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ii. Al mirar la historia, nosotros podemos decir que estos cosas ya están cumplidas si ignoramos el significado simple y
literal, y le damos un significado espiritualizado el cual reemplaza el significado evidente. Algunos creen que estas
promesas fueron cumplidas de manera genérica en la propagación del Evangelio a través de los siglos, pero esta
creencia omite el claro significado de estas palabras.
Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe,
habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.
a. Desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén: Aquí Gabriel le revela a Daniel el punto de
partida para las setenta semanas de la profecía. Hubo una orden para restaurar y edificar a Jerusalén en la historia la
cual dio comienzo a este específico periodo de tiempo.
i. La Biblia presenta cuatro posibles decretos la cual pudieron cumplir esta descripción:
· Ciro hizo un decreto dándole a Esdras y a los cautivos de Babilonia el derecho de regresar a Jerusalén y reconstruir el
templo en 538 A.C. (Esdras 1:1-4; 5:13-17).
· Dario hizo un decreto dándole a Esdras el derecho de reconstruir el templo en 517 A.C. (Esdras 6:6-12).
· Artajerjes hizo un decreto dándole permiso a Esdras, un pasaje seguro, y provisiones para regresar a Jerusalén para
reconstruir el templo en 458 A.C. (Esdras 7:11-26).
· Artajerjes hizo un decreto dándole a Nehemías permiso, un viaje seguro y provisiones para regresar a Jerusalén para
reconstruir la ciudad y las murallas en 445 A.C. (Nehemías 2:1-8).
ii. Solamente el último de estos cuatro decretos fue una orden para restaurar y edificar a Jerusalén. Los primeros tres se
enfocaban en el templo, no en la plaza o en el muro.
b. Hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas: El mensaje de Gabriel para Daniel era
simple y llamativo. 483 años – esto es, 69 unidades de siete años – pasarían desde el momento de la orden registrada
en Nehemías 2:1-8 hasta la aparición del Mesías Príncipe.
i. Algunos dicen que 483 años fueron completados en el momento del nacimiento de Jesús (5 o 4 A.C.). Pero hay poco
apoyo cronológico para esta fecha.
ii. Algunos dicen que se completaron 483 años en Su bautismo, en el comienzo del ministerio de Jesús (con una
fecha de 26 D.C). Esto es posible si uno comienza con uno de los decretos anteriores de Artajerjes, y concuerda con
nuestra medición actual de los años (365.25 días a un año) en lugar de la antigua medida de años (360 días en un año).
iii. Algunos dicen que 483 años fueron completados en la entrada triunfal de Jesús (si data de 32 D.C.). El trabajo
significante de Sir Robert Anderson El Príncipe que Viene siguió este argumento con gran detalle.
· Anderson, utilizando un año de 360 días (la cual utilizaba Israel en los días de Daniel), calculó 173,880 días desde el
decreto hasta la entrada triunfal, cumpliendo la profecía al día. "Era costumbre para los Judíos el tener doce meses de
360 días cada cual, y luego el meter un treceavo mes ocasionalmente cuando era necesario para corregir el calendario."
(Walvoord)
· El año de 32 D.C. (basado en Lucas 3:1) para la muerte de Jesús es controversial (la mayoría de los que estudian la
cronología favorecen 30 o 33 D.C). Pero algunos intentos recientes han hecho algunos casos para la fecha: “Un artículo
reciente intenta dar credenciales a la 32 D.C.; cf. R.E. Showers, Grace Journal, XI (Invierno, 1970), pp. 30ff. La evidencia
presentada es digna de mirar." (Wood)
· "Ninguno hoy en día es capaz de declarar dogmáticamente que las cálculos de Sir Robert Anderson son imposibles."
