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B. Gabriel trae la respuesta a la oración de Daniel.

1. (Daniel 9:20-21) La oración de Daniel es interrumpida por una visita angelical.


Aún estaba hablando y orando, y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y
derramaba mi ruego delante de Jehová mi Dios por el monte santo de mi Dios; aún estaba
hablando en oración, cuando el varón Gabriel, a quien había visto en la visión al principio,
volando con presteza, vino a mí como a la hora del sacrificio de la tarde.
a. Aún estaba hablando en oración: Esta respuesta dramática llegó aun cuando Daniel oraba.
Jesús dijo, vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. (Mateo
6:8). Cuando sea que parezca haber una respuesta tardía en la oración, hay una razón para el
retraso. Cuando esta bien hacerlo, Dios puede contestar la oración inmediatamente.
i. Algunas veces Dios contesta la oración aun antes de que oremos. Y antes que clamen, responderé
yo; mientras aún hablan, yo habré oído. (Isaías 65:24).
b. Volando con presteza: Este es uno de los pocos lugares en la Biblia donde se nos dice que los
ángeles pueden volar. Gabriel vino prontamente porque no hay una gran distancia entre el cielo y la
tierra.
c. Como a la hora del sacrificio de la tarde: Este era un momento especial del día, cuando Moisés
ofreció el cordero de la Pascua (Éxodo 12:6) y cuando Jesús fue crucificado (Mateo 27:45).
i. Siendo un joven en Jerusalén, Daniel a menudo miraba el humo levantándose desde el templo en
el tiempo del sacrificio de la tarde.
2. (Daniel 9:22-23) Gabriel anuncia que él ha venido para traer una respuesta a la oración de
Daniel.
Y me hizo entender, y habló conmigo, diciendo: Daniel, ahora he salido para darte sabiduría y
entendimiento. Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he venido para enseñártela,
porque tú eres muy amado. Entiende, pues, la orden, y entiende la visión.
a. He salido para darte sabiduría y entendimiento: En su oración Daniel no pidió por
entendimiento. SU oración demostraba que su corazón estaba cerca del corazón de Dios, así como
la de un amigo, Dios reveló muchas cosas a Daniel (Juan 15:15).
i. Daniel estudiaba el pasaje en Jeremías, pero aún no entendía mucho. En este caso el
entendimiento venía más por medio de la oración. “Todos los estudiantes de la palabra te dirán que
cuando los martillos del aprendizaje y la crítica bíblica han fracasado para revelar un texto de piedra,
a menudo la oración lo ha hecho, y pepitas de oro se han encontrado encerradas dentro de ella.
Para cualquier estudiante de la palabra de Dios quien será un escriba bien instruido, le decimos, por
todos los medios que puedas emplear, con todas tus búsquedas de los comentarios, con todas tus
excavaciones hacia lo original, con todas tus investigaciones entre teólogos eruditos, mezcla mucha
oración ferviente.” (Spurgeon)
ii. “Lutero afirmó que él podía tener más luz espiritual por medio de alguna…ferviente oración que lo
que él podía hacer por medio de la lectura de muchos libros, o por medio de la meditación más
certera que hiciera de allí en adelante." (Trapp)
b. Porque tú eres muy amado: Tanto Daniel y el Apóstol Juan (Juan 13:23) fueron conocidos por su
relación de amor con Dios. Tanto Daniel y Juan eran también conocidos por sus sorprendentes
mensajes proféticos.
i. Daniel había apenas considerado un conjunto de “sietes” sobre la nación de Israel – los 70 años de
cautividad profetizada por Jeremías. Es como si Dios dijera por medio de Gabriel, “Ahora te mostraré
