al
ponerles en su camino la
figura de Fátima de la Cierva
Arquito.

948
Era una mujer muy curtida a
la hora de tratar delicados
temas dentro de la escalada
de violencia de baja
intensidad reinante en el
ámbito social, además era la
única que vio con vida a
Natalia entrando en le
habitación la tarde anterior.
Por capricho del destino se
convirtió en la principal
testigo dentro de la
investigación.

Mostraba en su semblante una


sensatez digna de su edad ,
rondaba muy larga la
cuarentena con una admirable
energía a simple vista ,
disfrutaba de una larga
melena de color cereza , ojos
de tonalidad miel tostada ,

949
sus manos estaban
visiblemente labradas por el
trato que les dispensaba a
diario dentro de su jornada
laboral , el físico
presentaba una extrema
delgadez propiciada por el
exceso de estrés de trabajo
que acumulaba , medía sobre
un metro y sesenta y cinco
centímetros de estatura real
, vestía el pertinente
uniforme de personal del
hotel , que se componía de
una falda de largo por encima
de la rodilla en vivos en
azul oscuro , conjuntada con
una camisa blanca con
ribeteados en el mismo
color , calzaba un treinta y
ocho de zapato más bien plano
por las características de su
tarea diaria , no se le

950
conocía más que un flirteo
con Luís en el pasado , lo
que le hizo temer por la
continuidad en su empleo de
asistenta de limpieza .
Meditaba la forma de comenzar
un diálogo abierto con ellos,
siendo ahora mismo un mal
momento para enfrascarse en
un estéril intercambio de
opiniones con algún grado
extra de tensión incorporada
a tal efecto.

Tomo la determinación de
romper el silencio con
bastante energía, a la vez
que vislumbraba que la charla
se haría especialmente pesada
de soportar con la entereza
necesaria. Daría rienda
suelta a su extrema
curiosidad a tener del grado

951
de intensidad que pudieran
imprimir a sus preguntas,
acerca de darle un poco de
tranquilidad a la
incertidumbre que nuevamente
mostraba su carta de
presentación.

{Fátima}

Buenos días, ¿Puedo ayudarles en


algo?

{Diego}

Buenos días, si quisiéramos que


nos indicase hacia donde debemos

952
dirigirnos para llegar a la
habitación en la cual encontraron
a la víctima.

{Fátima}

No está complicado de localizar,


solo deben seguir el pasillo hasta
la salida de emergencia y de allí
tienen una distancia de unos
veinte metros.

{Yolanda}

¿Usted no podría acompañarnos


hasta la puerta?

953
{Fátima}

Siento tener que decirles que no


puedo descuidar mis obligaciones
laborales, aunque tienen la suerte
de su parte justo en este
instante, ya que debo desplazarme
a esa zona de la planta.

{Diego}

¿No se meterá en un lío por


ayudarnos durante su jornada de
trabajo?

{Fátima}
954
Lo cierto es que ustedes van en la
misma dirección que yo, así que
será mejor que se den un poco de
prisa en seguir mi estela por el
pasillo.

{Yolanda}

Bueno haremos como nos lo acaba de


señalar de viva voz, pero tampoco
queremos resultar una carga para
usted.

{Fátima}

955
Tranquila, no serán los primeros
ni los últimos que vienen
preguntando por algún extraño
suceso dentro del hotel.

{Diego}

¿Hubo más homicidios sin que hay


trascendido en la prensa diaria?

{Fátima}

Algunos se han tapado de forma que


nadie supiera ni lo más mínimo de
su existencia, además en otros se
ha llegado a intentar comprar el
silencio de los trabajadores del
hotel.

956
{Yolanda}

¿Podría darnos pruebas de lo que


está diciendo?

{Fátima}

La gente prefiere mantenerse al


margen por si acaso eso le conduce
a un inminente despido laboral,
puesto que últimamente hay muchos
asuntos que se deben ocultar por
las personas que están implicadas
en ellos.

{Diego}
957
¿Algún político influyente?

{Fátima}

Me está pidiendo demasiada


información aquí entran y salen
personalidades de toda condición
social, tampoco sabría decirle
quienes tienen poder o son simples
empleados.

Comenzaron a caminar a paso


lento en la dirección que
ella misma le iba marcando
con su figura, por lo menos
conocían una parte
958
fundamental para su
investigación. Tomaba fuerza
la teoría de que la muerte no
había resultado ser una
causalidad, aunque ahora
mismo no contaban con más
datos que los revelados por
Fátima.

Sin embargo, en esta ocasión


su forma de relatar los
hechos les inspiraba mayor
veracidad. Además, percibían
una sensación de sinceridad
en sus palabras, ya que se
divisaba una campaña de
silencio absoluto. Divisaban
que alguien ejercía el poder
de manejar a la plantilla a
su antojo personal, vigilando
cada maniobra que pusieran en
práctica en la consecución de
mantener un código de

959
lealtad. En el que no
tuviesen cabida las fisuras o
alternativas distintas a la
actuales.

El ritmo de la respiración de
cada uno era el único ruido
que se escuchaba durante la
marcha. Nadie pretendía alzar
la voz más de lo
estrictamente necesario. Se
limitaban a ojear lo que les
deparaba su circunstancial
horizonte, aunque tanto Diego
como Yolanda evitaban hablar
abiertamente de lo que en
realidad les preocupaba.
Usaban la táctica del
aislamiento como opción
recurrente ante la proximidad
de sus manos en el trayecto.
Luchaban encarnizadamente por
no exteriorizar sus

960
emociones, pero era inútil
engañar a sus corazones. Les
resultaba complicado el
disimular el afecto que se
procesaban el uno al otro,
dando la impresión de que la
apariencia no mostraba del
todo la sinceridad esperada.

Ernesto que se hallaba en la


calle portando aquella
documentación confidencial
que le había entregado
Andrés. Reflexionaba el mejor
lugar donde poner a buen
recaudo el expediente sobre
la vida de Natalia Loureiro
Iglesias. Sopesaba la
oportunidad de utilizar un
código postal en el cual
almacenar el sobre con las
pruebas, así solo accedería
él en caso que necesitase

961
consultar algún dato en
especial. Pero antes de
llegar a la altura de su
vehículo se tropezó en medio
del camino con Lucas, que por
caprichos del destino venia
en su búsqueda. Con la firme
convicción de que
proporcionase pistas sobre
las actividades de Luís.

Eso trastocaría un poco sus


planes de cumplir con el
horario que le comunico a
Roberto vía telefónica, no
podía ser descortés con él
por muy apurado de tiempo que
fuese, dado que en múltiples
casos le sirvió en la
recopilación de pruebas
concluyentes a la vez de
importantes en la resolución
de algunos contenciosos

962
judiciales.

{Lucas}

Buenos días Ernesto, ¿Te cojo en


un mal momento?

{Ernesto}

Buenos días Lucas es que tengo


bastante prisa para llegar a una
comida de negocios, en la cual
debo ver a un cliente con bastante
poder dentro de la administración
pública.

963
{Lucas}

No te robare más de un par de


minutos de tu valioso tiempo, es
una simple consulta sobre alguien
que está intentando jugársela a tu
primo Ignacio.

{Ernesto}

¿Tienes algún indicio real sobre


lo que me acabas de comentar?

{Lucas}

964
Si ha estado pasando información a
una organización de poca monta que
actuó al otro lado de la ciudad, a
parte mis soplones de la zona sur
lo han visto negociando con
material sobre la vida de Ignacio.

{Ernesto}

Ahí sí que me parece que se ha


buscado un mal enemigo en la
persona de mi primo Ignacio,
seguro que no se ha dado cuenta en
el problema que se acaba de meter
el sólito.

{Lucas}

965
¿Entonces me vas a prestar ayuda?

{Ernesto}

No están sencillo como piensas en


un principio, tendré que comprobar
cuál es la organización que le
está brindando su protección en
las calles.

{Lucas}

Bueno por esa zona operan algunas


que se dedican a la falsificación
de cedulas de identidad, con las
que luego intercambios en el
mercado negro.

966
{Ernesto}

¿Tienes contactos allí?

{Lucas}

No se les puede llamar contactos


con ligereza, son más bien gente
que he conocido a lo largo de mi
vida en la calle y con muchos de
ellos he ido aprendiendo las
reglas del juego.

{Ernesto}

967
Perdona si te he molestado con mi
pregunta, no quería provocarte un
estado de culpabilidad.

{Lucas}

No ha pasado nada grave digno de


perdonar, solo ha sido un
intercambio de opiniones entre
conocidos por casualidades de la
vida.

{Ernesto}

¿Has hablado con Ignacio acerca de

968
tus sospechas?

{Lucas}

Si he estado hablando precisamente


con él sobre este tema en
cuestión, no ha querido escuchar
al completo mis explicaciones.

{Ernesto}

Pues sí que está complicado el


sacarle de su equivocación en
apoyar ciegamente la forma de
actuar por parte de Luís.

969
{Lucas}

Se ha posicionado
incondicionalmente de su parte, no
entrando a razones de que le pueda
estar mintiendo por sistema.

{Ernesto}

¿Lo has hablado con alguien más?

{Lucas}

No, de momento solo he pensado en


comentarlo directamente contigo,
no quería que alguien menos
970
cualificado pudiera malinterpretar
mis palabras.

{Ernesto}

Me siento profundamente halagado


con esa deferencia que acabas de
tener conmigo, aunque lo cierto es
que no entiendo la postura de mi
primo Ignacio.

Precisamente en ese instante


Ignacio se hallaba en
solitario reorganizando sus
ideas con mucho cuidado, ya
que le seguían retumbando en
los oídos las palabras de
Lucas advirtiéndole, del
doble juego al que se estaba
prestando Luís con el único

971
objetivo de poder
desestabilizar la puesta en
marcha de sus próximos
proyectos. También se hacía
hueco con insistencia el
hecho de que en un par de
días volvería a compartir
mantel con Yolanda. Entonces
no pudo evitar que su
percepción se pusiera a
funcionar a pleno
rendimiento, a la hora de
ponerse de nuevo en contacto
con Silvia lo más pronto que
estuviera en su mano. Puesto
que le urgía saber si podrían
adelantar la cita de su
almuerzo.

Parecía como si su conexión


fuese por vía telepática en
vez de tener que descolgar el
teléfono. Teniendo en cuenta

972
que comenzó a sonar
insistentemente su
dispositivo móvil, lo que en
un primer instante le condujo
a una cierta desorientación
personal, aunque logro
mantener el tipo ante ese
circunstancial sobresalto.
Sin embargo, aprovecharía la
charla para comprobar que
sería lo más conveniente como
estrategia para acercarse un
poco más a Yolanda, la
ansiedad no le permitía
salirse del guion establecido
para enfrentarse a cualquier
tipo de eventualidad que
surgiera de forma espontánea.

Procedió a pulsar el botón de


las manos libres con el que
atender con mayor comodidad a
la llamada de su fiel

973
cómplice, en multitud de
asuntos sentimentales, en
buena parte de ellos por su
relación afectiva con su ex
pareja y en otras por
diferentes motivos tanto
personales como
profesionales. No se avistaba
ninguna fisura que se debiera
señalar en la química
mostrada de su entendimiento
diario, quizás eso provocaba
cierto recelo entre quienes
les rodeaban con frecuencia
por sus actividades
laborales. Promoviendo toda
clase de rumores a la vez que
alimentaban especulaciones
sin fundamento de un más que
inminente romance de ambos.
Nada más lejos de la realidad
cotidiana podría albergar una
unión tan poco funcional.

974
{Ignacio}

Si dime Silvia, ¿Ya has terminado


la reunión tan importante que me
comentaste esta mañana?

{Silvia}

Hola Ignacio, si acabo de salir


ahora mismo de la sala de
conferencias del despacho de
abogados.

{Ignacio}

975
Veo que has tenido bastantes temas
de debatir durante toda la mañana,
es más ya contaba que te pusieras
en contacto conmigo.

{Silvia}

He sacado un par de minutos antes


de ir a comer, además quería saber
algo que llevo toda la mañana como
oferta para el viernes a mediodía.

{Ignacio}

¿De qué se trata esa propuesta?

976
{Silvia}

Si te apetecería quedar el viernes


sobre la una y media del mediodía
en el Luxury, no es necesario que
vengas acompañado de nadie en
especial.

{Ignacio}

Bueno es que yo había quedado ese


mismo viernes con mi primo
Ernesto, pero no creo que pase
nada porque nos citemos los tres.

977
{Silvia}

¿No podrías quedar con él otro


día?

{Ignacio}

Veré lo que puedo hacer para


cambiar esa cita de negocios,
tampoco me parece correcto dejarlo
plantado como si fuese un
desconocido.

{Silvia}

Conociéndole no creo que, le


978
importe que os veais, en otra
ocasión más propicia, lo único que
se nos una, a la hora del café,
para que habléis de vuestras
cosas.

{Ignacio}

¿Estás segura de que no has


invitado a nadie más?

{Silvia}

Por quien me tomas, ni que hubiera


planeado alguna encerrona en tu
contra, sabiendo la confianza que
nos une desde hace unos cuantos
años atrás.

979
{Ignacio}

Es que tu insistencia a que vaya


solo a toda costa, me ha hecho
pensar que no estás siendo
completamente sincera conmigo.

{Silvia}

¿Acaso dudas de mi palabra?

{Ignacio}

980
Hay una especie de extraña
sensación en tu exposición de esa
invitación, no termino de ver
claro el trasfondo de que tengas
una urgencia tan grande para que
acuda a esa cita.

{Silvia}

Lo cierto es que llevo tiempo


queriendo compartir mesa y mantel
contigo como cuando empezaste a
salir con mi prima Yolanda.

Simultáneamente Yolanda ,
Diego y Fátima se hallaban
justo delante de la puerta de
la habitación trescientos
cincuenta y seis o que es lo
mismo la escena del crimen
981
.Había llegado el momento de
mantenerse con la sensatez
por encima de cualquier
pensamiento que enturbiase su
concentración , pudiendo
poner en peligro la misión
que pretendían efectuar con
la máxima discreción que
estuviese a su alcance .Los
nervios daban una primera
batida en el espíritu de cada
uno de ellos a la vez que
revolvía sus conciencias , de
tal modo que resultaba
complicado mantener viva
aquella tensión que reinaba a
su alrededor . Ninguno se
atrevía a romper con el tedio
que se divisaba con fuerza en
el ambiente que se crearon
con anterioridad.

Fue entonces Fátima la que

982
por motivos laborales acelero
la puesta en marcha del trío
en cuestión, eso provoco que
se disgregase el grupo como
tal. Les hizo una señal
gestual para que entendieran
que a parir de ese momento de
desligaba de continuar
sirviéndoles de guía por
todas las instalaciones de la
planta del residencial
hostelero, puesto que detrás
de aquella puerta les
esperaba lo más difícil de
superar. Además, no se
encontraban con el aguante
necesario como para soportar
la cascada de emociones, que
seguramente se dispararían
sin control.

Quizás ese era el reto de


mayor dificultad que se le

983
había presentado en los años
que llevaban ejerciendo el
periodismo de investigación,
lo que si le llamaba la
atención es que la víctima no
les hubiera comentado nada de
su vida privada. Se les
presentaba con la imagen de
una autentica desconocida de
cara a poder establecer un
vínculo de complicidad con
ella.

Alargo Diego su mano derecha


para contactar de manera
impulsiva con la manilla de
la puerta. Mientras en su
cabeza navegaba el
desconcierto de no estar
centrado en lo que presumía
que le podría venir encima,
aunque tampoco bajaría la
guardia en el sentido de

984
continuar dibujando un
semblante de mínima
tranquilidad. La
incertidumbre daba de nuevo
alas a que las cosas se
tiñeran de una leve
confusión, siendo ahora mismo
clave el mantener la calma
ante el desarrollo de los
acontecimientos.

Temía que los sentimientos le


jugasen una mala pasada a lo
largo de la jornada. Notaba
como un leve temblor se
apoderaba de sus muñecas
atenazando sus músculos
impidiendo llevar a cabo su
labor con absoluta
normalidad. Levanto su mirada
con la intención de buscar la
ayuda imperiosa de Yolanda,
que se hallaba expectante

985
ante sus movimientos en el
entorno de la entrada de la
habitación.

Enseguida aprecio como la


llave empezaba a girar con
algo más de soltura, después
de imprimirle un poco más de
energía a la tarea que estaba
desempeñando con una pizca de
suerte añadida al esfuerzo
que dispensaba en su acción.
Por fin logro su objetivo de
darle un empujón definitivo
para abrirla de par en par.
Había llegado la hora de ver
que objetos continuaban en el
interior, una vez la policía
científica hizo un examen
exhaustivo de la escena del
crimen. Cedió el paso a
Yolanda para que tuviese el
honor de ser la primera que

986
entrase con mucha calma en
aquella morada. Respiro
profundamente antes de
proseguir su travesía en el
interior de la misma.

Mientras Diego que se quedó


parado un par de pasos más
atrás que ella. Comenzó a
ojear por encima cualquier
objeto que le pudiera
resultar un poco
contradictorio, muy
lentamente iba analizando la
cantidad de elementos que
encontraba en su singladura.
Pero una jeringuilla obro
el milagro de romper todas
sus expectativas contra el
aburrimiento, hasta donde él
conocía los hábitos de
Natalia no le cuadraba que
sufriera ningún tipo de

987
diabetes crónica. Ahí
precisamente localizo la
clave para sustentar su
hipótesis en la suplantación
de personalidad, ahora lo
complicado radicaba en
poderlo demostrar con pruebas
contundentes. Por lo menos
contaba con la satisfacción
de saber que su teoría no era
del todo errónea. Lo que no
acababa de comprender era el
parentesco que le unía a la
fallecida

Vio como enseguida se le


acercaba con rapidez la
figura de Yolanda, con la
pretensión de que dialogar
sobre el hallazgo de la
jeringuilla. Intentando
secundar su primera impresión
en la toma de contacto con el

988
terreno que les había tocado
inspeccionar. Buscando
recabar las mayores
cantidades de huellas que les
diesen la oportunidad de
abrir nuevas vías de
actuación. Ambos
permanecieron observando el
entorno con la idea de
encontrar el frasco de la
dosis de insulina, otro
detalle fue comprobar que
yacía sobe la cama una
manzana de la misma clase que
la que portaba en su bolso de
mano.

Fue entonces cuando se


apresuró a sacar unos guantes
de látex que llevaba
guardados en un
compartimiento del mismo,
donde también se ubicaba

989
la otra pieza de fruta. En
cuanto abrió la cremallera
para introducir su mano
derecha rozando levemente el
objeto en sí. Provocándole un
mareo de bastante intensidad
en relación a su estado
emocional transitorio,
entrando en una espiral
acompañada de un
desequilibrio en los pilares
que sustentaban su
pensamiento.

Sentía una fuerte opresión


pectoral con la que se le
hacía complicado poder
respirar con normalidad,
además el ahogo le
desembocaba en una inminente
bajada en sus defensas
físicas y psíquicas actuales
en el entorno menos propicio

990
para ella, aunque no se
rendiría ante las
adversidades que se le
presentasen en esta travesía
que le había tocado vivir en
primera persona.

No tardo en sentir a su lado


el aliento de Diego que en
seguida se colocó a la par de
su figura, con la única
intención de preservar su
integridad física. Sin
embargo, no le permitiría
acercarse más de lo que
hiciese necesario, ejercía
una especie de muro de
contención por alguna caída
inesperada de ella, la imagen
que proyectaba a los demás no
dejaba muchas esperanzas de
que tarde o temprano pudiera
suceder ese percance.

991
Comprobó que su salud daba
nuevamente signos de visible
debilidad, pero tampoco
sabían a qué se debía dicha
bajada de energía. Él llevado
por las circunstancias tomo
la determinación de romper la
hostilidad reinante entre
ambos.

{Diego}

¿Puedo saber que te ocurre?

{Yolanda}

Nada, ha sido un simple mareo por


992
el exceso de calor que se respira
en el ambiente, no creo que haya
que darle mayor importancia.

{Diego}

Es que de repente se te ha puesto


la piel de un color de extrema
palidez, que es lo que ha llamado
mi atención por una bajada de
tensión.

{Yolanda}

Por favor no hagas juicios sin


tener pruebas concretas de lo que
estas intentando que secunden tus
palabras.

993
{Diego}

¿Por qué tengo la sensación de que


me ocultas algo importante?

{Yolanda}

Me parece que estas sacando las


cosas de quicio y todo ello sujeto
a una mera especulación sin
fundamentar con pruebas reales.

{Diego}

994
No sé exactamente por qué te
diriges a mí con desprecio, pensé
que existía una complicidad entre
nosotros desde el día que nos
conocimos.

Paralelamente Ernesto
comenzaba a ver una
estrategia con la que poder
ayudar indirectamente a su
primo Ignacio en la tarea, de
colocar una trampa en el
camino de Luís. Todo
dependería de su capacidad de
organizar hasta el último
detalle, aunque evitaría que
un exceso de precipitación le
condujese a un callejón sin
salida. Veía la imperiosa
necesidad de estabilizar sus
siguientes pasos a poner en
liza.
995
Pretendiendo que las cosas no
cambiasen demasiado a la hora
de sacar el mayor
rendimiento, haría un examen
mental en la búsqueda de
aquellos colaboradores con
las mejores actitudes al
desempeñar esta labor. Los
costes no se saldrían por
encima de lo que tenía
expresamente estipulo para
conseguir sus fines.

Contemplaba la opción de
utilizar su expediente
delictivo como inicio de su
recopilación de datos
personales. Con la pretensión
de comprobar si había algún
hecho que sobre saliera,
dándole un punto de partida
al seguir una dirección que

996
fuese conveniente en su
investigación. Mantendría a
Lucas aislado de cualquier
asunto relacionado con su
nuevo plan de actuación, así
eliminaría muchos quebraderos
de cabeza propiciados por un
desequilibrio al comunicarse
la información en lo
concerniente a este tema en
cuestión.

Prefirió continuar con la


misma disposición ante Lucas,
no entrando en la profundidad
de la conversación que este
le exponía como argumento de
la misma. Su astucia seria
clave al ocultar sus
verdaderas intenciones de
cara al futuro más inmediato,
ahí sacaría a relucir su
habilidad innata para

997
conservar el buen
funcionamiento de su
estrategia. Jugaría un gran
papel el sentido de limitarse
a esperar hasta donde
llegaría la ignorancia de
quien divisaba frente a su
figura.

{Lucas}

¿Entonces custodiaras el material


en algún lugar seguro?

{Ernesto}

998
Si, de momento entrégame el
portafolio que del resto ya me
encargo de colocarlo a buen
recaudo, puesto que no quisiera
darle un exceso de publicidad.

{Lucas}

Vayamos caminando despacio hacia


mi coche, que es en realidad donde
lo he dejado por mayor seguridad
de la mercancía, evitando que se
produjera, un extravío de la
misma.

{Ernesto}

¿Esta aparcado muy lejos?

999
{Lucas}

No, en el miso lateral de este


edificio a la mano derecha de la
calle principal, justo un poco más
adelante de la esquina de la
salida de vehículos oficiales.

{Ernesto}

Vale, pero saldemos separados del


edificio por si alguien te ha
seguido aquí, no quisiera que nos
viesen juntos en plena calle.

1000
{Lucas}

¿Crees que te he podido tender una


trampa?

{Ernesto}

Debes comprender que no puedo


verme involucrado en un escándalo
de corrupción o por ocultar datos
relativos a una investigación en
curso, podrían inhabilitarme a la
vez de pedir mi baja en la
jurisprudencia.

{Lucas}

1001
No hace falta que me des más
explicaciones en relación con este
asunto, saldré primero para no
levantar las sospechas de nadie en
concreto.

Se dio Lucas media vuelta


hasta colocarse en la
dirección que se hallaba la
puerta de salida de los
juzgados. Ni si quiera se
permitió el lujo de hacer ni
un solo gesto hacia Ernesto,
se había amoldado
perfectamente al plan que
trazaron con anterioridad. Lo
que conllevaba a que sobre
actuasen durante el rato que
deambulasen por las
instalaciones jurídicas. El
riesgo a cometer un simple
error planeaba sobre sus
mentes, contribuyendo a
1002
contar con un aliciente extra
para permanecer si cabe
todavía más atento de lo
normal. Cualquiera podría
vincularlos con una evasión
de secretos oficiales, entro
de la calificación de
archivos confidenciales.

Además, Ernesto estuvo


imputado durante un proceso
judicial de información,
relativa a una causa de
tientes muy similares a los
que tendría bajo su poder.
Intentaría no utilizar las
mismas tácticas que le
llevaron a tener que declarar
ante el alto tribunal, por
sospecha de manipulación y
extorsión para quedar libre
de toda culpa, no viéndose
implicado en un caso en el

1003
cual si se benefició de buena
parte de las pruebas.

Al final el veredicto fallo


en su favor no dejando ni una
sola mancha en su expediente.
Entonces cambiaría la forma
de enfocar con mucha cautela
lo que ahora tenía entre
manos. Sabía que un exceso de
confianza a la hora de
comentar su idea, quizás
harían peligrar en parte la
evolución de los
acontecimientos. Teniendo en
cuenta que estaría sujeto a
su margen de maniobra, sin
poder contar en un principio
con la directa colaboración
de nadie en concreto.

Por otro lado, Ignacio se


hallaba frente a un dilema

1004
que se le planteaba con la
forma de entender aquella
medio sentencia, puesto en
juego por Silvia como
argumentación para que
asistiera, al almuerzo que
tenía casi cerrado con
Yolanda para la hora del
mediodía del viernes. Él
continuaba viéndole ciertas
lagunas en lo que, a la
claridad de sus palabras, no
quería verse envuelto en una
encerrona o cita a ciegas con
alguien que no fuese de su
agrado personal. Tampoco
esperaba entrar una fase de
total descortesía hacia ella,
pero veía que las cosas no
eran tan sencillas como
pretendía pintárselas como
parecía verse en el conjunto
de la situación que el expuso

1005
desde un primer momento.

{Ignacio}

¿Pero no me dijiste a primera hora


de la mañana que tenías una agenda
muy ocupada?

{Silvia}

Si, bueno, pero para ese día, creo


que podré, hacer un poco más, de
esfuerzo para llegar y no tener
que posponer esa comida contigo.

1006
{Ignacio}

Eso será cuestión de cómo te


organices el tiempo durante el
resto de la semana, me la da
impresión que doblarías turno con
tal de eliminar todos los
compromisos de la tarde del
viernes.

{Silvia}

¿Acaso piensas que no estaré libre


para esa fecha?

{Ignacio}

1007
No tengo por qué poner en duda tu
palabra, sin embargo, lo que si
tengo muy claro es que no tendrás
más que el tiempo justo para
descansar.

{Silvia}

Por ese lado debo darte


inevitablemente la razón en tu
opinión sobre mi línea de trabajo
en los próximos días, ya que debo
adelantar, un buen número de
expedientes, que han ido quedando
atrasados encima de la mesa de mi
despacho.

{Ignacio}

1008
¿No me vas a desvelar la sorpresa?

{Silvia}

No sé exactamente a lo que te
refieres con el sobrenombre de
sorpresa, que yo tenga noticias
solo almorzaremos nosotros dos.

{Ignacio}

Perdona, es que me dio la


impresión de que se nos uniría
alguien más para esa cita, fue una
equivocada intuición la que me

1009
llevo a que se alimentase esa
remota posibilidad.

{Silvia}

Nada tranquilo, ¿Tú quisieras que


viniese alguien más a esa comida?

Un inesperado hallazgo hizo


que Diego perdiese la
perspectiva real de la que
disfrutaba en aquel preciso
instante, puesto que no
contaba con encontrar un
pendiente sobre el edredón de
la cama. Comprobó que le
faltaba la tuerca de sujeción
a la oreja, además de ver
unas pequeñas manchas de

1010
sangre reseca. Eso a un
llamaba todavía más su
atención, ya que potenciaba
su teoría a todas luces de un
inminente asesinato. Dudaba
sin hacer en alto el
comentario acerca de aquello
que divisaba ante sus ojos.
Quizás por ahí tuviera una
mínima ventaja de actuación.
Se le pasaban por la mente
miles de opciones a poder
poner la práctica, dado que
no quería depender del
criterio de nadie en
especial.

Saco de su bolsillo un
paquete que contenía un par
de guantes de látex de una
talla bastante cumplida,
viendo que su mano era
también de un tamaño

1011
respetable. Una vez se sintió
bien equipado para ejercer
con maestría esa maniobra,
procedió a deslizar su mano
derecha hasta contactar con
el ansiado objeto de valor.

Por fin se le allanaba el


camino de la investigación,
aunque se le disparaban una
batería al respecto, puesto
que ahora mismo saltaba
nuevamente a la palestra el
dilema de saber si, quien
realmente era la dueña del
pendiente.

Siendo la posible
suplantación de identidad un
obstáculo a salvar con
bastante solvencia. Tendría
que llevarlo al instituto
anatómico forense, donde la

1012
comparativa de las pruebas
sanguíneas determinaría, si
pertenecían a la misma
persona o por el contrario se
hizo un intercambio de
cadáveres. Enseguida se hizo
palpable un sudor frío justo
encima de su frente, buscaba
que no se le divisase el
nerviosismo que acompañaba
aquel estado de tensión, tan
poco propicio para sus
intereses más inmediatos.

Ojeo a su alrededor no
queriendo detenerse más que
en los detalles, que le
pudieran resultar atractivos
al análisis de su perspectiva
de trabajo. Esperaba dar un
giro de ciento ochenta
grados, con el que colocarse
en una posición de sacar una

1013
mayor cantidad de
información, evitando entrar
en un desgate nocivo de sus
reservas energéticas.

Mantendría ante todo la


serenidad por el bien de su
integridad emocional,
separando sus prioridades
fundamentales del resto de
banalidades que se cruzasen
en su camino. Ese era un
aliciente extra para
conservar la templanza de la
que intentaba hacer gala,
aunque le costaba soportar el
grado de presión instalado en
el ambiente. Pero no cesaría
en su empeño de alimentar la
esperanza de dibujar una
retrospectiva diferente,
quizá por ese lado marcaría
una tendencia distinta a

1014
tenor de los acontecimientos.
Reconduciendo la línea que
había trazado en un principio
como propia.

Pero Yolanda que se


encontraba al acecho de la
jugada que le pretendía
maquillar justo delante de
sus narices. Le demostró que
no perdió su habilidad de
estar alerta hasta en los
momentos bajos y que no sería
justo que la aislase, a la
hora de valorar la
importancia de las pistas.
Además, no estaba dispuesta a
que un gélido vacío se
instalase de forma permanente
entre ambos, la inseguridad
servía para calibrar su
compromiso con la causa. No
tardo en reabrir el dialogo

1015
directamente con él, dado que
le corría prisa entablar una
fluida conversación con el
fin de conocer lo que
intentaba esconder en su
bolsillo de la chaqueta.

{Yolanda}

¿Me puedes enseñar el objeto que


guardas en tu mano derecha?

{Diego}

Si, no es más que un simple,


pedazo de un pendiente, impregnado
en sangre, un tanto reseca y que
le falta parte de sujeción, a la

1016
oreja de la víctima.

{Yolanda}

Bueno ya tenemos algo más para


poder ir reconstruyendo la escena
del crimen, a ver si tenemos
suerte de localizar algún objeto
personal de ella.

{Diego}

Mi idea era enviar el pendiente al


laboratorio forense, con la
corazonada de que con los restos
de sangre hiciesen un contraste
con el ADN de la víctima.

1017
{Yolanda}

¿Piensas que los restos de la


jeringuilla pertenecen a la misma
persona?

{Diego}

Tengo la firme convicción de que


no, pero prefiero esperar a tener
en mis manos el informe que
confirme mis sospechas.

{Yolanda}

1018
En eso debo darte sinceramente la
razón al completo, teniendo en
cuenta que has sido el único que
ha defendido esa teoría desde el
principio.

{Diego}

¿Crees que pueda no estar


equivocado en la defensa a
ultranza de mi opinión?

{Yolanda}

Es mejor que antes termines las

1019
pesquisas, centrándote en lo más
elemental, de cada detalle que
vaya saliendo a tu encuentro,
sería un error sacar un juicio sin
haber recopilado un mínimo de
información.

{Diego}

Puede resultar muy largo el


proceso de localización de pistas
o huellas que nos conduzcan, por
una línea más o menos acertada al
desplegar algún tipo de plan de
trabajo.

{Yolanda}

1020
¿Piensas que a estas alturas me
puede importar el tiempo que
debamos emplear en esta
investigación?

{Diego}

Era una simple apreciación por lo


engorroso que puede llegar a
convertirse el asunto, no tenía
intención de provocar un
encontronazo por algo de tan poca
importancia.

{Yolanda}

Tranquilo es que estamos un poco

1021
susceptibles por la cascada de
emociones incontroladas, puesto
que nos afecta el hecho de que la
fallecida sea nuestra amiga.

{Diego}

No es una excusa a la que


agarrarse en este momento tan
delicado, siendo una papeleta
complicada de asumir con la
entereza necesaria.

Notaba Ernesto que vigilaban


su movimientos desde la
lejanía , pero le resultaba
difícil de ponerle cara o
identidad al individuo en
cuestión .Tomo la alternativa
de no acelerar el ritmo de su
1022
andar diario , así podría
intentar utilizar el espejo
de alguno de los elementos
del mobiliario urbano , para
que le proyectasen una imagen
más o menos correcta del
perímetro que le rodeaba en
la actualidad .Así tendría
una panorámica de mayor
resolución de lo que
estuviera a su alcance real ,
evitando verse sorprendido
sin darse cuenta por alguien
a quien en definitiva ,
seguramente hubiera conocido
por circunstancias en el
pasado .Utilizaba las
ventanillas de los vehículos
estacionados en el lateral de
la acera , buscando cualquier
tipo de referencia que le
diese una perspectiva de la
zona .

1023
Pretendía cubrir lo más
pronto que le fuese posible
el tramo de travesía que le
conduciría al coche de Lucas.
En su cabeza solo albergaba
la opción de no tener que
hablar de nada en concreto ,
apreciaba que no sería fácil
mantener asilada la presión
ambiental .Les costaba seguir
una respiración constante a
simple vista , dado que hasta
la pulsación cardíacas subían
en intensidad con el paso de
los minutos .

Quizás no se encontraba
preparado a la hora de
afrontar dicha tarea ,
esperaba poder deshacerse de
aquel encargo que le propuso
Lucas , aunque primero debía

1024
analizar de que se trataba
dicho material clasificado y
luego una vez tuviese claro
la importancia de dicho
informe , jugaría sus cartas
de forma que no se viese
empañada su integridad
personal .Empezaba a darse
cuenta de que las
desconfianza era su compañera
, además de amiga o consejera
en los asuntos complicados de
establecer como prioridad .

Sintió de repente como se le


posaba una mano sobre su
hombro izquierdo, hizo que se
le disparasen las alarmas
ante un probable intento de
agresión en plena calle. Pero
en realidad era una
misteriosa quien se dedicó a
seguir su rastro desde la

1025
misma puerta de salida de los
juzgados. Además, una bocana
de perfume inundo su espacio
vital con la única intención
de que permaneciese inmóvil
el tiempo necesario, en el
cual comunicarle una breve
misiva con la que tendría que
con vivir desde aquel preciso
instante.

Respiro profundamente antes


de llevar a cabo una maniobra
de incalculable repercusión
en su vida cotidiana, era un
imprevisto con el que no
contaba tener que lidiar, por
el bien de sus intereses
personales. Pero el destino
continuaba apretándole sus
aspiraciones de no poder
controlar cada situación que
se le cruzaba en su camino.

1026
Lentamente fue dejando que su
cuerpo se diese media vuelta
con mucha cautela en sus
movimientos. Temía que algún
tipo de objeto punzante
pudiera hacer mella en su
figura. La incertidumbre
jugaba un papel decisivo a
tenor de los acontecimientos
que se le presentaba, puesto
que era incapaz de reconocer
a quien pertenecía la mano en
sí misma. Siendo todavía más
complicado de sacar una
similitud por tamaño o peso
de la articulación
físicamente hablando. En
medio de su operación se
quedó un poco transpuesto al
ser interrumpido, por un
penetrante chorro de voz
proveniente de su eventual

1027
compañera. Le exigía que
abandonase su peculiar
persecución hacia lo que
rodeaba su intimidad, “Le
hago saber que puede tener
problemas, si continua en su
escalada de sacar a la luz
datos de mi vida privada “.

Ni siquiera tuvo tiempo


suficiente como para
comprobar el rostro de la
mujer. Le quedo la opción de
conformarse con un leve
reflejo que le proporciono el
cristal de la ventanilla de
un vehículo estacionado,
justo en el mismo lugar del
encuentro casual con su
repentina acompañante. La
perplejidad se transformó en
una sorpresa mayúscula al ver
que era una copia exacta de

1028
la fallecida, parecía como si
hubiese recobrado sus sitios
en el mundo de los vivos. Le
resultaba increíble el asumir
una posible doble merodeando
por las calles de la misma
ciudad. Una buena cantidad de
dudas se volvían a transitar
por su cabeza, dado que ahora
experimentaría la
consiguiente pérdida
consistencia en la hipótesis
confeccionada, en base a que
solo existía una única mujer
con esa personalidad.

Barajaba la idea de ponerlo


lo antes posible en
conocimiento de Lucas, pero
se le venía al pensamiento la
duda de que creyese su
versión de los hechos. Ese
reto no le permitía una

1029
segunda oportunidad de ser
enmendado en el futuro, por
lo que debía unificar sus
esfuerzos en convencerlo
desde un principio, aunque
también podría optar por
mantener oculta aquella
información. Siendo ahora
mismo el único que sabía de
la existencia de otra
probable sospechosa de
asesinato.

Silvia no cesaba en su empeño


por evitar que Ignacio
acudiese acompañado a la
comida del viernes. Su única
obsesión pasaba por que
después de los postres se
quedase a solas con su prima
Yolanda, pero no contaba con
varios en contra para que ese
plan llegase a buen puerto.

1030
Se basaba en la buena
relación que compartía con
ambos por separado, aunque no
sería suficiente como para
mediar en fuego cruzado de
rencores de un lado y del
otro. Esperaría al término de
su conversación telefónica
con él, así sacaría las
conclusiones reales de la
situación.

{Ignacio}

Lo cierto es que me gustaría


arreglar las cosas con alguien en
concreto, aunque me parece que mi
petición llega con bastante
retraso.

1031
{Silvia}

Todo depende de a quien le pidas


que interceda por tu parte, dado
que ahora mismo alguien quizás
este moviéndose en la procura de
cumplir ese deseo.

{Ignacio}

¿Tú sabes a quien me refiero


dentro de mi petición?

{Silvia}

1032
Tal vez, fuese mi prima Yolanda,
sin embargo, no te puedo asegurar
que haya adivinado tu pensamiento.

{Ignacio}

Por lo menos he podido expresar mi


deseo de que comprobases como me
encuentro emocionalmente hablando.

{Silvia}

¿Por qué piensas que tu sueño no


se hará realidad?

1033
{Ignacio}

Es una apreciación que ha ido


tomando cada vez más fuerza con el
paso del tiempo, tampoco quisiera
que se transformase en un drama
cotidiano.

{Silvia}

Veo que confías poco en tu buena


suerte y además he comprobado que
andas bastante escaso de
autoestima a la hora de afrontar
nuevos retos.

A la par cronológicamente
1034
hablando pero a unas cuantas
manzanas de allí Diego
intentaba rebajar la
temperatura de la embestidas
verbales , de las que era
objeto por parte de Yolanda
en cada apreciación que le
sacaba a colación con
respecto a los objetos que
iba recopilando con el paso
de los minutos .Notaba que
algo no marchaba con total
normalidad las forma en el
trato se había vuelto más
fría , marcando una evidente
distancia entre los dos a la
hora de llevar la batuta de
la operación hasta sus
últimas consecuencias . No
delegaría más de lo que
considerase de menor
importancia para sus
intereses, colocando una

1035
visible barrera de contención
como medida en la protección
de ciertos aspectos de su
vida.

Había instalado un código


preventivo de no agresión
enfocado a mantener una
mínima confianza dentro de un
contexto de racionalidad,
auspiciado en todo momento
por una notable cortesía
acompañada en algunas fases
de una meridiana camaradería
ante la demanda que les
proyectaba el destino más
inmediato. Intentaba que no
le afectase el desequilibrio
que comenzaba a imperar en el
intercambio de comentarios de
poca convicción por ambas
partes, aunque cargados de
emotividad al uso con el

1036
pretexto de minar la soberbia
de quien tenía enfrente.

{Yolanda}

¿Me estas intentando sugerir algo


en especial?

{Diego}

No, al contrario, solo era una


simple señal a tener en cuenta,
tampoco buscaba hacer que
sintieras incomoda por el tono de
mis palabras.

1037
{Yolanda}

Debió de ser que mal interprete el


sentido que pretendías imprimir a
la conversación, perdona que me
haya puesto a la defensiva por
algo tan simple.

{Diego}

¿Qué día prefieres que vayamos


hasta el pueblo donde residen los
familiares de Natalia?

{Yolanda}

1038
Buena pregunta, si las cosas se
van desarrollando como he ido
confeccionando en mi cabeza, Tal
vez a finales de esta semana o
principios de la que viene.

{Diego}

Me parece una idea estupenda el


que tengas tan claro como vamos a
ir acercándonos poco a poco, a la
parte más complicada de la
investigación.

{Yolanda}

¿Estás seguro de que quieres


1039
acompañarme en ese viaje?

{Diego}

Eso ya no tendrías que ni dudarlo


un solo segundo, sabiendo la
importancia que tiene para mí el
poder esclarecer los motivos de la
muerte de Natalia.

Por otra parte, Ignacio se


veía intimidado por la
dirección que estaba llevando
su charla telefónica con
Silvia. Apreciaba un oscuro
devenir en el trasfondo de su
propuesta, detectaba una
peligrosa obsesión por que
acudiese solo al encuentro,

1040
Quizás ese era el motivo de
su falta de confianza
armonizada con la
incertidumbre que le
despertaban las mayorías de
sus decisiones. Siendo
controvertidas al entrar
directamente en el control de
la voluntad de los que le
rodeaban habitualmente, no
admitiendo una clara negativa
como respuesta al gran
abanico de sus demandas
diarias. Traspasando el
límite del terreno de lo
políticamente correcto de
cara a la sociedad dentro de
un orden general.

Evitaba por todos los medios


a su alcance que pudiera
manipularle a su antojo ,
aunque veía que la intensidad

1041
de las afirmaciones de ellas
iban con doble intención ,
implicando un desequilibrio
anímico que le permitiera
obtener sus fines de una
manera directa , sin tener
que mantener a salvo su buena
voluntad .Divisando una
cantidad añadida de
dificultades con las que no
contaba en un primer instante
.Lo que en realidad hacía
presagiar un exceso de
conformismo , unido a su
intento por desviar su
atención fuera del asunto que
pretendía proponer
abiertamente .Mostrando una
aparente entereza en el
discurrir de los
acontecimientos ,llegando en
algunas fases a provocar un
vacío más o menos visible en

1042
la conversación .

{Ignacio}

Hace tiempo que he dejado de


esperar que un poco de buena
suerte cambiase mi destino, puesto
que ahora mismo sería impensable
que sucediese ese milagro.

{Silvia}

¿Por qué te rindes tan pronto?

1043
{Ignacio}

Será que ya me he resignado a que


nada salga como tengo previsto,
además o creo que fuese a valorar
mis esfuerzos en su justa medida.

{Silvia}

Creía que estabas dispuesto a lo


que fuese necesario, con tal de
poder expresarle tus sentimientos
en persona.

{Ignacio}

1044
¿Cómo harás para que acceda a
compartir unos minutos conmigo?

{Silvia}

Tu solo ponte el mejor traje que


tengas en el armario, que del
resto se me está ocurriendo una
buenísima idea con la que no te
rechazara.

{Ignacio}

Me da un poco de miedo la
seguridad que estas intentando
1045
inculcarme, aunque no dudare de tu
capacidad a la hora de lograr
excelentes resultados.

{Silvia}

¿Acaso te parece complicado que


obtenga mis propósitos?

{Ignacio}

No me asombra nada de lo que


puedas hacer, viendo tus últimas
conquistas sentimentales, me
abstengo de dudar de los métodos
que empleas para ello.

1046
La recuperación anímica de
Ernesto se vio mezclada por
un evidente ataque de
profunda ansiedad, rozando un
evidente amago de infarto por
elevado número de pulsaciones
a las que latía su corazón.
Alargo su mano derecha hasta
contactar con el nudo del
cuello de su corbata, le
costaba aflojarlo por la
insuficiente energía que
poseía en sus brazos. Notaba
cono la escasez de aire en
sus pulmones le provocaba
todavía si cabe más interna
desazón, luchaba con tesón en
contra de los elementos que
le obstaculizaban en su
maniobra de extrema gravedad
con la firme convicción de
1047
sobrevivir a las
adversidades.

Por fin consiguió desatar


aquello que con dureza le
oprimía la garganta
impidiendo el paso de aire
por los conductos
respiratorios, dándole la
oportunidad de ir
reponiéndose poco a poco del
mal trago vivido unos minutos
atrás. Iba apreciando signos
inequívocos de que no estaba
preparado a la hora de
afrontar según qué tipo de
eventualidades. Siendo en su
estado actual un blanco
perfecto para aquellos que
aprovechasen su
vulnerabilidad física,
exponiendo sus debilidades
ante cualquier viandante que

1048
circulase por su entorno más
próximo. Dejando patente una
cantidad inusitada de sus
carencias en el ámbito de su
propia salud personal.

No cesaba de intentar centrar


su mirada en un punto que le
permitiese consolidar una
mínima seguridad de sus
movimientos. Teniendo en
cuenta la fragilidad de su
estabilidad corporal, además
hacia acto de presencia un
sudor frío que campaba a sus
anchas por su espigada
figura, dando todavía una
larga senda de signos de
falta de control. Esperaba
que con el paso de los
minutos se fuesen calmando
sus nervios, ya que observaba
impasible como le templaban

1049
tanto los brazos y las
piernas si poder hacer nada
racional por detener su
marcha. Meditaba sobre si
hacer el esfuerzo de erguirse
hasta colocarse en vertical,
pero temía el riesgo de un
mareo ocasional llevando a
caerse de bruces contra el
suelo de la calle, pudiéndose
provocar lesiones de
diferente índole en su
fisonomía.

Miro de reojo su reloj de


pulsera con la intención de
ver si este se había parado
por el golpe. Pero en
realidad ni si quiera sufrió
un mínimo rasguño en su
estructura metálica, lo que
en realidad supuso un alivio
dentro del malestar que

1050
soportaba en sus carnes. No
estando seguro de llegar a
tiempo en su cita con
Roberto, ahora mismo era
imposible que diese más de
dos pasos seguidos. Su
fortaleza personal se hallaba
muy por debajo de su estatus
habitual. La degradación
muscular era evidente al
plantearse un examen visual
de su dantesco color cutáneo
que mostraba su tez con un
tinte de color blanquecino
difuminado. Permitiendo que
se le viesen al trasluz las
venas de su mano.

Solo esperaba que algún


viandante le prestase
asistencia de socorro. La
única esperanza que albergaba
en su cabeza provenía de que

1051
Lucas llegase a tiempo para
ayudarle a reincorporarse de
nuevo, aunque tampoco
confiaba que no se fuese a
demorar al aproximarse al
lugar donde se intentaba
mantener más o menos
consciente de lo que sucedía
a su alrededor.

Observaba que su respiración


iba volviendo lentamente a la
normalidad. Siendo un signo
de una débil pero ansiada
mejoría a la que agarrarse
con las mermadas energías de
las que todavía disponía en
lo profundo de su alma
.Esperando que reaccionase a
las órdenes que recibía de
manera urgente procedentes
de su cerebro ,quizás sería
uno de los retos complicados

1052
a desarrollar en su vida .Sin
embargo no disponía de un
amplio margen de maniobra con
el que examinar su porcentaje
de éxito o derrota , su única
salida se basaba en poder a
orientarse hacia sus asuntos
prioritarios .

El destino se aliaría con su


causa al poner en su camino
la figura de Lucas, que
precisamente se dirigía a su
encuentro con un paso firme a
la vez que con un ritmo
contundente en su travesía.
Proyectaba un semblante de
mediana preocupación con
respecto en lo referente al
continuar ocultando la
existencia del portafolio,
además no desechaba la idea
de que alguien tuviese la

1053
feliz ocurrencia de
interponerse en su camino,
manejaba la posibilidad de
ver interrumpida su serenidad
con algún inesperado
sobresalto, que condicionase
en definitiva la manera de
afrontar con sobriedad la
cantidad de acontecimientos
derivados de aquello que
pretendía que viese la luz
pública. Pero enseguida el
destino le haría ver que las
cosas no eran tan sencillas
de controlar a simple vista,
rozando una más que
manifiesta irracionalidad al
buscar un sentido en cada
suceso que le tocaba por
vivir.

De repente diviso a lo lejos


que la silueta de Ernesto

1054
yacía recostada en el suelo
de la calle, lo que hizo que
se acelerase su ritmo de paso
a un grado un poco mayor del
que disfrutaba hasta aquel
instante. Dudaba de que no
hubiera sido atacado por
algún desconocido que lo
confundiese con su identidad,
eso levantaba un mar de
sospechas de que lo vigilaban
de cerca. No le quedaba otro
remedio que cubrirse la
espalda por el bien de
protegerse de una probable
agresión física, después de
ir descartando próximas
víctimas.

En cuanto estuvo a una


distancia más que prudencial
se arrodillo justo delante de
la figura de Ernesto, con la

1055
finalidad de llevar a cabo
una primera exploración. Hizo
por encima un análisis en la
búsqueda de heridas o cortes
provocados por algún objeto
punzante. Todo indicaba que
era un simple mareo
propiciado por un estado de
ansiedad transitoria, por lo
menos alumbraba la esperanza
de que fuese un bajón de
tensión. Sin embargo,
meditaba la opción de ponerse
en comunicación con el
servicio de emergencia, se
jugaría el bienestar de su
camarada por el capricho de
no modificar sus planes.
Aunque esperaría unos minutos
antes de proceder a dar la
señal de socorro. Dejaría que
fuese el propio afectado el
que le hablase sobre los

1056
síntomas que le desembocaron
en ese desvanecimiento.

{Lucas}

¡¡¡Ernesto!!! ¿Que te ha pasado


para estar tirado en medio de la
acera?

{Ernesto}

Me he mareado, al ver una imagen,


de alguien que presuntamente,
llevaba muerta desde la tarde, de
ayer y me ha influido, en una
repentina bajada de la tensión.

1057
{Lucas}

Bueno la has podido confundir con


alguien que suele vestir el mismo
estilo de ropa, creo que el
subconsciente ha querido jugarte
una mala pasada.

{Ernesto}

¿Y si te digo que era idéntica a


la chica que aparece en las
primeras planas de los diarios de
tirada local?

1058
{Lucas}

Te repito que me parece algo fuera


de lo normal, tampoco pondré en
duda tu palabra hasta que pueda
demostrar lo contrario.

{Ernesto}

Solo vi su reflejo en la
ventanilla del coche donde tengo
apoyada mi espalda, no dejo que la
visualizase más que un par de
minutos antes de volver a
desaparecer sin un rastro de su
presencia.

1059
{Lucas}

¿Pudiste escuchar su tono de voz?

{Ernesto}

Si, era un estilo bastante


peculiar no es habitual entre las
que se oyen a diario por la calle,
es como si la dedicase a la
canción melódica.

{Lucas}

Entonces no va a ser fácil


identificarla por su timbre en
1060
general, ya que seguramente
hubiese cambiado la expresión como
método para esconder la suya
propia.

{Ernesto}

¿En qué te basas para hacer esa


drástica afirmación?

{Lucas}

Hay muchas mujeres que hacen


prácticas vocales con el fin de
ocultar su manera de expresarse
ante los demás, llegan al punto de
que con la práctica es difícil
reconocer su voz real.
1061
{Ernesto}

Veo que te has especializado en


reconocer los trucos que alguna
gente es capaz de hacer con la
cuerda bucal, con la intención de
no ser descubiertas.

{Lucas}

¿Te fijaste si llevaba gafas de


sol?

{Ernesto}

1062
Si, eran de gran tamaño con el que
cubrir el frontal completo de su
mirada, así no tuve oportunidad de
examinar quien se ocultaba detrás
de las mismas.

{Lucas}

Ahora mismo lo importante es que


te recuperes cuanto antes del
susto y que intentes volver a tu
rutina habitual sin darle más
vueltas de las necesarias.

{Ernesto}

Por favor, ¿Me ayudas a ponerme de


1063
pie?

{Lucas}

Si claro no faltaba más, además en


tu estado puede resultar más
complicado colocarse en postura
vertical.

Se puso de pie justo delante


del cuerpo de Ernesto con la
intención de posar sus manos
sobre los brazos de este.
Provocando un leve balanceo
que le permitiera mediante un
arranque seco devolverlo a su
posición inicial, comprobó
que sus piernas no estaban
tan deterioradas como parecía
a simple vista. Lo que le
1064
sirvió como aliciente en la
operación que tenía entre
manos, ahora tendría la
oportunidad de examinar
realmente el estado anímico
del herido accidental, ya que
no confiaba en exceso en una
repentina recuperación de
salud. Además, notaba los
puños tanto de la chaqueta
como de la camisa humedecidos
por el sudor, que no cesaba
de manar por los poros de su
piel pegajosa por la
abundante transpiración de la
misma. Eso le hizo temer que
se hubiese producido algo más
que un simple mareo, aunque
debía mantener en todo
momento la cautela por el
bien de su firmeza emocional.

Quizás no le confesaría las

1065
verdaderas razones que
desembocaron en aquella
crisis de identidad, llegando
al punto de haber terminado
en una evidente tragedia
personal. También empezó a
tomar conciencia de que las
cosas se iban a ir
complicando gradualmente,
siendo una lucha constante
por fijar unas líneas de
protección con la
consiguiente búsqueda no
verse implicado en un círculo
vicioso. Le preocupaba el
precio que fuese a pagar como
financiación para su
tranquilidad, pero no sería
precisamente un regalo dicho
peaje a desembolsar. Su
cabeza había sido tasada en
una módica cantidad que el
bolsillo de cualquier sicario

1066
no despreciaría cobrar,
desconocía el destinatario de
la información que mantenía
depositada a unos metros de
allí en el maletero de su
coche.

Ignacio era incapaz de


soportar por más tiempo los
ataques emocionales que le
inflija Silvia por medio del
tono de sus palabras. Se veía
acorralado en una marea de
indecisiones a camino de
lograr imponer su voluntad,
temblaba con la posibilidad
de que organizase un
encuentro imprevisto con
Yolanda. Le indignaba que
alguien se tomase la libertad
de poder decidir acerca de
convocar en su nombre una
cita a ciegas, siendo ahora

1067
mismo un error mayúsculo de
incalculables proporciones a
simple vista de lo acontecido
con anterioridad entre ellos
los dos. Sabiendo que nada
cambiaría el rumbo de sus
respectivas actuales
prioridades, aunque tampoco
le vendría nada mal.

Observar en qué dirección


iban sus sentimientos en
relación a una posible
convivencia sentimental de
ella con Diego como pareja
oficial, por ahí también se
encontraba una puerta de la
cual poder explotar una
cantidad enorme de recursos,
que le propiciasen una visión
muy distinta de la que
disfrutaba en este preciso
instante. Proyectando un

1068
abanico de direcciones con
las que no había contado por
falta de indirecta
implicación sobre los mismos.
Sentía que solo con dejarse
llevar por los planes de
Silvia llegaría a obtener nos
buenos beneficios, sin
arriesgar más de lo que tenía
estipulado invertir como
anticipo en este negocio. Ni
si quiera se alteraría al
recoger las ganancias en
forma de triunfos afectivos.

{Silvia}

Tranquilo que no estoy haciendo


nada al margen de la ley, solo me
limito a que la gente no reprima

1069
sus carencias afectivas de cara a
los demás.

{Ignacio}

¿Cómo es posible que tengas la


sangre tan fría?

{Silvia}

Porque no me tomo las cosas tan en


serio como vosotros, es la única
manera de no verte atrapada en
medio de un tornado de emociones
incontroladas.

1070
{Ignacio}

Sigo sin entender cuál es el


beneficio que puedes llegar a
sacar con todo esto, no me puedo
imaginar, que estara pasando, por
esa mente calenturienta.

{Silvia}

Nada que ponga en peligro nuestra


cita del viernes a mediodía, sin
embargo, me preocupa que te eches
atrás en el último minuto.

{Ignacio}

1071
¿Lo dices por algo en especial?

{Silvia}

Me resulta muy extraña tu poca


decisión a la hora de acceder a
participar en mis planes,
antiguamente me basta con una
simple propuesta.

{Ignacio}

Las cosas han ido cambiando con


los años, a parte he quedado
excluido de poder pertenecer algún
día a tu familia, en la figura de

1072
tu primo político.

{Silvia}

¿Por qué te sigues escudando en


una estrategia de profunda
resignación?

{Ignacio}

No le veo otra salida más que


rendirme a la evidencia de que la
he perdido para siempre, sería un
error continuar engañándose ante
la cruda realidad.

1073
{Silvia}

Estoy en total desacuerdo con tu


alegato en defensa de algo que
desconoces, deberías levantar el
ánimo si realmente quieres luchar
por volver a reconquistarla.

{Ignacio}

¿Quieres que el viernes vaya


acompañado de un ramo de flores?

{Silvia}

Debo recordarte que es alérgica a


1074
cualquier planta o flor natural,
mejor pásate por la fábrica de
chocolates y hazte con una caja de
selección de bombones.

{Ignacio}

Comprare la que mayor variedad


ofrezca dentro de una calidad
suprema, no pienso escatimar en el
precio de lo que pueda servirme
como un presente hacia ella.

{Silvia}

¿Puedo saber quién pretendías


traer como acompañante?

1075
{Ignacio}

Tenía pensado acudir con mi primo


Ernesto que hace tiempo que
tampoco coincido con él en
persona, era una forma de poder
estar con todos al mismo tiempo.

Un objeto brillante al fondo


encima de la alfombra rompía
la monotonía mental, en la
que se había anclado el
cerebro de Yolanda durante un
breve intervalo de tiempo.
Hizo que tomase la
determinación de acercarse
con rapidez al lugar en sí,
puesto que despertó su
curiosidad, comenzó entonces
1076
a caminar con paso firme
hacia siguiente parada
circunstancial, aunque
esperaba que fuese productiva
en su totalidad. Dejando a un
lado los sentimientos
encontrados con los que en su
interior libraba una lucha
sin cuartel, queriendo
afianzar una sólida posición
de cara a los que le rodeaban
a diario, evitando mostrar
una imagen de extrema
vulnerabilidad aferrándose en
la fortaleza de su agrio
carácter. Apoyándose en su
capacidad para levantarse con
facilidad de los sinsabores,
que le pudiese deparar el
destino. Dibujando una
inusitada firmeza en cada en
vite que al que le tocaba
enfrentarse, no enseñando más

1077
de lo estrictamente necesario
por el bien de su salud
personal.

En décimas de segundo tuvo la


oportunidad de contemplar de
que elemento era el que había
llamado su atención. Se
trataba de una esclava de
plata que yacía enredada en
el rizado de la alfombra, le
chocaba bastante que pudiera
pertenecer a su amiga en
propiedad. Dado que no tenía
constancia de que utilizase
tipo de joya de en general,
puesto que por lo poco que
sabía de sus gustos jamás le
comento que poseía este tipo
de complementos. Alargo su
mano derecha hasta contactar
con lo que parecía más una
pulsera o algo camino entre

1078
las dos cosas. Analizo con
calma una pieza que se le
antojaba fundamental a la
hora de entablar una nueva
vía de trabajo, con la cual
ir conformando un escenario
muy distinto al que
arrastraban desde un
principio.

Pero todo daría un nuevo giro


de tuerca de ciento ochenta
grados, se le avecina una
inesperada sorpresa
relacionada con la vida
sentimental de la víctima.
Puesto que en la esclava se
podía leer una inscripción
marcada por una declaración
de intenciones en toda regla,
entonces se le caían por
tierra la gran mayoría de sus
hipótesis. Anunciaba un

1079
profundo afecto de alguien
hacia ella “Natalia… Te
quiero como el primer día”.
Sintió como se reventaban sus
expectativas de hallar un
sentido a la cantidad de
connotaciones que desprendían
aquel objeto, al salir a la
luz provocaría un mar de
especulaciones.

De reojo Diego iba observando


el desarrollo de los
acontecimientos, a la espera
de que le permitiese
participar en un intercambio
de opiniones tras el
hallazgo. No quería provocar
nuevas fricciones en su
delicada relación actual de
compañeros de trabajo, todo
dependería del grado
emotividad que fluyera por la

1080
figura de ella. El silencio
se mezclaba en un extraño
cóctel con la tensión que se
mascaba en el ambiente,
reflexionaba sobre la opción
de personarse justo a su lado
lo más pronto posible. Sin
embargo, le crecía la
incertidumbre en su interior,
conduciéndole a un leve
estado de bloqueo mental
transitorio. Enseguida se
planteó el lanzarse en pos de
alguna respuesta racional,
estaba seguro de que algo no
funcionaba con velocidad
necesaria.

{Diego}

1081
Yolanda, ¿Te sucede algo en
especial?

{Yolanda}

No, simplemente he hallado esta


esclava que se encontraba encima
del pelo de la alfombra y me han
aparecido un mar de incógnitas a
su alrededor.

{Diego}

Bueno será que se le cayó durante


un hipotético forcejeo con su
agresor, por lo que veo tiene uno

1082
de esos exclusivos cierres de
sujeción omega.

{Yolanda}

¿Ya lo habías visto alguna vez?

{Diego}

Si, en la joyería “Promesas” que


tiene una sucursal en la zona
próxima al edificio de los nuevos
juzgados, es la única que ha
traído esa novedad en el catálogo
para esta temporada.

1083
{Yolanda}

Me ha sorprendido gratamente tu
eficacia, no pensé que estuvieras
tan al día en lo referente a los
complementos para la mujer.

{Diego}

¿Acaso te molesta que quiera estar


informado sobre este tipo de
cosas?

{Yolanda}

1084
No, al contrario, eso significa
que en el futuro tendré la certeza
de que no me dejas en ridículo y
si preciso de tu asesoramiento
sabrás amoldarte a las
circunstancias.

{Diego}

Voy a considerarlo un cumplido por


tu parte, aunque tampoco me haré
muchas ilusiones de que todo pueda
volver a dar un giro inesperado.

{Yolanda}

1085
¿Has frecuentado ese local?

{Diego}

No te negare que he ido en un par


de ocasiones para adquirir unos
artículos en concreto, el personal
en mi opinión es un poco
quisquilloso en el trato con el
cliente.

{Yolanda}

Se nota que te aburrías esperando


a que te atendieran, pero eso nos

1086
servirá para dirigirnos al
establecimiento a comprobar, quien
es la persona que le hizo el
regalo.

{Diego}

¿No sería mejor que primero le


analizasen las huellas?

{Yolanda}

Eso puede tardar unos días en


darnos los resultados, además no
quiero que la policía tenga
constancia de esta prueba en
concreto, me parece que le vamos a
sacar mucho rendimiento de aquí en
adelante a un elemento.
1087
{Diego}

Disculpa, en eso debo darte la


razón, si jugamos bien nuestras
cartas podemos averiguar una parte
importante dentro de la
investigación.

Por fin Ernesto ya se


encontraba con una leve
mejoría, después del
sobresalto al tener
conocimiento de que era
vigilado por alguien con el
mismo físico que Natalia.
Desviaría cualquier tipo de
comentario que le hiciesen al
respecto a ese tema en
1088
cuestión, colocando la máxima
precaución en sus
movimientos. Nacía una
manifiesta desconfianza en lo
referente a las verdaderas
intenciones de Lucas al
sentirse depositario de un
material de extrema
importancia social, aunque no
rechazaría la opción de
visualizar algunos datos
personales de la supuesta
víctima.

Se colocó de manera
pertinente su chaqueta de
traje para volver a ofrecer
una imagen de sobriedad,
haciendo exactamente el mismo
con el nudo de la corbata.
Pero su boca estaba con una
sensación pastosa de aguda
sequedad, lo que le invitaba

1089
a ponerle remedio ingiriendo
algún líquido que hidratase
su cuerpo, tendría que pos
ponerlo hasta que su
compañero circunstancial de
viaje desapareciese de su
actual radio de acción.
Además, debía contar con el
agravante del estrecho margen
de maniobra, para cumplir con
su cita con Roberto. La
acumulación de obligaciones
también mostraba sus
credenciales, al tomar
partido dentro de las causas
que le desembocaron en un
inminente fallo cardíaco.

Pensó en acelerar el ritmo


durante la travesía que les
conduciría hasta el coche de
Lucas, convirtiéndose en unas
de las prioridades a poner en

1090
práctica por el bien de sus
intereses más inmediatos.
Dándole un enfoque
completamente distinto al que
disfrutaba en la actualidad
más cercana, aplicaría
cualquier medida que le
condujese a proteger su
bienestar tanto físico como
mental. Eludiendo las
situaciones que fuesen
perjudiciales para su imagen
pública.

{Ernesto}

Bien, ahora vamos con rapidez


hacia donde tengas estacionado el
coche, puesto que se me está
echando encima para llegar a una
cita importante.

1091
{Lucas}

¿Sigues queriendo arriesgar tu


vida custodiando ese material
clasificado?

{Ernesto}

Efectivamente, no creo que se


atrevan a eliminar a un miembro de
la judicatura del estado, veremos
quién es el que termina cediendo
en este pulso.

1092
{Lucas}

Sé que por mucho que intente


hacerte entrar en razón, no
obtendré mi propósito de
recapacites en tu precipitada
decisión de continuar en esta
batalla.

{Ernesto}

¿Puedo contar con tu inestimable


colaboración?

{Lucas}

1093
Lo considero una locura por lo que
se expone en esta operación, sin
embargo, tampoco sería justo que
lo dejase en la estacada por un
motivo del cual soy inductor
accidental.

{Ernesto}

Me alegra saber que cuento con tu


apoyo incondicional, así me siento
en cierto modo con la espalda
cubierta ante cualquier
eventualidad que pudiese surgir en
el futuro.

{Lucas}

1094
¿Llevas algún tipo de arma de
fuego para defenderte?

{Ernesto}

No, es un tema que no me atrajo


nunca en los años que llevo
ejerciendo como empleado público,
aunque me lo han sugerido en
varias ocasiones como alternativa,
he preferido seguir mi vida con
total normalidad.

{Lucas}

Has utilizado el mismo argumento


que tu primo Ignacio y ahora no
1095
sabe salir de su casa sin llevar
una pistola en el bolsillo
interior de su chaqueta.

Comenzaron a deslizar sus


pies sobre el hormigón de la
acera con un ritmo vivo a la
par que dinámico, en la
dirección que Lucas tenía
claro que se hallaba su
vehículo particular .Temían
verse espiados por alguien
que quisiera entorpecer sus
planes , la sombra de un más
que evidente asalto sobre
volaba por encima de sus
cabezas .Además Ernesto
llevaba grabado el comentario
de su camarada , en lo
concerniente a portar una
pistola de fuego real , eso
cambiaba su forma de

1096
comprender la escalada de
violencia en la que se vería
involucrado .

Era incapaz de evadirse del


dilema que se planteaba
abiertamente por un hecho de
importancia en el desarrollo
de su actividad diaria, sabía
que se jugaría gran parte de
su tranquilidad personal
aceptando todo lo relacionado
con aquel asunto en especial.
Debía una cantidad enorme de
lealtad a quienes depositaban
en él su confianza como
persona. Intentaba que no le
afectase demasiado la
carencia anímica a simple
vista de los acontecimientos,
sentía como un síndrome de
pánico recorría a lo largo de
su espigada figura. Empezó a

1097
percibir un extraño hormigueo
en sus piernas provocando un
mero descontrol funcional en
las mismas, intentaba por
todos los medios atajar aquel
desequilibrio en sus
extremidades inferiores, se
le hacía imposible mantener
la tranquilidad en lo
concerniente a su estado
personal.

Apreciaba como se le
bloqueaban el resto de
funciones esenciales, dando
paso a una pequeña crisis de
orientación a camino de
reencontrar una visible
estabilidad interior. Viendo
complicado superar con creces
el obstáculo colocado en
medio de su travesía hacia un
restablecimiento de la

1098
situación. Abogaría por
mantener la serenidad como
punto de partida, ya que le
costaba dejar atrás aquel
repentino desvanecimiento en
plena vía pública. Se
reservaba el hacer ni una
mísera mención con la que
levantar de nuevo el interés
por parte de Lucas. Teniendo
en cuenta los precedentes que
señalaban su peculiar
singladura por los bajos
fondos de la ciudad.

Meditaba Yolanda si ponerse


en contacto con el
laboratorio de
investigaciones privado en el
que ejercía su actividad
Oscar Bañes Fernández uno
de sus muchos antiguos amores
de juventud. Eso le hacía

1099
echar la vista atrás para
comprobar que el tiempo no
había pasado en balde,
sabiendo que no quedaba nada
de la jovencita que pretendía
comerse el mundo del
periodismo. Convirtiéndose en
un arma de doble filo dentro
de sus aspiraciones a
realizar, de esa época de su
vida se borraron una cantidad
incalculable de ilusiones
frustradas por la falta de
madurez personal. Además, su
último encuentro estuvo
profundamente señalado por la
frialdad, no queriendo avivar
el fuego que se le unió
durante una larga temporada.
A pesar de tener que hacer
frente a las numerosas
dificultades que se
presentaban en forma de

1100
rechazo por parte de las
familias de ambos.

Prefirió dejar aparcada esa


idea hasta un instante más
propicio. Sopesaba la idea de
recopilar más datos antes
propiciar ese encuentro,
aunque tampoco se lo haría
saber a Diego por si le
montaba la típica escena de
celos sin motivo aparente. El
ánimo no le permitiría
afrontar ningún tipo de
intercambio verbal infectado
de carga negativa o de
resentimiento que le indujese
a entrar en una discusión de
bajo aporte en su totalidad.
Limitaría su postura a
convertirse en un elemento
conciliador mientras
estuvieran en el interior de

1101
la escena del crimen.

Era Diego quien no perdía ni


un ápice de sus movimientos
intentando así comprender,
por que nuevamente se quedaba
absorta en sus pensamientos
más íntimos, dado que le
abocaba a sacar erróneas
conclusiones en lo
concerniente a lo que
realmente les centraba en
aquel preciso instante,
viendo como que cada pequeño
detalle les separaba de su
verdadero objetivo
prioritario. Notaba que se
descolgaba de aquello que
resultaba principalmente un
plus extra de serenidad. Se
deslizo con rapidez hacía la
zona donde se hallaba ella de
pie sujetando con la mano

1102
derecha la esclava de
Natalia, intentando
cerciorarse de que todo iba
perfectamente entre los dos.

{Diego}

Yolanda, ¿Sucede algo anormal?

{Yolanda}

No, tranquilo Diego estaba


recordando si Natalia alguna vez
porto objetos de joyería, durante
el tiempo que estuvo frecuentando
nuestra amistad.

1103
{Diego}

A eso le llevo yo dando vueltas


desde que me entere esta mañana de
su fallecimiento, lo que implica
mayor carga emocional de lo que
estoy acostumbrado.

{Yolanda}

¿Piensas que puede existir una


pareja anónima?

{Diego}

1104
Sería poco realista descartar que
hubiese un hombre en su vida,
teniendo delante la evidencia que
compartía afecto hacía una persona
a la que de momento no le podemos
poner cara.

{Yolanda}

Pues sí que guardaba con


discreción su vida privada, hasta
ni yo misma que parecía su mejor
confidente sabía de la posibilidad
de compartiera sus sentimientos
con uno/a tercero/a persona.

{Diego}

1105
¿Te has visto relegada a un
segundo plano?

{Yolanda}

En cierto modo es lo que me ha


hecho sentir, el descubrir que me
estuvo utilizando como pantalla de
cara al resto de compañeros/as de
la facultad de periodismo.

{Diego}

Para ella fue la opción que


1106
mejores resultados le podía
reportar en sus beneficios, así
acallaba muchas voces que le
increpaban a menudo sobre sus
inclinaciones sexuales.

{Yolanda}

¿Tú has escuchado rumores en esa


línea?

{Diego}

Bueno los típicos que se suelen


lanzar en la búsqueda de hacer
mella en la moral de alguien, que
siempre intenta asilarse de los
1107
demás esgrimiendo toda clase de
excusas.

{Yolanda}

Veo que soy la única que no estaba


enterada de lo que sucedía en el
entorno de Natalia, quizás las
cosas hubiesen sido muy distintas.

Enseguida se posicionaron
tanto Ernesto como Lucas
justo detrás del coche de
este, con la firme convicción
de que la operación de
traspaso del portafolio,
fuese lo más tranquila
posible para los dos por la
gravedad del asunto en sí.

1108
Teniendo en cuenta que se
jugaban algo más que una
simple cartera llena de
documentación clasificada,
ambos hicieron un examen
visual minucioso ante
posibles sorpresas
desagradables en el último
momento. Puesto que les había
sembrado una especie de miedo
escénico. Provocando todavía
más incertidumbre si cabe,
entrando en una espiral de
paranoia temporal sustentada
por los hechos acaecidos con
anterioridad. Aunque
guardaban una evidente
cautela en lo referente a
evitar riesgos innecesarios,
llegando al extremo por parte
de Lucas hacer un registro en
los bajos de su coche,
sirviendo en cierto modo como

1109
una medida extra de
precaución. No descartando
una trampa en forma de
explosivo de baja intensidad.

Comprobó repetidamente el
largo del cableado del
sistema eléctrico, rastreando
cada palmo del mismo con suma
lentitud en sus movimientos.
La tensión se acumulaba en
sus muñecas que se
agarrotaban al atenazarse sus
dedos, intentaba mantener la
vista centrada en el punto
crítico de la operación. Una
minina des coordinación
daría al traste con su
labor, quizás se le
complicaría el soportar el
desconocimiento con temor a
verse envuelto en una
deflagración fortuita,

1110
producto de su escaso manejo
de la situación en
particular.

Al final dio por buenas la


sensaciones que le enseñaba
el circuito de arranque, por
lo que procedió a
incorporarse hasta colocarse
a la par de Ernesto .Acciono
el mando de apertura del
maletero con bastante
agilidad, en la búsqueda de
no invertir mucho tiempo,
seguidamente alargo su mano
derecha para manipular la
palanca del mismo .Además
aprovecharía el instante
rompiendo el silencio que se
instaló como precaución ante
la sospecha de un extraño
ruido proveniente del
vehículo.

1111
En cuanto impulso la puerta
con la energía se quedó al
descubierto una parte de la
cual Ernesto no había tenido
noticias y que el comentario
de su camarada era del todo
real. Eso le hacía
replantearse seriamente la
dirección en que se estaba
moviendo los acontecimientos.
Entrado en una dinámica de
tintes bastante peligrosos
para su integridad física,
sabía que tarde o temprano se
vería involucrado en un
asunto de esta magnitud.
Puesto que cambian de
situación la mayoría de sus
prioridades, aunque
mantendría la serenidad por
encima de cualquier
eventualidad que se le

1112
presentase en su camino.
Dependía de la cantidad de
voluntad que le hiciese falta
a la hora de soportar la
presión de verse empuñando un
arma de fuego, con la
disyuntiva de que seguramente
traspasase el umbral de la
ilegalidad.

{Ernesto}

¿Es tuyo este arsenal de material


bélico?

{Lucas}

1113
Si, tampoco exageres son un par de
pistolas, un rifle de asalto, unas
granadas de manos y doce
cargadores para reponer si las
cosas se pusieran complicadas.

{Ernesto}

Veo que sabes cuidarte de los que


intentan ponerte las cosas
difíciles, pero no entiendo a qué
viene semejante despliegue de
material.

{Lucas}

1114
¿Te gustaría que te consiguiera
alguna en el mercado negro?

{Ernesto}

No estoy seguro de que fuese buena


idea que anduviese armado por la
ciudad, a parte mi posición social
esta mirada con lupa.

{Lucas}

Te diré que si hubieras tenido

1115
hace un cuarto de hora una de
estas, quizás fuese otro el
resultado de tu encuentro con la
suplantadora de identidades.

{Ernesto}

¿Me podrías conseguir un permiso


de armas falso?

{Lucas}

Si quieres esta misma tarde te lo


puedo dejar en el buzón de tu
domicilio, lo único que necesito
es un par de fotografías tamaño
carné.
1116
{Ernesto}

Espera que pienso que a un me


quedan unas cuantas, en el
billetero de mano, son las únicas
recientes que tengo hasta el día
de hoy.

{Lucas}

¿Y qué modelo te gustaría manejar?

{Ernesto}

1117
Uno que no fuese ostentoso a la
vista y que pudiera pasar
fácilmente desapercibido en
cualquier control rutinario por
parte de la policía.

{Lucas}

Entonces uno igualito al que te


hice la reseña con respecto a tu
primo Ignacio, de esos no tengo
problema a la hora de negociar con
el proveedor.

{Ernesto}

1118
¿Hace mucho que le surtes a
Ignacio?

{Lucas}

Esa información me la reservo para


mi estricta intimidad, no suelo
hablar de mis negocios con gente
que no son los propios
interesados.

La indignación reconcomía por


dentro a Yolanda al saber que
todo el mundo conocía parte
de la vida íntima de Natalia.
Sentía una profunda traición
dentro de sus valores como
persona, viendo que sirvió
como confidente a una
verdadera desconocida en la
1119
amplitud de la palabra. No
era capaz de asimilar una
deslealtad de semejante
magnitud, le costaba
reconocer el surrealismo que
había utilizado para
sustentar aquella
representación tan original.
Se divisaba el enrojecimiento
de los pómulos señalando la
contención de su rabia
interna, a la vez que se
mordía los labios con gran
virulencia en toda su
longitud.

Además, apretaba los puños


con excesiva energía, dejando
que su cuerpo eliminase la
sobre carga de adrenalina que
se acumulaba en su figura.
Evitando la confrontación
directa con Diego por motivos

1120
justificados, aunque podría
hacer más daño de lo que en
realidad significaba el
trasfondo de la situación.
Decidió sacar su
característica dosis de
sarcasmo como señuelo
predilecto con la intención
de ver hasta punto se quedó
fuera de toda estrategia.

{Yolanda}

¿Te pidió ella que mantuvieras la


boca cerrada?

{Diego}

1121
No hizo falta que directamente me
dijese nada en lo concerniente a
su vida sentimental, era algo que
se percibía en el ambiente, con un
simple gesto te dabas cuenta que
no quería que nadie husmease en
sus asuntos del corazón.

{Yolanda}

Por muchas vueltas que le doy sigo


sin entenderlo, no me cabe en la
cabeza ese tipo de reacciones
viniendo de ella.

{Diego}

1122
¿Pero ¿qué es lo que te ha
parecido mal?

{Yolanda}

Que nadie haya tenido el valor de


comentarme lo que estaba en el
entorno diario de Natalia, me ha
quedado un regusto amargo.

{Diego}

Creo que se guardaba para sí misma


muchos secretos, queriendo no dar
más explicaciones de las debidas
en cada conversación que mantenía
con los más allegados.

1123
{Yolanda}

¿Tú las has visto con alguien en


especial?

{Diego}

Por mucho que sigas divagando en


la misma dirección, es humanamente
imposible que puedas esclarecer
los motivos que le condujeron a
ocultar su vida íntima.

{Yolanda}

1124
Bueno, pero hay alguien que
convivió con ella una temporada y
que nos podría servir para darnos
una pista fiable en la que
localizar a ese misterioso/a
personaje.

{Diego}

¿No estarás pensando en que


vayamos a visitar a Estefanía?

{Yolanda}

Efectivamente, ella nos podrá


desvelar la identidad de quien
compartía sentimientos con
Natalia, para algo fueron
compañeras de piso.

1125
Simultáneamente Antia
meditaba en silencio la
posibilidad de provocar un
encuentro cara a cara con
Yolanda, manejaba la
posibilidad de que ella misma
le confesase en persona sus
verdaderos sentimientos hacia
Diego. Detestaba la idea de
tener que asumir
irremediablemente su pérdida
como pareja, era una de sus
asignaturas pendientes de
superar en el tortuoso
horizonte que le mostraba su
destino actual. Sin embargo,
no dejaría de luchar ni
doblaría a las primeras de
cambio la rodilla, había
sufrido una vez el abandono
por parte del que pensaba que
1126
era el hombre de su vida.

Vio su reflejo en un espejo


que presidía la pared
principal del pasillo de su
domicilio familiar.
Observando de fondo una
imagen de Diego distorsionada
por el subconsciente de ella
misma, en la que mostraba un
retrato deteriorado por el
paso del tiempo. Unos mares
de arrugas rodeaban las
cuencas oculares, a la vez
que unas evidentes bolsas le
salían de los pómulos de su
rostro prematuramente
envejecido. Intentaba oír el
mensaje que repetidamente
gesticulaba con el movimiento
de la mandíbula, pero era
incapaz de sintonizar la
misma frecuencia sonora. Al

1127
final decidió retirarse un
par de pasos hacia atrás como
medida de protección para su
salud mental.

Primero recibiría una


sorpresa una tanto
desconcertante al verse sonar
de fondo su teléfono móvil.
Llevaba mucho tiempo
ocultando sus sentimientos,
no queriendo perjudicar a
nadie en especial por algo
que nació de una forma un
tanto casual. Maniataba sus
impulsos de irrefrenable
pasión hacia un objetivo de
corte prohibido en sus
aspiraciones de ver cumplido
uno de sus deseos más
anhelados en el pasado.
Comenzaron a resbalarse unas
tímidas lágrimas de

1128
resignación a lo largo de sus
mejillas, no precisando el
curso que tomarían en su
recorrido hasta posarse en el
frío suelo, ni si quiera
recordaba nada de lo que
pudiera dañar en aquel
instante. Permanecía parada
en medio del redondo que
describían las tres puertas
que conducían hacia las
habitaciones de la casa, en
cierto modo se culpaba de no
ser el tipo de mujer que
agradase a un caballero de su
intachable educación.

De un leve sobre salto


despertó del letargo en el
que se había visto sumida
desde unos minutos antes.
Intentando reponerse de aquel
bajón de autoestima personal,

1129
entrado de nuevo en la
realidad cotidiana que
imperaba en cada rincón de su
vida. Los recuerdos se
asomaban con fuerza en su
cerebro, no sabiendo como
concretar la cantidad de
emotividad desbordante que
afloraba por los pros de su
piel. Era incapaz de olvidar
el día que se vieron por
primera vez a la entrada de
la facultad de periodismo, no
podía borrar aquella sonrisa
con la que le deleito,
resultaba impagable el trato
de cortesía que le dispenso
durante permanecieron
charlando con serenidad. Fue
lo que le cautivo de sus
depurados modales, dando la
señalan inequívoca que debía
aprovechar la oportunidad que

1130
el destino colocaba en su
camino.

Se dirigió hacia la repisa


donde se hallaba colocado su
teléfono móvil con la
esperanza de que la llamada.
Hubiese sido efectuada por
Diego, queriendo citarla para
invitarla a cenar en algún
restaurante de buena cocina
tradicional. Pero al divisar
la pantalla se dio cuenta que
simbolizaba la palabra
“numero privado”, lo que hizo
saltar las alarmas de que
alguien pretendía sembrar el
miedo en su entorno habitual.
Quizás viniese unido por
algún tipo de represalia
debido a la cantidad de
información que manejaba sin
control a diario.

1131
Las especulaciones iban
tomando su lugar centrando la
mayoría de sus pensamientos
en lo referente a su ámbito
laboral, ya que cualquier
precaución no sería
suficiente para atajar un
ataque de violencia, aunque
fuese de mínimas proporciones
de riesgo para su integridad
física. Respiro hondo antes
de adoptar una postura
reflexiva que le permitiese
tomar una decisión más o
menos coherente.

Ahora se plantearía fijar las


bases de su protección
anímica por encima de todo.
Eliminaría de su mente la
posibilidad de verse inmersa
en un desfallecimiento de su

1132
capacidad de reacción a las
adversidades que se iba
encontrando en su travesía,
desconocía la identidad de
aquellos que pretendían
amedrentarla con el sórdido
juego de la intimidación o
extorsión desde la sombra.
Empezó haciendo memoria de
quienes serían excelentes
candidatos a ocupar el trono
de honor, de una práctica tan
macabra al igual que
peligrosa. Teniendo
consecuencias de doloroso
calado para las víctimas
propiciatorias, llegando a
desembocar en profundos
trastornos psicológicos.

Se dispuso a poner la
situación en conocimiento del
Inspector Salvador De la Hoz

1133
Martínez, quien seguramente
le subsanase el problema que
amenazaba gravemente su
tranquilidad. Colocándose una
escalada enorme de
dificultades de muy
complicada resolución para
ella en soledad, dado que no
estaba acostumbrada a recibir
ataques directos sobre su
característica forma de
realizar su tarea de
informar. Dejando a un lado
cualquier guiño hacia el
sensacionalismo barato, del
cual había renegado por el
bien de la calidad humana
dentro de los límites
marcados en su profesión.
Llegando a soportar un
aluvión de críticas por parte
de la Sociedad Nacional de la
Prensa (SNP), por seguir una

1134
línea editorial diferente a
la establecida por dicho
organismo.

Presiono el botón de la
llamada a la espera de que no
se demorasen mucho en la
centralita y le pasasen
pronto la comunicación al
amigo común que compartía con
Diego. El precipito en varias
ocasiones que tuvieran
encuentros casuales en
diferentes lugares de la
ciudad. Pero la chispa del
amor no surgió como era el
deseo de este circunstancial
Cupido, siendo una promesa
difícil de cumplir por lo
menos en los próximos meses.

1135
{Salvador}

Buenas Tardes al habla el


Inspector De la Hoz, ¿En qué puedo
ayudarle?

{Antia}

Hola Salvador buenas tardes, soy


Antia la amiga de Yolanda Barros
Rey, la compañera de Diego Barcia
Anido que seguramente te suene más
el nombre.

{Salvador}

1136
Ah sí, ahora ya asocio a los dos
como pareja de trabajo, es cierto
que nos vimos un par de veces en
sendas tertulias de amistades en
común.

{Antia}

¿Estas muy ocupado?

{Salvador}

Lo normal antes de salir para


almorzar, además hoy estoy inmerso
en la investigación de la muerte
de Natalia Loureiro Iglesias.

1137
{Antia}

Precisamente te llamaba por esa


circunstancia, puesto que hace
apenas unos cinco minutos me ha
sonado el teléfono y al ir a
comprobar de quien se trataba, he
observado que reflejaba “numero
privado”.

{Salvador}

¿Piensas que puede estar


relacionada?

{Antia}

1138
Es lo que me ha hecho meditar el
ponerlo bajo tu conocimiento, ya
que como vivo sola me pudiera ver
en algún tipo de peligro.

{Salvador}

Tranquila, has hecho lo correcto


en estas situaciones de extrema
gravedad, en un rato me pasare por
tu domicilio para hacer una visita
de rutina.

{Antia}

¿Eso no te hará modificar tus


tareas?
1139
{Salvador}

No, solo me desviare un par de


calles de mi itinerario habitual
de intervalo de tiempo a emplear
hacia mi domicilio.

{Antia}

Como veas, pero tampoco sería


justo que te vieses apurados por
algo que seguramente no sea tan
importante.

1140
{Salvador}

¿Entonces te parece bien dentro de


un cuarto de hora?

{Antia}

Si, y estoy pensando que podríamos


comer juntos, que menos que
compensarte por las molestias de
tener que desplazarte hasta mi
apartamento.

{Salvador}

No, quisiera causarte ningún tipo

1141
de trastorno en tus ocupaciones
diarias, pero en fin acepto tu
deferencia de compartir mesa y
mantel contigo.

Dejaron que el silencio


tomase un breve espacio en el
ambiente distendido que se
respirar entre ambos,
dándoles la ocasión de
intercambiar confidencias
privadas. Siendo el punto de
partida de un posible inicio
hacia un más que remoto
romance en toda regla, se
divisaba una emergente
complicidad de en su mutua
confianza. Fue Antia la que
decidió dar por finalizada la
conversación telefónica, a la
espera de ver cumplido su
deseo de ser escuchado por un

1142
hombre. Que quizás no era el
que en un principio había
soñado, pero no
desaprovecharía la
oportunidad de comprobar sus
opciones.

Él no quería darle la
impresión equivocada al
respecto, sin embargo,
prefería no provocar una
confusión en sus sentimientos
más profundos. Puesto que
también tenía interés en
pertenecer al círculo más
cercano a ella, por lo que no
rechazaría cualquier gesto de
buena voluntad. Eso le
allanaría el terreno por
dónde empezar a caminar en
pos de hacer realidad su idea
de llegar a conquistar el
corazón de Antia, dependería

1143
de su capacidad de seducción
en lo referente a no dejar
escapar ni un mínimo detalle.

A Silvia no le resultaba
rentable la propuesta que le
exponía Ignacio como primera
opción a tener en cuenta,
dado que Ernesto no terminaba
siendo de su agrado por
motivos, tuvieron sus
diferencias en determinados
momentos del pasado. Llegando
a trazar una delgada línea
que fuese una frontera
imaginaria entre los dos.
Puesto que no se soportaban
al lado, el uno del otro ni a
un permaneciendo en un
silencio sepulcral. Se les
encendían las alarmas con
solo escuchar el nombre del
ausente, el odio había

1144
alcanzado una
desproporcionada dimensión.

Nadie conocía esa pequeña


vendetta personal por parte
de algún miembro de ambas
familias. Intentaban
conservar la imagen de
normalidad de cara a la
galería, esa la manera de no
dar le mayor importancia de
la que verdaderamente se
podía desprender, aunque se
empezaban a destapar cierto
aspecto sobre su mala
relación en común. Quizás no
supieron blindar las claves
que despertasen la curiosidad
de algún miembro en concreto,
lo que derivaría en ser
blanco de muchas
especulaciones. Además de dar
un sin fin de explicaciones

1145
que no le apetecía meterse en
esa espiral.

{Silvia}

Es que no me encuentro cómoda


con su presencia, no es por
nada en especial mi
animadversión hacia su persona.

{Ignacio}

¿Has tenido algún roce con él?

{Silvia}

1146
No, pero tampoco me parece la
persona idónea para que te
acompañe a un almuerzo con mi
prima Yolanda, que seguramente
ella esté de acuerdo con mi
argumento.

{Ignacio}

Pues he hablado hace un rato con


él por teléfono, precisamente para
que hiciese un hueco en su agenda
del viernes a mediodía.

{Silvia}

1147
¿No lo puedes cancelar?

{Ignacio}

Lo puedo intentar arreglar con él,


aunque te advierto que no le gusta
nada que lo aísle de una reunión
familiar.

{Silvia}

No tengo muy claro por qué tendría


que molestarse, digo yo que habrá
más días en los que os citéis a
comer para hablar de vuestras
cosas.

1148
{Ignacio}

¿Ni si quiera puede aparecer en la


hora del café?

{Silvia}

Mejor que permanezca alejado del


Luxury, no es conveniente que esté
presente en el transcurso de la
comida, si lo consideras puedes
quedar con él para cenar.

{Ignacio}

1149
Noto cierto resentimiento en el
tono de tu voz o será mi impresión
la que me pueda estar jugando una
mala pasada.

{Silvia}

¿Por qué insistes tanto en que hay


mala relación entre los dos?

{Ignacio}

Es algo que llevo percibiendo


desde el instante que he dicho su
nombre, a raíz de eso no has
parado de esgrimir absurdas
excusas para no coincidir con él.

1150
{Silvia}

Solo he comentado que no me


parecía correcto que asistiera,
pero veo que desoyes mis
sugerencias con tal de salirte con
tus propósitos.

Diego que tampoco era capaz


de comprender el ataque de
irá proveniente de la mirada
de Yolanda, ya que estaba
seguro de que no traiciono la
confianza de esta por mucho
que pretendiera hacerlo
sentir culpable. Le molestaba
ser observado con
detenimiento por quien

1151
estuviera enfrente a su
figura, además sabiendo que
en su conciencia no afloraban
los malos pensamientos.
Quizás era una especie de
castigo psicológico en contra
partida, por ocultar el
estado sentimental en el que
se hallaba Natalia en el
momento de su muerte. No se
acostumbraba a tener que
aceptar que nada se
supeditaba a su estricto
control y que cada uno
manejaba con independencia
sus actos.

La tensión volvía a colocarse


en primera línea de combate,
impregnando el ambiente de
crispación mezclada con un
frío resentimiento. Mostrando
una imagen a simple vista de

1152
profunda desconfianza con
tintes de venganza mutua, por
diferentes motivos con
denominador común como unos
enfermizos celos, que les
llevaron a romper una fuerte
a la vez consolidada
complicidad. Ninguno quería
reconocer los errores
cometidos al meter en el
medio de su devaneo amoroso a
terceras personas, las cuales
ni estaban al tanto de su
círculo vicioso.

{Diego}

Esta bien, tu gana iremos al


domicilio de Estefanía cono es tu
capricho, no me voy a interponer
en tu camino si es lo que deseas

1153
ahora mismo.

{Yolanda}

¿Sabes a qué hora sale de


trabajar?

{Diego}

Ahora mismo se encuentra en este


mismo edificio, pero en la parte
del restaurante de clientes
preferentes que es su ubicación
laboral diaria.

{Yolanda}
1154
Bueno creo que será mejor que nos
dirijamos a su domicilio
particular, no me gustaría que la
gente murmurase por mi presencia
en su lugar de trabajo.

{Diego}

Veo que te ha entrado un poco de


cordura, ya que no me apetece
presenciar una violenta escena en
público, por algo que podemos
hablar en privado.

{Yolanda}

1155
¿Entonces me acompañaras hasta su
casa?

{Diego}

Eso dependerá de tu comportamiento


durante el resto de la jornada,
puesto que has cambiado de repente
el carácter afable que has
demostrado en tu trayectoria
profesional.

{Yolanda}

Quizás me he dejado llevar de


alguna forma por el resentimiento,
aunque lo cierto es que creo que
estaba justificada mi postura.

1156
{Diego}

¿Estás pensando en abandonar la


investigación?

{Yolanda}

No, puedo hacerlo es una promesa


que me hice a mí misma y no sería
justo dejarlo a la mitad del
recorrido.

Ernesto continuaba meditando


la remota idea de poseer
alguno de los modelos que le
acababa de mostrar Lucas,
1157
sentía la necesidad interna
de comprobar cómo le subía el
nivel de adrenalina. Llegando
al extremo de mostrar una
mirada desafiante ante la
opción que se le presentaba
ante sus ojos, se le abría un
mundo nuevo donde poder
insertar la semilla de la
corrupción en toda regla.
Amparado en su imagen de buen
defensor de la ley que regía
el código penal. Promovería
el que los delitos fuesen
clasificados según en la
afinidad que hubiese hacia
sus ideas, dando rienda
suelta a su manera de aplicar
las diferentes exenciones en
las causas que considerase
perjudiciales en el
funcionamiento de sus cánones
a cobrar.

1158
Veía como el horizonte le
ofrecía una cantidad de
nuevas vertientes que poder
explorar, sabiendo que nadie
pondría sus dictados en tela
de juicio. Máxime con el
respaldo de la mayoría de la
jurisprudencia que ejercía en
la ciudad, con lo que
disfrutaba de carta blanca
para imponer sus métodos de
trabajo. Apreciando la
tranquilidad que le permitía
mantener una manifiesta
estabilidad emocional, eso le
daba alas en confeccionar una
estrategia para localizar a
su enemiga desconocida. La
cual le impregno de un estado
más que evidente de ira hacia
su persona, no descansaría
hasta tenerla frente a sus

1159
ojos.

{Ernesto}

Tranquilo comprendo que puedes


verte comprometido, pero eso no
pienso que pueda afectar a
nuestros futuros negocios dentro
del sector del armamento.

{Lucas}

¿Quieres llevarte alguna como


regalo?

{Ernesto}
1160
Es una oferta muy tentadora para
cualquiera en mi situación, pero
prefiero a que me proporciones el
permiso de armas.

{Lucas}

No eres el primero ni serás el


ultimo que va armado por la calle
sin licencia legal, si la llevas
bien escondida nadie se dará
cuenta.

Ernesto}

1161
¿Qué quieres a cambio de este
detalle?

{Lucas}

Pues que esta conversación nunca


ha existido entre los dos, además
de que recojas el portafolio que
te he comentado con anterioridad.

{Ernesto}

De eso no te debes ni preocupar en


absoluto, mantendré la boca
cerrada por el bien de nuestro
acuerdo comercial.

1162
{Lucas}

¿Sobre qué hora te llamo para


recoger la documentación?

{Ernesto}

A las seis y media es una buena


hora para que me haya librado de
cualquier papeleo de última hora.

{Lucas}

Me dará margen suficiente como

1163
para hacerte una autorización
idéntica a las que se tramitan en
el ministerio del interior.

Finalizando estas palabras de


Lucas poniendo el punto y
final a la conversación, que
compartían bastante animados
en muchas fases de la misma.
Ernesto procedió a recoger la
cartera de mano con excesiva
energía durante su maniobra
al trasladarla para
colgársela en el hombro
derecho, se dio cuenta por el
peso que portaba suficiente
material que analizar con
sumo cuidado. Se giró tomando
la misma dirección de por
donde se digirió al lugar,
hizo un breve guiño con su
ojo derecho en señal de

1164
conformidad.

Comenzó a alejarse con paso


firme a pesar de no estar
recuperado del todo, viendo
como arrastraba visiblemente
los pies con una extrema
dificultad de sus
movimientos. Pero no le
quedaba otro remedio más que
asumir sus eventuales
carencias físicas, ya que no
contaba más que con ella
apoyo de sus propias fuerzas,
intentando que el
desfallecimiento continuase
en un segundo plano, siendo
ahora mismo un peligro poco
recomendable en su estado
anímico. Percibía como el
envalentonado subido de
adrenalina se iba esfumando
con el paso de los minutos,

1165
dándole el relevo a una
inminente tristeza interior.
Provocando un desajuste en su
vulnerable personalidad.

Esperaba que el resuello le


permitiese llegar hasta su
cita con Roberto en el
Luxury, aunque se daba cuenta
que el retraso sería incapaz
de compensarlo. También le
daría la oportunidad de
recuperar sensaciones, en lo
concerniente a su maltrecha
salud en distintos motivos.
Había centrado por entero su
atención en el asunto de
mantener negocios
turbulentos, con algunos de
su fiel colaboradora de los
bajos fondos. Eso indicaba
que cada vez abandonaba el
juramento de lealtad añadido

1166
a su ingreso en la abogacía
del estado, su meteórica
carrera en la consolidación
de méritos en pos de llegar
algún día a ser con todos los
honores un memorable
magistrado.

Quedaría en el aire
indefinidamente por una
actividad fraudulenta en
contra de sus principios
morales, dado que pendería de
un fino hilo de poca
consistencia en su textura
real. Dejando una cantidad
enorme de huellas con las que
le pudiesen incriminar por
alguna circunstancia fuera de
lo común, aunque limitaría
sus entrevistas con cierta
clase de sujetos de
reconocida mala reputación.

1167
Evitando dar un sin fin de
explicaciones acerca de sus
actividades privadas, temía
ser vigilado por alguien que
supiera remotamente el
trasfondo de su vida
paralela.

Mientras Lucas que obtuvo el


premio a su perseverancia en
el sentido de sembrarle la
duda, en el ámbito de su
protección individual ante el
cariz que hacia donde iban
los hechos. Ocuparía un lugar
privilegiado en lo referente
a mantenerlo surtido de
material de cualquier
calibre, además de prepararle
una identidad completamente
nueva con la que transitar
sin levantar sospechas por
los barrios de la zona oeste

1168
de la ciudad. Lo que le
permitiría hacer todavía una
vigilancia más exhaustiva de
sus pasos, por si se le
ocurría dar una puñalada por
la espalda metafóricamente
hablando.

L a tensión crecía en el
intercambio de opiniones que
llevaban a cabo entre Ignacio
y Silvia, en su particular
lucha por no ceder en sus
propósitos de mover las cosas
hacia su orilla. Girando en
una dirección un poco
peligrosa para los intereses
individuales de cada uno,
llegando al extremo de
posicionarse en una opción de
tintes radicales. Desoyendo
cualquier tipo de argumentos
que no estuvieran en la línea

1169
que se marcaron en su
planteamiento inicial, quizás
contaban con la posibilidad
de poder minar la imagen de
quien tenían justo enfrente.

Ninguno quería trastocar sus


estrategias más de la cuenta,
por miedo a quedarse un paso
por detrás de los demás en un
hipotético acuerdo entre
ambos. Era una salida más o
menos coherente visto el
desarrollo en la espiral de
violencia verbal que se
respiraba en el ambiente,
tomo entonces Silvia la
decisión de rebajar la
tensión imperante desde hacía
un buen rato. Esperando ver
que reacción adoptaba Ignacio
para provocar un
acercamiento, ya que ahora

1170
tendría la piedra sobre su
tejado metafóricamente
hablando. Recuperando la
esencia de un fluido dialogo
con miras de una evidente
unión de criterios, siendo
fundamental a la hora de
crear una base dentro de un
frente común.

{Ignacio}

¿Pretendes asistir sola?

{Silvia}

No, ya he hablado con una amiga


1171
mía que hace tiempo que no
quedamos para comer, así también
me pone al día de las novedades.

{Ignacio}

Si ves que vas a estar más cómoda


en esa compañía, sería una
incongruencia que me empecinase en
que asistiera mi primo Ernesto.

{Silvia}

¿Entonces se lo comunicaras esta


misma tarde?

1172
{Ignacio}

Desde luego, no temas que me ponga


en contacto con él para
comunicarle el cambio de planes.

{Silvia}

Bien, el jueves te llamare con la


confirmación de la reserva.

{Ignacio}

Vale, espero con impaciencia tu


llamada, que tengas un buen día
Silvia.

1173
{Silvia}

Lo mismo te deseo Ignacio.

Un gélido silencio sin previo


aviso hizo acto de presencia,
dando la sensación de que
todo quedaba en el aire hasta
su encuentro cara a cara del
viernes. Uno de ellos accionó
el botón para finalizar a
gran velocidad la llamada,
proponiendo una tregua
unilateral por el bien de la
salud de su amistad. Teniendo
presente que les movían
intereses bastante parejos en
la consecución de objetivos

1174
de similares, por lo que no
debían distanciarse por
rencillas que no le
conducirían a otra cosa
distinta a lo pactado con
anterioridad.

Ella se hallaba exultante de


felicidad por cómo se iban
desarrollando los
acontecimientos, siendo una
victoria que necesitaba
disfrutar con cierta cautela.
No dejándose arrastrar por un
triunfalismo desmedido por
algo que de momento resultaba
ser la primera piedra como
base al sacar a escena su
plan más ambicioso, ahora sí
que daría rienda suelta a su
mejor arma al destruir la
buena imagen que proyectaba
Roberto hacia la sociedad.

1175
Se había librado de cualquier
obstáculo que se interpusiera
en su camino, ya que con la
ayuda inestimable de Laura
destrozaría por completo la
reputación de este. Hasta el
punto de que probase la
frialdad de verse en la
indigencia. El despecho se
convirtió en el portavoz
inequívoco de su ferviente
ira, manejando cada uno de
sus siniestros deseos con el
arte innato en la aplicación
de cada uno de ellos.
Enseñándole una dirección que
le convertiría con un toque
prepotencia digno de su peor
pesadilla.

Rebusco a gran velocidad por


su agenda telefónica digital

1176
el nombre de una mujer que se
solía ganar la vida como
transformista, intentaría
darles una vuelta a mayores
en el tema concerniente a
Ernesto. Le resultaba
ciertamente incomodo el que
deambulase de manera
insistente cerca de su
entorno familiar, no quería
un enfrentamiento directo en
el que mostrar a la luz su
incapacidad de encontrar un
punto de dialogo en común. Al
fin apareció el número que
precisaba para echar adelante
su nueva estrategia, no le
perdonaría ni uno solo de los
desplantes surgidos durante
el tiempo que se llevaban
conociendo, Dentro del
circulo diario tanto de
Yolanda como de Ignacio.

1177
Su nueva cómplice respondía
al nombre de Isabela
Fernández Risoteo era una
mezcla de ascendencia
italiana y mexicana por parte
de padre, aunque llevaba
desde el primer año de vida
residiendo en España con arte
de su familia materna. En su
profesión no tenía límites a
la hora de meterse en la piel
de cualquier tipo de
personaje. Sin embargo, había
registros que prefería dejar
a un lado por respeto a su
antepasada, ya que le
recordaban épocas a las que
pretendía guardar con un poco
de felicidad si cabe. Puesto
que las cicatrices no
desaparecieron con la
rapidez, que le hubiera

1178
gustado dentro del contexto
de sus vivencias personales.

Cubría su verdadera identidad


tras algunos rasgos o matices
extraídos de las diferentes
personalidades, que le dieron
la oportunidad de pulir sus
dotes artísticas, labrándose
una técnica mezclada con una
depurada puesta en escena.
Dando una imagen de
estabilidad propia de una
celebridad. Cuidando todos
los detalles por muy
minúsculos que pudieran
parecer a simple vista, ya
que no dejaba nada a la
improvisación en la
confección de las cosas. Era
excesivamente maniática a la
hora de concretar los
complementos a utilizar en

1179
las diferentes fases de su
trabajo.

Originalmente en su
nacimiento el color de su
cabellera respondía a una
tonalidad marrón clara , lo
ojos eran verdes con unas
cristalinas en azul claro ,
su complexión estaba tallada
a golpe de gimnasio en todo
tipo de disciplinas
deportivas , sus caderas se
acentuaban ante el resto su
figura , las manos eran
presididas por unas uñas de
cerámica hechas a medida ,
siendo reparadas cada semana
por una profesional en el
arte de la pedicura , su
forma de vestir no tenía un
tendencia específica a la
hora de sacar un estilo claro

1180
, aunque apreciaba en cierto
modo el ver el abanico de
posibilidades en el contexto
de configurar sus
vestuarios , en calzado
demandaba por encima de todo
la calidad o comodidad de los
modelos . Manejaba su edad
entre los treinta y los
cuarenta años como recurso
ante eventualidades del
servicio a realizar, sus
relaciones se basaban en
esporádicas amistades de
negocios puntuales.

Desechaba cualquier
invitación que llevase a una
implicación emocional en toda
regla, separando sus
sentimientos más profundos
del estrictamente laboral.
Sabiendo lo mucho que se

1181
jugaba en cada suplantación
de identidad en la que se
veía inmersa, cada vez le
resultaba un riesgo
importante el caracterizarse
con suprema autenticidad, ya
que se había en un ser
camaleónico con acentuadas
lagunas en su personalidad.

Rozando con fuerza los signos


de una vehemente patología
psicológica, en la cual no
reconocía el límite de su
imaginación, entrando en
mundo de irracionalidad ante
los estímulos de su entorno
en general. Sentía que su
mente estaba atrapada en un
universo contrario a su
voluntad, luchaba por
mantener una pequeña
esperanza de recuperación en

1182
lo concerniente a su propia
existencia.

Le comenzó a sonar con


insistencia su teléfono
móvil, eso indicaba que su
tranquilidad se volvía a ver
afectada por la demanda
dentro de su profesión.
Aquello era su único alivio
para mitigar la manifiesta
soledad, intentando que su
alma tuviese un aliciente
para continuar. Permitiendo
que nada se cruzase en su
camino por el bien de la
planificación actual, solo
pretendía asegurar un
perímetro en el que poderse
apoyar. Apretó con
vigorosidad la tecla con la
que recibir la llamada de
alguien precisase de sus

1183
servicios con prontitud.

{Silvia}

Hola buenas tardes, ¿Hablo con


Isabela Fernández Risoteo?

{Isabela}

Buenas tardes, es misma al aparato


para poder atenderle a la mayor
brevedad posible, aunque hoy estoy
inmersa en un encargo.

{Silvia}

1184
En realidad solo quería comprobar
que continuaba conservando el
mismo número de teléfono, ya que
hace un tiempo le encargue un
trabajo.

{Isabela}

Pues ya ve que no ha cambiado


nada, ¿Podría decirme su nombre?

Silvia}

Me llamo Silvia Rey Gutiérrez,


requerí su colaboración en el
pasado para que se hiciese pasar
por la amante de una ex pareja de
mi hermana Sandra.

1185
{Isabela}

Ahora por los datos me voy dando


cuenta de quién es usted, si la
memoria no me falla en mis
cálculos eso ocurrió hace un par
de años.

{Silvia}

Veo que conserva su capacidad para


localizar las fechas en el pasado,
pero el asunto que nos ataña ahora
es muy distinto al anterior.

{Isabela}

1186
¿De qué se trata en concreto?

{Silvia}

Hay un hombre que está ejerciendo


de intruso en medio de mi familia
y me gustaría poder tenderle una
trampa a modo de escarmiento.

{Isabela}

Sabrá que mis tarifas tienen


suplemento según el trabajo que
haya que poner en práctica, lo
digo para que luego no tengamos
problemas con el finiquito de la
tarea.

1187
{Silvia}

¿Por qué me ha tomado?

{Isabela}

Perdón, solo quería que le quedase


claro cómo funciona mi forma de
negociar los trabajos, no quiero
que se mal interprete mis
palabras, pero hay mucha gente que
no cumple con lo pactado.

{Silvia}

1188
Tranquila que si es necesario le
envío un sobre con un adelanto
como señal, así también podrá ir
recabando material para su
vestuario.

{Isabela}

¿A qué se dedica el individuo?

{Silvia}

Según mis informaciones tiene


plaza en propiedad como abogado
del estado, aunque lo que me
gustaría descubrir si está
mezclado en asuntos turbios.

1189
{Isabela}

Eso es lo más sencillo del mundo,


dado que debe conocer a una
cantidad incalculable de
personajes públicos que flirtean
con la corrupción en los bajos
fondos de la ciudad.

{Silvia}

¿Cuánto me piensa cobrar por esa


información?

{Isabela}

1190
No suelo hablar de dinero por
teléfono, quizás la policía haya
pinchado su línea para rastrear la
conversación por algún motivo en
especial.

{Silvia}

Estoy complemente sola en mi


despacho, además también
pertenezco a la judicatura del
estado por lo que no creo que
nadie se moleste en vigilar mis
movimientos.

Paralelamente Diego meditaba


la forma menos gravosa
posible en el tema
relacionado con la visita al

1191
domicilio de Estefanía, temía
una ferviente tensión
derivada por el
empecinamiento de Yolanda, a
que se celebrase sin previo
aviso para la interesada.
Dando pie a un más que
evidente descontrol en su
prioridad, siendo en realidad
la justificación perfecta en
la cual ambas estarían en
disposición de saldar viejas
cuentas pendientes. Ahí
también observaba un foco de
discrepancias dejando a un
lado lo verdaderamente
importante, le generaba
cierta desconfianza en lo que
centraba el motivo concreto.

Apreciaba un alto grado de


resentimiento en el tono de
voz de Yolanda marcando una

1192
ira desmedida, aun así, no
era capaz de comprender aquí
desmesurada animadversión
hacia su ex pareja. Pensaba
que con el beso del ascensor
había zanjado la polémica que
le suscitaba el nombrar a
Estefanía en medio de
cualquier conversación, no
permitiendo que se hablase de
ella más de lo necesario.
Impuso un reglamento basado
en promover la dilapidación
de la imagen de quien
consideraba su enemiga,
llegando al punto de marcar
un código de conducta basado
en lo conveniente para sus
intereses en individual.
Renegando de cualquier
vínculo que pudiese acercarle
a una hipotética futura
amistad, no atendía a razones

1193
que estuvieran ligadas a este
tema en concreto.

{Diego}

Acabo de comprobar que no te


importa nada más que obtener la
mejor de las exclusivas, sin
pararte a pensar en el daño que me
puedas estar haciendo.

{Yolanda}

¿Acaso tú no harías lo mismo en mi


lugar?

{Diego}

1194
Sabes bien, que he abandonado
muchas investigaciones, no solo
porque me importase la víctima en
cuestión, sino porque para mí el
dinero es lo de menos en esta
profesión.

{Yolanda}

Me parece que no te das cuenta que


mis únicos ingresos vienen
emparejados a informar a los
lectores, a mí no me pagan por
escribir sobre mis sentimientos
hacia los demás.

{Diego}

1195
¿Por qué quieres hacerme tanto
daño?

{Yolanda}

Eres un daño colateral que no se


puede evitar, así que tendrás que
mantenerte al margen por la
seguridad de tu integridad
emocional.

{Diego}

Sigo viendo que el rencor ha


llegado hasta lo más profundo de
tus extrañas, dando por sentado
que no cambiaras de opinión.

1196
{Yolanda}

¿Te has olvidado que es lo que


paga nuestras facturas?

{Diego}

Renunciaría a cobrar un solo


céntimo de este trabajo, con tal
de mantener intacta mi vida
privada.

{Yolanda}

Así nunca llegaras a comprender

1197
como funciona el sistema mueve a
esta sociedad, creo que te va
tocar elegir sobre la postura más
conveniente.

Mientras Ignacio debía


ingeniárselas para encontrar
una excusa que le hiciese
quedar bien parado ante su
primo Ernesto, siendo una
embajada complicada de llevar
a cabo, dado que intentaría
no entrar directamente en una
polémica. Se le presentaba un
difícil compromiso ante su
capacidad de resolver
situaciones límite, quizás
maduraría la posibilidad de
postergar la cita unas horas
después del almuerzo. Tomaría
como referencia la hora en la
cual comenzasen a comer en el

1198
restaurante, ahí estaría la
clave de todo el asunto que
manejaba entre sus manos.
Hizo un examen de memoria en
la búsqueda de conocer
identidad del acompañante de
Silvia, convirtiéndose en un
misterio complicado de
analizar, ya que los
precedentes no podían servir
dentro de un análisis
general.

Seguía anclado en la idea de


que ella no había sido
sincera en sus afirmaciones
en contra de la asistencia de
Ernesto, sabía que algo se
escondía tras sus palabras.
Le quedaba descubrir el
motivo esencial de su disputa
interna, pondría en juego su
habilidad a la hora de

1199
afrontar ese reto que se le
colocaba en su horizonte,
esperaba que no desembocase
como detonante en un cruce de
acusaciones entre ambas
familias. Intentaría que la
armonía reinase por encima de
cualquier tipo de rencilla
personal, meditaba
comunicárselo inmediatamente
o dejar que pasasen unos
días.

Observo que Silvia no cesaba


en su empeño por controlar la
voluntad de los demás,
llegando al punto de verse
manejado por sus caprichos,
con la única pretensión de
marcarle una pauta a seguir
en lo concerniente a su
reconciliación con Yolanda.
Divisaba una cantidad enorme

1200
de condicionantes en la
planificación en general. Sin
embargo, no era capaz de
negarse a ninguna de las
sugerencias que le deja en el
aire, haciéndole tomar
decisiones precipitadas en
relación a sus compromisos
sociales. Ahí radicaba una
parte del malestar que se
levantaba al término de cada
reunión familiar.

Respiro profundamente antes


de ponerse manos a la obra en
conformar una estrategia en
la cual amortiguar, el
impacto que daría el
comunicarle a Ernesto su
repentina baja para esa
comida familiar. El mal trago
pondría en peligro la
cordialidad que ambos

1201
disfrutaban, dando
seguramente a una temporada
de inminente frialdad entre
los dos. Quizás era el precio
que el destino le demandaba
como pago, si pretendía
recuperar su relación con
Yolanda. Por ese lado no era
aconsejable ni un solo
descuido dentro del guion
establecido en un principio,
siendo un tema que no
esperaba que entrase en una
dinámica equivocada. Por fin
diviso la piedra de toque en
la que apoyarse para coger la
fuerza necesaria, con la que
afrontar la conversación con
Ernesto.

Se dispuso a localizar de
nuevo su número de teléfono a
la mayor brevedad posible ,

1202
esperando que no tuviese
ningún tipo de ocupación que
impidiese hablar con él de
una manera cordial a la vez
que distendida , además
aprovecharía para conocer sus
avances en la recopilación de
datos sobre el pasado de
Diego .Eso le resultaba
fundamental en su cruzada por
recuperar una parte del
crédito perdido ante Yolanda
, le proporcionaba una
estabilidad con la que
mantener el equilibrio
interno , prolongando todavía
más si cabe una brizna de
esperanza en medio de la
tormenta .

Las imágenes distorsionadas


de la víctima se cebaban con
la mente de Ernesto, dando

1203
vueltas de un lado para otro
sin poder detenerlas ni un
solo segundo. Era un
sufrimiento continuo de su
debilitada paciencia
interior, llegando a sentir
que perdía la coordinación de
los movimientos, tanto de
piernas como de los brazos
con bastantes signos de
absoluta falta de voluntad.
Haciendo complicado seguir
con sus actividades
cotidianas, luchaba lo
indecible por desterrar de su
cuerpo la sombra de la
depresión. Notaba como le
iban escaseando las energías
de reserva. Intentaría no
perder la verticalidad por
muy costoso que le pareciese
en este preciso instante.
Empezó a percibir las

1204
vibraciones que provenían de
su teléfono móvil, lo que
sirvió para que espabilase
elevando sus parpados como un
resorte. Apretó la tecla con
la que recibir la llamada lo
más pronto posible.

{Ernesto}

Hola dime Ignacio, ¿En qué te


puedo ayudar?

{Ignacio}

Hola Ernesto, veras es que en la


comida del viernes se ha auto
invitado Silvia la prima de
1205
Yolanda y no sé si te molestara su
asistencia.

{Ernesto}

Tranquilo no pasa nada nos vemos


otro día para almorzar, no
quisiera que se sintiera violenta
con mi presencia.

{Ignacio}

¿Estás seguro de que no te enfadas


por este cambio de planes?

{Ernesto}

1206
No, tampoco me apetecía mucho
estar de espectador en una
reconciliación de enamorados,
puesto que tendréis que hablar de
vuestras cosas privadas.

{Ignacio}

Bueno en eso debo darte hasta


cierto punto la razón, ya que
tenemos que conversar largo y
tendido sobre algunas cosas que se
han quedado por decir.

{Ernesto}

1207
¿Me llamabas por algo más?

{Ignacio}

Quería saber si has averiguado


algo de lo que te encargue esta
mañana, puesto que me convendría
tener en mis manos ese expediente
antes del viernes a mediodía.

{Ernesto}

De eso precisamente tenía que


hablar contigo en persona, pero
ahora mismo me han entregado una
cartera con una información
clasificada, con un alto contenido
de pruebas relacionadas con una
víctima reciente.

1208
{Ignacio}

¿No será Natalia Loureiro


Iglesias?

Ernesto}

Si la misma persona en la que se


detallan sus datos en el interior
de este informe, la verdad es que
me lo acaba de entregar Lucas en
plena calle.

{Ignacio}

1209
Veo que no pierde el tiempo en
sumergirse dentro de los barrios
marginales de la ciudad,
seguramente ahí este la clave de
su fatídica muerte.

Isabela continuaba debatiendo


con Silvia las condiciones
sobre un inminente acuerdo
entre ambas, aunque las
diferencias eran a simple
vista bastante evidentes, ya
que en líneas generales se
dibujaba una larga
negociación por detalles
puntuales. Lo que retrasaba
el diseño de un patrón de
trabajo solidó, el vacío de
prioridades dejaba al
descubierto la poca claridad
de ideas expuestas durante la
conversación. Rozando en
1210
algunas fases el desconcierto
de opiniones.

