Está en la página 1de 6

Del niño adicto a sustancias que producen dependencia

La adolescencia es un período de cambios, que representa el paso de la


infancia a la edad adulta. A lo largo de esta transición tan delicada, los
adolescentes son especialmente vulnerables a todo tipo de tentaciones a causa
de los cambios físicos, psíquicos y emocionales que atraviesan. En general, en
esta fase de cambios, son característicos el gusto por los riesgos y excesos, la
atracción hacia lo prohibido y el deseo de experimentar. Hoy en día, además de
la precocidad en la vida sexual, este período de experimentación involucra el
consumo de drogas, tanto legales como ilegales.

El consumo de alcohol representa un caso especial. Esta sustancia psicoativa


se considera droga porque puede provocar dependencia, estimulación y
depresión del sistema nervioso central. Aún así, mientras que otras drogas son
ilegales, el alcohol, al igual que el tabaco, todavía es una droga legal. Es por
ello que ninguna ley prohíbe su adquisición o consumo. Y, si bien en la mayoría
de los países está prohibida su venta a menores, los adolescentes lo consiguen
con facilidad en fiestas, gracias a amigos o parientes mayores.

En la mayoría de los casos, las primeras experiencias con las drogas se


producen en la adolescencia, sobre todo con las drogas legales como el
alcohol o el tabaco, seguidas del cannabis, que se considera una droga
blanda . En 2009 la UNODC (Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y
el Delito) estimaba que entre 149 y 272 millones de personas, en edades
comprendidas entre los 15 y los 65 años, habían consumido sustancias ilegales
al menos una vez en su vida. En 2001, la OMS (Organización Mundial de la
Salud), la UNESCO y UNICEF indicaron un claro aumento en el número de
jóvenes de entre 14 y 18 años que consumían drogas (9,5% en 2007). Según
un estudio mundial más reciente, publicado en 2012, los chicos de entre 13 y
15 años parecen ser más propensos al consumo de drogas que las chicas. Los
índices más altos de consumo de drogas en adolescentes se registran en
países de América Latina y el Caribe.

Desde la óptica de protección del estado de bienestar y del interés superior del
menor, nos encontramos ante un problema que requiere la intervención de los
Estados y de la sociedad, siempre dentro de los límites del respeto y la
aplicación de la Convención internacional sobre los derechos del niño y de la
niña. El Comité de los Derechos del Niño recomienda, por tanto, que los
Estados firmantes respeten ciertos artículos contenidos en la Convención a la
hora de poner en práctica medidas que sean eficaces.

La drogadicción es una enfermedad que consiste en la dependencia física o


psicológica de sustancias que afectan el funcionamiento del sistema nervioso
central, produciendo alteraciones en el comportamiento.

La drogadicción infantil es un problema que ha ido en aumento de manera


alarmante, pues cada vez son más los niños y jóvenes que comienzan a ingerir
drogas a edades muy tempranas; que van desde los 9 a los 12 años
consumiendo mayormente inhalantes, tabaco y alcohol pues son las drogas
que están al alcance para ellos , pero el hecho de que niños menores de 14
años consuman drogas no es lo único que debe alarmarnos pues este
problema genera una lista de otros más que no solo afectan el desarrollo
integral de cada niño, sino que afecta a sus familias y la sociedad en la que
viven.

Comenzaremos ahora a explicar algunos de los motivos que llevan a los niños
a caer en las drogas.

Uno de los principales motivos se genera dentro de las mismas familias, en


muchas ocasiones los padres drogadictos inducen a sus hijos a probar alguna
droga ya sea por el ejemplo o porque para comprar más drogas necesitan de
ellos ofreciéndolos como pago, hecho que genera un mayor trauma llevándolos
a seguir con este círculo vicioso.

Dentro de algunas dinámicas familiares los padres fumadores o bebedores son


los que proporcionan a sus hijos por primera vez alguna de estas dos drogas-
consideradas sociales- pues tienen que ser ellos quienes hagan crecer a sus
hijos incitándolos a seguir consumiendo alcohol o tabaco para poder ser
aceptados dentro de su propio núcleo familiar. Pero en algunos casos son los
niños quienes roban cigarros o botellas a sus padres para ver a que sabe,
curiosidad, y así comienzan su contacto con la sustancia. Otros niños
comienzan a drogarse por cumplir retos impuestos por compañeros para ser
aceptados dentro de un grupo y el reto se convierte en un hábito llegando así a
la dependencia de la sustancia.

La violencia sexual e intrafamiliar son una causa relevante, el abuso que sufren
los niños por parte de sus familias o extraños(en el caso de los niños
explotados) los llevan a refugiarse en las drogas, viéndolas como una forma de
olvidar o de no sentir dolor.

Ahora bien, si el problema de la drogadicción infantil es muy grave, este genera


aun más problemas que afectan ya a toda la sociedad. La delincuencia es uno
de ellos; al no tener dinero con que comprar este vicio comienzan a robar a sus
padres-dinero, cigarros o alcohol- dándoles aun más valor para después robar
a cualquier persona con violencia incluso usando algún objeto para amenazar.

