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Norman J.W. Thrower Mapas y civilizacion Historia de * la cartografia on sa contexta cultural y social El traductor quiere expresar su agradecimiento a Pau Alegre, Antonio Buj, Horacio Capel, Sergio Gonzalez, Maria Carme Montaner y Luis Urteaga, quienes han contribuido a mejorar de una manera sustancial esta traduccion. Una primera version de esta obra fue publicada con el titulo Maps and Man: An Examination of Cartography in Relation to Culture and Civilization, Prentice-Hall, 1972. En 1996 aparecié la primera edicién de Maps and Civilization, publicada por the University of Chicago Press. La segunda edicién, correspondiente a esta version castellana, aparecio publicada por la misma editorial en 1999. Esta obra ha sido publicada con la ayuda de la Direccién General del Libro, Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Educacién, Cultura y Deporte. Primera edicién, 2002 10987654321 © 2002, Norman J.W. Thrower © 2002, Ediciones del Serbal Francesc Tarrega 32-34 — 08027 Barcelona Telf. 93 408 08 34 — Fax 93 408 07 92 Apartado de correos 1386 — 08080 Barcelona serbal@ed-serbal.es www.ed-serbal.es ISBN 84-7628-384-9 Impreso en Espana Depésito legal B-20507-2002 Impresi6n: Arts Grafiques Hurope S.L. a eS Sumario Prefacio 9 1. Introduccién: mapas de pueblos sin escritura... A 2. Mapas de la Antigiiedad clasica 21 3. Los primeros mapas de Asia oriental y meridional 35 4. La cartografia en Europa y en el mundo islamico durante la Edad Media... 47 5. El redescubrimiento de Ptolomeo y la cartografia en la Europa renacentista 67 6, La cartografia durante la Revolucién cientifica y la Ilustraci6n as LOL 7. Diversificacién y desarrollo durante el siglo xix... 8. Cartografia moderna: mapas oficiales y semioficiales ...... 9. Cartografia moderna: mapas privados e institucionales ...... Apéndice A: Seleccién de proyecciones cartograficas ...... Apéndice B: Breve lista de isolineas.... Apéndice C: Glosario Apéndice D: Introduccién bibliografica a la historia de la cartografia espanola, por Francesc Nadal .. Indice de nombres . Fuentes de las ilustraciones.... A Page, Anne y Mary «Yo veia diariamente a muchos que se deleitaban mirando mapas, pero por falta de experiencia en geografia desconocian de qué manera habian sido trazadas las lineas, o qué significaban éstas, o incluso el verdadero uso de los mapas». Thomas Blundeville, A Brief Description of Universal Mappes and Cardes and Their Use (Londres, 1589) Nota a la edicion espafiola El éxito de las versiones inglesas de Maps and Civilization nos ha alentado a emprender su traduccién a otras lenguas, siendo una edicién en castellano la primera que va a ser objeto de publicacin. El gran ntimero de lectores en esta lengua constituye un factor muy importante, pero también es preciso reconocer los progresos en la globalizacién del mundo debidos al patrocinio y a las exploraciones geograficas de los espanoles. Asi, aunque cartégrafos de muchos paises estuvieron implicados en la produccién de mapas generales del mundo y de América, en un principio dependieron de los descubrimientos geograficos llevados a cabo por Colén y por los que le siguieron de forma continua desde finales del siglo xv. Las contribuciones del autor a las conmemoraciones norteamericanas del Quinto Centenario de América fueron reconocidas en 1993 al ser premiado por su majestad el rey de Espafia, Juan Carlos I, con la Cruz de Oficial de la Orden del Mérito Civil. Constituye una gran satisfaccion reconocer el papel desempeiiado por John P. Snyder, el primer critico de Maps and Civilization, que escribié de forma entusiasta sobre esta obra. Su reciente fallecimiento ha privado al mundo de uno de los auténticamente grandes cartégrafos del siglo xx. El autor también desearia rendir tributo a sus profesores del Survey of India y del [British] Directorate of Overseas Surveys. Fue en estas organizaciones donde aprendié por primera vez los fundamentos de la cartografia cientifica, enriquecidos por una preparacién previa en arte, E] autor esta en deuda con Raleigh A. Skelton, H. Derek Howse, Helen M. Wallis y Elia M.J. Campbell, en Inglaterra. Sus principales mentores, en Estados Unidos, han sido Erwin J. Raisz y Arthur H. Robinson, dos cartografos universitarios prominentes. Su institucién principal, la University of California Los Angeles (UCLA), en la que ha ensefiado cartografia, descubrimientos geograficos y percep- cién remota del medio ambiente durante cuarenta afios, ha apoyado de forma decidida su trabajo. La traduccién llevada a cabo por el profesor Francesc Nadal, que ha contado con la colaboracién desinteresada de varios profesores de diversas universidades de Barcelona, asi como de cartégrafos del Institut Cartografic de Catalunya, merece nuestro reconocimiento. En