Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ecos de Un Alma Fragmentada 2 - 3
Ecos de Un Alma Fragmentada 2 - 3
su enfrentamiento con Yamaji. La conversación final había dejado una marca profunda en su
Sim Kenjiro, y le reveló sus intenciones. Viajó durante una hora por los oscuros prados de la
noche en la capital, llegando hasta donde sus hombres, que esperaban sus órdenes, atrezados.
Hiraoka: Comandante Kenjiro, no puedo continuar con esta lucha, ya no tengo motivos para
seguir en el imperio.
Con una mirada seria el Comandante Kenjiro miró a los ojos de Hiraoka decidido, todo el mundo
Sim Kenjiro: Hiraoka, entiendo tu conflicto, pero ten en cuenta que somos leales a ti. Si decides
La sorpresa se dibujó en el rostro de el Mink, conmovido por las palabras de su primer oficial,
fiel.
El comandante Kenjiro contestó con un semblante serio y firme, una respuesta de todo corazon,
Sim Kenjiro: Somos una legión, y nuestro compromiso es contigo. Si decides partir, entonces
iremos contigo, donde sea que vayas. Nuestra lealtad y honor están contigo, no importa la
Las palabras de Sim Kenjiro resonaron en el aire, y pronto los hombres de la legión de Hiraoka
líder.
Hiraoka: No esperaba esta respuesta… pero estoy agradecido por su lealtad. Si me acompaña,
que venga.
Hiraoka se sintió abrumado por la muestra de apoyo y lealtad de su legión. A pesar de las
adversidades, sabía que no estaría solo en su viaje al exilio. La lealtad y el honor que
compartían los unirían en esta nueva dirección, donde enfrentarían juntos lo que el destino les
produjo un acto simbólico y poderoso. Juntos, en un gesto de renuncia a sus antiguas lealtades
y compromisos, Hiraoka y Kenjiro se quitaron sus medallas y las arrojaron al suelo. Las
medallas, que habían sido símbolos de honor y servicio al imperio, ahora reposaban en el suelo,
despreciadas y abandonadas.
Kenjiro: Quien desee quedarse en el imperio no será maltratado ni mal visto, pero no podemos
acompañaros nunca más, quien desee venir, ha de saber que esto tan solo es un inicio y que
años de incertidumbre están aún por llegar, pero los afrontaremos juntos, con fraternidad.
Luego, con determinación, tomaron las banderas que habían ondeado con orgullo como
símbolos de la legión de Hiraoka. Las banderas, una vez símbolos de unión y propósito, fueron
dejadas atrás, junto con las medallas que habían llevado con honor. El acto de abandonar las
banderas marcó el fin de una era y el comienzo de una nueva, donde su lealtad y compromiso
nuevo camino. Abandonaron el pasado en busca de un futuro que ellos mismos forjaron, con la
lealtad y el honor como su brújula en esta nueva etapa de sus vidas. La decisión de dejar atrás
las medallas y las banderas fue un testimonio de su compromiso con una causa más grande,
exilio solitario.
Hiraoka caminaba solo por la orilla de un arroyo, aquel convoy formado por la legión detuvo su
camino durante varios días para descansar, con su mirada perdida en la corriente serena del
agua. Sus pensamientos estaban atormentados, y las dudas lo acosaban. Kenjiro se acercó en
Hiraoka: Kenjiro, a veces me pregunto si hemos tomado el camino correcto. Tantas vidas
Kenjiro respondió firmemente, con un semblante serio, pero con una sonrisa en su boca
Kenjiro: Hiraoka, es natural tener dudas en tiempos de guerra, pero nunca debes cuestionar el
camino que hemos elegido. Nuestra causa es justa, y nuestro compromiso es inquebrantable.
Hiraoka miraba a Kenjiro con preocupación, las dudas que la pelea con Kaemon le habían
plantado en su corazón, no tenían comparación ninguna. El duelo por la muerte del emperador,
Hiraoka: Pero las vidas que se han perdido, Kenjiro... No puedo evitar sentir la responsabilidad de
Kenjiro colocó una de sus manos en el hombro de Hiraoka mirándole a los ojos, de hombre a
luchamos por un futuro mejor. La adversidad es parte del camino, pero juntos la superaremos.
Hiraoka obtuvo una sonrisa en su rostro con la cual observaba el fluir del arroyo.
Hiraoka: A veces siento como si cargara con el peso de todo, Kenjiro. No sé si puedo soportarlo.
