First - Demonic - Dragon 151 - 300

Mundo Ocs – Novelas Ocs
Tabla de contenido
Capítulo 151 ¡Abaddon evoluciona!
Capítulo 152 El diablo exige respuestas
Capítulo 153 [Bono] ¡Lluvia de sangre!
Capítulo 154 Nuevas Bestias
Capítulo 155 Próximos pasos
Capítulo 156 [Bonus] Challenger derrotado R-18
Capítulo 157 [Bono] Regalos de disculpa
Capítulo 158 Luna de miel
Capítulo 159 Saliendo
Capítulo 160 ¡Helios, la calamidad!
Capítulo 161 Destrucción insatisfactoria
Capítulo 162 ¡Viaje de chicas!
Capítulo 163 Los planes están sobrevalorados
Capítulo 164 Libertadores
Capítulo 165 La melancolía de una reina
Capítulo 166 Reina vs. ¡Reina!
Capítulo 167 ¡La mazmorra de las bestias angustiadas!
Capítulo 168 La caza del ángel
Capítulo 169 Próximo destino
Capítulo 170 Tierras muertas
Capítulo 171 ¡Batalla con un dios de la muerte!
Capítulo 172 Encarnaciones de la muerte
Capítulo 173 ¿Qué hacemos?

Capítulo 174 ¡¿Desaparecido?!
Capítulo 175 ¡No eres gracioso!
Capítulo 176 ¡Thea tiene tetas!
Capítulo 177 Madre no apta
Capítulo 178 Clasificando a los recién llegados
Capítulo 179 Una mirada a los productos
Capítulo 180 ¡Tiempo de fiesta!
Capítulo 181 No más bebidas
Capítulo 182 El compromiso de Eris R-18
Capítulo 183 Una mirada a Luxuria
Capítulo 184 Dragón ambicioso
Capítulo 185 [Bono] ¡Zarpando!
Capítulo 186 ¡Los niños crecen tan rápido!
Capítulo 187 Maratón lujurioso
Capítulo 188 ¡Esa no puede ser la reina!
Capítulo 189 ¡Declaración!
Capítulo 190 ¡El verdadero dúo dinámico!
Capítulo 191 ¡Confrontación!
Capítulo 192 ¡La madre de Seras!
Capítulo 193 ¡Señores vampiros!
Capítulo 194 Disturbios Reales
Capítulo 195 Dominio establecido
Capítulo 196 ¡Rey indiscutible!
Capítulo 197 Visión del futuro

Capítulo 198 Maternidad
Capítulo 199 [Bono] ¡Comienza la coronación!
Capítulo 200 Objeciones
Capítulo 201 ¡Salve, el Rey Rojo!
Capítulo 202 Consecuencias
Capítulo 203 Perdió el control
Capítulo 204 [Bono] No más trampas
Capítulo 205 ¡No es digno!
Capítulo 206 [Bonus] El mejor y el más vil
Capítulo 207 [Bonus] Gran espectáculo
Capítulo 208 El pecado original de la lujuria
Capítulo 209 [Bono] Demonio Vs Dragón
Capítulo 210 Lazos familiares
Capítulo 211 Poniéndose al día
Capítulo 212 Orientación de los padres
Capítulo 213 [Bono] Pequeños monstruos
Capítulo 214 Niños mimados
Capítulo 215 ¿Quieres qué...?
Capítulo 216 Las langostas de Abaddon
Capítulo 217 ¡Son como caballos asesinos!
Capítulo 218 ¡Quema bebé, quema!
Capítulo 219 Un desafío del rey
Capítulo 220 [Bonus] Nacimiento del ejército del Éufrates
Capítulo 221 ¡Es bueno estar en casa!

Capítulo 222 ¿¡Qué hiciste!?
Capítulo 223 Amor verdadero y llamada de atención
Capítulo 224 ¡Nos vamos!
Capítulo 225 Los mejores perros
Capítulo 226 No hay tiempo que perder
Capítulo 227 El poder del vicelíder
Capítulo 228 Tener éxito o fracasar
Capítulo 229 Apophis entiende
Capítulo 230 Padres serviciales
Capítulo 231 Reina Fénix y Rey Enano
Capítulo 232 ¡Demasiados semidioses!
Capítulo 233 ¿Estás dispuesto a morir por eso?
Capítulo 234 ¡Comienza la boda!
Capítulo 235 Hermoso vuelo
Capítulo 236 La mesa de los gobernantes
Capítulo 237 ¿Quién murió?
Capítulo 238 Pregunta del millón de dólares
Capítulo 239 ¿Qué es la gula?
Capítulo 240 Destrucción sin precedentes
Capítulo 241 Reacciones al descenso
Capítulo 242 ¿Qué es un verdadero dragón?
Capítulo 243 La familia Tathamet
Capítulo 244 El pecado de la gula y las caras viejas
Capítulo 245 La tierra de la ira

Capítulo 246 Guerra por la supremacía
Capítulo 247 Buenas noticias y primer día
Capítulo 248 ¿Cómo puedo hacerte daño?
Capítulo 249 Ira gloriosa
Capítulo 250 Abaddon vs. Satanás y esposas vs. ¡Mamón!
Capítulo 251 Batallas sangrientas
Capítulo 252 Arte marcial demoníaco: ¡Vajrayaksa!
Capítulo 253 Te he echado mucho de menos...
Capítulo 254 ¿Por qué está desnuda?
Capítulo 255 Seras tiene miedo
Capítulo 256 Los últimos pecados en pie
Capítulo 257 ¡El pecado del orgullo!
Capítulo 258 La lanza de Longinus
Capítulo 259 Un milagro
Capítulo 260 ¡Diosa Dragón Bebé!
Capítulo 261 ¡Fiebre de bebé!
Capítulo 262 ¡Solo tienes dos opciones!
Capítulo 263 La historia de fondo de Leviatán
Capítulo 264 [Bono] ¡Ella vive!
Capítulo 265 Filosofías de Satanás y conversaciones de chicos
Capítulo 266 Invitados al festival
Capítulo 267 Cita doble y una buena siesta
Capítulo 268 Amar y ser amado
Capítulo 269 La noche antes del festival

Capítulo 270 ¡Día del festival!
Capítulo 271 ¡Fiesta hasta vomitar!
Capítulo 272 ¡¡¡Es Gameday Baby!!!
Capítulo 273 El trato real
Capítulo 274 Cuidado con la brecha
Capítulo 275 ¡Abaddon declara la guerra!
Capítulo 276 Las 8 esposas del demonio*
Capítulo 277 ¡A las chicas les encantan los cambios de imagen!
Capítulo 278 Practicando en un viaje
Capítulo 279 Dando aviso al enemigo
Capítulo 280 ¿Qué quieres decir con que no crees?
Capítulo 281 Los hermanos dicen la verdad
Capítulo 282 Uno progresa y uno comienza
Capítulo 283 La primera risa de Gabbrielle
Capítulo 284 Guerra con nosotros
Capítulo 285 El ejército no está satisfecho
Capítulo 286 ¡Las esposas lideran la carga!
Capítulo 287 Eris Tathamet: ¡El adorable monstruo!
Capítulo 288 El aburrimiento de un emperador
Capítulo 289 Aniquilación total
Capítulo 290 Plan frustrado
Capítulo 291 ¡Los niños van de caza!
Capítulo 292 ¡La determinación de Mira!
Capítulo 293 Una tragedia imprevista

Capítulo 294 ¿¡Quién es el gran hombre ahora!?
Capítulo 295 Emperador demoníaco -> ¡Dios demoníaco!
Capítulo 296 ¡Vamos a casa!
Capítulo 297 Hipo en una camioneta
Capítulo 298 Bahamut: El Bendito
Capítulo 299 ¿Quieres ser libre?
Capítulo 300 Planes de viaje y una carta pequeña

Capítulo 151 ¡Abaddon evoluciona!

"¡Mira las caras de esos humanos!"
"¡El rey demonio Abaddon tiene a todos esos bastardos temblando en sus botas!"
"¡Ese poder fue increíble!"
Los espectadores demoníacos estaban terriblemente entretenidos.
El rey demonio más nuevo había aterrorizado a todos los invasores con lo que no era más que un solo saludo.
—No me dejo impresionar tan fácilmente, Abaddon. Mammon resopló para sus adentros.
Desde su punto de vista, lo que había hecho su sobrino no era más que una elegante dominación de maná.
Sin embargo, si Mammon pensó que eso era todo lo que Abaddon tenía para mostrar, estaba a punto de sufrir el
despertar más rudo posible.
Abaddon extendió su palma, como si estuviera extendiendo una invitación.
"2,000".
Comandante 1: "¿Qué?
"Ese es el número de ustedes que tienen que morir hoy. El resto de ustedes solo necesita deponer sus armas y
ponerse de rodillas".
Comandante 2: "¡JA! ¿Crees que nos doblegaremos tan fácilmente a ti-
¡Clang!
¡Clang!
¡Clang!
Los tres comandantes se dieron la vuelta en estado de shock al ver que unos 500 de los soldados ya habían
dejado caer sus armas y estaban arrodillados con las manos en el aire.
Comandante 3: "¡Sacos de mierda sin espinas!"
'Menos de lo que pensaba... Pensé que los tenía suficientemente asustados.' Abaddon pensó.
¡Boom!
Una columna de energía oscura brotó del cuerpo de Abaddon.

La presión que se liberaba era tan horrible que los wyverns pasaron de temblar a tratar ferozmente de
sacudirse a sus jinetes y volar.
Comandante 1: "¡Cálmate, tú!"
Comandante 2: "¡Obedéceme, bestia!"
Comandante 3: "¡No huyamos!"
Cuando la columna de energía negra se dispersó, Abaddon se reveló en su nueva transformación demoníaca.
Cuatro musculosos brazos cubiertos de relucientes escamas negras, tres imponentes cuernos que parecían
perforar el cielo y ese extraño tercer ojo en el centro de su frente.
La armadura roja brillante que había usado anteriormente desapareció y fue reemplazada por pantalones
hakama negros con un paño rojo sangre en el medio.
En su nueva altura de 7'2, los humanos que antes dudaban comenzaron a reconsiderarlo.
"Tú... ¿Qué eres?"
"¡Él es un m-monstruo!"
"¡¿A-Aún se aplica su oferta?!"
Si Mammon estaba aburrido en el mejor de los casos antes, su sobrino ahora tenía su atención no invitada.
"Él... ¿Ya puede usar eso?" El demonio preguntó tembloroso.
"Bastante sorprendente, ¿eh?" Asmodeus dijo con orgullo. "Él no puede permanecer en esa forma todo el tiempo
que quiera como el resto de ustedes, pero eso no lo hace menos impresionante".
Mientras que Mammon y Asmodeus estaban abrumadoramente impresionados, el resto de la familia de

Abaddon no estaba tan entusiasmado.
Las miradas que estaba recibiendo de sus esposas e incluso de sus hijas habrían sido suficientes para asustar
incluso al demonio más ruidoso.
"Cálmense, chicas. Él estará bien esta vez". dijo Audrina.
"...¿Cómo puedes estar tan seguro?" preguntó Bekka mientras trataba de mantener la compostura frotando sus
mejillas contra las de Thea.
"Bueno, por un lado, estos hombres no son Seras. La energía que gastará luchando contra ellos no es nada en
comparación con la última vez". Ella notó.
"Tampoco está atrayendo energía hacia sí mismo tan rápido como la última vez. Nuestro esposo de hecho está
siendo considerado con nuestros sentimientos". Audrina agregó con una sonrisa.
Las chicas gradualmente perdieron el ceño fruncido mientras miraban con una mezcla de anticipación y
admiración la espalda de Abaddon.
De vuelta en el campo de batalla, más soldados estaban dejando caer sus armas.
Desafortunadamente, los tres comandantes del frente no estaban entre ellos.
No se inmutaron por él o su llamativa transformación e incluso parecían enfurecidos porque tantos de sus
soldados habían caído en su intimidación.
Comandante 1: "¡Demonios y sus trucos! Esta debilidad que sentimos es obra tuya, ¿correcto?"
Comandante 2: "¡Si eres un verdadero hombre, lucha contra nosotros lo mejor que podamos!"
Comandante 3: "¡Apuesto a que no te atreverías a enfrentarnos solo!"
Abaddon sopesó sus palabras en su corazón.
Si bien sus palabras tenían algún mérito, ya no importaban.
No con el reloj de tiempo que tenía colgando sobre su cabeza.
Ya no tenía el lujo de pelear con honor o sin usar todo lo que tenía.
"Es cierto que soy responsable. Y alguna vez, podría haber caído en tus provocaciones y haber luchado contigo
por igual..."
¡Boom!
Abaddon salió disparado hacia adelante como una bala, su nuevo cuerpo masivo se movía incluso más rápido
que el anterior.
En un abrir y cerrar de ojos, estaba frente a los comandantes enemigos.
"Pero ese tiempo ya pasó hace mucho tiempo".
Sus múltiples brazos inmediatamente mostraron su utilidad mientras desataba una lluvia de golpes
devastadores sobre sus cuerpos.
Controlando su poder para no volar sus ahora débiles cuerpos en algún lugar lejano, cada golpe que conectó
abrió un agujero en su cuerpo.
En no más de medio segundo, los humanos parecían pedazos de queso suizo mientras caían muertos.
[ El progreso hacia la comprensión de tus artes marciales demoníacas es del 22%.

Ignorando el mensaje del sistema, Abaddon llevó a cabo su ataque contra el resto de los soldados humanos que
aún no se habían rendido.
Parecía como si su instinto natural de lucha o huida se hubiera activado repentinamente, ya que de repente
hubo dos grupos, los que intentaron correr y los que intentaron luchar.
Ambos eran igualmente tontos.
[Habilidad: Gobernante de la Gravedad, activado.
De repente, la gravedad aumentó horriblemente sobre los cuerpos de quienes intentaban huir.
En el segundo siguiente, se escuchó el sonido más fuerte, húmedo y aplastante posible cuando cientos de
soldados se redujeron inmediatamente a una pasta carnosa.
Sin embargo, el control de Abaddn sobre la gravedad no es algo tan crudo.
¡Mientras aplastaba a los cobardes que habían intentado huir, también estaba disminuyendo la gravedad en su
propio cuerpo para que se moviera incluso más rápido que antes!
¡En un momento estaba en el centro del ejército, en el siguiente había un desastre sangriento en el área y estaría
al otro lado del campo de batalla en un instante!
Lo único que los espectadores podían ver era una gran mancha negra que causaba una devastación sin igual.
"¡Brutal!"
"¡Lord Abaddon es despiadado!"
"¿Alguien más tiene antojo de espagueti?"
"¡Jajaja! ¡Este lugar es increíble!"
¡Bang!
[x3,012 humanos no evolucionados asesinados.
-150.600 SC ganados.
[x408 Humanos de la 1ª etapa asesinados.
- 302.000 SC ganados.
[x11 humanos de la 2da etapa asesinados.
- 52,000 SC ganados.
[x3 humanos de la tercera etapa asesinados.

-70,000 SC ganados.
Cuando Abaddon atravesó la cabeza de otro soldado, finalmente se detuvo para mirar el campo de batalla
devastado que había creado.
Fue realmente un espectáculo digno de ver. El señor de los demonios había evitado hábilmente a cualquiera de
los 1.500 humanos que inicialmente se habían rendido.
Aparte de estar cubiertos por las tripas de sus camaradas caídos, no fueron tocados.
Estaban un poco traumatizados, pero aún bien.
Este sentimiento de estar tan cerca de la muerte fue algo que recordarían por el resto de sus vidas.
"¿Renunciarían a sus vidas por mí?" Preguntó, imbuyendo su voz con el himno de los seductores para que aún
pudiera ser escuchado por aquellos con mentes rotas.
Todos los 1.500 sobrevivientes humanos se postraron, colocando sus cabezas en el suelo empapado de sangre.
"Mis generales".
En un instante, Hakon, Absalom y Stheno aparecieron ante él sobre una rodilla.
"""Atendemos la llamada del maestro".""
El cuerpo de Abaddon comenzó a encogerse hasta que volvió a su apariencia original, aunque mucho más
sangrienta.
"Llévalos a la fuente y haz que beban. Eres libre de comerte a los que no sobreviven".
Con los generales rabisu cumpliendo las últimas órdenes de su amo, eso dejó a Abaddon para disfrutar de su
botín.
El señor de los demonios extendió su mano y sus premios pronto volaron hacia él.
Corazones de cada ser que murió hoy y estuvo por encima de la etapa uno.
Sus esposas e hijos en lo alto del muro no pudieron reprimir sus brillantes sonrisas. Sabían exactamente cuánto
significaba este momento para él y su familia.
Sin perder tiempo, Abaddon extendió la mano y devoró los corazones, sin desperdiciar una sola gota de sangre o
tejido.
Casi inmediatamente después de tragar, un brillante arco de energía negra y dorada salió disparado de su
cuerpo y perforó los cielos.
-
Nexo de la Creación, Árbol de la Vida
"Querida... ¿estás segura de que no hay motivo de preocupación?" Ashera preguntó.
Su rostro fascinantemente hermoso estaba ligeramente arrugado por la preocupación.
Por otro lado, su esposo no parecía estar preocupado en absoluto.
A pesar de que hacía mucho tiempo que había sellado su poder de omnipotencia, sus ojos todavía parecían tener
la firme creencia de que el futuro estaría bien.
Simplemente le ofreció a su esposa una cálida sonrisa y estrechó su mano en la suya.
Al ver que él todavía le estaba lanzando esa misma sonrisa increíblemente tranquila, Asherah sonrió impotente
y decidió relajarse.
'Entonces... el dragón primordial se levantará de nuevo.'
Averno, el palacio de Lucifer.
El rey del infierno estaba al borde de su asiento.
Después de ver la fascinante batalla de su nieto, estaba más que un poco emocionado de ver qué sería de su
primera evolución.
Desafortunadamente, no recibió nada cuando su conexión se cortó inadvertidamente.
Furia.
La forma más pura y cruda de ira comenzó a fluir del arcángel caído en oleadas.
Solo sabía de dos seres capaces de interferir con sus poderes de esta manera, y no disfrutaba ser ridiculizado
una y otra vez.
El rey del infierno desapareció de su trono y apareció afuera.
Nunca pensó que haría esto, pero su rabia había llegado a un punto sin retorno.
El hecho de que no pudiera dejar el infierno no significaba que no pudiera llamar a alguien.
Y solo había una persona a la que podía llamar que tendría las respuestas que buscaba.
"MIIIIICCCCHHHHAAAEEELLLLLL!!!!!!"
Capítulo 152 El diablo exige respuestas

"¡¡¡¡MIIICCCCHHHAAAEEELLLL!!!!!"
Lucifer desató un grito horrible, que parecía atravesar múltiples reinos y realidades.
Los habitantes demoníacos del infierno se encogieron de miedo mientras se hacían escasos, desesperados por
evitar la furia de su gobernante.
Incluso sus consortes no lo habían visto tan enfurecido en eones y no se atrevieron a acercarse.
De repente, un cometa de luz blanca atravesó el cielo rojo oscuro del infierno.
El cometa se movía increíblemente rápido, pero Lucifer ni siquiera se inmutó cuando se dirigió directamente
hacia él.
Antes de que el cometa pudiera chocar contra el suelo, se detuvo a unos centímetros de distancia y la luz
comenzó a desvanecerse.
El hombre reveló que compartía el rostro de Lucifer, pero parecía el alma más gentil imaginable.
Donde el cabello de Lucifer era rojo, el hombre que acababa de llegar tenía el cabello de un dorado ilustre.
Las deslumbrantes túnicas blancas del hombre parecían no estar contaminadas por el miasma del infierno y en
realidad parecía como si lo estuviera repeliendo activamente.
Detrás de su espalda había ocho alas blancas que parecían nunca deberían ser ensuciadas por manos humanas.
"¿Por qué gritas, Samael?" preguntó Michael.
Su tono no era desagradable ni irritado. Realmente parecía no tener idea de por qué estaba aquí.
"¿Cuál es su juego ahora, Michael? ¿Mi padre ahora conspira para quitarme una vez más?" Lucifer acusó, sus ojos
llenos de un odio rojo sangre.
La expresión externa de calma de Michael se rompió cuando su rostro se convirtió en uno de confusión.
"¿De qué hablas, Samael? Padre no es-"
"¡MENTIRAS!" Lucifer rugió.
Su piel blanca sin imperfecciones comenzó a agrietarse a medida que su ira crecía más allá de su límite.
inn𝚛ead.co𝚛
Michael, sin embargo, no parecía perturbado por la rabieta de su hermano. Los engranajes de su antiguo cerebro
comenzaron a girar mientras trataba desesperadamente de entender por qué su hermano estaba tan molesto.
El arcángel recordó de repente un extraño informe que había recibido sobre su hermano estableciendo una
conexión con un alma aún más extraña.
"¿Se trata del niño?" Michael preguntó de repente.
"¡¿ENTONCES ADMITES QUE SABES?!"
"Si bien sé sobre él, no admitiré nada de lo que me estés acusando". Miguel se defendió. "Realmente no tenemos
ninguna relación con ese ser".
"MÁS MENTIRA-"
"Padre y madre se han retirado al árbol de la vida". Michael interrumpió.
Esa revolución repentina desinfló la ira de Lucifer como un globo, y rápidamente comenzó a calmarse.
"Entonces, ¿cuál es el significado de esto? ¿Quién se atreve a interferir en mi-"
"¿Crees que puedes usar al chico?" Michael preguntó de repente.
La mirada de Lucifer se volvió fría mientras miraba a su gemelo angelical. "¿De qué estás hablando?"
"Para alguien conocido como 'El Engañador', eres bastante fácil de interpretar. ¿Crees que él será la respuesta
para tu salvación de esta prisión? No estoy tan seguro de que esté de tu lado".
"¿Y qué te hace decir eso, querido hermano?" preguntó Lucifer. "Mi nieto ha expresado claramente su desdén
por la raza humana, tanto que llegó a dejar de lado su propia humanidad".
Michael extendió sus manos blancas angelicales y una niebla clara surgió de ellas.
Dentro de la niebla, varias visiones comenzaron a jugar.
Algunos mostraban a Carter como un adolescente enamorado del arte a pesar de que él mismo no tenía talento
para ello. Otros eran de él escuchando una amplia gama de música durante horas y horas. Sin embargo, la visión
más impactante fue la de Carter dando dinero a una mujer sin hogar a pesar de que él mismo no tenía nada.
Las visiones pronto cambiaron a escenas de él siendo abusado por sus padres. Pero también había otros en los
que Carter llegaba a casa de la escuela y encontraba su casa apestando a orina y basura mientras sus padres
estaban locos.
No solo eso, los dos hermanos también observaron cómo sus compañeros y otros adultos se burlaban de él por
su peso y su ropa barata.
Cuanto más miraba, más seguro estaba Mchael de su evaluación inicial.
"¿Desdén? Yo no diría eso. Parece más como si estuviera decepcionado". dijo el arcángel.
"¿Decepcionado?" Lucifer cuestionó. "¿Por qué dices eso?"
Michael sonrió con cariño mientras observaba los recuerdos con un humor desconocido. “Hay un autor entre
ellos. Uno cuya cita creo que encaja perfectamente con su pensamiento. 'Cuanto más amo a la humanidad en
general, menos amo al hombre en particular'. "
"Si realmente no tuviera nada más que odio por ellos en su corazón, ¿habría acogido a un niño humano en su
nueva vida?"
Lucifer gruñó ante las palabras de su hermano. Tenía la esperanza de que su nieto mantuviera a esa niña
humana como nada más que una mascota, pero a medida que pasaba el tiempo, comenzó a ver que realmente la
cuidaba como si fuera suya.
Un pensamiento exasperante de hecho.
Michael cerró las manos y la niebla de la visión se disipó. "¿Estás satisfecho?"
Lucifer quería maldecir y gritar que, por supuesto, no estaba satisfecho ya que en realidad no había aprendido
nada.
Sintiendo que no tenía nada más que decir, Michael se dio la vuelta para irse cuando Lucifer ofreció una última
réplica.
"Ya sea que me ayude o no, algún día limpiaré a esos simios sin pelo de la realidad".
Michael se dio la vuelta y sus ojos dorados se encontraron con los rojos de su hermano. 'No solo creo que no te
ayudará, creo que también te detendrá.'
El arcángel no expresó sus pensamientos, lo encontró innecesario.
No importa lo que dijera, su hermano aún sería incapaz de ver más allá de su odio.
En un destello de luz blanca, Michael se había convertido en un cometa y disparó al cielo sin pronunciar palabra.
Lucifer vio a su hermano salir del infierno con una expresión neutral.
Solo cuando el punto blanco ya no estaba y su hermano finalmente se había ido, dejó caer una sola lágrima de
sangre.
Si le preguntaras a Satanás si odiaba a su familia, su respuesta sería un rotundo no.
De hecho, fue porque los amaba tanto que la eternidad pasada lo había lastimado tanto.
Debido a que consideraba que las creaciones de su padre eran imperfectas y defectuosas, no podía amarlas
como se le pedía.
Para él eran seres codiciosos, odiosos y destructivos que no eran dignos del amor de su gran familia.
Cuando intentó mostrar al resto de ellos, para demostrar cuán inferior era la humanidad, fue tildado de villano y
en eso se convirtió.
Eones y eones pasados en su prisión simplemente han hecho el trabajo de multiplicar el odio que sentía por los
humanos que le costó todo.
Le habían quitado a su familia.
Aquellos que ni siquiera eran lo suficientemente dignos de mirar sus propios rostros.
Y los que culpan a él de todos sus impulsos más oscuros.
Incluso si le costaba todo, se encargaría de que su desaparición se hiciera realidad.
[Ruta de evolución: ????????????????
(Horror invisible de las realidades)
[Condiciones de la Primera Etapa
- Conquista cinco mazmorras (5/5) ¡Completa!
-Consume los corazones de diez enemigos dignos (13/10) ¡Completado!
- Gana un total de cuatro afinidades (6/4) ¡Completa!
[¡Se han cumplido todos los requisitos de evolución!
[¡Comenzando la evolución!
...
[ ¡La evolución está completa!
[¡El pecado de lujuria de Host se ha convertido en la voluntad del deseo!
[ ¡Todas las estadísticas + 25,000!
[¡Aquellos que han sido marcados por ti y recibieron tu esencia ganan un porcentaje de tus estadísticas y una
habilidad aleatoria!
[¡Has recibido un fragmento de divinidad!
[¡El fragmento de la divinidad ha sido corrompido y transformado en un fragmento de origen oscuro!

[Habilidad de linaje: El Dragón de la Locura ha evolucionado hasta convertirse en la habilidad única: ¡El Dragón
de la Desesperación y el Horror!
Habilidad de linaje: Nieto de Igrat, se ha convertido en la habilidad única: ¡Padre del deseo!
[¡Parte de tu nombre predestinado ha sido revelado!
- T******t
[¡Has recuperado tu segunda cabeza!
[Has aprendido la habilidad: ¡Cuerpo dividido!
Lisa: "¿Qué... es esto?"
Valerie: "Me siento... tan extraña...
Bekka: "Este poder... ¿es suyo?"
Lailah: "¡Me siento... mucho más fuerte!"
Audrina: "Chicas... Miren hacia abajo".
Las chicas siguieron el dedo de Audrina que apuntaba a sus áreas púbicas.
Las chicas podían ver sus tatuajes regalados por su esposo que brillaban lo suficiente como para ser vistos a
través de su ropa.
"Que-"
"¡¡¡GRRRRROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOAAAAAAAAAAAAAA!!!!!"
Las chicas fueron repentinamente sacudidas por su descubrimiento por un rugido atronador.
"¿Que es el?"
"Casi parece... ¿un wrym?"
"¡Él es... aterrador!"

Todos los demonios presentes miraron con asombro a la horrible criatura que tenían delante.
Cuando la columna de luz oscura desapareció, lo que quedó fue un enorme dragón. Abaddon siempre fue
grande, pero después de su evolución parecía haber crecido 5 metros más, lo que lo convertía en una imponente
altura de 75 metros.
Sus escamas negras brillaban con la luz del cielo púrpura sobre sus cabezas, haciendo que sus escamas
parecieran hechas del material más exquisito que se pueda imaginar.
Abaddon anteriormente poseía brazos y piernas en su forma draconiana, pero después de evolucionar, su
cuerpo se parecía al de una serpiente gigante con seis enormes alas detrás de la espalda que parecían lo
suficientemente grandes como para borrar el cielo.
Pero lo que más sorprendió a todos fueron sus cabezas.
Un dragón con múltiples cabezas es visto por el mundo como una bestia de calamidad y ruina.
Y ahora ha nacido un segundo cuando el primero todavía anda por ahí.
Mammon comenzaba a emocionarse.
El futuro de su sobrino se veía realmente brillante.

Capítulo 153 [Bono] ¡Lluvia de sangre!

Abaddon no podía expresar con palabras cómo se sentía en este momento.
El poder que fluía por todo su nuevo cuerpo era algo parecido a un sueño.
La sensación de perder sus brazos y piernas de esta forma no parecía molestarle en absoluto.
Y tener un nuevo par de ojos y oídos se sentía como la cosa más natural del mundo.
Todavía no había revisado todas las notificaciones de su sistema, pero según las primeras impresiones...
"Me siento increíble…" murmuró.
Su voz profunda y monstruosa vibró en los oídos de todos los espectadores presentes.
Hablar pareció sacar a todos sus soldados de su trance mientras el rabisu se elevaba por los cielos.
"¡El señor ha evolucionado!"
"¡¿Su poder no debe ser celebrado?!"
Abaddon observó cómo todos sus demonios lo rodeaban, cantando alabanzas y ofreciéndole sinceros cumplidos.
"¡¡PAPÁAAAAAA!!"
El dragón de repente escuchó un grito muy fuerte y reconocible y giró la cabeza justo a tiempo para ver a su hija
volando hacia él, también en su forma de dragón.
"¡Eres tan grande! Espera, ¿a qué cabeza le habla Mira? ¿Puedes ver a Mira con ambas cabezas o solo con una?
¿Esto significa que también tendrás dos cabezas en tu forma humana?"
Incluso como un dragón de veinte metros de altura, Mira seguía siendo insoportablemente adorable.
"No estoy segura, hija mía. ¿Vamos a comprobarlo?"
El cuerpo de Abaddon explotó en una columna de fuego negro y reapareció en el suelo en su forma humana.
"¿Como me veo?"
Mira aterrizó a unos metros de su padre y lo analizó cuidadosamente.
Después de mirar fijamente durante unos treinta segundos, el pequeño dragón de hielo finalmente expresó sus
hallazgos.
"¡Papá solo tiene una cabeza!"

Abaddon sonrió cuando de repente tuvo una idea traviesa.
[Habilidad: Split Body, activado.
"¿¡Uwahh!?!?"
Mira casi se cae del susto cuando su padre de repente se separó de sí mismo y un gemelo idéntico se formó justo
a su lado.
"¡Dos cabezas! ¡Papá tiene dos cabezas! ¡No, papá tiene dos cuerpos!"
Abaddon y su clon se miraron de arriba abajo.
Pudo ver que con la evolución, su piel se había vuelto increíblemente suave y divina, mientras que sus músculos
se volvieron aún más prominentes. También notó que su cabello tenía un brillo y una suavidad renovados.
La sensación de tener un clon era extraña.
Abaddon era completamente consciente de que el suyo era el cuerpo real y también estaba compartiendo todos
los sentidos de su clon. También podía sentir que, si quería, podía darle a su clon un poco de libre albedrío para
realizar ciertas tareas.
"Soy bastante guapo... Puedo ver por qué a otros hombres no les gustamos mucho". i𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛d.co𝚛
"Tampoco somos muy amigables". Agregó el clon.
"¡Los papás están hablando solos!" El cerebro de Mira finalmente no pudo más y finalmente se cayó y se
desmayó.
Su cuerpo se hundió en su forma normal de niño y su padre la levantó mientras reía.
"¿Crees que eso fue demasiado?"
"Parece que sí, pero lo encontré divertido".
"Al igual que yo". Abaddon colocó un pequeño beso en la frente de Mira antes de llamar a su pequeño ayudante
y despedir a su clon.
"Está bien, puedes salir de tu escondite ahora". Dijo, aparentemente al viento.
En el momento siguiente, se escuchó un silbido y Seras apareció con una capa oscura con capucha.
Debido a que nadie podía saber que ella estaba aquí, había estado al acecho por la ciudad como una persona
sombría durante todo este calvario.
"Tú... evolucionaste". Seras dijo con un trago. "F-Felicidades".
Cuanto más lo miraba, peor se ponía.

Seras sintió un deseo brotar dentro de ella como nunca antes había sentido.
Tuvo que tomar varias respiraciones lentas y temblorosas para no violarlo frente a todas estas personas
presentes.
Abaddon finalmente notó otro hecho sobre su evolución.
Sus poderes de seducción eran mucho más fuertes ahora. Si no hiciera más esfuerzo por reprimirse que antes,
todas las mujeres del universo se convertirían en su esclavo obediente con una sola mirada.
Tal cosa sonaba agotadora.
Pero tenía que admitir que no odiaba ver a Seras así. De hecho, era todo lo contrario.
"¿Te gustaría tu recompensa antes o después?" preguntó mientras tomaba su rostro entre sus manos libres.
Quítame las manos de encima o te juro que...
Desafortunadamente, la amenaza de Seras fue interrumpida cuando Abaddon besó tiernamente sus labios.
Después de separarse, le divirtió bastante ver que ella se había congelado por completo por la sorpresa.
Estoy un poco decepcionado. Todo ese fanfarroneo y ella se congeló con un solo beso. Juró burlarse de ella por
esto por el resto de la eternidad.
"¿Puedes ayudarme con la sangre ahora?"
"S-Claro…" dijo Seras mientras asentía distraídamente.
Extendió las manos por encima de su cabeza y toda la sangre en el área circundante comenzó a acumularse en el
cielo.
Fue realmente un espectáculo bastante milagroso de ver. En no más de unos pocos segundos, Seras había
formado una bola gigante de sangre en el aire.
Todavía aturdida, agitó las manos y la pelota de repente comenzó a flotar hacia la ciudad.
Abaddon estaba bastante asombrado por su control. Prácticamente podía escuchar sus pensamientos distraídos,
pero ella no tenía problemas para mover suficiente sangre para llenar un lago.
'Me besó... Sus labios eran tan suaves... ¿Qué día es hoy?'
Cuando la enorme burbuja de sangre estuvo sobre el árbol, Seras chasqueó los dedos y lentamente comenzó a
gotear como lluvia.
El dragón no sabía si estaba imaginando cosas o no, pero podía jurar que sentía sentimientos de felicidad
transmitidos por el árbol.
Después de alrededor de un minuto de lluvia de sangre, Abaddon finalmente encontró el mensaje que estaba
buscando.
[Árbol Qlipoth: grado de Dios Falso
-El fruto de los qlipoth cuando está maduro crea archidemonios modelados según el atado.
-El demonio que está atado al qlipoth recibe energía vital de las tierras en las que está plantado.
-El árbol alterará el entorno que lo rodea para adaptarse a los gustos de los anfitriones.
- Los humanos dentro de las 500 yardas del qlipoth tendrán un 80% de debut mientras que los ángeles tendrán
un 30%.
- El territorio circundante queda envuelto en una espesa niebla que hace imposible que aquellos con intenciones
negativas alcancen el árbol.
- ¡Sellado!
-¡Sellado!
- ¡Sellado!
Abaddon estaba increíblemente complacido.
Con este nuevo efecto, nadie podría dañar la ciudad que estaba construyendo y su familia siempre tendría un
espacio seguro al que regresar.
Estaba tan feliz con su nueva ganancia que palmeó alegremente a Seras en la cabeza en señal de agradecimiento.
"La habría besado, pero me preocupa que implosione si lo hago de nuevo".
"¿Puedes quedarte un rato o tienes que volver de inmediato?" preguntó.
Estaba casi seguro de que la atmósfera de festival continuaría durante todo el día y le gustaría que ella estuviera
aquí para eso.
Tampoco estaría de más que quisiera pasar más tiempo con ella.
Los ojos de Seras se iluminaron y Abaddon sintió que las oleadas de su deseo se filtraban. "No puedo."
Estaba tan feliz de que él la invitara a quedarse que casi había olvidado que hoy se iba de viaje.
"¿Planes que no puedes contarme?"
Ella solo asintió tímidamente.
Abaddon notó lo triste que parecía por eso, así que le ofreció un compromiso.
"Dentro de dos semanas a la medianoche, abriré otro portal en tu habitación. Espero que lo atravieses en ese
momento".
¡Quebrar!
A su orden, otro portal se abrió justo en frente de ella. Antes de pasar, ella le dirigió una mirada seductora y
hambrienta.
"Te veré entonces, Abaddon".
Después de atravesar el portal de su habitación, Seras colocó una mano sobre su corazón que latía rápidamente.
Ahora entendía por qué las novelas románticas eran tan emocionantes y populares.
Esta historia de amor secreta de ella fue la más excitada que había sentido en siglos.
Mientras Abaddon observaba cómo se cerraba el portal con una pequeña sonrisa, una pequeña voz de repente
resonó entre sus brazos.
"¿Nueva mamá?" preguntó Mira.
"...Pensé que estabas durmiendo."
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Capítulo 154 Nuevas Bestias

"¿Nueva mamá?"
"... Pensé que estabas dormido."
"¡Papá no puede cambiar de tema!" Mira lo regañó.
"¿Mira quiere ir a comer galletas?"
"¡SÍ!"
'Entendido.' Abaddon se regodeó interiormente. Su hija era tan fácil de leer como un libro para niños.
Mientras la pareja se preparaba para regresar a la ciudad, el resto de su familia los recibió a mitad de camino.
Pronto, Abaddon se vio invadido por abrazos y besos de felicitación de todos ellos, pero cuando dieron un paso
atrás, notó que tenían algo que decir.
Solo tomó un momento antes de que pudiera notar algunos cambios bastante drásticos.
Echó un rápido vistazo a su sistema para confirmarlo y sus sospechas eran en efecto correctas.
Lisa, Lailah, Bekka y Valerie ganaron 15,000 puntos de estadísticas en cada área y eso hizo explotar su potencial.
"¿Qué pasó?" preguntó en estado de shock.
"Nosotros... recibimos algunos regalos tuyos". respondió Lailah.
"¿Regalos en plural?" Preguntó.
Las cuatro mujeres se miraron y asintieron antes de que Lailah extendiera su mano.
El dragón casi se cae de la sorpresa cuando su primera esposa usó sus llamas negras y moradas como si fueran
suyas.
"¡Esos son de papá!" Mira señaló.
"Sí lo son." Abaddon estuvo de acuerdo.
Sin embargo, las sorpresas no pararon y las otras tres chicas pronto también mostraron sus regalos.
Valerie había ganado su habilidad de regla de gravedad.
Bekka demostró su uso de su habilidad para crear agujeros negros de la nada.
Y Lisa mostró su habilidad para hacer llamas verdes enfermizas que quemaban almas.
"¡Yo también quiero uno de los poderes de papá!"
"Ya tienes mis ojos, Mira. No seas codiciosa".
"¡Soy un dragón!"
"...Tal vez te estoy enseñando demasiado." Se quejó.
"¡Jeje!"
Dándole un guiño a su traviesa y astuta hija, pronto se volvió hacia el resto de su familia.
"Ni siquiera estoy seguro de cómo sucedió esto, pero es bueno saber que cuando me vuelva más fuerte, todos
ustedes también lo harán". Dijo sinceramente.
Todo lo que quería era que sus mujeres pudieran protegerse en caso de que él no estuviera presente.
Y al ver sus expresiones emocionadas, supo que también estaban eufóricos por sus nuevos poderes.
Pero no pudo evitar notar que una de sus esposas tenía un puchero bastante adorable en su rostro.
"Hmph, yo también podría haber estado conectado contigo si hubieras f-"
Con la impresionante velocidad del rayo, Lisa colocó su mano sobre la boca de Audrina antes de que pudiera
terminar esa declaración.
"Audrina, trata de recordar que nuestras hijas están presentes". Lisa advirtió.
El vampiro miró a sus dos hijas de ojos saltones y asintió en silencio, lo que provocó que Lisa se destapara la
boca.
"Podemos conectarnos esta noche todo el tiempo que quieras, mi amor". Abaddon guiñó un ojo.
Todas las chicas se estremecieron incontrolablemente.
Lo bueno de estar casado con la encarnación del deseo es que nadie tiene que quedar fuera.
Todos pueden disfrutar de una noche de pasión incluso cuando no los tocan directamente.
Y cuando las chicas se juntan para aumentar el placer mutuo, no hay mejor manera de pasar una noche o varias.
Thea: "... Asqueroso".
Mira: "Qué asco".
Mientras todas las esposas se reían de las reacciones de sus hijas, solo Abaddon se sintió un poco culpable.
Antes su padre lo había traumatizado y ahora estaba haciendo lo mismo con sus hijos.
"¡Bien, bien! ¡Mira a quién tenemos aquí!"
El grupo se dio la vuelta para ver a Mammon acercándose con el resto de su ejército.
Enfocó sus pequeños ojos amarillos en una sola persona del grupo que no había visto hasta ahora.
"¡Mi sobrino no me dijo que estaba casado con la reina vampiro! ¡Tu ambición es verdaderamente ilimitada!"
Mamón se rió. 𝚛nnrea𝚛.𝚛o𝚛
"No preguntaste e incluso si lo hiciste, no era de tu incumbencia". Abaddon dijo mientras tiraba posesivamente
de Audrina hacia él.
"¿Y qué? ¿Planeas ser el rey de los demonios y los vampiros?" Preguntó en broma.
Esa pregunta repentina hizo que los dos se dieran cuenta de que se habían olvidado de hablar sobre un aspecto
importante de su relación.
"Yo... estaba planeando dejar el trono por ti. No pensé que te importara ser rey". confesó Audrina.
Abaddon estaba completamente anonadado.
¿Podría un dragón demoníaco ser el rey de los vampiros?
Incluso si Audrina intentara convertirlo, su cuerpo draconiano trataría el intento de alteración como una
infección y la purgaría de su sangre.
No había forma de que él se convirtiera en vampiro y porque lo sabía, nunca pensó en ser su rey.
Pero estaba absolutamente seguro de una cosa.
"No podría pedirte que renuncies a tu trono por mí. Los vampiros han florecido bajo tu gobierno".
Audrina se preparó para ofrecer una refutación, pero rápidamente cerró la boca cuando se dio cuenta de que no
estaban solos. "Podemos continuar con esto más tarde..."
El dragón asintió con la cabeza y se volvió hacia su tío, que lo miraba con pura incredulidad.
"Te casaste con la reina de los vampiros... ¿Sin embargo, nunca consideraste en qué te convertiría eso? Eres más
parecido a tu padre idiota de lo que había pensado".
El rey de la codicia no entendió.
¿Estaba su sobrino simplemente preocupado por la vista de sus pechos?
Parecía tan astuto y lógico antes, sin embargo, podía ser sorprendentemente estúpido.
Abaddon simplemente puso los ojos en blanco antes de hacer la pregunta más importante.
"Mis materiales. ¿Cuándo puedo esperarlos?"
"Regresaré con ellos dentro de una semana. Estoy ansioso por ver qué crearás con ellos, pero tengo curiosidad".
Agregó mientras recordaba a los habitantes de la ciudad. "Los demonios no son exactamente conocidos por sus
creaciones y creatividad. ¿Estás seguro de que tienes suficientes manos capaces para asegurarte de que no se
desperdicien?"
Al escuchar su pregunta, Valerie dio un paso adelante con orgullo.
Abaddon aprovechó ese momento para presentarla. "Esta es mi esposa Valerie. Ella y yo trabajaremos juntos en
este proyecto. No hay manos más capaces que las suyas".
Mammon analizó a Valerie con mucho cuidado.
"Tú... No eres un híbrido regular. ¿Qué eres?" preguntó con curiosidad.
Valerie no se parecía en nada a lo que debería ser un híbrido enano.
Era demasiado alta y tenía músculos mucho más pronunciados que cualquiera de los miembros de su raza.
Valerie parecía incómoda con la repentina pregunta sobre su educación y eso era todo lo que Abaddon
necesitaba ver para saber que era hora de que se fueran.
"No la interrogues. Es hora de que abandones mis tierras".
"Hmph. Maldito mocoso, soy incomparablemente mayor que tú. ¡Háblame con más respeto!"
"Lo consideraré después de ver lo que me traes la próxima vez".
Mammon gruñó y pasó junto a la amorosa familia. "¡Nos mudamos!"
Parecía que el ejército de la codicia les estaba desgarrando el corazón para dejar esta utopía sexy, pero estaba
fuera de sus manos.
Todos intercambiaron miradas tristes y tristes hacia la ciudad mientras se alejaban.
Lailah: "Son muy fáciles de leer".
Bekka: "Se ven con el corazón roto".
Lisa: "¿Todos actuarán así en el futuro?"
Valerie: "¡Por supuesto que lo harán! Una vez que mi esposo y yo repliquemos las cosas de su viejo mundo,
¡tendremos seres de todas partes rogando por quedarse!"
Valerie luego se volvió hacia su esposo y lo miró directamente a los ojos. "Pero... hay algo de lo que quería hablar
contigo".
Reconociendo la seriedad en su voz, Abaddon no perdió más tiempo e inmediatamente abrió un portal a casa.
Estos planes para su futuro no pueden verse comprometidos bajo ninguna circunstancia.
Capítulo 155 Próximos pasos

De vuelta en la mansión, la familia estaba sentada en su sala de estar con Valerie en el regazo de Abaddon.
Se había convertido en una tradición que la esposa que tenía las cosas más importantes que decir reclamara el
codiciado asiento durante las reuniones familiares.
Valerie respiró hondo cuando finalmente soltó las palabras que habían estado pesando en su mente durante un
tiempo.
"Se trata de nuestro trato... quiero cancelarlo".
Abaddon inmediatamente se alarmó. "Mi amor, sé que hemos estado ocupados, pero te aseguro que todavía
tengo la intención de-"
"Lo sé. No se trata de ti". Valerie dijo mientras jugaba amorosamente con su cabello.
"¿Alguien puede informarnos? ¿Qué pasa?" Audrina preguntó por el grupo.
"Bueno... Antes de que me convirtiera en parte de la familia, yo era solo un extraño que viajaba con todos los de
Antares. En ese entonces, mi esposo había aceptado mi pedido de un favor, y yo venía para ver cómo se
desarrollaba todo".
"El favor que pedí fue la destrucción de un grupo del inframundo humano en particular". explicó Valeria.
"¿Que Grupo?"
Valerie respiró hondo.
Siempre supo que algún día tendría que contarle a su familia sobre sus orígenes, pero ahora que finalmente
había llegado el momento, admitió que estaba más que un poco nerviosa.
¿Empezarían a verla como una especie de víctima? Eso era lo último que quería.
"Se llaman Emperium. Capturan y crían otras razas como perros, eliminando selectivamente los rasgos no
deseados y haciendo dominantes los más deseados. Una vez que han hecho eso, luego venden el espécimen al
mejor postor como esclavo sexual, guardia personal". o... un herrero..." Valerie hizo todo lo posible por susurrar
la última parte, pero todos la escucharon de todos modos.
Valerie, sin saberlo, movió sus manos para cubrir su abdomen expuesto. Su mente inconsciente estaba decidida
a ocultar la marca que significaba su crianza.
Para sorpresa y deleite de Valerie, nadie la miraba como a una víctima.
Vio algunos rostros preocupados y algunos decididos, pero en general nadie la miraba como si fuera algo frágil.
Las palabras no podían expresar cuánto apreciaba ese pequeño pero significativo sentimiento.
"Originalmente le pedí a mi esposo que los destruyera y no dejara a ninguno con vida, pero las prioridades
ahora son diferentes".
Valerie miró a Abaddon con una expresión ligeramente preocupada.
"Solo te queda un año para obtener las bendiciones de los cuatro reyes restantes. Tu único objetivo debe ser
volverte más fuerte y asegurarte de que tu trasero no sea torturado por el resto de la eternidad".
Sabía muy bien que su esposa estaba tratando de ser considerada, pero aun así...
"Te hice una promesa y tengo la mejor intención de-"
"¡Cállate!" Valerie rápidamente cubrió la boca de Abaddon con sus manos antes de que pudiera escupir más
tonterías.
"¿Mmh? ¡Mmf!"
"¡No seas terco y solo escúchame! Me has dado fuerza más que suficiente para hacer algo como esto por mi
cuenta". Pase lo que pase, Valerie no se echaría atrás en este punto.
Lo único que importaba era que su esposo se hiciera más fuerte y continuara obteniendo bendiciones y fuerza
para poder escapar de este destino inminente.
Abaddon lamió furtivamente la mano de Valerie para que soltara su boca, pero en cambio solo pareció excitarla.
Ella soltó su boca, pero Abaddon simplemente frunció el ceño por un momento antes de hablar.
"... Estás tomando Stheno y 1,000 de los rabisu".
También habría enviado a su clon, pero al hacerlo perdería la mitad de su poder.
"Está bien." Valerie sonrió, aliviada de haber ganado esta batalla.
Bekka: "¡Ooh! ¿Puedo ir yo también?"
Lisa: "¡No me importaría ir también!"
Lailah: "Iría, pero debería quedarme aquí para recibir la entrega de Mammon".
Audrina: "Puedo quedarme y hacer eso ya que todos ustedes no me dejarán pelear de todos modos".
Lailah: "¿Oh? ¡Entonces felizmente me uniré!"
Abaddon se alegró de ver que sus mujeres estaban tan dispuestas a ayudarse mutuamente. Cuanta más ayuda
recibiera Valerie, mejor se sentiría.
"Si todos van, entonces deberían hacer todo lo posible para evolucionar nuevamente mientras están ahí afuera".
Abaddon razonó.
Ahora que estaba de nuevo en la etapa dos, pudo ver las condiciones de evolución de tres de sus esposas.
[Lailah Izanami T*****t]
[Camino de evolución: Madre de Apophis
[Condiciones de la segunda etapa:
- Ayuda a tu familiar a comprender las emociones.
- Envenenar una ciudad entera.
- Aumenta tu reserva de maná a 100.000.
-----------
[ Bekka Osa T******t ]
[Ruta de evolución: Tiangou of the Black End & Abyssal Void (Especies Prohibidas)
[ Condiciones de la Segunda Etapa :
- Domina completamente el aspecto de la bestia sin perder el control.
-Reclama la vida de 5.000 enemigos.
- Expande tu conocimiento y poder sobre el elemento vacío.
------------
[Lisa Clearwing T******t]
Camino de evolución: Antiguo Dragón de la Virtud del Rayo Infernal (Especie Única)
- Crea y controla una tormenta eléctrica durante un mes.
- Domina la llama abrasadora del alma.
- Mata a 2000 enemigos.
----------------
Las chicas asintieron pensativas, ya haciendo los cálculos mentales sobre cómo evolucionar en el menor tiempo
posible.
"Entonces... ¿Cuáles son tus nuevas condiciones?" Lisa preguntó de repente.
Abaddon se dio cuenta de que se había olvidado de controlarse a sí mismo y rápidamente buscó la respuesta.
[Abaddon T******t]
[Ruta de evolución: ????????????? (Horror invisible de las realidades)
[Condiciones de la segunda etapa:
- Pasa la prueba oculta de cuatro maestros de mazmorras. (0/4)
-Trae 50,000 demonios bajo tu gobierno. (3.127/ 50.000)
-Come los corazones de 5 seres de la Etapa cuatro. (0/5)
Mientras leía sus condiciones en voz alta, los rostros de sus esposas se volvieron cada vez más confusos.
"¿Juicio oculto?"
"¿Amo de la mazmorra?"
Abaddon luego pasó a contarles a las chicas su experiencia la primera vez que entró en una mazmorra con
Bekka.
Habló del extraño mensaje del sistema que lo empujó a un coliseo a instancias de un ser aún más extraño.
Bekka estaba especialmente sorprendida ya que no recordaba absolutamente nada de esto.
"P-Pero recuerdo haberte ayudado a luchar contra el jefe y..."
"Fue una ilusión, mi amor. La entidad te dejó inconsciente y luego implantó recuerdos falsos en tu mente para
que no hicieras preguntas".
Pronto todos se volvieron hacia Audrina que estaba sentada sensualmente en el sofá. "¿Qué? ¿Por qué todos me
miran?"
Lisa se tomó la libertad de explicar el motivo de las repentinas e intensas miradas del grupo. "Bueno, dado que
eres el más evolucionado de todos nosotros, esperábamos que supieras sobre todas estas cosas".
"Pero aun así, no lo sé todo". Audrina dijo encogiéndose de hombros. "Solo porque soy capaz de retener
información en deuda con los dioses no significa que instantáneamente sepa todo sobre el mundo".
Después de eso, el silencio resonó una vez más entre el grupo antes de que Lailah dijera lo que todos tenían en
mente.
"Así que... parece que nos separaremos de nuevo".

Todos sus corazones estaban hechos jirones.
Para esta familia, estar lejos el uno del otro era el peor destino imaginable.
Los lazos amorosos que habían cultivado entre ellos aseguraron que nunca habría un momento en el que se
separaran felizmente.
Pero aún así, sabían que esto era inevitable.
Si Abaddon no se iba ahora, tendría que dejarlos para siempre más adelante.
"Está bien... Solo estaremos separados por una semana como máximo". Abaddon estaba tratando de consolar a
sus mujeres tanto como a él mismo.
El impulso de meterlos a todos en un anillo de almacenamiento y llevarlos con él era increíblemente fuerte.
"Dado que vamos a estar separados, eso significa que tendrás que despedirnos". Audrina dijo seductoramente.
"Si no puedes entregar entonces-"
"¿Me estas retando?" Abaddon preguntó peligrosamente.
"Tal vez~"
Lisa, Lailah, Valerie y Bekka miraron a Audrina con horror.
Sabían muy bien lo que estaba haciendo al provocar a su marido.
¡Tenía que tomárselo con calma todas las noches para no romper sus mentes o causar la muerte por orgasmo!
¡Audrina iba a romper todo su control y él iba a romper sus cuerpos!
Antares, puerto de Naamah.
Seras caminó hacia el enorme bote que la esperaba con pasos fuertes y confiados.
Desde que había recibido un beso del hombre que amaba, se sentía mejor que en siglos.
Todo parecía oler mejor, las nubes parecían más vibrantes y el aire la llenaba de energía ilimitada.
"¿No te ves más alegre hoy? ¿La evolución ha mejorado tu estado de ánimo junto con tu busto?"
Ya esperando a Seras en el barco estaban Lotan y Tiamat, quienes no habían podido apartar la vista de Seras
mientras se acercaba.
La belleza de Seras había explotado hasta el punto en que no sería una locura pensar que estaba a la par de Yara,
lo que provocó que Lotan la encontrara irresistible.
"Te has vuelto tan hermosa Seras. Me encuentro incapaz de-"
"No me importa dónde te encuentres, solo asegúrate de mantenerte lo más lejos posible de mí".
Seras quería cortar este asunto de raíz antes de que tuviera la oportunidad de salirse de control.
Siempre había encontrado a Lotan absolutamente repulsivo y su tendencia a ir tras cualquier cosa con un coño
tampoco le hacía ganar ningún punto.
"¿Ah? No seas así, querida, yo solo-"
¡Whoosh!
Antes de que pudiera terminar su oración, Seras estaba directamente frente a él con una lanza de sangre
apuntando a su sien.
"Callarse la boca."
El dragón marino levantó los brazos en señal de rendición y Seras guardó su arma.
'Ni siquiera la vi moverse... ¿Se ha vuelto tan grande la brecha entre nosotros?'
Vale la pena señalar que todos los señores de los dragones antes eran casi iguales en términos de poder.
Las tendencias más destructivas y la regeneración insana de Seras hicieron que fuera más conocida entre la
gente, pero dependiendo del terreno y el clima, Lotan y Tiamat tenían el potencial de abrumarla.
𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Pero parece que eso cambió por completo con su ascenso a la quinta etapa.
Se había convertido en un monstruo que simplemente estaba fuera de su alcance y comprensión.
Mientras Lotan se revolcaba en su humillación, Tiamat simplemente los vio a los dos con humor.
Ella ya tenía todo lo que quería, así que cuando se trataba de poder, no estaba particularmente hambrienta de
más.
'Casi todo...' Tiamat negó con la cabeza cuando pensamientos innecesarios comenzaron a burbujear en su mente
sobre cierto hombre.
"El rey está llegando". Seras dijo de repente.
Los tres se arrodillaron e inclinaron la cabeza.
En otro momento, se escucharon los sonidos de aleteo antes de que Helios aterrizara frente a ellos en la cubierta
del bote.
"Levántense, mis señores".

Los tres se levantaron al unísono y se prepararon para recibir las órdenes de Helios.
"Ha pasado un tiempo desde que hicimos esto, pero mis órdenes no han cambiado. No puedes unirte a menos
que yo lo permita. No te interpongas en mi camino".
Los tres asintieron con tanta fuerza que parecía que se les iba a caer la cabeza.
Satisfecho con su respuesta, Helios les dio la espalda y se concentró en el lejano horizonte.
"Zarpe hacia Barbello".

Capítulo 156 [Bonus] Challenger derrotado R-18

Cuando finalmente cayó la noche, Abaddon llevó a Audrina directamente al dormitorio.
El resto de sus esposas lo seguían como lindos patitos que ya sabían lo que estaba a punto de suceder.
Abaddon arrojó a la vampira sobre la cama y ella inmediatamente se convirtió en un desastre risueño.
¡Por fin había llegado el momento!
Después de lidiar con un revés tras otro, ¡finalmente estaba a punto de convertirse en su esposa oficial!
Si no estuviera tan excitada, sin duda estaría llorando lágrimas de alegría.
Pero había algo que faltaba en esta situación actual que hizo que Audrina frunciera el ceño.
"¡¿Por qué están todos sentados allí?!" Ella preguntó con incredulidad.
Las otras cuatro esposas de Abaddon ya se habían quitado la ropa, pero en lugar de acercarse a la cama, estaban
sentadas en un sofá al otro lado de la habitación.
"Este desafío es entre ustedes dos". Lailah respondió mientras cruzaba las piernas sensualmente.
"Nos uniremos después de que te rompa". añadió Lisa.
"No tienes a nadie a quien culpar por esto más que a ti mismo". Valerie dijo mientras estiraba sus bien definidos
músculos.
Bekka no hizo ningún comentario, pero estaba claro que acababa de enviar a Audrina una oración en silencio y
le deseó buena suerte.
Audrina estaba positivamente mareada.
¿Llegaría a tener a su marido para ella sola? ¿Todo por una pequeña broma ligera? ¡Este día no podría ser mejor!
"¿De verdad te atreves a quitarme los ojos de encima?" Abaddon gruñó.
Audrina fue sorprendida brevemente con la guardia baja por su voz irritada y ronca que no se parecía a nada
que hubiera escuchado antes.
Por primera vez tuvo un poco de miedo de lo que podría pasarle a ella, pero ¿cómo podría retroceder cuando ya
había llegado tan lejos?
Le lanzó a su esposo su mejor mirada seductora, pero se sorprendió cuando él no se inmutó.
En lugar de sucumbir inmediatamente a su encanto, gruñó irritado mientras le quitaba la ropa, revelando su
cuerpo sexy y curvilíneo en la habitación.
"H-Oye, no hay necesidad de ser tan- ¡Ahh!"
Tan pronto como las diminutas piezas de tela tocaron el suelo, él comenzó a besarla y morderla entre los
muslos.
Audrina se estremeció cuando cada beso se sintió como si estuviera mezclado con puro éxtasis. A medida que
viajaba más y más hacia arriba, ella comenzó a sentir una pequeña sensación de anticipación y peligro.
En última instancia, encontró consuelo al saber que ya había experimentado compartir una cama con su esposo
antes en su ilusión y que ya conocía todos sus trucos y técnicas.
'E-Solo estoy un poco sensible desde hace un tiempo, ¡eso es todo!'
Cuando su boca finalmente se conectó con su coño goteando, soltó un grito que habría ensordecido a cualquier
humano normal.
Como si la melodía fuera música para sus oídos, insertó dos de sus largos y gruesos dedos dentro de ella y
rápidamente encontró su punto G.
Audrina estaba agarrando las sábanas con tanta fuerza que sus nudillos se habían vuelto blancos y hacía tiempo
que había perdido la capacidad de pensar correctamente.
Abaddon tomó su desafío como algo personal, y estaba completamente decidido a asegurarse de que ella nunca
lo menospreciara a él ni a su destreza nunca más.
Incluso si le tomó un mes entero, grabaría completamente esta lección en su cuerpo y alma.
Mientras Abaddon jugaba hábilmente con su cuerpo mientras devoraba con avidez sus jugos, el cuerpo de
Audrina tembló cuando llegó a su primer orgasmo en menos de un minuto.
"¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Valerie dejó escapar un silbido impresionado.
"¿Es porque es una semidiosa? Se mantuvo bastante bien". Si fuera ella, habría terminado antes de que su
esposo pudiera siquiera meter los dedos dentro.
"Estoy un poco celoso de ese nivel de resistencia". agregó Lailah.
Todas las chicas asintieron en silencio, su determinación de llegar a la sexta etapa alcanzando nuevas alturas.
Audrina estaba completamente atrapada.
Abaddon todavía la estaba atacando implacablemente y antes de que pudiera bajar de su primer orgasmo,
estaba a punto de tener un segundo.
Intentó alejar su cabeza de entre sus muslos, pero su constante empujón con los dedos hizo que perdiera toda su
fuerza y viera las estrellas.
Su dichosa agonía continuó durante otros diez minutos antes de que él finalmente decidiera que ya había tenido
suficiente y fuera a atacar sus grandes pechos.
Tal vez fue porque estaba enojado con ella o tal vez porque sabía que su cuerpo podría soportarlo, pero por
alguna razón el dragón mordió sus pezones mucho más fuerte de lo que normalmente lo haría.
Todavía tambaleándose por el ataque que enfrentó en su vagina, Audrina no pudo hacer nada más que aferrarse
a la cabeza de su amante mientras él jugaba con sus pezones entre los dientes.
Sus gemidos bajos y palabras de aliento resonaron en su oído y lo espolearon aún más en su lujuria.
Incapaz de aguantar más, finalmente liberó sus pechos de su boca y se quitó la ropa.
Su capa de piel negra cayó al suelo, seguida de sus pantalones negros que apenas sostenían su palpitante
erección.
Los ojos rosados de Audrina se abrieron de par en par al ver su pene que era de alguna manera más grande de lo
que recordaba de la visión. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Ella no era consciente de que no solo se estaba reprimiendo a sí mismo y sus habilidades en ese entonces, sino
que aún tenía que pasar por su evolución.
La vista, el olor, los sonidos de su respiración, todo hacía maravillas para avivar su deseo interior.
Nunca había deseado algo tan malo como deseaba esto.
Pero cuando lo vio colocar su punta justo en sus labios inferiores, una chispa de cobardía estalló en su mente.
Antes de que pudiera empujarse dentro de ella, su mano fue a su abdomen para evitar que se corriera tan
rápido.
"S-Solo sé amable al principio, ¿de acuerdo?"
Suavizado por su mirada de ferviente deseo y miedo, Abaddon levantó a Audrina con facilidad y envolvió sus
piernas inertes alrededor de su cintura antes de tomar su gran trasero con las manos.
Audrina se aferró a él por el cuello y lentamente comenzó a bajarla sobre su polla.
Ella sintió que su cuerpo se estiraba para acomodar su enorme circunferencia mientras la asaltaban ola tras ola
de euforia.
Abaddon sintió que comenzaba a perder toda moderación.
El vampiro estaba increíblemente apretado, y ella estaba tan mojada que él se deslizaba fácilmente dentro.
Cuando alrededor de la mitad de su aterradora longitud entró, se formó un tatuaje violeta en su área púbica
debajo de su mechón de cabello plateado.
Esto era todo, esto era todo lo que Audrina había deseado tan desesperadamente.
Solo se le ocurrió una cosa a Audrina para que este momento fuera absolutamente perfecto.
Usando todo su esfuerzo para concentrarse, Audrina acercó su cabeza al hueco del cuello de su esposo y lo
mordió.
Solo se sorprendió brevemente por la dureza de su piel antes de aplicar más presión y el sabor de su sangre
inundó su boca.
'¡Delicioso! ¡Es tan jodidamente delicioso! Su sangre rebosaba de poderosa energía y vitalidad. ¡Nunca había
probado nada igual!
La sangre de dragón siempre fue un manjar para los vampiros, pero la sangre de su esposo era absolutamente
incomparable con otros de su raza.
¡Se estaba volviendo adicta lenta pero segura!
[El individuo: Audrina Sanguine, está intentando marcar al anfitrión como su compañero predestinado.
- Podrá encontrar al anfitrión en todo momento y lo seguirá incluso en la muerte.
[ ¿Aceptar la conexión?
Abaddon apenas podía prestar atención a los mensajes frente a él.
La sensación de Audrina chupando su cuello mientras lo apretaban con tanta fuerza desde abajo era demasiado
para soportar.
Abaddon aceptó la conexión para descartarla cuando su última cadena de razonamiento se rompió.
"O-Oye, ¿por qué estás- Ahh! ¡E-Te estás haciendo más grande por dentro!"
"Lo siento, no puedo contenerme después de todo". se disculpó.
Abaddon apretó sus flexibles nalgas entre sus manos antes de empujar el resto de su longitud restante dentro.
El dolor de tener su útero perforado y estirado más allá de sus límites se convirtió inmediatamente en un placer
glorioso.
Los gemidos sexys y femeninos de Audrina se volvieron más desesperados y animales cuando sus ojos se
pusieron en blanco, incapaz de soportar el placer constante que asaltaba su mente y cuerpo.
Continuó embistiéndola con tanta fuerza que parecía como si fuera a romperla en cualquier momento. Cada vez
que golpeaba contra la parte posterior de su útero, provocaba otro poderoso orgasmo en todo su cuerpo.
Si Audrina fuera una mujer humana, sin duda habría muerto o se habría desmayado por el sexo de esta
intensidad.
Los sonidos de sus gemidos y carne chocando llenaron la habitación mientras su audiencia miraba con rostros
cautivados.
No estaban exactamente seguros de quién fue el primero en actuar, pero una por una sus manos se deslizaron
entre sus piernas y comenzaron a soltar sus propios gemidos ligeros.
Mientras escuchaba la sinfonía de gemidos de sus hermosas mujeres, Abaddon finalmente no pudo contenerse
más y disparó su primera carga en la parte posterior del útero de Audrina.
La sensación caliente y pegajosa que se arremolinaba alrededor de su estómago la devolvió brevemente a la

realidad y se dio cuenta de que su esposo acababa de intentar criarla.
"¡T-Hay tantas cosas! ¡¡Se siente tan bien!!"
La sonrisa tonta se borró de su rostro cuando se dio cuenta de que él no se había ralentizado ni un poco, y
continuó empujando mientras los fluidos de ambos se derramaban sobre la cama debajo de ellos.
Terminaría dentro de ella otras ocho veces antes de dejar caer su cuerpo tembloroso sobre la cama y dirigirse
directamente hacia el resto de sus esposas.
Lailah reconoció la mirada en sus ojos y mantuvo su linda boca abierta para que él se insertara directamente
dentro de su garganta.
El resto de las chicas parecían un poco envidiosas cuando comenzaron a competir por quién podría hacerlo
terminar primero.
Mirando a todas las mujeres sexys y curvilíneas debajo de él, Abaddon supo que no había forma de que pudiera
controlarse esta noche.
'... Me excedí.'
Abaddon estaba mirando el absoluto desorden de una habitación.
Sus esposas se retorcían y se desmayaban por la habitación en los distintos lugares y posiciones en las que las
habían follado.
Miró hacia abajo en sus brazos para ver que Lisa se había desmayado hacía mucho tiempo y él había estado
usando su cuerpo de manera animal de todos modos.
Lo único que lo había sacado de su abrumador deseo fue el sol que brillaba a través de las cortinas y le daba en
los ojos.
Sus sábanas estaban empapadas, el piso estaba pegajoso y toda la habitación apestaba a sexo.
Suspiró y respiró hondo antes de levantar a sus esposas y cubrirlas con mantas.
Desafortunadamente, su sensibilidad aún no había disminuido, por lo que todavía tenían orgasmos secos
continuos mientras los movía.
Cuando todas las chicas dormidas estaban acurrucadas, finalmente hizo una llamada muy difícil.
'Rita, Tita, Nita... Voy a necesitar su ayuda.'
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¡Muchas gracias a Yazukoto por enviarme un DRAGÓN y patrocinar estos capítulos adicionales!
Honestamente, chicos, aprecio mucho todo lo que envían, así que es realmente conmovedor recibir regalos
como este. Bendito seas.
Bono capítulo 1/2.

