Tema 4
La persona humana
como fundamento ético
Lanaturaleza es la esencia, el principio que determina el modo
de ser propio de algo; lo que hace que algo sea lo que es y no otra
cosa, que sea asi y no de otra manera distinta. En relacion a la idea
de naturaleza se da una de las ideas basicas en ética sobre el actuar
humano. Esta tesis se recoge en la sentencia agere sequitur esse: “él
obrar se sigue del ser’. ;Qué significa esta tesis?
Significa que a cada forma de ser le corresponde un actuar é8-
pecificd, Las operaciones que un ser viviente realiza vienen detes-
minadas por la forma esencial de dicho ser, por su naturaleza 0 eseh-
cia. De modo que cada ser actua segtin la esencia que tenga} Esencia
(eidos) es la indole ontolégica de algo, el modo de ser propio de una
cosa, lo que hace que algo sea lo que es, y no otra cosa. Es lo que
responde a la pregunta: ;qué es...?, mediante una definicion. A ca
forma de serle corresponde un actuar concreto. Por tanto, cadacosa
acttia segtin el ser que tenga. Nadie le gritarfa a la pared: jdichamef,
porque sabemos que su esencia no le capacita para esa accion.¢
Dos breves apélogos nos permiten entender un poco mejor la
relacin entre naturaleza y actuacion. Uno es la fabula de Esopo so-
bre la ranay el escorpion. Habia una vez una rana sentada en la ori-
Ila de un rio, cuando se le acercé un escorpién que le dijo:
—Amiga rana, puedes ayudarme a cruzar el rio? Puedes lle-
varme sobre tu espalda...
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Desiderio ate
—ZiQue te lleve sobre mi espalda? —contest6 la rana—. jNi
pensarlo! {Te conozco! Si te llevo a mi espalda, sacaras tu aguij6n,
me picards y me matards. Lo siento, pero no puede ser.
—No seas tonta —le respondié entonces el escorpién—. ¢No
ves que si te pincho con mi aguijén, te hundiras en el agua y que yo,
como no sé nadar, también me ahogaré?
La rana, después de pensdrselo mucho, se dijo a s{ misma:
—Si este escorpion me pica en medio del rio nos ahogamos los
dos. No creo que sea tan tonto como para hacerlo.
Entonces la rana se dirigié al escorpién y le dijo:
» | —Mira, escorpién. Lo he estado pensando y te voy a ayudar a
cruzar el rio.
El escorpién se colocé sobre la resbaladiza espalda de la rana
y empezaron juntos a cruzar el rio. Cuando habian llegado a la mi-
tad del trayecto, de repente la rana sintié un fuerte picotazo y cémo
el veneno mortal se extendfa por su cuerpo, paralizandolo. Y mien-
tras se ahogaba veia cémo también con ella se ahogaba el escorpién.
Pudo sacar las tiltimas fuerzas que le quedaban para decirle;
—No entiendo nada... ;Por qué lo has hecho? Tt también vas a
morir.
Y entonces, el escorpién respondio:
—Lo siento. No he podido evitarlo. No puedo dejar de ser quien
Soy niactuar en contra de mi naturaleza.
Y poco después de decir esto, desaparecieron los dos, el escor-
pion y la rana, debajo de las aguas del rio.
La segunda narracién es la historia de un padre del desierto y
se titula: el maestro y el escorpion.
En medio de la oracién, un abad vio c6mo un escorpion se esta-
ba ahogando. Decidié sacarlo del agua. Pero cuando lo hizo, el bicho
le pico. Por la reaccién al dolor, el maestro solté al animal, que cayé.
—~ =
Scanned with CamScannerBien Comun
al agua y de nuevo estaba ahogandose. El abad de nuevo intenté sa-
carlo y otra vez el bicho le volvié a picar. Un novicio que habia obser-
vado todo, se acercé al abad y le dijo:
—Perdone, padre, jpero usted es terco! ;No entiende que cada
vez que usted intente sacarlo del agua lo picaré?
—La naturaleza del escorpién es picar pero eso no va a cam-
biar la mia, que es ayudar -respondié el abad.
Y entonces, ayudandose de una hoja, el abad sacé al animalito
del agua y le salvé la vida. No cambies tu naturaleza si alguien te
hace dafio; sdlo toma precauciones.