Les quedaba mucho camino por


recorrer hasta lograr una
cercanía de intereses. Veía
que en el medio de su
argumento traslucía la sombra
de la venganza con signos de
rencor, añadidos a sus
comentarios acerca de sus
verdaderas intenciones.
Provocando una des
coordinación basada en no
entrar directamente en el
fono de la cuestión, siendo
una salida complicada para
proteger sus asuntos
privados.

El sosiego iba perdiendo


eficacia con el paso de los
minutos por encima de sus

1211
cabezas, conduciéndoles hacia
una dinámica poco productiva,
pudiendo desembocar en un
círculo nocivo para implantar
un concepto completamente
distinto. Sabía que le
cautela debía ser el arma a
utilizar por encima del resto
de cosas, se convertiría en
uno de sus principales
recursos a explotar en el
futuro. Sustentaría una parte
importante de iniciativas que
utilizase en caso de
emergencia.

{Isabela}

¿Tiene predilección por alguna


caracterización en especial?

1212
{Silvia}

Con tal, de que cumpla con su


cometido a la hora de realizar el
trabajo con agilidad de
movimientos, no me decanto por
ningún estilo en particular.

{Isabela}

Eso me facilita un poco al elegir


el atuendo, puesto que me
resultara más sencillo crear una
caracterización independiente, sin
tener que recurrir a la cartera de
antiguos personajes.

1213
{Silvia}

¿Tardara mucho en tenerlo


preparado?

{Isabela}

Si todo va como lo tengo pensado


en mi cabeza, calculo que entorno
a una semana más o menos podría
estar trabajando en el asunto.

{Silvia}

Esperaba que fuese un poco antes


de ese tiempo, ya que me urge

1214
zanjar ese tema que me urge
quitarme de encima lo antes
posible.

{Isabela}

¿Dónde podría dejarme un sobre con


la identidad del sujeto a
extorsionar?

{Silvia}

Suelo comer de vez en cuando en el


Luxury, por lo que sería un buen
sitio para entrevistarnos
disfrutando de un suculento
almuerzo.

1215
Por su parte Salvador se
acercó al panel de timbres
perteneciente al portero
automático del edificio donde
se ubicaba el domicilio de
Antia. Se quedó unas décimas
de segundo reflexionando la
remota posibilidad de iniciar
una relación con ella, quizás
resultaría precipitado el
darle a conocer abiertamente
sus sentimientos. No quería
estropearlo antes de tiempo
al no saber mantener aislada
su impaciencia interior,
tomaría la determinación de
evitar andarse con rodeos a
la hora de explicar aquello
que centraba poderosamente su
atención. Buscaría la forma
menos brusca de entablar con
ella una charla informal, que

1216
le fuese válida para ir
introduciendo paulatinamente
sus diferentes dudas, acerca
de una hipotética vida en
común bajo el mismo techo.

Respiro profundamente antes


de pulsar el botón
perteneciente al piso octavo
centro, para poder contactar
con Antia lo más pronto que
fuese posible. Pero una
silueta en el más absoluto
silencio se apostaba tras su
figura, simplemente ojeando
con detenimiento sus
movimientos. Notaba como el
aliento de esa mujer se
apreciaba de forma insistente
en su nuca, dado que la débil
brisa potenciaba de manera
evidente su acción. Haciendo
que un incipiente nerviosismo

1217
dejase su carta de
presentación, llevando un
mero desconcierto a lo largo
de su anatomía, siendo un
lastre peligroso de eliminar
con la suficiente capacidad
de reacción.

Vio cómo su desconocida


acompañante se dirigía justo
a su altura en medio de la
calle. Con la única misión de
seguir minando su moral, le
daría un breve mensaje
auditivo cargado de violencia
verbal al uso. Teniendo en
cuenta su condición de
miembros de las fuerzas y
cuerpos de seguridad del
estado, aunque eso tampoco le
libraría mucho de la
intención de la misiva en
cuestión, ya que no estaba en

1218
una buena posición para
recibir según qué tipo de
cosas.

Enseguida se produjo esa


breve toma de contacto entre
ambos, en la cual se le
comunicaba lo siguiente “Ya
puedes cerrar el caso, el
asesino es mudo, ciego y
sordo “. En cuanto giro la
cabeza como medida de
comprobación visual no había
ni rastro de la mujer. Eso le
hizo disparar una enorme
cantidad de dudas al respecto
de lo sucedido, todo cambiaba
de escenario por el bien de
sus intereses. Sin embargo,
es apunte le daba una visión
muy distinta a la que se
ceñía en principio, contaría
con la remota posibilidad de

1219
que esa declaración fuese una
pieza esencial en el
esclarecimiento de la muerte
de Natalia Loureiro Iglesias.

Mantendría oculta esa


información hasta que
considerase oportuno sacarla
a la luz pública, se
aseguraría de que nadie
pudiera arrebatar ese secreto
tan importante. Por fin había
cosechado aquello que le
permitiría dar un salto de
calidad a su investigación
policial. Ahora sí que tenía
las ideas más claras para
afrontar el reto de intentar
conquistar el corazón de
Antia, estando con la mente
centrada en un asunto de
tanta urgencia que resolver
por el bienestar de sus

1220
sentimientos.

Volvió nuevamente a colocarse


delante del panel de los
timbres, con el único
propósito de poderse
comunicar con ella por el
intercomunicador del portero
automático. Esperaba no tener
más interrupciones en su
instante de mayor subida
emocional. No tardó en ser
contestado por la fina a la
vez que aterciopelada voz que
manaba de la garganta de
Antia.

{Antia}

Hola Salvador, ¿Por qué has


tardado tanto?

1221
{Salvador}

Hola Antia, me retrasado un poco


en la búsqueda de un lugar para
estacionar el coche lo más cerca
de tu domicilio, pero me
encontrado con media calle cortada
por las obras del alcantarillado.

{Antia}

Bueno, es que empezaba a


preocuparme un poco por lo que
tardabas en llegar desde la
comisaría de la zona centro.

1222
{Salvador}

Por favor, ¿Me abres la puerta?

{Antia}

Perdona, ahora mismo te la abro


que no me daba cuenta que se
cierra justo cuando sale alguien
del edificio.

Empujo Salvador la pesada


puerta con fuerza en su
acción, además a un le
seguían retumbando las
palabras vertidas por aquella
desconocida. Intentaba no
desestabilizarse
1223
emocionalmente a la hora de
atajar las consecuencias que
se derivaban de un trance de
incalculables dimensiones,
sabía que no sería la última
vez que se cruzaría con ella.
Dado que no pensaba abandonar
el caso tan fácilmente,
puesto que reconocía en
absoluto el final de la
investigación criminal.

Tomaría en cuenta esta


pequeña ayuda con la que
afrontar los pasos a poner en
práctica. Dudaba de poder
compartir su secreto con
Antia por la importancia del
trasfondo del mismo en su
conjunto, divisaba ciertos
matices que le abocaban a no
entender en qué contexto
debía enmarcar esta extraña

1224
situación.

Nada parecía estabilizar su


mente por mucho que pretendía
neutralizar el instante en
cuestión, se le prolongaba en
exceso aquello que no era
bueno mantener presente más
tiempo de lo estrictamente
necesario. Quizás le marcase
una clave que todavía no se
había propuesto descifrar,
llegando a encontrar una
nueva vía de actuación dentro
del caso que no terminaba de
ofrecerle cambios repentinos
en la dirección de los
acontecimientos.

Veía que muchas de sus


expectativas iban dejando
paso a otras opciones de
menor riesgo para su

1225
integridad física, por ese
lado se le abrían un sinfín
de posibilidades con las que
contar en el futuro. Tenía la
primicia de conocer un dato
relevante ni habiéndose
movido de donde se encontraba
parado.

Ahí podría explotar sus dotes


de buen estratega a la hora
de negociar el precio y con
quien compartiría su secreto
mejor guardado, jugaría con
una ventaja diferente hasta
la que se le presentaba unos
minutos atrás. Consideraba
que no fue un mal momento
para sus expectativas de
futuro, ya que disfrutaba de
una posición de privilegio
frente a cualquier
eventualidad que pudiese

1226
surgir en su camino. La
cautela le daba un ápice de
cordura en lo concerniente a
su disposición de conservar
intactas sus sensaciones,
cambiando su forma de
plantearse la resolución de
su inminente dilema cerebral.

También se despejaban un buen


número de incógnitas acerca
de las posibilidades de que
aquella confidencia fuese del
todo fidedigna en su
totalidad, se le hacía
complicado de admitir que
alguien tuviese el
atrevimiento de abordarle en
plena calle. Con la única
pretensión de ofrecerle unos
datos fundamentales en el
esclarecimiento de un
supuesto asesinato, ya que

1227
con esa afirmación se tiraba
por tierra cualquier
especulación en referencia a
un evidente crimen con tintes
de pura ficción.

Diego era incapaz de rebajar


el grado de emotividad que le
dispensaba Yolanda por medio
de sus incendiarias
respuestas. A duras penas
lograba mantener una media
tranquilidad entre los dos,
siendo el blanco de sus duros
ataques indirectos en la
imagen de la ausente
Estefanía.

Sabía que jamás le


perdonaría, el haberle
ocultado, un breve romance
ocurrido, a espaldas de ella
y que esa herida, tendría no

1228
sería, sencillo de
cicatrizar, esperaba que
algún día, se arreglasen sus
diferencias, como personas
adultas. Pero de momento les
separaba, un resentimiento,
fuera de lo normal, en estos
casos, llegando a rozar, el
límite de lo permitido, en la
convivencia humana.

La frialdad era la que


establecía, las normas a
implantar, durante su
intercambio, de golpes
dialécticos, cargando de
paciencia, a cualquier de los
contrincantes, que lo
necesitase. No escatimando en
dureza, a la hora de tumbar,
el alegato de quien, se
tuviera enfrente, la tregua
no entraba, dentro de los

1229
planes, de ninguno de los dos
contendientes. La lucha
empezaba a dar signos, de
flaqueza del aguante,
mediante dolor moral, que se
infligían, con el paso de los
minutos, evitando darle
ventaja, al contrario con un
bajón, transitorio de
autoestima.

{Diego}

¿No piensas retroceder en tus


pretensiones en lo referente a
Estefanía?

{Yolanda}

1230
No, es más la considero, una
persona que esconde, una buena
cantidad de datos fundamentales y
además creo que es mejor, que
hable con ella.

{Diego}

Sigo sin comprender, lo que


buscas, en una declaración, no
oficial de Estefanía, pero no
quiero, que pienses en que voy, a
impedir tus métodos de trabajo.

{Yolanda}

¿Entonces por qué los criticas con


1231
tanta dureza?

{Diego}

Quizás estas intentando, cubrir


temas personales, con un manto, de
efímera profesionalidad, aunque no
termino, de ver la relación entre
ambos.

{Yolanda}

Ha sido, una simple casualidad,


con la que no contaba, en un
principio y que en definitivo,
pienso aprovechar hasta las
últimas consecuencias.

1232
{Diego}

¿Sabes que estás poniendo en


peligro nuestra amistad?

{Yolanda}

Tampoco dramatices tanto la


situación, que lo importante, es
sacar el trabajo, adelante con el
menor costo, de recurso a poner en
práctica.

{Diego}

1233
Noto un tremendo, rencor en tus
palabras, hacia Estefanía, lo
cierto es que no conocía, esa
faceta tan cruel dentro de tu
carácter.

{Yolanda}

¿Pensabas que me quedaría sin


husmear en la vida privada de tu
ex pareja?

{Diego}

Ahora sí, que ya no te reconozco,


como mi amiga, es más ni si
quiera, me planteo una remota
posibilidad, de que tengamos, una
futura relación afectiva.
1234
Estaba saliendo bien el
principio de acuerdo verbal
que dirimía Silvia con
Isabela, se observaban
avances con generosas
perspectivas para las dos.
Consiguieron limar las
asperezas que les separaban
de sus respectivos objetivos
personales, llegando a un
punto de interés común en ese
sentido de la intensa
negociación, acerca de los
detalles fundamentales en el
desarrollo de su estrategia.

Tenía muy claro que expondría


lo que fuese necesario con
tal de ver satisfechos sus
deseos, quizás daría un nuevo
aire a su relación de amistad
1235
con Ignacio. Podría crear una
senda paralela en la que
tendría cabida aquellos
aspectos oscuros de su
existencia, sin marcar un
exceso de optimismo a la hora
de obtener a su favor un buen
número de resultados.
Sabiendo exactamente el grado
de dificultad en el
desarrollo de cada uno de
ellos, eso le daba una cierta
confianza para afrontar sus
siguientes retos.

Tampoco perdería la
oportunidad de comprobar el
estado de la relación
familiar que unía a Ignacio
con Ernesto, ya que de eso
dependía una parte importante
de su tranquilidad. Evitaba
que los sobresaltos pudieran

1236
aparecer en escena en el
momento menos indicado para
ella, teniendo en cuenta que
nada estaba estable en su
actual planificación de las
cosas. Sabia del peligro que
con llevaba el derivar su
atención hacia varios
frentes, aunque iban yendo
los acontecimientos acordes
con lo estipulado dentro del
orden de actuación en cada
etapa.

{Isabela}

Es un local, que suele haber mucha


gente, a la hora de la comida,
pero bueno haré, un esfuerzo para
poder entrevistarme, con usted
mañana al mediodía.

1237
{Silvia}

¿Como la reconoceré entre tanta


gente?

{Isabela}

Suelo llevar, el pelo recogido, en


una larga trenza, aderezada por un
pañuelo, atado atrás adornando, el
cuello del abrigo, además me gusta
sentarme, en las sillas con mesa,
de en medio de los
establecimientos de hostelería.

1238
{Silvia}

¡Bueno! no es muy detallada, su


descripción, pero me servirá, para
hacerme una idea, de su ubicación
dentro del local, espero que este
atenta a mi llegada.

{Isabela}

¿Y a usted como la identificare?

{Silvia}

Es sencillo saber quién soy por mi


vestimenta, ya que mi pieza de

1239
ropa favorita es unos tres cuatros
de piel en color negro azabache
con herrajes dorados en los
laterales.

{Isabela}

Eso me parece suficiente para


mantener una leve vigilancia de su
entrada por la puerta, no creo que
haya dos personas dispuestas a
gastarse ese dineral en algo tan
exclusivo.

{Silvia}

¿Lo dice por mi status social?

1240
{Isabela}

No se moleste por mi comentario,


solo estaba haciendo un descarte
de posibles adquiridores de ese
tipo de artículos en concreto.

{Silvia}

Ah perdón, no quería ofenderle con


mi arrebato emocional de hace un
instante, pero ahora mismo estoy
inmersa en un episodio de miedo
constante por mi vida.

{Isabela}

1241
¿Sabe si el individuo va armado?

{Silvia}

Carezco de esa información que me


acaba de solicitar, ya que evito
conocer cualquier detalle sobre
esa persona, puesto que me siento
indefensa.

Mientras Ignacio se iba dando


cuenta paulatinamente de que
la guerra entre ambos, se
había convertido en algo más
que un simple roce por
desacuerdos puntuales. Viendo
que Ernesto le había cambiado
de tema en un intento por
1242
desviar su atención, uso la
excusa de su casual encuentro
con Lucas para enfilarle
hacia su terreno, aunque
tampoco le venía mal del todo
el saber lo que contenían
aquellos documentos
declarados como clasificados
de interés general. Por
tendría que andar con pies de
plomo con la mente centrada
en lo que se pudiese filtrar
tras esa importante
conversación.

Apreciaba cierto tono


despectivo en la voz de
Ernesto a la hora de relatar
su intercambio de opiniones
con Lucas, ya que llego al
punto de hacerle la pregunta
con mayor compromiso de todas
dentro de la charla

1243
distendida que mantenían
desde hacía unos diez minutos
de reloj.

Eso le descolocaría
francamente fuera de toda
lógica en su forma de ver
hasta donde pretendía saciar
su curiosidad personal,
albergando la posibilidad de
obtener el mayor número de
datos que estuviese en su
mano. Siendo una pieza clave
dentro de la espiral en la
búsqueda de hacer más serena
la charla entre ambos, puesto
que la tensión imprimía un
toque de vacío de confianza
en el ambiente, marcado por
el hecho de se ocultaban
estrategias paralelas en
muchos aspectos de su
investigación.

1244
Su actitud desafiante era
todavía más desconcertante si
cabe a tenor del tono en el
que se desarrollaba la
conversación entre los dos,
dado que iba provocando un
intercambio de posiciones
bastante peligroso para sus
intereses comunes. Llegando a
divisarse una brecha de
considerables dimensiones,
dejando evidencias de que su
buen feeling era una treta a
la hora de negociar
colaboraciones puntuales.
Separando la faceta familiar
hacia un lado que estimasen
oportuno según las
circunstancias que rodeasen
el acuerdo.

Ninguno quería mostrar sus

1245
verdaderas intenciones en
público. Rozando la
impertinencia verbal como
telón de fondo dentro de una
charla que iba subiendo en
intensidad con el paso de lo
minutos, proyectando una
imagen de auténtico
descontrol en su forma de
retomar los cauces iníciales.
Dando la impresión de que se
había convertido en una
escaramuza argumentada por el
hecho de no querer admitir,
la existencia de una
complicada situación
insostenible para ambos en su
totalidad. Esperando que las
cosas diesen un vuelco más o
menos racional, llegando a
encontrar un punto de
inflexión en lo concerniente
al tema de Lucas.

1246
{Ernesto}

Es cierto, ¿Que Lucas te ha


vendido una pistola?

{Ignacio}

Si, hace un par de semanas me


trajo un par de modelos para que
eligiese la que mejor se me
acomodase a mi mano derecha.

{Ernesto}

1247
No me esperaba de eso ti, tenía la
firme convicción que te alejarías
de cualquier tipo de violencia,
pero veo que me he equivocado en
mi predicción.

{Ignacio}

¿A ti no te la ha ofrecido?

{Ernesto}

Efectivamente hace un rato me ha


dado una para que la pruebe y por
lo que me ha comentado esta tarde
me traerá un permiso de armas
falso.

1248
{Ignacio}

Cuidado con los detectores de


metales que las suelen hacer des
calibrar con facilidad, te
aconsejo que la guardes en la
guantera del coche.

{Ernesto}

¿Tienes problemas con algún jefe


de las bandas del sur de la
ciudad?

{Ignacio}

1249
No, la tengo como protección ante
posibles problemas que puedan
aparecer de imprevisto en el
futuro, tampoco quiero que me
cojan sin haber ofrecido
resistencia.

{Ernesto}

Es una buena solución para


mantener intacta tu seguridad
personal, aunque no quisiera que
te detuvieran por llevar
ilegalmente un arma de fuego.

{Ignacio}

¿Quién te ha dicho que no tengo la


1250
documentación en regla?

{Ernesto}

Bueno es lo que me ha parecido al


comentarlo con Lucas, quizás sin
darme cuenta he mal interpretado
sus palabras.

{Ignacio}

Debo aclararte que hubo un tiempo


en el que me estuvieron tramitando
el permiso, aunque tampoco fue
tanto tiempo como para no poder
portar un arma de fuego.

1251
Yolanda manejaba a su antojo
la voluntad de Diego con la
posibilidad de presentarse en
el domicilio de Estefanía. Él
veía una clara maniobra de
venganza por algo que sucedió
en el pasado, no terminaba de
comprender el ensañamiento
verbal que utilizaba para
referirse a ella, aunque se
le terminaban las afecciones
sobre las que continuar
sustentando su rencor.
Tendría que cambiar su
estrategia por una menos
agresiva a la hora de
aplicarla, dependía en cierta
medida de su actitud frente a
lo sin sabores que le
presentaba la vida.

Mantenía bien afilado el


látigo de su corrosiva

1252
frialdad, se apoyaría en un
elevado grado dentro de su
irrefrenable despotismo ante
los demás. Prolongando su ira
hacia cualquier cosa que
pudiera provocar la aparición
de un recuerdo de ella,
siendo en realidad un arma de
doble filo con el que
continuar destrozando la
moral de su eventual
acompañante, aunque eso le
serviría para comprobar la
fortaleza de él con todo lujo
en los detalles más
insignificantes. Temía que el
desequilibrio le condujese a
perder una parte importante
de su personalidad, entrando
en un peligroso conflicto de
prioridades a poner en
práctica. Por lo que no le
quedaba otro remedio que

1253
rebajar su enérgica
emotividad.

{Yolanda}

Ahora mismo lo que menos me


importan son los sentimientos de
los demás, quizás más adelante me
plantee volver a disfrutar de la
compañía de un hombre.

{Diego}

¿Estas intentando decirme algo en


concreto?

1254
{Yolanda}

Si, que no se te vuelvas a ocurrir


besarme otra vez en los labios, ya
que no me resulta agradable verme
acosada por tipo como tú.

{Diego}

No vas a provocar que me pueda


enfadar contigo, sé que en
cualquier instante te arrepentirás
de todo lo que has estado
diciendo.

{Yolanda}

1255
¿Piensas que no lo digo en serio?

{Diego}

Espero que no vayas más allá en


tus afirmaciones con respecto a
Estefanía, de lo contrario estarás
haciendo una imagen distorsionada
de la realidad.

{Yolanda}

Me da igual lo que pienses sobre


mi actitud, será que no me
preocupa nada de lo que puedas
decir acerca de los métodos que
utilizo.

1256
{Diego}

¿Prefieres que abandone esta


investigación?

{Yolanda}

Esa decisión es solo tuya no


quisiera interferir en tus
opiniones, pero si te quedas harás
las cosas a mi manera sin hacer
ningún tipo de comentario, ¿Esta
claro?

{Diego}

De momento seguiré con el caso que

1257
tenemos entre manos, al final del
día te comunicare lo que voy a
hacer a partir de ese instante.

{Yolanda}

Bueno pues entonces saca tu cámara


de fotos y ponte a sacar
instantáneas de todo el perímetro
de la habitación, sin descuidar ni
un rincón de la misma.

Salvador que iba transitando


por el rellano del edificio
donde residía Antia.
Apreciaba una sensación de
que alguien lo vigilaba desde
la lejanía, no quería
ahuyentar a su inesperado/a
acompañante en aquel preciso

1258
lugar de paso para los
vecinos del inmueble. Estaba
alerta ante un posible
encuentro casual con alguien
conocido de uno de mil casos
cubiertos en sus casi diez
años al servicio de la ley.
Oía de fondo el ruido de una
fuerte respiración que
provenía de justo detrás de
una de las columnas más
próximas a la entrada del
ascensor, mantendría la
serenidad por el bien de su
inminente hallazgo sobre la
identidad del personaje
misterioso que se ocultaba al
fondo del portal. Siendo un
reto conocer las pretensiones
de dicho individuo en lo
concerniente a este eventual
encuentro entre ambos, el
nerviosismo le hacía meditar

1259
con calma antes de actuar a
ciegas. Pudiendo meterse en
problemas de gran
envergadura.

Olía el aroma de una potente


fragancia de mujer que
recorría todo el perímetro
del portal, aunque no se le
hacía familiar el regusto de
alcohol que despedía. Sin
embargo, estaba seguro de que
no era una coincidencia que
le estuviera siguiendo, de
pronto comenzó de nuevo a
caminar en dirección hacia la
entrada del ascensor, iba con
paso lento entornando los
pies sobre las baldosas del
suelo de terrazo. Intentado
que se amortiguasen los
toques de las suelas de sus
zapatos al rozarse con el

1260
pavimento, elevaba sus
piernas un par de centímetros
por encima de lo normal, así
tampoco dejaba bajar con
tanta fuerza sus extremidades
inferiores.

En su cabeza viajaba la
incógnita por conocer la
identidad de quien se
ocultaba, tras la última
columna del lugar de paso
para todos los miembros del
vecindario. Quizás exponía
más de la cuenta al lanzarse
en la búsqueda real de
respuestas que le
convencieran a su
tranquilidad, puesto que no
cesaría en su empeño de
aplicar las técnicas que
considerase oportunas en la
obtención de información

1261
veraz. Se le abría un largo
abanico de supuestos
sospechosos a los cuales se
les podría ocurrir, la idea
de intentar sembrar el miedo
en su entorno diario. Con la
única pretensión de romper su
estabilidad emocional,
utilizando todos los medios
que tuviesen a su alcance,
aunque su serenidad se
mostraba cimentada por una
enorme energía interior.

Pero al doblar justo la


esquina de la columna su
sorpresa fue mayúscula, al
comprobar la imagen de quien
se hallaba allí sentada con
total naturalidad. No era
otra que Sandra Rey Gutiérrez
hermana menor de Silvia,
esperando mantener con él un

1262
encuentro informal lejos de
las más que evidentes
habladurías familiares.
Supuestamente se les había
relacionada en muchas
ocasiones en el pasado, pero
era complicado confirmar su
idilio amoroso al faltar
pruebas que sustentasen esos
fervientes rumores poco
fidedignos en su estructura.
Tenían una buena cantidad de
temas por aclarar en
referencia a múltiples
asuntos que los llegaron a
presentar como futuro
matrimonio.

Ella era una mujer de una


figura esbelta bien pulida
por sus genes de familia ,
portaba una larga melena
entre rizada oscura , ojos

1263
marrones tirando a color
avellana , sus manos estaban
con la nutrición cutánea en
perfectas condiciones de
hidratación , usaba una gama
extensa de productos de
maquillaje en general , que
acentuaban todavía más su
mirada felina , la vestimenta
no era nada excéntrica siendo
una consumada devota de la
moda en territorio vaquero ,
siempre bien conjuntado con
una botas de estilo campero ,
resaltando sus armas de mujer
en los momentos que tuviese
que sacarlas a relucir ,
deambulaba entorno a los
veinticinco años de edad , se
negaba a mantener una
relación sentimental
estable .

1264
Se quedaron en silencio
observándose mutuamente
durante unos segundos,
dejando que sus ojos hicieran
un análisis exhaustivo de la
situación real, aunque
ninguno hacia ademán de
entablar directamente una
conversación distendida con
la que romper la frialdad
reinante en el ambiente. No
variaban en absoluto las
posiciones que adoptaron
desde el principio de su
casual encuentro, que a todas
luces parecía orquestado por
parte de ella con la única
intención de estar un rato a
solas. Pretendiendo que la
tensión se fuese elevando
entre ambos a niveles
insospechados, tomándolo como
una especie de estrategia

1265
para minar su personalidad.
Marcaba una teórica distancia
de seguridad con la que
mantendría intacta sus
opciones de poder descubrir
las razones que condujeron a
Salvador a visitar el
domicilio de Antia.

Enseguida fue él quien no


aguanto la presión de ser
retado por la profundidad de
la mirada de ella , el que
tomo la decisión de lanzarse
a la aventura de abrir
irremediablemente el dialogo
entre los dos , aunque se no
dejaría en el aire ni un solo
cabo suelto con el que verse
enredado en algún tipo de
telaraña emocional , ahí
radicaba precisamente el
peligro de no saber asentar

1266
una base sólida en su defensa
.Sin embargo tampoco se le
presentaba otra opción que le
conviniera a sus intereses ,
llegando poner en serio
riesgo su incipiente relación
sentimental con Antia . Era
el único temor que podría dar
un giro de ciento ochenta
grados a sus planes más
inmediatos.

{Salvador}

¿Puedo saber que pintas ahí


sentada?

{Sandra}
1267
Ante toda buena tarde, que me
parece que no compartimos nada, en
común como pareja y además no creo
que tenga que darte explicaciones.

{Salvador}

Por el tono de tu voz, veo que


vienes con ganas de discutir
conmigo, pero te advierto, que no
te voy a tolerar, ni una falta de
respeto.

{Sandra}

¿Y qué piensas hacer para


remediarlo?
1268
{Salvador}

No pienso entra en tu juego de


polemizar por todo lo que me vayas
a poder acusar, sabiendo que es
una de tus estrategias favoritas.

{Sandra}

Quizás estés dándome la razón en


lo concerniente a que no me
trataste bien en el pasado, no
supiste entender el amor que
intentaba compartir contigo.

{Salvador}

1269
Sabes que esa era una relación
imposible de que fructificase, a
parte la diferencia de edad me
provocaba grandes problemas de
conciencia.

{Sandra}

¿Ósea que me vas a decir que no te


gusto el fin de semana
que pasamos juntos en el
chalet de mi familia?

{Salvador}

1270
Es fue hasta el momento el mayor
error de mi vida, por ello llevo
desde aquel día arrepintiéndome de
lo que sucedió en aquella
habitación.

{Sandra}

A mí no me parecía ver signos de


culpabilidad en tu rostro, es más
pensé que estábamos empezando una
relación de pareja como hacen los
enamorados.

{Salvador}

¿Por qué insistes en que me


comprometa contigo?

1271
{Sandra}

Quizás haya encontrado en ti algo


que en otros hombres no he
descubierto y eso me ha hecho
recapacitar sobre la intención de
que seamos algo más que simples
amigos.

{Salvador}

Insisto que no pierdas tu


maravilloso tiempo alimentando
expectativas de futuro que
seguramente no se cumplirán por el
bien de los dos.

1272
Isabela notaba ciertos cabos
sueltos en la exposición de
la propuesta por parte de
Silvia, que no terminaba de
convencerla en absoluto con
sus explicaciones acerca de
un inminente encuentro en
persona, en el transcurso de
un almuerzo en el Luxury ese
mismo mediodía. Veía
excesivamente precipitado el
que ambas tuvieran que tomar
decisiones sin tiempo para
meditarlas en consonancia con
sus expectativas
individuales. No quería darle
a conocer un sinfín de datos
que le comprometieran más
adelante dentro de cualquier
investigación de la policía,
puesto que un comentario
fuera de lugar le dejaría a
1273
merced de cualquier individuo
que vigilase sus movimientos.

Opto por sugerirle un lugar


alternativo al que le
proponía en un principio,
puesto que consideraba
temerario el exponer una
parte importante de su plan
por un simple almuerzo. Le
costaría hacer que Silvia
entrase en razón por la buena
salud de su encargo
delictivo, se iban
complicando los detalles a
tener en cuenta a la hora de
confeccionar una forma de
escenificar aquello que les
diese la ocasión de eliminar
definitivamente Ernesto del
entorno de su familia. El
precio económico a
desembolsar carecía de un

1274
importe concreto para su
consecución final, no
escatimaría ni si quiera en
medios que fuesen necesarios
de aplicar, con tal de ver su
victoria refrendada con
hechos consumados.

{Isabela}

Bueno estoy pensando que por


seguridad sería mejor que
cambiásemos el lugar de encuentro,
presiento que no es un sitio
recomendable para que nos vean
hablar de ciertos temas.

{Silvia}

1275
¿A qué viene ahora ese cambio de
última hora?

{Isabela}

Es debido a que no quisiera


cruzarme con ningún antiguo
cliente, así mantendríamos una
reunión de corte distendido y sin
interrupciones ajenas.

{Silvia}

Debo darle la razón por su

1276
reacción en el último instante,
puesto que hay puntos que negociar
dentro del contrato que le voy a
proponer.

{Isabela}

¿Pretende que le inscriba mi firma


en un papel?

{Silvia}

Si claro, no quiero después sustos


de última hora que hagan tener que
modificar mis expectativas de
triunfo en ese frente que tengo
abierto.

1277
{Isabela}

Me está gravemente ofendiendo con


sus palabras, ya que no tengo
previsto que aparezca mi nombre
escrito en ningún documento.

{Silvia}

¿Tiene miedo que luego la pueda


incriminar?

{Isabela}
1278
No le voy a dar la oportunidad de
conocer al completo los motivos de
mi rechazo a sus órdenes, aquí las
reglas del juego corren de mi
cuenta.

{Silvia}

Entonces esperare tener noticias


de usted con las instrucciones a
poner en práctica, no quisiera que
se incomodase por mi actitud.

{Isabela}

1279
En veinticuatro horas tendrá
noticias de mí, así podré empezar
a planificar la estrategia que
pienso utilizar en este trabajo,
que tenga un buen día.

{Silvia}

Lo mismo le deseo.

Continuaba la lucha de
poderes entre Ernesto e
Ignacio por comprobar hasta
donde eran capaces de llegar
cada uno, con tal de
arrebatarle terreno al otro
con la mayor rapidez posible.
Teniendo en cuenta que se les

1280
estaba echando a pasos
agigantados el tiempo encima,
aunque no bajarían la guardia
por muy complicadas que se
pusieran las cosas. Se habían
instalado en una encarnizada
batalla por derribar las
expectativas de quien se
encontraba en frente, se
avivaba el deseo irrefrenable
de conquistar un espacio más
amplio de actuación por
cualquiera de las dos partes.

El pacto entre caballeros se


resquebrajaba ante la atenta
mirada de ambos, pasando a
ser un espejismo de lo que en
su día parecía una cordial
unión en defensa de la unidad
de la familia. La lucha sin
cuartel en pos de una
estabilidad de sus emociones

1281
desatadas en la búsqueda
insistente de un equilibrio
personal, pero eso se iban
alejando con el paso de los
minutos por encima de sus
cabezas. Sin embargo, no se
dejarían nada en el tintero
de sus mutuos reproches, por
ese lado no se callarían ni
un solo de sus pensamientos
mejor guardados en el cajón
del rencor más absoluto.

Mantenía un ferviente duelo


verbal de alto contenido
incendiario por la intensidad
que le imprimían a cada
expresión, dado que un solo
error sería entregarle al
adversario la ocasión de
machacarle, con alguna
argucia de última hora como
recurso en su defensa. Se les

1282
había destapado la caja de
los truenos que tanto tiempo
llevaban evitando abrir, pero
la hipocresía no cabía dentro
de un recipiente en el que
rebosaba el sarcasmo de los
dos. Quizás era el momento de
saldar viejas cuentas
pendientes de sacar a la
palestra, generando un cúmulo
de tormentas dialécticas de
difícil contención o
coherencia viendo el
discurrir de los
acontecimientos.

{Ernesto}

¿Que me estas queriendo insinuar


con esa afirmación?

1283
{Ignacio}

Solo que te des cuenta que, con un


par de cientos de euros, en esta
ciudad se pueden hacer miles de
negocios sin tener que acudir a la
ley.

{Ernesto}

Eso es muy discutible dentro de la


legalidad vigente, pero no puedo
probar nada de lo que estás
diciendo para ver si reacciono a
tus insinuaciones.

1284
{Ignacio}

¿Piensas emprender acciones


legales en mi contra?

{Ernesto}

Sabes que no me costaría tramitar


una orden de registro en
cualquiera de tus negocios, así
como visitar tu domicilio con un
equipo de la policía científica.

{Ignacio}

1285
No tienes agallas para meterme en
un aprieto de semejantes
dimensiones, no te cuadraba esa
actitud dentro del grupo de
aquellos que van de farol.

{Ernesto}

¿No me crees capaz de cumplir mi


palabra?

{Ignacio}

Sinceramente no, sé que lo haces


para ver si me entra el consabido
nerviosismo por la carga emocional
de tus palabras, pero he
1286
comprobado que se ha quedado en un
simple intento por
desestabilizarme.

Simultáneamente Diego
comenzaba a tomar las
primeras instantáneas en la
escena del crimen, aunque en
su cabeza no cesaban de
retumbar los comentarios
procedentes de los labios de
Yolanda. Pretendía mantener a
toda costa la serenidad que
precisaba en el desempeño de
su actividad, pero el buen
ambiente no solo dependía de
su trato cordial en lo
concerniente a su intercambio
de opiniones con ella,
basándose en un pacto de no
agresión tanto física como
verbal en la idea de generar
un clima de menor tensión

1287
general. No tuvo más remedio
que retomar el dialogo porque
diviso sobre la alfombra unas
extrañas manchas de diversa
tonalidad en su estructura
visual.

Le extrañaba que la policía


científica no hubiese
rastreado el grosor de las
mismas, con la única
pretensión de que localizasen
su procedencia real, puesta
que se hacían muy llamativas
a simple vista de ojo avizor.
Intentaría no dejar escapar
ni un solo detalle que con
llevase la perdida de
información de relevante
valor en sus averiguaciones,
esperaba que nada se torciese
más de la cuenta por el bien
de sus expectativas

1288
iníciales. Sin embargo, el
vacío comunicativo iba
cogiendo todavía más amplitud
con el paso de los minutos,
dando una extraña sensación
de común rechazo a las
estrategias de ambos.
Provocando un evidente
desequilibrio a la hora de
afrontar la tarea que se
vislumbraba en su horizonte
actual.

{Diego}

¿Te quedan bastoncillos de


algodón?

{Yolanda}

1289
Si, ahora mismo los saco del
compartimiento de emergencia que
llevo en el bolso de mano, puesto
que la última vez nos quedamos
escasos, justo en el momento menos
oportuno.

{Diego}

Creo que en esta ocasión con par


me podré arreglar perfectamente,
lo único que no tenemos es una
bolsita de plástico pequeña.

{Yolanda}

¿No sería mejor rascar alrededor

1290
de la mancha con un
cúter?

{Diego}

Podría improvisar con la punta de


una llave, el utensilio que me
acabas de comentar con
anterioridad como primer recurso.

{Yolanda}

Tampoco me parece una mala opción


a tener en cuenta, además si
logras el objetivo será un paso
adelante dentro de la
investigación.

1291
{Diego}

¿Y por qué no lo envolvemos en un


clerén?

{Yolanda}

Si no queda otra opción menos anti


higiénica para conservar esa
prueba, nos tendremos que apañar
con los pocos recursos con los que
contamos en la actualidad.

{Diego}

En eso debo darte la razón al


completo, aunque voy a mirar en el
1292
cuarto de baño por si hay alguna
bolsa de las que portan los gorros
de ducha.

{Yolanda}

¿No será excesivamente grande?

{Diego}

Le haré un nudo de doble grosor


alrededor de la apertura a modo de
cierre de seguridad, además luego
sería mejor que lo guardases en tu
bolso.

Se incorporó hasta recuperar


la posición vertical que

1293
precisaba en aquel instante,
mientras en su cabeza
navegaba la posibilidad de
que Natalia tuviese algún
encuentro de tipo sexual. No
podía descartar ni uno solo
de los indicios que se le
aparecían en su camino, todo
le serviría más adelante para
hacer un esquema dentro de
las pesquisas que
desarrollaba en compañía de
Yolanda. Intentaba mantener
la serenidad por encima de
cualquier otro sentimiento,
la concentración marcaba cada
resquicio que se pudiese
abrir ante sus ojos. Teniendo
muy presente que los
acontecimientos no les
permitían ni un respiro de
tranquilidad, su atención
estaba supeditada al logro de

1294
nuevas vías de actuación.

Comenzó desfilar a buen ritmo


en dirección hacia el cuarto
de baño, portaba en sus manos
la cámara de fotos que no
soltaba por mucho que le
resultase incomoda. Decidió
colgársela al cuello como
medida para liberar sus manos
de cualquier tipo de carga,
así por lo menos tendría
mayor margen de maniobra.
Siendo esa una de sus mejores
estrategias a desarrollar con
total dinamismo por su parte.
Enseguida se entorno junto a
la entrada del aseo con
bastante tranquilidad,
aprovechando su posición de
privilegio para ojear con
detenimiento el perímetro al
completo. Dándole la

1295
oportunidad de revisar
minuciosamente cada palmo del
mismo, puesto que era el
momento justo de sacar los
detalles de hasta el último
rincón. Evitando perderse en
el medio de un mar de
especulaciones sin beneficio
real.

Le llamo poderosamente la
atención que en el borde del
lavabo había un estuche de
lentillas, cuando él jamás
vio a Natalia utilizar ni
unas lentes de contacto. Por
ese lado volvía a levantarse
un nuevo enigma que resolver,
haciendo más fuerte su teoría
de que existía una
suplantadora de personalidad,
alguien intentaba desviar sus
pasos hacia un rastro

1296
equivocado en su concepción o
también cabía la posibilidad
de que fuese un aviso
anónimo, queriendo avisarles
del engaño en la supuesta
muerte accidental de su
amiga.

Fijo su mirada en la bañera


con la firme tarea de
analizar el fondo de la
misma. Ahí se le dibujaba un
abanico infinito de
especulaciones con respecto,
a que hubiera sido limpiado
perfectamente antes de su
llegada a la habitación del
hotel. Pero lo que le chocaba
es que no olía a producto
desinfectante en el ambiente.
Eso desmontaba en cierto modo
su teoría de un asesinato con
violencia, quizás el personal

1297
de limpieza adelantó en
exceso su itinerario de
mantenimiento diario del
inmueble, con lo que no les
quedaba otra salida que hacer
interrogatorios entre las
empleadas del servicio.

Diviso un mechón de pelo con


un buen número de canas a lo
largo del mismo, otra pista
que le conducía a no
abandonar ni un solo ápice
del argumento que expuso con
anterioridad de que la muerte
no era una simple casualidad
y que no se debía a una
mezcla incontrolada de
fármacos. Meditaba cual sería
el trasfondo en el móvil del
crimen, ya que tampoco le
cuadraba la sustracción del
bolso perpetrada por un

1298
ratero de poca monta. Sabía
que algo se les estaba
escapando de las manos en lo
concerniente a la causa o
pretexto de cómo colocar a
Natalia en la escena del
homicidio. Observo que se
entre mezclaban unas mechas
de tonalidad más clara al
resto predominante. Las
complicaciones se
multiplicaban por dos
entornos a su interés por
desvelar la incógnita que le
proponían aquellos cabellos.

Esperaba no tener que hacer


más que una simple recogida
de aquel hallazgo tan
interesante para incluir en
el informe de la
investigación. Puesto que le
invitaba a conocer una fase

1299
muy diferente a la que
disfrutaba en este preciso
instante, eso le provocaba
cierta desconfianza en los
datos que había recopilado
con anterioridad. Llegando a
marcar itinerario con
distintas vertientes a las
que apoyarse en el sustento
de sus averiguaciones, quizás
estuviese en la trayectoria
perfecta a la hora de
dirigirse hacia su siguiente
objetivo a conquistar. Su
sorpresa fue mayúscula al
comprobar que encima de la
repisa del lavabo se hallaba
un estuche de maquillaje, le
extrañaba que Natalia hubiese
portado ese objeto hasta
dicho lugar. Teniendo en
cuenta que era contraria a
retocar su piel con productos

1300
artificiales, ya que padecía
una dermatitis crónica en la
amplitud de su fisonomía.

Otro elemento que desmontaba


la teoría de que fuese un
asesinato en toda regla, iba
desgranando una cantidad
enorme de aspectos que no le
cuadraban en su planteamiento
inicial. Reflexionaba sobre
volver a consultar
telefónicamente con Ángel
acerca de unos signos que no
le concordaban con lo que
tenía ante sus ojos,
zarandeaba su cabeza de un
lado al otro en señal de
negación. Pero tampoco era
capaz de encontrar la
similitud de ver ambos
aspectos, siendo en realidad
el mismo asunto con diferente

1301
final por desgracia para su
hipótesis acerca de los
hechos. Tendría que re
ordenar el planteamiento que
había confeccionado en su
mente con todo lujo en los
detalles, aunque lo
desembocaría por la vía
rápida al cajón del olvido
más absoluto.

Sandra no quería perder la


oportunidad de imponer sus
normas ante Salvador mediante
la extorsión o el chantaje,
no tenía nada que perder en
esta cruenta batalla de poder
a poder. Su única fijación
radicaba en provocar el mayor
castigo moral que su ánimo de
venganza le permitiese llevar
a cabo sus oscuros anhelos,
mostraba en su mirada una

1302
irrefrenable sed de lucha
hasta las últimas
consecuencias. Usaría
aquellos recursos que le
demandasen menor implicación
de energía en la consecución
de su hoja de ruta, ahí
dejaría que su ira se
encargase en dar el
definitivo golpe de efecto.
Colocándole en una posición
privilegiada en la que
afrontar los retos que se le
presentasen en el futuro,
tomando conciencia del grado
de dificultad que con
llevaría el mantener
protegidos a la gran mayoría
de sus intereses personales.

Veía que el riesgo no le


daría ni una sola tregua en
el contexto de blindar

1303
aquellos detalles comunes
dentro de la intimidad,
confeccionaría un muro de
contención ante posibles
ataques entorno a sus
actividades menos llamativas
de cara a la sociedad,
cubriéndolas bajo un manto de
servil indiferencia por su
parte. No dándole excesiva
importancia a los comentarios
superfluos que saliesen a
partir de dicha conversación,
sin ofrecer una imagen de
progresivo desvanecimiento en
lo referente a su estado
emocional. Así enseñaría su
capacidad para levantarse en
situaciones de extrema
gravedad en lo concerniente a
la defensa de su
honorabilidad.

1304
{Sandra}

¿Sabe la chica que has estado a


punto de ser padre?

{Salvador}

No creo que te interesen las


conversaciones que mantengo con el
resto del mundo, además no estás
en posición de pedir ningún tipo
de explicaciones.

{Sandra}

1305
Sigues sin enterarte de lo que va
el asunto en cuestión, esperaba
que hubieras comprendido que no
habrá nadie en tu vida que no sea
yo.

{Salvador}

¿De dónde has sacado esa falsedad


de que iba a ser padre?

{Sandra}

De la última prueba de embarazo


antes del aborto que sufrí el
mismo día en que decidiste

1306
finalizar nuestra relación
sentimental.

{Salvador}

Me parece que estas intentando


jugar conmigo, intentando que me
sienta culpable por algo que
sabemos los dos que no tendría un
próspero futuro.

{Sandra}

¿Sabías que existe un video de


nuestro último encuentro sexual en
tu casa?

1307
{Salvador}

Eso no va influir en mi decisión


de alejarte de mi entorno diario,
es más pienso que no te vendría
nada mal visitar la consulta de un
psiquiatra.

{Sandra}

No me afectan tus palabras en


absoluto, ya que mi única meta es
darle a esa chica el CD que porto
en mi bolso y luego que ella
juzgue si le conviene continuar
recibiéndote en su domicilio.

1308
{Salvador}

¿Estás buscando que me abandone


con la burda excusa de una falsa
relación paralela?

{Sandra}

Digamos que algo parecido a lo que


acabas de comentar, aunque te ha
faltado el detalle de que esto no
es una simple infidelidad.

{Salvador}

Veo que te has empeñado en manchar

1309
mi imagen al precio que haga
falta, es un intento por borrar
cualquier brillo que ondease de
cara a la sociedad.

{Sandra}

¿Escucharas con atención mi


propuesta?

{Salvador}

Pienso que no me quedara otra


salida, sabiendo que no me
permitirás que ponga en práctica
mis pretensiones reales, con el
fin de iniciar planes de futuro
con la mujer que ocupa ahora mismo
1310
mis pensamientos.

{Sandra}

Te conviene recapacitar en tus


planes más inmediatos, ya que
estas a tiempo de ahorrarle mucho
sufrimiento físico por una simple
obcecación por tu parte.

{Salvador}

Si acepto tus condiciones de


romper con ella definitivamente,
¿La dejarías vivir en paz?

1311
{Sandra}

No sería tan sencillo como estás


pensando, tendrías que firmar un
papel en el cual renuncias a poder
acercarte a ella a menos de tres
metros de distancia.

Paralelamente subía la
temperatura en la charla
telefónica que mantenían de
hacia un buen rato Ernesto e
Ignacio, con la firme
pretensión por ambas partes
de romper el muro defensivo
de quien se hallaba en frente
a sus ojos. No cesarían en su
empeño de sacar a la luz
cualquier estrategia con la
que minarse mutuamente la

1312
moral, la tensión con el paso
de los minutos se iba
colocando en un lugar de
privilegio, dado que podría
desembocar en una cruenta
batalla sin cuartel
acentuando todavía más si
cabe las diferencias de
criterio, aunque meditaban
relajar el ritmo de sus
emociones en el marco de un
acercamiento de posturas. Sin
embargo, nada quedaría en el
tintero de la ironía o el
sarcasmo que se procesaba el
uno al otro, ya que se
encargarían en despachar
aquel cúmulo de infortunios
que se agolpaban en sus
mentes.

El nerviosismo se adueñaba de
sus figuras con gran

1313
virulencia en su presentación
en sociedad, generando un
clima de excesiva crispación
en lo concerniente a su
inevitable refriega verbal de
alto contenido en
descalificaciones de tipo
personal. Llegando al punto
de retarse a un encuentro
cara a cara donde limar sus
evidentes diferencias de
opinión, dejando a las claras
su falta de entendimiento en
asuntos puntuales. Se
dibujaba un panorama poco
esperanzador en lo referente
a la confianza a depositar en
sus futuros acuerdos, ninguno
se atrevía a trastocar la
configuración inicial de sus
planteamientos. Todo quedaba
supeditado a un inesperado
giro de ciento ochenta

1314
grados, que vendría
acompañado por un cambio
radical con respecto a la
actitud imperante durante su
comunicación vía telefónica.

{Ernesto}

Creo que te has equivocado en tu


apreciación de la situación,
puesto que mi única intención era
observar hasta donde eras capaz de
alargar tu actitud desafiante.

{Ignacio}

Estas seguro, ¿De que no hay otro


motivo?

1315
{Ernesto}

No voy a entrar en el análisis de


algo que tengo muy claro que no es
como lo intentas reflejar en tus
palabras, por lo que no merece la
pena, rebatir el argumento, que
has utilizado en tu exposición sin
éxito.

{Ignacio}

Me parece que estabas esperando


que dijese abiertamente el tipo de
negocios que comparto con Lucas,
así en un momento dado me podrías
incriminar en un delito de tráfico
de armas.

1316
{Ernesto}

¿Y quién te dice que no pueda


hacer igual en el futuro?

{Ignacio}

Bueno digamos que intentare


incluirte como uno de mis socios,
además Lucas no se molestara en
intentar nada en mi contra por el
bien de su salud física.

{Ernesto}

1317
Eso podría cambiar en décimas de
segundo, si logro sacar a las
luces las pruebas del informe que
me ha entregado hace más o menos
una media hora de reloj.

{Ignacio}

¿Piensas que alguien va a creer en


tu versión de lo sucedido?

{Ernesto}

Solo tendré que adornarla un poco


con algún tipo de argucia de

1318
penetrante calado, que me permita
emprender una campaña para empañar
tu imagen.

{Ignacio}

No sabes hasta donde soy capaz de


llegar en cuanto me intentan
colocar en una situación límite,
puesto que ahora no me haría falta
más que ordenar que te eliminasen
de la circulación.

{Ernesto}

Puedes ahorrarte tus amenazas de


mafioso de poca monta, ya que no
me impresionas con tu arranque de
1319
superioridad sobre los demás.

Mientras Diego por su parte


seguía inmerso en el dilema
de comunicarle a Yolanda sus
hallazgos en el cuarto de
baño, puesto que no la
divisaba en una postura
estable como para mantener
una conversación normal entre
ambos, aunque no renunciaría
a un último intento por
acercar posturas. Sin
embargo, notaba que su ánimo
le invitaba a que adoptase
cierta cautela a tenor a los
acontecimientos acaecidos con
anterioridad, quizás el
riesgo le haría buscar una
protección extra para sus
intereses personales, ya que
no contaba más que con su
1320
palabra en la contención de
cualquier imprevisto que
derivase de la estrategia a
poder aplicar. Echando por
tierra el planteamiento que
había minuciosamente
confeccionado y que se jugaba
en él una buena parte de sus
expectativas. Tomando
especial relevancia aquello
que los unió en el pasado,
quedando apartado a un
discreto segundo plano debido
a un cúmulo de infortunios.

Basaría su poder de
convicción como el elemento a
dejar que influyera el
carácter de ella, rompiendo
la barrera de frustración que
mostraba en su tono de voz al
compartir con él opiniones o
comentarios ligados a la

1321
investigación. Lo que hacía
más complicada la tarea de
allanar el camino del diálogo
abierto, no le importaba el
esfuerzo que tuviera que
imponer en su idea de no
perder la lealtad que se
procesaban el uno al otro.
Pero que en este instante no
pasaba por su mejor momento
de salud y que percibía un
progresivo empeoramiento de
la situación, pudiendo llegar
a un punto de ruptura por
desgaste del vínculo de la
relación de amistad que les
unía desde hacía bastantes
años atrás.

También le restaba
posibilidades el hecho de que
continuaba enquistado el tema
de Estefanía, que no

1322
terminaba de cicatriz en los
cauces previstos dentro de su
idea de separar el trabajo
del placer. Ahí radicaba un
buen número de las
reivindicaciones en forma de
reclamos en la argumentación
de Yolanda, aprovechando una
mínima oportunidad con la que
colocarlo en dificultades
para defenderse de sus
acusaciones. Su estabilidad
emocional pendía de un
finísimo hilo de nailon con
el que se podía quedar su
espalda al descubierto, ahora
buscaría la manera de no caer
en ninguna de las trampas que
aparecerían ante sus ojos.
Nada le serviría de parapeto
si era objeto de un ataque
frontal hacia su vida
privada, su única salida

1323
residía en aguantar con
serenidad el aluvión de
reproches.

El cansancio mental le hizo


recular hasta el punto de
darle a conocer la cantidad
de pistas que había
recopilado en el cuarto de
baño, así suavizaría en
cierto modo el exceso de
agresividad dialéctica.
Intentaba proyectar una
imagen de tranquilidad ante
los acontecimientos, aunque
solo se quedaba en un gesto
de cordialidad con el que no
lograba obtener su propósito
inicial. Teniendo presente
que la calma no sería algo
permanente, ya que se le
avecinaba otra nueva oleada
de intimidación emotiva por

1324
parte de quien compartía su
entorno más inmediato.

Contemplaba cada rincón con


suma paciencia en la idea de
sacar todavía más
productividad a sus
indagaciones, dando un poco
más de profundidad a su
análisis visual en lo
concerniente a lo que
precisaba encontrar con la
mayor ligereza posible.
Intuía que las cosas rodaban
con la misma naturalidad de
trabajos anteriores,
instalándose una considerable
cantidad de tiranteces de
poco gusto de cara a poder
dar un salto hacia adelante.
Dejando que el tiempo fuese
borrando paulatinamente el
rastro de sus evidentes

1325
diferencias irreconciliables.
Esperando que amainase la
tormenta desatada por su
defensa a ultranza de la vida
privada de Estefanía.

Una vez hubo terminado de


inspeccionar el área que le
resultaba más cercano a la
puerta. Tomo la decisión de
abandonar el cuarto de baño,
con la firme convicción de
que volvería más adelante
para explorar algunas zonas
que le quedaron sin revisar.
Quizás la nostalgia marcaba
en cierto modo una importante
línea de separación entre lo
real o lo que su mente
creyera que podía ser su
válvula de escape,
condicionando su forma de ver
con racionalidad la mayoría

1326
de aspectos que configuraban,
aquello que daba una nueva
dirección a sus planes.
Sabiendo que iba acumulando
retraso en la aplicación de
sus siguientes instrumentos
de trabajo, ya que se le
hacía muy cuesta arriba
asumir que el apoyo con el
que contaba en un principio
se había esfumado ante sus
ojos, con la misma rapidez
del resto de confianza que le
dispensaba Yolanda. Se
aproximó a la zona que
delimitaba ambas estancias
meditando si era el momento
preciso de compartir sus
hallazgos, observo en la
mirada de ella que el
resentimiento se transformó
en un leve resentimiento
velado hacia su persona.

1327
Isabela era incapaz de
canalizar todas las órdenes
que le pretendía hacer acatar
Silvia, puesto que se negaba
a convertirse en una
marioneta más dentro de su
grupo circense. Adoptaría una
postura de evasión hacia todo
aquello que le propusiera y
que considerase fuera de sus
expectativas. No tomando una
iniciativa de tintes extremos
en el conjunto de su
planificación individual,
ignorando en cierto modo las
apreciaciones que le
comunicaba de forma enérgica.
Recurrió a una buena dosis de
paciencia con la que soportar
el momento de emotividad
desenfrenada al que le tocaba
asistir.

1328
La frialdad también le
serviría a la hora de
conservar su integridad
mental en perfecto estado de
funcionamiento, teniendo en
cuenta que no era del todo
conveniente dispersar algunos
de los detalles que salían de
vez en cuando a la luz. Ahí
se le presentaría la
oportunidad de manejar
algunos aspectos que no le
terminaban de cuadrar,
intentando superar esa
asignatura pendiente que le
mostraba el destino. El
avance de las negociaciones
iba a ritmo lento a lo que
ella estaba acostumbrada a
menudo, lo que le provocaba
una cierta desazón interna
por la poca fluidez de los

1329
acontecimientos.

{Silvia}

No quisiera tener que prescindir


de sus servicios por un tema de
jerarquías que no viene al caso,
solo quería ver hasta dónde puedo
legar para comprender sus métodos
de trabajo.

{Isabela}

¿No pretenderá que me quede


indefinidamente a su servicio?

1330
{Silvia}

Bueno es una posibilidad que no


voy a descartar en un principio,
pero tampoco haré una valoración
hasta que no vea resultados.

{Isabela}

Estoy de acuerdo con su


apreciación en referencia a mi
rendimiento, aunque le repito que
no tengo costumbre de trabajar a
las órdenes de nadie en concreto.

{Silvia}

1331
¿Ni por un sueldo fijo todos los
meses?

{Isabela}

No me gusta pasar mucho tiempo en


la misma ciudad, prefiero moverme
por los pueblos de los alrededores
con más tranquilidad.

{Silvia}

Me resulta en cierto modo extraña


su respuesta, puesto que no

1332
termino de comprender su rechazo
ante una oferta tan atractiva para
una mujer de su estilo de vida.

{Isabela}

¿Pensó que me podría manipular a


su antojo?

{Silvia}

No era mi intención ofenderle con


mi propuesta o comentario,
simplemente me ha sorprendido que
se negase por lo menos a
estudiarla con detenimiento.

1333
{Isabela}

No se apure que ya voy haciéndome


una idea de su forma de actuar,
así también podré sacar mis
propias conclusiones a la hora de
volver a recoger un encargo que
venga de su parte.

{Silvia}

¿Se está usted echando atrás en lo


que hemos acordado?

1334
{Isabela}

Tranquila que suelo cumplir con


los tratos que hago, sin embargo,
me gusta conocer el carácter de
mis clientes, es una de las manías
que utilizo para catalogar a la
gente.

Paralelamente Laura que se


encontraba en medio de la
calle dejaba que su mente se
centrase nuevamente en el
recuerdo de Natalia Loureiro
Iglesias, proyectando un
espejismo que ahondaba en lo
más profundo de su alma.
Generando un pequeño
descontrol en el entono de
sus emociones, esperando a
que amainase el temporal de
1335
afectos que precisaba como
remedio para atajar sus
carencias. Haciendo que se
reflejasen en su rostro con
una evidente claridad,
acentuando más si cabe una
parte de las que peor asumía
de las que componían su
perfil diario. Prolongando su
agonía interna en una línea
que no le favorecía en
absoluto en referencia a su
beneficio propio.

Empezaban unas lágrimas


levemente a recorrer por sus
mejillas trazando un
itinerario de caída, entre
mezclándose con su finísima
capa de maquillaje no
deteniéndose en su travesía a
lo largo de su rostro. Notaba
como su corazón era incapaz

1336
de mantener la compostura que
precisaba a la hora de
controlar el dolor que manaba
de su alma, soportando la
presión añadida que le
proporcionaba la ansiedad
desbordante que acentuaba sus
carencias de aquello que
sabía que no regresaría
jamás. Se negaba a que se
escribiera la última de esa
historia que no olvidaría el
resto de su vida, añorando la
sonrisa de quien había amado
en el silencio de sus horas
de mayor felicidad.

De repente se sobre salto al


ser tocada en el hombro por
una mano, eso hizo que
levantase como un resorte su
mirada hacia el encuentro de
quien se hallaba a la par de

1337
su figura. Se fijó durante
unos segundos para
identificar la silueta de la
persona en cuestión, en un
principio dudo en hacer una
valoración superficial al
comprobar que portaba una
barba de poblado espesor a
simple vista, lo que en
realidad le abocaba a la
equivocación en su descarte
inicial. Esperaría a estar a
una distancia prudencial
antes de emitir un nombre en
concreto, por ese lado se le
abrían infinidad de opciones
a las cuales agarrarse.
Siendo complicado de empezar
a imaginar de quien se podría
tratar, con un bagaje de
datos tan limitado con el que
contaba para hacer un croquis
de los rasgos elementales

1338
acerca de una personalidad.

Se giró hasta quedarse justo


a la altura de su perfil
izquierdo donde poder
observar las facciones de la
cara con mayor detenimiento,
así disfrutaba de su posición
de privilegio. Ahora sí que
sacaría un buen número de
rasgos que configurasen su
retrato robot mental, puesto
que se le dibujaban una
cantidad enorme de caras
difuminadas, intentando
cuadrar los detalles de
relevancia con los que
configurar un patrón a
seguir. Ahí se tendría que
fijar unos parámetros de
serenidad en los que haría un
descarte de aquellos con los
que guardaba menos afinidad

1339
intelectual. Generando nuevas
expectativas de implicación
al sistema neuronal que
apreciaba con bastante
excitación, lo que le
provocaba un buen número de
complicaciones internas.
Elevando en cierto modo su
tensión arterial muy por
encima de lo que era habitual
en ella, dejando entre ver
que no aguantaría demasiado
tiempo la presión.

Por pudo ver el reflejo del


rostro al plasmarse en el
espejo de un escaparate
cercano a donde ella se
hallaba parada, dándole la
oportunidad de ver al
completo la figura de quien
estaba colocado/a su par en
medio de la calle. Dejando al

1340
descubierto la identidad que
se ocultaba por sorpresa tras
una larga melena cobriza,
desfigurando la perspectiva
inicial que se había
perfilado en su cabeza.
Entrando nuevamente en el
terreno de las especulaciones
de diferente índole, que
potenciaban sus inseguridades
a la hora de mantener una
mínima estabilidad interior.

Se trataba de Francisco
Heredia Cifuentes que en su
día le propuso empezar una
relación de complicidad
sentimental, ya que pensaba
que la profunda afinidad de
criterios en muchos aspectos.
Podría servir para afianzar
un acercamiento de intereses
más allá de lo estrictamente

1341
amistoso, siendo en realidad
el argumento propicio para
que sucediese el efecto
contrario. Además, se perdió
en el camino la estrecha
confianza que habían labrado
con el paso del tiempo por
encima de sus cabezas,
provocando una evidente
desunión de cambios de
opinión en general.

Era un hombre de una cultura


basada en diferentes
conocimientos de muy diversos
campos de la sabiduría,
despertaba cierta admiración
entre sus colegas de
profesión. Destacaba por
encima de toda su calidad
humana a la hora de tener que
desplegar algún tipo de
argumento en referencia a

1342
cualquier debate espontáneo
que pudiese surgir, eso le
hacía proyectar una imagen de
serenidad hacia quienes le
rodeaban.

Ahí radicaba parte de su


fortaleza personal en los
momentos de mayor dificultad,
no dejando que los reveses de
la vida, marcasen una línea
de inseguridad en su entorno
más cercano. Alimentaba
continuamente su motivación
con la esperanza de poder
desechar la desazón que
divisaba en su horizonte más
inmediato, tomaría buena
cuenta de no permitir que los
resbalones no fuesen
especialmente protagonistas
de su actividad cotidiana.

1343
Físicamente mostraba un
aspecto de cuidada higiene a
la vez de sobriedad en el
conjunto de su prestancia a
simple vista, solía gozar de
una larga melena que le
cubría en longitud hasta los
hombros, aunque ya se le
empezaba a ver unas débiles
transparencias canosas entre
la tonalidad cobriza, portaba
una enorme corpulencia de
trabajada musculatura.

Dando una sensación de


rigidez en su mirada profunda
convicción en todo lo que
tuviera entre manos, era
habitual que usase ropa de
holgada hechura para intentar
disimular su formado torso de
gimnasio, calzaba un cuarenta
y cuatro grandes a pesar de

1344
su mediana estatura que no
superaba el metro setenta.
Lucho con todas sus fuerzas
para que no se conociera la
vinculación ambos como
pareja, a su cercanas
cuarenta primaveras seguía
albergando la esperanza de
volver a reconquistarla,
aunque se concienciaba en que
aquella complicidad de antaño
se había quedado en el
olvido.

Quizás se marcaron unas


promesas inalcanzables de en
el status social en el que se
movían a diario. Debiendo
asumir que nada era tan
sencillo como parecía a
simple vista de la situación
que se les planteaba, sin
embargo, era incapaz de negar

1345
el amor que todavía guardaban
en el fondo de su corazón.
Con lo que era inevitable que
peleasen de frente con las
pocas fuerzas que a un les
quedaban en sus cuerpos,
agudizando la crisis de
afecto que arrastraban del
pasado con las consecuencias
que esto haría mella en sus
sentimientos de cara al
futuro más inmediato.

Generando un leve descontrol


en sus prioridades a la hora
de valorar la cantidad de
opciones que contaban
individualmente, separando
aquellas que por algún motivo
pasaron a pertenecer del
ámbito común para los dos.
Cobrando especial interés la
parte de las amistades que

1346
compartían por decisión
unánime que en este instante
preferían continuar
respetando por el bien de la
cordialidad que se respiraba
en el ambiente.

Decidió ella romper el


silencio que se había
instaurado en un primer
momento. A la espera de
comprobar las directrices que
tomaría la conversación, ya
que intentaría desviar la
atención hacia los aspectos
que menos le pudieran
acarrear problemas en el
futuro. Puesto que ahora
mismo le resultaba más
importante proteger su ánimo
de cualquier tipo de reproche
que él pudiera lanzar como un
señuelo para abrir la coraza

1347
que mostraba a simple vista,
eso le hacía ver que con el
tiempo las cosas cambiaron.
Se le presentaba la
oportunidad de poder
desterrar la mayoría de los
fantasmas del pasado, sería
el momento de borrar el dolor
que anidaba en su alma
reventando las cicatrices de
difícil curación sentimental.

{Laura}

Buen mediodía Francisco, ¿Puedo


saber por qué te has acercado por
detrás de mi figura?

1348
{Francisco}

Buen mediodía para ti también


Laura, lo cierto es que me fijé
desde lejos que ibas zarandeándote
de un lado a otro de la acera y
pensé que te ocurría algún tipo de
contratiempo.

{Laura}

Pues será que me he mareado un


poco mientras caminaba en
dirección hacia la sede del canal
de televisión, pero no creo que
sea tan grave como para que te
hayas alarmado por mi salud.

1349
{Francisco}

¿Quieres que te acompañe hasta la


puerta?

{Laura}

Prefiero que me dejes sola como me


has encontrado hace un instante,
no me apetece hablar con nadie en
especial durante el trayecto que
me queda por cubrir.

{Francisco}
1350
Veo que sigues molesta conmigo por
algo que no termino de comprender,
además he respetado tus decisiones
con todo el dolor que has
experimentado en mi contra, aun
así, no te guardare rencor el
resto de mi vida.

{Laura}

¿Por qué no aceptas que siento


atracción física por las mujeres?

{Francisco}

1351
Esa es la parte que peor llevo de
todo lo que pasa a tu alrededor,
no me importaría renunciar a
tenerte a mi lado sabiendo que has
conseguido ser feliz.

{Laura}

Digamos que la felicidad plena la


viví hasta hace poco tiempo, a
partir de este preciso instante
tendré que asumir que el amor que
parecía destinado a permanecer a
mi lado, es un imposible de que
vaya a cuajar en una relación
estable.

{Francisco}
1352
¿Pero acabas de romper una
relación de pareja?

{Laura}

Al contrario, he frenado a tiempo


mis impulsos más primitivos, con
la intención de no equivocarme en
mi elección de pareja, sabiendo
que me perjudicaría en el ámbito
laboral.

{Francisco}

1353
Me parece que no estabas tan
enamorada de ella, cuando has
preferido optar por quedarte con
tu profesión antes de luchar por
tu relación sentimental.

{Laura}

¿En qué te basas para hacer esa


afirmación?

{Francisco}

En que antiguamente intentabas


huir constantemente de la soledad,

1354
lo que ahora mismo contradice esa
disposición, ya que no eres una
persona que cambie de opinión con
tanta facilidad.

Simultáneamente a Diego se le
iban acumulando las dudas en
lo concerniente a si cambiar
su forma de actuar ante
Yolanda, estaba seguro de que
no le permitiría ni una sola
alegría. Al poder alejar los
reproches de su horizonte
actual con el menor riesgo
para su sistema neurológico,
aunque se le complicaba en
cierto modo la situación que
se fue generando a su
alrededor. Tomando un matiz
de diferentes dimensiones,
ante la posibilidad de que
hubiese una pronta ruptura

1355
laboral.

Por lo menos era esa a la


apreciación que se le
dibujaba delante de sus ojos,
abriendo un nuevo abanico de
posibilidades con la que
poder manejar el aluvión de
emotividad que se respiraba
en el ambiente más cercano.
Sin embargo, no bajaría la
guardia en ningún instante
por asegurarse una buena
conservación de su espacio
vital, todo iba yendo por el
camino que había trazado en
un principio en la memoria.
Haciendo que nada se le
pudiera escapar de la
estrecha vigilancia que le
imprimía.

Empezó a sembrar una leve

1356
tranquilidad entre los dos
con tintes de apuntalar el
inicio de un fluido dialogo,
viendo que el desarrollo de
los acontecimientos frenaba
en cierto modo la cimentación
de un nuevo escenario dentro
de su confianza en común.
Manteniendo las distancias
que se iban acentuando con el
paso de los minutos por
encima de sus cabezas.

No era el terreno propicio


para cualquier tipo de
sorpresa, ya que se
centrarían en proteger sus
argumentos por encima de
todo. Incitando al de
enfrente a que proyectase una
equivocación que le sirviera
para poderla aprovechar en
beneficio propio, prolongando

1357
si cabe un ápice más la
incertidumbre que divisaba a
su alrededor. No permitiendo
que esta minase su moral
distorsionada por las dudas,
que se vislumbraban como
moneda de cambio a tener en
cuenta.

Aposentándose en una postura


de corte reflexivo a simple
vista, aunque no le
permitiría cambiar demasiados
aspectos durante la inminente
conversación que iban a
compartir en un breve espacio
de tiempo. Con lo que tendría
que armarse de paciencia para
no verse abocado a un
desequilibrio emocional,
siendo uno de sus principales
temores a disipar con total
prontitud de movimientos.

1358
Buscando dinamizar sus
posibilidades de asegurar una
estabilidad interna.

Reflejando un matiz
completamente distinto al
actualmente expuesto por su
oponente dialéctica, dado que
le costaría compensar buena
parte del bochorno que le
hizo soportar con
anterioridad.

No tardo en marcar las reglas


del juego que pondría
seguidamente en práctica,
dado que le proporcionaba una
posición aventajada en el
intercambio de golpes
verbales. Protegiendo su
integridad moral al precio
que fuese necesario, con tal
de no verse inmerso en un

1359
profundo caos interno, puesto
que por ese lado sería
complicado recuperar la
estabilidad de sus actuales
sensaciones. Entrando en una
fase de en el desequilibrio
de su voluntad ante la riada
de acontecimientos, que
asolaban su memoria
bloqueando una parte
importante de sus
prioridades.

Descuidando aquello que


demandaba poderosamente su
atención más inmediata,
invitándole a posponer sus
proyectos con él con sabido
retraso en su ejecución.
Cavando todavía más profunda
su tristeza en su alma dañada
por las circunstancias,
además se le unía un reguero

1360
de recuerdos en los que
participaba Estefanía como
estrella principal de sus
desvelos.

Estableció unos parámetros de


control ante cualquier ataque
que su pudiera producir en
contra de sus principios
morales, evitando romper su
coraza defensiva ante el
desánimo que le provocaba
comprobar, que nada servía
para mitigar el odio que
atesoraba Yolanda en su alma.
No cabía en su mente como
solución el ceder por
completo a su chantaje
afectivo como una salida
airosa para sus intereses,
ahí radicaba parte de su
desencuentro de prioridades
no resultantes por ambos

1361
lados.

Abriéndose un abismo de
incertidumbre en el desenlace
del contencioso que se les
presentaba. Se vislumbraba
una encarnizada batalla por
conservar un ápice de
independencia de criterio,
sujeta a los condicionantes
externos que pudieran
aparecer en sucesivas
conversaciones. Llegando a
mostrar a todas luces sus
verdaderas intenciones, sin
olvidar lo mucho que le costó
amoldarse a las manías de
ella en lo concerniente a los
temas laborales.

{Yolanda}

1362
¿Has localizado algo extraño en el
cuarto de baño?

{Diego}

Bueno algunas cosillas que pueden


servirnos como punto de partida,
quizás ahora podamos elaborar un
plano de trabajo con mayores
garantías.

{Yolanda}

Habría que ver con calma la forma


de analizarlas con tranquilidad,
1363
para luego pedir la opinión más
técnica de un forense titulado.

{Diego}

¿A quién tienes pensado encomendar


esa tarea?

{Yolanda}

Pues haciendo un examen de


presumibles candidatos para esa
misión, me apetecía mucho que
fuese Oscar Fernández Baña por su
excelente currículo de
investigación en el área de
medicina forense.

1364
{Diego}

Bueno yo había pensado en


mandárselos a mi compañero Ángel
Paz Méndez, puesto que es el
forense que lleva el resto de la
analítica del cuerpo.

{Yolanda}

¿Cuánto tardaría en darnos los


resultados?

{Diego}

1365
Esa es la cuestión que no tengo
muy clara de poder responderte
ahora mismo, pero calculo que en
un par de días seguramente nos de
unos resultados provisionales.

{Yolanda}

No me parece tan mala idea el


entregarle a tu amigo Ángel los
objetos que has estado recopilando
en todo este tiempo, así podríamos
adelantar nuestro desplazamiento
al pueblo de origen de Natalia.

{Diego}

1366
¿Entonces damos por finalizada
nuestra primera toma de contacto
con la escena del crimen?

{Yolanda}

Solo será un parón de un par de


días a lo sumo una semana, tampoco
debemos creer que no pueda haber
más pruebas que no hayamos
encontrado a simple vista.

{Diego}

Sería bueno que nos hiciéramos con


una copia de la llave de la

1367
puerta, evitando tener que pasar
por la recepción del hotel cada
vez que necesitemos inspeccionar
el lugar.

{Yolanda}

¿Conoces a un buen cerrajero?

{Diego}

Si, a un ex convicto que se dedica


a reparar viejas cerraduras de las
puertas de las comisarías de la
policía local, además nos hará
precio especial.

1368
{Yolanda}

A hora solo queda que se nos haya


metido en algún lio delictivo,
puesto que entonces no podríamos
contar con sus servicios.

De fondo Salvador escucha


junto con Sandra las
campanadas procedían de la
iglesia del convento de “Las
Hermanas Auxiliadoras”,
marcando las dos del
mediodía, aunque ninguno de
los dos hizo reseña sobre
este detalle en concreto.
Siendo en ese instante de
poca relevancia ante la carga
de tensión emocional
1369
acumulada en el ambiente,
dado que el dialogo iba
enfriando la posibilidad de
un punto de inflexión entre
ambos. Rozando una caída
progresiva en el descrédito
de la razón que apuntaban
dentro de sus respectivos
alegatos individuales, puesto
que no se vislumbraba una
rebaja de intensidad a la
hora de intentar derribar el
muro defensivo de quien se
hallaba en frente, a la
esperaba de conocer la
reacción que pondría en
práctica como probable ataque
preventivo. Eso generaba un
vacío sistemático de
estabilidad en el intercambio
de opiniones, cubriendo el
espacio de una fina capa de
incertidumbre aderezada con

1370
mutua desconfianza.

Su atracción física se la
había tragado el pasado con
toda aquella arrogancia que
se destilaba el uno al otro,
con la única pretensión de
obtener la consolidación de
su beneficio propio.
Prolongando de manera
generalizada un desequilibrio
personal de enormes
dimensiones, acrecentando la
agitación que reflejaban en
el tono de voz que utilizaban
para comunicarse
directamente. Mostrando unas
posturas bien asentadas en
mantener unos parámetros en
los cuales se sustentase una
frialdad ante lo que pudiesen
recibir desde el otro lado de
la contienda verbal.

1371
Reflejando una incipiente
batalla por el control de las
emociones que se pudieran
rebosar en diferentes
direcciones. Abriendo una
considerable brecha en un
hipotético entendimiento en
lo referente a relativos
acuerdos de no agresión.

{Salvador}

Que nos alejásemos


definitivamente.

{Sandra}

1372
¿No querrás que utilice mis
habituales métodos verdad?

{Salvador}

Me parece que no te has dado


cuenta que estas intentando
hacerle chantaje a un miembro de
las fuerzas de seguridad del
estado y que podrías tener muchos
problemas con la justicia de este
país.

{Sandra}

No me das ningún mi miedo, desde

1373
el cargo que ostentas, dentro del
cuerpo de la policía, de esta
ciudad, tengo suficientes
amistades en la jurisprudencia
como para que ni si quiera me veas
sentarme en el banquillo de los
acusados.

{Salvador}

¿Acaso me estas retando con alguna


de tus argucias?

{Sandra}

Recuerda que mi hermana Silvia


está muy bien considerada por la
fiscalía del estado y que solo
preciso marcar su número de
teléfono para que firmen en tu
1374
contra una orden de alejamiento.

{Salvador}

Sé que vas de farol en tu forma de


intentar ponerme los nervios a
flor de piel, pero en esta ocasión
no obtendrás el premio que has
venido a buscar con tanto orgullo.

{Sandra}

¿Quieres ver como consigo que te


trasladen a otra comisaría de la
ciudad?

1375
{Salvador}

Pues lo cierto es que mirándolo


bien me harías un gran favor, ya
que si mis cálculos no me fallan
me trasladarían a una que está a
un par de manzanas de aquí, así
estaría más cerca de la casa de
Antia ara poder venir a comer con
ella siempre que mi trabajo me lo
permitiese.

{Sandra}

Eso puede variar con el movimiento


de un par de hilos que estén en
una buena posición dentro del
1376
organigrama de la policía de esta
ciudad.

{Salvador}

¿Por qué no te olvidas de mí como


parte de tu vida?

{Sandra}

No pidas algo que no tiene sentido


que evite el pago de tu deuda
hacia mis sentimientos no
correspondidos, ya que solo has
pretendido seducirme como a otra
de tus conquistas.

1377
Mientras Laura Intentaba
deshacerse de la inoportuna
conversación que estaba
manteniendo con Francisco
desde hacía un buen rato, que
le reflejaban un sin sentido
para sus futuras
aspiraciones, aunque tampoco
quería pronunciarse de una
forma tosca ante su
contertuliano. Puesto que iba
con el tiempo bastante justo
a la hora de llegar al canal
de televisión, sin embargo,
utilizaría su educación en la
búsqueda de hacerle que no
accedería a cumplir cualquier
sugerencia que viniera de su
parte. No permitiendo que se
hallase ningún tipo de
inflexión.

1378
Cerraría todos los intentos
por que pudiera hacer él de
abrir una vía de comunicación
de mayor campo de
comunicación, quizás esa
medida le resultaría menos
complicada de tener que
defender. Generándole menos
presión a simple vista de los
acontecimientos, aunque se
resistía a negar la evidencia
de que en su día sintió
cierta atracción física hacia
Francisco. Pero esperaba que
aquel momento de incipiente
debilidad se hubiese quedado
en el pasado, ya que le
resultaba anecdótico que se
repitiese de nuevo la misma
situación que su anterior
despedida.

Marcando una distancia de

1379
seguridad con la que proteger
su intimidad ante cualquier
tipo de eventualidad externa,
sabía hasta cual sería el
límite que se permitiría
poner como tope de aguante
sensorial. Teniendo en cuenta
que nada sería lo mismo, una
vez entrasen directamente en
el trasfondo de la
conversación que se hacía
inevitable desarrollar por
unos cauces muy diferentes a
los habituales.

Rompió nuevamente el silencio


que le estaba reconcomiendo
en su interior, a la vista de
la dirección que iban tomando
los acontecimientos y la
falta de compatibilidad de
opiniones. No llegando a un
mínimo consenso en lo

1380
verdaderamente importante de
lo que deberían dar cuenta
desde el principio de su
casual encuentro en medio de
la vía pública, lo que daría
una rotura total a cualquier
especulación que pudiese en
futuras charlas informales.
Puesto que ahora mismo era su
única idea de quitarse este
trance del medio de sus
preocupaciones.

{Laura}

¿No te cansas nunca de


perseguirme?

{Francisco}
1381
Hubo un tiempo en el que me
importabas muchísimo como mujer,
pero en una ocasión vi cómo te
besabas con una chica a la entrada
del edificio donde resides y ahí
comprendí que algo nos separaba
definitivamente a los dos.

{Laura}

Veo que al fin has entendido que


nuestros caminos se han terminado
de alejar por el bien de ambos,
por lo que sería mejor que nos
sigas estirando una amistad que no
es conveniente que exista.

1382
{Francisco}

¿No era la chica que aparece hoy


como primera plana en todos los
periódicos?

{Laura}

Puede que tengan a simple vista


cierto parecido físico, aunque
tampoco te voy a dar datos
concretos sobre mi vida privada.

{Francisco}

1383
No hace falta que pongas un tono
defensivo en la voz, solo
intentaba corroborar algunos
detalles que me han quedado un
poco descuadrados.

{Laura}

¡¡¡ Que pasa!!! ¿Si fuera ella mi


pareja?

{Francisco}

Nada tranquila, no quería


molestarte con mi inocente
comentario acerca de vuestra
vinculación afectiva o si
1384
realmente estabas enamorada de
ella.

{Laura}

Déjalo tienes razón, no eres tu


quien debe pagar mi mal humor de
esta mañana, aunque la verdad es
que la chica de la fotografía se
da un cierto aire con la que fue
mi pareja sentimental.

{Francisco}

¿Quieres que hablemos del tema


durante la comida?

1385
{Laura}

No puedo en un cuarto de hora


tengo que estar en la redacción de
los informativos del canal donde
trabajo, ya que debo presentarme
para las pruebas de maquillaje.

{Francisco}

Entonces dejamos esa invitación


para un día en el que estés más
animada, eso dependerá de si
quieres que nos veamos o no en
persona.

1386
{Laura}

De acuerdo Francisco, que tengas


un buen final de jornada.

{Francisco}

Lo mismo te deseo Laura.

Una vez ambos se despidieron


mediante una frialdad que se
respiraba en cierto modo en
el ambiente, ninguno quería
reflejar ni un solo detalle
que pudiese dar pie a una

1387
errónea perspectiva de
entendimiento entre los dos.
Sin embargo, intentaban
aparentar una leve calma con
la que proteger sus intereses
más inmediatos, aunque se
limitaría a cumplir su parte
del trato ateniéndose a
cualquier consecuencia que
derivase del mismo. Eso le
obligaría a permanecer
separados tanto física como
por otra vía distinta,
desterrando una mínima
esperanza de futuros
acuerdos. Ahí se fomentaría
el distanciamiento que ella
le promulgaba en cada uno de
sus encuentros ocasionales,
dando por sentado que no se
vislumbraba ni una luz al
final del túnel que se había
establecido enfrente de sus

1388
ojos.

Se tornaba en mejor solución


que no se volvieran a cruzar
sus caminos, por el bien de
la salud mental de ambos en
lo que a choque de trenes se
refería. Teniendo en cuenta
la fortaleza de caracteres
que atesoraban
individualmente como para que
se citasen nuevamente más
adelante, ya que no
soportaban la actitud que se
les mostraba desde el lado
contrario al que se
encontraban en aquel preciso
instante. Evitando
pronunciarse acerca de algo
que se veía complicado que
cambiase de forma espontánea
en el pensamiento unilateral.

1389
Ella se giró sobre sus
propios pasos hasta quedarse
justo en la dirección que
consideraba más oportuna en
su itinerario, puesto que le
serviría como punto de
partida en su travesía hacia
el canal de televisión.
Intentaría acelerar el ritmo
con el que cubrir la
distancia que le separaba de
ese objetivo de tanta
importancia dentro de su vida
laboral , se centraría en
perder el menor tiempo
posible en conseguir llegar
lo menos agotada que
pudiese , aunque no
escatimaría esfuerzo extra
con tal de cumplir la prueba
que le imponía el destino
.Siendo un obstáculo duro de
superar en su estado

1390
emocional a librar en contra
de sus fantasmas del pasado
que continuaban , haciendo un
auténtico calvario de su vida
íntima . Pero también debía
desterrar sus miedos lo más
lejos de su entorno diario,
moldeando una estrategia que
le protegiera de buena parte
de los peligros que se
acumulaban a su alrededor.
Quizás ahí tendría que poner
especial atención en el
equilibrio de sus
prioridades, ya que estaba a
medio camino de su siguiente
meta laboral.

Dejo que sus tacones fuesen


quienes acompasasen el
contoneo de sus caderas al
desplazarse en la dirección
que más le convenía,

1391
deteniéndose ni a observar el
semblante de Francisco
durante su desfile de
pasarela. Sabía que su plan
estaba produciendo los
resultados que mejor se
adaptaban a las necesidades
del momento, justo como había
estado perfilando en décimas
de segundo dentro de la
planificación inicial.
Tampoco quería excesiva
importancia al hecho de que
se hallaba en su situación de
privilegio en lo que a moral
se refiere, cambiando
sensiblemente su forma de
afrontar los siguientes retos
que se sucediesen en su
travesía.

Por su parte Francisco se


quedó un poco tocado en el

1392
plano anímico de su
personalidad. Intentaría
recuperar un poco de la moral
que se hundió con el resto de
su esperanzas de recuperar ,
al del terreno que perdió en
el instante que escucho salir
de los labios de ella .El
argumento por el que no era
viable que hubiese unión
afectiva entre ambos , eso le
hizo abandonar cualquier tipo
de oportunidad de modificar
el signo de los
acontecimientos , aunque
dependería de un buen número
de factores que ahora mismo
no le eran del todo
favorables , para las
expectativas que se hizo en
un principio de lo que le
parecía una salida más o
menos airosa dentro de sus

1393
intereses .

En su rostro reflejaba signos


de abatimiento por el duro
mazazo que acababa de recibir
en forma de mala noticia.
Notaba como se le oscurecían
la gran mayoría de sus
opciones de recuperar aquello
que anhelaba con toda su
alma, lo que le provocaba una
cierta insatisfacción general
en. Puesto que contaba con
lograr una enorme acogida por
parte de ella, pero todo se
quedó en agua de borrajas en
su intención de mantener la
esperanza hasta el último
suspiro de la conversación.
Sin embargo, todo fue al
contrario de sus previsiones
en lo concerniente a retomar
una relación que se había ido

1394
deteriorando con el paso del
tiempo, haciendo
matemáticamente que hubiese
una remota posibilidad de
reconciliación entre ambos.
Sabía que cono lo recuerdos
no podría restablecer su
equilibrio interior en
consonancia a sus verdaderas
opciones de obtener el éxito
que le estaba resultando
bastante esquivo a simple
vista, esperando que
cambiasen un ápice la gran
mayoría de los asuntos que
pretendía manejar con la
solvencia necesaria. Ahí se
vería inmerso en un profundo
dilema de prioridades a poner
en práctica con la rapidez
que le demandaba el momento,
convirtiéndose en una
constante carrera de

1395
obstáculos en la que
percibiría cierta
descompensación anímica en
referencia a sus intereses.
Generando un horizonte con
tintes menos problemáticos
para sus futuros proyectos
sentimentales, acentuando más
si cabe su presencia en todo
lo que rodease a Laura.

No se le ocurría nadie en
concreto a quien recurrir en
su búsqueda por obtener
apoyos a la hora de afrontar
su nueva situación en torno
al tema de Laura, con todo lo
que con llevaba su círculo de
influencias. Se quedaría con
los mejores recuerdos de su
experimento de aventura
sentimental, desechando por
completo la parte tormentosa

1396
de su relación de pareja,
dado que solo le hacía sufrir
cierto descontrol interno
difícil de confrontar con la
capacidad de reacción ante
los obstáculos que le imponía
el destino.

A unas manzanas de allí se


hallaba Ernesto maquinando
una estrategia para
contrarrestar cualquier
intento de ataque que
proviniese del lado de
Ignacio, sabiendo que no
permanecería mucho tiempo sin
hacer una muestra de su
capacidad de respuesta ante
sus advertencias. Pero
esperaría haber por donde se
atrevería a ponerle el
obstáculo a modo de aviso
preventivo de sus verdaderas

1397
intenciones, evitando verse
en medio de un fuego cruzado
de pocas posibilidades de
mantener con la solvencia que
demandase la situación.
Convirtiéndose en un nuevo
escenario al que no perder de
vista bajo ningún concepto,
llegando a colocar una coraza
protectora de incalculables
dimensiones.

Ernesto no cesaba en su
empeño por reventar cualquier
signo de imposición que
viniese de Ignacio. Sin
embargo, era in capaz de
darle un giro de autoridad,
dependía en cierto modo en la
confianza que pudiese
depositar a la hora de
aplicar una estrategia de
tintes muy diferentes a los

1398
actuales. Quizás era el
momento de entrar
directamente en la búsqueda
de una respuesta
contundente , que le
proporcionase un nuevo
escenario con una mayor
capacidad de maniobra
.Permitiendo que se le
abriese una puerta por la que
romper la imagen de señorío
del que consideraba su
contrincante , sabía que
aquella mascara tenía los
días contados con los dedos
de una mano .Debía manejar
minuciosamente cada detalle
de su telaraña por el bien de
sus resultados a obtener en
el futuro , dado que un
mísero error echaría por
tierra una labor de meses de
planificación .

1399
Era la oportunidad que
llevaba esperando que se le
presentase con la que
resarcirse de innumerables
desprecios en reuniones y
celebraciones familiares de
todo tipo. Barajaba la opción
de tenderle una trampa como
escarmiento ejemplar hacia
quienes pudieran, intentar
ponerle en apuros por asuntos
de los cuales no quería dar
ni un solo detalle a terceras
personas.

Así también asentaría la base


de una organización paralela
desvinculada de las órdenes
directas de Ignacio,
generando otro punto de vista
a la hora de realizar las
misiones, aunque no le haría

1400
a nadie participe al cien por
de su nuevo negocio en la
oscuridad de los bajos
fondos. Tampoco descartaba
desligarse de algunos de los
soplones, colaboradores y
demás informadores que le
resultaba un lastre
complicado de reciclar en
esta aventura.

Sin embargo, Ignacio se


mostraba cómodo en la postura
que había adoptado desde un
principio, puesto que no veía
peligrar sus intereses reales
en lo concerniente al tema
que intentaba zanjar por
ambas partes. Pero cada
minuto que pasaba se notaban
todavía más distantes de lo
verdaderamente importante,
entrando en una lucha sin

1401
cuartel por comprobar el
grado de violencia verbal que
atesoraba en su alma.
Desterrando cualquier tipo de
posibilidad de que volviese
la calma como telón de fondo
dentro de la conversación, el
tono se apreciaba que no
cambiaría el sentimiento de
revancha que presidía algunas
fases del intercambio de
opiniones. El abismo que los
continuaba separando iba
creciendo en diámetro a
simple vista de la actitud de
los dos, desvaneciendo el más
mínimo espejismo de mediar un
alto en las hostilidades que
los enfrentaban.

{Ignacio}

1402
¿Qué piensas hacer con esa
información que te acaba de
entregar Lucas?

{Ernesto}

Lo cierto es que no te voy a


comentar para que la pienso
utilizar, quizás me sirva para
ganarme un tanto si se la entregó
a Yolanda mediante un sobre
anónimo.

{Ignacio}

Eso no va con tu personalidad de

1403
pica pleitos, además todos sabemos
que tú no haces nada sin que te
reporte un beneficio económico.

{Ernesto}

¿Por qué piensas que usare tus


mismos métodos de comercio?

{Ignacio}

Es evidente que no te vas a ir de


ese encuentro con las manos
vacías, ya que seguramente que el
valor de esa información ponga al
descubierto un expediente con un
trasfondo de interés general.

1404
{Ernesto}

No hace falta que te preocupes


tanto por mi salud o integridad
física, sabiendo que esto que
poseo será lo que me mantenga con
vida.

{Ignacio}

¿Y cuando tienes previsto enviarle


ese paquete?

{Ernesto}

1405
Buen intento por saciar tu
curiosidad queriendo conocer cuál
es procedimiento que voy a seguir
a la hora de custodiar este
valioso hallazgo.

{Ignacio}

No sé por qué te niegas a


compartirlo con alguien como yo,
un miembro de la familia en la que
estamos incluidos ambos como los
varones de mayor edad.

{Ernesto}

1406
¿Por qué tienes que meter a la
familia en esta conversación?

{Ignacio}

Me parece un punto de sensatez con


el que hacerte entrar en razón,
puesto que una mala elección de tu
parte pondría en peligro al resto
de los miembros de la familia.

{Ernesto}

Bueno Ignacio voy a ir colgando el


teléfono que llego tarde a una
reunión, que tengas un próspero
1407
final de jornada.

{Ignacio}

Lo mismo te deseo Ernesto.

Ninguno quedo convencido de


que el otro no se pusiera
manos a la obra en maquinar
un plan, con el que contra
restar cualquier táctica que
aplicasen de manera
independiente. Minimizando
los daños que esto generaría
en su entorno personal o en
la confianza a depositar en
aquellos que conocían su
manifiesta rivalidad, a la
1408
hora de separar el estilo de
trabajo que pretendían
implantar en cada tarea. Lo
que provocaba más de un
quebradero de cabeza en
quienes tendrían que acatar
sus órdenes en lo referente a
lo que tramaban con sumo
cuidado, dado que un simple
resbalón daría pie a que del
otro lado se obtuviese un
visible margen de maniobra.

Ahora les tocaba re armarse


de valor para configurar un
sistema que les permitiera no
exponer más de la cuenta,
tampoco pretendían dar más
explicaciones de las
necesarias. El horizonte
común que se les presentaba
no era precisamente el
escenario apetecido en el

1409
inicio de su dialogo
telefónico, pero no había
lugar físico para retroceder
en la búsqueda del punto del
punto de partida. Su empatía
se difumino en el aire en
décimas de segundo, dejando
que el resentimiento hiciese
su entrada triunfal con poco
glamour en su puesta en
escena. Un enorme vacío se
instaló con la amplitud que
marcaba la separación de
criterios que allí se habló
con la mayor claridad
posible.

Quizás lo sorprendente es que


las fuerzas quedando tocadas
en ambos contendientes,
puesto que las espadas no se
envainaron por muy cruenta
que se divisaba la feroz

1410
batalla. Nada se guardaba en
el fondo del alma herida de
cada uno de los enemistados
primos de sangre,
acrecentando el odio que se
dispensaban entorno a unas
diferencias irreconciliables
por la magnitud que con
llevaba el interés en su
vertiente individual. Tomando
un matiz de tintes más o
menos irracionales a tenor en
el desarrollo de la charla
que disfrutaron con
anterioridad y que
delimitaría las posiciones
que adoptarían de cara al
futuro, aunque se habían
sembrado muchas dudas a la
hora de limar asperezas.

Por fin Diego tenía claro que


si ponía el tema de la

1411
cerradura en manos de un
profesional. Habría que dar
unas explicaciones concretas
de donde procedían las
llaves, desecharía la
propuesta de Yolanda de
buscar dentro de la legalidad
a un hombre que les hiciese
las copias de las llaves sin
levantar sospechas. Estaba
seguro que en los bajos
fondos no le resultaría
complicado encargar ese
trabajo, además contaba con
la discreción de que pasaría
inadvertido ante el resto del
vecindario. También le
cambiaría la forma de
negociar la tarifa que le
aplicasen y el precio del
total de la operación.

1412
{Diego}

¿Por qué no confías en mi


capacidad para obtener los mejores
resultados?

{Yolanda}

Será que no estoy del todo segura


de que no vaya a suceder ningún
tipo de eventualidad de última
hora, pero si no queda otro
remedio me fiare de tu palabra.

{Diego}
1413
Ten, la completa seguridad de que
no violare la fe que has
depositado en mi criterio,
sabiendo que me juego mucho al
depender de terceras personas.

{Yolanda}

¿Tendrás que pagarle el trabajo


por adelantado?

{Diego}

1414
En los barrios nos conocemos la
mayoría desde la niñez, así que se
estila ceñirse a un código entre
casi hermanos, ya que es raro que
alguien no respete las normas
establecidas por los mayores.

{Yolanda}

Disculpa, pero es que desconozco


el funcionamiento de algunas
costumbres arraigadas en los
barrios de gente humilde de la
ciudad.

{Diego}

¿No has pasado nunca por los

1415
lugares del oeste de la
periferia?

{Yolanda}

No, a lo sumo he llegado al


apeadero de carga de la estación
que se ubica a dos manzanas de ese
lugar por el que me preguntas, del
resto no podría hacer ni una sola
reseña.

Laura no veía el final de


boletín informativo que le
tocaba presentar en
solitario. Convirtiéndose en
una losa complicada de
levantar a simple vista de
los acontecimientos, su
1416
mirada permanecía impasible
ante los focos que la
iluminaban desde un primer
plano. Logrando que
desaparecieran las evidencias
del mal trago que acababa de
sufrir en sus propias carnes,
aunque las secuelas
interiores continuaban
ejerciendo su poder a lo
largo de su anatomía.
Albergando la esperanza de
recuperar el tono moral que
precisaba para afrontar dicha
situación, en su cerebro
navegaban miles de ideas que
en un momento dado romperían
una lanza en su favor, ya que
no se daría por vencida ante
un pequeño revés en su
camino.

Miro de reojo su reloj de

1417
muñeca con la única intención
de mantener su mente
distraída, desviando
cualquier pensamiento que le
pudiera provocar un desajuste
emocional de desproporcionas
dimensiones. Siendo una des
su asignatura pendiente de
atajar con la solvencia
necesaria en este tipo de en
vites, la serenidad hacia que
todo fuese equilibrándose
hacia el lado que más les
convenían a sus intereses
actuales. El duelo con el
directo se dirigía a la
posición más idónea de
controlar por su parte, así
la audiencia no perdería
detalle en el resurgir de las
cenizas, que utilizaría a su
antojo como una estrategia
con la que cubrir sus

1418
carencias.

Más difícil se le entronaban


a Salvador las cosas en el
intercambio de palabras con
Sandra. Dibujándose un
desolador paisaje de la
destrucción de los recuerdos
que juntos disfrutaron en el
pasado, no dejando que ni una
brizna de aire les hiciese
cambiar su argumento.
Recurriendo a cualquier
excusa con la que avivar la
llama de la discordia, dando
cabida al menosprecio por
encima de los alegatos con
tintes de coherencia. Segando
la semilla de una hipotética
reconciliación en el futuro
como algo lejano de que
llegase a suceder entre
ambos.

1419
La hostilidad maquillaba en
cierto modo el devenir de
este brutal encuentro,
rozando en algunas fases el
desequilibrio psicológico que
proyectaba una imagen de un
caos demoledor. El aguante
moral se divisaba seriamente
dañado por el desorden que se
había instaurado como nota
predominante, generando a una
más violencia en el tono de
voz que se dedicaba el uno al
otro. Traspasando lo
meramente correcto en
situaciones similares,
rompiendo las barreras de lo
estrictamente marcado por el
protocolo de la buena
educación.

1420
{Salvador}

Creo recordar que fuiste tú misma


la que vino a mi despacho ligera
de ropa, llevando encima una
simple gabardina marrón, con la
única pretensión de que te hiciese
mujer al precio que te hubiera
pedido.

{Sandra}

¿Acaso te negaste a cumplir mis


deseos carnales?

{Salvador}

1421
De eso es lo único de lo que me
arrepentiré el resto de mi vida,
el haberme dejado embaucar por tus
encantos de mujer con una figura
esbelta.

{Sandra}

Tus palabras no van a lograr


cambiar mi postura acerca de
hacerte pagar un castigo, me he
sentido humillada por como
manejaste nuestra ruptura
sentimental.

{Salvador}

1422
¿Pero cuando hemos sido nosotros
pareja?

{Sandra}

A lo mejor me estas insinuando que


me acuesto con el primero que pasa
por delante de mis narices, pero
te has equivocado al pensar que
solo sería una simple noche de
sexo.

{Salvador}

1423
Es que no entiendo a qué viene
esta escena de celos enfermizos,
sabiendo perfectamente que no
tenemos ningún vínculo que ate.

{Sandra}

¿Y si estuviera esperando un hijo


tuyo?

{Salvador}

No te creo tan poco previsora de


quedarte en estado del primero que
te seduce, además tuve la
delicadeza de registrar tu bolso
para localizar las pastillas
1424
anticonceptivas.

{Sandra}

Te podría denunciar por hurgar en


mi bolso con tanta ligereza,
aunque te diré que es muy raro que
me tome el tratamiento como marca
la prescripción médica.

Empezó Ernesto a subir el


ritmo de aceleración de su
paso en la dirección que se
marcó con antelación , con la
vista puesta de llegar lo
antes posible a su cita con
Roberto .Teniendo en cuenta
que acumulaba cierta demora a

1425
la hora de llegar puntual al
lugar del encuentro en
cuestión , aunque se le
habían disipado muchas dudas
con relación a su trato con
Ignacio .Dado que se le abría
una nueva vertiente que
desconocía con anterioridad ,
siendo una parte importante
por donde explorar la
cantidad de negocios turbios
en los que estaba
directamente involucrado ,
ahora haría un esfuerzo e
gran intensidad para no verse
mezclado en ciertas
actividades delictivas .
Contaba con el amparo de su
cargo en la administración
del estado, resultando ser el
mejor colchón donde ocultar
sus acciones paralelas.

1426
Lo que si era un buen botín
era el expediente que le
entrego Lucas con la
condición que lo guardase a
buen recaudo, ya que
apreciaba que era un peligro
llevarlo encima. Medito si se
trasladaría al Luxury en su
vehículo privado o por el
contrario utilizaría el
transporte público, se le
presentaba un dilema
complicado de resolver por
los pros y los contras que
con llevaba esa misión.
Quizás lo más recomendable
sería dejarlo en depósito
dentro del maletero de su
coche, pero no descartaba que
alguien pudiese forzar la
cerradura del cierre
centralizado. Ahí radicaba el
miedo a que le sustrajesen el

1427
portafolio que portaba en su
mano derecha, convirtiéndose
en uno más de sus quebraderos
de cabeza. Desembocando en un
bloqueo provisional entre sus
prioridades a poner en
práctica, esperando ver la
dirección que tomarían los
acontecimientos que se le
presentaban ante sus ojos.
Intentando aclarar el
horizonte que divisaba ante
su rostro marcado por una
incipiente preocupación.

Debía clasificar el
compromiso de sus
colaboradores por la lealtad
demostrada a lo largo de los
años, comprobando el espíritu
de unión que acercaría a los
que no estaban del todo
convencidos de su liderazgo.

1428
Así también confeccionaría
las bases de su futura
organización criminal, el
destino le ayudo a liberarse
de una de las cargas que
menos le apetecía arrastrar
en travesía. Notando un
dinamismo en los movimientos,
de cual aprovecharía la
oportunidad de no volver a
caer en los mismos errores
del pasado. Logro hallar el
empujón que le hacía falta
para lanzarse en nuevas
aventuras en solitario,
dejando desterrados a los
fantasmas que le perseguían
desde el pasado. La confianza
le inyectaba una cierta
estabilidad emocional con la
que enfrentarse a los retos
que le proponía la vida.

1429
Pero todo daría un
sorprendente giro de
trescientos sesenta grados
para colocarlo en la mejor
posición, ni siquiera tendría
ni que solicitarlo con
antelación, ya que la diosa
fortuna se aliaría de su
parte añadiendo un enclave de
protección extra. Abriendo
una esperanza de aislar la
mayoría de prejuicios que le
había inculcado Ignacio a lo
largo de los años, aunque no
olvidaba su particular guerra
fratricida en lo concerniente
a Silvia. Ahí sí que
representaba una batalla
complicada de sacar adelante
sin tener que ceder un poco
de terreno en el transcurso
de la misma, estaba seguro de
que nada se quedaría en el

1430
tintero literalmente
hablando. Pero ella golpeo
primero al excluirlo de la
cita para almorzar las dos
parejas el mediodía del
viernes. Emprendería una
campaña con a que empañar su
imagen dentro de la
jurisprudencia local, para
ello solo le haría falta
mover un par de contactos de
su total confianza.

Por causalidades del destino


se les agregarían a sus
amistades dos elementos que
parecían olvidados en el
pasado, proyectándose como
pilares fundamentales al
obtener una clave que le
permitiera romper la buena
sintonía existen entre Silvia
e Ignacio desde que

1431
colaboraban en ciertos
asuntos turbios, era el único
que contaban con un video que
los comprometía a los dos de
manera intima por el
contenido central del mismo.
Reflexionaba si hacerlo
difundir en algún medio de
comunicación. Sugiriendo que
lo colocasen en horario de
máxima audiencia, extendiendo
como la pólvora el rumor de
que ambos aparte de compartir
negocios de variada índole,
también se prodigaban en
tórridos encuentros sexuales.
Así mancharía la imagen de
seriedad que mostraban de
cara a la sociedad, con lo
que perjudicaría seriamente
sus carreras profesionales.
Teniendo que dar una multitud
de explicaciones a sus

1432
respectivos entornos
laborales, quedando en manos
de la crítica que vertiese
directamente la opinión
pública.

Lograría reventar el binomio


que tanto dolor sembró en
numerosas familias obreras ,
con único propósito de
imponer un sórdido código de
regalas a su medida , No
dándoles garantías de que
algún día se viesen liberados
de sus deudas , contraídas
mediante su intermediación
con algunos prestamistas de
los bajos fondos , a los
cuales se les daba la
libertad de utilizar
cualquier método en el cobro
de sus cuotas .Rozando la
ilegalidad en lo íntegramente

1433
como fondo de la cuestión a
tratar en cada caso en
concreto , delimitando el
espacio de respiración a lo
que los extorsionados
pusieran de su parte .Dejando
que la violencia enseñase las
reglas del juego a poner en
práctica ,sugiriendo el
cumplimiento rajatabla de
todas con el consiguiente
castigo al desobedecer las
normas establecidas .

Ahora solo buscaría los


apoyos de mayor envergadura,
puesto que no aceptaba de
buen grado que los errores
pudieran dejar al descubierto
sus verdaderas intenciones.
No arriesgaría más de la
cuenta a la hora de mover a
sus peones por el perímetro

1434
de la ciudad, sabía que daría
un buen número de facilidades
a sus adversarios al permitir
que conociesen sus planes.
Quizás colocaría un anzuelo
con el que desconcertar a los
que vigilasen de cerca sus
actividades, sería una forma
de comprobar en qué dirección
debía mantener centrada su
atención ante un más que
evidente ataque frontal en
sus posiciones. Lo que
pondría en peligro las
misiones que iba
confeccionando sobre la
marcha, imprimiendo conceptos
que protegiesen el perfil
inicial de los elementos que
precisaba insertar como parte
de su estrategia. Separando
lo importante del resto que
cosas que fuesen consideradas

1435
superficiales o prescindibles
en cualquier instante,
evitando arrastrar un lastre
innecesario que retrasaría el
proceso de funcionamiento.

Barajaba un amplio abanico de


nombres con un extenso
currículo delictivo con las
características muy similares
entre sí, aunque en el perfil
se notaban ciertas
diferencias de índole
personal, ya que pocos
contaban con la sangre fría
de llegar hasta el final.
Eran más partidarios de la
intimidación o el chantaje
directo, que de utilizar el
castigo físico como método de
trabajo o recurso de
emergencia. Ahí se le
presentaba un dilema con el

1436
que no había previsto en su
idea de configurar un equipo
de actuación rápida, además
de ver las opciones de las
que disponía para cubrir este
pequeño contratiempo. Tampoco
se le olvidaba que su campo
de acción se ampliaba en dos
direcciones, sin resaltar una
por encima de la otra por la
que decantarse en
prioridades. El reto tomaba
unas dimensiones de extrema
envergadura para su capacidad
organizativa, por lo que nada
quedaría en el terreno de la
improvisación. Mantendría
intacta la serenidad de la
que solía presumir en las
situaciones límite,
desterrando a los fantasmas
que acompañaban a las
inseguridades en forma de

1437
angustias.

Manejaría con maestría


cualquier desequilibrio
emocional que amenazase su
frialdad al distribuir uno a
uno cada peón en su tablero
imaginario, se cuidaba de no
cometer ni un solo fallo en
su milimétrico plano de
actuación. Iba dando forma a
su telaraña de ataque con un
diseño estudiado hasta el
último detalle, se aseguraría
de no tener que sacrificar
nada de lo que su mente le
sugería plasmar en el futuro.
La incertidumbre se auto
invitaba para dar su visto
bueno a lo que trazaba dentro
de la lógica que pretendía
tomar como referencia en el
criterio a seguir, quizás ahí

1438
se levantasen ciertas
discrepancias con la realidad
que se presentaba ante sus
miradas. Meditaba el
incorporar la figura de una
mujer en el tema de minar la
moral de su primo Ignacio,
pero tampoco lo descartaría
definitivamente como opción
de última hora. La guardaría
de reserva ante una eventual
necesidad de dar un vuelco a
los acontecimientos,
desconociendo el
planteamiento de sus rivales
en lo concerniente a su
defensa a ultranza de su
intimidad.

Por otro lado, Diego empezaba


a divisar una mínima calma
después de la tempestad
vivida con anterioridad, en

1439
su interior no se fiaba de
aquella frágil tranquilidad
que le proporcionaba una
débil tregua con Yolanda. Le
sorprendía el repentino
cambio de humor que le había
mostrado en torno al tema en
el que incluía la figura de
Estefanía, nombrándola con un
tono de ínfima culpabilidad
de lo sucedido con Natalia
Loureiro Iglesias, además de
no soportar que hubieran
compartido una relación
sentimental en el pasado.
Provocando que los celos
avivasen su ira incontrolada
con la que pagar su
resentimiento más profundo,
tenía demasiado dolor
acumulado que resquebrajaba
cualquier tipo de
acercamiento afectivo.

1440
Generaba un enorme escudo
fundamentado en la absoluta
desconfianza en os argumentos
que utilizase en su alegato.

Su comprensión gozaba de
excelente salud a pesar de
los golpes recibidos durante
la conversación, sirviendo de
referencia con la que
comprobar el estado anímico
de ella. Con lo que manejaría
a su antojo los siguientes
pasos a seguir por su parte,
modificando lo que no le
diese los resultados
apetecidos. Sembrando una
nueva cosecha con la que
lograr cimentar sus nuevas
expectativas de futuro, con
el objetivo de apuntalar las
bases de mantenimiento de no
dejarse embelesar por los

1441
encantos de Yolanda. Eso le
provocaría perder la posición
de privilegio que disfrutaba
en este preciso instante.
Dependiendo de la actitud que
le dispensase mediante el
tono de su voz, era
impensable sujetarse en torno
a la volatilidad de sus
opiniones marcadas por la
manifiesta inestabilidad de
sus sentimientos. Ahí estaba
la baza que llevaba tiempo
esperando que el destino le
proporcionase aplicar en
beneficio propio, olvidándose
de las alianzas que ya se
quedaron en el recuerdo en
forma de anécdotas.

Entablaron un dialogo con


tintes de absoluta serenidad
al intercambiar sus

1442
opiniones, acerca de la
conveniencia encargar el
trabajo de cerrajería a quien
ambos proponían de manera
individual. Viendo cual era
la que convenía por la
eficacia que les habían
comentado terceros al
recomendarlo para esa tarea.
Las distancias continuaban
invariables en lo que les
separaba en el resto de
temas, abocados a mantener un
trato estrictamente laboral
como era lógico por el bien
de su amistad, desechando la
idea de que hubiese otro tipo
de relación por encima de la
que les unía desde hacía unos
cuantos años atrás.

Seria entrar en un terreno


poco favorable para sus

1443
expectativas individuales,
generando un vacío que
descompensaba en cierto modo
la forma de afrontar el reto
que se les presentaba delante
de sus rostros. Eso provoco
que viesen que primero
deberían esclarecer el
repentino fallecimiento de su
amiga Natalia Loureiro
Iglesias, además de analizar
las extrañas circunstancias
que rodearon el suceso. Y
luego vendría el momento de
hablar con calma de un
posible acercamiento
sentimental.

{Diego}

¿Por qué dudas que no esté en

1444
libertad?

{Yolanda}

Es un presentimiento que no cesa


de recorrer por mi cabeza, aunque
tampoco tengo muy claro porque se
me manifiesta con tanta fuerza.

{Diego}

Deberías tener más confianza en mi


palabra por el bien de la
investigación, ya que mi única
intención es agilizar los trámites
que nos eviten perder el tiempo.

1445
{Yolanda}

¿Te puedo pedir un favor?

{Diego}

Si estas en mi mano sabes que no


hay ningún problema en llevarlo a
cabo a la mayor brevedad que
pueda, espero que no sea nada malo
para los dos.

{Yolanda}

Tranquilo que no es nada de lo que

1446
nos pueda separar más de lo que
estamos ahora mismo, sin embargo,
me parece una medida que me
convendría poner en práctica.

{Diego}

¿Puedo saber de qué se trata tu


petición?

{Yolanda}

Si claro, quiero que te olvides de


Estefanía como pareja sentimental,
eso facilitaría el dialogo entre
los dos a la hora de hablar
abiertamente de lo que hayamos
averiguado.

1447
{Diego}

Veo que me estas exigiendo que


borre de mi mente a la que
posiblemente es la mujer que más
he amado en toda mi vida, ¿Y si no
acepto tu propuesta?

{Yolanda}

Me veré obligada a buscar otro


fotógrafo para que me acompañe en
mis reportajes de investigación,
seguramente habrá muchos que
quieran ocupar tu lugar.

1448
{Diego}

Sabes que nos estas siendo justa


con lo que me estas obligando que
acepté, jamás pensé que fueses tan
vengativa con los sentimientos de
los demás.

{Yolanda}

¿Acaso me vas a dejar ahora en la


estacada?

{Diego}

1449
No te voy a dar el gusto de que me
humilles públicamente, solo
aguantare hasta el final del caso
que tenemos entre manos y todo por
limpiar el honor de Natalia.

{Yolanda}

Ya puedes dejar de fingir que te


importaba el sufrimiento que
estaba viviendo en su soledad, no
tienes ni idea del trato que le
dispensaba tu querida Estefanía.

Justo en ese preciso instante


Ángel hallaba la primera de
las contradicciones en el
informe que le había
entregado la policía
científica, eso levantaba
1450
ciertas dudas en la
confección de un expediente
con errores dignos de
señalar. No lo consideraba un
simple trámite administrativo
al cual esconder en un
archivo de la planta baja del
edifico, sino más bien
representaba una clara
negligencia dentro de la
investigación. Llegando a
generar opiniones que se
entrometiesen en el buen
funcionamiento de sus
actividades profesionales,
entrando en un pantano de
intereses creados mediante la
hipocresía que se
fundamentaba en la
burocracia. Por ese lado
vería que las complicaciones
irían tomando una posición de
tirantez sujeta a sus

1451
indagaciones en lo
concerniente al caso que
tenía entre manos, siendo
especialmente duro separar la
razón del corazón. Evitando
envolverse en un mar de
sentimientos encontrados,
luchando por qué no se
nublase la frialdad de sus
movimientos.

Quizás era el momento idóneo


en el cual poner en
funcionamiento sus dotes de
sabueso aficionado a la
investigación criminal,
ampliando el abanico de
posibilidades que le ofrecía
el destino en forma de
opciones a estudiar con sumo
cuidado en su puesta en
marcha. No contaba con un
margen extenso de

1452
colaboradores de optimas
garantías en el campo en el
que pretendía penetrar ,
aunque no le faltaban agallas
a la hora de tirar hacia
adelante en pos de
enfrentarse a lo
desconocido .En parte guiado
por su ansia en desvelar los
entuertos que la vida
colocaba como pruebas a
superar en la senda de su
camino .Intuía que se estaban
ocultando datos de relevancia
a simple vista de los
acontecimientos , impregnando
de misterio un buen número de
los detalles que dejaban en
el aire las incógnitas que
desequilibraban su balanza .
Otorgándole una visión
diferente de los hechos
reflejados en el interior de

1453
aquel portafolio.

Alargo su mano para separar


la sabana que tapaba el
rostro que no tenía muy claro
que perteneciese a Natalia
Loureiro Iglesias. Percibía
una extraña sensación que le
provocaba rechazo al dar por
sentado que no hubo
manipulación en un hipotético
intercambio de cadáveres.
Tomo la referencia que le
había apuntado Diego acerca
de un lunar en la mejilla
izquierda, se fijó que no
existía ni rastro del
elemento en cuestión, alguien
durante el traslado desvió el
cuerpo que le convenía
eliminar de la circulación.
Asía las sospechas recaían en
el personal encargado del

1454
traslado desde la habitación
del hotel Villa de Celeiro.
Liberando un más que
inminente interrogatorio
sobre la perdida de la
víctima, amparándose en una
evidente ineficacia en la
labor de la funeraria.

Se le presentaba un oscuro
horizonte por el que
transitar con mucha cautela,
puesto que no le permitiría,
ni un mínimo error en la
consecución de sus objetivos.
Dando un seguimiento especial
a lo relacionado con
traslados de otros institutos
anatómicos forenses,
observando con detenimiento
cualquier tras papeleo de la
documentación que le fuese
asignada en origen. En su

1455
cabeza navegaba la idea de
que la cúpula de la policía
podría estar detrás de esa
operación, aunque le faltaba
por descubrir el fondo que se
utilizaba como excusa en esa
clandestina tarea. También
debía guardarse bien las
espaldas ante evidentes
ataques en contra de sus
métodos de búsqueda o
localización de pruebas
concluyentes, su vida corría
un más que palpable peligro
por la cantidad de datos que
manejaba a diario.

Meditaba si era necesario


acercarse hacia la comisaría
para contrastar con Salvador
las notas que había ido
recopilando en su examen
ocular del cadáver, estaba

1456
seguro de que se le
disiparían las dudas que se
instalaban a gran velocidad
en su mente. Guiándole en un
itinerario diferente al que
disfrutaba en la actualidad,
temía que en el trayecto le
interceptasen con algún tipo
de violencia física de
alguien desconocido. El miedo
acechaba en cada rincón del
cuarto acristalado donde
ejercía su actividad
profesional, quizás se dejaba
llevar por la psicosis de un
inminente secuestro. No
descartaba cualquier tipo de
acción que se produjera a su
alrededor, sabiendo que lo
convirtieron en un blanco
fácil para el crimen
organizado en general. La
protección no resultaba

1457
complicada en su derribo, se
componía de unos cuantos
sensores tanto de vigilancia
como de movimiento dentro del
habitáculo en el que se
hallaba localizado.

El resto de la zona de la
planta sótano estaba
despejada justo hasta la
entrada de los ascensores,
ahí se localizaba una cámara
giratoria con la que mantener
el control del área de
seguridad. Habiéndola
provisto de un mecanismo de
proximidad ante cualquier
movimiento no contemplado en
las normas de funcionamiento
del complejo, su tranquilidad
se veía en cierto modo
condicionada por una cantidad
de especulaciones, alarmando

1458
en exceso al sistema nervioso
que procesaba su organismo.
Pretendiendo no relajarse ni
un solo segundo antes de
abandonar el edificio, se le
haría interminable el pasillo
que le separaba hasta los
montacargas de servicio.

Pero tendría que hacer frente


a una visita inesperada y que
no era de su total confianza
el tener que guardar las
formas. Conociendo la mayoría
de los negocios turbios en
los que se había mezclado en
la venta ilegal de órganos en
países de diferentes
culturas. Sin importar otra
cosa que el beneficio que le
pudieran aportar esas
transacciones con seres
humanos, llevaba años

1459
tentándole con incluirle como
socio en el fondo de
inversión desde el cual
blanqueaba el capital
procedente de esos envíos
semanales. Le asqueaba el
sentido en que sustentaba la
fortuna venida del
sufrimiento de otros que no
tenían absolutamente nada que
llevarse a la boca, utilizaba
su cuerpo para que se
experimentasen infinidad de
medicamentos, con propósito
de obtener unas monedas con
las que subsistir.