Capítulo 157 [Bono] Regalos de disculpa

Un pequeño golpe en la puerta hizo que Abaddon se levantara y dejara entrar a sus esperados ayudantes.
Antes de que la puerta se abriera por completo, Nita, Rita y Tita pudieron oler el espeso almizcle del sexo que se
derramó fuera de la habitación.
Tita: "El amo se fue por la borda otra vez, ¿eh?"
Rita: "El Maestro definitivamente se pasó de la raya..."
Nita: 'Estoy tan celosa...'
Abaddon se rascó la mejilla con leve vergüenza. A pesar de que era un hombre adulto, se sentía mal cada vez que
sus tres adorables sirvientas tenían que ayudar a limpiar las secuelas de su lujuria desenfrenada.
Pero los pensamientos de Nita que ni siquiera estaba haciendo un esfuerzo por ocultar le recordaban que estas
chicas no eran tan inocentes como su apariencia sugería.
Se hizo a un lado y dejó que las tres chicas entraran en la habitación. "Ayúdame a llevarlos al baño".
Abaddon recogió a Valerie y Audrina ya que estas eran las dos con las que se había vuelto más loco.
Las otras tres chicas fueron recogidas por una de las sirvientas y las cuatro hicieron el viaje por el pasillo.
Cuando Abaddon entró en su lujoso baño que se parecía más a una fuente termal en miniatura, se sorprendió
brevemente al descubrir que el agua ya estaba caliente.
Sintiendo la sorpresa de su amo, Rita ofreció una explicación. "Reconocimos el tono avergonzado del maestro
cuando nos llamó, así que preparamos el baño con anticipación".
El dragón no pudo hacer nada más que reírse. ¿Realmente se había vuelto tan fácil de leer?
Abaddon sumergió a sus esposas en el agua humeante y las chicas detrás de él hicieron lo mismo.
Con delicadeza comenzó a frotar sus cuerpos, teniendo especial cuidado de no ser demasiado áspero y dañar su
hermosa piel.
? El semen seco y el sudor cubrían casi cada centímetro de sus cuerpos, por lo que tuvieron que lavarlos de pies
a cabeza.
Incluso mientras dormían, las chicas tenían pequeños rostros satisfechos como si estuvieran teniendo el sueño
más placentero.
Como siempre, estaban completamente exhaustos, por lo que las chicas no se iban a despertar pronto.
Abaddon de repente sintió tres miradas enfocadas en él y supo su origen. "¿Qué pasa? ¿Por qué me miran,
chicas?"
Nita: "Maestro... sabes que puedes dejarnos esto a nosotros, ¿verdad?"
"Sí."
Rita: "Entonces, ¿podemos saber por qué insistes en unirte a nosotros cada vez?"
Tita: "¿Te preocupa que no cuidemos a las damas a tu gusto?"
El señor de los demonios luchó contra el impulso de reír. "Les aseguro chicas que no es nada tan complicado."
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Regresó su mirada al largo cabello plateado de Audrina que estaba cubierto de burbujas y sus ojos adquirieron
una mirada delicada que estaba reservada solo para su familia.
"Estas mujeres son mis tesoros. Como responsable de traerlas a este estado, naturalmente debería encargarme
de las consecuencias, ¿verdad?" Lavó con delicadeza el cabello y el cuero cabelludo de Audrina, con cuidado de
que no le entrara jabón en los ojos ni en la nariz.
Una vez que le enjuagó el cabello, se acercó a Valerie y comenzó a darle el mismo tratamiento. "Haría esto solo si
pudiera, pero antes de que pudiera cuidar de los cinco, el agua se enfriaría y una de mis encantadoras esposas
podría enfermarse".
Las criadas miraron brevemente a las mujeres inconscientes en el baño y recordaron recuerdos de su
aterradora destreza en la batalla.
No podían imaginarse a una de sus reinas guerreras incapacitada por un caso de resfriado.
Las chicas continuaron lanzando pequeñas miradas a su amo mucho después de que se había quedado en
silencio.
Cada una de sus acciones fue gentil y hecha con un cuidado exquisito y casi no podían creer lo que estaban
viendo.
Nunca habían visto a ningún hombre, humano o demonio, que se preocupara por sus mujeres tanto como su
señor.
Realmente trató a estas mujeres como tesoros invaluables y se encontraron albergando sentimientos de celos.
Cualquiera de ellos daría lo que fuera por que él los viera de la misma manera.
Abaddon sintió sus sentimientos a través de su conexión con ellos, pero por primera vez en mucho tiempo, no
sabía qué era lo correcto que decir.
Normalmente, no tiene ningún problema en rechazar a las mujeres de la manera que sea necesaria.
Pero cuando se trataba de sus doncellas, no deseaba herir sus sentimientos.
En algún momento, ellos también se habían convertido en parte de sus tesoros invaluables y, aunque no sentía
atracción sexual por ellos, disfrutaba de su compañía y conversación.
Ya tenía en mente las dos últimas mujeres que deseaba y no tomaría más esposas después de ellas.
Silenciosamente deseó que sus doncellas encontraran su propia felicidad, porque ellas también merecían ser
vistas como tesoros invaluables.
Una vez que Abaddon finalmente terminó de bañar a las niñas, las devolvieron a su habitación ahora limpia para
descansar mientras él se dirigía a su estudio.
Sentado en su gran sillón de cuero, decidió abrir su sistema y comprarles a sus esposas algunos regalos como
disculpa por su guerra en sus úteros.
Después de la última batalla, tenía una cantidad ridícula de SC para gastar y prácticamente le estaba haciendo
un agujero en el bolsillo.
[ Comercio ]
- SC actual: 698.250.
[Arte de Kanabo del meteorito negro (25 000)
-Descripción: Un arte de combate destructivo y poderoso que utiliza un garrote con púas.
[ Anillo Sombra Nocturna (17,000)
-Descripción: Cualquier persona a la que hagas inhalar la fragancia del anillo se volverá delirante y susceptible a
todas y cada una de las órdenes durante dos horas.
[ Habilidad : Verdadero Corazón de Fénix (50,000)
- Descripción : Tu corazón se convierte en el de un fénix. Después de la muerte, su cuerpo resucita

inmediatamente sin importar cuán grave sea la lesión. Cuando renace, todos los ataques de afinidad con el fuego
obtienen un impulso del 300 % durante quince minutos. (Solo se puede usar una vez cada dos meses).
[ Muerte verdadera del Rey del Abismo (100,000)
-Descripción: Una reliquia fragmentada de la batalla de Lucifer con Maliketh, el primer rey del abismo.
[Piedra de afinidad: agua (7500)
-Descripción: Una piedra que da la afinidad del agua cuando se tritura.

[ Huevo de Bestia Sagrada (40,000)
-Descripción: Dentro del huevo hay una bestia sagrada al azar. La fuerza de la bestia interior depende de la
cantidad y calidad del maná con el que se alimenta.
.....
Abaddon suspiró con leve frustración.
Desafortunadamente, el regalo que realmente quería obtener para sus esposas era una habilidad y no un
artículo real que pudiera darles.
'Maldita sea... eso podría haber sido muy útil también.'
A pesar de que ya habían comido corazones de fénix, solo obtendrían una vez de la muerte, pero esta habilidad
no tenía tal restricción.
[Aviso: las habilidades compradas se pueden compartir con personas conectadas.
La avaricia inmediatamente brilló en los ojos del joven dragón mientras una amplia sonrisa se abría paso entre
sus labios.
'Compre el arte kanabo del meteorito negro, el huevo de la bestia sagrada, el verdadero corazón del fénix y la
muerte verdadera de los reyes del abismo.'
[ ¿Gastar 215.000 SC?
'¡Sí!'
Hubo un destello de luz repentina y una gran espada negra como boca de lobo que estaba terriblemente dañada
surgió de las sombras a sus pies.
Al mismo tiempo que extendió la mano para tocarlo, un calor sofocante surgió de su pecho y un gran huevo
negro apareció en su regazo.
Abaddon analizó brevemente el huevo y no encontró nada particularmente especial aparte de que era bastante
grande.
A decir verdad, ni siquiera estaba seguro de qué era un huevo de bestia sagrada.
Pero parecía que Mira había echado de menos tener una mascota últimamente, así que como un buen padre, por
supuesto, tenía que conseguirle algo.
También debería encontrar algo especial para Thea.
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Bono capítulo 2/2.

Capítulo 158 Luna de miel

Abaddon extendió la mano y tomó la espada negra flotante del suelo.
Dentro de la hoja parecía haber tallas de millones de almas gritando.
Se preguntó si esta espada realmente estaba destinada a ser utilizada en combate porque parecía estar lista para
romperse con una ligera brisa.
'Analizar.'
[La verdadera muerte del Rey del Abismo (Grado: ?????)
- Descripción: La espada no puede ser utilizada por nadie más que un gobernante del abismo que posee magia
de muerte.
- El primero de los seis finales.
El dragón quería arrojar esta espada por la ventana.
¡Él no sería capaz de usar esta arma en el corto plazo!
La decepción comenzó a inundar su mente solo para ser reemplazada un momento después por la curiosidad.
'¿El primero de los seis finales?' El dragón no tenía conocimiento de tal cosa y se preguntó si Audrina podría
saberlo.
Pero viendo que incluso el sistema no podía darle más información, pensó que ella no sería de mucha ayuda en
este asunto.
Suspirando derrotado, guardó la espada en su anillo por ahora antes de decidir subir las escaleras para
mostrarle a Mira su regalo.
El cariñoso padre no se dio cuenta, pero comenzó a caminar un poco más rápido cuando pensó en lo agradecida
que estaría su linda hija.
Sin embargo, al hacerlo se topó con dos de las personas que menos esperaba ver.
Asmodeus y Yara bajaban las escaleras cogidos del brazo como dos niños enamorados.
Atrapó a sus padres con los labios a unos centímetros de distancia y sintió la necesidad de hacer notar su
presencia.
"¿A dónde van ustedes dos?"
"¡Oh! ¡Hola, mi dulce niño!" Yara corrió rápidamente hacia su hijo y le dio el mayor abrazo que pudo.
Abaddon tuvo que admitir que nunca antes había visto a su madre tan llena de vida y energía.
Si bien ella había sido feliz en algunos momentos de su infancia, podía ver que todo eso era una pálida imitación
de su verdadera personalidad.
La sonrisa que lucía ahora era muy diferente a cualquiera de las que había visto antes. Al verla tan feliz, sintió
que su esfuerzo por salvar a su padre valía la pena solo por esto.
"¡Tu padre y yo nos vamos de luna de miel!" Explicó emocionada.
Abaddon sabía que ella había planeado esto, pero aún estaba un poco triste de ver partir a su madre. "¿Tan
pronto? Hay muchas cosas de las que quería hablar contigo..."
Todavía no le había dicho que había tomado a Audrina como esposa, que había adoptado una segunda hija o que
había reencarnado.
Afortunadamente, una de esas preocupaciones pareció resolverse sola cuando Yara vio dos pinchazos en el
cuello de su hijo que no se cerraban.
'¡Esa perra! ¡Depredador! ¡Puma! ¡Ha robado la inocencia de mi bebé!
Yara aparentemente había olvidado todos los susurros que había escuchado entre las sirvientas en el castillo.
Su hijo perdía la inocencia casi todas las noches alrededor de las 9 de la noche y no la recuperaba hasta la
mañana.
Afortunadamente, finalmente pudo ver un lado positivo en toda esta situación. ¡Ahora tendrá que dirigirse a mí
como madre! ¡Tampoco podrá manosearme más!
"¡Lo apruebo!" Yara dijo de repente.
"¿Indulto?"
"Ah... quiero decir que volveremos pronto. Solo nos iremos dos meses como máximo".
'Bueno... Supongo que no importa. Todos nosotros estamos a punto de irnos por la semana de todos modos.
Abaddon pensó para sus adentros antes de darle a su madre un último abrazo. "Está bien... estaremos esperando
tu regreso".
El grupo se despidió y Asmodeus transfirió un breve mensaje telepático a su hijo.
'Debajo del árbol... tengo un regalito esperándote.'
Antes de que el dragón pudiera preguntarle a su padre qué tipo de regalo le había dejado, a la pareja amorosa
les brotaron las alas y se fueron volando.
Sin saberlo, una expresión de alegría amarga se extendió por el rostro del dragón.
'¿Así es tener padres amorosos? Es un poco extraño.
Sin embargo, no le disgustaba este extraño y cálido sentimiento.
De hecho, ya estaba planeando la próxima reunión que tendría con ellos mientras los veía volar.
Se aseguraría de que el lugar al que regresaran sus padres fuera incomparable con el que habían dejado.
Después de regalarle a su hija su huevo de bestia, Abaddon se dirigió directamente al qlipoth para ver cuál sería
el regalo de su padre.
Cuando llegó al sitio del árbol, lo que encontró esperándolo no era un regalo en sí, sino un individuo.
La hermosa elfa oscura Eris estaba sentada cómodamente debajo del árbol, con los ojos cerrados y el pecho
subiendo y bajando ligeramente.
Abaddon se acercó suavemente a la mujer dormida antes de arrodillarse y sacudirla ligeramente.
Al entrar en contacto más cercano con ella, pudo oler el aroma del vino de frutas que perduraba en su cuerpo.
¿Está borracha?
"¿Eris? ¿Estás bien?"
"¿Mmh? ¿Abaddon?" La elfa oscura despertó lentamente de su sueño y miró a su alrededor.
"¿P-Por qué estoy durmiendo afuera?" preguntó con horror. "Lo último que recuerdo fue beber con Lusamine y
tu padre y..."
El dragón no necesitaba escuchar más.
Cuando escuchó que su padre le había dejado un regalo, no esperaba que fuera un elfo borracho desmayado.
Con un suspiro, tomó a la mujer mareada en sus brazos y comenzó a llevarla a casa.
"¡¿Q-Qué estás haciendo?!"
"¿Llevarte a casa?" Abaddon respondió como si fuera obvio.
"¡Y-yo puedo caminar muy bien!"
"¿Por qué molestarse? Solo relájate y disfruta del viaje".
Hubo silencio por unos momentos más antes de que la voz baja de Eris llegara a sus oídos. "Yo... siento que
siempre estoy mostrándote lados vergonzosos de mí. Aunque se supone que soy el mayor de nosotros dos".
"Esto no es tu culpa, Eris. Culpa a ese viejo loco y a la diablesa rubia".
"¿Y qué hay del tiempo antes de esto?" Ella recordó.
"... Eso tampoco fue tu culpa. Me irrita que pienses lo contrario". No quería que el elfo comenzara a pensar que
las acciones de Pythias eran su culpa.
Al final del día, él nunca debería haber puesto sus manos sobre ella. Solo recordar el rostro de Eris mientras
jadeaba por aire fue suficiente para hacer hervir la sangre de Abaddon.
Eris una vez más se quedó en silencio mientras Abaddon continuaba llevándola por las calles como si fuera tan
ligera como una pluma.
"¿Soy una mala persona?" preguntó de repente.
Él la miró sorprendido, no esperaba en absoluto esa pregunta. "¿Por qué preguntas una cosa tan tonta?"
Los ojos de Eris adquirieron una mirada lejana mientras miraba al horizonte.
"Cuando conocí a Pythias por primera vez, me salvó de estos esclavistas humanos que intentaban venderme a
algunos nobles pervertidos. Me miró y declaró que iba a ser su esposa.
En ese momento, no me importaba porque mientras había estado vivo, mi vida nunca había sido mía para hacer
lo que quisiera. Sin embargo, me trató lo suficientemente bien y me creí feliz a pesar de que Lusamine siempre
decía que estaba en negación. A pesar de todo yo creía que me había enamorado".
De repente apartó la mirada del horizonte para mirar directamente a los ojos dispares de Abaddon. "Pero luego
te conocí y mi corazón no ha conocido un momento de paz desde entonces. Cada vez que cierro los ojos, veo tu
rostro en mis recuerdos y escucho tu voz en mis oídos".
Levantó su mano femenina con sus uñas prolijamente recortadas y la colocó sobre su pecho.
"Y cada vez que me tienes en tus brazos, se vuelve insoportable cuando me sueltas. Entonces dime, rey de los
demonios, ¿no soy una mala persona por enamorarme de ti, a pesar de que ya pertenezco a otro?"
La cabeza de Abaddon estaba dando vueltas.
Eris básicamente acababa de confesar, pero no se sentía bien al respecto. Podía sentir lo mucho que temblaba
por la culpa de sus propias emociones.
Si él no estuviera en su compañía, no tenía dudas de que esta conversación la habría hecho llorar hace mucho
tiempo.
Había muchas cosas que quería decirle a la hermosa mujer que tenía en sus brazos en ese momento.
Pero solo había una cosa que el elfo oscuro realmente necesitaba escuchar.
"Tú no eres más mala persona que yo". Dijo, sin dar más detalles.
Cuando la pareja llegó a su destino, colocó a Eris suavemente en el suelo y tomó su rostro entre sus manos.
"Me iré hoy por aproximadamente una semana. Durante ese tiempo, creo que debes decidir por ti mismo lo que
realmente quieres. No te preocupes por nada más que lo que tu corazón desea. Vendré a escuchar tu respuesta
cuando mi regreso."
Los ojos de Eris se nublaron cuando el calor de sus manos se extendió por sus mejillas.
Entendió perfectamente las intenciones de Abaddon. Él le estaba dando la libertad de elegir el futuro que ambos
tomarían, mientras ponía sus propios deseos en un segundo plano.
Eris quería decirle de inmediato que ella sería suya, pero sabía que él le estaba dando un período de tiempo tan
largo para que pudiera sacudirse cualquier duda persistente en su mente.
Los dos nunca serían realmente capaces de avanzar si Eris todavía albergaba culpa por su relación pasada.
"Eres... un hombre muy amable, Abaddon". Eris se rió entre dientes.
"... Creo que los ejércitos que he eliminado no estarían de acuerdo contigo".
"Eso puede ser cierto, pero no pueden ver tus lados más maravillosos como yo ahora". Ella le ofreció una sonrisa
que era más radiante que el sol sobre sus cabezas. "Gracias... por traerme de vuelta".
Con gran dificultad interior, se quitó las manos de la cara y se dio la vuelta para entrar en la mansión.
Abaddon observó su figura flexible desaparecer en la casa antes de dejar escapar un suspiro de frustración.
'¿Cómo una mujer puede tener tantas expresiones lindas?' Había requerido un esfuerzo hercúleo de su parte
para no besar a Eris antes porque sabía que hacerlo le quitaría de las manos la elección que estaba tratando de
darle.
Estaba orgulloso de sí mismo por su moderación, pero también estaba un poco decepcionado de no poder
saborear esos labios deliciosamente carnosos.
El dragón suspiró y se dispuso a entrar para prepararse para su partida cuando un grito estridente interrumpió
sus planes.
"¡¡¡MAESTRORRRR!!!"
Capítulo 159 Saliendo

"¡¡¡MAESTRORRR!!!"
La fuente de los terribles chillidos de dios no era otra que la subordinada más leal de Abaddon, Malenia.
Actualmente estaba cayendo en picado desde el cielo con los brazos extendidos y una sonrisa maníaca en su
rostro.
[Hechizo: cuerpo de niebla, activado.
¡Boom!
El ángel caído tenía la intención de chocar con el cuerpo perfecto de su amo y cubrir su rostro con besos, pero su
intento fue en vano ya que de alguna manera atravesó su cuerpo y su rostro se hundió en la tierra.
"¡El maestro es tan malo! ¡No he estado causando ningún problema como una buena chica y todavía eres tan frío
conmigo!" Malenia hizo un puchero.
Abaddon la encontró un poco linda en este momento. Él le habría ofrecido una palmada en la cabeza si ella no
hubiera intentado abusar de él hace unos momentos.
"No me gusta que me toquen". Él le recordó.
"¡T-Estabas tocando a esa mujer élfica hace un momento!"
"¿Realmente debo explicártelo? Ella es un caso especial". Dijo exhausto mientras la ayudaba a levantarse del
suelo.
El ángel caído tomó su mano como si fuera la cosa más preciosa del mundo.
Su respiración se volvió pesada y sus ojos contenían una locura visible mientras trataba de memorizar cada
línea y detalle de su mano antes de que él pudiera apartarla.
Desafortunadamente, reconoció sus motivos y canalizó electricidad en su mano, dándole al ángel un pequeño
susto.
"¡EEP!"
"No seas un pervertido". Él regañó.
Malenia se frotó la mano dolorida y una vez más comenzó a hacer pucheros.
"¡¿Por qué no puedo tener una recompensa?!" Le había costado mucho escuchar a ese viejo y gruñón Rabisu
durante varios días, ¡va en contra de su propia existencia!
Sin embargo, lo hizo de todos modos con la esperanza de poder complacer a su amo y ser recompensada por él.
¡Pero ni siquiera le había dado las gracias desde que se despertó!
Abaddon suspiró y se frotó las sienes con frustración.
No era reacio a recompensar a su gente cuando habían hecho algo encomiable, pero el problema era que
Malenia quería cosas que la mataran a él o a sus esposas.
No deseaba ver morir tan espantosamente a un subordinado tan leal y capaz.
"Honraré tus esfuerzos dándote la recompensa que deseas... Sin embargo, no me acostaré contigo ni permitiré
que me toques de manera inapropiada".
Una chispa de luz brilló en los ojos de Malenia cuando supo lo que quería de inmediato.
"Deseo-"
"Tampoco te tocaré inapropiadamente".
"Entonces-"
"Tampoco me casaré contigo".
"Booo..." La creciente alegría del ángel caído se desinfló como un globo reventado.
Después de varios minutos de deliberación, finalmente se decidió por la siguiente mejor opción.
"¡La próxima vez que dejes Luxuria, deseo acompañarte!"
Si bien Abaddon no esperaba esto, tampoco estaba necesariamente en contra.
A decir verdad, estaba agradecido de que ella no le pidiera sus sábanas sucias. Su mente nunca podría olvidar el
momento en que atrapó a Nita a punto de lamerlos una mañana.
"Entonces nos vamos en unas horas. ¿Necesitas algo?"
Todo el cuerpo de Malenia comenzó a vibrar de emoción. ¡Su amo había estado de acuerdo! ¡Realmente había
estado de acuerdo!
Ella resistió el impulso de saltar a sus brazos y tratar de besarlo de nuevo.
En cambio, mostró una sonrisa enloquecida y maníaca mientras mantenía la compostura. "¿A dónde vamos?"
"La era de la mazmorra nocturna, la mazmorra de las bestias angustiadas, la mazmorra del terror sacramental y
la mazmorra de los perdidos". Estos cuatro eran los más cercanos a él y le permitirían completar una de sus
condiciones de evolución de inmediato.
Malenia parecía increíblemente emocionada. Supuso que, dado que todas las esposas de su amo eran monstruos
por derecho propio, él debía sentir algo por las mujeres fuertes y poderosas.
¡Esta sería la oportunidad perfecta para que ella muestre su propia fuerza temible y haga que su maestro quiera
romperle los sesos!
Por desgracia, él no tenía tal fetiche, pero el ángel caído desconocía por completo tal hecho.
'¡Se lo mostraré! ¡Será incapaz de resistirse a mi cuerpo una vez que vea de lo que soy capaz!'
Abaddon, naturalmente, podía escuchar sus pensamientos y casi consideró mencionar que en realidad no haría
nada.
Cuando Bekka lo acompañó en su primera excursión a las mazmorras, ni siquiera la llevaron al campo de
pruebas.
Permaneció inconsciente en el suelo de la mazmorra y cuando despertó, tenía recuerdos fabricados.
Por desgracia, Malenia estaba feliz por lo que no estalló su burbuja cada vez mayor.
Solo esperaba que los maestros de las mazmorras no le dieran recuerdos extraños mientras descansaba.
Unas horas más tarde, llegó el momento más temido por Abaddon y sus esposas.
Toda la familia estaba afuera y rodeaban a dos niñas que no tenían idea de lo que estaba pasando.
Abaddon fue el primero en hablar y claramente era el más nervioso.
"Mis hijas... sus madres y yo nos vamos a ir por un tiempo".
El rostro de Mira inmediatamente se puso triste y el de Thea era muy parecido.
"¿H-cuánto tiempo te vas?" Mira preguntó temblorosa.
Esto era lo que temían Abaddon y sus esposas.
Sabían cuánto dependían sus hijos de ellos y los desgarraba dejarlos así. Pero tenían que irse o de lo contrario
nunca podrían darles el tipo de vida que se merecían.
"Durante una semana... lo siento nena-"
"¡Oh, está bien entonces!" Mira de repente se secó los ojos y reanudó su habitual expresión alegre.
"Por favor, cuídate, padre". Ofreció Thea, sus ojos ya recuperaban su alegre luz azul brillante.
Inmediatamente fue como si el aire hubiera sido succionado del espacio en el que se encontraban mientras los
padres miraban a sus hijos en estado de shock.
"¿No estás... molesto?" Lailah preguntó sorprendida.
Las dos chicas se miraron y negaron con la cabeza.
"¡Mira va a ir de cacería con la brigada de galletas!"
La brigada de galletas era como Mira llamaba a los veinte o más demonios que se habían enamorado de ella
después de ver sus monstruosas habilidades de combate en la última batalla.
Si tenían algún problema con su nombre, ciertamente no mencionaron tal cosa.
"Le pedí al general Absalom que me enseñara a pelear para poder ser tan fuerte como todos ustedes..." explicó
Thea tímidamente.
Ella había querido guardarlo como una sorpresa, pero desafortunadamente parecía que el gato estaba fuera de
la bolsa.
Después de ver la forma en que toda su familia luchó tan espléndidamente para proteger lo que era suyo, se
llenó del deseo de hacer lo mismo.
Los adultos permanecieron inmóviles.
Malenia, que estaba mirando cerca, se preguntaba por qué la familia tenía expresiones como si hubieran visto
fantasmas.
Incluso Audrina, que iba a estar en casa con las chicas, estaba completamente desconcertada. Ella pensó que
tendría tiempo ilimitado para abrazar a sus hijas esta semana, ¡pero parecía que habían hecho planes sin ella!
¡La angustia ni siquiera podía comenzar a explicar cómo se sentía en este momento!
Pero había una persona que lo estaba tomando incluso peor que ella.
"¿P-Por qué no me pediste que fuera a cazar o-o que te enseñara a pelear?" Bekka estaba al borde de las
lágrimas y sus lindas orejas se habían caído lastimosamente.
"¡Yo-yo quería que fuera una sorpresa!" Thea dijo rápidamente.
"¡N-No llores mami, podemos irnos cuando regreses!" Mira no tenía idea de que al tratar de animar a su madre
había condenado a todos los animales dentro de 100 millas de aquí a una muerte muy cruel.
Mientras las dos niñas consolaban a su madre, Abaddon todavía estaba tratando de procesar lo que acababa de
suceder.
'¿Mis dulces niñas ya han entrado en su fase rebelde?'

No lo habían hecho.
'¿Es hora de que nos dejen tan pronto?'
Todavía eran literalmente incapaces de cocinar su propia comida.
"Supongo que siempre pensé que tendría un poco más de tiempo..." finalmente murmuró derrotado.
"¿Podrían dejarlo ustedes dos?" Valerie finalmente tuvo suficiente y agarró a Bekka y a su esposo por las orejas.
"¡Es bueno que las chicas no lloren cuando nos vayamos! ¿Por qué querrían ustedes dos que estuvieran tristes?"
Lisa y Lailah asintieron en silencio en acuerdo.
"Nosotros no, pero..." comenzó Abaddon.
"¡Todavía queremos que nos extrañen!" Bekka terminó.
Thea y Mira les dieron grandes abrazos a sus angustiados padres.
"¡Por supuesto que te extrañaremos!"
"¡Siempre te extrañamos cuando te vas!"
Finalmente, los padres angustiados se levantaron de su mal humor cuando devolvieron los abrazos a sus hijas.
"Honestamente... son padres tan desesperanzados". Valerie murmuró, pero la sonrisa en su rostro confirmó que
no odiaba eso de su familia.
"Probablemente serán inseparables cuando regresemos". Lisa recordó con una sonrisa.
"Probablemente es un eufemismo". agregó Lailah.
Pronto, el grupo se separó cuando Abaddon y cuatro de sus esposas se dirigieron hacia las puertas de la ciudad.
Seguidas por Stheno y 1,000 de los rabisu, las chicas se despidieron con besos de su esposo cuando Lisa se
transformó en un dragón y permitió que las tres mujeres se subieran a su espalda.
Abaddon observó cómo sus esposas volaban hacia el cielo en dirección este.
"¿Estás triste, maestro?" Malenia preguntó de repente.
El dragón lo consideró y dio una respuesta sorprendente. "No. Sé que los volveré a ver pronto".
Le dolía estar lejos de sus esposas ya que todas eran partes de él mismo, pero no había otra opción.
Si no se separaba de ellos ahora, su tiempo de separación en el futuro sería mucho más permanente.
Tres pares de enormes alas dracónicas salieron disparadas de su espalda y salió disparado hacia el cielo más
rápido que un rayo.
Date prisa si no quieres quedarte atrás.
Emocionada por el desafío, a Malenia le brotaron sus propias alas de plumas negras y siguió a su amo.
Los dos continuaron rompiendo la barrera del sonido mientras se dirigían a la primera mazmorra a una
velocidad vertiginosa.
Capítulo 160 ¡Helios, la calamidad!

Barbello, la tierra de las brujas
La reina bruja Sei estaba peinando exhausta una pila de ropa y estaba a punto de arrancarse el pelo.
Después de regresar de Antares, inmediatamente se puso en contacto con los mejores modistas y artesanos que
pudo encontrar para comprar los artículos más lujosos que poseían.
La espoleaba la anterior humillación a la que la había sometido su hija menor varios meses antes.
Esta vez, se aseguraría de usar la mejor ropa posible como un medio no solo para robar la atención de su
apuesto esposo y asegurar un trato, sino también para que su hija viera que no importaba cuánto lo intentara,
nunca la superaría. .
"¿¡Pero qué me pongo!?" Ella lloró de frustración.
En una carrera loca, se había preparado demasiado y ahora había una montaña de ropa exquisitamente hermosa
en su cama.
Desesperada, hizo que las criadas llamaran a sus dos hijas a las que amaba más que a nada en este mundo.
Llamaron a la puerta y Sei ni siquiera se molestó en ver quién era. Simplemente recogió los dos primeros
conjuntos que vio y los sostuvo contra su cuerpo que actualmente estaba cubierto por nada más que una bata de
baño.
"Dime, mis amores..."
Se dio la vuelta dramáticamente para encontrarse cara a cara con las hermanas mayores de Lailah, Meredith y
Morrigan.
Las chicas miraron cada uno de los atuendos antes de asentir entre sí en acuerdo.
Morrigan: "Madre se ve mejor en verde".
Meredith: "El vestido verde complementa mejor tu figura".
Sei arrojó con entusiasmo la ropa en su mano derecha a un lado y chasqueó los dedos.
El atuendo en su mano apareció en su cuerpo un momento después y ella asintió con satisfacción.
"¡Mis chicas son verdaderamente los tesoros más preciados de mi reino!"
Las dos hermanas mostraron expresiones complacidas antes de ver la montaña de ropa sobre la cama.
"¿Va mamá a algún lugar importante?"

"Parece que has preparado una gran cantidad de atuendos, ¿te irás por mucho tiempo?"
La reina bruja se analizó a sí misma en un gran espejo contra la pared. Se tomó el tiempo para ajustar
cuidadosamente su vestido de modo que sus senos pareciera que estaban a punto de salirse, pero estaban
firmemente en su lugar.
"Con un poco de suerte, regresaré dentro de dos días con una nueva alianza y un nuevo padre para ambos". Dijo
con una sonrisa promiscua.
Las orejas de las dos brujas se aguzaron y miraron a su madre con cara de confusión.
Cada vez que su madre traía a casa un nuevo padre para ellos, por lo general no requería este nivel de
planificación o coerción.
Se preguntaron qué hombre podría ser lo suficientemente especial como para justificar el uso de tales tácticas,
pero pronto se dieron cuenta de que solo se les ocurriría un hombre.
"¿Ese híbrido?"
"¿El esposo de esa puta incompetente?"
"Si y si." Sei respondió con una sonrisa.
Las dos hermanas se miraron e inmediatamente supieron que habían tenido la misma idea.
Morrigan: "Me gustaría ir contigo".
Meredith: "Como lo haría yo".
Sei miró de un lado a otro entre sus hijas antes de asentir lentamente, capaz de deducir fácilmente sus motivos.
"Está bien... pero puedo jugar con él primero. No me importa permitirles a ustedes dos probar antes de que nos
casemos oficialmente. Pero recuerda que no puedes venir saltando a nuestra cama todas las noches después de
que eso suceda". ."
Las dos chicas asintieron furiosamente mientras se lamían los labios con anticipación.
"¡Vamos a prepararnos!""
Las niñas se dieron la vuelta y se prepararon para irse con su madre cuando una presión insondable y terrible
descendió sobre sus cuerpos.
El rostro de Sei palideció de inmediato, Morrigan casi vomita y Meredith se mareó.
Cuando el cielo se oscureció, Sei y sus hijas corrieron a su balcón y miraron hacia arriba con horror para ver la
misma escena que miles de millones de personas habían experimentado antes de ser reducidas a cenizas en un
instante.
Era absolutamente enorme.
Con más de 100 metros de altura, incluso el batir de ocio de sus ocho enormes alas fue suficiente para provocar
ráfagas de viento que destruyeron cualquier edificio débil debajo.
Su cuerpo estaba cubierto de inmaculadas escamas doradas que lo hacían parecer la encarnación del mismo sol.
Aunque lo más inquietante, con mucho, eran sus tres cabezas que contenían temibles ojos rojos y negros, cada
uno enfocado directamente en la reina bruja de abajo.
Afortunadamente, la mayoría de los ciudadanos de abajo no estaban conscientes de presenciar una escena tan
temible. Al sufrir el cambio, la presión que emanaba del cuerpo de Helios fue suficiente para hacer que
cualquiera que estuviera en la etapa tres o inferior se desmayara.
"¿P-Por qué está él aquí?" Meredith preguntó en pánico.
"¿Qué está pasando?" Morrigan preguntó mientras trataba de evitar que su cuerpo temblara.
"N-no conozco a los bebés, pero quédate cerca de mí, ¿de acuerdo?"
¡No podía pensar en nada que pudiera haber hecho para enemistarse con el dragón dorado!
'¿F-Fui demasiado grosero la última vez? ¡No, habría dicho algo entonces si ese fuera el caso!
La reina bruja se estrujó el cerebro buscando cualquier cosa que pudiera haber hecho para ofenderlo, y después
de unos segundos su mente llegó a una sola conclusión horrible.
'¡Los espias!'
Como gobernante paranoico, Sei tenía espías implantados en todos los continentes de Dola.
Algunos estaban en posiciones más altas y otros eran simplemente matones callejeros de bajo nivel que se
encargaban de informarle todo lo que sucedía dentro de su área asignada.
Con una herramienta mágica única que había desarrollado en privado, era capaz de comunicarse con sus espías
a distancias extremadamente largas.
Así fue como supo sobre la excomunión de Abaddon cuando noticias como esa no deberían haber podido llegar
a ella por lo menos durante semanas.
"¡Rey Helios, por favor calma tu ira, puedo explicarte!" Ella suplicó.
El rey dragón ni siquiera se molestó en hablar.
No había nada que la reina bruja pudiera decir que la salvaría de lo que se avecinaba.
'No voy a matarte, reina bruja.'

Sei de repente escuchó la voz del rey dragón haciendo eco dentro de su cabeza. Sin embargo, ella sabía que no
debía relajarse debido a sus palabras.
'Por el pecado de sembrar tus asquerosas ratas dentro de mi reino, voy a borrar las tuyas de la faz de este
mundo.' Mientras hablaba, el aire a su alrededor comenzó a calentarse y su cuerpo comenzó a brillar con una
tenue luz blanca.
Sei inmediatamente conjuró su magia defensiva más fuerte y encerró todo su castillo en ella. No hacía falta ser
un genio para saber que lo que vendría a continuación sería nada menos que una pesadilla.
Hay una razón por la que Helios habla telepáticamente en su forma de dragón.
Es porque cuando abre sus tres cabezas para hablar, lo que sigue solo puede ser una destrucción sin igual.
"Nevada."
El aura blanca pura de Helios repentinamente explotó en millones de pequeñas partículas que cubrieron un
radio de veinte millas en un instante.
Como si Barbello estuviera repentinamente en medio de un invierno brutal, pequeñas motas de un blanco puro
salpicaron la tierra.
Tan pronto como una partícula blanca hizo contacto con la superficie de abajo, hubo una erupción de fuego
blanco cegador que casi cegó a Sei y sus hijas.
"¡No!"
"¡Madre, detenlo!"
Los hijos de Sei simplemente no entendían la realidad de lo que tenían frente a ellos.
Hay brechas incluso entre los semidioses y Helios tiene la brecha más amplia imaginable entre ellos.
La única forma posible de derribar al dragón dorado era que todos los líderes del mundo se unieran para
matarlo, pero incluso entonces, las bajas dejarían al menos seis de los ocho continentes sin gobernante.
Por su cuenta, no había forma de que Sei pudiera detener a Helios.
Ya estaba tomando una cantidad considerable de su poder para evitar que sus llamas blancas atravesaran su
barrera mágica demasiado rápido.
Se vio obligada a mirar impotente cómo toda su capital fue arrasada en un instante.
Como gobernante, el dolor que sentía por su pueblo era inimaginable.
"Mis señores".
La voz de Helios resonó por toda la tierra y la presión se hizo aún más abrumadora cuando tres dragones
gigantes más descendieron del cielo.
Había un dragón serpentino con escamas de color azul oscuro y un cuerpo que parecía tener varias millas de
largo.
Otro dragón era de color negro con escamas amarillas brillantes en la cara y las alas.
El último dragón que apareció fue el más grande de los recién llegados.
Tenía sesenta metros de altura con escamas de color rojo oscuro del color de la sangre. detrás de su espalda
había cinco enormes pares de alas. Cada una de sus garras parecía ser lo suficientemente afilada como para
destrozar una montaña.
"Lleva a las brujas casi a la extinción".
Los dragones rugieron para obedecer su orden y se desarrolló una ola de destrucción que superó las
proporciones bíblicas.
Lotan rugió cuando su sí brilló con una brillante luz azul. Inmediatamente el cielo circundante se oscureció y en
un momento estaba lloviendo a cántaros.
El cuerpo de Tiamat comenzó a crepitar con electricidad mientras arrojaba enormes arcos de rayos sobre la
tierra de abajo.
Sin embargo, Seras volaría un poco más lejos, donde las tierras aún no habían sido tocadas.
Necesitaba ver por sí misma cuán masivo se había vuelto su poder.
En un abrir y cerrar de ojos, ya estaba flotando sobre una ciudad en medio de la evacuación.
Todo el cuerpo de Seras comenzó a sangrar horriblemente.
A medida que su propia sangre se derramaba sobre la ciudad de abajo, se endurecía y se volvía más afilada y
letal hasta que gigantescas lanzas de sangre llovían sobre ellos.
Aquellos que no murieron instantáneamente tuvieron que mirar con horror cómo las jabalinas de sangre
aparentemente ganaban sensibilidad, viajando de un objetivo a otro y causando devastación.
Incluso como un dragón, Seras aún podía mostrar una amplia sonrisa llena de dientes.
Había un continente entero para que ella jugara, todo gracias a la benevolencia de su rey.
¡Ser un señor dragón realmente fue lo mejor!
Seras se entusiasmó con sus formidables nuevos poderes y se desesperó por probar aún más.
Las lanzas de Seras de repente dejaron de destruir y recuperaron su forma líquida.
Una vez que la sangre volvió a su estado original, una vez más se fusionó para formar un enorme tornado de
sangre.
'Esto es muy divertido... ¡No puedo esperar para contarle todo sobre esto!'
Capítulo 161 Destrucción insatisfactoria

Mientras sus señores se volvían locos, Helios continuó con su furioso alboroto.
Mientras arrojaba arcos de llamas blancas de sus tres enormes cabezas, diezmó el área frente a él durante
treinta kilómetros.
Las llamas características del rey dragón redujeron fácilmente todo lo que tocaron a cenizas en solo un segundo.
Ya fuera una persona, la vida silvestre o incluso un edificio, al final no hizo ninguna diferencia.
A medida que pasaba el tiempo, las llamas de Helios se volvieron cada vez más intensas, un indicador de su
creciente rabia y frustración.
¿Es esto todo lo que le queda en este mundo?
¿Quemar a los escasos enemigos que ni siquiera pueden empezar a defenderse?
¿No hubo más desafíos?
Los años que pasó envuelto en una gloriosa batalla ahora parecían un recuerdo lejano mientras miraba el campo
de ruinas humeantes frente a él.
La decepción y el aburrimiento total comenzaron a nublar su mente anciana.
Un hombre como Helios vive su vida con el singular deseo de hacerse más fuerte.
En ese sentido, se podría decir que no era muy diferente a su nieto.
Pero mientras Abaddon se esfuerza por fortalecerse para que su familia esté más segura, Helios lo hace por una
profunda necesidad de superar sus propias debilidades internas.
Aunque Helios nació como un dragón, aprendió hace milenios que tal cosa no significaba nada en el gran
esquema de las cosas.
Es posible que otras razas hayan nacido con cuerpos y poderes más débiles, pero a pesar de esa desventaja
inicial, fueron más que capaces de cerrar la brecha entre ellos a través del trabajo duro.
Eso significaba que tenía que trabajar aún más duro.
Su presencia, su poder, su victoria, todos tenían que ser absolutamente abrumadores.
Helios tenía más de 7000 años, pero solo había sido rey dragón durante 900 años.
En siete milenios, se dedicó a asegurarse de que no hubiera ningún área en la que pudiera ser superado.
Poder puro, magia, armamento, riqueza, hacía tiempo que se había convertido en un maestro de todos ellos.
No se dio cuenta de que al hacerlo, se estaría privando de las experiencias que más atesoraba.
Cuando estás en el pináculo de tu realidad, nada más se acerca a emocionarte.
No queda nadie en este mundo para darle a Helios el subidón que siente al pasar varios días y noches en la
batalla contra un enemigo que es igual o incluso superior a él.
Pero hay una cosa con la que Helios contaba para darle un propósito nuevamente.
Hay un secreto que el mundo no sabe sobre la sexta etapa de la evolución.
En realidad, no hay condiciones para evolucionar más allá de eso.
Al llegar a la sexta etapa, los semidioses reciben una visión de la diosa madre. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Ella les da el conocimiento para ascender, así como explica las posibles repercusiones.
El proceso de convertirse en un dios es muy volátil e incluso uno tan poderoso como Helios no garantiza que se
convierta con éxito en un verdadero ser divino. Las posibilidades de que su alma sobreviviera al ascenso a la
divinidad eran solo del treinta por ciento.
Pero el rey dragón no tenía miedo, solo él era el que estaba destinado a estar por encima de todos.
La única razón por la que aún no ha intentado la ascensión es por su angelical hija, Yara.
Al convertirse en dios, la memoria de Helios será borrada de la mente de todos en este mundo que no estén en el
nivel de los semidioses.
Eso significaba que ya no recordaría a su padre y probablemente él nunca podría volver a verla.
Ese miedo lo había hecho detenerse durante muchos años, ya que no sabía si podría desprenderse de lo único en
este mundo que consideraba un tesoro.
Pero últimamente, había comenzado a ver las cosas de manera diferente.
Ver la forma en que Yara había madurado hizo que Helios se diera cuenta de que tal vez no tendría que decir
adiós para siempre.
La convicción de su hija era menos feroz que la suya, pero aun así ardía con la misma intensidad.
No estaría atrapada en este mundo para siempre.
Estaba absolutamente seguro de que llegaría un día en que ella también se uniría a él en el reino de los dioses.
Pero antes de eso, tuvo que ascender él mismo.
Y había una última cosa que quería hacer en este mundo antes de irse.
'Date prisa, chico...'
Habían pasado siglos desde que había estado ansioso por una batalla como esta.
Sabía que llevaría tiempo, pero estaba seguro de que algún día él y Abaddon llegarían a las manos.
La forma en que la fuerza de su nieto aumentó tan drásticamente no se parecía a nada que hubiera visto antes y
se estremeció de emoción cuando imaginó lo fuerte que se volvería.
En el momento apropiado, buscaría a su nieto y tendrían que decidir de una vez por todas quién merecía más el
título de rey dragón.
¿Cuánto tiempo tomaría su batalla?
¿Horas?
¿Días?
¿Semanas?
¿Morirá uno de ellos en la batalla?
No estaba seguro, pero sabía con certeza que sería el momento más estimulante de su vida.
Más emocionante que cuando se enfrentó a su rival desaparecido, Dagon Sanguine.
Más sangriento que cuando mató al antiguo rey dragón y tomó su trono como propio.
'Una batalla tan gloriosa... requerirá un escenario apropiado.'
De repente, Helios pensó en una manera de hacer que esta tarea de castigar a la reina bruja fuera mucho más
agradable.
El cuerpo de Helios brilló con una brillante luz dorada.
De repente cayó del cielo en su forma humana. y se estrelló contra la tierra con un estruendo.
El dragón tocó con una mano la tierra agrietada debajo de él e imaginó el resultado deseado.
La tierra debajo de él comenzó a temblar y en un momento, todo el continente estaba sufriendo un terremoto
masivo.
Los señores dragones inmediatamente cesaron su ataque a la tierra y dirigieron sus miradas en dirección al
aura de Helios.
Lotan: 'Supongo que el rey ha terminado de jugar.'
Tiamat: 'Hace tiempo que no lo veo hacer esto'.

Seras: '¡No es justo! ¡Me estaba divirtiendo mucho!
La reina bruja y sus dos hijas todavía estaban dentro del castillo, aferrándose con todas sus fuerzas a cualquier
cosa que estuviera atornillada al suelo.
Cuando Sei se dio cuenta de lo que estaba haciendo Helios, su corazón inmediatamente se detuvo en sus
zapatos. '¡N-Él no lo haría! ¡Pensé que había dicho que solo iba a hacer que este lugar fuera inhabitable durante
cincuenta años!
La reina bruja sabía que su barrera no resistiría el ataque que se avecinaba, por lo que finalmente se vio
obligada a usar su último recurso.
Normalmente, teletransportarse a través de distancias extremadamente largas como continentes no es posible

sin la afinidad espacial, pero como reina de las brujas, Sei tenía suficiente magia para hacerlo.
Agarrando a sus preciosas hijas, Sei comenzó a murmurar las antiguas palabras y un momento después, ella y
sus hijos estaban encerrados en una luz turquesa, y desaparecieron cuando la primera etapa del ataque de
Helios redujo su gran castillo a escombros.
Tan pronto como cayó el castillo de la reina bruja, fue cuando el verdadero propósito del terremoto finalmente
se hizo realidad.
¡Boom!
¡Boom!
¡Boom!
Por toda la tierra, gigantescos géiseres de lava brotaban de la tierra y devoraban la superficie.
En diez minutos, la exuberante y vibrante vegetación por la que Barbello alguna vez fue famoso ya no se podía
ver, reemplazada por un mar de lava fundida.
"Lotán". A pesar de que Helios estaba a una distancia considerable, eso no impidió que su voz llegara a los oídos
de su fiel subordinado.
'... Esto tomará un poco de esfuerzo.' Lotan pensó con un suspiro.
Volando más alto en el cielo, Lotan lanzó un rugido aterrador que cubrió todo el continente con espesas nubes
de lluvia.
En un instante, el dragón marino había provocado una tormenta que empapó los diez millones de kilómetros de
la superficie de Barbello.
La lava se enfrió de inmediato, y cuando el vapor se dispersó, se pudo ver una tierra que fue moldeada de
acuerdo con los deseos del rey dragón.
No había nada más que un paisaje plano y seco desprovisto de árboles, vida silvestre o edificios.
Todo lo que quedó en todo el continente fue la corteza negra que se había formado cuando la lava se enfrió por
la lluvia.
Lotan finalmente se cansó de empujar sus poderes a tal grado y su cuerpo se encogió hasta su apariencia
humana.
Habría caído directamente del cielo si Tiamat no hubiera esperado que sucediera tal cosa y se hubiera
preparado para atraparlo con anticipación.
Con Seras volando un poco más atrás, los tres señores volaron hacia su rey que esperaba.
Al aterrizar en el suelo, pudieron escuchar la risa baja proveniente del dragón dorado.
"Jejeje....¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Se dio la vuelta con una sonrisa maníaca y miró a Seras directamente a su rostro escamoso.
"El escenario que he preparado para mi batalla con Abaddon es realmente grandioso, ¿no crees?"
A pesar de que ella era un dragón, era fácil decir que Seras se alarmó cuando Helios de repente mencionó al
hombre que amaba.
"E-Es-"
"Deja de tartamudear. No tengo intenciones de castigarte por tener una relación con él". Helios podía oler a
Abaddon en Seras desde el momento en que la vio por primera vez.
Teniendo en cuenta su nueva apariencia criminalmente injusta, Helios no se sorprendió en absoluto de que ella
no hubiera podido resistir el encanto del antiguo cuarto príncipe.
Sin embargo, Tiamat estaba tan celosa que la electricidad había comenzado a viajar alrededor de su cuerpo
negro. '¡¿Él la eligió a ella?! ¡¡Es increíble!!'
Lotan estaba demasiado cansado para que le importara, pero si tuviera más energía, seguramente también
habría tenido algo que decir al respecto.
"Puedes hacer lo que quieras, pero siempre debes entender que tu lealtad es ante todo para mi reino y para mí".
Él advirtió.
Helios liberó un poco de su presión y la centró únicamente en Seras para asegurarse de que entendiera su
seriedad con respecto a este asunto. "¿Entiendes? Si intentas traicionarme por él, no dudaré en eliminar al clan
Bloodflame también".
Aunque Seras estaba a un paso de convertirse en un semidiós, la presión del rey dragón era simplemente
demasiado opresiva.
"Entiendo... Rey Helios". Ella se inclinó con gran dificultad.
Helios liberó su presión y se volvió hacia el paisaje muerto que había creado.
"Usted no respondió mi pregunta." recordó.
Seras solo necesitó un momento para comprender las palabras de su rey y ella también se tomó un momento
para mirar a su alrededor.
"Sí, mi rey... No hay escenario más digno de ustedes dos que este".
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Perdón por la pausa repentina, pero para aquellos que no saben, tuve que tomarme un tiempo porque mi primer
hijo nació hace unos días.
Gracias por su paciencia en darme este tiempo para apoyar a mi niña y conocer a mi hija.
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Capítulo 162 ¡Viaje de chicas!

"¿Ya llegamos?" Bekka se quejó.
Estaba tumbada sobre la espalda de Lisa con el resto de las esposas mientras el grupo viajaba hacia la ubicación
del escondite de Emperium.
Volando en silencio detrás de ellos había 1.000 rabisu liderados por Stheno, que no mostraba signos de
cansancio tras volar sin parar durante más de dos días.
"Esta es la duodécima vez que preguntas eso, Bekka. Solo sé paciente y disfruta cabalgando sobre la hermosa
espalda de Lisa", ofreció Lailah.
En realidad estaba disfrutando de estas pequeñas vacaciones y la sensación del viento soplando a través de su
cabello le dio un poco de envidia de los miembros de su familia que tenían alas.
Lisa se sonrojó cuando escuchó a Lailah referirse a su monstruoso cuerpo como encantador. Siempre fue bueno
saber que su familia la aceptaba, sin importar en qué forma se encontraba.
"¡Pero quiero matar cosas!" Bekka se quejó.
"En momentos como este, es muy difícil creer las historias de que tienes miedo a la sangre". Valerie recordó
escenas de los alborotos empapados de sangre de su amigo peludo y se encontró incapaz de ver cómo era
posible un cambio tan drástico.
Bekka solo pudo rascarse la mejilla con timidez. "¡N-No menciones cosas tan vergonzosas!"
Las chicas rieron, disfrutando de la compañía de las demás y olvidándose por un momento de la melancolía que
sentían por estar lejos del resto de su familia.
Valerie de repente miró a Bekka y recordó una pregunta que aún no había encontrado el tiempo para hacer.
"Tengo curiosidad, ¿por qué te ves así ahora?"
Después de evolucionar, Bekka había sufrido una transformación bastante drástica que hizo que ahora se
pareciera a una bestia más normal.
Normalmente, evolucionar no provoca alteraciones físicas tan drásticas, por lo que era un poco extraño verla
así.
Bekka miró su suave piel color caramelo y su pelaje marrón oscuro como si todavía no pudiera creer que fueran
suyos.
"Mi madre me enseñó cómo suprimir su línea de sangre para que aquellos que cazan a los caminantes del
abismo no puedan encontrarme".
Después de viajar a Tehom, el alma de Bekka quedó permanentemente manchada con su energía caótica
natural.
Esa mancha viajaría a través de su alma y se transmitiría a su cuerpo real, actuando como una especie de faro
para aquellos que Karliah había llamado 'los cazadores'.
Mediante la supresión del linaje de su madre, pudo ocultar su herencia y, por lo tanto, garantizar su seguridad.
Si las chicas tenían algún tipo de preocupación por las palabras de Bekka, ciertamente no lo demostraron.
No era que no les importara, era más como si se estuvieran acostumbrando a la idea de ser cazados y agregar
otro grupo a su lista de perseguidores difícilmente cambiaría nada.
Al final, todos se encontrarían con el mismo destino sangriento.
"¡Allá!"
Valerie de repente señaló una gran fortaleza que estaba incrustada en la ladera de una montaña.
"Laila".
"Entiendo." La bruja ánimus chasqueó los dedos y pronto ella y su familia ya no eran visibles a simple vista.
La evolución había hecho maravillas con la capacidad de maná y el talento mágico de Lailah.
pǎпdǎ Й?νê1,сòМ Camuflar un grupo de más de 1000 era casi tan fácil como respirar.
"¡Está bien!" Bekka se puso de pie con entusiasmo y comenzó a flexionar sus poderosos músculos. "¿Quién está
tomando la iniciativa en este caso?"
Naturalmente, todos los ojos se dirigieron hacia Valerie, ya que este era su asunto pendiente.
Sin embargo, la mujer híbrida parecía que realmente no esperaba que la pusieran a cargo de esta operación.
"Chicas... acabo de aprender a pelear. No creo que deba ser yo quien lidere una operación como esta..."
"Bueno, ¿qué ibas a hacer si vinieras aquí solo? ¿Simplemente entrar de forma salvaje y desenfocada?" preguntó
Lailah.
Valerie giró la cabeza hacia un lado y actuó como si de repente encontrara algo realmente interesante en las
escamas de Lisa.
"Val... eres perfectamente capaz de guiarnos. Este es tu pasado para enterrar, nadie más que tú debería sostener
la pala". Aunque Lailah era una de las más jóvenes del grupo, siempre mostró un nivel de sabiduría que uno
esperaría de la primera esposa de un rey.
Había recorrido un largo camino desde aquella chica de Barbello a la que nunca se le permitió tener voz.
Lailah se puso de pie y se acercó a Valerie y dirigió su atención al pequeño ejército de demonios detrás de ella,
así como a la familia que la rodeaba.
"Todos nosotros estamos aquí para ayudarlo. Simplemente díganos qué se debe hacer y lo haremos sin
dudarlo".
Abaddon ya se había dejado increíblemente claro.
La voluntad de sus esposas era también su voluntad. Por lo tanto, su ejército ni siquiera consideraría dudar en
llevar a cabo sus órdenes.
Valerie miró a los demonios que se veían determinados detrás de ella y sintió que la más mínima confianza
comenzaba a crecer desde adentro.
"Está bien... gracias a todos por confiar en mí con esto". Ella dijo sinceramente.
Sintiendo que no podía defraudar a su familia y subordinados, Valerie comenzó a idear un plan en su cabeza.
"Hay inocentes dentro, lo que significa que no podemos destruir toda la fortaleza por completo. Lo siento,
Bekka".
Las orejas esponjosas de la bestia se cayeron un poco.
¡Quería jugar con su nuevo poder de agujero negro que le dio su esposo!
Valerie ignoró su decepción y luego pasó a dar un plan muy detallado y bien pensado.
Había un muelle de carga en la parte de atrás del que Valerie había escapado hace tantos años y ahí era donde
planeaba que el ejército atacara.
"Aunque dijo que no quería liderar, es realmente natural". Lisa y Lailah escucharon la explicación de Valerie con
orgullosas sonrisas.
Una vez que la explicación estuvo fuera del camino, Valerie se preparó para guiar a Lisa hacia el muelle de carga.
"¿Val?" Bekka dijo de repente.
"¿Hm?" Interiormente, se preocupó un poco de haber cometido un error y su plan era estúpido después de todo.
Por suerte, no fue eso.
Bekka simplemente señaló el suelo debajo de donde algunas caras muy familiares salían de la enorme fortaleza.
"¿Estás seguro de que no te importa que nos quedemos con ellos?" Preguntó un hombre humano.
Era alto, de piel clara y cabello corto y negro con una enorme cicatriz que le corría directamente por el centro de
la cara. en su cuerpo vestía ropa oscura con un símbolo en la espalda que significaba su organización así como
su rango.
El hombre con el que conversaba era Canis Osa. El padre de Bekka y el líder de la tribu Osa.
Hace varios meses, este era el hombre que había contratado como jefe de seguridad y como 'recaudador'.
Él y su tribu fueron responsables de traer una gran cantidad de semihumanos a este lugar y evitar cualquier tipo
de rebelión o escape.
Si Canis sintió algún tipo de culpa por vender a los de su propia especie, ciertamente no lo demostró.
En lo que a él concernía, solo importaba la supervivencia de la tribu.
Todo lo demás era completamente intrascendente.
Guárdalos. gruñó.
El hombre que lo había contratado se llamaba Zibel y le estaba dando una mirada extraña a su empleado.
"¿Quieres decirme por qué de repente ofreciste a todas las mujeres de tu tribu de esta manera? Son buenos
especímenes y estoy más que feliz de tenerlos, pero todo esto es un poco extraño".
Ante la mención de las mujeres, Canis y los otros cincuenta guerreros detrás de él gruñeron en sincronía,
mostrando que esta decisión vino con mucha ira.
"¿De qué nos sirven las perras irrespetuosas que no conocen su lugar?" Desde que las mujeres de la tribu Osa
habían visto a Abaddon, se habían negado a acostarse con ninguno de los hombres.
De repente los encontraron insatisfactorios y la idea de pasar la noche con ellos fue casi suficiente para hacerlos
vomitar.
Los hombres de la tribu finalmente tuvieron suficiente y decidieron vender a sus esposas e hijas para darles una
buena lección.
Todavía quedaban algunos niños que aún no habían alcanzado la mayoría de edad, por lo que por ahora parecía
que los hombres iban a pasar bastante tiempo en los burdeles.
'Ojalá pudiera encontrar una súcubo en alguna parte. ¡Pero por lo que he oído, están casi extinguidos! Canis
pensó con frustración.
"Bueno... no me importa de ninguna manera". Zibel finalmente dejó de hacer preguntas y sacó un monedero
grande que estaba lleno de oro. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Entregándoselo a Canis, pronto volvió a concentrarse en los asuntos que realmente le preocupaban. "Entonces,
¿cuándo puedo esperar la próxima entrega?"
Canis se preparó para responder, pero de repente la sensación de que estaba siendo observado comenzó a
invadir su mente.
Miró hacia el cielo a una distancia considerable y no notó nada extraño, pero sus sentidos nunca antes se habían
equivocado.
Desenvainando su espada, envió cuatro cortes de energía de hoja al cielo a una distancia considerable.
Hubo un destello de luz antes de que la ilusión desapareciera y todos pudieran ver un enorme dragón liderando
un ejército de demonios.
"¿Qué diablos?"
"¡¿De dónde diablos salieron?!"
"¡No importa, derríbalos!"
Con su tapadera descubierta y su plan reducido a nada, Valerie suspiró un poco antes de colgar su martillo sobre
su hombro.
Si no había aprendido nada en el tiempo que pasó con su familia, fue a improvisar.
"¡El enemigo nos ha visto, prepárense para la batalla!"

Capítulo 163 Los planes están sobrevalorados

Con su tapadera descubierta, Lisa y el ejército volaron para encontrarse con los enemigos que esperaban.
Tras una inspección más cercana, Canis se dio cuenta de que había visto a estos demonios antes, así como a sus
supuestos líderes montados en el dragón.
Sin embargo, su mirada pronto se posó en una mujer bestia que claramente nunca había visto antes, pero que le
resultaba inquietantemente familiar.
Cuanto más miraba su expresión llena de ira, más le venía a la mente un solo nombre.
"¿Bekka?"
Una vez que el resto de la tribu lo escuchó decir el nombre de su hija, todos dudaron mientras recorrían el cielo
buscándola.
De repente, todas las esposas saltaron desde lo alto de la espalda de Lisa y aterrizaron en el suelo a una
distancia considerable de las fuerzas defensoras.
Con 1,000 demonios flotando en el cielo, los miserables 50 guerreros de las tribus de Osa hicieron que sus
preparativos parecieran una gran exageración.
Zibel comenzó a sentir que lo habían atrapado con los pantalones bajados y apretó los dientes con ira.
Incluso con refuerzos adicionales dentro de la base, solo tenía la mitad de esta fuerza enemiga.
Así que eso lo dejó con una sola opción.
Al ver cómo el ejército estaba dirigido por demonios, Zibel creyó que podría negociar con ellos si jugaba bien sus
cartas.
"¡Oigan, hola, señoritas! ¿Por qué no... hablamos..."
Pronto sus ojos se posaron en una mujer que parecía ser humana, pero sus músculos densos y poderosos
negaban esa posibilidad.
Fue entonces cuando lo vio.
En sus abdominales expuestos, había un tatuaje que él reconocería incluso si sus ojos estuvieran cerrados.
Era el mismo que su organización usaba para marcar todas sus 'mercancías'.
No recordaba a la amenazadora y hermosa mujer, pero con una mirada en sus ojos, supo que ella lo recordaba a
él.
Inmediatamente todas sus esperanzas de una resolución pacífica se fueron por la ventana.
"¡Canis, mata a todos los que puedas y te triplico la paga!" Zibel lentamente comenzó a retroceder y hacer su
camino de regreso a la fortaleza.
Desafortunadamente, el jefe de los lobos de guerra envainó su espada.
Él no era estúpido.
A Canis le resultó fácil darse cuenta de que todos sus hombres serían aniquilados si decidían pasar a la ofensiva.
No vería a toda su tribu destruida por escasas monedas. "Lo siento, Zibel. Estás en tu-"
"¿Estás... trabajando con ellos?" Bekka preguntó de repente.
Canis miró a la chica que supuestamente era su hija y suspiró. "Ya no. Puedes hacer lo que quieras con él".
"¡Canis, asqueroso demihumano hijo de puta!" Zibel rugió.
Los hombres bestia que lo rodeaban comenzaron a formar un círculo, dejándolo completamente expuesto.
Canis ignoró sus burlas y, en cambio, continuó dirigiéndose a su hija y sus amigos. "¿Te importaría darte prisa?
Si no lo haces tú, creo que podría".
Valerie parecía encantada de que las cosas hubieran resultado de esta manera, sin embargo, Bekka estaba
notando cierta irregularidad entre los miembros de su tribu.
Con la confirmación de Canis de que efectivamente estaba trabajando para Emperium, no fue difícil para ella
conectar los puntos.
"Tú... me das asco..." murmuró Bekka.
Evidentemente, las otras esposas llegaron a la misma conclusión que Bekka y todas miraban a Canis con las
mismas miradas de odio.
Incluso con la ira nublando su mente, Valerie seguía siendo consciente de la dificultad de esta situación "Bekka,
yo..."
"Está bien, Val. Solo da la orden". Bekka gruñó.
Estos hombres ya no eran sus parientes.
En lo que a Bekka se refería, se merecían todo lo que iban a recibir.
Asegurada de que Bekka estaba bien con su curso de acción, Valerie finalmente dio su primera orden como líder
de un ejército.
Líbralos. Tráeme al humano.