la versién espafiola se ha afiadido una bibliografia cartografica especial. Esperamos que esta edicién obtenga la misma acogida positiva que han tenido las ediciones inglesas. Prefacio Mapas y civilizacion es una revision del libro Maps and Man, que originalmente fue escrito por requerimiento de los estudiantes de mis cursos de cartografia, teledetecci6n aplicada al medio ambiente y descubrimientos geograficos. Dicho libro fue concebido como un manual suplementario para cursos en ciencias, ciencias sociales y humanidades, y fue recibido de forma cordial por la comunidad académica. También fue aceptado por un gran ntimero de profesionales y no profesionales interesados en los temas que trataba. Debido a las caracteristicas de lacoleccién de la que entonces él formaba parte, tenia menos de doscientas paginas de extensién. Desde que Maps and Man aparecié en 1972, en el campo de la cartografia han ocurrido revoluciones tan profundas como otras cualesquiera de las acaecidas en el pasado. Una de ellas ha sido la aplicacién de la informatica a los problemas cartograficos, entre los que hay que incluir la produccién de mapas animados. De forma similar, las imagenes producidas mediante la observacién continua de la Tierra por instrumentos embarcados en satélites han acentuado las relaciones entre imagen y mapa. Los usos potenciales de estos desarrollos ya fueron comentados en el primer texto, pero éstos han progresado tanto en las dos tiltimas décadas que volveran a ser tratados en esta nueva edicidn. Asimismo, recientes investigaciones sobre los mapas de los pueblos indigenas, un tema que ya fue tratado en la primera edicién, al igual que las investigaciones sobre la antigua cartografia occidental han avanzado hasta el punto de que merecen una mayor atencién. Afortunadamente, la University of Chicago Press, que encargé esta revision, ha permitido un mayor mimero de paginas ¢ ilustraciones que las que habia en la edicién original. Sin embargo, con el fin de mantener el libro asequible para los estudiantes, dinicamente se ha utilizado el color para la cubierta. Naturalmente, en el espacio de un volumen todavia de tamaiio modesto no se puede tratar de forma exhaustiva una gran cuestién. Ahora bien, la existencia de referencias a la rica literatura sobre cartografia y sobre cuestiones relacionadas con la misma, —en las notas, como en la edicidn anterior—, puede conducir al lector por muchas sendas Pprovechosas y placenteras. De forma general, solo se citan los articulos considerados cruciales de la abundante literatura periddica, ya que otros tienen que ser localizados en las bibliografias de los libros especializados que se indican. Como resultado de una revisi6n radical, de una expansi6n y actualizacién del trabajo original, el nuevo titulo del libro refleja una vision mas amplia de la tematica tratada en el mismo. Este es un libro mas sobre mapas que sobre cartografia. Si bien hay referencias necesarias al proceso de elaboracién de los mapas, éstas estan incluidas tinicamente, Boe que el lector pueda estar informado sobre los mapas resultantes del uso Particular de dichos métodos. No es, en ningtin sentido, un trabajo acerca de «como FROLOGO cial hacer» mapas, sobre lo que ya existe un cierto numero de buenos ejemplos. Aquellos que deseen hacer mapas deben aprender, en realidad, haciéndolos. Sin embargo, uno puede descubrir mucho sobre mapas estudidndolos; de ahi que en esta obra sean muy importantes las ilustraciones. Para la mayoria de la gente, al igual que para los gedgrafos, resulta mas necesario un conocimiento de los mapas que de los principios relativos a su elaboraci6n. Este libro ha sido preparado para proporcionar informacion sobre la naturaleza y desarrollo de los mapas, asi como sobre el atractivo y saber de la cartografia. Tal como observé en 1683 el fisico y astr6nomo inglés Edmond Halley, que fue también un distinguido cartégrafo, mediante el uso de los mapas ciertos fenémenos «(...) pueden ser comprendidos mejor que a través de cualquier descripcion verbal». Al presentar este estudio, al autor le gustaria tener la oportunidad de agradecer a sus colegas de profesién, situados en diferentes centros, la ayuda recibida. Las contribuciones especificas estan indicadas en el texto o en las notas, pero otras, -seah reconocidas 0 no-, son apreciadas en gran medida. Estos reconocimientos incluyen a mis primeros estudiantes de doctorado, especialmente a Patricia Caldwell, Anne Canright, John Estes, John Jensen, Leslie Senger, Judith Tyner y Ronald Wasowski y a los estudiantes de maestria Gerald Greeberg y Roderick McKenzie (ambos posteriormente doctores), asi como a Tony Cimolino, Matthew McGrath y Robert Mullens. También contribuyeron un gran ntimero de mis otros estudiantes licenciados y no licenciados, aunque no estén