(Walvoord)
iv. Algunos dicen que 483 años fueron completados en el tiempo exacto de la crucifixión. Esta es la opinión de la
minoría. Muchos que ven esta fecha cercana a este tiempo también ven que pertenece a la Entrada Triunfal, la cual
sucedió siete días antes de la crucifixión.
c. Hasta el Mesías Príncipe: Al tomar los cálculos de Anderson como confiables, vemos un cumplimiento notable de la
profecía. Un rey Gentil hizo un decreto y 483 años después hacia el día, Jesús se presentó a Si mismo como el Mesías
Príncipe de Israel.
i. En nuestra mente un Príncipe esta debajo de un peldaño del rey. En el vocabulario Hebreo, “Príncipe” tiene más la
idea de un “fuerte y poderoso gobernante” en lugar que “un hijo de un rey y el heredero del trono.”
ii. "Hubo únicamente una ocasión en el ministerio terrenal de nuestro Señor en la cual Él es despreciado al presentarse a
Si mismo abiertamente como el Rey de Sión, la tan llamada ‘Entrada Triunfal’, registrada en cada uno de los Evangelios y
la cual cumplió Zacarías 9:9 y Salmo 118:26.” (Newell)
· En aquel día, Jesús deliberadamente arregló el evento para presentarse a Si mismo como el Mesías (Marcos 11:1-10).
· En aquel día, Jesús le dio la bienvenida a la alabanza (Lucas 19:38-40) en lugar de callarla (Lucas 5:14; 8:56).
· En aquel día, Jesús hizo una referencia especial a la importancia de aquel día (Lucas 19:41-42).
iii. Esta profecía se cumplió de una manera tan específica que ha sido un testimonio significativo para muchos. “Otros de
los [eruditos] Judíos, por la evidencia de estas palabras, han sido obligados a confesar que el Mesías ya ha venido, y que
él era ese Jesús el cual fue crucificado por sus antepasados.” (Trapp)
d. Se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos: Esto indica que la reconstrucción de la plaza y el
muro de Jerusalén sucederían en las primeras siete semanas mencionadas. Entonces le seguirían 62 semanas hasta la
venida del Mesías Príncipe.
· Sietes semanas – 49 años, hasta que la ciudad y sus murallas sean reconstruidas.
· 69 semanas (7 más 62), 483 años desde el decreto hasta la aparición de Mesías Príncipe.
4. (Daniel 9:26) Lo que sucede después de las primeras sesenta y nueve semanas.
Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha
de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las
devastaciones.
a. Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías: El término Bíblico de quitará la vida es en veces
utilizada para describir ejecución (vea Génesis 9:11 y Éxodo 31:14). Gabriel le dijo a Daniel que el Mesías se le quitará la
vida por el bien de otros, mas no por sí.
i. “Cronólogos capaces han mostrado que la crucifixión del Señor Jesucristo ocurrió inmediatamente después de la
expiración de los 483 años proféticos, de 360 días cada uno, desde tiempo de la orden de Artajerjes.” (Ironside)
ii. Extrañamente muchos comentaristas capaces simplemente ignoran estos números. “Los números son simbólicos, no
aritméticos.” (Baldwin)
iii. Quitará la vida es una descripción conmovedora de la vida terrenal de Jesús, incluyendo la cruz. “Nació en el estable
de otro hombre, estuvo en la cuna en el pesebre de otro hombre, sin ningún lugar donde recostar su cabeza durante su
vida en la tierra, y enterrado en la tumba de otro hombre después de morir en una cruz maldita, el Cristo de Dios y el
Amigo de los que no tienen amigos le fue quitada la vida y no tuvo nada.” (Heslop)
b. Ha de venir destruirá la ciudad y el santuario: Después de que se le quitara la vida al Mesías, Jerusalén y su templo
sería destruido de nuevo por un ejército abrumador (con inundación). La mayoría de los eruditos y comentaristas de la
Biblia están de acuerdo que esto se cumplió en la destrucción de Jerusalén en el año 70 D.C. por los Romanos.
c. El pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá: El ejército destructor esta hecho del pueblo de un príncipe que ha
de venir. Este príncipe que vendrá se describe más en Daniel 9:26.
En Daniel 9:24-27 encontramos una detallada y compleja profecía acerca de la fecha en que vendría el
Mesías (Jesucristo) a la tierra, el establecimiento del Nuevo Pacto y las consecuencias de algunos de los
eventos que precederán la segunda venida de Cristo.