"¡¡RAAA!!"
Tan pronto como la palabra salió de la boca de Valerie, Bekka fue la primera en hacer un movimiento.
El Hellhound salió disparado como una bala con sus garras apuntando directamente a la garganta de su padre.
Por algún milagro, Canis pudo esquivar por poco su ataque a pesar de que su impresionante nueva velocidad lo
tomó por sorpresa.
"¡¿Cómo pueden dejar que una de nuestras reinas haga el primer movimiento?! ¡Derriben a estos lobos!" Stheno
rugió furiosamente a los rabisu presentes.
La batalla terminó en un instante.
Después de comerse los cadáveres de los fénix, la velocidad y la letalidad de los antiguos demonios ganaron un
impulso monumental.
Se perforaron cabezas, se arrancaron corazones y la sangre fluyó como agua sobre la superficie pedregosa de
abajo.
Zibel fue llevado personalmente por Stheno directamente a los pies de Valerie.
'Mi esposo es tan paranoico... 1,000 soldados fue demasiado'. Lailah pensó con una sonrisa.
"¡NOOO!" Canis estaba desconsolado.
Los miembros de su tribu, sus hijos, sus hermanos, todos fueron asesinados antes de que pudieran siquiera
presentar una pelea.
¡Murieron más vergonzosamente que los perros en la calle!
¿Cómo podría llamarse a sí mismo su líder si no los vengó?
El cuerpo de Canis comenzó a brillar y, en un momento, apareció un enorme zorro plateado con nueve colas que
se balanceaban.
"Lisa... ayuda a Bekka con esto, el resto de nosotros vamos adentro". Dijo Valerie mientras agarraba a Zibel por
el cuello y comenzaba a obligarlo a caminar hacia la entrada de la fortaleza.
"Entiendo." Lisa volvió a encogerse a su apariencia habitual y convocó su tridente dorado.
"¡Quítame las manos de encima, perra varonil!" Zibel luchó con todas sus fuerzas, pero ¿cómo podría él, como un
no evolucionado, escapar de Valerie, que estaba en la etapa dos? 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Evidentemente, Valerie finalmente se cansó de su lucha sin sentido y le dio un pequeño apretón en el cuello.
¡Grieta!
"¡Ack!"
Deja de hablar y llévanos a la granja. Valeria ordenó.
El humano asintió furiosamente desde el alcance de ella mientras comenzaba a caminar lentamente hacia la
entrada.
'... No soy varonil...' Valerie no tenía muchas inseguridades, pero ese comentario pareció herir un poco.
Mientras el ejército marchaba hacia la fortaleza que esperaba, Lisa y Bekka se quedaron atrás para combatir al
zorro furioso.
El interior de la base de Emperium era como un laberinto. Tal diseño fue intencional con el propósito de
asegurarse de que los liberadores nunca pudieran salir del edificio.
Valerie le pidió cortésmente a su rehén que los guiara hacia el área donde guardaban sus productos y granjas.
Al principio fue menos que cooperativo, pero otro apretón bien colocado en el cuello fue suficiente para
persuadirlo.
Por supuesto, los condujo a varias emboscadas en el camino y no pocos de sus jornaleros vinieron a liberarlo.
Stheno los dejó antes de que pudieran acercarse a diez pies y al final no sirvieron más que para dar a las paredes
una nueva capa de pintura.
Finalmente, el ejército entró en una enorme sala con jaulas alineadas por un lado y mujeres encadenadas por el
otro.
Hasta donde alcanzaba la vista, había mujeres de diferentes razas y edades con ojos igualmente muertos.
De un vistazo, uno podía ver enanos, fénix, lobos de guerra y varias bestias. Sus números ascendieron a
aproximadamente 400.
Lailah notó que los ojos de Valerie se habían vuelto borrosos y desenfocados y siguió su mirada hacia las jaulas
al otro lado de la habitación.
Una mano pequeña y suave en su hombro espoleó a Valerie de sus recuerdos melancólicos.
"¿Estás bien, Val?"
"Estoy bien, Lailah". Valerie mintió mientras mostraba una sonrisa muy convincente.
En verdad, no había forma de que ella estuviera completamente bien.
¿Cómo podía ser ella cuando estaba viendo su hogar por primera vez en más de veinte años?
Capítulo 164 Libertadores

Canis les estaba haciendo la vida bastante difícil a Lisa y Bekka.
Vale la pena señalar que los dos eran probablemente el equipo más letal de toda Luxuria.
Debido a que Bekka entrenó a Lisa, la pareja compartió un nivel de comprensión sobre las capacidades del otro
que fue más allá de la norma.
Lisa sabía exactamente cuándo su compañero iba a arremeter con sus garras y se aseguró de aplicar presión
sobre Canis en su lado opuesto.
Bekka supo cuándo Lisa se estaba preparando para lanzar una devastadora ráfaga de electricidad e intentó
atrapar los pies de su padre con zarcillos de oscuridad.
Sin embargo, contra los kitsune enloquecidos, sus esfuerzos fueron superficiales en el mejor de los casos.
Canis era verdaderamente monstruoso.
Cada intento que hicieron las chicas para derribarlo fue frustrado con una facilidad diabólica y regresó con su
propio contraataque sádico.
Para ser una criatura tan grande, Canis demostró ser terriblemente ágil, y de sus nueve colas oscilantes liberó
ráfagas de energía helada que casi congelaron a las dos mujeres.
¡Boom!
Otra ráfaga de energía fría de Canis cortó el ala de Lisa, ralentizando su velocidad de movimiento lo suficiente
como para que él la aplastara con sus monstruosas patas.
La dragona salió volando hacia una pared cercana y vomitó una bocanada de sangre.
"¡Lisa!" Bekka se apresuró a ver cómo estaba su amiga herida, pero desafortunadamente Canis parecía estar
esperando esta apertura cuando inmediatamente se abalanzó sobre Bekka y la inmovilizó bajo su pata.
"¡Hija poco filial! ¡Cómo te atreves a ponerte del lado de aquellos que exterminaron a los tuyos!"
A pesar de que se estaba colocando un peso considerable sobre su pecho, Bekka no perdió esta oportunidad de
sonreír a través de los dientes ensangrentados.
"¡¿Te atreves a reírte?!" Canis empujó hacia abajo aún más fuerte y Bekka comenzó a sentir que sus huesos
crujían por la presión.
"Si ellos no lo hubieran hecho, yo lo habría hecho". Bekka respondió débilmente.
Abriendo su mano, Bekka lanzó un pequeño punto negro a la cabeza de su padre.

Al sentir el peligro, Canis se apartó de un salto y se sorprendió al ver que ese pequeño punto negro se convertía
en un agujero negro justo en frente de sus propios ojos.
"Qué demonios...?" ¡No recordaba que su hija tuviera un poder como este!
¡No podía recordar a nadie con un poder como este!
Canis no escuchó a su hija cantar ninguna palabra ni sintió una fluctuación de maná, por lo que estaba seguro de
que no se trataba de un hechizo.
¡Era como si el poder de crear agujeros negros estuviera arraigado en su propio cuerpo!
"¿Cómo hiciste- GYAAA!!!"
Distraído por el extraño y nuevo poder de Bekka, Canis ni siquiera se dio cuenta de que Lisa se había recuperado
y ahora estaba arrojando una gota de llamas verdes enfermizas de su boca.
El dolor causado por las quemaduras era el peor imaginable y para empeorar las cosas, no podía apagarlas sin
importar cuánto lo intentara.
A medida que pasaba el tiempo, comenzó a sentir una sensación de somnolencia y supo instintivamente que si
se quedaba dormido ahora, nunca volvería a despertarse.
"¡¿Qué es esto?! ¡¿QUÉ ES ESTO?!"
Mientras Canis luchaba por apagar las llamas que lentamente corroían su alma, Bekka y Lisa finalmente
pudieron reagruparse.
"¡Tenemos que meterlo a la fuerza en ese agujero negro!" Bekka explicó. "¡Una vez que esté dentro, su cuerpo
será hecho pedazos y reducido a átomos!"
Lisa asintió con la cabeza. A pesar de lo útiles que eran sus llamas, no funcionaron bien en un enemigo que era
mucho más fuerte que ella y tenía una voluntad fuerte.
Las chicas se tomaron otro momento para idear un plan y una vez que lo hicieron, Lisa volvió a convertirse en
un dragón y Bekka inmediatamente apresuró a su padre.
"HAAAAA!!!!"
Canis dejó de gritar de dolor el tiempo suficiente para notar el ruidoso y apresurado acercamiento de su hija.
Con la mente confundida por la agonía, no notó nada extraño en sus movimientos descuidados y sin refinar.
Bekka hizo varios cortes en el aire con sus garras usando el elemento vacío.
Después de ver su exhibición anterior, ni siquiera cuestionó sus sentidos cuando comenzaron a advertirle del
peligro inminente.
Saltando en el aire, evitó fácilmente los ataques dirigidos a sus piernas y se preparó para disparar otra ráfaga
helada cuando algo duro y escamoso se estrelló contra su costado.
Debido a que el cuerpo de Lisa como dragón era más denso y más poderoso, pudo enviarlo fácilmente a volar
mientras estaba en el aire.
Mientras volaba en el aire, se dio cuenta de que estaba en curso de colisión con ese extraño agujero negro que
había creado su hija.
En sus momentos finales, sus ojos se encontraron con su hija que le estaba dando un odioso ceño fruncido
debajo.
Aunque se veía completamente diferente, no pudo evitar ver el parecido entre ella y su madre.
'Karliah... ella es tu hija de hecho.'
Canis hizo contacto con el agujero negro arremolinado y su mundo se oscureció de inmediato.
Bekka hizo un gesto de cierre con la palma de la mano y el agujero negro se cerró de inmediato, dejando atrás
las patas y la cola peludas de Canis.
Con su enemigo derrotado, las dos chicas inmediatamente colapsaron en el suelo una al lado de la otra.
Fue solo después de varios minutos de dificultad para respirar que la pareja finalmente pudo recuperar su
capacidad de hablar.
"Sabes... Pensé que como teníamos una parte de su poder, también seríamos tan formidables como él". Lisa
murmuró con una risa seca.
"Tuve el mismo delirio". Bekka admitió.
A medida que evolucionaba la etapa tres, Canis estaba leguas por encima de los dos.
La única razón por la que pudieron salir con vida fue gracias a la repentina afluencia de estadísticas que les
dieron a ambos.
Realmente tenían que hacer uso de todo lo que tenían y si fueran un poco más lentos, habrían sufrido una
derrota humillante.
"Ganar de esta manera... no se siente bien".
Lisa no dijo nada, pero asintió en silencio.
Los dos querían volverse mucho, mucho más fuertes.
Como esposas de un rey, sentían que no podían conformarse con la mediocridad.

Al igual que su marido, todas sus victorias tenían que ser opresivas y dominantes.
¿De qué otra forma se sentirían dignos de estar a su lado en el campo de batalla?
Valerie no podía apartar los ojos de las jaulas del lado izquierdo de la habitación.
Dentro de esas jaulas había niños en diferentes edades de la adolescencia, desde niños pequeños hasta
adolescentes.
A diferencia de sus madres en el lado opuesto, estos niños respondían y eran increíblemente conscientes de
todo lo que sucedía a su alrededor.
Emperium se aseguró de entrenar a estos niños demihumanos en varias áreas acordes con sus razas.
Una vez que estuvieran listos, Emperium los vendería al mejor postor donde vivirían sus vidas en servidumbre.
O al menos eso es lo que hubiera pasado si Valerie no hubiera venido aquí hoy.
"Abre esas jaulas, ten cuidado con las mujeres, serán un poco... sensibles". Valeria ordenó.
Inmediatamente, la rabisu se movió para cumplir sus órdenes y comenzó a liberar a los cautivos.
"¡Monstruo!"
"¡¿Qué son?!"
"¡A-Aléjate de mí!"
Al ver estos demonios altos y aterradores que no se parecían a nada que hubieran visto antes, hubo
naturalmente algunos gritos de miedo de los niños y las mujeres, afortunadamente Lailah estaba allí para
disipar el pánico.
"Está bien, todos. Pueden parecer aterradores, pero los rabisu solo están tratando de ayudar".
La voz tranquila de Lailah les hizo darse cuenta de que los demonios no se habían movido ni un centímetro
desde que abrieron sus jaulas.
Y los únicos que los demonios tocaban eran las mujeres que, lamentablemente, estaban demasiado débiles para
caminar.
Aún así, el grupo no estaba convencido.
Toda su vida, solo habían conocido la crueldad absoluta.
Así que seguramente este nuevo grupo también planeaba usarlos para algún propósito nefasto. Simplemente
estarían yendo de un maestro a otro.
"Entiendo esas miradas". Valerie dijo de repente.
En un momento, todos los ojos estaban puestos en ella y señaló la marca que estaba a su lado.
"Crecí aquí como tú, así que entiendo lo que es sentir que tu vida no es tuya".
Valerie eligió este momento para levantar a Zibel por el cuello y mostrárselo a los espectadores ante ella.
Con un fuerte apretón final, Valerie rompió el cuello del humano y arrojó su cadáver al frío suelo. "Realmente no
soy de los discursos, así que solo voy a decir esto".
"Realmente no estoy aquí por ninguno de ustedes. Mi único objetivo hoy era matar este saco de mierda que
yacía frente a ustedes. Dicho esto, si quieren vivir en un lugar mejor, donde sean libres de vivir la vida que
deseen". elige entonces ven con nosotros.
Debido a que yo también solía vivir como todos ustedes, puedo entender cómo deben estar pensando. Es por
eso que voy a darme la vuelta y marcharme sin tratar de convencer a ninguno de ustedes. Esta será la primera
elección que hagan por ustedes mismos".
Con todo lo que quería decir abiertamente, Valerie finalmente dejó escapar un suspiro de alivio. Realmente
odiaba hablar en público.
"Muy bien chicos, buen trabajo. Empecemos a ir a casa, ¿sí?"
Tal como prometió, Valerie le dio la espalda y comenzó a caminar por donde había venido con Lailah
siguiéndola de cerca.
Uno por uno, todos los rabisu siguieron dejando atrás a los demihumanos recién liberados.
Valerie no sabía cuántos elegirían seguir y en realidad no le importaba.
Su objetivo de poner su pasado a la cama se logró de todos modos. Cualquier otra cosa sería simplemente una
bonificación.
Capítulo 165 La melancolía de una reina

Debajo de las vibrantes hojas rojas del qlipoth, Eris estaba sentada y conversando con quien rápidamente se
estaba convirtiendo en su amiga.
"He tomado una decisión... Me voy a casar con Abaddon". Eris se agarró el pecho y trató de calmar su corazón
que latía rápidamente ante su mero recuerdo. "Este es el sincero deseo de mi corazón..."
"..."
Las orejas de Eris de repente se crisparon e inmediatamente se puso nerviosa cuando escuchó las palabras
burlonas del árbol demoníaco. "¿Q-Qué quieres decir con que sabías que eso sucedería? ¡E-Esta fue una decisión
muy dura y difícil de tomar para mí!"
"...."
"¡N-No era obvio!" argumentó Eris. "¡Cosa descarada! Podrías simplemente felicitarme en lugar de burlarte de
mí, ¿sabes?"
"...."
"¡¿Qué quieres decir con que eso no sería divertido?!"
*Risa disimulada.*
Las suaves mejillas de Eris se enrojecieron inmediatamente cuando se dio cuenta de que su conversación estaba
siendo espiada.
Sus peores temores se confirmaron cuando vio a Zheng y Lusamine de pie a poca distancia, riéndose en silencio
y agarrándose el estómago.
"¡¿Q-Qué están haciendo ustedes dos aquí ?!"
"Pfft... Sólo íbamos a dar un paseo ligero". Lusamine respondió mientras luchaba por recuperar cierta apariencia
de compostura.
Zheng asintió en confirmación, una luz humorística aún brillaba en sus ojos rojos.
"Sé que en realidad puedes escucharla y todo, pero verte hablar con los árboles de esta manera es realmente
bastante extraño". La súcubo se secó las lágrimas de risa de los ojos y se acercó a sentarse junto a su amiga elfa.
"Aparte de eso, me duele un poco que le hayas dicho a un árbol tu decisión antes de que nos lo dijeras a
nosotros". Lusamine admitió.
"..."
Eris escuchó las palabras del árbol con una leve sonrisa antes de actuar como traductora. "Ella dice que no es
solo un árbol y que tu trasero huesudo le está lastimando las raíces".
Lusamine tembló y una vena comenzó a palpitar en su frente.
De repente, mostró una sonrisa que no era una sonrisa y levantó la mano para producir una pequeña bola de
fuego. "¿Hoguera a alguien?"
"Sabes que ella protege este lugar, ¿verdad? A mi amor no le gustará que interfieras con la seguridad de su
hogar". respondió Eris.
Ese razonamiento hizo que Lusamine se detuviera.
Por enfadada que pudiera estar, solo podía imaginar los moretones que el rey demonio le daría en el trasero si
en realidad incendiaba su preciado árbol.
La súcubo cerró lentamente la palma de su mano, pero no antes de que le disparara al árbol una mirada de odio.
"'Mi amor', ¿eh? Parece que finalmente dejaste de esconderte de tus sentimientos".
Al principio, Eris no sabía de qué estaba hablando Lusamine. Fue solo después de tomarse un momento para
reflexionar que se dio cuenta de que esas palabras eran las que inconscientemente usaba para referirse a
Abaddon.
"Yo..."
"Está bien, no tengo intenciones de molestarte por eso. En todo caso, me alegro de que finalmente te hayas dado
cuenta de lo que tu corazón realmente desea". Normalmente, la pareja pasaba la mayor parte de su tiempo
peleando por cosas innecesarias, pero en este momento Lusamine estaba genuinamente feliz por su amiga.
Eris se preparó para ofrecer su más sincero agradecimiento, pero al momento siguiente se abrieron las puertas
de la ciudad y algunos de los guardias entraron, escoltando lo que parecía ser un grupo de forasteros.
Cuando el trío vio a quién escoltaban al interior, nadie pudo reprimir su sorpresa.
"Qué demonios...?"
Últimamente, Audrina Sanguine había estado pasando el mejor momento de su vida.
Después de dejar a su hermana a cargo de su trono, había logrado cortejar al hombre de sus sueños.
Su amor era apasionado y obsesivo, pero ella siempre parecía querer más sin importar cuánto le diera.
Para empeorar aún más las cosas, el resto de sus esposas la habían aceptado y la trataban como a su propia
hermana. Sus dos hijas también eran seguramente lo más lindo que había visto en su vida.
Audrina nunca había experimentado el calor de una familia, pero siempre supo que era algo que le gustaría
tener.
Después de obtenerlo finalmente, descubrió que de alguna manera superaba todas sus expectativas y todos los
días se sentía como el sueño más maravilloso.
Y todavía...
"¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Audrina se agitó furiosamente en la cama mientras resistía el impulso de correr y localizar a
su familia para poder ahogarlos en su amor.
¡¿Qué iba a hacer si todos ellos se habían ido durante una semana entera?!
¡Era solo el segundo día, pero ya sentía que se volvería loca por no verlos!
¡Quería charlar y bromear con sus compañeras!
¡Quería asfixiar a sus hijas en abrazos!
¡Quería tener sexo con su marido y beber su sangre hasta llenar su vientre y su matriz!
¿Era mucho pedir?
¡Golpear! ¡Golpear! ¡Golpear!
Un invitado repentino en la puerta provocó un suspiro deprimido de Audrina.
Con sus sentidos, ya sabía quién había llegado y desafortunadamente no era uno de su preciosa familia quien
había regresado temprano.
La vampira se arrastró fuera de la cama y abrió la puerta para ver a las tres preciosas doncellas de su familia.
Sus lindas caritas sirvieron para mejorar su estado de ánimo, aunque solo fuera un poco.
"Lady Audrina, hay invitados pidiendo una audiencia",
Casi de inmediato, el estado de ánimo mejorado de Audrina cayó a un nuevo mínimo.
Una atmósfera fría ahora salía de la reina vampiro en oleadas y ni siquiera se molestó en preguntar quién estaba
aquí antes de bajar las escaleras.
Con cada paso, Audrina perdía más y más de su personalidad amable y maternal que había cultivado en su
tiempo aquí y en cambio volvía a su habitual comportamiento inaccesible y feroz.
No tenía ni remotamente curiosidad por saber quién había venido, sus únicos pensamientos eran sacar a esta
persona de la ciudad lo antes posible.
¡Boom!
Audrina abrió de par en par las puertas dobles de la sala de espera y su estado de ánimo alcanzó un lamentable
nuevo mínimo.
Sentados en un sofá dentro del salón estaban la reina bruja Sei y sus dos hijas.
Vigilándolos de cerca a unos metros de distancia estaban Zheng, Eris y Lusamine, quienes se habían tomado la
libertad de acompañar a estos invitados de alto perfil a la mansión familiar.
Cuando Sei vio quién había abierto la puerta con tanta audacia, su expresión inmediatamente se convirtió en
una de sorpresa. "¡¿Qué estás haciendo aquí?!"
"¿Hoh? Esta perra me llama y, sin embargo, ¿tienes el descaro de preguntar por qué estoy aquí?"
"Pedí ver a Exed, ¡me refiero a Abaddon!" argumentó Sei. "Ahora que estas-"
"Cuida tu maldita boca". Los ojos de Audrina se habían vuelto oscuros y obsesivos y estaba tomando todo dentro
de ella para no matar a esta mujer directamente. "¿Crees que quiero escuchar a una bestia como tú usar el
nombre de mi esposo tan casualmente?"
Como una semidiosa, Sei no se vio afectada en parte por la presión de Audrina, sin embargo, sus hijas
inmediatamente comenzaron a sudar.
Una proeza que Audrina no desaprovechó e inmediatamente empezó a sacar sus propias conclusiones sobre lo
que les pudo haber pasado antes de su llegada.
"¿Dijiste... esposo?" Sei creía que se había quedado sorda.
¿Esta ramera no-muerta realmente había logrado seducir a ese hermoso dragón antes que ella?
¿Podría este día empeorar?
"¿Por qué estás aquí?" preguntó Audrina.
Sei respiró hondo y trató de mantener la presencia de un gobernante a pesar de que sus tierras ahora se
reducían a un páramo negro y estéril.
"Naturalmente, quería establecer relaciones amistosas con un nuevo gobernante y, dado que ya estamos unidos
por matrimonio, pensé que podría ser fructífero discutir-"
"Usted debe estar bromeando." El tono de Audrina era tan hostil que envió escalofríos por la espalda a todos los
presentes.
La mirada de Sei pronto coincidió con el tono hostil de Audrina. "Te lo aseguro, de ninguna manera soy-"
"HAHAHAHAHAHAHA!!!!!!!" Audrina de repente echó la cabeza hacia atrás y comenzó a reírse como un maníaco.
¡Esta era absolutamente la mejor broma que había escuchado en varios siglos!
Incluso después de dos minutos completos, Audrina no dejó de reír.
En este punto, las lágrimas rodaban de sus ojos violetas y se agarraba los costados en agonía.
"¡¿Qué diablos es tan divertido, vampiro?!" La ira de Sei crecía continuamente.
Le habían faltado el respeto abiertamente dos veces hoy, y estaba llegando rápidamente al límite de su
paciencia.
Sin embargo, Audrina ya había llegado a su punto de ruptura.
El vampiro de repente dejó de reír y le dio a la bruja una mirada helada.
"Dimensión de la aurora".
En un instante, las sombras de la habitación se volvieron locas y corrieron hacia Sei.
"¿¡Te atreves!?" Las manos de la reina bruja brillaron vibrantemente mientras se preparaba para defenderse,
pero tan pronto como un zarcillo de sombra tocó su pie, todo su cuerpo se hundió en la oscuridad de abajo.
"¡Madre!"
"¡No!"
Sus hijas gemelas se pusieron de pie de inmediato, pero antes de que pudieran mover un solo músculo, una
guadaña gigante y una katana dorada les apuntaron al cuello.
El descenso de Audrina a las sombras fue mucho más lento que el de las reinas brujas, lo que le dio tiempo para
repartir algunas órdenes antes de irse.
"Si se mueven, córtales la cabeza".
Su cuerpo pronto desapareció y las sombras en la habitación volvieron a ser normales.
Con la habitación ahora en silencio, Lusamine fue la primera en comentar sobre el espectáculo que acababan de
presenciar.
"Ha estado tan dulce y apacible últimamente que me olvidé por completo de todas las historias sobre ella".
Zheng y Eris no comentaron, pero asintieron con la cabeza.
La reputación de Audrina como una persona despiadada y gélida no parecía ser una mera ilusión. La presión
que emanaba de ella antes era casi tan aterradora como la de los reyes demonios del orgullo y la ira.
Todos los ojos se dirigieron repentinamente al lugar donde las dos mujeres habían desaparecido.
No hacía falta ser un genio para darse cuenta de que los dos iban a entablar una batalla, pero en un conflicto en
el que ambas partes eran semidioses, ¿quién saldría victorioso al final?
Capítulo 166 Reina vs. ¡Reina!

Sei fue transportado a un reino negro vacío desprovisto de toda vida.
En el cielo de arriba estaba la escena desconcertante de la aurora boreal bailando locamente.
Si Sei no estuviera tan enojada con la forma en que la habían traído aquí, incluso podría haber encontrado este
lugar bastante cómodo.
De repente, Audrina descendió del cielo.
A diferencia de su apariencia habitual, vestía una armadura de batalla completamente negra que fue moldeada a
partir de las sombras mismas.
La armadura se aferraba a ella con fuerza, pero también le daba a su cuerpo la soltura y la movilidad necesarias
para realizar movimientos ágiles e imposibles.
Sobre su cabeza de cabello plateado había una corona roja que parecía estar hecha de sangre cristalizada.
Era absolutamente temible y hermosa.
"¡¿Qué es esto?!" Sei estuvo inmediatamente a la ofensiva.
Sus manos brillaron salvajemente y desató dos ráfagas de energía cian.
Mientras los proyectiles viajaban, tomaron la forma de dos enormes sabuesos que estaban ansiosos por morder
al vampiro que descendía.
"Esto es juicio".
Audrina extendió sus manos y dagas dentadas hechas de oscuridad aparecieron en sus palmas.
Más rápida que la velocidad de la luz, Audrina cortó las cabezas de ambos sabuesos y apareció frente a Sei.
"Por el delito de dañar a mi hermana y faltarle el respeto a mi esposo, lo pagarás con tu vida".
¡Clang!
Se escuchó el sonido del metal chocando contra una superficie sólida y Audrina apretó los dientes con molestia.
Una barrera de luz dorada separaba la espada de la reina vampiro del cuello de la reina bruja. Sei no iba a caer
fácilmente e incluso si Audrina la había arrastrado a este espacio, eso no significaba que estaba indefensa aquí.
"¡Estás delirando!"
En un estallido de energía dorada, Sei manifestó millones de espadas de luz pura en el cielo.
"¡Caer!"
A su orden, las espadas se dispararon hacia la reina vampiro a una velocidad comparable a la suya, y requirió un
gran esfuerzo por parte de Audrina para esquivarlas limpiamente.
Con una gran distancia ahora entre ellos, Audrina arrojó sus dagas a Sei mientras su cuerpo giraba en el aire
para evitar la última de las espadas.
"¿Ya te rendiste?"
La reina bruja manifestó un poderoso viento que desvió las dagas de su objetivo, enviándolas al suelo detrás de
ella.
Audrina no parecía desanimada en lo más mínimo cuando las cadenas negras estallaron de sus manos y
encontraron sus dagas perdidas.
No dispuesta a dejar que su oponente reclamara sus armas, Sei disparó varios tiros de luz para romper las
cadenas y se sorprendió cuando simplemente se reformaron.
Ahora que sus armas tenían un alcance injustamente largo, Audrina comenzó a usarlas como un látigo afilado
mientras buscaba derramar la primera sangre en esta batalla.
"¡También puedes permitir que te mate ahora! ¡Si tu esposo descubre que estás aquí con tus manos arrugadas
buscando un tributo, las consecuencias serán inimaginables!" El vampiro se burló.
Hizo girar sus armas tan rápido que había levantado un torbellino de cuchillas. Si un mortal vagaba incluso una
pulgada demasiado cerca, se vería reducido a pedazos en un instante.
Sin embargo, Sei se estaba defendiendo, ya que había construido un golem de luz pura para protegerla del
ataque implacable.
"¿De verdad crees que le temería a alguien que ni siquiera es un semidiós? ¡Tan delicioso como puede ser, es
solo un bonito adorno!"
Con cada burla lanzada contra su marido, la cara de Audrina se volvía más y más fea a medida que sus rasgos se
volvían más y más parecidos a los de un murciélago.
Sus orejas y dientes se alargaron, sus ojos cambiaron de un hermoso violeta a un negro profano mientras que en
su nariz crecieron intrincadas líneas y surcos.
"¡Maldita perra! Puede que no pueda matarte ahora, pero ¿se puede decir lo mismo de tus hijas? ¿Tus
ciudadanos?"
"¡CALLARSE LA BOCA!"
Sin saberlo, Audrina había pisado un punto dolorido y el avatar de Sei reflejó su ira cuando su color pasó de un
dorado opaco a un naranja ardiente.
El golem finalmente sacó sus manos y atrapó los látigos afilados de Audrina después de no haberlo hecho varias
veces antes.
Con un tirón, las armas de Audrina fueron arrancadas de su agarre y el golem lanzó un puño meteórico en su
dirección.
El cuerpo de Audrina se dividió en un enjambre de murciélagos para evitar el ataque y el golem simplemente
golpeó el suelo sin forma debajo de ella.
Reapareció sobre el puño del golem que estaba incrustado en el suelo y comenzó a correr por su brazo.
Las sombras se arremolinaron alrededor de sus manos hasta que tomaron la forma de tenues garras negras que
eran varias veces más grandes que las suyas.
Cuando llegó al hombro del golem, Audrina dio un gran salto en el aire que la envió muy por encima de Sei y su
centinela protector.
Dando un salto de verano en el aire, el vampiro la usó para acumular impulso y descargó su puño justo sobre el
cráneo del golem.
¡Grieta!
Cuando el puño de Audrina se conectó con el enorme avatar, su superficie sólida se agrietó bajo su poder y todo
su cuerpo se hizo añicos solo unos momentos después.
Sin nada más para protegerla, Sei no tuvo más remedio que tomar el puño de Audrina que todavía se dirigía
hacia ella a una velocidad aterradora.
¡Bang!
Cuando el golpe conectó, la reina bruja cayó cómicamente al suelo debajo de ella.
A pesar de que estaba mareada por el golpe, Sei aún mantiene la presencia de ánimo para preparar otro ataque.
Cuando sus manos comenzaron a brillar nuevamente, Audrina apareció sobre ella en un instante y hundió su
mano en su estómago.
"¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Audrina ignoró los gemidos de dolor de Sei y levantó su cuerpo inerte en señal de victoria.
"Aut viam inveniam aut faciam".
"¡¡JÓDATE !!"
Como respuesta, Audrina deslizó sus manos dentro del estómago de Sei hasta que su mano estuvo envuelta
alrededor de su columna.
El vampiro tomó uno de sus dedos y lo usó para atrapar un poco de la sangre que corría por su brazo y la probó.
'La sangre de un semidiós debería ser celestial, pero todo en comparación con los gustos de mi esposo es
repugnante'.
"¡Adelante, maldito sanguijuela!" Sei se burló mientras la sangre goteaba de su boca.
El hecho de que todavía pudiera conversar era un testimonio de su fuerza por sí misma. La velocidad a la que la
energía abandonaba su cuerpo era realmente aterradora.
Audrina se tomó un momento para disfrutar de este espectáculo.
Realmente no había nada que le diera más placer que superar a alguien que supuestamente era su 'igual'.
Esta batalla solo sirvió para confirmar lo que ella ya sabía, que aunque las dos mujeres eran semidioses, su
poder no estaba al mismo nivel.
Mientras Audrina se preparaba para arrancar la columna vertebral de Sei de su cuerpo, de repente se le ocurrió
una idea.
"Sabes... tal vez me apresuré un poco". La sonrisa en su rostro envió escalofríos por la espalda de la reina bruja.
"Por mucho que te odie... Conozco a una mujer maravillosa que te odia aún más. Tu destino está mejor en sus
manos, ¿no?"
Cuando las palabras del vampiro se hundieron, los ojos de Sei se abrieron con frustración. "¡¿Crees que ese
insecto es digno de juzgarme?! ¡Ella no es nada!"
"Entonces eso te hará menos que nada, ¿no?", bromeó Audrina.
Al inyectar un poco de su maná en el cuerpo de Sei, Audrina pudo suprimir sus habilidades mágicas, haciéndola
efectivamente inofensiva.
"¡¿Q-Qué estás haciendo?! ¡Solo mátame y acaba con esto! No le rogaré a esa perra incluso si tú-"
¡Aporrear!
Un fuerte golpe en el costado del cuello de la iracunda mujer la envió a toda velocidad al país de los sueños.
Cuando Audrina salió de las sombras de la sala de espera, encontró a todos todavía allí exactamente como los
había dejado.
Las hijas de Sei vieron su cuerpo inconsciente que colgaba en los brazos de Audrina y de inmediato se pusieron
histéricas.
"¡Madre!"
"¡Madre no!"
Tan pronto como parecía que las chicas iban a hacer un movimiento, Zheng y Lusamine dibujaron cortes limpios
y poco profundos alrededor de sus cuellos para persuadirlas de que no lo hicieran.
"Relájense, pequeñas rameras. Su madre todavía está viva". Audrina dijo mientras rodaba los ojos.
Casualmente arrojó el cuerpo de la bruja a las chicas y apenas la atraparon.
Mientras las chicas atendían a su madre, Eris miró fijamente al vampiro que no mostraba la menor fatiga.
'Realmente tiene mujeres increíbles a su alrededor... ¡Quiero ser una de ellas!' Pensó apasionadamente.
"¿Qué quieres que hagamos con ellos?" Lusamine preguntó de repente.
Audrina abrió la boca para responder, cuando se escuchó el sonido de la puerta al abrirse junto con el golpeteo
de los pies pequeños.
Mira y Thea pronto llegaron a la sala de espera con todos los demás en dos estados muy diferentes.
Thea estaba un poco sucia con algunos rasguños en su cuerpo y vestía ropa de entrenamiento juvenil con el
cabello atado detrás de la cabeza.
Mira vestía su armadura de batalla característica y estaba cubierta de sangre animal. En sus diminutos bracitos
estaban las cabezas de todas las bestias que había cazado junto con la brigada de galletas.
"¡Madre! ¡Regresamos temprano!"
"¡Mira mató tantos animales! ¡Mira!"
Inmediatamente, el aura de reina de Audrina desapareció. "¡¡MIS BEBÉS ESTÁN EN CASA!!"
Más rápido de lo que cualquiera de las chicas podía reaccionar, Audrina tenía a las dos en sus brazos y les estaba
bañando la cara con besos, sin importarle la suciedad o la sangre en ellas.
"¡Jejeje! ¡Te extrañé, así que le pedí al general Absalom si podía volver a casa temprano hoy!"
"¡Mira quería volver a casa y comer galletas con mami!"
Audrina estaba sobre la luna.
¡Sus bebés la extrañaron tanto que abandonaron sus planes de estar con ella!
¡Cómo no iba a ser tocada!

"¡Oh, mis chicas son las más dulces! ¡Ven a la cocina conmigo y podemos comer todo el té y las galletas que
quieras!"
Mira no escuchó absolutamente nada después de que se mencionaron las palabras 'podemos comer galletas'.
Thea, sin embargo, no se dejaba dominar por su estómago y su ansia de dulces y finalmente se dio cuenta de que
la habitación en la que se encontraban no estaba del todo vacía.
"¿Estamos... interrumpiendo?" preguntó tímidamente.
"¿Cómo pudiste? ¡Estábamos a punto de terminar!" Audrina nunca dejaría que nada se interpusiera en el camino
de su precioso tiempo en familia.
En cuanto a Lusamine, sus órdenes fueron breves y dulces. "Arroja a los tres a la mazmorra y sella su maná.
Lailah decidirá qué hacer con ellos cuando regrese".
Audrina inmediatamente se giró para dirigirse a la cocina cuando Mira de repente llamó a una de las mujeres en
la habitación. "¡Eris! ¿Quieres venir a comer galletas con nosotros?"
La hermosa elfa oscura se puso nerviosa de inmediato. "U-umm, no creo que yo-"
"¡Esa es una gran idea, Mira!" Audrina estuvo de acuerdo. Amaba a sus hijas, pero realmente no había nada
como la compañía de un adulto.
"Deberías venir con nosotros. Esto nos dará la oportunidad de conocernos mejor, ¿sí?" Audrina le sonrió
cortésmente al elfo, pero estaba claro que no aceptaría un no por respuesta.
Eris abrió y cerró la boca varias veces antes de sonreír impotente al final.
"Si me aceptas... sería un honor".

Capítulo 167 ¡La mazmorra de las bestias

angustiadas!
Después de un día completo de volar a su velocidad más rápida, Abaddon y Malenia finalmente se acercaban al
sitio de su primera mazmorra.
El dragón se alegró de haberlo logrado, aunque solo fuera para poner fin a las preguntas sin sentido de su ángel
caído.
"¿Qué tipo de mujeres le gustan al maestro?" Malenia preguntó de repente.
"Mis esposas". La respuesta de Abaddon fue corta y sin demora.
"¡Eso no es lo que quiero decir!"
"Esa es la única respuesta que obtendrás".
Malenia pensó mucho mientras batía sus alas emplumadas rítmicamente. "Si no hago más preguntas personales
durante el resto del viaje, ¿entonces responderás?"
"¿De verdad crees que eres capaz de cumplir con tu parte del trato?" Abaddon quería simplemente ignorarla,
pero la promesa de un silencio total era demasiado buena para ignorarla.
"¡Lo haré, lo prometo!"
"Supongo... Me gustan las mujeres amables".
"¿Eso es todo?"
"Eso es lo que importa."
La respuesta de Abaddon no fue tan complicada.
Para él, lo único que realmente importaba era una mujer con un gran corazón que pudiera llevarse bien con la
familia que ya tenía.
Quizás fue porque su respuesta fue tan simple que Malenia se sorprendió tanto.
Ella esperaba que sus requisitos fueran más largos y superficiales, pero eran lo más lejano imaginable.
Quizá no lo conozco muy bien después de todo.
El resto del viaje transcurrió en un silencio ininterrumpido, lo que le dio a Abaddon la tranquilidad que tanto
había estado buscando.
Al acercarse al sitio de la primera mazmorra, el ángel caído decidió dejar de pensar en cosas inútiles por el
momento para no decepcionar a su maestro.
La mazmorra de las bestias angustiadas estaba ubicada en el centro de una isla rodeada por un gran lago.
El portal al dominio de los amos de las mazmorras yacía plano en el suelo, custodiado por un escuadrón
completo de guardias humanos.
Cuando un demonio y un ángel caído aterrizaron directamente frente a ellos, casi no les importó.
A pesar de que supuestamente eran malvados, estos dos eran los seres más hermosos que jamás habían visto.
Malenia atrajo la mayor atención. Su traje corto de sirvienta negra provocó horribles hemorragias nasales a
algunos de los soldados.
Sin embargo, al menos uno de los soldados pudo recuperar el sentido mental para hacer su trabajo.
"Lo siento, pero tendré que ver algún tipo de identificación..."
"¡Hijos de puta!"
Si Abaddon no hubiera puesto una mano sobre el hombro de Malenia en el último momento, a todos los
hombres presentes les habría faltado una cabeza.
Las miradas que sentía sobre su cuerpo eran extremadamente desagradables. ¡A nadie se le permitió mirarla
con lujuria además de su maestro!
Sin embargo, Abaddon pensó que este podría ser el momento perfecto para jugar un poco con sus nuevos
poderes.
Desde que había evolucionado, el dragón aún no había usado su nueva habilidad de linaje, padre del deseo.
Abaddon extendió sus poderes e influyó en los corazones y las mentes de todos los guardias presentes.
No tienes ganas de hacer este trabajo.
Inmediatamente, los ojos de los guardias se nublaron antes de que pareciera que tenían algún tipo de epifanía.
"Q-Qué estoy haciendo... ¡No quiero pasar mi vida atrapado en este trabajo de mierda!"
"¡Yo quería ser pintor!
"¡Quería ser músico!"
"¡Quiero ir a casa y follarme a mi esposa!"
"¡Yo también quiero follarme a tu esposa!"

"¡Hijo de puta!"
Mientras dos de los guardias estallaron en una pelea, el resto salió corriendo para seguir varios caminos en sus
vidas.
"¿Los hipnotizaste de alguna manera?" preguntó Malenia con curiosidad.
El dragón resistió el impulso de burlarse en voz alta.
El poder de Abaddon no era una sugerencia hipnótica barata.
Estaba despojando completamente a los humanos del deseo en un área y guiándolos con fuerza hacia otra.
Si quisiera, podría haber tomado su deseo de vivir y se habrían suicidado poco después.
Un poder tan aterrador solo podría ser poseído por alguien que fuera la encarnación de una emoción central.
A medida que el dragón crecía, también lo harían sus poderes.
Eventualmente, los deseos de todo un planeta serían suyos para jugar tan fácilmente como si fueran sus propias
extremidades.
Cuando Abaddon y Malenia atravesaron el portal de la mazmorra, fueron recibidos con el habitual paisaje
oscuro y rocoso.
"Está bien maestro, ¿quieres que tome la iniciativa?" preguntó Malenia.
"No…" Abaddon estaba perdido en sus pensamientos.
Las últimas veces que había estado entrenando en un calabozo con Seras, no fue transportado a ningún lado
como lo fue la primera vez.
Como resultado, no estaba seguro de cómo exactamente se suponía que debía llegar al campo de pruebas.
"¡¡¡GRRRROOOOOAAAA!!!"
Abaddon y Malenia fueron atacados repentinamente por un enorme oso cubierto de pelaje rojo.
Con cada respiración, las llamas salían de su boca y se precipitaba hacia los dos intrusos a una velocidad
aterradora.
¡Boom!
Sin inmutarse por el avance de la criatura, Abaddon le dio un puñetazo en la cabeza con todo su poder y voló al
oso y al suelo 100 metros detrás de él en pedazos.
[¡1 oso de fuego asesinado!
- 700 SC y exp ganados.
Esto es demasiado fácil.
[¡Se reconoce la falta de desafío adecuado!
'Tienes que estar jodidamente bromeando...'
No se dio cuenta de que acusar al juicio de la mazmorra sería tan simple, pero cuando lo pensó, tenía sentido.
La única razón por la que nunca pensó que las mazmorras anteriores fueran tan fáciles fue porque Seras lo hizo
correr con un brazo y usando varios cientos de libras de pesas.
pαпdα Й?νê|,сòМ 'Tendré que castigarla por eso más tarde...'
[Enviando solicitud a la entidad @%#$% para una alternativa adecuada.
Al igual que antes, el suelo de repente tembló furiosamente como si toda la cueva se fuera a derrumbar.
"¡¿Maestro?! ¡¿Qué está pasando?!"
"Tranquila, Malenia. Esto es a lo que vinimos". Abaddon dijo con una pequeña sonrisa.
En un momento, los dos fueron envueltos en una luz blanca cegadora antes de desaparecer del espacio.
Cuando Abaddon abrió los ojos, estaba parado en una tierra que era una mezcla entre una jungla y una cadena
montañosa, mirando cara a cara con una figura cuyo rostro no podía ver.
Todo lo que pudo distinguir fue una figura masculina vestida con pieles de varios animales y oro.
"Chico... no te envidio". La entidad dijo de repente.
"¿De qué estás parloteando, dios?"
"El loco, Jaldabaoth. Está ofreciendo una recompensa por tu cabeza".
"¿Oh?" Abaddon no recordaba haber hecho nada para ofender a ningún dios.
Después de un momento de consideración, solo pudo asumir que era el mismo que lo había traído a este mundo
y del que Lucifer lo había limpiado.
"¿Y cuál es exactamente el precio de mi cabeza?"
El dios quedó silenciosamente impresionado. Le acababa de decir a este mortal que no estaba destinado a vivir
mucho tiempo, pero parecía no estar molesto.
"Si te mato, Jaldabaoth destruirá un mundo de mi elección y creará uno nuevo a mi imagen a partir de sus
cenizas".
Abaddon dejó escapar un silbido impresionado.
"Un precio justo por una vida tan grande como la mía. Cualquier otra cosa sería muy poco".
"....HAHAHAHAHAHA! ¡¡NO HE CONOCIDO A UN MORTAL TAN DIVERTIDO COMO TÚ EN EONES!!" La risa

estruendosa de la entidad resonó en toda la jungla pedregosa y se escucharon varios animales rugiendo en la
distancia.
El dios se rió durante bastante tiempo antes de que finalmente se calmara. "Es una pena que no pueda quitarte
la vida con mis propias manos, pero las reglas son reglas incluso para alguien como yo"
La mirada del dios de repente se volvió seria mientras explicaba su juicio.
"Esta prueba es bastante simple. Todo lo que necesitas hacer es encontrar a ese ángel caído tuyo antes de que
mis hijos puedan mordisquear su carne suculenta. Y debes hacerlo sin dejar que los más agresivos te maten en
el proceso".
Abaddon inmediatamente se alarmó y trató de sentir a Malenia a través de su conexión pero no pudo encontrar
nada.
"Ella no tiene nada que ver con esto. Libérala inmediatamente". Gruñó.
Desafortunadamente, el dios simplemente negó con la cabeza. "Usaré lo que sea necesario para derribar a
alguien como tú. Solo tú tienes la culpa de traerla".
Con eso, el dios desapareció y dejó solo a Abaddon apretando los puños con frustración.
"¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
"¡¡¡ROOOOOAAAAARRR!!!"
"¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
En el cielo, en los árboles y en el suelo, Abaddon estaba rodeado por hordas y hordas de criaturas.
Lobos huargos, osos de fuego, hombres bestia, fénix e incluso más animales como nunca antes había visto.
Sin perder tiempo, Abaddon se transformó inmediatamente en un monstruoso dragón de dos cabezas.
Incluso en esta forma con sus sentidos expandidos, no podía sentir a Malenia y el área de la mazmorra parecía
ser demasiado grande.
El dragón soltó un rugido de frustración que debería haber ahuyentado a sus animales enemigos, pero solo
sirvió para irritarlos aún más.
Abaddon fue atacado repentinamente desde todas las direcciones posibles.
Con su presencia y autoridad desafiadas tan descaradamente, su ira se volvió aún más temible.
"¿Os atrevéis a mostrarme vuestros colmillos? ¡Os mostraré por qué el dragón es el rey de las bestias!"
Capítulo 168 La caza del ángel

[Habilidad: Gobernante de la Gravedad, activado.
Con la activación de una de las habilidades más nuevas de Abaddon, las bestias más débiles fueron aplastadas
inmediatamente en un pasado carnoso cuando la gravedad aumentó 100 veces.
Otros encontraron que su velocidad de movimiento se ralentizó y simplemente confiaron en ataques de largo
alcance para derribar a su enemigo. Sin embargo, las escamas diamantinas de Abaddon permanecieron en gran
medida imperturbables ante algunos de los ataques más débiles.
Los fénix fueron particularmente agresivos, atacándolo con varias ráfagas de llamas de alta intensidad.
'Insignificante.'
Las cabezas gemelas de Abaddon trabajaron al unísono para eliminar a los enemigos.
Mientras que la cabeza izquierda disparó ráfagas de llamas de color púrpura oscuro, la derecha arrojó ráfagas
tras ráfagas de terrible electricidad.
El resultado fue la aniquilación total de todo lo golpeado por sus terribles poderes.
Mientras una notificación tras otra pasaba por su mente, el dragón finalmente recordó la tarea que necesitaba
completar si quería pasar esta prueba y salvar a Malenia.
'No puedo simplemente alborotar, necesito llegar a ella rápidamente'.
Abaddon miró a los enemigos ante él que aún estaban vivos.
De la legión de monstruos que acababa de aniquilar, solo quedaban unos cien.
Estaba arrepentido de no haber pensado en esta idea cuando había un mayor número, pero no tenía tiempo
para quedarse atrapado en el pasado.
Extendiéndose con su conciencia, entró en los corazones y las mentes de todas las bestias en un radio cercano.
Sintió que algún tipo de resistencia lo bloqueaba, sin embargo, pudo superarla fácilmente y darle a las bestias
nuevos deseos.
'Quieres encontrar al ángel caído. Deseas que te elogie por haberla encontrado.
Después de un momento, los animales se dividieron en dos grupos, uno hacia el norte y otro hacia el sur.
[Habilidad: cuerpo dividido, activado.

Abaddon separó su enorme cuerpo y siguió detrás de cada una de las manadas mientras olfateaban y buscaban a
su compañero.
El dios observó todo esto con una mirada incrédula.
'Él... ¿Él está en posesión de una de las voluntades de la vida? ¿¡Cómo es eso posible!?'
Él no entendió.
¿Cómo podría un mortal que ni siquiera tiene 100 años estar en posesión de uno de los mayores poderes en
todos los reinos?
Incluso contra él, que era un mero dios de bajo nivel, su poder para manipular el deseo era más que suficiente
para arrebatar a las bestias de su control.
'Jaldabaoth... ¡Un solo mundo es una recompensa demasiado pequeña!'
La entidad sintió que había sido engañada.
Por desgracia, era demasiado tarde para lamentarse y Abaddon ya estaba en camino de encontrar a su
compañero emplumado.
Mientras se elevaba por el cielo, miraba constantemente la tierra debajo para monitorear el progreso de sus
nuevos secuaces peludos.
En un esfuerzo por asegurarse de que su progreso no se detuviera ni por un solo momento, los defendía
constantemente de otras bestias que buscaban atacarlos.
Con un rugido, Abaddon hizo llover enormes lanzas de hielo sobre las bestias opuestas.
El granizo infernal atravesó los cuerpos de las bestias sin ninguna resistencia y pintó de rojo la tierra verde.
'Necesito más ayuda'
[Hechizo: El objetivo de toda vida es la muerte, activado.
La sangre que fluía de las heridas de los animales repentinamente se congeló y tomó vida propia.
Una vez formados los sangrientos también tomaron parte en la búsqueda de Malenia.
A medida que se cubría más y más terreno, uno de los huargos de repente dejó escapar un aullido y ambas
mitades de Abaddon volaron a toda velocidad en su dirección.
Sentada en un altar atado con cuerdas doradas estaba el ángel mismo, aunque parecía estar en una especie de
estado de trance.
El dragón reformó su cuerpo y aterrizó directamente frente a su compañero.

Encogiéndose de nuevo en forma humana, se acercó con cautela al ángel delirante.
"¿Malenia? ¿Estás bien?"
Su voz pareció sacarla de su extraño trance y miró su cuerpo atado con cuerdas doradas.
"¿Ora? Maestro, no sabía que tenías ese fetiche ~ Estaría más que feliz de-"
¡Tortazo!
Harto, Abaddon le dio a la mujer pervertida un fuerte golpe en la nuca.
Desafortunadamente, parecía que su intento de castigarla tuvo el efecto contrario.
"¡Ahh, el maestro es tan rudo!" El olor a excitación que emanaba de su cuerpo era tan fuerte que resultaba
nauseabundo. Abaddon sabía que si la golpeaba de nuevo, solo la empujaría al límite y dejaría un desastre
mayor.
"Solo una vez, me gustaría que uno de mis subordinados fuera normal..." Murmuró el dragón.
Afilando una de sus garras, cortó las ataduras de Malenia y liberó a la hermosa mujer.
Parecía un poco decepcionada, pero al momento siguiente apareció un destello de luz y el dueño de la mazmorra
estaba frente a ellos.
"¡Maestro! ¡Atrás!" El ángel no perdió tiempo en desenvainar su látigo y colocar su cuerpo entre el del dios y el
de su amo.
El dragón estaba realmente muy divertido.
No era frecuente que alguien se moviera para protegerlo así, incluso si no lo necesitaba.
Incluso el dios encontró que su posición era bastante envidiable.
"Lo has hecho bien. No fue tan fácil matarte como pensé que sería".
"No serás el último en tener esa profunda realización".
"¡HAHAHAHA, DEBO ESPERAR QUE NO!"
Con una sonrisa que ninguno de los dos pudo percibir, agitó la mano y los dos desaparecieron del espacio.
Una vez que se fueron, el dios musculoso comenzó a reír a carcajadas una vez más.
No estaba molesto por no poder matar a Abaddon, ni mucho menos.
Hoy había llegado a ver un poder que incluso los dioses codiciaban en acción.
Cuando recordó la decisión y el terrible poder del dragón, se dio cuenta de que no pasaría mucho tiempo antes
de que una persona así se uniera a las filas de los dioses.
'Esperemos que no guarde rencor por lo que se hizo hoy.'
¡Clang!
¡Clang!
¡Bang!
No importa cuántas veces lo viera, el rabisu general Absalom nunca entendería a este extraño alumno suyo.
De pie frente a él y jadeando ligeramente estaba una joven con cabello rubio dorado y ojos azules.
Vistiendo ropa de entrenamiento informal y sosteniendo una pequeña espada de hierro, no se veía muy
amenazante.
Solo él sabía la verdad.
La segunda princesa era absolutamente aterradora. Cualquier arma que recogiera la podría usar casi sin
problemas después de solo unos minutos de práctica. Su resistencia, agilidad y resistencia estaban muy por
encima de la norma para un niño humano.
Cuando ella le pidió por primera vez que la entrenara, inmediatamente dijo que no.
Solo cuando ella rogó y suplicó al borde de las lágrimas, él cedió y prometió entrenar a la joven. Sin embargo,
vino con la condición de que no se le permitiera quejarse de que su entrenamiento era "demasiado duro".
Desde el principio, Thea nunca se quejó. Llegaba a tiempo todos los días y siempre incitaba a su maestro a
entrenar solo una o dos horas más.
El antiguo demonio estaba tan divertido como exhausto.
'¿Es por el elemento divino?'
Apuñalando su espada en el suelo, Absalom finalmente exhaló un suspiro de alivio. "Muy bien, segunda princesa.
Eso es suficiente por hoy".
Thea inmediatamente pareció abatida. "¿D-En serio? ¿No podemos ir por un poco-"
"No." 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
En un instante, el cuerpo de Absalom se volvió borroso y desapareció del área de entrenamiento privada
construida detrás de la mansión.
Thea suspiró antes de envainar su espada y dirigirse al interior.
Estaba un poco decepcionada de que el entrenamiento terminara tan pronto, pero al menos podía ir y pasar
tiempo con su cariñosa madre y su linda hermana.
Esa noche, cuando Thea yacía en la cama junto a Mira, sus sueños consistían en visiones de ella siendo lo
suficientemente fuerte como para luchar junto a su familia.
Dentro de los sueños, Thea era bastante mayor y era tan monstruosa como su padre.
Sin embargo, se veía un poco diferente de su apariencia habitual. Su brillante cabello rubio era ahora de un
púrpura oscuro y sus brillantes ojos azules eran de un rojo escarlata.
Todo su cuerpo estaba cubierto por una imponente armadura negra que sentía que no ocultaba lo suficiente de
sus activos.
¿Se volvería menos modesta en el futuro?
'¿Es esta la realidad que deseas crear?'
'Sí.' Thea no se alarmó por la extraña voz en su cabeza y respondió sin dudarlo.
'Para llegar aquí, tendrás que sacrificarte. ¿Estas preparado?'
Los recuerdos de sus padres destellaron en su mente y todos los sacrificios que habían hecho a lo largo de sus
vidas.
Si ella hacía este sacrificio ahora, ¿sería suficiente para asegurarse de que nunca más tuvieran que hacerlo?
Esa misma esperanza fue suficiente para que ella tomara una decisión.
'¡Estoy preparado! ¡Retribuiré la amabilidad de mi familia!
'Bien dicho.'
El cuerpo de Thea se rompió en millones de fragmentos de luz. Los fragmentos salieron volando por una
ventana cercana y la joven princesa fue llevada a algún lugar entre las estrellas.
Después de unos momentos Mira se movió, ya no sentía el calor de su hermana mayor.
"¿La A?"
Capítulo 169 Próximo destino

Cuando Thea abrió los ojos, estaba rodeada de millones de armas rotas.
El cielo arriba estaba envuelto en nubes de color rojo oscuro, y no importaba dónde mirara la joven, no podía
encontrar rastros del sol.
"Tenedor de lo divino, ¿te crees digno de heredar uno de los seis?"
Elevándose de los campos de espadas frente a Thea había una mujer diferente a cualquiera que hubiera visto
antes.
Sus madres eran todas diosas extremadamente hermosas por derecho propio, pero ella era... incomparable.
La mujer era alta y musculosa con largo cabello rojo sangre. Su cuerpo estaba adornado con una armadura gris
oscuro que parecía vibrar como si estuviera viva.
Cuando Thea miró a los ojos de la mujer, estos eran morados con esclerótica negra.
"Disculpe... ¿Dónde estoy? ¿Y cuál es uno de los seis?"
La mujer extendió los brazos e hizo un gesto hacia el espacio que la rodeaba. "Estás en mi reino divino. Todo
este lugar está sujeto a mi voluntad, mi deseo y mis necesidades".
Thea miró el mundo que aparentemente estaba lleno de espadas rotas y asumió que esta mujer era una persona
muy solitaria.
"Los seis finales son las armas más poderosas en la realidad tangible. Poseen la capacidad de erradicar
completamente las almas, impidiendo que uno llegue a las puertas del cielo, las puertas del infierno o el pozo de
la reencarnación".
"Incluso un dios rey solo puede aceptar su destino si se enfrenta a uno de los seis". La explicación de la mujer
fue clara y concisa, dejando a Thea con una sola pregunta pendiente.
"Algo tan increíble... ¿Realmente puedo tenerlo?"
"Puedes de hecho... si te lo ganas". La mujer no quería endulzar las cosas, así que fue directa al grano. "El
entrenamiento por el que te haré pasar será infernal y es posible que desees morir muchas veces. Tu éxito solo
puede estar asegurado por tu talento y tu voluntad de perseverar".
Cuando escuchó la palabra 'morir', Thea naturalmente sintió miedo.
¿Qué niño de once años no lo haría?
Internamente, quería pedirle a esta hermosa mujer demoníaca que la enviara a casa.
Quería ir a casa y entrenar a su propio ritmo mientras jugaba con su hermana y su madre. Quería esperar a que
su padre volviera a casa para poder sentarse en su regazo y escuchar historias sobre su viejo mundo.
Pero más que nada, quería proteger a su familia y la casa que estaban construyendo.
En todo el tiempo que había estado con su familia, nunca le habían pedido que hiciera nada.
Sus padres la adoraban y la mimaban hasta el infinito, y le daban todo lo que pudiera necesitar antes de que
pudiera arreglar su boca para pedirlo.
Tan agradecida como estaba... quería hacer algo por sí misma por una vez.
Si los permitía, sus padres la protegerían por toda la eternidad sin jamás pronunciar una sola queja.
Pero Thea quería estar junto a su familia, no detrás de ellos.
"¡Quiero hacerlo!" Thea apretó los puños y sus brillantes ojos azules brillaron con convicción.
Era una mirada que la mujer que iba a ser su maestra apreciaba sinceramente.
"Muy bien, hija del dragón. Empecemos".
Abaddon y Malenia aparecieron uno al lado del otro en la sala del jefe de la mazmorra con un gran cofre frente a
ellos.
"Maestro... ¿Qué está pasando?" La cabeza de Malenia daba vueltas por todos los eventos que habían ocurrido
desde que había entrado en la mazmorra.
"Eso fue una prueba. Lamento que hayas estado en peligro, sinceramente, ni siquiera esperaba que te llevaran
conmigo". Abaddon levantó la mano y el cofre frente a ellos tembló antes de que tres elementos salieran
flotando.
"E-Eso es..." Malenia se encontró incapaz de apartar los ojos de una de las recompensas que se asemejaba a una
pequeña piedra con un símbolo rojo en el centro.
"Maestro... es eso realmente un-"
"Es una piedra de afinidad de sangre, sí".
La piedra flotó silenciosamente hacia la mano extendida de Abaddon y rápidamente la aplastó en su palma.
[Afinidad ganada: ¡Sangre!
[ Habilidad aprendida : ¡Hemoquinesis!
[Habilidad aprendida: ¡Armadura de sangre!

Cuando Abaddon descartó las notificaciones, Malenia todavía luchaba por levantar la mandíbula del suelo.
Sentía que si veía una cosa fantástica más hoy, seguramente se iba a desmayar.
Con sus recompensas reunidas, Abaddon no perdió tiempo en dirigirse al portal que lo llevaría al mundo
exterior.
"Date prisa. Quiero terminar esto lo antes posible".
A pesar de su creciente conmoción, el ángel caído caminó detrás de su maestro y los dos comenzaron a volar
hacia la siguiente mazmorra.
Sorprendentemente, Malenia no lo bombardeó con preguntas.
Parecía querer honrar su anterior promesa de silencio y estaba haciendo todo lo posible para no romperla.
O tal vez creía que si permanecía en silencio, las posibilidades de recibir una mejor recompensa en el futuro se
dispararían.
De cualquier manera, no importaba particularmente cuando Abaddon podía sentir sus agujeros en la espalda y
escuchar sus pensamientos confusos.
Finalmente, el dragón suspiró derrotado y decidió arrojar un hueso a su leal subordinado.
"Prometo responder a todas sus preguntas más tarde, pero por ahora, debemos llegar a la siguiente mazmorra
antes del amanecer".
Una sonrisa se formó en el rostro de Malenia y ella asintió en señal de aceptación. "Como dices maestro, no
perdamos el tiempo".
Con sus mentes enfocadas únicamente en volar, pudieron llegar al sitio de la próxima mazmorra al amanecer
como pretendían.
La mazmorra del terror sacramental fue un lugar particularmente famoso, ya que fue la única mazmorra que se
formó en un cementerio en las afueras de un pueblo abandonado.
A diferencia de otras mazmorras, nadie se molestó en proteger esta ya que la tasa de mortalidad era muy alta.
Pocas fueron las aventuras dispuestas a soportar lo que muchos creían una muerte segura.
Al aterrizar en el suelo, Abaddon y Malenia se detuvieron justo afuera del portal giratorio negro y rojo.
"Deberías esperar aquí. No quiero que vuelvas a estar en peligro". Los dioses en realidad estaban tratando de
matarlo esta vez.
Lo último que quería era que tuvieran éxito usando la vida de su subordinado en su contra.
Sin embargo, Malenia no entendió eso y casi de inmediato se puso histérica.

"¡N-No puede dejarme aquí, maestro! ¡A-Y además, no soy tan frágil como para no poder cuidar de mí mismo!"
"...¿Tienes miedo?"
"¡N-Eso no es asunto tuyo! Pero si debes saber que solo tengo una diminuta aversión a los muertos vivientes,
eso es todo..."
Desde que llegaron, el ángel caído había estado absolutamente aterrorizado de que algo saliera de una de estas
tumbas y agarrara su tobillo.
¡¿Y qué si ella era una evolucionada?! ¡Todavía se le permitía tener miedo!
"¡S-Si me quedo contigo, entonces estaré bien!"
En este punto, el demonio simplemente no quería perder más tiempo.
A regañadientes, permitió que ella lo acompañara y el ángel parecía positivamente rebosante de alegría.
Malenia colocó una mano sobre su hombro con la esperanza de que no se separaran de nuevo y los dos
atravesaron el portal hacia la mazmorra.
Capítulo 170 Tierras muertas

Cuando el dúo llegó a la mazmorra, encontraron a un solo hombre esperándolos.
Estaba vestido con un traje completamente negro, con cabello negro ondulado y círculos oscuros debajo de sus
ojos rojos.
El hombre parecía estar absolutamente exhausto, pero con una mirada, Abaddon pudo determinar de inmediato
la verdad de la situación.
Ni siquiera está realmente aquí.
No tenía aliento de vida ni maná. Incluso si lo que estaba viendo fuera un fantasma, Abaddon debería haber sido
capaz de detectar algún tipo de aura en él.
El hombre finalmente pareció darse cuenta de que tenía visitantes y se puso de pie para recibirlos.
Malenia se interpuso entre su amo y el extraño que se acercaba con una sola mano en su látigo. "Quédate donde
estás."
El hombre no se inmutó por sus amenazas y continuó acercándose, ganándose un latigazo de su látigo.
Como era de esperar, el látigo atravesó al hombre como si estuviera hecho de niebla y abrió un gran corte en el
suelo rocoso.
"Qué demonios...?"
La aparición continuó su avance y atravesó Malenia como si ella no estuviera allí.
"¡GGG-Fantasma!" Malenia parecía estar a punto de desmayarse, pero una corrección hecha por su maestro fue
suficiente para que recuperara la calma.
"Él no es un fantasma..."
La aparición se detuvo directamente frente a la cara de Abaddon y los dos hombres se analizaron
cuidadosamente.
"Él es un dios... ¿Tú no?"
"¡¿Un Dios?!" Malenia preguntó en estado de shock.
El hombre asintió y siguió sin decir nada mientras analizaba al híbrido frente a él.
"Esta es la primera vez que puedo ver cómo se ve uno de ustedes. Me pregunto por qué".
"¿Maestro? ¿Puedes ver su rostro?"

"¿No puedes?" Abaddon preguntó sorprendido.
Malenia simplemente negó con la cabeza y miraron en silencio al hombre que tenían delante esperando una
explicación.
El hombre levantó la mano y un miasma negro arremolinado comenzó a filtrarse.
Abaddon pudo reconocer el poder de un vistazo porque tenía exactamente la misma habilidad.
"El elemento de la muerte..."
El hombre asintió y bajó la mano antes de finalmente hablar. "Tenía mucha curiosidad acerca de qué tipo de ser
tendría la tierra de los dioses tan bulliciosa. No esperaba que fuera alguien que ya había enviado a tantos a mi
reino".
Los ojos desiguales de Abaddon brillaron con un destello de reconocimiento. "Eso te haría..."
"Sin importancia." Dijo el hombre mientras negaba con la cabeza.
Malenia permaneció en silencio durante toda esta terrible experiencia, pero tenía una curiosidad increíble
acerca de cómo era posible que su maestro pareciera conocer a este hombre.
"Entonces, ¿estás planeando matarme a mí también? Tendré que decepcionarte".
El dios se burló ante las acusaciones del dragón. "¿Qué necesidad tengo de un mundo hecho enteramente de
muertos? Mi dominio ya se extiende a través de múltiples reinos y realidades y no necesito nada más grande".
"Entonces, ¿tu propósito...?"
"¿Debo tener algún gran esquema? Eres un tema bastante popular y, sin embargo, nadie parece saber nada
sobre tus orígenes. Es natural que busque entender tal enigma".
Interiormente, Abaddon estaba un poco sorprendido.
Lo que sea que haya sido antes... aparentemente era tan antiguo que incluso los dioses no sabían nada al
respecto.
Su mente estaba casi lista para estallar de todas sus preguntas de construcción.
"Suficiente. He venido para el juicio secreto".
El dios de la muerte no pareció demasiado sorprendido por este hecho y miró brevemente a la mujer en la
esquina. "¿Y ella?"
"Yo voy donde va mi amo". Malenia dijo con firmeza.

El dios de la muerte se encogió de hombros, sin importarle realmente lo uno o lo otro. "Muy bien. Asegúrate de
mostrarme por qué el precio de tu cabeza es tan alto, ¿eh?"
El hombre chasqueó los dedos y, al momento siguiente, los tres desaparecieron de su entorno pedregoso y
reaparecieron en una tierra llena de nada más que esqueletos y cenizas.
Antes de Abaddon había una legión de muertos vivientes formada por los guerreros más famosos y temibles de
la historia.
Detrás de la legión estaba el dios que habían conocido unos momentos antes, pero ahora vestía una armadura
negra estigia con un casco en llamas.
Sentado tranquilamente en un trono hecho de huesos, su anterior impresión de hombre cansado y tranquilo
ahora se había disipado por completo.
"La prueba es simple. Dirígete hacia aquí e impresióname, entonces pasarás".
"¿Hoh?" Una sonrisa encantadora se formó en el hermoso rostro de Abaddon. "¿Es realmente algo tan simple?"
"Parecería de esa manera, ¿no?"
Abaddon sonrió aún más cuando le entregó su capa a Malenia y su cuerpo comenzó a cambiar.
En un momento se puso de pie como una abominación de cuatro brazos con cabello rojo sangre y cuernos
adicionales junto con un tercer ojo horrible.
Cuatro armas doradas aparecieron simultáneamente en cada una de sus grandes manos con garras.
Un kanabo, una espada, una lanza y una alabarda. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
"Te mostraré una destrucción como ninguna otra que hayas visto".
Con una velocidad cegadora, Abaddon dio un solo paso y desató un infierno total sobre los guerreros muertos
hace mucho tiempo.
'Partir haineux.'
La última vez que Abaddon intentó usar esta técnica, hubo algunos problemas que le impidieron mostrar todo
su potencial.
Por un lado, ya estaba funcionando con humo y usando un poder que su cuerpo no estaba lo suficientemente
evolucionado para manejar.
No solo eso, sino que el ataque que estaba usando también estaba incompleto. El martillo que estaba usando en
ese momento carecía del poder adecuado de una técnica de arma para aumentar y concentrar su fuerza.
Desde hace unos días, esos dos problemas eran los que ya no existían.
¡Boom!
¡Boom!
¡Bang!
'Arte de lanza solar penetrante'.
Con un solo golpe de la lanza de Abaddon, estalló un muro de llamas púrpuras destructivas que redujo a cenizas
a una horda de soldados huesudos.
'Arte de la espada de la luna caída'
Un golpe de su espada brillante envió las cabezas de varios esqueletos volando hacia el cielo, Sus cuerpos
cayeron al suelo sin causar daño un momento después.
'Arte de la alabarda de la absolución del demonio.'
Su alabarda dorada desató un corte devastador que partió en dos a cientos de muertos vivientes.
'Arte de Kanabo del meteorito negro.'
Finalmente, su enorme maza pulverizó a los guerreros no muertos y dejó sus huesos reducidos a un polvo muy
fino.
Con el sonido del último enemigo cayendo al suelo, Abaddon guardó sus armas y volvió a su estado habitual.
En solo dos minutos, había diezmado por completo una legión de muertos vivientes de más de 10,000.
Su aterradora demostración se habría convertido en una leyenda si hubiera habido otros testigos presentes
para ver tal espectáculo.
El dios seguía sentado, inmóvil y observándolo desde detrás de ese horrible yelmo negro. "¿Estás satisfecho?"
Por un momento, el dios guardó silencio antes de señalar repentinamente a su compañero. "Parece serlo".
Malenia todavía estaba justo donde Abaddon la había dejado, solo que ahora estaba oliendo la capa de su amo y
sus dedos estaban trabajando horas extras en sus bragas. "El maestro es tan fuerte ~ ¡Es tan guapo! ¡El maestro
es el mejor!"
Evidentemente, el dios de la muerte estaba en lo cierto cuando Malenia se estremeció un momento después y
una corriente clara comenzó a correr por sus piernas.
Con la pérdida de su fuerza, Malenia finalmente no pudo permanecer en pie por más tiempo y se derrumbó en el
suelo.
"..."
"..."
"...Lo lamento." Abaddon no pudo hacer nada más que cubrir su rostro con molestia y vergüenza.
¡Su hija le hizo esa capa para gritar en voz alta!
El dios de la muerte miró fijamente al dragón que parecía avergonzado y tuvo una profunda comprensión. "¿No
estás excitado por ella?"
"Ciertamente no."
"¿No te gustan las mujeres?"
"Te mataré."
El dios estaba completamente anonadado.
Había visto muchos hombres poderosos en su vida y todos tenían una debilidad letal por las mujeres hermosas.
Sus hermanos en particular eran algunos de los peores que jamás había visto y sus perversiones solo habían
crecido a lo largo de los eones.
Pero este hombre frente a él... tenía la fuerza de un dios de la guerra combinada con una mente inquebrantable
que no podía ser influenciada por una mujer que intentaba obsesivamente seducirlo.
El dios se preguntó qué tipo de futuro vendría cuando este mortal ascendiera.
Sin duda era el hombre más guapo que había visto en su vida. Incluso Eros o Apolo no pudieron acercarse a su
nivel.
¿Qué efecto tendría un hombre así sobre las diosas?
El dios no tenía dudas de que este hombre capturaría completamente los corazones de las mujeres de todos los
panteones con solo una mirada.
Se sabe que las diosas son especialmente codiciosas cuando se trata de hombres hermosos, entonces, ¿cómo se
manejaría este joven dragón?
¿Será capaz de mantener su firme corazón y voluntad cuando sea asediado por las mujeres más hermosas de
toda la creación? ¿O caerá en la depravación como tantos antes que él?
El hombre no sabía la respuesta, pero hizo un voto silencioso de nunca permitir que este hombre viera a su
esposa.
"¿Entonces? ¿He pasado tu prueba?" preguntó Abaddon con impaciencia.
A decir verdad, lo había hecho.