personalmente citados. La University of California, y en particular su campus de Los Angeles, ha proporcionado el clima académico que ha hecho posible este libro. Algunos de los diagramas utilizados en esta edicién fueron elaborados por Chase Langford, del Servicio de Cartografia del Departamento de Geografia de la UCLA. También se utilizaron recursos de diferentes instituciones y muy especialmente de las bibliotecas de la UCLA: Research, William Andrews Clark, Powell, Map and Special Collections. En la cartoteca de la UCLA, la ayuda de Carlos Hagen, su director, asi como de Jon Hargis, Portia Chambliss y Eric Scott fue particularmente importante. Betsy Hedberg, Ayudante de Investigacién para este proyecto, merece un elogio especial. También tengo que expresar mis agradecimientos a Penelope Kaiserlian, Directora Asociada de la University of Chicago Press, pues fue quien propuso esta revision. Mi esposa, Betty, me proporcion6 el coraje necesario para conservar el animo y las fuerzas, mientras escribia estos pensamientos sobre la cuestién que ha ocupado la mayor parte de mi vida profesional. Ellibro anterior, Maps and Man, se caracteriz6 por ser el primer trabajo general de cardcter social y cultural sobre el desarrollo de la cartografia. Espero que este volumen ampliado, Mapas y civilizacién, pueda aumentar esa reputacién. 1. Introducci6n: mapas de pueblos sin escritura La cartografia, como una rama del esfuerzo humano, tiene una larga e interesante historia, que refleja bastante bien el estado de la actividad cultural, asi como la percepcion del mundo en diferentes periodos. Los primeros mapas de las grandes civilizaciones fueron intentos de representar graficamente las distribuciones geograficas de la Tierra con el fin de conseguir visualizarlas mejor. Estos mapas, al igual que los de los denominados pueblos «primitivos», respondian a necesidades especificas. El mapa, si es visto a partir de su evolucién alo largo del tiempo, refleja el pensamiento cambiante de la especie humana, y pocas de sus obras constituyen un indicador tan excelente de cultura y civilizacién. En el mundo moderno el mapa realiza gran nimero de funciones importantes: como un instrumento necesario para la comprensién de los fendmenos espaciales; como el mas eficiente ingenio para el almacenamiento de informacién, incluyendo datos de cardcter tridimensional; y como una herramienta de investigacion fundamental, que permite una comprension de las distribuciones y relaciones geograficas, que, de otra manera, no conoceriamos o lo hariamos de una forma muy imperfecta. El conocimiento de los mapas y de sus contenidos no resulta automatico, sino que tiene que ser aprendido, y es importante para la gente culta tener conocimientos sobre los mapas, aunque no vayan a convertirse en cartégrafos. El mapa es uno de los elementos que forman parte de un selecto grupo de medios de comunicacién sin los cuales, tal como lo ha sugerido McLuhan, «el mundo de la ciencia y las tecnologias modernas dificilmente podria existir»'. p Aunque de naturaleza tecnoldgica, la cartografia, al igual que la arquitectura, tiene atributos tanto de caracter cientifico como artistico, Se trata de una dicotomia que no se ha reconciliado de una manera satisfactoria en todas las representaciones. Algunos mapas son excelentes desde el punto de vista de la exposicién material, Pero, en cambio, son deficientes desde el punto de vista cientifico, mientras que, €n otros, una informacién importante puede resultar oscurecida a causa de una Tepresentacién grafica tosca. Existe una asombrosa variedad de mapas con finalidades muy diversas, y uno de los objetivos de este libro es informar al lector de algunas de estas formas cartograficas. Desde luego, dentro de los limites de una obra pequeia es posible ofrecer sdlo una serie selecta de ejemplos de varios tipos de mapas; sin embargo, dicha seleccién ha de incluir un cierto nimero de mapas ane han constituido un hito en la historia de la cartografia. Parece una opcion mejor tratar con detalle un ntimero limitado de mapas, que ofrecer una relacion enciclopédica de un gran numero de ellos sin un comentario en profundidad. Las Caracteristicas especificas de los mapas seran puestas de manifiesto en referencia a INTRODUL LOS SIN Est 2RILTURA a6 ejemplos particulares. Esta obra no es un tratado sobre el arte de hacer mapas, sino mis bien sobre la apreciacién de los mapas y sobre su sentido’, Este volumen también puede ser considerado como una fuente de prototipos cartograficos 0 como una antologia de mapas, cartas nauticas y planos que, como todas las antologias, refleja el gusto y las predilecciones del recopilador. También podria estar relacionado con un libro de reproducciones de obras de arte, en el sentido de que las ilustraciones, realmente, ni siquiera con el