Como advertimos, la relacion entre naturaleza y obrar espe-
cifico es clara. Pero, podemos proseguir y dar un paso adelante,
preguntando: zy el hombre?, a qué naturaleza obedece su obrar?,
gcudl es su esencia? Baltasar Gracian escribié en el Criticén: “Vi8-
to un Jeén, estan vistos todos, pero visto,un hombre, slo est visto
uno, y ademas mal conocido? En efecto, el hombre a diferencia de
los animales no esté determinado a la hora de actuar ni por el fih
que persigue, ni por los medios para conseguirlé El hombre es libre 4
para autodeterminarse. El hombre es libre de actuar de diferentes
modos y con diferentes intenciones. Es un sujeto responsable de
sus actos libres.No es un robot ni un automata, no est4 programado
de antemano como una maquina ni determinado por sus instintos
como el resto de animales. La persona es sujeto porque es causa de
sus propias acciones. “Mientras el tigre no puede dejar de ser ey
no puede destigrarse, el hombre vive en riesgo permanente de des-
humanizarse’, dejo escrito Ortega y Gassety y escribio bien. En el
caso del hombre esa naturaleza es racional.El actuar del hombre
est4 impregnado de esa racionalidad y libremente podemos actuar
en contra o en sintonia con dicha naturaleza racional, dependiendo g
de nuestras eleccione8.
De este modo entendemos el significado de agere sequitur essey
en el caso del ser humano/ Si queremos entender al hombre y com-
prender su actuar, debemos estudiar con detenimiento su natura-
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69Desiderio Parril,
leza, su esencia, su forma especificaf Porque el obrar de cada ser
fundamenta en su naturaleza, Necesitamos conocer a fondo el se,
del hombre para estudiar con profundidad el actuar humano.
1, ANALIsis METAFIsICO
El hombre es un ser sustancial, compuesto de ser y esencia
donde la esencia se compone de materia (dimensién corp6rea) y
forma (dimensién espiritual). El cuerpo 6 el principio potencial de
las actividades vegetativas y sensibles; la forma serd el alma, que es
el principio unitario de operaciones y es espirituall 7
Elser de la persona humana comporta un espfritu que eS por
esencia la forma de su cuerpo, De manera que la unidad de la esen-
cla humana no es absolutamente simple, Consiste en la compogj.
cidn de estos dos co-principios mencionados: yno material y otro
espiritual, .
En el hombre hay una dimensién corpérea evidente; todos
somos seres corporales; no hay persona sin cuerpo. El cuerpo im.
plica la materialidad,'es una realidad fisica y sensible. Sin embargo
flo es menos evidente que en cada uno de nosotros se manifiestan
dimensiones que superan lo corpéreo;Todos tenemos experiencia
personal de estas dimensiones que no son fisicas sino metafisicas,
no son materiales sino espirituales, tampoco son sensibles sino in:
teligibles. Todos podemos, por ejemplo, comprobar que tenemos un
deseo de felicidad y plenitud. Este deseo posee una magnitud infini-
ta porque siempre deseamos més y més, y nunca quedamos satisfe-
chos totalmente. Por lo que respecta a nuestro cuerpo, nosotros sin
embargo somos finitos, ocupamos un espacioy un tiempo definidos:
estamos situados en cierta latitud y longitud geograficas, medimos
0 pesamos una cantidad precisa y limitada, ejercemos cierta fuer-
za sobre nuestro entorno y el entorno sobre nosotros, etc. Nuestro
cuerpo nos limita y define en ciertas coordenadas muy estrechas.
Sin embargo, en nosotros encontramos ademas este vacio que nun-
Scanned with CamScannerBien Comun
ca se llena del todo. Somos seres finitos que albergan en si un vacto
infinito. Por tanto, en nosotros hay algo que trasciende nuestra fini-
tud y nuestra corporalidad. Por otro lado, nadie desea que las cosas
buenas de la vida pasen o acaben para siempre, Nadie en su sano
juicio desea la muerte de la persona amada. “El alma siente el ansia
inmortal de una profunda eternidad’, escribié Nietzsche, “y aspira
a ser eterna. El alma ansia eterna y profunda eternidad”. Este de-
seo de eternidad, de inmortalidad, también trasciende la naturale-
za mortal de la dimension corporea. Otro ejemplo es la inteligencia
humana y su capacidad de abstraer conceptos:Los conceptos estan
més alla del espacio y del tiempo y no poseen propiedades fisicas.
Asi, la idea de perro no ladra ni la idea de fuego quema. La idea de
amarillo no posee color. Envejece el hombre joven pero la idea de
joven no envejece nunca. Tampoco se mueve la idea de movimiento.
No podemos decir que la idea de perro est a la derecha de la idea
de gato, ni detras de la idea de cisne. Tampoco podemos rotarlaidea
de mesa 156° sobre su propio eje ni disponer bocabajo la idea de
jarrén. Como deducimos de estos ejemplos, en el hombre existe un
nivel no corporeo, espiritual, metafisico, tan evidente como su di-
mensi6n corporea y fisica.