No había nada más que el dios de la muerte realmente necesitara ver después de ese ataque anterior.
Era aterradoramente impresionante para un mortal ser capaz de hacer algo así, el ejército que había convocado
estaba destinado a ser un pequeño desafío después de todo.
Sin embargo, de alguna manera, Abaddon los hizo estallar a todos sin sudar ni despeinarse.
Esto por sí solo era más que suficiente para pasar y, sin embargo, el dios de la muerte aún podía sentir el
encanto de los secretos profundamente escondidos dentro del cuerpo de Abaddon.
Sabía que aún le quedaba más por aprender, solo tenía que sacarlo a la superficie.
Y sabía exactamente cómo hacerlo.
"No me hagas reír." El dios se levantó de su asiento y comenzó a marchar hacia Abaddon con pasos decididos.
"¿Crees que estaría impresionado con tu exhibición barata? Mi sobrino fue capaz de hacer algo similar tan
pronto como nació".
Abaddon rechinó los dientes con ira. "¿Qué más requieres, dios? ¡No me hagas perder el tiempo!"
"No tengo intención de hacerlo". El dios de la muerte extendió su mano y un bidente negro apareció en un
estallido de llamas negras.
"¿Quieres pasar mi prueba? ¡Muéstrame tenacidad frente a la muerte!"

Capítulo 171 ¡Batalla con un dios de la muerte!

Abaddon luchó contra el impulso de burlarse abiertamente cuando escuchó el desafío que le dirigió el gigante
blindado.
"No eres capaz de hacerme daño. Hay reglas que incluso los dioses deben cumplir". recordó.
El dios no negó su afirmación y no estaba ni remotamente sorprendido de que supiera tal cosa. "Ciertamente los
hay. Sin embargo, hay lagunas en todo".
Parecía que el dios no iba a dar más detalles y Abaddon no tenía más remedio que enfrentarse a él en una pelea
frontal.
El dragón envió una orden mental a la armadura que Valerie había creado para él y de repente apareció en su
cuerpo como un relámpago.
"Vamos a empezar."
El cuerpo de Abaddon crujió con un rayo rojo y desapareció de la vista de su oponente.
El dragón reapareció detrás del dios acorazado y se abalanzó con garras afiladas como navajas.
Sin inmutarse, su oponente simplemente se hizo a un lado y deslizó el eje de su bidente entre las piernas del
dragón.
El impulso de Abbadon no cesó y su cuerpo cayó hacia adelante, dejándolo tirado en el suelo.
"¿Qué?"
"Lagunas". recordó el dios.
Abaddon no necesitó más explicaciones ya que rápidamente se recuperó de nuevo sobre sus pies.
'Así es como es... Él no puede atacarme él mismo, pero puede usar mis propios ataques contra mí. a mí.'
Armado con ese conocimiento, decidió que no tenía sentido tratar de impresionar al dios en una confrontación
física.
"Cadenas abisales".
Cadenas negras oscuras cubiertas de miasma rojo salieron disparadas de las sombras a los pies del dios y
atraparon la totalidad de su cuerpo.
'¿También es un caminante del abismo?' Una olfateada en el aire fue todo lo que se necesitó para refutar esa
teoría, que dejaba solo una respuesta posible. 'Un candidato al trono del abismo...'
Parecía que cuanto más aprendía el dios de este extraño híbrido, más intrigado se volvía.
El deseo de desenterrar aún más secretos se estaba volviendo incontrolable.
Antes de que el dios pudiera liberarse de las cadenas oscuras, Abaddon le arrojó un pequeño agujero negro que
provocó un pequeño grito de sorpresa.
'Bastante peligroso... podría matar incluso a un dios menor con eso'.
Desafortunadamente para Abaddon, el hombre frente a él no era un dios menor.
Fácilmente se soltó de sus cadenas como si estuvieran hechas de papel de seda y extendió una mano
enguantada.
El dios cerró su puño y el agujero negro de Abaddon simplemente... se apagó.
Era como si nunca hubiera estado allí en absoluto.
Abaddon mantuvo la cabeza fría y trató de bombardear al dios con todo lo que tenía.
El dragón extendió ambas manos y tornados gemelos de fuego brotaron de sus palmas.
Antes de que pudiera arrojárselas al molesto dios, levantó su casco de metal negro y apagó las enormes
columnas de llamas con la misma cantidad de esfuerzo que le tomaría a un humano apagar una cerilla.
"¡Hijo de puta!"
"Esfuérzate más, híbrido".
En lugar de dejar que su ira lo tragara, Abaddon decidió darle al dios exactamente lo que estaba pidiendo.
'Malenia... vuela muy, muy lejos.'
El ángel caído se recuperó de su estupor orgásmico cuando escuchó la voz de su amado maestro en su cabeza.
'¿Maestro?'
'¡Hazlo!'
Era muy raro que Abaddon estuviera tan serio como ahora, tal vez esa fue la razón por la que Malenia obedeció
sus órdenes sin decir una palabra más.
Con Malenia volando lo más rápido que pudo, Abaddon finalmente podría intentar su próximo ataque sin
restricciones.
"¿Has dado-"
¡Boom!
Una columna de fuego oscuro surgió del cuerpo de Abaddon que atravesó el cielo oscuro de arriba.
En un momento, las llamas se dispersaron y Abaddon apareció como un enorme dragón con dos cabezas.
Inicialmente, el dios de la muerte no estaba impresionado, pero cuanto más miraba la forma dracónica de
Abaddon, más cierto recuerdo comenzaba a aparecer en su cabeza.
'E-Esto no puede ser...'
Le faltaban sus otras cinco cabezas, algunas alas adicionales, y no había un ojo grande en el centro de su pecho,
pero aparte de eso, no había duda.
Esta fue ciertamente la bestia que el mismo padre derrotó al principio de la creación.
¡Pero eso debería haber sido imposible!
Todos sus restos están sellados en varios lugares dentro de diferentes panteones de los dioses, entonces, ¿cómo
es posible que esté vivo aquí y ahora?
Abaddon no se dio cuenta de la espiral a la que había enviado al dios simplemente cambiando y simplemente
comenzó a reunir energía para desatar otro ataque experimental.
Oscuridad, fuego, espacio, muerte, hielo, relámpagos, sangre.
El dragón de la desesperación y el horror buscó combinar todos sus elementos en un ataque devastador.
Volando hacia el cielo, Abaddon comenzó a canalizar energía en sus dos feroces bocas.
El dios de la muerte finalmente se dio cuenta de que el dragón que tanto le preocupaba estaba acumulando una
cantidad de poder inconcebible para un mortal.
'Algo está mal...'
El dios de la muerte había decidido que este juego había durado lo suficiente.
Justo cuando Abaddon estaba a punto de desatar un devastador ataque de aliento, el dios chasqueó los dedos y
expulsó tanto a él como a su ángel de este reino.
Cuando las tierras volvieron a estar en silencio, el dios finalmente se quitó el casco y se agarró la cabeza con
incredulidad.
"Esto es inconcebible... ¡esto no tiene ningún sentido!" Rugió.
El dragón aparentemente renació, pero ¿no tenía ni una décima parte de sus antiguos recuerdos o poderes?
¿Podría el creador haber tenido algún tipo de mano en esto?

El dios no sabía la respuesta, pero una cosa era segura, no era información que pudiera guardarse para sí
mismo.
Abaddon abrió los ojos en su forma humana. Estaba parado frente a un cofre negro ornamentado en lo que solo
podía suponer que era la habitación del jefe.
"¡Maestro, estuviste increíble!" Malenia saltó con entusiasmo sobre la gran espalda de Abaddon y comenzó
obsesivamente a frotar su rostro contra sus músculos.
"Malenia".
"¡Por favor, maestro, solo unos segundos más! ¡Oh, sí! ¡Eso es todo!"
La temperatura en la habitación de repente comenzó a bajar cuando Abaddon comenzó a liberar aire helado.
"¡Eeeek!"
El ángel caído se separó rápidamente de su amo y se acurrucó en un rincón de la habitación, temblando como si
hubiera estado encerrada en un congelador durante varias horas.
Con la sanguijuela separada de su piel, Abaddon finalmente tuvo un momento para pensar.
'¿Por qué de repente me envió de regreso?'
No tenía ningún sentido que el oponente que lo había estado provocando con tanta insistencia antes lo hubiera
enviado de regreso antes de que pudiera atacar por última vez.
¿Qué había cambiado?
¿Era la vista de un dragón de dos cabezas realmente algo tan raro que incluso un dios se sorprendió?
No creía que ese fuera el caso en absoluto.
¿Era miedo a su ataque final? Incluso si iba a ser devastador, Abaddon sabía muy bien que no debería haber sido
demasiado para alguien como el rey del inframundo.
"Maldita sea... ¡Maldita sea!"
¡Bang!
Abaddon finalmente explotó por la frustración de lo desconocido y golpeó una pared cercana con frustración,
destruyéndola por completo.
"¿M-Maestro?" Malenia preguntó temblorosa.

"Dondequiera que miro, estoy plagado de más y más preguntas a medida que pasan los días, pero parece que no
estoy más cerca de recibir respuestas".
Fue increíblemente frustrante sentir que estabas constantemente en la oscuridad acerca de algo, más aún
cuando era tu propia vida la que estaba en duda.
Había hecho un trabajo notable hasta ahora al no dejar que su ignorancia lo afectara, pero parecía que los
eventos de hoy eran simplemente demasiado.
Pequeños pasos resonaron contra el suelo de piedra de la mazmorra cuando Malenia se acercó lentamente a su
frustrado maestro.
En lugar de colocar sus manos en algún lugar donde no necesitaban estar, Malenia simplemente colocó una sola
palma en su espalda.
"No sé qué preguntas tiene mi maestro, pero sé que todas las cosas se revelan a tiempo. Puede que tengas
muchas responsabilidades sobre tu hombro, pero debes recordar que solo tienes dieciocho años. Ten paciencia".
"Es porque tengo muchas responsabilidades que no puedo permitirme el lujo de ser paciente, Malenia".
“Fufufu~ La ingenuidad de mi maestro también es linda. La paciencia no es un lujo, es una parte integral de
estar vivo. Las cosas no siempre vendrán a nosotros cuando queremos y debemos aceptar eso.
Pero eso no significa que seamos libres de sentarnos de brazos cruzados y no hacer nada. ¿Cómo te prepararás
mientras esperas? ¿Qué esfuerzos harás para mejorarte a ti mismo en ese tiempo? Esas son las únicas cosas que
realmente importan, querido maestro".
Abaddon miró a Malenia como si le hubiera crecido una segunda cabeza.
¿Era este realmente su ángel caído pervertido?
¿Siempre había sido tan... pensativa?
La escena de ella masturbándose con su capa de repente le vino a la mente y decidió que esto debía haber sido
algún tipo de novedad.
No obstante, sus palabras habían resonado en él y ya sentía que sus emociones comenzaban a estabilizarse.
"Me tomaré muy en serio tus palabras, Malenia".
"Eso espero, querido maestro ~"
Con su enfoque nuevamente en el camino previsible a seguir, Abaddon finalmente abrió el enorme cofre
ornamentado y sacó sus recompensas.
En el interior había tres libros de hechizos antiguos, cada uno más interesante que el anterior.
'Analizar.'
[Hechizo: resucitar muertos vivientes
[ Hechizo : Invocar Legión.
[Hechizo: Puerta del Tártaro
Por ahora, Abaddon los almacenaría y decidiría qué hacer con ellos más tarde.
Volviéndose hacia Malenia, finalmente recuperó su capa de su apretado agarre y la colgó sobre sus hombros.
"Démonos prisa y visitemos las dos últimas mazmorras y regresemos a casa".
El ángel caído no sabía si se lo estaba imaginando o no, pero el tono de su maestro parecía ser un poco más
suave ahora.
No le hablaba de la misma manera que hablaba con sus esposas o sus hijos, era más como si hubiera comenzado
a verla como una especie de amiga.
Para otros puede que no haya sido mucho, pero ¿para Malenia? fue todo
Capítulo 172 Encarnaciones de la muerte

En una tierra desolada y lúgubre dentro de las profundidades del inframundo griego, se podía ver un palacio
extremadamente grande solo en un campo de almas muertas que deambulaban sin rumbo fijo.
Durmiendo pacíficamente fuera de la puerta principal había un enorme y feroz perro negro con tres cabezas.
Cada ronquido que emitía la gran bestia hacía temblar las rocas debajo de él como si estuvieran pasando por un
terremoto.
De repente, el sabueso de tres cabezas se despertó y se quedó mirando un lugar determinado como si estuviera
esperando que apareciera algo.
"Grrrr..."
A pesar de que los gruñidos de la bestia eran bajos, todavía sonaban como un trueno rodante y eran tan
amenazadores como el resto de su apariencia.
El lugar donde el perro guardián estaba mirando de repente vibró y las sombras se elevaron para tomar la
forma de un enorme... ¿hombre?
Tenía más de seis pies de altura y la parte superior de su cuerpo era musculosa y tonificada más allá de lo
creíble. Adornado con túnicas y joyas egipcias tradicionales, el hombre se habría visto extremadamente
cautivador si su cabeza no hubiera sido la de un feroz chacal.
Sosteniendo un enorme bastón de bronce que era casi tan alto como él, este hombre era obviamente Anubis, el
dios egipcio de la muerte, los funerales y la momificación.
"Abajo, Cerberus. He sido invitado".
La voz del dios antiguo era tan oscura como poderosa. Transmitía fácilmente con él la sensación de hablar con
un gobernante de la muerte.
"Grrr..."
El perro guardián del inframundo obedeció la orden de este extraño, pero no parecía muy feliz por eso.
El dios con cabeza de chacal pasó junto al iracundo perro guardián y entró con determinación en el sombrío
castillo que lo esperaba.
Empujando las enormes puertas, Anubis fue recibido de inmediato por una hermosa mujer con suave piel
aceitunada y cabello negro como la tinta decorado con flores de primavera.
Llevaba un atrevido vestido negro que acentuaba sus impresionantes atributos y la hacía parecer un pedacito de
cielo en este abismal infierno.
"Señor Anubis. Eres el último en llegar, los demás ya te están esperando en el estudio de mi esposo". La mujer
habló cortésmente.
Anubis estaba bastante impresionado.
Era de conocimiento común que esta mujer odiaba a su esposo, sin embargo, ella podía referirse a él como tal
sin parecer como si estuviera a punto de vomitar después.
"Me veré allí. Gracias, Perséfone".
Antes de que la diosa de la primavera pudiera responder, el dios chacal comenzó a subir las escaleras para
unirse al resto de las figuras importantes que ya estaban presentes.
Cuando el dios estuvo fuera del alcance del oído, Perséfone finalmente abandonó todo su acto de dar la
bienvenida a la esposa y suspiró aliviada.
"Joder... ¿Qué diablos tiene ese bastardo tan alterado que en realidad invitó a los invitados aquí? ¡Nunca había
hecho algo así antes!"
Ella no sabía lo que había sucedido, pero su esposo había dejado su trono hace aproximadamente un día para
manejar algunos 'asuntos importantes'.
Cuando regresó, estaba tan conmocionado que ella nunca lo había visto. Inmediatamente había convocado una
reunión con ciertas entidades, declarándolo como un asunto de suma importancia.
Incluso la mención de su padre escapando del Tártaro no lo había aterrorizado tanto como ahora, dejándola
completamente perpleja y asustada.
¿Quién o qué era más aterrador que un titán de la creación?
Cuando Anubis entró en la sala de reuniones, los ojos de múltiples figuras reconocibles y famosas se posaron en
él.
Pudo reconocerlos a todos con bastante facilidad.
Sentada junto a un fuego abierto con el ceño fruncido en su rostro estaba una mujer que era tan temible como
sexy.
Vestida con su famosa capa negra que mantenía su hermoso aspecto, era positivamente seductora.
Del panteón nórdico, ella era Hel. La diosa de los muertos y gobernante de Helheim.
De pie a unos metros de ella había un hombre vestido de pies a cabeza con una túnica blanca con capucha.
Detrás de su espalda había ocho alas blancas como la nieve que parecían ser más suaves que las nubes.
Del panteón abrahámico, era Azrael. El ángel de la muerte encargado de guiar las almas de los mortales
fallecidos al más allá.
Sentado detrás de un escritorio con una mirada preocupada en sus ojos cansados estaba el hombre que había
llamado a todos estos seres de muerte a su hogar.
"Es tan raro que estés de humor para visitas, Hades. ¿A qué debo esta invitación poco característica?" preguntó
Anubis. "¿No me digas que finalmente te has vuelto solo?"
Hades ignoró el tono burlón del Chacal y le hizo un gesto para que se sentara. Anubis obedeció, pero solo porque
estaba interesado en lo que el dios griego de los muertos tenía que decir.
Una vez que Anubis estuvo sentado y todos los ojos estaban puestos en él, el dios cansado respiró hondo y
tembloroso antes de hablar.
"Necesito saber... ¿Le ha pasado algo a las bestias primordiales dentro de sus panteones?"
"Tendrás que ser más específico, Hades…" preguntó Azrael.
Había muchas bestias primordiales y vigilarlas a todas era casi imposible.
Hades se dio cuenta de que efectivamente se había adelantado y colocó una mano sobre su pecho para calmarse.
"El trihexa, Nidhoggr o Ammit".
"Mi mascota está bien, no es que sea asunto tuyo". Hel respondió con frialdad.
"Ammit descansa junto a mi trono en mi reino. ¿En serio me llamaste aquí solo por esto?" Anubis gruñó.
Solo Azrael pareció caer en un profundo silencio mientras se preguntaba por qué Hades preguntaría tal cosa.
"¿Azrael?"
"... El trihexa permanece en el infierno durmiendo debajo del palacio de Lucifer".
Con la última pieza del rompecabezas confirmada, Hades dejó escapar un pequeño suspiro antes de llevarse una
mano a la frente.
"Esto no tiene ningún sentido... ¿Se está reformando sin sus restos?" Él murmuró.
"¿Finalmente te has vuelto senil aquí abajo?" Hel preguntó con frialdad.
"¡Honestamente! ¿Qué te pasa?" preguntó Anubis.
Hades miró hacia arriba para ver que estaba recibiendo miradas de dos de los dioses en la habitación, solo el
Arcángel pareció entender que sus palabras no eran meras divagaciones y ahora tenía una expresión similar de
miedo.
"¿Q-Qué pasa con Typhon, Ouroboros o Leviathan?"
Hel y Anubis no entendían por qué el ángel de la muerte de repente preguntaba acerca de los monstruos más
famosos, pero era extraño ver que la figura tranquila y serena habitual de repente se volvía errática.
"Tifón actualmente todavía está debajo de esa montaña bajo la que mi hermano lo puso, y Leviatán no se ha
movido de su lugar de descanso en lo que los humanos llaman la fosa de las Marianas. En cuanto a Ouroboros, es
casi imposible verificarlo ya que no se puede encontrar a menos que quiere ser".
Azazel posiblemente estaba aún más horrorizado que antes.
"¡¿DE QUÉ ESTÁN HABLANDO USTEDES DOS?!" Anubis finalmente rugió.
Todo este confuso ir y venir le estaba dando un enorme dolor de cabeza y estaba empezando a perder la
paciencia.
"Busca en tus registros el primer ser que haya sido asesinado". Dijo Hades.
Un rasgo único entre los seres de la muerte más poderosos era que todos estaban separados del concepto
original de la muerte misma.
Por lo tanto, el interior de sus mentes era como una biblioteca que contenía las muertes de todos los seres de la
historia.
Los dioses se tomaron un momento para cerrar los ojos y concentrarse, pero una vez que lo hicieron, sus
expresiones se llenaron de confusión.
"¿Qué es eso?"
"¿Qué tiene que ver esa monstruosidad con las bestias primordiales?"
Azarael se tomó la libertad de explicarles a las dos entidades mortuorias más jóvenes en la habitación.
"Él es el primero de los Chalkydri y el que buscó terminar con la creación incluso antes de que comenzara. Tras
su muerte, sus restos se dividieron y, finalmente, cobraron vida propia".
Los jóvenes dioses no necesitaron preguntar qué podrían haber sido esos restos.
Eran los monstruos y deidades más temidos de toda la creación.
El trihexa que se dice que camina sobre la tierra cuando Lucifer finalmente declara la guerra a la raza humana.
Nidhoggr, el malvado dragón que roe las raíces del árbol del mundo con el objetivo de entrar finalmente en el
mundo de los mortales.
Ammit, el espeluznante híbrido de cocodrilo, león e hipopótamo que devora corazones impuros y condena a los
humanos a la eterna inquietud.
Typhon, la terrible bestia de la destrucción que es temida incluso por el rey de los atletas olímpicos y es
ampliamente vista como el padre de todos los monstruos.
Leviatán, la bestia primordial de los mares y diosa de todos los que habitan en sus profundidades.
Ouroboros, la serpiente cósmica que se come su propia cola para saciar su hambre y codicia sin fin. Se dice que
simboliza el infinito y todo lo que nunca termina.
"Pero entonces, ¿cuál es el fragmento final?" preguntó Anubis.
En lugar de responder de inmediato, Hades hizo un gesto hacia el espacio que los rodeaba.
"Es el Tártaro. Si algo le hubiera pasado, todos nuestros reinos habrían sentido los efectos durante mucho
tiempo".
Como la personificación de todos los inframundos imaginables, la desaparición repentina de Tártaro tendría un
efecto desastroso en todos ellos. Los trillones de almas que albergaba serían liberados de repente, junto con los
prisioneros encerrados en sus profundidades más oscuras.
"¿Qué te hace pensar que está resucitando si todos sus fragmentos aún están separados?" Hel preguntó con
desconfianza.
"Porque lo he visto. Es el mismo ser por el que Jaldabaoth ha puesto una recompensa".
No hace falta decir que todos en la sala habían escuchado la historia del mortal que de alguna manera había
despreciado al dios de la destrucción y la creación, y ahora vivía actuando bajo la influencia del caído Lucifer.
Era la primera vez en miles de años que todos los dioses y seres superiores discutían el mismo tema.
¿Qué tiene de especial este mortal para que el precio de su cabeza sea tan alto e ilícito toda esta atención?
Ahora lo sabían pero seguían siendo los únicos.
El secreto del primer dragón y su muerte son historias que han sido sepultadas por las arenas del tiempo. La
única razón por la que Azrael lo sabía es porque su señor es el que realmente mató a la bestia.
Hades lo sabía porque no hay mucho que hacer en el inframundo griego con Thanatos actuando como su
ayudante, por lo que pasó varios siglos revisando los registros de cada ser que alguna vez murió.
Como los dos dioses más jóvenes presentes, Hel y Anubis nunca habían oído hablar del primer Chalkydri ni se
habían dado cuenta de que existía.
"¿Y qué si un viejo dragón está resucitando? No puede poseer ni una cuarta parte de su poder original si no tiene
sus restos". Hel se burló.
Hades esperaba este tipo de reacción de la diosa helada.

Sentado en su silla, los ojos de Hades ardían con una luz roja infernal mientras trataba de transmitir la seriedad
de la amenaza que todos enfrentaban.
"Tienes razón, Hel. No lo hace. Pero hay más que deberías escuchar antes de descartar mis palabras con tanta
indiferencia".
Capítulo 173 ¿Qué hacemos?

Cuando Hel miró a los ojos de su compañero dios de la muerte, se dio cuenta de que la gravedad de este asunto
era mayor de lo que había pensado inicialmente.
"Para empezar, vive en el mundo de la diosa madre. Eso significa que su ascenso a la divinidad es inminente".
Era bien sabido que el mayor porcentaje de nuevos inmortales surgieron del propio reino de Asherah.
Algunos incluso habían comenzado a especular que estaba levantando dioses para algún propósito mayor y que
una posible guerra era inminente.
Aunque contra quién, nadie lo sabía con seguridad.
"No solo eso, sino que el abismo de alguna manera también lo ha conocido y busca convertirlo en el próximo
gobernante".
Un escalofrío recorrió repentinamente la habitación.
Entre los gobernantes de la muerte, la mención del abismo era un tabú particular.
Debido a que las almas de los caminantes del abismo eran tan volátiles e inestables, ninguno de sus reinos podía
sostenerlos.
Como resultado, el ejército del abismo era esencialmente inmortal ya que si uno de ellos moría, sus almas
simplemente regresaban al lugar desde el que fueron convocados, esperando la oportunidad de ser llamados
nuevamente.
El que controla la vida y la muerte de todos los miembros del abismo es el Uma-Sarru.
Sin su permiso, a nadie en el abismo se le permite morir permanentemente.
Como resultado, incluso los espíritus de los reyes anteriores siguen activos en forma de fantasmas que actúan
como asesores del rey actual.
Su trabajo también es buscar a ciertos individuos de toda la realidad con la promesa necesaria para convertirse
en el próximo gobernante.
Nadie sabe cuándo detendrán esto, pero los dioses más antiguos teorizan que no terminará hasta que esos
viejos bastardos hayan encontrado a quien creen que es el único rey verdadero.
"¿Lo quieren como su señor supremo? ¡¿Cómo puedes estar seguro?!" preguntó Anubis.
"Sus hechizos". explicó Helios. "La magia que usa está corroída, profana por el poder de Tehom". Esta era una
señal reveladora de que uno estaba siendo considerado como candidato al trono y estaba en posesión de al
menos una bendición.
Los caminantes regulares del abismo no pueden usar magia fuera de su hogar, dejando su candidatura potencial
como la única teoría viable.
"¿Entonces lo matamos? No se puede permitir que un potencial tan grande como el suyo caiga en sus manos".
"¿Cómo? Incluso en circunstancias normales, no se nos permitiría matar a un mortal directamente, pero debido
a que está en el reino de la madre Asherah, no tenemos ningún tipo de poder o influencia".
"Creo que ustedes se están olvidando de algo, si el padre de todos lo mató una vez, puede hacerlo de nuevo.
Seguramente no permitiría que esta bestia se levantara de nuevo si realmente representara un peligro tan
grande". Hel planteó un punto válido y todos los ojos se dirigieron simultáneamente hacia el arcángel.
El rostro de Azrael se puso pálido y tenía una expresión nerviosa. "Padre... se ha retirado al árbol de la vida. Ha
elegido no interferir más en la vida de sus creaciones".
"..."
"..."
"..."
Parecía que ninguno de los dioses iba a hablar, hasta que Hel finalmente dijo las palabras que todos estaban
pensando.
"¡¿QUÉ?!"
"¡¿CÓMO PUEDE DESCANSAR EN SUS LAURELES CUANDO UNA AMENAZA TAN GRANDE COMO ESTA SE
ACERCA SOBRE NUESTRAS CABEZAS?!"
"Estamos jodidos…" Hades murmuró mientras pasaba una mano por su desordenado cabello negro.
Azrael aparentemente esperaba esta reacción y trató de mantenerse firme frente al pesimismo abrumador de
los dioses.
“El descanso del padre fue una sorpresa para todos nosotros en la ciudad blanca pero es bien merecido. Como
sus hijos debemos confiar en su visión y seguir preservando el equilibrio que él ha creado”.
El ángel de repente se volvió hacia Hades, quien parecía estar sufriendo una terrible migraña. "Dijiste que lo
viste. ¿Debo suponer que también pudiste interactuar con él?"
"Algo como eso."
"¿Cómo era él? ¿Te dejó algún tipo de impresión?"
"Él era..." Hades hizo todo lo posible para recordar su breve tiempo con Abaddon y encontrar las palabras para
describirlo mejor.
"Extraño."
Después de varios momentos de pensar, esa fue la única descripción que Hades pudo encontrar para encajar con
él.
El dios griego luego pasó a explicar cómo se encontró con Abaddon en primer lugar.
Todos los seres superiores escucharon con atención, Hel se interesó particularmente cuando Hades mencionó la
belleza divina de los mortales que era incomparable incluso con los dioses masculinos.
Sin embargo, todos los pensamientos que ella pudo haber tenido sobre mantenerlo vivo como una
mascota/consolador viviente se disiparon con sus siguientes palabras.
"No sé cómo sucedió, pero de alguna manera obtuvo los elementos de muerte, sangre, relámpagos, hielo, fuego,
oscuridad y espacio".
"...Tú... Estás bromeando... ¿verdad?" preguntó Anubis.
Cuando Hades sacudió su cabello en negación, parecía como si todo el aire hubiera sido succionado de la
habitación.
Incluso los dioses no pueden manejar tantos elementos opuestos dentro de su cuerpo.
A lo sumo, los dioses de la destrucción solo pueden considerar el fuego, la tierra, el agua y el viento como
representación de los desastres naturales.
El conocimiento de que un mortal tenía más elementos que algunos de los dioses más poderosos que existen
provocaría una cantidad infinita de ira.
Parecía que cuanto más aprendían sobre este nuevo enemigo, más difícil se volvía comprender cómo una
entidad así podría haber llegado a existir en primer lugar.
"¿Qué podemos hacer? ¿Continuar con la esperanza de que de alguna manera muera a manos de uno de esos
dioses que se han llevado la recompensa?"
"No... Cualquier desafío que le lancen esos debiluchos solo servirá para fortalecerlo y agitarlo. Necesitamos un
enfoque diferente".
Después de otro momento, Anubis planteó una pregunta que antes se había pasado por alto. "¿Ya está en la cima
de su mundo?"
Hades lo pensó solo un momento antes de sacudir la cabeza.
"Hay algunos mortales ahí abajo que están por encima de él. Un par podría incluso matarlo con relativa facilidad
a pesar de todos los trucos que actualmente tiene bajo la manga".
"Entonces deberíamos contactar a uno de ellos. Tienes una mazmorra en su mundo, lo que significa que tienes
un punto de apoyo".
"Como sabes, mi influencia es muy limitada. No puedo atravesar la barrera como un caminante del abismo y
enviar un mensaje para que lo escuche cualquier semidiós al azar".
La verdad de las palabras de Hades hizo que todos los presentes cayesen en profunda contemplación una vez
más.
Parecía que continuamente estaban sacando espacios en blanco, hasta que Hel sugirió una idea inestable.
"¿Qué pasaría si... no te rasgaras y en su lugar te deslizaras por las grietas?"
"¿De qué estás hablando?" preguntó Hades con curiosidad.
"Tendrás que seguir el mismo método que los sarras del abismo. Deja atrás el sesenta por ciento de tu poder y
viaja al mundo de los mortales".
En verdad, la idea de Hel era bastante simple y parecía ser la solución más obvia.
Entonces, ¿por qué ningún dios había hecho esto antes? La respuesta es aún más simple.
Los dioses tienen MUCHOS enemigos. Otros dioses, monstruos y criaturas de diversos horrores casi siempre
buscan quitarles.
Como resultado, la idea de dejar atrás voluntariamente su poder es algo que casi todos los dioses nunca
considerarían en un billón de años.
Tan pronto como Hades escuchó la proposición de Hel, sus ojos rojos brillaron vibrantemente para indicar su
creciente ira.
"¡Cerda intrigante! ¿De verdad crees que podría caer en tus engaños?"
La diosa nórdica no tomó amablemente los insultos a sí misma y sus ojos también comenzaron a brillar con un
verde enfermizo.
"Ahórrate tus acusaciones, cachorro. Si queremos prevenir ciertos desastres antes de que comiencen, entonces
se deben hacer ciertos sacrificios. No tengo ningún interés en conquistar tu miserable reino".
Anubis observó todo esto con una mirada neutral.
Tampoco estaba interesado en reclamar el territorio de Hades, pero entendía de dónde venía el miedo.
"Suficiente... me iré".
Los tres pares de ojos de repente se dirigieron al ángel de la muerte que había estado particularmente callado
en los últimos minutos.
"A diferencia de todos ustedes, no tengo un reino que gobernar". recordó. "Estará bien si me aventuro a Dola por
un día o dos".
Los dioses de la muerte finalmente se relajaron, pero Hades en particular miraba al ángel con recelo. "¿No te
preocupa que uno de nosotros intente robar tu poder mientras estás fuera?"
"Por supuesto que sí." Azrael se burló cuando comenzó a salir de la habitación ahora que la reunión
aparentemente había terminado.
"Es por eso que lo dejaré con los dos seres de los que tendrás más dificultades para quitárselo".
La puerta se cerró con un clic y Azrael se preparó para regresar a la ciudad blanca.
En el camino, el arcángel no pudo evitar la sensación de que podría haber estado pasando por alto algo.
'¿Sabías que esto iba a pasar, padre? Y si es así, ¿este sirviente está interfiriendo en tu voluntad?'
Por primera vez en eones, estaba realmente perplejo en cuanto a cuál podría ser el plan de su padre o si incluso
tenía uno.
Pero considerando la identidad de la bestia, le estaba costando creer que Yahweh no sabía de su regreso.
Mientras Azrael salía del palacio de Hades y contemplaba el cielo rojo oscuro, oraba ahora más que nunca por
algún tipo de iluminación.
"Mi padre... Tu ausencia pesa más de lo que jamás podrías imaginar".
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Capítulo 174 ¡¿Desaparecido?!

Había pasado una semana y era hora de que Mammon entregara los materiales que había solicitado su
compañero de pecado.
Acompañado por veinte carruajes cargados con los materiales de construcción más caros y raros de todo Dola,
junto con más de cincuenta demonios, estaba ansioso por sacar este asunto del camino para poder finalmente
tener en sus manos una suculenta súcubo u ocho.
Sin embargo, sus planes se vieron bruscamente interrumpidos cuando llegó a la ciudad de Luxuria y descubrió
que estaba completamente desierta.
Las calles, las casas e incluso el muro que dominaba la ciudad, estaban completamente vacíos.
"¡¿Qué diablos está pasando?!"
"¡Quiero dejar esta mierda y correrme ya!"
"¿Celeste? ¿Marianne? ¿Ustedes dos se escaparon de mí...?"
"¡Oye! ¿¡Qué te dije acerca de tratar de convertir a las putas en amas de casa!?"
Naturalmente, cuando los hombres no vieron las caras bonitas por las que habían venido aquí, se pusieron
particularmente furiosos y ruidosos.
Mammon no hizo ningún intento por calmarlos, su mente antigua ya estaba trabajando horas extras para
descubrir por qué la ciudad podría estar vacía.
'Parece que se fueron a toda prisa, una gran cantidad de artículos personales todavía están aquí. ¿Era un
enemigo? No puede ser eso, no hay signos de daños.
El rey de la codicia no encontraba una explicación.
"¡Están regresando!"
Justo cuando estaba a punto de gritar de frustración, uno de sus soldados señaló una gran horda de demonios
que se acercaba a la puerta desde el este.
Incluso desde aquí, Mammon podía sentirlo.
'Algo está mal.'
Todo el grupo exudaba pura negatividad.
Al frente, Audrina caminaba junto a una mujer elfa oscura y una niña que montaba una extraña bestia que
parecía un cruce entre un león y un perro.
Era quizás el triple del tamaño de un oso grande, con un pelaje dorado tan brillante como el sol. Quizás debido al
tipo de maná con el que se había alimentado, su melena rizada estaba hecha de llamas negras. Sus enormes
colmillos eran más como colmillos, dando a esta bestia feroz una apariencia aún más horrible.
Incluso desde una distancia de más de 100 yardas, Mammon pudo ver que sus brillantes ojos rojos y dorados se
enfocaban en los demonios desconocidos que se encontraban a su alrededor.
'¡¿Un Komainu?!' Mammon gritó internamente.
¡¿Por qué parecía que su sobrino siempre obtenía cosas tan buenas?!
Los komainu son bestias piadosas a las que comúnmente se les llama leones guardianes.
Como sugiere el nombre, son protectores feroces y también bestias bastante poderosas. ni siquiera deberían
estar en este mundo, pero aquí uno era tan claro como el día.
A medida que el grupo se acercaba más y más, Mammon pudo notar que Audrina tenía una mirada bastante fea
en su rostro. 𝚛nnr𝚛a𝚛.𝚛𝚛𝚛
Fue una mezcla de frustración y pánico total, lo que hizo que Mammon se preocupara aún más por lo que podría
haber sucedido en la semana que le llevó reunir los materiales.
Cuando las dos partes se encontraron, rápidamente llegó al meollo del asunto en cuestión. "¿Qué pasó? ¿Por qué
todos ustedes se ven como alguien que acaba de ver a su esposa ser arada?"
Audrina tomó varias respiraciones temblorosas. "Mi hija desapareció hace cinco noches. Todos la hemos estado
buscando incansablemente desde entonces".
Mammon miró detrás del vampiro y vio que, aparte de los rabisu, que no mostraban expresión todo el tiempo,
todos los demonios presentes parecían estar molestos por su princesa desaparecida.
A decir verdad, al rey demonio no le importaba que faltara un niño humano, pero sí le importaba que fuera el
hijo de Abaddon el que desapareciera.
Esto podría descarrilar todos sus planes futuros.
Mammon no sabía mucho sobre su sobrino pero sí sabía que ponía a su familia por encima de todo.
Si regresaba a casa para encontrar a su hija desaparecida, olvídese de construir, todo este continente sería
arrasado hasta que ella fuera devuelta y los responsables ya no tuvieran aliento.
"Me cuesta creer que alguien pueda colarse en tu casa y llevarse a tu hija".
Eso era algo que Audrina tampoco podía entender.
Cuando Mira se acercó a ella hace unas noches y le dijo que su hermana no estaba, Audrina pensó que Thea
simplemente había ido al baño o algo así.
Incluso mientras descansaba, Audrina observaba constantemente la totalidad de su casa con sus sentidos.
No había absolutamente ninguna forma de que una entidad extranjera se colara en su casa sin que ella se diera
cuenta.
Entonces, ¿eso significaba que Thea se fue voluntariamente? Y si es así, ¿adónde fue?
Después de buscar incansablemente durante días, finalmente tuvo que cancelar la búsqueda.
Se suponía que el resto de la familia regresaría hoy y Audrina estaba tratando de reunir el coraje para
enfrentarlos y decirles que había perdido a su precioso hijo.
"¡Las reinas están llegando!"
En el horizonte, un enorme dragón volaba más cerca con un pequeño ejército a cuestas.
Cuando llegaron a través de las puertas de la ciudad, los ciudadanos se inclinaron para mostrar su respeto,
mientras miraban en silencio a los 400 o más recién llegados que los acompañaban.
Vampiros, enanos, fénix, lobos de guerra y varios otros hombres bestia miraban a su alrededor como si no
pudieran creer que fueran reales.
Para aquellos que nunca habían experimentado la vida fuera de una instalación, este lugar era nada menos que
celestial.
"¡Estamos de vuelta!" Bekka llamó alegremente.
"¡Oh, los materiales están aquí!" Valerie se emocionó de inmediato y su pasión como artesana ardió con
renovada intensidad.
"¿Mira...? ¿En qué estás montado?" Lisa no podía concentrarse en nada más que en la gran bestia parecida a un
león sobre la que su linda hija estaba montada.
Después de otro momento, todas las mujeres notaron el estado de ánimo extraño y deprimente entre la gente y
su familia.
Los ojos de Lailah inmediatamente se encontraron con los de Audrina y Mira, y vio fácilmente que las dos
estaban muy perturbadas por algo.
En este momento, a ella no le importaban los nuevos ciudadanos o cualquier negocio por el que Mammon había
venido.
Todo lo que importaba era descubrir por qué su hija y una de sus mejores amigas tenían una mirada tan
lamentable en sus rostros.
"¿Qué pasó?"
Antes de responder, Audrina abrió y cerró la boca varias veces como un pez, completamente incapaz de
expresar la situación actual.
Frustrada, levantó una cúpula de sombras a su alrededor y al resto de su familia, dándoles total privacidad
desde el exterior.
Sin más extraños al tanto de su conversación, Audrina finalmente abandonó su personalidad exterior helada
mientras caía de rodillas sollozando incontrolablemente.
"¡Lo siento mucho! ¡Buscamos por todas partes durante días pero no podemos encontrar a Thea!"
Entre sollozos ahogados, Audrina les contó todo a las niñas sin ocultar un solo detalle.
Esperó a que le gritaran, que la llamaran mala madre e indigna de ser parte de su familia.
Como era de esperar, nada de eso sucedió.
El vampiro fue repentinamente bombardeado con cálidos abrazos de todos los miembros de su familia sin
excepción.
"No es tu culpa, hiciste todo lo que pudiste".
"La encontraremos juntos".
"Esto no es algo que deba ser solo tuyo".
Después de varios minutos de mimos, Audrina finalmente pudo recuperar la compostura y ahora era imposible
decir que había estado llorando increíblemente fuerte hace unos momentos.
"Gracias chicas... Pero, ¿qué hacemos...?"
Subconscientemente, todos los ojos se dirigieron a Lailah.
Aunque no era la mayor, su posición como primera esposa y su pensamiento racional hicieron que sus palabras
tuvieran mucho peso dentro del grupo.
"Por ahora... Deberíamos arreglar los asuntos aquí mientras esperamos que regrese el esposo. Cuando llegue
aquí, estoy seguro de que querrá salir y comenzar a buscar él mismo".
Lailah, por supuesto, estaba preocupada por Thea tanto como todos los demás, si no más.
Sin embargo, eso no significaba que pudiera perder la cabeza de inmediato y salir a buscar a Thea sin pistas
reales sobre dónde comenzar a buscar.
Por ahora, lo mejor que podían hacer las esposas era esperar a que Abaddon regresara y rezar para que no fuera
demasiado tarde para salvar a su preciosa hija del horrible destino que le había tocado.
'No puedo creer que esté haciendo esto...'
"¡¡¡YAHOOOOO!!!!!"
*Suspiro.*
Después de finalmente despejar las cuatro mazmorras, Abaddon y Malenia finalmente estaban de camino a casa.
Normalmente, el viaje habría terminado en un instante, ya que el dragón tenía el poder de abrir las puertas de
cualquier lugar en el que hubiera estado anteriormente.
Desafortunadamente, Malenia se había quejado de que no quería que su recompensa terminara tan pronto y
exigió que le permitiera volver a casa en su espalda.
Su negativa fue rápida e inmediata.
Sin embargo, el ángel caído no dejó que este asunto fuera fácil y después de varias rabietas y unos pocos galones
de lágrimas, Abaddon finalmente cedió y permitió que ella se subiera a su enorme espalda escamosa.
Y así, la escena de un vertiginoso ángel caído cabalgando felizmente sobre el lomo de un dragón de dos cabezas
pudo ser vista por el mundo por primera vez.
Con su hogar a la vista, Abaddon no podría haber estado más eufórico de haber estado finalmente un paso más
cerca de estar en el abrazo de su familia.
No hace falta decir que un dragón de dos cabezas que tenía más de setenta metros de altura y tenía una
envergadura lo suficientemente grande como para tapar el sol no era muy difícil de detectar y la gente de
Luxuria ya se había alineado en las calles para darle la bienvenida.
Aterrizando en el suelo, Abaddon volvió a cambiar a su apariencia humana y arrebató a Malenia de su espalda.
"¡Eso fue tan divertido!"
"No volverá a pasar."
"¡Aww! ¡No digas eso maestro!"
Ignorándola, Abaddon miró a su gente que se inclinaba ante él.
"¡BIENVENIDO A CASA, REY DEMONIO ABADDON!"
La multitud fue respetuosa y entusiasta en su saludo, pero fácilmente podía sentir un poco de miedo mezclado.
"Marido."
Acercándose desde la mansión estaban sus cinco esposas junto con Eris y Mira.
"¿Chicas? ¿Ha pasado algo? ¿Y dónde está Thea?"
Las calles se llenaron de silencio y cualquiera que no fuera de la familia real no pudo evitar bajar la cabeza al
suelo.
¿Cómo reaccionaría el rey?
¿A quién culparía?
¿Su gente?
¿Sus soldados?
¿Cuántas personas morirían cuando el rey se enterara de que una de sus amadas hijas había desaparecido?
Con todas estas preguntas en mente, Lailah abrió lentamente la boca para darle la noticia al dragón demoníaco.
Capítulo 175 ¡No eres gracioso!

"Thea ha estado desaparecida durante cinco días... Parece que desapareció en medio de la noche". Lailah
finalmente dijo con gran dificultad.
Silencio.
Las calles se volvieron tan silenciosas que los ciudadanos podían escuchar la sangre fluir dentro de sus propios
cuerpos.
Incluso el viento había dejado de soplar, aparentemente sin querer tener nada que ver con la ciudad que se
había paralizado por completo.
Expandiendo sus sentidos, Abaddon se dio cuenta de que no podía sentir ningún rastro de Thea.
Mirando los rostros de su familia, su dolor se multiplicó.
Lisa, Audrina, Valerie, Bekka y Lailah parecían absolutamente desconsoladas.
Pero quizás fue el rostro de Mira lo que más lo afectó.
Su pequeña niña estaba conteniendo las lágrimas mientras le devolvía la mirada, y eso fue suficiente para que él
finalmente rompiera.
¡Boom!
Un pilar oscuro de puro odio brotó del cuerpo de Abaddon y atravesó el cielo.
El viento que desapareció antes había regresado con fuerza, envolviendo a Abaddon en un feroz torbellino que
dificultaba que los ciudadanos más débiles permanecieran erguidos.
"¿¡Quién se atreve... QUIÉN SE ATREVE!?!?"
El rugido de odio y angustia de Abaddon atravesó el cielo por millas, infundiendo un terror inconmensurable en
los corazones de todos los que lo escucharon.
El aura asesina del dragón era tan palpable que en realidad se había vuelto física. Su deseo de correr
desenfrenado luchando con su necesidad de encontrar a su hija mayor.
'¿A quién necesito matar?'
'¡Podemos matar a todos!'
'¡Teñiré este mundo de rojo hasta que ella sea devuelta!'
Sus esposas y su hija realmente no sabían lo que iba a pasar a continuación.

Todos habían pasado mucho tiempo con Abaddon y habían visto muchos aspectos diferentes de su
personalidad.
Pero ninguno de ellos lo había visto nunca tan enojado como este.
Estaban absolutamente seguros de que su próxima acción sería algo catastrófico y sangriento, que resultaría en
la muerte de muchas personas o de quien fuera responsable.
Lo que sucediera primero.
Sorprendentemente, sucedió exactamente lo contrario.
Mientras Abaddon se enfurecía y se lamentaba internamente por la desaparición de su hija, su rostro de repente
mostró rastros de incredulidad, luego conmoción, seguida de una leve molestia.
Su temible aura fue absorbida nuevamente por su cuerpo y le dio a sus esposas una mirada inexpresiva.
"... Ustedes, chicas, no son graciosas". Abaddon dijo secamente.
Laila: "..."
Bekka: "..."
Lisa: "..."
Valeria: "..."
audrina: "..."
"... ¿Eh?" Mira preguntó por el grupo.
El dragón suspiró mientras se frotaba las sienes. "Lo admito, fue una buena broma y estoy impresionado de que
consiguieras que Mira y el resto de los ciudadanos también siguieran el juego, pero no me asustes así, ¿de
acuerdo? Casi pierdo todo el control allí".
No sabía cómo su familia podía engañar tan bien sus sentidos, pero tenía que admitir que estaba parcialmente
impresionado.
A estas alturas, todos en la calle se miraban de un lado a otro.
¿Broma?
¿Seguir la corriente?
¿Broma?
¡¿Por qué el rey siquiera pensaría que sus demonios jugarían con él de esa manera?! 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
¡Había formas menos dolorosas de morir!
Valerie finalmente se recuperó de su estupor y miró a su esposo como si le costara mucho seguir el ritmo. "Mi
amor… ¿De qué mierda estás hablando-"
"¡La A!" Audrina de repente exclamó.
El resto de la familia miró a la reina vampiro de la misma manera que miraban a Abaddon.
Les tomó un segundo, pero eventualmente todos pudieron sentirlo.
El aura de Thea que no se podía sentir por ningún lado hace un momento, de repente volvió más fuerte que
nunca y provenía de su propia casa.
"¡Es realmente ella!"
"¡Mi bebé!"
"¡Hermana!"
"¡Mami viene querida!"
"¡Ella está de vuelta!"
En sincronía, todas las mujeres de la familia comenzaron a correr o volar hacia la mansión lo más rápido que
podían.
En lugar de seguirlos de inmediato, Abaddon se disculpó con sus ciudadanos por asustarlos y abrió una puerta
directamente a la habitación de Thea y Mira.
No estaba seguro de si debería castigar a su pequeña alborotadora por aceptar esta idea extravagante o
aplaudirla por ser capaz de esconderse incluso de sus sentidos.
'¿De verdad va tan bien el entrenamiento con Absalom?' El se preguntó.
Al atravesar el portal, Abaddon fue recibido por la habitación rosa brillante habitual de la niña que estaba llena
de animales de peluche.
Sin embargo, había una cosa dentro que no parecía pertenecer.
¡Bang!
En lugar de tomar la puerta principal, las esposas y la hija de Abaddon volaron directamente al balcón y
entraron al baño de las niñas.
"¡Thea! ¿Dónde has... estado?"
Todas las mujeres se detuvieron junto a Abaddon, que también tenía problemas para creer lo que estaba viendo.
Sentada cómodamente en la cama estaba una mujer joven que aparentemente tenía alrededor de dieciséis años.
Vistiendo pantalones negros simples con una camisa blanca con botones y un chaleco azul, su atuendo no era
nada notable.
Sin embargo, nadie podía prestar mucha atención a eso, especialmente cuando la joven era tan hermosa.
Piel blanca cremosa, cabello rubio inmaculado y ojos azul cielo eran solo la punta del iceberg.
La joven exhumaba una bondad natural y un carisma que la hacían sumamente simpática aunque no
pronunciara una sola palabra.ραпdα `n?ν?| com
"¿La A?" Abaddon llamó vacilante.
Como era de esperar, la joven sonrió antes de levantarse y arrojarse a los brazos de su padre.
"Perdón por irme, pero ya estoy en casa..."
- Unos momentos antes.
Thea se encontró cara a cara con la mujer que la había entrenado durante todos estos años.
Después de incontables horas de tortura discutidas como entrenamiento físico, finalmente había considerado
satisfactorio el progreso de su alumno.
"Finalmente ha llegado el día en que no tengo nada más que enseñarte, Thea. Debo decir que has superado todas
mis expectativas".
Sin embargo, Thea no parecía feliz por alguna razón, un hecho que su maestro no pasó por alto.
Tomando su rostro entre sus manos, una vez más trató de prepararla para lo que ya sabía que vendría.
"No me llores. Sabes que ya me fui hace mucho tiempo".
Una sola lágrima cayó del rostro de Thea. "Maestro, no creo-"
"No necesitas pensar en este niño. Debes regresar con tu familia, y finalmente debo encontrar mi descanso
eterno". Ella lo consoló.
La mujer levantó una mano con garras hasta el rostro de Thea y secó suavemente las lágrimas. "Si pasas tu
tiempo llorando a alguien que ya murió hace mucho tiempo, ¿cómo piensas llevar una vida plena?"
El peso de esas palabras golpeó como un yunque, pero aun así, Thea no pudo evitarlo.
En los cinco años que había pasado en este reino, ella y su maestro se habían vuelto muy cercanos cuando no
estaba tratando de matarla con entrenamiento.
No había forma de que su partida no afectara a Thea al menos un poco.

"Que esta sea la última vez que llores, Thea. Mi heredera no puede ser alguien que se deja abrumar tan
fácilmente por sus emociones".
Finalmente, sus palabras parecieron tocar la fibra sensible de Thea cuando recuperó el control de sí misma y la
mirada que le dio a su maestro cambió repentinamente.
Ya no era desgarrador no poder soportar ver partir a alguien querido.
Se había convertido en la mirada de alguien que sabía apreciar algo hermoso, incluso sabiendo que nunca más lo
volvería a ver.
"Te lo prometo maestro, así será". Thea dijo con confianza.
Una sonrisa de satisfacción se extendió por el rostro de la hermosa y sobrenatural mujer.
"Entonces, ¿estás listo para la transferencia?"
Después de tomar una respiración profunda y temblorosa, Thea asintió. "Soy."
"Entonces... fue un placer enseñarte, Thea".
Con ese último adiós dicho, la mujer acercó sus labios a los de Thea y su cuerpo inmediatamente comenzó a
desmoronarse.
Comenzando a sus pies, su cuerpo se convirtió en puro polvo de estrellas que se arremolinaba y daba vueltas
alrededor del cuerpo de Thea.
Su beso no duró más de unos segundos antes de que todo su cuerpo se volviera intangible y ya no pudiera ser
vista.
El polvo de estrellas que antes era su maestro encontró la muñeca izquierda de Thea y tomó la forma de un
brazalete de plata, la señal de que la transferencia se había completado y Thea finalmente tenía el premio que
buscaba.
Al hacerlo, el cuerpo de Thea había cambiado hasta los mismos fundamentos de su ser.
Los seis finales tienen una habilidad especial para convertirse en uno con su portador, dándoles habilidades
poderosas y un potencial ilimitado.
Todavía era humana, pero ahora también era un arma viviente.
Sola de nuevo, Thea miró hacia el cielo.
Su maestro tenía la habilidad especial de acelerar el tiempo dentro de su reino divino.
Aquí habían pasado cinco años, pero fuera no habían pasado más de cinco días.
Pasarían varios cientos de años antes de que pudiera doblar el tiempo interior a su voluntad como su amo, pero
por ahora, era agradable tener un lugar tranquilo que fuera solo suyo.
Con el silencio instalado, Thea pensó en la familia que había dejado atrás en su mundo.
Se preguntó cuánto podría haber asustado a su familia cuando desapareció tan repentinamente en medio de la
noche.
"He querido tanto verlos durante tanto tiempo, pero ahora que ha llegado el momento, me siento un poco
nervioso..."
Sin embargo, su miedo a ser castigada fue completamente reprimido por su deseo de ver a sus seres queridos
después de tanto tiempo.
En una familia donde cada miembro es más fuerte que el siguiente, sintió que finalmente se había ganado su
lugar entre ellos.
"Vamos a casa."
Abaddon no podía creerlo.
Esta joven madura que se aferraba a él con tanta fuerza era en realidad su hija.
Era difícil de aceptar, pero su olor, aura y voz eran exactamente iguales.
Pero había una gran diferencia.
El poder que venía de su cuerpo estaba en un nivel completamente diferente al de hace una semana.
'Analizar.'
[Tea T******t
[ Raza : Humano / Heredero de The Witchblade
[ Estado : Sentimental
[Edad : 16
[ Tiempos Evolucionados : N/A
[Salud: 89,000
[ Fuerza : 45,000
[ Resistencia : 45,000
[Agilidad: 45,000
[ Maná : 45,000
-------------
Alguien me mandó un castillo mágico ayer....
R. Magia. Castillo.
....¡UN CASTILLO MÁGICO DE MIERDA!!!!!
Estoy seguro de que tengo que sonar como un disco rayado a estas alturas, pero estoy realmente muy
agradecido con todos ustedes que me apoyan en este esfuerzo mío y me motivan a crear.
Esto es un sueño hecho realidad santa mierda.

Capítulo 176 ¡Thea tiene tetas!

"Realmente eres tú..."
"Mi bebé es tan grande..."
"¿Cómo es esto posible?"
Todas las esposas murmuraron entre ellas mientras miraban a su ahora hermosa hija adolescente.
Cualquier alegría que sintieran por su regreso estaba luchando con la conmoción causada por su nueva
apariencia.
Los niños, sin embargo, son fácilmente adaptables.
"¡¡Hermana!!"
Mira se lanzó rápidamente alrededor de las piernas largas y delgadas de Thea. "¡Dejaste a Mira! ¿¡Cómo
pudiste!?"
Thea se rió entre dientes antes de separarse de su padre y tomar al dragón de hielo haciendo pucheros en sus
brazos.
"Lo siento hermanita. E-Fue una especie de impulso del momento y yo solo-"
Desafortunadamente, a Mira ya no le importaba quedarse atrás. Un problema más importante ahora estaba
presionado contra ella.
O más específicamente, dos problemas de forma agradable y tamaño moderado.
"¡Thea tiene tetas! ¡Mira también quiere tetas!"
"¡Ack!"
El rostro de Thea se puso rojo como una remolacha y rápidamente trató de quitar las manos de Mira de su
pecho. "¡M-Mira! ¡N-No puedes tocarlos!"
"¡Entonces dale a Mira los suyos para que pueda tocarlos!"
"¡No puedo hacer algo así!"
"¡Mentiroso! ¡Thea está siendo egoísta!"
Mientras las dos chicas discutían por tonterías, Abaddon se dio cuenta de algo horrible.
Su hija ahora se había convertido en una hermosa joven.

¿Significaba eso que tenía que preocuparse de que los hombres de esta ciudad la aprovecharan?
¿Se casaría y formaría una familia propia pronto?
¡Aún no estaba listo para que su dulce chica lo dejara!
En silencio, envió un mensaje telepático a todos los demonios masculinos de la ciudad bajo su mando.
Esta es la única advertencia que recibirás. Si le pones un dedo encima a la segunda princesa, te sacaré los brazos
del cuerpo y te los meteré en la...
"¡¡La A!!"
Finalmente, parecía que las madres habían salido de su delirio y Thea fue repentinamente bombardeada con
feroces ataques de amor.
Audrina fue la primera, seguida de Bekka, Lisa, Valerie y Lailah.
El peso de todas las mujeres fue más que suficiente para tirar a Thea hacia atrás, lo que resultó en una enorme
pila de mujeres sollozando en el suelo.
"¿Q-Qué te pasó?"
"¡Estábamos tan preocupados!"
Tras asegurarse de que Mira no se asfixiara bajo los pechos de sus madres, Thea devolvió todos y cada uno de
sus abrazos.
Tomó un tiempo calmarlos a todos, pero una vez que estuvieron en condiciones de escuchar, Thea finalmente
pudo decir las palabras que habían pesado mucho en su corazón durante tanto tiempo.
"Lamento haberme ido tan repentinamente. Sé que debo haberlos asustado a todos, p-pero quiero explicar
dónde he estado durante los últimos cinco años..."
"""'""¡¿¡Cinco años!?!"""""
Con un suspiro, Thea comenzó a explicar todo, comenzando con el sueño que tuvo hace tantos años.
Ella les contó sobre su deseo de ayudar a defender a la familia y no ser el único miembro que tenía que sentarse
constantemente al margen.
Cuando comenzó a contarles sobre su amo y su entrenamiento infernal, algunas de las esposas se estremecieron
por completo mientras que Abaddon simplemente asintió con satisfacción. Estaba cada vez más impresionado
con su hija a medida que pasaban los segundos.
Al final de la historia, Thea levantó la muñeca para mostrarles todo el premio que había reclamado.
Una sencilla pulsera de plata sin marcas ni rasgos notables.
Era la definición misma de la palabra ordinaria.
"Este es uno de los seis finales de la realidad, la hoja de bruja. ¡Sé que puede no parecer gran cosa, pero te
prometo que es extremadamente poderoso!"
'¿Oh?' Abaddon inmediatamente formuló varias preguntas sobre el arma de su hija. ¿En qué se diferenciaba del
suyo? ¿Por qué ella ya podía usar la suya y él no? ¿Era su arma la razón por la que ya no era capaz de
evolucionar?
La madre y la hermana de Thea miraron fijamente la sencilla paz de las joyas.
Ciertamente no se veía muy brujo.
Y no se parecía a ningún tipo de espada que hubieran visto antes.
Pero por ahora, eso no era importante.
Todo lo que les importaba era que su hija estaba en casa y segura.
Bueno, casi todos ellos.
"Así que debes ser bastante fuerte ahora, ¿sí? ¿Quieres entrenar con tu madre favorita?" preguntó Bekka
alegremente.
"¿Qué te convierte en el favorito, bola de pelo? Thea quiere tomar su primer trago con su madre favorita REAL.
¿No es así, querida?"
Valerie había estado soñando con el día en que una de sus hijas tuviera la edad suficiente para beber y ¡hoy
finalmente era el día!
Lisa, Lailah y Audrina se burlaron de lo que aparentemente era un debate sin sentido.
Obviamente uno de ellos era el favorito, ¿no?
"¡No! ¡Tengo que mostrarle a mi hermana mi nueva mascota!" Mira sintió que su bestia sagrada era la cosa más
genial del mundo y no podía esperar a que su hermana mayor también la viera.
Thea abrazó impotente a los miembros de su familia que discutían. "Me he ido durante cinco años completos.
Quiero hacer todo con todos".
Abaddon no pudo borrar la sonrisa de su rostro. Evidentemente, su hija se había vuelto tan inteligente como
hermosa.
Buena salvada, Thea.

La familia se había reunido afuera en el patio trasero después de unos minutos más de abrazos.
Thea miró los terrenos en los que entrenó con su primer maestro hace tantos años y sintió un poco de nostalgia.
Bekka pronto se acercó a ella con dos espadas largas plateadas.
"Después de todo el entrenamiento del que nos hablaste, estoy seguro de que no tengo que tomármelo con
calma, ¿verdad?"
Thea sonrió y tomó una de las espadas del agarre de su madre. "Por supuesto que no, madre".
Cuando los dos guerreros tomaron sus posiciones, Abaddon consoló a Mira entre sus brazos haciendo un
puchero.
"Hmph... Mira también quiere entrenar..."
"Conozco a mi hija, pero ¿no quieres ver cuánto ha crecido tu hermana primero? Puedes entrenar con ella
después".
Sus palabras parecieron tranquilizarla aunque fuera un poco. Mira comenzó a analizar cada aspecto del cuerpo
de su hermana, desde su respiración hasta su postura e incluso la dirección de sus ojos.
¡Estudiaría a fondo a su hermana para poder derrotarla y obligar a Thea a darle a Mira sus propias tetas!
Si Abaddon hubiera podido escuchar los pensamientos de su hija en ese momento, se habría caído con el
corazón roto.
Por suerte para él, todo lo que podía decir era que Mira estaba estudiando a su hermana como una guerrera
experta.
Mis dos hijas se han convertido en guerreras tan capaces.
Mientras Audrina observaba la forma tierna en que su esposo miraba a sus hijos, se sintió abrumada por una
felicidad absoluta.
Tanto es así que había olvidado que tenía múltiples cosas importantes que contarles.
Después de quitarse el chaleco y arremangarse, Thea tomó una postura bastante relajada y esperó a que su
madre comenzara.
Mientras Bekka miraba la postura de su hija, el orgullo comenzó a hincharse en su pecho.
"Parece que está abierta de par en par, pero su conciencia es extremadamente alta".
Reconociendo que su hija la estaba invitando a dar el primer paso, Bekka se lanzó hacia adelante con la espada
levantada sobre su cabeza.
¡Clang!
Thea paró sin esfuerzo antes de esquivar a su madre y balancear su espada hacia su espalda.
Mostrando una agilidad insana, Bekka realizó una rápida inclinación hacia atrás y observó cómo la hoja de Thea
pasaba inofensivamente ante sus ojos.
Thea rápidamente intentó alterar la trayectoria de su espada para atravesar el estómago de Bekka, sin embargo,
el Hellhound le dio una patada en la mano para tirarla.
"Me di cuenta cuando la abracé antes, pero su cuerpo se ha vuelto bastante duro".
Bekka se volteó con gracia hacia atrás para poner algo de espacio entre ella y su hija.
Thea, sin embargo, no tenía la intención de permitir que su madre tomara un respiro y se abalanzó sobre ella.
"¡Excelente Thea! ¡Nunca le des a tu oponente un momento para recuperarse!"
"¡No debes aplaudir a tu oponente, madre!"
"¡Eres tan lindo que no puedo evitarlo!"
Si bien Thea quería estar molesta porque su madre realmente no se estaba tomando en serio este combate, no
podía encontrarlo dentro de sí misma.
¿Cómo podía culpar a su madre por divertirse cuando ella también lo hacía?
Su propia sonrisa no había abandonado su rostro desde que habían comenzado y no parecía que fuera a ir a
ninguna parte en el corto plazo.
Después de un tiempo, decidió dejar de luchar y simplemente divertirse.
¡Clang!
Cang!
¡Clang!
Thea y Bekka continuamente enfrentaban sus espadas y parecía que nunca se iban a cansar.
El manejo de la espada de Thea era elegante y refinado con toques de salvajismo calculado mezclados.
Bekka, por otro lado, era mucho más animal y se enfocaba en hacer movimientos extraños e impredecibles para
atrapar a su oponente con la guardia baja.
Los dos estaban aprendiendo mucho el uno del otro y su familia miraba el espectáculo con asombro.
Después de un tiempo, Bekka decidió que ya había tenido suficiente calentamiento.
Dejando caer su espada al suelo, levantó sus manos en las que estaban creciendo largas garras y pelaje negro.
"¿Todavía necesitas tiempo para calentar o puedes mostrarnos ese nuevo juguete tuyo?"
Thea reconoció que su madre finalmente se había puesto seria y respondió de la misma manera.
Dejando caer su espada al suelo, el brazalete de Thea comenzó a brillar con una luz blanca mientras se
transformaba en un guantelete negro adornado con extrañas joyas.
"¡Prepárate madre porque estoy a punto de mostrarte algo increíble!"
La sonrisa de Bekka se hizo tan amplia que ya no se notaba que tenía los ojos abiertos. "¡No esperaría menos de
una de mis hijas!"
Justo cuando las joyas en el guantelete de Thea brillaron una vez más, y su cuerpo sufrió un cambio drástico.
El metal del guantelete se derritió mientras subía por su brazo y hacía desaparecer su ropa.
En su lugar había un conjunto de armadura de lencería de metal negro que dejaba muy poco a la imaginación.
En sus piernas había un par de tacones negros metálicos hasta los muslos que la hacían lucir aún más alta y
madura.
Sus brazos estaban cubiertos con guanteletes oscuros con puntas de dedos con garras. Con un movimiento
rápido de su brazo, hojas oscuras de nueve pulgadas brotaron de su codo y muñeca.
Aunque quizás el mayor cambio de todos fue la propia Thea.
Su largo cabello dorado se había transformado en un profundo y rico color púrpura y sus ojos azules se habían
vuelto rojos con esclerótica negra.
Antes de que cualquiera de las chicas pudiera moverse para atacar, Abaddon apareció entre ellas en un instante.
"Lo siento chicas, tendremos que terminar aquí por hoy".
"Oooh..."
"Esposo, ¿¡por qué!?"
Abaddon suspiró mientras señalaba a su hija con armadura. "¿No puedes sentirlo? El poder que la atraviesa es
suficiente para destruir toda la casa".
"..." Bekka había estado demasiado absorta en su lujuria por la batalla antes para darse cuenta, pero ahora que
estaba más tranquila, podía sentirlo.
El potencial de su hija era... aterrador. La forma en que su poder había explotado repentinamente estaba mucho
más allá de lo normal.
Thea suspiró mientras deshacía su transformación y Bekka comenzó a hacer lo mismo.
Con la pelea terminada, la mente de Audrina finalmente fue lo suficientemente libre para recordar la
información que se le había escapado antes.
"¡Ahora lo recuerdo! Lailah, golpeé a tu madre y la tiré al sótano. Olvidé decírtelo".
Lailah parpadeó varias veces para permitir que las palabras de Audrina entraran en escena.
Desafortunadamente, eso no los hizo menos absurdos.
"...¿¡QUÉ!?"
Capítulo 177 Madre no apta

Chiir
Chiir
Chiir
El sonido de los tacones de Lailah resonó ruidosamente en el suelo de piedra y viajó a las oscuras profundidades
de abajo.
Sus ojos serpentinos rojos brillaban vibrantemente en la oscuridad, permitiéndole fácilmente ver su camino a
seguir sin perder un solo paso.
'Madre, ¿por qué no permitiste que viniera el padre?' Apofis preguntó desde lo alto de su hombro.
'Tu padre puede ser muy... temperamental cuando se trata de mí y del resto de nuestra familia, hijo mío. Si
escucha a mi madre insultarme, como estoy seguro de que lo hará, la mataría antes de que pudiera saber por
qué vino aquí o cómo encontró este lugar.
Lailah había comenzado a tener especial cuidado en incluir más a Apophis en las discusiones familiares.
Quería que él se diera cuenta de que él también era parte de la familia y, como resultado, obtuviera algún tipo de
comprensión de las emociones.
Cuando la joven bruja finalmente llegó a la celda de la mazmorra donde estaban encerradas su madre y sus
hermanas, resistió el impulso de reírse a carcajadas.
Su madre parecía estar absolutamente exhausta, sin maná, la herida que Audrina le había infligido no tuvo más
remedio que curarse de forma natural sin la ayuda de la magia.
El abdomen de Sei estaba envuelto en vendajes que parecían haber sido cambiados recientemente por una de
sus hijas.
Las tres mujeres miraron hacia arriba para ver un par de ojos rojos mirándolas en la oscuridad y unos verdes
brillantes sentados a su lado.
"¿Has venido a verme rogar? Tendré que decepcionarte, miserable". La voz helada de Sei solía aterrorizar a
Lailah, pero ahora, simplemente no estaba interesada.
Era como si estuviera escuchando las divagaciones borrachas de un loco.
"¿No lo sabes a estas alturas? Siempre estoy preparado para que me decepciones, tanto que ya no espero nada
de ti". Lailah respondió con calma.
Abrió la puerta de la celda de su familia y se arrodilló frente a ellos.