acompanamiento de un comentario verbal, pueden hacer justicia a los originales. En este caso, las ilustraciones estan en blanco y negro, muchas estan a una escala reducida y algunas son meros fragmentos, reinterpretaciones 0 detalles. Sin embargo, habran servido correctamente a su finalidad, si animan a la gente que lee este libro a mirar los mapas de una manera mas critica, a comprender su fuerza y sus limitaciones, asi como a utilizarlos de una forma mas inteligente e incluso, tal vez, a coleccionarlos. Sin ser un sustituto de la cartoteca, este libro conducira de una forma ideal a una mejor'utilizacion de tales medios’. Este libro tampoco constituye un sustituto de la rica literatura profesional existente en el campo de la cartografia, de la cual bebe, sino que puede llevar a un lector serio a consultar las fuentes adicionales’. La cartografia cruza, a través de lineas disciplinarias, una extension mas grande que la de muchas materias. De hecho, ninguna persona o drea de conocimiento es capaz de abarcar el conjunto del campo cartografico, y, de forma parecida a lo que les sucede a los trabajadores de otras disciplinas cientificas, los cartografos se estan volviendo cada vez mas especializados, con las ventajas e inconvenientes que este proceso conlleva. Aunque, tal como Hartshorne ha afirmado, «los investigadores de otros campos coinciden, de forma comin y sin discrepancias, en que el gedgrafo es un experto en mapas (...). Esta es una técnica a la que muchos de ellos acuden como una ayuda»®. Por consiguiente, incumbe a todos los gedgrafos comprender algunas cuestiones sobre la cartografia, de la misma manera que sobre las areas de la geografia en las que estan especializados. A pesar de las notables contribuciones de unos pocos gedgrafos a la cartografia, muchos de éstos no poseen suficientes conocimientos sobre mapas como para servir de asesores a los que desde otros ambitos pudieran consultarlos. En este sentido, este libro constituye un intento de ayudar a cubrir esta necesidad, asi como un intento de promover el uso y disfrute de los mapas‘. Ha sido escrito, especialmente, para los no especialistas que deseen © necesiten conocer algunas cosas sobre los mapas. Uno de los principales temas de este libro es que el mapa moderno puede estar bien disenado, incluso ser un objeto bello y elegante, y que los primeros cartégrafos no tuvieron el monopolio de este aspecto. Ademis, mi vision es la de que, en contra de otras opiniones, el estudio de la cartografia del ultimo siglo y medio se ha convertido en un hecho cada vez mas apasionante gracias a la aplicacién de la moderna tecnologia. E] mapa como medio de comunicacién ha sido enriquecido en los tiltimos aftos mediante nuevos datos y ha sido capaz de expresar sus mensajes en un ntimero creciente ¢ interesante de formas. Al mismo tiempo, su calidad visual ha sido enormemente maejorada gracias al desarrollo de nuevas técnicas, materiales y procesos de elaboracién. Sin embargo, en esta obra algunos aspectos BAe EN ee NE et Oe Seen aR See eNO MORO RR) REY te Pee PES ie de Ja cartografia contemporanea seran tratados de una manera mas breve de la que su importancia requiere. Ello se debe a que determinados libros de cartografia cubren ya cuestiones tales como las transformaciones del mapa, la cartografia computerizada y los modelos de gravedad. Por tanto, a lo largo de estas paginas el énfasis recaerd en los hitos de la geocartografia. La cartografia no esta limitada a la representaci6n de la Tierra. Otros fenémenos como el cerebro humano también han sido cartografiados. Los principios y métodos de la cartografia tienen una universalidad que los convierte en aplicables tanto a la cartografia de cuerpos terrestres como extraterrestres, En particular la cartografia lunar, que no constituye una actividad nueva, recibird una cierta atencién a lo largo de este libro. Ahora bien, la consideracion principal recaeré en aquel ambito conocido como geocartografia. Este término debera recibir un uso cada vez mayor a medida que vayamos recibiendo y procesando mas informacién detallada sobre cuerpos celestes diferentes de la Tierra. A medida que la tecnologia espacial se desarrolle, puede ser conveniente distinguir entre cartografia terrestre y extra- terrestre, de la misma manera que ahora distinguimos entre geografia y astronomia Anteriormente existia un acuerdo general sobre el significado del término geografico mapa, pero, debido a una mayor aceptacién de las fotografias aéreas y de las imagenes de observacién de la Tierra dentro de este titulo, la frontera entre imagen y mapa ha quedado recientemente desdibujada. Este hecho sera seialado mis adelante en relacién con las fotografias modernas. Seguin la definicién realizada por los pueblos mas primitivos y todavia utilizada por los puristas, un