La persona, de hecho, es una unidn sustancial de estas dos di-
mensiones. Union sustancial significa que no se trata de la union ae-
cidental de dos entes ya constituidos. Una unién accidental es la que,
por ejemplo, establecen entre si una mesa y el lapicero que deposi-
tamos en ella. En el caso del hombre no hay unién accidental sino
sustancial entre el espiritu y el cuerpo, ya que el elemento material
queda estructurado como cuerpo humano por el alma racional.
En cuanto tal unién sustancial, cuerpo y alma forman una uni-
dad perfecta. No somos por un lado cuerpo y por otro lado alma,
como sostiene el dualismo platénico y cartesiano. Para Platén él
alma es como la perla que se aloja dentro de la ostra atrapada por la
concha que es el cuerpo. Platén llega incluso a afirmar que el cuerpo
es carcel del alma: un “soma” que es un “sema”. Pero esta afirmacion,
ademés de contradecir los hechos, resulta gratuita/Tan valido como
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71Desiderio Pam,
decir que el cuerpo es la carcel del alma seria decir lo contrarig
saber, que el alma es la carcel del cuerpo. Es exactamente igual j
infundado afirmar que el alma estd atrapada en un cuerpo Co;
afirmar que el cuerpo esté atrapado en un alma. “Alma por todo
cuerpo habitada’, escribia el poeta. La metéfora: “cuerpo matey;
habitado en su interior por un alma” es tan absurda como la metéf,
ra opuesta: “alma espiritual habitada en su interior por un cuerpo,
Répidamente se percibe que esta metdfora es inoportuna pues Hey,
a percibir el alma como una especie de “vaporcillo” o “cuerpo sutjs
que utiliza el cuerpo para desplazarse por el mundo. Elalma Seria g
“fantasma en la maquina’, en expresién de Gilbert Ryle, que acciy,
narfa el cerebro como el conductor acciona la caja de cambios, |p,
pedales y el volante del coche.
Entre cuerpo y alma no hay una relacion tan extrinseca, acci.
dental y transitoria, como la que existe entre un coche y su conduc.
tor o, en metafora clasica, entre el timonel y su barca. Descartes, de
hecho, elige este ejemplo para ilustrar su dualismo antropol6gico;
el alma es'como un marinero que navega conduciendo la barca del
cuerpo. Cuando la barca choca con las rocas se abre en el caSco una
via de agua..El marinero, impasible, constata que la barca se esta
inundando, Abandona la nave y se pone a salvo enla orilla mientras
contempla desde lugar seguro cémo la barca se hunde. Con esta me-
t4fora Descartes pretendia establecer analogia con la separacion del
alma respecto del cuerpo tras la muerte/el alma abandona el cuerpo
cuando las condiciones vitales de éste son insostenibles: Sin embar-
go, resulta una metafora muy impertinente{ Cuando yo me hago una
herida se abre en mi carne una brecha, lo mismo que se abre una
brecha en el casco de la nave. Al marinero, sin embargo, eS@ brecha
no le afecta, mientras que esa brecha en mi cuerpo me duele a mi.
Soy yo quien sufre y no slo mi cuerpo, puesto que soy una sola cosa
con él. Yo no tengo cuerpo, sino que yo soy mi cuerpo, aunque y°
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Desiderio Parrilly
decir que el cuerpo es la cércel del alma seria decir lo contrario, g
saber, que el alma es la carcel del cuerpo. Es exactamente igual de
infundado afirmar que el alma est4 atrapada en un cuerpo comp
afirmar que el cuerpo estd atrapado en un alma. “Alma por todo un,
cuerpo habitada’, escribia el poeta. La metéfora: “cuerpo materiaj
habitado en su interior por un alma” es tan absurda como la metéfo.
ra opuesta: “alma espiritual habitada en su interior por un cuerpo”*,
Répidamente se percibe que esta metéfora es inoportuna pues lleva
a percibir el alma como una especie de “vaporcillo” o “cuerpo sutil”
que utiliza el cuerpo para desplazarse por el mundo. El alma seria e]
“fantasma en la maquina’, en expresién de Gilbert Ryle, que accio-
narfa el cerebro como el conductor acciona la caja de cambios, los
pedales y el volante del coche.