Debía ir colocando cada pieza


en el lugar que le resultase
más lógico dentro de una
línea de investigación,
aunque se jugaba gran parte
de la tranquilidad que

1460
disfrutaba en un principio,
dando una oportunidad a
quienes supieran aprovecharla
en beneficio propio. Un
simple despiste le haría
tener que rectificar en
décimas de segundo, apurando
su capacidad en la
constitución de un plan de
reserva. Observaba que nada
era lo que parecía reflejo en
el cristal con el que se
hiciese la comparativa de la
situación a valorar, siendo
ese el dilema que tendría que
despejar en la profundidad de
su mente, ante el desarrollo
de los acontecimientos que se
le presentaban. Todo
dependería del arrojo con el
que se manejase el asunto que
le plantease el destino como
prueba a superar con la

1461
garantía necesaria, lo que le
avivaba la posibilidad de
mantener integra su
estabilidad emocional.

Sin apenas tiempo para


analizarlo escucho de fondo
como una silueta de alargada
estatura de complexión
fuerte. Intentaba girar el
picaporte de la puerta,
levanto como un resorte su
mirada hasta localizar la
identidad de quien precisaba
de su atención. Esperando que
esa reunión no se extendiera
más de la cuenta, puesto que
no le compensaba dar algunos
detalles de sus estudios
forenses, ya que no se fiaba
de nadie de los que le
rodeaban en su laboratorio,
solo guardaba un estricto

1462
código de cortesía
profesional por el buen
funcionamiento de su
departamento. Dispensando
cierta benevolencia al
respecto de no prohibir que
en ocasiones se tomasen sus
trabajos como referencia para
basar algunos congresos sobre
su especialidad científico
policial. Se quedó unos
segundos examinando el rostro
que se escondía tras unas
oscuras gafas de sol y que
permanecía inmóvil, evitando
gesticular en todo momento
dentro de la representación
que le demandaba su papel.

Se trataba de Daniel Diez


Allariz un tipo de carácter
bastante reservado ante los
demás, su ocupación de cara a

1463
la sociedad era tasar
cualquier objeto al que se le
pudiera poner un precio
razonable. Dejando claro que
su forma de cobro pasaba por
que fuese en metálico, no
tenía especial predilección
por una divisa en concreto
del mercado en el que le
tocase intercambiar sus
productos. Generalmente pedía
una cantidad por adelantado
que le servía para comprobar
la solvencia de sus
potenciales clientes,
manejaba un listado selecto
que confiaba en la discreción
como tarjeta de presentación.
Ahí radicaba en cierto modo
el éxito de su negocio hacia
terceros, reflejando una
serenidad digna de un
prometedor magnate de las

1464
finanzas. Desterrando los
temores a una inminente
intervención policial, de
sobra conocía las aficiones
de cada uno de los que le
provocasen algún desvelo
ocasional. Sacando su forma
sutil de chantajear a quien
le pretendiera ponerle
directamente en apuros,
estaba bien respaldado por
buena parte de la cúpula de
la seguridad de la ciudad.

Era un hombre de su aspecto


con un aspecto desaliñado ,
portando una barba de varios
días de abandono de rasurado
en la misma , se entre
mezclaban las canas en medio
de unos cuantos pelillos de
color azabache , gozaba de
una larga cabellera en la

1465
misma tonalidad , su
corpulencia marcaba a las
claras su fortaleza física,
las manos mostraban unos
surcos que servían para
calcular el ritmo de vida
que le había deparado el
destino , se cubría por
completo con un extenso
chaquetón tres cuartos de
piel en negro , acompañado
de unas botas del mismo
tejido , rondaba la
cuarentena de edad como le
marcaban los
acontecimientos , era
complicado verle frecuentar
amistades femeninas ,
intentaba aislarse de los
amoríos que distrajeran su
atención fuera de los
negocios .

1466
Prefería pagar el alto precio
que le demandaba la soledad a
tener que verse metido en
líos de faldas, siendo en
realidad un arma de doble
filo. Quizás había escogido
la opción que menos le
convenía de cara a la
sociedad, aunque en su
momento rechazo el mantener
una relación sentimental con
Sandra. Se jugaba el respeto
del resto de patriarcas de
las otras organizaciones que
operaban al otro lado de la
ciudad , era impensable que
una joven de buena familia
fuese a participar en
reuniones clandestinas en los
bajos fondos .A un duraban de
esa época infinidad de
asuntos en el aire de
complicada solución , ya que

1467
algunos detalles desembocaron
en un intercambio de
opiniones poco favorables con
más de uno de sus socios ,
aunque conservaba un buen
número de aliados dentro del
crimen organizado . Ocultando
las intenciones que pondría
en práctica en lo
concerniente a su disposición
sobre el terreno, quizás le
diese la oportunidad de
expandir su modelo de
realizar las actividades con
el menor riesgo para los
intereses.

Se decidió a empujar
levemente la puerta como
preludio a una inminente
conversación con Ángel, ni si
quiera hizo ademán de darse
un respiro antes de comenzar

1468
el dialogo entre ambos.
Apreciaba que no sería una
simple charla de cortesía lo
que se tenían que decir, pero
sabían que se tornaba
irremediable el
enfrentamiento verbal. Lo que
en realidad tomarían como un
examen con el que calcular el
calibre de sus fuerzas,
ninguno desaprovecharía la
ocasión romper la
tranquilidad del otro. Así le
daría cierta ventaja a la
hora de aplicar sus métodos
en la destrucción de
cualquier táctica defensiva,
abriendo una nueva vía de
actuación en beneficio de su
propio egoísmo.

Enseguida se observaron
mutuamente de arriba abajo,

1469
con la única pretensión de
jugar con el nerviosismo del
adversario como efecto
preventivo. Manifestando a
las claras que derroteros
seguiría el intercambio de
golpes dialécticos, siendo
una forma de comprobar cuál
sería el límite de sus
acusaciones. Evitando
traspasar una delgada línea
de seguridad, generando un
incipiente clima de
crispación no apto en su
intención de recabar la mayor
cantidad de información
posible.

Todo dependería del grado de


sangre fría que arriesgasen
durante la charla, procurando
conservar intactas las
opciones de conquistar parte

1470
del terreno del que
disfrutaba su oponente. La
ansiedad hizo de maestro de
ceremonias al lanzar mediante
una señal visual que había
llegado la hora de romper el
silencio, dejando en el aire
la posibilidad de comenzar
las hostilidades. Tomo Daniel
la iniciativa de enseñar
hacia qué lado iría su
estrategia durante la batalla
que tendría que librar con
cautela de no caer en ninguna
emboscada.

{Daniel}

Buenos mediodía Ángel, ¿Tienes


algún cliente para mí?

1471
{Ángel}

Hola Daniel, sabes que no hago ese


tipo de trabajos para ti, es mas
no creo que tengas nada que venir
buscar a mi laboratorio.

{Daniel}

Veo que te equivocas en tu


argumento de la situación, dado
que tengo un negocio en el que
casi he vendido los órganos del
cadáver de la última chica a la
que has estado practicando la
autopsia.

1472
{Ángel}

¿Y quién de la familia te ha
firmado la cesión de esos órganos?

{Daniel}

Tranquilo que podíamos repartirnos


el dinero de la venta, no creo que
nadie se vaya a preocupar de que
la entierren con más o menos peso.

{Ángel}

Me parece que no has entendido que


no pienso prestarme a tan macabra
operación, es algo que choca

1473
directamente con mis principios
profesionales.

{Daniel}

¿Qué precio te haría modificar


esos principios?

{Ángel}

No es una cuestión estrictamente


económica, hay otros factores que
me impiden comercializar las
partes de la anatomía de los
cuerpos que manipulo a diario.

1474
{Daniel}

Entonces tendré que recurrir a un


método que me suele resultar
bastante doloroso, aunque suele
ser eficaz ante imprevistos de
última hora.

Por otro lado, Ignacio iba


perfilando un nuevo escenario
en el que incluir a su primo
Ernesto en el selecto grupo
de individuos a eliminar de
la circulación. Tenía
presente la actitud
desafiante que le intento
aplicar durante su última
conversación telefónica,
dejando entrever que se
desligaba de cualquier
vínculo con los asuntos

1475
paralelos en los que se movía
al margen de la sociedad, ya
que instalaría un vacío que
podía provocar una más que
probable guerra en los
barrios por el control de la
delincuencia. Sembrado la
desconfianza en el pacto de
no agresión que mantenían en
vigencia por el bien del
resto de ciudadanos.
Transmitiendo un mensaje de
tranquilidad condicionada al
cumplimiento de lo acordado,
siendo en definitiva el único
documento que les obligaba a
tener que acatar las normas
que lo regían como código de
honor.

Reflexionaba la opción de
reestructurar el número de
colaboradores de los cuales

1476
debía prescindir a la mayor
brevedad, puesto que le
suponían un lastre complicado
de asumir en este preciso
instante. Apreciaba que era
objeto de una vigilancia
especial por parte de la
policía y que tampoco podría
esperar a una redada del
fiscal para recomponer el
aparato logístico de su
organización criminal, ahora
se centraría en potenciar los
chantajes a personalidades de
los diferentes ámbitos
sociales. Así desviaría la
atención de la opinión
pública hacia una dirección
contraria a sus actuales
intereses personales, dándole
la oportunidad de manejar sus
turbios negocios con una
esperanzadora serenidad. Con

1477
la idea de poder delegar en
algún hombre de su total
confianza, llegando a verse
liberado de cualquier
contratiempo que pudiera
surgir en el futuro. Haciendo
que su imagen no fuese
asociada con hechos
delictivos que sucedieran,
aislándolo del resto de los
delincuentes que transitaban
a lo ancho de la ciudad.

Su pensamiento no cesaba de
recordar la imagen de Yolanda
pronunciando las palabras en
las que le decía, que no
quería volver a saber nada de
él como pareja sentimental y
que no insistiera en su
intención por volver a
recuperar su confianza.
Partía desde una posición con

1478
pocas posibilidades de poder
darle la vuelta, sin embargo,
contaba con la oportunidad de
aprovechar la cita que le
había preparado Silvia. Ahí
sacaría la mejor versión de
su personalidad como arma con
la que mitigar el rechazo que
le demostró en su último
encuentro, debía olvidar
precipitarse en la obtención
de los resultados en la
aplicación de sus métodos de
seducción.

Quizás esa fuese la clave que


debiese explotar con un alto
grado de cautela. Permitiendo
que su intuición desplegase
una parte importante de sus
recursos, utilizando todo
aquello que estuviese al
alcance de su mano.

1479
Aprovechando cada detalle que
considerase vital para su
seguridad, insertaría una
buena cantidad de reformas en
algunos del aspecto que se
derivaban en la aplicación de
las estrategias que
conviniera implantar en el
transcurso de los
acontecimientos, dándole la
posibilidad de modificar
sobre la marcha todo aquello
que le pareciese poco
productivo. Haciendo que
rentabilizase la inversión
tanto en tiempo como en
dinero a emplear en dicha
misión, sirviendo como
sustento ante futuras
operaciones de mayor calado
urbano.

No necesito meditar en exceso

1480
para localizar el rostro a la
par del nombre de quién sería
el candidato ideal, aunque no
estaba del todo seguro que
fuese la opción definitiva.
Sin embargo, le costaba tener
que rechazar a uno de sus más
fieles colaboradores, puesto
que se hallaba en el listado
de los fichados por la
policía, eso tumbaba en
cierto modo teoría de
mantener a miembros con
antecedentes penales. Lo que
con llevaba un riesgo añadido
a los movimientos a poner en
práctica, dejando al
descubierto sus verdaderas
intenciones. Recortando el
margen de maniobra que
disfrutaba en la actualidad,
suponiendo un cambio
importante en sus

1481
expectativas en referencia a
sus intereses personales.

Al final se quedó con el


perfil de Jaime Lista Juárez
hijo de emigrante español
mezclado con sangre de una
mexicana, aunque siempre
presumía de las tradiciones
maternas. Sacándolo a relucir
en las conversaciones en las
que a menudo se veía inmerso
por diferentes circunstancias
de la vida, añoraba volver a
pisar la tierra de sus
antepasados por lo que
significaban sus raíces
indígenas. No olvidando que
había prometido en el lecho
de muerte de su predecesora,
regresar de nuevo a la tierra
que la vio nacer algunos años
atrás. El impedimento lo

1482
marcaba exactamente la falta
de visado legal para ejercer
su trabajo, puesto que se le
resistía el obtener la doble
nacionalidad. Ahí se le abría
un dilema dentro de sí
continuar manteniéndolo en
plantilla o darle la baja
definitiva a tenor de la
situación que se le
planteaba.

La imagen de Jaime Lista


Juárez era bastante cuidada
de cara a la sociedad, a
pesar de la multitud de mal
tragos que la vida le coloco
en su camino laboral.
Intentando esquivar las
piedras que obstaculizaban su
desarrollo como persona
haciendo que tuviese que
pagar un precio muy alto, al

1483
pretender subsistir en un
país en el cual en el que
solo habito en su temprana
infancia. Traído en cierto
modo por sus padres con la
firme idea de que recibiese
una educación basada en la
calidad de la enseñanza,
aunque le dispensaron un
sinfín de zancadillas en su
afán por conocer las
costumbres de esta parte del
océano Atlántico. Ahí fue
donde comenzó a gestar su ira
por aprovecharse de cualquier
resquicio a su alcance que le
permitiera obtener una
ventaja ante los demás,
renegó de los principios
básicos inculcados en el
hogar familiar. Proyectando
un vendaval de resentimiento
hacia quienes creían que no

1484
resurgiría de sus cenizas,
generando un desconcierto de
innumerables dimensiones como
carta de presentación, ahora
daría rienda suelta a sus
propias prioridades.

A un así le compensaba no
cerrarles las puertas a
futuras colaboraciones,
puesto que en un momento dado
se le podría poner en
circulación. Jugaría con esa
baza que le proporcionaría el
efecto sorpresa en el tema de
Ernesto con una trampa bien
confeccionada por su parte,
dando un vuelco a las
expectativas con las que
había estado especulado con
anterioridad. Sabiendo el
grado de implicación que
necesitaba para la

1485
realización en concreto de
esta misión. Las dudas
continuaban marcando un lugar
de privilegio el
funcionamiento de su
planificación del trabajo
ensamblando cada pieza del
rompecabezas que tenía ante
su mirada.

Se dispuso a buscar en su
agenda electrónica el número
de teléfono de Jaime, que en
realidad le urgía ponerse en
contacto con su viejo
camarada. Pretendiendo zanjar
el asunto lo antes posible
por el bien de sus
actividades paralelas,
preservando una mínima
privacidad de movimientos en
lo concerniente a temas
exclusivamente personales,

1486
aunque por esa parte no
corría ningún peligro de
extrema gravedad. Albergando
la posibilidad de manejar con
profundidad los hilos con los
que dirigiría cada asunto por
separada, evitando mezclar
aspectos contrarios
completamente unos de los
otros. Mostraría una
magistral mano de hierro con
la que no quería tener que
bajarla guardia ante
cualquier eventualidad que
pudiera surgir en su entorno
diario.

Por fin tuvo ante sus ojos la


numeración que precisaba
marcar a gran velocidad, dado
que notaba que durante la
búsqueda estaba perdiendo una
enorme cantidad de tiempo.

1487
Haciéndole modificar la
programación de citas a las
que debía asistir en lo que
restaba de jornada laboral ,
tendría que acelerar el ritmo
de las obligaciones que se le
iban acumulando con el paso
de los minutos por encima de
su cabeza , añadiría un grado
de mayor intensidad a la hora
de mantener una firme línea
de trabajo , con la que ir
colocando los cimientos de
sus siguientes proyectos a
poner en práctica más
adelante .No tardo en apretar
el botón que le permitía
empezar la llamada
telefónica, esperando ser
atendido con prontitud una
vez escuchada la señal del
móvil de Jaime al otro lado
de la mismo .Enseguida fue

1488
recibida por él con bastante
diligencia a la par que
naturalidad , lo que en
cierto le sorprendió la
educación en el trato
servicial que imprimió en su
acción .

{Jaime}

Buenos mediodía, ¿Quién requiere


de mis servicios con tanta
urgencia?

{Ignacio}

Buen mediodía Jaime, soy Ignacio

1489
el hombre que te contrato la
última vez para que hicieras un
trabajo de vigilancia de un
importante hombre de negocios.

{Jaime}

¡¡¡Ah sí!! Ahora me acuerdo, de


ese encargo que me acaba de
mencionar, tenía mis dudas sobre
quien me había contratado en esa
ocasión.

{Ignacio}

¿Se podría encargar de otro


trabajito de características
1490
similares?

{Jaime}

Bueno habría que tratar el precio


que percibiría por realizar esa
tarea, puesto que ahora mismo
estoy pasando por unos apuros
económicos.

{Ignacio}

Tranquilo que la suma que le


asignado a esta misión te servirá
para borrar las deudas que hayas
podido contraer y a un encima te
quedaran unas monedas en el
bolsillo.

1491
{Jaime}

¿Puedo saber de qué hay que hacer


en esta ocasión?

{Ignacio}

Simplemente extorsionar a un
abogado del estado, ya que se ha
propuesto husmear en ciertos
asuntos que no son de su
incumbencia.

{Jaime}

1492
No parece muy complicado de llevar
a cabo, teniendo que hacer el
menor ruido posible a la hora de
ir recopilando información sobre
su persona.

{Ignacio}

¿Has utilizado alguna vez una


pistola?

{Jaime}

Si, hace unos años cuando vivía en


Jalisco debía ir armado por la
calle tanto de día como de noche,
puesto que los carteles no
1493
identifican a nadie dentro o fuera
de sus organizaciones del
narcotráfico.

Diego era incapaz de capear


el temporal que continuaba
enviándole Yolanda en forma
de evasivas. Provocando de
nuevo un abismo infernal
entre ambos en el menosprecio
que le invitaba a compartir a
lo largo de la conversación,
quizás estaban llegando al
punto álgido de su
intercambio de opiniones
encontradas. Pero tampoco se
dibujaba en el horizonte una
inminente tregua entre los
dos, siendo algo vital para
un paulatino acercamiento de
posturas.

1494
Reflejando un cese definitivo
de las hostilidades que se
manifestaban este preciso
instante, nada les haría
retroceder en sus
aspiraciones por conservar el
status que disfrutaban en la
actualidad. Siendo uno de los
botines más preciados a
cuidar con toda la protección
de la que pudieran disponer
literalmente hablando, que
minaba en cierto modo la poca
moral de la que disfrutaba
hasta aquel preciso instante.

Tomo la determinación de que


las decisiones de ella no le
afectasen directamente en el
funcionamiento de sus
investigaciones. Pondría en
práctica su método predilecto
para estas situaciones

1495
límite, ya que le convenía
conservar cierto grado de
serenidad ante los
acontecimientos que se le
iban sucediendo delante de
los ojos. Estableciendo un
perímetro de seguridad en el
que incluir su vida privada,
veía difícil concretar una
base de dialogo permanente
entre ellos. Dado que
paladeaba en el ambiente una
emergente amargura mezclada
con una dosis de rencor de
gran pureza en el amplio
sentido de la palabra, era
incapaz de evitar que le
impregnase más de la cuenta.

Sin embargo, fue perfilando


un golpe de efecto que le
hiciese posicionar sus
verdaderas intenciones, así

1496
gozaría de una ventaja en la
idea de apuntalar sus
argumentos por encima de
cualquier hipótesis vertida
por parte de ella, durante el
siguiente asalto que les
tocaría dirimir con una
respetable fuerza interior.
Desechando la posibilidad de
enseñar muestras de su
debilidad al adversario,
desplegando hasta el último
de los recursos que les
quedaban en el fondo de su
alma. Albergaba la remota
esperanza de que el panorama
cambiase las tornas que le
presentaba en la actualidad,
puesto que no se parecía en
nada al guion que tenía en
mente insertar en un
principio.

1497
{Diego}

¿Estás segura de esas acusaciones


que acabas de verter en contra de
Estefanía?

{Yolanda}

He sido testigo de muchas de sus


discusiones por temas domésticos,
además Natalia me ha llamado en
repetidas ocasiones a las tres de
la mañana para que la consolase
vía telefónica.

{Diego}
1498
Es la primera noticia que tengo
sobre un hipotético mal carácter
por parte de Estefanía, jamás he
recibido ni un solo comentario
acerca de su temperamento.

{Yolanda}

¿No será que intentas excusarla


porque sigues enamorado de ella?

{Diego}

Eso no debía servirte para


arremeter en mi contra con tanta
virulencia, pero me parece que no
1499
vas a conseguir que vuelva a
entrar en el juego que has estado
tramando en el desarrollo de la
charla.

{Yolanda}

Me acabas de ofrecer una muestra


de tu cobardía a la hora de
afrontar los problemas,
escudándote en proteger a un mal
tratador y psicópata.

{Diego}

Tu teoría se ha ido diluyendo con

1500
el paso de los minutos, lo que me
hace observar es que vas perdiendo
firmeza en tu exposición de los
hechos.

{Yolanda}

¿Crees que estoy celosa?

{Diego}

Eso ha quedado más que evidente en


la realidad de la situación, me
falta por descubrir el motivo
esencial que ha despertado tal
cantidad de ira por tu parte.

1501
{Yolanda}

¡Salta a la vista! que mantener


limpio, el nombre de mi amiga a la
par confidente Natalia Loureiro
Iglesias, teniendo en cuenta tu
poca afinidad con ella.

{Diego}

¿Me estas acusando de algo en


concreto?

{Yolanda}
1502
Eso tendrías que mirarlo desde el
punto de vista en que has enfocado
el asunto, dado que te has
posicionado como la víctima en sí,
de esta historia.

Simultáneamente Salvador
mantenía a duras penas
integra su paciencia ante los
ataques frontales, que le
propinaba Sandra a base de
reproches, en los cuales
impregnaba buena cantidad de
su incombustible ira.
Marcando una pauta de tintes
muy diferentes a los
actuales, entrando en un
terreno complicado de
transitar para aquellos que

1503
no tuviesen la cautela
necesaria, al incorporar la
serenidad como elemento
fundamental en el duelo que
continuaban dirimiendo. No
defraudando en las
expectativas que se había
creado ambos con
anterioridad, no quedaba
lugar en el que colocar un
emergente factor sorpresa. Lo
que resquebrajaría en cierto
modo la tensión que se
divisaba en el ambiente,
rebajando la emotividad que
campaba a sus anchas por cada
rincón del rellano.

Su fuerza mental iba


decayendo con el paso de los
minutos, siendo nuevamente
sitiada por una oleada de
violencia verbal

1504
indiscriminada. Puesto que
nada podía evitar el desangre
de algo que en su día empezó
dibujando una incipiente
relación de amistad, aunque
ya o quedaba ni un solo
rastro de lo que pudo haber
sido y resulto no ser lo que
al principio ambos hubieran
deseado. La realidad les
despertó de repente de un
sueño que se acercaba a una
pasajera ficción, acentuada
por su interés de no cambiar
ni una sola coma del guion
confeccionado en sus cabezas.
Ahí se concentraba el error
de apreciación que ninguno
quería admitir como algo a
tener que asumir con la mayor
madurez que fuese necesario.

Dejo que sus nervios se

1505
templasen antes de reaccionar
a las insinuaciones de
Sandra, en el tema referente
a que podía estar esperando
un hijo de él. Se le abría un
frente de dimensiones
desconocidas para poderlo
encauzar hacia una dirección,
en la cual supiera controlar
en todo momento los
movimientos de ella. Manejaba
la opción de asignarle una
patrulla de vigilancia
permanente, no le sería
difícil buscar una excusa con
la que justificar dicho
servicio. Así que aguantaría
el chaparrón como buenamente
soportase su figura,
observando como el
agotamiento iba haciendo
mella en sus sensaciones
físicas o psíquicas.

1506
Demostrando el excesivo
castigo al que se les había
expuesto desde el primer
instante.

{Salvador}

¿Puedo ver la prueba de


paternidad?

{Sandra}

Tendré que pensarlo con mucha


calma si acepto tu petición, ya
que no estoy del todo contenta con
el comprtamie3nto que has tenido
1507
conmigo.

{Salvador}

Será que no has valorado mi


esfuerzo por comprender tu forma
de pensar, quizás me he dado
cuenta que sería una locura el
continuar haciéndonos daño el uno
al otro.

{Sandra}

¿Lo dices por compadecerte de mí?

1508
{Salvador}

No tendría por compadecerme de tus


asuntos personales, sin embargo,
he notado que sigues anclada en la
misma postura de hace un par de
meses.

{Sandra}

Pues en eso te equivocas por


completo, ya que ahora lo
único que pretendo es que
cumplas con tus
responsabilidades como padre.

{Salvador}

1509
¿Entonces de cuantos meses está
embarazada?

{Sandra}

Si las cuentas no me fallan de


casi tres meses y medio, por lo
que daré a luz para primavera del
año que viene.

{Salvador}

Una buena época para que nazca


nuestro primer hijo en común,

1510
aunque esperaba que se hubieran
dado otras circunstancias en las
que creciese al calor de un hogar
familiar.

{Sandra}

¿Te gustaría que lo intentásemos


de nuevo como pareja?

{Salvador}

Por mucho que me duela he de


reconocer que no va a funcionar,
el albergar esa esperanza es un
engaño que ahora mismo no es
conveniente ni tenerlo presente.

1511
Ignacio continuaba probando
la fidelidad en la
implicación de Jaime dentro
de su organización delictiva.
Le delegaría la
responsabilidad de poner en
aprietos a Ernesto, siendo
una tarea urgente de darle
salida a la mayor brevedad
posible. Perfilaría una
táctica en la que entrase la
opción de eliminarlo
definitivamente de la
circulación, además le
permitiría deshacerse de una
parte importante de problemas
que pudiesen surgir en el
futuro. Ahí radicaba en
cierto modo su capacidad de
mantener el equilibrio,
barajando un abanico de

1512
oportunidades con el que
atajar imprevistos de última
hora. Convirtiéndose en su
principal prioridad a la hora
de confeccionar cada
estrategia con sumo cuidado
al colocar los detalles
relevantes, según le
demandase la ocasión que
tuviese delante.

Contando con cualquier tipo


de percance que asomase en su
horizonte diario. Así
subsanaría el error antes de
que pusiera en peligro el
desarrollo de la misión,
temiendo ser descubierto en
el momento cumbre de su
actividad delictiva.
Destapando informaciones que
era mejor que continuasen
viviendo en el anonimato,

1513
ayudando sostener el punto de
inflexión que le convenía
aplicar como medida de
protección. Mostrando
especial atención en el
asunto de confirmar que, si
Jaime disponía de la ocasión,
no dudase en disparar contra
la figura de Ernesto. Con
levando el riesgo de borrar
todas las huellas que le
señalasen en la trama del
asesinato, separando lo que
verdaderamente marcaba su
itinerario de trabajo.

{Ignacio}

Entonces no tengo que explicarle

1514
nada fuera de lo que ya conoce, lo
único que le pediría es que no se
olvide de camuflar su identidad
real, evitando ser interceptado
por la policía.

{Jaime}

¿Cuando me hará llegar la


documentación sobre el individuo a
eliminar?

{Ignacio}

Si las cosas salen como tengo


previsto, en un par de días estaré
en disposición de enviarle un
correo electrónico con el perfil
completo.
1515
{Jaime}

Me parece una buena idea lo que me


acaba de comentar, siendo ahora
mismo una época en la que puedo
dedicarme por entero a este tipo
de trabajos.

{Ignacio}

¿De qué armamento dispone para


realizar esta tarea?

{Jaime}

1516
Poseo un par de pistolas de cañón
corto de nueve milímetros
parabilla, que no las he dado de
alta en el registro del ministerio
del interior.

{Ignacio}

Veo que está bien provisto de


material para perpetrar el
asesinato, así después solo tendrá
que deshacerse de algo de su
propiedad.

{Jaime}

¿Cuánto me piensa pagar por mis


servicios?

1517
{Ignacio}

Eso dependerá del tiempo que


emplee en concretar la operación,
aunque normalmente suelo pagar
aproximadamente sobre unos mil
euros.

{Jaime}

No me parece una cantidad tan


pequeña a percibir por un simple
encargo que puede durar una media
hora de reloj.

{Ignacio}

1518
¿No será un margen un poco escaso?

{Jaime}

Pienso que es más que suficiente


como para realizar la tarea sin
que nadie pueda sospechar de mis
actividades delictivas.

Simultáneamente Laura daba en


directo una argumentación de
propia cosecha sobre lo que
le parecía, el hallazgo del
cadáver de Natalia Loureiro
Iglesias. Teniendo en cuenta
que hubo una época en la que
sus miradas furtivas se
1519
cruzaban en ocasiones
esporádicas, alimentando los
rumores de una probable
relación afectiva en toda
expresión de la palabra.
Dejando la puerta entre
abierta para que las
especulaciones campasen a sus
anchas con la mayor
naturalidad del mundo,
buscaba observar el impacto
que producía de cara la
sociedad el anuncio del as
que escondía bajo su manga.
Enseñaba un semblante de
estabilidad con tendencia
variable con el paso de los
minutos por encima de su
cabeza, controlando con
maestría el plano anímico
ante las cámaras de
televisión.

1520
Imprimía un concepto
diferente al que utilizaba
normalmente en su vida
cotidiana. Jugando la baza de
hurgar en lo más hondo de
corazón de los espectadores,
manejaba a la audiencia con
un arte natural basado en la
sinceridad que reflejaba en
su semblante. Haciendo
irresistible que nadie se
permitiese el lujo de
separase de la pantalla de su
aparato de televisión, aunque
sin haberlo previsto comenzó
a observar como parpadeaba su
teléfono móvil. Pero en un
alarde de profesionalidad
dejo que su mirada se clavase
unas décimas de segundo, con
la única intención de que su
acción pasase inadvertida a
la emisión del informativo.

1521
Esperaba que el sonido no se
acoplase al de los micrófonos
de ambiente del plato, ya que
eso le pondría en una
posición complicada de
reconducir en la dirección
habitual del programa.

Quizás esa insistencia por


comunicarse con ella a la
mayor brevedad posible, con
llevaba que el nerviosismo
empezase a rondar su figura
con suaves temblores en sus
manos. Ofreciendo un panorama
bastante diferente del que
disfrutaba al inicio de su
locución diaria, eso le
levantaba unas expectativas
menos halagüeñas de lo que
realmente precisaba para
mantener su integridad
emocional. Veía como se le

1522
haría muy cuesta arriba
afrontar el reto de soportar
el lastre de no poder gritar
a los cuatro vientos, lo que
se llevaba callando durante
unos cuantos años atrás por
respeto a quien consideraba
el amor de su vida. No quería
dar ni una sola pista sobre
aquello que le envenenaba por
dentro, desgarrando sus
extrañas con la mayor de las
virulencias en su trasiego.
Provocando que sus piernas
también recibieran las
sacudidas generadas por el
desequilibrio general,
desembocando en una sequedad
bucal que debía paliar con
urgencia.

Con suma elegancia alargo su


mano derecha hasta contactar

1523
con el vaso de agua que
permanecía inmóvil ante su
mirada , además le serviría
como excusa para recuperar
buena parte del resuello que
había perdido con
anterioridad , dado que se le
hacía espeso el continuar en
la misma línea de combate
ante los elementos .

Pretendiendo mitigar el
desasosiego que cubría buena
parte de su anatomía aislando
la serenidad que disfrutaba,
justo antes de ojear la
pantalla de su celular
apoyado en el soporte de su
mesa de trabajo. Se le
agolpaban en su mente los
recuerdos felicidad que
compartieron en el pasado,
aunque no quería seguir

1524
prisionera de algo que no
volvería a suceder debido a
la pérdida sufrida de manera
repentina. Ahí se le
presentaba su particular vía
crucis contra el que luchar
con las energías que contase
a su disposición, siendo una
incógnita el grado de
implicación que pudiera
demostrar en un eventual
bajón de autoestima.

Un sudor frío se entre


mezclaba en la frente con
base de maquillaje
produciéndose un peculiar
brillo en la misma, llegando
a dejar que se acentuasen
ciertas marcas visibles en su
piel. Permitiendo que varías
gotas rodasen por el contorno
de sus parpados a gran

1525
velocidad en su travesía en
pos de ser depositadas en su
espalda, resbalando hacía una
zona en la cual se acumulasen
definitivamente. Siendo una
molestia a la que tendría que
colocar en un primer plano de
poder resolver con cierta
holgura, dado que el malestar
iba creciendo con el paso de
los minutos. Con la única
pretensión de liberarse de
esa eventualidad poco
agradable para sus
movimientos, en el desempeño
de su actividad profesional.

Su gesticulación comenzaba a
mermarse por el nerviosismo
que se hacía cada vez más
latente al intentar mantener
la espontaneidad. Apretaba
los dedos con fuerza para

1526
sujetar el papel con el que
intentaba desviar buena parte
de la tensión que se dibujaba
a su alrededor, ya que le
costaba aguantar la cascada
de emotividad desatada en su
interior. Queriendo recuperar
un poco de ánimo del que se
iba desprendiendo
paulatinamente en el
transcurso del informativo,
aunque evitaba dar excesivas
nuestras de su debilidad ante
las cámaras. Notaba pegajosas
las palmas de sus manos por
la acción del sudor que
provenía de los poros de su
piel, dejando que un hilillo
se fuese extendiendo a lo
largo de sus mejillas.
Haciendo que a su paso
quedase un rastro reflejando
un pequeño grado del dolor

1527
que sentía en su alma.

Apretaba con fuerza los dedos


de sus manos cono lo que
mitigar la rabia contenida
que atesoraba en su corazón,
era incapaz de asimilar la
perdida de Natalia Loureiro
Iglesias. Se había instalado
en la negación de todo
aquello que se describía en
la portada de cualquier
periódico de tirada nacional,
le resultaba sospecho que no
le hubiera confiado el
trasfondo de su secreto mejor
guardado. En su cabeza
navegaba la idea de que
mantenía una vida paralela a
la que mostraba de cara a la
sociedad, puesto que en fases
notaba un breve
distanciamiento dentro de la

1528
relación afectiva que
compartían. La dificultada se
le presentaba ahora que la
soledad intentaría cobijarla
en su regazo.

La voz empezaba a verse


afectada por la presión que
el nerviosismo ejercía sobre
sus cuerdas bucales,
atenazando cualquier gesto
que pretendiese hacer
audible. Esperaba poder
improvisar ruidos que sonasen
muy parecidos a los que
utilizaba en la exposición de
las noticias de corte más
trágico, iba sacando de su
mente el pensamiento que le
trasladaba a volver a
centrarse en la instantánea
que aparecía Natalia Loureiro
Iglesias. Conseguía a duras

1529
penas mantener la vista
clavada en el monitor por el
que le pasaban
automáticamente los titulares
que debía anunciar con mucha
energía, aunque ahora mismo
era difícil que recuperase un
óptimo estado de salud.

Volvió a mirar de reojo su


reloj de muñeca con la única
idea de calcular el tiempo
que tardaría en abandonar el
plató de televisión, hasta
ese instante solo se había
dedicado a soportar las
indicaciones que le hacían a
través del audífono que
llevaba en el pabellón
auditivo de la oreja derecha.
No sabiendo cómo atajar el
bajón anímico que minaba en
cierto modo sus funciones

1530
vitales, además de ver como
se iba debilitando la energía
por el contorno de la silueta
que representaba ante las
cámaras. Dado que los nervios
empezaban a colocarse en un
lugar de privilegio,
acentuando las carencias que
se divisaban en el aspecto
que se dibujaba en el rostro
de ella.

En cuanto tuvo que dar paso


al hombre del tiempo de los
servicios informativos.
Comenzó a rebajar un grado la
tensión que tenía acumulada
en su interior, ayudando a su
alma a reencontrarse de nuevo
con la serenidad que había
perdido unos minutos atrás.
Así reconduciría sus
prioridades por orden de

1531
importancia, desechando
aquellas que no le aportasen
un beneficio a largo plazo.
Separando los proyectos a
poner en práctica en este
preciso momento, de lo que
todavía se especulaba en una
hipotética planificación de
cara al futuro. Tomando las
medidas de protección que
fuesen convenientes con tal
de no perder un ápice de
estabilidad emocional,
recuperando la orientación de
sus tareas cotidianas con la
mejor de las disposiciones.

Mientras Yolanda hacia un


examen de lo acontecido hasta
ese instante en relación a su
idea de continuar colaborando
con Diego durante la
investigación que ambos

1532
compartían. Confiaba en
mantener al margen sus
sentimientos hacia él, ya que
no quería mezclar ninguno de
los dos aspectos por encima
del otro. Antepondría su
propia independencia ante
posibles eventualidades,
entrando en una espiral de
profunda frialdad en el
intercambio de opiniones,
aunque rebajaría el grado de
dureza en sus respuestas. Sin
embargo, no dejaría que se
aproximase más de lo
estrictamente necesario,
sabiendo que su
vulnerabilidad estaba bien a
la vista de su acompañante
eventual.

Fue él quien retomo de forma


unilateral el dialogo en su

1533
intento por hacer que
cambiase de parecer con
respecto a la afinidad que le
unía con la fallecida. Puesto
que no se había pronunciado
con suficiente claridad o
supuestamente no dio una
versión en firme de su
posición real, eso le
acarreaba una buena cantidad
de dificultades a la hora de
comunicarse directamente con
ella. Los reproches se
convirtieron en las estrellas
invitadas a cada charla que
comenzaban de manera
accidental. Provocando una
vía interminable en el
resentimiento que se
enquistaba en el ambiente,
haciendo que se complicasen
todavía más las cosas.

1534
{Diego}

Para mi Natalia ha sido una mujer


a la que he respetado como si
fuese de mi familia, aunque
tuviéramos distintos criterios al
observar los diferentes temas que
componen una vida de pareja.

{Yolanda}

¿Entonces por qué evitabas


dirigirte a ella?

{Diego}

1535
Seguramente por su fuerte carácter
al mantener una tertulia
distendida, quizás le molestaba mi
forma de enfocar los temas de las
relaciones sentimentales.

{Yolanda}

La verdad es que no entiendo tu


postura tan radical, además ella
me comento que le gustaría que
hubiese un acercamiento entre los
dos.

{Diego}

A mí nunca me dio esa impresión de


complicidad, es más me sentí como
en una burbuja de aislamiento en
la cual me sumergía durante citas
que mantenías con ella.

1536
{Yolanda}

¿Acaso crees que te engañaría con


el testimonio de una muerta?

{Diego}

No, claro que te lo ha podido


decir en una charla de poca
trascendencia, pero me ha chocado
que lo revelases ahora que no lo
puedo corroborar.

{Yolanda}

1537
Es lo que tiene separarnos de las
amistades que nos conviene
conservar, que luego es complicado
volver a retomar el contacto,
aunque en este caso te quedaras
con las ganas de saber lo que te
apreciaba como persona.

{Diego}

¿Te hablo mucho de mí?

{Yolanda}

Lo justo para hacerme la idea de


que no te menospreciaba por tener
ideas contrarias a las que
defendía, pero tampoco pretendía

1538
que ocupases un sitio en su lista
de amigos con derecho a roce.

{Diego}

Es bueno saber que me admiraba


desde la sombra y que no le caía
tan mal como reflejaba nuestra
convivencia dentro del mismo grupo
de amistades.

{Yolanda}

¿Iras a su entierro?

1539
{Diego}

Eso dependerá de si me quieres


como acompañante en ese acto tan
íntimo, en el que solo suelen
estar los más allegados a la
familia.

La serenidad de Ángel se veía


seriamente amenazada por las
constantes evasivas que le
enviaba Daniel como parte de
su plan de minarle la moral,
no respetaba ni las reglas
básicas de educación a poner
en práctica. Notaba como con
el paso de los minutos se le
iba mermando la paciencia,
puesto que intentaba proteger
el mayor número de datos en
lo concerniente al expediente
de Natalia Loureiro Fuentes.
1540
Quizás tonaría la decisión de
cerrarle todos los cauces de
actuación en contra de sus
principios reales, siendo
ahora mismo una de sus
prioridades a tener en
cuenta. Intentaría dejar que
las cosas fuesen
evolucionando con mucha
calma, no entrando en una
espiral de violencia verbal,
ya que esa solía ser la
estrategia de quien se
hallaba frente a su
personalidad.

Borraría de su guion
cualquier incitación a una
guerra fratricida con tal de
mantener intacta su versión
de la realidad. Dejaría que
se confiase en su
argumentación general del

1541
asunto en cuestión, lo que
conllevaría una planificación
de sus siguientes pasos a
poner en práctica. Limitando
el margen de actuación en el
que pretendía moverse con
total impunidad, dado que se
cubriría ante un inminente
ataque de emotividad. Ahí
empezaría a cimentar una
férrea defensa de sus
intereses más inmediatos y
también el transcurso de los
acontecimientos que se iban
sucediendo a un ritmo
vertiginoso, aumentando la
tensión que debían soportar
por encima de sus cabezas.
Generando una nube de
especulaciones varias por
ambos bandos de la contienda,
acentuando más si cabe sus
diferencias de criterio.

1542
Se haría patente que no se
darían a simple vista ningún
tipo de concesión, todo
quedaría abocado a una lucha
sin cuartel que reventaría
por el lado que representase
mayor fragilidad, dado que
ese podría ser un buen
momento para utilizar el
factor sorpresa. Así sabrían
de qué energía disponían en
la contienda que se dibujaba
bastante equilibrada,
sirviendo como medidor de
fuerza a tener en cuenta a la
hora de valorar dicho
enfrentamiento. Templando el
ambiente de tensión que se
hacía insoportable de
mantener en el mismo grado de
agresividad, siendo una de
las pocas soluciones que les

1543
abocaría a encontrar un punto
de inflexión. Puesto que no
era recomendable continuar
porfiando en la misma
dirección que se habían
instalado.

Haciendo inaceptable
cualquier imposición que se
tomase desde ambos lados de
la conversación, entrarían en
un terreno con pocas
posibilidades de alcanzar el
éxito en sus objetivos
iníciales, aunque ahora mismo
solo veían las dificultades
en el presente. No meditando
las eventualidades que
surgirían en el futuro, ya
que nada se quedaría en agua
de borrajas por muy
cuidadosos que pudieran
parecer los comentarios.

1544
Sacando a relucir viejas
rencillas de episodios que
compartieron en el pasado y
que significaron buena parte
de los problemas que les
separaban en este instante.
Dado que entre ellas existía
una que iba unida a un
affaire sentimental con una
mujer la cual se decantó por
no quedarse con ninguno de
los dos, provocando todavía
más recelo de existente desde
su juventud.

Cada uno utilizo una forma de


seducirla que le resultaba de
mejores beneficios para sus
intereses. Sin embargo, no
rozaron las expectativas que
se pudieran convenir. La
inquietud le derivaba hacia
la consecución de otras

1545
maneras de aplicar su
creatividad, odiaba que la
tratasen como un objeto del
deseo de cientos de hombres
adinerados, que valoraban su
personalidad en la cantidad
de dinero que se tuviese que
pagar por disfrutar de su
compañía. De ahí su
equivocación al presentar su
propuesta de asociar sus
criterios, se olvidaron de
que no todo se movía por lo
material representado por la
posesión de bienes
materiales, si no por el lado
de la humanidad entorno a
quienes tenían cerca a
diario.

Después de un buen rato de


volverse a observar con mucho
detenimiento, retomaron el

1546
dialogo en el punto en el que
habían quedado minutos atrás.
Acrecentando si cabe la
dureza en el rigor de sus
palabras que lanzarían como
dardos envenenados, con la
única intención en
desestabilizar al de enfrente
con la contundencia que fuese
necesaria en esa complicada
tarea. Incrementando el nivel
de rudeza en los gestos que
se prodigaban durante el
breve intercambio de
opiniones encontradas,
negándose a rectificar ni una
coma de lo dicho con
anterioridad.

{Ángel}

1547
¿Piensas sobornar a la familia
para que te cedan el cadáver?

{Daniel}

Es una opción que no descarto en


poner en práctica, pero de momento
solo he venido para que me
informes de lo que piensas
redactar en el expediente de la
autopsia.

{Ángel}

Ahí tendrás que hablar con la


policía científica que ha pedido
que se mantenga cerrado el secreto
de sumario, hasta que termine el
examen del cuerpo.

1548
{Daniel}

¿Eso te llevara mucho tiempo?

{Ángel}

Calculo que menos de un par de


días seria dar una fecha bastante
prematura, ahora mismo estoy
inmerso en los preliminares de lo
que ha sacado en conclusión el
inspector De la Hoz Martínez.

{Daniel}

1549
Tengo buena relación con él por
temas que nos han convenido en el
pasado, quizás me deje conocer
hasta qué punto le puede interesar
mi inestimable ayuda para
esclarecer este caso.

{Ángel}

¿Por qué no te mantienes al margen


de esta investigación policial?

{Daniel}

Creo que te equivocas al intentar


apartarme del asunto en cuestión,
puesto que se te olvida que tengo
diversos contactos en los

1550
suburbios de la ciudad.

{Ángel}

Por mi parte no te permitiré que


continúes comercializando con el
dolor de las familias de los
fallecidos, puesto que ellos
también tienen derecho a decidir
que se hace con los cadáveres.

{Daniel}

¿Me estas sugiriendo que te de una


participación de mi negocio?

{Ángel}
1551
Sabes bien que sería incapaz de
colaborar contigo en un negocio de
esas características, suelo
respetar mucho mi profesión como
forense del estado.

{Daniel}

Solo te diré que todos tenemos un


precio en esta vida, la cuestión
es la cuantía que corresponde
pagar por la voluntad de cada uno,
el resto suelen quedarse en meras
especulaciones o leyendas urbanas.

{Ángel}

1552
¿Por qué piensas que me podría
vender por un puñado de euros?

{Daniel}

No es nada personal, pero la


oferta y la demanda desde que
tengo uso de razón, no hay más que
fijar una tentadora cantidad para
obtener lo que se espera del que
tienes en frente.

Por otro lado, Salvador se


veía sobre pasado por la
terquedad que le demostraba
Sandra como trasfondo de su
argumentación, no teniendo
conocimiento en que basaba su
estrategia de ataque.
Reventaba cualquier vía de
asentamiento de una base en
1553
la que pudiese fluir el
dialogo abiertamente, sin que
hubiese miedo al socorrido
reproche como parte esencial
de la conversación, ya que
complicaba un acercamiento
natural de las posturas que
ambos defendían dentro de sus
razonamientos, aunque tampoco
dejaban lugar a la sorpresa
al observar las señales que
le transmitían. Llegando a
colocar la artillería pesada
justo delante de sus rostros,
lo que les obligaba a
reflexionar la forma de
conservar intactas sus
opciones reales, aunque
ninguno estaba interesado de
desechar la oportunidad de
sonsacar al otro, usando
cualquier tipo de estratagema
que considerase útil aplicar.

1554
La tensión marcaba el límite
permitido a poner en práctica
durante el intercambio de
reproches aderezados con unas
gotas de resentimiento
extremo, ya que daban pie a
que subiese de nuevo la
temperatura de la charla que
intentaban mantener por unos
cauces normales. Sin embargo,
se le hacía imposible romper
la barrera de la extrema
agresividad, que les
conduciría a un camino sin
retorno en lo referente a su
acidez verbal. Entre
mezclándose con la ansiedad
de ambos por descubrir las
carencias emotivas que no
proyectaban en su imagen.

Aferrándose a un estilo poco

1555
recomendable no ajustándose
hacia una vertiente más o
menos definida por el
desarrollo de los
acontecimientos. Dado que
nada cambiaría de dirección
ante los acontecimientos que
cada vez iban dibujando un
escenario que con el paso de
los minutos se iba dibujando
un escenario de mayor
violencia gestual, lo que
daría la licencia de abrir
todavía un paisaje en el cual
utilizar cualquier argumento
como arma arrojadiza de
primer nivel. Sirviendo como
señuelo en un experimento de
poder desestabilizar al de
enfrente.

{Sandra}

1556
Entonces tendré que hacer efectiva
la denuncia por acoso sexual, ya
que me he sentido seducida por un
hombre mucho mayor que yo.

{Salvador}

Es que en realidad no es porque no


quiera arreglar nada contigo, pero
estoy empezando una relación con otra
mujer que me ha invitado a comer en
su domicilio familiar.

{Sandra}

¿Desde cuándo mantienes esa


relación sentimental?

1557
{Salvador}

De momento nos estamos conociendo


en plan de amistad, aunque no
descarto que más adelante haya
algo más serio de lo que existe
ahora mismo.

{Sandra}

Quizás debería hacerle una visita


para ponerle en antecedentes sobre
tu forma de tratar a las mujeres y
que solo buscas el disfrute de una
noche de lujuria.

1558
{Salvador}

¿En qué te basas para sacar esa


afirmación?

{Sandra}

Pues en mi propia experiencia


sexual contigo, ya que la he
descrito tal y como la sueles
aplicar con las chicas que se
enamoran de ti.

{Salvador}

No creo que te preste ni un solo


segundo de atención, además no

1559
puedes demostrar nada de lo que
acabas de relatar como posible
historia.

{Sandra}

¿Por qué estás tan seguro?

{Salvador}

Será que tengo bastante confianza


en la persona que ocupa
actualmente mi corazón, ya que
puedo decirte que para ella no
tengo secretos inconfesables.

{Sandra}
1560
De todas formas, me veo en la
obligación de provocar un
encuentro casual, así podré sacar
mis propias conclusiones en lo
concerniente a este asunto.

{Salvador}

¿Por qué no te fiaras de mi


palabra?

{Sandra}

Prefiero conocer su versión de


viva voz saliendo de sus labios y
además sin que estés presente
durante nuestro intercambio de
1561
opiniones.

Ignacio veía un poco


precipitada la planificación
que le exponía Jaime de lo
que podía llevar el hacer
realidad su deseo de eliminar
a Ernesto, ya que no le había
notificado que pertenecía al
cuerpo de la abogacía del
estado. Ahí era donde
radicaba realmente la
complicación en el desarrollo
de su actividad, puesto que
no era extraño que fuese
flanqueado por un
guardaespaldas vestido de
paisano, aunque no era
habitual verlo acompañado por
la calle por un dispositivo
especial de seguridad. Sin
embargo, contaría con la

1562
eventualidad de que en esta
ocasión apareciese un
invitado no deseado para el
buen funcionamiento de sus
intereses.

Desplegaría una estrategia


que conllevase insertado una
coraza que le diese una
mínima protección ante
cualquier imprevisto, que le
pudiera poner en serias
dificultades. Tomando las
debidas precauciones que le
demandase aquello que
observaba de mayor debilidad
en la confección de un plan
con las suficientes garantías
de éxito, abriendo un abanico
de opciones de las que no
disponía en el pasado.

Siendo una vía de

1563
explotación que le diese un
trazado sobre el que
fundamentar sus siguientes
proyectos delictivos, no
desperdiciando la oportunidad
de afianzar una línea de
inserción de elementos a
potenciar, en el conjunto de
actividades que iban
apareciendo en su horizonte
diario y que aprovecharía en
el impulso de dar un giro de
ciento ochenta grados a los
temas que tenía pendientes de
agilizar con la maestría que
le caracterizaba.

Ahora empezaría por cerrar el


acuerdo con Jaime ajustando
el presupuesto hasta el
mínimo, ya que no quería
invertir mucho más de lo que
solía ofrecer por trabajos

1564
similares. Toda venia
supeditada por el movimiento
de capitales hacia un desvió
de finanzas en sus cuentas
bancarias, acompañado de una
presumible investigación por
parte de la fiscalía anti
corrupción. Ese era su mayor
problema a solventar con el
riesgo de ser descubierto al
destaparse su vinculación con
dicho delito, quizás esa
estafa le haría ver en
peligro la pantalla que había
creado con la sociedad de
fondos de inversiones, en la
cual hizo participar al
hermano de Yolanda como socio
de un paquete de acciones que
nunca salieron en la Comisión
Nacional del Mercado de
Valores (CNMV). De este modo
obtuvo la liquidez necesaria

1565
con la que sobornar a buena
parte de altos cargos de
diferentes departamentos de
la administración pública.

Debía cuidar con esmero


cierto aspecto que le podría
llevar a cometer un exceso de
confianza, puesto que Ernesto
no era precisamente un
personaje anónimo según en
qué círculos de la vida
social de la ciudad. Se
vislumbraba un pequeño
contratiempo complicado de
solucionar, aunque eso no
frenaría su idea preconcebida
de aplicar su plan con todas
las consecuencias.
Olvidándose del parentesco
que les unía desde su
nacimiento, anteponiendo los
negocios por encima de los

1566
vínculos familiares.
Asegurándose una buena
posición de privilegio desde
donde manejar las operaciones
con total serenidad.

Volvió a retomar el dialogo


que mantenía con Jaime,
puesto que le faltaban unos
flecos por concretar, ya que
le resultaba un poco
contradictoria la disposición
de este para perpetrar un
asesinato a sangre fría. Eso
le llamaba poderosamente la
atención a un más viniendo de
parte de un ciudadano
extranjero, que se jugaba la
detención por parte de la
oficina de inmigración con la
consiguiente deportación a
México. No terminaba de
comprender hasta el punto que

1567
llegaría su frialdad como
persona, era la primera vez
que se cruzaba con un
individuo que mostrase tan
pocos escrúpulos.

{Ignacio}

Veo que lo tiene todo bien


planificado para acometer con
garantías el encargo que le acabo
de comentar, aunque sigo
manteniendo cierta duda por la
duración que me ha dado.

{Jaime}

¿Piensa que puedo fallar en el


1568
último momento?

{Ignacio}

Eso se lo que menos me preocupa de


todo lo que hemos estado hablando,
lo que si tengo es una extraña
sensación de que algo no saldrá
con tanta facilidad.

{Jaime}

Usted ocúpese de reunir el dinero


que hemos acordado para el pago de
mi trabajo, que del resto no habrá
ningún tipo de problema.

1569
{Ignacio}

¿Entonces cuando podría empezar a


trabajar en el asunto?

{Jaime}

En el mismo instante usted envié


la información a mi correo
electrónico, saldré a indagar la
zona por la que se suele mover el
individuo en cuestión.

{Ignacio}

1570
Pues en una hora nos pondremos en
contacto para que me facilite sus
señas digitales, ¿Le parece
correcto?

{Jaime}

Prefiero enviarle un sus con la


dirección que me ha solicitado,
así nadie puede rastrear el
itinerario de identificación de su
ordenador (IP).

{Ignacio}

Que tenga un buen día.

1571
{Jaime}

Lo mismo le deseo.

Una vez se despidieron de


manera cordial en el término
de su conversación
telefónica. Ignacio se quedó
un poco pensativo por la
disposición de Jaime a no
rebatirle ni una sola de las
ordenes que le había
comunicado con anterioridad,
al contrario, le enseño una
lealtad fuera de lo común,
además de implicarse sin
ningún tipo de dilación en
cualquier actividad ilegal
que se le pusiera delante de
los ojos. Temía que esa vena

1572
heroica pudiera poner en
peligro la mayoría de planes
que circulaban paralelos, ya
que notaba un tono desafiante
en la forma que utilizaba
para expresarse ante los
demás. Provocando un cierto
desequilibrio en general,
eclipsando su imagen de poder
absoluto dentro de la
organización criminal.
Buscaría algún antídoto que
mitigase esa sed convulsiva
de sangre, puesto que no era
conveniente alardear de un
alzamiento de fuerza con la
única intención de sacar las
armas a pasear.

Tampoco está muy de acuerdo


con no permitirle conocer
desde que lugar se conectaría
para recibir la información

1573
acerca del perfil de Ernesto,
eso le hacía sospechar que
algo ocultaba con respecto a
su identidad real o
simplemente intentaba
cubrirse la espalda, ante
posibles escuchas por parte
de la policía. Se le
presentaba una nueva
incógnita a desvelar con la
serenidad como arma
fundamental, puesto que no
debía dejarse llevar por la
tensión que se acrecentaba a
su alrededor. Sintiéndose
obligado adoptar decisiones
precipitadas que le podrían
acarrear un sinfín de
problemas en el futuro más
inmediato, abriéndole vías de
enfrentamiento que no
pretendía defender en este
preciso instante.

1574
Abogaría por un estratégico
anonimato de cara a la
sociedad que se le imponía en
el horizonte, con la única
intención de pasar
desapercibido en cualquier
tipo de reunión clandestina.
Poniendo tierra de por medio
con el resto de grupos que
operaban en su área de
influencia, le preocupaba
especialmente la seguridad de
buena parte de sus negocios
en la sombra.

No arriesgaría ni un solo
centímetro de aquello que
tanto esfuerzo le había
costado conseguir y la
cantidad de concesiones a la
que tuvo que hacer frente por
el bien de sus intereses.

1575
Ahora se daba cuenta del alto
precio que tuvo que abonar
con tal de recibir el respeto
de algunos de sus fieles
colaboradores, nada le
parecía excesivo con tal de
ocupar la posición que
ocupaba en el presente.
Sabiendo que era
prácticamente intocable por
la gran mayoría de sus
rivales, haciendo que el
miedo despareciera de su
escena diaria.

Solo esperaba que sus


proyectos fuesen
cristalizándose en la
dirección que se había
marcado en su hoja de ruta,
puesto que divisaba un cierto
desorden de prioridades, que
se derivaban de la cantidad

1576
de tareas a desempeñar en un
corto espacio de tiempo.
Privándose de dar más
explicaciones de las que
precisaba proyectar de cara a
la sociedad, aunque le
costaba desconectar de lo
meramente intrascendente de
las situaciones que se
creaban en su horizonte
habitual.

Reflejando la poca confianza


que demostraba en las
decisiones que se le
planteaban a diario,
añadiendo un grado de tensión
de un nivel imposible de
aceptar en el estado de ánimo
que se encontraba. Siendo una
de las cosas que tenía en
mente de subsanar con una
cierta solvencia de su parte,

1577
las dificultades comenzaban a
tomar un lugar de privilegio
en la configuración del
escenario que parecía el
menos apropiado a la hora de
ir colocando las piezas de su
rompecabezas.

Notaba un incipiente reparo


acerca de algunas de las
afirmaciones que había
compartido con Jaime, quizás
le diese una imagen fuera de
lo que recordaba de sus
conversaciones en el pasado,
aunque tampoco desecharía la
idea de continuar manteniendo
su ficha en nómina.
Prefiriendo no tener que
recurrir a menudo a sus
métodos de trabajo como
socorrido recurso, ante el
aluvión de tareas que se

1578
agolpaban en su entorno
actual. Debiendo tomar buena
nota de aquello que le
parecía importante de
conservar en referencia a la
otra vertiente de negocios,
en los cuales intentaba no
mezclar a nadie de los que
consideraba cercanos a las
actividades de menor calibre
en intensidad.

Jaime iba haciendo un diseño


preliminar de lo que
utilizaría en la confección
de su estrategia, dejando
pocos detalles para la
improvisación de lo que
realmente le preocupaba a la
hora de ir colocando las
piezas clave. Siendo bastante
cauteloso con la forma de
plasmar cada objeto dentro de

1579
la planificación del encargo
que acababa de recibir de
parte de Ignacio. Lo más
difícil era separar su vida
real de la que desarrollaba
en los suburbios de la
ciudad, no le quedaba la
salida de verse involucrado
en lo bajo que se calificaba
a la delincuencia.

Solía desplazarse a las


Fragas do Eme donde mantenía
una infraestructura de
pequeños zulos en los cuales
guardaba abundante material
militar. Además de un número
considerable de pistolas de
diferente calibre con su
correspondiente munición,
también disponía de
explosivos de fabricación
casera, así como abundante

1580
documentación sobre
cartografía de la zona en la
que residía temporalmente.
Llegando a controlar desde
ese punto un perímetro que le
permitiría ver hasta el
último rincón de la reserva
natural, con esa distribución
no precisaba el aplicar una
vigilancia especial de las
propiedades permanentes en el
subsuelo y que era imposible
su investigación. Siendo
veladas por la normativa de
no perforación en lugares de
diversidad forestal.

Usaba un código de marcas en


la corteza de los troncos de
los árboles más antiguos del
bosque, ocultado la
información acerca de lo que
contenía el interior de cada

1581
polvorín, evitando perder el
control de material que
sustraía en cada misión a
desempeñar. Además de ver el
estado en que se encuentra
dentro de su mantenimiento
temporal, ya que había
invertido mucho y dinero en
diseñar uno por uno los
escondites que tenía
esparcidos por la maleza del
monte. Ahí se hallaba su
mejor aliada a hora de
espantar a los posibles
curiosos, poniendo en peligro
el suministro de armas que
tanto esfuerzo le costó
reunir. Siendo complicado de
negociar con algunas
facciones rebeldes de algunas
naciones en guerra civil. No
se consideraba un paramilitar
al servicio de mercenarios de

1582
ejércitos llamados por la
corrupción del estado, iba
por la línea de la auto
protección ante cambios
repentinos de gobierno o
golpes de alzamientos
populares. Buscaba pasar
desapercibido entre el gentío
de los manifestantes
revolucionarios en una ciudad
dominada por el odio hacia
sus mandatarios, sabía que no
todos tendría la capacidad de
escabullirse por una de las
muchas plazas céntricas de
urbes de medio mundo.

Aunque en esta misión


cambiaría una parte
importante de la fisonomía
del rostro al dejarse crecer
todavía unos tres centímetros
la barba que poblaría su tez,

1583
así obligaría a quien le
identificase a solicitar un
retrato robot de su imagen
original. Provocando un
desconcierto que debía
aprovechar en una hipotética
huida del lugar, conocí cada
palmo del terreno que pisaba
con sus pesadas botas de
montaña. Revisaba los atajos
que desembocaban en los
terraplenes que conducían en
dirección hacia las
compuertas de las presas, de
fondo se observaba majestuosa
la edificación de la central
hidroelectricidad. Sumándose
como un elemento decorativo
en el entorno que aparecía en
el paisaje que se le invitaba
a disfrutar, dado que le
permitía hacer un examen
visual con todo lujo en los

1584
detalles de las instalaciones
del complejo energético.

Tendría la oportunidad de
calcular el número de
vigilantes que ejercían el
servicio de seguridad dentro
del recinto, ya que era una
información con la que
contaría en el desarrollo de
futuros planes de evacuación
de algunos de los objetos que
escondía en el mismo que
pisaba con un poco de
cautela. Puesto que hacía
tiempo se le ocurrió colocar
unas cuantas minas de
movimiento alrededor de
árboles, a modo de
experimento con el que
comprobar la eficacia de la
carga que portaban en
individual. También le

1585
preocupaba el retardo en la
detonación de la espita de
manipulación de las mismas,
esperando que le diesen un
margen prudencial en su
trayecto de ponerse a
cubierto.

El único inconveniente que


podía darle algún tipo de
quebradero de cabeza, venía
generado por las constantes
visitas de los guardas
forestales en las rondas
tanto diurnas o las nocturnas
que solían realizar a diario.
Por ello sentía un pequeño
desequilibrio en sus
actividades cotidianas,
eliminando de su mente
cualquier tipo de temor que
supusiera el que fuesen
descubiertas varias de las

1586
piezas camufladas entre la
flora de la reserva natural.
Oía el ruido del canto de los
pájaros que anidaban en lo
más alto de las copas de los
árboles, ofreciendo un
espectáculo sonoro de
incalculables decibelios de
potencia de garganta.
Intentaba no dejarse
influenciar por la explosión
de audio que en segundos
había roto por completo el
silencio reinante, dándole un
toque de alegría contagiosa
por los rincones de mayor
lejanía.

No lograba resistirse ante el


aluvión de vibraciones que
despertaban sus instintos en
materia de celebrar aquel
agradable regalo con el que

1587
le agasajaban aquellos
pequeños habitantes del
bosque. Meditando la forma de
poder devolver tanta
hospitalidad entre mezclada
con la improvisación
demostrada. Pero le faltaba
hacerse a la imagen de un
invitado sorpresa que
observaba sus movimientos con
minucioso cuidado, se trataba
de un lobo que deambulaba
vagando por el lugar y que en
su día decidió abandonar la
manada que componía con su
familia. De repente giro el
cuello tropezándose con la
mirada fija de su eventual
acompañante, haciéndole
meditar unas décimas de
segundo sobre un encuentro
con un animal que se le colgó
una fama labrada por miles de

1588
leyendas sin confirmar y que
dio pie a infinidad de ríos
de tinta para alimentar un
mito dentro de la imaginación
de la sociedad. Tampoco le
transmitía la fiereza que se
comentaba en las
argumentaciones vertidas en
las tertulias de cafeterías,
bares, cantinas y clubes de
gente de alta sociedad.

Le chocaba la tranquilidad
que reflejaba aquel lobo que
para la mayoría resultaba ser
fuente de todos los males
sufridos en las explotaciones
agrarias limítrofes con la
reserva natural. Permanecía
inmóvil con la única idea de
ver cuáles serían sus
siguientes pasos a poner en
práctica, ahora le tocaba

1589
darle una señal de más o
menos tranquilidad. Así
crearía una especie de
confianza en la que sustentar
un pacto de no agresión
física, sabía que su jugaba
bien sus cartas podría
obtener un vigilante de
garantías que velase
directamente por el correcto
mantenimiento de tanto los
zulos como los arsenales. El
destino le puso delante a un
excelente colaborador en el
desempeño de esa tarea, solo
le quedaba ir reduciendo la
tensión entre ambos. Del
resto iría saliendo
paulatinamente no forzando la
situación hacia un prematuro
final, tendría que templar
los nervios por encima de su
ansía por completar la

1590
estrategia antes de tiempo.

Vio como el lobo se iba


arrimando hacia la zona donde
se hallaba parado, no hizo ni
un amago de acercamiento por
miedo a que se asustase con
alguno de sus gestos. Quizás
era un poco precipitado el
promover una toma de contacto
físico, barajaba entre sus
opciones el progresivamente
dejando que fuesen cogiendo
la iniciativa. Evitando
imponer un criterio de
actuación basado en la
impaciencia o la brusquedad
de sus métodos en referencia
a este caso en concreto,
divisaba que los avances eran
lentos, pero en una buena
dirección. Todo dependería
del aplomo que imprimiera al

1591
fuerte carácter que atesoraba
en su interior, puesto que no
se adaptaba con facilidad a
quedarse mucho tiempo en el
mismo sitio.

No tardo en ver como el


animal daba las primeras
señales ofrecerle una
oportunidad de mutua
colaboración, lo que le
serviría para establecer un
vínculo de amistad, aunque
ninguno de los dos sabría el
grado que les uniría en esta
aventura un tanto especial.
Dado que la naturaleza de la
misma suponía respetar el
espacio del otro, ahora sí
que estarían cubriéndose las
espaldas en lo concerniente a
los asuntos que parecía
haberles puesto de acuerdo.

1592
Siendo sellado con un apretón
de la mano derecha de Jaime
con la pata del lobo de raza
ibérica.

Lo que aprovecharía
sutilmente teniendo en
conocimiento de que era una
especie protegida, puesto que
los cazadores no podrían
abatirlo con impunidad, esa
pequeña ventaja le permitiría
disfrutar de un privilegio
con el que sustentar la
vigilancia del material que
mantenía depositado en el
subsuelo. Además de poder
espaciar las visitas a la
reserva natural, pudiendo
hacerse cargo de otro tipo de
asuntos que también
demandaban su atención, le
obsesionaba la protección del

1593
armamento que tanto le había
costado reunir en los últimos
años.

Conocía el afán de los jefes


de las otras organizaciones
del crimen urbano, por
obtener buena parte del que
disponía en sus escondites,
en su día recibió suculentas
ofertas en diferentes formas
de pago. Pero no satisfacían
las expectativas que maneja
en lo concerniente a sus
propiedades. Conservaba una
estructura que le daba la
opción de poder negarse a
cualquier tipo de negocio,
desechando infinidad de
acuerdos en los que hubiese
información de poca claridad.
A pesar de que de cara a la
sociedad resultaba ser un

1594
pobre hijo de un inmigrante
casado con una mujer del
país.

Paralelamente Diego que


notaba como su estómago le
demandaba que fuese a darle
un poco de sustento
nutritivo. Miraba atentamente
hacia los ojos de Yolanda con
intensidad, a la espera de
que esta se le acercase para
comunicarle su idea de ir a
comer al restaurante del
hotel. No tenía muy claro que
fuese a tomar en cuenta su
invitación de volver a
compartir mesa y mantel en un
lugar público, meditaba si
provocar el dialogo con
alguna excusa referente al
caso que estaban
desarrollando entre manos. La

1595
serenidad empezaba a notar
cómo iba disminuyendo en su
capacidad de aguante, ya que
el agotamiento moral mostraba
signos de pasar le una
factura de grandes
dimensiones. Comprobaba como
la resistencia nerviosa se
unía a lo anterior con alguna
que otra secuela anímica de
importancia.

Moldearía el señuelo que


pretendía colocar en la
búsqueda de girar la
situación de un lado de
continua tormenta verbal.
Cambiándolo por un escenario
de mutua comprensión
personal, desterrando
definitivamente los fantasmas
del pasado como única opción
válida, no tendría un extenso

1596
margen de maniobra con el que
modificar la situación
actual. Ahí radicaba cierto
desequilibrio en lo
concerniente a poner en
práctica la estrategia que
estuvo confeccionando con
anterioridad, pero que ahora
mismo sufriría una profunda
transformación en lo
verdaderamente clave para
ambos. Quizás se le
presentaría un modo distinto
de aplicar el contenido de
aquello que pensaba plasmar
desde un principio, barajaba
diferentes opciones de
equilibrar en su favor la
balanza.

Enseguida puso en juego el


anzuelo con el que llegaría
hasta obtener la prueba de

1597
que había cambiado de actitud
y de ahí sacaría una
conclusión de si continuaría
más tiempo la espiral de
violencia verbal o por el
contrario sería enterrada el
hacha de guerra. Permitiendo
una rebaja en la intensidad
del tono a emplear por ambas
partes, siendo algo
recomendable en la
recuperación de la
tranquilidad, dejando que se
colocase en un discreto
segundo plano con el paso de
los minutos. La intuición de
él apreciaba que las cosas no
volverían a ser ni parecidas
a la complicidad que
disfrutaban en el pasado, eso
quedo borrado en décimas de
segundo.

1598
{Diego}

¿Quieres que vayamos a comer?

{Yolanda}

No tengo apetito, además no me


apetece que nos vean juntos en
lugares públicos, después la gente
suele inventarse bulos acerca de
supuestas relaciones
sentimentales.

{Diego}

1599
Solo te lo estoy pidiendo en plan
compañeros de trabajo o que eres
incapaz de ver que me estoy
preocupando por tu salud.

{Yolanda}

¿También el beso del ascensor era


por mi salud?

{Diego}

Ese fue porque me apetecía ver tu


cara de felicidad, pero en
realidad resulto ser todo lo
contrario de lo que era mi deseo
en concreto.

1600
{Yolanda}

Eso es lo que ha hecho que no


confié en tu palabra, te creía un
caballero de los pies a la cabeza
desde el día que te conocí, pero
me he cambiado completamente de
opinión.

{Diego}

¿Porque eres tan vengativa?

{Yolanda}

Quizás sea el camino para que

1601
comprendas que no soy el segundo
plato de nadie y que tengo una
imagen que mantener de cara a la
sociedad.

A unas manzanas de allí


Ernesto llegaba un poco más
tarde del horario previsto
para su encuentro con
Roberto, aunque no estaba del
todo repuesto de su bajón
anímico. Se le divisaba una
tímida cojera en la pierna
derecha no pudiendo
disimularla corrigiendo el
ritmo de su paso, era una de
las secuelas físicas que
tendría que arrastrar durante
unos pocos días. Esperando
que despareciesen sin tener
que acudir a un especialista,
ya que cada vez que se

1602
acordaba del trance que le
había ocurrido junto con
aquella desconocida. Le
provocaba una reacción que le
desembocaba con un escalofrió
recorriendo su figura de
arriba abajo, perdiendo el
control de sus movimientos a
la vez que se le bloqueaban
las extremidades.

Intentaría desviar cualquier


tipo de alusión que Roberto
le pudiese hacer con respeto
a su estado moral, puesto que
por ese lado también quedo un
poco dañado en su amor
propio. Usaría su astucia
habitual para desviar la
conversación hacia el punto
que le resultase más
conveniente, no olvidando que
también Ignacio estaría

1603
presente en su memoria, dado
que no era capaz de asimilar
que pudiera estar involucrado
en el negocio ilegal de
armas. Eso era un tema que no
veía con buenos ojos en el
desarrollo de una vida
paralela, ahora debía
mantenerse especialmente
alerta ante cualquier ataque
que surgiera desde esa
dirección. Sabía que las
cosas tomarían un signo muy
diferente al que se mostraba
en la actualidad, entrando en
una variante de indecisión
por falta de arrojo en la
forma de imprimir serenidad a
los acontecimientos.
Marcarían una nueva línea de
trabajo que no era
conveniente perder de vista,
podría desembocar en riesgos

1604
innecesarios, nada le servía
como protección en su lucha
por conservar una cierta
distancia que le separase de
las actividades de su primo.

Examino el interior del


Luxury desde su posición en
la acera de la calle, con la
pretensión de no reconocer a
nadie de los que se hallaban
en su interior. No estaba
dispuesto a soportar una
larga conversación de índole
intrascendente para sus
intereses, ya que su ánimo le
demandaba una vertiente de
mayor tranquilidad. Todo
estaba supeditado a la
cantidad de gente que
frecuentase ahora mismo el
local, pudiendo provocar un
estado de indecisión

1605
transitoria, lo que
conllevaría una caída
progresiva de su autoestima.
Pero intentaría desinhibirse
del asunto en cuestión con la
ayuda de un poco de energía
de la que continuaba
guardando en su figura,
aunque temía el
agarrotamiento de la
musculatura por la masiva
acumulación de tensión en la
misma. Dado que se veía
inmerso en otra hipotética
contienda verbal, recurriría
a que su mente se quedase
completamente en blanco.
Quizás obtendría una
escapatoria más o menos
valida, tapando en cierto
modo la vía de escapase que
supondría tener que dar
explicaciones acerca de

1606
asuntos que no pretendía que
viesen la luz pública.

Observo al fondo de la barra


una larga melena en tonos
oscuros que se le hacía
extremadamente familiar. Hizo
un breve recopilado de las
ultimas mujeres con las que
se había cruzado en su camino
los últimos días, hasta que
se dio cuenta que se parecía
mucho a la desconocida que lo
abordo en plena calle. Pensó
en llegar justo al lado de
ella como medida con la que
asegurarse de que no cometía
una equivocación, solo podía
aventurarse en la firme
convicción de aclarar muchas
de las dudas que aparecieron
en su horizonte, además le
apremiaban las circunstancias

1607
por encima de otras tareas de
las que dejaría pendientes,
ahora se centraría en conocer
realmente la identidad de
aquella mujer. Sacaría a
relucir una pequeña dosis de
sutileza masculina aderezada
con unas gotas de sosiego de
primera calidad, utilizando
el efecto sorpresa por
excelencia que radicaba en no
dejar que se escabullera en
la toma de contacto visual.

Alargo la mano derecha para


abrir con fuerza la puerta
con la suficiente holgura,
esperando no rozase en
ninguna de las partes del
marco de las misma, puesto
que odiaba los cercos de
polvo que se quedaban
incrustados en las piezas de

1608
ropa y que te la manía de no
calcular su volumen corporal.
Noto como se le arañaba la
yema de los dedos de sus
manos izquierda al sujetar el
pomo de la cerradura, se le
divisaba un leve rebarbo que
no había sido limado como
resto del metal sobrante.
Sufrió un mero sobresalto al
sentir el punzado en su
cuidad piel, no se detuvo más
de la cuenta en ver que era
una simple rozadura. Avanzo
en su trayecto con paso de
visible contundencia,
ignorando todo aquello que se
encontrase fuera del ángulo
de visión que le
proporcionaba una dirección
de lo que acaparaba su
atención.

1609
Ni siquiera se fijó en que
Roberto había levantado la
mirada en la búsqueda de
colocarse en el campo de
influencia de su movimiento
de cara a su proximidad a la
barra del establecimiento.
Era incapaz de comprender lo
que ocurría con su manera de
actuar, pero dejaría que el
tiempo le sirviera de guía al
entender el procedimiento que
había escogido como opción
conveniente para poner en
práctica. Sabía que algo le
rondaba en la mente que le
centraba imperiosamente en un
asunto de relevante
importancia en la
consolidación de sus
intereses, pediría las
explicaciones que le
supusieran el comprender por

1610
qué le abordo en medio de la
calle, huyendo inmediatamente
después desoyendo la
prestación de socorro a un
moribundo.

Se cuadro sigilosamente justo


al lado de ella delante del
mostrador del local.
Intentando poner en práctica
el efecto sorpresa que
llevaban confeccionando desde
la entrada, notaba como se le
disparaban los latidos del
corazón de una forma
progresiva a la vez que
alarmante. La incertidumbre
marcaba cada movimiento bien
estudiado de su actividad, no
permitiendo que un error
pusiera en peligro sus
planes, debía manejar con
inteligencia todo aquello que

1611
pretendía usar en conquistar
la meta que se propuso en un
principio. Haciendo que las
cosas diesen un giro en la
dirección que le daría una
cierta ventaja, buscaba el
detalle que necesitaba en su
idea de mostrar que la muerta
de las portadas de los
periódicos seguía viva y que
sus pretensiones derivaban de
eliminar a cualquiera que se
inmiscuyera en su sórdida
espiral extorsión.

No tardo en tomar como guía


el reflejo del espejo de la
pared que le cuadraba justo
enfrente de sus ojos, así
controlaría el perímetro más
próximo a donde se hallaba
sentado. Meditaba si romper
el hielo con algún tipo de

1612
excusa recurrente para
ciertas ocasiones, pero eso
pondría al descubierto sus
verdaderas intenciones,
también sopeso la opción de
utilizar la argucia de que la
conocía de reuniones
esporádicas con amigos
comunes. Sin embargo, eso le
desembocaría en un arma de
doble filo complicada de
atajar con naturalidad,
prefirió esperar un tiempo
prudencial antes de
aventurase en una acción
suicida. Todo dependería de
la tranquilidad que colocase
al soportar la tensión en la
demora de que se produjeran
cambios radicales, necesitaba
urgentemente un su bidón de
adrenalina que le hiciese
levantar el decaimiento que

1613
se adueñaba de su anatomía.

El destino le iba a ofrecer


la oportunidad que precisaba
en su escalada por conocer al
completo la identidad de su
eventual acompañante, ahora
sería el momento de intentar
aprovechar los recursos de
los que disponía. Pero no
contaba con el imprevisto de
que ella permaneciese con el
rostro a medio cubrir por las
gafas de sol, que le
camuflaban la parte que más
le interesaba de reconocer.
Quizás se precipito en su
acercamiento entorno a su
esbelta silueta, no dejando
ni un solo centímetro de
separación entre ambos, así
imposibilitaba una excusa de
tintes casuales dentro de su

1614
estrategia.

Se fijó que apenas


gesticulaba a la hora de
hablar por su teléfono móvil,
es más le llamaba
poderosamente la atención la
modulación en el tono de su
voz, sin perder ni un solo
instante la compostura de lo
que estaba debatiendo durante
su intercambio de opiniones.
Ahí se le presentaba la clave
a explotar al entablar un
hipotético dialogo abierto ,
desechando las fisuras en lo
concerniente a mantener un
equilibrio de lo que
precisaba conocer y lo que
estaba dispuesto a jugarse
con tal de obtener beneficios
a largo plazo .No quedándose
en un simple encuentro

1615
informal para crear un
vínculo de futura amistad ,
trazando una línea como
límite de protección , dado
que no confiaba en que
accediese a darle la
oportunidad de compartir una
franja de tiempo superior a
cinco minutos .

Vio enseguida que el cuerpo


de ella se giraba en torno a
su lado a gran velocidad.
Tuvo la ocasión de verle el
rostro al completo, a pesar
de las gafas que cubrían la
tonalidad de sus ojos, aunque
la tez se le hacía realmente
familiar a simple vista. Pero
no podía asegurar la
identidad de la persona, hizo
un breve examen mental de las
caras que considerase

1616
oportuno asociar a la que
tenía justo delante. El
subconsciente le iba
secuenciando miles de
imágenes con algunos detalles
distorsionados, llegando a
confundirlo erróneamente en
su mente enfocándolo en algo
irreal. Puesto que nacía
albergaba la expectativa de
que las cosas fuesen entorno
al beneficio que
proporcionase una plena
satisfacción.

Se quedó inmóvil sin ser


capaz de poder gesticular los
músculos de su mandíbula,
puesto que el impacto que le
sobrevino al ver que por
sorpresa. Dejando al
descubierto algunas de sus
carencias emocionales, la

1617
reacción no la tenía del todo
preparada a conciencia,
entrado a escena una mínima
dosis de improvisación, que
amortiguase buena parte del
golpe de efecto al que se
estaba viendo abocado su
estado anímico. Viéndose
desbordado por la dirección
que iban tomando los
acontecimientos,
descomponiendo en cierto modo
la configuración que había
escogido en la línea a seguir
durante el encuentro.

Manejaba la posibilidad de no
caer en la trampa de la
impaciencia, puesto que eso
le pondría en una situación
un tanto incomoda de sobre
llevar con naturalidad.
Dependiendo de cómo fluyera

1618
el inminente cruce de
miradas, desechando el
provocar un paulatino
descenso de intensidad en el
planteamiento que intentaba
aplicar en su estrategia
inicial. Apoyándose en una
estabilidad que emergía con
suficiente holgura en la
longitud que le permitía
utilizarla en el sustento de
los siguientes pasos a dar en
la búsqueda de afrontar con
solvencia este nuevo reto.

Hubo algo que suscito un


pequeño descontrol en la
imagen que llevaba prescrita
en la mente. Abortando la
misión en el último momento
por el bien de su integridad
emocional, teniendo en cuenta
que los enfrentamientos

1619
directos le solían dejar un
alto número de secuelas
morales, además de una
cantidad de dudas difíciles
de eliminar en solitario. Se
precipito la verse guiado por
el subconsciente con la ayuda
de una elevada obsesión por
sacar la espina que llevaba
clavada desde el encuentro en
plena calle, a simple vista
todos los rostros le parecían
iguales por la tonalidad de
la melena que portaban cada
una, así tardaría el doble de
tiempo en localizar a la
sospechosa. Quizás empezaría
por ordenar los asuntos que
le pareciesen de mayor
envergadura sacarse del
medio, desplazando aquellos
que pasarían perfectamente a
un discreto segundo plano.

1620
Abriendo una vía con la que
jugar indirectamente hacia
una entre comillas serenidad,
aunque no perdería el
contacto de manera prolongada
por si surgieran imprevistos
de última hora.

Suspiro profundamente al
comprobar que se quedó en un
espejismo alimentado por el
ansia de reconocer a la
persona que estaba buscando y
que por el capricho del
destino continuaba en
paradero desconocido. En
cierto modo recupero la
estabilidad emocional de la
que disfrutaba con
anterioridad, aunque el
nerviosismo iba apareciendo
de nuevo entorno a la
musculatura de las

1621
extremidades tanto superiores
como inferiores, lo que le
conduciría a un inminente
desequilibrio físico de baja
intensidad. Puesto que era
debido al relajamiento que
intentaba que se implantase
alrededor de su silueta,
pretendiendo que la serenidad
reinase por lo menos mientras
durase el almuerzo.

Ni si quiera tuvo el valor de


intercambiar un par de
palabras con ella. Temiendo
que las respuestas pudieran
herir la poca sensibilidad de
la que disponía, habiendo
albergado la esperanza de
poder quitarse una tachuela
del camino que le quedaba por
recorrer. Sin embargo, se
hallaba en el mismo punto de

1622
partida de cuando empezó su
particular caza de brujas,
con el agravante de que las
energías iban disminuyendo
progresivamente. Dando
muestras de que no estaba tan
recuperado para afrontar los
avatares que se le
presentaban a modo de prueba,
sirviendo de reconocimiento
de la capacidad de aguante de
los siguientes retos que
tendría que superar con gran
soltura.

De repente sin darse cuenta


apareció por detrás de su
hombro la mano de Roberto que
termino posándose en el
mismo, lo que le provoco un
leve sobresalto ante su
parsimonia personal. No acaba
de entender lo que le condujo

1623
a centra su mente en el
recuerdo de la identidad de
aquella mujer, esperaba que
solo fuese un pequeño flash
de su imaginación o un lapsus
de su memoria como ejercicio
práctico. Cambiaría
radicalmente de actitud para
ocultar sus verdaderas
preocupaciones en el
referente a este tema en
cuestión, el ambiente del
local haría que se disipasen
los detalles que menos le
convenía que se quedasen en
primera línea. Dejando que se
dispersen con total
naturalidad durante la
inminente conversación entre
ambos, entrando en otras
vertientes que diesen más
juego en la charla de los
dos.

1624
{Roberto}

Hombre Ernesto, ¿Por qué has


tardado en llegar?

{Ernesto}

Pues la verdad Roberto es que me


ha surgido un asunto de última
hora y no quería dejarlo sin
terminar antes de venir para
comer.

{Roberto}

1625
Veo que sigues tan ocupado como
siempre y que no te falta trabajo
en los juzgados, eso se señal de
que eres apreciado por los
ciudadanos.

{Ernesto}

Quizás estés exagerando en el tono


de tus palabras, solo me limito a
cumplir con el cometido de
profesión con cualquier otro
funcionario de este país.

{Roberto}

1626
¿Porque eres tan modesto?

{Ernesto}

Es algo que no puedo evitar que me


salga de forma natural o también
puede ser que me esté haciendo
veterano dentro de la
jurisprudencia, tampoco es algo
que me haya parado a pensar
fríamente.

{Roberto}

1627
No creo que con los años que
llevas en el cargo, sea ahora
precisamente cuando empieces a dar
muestras de flaqueza ante las
nuevas generaciones.

{Ernesto}

Bueno, ¿Solo me has llamado para


hacer un repaso a mi
carrera como abogado del
estado?

{Roberto}

Por supuesto que no, hay un asunto

1628
que me está poniendo en un brete
por la intromisión de una mujer
que intenta extorsionarme.

{Ernesto}

¡¡¡Caramba!!! Eso cambia


radicalmente el tono de esta
conversación, porque será que
intuía que andaba una mujer por
medio.

{Roberto}

¿Podrás echarme una mano?

1629
{Ernesto}

Sería conveniente que recopilases


todos los datos que puedas acerca
de esa dama, ya que es esencial
que no se te olvide nada de lo que
podamos utilizar en su contra.

{Roberto}

He tenido la oportunidad de
conocer muchos secretos en lo
referente temas de familia, además
creo que tiene algunos negocios
con tu primo Ignacio.

1630
{Ernesto}

¿Puedo saber su nombre?

{Roberto}

Es Silvia la prima de su ex novia


Yolanda, que ha estado acosándome
sexualmente en repetidas ocasiones
con el fin de que me acostase con
ella.

Por otro lado, Ángel veía que


no estaba en el estado
anímico pertinente como para
soportar las embestidas

1631
verbales que le infligía
Daniel. Puesto que se debatía
en emplear un tono agridulce
que le permitiera el asedio
al cual se estaba viendo
sometido, lo que daba una
imagen de poco entendimiento
entre ambos, aunque no
cesaría en su empeño de
evitar que continuase la fuga
de cadáveres.

Sintiendo que las cosas


podrían ir en peor dirección
a la actual, dependiendo del
aplomo que demostrase a la
hora de mantener una entereza
real. Desterrando las fisuras
que pudieran surgir como
consecuencia de un eventual
bajón en su autoestima,
debido a la cantidad de
emociones reprimidas que

1632
atesoraba en su interior.
Ocultando los detalles que
consideraba significativos de
aislar de posibles malos
entendidos.

No olvidaba que un simple


descuido le pondría en serios
aprietos de cada a la
jerarquía inmediatamente
siguiente en el escalafón de
mando, pero la mayor de las
amenazas se encontraba justo
delante de sus ojos con ganas
de poder desestabilizar lo
que podría iniciar en el
entorno de su tarea diaria.
Puesto que observaba que el
nivel de tensión iba
creciendo con el paso de los
minutos, acentuando la
incertidumbre que marcaba el
desarrollo de los

1633
acontecimientos, potenciando
el descontrol entre lo que
era necesario y lo que se
enmarcaba dentro de una
espiral en el desorden
general. Derivando en un
inmenso vació de prioridades
fuera de lo que les sugería
el destino. Viéndose
condenados por lo menos abrir
una vía de diálogo en lo
concerniente a sus intereses,
ya que ahora mismo se
alejaban de una eventual
negociación centrada en un
punto de inflexión.

Albergaba la firme convicción


de proteger su intimidad con
la mayor eficacia que
estuviese en su mano,
abandonando cualquier tipo de
hostilidad que pudiese poner

1634
en serios apuros la
integridad de aquello que
consideraba de extrema
importancia, en lo
concerniente al desarrollo de
su actividad profesional,
esquivando los imprevistos
que hiciesen cambiar el curso
de lo que marcaba su
prioridad más inmediata.
Sopesaba la opción de esperar
con expectación por dónde
irían los derroteros, echando
un vistazo para comprobar que
no se le escapaba un ápice de
lo que ocurría a su
alrededor.

{Ángel}

Sigo negándome en cobrar por

1635
encubrir el tráfico ilegal de
órganos, no quiero pensar el resto
de mi vida que he colaborado con
alguien como tú.

{Daniel}

Ahora entiendo porque has sido un


perdedor toda tu vida, puesto que
no tienes visión de futuro en la
confección de labrarte una fortuna
con la que vivir sin estrecheces.

{Ángel}

¿Esperabas que accediese a tus


insinuaciones?

1636
{Daniel}

Te diré que poca gente rechazaría


la propuesta que te acabo de
ofrecer y seguro que por la mitad
del dinero que esperaba pagarte
por tus servicios.

{Ángel}

Mi dignidad no tiene precio de


venta al público, es algo que no
está dentro de nada negociable a
simple vista, a lo mejor en otras
circunstancias la respuesta
tendría otros matices.

1637
{Daniel}

¿Solo tienes ese encargo por parte


de la policía científica?

{Ángel}

No, hay otra autopsia de la que


debo preparar el informe con todo
detalle, evitando olvidarme de
sacarle unos aspectos relevantes
que puedan ayudar en la
investigación del crimen.

{Daniel}

1638
Ves esa me puede interesar un poco
en lo referente a mis asuntos de
trabajo, quizás haya material con
el que poder salvar vidas en el
mercado negro.

{Ángel}

¿Quién te dijo que no habrá un


segundo análisis de la autopsia?

{Daniel}

Haré lo posible para que aparezca


un informe en el cual la
resolución sea favorable a mis
1639
intereses, así no tendré que
esperar por tu valoración.

Salvador por su parte era


incapaz de mitigar el daño
que supondría un eventual
encuentro entre Sandra y
Antia midiendo sus
respectivos argumentos en una
defensa a ultranza de la
razón que considerasen la
real. No dejándose ni una
sola cosa en el tintero
literalmente hablando, dado
que ambas poseían un potente
carácter personal. Siendo
todavía un añadido a tener en
cuenta en lo referente a que
no bajarían con facilidad la
guardia, ya que sería una
lucha de poder a poder en el
sentido más hondo de la

1640
palabra. Generando una buena
cantidad de resentimientos
colaterales, que endurecerían
la tormentosa relación que
intentaban sustentar a base
de reproches.

Percibía que sus fuerzas iban


disminuyendo con el paso de
los minutos, creciendo la
desconfianza ante una
recuperación general de su
autoestima. Era complicado
regenerar algo que había
sufrido un golpe de efecto de
marcado talante negativo en
lo concerniente al
mantenimiento de la
cordialidad, basando la
destrucción como única vía de
negociación de los términos
de un hipotético acuerdo en
el fin de las hostilidades.

1641
Dando carpetazo a la espiral
de violencia verbal que se
respiraba en el ambiente,
rompiendo buena parte de las
estrategias defensivas.
Teniendo que volver a la
senda del dialogo por el bien
de los dos, aislando las
deudas provenientes del
pasado, que ocupaban como un
lastre difícil de arrastrar
de cara al futuro. Sabiendo
que le conduciría a caer en
un círculo sórdido de engaños
en el que pretendía ocultar
la verdad, se le avivaba la
sensación de verse abocado a
condicionar la convivencia en
armonía. Además, se la
imponía la obligación de no
perder el contacto de los
asuntos que paralelamente

1642
negociaba con Sandra, quizás
se le presentaba uno de los
momentos clave para afrontar
con la mente fría a la par de
con el corazón caliente.

Empezó a entender el peligro


que suponía si se celebraba
ese eventual encuentro.
Abogaría a su arte para
improvisar un plan que le
permitiera recuperar el
control de la conversación,
puesto que en algunas fases
comenzaba a verse desbordado
por el afán de su oponente
femenina. Intentando
contrarrestar el aluvión de
críticas malintencionadas que
vertía de manera despectiva
hacia su persona, aunque no
le daría el gusto de
retirarse antes de tiempo.

1643
Pondría en juego una de las
trampas con la que mejores
resultados había cosechado
con anterioridad, se trataba
de guiarla hasta una
situación límite dentro de la
legalidad. Después de obtener
el objetivo deseado en el
asunto en cuestión voltearía
el orden de prioridades en el
sentido contrario al actual,
reestructurando el curso de
las cosas a su antojo.

{Salvador}

No creo que ella esté dispuesta a


conversar directamente contigo, es
más me extrañaría que te diese un
par de minutos para hablar

1644
contigo.

{Sandra}

¿Me estas queriendo decir algo en


concreto?

{Salvador}

Si, que no sigas intentando entrar


de nuevo en mi vida, puesto que
las cosas han cambiado en la
dirección que pienso que puede ser
la correcta.

1645
{Sandra}

Nada en esta vida se puede tomar


como definitivo, porque en un
momento dado se desmoronan la
mayoría de las ilusiones que hemos
ido labrando.

{Salvador}

¿Por qué sigues poniendo en duda


que tenga una relación adulta?

{Sandra}

Será porque no creo una sola de

1646
tus afirmaciones, tengo muy claro
que no estás sincero conmigo desde
que nos hemos cruzado en este
rellano inmundo.

{Salvador}

No vas a conseguir que rectifique


en mi decisión de seguir adelante
con mi relación sentimental, estoy
seguro de que ella no me fallara.

{Sandra}

¿Acaso yo te he fallado alguna


vez?

1647
{Salvador}

Digamos que con tu actitud


posesiva no me has ayudado mucho,
pero tampoco esperaba gran cosa
viniendo de tu parte.

Simultáneamente Ignacio que


no estaba del todo seguro de
la lealtad de Jaime, aunque
comprobó en sus credenciales
no tener escrúpulos a la hora
de embarcarse a cumplir una
misión. Le sorprendía el
aplomo que se despedía de su
tono de voz, no rebajando el
timbre desafiante, por muy
complicado que se pusieran
las cosas. Ahí le demostraba
que su implicación iba por
1648
encima de otros detalles a
los que no les daba ni una
mínima importancia, se
aseguraría de darle
continuidad dentro de los
teóricos imprescindibles.

También reaparecía en su
mente el asunto que tenía
entre manos con Silvia.
Meditando si era buena idea
que Yolanda fuese citada en
un lugar sin que nadie
supiera de las intenciones de
la primera, la precipitación
echaría todo por la borda
dejando al descubierto una
obsesión que no le conduciría
a buen puerto. El riesgo se
adueñaba de su corazón que le
empujaba a cometer una locura
en la larga lista que llevaba
en los últimos tres años,

1649
temía que el fracaso le
enseñase la cara de la cruda
realidad de la vida que le
toco vivir. Manejaba la
opción de esperar a que
ocurriera otro encuentro
casual en medio del rellano
de la escalera, así
prepararía un argumento con
el que desmontar la armadura
de la indiferencia con la que
ella le respondía.

La serenidad fue desterrada


de aquello que más le
convenía, provocando que el
sistema nervioso tuviera
libertad de movimientos a lo
largo de su figura, era tal
la exaltación que no podía
frenar la entrada en escena
de una incipiente ira. Dando
rienda suelta a los instintos

1650
primitivos de la lucha por
dominar al resto de los que
le rodeaban, acentuando el
nivel de rebeldía que poseía
como arma favorita dentro de
gran variedad de instrumentos
de extorsión o chantaje.
Comprobando el estado de
agilidad que precisaba en la
puesta en escena de dicha
herramienta, sirviendo para
calibrar la calidad de la
energía disponible.

Notaba cierta demanda de


independencia al ir colocando
las piezas de su nuevo
rompecabezas. Meditaba si
ceñirse a un guion
predeterminado por las
circunstancias del momento o
dejar que cada cosa fuera
colocándose en su lugar, sin

1651
forzar en absoluto el
desarrollo natural de los
acontecimientos, aunque
precisaba alejar una parte de
los asuntos que podrían poner
al descubierto otras
actividades menos legales.
Por ese lado debía eliminar
bastante información que
resultaba comprometida, era
indispensable que siguiera
estando tapada por la
seguridad de quienes
aparecían en aquellos
documentos.

Quizás había llegado el


instante de trasladarlos
fuera de la circulación, la
demora levantaría un buen
número de sospecha acerca de
la procedencia del material
en cuestión. Puesto que se

1652
incautó de direcciones de
gente con especial relevancia
en algunos estamentos
públicos, redoblando el
esfuerzo en la custodia del
portafolio que contenía
dichos expedientes.

Empezaba a ver que solo podía


confiar en su criterio a la
hora de tomar decisiones
importantes, ya que no estaba
del todo interesado que
hubiese mucho gentío
alrededor. La preocupación le
hacía ser precavido con
aquello que por un simple
error de planificación le
enviaría directamente a la
cárcel, descubriendo la
telaraña que manejaba entorno
a sus fructíferos negocios.
Cuyos beneficios le servían

1653
para sostener el tren de vida
que muchos se imaginaban,
apoyado en una apariencia que
le daba la oportunidad de
mostrar un ejemplar estatus
social. Tampoco alardeaba
demasiado de la situación
económica a la que
acostumbraba dejar en un
discreto segundo plano, así
despistaba en cierto modo las
miradas de un sector que no
terminaba de entender que en
poco más de tres años
obtuviera un ascenso tan
vertiginoso dentro de las
finanzas.

Se le plateaban infinidad de
estrategias con las que poder
proteger su imagen, pero todo
dependería de su capacidad
para conservar intactas las

1654
opciones de recomponer el
horizonte que divisaba ante
sus ojos. Moviendo con
expreso cuidado cada uno de
los elementos que mejor se
amoldaban a sus expectativas
de futuro, siendo ahora mismo
una de las prioridades que
demandaban su atención con
mayor urgencia. También le
preocupaba el tema de portar
una pistola por la falta de
la licencia de armas, ya que
Ernesto pondría una
vigilancia extrema en lo
relacionado con este asunto.
Pudiendo tramitar una orden
de registro en su domicilio o
que la policía montase un
dispositivo de seguimiento
para desmantelar la red de
extorsión con la que operaba
a lo largo de la ciudad,

1655
esperaba que Jaime se
adelantase a los imprevistos
que pudieran surgir.

Contemplaba la cantidad de
frentes que debía atender con
la frialdad que le
caracterizaba como persona,
alguno de esos negocios le
estrechaban lazos con Daniel.
En el pasado se habían
intercambiado clientes de muy
variados objetos tanto en
compras como ventas, hasta el
punto de reabrir clínicas
ilegales donde practicar
trasplantes a personalidades
del mundo del crimen
organizado. Además de
políticos corruptos en el
cobro de comisiones del
erario público, maquillando
las frecuentes visitas a los

1656
barrios conflictivos. Con
inauguraciones que en se
repetían periódicamente de
edificios colindantes,
mostrando un compromiso que
carecía de realidad ante los
ciudadanos. Pero nadie se
atrevía a manchar la
reputación que se labro
mediante los contratos
gestionados en mejoras
sustanciales en las
concesiones de algunos de los
tanatorios municipales.

Buscaba evadirse de un
escándalo que salpicase las
buenas relaciones que le
unían con el consistorio,
aparte de señalarle en
algunas irregularidades
administrativas en los
concursos de licitación de

1657
obras. Así recelaba de
inscribir una propiedad como
titular de la misma, ni
siquiera el alquiler del
inmueble dentro del edificio
donde residía Yolanda le
reflejaba en el contrato de
arrendamiento. Borraba hasta
la más mínima huella que le
pudiera relacionar con la
especulación o recalificación
de terrenos, las cuentas
bancarias fueron suscritas
por un fondo de inversión con
sede en un paraíso fiscal. En
contadas ocasiones utilizaba
una línea de crédito que
manejaba a través de una
identidad falsa, depositando
en ella pequeñas cantidades
como si recibiera una paga
compensatoria de un trabajo
en el extranjero.

1658
Pensó que era un buen momento
para llamar a Daniel a modo
de ver en que negocios se
había embarcado y si abría la
posibilidad de invertir una
suculenta cantidad de dinero.
Se le acumulaba un excedente
de dinero que no estaba
dispuesto a que se
interviniera la policía, la
idea radicaba en introducirlo
dentro de los cadáveres como
contenedores para enviarlos
en ataúdes lejos del país.
Cumpliendo con el objetivo de
a su llegada a las terminales
de carga, los condujeran a
los bancos de cambio de
moneda.

Asegurando la integridad de
los dividendos que les

1659
proporcionarían en el futuro,
alterando por completo un
hipotético itinerario de
rastreo del papel timbrado.
Sentía especial satisfacción
por llevar a cabo la
planificación de algo que le
permitiría abrir una vía en
el desvió de capitales. La
cautela marcaría la senda con
la que clasificar el perfil
de posibles socios a captar,
no descartaba ofrecerle a
Jaime una pequeña
participación en el diseño de
la logística.

Además de abrirse nuevas


soluciones en caso de tener
que emigrar por motivos
ajenos a su voluntad o
también exiliarse de forma
clandestina. Cogía fuerza esa

1660
idea de emprender la
explotación fraudulenta del
envió de caudales en el
interior de los dobles fondos
de los ataúdes, quizás la
rentabilidad le supondría un
beneficio con el que
financiar la compra legal de
mediante un grupo de empresas
fantasma de nuevos activos
para especular en el futuro.

Necesitaba una estructura que


fuese itinerante desde el
principio, desechando fijar
un único punto de actuación
de cara a la distribución de
la mercancía. El problema que
se le colocaba en primera
línea le venía dado por la
obtención de unas licencias
idénticas a las originales,
aunque prefería no pasar por

1661
el trámite burocrático de
solicitarlas en el ministerio
del interior. No le quedaba
otro remedio que ponerse en
contacto con Abelardo el
hermano menor de Ernesto, su
relación se enmarcaba en una
aceptable complicidad
familiar. Conservando una
exquisita comunicación a la
vez que colaboración mutua en
los diversos asuntos de la
actualidad diaria, sin llegar
a exceder los límites que
separan sus obligaciones
laborales.

Miraría una dirección que no


le conllevase una explícita
implicación, solo aquello que
le permitiera acceder a los
responsables de tramitar la
documentación, después haría

1662
una ronda de conversaciones
con las que concretar los
puntos que irían acompañando
a las cláusulas del contrato
para implantar el negocio.
Aportando una módica cantidad
de dinero al funcionario que
pasaría automáticamente socio
en la sombra, siempre a la
espalda de Abelardo por si
tenía la tentación de poner
en peligro su expansión
empresarial. Dudaba de que
hubiese algún tipo de
contratiempo que diese al
traste con la planificación
que llevaba en curso,
modificando la gran mayoría
de los proyectos perfilados a
lo largo de los años y que
pensaba insertar
paulatinamente dentro de una
dinámica.

1663
Reflexiono durante unos
segundos sobre si era un buen
momento para hacer esa toma
de contacto con Abelardo ,
puesto que no quería
demorarse mucho en sacarse de
encima la incertidumbre de
conocer el terreno que debía
pisar con extrema cautela ,
afianzando una parte
importante de su iniciativa
de impulsar esa nueva
faceta , sin dejar escapar la
ocasión de establecer una
alianza que variase en
función del volumen de tratos
a los que tuviera que
enfrentarse , ante la demanda
de servicios en el desvió de
capitales a trasladar lejos
del país. Otros serían
utilizados en el re compra de

1664
acciones en sociedades en
peligro de quiebra, dando la
gestión a grupos de inversión
con el que relanzar el sector
de la construcción de
viviendas en los barrios
marginales de la ciudad.

Se guardaba perfectamente la
espalda acerca de una
inminente investigación de
patrimonio que poseía, nada
explicaba con claridad a que
se dedicaba como profesional
por lo que disfrutaba de
libertad de movimientos.
Controlaba hasta el último
detalle con solo echar un
simple vistazo con el que
reconocer el estado de las
inversiones que gestionaba en
nombre de terceros, siempre
presentando un poder notarial

1665
con algunos cambios en la
confección del mismo.
Asegurándose no figurar en
ningún papel enviado como
conducto oficial, revisaba
con esmero las operaciones
que consideraba
imprescindibles en mantener
el equilibrio de la balanza
en el mismo calibre, ya que
un error sería la antesala de
girar en exceso todo el
esfuerzo de años de trabajo.
Además de provocar la caída
de algunas cosas que
desestabilizarían el
desarrollo de compromisos
adquiridos durante reuniones,
las cuales no se repetirían
en el marco en el que se
celebraron. Incrementando el
desconcierto de los socios
con los que había contado en

1666
la firma de documentos,
pudiendo sembrar la discordia
entre miembros de la misma
familia.

Enseguida tomo la decisión de


que iba corriendo el tiempo
en su contra, así que
aprovecharía la llamada para
comprobar que cantidad valida
de posibilidades se le
presentaría, en una
hipotética petición de dichas
licencias para el traslado de
los ataúdes hacia destinos
todavía sin confirmar. Bajaba
un extenso abanico de lugares
en paraísos fiscales
localizados en la zona
suramericana, también se
planteaba viajes esporádicos
al norte de África, donde
siempre encontró colaboración

1667
en los integrantes de grupos
de trafico de cualquier
material de interés en la
compra venta. Sirviendo de
financiación en la
consecución de sus objetivos
en las luchas tribales.

Comenzó a marcar con rapidez


la numeración que le
facilitaría hablar
directamente con Abelardo, ya
que la impaciencia le hacía
sentir impreciso en sus
movimientos, la agilidad de
sus dedos no era la óptima en
el desarrollo de esta
actividad. Provocando cierta
inseguridad interior poco
habitual en él. Tampoco se
hallaba en su mejor momento
de tranquilidad personal,
dado que ahora mismo dependía

1668
en exceso de las decisiones
de otros. Con lo que le
dejaba en una posición de en
tierra de nadie, sabiendo que
un descuido sería su
sentencia respecto a quedarse
aislado de los negocios
realmente importantes.

Comprobó que enseguida le


daba señal de llamada como
era su deseo. Abriendo una
nueva expectativa donde
solucionar buena parte de las
dudas, que continuaban
navegando por su cabeza sin
que pudiera razonar una
salida de las mismas. Por lo
que evitaría dejarse nada en
el tintero al exponer aquello
que pretendía poner en marcha
lo antes posible, solo había
que ver lo receptivo que

1669
estuviera Abelardo en
contestar a sus preguntas, ya
que eso podría suponer un
arma de doble filo en la
obtención de la información
que precisaba. Guiándole a
una más que evidente
confusión en el sentido de la
interpretación de la misma,
abocándole hacia un callejón
con nulas esperanzas de
futuro. El nivel del riesgo
que corría mostraba un precio
bastante alto a pagar por
algo que desconocía, aunque
no amilanaría la intención de
conservar sus intenciones de
ir hasta el final.

Del otro lado Abelardo estaba


ultimando el parte de
incidencias de su jornada
laboral, aunque en la mente

1670
se le había quedado grabada
la conversación que mantuvo
con Ernesto, no entendiendo
el trasfondo del ansia que se
extraía de su voz tomada por
la crispación. Además, se le
creaba un dilema interno en
lo relacionado con la
integridad profesional, se le
imponía el mantener una
impoluta discreción por el
buen funcionamiento de todo.
Teniendo un expreso control
de cada iniciativa que
intentase implantar de manera
independiente, no cayendo en
un triunfalismo que no
correspondía con la imagen
que pretendía proyectar.
Manejaría con frialdad lo
concerniente a establecer una
línea de separación entre lo
que podría ser algún

1671
quebradero de cabeza y en
otra vertiente permitir que
aflorase con total
naturalidad.

Se apresuró a echar una


mirada rápida en la pantalla
del celular que portaba en su
mano derecha, esperando
reconocer el número de quien
demanda su atención,
justamente dentro de sus
pensamientos tenía cabida la
imagen de su primo Ignacio.
Pero no encontraba el momento
de ponerse en contacto con
él. También por diversos
motivos familiares habían
contribuido a un leve
alejamiento de ambos, no
siendo admitido abiertamente
por ninguna de las dos
partes. Ese sentido prefería

1672
permanecer en una actitud
hermética antes de confirmar
unas evidentes diferencias de
criterio, dando la razón a
quienes se frotaban las manos
acerca de enjuiciar el pacto
que mantenían en secreto.

Decidió accionar el botón de


recibimiento de la llamada
por simple cortesía ante el
vínculo de sangre que les
unía. Con la única intención
de ver con el tono que
departía en la conversación,
estaba convencido de que no
se enmarcaba en saber cómo se
hallaba de salud, si no por
el lado de pedirle que
intercediera en la búsqueda
de la documentación de una
licencia administrativa.
Quizás se le presentaba la

1673
oportunidad de llevarlo con
sumo cuidado hacia su
terreno. Utilizando las
distancias como arma de
protección para no verse
inmerso en asuntos poco
legales, asentaría una base
sobre la que fomentaría la
argumentaría la defensa en la
postura a establecer al
protegerse de cualquier
ataque externo.

{Abelardo}

Buenas tardes Ignacio ¿En qué te


puedo ayudar?

{Ignacio}

1674
Buenas tardes Abelardo, lo cierto
es que he estado pensando en hacer
una inversión en el sector
funerario y necesito saber a quién
me puedo dirigir.

{Abelardo}

Pues creo que deberías ir en


persona a la consejería de
interior y luego pedir los
permisos en el ministerio de
industria con una memoria de lo
que pretendes hacer con tu
negocio.

{Ignacio}

1675
¿También para exportar e importar
ataúdes?

{Abelardo}

Pero eso dependerá si hay que


repatriar o no los cadáveres de
los fallecidos, entonces deberías
de contar a mayores del ministerio
de asuntos exteriores.

{Ignacio}

Veo que tendré que recuperar


ciertas amistades o molestar a
gente influyente que me dé el
empujón necesario en le
constitución de mi nueva sociedad
de inversión.

1676
{Abelardo}

¿No piensas contar con el apoyo de


nadie de la familia?

{Ignacio}

Después de la última vez, prefiero


buscar socios de los que he ido
afianzando con el paso de los
años, sé que por muy mal vayan las
cosas no me dejaran en la
estacada.

{Abelardo}

1677
En eso debo respetar tu decisión,
sin embargo, deberías por lo menos
ver que opinan de tu nueva
aventura empresarial.

{Ignacio}

¿Estas intentando decirme algo?

{Abelardo}

No déjalo es igual, aceptare lo


que acabas de comentar acerca del
rechazo unánime de todos los
miembros de la familia.

1678
{Ignacio}

Tranquilo, seguro que en unos días


podré tener en mi poder el
formulario de petición de la
licencia que necesito y luego
empezare a contactar con los que
serán mis futuros socios.

{Abelardo}

¿Me admitirías como uno de tus


accionistas?

{Ignacio}

Siendo completamente honesto, debo


rechazar tu ofrecimiento para
financiar mi nuevo proyecto

1679
empresarial, no quiero involucrar
a nadie de mi entorno.

Por otro lado, Yolanda


termino por aceptando la
invitación de Diego, viendo
que el estómago le demandaba
un poco de sustento nutritivo
con el que soportar la
tensión que ella misma había
desatado minutos atrás.
Soltando la furia que contuvo
a lo largo de los últimos
meses, haciendo crecer un
inusitado odio a todo lo que
pudiera representar la imagen
de Estefanía. Desdoblando una
fuerte carga de negativa
emotividad por motivos de muy
dispar índole en el contexto
real, aunque aprovecharía
para desfogarse con aquel que

1680
le cuadraba cerca de su radio
de acción.

Retomando la postura que


pensaba de la lectura que
convenía para sus intereses,
sin olvidar el fondo sobre el
que se movía el malestar que
proyectaba en la
conversación. Tampoco
pretendía borrar del todo el
sentimiento de amargura que
poseía en su interior, al no
saber enfocar de una forma
estable la importancia de
verlo en brazos de otra
mujer.

Se escudaba en el hecho de
que Natalia estaba siendo más
útil muerta para plantear la
estrategia que considerase
con mejores rendimientos, así

1681
no dependía directamente de
nadie en concreto a la hora
de intercambiar detalles.
Parecía estar obteniendo una
buena cantidad de los
resultados apetecidos con
anterioridad y que se iban
haciendo realidad ante sus
ojos.

Intentaba ocultar el afecto


que sentía en relación a una
hipotética historia de amor
con Diego, le entraba cierto
temor a que le rechazase de
pleno, puesto no era el
momento de plantearse el
inicio de vinculo de tipo
sentimental, dado que ese
paso resultaría un tanto
embarazoso en su estado
anímico actual. Luchaba por
no mostrar las heridas que le

1682
quedaron de su tormentosa
ruptura con Ignacio, eso
permitiría que alguien
aprovechase en beneficio
propio esa manifiesta
debilidad.

{Yolanda}

He reflexionado tu ofrecimiento
para que fuéramos a comer algo y
la verdad es que va siendo hora de
reponer fuerzas.

{Diego}

¿Sientes debilidad?

1683
{Yolanda}

Digamos que es una sensación de


falta de sustento, tampoco creo
que tenga que dar muchas
explicaciones acerca de lo que me
pasa.

{Diego}

En eso tienes razón, por lo menos


te has dado cuenta de que mi
intención no conllevaba añadida
ningún doblez.

{Yolanda}

1684
¿Dónde tienes pensado que vayamos?

{Diego}

Podríamos tomar algo ligero en el


restaurante del hotel, así también
aprovechamos para contrastar
nuestras averiguaciones.

{Yolanda}

No era lo que me esperaba, pero


bueno me amoldare a tus planes con
tal de poder ingerir algo solidó.

{Diego}

1685
¿Prefieres que busque otro local?

{Yolanda}

Es igual solo pretendo tomar un


sándwich de jamón y queso
acompañado de un vaso de agua
mineral bien fría.

{Diego}

Veo que tienes poco apetito,


aunque te recomendaría un almuerzo
de otro estilo con una
alimentación equilibrada.

1686
{Yolanda}

¿Alguien te ha pedido tu opinión?

{Diego}

No, pero me he tomado la libertad


de hacerte ese pequeño apunte, ya
que me pareció oportuno que
supieras lo que estaba pensando.

{Yolanda}

Deberías de empezar a mirar un


poco por tus asuntos, dejando de
preocuparte de la vida de quienes

1687
no te han pedido ni una sola de
tus sugerencias.

Sandra empezaba a ver la


forma de poder dominar el
destino de Salvador con un
simple giro de los
acontecimientos, no le
costaría en absoluto
presentarse en la puerta del
domicilio de Antia, se
aseguraba el no tener
interrupciones por parte del
que pensó como candidato a
compartir con ella una
infinidad de planes de
futuro. Ahí también se daba
cuenta de que nada volvería
repetirse en el mismo
contexto que lo dejaron
diluir en el tiempo, puesto
que las circunstancias
marcaban una dirección
1688
completamente distinta.
Haciendo que las cosas
marchasen por otros cauces
diferentes a los que
disfrutaron en mutua
compañía, ese recuerdo le
provocaba una sensación de
enorme impotencia.

Apreciaba una cierta tristeza


por el desarrollo de los
acontecimientos en su contra,
esperando ver si era capaz de
asumir una nueva derrota
sentimental. Dado que en el
pasado se le resistió en más
de una ocasión el inicio de
un romance con Abelardo, pero
sus aspiraciones se basaban
en objetivos muy dispares de
cara a la sociedad. Sin
embargo, hubiera colmado gran
parte de las expectativas de

1689
afecto que en este instante
añoraba, desatando su ira con
cualquiera que se atreviese a
contradecir aquello que
defendía a ultranza. Tampoco
perdería la oportunidad de
amargar la vida de Salvador
con todos los elementos que
disponía a su alcance,
intentaría sanar el rencor
que le reconcomía en las
entrañas, alimentado la
culpabilidad de quien se le
pusiera por delante de los
ojos. No mediría ni el tono
abrasivo del alegato que
pretendía poner en liza,
desmontando un evidente
escudo de protección colocado
por su eventual acompañante.

Le costaba aceptar las


decisiones de los demás en

1690
los distintos ámbitos de la
rutina diaria, ya que nunca
había recibido un no por
respuesta, eso era lo que
peor le sentaba de asumir con
total entereza. Puesto que se
hallaba inmersa en un
desconcierto en el orden de
prioridades, eliminando
aquello que le resultaba un
lastre complicado de
arrastrar en las condiciones
que mostraba su figura.
Siendo un mar de dudas acerca
de lo que podría convenir al
plan que se había trazado por
encima del resto de asuntos
que ocupaban el presente más
inmediato, aunque decidió no
bajar los brazos por muy
difíciles que pudieran
parecer las cosas. Teniendo
que mantener un empaque de

1691
solidez ante los posibles
imprevistos que con seguridad
aparecerían en su horizonte.

Evitaría entrar en una guerra


fratricida en la que imponer
su voluntad contra viento y
marea como era su idea
principal, pero era una
apuesta con bastante riesgo
añadido en la consolidación
de su postura. Sabía que las
fuerzas iban mermando con el
paso de los minutos,
aportando poco animo a lo que
verdaderamente necesitaba
levantar de la arena en la
que se hallaba. Era el
soporte de autoestima que se
deterioraba a paso agigantado
ante la pasividad de los
recursos de los que disponía.

1692
Quizás se le planteaba la
necesidad de dar un giro de
ciento ochenta grados. Todo
dependería de la forma de
jugar las cartas que le
proporcionarían un cambio de
estrategia, logrando cumplir
con holgura los objetivos que
mejor se adecuaban al perfil
que deseaba disfrutar en este
momento de su vida.
Abandonando las inseguridades
de verse definitivamente sola
acompañada de un puñado de
recuerdos de un prometedor
futuro, quedándose en una
quimera de sueños que no se
legarían a realizar.

Tampoco Salvador esperaba que


fuese fácil la manera de
afrontar el dialogo con ella,
viendo que nada entraba en

1693
una lógica charla entre los
dos. Frenando la posibilidad
de hacer un pequeño pacto
verbal de no agresión, por lo
que no permitía cimentar unas
pautas o directrices para
implantar un nuevo escenario
de abierta negociación.
Adoptando una postura de
visible tranquilidad ante la
llegada de otra oleada
indiscriminada de reproches
aderezados con resentimiento,
provenientes de los labios de
Sandra provocando que hiciese
algún tipo de comentario
despectivo.

{Salvador}

No me voy a oponer a que te cites

1694
con Antia, ya que he este
preferible que escuches de su boca
lo que realmente nos une como
futura pareja.