mapa es una representacion de toda la Tierra o partes de la misma, dibujada a una determinada escala y, por lo comin, sobre una superficie plana’. Una amplia variedad de materiales ha sido utilizada en cartografia, entre los que hay que destacar la piedra, la madera, el metal, el pergamino, la tela, el papel y las peliculas. Las palabras mapa y carta parece que derivan de sus materiales: la palabra latina carta denota un documento formal sobre pergamino o papel, mientras que mapa indica tela. El término carta esta aplicado mayoritariamente, en la geografia actual, a los mapas del mar y de las costas 0, al menos, a los mapas utilizados por los marinos y por los aviadores. Mapa, en el uso que se le da actualmente, constituye un término mas genérico, referido de una forma mas amplia a la representacion del relieve terrestre, mientras que un plano constituye una representacién, realizada desde arriba, de un area pequefa. Con el fin de ilustrar algunas de las ideas anteriormente mencionadas, vamos a examinar las obras cartogrdficas realizadas por pueblos prehistéricos y por comunidades sin escritura mucho més recientes, es decir, por aquellos pueblos conocidos como «primitivos», «nativos» e indigenas no occidentales*. El hecho de que tales grupos tuvieran conocimientos de cartograffa atestigua su importancia para la humanidad. El mapa de Bedolina, en el norte de Italia, de c. 2000-1500 a.C. és el plano considerado como el mas antiguo de un asentamiento humano (fig. Lay. El anilisis de esta roca excavada en la pared sugiere que fue «grabado» en diferentes fases con elementos pictoricos como figuras humanas, animales y casas de perfil, que fueron afadidos posteriormente, posiblemente durante la Edad de 14 MAPAS Y CIVILIZACION Figura 1.1 El petroglifo de Bedolina, un ejemplo de cartografia prehistorica Hierro, a un plano de la Edad de Bronce. Todavia estd en discusién el significado de sus simbolos mas abstractos: rectangulos rellenos de puntos espaciados de una forma regular (;campos cercados por cercas de piedra?); lineas tinicas de forma irregular, conectando diversas partes (;corrientes de agua y canales de irrigacion?); y pequefios circulos con un tinico punto en su centro (;pozos?), Cualquiera que sea la interpretaci6n, el petroglifo original parece ser un plano detallado de un area actual y representa una evolucién desde la forma simbélica a la pictorica. Muchos otros «mapas» terrestres y celestes dibujados, siguiendo las pautas del arte rupestre, en diferentes partes del mundo, tanto si son conocidos, como si todavia tienen que ser descubiertos, deberian ser estudiados de nuevo por los arquedlogos, los antropdlogos, los etndlogos, al igual que por los historiadores y los gedgrafos. Aproximandonos més a nuestra época, los islefios del Pacifico trazaron sus travesias de isla a isla, a medida que se esparcieron sobre un area muy extensa, antes de que los europeos Ilegaran al mayor de los océanos. Para desenmarafar esta historia es necesario recurrir de nuevo a otras disciplinas, ademas de la geografia y de la historia. Asi, entre las diversas direcciones o sistemas de guia utilizados por estos navegantes de islas, estan las estrellas, las senales en el mar, los pajaros que indican tierra y las «cartas nauticas». De hecho, las cartas nauticas de madera de las islas Marshall ilustran lo que puede ser llamado, a falta de un término mejor, cartografia «nativa». Estas cartas nduticas estan hechas generalmente de estrechos — INTRODUCCION: MAPAS DE PUEBLUS SIN EOURITTURA ts palos del nervio central de frondosas palmeras, los cuales son atados con cuerdas hechas de plantas fibrosas de origen local. El orden de los palos indica ms el tipo de oleaje o masas de olas provocadas por los vientos, que las corrientes marinas, tal como se hab{a pensado en un principio. La posici6n de las islas esta marcada de forma aproximada por conchas, basicamente cauris, o coral. Aunque las cartas nauticas varian considerablemente de tamafo, por lo general miden entre 18 y 24 pulgadas cuadradas (entre 548 y 731 cm’)'°. FI método para utilizar estas cartas nduticas fue sonsacado a los nativos de las jslas con muchas dificultades, ya que sus métodos de navegacién fueron secretos guardados de forma muy celosa. Las distancias entre varias islas del archipiélago de las Marshall no son muy grandes, pero las islas, como son atolones muy bajos, iinicamente pueden verse a partir de unas pocas millas desde una canoa con escdlamo. Para localizar una isla que no es visible, el navegante nativo observa las relaciones existentes entre las olas principales conducidas por los vientos alisios y las olas secundarias reflectantes o convergentes que resultan de la presencia de una isla. Si existe un determinado angulo entre los dos tipos de olas, se establece un dibujo de