"Debo admitir que temía venir aquí para verte, pero esto ciertamente me está poniendo una sonrisa en la cara".
"¡Ahórranos tu voz miserable, hermana!"
"¡Tus burlas baratas no tienen peso!"
Dentro de la oscuridad, la hermosa sonrisa blanca de Lailah se podía ver junto con sus ojos.
"¡Esto es maravilloso! ¡Estaba tan preocupada de que ustedes dos pudieran haber perdido la columna vertebral
aquí en este miserable lugar y que no pudiera romperlos yo mismo!"
Antes de que cualquiera de las chicas pudiera ofrecer una sola réplica, Apophis se abalanzó a una velocidad
impresionante y mordió a ambas gemelas en el hombro.
Inmediatamente, el sonido de gritos llenó el aire mientras Meredith y Morigan se retorcían de dolor.
"¡¡¡AAAAGGHH!!!"
"¡MADRE, DUELE! ¡¡¡DUELE MUCHO!!!"
Finalmente, Sei mostró una apariencia de empatía cuando inmediatamente consoló a sus hijas.
"¡¿Qué les has hecho?! ¡Detente, ya has ganado! ¡No hay necesidad de llegar tan lejos!"
La ira burbujeó dentro del pecho de Lailah cuando las palabras de su madre llegaron a sus oídos.
"Por qué...?" Lailah preguntó mientras todo su cuerpo comenzaba a temblar de ira. "Ni siquiera me rogarás por
tu propia vida, pero ¿quieres que perdone la de ellos? Me disgusta ver a alguien como tú actuando maternal".
Como alguien con hijos propios, Lailah no podía comprender la idea de tener favoritos.
Aunque Apophis era el único que había creado técnicamente, amaba tanto a Thea como a Mira.
¿Por qué su madre los trataba de manera tan diferente?
¿La razón era realmente porque se creía que su talento estaba por debajo del de ellos?
¿Podría haber algún otro factor que ella desconociera?
'No... eso no importa.'
"Ya que me privaste de una madre amorosa, debería devolverte el favor y privarte de tener hijos vivos, ¿no es
así?" Lailah dijo con frialdad.
La sangre de Sei se heló en sus venas.
"¡N-No lo harías! Son tu hermana-"

¡Tortazo!
Lailah le dio a Sei una feroz bofetada que le llenó la boca de sangre caliente.
"No te atrevas a actuar como si yo debiera tener alguna apariencia de lealtad hacia esas bestias. Las únicas
hermanas que tengo son las otras esposas de mi esposo y no hay otras que merezcan tal título".
Sei no tuvo más remedio que rechinar los dientes mientras sus hijas seguían retorciéndose de dolor.
"Eres como ese bastardo de Helios... no tienes en cuenta las vidas que tomas".
Una vez más, otra oración inesperada tomó a Lailah con la guardia baja. "¿Qué ha hecho Helios para ganarse tu
ira? Podría enviarle un regalo si me gusta lo que escucho".
"¡Perra! ¡¿Destruyó a Barbello y quieres enviarle un agradecimiento?! ¡Vete a la mierda!"
Lailah tuvo que contener físicamente a Apophis para que no le mordiera el cuello y le llenara la garganta con su
veneno más doloroso.
"¿Destruyó a Barbello? ¿Qué pudo haber hecho que fue tan estúpido que reaccionó con tanta dureza?" Lailah
preguntó en un tono condescendiente.
Sei simplemente apretó los dientes y no respondió, pero en realidad, Lailah no esperaba que lo hiciera en primer
lugar.
No se molestó en absoluto al saber que su casa había sido destruida. Lailah pasó tanto tiempo encerrada en los
confines de su habitación que ni siquiera sabía cómo era la vida fuera del castillo hasta que se comprometió con
Abaddon.
"¡POR FAVOR HAZ QUE SE DETENGA!"
¡¡ME DUELE LO SIENTO!!
Los lamentos de Morrigan y Meredith le habían recordado una vez más a Sei la terrible agonía por la que
estaban pasando sus hijas.
"¡Por favor ayúdalos!" Suplicó Sei. "¡Haré lo que quieras, pero no les hagas daño!"
Con su madre y su mayor adversario finalmente destrozados, Lailah sintió una indescriptible sensación de
satisfacción.
Apofis.
'Madre...'
'Fufufu, está bien. No necesitas disiparlo por completo, solo deja el veneno latente en sus sistemas por un rato.
La serpiente obedeció, pero no se sintió bien al respecto.
Pronto, las dos niñas pudieron sentarse erguidas nuevamente y Lailah agarró a la ex reina bruja por el cabello.
Sei no emitió un solo sonido bajo el trato rudo de Leila y simplemente miró sus brillantes ojos rojos llenos de
desprecio.
"¿Quieres sus vidas sin valor? Está bien... Pero te costará todo el conocimiento encerrado en ese antiguo cerebro
tuyo". Lailah dijo con frialdad.
El hecho era que había muchas cosas que su madre podía enseñarle sobre magia.
La ex reina bruja era un pozo de conocimiento casi ilimitado y Lailah estaba absolutamente segura de que
también tenía un método para ayudar a aumentar su capacidad de maná.
Morrigan y Meredith querían desesperadamente decirle a su madre que rechazara la demanda de Leila, pero
con el recuerdo del veneno de su familiar fresco en sus mentes, ambas tenían demasiado miedo para hablar.
"¿Cómo puedes estar seguro de que no te engañaré?"
Una vez más, Lailah sonrió ante la tontería de su madre.
"¿No es obvio? Si me pasa algo, mi amado esposo se asegurará de que tus hijas no puedan ni siquiera llegar al
más allá. Y te dejarán con vida para sufrir sabiendo que tú fuiste la razón por la que toda su existencia fue
borrada".
Las palabras de Lailah no sonaron como meras amenazas vacías.
La seriedad de sus palabras hizo que Sei se estremeciera mientras bajaba la cabeza derrotada. "Bien. Solo no
lastimes a mis hijos."
Las lágrimas cayeron de los ojos de Morrigan y Meredith mientras se acurrucaban junto a su madre, con el
ánimo igualmente destrozado.
Disgustada, Lailah soltó el cabello de su madre y cerró la puerta de su celda. "Te recogeré cuando esté listo. No
te mueras aquí antes de que terminemos".
Sin esperar una palabra más, Lailah subió los escalones de la mazmorra.
'Madre está molesta.' Apofis señaló, aunque no entendía del todo.
Hacía tiempo que había llegado a reconocer el nombre de las emociones turbulentas que podía sentir cada vez
que su madre se ocupaba de ciertos problemas.
'Estoy bien, mi dulce niño. Sólo un poco molesto, eso es todo.
Apofis inclinó la cabeza con expresión confusa. '¿Estar molesto no es lo mismo que estar molesto?'
'Bueno, son similares, sí, pero no exactamente lo mismo.'
La serpiente simplemente asintió.
Parecía que comprender las emociones humanas iba a llevar mucho más tiempo.
Si tan solo pudiera pensar en una manera de acelerar el proceso.
Al llegar a la parte superior de las escaleras, la pareja se sorprendió al encontrar a Abaddon esperándolos.
"¿Qué estás haciendo aquí? ¿No deberías ocuparte de ese asunto con Valerie?"
"Se me permite manejar dos asuntos importantes a la vez". Abaddon dijo con una sonrisa.
Caminó hacia Lailah y acarició a Apophis tranquilamente debajo de la barbilla.
Normalmente, a Apophis no le gustaba que los demás lo tocaran, pero debido a que Abaddon era esencialmente
su padre, no le importaba tanto su presencia.
"No tenías que venir... Podría manejar algo tan pequeño por mi cuenta". Lailah dijo mientras se inclinaba hacia
su abrazo.
Abaddon miró a su primera esposa durante mucho tiempo.
Entendía mejor que nadie lo que era tener padres que no se preocupaban por ti.
Pero donde sus padres en la tierra ni siquiera tenían la capacidad de compasión, Sei había demostrado
repetidamente una y otra vez que ella sí, simplemente no creía que Lailah se lo mereciera.
No estaba seguro de qué destino era peor.
Pero había una cosa que él sabía con certeza y era que Lailah no estaba de humor para hablar sobre lo que había
sucedido allí abajo.
No tenía dudas de que llegaría a tiempo, pero por ahora, solo necesitaba un momento para distraerse de las
cosas desagradables.
"Ven conmigo. Vamos a ayudar a los trillizos a prepararse para esta noche".
En honor a la llegada de Thea a casa (y a la edad suficiente para beber), Valerie quería organizar una gran fiesta
para que la familia celebrara.
"¿Eh? ¿Estás tratando de distraerme? Te dije que estoy bien y además ~"
Lailah deslizó sus manos alrededor de la cintura de Abaddon y le dirigió una mirada seductora. Creo que
conoces bastantes formas mejores de dejarme incapaz de pensar.
Había pasado bastante tiempo desde que Lailah había llegado a disfrutar de su esposo uno a uno. Si él tenía la
intención de mimarla, ella preferiría que fuera en el dormitorio.
Abaddon sonrió y bajó sus labios para tocar los de Lailah cuando una pequeña voz robótica sonó en la cabeza de
ambos.
'¿De qué formas sabe papá?'
"..."
"..."
En el amor de la pareja, habían olvidado que Apophis todavía estaba cómodamente envuelto alrededor del
hombro de Lailah y había escuchado todo.
El rostro de Lailah se puso tan rojo como su vestido cuando recuperó la compostura y le envió a su hijo una
disculpa silenciosa por presenciar tal indecencia.
"... Vamos a ir a la cocina."

Capítulo 178 Clasificando a los recién llegados

"¿Tienes alguna idea de por qué estamos todos aquí?"
"Escuché que se suponía que nos encontraríamos con el hombre a cargo".
"¿Entonces las mujeres que nos salvaron no son las gobernantes de este lugar?"
"Aparentemente no. Supuestamente este reino pertenece a alguien a quien llaman Vovin".
Los aproximadamente cuatrocientos refugiados de la base del Emperium se habían reunido frente a la fuente
del renacimiento.
De repente, un portal negro estrellado se abrió justo en frente de la fuente causando que todos los espectadores
contuvieran la respiración.
Valerie fue la primera en salir del portal e inmediatamente hizo que las cabezas se volvieran.
A diferencia de su apariencia habitual de overol y una camisa simple, Valerie quería parecer un poco más
majestuosa junto a su esposo, por lo que ahora vestía un vestido blanco puro que resaltaba su poderosa y
encantadora figura mientras la hacía lucir divina.
'Por Asera...'
No puedo creer que sea la misma mujer.
'¡Mi polla está a punto de salir disparada de mi cuerpo!'
Un momento después, el hombre con el que todos habían sido llamados aquí para encontrarse atravesó un
portal y los ojos que antes estaban pegados a Valerie se movieron hacia Abaddon.
El rey demonio de la lujuria vestía pantalones negros con un cinturón dorado adornado. Su parte superior del
cuerpo estaba cubierta por una simple camisa negra sin mangas que dejaba al descubierto sus pectorales
superiores y tatuajes.
Su brazo derecho estaba cubierto con una manga desconectada y en lugar de su manto negro normal hecho por
su hija, ahora vestía uno blanco puro que le habían regalado dos de sus esposas.
Cuando preguntó de qué tipo de bestia estaba hecho, solo recibió risas incómodas, por lo que decidió no hacer
más preguntas.
'¡Nunca había visto a alguien tan exasperantemente perfecto en mi vida!'
'Mis bragas se van a inundar a este ritmo...'
'¡Querido Dios! ¡Es tan jodidamente alto!

No hace falta decir que Abaddon y Valerie parecían una pareja de poder perfecta y habían reclamado toda la
atención de estos hombres bestia sin siquiera pronunciar una sola palabra.
"Míralos... Se ven tan nobles y majestuosos..."
"Me pregunto qué está pasando por sus mentes".
Los dos solo eran levemente conscientes de toda la atención puesta sobre ellos, cada uno de ellos nadaba en su
propio mar de pensamientos.
'Joder, me siento un poco cohibido... Usualmente nunca uso cosas como esta'. Valerie no estaba segura de si su
marido encontraba extraña su elección de ropa.
Usar un vestido la hizo sentir un poco más fuera de su zona de confort de lo que había anticipado y estaba
esperando ansiosamente la oportunidad de volver a ponerse su ropa habitual.
Abaddon por otro lado....
'¿Quién le dijo que me sedujera así?'
'Me la quiero comer. Me la quiero comer ahora mismo, joder.
'Voy a esconder toda su otra ropa tan pronto como regresemos a casa.'
Ahora que había visto la gloria del cuerpo sexy y musculoso de Valerie con un vestido, nunca iba a poder volver
atrás.
Si bien él siempre la encontró sexy sin importar lo que usara, había algo en la forma en que su vestido abrazaba
sus curvas que era francamente criminal.
El dragón enterró sus garras en sus palmas para evitar llevar a su amada esposa de vuelta a casa y llenarla
durante horas y horas.
Con su mente algo clara, se dio cuenta de un hecho bastante triste.
Abaddon miró hacia las afueras del grupo donde se encontraban las madres demihumanas.
Normalmente, las mujeres lo aman.
Independientemente de la edad, la orientación sexual o la preferencia, es el tipo ideal y el sueño más codiciado
de toda mujer.
En todo su tiempo en Dola, aún no se había topado con una sola mujer que no fuera su madre y que no se
sintiera abrumada por los deseos pervertidos al verlo.
Sin embargo, estas mujeres frente a él... sus mentes estaban tan rotas que no les importaba lo guapo que era.
Para ellos, él era simplemente otro hombre que podía hacerles daño cuando quisiera.
Era un pensamiento extremadamente deprimente y una señal reveladora de cuánto abuso habían sufrido.
Con un suspiro, decidió que era mejor si no perdía el tiempo.
Valerie se adelantó para hacer las presentaciones necesarias. "Este es mi esposo Abaddon. Él es el único
gobernante de este lugar y es su ejército el que me ayudó a salvarte".
El dragón sintió que la presentación de su esposa era demasiado, pero ahora no era el momento de preocuparse
por asuntos tan triviales.
Normalmente, Abaddon habría adoptado un enfoque más hostil con los recién llegados, pero dado que todos
aquí eran totalmente inocentes, tuvo que salir de su zona de confort y ser un poco más amable.
Al detenerse frente al grupo de ancianas temblorosas, Abaddon activó silenciosamente el himno del seductor
para asegurarse de que sus palabras llegaran a sus frágiles mentes.
"Sé lo que has perdido. Entiendo lo difícil que debe haber sido, pero aquí hoy te ofrezco dos caminos a seguir".
Abaddon levantó la mano y la sangre dentro de la fuente comenzó a flotar hacia arriba en el aire a su alrededor.
"Para aquellos que están demasiado cansados, esta agua traerá un final feliz. No habrá angustia, ni sufrimiento.
Para aquellos de ustedes que todavía tienen una pequeña chispa de voluntad, se les traerá nueva vida".
A pesar de que los ojos de estas mujeres habían perdido su brillo y brillo durante mucho tiempo, las palabras de
Abaddon hicieron que brillaran una vez más.
Los hijos de estas mujeres se sentaron en silencio, sin darse cuenta de lo que estaba a punto de suceder.
A pesar de que supuestamente estas eran sus madres, no podrían elegirlas aunque quisieran ya que había al
menos diez mujeres de cada especie.
Por lo tanto, no tenían ningún apego real a ellos de una forma u otra.
Una mujer parecía ser un poco más valiente que el resto, un fénix con plumas rojas apagadas y ojos verdes
cansados.
"Si vivimos... ¿Qué nos pasará aquí?" Su voz temblaba, y no podía levantar la cabeza para mirar a Abaddon a los
ojos, pero el himno del seductor estaba haciendo que ya no estuviera demasiado aterrorizada para hablar con él.
"Si vives, te convertirás en parte de mi reino y, por lo tanto, estarás bajo mi protección. No sucederá nada como
lo que temes".
Abaddon chasqueó los dedos y otro portal se abrió con tres individuos más saliendo de él.
Valerie también se adelantó para pararse junto a las personas que aún no habían sido presentadas.
"Estos cuatro te ayudarán a seguir el camino que creas que te conviene más".
Abaddon se paró junto a un demonio aparentemente joven que vestía ropa negra y una máscara dorada.
"Este es Zheng. Aquellos de ustedes que estén interesados en la infiltración y el sigilo estarán bajo su
supervisión. Él los entrenará bien y se asegurará de que se conviertan en los mejores espías y asesinos que este
mundo jamás haya visto".
La mayoría de los vampiros e incluso algunos fénix miraron a Zheng con ojos curiosos y chispeantes.
A continuación, Abaddon se paró junto a una mujer delgada con cabello rubio corto y una pequeña cola con una
punta de pala.
"Esta es Lusamine. Es un parásito, pero si quieres unirte a mi ejército y convertirte en un guerrero capaz, no hay
nadie mejor para enseñarte que ella".
Lusamine extendió sus labios rojos en una sonrisa que no era una sonrisa. "¿Mi rey? ¿No crees que estás siendo
demasiado malo al llamarme parásito frente a todas estas personas?"
"No, no lo hago." Abaddon dijo mientras avanzaba.
Una vena se abultó en su hermosa frente e inconscientemente dejó escapar un poco de su aura, demostrando a
todos que su apariencia delicada y burbujeante no era más que una fachada.
Los lobos de guerra, los oni de piel roja y algunos otros demihumanos guerreros miraban a Lusamine con ojos
ansiosos, y algunos incluso tenían el deseo de conquistar.
A continuación, Abaddon se detuvo junto a una mujer a la que ya conocían.
"Ya conocen a mi esposa Valerie. Aquellos de ustedes con ganas de trabajar con sus manos y crear, deberían
venir a verla y ella discutirá con ustedes nuestros planes para el futuro".
Como era de esperar, todos los enanos e híbridos de enanos miraron a Valerie como si estuviera hecha de oro.
Una mirada que enfureció un poco a Abaddon, pero se dijo a sí mismo que simplemente estaban siendo
apasionados para evitar arrancarles la cabeza a todos.
Finalmente, llegó a pararse junto a otra mujer que la mayoría ya había visto.
"Esta es otra de mis esposas, Lisa. Sé que hay algunos entre ustedes que están completamente agotados y
desean llevar una vida más tranquila. Ella los ayudará a encontrar trabajos apropiados en la ciudad y si tienen
alguna idea para un negocio que desea abrir, ella lo ayudará a comenzar".
La mayoría de las madres y las mujeres de las razas más delicadas miraban a Lisa como si fuera una santa
absoluta.
Después de lo que habían experimentado, había algunos de ellos que estaban preocupados por saltar de un
maestro a otro y estaban destinados a realizar trabajos forzados hasta que murieran.
Fue extremadamente reconfortante saber que su vida aquí no tenía que estar en ningún tipo de campo de
batalla o lugar de trabajo, y si querían, eran libres de hacer algo simple como abrir una pequeña panadería.
Volviéndose hacia la mujer que originalmente había hecho la pregunta, Abaddon pudo verla mirando su sangre
como si fuera la clave para una nueva vida.
"Rey Abaddon... ¿Podemos tomar la sangre también?" Un ogro macho preguntó de repente.
Incluso desde aquí podía sentir el poder proveniente de esa sangre y sabía que le traería un poder comparable a
la evolución.
Abaddon hizo una pausa momentánea antes de asentir y sacar más agua ensangrentada de la fuente.
En un momento, todos los demihumanos presentes tenían una gota de sangre flotando frente a sus rostros.
La promesa de poder entusiasmó a muchos de los nuevos ciudadanos, y sus siguientes palabras solo sirvieron
para atraerlos aún más.
"Con esto renaceréis como mi pueblo y seréis indomables por todos bajo el sol y la luna. Mi sangre asegurará
que siempre tengáis un hogar aquí y nada como los destinos que os sucedieron antes volverán a suceder".
Con la decisión tomada, cada uno de los 447 refugiados de la base Emperium abrió la boca para tragar la sangre.
Cuando colapsaron, Abaddon se sorprendió al sentir que ya se estaba formando una conexión.
Le alivió saber que muchos de ellos todavía tenían ganas de vivir y sobrevivirían a la transformación.
Aunque en qué se convertirían exactamente, incluso él no estaba seguro.
____________
Capítulo 179 Una mirada a los productos

Mammon estaba actualmente en gran peligro.
Después de milenios de estar vivo, se enfrentaba a la amenaza más terrible para su existencia hasta el momento.
En un dormitorio grande, ocho súcubos le estaban dando miradas hambrientas al rey demonio de la codicia.
"Vamos, Sr. Mammon ~"
"Sabemos que tienes un poco más para darnos ~"
"¡Ni siquiera pude probarlo todavía! No me vas a hacer rogar, ¿verdad?"
"Huff, huff... ¡Malditos demonios sexuales! ¡Soy un rey, y deberían referirse a mí como tal!" Mammon resopló
exhausto mientras retrocedía lentamente para recuperar el aliento.
Los súcubos fingieron no darse cuenta de sus intentos de escapar y se acercaron a él de todos modos.
Una de las mujeres deslizó una mano y se frotó tentadoramente su cara bulbosa y roja.
"Sabe que no queremos faltarle el respeto, señor Mammon. Simplemente hemos hecho un juramento de no
reconocer a ningún ser como gobernante que no sea lord Abaddon".
Mammon rápidamente golpeó la mano de la tentadora mujer demonio. "Sí, sí, lo sé todo sobre tu juramento
insultante. Todavía lo encuentro- ¡AIEEE!"
Una de las súcubos se había cansado de esperar y envolvió su mano alrededor de sus bolas expuestas.
"¿No estás cansado de hablar? Puedo pensar en muchas otras formas divertidas para que uses esa gran lengua
tuya ~"
Mammon quería cumplir con las expectativas de estas chicas, ¡pero realmente no le quedaba nada!
Estos súcubos habían chupado, exprimido y tragado suficiente esperma para formar su propio ejército personal
y TODAVÍA no estaban satisfechos.
'¿Por qué diablos son así? ¡Su apetito es incomprensible!
Justo cuando una de las súcubos bajó la cabeza entre sus piernas para que volviera a erguirse, se detuvo a
escasos centímetros de su miembro.
No solo ella, las ocho súcubos en la habitación se congelaron de repente antes de saltar de la cama y ordenar la
habitación.
Mammon estaba agradecido de que su hombría ahora pudiera respirar libremente, pero no pudo evitar
encontrar el final abrupto de su noche salvaje un poco extraño.
"¿Oi? ¿Qué estás- uuf!" Antes de que pudiera preguntar qué estaba pasando, le arrojaron un montón de mantas
con fuerza.
En un momento, todas las chicas estaban arrodilladas en el suelo y Mammon tuvo una vaga idea de lo que estaba
pasando.
Cuando se abrió un portal negro estrellado, no se sorprendió al ver a Abaddon atravesarlo junto con una de sus
esposas.
"Saludamos a nuestro señor y señora". Todas las mujeres dijeron al unísono.
Valerie estaba un poco molesta de que todas estas mujeres estuvieran completamente desnudas frente a su
esposo, pero se dijo a sí misma que no lo estaban haciendo para seducirlo y que esto se debía simplemente a su
llegada repentina.
"Espero que estén todos satisfechos". Abaddon dijo con calma.
"¡Sí!" Mammon respondió de inmediato.
'No precisamente...'
'Su tamaño no es tan impresionante...'
'Tuve que usar mis dedos para terminar...'
Estoy seguro de que mi señor habría sido mejor.
Aunque sus súcubos no dijeron nada, eso no significaba que Abaddon no pudiera sentir su abrumadora
decepción a través de su conexión.
"¡Ja! Si vas a jugar con mi gente, lo menos que puedes hacer es satisfacerlos también". En una rara muestra de
emoción, Abaddon terminó riéndose frente a los que no eran su familia.
Las mujeres arrodilladas que nunca habían visto tal espectáculo juraron atesorar este recuerdo por el resto de
sus vidas.
Las reinas tienen mucha suerte.
'Me pregunto si sonríe más en casa.'
'Debería preguntarle si necesita más sirvientas...'
El rostro de Mammon se volvió de un tono rojo aún más oscuro cuando se dio cuenta de que se estaban
burlando de su destreza en el dormitorio. "¡No todos podemos ser demonios sexuales, mocoso!"
Un destino del que estoy seguro que te lamentas.
"¡¡Hijo de puta!!"
Mientras Abaddon hacía bromas a su costa, Mammon chasqueó los dedos y su ropa reapareció en su cuerpo
antes de salir de la cama. "¡Bastardo, estás aquí por los materiales, ¿verdad?! ¡Deja de hacerme perder el tiempo
y vámonos ya!"
Abaddon continuó sonriendo mientras abría otro portal al exterior.
Mammon sacó una pequeña bolsa de oro y de mala gana se la arrojó a las mujeres antes de atravesar el portal.
Abaddon y Valerie se despidieron de las mujeres y siguieron a Mammon hasta un almacén ubicado dentro de la
ciudad.
Una vez dentro, Mammon agitó la mano y la veintena de vagones se abrieron de golpe, revelando la versión de
Valerie de un sueño húmedo.
Numerosos troncos de madera de hierro negro, fardos sobre fardos de acero de alta calidad y oricalco junto con
piedras mágicas, mármol y otros materiales extremadamente raros.
Valerie finalmente no pudo contenerse por más tiempo y comenzó a frotar su rostro contra el enorme tesoro
escondido en una dicha de ensueño.
"¡Mamá va a hacer tantas cosas hermosas con ustedes, dulces, dulces bebés! ¿Debería hacer una casa primero?
¿O tal vez ese laboratorio de alquimia que Lailah quiere? ¡Ooh! Tal vez yo-"
"... ¿Está bien?" Mammon preguntó sin comprender.
"... Ella está bien, solo déjala tener esto". A decir verdad, Abaddon encontró que este lado de Valerie era bastante
lindo y estaba angustiado por la falta de buenas fotografías en este mundo.
Después de unos momentos, Valerie finalmente soltó los materiales y corrió a abrazar a su esposo.
"¡¿No es genial?! ¡Con todo esto podemos hacer que esta ciudad sea aún mejor de lo que hablamos!"
"Así es, mi amor." Abaddon finalmente no pudo resistirse y plantó un pequeño beso en la frente de Valerie.
"Ustedes dos idiotas me van a dar una enfermedad de estilo de vida". Mamón se quejó. "Espero que tengas
algunas manos capaces para trabajar con estas cosas. Si mis materiales se desperdician, tendrás que
compensarme por su pérdida".
En lugar de responder, Abaddon chasqueó los dedos y abrió otro portal.
Los ojos de Mammon se agrandaron cuando los enanos más extraños que jamás había visto emergieron del
portal y formaron filas individuales.
Se habrían visto como enanos regulares si no hubiera sido por su piel gris y cabello junto con sus espeluznantes
ojos rojos.
"¿Qué demonios son ellos..." Mammon murmuró en estado de shock.
Abaddon simplemente se rió cuando vio la cara de asombro de su tío.
"Manos capaces".
Actualmente, Abaddon estaba parado afuera de una puerta muy específica en su casa.
Honestamente, se sentía un poco tonto.
Podía escuchar el sonido de su propio corazón latiendo rápidamente sin pausa como si se estuviera preparando
para saltar de su pecho.
Tomando un momento para recomponerse, el dragón inhaló una bocanada de aire frío antes de levantar una
mano para llamar a la puerta.
Antes de que sus nudillos pudieran tocar la superficie de madera, la puerta se abrió por sí sola para revelar a
Eris parada allí con una tímida sonrisa.
"H-Hola..."
Abaddon le devolvió la sonrisa con su propia impotencia. "¿Sabías que estaba aquí?"
"Incluso si estás tratando de ocultarlo, tu aura no es algo que extrañaría". Dijo ella con un pequeño sonrojo.
"¡Me gusta tu nueva capa!" Eris dijo mientras trataba de cambiar de tema. "¿De qué clase de bestia está hecho?"
"Creo que es mi suegro".
"¿P-Perdón?"
"Eris". Abaddon de repente tomó el pequeño rostro del elfo oscuro entre sus manos.
"Como prometí, he venido a escuchar tu respuesta. No importa cuál sea tu decisión, quiero que sepas que
siempre tendrás un lugar especial en mi corazón y siempre seremos amigos".
Abaddon no sabía si Eris lo elegiría a él.
Incluso si él era el hombre más guapo en realidad y ella ya había admitido que lo amaba, Eris era un alma
verdaderamente amable que siempre buscaba hacer lo correcto.
El quid de la cuestión era que ella ya tenía marido y aún no se habían separado oficialmente.
Elegirlo ahora la convertiría irreversiblemente en la villana que se escapó con otro hombre, y él no sabía si esa
culpa sería una carga demasiado grande para ella.
Como resultado, creía que la posibilidad de que ella lo rechazara aquí era bastante sustancial.
Así que imagina su sorpresa cuando en lugar del temido 'lo siento' Eris lo agarró por la cara y lo besó
apasionadamente.
Su sorpresa solo duró un breve momento antes de devolverle el beso con fervor y colocar sus manos alrededor
de su cintura.
El mundo desapareció lentamente a su alrededor, y cada uno de ellos solo se centró en grabar los labios del otro
en su mente.
Después de un rato, Abaddon soltó los suaves y carnosos labios de Eris y la miró con ferviente deseo.
Antes de que pudiera abrir la boca para hablar, las palabras de Eris salieron primero.
"Había tomado una decisión dos días después de que te fueras... Por una sola vez en mi vida, quiero ser un poco
egoísta y anteponer mis propios deseos".
Ella tiró de él para darle un tierno abrazo y apoyó la cabeza contra su pecho. "Quiero ser tu esposa y la de nadie
más mientras viva". Volviéndose para mirarlo, sus ojos amarillos dorados parecían estar a punto de desbordarse
de lágrimas.
"¿Me aceptarás?"
"Qué mujer tan tonta. Estoy seguro de que sabías la respuesta incluso antes de preguntar". Abaddon dijo
mientras la atraía para darle otro largo beso.
Parecía que los dos iban a consumar su matrimonio justo en el medio del pasillo cuando de repente fueron
interrumpidos por el sonido de aplausos y confeti que les arrojaban.
"¡Hurra!"
"Felicitaciones a los dos".
De pie frente a los dos tortolitos estaban Zheng y Lusamine, quienes parecían estar muy satisfechos con el
resultado actual.
Eris inmediatamente se avergonzó, mientras que Abaddon estaba un poco molesto. "Gracias, pero ¿no crees que
es hora de que ustedes dos salgan de mi casa?"
"¡¿Eh?! ¡¿Qué quieres decir?!" Lusamine hizo un puchero.
"Ya no son invitados, en realidad viven aquí y tienen sus propias responsabilidades. Deberían conseguir sus
propios lugares".
Zheng parecía estar bien con esto y también reconoció que era el momento, pero Lusamine estaba
absolutamente devastada.
¡Este lugar fue simplemente el mejor!
¡Tenía mayordomos calientes para follar y sirvientas lindas para manosear cuando quisiera!
¡Su cama era enorme y mullida y el baño era como una piscina climatizada!
¡Tendrían que obligarla a irse!
"Tú... idiota... ¡WAAAAA!" De repente, Lusamine comenzó a llorar como un bebé y corrió por el pasillo hasta su
habitación.
Una vez que se atrincheró adentro, Abaddon simplemente negó con la cabeza antes de tomar a Eris de la mano y
llevarla escaleras abajo hacia el patio trasero.
"¿D-A dónde vamos?" 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
"Nuestra familia va a tener una fiesta. Naturalmente, necesitan que empecemos, ¿sí?"
Las palabras 'nuestra familia' golpearon a Eris como un camión y su corazón se desbordó de emoción.
Tuvo que limpiarse rápidamente la cara para no convertirse en un desastre sollozante frente a su nueva familia.
"Está bien... esposo".
_______________
Capítulo 180 ¡Tiempo de fiesta!

Cuando Abaddon apareció afuera con la mano de Eris en la suya, ella esperaba que hubiera cierto grado de
sorpresa o tal vez algunas palabras de desaprobación.
Cualquiera que haya interactuado con Abaddon durante más de un minuto sabía que sus esposas estaban
absolutamente locas por él y no les gustaba compartir.
Incluso habían ido tan lejos como para matar a más de unas pocas mujeres que habían estado mirando con
demasiada falta de respeto para su gusto.
Entonces, ¿cómo reaccionarían cuando su amado esposo y el objeto de su fanatismo llegaran de la mano de otra
mujer?
Con todos los ojos puestos en ellos, Mira hizo la pregunta en la mente de todos.
"¿Eris mami?"
Cuando recibió dos asentimientos de confirmación, el pequeño dragón estaba positivamente eufórico.
Mira se apresuró a abrazar a su nueva madre ya la que había estado esperando durante más tiempo.
Thea la siguió de cerca y también abrazó a su nueva madre.
La hermosa elfa oscura sintió que las lágrimas una vez más brotaban de sus ojos dorados. En un día, no solo
tuvo un nuevo esposo, sino que también tuvo sus propios hijos.
"N-no estoy segura de ser una gran madre, ¡pero haré lo mejor que pueda!"
Antes de que cualquiera de las chicas pudiera responder que una dedicación tan seria era innecesaria, Eris fue
arrebatada por cinco brazos que esperaban.
"Lo siento chicas, pero necesitamos tomar prestada a su nueva madre por un rato". Lailah dijo con una sonrisa.
"De hecho, ella debe ser debidamente iniciada". Lisa confirmó.
"¿¿Yo-iniciado??"
Valerie le dio a Eris una reconfortante palmada en la espalda. "No te preocupes, no te vamos a saltar ni nada".
"¡Y-yo no estaba preocupado por tal cosa!"
"Solo queremos asegurarnos de que comprenda correctamente sus deberes como esposa de nuestro esposo".
Bekka dijo con una sonrisa traviesa.
"¿L-Como las cosas del dormitorio?"

"Bastante ansioso, ¿no?" Audrina bromeó. "Pero no, hay algo mucho más importante".
Eris se sonrojó furiosamente mientras todas las esposas la conducían a un gran árbol en el patio trasero donde
rápidamente comenzaron su 'iniciación'.
'¿Debería escuchar un poco?' Abaddon se preguntó.
Al final decidió no hacerlo y se fue a jugar con sus hijos.
Thea, Mira y Apophis estaban sentados bastante lejos de la mesa de picnic y familiarizándose con la nueva
mascota.
'¿Así que esto es lo que había en el huevo?'
La gran bestia parecía la definición opuesta de lindo y tierno, pero Mira y Thea lo estaban acariciando como si lo
encontraran absolutamente adorable.
Cuando Abaddon se acercó, la bestia lo miró con cautela e hizo una expresión de disgusto.
"¡Basta! ¡No le gruñas a papá!" Mira lo regañó.
Parecía como si el león guardián obedeciera a Mira sin dudar porque tan pronto como confirmó que Abaddon
estaba a salvo, la bestia reanudó su expresión neutral.
El dragón se sentó con las piernas cruzadas en el suelo junto a todos sus hijos y también comenzó a acariciar a la
bestia.
"¿Ya se te ocurrió un nombre para él?"
Mira puso su pequeña mano en su barbilla y parecía que estaba pensando mucho en este asunto.
"¿Qué hay de Garra?" Thea sugirió mientras miraba las patas de la bestia que contenían enormes garras.
A Mira no le gusta ese nombre. ella lo negó.
'¿Perro?' sugirió Apofis.
"¡Él no es un perro!"
La serpiente miró fijamente a la bestia que a él le parecía exactamente un perro.
Abaddon iba a sugerir un nombre suyo cuando Mira de repente se levantó emocionada.
"¡Lo tengo!"
"¿Oh? Escuchémoslo entonces".
"¡Entei!"
La frente de Abaddon comenzó a contraerse y miró a su hija como si fuera una especie de ser omnipotente.
Thea: "¡Me gusta ese nombre!"
Apophis: "Todavía creo que el perro hubiera sido más apropiado, pero Entei no es una mala alternativa".
Complacida de que su nombre hubiera sido aceptado por sus hermanos, se giró hacia su padre, quien la miraba
divertido.
"¿A papá no le gusta el nombre?"
"...Mira... ¿Estás seguro de que no eres un transmigrante también?"
"¿Uwah?"
Cuando las sirvientas y los mayordomos salieron con varios platos grandes de comida, la fiesta finalmente
comenzó.
La familia se reunió con entusiasmo alrededor de la mesa de picnic y todos comenzaron a comer y beber a sus
anchas.
Abaddon estaba sentado cómodamente en la cabecera de la mesa con dos de sus esposas descansando en su
regazo.
Audrina tenía la cabeza enterrada en el hueco de su cuello dándose un festín con su sangre mientras Eris lo
alimentaba con delicadeza.
"Sabes que no tienes que hacer esto, ¿verdad? Soy perfectamente capaz de alimentarme solo".
La elfa oscura rió lindamente mientras le cortaba a su nuevo esposo otro trozo de carne. "Hago esto porque
quiero, no porque crea que eres incapaz, mi amor".
Finalmente, se resignó a su destino cuando le llevaron otro tenedor a la boca.
¡Bang!
El sonido de una botella al abrirse llenó el aire mientras Valerie emocionada le servía a su hija mayor su primer
trago.
Lisa: "No exageres, Val".
Lailah: "Así es, todavía es un bebé, así que no le des demasiado".
"No se preocupen chicas, esto es solo algo para ver si le gusta el sabor". Valerie dijo mientras le entregaba a
Thea un pequeño vaso de lo que parecía ser cerveza.
Thea miró alrededor de la mesa para ver que todos la miraban de cerca para ver cómo reaccionaría a su primer
trago.
No queriendo decepcionar, Thea se apresuró a tragar el contenido del vaso y lo golpeó triunfalmente. "Creo que
es delicioso".
"¡Oooh!"
"¡Nada mal!"
"¿Tenemos dos alcohólicos en la familia ahora?"
Thea continuó probando su resistencia al alcohol y parecía que no podía emborracharse.
La espada de bruja que se fusionó con su cuerpo parecía haberle dado un nivel muy alto de resistencia al
veneno.
"¿Alguien se apunta a un concurso de bebidas?" Sugirió de repente.
La risa llenó el aire y uno tras otro, los adultos comenzaron a desafiar a su hija demasiado confiada.
Lailah fue derrotada después de tres tragos.
Bekka solo duró cinco.
Audrina, Eris y Lisa eligieron ser un poco más responsables y no participaron.
Justo cuando Valerie estaba a punto de aceptar el desafío, alguien más se le adelantó.
"Lo haré." Abaddon dijo de repente.
Thea sonrió con arrogancia y sacó su nuevo pecho con orgullo. "¡Tu derrota es inminente, padre!"
"Me alegra ver que mi hija tiene tanta confianza". El dragón respondió con una sonrisa.
Estaba eufórico de ver a Thea desarrollando una personalidad tan amante de la diversión.
Antes siempre parecía ser un poco restringida en su comportamiento, como si creyera que tenía que
comportarse de cierta manera para ser aceptada por su familia.
Fue agradable verla sonreír tan brillantemente sin el temor de ser descartada.
Abaddon y Thea comenzaron su concurso de bebidas y los resultados fueron tan increíbles como cabría esperar.
Diez copas.
Veinte.
Treinta.
El concurso se prolongó durante tanto tiempo que finalmente se quedaron sin licor, sin dejar a ninguno de los
dos borracho y dejando a su familia un poco impresionada.
Mira: "¡Papá también es alcohólico!"
Apofis: 'De acuerdo'.
Lailah: "Niños, su padre no es alcohólico. Su cuerpo es muy resistente al alcohol".
De repente, fue como si una bombilla se hubiera encendido en la cabeza de Valerie.
Metiendo la mano en su anillo de almacenamiento, sacó una gran botella de vidrio adornada. "¡Estaba
guardando esto para una ocasión realmente especial y parece que esto es todo!" Dijo emocionada.
Tan pronto como Valerie descorchó la botella, Abaddon supo exactamente lo que había dentro.
'Whisky enano...'
El olor era tan fuerte que le quemaba el pelo de la nariz, y Thea parecía estar enfrentando efectos similares.
El whisky enano era famoso por ser capaz de hacer que las razas con constituciones corporales más fuertes se
emborracharan extremadamente.
Incluso funcionó en dragones.
Abaddon se preocupó un poco. Incluso si este era un juego divertido, no quería que su pequeña hija se
enfermara. "Mi esposa, no sé si..."
"¿Papá va a acobardarse?" Thea preguntó burlonamente.
Una serie de oohs y ruidos de pollo resonaron en la familia alrededor de la mesa.
De repente, se olvidó por completo de su preocupación y su único objetivo se convirtió en darle una lección a su
engreída hija.
Valerie sirvió el whisky en el vaso y tanto el padre como la hija aceptaron con entusiasmo.
"Muy bien, estas son para todas las canicas, ¡que comience la bebida!"
Dos copas después.
Incluso cuando Abaddon literalmente respiraba fuego, su pecho no se sentía tan caliente como ahora.
Evidentemente, Thea también parecía estar sintiendo algunos efectos y sus mejillas blancas formalmente
cremosas ahora tenían un leve tono rosado.
Pero como ninguno de los dos se había rendido todavía, permitieron que Valerie les sirviera otro trago.
Tres copas después.
Abaddon ahora estaba claramente emocionado, y en realidad había terminado contándole a su hija historias
sobre su pasado. "... ¡Y luego empujaron mi bandeja en mi cara y tuve que empezar a almorzar en el baño!"
Thea parecía estar en el mismo estado que su padre, solo que sus mejillas ahora estaban rojas por la ira y la
intoxicación. "¡E-Eso es horrible! ¡Los humanos de la tierra son realmente demasiado crueles!"
"¡Ciertamente! ¡Si alguna vez regreso a ese mundo, lo volaré todo al infierno!"
"¡Sí!"
Cuatro copas después.
El habla de Abaddon ahora estaba notablemente arrastrada e incluso estaba un poco tambaleante. "T-Thea,
escúchame... ¡No quiero que uses esa armadura tuya tan casualmente!"
"¿Eh? ¡P-pero se ve tan genial!"
"¡E-Es demasiado provocativo! ¡Tendré que sacarle los ojos a cada hombre que te mire de forma extraña!" ¡No
quería que ningún hombre al azar viniera a seducir a su dulce hija!
"¡No te preocupes, no te preocupes!" Thea dijo mientras palmeaba la espalda de su padre en consolidación. "¡Si
son groseros, los castigaré yo mismo!"
Cinco copas después.
Abaddon: dbha ap rbusbghs! A bsw la dnfhnne! (¡Ríndete, hija! ¡Nunca seré derrotado!)
Thea: nsjspa pnes! Yo ske plws uawh piconsd! (¡Mentiras! ¡Puedo oler tu debilidad!)
Mientras ambos competidores murmuraban un galimatías que solo otro borracho podía entender, el cuerpo de
Thea finalmente perdió el equilibrio y cayó de espaldas al suelo.
El dragón habría celebrado su gran victoria, si no se hubiera unido a ella dormido sobre la hierba un momento
después.
"¿Quien ganó?" preguntó Mira.
"Pffft... yo diría que lo hicimos". Bekka dijo mientras reprimía sus risitas.
Como si esa fuera la chispa que se necesitaba, todos se echaron a reír por las payasadas de padre e hija.
Sorprendentemente, Eris fue la que se rió más fuerte.
¡Nunca podría haber imaginado que su primera noche como parte de esta familia sería tan tonta!
Mientras Apophis observaba a su familia reírse por algo que no entendía, finalmente se dio cuenta de lo que se
estaba perdiendo.
La risa del grupo se cortó repentinamente cuando la serpiente comenzó a brillar con una luz blanca cegadora.
Capítulo 181 No más bebidas

Azrael estaba... perplejo por decir lo menos.
Después de dejar atrás su poder con su hermano mayor, fácilmente se deslizó en el mundo de Asherah y no
perdió tiempo en encontrar a Abaddon.
Había algo que le gritaba que se estaba perdiendo un aspecto importante de todo esto.
Su ciudad fue bastante fácil de encontrar, era el único lugar en todo el mundo que irradiaba energía demoníaca
tan pura.
El ángel de la muerte estaba en Luxuria pocas horas después de llegar, y se sorprendió mucho al ver al primero
de los chalkydri acariciando a un león guardián junto a dos niñas y una serpiente.
Durante toda la fiesta, no apartó los ojos del dragón ni por un segundo.
Se volvió cada vez más inseguro de que esta era la bestia que había venido a matar.
Olvídate de un dragón que quería acabar con la realidad, Abaddon ni siquiera le parecía un demonio.
¡Incluso tuvo una hija humana para gritar en voz alta!
El dragón era la definición de libro de texto de un hombre de familia perfecto. Era amable con sus hijas, y más
aún con sus esposas.
Todos parecían estar extremadamente felices en presencia de los demás.
¡Nada de esto tenía sentido!
¿Era este realmente el ser que aborrecía toda vida?
'¿Se podría restaurar su personalidad original? ¿¿Pero, cómo es posible??'
Mientras Azrael observaba al dragón caer borracho al suelo junto a su hija, se dio cuenta de que no había forma
de que su padre no supiera de la existencia de este ser.
Darle un golpe de repente parecía ser lo último que se suponía que debía hacer.
Finalmente, la frustración del ángel por lo desconocido alcanzó un punto álgido y prometió obtener algunas
respuestas.
Incluso si eso significaba que tenía que irrumpir en el lugar de descanso final de su padre y su madre.
[ Habilidad : Resistencia al Veneno Lvl.1, ¡ha sido adquirida!

Antes de que Abaddon pudiera siquiera abrir los ojos, el sonido robótico de la voz del sistema multiplicó su
dolor de cabeza por dos.
Sentándose, se frotó las sienes mientras trataba de reconstruir sus recuerdos fracturados.
Después del tercer trago, sus recuerdos se volvieron confusos y no estaba seguro de cuánto de lo que estaba
recordando era real.
'No puedo creer que me emborraché tanto...'
"¿Finalmente despierto?"
Abaddon miró a su lado para ver a Eris acostada en la cama junto a él.
Curiosamente, el resto de su cama parecía estar vacío.
"Estoy... ¿Dónde están los demás?"
La elfa oscura extendió la mano y comenzó a acariciar el abdomen de su marido. "Hmm... ¿Debería decir que
están un poco preocupados?"
Antes de que el dragón pudiera preguntar qué era exactamente lo que les preocupaba, Eris comenzó a pellizcar
y tirar de su piel perfecta.
"Hmph, ¿qué tipo de marido se emborracha hasta la muerte en nuestra noche de bodas? ¡Debería castigarte!"
Aunque su tono era acusatorio, Abaddon sabía que en realidad no estaba molesta con él.
No obstante, la envolvió en sus brazos como una forma de 'apaciguarla'.
Fue en ese momento que descubrió que ella estaba desnuda en la cama con él, y su rostro se sonrojó
considerablemente para mostrar su timidez.
'Ahora que soy el único aquí, se siente un poco vergonzoso...' Cuando vio a todas las esposas de Abaddon
metiéndose en la cama desnudas, no quería parecer mojigata, así que siguió su ejemplo.
Ahora que su esposo estaba despierto y presionando su cuerpo contra el de ella, sintió que el corazón se le iba a
salir del pecho.
'¿Me pregunto si le gusta? Los elfos son naturalmente más altos y delgados, así que no tengo tantas curvas como
los demás...
Antes de que Eris pudiera pensar en más tonterías, la sensación de algo duro y grande pinchando sus partes
inferiores hizo que su mente se quedara en blanco.
"Ya que tenemos un momento a solas, estaría más que feliz de compensar lo de anoche".
'¡E-Está aquí!' Eris gritó internamente.
Durante su reunión con las esposas anoche, recibió un curso intensivo sobre cómo era tener sexo con Abaddon.
Las historias oscilaban un poco entre el apareamiento animal y el tierno entrelazamiento.
Sin embargo, lo único que ambas historias tenían en común era que el placer era incomparable con cualquier
cosa que cualquier otro hombre pudiera ofrecer.
Todas las mujeres recordaron las veces que las habían tomado con caras soñadoras y vaginas crispadas.
Como alguien que nunca había disfrutado particularmente del sexo, Eris pensó que tal vez habían exagerado
demasiado.
Pero cuando Lisa, por lo general maternal y serena, comenzó a babear, se dio cuenta de que podría haber más
verdad en estas historias de lo que había creído originalmente.
Parecía que los dos finalmente iban a abrazarse y consolidar su relación cuando de repente se escuchó el sonido
de pequeños pasos rápidos.
"¿Oh? Parece que finalmente escapó". Eris dijo mientras se cubría con una manta.
"¿Él?"
¡Bang!
El que de repente irrumpió en el dormitorio fue un niño que no parecía tener más de dos años.
Tenía el pelo largo y rojo que le caía por debajo de la espalda combinado con piel bronceada y ojos verdes.
Su ropa parecía estar desordenada después de los antiguos egipcios y consistía en un taparrabos y joyas de oro.
Si Yara estuviera cerca, diría que este joven se parecía casi exactamente a Abaddon cuando era joven.
"¡Padre, controla a tus mujeres! ¡Me atormentan sin cesar!" Dijo su pequeña voz.
Abaddon parpadeó varias veces para acostumbrarse a la vista frente a él, pero ninguna cantidad de parpadeo
podría haber hecho que esta escena tuviera sentido.
"Hola Apophis, veo que finalmente has escapado de sus garras". Eris dijo dulcemente.
Antes de que Apophis pudiera responder, Lisa apareció en un relámpago y lo levantó en brazos.
"¡Te encontré, pequeña! ¿Por qué estás huyendo de tus madres, eh?"
"¡Libérame! ¡La asfixia constante de todos tus pechos ha minado mi vida inmortal durante eones!"
Sin embargo, Lisa demostró ser inmune a las burlas de la joven serpiente. "Aww, ¿alguien está un poco
malhumorado? ¿Te gustaría tomar una siesta?"
"¡Me gustaría que me dejaran en paz!"
En otro momento, un meteorito negro y peludo saltó a la habitación. "¡Usar tu rayo es hacer trampa, Lisa!"
Pronto los dos estaban en un juego de tira y afloja con el niño pequeño entre ellos como premio.
Justo cuando Abaddon iba a preguntar qué estaba pasando, todas las mujeres de la mansión irrumpieron en su
habitación, clamando por abrazar al niño pequeño.
No solo las esposas, Thea, Mira, Lusamine e incluso las sirvientas trillizas también habían seguido el rastro del
bebé.
"¡Él es tan lindo!"
"Apophis ~ ¡Ven con la tía Lusamine!"
"¡Mira esas mejillas!"
"¡Quiero abrazar a mi hermano también!"
Eventualmente, Abaddon se cansó de los gritos y lentamente comenzó a liberar un aura fría que enfrió la
habitación para captar la atención de todos.
"Lo siento, pero tengo un poco de dolor de cabeza, así que alguien puede explicar con calma lo que está
pasando". Preguntó mientras se frotaba las sienes.
Apophis aprovechó esto como una oportunidad para liberarse y se subió a la cama de su padre.
"Tomé este formulario con la esperanza de que me ayudara a comprender mejor las emociones, ¡pero todo lo
que ha hecho es que estas mujeres se comporten de manera irracional!"
El dolor de cabeza de Abaddon repentinamente se multiplicó por la pura locura de lo que estaba escuchando.
Los familiares normalmente no eran capaces de cambiar sus formas de esta manera.
Para hacer las cosas aún más extrañas, Apophis había perdido su forma robótica de hablar y aparentemente
estaba desarrollando su propia personalidad.
"¿Cómo es esto posible…" Murmuró.
"Acabo de decirte."
"Quiero decir... no importa."
Abaddon finalmente se levantó de la cama y levantó a su hijo con los brazos extendidos.
Después de tomarse un momento para estudiarlo, llegó a una conclusión ineludible. 'Tengo que admitir que es
un niño muy lindo.'
Dejando de lado la ternura, intentó decirle a Apophis por qué estaba bajo ataque.
"Todos están emocionados porque no han tenido la oportunidad de jugar con un bebé en mucho tiempo. No
quieren hacerte ningún daño".
Los engranajes dentro de la cabeza pelirroja de Apophis comenzaron a girar mientras procesaba las palabras de
su padre.
"Entonces... si no tuviera la forma de un bebé, ¿no actuarían así?"
"¿Hm? Supongo que no."
¡Destello!
El cuerpo de Apophis una vez más emitió un brillo cegador y, en un momento, Abaddon sostenía a un niño que
parecía tener la misma edad que Thea.
Su cuerpo antes infantil ahora se había vuelto bastante varonil y, aunque era un poco delgado, todavía mostraba
sus propios músculos fuertes.
'Yo... yo no tengo la capacidad mental para lidiar con esto hoy.'
Colocando a su ahora hijo adolescente en el suelo, se dio la vuelta y volvió a la cama antes de cerrar los ojos y
acostarse junto a Eris.
Había límites a los que un hombre con resaca podía lidiar y Apophis ya había superado esos límites sin siquiera
quererlo.
"Aww... nunca podemos tener un bebé en la casa..."
"Sus mejillas se veían tan esponjosas..."
"¿¡Por qué Mira es la única que todavía es pequeña!?"
Ninguna de las chicas estaba asombrada por la habilidad de Apophis para cambiar su forma a su antojo.
Todos estaban demasiado dolidos por el hecho de que habían perdido la capacidad de acunar a un bebé por
primera vez en mucho tiempo.
Lailah estaba... más devastada que los demás.
"Mi dulce niño... ¿ya ha crecido? ¿Ya es hora de que deje el nido y forme su propia familia?" Las lágrimas ya
habían comenzado a brotar de las esquinas de sus ojos.
¡Ella estaba planeando hacerle un pequeño onesie hace solo unos minutos!
¡Ahora era casi un hombre adulto que era demasiado grande para necesitar a su madre!
"El tiempo es realmente tan cruel..."
"Todavía es tu familiar, Lailah". recordó Valeria.
No era como si Apophis pudiera levantarse y alejarse ya que las vidas de los dos estaban directamente
entrelazadas.
"Oh... r-bien..."
Una por una, todas las mujeres abandonaron la habitación con caras decepcionadas, dejando atrás solo a las dos
hermanas de Apophis, quienes lo miraban con curiosidad.
Ninguno de ellos había tenido un hermano antes, y ahora que de repente estaba aquí y no era una serpiente,
ninguno de los dos sabía realmente qué hacer.
Ante la falta de ideas reales, Mira se decidió por su pasatiempo favorito.
Caminando hacia su hermano, tomó una de sus manos más grandes entre las más pequeñas.
"¿Galletas?"
Apophis la miró extrañado antes de que Thea también pusiera una mano sobre su hombro. "No lo pienses
demasiado, vamos a conocernos mejor, ¿de acuerdo, hermanito?"
"...Está bien."
Con sus tres hijos partiendo para llenar sus estómagos, Abaddon se relajó y se deslizó pacíficamente de regreso
a la tierra de los sueños.
'Unos vasos de alcohol me redujeron a un estado como este... Odio beber.'

Capítulo 182 El compromiso de Eris R-18

Cuando Abaddon se despertó unas horas más tarde, se sorprendió un poco de que Eris todavía estuviera
despierta y no se hubiera movido de su lugar a su lado.
Tan pronto como se dio cuenta de que estaba despierto, una sonrisa burlona se dibujó en su rostro.
"¿Quién hubiera esperado que el dragón demoníaco que es ampliamente temido en varios continentes pasaría
todo el día en la cama después de una noche de copas?".
El dragón en cuestión se sintió un poco avergonzado.
Unas cuantas copas de alcohol lo habían reducido a un estado tan lamentable como este.
"No tengo mucha experiencia con la bebida, esposa mía".
"Tampoco Thea, pero al menos pudo levantarse antes del mediodía". Eris se rió.
Sin darse cuenta, Eris casi había reavivado el espíritu competitivo de Abaddon.
Habría desafiado a su hija a otro concurso de bebidas si las siguientes palabras de Eris no hubieran congelado
temporalmente su cerebro.
"Anoche... dijiste que venías de otro mundo... ¿era eso cierto?"
La conversación borracha de su esposo con su hija aún no se había ido de su mente, y cuando le preguntó al
resto de las esposas si estaba bromeando, recibió como respuesta miradas complicadas.
Eventualmente, Lailah fue la que recomendó que esperara hasta que Abaddon se despertara para escuchar la
historia completa.
Abaddon se sentó en la cama y tiró de Eris a su regazo.
El calor de su aliento en su oreja le hizo un poco difícil concentrarse, pero no podía permitirse distraerse
durante un momento tan serio.
Abaddon comenzó a explicarle la historia de sus dos vidas como Carter y Exedra.
Sin embargo, no se detuvo allí.
Como su esposa, Eris, naturalmente, tenía derecho a saber todo sobre él y eso incluía el juicio actual que
enfrentaba desde el abismo.
Toda la conversación tomó alrededor de una hora de principio a fin y cuando terminó, Abaddon pudo sentir a su
nueva esposa temblando en sus brazos.
"Eris, ¿estás bien? Sé que debe ser mucho para asimilar, pero-"
"Mi amor, estoy bien". Eris dijo de repente sin mirar atrás.
Incluso si no pudiera ver sus emociones, aún sabría que estaba mintiendo.
Su tono era así de poco convincente.
"¿Tienes miedo?"
La elfa oscura simplemente negó con la cabeza mientras se giraba para sentarse a horcajadas sobre él.
"¿Tengo miedo? Por supuesto que lo tengo. Pero si no confiara en que siempre volverías a casa conmigo, nunca
me habría casado contigo".
Eris se llevó una mano a la cara y memorizó la sensación de su piel.
"No te cargaré con mis palabras de tristeza o mis miedos, solo quiero que sepas que donde sea que vayas o
cualquier desafío que enfrentes, estaré allí junto a ti".
Abaddon siempre había creído que Eris era una mujer bastante gentil y frágil.
Debido a que solía ser la estratega de su padre, él creía que no estaba acostumbrada a una vida infernal llena de
combates y muerte.
Sin embargo, le estaba demostrando que estaba equivocado al declarar su intención de seguirlo sin importar
adónde pudiera ir o lo que tuviera que hacer.
Decir que estaba conmovido no comenzaría a describir sus sentimientos en ese momento.
Cuando sus labios se conectaron una vez más, ninguno de los dos se apartó durante mucho tiempo.
Con sus cuerpos resplandecientes por el sol poniente, se creó una hermosa imagen del hombre y la mujer en su
momento más crudo.
Eris empujó suavemente a Abaddon de vuelta a la cama y pudo obtener su primera mirada real a su cuerpo.
Su piel gris era tan decadente sin ropa como con ella, y su cuerpo que era largo y esbelto aún poseía amplias
curvas en todos los lugares correctos.
Mientras los ojos de Abaddon vagaban más y más abajo, pronto encontró un pequeño mechón de cabello
plateado entre sus piernas.
Cuando Eris se dio cuenta de dónde estaba mirando, su repentina audacia casi desapareció por completo.
"E-Me dijeron que lo prefieres así, así que yo..."
"Es hermoso." Abaddon dijo sin dudarlo.

Justo cuando estaba a punto de sentarse y saborearla por sí mismo, el elfo oscuro lo empujó hacia abajo.
"Quiero hacerte sentir bien... ¿me lo permitirás, mi amor?"
Abaddon estaba más que un poco sorprendido.
Como un íncubo, se suponía que él era el dominante en el dormitorio, pero Eris le pedía que fuera pasivo por
una vez y simplemente recibiera.
"Está bien…" Dijo mientras hacía todo lo posible por relajar su cuerpo.
Eris una vez más encontró sus labios y su lengua se deslizó dentro de su boca.
Sin embargo, ella no se detuvo allí.
Ella comenzó a besar y lamer su cuello mientras sus manos recorrían libremente cada centímetro de su
musculoso torso.
Lenta y metódicamente, se abrió camino por su cuerpo mientras aplicaba la combinación correcta de labios,
lengua y dientes.
Ningún desafío había planteado jamás un mayor riesgo para la cordura de Abaddon.
Todo lo que ella hacía se sentía tan bien que casi pierde la cabeza y la ataca.
Mientras Eris besaba su pecho y abdomen, ya no podía ignorar el calor que sentía proveniente de debajo de su
cintura.
Finalmente, decidió dejar de tener miedo y se colocó directamente entre sus piernas.
El asombro y la excitación inundaron los rincones más profundos de su mente mientras miraba la polla más
grande que jamás había visto.
'No es nada como el de ese hombre...'
La longitud, la dureza y el grosor eran incomparables con cualquier cosa que pudiera haber imaginado y el calor
sordo que emanaba se sentía como si fuera suficiente para asar un malvavisco.
Eris lo rodeó con la mano lo mejor que pudo antes de llevárselo a la boca.
Una vez que su mandíbula se aflojó y se acostumbró al tamaño, comenzó a usar su lengua para estimularlo.
'¡Qué diablos... ella es mejor que Lisa!' Abaddon estaba luchando duro para reprimir un gemido bajo cuando Eris
lo atendió con destreza aparentemente experta.
Eris sabía exactamente dónde lamer, qué tan fuerte chupar y qué tan profundo tomarlo para darle la mayor
cantidad de placer posible.
Mientras su sabor llenaba su boca y el sonido de la pesada respiración de su esposo llenaba sus oídos, le envió a
Lusamine un silencioso agradecimiento por enseñarle cómo hacer esto hace unas noches.
Fue bueno saber que todo el tiempo y el esfuerzo que dedicó a atragantarse con las berenjenas no fueron en
vano.
'Aunque es un poco más grande que esas verduras...'
Eris quería que terminara en su boca, pero una combinación de dolor en la mandíbula y sus propias necesidades
lo hicieron casi imposible.
Después de sacarle la polla de la boca y darle una última lamida, Eris volvió a gatear sobre su regazo.
La vista de la apariencia frenética de Abaddon y los ojos llenos de lujuria solo sirvieron para ponerla más
cachonda mientras colocaba su polla en la entrada de su coño.
"Eris, yo-"
"Te lo dije mi amor, quiero hacerte sentir bien... Quiero demostrarte cuánto te amo".
Sin esperar otra palabra de aprobación, Eris bajó las caderas hacia su miembro y soltó su propio gemido agudo.
"¡Ah!"
Estaba entrando con bastante facilidad a pesar de su gran tamaño, una hazaña que no habría funcionado si Eris
no hubiera estado tan empapada como lo había estado durante los últimos minutos.
'¡E-Es tan grande que ya me siento lleno!'
Después de meter alrededor de un tercio de él adentro, Eris finalmente dejó de descender, sus piernas
finalmente perdieron su fuerza.
"E-Esto es un poco vergonzoso... Dije todo eso y ahora mis piernas no dejan de temblar". Eris bromeó a medias.
Abaddon no perdería esta oportunidad por nada del mundo.
Rápidamente se sentó y ahuecó el gran trasero de Eris en sus manos.
"Fuiste perfecta, ahora déjame el resto a mí, mi esposa".
Eris asintió tímidamente mientras lo besaba para que él no pudiera ver su rostro.
El elfo oscuro dejó que su cuerpo se aflojara y Abaddon la bajó sobre más y más de su longitud.
Los gemidos de Eris que fueron amortiguados por sus labios se volvieron más y más intensos mientras Abaddon
exploraba áreas vírgenes dentro de su cuerpo.
Cuando su pene finalmente pasó a su útero, Eris asumió erróneamente que había terminado a través de gemidos
estremecidos.
"E-Está en... Te sientes tan bien, mi amor".
Un pequeño tatuaje morado apareció en su región púbica y los dos fueron oficialmente marido y mujer hasta el
final de los tiempos.
Tal vez fue la voz temblorosa de Eris o tal vez fue la forma en que su coño lo agarraba con tanta fuerza que sintió
que se iba a romper, pero de cualquier manera, Abaddon finalmente perdió lo último de su control.
"Lo siento mi amor, pero aún queda un poco".
Sin previo aviso, Abaddon se insertó por completo en Eris y fácilmente atravesó su útero, golpeando su cuello
uterino.
Eris se estremeció y se corrió de inmediato cuando el dolor de haber perforado su útero se convirtió en el placer
más indescriptible imaginable. "¡¡AHH!! ¡¡E-ESTÁ EN MI ÚTERO!!"
En medio del sonido de los gemidos de los elfos, se escuchó el sonido del goteo del agua cuando Eris perdió el
control de su vejiga y se alivió mientras se corría sobre él.
Sin embargo, Eris ya no estaba en la presencia de la mente para avergonzarse por algo como eso solo sirvió para
excitar aún más a su esposo.
Abaddon sometió a Eris a una serie de golpes largos, levantándola casi por completo de su miembro antes de
volver a colocarse en el lugar que le correspondía en su útero.
Eris era un desastre que gemía y gritaba y que no podía hacer nada más que aferrarse a su esposo por su vida
mientras él continuaba con sus intentos de dejarla embarazada.
Había perdido la cuenta de la cantidad de orgasmos que había tenido y, sinceramente, ya no le importaba.
Todo sobre este momento era tan onírico e increíble que no deseaba dejarlo nunca.
Podía sentir su ferviente amor por ella creciendo con cada embestida y ella era más o menos igual.
Ahora entendía completamente por qué sus esposas odiaban compartir tanto.
Este placer divino equivalía a una droga y nunca quiso que nadie se la quitara.
A medida que el empuje de Abaddon se volvió más rápido y sus gemidos más fuertes, Eris se volvió lo
suficientemente coherente como para reconocer lo que estaba a punto de suceder.
"¡¡D-DENTRO! ¡¡POR FAVOR HAZLO DENTRO!!"