Entre cuerpo y alma no hay una relacién tan extrinseca, acci-
dental y transitoria, como la que existe entre un coche y su conduc-
tor o, en metéfora clasica, entre el timonel y su barca. Descartes, de
hecho, elige este ejemplo para ilustrar su dualismo antropoldgico;
el alma es como un marinero que navega conduciendo la barca del
cuerpo. Cuando la barca choca con las rocas se abre en el casco una
via de agua. El marinero, impasible, constata que la barca se esta
inundando, Abandona la nave y se ponea salvo en la orilla mientras
contempla desde lugar seguro cémo la barca se hunde. Con esta me-
t4fora Descartes pretendia establecer analogia con la separacién del
alma respecto del cuerpo tras la muerte/el alma abandona el cuerpo
cuando las condiciones vitales de éste son insostenibles; Sin embar-
go, resulta una metéfora muy impertinente! Cuando yo me hago una
herida se abre en mi carne una brecha, lo mismo que se abre una
brecha en el casco de la nave. Al marinero, sin embargo, esa brecha
no le afecta, mientras que esa brecha en mi cuerpo me duele a mi.
Soy yo quien sufre y no s6lo mi cuerpo, puesto que soy una sola cosa
con él. Yo no tengo cuerpo, sino que yo soy mi cuerpo, aunque yo
> “Elalma esa prisién del cuerpo". Michel Foucault, Vigilar y castigar,
Siglo XXI, 1998, p.30.
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~Bien Comin 73
no sea sdlo cuerpo’. La relacion entre alma y cuerpo es, por tanto,
mas estrecha de lo que supone esta metéfora dualista. E] hombre
se manifiesta a la experiencia ordinaria como la union inseparable
de estas dos dimensiones, corpérea y espiritual, sin que podamos
separarlas, acaso s6lo distinguirlas, en ese todo unitario que llama-
mos: “persona humana”.
El cuerpo humano no es independiente del esptritu,como tam-
poco el espiritu humano es independiente del cuerpo mientras esta
Vivificandolo, La dependencia es tan estrecha que hasta la actividad
humana més espiritual esta de algun modo permeada de la condi-
cién corporea, de modo andlogo a como el cuerpo estd gobernado
y finalizado por el espiritu. Es precisamente en el plano dela accion
donde el alma encuentra su preeminencia sobre el cuerpo. En la ac-
cién hay una peculiar composicién de “alma” y “cuerpo: laacciénli-
bre es intencidn psicoldgica, espiritual, mental, “interior”, y a su vez
es realizacién “exterior”, corporea, conductual a través de obras fisi-
cas. La accién implica una intencidn, un proyecto o estrategia; este
aspecto lo hace posible la dimensién espiritual del almay Posterior-
mente, el gesto, el comportamiento, la accion corporal, significa y
ejecuta lo planeado; este aspecto lo posibilita la dimensién fisica del
cuerpo. Es cierto que lapresencia de ambas dimensiones constituye
la modalidad especifica del obrar humano: Pero es el alma quien lle-
va la iniciativa propia de este obrar, quien origina el proceso. Sin la
intervencion inicial del alma el cuerpo no tendria un programa que,
secundar Por tanto, desde el punto de vista de la ética, de las “accio-
nes humanas” el alma tiene una relevancia mayor...
El concepto de alma procede de “anemos’, que significa “vien-
to’, lo mismo que el término latino “spiritus’, que significa “soplo’,
“aliento”;alma es el principio que anima las operaciones de un cuer-
po, determinando su esencia o naturaleza. El ser humano es un ser
espiritual:.es capaz de captar esencias inteligibles, inmateriales,
trasciende lo material y sensible y se enfrenta a lo abstracto, lo uni-
«El ser del espiritu es un hueso, pero no sdlo un hueso”. G. W. F. Hegel,
Fenomenologia del espiritu, FCE, Méjico, 1973, p. 206.
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Desiderio Parrilla
versal, lo infinito y necesario. El hombre se enfrenta al Absoluto,
vive su vida en una continua tendencia al Absoluto.
Efectivamente, la vida intelectual del hombre se caracteriza
por estos dos rasgos: el conocimiento intelectual y la voluntad jj.
bre, A través de ellos el hombre escapa al determinismo del Circulg
estimulo-respuesta, pues la inteligencia practica y la libre decision
son el principio de las acciones,Entre el cuerpo y el alma existe, por
tanto, interconexién y jerarquia. Interconexién significa que cuerpo
y alma tienen una relacién reciproca pues se influyen mutuamen-
teLa jerarquia responde al principio de que el alma tiene priori-
dad funcional sobre el cuerpo ya que el alma dirige el desarrollg
del cuerpo respecto de los actos superiores libres. Efectivamente,
laactividad de la raz6n y de la voluntad presupone la actuacién del
conocimiento y de la apeticién sensibles, los cuales presuponen a
su vez la integridad de las bases orgénicas de los sentidos, del ceres
bro, del sistema endocrino, etc, Pero el alma es capaz de dirigir las
acciones libres controlando las funciones vegetativas y sensitivas,
que por tanto dejan de ser mecdnicas, automaticas, espontaneas, Te-
guladas por el instinto y pasan a ser objeto de un gobierno mora). El
alma es capaz de controlar las reacciones emotivas que suelen.cau-
sar cambios corporales evidentes'(aceleracion del ritmo cardiaco,
temblor, segregacién de adrenalina, etc). También puede educar lay
funciones vegetativas, encauzdndolas hacia fines previstos por ella.