{Sandra}

¿Por qué estás tan seguro de que


te apoyara en tus argumentos?

{Salvador}

Eso es algo que llevo percibiendo


desde el día que nos presentaron,
además de las muestras de
complicidad que he notado en
multitud de reuniones con
amistades comunes.

1695
{Sandra}

Veo que no miras otra cosa que los


recuerdos, pero te olvidas que
también estuvimos compenetrados en
muchas celebraciones en casa de
mis familiares.

{Salvador}

No se puede comparar a lo que


estoy viviendo con Antia, es más
creo que aquello tuvo un toque de
apariencia que no era del todo
sinceridad.

1696
{Sandra}

¿Le has contado nuestra historia


de amor?

{Salvador}

Es algo que no considero tan


importante como ir comentándolo a
la primera chica con la que salgo,
además no me parece correcto
empezar una relación hablando de
alguien del pasado.

{Sandra}

1697
Eso es un signo que te avergüenzas
de haberme conocido, lo que dice
en realidad que solo fui un
pasatiempo como relleno en tus
ratos libres.

{Salvador}

¿Por qué te empeñas en dramatizar


las cosas?

{Sandra}

Será que no término de aceptar que


no quede nada de lo que hemos
compartido y solo te preocupe
seguir hacia adelante como si no

1698
hubiese habido sentimientos entre
los dos.

Simultáneamente Ángel
empezaba a notar la presión
que le imprimía Daniel a
cada palabra que salía de sus
labios , con la única
intención de abrir un debate
de tintes más cruentos que
los expresados con
anterioridad .A lo que era
incapaz de soportar con total
tranquilidad o serenidad al
aguantar la batería de
impertinencias que le
dedicaba su eventual
contertuliano , sembrando el
desconcierto general en su
autoestima personal ,
haciendo que las dudas
proliferasen a su alrededor

1699
sin que tuviera la capacidad
de aislarlas con una
contundente decisión . Dando
pie a que incidiera en seguir
hurgando en la poca voluntad
de las que disponía para
afrontar el siguiente asalto.

Resistiría por el bien de


mantener vivo el espíritu de
la palabra que dio el día de
su juramento como forense del
estado, pero le estaba
costando encajar cada golpe
con la misma entereza.
Además, sentía una fuerte
disminución de su paciencia
en referencia a un posible
acuerdo acerca de permitir el
traslado de un cadáver con
destino al mercado negro, el
dinero fácil no satisfacía
todo aquello que había

1700
defendido durante décadas de
continuos encontronazos, en
la utilización de algunas
prácticas poco éticas dentro
de la profesión que
desempeñaba.

Pero logro que su expediente


continuase con la limpieza
que se presumía de un
facultativo del rango que
ostentaba, negándose a
comercializar con
determinados objetos u
órganos humanos que le
proporcionasen un sustento
económico que derivasen de su
actividad laboral.
Convirtiéndose en un vulgar
vendedor de casquería al por
mayor, violando de forma
flagrante la ley que amparaba
el trato a los moribundos.

1701
{Ángel}

Si estas intentando mantener un


pulso como estrategia para que
caiga en tus redes, creo que será
mejor que vuelvas por dónde has
venido.

{Daniel}

Otra vez te equivocas en tu forma


de tratarme, solo con hacer un par
de llamadas me llevare ese cadáver
al lugar donde tengo un cliente
con mucho dinero.

1702
{Ángel}

¿Con quién pretendes hablar para


ese traslado?

{Daniel}

Solo con que hable con mi amigo


Ernesto que es el decano del
colegio de abogados, tardare unas
cinco horas en tener el permiso
regla.

{Ángel}

1703
Me parece que no te será tan
sencillo obtener ese permiso,
sabiendo que no hay una autopsia
definitiva sobre el fallecimiento
de la víctima.

{Daniel}

¿No podía firmar una provisional?

{Ángel}

Eso dependerá de quien me la


solicite como parte de un informe
preliminar, aunque supongo que me
darán tiempo de aplicar un
análisis a conciencia de las
posibles causas de la muerte.
1704
{Daniel}

Nunca pensé que fueras tan legal


como me acabas de enseñar en tus
palabras, tenía la esperanza de
que recapacitases en tu forma de
actuar.

{Ángel}

¿Por qué sigues intentado


convencerme con algo que no me
seduce?

1705
{Daniel}

Mi intención es que tengas una


jubilación dorada, sin que te
preocupes por la falta de nada de
lo que te pueda permitir una
eterna felicidad.

{Ángel}

Tranquilo el sueldo que gano


haciendo este trabajo, cubre con
creces los gastos que genera todo
aquello que hace confortable mi
vida diaria.

{Daniel}

1706
¿Estás seguro de lo que dices?

{Ángel}

No tendría por qué aparentar nada


de lo que te estoy diciendo,
además no sé qué miedo tienes a
ver que la gente no se someta a tu
dominio.

Abelardo continuaba reacio a


seguir conversando con
Ignacio tras escuchar la
negativa de este a incluirlo
en el negocio que pretendía
montar, contando con una
nueva cartera de socios
capitalistas para asegurar la
1707
inversión. No queriendo
involucra directamente a la
familia como accionariado de
la futura corporativa, eso le
hacía dudar de que no
estuviese preparando algo
ilegal a todas luces.
Llegando a sospechar de la
procedencia del dinero en
concepto de financiación del
proyecto, aunque se
mantendría al margen de
entrar en una evidente
polémica. Reservando emplear
la energía en una ocasión más
propicia, puesto que
aprovecharía la charla en la
que mostraría una aparente
serenidad, creando un
ambiente de distensión entre
ambos que le permitiese
aplicar la estrategia que
mejor se adaptaba a las

1708
circunstancias.

Debía no dejarse arrastrar


por el nerviosismo que
atenazaba grana parte de su
anatomía, renegando de
cualquier precipitación que
pusiera en peligro el
planteamiento que pretendía
utilizar durante el tiempo
que se alargase la llamada
telefónica, aunque tampoco
podría demorarse demasiado en
ir perfilando los detalles
que fuesen acordes a lo que
le demandaba el momento.
Evitando perder el hilo de lo
que considerase importante,
borrando de su mente aquello
que no diese el resultado
apetecido. Abriendo un
abanico de posibilidades en
las apoyarse si veía que las

1709
cosas rodaban en sentido
contrario a sus expectativas
reales, siendo una salida a
tener en cuenta ante la
aparición de imprevistos.

Ignacio no arriesgaría nada


de lo que tenía pensado como
principio de su actividad
empresarial, sabiendo que el
depósito no sería del todo
legal, entonces buscaría una
forma de poder desviar la
atención de Abelardo.
Vislumbraba un interés que
rozaba los límites que no
estaba dispuesto a permitir
que nadie traspasase,
poniendo en peligro la puesta
en marcha de la operación en
la que se jugaba buena parte
de su prestigio como hombre
de negocios, ahora solo le

1710
quedaba ultimar la excusa
para deshacerse de una manera
diplomática de la exagerada
curiosidad de su primo
carnal. Comenzaba a sentir un
cierto agobio interior que se
entre mezclaba con el poco
aguante que le quedaba en la
reserva, intentando no llegar
al extremo de echar mano de
una respuesta de
contundencia. Lo que haría
permanecer oculto el grado de
intensidad de su carácter.

Respiro en profundidad antes


de volver a enfrentarse al
combate verbal que se
divisaba mucho más abierto,
haciendo que ambos sus armas
de protección contra la
probable precipitación que se
iba adueñando del ambiente.

1711
Provocando un clima de
constante inestabilidad,
propiciando desequilibrios
emocionales de gran magnitud
por ambos lados de la
contienda. L a impaciencia
sería un buen aliado que
explotar en la consecución
del objeto que llevaba
persiguiendo durante los
últimos meses, acompañado de
la libertad de movimientos
que le garantizaba un buen
número de contactos de cara a
implantar la red de envió de
ataúdes en los diferentes
medios de transporte.

Quizás emigraría con destino


a un paraíso fiscal en el
continente americano o
también en el asiático le
seducía la idea de cambiar de

1712
aires, no veía ningún
inconveniente el cruzar el
océano Atlántico con tal de
cumplir el objetivo de
cumplir otro de los sueños de
su niñez. Sabía que aun en la
lejanía sería incapaz de
olvidar el amor que sentía
por Yolanda, eso no se le
borraría jamás del corazón
por muchos años que se
mantuvieran separados.

{Abelardo}

Me parece injusta la actitud que


acabas de adoptar en la captación
de posibles accionistas de la
empresa que vas a constituir, no
entiendo ese rechazo a gestionar

1713
capital de miembros de tu propia
familia.

{Ignacio}

¿Por qué tienes tanto empeño en


que te acepte como socio?

{Abelardo}

Lo cierto es que sería la primera


vez que participaría contigo en un
negocio, tampoco espero recibir
grandes dividendos por el paquete
de acciones que me corresponda.

{Ignacio}
1714
No quisiera que te llevases una
desilusión ante las perdidas, es
probable que al principio solo se
generen una enorme cantidad de
gastos.

{Abelardo}
¿De qué cantidad estamos hablando?

{Ignacio}

Según del volumen que alcance


nuestros beneficios, esquivando
por todos los medios el solicitar
préstamos bancarios con una
cuantía de elevados intereses, a

1715
la hora de cancelarlos en la fecha
que se haya acordado en la firma.

{Abelardo}

Ves eso sí que no me lo había


parado a pensar con tranquilidad,
quizás esté un poco verde para
meterme en ese tipo de negocios.

{Ignacio}

¿Entonces retiras tu oferta de


invertir en mi sociedad
empresarial?

1716
{Abelardo}

Me acabo de dar cuenta que no


estoy preparado en ese terreno del
mundo de las finanzas y que mejor
seguiré tus consejos de mantener
al margen de líos especulativos.

{Ignacio}

Pienso que has escogido la


elección acertada para proteger tu
capital, ya tendremos tiempo más
adelante de promocionar otro tipo
de actividad empresarial.

{Abelardo}

1717
¿Lo dices en serio?

{Ignacio}

No suelo bromear a la hora de


escoger a los accionistas que
luego se convierten en mis
potenciales inversores, pasando a
ser claves en la ampliación de
patrimonio de la sociedad.

{Abelardo}

Bueno, eso ya son palabras de


calado económico y que por mucho
que me lo expliques no tengo la
capacidad de analizar el

1718
significado.

Laura que por fin se había


liberado del agobio que
inundo de un tono agridulce
el entorno en el que se
movía, volvió a caer en el
recuerdo del tiempo que
compartió sentimientos con
Francisco. Se hallaba inmersa
en un mar de dudas
existenciales que ahondaban
en las cicatrices incurables
que rezumaban un caduco
resentimiento hacía él,
negaba que hubiese un
acercamiento físico
acompañado de la complicidad
de antaño. El desamor la
mantuvo reprimiendo los
deseos más íntimos bloqueados
cualquier iniciativa que
1719
provocase un encuentro
premeditado, estaba segura de
que no se le repetiría una
oportunidad de redimirse de
la falta de firmeza en su
decisión. Prefiriendo aislar
la tentación de que recayera
su pasión desenfrenada por
sentirse querida, esperando
que ese cariño ayudase a
mitigar la soledad que
asomaba por encima de sus
hombros, trasladando los
recuerdos en un flash de
imagen retrospectiva.

Ahí no era capaz de engañar a


su memoria por muchos trucos
que pretendiera experimentar
con ella, puesto que le
marcaba cada detalle en el
diario que iba confeccionando
a medida. Eso le creaba una

1720
cierta inquietud acerca de
confiar un poco en los demás,
evitaba volver a depender de
las emociones ajenas, que le
resultaron una verdadera
tortura interna durante el
tiempo que frecuento la
amistad de Natalia Loureiro
Iglesias. Meditaba el
cerrarse definitivamente a
las sugerencias de Francisco,
ya que luchaba por no dejarse
arrastrar por las
circunstancias. Teniendo en
cuenta que nada le
condicionaba a no poder dar
ese pasó tan importante hacia
una inminente felicidad, no
solo se le planteaba el
dilema de ser una mujer plena
en todos los sentidos.
Además, comprobaría el grado
en el que la valoraba aquel

1721
hombre que bebía los vientos
por abrazarla, la confusión
iba creciendo entorno a su
figura con la naturalidad que
le caracterizaba.

La precipitación no parecía
la mejor de las salidas a
tomar en su estado anímico
actual, quizás iría despacio
analizando la forma de no
forzar las situaciones, ya
que podría desembocar en un
desequilibrio emocional.
Sembrando un incipiente mar
de dudas razonables a no
perder de vista por el bien
de la tranquilidad que
pretendía mantener a toda
costa, dado que nada se le
estaba poniendo a favor de
obra para sus interese más
inmediatos. Puesto que

1722
divisaba que se le iban
desordenando las prioridades,
ya que notaba un desborde del
afecto que abarcaba la
longitud de su cuerpo, no
sabiendo la forma de
liberarse del agobio tan
salvaje que le atenazaba las
extremidades. Teniendo que
modificar el curso de los
siguientes pasos a perfilar
dentro de la estrategia que
aplicaría a la hora de
reconquistar el terreno en
recuperar la confianza de
Francisco, puesto que era la
única oportunidad marcada
como segura que le depararía
el futuro.

Quizás le convendría el
escuchar el consejo de una
voz amiga, así vería las

1723
cosas desde otro punto de
vista muy distinto al suyo
personal. Espero aclarar el
desconcierto generado por la
acumulación de los recuerdos
provenientes de ambos lados,
siendo un especial perjuicio
para sus neuronas. Viendo que
todo se remitía a no entrar
en experiencias que le
condujeran realizar riesgos
innecesarios, siendo una de
las causas de la
precipitación que intentaba
desterrar de su lado con la
rapidez que le permitieran
las pocas energías que
atesoraba en las
extremidades. Sabiendo que no
podía con nadie en esta
travesía que le tocaba
decidir por sí sola, ya que
no confiaba en nadie en

1724
especial con quien compartir
esas confidencias, siendo una
asignatura pendiente de
solventar a la mayor brevedad
posible.

Dado que la soledad iba


haciendo mella en todo
aquello que le desembocaba en
volver a reciclar la memoria,
con el agravante de no
eliminar la tristeza de saber
que Natalia se había marchado
para siempre. Además, no
tuvieron la ocasión de limar
las diferencias en su manera
de afrontar la relación de
pareja, ese sería un cargo de
conciencia con el que tendría
que convivir el resto de sus
días.

Reflexionaba el acercarse de

1725
nuevo a Silvia después de lo
acontecido en el pasado, ya
que sentía cierta
manipulación de su parte a la
hora de provocar situaciones
de poco agrado para obtener
beneficios, lo cual le
parecía una actitud no muy
leal hacia la amistad que les
unía. Además, intentaba
conservar una leve limpieza
de su imagen de cara la
sociedad, puesto que no
olvidaba que pertenecía a un
ente público con la
responsabilidad de dar una
coherencia a la sociedad.
Meditaba el rechazar de pleno
la invitación del almuerzo
del viernes a mediodía, no
tenía claro a qué venía la
urgencia a que asistiera al
evento sin poder renunciar

1726
basándose en una excusa
razonable. Pero era un paso
que debía sopesar con la
frialdad que le
caracterizaba, perdiendo el
miedo a que le aislase
definitivamente del grupo de
habituales.

La confusión en los
sentimientos también
agrandaba el descontrol
interior , que pretendía
campear con una buena dosis
de serenidad entre mezclada
con temple , ya que divisaba
un importante bajada de la
autoestima por diferentes
motivos que estaban afectando
progresivamente , al
conducirle a precipitarse en
la toma de algunas decisiones
de interés en los

1727
concerniente a cosas que no
terminaba de comprender ,
limitando el funcionamiento
de la estrategia que esperaba
aplicar con el objetivo de
eliminar los sinsabores de su
mente . Dándole la
posibilidad de abrir una
nueva vía de escape donde
canalizar aquello que
intoxicaba el horizonte en el
cual navegaba sin un rumbo
predeterminado. Le dolía el
comprobar que se hallaba sola
ante el momento de mayor
trascendencia en los últimos
cinco años, temía que el
miedo le hiciese cometer otro
error garrafal conduciéndole
a una espiral de permanente
tristeza. Se negaba a volver
a posar la rodilla en la
arena del caprichoso destino,

1728
lucharía en contra de los
elementos hasta el punto de
encontrar la respuesta a
muchas cuestiones que todavía
no había resuelto en el
contexto general.

Empezaba a replantearse la
opción de darle un giro de
ciento ochenta grados al
estilo de vida que mostraba
ante los demás. Sin embargo,
tampoco quería un cambio
radical, en el cual tuviera
que imprimir innovaciones de
gran nivel personal. Dejando
que el tiempo fuese
perfilando una vía en la que
insertar otro tipo de valores
que diferenciasen el trazado
a poner en práctica,
desterrando aquello que no le
terminaba de convencer dentro

1729
de lo que había establecido
como patrón, aunque matizaría
algunos aspectos que no
acababa de ver lógicos en el
desarrollo de la estructura
inicial del proyecto.
Observando con especial
detenimiento cada detalle que
componía el fondo de la
propuesta, colocando las
piezas clave en el
resurgimiento de la actividad
que disfruto con
anterioridad. Intentando
mejorar muchos de los errores
que cometió guiada por la
precipitación, siendo
arrastrada por el sentimiento
del aislamiento social que
padecía mediante una especie
de síndrome interno.

Quizás ahora el momento

1730
idóneo en el que ir
abandonando una buena
cantidad de indecisiones que
iban provocando desajustes,
dando una imagen poco real de
lo que realmente ocurría
alrededor de lo que sucedía
en su jornada laboral.
Invitando a la mayoría de la
gente más cercana a que se
alejase de ella, ya que no
pretendía establecer ningún
vínculo de confianza por
encima de lo necesario.
Aplicaría un reglamento que
le permitiera sentir la
seguridad de no tener que
protegerse de los comentarios
infundados procedentes de
terceras personas.

Haciendo tambalear aquello


que sustentaba los cimientos

1731
de lo siguiente en ensamblar
como pieza fundamental, ya
que no quería verse superada
por las adversidades que
empezaba a percibir
alrededor. Tendría que
armarse de una elevada dosis
de valor interno, aumentando
la facilidad de
autosugestionar la capacidad
de regeneración de los
recursos energéticos
disponibles. Comprobando que
el sistema nervioso
continuaba abocado a un
profundo sueño, evitando dar
muestras de una evidente
debilidad anímica,
produciendo un bajón
progresivo en la contención
del escudo que había
instaurado como defensa de la
intimidad.

1732
Le faltaba una pequeña
dotación de aliados para esta
contienda, se veía diezmada
por las circunstancias que le
marcaban el itinerario a
tomar ente las opciones mejor
colocadas. Puesto que eso le
haría replantearse un
escenario con distintas
connotaciones, permitiendo
que ampliase en cierto modo
la capacidad de
improvisaciones que le
demandase el momento.
Esperaba cubrirse la espalda
ante eventuales ataques de
ira provenientes de Silvia,
desconocía la repercusión que
tendría su negativa a
colaborar en algo que no le
apetecía llevar a cabo. Sin
embargo, sopesaba la opción

1733
de su tranquilidad sufriera
un revés importante,
desembocando en una vendetta
en plano profesional.

Un rechazo mal interpretado


le conduciría directamente a
la lista negra de personal no
cualificado para desempeñar
la locución de los
informativos en la televisión
local. Ahí se divisaba el
punto de distanciamiento de
su proyección en el ente
público, la sombra de la
manipulación enseñaba su
carta de presentación a la
sociedad. Siendo acompañada
por el chantaje en su máxima
expresión, lo que marcaba las
líneas que dejaban claro el
ritmo a seguir en el
desarrollo de otro tipo de

1734
negocios.

Hizo un examen mental en la


búsqueda de quien le serviría
para conocer el consejo
masculino, aunque no quería
que fuese uno de tantos. Sino
que diese un punto de
inflexión a la frialdad
reinante a su alrededor,
teniendo presente que
intentaría separar el afecto
de la sana amistad. Pero la
demanda de cariño le iba
creciendo en el corazón, dado
que sentía un enorme vacío de
mimos o más bien notar como
si alguien se interesaba
realmente por sus emociones.
Ahora debía trazar el
planteamiento de lo que
considerase prioritario, no
olvidando aquello que

1735
centraba el acercamiento a la
vida diaria de Francisco.

Dejando una puerta abierta


ante una posible
reconciliación. Le vino a la
mente la figura de Ángel para
que le ayudase a estabilizar
la dirección de los
acontecimientos, tampoco
esperaba idealizar la
compañía de este en los más
cercanos. También le
proporcionaría un escenario
con otras vertientes por
explorar, manteniendo el
rigor del criterio que
siempre le dispenso durante
la mayoría de las
conversaciones en común. Eso
termino por convencerla en la
decisión de ponerse
inmediatamente en contacto

1736
con él, observaba una luz de
esperanza al final de un
túnel de melancolía.

Sabía que no le rechazaría


una invitación en la
sobremesa después del
almuerzo, guardaban cierta
similitud de pensamientos al
emitir una opinión. Por ese
lado encontraría la manera de
mitigar el miedo que le
provocaba el comprobar su
espalda al descubierto,
teniendo en cuenta el tomento
que se podría desatar por
medio de no cumplir los
deseos de Silvia, debía medir
el impacto que conllevaría
adoptar esa decisión no
descartando los daños
colaterales. Comenzaba a ser
víctima de las dudas

1737
razonables que surgían al
analizar los pros y contra de
elegir esa opción a utilizar
en la argumentación final,
eliminando la desazón que
proliferaba en su alma
sucumbida por el temor a
cualquier represalia o acción
que desacreditara la forma de
vida que enseñaba de cara a
la sociedad.

La inestabilidad no le daba
la confianza suficiente como
para llamar a Ángel, ya que
la voluntad se le iba minando
con el paso de los minutos.
Era incapaz de dominar el
azote de discordia que se le
planteaba en su figura ,
acentuado en la escasa
firmeza de sus movimientos
.Notaba como se le bloqueaban

1738
las articulaciones de las
extremidades tanto superiores
como las inferiores ,
entrando en una especie de
parálisis parcial del cuerpo
.Los nervios atenazaban las
ordenes provenientes del
cerebro , generando una
inmovilidad transitoria de
las funciones que realizaba a
diario .También la
respiración se resentía del
ataque de ansiedad general
que se extendía a gran
velocidad acompañado de unos
visibles temblores , dando
una imagen a simple vista de
completo descontrol .

Intentaba volver a la
serenidad que disfrutaba con
anterioridad a la aparición
de la ansiedad, que iba

1739
haciendo mella a pasos
agigantados. Apreciaba que
duraría un corto espacio de
tiempo por el bien de su
maltrecha salud, aunque le
costaría calcular la herencia
psicológica posterior a este
fortuito ataque. Puesto que
le había cogido por sorpresa
el bajón de las defensas en
el área de la autoestima,
ahora tendría que recomponer
buena parte de las
sensaciones que se fueron
destruyendo en unas pocas
décimas de segundo, se
convertiría en un trabajo
extra a concretar dentro de
las urgencias a sacar a mayor
velocidad. Pero todo
dependería de las ganas que
atesorase en su motor de
arranque personal, dado que

1740
ahí seria donde encontrase
alguna dificultad que de
momento desconocía su
procedencia. Sin embargo, eso
no frenaría su ansia de
superar las adversidades que
hallase en el camino a
consolidar el vínculo de
amistad con él.

Vencería los obstáculos que


se interpusieran en trayecto
que había iniciado, sin
apenas pensar en la multitud
de reveses a superar en
solitario. Empezaba a
infundirse seguridad en todo
lo que al éxito que pretendía
que marcarse el destino,
desechando cualquier
resquicio de indecisión que
se le presentase en el
horizonte, aunque nada le

1741
resultaría una llanura por la
que transitar creyendo que se
hallaba salvada de peligros
externos. Tampoco perdería de
vista el emergente interés
que le despertaba el
recuperar un poco del fondo
de estabilidad que se le fue
deteriorando a marchas
forzadas. Además, fijaría una
línea a mantener en la
confección de un modelo a
seguir, puesto que le haría
reflexionar sobre algunos
aspectos que habían ido
desembocando en temas
obsoletos.

Comenzó a sentir una evidente


mejoría en su estado físico a
la vez que una armonía de
movimientos, el organismo
enviaba señales de intensa

1742
rehabilitación de las
sensaciones. Por ese lado
buscaría la estabilidad de un
giro de ciento ochenta grados
en lo concerniente a
reincorporarse después de
haber sufrido el bajón
anímico. Crearía nuevas
expectativas con las que
contar en la consecución de
los objetivos que precisase
conquistar en el contexto de
continuar en la misma senda.
Evitando que la angustia le
hiciese una visita sorpresa,
ya que eso retrasaría en
buena medida todo el resto de
las actividades que pensaba
poner en práctica, dando pie
a un inminente retraso de
aplicación de la estrategia
que implantaría como recurso
defensivo ante un hipotético

1743
ataque frontal por parte de
Silvia, quedando a la vista
sus verdaderas intenciones de
no cumplir los deseos de
esta.

Tomaría la referencia de la
última charla que mantuvo con
Yolanda un par de horas
antes, viendo que aun siendo
primas no compartían
intereses similares en el
terreno de utilizar a
terceras personas en la
obtención de beneficios a
corto plazo. Eso le alentaba
en su intención de alertarla
de la encerrona en la que se
podía ver envuelta, si
finalmente aceptaba asistir
sola a la comida del viernes,
no quería que a la única
persona honesta que le

1744
quedaba viva en el reducido
círculo de amistades que
frecuentaba, tuviese la
terrible experiencia de
conocer el poco cariño que le
procesaba alguien de su
propia familia. Debía
conservar oculta dicha
información en la cual no
tendría posibilidad de dar
marcha atrás al asunto en
cuestión, por ello se creía
en la obligación de
notificárselo con antelación.
Quizás le hiciese
reconsiderar la invitación
con tientes de imposición que
seguramente entre mezclaba un
trasfondo de chantaje
subliminal, aderezado con el
sello de una respetable
abogada del estado siempre
velando por el bienestar de

1745
los ciudadanos.

Rescato del bolso el celular


que precisaba para comunicar
con Ángel, era algo
indispensable en si idea de
que le pusiera al corriente
de todos los detalles que
precisaba acerca de las
actividades de esta eventual
amistad. La parálisis en el
bloqueo general de las
articulaciones había hechos
mella en las extremidades, de
tal manera que le costaba
volver a coordinar más de dos
giros a la vez en el entorno
de su figura. También se le
hacía difícil concretar una
secuencia de habilidades que
en su día le sirvieron en la
confección de unos hábitos de
salud a ensamblar en la

1746
rutina diaria, dado que las
cosas iban saliendo a una
velocidad vertiginosa en la
aplicación de un criterio más
o menos coherente. Siendo un
colchón en el que amortiguar
las frustraciones ajenas,
puesto que apreciaba cierto
resentimiento por parte de
aquellos en los cuales tuvo
una afinidad de opiniones,
descubriendo que un tanto por
ciento comprendía otro tipo
de intereses. Separando el
verdadero espíritu de la
amistad que les unía desde
unos años atrás, pero se le
iba acumulando un leve rencor
ante la posibilidad de verse
envuelta en un asunto de
incalculables consecuencias
para el entorno en el que
transitaba.

1747
La sudoración en las manos
iba haciéndose más latente,
complicando su acción a la
hora de marcar los números en
la pantalla táctil del
teléfono móvil, notaba una
leve incertidumbre que le
impedía conservar la
serenidad necesaria.
Envolviéndole en un manto de
precipitación acerca de los
pasos a seguir durante la
conversación, manteniendo
como objetivo no perder la
calma a un viendo peligrar la
defensa en su exposición de
los hechos. Guardando
secretos con la denominación
de “clasificados “, por si
acaso más adelante precisaba
colocar una distancia de
seguridad, eliminaría algunas

1748
de las costumbres que le
condujeron a confiar en
exceso, dando una visión
distorsionada de lo que en
realidad debía conservar a su
lado. Recurriría con urgencia
a un periodo de reflexión en
lo referente a la motivación
que pretendía proyectar a los
demás, desterrando las dudas
que podían bloquear la
voluntad que pusiera en
proyectos venideros.

Le costaba controlar los


movimientos de los dedos con
normalidad, a parte la
efectividad iba perdiendo
progresivamente enteros
acumulando ciertos errores.
Quizás la manipulación del
celular le provocaba un
inminente estado de ansiedad

1749
transitorio, elevando sus
constantes vitales por encima
de lo estrictamente
recomendable, aunque era
incapaz de rebajar el ritmo
de la actividad diaria que
tenía delante de los ojos.
Apreciaba una enorme
precipitación entre mezclada
con un estímulo irrefrenable
por terminar dicha acción, no
pensando en las consecuencias
de un resbalón que diese al
traste con lo que había
planeado con anterioridad.
Hasta eso le conllevaba un
pequeño sacrificio al cual
dedicaba especial atención,
puesto que se jugaba una
buena cantidad de la
credibilidad de la que hacía
gala en cada reunión con
amistades comunes.

1750
Además, le unía su afán en
desenmascarar a Daniel por el
tráfico ilegal de órganos.
Pero en esa batalla les
quedaba bastante por
destapar, de momento solo
pudieron acercarse al
principio del hilo de la
madeja en la que se
transformó la trama de envío
de cadáveres, ya que se les
notificaba a los familiares
que las muertes se derivaban
por causa de enfermedades
infecciosas. Así mandaban los
ataúdes cerrados al
crematorio para ser
incinerados, nadie logro
desmontar la estrategia que
utilizaban con el fin de no
ver peligrar el negocio. Ella
fue amenazada en varias

1751
ocasiones con ser eliminada
de la circulación, ya que
tuvo acceso a pruebas en las
que lo incriminaban. Sin
embargo, la fiscalía no
encontró indicios de
culpabilidad en sus
actividades empresariales,
dejando archivados los
documentos que probaban los
hechos delictivos.

Por fin escucho como la señal


de llamada sonaba
repetidamente en su teléfono
móvil, esperando que no se
demorase demasiado en
descolgar Ángel del otro lado
de la línea. Dado que su
paciencia empezaba a rebasar
con creces el límite que
tenía establecido en según
qué situaciones, meditaba

1752
sobre cómo empezar la
conversación de una forma
distendida. Tampoco mostraría
una actitud dominante con un
tono de dureza verbal,
dejaría que fluyeran los
temas sin ponerles un bloqueo
general ante la curiosidad de
su cómplice amigo. Sabía que
no le pondría las cosas a
pedir de boca en lo referente
a proporcionarle información
de primera mano, puesto que
la consideraba periodista
antes que conocida por
circunstancias similares a la
suyas en el ámbito de la
investigación como
aficionada, queriendo separar
las indagaciones individuales
del resto de asuntos que
trataba en la redacción de
noticiarios del canal de

1753
televisión donde trabajaba.
Intentaría manejar con el
caso con excesiva prudencia
por el bien de la integridad
física de ambos, midiendo la
longitud del paso a poner en
práctica como patrón en la
planificación de los
siguientes trabajos.

Evitando dar detalles de lo


que fuese recopilando en las
indagaciones, incorporando un
elemento de protección ante
posibles imprevistos de
última hora. Debía vigilar
con mucho cuidado la
interpretación de los
comentarios que acompañarían
cada prueba que llegase a su
poder, aprendiendo a
extrapolar en el trasfondo
del mismo lo fundamental para

1754
continuar trazando una
coordenada en la localización
de un lugar de almacenamiento
de los restos humanos.

Ángel al otro lado del hilo


telefónico tampoco se hallaba
precisamente en una situación
desahogada a tenor del
marcaje al que le sometía
Daniel, teniendo en cuenta la
dificultad de aguantar el
asedio constante de la ironía
que practicaba en cualquier
tipo de intercambio de
opiniones, dejando a un lado
el respeto hacia los demás
sin darle ninguna explicación
por el tono con el que se
expresaba. Enseñando quien
ponía las reglas del juego y
los límites que más le
convinieran para defender los

1755
intereses de los negocios en
los que estuviese
involucrado, le bastaba con
colocar un muro de contención
basado en repeler los ataques
de su acompañante
circunstancial.

Era consciente de que la


misión contenía un número
indeterminado de daños
colaterales, quedando al
descubierto alguno de sus
carencias personales,
convirtiéndose en una presa a
la cual depredaría con un
simple chasquido de los
dedos. Ahora comprendía el
peligro de olvidarse de no
atar un cabo suelto con
respecto al asunto que
demandaba su atención,
sopesaría todas las salidas

1756
que se le pusieran al alcance
de su mano. Utilizándolas
como salvo conducto en
futuros encuentros en
referencia a los diferentes
ámbitos que abarca su
profesión, separando la
intimidad de lo meramente
laboral por el bien de la
salud mental que disfrutaba.

Procedió a descolgar ,el


aparato de teléfono fijo con
la esperanza de que le
sirviera para desviar la
tensión que le provocaba
aquella inesperada visita de
Daniel, ya que ahora mismo se
hallaba analizando
minuciosamente el cadáver de
Natalia Loureiro Iglesias. Se
fijó en la pantalla del mismo
que la numeración

1757
correspondía al terminal de
Laura , lo que permitió que
esbozase un tímida sonrisa
entre los labios , así le
ayudaría usar un tono menos
agresivo al que le embocaba
el intercambio de opiniones
que le tocaba lidiar con la
mayor serenidad .Huyendo de
caer en el error de ir de
frente en la búsqueda de la
confrontación de los
intereses de ambos , ese era
el único bastión que no debía
alimentar un viéndose
sobrepasado por el miedo a
tener que ceder al chantaje
emocional .

{Ángel}

1758
Buenas tardes Laura, ¿En qué te
puedo ayudar?

{Laura}

Buenas tardes Ángel, lo cierto es


que me gustaría saber si te ha
llegado el cadáver de alguien con
la siguiente identidad, Natalia
Loureiro Iglesias.

{Ángel}

Precisamente lo tengo delante de

1759
mis ojos, aunque tardare varias
horas en poder empezar con la
autopsia, puesto que la policía me
ha notificado que espere hasta que
el juez me dé la orden.

{Laura}

¿Quieres que me acerque al


instituto anatómico forense para
hablar en persona?

{Ángel}

Mejor otro día, estoy un poco


liado con el trabajo que se
amontona en las cámaras de frio,
además no creo que te encuentres a
1760
gusto entre muertos.

{Laura}

En eso tienes razón, soy bastante


impresionable ante la imagen de un
cadáver, pero con todos mis
respetos prefiero que nos veamos
en un lugar con vibraciones
positivas.

{Ángel}

¿Y qué me dices de quedar el fin


de semana que viene?

1761
{Laura}

Bueno tendrías que venir a


buscarme el sábado a las dos y
media después de terminar el
informativo del mediodía, tengo
que cubrir a un compañero que se
coge el día libre.

{Ángel}

Si no hay ninguna novedad, quizás


pase a recogerte para invitarte a
comer en un buen restaurante que
me han recomendado unos viejos
amigos.

1762
{Laura}

¿Me vas a dejar con la


incertidumbre hasta el sábado?

{Ángel}

Si, no me gusta desvelar las


sorpresas antes de tiempo, quizás
el no desvelarla te haga valorar
un poco más el esfuerzo por
halagar tu compañía.

{Laura}

No hace falta que utilices tantas

1763
armas de seducción para intentar
convencerme de que esta semana
será imposible que nos veamos en
persona.

{Ángel}

Veo que te los has tomado con


serenidad, pensé que te escudarías
en algún tipo de reproches en la
defensa de tu comentario.

{Laura}

¿Esta Daniel a tu lado?

1764
{Ángel}

Exactamente, por lo que te he


citado para la semana que viene
para que podamos hablar con
tranquilidad.

{Laura}

De acuerdo no te interrumpo en tu
conversación, llámame en
cuanto tengas un hueco
libre, un beso.

{Ángel}
1765
Lo mismo te digo, hasta luego.

Giro él la mirada para


comprobar la distancia que le
separaba de quien ejercía las
veces de vigilante de los
movimientos que realizaba
durante su charla telefónica,
eso le abocaba a un estado de
nerviosismo interno difícil
de controlar con la frialdad
más absoluta. Quizás le dio
una mínima ventaja al
permitir que escuchase
algunos detalles de cierta
relevancia, aunque tampoco se
basaría en defender una
postura a perpetuidad con el
riesgo que conllevaba

1766
cerrarse en banda, ya que
desembocaría en un problema
complicado de resolver con la
velocidad habitual. Por ello
mantendría una ligera
distancia de seguridad en la
búsqueda de colocar un muro
de contención, sin embargo,
se le quedaría a simple vista
buena parte de los argumentos
que representaban información
vital, en lo referente a los
expedientes de algunos de los
casos sin esclarecer.
Intentaría utilizar ese
señuelo para desviar la
atención de Daniel, luchaba
por alejar las dudas de la
mente por el bien de la
misión en la que se
encontraba inmerso. Solo
contaba con la energía
depositada en su figura,

1767
sabiendo que la
racionalización de la misma
supondría un gran avance a la
hora de suministrar fuerza
extra en la musculatura
corporal.

Respiro profundamente antes


de enfrentarse a la prueba
que el destino le había
preparado con especial
interés, puesto que tendría
que poner en alerta los cinco
sentidos con la mayor
atención. Calibrando el
impacto que supondría un
exceso de confianza al
posicionarse, notaba como si
la tregua llegase a caducar
antes de lo que tenía
previsto. Pero tampoco haría
que el miedo se adueñase de
sus movimientos, permanecería

1768
con los ojos incrustados en
el rostro del que consideraba
un rival con artes de
convicción no muy
recomendables en el contexto
que mejor se adaptaba al tipo
de conversación que se estaba
desarrollando. Dependiendo de
la capacidad de aguante que
le permitiera la paciencia,
temiendo verse envuelto en un
cruce de acusaciones
indiscriminado. Perjudicando
seriamente al plan que trazo
con anterioridad, el
agotamiento mental empezaba a
pasar factura al sistema
neuronal en función al
desgaste que le generaba
soportar aquel volumen de
presión. Precisaba
urgentemente una válvula de
escape que no requiriera un

1769
esfuerzo extra en su
debilitada psicología,
proyectando una imagen de
cansancio en toda la
expresión de la palabra.

Sin embargo, no le daría la


satisfacción de que asumir
una inminente derrota, puesto
que se aferraría a su poder
regeneración en lo moral, ya
que se hallaba en una
situación que distaba mucho
de la idónea en estos casos.
Pudiendo ponerle en más de un
aprieto por un simple error
de cálculo en su forma de
gestionar cada ataque
proveniente del otro lado del
laboratorio, se guardaba un
as en la manga para
emergencias de índole más
personal. Esperaría un tiempo

1770
prudencial antes de volver a
sacar conclusiones
precipitadas de aquello que
centraba su atención ,
llegando a marcar un antes y
un después en su actividad
diaria en referencia a rendir
cuentas con la jerarquía del
anatómico forense , sabiendo
que vigilaban cada uno de los
movimientos que llevaba a
cabo durante la jornada
laboral .Además tuvo la mala
experiencia de ser inculpado
en la desaparición de varios
expedientes , siendo apartado
temporalmente de las
funciones profesionales que
desempeñaba con asiduidad .

Decidió que no debía


esconderse tras un simple
silencio que sería

1771
quebrantado con facilidad, ya
que percibía en el ambiente
un aire a venganza por parte
del circunstancial oponente.
Mantendría un alto grado de
serenidad ante cualquier
salida de tono que pudiese
surgir durante el segundo
asalto de la contienda,
dejando claro por ambos lados
el desarrollo del combate
verbal al que se verían
abocados en unos minutos.
Tampoco alentaría en exceso
la entrada en un círculo
viciado por la contradicción
que merodeaba el entorno en
el que se habían instalado de
forma natural, apreciaba que
podía traicionar alguno de
los principios que defendió a
ultranza. Evitando perder la
realidad que intentaba

1772
manejar con todo el tesón que
se le presumía, mostrando una
entereza acorde al momento
que le proponía el destino.
Acoplando una dosis
contundente de equilibrio a
la actividad que se le
acumulaba sobre los hombros,
desembocando en una
progresiva degradación de los
valores que atesoraba como
señas de identidad.

Pero Daniel se le adelanto a


la hora de apretar el ritmo a
imponer en el tiempo que
durase la charla,
significando un cambio
radical de estrategia a
colocar en clave de señuelo.
Tomando una dirección
completamente diferente a la
actual, por lo que podría

1773
derivar en una espiral de
violencia dialéctica que no
le condujese a encontrase en
un callejón sin salida,
aunque lo cierto es que
desconocía la segunda oleada
de trucos o triquiñuelas que
se le avecinaban, ya que
ignoraba el punto hacia el
cual desembarcarían los
acontecimientos. Intentaría
escudarse en una postura lo
menos flexible posible a la
vez que contundente con la
que aguantar las
impertinencias que surgirían
durante la charla, ahora solo
le quedaba aislarse de caer
en un error que le dejase con
la espalda al descubierto.
Por lo que era conveniente
fijar un límite en cual se
moviese con total

1774
tranquilidad, alejando el
peligro que se acercase a lo
relacionado con la amistad
que le unía con Laura y el
entorno en el que
desarrollaba su actividad.

{Daniel}

¿Era Laura la que te acaba de


telefonear?

{Ángel}

No creo que deba darte

1775
explicaciones de quien me llama
por teléfono, además estoy en mi
puesto de trabajo como otro día
cualquiera.

{Daniel}

Sería bueno que cambiases esa


actitud desafiante, no te pega
nada con la clase de personalidad
que sueles mostrar delante de las
amistades.

{Ángel}

¿Podrías ser más explícito en tu


argumento?
1776
{Daniel}

Tengo la sensación de que estas


encubriendo una información de
vital importancia, así que será
mejor de no continúes fingiendo
que no sabes de lo que te hablo.

{Ángel}

Me ofende que pienses que oculto


algún tipo de secreto, te repito
que en este trabajo recibo miles
de comentarios a diarios en
referencia a investigaciones.

1777
{Daniel}

¿Te importaría que accionase la


tecla de pre llamada?

{Ángel}

Lo cierto es que no puedo permitir


que utilices ni uno solo de los
objetos que hay en el interior de
mi laboratorio, son órdenes
estrictas del supervisor general.

{Daniel}

1778
Se te olvida que cualquiera de tus
superiores me debe favores del
pasado, así que no necesito
permiso en la utilización de
ninguno de estos aparatos.

{Ángel}

¿Porque piensas que no te detendré


antes de que consigas tu objetivo?

{Daniel}

Lo único que obtendrías es que se


retrasase lo inevitable y así aun
me darías otro motivo con el que
contar en el futuro.

1779
{Ángel}

Conmigo no te servirán esa


batería de amenazas entre
mezcladas con chantajes, no es
la primera vez que recurres a
ese tipo de argumentos.

A unas manzanas de allí en el


vestíbulo del hotel Villa de
Celeiro continuaba albergando
la esperanza de que Yolanda
relajase la intensidad de las
emociones que desplegaba en
cada alegato , mostrando un
prodigiosa entereza para
soportar los arranques de
rabia que le dispensaba , ya

1780
que no comprendía que pagase
por algo que en realidad no
le hallaba el sentido en su
demanda , a la hora de tener
que dar explicaciones sobre
aspectos de su vida privada ,
aunque intuía que el beso no
le había desagradado tal y
como le hizo ver con
anterioridad . Por lo que no
tendría que sentir el
síndrome de culpabilidad,
sabiendo que en ningún caso
rozo la traición a la amistad
que les unía.

Sin embargo, se le tornaba


complicado el devolver la
conversación al cauce
inicial, divisaba que el
vació iba creciendo de manera
desmesurada careciendo de un

1781
control por ambos lados.
Quizás se le antojaba dar un
giro de ciento ochenta grados
a la situación por el bien
del dialogo, dependería en
cierto modo de la capacidad
de reinventar excusas en
beneficio propio, puesto que
esperaba poder cambiar las
cosas en el instante que
compartiesen comida y mantel
en el restaurante del
complejo residencial.

Se dirigieron en silencio
nuevamente en la búsqueda de
la boca de los ascensores,
solo se permitían la licencia
de comunicarse mediante un
cruce de miradas. Resistiendo
el dar pie a que el otro
pudiera entablar un
intercambio de opiniones

1782
directo en lo concerniente a
temas puntuales, abriendo una
vía en la que volver a sacar
al tapete asuntos que
dañarían la maltrecha
relación que les tocaba
soportar. Teniendo que
guardar las diferencias en lo
más profundo del corazón,
encubriendo la desazón que
empezaba a cubrir el espacio
que ocupaban por igual.

Se negaba a verse sorprendido


por un número indeterminado
de reclamaciones rompiendo el
consenso que se hacía
indispensable a la hora de
mantener viva la cordialidad,
pero eso se difuminaba con el
paso de los minutos
provocando un desencuentro
todavía mayor al que

1783
disfrutaban. La única
solución se basaba en dejar a
un lado los rencores
derivados de asuntos de la
vida privada, debía crear una
atmósfera menos abrasiva en
lo concerniente a conservar
intactas las posibilidades
cimentar una tregua
permanente.

Decidió separar las


hostilidades de que pensaba
que podría ser verdaderamente
importante, puesto que se
daba cuenta que las cosas no
iban por el camino trazado
unos minutos atrás. Notaba
que era el momento de rebajar
el volumen en el tono de voz
a emplear de ahora en
adelante, originando un
escenario completamente

1784
distinto al actual con un
aire apacible al reforzar los
lazos de amistad que se
habían ido deteriorando con
el tiempo. Quizás esa pequeña
línea de actuación le
permitiría promover un vuelco
en el intercambio de
opiniones, desterrando la
frialdad que presidía el
transcurso de los
acontecimientos. Meditaba la
opción de comunicarle
abiertamente su decisión de
abandonar temporalmente las
visitas al domicilio de
Estefanía, con ello ganaría
una parte importante dentro
de la estabilidad diaria.
Además de potenciar algunos
aspectos que resultaron
especialmente dañados por la
mala comunicación, prefería

1785
eliminar la tensión que se
derivaba del último
enfrentamiento verbal.

Respiro lo más hondo que le


dejaron los pulmones antes de
afrontar el siguiente asalto
de la conversación, evitando
caer en una batalla campal de
dimensiones desproporcionadas
en la obtención de respuestas
convincentes. Sentía la
necesidad de comprobar el
estado en el que se
encontraban los ánimos de
ella, teniendo muy presentes
los cambios de humor que
ofrecía. Puesto que se veía
inmerso en la tesitura de
arrojar la toalla ante la
escasa colaboración por parte
de quien pensaba que le
apoyaba sin ningún tipo de

1786
condiciones, eso había
quedado enterrado en el
pasado como una simple
anécdota para comentar en el
futuro a los allegados
durante una comida familiar.

Yolanda comenzó a rebuscar en


su bolso mano un paquete de
pañuelos de papel, ya que
apreciaba como una gota de
sudor le recorría a gran
velocidad por los pómulos.
Sintió un leve escalofrió al
rozar la piel de la manzana
que portaba en el mismo,
provocando un malestar
general que le desemboco en
un mareo parecido al que
había sufrido a la llegada al
hotel. Empezó a notar que se
le secaba la garganta
impidiéndole pronunciar una

1787
sola palabra, además era
incapaz de gesticular al
comprobar que se le
atenazaron los músculos de la
mandíbula, así no estaba en
disposición de hacer nada en
su favor.

Intentaría mediante el
lenguaje de signos que Diego
le ayudase a pasar el mal
trago. Veía peligroso que
durase mucho aquella
situación, pero el
nerviosismo no le servía como
antídoto a la parálisis
facial que se le presento de
imprevisto. Mantenía la calma
con bastante sacrificio de no
perder el control de lo que
tenía entre manos, corría el
riesgo de no recuperar la
movilidad del rostro al

1788
completo, desconocía de dónde
provenía dicha enfermedad.

Dejo la mente en blanco al


tiempo que reflexionaba
diferentes opciones para
salir de este atolladero,
sopesando distintas formas de
afrontar el asunto que ahora
mismo centraba su atención
con la etiqueta de máxima
prioridad. También las
extremidades tanto superiores
como inferiores resultaron
afectadas por un bloqueo del
sistema motriz de su
anatomía, ignoraba el grado
de energía del que disponía
en aquel preciso instante. La
evaluación de las mimas le
despertó cierta preocupación
por saber si reaccionarían
ante los estímulos externos,

1789
aunque tampoco quería
desencadenar un conflicto al
forzar de los escasos
recursos con los que pudiera
contar. Sin embargo, la
presión iba descendiendo
gradualmente en intensidad
sobre la masa muscular, iría
lentamente desentumeciendo
cada zona con tranquilidad.
Quizás el silencio que se
prodigaban mutuamente fue el
detonante que utilizo en la
superación de esta crisis
física.

Vio como unas manchas rojizas


poblaban el largo del anverso
de sus manos, tenía la duda
que ser alérgica a cualquiera
de los pesticidas que
utilizaron en la extinción de
alguna plaga en los campos de

1790
cultivo. Le prestó poca
atención al picor que le
producía dicha irritación
cutánea, ya que hallaba
absorta en el dilema de
comentarlo con Diego. Pero
eso conllevaría sincerarse al
cien por cien en todos los
sentidos de la palabra, no
pudiendo ocultar nada de lo
que en realidad le atraía de
la relación de amistad que
compartió con Natalia.
Evidenciaría una falta de
objetividad al contestar
algunas de las cuestiones que
ahora mismo se volvían a
desempolvar movidas por los
recuerdos del pasado, dado
que ella misma renegaba de
algunas vivencias que con
seguridad marcarían una
dirección en la cual tendría

1791
que adaptarse a un dinamismo
modificando el punto de vista
que defendió a ultranza con
uñas y dientes guiada por el
afán de conservar el
secretismo por encima del
resto de las cosas.

Enseguida cedió ante la


inminente vuelta al dialogo
que continuaba fluyendo entre
los dos, ahí radicaba parte
del éxito que pudiese obtener
en la inserción de algún
elemento extra de protección,
dado que no se hallaba en
condiciones de soportar un
exceso de emotividad mal
entendida. Le navegaba por la
mente la idea de que podría
recibir otra visita de quien
le acompaño la mitad del
recorrido en el autobús,

1792
temía que se repitiera la
misma escena de nerviosismo
que le obligo a frenar el
ritmo de su actividad diaria.
Intentaría conjugar el miedo
que le producía verse
involucrada en un asunto de
características poco
halagüeñas a la par que
conflictivo en contra de los
principios dictados por su
criterio.

{Diego}

¿Ascensor interior o exterior?

{Yolanda}

1793
En el que lleguemos primero a
nuestro destino, no tengo una
especial predilección por ninguno
de los dos.

{Diego}

La diferencia entre ambos es tan


sencilla como la distancia de un
pasillo más o menos, a la hora de
caminar en una u otra dirección.

{Yolanda}

1794
¿Tu cual sugieres que elijamos de
los dos?

{Diego}

Me decantaría por el exterior como


mejor opción, así también
aprovecharíamos el viaje para
contemplar la vista panorámica de
la ciudad.

{Yolanda}

Entonces escojo en de interior


para que no me refleje la luz del
día en los ojos, no soporto que me
los destellos se proyecten sobre
1795
mi cara.

{Diego}

¿Estas proponiendo que bajemos por


separado?

{Yolanda}

¡¡Chico listo!! No has tardado en


darte cuenta que será mejor que
cada uno haga el trayecto alejado
del otro, no me fio de tus buenas
intenciones.

{Diego}
1796
Antiguamente no ponías tantas
excusas a la hora de que
subiéramos juntos a un ascensor
público, pero no voy a montar una
escena por algo que no le veo
mayor importancia.

{Yolanda}

Deberías analizar tus actos antes


de intentar que te perdone el
asalto que protagonizaste a la
hora de besarme en los labios.

{Diego}

1797
¿Porque eres tan rencorosa?

{Yolanda}

Es mejor que no sigas estirando


más el tema, hay cosas que no
soporto de un hombre que se pueda
considerar maduro y creo que has
violado mi confianza.

{Diego}

Tampoco hay que exagerar lo


sucedido, además he tenido la
1798
deferencia de disculparme contigo.

{Yolanda}

Ya veremos con el tiempo si es


posible que te permita acercarte
de nuevo a mi vida privada, de
momento aléjate lo suficiente de
aquello que no sea estrictamente
profesional.

Al otro lado de la ciudad


Ignacio allanaba la
posibilidad de quitarle a
Abelardo de la cabeza el
convertirse en accionista del
negocio que tenía en mente,
ya que le resultaba un poco
peligroso mezclar a la

1799
familia en asuntos turbios.
Además, le generaba una
distancia insalvable por la
cercanía laboral que le unía
con Ernesto, eso daba todavía
perores expectativas a un
posible acuerdo empresarial.
Quizás se replantearía el
utilizarlo como cebo a la
hora de ocultar la verdadera
razón que le movían a delegar
en él poder manejar la
tramitación de la licencia de
exportación e importación de
mercancías al exterior. Así
nadie podría dudar de la
legalidad del tráfico
comercial que iba a iniciar
más adelante, estaría libre
de cualquier sospecha que
apareciese en el horizonte
actual. Divisaba que las
cosas rodaban en la dirección

1800
que había planificado con
todo lujo en los detalles,
aunque desechaba alimentar un
irreal triunfalismo, que le
causaría terribles
consecuencias al buscar
alianzas con terceros.

Se le presentaba un panorama
bastante despejado en el cual
insertar un reglamento que
cubriese sus necesidades,
exponiendo menos de lo que
había previsto en un
principio. Moviéndose en un
estrecho margen dentro de la
estabilidad que disfrutaba
desde la posición que adopto,
también se sustentaba por el
apoyo incondicional
demostrado por Jaime.
Convirtiéndose en uno de los
pilares sobre el que giraba

1801
una de la estructura de los
negocios en curso, además le
serviría en el desafió que le
propuso Ernesto
indirectamente, solo le
quedaba esperar con
tranquilidad el desarrollo de
los acontecimientos y llegado
el caso aprovecharía el
féretro en el que realizar
algún envió de capitales, no
perdiendo la ocasión de
embarcar el cadáver con rumbo
a un paraíso fiscal. De
momento se centraría en
deshacerse de una forma
diplomática de la batería de
preguntas formuladas por
Abelardo.

{Ignacio}

1802
¿Tú podrías conseguirme esos
documentos para dar de alta la
licencia?

{Abelardo}

Seria mejor que te acercases en


persona a recoger los impresos,
puesto que así también aprovechas
para ver si te tardan mucho en
tramitar el papeleo.

{Ignacio}

Veo que si no cuento contigo en el


negocio las cosas irán un poco
lentas, pero será un riesgo con el

1803
que tendré que contar si quiero
constituir la sociedad.

{Abelardo}

Es lo que tiene dejarme fuera de


tus asuntos económicos, que me
suele aparecer una laguna
transitoria en lo referente a
prestarte mi ayuda.

{Ignacio}

¿De qué porcentaje estaríamos


hablando?

1804
{Abelardo}

No menos de un diez por ciento de


los beneficios netos, el resto lo
quisiera en mano por el tema de
las comisiones bancarias y gastos
de transferencia entre cuentas.

{Ignacio}

Eso sobrepasa lo que tenía dentro


de mis previsiones, así que
tendrás que rebajar las
pretensiones iníciales más o menos
a la mitad.

1805
{Abelardo}

¿Solo obtendré un cinco por ciento


de los beneficios netos?

{Ignacio}

Creo que no has entendido mi


oferta en su totalidad, el
porcentaje que te corresponde va
con los gastos de impuestos a tu
cargo.

{Abelardo}

1806
Me parece un poco abusivo por tu
parte el hacerme ese desplante,
aunque me sirve para comprobar que
intentas no mezclar la familia con
los negocios.

Jaime empezaba a
impacientarse ante la llegada
masiva de visitantes a la
reserva natural, eso le
complicaba la travesía por el
lugar donde estableció la
zona de operaciones, puesto
que no quería dar pistas de
las actividades que
desarrollaba entre la
arboleda del parque. Pero no
contaba con el inesperado
incidente del estallido de un
artefacto en uno de los zulos

1807
de la zona sur, siendo
explosionado por una vista
que no le resultaba del todo
agradable recibir.

Trastocaría el transcurso de
lo que iba preparando ante
una eventual intervención,
con la que satisfacer el
encargo de Ignacio, tomaría
un largo intervalo de tiempo
en el que experimentar
diferentes tipos de armamento
ligero. Una de sus manías
pasaba por revisar cada paso
un mínimo de cinco veces,
observando con detenimiento
el funcionamiento de las
piezas a utilizar.
Asegurándose de no cometer
ningún error que le
conllevase ser descubierto en
el último momento.

1808
No tardo en escuchar como de
fondo una sacudida en seco
daba por terminada su
tranquilidad, eso le alerto
de que en la zona se hallaba
alguien que no estaba
invitado. Saco con rapidez
los prismáticos que guardaba
en un compartimiento de la
mochila de supervivencia,
seguidamente hizo un
reconocimiento visual de los
alrededores del entorno de
dónde provenía una extensa
humareda en tono blanquecino.
Comprobó que no fuese un
animal el que hubiese
detonado el artefacto, eso le
sembraba las dudas de que le
siguieran hasta el bosque,
empezaba a encontrar indicios
de que debía sopesar el

1809
cambio de ubicación de los
arsenales. Trasladaría el
material que fuese de
tecnología moderna,
desechando una buena cantidad
de explosivos de baja
intensidad. Provocaría
voladuras controladas que le
ayudasen a borrar los signos
de su paso.

L e llamo la atención que


detrás de un arbusto de
pequeñas dimensiones se
ocultaba una extensa melena
rizada, ahí tenía el motivo
de la deflagración de la mina
que estaba enterrada de
manera estratégica en la
entrada del zulo. Decidió
esperar unos minutos antes de
lanzarse en la identificación
de lo que a todas luces

1810
parecía la silueta de una
mujer, pero tampoco quería
dejarse llevar por la
precipitación, iría viendo la
evolución de los
acontecimientos antes de
intervenir apoyándose en el
efecto sorpresa. Sería uno de
los recursos que le
proporcionasen mejores
resultados, arriesgando a
penas un mínimo esfuerzo en
acercarse a su desconocida
visitante ocasional.

Orquestaría una trampa con la


que bloquear el avance hacia
otra localización , poniendo
una senda de dolor a su
alrededor .Examino con
detenimiento cada palmo del
terreno que le quedaba a la
altura de los ojos , buscando

1811
una alternativa con la que
acompañar la exploración de
aquello que en realidad le
estaba sirviendo de
improvisado escondite .

Fue descendiendo con


prudencia por la pendiente de
la montaña, a la espera de
poder avanzar con rapidez en
la travesía que tenía por
delante, no perdiendo el
curso de los acontecimientos
que se sucedían a un ritmo
vertiginoso. Lo que le
todavía le complicaba en
cierto modo el discurrir por
aquel resbaladizo lugar,
aunque no descansaría hasta
tener controlada la identidad
de la persona en cuestión,
dado que no era el instante
idóneo para que apareciesen

1812
las inesperadas sorpresas.
Tuvo la duda de que
perteneciese a uno de los
cuerpos de seguridad del
estado, esa teoría iba
cogiendo fuerza con el paso
de los minutos. No era una
hipótesis tan descabellada la
que le proponía el
subconsciente, ya que
cualquiera que merodease por
el entorno llevaría unida la
etiqueta de “sospechoso”.

Anudo una cuerda en forma de


lazada con la que colocar el
cebo para su presa , siendo
cubierta por un buen motón
de ramas de eucalipto con las
que ocultar la soga , también
aprovecho la ocasión para
colocar algo que brillase al
tras luz .Despertando la

1813
curiosidad de quien se
hallase próximo a los
arbustos colindantes , eso
ayudaría en la consecución
integra del plan que iba
ideado sobre la marcha , dado
que veía posibilidades de que
prosperase antes de que
esperaba , ahora solo tendría
que dejar que la
desesperación de la otra
parte fuese el aliado
perfecto .

Sabía que un resbalón


conllevaba el rodar
directamente por el
precipicio que finalizaba
justo a la entrada de la
presa de la central
hidroeléctrica, además de la
extensa fauna que habitaba la
reserva natural. Teniendo en

1814
cuenta que algunas especies
eran protegidas por la
administración del estado,
pero quien le preocupaba de
verdad era el guarda
forestal, del cual no se
fiaba demasiado de que no
hubiese curioseado en los
arsenales.

Se retiró por detrás de unos


matorrales borrando a su paso
las huellas que iba dejando
como rastro , así despistaría
la vigilancia de quien se
apostaba tras unas rocas
.Además utilizaría los
zarzales como escudo con el
que protegerse ante un
eventual ataque , la
incertidumbre se adueñaba
paulatinamente de la
situación , llegando al punto

1815
de provocar cierto
desequilibrio entre sus
prioridades más inmediatas
.Quizás este imprevisto
desmontaría buena parte del
entramado que había diseñado
a conciencia , teniendo en
cuenta la amplitud de
territorio que le permitía
conservar una buena cantidad
de artilugios del equipo de
supervivencia .

Podría pasar semanas


subsistiendo con los víveres
que allí almacenaba sin tener
que salir de aquel hábitat
natural, la preparación fue
estudiada a conciencia cada
milímetro en la colocación de
las distintas áreas.
Manteniendo un criterio de
actuación que le diese una

1816
libertad de movimientos
acorde a sus expectativas, a
la hora de concretar los
elementos que precisaba
instalar en los dispositivos
de vigilancia.

El camuflaje era una de las


bazas que mejor podía
explotar en la defensa de sus
intereses, todo dependería de
como gestionase el pequeño
incidente que intentaba
subsanar a la mayor celeridad
en los movimientos, aunque
tampoco acaba de comprender
el motivo que pudo conducir a
la extraña mujer hasta aquel
inhóspito lugar. Parecía
demasiada casualidad que
llegase de manera espontánea,
no albergaba la idea de que
fuese una simple

1817
coincidencia. La intuición le
invitaba a excavar en la
opción de que no se trataba
de una desconocida, sino que
tuvo tiempo de sacarse unos
planos personales de la zona
por la que transitaba con
bastante ligereza.

Solo faltaba averiguar la


identidad de la misma por la
estabilidad de su negocio, le
vino a la mente una imagen de
una fémina con la que
compartió afines en el
pasado. Pero hacia una gran
temporada que le perdió el
rastro de cuál podía ser el
paradero de la chica,
permaneció unos minutos
cavilando en silencio, dado
que no desechaba que volviera
a frecuentar el mismo sitio

1818
de donde se despidieron al
tomar diferentes caminos por
los que obtener un sustento
económico.

No tardo en obtener una


cierta ventaja en los
movimientos, por lo que se
dispuso a disparar un tiro al
aire de advertencia. Siendo
una medida disuasoria a la
espera de ver como se
desarrollarían los
acontecimientos, dado que
comprobarías hasta el extremo
que podrían llegar las cosas.

Temía que se le escapasen de


las manos cometiendo algún
error de bulto, notaba en
cierto modo que no se
encontraba cómodo, acciono el
gatillo del arma que empuñaba

1819
en la palma de la mano
derecha. Dejando que se
escuchase una sola
detonación, saliendo a gran
velocidad un casquillo de la
recamara de la pistola
quedando incrustado en una
roca de pequeña longitud.
Quizás se apresuró a la hora
de llevar a cabo la señal de
aviso, prefirió no permitir
que le sorprendieran más
adelante con algún tipo de
emboscada.

Permaneció inmóvil en la
demarcación en la que se
situó justo después de
efectuar el disparo que
serviría de señuelo. Se quedó
un poco retirado del camino
central que dividía cada
parte del parque natural, así

1820
obtendría una protección
extra en el desarrollo del
plan que iba poniendo en
práctica. No pretendía bajar
la guardia en lo referente a
que la vigilancia fuese
constante, cualquier
movimiento serio clave en la
defensa del material que
almacenaba en el subsuelo que
pisaba a diario, ya que ahora
mismo se jugaba el importe
íntegro de su patrimonio
personal. Teniendo en cuenta
la inversión que estaba
enterrada a lo largo de aquel
terreno escarpado, pudiendo
ser descubierto por algún
agente de la policía de
paisano que le siguiese la
pista o que alguien viese la
oportunidad de contratar los
servicios que solía

1821
desempeñar como mercenario a
sueldo.

Yolanda se dirigió al cuadro


de botones para seleccionar
el que precisaba para que el
ascensor viniese lo antes
posible, puesto que empezaba
a notar que la debilidad
volvía a tomar protagonismo
en su figura. Un sudor frio
se dejaba notar tanto en las
extremidades superiores como
inferiores, además de
apreciar un descenso
paulatino en la energía que
debía aglutinar en las
musculaturas en general.
Comenzó a sentir un mareo de
bastante envergadura que le
minaba la poca estabilidad de
la que disponía, era incapaz
de mantener el equilibrio del

1822
cuerpo en vertical, alargando
la mano derecha en la
búsqueda de apoyarse en el
marco del hueco destinado al
elevador. Apretaba los
dientes en señal de rabia en
la desesperación de verse
superada por las
circunstancias, pero haría lo
imprescindible con tal de no
dar su brazo a torcer.
Percibió un profundo zumbido
en los oídos agudizando el
malestar general que
presentaba a simple vista,
cubriéndose de nuevo los
pómulos de un sarpullido
rojizo que evidenciaba el
bajón anímico.

El bloqueo afectaba a sus


constantes vitales que le
aceleraban el corazón,

1823
convirtiéndose en la ante
sala de una inminente
taquicardia, siendo un aviso
de que el sistema inmunitario
no funcionaba correctamente a
los estímulos que le enviaba
el cerebro. Además, se le
resecaba la garganta por
falta de fluidez salival,
perdiendo una buena cantidad
de sales minerales que le
costaría recuperar, se le
acumulaba cierto nerviosismo
alrededor de su cuerpo
maltratado por el agotamiento
que albergaba en el mismo.
Viendo que se hallaba
completamente sola en medio
del hall de la tercera planta
Villa de Celeiro, quizás se
precipito en su decisión de
separarse dramáticamente de
Diego. Ahora que necesitaba

1824
que alguien le ayudase a
incorporarse de nuevo, sudaba
por los cuatro costados de su
anatomía con excesiva
abundancia.

Dejo que su espalda se


deslizase por el lateral de
la pared hasta quedarse
sentada en el suelo con la
cabeza apoyada en la misma,
intentaba no perder la
consciencia de lo que ocurría
en el entorno más próximo.
Tenía la esperanza de que
alguien transitase por el
pasillo en dirección a los
ascensores de la zona
exterior del complejo
residencial, le dio tiempo
para meditar sobre los
últimos acontecimientos en
referencia a lo relacionado

1825
con la vida personal y en
realidad le costaba asumir
que nada era como lo había
planificado en el pasado,
muchas de las ilusiones que
acompañaban a ese proyecto se
vieron truncadas el día en
que Ignacio se le cruzo en el
camino. Comprendió que no
había escogido al compañero
de viaje que cubriría las
carencias afectivas de las
cuales precisaba, se
acostumbró a que le faltase
un hombre al que contarle
aquello que pensaba que le
podía importar. Sin embargo,
se topó con vividor que solo
se preocupaba por sacar
provecho de cualquier pequeña
oportunidad.

Le dolía tener que admitir el

1826
error que cometió a hora de
dar el paso de relacionarse
con Ignacio, ya que nada de
lo que le había prometido se
cumpliría en el plazo que le
comento unos meses atrás. Del
lagrimal comenzó a manar un
fino hilillo de agua que iba
descendiendo por sus
mejillas, acentuando la
desazón que estaba soportando
en el alma. Medito la forma
menos radical de rectificar
aquello que no hiciese mella
en la poca moral que aún
conservaba, puesto que se le
derrumbo buena parte del
crédito que le avalaba la
autoestima que utilizaba como
carta de presentación. Siendo
un duro revés al que atajar
con una dosis de entereza que
se esfumo en el momento que

1827
más la precisaba, la mirada
se le perdía en un ángulo
muerto en el techo del lugar
donde se hallaba sentada,
dudaba si continuar luchando
por algo que seguramente no
le merecía la pena ni darle
un solo segundo de tiempo.
Ahora aprendería a valorar
los pequeños detalles,
eliminando el rencor que
todavía guardaba en el
corazón.

Tuvo la suerte de cara en la


aparición al fondo del
pasillo de la figura de un
hombre que caminaba en la
dirección que se encontraba
sentada a la par de la puerta
del ascensor. Alzo la vista
con la intención de fijar los
ojos en quien se le acercaba,

1828
el destino se había aliado
con ella poniendo una
solución cerca de su mano,
aunque desconocía si en
realidad se detendría a
socorrerla.

Pero quizás debía hacerle una


especie de señal para que
detuviera la marcha, decidió
levantar el hombro derecho
como símbolo de necesitar
auxilio sanitario, aguantaría
hasta que llamase la atención
del desconocido en cuestión.
Pensó en gritar lo más fuerte
que le permitieran los
pulmones ante el bloqueo de
funciones que mostraba el
cuerpo, inspiró con la poca
energía que tenía depositada
en los músculos de la
garganta dejando que el

1829
sonido de la voz tomase el
protagonismo deseado.

El ritmo del paso de aquel


individuo que respondía al
nombre de Bartolomé Méndez
Zuloaga era uno de los
responsables de mantenimiento
del hotel, que por
circunstancias se hallaba
haciendo la ronda de rutina
por las habitaciones de esa
planta. Tampoco quería perder
ignorar lo que sucedía
enfrente justo de donde le
tocaba transitar durante su
itinerario diario, enseguida
se persono justo delante de
ella con la disposición de
atenderla dentro de la
gravedad que presentaba a
simple vista. Reflexiono en
examinar el estado físico en

1830
el que observaba un bajón
importante en las defensas
del organismo, además de un
cuadro depresivo temporal por
algún motivo en especial que
seguramente no le revelaría,
la desconfianza jugaría un
papel de suma importancia a
la hora de intercambiar
opiniones acerca del alcance
del malestar general que
padecía.

Comenzó a preguntarle
abiertamente como había
podido ir a parar hasta allí,
viendo el cuadro clínico que
presentaba desde el lugar
donde la localizo, desde la
lejanía de la puerta de
acceso a la escalera de
emergencia del edificio.
Examinando la gravedad del

1831
accidente por si presentaba
algún tipo de lesión interna,
se fijó en que el rostro
mostraba signos evidentes de
que las cosas no iban por
buen camino, aunque le
resultaba embarazoso entrar
directamente a valorar los
motivos de aquella escena de
tintes dramáticos. Puesto que
le sorprendía en cierto modo
que un simple mareo diese una
imagen tan sobrecogedora y
además estuviera el silencio
marcando el desarrollo de los
acontecimientos.

{Bartolomé}

1832
¡¡¡ Oiga señorita!!! ¿Se encuentra
usted bien?

{Yolanda}

Si, lo único que preciso es que


usted deje de gritarme al oído que
no estoy sorda, quizás un poco
mareada por el calor que hace aquí
dentro.

{Bartolomé}

Es que están limpiando por


conductos de ventilación por orden
de la consejería de sanidad y para
ello deben desconectar el

1833
dispositivo general.

{Yolanda}

¿Puedo saber quién es usted?

{Bartolomé}

Me llamo Bartolomé Méndez Zuloaga


y pertenezco a la plantilla de
mantenimiento de este complejo
hotelero.

{Yolanda}
1834
Encantada me llamo Yolanda Barros
Rey y estoy cubriendo la noticia,
de la mujer que apareció, ayer
muerta en unas de las
habitaciones.

{Bartolomé}

¿Es usted policía?

{Yolanda}

1835
No periodista independiente de los
medios de comunicación y sería
interesante que recopilase la
mayor cantidad de datos posible.

{Bartolomé}

Bueno, lo cierto es que


casualmente ayer por la tarde
estuve cubriendo esa ala de esta
misma planta, además me choco que
la clienta de esa habitación venía
sola, teniendo que en cuenta que
se suele reservar para
matrimonios.

{Yolanda}

1836
¿Sabe si tuvo alguna visita
durante su turno trabajo?

{Bartolomé}

La verdad es que me avisaron de


recepción de que se había quejado
de la falta de potencia en el
conducto del aire acondicionado.

{Yolanda}

Veo que no soy a la única que le


afectan los cambios de
temperatura, ¿Fue usted a revisar

1837
el sistema de refrigeración?

{Bartolomé}

Si, me toco acudir a subsanar la


avería que tenía en el programador
del termostato, además de cambiar
el filtro de seguridad del mismo.

Al otro lado de la ciudad


Salvador seguía buscando la
manera de quitarse de encima
el acoso de Sandra, que no
cesaba en el empeño de
reventar la relación que
pretendía iniciar con Antia.
Puesto que no aceptaba el
rechazo de él a continuar

1838
siendo chantajeado
emocionalmente por ella, pero
en su cabeza también estaba
presente el tema de Natalia
Loureiro Iglesias no
permitiendo que bajase la
guardia. Nada parecía ser lo
que aparentemente se veía en
ninguna de las dos
situaciones, llegando a
desembocar en una confusión
de graves consecuencias.
Debía frenar el ataque
constante que sufrían sus
neuronas por la acumulación
de tarea, tampoco podía dejar
que el subconsciente volviese
a jugarle una mala pasada.
Haciendo que cediese a
cualquier extorsión
condicionada por un simple
comentario acerca de una
“futura” paternidad, de la

1839
cual seguía pensando que era
un anzuelo con el que
controlarlo.

Tuvo el impulso irrefrenable


de provocar una emboscada
para Sandra centrada en la
posibilidad de hacerse las
pruebas de paternidad, de
esta forma le obligaría a
someterse a los test de
embarazo. Le daría la vuelta
a las cosas que pretendía
hacer con él, con la ventaja
de cambiar el reglamento que
regiría a partir de ese
preciso instante, ahora solo
le faltaba recuperar el ritmo
de la respiración que el
resto no se le podría
resistir, colocando cada
pieza en el lugar oportuno
dentro de la partida.

1840
Empezaría pronto a ver los
beneficios de lo que
confecciono en décimas de
segundo, se limitaría a
observar con serenidad como
se derrumbaba el plan de
quien se halla frente a su
rostro. Bloquearía sin
problemas los golpes que
intentase propinarle mediante
la afinada dialéctica,
desarmando el poderío que
venía demostrando en los
últimos encuentros entre
ambos.

{Salvador}

¿Y si accedo a que me hagan esas

1841
pruebas de paternidad?

{Sandra}

Te darías que no miento en


absoluto, es mas así comprobaras
que aquella noche en tu despacho
se engendró tu futuro heredero.

{Salvador}

Prefiero que no cantes tan pronto


victoria en lo referente a mi
presunta paternidad, pueden
haberte fallado los cálculos a la
hora de echar las cuentas.

1842
{Sandra}

¿Me estas intentando poner


nerviosa?

{Salvador}

No, digamos que estoy dándote la


oportunidad de que abandones la
idea de hacerme cargar con un
embarazo ficticio que los dos
sabemos que solo existe en tu
cabeza.

1843
{Sandra}

Eso lo decidirán los análisis a


los que debes someterte, espero
que no te arrugues en el último
momento, eso me daría la razón
ante un juez.

{Salvador}

¿Piensas demandarme por despecho


en los tribunales?

{Sandra}

1844
Todo dependerá de que cumplas mis
exigencias de no iniciar esa
relación sentimental con Antia, de
lo contrario mañana mismo diré que
me forzaste a mantener relaciones
sexuales contigo.

{Salvador}

Creo que no tienes pruebas de


ningún tipo de violación por mi
parte, haría falta un certificado
de lesiones internas firmado por
un forense.

{Sandra}

1845
Ese es un alegato que no se
sostiene por mucho que intentes
que me sienta aludida por tus
palabras, tengo el suficiente
dinero como para obtener uno
falso.

Por su parte Isabela se había


convertido en la visita
sorpresa de Jaime con quien
compartió negocios en el
pasado, además de un intento
de forma una pareja
sentimental. Pero ambos
sabían que era complicado
mezclar los asuntos
profesionales con el placer,
aunque de vez en cuando se
citasen con la intención de
no perder el contacto. Se
respetaban mutuamente en el
plano personal por difícil
1846
que pudiera resultar aquello
que continuaba latiendo en el
aire, no precisaban dirigirse
más que un par de miradas
penetrantes. Lo utilizaban en
momentos que se le
complicaban las cosas más de
la cuenta, además de una
innegable atracción física
que desataba el lado salvaje
de los dos, aunque intentaban
que no entorpeciese el
desarrollo de los encargos
que a menudo les proponían.
Ahora su visita tenía unos
tientes muy diferentes a los
habituales, ya que para el
trabajito de Silvia
necesitaba un tipo de arma
con el que asustar a Ernesto,
sin saberlo era conocidos de
vista después del
encontronazo en la calle unas

1847
horas antes.

Con la caracterización que le


daba un aire similar
físicamente a la fallecida,
eso le sirvió como
experimento a la vez de
comprobación de si funcionaba
el nuevo estilo de maquillaje
que había comprado en una de
las exclusivas tiendas de la
ciudad, tomaba las distintas
personalidades de variados
aspectos, extremando el
cuidado en los detalles que
diesen pie a posibles errores
en el futuro. Espaciaban las
reuniones por motivos de
seguridad en el mantenimiento
de un perímetro de protección
de las actividades que iban
desarrollando de forma
clandestina. Intentaba

1848
modificar la mayoría de los
complementos con la ayuda de
un manual que había ido
confeccionando a lo largo de
los años, estuvo recopilando
tendencias con las que ir
montando trajes que se
amoldasen a cualquier
eventualidad que pudiera
surgir. Llegando a ponerse en
peligro la inserción de
algunos de los cometidos
incluidos en la misión.

Estaba poniendo en escena el


ultimo disfraz que la
imaginación le puso entre las
manos, tendría que cambiar
algunos aspectos que no
concordaban con lo que tenía
pensado para esta ocasión,
temía que la exageración de
algunos de los elementos

1849
diese el efecto contrario al
deseado en un principio. Por
lo que debía pulir aquello
que quizás fallase en el
instante menos oportuno, se
le escapaban algunas pequeñas
modificaciones que a primera
vista no lograba encontrar.
Prolongando el conflicto
interno que le desembocaba en
una incierta sensación de
inseguridad, la
intranquilidad tampoco era la
mejor de las consejeras a la
hora de adoptar decisiones
tan importantes. Puesto que
inclinaría la balanza en
torno a cometer
precipitaciones por un exceso
de confianza, la preparación
en lo referente al medio de
transporte a utilizar,
centraba buena parte de la

1850
preocupación de contar con
una perfecta puesta a punto.

Abandono el improvisado
escondite con la intención de
que se fundieran en un
profundo abrazo carnal. Pero
a medio camino tuvo que dejar
sus deseos más íntimos para
mejor ocasión, dado que el
anfitrión no se mostraba
igual de efusivo ante su
presencia en la reserva
natural. Se limitaba a
observar en silencio el
trayecto de ella hasta llegar
a donde él se hallaba quieto,
lo único que vario fue que
separo la pistola del resto
del cuerpo en señal de que no
volvería a disparar de nuevo.

Mantenía la mirada al frente

1851
como si no hubiese nadie en
cien metros a la redonda, ni
siquiera se le movía un solo
músculo por mucho que la
tensión se le acumulase en el
mismo. Le resultaba doloroso
el haber perdido un artefacto
de los que escondía en la
ladera del monte, sin
embargo, en la mente le
navegaba el símbolo de la
culpabilidad que proyectaban
sus ojos. Apreciando que el
sonido de la detonación
levantase la voz de alarma
entre la vigilancia del
parque forestal, movilizando
a un equipo de artificieros
que peinasen exhaustivamente
la zona.

Alargo la mano derecha con la


intención de posarla sobre el

1852
hombro de Jaime con la única
intención de rebajar los
ánimos, evitando que el tono
subiera por encima de lo
normal en estos casos. Era la
manera que tenia de reconocer
que se había equivocado al
escoger dicha opción,
creyendo que el desenlace
sería con otro final muy
distinto al que les tocaba
disfrutar, quedando un
regusto amargo en el ambiente
poco recomendable en el
inicio de una conversación,
condicionando el rumbo que
convenía a cada uno de los
tertulianos. Ninguno
pretendía romper de manera
unilateral el silencio que
presidía el encuentro, pero
no les bastaba simplemente
con observar los movimientos

1853
del otro, usaban el
nerviosismo en beneficio
propio en la búsqueda de
provocar la relajación del
contrario. Ahí radicaba el
punto de inflexión a explotar
por quien estuviese en poder
de la razón, desechando la
idea de correr riesgos
innecesarios a la hora de
exponer sus respectivas
alegaciones. El orgullo no
les permitía retroceder en
las pretensiones que
defendían a capa y espada
dentro de la argumentación a
poner encima de la mesa.

El estrecho marcaje al que se


abocaron desde un principio
por el juego al que estaban
acostumbrados que sirviera
como entrenamiento previo.

1854
Sin embargo, ella no midió el
impacto que podría suponer
que un fallo como el que
sucedió al explotar uno de
las granadas de fabricación
casera oculta bajo el terreno
escarpado de la montaña,
abriendo un boquete de unos
treinta y cinco centímetros
de diámetro en la
circunferencia que describía.
Dejando al descubierto las
raíces del árbol utilizado en
funciones de improvisado
cartel, empezó él a girar la
cabeza señalando mostrando
una leve negación. Apretaba
con fuerza los labios ante el
desacuerdo que apreciaba en
el interior, no encontraba
una explicación convincente
que le quitase el amargor que
se le instalo en el paladar.

1855
Luchaba por mantener a raya
el ataque de ira que iba
creciendo a lo largo de su
cuerpo, meditaba la manera
menos dolorosa de canalizar
aquella dañina energía.

Además, el subconsciente le
proyectaba una imagen de lo
que presuntamente sería el
desenlace de haber ocurrido
en el sentido contrario.
Contando que ella no hubiera
sobrevivido a la explosión
del artefacto, que en
realidad pondría en alerta a
los responsables de la
seguridad de la reserva
natural. Suspiro
profundamente antes de
dignarse en hacer un gesto de
tranquilidad, lo que valdría
de invitación para que se

1856
reconciliasen por el bien de
los dos. Quizás les daría una
lección que no olvidarían en
mucho tiempo, reforzando el
vínculo que les unía tanto en
lo personal como en lo
profesional, creando un lazo
de complicidad que iría
creciendo según ellos
cimentasen el dialogo en la
fluidez de los afectos que se
prodigaban con total
espontaneidad.

Entonces ella viendo que la


tensión dejo paso a un clima
de menor intoxicación
emocional, decidió abrir la
conversación con un leve
toque de serenidad.
Apoyándose en el afecto que
se dispensaban cuando se
encontraban en la intimidad,

1857
eso le valdría de excusa en
la toma de contacto personal,
explotaría la vía diplomática
hasta las últimas
consecuencias. Asentando una
sólida base de entendimiento
con la que alejar el fantasma
de la desconfianza, se le
hacía complicado cambiar
tantos aspectos de una sola
tacada. Pero tampoco contaba
con otra alternativa de
similares garantías en la
consecución de los resultados
apetecidos, si dudaba en la
exposición de las
explicaciones podría caer en
la ambigüedad de criterios.

{Isabela}

1858
Hola Jaime, ¿Por qué estas
mirándome tan serio?

{Jaime}

Hola Isabela, lo cierto es que no


acabo de entender la maniobra que
has utilizado para llegar aquí, no
termino de ver que impulso te ha
llevado a jugarte de una forma tan
poco racional.

{Isabela}

1859
Mi intención era sorprenderte como
anteriores ejercicios del
entrenamiento, no tenía ninguna
intención provocar fricciones
entre nosotros.

{Jaime}

¿Acaso no valoras tu vida?

{Isabela}

Me resulta hiriente que me hagas


esa pregunta, ya que me parece que
no hice nada que ponga en duda mi
fidelidad a nuestro pacto de
permanecer unidos por la causa.

1860
{Jaime}

En mi modesta opinión has elegido


una opción de alto riesgo, no
tengo claro el reto que pretendías
probarte a ti misma, lo que has
logrado es que el guarda forestal
nos haga una visita extra.

{Isabela}

¿Piensas que deberíamos


separarnos?

1861
{Jaime}

Bueno eso llevo un tiempo


meditándolo en silencio, aunque la
verdad es que nos compenetramos
perfectamente a la hora de
repartirnos el trabajo, pero me
preocupa que te pueda ocurrir algo
desagradable.

{Isabela}

Tranquilo que no volverá a suceder


he aprendido una sabia lección, me
ceñiré a lo que ya hemos ido
usando en otros encargos.

Laura no terminaba de verse


arropada al cien por cien por
1862
la gente que en su día
compartió el mismo círculo de
amistades que ella, ahí
notaba la falta de
complicidad que le unía con
Natalia en los momentos en
los que la soledad hacia acto
de presencia. Intentaba
resistirse a que le dirigiera
el siguiente paso a poner en
práctica, ya que no quería
darse por vencida sin haber
luchado en mantener la
posición que disfrutaba,
aunque apreciaba que pendía
de un hilo el poco aguante
que atesoraba en su alma. La
desazón tomaba buena cuenta
de aquellos recursos que
mejor se adaptaban al modelo
que convenía implantar, dado
que el panorama le era del
todo favorable, además de ver

1863
frustrados la mayoría de los
proyectos que estuvo
preparando con su amiga
fallecida. Sentía que se
hallaba en tierra de nadie a
la vez que buscaba el cobijo
en los brazos de alguien que
le proporcionase un poco de
calor humano, el destino le
enseñaba el lado de peor
color para enfrentarse en
solitario.

La injusticia se iba cebando


con el entorno que le había
tocado en suerte,
condicionando cada movimiento
que se le pasaba por la
cabeza como algo a colocar
entre las prioridades en
curso. Sin embargo, no quería
caer en una evidente
depresión, asuntos que no

1864
tenían una solución coherente
a simple vista de los hechos,
intentaría asumir que todo
sufrió un cambio radical con
respecto a la idea principal
que barajaba entre las que
pretendía no desechar,
aquellas que quizás en el
futuro pudiera reciclar en
otro tipo de contexto.
Eliminando la parte enseñase
la parte negativa de cada una
de sus iniciativas, no cesaba
de pensar en lo difícil que
se le presentaba de manejar
los asuntos laborales.
Obviamente desechaba la
opción de alinearse del lado
de Francisco, no le ofrecía
la confianza necesaria como
para depositar en él un voto
de complicidad.

1865
También se le cruzo la imagen
de Ángel entre los candidatos
a proteger el trasfondo de
los recuerdos que evitaba que
se quedasen en el olvido. Era
la única herencia que
conservaba de su vida en
común con Natalia, le dolía
rebuscar en los cajones de la
alcoba que disfrutaron en la
intimidad. Le costaba
adaptarse a la nueva
situación que debía asumir
dentro de lo que sería algo
habitual, tomando con
serenidad los cambios que el
destino le había preparado.
Separando los buenos ratos
que se prodigaban la una a la
otra el tiempo que les toco
de disfrutar, meditaba el
guardar o no los enseres
personales de su amada.

1866
Dejando la habitación con los
objetos que contenía de ella
en todo el perímetro, quizás
se le haría duro observar el
progresivo deterioro de los
mismos.

Empezó a sonar con


insistencia el teléfono
móvil, lo que ayudo a
perturbar el silencio que le
acompañaba desde hacía largo
espacio de tiempo. Solía
tener la costumbre de
aislarse del resto del mundo
por voluntad propia, le
serbia como una especie de
terapia para descongestionar
el cuerpo de la enorme
cantidad de agentes nocivos
que le rodeaban en la rutina
diaria, decidió ignorarlo por
completo, soportando con

1867
tranquilidad la repetición
del timbre de la llamada.

Eso contrastaba en cierto


modo con la armonía que
representaba la silueta, le
importaba el cambio que
experimentaban las
sensaciones en el conjunto
que logro cohesionar con los
impulsos que le marcaba la
mente. Vislumbraba que nada
volvería a proporcionarle la
paz que le demandaba el
instante por el que
deambulaba la estabilidad que
debía imponer entorno a su
criterio.

Temía verse inmersa en un mar


de dudas existenciales con
respecto a no poder rehacer
su vida sentimental, perdió

1868
la confianza en la fortaleza
que desprendía la voluntad
esgrimida en el pasado, a la
hora de afrontar cualquier
tipo de reto que se le
presentase por delante de los
ojos. Pero eso parecía que
desapareció por arte de magia
no dejando ni una huella con
la que reiniciar un camino en
similares circunstancias,
dando pie a un vació de
dimensiones desproporcionadas
que le obligaban a
reestructurar algunas de las
cosas que pensaba conservar
de dicha experiencia, aunque
no terminaba de comprender el
enfoque que tendría que
insertar. Quizás se
enmarcaría en una profunda
renovación de los valores que
consideraba fundamentales,

1869
sujetando cada detalle dentro
de lo que apuntalaría la base
que adoptaría como los
cimientos a consolidar.

Pero no estaría mucho tiempo


sin que la tranquilidad
tuviera una nueva
interrupción en forma de
llamada telefónica. Resultaba
ser una persona de la vida
pública con bastante tirón
entre los profesionales de
los medios de comunicación,
además de no solo por la
imagen que proyectaba ante
las cámaras de televisión,
sino por la calidad humana
que demostraba en algunos
actos benéficos a los que
solía asistir acompañada por
gente de la prensa escrita, a
la cual le debía el prestigio

1870
que se había ganado gracias a
la dedicación al mundo
audiovisual. Ahí se
transformaba en una auténtica
comunicadora de primer nivel
aparcando todo lo que le
rodeaba en el entorno
doméstico, la seguridad que
derrochaba delante de los
focos.

Miro de reojo la pantalla del


celular táctil que yacía
encima de la mesita de su
despacho, asegurándose de que
no era nada importante, así
no tendría que luego dar
explicaciones sobre las
decisiones que le convenían
en cada instante. Cubriéndose
de posibles resbalones en los
diferentes ámbitos
personales, debatiendo la

1871
dirección en la que debía
volcar las frustraciones.
Sacaría el poco ímpetu que
sobraba en él lo más profundo
del alma, aislando las
heridas que todavía podrían
superarle algún tipo de
amargura mezclada con unos
leves toques de sufrimiento.
Intentaría borrar de la mente
la mayoría de los asuntos
relacionados con los momentos
vividos con Natalia en el
pasado, se esforzaba en pasar
la página con mucha rapidez
en el desarrollo de los
acontecimientos.

Al final se fijó que se


trataba de Ismael que fue
partícipe de que empezase a
frecuentar la amistad de la
víctima. Discrepaban a menudo

1872
por la forma de enfocar el
trato que ambos le
dispensaban a quien les unía
por circunstancias del
destino, jamás tuvieron ni un
solo roce por algún brote
incontrolado de celos, cada
uno conocía a la perfección
el papel que le tocaba
desempeñar. Lo único que
marcaba las distancias venía
dado por los afectos que
ellas se prodigaban en la
intimidad, al utilizarlos en
medio de conversaciones de
contenido intrascendente.
Creando malas
interpretaciones en las
opiniones de algunos
habituales contertulios,
poniendo en peligro la
armonía que se respiraba en
el ambiente.

1873
Entonces se veía en la
obligación de atender a quien
se preocupó en ponerse en
contacto con ella,
seguramente le transmitiría
noticias relacionadas con la
muerte de su amada. Lo que
ahora mismo se había
convertido en el centro de
atención que le rondaba por
la cabeza, a parte la
incertidumbre volvía a cobrar
protagonismo en la primera
fila. Nada deseaba más en el
mudo que manejar información
de las últimas
averiguaciones, apreciaba que
se lo debía a la que fu la
compañera fiel en los
momentos de mayores
dificultades en su
existencia. Percibía que la

1874
señalaban desde lejos con la
mirada por la atracción que
sentía hacia las mujeres,
también se daba cuenta de las
múltiples zancadillas
profesionales.

Apretó el botón de
establecimiento de llamada
con la esperanza de que lo
que había leído en la prensa
fuese una broma de mal gusto
y que en cualquier momento
estaría de nuevo compartiendo
complicidad con la que
consideraba el amor de su
vida. Ese sueño se iba
desvaneciendo con el paso de
los minutos en el reloj de la
muñeca izquierda. Empezaba a
resignarse con que seguiría
la travesía en solitario por
muy duro de asumir que la

1875
pudiera parecer continuar la
singladura hacia un futuro
incierto, tampoco contará con
el carisma que ella le
infundía a modo de medicina
contra el decaimiento. Hizo
un examen de la sucesión de
hechos que se le iban
agolpando en la mente,
llegando a la conclusión de
que dependía en exceso del
beneplácito de los demás.
Imponiéndose un cambio
radical que prioridades,
puesto que urgía que el
reconducir ciertos matices
que le estaban llevando a un
callejón sin salida.

Respiro profundamente antes


de afrontar una larga charla
telefónica, sabiendo que al
final se volvería a quedar en

1876
la compañía de la soledad,
aunque aprovecharía para
rebajar la intensidad
emocional que rebosaba por
los poros de su piel.
Esperaba no precipitarse a la
hora de replicar las
preguntas de Ismael con mucha
serenidad a la vez de no
atropellarse con las
palabras, afrontando con
paciencia el momento que le
proponía el destino. Siendo
uno de los mejores bálsamos
con los que curar la cicatriz
que tenía grabada a fuego en
el corazón.

Alimentando la esperanza de
una pronta recuperación en su
autoestima debilitada, por la
violencia que sacudía
alrededor de la actividad que

1877
llevaba a cabo. Albergaba la
posibilidad de romper con
algunos de los prejuicios que
arrastraba del pasado.
Produciendo un conflicto
entre lo verdaderamente
importante, desechando la
mayoría de suposiciones que
aparecían en el horizonte.

{Laura}

Hola buenas tardes Ismael, ¿En qué


puedo ayudarte?

{Ismael}

1878
Hola buenas tardes Laura, solo
pretendía hacerte una llamada de
cortesía para saber cómo te
encontrabas ante la triste noticia
que aparece en los periódicos.

{Laura}

Lo cierto es que me ha cogido de


sorpresa, sabiendo que no había
superado nuestra ruptura como
pareja sentimental, teniendo en
cuenta que a menudo hablábamos por
teléfono.

{Ismael}

1879
¿Conocías a todas sus amistades?

{Laura}

La mayoría se le presente yo misma


el día que llego a la ciudad,
tampoco se el resto de gente que
frecuentaba a diario, además por
su trabajo se mezclaba con todo
tipo de personas.

{Ismael}

Es lo que me imaginaba alguien que


no pertenece al círculo más
cercano de la víctima, ahora me

1880
cuadran algunas piezas que no
encajaban.

{Laura}

¿Por qué dices que no te


cuadraban?

{Ismael}

Nada, que esta mañana han venido


dos periodistas haciendo preguntas
sobre la muerte de Natalia y la
verdad es que no han sido muy
amables.

1881
{Laura}

Creo que son dos amigos míos que


trabajan para una agencia de
información independiente, espero
que se hayan ido de la escena del
crimen.

{Ismael}

De momento siguen transitando por


las dependencias del hotel, quizás
estén examinando los restos que
hay dejado la policía sin cubrir
como prueba.

1882
{Laura}

¿Solo me llamabas por esa pequeña


eventualidad?

{Ismael}

Aprovechaba el momento para


saludarte después de tanto tiempo
sin hablar en persona, tampoco voy
a entrar en un debate abierto en
el conocer dichos motivos.

{Laura}

1883
Prefiero en este instante dar por
finalizada la conversación, por lo
que te rogaría que no volvieras a
marcar este número de teléfono.

{Ismael}

De acuerdo respetare tu decisión


de olvidarme de ti, que
tengas suerte en la vida.

{Laura}

Igualmente Ismael.

Empezó a sonar con fuerza el


1884
celular de Daniel que en
realidad era una señal de
libertad para Ángel, así
podría continuar con la
autopsia que mayor interés
despertaba de las que
aparecían programadas dentro
de las urgentes. A parte de
esclarecer el móvil del
asesinato que apuntaba en la
dirección de un evidente
envenenamiento, al comprobar
que no existían signos de
violencia física. Ni si
quiera se molestó en observar
si se trataba de algo que le
afectase indirectamente a lo
que centraba en realidad su
planificación del trabajo.
Abriría una puerta a la
esperanza de conservar la
integridad de los estudios
que iba recopilando en el

1885
expediente de cada uno de los
cadáveres que gestionaba con
sumo cuidado de no perder ni
un solo detalle en la
trascripción de los datos,
siendo menos complicado al
localizar la identidad de los
mismos.

Confiaba en que ese deseo se


hiciese realidad por el bien
de su autoestima, dejando que
los acontecimientos fluyeran
con la rapidez que intentaba
que se desarrollasen con toda
la tranquilidad del mundo.
Pero divisaba que no estaba
asentado en el perfil que
mejor se adaptaba a las
necesidades que le demandaba
el destino, colocándole un
muro de inseguridades delante
de los ojos.

1886
Tampoco permitiría que el
desánimo repercutiese en las
ilusiones que había
depositado como base, quizás
la precipitación le jugaría
una mala pasada, al provocar
una visible alteración del
sistema nervioso. Teniendo
que controlar el ansia que se
le despertaba al conocer que
seguramente abandonaría la
compañía de aquel eventual
invitado, lo que aliviaría
con creces la tensión que se
respiraba en el ambiente.
Sintiendo una leve
acumulación de intoxicación
que no le convenía a la hora
de analizar los expedientes,
se intentaba escudar en el
poderío que le infundía la
enorme paciencia que

1887
desplegaba en los instantes
clave.

No perdía ni uno solo de los


detalles que le proporcionaba
la posición en la que se
hallaba, con la única
intención de ver como se
cumplían sus plegarias de que
tomase la dirección de salida
del laboratorio del anatómico
forense, aunque notaba que
eso se podría demorar unos
cuantos minutos. Gesticulaba
con la mano derecha a modo de
manejar la tensión que le
transmitía aquella situación,
evitaba correr riesgos
innecesarios por el bien de
lo que debía proteger de
cualquier ataque sorpresa.

Controlaría el ímpetu que

1888
marcaba un camino diferente
al que opto en un principio,
tomaba precauciones en lo
concerniente a mantener a
Laura al margen de los
asuntos con Daniel. Separando
la parte que pudiese
vincularla con alguna de las
investigaciones en las que se
hallaba inmerso, era una
medida de prevención ante
posibles traiciones
provenientes de los diversos
frentes que continuaban
abiertos en el seno de la
policía.

Afinaría el ingenio con la


única pretensión de conservar
intactos los argumentos que
atesoraba en la memoria,
quizás la presión dejaría un
rastro de profundo

1889
desequilibrio emocional,
amparado en la indecisión
acerca de cortar de raíz con
el problema que era incapaz
de soltar del lastre que
seguía arrastrando en su
mente. Olvidando que hacía
tiempo que dio carpetazo a la
mayoría de los asuntos, sin
excepciones en los que
consideraba fundamentales de
no aparcarlos lejos de una
estrecha vigilancia.
Utilizando un archivo en el
que clasificaba el material
sensible a poder sustraído,
extremaba las medidas de
seguridad alrededor del
recinto donde guardaba dichas
anotaciones confidenciales.
Además, les inserto un código
electrónico al que solo él
tenía acceso con la clave,

1890
así limitaría el número de
visitas inesperadas,
reduciendo a la mitad los
candidatos a romper el
dispositivo diseñado a
conciencia.

Meditaba potenciar un poco


más algunos de los aspectos
que no terminaban de
ajustarse al plano que
navegaba en su cabeza, pero
reflejaba una actitud de
profunda frialdad de cara a
la galería, cuando en
realidad seguía maquinando
mejoras que implantar en ese
proyecto, viendo la manera de
renovar materiales que se iba
deteriorando dentro del
sistema. Precisaba de
sensores con una resolución
de un calibre superior al que

1891
uso en el ensamblaje
original, además de recubrir
las paredes de la cabida con
una aleación del doble de
grosor. Convirtiendo la
cámara de la caja fuerte en
un auténtico bunker, por lo
que estudiaba diferentes vías
en la construcción del mismo,
no haciendo ni un comentario
a las personas que compartían
el entorno más cercano.

Observo que Daniel por fin


terminaba la conversación
telefónica, esperando que no
tardase demasiado en
comunicarle que debía
ausentarse hasta una mejor
ocasión. Pero también se
preocupaba en conservar la
cautela necesaria con la que
afrontar los imprevistos que

1892
pudieran aparecer sin previo
aviso de llegada. Temía que
el giro fuese al contrario de
lo que estuvo meditando con
anterioridad, entrando en una
espiral de cierto
desequilibrio interior,
debiendo subsanar las
carencias que se le iban
agolpando alrededor de la
mente marcando una senada de
dudas razonables, que
aumentarían con creces la
presión que soportaba por
acoso y derribo al que le
sometía quien menos le
convenía a su salud tanto
física como anímica.

{Daniel}

1893
Bueno Ángel estas de suerte, debo
atender unos asuntos que requieren
mi presencia al otro lado de la
ciudad, espero hacer un hueco en
mi agenda para terminar nuestra
conversación.

{Ángel}

Tranquilo entiendo a la perfección


que eres un hombre bastante
ocupado, tampoco quisiera abusar
de tu tiempo en algo que los dos
sabemos que se puede arreglar más
adelante.

{Daniel}

1894
¿De verdad que no te importa?

{Ángel}

No, otro día seguimos charlando


tan relajados como hasta ahora,
que tengas un buen día.

{Daniel}

Lo mismo te deseo.

Finalizando de salir las

1895
últimas letras de la garganta
de Daniel que retumbaron en
las esquinas de las paredes
del laboratorio, este se giró
sobre sí mismo quedando
enfilado hacia la salida de
las dependencias del
anatómico forense. En su
cabeza navegaba la idea de
que Ángel se guardaba algún
as en la manga, además de
ocultar información clave en
lo concerniente al cadáver de
Natalia. Jugaría la baza de
atacarle con el factor
sorpresa con el que minar la
integridad que mostraba cada
vez que encontraba en medio
de un duelo dialéctico,
siendo uno de los pocos
recursos que podría explotar
con la efectividad que le
repercutiría en un ascenso de

1896
la moral.

Le faltaron mimbres con los


que poder tumbarlo sobre la
lona con algún golpe de
efecto directo a la línea de
flotación, reventando el muro
que había colocado en la
protección de sus intereses,
aunque sabía que no sería
eternamente infranqueable por
el asedio al que intentaría
someterlo en el próximo cruce
de opiniones. Aniquilaría
cualquier reducto de
seguridad que se le pusiera
por delante, la piedad se
quedaría afinada en el fondo
de un cajón denominado “el
olvido”. El rencor tomaba el
papel de protagonista ante el
desafortunado abandono del
combate verbal que ambos

1897
estaban librando con una
inusual viveza al repeler las
embestidas que se sucedían,
el ritmo no decaía con el
paso de los minutos por lo
que fue un buen momento para
una interrupción de la
batalla campal.

L a insatisfacción le
condenaba a tener que
postergar el siguiente asalto
de esta lucha sin cuartel que
se le grabo a fuego en el
alma, puesto que no hallaría
otra oportunidad en la que
dar el tiro de gracia con la
facilidad de este preciso
instante. Dejo demasiado
margen de maniobra al que
consideraba su contrincante,
lo que propicio que rebajase
la guardia de aquello que en

1898
realidad le importaba por lo
que se jugaba en ello. Siendo
aprovechado por Ángel en la
búsqueda de poder desviar en
cierto modo el centro de la
polémica que le suscitaba el
no obtener un resultado
positivo, provocando un
retraso a la hora de negociar
con uno de los adinerados
clientes a los que servía de
manera clandestina.
Abocándolo a una posición
incómoda de mantener por la
rebaja en la comisión que
recibiría a la entrega del
encargo, idearía un plan de
choque con el que hacer
frente a la eventualidad de
no contar con el paquete
acordado con el destinatario.

Hizo un examen general de lo

1899
que podría poner en práctica
para paliar el pequeño
contratiempo que se le
presentaba en forma de
traspiés, se le pasaba por la
cabeza el intentar sustraer
un cuerpo del depósito del
anatómico forense. Solo
tendría que diseñar un plan
incluyendo el asalto con
nocturnidad, entonces debía
reclutar gente que fuese
especialista en perpetrar
golpes en instalaciones de
alta seguridad.

La misión entrañaba el
peligro de no cometer ni un
error durante la operación
dentro del edificio, aparte
de contar con un equipo de
apoyo en el exterior que
supiera reaccionar ante

1900
posibles imprevistos. La
paciencia iba dando paso a
zanjar el asunto de un modo
menos coloquial, cambiando a
una dimensión donde los
hechos serian la nota
predominante. Abriendo un
amplio frente a las
hostilidades en la lucha por
lograr alcanzar la meta que
se había propuesto como reto
personal.

Pensó en reclutar a Jaime


entre los miembros del
comando de asalto, disponía
de unas referencias
inmejorables en el contexto
de aplicación de técnicas de
combate. Además, proyectaba
una versatilidad en el
desempeño de cualquier tarea
que se le encomendase, aunque

1901
mostraba una cierta debilidad
hacia rodearse en exceso de
amistades del otro sexo,
poniendo en serio peligro el
desenlace de asuntos de
especial relevancia. Tampoco
supondría un defecto al que
no se le pudiera desviar con
cierta mano izquierda, del
resto no encontraría a nadie
con tanta dedicación a la
causa, teniendo en cuenta que
se curtió en la
clandestinidad de los
carteles del crimen
organizado en Sudamérica. Así
que tendría que aguantar las
excentricidades por el buen
funcionamiento de la
estrategia que pretendía
utilizar.

También tenía como objetivo

1902
hacerse con los servicios de
Luís, para que le
confeccionase unos
certificados de traslado
falsos con los que enviar los
cuerpos identificados.
Intentando evitar que los
abrieran en la aduana del
puerto de salida del país,
ahí se le abría otro problema
al que subsanar con bastante
rapidez de movimientos. Debía
localizar conductores de
carreras ilegales que no
estuvieran fichados por la
policía y que tomasen en
serio cada encargo que se le
pusiera en las manos,
desechando a los que solo
buscaban un hueco en la
organización delictiva.
Medito darse una vuelta por
los bajos fondos de la

1903
ciudad, centrándose en los
barrios marginales de toda la
vida, ya que no olvidaba que
en el pasado fueron los
orígenes de su trayectoria en
los negocios turbios. Por lo
que de vez en cuando donaba
una asignación a los más
necesitados, mitigando el
síndrome de culpabilidad que
le perseguía sin descanso.

Ángel que no perdía detalle


del trayecto del que fuera su
visitante hasta hace unos
minutos, esperaba poder
reponerse pronto de la
sacudida emocional a la que
estuvo sometido durante la
conversación. Sabía que era
una mínima tregua en el
entorno de la batalla que
libraban a menudo en la

1904
protección de unos ideales a
lo que no pretendían
renunciar, ninguno de los dos
daría el brazo a torcer con
suma facilidad, aferrándose a
un minúsculo resquicio que
apareciese en el horizonte.
Sirviendo para mantener a
salvo buena parte de la
documentación que escondía en
el sótano del edificio, le
rondaba por la cabeza la
posibilidad de ir trasladando
aquello que consideraba de
mayor importancia. Puesto que
apreciaba que alguien
mostraba especial interés por
frecuentar las instalaciones
donde se ubicaba su lugar de
trabajo, eso le serviría de
ayuda en la forma de olvidar
lo ocurrido con anterioridad.

1905
Empezó a respirar con cierta
tranquilidad al ver que sus
investigaciones continuaban
intactas, esperando que las
cosas no fuesen a peor.
Sabiendo que muchos ojos le
prestaban una especial
vigilancia en cualquiera de
los múltiples casos que
analizaba a diario, en la
búsqueda de que le hiciese
confidencias acerca de lo que
iba descubriendo en cada uno
de los cadáveres. Sin
embargo, se las apañaba con
cierta maestría utilizando
elementos que le daban la
oportunidad de guardarse
aquello que consideraba
importante, se escudaba en el
secreto de profesión que no
le permitía revelar detalles
fuera de lo estrictamente

1906
incluido en los informes que
entregaba a la policía.

Por ese lado no temía que


nadie tuviese la feliz idea
de venir a reclamar que le
explicase los procedimientos
que seguía en su trabajo,
quizás era el momento de
indagar en el pasado de la
víctima que tenía de cuerpo
presente, aunque le chocaba
que ningún familiar se
hubiese molestado en
preguntar por las causas de
la muerte. Le resultaba
extraño que ni si quiera
Salvador pronunciase nada al
respecto en lo referente a
ese tema en concreto, tampoco
querría meterse en el proceso
abierto por las fuerzas del
orden público.

1907
Sopesaba la idea de
comunicarse con él por vía
telefónica como medida para
comprobar si alguien se había
interesado por el cadáver,
además de aprovechar la
circunstancia en poner sobre
la mesa algunas cosas que no
terminaba de comprender.
Quizás no había muerto por
alguna acción violenta de
índole machista, sino que
ganaba enteros la posibilidad
de que la envenenasen con un
fármaco que provocase una
aceleración de la tensión
arterial, aunque le costaría
bastante poder probar la
teoría que no le parecía del
todo descabellada a simple
vista. Teniendo en cuenta que
contaba con pocos objetos

1908
personales de Natalia como
para sacar una valoración de
mayor exactitud, a parte de
la falta de una dirección en
que poder tomar un punto de
partida. Puesto que no le
serviría con implantar meras
suposiciones en lo referente
a un posible suicidio
pasional, ahí no descartaba
que el trasfondo viniese dado
por una dolorosa ruptura
sentimental. Dado que en una
ocasión tuvo conocimiento de
un episodio en el cual la
fallecida se vio involucrada
en una intoxicación derivada
por una excesiva ingesta de
barbitúricos.

Pensó en contactar con Diego


con la esperanza de que la
indicase que relación le unía

1909
a Yolanda con la víctima, ya
que nunca termino de
comprender aquella defensa a
ultranza. Notaba que todo
desembocaba en una profunda
obsesión por cubrir la
relación que mantenían en
secreto o por lo menos esa
era la imagen que proyectaban
ante los demás. Llegando a
convertirse en algo por
encima de un mero rumor
enfundado, entrando en un
chismorreo que salpicaba a
terceras personas de su
entorno diario. Comprobó que
se movía en un estrecho
margen de actuación, dejando
poco espacio para una
sorpresa de última hora.
Apreciaba un cierto
hermetismo alrededor de todo
lo había sucedido la tarde

1910
anterior.

Ignacio consiguió persuadir a


su primo Abelardo de que la
conversación debía tocar a su
fin, dado que las preguntas
empezaban a profundizar en un
terreno un tanto peligroso.
Intento desviar la atención
de este hacia temas menos
comprometedores de poder
contestar, ya que el tono
mostraba una senda de tintes
escabrosos de tratar vía
telefónica. Era el momento de
cortar de raíz cualquier
comentario sobre futuras
actuaciones empresariales,
sin embargo, no pretendía
perder la afinidad que les
unía desde hacía tantos años
y que explotaría siempre que
necesitase obtener rápidos

1911
resultados. Además, jugaba la
baza de anteponer todo a los
favores que solicitase la
familia, aparcando las
diferencias existentes con su
hermano Ernesto.

También crearía un círculo de


protección que marcase una
distancia en la conversación
asilando sus temas personales
de los profesionales,
esperando que nada llegase a
centrarse en simplemente lo
económico de los futuros
negocios que pretendía poner
en marcha. Abriendo un debate
que dejaría al descubierto
sus verdaderas intenciones
enfocándolo en una vertiente
muy distinta a la actual,
consolidando la postura que
mejor se adaptaba a las

1912
circunstancias de la
conversación. Dándole un
matiz menos cercano a lo que
ocultaba tras la pantalla de
una pequeña sociedad
administrativa, asegurando
que el resto quedaba a buen
recaudo en una contabilidad
paralela.

{Ignacio}

Bueno Abelardo es un placer


charlar contigo, pero debo dejar
por aun me quedan unos asuntos por
resolver esta tarde, espero tu
llamada para saber cómo va el
papeleo de la licencia.

1913
{Abelardo}

Tranquilo te mantendré
puntualmente informado de
cualquier novedad al respecto, lo
único que te puedo adelantar es
que no se han adjudicado nuevas
licencias.

{Ignacio}

De acuerdo, que tengas una buena


tarde.

{Abelardo}

1914
Lo mismo te deseo primo.

Ignacio enseguida colgó el


teléfono celular con la mente
puesta en darse una vuelta
por el muelle de la ciudad,
allí quizás encontrase al
siguiente aliado que
embarcaría en la aventura que
estaba a punto de emprender.
Pensó en que Cristóbal Laínez
Montero era el hombre que
desarrollaría los contactos
con los patrones de barco que
mejor se adaptasen al estilo
de trabajo, evitando tener
que mostrar su imagen ante
aquellos que prefería
mantener un cierto anonimato,
aunque tampoco desperdiciaría

1915
la ocasión de examinar
algunas naves en régimen de
alquiler.

Todo dependería de la
cantidad de ataúdes se
facturasen a diario en las
diferentes modalidades de
transporte, sin olvidarse de
que la logística funcionase a
la perfección en el traslado
de la mercancía. Camuflando
las divisas en el doble fondo
de cada una de las cajas,
enumerando las tapas por
orden correlativo en la
salida hacia los distintos
destinos. También sopesaba la
idea de colocar un sistema de
rastreo digital que le
permitiese localizar al
minuto el lugar de tránsito,
se ahorraría sorpresas de

1916
última hora por el extravío
de alguno de los envíos.

Mientras Yolanda que


continuaba haciendo un
pequeño interrogatorio a la
figura de Bartolomé como
parte de su investigación,
empezaba a darse cuenta de
que no cabía la posibilidad
de que estuviese acompañada.
Puesto que si nadie vio
ningún sospecho merodeando la
entrada de la habitación,
percibía que se le escapaba
algo que no terminaba por
descubrir en aquel
rompecabezas. Además, no
contaba con ni una sola pista
fiable por la que arrancar
definitivamente el caso, se
movía en un mar de
especulaciones que no le

1917
conducirían a entablar un
juicio real. Las conjeturas
se le agolpaban en el cerebro
bloqueando el ritmo normal de
su rutina diaria, el sistema
nervioso dejaba entre ver que
la alteración se adueñaba del
carácter.

Temía que Natalia hubiese


tomado la determinación de
optar directamente por el
suicidio pasional, pero
tampoco le enseñaba una vía
de trabajo por donde indagar.
Veía un manto que rodeaba con
más sombras que luces que
cubría el entorno de la
fallecida, desconfiaba de que
tuviese relación con la gente
de los bajos fondos de la
ciudad. Era conocida la
devoción que procesaba a la

1918
hora de implicarse con los
desfavorecidos, aportado
buena parte del tiempo que
disponía en ofrecerse como
voluntaria.

Barajaba la idea de acercarse


a uno de los centros donde
había prestado colaboración,
allí empezaría a ver cuál era
la parte que desconocía el
resto de las amistades. Se le
abriría una puerta bastante
importante de explorar en lo
concerniente a un mundo que
jamás fue mencionado en
ninguna de las
conversaciones, solo se
limitaba a dar vagas
explicaciones de las
actividades que desarrollaba
en los barrios marginales,
llamando poderosamente la

1919
atención en la forma de no
compartir esas experiencias
con nadie en concreto.
Parecía como si no quisiera
que se violase su intimidad a
la hora de guardar ese
secreto, rozando el
aislamiento entre lo que
revelaba ante los demás.

Por fin la intuición empezaba


a darle los frutos que mejor
le podrían ir a la hora de
indagar por el entorno de
Natalia, quizás no fuese
Laura la única que supiera
asuntos relacionados con
aspectos relevantes de su
personalidad. Se le
presentaba la ocasión de
eliminar a Diego de la
investigación del homicidio,
ya que le iba creciendo una

1920
enorme desconfianza en él por
los episodios sucedidos con
anterioridad. Sería una forma
de enseñarle que las reglas
del juego no le permitirían
ni un simple desliz
sentimental, dado que no
soportaba las traiciones
entre la gente de la que se
rodeaba. Manteniendo un
estricto código de fidelidad
con todo aquel que compartía
el poco tiempo que disponía
para los demás, teniendo en
cuenta el individualismo que
mostraba de cara a la
sociedad en referencia a
temas profesionales.

Intentaría zafarse del


estrecho marcaje que le había
sometido Bartolomé, notaba
que su mirada se le entornaba

1921
asfixiante por la forma de
examinar cada uno de sus
movimientos. La incomodidad
se hacía patente en el
ambiente que se impregnaba de
cierta tensión entre los dos,
esperando que el uno le
revelase al otro la
información clave de la
investigación, sin embargo,
ninguno estaba dispuesto a
jugarse la posición que
adopto desde un principio.
Por lo que las cosas tomaban
un tamiz diferente al que
deseaban ambos poner encima
de la mesa, además se
divisaba cierta frialdad en
el trato que se dispensaban a
la hora de dirigirse la
palabra, siguiendo el guion
que se estableció en la
primera toma de contacto.

1922
{Yolanda}

¿Noto algo extraño en la


habitación?

{Bartolomé}

Si, que había dos vasos mediados


de agua encima de la cómoda que se
encuentra a la entrada, pero
tampoco le di mayor importancia.

1923
{Yolanda}

Eso sí que es tener buena memoria


a la hora de quedarse con los
detalles, creo que eso no lo he
visto a la hora de examinar la
escena del crimen.

{Bartolomé}

¿Conocía usted a la víctima?

{Yolanda}

1924
Era mi mejor amiga de la facultad
en ciencias de la información, por
eso no entiendo el móvil de una
muerte tan repentina.

{Bartolomé}

En realidad esa es la primera


víctima en los últimos diez años,
hasta ahora no habíamos asistido a
ningún caso de ese tipo.

{Yolanda}

¿Lleva muchos años trabajando en

1925
esta empresa?

{Bartolomé}

Cerca de unos veinte años desde


que se inauguró el actual complejo
hotelero, aunque antiguamente en
este mismo solar hubo otra
construcción que era de los padres
del dueño.

{Yolanda}

Ese dato no me constaba en la


información que he ido recabando
sobre el personal, quizás tendría
que volver a conversar con usted
más adelante.

1926
Precisamente en ese instante
sonó el timbre de llegada del
ascensor que le conduciría a
la planta donde se ubicaba el
vestíbulo de la entrada
principal, se quedó unos
segundos sin mediar palabra
observado el rostro de
Bartolomé con todo
detenimiento. Se le paso por
la cabeza que él habría
podido ser uno de los
sospechosos que visito a la
víctima antes de la muerte,
aunque esa hipótesis empezaba
a desvanecerse sin ningún
tipo de asentamiento. Pero no
quería descartar ni uno solo
de los empleados de la
plantilla, dado que le
inspiraban cierta
1927
desconfianza a la hora de
dialogar directamente con
ellos.

Apreciaba un tono de voz que


le invitaba a mantener una
distancia prudencial,
teniendo en cuenta que un
mínimo error pondría en
peligro el plan que estuvo
trazando con anterioridad.
Debía estar alerta ante un
posible contratiempo que
pudiese surgir en lo
referente a la cruzada que
inicio en el esclarecimiento
del homicidio de su amiga,
también le venía a la mente
el episodio de la inesperada
visita que recibió en el
pasillo del establecimiento
hostelero.

1928
Diviso como se abrían ante
sus ojos las puertas del
mismo a gran velocidad,
esperando que Bartolomé no le
acompañase en el trayecto de
bajada. Continuaba
desconfiando de sus buenas
intenciones a la hora de
mostrar cierta cortesía, no
terminaba de comprender aquel
afán por no despegarse ni un
segundo de ella.