interferencia picada. Cuando se llega a una zona asi, la canoa es colocada de forma paralela a este dibujo con la proa encarada a las olas de mayor amplitud, que dan una indicacién de donde esta la isla. Estos dibujos bastante complejos de las olas pueden ser representados sobre cartas nduticas de palos, que pueden ser Ilevados a bordo en las canoas, Ademias, los navegantes confian a su astucia el experimentar el efecto de las olas. Se han encontrado tres tipos principales de cartas nauticas en las islas Marshall: las Hamadas rebbelib, meddo y mattang. La rebbelib (fig. 1.2) es una carta nautica de una gran parte del archipiélago de las Marshall, que comprende unos treinta atolones e islas en una distancia aproximada de seiscientas millas marinas de noroeste a sureste y de la mitad de ésta de noreste a suroeste. Aunque en las cartas nauticas hechas con palos, las relaciones geograficas entre las islas son sdlo aproximadas, sus emplazamientos pueden ser reconocidos, si hacemos referencia a las modernas cartas nduticas de esta regién. La meddo es una carta nautica de caracter local de una parte del archipiélago. De hecho, puede ser una carta nautica que forme parte de una serie de cartas nduticas cuya escala permita mostrar el espacio geografico con mayor detalle que con las cartas nduticas del tipo rebbelib. El tercer tipo de cartas nduticas marshallesas hechas de palo, el mattang, es, a diferencia de las otras, una carta natitica altamente convencional, muy simétrica, que hace innecesaria la representacion de un emplazamiento geografico actual. Este tipo de cartas nduticas suministra un resumen de la informacién sobre los dibujos de las olas, y pueden tener una amplia aplicacién, si bien una comprension total de sus caracteristicas unicamente puede ser poseida por su constructor. ___ En las cartas nduticas de palos de las islas Marshall, podemos ver soluciones Ingeniosas, independientes y espontaneas a varios problemas cartograficos. Los Materiales a partir de los cuales estan elaboradas (palmera frondosa, conchas y Otros) dentro de los limitados recursos que los islefios tienen a su disposicion, tecordandonos que ninguno de los mapas esta impreso en papel. Las cartas nauticas NUAPAS FT CIVILIZACION Figura 1.2. Rebbelib o carta nautica general, de las islas Marshall de palos representan fendmenos geograficos de infinita importancia para los navegantes nativos de dichas islas, pero de escaso interés para la mayoria de otros pueblos. Las cartas nduticas rebbelib y meddo expresan la necesidad de disponer de mapas a diferentes escalas: los rebbelib muestran una extensa rea y utilizan una pequefia escala, mientras que los meddo representan una localidad n 1a restringida auna escala mayor. En el uso de los mattang reconocemos la necesidad de aprender a leer cartas nduticas 0 mapas para comprender las relaciones que hay entre las convenciones cartograficas y la realidad. Ademis, el deseo de ocultar toda una serie de informacién geogrdfica y su expresién cartografica, tal como queda ejemplificado en la renuencia de los islefios de las Marshall a compartir sus técnicas cartograficas, constituye un tema recurrente y permanente en la historia de la cartografia. Ahora bien, los habitantes de las islas Marshall no han sido una e cepcién. De hecho, cuando los europeos llegaron a otros territorios nuevos para ellos, se INTRODUCCION: MAPAS DE PUEBLOS SIN ESCRITURA wy encontraron normalmente con poblaciones que tenian un conocimiento geografico extraodinario de sus regiones. Asi, cuando Cristébal Colén llegé en octubre de 1492 a Guanahani en las Bahamas, a la que llamé San Salvador, aprendié, mediante senales hechas por sus habitantes, que al sur existia una isla mayor, Cuba. Posteriormente, cuando los espafoles entraron en contacto, en Amé ntral con la civilizacién azteca, se encontraron con una muy desarrollada cartografia de ja zona. Hernan Cortés informé que, en 1520, habia recibido de Moctezuma una carta nautica que mostraba una gran parte del litoral mexicano, en la que estaban delineados los estuarios, los rios y las bahias. Estos mapas fueron llevados algunas yeces a Europa, y la informacién procedente de los mismos fue utilizada para compilar mapas impresos. Por ejemplo, un mapa de Ciudad de México con un recuadro de la costa de México, impreso en Alemania en 1524, se basé en gran parte, segtin parece, en el mapa indigena de dicha area''. Estos mapas eran diferentes de cualquiera de los que los europeos habian visto hasta entonces; sin embargo, la mayoria de dichos manuscritos se han perdido y su contribucién geografica fue rara vez reconocida. A pesar de ello, hay un mapa de México que muestra una escasa influencia europea y que se encuentra en el Cédice Mendoza, depositado actualmente en la Bodleian Library de Oxford, Esta obra