El almayen definitiva, dirige esta dimension bioldgica desde accio-
nes propiamente espirituales, como es la vida intelectiva: a través .
dela comprensién del significado de las palabras, el descubrimiento,
del amor interpersonal, la adhesién a valores ideales, la busqueda
dela verdad y la justicia, el desarrollo delarte ola técnica, etc. :
Boecio define “persona” como: “sustancia individual de natura-
leza racional”. La etimologia procede de dos conceptos interrelacio-
nados: “prosopén’ (“mascara” en griego) y “personae” (“resonar”
en latin). El hombre no es cosa sino persona, no es qué sino.quién,
De hectio, en todas las culturas existe una clara distincién entre
“algo” y “alguien” El término “persona” sjempre se contraponea la
f™
ee.
Scanned with CamScanner
(
tBien Comun
nocién de “cosa”. Pero el concepto de “persona” no ha existido siem-
pre y ha sufrido una evolucién hist6rica, Debemos reconocer que
el concepto de “persona” es un logro histérico del cristianismo. En
el paleolitico inferior habfa “hombres de las cavernas” pero suena
ridiculo decir que habia “personas de las cavernas”. En el derecho
romano se distinguian tres tipos de “cosas” que eran propiedad de
las “personas”: cosas que ni se mueven ni hablan (los bienes raf¢es,
un inmueble, el mobiliario), cosas que se mueven pero no hablan (él
ganado) y cosas que se mueven y hablan (los esclavos y cuantos ea-
recian de ciudadania romana)® Sélo con el cristianismo el concepto
de “persona” alcanza su maxima expresi6n, que es la dominante ent
Occidente.:
La misma etimologia de la palabra “persona” demuestra que es
unconcepto sobreafiadido al concepto de hombre. “Hombre” es una
categoria biolégica que designa a una especie animal: el homo sa-
piens sapiens. Pero “ persona” posee un componente de mérito: una
propiedad adquirida por el esfuerzo moral. Hagamos lo que ha:
mos, no dejamos de ser “hombres? La condicién de “ persona’, sin
embargo, depende de nuestros actos? Podemos ser mejores 0 peo-
res persona, segtin nuestros actos. Podemos incluso despersonali?
zarnos, convertirnos en “personas cero” Por otro lado, cuando nos
tratan como un objeto o una cosa nos soliviantamos por la indigna-
cién moral, porque sabemos que no merecemos ese tratg. Es el grito
desgarrador del personaje que gritaba: “jsoy una persona, no soy un
animal!” en la pelicula “El expreso de medianoche” ante las vejacio-
nes y abusos sufridos en Jas carceles turcas. Es la desaz6n de los es-
clavos que se rebelan en la pelicula “Espartaco” o del astronauta en
“E] Planeta de los Simios” que se niega.a ser tratado como ganado.
75
Por activa y por pasiva “persona” se sobreafiade a “hombre” como |
maxima expresién de esta humanidad, haciendo honor a su signifi-
cado de “mascara” o “careta”. Un refran de origen juridico, también
lo recuerda: homo plures personas sustinet, es decir, el hombre sos-
tiene o desempefia muchas mascaras 0 papeles (un mismo hombre
‘Gayo, Institutionum commentarii quattuor, II, 12-17.
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Desiderio Parriy,
es empresario y delincuente, es padre y metalurgico, etc.). “Perso,
na” era, en efecto, la mascara o careta que usaban los actores de ka
tragedia para hablar (per sonare).
Pedro Rodriguez Oliva escribe lo siguiente sobre la masca.
ra tragica que da nombre a esta nocién de persona: “La mascara
que, alguna vez y en muy diferentes circunstancias, encubre e]
rostro de los humanos, no ha sido siempre -como suele serlo en
nuestros tiempos- un medio de ocultar la realidad [...]. La masca.
ra'del teatro clasico era, pues, el personaje, ya que el actor, cam.
Biando de mascara, interpretaba un variado numero de papeles
en aquéllos, primitivamente sacros, espectaculos. De ahi se coli-
ge el fundamental papel que este elemento jugé en el teatro anti-
guo y sus numerosas representaciones en las artes figurativas de
Grecia y Roma.
