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Abordar y aproximarse a la vida y obra de Phillip K.

Dick,
desde este formato y profundidad que intentamos, nos
enfrenta a enorme desafío y a la complejidad de ambas, lo
que lejos de disminuir al avanzar en el proceso se
profundiza desde que los límites entre una y otra, entre Vida
y Obra se tornan no ya solamente difusos, lo cual
alimentaría esperanzas de su esclarecimiento, sino que se
abrazan de tal manera una y otra hasta convertirse en un
único cuerpo.
Y pronto enfrentamos el dilema. ¿ los significantes que
identifican y enmarcan el mundo de DICK, esa absoluta
indefinición por la negación, de toda y cualquier frontera
entre la realidad, sea esta lo que fuere que la discusión aún
sin laudar es al respecto milenaria, y su contraria, el
mundo de lo construido en las profundidad de la Cultura en
sus diversidades , y que aceptamos no obstante como real y
único escenario cotidiano posible de nuestra vida humana.
El mundo dickeano conmueve todas estas estructuras y
pone su pesada carga en nosotros, acaso ingenuos o
meramente distraídos lectores o espectadores. Tiempos
largos ya han sucedido desde que las Ciencias
Antropológicas y otras disciplinas afines reconocen y
bucean en el fenómeno intentando definir y explicar la
realidad del mundo social en que vivimos , en sus causas y
en sus efectos, en el ayer, en el hoy y en el mañana sobre la
vida de esa indefensa criatura el Homo sapiens sapiens, en
la dura labor de desarrollar y gestionar sus necesidades ,
ahora ya asentados firmes sus pies en la tierra, descendido
de lo arbóreo , emergendio estables de su primigenia
condición de Naturaleza, puesto a vivir su mundo
permeado por las reglas de la Cultura, no siempre
compañeras de su ser biológico , las cuales a la mirada de
los acontecimientos pareciera, vaya contradición ir
menguando su humanidad . No en casual ni vano que Dik
forje como lema de Tyrrel &Cía “Construir androides más
humanos que el Hombre”. empresa biotecnológica esta
dedicada en Blade Runner a la construcción de máquinas
inteligentes: Vaya si ahí no nos sacude en su mensaje. Sin
quizás, ya desde la títulación de su admirable novela
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? Dick nos está
llamando, probablemente, su vida así lo manifiesta , desde
la angustia y la desesperación a compartir su mente , abrir
los ojos y extrañar y ver lo que miramos a nuestro alredor y
desde que lo vivimos lo aceptamos , pero su intención,
incomprendida en su tiempo y no demasiado aún en este
s.XXI, siempre obcesos en la vieja y amada idea
evolucionista del Progreso , del Futuro que solamente por
serlo, cambia y mejora nuestras vidas y la calidad de ellas
y nos convierte en seres capaces y dispuestosa ignorar
desde el impacto narcotizador de los omnipresentes
aparatos de manipulación que el Sistema posee y utiliza
tozudo y constante desde la publicidad asfixiante instalada
desde cuanta parafernalia de tecnología doméstica, publica
y privada existe, es decir subliminalmente intrusiva a
nuestra intimidad, calificada cada una y todas ellas de
“inteligentes”cualidad legitimante áun cuando se trate de
siniestros instrumentos de muerte que cual los drones
militares no tripulados, llevan muerte y destrucción a
distancia y sus operadores a miles de kilómetros de
distancia impasibles comen sus meriendas. teléfonos,
televisores, relojes, automóviles, todos y cada uno de estos
items, funcionando desde una magistral escenografía que a
la vez que los destaca, los convierte en objetos de
necesidad y deseo, también los enmascara, pero persisten
en constituir y son de por si y en si mismo ladrillos todos y
cada uno de una construcción mayor e inabarcable en la
medida intelectual de cada uno de los pobres individuos de
la especie, que mutilados por el modelo de consumo frívolo
e inducido, vagan la vida , solos y solitarios, apiñados en el
mundo señalan en su vacio, la perdida de proximidad y el
avance del individualismo en la falta total de interacción
con ese Otro , portador de su misma Cultura, hablante de
su misma lengua, individuo de su tribu, pero del cual en
definitiva aprendió a desprenderse de todo compromiso,
encapsulándose, en la nueva Utopía de la felicidad
prometida y comprometida que invade toda su vida. Ganar
dinero ese que le es necesario a Dekard a sus sueños y
desvelos, valiente Blade Runner, retirador de replicantes,
mientras alienta la esperanza de llegar a tener el suficiente
y necesario a sustituir su oveja eléctrica por una hermosa
sufrida en su milenaria domesticación, pero a todos los
efectos una verdadera oveja real al fin. Regreso a las alturas
de los arboles que no hace tanto tiempo fueron habitat de
nuestros ancestros, Naturaleza real al fin. También regreso
no necesariamente metafórico a la certidumbre peligrosa y
diaria de el los tiempos de ser parte del mundo real en los
fuegos de cavernas y refugios , alimentados en los sueños y
en los símbolos de aquellas mentes y espíritus para quienes
el éxito era simplemente vivir el día siguiente, que en el
adios de Rick, artefacto perfecto de la Ciencia y el
Progreso, víctima por tanto de los hombres que lo han
construido y le han concedido memoria y recuerdos le lleva
a reflexionar antes de apagarse “todos esos recuerdos se
perderán como lágrimas en la lluvia” En ¿Sueñan los
androides....? Phillip K. Dick, ese personaje que el mundo
irreal de su tiempo, ni quiso escucharlo, ni menos aún lo
aceptó, nos dejó un Universo galáctico en dimensión,
tamaño y tiempo en terminos de conceptualidad y reflexión
profunda acerca de la especie humana, sus soberbias, sus
contradicciones y su destino .

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