fue encargada hacia 1547 por el virrey Anto- nio de Mendoza, aunque el uso de este nombre data nicamente de finales del siglo xviii. Mendoza estuvo interesado en reunir informacion cultural de los indi- genas sobre el virreinato de Nueva Espana con el fin de enviarla a Europa, donde dicho Cédice fue adquirido posteriormente por Richard Hakluyt a André Thevet, cuyos nombres aparecen en el manuscrito, junto con otras anotaciones posteriores. A partir del siglo xvii se publicaron detalles de esta obra, y en 1938 aparecié una edicién en la que se utilizaron métodos modernos de reproduccion en color; por Ultimo, en 1992 aparecid otra nueva edicidn [ed. esp., Serbal 1985] (fig. 1.3)"*. El mapa representa la fundacién de Ciudad de México (Tenochtitlin) con un Aguila, simbolo azteca del Sol, posada sobre un cactus situado en el centro y el sello de la ciudad debajo. El rectangulo con las diagonales constituye un plano estilizado del asentamiento humano y sus canales, que en la época de la conquista constituia el hogar de unas 150.000 personas. Se han realizado diversos intentos pata interpretar este documento cartografico, asi como los simbolos pictéricos situados en sus cuatro divisiones, pero una gran parte de lo que se ha dicho es pura especulacién. Se cree que las figuras situadas dentro de los cuadrantes son los diez fundadores de la ciudad, y la construccién que hay en el centro de la parte superior representa el templo de 100 pies (30,5 m) de alto que tanto impresioné a los conquistadores. En el centro de la parte derecha hay un estante para las calaveras de las victimas de los sacrificios. Debajo del rectangulo hay escenas idealizadas de las conquistas aztecas y el recuadro es un calculo de tipo calendario permanente de 51 aftos, en el que cada compartimiento representa un afio en grupos de trece con simbolos repetidos. Los aztecas idearon un calendario muy refinado, por lo que dicho mapa no es una fotografia instantanea de un momento dado, sino una Tepresentacién de los sucesos que acaecieron en un determinado niimero de anos a _ NMAEAD T CIVILIZACION jh “Th gt pn Viakloy Figura 1.3. Frontispicio del Cédice Mendoza, un mapa manuscrito de Ciudad de México tal como era concebida por los aztecas INTRODUCCION: MAPAS DE PUEBLOS SIN ESCRITURA os en «la que se convertiria en una de las mayores ciudades precolombinas florecientes del hemisferio Occidental»'’. Para los aztecas, la capital era el centro del universo, Jos canales circundantes representaban los cuatro puntos cardinales. Otros mapas aztecas de areas mas rurales, como el del distrito de Tepetlaoztoc, representaban colinas, carreteras, cursos fluviales, bosques y pirdmides con toponimia en forma de jeroglificos, por lo que constituyen mapas de transici6n entre la cartografia de Jos pueblos sin escritura y la de aquéllos con expresi6n literaria escrita, / Se han dedicado algunos estudios a los mapas elaborados por los indigenas mexicanos, asi como por los inuit (esquimales), un pueblo del norte. Sin embargo, hasta hace muy poco tiempo, los mapas de los indios del territorio que constituye en la actualidad Estados Unidos, los amerindios, habian recibido mucha menos atencién. La situacién esta cambiando gracias al establecimiento de programas de inyestigacién dedicados a la cartografia amerindia, a la realizacién de una serie de destacadas conferencias sobre esta tematica y a la celebracién de una exposicién con un determinado numero de ejemplos”. El andlisis geografico de la informacién suministrada por los pueblos no europeos resulta problematica, debido al empleo de caricaturas y a la exageracién, asi como a la incertidumbre sobre aquello que la poblacién local podia considerar relevante de cartografiar. Sin embargo, un mapa manus- crito en papel presentado por el jefe iowa Non chi ning ga en una reunién mantenida en Washing- ton DC en 1837 constituye una Tepresentacién cartografica muy reconocible (fig. 1.4)'°. Este mapa fue dibujado en tinta, posible- mente con un palo o con un dedo, y muestra una extensa area de la cuenca del alto Missisippi y del rio Missouri. La comparacin de esta delineacién con la misma hidro- grafia en mapas modernos pone de telieve que su lectura resulta bas- tante comprensible, si bien de una forma generalizada. La actual ciudad de St. Louis estaria cerca de la confluencia de los principales tfos, casi tocando a la parte inferior del mapa, pudiendo ser identi- ficados también los mayores aflu- entes, como serfa el caso de los rios_ Figura 1.4. Un mapa manuscrito Platte y Wisconsin. amerindio mostrando una parte de la cuenca fluvial del Mississippi-Missouri De forma comprensible, los rios constituyen un elemento comin de los mapas trazados por los amerindios, pero estén representados también los caminos rlas casas. Al igual que en los mapas