* En sus estereotipados gestos y en otras caracteristicas forma-
les, como el color blanco o marrén que diferenciaba a las mascaras
femeninas de las masculinas, reconocia el publico con facilidad a los
personajes de las diversas obras de los tres géneros teatrales grie-
gos. Eran, pues, tantas como personajes de una obra, aunque su nu-
mero realmente reducido, pues se trataban de tipos y servian por
tanto para cualquier representacién”®,
Mas cgncretamente, la mascara griega de la tragedia era un
casco de barro con rostro, una especie de cabezudo ceremonial.
Tenia, como hemos visto, una funcién escenografica: servia ‘para
identificar al personaje arquetipo en la obra de teatro (el esclavo,
el ama, el pater familias). Pero también tenia otra funcion ak
tica: servian de megéféno. La boca era una tronera que serviade
altavoz o caja de resonancia para la voz del actor que encarnaba el
personaje. Era, por tanto, un ingenio a modo de bocina para mejo-
rar la aciistica. “Per” (prefijo duplicador) junto con “sonare”, signi-
fica: “re-sonar’, “requete-sonar’, hacerse presencia para otro por
* Pedro Rodriguez Oliva, "El Simbolo de Melpémene”, Estudios dedicados
Alberto Bail in memeriam, Servicio publiaciones Universidad Malaga, Mélaga, 1993,
pags. 49-81.
SN
Scanned with CamScannerRien Coman ”
luintensidad de la voz, La mascara amplificaba el chorro de voz del
actor y permitia que se le escuchara desde lejos, La careta era un
modo de convertirse en audible para el publico, apareciendo ast
como “personaje publico" (dramatis personae), Sin mascara uno
no puede pronunctarse de nada ni ante nadie y no puede, en con-
secuencia, desarrollar su historia, Bs blen sabldo que el sonido se
transite mediante ondas sonoras a través del alre, El ofdo capta
estas ondas y las transforma en Impulsos nerviosos que Hegan al
cerebro, Cuanto mas potentes scan estas ondas mejor escuchamos
al otro, mas cuenta nos damos de que existe para nosotros como
presencia humana en cl Mundo, Sin este altavoz, el hombre queda
mudo, reducido al silencio, como si no existlera; segiin la Escritu-
ra, el “demonio mudo" (Le 11, 14-26) nos despersonaliza porque
nos niega la condicién de persona, al robarnos 1a voz y quitarnos
la resonancla, la personalidad, sin que encontremos “eco” en las
demas personas.
La persona es comunicacion, comuni6n de personas. Si al-
guien nos niega el trato, nos evita o nos hace el vacfo nos deshu-
maniza, Es la técnica de la comunicacién perversa que aisla a la
victima porque “con las cosas no se habla”. La existencia entonces
pierde su sentido, se vuelve “absurda”. De hecho “absurdo” proce-
de del griego y significa: “sordera’. Es el caso de los nifios alexit(-
micos, intimidados por el abandono afectivo o por la amenaza de
ser abandonados por sus padres, victimas de la Incomunicacién
o por la falta de comuni6n familiar, pruebas fehacientes de lo que
decimos. Las experiencias de Psamético y'de Federico II, los nifios
ferales, el sindrome del hospitalismo, son casos extremos que co-
rroboran esta hipotesis antropoldégica sobre la persona humana,
que también se da en los fenémenos del moobing, el bulling, etc, La
pelicula Horton expresa perfectamente esta Idea del hombre como
persona que se comunica a través de su personalidad, la “mascara”
que sirve de bocina para manifestar mi humanidad ante los otros,
y viceversa,
Scanned with CamScanner78
Desiderio Parrilla
2, — ANALISIS FENOMENOLOGICO
Como la tradicién nos ha transmitido desde Aristételes, en la
naturaleza se descubren tres tipos de almas, segtin las operaciones
que realizan los distintos seres. Puede establecerse una jerarquia
entre estos tres tipos de vida:
1)
2)
3)
Vida vegetativa, es aquella en la que el viviente ejecuta la
operacién de forma automatica sin determinar la forma ni
elfin dela accion. De hecho, la planta est “plantada” y s6lo
vegeta. Son actividades biolégicas, auto-perfeccionantes e
inmanentes, como los automatismos, tropismos, reflejos,
asi como las operaciones de nutricién, crecimiento, repro-
duccién, etc.
Vida animal o sensitiva. El viviente se mueve a si mismo y
determina la forma de su obrar. Se tiene conocimiento del
mundo que nos rodea a través de los cinco sentidos exter-
nos (vista, gusto, olfato, ofdo, tacto) ylos sentidos internos
(propiocepcién, nociocepcidn, equilibrio). Estos sentidos
estén coordinados con un sistema apetitivo con el que se 7
establece la relacién con el medio ambiente a fin de sa-
tisfacer las funciones vegetativas del organismo.'A través
de la percepcién sensible los animales reciben estimulos
a los que reaccionan con respuestas apetitivas reguladas
instintivamente.
