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1.

El teletrabajo se impone en una situación como esta ¿Qué riesgos psicológicos


se derivan de un uso intensivo de la tecnología como el que se va a dar estos
días?

Los riesgos asociados al uso de la tecnología pueden ser varios. Según las personas, el
uso, las demandas del entorno. Entre los mas frecuentemente estudiados podemos
encontrar: tecnoestrés, tecnofatiga, adicción, …

El tecnoestrés puede darse al crearse un entorno en el que el uso de la tecnología para


trabajar a distancia se vuelve más necesario y se puede ver como imprescindible.
Sobre todo para aquellos que habitualmente se defienden menor con sistemas
analógicos. Pasar de un golpe a tener que depender de sistemas de conexión,
dispositivos, programas compartidos, etc. Puede resultar abrumador y producir
consecuencias no deseables en los usuarios: sensación de ansiedad, fatiga mental,
autopercepción de ineficacia, fallos de concentración,…

El cambio de un entorno analógico al puramente digital requiere de un periodo de


adaptación y aprendizaje que en muchos casos se pasa por alto, lo que repercute en
una mayor incidencia de estos riesgos.

Por otra parte, este tecnoestrés se puede manifestarse en forma de adicción, es decir,
a sentir la necesita usar tecnología con cualquier excusa y en cualquier momento.

Estos riesgos afectan tanto a la persona como a aspectos psicosociales, ya que pueden
afectar a su entorno inmediato y se pueden manifestar con problemas para sostener la
atención en una tarea, insomnio, dificultad en las relaciones interpersonales….

Es importante, que se tengan en cuenta estos riesgos y se actúe para orientar y dar
pautas que los minimicen.

2. ¿Qué estrategia podemos usar en días en los que la avalancha informativa


relacionada con la epidemia es tan grande?

El termino infoxicación se ha hecho popular en estos últimos años, si además nos


encontramos en un contexto en el que tenemos una situación de estrés sobrevenida,
con gran incertidumbre y además en el que el contacto personal cara a cara se ve
reducido, esta intoxicación informativa es mucho mayor y puede ser muy nociva para
una persona o para su entorno.

El primer consejo es reducirla en la medida de lo posible: tener paciencia y parar de


estar conectado, no mantenerse ante las pantallas o redes sociales constantemente
buscado nuevos datos.

Además debemos filtrar las fuentes de calidad: organismos oficiales, publicaciones de


prestigio, …

También es importante no fomentarla no reenviar nada sin haber esperado y haber


contrastado la información. La presión por “ser los primeros” de muchos medios
habituales hacen que ellos mismos caigan en bulos que posteriormente tienen que
desmentir.

Para reducirla, lo primero es tener entrenado el pensamiento crítico, aprender a


distinguir entre las razones y las emociones, entre los datos y las opiniones, entre la
información y lo que nos gustaría escuchar. Evitar el llamado sesgo de confirmación: si
tengo una preferencia, una opinión o un temor, tiendo a buscar datos que lo
confirmen y no ver los datos que lo contradicen.

Por ello verifiquemos fuentes y contrastemos con otros. Valoremos si la información


tiene sentido si aporta soluciones o no, a quién beneficia,

Seamos prácticos con la información, ver si es útil o es simplemente angustiosa. Y


dejemos tiempo para descansar no saber nada nuevo. Si es relevante seguro que os
vais a enterar.

3. ¿Qué técnicas existen para mejorar nuestra concentración?

En efecto es importante entrenar la concentración. Lo más básico es evita distractores,


tanto los externos que proceden del ambiente; como los internos, nuestros propios
pensamientos, emociones, cansancios, dolores,… Los externos a veces pueden parecer
sencillos, asilarse, cerrar la puerta, pero otras no están tan claros, las notificaciones de
una pantalla se cuelan y sin que nos demos cuenta ya estamos en otra cosa. Por otra
parte los internos dependen de la intensidad y de nuestra propia capacidad para
detectarlos y manejarlos. Lo primero sería hacer la lista de mis distractores internos y
externos y luego ver como controlarlos.