dibujados por otros pueblos indigenas, en éstos también hay ideas cosmoldgicas y cuerpos celestes. Rocas, arboles descortezados y pieles de animales estan entre los materiales utilizados para la elaboracién de estos mapas nativos, que o bien fueron pintados con tintes naturales o bien grabados sobre la superficie. Muchas de estas obras, como las de los aborigenes de Australi poseen un mérito artistico considerable y tienen un gran significado cultural y religioso para sus creadores. Un ejemplo de esto tiltimo viene dado en el mapa representado en la fig. 1.5 de la comunidad Yolngu del noroeste de Arnhem Land Esta corteza pintada puede ser inter- pretada como un mapa relacionado con el drea litoral de Biranybirany. El coco- drilo de agua salada, una figura ancestral, tiene sus pies sobre un territorio en el que no hay unas fronteras fisicas particulares. El pueblo Yolngu emigra de un sitio a otro y se encuentra en medio del territorio como en su casa; la desem- bocadura del rio es el lugar donde la cola se junta con el resto del cuerpo. Para leer este mapa es necesario conocer las can- ciones y los bailes de la creacién de los Seres Ancestrales y sus parientes. Cada una de las partes del cocodrilo recibe un nombre y los nifios aprenden la forma de la Tierra a partir del mapa hecho de corteza. De esta manera, varios grupos de pueblos sin escritura, cuya existencia depende de un buen conocimiento de determinados territorios, han hecho mapas"*, pero, tal como se ha visto, éstos no han estado restringidos a temas unicamente mundanos”. El hecho de que la cartografia apareciese de forma independiente en sociedades aisladas atestigua su universalidad. Figura 1.5. Una corteza pintada Perteneciente a la comunidad Yolngu en Tierra de Arnhem, Australia, en la que se representa el area de Biranybirany 2. Mapas de la Antigiiedad clasica Ya se ha seftalado como los pueblos primitivos sin escritura, ademas de los de nuestra propia €época o proximos a ésta, han utilizado ampliamente diferentes medios para expresarse cartograficamente, caracterizandose sus mapas a una gran variedad de objetivos, simbolismo, escalas y rat rales! De forma similar, la cartografia de los pueblos de la Antigtiedad que poselan es itura muestra una notable variedad tanto en su forma como en su funcion. Unicamente una pequefia parte de los mapas producidos en la Antigiiedad seha conservado, pero en algunos casos tenemos conocimiento de trabajos perdidos gracias a los registros escritos. La pérdida de muchos de los primeros mapas, cartas nauticas, planos y globos puede ser atribuida a los materiales utilizados en su elaboracién, que, con frecuencia, militaban contra su preservacion. De esta manera, los metales valiosos fueron fundidos y los pergaminos se volvieron a utilizar para otras funciones. Por otra parte, los materiales menos resistentes se deterioraron rapidamente, especial- mente cuando fueron Ilevados a otros climas, o fueron destruidos por guerras, por incendios o por otras causas. La destruccién de los mapas constituye un problema permanente, debido especialmente al hecho de que la informacién que contienen puede quedar desfasada con tal rapidez, que son tratados, sobre todo en la época de la informatica, como algo efimero o bien al hecho de que contienen informaci6n estratégica y, por tanto, no pueden ser difundidos. Mapas, cartas nauticas y planos, tanto celestes como terrestres, ademas de los esquemas cosmoldgicos forman parte de los documentos de las primeras civilizaciones. Asi, por ejemplo, de la egipcia, disponemos de un plano detallado de un jardin trazado sobre una superficie de madera con yeso de c. 1.500 a.C.; de un mapa cosmoldgico de Egipto esculpido en roca de c. 350 a.C.; de un mapa zodiacal también esculpido en piedra de c. 100 a.C.; de un mapa de una mina de oro en Nubia del perfodo de los Ramsés, que forma parte del llamado papiro Turin, asi como de otros «documentos cartograficos»!. Ademis de éstos, existen planos arquitectonicos de tumbas en una gran variedad de medios, asi como mapas sobre las bases de los atatides. Diferentes mapas de este tipo, que preceden bastantes siglos al mapa de la mina de oro, fueron tecogidos en Dar el Bersha, en el Egipto Medio. Constituyen «pasaportes» al mundo del mas alla, tal como esta indicado en un texto, El libro de las dos vias, que acompana al ejemplo que sirve de ilustraci6n a la figura 2.1”. Las «dos vias» estan representadas mediante luz coloreada para el viaje diurno y oscuridad para el viaje nocturno. El pintor utilizo un color gris azulado para representar el agua, el Nilo y un océano circundante, indicando con un fondo amarillento las arenas del desierto, que, en efecto, puede ser visto como una masa continental de tierra, Esta representacion

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