La violencia que generan estos niños y con la que se les trata en otro factor
importante en el consumo de drogas.

Mas alarmante aun resulta saber que de acuerdo a varias entrevistas


realizadas a diferentes centros de atención, casas hogares e instituciones de
rehabilitación, los niños y niñas que se pretenden ser rescatados son menores
explotados para recibir como paga una dosis. Peor aun es darnos cuenta de
que algunas menores se prostituyen para seguir comprando droga, niñas de
10, 11 y doce años, que comienzan a prostituirse. El trafico de drogas en las
primarias es otra realidad, niños que introducen la droga a las escuelas y que
las venden entre sus compañeros estamos hablando de narcomenudeo dentro
de las escuelas.

Con este amplio panorama de la situación actual de la niñez mexicana


podemos darnos cuenta de que la drogadicción ya no es un problema en
adolescentes y adultos ya ha alcanzado a los niños y no solo a los mas
vulnerables por su situación familiar o económica, es un problema que supera
todo esto y que nos incumbe a todos como sociedad; no solo hay que resolver
y detener el problema hay que prevenirlo informando a nuestros niños de los
daños que causan las drogas. En Honduras el 63.6% de los Honduras entre 12
y 20 años son consumidores activos de alcohol, 58% de tabaco, 16.8% de la
marihuana, 10% de la cocaína y 14.8% de tranquilizantes o drogas prescritas
por médicos.

El cannabis, mejor conocido como “marihuana”, es la droga ilegal más utilizada


por los hondureños, según investigaciones del Instituto Hondureño para la
Prevención del Alcoholismo, Drogadicción y Farmacodependencia (IHADFA).

Con un mayor alcance, el cannabis es una de las drogas con menos “presión
social” en todo el continente americano y el mundo entero. En Uruguay se
aprobó recientemente una ley promovida por el presidente Mujica para
despenalizar el uso y la venta de la hierba. En varios estados de EE.UU., la
droga es legal para fines medicinales y otros para consumo personal, siempre y
cuando se regule su comercialización.

Del niño que carece de atención suficiente.

Muchas personas piensan que la falta de atención es solo no prestar atención.


Esta condición implica, entre otros, una dificultad afectiva para integrar el
sentido de vida, en la cual las funciones ejecutivas juegan un papel muy
importante para desarrollar la capacidad de ejecutar.

La tendencia a desarrollar TDA (Trastorno de Déficit de Atención) está presente


desde el nacimiento, aunque los comportamientos del TDA se suelen notar
cuando los niños entran en la escuela.

Una de las razones en las que las conductas con déficit de atención se
reconocen más tarde, es el hecho de que casi todos los niños de preescolar
tienen esos comportamiento o síntomas del TDA como pueden ser: falta de
atención, hiperactividad o impulsividad.

Cuando notamos que puede haber una dificultad es cuando otros niños
gradualmente empiezan a dejar esos comportamientos, pero los niños con
TDA no los dejan.
Los padres tienen que fijarse especialmente en si su hijo carece del control
suficiente para las demandas que se les hacen.

Por ejemplo, un niño de 2 años es normal que coja una rabieta ante una
contrariedad, pero cuando tiene 5 años ya no puede tener una rabieta por las
mismas razones. A continuación, le mostramos algunos síntomas que nos
pueden hacer ver que nuestro hijo/a pueda estar desarrollando algún tipo de
dificultad en la atención.

Este trastorno de la infancia puede provocar fracaso escolar, problemas en la


comunicación, escritura y aprendizaje, entre otros.

Por eso es muy importante la detección temprana, para prevenir posibles


dificultades académicas, emocionales, sociales y familiares.

Además, a estos niños se les suele etiquetar como «desinteresados» o


«apáticos en los estudios»; todo esto lo único que hace es complicar más la
situación, afectando a su autoestima.

Se entiende que un menor carece de la atención suficiente para la


satisfacción de sus necesidades básicas. Cuando sin presentarse los
supuestos para ser considerado en situación de abandono o de peligro,
carece de medios para atender a su subsistencia, o cuando las personas
a cuyo cargo esté su cuidado. Se nieguen a suministrárselo o lo hagan
de manera insuficiente. Al menor que carezca de la atención suficiente
para la satisfacción de sus necesidades básicas se le prestará el
concurso del Estado para imponer a los responsables de la obligación
alimentaria el cumplimiento de la misma. Si la familia o los responsables
de su cuidado personal carecieren de medios suficientes. Esta atención
le será dispensada por el Estado con el concurso de la familia y de la
comunidad. De acuerdo con la situación en que se encuentre el menor.
Las medidas de protección al menor que se encuentre en la situación
prevista en este Título. Serán adoptadas a solicitud de quienes tengan a
su cargo el cuidado personal de su crianza y educación, o de oficio. Con
ellas se busca apoyara la familia para la atención integral del menor,
procurando no separarlo de su medio familiar.

Bibliografias:

Comité de los Derechos del Niño

Convención internacional sobre los derechos del niño y de la niña.

https://elpais.com/elpais/2016/02/18/planeta_futuro/1455812160_932973.html

También podría gustarte