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Arrendamiento.

El arrendamiento financiero funciona muy parecido a un crédito. En éste, el


arrendador financia la propiedad al arrendatario. La propiedad legal de ese activo
es de quien lo compra, pero la propiedad fiscal es del arrendatario, es decir, de
quien lo usa. No es un arrendamiento puro y se parece mucho a un crédito
bancario.

El arrendamiento financiero también se conoce como arrendamiento capitalizable;


normalmente es solo una operación financiera, es decir, no incluye otros servicios
y no se puede cancelar durante el plazo acordado. La renta que se paga no es
100% deducible, pero es totalmente amortizable. El plazo de vida útil puede ser
igual al acordado.

En el momento en que la institución financiera lo compra por ti, la factura sale a


nombre del arrendador, pero en el contrato que se firma transfieren la propiedad
fiscal a quien lo va a usar. Queda registrado como un crédito, pero no tiene
propiedad legal. Al finalizar el plazo no hay opción de devolverlo o de extender el
plazo.

El arrendamiento operativo es mucho más usado para activos que tienen una vida
útil corta, mientras que en el arrendamiento financiero es mucho más usado para
una vida útil larga.

Fondo de amortizacion.

Los fondos de amortización suelen utilizarse para cubrir deudas, las cuales se
liquidan con un único pago en el momento de su vencimiento. Otra aplicación es
como fondo para contingencias futuras o gastos previstos a futuro, tal como es la
compra de equipo o simplemente un ahorro para estudios, etcétera.

Acciones comunes.

También se denominan acciones ordinarias. Son participaciones que se le dan a


terceros sobre el capital y patrimonio de una empresa, con la finalidad de
conseguir dinero y financiar sus proyectos, otorgando derechos parciales en la
toma de decisiones y en la obtención de dividendos. Las acciones comunes
denominadas se diferencian de las acciones preferentes en que no se tiene un
derecho garantizado a los dividendos o utilidades anuales, porque es potestad de
la junta directiva de la empresa determinar si se reparten o reinvierten así como el
porcentaje que se reparte.

Son activos financieros negociables sin vencimiento que representan una porción
residual de la propiedad de una empresa. Una acción común da a su propietario
derechos tanto sobre los activos de la empresa como sobre las utilidades que esta
genere, así como a opinar y votar sobre las decisiones que se tomen.

Los acreedores y los accionistas preferentes tienen derechos prioritarios sobre los
accionistas comunes, son estos últimos quienes asumen el mayor riesgo dentro de
la empresa y, por lo tanto, quienes tienen un mayor rendimiento requerido sobre el
dinero que invierten en ella. El accionista común como propietario de la empresa
no puede perder una cantidad mayor a su aportación económica a la sociedad y
que sus bienes personales no están en riesgo en caso de que la empresa se vea
en dificultades financieras.

La financiación por medio de acciones comunes ofrece varias ventajas a la


empresa. La emisión de capital común, a diferencia de la deuda o del capital
preferente, no impone restricciones sobre futuras emisiones de capital o deuda, lo
que le permite a la empresa mantener flexibilidad para obtener financiamiento a
largo plazo. Por otra parte, la emisión de acciones comunes adicionales tiene
como desventaja la posible pérdida de control de la empresa por parte de los
propietarios actuales.

Acciones preferentes

Son aquellas Ley de Sociedades Anónimas. En caso de disolución de la sociedad


comercial serán las primeras en cobrarse, porque forman parte del activo
financiero de la empresa y se toman como parte del capital de la misma. Además,
quien tiene en su poder acciones preferentes cuenta con ciertas ventajas ante los
demás accionistas de la empresa. Es frecuente que las empresas emitan acciones
preferentes como parte de sus planes en caso de no querer un aumento en su
cartera de accionistas ordinarios.

Las acciones preferentes pagan siempre un dividendo que es fijo. Por el contrario,
en las ordinarias el dividendo puede ser variable en función tanto de situaciones
financieras, como de la estrategia que marque la Junta de accionistas de la
empresa. Otra diferencia con las ordinarias, es que las acciones preferentes fijan
su tasa de dividendos en el momento de su emisión. Por otra parte, las acciones
preferentes pueden ser recompradas por la empresa en una determinada fecha,
mientras que las ordinarias se emiten a perpetuidad. Las acciones preferentes
también presentan la posibilidad de la convertibilidad, es decir traspasar a
acciones comunes.

La principal ventaja para la compañía que emite acciones preferentes es la de


conseguir una fuente de financiación muy importante en el largo plazo con costos
relativamente bajos.

No hay que confundir las acciones preferentes con las participaciones preferentes.
Estas últimas son títulos de renta fija que emiten las empresas con un orden de
prelación que los sitúa tras todos los acreedores comunes y subordinados. Es
decir en caso de que la empresa se liquide, los dueños de estos títulos serían los
últimos en cobrar

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