La determinación llenó la voz y el alma del comandante de la legión, apoyando a Hiraoka con
Kenjiro: Tú no estás solo en esto, Hiraoka. Nuestra legión está contigo, y yo estoy a tu lado.
desanimes, hermano, porque juntos somos invencibles. Yo tambíen tengo miedo, ¿sabes?... Mi
Hiraoka miró a Kenjiro con gratitud en sus ojos, sintiendo el apoyo y la fuerza que emanaba de
su compañero. A pesar de las dudas y las adversidades, sabía que no podía rendirse. Con la
lealtad y el compromiso de su legión, se fortalecería para afrontar los desafíos que les
deparaba el futuro. Juntos, encontrarán la determinación para seguir adelante, sin importar
La noche caía sobre el asentamiento provisional de la legión de Hiraoka cuando las fuerzas
imperiales, lideradas por el general Sein ``el sabio´´, aparecieron en las sombras, listas para el
combate preparadas para castigar a los exiliados y los desertores. La sorpresa fue total, y la
Kenjiro tomó la delantera, lanzándose a la batalla que estalló en el campo, con las fuerzas
logró desmoronar la determinación de los leales seguidores de Hiraoka. Sabían que estaban
sabiendo que estaban bajo órdenes de castigar la traición de Hiraoka. La lucha se desarrolló
con una ferocidad inquebrantable. Hiraoka ,espalda con espalda con Kenjiro, luchaba en el
frente de batalla, dirigiendo a sus hombres con valentía. Las espadas chocaban, los arcos
disparaban flechas y el campo de batalla se llenaba de gritos y el choque de acero contra acero.
Kenjiro luchaba con igual valentía, liderando a los soldados de la legión con determinación.
La batalla se prolongó con tensión y desgaste. Los imperiales demostraron ser un enemigo
formidable, y la lucha era feroz. La determinación y el coraje de los hombres de Hiraoka los
sostenían en la batalla.
Sein: Traidores,, es inútil. No puedes ganar esta batalla, ¡No teneis donde huir!
La superioridad numérica de las fuerzas imperiales se hizo cada vez más evidente. Los
Los recursos de la legión de Hiraoka se agotaban. Las flechas eran escasas, las espadas
luchaban con una determinación inquebrantable, pero sus fuerzas menguaban ante la
El sabio general Sein demostró ser un adversario formidable, liderando las fuerzas imperiales
determinación. Parecía que la derrota era inevitable, y las esperanzas de Hiraoka y su legión se
desvanecían lentamente.
La situación se volvía cada vez más desesperada. La lucha había llegado a un punto crítico, y el
La batalla estaba en su punto más decisivo cuando Kenjiro mal herido y casi derrotado se dio
cuenta de que sus probabilidades de supervivencia eran nulas, en su mente calculaba aquella
situación con miedo, miedo que borró de su mente, sustituido por una decisión y lealtad
Hiraoka entendió al instante el plan de Kenjiro y trató de detenerlo, pero era demasiado tarde.
Kenjiro desvió la atención de las fuerzas imperiales, lanzándose audazmente hacia ellas y
enfrentándolas con valentía. Luchó con fiereza, pero finalmente quedó abrumado por el
enemigo.
se alejaban del campo de batalla, las últimas palabras de Kenjiro resonaron en sus corazones.
Aquello despertó una risa impotente en Hiraoka que al tiempo se vio convertida en lágrimas
que brotaban mientras huía con sus hombres arroyo abajo, el mismo en el que antes
muerte trágica y heroica. Los soldados corrían por su vida, con lágrimas en los ojos por la
La dura batalla en la que la legión de Hiraoka estuvo al borde de la derrota marcó un punto de
inflexión en la vida de Hiraoka. Mientras escapaban del campo de batalla, con las palabras
finales de Kenjiro resonando en sus oídos, el corazón de Hiraoka se endureció. A partir de ese
La muerte de Kenjiro, su sacrificio heroico, dejó una huella indeleble en el alma de Hiraoka. Si
antes había sido un líder valiente, a partir de ese momento se convirtió en un líder
inquebrantable. Las dudas que alguna vez lo habían atormentado ya no tenían cabida en su
corazón. Se había convertido en una persona decidida, con un liderazgo sólido y respetada por
Hiraoka no era inmune a las dudas y las dificultades de su camino, pero ahora las abordaba con
determinación. No retrocedía ante los desafíos, sino que caminaba al frente con confianza y
Después de varios meses de viaje, Hiraoka y su legión finalmente encontraron un lugar donde
establecerse. Allí, donde los cerezos florecen todo el año, en lo que se conocería como la Aldea
Floral, construyeron un nuevo hogar. Hiraoka se convirtió en un líder que guiaba a su gente con
hijo como aprendiz y educandolo como hijo suyo. La aldea floral se convirtió en un reflejo de su
compromiso con un futuro mejor, donde la lealtad y el honor eran los cimientos de su
comunidad. La muerte de Kenjiro había moldeado al Hiraoka Torashi que todos conocían, un
líder fuerte y compasivo, decidido a seguir adelante y enfrentar el futuro con coraje y
determinación.