Quizás la desazón le dictaba


una valoración errónea acerca
de las intenciones de él,
toda precaución le parecía
insuficiente ante la
vulnerabilidad que proyectaba
en cada movimiento. Así
tampoco soportaría un nuevo
bajón severo de la tensión
arterial, dado que su

1929
anatomía daba signos
evidentes de una incipiente
debilidad física. Provocada
en cierto modo por un exceso
de nerviosismo que era
incapaz de gestionar con la
debida solvencia, quizás le
daba demasiadas vueltas al
motivo por el cual había
muerto Natalia, le dolía que
no le hubiese dicho lo que en
realidad pasaba a su
alrededor. Sin embargo, no
descansaría hasta que pudiese
encontrar al culpable que
pudo inducirla al suicidio,
esperaba que la policía
tuviese la eficacia de evitar
que entrase en el listado de
casos “sin resolver” por
falta de pruebas.

Comprobó que Bartolomé le

1930
decía el honor de penetrar
primero en la cavidad del
elevador, lo que le hizo
sospechar que compartirían el
trayecto a lo que no le hacía
mucha gracia por los
antecedentes, aunque se
mostraría distante ante
cualquier tipo de insinuación
proveniente de su eventual
acompañante. Dado que no
pretendía ofrecerle una mayor
confianza con respecto a lo
que hablaron con
anterioridad, ciñéndose al
planteamiento actual que le
permitía controlar cada
movimiento ajena a su
voluntad. Siendo la opción
que le daría una mejor
protección a nivel personal,
proporcionándole un buen
abanico de posibilidades a la

1931
hora de cortar cualquier
conversación que fuese
diferente al interés que le
demandaba su atención.

Enseguida se cerraron las


puertas detrás de la silueta
de ambos, lo que indicaba que
pronto llegarían al destino
marcado por alguien en el
vestíbulo del hotel. Tampoco
era un detalle de gran
relevancia durante el
trayecto que intentaría que
se le hiciese lo más corto
posible, dado que no le
apetecía continuar
disfrutando de la compañía de
Bartolomé Méndez Zuloaga. La
desidia se iba colocando en
una posición de privilegio,
ante la poca fluidez que le
inspiraba a pretender

1932
dialogar con él algo por
encima de dos simples
palabras. Sentía una
animadversión por lo que le
transmitía la imagen que
proyectaba en el espejo
interior del ascensor,
cobraba especial relevancia
el hecho de que no solía
hablar con casi nadie.

Diego que, si ya se hallaba


en la entrada de la cafetería
del establecimiento
hostelero, meditaba sobre los
últimos ataques lanzados por
la propia Yolanda. Se le
hacía muy cuesta arriba el
llegar a comprender el motivo
que despertó aquel arrebato
de ira incontrolada que tuvo
como blanco la relación que
mantuvo con Estefanía,

1933
exigiéndole que cesase en
volver a verla durante la
investigación del crimen. Ahí
tampoco llegaba a comprender
el trasfondo de dicho
ultimátum en lo que ataña a
separar la vida personal de
la profesional, intentando
imponer un dominio que le
absorbiera el cien por cien
del tiempo. Encasillando la
tarea en el contexto de la
dedicación exclusiva, ese
suponía un punto fuera de
total negociación que se
terciase dentro de la
cordialidad que no atravesaba
el mejor momento.

No quería dar el brazo a


torcer sin primero conocer
cómo se hallaba el vínculo
que le unía con Estefanía, ya

1934
que de ahí intentaría sacar
algo en limpio o por lo menos
analizar la viabilidad de una
inminente reconciliación.
Echaría el resto con tal de
no perder el contacto directo
con ella. Además,
aprovecharía la oportunidad
para redimirse del error que
cometió al abandonarla en
pleno embarazo, teniendo en
cuenta que no la había
olvidado durante el tiempo
que permanecieron separados
por diferencias de criterio,
a la hora de establecer los
cimientos de una solidad
relación sentimental. Contaba
con el efecto sorpresa que le
proporcionaría la ocasional
idónea en la recuperación de
aquello que consideraba
perdido, sin embargo, tampoco

1935
cedería a cualquier tipo de
acuerdo que le propusieran,
usando alguna de las
múltiples estrategias que fue
perfeccionado a lo largo de
los años.

Apareció entre los muchos


recursos el de explotar la
opción de interesarse por la
idea de conocer la verdad
sobre una posible paternidad,
necesitaba saber que no había
sido una simple treta con la
que mantenerlo a su lado.
Quizás ahí jugaría un papel
importante las ganas que
tuviese de hacerse cargo de
la situación, dado que no
perdería la fe en volver a
disfrutar de la complicidad
que un día les unió como
pareja. Esa parte le infundía

1936
una dosis extra de espíritu
de lucha a la hora de
recuperar el terreno perdido,
dejándose llevar por sueños
imposibles de realizar en
este preciso instante, empezó
a divisar que era la senda
correcta en la que obtener el
éxito que le ayudaría a
centrarse en la vida. También
pondría un toque de afecto
con el que allanar el difícil
trayecto que le quedaba por
recorrer, desechaba la
sugerencia de que el miedo un
lugar de protagonismo en la
escena de mayor relevancia.
Puesto que gozaba de una
inmensa seguridad en el
argumento que pretendía
exponer en la defensa de sus
sentimientos con respecto a
Estefanía.

1937
Intentaba no dispersarse del
objetivo que se había marcado
dentro del itinerario a
seguir, pero le generaba
dudas que no fuese lo
suficiente receptiva ante la
propuesta. El riesgo no les
ofrecía a penas garantías al
enfrentarse a lo que
verdaderamente cambiaría la
trayectoria de los
acontecimientos de su vida,
tampoco le convenía
sostenerse mediante simples
especulaciones que no le
conducirían a desvelar las
incógnitas que le navegaban
en la cabeza.

Esperando que nada


intercediera en la buena
marcha que les imprimió a los

1938
planes que pretendía poner en
práctica, ya que todo
dependería de la forma de
gestionar los recursos con
los que contaba, dado que un
solo error volvería a
permitirle un retroceso que
evidentemente no le haría
progresar en la dirección
correcta, aunque el tema de
Natalia también se dejaba
notar con bastante exceso al
impregnar el ambiente que le
rodeaba. Así era complicado
mantener cierta coherencia en
las prioridades, sin embargo,
se replanteaba el continuar
inmerso en el trabajo de
investigación que iba
desarrollando de manera
independiente.

Buscaría el apoyo de algún

1939
viejo conocido del cuerpo
nacional de policía que le
permitiese conocer el entorno
familiar de Natalia, dejaría
una vía de trabajo justo en
el momento en que decidiese
abandonarlo. No faltaría
realmente a la palabra que le
dio a Yolanda al
comprometerse a llegar al
fondo del asunto, pero notaba
que cierta confusión le
generaba un desequilibrio
emocional. Veía que las cosas
tomaban unos tintes muy
diferentes a lo que estaba
acostumbrado soportar en
iguales condiciones, la
decisión le pondría el camino
con un número indeterminado
de obstáculos que superar. El
destino se mostraría con
algún capricho en forma de

1940
encuentro casual que le haría
modificar la estrategia, dado
que alguien se uniría
eventualmente a la trama que
intentaba descifrar por sus
propios medios.

Aprecio que una mano se le


posaba encima del hombro
derecho no permitiendo que
girase la cabeza, sintiendo
que con rapidez un aliento
frio se le aproximaba al oído
del mismo lado. Permaneció
inmóvil el tiempo necesario
para escuchar el mensaje que
le depositaron en el mismo
“Abandona la investigación o
habrá más muertes “. Intento
darse la vuelta con la
intención de ver el rostro de
quien portaba el recado, con
la mala fortuna de contemplar

1941
que el vestíbulo se hallaba
de nuevo vació. Empezaba a
comprender que no era un
simple homicidio por
casualidad y que detrás se
escondían otro tipo de
negocios que se escapaban al
control del resto de la
sociedad, eso le provocó la
reacción contraria a lo que
medito en relación a
olvidarse del caso. Sabía que
no cesarían los chantajes
durante estuviese en el
camino correcto, además le
enfundo una dosis extra de
curiosidad entre mezclada con
el ansía que poseía desde un
principio.

Precisaba cubrirse de alguna


manera la espalda con la
ayuda de viejos compañeros de

1942
fatigas con los que compartió
más de una misión en su época
en el servicio militar. Que
luego decidió abandonar por
circunstancias que marcarían
en gran parte el futuro de
sus relaciones personales,
puesto que se quedó impactado
por la férrea disciplina que
le impartieron en la
academia.

Adquiriendo un valor
incalculable de humildad a la
par que sacrificio en el
desempeño de sus tareas
diarias, le faltaba un poco
de adiestramiento a la hora
de empuñar un arma de fuego.
Por ello buscaría
asesoramiento entre antiguas
amistades, dado que no se
atrevía a dar el paso

1943
individualmente hablando,
puesto que le resultaba un
mundo desconocido aparte de
peligroso de explorar en
solitario. Quizás se jugaría
el cuello en vano a la hora
de hallar la verdad que
escondía el fallecimiento de
Natalia, nada se ceñía a la
realidad que se mostraba de
cara a la sociedad con una
imagen que ofrecía un buen
número de sombras.

La confusión le condujo a
tomar la iniciativa de
visitar al que fuera su
compañero de camareta, ahí
seguramente lograría la
información que precisaba
para desarrollar un plan con
el que protegerse. Tendría la
completa convicción de que

1944
las cosas no le afectarían
directamente al ámbito
personal, además le quedaba
el difícil trago de
compartirlo con Yolanda o
callárselo como si no hubiese
pasado, era una decisión nada
sencilla de asumir en el
contexto que se producía. No
sería la última vez que le
visitasen con respecto al
asunto en cuestión, teniendo
en cuenta que nadie conocía
la identidad del hombre
misterioso, así que tampoco
podría prevenirse de volver a
coincidir con él en sucesivas
entrevistas sorpresa, eso le
hacía meditar sobre la
posibilidad de montar una
infraestructura que le
protegiera hasta una cierta
distancia.

1945
Percibía que estaba siendo
vigilado por alguien que se
hallaba a pocos metros de su
ubicación en medio del
pasillo, sopesa la idea de
que el objetivo del “asesino”
de Natalia que continuase
merodeando por el edificio,
ese era el mayor temor que se
le había despertado en el
interior. Todo desembocaba en
la figura de la víctima que
no cesaba de sacar asuntos
turbios, ahora sí que lo veía
complicado de abandonar a las
primeras de cambio. También
le servía de aliciente el
conocer la identidad de quien
mando que le aplicasen la
teoría del miedo, por lo
menos le daría la
satisfacción de ver hasta qué

1946
punto llegaría la extorsión.
Manejaba varias hipótesis
sobre la procedencia de tal
vil acción, sin embargo, no
tenía pruebas que avalasen
dicha afirmación acerca de
este eventual episodio.

No tardo en comenzar a
sonarle el celular con
bastante insistencia, algo
que le desconcertó en un
primer momento ante la
sorpresa que se llevó en
décimas de segundo. Hizo un
examen ocular de la pantalla
del mismo para ver quien
requería de su tiempo.
Comprobó que se trataba de
Jorge Juan Varela Pena que en
su día intento convencerlo de
que debía continuar ligado a
la disciplina militar, además

1947
fue uno de los pocos que
aposto por que no se alejase
de Estefanía en los instantes
de tensión entre ambos. Le
demostró una inestimable
lealtad a la hora de
enfrentarse a las
dificultades con la cabeza
muy alta, ese era el espíritu
que necesitaba como base en
el siguiente paso de la
investigación.

Ignacio por su parte no


perdía la oportunidad de
posicionarse con cierta
ventaja, ya que presentía que
las cosas empezarían a
moverse con rapidez. Puesto
que divisaba que la
estructura iba tomando la
forma adecuada según lo había
previsto con antelación, solo

1948
faltaba marcar los tiempos de
implantación de cada uno de
los siguientes módulos de la
operación, dado que
intentaría que la mayoría de
elementos estuvieran
colocados justo antes de que
le proporcionasen las
licencias de transporte.
Desde ese instante no habría
ni un impedimento para que se
iniciasen las cargas y
descargas de forma legal en
cualquier puerto del país,
intuía que la demora sería un
plazo máximo de un par de
semanas. Por lo que tampoco
quería que el tiempo se le
fuese sin haber terminado de
diseñar las distintas rutas
geográficas, buscaría lugares
en los que se pudiese
utilizar alguna playa cercana

1949
al punto de recogida o envió
de los ataúdes.

Debía negociar la logística


mediante pequeñas
embarcaciones de pesca del
día, pudiendo ocultarlos en
medio de la mercancía que
trasportasen a la lonja,
evitando levantar sospechas
acerca de posibles registros
por parte de la policía de
aduanas. Además, las
comunicaciones estarían
controladas bajo la
supervisión de una centralita
de radio aficionado, haría
las veces de protección de
cualquiera de los datos que
se manejarían durante las
operaciones. También
utilizaría terminales de
tarjeta prepago sin estar

1950
identificadas en ningún
departamento del ministerio
del interior, destruyéndolas
al finalizar el envío de los
paquetes hacia los diferentes
destinatarios. Todo estaría
gestionado por un reducido
grupo de hombres de su entera
confianza, sin perder de
vista ni un solo detalle de
las transacciones monetarias
que se guardarían en cuentas
de paraísos fiscales.

Para ello debía buscar


pasaportes con falsas
identidades con las que
moverse con total libertad,
puesto que un simple
obstáculo dejaría al
descubierto el tipo de
actividad que pretendía
desarrollar, ahora se hallaba

1951
en medio de un desierto en el
que mantendría la mente fría
a la vez que el corazón
caliente. Sabiendo que no le
costaría encontrar un buen
grupo de profesionales a
sueldo, ese era el objetivo
prioritario a poner en
práctica en este preciso
instante, aunque escogería
entre una larga lista de
candidatos que navegaban por
su mente. Haría una mezcla de
experiencia con algún joven
valor que tuviese claro el
trasfondo de la operación, ya
que intentaría que no se
produjera un solo sobresalto
en el transcurso de la misma.

Tampoco delegaría todo el


peso en alguien específico
dentro de la organización,

1952
prefería disgregar las
funciones en pequeño comando
itinerantes que no
permaneciesen inmóviles.
Siendo más complicado el
localizar los movimientos en
cualquiera de las terminales
de carga, dado que solo
llevarían insertados un chip
de posición con el que
vigilar la trayectoria de las
cajas.

Así no arriesgaría más de lo


necesario a la hora de
exponer una mínima parte del
negocio, además esperaba que
las cosas se insertasen de
forma escalonada en el
mantenimiento dentro de unas
vías de distribución con
pautas bien definidas.
Evitando improvisar sobre la

1953
marcha en aquello que pudiera
suponer un retraso en la
implantación de una oficina
satélite, siendo una de las
prioridades a colocar en
diversos puntos de la costa a
la vez que en los aeropuertos
del extranjero.

Sin darse cuenta se había


plantado en la entrada de la
cantina del puerto, lo que le
invitaba a comprobar cómo se
desarrollaba el ambiente del
mismo. Teniendo en cuenta la
cantidad de trámites que
debía eliminar de un solo
plumazo, ya que no quería
depender de terceros en la
implantación de aquello que
le interesaba gestionar desde
la sombra. Buscaría un
emplazamiento fuera de la

1954
ciudad en el que instalar su
base de operaciones, dejando
bien marcada la línea que
pretendía mantener ante el
resto de accionistas.

Salvaguardando la identidad
de la sociedad paralela a la
que uniría una tapadera, que
estaría centrada en el
traslado de diversos tipos de
maderas nobles, acompañada de
un catálogo de tapizados de
varios estilos a la par de
tejidos en diferentes
tonalidades. Divisaba buenas
expectativas a la hora de
acondicionar la constitución
de un plan de trabajo, sin
olvidarse de la parte que le
encargaría a Jaime en el tema
de los explosivos y demás
material de prevención.

1955
Pero una inesperada llamada
le haría posponer la creación
de la vía marítima para más
adelante, dado que no era el
momento oportuno de
introducir el producto que le
interesaba transportar. Se
trataba de Alberto Muñiz Gil
un antiguo camarada que
trabajo para él durante un
par de años como infiltrado
en ciertas organizaciones
delictivas, aunque nunca tuvo
muy claro por qué le
prodigaba tanta lealtad.
Ahora se dedicaba a controlar
las entradas de mercancías en
los muelles de la zona sur
del puerto, además de no
permitir que nadie hiciese
negocios a sus espaldas.
También vigilaba que las

1956
identificaciones pudieran ser
manipuladas por un módico
precio, todo se basaba en la
voluntad que se les diese a
los favores que les
dispensaba a las amistades.
Cobrando una pequeña cuota de
gastos de servicio a los que
menos tienen que ganar, así
aseguraba que la paquetería
llegaba en perfecto estado al
destino fijado.

Comenzó a sonar el móvil con


cierta insistencia desde
donde estaba guardado en el
bolsillo de su gabardina, lo
que le provocó una leve
incomodidad al notar las
vibraciones sobre el lado del
corazón. Teniendo que detener
la marcha hacia la entrada
del puerto que significaba la

1957
siguiente parada del
itinerario, puesto que era
urgente que hablase con
Cristóbal Sáenz de Zuloaga un
contra maestre jubilado un
par de años atrás. Pero esa
entrevista tendría que
posponerse como mínimo el
tiempo que durase la llamada
telefónica, ya que se
centraría en conocer la
información que le relataría
Alberto con todo lujo en los
detalles de mayor relevancia.

Acciono con rapidez la tecla


para recibir la comunicación
lo más pronto posible,
esperando que las noticias
fuesen más o menos positivas
en relación a otro
dispositivo que en breve
empezaría a funcionar. Siendo

1958
una parte importante en el
engranaje que colocaría en
sucesivas operaciones.
Agregando un buen número de
elementos que le diesen unos
resultados de estabilidad a
la hora de ínter conectar las
descargas con las cargas de
material en las distintas
rutas de abastecimiento,
abriendo amplio canal de
comunicación que no
interfiera por encima de lo
establecido con anterioridad.

Llegando a poner en peligro


la base que se habría
instalado a tal efecto con
una idea preconcebida de las
necesidades que tendrían que
cubrir, sabiendo en
definitiva que lo prioritario
lo marcarían los conductos de

1959
distribución diaria.
Absorbiendo el tráfico de
mayor volumen que lo
embocaría en diversas
direcciones dentro de la
logística diseñada a
conciencia por un grupo de
verdaderos profesionales,
pudiéndose ocupar de la
intendencia que resultaba ser
un punto importante a no
perder de vista.

{Ignacio}

Buenas tardes Alberto, ¿Que sucede


para que me llames con tanta
urgencia?

1960
{Alberto}

Buenas tardes Ignacio, lo cierto


es que hemos hallado un pequeño
agujero extra localizado en el
fondo de uno de los tubos de la
ventilación de la nave.

{Ignacio}

Tranquilo, quizás es la galería de


entrada a la madriguera de un
ratón que lo ha tomado como parte
de su casa, tampoco creo que se
tan grave la cosa.

{Alberto}
1961
Debo hacer una corrección a esa
afirmación que acabas de verter,
puesto que entra perfectamente el
cuerpo de una persona de estatura
media.

{Ignacio}

¿Piensas que alguien ha


descubierto nuestro
escondite?

{Alberto}

No estoy seguro, pero me parece

1962
que han estado siguiendo cada uno
de nuestros movimientos desde el
día que nos instalamos en este
local.

{Ignacio}

Tengo la impresión que hay un topo


que se ha infiltrado en la
organización, pero tampoco podemos
alertar al resto de los hombres.

{Alberto}

¿Que me sugieres que haga con


respecto a este tema?

1963
{Ignacio}

Haz un peinado a conciencia de la


zona, así comprobaremos si alguien
se ha molestado en dejar un retén
de vigilancia con el que continuar
sacando información.

Mientras Laura que divisaba


que el mundo se le
resquebrajaba ante los ojos
ante la desaparición de
Natalia, intentaba
sobreponerse al acoso que
orquestaba Ismael en relación
de seguir jugando con los
recuerdos que se le clavaban
como dardos envenenados en el
corazón, hurgando en la
herida que supuraba grandes
1964
dosis de amargura por los
cuatro costados. Intentaba no
caer en los brazos de una
profunda depresión en la
dirección equivocada para sus
propios intereses, rompiendo
la estabilidad que necesitaba
imponer en las diferentes
áreas que componían el
bienestar diario.

La soledad no era
precisamente la mejor aliada
a la hora de recuperar el
tono anímico óptimo con el
que afrontar el siguiente
reto, aunque las energías
iban disminuyendo
paulatinamente con el paso de
los minutos. Quizás ahí
estuviera una de las
carencias que le provocaban
el desequilibrio emocional

1965
que arrastraba a lo largo de
la anatomía, creando una
pérdida constante de
seguridad en los movimientos
que realizaba durante la
travesía.

Noto como tropezaba con el


hombro de alguien que venía
en sentido contrario al que
transitaba, eso le hizo
levantar como un resorte la
mirada en la búsqueda de
comprobar si era conocido,
evitando que una sorpresa le
estropease el momento de
relajación que disfrutaba. Se
fijó en que se trataba de
Francisco Rubianes Desarrolla
que hacía unos años bebía los
vientos por que fuesen una
pareja de enamorados, pero
nunca se llevaron a cabo las

1966
cosas en la dirección que a
él le interesaba.

Quedando en cuadrado en un
simple tonteo de minúsculas
dimensiones en lo
sentimentalmente hablando,
dado que en la actualidad no
pasaban de un breve
intercambio de saludos por
educación, aunque en esta
ocasión seria completamente
distinto a lo que solía
suceder entre ambos.
Comenzando a dialogar con
bastante serenidad por parte
de los dos, respetando las
reglas del juego que se
divisaban perfectamente
definidas.

1967
{Francisco}

Buenas Tardes, perdona por el


golpe que te he propinado en el
brazo derecho, es que iba
despistado pensando en un par de
asuntos que debo resolver antes de
que finalice el día.

{Laura}

Buenas tardes Francisco, ¿Te has


hecho daño?

{Francisco}

1968
No y ¿Tu?

{Laura}

Tampoco ha sido tan grave como


para que me hicieras una herida,
pero si he notado el impacto que
rozaba la zona de mi hombro
derecho.

{Francisco}

Para una vez que coincidimos en la


calle nos chocamos sin darnos
cuenta de lo que ocurre a nuestro
alrededor, es lo que tiene el ir
despistado.

1969
{Laura}

¿Puedo saber en que ibas pensando?

{Francisco}

En realidad son cosas que la


solución no depende de mi opinión,
sino más bien debo consultarlo con
terceras personas con el fin de
llegar a un acuerdo.

{Laura}

1970
Veo que sigues tan atareado como
de costumbre, metido hasta las
cejas en progresar dentro de tu
profesión.

{Francisco}

¿Has vuelto a pensar en mi


propuesta?

{Laura}

En este momento de mi vida no


estoy centrada en examinar las
propuestas de nadie
sentimentalmente hablando, después
de la muerte de mi última
conquista.

1971
Salvador era incapaz de
soportar por mucho más tiempo
los constantes ataques que le
lanzaba Sandra, además en su
cabeza empezaba a navegar la
idea de que Antia no
esperaría eternamente que
llegase a su domicilio. Por
lo que debía diseñar un plan
con el que orquestar una
excusa lo suficientemente
creíble, puesto que se le
hacía muy cuesta arriba el
comprobar que un desliz de
una noche se convertiría en
una pesadilla para el resto
de la vida. Percibía una
carga enorme de menos precio
a la hora de dirigirse en un
tono despectivo, dejando bien
claro que no le perdonaría la
osadía de enamorarse de otra
1972
mujer. Ahí radicaba el fondo
de la cuestión que
desencadeno aquella batalla
campal, siendo utilizada como
válvula de escape al rencor
que le guardaba desde unos
meses atrás.

Mantendría intacta la
serenidad que precisaba en
hacer frente a las múltiples
insinuaciones que ella vertía
con respecto a su persona.
Rozando el límite de lo
estrictamente correcto
durante una conversación
civilizada, comprobando que
no existía ni una sola razón
afectiva que le permitiera
darle una simple oportunidad
de amistad. Así que veía que
las cosas iban derivando en
un punto en el cual no cabía

1973
la posibilidad de un retorno,
la violencia verbal se
asentaba cada vez en una
espiral de acoso acompañado
con un derribo constante de
las explicaciones que
esgrimía en la defensa.
También le costaba contener
el desasosiego que se le
manifestaba en el interior,
puesto que la paciencia
estaba llegando a su fin, el
único recurso que le quedaba
era continuar en la línea de
no entrar en un combate
dialéctico.

Se ceñiría al patrón adoptado


con anterioridad en
referencia de no perder en
ningún instante los papeles,
ya que ese podría ser el
punto de inflexión que le

1974
dejaría vulnerable ante las
recriminaciones de su
eventual acompañante.
Observaba de reojo el reloj
de muñeca con la única
intención de no demorar
demasiado aquel encuentro.
Por lo que se decidió a
seguir la corriente hasta que
se diese cuenta que los
chantajes no surtían el
efecto deseado,
proporcionándole un extenso
abanico de posibilidades que
explotar en el futuro.

{Salvador}

¿Qué harías si accedo a que me


realicen las pruebas de

1975
paternidad?

{Sandra}

Entonces sí que cambiaría mi forma


de pensar con respecto a la
denuncia, aunque no me fio de que
hayas pensado en volver a ser mi
pareja.

{Salvador}

Solo he hablado de que me prestare


a que me realicen la analítica
después de que haya nacido él
bebe, no he dicho que fuera a
dejar a mi actual pareja.

1976
{Sandra}

¿Pero no vamos a estar juntos en


esto?

{Salvador}

Eso dependerá de lo que diga el


informe de los resultados, puesto
que en función de lo que
determinen las pruebas seremos
padres de mutuo acuerdo.

{Sandra}
1977
Me había hecho a la idea de
recuperar la buena relación que
disfrutamos hace unos siete meses
atrás, pero me he equivocado al
comprobar que aquello se quedó en
el olvido.

{Salvador}

¿Creías que lo dejaría todo por


ti?

{Sandra}

1978
Pues la verdad es que no vas muy
desencaminado en tu afirmación,
aunque me parece que no estás de
acuerdo en que se cumpla mi deseo.

{Salvador}

Podría reconocer la paternidad del


niño y si me apuras un poco te
pasaría una asignación mensual en
concepto de manutención.

{Sandra}

¿Solo pretendes hacerte cargo de


los gastos?

1979
{Salvador}

Si, aunque también cabe la


posibilidad de que un juez marque
el régimen de visitas que mejor te
convenga.

A unas manzanas de allí Ángel


que se consideraba afortunado
tras la salida de Daniel de
su lugar de trabajo, empezaba
a encajar algunas de las
piezas del puzle que le
suponía la forma de morir
Natalia, ya que no comprendía
que solo se hallasen un motón
de pequeños objetos. Le
resultaba complicado admitir
que faltase un arma en la
escena del crimen, teniendo
1980
en cuenta que ni una gota de
sangre manchaba el ropaje de
la víctima. Solo una pequeña
muestra de una solución
bastante semejante a la
insulina que se dispensaba en
las farmacias, se negaba a
dar por concluido el informe
dando como dictamen un ataque
repentino de hipoglucemia.
Esperaría a ver que deparaba
el análisis del mechón de
cabello que envió a un
instituto que se dedicaba a
profundizar en la obtención
de muestras de micro
partículas, proyectando una
mejor visión de cada detalle
que arrojase cada uno de los
elementos.

Buscaría cualquier minúsculo


rastro adherido al tejido de

1981
la camisa que le parecía un
buen paso para empezar a
examinar, lo complicado venía
derivado de la limpieza que
se divisaba en el conjunto.
Debía fijarse con mucho más
detenimiento del habitual en
este tipo de casos, ya que
continuaba inspeccionando
cada hilo por separado
aislando las fibras de
algodón, aunque le costaba
centrar con cierta constancia
la vista en un punto de tan
pequeñas dimensiones.

Utilizaba un bisturí con la


hoja de extrema finura con la
que manejarse con especial
soltura, comprobó que unas
diminutas manchas resecas
impregnaban el fondo de la

1982
tela, quedando plasmadas en
el forro interior de la
misma. Por encontraba una
pista fiable por la que
indagar en el resto de
objetos que recogió en la
habitación del hotel, quizás
tendría que volver a
recopilar huellas con las que
comparar el hallazgo que
tenía ante sus ojos. Notaba
que no se trataba de un
simple envenenamiento de
sangre, algo se escondía en
el entorno menos cercano de
Natalia en referencia a las
compañías que frecuentaba a
diario.

Sospechaba que alguien


estuviera vigilando los
movimientos que llevaba a
cabo durante sus

1983
investigaciones, pero todavía
no era capaz de ponerle un
rostro al individuo en
cuestión. Una extraña
sensación le recorría a gran
velocidad por el cuerpo,
dejando a su paso un rastro
de incertidumbre entre
mezclada con un toque de
manifiesta inseguridad ante
el desarrollo de los
acontecimientos.

Temía que fuese invitado


circunstancial a un episodio
del que desconocía el guion
que contribuía al desarrollo
real de la trama, así le
aparecían cientos de dudas a
la hora de establecer un
criterio de trabajo. Sin
embargo, no desechaba la idea
de comparar la fotografía de

1984
la primera plana de los
periódicos con la imagen que
proyectaba el cadáver a
simple vista.

También aprovecharía la
ocasión de conversar
directamente con Laura sobre
algunos detalles que no
terminaba de comprender, todo
ello en referencia a pequeños
matices que se le escapaban.
Esperando determinar pronto
las causas de la muerte de
Natalia, aunque veía un mar
de sombras que no le
permitían evaluar a
conciencia cada uno de los
elementos.

Además, le sorprendía que


faltase la jeringuilla con la
que se administraba la dosis

1985
de insulina, solo observaba
unas minúsculas cicatrices en
las yemas de los dedos de
ambas manos, no le
concordaban con la cantidad
que diviso en los brazos.
Remango la manga de la camisa
hasta llegar aproximadamente
la altura del codo, ahí
desvelo que no se trataba de
la misma mujer con la cual
había estado conversando un
par de días antes en un local
del centro de la ciudad.

Necesitaba contrastar los


datos de ADN antes de emitir
un veredicto preliminar
acerca de las posibles causas
de la muerte, a pesar de no
saber a quién estaría
practicando a la autopsia,
siendo una completa

1986
desconocida la victima que le
trajeron desde la escena del
crimen. Quizás el asunto
entraría en una fase
complicada de poder descifrar
con la solvencia necesaria,
puesto que se le iban
acumulando los imprevistos en
vez de aligerarse la carga
que le suponía el
desconocimiento, le
sorprendió que nadie se
hubiese fijado en ni un solo
detalle a la hora del
levantamiento del cadáver.
Además, le chocaba el que la
mujer de la instantánea
portaba únicamente el
pendiente de la oreja derecha
y quien tenía delante
mostraba un par completo, eso
desmontaba la teoría de un
casual accidente en la

1987
habitación de un hotel, por
una manipulación de un
tratamiento de una enfermedad
degenerativa.

Comenzó a sonar con fuerza el


timbre del teléfono fijo que
se hallaba justo al lado
derecho de donde se
encontraba analizando
nuevamente cada una de las
pistas en el móvil del
crimen, algo continuaban
ocultándose tras aquel
inesperado hallazgo acerca de
una misteriosa identidad. En
un primer instante ni se
percató de la insistencia de
quien requería de sus
servicios, se mantenía
centrado en resolver la
contradicción que le mostraba
el destino en forma de

1988
dilema.

Nadie se percató que durante


el traslado se hizo alguna
parada en el trayecto desde
el establecimiento hotelero y
el instituto anatómico
forense, debía localizar al
chofer que le encomendaron la
tarea de entregar el cadáver.
Ahí radicaba la clave en el
esclarecimiento de buena
parte de las incógnitas que
se le disparaban en la
cabeza, aunque de momento se
movía en un ancho extenso
margen de especulaciones a
las que dar un sentido real.
Flirteando con algunas
opciones que rozaban lo
inexplicable ante la falta de
pistas concluyentes.

1989
Miro de reojo la pantalla del
teléfono fijo que se apostaba
a pocos centímetros de su
mano derecha, le había
entrado la curiosidad de
conocer la identidad de quien
se hallaba al otro lado de la
línea. Así aprovecharía para
desconectar un rato de
aquello que empezaba a
convertirse en una obsesión,
provocando que el cansancio
tomase cierto protagonismo en
el manejo de algún
instrumental de corte fino.
Dado que iba perdiendo
precisión con el paso de los
minutos, poniendo en serio
peligro la recopilación de
datos que aclarasen el modus
operandi que se ocultaba tras
la desaparición del cadáver
original. Comprobó que se

1990
trataba de Estefanía que
necesitaba un hombro al que
arrimarse con el que
compartir, ya que en su día
sirvió de puente en el inicio
de la relación entre ella y
Diego como pareja
sentimental. Además,
frecuento el círculo más
cercano de las amistades de
la fallecida, también le
aportaría una visión distinta
a la que conocía de primera
mano.

{Ángel}

Hola Estefanía buenas tardes, ¿En


qué te puedo ayudar?

1991
{Estefanía}

Buenas tardes Ángel, lo cierto es


que acabo de consultar el
periódico en la búsqueda de un
anuncio acerca de la venta de una
casa y me he cruzado con la imagen
del cadáver de Natalia.

{Ángel}

Si, precisamente estoy trabajando


en la autopsia con la que
determinar las causas reales de la
muerte, por lo que me pililas un
poco cargado de trabajo extra con
el que no contaba.

1992
{Estefanía}

¿Hay algo en lo que te pueda


ayudar?

{Ángel}

Bueno tengo entendido que durante


un tiempo fuiste su compañera de
piso, así que me gustaría conocer
cuáles eran sus costumbres
diarias.

{Estefanía}

1993
Que yo sepa exceptuando que tenía
una diabetes degenerativa, del
resto solía hacer una vida como
cualquier chica de su edad.

{Ángel}

¿Sabes si hacia algún tipo de


dieta especifica?

{Estefanía}

Pues aparte de la fibra que le


proporcionaban los cereales, tenía

1994
como tradición tomar un par de
piezas de fruta en el desayuno.

{Ángel}

Eso no me resuelve el dilema que


se me plantea en un principio, ya
que hay otro imprevisto con el que
no contaba a la hora de ser
objetivo.

{Estefanía}

¿Crees que podría estar


consumiendo drogas?

1995
{Ángel}

No me parece que se haya tomado


ningún tipo de estupefaciente,
aunque no voy a descartar nada
hasta que termine de redactar el
informe.

{Estefanía}

Espero que encuentres las causas


reales del fallecimiento de la que
fue una de mis mejores amigas, ya
que no quisiera que lo archivasen
sin resolver.

{Ángel}
1996
¿Solo me llamabas por este tema en
concreto?

{Estefanía}

No, bueno en realidad me has


descubierto a la primera sin que
te pueda negar la evidencia, es
que estoy bastante triste desde
que me he enterado de la noticia.

{Ángel}

Tranquila que te informare de los


avances que vaya descubriendo en

1997
las pruebas que debo practicarle
durante la autopsia, de momento
seguiré con mi trabajo.

{Estefanía}

Entonces no te entretengo más de


la cuenta con preguntas incomodas,
que tengas una magnifica tarde de
trabajo.

{Ángel}

Igualmente.

Mientras Isabela intentaba


recuperarse de la decisión
1998
que había adoptado Jaime en
referencia a una separación
temporal de ambos. Dado que
se convertía en un pequeño
traspiés al elaborar el
siguiente plan a poner en
práctica, siendo complicado
el empezar de cero en la
búsqueda de concretar nuevas
alianzas. El desconcierto
marcaría en cierto modo la
dirección de los
acontecimientos, ya que se
veía incapaz de romper con la
rutina diaria, aunque le
costaba deshacerse del hilo
que le comunicaba con aquel
que compartió aparte de
trabajo, una intensa a la vez
idílica historia de amor con
letras mayúsculas. Intentaría
que no le afectase demasiado
a la eficacia que les imponía

1999
a las misiones que le
encargaban, además en esta
ocasión dejaría que nada se
le escapase a un estricto
control de funcionamiento.

Hizo un examen de memoria con


el que recodar un
ofrecimiento que le
propusieron en el pasado, le
convendría recuperar esa
opción por el bien de sus
actividades. Quizás por ese
lado contactaría con gente de
la cual se desligo al
comenzar la sociedad con
Jaime y que ahora mismo le
compensaba volver a sacar a
escena, sabiendo que era una
de las pocas opciones que le
quedaban por explotar. A
parte de establecer una
fluida comunicación con los

2000
miembros de otras
organizaciones criminales,
teniendo en cuenta que los
tratos los firmaría a título
personal. Viendo como le
faltaba el respaldo de
aquellos en su día apoyaban
la mayoría de las ideas que
exponía en las reuniones
clandestinas. Evitaba echar
la vista atrás por el dolor
que le producía recordar la
época en la cual no
necesitaba solicitar la ayuda
de nadie, todo el mundo le
prestaba cualquier tipo de
intendencia con que asomase
la figura por la puerta de
los locales de los barrios
bajos de la ciudad. Pero eso
pertenecía a un periodo de
bonanza que difícilmente se
volvería a repetir, aunque no

2001
perdería la esperanza de que
la vida le propusiera una
segunda oportunidad de
enmendar algunos de los
errores cometidos.

Meditaba el hecho de verse en


persona con Silvia en un
lugar público. No terminaba
de sentirse atraída por dicha
invitación para que comisen
juntas, además le extrañaba
que ni siquiera le preguntase
por algún tipo de informe
acerca de su experiencia en
hace desaparecer a
determinadas personas. En la
mente le navegaba la
posibilidad de que en un
momento se arrepintiese de
haberla contratado, pudiendo
ponerla en serios apuros ante
la policía en un eventual

2002
ataque de dignidad que le
dejase al descubierto delante
de las autoridades. También
debía sopesar el riesgo que
conllevaría el portar una
licencia falsa en la
manipulación de armamento de
mano, este revés provocaba
una fuerte modificación en
los planes que confecciono en
el inicio de las
conversaciones. Ahora el
tiempo jugaría especial
relevancia al trastocar
algunos de los elementos con
los que contaba, veía clave
el convocar una reunión por
lo menos de los que más
afinidad le presentaron en el
pasado.

Alargo la mano derecha para


introducirla en su bolso a

2003
gran velocidad, puesto que la
urgencia le hacía no perder
ni un solo segundo en
contactar con los diferentes
colaboradores esparcidos por
los barrios humildes de la
ciudad. Quizás crearía una
estructura paralela a la que
disfruto con Jaime, retocando
algunos detalles en la forma
de enfocar sus actividades
delictivas, sabiendo
perfectamente donde colocar a
cada uno de los elementos.
Sustrajo del fondo el
terminal móvil que se hallaba
en el mismo, queriendo no
tener que vaciarlo en plena
calle con la prisa que había
despertado el asunto en
cuestión.

Comenzó a revisar con calma

2004
la lista de posibles
candidatos que pudieran ser
validos en esta misión,
puesto que no le gustaría que
por falta de atención algo se
le quedase en el aire. Todo
dependería de la implicación
que le demostrase a la hora
de exponer alternativas ante
cualquier tipo de
eventualidad que pudiese
surgir en un momento dado,
abriendo una vía de actuación
completamente distinta a la
que se planteaba. A parte de
recopilar información
relativa a nuevas alianzas
con el resto de
organizaciones clandestinas
que se dividían el territorio
en el que se movía, haciendo
que le fuese más sencillo el
expandir a los hombres a lo

2005
ancho de la ciudad. Llegando
a dejar un buen número de
efectivos en el extrarradio
que apoyasen a los demás a
ejecutar sus órdenes a la
mayor brevedad posible, dando
una cobertura con total
eficacia en los movimientos.

Enseguida se decantó por uno


que le resultaba
especialmente atrayente, ya
que reunía las cualidades que
precisaba poner en
funcionamiento. Se trataba de
Joaquín Ramos López había
estado durante unos años
sirviendo en las milicias,
adquiriendo el adiestramiento
optimo en la coordinación de
equipos en la dispersión de
explosivos, aparte de
curtirse en grupos

2006
paramilitares en el norte de
África. Por fin se cubriría
la espalda con un auténtico
guerrillero de las mil
campañas, desde ahí solo
tendría que impartir las
instrucciones necesarias para
aprovechar los recursos de
los comandos itinerantes.
Liberándose de la presión de
organizar una estrategia
individual, ya que le
serviría el mismo
planteamiento unificado en un
barrido general.

Apretó el botón que accionaba


la llamada con la que ponerse
al habla con él sujeto en
cuestión, el tiempo le iba
echando encima en la
confección de un plan real.
Temiendo no ser capaz de

2007
dirigir a los hombres que
harían desaparecer a Ernesto
de la circulación, ya que de
momento desconocía la
identidad del sujeto. Pero si
se daba cuenta que su
actividad estaba ligada a un
puesto de responsabilidad
relevante de cara a la
sociedad. Cuidaría hasta el
último detalle cómo se le
fuese la vida en ello, la
precipitación daría al traste
con la inserción de elementos
que derivasen en una pantalla
sobre la que actuar.
Manteniendo el anonimato del
grueso del contingente
demandaría resultados con un
margen de veinticuatro horas.
Reflexionaba donde localizar
un paraje en el que enterrar
el cadáver, sin que nadie

2008
tuviese conocimiento exacto
en el cual quedaría en
depósito.

Del otro lado Joaquín se


hallaba en pleno ejercicio de
simulación en unas maniobras
como entrenamiento rutinario,
desempolvando la munición que
menos se utilizaba en las
operaciones de menor
intensidad. Además de
comprobar la efectividad de
los mecanismos de protección
que se desplegaban cubriendo
la retaguardia. Sirviendo a
su vez de escudo ante
posibles ataques con
dispositivos móviles,
provocando desajustes en el
repliegue de los equipos de
un volumen superior al
habitual.

2009
Poniendo en peligro alguna
vida que se quedase en tierra
de nadie, se repetían
continuamente todos los pasos
que se utilizaba en un hecho
real, reconstruyendo las
situaciones de idéntica
escenografía en la cual
colocar un número
indeterminado de puntos de
puestos de vigilancia, desde
ahí sacaría las notas en las
que se fundamentarían los
retoques a implantar.

Adiestraba un comando
compuesto por un puñado de
unos veinte milicianos
venidos de los diferentes
ejercicios, siendo excluidos
por su insistencia en no
acatar las órdenes de un

2010
mando que tenía en la cúpula
a un civil, lo que les
invitaba a mantener un
conflicto de lealtad por
encima del honor. Prefiriendo
abandonar la doctrina militar
por desacuerdos con lo que
dictaba el reglamento
recientemente aprobado, por
lo que jugaba a su favor el
hecho de que no le
traicionarían por el simple
juramento a la patria. Además
de un sinfín promesas que
continuaban vigentes a corto
plazo, a las que se uniría el
honor que se prodigaban entre
sí.

Hizo un pequeño descanso en


la actividad que estaba
explicando a modo de teoría,
ya que no quería quedarse a

2011
medidas en los detalles que
consideraba fundamentales.
Así que se dispuso a escuchar
lo que Isabela le tuviese que
comunicar vía telefónica,
puesto que pronto daría a sus
hombres la voz de alerta.
También le apetecía volver a
sentir como se le destilaba
la adrenalina a lo largo del
cuerpo, notaba como en la
mente empezaba a sentir como
se acercaba el momento de
retomar las armas. Esperando
que la misión fuese
coordinada en una sola fase
de implantación, aunque todo
dependería de diversos
factores externos que no se
hallaban a su alcance.

{Joaquín}

2012
Hola buenas tardes Isabela, ¿En
qué puedo ayudarte?

{Isabela}

Hola Joaquín buenas tardes, te


llamaba porque voy a necesitar que
me hagas la cobertura en un asunto
en el que me veo sin asistencia de
ningún tipo.

{Joaquín}

Bueno me coges en pleno


entrenamiento en las montañas del

2013
sur de la región, pero mañana
mismo a primera hora estaré de
vuelta a la ciudad.

{Isabela}

¿Sobre qué hora podemos quedar?

{Joaquín}

A las ocho de la mañana tengo que


presentarme en casa de uno de mis
colaboradores habituales, después
me iré directamente a mi casa para
recoger unos documentos.

2014
{Isabela}

Es que prefiero que hablemos en


persona sobre un tema que me han
encargado, aun me falta que me
envíen por Email la identidad del
individuo.

Los recuerdos reaparecían en


la distancia desertando
viejos sentimientos que
avivaban fantasmas del
pasado, con los que en su día
les condujeron a juntarse en
el plano laboral, teniendo en
cuenta que ambos venían de
extintas organizaciones
delictuosas de amplio
historial. Por lo que ahora
empezaría el río de
2015
especulaciones que solía
nacer tras una rotura de la
índole que se presentase, sin
embargo, a ella le cogería de
sorpresa el comprobar que no
era la primera persona a la
que le comunico la decisión
de separarse por una
temporada. Noto que la
confianza se había enfriado
hasta el punto de evitar
decirse las cosas a la cara,
tendría que armarse de valor
al afrontar que su camino
tomaría una dirección muy
distinta a la actual.

{Joaquín}

¿No se lo has contado a Jaime?

2016
{Isabela}

Hemos tomado la decisión de


separarnos durante una temporada,
así que no me ha quedado otro
remedio que acudir como compañero
de trabajo.

{Joaquín}

Lo siento de verdad, pero eso es


lo que suele pasar cuando se
comparte trabajo y pareja en el
mismo contexto diario, que una de
las dos partes se termina
resintiendo.

2017
{Isabela}

¿Te ha llamado para decirte cuál


era su decisión?

{Joaquín}

Hace unos días estuvimos comiendo


juntos cerca del arbolado del Eume
y me comento que necesitaba un
tiempo de oxígeno.

{Isabela}

2018
Veo que no es una decisión que
haya tomado a la ligera, también
era algo que podría suceder en
cualquier momento de nuestra
relación.

{Joaquín}

Siento ser portador de noticias de


signo más o menos negativo dentro
del contexto de la situación en
sí, ya que pensé que te lo habría
comunicado antes de hacerme
participe de esa decisión.

{Isabela}

2019
¿Te sugirió que permanecieses en
silencio?

{Joaquín}

Indirectamente, si me hizo aceptar


una especie de código de silencio,
creo que no fue del todo correcto
por mi parte el secundar esa
propuesta.

{Isabela}

En ocasiones nos involucramos en


hacer lo mejor para quienes nos
rodean, pero al final terminamos
siendo espectadores de piedra.

2020
{Joaquín}

Será que dejemos la conversación


en este mismo instante, dado que
te noto poco receptiva a continuar
el intercambio de opiniones.

{Isabela}

Estoy de acuerdo en eso, que


tengas buena tarde.

{Joaquín}

2021
Lo mismo.

No tardo en accionar el botón


que le permitía finalizar la
llamada con prontitud,
sintiéndose ciertamente
traicionada en la confianza
que había depositado en este
último interlocutor con el
que tuvo la oportunidad de
ver , que el entorno de Jaime
estaba enterado de del cese
del actividad conjunta entre
ambos .Eso le creaba un
revés importante a la hora de
mediar con algunos de los
soplones de los barrios más
oprimidos de la ciudad .Ahí
se le complicaba en cierto
modo el asunto de cara a
negociar , lo que percibiría
2022
cada uno por la valía de la
información que le
proporcionasen .Sabiendo el
valor que adjudicarles dentro
del compromiso que
demostrasen en la
organización . Marcando un
estricto baremo de fidelidad
ante el resto de miembros de
la misma, llegando a
imponerles unas normas de
régimen interno. Eliminando
futuras traiciones derivadas
de abandonos sorpresa
desestabilizando el
funcionamiento real de la red
que pretendía implantar lo
antes posible.

Tendría que reciclar a la


mayoría de los que parecían
ser buena parte de los
candidatos a pertenecer al

2023
colectivo criminal, aunque
tampoco le ofrecía excesivas
garantías el apoyo
incondicional de los que en
su día compartieron algunas
misiones de diferente
magnitud a simple vista.
Ahora pasarían a ser los que
recibiesen instrucciones
acerca de las actividades a
desarrollar, esperando que
las acatasen sin ningún tipo
de problema.

Simultáneamente Laura
intentaría quitarse a
Francisco de encima por la
vía rápida, dado que no
terminaba de comprender aquel
acoso verbal al que pretendía
someterla. Llegando a rozar
el agotamiento psicológico
que en realidad era lo que le

2024
importaba mantener alejado de
su mente, teniendo en cuenta
el poco aguante que mostraba
en el rostro. Quizás ahí
empezaría a ver cómo aplicar
algún tipo de excusa acerca
de escabullirse de la
conversación, además se le
hacía muy cuesta arriba el
dar explicaciones acerca de
su tendencia sexual.

Siendo un tema del cual no


he de su agrado compartirlo
con los demás, eso le
provocaba recordar la soledad
que le acompañaría el resto
de los días. Negaba que
alguien fuese a volver a
enamorarse de ella, se le
disparaban las emociones ante
el pensamiento de violar los
recuerdos que guardaba de

2025
Natalia. Puesto que se le
quedaron grabados a fuego en
la memoria, dejando que las
ilusiones frustradas entrasen
directamente en escena por la
puerta grande. El
desequilibrio añadía una
carga extra de peso que
tendría que arrastrar sobre
la espalda, doblando el
esfuerzo que debía imponer en
la marcha de los
acontecimientos.

Utilizaría el hermetismo en
la búsqueda de neutralizar
los golpes de efecto que le
lanzaba Francisco, como si se
tratase de dardos envenenados
en dirección a su maltrecho
corazón. Lo que enturbiaba la
escasa paz de la que
disfrutaba en un principio,

2026
puesto que no terminaba de
explicarse el asedio continuo
al que la sometía Francisco
cada vez que se cruzaban por
la calle. Quizás tuviese
fijación con el hecho de que
lo rechazase sentimentalmente
por causas que no alcanzaba a
entender, esa la raíz del
problema que no acaban de
zanjar como dos adultos. Sin
embargo, no estaba segura de
que acatase su decisión de no
volver a cruzar una sola
palabra en la vida, era
incapaz de controlar la
reacción de este ante la
negativa de conservar su
amistad.

{Francisco}

2027
Me parece que esta conversación no
llega en un buen momento, pero el
destino ha querido que nos hayamos
visto por alguna razón en
concreto.

{Laura}

¿Tú te fías de esas cosas?

{Francisco}

Pues tendré que empezar a darles


la importancia que merecen, ya que
no esperaba volver a cruzarme en
tu camino por el resto de mi vida.

2028
{Laura}

Entonces debes sentirte


ciertamente afortunado, no a todo
del mundo le suelen suceder ese
tipo de coincidencias, por mucho
que lo desee durante un lustro.

{Francisco}

¿Tienes algún tema pendiente que


debamos aclarar?

{Laura}

2029
Bueno lo cierto es que no estoy
interesada en mantener nuestra
amistad, ya que no le encuentro
sentido a perdamos el tiempo en
discutir.

{Francisco}

Será que no tienes clara la


situación e tu vida personal, pero
tampoco tengo la intención de
presionarte para que digas lo que
pretendo oír de esos hermosos
labios.

{Laura}

2030
¿Y qué es eso que tanto deseas que
diga?

{Francisco}

Que me darás una oportunidad de


que podamos ir limando los malos
entendidos, creo que no es tan
complicado que acerquemos
posturas.

{Laura}

Te repito que te equivocas de


lleno si piensas que me volveré a
detener, la próxima vez que no
veamos por la calle.

2031
{Francisco}

¿Por qué te pones a la defensiva?

{Laura}

Quiero perderte de vista, no me


interesa nada de lo que puedas
hacer o decir acerca de un
hipotético noviazgo como pareja
sentimental.

{Francisco}

2032
Entonces pienso que no tenemos
nada que seguir debatiendo entre
los dos, así que acatare la
decisión que acabas de tomar de
manera unilateral.

{Laura}

Espero no tener que volver a


incidir en el mismo tema que me
has propuesto, dándolo zanjado
desde este mismo instante en el
que nos encontramos.

{Francisco}

2033
De acuerdo, que tengas un feliz
día.

{Laura}

Te deseo lo mismo.

Por su parte Ignacio no salía


del asombro que le producía
el conocer de boca de Alberto
que las cosas habían variado
más de lo normal, ya que
peligraba el mantenimiento de
ciertas naves satélite donde
almacenar la mercancía que
pretendía introducir en los
ataúdes. Puesto que se le
abría otro frente al cual no
debía perder de vista,
2034
sabiendo que se jugaba la
obtención de unos excelentes
beneficios con los que
afrontar el siguiente reto a
poner en práctica. Sin
embargo, cuidaría con extrema
vigilancia los movimientos de
algunos trabajadores de las
empresas colindantes,
evitando en el futuro
sorpresas innecesarias que le
conllevasen problemas de
mayor envergadura.

Esperaba no estar siendo


investigado por la policía en
lo concerniente al acopio de
diferentes tipos de billetes
de curso legal, dado que por
ahí le pondrían seguir la
pista a las distintas series
emitidas por la Casa de la
Moneda y timbre, con el fin

2035
de cortar las vías de
financiación que
desarrollaban paralelas al
resto de la sociedad. Además
de la gran cantidad de pagos
que se realizaban al margen
del sistema fiscal que estaba
establecido por el Gobierno,
también se le daba la ocasión
de que alguien hubiese
irrumpido en el negocio de
manera irregular. Dejando al
descubierto una innumerable
lista de carencias en
operativo que había diseñado
en la vigilancia del lugar de
mayor relevancia dentro de la
organización, quizás un giro
en la confección de una nueva
estrategia le permitiría
desbloquear la salida de una
remesa de pagarés a cuenta
del envió de los ataúdes. Por

2036
ese lado saldrían pequeños
paquetes con la documentación
que debía acompañar a cada
una de las cajas, siendo
marcadas con un código basado
en los diferentes colores
primarios. Facilitando la
clasificación por la
distancia desde el punto de
partida, estimando un tiempo
real para la llegada a
destino con una pequeña
variación por las posibles
incidencias en el trayecto.

{Ignacio}

¿No podrías buscar un par de


hombres que realicen rondas
durante la noche?

2037
{Alberto}

Sería una buena opción a poner en


práctica, aunque tenemos el
problema de ver del presupuesto
del que disponemos para la
contratación de personal de apoyo.

{Ignacio}

Tranquilo que el dinero no será


ningún tipo de obstáculo a la hora
de emplear capital en la
estabilidad de la organización.

{Alberto}
2038
¿Ha cuánto ascendería dicho
presupuesto?

{Ignacio}

Calculo que sobre unos entre siete


y ocho mil euros cada quince días,
pero deben ser los mejores
profesionales en dicha actividad,
no quisiera defraudar a la gente
que me ha confiado su dinero.

{Alberto}

Creo haber encontrado la pareja


perfecta en el desempeño de dicha

2039
labor, además están disfrutando de
una semana blanca muy cerquita de
donde me hallo en este instante.

{Ignacio}

¿Puedes dejarlo hoy solucionado?

{Alberto}

Seguramente en una hora tendré una


respuesta positiva, aunque
prefiero que me lo confirmen en
persona para ver qué impresión me
dan al respecto al encargo.

2040
{Ignacio}

Esa es la parte que puede poner en


peligro la negociación, quizás
sería conveniente el tantear el
terreno para comprobar la
disponibilidad.

{Alberto}

¿Entonces te llamo a última hora


del día?

2041
{Ignacio}

Tu con cualquier tipo de novedad


me llamas así en caso de negarse,
también buscamos otra opción que
nos saque del problema.

{Alberto}

De acuerdo, en cuanto salga de la


reunión con ellos, te llamo para
darte la respuesta.

{Ignacio}

2042
Que tengas una buena tarde.

{Alberto}

Igualmente.

Diego empezaba a cavilar


acerca de ponerse lejos de
cualquier tipo de peligro
relacionado con el crimen
organizado, ya que solo veía
una única salida o desenlace
final que seguramente no le
convenía de cara al futuro.
Sin embargo, de rebote se
hallaba en medio de un asunto
del cual desconocía el
origen, además de comprobar
las vueltas que conllevaba el
entramado alrededor de una
2043
muerte con demasiadas
incógnitas. Notaba como las
cosas perdían el sentido que
se les presumía en un
principio, entrando en una
espiral sórdida a la vez que
poco clara en la sucesión de
los acontecimientos. Temiendo
que el seguir investigando
desembocase en algo más
grave, dando pie a sufrir
represalias por parte de
aquellos que conocían de
sobra los motivos de la
eliminación de Natalia. Le
resultaba increíble la manera
de sacar obstáculos con una
asombrosa facilidad.

De repente el sonido de la
llegada del ascensor que
portaba a Yolanda acompañada
de Bartolomé rompió el

2044
silencio que se había
instalado en su figura.
Enseguida fijo la vista en la
puerta de acceso al mismo con
la idea de ver que llegaba en
perfecto estado físico, pero
no contaba con el imprevisto
que viniese junto con un
desconocido común. En cuanto
se desplegaron los laterales
de la misma observo que junto
a la imagen de ella aparecía
un hombre que no le cuadraba
en el círculo de amistades,
tendría que esperar a conocer
en qué punto se hallaba la
complicidad entre ambos.

Hizo un tímido giro en la


mirada con el que evitar una
confrontación visual, que a
todas luces dejaba la sombra
de la duda sobre una

2045
inminente conversación a tres
bandas. Puesto que no
entendía el papel que
desempeñaba el individuo de
su izquierda. Teniendo
presente el rechazo que le
infligió al negarse a
compartir con él, la travesía
de bajada en el ascensor
desde la tercera planta del
edificio, dado que eso le
supuso saber que la confianza
se iba diluyendo con suma
rapidez. Provocando que el
distanciamiento diese paso a
un vació de sinceridad de
grandes proporciones,
abriendo un pequeño desierto
de frialdad que no les
conduciría a volver a unir
criterios. Le costaba
aceptar que la realidad se
imponía por encima de los

2046
deseos que albergo durante un
tiempo atrás y que ahora
mismo se quedarían relegados
a un segundo plano por las
circunstancias que se
divisaban en el horizonte,
aunque no cesaría en el
empeño de recuperar la
estabilidad emocional. Todo
dependería del grado de
implicación que demostrase al
entablar un dialogo con una
fluidez bastante notable,
promoviendo que sus ideas
fuesen escuchadas con
especial atención.

Camino con paso firme al


encuentro de ella para
interesarse sobre su estado
de salud. Al examinarle el
rostro se dio cuenta de que
no estaba pasado por el

2047
momento, rozando un cuadro de
extrema ansiedad por lograr
unos objetivos que se
antojaban imposibles de
realizar. Alargo la mano
derecha con la intención de
sujetar el brazo de Yolanda
que se tambaleaba con poca
estabilidad física, enseñando
las carencias que se iban
acumulando con el paso de los
minutos por encima de sus
cabezas. Le alarmo el débil
movimiento que hacía con las
piernas al intentar caminar
en dirección a la cafetería
del hotel, era incapaz de
equilibrar el tronco con el
balanceo de las extremidades
tanto superiores como
inferiores. Bloqueando la
movilidad real que utilizaba
a diario en cada

2048
desplazamiento, ahí apreciaba
que algo extraño le estaba
sucediendo en el ánimo de
luchar por reponerse lo antes
posible. Se le antojaba
complicado de asumir que ni
si quiera podía articular una
palabra, además de comprobar
la palidez del rostro que
daba evidentes señales de
agotamiento.

De repente observo como un


débil resuello manaba de su
garganta con un profundo
gesto que marcaba el punto de
inflexión. El acompaño hasta
una de las sillas que
consideraba más cercanas a la
puerta de la cafetería del
hotel, aunque notaba que el
esfuerzo de intentar que
levantase los pies de suelo

2049
resultaba inútil. El peso de
su figura no le permitía
llegar a doblar las rodillas
con la soltura necesaria,
prolongando todavía un poco
el sufrimiento que se le
acumulaba en ciertas zonas
del cuerpo. Llegando a
desembocar en un malestar
general de incalculables
dimensiones, el trayecto se
le antojaba un tanto largo de
cubrir en las actuales
condiciones que presentaba a
simple vista. Siendo portada
en volandas hasta el final de
la travesía que tenía por
delante, tampoco se enteraba
de lo que pasaba a su
alrededor en lo concerniente
al personal que deambulaba
por el vestíbulo de la
recepción.

2050
Enseguida la colocaron en el
asiento de la silla que mejor
se adaptaba a sus
necesidades. Temiendo que se
pudiera asustar a la hora de
retomar las constantes
vitales, por lo que Diego no
perdía de vista ni uno solo
de los movimientos de ella.
Sabiendo que la dificultad le
acechaba en el organismo
dejando una huella complicada
de eliminar, ya que el
deterioro se hacía cada vez
más patente ante la falta de
energía vital. Puesto que se
le acumulaba una enorme
cantidad de ansiedad que se
transformaba en un estrés que
le impedía maniobrar con una
leve soltura, le molestaba el
depender de cualquiera que se

2051
hallase en el entorno.
Entrando en la tesitura de
solicitar que la dejasen
tranquila para poder
reflexionar acerca de las
causas de aquel bajón
anímico, además de averiguar
si en realidad estaba en
condiciones de afrontar la
siguiente fase de la
investigación.

Intento centrar la imagen en


un punto que se localizaba en
un vértice del techo del
establecimiento, así nadie
sabría cómo iría su
recuperación personal en lo
concerniente a lado anímico.
Convirtiéndose en una
incógnita de incalculables
dimensiones con respecto a lo
referente a especulaciones

2052
que surgirían entorno a la
delicadeza de su salud ,
utilizando cualquier recurso
que se le pusiera próximo a
su mano , jugando la baza
que mejor le convenía
explotar en aquel preciso
instante por el bienestar de
los asuntos que le interesaba
que permaneciesen en el
anonimato .

Sabía que ninguno de sus


eventuales acompañantes se
tomaría la molestia de
preguntarle, exactamente cuál
era el estado mental del que
disfrutaba en la actualidad.

Dejando a un lado el vínculo


de cercanía que les pudiera
proporcionar una posición de

2053
privilegio con la que
afrontar el siguiente envite,
abriendo una puerta a la
esperanza que resultaría
ficticia a simple vista de
los acontecimientos.

Recupero la confianza en el
dialogo que pretendía
mantener con motivo de
agradecimiento a Bartolomé
por la atención prestada, ya
que evitaba mostrarse
descortés con él ante la
eventual bajada de tensión
que sufrió minutos atrás,
aunque desconfiaba de la
reacción que tuviese Diego al
ver el tono distendido que se
daban el uno al otro. Puesto
que intentaba que se diese
cuenta que ya no tenía cabida
entre sus amistades más

2054
cercanas, pasando a engrosar
la lista de gente que
pertenecía a un discreto
segundo plano. Llegando a
estar etiquetada como próxima
a desaparecer del entorno en
el que se movía a diario,
meditaba si era el momento de
aclarar el lugar que le
correspondía a cada uno de
ellos. Sin entrar en una
guerra fratricida que diese
al traste con el plan que
había estado diseñando con
anterioridad, observando que
el ambiente se antojaba un
poco tenso en el conjunto de
prioridades.

Tomo la iniciativa de abrir


un dialogo a tres bandas con
el que dejar de manifiesto
cuales serían las prioridades

2055
que le preocupaban, ya que no
esperaba continuar
alimentando falsas esperanzas
con respeto a ninguno de sus
dos eventuales acompañantes.
Teniendo en cuenta que no le
apetecía soportar las
opiniones ajenas por encima
del criterio propio, sabiendo
que no estaba dispuesta a
darles ni un segundo de
gloria con el que cambiase de
parecer. Además, aprovecharía
para alejar viejos fantasmas
que le sobre volaban en el
subconsciente, dando pie a
que se sucedieran un abanico
inimaginable de dudas poco
productivas en relación a
futuras alianzas en el ámbito
afectivo.

2056
{Yolanda}

Me las puedo arreglar bien sola


para llegar hasta una de las mesas
de la cafetería, por lo que os
rogaría que no me escoltaseis.

{Bartolomé}

¿Seguro que se encuentra con


fuerzas suficientes como para
afrontar dicho trayecto?

{Yolanda}

No me gusta tener que depender de

2057
los demás para desarrollar mi vida
diaria, así que prefiero que os
alejéis lo más posible de mí.

{Diego}

Por mi parte rechazo cumplir con


lo que me acabas de sugerir,
puesto que no me quedaría
tranquilo viendo que con un simple
resbalón terminaras en el suelo.

{Yolanda}

No pienso discutir ni una sola de


mis decisiones con respeto a
mantener mi independencia, además
no me apetece que nadie me moleste
en la próxima media hora de reloj.

2058
{Bartolomé}

¿Por algún motivo en especial?

{Yolanda}

Eso es algo que me guardo para mi


intimidad, dado que no espero
compartirlo con quieres ahora
mismo no gozan por mi parte de
total confianza.

{Diego}

2059
Veo que te has recuperado del
bajón anímico que te había
producido un repentino
desvanecimiento.

{Yolanda}

Quizás esa sea la mejor noticia


que me haya surgido en el día de
hoy, teniendo en cuenta que las
pocas alegrías que me ha
proporcionado.

{Bartolomé}

¿Está siendo tan triste?

2060
{Yolanda}

Prefiero no entrar en detalles de


mi vida privada, ya que
seguramente daría pie a
confusiones que es mejor dejar a
un lado.

{Diego}

¿Estas queriendo decirme algo?

{Yolanda}

2061
A buen entendedor pocas palabras
son necesarias para que la gente
comprenda cuál es su lugar en la
sociedad.

{Bartolomé}

Creo que es un buen momento para


irme despidiendo de ustedes, ya
que me quedan unas cuantas tareas
por cumplir antes de finalizar mi
jornada laboral.

{Yolanda}

¿Otro día volveré a coincidir con


usted?

2062
{Bartolomé}

Eso lo decidirá el destino dentro


de su capricho, además señorita
tengo la firme convicción de que
no es muy beneficioso para ambos
el cruzarnos.

{Diego}

¿Se me permite una pregunta?

{Yolanda}

2063
Según el tipo de cuestión que nos
vayas a proponer, dado que no
estoy de humor para soportar
impertinencias o salidas de tono.

{Diego}

Entonces prefiero no hacer la


pregunta que llevo durante un rato
madurando, acerca de si me
conviene continuar manteniendo mi
amistad contigo.

{Bartolomé}

Por favor, no discutan en caliente


sobre algo que más adelante les
pueda conducir a tener que

2064
rectificar en sus actuales
argumentos.

{Yolanda}

Dicen que la traición se paga con


la frialdad del aislamiento y eso
es lo que se merece este señor, ya
que no ha sabido entender que no
tragaba a cierta “persona “de su
entorno diario.

{Bartolomé}

No siga por ese camino de la


descalificando verbalmente a su
acompañante, quizás sería
conveniente que reflexionasen por
2065
separado los acontecimientos.

{Diego}

Se ha instalado en la figura de
que soy el culpable de que alguien
maravilloso se haya cruzado en mi
camino, no entiende que me sienta
atraído por otra mujer.

{Yolanda}

¿Por qué siempre utilizas el papel


de víctima?

{Bartolomé}
2066
Por favor no entren en una guerra
dialéctica a gran escala, que
luego se pueden arrepentir de los
resultados en un futuro no muy
lejano.

{Diego}

Ya me he acostumbrado a que suelte


algún tipo de amenaza indirecta,
tampoco la considero capaz de
llevar a cabo nada en mi contra.

{Yolanda}

2067
Bueno, creo que esta conversación
ha tocado a su fin, por lo que si
me disculpan me retirare de la
misma, que tengan una tarde llena
de satisfacciones.

{Bartolomé}

Por mi parte tampoco tengo más que


añadir y le deseo lo mismo.

{Diego}

Quizás sea la mejor solución que


debemos adoptar en este preciso
instante, igualmente mi deseo para
los dos.

2068
Sin embargo, Ignacio al otro
lado de la ciudad orquestaba
un plan con el que separarlo
definitivamente del entorno
de Yolanda, ya que le
resultaba incomodo ver que su
lugar estaba siendo ocupado
por este y no le permitía
desarrollar con libertad el
acercamiento que anhelaba
hacia ella. Así se le
obstaculizaba el camino que
divisaba como única opción a
poner en práctica, dado que
el resto se antojaban un poco
complicados por la cantidad
de favores que tendría que
solicitar a sus colaboradores
habituales. Además de buscar
una forma con la que aislar
los temas verdaderamente
importantes, siendo una tarea
2069
de vital importancia en lo
referente a no mezclar
algunos aspectos que se
escapaban a su control
diario.

Esperando que nada diese un


giro inesperado en la
dirección contraria a lo
establecido con anterioridad,
dado que nada podría salirse
de lo establecido en los
acuerdos que negocio con los
accionistas de la sociedad. A
parte de macar una distancia
prudencial con el resto de
frentes que mantenía
abiertos, sin descuidar ni
uno solo de los considerados
de cierta trascendencia.
Poniendo especial atención en
los relacionados con él envió
de dinero al extranjero, ya

2070
que se hacía imprescindible
que el curso de los
acontecimientos no se viese
afectado por interferencia de
Ernesto. Siendo un pequeño
revés en sus intenciones de
proseguir con la expansión de
su actividad delictiva,
ocultando un buen número de
identidades falsas con las
que contaba en la inscripción
de los pagarés irregulares
que ordeno imprimir, de
manera fraudulenta en algunas
copisterías de dudosa
reputación en la ciudad.

Sabía que no se debía fiar ni


un ápice de nada de lo que le
rodeaba, teniendo en cuenta
que por el momento era
complicado dar un argumento
estable en lo concerniente a

2071
los apoyos de la gente que
cooperaba en la sombra. Ahí
el destino le proporcionaría
un nuevo aliado con el que
apuntarla una parte
importantes de los asuntos
que mayor preocupación le
despertaban. Quizás un
espacio en el que guardar una
cantidad de documentos que le
pudieran comprometer en el
futuro, el alcantarillado
resultaba estar en pésimas
condiciones de uso en
consonancia con el deterioro
de la nave. Lo que provocaría
un nuevo retraso en la puesta
en marcha de las operaciones,
colocándole en una difícil
situación de cara a la
consolidación ante la imagen
que proyectaba hacia las
demás organizaciones

2072
delictivas de la ciudad.
Poniendo entela de juicio la
capacidad con la que
gestionar el área que le
había correspondido en el
reparto, dando pie a que se
sacasen un mar de
especulaciones enfundadas
sobre la solvencia que en un
principio se le presumía.

Tomaba un pequeño matiz como


referente a la hora de
establecer un criterio acerca
del elegido, para que
delegase una parte de sus
ocupaciones diarias de menor
envergadura. Usándolo en caso
de verdadera necesidad para
mantener el equilibrio dentro
de aquello que consideraba la
matriz del negocio, tampoco
lo dejaría en manos de

2073
cualquiera de sus
colaboradores. Conociendo la
forma en la que abordaban
algunas cuestiones de
trabajo, ya que no solían
poner en práctica la
delicadeza al verse inmersos
en situaciones límite.
Entrando en el capítulo de la
supervivencia por encima de
cualquier otro tipo de
sentimientos, ese era uno de
los aspectos que todavía no
había logrado aislar aquello
que menos le ayudaba a
racionalizar una postura
consensuada.

Lo primero era ver a qué


lugar podría trasladar todo
el material que guardaba en
la vieja nave y comprobar si
no se dañó por el salitre de

2074
la humedad que se acumulaba
en las paredes de la antigua
conservera de pescado. Era un
reto que debía acometer con
la mayor rapidez posible,
dado que todo dependía de que
todo estuviese en perfecto
estado de revista. Puesto que
un solo sello dañado haría
complicado el poder
reemplazarlo por uno de las
mismas características,
sabiendo que ese error daría
pie a una inevitable
investigación policial, lo
que propiciaría un evidente
trastorno en los planes que
fue minuciosamente
confeccionando a base de
dedicarle horas.

Aunque se resistía a tener


que asumir que no se

2075
recuperaría nada de lo allí
oculto desde hacía un tiempo
atrás, puesto que
desembocaría en buscar la
manera de explicar a los
promotores el estropicio.
Dado que empezarían por
volver a encontrar una línea
de acuerdos puntuales acorto
plazo, permitiendo la
explotación integra de los
recursos de cada uno de los
miembros. Sugiriendo que
acatasen el reglamento de
régimen interno que sería
comunicado por los diferentes
conductos habituales,
abriendo un campo de mayor
seguridad a la hora de
restringir la salida de
información.

Además de ir colocando

2076
elementos que le diese una
polivalencia de movimientos
al tener que enfrentarse a
posibles contratiempos, dando
un giro de ciento ochenta
grados a lo establecido en un
principio. No descartaba
ninguna de las opciones que
barajaba con tal de mantener
las opciones de éxito en lo
que se refería a la puesta de
funcionamiento del negocio,
lo único que en cierto modo
le preocupaba era que Ernesto
se mantuviera a una distancia
prudencial.

De esta forma no tendría ni


un obstáculo para especular
sin impunidad, al contrario,
comprobaría que se le iba
allanando el camino en la
dirección que mejor le

2077
convenía. Llegando en el
futuro meditar sobre la
posibilidad de poder delegar
en un hombre de su total
confianza, sería lo idóneo en
la búsqueda de que no lo
vinculasen con organizaciones
delictivas. Sin embargo, no
tenía muy claro quien estaba
en posición de hacerse cargo
de dicho puesto, dado que el
resto de clanes darían la
última palabra en la admisión
de un nuevo miembro.

Todo se movía en un ambiente


alimentado por la
especulación que le había
levantado el subconsciente,
conduciéndole a desconfiar a
un estado de inminente
desequilibrio emocional.
Aunque no perdía del todo la

2078
perspectiva que le marcaban
los acontecimientos que le
sucedían alrededor, mostrando
que nada se podía colocar en
la lista de lo meramente
previsible al confeccionar
una estrategia comercial.
Siendo por el momento un
mundo por el que transitar
con la fiel compañía de la
cautela, puesto que notaba un
cierto relajamiento interior
con el que no contaba que
apareciese en escena. Quizás
ese podría ser el punto de
inflexión que necesitaba
analizar con sumo detalle
ante la posible entrada en un
círculo poco productivo, con
el riesgo de dar una vuelta a
la tuerca equivocada durante
el proceso de traslado del
material impreso.

2079
Gestionaba unos terrenos que
estaban ubicados al lado de
uno de los cementerios
municipales, allí sería
complicado que fuesen a
remover en los inmuebles que
se hallaban en dicha zona.
Tenía un edificio completo
donde instalar su cuartel
general con total seguridad
de movimientos al diseñar la
cavidad donde guardar los
papeles de especial
relevancia, dado que no
esperaba compartir esa
información con el resto de
sus colaboradores. Marcando
una delgada línea que le
permitiese separar algunos
documentos clasificados que
debía supervisar con sumo
detenimiento, dado que el

2080
contenido le pondría en una
situación de tintes
comprometidos en lo
concerniente a la identidad
de ciertas personalidades de
la vida pública de la ciudad.

Se decantó por dicha opción


en la que se le antojaba el
escondite idóneo, con la
seguridad de no ser
descubierto a las primeras de
cambio. Controlando cada
detalle de la operación de
traslado de un lado al otro
de la ciudad, poniendo
especial atención en lo
esencial que resultaría el
extravió de una parte los
pagarés que ocultaba.
Teniendo serios problemas
para recuperar la confianza
de aquellos que depositaron

2081
fuertes sumas de capital, ahí
se localizaba uno de los
peligros que dejaría
desprotegida la vigilancia de
información confidencial. Por
lo que todo dependía de la
frialdad con la que
mantuviese sujetas las
emociones de quienes le
rodeaban, quedando claro que
no era sencillo el delegar
según qué tipo de
actividades.

A Salvador le empezaba a
costar el soportar el
constante acoso verbal al que
lo sometía Sandra, cesando en
su empeño de hacerle cambiar
de opinión. Obligándole a que
abandonase la idea de
continuar la relación con
Antia. Imprimiendo una mayor

2082
presión en cada fase del
dialogo que mantenía desde
hacía un buen rato. Aunque
continuaban muy alejados de
intentar un acercamiento de
posturas, ninguno de los dos
estaba por concederle al otro
ni un centímetro por encima
de lo estrictamente
necesario. Generando un
descontrol que no ayudaba a
que el ambiente se calmase de
crispación, que se palpaba en
el aire que intentaba
respirar con demasiada
cautela. Dado que se
descentraba con bastante
facilidad de la postura que
había adoptado inicialmente,
teniendo en cuenta que sufría
constantes ataques de
emotividad.

2083
Intentaría amortiguar los
golpes con una dosis extra de
entereza personal, llegando
al punto de repeler cada
impacto con algún tipo de
argucia a modo de colocar un
escudo que soportase los
reproches que Sandra no
cesaba en lanzarle desde las
distintas fases de la
conversación, aunque le iba
minando el aguante
psicológico del que
disfrutaba en aquel instante.
Comenzaba a cobrar especial
relevancia el hecho de ver
como el chantaje no perdía el
protagonismo, dando un cariz
muy diferente al habitual en
un intercambio de opiniones.
Poniendo todavía más
complicado el entendimiento
entre ambos, por el mero

2084
hecho de no romper con la
hostilidad reinante.

{Salvador}

¿Me vas a decir que en los últimos


quince días no te has acostado con
otro hombre?

{Sandra}

Mira como lo has entendido a la


primera, todo es poner un poco de
tu parte a la hora de reconocer a
nuestro hijo en común.

2085
{Salvador}

Eso dependerá de la prueba de


paternidad que pienso hacerle
justo en el momento del
nacimiento, para que no haya la
posibilidad de que alguien pueda
intercambiar los resultados.

{Sandra}

¿Crees que solo quiero darle una


especial importancia a mi
embarazo?

{Salvador}

2086
Viniendo de tu parte, cualquier
cosa es posible que ocurra, por lo
que no descarto que pongas
cualquier tipo de artimaña en
marcha.

{Sandra}

Pensé que por lo menos me darías


un voto de confianza, pero veo que
me equivoque al contar con tu
buena voluntad hacia nuestro amor.

{Salvador}

Jamás te he dado la esperanza de


que fuéramos una pareja como las
2087
del resto de la humanidad,
nosotros solo nos acostamos por
estar bajo los efectos del
alcohol.

{Sandra}

¿Tú no has pensado nunca en


alguien se pudiera enamorar de ti?

{Salvador}

Quizás esa persona me esté


esperando para comer y estoy
perdiendo el tiempo en dar
explicaciones que no me aportan
nada.

2088
{Sandra}

Ha llegado el momento dar por


finalizada esta conversación,
cuídate mucho a pesar de que sea
lejos de mí.

{Salvador}

Lo mismo te deseo con todo mi


respeto y cariño.

Un imprevisto se avecinaba en
el plan que tenía diseñado
Isabela para darle un
escarmiento a Ernesto, dado
que contaba con escasa
2089
logística. Tendría que
posponer el encargo que le
solicito Silvia con
anterioridad, siendo un
contratiempo que le
conllevaría la modificación
de algunos de sus recursos en
caso de verse en una
situación comprometida. Sin
embargo, debía aprender a
controlar la mayoría de los
detalles, observando que las
alianzas que compartía con
Joaquín no le beneficiarían
de manera individual.
Temiendo verse desguarnecida
por la falta de apoyos de
verdadera contundencia,
quedando a merced de
cualquier elemento que
pudiese trastocar los planes
que iba diseñando a gran
velocidad. Sin perder ni un

2090
solo detalle de cada
operación que ponía en
marcha.

Esperando que nade saliese


fuera de la más estricta
normalidad, dado que ahora
mismo un simple sobre salto
le haría ver que no lo
enmendaría con la facilidad
que le resultaba acudir al
consejo de alguien tan
experimentado como Joaquín
.Eso era incapaz de
traspasarlo con total holgura
por la falta de recursos
propios, a la hora de
afrontar cierto tipo de
situaciones que surgirían de
manera espontánea en el
futuro.

Así que tendría que empezar a

2091
buscar formas de improvisar
ante las dificultades que se
le presentaban en la
actualidad, las dudas se
dejaban entre ver en escena
con el paso de los minutos
por encima de su cabeza
.Llegando al punto de crearle
una especie de pánico
interno, lo que le minaba en
cierto modo el espíritu de
lanzarse a la aventura con
todas las consecuencias.

La suerte le vendría de cara


a la hora de ir captando
nuevos compañeros de trabajo,
con la única intención de
darle las piezas necesarias
para consolidar la posición
que precisaba .Viendo que las
cosas giraban hacia un nuevo
horizonte por explotar,

2092
sirviéndole como forma de
establecer unos cimientos
ante la creación de una
organización independiente ,
al resto de las que operaban
a lo largo del perímetro de
la ciudad .Analizaría cada
uno de los paso que
necesitaba en la constitución
de una red delictiva a
mediana escala , dando lugar
a que el crédito fuesen
creciendo con las sucesivas
coloraciones con miembros de
los diferentes clanes de
mayor prestigio .

También se acercaría a los


distritos donde residía una
gran cantidad de inmigrantes
castigados por la falta de un
empleo estable, lo que
contribuiría, a que le

2093
resultase fácil el reclutar
sicarios por una módica
cantidad de dinero .Por lo
que reduciría una
considerable cantidad de
capital, así se limitaría a
controlar la economía que no
pasaba por su mejor
momento ,ya que los ingresos
no le alcanzarían en su
objetivo de cubrir al cien
por cien los gastos
.Suponiendo un desequilibrio
más o menos coyuntural a
todas luces , mostrando las
carencias con las que partía
en un principio al emprender
el camino en solitario .Dado
que trazaría una línea de
trabajo muy distinta a la
utilizada hasta la fecha
.Sien do el impulso que
precisaba imponer a la

2094
actividad que implantaría de
manera inminente ,

Para ello contaría con el


apoyo incondicional de una
vieja compañera de fatigas,
con la que tuvo un trato
cortes en el pasado
traspasando el mero hecho de
una simple colaboración
laboral. Llegando al punto de
convertirse en casi hermanas
por las confidencias que se
intercambiaban a diario.
Además, en su día hubo la
posibilidad de que fuesen en
un futuro cuñadas de pleno
derecho, puesto que un
hermano de Isabela estuvo
interesado en comenzar una
relación sentimental con
dicha amiga.

2095
Esta respondía al nombre de
Jimena de Arguelles Fernández
que residía normalmente en la
periferia de la ciudad, lo
que hacía complicado el que
coincidieran a menudo para
tener un intercambio de
opiniones .Dado que
últimamente las ocupaciones
de ambas no les permitían,
recuperar a menudo aquellas
largas tertulias que solían
compartir frente a una taza
de café .Pero quizás eso
volviese a suceder tarde o
temprano, esperando que nada
les hiciese distanciarse por
encima de lo normal a estas
alturas de la vida .

Tuvo en mente el concertar


una cita para ver si era
viable que pudiese utilizar

2096
sus dotes artísticas .Así
jugaría el papel de mujer que
haría de anzuelo, aunque
debería esperar a que Silvia
le proporcionase la identidad
del que sería objetivo a
extorsionar ,de momento no le
podría poner figura física
.Sin embargo intentaba
hacerse un retrato mental del
individuo en cuestión
.Colocando un pequeño
obstáculo en la confección de
un encuentro casual a plena
luz del día ,pudiendo
comprobar cómo se desenvolvía
durante la jornada laboral
.También analizaría los
lugares que solía frecuentar
en solitario ,además de crear
in listado con los horarios
bien especificados en su
agenda electrónica de última

2097
generación .Ahí marcaría un
itinerario en el que
insertaría los datos que
resultasen fundamentales .

Medito unos segundos antes de


accionar el botón de pre
llamada, ya que desconocía
era una buena hora en la que
comunicar con ella la mayor
brevedad posible .Le urgía
saber si disponía de tiempo
suficiente como para cubrir
su demanda o si por el
contraria debía recurrir a
otra opción que le diese las
mismas garantías de éxito
.Así que no demoro el hablara
telefónicamente con Jimena de
Arguelles Fernández, suponía
ser aquello que daría la
imagen que demanda el
proyecto que manejaba entre

2098
las manos .Aunque iría
lentamente explicándole en
qué consistiría la propuesta
que le intentaría ponerle
encima de la mesa ,dado que
abogaría por la sutileza como
herramienta de primera
línea .

Sonaba de fondo la señal de


llamada que intentaría que no
se agostase, antes de que
descolgasen del otro lado del
hilo telefónico. Notaba que
la tardanza se hacía visible
a la hora de atenderle.
Viendo que no obtenía la
respuesta adecuada a la
demanda que precisaba
mantener bajo el control de
su vigilancia. Quizás más
adelante lograría cumplir con
el objetivo que se había

2099
marcado en un principio, pero
divisaba una leve sombra en
el horizonte que se le
dibujaba ante los ojos.
Teniendo que demorar la
conversación durante unos
cuantos minutos más,
provocando que el retraso
supusiera un trastorno en la
puesta en marcha de lo que
manejaba con maestría entre
sus manos. Lo que ayudaba a
poder pulir detalles que no
terminaba de ver en la línea
de trabajo que necesitaba
trazar en ese mismo instante.

Sin embargo, tuvo en mente el


concertar una entrevista
formal con Ignacio, con la
intención de que le abriese
algunos canales de
comunicación con las familias

2100
con mejores acreditaciones en
los bajos fondos. Siendo una
forma de ir relacionándose a
la par de consolidar una
postura de firmeza, temiendo
caer en un desmesurado
optimismo que le condujese a
buscar iniciativas con las
que atajar, la mayoría de
imprevistos que pudiesen
surgir durante el desempeño
en la confección de dicha
infraestructura. Aplicando
una de las muchas opciones
que se derivaban de
colaboraciones compartidas en
el pasado. Siendo una
referencia de especial
notoriedad en la consecución
de acuerdos que afianzasen la
alianza de ambos, creando un
frente común que inspirase
una esperanza real de éxito.

2101
Recordaba con cierta
nostalgia el tiempo que
estuvo medianamente ligada a
él sentimentalmente. Llegando
a enamorarse del estilo de
vida que le mostraba a
diario, dado que guardaba
gratos recuerdos de las
experiencias que le enseño la
temporada que frecuentaron
las mismas amistades .Aunque
ahora solo serían socios
esporádicos por
circunstancias que le marcaba
el destino y que le obligaban
a demandar la cobertura de
gente con un extenso bagaje
en la composición de
alternativas .Además
intentaría reavivar las
brasas que provocaron un
tornado descontrolado de

2102
emociones dormidas , que le
permanecían ocultas en lo más
profundo del corazón con
todas las consecuencias .
Abriendo viejas heridas que
no estaban del todo
cicatrizadas después de los
años que no coincidían en
persona, ahí radicaba uno de
los caballos de batalla que
tendría que vencer a corto
plazo.

Le costaría poder separar la


relación laboral de la
sentimental, no le quedaba
otro remedio que asumir la
opción de que solo le tomase
como una colaboradora más.
Albergaba la esperanza de que
hubiese una remota
posibilidad, de que las cosas
se girasen hacia su favor

2103
permitiéndole obtener una
postura de mayor ventaja.
Proporcionándole dar un paso
que le acercase a consolidar
el objetivo deseado, esperaba
ver colmadas las expectativas
que tuvo en mente desde el
principio. Sabía que el
esfuerzo daría sus frutos
tarde o temprano, dándole la
oportunidad de crear una
sólida base entre ambos que
desembocase en algo más
serio.

Sopesaba si era una buena


hora para hacer la primera
toma de contacto telefónico,
dado que no quería que se le
repitiera el fiasco que
surgió con Ángela Ruiz de
Sepúlveda. Dejándole un
pequeño desconcierto a la

2104
hora de planificar los
siguientes anclajes a fijar
como base de un futuro
proyecto conjunto. Evitaba
entrar en una indirecta
independencia social por
asuntos que pretendía
resolver con un poco de tenso
mezclado con una dosis de
esfuerzo constante, quizás le
allanase el camino en su idea
de no desfallecer en mantener
viva la llama de su relación.

El ansia de volver a
escuchar el chorro de voz que
perteneciente a Ignacio, que
le hechizaba con la
modulación que utilizaba en
cada una de las charlas que
compartían, a pesar del
tiempo que permanecían
separados por las diferentes

2105
circunstancias que surgían de
forma espontánea, pero
tampoco debía de servir como
un obstáculo insalvable
.Despejando en su horizonte
una nueva expectativa que
explotar en la dirección que
mejores rendimientos le
proporcionaría trazar una
línea de seguridad, con la
que blindar el afecto que le
intentaría prodigar en una
inminente relación de pareja
.

Acciono el botón de pre


llamada con bastante
celeridad ante la urgencia de
hablar con él, ya que el
corazón se le iba acelerando
a gran velocidad con el paso
de los minutos. Solo se
centraba en el pensamiento de

2106
entablar el primer tramo del
plan que se había trazado con
anterioridad, también la
satisfacción se dejó ver en
escena como personaje de
excepción. Oía de fondo el
sonido de la señal con
infinita nitidez en la
frecuencia de la línea
telefónica, la incertidumbre
se incorporaba al elenco de
actores eventuales. Por fin
noto que alguien tocaba la
tecla de recibimiento de
llamada.

Del otro lado Ignacio


accedería con sumo placer en
atenderle durante unos
minutos, siendo el preludio
con el que negociar una
temporal historia de amor,
aunque nada estaba

2107
completamente cerrado por
ninguno de los dos lados
.Quedando en el aire una
decisión que podría cambiar
el itinerario a poner en
práctica, dado que la
especulación marcaría la
pauta a seguir en algunas
fases de la conversación .A
pelando a la cautela que
debía utilizar al comunicarle
las propuestas, que mejor le
interesaba insertar dentro de
la constitución de la
organización que pronto
pondría a funcionar .

Respiro profundamente para no


ahogarse de la emoción al
hablar nuevamente al que en
su día considero el hombre
más importante en su vida
.Llegando al punto de pensar

2108
en dar el paso de que fuese
el padre de sus hijos .Pero
el destino quiso que todo
sufriera un pequeño cambio en
el desarrollo natural de los
acontecimientos, puesto que
el nerviosismo le jugaría una
mala pasada a la hora de
mantener la templanza que
necesitaba .Oyó de fondo como
el aire que salía de los
pulmones de Ignacio se
deslizaba por el micro de su
celular con una potencia de
gran nivel , lo que no era de
extrañar en el estado físico
que solía mostrar ante los
demás .

{Ignacio}

2109
Buenas tardes Isabela, ¿En qué te
puedo ayudar?

{Isabela}

Buenas tardes Ignacio, pues me


vendría bien que me dieses unas
nociones para la constitución de
una organización clandestina.

{Ignacio}

Lo cierto es que estoy un poco


ocupado en la búsqueda de socios
para mi nuevo negocio, pero haré
un hueco en mi agenda para
asesorarte sobre los detalles a
2110
tener en cuenta desde el
principio.

{Isabela}

¿Cuándo podríamos vernos en


persona?

{Ignacio}

Ahí está el problema que todavía


no puedo solucionar, por la
cantidad de reuniones que debo
atender en los próximos días en lo
concerniente a encontrar nuevos
inversores.

2111
{Isabela}

Veo que hay algunos aspectos que


no he tenido presentes a la hora
de poner en marcha mi grupo
delictivo, aunque a cabo de
comprobar que necesito que me
ayudes con fijar las bases
iniciales.

{Ignacio}

¿Por qué no has ido a que te


asesore Jaime?

{Isabela}

2112
Hemos decidido disolver
temporalmente nuestra sociedad,
porque ya estábamos un poco
saturados de hacer siempre el
mismo tipo de trabajos.

{Ignacio}

Lo siento, pero no tenía ninguna


información al respeto, hace un
par de horas que hemos estado
hablando por teléfono, pero
tampoco surgió el sacar el tema en
cuestión.

{Isabela}

¿Entonces rechazas mi propuesta?

2113
{Ignacio}

No, al contrario, es un reto que


me apetece asumir con sumo gusto,
dado que me servirá de puente done
verter ciertos asuntos que
prefiero mantener en secreto.

{Isabela}

Creo que nos vamos a llevar de


maravilla, así que mejor empezamos
por construir una confianza en la
que nada se quede por mencionar.

2114
{Ignacio}

¿Tienes claro el número de


confidentes de los que vas a
disponer en el inicio?

{Isabela}

De mi total fidelidad sobre unos


diez más o menos, del resto pues
un numero también aproximado a esa
cifra que te acabo de comunicar.

{Ignacio}

Bueno, tampoco son tantos como

2115
para no poder ir colocándolos en
lugares estratégicos, habría que
hacerles un pequeño reciclado en
las responsabilidades que se les
asignara en el futuro.

{Isabela}

¿Pretendes hacer una nueva


distribución de los efectivos?

{Ignacio}

Los aprovechare en que cubran las


carencias de los hombres que iré
colocando por las diferentes zonas
de la ciudad, así tendremos mayor
territorio controlado que el resto
de los clanes.

2116
Al otro lado de la ciudad
Jaime que había vuelto a la
ciudad, esperando poder
colocar los cimientos de su
independencia del resto de
los que le conocían. Aunque
se le haría complicado el
realizar los cambios que
precisaba, evitando acudir a
las colaboradoras habituales
de Isabela. Sabiendo que no
se salvaría de escuchar a más
de una que le pidiese
explicaciones acerca de los
motivos de la separación,
dado que resultaría bastante
extraño que se personase a
solicitar los servicios de
cada una de ellas .

Lo que provocaría que


2117
apareciesen multitud de
especulaciones, dejando un
océano de dudas sobre una
ruptura sentimental entre
ambos y que afectaría
directamente en la sociedad
que compartían desde hacía
algún tiempo .Reflexionaba
con mucha tranquilidad los
siguientes pasos que
intentaría que no le
provocasen inquietud , pero
la prioridad pasaba por
planificar la base del
encargo que le sugirió
Ignacio .

Necesitaba encontrar un
equilibrio dentro del espacio
en el que tendría que
desenvolverse con total
seguridad, siendo una de las
primeras medidas que debía

2118
adoptar. Protegiendo buena
parte de los asuntos que
pretendía continuar ocultando
de cara a la sociedad, puesto
que contaba con pequeñas
deudas que le quedaban por
saldar a su favor, quizás las
cosas tuvieran un desarrollo
muy distinto al que había
planeado durante las últimas
semanas. Sin embargo, nada
cambiaría la decisión de
iniciar un camino en
solitario, olvidando el tramo
de su vida que compartió con
Isabela. Lo que le motivaba
un pequeño descenso de
emotividad que seguramente se
acentuaría con el paso de los
minutos por encima de su
cabeza, generando un vacío
que le resultaría complicado
de llenar con la celeridad

2119
que precisaba en lo
concerniente al cuidado del
corazón. Temiendo el que
alguien se le acercase con
ganas de intentar seducirle
con pretensiones de amor,
descolocando el poco animo
estable que permanecía a lo
largo de su anatomía.

El subconsciente le volvió a
proponer una posible cita con
una antigua compañera
sentimental. Abriendo un
nuevo proyecto al margen de
lo vivido con Isabela, pero
tampoco sería fácil no
recodar algunos aspectos que
le harían marcar una pauta en
una dirección. Era reacio a
dar el primer paso en
reconocer que las cosas
habían cambiado más de los

2120
esperado, ya que ahora mismo
precisaba de la compañía de
alguien que le sirviese de
confidente, no en temas de
consecución de nuevos
apartados de lo que pudiese
colocarle en peligro.

Dejando al descubierto una


buena parte de los proyectos
que fluirían con solo un
simple empujón, el impulso
sería una forma de modificar
ciertos hábitos que todavía
coleaban en la rutina diaria.
Esperando que nada se cruzase
en el camino, echando por
tierra la estabilidad que de
momento le servía como punto
de partida. Aunque no era
capaz de controlar el cariz
que iban adoptando los
acontecimientos, llegando a

2121
sentir un vaivén emocional
que afectaba directamente al
curso de los vínculos que
derivaban de los acuerdos que
contrajo en el pasado.

No quería verse abocado a la


perdida de la realidad que le
rodeaba, entrando en un mundo
paralelo que le echase fuera
de lo importante, centrándose
en problemas de menor índole
de los que manejaba a diario
en cada una de las reuniones
que solía concertar Ahí se
basaba el riesgo de
acomodarse en una espiral
poco lucrativa de arar a los
negocios que dirigía, siendo
una de las prioridades que
debía vigilar con sumo
cuidado , analizando uno por
uno los pasos a seguir

2122
durante la implantación de
nuevas estrategias a poner en
práctica . Generando un
aluvión de sombras por
disipar con la fortaleza que
se le presumía en un
principio, puesto que se
hallaba inmerso en un proceso
de actualización de los
recursos disponibles. Dando
un giro de trescientos
sesenta grados en la
consecución de objetivos de
mayor envergadura,
produciendo un abanico de
opciones que explotar con
mucha sutilidad en los
movimientos.

Para ello se le presentaban


numerosas ideas por ir
insertando dentro la
planificación que pretendía

2123
constituir, dado que
cualquier detalle sería
fundamental en la
consolidación de una postura
real. Viendo que todo iba
yendo con un ritmo endiablado
que parecía ser el que le
marcaba el destino, sirviendo
de ejemplo ante la inminente
creación de diferentes grupos
itinerantes. Ampliando un
extenso margen de maniobra
con tal ver cumplidas sus
expectativas, tampoco dejaría
que la euforia le hiciese que
la cautela desapareciese con
ínfima rapidez.

Notaba que los asuntos cogían


un relieve de distinta
vertiente a la que
disfrutaba, cuando compartía
la sociedad con Isabela en

2124
muchos de los aspectos de los
que se encargaría de ahora en
adelante, así no podría
delegar en nadie que no le
despertase una entera
confianza en el manejo de las
operaciones.

Pensó en recuperar algunos de


los efectivos que en su día
fueron liberados del
compromiso que adquirió con
ellos, entre los candidatos
sobresalía uno por encima de
los demás. Le encontraba una
pega a darle un voto de
confianza, también le traería
consecuencias de difícil
solución a largo plazo.
Creciendo las envidias del
resto de componentes que
configurarían dicha
organización, sin embargo, se

2125
le acentuaba el nerviosismo
por desvelar la identidad de
quien pasaría a ser su mano
derecha.

Dado que se convirtió en algo


de verdadera importancia a
decidir con especial rapidez,
sopesaba el incorporar otros
nombres en la lista de
posibles candidatos a ocupar
puestos de alta
responsabilidad.

Al final tomo la iniciativa


de conversar con Andrés Penan
Díaz que resultaba ser la
identidad del sujeto en
cuestión, esperaba ver
cumplía los requisitos
necesarios en la ejecución
con eficacia de cualquier
misión que se le encomendase.

2126
Con la obligación de adoptar
la ley del silencio como algo
fundamental de cada
operación, teniendo que
acatar las normas de régimen
interno que solían mostrarse
muy estrictas a la hora de
que nadie saliese fuera de
aquello que se enseñaba al
estilo de las distintas
religiones del mundo.

Saco del bolsillo de la


camisa la agenda electrónica
donde guardaba los números de
los que consideraba hombres
de primera línea, todos
estuvieron conviviendo con
paramilitares de los
diferentes países en los que
se libraban conflictos
bélicos .Así no contemplaba
un error al ordenar cualquier

2127
operación de riesgo que
conllevase el despliegue
sobre el terreno, solo debía
informar acerca de las
instrucciones básicas de
acción rápida .Además
portaban un adiestramiento en
el cual se incorporaba un
apartado basado en estrategia
militar , contaba con un
equipo de auténticos
supervivientes a la hora de
emprender travesías en las
diferentes superficies .

No tardo en localizar los


dígitos del teléfono que
usaría en beneficio propio,
dado que le sacaría de un mar
de especulaciones que le
rondaban en la cabeza a gran
velocidad .Sentía que le
quedaba mucho camino por

2128
recorrer hasta concretar un
plan de trabajo, ese lado
parecía de vital importancia
en el diseño de alternativas
paralelas .Posicionando un
nuevo modelo que marcase un
mínimo de seguridad a la par
que protección, solicitaría
confidencialidad en cada
instante de las
conversaciones que se darán
previas al desarrollo de las
misiones .

Apretó el botón de pre


llamada con el que iniciar
el contacto pertinente,
puesto que no pretendía
demorar esa acción por más
tiempo del estrictamente
necesario .Quizás obtuviese
la recompensa que buscaba en
un principio dentro de

2129
aquello que le convenía poner
en marcha lo antes
posible .Viendo que se le
iban retrasando las fechas
que barajo inicialmente como
probables en la inserción de
la red de extorsión que
pretendía implantar de forma
inminente ,escuchaba de fondo
la señal que le indicaba que
su petición estaba en
curso .Sin embargo el
nerviosismo crecía ante la
tardanza de ser atendida
dicha demanda ,pero no perdía
la esperanza de que del otro
lado se materializase la
conversación que precisaba
mantener en este instante .

De repente aprecio como si


fuesen a descolgar desde el
otro lado de la línea,

2130
haciendo que soltase un
suspiro de alivio en lo
referente a ver cumplida su
expectativa de emprender con
garantías esta nueva aventura
en la que se había embarcado
con todo el horizonte por
explorar, además de añadir
cierto grado de rigidez a la
plantilla que dirigiría con
rectitud. Ahí radicaba la
base sobre la que montar los
cimientos que servirían como
soporte para crear una
pantalla, en la que basar los
estatutos que redactaría de
manera que le liberaban de
compartir la información de
primera mano.

Por fin escucho el tono de


voz de Andrés del otro lado
del inalámbrico con bastante

2131
energía al preguntar , puesto
que no esperaba que nadie
fuese a comunicarse con él
aquella tarde ,
convirtiéndose en una
sorpresa en toda la extensión
de la palabra .Ya que hacia
una temporada que ambos
habían perdido eventualmente
el contacto telefónico , por
diferentes motivos derivadas
de las ocupaciones de las que
se hacían cargo a diario
.Llegando al punto de casi
mantener una nula
comunicación desde un par de
años atrás ,así que la
frialdad presidiría el
comienzo del dialogo que
resultaría un toma y daca
constante en la búsqueda de
un frente común en el que
sustentar un dominio más o

2132
menos coherente .

{Andrés}

Buenas tardes Jaime ¿En qué puedo


ayudarte a estas horas el
día?

{Jaime}

Buenas tardes Andrés, lo cierto es


que llevo días pensando en
constituir una red delictiva que
opere por algunos distritos de la
ciudad.

2133
{Andrés}

Suena bien como iniciativa a tener


en cuenta, sin embargo, creo que
deberías reclutar legales como
tapadera ante cualquier error que
pudiese surgir en alguna de las
misiones de mayor riesgo.

{Jaime}

¿Me estás hablando de confidentes


no fichados?

{Andrés}

2134
En la calle les denominan células
durmientes que permanecen ocultas
y luego cubren la retaguardia en l
retirada de las operaciones,
siendo prácticamente inapreciables
por las fuerzas del orden público.

{Jaime}

La tendré en cuenta a la hora de


ir insertando cada pieza en el
tablero que acabo de empezar a
diseñar, eso hará que modifique un
par de los detalles que no
terminaban e darme la satisfacción
que esperaba.

{Andrés}

¿Solo me llamabas para decirme lo

2135
de tu organización criminal?

{Jaime}

No, te iba a proponer que fueses


el integrante con algunos derechos
por encima de los demás, pero
también lleva unido que as
responsabilidades vayan
equiparadas al puesto a
desempeñar.

{Andrés}

En este instante no me encuentro


inmerso en la colaboración con
ningún miembro de otra de las
familias, dado que ellos están en
un proceso de cambios en las
cúpulas de poder que toman el

2136
grueso de las iniciativas a poner
en práctica.

{Jaime}

¿Entonces aceptas mi propuesta?

{Andrés}

Tendremos que matizar ciertos


aspectos que todavía no me has
comentado, acerca de cuáles serán
mis responsabilidades en la
organización de las misiones.

{Jaime}

2137
De momento estarás encargado de
adiestrar a la columna vertebral
del grupo antes de cada incursión,
a parte estoy manejando un asunto
en el cual precisare un hombre con
experiencia en eliminación de un
sujeto molesto, sabiendo
camuflarse en medio de la gente
dentro de un edificio público.

Logro que cautivar la


atención del que fue uno de
sus fieles compañeros de
fatigas durante la guerra
entre los distintos clanes,
por el control del tráfico de
armas, droga y cualquier
mercancía que reportase
sustanciosos dividendos. A
parte de las comisiones a
repartir al margen de lo que
2138
les tocaba al término de cada
misión, que se encargaban de
disimular ante potenciales
reclamos provenientes de
terceros. Les unía el saber
que el otro arrimaría el
hombro en el momento que las
cosas se pusieran difíciles,
además de jugarse la vida por
salvar la del compañero al
precio que fuese necesario.
Esa complicidad se percibía
desde el día que les toco
cubrir el primer golpe de
envergadura.

Analizaban con sumo cuidado


la forma en que plasmarían
los datos que se comunicaban
en la charla telefónica,
esperando que nada quedase al
azar por el buen
funcionamiento de los

2139
mecanismos a poner en el
desarrollo de la operación.
Vigilaba que todo estuviese a
punto barajando múltiples
variantes con las que
insertar un sistema auxiliar
de seguridad, tampoco
pretendía se divulgasen
informes acerca de este
encargo en concreto. Por la
repercusión social que se
añadiría al hecho de atentar
contra un miembro de órgano
de gobierno dentro de la
fiscalía provincial, goleando
justo en el corazón en donde
se dictaban las acusaciones
de la mayoría de las causas
abiertas contra muchos
antiguos camaradas condenados
a penas de bastantes años de
cárcel.

2140
Por ese lado permanecería
guardando con recelo los
signos de notabilidad que
pudiesen estropear de algún
modo, el avance de los
acontecimientos que manejaba
con sumo cuidado de no caer
en alguna trampa mortal.
Sabía que se convirtió en
objetivo principal de los
carteles colombianos, puesto
que durante tres años estuvo
gestionando en la sombra el
tráfico de armas.

Tampoco quería desvelar el


nombre real de a quién debía
quitar de en medio, ahí
radicaba la clave sobre la
que sostener el peso de dicha
operación, aparte de incluir
el riesgo que le supondría
que esa información fuese

2141
manipulada por terceras
personas con el fin de
obstruir esa labor. Seguiría
en la línea de hablar dando
escasos detalles de la
planificación en general se
limitaría solicitar la
distribución de la
construcción, ya que
pretendía analizar con calma
cualquier posible
contingencia que le retrasase
en la puesta en marcha.

{Andrés}

¿Es algún abogado del estado?

2142
{Jaime}

No me han facilitado la identidad


de la persona en cuestión, pero
creo que debe tratarse de alguien
de especial relevancia en la
jurisprudencia del país.

{Andrés}

Esa tarea necesita concretar un


buen número en los detalles sobre
el terreno, además de comprobar la
distribución de cada una de las
salidas de los juzgados.

{Jaime}

2143
¿Sabes quién me puede proporcionar
un plano de las instalaciones del
inmueble?

{Andrés}

Déjame que haga un par de llamadas


entre los conocidos, quizás pueda
recopilar información ante
posibles reformas en el último
trimestre.

{Jaime}

Sería conveniente que contase con


dicho dato antes de que finalizase

2144
la jornada, así comenzaría a
diseñar el plan que me ayude a
cumplir con el encargo que me han
encomendado.

{Andrés}

¿Te serviría para mañana a primera


hora?

{Jaime}

Sería una solución de última hora


a la que amoldarme, pero tampoco
quisiera que se alargase por
tiempo indefinido el obtener lo
que te acabo de solicitar.

2145
{Andrés}

Antes de que den las doce de la


noche te enviare un e-mail con las
correcciones, además te adjuntare
el replanteo del alcantarillado de
la zona.

{Jaime}

Ese también lo utilizare en el


diseño de lo que estoy preparando,
viendo el sistema de los conductos
de ventilación del edificio.

Ahora Salvador comenzaba a

2146
caminar a gran velocidad en
dirección a la puerta del
ascensor, donde pretendía
entrar con suma rapidez de
movimientos .Dado que temía
retrasar un segundo más su
llegada al domicilio familiar
de Antia, que le centraba el
pensamiento desde el mismo
momento en que le hizo la
reclamación de un poco de su
tiempo .Quizás el destino le
coloco a su alma gemela en
el camino cuando notaba que
las cosas no iban cogiendo la
dirección deseada, ahora
divisaba que en el horizonte
se le dibujaba una esperanza
en forma de mujer , además el
terreno se le había allanado
especialmente al quitar de en
medio la figura de Sandra .

2147
Comenzaba a recuperar su tono
anímico normal después de
salvar con holgura el envite,
pero no lograba eliminarlo
del pensamiento con la
coherencia necesaria.
Meditaba mencionárselo a la
que consideraba como mujer
que mejor entendía el afecto
que le manaba del corazón,
llegando a saber en cada
momento las necesidades que
precisaba cubrir. Así el poco
tiempo que disfrutaron no
cejo de colmarle de
atenciones de diversa índole,
mostrando que el amor que le
prodigaba era de una gran
pureza en referencia a la
ternura que imprimía a todo
con lo que le agasajaba.

Abrió con energía la puerta

2148
del ascensor con la única
intención de subir hasta el
cuarto piso del edificio, se
le haría eterno el trayecto
en aquel viejo elevador de
poleas de gran tamaño. Aunque
tendría que asumir el riesgo
de que pudiese ocurrir alguna
avería retrasando un poco la
llegada al destino
programado. Esperaba que los
imprevistos quedasen en meras
anécdotas contadas por un
grupo de amigos a la hora del
café. Toco la tecla que le
enviaría directamente a la
vivienda de Antia, que en
realidad ansiaba abrazarla a
ella con el cariño que le
nacía del corazón. Sin poder
evitar el echar de menos la
tranquilidad que le
despertaba el estar a su

2149
lado, haciendo que la soledad
fuese un tanto insoportable
de conciliar en aquel preciso
instante.

Se entretuvo contando el
tiempo que le llevaría llegar
desde el portal hasta el
rellano donde residía su
amada, puesto que no se
terminaba de acostumbrar al
suplicio que suponía. En que
la lentitud del aparato
disminuyera con el paso por
cada uno de los pisos que iba
dejando atrás. Creciéndole la
impaciencia en el interior
entre mezclada con el ansia
por ver la dulce mirada de su
amada, un sudor frio recorría
por completo a lo largo de su
anatomía, lo que le provocaba
una eventual desazón.

2150
Además, se le disparaban una
cantidad elevada de
especulaciones de cómo sería
el recibimiento que estaba a
punto de producirse, le
asaltaban un mar de dudas en
lo concerniente a que ella
entendiese la tardanza.
Puesto que acumulaba un más
que notable retraso a la hora
de cumplir con el horario
establecido.

Por fin llego al rellano del


cuarto piso del inmueble como
era su deseo inicial,
teniendo en cuenta que no
contaba con el imprevisto que
entrevistarse con Sandra.
Apreciaba un leve nudo en la
garganta ante la emoción de
reencontrase con aquello que
tanto anhelaba, quizás lo sin

2151
sabores le permitiesen
conocer por los menos la cara
de la felicidad. Aunque fuese
un intervalo corto de tiempo
tuviese la ocasión de que la
alegría lo inundase todo en
el entorno que se hallaba
inmerso, no perdiendo un solo
segundo del que disponía para
complacer los deseos de
Antia.

Alargo la mano derecha hasta


lograr pulsar con el índice
de dicha mano el timbre que
serviría como aviso de su
inminente llegada. Además de
apaciguar el ataque de celos
que invadía a la que
resultaba ser su pareja
sentimental. Le navegaban un
millón de esperanzas en que
hubiese obtenido el

2152
equilibrio que le diese un
impulso a lo personal frente
a la feroz demanda laboral,
dependiendo de algunos
pequeños imprevistos de
última hora. Sin embargo, no
terminaba de comprender por
qué el destino había tardado
tanto en mostrar la
generosidad en forma de
sentimientos aderezados con
ferviente sinceridad,
justificando cualquier
iniciativa que contribuyese a
proteger el buen
funcionamiento del proyecto
en común.

Enseguida observo que la


puerta se abría con energía
ante su atenta mirada, dado
que la incertidumbre le iba
aportando una dosis extra de

2153
temor al desconocimiento del
ambiente que le esperaba
.Sabía que el carácter de
Antia se definía en un alto
porcentaje por la pasión que
imprimía a las relaciones
sentimentales, no perdonando
ningún tipo de excusas o
infidelidad a la hora de
mantener un equilibrio en la
convivencia en común
.Llegando a imponer una
disciplina en la que es
inevitable no rendir cuentas
de los movimientos que
realizase cada uno de forma
individual , por lo que un
error le daría la oportunidad
de tomar la decisión de
terminar algo que
consideraría poco fiable .

Se cruzaron los ojos de ambos

2154
en silencio con la única idea
de iniciar un examen visual
en toda regla, dado que
mantenía una especie de
guerra psicológica apoyada en
sustentar una postura de
dominio personal sobre el
otro, era un juego que
utilizaban siempre que las
cosas no eran claras entre
los dos .Manejaban la
posibilidad de que mediante
el riesgo les provocase el
cometer un error,
obligándoles a ceder una
parte del espacio que
ocupaban .Dejando al
descubierto las verdaderas
intenciones que les movían
para adoptar dichas
posiciones , quizás el pulso
fuese de una magnitud que no
se correspondía exactamente

2155
con la realidad del
momento .Aunque se había
convertido en una práctica
habitual con ciertos
elementos de contenido
peligroso , pero continuaban
con el guion que usaban
cuando esquivaban comunicarse
mediante un dialogo fluido .

La frialdad marcaba la línea


que mejor definía el estado
actual de la relación que en
realidad pasaba por un bache
de confianza, ya que nada
evidenciaba signos de un
cambio sustancial en lo
relativo a que descendiese
gradualmente la tensión en el
ambiente, al contrario,
aumentaba la posibilidad de
que se produjese una
inminente ruptura, debido a

2156
la presión que ejercían los
acontecimientos que tampoco
acompañaban a la hora de un
relajamiento generalizado de
la situación. Lo que daba
lugar a que nada pudiese
soportar semejante marcaje en
toda regla, dado que la
violencia visual aumentaba
con el paso de los minutos
por encima de sus cabezas.

Rozando unos límites que


nunca se les presentaron con
tanta virulencia a la hora de
poder aclarar malos
entendidos, que solían surgir
con bastante frecuencia por
la cantidad de elementos
ajenos que se adherían
intoxicando el intercambio de
opiniones, acerca de
preocupaciones concernientes

2157
al núcleo de la pareja
.Llegando al punto de generar
un vacío de incalculables
dimensiones a simple vista,
siendo complicado el que las
cosas volviesen a su cauce
natural con la imagen que se
prodigaban.

Empezó a romperse el muro de


contención que delimitaba el
lugar que debían respetar
como pacto de no agresión,
sirviendo de frontera desde
la cual negociar las
condiciones de una futura
reconciliación afectiva, ya
que el distanciamiento
parecía dar casi por
finiquitada la misma. Sin
embargo, el destino otorgaría
unos minutos de profunda
reflexión, así empezarían a

2158
ver si era factible recuperar
el dialogo por encima de
cualquier diferencia que
contribuyese a una definitiva
separación. Se respiraba una
cierta rebaja de la tensión
en el ambiente que se
disfrutaba, dando pie a que
por lo menos hubiese una
remota posibilidad de aclarar
el malentendido.

Fue Antia la que


unilateralmente decidió que
el silencio debía tocar a su
fin, puesto que no pretendía
pasarse horas esperando a que
Salvador comenzase a
conversar con ella sobre el
tema que tenían encima de la
mesa. Sabiendo el recelo que
le despertaba el tratar
algunos aspectos en el ámbito

2159
de la relación de pareja, que
todavía continuaban sin una
definición a la que poder
sujetarse en un principio.
Tendrían que limar las
rencillas que les condujeron
al equívoco de verse abocados
a una evidente crisis de
confianza por los dos lados,
se vislumbraba una enorme
estela de sobriedad que
seguramente impregnaría el
gélido ambiente que se
respiraba.

A pesar de lo mucho que se


amaban durante la ausencia
que la vida les obligaba a
soportar ante sus respectivas
ocupaciones laborales. Por
ahí se abría una vía en la
que sustentar un alegato con
el que suavizar la tormenta

2160
de emociones que se escondían
en el corazón de cada uno,
puesto que se les notaba a
legas que por mucho que
disimulasen estaban hechos el
uno para el otro.

{Antia}

¿Piensas quedarte ahí parado todo


el día?

{Salvador}

Solo hasta que me permitas que


entre más allá del recibidor de tu
casa, ya que de momento no he sido

2161
autorizado a tomarme esa libertad.

{Antia}

Eso dependerá de las ganas que


tengas de contarme a que es debe
tu tardanza desde la comisaría del
centro, no creo que tuvieses
excesivos problemas para llegar a
tiempo.

{Salvador}

¿Pretendes que mantengamos esta


conversación en la puerta de tu
casa?

2162
{Antia}

No, por supuesto que no es la idea


que tengo de poder hablar contigo
sobre algunas que me han aparecido
por el retraso en tu llegada.

Le señalo alzando la mano


diestra la dirección a seguir
que le conduciría al salón de
la vivienda .Observando tras
de sí como se cerraba la
pesada puerta de grueso
blindaje, que dejo un sonido
seco al posarse en los
anclajes del marco que la
sujetaba a la estructura del
edificio .Le llamo
poderosamente la solemnidad
que se respiraba en cada
rincón de aquella morada que
2163
le inspiraba una incierta
tranquilidad a simple vista ,
a pesar de que mostraba un
sinfín de comodidades que
realzaban el color de las
paredes de la misma . Aunque
el interior era lo que menos
tendría que centrar en su
pensamiento, pero el
subconsciente lo abocaba a
examinar la decoración que se
le presentaba en el
itinerario hacia el siguiente
emplazamiento. Poniendo
especial atención en los
objetos que resistieron con
valentía el paso de los años,
dado que componían un mosaico
de diversas tonalidades que
escondían una parte de
misterio a la par de una
historia de la procedencia de
cada uno de ellos.

2164
Se quedó especialmente
prendado de un cuadro en el
que de fondo se describía una
figura tallada en madera, que
respondía a un antepasado
militar de Antia que había
servido en varias misiones
humanitarias. Ahora
comprendía porque ella
valoraba tanto el honor a la
verdad en lo concerniente a
temas de pareja, empezaba a
divisar un cambio de
mentalidad con respecto a
comentarle el encuentro
casual que mantuvo con
Sandra.

Esa era una buena forma de


comprobar que la frialdad se
fue diluyendo en el ambiente,
permitiendo que se

2165
restableciese el dialogo sin
ningún tipo de restricciones
en lo referente a un futuro
cese de las hostilidades, así
todo volvería a un siempre
socorrido punto de partida
que generase unas
expectativas en un enfoque
completamente distinto al
actual, reflejando una
especie de armonía temporal
que a su vez incluía como
ingrediente la fragilidad que
continuaba demandando un
evidente entendimiento
.Convirtiéndose en una pieza
fundamental con la que
implantar el poder de la
palabra , desechando el que
los reproches centrasen el
desarrollo de la conversación
.