Pero antes de analizar esta profecía conocida como las 70 semanas de Daniel, leamos lo que escribió el
profeta:
“Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la
prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la
visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.
“Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el
Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro
en tiempos angustiosos.
“Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un
príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de
la guerra durarán las devastaciones.
“Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la
ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la
consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador”.
Como vemos, el versículo 24 de Daniel 9 nos habla de seis cosas que el Mesías haría al cumplirse las 70
semanas anunciadas por el profeta:
1. Terminar la prevaricación
2. Poner fin al pecado
3. Expiar la iniquidad
4. Traer la justicia perdurable
5. Sellar la visión y la profecía
6. Ungir al Santo de los santos
Al terminar su ministerio, Jesucristo había cumplido al menos una parte de las tres primeras profecías.
Por medio de su sacrificio, Cristo se convirtió en la expiación de nuestra iniquidad, hizo posible el
perdón de pecados y nos reconcilió con Dios (Colosenses 1:19-20). Y eventualmente, cuando regrese a la
tierra, cumplirá éstas y las tres profecías siguientes en su totalidad.
Más adelante, en el versículo 25, encontramos el cuándo, pues Daniel especifica el tiempo en que se
cumplirían estas profecías. Siguiendo el principio de otras profecías bíblicas, donde a menudo un día
representa un año, las 70 semanas de las que habla el profeta simbolizan 490 años (Ezequiel 4:4-6;
Números 14:33-34). Por lo tanto, la división de las 70 semanas que Daniel hace en los versículos 25 y 27
es de: siete semanas (49 años), 62 semanas (434 años) y una semana (siete años).
Como también leemos en el versículo 25, el inicio de las 70 semanas de Daniel estaría marcado por “la
salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén”. Esto sucedió cuando, en el cuarto año de su
reinado (457 a.C.), el rey Artajerjes publicó un decreto permitiendo a Esdras regresar a Jerusalén y
terminar de reconstruir la ciudad (Esdras 7:6-10; 9:9).
Si tomamos el año 457 a.C. como punto de referencia, veremos que, a pesar de los obstáculos puestos
por sus enemigos, los judíos que habían regresado a Jerusalén para reconstruir la ciudad y sus murallas
lograron completar la tarea dentro de las primeras siete semanas—49 años—de la profecía (457-408
a.C.). Y según el profeta, el Mesías habría de venir a la tierra 62 semanas (434 años) después de esta
fecha, lo cual coincide con el año 27 d.C.—año en que Cristo fue bautizado y comenzó su trabajo como
Mesías (para realizar el cálculo, debe restar 408 de 434 y sumar 1, ya que no existe el año 0).
Luego, en la primera parte del versículo 26, Daniel profetizó que “se quitaría la vida al Mesías” una vez
que se hubiesen cumplido las siguientes 62 semanas—que, contando las primeras siete, suman un total
de 69 semanas proféticas.
Como hemos leído, el versículo 27 de Daniel 9 nos dice que el Mesías confirmaría el pacto con muchos
por una semana y luego, a la mitad de la semana, haría cesar el sacrificio y la ofrenda.
El Mesías “hará cesar el sacrificio y la ofrenda”
Además, Jesucristo “hizo cesar el sacrificio y la ofrenda” al invalidar la necesidad de los sacrificios
levíticos con su muerte, pues estos eran sólo una representación de su propio sacrificio por el perdón de
pecados. Si bien los judíos siguieron ofreciendo sacrificios hasta que el templo fue destruido en el año
70 d.C., esta práctica fue innecesaria desde que Cristo murió. De hecho, una de las razones por las que
fue escrito el libro de Hebreos era convencer a los judíos de que el sacrificio de Jesús y el
establecimiento del Nuevo Pacto habían invalidado el antiguo sistema expiatorio (Hebreos 10:14-18).
Como hemos visto, la última semana profética (los últimos siete años) comenzó con el inicio del ministerio de
Cristo. Y, tal como profetizó Daniel, Jesucristo murió “a la mitad de la semana”, al pasar tres años y medio de su
ministerio.