algunos ‘sietes’ los cuales te sorprenderán en verdad.”
ii. Daniel ilustró el principio que cuando buscamos a Dios diligentemente, a menudo recibimos más
de lo que pedimos.
C. La profecía de las Setenta Semanas.
1. (Daniel 9:24a)
Setenta semanas son determinadas para los Judíos y Jerusalén.
Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad,
a. Setenta semanas están determinadas: Hay casi un acuerdo universal entre los eruditos y
comentaristas de la Biblia que esto se refiere a setenta conjuntos de siete años, o semanas de años.
i. En el antiguo Hebreo, semanas simplemente se refiere a una unidad de siete. La palabra Hebrea
aquí es a menudo utilizada para significar una unidad de siete días, pero también puede ser utilizada
para una unidad de siete años.
ii. “Los Judíos tenían años Sabáticos, por la cual sus años estaban divididos en semanas de años,
como en esta importante profecía, cada semana contiene siete años.” (Clarke)
iii. Génesis 29:15-28 es un ejemplo en cuanto al utilizar esta antigua palabra Hebrea (shabuwa) tanto
para siete días como siete años en el mismo contexto.
b. Sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad: Las setenta semanas estaban enfocadas sobre
el pueblo de Daniel (los Judíos) y su santa ciudad (Jerusalén).
i. A menos que la iglesia se haya convertido en Israel, aquí no esta a la vista. Talbot llama a las
setenta semanas “el calendario de Dios para Israel” en el sentido de que no se enfoca en los
Gentiles o la iglesia.
2. (Daniel 9:24b) Lo que será cumplido en las setenta semanas.
para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la
justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.
a. Para terminar la prevaricación: Esto dice que la misma prevaricación tendrá fin. Tomado
literalmente, esto significa el establecer totalmente un nuevo orden mundial, con el final de la
rebelión del hombre en contra de Dios.
i. “La culminación de los años señalados atestiguaran la conclusión de la ‘transgresión’ del hombre o
la ‘rebelión’ en contra de Dios – un desarrollo a la cual se entra naturalmente con el establecimiento
total de un nuevo orden sobre la tierra. Esto parece requerir nada menos que la inauguración del
reino de Dios sobre la tierra.” (Archer)
b. Y poner fin al pecado: Tomando estas palabras en sentido literal, esto no significa solamente
el fin de la culpa del pecado, pero un fin para el pecado en si. Esto significa “el sellar”, o “contener”
pecados. Esto tiene la mira hacia un nuevo mundo redimido.
c. Expiar la iniquidad: La iniquidad del hombre debe ser reconciliada a la justicia y santidad de
Dios. Esta obra fue claramente llevada a cabo en la cruz.
d. Para traer la justicia perdurable: Uno pudiera tomar esto en un sentido individual, pero siempre
a habido individuos justos. Tomando la declaración en su sentido literal, esto significa un nuevo
orden de sociedad traído por el Mesías.
e. Y sellar la visión y la profecía: Esto habla tanto del fin como el cumplimiento de la profecía,
incluyendo el estado final de la historia humana, y culminando con el reino del Hijo de Dios.
i. “Debe incluir su entronizamiento.” (Archer)
f. Ungir al Santo de los santos: Tomado en su significado literal simple, esto se refiere a un lugar,
no a una persona. Hay un lugar Santo de los santos – el Santo de los santos en el lugar del
templo – el cual será ungido y bendecido.
i. Tomado en su totalidad, Gabriel realizó un anuncio notable para Daniel. Él le dijo que cada una de estas sorprendentes
cosas sucederían dentro de un periodo de setenta semanas.