La ferviente súplica de Eris sirvió como el empujón final que necesitaba y sostuvo su cuerpo cerca mientras
disparaba cuerdas y cuerdas de esperma en su estómago.
La sensación caliente y pegajosa dentro de su matriz ahora llena la llenó de felicidad absoluta y tuvo su orgasmo
más duro hasta el momento.
"¡¡¡Me estoy corriendo de nuevo!!!"
El cuerpo de la elfa oscura tembló terriblemente mientras bajaba de su altura monumental.
Mientras los dos sostenían los cuerpos sudorosos del otro, el sol finalmente se puso y se convirtió en noche.
Entre respiraciones superficiales, Abaddon le susurró al oído las tres palabras favoritas de Eris.
"Te amo..."
Capítulo 183 Una mirada a Luxuria

Seras estaba absolutamente eufórico.
Habían sido las dos semanas más largas de sus siglos de vida, pero finalmente llegó el momento.
Esta noche era la noche en que se suponía que Abaddon la llamaría de vuelta a su casa.
No estaba muy segura de lo que sucedería, pero estaba tan desesperada por ver al hombre de sus sueños que se
conformaría con hacer casi cualquier cosa.
'¿Que deberia vestir?'
'¿Qué hago si él quiere tener sexo?'
'¿Pensará que es extraño que su amo sea virgen?'
La mente de Seras estaba llena de pensamientos sucios e inseguridades.
Después de estar viva durante más de 2000 años, sabía que era un poco inusual para ella seguir siendo virgen.
A pesar de que muchos hombres lo habían intentado, la mayoría no estaban a la altura de sus estándares o se
sentían intimidados por su reputación y su personalidad sedienta de sangre.
Justo cuando estaba a punto de darse por vencida, le pidieron que entrenara a Abaddon y desde entonces no ha
podido sacárselo de la cabeza.
No era solo su apariencia exterior, su deseo de volverse más fuerte por el bien de sus esposas e hijos era
increíblemente admirable y no recordaba haber conocido a un hombre como él.
Los dragones buscan el poder como un medio para estar por encima de todos los demás como existencias
supremas.
La mayoría de los vampiros no tienen interés en hacerse más fuertes, pero los pocos que lo tienen lo hacen con
la esperanza de poder obtener una cantidad abominable de riqueza, sexo y sangre.
Que uno estuviera motivado únicamente por lazos familiares no solo era inaudito, sino que la mayoría incluso lo
consideraría extraño y un signo de debilidad.
"¡¡AAARRGGHH!! ¿¡QUÉ DEMONIOS ME PONGO!?!?" Seras estaba casi lista para arrancarse el cabello de la
frustración.
¡Ella no quería aparecer frente a él usando su simple armadura después de todo este tiempo!
¡Un nuevo cuerpo significaba una oportunidad para usar ropa más audaz y sexy que haría que Abaddon se
volviera loco!
'¿Qué tipo de ropa le gustaría más...?'
Seras pensó mucho en las esposas de Abaddon y el tipo de ropa que les había visto usar.
De repente, fue como si una bombilla se hubiera encendido dentro de su cabeza y tuviera una idea genial.
En el fondo de su armario había un sencillo vestido rojo.
Normalmente ni siquiera habría considerado usar tal cosa, creyendo que no le quedaba bien, pero de repente
supo exactamente cómo moldearlo a su gusto.
Tomando una de sus garras, cortó fácilmente la fina tela y la convirtió en dos piezas.
Deslizando la tela sobre su cuerpo expuesto, Seras giró un poco en el espejo antes de darse cuenta de que
todavía se sentía un poco restringida.
Afortunadamente, hacer una abertura a la altura del muslo en su vestido convertido en falda resolvió ese
problema fácilmente.
Tan pronto como Seras estuvo satisfecha con su atuendo, un portal negro estrellado se abrió en su habitación y
su corazón comenzó a latir salvajemente.
Cuando Abaddon atravesó el portal, se sorprendió al encontrar a su maestro convertido en un interés romántico
con un sexy traje de dos piezas.
Su top corto rojo se detuvo justo debajo de sus enormes pechos, dándole un amplio espacio para ver su
estómago musculoso y su piel pálida sin imperfecciones.
Tan pronto como la vio, no pudo reprimir la pequeña sonrisa que se formó en sus labios.
"¿Debo asumir que elegiste este atuendo pensando en mí?" Preguntó.
Sin embargo, Seras no le iba a dar la satisfacción de saber que su suposición era correcta.
"Vaya, ¿no estamos confiados? Quiero que sepas que no eres el único hombre en mi vida".
Desafortunadamente, su broma había tocado a Abaddon en un lugar bastante sensible y sus ojos comenzaron a
brillar lo suficiente como para iluminar el cuarto oscuro.
Una presión sofocante profana dejó su cuerpo que fue sentida por cada alma en el castillo.
"¿Quién se atreve siquiera a respirar alrededor de la mujer en la que tengo mis ojos?"
Solo porque Abaddon no levantó la voz, no significaba que no estaba amenazando.
El escalofrío proveniente de sus palabras fue suficiente para congelar un lago de agua salada.
Lejos de tener miedo, Seras estaba increíblemente excitado y entretenido.

Nunca antes había sentido una malicia tan concentrada en él, y saber que se había apoderado de ella lo hacía
mucho más emocionante.
'Hmmm, ¿debería continuar con este juego?' Seras contempló darle a Abaddon un nombre al azar, pero estaba
casi segura de que esa persona terminaría muriendo por su broma sin gracia.
Finalmente decidió dejar la fachada y le dirigió una sonrisa burlona. "No pensé que una pequeña broma te
molestaría tanto ~ ¿Puedes disipar tu aura ahora? Prácticamente puedo escuchar a mis subordinados
orinándose".
El dragón frunció el ceño cuando su aura se dispersó, aunque su ira todavía estaba hirviendo a fuego lento en
silencio.
Si Seras no hubiera estado bromeando, definitivamente habría matado a alguien esta noche.
"Tus chistes son de mal gusto".
"Me disculparé de la forma que consideres adecuada". Seras dijo con una sonrisa.
El señor de los demonios puso los ojos en blanco antes de agarrar la mano de Seras y empujarla hacia el portal.
"Te aseguraré eso en nuestra cita".
"¿¿C-Cita??"
La primera vez que Seras viajó a Luxuria, ya encontró que el lugar era bastante hermoso.
Aunque cuando lo miró ahora, el lugar era poco menos que transformador.
"¿Que pasó aquí?"
Abaddon sonrió cuando vio la cara de sorpresa de Seras.
"Valerie es muy trabajadora".
Después de obtener sus materiales y un equipo de trabajo capaz, Valerie era como una máquina.
En una sola semana, ella y los enanos bajo su mando implementaron un sistema de plomería, reemplazaron la
piedra vieja en los caminos, construyeron varios edificios nuevos y mejoraron la mayoría de los viejos, e incluso
tuvieron tiempo de comenzar a desarrollar una nueva base para El ejercito.
"Esta arquitectura... nunca antes había visto algo así". Seras dijo con asombro.
Su sorpresa era comprensible ya que Valerie había basado estos diseños en los edificios que había visto en la
memoria de su esposo.
Seras de repente estiró el cuello hacia un lado cuando sintió varios pares de ojos sobre ella.
En lo alto de un edificio cercano, dos figuras se estremecieron antes de desaparecer de su vista.
"Ignóralos. Las lunas espectro están a cargo de monitorear a cualquier visitante que pueda representar una
amenaza potencial". explicó Abaddon.
En un minuto, las dos figuras vestidas de negro de antes aparecieron frente a ellos y se arrodillaron en el suelo.
"Pedimos disculpas por cualquier falta de respeto al invitado del rey". El hombre dijo.
"Nuestra curiosidad se apoderó de nosotros". La mujer confirmó.
A Seras no le molestaba tanto el hecho de que la estuvieran espiando, estaba más preocupada por el hecho de
que estos eran sin duda los seres más extraños que jamás había visto.
El hombre era un vampiro pero sus ojos rojos contenían una esclerótica negra oscura que le daba una
apariencia temible.
Aparentemente, la mujer era un fénix, pero en lugar de plumas rojas y naranjas ardientes, tenía unas que eran
de color púrpura oscuro, su esclerótica también era negra.
Seras podía sentir claramente la influencia demoníaca proveniente de estos dos y no estaba completamente
segura de cómo podría ser posible tal cosa.
"Está bien..." Seras murmuró mientras continuaba mirando a los extraños híbridos.
"Mi rey, te deseamos buena salud y una noche tranquila".
Cuando Abaddon asintió en aceptación, los dos desaparecieron en un borrón y dejaron atrás a los dos dragones.
"Abadón..."
"¿Hm?"
"¿Cómo es posible que esos dos tengan sangre de demonio dentro de ellos?"
En lo que respecta a los híbridos, aquellos con sangre de demonio eran extremadamente raros, si no del todo
imposibles.
Los demonios ya tienen una fertilidad relativamente baja y eso, junto con su caótico maná natural, hace que sea
imposible ver híbridos de ciertas razas.
"Yo también me pregunto eso". Abaddon respondió con una pequeña sonrisa.
Antes de que Seras pudiera hacer más preguntas, fue arrastrada de la mano por las calles. "Ven, hay más para
ver".
En Luxuria, la ciudad solo cobraba vida de verdad por la noche.
Había un próspero mercado nocturno y un barrio rojo aún más popular que atraía a la mayoría de los visitantes.
Seras pasó junto a más vendedores de joyas, artistas callejeros y vendedores de comida de los que podía contar.
'Las luces, la gente, el ambiente... todo es tan hermoso'.
El dragón vampiro estaba completamente encantado.
El encanto de esta ciudad la tenía tan absorta que nunca quiso irse.
Y la vista de un gobernante caminando libremente entre su gente le hizo darse cuenta de que este lugar era
verdaderamente diferente a cualquier otro.
Abaddon puede haber sido temido, pero aparentemente también era un gobernante muy amado.
Un gran número de niños se le acercaron por la calle sin miedo y le preguntaron si podían montar en su espalda
en algún momento a lo que tímidamente accedió antes de que sus padres se los llevaran disculpándose.
Seras se encontró disfrutando de muchos aspectos de su antiguo alumno mientras él continuaba mostrándole su
ciudad.
Cuando los dos finalmente descansaron debajo del qlipoth, Seras finalmente no pudo contener su euforia
creciente.
"¡Este lugar es tan hermoso! ¡Nunca antes había estado tan encantado con un lugar!"
Abaddon sonrió impotente mientras miraba hacia el cielo.
A decir verdad, la ciudad estaba resultando mejor de lo que podía haber imaginado.
Los rumores difundidos por el ejército de la codicia habían hecho su trabajo para asegurar que Luxuria recibiera
un flujo constante de visitantes y comerciantes ambulantes.
Aquellos que querían solicitar la residencia permanente bebieron la sangre de Abaddon de la fuente del
renacimiento y se convirtieron en demonios que estaban oficialmente bajo su autoridad.
En un mundo perfecto, estaría satisfecho con esto y pasaría el resto de sus días junto a su familia.
Pero con amenazas como las que enfrentaba cerniéndose sobre su cabeza, no podía estar satisfecho con este
escaso progreso.
[Abaddon T******t]
[ Ruta de evolución : ???????????? (Horror invisible de las realidades)
[ Condiciones de la Segunda Etapa :

- Trae 50,000 demonios bajo tu gobierno. (4.869 / 50.000)
- Comer los corazones de cinco seres de la etapa cuatro (0/5)
Mientras Abaddon revisaba su progreso hasta el momento, una idea repentina apareció en su cabeza.
'Mi esposa, necesito verte por un momento.'
Después de enviar una rápida convocatoria mental, un montón de sombras se levantó del suelo bajo sus pies y
Audrina apareció sosteniendo a Mira dormida.
"¿Llamaste, mi amor?"
La reina vampiro pronto se dio cuenta de que no estaban solos y le sonrió cálidamente a Seras.
"Es bueno verte, Seras. ¿Ya te estás uniendo a nuestra familia?"
Las mejillas de Seras se enrojecieron ligeramente antes de que sus ojos encontraran a Abaddon que miraba
distraídamente hacia el cielo.
"Tengo una pregunta para los dos".
Mientras ambas chicas esperaban sus siguientes palabras, terminaron siendo algo que ninguna de ellas
esperaba.
"¿Qué tan difícil crees que será para mí ser reconocido como el rey de los vampiros?"
Capítulo 184 Dragón ambicioso

"¿Qué tan difícil crees que será para mí ser reconocido como el rey de los vampiros?"
Cuando las chicas escucharon su pregunta, ambas parpadearon varias veces para permitir que sus palabras se
asentaran.
"Esposo... ¿qué provocó este pensamiento?" Audrina preguntó mientras se sentaba en su regazo.
'¡Maldita sea! ¡Debería haber reclamado ese lugar primero! Seras estaba maldiciendo su anterior falta de acción
y prometió no repetir el mismo error por segunda vez.
"Ya sabes la respuesta a eso, querida". Abaddon le recordó.
Acarició suavemente el cabello tanto de su hija como de su esposa mientras esperaba una respuesta a la
pregunta que podría decidir su futuro.
"Sería difícil." Audrina finalmente admitió.
"Nunca ha habido un gobernante que no fuera de la línea familiar sanguínea, y mucho menos uno que fuera de
una especie completamente diferente. No sé si esos nobles lo aceptarían". Sera informado.
"Aunque eres mi esposo, las posibilidades de que los nobles se unan para matarte son bastante altas". Admitió
Audrina.
Seras se estremeció ante la mención de la noble facción de los vampiros, un espectáculo que no escapó a los ojos
de Abaddon.
"No tengo miedo de que ninguno sea un asesino. Cualquiera que venga por mi vida será devorado de todos
modos, incluso si son estos nobles de los que hablas". Abaddon respondió con frialdad.
Si bien la mayoría de los gobernantes se habrían estremecido un poco ante la mención de que alguien acababa
con una parte muy influyente de su reino, a Audrina en realidad no le importaba mucho.
La noble facción de vampiros eran las diez familias más ricas y fuertes que ayudaban a administrar todo el reino.
O al menos, esa era la descripción oficial de su trabajo.
En verdad, los nobles en realidad no hicieron tanto. Todas las reglas y restricciones que ya habían estado
vigentes durante siglos se siguieron sin problemas y el crimen fue sorprendentemente bajo.
Audrina era quien manejaba las finanzas del reino, las relaciones exteriores y otros asuntos importantes.
Si alguno de ellos moría, el mayor inconveniente para ella sería tener que asistir a sus funerales.
"¿Por qué necesitas convertirte en el rey vampiro?" Seras preguntó de repente.

Abaddon le sonrió dulcemente. "Si te lo dijera, ¿serías capaz de mantenerlo en secreto?"
Seras abrió y cerró la boca varias veces antes de finalmente bajar la cabeza en señal de derrota.
Aunque su corazón estaba con Abaddon y Helios ya había aceptado su relación, seguía siendo leal a Antares y su
gobernante.
Si Helios alguna vez le pedía información sobre los motivos o planes de Abaddon, no tendría más remedio que
decírselo.
Si ella mintiera en un intento de protegerlo, las posibilidades de que el rey dragón los descubriera y los matara a
ambos eran increíblemente altas.
"Yo... supongo que no deberías decírmelo". Seras respondió tímidamente.
"No hay nada por lo que te sientas mal, Seras". Audrina la consoló.
"Así es, nunca querría ponerte en una posición incómoda", confirmó Abaddon.
Seras mostró una pequeña sonrisa tímida y no hizo más comentarios.
Era extraño que alguien tan poderoso como ella fuera atendido por alguien a quien solía entrenar. Sin embargo,
a ella no le disgustaba este sentimiento.
Agregaría esto a la lista de cosas que estaba aprendiendo sobre sí misma al pasar tiempo con Abaddon.
"Si es difícil o no, si mi vida se verá amenazada o no, no importa. Haré lo que deba".
El dragón giró suavemente la barbilla de Audrina para que los dos se miraran a los ojos. "¿Confiarás en mí para
guiar a tu gente?"
"Qué dragón tan tonto eres, esposo mío. Estoy seguro de que los llevarás hacia alturas que ni siquiera podría
sondear".
Acercó sus labios para un tierno beso que contenía toda su confianza y esperanza.
"Besar a otra mujer en nuestra cita... Los hombres realmente son cerdos". Seras dijo con disgusto.
La pareja rompió su beso y Abaddon rió suavemente. "Eso fue grosero de mi parte, Seras".
"¿Estás celoso, ala pequeña?" Audrina dijo descaradamente.
"¡Soy demasiado viejo para ese nombre!"
Abaddon levantó una ceja sorprendido. "¿Ustedes dos... se han conocido antes?"
"Fufufu ~ ¿Quizás?"
"¡No!"
Abaddon suspiró y decidió no insistir más en el asunto. Sabía que le dirían cuando llegara el momento, pero no
mentiría y diría que no tenía curiosidad.
"¿Cuánto tiempo nos llevará viajar a Upyr?"
"Hmm... Una semana si volamos, una semana y tres días si navegamos". adivinó Audrina. "Pero podemos usar el
tiempo extra en algunas... actividades muy divertidas~"
¿Diez días enteros de sexo? ¡Audrina convencería a su esposo de navegar incluso si eso significaba tener que
pasar el resto de la noche de rodillas!
'Ahora que lo pienso, esa idea también suena deliciosa...'
Abaddon podía decir lo que Audrina estaba pensando, y ella sabía que su misión sería subirlo a ese bote y
llevarlo a una cabaña.
"Supongo que vamos a navegar entonces". Abaddon decidió antes de volverse hacia Seras. "¿Necesitas ir a casa y
empacar?"
"¿Eh? Me halaga la invitación pero no puedo ir contigo. Sabes que tengo-"
"Me haré cargo de ello." Abaddon dijo con una sonrisa.
Helios estaba sentado distraídamente en su trono, discutiendo ciertos asuntos con su amigo más antiguo y su
mano derecha.
Hajun fue el primer maestro de Mira y el hombre que Helios había puesto a cargo de preparar a los soldados de
su hija.
"Se ha ido por lo que parece una eternidad... ¿¡Cuánto tiempo va a dormir en la cama ese inútil esposo suyo!?"
El viejo dragón rió levemente. "Deberías relajarte, Helios. Yara ha llegado a la edad adulta hace mucho tiempo y
ya es hora de que lo aceptes".
Como el único amigo de Helios, solo Hajun era capaz de hablar con el dragón dorado de manera tan informal.
"¡No entiendes mi difícil situación!"
"Lo entiendo muy bien, viejo amigo. Actúas como si no tuviera hijos propios".
Helios simplemente puso los ojos en blanco.
"Tus hijos no son-"

¡Whoosh!
Un portal negro estrellado se abrió de repente en medio de la sala del trono.
Hajun se puso inmediatamente en guardia, sin embargo, Helios simplemente movió una mano para calmarlo.
En un momento, un pequeño avión de papel pasó volando por el portal antes de cerrarse inmediatamente.
Helios lo arrancó del aire y lo miró brevemente.
Al darse cuenta de que había palabras escritas en el papel, lo desdobló y comenzó a leer el extraño mensaje.
El mensaje de Abaddon era bastante simple.
Y, sin embargo, Helios no podía decidir si estaba impresionado por su audacia o molesto porque estaba tratando
sus palabras de antes como si fueran aire endeble.
'¡Ese mocoso, todavía está actuando como si yo fuera su abuelo y puede dirigirse a mí como quiera!' Helios
gruñó por dentro.
"¿Y bien? ¿Qué había en la carta?" preguntó Hajun con ansiedad.
En una rara demostración de emoción, Helios de repente mostró una enorme sonrisa llena de dientes.
"¿No es esto una coincidencia? Parece que tu hija mayor también ha caído en las garras de un señor demonio".
"...¡¿¡QUÉ!?!"
"Está manejado". Abaddon dijo mientras se recostaba en el árbol.
"..."
"..."
De repente, al darse cuenta del silencio, Abaddon miró hacia arriba para ver a Seras y Audrina mirándolo
extrañamente.
"¿Qué?"
"Tú... enviaste al rey dragón... una nota..."
"Hice."
"Mi amor... ¿no crees que Helios tenía la intención de que ustedes dos tuvieran una relación menos personal
ahora que son gobernantes de su propia tierra?"
"Tal vez."
Por alguna razón, Abaddon creía que a su abuelo realmente no le importaba la formalidad, al menos cuando
estaba involucrado.
Finalmente, las chicas decidieron que deberían seguir adelante por el bien de su cordura.
"Bueno... supongo que necesito empacar algunas cosas". Seras finalmente dijo. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Abaddon asintió antes de abrir otro portal a su dormitorio. "No estoy seguro de cuánto tiempo estaremos fuera,
así que debes empacar apropiadamente".
Justo cuando Seras estaba a punto de atravesar el portal, una voz repentina la hizo detenerse.
"Vaya, vaya, ¿qué tipo de marido deja atrás a su nueva esposa apenas una semana después de casarse?"
Eris se había acercado en silencio al grupo, mostrándole a Abaddon una sonrisa que no era una sonrisa.
Después de tener relaciones sexuales con Abaddon, ella también recibió su esencia y, como resultado, se conectó
con él.
Con esa nueva conexión, Eris se volvió más capaz de hablar con los qlipoth a distancias más largas y le resultó
más fácil escuchar su voz.
Cuando el árbol le dijo a Eris que su esposo planeaba hacer otro viaje con una mujer extraña, el elfo oscuro
inmediatamente vino corriendo.
"Por supuesto que no, mi amor. No tenía intención de dejarte atrás". Abaddon dijo honestamente.
Fue desafortunado, pero sabía que algunas de sus esposas no podrían hacer el viaje con él.
Valerie estaba demasiado ocupada con la construcción, Lisa estaba trabajando en relaciones públicas, Bekka
estaba ayudando a entrenar al ejército y Lailah finalmente había comenzado a heredar los conocimientos de su
madre.
'Ojalá pudiera ir toda la familia, pero no parece que sea posible esta vez... Aunque me pregunto si a los niños les
gustaría ir.'
Eris miró brevemente a la nueva mujer que rondaba a su marido.
Como la unión entre dos de las razas más hermosas que existen, Seras era injustamente hermosa.
Tenía un hermoso y largo cabello plateado combinado con un cuerpo absolutamente para morirse.
Debido a que Eris era su esposa más nueva, naturalmente comenzó a sentirse un poco amenazada.
'¿Prefiere a las mujeres musculosas después de todo? ¿¿¿Debería hacer más ejercicio??
"No pienses tonterías. Eres perfecta como eres".
"¡Eep!"
Eris estaba tan inmersa en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta de que Abaddon se había movido
para pararse justo a su lado.
Antes de que pudiera correr, Abaddon rápidamente la abrazó.
"Los amo a todos por diferentes razones, y cada uno de ustedes es parte de mí. Su lugar en mi vida, en nuestra
familia, es inquebrantable". Él consoló.
En cualquiera de sus vidas, Abaddon solo había amado a siete mujeres.
Para él, todos eran únicos sin nada en común aparte del amor que todos tenían por él y su familia.
Y así era exactamente como él lo prefería.
Cada una de sus esposas podía ayudarlo con diferentes tareas y ayudarlo a aceptar nuevos ideales.
No podía imaginar un mundo más aburrido que uno en el que todas sus mujeres fueran copias al carbón unas de
otras.
Eris se relajó en su abrazo y liberó todas sus inseguridades profundamente arraigadas.
"Gracias por decirlo..." dijo Eris con una sonrisa.
Mientras los dos disfrutaban de la calidez del otro, Seras emergió del portal una vez más.
"Está bien, ¿cuándo nos vamos?"

Capítulo 185 [Bono] ¡Zarpando!

Abaddon estaba actualmente mirando distraídamente la costa que se desvanecía que era el continente
demoníaco de Samael.
Actualmente viajaba con Seras, Audrina y Eris junto con Zheng y veinticinco de las lunas fantasma, así como con
Absalom y veinticinco de los rabisu.
Thea y Mira estaban interesadas en viajar, sin embargo, ninguna de ellas estaba particularmente interesada en
estar atrapada en un barco durante diez días completos, por lo que Abaddon simplemente las traería a través de
un portal una vez que hubiera llegado.
Apophis, por otro lado, no parecía estar interesado en viajar y en su lugar le pidió a su padre ideas o cosas que
pudiera hacer para comprender mejor las emociones.
Por supuesto, Abaddon lo alentó a pasar mucho tiempo entre su familia y su gente y observarlos lo mejor que
pudiera.
En verdad, Abaddon aún no había desarrollado la oportunidad de vincularse con su hijo tanto como lo había
hecho con sus hijas.
La naturaleza robótica de la serpiente hacía difícil saber qué estaba pensando exactamente, lo que dificultaba un
poco que su padre interactuara con él.
Y fue quizás porque Abaddon no tenía experiencia real con buenas figuras paternas que constantemente no
sabía qué hacer.
Su padre humano era un cabrón, ni siquiera digno del aire que respiraba.
Asmodeus fue amable con él al menos, sin embargo, no sabía cómo aceptar tal amabilidad después de sobrevivir
sin ella durante tanto tiempo en sus dos vidas.
'Debería esforzarme más... con mi padre y mi hijo.'
Honestamente, el dragón no sabía de dónde venían estos pensamientos.
Quizás había algo en estar en el agua que le permitía la calma de la reflexión interior.
Las chicas estaban en su cabaña, probablemente dándole a Seras la misma iniciación que todas las esposas
recibieron, mientras que los subordinados que había traído a bordo estaban descansando, evitándolo por miedo
o trabajando en otras tareas.
Como tal, el dragón tenía toda la cubierta superior para él solo por el momento.
De repente, un pensamiento cruzó por su mente y Abaddon buscó dentro de su anillo de almacenamiento y sacó
un libro de hechizos muy antiguo.
[ Hechizo : Puerta del Tártaro
- Descripción : ???????????????
[ ¿Quieres aprender este hechizo?
'Sí.'
[ ¡Error! El hechizo no se puede aprender.
[ El anfitrión no cumple con los requisitos físicos necesarios para aprender este hechizo.
"Sigues igual, ¿eh?" Abaddon murmuró.
Esta no era la primera vez que intentaba y fallaba en aprender este hechizo.
Después de completar las cuatro pruebas de mazmorra, Abaddon estaba clasificando sin entusiasmo sus
recompensas cuando intentó aprender este hechizo por primera vez y se alarmó al descubrir que no podía.
Su única hipótesis era que este hechizo era tan poderoso que incluso su cuerpo no podía soportar la carga de
saberlo.
Un pensamiento frustrante para la mayoría, pero Abaddon simplemente decidió usarlo como otra fuente de
motivación para el futuro por delante.
'Pero para un hechizo como este... ¿qué tan fuerte tengo que ser?' El se preguntó.
Ni siquiera estaba seguro de lo que hacía el hechizo ya que no había descripción, pero solo con el nombre no era
difícil adivinarlo.
"¿Disfrutando de la vista?"
Seras se acercó silenciosamente a Abaddon por detrás y se paró directamente a su lado.
"Estoy... ¿Ya terminaron de charlar, chicas?"
Por una vez, el dragón vampiro endurecido por la batalla se estremeció cuando recordó la pura obsesión que
acababa de experimentar.
"Somos ... fue una conversación muy esclarecedora".
"¿Oh? ¿Te importaría decirme qué-"
He jurado guardar el secreto. Ella negó de inmediato.
Abaddon simplemente se rió y no presionó más a la hermosa mujer, antes de quedarse en silencio mientras
miraba las olas junto a ella.
Durante mucho tiempo, los dos simplemente permanecieron inmóviles mientras apreciaban en silencio la
belleza del océano frente a ellos.
Parecía que los dos iban a permanecer así para siempre hasta que la voz de Seras finalmente sonó entre el
sonido de las olas rompiendo.
"Sabes, durante mucho tiempo, viví sin entender el significado del amor o el romance y pensé que las personas
que disfrutaban de esas cosas simplemente estaban engañadas o carecían de cualquier otro tipo de motivación
en su vida.
¿Cómo puede una persona dedicar la totalidad de su ser a alguien cuando hay tantas cosas que uno podría hacer
con ese tiempo? Siempre creí que la energía gastada en las relaciones podría utilizarse mejor para fortalecerse o
acumular riqueza", explicó Seras.
De repente apoyó la cabeza contra él y sus palabras se volvieron mucho más tiernas y menos cínicas.
"Y luego te conocí y mi pensamiento cambió aparentemente de la noche a la mañana. Aunque pensé que nunca
podría sentirme atraído por alguien que era mucho más débil que yo, dos semanas después de entrenarte me
encontré incapaz de pensar en nada ni en nadie más. "
Abaddon trató de recordar los detalles de su entrenamiento, pero si era honesto, todo estaba borroso.
Recordó algunas de las actividades más extenuantes que soportó, pero aparte de eso, el único enfoque de su
mente estaba en volverse más fuerte para poder volver a ver a su familia.
"Dudo que incluso lo recuerdes, habías comenzado a actuar como una especie de golem después de un mes
juntos y finalmente dejaste de hablar por completo después de un tiempo".
"...Lo lamento."
"¡Ja! ¡Está bien! Estaba un poco molesto por eso en ese entonces, pero me gusta creer que me lo has compensado
en el sentido del tiempo". Las mejillas de Seras se pusieron ligeramente rojas al recordar la primera vez que
Abaddon la había mirado como un objeto de lujuria.
Si eso no fuera suficiente, el pequeño beso que habían compartido hace unas semanas había pagado
completamente su deuda.
"Por primera vez en mi vida, me frustré porque no podía lograr que un hombre me mirara". Ella dijo con un
suspiro.
"Pensé que tal vez era solo una simple frustración y que lo superaría con el paso del tiempo, pero... Entonces te
vi reunirte con tu esposa y tu hija".
Sin darse cuenta, Seras había apretado con más fuerza el brazo de Abaddon.
"Estabas más vivo y mostrabas más emoción de lo que había visto de ti en meses. Fue como si de repente fueras
un hombre completamente diferente. La forma en que los abrazaste, la forma en que les sonreíste, nunca he
estado más celoso de nada antes".
Seras de repente agarró a Abaddon por la cara para que los dos se miraran a los ojos.
"Por primera vez, me di cuenta de lo que significa amar a alguien. Todavía tengo todas mis ambiciones, objetivos
y pasatiempos, pero ahora todos parecen aburridos hasta que pienso en hacerlos junto a ti".
En todo el tiempo que había conocido a Seras, Abaddon no podía recordarla hablando con tanto fervor como
ahora.
Había visto su sed de sangre, su lujuria real, su comportamiento de sargento instructor e incluso su
personalidad a veces infantil.
Podía ver cuánto esfuerzo estaba poniendo en sus palabras para transmitirlas correctamente y una parte de él
quería decir que no tenía que ir tan lejos por él.
Afortunadamente, ella estaba a punto de terminar.
"Disfruto pelear, disfruto mejorarme a mí mismo, y mi objetivo es ascender de este mundo y convertirme en una
diosa diferente a cualquiera que se haya visto antes. ¿Caminarás a mi lado mientras persigo este sueño mío?"
"No."
"¿¡¿Ehhh?!?" Seras parecía estar a punto de llorar histéricamente.
¡¿Cómo pudo haberla rechazado tan deliberadamente una vez más?!
¿Por qué todavía no era lo suficientemente buena?
Abaddon de repente sonrió mientras besaba su frente.
"No caminaré junto a ti, será una carrera. Una buena competencia nos ayudará a mantenernos motivados a largo
plazo. Si no trabajas duro, es posible que te deje atrás, esposa mía".
Por supuesto, Absddon nunca en un millón de años dejaría atrás a ninguna de sus mujeres o hijos.
Sin embargo, simplemente lo decía con la esperanza de mantener vivas las llamas de su espíritu competitivo.
Su relación perdería su valor si ella alguna vez se perdía en estar con él.
Cuando Seras escuchó las palabras 'mi esposa', naturalmente se congeló un poco antes de que una sonrisa
indefensa se extendiera por sus labios.
"Eres tan... un imbécil".

Antes de que Abaddon pudiera responder, Seras lo agarró por la cara y presionó sus labios contra los de él.
Sus manos encontraron su cintura esbelta y musculosa mientras la atraía para profundizar su ya apasionado
beso.
Abaddon podía sentir su excitación creciendo y creciendo cada vez que sus labios y lengua chocaban.
Sin siquiera darse cuenta, los colmillos de Seras habían crecido en su boca, causando que accidentalmente
cortara el labio de Abaddon.
"¡Ah! ¡Lo siento! Te juro que fue un..."
Cuando el olor de la sangre sin diluir de Abaddon llegó al aire, el cerebro de Sera dejó de funcionar
temporalmente.
Casi como un reflejo, su lengua salió disparada para saborear la sangre que había manchado sus propios labios y
ya era demasiado tarde para volver atrás.
Cuando Seras probó la sangre más deliciosa que se pueda imaginar, sus ojos inmediatamente se pusieron en
blanco en un subidón casi eufórico.
'¡Es delicioso!'
'¿Por qué es tan bueno?'
'Quiero más... ¡mucho más!'
Justo en la parte superior de la cubierta, Seras empujó a Abaddon hacia abajo sin previo aviso y se sentó a
horcajadas sobre él antes de lamer y chupar su cuello.
El dragón se sentía bastante atraído por las mujeres que eran más asertivas en el dormitorio, por lo que no tenía
absolutamente ningún problema con la forma en que iban las cosas.
Seras encontró un lugar en el lado opuesto de su cuello donde Audrina había mordido y mordió con fuerza.
Solo tuvo medio segundo para ser sorprendida por la dureza de su piel antes de que una nueva ola de sangre le
llenara la boca y todo su cuerpo se estremeciera incontrolablemente.
'¡Mío! ¡Mío! ¡Mío!'
[El individuo: Seras Bloodflame, está intentando marcar al anfitrión como su compañero predestinado.
- Podrá encontrar al anfitrión en todo momento y lo seguirá incluso en la muerte.
[ ¿Aceptar la conexión?
'Por supuesto.'
Abaddon inmediatamente sintió que se formaba otro vínculo inquebrantable entre él y Seras.
Junto con ese sentimiento vino una sensación de plenitud y plenitud.
Sintió como si la última pieza de sí mismo finalmente hubiera sido insertada y hubiera sido sanado.
"¡Ey!" Audrina gritó de repente.
Ambos dragones miraron hacia arriba para ver a la reina vampiro dándoles a ambos miradas molestas.
"¿Ustedes dos van a divertirse aquí solos o van a dejar que Eris y yo también participemos de la diversión?"
posada𝚛𝚛𝚛𝚛.c𝚛𝚛
Capítulo 186 ¡Los niños crecen tan rápido!

Apophis regresó a casa después de pasar la noche en la ciudad.
Solo había pasado un día desde que su padre se fue y estaba haciendo todo lo posible para cumplir con su
recomendación de pasar tiempo entre su gente y observarlos.
Durante el día, pasaba tiempo con sus madres y hermanas mientras trataba de aprender sobre ellas.
Cuando finalmente pudiera lograr liberarse de su asfixia constante, le enseñarían mucho.
Bekka le enseñó a luchar en su nueva forma humana, lo que le permitió descubrir que tenía una aptitud natural
para el manejo de la espada, aunque admitió que esto no le importaba mucho.
Observaría las lecciones de Lailah con su madre, tanto para asegurarse de que no hablara fuera de lugar como
para ver si él también podía aprender un poco de magia.
Valerie tenía la agenda más agitada de todas, pero cada vez que podía encontrarla, la ayudaba en cualquier
proyecto en el que estuviera trabajando lo mejor que podía.
El tiempo con Lisa fue mucho más lento y tranquilo, pero pasó mucho tiempo caminando por la ciudad,
observando cómo su madre dragón trabajaba para mantener la felicidad de todos sus ciudadanos ayudándolos a
encontrar un lugar donde se sintieran más cómodos.
Realmente no lo entendía, pero la gente parecía estar más feliz cada vez que acababan de ver a Lisa.
'¿Esta gente realmente disfruta tanto del trabajo?' El se preguntó.
Por la noche, vagaba solo por las calles.
Era bastante difícil para él permanecer bajo perfil en las calles, dondequiera que iba, la gente se inclinaba ante él
o lo miraba con fervor.
Como si eso no fuera lo suficientemente extraño, cada vez que Apophis entraba en una tienda o echaba un
vistazo a un puesto, el dueño inmediatamente intentaba darle artículos gratis.
Sus madres ya le habían advertido sobre tal ocurrencia, por lo que ya sabía que debía negarse, sin embargo, eso
no lo hicieron los dueños de las tiendas, quienes en cambio le dieron ofertas extremadamente generosas.
Así fue como la serpiente roja terminó con el atuendo completamente nuevo que estaba usando actualmente.
Una túnica blanca larga junto con una camisa negra simple que se ceñía firmemente a su cuerpo además de un
par de pantalones negros limpios.
Con sus joyas de estilo egipcio a juego, el niño era el lujo personificado.
"¡Guau! ¡Te ves bien, joven maestro!"
Justo cuando Apophis estaba a punto de entrar en su habitación, una de las sirvientas trillizas, Rita, se topó con
él en el pasillo y no pudo evitar comentar sobre su apariencia.
"Gracias, Rita. Te ves bien también".
"Fufufu, estoy usando lo mismo de siempre, joven maestro". Ella bromeó.
De repente, la súcubo olfateó el aire y sus mejillas se enrojecieron de inmediato.
"Umm, ¿n-joven maestro? Sé que no es asunto mío, pero... ¿dónde estuviste toda la noche?"
La serpiente colocó una mano en su barbilla mientras hacía todo lo posible por recordar el término adecuado
para el lugar donde había pasado la mayor parte de la noche anterior.
"Un burdel".
"¡¿B-burdel?!"
"Creo que ese es el nombre, sí". El Confirmó.
"O-Oh... ¿C-Cómo terminaste allí?"
"Estaba deambulando, supongo. Eventualmente, algunas mujeres me llamaron desde un edificio y me dijeron
que debería entrar para divertirme. Pensé que la diversión de la que hablaban podría haberme ayudado a
comprender las emociones, así que accedí".
De repente, la serpiente sacudió la cabeza y dejó escapar un suspiro de decepción. "Me acosté con todos ellos,
pero ninguno de ellos pudo ayudarme a sentir algo más que un placer momentáneo".
La cara de Rita se estaba poniendo más y más roja por segundos.
Cuando Apophis dijo que se acostó con todas las mujeres, supo que no se refería a las pocas mujeres que
originalmente lo habían llamado.
Podía oler tantos aromas diferentes en él, sabía que se había acostado con todas las mujeres del burdel.
"B-Bueno, lamento que su búsqueda no haya tenido éxito. S-Si ayuda, podría darle algunos consejos".
Las orejas de Apophis se animaron de inmediato.
Estaba tan desesperado por entender que estaba dispuesto a aceptar el consejo de cualquiera.
"T-Por lo general, cosas como esa se vuelven mucho más agradables y significativas cuando encuentras a alguien
que te gusta y lo haces con ellos". Explicó tímidamente.
"¿Alguien que... me gusta?"

"S-sí. Al igual que tu padre ha encontrado mujeres con las que disfruta pasar el tiempo y no quiere estar sin
ellas, tú deberías buscar lo mismo".
Apophis pensó mucho en la relación entre su padre y todas sus madres.
Siempre se estaban tocando, pero de alguna manera era diferente de la forma en que había tocado a todas esas
mujeres la noche anterior.
Aunque sabía que era diferente, no entendía muy bien por qué.
"Rita".
"¿S-Sí?"
Los brillantes ojos verdes de Apophis se clavaron intensamente en los verdes de Rita y ella sintió como si fuera a
hundirse bajo el peso de su mirada.
"¿Te importaría pasar tiempo conmigo?"
Thea estaba en el patio trasero, sentada con las piernas cruzadas en el suelo.
Después de volver a casa, admitió que había aflojado un poco con su entrenamiento.
Si bien ella tenía parte de la culpa, no pudo resistir la necesidad que sintió de pasar tiempo con su familia
después de cinco años completos.
Pero ahora, finalmente era hora de volver al trabajo.
"Hoooo... Muy bien, hagamos esto".
El cuerpo de Thea quedó encerrado en un aura azul brillante que se condensó una y otra vez hasta que su
cuerpo pareció tener un brillo apagado.
Cerrando los ojos y concentrándose, Thea permaneció en su estado meditativo y no movió un solo músculo.
De repente, una gran herida fue tallada en el suelo frente a ella, como si hubiera sido cortada repentinamente
con una cuchilla extremadamente afilada.
A pesar de que estaba emocionada de haber realizado su técnica sin problemas, no dejó que rompiera su
concentración y continuó su entrenamiento.
A diferencia de los otros seis finales, Witchblade fue bastante especial.
Esencialmente transformó el cuerpo de Thea, convirtiéndola en casi una diosa viviente, aunque actualmente
solo poseía una fracción de ese poder.
Las habilidades que poseía su maestro todavía eran demasiado para su cuerpo, por lo que estaba encerrado
detrás de ocho sellos internos.
La única forma de romper los sellos era si entrenaba su cuerpo y su mente sin descanso mientras comprendía
los aspectos superiores de la realidad.
Actualmente, Thea estaba practicando el arte de la intención de la hoja.
En resumen, la intención de Blade era una habilidad única que le permitía atacar sin mover un solo músculo.
Al condensar sus intenciones maliciosas en su cuerpo tanto que se volvió imposible de rastrear, pudo realizar
ataques de antes que eran capaces de dividir incluso los metales más duros como si estuvieran hechos de
mantequilla.
Durante cuatro horas, Thea continuó sentada en el suelo en un estado de trance mientras tallaba el suelo a su
alrededor.
Cuando terminó, soltó un profundo suspiro cuando sus brillantes ojos azules se abrieron para mirar su obra.
La tierra a su alrededor había sido absolutamente triturada con cortes de varios anchos, largos y profundidades.
Aunque estaba bastante orgullosa de sí misma, tenía que admitir que había hecho un desastre total en el patio
trasero de su familia.
Afortunadamente, ninguna de sus madres tenía interés en la jardinería, por lo que pudo reparar todo esto con
un poco de magia simple de la tierra.
Cuando Thea se puso de pie, miró hacia abajo y vio que había sudado tanto que su camisa blanca estaba
completamente empapada.
"Supongo que debería tomar esto como una señal de que trabajé duro". Ella se rió entre dientes antes de
quitarse la camisa y guardarla en el bolsillo trasero.
Su cuerpo bien definido se veía positivamente deslumbrante con solo un simple sostén negro y pantalones a
juego.
Aunque era menos musculosa que algunas de sus madres, su cuerpo aún mostraba la dedicación y el tiempo que
había puesto en su físico.
Cuando Thea comenzó a arreglar el patio trasero, finalmente decidió dirigirse a la audiencia que había sentido
desde antes.
"¿Puedo ayudarte con algo, Nita?"
"¡Eep!"
Hubo un agudo grito de sorpresa antes de que la más joven de las hermanas súcubos asomara la cabeza por
detrás de un arbusto.
"¡¿Cómo supiste que estaba aquí?!" Ella lloró.
Thea simplemente se rió entre dientes. "Tu mirada no era exactamente sutil. Incluso mi hermana podría haberte
encontrado sin mucho esfuerzo".
Nita finalmente suspiró derrotada antes de inclinarse a modo de disculpa.
"Lamento haberte espiado, princesa. Simplemente tenía curiosidad por saber qué estabas haciendo exactamente
y mi curiosidad pudo más que yo".
Thea finalmente terminó de reparar el patio trasero y comenzó a caminar de regreso a la casa para bañarse.
"No seas tonta, Nita. No me importa que mires, solo espero que te guste lo que viste". dijo Thea con un guiño.
Por un momento, el cerebro de Nita se congeló cuando Thea pasó junto a ella.
'¿Que quiso decir ella con eso?'
'¿Se refería a su técnica? O...'
'Aunque su cuerpo era realmente agradable...'
Nita negó con la cabeza cuando sus pensamientos comenzaron a cambiar en direcciones peligrosas.
¿Qué estaba pensando?
¡Hace tres semanas, Thea era una niña de once años con lindas mejillas y ojos angelicales!
Ahora era casi una mujer adulta que exudaba tal encanto y belleza que incluso ella sentía cierta atracción por
ella.
"¿U-Umm, princesa? ¿Qué quisiste decir con eso? Te referías a tu técnica, ¿verdad?" Nita finalmente tartamudeó.
posada𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛m
Cuando Thea abrió la puerta de la casa, dio una respuesta simple sin siquiera mirar por encima del hombro.
"Por supuesto que no."
Cuando la puerta se cerró y Nita se quedó afuera, no pudo hacer nada más que mirar distraídamente el espacio
donde había visto a Thea entrenar.
"Esa chica... ¿cuándo aprendió a hablar así...?"
-
Tita estaba actualmente mirando a sus dos hermanas, cada una de las cuales tenía miradas soñadoras y
avergonzadas en sus rostros mientras cenaban.
Rita estaba tan fuera de sí que su tenedor constantemente no le llegaba a la boca, dejando salpicaduras de
comida en sus suaves mejillas.
Nita también estaba en su propio mundo, pero la forma en que lamía su tenedor mientras miraba
distraídamente al espacio hacía que su hermana mayor se sintiera muy incómoda.
"¡¿Qué les pasa a ustedes dos?!" Ella finalmente preguntó.
Rita: "Los hijos del rey son exactamente como él..."
Nita: "Creo que estoy teniendo una especie de despertar..."
Con esas respuestas sin sentido, simplemente decidió dejar a sus hermanas en paz y esperar que estuvieran
arregladas para la mañana.
"Solo voy a ir a comer a mi habitación".

Capítulo 187 Maratón lujurioso

Durante nueve días completos, Abaddon y sus esposas no habían salido de su habitación.
Tal vez fue porque Seras acababa de confesarse con él o tal vez porque finalmente tenía todas las mujeres con
las que alguna vez soñó.
Cualquiera que haya sido la razón, Abaddon se había vuelto un poco codicioso.
Ya fuera Eris, Seras o Audrina, aparentemente no podía tener suficiente.
Solo después de que abrió un portal a su casa y secuestró a sus otras cuatro esposas, finalmente sintió la tan
esperada sensación de plenitud y satisfacción que tanto anhelaba.
Seras sacudió la cabeza con fuerza en un intento de liberar su mente del delirante placer que estaba
experimentando.
Nunca en su vida se había sentido tan completamente indefensa contra un oponente.
Ella, que era capaz de borrar a una nación entera de la faz de la tierra en una sola hora, estaba completamente
abrumada por el hombre frente a ella sin forma de defenderse.
Abaddon estaba actualmente en la cama, empujando locamente hacia una Lailah que lloraba.
Rodeándolo estaban los cuerpos de sus otras esposas que estaban igualmente sin aliento en una dicha de
ensueño.
Cada uno de sus cuerpos temblaba terriblemente y todos tenían una cantidad igualmente grande de esperma
fluyendo de sus cuerpos.
'Esto es una locura... ¿Cuánto tiempo más puede continuar?' Seras preguntó soñadoramente.
Se había dado cuenta de algo bastante aterrador mientras observaba a Abaddon tener sexo.
Los dragones tienen mucha resistencia y vitalidad, pero no podrían seguir así para siempre.
La herencia de Abaddon como íncubo le permitía subsistir con la energía de todas sus esposas.
No solo eso, estaba liberando simultáneamente más energía en ellos cada vez que terminaba.
Tal cosa hizo posible que sus esposas menos poderosas pasaran días sin comer ni dormir.
Si tuvieran tiempo, podrían disfrutar de este placer para siempre sin tener que parar.
Seras no estaba segura de si tal cosa era o no aterradora o agradable, pero dada la cantidad de excitación que
sintió por el pensamiento, probablemente fue lo último.
Atraído por el olor de su excitación, una vez que Abaddon terminó de correrse dentro de Lailah, se movió hacia
Seras que se había trepado al suelo.
"¿Estás corriendo, mi amor?"
"¿Por qué habría de huir de ti? ¡E-Esto no es nada!" Seras dijo con una sonrisa temblorosa y poco convincente.
Incluso mientras hablaba, su cuerpo temblaba terriblemente por los innumerables orgasmos que se había visto
obligada a soportar desde que comenzó todo esto.
"¿Oh? Me lo estaba tomando un poco con calma ya que era tu primera vez, pero veo que tal misericordia no era
necesaria". El ojo púrpura del dragón comenzó a brillar con locura y su rostro se volvió un poco hostil.
"Ya no seré tan gentil como antes. Haz tu mejor esfuerzo para permanecer consciente, ¿de acuerdo?"
Antes de que Seras pudiera responder Abaddon, Abaddon renunció a su mano y su cuerpo desnudo fue colgado
por hilos de sangre y ella estaba siendo levantada en el aire.
Seras siempre había tenido la costumbre de hablar mal y, por primera vez, no pudo salir del problema en el que
se había metido.
No solo estaba actualmente expuesta en una posición muy provocativa e incapaz de huir, sino que la mirada que
estaba recibiendo de Abaddon le provocaba escalofríos en la espalda.
Podía sentir su ardiente mirada recorriendo cada centímetro de su carne expuesta, y aunque sabía que él ya lo
había visto todo, eso no la hacía sentir menos tímida.
De repente, el nuevo tatuaje que la marcó para siempre como su esposa comenzó a brillar con una intensa luz
violeta.
Seras apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de tener un orgasmo tan feroz que casi se desmayó.
Sus gritos animales eran como música para los oídos de Abaddon mientras continuaba asaltándola con ola tras
ola de placer sin siquiera mover un solo dedo.
Abaddon caminó hacia adelante y rozó ligeramente con las puntas de sus dedos los perfectos abdominales de
Seras, haciéndola temblar mientras sentía que su estómago se calentaba aún más que antes.
Aunque su propio placer era inmenso, comenzó a sentir una profunda sensación de anhelo que le decía que
podía hacer que esta experiencia fuera aún mejor.
Sus ojos entrecerrados se posaron en el miembro notoriamente grande de Abaddon que le había robado la
virginidad y la había ayudado a experimentar la alegría de ser mujer por primera vez.
'Quiero eso...'
Incluso con su mente bajo fuego, Seras sabía lo que estaba haciendo su marido.
Estaba tratando de romperla sexualmente, con la esperanza de que ella le rogara que la follara.
¡Pero la broma era para él!
Mientras viviera, nunca mendigaría nada.
"¿Q-Qué hiciste...?" Seras preguntó temblorosamente.
El calor de su estómago se había extendido a su cabeza, dejando su mente llena de un ardiente deseo que
bordeaba la locura.
"Por favor…" dijo Seras mientras apretaba los dientes.
En verdad, Abaddon podría empujar a Seras al límite y hacerla rogar en cualquier momento que quisiera.
Pero, ¿dónde estaría la diversión en eso?
Abaddon se movió entre las piernas de Seras y se posicionó para entrar en su cuerpo.
Sus ojos se abrieron de par en par y su emoción alcanzó un punto álgido al creer que el momento que esperaba
finalmente había llegado.
Desafortunadamente, Abaddon no quería dejarla ir tan fácilmente.
En lugar de insertarse en su esposa como ella deseaba, continuó provocando la entrada de su raja, haciendo que
Seras se diera cuenta de que no le iba a dar la liberación que tanto necesitaba.
"¿P-Por qué estás...?"
"Vamos, mi amor. Sé que eres más capaz de rogar que eso".
A estas alturas, Seras no tenía ningún problema en deshacerse de su orgullo.
Si nadie más en todos los reinos lo merecía, Abaddon lo merecía.
"¡P-Por favor, lo quiero tanto!" Seras había comenzado a girar sus caderas dentro de sus ataduras, esperando
desesperadamente que su esposo entrara.
Finalmente, parecía que Abaddon había llegado al límite de su paciencia y se empujó contra Seras, provocando
fuertes gemidos que escaparon de sus labios.
El interior de Seras se sentía como el cielo más pecaminoso, sus poderosos músculos y su humedad babeante
creaban una combinación letal diseñada para exprimir hasta la última gota de la semilla de su marido.
Al sentir el miembro de su esposo empujar dentro de su vagina y encontrar su hogar dentro de su cuello uterino,
el dragón vampiro comenzó a soltar gritos agudos que llamaron la atención de todas las otras esposas en la
habitación.
"Él realmente está siendo duro con ella..."
"Me desmayé, ¿ella lo desafió o algo así?"
"Aquí igual..."
"Yo también..."
Mientras todas las esposas sentían que sus impulsos sexuales se reavivaban, Abaddon continuó golpeando la
entrada del útero de Seras sin darle un segundo para descansar.
Al igual que Bekka, Seras era un poco masoquista, por lo que no estaba haciendo un esfuerzo por mitigar el
dolor causado por su apareamiento animal.
De hecho, en realidad estaba siendo un poco más rudo de lo normal.
Sus garras negras rastrillaron su gran trasero carnoso mientras mordía su omóplato con sus dientes afilados
como navajas.
En menos de un minuto, el famoso 'Bloody Berserker' de Antares se había reducido a un lío de gemidos babosos
con lágrimas y baba corriendo por su rostro.
Abaddon nunca la había visto tan hermosa como cuando se había entregado por completo a su placer.
No podía pensar, su voz se había perdido de tanto gritar y la cantidad de poderosos orgasmos que había tenido
fueron suficientes para causar que se formara un charco bastante grande en el suelo debajo de ella.
Cuando Abaddon finalmente no pudo contener su propio orgasmo por más tiempo, liberó a Seras de sus
ataduras y la sostuvo fácilmente en sus brazos.
Con sus cuerpos completamente presionados, podía sentir el calor de su eyaculación extendiéndose dentro de
su estómago mientras intentaba reproducirla.
El cuerpo de Seras se contrajo considerablemente mientras intentaba y no lograba bajar de su altura orgásmica.
Todo lo que hacía su esposo era demasiado efectivo y ella no podía obligar a su mente o cuerpo a recuperarse de
su toque.
Antes de perder el conocimiento, lo último que recordaba era el rostro borroso de su esposo acercándose antes
de que sus labios tocaran los de ella.
-
Después de diez días de navegación, el barco finalmente había llegado al continente de Upyr.
La casa de los vampiros era un poco única en el sentido de que, incluso si era de día, no había sol presente.
La totalidad del continente estaba envuelto en una oscuridad sin fin que protegía a los acechadores nocturnos
de los efectos nocivos del sol.
Cuando un vampiro estaba expuesto a la bola gigante de fuego en el cielo, sus habilidades se reducían a la mitad
y los más débiles podían morir de inmediato.
Nadie sabía por qué había un continente entero que no recibía la luz del sol, sin embargo, los vampiros
simplemente se creían los hijos predilectos de Asherah.
Una creencia que la mayoría de los demás consideraban tremendamente insultante.
Después de enviar a cuatro de sus esposas de regreso a casa a través de un portal, Abaddon y sus mujeres
salieron de su habitación manchada de sexo por primera vez en diez días completos.
Como era de esperar, todos sus hombres lo estaban esperando en la cubierta del barco con la cabeza gacha.
Cuando el barco atracó en la costa y se bajó el ancla, Abaddon finalmente se paró frente a ellos.
"¿Estás preparado para lo que viene?"
"Por supuesto, mi rey". Todos respondieron al unísono.
Ya habían sido advertidos del peligro y ya sabían que las posibilidades de que vieran combate eran altas.
Aún así, no tenían miedo.
Los rabisu ya habían sido condicionados para luchar y morir por su líder si fuera necesario, y las lunas
fantasmas sentían una lealtad tan fuerte hacia el hombre que las había liberado y les había brindado refugio que
tampoco tuvieron ningún problema.
Nadie esperaba que esta coronación transcurriera en paz.
Pero para ellos, eso apenas importaba.
Ya fueran cincuenta o cincuenta mil de ellos, abrumarían por completo y someterían a cualquiera que intentara
interponerse en el camino de su rey mientras ascendía a la cima.
Abaddon saltó al cielo y se transformó en un dragón gigante con forma de serpiente con dos cabezas y seis alas
enormes.
Audrina, Eris y Seras encontraron su lugar encima de su espalda y sus hombres finalmente también tomaron los
cielos.
Mientras Abaddon lideraba el camino hacia lo que se convertiría en su nuevo castillo, los vampiros que vieron
su enorme figura entre las nubes se preguntaron si la suerte había caído sobre su tierra.
Por primera vez en varios milenios, un dragón había llegado a la tierra de los vampiros.
¿Qué podría significar esto para el futuro?

Capítulo 188 ¡Esa no puede ser la reina!

Abaddon no tardó mucho en cruzar las tierras de Upyr y llegar al castillo de Audrina.
La tierra de los vampiros era exactamente como uno hubiera esperado que fuera.
Estaba oscuro, lujoso y lleno de algunas de las personas más hermosas que se puedan imaginar.
Pero para Abaddon que había crecido en Antares y para su gente que ahora vivía en Luxuria, este lugar no era
realmente nada digno de mención.
Eventualmente, el grupo vio un gran castillo de estilo gótico sentado siniestramente en la cima de un pico de
montaña.
"¿Estás emocionada de estar en casa, Audrina?" Eris preguntó de repente.
La reina vampiro resopló y palmeó amorosamente las escamas de su esposo. "Hace mucho tiempo que mi hogar
se ha convertido en donde sea que esté nuestro esposo. Cualquier otro lugar no tiene verdadera importancia".
La elfa oscura sonrió comprensiva mientras ella también miraba con amor a su monstruoso esposo. "Disculpas,
parece que hice una pregunta verdaderamente inútil".
"Fufufu~ No pienses en eso"
Junto a ellos, Seras contemplaba en silencio cuál era realmente su hogar.
Después de los diez días celestiales que habían pasado juntos, su lealtad a Antares era la más débil que jamás
había tenido.
Todos sus pensamientos, que solían estar ocupados con la defensa de su clan y la prosperidad de su nación, se
estaban transformando lentamente en el deseo de permanecer al lado de su esposo por toda la eternidad.
Incluso si él no se lo pidiera, ella ya estaba preparada para traicionar su reino por él.
A medida que Abaddon y sus hombres se acercaban más y más al castillo, llegó un torrente de guardias para
interceptarlos.
'Mi señor, ¿debemos someterlos?' Absalom preguntó telepáticamente.
'No hay necesidad, solo son un poco asustadizos, eso es todo'. Respondió.
Con toda honestidad, realmente no podía culparlos.
La vista de un enorme dragón negro de más de setenta metros de altura aterrorizaría a cualquiera.
El cuerpo de Abaddon fue envuelto en una luz oscura antes de reaparecer en su forma humana.
Descendió lentamente al suelo con dos de sus esposas en brazos y otra sentada sobre sus hombros.
"¡Manténganse firmes, hombres!"
"¡No bajéis las armas!"
A pesar de que los soldados podían ver que estos invasores no eran agresivos, aún permanecían alerta con el
temor de que la situación cambiara en un instante.
Desafortunadamente, eso resultaría ser un grave error.
"¿Oh? ¿Mis perros no reconocen a su amo?"
Cuando los guardias escucharon la voz escalofriantemente fría de Audrina, ya era demasiado tarde.
Sus armas fueron arrancadas de la punta de sus dedos por una fuerza invisible y apuntadas directamente a sus
cuellos.
"Pensé que había entrenado perfectamente a estos perros, pero parece que no. ¿Debería conseguir unos
nuevos?"
Ninguno de los hombres se molestó siquiera en hablar.
Sabían que aunque su reina claramente les estaba hablando, en realidad no quería una respuesta.
Si uno solo de ellos se atreviera a pronunciar una sola sílaba, todos morirían antes de que su sangre tocara el
suelo.
Cuando Abaddon finalmente aterrizó en el suelo, Audrina lo besó en la mejilla antes de caminar hacia sus
temblorosos soldados.
Las sombras a sus pies se volvieron locas y pronto Audrina estaba de pie con su armadura negra sombría con su
corona roja como la sangre.
"Saludad a vuestra reina como es debido, mestizos".
Todos los guardias con armadura negra cayeron de rodillas y se postraron frente a Audrina como si fuera una
especie de diosa oscura.
"¡BIENVENIDA A CASA, REINA AUDRINA!"
Una pequeña sonrisa helada apareció en el hermoso rostro de la reina vampiro.
'¿Alguno de ustedes la ha visto actuar así antes?' preguntó Eris.
Era como si estuviera viendo a una persona completamente diferente. La Audrina que conocía era dulce,
burbujeante y, a veces, un poco perezosa.
La versión que estaba viendo ahora era alguien completamente irreconocible.
A su lado, Seras y Abaddon dieron dos respuestas muy diferentes.
'Sí.' Seras respondió sin entender la sorpresa de Eris.
'No, pero... realmente es bastante excitante.' Abaddon respondió.
Había comenzado a mirar a Audrina de forma depredadora y no veía la hora de tenerla de nuevo en un
dormitorio.
Una de las cosas que más amaba de sus esposas era su tendencia a tratar a los demás hombres como insectos.
¡Podría ver escenas de esta mentira durante horas y horas!
Las mejillas de Eris se pusieron ligeramente rojas y casi tosió en voz alta. '¿N-No te llenaste de camino aquí?'
'Cuando se trata de las mujeres que amo, no hay tal cosa como saciarme.' Abaddon respondió.
Usando sus tatuajes, Abaddon envió un pequeño pulso de placer a través de sus cuerpos que casi los hizo gemir
abiertamente.
Tanto Eris como Seras se mordieron los labios para contenerlo antes de mirar enojado a su esposo.
'Pervertido...' respondió Eris, aunque su tono reveló que no le disgustaba.
'Qué grosero... ¿por qué empezarías algo cuando sabes que no tendremos la oportunidad de terminar por un
tiempo?' Seras se quejó.
"Disfruto dándoles a mis encantadoras esposas algo que esperar".
Mientras la risa de Abaddon jugaba en sus cabezas, Audrina finalmente notó a través de su conexión que se
estaba quedando fuera de algo divertido y su estado de ánimo empeoró.
"Dispérsense y hagan los preparativos para mi familia y nuestros hombres. Si se mueven demasiado despacio,
morirán".
'¿Familia?'
¿Sus hombres?
Algunos de los guardias se detuvieron brevemente para mirar detrás de Audrina, y resultó ser un error fatal.
Cuando algunas de sus cabezas rodaron por el suelo, el resto de los hombres se pusieron de pie para cumplir
con su pedido. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
El único sonido que se podía escuchar de ellos era el sonido de su armadura golpeando furiosamente mientras
huían.
Cuando el último de los guardias se hubo ido, el puño de Audrina encontró rápidamente el estómago de
Abaddon.
"¡Hmph! ¡Mal esposo! ¿Cómo pudiste dejarme fuera de tu juego mientras estoy justo frente a ti?" Ella hizo un
puchero.
Abaddon/ Seras/ Eris: '¿Es normal que el estado de ánimo de una persona cambie tanto? ¿Deberíamos hacer
que la evalúen?
"¡Y-yo puedo decir que todos están pensando en algo poco halagador!"
Abaddon/ Seras/ Eris: "Es tu imaginación".
"¡Este lugar es enorme!"
"¡Es tan lindo!"
Las dos voces emocionadas que resonaban por todo el castillo de Audrina pertenecían a Thea y Mira.
Ambas chicas habían sido traídas a través de un portal creado por Abaddon y estaban ansiosas por explorar.
A Audrina, por otro lado, le encantaba su emoción y sentía que finalmente tenía la oportunidad de mostrarles a
sus hijas lo genial que era.
"¿Quieres ver la sala del trono de mamá?" preguntó de repente.
"¡Sí!"
"¡Vamos!"
Mientras Audrina conducía a su familia hacia la sala del trono con una sonrisa en el rostro, aparentemente no se
dio cuenta de todas las miradas que estaba recibiendo de todos los trabajadores del castillo.
'Esta persona... ella no puede ser la reina'.
'¿Está... sonriendo?'
'¡Esto es todo, esta es la señal del fin de los tiempos que fue predicha!'
Aquí nadie había visto a su reina comportarse así.
¿Ella estaba sonriendo?
¿Cargar a un niño pequeño?
¿No llamar a otros mestizos o perros?