Vida intelectiva. El hombre posee entendimiento que le
permite captar,a través del proceso de abstraccién, les
conceptos universales, ubicados mas alla de la realidad
sensible, y con ellos formula juicios y razonamientos. ,
Como vemos, en el hombre es una unidad sustancial de.dos
principios, cuerpo y alma, material y espiritual Tespectivamente.
Ambos principios se pueden distinguir, pero no separar, como pode-
mos distinguir en la hoja de un cuchillo entre el hierro y el filo, mas
no separar ambos. Esta unidad se manifiesta en las acciones que nos
f
f \
Scanned with CamScannerBien Comun
79
caracterizan como hombres, donde concurren estas dos dimensio-
nes: el hombre no es ni un Angel ni una bestia. Nunca actuamos sélo
espiritualmente 0 sélo sensiblemente, sino que ambos aspectos se
encuentran entremezclados en nosotros, Leonardo Polo denomina
al hombre “espiritu encarnado” para expresar esta ambivalencia
esencial donde advertimos manifestaciones propias de los dos 6r-
denes. El filosofo Gassendi sostenia esta postura realista de unidad
cuerpo-alma frente al dualismo cartesiano. En su escrito de 1644,
«Dudas e instancias contra la metafisica de Descartes», se dirige a
Descartes en estos términos: «llamandome carne no me quitdis el
espiritu, y llamandoos espiritu no abandonais vuestra carne; sim-
plemente os permito que habléis de acuerdo con vuestra naturale-
za. Sera suficiente que con la ayuda de Dios, yo no sea carne hasta el
punto de dejar de ser espiritu, y que vos no sedis espiritu, dejando
de ser carne. En resolucién, ni vos ni yo estamos por encima o por
debajo de la naturaleza humana, y yo no me avergiienzo de la hu-
manidad, como al parecer os avergonzais de ella»? En definitiva, la
naturaleza del hombre es una unidad perfecta de dos co-principios
constitutivos: cuerpo y alma.
De esta manera venimos a concluir que en el hombre se dan
los tres tipos de alma: en el hombre hay acciones vegetativas (ritmo
cardiaco, reflejo patalar, sudoracién, etc.), acciones animales (per-
cepciones internas y externas) y acciones espirituales evidentes
como es el caso de leer este mismo libro entendiéndolo. Con estas
facultades sensibles e inteligibles entramos en relacién con el me-
dio y con los demas hombres. Gracias a estas potencialidades inte-
ractuamos con los demas y con el mundo, respondiendo a los es-
timulos sensibles y actuando segun nuestra voluntad racional. De
este modo el hombre actta secundando dos tipos de deseos: “los de:
seos sensibles”, que abarcan lo vegetativo y lo sensible; “los deseos
racionales”, que suponen la busqueda de un bien presentado por la
razon, siendo éste un acto puramente humano.
Spinoza sostenia que, por naturaleza, todo lo que existe “tiende
a perseverar en su ser”. No hablaba s6lo del instinto de superviven-
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Desiderio Parrilla
cia o de perpetuacién animal, dado que este conato (tendencia) se
hacia extensivo a los seres inertes tales como las piedras, el agua, log
atomos de hidrégeno, etc. Todo lo que existe tiene una inclinacién
natural a ser lo que es y permanecer en la existencia. Santo Toms
de Aquino, siglos antes, hab{a insistido en la misma idea cuando sos-
tenfa que toda naturaleza tiene una “inclinacién natural a la propia
perfeccién”. Segtin esto, la piedra tiende a seguir siendo piedra, el
le6n a ser el mejor leén que puede ser, el hombre a “llegar a ser e]
que es’, como escribié Pindaro.
Esta tendencia resulta ser, por tanto, universal,dado que la
comparten todas las criaturas, Pero cada una trata de cumplir esta
tendencia a la auto-perfeccién desde sus propios medios;La planta
tiende a la conservacién y a la reproduccién y cuenta con las facul-
tades vegetativas para realizarlo. El animal tiende a moverse por el
medio para cumplir este mismo imperativo bioldgico y se sirve de
sus facultades y apetitos sensibles. El hombre cuenta, ala vez con es-
tas mismas tendencias, ms las facultades racionales que le distin-
guen del resto de seres para alcanzar sus fines, su propia perfeccién.