ii. Al mirar la historia, nosotros podemos decir que estos cosas ya están cumplidas si ignoramos el significado simple y
literal, y le damos un significado espiritualizado el cual reemplaza el significado evidente. Algunos creen que estas
promesas fueron cumplidas de manera genérica en la propagación del Evangelio a través de los siglos, pero esta
creencia omite el claro significado de estas palabras.

3. (Daniel 9:25) El curso y la división de las setenta semanas.

Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe,
habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.

a. Desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén: Aquí Gabriel le revela a Daniel el punto de
partida para las setenta semanas de la profecía. Hubo una orden para restaurar y edificar a Jerusalén en la historia la
cual dio comienzo a este específico periodo de tiempo.

i. La Biblia presenta cuatro posibles decretos la cual pudieron cumplir esta descripción:

· Ciro hizo un decreto dándole a Esdras y a los cautivos de Babilonia el derecho de regresar a Jerusalén y reconstruir el
templo en 538 A.C. (Esdras 1:1-4; 5:13-17).

· Dario hizo un decreto dándole a Esdras el derecho de reconstruir el templo en 517 A.C. (Esdras 6:6-12).

· Artajerjes hizo un decreto dándole permiso a Esdras, un pasaje seguro, y provisiones para regresar a Jerusalén para
reconstruir el templo en 458 A.C. (Esdras 7:11-26).

· Artajerjes hizo un decreto dándole a Nehemías permiso, un viaje seguro y provisiones para regresar a Jerusalén para
reconstruir la ciudad y las murallas en 445 A.C. (Nehemías 2:1-8).

ii. Solamente el último de estos cuatro decretos fue una orden para restaurar y edificar a Jerusalén. Los primeros tres se
enfocaban en el templo, no en la plaza o en el muro.

b. Hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas: El mensaje de Gabriel para Daniel era
simple y llamativo. 483 años – esto es, 69 unidades de siete años – pasarían desde el momento de la orden registrada
en Nehemías 2:1-8 hasta la aparición del Mesías Príncipe.

i. Algunos dicen que 483 años fueron completados en el momento del nacimiento de Jesús (5 o 4 A.C.). Pero hay poco
apoyo cronológico para esta fecha.

ii. Algunos dicen que se completaron 483 años en Su bautismo, en el comienzo del ministerio de Jesús (con una
fecha de 26 D.C). Esto es posible si uno comienza con uno de los decretos anteriores de Artajerjes, y concuerda con
nuestra medición actual de los años (365.25 días a un año) en lugar de la antigua medida de años (360 días en un año).
iii. Algunos dicen que 483 años fueron completados en la entrada triunfal de Jesús (si data de 32 D.C.). El trabajo
significante de Sir Robert Anderson El Príncipe que Viene siguió este argumento con gran detalle.

· Anderson, utilizando un año de 360 días (la cual utilizaba Israel en los días de Daniel), calculó 173,880 días desde el
decreto hasta la entrada triunfal, cumpliendo la profecía al día. "Era costumbre para los Judíos el tener doce meses de
360 días cada cual, y luego el meter un treceavo mes ocasionalmente cuando era necesario para corregir el calendario."
(Walvoord)

· El año de 32 D.C. (basado en Lucas 3:1) para la muerte de Jesús es controversial (la mayoría de los que estudian la
cronología favorecen 30 o 33 D.C). Pero algunos intentos recientes han hecho algunos casos para la fecha: “Un artículo
reciente intenta dar credenciales a la 32 D.C.; cf. R.E. Showers, Grace Journal, XI (Invierno, 1970), pp. 30ff. La evidencia
presentada es digna de mirar." (Wood)

· "Ninguno hoy en día es capaz de declarar dogmáticamente que las cálculos de Sir Robert Anderson son imposibles."
(Walvoord)

iv. Algunos dicen que 483 años fueron completados en el tiempo exacto de la crucifixión. Esta es la opinión de la
minoría. Muchos que ven esta fecha cercana a este tiempo también ven que pertenece a la Entrada Triunfal, la cual
sucedió siete días antes de la crucifixión.

c. Hasta el Mesías Príncipe: Al tomar los cálculos de Anderson como confiables, vemos un cumplimiento notable de la
profecía. Un rey Gentil hizo un decreto y 483 años después hacia el día, Jesús se presentó a Si mismo como el Mesías
Príncipe de Israel.

i. En nuestra mente un Príncipe esta debajo de un peldaño del rey. En el vocabulario Hebreo, “Príncipe” tiene más la
idea de un “fuerte y poderoso gobernante” en lugar que “un hijo de un rey y el heredero del trono.”

ii. "Hubo únicamente una ocasión en el ministerio terrenal de nuestro Señor en la cual Él es despreciado al presentarse a
Si mismo abiertamente como el Rey de Sión, la tan llamada ‘Entrada Triunfal’, registrada en cada uno de los Evangelios y
la cual cumplió Zacarías 9:9 y Salmo 118:26.” (Newell)

· En aquel día, Jesús deliberadamente arregló el evento para presentarse a Si mismo como el Mesías (Marcos 11:1-10).