¡¿Qué diablos estaba pasando?!
Con un movimiento de su mano, Audrina hizo que las puertas de su salón del trono se abrieran y revelaran un
espacio de estilo gótico extremadamente lujoso.
De repente, una presión oscura descendió sobre todos ellos y una mujer desconocida cayó del techo.
"¡¡PERRA !!"
El misterioso asaltante dio vueltas en el aire antes de ejecutar una devastadora patada de hacha dirigida
directamente a la cabeza de Audrina.
Audrina no estaba ni sorprendida ni molesta por esto y simplemente levantó la mano que no sostenía a Mira y
atrapó fácilmente la pierna de su atacante.
¡Bang!
La fuerza del impacto empujó el cuerpo de Audrina unos centímetros más adentro del suelo, pero por lo demás,
salió completamente ilesa.
"Compórtate un poco más apropiadamente, hermana. Tenemos invitados".
"¡Vete a la mierda!"
La mujer se escapó del agarre de Audrina y ahora todos podían ver bien a su misterioso agresor.
Al igual que Audrina, la mujer tenía la piel que parecía tener un saludable color gris ceniciento.
Tenía el cabello plateado corto peinado en una melena y un cuerpo igualmente curvilíneo.
Sus brillantes ojos violetas ardían con un intenso odio mientras miraba a la mujer que mantenía una expresión
distante e indiferente.
"¡Tienes algo de valor! ¡Dejar caer un reino entero sobre mí con solo una pequeña nota miserable!"
"Puse un beso en la nota para que supieras que me sentí mal".
"¡A la mierda tu beso!"
Abaddon miraba a Audrina con una mirada seca.
Sabía que ella había puesto todo su trabajo en su hermana, sin embargo, no sabía que lo había hecho a través de
una nota.
'Mi amor, no importa cómo lo mire, le debes una disculpa a esta mujer'. Pensó con un suspiro.
"Vamos, Isabelle. Sé que estás molesta conmigo por irme, pero como puedes ver, tenía una buena razón".
La hermana de Audrina, Isabella, finalmente se dio cuenta de que no estaban solos.
Había dos niñas junto a Audrina, una humana y la otra era un pequeño dragón.
Si eso no fuera lo suficientemente extraño, detrás de ella había dos mujeres más y un hombre que dejó sin
aliento a Isabelle.
Era asombrosamente alto, con un cuerpo que parecía estar hecho de metales preciosos y había surgido
directamente de uno de sus sueños húmedos.
Su atuendo, su cabello, sus extraños ojos disparejos, todo eso sirvió para aumentar el encanto que sentía por
este hombre que nunca antes había conocido.
Cuanto más miraba, peor se ponía.
Justo cuando estaba a punto de presentarse temblorosa, la voz hostil de Audrina la detuvo en seco.
"Hermanita, si sigues mirando así a mi esposo, puedo asegurarte que nunca volverás a ver nada".
"¿E-Eh?"
"¿Crees que estoy bromeando?" Ella preguntó con frialdad.
Si eso no fuera suficientemente malo, Isabelle se dio cuenta de que estaba recibiendo otras dos miradas
igualmente hostiles de las dos mujeres a su lado.
Isabelle sacudió la cabeza con fuerza para asegurar la continuación de su larga vida y finalmente comenzó a
juntar las piezas.
"¿Esposo? ¡¿Dejaste a todos tus súbditos por un hombre?!"
"Un hombre muy específico, sí". Audrina no se avergonzó en absoluto de su decisión.
Si tuviera que hacerlo de nuevo, lo habría hecho incluso más rápido que la primera vez.
"Estas son tus sobrinas, Mira y Thea". Audrina presentó.
Las chicas saludaron cortésmente a su tía y ella les devolvió el gesto una vez que superó su sorpresa.
"Estas son dos de las otras esposas de mi esposo, Eris y, por supuesto, ya conoces ala pequeña aquí".
"¡Te dije que soy demasiado viejo para ese nombre!" Seras gritó.
"Fufufu ~ Lo sé".
Una realización de repente golpeó el cerebro de Isabelle como un camión.
"Hermana... ¿Quieres decir...?"

Audrina simplemente sonrió mientras se movía amorosamente para pararse al lado de Abaddon.
"Este es el que he reconocido como mi esposo y el hombre al que me he dedicado. Su nombre es Abaddon, y
tengo la intención de pasarle el trono".
Capítulo 189 ¡Declaración!

Después de que Audrina declaró su intención de pasar el trono a Abaddon, Isabelle sintió que su cabeza iba a
explotar.
Ser la hermana menor de la reina vampiro era ridículamente duro.
Hace unos meses, Audrina le había dejado todo su trabajo a su hermana sin siquiera despedirse y se fue
corriendo a Asherah sabe dónde.
¡Isabelle no solo tuvo que manejar los asuntos de toda una raza por su cuenta, sino que su hermana regresaría
varios meses después afirmando haberse casado!
Para hacer las cosas aún más sorprendentes, ¡ella había sido la que se entregó en lugar de al revés!
¡Significa que Audrina se había entregado a sí misma y todo lo que poseía a este hombre desconocido sin
pensarlo dos veces!
¡¿Y ahora ella también estaba hablando de pasarle el trono a él?!
¡Ni siquiera era un vampiro!
"Tú... estás loco. No hay otra manera de explicarlo". Isabelle finalmente dijo. "Sabía que pasar tanto tiempo
colgando boca abajo como niños eventualmente arruinaría tu cerebro".
"¡Mi cerebro está bien, pequeño diablillo!" Audrina gruñó.
"¡Aparentemente no lo es si ni siquiera puedes notar la diferencia entre un vampiro y un maldito dragón! No,
espera... ¡¿Él también es un demonio?!"
Justo cuando Audrina estaba a punto de responder, Abaddon habló por primera vez.
"Es un poco grosero de tu parte hacer preguntas sobre mí como si no estuviera aquí. Si quieres saber algo sobre
alguien, ¿no deberías preguntarle a esa persona directamente?"
Isabelle se encogió de hombros cuando su voz llegó a sus oídos por primera vez e inmediatamente deseó que
este hombre nunca dejara de hablarle.
Sin embargo, eso no significaba que pudiera ignorar su declaración.
"¿Hoh? Un poco fogoso, ¿verdad? Casi puedo ver por qué le gustas a mi hermana".
Abaddon pasó junto a las chicas y llegó a la torre frente a su cuñada.
"¿Tienes preguntas? Deberías preguntarme. ¿Quieres quejarte? Eres más que libre, sin embargo, eso no
cambiará nada".
"¡¿Q-Qué...?!"
"Al final del día, mi esposa ha depositado su confianza en mí y me ha pedido que lleve a su pueblo a la
prosperidad y así lo haré".
La respiración de Isabelle se había vuelto un poco dificultosa y le estaba resultando aún más difícil no saltar
sobre Abaddon con él justo en frente de ella.
"¡¿N-Mi hermana no te ha advertido de los disturbios que esto seguramente causará?!"
"Ella lo ha hecho, pero ¿qué importa eso?"
Isabelle pudo darse cuenta de algunas cosas al hablar con Abaddon.
La primera fue que fue una buena decisión usar pantalones hoy, de lo contrario, se vería el chorro claro que
corría por sus piernas.
En segundo lugar, se dio cuenta de que, a pesar del comportamiento y el cuerpo maduros de Abaddon, en
realidad era bastante joven.
No solo no era un semidiós como Audrina, sino que solo era una mera primera etapa evolucionada.
Estaba segura de que los señores de los vampiros lo destrozarían si las vampiras no lo follaban hasta la muerte
primero.
"M-Mira, no sé si solo estás siendo demasiado confiado o qué, pero incluso si tienes a mi hermana a tu espalda,
ella no puede protegerte de-"
"¿Proteger?"
¡Boom!
El aura de Abaddon explotó, causando que Isabelle retrocediera varios pasos.
'¿Que es el?'
El poder del hombre frente a ella era singularmente sofocante.
Incluso si carecía de algo de opresión, la sensación que desprendía era realmente aterradora.
Tanto es así que Isabelle había olvidado temporalmente que estaba tres niveles por encima de él.
“Si digo que voy a hacer algo, lo lograré sin escabullirme en las sombras de los demás”.
Encontró que la implicación de lo contrario era increíblemente insultante y no se la tomó a la ligera.
"O-Ok, lo entiendo, ¿puedes calmarte ahora?"

Abaddon suprimió su aura y la mujer finalmente se relajó.
Audrina de repente llegó a su lado y lo tomó del brazo mientras miraba a su hermana.
"Esto va a suceder, Isabelle. Cualesquiera que sean las consecuencias que puedan surgir, serán tratadas
adecuadamente".
Al ver la seriedad de su hermana mayor, Isabelle supo que había muy poco que pudiera hacer para disuadirla de
tomar esta decisión.
"Lo que sea…" dijo finalmente. "Mientras no tenga que hacer esa montaña de papeleo por mi cuenta nunca más".
Pasó junto al grupo para salir de la sala del trono e ir a descansar después de lo que fácilmente se había
convertido en el día más estresante de su memoria reciente. "Comenzaré con los preparativos... prepárate para
encargarte de ellos cuando lleguen".
Después de irse sin decir una palabra más, la mente de Isabelle estaba sobrecargada con varios pensamientos.
Por alguna razón, a pesar de que señaló lo absurdo de que Abaddon quisiera ser rey, no pudo encontrar dentro
de sí misma para rechazarlo.
Su apariencia, su convicción, su comportamiento, todo eso servía para seducirla a fondo, haciendo que cualquier
otro hombre pareciera inadecuado en comparación.
Pero había algo más.
Tan pronto como sus ojos se posaron en él, se encontró dispuesta a cumplir con todas y cada una de sus
peticiones, sin importar cuán irrazonables pudieran haber sido.
Isabelle valoraba su mente e intelecto por encima de todo y, como resultado, podía saber cuándo estaban siendo
manipulados.
'¿Qué fue eso? ¿Podría tal vez tener a mi hermana ya mí bajo algún tipo de hechizo?
La teoría de Isabelle se volvió más y más plausible cuanto más pensaba en ella.
Para empeorar las cosas, todo dentro de su cuerpo le decía que no hiciera nada y simplemente obedeciera.
'Su presencia es tan serena, es completamente digno de confianza.'
'Haz lo que te pide, y puedes ser recompensado.'
'No tienes que preocuparte por nada.'
Agarrándose la cabeza, la hermana de la reina tropezó en un pasillo vacío y comenzó a golpear su cráneo contra
una pared cercana.
"¡Concéntrate Isabelle, concéntrate!"
Tenía que hacer algo mientras aún tuviera la presencia de ánimo para hacerlo.
Tanto este reino como su hermana tenían que ser salvados de las garras del dragón hambriento de poder que
había invadido su mente.
Después de dejar que Mira corriera y jugara en la sala del trono a su gusto, Audrina les mostró a las niñas sus
habitaciones y comenzó a arrastrar a Abaddon y sus otras esposas hacia el dormitorio.
Después de haber sido ignorada antes, se podría decir que se sentía más que un poco promiscua y se aseguraría
de que todas sus necesidades fueran satisfechas al contenido de su corazón.
"¿Tienes que tirar de nosotros así, mi amor?" preguntó Abaddon, aunque la sonrisa en su rostro indicaba que no
le disgustaba su entusiasmo.
"N-no me importa, pero ¿no hay cosas más productivas que deberíamos estar haciendo con nuestro tiempo
aquí...?" Eris se estaba volviendo cada vez más abierta con sus deseos, pero seguía siendo más tímida que las
demás.
Seras no se quejaba en absoluto y si el movimiento de su cola era una indicación de que estaba tan reprimida
como Audrina.
"¡No puedo evitarlo! Es todo culpa tuya por dejarme..." Las palabras de Audrina de repente se desvanecieron
cuando sintió movimiento dentro de su habitación.
Los engranajes dentro de su mente comenzaron a girar lentamente y pronto se dio cuenta de algo aterrador.
"¡P-Pensándolo bien, Eris tiene razón, podemos hacer esto en otro momento!"
Rápidamente trató de huir, sin embargo, no fue la única en sentir que algo venía del interior de su habitación.
Y con la habilidad de Abaddon para ver auras incluso a través de las paredes, sabía exactamente lo que había al
otro lado de esas puertas.
Liberándose de Audrina, abrió la puerta de su lujosa habitación solo para encontrar alrededor de veinte
hombres con poca ropa.
Cada uno de ellos era extremadamente guapo y se inclinaban con la cabeza hacia el suelo.
"¡Bienvenida a casa, señora!" Dijeron al unísono.
"..."
"..."
"..."
"...No."
Mientras Seras luchaba por suprimir las ganas de reírse a carcajadas, Audrina estaba hirviendo internamente.
Antes de irse de casa hace tantos meses, había estado tan apurada que se había olvidado de deshacerse
adecuadamente de todos los 'juguetes' que tenía en su colección.
¡En ese momento, todo lo que tenía en mente era Abaddon y nada más importaba!
Todas las mujeres pronto encontraron sus ojos en Abaddon y retrocedieron cuando se dieron cuenta de que
estaba temblando.
Abaddon se consideraba un hombre muy racional.
La mayoría de sus esposas eran cientos, si no miles, mayores que él.
Siendo realistas, no había forma de que fuera el primer hombre para todos ellos.
Él lo sabía, seguro.
Y con el tiempo, fue capaz de aceptarlo.
Pero hoy, su racionalidad estaba completamente rota.
Frente a todos estos hombres que habían visto el cuerpo de una de sus preciosas esposas, su reacción fue
ciertamente muy pobre.
Con cada respiración temblorosa, se podían ver chispas de llamas de color púrpura oscuro que caían de su boca.
En este punto, los hombres se dieron cuenta de que algo andaba mal y se dieron cuenta de que su ama no estaba
sola.
Tan pronto como levantaron la cabeza, lo último que vieron fue un monstruo frenético con forma de hombre.
En ese momento, a Abaddon no le importaban los hechizos y tampoco le interesaban las armas.
Si no sintiera que las vidas de estos hombres se extinguían con sus propias manos, nunca podría volver a
descansar en paz.
No importa cuán fuertes se volvieron sus gritos o cuán desesperadamente trataron de correr, no hizo nada para
apaciguarlo o disuadirlo.
Cuando la sangre finalmente terminó de volar y había manchado lo suficiente las paredes, las esposas esperaron
en silencio a que Abaddon dijera algo que revelara su estado mental actual.
De espaldas a ellos, miraba en silencio el cadáver inerte de un hombre que había sido atravesado por la cola.
"Audrina".
"¿S-Sí?"
Cuando Abaddon se dio la vuelta, pudieron ver lo irritado que estaba en realidad.
A pesar de que su cuerpo estaba manchado de sangre, pudieron ver que los rasgos de sus líneas de sangre
habían surgido inconscientemente.
Sus cuernos se habían alargado, se habían formado escamas negras en sus brazos y mandíbula, y curiosamente,
un tercer ojo se había abierto en el medio de su frente.
"Querías jugar, ¿verdad? Eso está bien". Cuando Abaddon comenzó a caminar hacia el tembloroso vampiro, ella
se vio atrapada entre una sensación contradictoria de miedo y excitación.
"No dejaré que te rompas, así que toma todo lo que tengo para ti, ¿de acuerdo?"
Mientras Audrina experimentaba la muerte por coito, Thea y Mira estaban acurrucadas juntas en la cama.
A pesar de que Thea se había hecho mayor, las niñas aún disfrutaban compartir una habitación y conversar
hasta altas horas de la noche cuando se suponía que debían estar durmiendo.
Con los dos en la cama, Thea aparentemente se dio la vuelta mientras dormía y abrazó a su hermana menor con
fuerza, una demostración que calentaría el corazón incluso del hombre más insensible.
En su habitación oscura iluminada por nada más que la luz de la luna, parecía que las hermanas iban a dormir
cómodamente una vez más.
Desafortunadamente, las cinco figuras oscuras que cayeron del techo contaban con eso.
Capítulo 190 ¡El verdadero dúo dinámico!

Cuando cinco figuras vestidas de negro se dejaron caer en el suelo de la habitación de las hermanas, no
perdieron tiempo en acercarse a la cama donde dormían.
Los intrusos no emitieron ningún sonido y sus rostros no podían verse a través de sus máscaras.
Justo cuando los hombres estaban a punto de sacar a las niñas de su cama, de repente fueron cortadas
limpiamente por la cintura.
"¡¿Qué demonios?!"
"¡¡GAAAH!!"
Cuando los hombres golpearon el suelo, sus secciones medias quedaron cubiertas repentinamente por gruesos
bloques de hielo para evitar que se desangraran o se regeneraran.
La temperatura en la habitación se desplomó repentinamente cuando las ventanas, la puerta y las rejillas de
ventilación del techo se congelaron por completo.
Como era de esperar, las dos chicas se sentaron solas, completamente despiertas y completamente intactas.
Las chicas habían sentido ojos sobre ellos durante bastante tiempo después de entrar en la habitación y
decidieron jugar un pequeño juego para atraparlos.
"¿Puede Mira cortar a los malos la próxima vez?"
La joven dragón de hielo aparentemente no se dio cuenta de los gritos de dolor de los hombres adultos en el
suelo, su mayor queja se derivaba del hecho de que ella misma no los puso en ese estado.
"Está bien, la próxima vez atacarás y me inmovilizaré". Tea concedió.
"¡Hurra!"
Mientras las dos se paraban sobre los cuerpos desconectados de los intrusos, la dulce conducta de hermana de
Thea desapareció casi por completo.
"¿Quién te envió aquí? ¿Qué ibas a hacer con nosotros?"
Mira, que nunca antes había visto a su hermana comportarse así, la encontró increíblemente genial.
'La hermana es impresionante.'
Como respuesta, los misteriosos asesinos dieron solo las respuestas esperadas.
"¡Mocosos locos!"
"¡¡Vete a la mierda!!"
"¡Mis piernas! ¡Mis malditas piernas!"
Dos de los asesinos sacaron espadas para perforar sus corazones y cerebros, sin embargo, un par de grilletes
helados bien hechos fueron más que suficientes para frustrar ese plan.
Thea suspiró antes de mirar de reojo a su hermana.
"¿Qué?" Mira preguntó con ternura.
"¿Puedes guardar un secreto, Mira?"
"¿Creo que sí?"
"Voy a necesitar un poco más de compromiso que eso, hermanita..."
"¡Entonces lo sé!"
Mirando a su linda hermanita que había apretado los puños y tenía una expresión determinada, Thea supo que
esto iba a salir perfecto o terriblemente.
Sólo deseaba saber cuál era más probable.
En contra de su buen juicio, decidió que sería mejor confiar en las palabras de su hermana.
Thea levantó la mano y su sencillo brazalete se transformó en un guantelete negro con garras incrustado con
varias joyas.
"Esta noche vas a recibir un curso acelerado sobre torturas, pero no puedes decírselo a nuestras madres. Ya
piensan que estás viendo demasiado para tu edad".
Thea estaba específicamente preocupada por sus madres más gentiles como Lailah, Eris y Lisa.
Solo podía imaginar la cantidad de regaños que tendría que escuchar si sus madres descubrían que estaba
siendo una mala influencia.
Mira no entendía por qué sus madres pensaban que estaba viendo demasiado, pero rápidamente decidió que
este sería un secreto que valía la pena aprender y asintió con la cabeza.
"¡Mira no le dirá a nadie excepto a papá!"
Mira se aseguró de mostrarle a su padre todas las cosas geniales que aprendió en un intento por seguir sus
pasos.
El dragón también se enorgullecía de saber que estaba criando a una hija que era tan monstruosa como él.
Si bien sabía que algunas de las preocupaciones de su esposa eran válidas, ¡no podía evitar sentirse orgulloso!
"... Supongo que está bien, pero solo asegúrate de que sepa que se supone que es un secreto".
Los asesinos que escuchaban en el suelo resoplaron con desprecio.
Habían estado entrenando más tiempo del que estas chicas habían estado vivas y nunca hablarían sin importar
lo que se vieran obligadas a soportar.
De repente, las gemas en el guantelete de Thea comenzaron a brillar antes de que se formaran látigos de
zarcillos afilados a lo largo del arma.
Los asesinos que tenían tanta confianza hace unos momentos dejaron escapar varios tragos cuando Thea
comenzó a caminar lentamente hacia ellos.
"Si me dices lo que quiero saber, podemos terminar esto mucho antes".
Al ver que los hombres seguían sin obedecer, Thea decidió elegir uno al azar y revisarlos todos hasta que le
dijeran lo que quería saber.
"¡Esperar!"
Justo cuando Thea estaba a punto de comenzar, la pequeña voz de su hermana la hizo detenerse.
"¿Qué pasa?" Preguntó, genuinamente confundida.
Mira corrió hacia una mesita de noche cercana y hurgó un poco antes de encontrar un bloc de notas y un
bolígrafo.
"¡Está bien! ¡Estoy listo!"
Isabelle estaba en su habitación esperando pacientemente escuchar un informe sobre el trabajo que había
solicitado.
Decidió que la mejor manera de obtener información sobre los poderes o debilidades potenciales de Abaddon
era a través de sus dos hijas pequeñas.
No importa cuánto lo intentara, simplemente no podía entender por qué un hombre así estaría jugando al padre
de un humano y un dragón que claramente no estaban relacionados con él por sangre.
¡Toc, toc, toc!
Los ojos de Isabelle se entrecerraron de inmediato mientras miraba hacia la puerta.
Nadie debería estar tratando de molestarla a esta hora de la noche, y los hombres que ella había reclutado para
secuestrar a las niñas nunca habrían entrado por su puerta tan casualmente.
Cuando Isabelle abrió la puerta, ahogó un grito ahogado al ver una escena horrible.
Sus dos sobrinas estaban paradas afuera de su puerta con salpicaduras de sangre en sus rostros.
La mayor tenía una mirada molesta en su rostro mientras estaba parada allí con los brazos cruzados mientras la
más joven sostenía felizmente la cabeza de un hombre.
"Hola tía, ¿podemos charlar un minuto?" preguntó Thea con una sonrisa que no era una sonrisa.
Ninguna de las chicas esperó a que el vampiro las dejara entrar cuando entraron en su habitación y se sintieron
como en casa.
Mira colocó lindamente la cabeza que llevaba sobre una mesa antes de encontrar un asiento cercano para
revisar sus notas.
Isabelle suspiró mientras cerraba la puerta. "Mira, no sé lo que piensas, pero nunca tuve la intención de
lastimarlos a ustedes dos".
"Qué divertido." Thea dijo mientras se sentaba casualmente en la cama.
"La tía es una mentirosa". Mira estuvo de acuerdo sin levantar la vista de sus notas.
"¡Es verdad! ¡Solo quería tener una conversación simple!"
Isabelle no podía entender a estas chicas.
La forma en que actuaban era completamente diferente a lo que sugerirían sus edades y apariencias.
"También queremos tener una conversación, pero sepa que si sentimos que sus respuestas son falsas o
insatisfactorias, llamaremos a nuestros padres".
Si Abaddon alguna vez se enterara de lo que sucedió esta noche, ya no le importaría convertirse en rey y
reduciría este castillo a escombros.
No solo él, las madres de las niñas también tienen reacciones bastante pobres.
Dejando a Isabelle con una sola opción.
Caminando hacia adelante, sus brillantes ojos violetas se encontraron con los brillantes azules de Thea.
"Olvida todo lo que pasó aquí esta noche. Vuelve a tu habitación y-"
"Oh por favor." Thea dijo mientras rodaba los ojos.
"¿Q-Qué...?"
"Mi mente ya no puede ser manipulada. Supongo que es otro beneficio de ser un arma viviente". dijo Thea
encogiéndose de hombros.
Isabelle retrocedió horrorizada.
¡¿Qué clase de chica humana no podría ser obligada por un vampiro de etapa cuatro?!
¿Y a qué se refería con ser un arma viviente?
Su dolor de cabeza estaba empeorando por minutos. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
"¿Decirle a papá?" preguntó Mira.
"Hmmm... todavía no". Tea lo negó.
Thea inspeccionó casualmente las telas de alta calidad que estaba manchando con sangre antes de volver a
concentrarse en su tía sorprendida. "Digamos que dices la verdad sobre querer tener una conversación-"
"Ella no es." Mira respondió.
"Lo sé, hermanita, pero vamos a seguirle la corriente un poco, ¿de acuerdo?"
Una vena se hinchó en la frente de Isabelle mientras Thea continuaba.
"Si realmente estuvieras diciendo la verdad, ¿por qué enviarías a esos hombres a nuestra habitación en primer
lugar?"
Isabelle suspiró antes de moverse a su mesita de noche y servirse un trago. "No iban a hacerte daño, todo lo que
se suponía que debían hacer era traerte para que pudiéramos hablar".
"¿Acerca de?"
En lugar de responder de inmediato, Isabelle bebió tres tragos más en rápida sucesión.
"Sobre ese llamado 'padre' tuyo".
Ante la mención de Abaddon, las miradas de ambas chicas se volvieron notablemente más serias.
"Él es nuestro padre". Mira dijo deliberadamente.
Mira no respondió, pero la temperatura en la habitación comenzaba a bajar con bastante rapidez.
"Lo que sea..." Isabelle no entendía por qué actuaban tan leales a un hombre cuya sangre no compartían.
"Necesitaba obtener información sobre él sin volver a caer bajo ese maldito hechizo suyo y ustedes dos eran mi
única opción".
"" ¿Deletrear?" " Ambas chicas inclinaron la cabeza al mismo tiempo que miraban atónitas a su tía.
"¡No me mires como si estuviera loco! ¡Sé que está usando algún tipo de hechizo para meterse en mi mente e
incluso lo usó en mi hermana también!"
Incluso ahora, Isabelle podía sentirlo.
El deseo de detener esta cruzada sin sentido y abrazar a este hermoso hombre desconocido y todos sus ideales
sin pestañear. "¡Necesito liberarnos a los dos antes de que todo el reino caiga en sus manos!"
"..."
"..."
"..."
"... La tía es una idiota".
"Sí."
Una vena comenzó a hincharse en la frente de Isabelle. "¡No soy idiota!"
""Sí es usted.""
"¡¡¡Gah!!!" La vampira se sintió tan frustrada que aplastó el vaso en su mano hasta convertirlo en polvo sin
siquiera darse cuenta.
"Esto es estúpido…" dijo Thea con un suspiro.
"¿Q-Qué?"
"Padre no usaría sus poderes en alguien como tú y ciertamente nunca le haría algo así a mi madre. Si no puedes
dejar de pensar en él, probablemente sea solo porque quieres acostarte con él como todos los demás. "
"¿Dormir con?"
'¡Mierda!'
Thea se había molestado tanto por las acusaciones de su tía que había olvidado que su joven e impresionable
hermana todavía estaba sentada a unos metros de distancia.
"¡H-Hablando de dormir, deberíamos ir a buscar una habitación sin manchas de sangre!"
Antes de que Mira pudiera hacer más preguntas inapropiadas, Thea la tomó en sus brazos y comenzó a dirigirse
hacia la puerta.
"¡E-Espera! ¡No quiero hacer eso con tu padre!" Isabelle gritó con la cara roja.
"Realmente no me importa lo pervertido que seas, pero si crees que mi padre tiene malas intenciones para este
reino, simplemente no lo has estado observando el tiempo suficiente".
Cuando las hermanas salieron de la habitación, Isabelle se quedó sola con nada más que silencio y su flujo
constante de pensamientos.
"¿Estoy... realmente no bajo un hechizo?"
Cuando recordó las últimas palabras de Thea sobre observar a Abaddon, sacudió la cabeza para liberarse de
sucias fantasías.
"Está bien, Abaddon... averiguaré qué tipo de hombre eres en realidad".

Capítulo 191 ¡Confrontación!

Abaddon salió de su habitación por primera vez en cuatro días.
Había atacado a Audrina de manera implacable y obsesiva, jugando con su mente, cuerpo y espíritu mientras le
murmuraba constantemente al oído que ella era suya y sólo suya.
Después de vincular los sentidos de sus otras dos esposas para que no se sintieran excluidas, se liberó por
completo tanto de su lujuria como de su ira.
Al salir de la habitación de Audrina, encontró a una sirvienta aparentemente joven temblando mientras
permanecía inclinada en una reverencia.
"M-Mi nombre es Renee y yo he recibido instrucciones de que te ayude en tu tiempo aquí". Ella dijo
cortésmente.
"¿Has... estado aquí todo el tiempo?" preguntó Abaddon.
La chica se estremeció, antes de asentir lentamente con la cara roja. "S-Sí señor, lo tengo."
"... ¿Y supongo que eso significa que escuchaste todo?"
"..."
Renee quería decir que todo el castillo probablemente había escuchado los gritos de las tres mujeres, pero sintió
que eso habría sido demasiado irrespetuoso.
El dragón se frotó las sienes antes de darse cuenta de que la mujer frente a él todavía estaba postrada.
"Levanta la cabeza. No hay necesidad de que permanezcas en esa posición por tanto tiempo".
Cuando la mujer finalmente levantó la cabeza, Abaddon finalmente pudo ver bien su rostro.
Era bastante bonita, poseía cabello naranja brillante junto con los ojos rojos normales de un vampiro.
Sin embargo...
"¿Hay alguna razón por la que no puedas mirarme a los ojos?"
Desde que esta conversación había comenzado, Renee no había levantado la cabeza para mirar a Abaddon ni
una sola vez.
Incluso cuando le pidió que levantara la cabeza, ella mantuvo la mirada firmemente plantada en sus pies.
Al darse cuenta de que había sido atrapada, su pulso comenzó a acelerarse y luchó por encontrar una respuesta.
"I..."
"¡Padre!"
"¡Papá!"
De repente, tanto Thea como Mira llegaron corriendo por el pasillo y se lanzaron a los brazos de Abaddon.
"Ah, me olvidé de informarle al señor que sus hijos habían estado solicitando continuamente su presencia".
Renee estaba bastante contenta de que la llegada de las hijas de este hombre la hubiera desviado.
"¿Oh? Lamento mantener a mis chicas-"
"¿Por qué hacías gritar a nuestras mamás?"
Incluso si el universo entero se hubiera extinguido repentinamente, no podría compararse con el silencio que
siguió cuando Mira hizo esa pregunta.
Abaddon se consideraba un hombre capaz de adaptarse a cualquier situación, pero cuando se trataba de la
inocencia de su primera hija, se convertía en un ciervo ante los faros.
Miró hacia Thea en busca de ayuda, solo para encontrarla haciendo todo lo posible por contener la risa.
Una vez que vio a su padre suplicando ayuda con los ojos, finalmente recuperó algo de compostura.
"Mira, ¿no quieres mostrarle a papá lo que has aprendido?"
Los ojos de la joven dragona brillaron como dos gemas que no coinciden y rápidamente sacó un fajo de billetes
arrugados de su bolsillo.
"La hermana Thea le enseñó a Mira que para torturar adecuadamente a un hombre, ¡la mejor manera es tomar
un cuchillo súper afilado y pelar la primera capa de su piel! Y luego, puedes..."
Mientras Mira recitaba sus notas infantiles pero bien detalladas, los tres adultos tenían reacciones muy
diferentes.
Mientras Thea escuchaba el júbilo con el que su hermana recitaba sus notas, comenzó a preguntarse si tal vez
sus madres tenían razón acerca de que Mira estaba expuesta a demasiado.
Renee, que estaba escuchando todo esto con el estómago debilitado, estaba horrorizada de que una niña tan
pequeña y linda como Mira fuera realmente tan aterradora.
Abaddon, por otro lado, se estaba hinchando de orgullo.
No solo estaba escuchando atentamente la conferencia de su hija, sino que incluso estaba haciendo preguntas y
asintiendo con la cabeza en señal de aprobación cuando ella daba una respuesta.
Si bien el antiguo él habría estado preocupado por un niño tan pequeño que supiera tanta información
sangrienta, era diferente cuando se trataba de su propia hija.
El solo hecho de saber que ella tenía múltiples métodos para protegerse a sí misma era otra forma de dormir
más tranquilo por la noche.
'No puedo decir si este hombre es realmente un buen padre o uno realmente malo...' pensó Renee exhausta.
Después de separarse de las chicas, Abaddon pidió que lo llevaran a ver a Isabelle y Renee, temblorosamente
obligado.
En el camino, notó que parecía estar recibiendo miradas particularmente intensas de las sirvientas del castillo y
no le tomó mucho tiempo darse cuenta de por qué.
'La bendición de Maliketh...'
Una parte de la bendición que había recibido del primer rey del abismo era una mayor afinidad con la noche y
todas sus criaturas.
En particular, vampiros, espíritus y ciertos demonios.
Con su apariencia que era nada menos que el deseo encarnado y su afinidad que hacía que todos estos seres
quisieran servirlo pasivamente, no era una exageración decir que tenía a todos los vampiros del castillo en la
palma de su mano.
Si bien la mayoría consideraría esto como algo bueno, a Abaddon le resultó bastante extraño haberse apoderado
de todo un castillo solo con su apariencia.
Pero incluso si quisiera cambiar las cosas, no tenía forma de desactivar la bendición de Maliketh.
'Espera...' Abaddon finalmente se dio cuenta de la respuesta a la pregunta que había hecho antes.
A la sirvienta que le había sido asignada se le pidió específicamente que no lo mirara a los ojos, como si ya
supiera que hacerlo la haría caer bajo su control.
Si bien eso no debería ser posible, el hecho de que ella no hubiera puesto sus ojos más arriba de sus rodillas lo
confirmó como una realidad innegable.
Contempló confrontar a la chica pero se dio cuenta de que sería inútil, después de todo alguien tenía que decirle
que no lo mirara a la cara.
Isabelle finalmente se detuvo frente a otro par de puertas dobles y le hizo un gesto para que entrara.
Al entrar en la habitación, Abaddon encontró a su cuñada en su escritorio con una gran cantidad de papeles
encima.
"¿Terminaste de torturar a mi hermana? No sé lo que ha hecho, pero nunca en mi vida había escuchado a esa
chica decir que lamentaba algo". Isabelle preguntó sin siquiera mirar hacia arriba.
Los ojos del dragón se entrecerraron cuando se dio cuenta de que al igual que Renee, su cuñada también se
cuidaba de no mirarlo a la cara.
"¿Cómo sabes acerca de mi habilidad?" Abaddon preguntó sin andarse por las ramas.
Isabelle inmediatamente se estremeció antes de romper involuntariamente el bolígrafo en su mano.
"Lo sabía... ¡Tienes a mi hermana bajo algún tipo de hechizo, y estás tratando de hacerme lo mismo a mí ya todos
los demás en este castillo!" El cuerpo de Isabelle comenzó a liberar un aura negra sofocante.
"Yo no he hecho tal cosa". Abaddon dijo mientras negaba con la cabeza.
"¡MENTIROSO! ¡Acabas de admitir que posees una habilidad!"
Abaddon se dio cuenta de que todo esto iba a ser bastante complicado de explicar.
Al no tener otra opción, decidió revelar suficiente verdad para que ella ya no sospechara de él.
Su cuerpo crujió con un relámpago rojo antes de aparecer directamente frente a la encantadora vampira y hacer
que ella lo mirara directamente a los ojos.
[ Hechizo : Vislumbre del olvido, activado.
Dentro del mundo interior de Abaddon, él le mostró la mayor cantidad posible de sus recuerdos, dejando de
lado asuntos más sensibles como su sistema o las entidades del abismo.
Al final, pudo mostrarle una historia bastante convincente, una en la que la propia diosa madre le transmitió su
afinidad por todas las criaturas que viven en la oscuridad.
Y aunque no tenía por qué hacerlo, le mostró breves miradas de cómo él y Audrina se enamoraron y le aseguró
que no hubo juego sucio de por medio.
Cuando Abaddon e Isabelle abandonaron el mundo interior, él la soltó e inmediatamente retrocedió, dejándola
procesar toda la información que acababa de aprender.
'Todo eso tiene que ser mentira...'
'¿Pero se sintió tan real?'
'¿Por qué estoy debatiendo esto? Debería matarlo ahora y liberarnos a todos'.
"¿Todavía tienes problemas para creerme?" Abaddon preguntó de repente.
"¡Por supuesto que lo soy! ¡Solo porque de repente me muestras algún tipo de sueño febril no significa nada!"
Abaddon suspiró antes de decidir que no tenía opciones.
Solo había una forma de que él le demostrara que no tenía malas intenciones.
Isabelle dio un paso atrás cuando los tatuajes de Abaddon comenzaron a brillar con una luz fascinante.
El dragón comenzó a manipular y avivar su deseo por él, produciendo la misma reacción que verter gasolina en
una hoguera abierta.
Toda la voluntad de Isabelle de luchar contra este hombre había sido aplastada por completo y comenzó a
sentirse extraña.
'Él es tan perfecto....'
'No puedo vivir sin el.'
¡Moriría por él!
¡Debo tenerlo!
Su cuerpo entero comenzó a doler por él, su toque, su calor, no importaba.
Lo necesitaba desesperadamente, y no había absolutamente nadie que pudiera actuar como un sustituto
adecuado.
Justo cuando Isabelle estaba a punto de precipitarse y atacarlo, sus brillantes tatuajes comenzaron a atenuarse
significativamente y en un momento, ella volvió a sus sentidos.
Mientras caía al suelo agarrándose la cabeza, la voz de Abaddon hizo que todo su cuerpo temblara como una
cierva recién nacida.
"¿Supongo que ahora entiendes?" Preguntó exhausto.
Se podía ver una corriente clara de líquido que fluía de debajo del vestido de Isabelle.
'Esto es una broma... ¿Terminé solo de escucharlo hablar?'
No fue difícil para Isabelle averiguar el motivo de Abaddon.
Si quisiera, todo este continente caería bajo su encanto sin poder luchar.
La idea de tal cosa era nada menos que aterradora.
Sin embargo, también sirvió para despejarlo de cualquier sospecha de mala conducta, haciendo que las visiones
y los sueños que le había mostrado parecieran mucho más plausibles.
"Entonces... realmente no-"
"No, no lo hice".
Abaddon se adelantó y le ofreció a su cuñada arrodillada una mano extendida.

"No soy un hombre intrigante. Tu hermana es una de las mujeres más importantes de mi vida y este reino es
muy importante para ella. No tengo más que puras intenciones para ambos".
Isabelle no podía apartar los ojos de su mano extendida.
En contra de su buen juicio, decidió valerse por sí misma, la preocupación de lo que sucedería si lo tocaba
finalmente la superaba.
"Lo entiendo... Todavía no creo que un dragón deba ser el rey de los vampiros p-pero dejaré de intentar
oponerme a ti..."
"Creo que es un uso mucho más inteligente de tu tiempo".
Cuando Isabelle puso los ojos en blanco, un golpe en la puerta les robó la atención a ambos.
"¿Lady Isabelle? Lamento interrumpir, pero la madre de la dama Seras ha llegado temprano".
Capítulo 192 ¡La madre de Seras!

Abaddon e Isabelle caminaron torpemente uno al lado del otro hacia la sala del trono para recibir a su invitado
especial.
Antes incluso de salir de la habitación, Isabelle tuvo que cambiarse la ropa interior e hizo jurar a Abaddon que
no volvería a hablar de este incidente nunca más.
De todos modos, no era algo que realmente le importara, así que, por supuesto, la complació con la esperanza de
que se calmara.
Conduciendo al presente, la pareja caminaba en un silencio incómodo por el largo pasillo gótico.
"¿Qué tipo de persona es la madre de Seras?" preguntó de repente.
"¡Pensé que te había dicho que no me hablaras!"
"Estás siendo irrazonable. Solo responde a mi pregunta".
Isabelle resopló mientras trataba de ignorar la voz del hombre que había estado jugando en su cerebro desde
antes.
Saber que este hombre podía convertirla en una esclava obediente y muy cachonda cuando quisiera era
increíblemente desconcertante y ella deseaba que simplemente se fuera a gobernar otro continente.
"Su madre es una persona muy leal. Tanto es así que creo que será la más difícil de convencer de los señores
vampiros". Ella respondió con aire de suficiencia.
"Eso no me importa", respondió Abaddon honestamente.
No hace falta decir que esa fue la última respuesta que Isabelle esperaba.
¿No era este hombre una especie de dragón hambriento de poder?
¿Por qué no le importaba un impedimento tan grande para sus planes como este?
"¿Tienes una pregunta?"
"¡N-No! ¡Cállate!"
"Eres tan grosero." Abaddon dijo con un suspiro.
No importa cuánto lo intentara Isabelle, no podía descifrar a este hombre.
En ciertos momentos parecía ser increíblemente dominante y en otros era notablemente relajado y pasivo.
Tal vez debería seguir el consejo de su sobrina y observarlo pasivamente sin nociones preconcebidas.
Cuando los dos empujaron las puertas de la sala del trono, encontraron a una hermosa vampira mayor que ya
los estaba esperando.
A diferencia de Seras, su madre era de estatura y constitución promedio.
Sin embargo, su genética era casi idéntica en lo que respecta a sus pechos grandes y traseros flexibles.
La mujer tenía la piel blanca como la nieve, ojos rojos escalofriantes y cabello negro oscuro peinado en un moño,
lo que le daba a la mujer un aspecto muy profesional.
Con un vestido rojo adornado con diamantes negros, la mujer emitía una sensación única de peligro que era
diferente a la de su esposa.
Si bien Seras mostró abiertamente su abrumador poder y destreza, el de su madre no se podía sentir a menos
que supieras lo que estabas buscando.
"Llegaste bastante rápido, Kirina". Isabelle dijo.
"Siempre vendré cuando la reina llame". La mujer respondió con una educada sonrisa.
Sus ojos no tardaron en posarse en Abaddon y se formó una atracción instantánea.
La mujer inmediatamente se acercó a él de una manera que era casi depredadora.
"¿Entonces eres el dragón que tiene a todo el continente en pánico? Ciertamente sabes cómo dejar una
impresión, ¿no?"
"Supongo que podrías decir eso". Abaddon respondió rotundamente.
Un pequeño escalofrío recorrió la columna vertebral del anciano vampiro.
'Ha pasado bastante tiempo desde que probé un dragón...' Pensó Kirina con avidez.
Desafortunadamente, cuanto más observaba al joven frente a ella, más empezaba a reconstruir su identidad.
"Esos ojos disparejos... y el olor de un demonio... ¿podrías ser ese 'Príncipe Rojo' del que tanto he oído hablar?"
"Yo solía ser."
Kirina estaba cada vez más interesada por segundos.
Por supuesto que había oído hablar del cuarto Príncipe de Antares que había sido excomulgado de la familia real
y desde entonces se había convertido en un señor de los demonios.
Ella simplemente nunca esperó que se viera tan diferente de la forma en que lo describieron.
Los rumores no le hicieron justicia en absoluto.

"¿Príncipe Rojo?" Isabelle preguntó de repente con una expresión curiosa.
"Fufufu~ ¿Nuestra princesa está entreteniendo a un invitado y ni siquiera sabe su identidad? Realmente tienes
que salir del castillo más a menudo".
'¡Sería capaz de salir de este maldito castillo más a menudo si esa perra de mi hermana no me pusiera todo su
trabajo en el regazo!' Isabelle pensó enfadada.
Kirina continuó riéndose melódicamente hasta que un olor con el que estaba muy familiarizada flotó en su nariz.
Al principio, pensó que podría haberse equivocado, pero después de inhalar mucho más profundamente, pudo
reconocer el aroma de su hija que emanaba del cuerpo de este hombre en oleadas.
"Señor... Abaddon, ¿verdad? ¿Cuál es tu relación con mi hija?"
"Seras es mi esposa". Respondió sin pensarlo mucho.
Casi de inmediato, la mirada que le estaba dando a Abaddon se transformó en una de sospecha.
"... ¿Eres un lolicon, Lord Abaddon?"
"... Puedo asegurarte que no tengo tales perversiones".
"Ala pequeña se ve bastante diferente desde la última vez que la viste, Kirina". reveló Isabelle. "Tanto su cuerpo
como su belleza están a la par incluso con los de Audrina".
Kirina asintió y finalmente dejó de mirar al dragón como si perteneciera a algún tipo de registro.
"Debo admitir que estoy bastante sorprendida. Nunca pensé que Seras tuviera un interés real en las relaciones,
pero me alegra saber que ha encontrado un esposo tan capaz".
Ahora, en lugar de mirar a Abaddon con lujuria, lo estaba analizando cuidadosamente como si estuviera
tratando de descubrir qué era tan especial que podía hacer que incluso Seras se sometiera.
'Escuché que era fuerte, pero ¿es realmente lo suficientemente fuerte como para obtener su reconocimiento a
pesar de que solo evolucionó una vez?'
La curiosidad de la vampira se había encendido lo suficiente y de repente tomó el brazo de Abaddon entre los
suyos.
"Supongo que los demás aún no han llegado y la reina todavía está ocupada. Entonces, si me lo permiten, me
gustaría aprovechar este momento para conocer al esposo de mi hija".
Isabelle parecía estar eufórica de estar lejos de Abaddon por un tiempo e inmediatamente estuvo de acuerdo.
Kirina comenzó a sacar al joven dragón de la sala del trono. "Vamos, pequeño señor de los demonios. Creo que
es hora de que nos conozcamos mejor, ¿no crees?"
Abaddon y Kirina encontraron un salón vacío y se sentaron en dos sofás opuestos.
El vampiro hizo varias preguntas, la mayoría relacionadas con cómo se conocieron él y su hija, mientras que
otras se referían a los detalles de su relación.
Al dragón no le importó responder a sus preguntas, ya que no podía sentir ningún tipo de intenciones maliciosas
o pervertidas por parte de ella y su conversación se había vuelto bastante agradable.
Esta era la primera vez que escuchaba algún tipo de conversación civilizada con los padres de su esposa antes y
finalmente comenzó a hacerle sus propias preguntas.
"¿Hay alguna razón por la que todos llamen a Seras 'pequeña ala'?"
Esa repentina e inesperada pregunta provocó una pequeña sonrisa en el rostro del hechizante vampiro.
"Es una historia un poco larga, ¿estás seguro de que te gustaría escucharla?"
Cuando Abaddon asintió, Kirina comenzó a contar la historia del nacimiento de Seras y cómo se casó con un
dragón.
Sorprendentemente, Kirina solía ser la doncella principal del castillo.
Su alta posición y su personalidad relativamente tranquila hicieron que ella y Audrina formaran una relación
cercana, algo parecido a una prima mayor y una más joven.
Hace casi veinte milenios, los dragones todavía tenían tratos con otros reinos y no eran tan temidos como hoy.
El ex rey dragón vino personalmente a Upyr y estuvo acompañado por dos de sus señores, Helios y Hajun.
Mientras atendía a los invitados, Kirina se sorprendió bastante al ver que los dos jóvenes dragones se habían
interesado por ella.
Tanto Helios como Hajun comenzaron a intentar cortejar al encantador vampiro cada vez que tenían negocios
en Upyr, y durante mucho tiempo ella no estaba segura de qué hombre elegir.
Finalmente, eligió a Hajun porque pudo ver que Helios tenía un gran amor por la conquista y, como resultado,
no tenía suficiente espacio en su corazón para ella.
Los dos se casaron pronto, sin embargo, debido a que ninguno de ellos quería dejar sus puestos, mantuvieron
una relación estable a larga distancia.
Después de 10.000 años juntos, Kirina finalmente quedó embarazada de Seras y los dos estaban eufóricos, al
igual que Audrina.
Cuando Seras nació, era toda una celebridad en el castillo y todos comentaban sobre sus lindas alitas que tenía
muchas dificultades para usar.
Después del nacimiento de Seras, Hajun le suplicó a Kirina que se retirara y ella aceptó a regañadientes y asumió
su puesto actual.
A medida que evolucionó la etapa cuatro y la esposa de un dragón muy rico, Kirina fue una de las mujeres más
influyentes del continente y, como tal, su ascenso a la posición de señor de los vampiros fue bastante rápido y
fácilmente aceptado.
Abaddon sintió que acababa de descubrir un secreto monumental.
No sabía que Seras era hijo de Hajun, y tampoco creía que nadie más lo supiera.
Los propios antecedentes de Seras eran un misterio para la gente de Antares, ya que un día simplemente
apareció en el ejército y comenzó a diezmar los campos de batalla a diestra y siniestra.
'Debería preguntarle más sobre su pasado cuando se despierte... alita... que linda.' Abaddon pensó con una
pequeña sonrisa.
Kirina sintió que le iba a sangrar la nariz con solo ver a este joven aparentemente insensible que de repente
sonreía con cariño.
Cuanto menos ves algo, más especial se vuelve.
Y debido a que Abaddon prácticamente nunca sonríe en compañía de nadie más que su familia, las pocas
personas a las que se les ha permitido presenciar tal espectáculo nunca podrán olvidarlo por el resto de sus
vidas.
'Pensar que hablar de mi hija pondría una sonrisa como esa en su rostro... ella ha elegido bien.' Kirina pensó con
aprobación.
"¿Cómo terminó Seras en Antares?" Abaddon preguntó de repente.
Sin embargo, Kirina simplemente negó con la cabeza. "Te he contado esa larga historia, así que ahora dime algo".
La seductora mujer se inclinó hacia adelante, dejando al descubierto sus pechos que estaban a punto de salirse
de su vestido.
"¿Hay alguna razón por la que pueda oler a la Reina por todo tu cuerpo, así como a mi hija? ¿Y tiene algo que ver
con el hecho de que los señores vampiros han sido llamados a reunirse por primera vez desde que el Rey Dagon
desapareció? "
Abaddon comenzó a mirar a la mujer frente a él bajo una nueva luz.
Esta mujer era inteligente, mucho y parecía igualmente calculadora.

Incluso si no sabía exactamente cuál era la relación entre él y Audrina, sabía que tenían más que una conexión
normal.
Cuando Abaddon abrió la boca para hablar, los ojos del vampiro se abrieron como platos mientras miraba al
hombre frente a ella en estado de shock.
"¿Que acabas de decir?"

Capítulo 193 ¡Señores vampiros!

Un hombre extremadamente guapo y confiado caminó por el castillo de Sanguine con una carismática y cálida
sonrisa.
Tenía el pelo largo y plateado, una apariencia exquisitamente encantadora y los hipnotizantes ojos rojos
estándar.
Vistiendo un simple pero lujoso traje negro con una capa roja, este hombre era uno de los diez señores vampiros
de Upyr, Jasper Volturi.
A pesar del comportamiento juvenil y amigable de este hombre, era un individuo despiadado y sarcástico que
disfrutaba sumergirse en la sangre y las mujeres.
Normalmente, eso no habría resultado ser un problema para él, ya que las mujeres siempre parecían
desmayarse con solo verlo.
¡Pero hoy parecía que no podía importarles menos que él estuviera aquí!
No podía sentir miradas persistentes en su cuerpo ni escuchar comentarios seductores.
Al principio, pensó que todos podrían haber estado tensos con la aparición repentina de un dragón hace unos
días y, por lo tanto, no estaban de humor para los placeres más finos.
Sin embargo, esa teoría se disipó con bastante rapidez cuando se dio cuenta de que las criadas seguían
cotilleando y riendo como siempre lo habían hecho.
Entonces, ¿por qué no les importó que hubiera llegado?
Eventualmente, Jasper decidió que era mejor ignorar todo esto mientras se acercaba a la sala de reuniones
donde los otros diez señores ya estaban esperando.
Normalmente no era alguien que tuviera la costumbre de llegar tarde, especialmente cuando llamaba la reina,
pero esta vez, simplemente no había forma de evitarlo.
Me disculparé debidamente cuando la vea. Pensó lascivamente.
Jasper abrió la puerta de la sala del trono y descubrió que todos sus compañeros ya estaban adentro.
Nueve de los vampiros más hermosos, poderosos e inteligentes de toda esta tierra estaban de pie, mirándose
unos a otros y charlando ociosamente.
El grupo estaba dividido equitativamente en hombres y mujeres, quienes se detuvieron para mirar hacia la
puerta cuando llegó Jasper.
Satisfecho de nuevo cuando todos los ojos estaban puestos en él, realizó su característica sonrisa y saludó con la
mano y estaba encantado de ver que, al menos aquí, las mujeres seguían reaccionando ante él como debían.
Todos menos una mujer a la que Jasper inmediatamente puso su mirada. i𝚛𝚛𝚛e𝚛d.c𝚛m
Moviéndose a través de los grupos de antiguos vampiros, rápidamente llegó a pararse al lado del que siempre
parecía atraerlo más.
"Ha pasado bastante tiempo, ¿no es así, Lady Kirina?"
La mujer en cuestión parecía estar inmersa en un pensamiento profundo y, como resultado, no respondió de
inmediato a sus saludos.
"¿Hm? ¿Jasper? ¿Cuándo llegaste?"
En lugar de estar molesto porque no se dio cuenta de su llegada, el vampiro mantuvo su actitud amistosa. "Justo
ahora. ¿En qué estabas pensando tanto que apenas me notaste?"
"...El futuro." Kirina respondió después de un momento de silencio.
"¿Oh? ¿Podría este futuro incluirnos?" Preguntó mientras tomaba su mano y mostraba la misma sonrisa
devastadora que hizo que todas las mujeres con las que interactuaba se desmayaran.
"Solo en mis pesadillas".
"Aw, no seas así. ¿De verdad puedes decir que no me extrañaste ni un poco?"
"No solo no te extrañé, actualmente estoy tan repelido por tu presencia que siento que podría vomitar si no
fuera físicamente incapaz". Ella respondió con frialdad.
Jasper estaba un poco desconcertado.
Antes, los dos siempre habían compartido una broma juguetona y coqueta que mostraba el potencial de
convertirse en algo más, pero ahora ella estaba claramente molesta con él.
¿Qué había cambiado?
Antes de que pudiera comenzar a procesar este giro irreal de los acontecimientos, la puerta se abrió de nuevo y
la princesa Isabelle entró de inmediato.
Los señores se inclinaron respetuosamente e inmediatamente comenzaron a intercambiar cumplidos.
"¡Gloria a la familia real Sanguine!"
"La princesa está tan hermosa como siempre".
"Te deseo buena salud, princesa-"

"Todos ustedes, cállense. La mierda está a punto de estallar y necesito tanto tiempo de tranquilidad para
prepararme mentalmente como sea posible". Isabelle se detuvo junto al ornamentado trono dorado y sacó una
petaca de su bolsillo trasero.
Tomando un trago rápido de whisky enano, se preguntó en silencio qué tan horribles iban a ser las cosas en una
escala del 1 al 10.
Todos los señores comenzaron a mirarse confundidos, excepto Kirina, que sabía exactamente por qué Isabelle
se comportaba de esa manera y que su reacción estaba completamente justificada.
'Fufufu, al verla reaccionar así, en realidad me siento un poco menos nervioso.'
"¡La reina está llegando!"
Nadie supo quién lo anunció primero, pero los diez señores vampiros se arrodillaron y se inclinaron hacia el
trono.
Las puertas dobles negras se abrieron por última vez y Audrina entró un poco más despacio de lo normal.
'La reina está enojada...'
¡Se está moviendo tan lentamente que debe estar decidiendo a cuál de nosotros matar!
'¿Qué la tiene tan molesta?'
Los señores no estaban al tanto, pero Audrina solo caminaba lentamente porque todavía sentía los efectos
persistentes del castigo divino de su esposo.
Le había tomado dos días enteros incluso recuperar la conciencia, y Eris y Seras todavía estaban inconscientes
en el dormitorio.
Si no hubiera sido una semidiosa, todavía habría estado durmiendo entre ellos.
'Me siento un poco adolorida, pero por alguna razón realmente quiero que me tome así otra vez...' Audrina
finalmente había descubierto un nuevo fetiche gracias a los celos desenfrenados de su esposo.
El placer que sintió al ser tratada con rudeza y abrumada fue increíblemente adictivo y eufórico, al mismo
tiempo que la dejó un poco asustada.
'¡Quitemos todas estas tonterías del camino para que podamos darnos prisa e irnos a casa!'
Los señores de los vampiros se sorprendieron cuando, en lugar de sentarse en el trono como de costumbre,
Audrina se paró junto a él.
"Es bueno que todos hayan venido tan rápido, tengo un anuncio bastante importante que hacer".
Al ver que tenía todos los ojos puestos en ella y la atención de todos, Audrina no perdió el tiempo.
"Seré breve y simple. Le pasaré el trono a mi esposo con efecto inmediato. Eres libre de expresar cualquier queja
que puedas tener, y si no tienes ninguna, comenzaremos los planes para su coronación". "
Cuando Audrina terminó de pronunciar su discurso, las mandíbulas de todos los vampiros se aflojaron.
La reina no solo soltó la bomba de que se había casado, sino que también declaró su intención de pasar el trono
a este hombre desconocido.
"¿S-Seguro que bromeas, mi reina?"
"¡Así es! ¿¡Cómo puedes decir algo así tan casualmente!?"
"¿Quién es este marido?"
Audrina le tendió la mano a su hermana para que le pasara la petaca y ella obedeció sin pestañear.
"No, no estoy bromeando, lo dije porque es verdad, y todos ustedes ya han oído hablar de él. Todos se estaban
orinando cuando escucharon que apareció después de todo". Audrina tomó un gran trago del frasco plateado
adornado antes de dárselo a su hermana, quien copió sus acciones exactamente.
Todos los señores de los vampiros se devanaron los sesos para comprender las palabras de su reina, pero
resultó ser en vano.
No importa cuánto lo intentaron, no pudieron descubrir de quién podría estar hablando su reina.
Eran los vampiros más temidos del continente, así que si no era uno de ellos, ¿quién podría ser?
A menos que...
Todos los vampiros masculinos comenzaron a mirarse con recelo.
Cuando se trataba de apariencia, poder y riqueza, no había vampiros más adecuados que ellos, ¡así que
seguramente el esposo de la reina debe estar entre ellos!
Desafortunadamente, cuando los hombres buscaron al culpable se encontraron con que también estaban
recibiendo miradas acusatorias.
"Si me insultan así otra vez, los mataré a todos y alimentaré a sus concubinas con sus restos". Audrina dijo con
un tono hostil.
¿Cómo podrían pensar que alguna vez se conformaría con uno de estos insectos?
"M-Mi reina, lo siento, pero... no tenemos idea de a quién te podrías referir". Dijo una mujer al lado de Kirina.
"¡Eso apenas importa! ¡Upyr nunca ha sido gobernado por alguien fuera de la línea real sanguínea! ¡Que quieras
entregar nuestra nación a cualquier vampiro al azar es impensable!" Un vampiro mayor notó.
"¡No podría estar más de acuerdo, Ambrose! Es por eso que mi esposo no es un vampiro en absoluto". Audrina
dijo con una amplia sonrisa.
Una vez que las palabras de Audrina hicieron clic en sus mentes, el grupo recordó los horribles informes que
habían recibido a principios de semana.
"Mi reina... seguramente no querrás decir...?"
La sonrisa de Audrina solo se hizo más y más amplia cuando vio sus rostros llenos de incredulidad.
"¿Esposo? ¿Ya escuchaste suficiente?"
[Hechizo: Cuerpo de Niebla, desactivado.
En el ornamentado trono dorado entre Audrina e Isabelle, apareció un solo hombre, su cuerpo aparentemente
emergiendo de la nada.
Era terriblemente alto, con más de seis pies.
Su cuerpo exudaba un aire natural de poder puro, una sensación que solo se multiplicaba por los extraños
tatuajes que adornaban la parte superior de su cuerpo.
Llevaba un vestido ceremonial negro con una insignia dorada en el centro, combinado con una túnica roja suelta
y abierta que exponía los poderosos músculos debajo.
Su atuendo era uno que Kirina aprobaba mucho, ya que le recordaba mucho a Helios.
Cuando sus ojos se posaron en su rostro, se sintieron fácilmente seducidos o agitados, y algunos de ellos no
estaban seguros de qué emoción dominaba más en sus mentes.
Abrió los ojos para revelar dos iris que no coincidían, ambos de naturaleza reptiliana.
Uno era de un púrpura brillante e iridiscente que parecía mirar dentro de sus corazones y mentes, dejando al
descubierto toda su existencia.
El otro era de un escalofriante carmesí que transmitía perfectamente la sensación de estar frente a un
depredador ápice.
Estaban tan hipnotizados por su temible comportamiento y belleza que trascendía el sentido común, que habían
olvidado por completo que este extraño hombre simplemente había aparecido de la nada sin que ninguno de
ellos pudiera sentirlo.
"Abaddon, mi amor, parece que necesitas una presentación".
El dragón no dijo nada mientras arrastraba su mirada sobre cada uno de los vampiros arrodillados.
Mientras las mujeres habían entrado en espiral en un estado de calor, los hombres encontraron su mirada con
ojos audaces y furiosos.
Como era de esperar, uno de los vampiros fue más audaz que el resto e inmediatamente se levantó
agresivamente.
'Empieza...' pensó Abaddon.

Capítulo 194 Disturbios Reales

"¡Esto es una broma! ¿De verdad quieres que nos inclinemos ante este bebé dragón? ¡No solo está en la primera
etapa de evolución, sino que también tiene menos de 100 años!" señaló Jasper.
El vampiro estaba absolutamente furioso.
Durante mucho tiempo había puesto su mirada en la reina y su mano en matrimonio, incluso si fuera un
gobernante sin ningún poder real, ¡eso no le importaba!
¡Estaba seguro de que todo lo que necesitaba era un poco de tiempo a solas con ella y ella seguramente se
enamoraría de él!
Ahora que su plan había sido frustrado por algún dragón llorón, ¡su ira era indescriptible!
Sin embargo, Abaddon siguió sin decir nada y observó cómo el resto de los señores vampiros masculinos
también se ponían de pie.
En otro momento, dos de las mujeres se pusieron de pie junto a ellos.
A pesar de que estaban hipnotizados por su buena apariencia, el hecho de que él era un dragón y un
evolucionado de solo el primer nivel resultó ser demasiado para manejarlo juntos.
Abaddon, sin embargo, no se molestó por esto en lo más mínimo y todo seguía funcionando bien dentro de sus
expectativas.
El dragón miró hacia las tres mujeres que seguían arrodilladas a sus pies.
"¿Ninguna objeción de ustedes tres?"
Kirina sonrió y sacudió la cabeza. "Si eres el hombre elegido tanto por mi hija como por mi reina, ¿cómo podría
oponerme a ti?"
Abaddon tuvo que admitir que estaba más que un poco contento de que su suegra depositara su confianza en él.
Haría todo lo posible para no defraudar sus expectativas.
'Este bastardo... ¡¿él es la razón por la que no me diste la hora del día?!' El estado de ánimo de Jasper empeoraba
cada vez más.
La pequeña sonrisa coqueta que le estaba dando a ese dragón no se parecía a ninguna que hubiera recibido
antes.
Cuando volvió a mirar su rostro, el orgullo de Jasper no le permitió admitir que lo superaban por completo en lo
que respecta a la apariencia.
Naturalmente, Abaddon podía sentir su creciente hostilidad, pero no le prestó atención.
En cambio, dirigió su atención a las otras dos mujeres que todavía estaban arrodilladas junto a Kirina.
"¿Ninguna objeción de ninguno de ustedes?"
Las dos mujeres se llamaban Alicia y Robyn.
Felicia era una mujer de tez pálida con una cara bonita y cabello largo castaño oscuro.
Tenía un cuerpo delgado y ágil que casi le recordaba un poco a Lusamine.
Robyn era una mujer con cabello corto de color púrpura oscuro que estaba peinado en una melena.
Tenía una apariencia bastante estudiosa y seria que entraba en conflicto con su trasero grande y sus muslos
regordetes.
Las dos mujeres se miraron brevemente antes de asentir y bajar la cabeza.
Robyn: "Le debo a la reina mi vida y tú eres el hombre en el que ella ha elegido depositar su fe.
Independientemente de si eres un dragón o no, te seguiré".
Felicia: "Yo también".
Audrina fue la más afectada por su voto de lealtad.
Sabía muy bien que lo que se les pedía no era fácil, pero era bueno saber que había cultivado algunas relaciones
lo suficientemente bien como para inducir este nivel de fe en sus decisiones.
Abaddon asintió antes de volverse hacia los siete que aún estaban de pie.
"¿Estás seguro de que no te arrepentirás de la decisión de oponerte a mí? Habrá consecuencias por esto".
Sus palabras sólo sirvieron para agitar aún más a los vampiros.
"Esto es simplemente impensable..."
"¡Nunca nos inclinaremos ante un lagarto gigante!"
"¡¿Qué puedes hacer solo con tu escasa fuerza?!"
"¡Incluso si eres un dragón, tu edad te convierte en una amenaza inexistente!"
Abaddon tomó todos sus comentarios en la barbilla sin siquiera cambiar de expresión.
Cuando terminaron de ventilar sus quejas, contactó telepáticamente a Audrina.
'Mi amor...'
'Está bien esposo, lo entiendo. Si no lo haces tú, yo sin duda lo haré. Dijo el vampiro tranquilizadoramente.
¡No podía creer el valor de estos mestizos para mostrarle los colmillos a su amado esposo!
¡¿De verdad no la pusieron en sus ojos?!
Abaddon se levantó del trono y se elevó sobre los vampiros ante él.
"¿Crees que no soy apto para el trono? Entonces todo lo que tienes que hacer es quitármelo". Dijo con calma.
Los oídos de los señores vampiros se crisparon cuando escucharon una provocación tan obvia.
"Si puedes matarme, puedes convertirte en rey. Y ni Audrina ni Isabelle se te opondrán".
"No hables por mí, maldito-"
¡Tortazo!
"Cállate, déjalo hablar". Advirtió Audrina.
Isabelle estaba demasiado ocupada frotándose el trasero donde su hermana la había golpeado como para
preocuparse por cualquier otra cosa que dijera el dragón. '¡Perra brutal! ¡Cómo pudiste hacer eso delante de
todos!
Los siete señores de los vampiros miraron al trono con avidez y sonrieron cuando pensaron en el futuro.
Todo lo que tenían que hacer era matar a un dragón arrogante y todos sus sueños más salvajes se harían
realidad.
No hace falta decir que todos asintieron con la cabeza en señal de aprobación.
"Audrina".
La vampira asintió y sus ojos comenzaron a brillar con una brillante luz púrpura.
"Dimensión de la aurora".
Una sombra negra como la tinta se extendió desde sus pies y envolvió a todos los presentes antes de
arrastrarlos a las profundidades de abajo.
Cuando el grupo abrió los ojos dentro de la dimensión personal de Audrina, solo se sorprendieron
momentáneamente por el paisaje de ensueño.
Se habrían quedado un poco más para apreciarlo si Abaddon no hubiera pisoteado impacientemente esos
planes.
"No pierdas el tiempo. ¿Quién de ustedes será el primero en dar un paso al frente?"
Una vez más, la forma casual y dominante en que Abaddon habló con estos vampiros que eran siglos mayores
que él les hizo hervir la sangre.
Kirina, Alicia y Robyn se separaron del grupo y se colocaron junto a Audrina e Isabelle. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
"Mi reina... ¿realmente crees que puede derrotarlos a todos?" Alicia preguntó tímidamente.
"Por supuesto." La respuesta de Audrina fue rápida y sin la menor vacilación. "Incluso si es joven, mi esposo es
sin duda el guerrero más excepcional que he visto".
Audrina tenía una mirada radiante y orgullosa en su rostro. Para sus subordinados que solo la habían visto
comportarse de manera profesional, era como si estuvieran viendo a otra persona.
"Si mi reina está segura, entonces no tengo ninguna duda". Robyn respondió formalmente.
Audrina le dio unas palmaditas delicadas a la chica en la mejilla justo cuando el primero de los señores vampiros
se acercaba a Abaddon.
Michael Zobek estaba entre los más viejos de los diez señores de los vampiros.
También fue uno de los más respetados, por lo que nadie se opuso a que desafiara a Abaddon y tomara el trono.
Los demás estaban seguros de que cuando Michael ganara inevitablemente, se aseguraría de que las cosas
siguieran igual.
Todos excepto Jasper, que era un poco más astuto que el resto.
Siendo él mismo un guerrero, entendió que conocer a tu enemigo era la mitad de la batalla.
Sabía que Audrina no era una mujer lo suficientemente débil como para enamorarse de un hombre cuyo poder
era algo inferior.
Armado con ese conocimiento, estaba alrededor del 90% seguro de que Michael iba a morir.
Incluso contra un vampiro de etapa cuatro, Abaddon se mostró inquietantemente tranquilo e indiferente, como
si tuviera varios trucos bajo la manga para lidiar con su enorme brecha de poder.
Jasper estudiaría esta batalla muy de cerca para cuando inevitablemente chocara contra el futuro rey.
Michael sacó su arma de su anillo de almacenamiento: un hacha asombrosamente grande con una hoja que
estaba teñida completamente de rojo.
"Solo tienes que culparte a ti mismo por esto, dragón. Tu arrogancia te ha llevado a entrometerte en cosas que
están por encima de ti, y por eso-"
"¿Por cuánto tiempo este viejo tiene la intención de parlotear?" Abaddon respondió, inmóvil.
Desde que había venido aquí, no se había puesto su armadura, sacado su arma o incluso activado una habilidad.
Simplemente estaba parado tranquilamente, con los brazos cruzados detrás de la espalda mientras esperaba
que su oponente hiciera el primer movimiento.
Los ojos rojos de Michael brillaron intensamente cuando una vez más fue objeto de una flagrante falta de
respeto.
"¡Bestia ignorante! ¡Haré adornos con tus escamas!" rugió.
El señor de los vampiros se lanzó hacia adelante mientras levantaba su gran hacha en el aire para partir a
Abaddon por la mitad.
Abaddon todavía no se había movido de su lugar mientras la espada roja gigante se acercaba más y más a la
coronilla de su cabeza.
Justo cuando Michael estaba a punto de reclamar la victoria y matar al dragón tonto, Abaddon esquivó su ataque
y dejó que el hacha del viejo vampiro se estrellara contra el suelo sin forma.
¡Bang!
En la milésima de segundo antes de que Michael pudiera recuperarse, Abaddon sacó una mano con garras
escamosas y atravesó al vampiro por la espalda.
Abaddon sacó su corazón justo cuando Michael quitó su hacha del suelo y se dio la vuelta, sin inmutarse por el
dolor de que le arrancaran uno de sus órganos.
Esta vez, Michael cortó verticalmente con su enorme hacha como si estuviera tratando de separar la mitad
superior del dragón de la inferior.
Desafortunadamente, su espada atravesó inofensivamente la sección media de Abaddon mientras su cuerpo se

distorsionaba y crepitaba con un rayo rojo.
'¿Cuerpo de rayo? Así que tenía algunos trucos después de todo...'
Abaddon dio un gran salto hacia atrás y miró distraídamente el premio en su mano.
"¿No entiendes la fisiología de los vampiros, dragón? ¡Mis órganos son simplemente para decorar en este
momento! Si crees que tomar mi corazón te traerá la victoria, entonces debes estar confundiéndome con-"
"Cállate, inmundicia". Abaddon interrumpió con frialdad.
Todos los vampiros observaron con horror cómo Abaddon abrió su encantadora boca y le dio dos grandes
mordiscos al corazón que aún latía.
Mientras la sangre caliente corría por su barbilla y su pecho, los espectadores sintieron escalofríos por la cruel
escena que estaban seguros de que no era más que una táctica de intimidación.
Michael estaba particularmente perturbado, pero se tragó esos sentimientos mientras levantaba su hacha una
vez más. "¡Espero que lo hayas saboreado, dragón! ¿Será tu última... comida...?"
De repente, el señor de los vampiros comenzó a luchar para aferrarse a su conciencia.
Se había acostumbrado durante mucho tiempo a todo tipo de dolor imaginable, pero en este momento todos sus
nervios se sentían como si estuvieran en llamas. "Que es esto..?"
Todos vieron con total sorpresa cómo un vampiro de más de veinte mil años y el que esperaban que se
convirtiera en el próximo rey vampiro cayó al suelo, sin vida.
Abaddon dejó caer el resto del corazón al suelo, no encontrándolo digno de un mayor consumo.
Extendió su mano y la enorme hacha de Michael voló hacia su palma.
'Bekka se vería muy linda empuñando esto.' Pensó con una sonrisa imperceptible.
Solo él encontraría linda a su peluda y poderosa esposa mientras balanceaba un hacha que era casi tan grande
como él.
Mientras guardaba el hacha en su anillo de almacenamiento, se dio la vuelta para mirar al resto de sus retadores
boquiabiertos.
"¿Quién de ustedes es el siguiente? Todavía tengo un poco de hambre".

