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ALCANZANDO LA

RECONCILIACIÓN
“¡Restáuranos, oh Señor, y haz que regresemos a
ti! ¡Devuélvenos la alegría que teníamos antes!”
Lamentaciones 5:21 (NTV)
INTRODUCCION
(2 Corintios 5:13-14 ; 2 Corintios 5:18)

▪ La reconciliación se presenta como un desafío ante el dolor y


la injusticia en nuestras vidas.

▪ La Biblia destaca que la reconciliación es un camino esencial


para quienes creen y aman a Dios.

▪ El primer paso crucial en este camino implica una conexión


directa entre nosotros y Dios, subrayando la necesidad de
cambio personal antes de influir en nuestro entorno.
EL INICIO DE LA RECONCILIACIÓN
▪ A pesar de ser la máxima expresión de amor de Dios, el ser
humano vive en enemistad constante con Él, privándose de la
vida plena que nos ha prometido.

▪ La reconciliación inicia con Dios llamándonos de vuelta hacia


Él, revelando su deseo continuo de restaurar la relación.

▪ El envío de Cristo confirma la clara intención de Dios de


reconciliarse con la humanidad.
EN BUSCA DE LA RECONCILIACIÓN
▪ En respuesta al amor de Dios, debemos dar el paso crucial
de volver nuestra mirada hacia Él de forma voluntaria.

▪ Aceptar a Cristo es fundamental. Al hacerlo, aceptamos su


amor divino, iniciando así el proceso de reconciliación.

▪ La reconciliación se desarrolla y concluye en el amor,


liberándonos y motivándonos a entregarnos sinceramente a
Dios.
ALCANZANDO LA RECONCILIACIÓN
▪ Al volvernos a Dios, por medio de Cristo, experimentaremos
una renovación total en nuestro ser.

▪ Esta decisión desata un nuevo nacimiento y establece una


relación padre-hijo renovada.

▪ La reconciliación reconstruye nuestra percepción de la


paternidad divina, llevándonos a experimentar una vida plena
y realizada.
APLICACIÓN TEOTERÁPICA
▪ La reconciliación se define por la ausencia de reproches y
culpables; centrándose en el amor y la decisión de aceptar a
Cristo en nuestras vidas.

▪ Reconocer el llamado de Dios y aceptar su amor en Cristo es


esencial para la reconciliación.

▪ Al abrir nuestro corazón al amor divino, nos disponemos a ser


cambiados y renovados, transformándonos en hombres y
mujeres nuevos al servicio de su obra.

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