· En aquel día, Jesús le dio la bienvenida a la alabanza (Lucas 19:38-40) en lugar de callarla (Lucas 5:14; 8:56).

· En aquel día, Jesús hizo una referencia especial a la importancia de aquel día (Lucas 19:41-42).

iii. Esta profecía se cumplió de una manera tan específica que ha sido un testimonio significativo para muchos. “Otros de
los [eruditos] Judíos, por la evidencia de estas palabras, han sido obligados a confesar que el Mesías ya ha venido, y que
él era ese Jesús el cual fue crucificado por sus antepasados.” (Trapp)

d. Se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos: Esto indica que la reconstrucción de la plaza y el
muro de Jerusalén sucederían en las primeras siete semanas mencionadas. Entonces le seguirían 62 semanas hasta la
venida del Mesías Príncipe.

i. Las siete semanas se dividen en tres partes:

· Sietes semanas – 49 años, hasta que la ciudad y sus murallas sean reconstruidas.

· 69 semanas (7 más 62), 483 años desde el decreto hasta la aparición de Mesías Príncipe.

· Una última semana, 70a, para completar la profecía.

4. (Daniel 9:26) Lo que sucede después de las primeras sesenta y nueve semanas.
Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha
de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las
devastaciones.

a. Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías: El término Bíblico de quitará la vida es en veces
utilizada para describir ejecución (vea Génesis 9:11 y Éxodo 31:14). Gabriel le dijo a Daniel que el Mesías se le quitará la
vida por el bien de otros, mas no por sí.

i. “Cronólogos capaces han mostrado que la crucifixión del Señor Jesucristo ocurrió inmediatamente después de la
expiración de los 483 años proféticos, de 360 días cada uno, desde tiempo de la orden de Artajerjes.” (Ironside)

ii. Extrañamente muchos comentaristas capaces simplemente ignoran estos números. “Los números son simbólicos, no
aritméticos.” (Baldwin)

iii. Quitará la vida es una descripción conmovedora de la vida terrenal de Jesús, incluyendo la cruz. “Nació en el estable
de otro hombre, estuvo en la cuna en el pesebre de otro hombre, sin ningún lugar donde recostar su cabeza durante su
vida en la tierra, y enterrado en la tumba de otro hombre después de morir en una cruz maldita, el Cristo de Dios y el
Amigo de los que no tienen amigos le fue quitada la vida y no tuvo nada.” (Heslop)

b. Ha de venir destruirá la ciudad y el santuario: Después de que se le quitara la vida al Mesías, Jerusalén y su templo
sería destruido de nuevo por un ejército abrumador (con inundación). La mayoría de los eruditos y comentaristas de la
Biblia están de acuerdo que esto se cumplió en la destrucción de Jerusalén en el año 70 D.C. por los Romanos.

c. El pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá: El ejército destructor esta hecho del pueblo de un príncipe que ha
de venir. Este príncipe que vendrá se describe más en Daniel 9:26.

Las 70 semanas de Daniel: ¿qué significa la profecía?

En Daniel 9:24-27 encontramos una detallada y compleja profecía acerca de la fecha en que vendría el
Mesías (Jesucristo) a la tierra, el establecimiento del Nuevo Pacto y las consecuencias de algunos de los
eventos que precederán la segunda venida de Cristo.

Pero antes de analizar esta profecía conocida como las 70 semanas de Daniel, leamos lo que escribió el
profeta:

“Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la
prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la
visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.

“Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el
Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro
en tiempos angustiosos.

“Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un
príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de
la guerra durarán las devastaciones.
“Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la
ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la
consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador”.

¿Qué sucedería y cuándo?

Como vemos, el versículo 24 de Daniel 9 nos habla de seis cosas que el Mesías haría al cumplirse las 70
semanas anunciadas por el profeta:

1. Terminar la prevaricación
2. Poner fin al pecado
3. Expiar la iniquidad
4. Traer la justicia perdurable
5. Sellar la visión y la profecía
6. Ungir al Santo de los santos

Al terminar su ministerio, Jesucristo había cumplido al menos una parte de las tres primeras profecías.
Por medio de su sacrificio, Cristo se convirtió en la expiación de nuestra iniquidad, hizo posible el
perdón de pecados y nos reconcilió con Dios (Colosenses 1:19-20). Y eventualmente, cuando regrese a la
tierra, cumplirá éstas y las tres profecías siguientes en su totalidad.

Más adelante, en el versículo 25, encontramos el cuándo, pues Daniel especifica el tiempo en que se
cumplirían estas profecías. Siguiendo el principio de otras profecías bíblicas, donde a menudo un día
representa un año, las 70 semanas de las que habla el profeta simbolizan 490 años (Ezequiel 4:4-6;
Números 14:33-34). Por lo tanto, la división de las 70 semanas que Daniel hace en los versículos 25 y 27
es de: siete semanas (49 años), 62 semanas (434 años) y una semana (siete años).

Como también leemos en el versículo 25, el inicio de las 70 semanas de Daniel estaría marcado por “la
salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén”. Esto sucedió cuando, en el cuarto año de su
reinado (457 a.C.), el rey Artajerjes publicó un decreto permitiendo a Esdras regresar a Jerusalén y
terminar de reconstruir la ciudad (Esdras 7:6-10; 9:9).

Si tomamos el año 457 a.C. como punto de referencia, veremos que, a pesar de los obstáculos puestos
por sus enemigos, los judíos que habían regresado a Jerusalén para reconstruir la ciudad y sus murallas
lograron completar la tarea dentro de las primeras siete semanas—49 años—de la profecía (457-408
a.C.). Y según el profeta, el Mesías habría de venir a la tierra 62 semanas (434 años) después de esta
fecha, lo cual coincide con el año 27 d.C.—año en que Cristo fue bautizado y comenzó su trabajo como
Mesías (para realizar el cálculo, debe restar 408 de 434 y sumar 1, ya que no existe el año 0).

Luego, en la primera parte del versículo 26, Daniel profetizó que “se quitaría la vida al Mesías” una vez
que se hubiesen cumplido las siguientes 62 semanas—que, contando las primeras siete, suman un total
de 69 semanas proféticas.

El Mesías “confirmará el pacto con muchos”

Como hemos leído, el versículo 27 de Daniel 9 nos dice que el Mesías confirmaría el pacto con muchos
por una semana y luego, a la mitad de la semana, haría cesar el sacrificio y la ofrenda.
El Mesías “hará cesar el sacrificio y la ofrenda”

Además, Jesucristo “hizo cesar el sacrificio y la ofrenda” al invalidar la necesidad de los sacrificios
levíticos con su muerte, pues estos eran sólo una representación de su propio sacrificio por el perdón de
pecados. Si bien los judíos siguieron ofreciendo sacrificios hasta que el templo fue destruido en el año
70 d.C., esta práctica fue innecesaria desde que Cristo murió. De hecho, una de las razones por las que
fue escrito el libro de Hebreos era convencer a los judíos de que el sacrificio de Jesús y el
establecimiento del Nuevo Pacto habían invalidado el antiguo sistema expiatorio (Hebreos 10:14-18).

Como hemos visto, la última semana profética (los últimos siete años) comenzó con el inicio del ministerio de
Cristo. Y, tal como profetizó Daniel, Jesucristo murió “a la mitad de la semana”, al pasar tres años y medio de su
ministerio.

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