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Trueno El Caballo Valiente
Trueno El Caballo Valiente
Había una vez un caballo muy bueno y con un pelo brillante que vivía en un
prado verde con muchos árboles. Todos lo llamaban Trueno.
Trueno destacaba por su color negro, su gran cola y su nobleza. Era tan
obediente que si le chiflabas, te obedecía a la primera, pero muy pocas
personas sabían todo lo que había sufrido cuando era un pequeño potrillo;
porque tenía un pequeño lucero en la frente. Al caballo le gustaba bajar todas
las mañanas a beber agua del río y corretear por el prado. De pequeño, por las
mañanas, en la cuadra relinchaba mucho porque sus hermanos le daban
bocados y patadas porque era el potrillo más débil y pequeño de la familia y por
eso se metían todos sus hermanos con él.
Trueno nunca ganaba las carreras que hacía con sus amigos: Picarel, Ángel y
Finto y con sus hermanos: Relámpago, Pegaso, Romero y Veloz. Estaba muy
triste y lloraba mucho a la luz de la Luna.
Pero el destino cambió para Trueno: a la vez que fue creciendo, se esforzó por
conseguir lo que él siempre deseó; ser un caballo mejor, ser el mejor de todos.
Una mañana, Trueno realizó una carrera y por ser el más rápido, ganó el
primer puesto y se acordó de que todo esfuerzo tiene su recompensa
contando también con el entrenamiento que realizaba diariamente.
Trueno se convirtió en un gran y fuerte caballo que había crecido mucho con un
pelaje más desarrollado, brillante y lucido. Llegó a alcanzar tanta velocidad que
le eligieron para participar en un certamen de carreras de caballos. Cuando
todos los corredores estaban listos, sonó la bocina de salida. Corría tanto y
tanto que… pasó la línea de meta el primero.
Los espectadores empezaron a aplaudir, aclamarlo y a decir que él era el mejor
caballo de carreras. Él relinchaba y daba grandes saltos de alegría. ¡Lo había
conseguido! ¡Era el mejor de todos!
También para que sea igual que su papá cuando era pequeño.
Llegaron a ser tan felices que Peón quería tener otra hermana y…
Cuando ya, en invierno, no quedaba más con Reina, Peón tuvo que
entrenar bastante porque se acercaba el “XXII CERTAMEN DE CABALLOS
INVERNAL 2020-2021”.
Cuando llegó el día de la carrera, Peón ganó y así convivió esta
familia de caballos, viviendo en paz, tranquilidad y armonía gozando de
felicidad con Trueno, Ventisca, Peón y Tormenta, siendo tan felices en el verde
prado.
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