2166
Enseguida se hallaron en la
estancia que le propuso con
anterioridad, sin embargo era
incapaz de ver el momento de
expresar lo que llevaba tanto
tiempo meditando .Quizás el
mantener en secreto la noche
que paso en los brazos de
Sandra, le pesaba en la
conciencia como una losa
difícil de arrastrar el resto
de su vida, tampoco
consideraba de buena fe el
quedarse indefinidamente
callado.

Ante la posibilidad de que se


enterase por terceras
personas aportando una
versión de tintes
distorsionados, que
provocaría un mayor
distanciamiento con la

2167
realidad que intentaba no
perder bajo ningún concepto.
Entrando en un círculo
vicioso que marcase una pauta
en la cual el engaño pasaría
a ser el actor principal,
enseñando una línea poco
recomendable a seguir en las
condiciones en las que
pretendía exponer el
argumento que justificase la
demora en acudir en la cita
con ella.

Medito sobre la elección del


sillón donde acomodarse
durante el intervalo de
tiempo que durase la charla,
sabia de la importancia que
tendría en una posición que
le diese cierta ventaja
visual .Manejaba la
estrategia de dosificar la

2168
emociones a la hora de
instaurar unas reglas con las
que proteger buena parte de
los temas que pretendía que
no saliesen a la luz ,
pudiendo comprometer a
terceras personas que
seguramente ni si quiera
tuviesen conocimiento real
del “ affaire” que mantuvo
con Sandra .Abriendo un
debate en el que aparecían
una serie de contradicciones
difíciles de asimilar dentro
del panorama presentado con
anterioridad .

Ya que las luces sucumbían a


las luces en el contexto que
no terminaba de cuadrar en la
dirección que dibujaba en el
inicio de la relación
sentimental de ambos .Ahí se

2169
veía otro pequeño desajuste
con la versión que se hizo
pública fechas atrás , nadie
creía que se hubiese
desligado de la compañía de
la que en su día pudo llegar
a ser prima política de
Ignacio .Lo que todavía
resultaba con un cariz
anecdótico cuya vertiente le
hacía pensar en los daños
colaterales que generase el
rechazo que le infringió
unos minutos antes , se le
planteaban algunas dudas
razonables que despejar .

Espero un tiempo prudencial


para que Antia tomase asiento
en el sillón justo enfrente
al que él se hallaba sentado,
así la perspectiva le
permitiría controlar cada

2170
movimiento de ella con total
naturalidad .Jugaría la baza
de utilizar la mirada como
táctica con la que desviar la
tensión de aquel encuentro
que desvelaría las posiciones
a defender por ambas partes,
evitando perder los papales
en los instantes de mayor
fragor de los sentimientos
.Se lanzó rápidamente a
romper las hostilidades que
acompañaban a la frialdad del
silencio que continuaban
marcando la frontera entre
los dos , ya que se convirtió
en socorrido protagonista
principal de algo que iba a
dejar secuelas de complicada
regeneración .

2171
{Salvador}

¿Puedo saber que te ocurre para


que me trastes de esta forma tan
descortés?

{Antia}

Bueno digamos que has llegado como


una media hora por encima de lo
que habíamos quedado, eso
acompañado de que vienes con las
manos vacías.

{Salvador}

2172
Todo tiene su explicación lógica,
si me das unos minutos te
justificare porque me he demorado
en el trayecto desde la comisaría
del centro.

{Antia}

¿Cómo sé que no es una excusa de


mal pagador?

{Salvador}

Eso dependerá de las ganas que


tengas de que nos sigamos viendo a
menudo, solo te diré que mi
retraso está condicionado por un
encuentro casual con Sandra, en el
rellano del portal de este mismo
2173
edificio.

{Antia}

¡¡¡ Vaya sorpresa!!!!!!!! Pensé


que se había aburrido de perseguir
a los novios de ex compañeras de
facultad, no se frena en romper
relaciones sentimentales, con tal
de saciar el egoísmo solo por el
afán de poseer que le come en las
entrañas.

{Salvador}

¿Pero estudiaste en la misma


facultad que ella?

2174
{Antia}

En el mismo campus universitario


que no es lo mismo, además dormía
en la residencia de estudiantes
donde se alojó mi prima durante
los cinco años de carrera.

{Salvador}

Veo que llegado el caso me puedo


ahorrar las presentaciones de
rigor, así por lo menos evitare
hacer el ridículo delante del
resto de asistentes.

2175
{Antia}

¿Te lo estas tomando a broma?

{Salvador}

No, solo estaba pensando en voz


alta a modo de rebajar la tensión
acumulada, dejando que la
tranquilidad presida el resto del
dialogo.

{Antia}

Espero que no estés intentando


utilizar una de tus tácticas para
desviar mi atención entorno a otro
tipo de cuestiones de menor
2176
interés.

A un par de calles de allí se


hallaba Sandra maquinando un
plan que pudiera poner en
jaque la psicología de
Salvador, puesto que era
incapaz de asumir la derrota
en las condiciones que este
le mostró durante el último
encuentro, ya que usaría
cualquier recurso a su
alcance con tal de no perder
la oportunidad de resarcirse
de la humillación en toda
regla que sufrió. Dejándole
bastante tocada la parte
personal de lo que pretendía
esconder ante los demás,
notaba la atroz sacudida de
la amargura que recorría a lo
largo de su figura. Poniendo
en jaque a la capacidad de
2177
aguante que parecía ser una
de las pocas que no se vieron
afectadas por aluvión de
sensaciones encontradas, que
no le cesaban de manar
intensamente del corazón mal
herido por el hecho de verse
desplazada del lugar que
creyó ocuparía durante
frecuentase la compañía del
hombre que amaba.

Orquestaba montar una táctica


con la que destruir la imagen
pública de Salvador, llegando
al extremo de obtener ciertos
favores de aquellos que en el
pasado pasaron largas
temporadas a la sombra,
siendo encarcelados ante la
falta de pruebas concluyentes
que dictasen lo contrario a
las sentencias marcadas por

2178
la ley. Ahí hallaría a los
aliados que precisaba
reclutar con celeridad,
esperando una total lealtad
acerca de las tareas que
tendrían que desempeñar en la
planificación de cada
estrategia a seguir.

Todo iría en la temática de


sostener una estructura
itinerante que pudiera
moverse con eficiencia a un
en ocasiones en las que se
requiriese un sobre esfuerzo
para salir del atolladero,
primando por encima del resto
de aspectos el cuidado humano
que sería una de las reglas
en las que más incidiría a la
hora de inculcarles las
líneas que implantaría.
Conjugado la entrega con la

2179
que les exigiría a la par de
una coherencia en la puesta
en práctica de cualquier
estrategia, sabiendo que los
riegos a correr crecerían en
magnitud por las
responsabilidades que
adquiriría dentro de los
acuerdos que estableciese
mediante las alianzas, que
llegarían en forma de ayuda
proveniente de grupos que no
estaban constituidos en
organizaciones delictivas.

Era un dolor que le


apuntillaba en lo más
profundo del corazón,
provocándole un inminente
ahogo en la garganta que se
le agravaba con una acentuada
asfixia que iba acompañada de
unas tímidas lagrimas que le

2180
manaban de los ojos,
resbalando a gran velocidad
por ambas mejillas sin que
nada bloquease su marcha en
el itinerario hacia dibujar
un pequeño charco en las
losetas de la acera. Puesto
que nada consolaría la
tristeza que le inundaría por
cada rincón del cuerpo,
sintiendo que el mundo le
había dado en cierto modo la
espalda en lo concerniente a
conservar al que parecía
candidato a ocupar el lugar
de padre de su hija.

Observo que el camino de


vuelta al domicilio familiar
seria largo a la vez que
tortuoso por lo que
arrastraba en la mente, ya
que el peso a mover resultaba

2181
un excesivo castigo que
digerir en el estado anímico
en el que se hallaba. También
percibía que se le habían
bloqueado tanto las
extremidades superiores como
inferiores, haciendo
imposible que diese ni un
solo paso en la dirección que
se marcó como emplazamiento a
llegar en el menor intervalo
de tiempo. Sopesaba la opción
de recurrir telefónicamente a
la inestimable colaboración
de algunos de los contados
amigos que rellenaban la
agenda de su celular.

Era uno de los momentos más


complicados que le había
tocado vivir en soledad,
soportando el clima de
frialdad que le rodeaba en

2182
aquel lugar tan desangelado.
Apreciaba que las cosas
estaban un poco cuesta arriba
a la hora de poder depositar
un cierto grado de confianza
en los demás, esperando el
destino le permitiese decidir
lo que le conviniera en cada
cuestión que se le presentase
sin previo conocimiento.

Se fio de la intuición al
elegir con quien hablaría en
un primer momento a modo de
terapia, descargando
gradualmente la amargura que
le reconcomía por dentro a
estas alturas de la
circunstancia. Quizás
rebajase la tensión que le
viajaba en el interior entre
mezclada con una dosis extra
de resentimiento que le daba

2183
la oportunidad de acrecentar
la sed de venganza, que solía
utilizar al reconducir los
detalles que pudiesen
quedarse en el aire durante
las muchas conversaciones que
compartía a menudo con gente,
que acudía a solicitarle
asesoramiento de tipo
jurídico enfocado al sector
empresarial. Meditaba el
volcarse en su faceta como
relaciones públicas
derivándose en el sector de
la hostelería con pequeños
guiños en consonancia con la
restauración. El
subconsciente se encargaba de
que miles de imágenes
distorsionadas viajasen de un
lado al otro del cerebro, así
le mantenía ocupado el
pensamiento con ideas que

2184
solo servían de relleno ante
un inminente ataque de
sugestión para atajar el
malestar general que
presentaba a simple vista.

No tardo en comenzar a buscar


al azar un número que le
resultase especialmente
llamativo, el resto no le
importaba en absoluto quien
descolgase el teléfono con
tal de que le contestase
alguien con signos de buena
educación. Además de estar
dispuesto a entregarle de
forma desinteresada de una
porción de su tiempo de ocio.
Ese podría convertirse en un
hándicap complicado de
superar desde un principio
por la poca disposición que
le dispensaron con

2185
anterioridad, evitaba
alinearse con efímeros
triunfalismos en relación a
encontrar apoyos en la toma
de contacto. Le costaba
mantener un criterio más o
menos racional d lo que
sucedía en el entorno, el
miedo condicionaba algunas de
las iniciativas que iba a
exponer en venideras
reuniones de negocios. Aunque
debía gestionar con serenidad
aquello que le resultase de
mayor dificultad al manejar
informaciones sin contrastar
con la fuente de origen de la
misma.

Sin darse cuenta acciono el


botón de pre llamada con una
inusual energía, que quizás
estaría regida por el ansia

2186
de comunicarse con los demás,
el afán por abandonar la
soledad le potenciaba en
cierto modo aspectos que daba
por olvidados en el pasado.
Sin embargo, la memoria
volvía a refrescarle antiguos
fantasmas que continuaban
aflorando, desestabilizando
el centro neuronal de su
anatomía con la consiguiente
bajada en el equilibrio
emocional. Teniendo en cuenta
que nada parecía darle una
mínima satisfacción con la
que agarrarse a un futuro
medianamente prometedor,
puesto que el descontrol iba
tomando un papel de
improvisado protagonista en
el instante menos oportuno,
viendo que no soportaría una
negativa que procediese de un

2187
ser al cual tacharía de
inferior clase social. Dado
que pondría de manifiesto la
prepotencia que esgrimía en
la vida diaria, sin
importarle menospreciar al
resto de la población con tal
de alimentar la salud de su
maltrecho egocentrismo.

Del otro se hallaba un


individuo de no muy buena
reputación entre las mujeres
de la ciudad, respondía al
nombre de Raúl Cifuentes
Sánchez que se dedicaba a
esquilmar las cuentas de
señoras de buena posición
social. Se vendía al mejor
postor con la única
pretensión de subir varios
escalones por encima del
resto de los mortales, no se

2188
caracterizaba por ser poco
escrupuloso a la hora de
elegir a las víctimas a las
que limpiaría los caudales de
las cuentas bancarias. Lo
usaba como fuente con la que
financiar los gastos que
surgiesen en la consecución
de cada una de sus tácticas,
así estaría respaldado de un
colchón amplio de capital con
el que realizar inversiones
en sociedades en las que solo
se reflejaba el nombre de un
fondo accionarial ficticio,
sabía que tras esa pantalla
nadie se molestaría en
detectar las irregularidades
que se ocultaban con
minucioso cuidado de no
levantar la menor sospecha
acerca de las actividades de
dicha entidad económica.

2189
Le sorprendió el observar en
la pantalla de su Terminal
móvil se reflejaba en modo
flash el nombre de Sandra, ya
que hacía una larga temporada
que no le solicitaba sus
servicios en ninguna de las
misiones de extorsión que fue
ejecutando en la ciudad.
Llegando a sembrar la
inseguridad en los barrios de
la zona sur, dejando un
rastro de auténtica
desolación en los lugares
donde residía la clase
obrera, allí solía descargar
la ira después de los
resbalones sentimentales que
abundaban en una minúscula
cabida de su corazón. Se
preguntaba cuál sería el
motivo que le llevo a ponerse

2190
en contacto con él, además de
conocer si le pagaría una
buena suma de dinero en
metálico. Decidió apretar la
tecla de establecimiento de
llamada con la que poder
salir de las dudas razonables
que le despertó en décimas de
segundo.

{Raúl}

Hola Sandra buenas tardes, ¿Cuánto


tiempo sin tener noticias de ti?

{Sandra}

2191
Buenas tardes Raúl, lo cierto es
que he estado bastante ocupada con
algunos asuntos que no terminaban
de llegar a buen puerto.

{Raúl}

Conociéndote un poco me atrevería


a decir que lo has resuelto con
mano de hierro, sin que se quedase
ni un solo cable suelto fuera de
sitio.

{Sandra}

¿Tienes amistades en la comisaría


del centro?
2192
{Raúl}

Bueno digamos que hay gente de


asuntos internos que me debe
favores debido informaciones
confidenciales, que obtuvieron
ascensos dentro del organigrama
del cuerpo de policía.

{Sandra}

Creo que eres el hombre que me


proporcionara las claves que
preciso para hundir a un miserable
en el lodazal que se merece, como
castigo a la humillación que me ha
hecho pasar hace unos minutos.

2193
{Raúl}

¿A un hay quien se digna en


rechazarte sin medir las
consecuencias?

{Sandra}

La verdad es que hay algo que en


cierto modo no llego a comprender,
será que no impongo lo suficiente
al permitir que la gente salga
impune del primer envite.

Debatían las líneas sobre las

2194
que fundamentar el eje en el
que sustentar un
planteamiento unilateral,
aislando las fisuras que
pudieran surgir al dar forma
un grupo de asalto con el que
perpetrar diferentes golpes y
atracos en diferentes
financieras que operaban en
la urbe. Así lograría la
liquidez que requería el
montaje de una estructura
sólida, albergaba la
esperanza de que las
traiciones quedasen en un
segundo plano. Siendo una de
las prioridades a manejar con
sumo cuidado el control de
las tareas a desempeñar,
examinando minuciosamente los
movimientos a emplear en la
fisiología de una línea de
actuación., salvaguardando

2195
una buena parte de los
archivos catalogados en la
categoría de “material
sensible “.

Los dirigiría desde la sombra


con el único propósito de
conservar el anonimato, dado
que pretendía que nadie le
vinculase con cualquier
delito de ese tipo de
actuación. Pudiendo
involucrar indirectamente a
su hermana Silvia dentro de
los negocios que emprendería
de inmediato, incrementando
la presencia de hombres en
los lugares de mayor
actividad. Quizás eso
examinaría con atención de no
ser rehén de las órdenes de
terceros, ya que lucharía por
preservar su independencia

2196
mental a la par que continuar
trazando la línea de lo que
iría con aquellos que gozasen
de su plena confianza.

Aunque seleccionaría un
equipo en el que todos fuesen
experimentados pistoleros sin
sentimientos, sabiendo que
serían firmes a la hora de
disparar ante cualquier
imprevisto que apareciese en
el horizonte. Cumpliendo con
el reglamento que implantaría
desde el principio como hoja
de ruta a seguir por cada uno
de los componentes de la
misma, usaría a rajatabla el
hermetismo que le
caracterizaba al emplear
nuevos elementos con los que
inyectar variantes, que
imprimiesen una mayor presión

2197
psicológica en lo referente a
obtener una lealtad en su
máxima expresión. Le
importaba muy poco el tener
que dar castigos ejemplares a
los que pretendiesen salirse
del redil, insertando una
serie de condicionantes que
le ayudaría a establecer un
código interno acorde a las
necesidades que precisaba
llenar con un rígido control
de movimiento. Potenciando el
estricto seguimiento de cada
uno de los miembros al
dirigirse a sus alojamientos
a lo largo de la ciudad,
temiendo que le vendiesen al
mejor postor por un puñado de
cientos de euros.

Sin embargo, el temor a caer


en una emboscada le hacía

2198
extremar las medidas de
seguridad, ante la
posibilidad de verse envuelta
en una guerra abierta con
otros clanes instalados en la
metrópoli. Prestando atención
a las incorporaciones
procedentes de diferentes
puntos de la geografía del
estado, provocando que se
pudiese producir un colapso
en la jerarquía que
implantaría como uno de los
elementos que le condujesen a
manejar las líneas de
actuación.

{Raúl}

Me parece que estás perdiendo

2199
facultades a la hora de que
respeten tu voluntad por encima
del resto de ideales, puesto que
noto que has perdido la
contundencia que esgrimías antaño.

{Sandra}

Quizás un escarmiento ejemplar me


sirva para disipar las dudas que
pudiesen surgir, teniendo en
cuenta lo mucho que me ha costado
ocupar el lugar que ostento en la
sociedad.

{Raúl}

¿Se quedará en un simple

2200
escarmiento?

{Sandra}

Tranquilo, que todo tiene una


segunda parte en esta vida que nos
ha tocado vivir, quizás haya que
añadirle un grado de extorsión
laboral.

{Raúl}

Ahora, empiezo a ver a la


auténtica Sandra en acción como en
los viejos tiempos, dejando muy
claras las líneas de hasta dónde
eres capaz de permitir un desaire.

2201
{Sandra}

¿Te gustaría participar en esta


misión?

{Raúl}

Es un reto complicado de rechazar


por lo que me acabas de comentar,
sabiendo lo que me cruja el riesgo
de observar el miedo en los ojos
de alguien pidiendo clemencia.

{Sandra}

2202
Sigues mostrando la misma lealtad
que en el pasado, esa es la
cualidad que me permite sentir
cierta admiración por ti en este
tipo de situaciones.

{Raúl}

¿Pensabas que no querría


participar en este tipo de
trabajos?

{Sandra}

Quizás estuvieras pendiente de


cumplir con las ordenes

2203
procedentes de otro clan, tampoco
quisiera que dejases tu palabra
manchada por algo que le puedo
encargar a cualquiera que se
quiera ganar unos euros.

{Raúl}

Están las cosas, un poco


revueltas, como para experimentar,
a la hora de captar, efectivos de
garantías, te sugiero que
pospongas, en realizar esa
selección de personal.

{Sandra}

¿También incluyes a los sin

2204
papeles?

{Raúl}

Ese colectivo es uno, de los más


castigados, por las redadas de la
policía, además de cursarles, en
menos de veinticuatro horas, las
deportaciones Express.

{Sandra}

No había pensado, en ese tipo de


asuntos, de tinte burocrático, me
temo que tendremos, que posponer
esta conversación, para un momento
más propicio.

2205
{Raúl}

Creo que ambos estamos, con el


tiempo un tanto justo, por lo que
me parece, una buena idea, que
hablemos cuando, nos lo permitan
nuestras ocupaciones.

{Sandra}

Si, lo tendré en cuenta. Te


llamare pronto.

{Raúl}

2206
Esperare con ansía dicha
comunicación.

Estefanía empezaba a ver, que


no había sido, del todo
sincera, en lo concerniente,
a las palabras; que le
expreso a Diego vía
telefónica, con la frialdad
como abandera de la causa, a
defender con uñas y dientes
con tal de que nada dañase su
mal herido corazón, que
todavía seguía cicatrizando,
los golpes de la última
derrota, con una balsámica,
dosis de tranquilidad.

Proporcionándole suficiente
energía, como para continuar
luchando, por unos ideales

2207
sustentando, una sólida base,
en los argumentos, que
intentaba mantener frescos,
en la memoria. Generando una
invulnerable coraza a prueba,
de cualquier agresión
externa, que desequilibrase
esa sincronización, del alma
con la mente, rompiendo su
tranquilidad, que disfrutaba
en uno de los momentos, clave
en el cual se arriesgaba
volver a equivocarse. Al
elegir recuperar algunos
pedazos, de lo que compartió,
con el que pudo ser el padre
del hijo, que perdió ante
multitud de circunstancias,
quizás las dificultades
ayudaron a que se alejasen
del entorno, que frecuentaban
a diario.

2208
Reflexionaba sobre la
posibilidad de un
acercamiento ante una
inminente reconciliación,
aunque sabía que no sería
fácil olvidar el sin sabor
que supuso comprobar que no
contaba con el apoyo de Diego
.Ese punto hacia trastocar
un poco la mayoría de
iniciativas que iniciativas
al confeccionar una lista de
cualidades que valorar de
forma positiva, pero el
sentido común le impedía dar
el paso definitivo .Notaba
una fuerte pesadez interna
que bloqueaba tanto las
piernas como los brazos ,
además un leve temblor se
apreciaba a lo largo del
cuerpo .Provocando que
tuviese que sentarse un breve

2209
espacio de tiempo n la
mecedora herencia de la
familia , dado que el aguante
anímico mostraba evidentes
carencias afectivas d diversa
consideración Pretendía que
nada reavivase los recuerdos
enterrados en la profunda
fosa del pasado , siendo una
asignatura con la que tendría
que convivir el resto de sus
días .

También se dejaba guiar, por


los celos que despertaba, la
afinidad que unía, a Diego
con Yolanda, por distintos
modos, de entender una
relación ,de amistad entre
hombre y una mujer ,que jamás
estuvo ,en el grupo con la
que poder, tener una
conversación. Sin que le

2210
marcase una línea que solo
implicaba hablar de temas de
no mucho interés en general,
advirtiendo que pertenecía a
la minoría que ni si quiera
merecían un extra por encima
de un saludo por educación.
Evitando cruzar palabras en
la asistencia a reuniones con
las amistades de ambas, esas
resultaban ser las exigencias
que nadie terminaba de
comprender. Dado que se había
agriado el carácter desde el
mismo instante en que se
enteró del embarazo, creando
una campaña en la que no
salía muy bien parada de las
críticas con las que fue
dilapidando la imagen que
cada uno conocía de ella.

El dilema de utilizar el

2211
perdón como un arma con el
que darle la ocasión de que
solicitase una cita para
cenar, sería la forma de
estrechar nuevamente los
lazos. Poniendo la primera
piedra con la que iniciar la
reconquista del terreno
perdido por ambos lados,
otorgándoles el poder
rectificar los errores
cometidos por la falta de
confianza que demostraron, al
pensar que los problemas
venían dados por las
diferencias dentro de la
pareja.

Procediendo de gente que no


soportaba que fuese a
planificar un futuro junto,
en el cual no hubiese un
sitio en el que se escondiese

2212
la amargura interior. Sin
embargo, se le escapaba un
poco el control de los hechos
que le sucedían en el
corazón, produciendo un
océano de dudas a la hora de
establecer prioridades a
poner en práctica, con lo que
la confusión campaba a lo
largo de su morfología.
Generando una pequeña crisis
de identidad que le daba un
profundo dolor en el alma,
acumulando un alto grado de
tristeza que en el itinerario
iba dejando una estela de
sufrimiento en general.

Le asaltaban miles de
recuerdos en la mente con una
especial incidencia en los
referentes a lo vivido en los
últimos meses, pero que

2213
destruía la escasa moral que
todavía conservaba a duras
penas. Puesto que el duro
golpe del aborto le provoco
una acentuada desconfianza en
los demás, evitaba rodearse
de grupos de numerosos en los
que se hablasen de temas de
nulo interés personal.

También temía involucrarse en


corrientes de dudosa
condición social, la frialdad
le inyectaba un amargo sabor
en la garganta, alimentando
el rencor que no cesaba de
crecer con el paso de los
minutos. Colocando una enorme
coraza de contención por si
alguien pretendía volver a
jugarle una mala pasada con
los sentimientos, además de
preservar intacta la

2214
esperanza de recuperar el
cariño del que continuaba
siendo el amor de su vida.

Un dilema se le cernía en el
corazón debido al
desequilibrio emocional que
desembocaba en un conflicto
íntimo, sin dar un giro al
asunto en la dirección que en
realidad le convenía como
punto de inflexión. A partir
de este bajón iría al
encuentro de nuevos retos que
surgieran en el horizonte,
desechando aquellos que le
disparase las alarmas en la
intuición por observar
sombras que le condujeran a
un oscuro desenlace.
Intentaría que la negatividad
se difuminase en un corto
intervalo de tiempo,

2215
vislumbrando un inminente
rayo de luz que le infundiese
la energía para afrontar los
avatares que les sugería el
destino. Colocándole multitud
de pruebas que superar con
total naturalidad en la
singladura que se le
presentaba en la consecución
del objetivo que se marcó en
el camino hacia la meta.

Un estresante sonido
proveniente de su teléfono
móvil rompía la monotonía
impuesta por el silencio,
permitiendo que el
subconsciente diese rienda
suelta a que la imaginación
cambiase el guion sin previo
aviso. Llegando a límites
insospechados por la falta de
integridad que en ese

2216
instante manejaba la poca
voluntad que fluía por su
fisiología, así era imposible
que regenerase un mísero
suspiro de esperanza de
iniciar una nueva trayectoria
en lo concerniente a cimentar
una base sólida en la que
consolidar una postura en la
que proteger las migajas que
le subsistían a fuego en la
retentiva. Temiendo caer en
otro fracaso de incalculables
dimensiones donde sería
complicado que levantase
cabeza.

Fue deslizando los pies hasta


acercarse con lentitud a un
taquillón de diseño que se
hallaba a la entrada de la
vivienda, aunque ahora mismo
lo divisaba como un recorrido

2217
eterno desde el lugar donde
se encontraba. La pesadez
muscular le impedía articular
las extremidades con
normalidad, así notaba una
evidente falta de energía que
le diese el empuje que
precisaba en el arranque
firme hasta la meta marcada.

El resuello denotaba signos


de fatiga entre mezclada con
un bajón psíquico de cierta
importancia, sino recuperaba
medianamente la confianza en
sí misma podría verse abocada
a una pérdida progresiva de
interés, en lo concerniente a
rodearse de antiguas
amistades que pudieran
condicionar el rumbo a
escoger dentro de las
posibilidades que se

2218
barajaban como propuestas
reales.

Se trataba de una de las


personas que en el pasado le
marcaron a fuego una lealtad
a la gente noble de espíritu,
creando un arraigo en la
forma de compartir las
alegrías como las penas que
apareciesen en el camino.
Admiraba de un modo especial
el que le inculcase los
valores morales en referencia
a los temas que le preocupaba
seguir con interés, siendo
algo que en lo cual sentía
que no terminaba de funcionar
en la línea que mejor se
adaptase a sus necesidades.
Viendo que las cosas rodaban
en la dirección que le
proporcionaría un nuevo

2219
escenario en el que actuar
con mayor tranquilidad,
poniendo en marcha una
estrategia en la cual
insertar instrumentos con los
que proteger el afecto que
atesoraba en el corazón.

La identidad del personaje en


cuestión era Pedro Fernández
Rayuela, un hombre que tenía
influencia a la par de
contactos en las entidades
financieras de mayor calado
social y económico
proporcionándole una posición
de privilegio a la hora de
potenciar alianzas .Además
contaban con un amplio
círculo de amistades en los
diferentes sectores
productivos del país, le
resultaba un apoyo

2220
fundamental en el estado en
que se hallaba en la
actualidad.

Sirviendo en la búsqueda de
una brisa de aire fresco que
eliminase el desánimo que
imperaba en el entorno
diario, también le apetecía
oír la opinión de alguien con
un innato olfato en la
solución de asuntos
sentimentales. Era el único
que conocía el calvario que
arrastraba del pasado
acompañado de una dosis de
entereza que imprimía en las
extensas conversaciones que
compartían de vez en cuando,
que solía utilizar a modo de
terapia donde poder descargar
el exceso de emotividad.

2221
Mantuvo unos segundos
contenida la respiración para
sincronizar los biorritmos
que los notaba un poco
acelerados, apreciaba que
comenzaron a sudarle
abundantemente las manos.
Quizás el que le resbalase el
celular en la manipulación
inicial del mismo en las
condiciones que le tocaron
coexistir en aquel preciso
instante, colocándole un
nuevo enigma en el camino que
debía recorrer hasta
acercarse a la que
considerable la puerta de la
felicidad plena.

Vislumbraba un drástico
cambio en la actitud que
utilizaría en el dialogo con
los demás, motivando que las

2222
cosas diesen un giro en el
que poder modificar aquellos
aspectos que menos le
favorecían. Llegando a
enfocar el resto de las
decisiones que permanecían
latentes en el horizonte,
tomando una vertiente muy
distinta a la que
desarrollaba en la
actualidad.

Termino por accionar la tecla


de establecimiento de llamada
con poca convicción en la
tarea que debía llevar a
cabo, dado que el esfuerzo no
le resultaba del todo
beneficioso a simple vista.
Aunque percibía una evidente
desgana a meterse en
interminables charlas
telefónicas de las que

2223
intentaría evadirse por el
bien de su maltrecha salud
física, que le provocaban una
gélida amargura con un
agridulce sabor de boca.
Tampoco se planteaba entrar
en intercambios de opiniones
directas en las que
fundamentar el criterio a
exponer, quizás la divagación
diese una visión errónea de
la realidad que le había
tocado vivir, intentaría
ocultar las carencias que le
bloqueaban el movimiento
natural de las funciones
vitales.

{Pedro}

Hola buenas tardes Estefanía, ¿Te

2224
cojo muy ocupada?

{Estefanía}

Hola Pedro buenas tardes, pues la


verdad es que estaba pensando en
mis cosas, ya sabes que desde que
rompí, con Diego no me apetece
hablar con todo el mundo.

{Pedro}

Eso es bueno lo, en cuenta a la


hora, de ver cuáles son las
prioridades, también me resulta
extraño, que hayas adoptado,
precisamente en este instante, la
medida de clasificar, a la gente

2225
con la que pretendes, compartir
una charla amistosa.

{Estefanía}

¿Te parece una postura un tanto


radical?

{Pedro}

A decir verdad, sería arriesgado,


el utilizar siempre, la misma vara
de medir la voluntad, de aquellos
que se impliquen,
desinteresadamente en el
bienestar, en primera persona.

2226
{Estefanía}

Ahora que lo dices, desde esa


perspectiva general, veo que
tendré, que analizar las cosas,
con calma antes de tomar, una
decisión en firme.

{Pedro}

¿Hay algo que te preocupa en


especial?

{Estefanía}

2227
Digamos que alguien, quizás le
esté dando, mayor importancia de
la que tiene en realidad, de ahí
que no cese, en darle vueltas en
la cabeza.

{Pedro}

Eso suele suceder, cuando no


estamos seguros, de que camino
escoger, creyendo que cualquiera,
nos puede dar las opciones, que
abran un abanico de posibilidades.

Mientras a unas manzanas de


allí Laura que era incapaz de
asumir la perdida de Natalia
Loureiro Iglesias, puesto que
los recuerdos ahondaban en la
herida abierta en su corazón
por algunas cosas que se

2228
quedaron pendientes o en
proceso de aclararse por
ambas partes. Temía que la
soledad le condujese por la
vía rápida del suicidio como
única salida ante la idea de
no volver a compartir una
relación con nadie, esa era
una opción que le navegaba de
un lado al otro del cerebro
golpeando con mayor
contundencia con el paso de
los minutos. Sin embargo,
empezado a desaparecer de las
ideas principales a tener en
cuenta, ya que se le hacía
complicado continuar sola con
el proyecto inicial. Dado que
su mayor deseo se centraba en
la intención de ser madre,
pero con la soltería se le
obstaculizaba cualquier
posibilidad de llevar a cabo

2229
ese sueño.

Además, todo giraba en torno


a la figura de alguien que
era incapaz de aceptar que
había desaparecido
físicamente, llegando a
convertirse en una obsesión
el alimentar la imagen de
Natalia como persona viva.
Borrando de su memoria la
realidad que imperaba en el
momento actual, siendo
difícil de digerir el mal
trago de la pérdida del ser
que llenaba de cariño cada
hora del día. Sabiendo que
tendría que tomar decisiones
que no le respaldaría nadie y
que las equivocaciones le
servirían como enseñanzas en
un futuro no muy lejano,
esperando que el destino se

2230
portase de una forma menos
virulenta de lo habitual.

De repente comenzó a sonarle


el móvil con cierta
insistencia, así se le
presentaba la excusa perfecta
para deshacerse de Francisco
que se mostraba un poco
impertinente a la par que
bastante intransigente en
varias fases de la
conversación, provocando que
ella fuese incapaz de seguir
el hilo del dialogo que
marcaba el casual encuentro.

Reflejando la escasa
complicidad que les unía a la
hora de entablar una charla
de tientes meramente
informales, dando pie a que
la cordialidad no llegase a

2231
buen puerto como seria lo
normal en este tipo de
situaciones. Quedando patente
que ninguno de los dos
cedería un centímetro de las
posiciones que disfrutaban
dentro del ámbito social,
representado a los colectivos
que llevaban décadas
defendiendo en los diferentes
organismos de la cultura de
la ciudad.

Ella introdujo la mano


derecha en el fondo de su
bolso bandolera con el único
fin de contestar a la
llamada, así también frenaría
el asedio al que se veía
sometida por parte de él.
Teniendo en cuenta el poco
aguante moral del que
disponía en aquel preciso

2232
instante, con el miedo a caer
en una espiral de amargura de
complicada disolución, por lo
que le vendría como anillo al
dedo que alguien le sirviera
de coartada. Se fijó en la
pantalla del móvil para
comprobar la identidad de
quien solicitaba con tanta
urgencia de su atención,
viendo que se trataba de
Samuel Jiménez Sánchez que
fue compañero en la facultad
de periodismo. Además de uno
de los muchos candidatos en
la larga lista de
pretendientes a cuidar su
corazón. Pero jamás perdieron
aquello que les unía por
encima de los sentimientos,
una no menos noble amistad en
todo el sentido de la
palabra.

2233
Pulso con bastante energía el
botón de recibimiento de
llamada, aprovechando para
respirar profundamente antes
de comenzar la conversación.
Puesto que le apremiaba la
ocasión de poder quitarse de
encima el acoso verbal al que
la sometía Francisco,
llegando al punto de verse
inmersa en un océano de dudas
razonables de difícil
solución. Así que se
centraría en saber que lo
podrían comunicar desde el
otro lado del hilo
telefónico, dándole la
posibilidad de conocer una
visión completamente distinta
de los hechos acontecidos en
el entorno de Natalia.

2234
No tardo en preguntar sobre
aquella inesperada llamada
telefónica por parte de aquel
hombre, al que años atrás le
confeso abiertamente su
tendencia sexual y que jamás
se atrevió a juzgarla en
público por ello. Aunque
tampoco prestaba mucha
atención al chismorreo de la
gente, teniendo en cuenta un
número indeterminado de
enemigos que le habían
crecido a la sombra. Dado que
ahora mismo se hallaba en una
situación de total
vulnerabilidad, rozando
incluso el aislamiento por
parte de aquellos que en su
día considero que podrían
estar a su lado en los
momentos complicados. Pero se
engañó al comprobar que solo

2235
pretendían utilizarla como
reclamo ante cualquier
posible eventualidad, así
tampoco le convenía mantener
cierto tipo de amistades que
le rodeaban por el beneficio
que les pudiera reportar esa
cercanía.

Empezaba a darse cuenta que


durante los últimos años todo
giraba en torno a una
mentira, en la cual le
adjudicaron el papel de
víctima propiciatoria
literalmente hablando. Dado
que se dejó impresionar por
las apariencias que se
dibujaban ante su atenta
mirada, temiendo que las
cosas entrasen en un círculo
vicioso de incalculables
dimensiones. Sin embargo,

2236
observaba que nada iba acorde
con lo que tenía planificado
en un principio, ya que
algunos detalles le
conducirían a la equivocación
en el momento de interpretar
cualquier muestra de cariño.
Pero no estaba segura de que
alguien tuviese la molestia
de ayudarle a pasar el mal
trago que vivía en sus
carnes, tomaría cierta
distancia con respecto al
resto del entorno que le
rodeaba a diario.

Diviso a lo lejos un parque


donde haría una pequeña
escalada técnica para
descansar, además sentía en
el interior como todo
dependería del ánimo que
proyectase ante los demás. Le

2237
serviría en el afianzamiento
de la postura que tendría que
defender a partir de ahora,
puesto que un comentario
fuera de lugar le daría una
vía distinta de estabilidad
emocional. Así derivaría en
futuros conflictos de
intereses a tener presentes
en todo momento, añadiéndose
un extra de preocupación que
no le hacía ninguna falta
colocar entre sus
prioridades. Aunque el
destino le modificaría en
cierto modo el planteamiento
más o menos inmediato de su
camino en solitario, dado que
le guardaba una grata
sorpresa por explotar en
forma de nueva compañera de
viaje.

2238
Se acercó tímidamente a la
ubicación de un banco de
madera que se hallaba justo
debajo de un árbol de
frondoso ramaje. Comprobó que
no se había humedecido con el
rocío de la mañana, ya que
era proclive a que cogiese
frio con facilidad en las
zonas íntimas. Puesto que en
varias ocasiones fue
ingresada por un proceso
febril de cistitis, así
examinaba a conciencia donde
aposentaba su anatomía. Dado
que pretendía no tener que
variar su ubicación durante
permaneciese en dicho
emplazamiento, puesto que
empezaba a notar cierto
cansancio interior, aunque
intentaría disimular ante el
acecho de cualquier compañero

2239
que pudiese coincidir de
manera casual. Sabiendo que
supondría el fomentar un
rumor acerca de las carencias
físicas que se divisaban en
su figura, dando una imagen a
simple vista de cierta
desconfianza.

Pero el caprichoso destino le


daría un pequeño respiro al
colocar en el horizonte una
nueva razón de vivir o soñar
con algo de índole personal,
viendo la evolución de los
acontecimientos que iban
configurando un itinerario a
seguir. Así el descontrol
pasaría a engrosar un segundo
plano dentro de las
expectativas que se había
formado con anterioridad
.Sirviendo para comprobar el

2240
estado anímico del que
disfrutaba en la actualidad,
provocando un giro
vertiginoso de la situación
en que se convictito el ansia
por recuperar la estabilidad
emocional .Abandonando otro
tipo de prioridades que
pudiesen surgir de manera
imprevista, llegando a
descontrolar la mayoría de
sus pensamientos con la
toxicidad que conllevaba
dejarse arrastrar por los
mismos ,

Sin darse cuenta apareció en


escena la figura de una
esbelta mujer de cabellos en
tonos azabache, dando un
revulsivo a la apatía
reinante en un principio por
la falta de argumentos a

2241
poder aplicar. Tomando una
dirección poco beneficiosa en
lo concerniente a lo que se
pretendía imponer, una
especie de tanteo preliminar
que hiciese ver la ruta a
seguir en el primer
acercamiento entre ambas
.Quería previamente examinar
todos los detalles antes de
lanzarse en la búsqueda de
entablar un dialogo, quizás
el miedo escénico marcaba en
cierto modo el margen de
maniobra a poner en práctica,
entrando en una nueva
perspectiva de futuro
sentimental con algunos
tintes de renovación ,
intentando que nada se
escapase fuera del control
establecido ,

2242
Miro de reojo hacia la figura
de su eventual acompañante
con bastante detenimiento
.intentaba sacar un criterio
basado en el análisis ocular,
aunque tampoco le serviría de
gran ayuda a la hora de
hacerse una idea clara de la
personalidad de quien se
hallaba sentada a su lado
.Observaba que permanecía en
silencio con una pasmosa
tranquilidad , le empezaba a
nacer en el interior una
especie de obsesión por
conocer lo que pensaba en lo
referente a mantener una
amistad con una lesbiana en
toda la amplitud de la
palabra .Dependería del grado
de aplomo que utilizase
durante las diferentes fases
de la conversación ,evitando

2243
que la emotividad permitiese
que se desbordasen la gran
mayoría de los sentimientos .

Su acompañante era una mujer


que se apreciaba que se
cuidaba con esmero, a base de
eternas sesiones de gimnasio,
en las cuales liberaba
grandes dosis de la tensión
diaria .Además disfrutaba de
una economía desahogada que
le proporcionaba un estatus
de evidente solvencia
personal, sin embargo la
vestimenta que mostraba no
entraba exactamente en la
ostentación de cara a la
sociedad.

Huida de los estereotipos que


dibujaban un estilo distinto
al que le presumían muchas de

2244
las amistades que le rodeaban
y que le imponían comentarios
de corte clasicista. Pero su
fortaleza anímica le protegía
ante cualquier referencia a
la manera de invertir el
capital en cosas menos
superfluas. Respondía por el
nombre de Ángela Ruiz de
Sepúlveda, que a su vez no
hacia ni dos semanas termino
una tormentosa relación
sentimental.

No tardo en lanzarse a
provocar el primer
intercambio de opiniones,
aparte de allanar el terreno
para un futuro dialogo de
mayor envergadura, ya que
nada se quedaba en la mera
improvisación por muy vaga
que fuese la opción a poner

2245
en práctica durante la
cualquier fase de la
conversación. Aunque no
perdería la ocasión de
estrechar lazos ante futuros
encuentros, teniendo una
disculpa para volver a
reencontrarse en el futuro.
Lo que aprovecharía en
beneficio propio por lo que
no descartaba dejar caer
algún tipo de invitación o
cita no muy lejana, así
podría ir estrechando lazos
entre amabas. Jugando con la
baza de la sorpresa de no
dejar que meditase las
respuestas.

{Laura}

Buenas tardes, ¿hace un buen

2246
tiempo verdad?

{Ángela}

Buenas tardes, lo cierto es que


solo, no ha querido brindarnos con
su presencia, aunque tampoco la
temperatura, es tan desagradable
para esta época del año.

{Laura}

En eso le voy a dar la razón,


perdone que no me haya presentado
antes, me llamo Laura Presedo
Miramontes, ¿Y usted?

{Ángela}

Pues respondo al nombre de Ángela


Ruiz de Sepúlveda, pero mis
2247
amistades más íntimas me suelen
identificar con el diminutivo
“Angie”.

{Laura}

Bonito a la vez que recurrente, la


abreviatura de su verdadera
identidad, así también puede
pasar, inadvertida delante de la
gente.

{Ángela}

Gracias, por el cumplido, que me


acaba de lanzar, en medio de su
argumentación, pero el suyo
tampoco se queda atrás, en belleza
literal.

{Laura}

2248
¿Suele frecuentar a menudo este
parque?

{Ángela}

¡Bueno! de vez en cuando, me


apetece respirar, un poco de aire
fresco, lo que hace inevitable,
que me detenga, un rato antes de
volver a casa.

{Laura}

Me parece una forma inteligente,


de poder despejar, la mente de los
problemas, la rutina diaria no
permite que pensemos con claridad,
lo que en realidad, es
verdaderamente importante.

Simultáneamente Yolanda

2249
empezaba a meditar una
maniobra con la que diseñar
un plan de trabajo al margen
de cualquier vinculación
directa con Diego, ya que le
suponía un lastre difícil de
arrastrar en el estado
anímico en el que se hallaba.
Puesto que no terminaba de
estabilizarse después del
bajón que experimento unos
minutos atrás, por lo que
tomaba cada vez más fuerza la
idea de ser independiente en
la investigación.

Sabía que todo dependería de


la capacidad de resolución
que le deparase el asunto de
la muerte de Natalia, que
centraba buena parte de los
pensamientos que le
circulaban por el cerebro.

2250
Dado que no aceptaba que
fuese una desaparición tan
repentina como se le
presentaba a simple vista, ya
que le costaba separar el
tema laboral del personal que
en realidad era el que movía
en la búsqueda de respuestas
claras.

Quizás nada concordaba con lo


que en un principio le
parecía con cierta coherencia
de movimientos, puesto que
ahora mismo todo iba
relacionado con hallar una
pista que le cambiase el
ritmo de los acontecimientos.
Siendo una forma de macar un
impulso sobre algo que
consideraba con bastante
lentitud a la hora de poder
despejar numerosas dudas que

2251
le asaltaban en la cabeza.
Alimentando el desequilibrio
interior que proyectaba de
cara a la gran mayoría de la
gente de su entorno más
cercano, sirviendo de
aliciente ante futuros
hallazgos con respecto al
turbio asunto que le traía
por una senda poco
esclarecedora.

Decidió que era justo el


instante idóneo para dar por
finalizada la colaboración
con Diego de una vez por
todas, albergando la
posibilidad de que no le
guardase ningún tipo de
rencor, puesto que tampoco
esperaba que le pidiese
explicaciones o
justificaciones del motivo

2252
que le conducía dar semejante
paso hacia delante .Sin
embargo ni se molestaría en
echar la vista atrás,
permitiéndole maniobrar con
la soltura que le daría una
sensación extra de
libertad .poniendo una línea
de separación que fuese lo
suficientemente sólida .
Además de consolidar el
proyecto que marcaría en
cierto modo la tan ansiada
independencia ante las
múltiples demandas ajenas,
rompiendo cualquier vínculo
que le atase a iniciativas
que no le conducían a nada
productivo.

Tuvo en mente el ir diseñando


una táctica con la que cubrir
algunas informaciones de

2253
vital importancia, sin
embargo, le costaba filtrar
los detalles que
sobresaliesen en cada
investigación. Le aumentaría
la carga de trabajo en un
número indeterminado de datos
por concretar, ya que las
especulaciones asomaban desde
cualquier punto de las
indagaciones. Contaría con la
colaboración de algunos de
los que consideraba que
conservaba como leales,
tomaría las debidas
precauciones en lo referente
a evitar que se divulgasen
comentarios paralelos de poca
fiabilidad.

Manejaba la opción de ir
colocando los cimientos de
una estrategia en la que solo

2254
tendría cabida ella misma,
eliminando el caer en
fracasos de gran nivel que
produjesen enormes daños
colaterales.

Albergaba la esperanza de
esclarecer en solitario el
homicidio de Natalia, siendo
ahora mismo la única
prioridad que se le centraba
en la mente a la par que se
le grababa a fuego en el
alma. Dado que le subía la
tensión por el hecho de
comprobar que le faltaban
pistas con las que empezar a
sacar algún tipo de
conclusión. Lo cierto es que
el tiempo continuaba pasando
a gran velocidad por encima
de su cabeza, divisaba que no
había arrancado del punto de

2255
partida con la solvencia
esperada. Los nervios tampoco
cesaban en ponerle en jaque
con celeridad en crear una
situación de latente
crispación interna, llegando
provocar que la indecisión
diese un vuelco en la
dirección contraria. La
tranquilidad se difumino en
el ambiente con una enorme
facilidad de movimientos,
siendo un lastre complicado
de arrastrar en las
condiciones en las que se
hallaba su delicada salud
personal.

Se dirigió al primer paso de


peatones situado en la
esquina del costado del
complejo hostelero “Villa de
Celeiro “, intentaba

2256
disimular el desánimo que le
navegaba en el alma desde
hacía un buen rato. Teniendo
en cuenta que los
acontecimientos se sucedían a
gran velocidad, poniendo un
sinfín de obstáculos en el
itinerario que no le quedaría
otro remedio que continuar.
Quizás un cambio de
mentalidad acorde con las
exigencias de la
investigación que pretendía
llevar a cabo, le costaba
despegar del letargo en el
que percibía que estaban
algunas de las sensaciones
que en el pasado jugaron un
papel importante. Aunque
ahora mismo el estado de
ánimo que presentaba en ese
mismo instante, lo que el
resentimiento le mostraba era

2257
una imagen de cierta
desconfianza a la hora de
acercase a futuros contactos.

Noto como un hombro envestía


con mediana violencia con el
suyo en plena calle,
creándole una leve
desorientación al amortiguar
el golpe con l holgura
necesaria. Levantando la
mirada con la ligereza de un
resorte de extrema
funcionalidad, en la mente se
le dibujaba una imagen que no
terminaba de reconocer a la
primera. Puesto que apreciaba
un bloqueo emocional que le
impedía establecer un filtro
en el que desechar aquello
que no le aportase un
beneficio intelectual, clavo
la mirada de forma que

2258
tuviese la oportunidad de
analizar los movimientos del
desconocido que tropezó con
ella de manera
circunstancial.

Hizo el ademán de frenarse en


la trayectoria que dibujaba
durante la marcha que
proyectaba en dirección a la
sede de la agencia de
noticias en la que despeñaba
su tarea como reportera
independiente, pero se fijó
que la figura de quien
pensaba que por lo menos se
disculparía por el
encontronazo. Se volatilizo
en décimas de segundo ante lo
que consideraba un hecho
aislado, comprobando que ni
si quiera se dignó en darle
la pertinente explicación.

2259
Intento recuperar la postura
vertical por el bienestar de
su maltrecha salud, sentía un
intenso dolor en la parte
posterior del brazo derecho.

Medito el dirigirse al
ambulatorio médico que le
coincidiese en el camino,
además comprobó que le
costaba articularlo de forma
natural en la descripción de
los movimientos. Quería
descartar cualquier lesión de
extrema gravedad que
desembocase en un hematoma
interno, dejándole fuera de
combate en el instante que
menos les beneficiaba a sus
intereses profesionales.

Una vez estuvo repuesta del


traspié que había sufrido con

2260
anterioridad en carnes
propias. Se dispuso a revisar
que nada le faltaba del fondo
del bolso a modo de
asegurarse de que todo
continuaba en orden, dado que
no se fiaba que le
introdujeran algún objeto
extraño en el mismo.
Sembrando la sombra de la
especulación sobre la
identidad de quien se le
acerco con la intención de
mantener oculta la cara a la
vez de no preocuparse de si
se encontraba en perfectas
condiciones, hubo algo que le
alarmo por encima de los
instrumentos que portaba en
la bandolera. Esperaba que
fuese el tapón de unas de las
últimas barras de labios que
adquirió hacia un par de

2261
semanas en un establecimiento
próximo al domicilio
familiar.

Pues nada más lejos de la


realidad que se le presentaba
ante sus ojos, evidenció que
un estuche cilíndrico del
mismo tamaño que el resto de
complementos que allí
guardaba con especial mimo.
Se le colocaba un nuevo
dilema a resolver con total
coherencia en no perder a
tranquilidad que estrechaba
la capacidad de soportar los
golpes que le propinaba el
destino, ansiaba volver a
disfrutar de una existencia
con menos sobresaltos a los
actuales que le daban una
enorme cantidad de
complicadas expectativas que

2262
solo le abocan a verse
asociada con la dificultad,
quizás las cosas tomasen un
rumbo diferente al que se
reflejaba en el semblante que
exponía ante la sociedad,
además de ignorar el motivo
del fortuito incidente
acaecido unos minutos atrás .
Aunque la falta de
estabilidad cobraba
protagonismo en los momentos
clave, estableciendo unos
parámetros fuera de lo
establecido en un principio.

Reflexiono si era
imprescindible poner en
conocimiento de la policía el
contenido de aquella pequeña
funda. Le suscitaba una
incertidumbre en lo referente
así sabría custodiar el

2263
material que se escondía en
el interior, cabría la
contingencia de verse inmersa
en un asunto turbio de cierto
riesgo para su integridad
física. Entrando en una
dinámica poco recomendable
viendo el panorama que se
enseñaba en el horizonte,
dudaba sobre el origen del
contenido que le confiaron
debido a una procedencia
anónima.

Tampoco le invitaba a
compartirlo con alguien de su
total lealtad a la hora de
guardar dicha información,
destapo el pequeño estuche
que portaba en la mano
izquierda con la única
intención de saciar la
curiosidad que le recorría

2264
cada rincón del cuerpo. Se
fijó que en el interior
observo que un pedazo de
vinilo en el que se hallaban
unas fotografías impresas, en
las cuales pudo reconocer el
rostro de una mujer de
facciones similares a las de
Natalia. Ahí tuvo delante de
los ojos una de las claves
por las que el enigma de la
portada de la prensa, quedaba
invalidada la hipótesis de
que fuese una casualidad la
teoría esgrimida por Diego.

Aquel pequeño fragmento


adquiría especial importancia
en lo concerniente a seguir
con el esclarecimiento del
asesinato, barajaba la opción
de hacerse con una taquilla
en la consigna de la estación

2265
de autobuses. Allí
depositaria el material que
pasaba a suscitarle un buen
número de riesgos
innecesarios, le resultaba un
escondite de excelentes
garantías al ser un lugar de
tránsito de pasajeros que no
levantaría ni la menor
sospecha. A parte de
convertirse en el mejor
rincón donde almacenar el
resto de objetos que llegasen
a su poder, subiendo unas
décimas el entusiasmo que le
permitía ver crecer la
autoestima. Tal vez habría
hallado una salida con la que
liberar preocupaciones que
intentaba dejar enterradas en
el pasado, evitando arrastrar
un número indeterminado de
sin sabores que no le

2266
aportarían nada positivo.

Lo curioso es que ni si
quiera le diese la ocasión de
intercambiar ni un par de
palabras, parecía que las
incógnitas seguían
sucediéndose con el paso de
los minutos en general
.Llegando a inducirle en la
pesquisa de nuevas estelas
que le suministrasen datos
concluyentes que le
descifrasen detalles que
hasta el momento se le
escapaban, observaba que no
era una simple muerte natural
lo que manejaba entre las
manos, ya que las
casualidades se desvanecían
como posible hipótesis del
crimen en cuestión .

2267
La incertidumbre motivaba que
imperase un leve desorden
mental, perdiendo la noción
real de los acontecimientos
que sucedían alrededor, sin
preocuparse demasiado de los
de menor trascendencia para
sus métodos actuales.
Poniendo una barrera con la
que separar las diferentes
tareas a librar con las
constancias que le demandaba
la vida, reflejando una
imagen en la cual esquivaría
los aspectos que menos
protegiesen la estabilidad de
su salud cerebral,

Ignacio tampoco se hallaba en


una posición realmente
privilegiada, puesto que los
contratiempos empezaban a
imponerle que improvisase

2268
soluciones con las que atajar
los desajustes que
desestabilizaban los
negocios, Asimismo debía
perfilar una justificación
aceptable con la que calmar
los ánimos de los accionistas
de la sociedad que intentaba
poner en marcha, sería un
milagro que las cosas
funcionasen sin un pequeño
impulso económico superior
al utilizado con anterioridad
, incluyendo una fuerte suma
de metálico . Lo destinaría
como base con la que alentar
a los que pensaba más
rehaceos en colaborar en la
salida de divisas en
dirección a paraísos
fiscales, evadiendo la atenta
mirada de la vigilancia
gubernamental que se le

2269
antojaba con algún punto
donde aplicar la táctica del
soborno.

Ojeo el reloj de oro que se


portaba en la muñeca
izquierda con la intención de
observar la hora en la que
coexistía con el resto del
mundo, distinguía una
intrascendente desorientación
en las tendencias a seguir en
lo referente a los asuntos de
especial relevancia. Le vino
a la mente la imagen de
alguien con quien debía
entrevistarse con urgencia,
era de vital importancia que
se enrolase en la empresa que
pretendía constituir.
Construía compartimientos
secretos que no eran
detectados en las aduanas

2270
portuarias, también podría
reclutar alguno de los
hombres que colaboran con él
a diario.

Necesitaba reunir un grupo


amplio de gente que estuviera
especializada en el tráfico
de capitales que sacarían del
país mediante los ataúdes de
diferentes tipos de maderas
nobles, además de crear otro
tipo de féretros con
materiales más ligeros
derivados de la fibra de
carbono. Así contaría con una
industria de maniquís para
sustituir a los cuerpos que
presentasen peor estado de
conservación, siendo una
forma de eliminar cualquier
tipo de posibles filtraciones
a los cuerpos de seguridad

2271
del estado.

Se acordaba de un viejo
aserradero que continuaba con
la actividad de transformar
los troncos en una materia de
alta calidad, ahí jugaría un
papel esencial contar con el
asesoramiento de un experto
que le guiase en la
adquisición del mejor
producto al menor precio de
mercado, teniendo en cuenta
que solían aparecer los
intermediarios que inflaban
los costes con un porcentaje
desorbitado que aplicaban a
importe final. Empezaría con
una oferta con la que poder
tantear el terreno que pisaba
en tema de fabricación de
cajas fúnebres, tal vez por
ese sector habría que ubicar

2272
un almacén que sirviese de
sala de paso en el que solo
se les clasificase con la
designación del destino a
enviar con el dinero en el
interior de los mismos.

Meditaba proteger el capital


cubriéndolo con una fina tela
que evitase el deterioro en
caso de que entrase cualquier
tipo de líquido dentro de la
cabida de madera, sugeriría
que los forrasen con doble
revestimiento de un compuesto
resistente a la exposición de
elementos corrosivos de alto
contenido en ácidos con
deflación rápida. Siendo una
de las pegas que les veía a
los tejidos sintéticos que le
brindaban como alternativa,
pero no terminaba de

2273
convencerle dicha oferta.

Cavilaba sobre la opción de


montar un taller clandestino
donde confeccionar las piezas
que forrarían los féretros,
evitando que transitasen por
las calles de la ciudad
levantando una enorme
tormenta de especulaciones.
Abriendo un lugar en el que
acoger multitud de versiones
poco acertadas en el
fundamento de las mismas,
exponiendo un número
indeterminado de riesgos poco
recomendables en la tapadera
que ensayaba con una innata
maestría en la inserción de
los elementos que disponía en
aquel preciso instante.

Sospechaba que alguien

2274
estaría vigilando buena parte
de los movimientos a
realizar, por lo que
utilizaría una planificación
auxiliar que derivase en
mantener protegidos los
archivos en los que se
reflejase una enorme cantidad
de información
comprometedora. Avistaba la
contingencia de fragmentar
los negocios en distintas
sedes a lo ancho de la urbe,
repartiendo grupos de
intervención expeditiva en
las tareas que les fuese
encomendando en lo tocante a
la organización encubierta.

La siguiente parada en el
itinerario sería la cantina
de la antigua lonja del
puerto, allí sabía que

2275
encontraría ciertos camaradas
con los que compartió
actividades en el pasado. No
le resultaría complicado que
se involucrasen en esta nueva
aventura delictiva,
conociendo los antecedentes
en los trabajos que
participaron debido a la
complicaciones externas de
última hora .Dado que muchos
de los retrasos conllevaron
que se les desarticulasen
comandos de apoyo, que a su
vez generaban un
desequilibrio interno en la
reestructuración de
responsabilidades logísticas
a desempeñar centrándose en
cada uno de los detalles más
sobresalientes en el proceso
de aplicación de las reglas
con las que se regían las

2276
designaciones de los
cometidos a realizar .

Percibió que lo vigilaban


desde un vehículo aparcado al
otro lado de la calle,
clavándole un teleobjetivo en
la espalada con el que
controlar los movimientos que
llevaba a cabo con total
naturalidad. Utilizaba el
arma de la absoluta
normalidad como estrategia
con la que contrarrestar el
acoso visual que sufría en
carnes propias, aunque
divisaba que en exclusiva
captaban la trayectoria
corporal que dibujaba durante
la marcha. Intentaba no caer
en la trampa del miedo a que
le interceptasen a medio
camino, siendo un

2277
contratiempo difícil de
asumir con la coherencia
precisa en lo que se le
presumía. La semilla de la
incertidumbre dejaba que se
le alargase la sombra por los
cuatro costados, haciendo que
el temor tomase partido en el
ambiente que resultaba ser un
tanto enrarecido por el ritmo
vertiginoso de cada una de
las tramas, examinaba con
sumo cuidado las salidas de
las que disponía ante una
eventual evasión por causas
externas.

Divisaba que no le faltaba


excesivo espacio antes de
doblar la esquina de la
calle, con lo que se desharía
de un problema con el que no
contaba en el inicio de la

2278
organización iba diseñando
con especial interés.
Posiblemente alguien habría
dispuesto un dispositivo con
el que controlar los grupos
que se irían desdoblando de
la matriz que permanecería
fuera de la atención de las
fuerzas de seguridad del
estado, además de crear una
táctica paralela con la que
mitigar cualquier tipo de
agresión por parte de
miembros de otras estructuras
criminales que maniobraban a
lo largo de la metrópoli.

Parecía que se unían


invitados con los que no
contaba a la hora de ir
colocando las piezas de la
estrategia que pretendía
implantar, llegando a imponer

2279
un teórico sistema con el que
aislar sus cuestiones
personales. Albergaba la
eventualidad de que todo se
viese incluido en una
confusión, así conservaría un
poco de la tranquilidad que
le ayudaría a recuperar la
estabilidad de las acciones.

Recordaba que en el bolsillo


interior de la cazadora
portaba la pistola que le
proporciono Lucas, lo que le
calmaba los nervios de una
forma eficaz, siendo la mejor
terapia con la que mantener a
raya los errores que le
pudieran surgir ante la
tensión que respiraba en el
ambiente. Asimismo,
reflexiono la opción de que
alguien hubiera sacado el

2280
rumor de que ostentaba de
contar con un arma de fuego
dentro de su protección
individual. Prefirió acelerar
un poco el ritmo al andar por
la vía pública que le guiaría
directamente a la entrada de
visitas del puerto,
posiblemente allí encontraría
algún colaborador no fichado
por la policía. Zendo una
elección a explotar con la
que consolidar un fragmento
importante en la consecución
de nuevas alianzas con las
que fortalecer el vínculo
entre los miembros.

A un par de distritos de allí


Laura se notaba algo
confundida por la gran
avalancha que le envolvía en
el corazón, habitaba un

2281
cierto descontrol que le
abocaba a una leve perdida de
la realidad .Pero tampoco
veía que Ángela rechazase de
pleno seguir dialogando con
ella abiertamente sobre el
cambio que experimento en el
afecto que le transmitía, en
el tono de voz que utilizaba
con la sutileza que le
convenía en confirmar la
armonía que se complacían con
la naturalidad que les
despertaba el respeto que se
prodigaban la una a la
otra .Sin embargo la
autenticidad presidía el
amplio intercambio de
opiniones , lo que indicaba
que no se quedaría en una
simple charla por educación .
Las miradas servían como
comprobación de que reprimían

2282
el lanzarse en pos de
afianzar una presumible
relación sentimental.

Fue Laura quien alargo su


mano derecha hasta alcanzar
el brazo de la que parecía
una nueva ilusión a la que
aferrarse, que le impulsaría
a salir del bache anímico que
le sobrevino con la
desaparición de Natalia.
Dudaba que todo fuese tan
sencillo de conectar con
tanta facilidad expresiva
mediante el gesto de cariño
que le manifestaba
físicamente, no terminaba de
apreciar una complicidad de
mayor amplitud como para
tomar la iniciativa de
incitar a quien tenía delante
de los ojos. Se le aceleraban

2283
los latidos del corazón muy
por encima de lo habitual
provocando que notase un
hambre intensa de
afectividad, con lo que no
cesaría en el empeño de
envolverla con el sentimiento
de la calidez del amor.

{Ángela}

¿Quieres que nos demos un abrazo


en público?

{Laura}

2284
Sería un riesgo, para la imagen
pública, que debo mantener ante el
acecho constante de los
periodistas de las revistas del
corazón, quizás más adelante en un
lugar menos concurrido mi deseo se
haga realidad.

{Ángela}

No tengo ninguna prisa por que


estemos juntas en la intimidad, ya
que de momento prefiero que
vayamos poco a poco conociéndonos.

{Laura}

¿Eres lesbiana?

2285
{Ángela}

Si, de hecho, la mujer que aparece


en las portadas fue mi primer gran
amor de la adolescencia, su
familia ignoraba lo que
compartíamos como pareja.

{Laura}

Eso sí que debió ser difícil de


disimular con lo estrictas que
eran las normas en los pueblos de
alrededores de las ciudades, todo
vigilado por el que dirán los
vecinos.

2286
{Ángela}

Lo cierto es que lo mantuvimos en


secreto unos cinco años, hasta que
decidimos que era el momento de
hablarlos con nuestras respectivas
familias.

{Laura}

¿Fuiste pareja de Natalia Loureiro


Iglesias?

{Ángela}

Ya le he afirmado, que tuve una

2287
bonita historia, de amor con ella,
pero aun hoy recuerdo que aprendí
a valorar aquellos escasos
instantes que estábamos juntas.

{Laura}

Veo que la confianza era mutua


entre vosotras o eso son el tono
que refleja el tono que impregna
tus palabras, será que se quedaron
cosas por decir en la intimidad.

{Ángela}

¿Que está intentando insinuar?

2288
{Laura}

Nada la verdad, voy a ser sincera


contigo porque no me lo puedo
callar por más tiempo, hasta la
tarde de ayer mismo era la mujer
con la que iba a casarme en los
próximos meses.

{Ángela}

La verdad es que me ha sorprendido


el alegato que ha utilizado en la
defensa de la relación que
mantenía con ella, pero si es la
misma persona que conocí o ha
cambiado mucho en los últimos años
que ha pasado en la urbe, sin
embargo, le gustaba que le
respetasen su independencia.

2289
Los recuerdos también
invadían la mente de Diego
que no acababa de acertar a
que se debía aquel ataque de
emotividad, tanteaba la idea
de reparar los errores que
acumulaba del pasado con
especial afecto. Quizás los
que más le preocupaban iban
relacionados con Estefanía y
la pérdida del hijo de que
esperaban en común unos meses
atrás. Tendría que tomar una
decisión en la que incluir
una opción de reconquistarla
de nuevo, intuía que algún
obstáculo se le plantearía en
el camino en obtener el
resultado apetecido. También
le surgía el tema de las
desavenencias surgidas con
Yolanda por su vida íntima,
por ser lado notaba una

2290
creciente frialdad, llegando
a una nula comunicación entre
ellos. La hostilidad se
instaló como única vía de
dialogo a compartir a diario,
echando por tierra la amistad
que duraba casi un lustro.

Tampoco conocía el trasfondo


por el cual se enfrió la
confianza que les acerco en
intereses comunes, aunque
ahora se hubiese esfumado con
suma rapidez. Le faltaba el
apoyo que le dispensaba la
que imaginaba una confidente
con la que departir en el
intercambio de confidencias
sobres los diversos temas que
le navegaban por la mente,
dado que la soledad le
abocaba a un debate
encarnecido con el enemigo

2291
interior que detallaba con
mayor fiereza los argumentos
que le costaba encajar. Se
trataba del duro inconsciente
mostrándole la realidad con
todo el detalle a su alcance.
Poniéndole un espejo ante los
ojos con la crudeza que se
suele imprimir en este
arquetipo de situaciones, no
cesaría en el empeño de
luchar para recuperar el
lugar que le correspondía en
ambas ocasiones,

Tenía mucho trabajo por


ejecutar en la trayectoria
que le avecinaba como algo a
resolver con el rigor que
intuía poner en práctica. El
riesgo que entrañaba dicha
táctica le inducía a que
desapareciese el grado de

2292
templanza del cual presumía
de cara a la sociedad,
llegando a poner en peligro
una parte importante de la
tarea que tenía por delante.
Suponiendo que los
acontecimientos se
desarrollasen en el clima que
mejor le convenía en la
consecución de algunas de las
metas que se había propuesto.
Sirviendo como el cimiento
fundamental en la
recuperación paulatinamente
del grado de autoestima que
le urgía equilibrar, viendo
que se hallaba inmerso en un
océano de dudas razonables
por esclarecer. Profundizaba
en comenzar a destilar entre
los miles de elecciones a las
que agarrarse como un clavo
ardiendo, siendo una salida

2293
ante el agobio que se dejaba
sentir en el entorno en el
que transitaba a diario.

Tuvo en la memoria el buscar


un intermediario que le
acercase al amor de su vida,
aunque le quedaba un largo
periplo por recorrer hasta
lograr una pequeña victoria.
Debía encontrar al cómplice
perfecto con el que
planificar cada uno de los
detalles con los que
aproximarse a cualquiera de
los dos frentes que
permanecían abiertos,
empezaba a ver en el
horizonte una luz de
esperanza con la que abrir
una senda por la que sembrar
un número indeterminado de
emociones incontroladas.

2294
Intentando que le permitiesen
transformarlas en una
convivencia duradera,
esperaba que el destino
rebajase la tensión que le
apretaba con especial
virulencia en lo más profundo
del alma. Barajaba en un
reducido trío de candidatos
que le parecían con las
cualidades adecuadas en la
puesta en marcha del plan que
orquestaría a pequeña escala.

Pedro Fernández Rayuela que


durante una temporada
frecuentaron los mismos
locales donde alternar al
salir del trabajo, lo que dio
pie a que entablasen un buen
número de conversaciones con
las que acompañar el
discernimiento al degustar

2295
una consumición. Aunque
terminaron por hacerse un
poco más habituales las
múltiples charlas los fines
de semana, puesto que se lo
presento Estefanía en el
marco de una cena informal de
amigos. En la cual le dieron
la ocasión de contactar con
gente de las diferentes
escalas sociales, era el
momento de proyectar una
imagen de colaboración a la
vez que lealtad a los que
allí se congregaban. Sacando
un enorme beneficio en forma
de inminentes negocios de
vital importancia. Poseía en
su contra el hecho de que un
par de años atrás anduviese
con una especie de tonteo con
ella, naciendo los celos que
le despistaban de la realidad

2296
de los sentimientos que
procesaba hacia la figura de
Estefanía.

Un golpe de fortuna le puso


en el camino el argumento
necesario que justificar el
amor que le despertaba en el
corazón, era la fuerza que le
permitía seguir aspirando a
volver a ocupar un lugar
privilegiado entre los que
opinasen en temas de
sentimientos encontrados.
Siendo algo prioritario a
poner en orden a la mayor
brevedad posible en lo
referente a que no se
desmoronase el cariño que
sentía por la que pudo ser la
madre de su primer retoño,
ahí apreciaba que tenía una
asignatura pendiente por

2297
superar con la templanza que
demandaba ese instante
determinado por los sucesos
acaecidos en las últimas
horas.

Tomo la decisión de
entrevistar con él en persona
en alguno de los
establecimientos que solía
visitar a diario, así también
analizaría el estado de
complicidad que se
desprendería de dicho
encuentro que haría que
pareciese casual. Utilizando
el arma del factor sorpresa
que jugaría un papel
importante en el
desequilibrio que pretendía
proponer como táctica a
insertar durante el dialogo
que se presumía fundamental,

2298
en la indagación de
respuestas que le facilitasen
perfilar un argumento válido
con el que aproximar posturas
con Estefanía. Hizo un examen
mental de donde sería el
mejor sitio donde localizar a
quien seguía creyendo con las
credenciales que le
aportarían la información
precisa.

Pero un hecho aislado haría


que modificase el curso de lo
que trataba como una
prioridad ante el resto de
asuntos, que conformaban la
rutina que le acompañaba en
lo cotidiano .Aparcando
aquellos de menor relevancia
en lo concerniente a la
muerte inesperada de Natalia
Loureiro Iglesias pasando a

2299
un discreto segundo plano,
convirtiéndose en una especie
de obsesión por contrarrestar
la distancia que le separaba
de aquello que reflejaba una
elemental felicidad , que
transmitiría con naturalidad
por todos los poros de la
piel . Abandonando de una vez
por todas la idea de intentar
que Yolanda le diese la
oportunidad de intentar
conquistarla con los medios
que contaba, le dolía
comprobar que había roto una
amistad por un simple
arrebato emocional. Sabía que
el precio del peaje que
tendría que abonar le
acarrearía daños colaterales
en forma de diversos
desplantes a la par que lo
desautorizase delante de

2300
amistades comunes.

Quienes estaban manteniendo


una charla de poco cariz
amistoso, era exactamente
Estefanía con Pedro por
algunos pequeños
malentendidos surgidos del
simulacro de historia de amor
que se truncó en el pasado.
Teniendo consecuencias que
ninguno de los dos quiso
admitir como propias, dejando
que el tiempo se vise
acompañado de sepulcral
silencio en lo referente a
las verdaderas causas de la
separación de ambos.
Generando un manto de
especulaciones que
ciertamente no les colocaba
en un buen sitio, cobrando
especial relevancia el hecho

2301
de que daban la impresión de
que era algo más que una
simple atracción física. Las
posturas continuaban alejadas
de lograr un principio de
pacto de no agresión en toda
regla, el tono denotaba un
visible signo de tintes de
carácter bélico presidiendo
el intercambio de opiniones.

Además, se divisaba que la


frialdad acrecentaba la
tensión que se respiraba en
el ambiente, desembocando en
una evidente desconfianza
acerca de la intención real
del otro. Habrían entrado en
una espiral protegiendo su
intimidad que reflejaba ser
lo importante por encima de
cualquier comentario de menor
categoría de lo que trataban

2302
en aquel instante. Aumentaba
la hostilidad que se
procesaban en el marco de
proseguir anclados en el
mismo enfoque, salvando los
ataques que se lanzaban
indiscriminadamente.

{Estefanía}

¿Que estas intentado decir con


eso?

{Pedro}

Que estoy por asegurar, que no has


sabido escoger a la persona con la

2303
que compartir lo esencial de una
vida en pareja, deberías
reflexionar sobre si te conviene
continuar alimentando la esperanza
de volver a retomar esa relación.

{Estefanía}

Tengo pensado apostar darle una


segunda oportunidad de que repare
las equivocaciones en las que haya
podido incurrir, además de
escuchar las explicaciones que
seguramente me dará con todo lujo
en los detalles.

{Pedro}

2304
¿Sabes que ha estado manteniendo
un idilio con Yolanda?

{Estefanía}

No tienes ninguna prueba que pueda


sostener esa falacia, puesto que
pondría la mano en el fuego sin
quemarme para defender la palabra
de Diego.

{Pedro}

Debo comunicarte que ha dormido


varias noches seguidas en el
domicilio de ella, con lo que no
creo que hayan estado haciendo

2305
ejercicios espirituales.

{Estefanía}

¿Por qué tendría que creer la


versión que me acabas de exponer?

{Pedro}

Te arriesgas a que te pueda estar


engañando deliberadamente, con la
confianza de que no vas a
enterarte de la verdad hasta que
alguien le descubra el doble
juego.

2306
{Estefanía}

Respeto la hipótesis que me acabas


de comentar, pero mi fidelidad es
para la opinión del que considero
el hombre con que me apetece pasar
el resto de mis días.

Empezaban a cristalizar los


primeros contactos de Isabela
con alguna de las cúpulas de
las bandas delictivas que
controlaban el sur de la
ciudad, veía que en la toma
de las decisiones importantes
se escuchaba la opción de las
matriarcas de los clanes de
mayor tradición. Le chocaba
ver la educación y los fieles
que se mostraban ante la
2307
religión cristiana, le
desconcertaban los
extremismos en los que
desplegaban sus acciones en
los bajos fondos. Asimismo,
gozaría del favor de algunos
conocidos que no le negarían
un apoyo incondicional en el
perfil que se movieron en
relación con anteriores
asistencias. Poniendo
especial hincapié que se
mantuviesen alerta ante el
riesgo de se descubrieran
algunas de las tramas, en la
que pudiesen verse inmersos
mientras acometiesen una de
muchas de las misiones que se
embarcarían.

La huella de Jaime resultaba


un poco alargada de
contrarrestar con la lucidez

2308
que le demandaba esta
eventualidad, dado que le
etiquetarían en compararla
con el que fue su socio hasta
un par de horas antes. Ahí se
le presentaba un duro
hándicap que superar con
cierta solvencia. Sin
embargo, le crujía el reto
que se le avecinaba como una
de la batalla con las que
ganarse una fama de sumo
respeto de aquellos con los
que tendría que rivalizar por
un puesto en la elite de los
elegidos por las distintas
jerarquías emergentes.
Dándole el prestigio que
usaría como trampolín con el
que catapultar el ansia
creciente que le fluía a una
velocidad endiablada por las
venas, arrastrando todo lo

2309
que hallaba en la singladura
de recorrer cualquier rincón
al que inundar con el ímpetu
preciso.

Reclutaría sicarios que


tuvieran cortas estancias en
el país en la consecución de
los encargos, así recortaría
gastos en el mantenimiento de
una infraestructura general.
Se le antojaba factible
conformar grupos que se
desdoblasen en las células
independientes unidas por un
eje común en el que sustentar
un mínimo control, desde el
cual rastrear la posición en
la que debían acoplarse en el
plano que diseñaría con la
ayuda de expertos
paramilitares, que se
enrolarían en la causa sin

2310
dudar ni un solo segundo en
ponerse a las órdenes de
quien hiciese falta. Contaba
con el triunfo en la manga de
arengarlos con proclamas o
consignas incluidas en un
código de conducta interna.
Conocía a viejos policías de
dudosa profesionalidad en el
desempeño de las tareas de
seguridad ciudadana, con lo
que un sobre sueldos por los
servicios prestados le
abriría infinidad de archivos
en los que recabar la
información de vital
importancia, el hermetismo
jugaría una baza
trascendental para consolidar
el estilo que proyectaba
imponer.

Miro con el rabillo del ojo

2311
la hora que señalaba el reloj
que portaba en la muñeca
izquierda, observando que
disponía de tiempo más que
suficiente para dirigirse a
un pequeño café donde
localizar a un hombre, que
sería clave en el manejo. No
quería parecer descotes ante
las explicaciones que le
estaba ofreciendo Ignacio,
aunque se hallaba muy alejado
de lo que buscaba como patrón
a esgrimir con la fortaleza
que revelaría ante los demás.
No le quedaba otro remedio
que asumir las indicaciones
que él le procesaba con
exposición magistral, de los
datos que conformaban un modo
de entender el trato
distinguido que se prodigaban
de cara a la sociedad.

2312
{Isabela}

¿Solo tendrán como tarea la de


apoyar a tus hombres en caso de
apuro?

{Ignacio}

Debo ver qué clase de


adiestramiento han recibido en los
últimos años, no quiero que se
ponga en peligro el grueso de los
activos que desenvuelvan el
cometido en el terreno.

2313
{Isabela}

Sé que están entrenados por mandos


de cuerpos de elite del ejército,
pero desconozco cuales eran las
responsabilidades en las diversas
unidades militares.

{Ignacio}

¿Han prestado servicio en


conflictos bélicos?

{Isabela}

2314
Si, fueron sicarios sin identidad
con la que poder estar al tanto de
si estaban vivos o muertos en su
estancia, en los distintos países
en guerra civil.

{Ignacio}

Has logrado que reflexione un


cambio de opinión al respeto de
las ubicaciones, teniendo en
cuenta los conocimientos que
poseen los efectivos que me acabas
de comentar.

{Isabela}

¿Cuándo podemos vernos para


discutir los detalles de la futura
2315
alianza?

{Ignacio}

Me coges en una época un tanto


complicada a nivel de negocios,
pero haré un hueco en mi apretada
agenda de citas diaria,
últimamente estoy inmerso en la
constitución de una sociedad a
gran escala.

{Isabela}

No me equivoque al pensar que


serias el que mejor me pudiera
asesorar, sobre cómo debo enfocar
cada uno de los ámbitos a tener en

2316
cuenta.

Tampoco Silvia le perdía la


cara a la realidad que asumía
con cierta cautela, por la
magnitud de los
acontecimientos que se le
desarrollaban en el entorno
más inmediato. Percibía una
creciente hambruna de
venganza en la cuenta
pendiente que tenía con
Ernesto por multitud de
disputas en las que se
enfrentaban aspectos que
estaban por encima de
pequeñas discrepancias.

Desembocando en una batalla


en la que se sacrificaría
cualquier elemento que
hubiese quedado aislado por

2317
los sucesos que no cesaban de
surgir, justificando los
cadáveres que iban
apareciendo en base a los
daños colaterales que
propiciaban dichos ataques
indiscriminados, empleando el
descrédito a modo táctica con
la que ir minando la imagen
pública que proyectaban hacia
el resto de la sociedad.
Ninguno reparaba en dar
rienda suelta a la sed sangre
que le despertaba el rival
que no bajaba la guardia,
aumentando la tensión que
rodeaba el que se cruzasen
miles de acusaciones que les
llegaban vía eventuales
emisarios.

También le seducía la idea de


portar una pistola de un

2318
calibre que no le supusiera
transportar excesivo peso en
el bolso, sin embargo,
maduraba la posibilidad de
ocultarlo en la guantera del
coche. Sabía que ante un
inminente registro nadie se
percataría de que se hallase
en aquella minúscula cabida,
además notaba que la escalada
de violencia se incrementaba
con el paso de los días.

Llegando a mostrar una


extrema preocupación por su
integridad física, rozando un
alarmante estado de confusión
alimentada por el aflore de
sentimientos encontrados.
Abriendo un escenario que le
producía una evidente
incertidumbre por el
desarrollo de los hechos que

2319
señalaban una vertiente
desfavorable, en la defensa
de los argumentos que
esgrimía en el entorno de
cualquier reunión con
amistades de los diversos
colectivos sociales. Aunque
imponía un filtro basado en
lo que valiese la pena
salvaguardar de los
oportunistas, asegurando buna
parte de las filtraciones que
solía escuchar en las
distintas entrevistas que
compartía con frecuencia.

Manejaba la contingencia de
tener que delegar algunos de
los detalles a no perder de
vista, siendo un riesgo a
vigilar en concreto las
líneas que saliesen de la
planificación original.

2320
Evitaría poner en peligro la
mayoría de gestiones a tomar
en consideración, sin
olvidarse de que nada sería
lo sencillo que reflejaba la
posición de privilegio que
ocupaba en la sociedad.

Despertando la desconfianza
de muchos de los que presumía
se negasen a colaborar a la
hora de que surtieran del
material que utilizaría
durante el transcurso de las
múltiples acciones, a las que
se enfrentaría en la búsqueda
de saciar la sed de venganza
que le recorría por las
venas. Estudiaría con sumo
cuidado cada movimiento que
fuese a ubicar dentro de la
estrategia a seguir en esta
nueva aventura en la que se

2321
había embarcado, descartando
el solicitar ayuda a quienes
menos afinidad le mostraron
el tiempo que frecuentaron
grupos de similar ideología.

El odio hacía la figura de


Ernesto iba creciendo con el
paso de los minutos, hurgando
en la herida que soportaba en
lo tocante a ver que las
cosas se desviaban de aquello
que se escapaba a su control.
Con lo que el nerviosismo
volvía a recuperar un
apreciable protagonismo,
sabiendo que las dificultades
aumentarían por medio de
improviso de índole ajeno.
Repaso un listado de nombres
que en el pasado le
facilitaron proveedores de
material procedente de los

2322
polvorines que disponía el
ejército, en los diferentes
sistemas montañosos a lo
largo del país.

Necesitaba un arma que no


estuviera registrada en los
archivos de los cuerpos de
seguridad del estado, ya que
excluiría cualquier dato que
la implicase en un caso de
tráfico de material con el
que llevar a cabo un
asesinato. La recopilación de
huellas impresas en la
empuñadura de la misma, por
lo que desembocaría en un
largo a la vez tortuoso
interrogatorio policial.
Tomaría las debidas
precauciones al orquestar
algún plan que le ayudase a
quitar a Ernesto del medio

2323
con las mayores garantías
posibles. Las dificultades le
acechaban por los muchos
frentes que tenía abiertos.
Haciendo que las dudas le
abocasen a cometer errores
imperdonables, dejando al
descubierto la trama que
mejor le podía beneficiar
para lograr el éxito
apetecido.

Haría un barrido por los


distintos barrios por los
diferentes barrios de la
metrópoli, aspiraría
localizar a un sicario que le
obtuviera el mejor precio a
costear por dejo de lo que le
pedirían en condiciones
normales. Solicitaría que
alguien le asesorase
profundamente en el tema por

2324
miedo a verse timada a las
primeras de cambio, uniría
todas las fuerzas de las que
disponía en pos de asentar
las bases de la vida paralela
que diseñaría mediante un
pequeño ajuste de los
detalles que imaginaba
esenciales de proteger. Al
mismo tiempo que ocultar las
verdaderas razones por las
que querría eliminarlo de la
circulación, era una cuestión
de amor propio a llevar a
cabo lo más pronto que
estuviera en su mano.

También le urgía modificar la


estética que presentaba de
cara al resto de la
ciudadanía, un toque de
maquillaje que disimulase los
rasgos que dejasen de

2325
manifiesto el color natural
de la piel. Asemejando una
identidad que distorsionase
el patrón que exponía ante el
resto de los que frecuentaba
en las diversas reuniones que
organizaba, con la única
intención de subir con
rapidez en el prestigio que
le abriría innumerables
puertas. Intuía que una
peluca le facilitaría una
imagen radicalmente
incomparable con la que
proyectaba en la actualidad,
lo complicado sería el variar
la forma de caminar que
resultaba un tanto original.
Pasaría desapercibida entre
el tumulto de los viandantes
que transitaban por las
calles en hora punta, ahí
seria la prueba de fuego

2326
donde probar vestimentas y
calzados que le disimulasen
la figura.

Se decantaría por conjuntos


de tejido que se le ciñese al
cuerpo, evitando que los
pliegues exteriores que
incitasen a los demás a que
le tuvieran que cubrir la
retaguardia ante cualquier
eventualidad. Siendo un
riesgo al que no estaba
dispuesta tener que asumir la
contingencia de reconocer las
carencias que se derivaban de
la falta de experiencia a la
hora de enfrentarse a ciertos
imprevistos, que iban
surgiendo con el paso de los
minutos con la templanza
precisa. Por lo que tendría
que apelar a la frialdad que

2327
poseía en los casos de mayor
relevancia en los que se
incluyeran intereses que le
pudiesen repercutir en el
futuro. Así alejaría a los
posibles enemigos esporádicos
a los que abandonaría por el
bien de la tranquilidad que
le facilitaba, el saber que
nadie se inmiscuiría en la
ejecución de los objetivos
que le centraban la atención.

El destino le pondría delante


a un indiscutible fiel
colaborador en la causa que
intentaba llevar a cabo, dado
que se adaptaría a la
perfección a los designios
que le fuese ordenando
sucesivamente en los
distintos proyectos a
realizar. Aunque le valdría

2328
como una pantalla con la que
disimular las verdaderas
intenciones que le movían a
cometer delitos selectivos,
sembrando la desdicha en
aquellos que rechazaban
plegarse ante la imposición
de unas reglas inhumanas,
para manifestar el poder que
ejercía en quienes estaban
bajo su mando. Infligiéndoles
todo tipo de vejaciones
físicas como verbales.

La identidad del colaborador


no era otra que la de
Fernando Vázquez Hernández un
antiguo ex miembro de la
policía, que fue apartado del
servicio activo al verse
mezclado en algunos asuntos
turbios. Lo que desemboco en
la perdida de la placa y el

2329
arma reglamentaria que nunca
llego a devolver a la
dirección general de
seguridad, además se le
vínculo con ciertas redes de
tráfico de diferentes tipos
de material bélico, con el
cual logro lucrarse mediante
los contactos que extrajo de
los diferentes ambientes. En
los que afianzo un nutrido
grupo de confidentes con los
que solo le unía un pacto de
lealtad, así conservaba el
tan ansiado hermetismo que
procesaba en cada acto que
llevaba a diario.

Un leve resbalón al pisar un


bordillo de la acera le
abalanzo literalmente en los
brazos de Fernando que venía
justo de frente, teniendo que

2330
amortiguar el peso muerto que
se le iba encima. Haciendo
que este perdiese
momentáneamente el equilibrio
del que disfrutaba durante la
travesía que le conduciría a
un importante encuentro con
antiguos camaradas, aunque
esta pequeña eventualidad le
retrasaría el tiempo que
usaría al entablar un
respetuoso dialogo con ella.
A parte seria el momento
oportuno de negociar la
transacción en lo referente
al arma que le
proporcionaría, también de
los detalles de futuros
acuerdos en los que se
ayudarían mutuamente. Puesto
que siempre tuvieron una
estrecha confianza en temas
clave con los que iniciar

2331
actividades conjuntas, pero
en esta ocasión las cosas
pintaban en la dirección que
menos se podía imaginar,
colocando elementos jamás
requirió en ambientes
similares al que le había
tocado vivir. Sin embargo,
los acontecimientos empezaban
a desviarse de aquello que le
centraba la atención,
entrando en una arriesgada
vertiente en la que el
castigo se convirtió una de
las opciones con la que
saciar la sed de sangre que
le recorría por las venas.

{Fernando}

2332
Perdón, ¿Se encuentra usted bien?

{Silvia}

Hola Fernando, lo cierto es que me


ha resbalado el pie a deslizarlo
por el bordillo de la acera, pero
con tu ayuda he podido frenar la
caída.

{Fernando}

Hola Silvia, siento no haberte


reconocido antes por mi falta de
atención a la hora de caminar por
la calle, sin embargo, espero que
estés en perfecto estado.

2333
{Silvia}

Si tranquilo, ¿Tienes unos minutos


para comentarte un asunto de vital
importancia?

{Fernando}

La verdad es que me dirigía a una


reunión de negocios a uno de los
barrios del este de la ciudad,
aunque aún tengo unos minutos
extra para que me cuentes en que
te puedo ayudar.

2334
{Silvia}

Preciso que me pongas en contacto


con alguien que me proporcione una
pistola de calibre corto, también
me harán falta un par de
municiones.

{Fernando}

¿En qué trama te has embarcado tu


sola?

{Silvia}

2335
Debo darle un escarmiento a cierto
hombre que se le ha ocurrido jugar
con mi paciencia, ya que ha estado
intentando aislarme de la gente
que verdaderamente me importa.

{Fernando}

Veo que ahora te haces cargo de


cobrarte las cuentas pendientes,
dejando a un lado a los que llevan
años intentando engañarte con los
resultados.

{Silvia}

Con el tiempo se va aprendiendo en


2336
quien se puede confiar y los que
debes separar de aquellos que nos
suelen traicionar en los momentos
difíciles.

Ella utilizaría la astucia de


la que hacía gala en las
grandes ocasiones en las que
precisaba embaucar a alguien,
sacando a relucir la
recurrente irónica con la que
solía aderezar las tertulias
en las que se veía sobre
pasada por alguno de los
presentes, la usaba como una
socorrida salida ante
posibles encerronas con las
que no contaba .Dado que las
inseguridades afloraban de
entre las emociones
contenidas, puesto que se le
podía torcer el sentido común

2337
que intentaba mantenerlo por
encima del resto de
argumentos .

Se ceñiría a sacar la
información que precisaba
para tejer una telaraña con
la que envolver a los
posibles candidatos, a
enrolarse en la siguiente
confabulación en contra de
Ernesto, además le daría la
oportunidad de comprobar el
grado de compenetración
existente, en la época que
les toco ceder en las
pretensiones de seguir por
caminos separados. Observando
que el desgaste sería menor
al colaborar en momentos
puntuales. A parte de
aportarse nuevos
conocimientos acerca de la

2338
gestión de los elementos que
irían recopilando en el
transcurso de los días,
evaluando la dimensión que
esperaba tomase dicha
iniciativa. Creando una
variante en la que ocultar
las directrices reales de los
movimientos que emplearían
progresivamente al aclarar
los puntos básicos del
acuerdo.

{Fernando}

¿Lo dices por algo en concreto?

2339
{Silvia}

La verdad es que siento como si la


gente solo se acercase para sacar
beneficio de nuestra amistad,
queriendo que las cosas salgan
como les conviene.

{Fernando}

Ya debías saber que las alianzas o


pactos tienen fecha de caducidad
reducida, puesto que en una décima
de segundo pueden suceder hechos
que les hagan cambiar de opinión a
la ligera.

{Silvia}
2340
¿Estás trabajando para alguna de
las familias?

{Fernando}

Eso es inevitable que podamos


dejarlo a un lado, controlan
muchos de los establecimientos de
los barrios más humildes con la
justificación de ofrecerles
protección por un módico impuesto
revolucionario.

{Silvia}

2341
Sé que te ha molestado la pregunta
en relación a tu tarea, creo que
he sido un tanto indiscreta al
dejarme llevar por mi manifiesta
curiosidad.

{Fernando}

No te preocupes que me vaya


acostumbrando a que ciertas
preguntas aparezcan en las
tertulias diarias, si no me vería
aislado del resto de camaradas.

{Silvia}

2342
¿Aceptarías asociarte conmigo?

{Fernando}

Es muy tentadora esa propuesta que


me acabas de ofrecer, pero tendría
que meditar mi grado de
implicación en la toma de las
decisiones de calado.

{Silvia}

Bueno te daré veinticuatro horas


para que reflexiones si puedo
contar con tus servicios, más que
nada por si tengo que buscar otro
candidato.

2343
{Fernando}

¿Pretendes que te responda a la


ligera?

{Silvia}

Sería una buena noticia con la que


me harías ver que nuestra sintonía
sigue viva, tampoco quisiera
forzarte a tomar una decisión
condicionada por dejar cerrado el
tema.

{Fernando}

2344
Bueno quizás te podría adelantar
que me seduce la idea de que te
hayas acordar de mí, además sabes
lo que me gusta el riesgo a verme
en medio de una trama de chantaje,
sobornos a cualquier funcionario
corrupto.

{Silvia}

Debo seguir mi camino hacia una


cita que debo atender con cierta
celeridad, así que espero que me
llames con una respuesta en firme,
hasta la vista Fernando.

{Fernando}

2345
Tranquila que te comunicare mi
fallo antes de que haya finalizado
el plazo que hemos pactado.
Idéntico Silvia.

A unas manzanas de allí Jaime


empezaba a diseñar el correo
electrónico que le enviaría a
Ignacio. Utilizaría una
conexión de Internet
pirateada con la que borrar
las huellas, temiendo que la
policía rastrease el
itinerario desde donde se
solicitó la información, con
la que planificar el
asesinato de Ernesto en el
menor tiempo que fuese
preciso. Sorteando cualquier
2346
obstáculo que brotase en
medio de la maniobra que
colocaría como cimiento de la
presumible estrategia con la
que impulsar tarea que él le
había encomendado, siendo
ahora mismo una de las
prioridades que le urgía por
cumplir lo antes posible.
Suponiendo un salto de
envergadura internamente que
le diese una especie de
prestigio en referencia, a
que le remontase la imagen
que ofrecía en la actualidad
no pasando por su mejor
momento personal. Quizás
añoraba el compartir algunos
de los comentarios con
Isabela, lo que en realidad
era incapaz de solventar el
estado de ansiedad que le
transitaba de un lado al otro

2347
por el organismo.

Manejaba la remota
posibilidad de que mediante
una tercera persona poder
mitigar el vació que notaba
alrededor, temía que una
debilidad momentánea que le
llevase a cometer algún error
en el instante menos
adecuado. Colocándole en una
delicada posición en la que
dejaría al aire buena parte
de los elementos que
componían, dudaba de que las
cosas se descontrolasen
cuando viese que la
improvisación hiciese acto de
presencia, intentaba que la
frialdad tomase el
protagonismo a la hora de no
verse arrastrado por los
recuerdos del pasado. No

2348
merecía la pena seguir
pensando en algo que se iría
arreglando con el tiempo,
dejando que las heridas
cicatrizasen por si mismas
con la mayor naturalidad. Se
le hacía complicado olvidar
los ratos que pasaron en la
poca intimidad que les
dispensaban los hoteles de
carretera, todo iba
encadenado en ocultar
cualquier pista que diese pie
a un exhaustivo examen de las
condiciones en las que
vivían.

Comprobó que la decisión de


alejarse de ella se convirtió
en una especie de castigo
auto impuesto, dando por
sentado que un aislamiento de
los sentimientos le haría ver

2349
la realidad que le rodeaba,
puesto que un impulso le
daría una visión diferente a
la que acostumbraba reflejar
a la hora poder definir una
postura de independencia, ya
que mostraba una imagen de
efímera firmeza en lo
relativo a imprimir un cambio
de actitud que enseñase una
crudeza en los argumentos a
exponer.

Buscando reservar los


detalles indios que formaban
su vida privada, creando una
especie de coraza con la que
proteger los sentimientos que
le fluían desde el corazón.
Comenzaba a arrepentirse de
dar el paso de separarse de
alguien que representaba algo
indispensable, pero no daría

2350
marcha atrás en aquello que
le resultaba conservar en el
mismo contexto. Evitaba que
el vínculo afectivo rompiera
la mínima tranquilidad de la
que gozaba en la actualidad,
esperando que nada se
interpusiera en el camino que
eligió en solitario para
seguir posicionando un estilo
de gestión personal.

Finalizo de redactar el
correo electrónico con los
datos que le permitirían
conocer el entorno en el que
se desenvolvía Ernesto,
percibía que se le quedaban
aspecto importante en el
tintero. Aunque tampoco era
capaz de ver ese pequeño
fallo que seguramente a la
larga le podría pasar factura

2351
en el momento menos indicado,
debería tomar las
precauciones que mejor se
adaptaban a sus necesidades.
Trazando una delgada línea de
separación en que tapar la
mayoría de asuntos turbios
que se le acumulaban en la
memoria, alejando a los
curiosos que solían husmear
en aquello que le interesaba
ensombrecer. Así nadie se
ocuparía en remover
cuestiones de especial
delicadeza en el fondo en que
se desarrollaron, sentía que
se arriesgaba demasiado al
darle tantas facilidades a
Ignacio. Por lo que cambiaría
radicalmente de estrategia en
lo referente al cobro del
servicio que prestaría con
total profesionalidad,

2352
incluiría un número de cuenta
que se volcaría en otra con
destino fuera del país.

Así preservaría intacta la


vía que usaría en el desvió
de ciertas cantidades de
capital, sin que la hacienda
pública tuviese conocimiento
de los negocios que llevaba a
cabo de forma paralela.
Borrando las pistas que
pudiesen generar cualquier
tipo de rastreo con el que
descubrir las transacciones
que iría cursando en
diferentes franjas horarias.
Desorientando a quien
intentase hacerle un
seguimiento pormenorizado de
las iniciativas que le
beneficiasen a corto plazo,
apelaría a que la suerte se

2353
le colocase justo al lado
para ayudarle a soportar la
presión que se le acumulaba
en los hombros.

Dado que apreciaba una


profunda tensión en la zona
cervical que le impedía
centrar la mirada en la
pantalla, asimismo el
cansancio le iba acariciando
con su espeso manto con todo
el diámetro que precisaba de
cubrir a lo largo de dicha
anatomía. Sembrando cierto
desequilibrio entre las
tareas que manejaba con la
destreza que le avalaban los
años de experiencia en el
crimen organizado, a parte de
la inestimable cooperación de
algunos de los ex miembros de
estructuras de carácter

2354
delictivo que mantenían
conexiones con diferentes
lugares de Europa.

De ahí lograba verse surtido


de todo tipo de material con
el que perpetrar atentados
terroristas de baja
intensidad, solo reposaría
una rosa negra en el sitio
elegido donde yacería el
cadáver de la víctima por
encargo. Era un ritual que
acostumbraba a poner en
práctica con bastante
asiduidad convirtiéndolo en
una forma de contabilizar el
número de muertos que
abandonaba, como gesto a una
autentica heroicidad mal
entendida llegando a
traspasar los límites
establecidos.

2355
Exponiéndose a escenarios que
entrañaban serios peligros en
el correcto funcionamiento de
los elementos que insertaba a
modo de dispositivos con los
que protegerse de posibles
ataques indiscriminados, le
obsesionaba la idea de que
alguien le mezclase en medio
de una espiral de violencia
incontrolada. Aprovecharía la
buena sintonía que conservaba
de los años en que estuvo al
servicio de quienes en su día
le ofrecieron la confianza de
unirse en las tramas que se
fueran desarrollando a lo
largo de los años.

Ahora solo le quedaba esperar


pacientemente a que Ignacio
le respondiera a la petición

2356
que le curso desde la red,
dado que ahora mismo le urgía
clasificar los datos con los
que configurar un retrato
robot. Siendo imprescindible
tener perfilado un borrador
inicial con el que tomar un
punto de partida. Dejaría los
rasgos de mayor importancia
para cuando contase con la
fotografía original, pero un
hecho aislado le cambiaría en
cierto modo la forma de
enfocar el asunto en cuestión
.Pudiendo establecer una
alianza con alguien que hasta
el momento parecía pasar
desapercibido ante el resto
de la sociedad, sin embargo
poseía un criterio especial a
la hora de encarar las
decisiones en lo referido a
continuar con una temática,

2357
en la que imprimir.

Vigilando los movimientos de


aquellos de los que no se
fiaba demasiado en las formas
que le sugerían en cada
momento, llegando a pensar
que realizaban un doble juego
con el que asegurarse unos
beneficios extra .Teniendo en
cuenta la función que
desempeñaban ponía en peligro
la marcha de muchas de las
operaciones, complicando el
desarrollo de alguna
estrategia que les protegiese
durante el tiempo que llevase
finalizar dicho dispositivo.

Levanto la mirada
entornándola en la dirección
del horizonte que se le
dibujaba más inmediato,

2358
buscando una figura como
referente en el que sustentar
los próximos pasos a seguir
con minuciosa tranquilidad.
Sabiendo que desde la sombra
se hallaban multitud de ojos
esperando un leve detalle
unido a la debilidad, lo que
ayudaría a los que no se
manifestaban a poder ponerle
en aprietos a las primeras de
cambio .Convirtiendo el
entorno en una auténtico
infierno con el agravante de
marcar un escenario
completamente distinto a que
estaba acostumbrado a
compartir en el pasado.

Al fondo observo que una


silueta se encaminaba en la
dirección contraria a la
suya, generándole un sinfín

2359
de especulaciones que era
incapaz de frenar con la
suficiente racionalidad
.Viendo que le asaltaba la
incertidumbre de saber si era
algún conocido del que poder
sacar un beneficio , siendo
una de las prioridades que le
demandaba la situación que le
había tocado en suerte ,
albergando la posibilidad de
que el destino le
proporcionase una salida a la
gran cantidad de dudas que se
le agolpaban en la cabeza .

A medida que se iba acercando


con extremada ligereza de
movimientos durante la
marcha, lo que representaba
una imagen de total seguridad
de cara a quien se cruzase en
su camino. Esperando que

2360
sirviese como parte de la
táctica que solía utilizar
con aquellos en los que
depositaba menor número de
informaciones sobre los
planes a llevar a cabo, ahí
dejaba claro el grado de
complicidad que compartía con
aquellos que no le produjeron
ningún tipo de contratiempo.
Siendo una de las mejores
satisfacciones de las que
disponía en este preciso
instante, sabía que requería
una especial atención en la
vigilancia de muchos de los
frentes que permanecían
abiertos, dado que no quería
ser sorprendido por un
imprevisto que le incomodase
más de la cuenta.

Entrando en una disyuntiva

2361
que marcaría en cierto modo
el desarrollo de los
acontecimientos, arruinando
buena parte de la
credibilidad que mostraba
ante los que le frecuentaban
muy de vez en cuando. Siendo
un grupo importante al que
cuidar con una esmerada
exquisitez, no escatimando
esfuerzos con lo que
consolidar el excelente
ambiente que se respiraba en
cada una de las reuniones
clandestinas, lo que le
reportaba una fama de
envidiable estabilidad dentro
de los círculos en los cuales
se tomaban grandes
decisiones.

La identidad del individuo


que transitaba en dirección

2362
contraria a la suya, no era
otra que la de Beatriz Rico
Penaba que, en su día, se
hizo unos retoques de cirugía
con los que eliminar las
habladurías que le ponían en
el punto de mira de casi
todos los enemigos que no
cesaban en el empeño de
resaltarle el parecido con
otra mujer cercana a ella y
eso le provocaba un recelo
complicado de asumir con la
coherencia inevitable que
daba una imagen de inherente
debilidad.

Llegando a verse inmersa en


una campaña que cualquiera
puedo orquestar en la
búsqueda de arrinconarla en
una esquina donde nadie se
acordase de su existencia

2363
física. El aspecto actual que
enseñaba asemejaba un
parecido similar al de
Natalia Loureiro Iglesias,
creando un fuerte impacto
ante quienes se le cruzaban a
su lado por la calle.
Sirviendo de escaparate con
el que ver la posibilidad de
mejorar detalles que no
terminaban de satisfacerle en
la puesta de escena de cada
una de las mejoras que se
insertó en el cuerpo, además
de cambiar aquello que le
permitiría seducir a una
parte importante de la
población masculina.

Iba cubierta por unas oscuras


gafas de sol que ocultaba el
color de los ojos,
conjuntamente le ayudaba a

2364
que el rostro también quedase
bajo la protección de las
mismas. Haciendo complicado
que alguien le identificase a
simple vista por mucho que se
fijase en su indumentaria,
pudiendo extorsionar a
cualquiera sin que nadie
tuviese la certeza de saber
quién se escondía realmente
detrás de aquella
personalidad. La única
diferencia con la moribunda
radicaba en que no portaba el
famoso lunar de la mejilla,
lo que le permitía escapar de
un buen número de
comparaciones que le irían
apareciendo a lo largo de la
jornada.

Aunque se limitaría a que el


silencio fuese una

2365
herramienta fundamental con
la que frenar muchos de los
comentarios que escucharía
alrededor, rozando lo
inadmisible que resultaría el
evitar dar explicaciones
acerca de temas que no estaba
dispuesta que nadie sacase a
un juicio sumarísimo
informaciones referentes al
pasado. Siendo complicado
esconder aquello que le
involucraba directamente con
algunas sociedades
delictuosas con las que
trabajo tiempo atrás,
intentaría alejarse de las
amistades que menos le
beneficiasen en su idea de
permanecer en la sombra.

Tendría la oportunidad de
aliarse con Jaime que

2366
precisamente reclutaba
personal que no estuviese
fichado por la policía, ahí
encontraría una forma de
volver ponerse en circulación
sin apenas esforzarse.
Correría un mínimo riesgo al
colaborar con un antiguo
camarada, puesto que ambos
estaban bastante
compenetrados al ejecutar las
funciones dentro de las
operaciones que compartieron
un par de años antes.

Sabían que la experiencia


adquirida les daría cierta
ventaja en lo concerniente a
imprevistos. En la mente le
viajaban miles de
especulaciones con respecto a
mantener la estabilidad
emocional, después de la

2367
temporada que le toco estar
lejos de los asuntos de
verdadera importancia,
quedando en un visible
aislamiento obligatorio que
le señalaba las reglas con
las que se desarrollaban los
sucesos. Así que la
independencia le generaba una
socorrida puerta de salida
por donde esquivar algunas
situaciones de tinte
comprometido, siendo un
pequeño infortunio en la
consecución de los objetivos
que intentaba precisar con la
frialdad que le diese una
vertiente distinta a la
actual que no terminaba de
ofrecerle los frutos
apetecidos en un principio.

Comenzaba a oscurecer a pasos

2368
agigantados con la
peculiaridad que era poco
dada a permanecer demasiado
tiempo en la calle, poniendo
en relieve las carencias que
menos le interesaba que se
supieran, puesto que le
costaba confiar a un habiendo
compartido cientos de
secretos e informaciones de
vital trascendencia.

Pero se mostraba reacia a


comunicarle algunos
pormenores de lo que iban
implantando dentro de las
normas a seguir. Quizás ese
temor que le tuvo siempre a
la penumbra del anochecer, le
inducía a cometer
imprudencias que a largo
plazo desembocarían en
consecuencias difíciles de

2369
resolver. Dado que el
nerviosismo le iba invadiendo
hasta el último rincón del
cuerpo con especial
virulencia en el trayecto,
incrustando un elevado número
de daños colaterales en forma
de dudas existenciales,

Aprecio como el tacón del


zapato del pie izquierdo se
deslizaba más de la cuenta
por encima de las baldosas de
la acera, produciéndole un
leve trastabillado que
desembocaría en un susto.
Motivado por la falta de
atención de la que su mente
se había desligado unos
minutos atrás, viendo
peligrar su integridad física
que le conllevo casi
precipitarse en el firme de

2370
la calle. Pudiendo dañarse
seriamente cualquiera de las
dos piernas, viéndose
involucrada en un incidente
que impediría cumplir con los
objetivos que le movían el
día de hoy.

Intento conservar la
verticalidad por encima del
resto de prioridades que
acuciaban el interés, diviso
que los pies lograban fijarse
en la superficie en la que se
hallaba en aquel instante.
Esperando recuperar el
equilibrio emocional que
intuía una paulatina
disminución de la fuerza
interior que solía imprimir a
todo lo que hacía en
referencia a consolidar una
postura racional, que le

2371
diese una vía por la que
canalizar aquellos aspectos
que prefería que continuasen
ocultos.

Examino de reojo el reloj de


oro que portaba en la muñeca
izquierda, era un obsequio
que sirvió para acercarle a
ciertos ambientes donde poder
desplegar las armas de
seducción que mejor se le
adaptaban a la personalidad.
Sacando el beneficio
apetecido con el menor riesgo
posible para sus intereses,
la premisa le sugería pasar
desapercibida por el bien de
las actividades en las que se
vio inmersa en el pasado .Por
lo que arrastraba una
cantidad de problemas a la
par que dudas que fue

2372
recopilando en el camino,
creando un lado oscuro
complicado de asumir con la
coherencia que le demandaba
el momento.

Comprobó que el trayecto


estaba siendo más largo de lo
programado a diario en las
mismas condiciones de salud,
noto su débil pinchazo en la
rodilla de la pierna derecha
incitándole a rebajar el
ritmo de la marcha que
utilizaba. Ahí empezaría a
ver el estado de aguante con
el que contaba hasta alcanzar
el destino que señalaba su
hogar.

Pero primero le aguardaba una


breve charla de intercambio
de opiniones con Jaime, en la

2373
que sin duda obtendría
grandes avances a la hora de
empezar a colocar ciertas
piezas que le quedaban en el
aire como parte de los planes
en los que se había embarcado
en solitario.

Respiro hondo antes de


aproximarse a la distancia
oportuna en la que hacer un
acercamiento visual, con
quien venía de frente en
dirección contraria a la que
se dirigía ella a un paso de
innegable lentitud, revelando
unas visibles carencias en
las que era incapaz soportar
la soledad que le impregnaba
cada poro de la piel. Sin
embargo, el dolor de la
rodilla derecha iba en
aumento afectando a la

2374
movilidad de las extremidades
inferiores, desembocándole en
una apreciable cojera que le
acarreaba un imprevisto
retraso durante la travesía
que debía cubrir en el menor
tiempo posible.

En cuanto tuvo un contacto


visual con el que establecer
un margen de maniobra con el
que mitigar aquella penuria,
aunque notaba que se le
reducían considerablemente
las oportunidades de no tener
que recurrir a la ayuda
externa. Puesto que
corporalmente se hallaba al
límite de las fuerzas que
continuaba administrando con
sumo cuidado, le costaba
admitir que tendía que
apoyarse en alguien para

2375
poder llegar a la zona donde
lo tenía estacionado el
coche, tampoco estaba muy
conforme en permitir que
Jaime le acompañase a dicho
lugar por precaución a que no
terminase cayendo en medio de
la calle.

Contusionándose partes de
especial sensibilidad a la
vez que complicada curación
por el riesgo de mala
soldadura ósea, ahí se le
presentaba otro revés al que
enfrentarse midiendo las
consecuencias que le
entrañaba mantener la postura
de rechazar que le auxiliasen
en los períodos difíciles que
le tocaron vivir.

Decidió que era hora de dar

2376
el brazo a torcer por el bien
de su maltrecha rodilla
derecha, que le mostraba que
el dolor se intensificaba a
lo largo de la pierna, siendo
casi inadmisible continuar
caminando con la naturalidad
que solía expresar delante
de los que entre comillas la
contemplaban como una miembro
más dentro de un círculo de
amistades, de las cuales
intentaba desligarse en
determinados temas, que le
generaban una incipiente
controversia por causas que
intuía que le podían provocar
un sinfín de conflictos
personales , esquivando
cualquier peligro que le
conllevase tener que
solicitar que le echasen una
mano en el trazado de una

2377
línea que le protegiera de
los ataques que a menudo
recibía de parte de aquellos
que tachaba de enemigos
declarados .

Por lo que sabría


exactamente como localizarlos
con simplemente frecuentar
algunos establecimientos de
los bajos fondos, así
controlaría un espacio con
mantener una vigilancia con
la cual seguir los
acontecimientos en primera
persona. Evitando que los
intermediarios le pudiesen
extorsionar o chantajear por
una módica cantidad de
dinero, veía que el camino se
le iba empedrando de
contingencias que les
disminuían el ánimo a pasos

2378
agigantados.

{Beatriz}

Hola Jaime, ¿Me podrías echar una


mano para llegar hasta el coche?

{Jaime}

Si, he podido comprobar que tienes


una lesión bastante visible en la
pierna derecha, creo que tendrás
que pasar unos días en el dique
seco.

2379
{Beatriz}

Probare a colocarle un vendaje


bien tensado a la vez que sujeto
con un esparadrapo ancho, que
cubra gran parte de dicha
superficie protegiéndola de
cualquier tipo de suciedad.

{Jaime}

A pesar de todo, ¿Piensas seguir


con el mismo ritmo de vida?

{Beatriz}

2380
Efectivamente, no puedo abandonar
ahora algunos asuntos que reclaman
mi atención, por lo que intentare
que no afecte a mis compromisos
diarios.

{Jaime}

Creo que estas cometiendo una


equivocación, al arriesgarte a que
la dolencia desemboque en algo más
serio, de lo que te cueste más
recuperarte.

{Beatriz}

¿Me estas proponiendo que abandone


la idea de forzar para cumplir con
2381
mis obligaciones?

{Jaime}

Seria lo normal en este tipo de


situaciones tan anómalas, pero sé
que ni te tomaras la molestia de
analizar el fondo del consejo que
te acabo de dar.

{Beatriz}

Quizás tengas tu punto de razón en


la explicación que has vertido,
sin embargo, es imposible que deje
de acudir a unas cuantas reuniones
que hay programadas para el final
de esta semana.

2382
A un par de kilómetros de
allí Yolanda reflexionaba la
posibilidad de entregar a la
policía el material
introducido, en aquel
minúsculo recipiente que
obtuvo por casualidades del
destino. Notaba que la
tensión iba impregnándose en
el ambiente con el agravante
de verse envuelta en una
espiral de violencia, en la
cual comprobaba que la
situación tomaba unos
derroteros muy distintos a
los que acostumbraba manejar
intrínsecamente como parte de
las indagaciones. También
barajaba la intención de
compartirlo con alguien de
confianza, pero tampoco era
2383
fácil que pudiese hallar al
confidente idóneo que
precisaba en esta ocasión.
Quizás este suceso le
cambiaria en la forma de
seleccionar a los que le
rodearían de hoy en adelante,
viendo que relacionarse con
muchedumbre varía no le
conduciría a lograr los
objetivos que anhelaba
cimentar con prontitud.
Sabiendo que estaba en el
punto de mira de conocidos de
Natalia Loureiro Iglesias y
que ahora mismo le seguían
constantemente los pasos,
además intuía que volvería a
coincidir con sus eventuales
mensajeros.

Tuvo en mente el depositar


aquel cilindro en una

2384
taquilla de la consigna de la
estación de autobuses de
línea regular, ya que le
preocupaba el sentirse como
blanco de presumibles
chantajes psicológicos.
Vislumbraba que le
presionarían en la búsqueda
de que cometiese errores en
los cuales se le escapasen
buena parte de las
intenciones que pretendía
poner en práctica. Colocando
dentro todos los elementos
que fuese recopilando en
relación a esclarecer las
sombras que se despedían de
dicha exploración, esperando
que marchase en la dirección
correcta que le proporcionase
a su vez una protección
extra. Advertía que podría
estar siendo observada desde

2385
la lejanía de la esquina de
la calle, evadía el girarse
en redondo para distinguir el
rostro de quien examinaba
cada uno de los movimientos
que realizaba.

Utilizo el reflejo del


cristal del escaparate de un
comercio de lencería de una
firma de gran popularidad,
entre las familias adineradas
de la alta sociedad de la
ciudad. Se fijó que tras n
diario de tirada local se
escondía la figura de un
hombre de complexión fuerte,
que se hallaba apostado junto
a la pared colindante a la
parte trastera de la
comisaría de la zona centro.
Tampoco era capaz de poder
descifrar cuales eran las

2386
verdaderas intenciones de
aquel individuo. El
nerviosismo se recomenzaba a
posicionar a lo largo del
cuerpo con gran celeridad,
desembocándole en un estado
carencial de las emociones
entre mezcladas con la
tensión que se mascaba en el
ambiente. Acrecentando el
desequilibrio que intentaba
que no le afectase más de la
cuenta, pero el temor a ser
atacada físicamente le hacía
ver que se hallaba en una
evidente desventaja. Quizás
las represalias llegaron
antes de lo que podía esperar
en un principio del sector
que menos conocía, echaba en
falta la cobertura que le
solían ofrecer amistades
tales como Diego y otros

2387
muchos con los que a un
guardaba una excelente camada
rehería al departir en temas
de índole periodístico.

Utilizaría el método del


despiste para quitarse de
encima aquel seguimiento tan
radical, aunque le costaría
un sufrimiento extra el
conservar el empaque
necesario con el que soportar
el envite que le había puesto
el destino justo en el medio
del camino. No aceleraría en
exceso el paso evitando
levantar sospechas ante la
atenta mirada de quienes
estuviesen al acecho, también
eliminaría la incertidumbre
que le provocaba el observar
que la soledad se convirtió
en su mejor aliada. Esperando

2388
que las carencias le
permitieran salir airosa del
brete en el que estaba
inmersa, dado que le cogía un
poco de sorpresa por las
condiciones en que se iban
desarrollando los
acontecimientos en el entorno
que se movía. Le motivaba una
especie de crisis de ansiedad
que le traía acompañada una
visible cascada de un sudor
que le recorría impregnando
cada centímetro de la piel,
circulaba de manera lenta con
la atención puesta en lo que
hiciese el hombre del otro
lado de la calle. Ahí sabría
si en realidad debía tomar
algún tipo de precauciones o
solo se trataba de una simple
maniobra de intimidación, así
pretendía amedrentarle con un

2389
severo acoso con el que
limitarle a la hora de pensar
como zafarse del estrecho
marcaje al que le sometía
desde unos minutos atrás.

Se dirigía a la primera
parada de taxis que se
encontrase en el itinerario
que le pareció el acertado de
poner en práctica, en la
puesta en escena del plan de
evasión en el que
introduciría cambios sobre la
marcha. Teniendo presente el
escaso margen de maniobra del
que disponía en la
actualidad, dependiendo de la
distancia que le separaba del
lugar donde se ubicaba el
estacionamiento de vehículos
de servicio público, que le
daría la oportunidad de

2390
perder de vista al individuo
que se le acercaba con
especial interés de
interrumpir el trayecto que
le conduciría directamente a
la tranquilidad que le
demandaba aquel instante.
Colocando un muro que le
protegiese ante un inminente
encuentro cara a cara
perceptible en el contexto
que se desarrollaban los
sucesos alrededor, viendo que
le sería complicado el
hacerse cargo a la hora de
enfrentarse en solitario con
el resto del mundo.

En el horizonte diviso que


obtendría el premio que tanto
deseaba recibir a los rezos
que procesaba interiormente,
ahora buscaría la manera de

2391
diseñar escapatoria de
garantías con la que poner
fin al asedio del que era
víctima circunstancial de una
trama de tintes un tanto
turbios. Llegando a situarle
al borde de un inminente
ataque de histeria contenida
respetando el sitio en el que
se encontraba, ya que
levantaría un revuelo poco
recomendable al tantear el
escabullirse con facilidad.
Analizaba la situación desde
un punto de vista con el que
racional izar las causas que
le abocaban a la
intranquilidad reinante en
los últimos minutos. Incluso
llego a barajar entre las
especulaciones que pudiesen
haberle encargado sacarla de
la circulación, así dejaría

2392
de olfatear en asuntos en los
que nada resultaba ser como
parecía a simple vista.
Decidió que en los metros
finales subiría la vivacidad
de la marcha que se auto
impuso en el inicio.