Segundo, planificar en función de la actividad y de las metas que se quieran conseguir,


es útil establecer plazos de concentración. Evitar la multitarea cuando uno necesita
tener su concentración a tope y establecer el tiempo adecuado.

Tercero, toma distancia, reflexiona, de vez en cuando hay que detenerse y salir de la
tarea antes de volver. Reflexionar sobre dónde se está donde se quiere ir.

Cuarto, gestiona el descanso. Como hemos dicho el cansancio puede ser un distractor
interno. Pero además puede tener otros efectos secundarios, es bueno, programar
descansos constructivos, para no hacer nada o para hacer otra actividad que nos
aporte. Combinemos descansos cortos, para recentrarnos, con otros más largos para
reponerse.

Para ir ganando a largo plazo, pueden ser útiles practicar hobbies creativos (escritura,
dibujo, música…) , entrenarse en técnicas como yoga, mindfulness,… Y también pasear
y hacer ejercicio leve.

4. ¿Tiene sentido ponernos límites, como individuos, al uso de la tecnología en el


área personal?
Fundamental, para esto para todo. Si nosotros no nos ponemos límites, realmente no
estamos gestionando nuestra vida.

Los limites deben estar establecidos de forma inteligente, racional y emocionalmente


inteligente. De acuerdo a nuestros objetivos y nuestras capacidades. Pero también a
nuestras tentaciones y nuestras fobias. Es bueno conocerse uno mismo para adecuar
bien nuestro propio plan de acción.

Por ejemplo, aquello que no me gusta o me incomoda, probablemente tendré que


ampliar el limite y aquello que me engancha o me interesa deberé reducirlo. A veces,
un descanso aunque parezca algo generalmente deseable, hay personas que no son
capaces de mantenerlo varios minutos y otras veces el trabajo nos atrapa tanto que
hay que poner una alerta para desconectar.

5. ¿Qué se puede hacer desde los departamentos de RRHH y PRL para evitar estos
problemas?

Primero hacer consciente y formar a todos el equipo de alta dirección de la


importancia de gestionar este cambio desde el punto de vista personal. Estos
departamentos a veces saben que hacer pero no cuentan con el apoyo suficiente de la
alta dirección y sin ello sus iniciativas o se ven limitadas o simplemente no se llevan a
cabo.

Lo siguiente es no tratar de asumir toda la responsabilidad, pedir ayuda a expertos.


Hay muchos expertos en gestión del cambio y muchos psicólogos especializados que
podrían darles indicaciones de como planificar mejor estas circunstancias.

A partir de ahí, es importante que planifiquen el proceso, contando con el periodo de


adaptación y faciliten todo el apoyo y recursos que puedan necesitar: formación
tecnológica, formación en gestión de tiempo, gestión por objetivos, comunicación en
equipos virtuales, etc.

Que tengan en cuenta siempre que el aspecto emocional de las personas, lo perciban o
no, tendrá un efecto sobre la cuenta de resultados.

6. Ante una situación de dispersión no prevista como esta ¿Qué elementos


ayudan a gestionar mejor los flujos de trabajo?

Como ya eh comentado una buena gestión del tiempo y de los distractores. Además de
un buen autoconocimiento (qué me motiva, qué me distrae, qué evito…).

Para pasar esto a la acción, sería tener un horario con visión de objetivo a medio y
largo plazo, y desde este hacer la planificación a corto. ¿A qué objetivo sirve cada
actividad que hago? ¿Tienen todos mis objetivos sus actividades reflejadas en mi
tiempo?

Tras esta visión general, es bueno, gestionar bien los mini objetivos. Por ejemplo, no
debemos plantearnos el objetivo como el resultado final: escribir un artículo o
conseguir una entrevista de venta. Sino plantearnos cuales son las actividades mínimas
para ir conseguir esto: hacer una primera tormenta de ideas, acumular datos, revisar
un listado, hacer la primera llamada… Estos deben ser mini -objetivos, más fáciles de
conseguir que nos anima a avanzar. Unido a esto para no perder el foco, debemos
medir nuestro avance, anotar lo que ya está y lo que sigue en el camino.

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