Encontrariamos asi tres tipos generales de tendencias natura-
les: las tendencias que el hombre comparte con todos los seres vi-
vos (todo lo asociado con el instinto de conservacién yde dominio),
las tendencias que tiene en comtin con los animales (inclinaci6n a la
perpetuacién de la especie y el cuidado de la prole, la vida en comu-
nidad, etc.), y las tendencias que son propias del hombre como ser
racional (tendencia a la amistad, el conocimiento, el amor donal, ala
trascendencia metafisica y religiosa).
Esta propensién o inclinacién del hombre a determinados fi-_
nes se denomina tendencia. Es una actividad natural que tiene un
fin. Los escoldsticos la denominan “apetito” y se definfa como la
direccién del querer humano hacia unos determinados bienes en-
tendidos como fines. Esta nocién de inclinacién natural pone dé
manifiesto un finalismo metafisico que esta en el fundamento del
dinamismo psicolégico. Cada naturaleza tiene una ordenacién a su
perfeccién propia. El apetito o inclinacién natural no es una incli-
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laBien Comin
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nacién o un apetito consciente, sino una ordenacién objetiva hacia
el fin de la propia naturaleza, previa a cualquier acto del individuot
El apetito natural se manifiesta segtin la esencia propia de cada ser
puesto que sdlo puede actualizarse a través de las facultades y ope-
raciones de las que cada uno posee. Asi, en los animales el apetito
natural se manifiesta como deseo sensible de los bienes que les son
necesarios, tales como comida, bebida, proteccién, etc. ; en el hom-
bre este apetito se muestra como deseo sensible pero también como
aspiracion espiritual.
Hablar de tendencia (in-tendere: “tender hacia”) es hablar del
movimiento de la persona hacia bienes sensibles e intelectuales. A
este respecto podemos distinguir varios tipos de tendencias:
A) Tendencias no psiquicas, inclinaciones o apetitos natura-
les, en cuanto son previas al conocimiento racional. Ten-
dencias que surgen de modo instintivo y mueven a la per-
sona hacia esos fines naturales de manera espontdnea, ya
sean fines biologicos (hambre, sed) o espirituales (deseo
de infinito).
B) Tendencias psiquicas, apetitos elicitos, pues surgen de un
conocimiento sensible o racional previo.
1. Tendencias sensibless surgen de un conocimien-
to sensiblej de modo que su fin es un bien sensible.
Distinguimos:
+ Apetitos o tendencias concupiscibles (centripe-
tas), buscan el bien o placer propio y evitan el mal
o dolor. Tiene por objeto‘el bien deleitable!
+ Apetitos o tendencias irascibles (centrifugas)} o
impulso agresivd, eliminan los obstaculos entre
la persona y el fin que persigue. Se dirige hacia el
bien conveniente, pero dificil de conseguir o hacia
el mal dificil de evitar. Tiende, por tanto, al bien
arduo, que se muestra con una mezcla de conve;
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niencia e inconveniencia, porque su logro requiere
luchay esfuerzo.;
2. Tendencias intelectuales (voluntad)} movimiento ha-
cia u objeto propuesto por el conocimiento intelectual.
Conviene hacer un inciso aparte sobre el tema de las pasiones.
Las pasiones (del latin “pathos”) son tendencias sensibles, pero que
se distinguen del apetito concupiscible e irascible, en su “vehemen-
cia’, su impetu, su intensidad. Suponen un fuerte movimiento hacia
un bien sensible con importantes efectos fisiolégicos. Las pasiones,
en cuanto humanas, son buenas y necesarias para el hombre en su
actuar. Dada su fuerza y dado que es un conocimiento sensible y no
racional, las pasiones deben ser integradas por la raz6n para su Ca-
nalizacin, ya sea con el bien a perseguir, como el modo de hacerlo.
Esta canalizacién se realiza mediante la voluntad, que es el mo-
vimiento hacia un objeto propuesto por el conocimiento intelectual.
La voluntad se diferencia del deseo (sea sensible, sea espiritual) en
cuanto que es una tendencia racional entre el bien y el mal. Los actos
de volicién implican el deseo de un fin y de unos medios conducen-
tes a ese fin. Todos los fines son medios (fines mediatos) para un fin
ultimo (fin inmediato) que es la felicidad. Los medios se eligen para
la consecucién del fin perseguido mediante la inteligencia que capta
ese bien como bueno para nosotros. Este elemento de la razon es el
que distingue el deseo irracional de la voluntad racional. El deseo es
irracional siempre, sea un deseo sensible o un deseo espiritual. La
voluntad siempre va asociada a la raz6n. La unin de razon y deseo
origina la voluntad libre.
3. FACULTAD DE LA VOLUNTAD
Wa
Aceptar que tenemos voluntad deja pendiente entenderl,
cede detenerse en el estudio de la voluntad. Los griegos no
una palabra equivalente a la latina “voluntas”. Los griegos habl:
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