Consiguió con algunos apuros


alcanzar la manilla de la
puerta trasera izquierda del
único taxi estacionado en la
parada de los mismos. Penetro
con rapidez en el vehículo
con la intención de poder
dejar atrás el mal trago que
le toco vivir unos minutos
antes, por fin ponía tierra
de por medio por el bien de
su integridad física, realizo
un barrido visual a modo de
asegurarse que en ningún
coche pudieran seguir el

2393
trayecto que todavía iba
meditando en su cabeza. Sin
embargo, esperaba que
hubieran colocado a un
sicario cerca de la puerta de
su domicilio habitual, lo que
le ordenaría al conductor que
le trasladase a un antiguo
apartamento en el cual
guardaba una pequeña defensa
eléctrica que solo utilizaba
en casos de extrema gravedad.
Además, comprendía que todo
se limitaba a preservar un
mínimo la intimidad de la que
se mostraba especialmente
recelosa a la hora de ocultar
secretos comprometidos
pertenecientes al pasado.

Respiro profundamente antes


de entablar una conversación
formal con el chofer que le

2394
había tocado en suerte, que
respondía al nombre de
Gabriel Medina de Samaniego
nieto de una de las familias
que asentaron prosperidad en
los barrios obreros de la
ciudad. Pero una mala gestión
del legado que le
correspondió en herencia le
condujo a verse despojado de
las comodidades que
disfrutaba en la niñez,
aunque se adaptó al rol que
le dispuso el destino.

Este observo desde el espejo


retrovisor interno que algo
no era del todo normal,
aunque esperaría hasta ver la
reacción vital por parte de
ella en el transcurso del
trayecto, temía que estuviese
relacionada con algún miembro

2395
de las formaciones criminales
de mayor arraigo en la villa.
Esperaría un intervalo
prudencial de tiempo antes de
preguntarle donde se dirigía,
ya que el silencio se impuso
de manera que el único ruido
que se escuchaba procedía del
motor del vehículo.

Ninguno de los dos se


disponía a dar el primer paso
para romper el hielo
provocando que entablasen una
conversación directa, en la
que ambos pudieran aliviar la
tensión que se palpaba en el
aire. Creando una atmósfera
difícil de respirar por lo
nocivo que resultaba el
trance que estaban
compartiendo, pero pronto
daría un vuelco la situación

2396
en la dirección contaría a la
que se hallaban en ese
preciso instante. Dado que al
doblar la esquina de la calle
de la Libertad apreciaron que
el peligro quedaba un poco
lejano de sus vidas,
rebajando la angustia que les
invadió durante los metros
iniciales de la huida del
lugar de donde salieron
minutos atrás.

Ella fue recomponiendo el


rostro con una pequeña
polvera que saco del bolso,
corrigiendo las
imperfecciones que el sudor
le acentuó en los pómulos de
ambos lados de la cara.
Examinaba con detenimiento el
escaparate de cada tienda por
la que transitaba el taxi en

2397
el que viajaba, puesto que no
quería perder el control de
la situación que le iba dando
un buen cúmulo de altibajos,
temiendo caer en la
equivocación de exponerse más
de la cuenta en el estado que
se hallaba en aquel preciso
instante.

Llegando a convertirse en una


obsesión que le inducía a
derrumbarse a las primeras de
cambio, siendo algo que le
preocupaba por la repercusión
que tendría al desplegar
nuevas estrategias con las
que asentar las bases que le
protegieran de la multitud de
ataques externos que le
surgirían en el camino. En
cuanto manifestó que las
fuerzas volvían a responderle

2398
en porcentaje bastante
elevado, experimentaba una
mejoría en las expectativas
que tenía depositadas en
ellas para salir airosa de
cualquier imprevisto que se
presentase. Dándole la
oportunidad de establecer un
rumbo diferente al que
distinguía en este preciso
instante, generando una breve
tranquilidad de movimientos a
la hora de concretar un
itinerario.

{Yolanda}

Hola, ¿Se puede usted dirigir a la


calle Pablo Iglesias?

2399
{Gabriel}

Hola buenas tardes señorita, si le


parece bien tendremos que ir por
el viaducto de José Antonio Primo
de Ribera hasta llegar a la
antigua estación del ferrocarril
del puerto.

{Yolanda}

Me parece una buena opción con la


que evitar los atascos del centro
de la ciudad, aunque podríamos
rodear el palacio de congresos en
dirección este.

2400
{Gabriel}

¿Está usted tomando una medida


evasiva?

{Yolanda}

Buen observador, creo que ha


cogido a la perfección mi idea de
sacarme de encima a los posibles
enemigos al acecho de cualquiera
de los movimientos.

{Gabriel}

2401
No se preocupe, he estado
barajando varias posibilidades con
las que esquivar a quienes
intenten interceptarnos en medio
del trayecto, así que descartare
el acercamiento a zonas en las que
haya calles de tráfico lento.

{Yolanda}

¿Usted me está intentando hacer


algún tipo de sugerencia
encubierta?

{Gabriel}

2402
Digamos que le voy a echar
indirectamente una mano, dado que
he visto la reacción del hombre
que le seguía, en cuanto se ha
puesto en marcha el coche.

{Yolanda}

Estoy de acuerdo en la apreciación


que me acaba de puntualizar con
todo lujo en los detalles, pero
prefiero no cantar tan pronto
victoria por el triunfalismo que
se pudiera desatar en mi interior.

Para Diego tampoco rodaban


del todo bien las cosas en
general por el rumbo que iba
tomando los sucesos, que le
truncaban las esperanzas que
se hizo en relación a

2403
mantener una envidiable
complicidad con Yolanda.
Quizás arriesgo en exceso al
pretender que ella admitiese
la sugerencia de convertirse
en amiga de Estefanía, era el
momento en el que le tocaba
decidir de cuál de las dos se
desprendía después de lo
compartido con cada una de
forma independiente. Sin
embargo, sería un cambio de
cierto impacto al que tendría
que enfrentarse a quitar una
de las partes más importantes
en las que sustentaba la
estabilidad emocional que
disfrutaba, el instante le
dejaría secuelas en el
devenir de los
acontecimientos que se le
anexaban al resto de
incidentes que aparecían en

2404
la lejanía, por lo que
rebuscaría algún plan en el
que lograse concebir la
diplomacia como elemento
fundamental, con el que
continuar contando con la
confianza de ambas.

Tuvo en mente poner un


espacio en el que separar
aquello que le implicaba
profesionalmente con Yolanda
y que le hacía recapacitar
acerca de aspectos que le
afectaban indirectamente en
la relación que intentaba
recuperar con Estefanía, con
el agravante de superar la
perdida de ver cumplido el
deseo que llevaba anhelando
toda la vida. La paternidad
se convirtió en una de la
asignaturas pendientes que le

2405
faltaban por aprobar dentro
de la multitud de sueños que
llevaba aspirando a que se
cristalizasen en el futuro ,
todo iba a suponer un giro
drástico en las prioridades
que manejaba con la
serenidad que le quedaba
ante la cantidad de
imprevistos que le surgían .

Intuía que algo se le


escapaba fuera del control
que estableció en lo
concerniente a la
investigación sobre las
causas de la inexplicable
muerte de Natalia Loureiro
Iglesias. Tampoco comprendía
la actitud irreflexiva que
divisaba en las
conversaciones que trataba a
menudo con ella, le costaba

2406
seguir conteniendo la ira
irrefrenable que acumulaba
ante los ataques que sufría
en lo tocante a su vida
privada.

También debía cubrirse las


espaldas con especial
atención en los movimientos a
realizar en según qué barrios
poco recomendables, puesto
que en el pasado tuvo
enfrentamientos por verse
involucrado en asuntos de
tintes dramáticos. Lo que le
enemisto con gente con la que
había compartido complicidad
n la infancia, en el
desempeño de la profesión de
fotógrafo hizo que unas
instantáneas en las que se
comprometía a personalidades
vinculadas a cargos de

2407
relevancia en las diversas
instituciones de estado.

Que le permitirían evitar


problemas de gravedad,
mientras no fuesen difundidas
por ninguno de los medios de
comunicación de tirada
regular. Sabía la mayoría de
los trapos sucios en los que
estaba mezclado Ignacio, pero
ese era uno de los problemas
con los que tropezaba al
pegar la hebra con Yolanda
sobre temas relacionados con
ese tipo de negocios, que lo
defendía a muerte a pesar de
la cantidad de líos en la que
la embarcaba con la intención
de despojarla del poco
crédito que enseñaba de cara
a la sociedad.

2408
Además, obraba en su poder un
número indeterminado de horas
de entrevistas clandestinas
grabadas, en las que
confesaba abiertamente
sentirse amparado por
miembros de familias con las
que trabajaba de forma
esporádica. Por ese lado
pondría la imagen de este en
el punto de mira de la
policía, así dejaría al
descubierto un buen número de
las actividades delictivas
que proyectaba a lo largo de
la urbe. Convenciendo a todos
los patriarcas de las
ventajas de limpiar el
capital invirtiendo en la
bolsa, alejando las huellas
que les pudieran involucrar
en un evidente blanqueo de
dinero.

2409
Dado que se jugaba el que no
lo retuvieran en un callejón
oscuro en una recóndita calle
del casco antiguo, así lo
eliminarían con rapidez de la
circulación sin levantar ni
las más mínimas sospechas
acerca de las intenciones que
albergaba de publicar el
material que atesoraba en un
lugar en el extrarradio.
Distrayendo la atención de
quienes se hallaban al acecho
con la idea de incautarle
aquellos documentos que
comprometieran a
personalidades de la
política, abogacía y hasta de
la jerarquía de la policía
local.

Observaba que la frialdad de

2410
la mente sería fundamental en
la estabilidad de las
emociones que aglutinaba en
el interior, esperando que un
despiste no diese al traste
con la mayoría de las
técnicas que pretendía poner
en práctica. Buscaría un
alojamiento provisional donde
guardar tanto los microfilms
como las carpetas que
contenían un buen número de
fotografías en las cuales se
describían actitudes que
dejarían en mal lugar a lo
protagonistas de las mismas.

Aunque salpicarían a terceras


personas que en el pasado
ocuparon cargos de cierta
notabilidad social, la
repercusión generaría un
enorme revuelo que se armaría

2411
al ser descubierta la red
delictiva que operaba de
forma paralela con exclusiva
impunidad de movimientos.
Rozando la ilegalidad en los
momentos de mayor tensión en
las transacciones financieras
que se llevaban a cabo en los
sitios que menos afluencia de
gente.

Reflexionaba sobre si era el


mejor período en el que
empezar a desclasificar los
papeles con los que inculpar
a Ignacio, acerca de los
negocios de menor
trascendencia a simple vista
por el contenido. Sin
embargo, serían clave en la
instrucción de cualquier
requerimiento judicial, le
seducía la idea de

2412
entrevistarse con algún
funcionario de la fiscalía,
ya que entregaría las
carpetas que no llevasen
ningún tipo de
identificación. Utilizando
las que fuesen de una
tonalidad más discreta de lo
habitual, en vez de escoger
las que llamasen la atención
de quienes se le cruzasen en
el camino. Teniendo que
entrar en un intercambio de
opiniones que en absoluto le
beneficiaba al intentar pasar
desapercibido, corriendo el
riesgo de ser interrogado por
uno de los muchos conocidos
que trabajaban en la
administración del estado.

El tiempo tampoco le ayudaba


en la concreción de una

2413
estrategia sólida en la que
insertar una especie de
protección, con la que atajar
los posibles cambios de
última hora. Poniéndole en
serios apuros al cumplir con
el cometido que se había auto
impuesto unos minutos atrás,
aunque extremaría las medidas
de seguridad a desplegar en
cada una de las incursiones
en las que participase de
forma individual, dado que
desconfiaba de la lealtad de
Yolanda a la hora de guardar
el secreto acerca de la
información que seguramente
depositaría en una caja
fuerte.

Con la intención de poder


descargar una parte
importante de los archivos

2414
que todavía manejaba con
naturalidad en el intento por
evitar que se levantasen
especulaciones en torno al
tema que le preocupaba no
sufriese ningún tipo de
alteración externa. Salvando
las pruebas que le darían una
enorme ventaja ante un
eventual enfrentamiento
directo con Ignacio, ahí se
le complicaría el desviar la
curiosidad de quienes se
esforzarían en apoderarse de
lo esencial en referencia a
los asuntos de mayor
trascendencia, por lo que
debía clasificar los
documentos que resultasen
claves en el futuro
esclarecimientos de múltiples
sobornos. Ejerciendo
presiones con las que se

2415
obtenían tratos de favor
durante las firmas de
contratos inmobiliarios
ficticios a la par que el
cobro de comisiones, en la
adjudicación de obras de
equipamiento en los edificios
municipales de algunas
capitales de provincia.

Quizás la muerte de Natalia


estuviese interconectada con
la trama orquestada por los
amigos del que parecía ser su
enemigo público, de momento
se le presentaban un amplio
abanico de hipótesis con las
que era imposible crear una
base, con la que empezar a
diseñar los cimientos que le
permitiesen ver los elementos
con los que contaba en
realidad. También albergaba

2416
la esperanza de que Salvador
accediese le cubriese las
espaldas en lo que pudiese
quedar al descubierto, aunque
lo grave sería el que las
filtraciones o traiciones de
terceros diesen al traste con
la labor de investigación en
la que llevaba trabajando los
últimos cinco años, siendo
una de las prioridades a las
que dedicaba cientos de horas
con la única obsesión de
ponerlo en manos de la
justicia.

Noto que le comenzaba a


vibrar el móvil en el
interior del bolsillo del
lado izquierdo de la parca
que portaba para protegerse
de las inclemencias
meteorológicas. Le rondaba en

2417
la cabeza la opción de enviar
pequeños correos electrónicos
a los diferentes rotativos,
daría de alta uno como
pantalla desde el que lanzar
registros sin que nadie
lograse rastrear la “IP
“desde el lugar de emisión de
los mismos, además de
modificar a diario la
posición desde donde realizar
las remesas.

Quizás ayudase a desarticular


el primero de los tentáculos
de la corrupción que
intoxicaba los sectores en
los que se lograba colar por
la puerta grande, dejando un
rastro de evidente desolación
entere mezclada con una
evidente suspicacia por el
precio que solía dejar a modo

2418
de conflicto con el resto de
la sociedad.

Introdujo la mano derecha


hasta alcanzar el celular que
no cesaba en sonar de manera
ostensible, haciendo
imposible que fijase la
atención en otra cosa que no
fuese atender aquella
sorprendente llamada. Dado
que le parecía extraña
aquella inusual insistencia.

Desconocía la gravedad del


suceso que le pretendían
comunicar vía telefónica con
tanta urgencia, especulaba
con la posibilidad de que le
intentasen extorsionarle de
múltiples formas con tal de
provocar que la tensión
ejerciese la presión

2419
necesaria. Obligándole a
reprimir el ansia que tenía
por mostrar la cara menos
amable de Ignacio, teniendo
en cuenta que se les asociaba
a muchas obras benéficas en
las que contribuía
desinteresadamente con
proyectos enfocados en la
educación de los niños
huérfanos.

Ojeo con detenimiento la


pantalla del Terminal que
portaba en la mano con el fin
de comprobar los dígitos que
componían el número del cual
pretendían ponerse en
contacto con él. Puesto que a
simple vista le resultaba
complicado el reconocer a
quien se hallaba al otro lado
de la línea, la incertidumbre

2420
daba rienda suelta a un mar
de hipótesis enfundadas por
la cantidad de estrés que
acumulaba en la mente. Intuía
que las noticias que le iban
a comunicar le podrían en
serios aprietos al seguir
escondiendo los sobres que le
garantizaban seguir con vida,
siendo el salvo conducto que
le permitía deambular con
cierta tranquilidad. Puesto
que preveía que algo se
saldría al estricto control
que imprimía en la vigilancia
los sucesos que se
desarrollaban con extrema
rapidez, llegando a
provocarle algunos
quebraderos de cabeza por la
incidencia de elementos
externos que le obligaban a
cambiar con frecuencia la

2421
dirección que más le
convenía.

En el examen visual reconoció


alguno de los guarismos que
componían dicha enumeración,
así que respiro aliviado al
tomar la determinación de
responder a l reclamo
telefónico. Se trataba de un
antiguo miembro del servicio
de información contra los
delitos económicos del
gobierno. Quien ahora mismo
le abriría una vía por donde
desviar todo lo que guardaba
en una maleta en el fondo de
un armario en su apartamento,
siendo una salida ante la
presión que empezaba a
percibir en el ambiente.
Teniendo en cuenta el
estrecho margen de maniobra

2422
en el que se movía para
conservar intactos los
archivos en los que se
implicaba a gente con la que
había compartido mesa y
mantel en innumerables
ocasiones por exigencias de
la profesión que desempeñaba
con un alto grado de
dificultad, unida a la
persecución constante de los
sicarios a sueldo que
trabajaban sin un patrón que
contase en exclusiva con
dichos servicios.
Aprovecharía la oportunidad
de comprobar la lealtad de
quienes imaginaba como afines
a las opiniones que vertía en
las reuniones legales o
clandestinas por temas
similares al que le
preocupaba en la actualidad.

2423
Acciono la tecla de
establecimiento de la
comunicación con quien se
hallaba al otro lado de
teléfono. Respondía a la
identidad de Leopoldo Guitan
de la Rosa, un hombre de
mediana edad que seguía
trabajando en la sombra con
la única fijación de
recopilar las pruebas que
reflejasen a las claras las
actividades que desarrollaban
en los barrios de extrema
delincuencia de la metrópoli.

Estaba curtido en mil redadas


en la desarticulación de
bandas organizadas en las que
se comerciaba con tipo de
objetos, armas, mujeres y
blanqueo de dinero de curso

2424
legal. Se tomó unas décimas
de segundo antes de escuchar
las palabras de quien hacía
tiempo no se ponía en
contacto con él, aunque
también era un buen momento
para que se tratasen algunos
temas que ambos veían un poco
fuera de la realidad en
general.

{Leopoldo}

Hola Diego buenas tardes, ¿Estas


muy ocupado?

{Diego}

2425
Hola Leopoldo, pues la verdad es
que estaba barajando varias ideas
que se me han estado pasando por
la cabeza y que en todas me
vendría bien contar con tu
colaboración.

{Leopoldo}

Gracias por la confianza, es


reciproco el sentimiento que me
acabas de comentar, lo cierto es
que necesito que me guardes un
portafolio que contiene unas
facturas falsas procedentes de una
contabilidad paralela.

2426
{Diego}

¿Alguien sabe que lo tienes en tu


poder?

{Leopoldo}

He dejado una copia prácticamente


igual que la original, la única
variante son los sellos de
validación administrativa, cuando
quieran verificarlos esa
documentación estará lejos del
alcance de los que fueron los
actuales propietarios.

2427
{Diego}

De eso precisamente me apetecía


hablar contigo en una cita de
trabajo, ya que debo deshacerme de
algunas de las cajas que oculto en
mi apartamento desde más o menos
un par de meses atrás.

{Leopoldo}

¿Han descubierto nuestra táctica


para despistar a los posibles
curiosos?

{Diego}

2428
Noto que resiguen a cierta
distancia por los distintos
locales que suelo frecuentar a
diario, además últimamente me
dejan las cartas abiertas en el
buzón, creo que están intentando
meterme el miedo en el cuerpo.

El terror se tornaba como el


motivo en que se cimentaría
el intercambio de opiniones,
siendo vital que se apoyasen
en una única versión a
defender ante los imprevistos
que se les avecinasen. Dado
que les constaba que pronto
empezarían a surgir con
espontaneidad, ya que la
inestabilidad emergía en los
rincones más insospechados.

2429
Abriendo un enfoque diferente
al que acostumbraban a
manejar, siendo un
contratiempo difícil de
gestionar como demandaba la
situación.

Un descuido les conduciría


irremediablemente a poner en
peligro la seguridad de
ambos, una extraña sensación
les iba invadiendo con el
paso de los minutos. Pero
ninguno quería que saltasen
las alarmas por un hecho que
fuese fruto de la casualidad,
sabiendo que muchos ojos y
oídos estragan pendientes a
los gestos que empleasen en
las distintas fases de la
charla telefónica.

La incertidumbre a que

2430
alguien apareciese por
sorpresa les invitaba a
mantener unas extremas
medidas de seguridad, todo se
basaba en conservar un
perímetro en el cual aislarse
del peligro al que se veían
expuestos de forma
accidental. Se apreciaba una
creciente obsesión por
continuar sin ningún sobre
salto que mencionar al hilo
del dialogo que intentaban
que no cayese en la senda del
desconcierto, minando la poca
paciencia que les otorgaba el
destino en el mantenimiento
de una postura un tanto
racional. A pesar de que el
miedo se hacía palpable en
cada rincón por el que
transitasen, ya que ambos
tenían el honor de ser uno de

2431
los blancos más apetecibles
con el que foguearse
cualquier aspirante a ocupar
un lugar dentro de una célula
terrorista.

El alarmante crecimiento de
la inseguridad que le
rodeaba, daba una visión real
de que debía diseñar una
estrategia con la que
protegerse de inminentes
agresiones. Por lo que ahora
reflexionaría sobre la
sugerencia de modificar el
transcurso de los asuntos que
manejaba con cierta
discreción, sabiendo que
estaba en el punto de mira de
cientos de ojos que le
vigilaban desde la lejanía en
la consecución de cada paso a
llevar a cabo. Debía ser

2432
consciente de que el peligro
acechaba en cualquiera de las
esquinas por las que solía
transitar a diario, además de
inspeccionar los rincones de
la residencia que utilizaba
de forma interina ante la
multitud de situaciones que
se le agolpaban en la cabeza.

{Leopoldo}

Deberías extremar las medidas de


protección personal, evitando
repetir hábitos de tu vida
cotidiana que te pudieran poner en
peligro.

2433
{Diego}

¿Qué estrategia me propones que


ponga en práctica?

{Leopoldo}

Ninguna en especial, solo que te


mantengas alerta ante cualquier
detalle que pueda llamarte la
atención, eres el objetivo de
alguno de la multitud de sicarios
que operan a lo largo de la
ciudad.

{Diego}

2434
No había caído en la cuenta de que
en la mayoría de las
organizaciones solían captar a no
fichados, por lo que se me
complique las cosas a la hora de
identificar a posibles
delincuentes comunes.

{Leopoldo}

¿Tienes sospechas sobre algún


individuo en concreto?

{Diego}

Se me vienen varios a la cabeza


por la forma de actuar, a parte de
2435
los hábitos que suelen utilizar al
abordar este tipo de encargos.

{Leopoldo}

Son pocos detalles cono los que


dibujar un retrato robot, ya que a
estas horas habrá cambiado algún
signo externo con el que manipular
su imagen.

{Diego}

¿Crees que volverán a atentar


contra mi vida?

2436
{Leopoldo}

Han logrado el objetivo de que


recibas el mensaje de que has
tocado una tecla clave, pero lo
curioso es que han usado una bala
como distracción.

{Diego}

¿Exactamente a que te refieres con


esa argumentación?

{Leopoldo}

2437
Te han incluido como trofeo en un
macabro juego al estilo de la
ruleta rusa, nadie moverá un dedo
para esclarecer tu asesinato.

{Diego}

Ahora comprendo la gravedad de mi


situación personal, aunque el
riesgo a que aparezca tira en una
esquina hace que tenga que decidir
sobre abandonar el trabajo de
campo.

{Leopoldo}

¿Has pensado en mudarte de

2438
domicilio?

{Diego}

La verdad es que me lo tendré que


plantear con especial atención, ya
que este imprevisto ha servido a
la hora de extremar las
precauciones en lo concerniente a
mi actividad profesional.

{Leopoldo}

Creo que es mejor que demos por


finalizada esta conversación,
puesto que cualquiera puede estar
merodeando a tu alrededor.

2439
{Diego}

Seguiremos en contacto.

{Leopoldo}

Si, de momento deberías


desvanecerte entre la multitud o
mejor tomarte un año sabático, a
la espera de que las cosas se
tranquilicen.

Sin embargo, Laura continuaba


luchando contra las emociones
que fluían con rapidez por
cada poro de la piel,

2440
generando un caos en las
anteriores señales que
percibía mediante el aumento
de los latidos del corazón.
Intuía que los sucesos iban a
marcarle en cierto modo una
dirección distinta a la que
estaba acostumbrada, ya que
el sentimiento que le nació
ante una inminente relación
sentimental con Ángela,
creciendo el deseo de
alcanzar duradera complicidad
entre ambas.

Despertándole sensaciones que


permanecían dormidas en el
recuerdo del tiempo que
compartió con Natalia, le
costaba eliminar los momentos
que en realidad le habían
dejado una huella
imborrable, haciendo

2441
complicado que desapareciese
en el horizonte con la
prontitud que le demandaba la
situación .Quizás la
confusión le inducía a
especular con la posibilidad
de retirarse a reflexionar
sobre si era correcta la
manera de actuar que exponía
delante de la que resultaba
ser la principal candidata a
cuidarle el corazón ,temía
precipitarse al decidirse a
dar el paso de posponer
aquello que irremediablemente
tendría que aceptar .

Prefería que se difuminase la


ola de emotividad que
pretendía reprimir con un
poco de serenidad, ahora que
la soledad se alejaba un
tanto de su usual vida

2442
cotidiana. Siendo un
agravante que debía superar
con la holgura que le
demandaba aquel preciso
instante, llegando a ver que
las cosas corrían más deprisa
de lo esperado en un
principio.

Aunque tampoco quería dejar


que se le escapasen
definitivamente de las manos
al comprobar que el miedo le
atenazaba los músculos, no
permitiéndole reaccionar ante
lo que se presumía como un
giro en las expectativas que
le ofrecía la vida, comenzaba
a entender que las
casualidades también existían
en el tortuoso juego del
amor. El cansancio
psicológico exhibía sus

2443
credenciales con una
innegable bajada en la
autoestima que reflejaba a
los demás, quedando patente
la necesidad de volverse a
enamorar como una autentica
colegiala.

Esa podía convertirse en una


relación prohibida por la
exigencia a la par de las
connotaciones que
repercutirían en su imagen
pública, teniendo en cuenta
la cláusula del contrato que
firmó en el que se estipulaba
que jamás aparecería por la
calle del brazo de ningún
acompañante, por la imagen de
independencia que proyectaba
durante la emisión del
informativo que conducía los
últimos cinco años.

2444
Soportando la presión de
verse coaccionada por causas
que reflejaban una enorme
falta de privacidad,
poniéndole en serios apuros
al darle un nuevo impulso a
los intercambios de afectos
con aquellas candidatas que
mejor se le amoldaban a la
personalidad. Pero estaba
obligada a renunciar de la
felicidad que gozaría al
compartir experiencias con
Ángela, queriendo recobrar la
normalidad sin perder ni un
solo segundo en lograr la
estabilidad que solicitaba al
capricho del destino.

Después de unos segundos de


reflexión decidió que debía
retomar la tertulia que se le

2445
planteaba difícil de asumir
con serenidad, ya que se le
iba acelerando el ritmo del
corazón casi sin poderlo
controlar en la velocidad que
le mostraba con el paso de
los minutos, ahí divisaba el
peligro de lanzarse
irremediablemente en la
búsqueda del trofeo deseado.

Salvaguardaría los secretos


que atesoraba de las
vivencias que le proporciono
la coexistencia con Natalia,
le servirían para corregir
los defectos que les
condujeron a diversas
desavenencias con la finada.
Además de conocer cuáles
serían las líneas a poner en
práctica en lo concerniente a
permitirle que se mudase a su

2446
apartamento de las afueras de
la metrópoli, el deseo de
sentirse amada ahogaba por
cualquier otra posibilidad
que saliese a la luz de
manera esporádica.

{Laura}

Disculpe, ¿Le gustaría cenar


conmigo esta noche?

{Ángela}

Es muy tentadora la proposición

2447
que me acaba de transmitir, pero
debo rechazarla porque la
considero un poco apresurada por
lo reciente de nuestra amistad.

{Laura}

Creo que me he precipitado al


pretender que se alargase este
encuentro, no pretendía obligarle
a que accediese a mi petición de
continuar charlando en un lugar
con más intimidad.

{Ángela}

¿Se siente usted atraída por mí?

2448
{Laura}

Si, no estoy interesada en


mentirle acerca de lo que he
sentido al cruzar nuestras miradas
comprendí que podíamos cuidarnos
mutuamente.

{Ángela}

Es mejor que vayamos con un poco


de calma por el bien de las dos,
no quisiera que una mañana al
levantarme viese con una nota
encima de la almohada que dijese
“no estoy preparada “.

2449
{Laura}

¿Por qué lo dice?

{Ángela}

No sería la primera ni la última


vez que alguien se arrepiente de
una noche de pasión desenfrenada,
por el mero hecho de lo que puedan
pensar los miembros de la familia.

{Laura}

Debo comunicarte que no tienes


2450
razón al esgrimir ese argumento
tan demoledor, mi corazón me dicta
que eres la persona que me hará
olvidar el fallecimiento de mi
anterior compañera sentimental.

La normalidad iba retomando


al entorno de Ernesto que se
vislumbraba un tanto
revuelto, por la cantidad de
asuntos que indirectamente le
incluían como protagonista
circunstancial, a la par de
ser uno de los objetivos
sobre se centraban las iras
de la mayoría de aquellos que
no aceptaban la forma en la
que procedía al abordar las
cuestiones, aunque temía que
alguno tomase represalias en
la dirección de sacar a la
luz negocios en los que se

2451
vio mezclado. También
guardaba un episodio en el
cual frecuento la figura de
Natalia por motivos que se
movían en latitudes en las
que se desenvolvió con cierta
soltura en el pasado,
precisaría de la ayuda de
gente con demostrada
confianza. Tendrían que
aportarle una perspectiva
diferente a la que le
platearon hasta aquel
instante, ya que se hallaba
exaltado por el cariz que
tomaban las tramas que se le
cruzaban a diario. Intuía que
era el blanco de algunos de
los muchos reclusos de los
centros penitenciarios de la
región, con los que rendiría
cuentas en un futuro no muy
lejano.

2452
Le alarmaba un poco el hecho
de que Ignacio portase una
pistola de calibre nueve
milímetros parabilla sin
licencia de armas, ahí
advertía que las cosas se
complicarían por el mero
hecho de el tono de voz que
esgrimía en las distintas
reuniones que mantenía.
Pudiendo llegar a mostrar el
artefacto a modo de
intimidación con tal de
obtener el beneficio que se
hubiera propuesto. También
otros adversarios de los que
desconocía los procedimientos
a manejar en planificar una
estrategia, para poder
extorsionarle impunemente en
la búsqueda de colocarle en
una posición un tanto

2453
incómodo. Asimismo, percibía
que Abelardo le vigilaba con
una intensidad propia de un
policía estatal, rozando la
ilegalidad al pedirle que le
entregase a la fuerza la
identificación de los
archivos referentes a
expedientes de verdadera
repercusión social.

Volvió a sentir nuevamente un


bajón físico provocado por el
grado de tensión que duras
penas toleraba en el corazón,
el ahogo le atenazaba el
cuello dificultando que el
aire pudiera llegarles a los
pulmones. Dejándole un
progresivo enrojecimiento en
la piel del rostro que
evidenciaba un infarto de
miocardio, pasando a sentir

2454
como un sudor frío que le
recorría a gran velocidad por
cada rincón del cuerpo.
Además de apreciar que le
empezaban a temblar
insistentemente tanto las
extremidades superioridades e
inferiores, apreciando que el
descontrol se adueñaba de su
voluntad ante la bajada de
energética que sufría en el
sistema nervioso.

Haciendo difícil que la


recuperación fuese con
especial rapidez por el bien
de la salud que mostraba a
simple vista. Las
convulsiones crecían
gradualmente golpeando con
fuerza en los pocos lugares
donde todavía se le salvaba
de tal agresión, aunque

2455
intentaba no perder la
perspectiva de la realidad
que le rodeaba en medio de la
calle.

Experimento una leve mejoría


en el estado anímico que
revestía una extrema
gravedad, dado que le
sobrevolaba el fantasma de la
ansiedad se iba posicionando
un tamaño de cierta amplitud.
Distinguía que se le secaba
paulatinamente la boca
provocándole que se le uniese
una pastosa espuma, que
desfilaba por la comisura de
los labios en dirección al
suelo que pisaba de forma que
pudiera mantenerse en
vertical.

El dolor se extendía con

2456
virulencia quedando
localizado en aquellas zonas
en las que ejercía mayor
presión en los huesos de la
espina dorsal, cargando las
vértebras de un peso extra al
que debía enfrentarse con
mucha cordura por el
sufrimiento que le había
tocado vivir. Sin embargo,
tampoco contaba con la ayuda
de nadie que le fuese a echar
una mano a la hora de
acompañarle al parque más
cercano donde sentarse en un
banco. Para restablecer
emociones en las que apoyarse
a la hora de mitigar aquel
desorden que era incapaz de
resolver con la racionalidad
que urgía poner encima de la
mesa.

2457
Casi arrastraba las piernas
con la intención de llegar a
la puerta del portal donde se
ubicaba el apartamento, que
le asignaron al ser nombrado
abogado jefe de la audiencia
provincial. Posiblemente allí
recobrase el estado moral que
le demandaba dicha
circunstancia, por lo que una
cura de relajación le
serviría para darse cuenta de
lo afectado que parecía tras
el tren de vida que llevaba
por temas de trabajo en los
últimos años. Le pasaba
factura por el abandono
físico que exhibía por causas
indirectamente relacionadas
con la reciente ruptura
sentimental con la que era su
pareja desde la adolescencia.
Deseaba superar ese mal trago

2458
con la poca entereza que
atesoraba en el alma
desgarrada por la amargura en
un grado complicado de
compensar el desajuste que
este hecho le provocaba, a la
hora de entablar charlas de
carácter distendido con el
resto de compañeros de
profesión.

Temía que se desatase una ola


de violencia en lo referente
a la inaplazable salida de la
cárcel de los esbirros a
sueldo, de las familias que
manejaban el crimen
organizado en cada sitio de
la villa en el que empezaba a
indicar que la delincuencia
crecía por el auge de la
libre circulación de
personas. Ahí radicaba buena

2459
parte del peligro que le
acechaba con ímpetu en la
búsqueda de crear un efecto
contrario al deseado como
salida airosa, fomentaría
contactar con disidentes que
se desligaron de las leyes
que se inculcaban a modo de
manual a cumplir con sangre.
Orquestando un infierno
constante para quienes se
prendían independizar,
bloqueando cualquier huida
que se pudiese producir ante
la estrecha inspección que se
hacía de la intimidad de cada
uno de los miembros.
Interviniendo las llamadas
telefónicas que se realizasen
fuera de las misiones dentro
de un férreo cinturón de
seguridad,

2460
Barajaba la idea de adquirir
un par de revólveres de un
calibre medio para protegerse
de posibles agresiones,
siendo una ventaja a la que
apalearía en el momento en el
que el riesgo se hiciese
patente en los términos menos
favorables. Sabiendo que en
un descuido se le echarían
encima como buitres al
comprobar que la debilidad se
había instalado en el
contexto menos beneficioso,
siendo un problema complicado
de asumir por las
consecuencias que le
entrañaría verse metido en
una espiral de constantes
tracciones, debido a la falta
de previsión que empezaba ser
un inconveniente de vital
importancia. Puesto que le

2461
provocaba una apremiante
desazón que le impedía
centrarse en lo que tenía
entre manos, apreciando que
se le iban dispersando la
mayoría de pensamientos que
puso por delante de otras
preferencias de las cuales
muchas parecían ser
inamovibles. Entonces se le
abría un mundo bastante
desconocido en el que nunca
estuvo directamente
involucrado, sumergiéndose
esporádicamente en las fauces
del monstruo que representaba
el quebrantamiento de la ley.

Recapacitó sobre los


episodios que incidieron para
que se le agriase el carácter
hasta llegar al extremo de
aislarse del resto, la

2462
seguridad se convirtió en
unas de las obsesiones que le
preocupaba cuidar con esmero.

Debido a los últimos


accidentes que acaecieron por
causas que se le escapaban de
los límites de lo
políticamente correcto, le
invitaba a extremar la
vigilancia en las propiedades
que poseía en las cercanías
de la audiencia provincial,
agrietando la estabilidad que
pretendía que presidiese en
la rutina que desplegaba con
frecuencia. Alcanzando una
relativa tranquilidad
sustentada por una elevada
carga de cordialidad con
aquellos que imaginaba le
guardaban lealtad por los
años de simpatía, que les

2463
unían por las diferentes
causas en las que
participaron a modo de lograr
los objetivos que
contrastaban en las
investigaciones.

De fondo escucho el repicar


de las campanas procedentes
de la iglesia de San Cosme de
los Desamparados, donde se
solían celebrar las bodas de
alta alcurnia y la gente
influyente que imprimían una
imagen de purulencia ante la
demanda de la corporación
municipal. Ahí se habían
cerrado muchos acuerdos sin
firmas de papeles
comprometedores en los que se
reflejaba la identidad de
insignes personalidades que
destacaban por las obras

2464
benéficas en las que se
enrolaban a modo de tapadera.
Quizás le despertó la
curiosidad de no pecar de
ignorancia a la hora de
ponerse a debatir sobre temas
que incumbían a terceros,
obteniendo una vía que le
condujese a entablar nuevas
alianzas con las miras
puestas en el entorno de
distintos socios a no perder
de vista.

Aprecio como una mano le


impactaba en el hombro
izquierdo con inusual
carácter, introduciendo un
mar de dudas en la línea de
flotación que le convenía
despejar con tranquilidad.
Pero se le acrecentaba la
preocupación por explorar los

2465
rasgos de quien solo le
permitió visionar un guante
de piel correspondiente a una
mano derecha, asimismo se
fijó que pertenecía a una
mujer a la que le temblaba el
pulso con enorme rapidez.

El temor a que le pudieran


agredir físicamente
centralizaba la atención que
grababa en la memoria,
sirviendo para confeccionar
una defensa con la que
atajar cualquier maniobra que
le desconcertase .Intentaría
zafarse con un movimiento
maestro que le liberase de
aquel férreo marcaje al que
le sometía el anónimo que se
hallaba justo al lado de la
figura que describía en un
palmo de terreno, dejando

2466
claro que la circunstancia
le era desfavorable a los
intereses que en un principio
le resultarían más o menos
factibles . Buscaba algún
elemento que le diese una
perspectiva en la que
identificar al sospecho de la
embestida, la impaciencia se
sumaba a la dificultad que
entrañaba el recuperar el
enfoque que disfrutaba con
anterioridad.

Echaba en falta el
transportar un arma en el
bolsillo interior de la
americana, ya que le ayudaría
para ahuyentar a la mujer que
le abordo en plena calle
minutos atrás. Emplazando
hacia una inminente
conversación que no llegaba

2467
en el mejor momento
anímicamente hablando,
mostrando un sinfín de
carencias emocionales que
dibujaban un panorama nada
halagüeño al soportar la
presión que notaba en los
hombros que le afectaba en
las cervicales.

Alterando la normal movilidad


del cuello en el giro en
ambos lados, la sombra de un
nuevo bajón psíquico le
sobrevolaba por encima de la
cabeza. Minando los pocos
recursos energéticos que
conservaba a duras penas en
el interior del cuerpo,
tocando a fibras
principalmente sensibles al
deterioro que se apreciaba en
el meneo tanto de las

2468
articulaciones superiores
como inferiores. Oprimió los
dedos hasta que tuvo el puño
bien cerrado con lo que
pretendía comprobar el estado
de las fuerzas que precisaba
para liberarse de la amenaza
de ser atacado por un tercero
que apareciese por sorpresa,
en el pasado fue víctima de
varias realidades de similar
ejecución producidas por ex
convictos. Llegando tenerlo
en cautiverio durante el
período en el que se
instruían algunas de las
causas pendientes con la
justicia, obligando a que se
cediesen en las pretensiones
de disminuir las penas de
prisión incondicional de
dichos reos.

2469
Reacciono girándose sobre sí
mismo hasta poder descubrir
la identidad de aquella
misteriosa mujer, así
fragmentaría la tensión que
lo inundaba el contorno,
poniendo un cierto equilibrio
a su delicada salud después
de la insuficiencia
respiratoria que sufrió unos
minutos atrás. Demandándole
un periodo sabático en el que
recuperar las sensaciones que
le resultaban beneficiosas,
aunque debía posponer ese
propósito hasta que
resolviese el asunto que
tenía entre manos. Al fin
reconoció aquel secreto que
llevaba queriendo desvelar en
la última media hora de
reloj, convirtiéndose en una
especie de obsesión

2470
concentrada en salvaguardar
la seguridad que le demandaba
la realidad del momento. La
imagen que distinguía se le
hacía muy familiar a simple
vista, quizás con el paso de
los años había cambiado
apariencias de la
personalidad que antaño
ofrecía a los demás.

No era otra que Lucia Ruiz


Echenique una de las muchas
ex secretarías que tuvo a su
servicio los primeros meses
después de ser nombrado en el
cargo, de fiscal de la sala
segunda de lo penal en el
área del crimen organizado.
Aunque la confianza le
condujo al extremo de mezclar
el trabajo con el placer,
pero ambos asumieron que lo

2471
ocurrido quedaría enterrado
en el recuerdo. Dado que la
ruptura supuso un duro golpe
en la vida de los dos, puesto
que existieron cosas que ni
se pudieron aclarar por
motivos que no se hallaban a
su alcance.

Pero el destino se encargó en


darles una segunda
oportunidad en la que
explicarse mutuamente las
razones que les condujeron a
un alejamiento tan
prolongado. Se cruzaron las
miradas tratando que les
transmitieran algún tipo de
sensación ayudando a rebajar
la tirantez que se alentaba
en el ambiente, las heridas
seguían supurando un visible
rencor por hechos consumados

2472
en la breve relación que les
unió cerca de un semestre.

Ninguno quería ser el quien


iniciase el dialogo por
defender la actitud que mejor
le convenía plantear,
sabiendo que el afecto
continuaba impregnado en el
aire con suma importancia.
Cualquier movimiento en falso
les costaría tener que asumir
el error con las
consecuencias que le pudiera
acarrear en el posterior
proceso de los sucesos, ahora
se les presentaba una dura
prueba que superar con una
evidente frialdad en los
sentimientos encontrados.
Incitando a un sinfín de
reproches malintencionados
con los que desestabilizar,

2473
al contrario, aprovechando un
presumible decaimiento moral
que se auto invitase al
encuentro. Propiciando que
todo cambiase en una
diferente a la que se notaba
en la actualidad derivada de
una falta de previsión, lo
que sería un agravante
añadido con el que tendrían
que contar en un principio.

Mantenían el desapego como


táctica disuasoria ante
posibles ofensivas aderezadas
con unas gotas de
resentimiento, dando alas al
odio que nacía a gran
velocidad en las entrañas de
ella.

Poniendo por delante un buen


número de reclamos que

2474
guardaba en el corazón,
siendo incapaz de olvidar los
malos ratos que vivió el
término de la relación de
pareja. Imaginando mil formas
de acabar con el sufrimiento
que le quedo grabado en la
memoria por un largo periodo
de tiempo, en el cual llego a
perder la opinión respecto a
volver a compartir proyectos
con un hombre. Creando una
espiral destructiva
encaminada a repudiar el
afecto que procediese de un
santo varón.

Fue entonces cuando él tomó


la decisión de arrinconar el
orgullo en el cajón de la
omisión más absoluta, ahí le
permitiría recomponer los
trozos de un episodio

2475
significativo para entender
lo que se le planteaba
posteriormente. El sentido de
dicha charla se enfocaba
dentro de las desavenencias
existentes en el marco de una
rigidez en la exposición
gestual que se prodigaban el
uno al otro, generando
sentimientos que llevaban a
un equívoco más absoluto.
Derribando cualquier
estructura de meter baza que
se probase al hilo de aquel
encontronazo fortuito en
plena calle, estimulando que
la corrección brillase por
encima de la ira contenida
que desearían que se alejase
de la entrevista por el bien
de los dos.

2476
{Ernesto}

Hola Lucia.

{Lucia}

Hola Ernesto, ¿Te puedo ayudar en


algo?

{Ernesto}

2477
No, tranquila ha si do un pequeño
mareo por un leve bajón de tensión
me suele suceder de vez en cuando
por culpa de la rutina diaria.

{Lucia}

Solo quería mostrar un poco de


cortesía humana, puesto que haría
lo mismo con cualquier otro hombre
que estuviese en la misma
condición.

{Ernesto}

¿Me perdonaras algún día por mis


equivocaciones?

2478
{Lucia}

Creo que en el último encuentro en


los pasillos dejamos claras
nuestras posturas, por lo que no
entiendo a qué viene esa pregunta
dentro de ese contexto.

{Ernesto}

Pues lo cierto es que me gustaría


que llegásemos a recuperar la
amistad, sé que te resulta
complicado de admitir lo que te
cabo de proponer.

2479
{Lucia}

¿Tú crees que puede olvidar tan


pronto el desprecio que me has
infringido durante tres años de mi
vida?

{Ernesto}

No, pero tenía que intentar que el


efecto sorpresa le permitiera
saber la confianza que existe
entre nosotros.

{Lucia}

2480
Ya te lo digo yo, ninguna.

{Ernesto}

¿Y si te ofrezco que ocupes de


nuevo el puesto de secretaría?

{Lucia}

No debo aceptarlo por la carga


emocional que se desprende de la
propuesta, siendo un arma de doble
filo que me haría retroceder en el
tiempo.

2481
{Ernesto}

Respeto el comentario que acabas


de verter en la relación a mi
oferta de empleo, sin embargo, mi
idea era separar lo personal de lo
profesional.

Los negocios de Ignacio


tomaban un rumbo en el que
las alianzas serían una parte
fundamental, temiendo que se
filtrasen los términos en los
que se constituiría la nueva
sociedad. Se quedó un minuto
observando el paso de un
coche fúnebre vacío
circulando justo delante de
los ojos, pudiendo prestar

2482
atención a los detalles más
significativos donde poder
memorizar los itinerarios de
los mismos.

Viendo la forma de introducir


una variante en la mitad del
recorrido de ida hacia el
tanatorio, así que debía
alquilar un local en el que
hacer el trasbordo de los
cadáveres que estuviesen en
peor estado de conservación.
Con lo que los féretros
saldrían directos al
aeropuerto o las estaciones
de trenes de mercancías en la
salida de las divisas con
destino a paraísos fiscales,
sin levantar ningún tipo de
sospecha al pasar por las
aduanas portuarias.

2483
Se quedó unos segundos en
silencio mientras analizaba
aquella posibilidad, viendo
que se arriesgaría menos en
el tema logístico que
intentar estructurar como
sumo cuidado. Aunque se
olvidó que del otro lado de
la línea telefónica se
hallaba Isabela esperando que
le diese una respuesta ante
una evidente colaboración en
ciernes. En la mente le
viajaba la idea de utilizar
vehículos en los que
transportar las cajas vacías
sin llamar la atención con la
máxima discreción desde las
naves de fabricación de un
lado al otro de la ciudad.
Fue la elevación del tono de
ella lo que lo despertó del
leve letargo en el que se

2484
instaló ayudado por el
subconsciente, induciendo a
una pérdida fugaz de lo que
llevaba a cabo en aquel
instante.

{Isabela}

¡¡¡¡ Ignacio!!! ¿Te encuentras


bien?

{Ignacio}

Si perdona Isabela, estaba


comprobando algo que me servirá de
cara a un futuro no muy lejano, ya
que acabo de hallar una pieza

2485
clave que voy a poner en práctica
dentro de mi nueva actividad
empresarial.

{Isabela}

Pensé que se había cortado la


comunicación por la falta de carga
en la batería del terminal, aunque
el ruido de la respiración me ha
servido para comprobar que seguías
atendiendo mi llamada.

{Ignacio}

Perdona, ¿de que estábamos


hablando?

2486
{Isabela}

De que me dieses asesoramiento


para fundar una formación
delictuosa, pero acabo de
comprobar que tienes asuntos por
resolver.

{Ignacio}

Lo cierto es que llevo unos días


con un pequeño exceso de
actividad, además creo que te
vendría bien un cambio de aires en
lo tocante a los retos
profesionales.

2487
{Isabela}

¿Me aconsejas que abandone


temporalmente la ciudad?

{Ignacio}

Sería una forma de cicatrizar las


heridas afectivas que te han
podido quedar de tu ruptura con
Jaime, también podrías empezar en
otro sitio en el que pases
desapercibida.

2488
{Isabela}

Primero debo acabar un encargo que


me han hecho esta mañana, después
meditare si es conveniente que me
mude al este del país, allí de
momento me quedan antiguas
amistades de la facultad.

{Ignacio}

Te puedo dar la dirección de un


piso franco donde se hospedaban
algunos miembros, de las distintas
células que operaban por la zona.

En el primer test de la
autopsia Ángel diviso que el

2489
cuerpo no presentaba las
marcas que reflejaban la
diabetes crónica, que si
aparecía en un historial que
extrajo del archivo vital del
ministerio de sanidad. Viendo
que las dos pruebas eran
diferentes entre sí dejando a
la vista que la dolencia
hepática era inexistente, por
lo que debía continuar
explorando opciones antes de
sacar un informe real. Aunque
se aumentaban las sombras que
rodeaban el caso desde el
principio, sopesaba la idea
de ir en persona a la escena
del crimen donde reconstruir
minuciosamente cada detalle
de los que se les escapaban
en la confección de una
teoría provisional.

2490
Dado que solo había
descubierto que la
apreciación de Diego era
cierta, puesto que ni rastro
del lunar de la mejilla que
este le señalo durante la
charla telefónica. Lo que si
le llamo la atención es que
la víctima iba apropiadamente
maquillada, al contrario de
lo que solía mostrar Natalia
que se alejaba de dichas
culturas impuestas por las
modas sociales.

Ahí tomaba fuerza la


hipótesis de que un cuerpo
pudo ser desviado a otras
dependencias sin ningún tipo
de control gubernamental,
también barajaba la
expectativa de que Daniel
estuviese mezclado en el

2491
intercambio de los cuerpos a
medio camino. Teniendo en
cuenta la insistencia por que
le entregase un permiso con
el que poder hacerse cargo de
los restos mortales de la
fallecida, no descartaría la
posibilidad de que alguien
iniciase una actividad
paralela, aprovechando algo
relacionado con el tráfico de
órganos en que centraba la
mayor parte de los ingresos
que recibía en calidad de
intermediario.

Ocupándose de colocar la
mercancía en el lugar que
consideraba en el sitio
correcto que le sugerían
mediante unas ordenes bien
detalladas, empezaba a
encontrarle el sentido al

2492
rompecabezas que le invitaba
a seguir descifrando los
entresijos que se ocultaban
tras la imagen del que
pensaba, era uno de los
hombres más peligro en la
confección de acciones
punibles.

Pero que las tenía bien


regladas en lo respectivo a
que los colaboradores jurasen
con sangre el bautismo dentro
de la familia, utilizando la
estrategia del miedo a verse
incluidos en el grupo de los
desheredados. Viviendo con la
angustia de ser el objetivo
predilecto de los recién
incorporados a la disciplina
que se les inculcaba con suma
rigidez., frenando la
multitud de brotes que se les

2493
unía a la deslealtad que en
momentos puntuales les
obligaba a desertar por falta
independencia personal.

Sabía que pronto le llegarían


noticias sobre el hallazgo de
los restos de otra mujer de
similares características
físicas y podría hallar el
grado de unión existente
entre ambas, siendo clave
para conocer si coincidía el
ADN por un casual parentesco.

Siendo uno de los pocos


recursos que le quedaban por
explotar en la búsqueda de
indicios que le ayudasen a
eliminar las dudas razonables
que surgían de forma
esporádica, acentuando la

2494
falta de una pista fiable por
la cual guiarse como parte
del estudio que estaba
realizando acerca de las
causas potenciales que
rodearon aquella sórdida
historia. Aunque le animaba
el pensamiento de poder
desentrañar los motivos que
se ocultaban detrás del canje
de identidades, creciendo el
número de contingencias que
derivasen en una espiral de
intoxicación en las pruebas
concluyentes.

Vislumbraba que todo estaba


siendo incluido en una trama
de corrupción a gran escala,
sin que pudiese ver el origen
de aquel plan tan macabro, no
terminaba de comprender en
donde se insertaba la figura

2495
de los cuerpos en peor estado
de conservación. Empezó
examinar las axilas con mucho
cuidado en dicha tarea,
deteniéndose en la zona que
se hallaba la articulación
del hombro izquierdo.

Tampoco allí observo ninguna


evidencia que le permitiese
atinar con algún orificio
producido por la aguja de una
jeringuilla de insulina,
llegados a este punto se le
hacía complicado sacar un
pequeño historial en el que
reflejar un dictamen
momentáneo. Ni si quiera un
moretón en el que extraer una
muestra con la que analizar
un innegable envenenamiento
de sangre, al que de momento
se tendría que apoyar en la

2496
hipótesis que iba cogiendo
mayor importancia.

Lo que si observo era una


pequeña cicatriz de un par de
centímetros cerca de la nuca,
en la que se reflejaba una
evidente inflamación en la
parte posterior del cuello.
Le chocaba el enorme parecido
que compartía con Natalia,
quizás esa era la confusión
que le llevo a pensar, en la
iniciativa de que hubiese una
suplantación de personalidad
en la que el asunto pasaba a
ser más serio de lo normal,
ya que este tipo de
situaciones solían venir
acompañadas de una carga
extra de violencia en
distintas versiones.

2497
Solicitaría el apoyo de la
voz de la experiencia
representada Vicente Ruiz del
Álamo un antiguo profesor en
el Instituto de ciencia y
Anatomía Forense, que le
consultaría ciertos aspectos
relativos a practicar ciertas
técnicas en des uso, pero que
seguramente le aportarían una
perspectiva con la que
trabajar en la dirección que
le proporcionase un punto de
partida.

Entreveía que de esa


confidencia surgirían nuevos
métodos que utilizar en los
distintos exámenes, que le
quedaban por efectuar a lo
largo de la autopsia de la
mujer que estaba acostada
encima de la camilla y de la

2498
cual todavía desconocía los
datos personales. Además de
prestar atención ante la
desaparición de los archivos
en los que se expresaba
identificación, con lo que
formalizar una reseña
completa de lo que en un
principio pudo producir la
muerte instantánea. Manejaba
la suposición de que fuese
una de las mujeres que
transportaban droga (mulas),
desde los países
suramericanos con destino a
los diferentes mercados
clandestinos de Europa.

Era una de las escasas


iniciativas que le quedaban
en la recamara con las que
desenmarañar el entuerto que
le tocó en suerte, aunque

2499
pronto se pondría en contacto
con él que consideraba una
eminencia en el análisis Post
Morten. Logrando hallar el
rastro de cualquier tipo de
veneno utilizado en la
ejecución de un asesinato en
extrañas circunstancias,
dándole un criterio
sustentado en la experiencia.
Entendía que la pesquisa no
terminaba de dar los frutos
que urgía se diesen con
cierta prontitud, sin
embargo, evitaría que el
desánimo ocupase un lugar
preferente dentro de las
prioridades que le demandaba
el empleo. Así que
continuaría con el plan
previsto de requerir el favor
de terceras personas curtidas
en el terreno de la

2500
tanatopraxía, intentaría
impedir que una precipitación
a ciegas pudiendo tener un
incidente.

Alargo la mano con la


intención de coger el paquete
de cigarrillos que se hallaba
en el bolsillo del abrigo de
paño, de esta forma
intentaría calmar los nervios
que le intentaban
desestabilizar la poca
tranquilidad de la que
disponía en aquel
instante .Pero se le
resbalo entre los dedos
cayendo irremediablemente
contra el suelo, dicha acción
le despertó una vieja
creencia acerca de los vicios
inconfesables o adicciones
como válvula de escape donde

2501
liberar el estrés que le
producía la rutina diaria .

Descolgó el teléfono que le


comunicaría directamente con
el despacho de Don Vicente
Ruiz del Álamo, eliminando
las centralitas que pudiesen
filtrar información de vital
importancia para el
desarrollo de cualquier
investigación en ciernes.
Usaba un pequeño ejercicio de
concentración con el que
rebajar el nerviosismo antes
de entablar la conversación,
que le diese un punto de
salida diferente al que ahora
mismo lo había estancado en
una encrucijada.

De la cual pretendía evadirse


por el bien de la exploración

2502
en la que estaba inmerso,
abogando por un desenlace en
el que pudiese descifrar los
motivos de aquella confusión
en la que no lograba
comprender ninguno de los
procedimientos esgrimidos por
quienes se la quitaron de en
medio a las primeras de
cambio. Sembrando un camino
plagado de incertidumbres en
las que se todo se
intercomunicaba entre sí,
desplegando una evidente
oscuridad que llegaba a
cubrir con un amplio manto de
discordia desmedida el
entorno.

Mientras tanto Don Vicente


Ruiz del Álamo también se
encontraba inmerso en un caso
complicado de solventar con

2503
las garantías precisas, por
lo que ansiaría que las
formas le permitiesen revelar
las causas de otro homicidio
en similares circunstancias.
Aunque variaba el modus
operandi utilizado en la
ejecución de dicho acto, lo
que avivaba la hipótesis de
un más que probable ajuste de
cuentas, perpetrado por un
presunto envenenamiento
mezclado con una excesiva
ingesta de alcohol.

Provocando un colapso
cardiaco desembocando en una
muerte silenciosa a la vez
que dulce de la finada,
analizaba el móvil que supuso
que alguien tuviese la
ocurrencia de sacar del medio
aquella víctima

2504
propiciatoria. Tampoco
descartaría que fuese un
suicidio por algún motivo
relacionado por un despecho
sentimental, girando la
versión de lo sucedido hacia
un escenario difícil de
comprender con la intensidad
que demandaba el instante.

Escucho de fondo como vibraba


el inalámbrico que se situaba
a cierta distancia encima de
un mueble auxiliar, en el que
solía guardar expedientes de
gente a la que tuvo que dar
por abandonada por la
familia. Además de ficheros
en los que se clasificaban
cientos de papeles en los que
había escrito dictámenes
sobre orígenes en los que se
apoyaban los estudios de cada

2505
disección que llevaba a cabo
por orden de la policía
científica. Extiendo la mano
derecha hasta alcanzar el
aparato antes de que cesase
de sonar, puesto que le
interesaba conocer quien le
exigía que se comunicase con
él con tanta urgencia.

Observo detenidamente la
pantalla para comprobar los
dígitos que componían dicho
número de teléfono, era
objeto de llamadas a horas
intempestivas con las
amenazas como telón de fondo.
Probando la capacidad de
aguante que demostrase ante
este tipo de contextos poco
favorables en el desarrollo
de su actividad profesional,
pero estaba seguro de que

2506
ninguno llegaría al extremo
de cumplir con lo dicho desde
la distancia. Aprendió a
convivir con el miedo sobre
la espalda en referencia a la
parte que le tocaba
desempeñar a la hora de dar
constancia de la defunción de
algún miembro de las familias
que delinquían en los
suburbios.

Pulso con fuerza el botón de


establecimiento de llamada
con la rapidez necesaria,
teniendo en cuenta que la
curiosidad empezaba a crecer
a pasos agigantados ante la
misteriosa situación. Quizás
se le aclararían aspectos que
se le escapaban fuera de lo
que se contemplaría dentro de
la normalidad, pero nada se

2507
concretaba en una
planificación exacta por los
continuos vaivenes que
asomaban en la distancia
.Aprovecharía para obtener un
diferente punto desde el que
arrancar después de
estancarse en un dilema
difícil de superar por las
circunstancias que se le
presentaban, dejando en el
aire una nube de preguntas en
las que las respuestas irían
transcurriendo con el paso de
los minutos .

Cogió aire antes romper el


hielo de la plática que le
resultaba esencial con la que
despejar algunas dudas
razonables, que se le pasaban
con gran celeridad por la
mente sin poder detenerlas.

2508
Deducía que a partir de ahora
se le abrirían perspectivas
con las que ni imaginaba hace
unos minutos atrás, por lo
que le proporcionaría el
empuje que urgía darle al
asunto que tenía entre manos.
Además de servirle en el
reciclado de algunos
pensamientos acerca de seguir
averiguando de donde le
sobrevino el infarto que le
supuso la defunción en el
acto.

{Vicente}

Buenas tardes, ¿Quien se encuentra


al otro lado del aparato

2509
telefónico?

{Ángel}

Buenas tardes Don Vicente, mi


nombre es Ángel Paz Méndez fui
alumno suyo durante mi último año
de carrera en el Instituto
científico de Tanatopraxía.

{Vicente}

Si ahora me acuerdo de estuve de


instructor las practicas que
desarrollo el grupo que cursaba
estudios contigo y que solo unos
cuantos continúan ejerciendo la

2510
profesión.

{Ángel}

¿Le pillo en un mal momento?

{Vicente}

Francamente si, puesto que estoy


intentando hallar los motivos que
se derivaban del inexplicable
fallecimiento de una mujer que
tengo tendida ante mis ojos desde
primera hora de la mañana.

2511
{Ángel}

Entonces estamos en una situación


muy similar en el ámbito laboral,
ya que me ha llegado un cadáver
que no concuerda con los datos que
me ha facilitado la policía
científica, me resisto a creer que
hayan utilizado la identidad de
otra mujer.

{Vicente}

¿Has solicitado las pruebas de


ADN?

{Ángel}

2512
La verdad es que es usted la
segunda persona que me sugiere que
la tramite con urgencia, pero
quizás debería agotar todas las
posibilidades antes de recurrir a
una analítica de esa envergadura.

{Vicente}

En mi modesta opinión es una de


las pocas prácticas que me dan
mayor fiabilidad, pero varios
colegas de instituto me han dicho
que se inclinan por métodos más
avanzados.

{Ángel}

2513
¿Usted qué haría en mi lugar?

{Vicente}

Buena pregunta, aunque la


respuesta es una incógnita a
descubrir, en el instante que nos
pasen los resultados del ADN
procedente del laboratorio, será
cuando haya que practicar otro
tipo de métodos con los obtener
una línea de trabajo.

{Ángel}

También he observado que, siendo


2514
una diabética crónica, no muestra
ni un solo orificio proveniente de
la aguja de un reloj de insulina.

{Vicente}

¿Sabes qué tipo de insulina se


inyectaba la victima?

{Ángel}

Lo cierto es que en el expediente


sanitario hay escritas dos
descripciones de otros tantos
fármacos distintos que le
recetaron, pero están designadas a
la paciente en distintas fechas.

2515
{Vicente}

Quizás no tolerase algún


componente de la solución
magistral del primero, teniendo
que sustituirlo por el que aparece
como segunda opción.

{Ángel}

¿Sabe que componentes se utilizan


en la fabricación del Mixtard 300
Inmole?

2516
{Vicente}

Si, es casi indetectable en las


analíticas que se realizan de
manera rutinaria en los centros de
salud, dado que se adhiere con
extrema rapidez al riego
sanguíneo.

{Ángel}

Tendré que modificar el plan de


trabajo que tenía diseñado a la
llegada de la difunta, ya que no
contaba con ese pequeño imprevisto
de última hora.

2517
Yolanda por su parte llego al
destino que mejor que
reconvenía que no era otro
que el retornar a casa, a
bordo del taxi que conducía
Gabriel con bastante
prudencia después de los
minutos vividos con
anterioridad. Le llegaron a
temblar las carnes al ver
que el individuo hizo el
ademán de seguirle al precio
que fuese necesario pagar por
ello, sin embargo la suerte
se les ponía de cara con el
mejor de los resultados que
les brindaba la vida .

Volvió a fijar la mirada en


el espejo retrovisor en la
búsqueda de cruzarla con el
acompañante con el que le
toco correr dicha aventura a

2518
gran celeridad por las calles
de la urbe, viendo que el
peligro aumentaba a límites
insospechados por la cantidad
de frentes que contemplaba
ante los ojos . Albergaba la
esperanza de esquivar un
nuevo tropiezo con Ignacio en
el rellano del edificio,
aunque le sería complicado al
compartir zonas comunes para
los dos.

Por fin se detuvo el vehículo


justo delante de la puerta
del portal de donde residía
desde los últimos ocho meses
con cierta tranquilidad, el
calvario se lo proporcionaría
el soportar la presencia de
quien menos le encajaba
psicológicamente. Siendo una
forma de tortura silenciosa a

2519
la que tendría que amoldarse
en el menor tiempo posible,
sabiendo que la autoestima
jugaría un papel relevante a
la hora de establecer un muro
de contención. Con el que
salvaguardar la mayoría de
las confidencias que le
alcanzaron desde los
distintos cauces
informativos, valorando la
procedencia de cada de las
fuentes en las que recabo los
datos que las conformaban.

Gabriel giro el cuello al ver


que ni si quiera movía un
músculo para descender del
coche de servicio público,
evidenciando que se hallaba
absorta en un estado de
alejamiento mental de la
realidad que le rodeaba en

2520
aquel intervalo. Obligándole
a tomar la iniciativa de
romper aquel silencio
sepulcral que duraba una
eternidad, aparte de
pretender que le permitiese
continuar con la jornada
laboral. Meditaba la táctica
que impactase con menor
virulencia en la personalidad
de ella, viendo que ignoraba
que había concluido el
trayecto y que los
sobresaltos quedaron a unas
cuantas manzanas de
distancia. Estiro la mano
hasta poder tocar el brazo
que le quedaba más cercano,
sirviendo de señal física con
la que llamar su atención
ansiando no asustarla en
dicha acción.

2521
{Gabriel}

Disculpe señorita, pero ya hemos


llegado a la dirección que me
indico hace unos minutos, ¿Se
encuentra bien?

{Yolanda}

Si gracias, estaba ordenando


ciertas cosas de vital
importancia, teniendo en cuenta
que nada suele ser lo que parece a
simple vista.

2522
{Gabriel}

Bueno creo que es mejor que me


guarde mi opinión, prefiero dejar
que usted misma saque las
conclusiones que mejor le
convengan, con esto no quiero que
me tache de grosero.

{Yolanda}

Tranquilo que entiendo la postura


que me acaba de comentar con total
confianza, ¿Me podía decir que le
debo por el trayecto?

{Gabriel}

2523
Si, son tres euros con sesenta y
cinco.

{Yolanda}

Le voy a pagar con un billete de


cincuenta euros, ya que es el
único dinero que llevo en este
instante en la cartera.

{Gabriel}

No se preocupe que tengo siempre


cambio con el que hacer frente a

2524
esta pequeña eventualidad, es
habitual que los clientes vengan
cortos de efectivo en monedas o
billetes de menor cuantía.

{Yolanda}

Sería mucho pedir, ¿Que me


entregase el ticket donde se
reflejase el importe?

{Gabriel}

Para nada, al contrario, esta en


todo su derecho de solicitar el
comprobante del servicio de taxi,
ahí le va el cambio treinta y seis

2525
con treinta y cinco.

{Yolanda}

Gracias es usted muy amable.

{Gabriel}

Igualmente.

Estiro el brazo derecho hasta


que la mano acciono la
manilla de la puerta que le
permitiría descender del

2526
vehículo, flexiono las
rodillas para impulsarse con
la intención de ganar
verticalidad. Esperando que
la firmeza de las piernas
soportase el maltrecho estado
de su anatomía, puesto que
los últimos bajones físicos
le hurgaron en las carencias
que arrastraba por motivos
paralelos a los sentimientos
que guardaba con recelo, por
miedo a quedarse a merced de
los demás ante la posibilidad
de volver a sufrir nuevas
decepciones.

Seguidamente cerro la misma


con sumo cuidado de evitar un
percance en medio de la
calle, era obvio que
intentaba que de momento todo
fuera según lo previsto con

2527
anterioridad, ya que los
sobre saltos le retrasaban a
la hora de apostar por una
mínima estabilidad emocional.
Meditaba la opción de
entregar el microfilm que
obraba en su poder y que le
generaba un poco de
nerviosismo que brotaba con
especial virulencia.

Se le dispararon las alertas


hasta el punto de apreciar
que sería víctima de una
evidente agresión física, un
sudor frío retomaba la
posición que ocupo en el
pasado a lo largo del cuerpo.
La indefensión se convirtió
en una de las principales
obsesiones que le rondaban en
la cabeza, al mismo tiempo
que perdía la noción de los

2528
hechos que se desarrollaban
en el entorno más cercano.

Por lo que tendría que


recuperar la firmeza que
acostumbraba transmitir de
cara a la sociedad, creando
un ambiente en el que
levantar el ánimo que se iba
desmoronando con el paso de
los minutos. Lo único que
precisaba era llegar al
portal de su actual domicilio
a la mayor brevedad posible,
la sospecha crecía con una
alargada figura que atenazaba
cualquier movimiento que
intentase llevar a cabo, las
sensaciones potenciaban que
se generase un desequilibrio
interno por la falta de
confianza en sí misma.

2529
Observo que alguien apostado
en la esquina le vigilaba con
determinado interés durante
el trayecto, viendo que se
convertiría en la tónica
habitual o sola hasta que se
deshiciera del cilindro que
portaba en el bolso. Apuro el
paso con la intención de
escapar de aquel control
visual, con toda la garra que
les imprimía a los músculos
de los gemelos de ambas
extremidades. Pero no bajaría
el ritmo antes de alcanzar el
objetivo que se había marcado
en un principio, posiblemente
hallo rápido una solución de
emergencia con la que atajar
el problema que ansiaba
superar con cierta holgura.
Logro cubrir el espacio que
le separaba del lugar que

2530
señalaba la seguridad de su
vida, que suponía el bien más
preciado que debía cuidar.

Metió la mano en el bolso


para extraer las llaves con
las que abrir la puerta del
portal, esperando que la
tranquilidad llegase pronto a
su alrededor. Sin embargo, el
destino continuaba
colocándole piedras en el
camino de las cuales esperaba
ir quitando aquellas que
bloqueaban la progresión
natural de los advenimientos,
buscando que las cosas fuesen
tomando un sentido racional
en el que dilucidar una
salida airosa a la presión
que soportaba sobre la
espalda. En caro el primer
tramo de escaleras que le

2531
conducirían nuevamente al
rellano que le conduciría al
ascensor del edificio,
aprovecho para soltar un
profundo suspiro con el que
rebajar la tensión arterial.

Pulso el botón para que


descendiera el elevador con
prontitud por la confusión
que reinaba y que le costaba
manejar con la solvencia que
hubiera querido.

Tampoco Ignacio conseguía


persuadir a Isabela para que
concluyese aquella charla
estéril, teniendo en cuenta
que la exposición de cada uno
evitaría un acuerdo en el que
ceder en las pretensiones que
esgrimían como argumento. No
obstante, ninguno abandonaba

2532
la idea de manipular la
voluntad del otro, con la
pretensión de que le cediese
un pequeño espacio de terreno
en el que campar a sus
anchas. Por lo que peligraba
un pacto de colaboración en
el que Isabela tenía especial
interés a la hora de que él,
tuviese la intención de
ayudarle en la implantación
sólida estructura en la que
gestionar un grupo
determinado de elementos
subversivos.

Querría llamar la intención


de Jaime para que
reconsiderare la decisión de
disolver la sociedad en
común, dejando muy claro cuál
serían los caminos que
utilizaría en la consecución

2533
de nuevos retos que se le
presentaban a simple vista.
Esperando que todo le diese
el impulso que precisaba
imponer en la diligencia que
manejaba en aquel instante,
enseñando la capacidad de
distribución de tareas que
atesoraba como conocimientos
básicos dentro de la
violación de la ley. Además
de contar con algunas
innovadoras ideas que
agilizarían el funcionamiento
de los mecanismos que le
parecían un poco anticuados,
siendo una de las faenas en
las que debía aplicar los
instrumentos que le
permitiesen rejuvenecer las
tácticas que ya no
proporcionaban los resultados
apetecidos.

2534
{Isabela}

Prefiero que no te esfuerces en


hacer que cambie de opinión, sería
un error el alejarme
indefinidamente de la ciudad,
aparte tengo que terminar algunos
asuntos que se han demorado más de
la cuenta.

{Ignacio}

Veo que tienes decidido el seguir


frecuentando la ciudad, a pesar
que te he aconsejado que no es un

2535
buen momento para iniciar
sociedades delictivas lejos del
amparo de las familias de mayor
arraigo.

{Isabela}

¿Te lo ha sugerido Jaime?

{Ignacio}

No, es un ejercicio de sentido


común ante la escalada de ajustes
de cuentas que se están realizando
en los distintos clanes, puesto
que te podrían disparar por

2536
equivocación unos de los sicarios
a sueldo.

{Isabela}

Veo que no corren buenos tiempos


para la mayoría de las sociedades
delictivas, quizás estén acusando
el síntoma de verse en un proceso
de relevo generacional al que
tendrán que acostumbrarse.

{Ignacio}

¿Seguirás mis indicaciones?

2537
{Isabela}

Si, será mejor que me marche


durante unos meses fuera de la
localidad la vendetta que se
asoma desde lejos y en la que
habrá derramamiento de sangre.

{Ignacio}

Quizás sea la única forma de


eliminar la saturación de personal
que tienen en nómina, con lo que
más adelante harán captación de
nuevos efectivos, entonces las
cosas volverán a la normalidad
diaria.

2538
{Isabela}

Esta bien terminare el encargo que


tengo entre manos y luego me
trasladare a l costa este a
reflexionar sobre los siguientes
proyectos a poner en marcha.

{Ignacio}

Te deseo suerte.

{Isabela}

2539
Igualmente, gracias.

Tuvo ella la determinación de


pulsar el botón con el que
finalizaba la llamada con la
que cerraría temporalmente
una etapa de su vida, pero se
prometió así misma regresaría
en el tiempo pactado con el
destino para recuperar el
tono moral con el que
afrontar la responsabilidad
de iniciar un camino en
solitario en el que
esforzarse por borrar
antiguos recuerdos. Solo
aprovechando medianamente
aquellos que le sirvieron en
la obtención de algún
beneficio, temiendo caer en
una espiral en la que el

2540
pasado le reviviese en la
mente.

Llegando a crearle un
conflicto en el que las
emociones pasarían a un
primer plano nada deseado en
ese preciso instante, ya que
intentaba deshacerse de
múltiples vínculos afectivos
que le unían con gente a la
cual evitaba confiarle una
parte importante de los
secretos que guardaba en la
memoria y que seguirían
ocultos por mucho tiempo en
el mismo lugar donde los
tenía hacinados por el bien
de la seguridad propia,
conjuntamente con terceras
personas a las que le
incumbían elementos que se
incluyeron en alguna citas

2541
informales .

La oportunidad de salir del


entorno bélico que se
avecinaba le proponía una
cierta comodidad, teniendo en
cuenta que refugiarse al lado
de gente de la total
confianza de Ignacio, que le
permitiría crecer en la toma
de las decisiones esenciales
con las que seguir insertando
aires nuevos a la mayoría de
los proyectos que guardaba en
la mente. Aunque primero
debía resolver el encargo que
le indico Silvia vía
telefónica, quizás luego
vería las cosas desde una
perspectiva muy distinta a la
vigente.

Así también principiaría una

2542
etapa en la que se centraría
en independizarse en el plano
sentimental, acabando con las
remembranzas de lo que
compartió con el que llego a
pensar en planes de boda. Sin
embargo, aprecio que mezclar
los negocios con placer le
conducía directamente a un
estrepitoso fracaso en ambos
aspectos, rechazaba a
conciencia el repetir los
errores que le llevaron a
este callejón sin salida en
el que se hallaba a nivel
personal.

Observo que anoche a pasos


agigantados con una pasmosa
rapidez en el transcurso de
los minutos, intuía que el
próximo cometido sería una
forma de probar métodos de

2543
los que había utilizado en el
pasado, incluyendo mejoras al
obtener resultados con los
que ampliar el número de
elementos a poner en
práctica, ayudándole a ver
cuáles eliminaría según el
riesgo que entrañaba
aplicarlos en posteriores
trabajos. Dejando que el
período se alargase sin
ponerle una fecha definitiva
en el calendario, por lo que
aceleraría el proceso
enviándole un mensaje de
texto indicándole el lugar
donde le convenía recoger el
sobre con la documentación en
referencia a los datos que le
diesen un retrato robot del
objetivo a prescindir con
suma rapidez.

2544
La indecisión se mudaría al
lado de ser uno de los
enemigos a dominar con
especial interés por lo que
repercutiría en el avance
natural de las realidades que
se le cruzasen en el camino.
Abriendo una fase de
expansión particular en la
que potenciar un poco la
autoestima que iba
decreciendo ante la falta de
apoyos concretos, pero
igualmente emprendería la
aventura de romper con viejos
tabúes que le inculcaron en
la toma de contacto con los
suburbios de la capital.

Tampoco Jaime terminaba de


acostumbraba del todo a ver
el vacío dejado por ella en
relación al afecto que se

2545
prodigaron, durante el tiempo
que permanecieron juntos como
pareja. Pero el cambio se
hacía imprescindible para
desintoxicarse el uno del
otro alejándose una distancia
prudencial, aunque ignoraba
que el trecho se alargaría
hasta la costa este del
estado. Se le planteaba la
elección de juntarse con
Beatriz con la intención de
curarse las heridas que
portaba en el corazón,
ayudándole a que cicatrizasen
con celeridad por el bien del
paso que pensaba dar en dicha
dirección con lo que cerraría
una puerta que expulsaría
definitivamente el pasado. El
riesgo le vendría de la mano
del valor que utilizaría al
deshacerse de los recuerdos

2546
materiales que le unían a
Isabela, recurriendo a un
giro de frialdad con el que
mitigar cualquier brote de
emociones desenfrenadas, que
le llevasen a cometer un
error imperdonable a la hora
de poder destruir el ultimo
objeto.

Noto Beatriz se apoyaba con


fuerza sobre el hombro
derecho de él, con la única
intención de caminar con la
lentitud que le demandaba el
estado que presentaba la
pierna diestra de ella. Lo
que le impedía mantener una
movilidad de cierta
normalidad en el trayecto que
les separaba de la ubicación
del vehículo de ella.

2547
Aprovecharía la travesía para
ver qué posibilidades se
barajaban ante un casual
romance entre ellos, que iría
cristalizando mediante el
roce que se forjaría
frecuentándose a diario
repitiendo algunos instantes
de complicidad, desechando
aquellas peripecias que menos
le apetecía guardar en la
memoria. Dado que apostaría
fuerte a la hora de lanzarse
en la obtención de una
respuesta positiva por parte
de Beatriz, valiendo como
pilar en el que sustentar la
confianza necesaria que le
condujese a construir la
perfecta historia de amor.

2548
{Jaime}

Si, tranquila que te apoyare en la


finalización de esas labores que
tanta urgencia debes sacar de en
medio, además tengo en mente
hacerte una propuesta difícil de
rechazar.

{Beatriz}

¿De qué se trata?

{Jaime}

2549
Bueno intentare rectificar algo
que deje a medias por una falta de
criterio al tomar una decisión,
por lo que ahora se me brinda la
oportunidad recuperar a una
persona que ha sido importante
para mí.

{Beatriz}

Eso dependerá del esfuerzo que


emplees para convencerme de que
vas en serio, después podremos
empezar a pensar en ser pareja
sentimental.

{Jaime}

2550
¿Por qué usas esa táctica conmigo?

{Beatriz}

Digamos que es una medida


preventiva que me apetece imponer,
teniendo en cuenta que me
abandonaste por la compañía de
Isabela.

{Jaime}

Si, pero hubo momentos en que


echaba de menos algunas de las
cosas que nos prometimos mientras
estuvimos juntos.

2551
{Beatriz}

Pues lo disimulabas bastante bien,


ya que tuviste el detalle de
regalarle un anillo de compromiso
que perteneció al legado de tu
familia.

{Jaime}

¿Estas molesta por que tuve que


fingir ante las autoridades un
matrimonio de conveniencia?

{Beatriz}

2552
Esa no fue la impresión que me dio
ver cómo le entregabas dicha joya
en un acto público, así que ya
puedes explicarme a que vino ese
arrebato de casaros a toda costa.

{Jaime}

Ya te lo he dicho un montón de
veces, le expiraba el visado de
turista en suelo español y la
única opción que se me ocurrió
pasaba por un enlace civil.

{Beatriz}

2553
¿Sigues casado con ella?

{Jaime}

No llegamos a contraer matrimonio,


puesto que recurrimos a un viejo
camarada para que le hiciese una
copia perfecta con el sello de la
oficina de inmigración.

{Beatriz}

Tenía entendido, que ella había


nacido en este país, en concreto
su familia residía en uno de los
barrios obreros del sur de la
ciudad.

2554
{Jaime}

Creo que te equivocas de mujer al


hacer ese tipo de comentario
acerca de su procedencia, quizás
haya alguien muy parecida que este
transitando por la urbe.

Por otra parte, Salvador


estaba sufriendo la
humillación le otorgaba Antia
por la revelación que le hizo
acerca del encuentro de él,
con Sandra en el rellano del
portal de ese mismo inmueble
que le resultaba un tanto
extraño el lugar del
encuentro. El entendimiento
2555
se alejaba de los propósitos
iniciales que parecían ser la
carta de presentación que les
indicaba la fluidez del
dialogo, sin embargo, todo
dio un giro inesperado en la
dirección contraria a la que
ahora participaban.

Posiblemente pagaría deudas


que no le pertenecían por
hechos consumados, aunque le
tocaron de propina en el
reparto de ira contenida que
ella iba soltando en un
ejercicio de limpieza gradual
del rencor que sentía en el
asunto que le concernía en su
historia de amor con Luis.

Era un secreto que jamás


debía salir a la luz por muy
mal que se le diesen las

2556
cosas, ya que peligraría el
intento por continuar
guardando la historia que
casi le condujo a pasar por
la vicaría con Luis .Pero un
cambio de opiniones le llevo
a comprobar que las promesas
que escucho de sus labios la
mitad eran trucos para
utilizarla dentro de los
juegos sexuales en los que
termino resignándola a verse
en medio de un embarazo y
posterior aborto en soledad
negándose a la evidencia de
que él le demostraba una
frialdad a la vez que menos
precio en relación a tratarla
como un ser humano, ya que ni
si quiera se molestaba en
conocer lo que le pudiera
tanto física como
anímicamente . Albergaba la

2557
esperanza de poder vengarse
de lo sufrido en carnes
propias en ese periodo que
consideraba maldito, que
esperaba alejar pronto de la
memoria si pretendía ser
honesta con Salvador.

La tensión le ayudaba a
conservar la posición que
mejor se adaptaba a las
actuales circunstancias,
rozando los límites de lo
permitido en la intención por
cobrarse la tardanza a modo
de venganza directa.
Esperando volcar en él la
frustración que le provoco la
experiencia vivida con Luis
no mucho tiempo atrás, dado
que en cada encuentro o
conversación telefónica le
sacaba el mal genio que

2558
reflejaba en las charlas que
dirimían muy de vez en cuando
.Dejando un panorama que
repercutía en la forma de
hablar con los demás
expresando en los argumentos
una rabia desmedida con la
que culpa indirectamente a
quien se le cruzase en el
camino , asestándole todo
tipo de garrotazos
psicológicos que trastocasen
la autoestima conduciéndola
a niveles .

En los que dominase a su


antojo la voluntad de los que
se hallasen en el área de
influencia, ahora tejería una
red con la que castigar a
Salvador por el simple hecho
de pararse a dialogar con
Sandra. El miedo a que

2559
pudiese marcharse tras ella
le impulsaba a que los rasgos
del rostro enseñasen un
enfado desproporcionado,
entrando en una cruel
obsesión con la que destrozar
la posibilidad de que se
volviese a entrevistar con
ella.

{Salvador}

¿Que me estas queriendo decir con


ese tono desafiante?

{Antia}

2560
Que vas a tener que decidir si te
quedas conmigo o prefieres volver
con quien estabas hace unos
minutos.

{Salvador}

Creo que ves fantasmas donde no


los hay, así que te rogaría que
rebajaras el tono la agresividad
de tus palabras.

{Antia}

Eso dependerá de si eres capaz de


prometerme que has terminado lo
que tenías pendiente con el pasado
más inmediato.

2561
{Salvador}

¿Que es realmente lo que te ha


molestado?

{Antia}

La poca confianza que has tenido


para decirme que seguías viéndote
con una mujer a mis espaldas,
pensé que eras diferente al resto
de hombres que había conocido.

{Salvador}

2562
Pero si no me has dejado que te
explique lo sucedido en el rellano
el portal, me ha cogido de
sorpresa que estuviese esperándome
justo a la entrada del ascensor.

{Antia}

¿Puedo saber el motivo de dicha


visita?

{Salvador}

Sé que puede hacer que peligre el


entendimiento entre los dos, por
lo que prefiero dejarlo fuera de

2563
la conversación para que sigamos
hablando con una actitud positiva.

{Antia}

Así, has intentando sin éxito


desviar mi atención acerca del
intento de una evidente
infidelidad, aunque tengo claro
que lo seguirás negando con la
intención de no perder el contacto
con esa mujer.

{Salvador}

¿Por qué sigues contemplando la


idea de que voy a dar el paso de
alimentar algo que ya no existe?

2564
{Antia}

Será que mis dudas están


justificadas por lo que te rogaría
que fueses un poco original, a la
hora de inventarte excusas para
llamar mi atención.

También Ignacio iba caminando


en dirección al edificio
donde tenía ubicada su nueva
morada, que le daba la
oportunidad de vigilarla sin
que se enterase ella de que
usaría los recursos que
tuviese cerca. Además de
hacer un listado sobre las
visitas que Diego llevase a
cabo, temiendo que controlar

2565
la entrada de documentación
que le pudiese comprometer en
el futuro. Conociendo la
existencia de archivos
digitales en los aparecía
reflejado el nombre de
antiguos copartícipes en las
diversas actividades que
desarrollaron en los bajos
fondos, le preocupaba que
cayesen en las manos del
cuerpo nacional de policía.
Motivando un registro en los
inmuebles en los que escondía
la contabilidad de los
negocios con los que obtuvo
los dividendos obligatorios
en la creación de una red de
financiación, que le
permitiera avanzar en los
acuerdos viéndose respaldado
por una respetable cantidad
tanto de dinero como de

2566
contactos. Así sobornaría a
quienes quisieran trastocarle
los planes de expansión,
manejaba la posibilidad de
diseñar una maniobra con la
que proteger los intereses
depositados por terceros.

Levanto la mirada para


percatarse de que un
teleobjetivo le apuntaba
directamente al rostro,
creando una especie de
incertidumbre en lo relativo
a enfrentarse con que se
ocultaba en el vehículo
estacionado en la esquina del
otro lado de la calle.
Desconocía la identidad de
quien se escondía en la
oscuridad, llegaba a no
tenerlas todas consigo por el
hecho de ver como algo se

2567
escapaba al minucioso control
con el que solía gestionar
los problemas, derivados del
acoso de intrusos que
aparecían de vez en cuando
con el afán de husmear acerca
de las actividades que
componían su rutina diaria,
pero cualquier precaución era
insuficiente por lo que podía
desencadenar un sinfín de
situaciones difíciles de
sostener , teniendo que
aplicar un sistema de amparo
ante los múltiples
acorralamientos de los que
fue objeto en el pasado y que
le enseñaron cuales eran la
verdades reglas del juego .

Ignoraba que fuese un sicario


a sueldo al que le encargaron
cobrarse alguna deuda

2568
pendiente, pero no recordaba
si venían rebotadas de
antiguos oficios que
desempeño durante los
primeros trabajos que realizo
siendo un principiante. Que
le sirvieron como experiencia
al adquirir los conocimientos
que luego iría insertando en
cada tarea que le
encomendaban, ahí obtuvo las
nociones con las que atajar
los reveses que se encontrase
en el camino. Sin descuidar
ni un solo detalle del
entorno en el que se movía
con extremada destreza por el
tipo de asuntos turbios en
los que transitaba a diario,
esperando que nada
entorpeciera el curso que
había marcado en los
siguientes pasos a orientar

2569
en la trayectoria que mejor
se amoldaba a sus
necesidades. Comprobando que
el peligro no le acechaba en
el trayecto que le faltaba
hasta alcanzar la entrada del
portal, apreciaba que aquella
guardia estaba justificada
dentro de una operación en la
que recabar información de
las tendencias en las que se
desplegarían las acciones,
que pensaba desenvolver fuera
de la inspección de los que
hasta ahora estuvieron
proporcionándole apoyo
logístico.

Un arranque del automóvil que


se hallaba aparcado a pocos
metros de su ubicación,
llegando a casi rozarle al
deslizarse ante la figura que

2570
describía en medio de la
acera. Clavo a mirada con el
único objetivo de reconocer
el rostro de quien conducía
el mismo, pero se quedaría
con las ganas de contrastar
la identidad del sospechoso.

Lo único que divisaba era el


espesor de la cabellera que
dudaba de que trajese una
peluca con la que cubrir
buena parte de los signos de
la naturaleza del mismo, sin
poder sacar una imagen con la
que hacer un retrato robot
con el que preparar un
contraataque para
salvaguardar el entorno en el
que se movía con cierta
soltura.

Sabía que significaba más que

2571
un simple aviso y que capto
el mensaje de que tendrían
que evitar cometer un error
de bulto. Dado que no le
perdonarían que abocase los
planes a un inminente
fracaso, dejando que la
presión diese rienda suelta a
los impulsos que le
condujesen a tomar decisiones
precipitadas. Tanteando a
quienes le dieron la
confianza al comenzar la
andadura en solitario, por lo
que debía meditar la
delicadeza del escenario que
se le planteaba ante los
ojos.

Examino minuciosamente los


rincones de las paredes en la
búsqueda de reflejos
provenientes de emisores

2572
receptores de datos que
estuviesen siendo utilizados
en la recopilación de
referencias, con la intención
de instalar un operativo en
el que controlar los hábitos
que mantenía lejos de las
actividades que desplegaba
alrededor de la ciudad.

Le preocupaba que pudieran


estar preparando una trampa
en la que intentasen quitarlo
de en medio, a la mayor
brevedad posible porque se
había convertido en alguien
molesto de quien desconfiaban
que conservase la lealtad al
tratar algunos temas
conectados con redes
internacionales, a las cuales
les molestaban los métodos
esgrimía en la obtención de

2573
favores por parte de gente
poco conveniente. Que le
inducían a colocar
instrumentos con los que
asegurar los cimientos en los
que se sujetaban las líneas
en las que diseño el lado
principal, de la sociedad que
iba poniendo en
funcionamiento con un grado
de cautela con el que
continuar ensamblando las
piezas con suma atención, de
no caer en ninguno de los
engaños que se asomaban en el
entorno más cercano.

Le sorprendía que se hubiesen


dado tanta prisa en mandarle
a uno de los cachorros que
sería la avanzadilla, con la
que más adelante irían
relevando con la intención de

2574
que en algún momento se
despistase en el cuidado de
su integridad física. Aunque
tampoco se obsesionaría en
resguardar contenidos que en
realidad solo servían como
hilo conductor con los
siguientes asuntos que tenía
en mente, evitando estancarse
en la firme convicción de que
en cualquier esquina podría
llegarle la muerte.

Contaba con un compañero que


le resolvería los problemas
que le pudiesen aparecer de
forma imprevista, se trataba
de la pistola que portaba de
manera ilegal en el bolsillo
interior de la chaqueta,
siempre con un mínimo de dos
balas en la recamara de la
misma lista para ser

2575
utilizadas. Quizás ese riesgo
le proporcionaba una extraña
sensación al ver que se
hallaba en una posición de
cierto dominio con respecto a
los demás, mostrando una
imagen de poder que asemejaba
un intento por ocultar el
miedo que se le instalaba en
el cuerpo.

Le empezó a sonar con


insistencia el móvil que
guardaba en el fondillo
exterior de la levita, era
una zona donde tenerlo
próximo a la mano diestra que
era con la que mayor
habilidad mostraba en según
qué actividades fuese a
desempeñar. Ahora lo que
menos le apetecía era dar
explicaciones vía telefónica

2576
de lo que estaba sucediendo
en los aledaños del edificio
donde se localizaba su actual
apartamento, dado que sería
vital mantener en el
anonimato la dirección del
barrio en el que
desenvolvería una nueva etapa
en el plano personal. Así le
repercutiría en una aparente
tranquilidad pasajera a la
que agarrarse con toda la
fuerza de la que disponía en
ese instante, sin embargo,
decidió que debía contestar
aquella llamada que llegaba
en un mal momento.

Saco el terminal con la única


finalidad de ver los dígitos
de la numeración de quien le
reclamaba unos minutos de su
valioso tiempo, puesto que

2577
tendría que enfocar el
dialogo en un contexto en el
cual pudiese variar la
perspectiva según se
desdoblasen las cuestiones a
tratar en reseña a las muchas
tramas, en las que se veía
inmerso por circunstancias
derivadas de la cantidad de
contactos, que adquirió en
los últimos tres años y que
merecía conservar con
especial cuidado de que
marchasen juntos la mano .

Evitando que las


desavenencias hiciesen que se
crease un malestar con el que
creciese la falta de
entendimiento, ya que le
arrimaría a un desfiladero
de problemas desencadenando
un sinfín de fisuras que

2578
causarían desconfianza.

Llegando a excluirle de las


decisiones verdaderamente
importantes en las que se
discutirían el reparto de los
beneficios económicos, aunque
apostaría por seguir con los
plazos que mejor se adaptaban
a la estructura que iba
perfilando en la mente con la
atención que le demandaba
hasta el último detalle,
rozando el aislamiento que se
contemplaba en relación al
resto de discípulos con los
que contaba para insertar los
elementos que sostendrían el
aparato de extorsión que
solía ubicar a modo de
sistema recaudatorio , con la
finalidad de obtener los
fondos suficientes en la

2579
financiación de locales en
los que poder guardar las
bolsas que más tarde se
introducirían en los
compartimentos que se
instalarían en cada ataúd .

Emplearía una técnica casi


indetectable por los perros
que se usaban en el olfateo
de módulos de mercancías
perfectamente empaquetadas
desde el origen, pero los
trámites eran igual que los
demás envíos por correo
internacional. Por lo que
debía prestar atención ante
posibles contratiempos que
pudiesen surgir en relación a
unos contenidos que intentaba
mantener lejos de los ojos de
Ernesto, también por ese lado
se levantaba una incipiente

2580
sospecha por la capacidad que
este tenía al montar una
investigación judicial
desbaratando la tranquilidad
que pretendía implantar corto
plazo, además seguiría con el
plan de eliminarlo de la
circulación definiendo una
actitud en la que incluir una
serie de instrumentos con los
que preservar multitud de
documentos , que le
involucrasen en transacciones
financieras en las que
estarían reflejados cobros de
impuestos por garantizarles
una seguridad en los locales
que regentaban .

Se inclinó por contestar a la


misiva que se destellaba en
la pantalla del inalámbrico
que mantenía en la mano

2581
derecha, meditando las
palabras que utilizaría en la
conversación que
desenvolvería en unos
minutos. Sabiendo que debía
cuidar el tono en que
intercambiase opiniones
basadas en ciertos argumentos
que le daban un gran poder
sobre algunos de los que le
rodeaban, aguantaría el tipo
con tal de que las cosas
salieran en la dirección
correcta. Solo esperaba
seguir custodiando unos
portafolios que comprometían
alianzas en las cuales puso
especial empeño en que nadie
se inmiscuyera en ellas,
siendo una tarea complicada
de asumir con la entereza que
le forzaba el destino.
Teniendo en cuenta que el

2582
riesgo le acompañaría en cada
momento que hiciese falta
aplicarlo en un grado en que
no le afectase demasiado a la
conciencia, bloqueando los
estímulos que le permitieran
continuar en la consecución
de nuevos logros personales.

Acciono el botón con el


pulgar de la mano izquierda
deslizándose por el cristal
del mismo a la vez que
desbloqueaba el terminal,
pudiendo utilizar cualquiera
de las aplicaciones que le
quedaban al descubierto,
puesto que precisaría
conectar el altavoz con el
que escuchar con nitidez las
dicciones de quien se topaba
del otro lado y que centraba
el pensamiento que le rondaba

2583
en la cabeza por hechos
puntuales que era incapaz de
olvidar , aparte de las
cicatrices que se le
extendían a lo largo del
cuerpo sin que supiese como
disimularlas .

Alcanzando un diámetro
difícil de esconder tras el
abundante pelo que poblaba
tanto sus extremidades
superiores como inferiores,
sorteando los comentarios que
le inventaban en la época que
se desplazaba a descansar a
la costa mediterránea.
Inspiro con energía antes de
atender la citación
telefónica que se le
presentaba en ese preciso
instante.

2584
Se trataba Jerónimo Izquierdo
Bermúdez un antiguo
trabajador de control
marítimo al que conoció en
circunstanciasen tanto
anómalas, en las cuales se
describieron episodios que
les condujeron a entenderse
en temas que en un principio
les alejaba por la ideología
que procesaba cada uno.
Siendo algo que terminaron
por aparcar indefinidamente
en el cajón del olvido,
separando las rencillas que
limitaban la comunicación
entre ellos. Dando prioridad
a los negocios que les
reportaban contactos a los
que acudir en momentos de
vital importancia para
mantener la fluidez, de las
coaliciones con las que daba

2585
mayor cobertura en las
operaciones de campo. Ahora
dejaría que le expusiera
aquello que seguramente le
diese un punto de partida
diferente al que distinguía
en el panorama que se le
planteaba, haciendo un
balance de lo que tendría que
variar en la reciprocidad
laboral que les unía en
asuntos escabrosos.

{Ignacio}

Hola Jerónimo, ¿Cuánto tiempo sin


tener noticias de ti?

2586
{Jerónimo}

Hola Ignacio, he estado recluido


en mi piso franco diseñando un
sistema con el que sacar una
productividad extra al material
que acabo de adquirir en el
mercado negro.

{Ignacio}

Veo que no pierdes la oportunidad


de introducir nuevos elementos, es
bien conocida tu inquietud por
estar informado de los últimos
avances en material bélico.

2587
{Jerónimo}

Siempre hay que estar renovando


aquellos aparatos que se van
quedando obsoletos y que dudo que
sigan dando los mismos resultados.

{Ignacio}

¿Solo me has llamado para hablarme


de material logístico?

{Jerónimo}

No, pero me he enterado en una


reunión informal que estas

2588
preparando un nuevo negocio con
algunos socios de cierto poder en
el mundo de las finanzas.

{Ignacio}

Me harían falta bastantes hombres


para que respaldasen esa
iniciativa y de momento a un me
falta reclutar efectivos que
cubran algunos puestos de
relevancia con respecto a la
combinación de grupos en los otros
lugares.

Unos metros más arriba


Yolanda escuchaba la voz de
él conversando a través del
terminal, lo que hizo que se
enterase por casualidad que
2589
pretendía seguir involucrado
en acciones reprensibles por
parte de la justicia. Aunque
le sería difícil demostrar
con argumentos aquello que
presenciaba indirectamente
desde las escaleras que
estaban justo enfrente a la
entrada del ascensor.
Probaría a deslizar los pies
con suma lentitud con la que
escabullirse sin que la viese
físicamente, puesto que se
derrumbaría por lo violento
que se pondría el encuentro.
Temiendo que las represalias
se dirigiesen a miembros de
su familia que se hallaban
alejados de dicha situación,
sin embargo, conocía la forma
que tenía de proceder él fue
hasta unos meses atrás el
hombre con quien pensaba

2590
contraer matrimonio. Ahora se
centraría en llegar por lo
menos hasta el rellano del
primer piso extremando el
cuidado a la hora de mover
los pies, tuvo el pensamiento
de subir descalza eliminando
el taconeo que pudiese servir
para que la localizasen
durante la travesía.

Ni siquiera llego a posarlo


en el suelo por miedo a que
rodasen por el terrazo del
mismo, ayudando a que se
estropease la huida que
ambicionaba que saliera
satisfactoria por el bien de
su salud anímica. Notaba como
el sudor se le deslizaba con
rapidez por la espalda que le
dejaba una humedad molesta,
que además propiciaba que

2591
aumentase la intensidad del
nerviosismo que parecía
bloquear buena parte de las
acciones que pretendía
realizar con total
normalidad. Estaba al tanto
de algunos hechos consumados
en los que la violencia
física jugo un papel
importante y que era incapaz
de olvidar con suma facilidad
por la cantidad de
información que había ido
recopilando a lo largo de los
años. Esperaba lograr el
objetivo de salir endeble de
aquella incómoda situación
que no terminaba de asumir
con la coherencia que le
demandaba el momento, ya que
precisaba una pizca de
tranquilidad con la que
continuar con el mismo

2592
sigilo.

Se apoyó con fuerza en el


pasamano con la intención de
coger bastante impulso, dado
que los músculos empezaban a
dar señales de agarrotamiento
extremo por la presión que
ejercía sobre ellos. Temía
desvanecerse de un momento a
otro por la falta de
equilibrio, puesto que
empezaba a ver que ni si
quiera arrastrándose cubriría
el trayecto que le restaba,
por lo que apreciaba un
desajuste que le provocaba un
incipiente cuadro de ansiedad
severa. Retrasando el cumplir
con algo que le ayudaría a
sentirse medianamente a
salvo, ya que ahora quedaba a
merced de quien menos le

2593
convenía que le diese
conversación. Contaba con la
ventaja de poder deslizar las
plantas de las extremidades
sin que el ruido se
extendiese en la lejanía, así
sortearía la posible visita
casual de Ignacio que
aprovecharía la
vulnerabilidad que presentaba
en ese instante, utilizando
el consiguiente castigo
dirigido al aguante de la
paciencia que le esgrimiría
como defensa.

Imploraba para que no le


sonase el móvil durante el
tiempo que permaneciese en el
hueco de la escalera, quizás
se plasmasen los ruegos
vertidos a la divina
providencia para que le

2594
amparase en la dificultad que
le tocaba atravesar. Intuía
que las circunstancias no
eran del todo propicias en
las que mantener un nuevo
duelo verbal en el que
erosionar mutuamente la
imagen del otro. Generando el
hundimiento moral que menos
le interesaba experimentar,
teniendo en cuenta lo poco
que le aportaría ese eventual
enfrentamiento cara a cara y
que procuraba impedir que se
celebrase en los próximos
minutos.

Observo que iba recuperando


las sensaciones corporales
con las que afrontar el reto
que se había propuesto con
anterioridad, lo que ahora le
auxiliaría en cierto modo

2595
ante el bajón que sufrió con
antelación por causas que de
antemano desconocía dicha
procedencia. Abocándola al
comentario que le hizo Sandra
de que pronto sería madre
primeriza, replanteándose el
cambio que deseaba darle a lo
tocante a formar una familia.

Quizás carecía de preparación


a la hora de asumir esa
responsabilidad que exigía el
paso de la maternidad,
tampoco se daba el entorno
ideal en el que poder criar a
un hijo en soledad. El miedo
a que se le confirmase la
feliz noticia que llegaba en
una mala época, puesto que
veía un panorama un tanto
turbio en el que se
desenvolvía cada

2596
investigación que le
asignaban. Ahí estaría la
clave que suscitaba un motón
de especulaciones en
referencia, así era correcto
el ir seleccionando un
hipotético compañero en el
proyecto de crear un hogar en
común. Contaba con dos
candidatos perfectos en el
desempeño de la tarea en la
educación de un futuro
vástago, le obsesionaba que
esa situación destacase por
encima del trabajo que
realizaba a diario. Además,
la sequedad se le instalaba
en la garganta acentuando la
afonía transitoria que le
impedía emitir cualquier
sonido, bloqueándosele las
cuerdas bucales que apreciaba
un poco inflamadas.

2597
Logro cubrir los metros con
alguna dificultad en el ritmo
de paso esgrimido durante la
travesía que fue
describiendo, el agotamiento
iba creciendo paulatinamente
sin que tuviese fuerzas con
las que asumir dicho reto.
Intuía que se le arrimaría
Diego al conocer la buena
nueva que le acercaría al
entorno que compartieron en
el pasado y que ahora mismo
resultaba una opción viable a
tenor de los sucesos que le
tocaba gestionar con una
imperiosa frialdad. Dado que
era un giro inesperado en los
planes que diseño desde el
mismo día de la ruptura
sentimental con Ignacio, pero
por lo que se divisaba le

2598
proporciono un regalo
inesperado con el que tendría
que convivir en los próximos
años.

Ahí comprobó que la noche en


que se citaron por última
vez, el alcohol el invito a
cometer uno de los errores
que le pasarían factura en el
día a día. Sin poder
rectificarlo por mucho
esfuerzo que pusiera por
remediar un fallo del que le
supondría un obstáculo en el
camino, ya que era una
cruzada en la que las
dificultades serían
incontables por lo que se
vislumbraba a simple vista.
Tampoco quería explicarle a
la familia el estado en el
que se hallaba, puesto que la

2599
imagen del que tuvo como
compañero sentimental, quedo
dañada por los múltiples
fraudes económicos en los que
metió a miembros de la
estirpe.

Las náuseas se empezaban a


dejar con suma facilidad a lo
largo del organismo, lo que
le provocaba una insistente
desazón oculta que no
terminaba de reconocer como
un síntoma real. Quizás la
preocupación le conllevase
una bajada de las defensas
que le abocaría a verse
inmersa en un proceso
depresivo, observando el
riesgo que le aportaría si
alguien descubría antes de
tiempo el inminente embarazo.

2600
Pero no descartaba la
posibilidad de que fuese algo
psicológico que viniese dado
por una falta de afecto,
especulaba sobre las
diferentes causas que le
arrimaban a dicha elección
entre la multitud de
hipótesis que le navegaban en
la cabeza. También se le
añadía una enorme cantidad de
dudas sin resolver, puesto
que la repentina desaparición
de Natalia daba pie a un
vació al que tendría que
acostumbrarse de ahora en
adelante, ya que la confianza
que les unía pensaba que era
indestructible ante la
cantidad hechos que
compartieron el tiempo que
disfrutaron juntas.

2601
Vio como el ascensor
descendía con rapidez hasta
el descanso del portal, lo
que no terminaba de entender
era el desasosiego que
inundaba cada palmo de su
anatomía. Teniendo en cuenta
que debía comunicar a los más
allegados el dato de
alumbramiento de su
primogénito, desistiendo el
nombrar una figura paterna en
la que recayese la
responsabilidad conjunta de
educar a lo que viniese en
camino.

Barajaba ese riesgo de


atreverse, en sacarlo
adelante con el único apoyo
de los que siempre estuvieron
cerca en los momentos
complicados, el recurso se

2602
antojaba un tanto escaso por
lo que entrañaba lanzarse en
solitario a una aventura de
una enorme exigencia a nivel
personal. Sentía que una
prolífera decepción se iba
adueñando del espacio que
ocupaba, ya que el estrés se
le acumulaba en las
cervicales acentuando el
agarrotamiento muscular que
solía padecer con cierta
frecuencia y que se le
agudizaba al soportar la
tensión que se respiraba en
el ambiente.

La debilidad volaba por


encima de su cabeza dando un
toque de indecisión a lo que
le dictaba la mente,
modificando la paciencia que
enseñaba al dar por hecho que

2603
las cosas se desviaban de la
realidad. Viendo que se
frustrarían muchas de las
ilusiones que a corto plazo
habría que guardar en el
cajón del olvido, pudiendo
recuperarlas en una ocasión
en que reflejase una mejoría
del panorama que le tocaba
afrontar con una dosis de
templanza. Intentado darle un
empujón en la autoestima con
el que a su vez se levantase
el ánimo que observaba bajo
mínimos, le ofrecía la
conformidad de salir del
túnel en el que se topaba
inmersa por algo que se movía
entre conjeturas.

Tuvo el desafortunado
inconveniente de que el móvil
empezó a sonar sincerar en

2604
medio del silencio que
disfrutaba hasta aquel
instante, además esperaba que
Ignacio estuviese entretenido
en el diálogo que mantenía
desde unos minutos atrás y
que entendía que ni se
enterase del calvario por el
que estaba pasando ella.

Sería una buena salida a la


que agarrarse en caso de ser
descubierta por el que ahora
advertía como un potencial
enemigo, ya que se le había
caído la venda de los ojos al
darse cuenta de la clase de
persona que mostraba delante
de los demás. Difería mucho
de la prestancia que
aparentaba justo en el
momento que se cruzaron las
vidas de ambos, echando por

2605
tierra los planes que diseño
en el pasado pensando que
gozaría de un feliz
matrimonio en común. El
nerviosismo le bloqueaba la
vitalidad que pretendía
emplear en recibir aquella
misteriosa llamada, aunque
reflexionaba si debía
atreverse a dar el paso de
contar el secreto que portaba
en las entrañas.

Ojearía primero el número que


le reflejaba la pantalla del
terminal que guardaba en un
departamento en el interior
del bolso, al que acudiría
con la urgencia de saciar la
imperiosa curiosidad que se
le despertó en décimas de
segundo. Eso le impulso a
continuar hacia delante con

2606
absoluta decisión, a pesar
que la desconfianza lo
inundaba todo alrededor de
donde se encontraba
reponiendo fuerzas.

Con las que finalizar el


trayecto que se le antojaba
un tanto largo, en las
condiciones físicas que
presentaba por el deterioro
psíquico dejando claro que le
costaría reponerse del mazazo
de acostumbrarse a que la
soledad le hiciese compañía.
Asimismo, se convertiría en
una fiel amiga con la que
compartir un hecho que
alteraría, buena parte de la
programación de las labores
que se quedarían pendientes
de cara al futuro.

2607
Introdujo ambas manos en el
fondo del bolso de mano que
era fundamental en el
ejercicio de la profesión que
escogió, siendo una de las
herramientas fundamentales en
las que almacenaba todos los
objetos que recopilaba en los
diferentes lugares donde
saltaba la noticia. Ahí los
imaginaba en un sitio seguro
del que casi nadie conocía
que los pudiera transportar
de una forma indetectable
para los que acechasen el
contenido del mismo. Sin
embargo, le importaba más lo
que le pudiese notificar
acerca de cualquier suceso
que derivase testimonios al
hilo de investigaciones sin
concluir por la policía.

2608
Se centraría en resolver el
dilema que se le planteaba en
la eventualidad de ralentizar
el ritmo que les imprimía a
las actividades que componían
su rutina diaria y que
seguramente le beneficiaría
al feto durante la gestación,
rechazando las realidades que
colocaran en peligro al bebe
que viajaba en sus entrañas.
Soltó el saquillo que iría a
parar directamente al escalón
justo por debajo del suyo,
renunciando a saber que le
podrían decir sobre los
muchos frentes que cubría a
diario.

Se asomó por el hueco de la


escalera con el único interés
de saber de buena tinta la
ubicación real de Ignacio,

2609
así mantendría un control
detallado de los pasos que
introdujese. Quería negar la
evidencia de que pertenecía
al grupo de gente a la que ni
si quiera le daba especial
importancia o por lo menos
esa creía la táctica que
estaba utilizando, ya que ni
se inmutaba de quien yaciese
en un radio de unos setenta
metros de la zona en la que
se ubicaba. Aguardando que
descendiese el elevador con
un poco más de velocidad de
la que describía en dicha
acción, se fijó en que
mostraba un par de gemelos de
oro en ambos puños de la
chaqueta. Siendo algo poco
común en el estilo que
esgrimía delante de las
amistades, dudaba que

2610
existiesen durante el período
que dialogaron en horario
matinal.

Levantando un manto de
conjeturas referidas al
origen de aquel complemento
bastante usual en el atuendo
masculino, Acostumbraba a que
le agasajasen con obsequios
de muy diversa composición,
lo que le chocaba es que
nunca supo la procedencia del
dinero con el que pagaba los
dispendios que inventaba en
el cuidado de algunos de los
socios que le aportaban
contactos en las altas
esferas.

Hubo una época en la que


quiso rastrear alguno de los
itinerarios con los que crear

2611
una estrategia de búsqueda
sólida, pero observo que el
entramado le abocaría a
pasarse horas patrullando por
los suburbios de la ciudad
entrando en un oscuro
callejón sin salida. Concluyo
el seguimiento visual que
efectuaba desde un área de
privilegio a lo alto de la
escalera, suministrándole
datos que le resultaban
indispensables para
comprender la situación
financiera, que él enseñaba
basado en el tren de vida con
el que se dedicaba a
frecuentar recepciones en las
que hablar de los más
variados temas económicos.

A las cuales jamás les


consintió que asistiera como

2612
pareja sentimental,
impidiendo que escuchase el
trasfondo que se extrapolaba
de las múltiples entrevistas
provenientes de ese tipo
reuniones. Siendo vital para
ella acercarse nuevamente a
la gente que trabajaba en la
brigada de meseros del último
cenáculo, allí localizaría
testimonios que seguro le
conducirían a desenmascarar
las diligencias paralelas que
desplegaba. Protegiéndolas
tras una pantalla en la que
se involucraba con donaciones
a los colectivos más
desfavorecidos y aportando
capital en la investigación
de enfermedades terminales.

Respiro tranquilo al percibir


que se metió en el interior

2613
del artilugio movido por unas
enormes poleas, eso
significaba que ignoraba el
seguimiento visual al que le
sometía alguien con quien
tenía cuentas pendientes.
Medito la iniciativa de echar
a correr para intentar
confirmar las sospechas de
que algo gordo se estaba
preparando, sin que nada se
saliese de lo común en lo que
irían perfilando con la mayor
discreción.

Haciendo figurado pretender,


colocar un equipo que
persiguiera el proceso en lo
que se había embarcado en la
actualidad, pero sería
favorable el incorporar a un
infiltrado que le surtiera de
archivos en los que

2614
apareciesen los nombres de
los miembros de las distintas
organizaciones con las que
comerciaba en la venta de
cualquier producto que
anduviese de forma ilegal a
lo largo de la geografía del
país.

Visiono que en la pantalla


del terminal que se halla
tendió en la superficie del
descanso una luz que
desellaba de manera
intermitente, elevándola
curiosidad por encima de lo
normal en este tipo de
realidades cotidianas. Siendo
una prioridad con la que
descubrir al sujeto que
requería de su atención unos
minutos atrás, aunque
barajaba el pensamiento de

2615
iniciar un periodo de
reflexión en el que
replantearse si era útil el
que se rodease de gente a la
que también conocía Diego.
Eliminaría los lastres que le
impedían olvidar recuerdos a
los que parecía atada de por
vida, condicionando las
heridas que seguirían
supurando en el corazón. El
remedio se le antojaba un
cicatrizante de urgencia con
el que suturar la hemorragia
emocional, que le incitaba a
cometer multitud de errores
que le acarrearían
consecuencias nefastas al
desafiar los retos en forma
de pruebas a superar con
solvencia.

Oyó de fondo como se giraban

2616
las llaves en la cerradura de
la puerta de entrada al
domicilio de Ignacio, eso le
hizo darse cuenta que el
enemigo se instaló muy cerca
de lo que creía el único
lugar donde protegerse de los
continuos ataques que recibía
en la personalidad. No
obstante, mantendría los ojos
bien abiertos a tenor de los
acontecimientos que se
desenvolvían a un ritmo
vertiginoso, poniendo
especial interés en seguir
con la misma estrategia de
vigilante desde la distancia,
tomando las precauciones que
le exigiesen un mínimo
esfuerzo al gestionar los
imprevistos que a buen seguro
aparecerían en la perspectiva
y esperaba apostar por una

2617
salida airosa con la que
evadirse del asedio de
algunos problemas afectivos.

Alejando el peligro de verse


inmersa en un círculo de
contrariedades un tanto
incómodo para concebir, una
táctica con la que aislar
tramas de las que ambicionaba
escapar con una suficiente
holgura. Temiendo que le
fallasen los cálculos al
reestructurar una parte de
las alianzas a las que se
debía mediante acuerdos
puntuales, en los que asumía
la postura de conservar la
calma como principal aliada.
Dado que le suponía un
esfuerzo extra con el que
sobrellevar la pesada carga
de las promesas incumplidas,

2618
sembrando un odio atroz
contra todo aquel que
frecuentase el domicilio que
se situaba próximo al suyo.

Albergaba la esperanza de que


respetase el pacto que
alcanzaron en el último
encuentro celebrado a unos
pocos de donde se topaba
parada, le asaltaban un
cúmulo indeterminado de dudas
existenciales que le frenaban
en el proceso de supresión de
vínculos, en los cuales
comenzaba a justificar
ciertas desavenencias
producto del poco apoyo que
recibió tras la ruptura con
Ignacio.

Jamás les perdonaría la


maniobra de abandono que

2619
expusieron en el argumento y
que le aclaro de una vez por
todas la posición que ocupaba
dentro del grupo. Ese dolor
se le introdujo en lo más
hondo del corazón como si le
clavasen un cuchillo
envenenado, sin poder
reacción ante aquella
traición en toda regla.
Prefiriendo quedarse al lado
de un hombre sin escrúpulos a
la par que despreciable,
ansiando dominar a quien se
le cruzase en el camino con
tal de colocarse por encima
del resto de los mortales.

Tampoco Laura pasaba por un


buen momento en lo vinculante
a una inminente relación
afectiva con Ángela, ya que
advertía un vacío que les

2620
separaba en la forma de
concebir la atracción física.
Intuía que el cortejo seria
decisivo en la construcción
de una cordialidad entre
ellas, el cual utilizo
Natalia justo desde el
instante en que atravesaron
los límites que marcaban la
seguridad del alma, ahí se le
interponía un pequeño dilema
que consistía en guardar un
breve luto por la
desaparecida o afianzar
aquello que le proponía el
destino en el terreno
sentimental. Además,
apreciaba que la seducción
aumentaba con el paso de los
minutos, también le
entrañaría un peligro añadido
al caer en un estado de
ilusión desmedida. Entrando

2621
en un periodo en el que
perdería la noción de lo que
le sucedía alrededor, siendo
un bálsamo con el que curar
viejas heridas que le dejaron
inmersa en un mar de dudas
razonables.

Le retraía el distinguir que


Ángela alargaba la frialdad
que desmontaba las pocas
posibilidades de que
funcionase la convivencia,
ese mal trago le producía un
profundo sufrimiento al
oponerse a la indiferencia
que se respiraba en el
ambiente. El nerviosismo
evidenciaba lo incomoda que
se hallaba ante la impotencia
de no poder acercarse a ella
con la intención de posar los
labios sobre los suyos, para

2622
acelerar el ritmo con el que
consolidar un principio de
acuerdo que les permitiese
una mínima relajación.

Puesto que la tensión ejercía


un bloqueo que le impedía
reaccionar ante aquella falta
calor que se presumía en
dicho instante, sin embargo,
se había instalado el lado
contrario de la balanza por
la falta de un compromiso
común, suscitándole una
enorme desazón interna al
apostar por algo que se iba
complicando. Sopesando la
alternativa de levantarse en
silencio obviando que no
obtendría las respuestas que
mejor se adaptasen al
escenario que se le describía
delante de los ojos, le

2623
volvía a sobrevolar el
alargado fantasma de la
depresión que se le adhería a
la piel con una especial
virulencia.

Un impulso se encargó en
darle la fuerza que requería
el abordar el asunto con un
poco de precisión a la hora
de exponer su opinión en lo
relativo, a que la viesen por
la calle en actitud cariñosa
ante el impacto social
acarreándole grandes
problemas con los
responsables del medio en el
cual desenvolvía sus dotes
comunicativas. Pero en una
cláusula del contrato se
especificaba que le obligaba
a ocultar los signos que
enseñasen que procesaba una

2624
tendencia sexual fuera de lo
tradicional, ya que
rechazaban otro modelo de
unión que se admitía en la
humanidad. Abriendo una
puerta directa al debate que
supondría el continuar con el
pensamiento de volver a
sentirse querida a cualquier
precio, sobornado a quienes
obtuvieran una mínima
pesquisa acerca de la
intimidad que pretendía
esconder tras un manto sujeto
a la legalidad vigente. Así
ahuyentaría a los curiosos
que se dedicaban a lanzar
falsos rumores sobre las
amistades con las que solía
citarse a menudo en los
establecimientos de moda,
llegando a ser rondada por
alguno detective con el que

2625
asegurarse una jugosa
exclusiva.

{Laura}

¿Entonces prefieres que nos veamos


otro día?

{Ángela}

No suelo hacer planes en lo


concerniente a iniciar relaciones
personales, ya que todavía es
pronto para dar el paso de que nos
entreguemos a una vida en común.

{Laura}
2626
Creo que he malinterpretado las
señales que me has estado
enviando, desde que hemos
entablado una conversación de la
que he podido sacar en claro que
lo que menos te apetece es liarme
en una historia de amor.

{Ángela}

Veo que has entendido que es la


decisión que mejor nos conviene,
espero no tener que arrepentirme
más adelante de rechazar esta
propuesta, pero sería engañarme
sobre algo que no siento como
cariño.

{Laura}
2627
Este bien, siento cierta frialdad
en tus palabras que me dan la
impresión de que he llegado en un
mal momento, por lo que te ruego
que me perdones.

{Ángela}

¿Te conformarías con que fuéramos


solo amigas?

{Laura}

No me queda más remedio que


aceptar lo que me has propuesto,
así me quedara el consuelo de
poder seguir en contacto contigo.

2628
{Ángela}

Eso es complicado que se pierda


con tanta facilidad, tengo por
costumbre cultivar las simpatías
que me aporten una constante
alegría de vivir.

{Laura}

¿Te importa que sigamos hablando


en otro momento?

{Ángela}

2629
No, al contrario, pensaba pedirte
que diésemos por terminada esta
animada charla, sin embargo, me
debo a mis ocupaciones laborales.

{Laura}

Lo entiendo, hasta pronto.

{Ángela}

Igualmente.

Se levantó en silencio del


lugar que ocupaba en el

2630
banco, queriendo disimular el
mal trago que le había tocado
digerir después de la
respuesta recibida y que le
produjo un incómodo amargor
en la garganta. Dado que ese
golpe le conducía a observar
que la soledad prolongaba la
depresión que amenazaba con
imprégnale cada poro de la
piel. Caminaba con paso lento
sin tener en un principio una
dirección predeterminada,
intentando contener las
lágrimas que le manaban de
los ojos. Resbalando a lo
largo de las mejillas sin que
hallasen ningún tipo de
obstáculo durante el
recorrido, a parte de unos
surcos de rímel mezclado con
la base del maquillaje
utilizado a diario. Trazando

2631
un rastro en el que se
visualizaba en la superficie
del empedrado del parque,
describiendo un movimiento
irregular con la que
procuraba desplazarse con
parsimonia. El fracaso se le
perfilaba en el aspecto con
un evidente decaimiento
afectivo derivado de la
amargura que se le alojaba en
las entrañas, ahora le tocaba
asumir algunas decepciones
añadidas que le acarreaban un
sinfín de sombras a las que
resistirse con la energía
precisa.

El despecho le obligaba a
replantearse el siguiente
paso que le permitiese
resarcirse del varapalo que
supuso, saber que emprendería

2632
el viaje en solitario por la
falta de camaradas de total
confianza. Además, le vendría
bien el constatar ciertas
suplencias que se le pasaban
por la cabeza, en las cuales
denotaba un alto grado de
rencor que le arrastraría a
una espiral en la que se
centraría por cobrarse
cumplida venganza. Ya que no
soportaba que nadie se
atreviese a desairarla en
plena vía pública, sin
quedarse con los brazos
cruzados por lo que apreciaba
como una agresión en toda
regla. Meditaba infringirle
algún tipo de castigo
fundamentado en una
indiferencia basada en una
estrategia que rozase el
desapego, así jugaría con la

2633
ventaja de ser la que tuviese
la oportunidad de aceptar o
no unas más recurrentes
disculpas por parte de quien
le rechazo una propuesta
sentimental.

A Diego se le hacía pesado el


ver que nada terminaba por
darle los resultados
apetecidos, siendo un duro
lastre que superar con la
holgura que le demandaba el
intervalo. Reflexionaba si
era una buena elección ir
alejando asuntos de tinte
escabroso, sopesando el
riesgo que le supondría
meterse en los entresijos en
el funcionamiento de pequeñas
células durmientes. Las
represalias serían de efectos
desbastadores de cara a

2634
preservar una mínima
seguridad en el entorno de
Estefanía, comprometiendo en
cierto modo a quienes
tuviesen contacto directo con
él.

Advertía que dependía de la


concentración que conservase
al traspasar el límite de lo
correcto, la condición de
infiltrado le seducía por que
le proporcionaría el
conocimiento de los
mecanismos en primera
persona. Esperando lograr
tejer una telaraña en la que
acoger un número
indeterminado de elementos
con los que aproximarse al
eje que dirigía la gran
mayoría de la sistematización
a poner en práctica, eso le

2635
indicaría la infraestructura
con la que perpetraban las
sustracciones monetarias.

Reuniría los utensilios que


le garantizasen una mayor
cobertura sobre el terreno
que le tocaría pisar en
solitario, desoyendo vertida
por Yolanda en lo relativo a
incorporarse a un grupo al
margen de la ley. Adoptaría
una identidad falsa con la
que filtrarse sorteando las
dificultades iría apareciendo
paulatinamente en el progreso
de la exploración que
emprendería, justo después de
solicitar el respaldo de uno
de los miembros de la brigada
de la lucha contra el crimen
organizado.

2636
Un despiste permitió que
localizasen la disposición
del mecanismo implantado para
desenmascarar a la plataforma
que apoyaba a los comandos
itinerantes, pero un error de
cálculo provoco que abortasen
la misión al disponerse a
entrar en uno de los pisos
donde guardaban cuantiosa
información y abundante
explosivo con el que preparar
formas de evadirse en
condiciones extremas. Pero un
soplo a destiempo hizo que
todo se destapase antes de lo
previsto en un principio, ese
percance le ayudaría a
comprender los peligros a los
que se enfrentaba sin el
amparo de terceros.

Pocos se atreverían

2637
involucrarse en dicha
aventura periodística por el
enorme sacrificio que exigía
al no contar con la
colaboración de nadie en
concreto, también asumiría
que los nervios le pasarían
factura por la acumulación de
estrés desembocando en una
más que previsible tensión
arterial, estando sumergido
en un mundo en el que un
simple tropiezo daría al
traste con todo el trabajo de
meses. Además de alejarse de
la realidad cotidiana en la
que se desenvolvía con suma
tranquilidad.

Se empaparía de una dosis


extra de paciencia a la que
recurrir en los períodos
difíciles de la indagación,

2638
el esfuerzo por sacar a la
luz los negocios turbios de
Ignacio que le servían de
aliciente para enredarse en
este oscuro episodio. Contaba
con un largo listado de los
posibles participantes que le
pudiesen aportar una mediana
cobertura logística, aunque
repasaba mentalmente los
pormenores al fijar unas
líneas generales en las que
sustentar el personaje que
representaría dentro de esa
planificación.

Iría clasificando según las


penurias que surgieran
durante el tiempo que
permaneciese metido en esa
contingencia, esperando la
cooperación de algún miembro
sobornable al que acudir con

2639
discreción. Espaciando las
tertulias que se ajustarían a
cuestiones referidas a la
obtención de antecedentes con
los que iniciar nuevas
actuaciones, estableciendo un
punto de partida en el que
instalar una maniobra
paralela con la que cubrir su
verdadera identidad.

Alejando el riesgo a ser


interceptado por sujetos
liberados que estarían
respaldados por algún órgano
anexo al poder judicial, le
recorría una sensación de que
debía extremar la atención en
cada paso que efectuase en
ese sentido. Se le antojaba
un recurrente cambio estético
mezclado con otro de
mentalidad en el que añadiría
rudeza en el tono voz a
2640
esgrimir en las charlas con
los que serían sus eventuales
acompañantes. Reflexionaba
acerca de la vestimenta que
le convenía ponerse para
presentarse delante del
patriarca que avalaba las
transacciones económicas en
las que se enrolaba Ignacio.

Inicio la travesía que le


llevaría a un local en el que
guardaba utensilios que le
valieron en anteriores
proyectos y que le ayudarían
a confeccionar un vestuario
con el que disfrazar algunos
de los rasgos fundamentales.
Disimulando cualquier tipo de
imperfección cutánea que
permitiera que alguien le
reconociese, también
almacenaba una caja que

2641
contenía un equipo completo
de escucha unido a un escáner
de alta precisión.

Asimismo, recogía una


mochila en la que
transportaba una cámara de
pequeñas dimensiones, que
usaba encastrada en la
hebilla del cinturón que
traía a diario,
convirtiéndose en un
componente esencial a la hora
de recoger material con el
que poder elaborar un
reportaje sobre las tareas
delictivas que se practicaban
a lo largo de la ciudad. Pero
era una forma a la que
apelaba cuando la
circunstancia le demandaba un
retoque en la conquista de
sus fines, apostando por

2642
continuar con el firme deseo
de poder desmontar los
suministros de armas que
surtían a los sicarios que
deambulaban por los bajos
fondos.

Enseguida se persono justo a


la puerta de aquel antiguo
cobertizo en el que
depositaba los elementos que
podría reutilizar en el
futuro, de ahí la cantidad de
complementos que se
amontonaban en las
estanterías ubicadas en el
interior del mismo. Los
faciales eran los que le
daban mejor resultado al
camuflar signos reales que
evidenciasen la verdadera
personalidad, acostumbraba a
plantarse una prominente

2643
barba en la misma tonalidad
de la peluca asignada a ese
peonaje que interpretaría
durante persistiese la
misión, siendo clave que
siempre estuvieran en
perfecto estado de
conservación por la
frecuencia de averiguaciones,
en las que se involucraba
con la intención de que le
condujeran al centro de
ordenamiento de las
diferentes misiones que
aumentarían la inseguridad
ciudadana . Quedando a merced
de los malhechores y
delincuentes que sembrarían
de terror el perímetro que
ocupaba la urbe, así le sería
complicado pasar inadvertido
por la cantidad de
confidentes que conocían las

2644
artes que empleaba en la
recopilación de noticias de
primera mano, ese
contratiempo modificaría un
tanto la puesta en marcha de
ese proyecto.

Examinaba con extrema


lentitud cada palmo de lo que
rodeaba el cobertizo en la
búsqueda de posibles espías,
ya que contaba con cientos de
enemigos a los que les
gustaría verlo descansando
bajo tierra. Dado que las
simpatías brillaban por su
ausencia dentro de algunos
colectivos de los que publico
un sinfín de artículos,
enfocando el trasfondo que le
inducía a cometer todo tipo
de violaciones de la ley.
Pero eso no reduciría ni un

2645
ápice las pretensiones que le
dictaba la conciencia, ya que
tenía cuentas pendientes que
saldar por los intentos
continuos de que admitiese
sobornos en metálico. Sin que
se pudieran obtener
documentos en el que se
relejasen nombres ni firmas a
las que poder seguir la
pista, sabiendo que nadie se
atrevería a dudar de la
legalidad de los pagos que se
hacían en contabilidad “B”.

Aprecio que un haz de luz se


dibujaba en la parte
delantera de la edificación,
reflejaba un extraño símbolo
que describía una plantilla
con una diana que simulaba
como una pistola le apuntaba
directamente a la cabeza. Se

2646
quedó inmóvil ante aquel
mensaje grafico que le
sugería que abortase la tarea
que trataba de emprender, las
consecuencias arrasarían con
la mayoría de los planes que
fue constituyendo en las
últimas fechas. Sintiendo que
en cualquier instante pudiera
salir alguien de una esquina
con la intención de
incrustarle dos balas en el
cuerpo, ahí tuvo la clave de
que se hallaba en el camino
que le conduciría al conocido
“Hombre X” y que impedía
entrevistarse con gente que
no hubiese solicitado una
audiencia previa.
Manifestando que le quedaría
una larga travesía por
recorrer en la consolidación
de una línea de actuación

2647
sustentada, en ir aliándose
con algunos sujetos redimidos
que se mantenía en un
discreto segundo plano.

Giro la cabeza para ver si


podía distinguir al ocupante
del vehículo desde el cual se
proyectaba aquel rayo
luminoso, puesto que esa
declaración de intenciones en
la que le invitaba a que
abandonase la indagación que
llevaba a cabo. Sospechaba
que la siguiente advertencia
vendría por otro tipo de
cauces de menos corteses, ya
que las cosas volvían a
complicarse un poco más de lo
que estaban en ese instante.
La insinuación de que le
habían asignado un asesino a
sueldo que en un momento dado

2648
terminaría ejecutando la
orden de eliminarlo, mientras
tanto seguiría inmiscuyéndose
en hechos a los que procuraba
manejar con cierta soltura.
Ejerciendo un especial
control de los movimientos
que se realizasen en el
entorno más cercano, temiendo
que un descuido le dejase a
merced de los elementos.
Tampoco le comentaría a
Yolanda nada de lo que acaba
le acababa de ocurrir ante
los ojos, siendo un secreto
que guardaría en el cajón de
las eventualidades a olvidar
con prontitud.

Percibió que las ruedas del


coche derrapaban con energía
unos segundos antes de perder
en la noche, sin que pudiera

2649
hacer otra cosa que apuntar
la matricula del mismo. Sin
embargo, le constaba que lo
sustrajeron en otra población
cercana a la urbe,
trasladándolo oculto en un
camión de mediano tonelaje en
el que nadie se percataría de
lo que transportaba en el
interior. Además de llevar
herramientas con las que re
troquelar los números de cada
bastidor, borrando aquellos
que pudiesen delatar el
origen de ese tipo de
artículos.

Hubo unos años en que se


enrolo en las redes que
distribuían coches de alta
gama por los países de la
Europa del este, allí vivió
una experiencia de la que

2650
nunca se olvidaría de la
dureza con la que lo trataron
las autoridades. Al
confundirlo con un traficante
de armas de procedencia
indeterminada, puesto que el
pasaporte le fue intervenido
por las mafias locales por un
malentendido en la traducción
de los apellidos.

El ambiente tampoco resultaba


nada beneficioso a la
conversación de Salvador con
Antia por la creciente
violencia verbal que despedía
la misma, puesto que la
suspicacia se había instalado
entre los dos arrojando la
evidencia de que la sombra de
Sandra se hacía presente sin
ser una invitada, quizás les
diese la elección de ver en

2651
el punto en el que se hallaba
la relación .Dado que la
frialdad iba desembocando en
una escalada de manipulación
del afecto que se prodigaron
en el pasado, el descontento
les provocaba una profunda
crisis en el contexto de un
dialogo fluido , sin que
retornase la tranquilidad de
antaño por la falta de un
frente común .

Quizás la solución pasaría


por se alejasen
definitivamente, olvidándose
de lo que pudo haberse sido
una bonita historia de amor.
El lenguaje era nocivo al ver
que las posturas creaban una
expectativa contraría a la
que venían disfrutando en la
relación de pareja, esperaban

2652
bajase de intensidad la
tormenta que se desato por el
motivo de una presunta
infidelidad. Creando un
conflicto de intereses
encontrados al que se negaban
a enterrar el hacha de
guerra, ninguno de los dos
cedería por encima de lo
entregado durante el periodo
en que se entendían como
futuro matrimonio. Ahora se
borró esa eventualidad que
tuvo presente entre las
prioridades a darle salida,
sin embargo, todo cambio en
la dirección en la que menos
podía imaginar que
terminarían los hechos.

La ira se apoderaba de la
reciprocidad de argumentos
impregnados en aspectos poco

2653
beneficiosos, en la
negociación de una mínima
reconciliación como primer
paso hacia la recuperación
del vínculo, que ahora mismo
sería inútil albergar ningún
tipo de pacto de no agresión
verbal. Tendrían que
acostumbrase a que la
ignorancia tomase un lugar de
privilegio, convirtiéndose en
la única elección con la que
dar por finalizada esa
situación tan embarazosa.
Dejarían claras las
directrices para renunciar a
volver a comunicarse en
persona, evitando continuar
mintiéndose acerca de un
sentimiento que se esfumo en
el aire con la misma rapidez
que apareció en sus vidas
tiempo atrás.

2654
{Salvador}

Veo que tienes un concepto


equivocado en lo concerniente a lo
que hubo con Sandra, para mí eso
fue producto de un par de copas en
una noche de pasión.

{Antia}

¿Estás seguro que solo fue un


momento de sexo sin amor?

{Salvador}

Si, por lo menos tenía la

2655
tranquilidad de que aislaría la
soledad que proyectaba mi
profesión de cara a la sociedad.

{Antia}

Me temo que esa revelación llega


un poco tarde como alegato a tener
en cuenta, pero sigo pensando que
has dañado mi confianza.

{Salvador}

Puede ser, que tengas razón en lo


de la tardanza al decirte lo que
sucedió justo después de la cena
navideña de la comisaría de la
zona centro.

2656
{Antia}

¿Entonces me quieres explicar que


hacía en el rellano del portal de
mi casa?

{Salvador}

Vino con la firme convicción de


sembrar las dudas necesarias entre
tú y yo, utilizando la treta de
que podía estar esperando un hijo
mío.

{Antia}

Eso es un poco íntimo de cada uno,


aunque me parece que lo uso a la
desesperada con tal de llamar tu

2657
atención para que te planteases
volver con ella.

{Salvador}

¿Entonces arreglamos lo nuestro?

{Antia}

Es mejor que cada uno siga el


camino que se ha marcado en la
vida, puesto que es preferible que
nos separemos una temporada hasta
que decida si es el momento de
hablar sobre una sincera amistad.

{Salvador}

2658
Bueno, pienso que has decidido que
mi exposición no es del todo
convincente, pero por mucho que me
duela tendré que aceptar el
veredicto final.

{Antia}

¡¡¡ Te rogaría que abandonases mi


casa lo antes posible!!! Gracias.

{Salvador}

Cálmate que ya pensaba irme con


prontitud, espero que algún día
podamos volver a mirarnos sin que
los nervios marquen la
2659
conversación.

{Antia}

Por favor no me hagas esto todavía


más complicado, así que márchate
de una vez de mi casa para que
pueda proseguir con mi vida.

Terminando de escucharse
estas silabas que salían de
la garganta de ella., el
silencio le señalo a él la
dirección de la salida de la
vivienda. Dando un golpe de
efecto en la sensibilidad de
cada uno de ellos, abriendo
una nueva brecha en la
cicatriz que consideraban
definitivamente curada. Pero
2660
las circunstancias dibujaban
otro escenario muy distinto
al que precisaban, el rencor
se adhería al aire que les
toco respirar en ese
instante. Ninguno fingía el
desencanto que se despejaba
de la imagen proyectada en
sus rostros, la realidad se
imponía con una pasmosa
dureza en dicha acción.

Caminaron lentamente hacia el


entorno de la puerta que a él
le conduciría directamente
fuera de la vida de ella,
cerrando un cruento episodio,
ninguno daría un retroceso a
la postura que se imponía
como la única salida lógica
con la que eliminar las
tensiones que les inducía a
discrepancias de alto

2661
voltaje. Haciendo que se
quemase el germen que pudiese
ser revivido en el futuro, el
esquilmado del mismo venía
dado por la fuerza de la
frialdad que anulaba
cualquier resquicio con el
que mantener una voluntad de
dar marcha tras. Ella alargo
la mano con la que accionar
la manilla con energía
expresando la poca paciencia
de la que disponía al
enfrentarse al mal trago que
degustaría en la garganta por
la amargura que le entrañaba
esa gestión, teniendo claro
que el dolor presidía los
postreros segundos que
compartirían en persona.

Evitaron cruzar la mirada


para que ninguno cayese en la

2662
tentación de enseñar un
símbolo de flaqueza anímica,
ya el orgullo les impedía
retroceder ni un milímetro en
sus convicciones en relación
a escucharse mutuamente. El
traspaso el umbral del marco
de la puerta en dirección al
descanso de la escalera a un
ritmo más o menos normal, sin
efectuar un solo gesto que
diese muestras del afecto que
les unió en el pasado. Quizás
el destino había dictado una
sentencia salomónica en la
que el perjuicio se ensañaba
con ellos, pero
inexplicablemente todo se
transformó en un odio
enfermizo al que mantendrían
en primera fila. Fomentando
el desapego que aumentaba por
momentos, teniendo en cuenta

2663
las escasas posibilidades de
que apareciese un rayo de
esperanza.

Un fuerte portazo sirvió para


dar por finiquitado el
conflicto que dirimían
durante el intervalo que se
dirigieron aquellas graves
acusaciones que se vertieron
de manera arrojadiza, el
olvidado sería el mejor
aliado ante un hecho que les
marcaría en cierto modo en la
conciencia. Revelando en el
subconsciente la necesidad de
aislarlo con suma rapidez por
el bien de la salud mental de
los dos, el descontrol iba
preparando una visita de
cierta cortesía con la que
sembrar un número
indeterminado de dudas

2664
razonables. Así retrasaría la
llegada de la decepción que
sobrevolaba el lugar con
ingente contundencia,
acompañado de un profundo
desasosiego entre mezclado
con un regustillo a traición
a la amistad que les unió en
un principio.

Asimismo, Ignacio se
encontraba meditando sentado
en el sillón del salón de su
vivienda de alquiler, ojeaba
la prensa analizando las
páginas en las que se
resumían las noticias
económicas. Dado que elegiría
a unos cuantos inversores que
le blanqueasen los beneficios
que adquiriría en el envío de
los ataúdes, a parte de otros
a los que les respaldasen en

2665
futuras ampliaciones de
capital.

Diversificando los proyectos


que trataba de constituir en
el seno de la sociedad.
Conjuntamente añadiría un
grupo de empresas fantasma
para tapar posibles
contingencias en referencia a
contribuir en la Hacienda del
Estado y que le abocaría a
crear una contabilidad
equivalente a la que
anualmente presentaba en la
declaración de la renta.

Divisaba varios frentes en


los que convenía seguir en
alerta por lo que se jugaba
en la totalidad de ellos,
siendo un entramado en el
cual habría que instaurar un

2666
reglamento de régimen
interno. Así ejercería cierto
control en el comportamiento
de algunos de los indivisos
que conformaban las distintas
células esparcidas en
diversos puntos de la región,
siendo complicado establecer
una conexión real entre
ellas. Evidenciando una falta
de medios con el que hacer un
seguimiento de los
movimientos, en el traslado
de valores que les resultaba
importante de enmascarar
detrás de una ostentación
adornada con incuestionables
argumentos.

Dando una imagen de


legalidad que le ayudaba a
poner en práctica alguna
táctica que asegurase las

2667
misiones, teniendo en cuenta
que tendría que delegar en
terceras personas por el bien
de la distribución que
llevaba a cabo. Eso afectaría
a quienes se saliesen del
guion preestablecido al
cumplir rajatabla con las
ordenes que les comunicaría
con específico interés.
Ejecutando un rígido
adiestramiento en lo tocante
a proteger los componentes de
la formación delictiva,
también le rondaba en la
cabeza la eventualidad de
trasladarse a una aldea
vecina.

Pensó en mudarse cerca de un


antiguo horno de alfarería
que se hallaba abandonado a
uno veinte kilómetros a las

2668
afueras, iría para reconocer
sobre el terreno el estado en
el que se topaba dicha
edificación. Pudiendo sacarle
un rendimiento al incinerar
las cajas mortuorias
inservibles, apartando las
pistas que levantasen
sospechas ante la remota
contingencia de que alguien
metiera las napias en
negocios de mayor categoría.
Observaba que desde ese
enclave sabría de primera
mano la distribución de las
cargas cono de las descargas,
pudiendo instalar una caja
fuerte donde depositar las
sacas del dinero. No le
gustaría confiarle a nadie el
que custodiase los caudales,
ya que dudaba de que alguien
no tuviera la tentación de

2669
cobrar por adelantado.
Memorizaría la combinación
con el propósito de no
anotarla en ningún documento
sensible de traspapelarse,
teniendo en cuenta el riesgo
que correría sí que cayese en
el sitio equivocado.

Actualmente se centraría en
quitar pronto a Ernesto de la
circulación, esa obsesión le
impedía concretar nuevas
artes que implantar en los
diferentes asuntos que
trataba manejar con la misma
sangre fría, que demostraba a
la hora de exigir las
correspondientes
explicaciones tras algún
fracaso o error de
consecuencias irreparables.
Sintió un fuerte golpe en el

2670
cristal de la ventana del
salón, lo que le incito a
levantarse con la firme idea
de comprobar que todo seguía
en orden, camino con un ritmo
normal dadas las
circunstancias en las que se
produjo el hecho.

Queriendo conocer el tamaño


del objeto que impacto contra
el vidrio, quizás fuese una
maniobra de distracción para
que alguien calibrase si
reaccionaba con rapidez.
Intuía que ensayaban
diferentes métodos para
desestabilizarle y que
permitiese acercarse a
sicarios de otros clanes a
los que jamás rendiría
pleitesía.

2671
Aprecio que estaba forzado el
dispositivo de abertura de la
misma, siendo complicado que
volviese a instalar la pieza
depositada encima del
vierteaguas, ahí tuvo la
clave de que iban a por él
con todos los mecanismos que
estuvieran a su disposición.
Viendo que la traición se le
asomaba con fuerza por la
espalda, queriendo advertirle
de la inminente agresión de
la cual que sería objeto.
Temiendo que fuese participe
de un ajuste de cuentas
orquestado desde la cúpula
del crimen organizado,
Intentaba conservar la
templanza que le
caracterizaba en según qué
tipo de situaciones, pero la
incertidumbre le sembrada un

2672
poco de inquietud mezclada
con un sentimiento de
vulnerabilidad.

Echaba de menos el que le


rodeasen cientos de
colaboradores con los que
compartió miles de horas
sobre el terreno, pero eso
pertenecía a un pasado del
que hubo episodios que
prefería olvidar. En los que
probó algunos experimentos
sin lograr el resultado
apetecido, esperando que las
cosas virasen en la dirección
que mejor se adaptaba a sus
propias necesidades.

Una alerta sonora procedente


del móvil hizo que
retrocediese de nuevo a la
línea donde se ubicaba el

2673
sillón, puesto que al lado
estaba una mesita auxiliar
que portaba un revistero
adicional. Dudaba de le
comunicasen una confidencia
positiva con la que
confeccionar una nueva
ofensiva para contrarrestar,
las irrupciones de equipos
itinerantes a los que era
imposible detectar por la
rapidez de los movimientos
que usaban en el
desplazamiento tanto humano
como del material que
manipulaban con sumo cuidado.

Reparó que se trataba de todo


lo contrario a lo que había
pensado al principio, sino
que le lanzaban una amenaza
encubierta en la que le
invitaban a que se alejase de

2674
acciones en las que se
prescindió de su directa
colaboración. En el mensaje
se podía leer el siguiente
texto “estas a punto de
agotar nuestra paciencia, la
próxima intromisión te
costara una lápida en el
campo santo “. El nerviosismo
le creaba un leve tembleque
que se iba agudizando en los
brazos y en las piernas
desembocando en un bloqueo en
el dinamismo de los mismos.
Ese pequeño traspiés le
demandaba la búsqueda de
alternativas con las que
neutralizar los embates,
adoptando medidas de urgencia
que le permitiesen
sobrellevar esta situación
anómala.

2675
Desconocía el origen de
aquella afirmación en la que
se quería mostrar un tono de
autoridad en lo vinculado, a
que se cumplieran las reglas
que se contemplaban en el
código de régimen interno.
Emplazando a que se castigase
con dureza a quienes
solicitasen desvincularse sin
justificación del cese de las
obligaciones que adquirían el
día que ingresaban en
condición de confidentes,
teniendo tan solo designada
la tarea de escuchar
cualquier conversación en la
que se revelase algún detalle
fundamental en el pacto de
diversos proyectos. Ahí
sacarían el germen a esgrimir
durante encuentros venideros
en los que se discutirían las

2676
condiciones mejor se
adecuasen, aunque siempre se
contaban con las
discrepancias que surgían
desde los distintos escalones
de la jerarquía. Los cuales
ni si quiera empleaban un
gesto de complicidad ante los
subordinados de menor
categoría, ya que la
inflexibilidad se convertía
en algo innegociable en la
concesión de privilegios.

Quería ponerle cara al


emisario encargado en dejarle
el aviso sin que hubiese una
mísera huella con la que
identificarlo, por lo que le
sería imposible asociar con
los muchos de los infiltrados
en las diferentes redes
delictivas. Quizás tendría

2677
que asegurarse de a quien le
confiaba algunos de los
secretos, que se escondían en
distintas ubicaciones con la
única intención de que nadie
accediese a dichos
documentos. Si bien le venía
a la mente la imagen de un
hombre al cual siempre le
costó catalogar y que jamás
permitió que le marcasen
cercana, ya que defendía a
ultranza el principio de
independencia del resto. De
ahí nacieron un número
indeterminado de
discrepancias en referencia a
cumplir a rajatabla con las
ordenes que se le imponían,
ahora se querría ajustar
cuentas con aquellos que le
frenaron en sus aspiraciones.

2678
Estaba al corriente de las
diversas maquinaciones a las
que solía someter a la
totalidad de los que
desobedecían lo que les
designaba en cada trabajo, la
fidelidad la valoraba por
encima del resto de
cualidades que aportasen en
la consolidación de los
objetivos programados.

Observo que en el cristalino


se describía una pequeña
rasgadura que dejaba
traspasar una brizna de aire,
no hallaba una explicación
sensata ante aquel pequeño
contratiempo. Ya que
trastocaría en cierto modo
los procedimientos que a buen
seguro le harían reflexionar
acerca de la remota

2679
eventualidad, de tener que
contar con un pequeño grupo
de liberados que le servirían
desempeñando las funciones de
guardaespaldas. Con lo que le
cubrirían a la hora de
hacerse cargo de ahuyentar a
quienes les trataban de
quitar la vida, apreciaba que
una oleada de violencia iba
cercándole con un especial
manto de inquietud. Desatando
una evidente suspicacia
entorno a las ofensivas que
le arrojaban a diario, siendo
una de las cuestiones que
centrarían la seguridad de su
integridad, quedando muy
claro que un simple resbalón
resultaría fatídico. No
obstante, le empujaba a
reestructurar algunos de los
proyectos que manejaba con

2680
especial interés, le ayudaría
a instaurar un nuevo modelo
en el que insertar novedades
con las que eliminar
potenciales enemigos.

Pensó en que era justo el


instante para enviarle el
correo electrónico a Jaime en
el que incluir los datos
elementales, acerca de
Ernesto con un itinerario de
las actividades que
acostumbraba a desplegar como
rutina. Asimismo, le
detallaba los lugares que
frecuentaba una vez
abandonaba el edificio de los
juzgados, también le
adjuntaba una agenda con las
duraciones de cada una de sus
ocupaciones. Así le
simplificaría el diseño de un

2681
operativo al que evitarle que
le surgieran fallos de última
hora, probando hasta el menor
fragmento de esa composición.
Confiaba en que había
escogido al mejor de los
hombres que realizase aquel
tipo de trabajo, por lo que
disfrutaba de cierta
tranquilidad interior a la
vez que le invitaba a ver
colmado el deseo de sacar del
medio a unos de los
adversarios. Le inspiraba una
complicidad que ningún otro
subordinado hasta la fecha,
por lo que seguiría
facilitándole nuevas labores
en un futuro no muy lejano.

También Joaquín vivía una


realidad en lo referente a
ser rondado por un individuo

2682
al que tampoco le ponía
rostro, pero si conocía las
instrucciones que le
comunicaron. Con la única
premisa de conocer la rutina
que desenvolvía a diario,
aumentando el riesgo a
cometer un tropezón, poniendo
en peligro las operaciones en
las que participaba.
Estimando que la clave pasaba
por mantener la calma ante
los imprevistos, sabiendo que
un movimiento en falso le
derivaría en auto
sentenciarse a una muerte
segura.

Reflexionaba sobre la
inminente compra de un arma
de fuego con la que
salvaguardarse de los que le
lanzaban veladas amenazas en

2683
el contexto de las
transacciones económicas en
las que trasladaba grandes
cantidades de capital, que
destinaría para asociarse con
Ignacio en la constitución de
la sociedad de evasión
monetaria. Así se desharía de
bolsas de billetes de curso
legal que almacenaba en el
local donde antiguamente hubo
instalada una churrería de
barrio.

Sopesaba entre adquirir una


escopeta de doble cañón
recortado de largo alcance, a
la que acoplar un dispositivo
con el que accionar un
sistema de repetición, en
previsión a verse cercado
durante la huida de los
muchos lugares que

2684
frecuentaba con el resto de
los hombres del equipo. Ahí
empezaría a diseñar una
maniobra con la que espantar
a potenciales adversarios,
que se asomarían con suma
violencia física, conllevando
daños colaterales a los que
debía observar con
detenimiento.

La evolución de los hechos


que irían avanzando en la
dirección que mejor se
amoldaba a los intereses que
le darían una cierta
tranquilidad, proyectando un
abanico de elecciones en las
que escoger una que le diese
la oportunidad de liberarse
del lastre que le suponía
estar pendiente de algo que
no terminaba de comprender,

2685
ya que ocuparía un discreto
segundo plano en la toma de
las decisiones que
indirectamente le incumbían.
Queriendo acabar cuanto antes
con aquel silencio que le
inducía a especular sobre un
hipotético ataque por
sorpresa, esa psicosis le
recorría a gran velocidad de
un lado al otro del cerebro.

El desasosiego le hacía
examinar con detenimiento
todo lo que le rodeaba,
aparte de ir perfilando un
plan con el que salvaguardar
su integridad física, ya que
se había convertido en un
blanco fácil al que disparar
con suma certeza. Lo peor le
vendría unos segundos después
de sacar esa conclusión, dado

2686
que de lejos tuvo la
oportunidad de observar la
palma de una mano en la cual
aparecía dibujado un símbolo
que se le hacía familiar.

Describía una cruz al estilo


de la que utilizaban los
Cataros para adornar sus
estandartes, así les
estampaban una seña con la
que identificarlos a diario.
Tampoco se contemplaba una
desvinculación salvo que
muriesen en medio de alguna
de las refriegas resultantes
del fracaso de un encargo, el
miedo a que le viniesen
nuevamente a proponer que
regresase para comandar un
grupo de no fichados al
servicio de gobiernos
plagados de corruptos o

2687
señores de la guerra a los
que obedecería con tal de
conservar la vida. Estando
alerta de los cambios que se
llevarían a cabo por parte de
terceros con los que estaba
en deuda por hechos del
pasado, teniendo que rendir
cuentas de los métodos
empleados en la obtención de
beneficios.

Leyó entre líneas el


significado de aquel gesto
que emergió tras las cortinas
del apartamento donde se
hospedaba de forma
circunstancial, pero ante ese
imprevisto buscaría una
alternativa para seguir
preservando el anonimato. Si
bien mitigaría algunos
riesgos que le afectaban a la

2688
intimidad, viendo como
cualquiera podía violar el
espacio en el que habitaba
por seguridad. Abordaría con
entereza ese tema de vital
importancia a la hora de
recobrar la tranquilidad
dilapidada por causas ajenas
a su voluntad y que
solucionaría por la vía
rápida.

Le unía una estrecha relación


personal con el sicario que
le habían enviado como
mensajero, tratándose de
Sebastián Huerta Ramos que
habitó como marido de su
prima. Lo que les unía un
parentesco en segundo grado,
así que las rencillas seguían
siendo el centro de atención
durante los siguientes

2689
encuentros en plena calle.
Eso avivo las diferencias que
les separaban definitivamente
por la forma de entender la
relación que ambos
conllevaron durante el tiempo
dentro de la estirpe, estando
al corriente de las andaduras
paralelas que les fueron
asignadas por los patriarcas.
Jamás se les comunicaría que
por capricho del destino
hicieron servicios comunes,
llegando a ignorar que
recaudaban el impuesto
revolucionario en las mismas
condiciones, no obstante,
evitaban hablar de nada que
les pudiese conducir a
colaborar en ningún negocio.

Enseguida salió a escena el


eventual visitante que se

2690
hallaba escondido tras el
visillo del salón, tardaron
unos segundos en que se
cruzasen las miradas de ambos
con un toque de frialdad
entre mezclado, con el odio
que se procesaban por motivos
que pertenecían al tiempo en
que supieron la existencia el
uno del otro. En absoluto se
contemplaba una hipotética
reconciliación en el que
zanjar las desavenencias que
les alejaban de lo que
importaba preservar con sumo
cuidado, ya que ahora volvían
a coincidir en una situación
un tanto incomoda. Quedando
patente la gran rivalidad que
les abocaba a un fatídico
desenlace, a parte de las
cuentas pendientes de saldar
como caballeros que se

2691
precien. Nada sería igual a
partir de aquel encuentro en
todo lo alto, la rigidez
crecía don el paso de los
minutos a la vez que se le
unía el nerviosismo en
general.

Un simple chasquido de los


dedos de la mano derecha
sirvió de señal para romper
la hostilidad reinante, dado
que cualquiera de los dos
iría directo al grano para
evitar tener que emplear más
tiempo del que en un
principio disponían. De fondo
se escuchaba el sonido de un
antiguo reloj de péndulo
colgado en una de las paredes
de la entrada del piso,
siendo un testigo mudo de lo
que allí se discutiría

2692
durante los próximos minutos.
Mantenían un férreo control
de los movimientos del
contrario que les había
tocado en suerte, se les
presentaba la ocasión de
terminar con la deuda que
arrastraban desde el mismo
día que se juraron vengarse.

{Joaquín}

¿Puedo saber que has venido a


buscar a mi casa?

{Sebastián}

¡¡¡ Buenas noches Joaquín!!! No


perdamos la buena educación que
nos inculcaron en los colegios en
los que cursamos nuestros
estudios.

2693
{Joaquín}

Creo que entre nosotros nos


podemos ahorrar los formalismos,
ya que la cortesía es una de las
cualidades que menos he cultivado
en los últimos años.

{Sebastián}

¿Me puedes ofrecer algo de beber?

{Joaquín}

La verdad es que no suelo recibir


a nadie y lo único que te puedo
ofrecer es un refresco sin gas,
porque tampoco me gusta la ingesta
de alcohol.

2694
{Sebastián}

Ahora entiendo el que seamos unos


auténticos desconocidos, a pesar
de haber compartido un lejano
parentesco.

{Joaquín}

¿Podrías ir al grano?

{Sebastián}

Lo cierto es que intuyo que por


mucho que me esfuerce no sacaras a
relucir ni una pizca cortesía, en
fin, he venido a decirte que en la
cúpula están esperando a que
regularices los pagos que les
adeudas.

2695
{Joaquín}

Nunca pensé que terminarías siendo


un simple cobrador a domicilio,
creí que con las buenas
referencias con las que contabas
llegarías a ocupar un puesto de
mayor relevancia.

{Sebastián}

Te puedes guardar el sarcasmo para


mejor ocasión, dado que alguien
tarde o temprano vendrá a ejecutar
el encargo del “Señor X “.

{Joaquín}

Llevo tres años escuchando ese


tipo de amenazas enfundadas, con
2696
la intención de amedrentarme al
sembrar la discordia a mí
alrededor.

{Sebastián}

¿Te lo estas tomando a la ligera?

{Joaquín}

Es que te repito que ya han


mandado a otros nueve antes de
encargártelo a ti, así que
tómatelo como una tarea a cumplir
a largo plazo.

{Sebastián}

Bueno, yo ya te he advertido de lo
que han decidido en la última

2697
reunión de la cúpula, ahora
tendrás que abandonar la ciudad.

{Joaquín}

Creo que deberías mirar por tus


propios intereses, será mejor que
demos por terminada esta absurda
conversación que no conduce a nada
de provecho.

{Sebastián}

Veo que desafías que vas a


incumplir las órdenes que se
dictaron la pasada noche, pocos se
atreverían a llegar tan lejos.

{Joaquín}

Dicen que siempre hay una primera

2698
vez en esta vida, así que lo dicho
doy por concluida esta charla, que
tengas una buena jornada.

{Sebastián}

Por supuesto que seguiremos en


contacto.

Simultáneamente Silvia
maquinaba multitud de
iniciativas con las que
castigar a Roberto por el
trato que le dispenso en el
último encuentro, la rabia
iba evidenciando que el
rencor se le uniría al dar un
toque de intimidación a los
que sentía en ese preciso
instante. Puesto que se
ensañaría lo que le hiciese
falta con tal de calamar la

2699
sed de venganza que le
recorría todos los rincones
de la anatomía, ya que aquel
desagravio le incitaba a
seguir manejando un abanico
de humillaciones con las que
darle un escarmiento en toda
regla.

Contaba con la inestimable


colaboración de algunos ex
militares que ocuparon los
puestos de carcelarios en los
disciplinarios del ejército,
estaban bien adiestrados en
la ejecución de severas
torturas de corte tanto
físico como psicológico. Le
aportarían los efectos
apetecidos en este prototipo
de escenarios en los que
encontraba una especie de paz
interior, dado que en algunas

2700
ocasiones se rozaba el límite
de lo inhumano al introducir
métodos empleados en
conflictos bélicos.
Posiblemente exhibiera una
imagen poco usual en ella o
por lo menos era lo que
enseñaba en actos públicos,
disimulando la forma de
tratar ciertos asuntos en los
que se pudiera ver implicada.

Del mismo modo que tampoco


perdía de vista los
movimientos de Ernesto, ya
que actualmente se le
amontonaban un número
indefinido de puntos por
resolver en ese sentido. Por
lo que desplegaba una
especial vigilancia sobre
aquellos aspectos en los que
divisaba que se cernían unas

2701
aparentes sombras, lo que le
invitaba a seguir tejiendo
una trama con la que enredar
a todos los que se dignaban
en poner en tela de juicio.

Por lo que destilaba una


dosis extra de ira hacia los
que le discutían las ordenes
que les suministrara,
entrando en un peligro juego
en el que se terminaba
recurriendo a un sinfín de
recursos poco o nada
ortodoxos. Sin embargo, nadie
se atrevía a exponer
alternativas con las que
modificar su propio criterio,
adoptando una actitud de
tientes narcisistas en la que
se apoyaba con suma
frecuencia. Buscando una
astucia con la que esconder

2702
las evidentes carencias
afectivas que arrastraba del
pasado y que le estaba dando
una especie de castigo moral,
por la cantidad de cadáveres
que fue dejando en ese
recorrido al que trataba de
aislar con cierta urgencia.

Quizás un examen de
conciencia le llevase a
comprobar el grado en el que
se hallaba psicológicamente,
temiendo enterrarse en una
sórdida espiral de auto
destrucción que le
conllevaría verse abocada. A
la pérdida constante del
contacto con la realidad que
le rodeaba, dado que comenzó
a sentir una obsesión
sustentada por la urgencia de
que se fuesen cumpliendo los

2703
plazos que había establecido.

Del mismo modo que Yolanda le


empezaba a surgir el
sentimiento de la maternidad,
pero la diferencia era que
ella de momento no tenía
concretado un candidato al
que poder adjudicarle el
título del padre de sus
hijos, ya que todavía
continuaba barajando un
notable número de posibles
aspirantes a ocupar ese
puesto de honor. Ninguno
reunía al completo las
cualidades que se planteó
desde un principio, lo que le
inducía a seguir
seleccionando hombres que se
acercasen al arquetipo
deseado. Desechando aquellos
que ni tuviesen un solo

2704
atributo de los que le
apetecía que se reflejasen en
el físico de su vástago,
sirviendo para que se
perpetuasen los genes de la
familia.

Pagando el precio de que se


inutilizaría el apellido de
la estirpe a la que
pertenecía, ese pequeño
detalle le hacía frenarse a
la hora de lanzarse a
conquistar a cualquiera de
los miles de hombres que
transitaban por las calles.
Suspiraba por un varón de
postinee al que unir una
profesión acorde con la
escala social en la que se
movía habitualmente, dentro
de del ámbito laboral donde
intercambiaba infinidad de

2705
invitaciones con miembros del
sexo opuesto. Pocos
alcanzaban a dar la talla en
la mayoría de sus peticiones
al plasmar cada uno de los
caprichos que se le
ocurriesen sobre la marcha,
le seducía la idea de
manipular con destreza a
cualquier tipo que se le
cruzase en el camino. El
sufrimiento ajeno le ayudase
a eliminar la ansiedad que se
le iba acumulando con el paso
de los minutos, ya que
guardaba muchos sinsabores a
los que debía dar carpetazo
antes de iniciar un nuevo
proyecto afectivo.

Suponiendo un reto al que


enfrentarse con total
impunidad por las críticas

2706
que le solían aflorar por
parte de algunos detractores,
que reparaban
desproporcionados los métodos
a recurrir con cierta
frecuencia. Pensó que era el
momento ideal para citarse
con el que le sacaría de
aquel estado de frustración,
temía que objetase algo de lo
que compartieron en el pasado
dentro de la amistad que
supuestamente les unía.

Ojeo de nuevo el reloj dorado


que le adornaba la muñeca de
la mano izquierda, además le
traía un mar de recuerdos a
los que pretendía esquivar
por el bien de su salud
mental. Esperaba que se
diluyeran en el tiempo por
las dificultades que le

2707
contraerían una abundancia de
contradicciones en la forma
de tratar esa circunstancia
tan embarazosa, en la cual
percibía una perdida
emocional que jamás
recuperaría en el mismo punto
en el que se hallaba justo en
ese momento. La memoria se
mostraba insobornable a los
chantajes delirantes que se
le iban agolpando en el
cerebro, elevando el
descontrol interno que le
desembocaría en una inminente
depresión por la falta de
empaque ante las dificultades
que le imponía el destino.

El dolor que le produjo la


separación de uno de los
soportes a los que se
aproximaba cuando las cosas

2708
se le torcían hacía el lado
contrario, lo que le permitía
amortiguar los golpes morales
que le propinaban los
adversarios que aparecían en
el horizonte. Creía
fundamental el estabilizar la
autoestima por encima del
resto de carencias que se le
reflejaban en el cuerpo,
además de servirle de
aliciente a la hora de
recobrar la coherencia
perdida durante el último
envite con Roberto.

Ahí descargo la furia


almacenada en las
extremidades tanto superiores
como inferiores, lo que
condicionaba el movimiento de
las mismas con total
normalidad. Viendo que los

2709
daños colaterales le dejaron
una huella profunda de asumir
por la impotencia que se le
despertaba, al saber que no
variaría el guion que portaba
en el fondo del alma, ya que
eso ralentizaba el ritmo de
los acontecimientos que le
tocaban de cerca. Estando
inmersa en un dilema de
grandes dimensiones por la
incomodidad de ocuparse de
tantas responsabilidades que
le conllevaba, el encargarse
de personalmente de
supervisar el trabajo de
Isabela. Dudando que le
pudiese demostrar la eficacia
que le comento vía
telefónica, sin embargo,
recelaba de que efectuase a
la perfección ese cometido
que le indico con especial

2710
atención.

El simple pensamiento de que


algo tuviese algún tipo de
modificación de última hora,
acrecentaba la imagen de que
podría haberse equivocado al
elegirla a la ligera.
Posiblemente la precipitación
le condujo a decidir a la
primera opción que le
apareció, teniendo en cuenta
la rabia que caracterizaba
cada encuentro que debía
compartir con Ernesto. A
parte del odio que mutuamente
se prodigaban en cualquier
evento en el que coincidían,
usando la frialdad como
herramienta con la que
aumentar el sufrimiento del
otro.

2711
Justo frente a su mirada
encima de una estantería
estaba posado una porta fotos
en el que se apreciaba una
instantánea, en que se le
expresaba feliz en aquella
época que vivió con el que
fue uno de los hombres más
importante de su vida. Era
quien le proporciono el
puesto que ocupaba en el
despacho de abogados donde
ejercía a diario, pero
tampoco le permitía que le
relacionasen como algo más
que un favor que le cobraría
a largo plazo, jamás debía de
revelar el seudónimo de quien
le protegía en la sombra.
Deseaba no tener que recurrir
a la ayuda que le
proporcionaría si estuviera
en una situación de peligro,

2712
dado que tendría que
continuar escondiendo un
secreto al que estaba ligado
un asunto delicado. Un
descuido le llevaría
directamente a ocupar una
celda en el centro
penitenciario provincial, al
descubrirse las actividades
paralelas en las que se
mezclaba durante el tiempo de
ocio.

Notaba el olor en cada rincón


de la vivienda que
compartieron durante la
historia que les unió de
forma esporádica a la vez que
intensa en la intimidad que
disfruto al lado del “señor X
“. Asimismo, de los
privilegios que le ofrecía a
la hora de darle carta blanca

2713
en la compra de complementos
con los que decorar el nidito
de amor, ya que el derroche
unido al buen gusto le
permitieron adquirir el
mobiliario que le ofreciese
las mayores comodidades.
Empezó a vibrarle el teléfono
justo en la palma de la mano
derecha, miro de refilón la
pantalla del mismo a modo de
comprobar si era una llamada
o un simple mensaje de texto.
Pues en este caso era lo
segundo lo que debía de
atender con urgencia, ya que
le interesaba conocer la
identidad de quien demandaba
su esmero.

Se fijó de que se trataba de


ese mismo hombre que le
inspiraba un amor que sería

2714
complicado de ver colmado al
cien por cien, ya que ni uno
y otro se hallaban lejos de
poder volver a reencontrarse
en un sitio público. Ahí
empezarían un mar de
problemas a los que con
seguridad le tocaría
enfrentarse en soledad,
siendo una de las bazas que
menos le interesaba abordar
en el estado de ánimo que
disfrutaba en aquel instante.

La aprensión se iba haciendo


un hueco adhiriéndose a la
incertidumbre que le recorría
por todo el cuerpo,
acompañada de la
susceptibilidad que se le
despertaba al darse cuenta de
que nadie le guardaría las
espaldas. Entrando en una

2715
disyuntiva de la cual debía
aprender a conservar su
intimidad, buscaría la forma
de seguir adelante con
extrema cautela de no caer en
las manos de algún pistolero
a sueldo. Ese riesgo le
conduciría a seguir los pasos
de quienes le acechaban desde
la sombra, queriendo observar
la vulnerabilidad que le
rodeaba con especial atención
a los movimientos que
realizase a diario.

Decidió abrir el mensaje que


parpadeaba en el terminal
desde hacía un rato,
intentando despejar la
incógnita que se le
presentaba a través de
aquella misiva. Ahora
comprendería hasta que nivel

2716
le afectaba el que se
alejasen los que en su día le
apoyaron incondicionalmente
en la obtención de alianzas,
que se fueron desvaneciendo
por la intercesión de
terceros que le colocaron
ciertos obstáculos durante el
impulso que le abriría una
infinidad de puertas. Por lo
que llego a sufrir un
descenso en la popularidad
que gozaba dentro de los
círculos de poder, viendo
como menguaba en las tomas de
las decisiones de vital
trascendencia a la hora
imponer un modelo de
financiación, así le
resultaba imposible que le
diesen la oportunidad de
establecer una estructura
propia. Vio que se trataba de

2717
un recado con una carga extra
de emotividad desequilibrando
la escasa templanza que
conservaba ante la evolución
de los acontecimientos, le
provocaba una especie de
rivalidad con el resto de
colegas de profesión.

Ahí le comunicaba algo que en


verdad le cambiaría la forma
de encauzar los proyectos que
le encargasen de cara al
futuro, puesto que esa sería
una presión añadida por la
falta de un colchón en el que
amortiguar los golpes que le
enviaban indirectamente.
Reflejaba un duro revés para
ella condicionando la base a
implantar, diciéndole
textualmente “No sigas
intentando que mis hombres te

2718
cubran, a partir de ahora te
quedas sola “. Parecía que el
punto de inflexión le valdría
para deducir de una vez por
todas las intenciones, de
quien le estaba dejando en la
estacada literalmente
hablando. El dolor se le
incrusto con suma crudeza en
el corazón, al conocer que
cualquiera podría cobrarse
las muchas cuentas pendientes
en su haber y que se antojaba
un momento crucial en que ir
saldándolas con prontitud.

Un fuerte impacto incrusto de


un dardo dejo colgado un
sobre en la superficie en la
puerta de entrada a la
vivienda, eso le obligada a
evaluar en qué situación se
hallaba el trato con el

2719
“Señor X”, ya que empezaba a
notar que las cosas se
dirigían al lado contario de
lo que estaba acostumbrada.
También de los privilegios
que aportaron sustanciosas
retribuciones económicas. Con
las que financiaba grupos de
paramilitares reclutados en
los países de la Europa del
Este, además de equiparlos
con los últimos adelantos
tecnológicos del mercado.
Tanteaba la opción de
alejarse una temporada de la
ciudad hasta que se
tranquilizasen los asuntos de
ferviente actualidad, aunque
eso le obligaría a trastocar
acuerdos con terceros por el
desafío que se le presentaba.
Al jugarse buena parte del
crédito que gozaba gracias a

2720
la amistad que le unía con la
gente influyente de la
ciudad.

De repente comenzó a sonar


con insistencia el teléfono
del fax, hurgando en la
curiosidad que se le había
despertado tras los pequeños
sustos que se llevó en un
intervalo tan corto.
Enseguida escucho como se
empezaba a imprimir un papel
con bastante aceleración en
dicho proceso. Además de
comprobar la rapidez con la
que se escribían las palabras
que componían el mensaje que
le remitían desde alguna
oficina en el extrarradio,
era una de las técnicas que
más se utilizaban para
despistar la constante

2721
vigilancia de las fuerzas del
orden público. Se dispuso a
leer lo que se rellenó a gran
velocidad en el folio en
blanco, comenzó a ojear lo
que estaba escrito en aquel
pliego que no le resultaba
favorable a las expectativas
que se hizo en un principio,
con un escueto “Estas fuera
de los negocios de la
organización, si te resistes
a acatar mis órdenes lo
pagaras con la muerte “.

La rabia le arrastró a
romperlo en mil pedazos que
se fueron esparciendo por el
suelo entre mezclándose con
las lágrimas, que le brotaban
de los ojos al comprobar lo
poco que valía su vida ante
los que un día fueron

2722
fundamentales, ya que le
costaría asumir la traición
que le propinaron desde la
sombra. Aunque se redimiría
pronto con la inestimable
ayuda de los que confiaban en
su palabra, teniendo en
cuenta lo afable que se
expresaba en los momentos
complicados que a veces le
obligaba a modificar la
personalidad. Quizás le
convenía dar un giro a la
mayoría de los asuntos que
manejaba con una mínima
coherencia ante una
manifiesta adversidad,
examinaba con detenimiento a
los que conservaría de ese
grupo de privilegiados.

Se desplazó hasta una


distancia prudencial para

2723
poder evaluar los daños que
produjo el pico del dardo
suspendido en la madera de la
parte frontal de la misma,
siendo un dilema el acercarse
con rapidez al destino
marcado, al cual evitaba
darle más importancia de lo
normal en estos casos.
Esperaba que se iniciase una
racha de buena suerte con la
que mitigar las malas
vibraciones que le producía
ese tipo de ataques por la
espalda, pero el deseo de
recuperar la tranquilidad le
seria concedido a través de
aquella especie de carta.
Tiro con fuerza de la
portezuela con la intención
de romper con la
incertidumbre que se iba
adueñando de la situación,

2724
llegando a crearle una
pequeña crisis de ansiedad
desencadenando un conflicto
interno en el que el
desequilibrio emocional
pasaría a ocupar cierto
protagonismo.

Descolgó el pliego que venía


dentro de aquel sobre en
blanco y que le daría la
oportunidad de ver en qué
dirección transcurrirían los
acontecimientos. Ahora sabría
el terreno que pisaba desde
el día que empezó a caer su
popularidad en los círculos
en los que ejercía un poder
en algunas ocasiones, pero
eso pertenecía a los
recuerdos que intentaba
enviar al cajón del olvido.
Empezó a examinar

2725
minuciosamente lo que allí se
redactaba acerca de algunos
hechos en los que se vio
involucrado de forma
circunstancial, por lo que le
acarrearían un sinfín de
dudas existenciales a las que
debía enfrentarse con las
ideas muy claras. Desterrando
los fantasmas que le inducían
a observar que la soledad
tomaba las riendas de todo lo
que le rodeaba en ese
instante.

El contenido le serviría como


parte de la terapia con la
que recuperar un poco de la
autoestima que había perdido,
puesto que el bajón que le
supuso el conocer que se
hallaba en la lista negra de
la cual era una de las

2726
precursoras de la misma. Le
señalaba los pasos a seguir
ante un inminente encuentro
en las cercanías de su
domicilio actual, ahorrándose
el tener que realizar un
largo desplazamiento por las
calles de la ciudad. En el
texto descubriría las claves
con las que afianzar la
complicidad entre ambos, le
informaba de lo consiguiente
“Te espero dentro de una hora
en el restaurante de la
esquina de Alfonso XI, con la
avenida de los Olivos en el
número ciento setenta y ocho,
allí pregunta por el hombre
del sombrero de ala ancha,
Jacinto “.

Acelero el paso en dirección


a la habitación donde tenía

2727
que recoger el bolso de mano,
además de las llaves con las
que accionar el cierre de
seguridad, en el trayecto fue
refrescando la memoria con la
intención de ponerle pronto
rostro. Puesto que evitaba
que las sorpresas le tomasen
la delantera, dándole
innumerables quebraderos de
cabeza con los que se
agravaría su delicado estado
de salud. Se fijó que en el
ángulo inferior del pliego
estaba dibujado una especie
de símbolo que le costaba
descifrar, porque tena
encriptado un código en el
que seguramente se ocultase
información referida a un
grupo independiente de
reciente creación y del cual
desconocía la estructura que

2728
utilizaban para asentar la
guerrilla urbana.

Ahora centraba la atención en


acudir a la cita que le
sugirieron mediante aquel
método tan rudimentario,
aunque no se le podía
criticar la efectividad en el
manejo de los recursos de los
que disponía. Llegando a ser
indetectables por el resto de
individuos que intentaban
eliminarla de la circulación,
desechaba cualquier
negatividad que le
entorpeciese en el desarrollo
de los hechos que se iban
sucediendo a una velocidad
endiablada. No tardo en salir
con un ritmo en dirección a
la entrada del ascensor del
edificio, queriendo que los

2729
sobresaltos se alejasen del
entorno por el que
transitaba.

Por fin Ignacio comenzaba a


impulsar la distribución de
las plataformas que usaría en
la inserción de elementos que
le valieran de conexión entre
las diferentes jerarquías que
implantaría a modo de cúpula
donde se debatirían los temas
de mayor relevancia, así
trazaría una delgada línea
roja con la que asegurarse
una tranquilidad. Contaba con
el apoyo de unos de los más
afamados prestamistas de los
suburbios de la urbe, quien
velaba por que apareciesen
nuevos accionistas con deseos
de exportar capitales al
extranjero, ese objetivo le

2730
inducía a concretar
prioridades con las que
avanzar con precisión a la
par de usar la cautela.

Comprendió que las


casualidades no existían por
muy raro que le pareciese a
simple vista y que ahora
emprendía una singladura en
la que iría incorporando
mecanismos que le resaltasen
aquellos talantes que mejor
se adaptasen a las
parquedades del ciclo en el
que habitase, tomaría
conciencia del problema que
le acarrearía el salirse un
ápice de la idea con la que
diseño la parte principal de
la sociedad cooperativa. Daba
por descontado que Abelardo
se quedaría al margen de las

2731
operaciones, ese respaldo
indirecto le encajaba a la
perfección a la hora de
ocultar los planes más
inmediatos.

Pero en este instante pactaba


con Jerónimo la creación de
un fondo de inversiones
ficticio, con el que amparar
el patrimonio real que
manejaba con total libertad
de movimientos, separando los
beneficios en varias partes
sin que se mezclasen los
dividendos obtenidos en las
mismas. Ocultando lo que
superase las estimaciones que
barajo en la reunión que
llevo a cabo de manera extra
oficial, allí logro que le
adelantase el efectivo con el
que subvencionar los grupos

2732
de trabajo que se encargarían
de la logística. Vigilando
que los envíos se efectuasen
sin ningún tipo de error en
las entregas de la mercancía,
cuidando las medidas que se
manipulasen en el traslado de
los ataúdes.

{Jerónimo}

¿Te arreglarías con unos setenta y


cinco hombres?

{Ignacio}

Es un buen número con el que ir


ubicando al personal que mejor
este cualificado, aunque primero
me gustaría entrevistarme con
ellos.

2733
{Jerónimo}

Por eso no te preocupes que sean


fáciles de localizar, suelen estar
a menudo en la entrada de los
varaderos del muelle sur.

{Ignacio}

¿Están fichados por la policía?

{Jerónimo}

La mayoría tienen delitos menores


sin violencia, algunos chantajes,
sobornos y atracaos a joyerías de
los barrios de postín.

{Ignacio}

2734
Tranquilo lo podremos solucionar
con sobresueldos a los agentes de
aduanas, para que no inspeccionen
los contenedores en la terminal de
carga.

{Jerónimo}

¿De cuánto presupuesto disponemos?

{Ignacio}

Mis socios me han entregado un


maletín con unos treinta y cinco
mil euros para los primeros gastos
corrientes, el resto me lo irán
ingresando en cuenta fantasma a la
cual solo se puede acceder vía
Internet.

2735
{Jerónimo}

Me parece una medida a tener


cuenta para futuros encargos en
las diferentes actividades en las
que nos vayamos embarcando.

{Ignacio}

Tenemos que buscar una fábrica de


muebles que este en problemas de
liquidez y que la reflotaremos
mediante una gestión fraudulenta.

{Jerónimo}

¿Ya has mirado alguna en concreto?

{Ignacio}

2736
Si, tengo varias varías propuestas
encima de la mesa para invertir en
ellas de forma encubierta, así
legalizo parte del capital que
obtengamos en el traslado de las
valijas de dinero.

{Jerónimo}

También habría que sopesar la


opción de hacernos con un
quirófano, en el que podamos
preparar los cadáveres una vez
hayan salido del instituto
anatómico forense.

{Ignacio}

¿No tenías un primo que trabajaba


en una clínica de cirugía interna?

2737
{Jerónimo}

Si, el que prestaba servicio en


la unidad de urgencias en el
sanatorio del oeste de la
metrópoli, además creo que el
gerente es bastante accesible,
con una suculenta cantidad
podríamos controlar al equipo
médico.

{Ignacio}

Solo nos faltaría con algún


empleado del registro en donde
cursar los permisos de salida de
los contenedores por vía área,
ya que ahora mismo es uno de los
detalles que centran mi atención.

2738
{Jerónimo}

¿Y cuál es el aeropuerto que has


elegido?

{Ignacio}

Un pequeño aeródromo comercial en


la demarcación de Euterio de Reí
dentro de la provincia de Lugo,
contaremos con una discreta torre
de control y una pista de
aterrizaje con las dimensiones
adecuadas para aviones de media
carga.

{Jerónimo}

¿De dónde piensas sacar los


pilotos?

2739
{Ignacio}

Tengo varios ex pilotos del


ejército del aire que en su día
fueron expedientados por
indisciplina militar, a los que
les vendrían bien unos ingresos
extra por hacer un par de vuelos a
la semana.

{Jerónimo}

Es la forma que nos proporcionaría


mejor rentabilidad, además de
apropiado como experimento ante
futuras líneas de actuación.

2740
{Ignacio}

¿Cuándo nos podíamos ver para


ultimar detalles de vital
importancia?

{Jerónimo}

Todos los mediodías suelo


frecuentar una casa de comidas en
el casco antiguo, así que mañana
podíamos compartir mesa y mantel a
eso de las dos.

{Ignacio}

Cuál es el nombre del

2741
establecimiento y la dirección?

{Jerónimo}

Casa Rogelio cuadra justo al lado


del Convento de las Bárbaras
Descalzas, al otro lado de la
plaza de Santo Domingo el
Victorioso.

{Ignacio}

Perfecto, sobre esa hora estaré en


la puerta, me reconocerás porque
llevare un gabán negro con botones
dorados, que tengas una buena
noche.

2742
{Jerónimo}

Nos veremos allí, que tú también


tengas un buen descanso.

Una vez finalizo la


conversación Ignacio observo
que se le iban abriendo
grandes posibilidades de
hacer realidad el sueño de
manejar a un colectivo de
auténticos delincuentes
bregados en mil fechorías, a
los que daría las pertinentes
instrucciones con las que
expandir alargada huella del
delito. Solo le quedaban por
retocar unos flecos que le
estaban creando unos pequeños
problemas de coordinación,

2743
que despejaría en unos pocos
días si es que los asuntos
rodaban como tenía previsto
en un principio. Le vino a la
mente el pensamiento de
ordenar todo lo que concernía
a la constitución de un
núcleo duro en el que se
enrolasen los sicarios que
pertenecieron a conjuntos de
paramilitares y que relataban
las peripecias vividas al
margen del sistema.

Por su parte Jerónimo


continuaba moviendo los hilos
desde la sombra, poniendo los
cimientos del próximo
departamento económico en el
cual se distribuirían grandes
sumas de billetes de curso
legal. Además de gestionar
las cuentas que surgiesen en

2744
el ámbito financiero, ahí
tendría que supervisar las
partidas presupuestarías que
le llegasen a modo de
transacciones pecuniarias.
Buscaría el respaldo de
patrocinadores foráneos.
Obteniendo mayor cobertura a
la hora de planificar el
desembolso de efectivo en los
diferentes pagos por los
servicios prestados, entrando
en una escala superior a la
que se topaban en aquel
instante. Teniendo que
confiar en los inversores que
llegarían procedentes de los
lugares más dispares, ese era
el riesgo que asumirían al
superar las fronteras del
territorio nacional. Sabiendo
que los acuerdos se harían un
tanto complicados de cumplir

2745
por los distintos modos de
manejar la situación, ya que
ninguno querría quedarse con
la parte de menor tamaño del
pastel a repartir.

Lo que, si se aseguraría el
un porcentaje que les
permitiera continuar
maniobrando con total
impunidad, tanto en las
compras como las ventas de
participaciones en forma de
pagarés de régimen interno.
Evitando que cualquiera
pudiese filtrar ni un solo
dato confidencial que les
acarrease una investigación
por parte de la brigada de
los delitos mercantiles,
puesto que pondrían en serio
peligro a muchos de los
mecenas que depositaban

2746
suculentas cantidades de
dinero.

En algunas de las consignas


donde se guardaban de manera
provisional, ocultando una
agenda en la que se describía
una lista interminable de
nombres a los que señalo como
soplones que utilizaban la
traición para escalar puestos
en la estructura en la que se
enrolaban, con tal de poder
adoptar un lugar respetable
que les condujese a lograr
que les diesen funciones de
rango. Aunque la mayoría
llevaban una contabilidad
paralela a lo que recaudaban
a los empresarios de los
diferentes sectores
productivos, llegando al
extremo de iniciar una

2747
carrera en solitario sin el
amparo de los que fueron los
promotores de su entrada en
la logia.

Observo que los beneficios de


esta nueva aventura
empresarial superarían con
creces los de trabajos
anteriores, por lo que
repasaría los historiales de
las nuevas incorporaciones a
las que daría cumplidas
instrucciones, acerca del
funcionamiento del reglamento
central de la misma. Hallo un
pasaporte bastante
deteriorado por el paso del
tiempo, le ayudaba a recordar
los años en los que se
dedicaba a recabar
información sobre las
acciones que realizarían para

2748
ocultar el proyecto del envío
de armas a las milicias de
los países de Oriente Medio.
Al final tuvieron que retirar
el segmento que operaba en la
franja separaba algunas
regiones del Continente
Asiático, viendo que se
complicaban las alianzas con
las tribus locales que se
unían a cualquier señor de la
guerra que les ayudase a
eliminar el hambre reinante.

De aquella época guardaba una


cicatriz que le dejo una bala
perdida en un ajuste de
cuentas, que no se le pudo
extraer de la rodilla derecha
por estar incrustada en parte
sensible de la rótula.
Poniendo en peligro el normal
movimiento de dicha

2749
extremidad, además de
producirle algún tipo de
infección muscular
acarreándole daños
colaterales. Temiendo que
alguien aprovechase esa
evidente debilidad en
beneficio propio, queriendo
traicionarlo mediante algún
truco en el que le pudiesen
sacar del medio. La
competencia mostraba una
línea de actuación basada en
la destrucción constante de
la imagen de los rivales que
aparecían en la lejanía,
ahora pretendía que nadie
tuviese la oportunidad de
acabar con el trabajo que le
encomendaron en el pasado.
Viendo que se le mermaban las
facultades tanto físicas como
psicológicas, observando que

2750
no aguantaría un
enfrentamiento cuerpo a
cuerpo.

Mientras tanto a unas


manzanas de allí Diego
tanteaba la opción de mudarse
de la residencia que ocupaba
en la zona oeste de la
ciudad, con la única
pretensión de eliminar
riesgos innecesarios que le
condujesen a dar facilidades
a quienes tratasen de
eliminarlo por la vía rápida.
Además de poner en peligro a
los que frecuentaban los
mismos lugares que él,
indicando que hasta eso debía
modificar con cierto apremio
en localizar sitios
alternativos. Observando que
no contaba ni con un escaso

2751
margen de maniobra, notaba
como se le estrechaba la soga
en el cuello con una pasmosa
celeridad en el movimiento.
En el cerebro le navegaba una
lista interminable de
ocurrencias a las que dar
rienda suelta, pero se les
unía otra en la que se
reflejaba las prohibiciones
acerca de visitar a viejos
camaradas con los que estuvo
ligado en el pasado.

El peligro continuaba
acechándole con especial
virulencia en lo referente a
la integridad física y el
fijar algún tipo de cobertura
con el que preservarla ante
los inminentes ataques, que
le dejarían fuera de algunas
de las tramas en las que

2752
estaba indagando en los
últimos tiempos. También
perdería el hilo de los
siguientes golpes que con
toda seguridad se
perpetrarían en las próximas
semanas, siendo un imprevisto
al que no podría hacer frente
con la firmeza que le
demandaba el momento. Se le
antojaba un replanteamiento
de las prioridades que se
presentaban un poco cargadas
de hechos, que iban
aumentando la presión que se
respiraba alrededor de todo
lo que desarrollaba.
Albergando la idea de dar un
giro a los designios que se
desdoblaban de los intereses
a los que debía atender con
eficacia, ya que le estaba
pidiendo que extremase las

2753
medidas de seguridad.

Decidió que las cosas


rebasaban las expectativas
que había pensado en un
principio, llegando a
convertirse en un problema de
dimensiones al que le costaba
adaptarse con facilidad.
Evitando solicitar la ayuda
de aquellos que le inspiraban
menos confianza y que en
realidad podía prescindir en
los períodos en los cuales
carecía de actividad
profesional. Así solo
dependería de sus propias
elecciones al diseñar nuevas
tácticas, con las que ocultar
el material recopilado
durante la época que
ejercicio de infiltrado.
Además de objetos en los que

2754
describían las huellas
dactilares de muchos de los
sospechosos, los archivaba
por orden de obtención en las
diferentes pesquisas en las
que ayudo a Yolanda.

Ahora también incluiría tanto


la jeringuilla como el
recipiente con los restos de
la insulina que recogió en la
habitación donde
supuestamente murió Natalia
Loureiro Iglesias, seguía
explorando el rastro de la
falsa identidad que se
utilizó en el intercambio de
los cadáveres. Quizás una red
clandestina de tráfico de
órganos estaría detrás de ese
tipo de negocio, le sería
complicado destapar a los
cabecillas de la conspiración

2755
que andaba detrás de los
hurtos en los hogares
funerarios. A parte de
inspeccionar la financiación
que movía entorno al comercio
de secciones del cuerpo
humano, ya que por ese lado
se le elevaba la curiosidad
por descifrar los cauces por
los que discurría el traslado
de los mismos.

Aunque Ángel le ocultaba un


alto porcentaje de los datos
que se reflejaban en el
informe preliminar de la
autopsia, ya que orquestaría
una astucia con la que poder
acercarse al archivador en el
cual se guardaban los
historiales, conjuntamente
con otras notas de igual
relevancia al colocar las

2756
piezas del rompecabezas que
suponía la redacción de cada
una de las mismas, ahí se
mezclaban bastantes
tecnicismos con los que se
encubrían informaciones de
vital importancia. Quizás
allí se desvelarían algunas
de las contradicciones que
rodeaban aquel cúmulo de
sombras, a las que debía
imprimirle un esfuerzo extra
en la consecución de la meta
que se había marcado. El
riesgo le estimulaba para
alcanzar el objetivo que le
haría concretar los pasos que
le condujesen al próximo
destino, así comprobaría la
robustez de las convicciones
que le sirvieron al inicio de
la profesión.

2757
Comenzó a caminar lentamente
hacía el bloque de
apartamentos donde residía de
forma temporal, era un hombre
que se caracterizaba por un
estilo de vida errante a la
vez defendía la libertad de
los que huían del modelo de
familia tradicional. Pero ese
sentimiento sufriría una
transformación al saber que
Estefanía pudo haberle hecho
el regalo de ser padre de un
niño, eso le obligaría a
olvidarse de la atracción que
sentía en relación al afecto
que le unía a Yolanda. Por
ese lado tampoco la suerte le
acompañaba a la hora de tomar
una decisión en firme, dado
que el desequilibrio empezaba
a reinar en el ambiente por
encima de la coherencia,

2758
necesaria al confrontar los
imprevistos que salían desde
los sitios más insospechados.
La muerte le aplicaba a
través del aliento una
frialdad con la que mostraba
sus credenciales, marcando la
línea que mejor se adaptase
al escenario que le toco
vivir, pero mantendría una
estrecha vigilancia en lo
concerniente a los traslados
tanto de fondos como de otro
tipo de envíos de mayor
volumen.

Se avecinaba un nuevo vuelco


a las aspiraciones que había
puesto en la planificación de
un sistema distinto al que
utilizaba habitualmente,
teniendo que retocar algunos
aspectos que le permitieran

2759
eliminar los errores del
pasado Pero tampoco quería
arriesgar lo que atesoraba en
varios escondites repartidos
a lo largo de la región donde
habitaba, nadie debía conocer
el itinerario que empleaba al
dar una vuelta por las zonas
donde depositaba lo extraído
durante sus incursiones
esporádicas en el crimen
organizado .

Después de la tortura que


soporto al ser descubierto
infraganti dentro de la
vivienda de alguno de los
jefes intermedios, quedándole
cicatrices que asumiría con
la conciencia que le
demandaba la situación a modo
de recordatorio de dicha
experiencia personal. Además

2760
de comprobar que en cualquier
esquina le podría aparecer un
matón a sueldo que merodeaba
en las proximidades de la
morada en la que residía,
imponiéndose una dosis de
cautela ante lo que pudiese
pasar en lo sucesivo.

Noto que la figura de


individuo se reflejaba en la
cristalera de un comercio de
industria textil, así le
valdría de referente ante un
posible abordaje en plena vía
pública. Quizás esa
inseguridad le agudizaba el
ingenio al establecer un
perímetro extra de
protección, ya que le
empezaban a temblar las
carnes debido a la
perplejidad de estar pasando

2761
el trago más duro de su
carrera. El subconsciente le
dictaba con urgencia el
adoptar unas medidas con las
que atajar aquel río de vagas
especulaciones, generando la
descoordinación de multitud
de acciones que ambicionaba
impulsar con especial
interés. Sin embargo, eso le
servía de escasa ayuda a la
hora de dar esquinazo a su
eventual acompañante. Pero
este poseía órdenes de
escoltarlo durante el
itinerario de vuelta a casa,
observando que sería vital el
poder escabullirse de ese
cerco de vigilancia al que le
habían impuesto.

Pero el caprichoso destino le


guardaba una sorpresa en

2762
forma de encuentro casual con
Silvia en plena calle, ya que
les quedaban deudas por
saldar en referencia a un
romance del que nadie pudo
confirmar la existencia del
mismo. Solo en una agenda
electrónica estaban anotadas
las fechas de las citas
amatorias, sin embargo, la
huella seguía alargando en la
retentiva algunos de los
episodios que escondían las
paredes de un modesto hotel
de carretera, donde también
se discutían cuestiones
relacionadas con la futura
colaboración en negocios de
mutua expansión económica.
Además de una evidente
atracción física que delataba
sentimientos que creían
desterrados, por lo que la

2763
química sexual podría
despertar sus instintos más
primitivos. Dado que ninguno
de los dos desaprovecharía la
oportunidad de recobrar lo
que les unió en el pasado y
del cual guardaban un mero
recordatorio fundamentado con
varios objetos.

Le sorprendió el ruido del


impacto de una bala en la
fachada de uno de los
inmuebles por los que
transitaba, llegando darle un
toque de atención ante aquel
hecho aislado que le haría
comprobar la gravedad del
asunto. La inseguridad
empezaba a convertirse en una
compañera inseparable a la
que dar esquinazo con cierta
facilidad, puesto que el

2764
motivo recaía en que
entregase el material que
sustrajo de la caja fuerte de
un sótano de la zona centro.
Ahora comprendió el peligro
que corría al negarse a
solicitar la ayuda de
antiguos confidentes, también
le obligaría a reflexionar
acerca de conservar algunas
amistades poco recomendables.
Miro de refilón el agujero
del golpe en el hormigón de
la construcción, desplazando
unas micras del compuesto de
la misma a modo de pequeños
fragmentos entremezclados con
ladrillo. Comprobó que el
polvillo se le incrustaba en
la vestimenta con especial
violencia.

Unos trozos se le fueron

2765
deslizando por las manos
arañándole la superficie de
la piel con bastante rapidez,
dando paso a un leve dolor
que le permitía comprobar el
grado de sufrimiento que
debía soportar en carnes
propias. Parecía otro aviso
de que se hallaba en el
camino correcto en lo
concerniente a la
investigación que llevaba a
cabo en solitario, le
sugerían que abandonase todo
lo que tuviese acerca de las
acciones de colectivos
vinculados con los poderes
políticos, entrando en un
terreno en el que ya le
expulsaron al estar a punto
de esclarecer las causas de
la muerte en extrañas
circunstancias de un juez de

2766
la audiencia provincial, del
que se incinero el cuerpo sin
efectuarse la consiguiente
autopsia por parte del
instituto anatómico forense .

Sospechaba que tendría que


utilizar con habilidad los
recursos de los que disponía
en la actualidad, empezando
por rescatar conceptos que
deshecho por falta de
planificación. Así aumentaría
la protección que notaba bajo
mínimos ante lo sucedido con
anterioridad al quedar a
merced de los elementos.
Además de una manifiesta
vulnerabilidad a la que
intentaría dar un escudo con
el que frenar los constantes
ataques procedentes de
infinidad de frentes que

2767
permanecían abiertos.

Un flash se reflejó en la
conciencia de Ignacio al ver
sobre impresionada en la
televisión local la imagen de
Natalia Loureiro Iglesias,
eso le hizo condujo a
rememorar una época en la se
vieron abocados a compartir
algo más que una simple
amistad. Hasta que ella misma
le confeso abiertamente su
bisexualidad quedando clara
la separación sentimental, si
bien cada uno acepto de buen
grado que el otro pusiera
distancia. Sabiendo que
empecinarse en mantener dicha
situación les acarrearía un
desgaste innecesario, la
resignación a ver que jamás
tendría la ocasión de volver

2768
a sentir el calor que le
inculcaba en las
conversaciones que
disfrutaron en la intimidad.
En la conciencia le surgían
miles de preguntas que
permanecerían sin una
respuesta concreta, además de
proporcionarle un
desequilibrio emocional que
le costaría asumir con
tranquilidad.

Lo que no terminaba de
comprender eran los impulsos
que pudieron inducir al
asesino a matarla, desconocía
la identidad de alguno de los
enemigos que le encargaron
que desapareciese por algo
que ignoraba. También
expatriaba que nadie de la
familia se hubiese personado

2769
en las dependencias
policiales, tampoco se
reflejaba la enorme
complicidad que le unía con
Yolanda.

Quizás esta supiera la razón


de una muerte tan repentina
en la habitación de un hotel,
le chocaba, al saber que
contaba desde hace años con
un piso de alquiler en una de
las zonas mejor comunicadas
de la urbe. Divisaba multitud
de sombras que descifrar en
lo tocante a los distintos
problemas que emergían a
menudo en el horizonte,
abriendo un abanico de
indecisiones de las que se
pretendía despegar de la
rutina diaria. Pero seguía
preocupado por los daños

2770
colaterales a los que se
exponía en la obtención de
documentación comprometida,
dado que se jugaba a
seguridad de quienes
frecuentaban los mismos
sitios que él.

Sin tiempo para reponerse del


último sobresalto se le
presentaba el encuentro
casual con Silvia,
conllevando una variante con
la que manejar con destreza
los hechos que se iban
sucediendo sin poderlos
clasificar dentro de una
lógica más o menos real
.Vislumbraba que las cosas se
movían en la dirección
contraria a la que le
convenían en un principio,
con el añadido de que nunca

2771
creyó verse envuelto en una
guerra sucia en la que
parecía ser el invitado de
honor, el miedo se dejaba
apreciar en el ambiente
insinuándole un poco de
inquietud a la hora de
continuar con las
indagaciones extremando las
medidas de seguridad .Alguien
había decidido mover ficha en
el tablero de ajedrez que
solían utilizar al ejecutar
las misiones que se les
encomendaban , cada una de
las víctimas eran marcadas
con el nombre de las piezas
de dicho juego .

De repente noto que un hombro


femenino chocaba contra el
suyo con especial virulencia
en dicha acción, se trataba

2772
de Silvia, que también se
hallaba en un mar de dudas a
las que tendría que
enfrentarse sin el apoyo de
ninguno de los que le
respaldaron en el pasado.
Ella levanto la mirada para
que se cruzasen en medio de
la calle, aprovecharía la
ocasión que se le presentaba
para sembrar un poco de
frialdad en el entorno del
que consideraba rival de
Ignacio en la carrera por
conquistar el corazón de
Yolanda. Sacaría a relucir el
sarcasmo e ironía que le
permitían imponer un tono
acido a las conversaciones,
en las que imprimía un poco
de tensión con la que
desestabilizar cualquier
signo contrario.

2773
Un vehículo todoterreno de
alta gama les paso casi
rozando la vestimenta que
portaban en aquel preciso
instante, frenando en seco
justo antes de doblar la
esquina más próxima del lugar
donde se encontraban. Ninguno
de los dos se desplazó ni un
solo milímetro de sitio que
ocupaba en ese intervalo que
compartían de manera casual,
era obvio que les negaba un
simple respiro con el que
recobrar el estado que
disfrutaban unos minutos
atrás. Quedando claro que un
gatillo esperaba que le
diesen la orden de sacarlos
de en medio por la vía
rápida, así les pillo de
sorpresa que solo intentasen

2774
darles un susto con el que
experimentarían la cultura
del desasosiego en carnes
propias.

Unos segundos después


continuaban consternados por
el hecho de que la muerte les
pisaba los talones,
aumentando la oscuridad que
les serviría de anfitriona
accidental. Ella se dispuso a
romper el hielo utilizando un
tono de voz un tanto agresivo
al dirigirse a él,
proyectando los perfiles por
donde se desarrollaría la
estrategia a implantar
durante el dialogo. Buscaría
una confrontación que le
condujese hacia un escenario
en el que ir colocando los
fragmentos que mejor se

2775
adaptaban al plan que se
guardaba en la mente, así
hilvanaría el resto de
aspectos que notaba que se le
escapaban de la realidad.
Además de mejorar la
viabilidad de otros a los que
recurrir en momentos de
urgencia, tales como el
chantaje o el soborno a
ciertos empleados de las
distintas administraciones de
ámbito judicial. Secundada
por una legión de esbirros a
los que continuaba
proporcionando un sustento
económico a su vez le
devolvían la gratitud en
forma de favores de diversa
índole, induciéndolos a
cometer crímenes de los
cuales los eximía de cumplir
penas de cárcel.

2776
{Silvia}

¿Acaso no puede mirar por dónde


camina?

{Diego}

Perdón, ni me había fijado, en que


transitaba alguien, en dirección
contraria a la mía, espero que no
se haya hecho daño, al impactar
contra mi hombro.

{Silvia}

2777
Tranquilo, por mi constitución
física, podría soportar mas carga,
de un cuerpo de mayor envergadura,
que esto su volumen, puesto que
me cuido mucho.

{Diego}

Disculpe, ¿No es usted la prima de


Yolanda?

{Silvia}

Si la misma que viste y calza,


tengo la impresión, de que no
hemos sido, presentados de manera
2778
oficial.

{Diego}

En eso estoy de acuerdo, por mucho


que me cueste aceptarlo, viendo
que jamás, me dio oportunidad, de
conocer a su familia, en primera
persona.

{Silvia}

¡Bueno! es que mi familia, siempre


se ha distinguido, por un
estricto, código de conducta, al
negar un trato directo, a gente de
menor clase social.

2779
{Diego}

¿Tiene usted algo en mi contra?

{Silvia}

Sinceramente no, no obstante,


prefiero que permanezca alejado,
de cualquier miembro afín, a
nuestra estirpe, así que sería
un gesto, de digno, para que
cese la amistad, con mi prima
Yolanda.

{Diego}
2780
Lamentándolo mucho, creo que será
difícil, complacerle en dicha
petición, el vínculo que nos une,
durante este último lustro, se
haya por encima de parentescos,
sin distinción de, grado de
consanguinidad.

{Silvia}

¿Se atreve usted abiertamente a


retarme en plena calle?

{Diego}

2781
Digamos que poseo archivos, en los
que aparece, su nombre escrito, a
bolígrafo al lado de distintas,
cantidades de dinero, lo extraño
es que esa documento, esta
emborronado con tippex.

La figura de Laura también se


topaba sumida en océano de
controversias al renunciar al
tren que le proporcionaría
Ángela, pero la negativa de
esta a dar el paso definitivo
a una convivencia en común.
Aviva la esperanza de que se
abriese un rayo de luz
durante aquel tiempo que
permaneciesen separadas,
quizás la soledad volvería en
los próximos minutos a
reencontrarse con ella.

Dudaba de que esta le ayudase


2782
a sanar la brecha que se le
agrietó en el corazón, ese
dolor le empezó a recorrer
cada palmo de la piel,
acompañado de una tristeza
que le inducía a pensar en el
suicidio como solución a los
problemas a los que le
convenía abordar con
prontitud. Teniendo en cuenta
la escasa autoestima de las
que disponía para recuperar
el ánimo que, pedido con
anterioridad, luchaba por no
exteriorizar la amargura que
se le instalo al conocer de
primera mano la noticia de
que afectivamente las cosas
rodaban en sentidos contrario
a sus previsiones iniciales.
Resolvió dar un giro radical
a la situación que le toco
vivir, sabía que contaba con

2783
una larga lista de posibles
candidatas a ocupar un lugar
en los planes de futuro.

Pero el caprichoso destino e


tenía preparada una sorpresa
con la que no contaba, dado
que un hecho que creía
enterrado volvía a recuperar
un sitio de privilegio entre
las prioridades que debía
manejar con especial
atención. Un gato negro se le
cruzo delante de los ojos a
modo de alarmarle ante
hipotética desgracia
personal, por lo que
extremaría la protección de
todo lo que le rodeaba.

Dando una específica


atención, a lo relacionado
con esa proyección laboral,

2784
sin eludir aquel compromiso,
que adquirió al firmar, una
renovación falsa, que le
ligaría a la cadena de
televisión, durante los
próximos seis años. El único
problema venía derivado, de
la cláusula abusiva, en la
que se le prohibía airear
aspectos de la vida privada,
ahí comprobó que la prensa,
podría escarbar en sus
historias sentimentales.
Además de otros escándalos
que se taparon a base de
pagar grandes sumas de
dinero, llegando a empeñar,
unas joyas que heredo de la
familia tanto paterna como
materna.

A parte de numerosas,
posesiones inmobiliarias

2785
situadas, en diversos puntos
del país y que mal vendio,
al verse inmersa, en una
peligrosa espiral, en la que
las deudas, rebasaban con
creces a los ingresos. Ese
aprieto le conllevo, el
perder el apoyo de algunas
amistades, a las que confío
secretos relacionados ,
unodos a proyectos personales
,con Natalia Loureiro
Iglesias, un pequeño
resbalón, afectaría
directamente, a los acuerdos,
rubricados con algunos de
los patrocinadores, de las
obras benéficas ,a las que
prestaba la imagen, siendo
cancelados al saberse
públicamente, la condición
sexual, que le unía a cada
una de las parejas ,que se le

2786
adherían, al designio de
asentar; las bases de un
futuro matrimonio . Prefería
olvidar muchos, sin sabores
del pasado, que le forzo , el
soportar ese peso , teniendo
que guardar los sentimientos
más íntimos, sacrificando
cualquier gesto de gratitud,
procedente de la mujer , que
volvio a ilusionarle en lo
concerniente al amor.

La sombra de la depresión, le
empezaba a dar muestras, de
que pronto, le conduciría a
sufrir, el abrazo de la fría
soledad, mermando cada
centimetro, de aquella
maltrecha; autoestima que
conservaba, después de los
últimos reveses, acontecidos
en carne propia. Por lo que

2787
se le antojaba, un profundo
examen de conciencia, en el
que apartar, esas
evocaciones en las que
apareciesen detalles de tinte
afectivo, provocándole un
desequilibrio emocional
desproporcionado ante la
prueba que le dejaría fuera
de combate. Optaría por que
la prudencia le ayudase a
superar aquel momento de
bajón anímico que empezaba a
notar en el cuerpo, ya que la
debilidad aprovechaba para
colocarse en un lugar de
privilegio. Aunque apelaría a
la fuerza que le imprimía el
carácter que poseía y que
sacaba a relucir ante las
dificultades que se le
presentasen delante de los
ojos, esperaba que pronto se

2788
girasen los hechos hacia la
dirección que estuviese
acorde a las expectativas que
albergo en un principio.

De frente diviso un frasco


que contenía una decena de
barbitúricos con los que
quitarse la amargura que le
recorría de arriba abajo a
gran velocidad, le inducía a
flirtear con sustancias poco
recomendables en el estado
que se encontraba. Sin
embargo, se negaba a ceder a
la oferta que le proponía la
muerte de terminar ese
calvario por la vía rápida,
logrando de una vez la
tranquilidad eterna con la
que descansar definitivamente
de todo lo que le
atormentaba. Yacería lejos de

2789
los conflictos que le
impedían seguir en la línea
de búsqueda de la felicidad
en su máxima expresión, ahí
entraría el deseo de ser
madre por inseminación
artificial al que se
comprometió en la última
charla en la que intervino
junto con Natalia Loureiro
Iglesias. Dado que esta se
mostraba contaría a que le
efectuasen dicha técnica de
fecundación en una clínica de
fertilidad financiada, por
una de las familias de mayor
arraigo dentro del rimen
organizado.

Al lado de bote de pastillas


se fijó que se hallaba sobre
completamente cerrado y que
no le cuadraba haberlo visto

2790
con anterioridad en aquel
mismo lugar, queriendo saciar
la curiosidad que se le
despertó después del tormento
que le azoto con virulencia
en el corazón. Sabiendo que
le valdría para calmar la
desazón que dinamitaba los
pocos recursos que le
quedaban a la hora sostener
la moral que le iba menguando
deprisa.

Generando un caos al que


debía enfrentarse con las
escasas energías de las que
disponía en ese preciso
instante, se resistiría a que
la tristeza alcanzase el
objetivo de impregnarlo todo
de un tenue tono gris
marengo. Querría escapar de
las garras afiladas que

2791
esgrimía la dama fría, que le
planteaba un panorama en el
que caería por una falta de
previsión al encajar los
golpes.

Se levantó lentamente hasta


cubrir el itinerario que le
separaba de conocer lo que se
escondía en aquella carta,
quizás le cambiaría la forma
de distinguir las cosas que
le rodeaban, así abandonaría
la idea preconcebida de que
nada saldría tal como lo
tenía pensado desde que supo
la noticia de la muerte de la
que fue su pareja, hasta la
noche anterior en la
habitación del Hotel Villa de
Celeiro donde decidió
emprender en solitario el
sueño de los justos.

2792
Algo que le costaría asumir
con la coherencia que
demandaba ese tipo de
situación a la que no
terminaba de acostumbrarse
por mucho empeño que pusiera
en la aceptación de todo lo
que le salía al paso. Por fin
llego delante del mueble
donde alargo la mano para
recoger aquella epístola, en
la que observo en que en el
anverso estaba escrito en
tinta negra “Para la mujer
que me ha robado el corazón
“. Eso le avivo la esperanza
de que pudiese existir la
remota posibilidad de que
permaneciese escondida en
algún piso de la ciudad.

La abrió destrozando

2793
literalmente el sobre donde
se contenía una pequeña nota
manuscrita, en la que se
podía leer un recado que le
supondría un desajuste
efervescente al que debía
resistirse en caer en manos
de la incredulidad, exponía
el siguiente anuncio literal
“Nadie jamás sabrá la verdad
de mi huida, pero para todos
seré una víctima más. Firmado
Natalia “. Ahora la confusión
empezaba proponer infinidad
de especulaciones en lo
referente a la hipótesis de
que estuviese con vida,
abriendo una ventana a la
esperanza de que todo se
derivase en un simple montaje
con el que desviar la
atención.

2794
De quienes en realidad
descansarían una vez la
quitasen de en medio,
seguramente prefirió fingir
que la defunción le sobrevino
por una ingesta de
medicamentos ante una
presunta diabetes. Temía que
alguien se hiciese pasar por
la finada con el objeto de
poder jugar con la voluntad
de ella, ya que en ese
instante se hallaba a merced
de los elementos que le
rodeaban. No vislumbraba una
salida lo suficientemente
airosa en lo tocante a
restablecer un mínimo control
de sí misma, llegando a rozar
la perdida de la realidad que
le parecía un tanto
complicada de asumir.

2795
Dejo que el trozo de papel se
deslizas entre los dedos
antes de yacer en el suelo,
comprobando que las fuerzas
le flaqueaban con el paso de
los minutos. Pero evitaba
desfallecer en la búsqueda
respuesta al hallazgo que le
inducía a pensar, en primer
término, que en su ausencia
le entraron en la vivienda,
aunque la cerradura no
presentaba signos de ser
forzada por ningún tipo de
herramienta. Observo unas
huellas de zapato de mujer
que describían un rastro más
que evidente, sin embargo, le
trascendían que por la forma
de andar le quedaban fuera de
la lista de personas que
frecuentaba a diario.

2796
Lo importante era que podía
descartar provisionalmente el
asistir al entierro del amor
de su vida. Vislumbrando que
las buenas noticias se irían
propagando como la pólvora,
teniendo en cuenta que debía
colocar la cautela por encima
del triunfalismo. Dado
cualquiera estaba en
condiciones de manipular la
realidad vigente, colocándole
en una vertiente poco
beneficiosa en este preciso
instante.

Tomaría las pertinentes


precauciones en lo relativo a
posibles engaños, ya que
empezaba a notar una especie
de nerviosismo recorriéndole
por el cuerpo. Sabiendo que
muchos de los enemigos que

2797
fue cosechando en lo extenso
de los años y que ahora
podrían aprovechar para
cobrarse dicha deuda con los
intereses correspondientes, a
los desprecios que les
propinaba tanto en hechos
como en palabra a la hora de
entablar conversación.
Llegando al extremo de
amenazarlos con airear
asuntos en los les
salpicarían un buen número de
escándalos por fraude fiscal,
guardaba cientos de archivos
digitales en los que se
anotaron un sinfín de
cantidades que pertenecían a
un entramado de un fondo de
inversión encubierto.

En dichas anotaciones
aparecía el nombre de Ignacio

2798
Saavedra Díaz por lo que el
miedo a verse influenciada
por él, le hacía ver que
aparte este firmaba tanto
pagares como letras del
tesoro falsas que luego
ofrecía en los mercados
financieros. Así obtenía la
liquidez que le permitía
embarcarse en distintas
actividades comerciales,
utilizando una pantalla que
le protegiese de los curiosos
que merodeaban a diario.

Un fuerte golpe en la puerta


de entrada a la vivienda hizo
que girase de repente la
cabeza, aunque permaneció
quieta al lado de la mesa del
salón ante la posibilidad de
que le fallasen las piernas,
ya que la entereza se había

2799
ido diluyendo con el paso de
los minutos. Dando paso a un
evidente estado de pérdida de
la perspectiva de lo que le
rodeaba, entrando en una
dimensión en la que nada
resultaba ser como lo había
dibujado en la mente. Las
sombras tomaban especial
protagonismo a la hora de
sembrarle dudas razonables
con respecto a continuar en
la misma dirección, quizás la
situación le demandaba un
cambio de modelo en lo
referente a la recopilación
de datos acerca de fraudes o
sobornos en los bajos fondos.

Ojeo la esfera del reloj de


péndulo que seguía dejando
sonar el tic-tac con el paso
de los minutos sin retrasar

2800
la frecuencia marcada durante
la última década, le
consolaba ante el aluvión de
emociones incontroladas que
le avivaban la amargura que
sentía por dentro. Cada
campanada le retumbaba en el
pabellón auditivo dejando una
estela de desolación,
incrementando el dolor que se
le acumulaba en el corazón.

Ahora intentaría
restablecerse del varapalo
que le supuso el pensar que
las cosas girarían en la
dirección inversa a la
actual, confiaba en poder
idear un itinerario que le
ayudase a implantar las bases
de una más que esperanzadora
independencia. Evitando caer
en las garras de la ilusión

2801
desmedida que le proyectaba
la noticia de la falsa muerte
de Natalia en la habitación
de un hotel, meditaba el
ponerlo en conocimiento el
hallazgo de aquella nota
manuscrita. Dado que le
repercusión pública a su vez
destaparía un entramado en el
cual las explicaciones
dejarían paso a un mar de
especulaciones acerca del
trasfondo que se desprendía
de aquel montaje de tintes
tan surrealistas.

Tampoco a Yolanda le llegaba


la tranquilidad que
necesitaba al enfrentarse con
los fantasmas del pasado, de
los que pretendía escapar a
toda costa por miedo a verse
envuelta en una espiral de

2802
incertidumbre que marcaría el
desarrollo de los
acontecimientos, llegando a
convertirse en una obsesión
de incalculables dimensiones.
Viendo que casi se hallaba en
un tris de enredarse en una
aventura de la que con toda
seguridad se jugaría la
tranquilidad de vivir fuera
del peligro, que supondría
ser el objetivo de muchos de
los delincuentes que operaban
muy próximos a ella.

Quizás se le imponía una


regeneración de los vínculos
que le unía con ciertos
compañeros de profesión, en
los que había depositado una
confianza mayor de la que se
merecían en momentos
puntuales. Replanteándose el

2803
seguir albergando la
posibilidad de retomar la
relación que compartía con
Ignacio, sin embargo, se
resistía a dar el brazo a
torcer a las primeras de
cambio. Luchando por frenar
el sentimiento de soledad que
le conduciría a cometer el
error de perdonar tanto las
infidelidades como las
traiciones, dejándose guiar
por lo que le dictaba el
corazón.

Ese dilema le producía una


enorme tensión arterial que
le inducía a comprobar que
cualquier revés, le
descentraba de lo
verdaderamente importante a
descifrar en lo relativo a la
muerte de Natalia Loureiro

2804
Iglesias en extrañas
circunstancias, además de la
cantidad de pruebas
contradictorias que recopilo
durante la visita al hotel
“Villa de Celeiro “, a parte
del testimonio que le dio
Bartolomé en la búsqueda de
respuestas concluyentes.
Esperando que todo volviese a
la normalidad por el bien del
entorno que frecuentaba a
diario, puesto que le
amargaba la ausencia de uno
de los pilares sobre los que
se sustentaba la unidad del
grupo de amigos.

Que se conocían de los


tiempos de la facultad de las
ciencias de la información,
en la que se hicieron varios
pactos con los que en este

2805
instante la vigencia, se
podía decir que ninguno los
cumpliría dentro de los
términos en los que se
constituyeron en la condición
de promesa inquebrantable.

Una porta fotos que se


hallaba en una estantería
colgada en la pared del
salón, le mostraba una
instantánea en la que
aparecía abrazada a Diego el
día de la graduación, eso le
despertó del letargo en el
que se instaló en pocos
minutos por una evidente
falta de motivación para
afrontar el reto de romper
con los recuerdos, que sentía
que la mantenía presa de los
actos desenvueltos en
compañía de terceros y que se

2806
convirtieron en un lastre
complicado de arrastrar por
el volumen de los mismos , ya
que le diezmaría
directamente la fortaleza de
la que disponía con la que
superar la siguiente prueba
que emergiese en el
panorama .Sopesaba la opción
de trasladarse al pueblo
donde residían los familiares
directos de la víctima , con
la única intención de conocer
la frecuencia que viajaba a
dicho lugar . También
aprovecharía para averiguar
las simpatías que despertaba
entre los vecinos, así
despejaría buena parte de la
incógnita que encerraba el
hecho en sí.

Ahí tendría que ir con sumo

2807
cuidado de no levantar
sospechas que le condujesen a
destapar sus verdaderas
intenciones, actuando de una
forma muy distinta que
habitualmente enseñaba.
Dejando a un lado alguno de
los rasgos que caracterizaban
su personalidad y que debía
disimular a la hora de hilar
una estrategia con la que
saber a ciencia cierta,
porque nunca la victima
hablaba de la relación que
mantenía con los suyos.

Vislumbraba que la tarea le


traería consecuencias en lo
pertinente al entorno en el
que desenvolvía una buena
parte de su actividad
profesional, reflexionaba
sobre la contingencia de

2808
solicitar la colaboración de
alguno de los antiguos
compañeros de la facultad, ya
que con Diego las cosas se
habían enfriado más de la
cuenta. Queriendo borrar las
huellas que le hicieron
albergar que podía confiar
plenamente en sus dotes para
salir de los problemas, pero
en este instante era
preferible que se alejasen
por un tiempo prudencial,
siendo uno de los mejores
remedios contra la repulsa
que se notaba entre ambos.

Alargo la mano derecha con la


intención de accionar el
botón el mando a distancia
con el que encender el
televisor de plasma, quería
abstraerse de la rutina

2809
diaria que le estaba
provocando un caos interno.
Pero la primera imagen que le
proyecto el receptor era
precisamente la que se
mostraba en la portada de los
rotativos de mayor tirada, en
donde pudo leer datos que le
resultaban contradictorios al
detallar aspecto íntimo de la
fallecida.

Le llamo poderosamente la
atención el hecho de que
existía el lunar que se le
describía en la mejilla, eso
le hizo comprobar que la
hipótesis que le comento
Diego empezaba a tomar
sentido el que alguien
intercambiase los cadáveres
en la escena del crimen, por
lo que se le encendió la

2810
bombilla al saber que Natalia
flirteo durante unos meses
con alguien del cual todavía
desconocía la identidad.
Seguiría indagando en la
orientación que mejor se
adaptaba a los recursos de
los que disponía, el riesgo
que asumiría daría lugar a
que cualquiera tuviese la
ocurrencia de chantajearle
ante aquel hallazgo.

Al fondo encima del sillón


destellaba algo brillante que
no terminaba de cuadrar el
objeto que se posaba
superpuesto en el mismo,
pensó en que sería una de las
muchas sortijas con las que
le agasajaban los hombres que
compartían complicidad con
ella y a los que solo ofrecía

2811
una sana amistad evitando
entrar en el equívoco de que
fuesen algo más de cara a una
relación amorosa. Comenzó a
caminar hasta alcanzar una
distancia lo suficientemente
cercana al asiento que solía
ocupar durante las horas de
lectura que disfrutaba de vez
en cuando en soledad, dejando
que la imaginación le
condujese hacia una dimensión
completamente diferente.

Acerco con especial interés


de saciar la curiosidad que
le había planteado aquel
cuerpo diminuto, ya que no le
cuadraba que le hubiese
resbalado ninguna del dedo.
Se fijó que era uno de los
pendientes perteneciente al
juego que le regalaron a la

2812
víctima el día que anuncio
que pronto se iría a
compartir piso con Estefanía,
le chocaba que apareciese
entre los cojines del sofá de
tres plazas.

Hizo memoria de la última vez


que estuvieron juntas
sentadas en aquel sillón
tomando café, a la vez que
compartían una animada
conversación sobre lo que
realmente influía en la
amistad que le unía. Aunque
echaría de menos el
confesarle algunos secretos
derivados de la poca
confianza que le despertaban
los que le rodeaban a diario,
el único asunto que jamás le
desvelo en persona fue la
tendencia sexual que

2813
disfrutaba. También la
depresión le impregnaba a lo
largo de la fisonomía en la
que apreciaba un bajón, en la
forma de conservar la energía
que necesitaba para continuar
transitando con mayor
firmeza. Los recuerdos le
acechaban en cada rincón al
que dirigía la mirada, por lo
que el sufrimiento se adhería
a las reflexiones que le
despertaban un conflicto de
prioridades.

Aquel pendiente de zafiro


sería lo que le ayudase a
continuar guardando una
imagen de felicidad,
intentaría que perdurase la
buena sintonía que les sirvió
al cruzar los caminos de
ambas. Tiraría de las fuerzas

2814
que aún le quedaban en el
interior con las carencias
que soportaba desde que
conoció la noticia de la
defunción contada por Diego
vía telefónica, hasta en eso
estaba un poco dolida al ver
que le había abocado a un
segundo plano dentro de la
gente de importancia. Ese
pequeño detalle le provocaba
un amargo sabor a desilusión
por estar fuera de los
habituales, quizás la
admiración que sentía por
ella le separaba directamente
de la realidad que se le
presentaba. Aspiraría a que
el olvido le permitiese
desterrar lo dañino que
almacenaba en la mente,
llegando a eliminar el rencor
que le produjo su traumática

2815
ruptura con Ignacio.

El panorama le invitaba a
buscar un nuevo escenario
donde sembrar el germen que
constituyese un impulso para
encauzar los siguientes
retos, echaba de menos el
sonido de la sana sonrisa que
mostraba Natalia alegrando
los momentos difíciles que se
presentaban prácticamente
todos los días. Valiéndole de
antídoto ante la cantidad de
sin sabores que aparecían en
la lejanía, teniendo que
esforzarse a la hora de
empezar a gestionarlos sola.

Tampoco era sencillo asumir


que nadie le ayudaría a
establecer un vínculo similar
al que le proporciono esa

2816
complicidad, huiría de las
falsas simpatías a las que
daba un voto de cordialidad
al que en múltiples ocasiones
vio como lo violaban a las
primeras de cambio. Por lo
que la incertidumbre le
jugaría una mala pasada en lo
tocante a retirar algunos
episodios vividos en el
pasado, llegando al punto de
renegar de la última noche
que participó en l intimidad.

Levanto la mirada hasta la


altura del ventanal del salón
donde se reflejó una figura
un tanto distorsionada a
simple vista, se trataba del
espíritu de un antiguo
delincuente al que utilizaba
como confidente y que
respondía al nombre de

2817
Marcelino Tudela Lloverás.
Murió en extrañas
circunstancias que se
archivaron por orden de una
mano negra, poniendo un
sombrío manto con el que
cubrir las pruebas que
pudiesen inculpar a los
agentes que siguieron la
investigación. Observo que
gesticulaba con los labios
queriendo decirle algo, pero
resultaba imposible que
escuchase el sonido de su voz
producto del subconsciente.

Se le antojaba urgente el
descifrar lo que pretendía
comunicarle en aquel
misterioso mensaje, ya que le
entraba la interferencia de
ver si le despejaría alguna
de las dudas que divisaba. En

2818
lo referente a este turbio
asunto en el que lo único que
saco en limpio fueron unas
vagas excusas a colación de
dicho suceso, ahora lograría
esclarecer algo que le tuvo
en vilo durante una buena
temporada acentuándose. En el
constante bloqueo por parte
del departamento del crimen
organizado, allí el impedían
que se entrevistase con los
agentes que acudieron al
aviso de emergencia.

Enseguida se desvaneció en el
cristal el espectro del
finado como por arte de
magia, difundiendo un caos en
lo que realmente sería
fundamental en estos casos.
Ni si quiera le permitieron
que examinase el comunicado

2819
de prensa, puesto que se
quitaron unos cuantos datos
de vital relevancia a la hora
de dar explicaciones por los
métodos utilizados, en la
obtención de testimonios con
los que destapar las tramas
que se convirtieron en algo
imprescindible en el plano
periodístico.

Le importaba muy poco el


verse inmersa en una espiral
de chantajes, sobornos y
blanqueo de capitales. Dado
que sospechaba de los
negocios de Ignacio al captar
clientes con dinero
fraudulento, colocándolo en
productos que le generarían
beneficios de curso legal.
Sin embargo, le sería
complicado demostrar algún

2820
apunte gráfico con el que
acompañar el pertinente
reportaje escrito, ya que era
peligroso el conseguir una
copia de la documentación en
la que se describían enormes
sumas de fondos.

A unas cuantas calles de ese


lugar Jaime continuaba
convenciendo a Beatriz para
abandonase la idea de que
Isabela tuviese la
nacionalidad, sabiendo este
que le pondrían multitud de
trabas para conseguir el
permiso de trabajo. Además de
ser considerada una mujer sin
identidad propia, nunca se
preocupó en regularizar nada
en relación a las autoridades
del estado. Querían dejar
claro que ambos estarían

2821
dispuestos a olvidar sus
diferencias, intentando que
surgiese una nueva
oportunidad de ser pareja
sentimental.

Desterrando la suspicacia que


les separaba desde el momento
en que decidieron tomar
caminos solitarios, les
seguía costando el admitir
que la llama del amor no se
apagó por mucho que lo negase
a simple vista. Ella se
limitaba lanzarle evasivas
con las que ver si
conquistaría el corazón, del
que consideraba el único
candidato a ser el hombre de
su vida.

El aprovecharía la
circunstancia que se le

2822
presentaba de volver a estar
acompañado de una mujer,
proponiéndole una velada
romántica donde pedirle que
fuese su compañera afectiva.
Abandonaría la idea de que la
independencia era lo que más
le ayudaría a borrar de la
memoria lo que vivió con
Isabela en los últimos meses,
ya que todo englobaba un
sufrimiento que debía
arrinconar por el bien de los
siguientes proyectos a poner
en funcionamiento .Le
afloraban un sinfín de
sentimientos a los que
intentaba dar un sentido más
o menos racional en la
dirección correcta,
ilusionándose con lo que el
destino le ofrecía como
recompensa al esfuerzo de

2823
pelear por uno de las metas
más ansiadas . Puesto que se
daba cuenta que el mentirse
así mismo le acarreaba un
alto grado de concentración
con respeto a encubrir las
intenciones que obligaron a
juntarse con Isabela, rozando
el límite de lo soportable en
este tipo de ambientes de
índole un tanto personal.

{Jaime}

¿Te apetece que cenemos juntos


esta noche?

{Beatriz}

2824
Si, me gustaría rememorar aquellas
veladas en las que comentábamos
anécdotas a la luz de las velas,
además de notar la calidez que
me demostrabas al cuidar hasta el
último detalle.

{Jaime}

La verdad es que, si teníamos un


feeling que casi no necesitábamos
ni hablar, los gestos eran el
centro de nuestra relación de
pareja.

{Beatriz}

2825
¿Estás seguro que luego no te
entraran las inseguridades?

{Jaime}

Ese ciclo de mi vida ha quedado en


el pasado, ahora estoy en un
momento diferente al que
compartimos durante la época que
participamos en un proyecto en
común.

{Beatriz}

Veo que has modificado, alguna de


las prioridades, que dañaron
nuestra convivencia, pero
2826
podríamos intentar, recuperar
buena parte, de la intimidad, que
suponía legaliza, aquella
situación afectiva.

{Jaime}

¿Me estas insinuando que me


perdonas el haber tomado la
decisión de romper el vínculo que
nos unía?

{Beatriz}

Siempre se puede buscar, un


consenso con el que acercar, las
posturas de ambos, aunque todo
dependerá, de si las cosas siguen,
en la misma armonía que hasta
ahora.

2827
{Jaime}

Noto que ha cambiado, la actitud


que esgrimías, la vez anterior,
que coincidimos durante la
celebración, del enlace de mi
prima Leonor.

{Beatriz}

¿Entonces quedamos esta noche a


las nueve en el “Gallo
Blanco “?

{Jaime}
2828
Me parece un sitito acogedor, ha
la vez que discreto, también es
perfecta, la hora que has elegido
para dicho encuentro.

{Beatriz}

Bien, creo que es un buen momento,


para aplazar esta conversación, a
la hora de la cena, espero que
llegues puntual a la cita.

{Jaime}

Tranquila, suelo acudir

2829
con asiduidad, a la hora señalada
por aquellos que aceptan mis
invitaciones, a compartir mesa y
mantel, en los múltiples .eventos
a los que asisto.

Una vez se dejaron de


escuchar las palabras que
salían de la garganta de él,
cada uno siguió la dirección
que llevaban en el momento
del encuentro casual en
plena calle. Dándoles la
oportunidad de revivir el
vínculo que les condujo
convertirse en inseparables,
aunque lo cierto es que
ninguno esperaba que las
cosas diesen un giro
distinto al que le junto en
algo en común. Temían que la
fría sombra de lo que le
condujo a dejar de verse por

2830
un malentendido, que todavía
ni se atrevían a discutir
sobre el motivo que les
condujo a mantenerse en
silencio. Parecía que las
heridas iban cicatrizando
lentamente por el bien del
dialogo que les ayudaría a
enterrar el dolor que se
infringieron entorno a los
encontronazos esporádicos,
que desembocaron en una
guerra abierta en la que no
se contemplaba un cuartel
estable.

Ella hizo el ademán de girar


el cuello para observar la
figura de Jaime alejándose
del lugar, una diminuta
lágrima empezó a rodarle por
la mejilla sin ponerle
ningún obstáculo en esa

2831
singladura. Valiéndole de
punto de inflexión al que
acogerse en el instante en
el que las cosas se virasen
al lado menos beneficioso,
también habría que añadirle
el síndrome de culpabilidad
que le nació tras el
episodio de celos que le
traslado a una escena de ira
contenida, pero ese instinto
primitivo le sacaba el
espíritu salvaje que le
anidaba en el alma.

Reflexiono sobre las dudas


razonables que experimento
al comprobar que todo
marchaba un tanto deprisa,
pero dejaría que fluyese la
química que seguía latente
en el aire. Por lo menos
estaría próxima la deseada

2832
reconciliación después pasar
aislados una buena
temporada, así saldrían
reforzados de aquel bache
emocional que propicio el
enfriamiento conyugal.

El pequeño estallido de una


bombilla le alerto a Yolanda
sobre la remota posibilidad
de que alguien durante su
ausencia, manipulase la
instalación eléctrica. La
psicosis de saber que le
pisaban los talones
acrecentaba el temor a que
la quisieran asesinar por
involucrarse en algo en lo
que correría un riesgo
innecesario, esa sospecha le
alerto de aspectos de los
que intentaba escapar.

2833
Teniendo en cuenta que la
tensión aumentaba por el
predominio de falsas
hipótesis que le alejaban de
lo verdaderamente
importante, percibía un
enorme vacío en el que nada
le ayudaría a llenar el
espacio que ocupo Natalia,
buscaría la manera de
superar aquel duro revés que
le calo muy hondo. Notaba un
devastador estremecimiento
en el organismo alterándole
las constantes vitales, ya
que pronto le harían una
inesperada visita en el
contexto de continuar
poniéndole obstáculos en el
camino.

De fondo escuchaba el goteo


de un grifo en la cocina que

2834
permitía que se
resquebrajase el silencio,
frenando el grado de
incertidumbre que lo
envolvía todo, le valdría de
referente ante la escalada
de ataques de baja
intensidad que le surgían
alrededor, meditaba la
aparición de esos fenómenos
que consideraba de una
extraña naturaleza a la que
era incapaz de encontrarle
una explicación racional al
asedio que le pretendían
imponer por la fuerza. La
hacinarían en una especie de
encerrona de la cual le
sería complicado evadirse,
ahí sabría la magnitud de lo
que podría sucederle en caso
de salirse del guion
establecido.

2835
Utilizando métodos que le
conducirían a quitarse la
vida antes de someterse a
las torturas de diversa
progresión, además del
castigo físico que le
infligirían a modo de
ejemplo para los futuros
curiosos al plantearse
husmear en los entresijos de
los diferentes comandos
itinerantes distribuidos por
lugares casi intransitables.

Oyó como un hombre accionaba


el timbre perteneciente al
piso de al lado de donde ella
residía, temía un ajuste de
cuentas en casa de Ignacio
por alguna de las muchas
tramas financieras en las que
hizo de negociador entre las

2836
partes. Permaneció quieta en
la misma posición que le
describía su anatomía en
medio del pasillo, sintió que
uno de los zapatos se
arrastraba más que el otro al
andar sobre el terrazo del
rellano de la escalera, se le
hacía familiar el modo en que
se movía aquel individuo.
Aunque el rostro pasaba a ser
la asignatura pendiente.

Puesto que barajaba varios


candidatos de la extensa
lista que manejaba con
especial destreza. Desecharía
los perfiles de quienes
fueron etiquetados como
influyentes en la toma
decisiones de relevancia,
aparte de sembrar el terror
en las familias de los

2837
miembros que aspirasen a
desligarse de la matriz, el
secuestro Express era una
táctica que se utilizaba al
intentar ocultar información
a los medios de comunicación.

Pudiendo manejarlos a cambio


de una compensación
económica con la que
mantener en silencio a quien
pudiese rastrear dichas
actividades, también
sopesaba la opción de que un
mercenario se desplazase a
título personal con la
intención de ejecutar un
trueque de elementos casi
indetectables por los
sistemas de seguridad. El
dilema le venía dado por la
falta de una perspectiva más
cercana a la que dominaba,

2838
revelando que se quedaría a
medias en la obtención de
fundamentos de cara a sacar
indirectamente provecho de
aquel hecho en cuestión.

Pasados unos segundos se dio


cuenta de que la visita se
dirigía a la vivienda
contigua a la suya, por lo
que Ignacio quedaría
automáticamente de dicha
reunión clandestina. Ese
giro le abría una nueva
incógnita a despejar en
consonancia a la
eventualidad de que una
célula se implantase en el
inmueble, lejos de contactar
con las que maniobraban con
total impunidad. Cavilaba el
concepto de que la
tranquilidad se instalaba en

2839
un segundo plano, el
trasiego de efectivos
supondría un escenario de
luchas por imponer un
control de los movimientos
de los habitantes de los
barrios obreros.

Escucho dos denotaciones


provenientes del silencioso
de una pistola de pequeño
calibre, lo que le provoco
un pequeño sobresalto al ver
que una alargada macha de
sangre se colaba por debajo
de la puerta de entrada de
la calle. Observo que el
diámetro iba creciendo con
el paso de los minutos, a la
vez que se le acrecentaba el
nerviosismo por el
desconocimiento a lo que
sucedía en el rellano de la

2840
escalera, allí yacía un
cadáver el en suelo de que
apreciaba el aliento desde
la distancia.

Aunque la intranquilidad le
aceleraba las pulsaciones
del corazón con el riesgo de
provocarle un colapso, se le
acentuaba la debilidad
vivida durante la visita
para cubrir la amarga
noticia de la muerte de
Natalia. Se resistía a tirar
la toalla al admitir lo que
habían publicado los
rotativos de la competencia,
la sospecha le abocaba a un
provisional desconcierto al
afrontar asunto que se
hallaba a unos metros de
ella.

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