Capítulo 195 Dominio establecido

[¡Un corazón digno ha sido consumido!
[+ 3,000 todas las estadísticas!
Abaddon se irritó levemente cuando vio cuán frugales se habían vuelto sus ganancias al comer corazones.
Solo podía adivinar que su evolución había sido la causa de esto y sus ganancias solo serían cada vez más
frugales en el futuro.
'Necesito mejores formas de ganar fuerza...'
Decidiendo no concentrarse en eso por ahora, en cambio centró su atención en los seis vampiros restantes que
lo miraban con miedo.
"Un sueño... ¡esto tiene que ser un sueño!"
"¿Él mató a Michael tan fácilmente?"
"¡¿Cómo pudo haberlo matado comiéndose su corazón?!"
"¿Es porque tiene dos cabezas?"
Audrina y Abaddon eran los únicos con una comprensión completa de la batalla que acababa de ocurrir.
Fue solo porque Michael había subestimado a Abaddon y no conocía todas sus capacidades que pudo matarlo
sin sufrir ni un rasguño.
Sin mencionar que en combate los vampiros tienden a actuar un poco más imprudentemente debido a su
regeneración impía y única.
Perder un corazón realmente no significa mucho cuando puedes hacer crecer uno nuevo en menos de treinta
segundos.
Si Michael hubiera puesto solo un mínimo de esfuerzo en la defensa y no hubiera sido tan arrogante, la pelea
habría persistido por mucho más tiempo.
"Mi reina... ¿qué acaba de hacer?" preguntó Robyn temblorosamente.
"¿Hm? Él lo mató, ¿no es obvio?" respondió Audrina.
"¡Ella quiere decir cómo, tonta tetona!" Isabelle gritó.
En lugar de ofenderse por tal comentario, Audrina se miró el pecho con cariño.
Era fácil sentirse insegura sobre el tamaño de sus senos cuando su esposo tenía esposas como Bekka, Valerie y
Lisa, por lo que en realidad fue bastante agradable escuchar un cumplido tan cálido.
"¿De verdad crees que son grandes?"
"¡Ese no es el punto! ¿Cómo pudo matar a Michael tan fácilmente cuando él es-"
"Hermana, me insultas". Audrina dijo de repente.
Su luz alegre desapareció y todo lo que quedó fue una conducta seria que hizo que su hermano retrocediera con
miedo. "¿Crees que me sometería a un hombre que fuera capaz de algo menos que esto?"
Isabelle abrió y cerró la boca como un pez mientras intentaba encontrar una réplica adecuada, pero no salió
ninguna palabra.
Audrina simplemente se burló antes de volver su atención hacia la espalda de su esposo.
"Chicas, deberían esperar y ver. Mi esposo les mostrará muchas cosas que no deberían ser posibles".
Abaddon esperaba con impaciencia que su próximo retador diera un paso al frente.
Después de su exhibición aterradora anterior, no fue una gran sorpresa que dudaran en presentarse,
especialmente porque no entendían lo que había hecho.
"¿Perdiste los nervios con una muerte miserable? Estaba seguro de que todos ustedes tendrían un poco más de
columna vertebral".
No importaba cómo los provocara, estos vampiros no estaban dispuestos a presentarse.
No eran niños tontos. Era fácil deducir que estaba tratando de incitarlos a un conflicto.
"Si no vienes a mí, no tengo ningún problema en venir a ti".
El cuerpo del dragón se volvió borroso antes de reaparecer frente a un señor de los vampiros al azar.
"Comenzaré contigo".
El que Abaddon había elegido era, como era de esperar, Jasper.
Justo cuando Abaddon lanzó su puño para perforar el pecho del vampiro, Jasper levantó ambos brazos para
defenderse.
¡Bang!
La colisión resultante hizo que Jasper patinara hacia atrás unos metros, con una sonrisa demente en su rostro.
'¡El es fuerte!' Con un golpe, casi se había roto ambos brazos.

A Jasper ya no le importaba esperar para comprender los poderes de Abaddon.
Un oponente fuerte estaba frente a él, y no podría vivir consigo mismo si no luchaba con todo lo que tenía.
Pero todavía había un problema...
"Te desafiaré, seguro. Pero no me importa el trono. ¡Cuando gane, me llevaré a Audrina!" dijo con una sonrisa
burlona.
Audrina supo de inmediato que su esposo estaba a punto de perder el control. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Honestamente, había muy poco que lo molestara, pero los ojos lascivos sobre ella y el resto de sus esposas
siempre fueron una forma segura de despertar su ira.
"Guarden sus mentes". Advirtió a las mujeres a su lado. "Mi esposo no estará en el estado de ánimo adecuado
para excluirte de sus poderes".
Antes de que Kirina, Isabella, Robyn o Alicia pudieran preguntar a qué se refería, una enorme columna de fuego
púrpura se disparó hacia el cielo artificial.
Todos reflexivamente dieron un paso atrás del puro calor de las llamas y en ese momento, escucharon la voz
más aterradora imaginable.
"Mosquitos... siempre hay malditos mosquitos zumbando alrededor de mis mujeres. Es incesante e ineludible..."
Dentro de la columna de llamas ardientes, se podían ver tres ojos rojos y morados brillando con puro odio.
"Es enloquecedor más allá de lo creíble... incluso matarte un millón de veces no saciaría mi ira..."
Cuando la enorme columna de llamas se dispersó, los vampiros se sintieron abrumados por un sentimiento
indescriptible de desesperación.
Era como si una criatura de sus pesadillas más oscuras hubiera cobrado vida de repente justo en frente de ellos.
Un enorme demonio de piel negra con tatuajes brillantes desconcertantes y cuatro brazos poderosos.
La corona de cuernos que adornaba su cabeza era de alguna manera tanto demoníaca como dracónica, lo que lo
hacía parecer un gobernante de ambas especies.
Después de que la habilidad de la línea de sangre de Abaddon evolucionó, obtuvo la capacidad de imbuir
libremente a sus enemigos con pavor sin importar en qué forma se encontraba.
El simple hecho de estar a una milla de él cuando estaba en este estado podría despertar una profunda
sensación de miedo primario, capaz de congelar incluso a estos seres en seco.
A veces, incluso si entiendes que no debes tener miedo de algo, eso hace poco para evitar que realmente tengas
miedo de eso.
Tal enigma estaba ahora plagando las mentes de estos antiguos y poderosos vampiros.
Siendo realistas, sabían que no debían tener miedo.
Incluso si Abaddon no se parecía a nada que hubieran visto antes, todavía era un ser que solo había
evolucionado una vez.
Seguramente no podría lastimarlos realmente mientras no bajaran la guardia, ¿verdad?
Sin embargo, no importa cuánto recitaran esas palabras en sus mentes, no hizo nada para calmarlos.
"E-Él es un monstruo..."
"Qué es esto..."
"¡Por favor haz que se detenga, haz que se detenga!"
Audrina miró brevemente a los vampiros que habían sido tomados por sorpresa por la pequeña y desagradable
habilidad de su esposo.
El resultado fue una pérdida total de esperanza, ambición y ganas de vivir.
Incluso Robyn y Alicia, que habían sido suficientemente advertidas, luchaban por mantenerse en pie, y la pobre
Isabelle ya había caído al suelo sollozando.
La mano de Audrina de repente se deslizó hacia el tatuaje de la cresta en su área púbica. Parecía que esta era la
razón por la que incluso cuando miraba directamente a su esposo, no sentía nada más que su habitual sensación
de excitación.
El único que parecía no verse afectado al menos parcialmente aparte de Audrina era Jasper.
Cuando sintió la debilidad que intentaba inundar su mente, se mordió la lengua con fuerza para mantener la
concentración.
"Alguien está un poco enojado, ¿eh? ¡Está bien! ¡Ponerte así de grande solo te hará más fácil de golpear!"
Para probar su punto, Jasper sacó un par de hoces gemelas conectadas por una cadena de tono negro.
Inmediatamente se abalanzó sobre Abaddon con una velocidad cegadora que fácilmente rompió la barrera del
sonido.
Girando sus armas, canalizó una corriente de electricidad azul brillante en sus armas.
Ya había visto antes que Abaddon podía convertir su cuerpo en un rayo puro, por lo que necesitaba utilizar el
suyo para contrarrestar el efecto.
Jasper balanceó sus espadas con una eficiencia magistral y apuñaló a Abaddon en su corazón y uno de sus
pulmones.
Sangre negra comenzó a fluir de sus heridas y todos los vampiros se pusieron rígidos simultáneamente.
La sangre de Abaddon no se parecía a nada que hubieran olido antes y una sola bocanada fue suficiente para
hacerles salivar.
"Esperaba un poco más después de toda esa valentía anterior". Jasper miró burlonamente a Abaddon mientras
disfrutaba de su victoria.
Por monstruosos que sean, los dragones no pueden sobrevivir a un ataque directo a un órgano tan vital como el
corazón.
Estaba seguro de que con este ataque final había derribado a esta bestia arrogante y reclamado a la mujer que
tanto deseaba.
Justo cuando Jasper abrió la boca una vez más para regodearse, el tercer ojo de Abaddon brilló antes de disparar
un devastador rayo de energía roja.
Jasper evitó por poco que la totalidad de la parte superior de su cuerpo se desintegrara sin dejar rastro.
Cuando dio un gran salto hacia atrás, no pudo evitar dejar que su asombro lo dominara cuando vio que Abaddon
no solo se estaba curando a una velocidad visible a simple vista, sino que tampoco se inmutó por su ataque
anterior. .
"¿Qué clase de monstruo...?"
Justo cuando Jasper aterrizó de nuevo en el suelo, su oponente corrió hacia él para encontrarse con él con dos
enormes puños escamosos.
Una vez más, el vampiro levantó las manos para protegerse y se alarmó cuando sus brazos se rompieron
fácilmente.
'¡¿Qué carajo?! ¡¿Por qué se hizo más fuerte de repente?!
Comparar la fuerza de Abaddon de antes y la de ahora era como comparar la de un bebé y la de un hombre
adulto.
La diferencia era tan grande que era casi risible.
Al darse cuenta de que ya no podía esperar tener una competencia de fuerza con el dragón enloquecido, Jasper
se concentró en acelerarlo por cualquier medio necesario.
El cuerpo del vampiro se volvió borroso y giró alrededor del cuerpo de Abaddon, buscando una abertura.
Mientras rodeaban su cuerpo, Abaddon intentó algo que hasta ahora solo había considerado en teoría.
[Habilidad: Manipulación de la Gravedad, activada.

Capítulo 196 ¡Rey indiscutible!

[Habilidad: Manipulación de la Gravedad, activada.
Abaddon inmediatamente sintió que su cuerpo se volvía más liviano y rápido a medida que la gravedad a su
alrededor disminuía considerablemente.
Nunca había intentado esto antes, pero parecía que su manipulación de la gravedad podría utilizarse de más
formas de las que había pensado originalmente.
¡Bang!
Abaddon agitó su musculoso brazo a una velocidad más rápida que un rayo y le arrancó la cabeza a Jasper de un
puñetazo.
La cabeza del vampiro volvió a crecer y recuperó la conciencia un momento después, solo para ver nada más
que las luces de la aurora sobre él mientras yacía de espaldas.
'Acabo de...'
'Eso es imposible.'
'¿Qué diablos hizo?'
Jasper ni siquiera había visto lo que había hecho Abaddon.
En un momento, simplemente estaba dando vueltas alrededor de su cuerpo en busca de una abertura, y al
momento siguiente estaba tirado en el suelo.
Antes de que pudiera recuperarse, Abaddon apareció directamente encima de él y colocó un gran pie con garras
sobre su pecho.
'¡¿Qué diablos?! ¡Es tan pesado!
Jasper sintió como si el peso del mundo hubiera caído repentinamente sobre su cuerpo.
Abaddon no era un hombre frágil de ninguna manera, pero no había forma de que tuviera tanta presión en esta
forma.
Al darse cuenta de que no podía escapar por la fuerza bruta, el señor de los vampiros agarró su arma y trató de
cortar la pierna de Abaddon.
tintineo!
El sonido del metal golpeando algo duro se podía escuchar en todo el espacio oscuro, y Jasper se dio cuenta de
que Abaddon había cubierto sus piernas con escamas negras oscuras que incluso él no podía perforar.
Al menos, no así.
Justo cuando Jasper comenzó a canalizar maná en sus hoces para un ataque mucho más devastador, Abaddon
invocó hojas de hielo negro del suelo.
El hielo cortó fácilmente los brazos del vampiro y congeló su cuerpo en el muñón para evitar cualquier tipo de
regeneración.
Jasper sonrió con locura cuando se dio cuenta de que había sido completamente acorralado.
"¡Bien, bien! ¡Eres mucho mejor de lo que esperaba!"
"Cierra la puta boca."
Abaddon extendió su mano y una lanza hecha de fuego azul brillante.
La combinación de sus llamas infernales características, así como la llama abrasadora del alma, aseguraría la
destrucción completa de Jasper, en cuerpo y alma.
Justo cuando Abaddon se preparaba para perforar la cabeza de otro retador, Jasper transformó su cuerpo en
una niebla oscura y evitó por poco su prematura muerte.
El vampiro reapareció a unos metros de distancia pero se veía... horrible.
Sonriendo inquietantemente a Abaddon había una criatura monstruosa que era la unión perfecta entre el
hombre y el murciélago.
Había crecido a una altura asombrosa de siete pies de altura, y todo su cuerpo estaba cubierto de pelaje negro
oscuro.
Su otrora hermoso rostro ahora estaba distorsionado con monstruosas facciones de murciélago y ojos oscuros y
brillantes.
Sus brazos que habían estado congelados habían vuelto a crecer, y ahora tenían alas carnosas gigantes unidas.
"¡No quería terminar esto tan pronto! ¡Deberías considerarte digno, bestia!"
Jasper salió disparado hacia adelante a una velocidad que era más del doble de la original.
De esta forma, finalmente podría cerrar la brecha entre sus estadísticas y darle a su oponente una derrota
humillante.
Jasper apareció ante Abaddon en un abrir y cerrar de ojos y lanzó un monstruoso puño peludo.
La presión del viento por sí sola era capaz de destruir un edificio, y los espectadores estaban seguros de que
este era un ataque del que Abaddon no saldría ileso.
¡BOOOOOMM!
El sonido que siguió cuando el golpe de Jasper aterrizó fue como el de una bomba y fue suficiente para hacer que
los oídos de un hombre mortal sangraran.
"Qué demonios..?"
"Esto es un sueño... ¡tiene que serlo!"
"Eso no es posible..."
La escena que provocó que las fauces de estos antiguos vampiros golpearan el suelo no fue otra que Abaddon,
sujetando el puño de su oponente sin moverse ni un centímetro.
Finalmente, Jasper mostró algún signo de perder los nervios.
Había puesto todo en ese puñetazo hace un momento, pero Abaddon no solo estaba ileso, sino que también lo
había atrapado.
Abaddon de alguna manera se había vuelto aún más fuerte que antes y el agarre que sostenía en el puño de
Jasper era sólido e inquebrantable.
"¿Te atreviste a codiciar a mi amada novia solo con este nivel de fuerza...?"
Abaddon colocó dos de sus brazos en el abdomen de Jasper antes de apretar con más fuerza su brazo.
"Eres patético."
El repugnante sonido de la carne desgarrada se podía escuchar cuando Abaddon arrancó el brazo de Jasper de
su cuerpo.
Jasper habría gritado, pero que le arrancaran el brazo no le dolía tanto como la burla que acababa de lanzarle.
"¿Crees que estás en condiciones de presumir? ¡Obviamente, Audrina te está ayudando dentro de este espacio
alimentándote con su poder!"
Esta era la única conclusión lógica que Jasper podía pensar.
¡¿De qué otra manera Abaddon se hacía cada vez más fuerte cada vez que se enfrentaban?!
"¿Culpar de tu incompetencia al juego sucio? Qué cobarde".
El dragón tomó su último brazo libre y atravesó el estómago de Jasper antes de envolver su mano alrededor de
su columna alargada.
"Bueno, ¿qué sabes? Supongo que estaba equivocado".
El señor de los vampiros tosió una bocanada de sangre cuando se deshizo de su transformación.
Habría vuelto a convertirse en niebla para escapar, pero con la mano de Abaddon todavía dentro de su
estómago, no tenía ninguna esperanza de hacerlo.
Jasper mostró una sonrisa sangrienta cuando se dio cuenta de que su derrota ya era una realidad.
"Rey vampiro, ¿eh? Tal vez podrías-"
¡Boom!
Abaddon interrumpió el discurso de Jasper con otra explosión devastadora de su tercer ojo.
Por extraño que parezca, el rayo de Abaddon tuvo un efecto necrótico que parecía estar inhibiendo su
regeneración.
'Menos mal, me había cansado de oírte hablar...'
No necesitaba escuchar las últimas palabras de un hombre al que ni siquiera respetaba, ni necesitaba su
aprobación para ascender al trono.
Abaddon había ganado, como siempre había sabido que lo haría.
Sin embargo, eso no significaba que su ira se hubiera saciado por completo todavía.
Abaddon de repente arrojó el cuerpo de Jasper por los aires.
Todos los presentes observaron cómo de repente se transformó en un enorme dragón de dos cabezas y se tragó
a su oponente sin dejar rastro.
[¡Se ha consumido un corazón digno!
[ + 4,000 todas las estadísticas!
[ Debido a que el usuario ya está en posesión del elemento rayo, en su lugar se proporcionará un sorteo de
lotería al azar.
El dragón apenas prestó atención a las palabras del sistema que jugaban en su mente.
Su único enfoque estaba en los vampiros llorones que temblaban al ver su monstruosa apariencia real.
Abaddon, que ya no estaba de humor para los desafíos, decidió acabar con todos los señores vampiros restantes
al mismo tiempo.
Con un rugido devastador, Abaddon se abalanzó sobre los vampiros arrodillados que ya habían perdido el deseo
de oponerse a él.
Los hombres ya habían caído de rodillas y las mujeres estaban justo a su lado como un desastre sollozante.
Abaddon los alcanzó en un instante y se tragó a dos de los señores vampiros con cada cabeza.
Justo cuando estaba a punto de hacer una comida con el resto de ellos, Audrina apareció justo encima de su gran
hocico.
"Tranquilo ahora, mi amor. ¿No ves que ya no desean desafiar tu reinado?"
Cuando los señores vampiros restantes vieron que Audrina estaba tratando de extenderles una línea de vida,
todos se postraron frente al horroroso dragón.
"¡L-Lo sentimos!"
"¡Yo juro que nunca me opondré a tu gobierno!"
"Por favor... perdóname..."
La súplica de estos vampiros no fue particularmente conmovedora, sin embargo, Abaddon comprendió
exactamente qué era lo que Audrina estaba tratando de ayudarlo a comprender.
Comer a estos seres cuando ya se habían sometido finalmente lo beneficiaría muy poco.
Matar a estos seres tan influyentes aquí no solo sería un desperdicio, sino que también haría que su gobierno
funcionara con menos fluidez.
La energía que gastaría tratando de reemplazar a estos antiguos vampiros podría utilizarse mejor en otras áreas
que requerían toda su atención.
"... De hecho lo han hecho." Él murmuró.
Regresó a su apariencia normal con Audrina aferrada con fuerza a su espalda.
"Lo hiciste bien... estoy muy orgulloso de ti". Ella susurró.
El dragón acarició su cabeza contra la de ella antes de volver su atención hacia los seis señores vampiros
restantes y su cuñada.
"¿Hay más objeciones?"
Ni que decir tiene que la única respuesta que recibió fue un no rotundo por parte de cada uno de ellos.
Sin embargo, hubo uno entre ellos que levantó una mano temblorosa para hacer la pregunta que había estado en
su mente desde el principio.
Kirina había observado todos los movimientos de Abaddon sin pestañear.
Era poderoso y feroz, pero también demostró que no estaba más allá de la razón y, a menudo, estaba tan
tranquilo que rozaba la indiferencia.
Solo había una cosa que ella no podía entender.

"¿Qué harás ahora que te has convertido en rey?"
La búsqueda del trono por parte de Abaddon resultó bastante extraña para ella. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Lo perseguía ferozmente, y obviamente le importaba hacer lo correcto por la patria de su esposa, pero había
algo antinatural en ello.
Casi parecía como si el trono fuera simplemente un medio para un fin para él.
Lo que planteaba la pregunta, ¿cuáles eran los verdaderos objetivos de este hombre y qué sería de su hogar
ahora que se quedó sin nadie que se le opusiera?
Si a Kirina no le gustaba su respuesta, lo desafiaría a continuación.
A medida que evolucionó una quinta etapa, estaba muy por encima de todos aquí, excepto de Audrina, y
confiaba en su capacidad para derrotar a Abaddon.
Aunque la batalla probablemente sería un poco larga.
Abaddon pensó mucho sobre cuál era la respuesta más aplicable.
"Combinaré esta nación con la mía y crearé tierras superiores incluso a Antares".
Uno pensaría que Abaddon acababa de decirles que iba a eructar una pila de ladrillos de oro.
Así de inconcebibles creían que eran sus palabras.
Las miradas en blanco que estaba recibiendo le hicieron darse cuenta de que estas personas no tenían
absolutamente ninguna fe en sus palabras o en su sueño.
Por suerte para ellos, Abaddon sabía cómo mostrarles que eran una realidad muy alcanzable.
Chasqueó los dedos y un portal negro estrellado se abrió detrás de él.
"Ven conmigo. Les mostraré a todos un vistazo del futuro que imagino".
Capítulo 197 Visión del futuro

"¡El rey está regresando!"
En las calles de Luxuria, la gente se había detenido por completo cuando un familiar portal negro estrellado se
abrió directamente frente a la fuente del renacimiento.
Normalmente, cuando están en el mismo espacio con el rey, los ciudadanos simplemente intercambian
reverencias respetuosas antes de continuar con su día.
Después de todo, tanto el rey como su familia pasaban mucho tiempo en la ciudad, y sería bastante complicado
bajar al suelo cada vez que alguno de ellos fuera visto.
Sin embargo, era diferente cuando el rey regresaba a casa después de una aventura o campaña.
Todos inmediatamente dejaron de hacer lo que estaban haciendo y se inclinaron con reverencia.
Cuando Abaddon atravesó el portal, fue recibido por una resonante bienvenida de sus ciudadanos.
"¡Bienvenido a casa, mi señor!"
"¡El rey ha regresado!"
"¡Gloria a Vovin!"
Abaddon tuvo que admitir que era agradable ser recibido así.
Había vivido su vida como Carter sin que a nadie le importara si vivía o moría, por lo que era agradable
experimentar cosas como esta como una medida de lo lejos que había llegado.
Uno por uno, el resto de los señores vampiros emergieron del portal y no pudieron evitar soltar exclamaciones
de asombro.
Era muy común que aquellos que veían a Luxuria por primera vez sintieran que acababan de cruzar las puertas
de la ciudad blanca.
Aunque, una versión más pecaminosa.
El cielo, la arquitectura e incluso los ciudadanos no se parecían a nada que ellos hubieran visto antes.
Todo y todos eran tan excesivamente hermosos que era criminalmente injusto.
"Gracias por la bienvenida a todos". Abaddon dijo cortésmente.
Tomando eso como una señal para levantarse, la mayoría de los adultos continuaron con sus asuntos mientras
algunos de los niños se pararon alrededor, mirando a Abaddon con anhelo.
Estos eran los niños a los que había prometido llevar, y parecía que no se habían olvidado.
Tal vez fue porque tenía sus propios hijos, pero Abaddon era particularmente débil cuando se trataba de niños
pequeños.
Afortunadamente, era un hombre capaz de realizar múltiples tareas.
[ Habilidad : Cuerpo dividido, activado.
Abaddon se dividió en una copia perfectamente idéntica y envió su clon al grupo de niños que esperaban.
"Vengan, niños. Creo que les debo un paseo".
Los ojos de los niños se volvieron más brillantes que todas las estrellas del cielo.
"¡Hurra!"
"¡Vamos a volar!"
Mientras Abaddon observaba a su clon alejarse con el pequeño grupo de niños, sintió siete miradas intensas
perforando su espalda.
Cada uno de los vampiros que había llevado a hacer turismo lo miraban fijamente sin pestañear con sus
mandíbulas casi tocando el suelo.
"¿Por qué todos me miran así?"
"¿No tiene idea de lo absurdas que son las cosas que hace...?" preguntó Isabelle.
"Absurdo es un poco exagerado, ¿no?"
"El nuevo rey es un monstruo entre los monstruos..." murmuró Robyn mientras se escondía detrás de Alicia.
Si no fuera un dragón, pensaría que intentas insultarme.
"Me tomó un tiempo acostumbrarme a que él hiciera eso también". Audrina dijo encogiéndose de hombros.
"Aunque ahora quiero que lo use cuando tengamos se-"
Abaddon rápidamente cubrió la boca de su esposa para evitar que dijera nada más.
"¿Qué estás diciendo frente a nuestros subordinados?"
Como respuesta, ella simplemente se encogió de hombros antes de darle una seductora lamida en la mano.
Todos los señores de los vampiros sufrieron hemorragias nasales posteriores cuando imaginaron que dos
Abaddons los tomaban al mismo tiempo.
Mientras tanto, los dos señores vampiros masculinos restantes miraron al dragón con inmenso respeto.
"¡El poder del rey parece no tener límites!"
"¡Como se esperaba del rey!"
Ambos aparentemente tuvieron la misma idea a la vez.
Ya habían cometido el error de ir en contra del gobierno de Abaddon, pero si pudieran mostrar su sinceridad a
través de la adulación, podrían encontrarse en una posición más favorable dentro del nuevo régimen.
"Las habilidades de un dragón de dos cabezas son sin duda todo un espectáculo".
"¡Jaja, de hecho! ¡Ya me siento más seguro acerca de nuestro futuro!"
Abaddon miró largamente a sus nuevos subordinados antes de soltar la boca de Audrina.
"¿Cuales son tus nombres?"
Este se llama Nacht.
"Y yo soy conocido como Briar".
Nacht era un hombre alto con cabello largo y oscuro y una apariencia juvenil pero seria.
Briar era un poco más bajo, con piel bronceada y cabello rubio inusual. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
"Entonces déjame preguntarte esto, Briar y Nacht". Abaddon se movió directamente frente a los dos hombres y
liberó un poco de su presión.
"¿Te parezco el tipo de hombre que necesita halagos? Tus motivos son dolorosamente obvios".
"Eso es..."
"N-No quisimos faltarle el respeto, señor..."
Ambos hombres inclinaron la cabeza como disculpa y el dragón finalmente soltó su presión.
"Umm... disculpe, mi rey".
Abaddon siguió la vocecita hasta otro de los señores vampiros, era una mujer bajita y rolliza con un par de
anteojos redondos en la cara.
Su nombre era Margot, y actualmente estaba mirando la fuente llena de sangre con un hambre notable.
Sacó un dedo tembloroso mientras señalaba la sangre con mejor olor que jamás había encontrado. "E-Esta es tu
sangre, ¿correcto?"
"Es."
"¿P-Puedo tener un poco?" Incluso si esta sangre se diluyera, estaba segura de que tendría un sabor nada menos
que divino.
Su pregunta hizo que los oídos de todos los vampiros se movieran furiosamente, ya que también querían probar
el líquido rojo milagroso.
"El momento de eso vendrá más tarde". aseguró.
Llegó a pararse frente a Kirina e hizo un gesto a la ciudad que lo rodeaba.
"Querías saber qué depararía el futuro, ¿correcto? Permíteme mostrártelo".
Incluso Abaddon y Audrina se sorprendieron de cuánto había crecido la ciudad en su ausencia.
Valerie y su equipo de enanos habían estado trabajando día y noche sin parar.
Se habían construido nuevas casas y negocios o estaban a punto de terminarse, pero la mayor adición fue un
nuevo lugar de entretenimiento.
Ha habido algunas preocupaciones sobre el potencial de que la vida se vuelva obsoleta si los ciudadanos hacen
constantemente las mismas cosas de siempre.
Si bien ese seguía siendo un problema que probablemente no saldría a la luz durante varios años, era mejor
abordar ciertos problemas antes de que surgieran.
¡Esa escuela de pensamiento llevó a Valerie a desarrollar el propio coliseo de Luxuria!
A partir de ahora, la construcción acababa de comenzar, pero ya mostraba signos de ser absolutamente
impresionantes cuando terminó.
Abaddon, Audrina y los señores vampiros volaban alto en el cielo sobre el proyecto de construcción actual.
Durante casi dos horas, el dragón había llevado a estos vampiros a un recorrido por la ciudad mientras les
explicaba con gran detalle sus planes de expansión, cómo adquirirían recursos, así como los pasos que se
estaban dando para mantener estable la economía.
Aunque cabe mencionar que las únicas que realmente prestaron mucha atención a sus palabras fueron Kirina e
Isabelle.
El resto estaba demasiado ocupado mirando las vistas para concentrarse realmente en lo que estaba diciendo,
pero escucharon fragmentos.
Kirina estaba continuamente sorprendida por el nivel de conocimiento de Abaddon con respecto a todos los
negocios de la ciudad e incluso afirmó haberlos visitado todos al menos una vez.
Cuanto más aprendían los dos sobre él, más se daban cuenta de que no lo entendían muy bien en absoluto.
El dragón no solo era amable, erudito y de buenos modales, sino que también era humilde.
En múltiples puntos, se refirió a su nación, que ya es única en su tipo, como "no en todo su potencial".
No porque estuviera tratando de degradar los esfuerzos de Valerie y su equipo, sino porque simplemente sabía
que esto no era ni una fracción de lo que eran capaces de hacer.
Su visión del futuro era mucho más amplia y brillante.
'Seras ha elegido tan bien... No podría imaginar un hombre más perfecto.' Kirina pensó con cariño.
'¿Es esto lo que esas chicas querían decir...?' Isabelle no dejaba de pensar en aquella vez, hace unas noches,
cuando sus jóvenes sobrinas habían venido a visitarla cubiertas de la sangre de los hombres que había enviado.
Ya le habían informado que ni siquiera se había acercado a entender a su padre, y tenía que admitir que tenían
razón.
'Debería disculparme... ¿Qué les gusta a los niños?' Ella se preguntó.
"Mi señor, ¿puedo hacer una pregunta?"
La fuente de la voz femenina era el último de los seis señores vampiros restantes.
Kristina era una mujer alta con un cuerpo muy musculoso que estaba escondido debajo de una gruesa ropa
negra.
Tenía cabello castaño hasta la cintura, y sus ojos rojos ardían en los de Abaddon con una mezcla de genuina
curiosidad y respeto.
"Adelante."
"¿Cómo es posible que haya tantos híbridos demoníacos diferentes aquí...? Algunos de estos solo han sido
teorizados, pero nunca se pensó que fueran capaces de existir realmente".
El dragón levantó una garra afilada y le cortó una de las muñecas.
Exactamente siete gotas de sangre fluyeron libremente antes de que su herida se cerrara como si nunca hubiera
estado allí.
"Como saben, los demonios de alto nivel son capaces de crear otros a través de su sangre, y yo no soy diferente.
Sin embargo, soy capaz de crear demonios de cualquier tipo de raza".
Usando su hemoquinesis, Abaddon levitó las gotas de sangre directamente frente a los rostros de los señores
vampiros, y no pudieron reprimir la baba que se derramaba de sus labios.
"Si tomas esto, me estás jurando lealtad en esta vida y en la próxima. Tendré acceso a tus mentes, aunque nunca
abusaré de ellas. Y como compensación, recibirás un poder mucho mayor que cualquier otro". podría soñar".
Los vampiros solo se sorprendieron brevemente al saber que el rey demonio podría leer sus mentes, pero una
vez que les prometió un aumento de poder, su vacilación desapareció casi de inmediato.
En un mundo donde el poder lo dicta todo, ninguna persona en su sano juicio rechazaría un impulso gratuito a
sus habilidades.
La fuerza era la medida del valor de una persona, y también era la forma en que uno se aseguraba de que lo que
valoraba no fuera arrebatado.
Uno por uno, todos los vampiros inclinaron la cabeza y murmuraron un voto de lealtad.
Incluso Isabelle se tragó su orgullo y se inclinó ante su cuñado, como muestra de sinceridad y disculpa.
En este día, Abaddon ganaría un nuevo nombre entre la gente.
Tomado de su antiguo apodo que se hizo famoso cuando aún era príncipe de Antares, Audrina no pudo evitar
encontrarlo bastante poético.
"Los señores de Upyr te juran eterna lealtad, el Rey Rojo".

Capítulo 198 Maternidad

1 semana después -
Después de regresar a Upyr, Abaddon inmediatamente comenzó a informar a sus señores recién renacidos de
los cambios que estaban a punto de ocurrir.
Naturalmente, el dragón valoraba la fe y la lealtad por encima de todo.
Como resultado, los señores vampiros que le habían jurado lealtad antes de que declarara su desafío abierto
fueron recompensados con un estilo de vida relativamente sin cambios.
Tenían algunas responsabilidades adicionales, pero aparte de eso, eran libres de seguir como antes de que él
llegara.
Aquellos que originalmente no querían seguirlo estaban cargados con más... tareas exigentes.
Nacht fue puesto a cargo de las relaciones exteriores. Su trabajo consistía en ayudar a regular el comercio con
otras razas y asegurarse de que Upyr mantuviera tratos favorables al mismo tiempo que monitoreaba posibles
amenazas externas.
Faust sería responsable de administrar la economía y recaudar impuestos de los vampiros atrozmente ricos.
Sin embargo, solo lo haría basándose en el propio diseño de Luxuria de tomar solo el 10% de sus activos cada
año.
Abaddon ya era plenamente consciente de cómo el exceso de impuestos solo conduciría a una rebelión.
Margot iba a trabajar con Valerie para actualizar la infraestructura de Upyr y eventualmente su conocimiento
tecnológico, sin embargo, todos los métodos y recursos que se usaron para producir tales cosas tendrían que ser
tratados como secretos de estado.
Desafortunadamente, el equipo de enanos demoníacos de Valerie todavía era bastante pequeño, por lo que
tomaría bastante tiempo antes de que Upyr pudiera actualizarse por completo para ajustarse a las
especificaciones de Abaddon.
Por último, Kristina presidiría el poderío militar de Upyr, sin embargo, su posición estaba sujeta a cambios ya
que Abaddon había dejado muy claro que tenía que obtener la aprobación de Seras, Bekka, Audrina y Lusamine.
Si se descubriera que la destreza de batalla de Kristina faltaba de alguna manera, sería despojada de su puesto y
terminaría sirviendo en el ejército en lugar de liderarlo.
Había tomado alrededor de una semana prepararse para integrar estos cambios, pero en general todo parecía
estar avanzando sin problemas.
Con todo listo para ser implementado, el último punto de la agenda fue la coronación de Abaddon.
Por algo así, todo el continente había sido llamado a reunirse para presenciar la primera coronación que ocurría
en siglos.
La mayoría no estaba segura de quién sería el nuevo rey, pero la especulación pública era que la reina había
dado a luz un hijo a quien le iba a pasar el trono.
Ciertamente mantuvo a suficientes hombres alrededor para que tal teoría fuera posible.
Aunque por qué nadie había oído hablar de él todavía, nadie estaba seguro.
Independientemente, todos estaban más que emocionados de presenciar la coronación del nuevo rey, y la
ciudad capital de Erebus se había llenado rápidamente de viajeros.
Actualmente, Mira, Thea y Seras estaban todos juntos en una sala de entrenamiento estéril dentro del castillo.
Como alguien que nunca antes había tenido hijos, Seras no pensó que sería muy buena como madre.
Después de todo, ella y Kirina tuvieron varios desacuerdos en el pasado y ahora apenas se hablan.
Sin embargo, Seras sabía lo importantes que eran para él los hijos de Abaddon.
Quería ser la mejor esposa que pudiera, y eso significaba dejar de lado sus temores de ser la mejor madre
posible para sus tres hijos.
Después de que Seras despertó de su coma sexual, inmediatamente fue a buscar a Thea y Mira para presentarse
correctamente.
Si bien Mira ya estaba vagamente al tanto de la maestra de su padre, esta fue la primera presentación de Thea a
la mujer dragón.
Entonces, ¿cómo se llevarían los tres ahora que se suponía que eran familia?
Para resumirlo claramente, Seras encajaba con las chicas como la mano en un guante.
Una vez que supieron que Seras era la guerrera más temida de Antares, inmediatamente se convirtió en otra de
sus queridas madres.
Conduciendo a la situación actual en la que los tres habían pasado los últimos cuatro días en la sala de
entrenamiento privada de Audrina.
Mira y Thea eran como esponjas, fumando con avidez todo el conocimiento que podían de su nueva madre.
La amplia gama de conocimientos de Seras y su comportamiento ligeramente infantil aseguraron que las niñas
no solo aprendieran, sino que también se divirtieran haciéndolo.
Parecía que nada podía interrumpir el buen momento que los tres estaban pasando.
"Muy bien, mis preciosas hijas, ¡solo tengo algunas notas más!" Seras dijo mientras se sentaban con las piernas
cruzadas en el suelo.
Ambas niñas miraron a su madre con entusiasmo mientras esperaban su consejo experto.
Así habían ido pasando sus días, con largas sesiones de sparring seguidas de breves intermedios para señalar
cualquier mejora o nota que Seras tenía sobre su destreza.
"¡Primero está mi pequeño berserker junior!" Seras felizmente recogió a Mira en sus brazos y le dio a sus
mejillas unas caricias muy intensas.
"¡Jejeje!"
"Está bien, lo estás haciendo muy bien aumentando la variedad y la velocidad de tus ataques, ahora deberíamos
mejorar un poco la calidad de tu hielo. Quiero que te concentres en hacerlo más duro y afilado que el hielo
normal, ¿de acuerdo?"
"¿Cómo puedo hacer eso?" Mira preguntó con una expresión seria, pero igualmente linda.
"¡La visualización es clave, mi querida hija!" Seras levantó su mano y formó una bola de sangre roja brillante.
La sangre comenzó a retorcerse y girar hasta que tomó la forma de un taladro sólido. "Piensa en el
funcionamiento interno de tu elemento. ¿Qué lo hace ser lo que es, cuál es la mejor manera de usarlo y cómo
puedes imprimirle tu voluntad?"
Seras podría haberle dado a su hija una explicación más concisa, pero ya había visto innumerables veces en los
últimos días que Mira era lo suficientemente inteligente como para aprender algo como esto por su cuenta.
"Mmm está bien, Mira lo intentará". El joven dragón asintió con decisión.
"¡Esa es mi chica!" Seras colocó un gran beso en la frente de Mira antes de quitarla de su regazo y hacerle un
gesto a Thea para que se acercara.
La joven se puso un poco nerviosa cuando pensó que Seras también la haría sentarse en su regazo, pero Seras
aparentemente entendió su vergüenza y le hizo un gesto para que apoyara la cabeza en su hombro.
Una vez que los dos estuvieron cómodos, Seras comenzó a acariciar el cabello largo y dorado de Thea mientras
le criticaba.
"Debo admitir que me resulta bastante difícil encontrar fallas para mejorar, hija mía. Cada vez que cometes un
error, te corriges antes de que pueda decir algo. Si tuviera que hacer una evaluación, sería que tu combate se
siente bastante... rígido".
Thea asintió lentamente al comprender mientras absorbía las palabras de su nueva madre. "¿Qué quieres decir
con rígido?"
"Bueno, puedo decir que has sido bien entrenado y muy intensamente en eso, pero tu combate se vuelve
bastante predecible después de un tiempo. Tu sentido de la improvisación es prácticamente inexistente, cariño".
"¿Puedes ayudarme a arreglar eso?"
Seras sonrió infantilmente revelando sus dos brillantes colmillos blancos.
"No."
"¿¿Ehhh??"
"¿Uwah?"
Seras luchó contra el impulso de reírse de sus dos hijas. "¿Ustedes dos piensan que soy una diosa de la guerra
que todo lo sabe?"
Cuando recibió dos asentimientos sin vacilar en respuesta, sonrió irónicamente.
“Estoy feliz de que pienses eso de mí, queridos. Pero algunos problemas solo pueden resolverse a través de la
experiencia real. Para un problema como este, todo lo que necesitas hacer es luchar contra muchos oponentes
diferentes y aprender algo de cada uno. de ellos.
El resto se arreglará solo, ¿de acuerdo?"
"Entiendo. Gracias, madre".
"¡Gracias mami!"
"¡AWWW, MIS CHICAS SON LAS MEJORES!"
Cuando Seras atrajo a los dos para darles otro abrazo de oso, Mira hizo la única pregunta que había estado en su
mente todo este tiempo. "¿Entrenaste a papá así?"
"¿Hm? No, lo entrené con la intención de matarlo". Seras dijo claramente.
"..."
"... así que padre también tuvo que pasar por algo así, ¿eh...? Lo compadezco". Thea dijo mientras le enviaba a
Abaddon una oración silenciosa.
"¡E-Fue su culpa! ¡Lo juro! E-Era tan malo conmigo en ese entonces y solo quería vengarme de él un poco ..."
Seras se había puesto un poco nervioso bajo las miradas acusatorias de ambos. de sus hijas
"¿Padre fue malo?" preguntó Mira.

"Bueno... tal vez mezquino no sea la palabra correcta. No sé si ustedes, chicas, saben esto sobre su padre, pero en
realidad es bastante introvertido. Su familia es todo su mundo y realmente no permite que nada ni nadie se
interponga". interferir con eso.
En los cinco meses que pasamos juntos traté constantemente de seducirlo, pero terminé solo ganándome su ira
y supongo que se podría decir que quería castigarlo un poco por no darme la hora del día... P-Pero ¡He
madurado desde entonces!" Seras dijo con orgullo.
Mira y Thea se miraron brevemente antes de encogerse de hombros. "Bueno, ahora eres parte de nuestra
familia, lo que significa que también eres parte del mundo de mi padre".
De repente, las mejillas de Seras se tornaron ligeramente rosadas mientras caía en un pequeño pozo de
obsesión. "Lo sé~ Jejejeje..."
A estas alturas, ambas niñas habían visto a todas sus madres hacer exactamente lo mismo al menos una vez
cuando se trataba de su padre, por lo que ambas estaban bastante acostumbradas.
Por lo general, estos delirios duraban varios minutos, por lo que ambas chicas se sintieron cómodas mientras
esperaban que Seras volviera a la realidad.
Mientras Seras continuaba con su ataque de risa, de repente se detuvo mientras miraba fijamente a la puerta.
Su estado de ánimo jovial y cálido de repente se transformó en algo mucho más frío y distante.
En un momento, la puerta se abrió para revelar a Kirina de pie con hermosas ropas ceremoniales.
"Lamento interrumpirlas, chicas, pero ya es hora de que se preparen. La coronación del rey Abaddon es en unas
pocas horas".
Capítulo 199 [Bono] ¡Comienza la coronación!

Por el rabillo del ojo, Seras miró a su madre.
Kirina había declarado que quería ayudar a su hija a vestirse y el dragón vampiro no pudo encontrar palabras
para rechazarla.
Si bien los dos ciertamente no eran enemigos, su relación madre-hija se había erosionado durante varios siglos.
Esta fue la primera vez en más de 500 años que los dos habían estado juntos en la misma habitación.
"¿Estás nerviosa, hija mía? Tu marido está a punto de convertirse en rey de toda una raza, y tú en una de sus
reinas". Kirina colocó delicadamente un fino velo negro sobre los hombros de su hija y dio un paso atrás para
admirar su atuendo.
Seras vestía un deslumbrante vestido negro con un corte profundo en el centro que dejaba al descubierto su
escote y su musculoso abdomen.
El vestido estaba cortado en ángulo en la parte inferior para que sus piernas de color blanco puro y su gran cola
pudieran respirar libremente sin ningún tipo de restricción.
En su dedo anular, llevaba el mismo anillo de repulsión que él le daba a todas sus esposas, y servía como
símbolo de cuánto había progresado su relación desde su primer encuentro.
"No hay nada por lo que estar nervioso". Seras respondió rotundamente.
Kirina asintió, esperando tal respuesta mientras se movía para cepillar el cabello de su hija. "Te has vuelto tan
hermoso... Estoy seguro de que tu padre ha estado fuera de sí de preocupación desde que avanzaste a la quinta
etapa".
"No he visto a mi padre en diez años. Dudo que haya oído hablar de mi evolución, o incluso sepa que me he
casado".
Es cierto que esto fue un poco impactante para Kirina, sin embargo, eligió no entrometerse.
No deseaba estropear este feliz día inmiscuyéndose en los asuntos de su hija y su supuesto marido.
"Ya veo... Bueno, has elegido un marido bastante espléndido. Su apariencia, poder y potencial son
aterradoramente-"
"Ninguno de esos tiene nada que ver con por qué me enamoré de Abaddon". Seras interrumpió.
"Oh... Entonces, ¿por qué lo hiciste?"
La mujer híbrida se preguntó en silencio cómo debería responder a esa pregunta, o si debería responderla en
absoluto.
Después de todo, la respuesta estaba ligada a sus propias luchas familiares.
"No es importante."
Seras finalmente dejó de mirarse en el espejo y se preparó para encontrarse con el resto de su familia, cuando
Kirina de repente la agarró de la muñeca.
"Seras... Sé que he cometido algunos errores, pero espero que me des la oportunidad de compensarlos.
Realmente no deseo más de ti que eso".
"Nosotros... veremos lo que nos depara el futuro".
Seras rápidamente se alejó de su madre y salió del vestidor, dejando a Kirina con una pequeña sonrisa en su
rostro.
No era mucho, pero conocía a su hija lo suficiente como para saber que acababa de extender una rama de olivo
proverbial. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Ahora, todo lo que tenía que hacer era trabajar para reparar su relación.
No le tomó mucho tiempo a Seras encontrar al resto de su familia menos a su esposo, y todos estaban tan
inmaculadamente vestidos que no pudo evitar sentir que sus ojos brillaban.
"¡Todos ustedes se ven tan hermosos!"
Naturalmente, todas las esposas de Abaddon habían exigido estar presentes en su coronación.
Los siete estaban adornados con vestidos inmaculados hechos con la mejor artesanía y no podrían haberse visto
más majestuosos si lo intentaran.
"¡Te ves muy bien también!"
"¡Me gusta tu vestido!"
"Estoy celoso de que tus senos se vean mucho más grandes que los míos".
"Las tetas de todos son más grandes que las tuyas Lailah..."
Mientras las esposas se involucraban en una charla agradable y alegre, los niños rodeaban a la mascota de la
familia, Entei.
"Apofis... ¿por qué le hiciste esto?" Thea preguntó mientras miraba al león guardián que parecía avergonzado.
"Nuestras madres dijeron que todos tenían que vestirse bien. Pensé que el perro debería estar incluido".
"¡Él no es un perro!" recordó Mira.

"Disculpas, hermana... Pensé que Entei debería estar incluido".
Mira asintió con satisfacción mientras miraba a la bestia que era más grande incluso que un oso.
"¡Creo que se ve lindo!"
"Creo que se ve avergonzado..."
"Sigo pensando que se parece a un perro".
La bestia en cuestión no se veía tan diferente de su apariencia habitual.
La única diferencia era que ahora llevaba un corbatín negro alrededor del cuello.
Capítulo 200 Objeciones

Bajo el cielo permanentemente oscuro de Upyr, más de ocho millones de vampiros habían viajado a la capital
real para presenciar la coronación del nuevo rey.
Se pensaba que Erebus era una ciudad bastante espaciosa y hermosa, pero estaba completamente inundada de
viajeros de todo el continente, cada uno de los cuales parecía estar más ansioso que el anterior.
Me pregunto cómo es él.
Dicen que es el hijo de la reina.
"El padre debe ser el hombre más afortunado del mundo... ¡la belleza de la reina es única!"
Todos estaban entusiasmados con sus propias teorías únicas sobre los antecedentes, la identidad e incluso la
apariencia del nuevo rey.
Para llegar al castillo de la reina, había que cruzar un enorme puente de piedra que era tan antiguo como el
propio castillo.
Era aquí donde el nuevo rey se dirigiría al pueblo, y cuando sonaron las trompetas para señalar el comienzo de
la coronación, el aire se llenó de una emoción frenética.
"¡Está empezando, está empezando!"
"¡Apártense de mi camino, quiero ver al nuevo rey!"
"¡No me empujes!"
"¡Quita tu mano de mi pene!"
Las trompetas de la guardia finalmente dejaron de sonar y las puertas del castillo se abrieron a través de una
fuerza invisible.
Los primeros rostros que surgieron del castillo eran los que los ciudadanos conocían demasiado bien.
"¡Son los señores vampiros!"
Ooohs y aaahs llenaron el aire oscuro mientras todos los vampiros clamaban por echar un vistazo a sus famosos
líderes.
Saliendo en dos filas de tres, cada uno de los señores de los vampiros salió con la cabeza gacha y ropas
encantadoras.
En algún momento, la gente se dio cuenta del hecho de que había menos señores vampiros presentes de los que
recordaban.
Sin embargo, perdieron su capacidad de concentrarse en tal cosa cuando una bestia diferente a cualquiera que
hubieran visto emergió del castillo.
"¿Qué es eso?"
Era sorprendentemente grande, alrededor del doble del tamaño de un oso.
Sus poderosas garras afiladas rasparon el suelo debajo de él, causando que los presentes temblaran mientras
imaginaban la muerte a manos de tal bestia.
Alrededor de su cuello y cabeza ardía una melena de llama negra que no parecía producir ningún calor, pero aun
así emitía una sensación escalofriante que los hizo desconfiar.
Interiormente, Entei estaba muy complacido con las reacciones que estaba recibiendo.
¡Así deberían ser las cosas!
¡Es una bestia guardiana destinada a ser temida y respetada!
Sin embargo, todos los miembros de su familia solo parecen pensar en él como algo cursi y lo llaman nombres
extraños como 'chico gordo'.
¡Estaba harto de eso!
Entei se quedó en su lugar dramáticamente justo cuando el resto de la familia apareció a la vista.
Todos dejaron escapar jadeos audibles mientras permanecían en su lugar hipnotizados por el grupo de
personas más hermoso que jamás habían visto.
Tan pronto como aparecieron, fue como si hubieran lanzado un hechizo sobre todos los espectadores presentes
que los dejó incapaces de apartar la vista.
Todos, desde Bekka hasta la pequeña Mira, estaban recibiendo miradas de asombro mezcladas con genuina
confusión.
Aunque Upyr no tenía fronteras cerradas, era bastante raro ver otras razas aquí, ya que casi nadie disfrutaba de
la atmósfera de oscuridad las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Sin embargo, rápidamente se olvidaron de tal cosa cuando la propia reina apareció, y estaba sosteniendo la
mano de un hombre tan perfecto que desafiaba la imaginación.
Largo cabello rojo sangre, un físico alto y poderoso, combinado con ojos de reptil disparejos que hicieron que
todos los presentes se estremecieran de miedo.
"¡Él... él es un dragón!"
"¿Ese es el que supuestamente fue avistado la semana pasada...?"

"Lo que está sucediendo..."
Naturalmente, todos los seres del mundo temen a los dragones.
Pero los vampiros les tienen un miedo más significativo en sus corazones debido a su habilidad innata para
escupir fuego.
Cuando sus ojos se posaron en Abaddon, prácticamente podían imaginar la muerte ardiente que ocurriría si se
enfureciera.
Como líder electa de los señores, Kirina dio un paso al frente para brindar una claridad muy necesaria.
Al canalizar maná en su voz, pudo llegar a todos los millones de vampiros que estaban presentes hoy.
Cuando finalmente abrió los ojos que habían sido renovados por la sangre de Abaddon, un escalofrío se extendió
por la multitud.
"¡Vampiros de Upyr! ¡Hoy habéis sido llamados aquí para dar testimonio, mientras la reina Audrina pasa el
trono a su nuevo esposo, Abaddon de los siete pecados!"
"¡Es él!"
"Él es ese híbrido..."
"El príncipe exiliado.."
Había tomado tiempo, pero eventualmente la noticia de la excomunión de Abaddon de la familia real de Antares
había viajado por todo el mundo.
Se había convertido fácilmente en uno de los temas más comentados en todo Dola.
El único conocimiento que incluso se acercó al suyo fue la aniquilación repentina y total de Barbello.
Audrina y Abaddon dieron un paso adelante tomados de la mano.
Suavemente, se quitó la corona ensangrentada de su cabeza y le hizo un gesto a su esposo para que bajara la
suya.
Justo cuando estaba a punto de colocarle la corona en la cabeza, un hombre de la multitud objetó de repente.
"¡Esto es una blasfemia! ¿¡Cómo podemos permitir que un dragón nos gobierne!? ¡Seguramente su tiranía será el
fin de todos nosotros!"
El hombre estaba absolutamente furioso.
A pesar de que creía todas las palabras que acababan de salir de su boca, una voz desesperada en su cabeza le
decía que no hiciera nada y aceptara el gobierno de este hombre.
Pero cuanto más miraba a Abaddon, más ira sentía por su rostro injustamente perfecto.
Esa ira era lo único que le impedía caer bajo la influencia de la bendición de Maliketh.
Evidentemente, algunos hombres más en la multitud parecían sentir lo mismo.
Las mujeres ya habían caído bajo el hechizo de Abaddon durante mucho tiempo y no expresaron quejas, pero
Abaddon ahora tenía unos cientos de vampiros furiosos gritando sus objeciones.
"¡No podemos permitir que esto suceda!"
"¡Ese dragón se llevará todo lo que hemos construido!"
"¡También se llevará a mi esposa!"
"¡Vladimir no digas eso!... ¿Pero de verdad crees que él estaría interesado...?"
Después de ver la falta de respeto que estaba recibiendo su esposo, todas las caras de sus esposas se pusieron
feas y parecía que ellas mismas iban a comenzar a reducir la población local.
Afortunadamente, Abaddon levantó una mano para calmar su ira. "Tranquilos, mis amores. Se estaban poniendo
un poco inquietos en el castillo, así que ¿por qué no dejamos que ellos se encarguen, hm?"
De repente, varias figuras vestidas de negro aparecieron de la nada con sus armas desenvainadas y ceño
fruncido hostil.
Las lunas espectrales lideradas por Zheng y el pequeño escuadrón de Rabisu liderado por Absalom, habían
aparecido para someter a los principales agitadores.
"¿¡Q-Quiénes son ellos!?"
"¿¡Qué clase de demonio es ese!?"
"¡Aléjate de mí!"
Zheng: 'Mi rey, ¿deberíamos matarlos?'
Absalom: '¡Solo tienes que pedirlo y pintaré mi espada de rojo en tu nombre!'
Con solo escuchar la voz de sus subordinados en su cabeza, Abaddon supo que ya se estaban inclinando por
deshacerse de los vampiros.
Normalmente, les habría permitido hacerlo, pero hoy no era el tipo de ocasión en la que quisiera derramar
sangre.
'No hay necesidad. Retirarse.'

Ambos hombres cesaron sus tendencias violentas, pero aún mantuvieron sus armas apuntando a sus objetivos
en caso de rebelión.
Abaddon se separó de Audrina y comenzó a caminar lentamente entre la multitud.
Como en la escena de Moisés partiendo el Mar Rojo, todos los vampiros le abrieron paso mientras caían más
profundamente bajo su encanto.
Abaddon finalmente se dirigió al primer vampiro para expresar su desaprobación.
Zheng lo sujetaba y el olor a miedo que emanaba de él era tan intenso que casi mareó a Abaddon.
"¿Crees que estoy aquí para destruir? ¿Para robar? ¿Para reprimir? Te aseguro que nada más lejos de la verdad".
Aunque parecía que Abaddon solo estaba teniendo una conversación uno a uno, todos estaban prestando mucha
atención a sus palabras y acciones.
"Supongo que no puedo culparte por pensar eso, ya que los dragones tienden a tener una reputación bastante
desfavorable después de todo".
"Sin embargo, déjame ser perfectamente claro…" Abaddon se arrodilló e hizo que él y el vampiro se miraran a
los ojos.
Con los ojos desiguales de un dragón ardiendo en los suyos desde tan cerca, el hombre estuvo a solo unos
segundos de orinarse.
"Estoy aquí para empoderar, renovar y establecer un futuro sólido. Mi deseo de pisotear a aquellos a quienes
voy a liderar es inexistente".
Abaddon se puso de pie y ahora se volvió para dirigirse a la multitud que lo rodeaba. "Si me sigues, no hay límite
para lo que te traerá el futuro. ¿Anhelas más riqueza? ¿Anhelas emoción? ¿O qué pasa con el poder?"
A estas alturas, todos estaban completamente fascinados.
Si al principio Abaddon había capturado sus mentes y corazones, sus palabras ahora estaban esclavizando sus
propias almas.
Al igual que los demonios y los dragones, los vampiros son seres alimentados por sus deseos.
Solo la idea de que sus palabras se hicieran realidad ya era más que suficiente para hacerlo parecer un rey
digno.
Sin embargo, sus siguientes palabras lo hicieron parecer un dios.
"Si me sigues, incluso puedo liberarte de la luz del sol".
Abaddon había descubierto que sus híbridos vampíricos obtuvieron una repentina inmunidad a la gigantesca
bola de fuego en el cielo.
Fue un beneficio inesperado, pero ciertamente bienvenido.
"Que dijo el...?" 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
"Está bromeando... ¡tiene que estarlo!"
"Tal cosa... ¿es realmente posible?"
De repente, Abaddon saltó hacia el cielo y se transformó en un enorme dragón negro con dos cabezas y seis
enormes alas que parecían lo suficientemente grandes como para tapar el cielo.
Aunque Abaddon no estaba usando activamente su habilidad de línea de sangre, eso no hizo nada para detener
la sensación de miedo que se apoderó de los millones de vampiros presentes.
Varios cayeron al suelo y algunos incluso se mojaron.
Sin embargo, nada de eso hizo nada para evitar que sus palabras llegaran a sus oídos.
"¡Vampiros, les ofrezco mi sangre! ¡Tómenla y júrenme lealtad en esta vida y en la próxima, y a cambio sus
sueños más salvajes estarán a su alcance!"
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200 capítulos!
Ha sido un largo viaje para llegar aquí, y no siempre pensé que lo lograría.
Por suerte el apoyo de todos vosotros ha sido más que suficiente para ayudarme a encontrar mi voz como
escritora y disfrutar de este proceso creativo.
Gracias por los continuos comentarios y apoyo.

Capítulo 201 ¡Salve, el Rey Rojo!

Después de que Abaddon hizo su poderosa declaración, sucedió algo que solo podría describirse como profano.
Sangre de color rojo oscuro comenzó a filtrarse de su enorme cuerpo, y casi parecía como si el dragón se
estuviera derritiendo.
El suave viento llevó el olor de la sangre de Abaddon a los millones de vampiros que estaban debajo e
inmediatamente entraron en frenesí.
"Su sangre... ¡huele increíble!"
"¡Lo quiero, lo quiero tanto!"
"¡Te daré a mi esposa por un bocado!"
A pesar de las fervientes peticiones de los vampiros, Abaddon controló hábilmente su sangre para que solo se
formaran millones de pequeñas gotas.
Si bebían más que esto, las posibilidades de que su cuerpo muriera por la rápida afluencia de poder casi se
triplicaban.
Mientras las gotas de sangre caían sobre los vampiros sedientos, Seras no pudo evitar expresar su sorpresa en
voz alta. "Por Asherah... sé que tenemos más control sobre nuestros poderes en nuestra forma natural pero...
¡esto es absurdo!"
Ella no podría haber hecho algo como esto incluso cuando estaba en la tercera etapa.
El potencial de su marido era tan aterrador como injusto.
Todas las esposas asintieron y tenían sonrisas melancólicas mientras miraban a su nuevo miembro.
Bekka: "¿Recuerdas cuando estábamos tan sorprendidos por las acciones del esposo?"
Valerie: "Seguro que el tiempo pasa volando..."
Eris: "Todavía me estoy acostumbrando también..."
Lailah se rió junto con el resto de sus hermanas antes de darse cuenta de lo que estaba a punto de suceder.
"Chicas, está empezando".
Millones de vampiros mantuvieron la boca abierta mientras una sola gota oscura de sangre les salpicó la lengua.
Los ojos de los vampiros casi se pusieron en blanco mientras saboreaban la sangre más exquisita y desafiante
del cielo imaginable.
Abaddon no entendía su entusiasmo, ya que no importaba cuánto lo probara, su sangre le sabía normal.
'Supongo que es mejor que piensen que sabe bien en lugar de mal.' adivinó.
De repente, los vampiros comenzaron a gemir antes de colapsar uno encima del otro.
La escena recordaba al dominó, ya que un vampiro caía y derribaba a otros tres con él.
De repente, una pantalla familiar y bienvenida apareció dentro de los ojos del dragón de dos cabezas.
[Ruta de evolución: ????????????????
(Horror invisible de las realidades)
[Condiciones de la Segunda Etapa
- Trae 50,000 demonios bajo tu gobierno. (8.725.869 / 50.000)
- Come los corazones de cuatro seres de la etapa cuatro. (4/4)
[¡Se han cumplido todos los requisitos de evolución!
[¡Comenzando la evolución!
Al igual que antes, un arco cegador de energía negra y dorada se disparó hacia el cielo, y el cuerpo de Abaddon
comenzó a sufrir otra metamorfosis.
...
[ ¡La evolución está completa!
[ ¡Todas las estadísticas + 30,000!
[Aquellos que han sido marcados por ti y recibieron tu esencia obtienen un porcentaje de tus estadísticas y una
habilidad aleatoria.
[¡Has recibido un fragmento de divinidad!
[¡El fragmento de la divinidad ha sido corrompido y transformado en un fragmento de origen oscuro!
[¡Parte de tu nombre predestinado ha sido revelado!
-Mierda
[¡Has recuperado tu tercera cabeza!

[Has aprendido la habilidad: ¡Alas malditas!
[¡Has recuperado un fragmento de tus recuerdos originales!
Las visiones comenzaron a jugar dentro de la mente recién evolucionada de Abaddon.
Flotando en una oscuridad sin fin había un pequeño dragón con siete cabezas.
Este dragón tenía un cuerpo puramente blanco, con doce alas que eran divinamente radiantes y fascinantes.
Claramente era solo un bebé, ya que no era más grande que un perro grande.
De repente, un hombre apareció frente al pequeño dragón y comenzó a acariciar sus siete cabezas con
entusiasmo.
Abaddon supo instintivamente que él y el hombre eran muy cercanos.
Sin embargo, no importaba cuánto lo intentara, parecía que no podía ver el rostro del hombre ni ninguna otra
característica suya que no fuera su larga túnica blanca.
Pero cuando escuchó la voz del hombre, casi se le llenaron los ojos de lágrimas.
"Estás creciendo tan bien. Tienes un destino tan glorioso por delante, M**rda..."
Después de eso, Abaddon no pudo ver más y pronto fue devuelto al mundo de la vigilia.
Después de que las esposas recibieron las bendiciones de sus esposos, todas tenían una gran sonrisa en sus
rostros.
La conexión que compartían con él se había vuelto más fuerte en un instante, y podían leer todos sus
pensamientos casi tan bien como los suyos.
Parecía como si nada pudiera perturbar este estado de ánimo alegre, pero de repente el rostro de Lisa se volvió
mortalmente pálido.
"Seras... Mira... ¿Ustedes dos también pueden sentirlo?" Lisa preguntó temblorosa.
"Puedo..."
"Sí mami..."
Incluso Entei, el orgulloso Komainu se había escondido detrás de la espalda de Thea y temblaba horriblemente
mientras mantenía los ojos fijos en el suelo.
Bekka notó de inmediato que todos los dragones de su familia parecían sentir algún tipo de efecto adverso por
la nueva aparición de Abaddon.
"¿Tienen miedo? Sé que se ve un poco diferente ahora, pero-"
"No... no es miedo". Lisa dijo mientras negaba con la cabeza.
"¿Entonces que es eso?" Valerie preguntó mientras recogía una Mira congelada.
"Es…" Lisa hizo todo lo posible, pero no podía empezar a poner en palabras la sensación que tenía al mirar a su
esposo en este mismo momento.
"Es inferioridad". Seras dijo claramente. "La sensación de realeza que emana de él hace que los dragones sientan
que ni siquiera son dignos de respirar el mismo aire que él".
Ella conocía este sentimiento demasiado bien.
Era el mismo sentimiento que tenía al estar cerca de Helios y su primer hijo.
Incluso si Abaddon todavía estaba por debajo de ellos en términos de poder, eso importaba poco.
Sentía como si todas las órdenes de su marido tuvieran que ser obedecidas sin cuestionarlas, o estaría yendo
contra cada célula de su cuerpo.
Irradiaba una superioridad que instintivamente hacía que otros dragones quisieran inclinarse.
La tercera cabeza de Abaddon fue el menos impresionante de sus cambios.
Incrustados dentro de sus enormes alas negras había ojos de varios colores, algunos eran de reptil, mientras que
otros estaban inclinados como los de una cabra.
Las espinas de su espalda se habían vuelto más largas y afiladas y ahora parecían hojas gigantes de obsidiana
que podían cortar el cielo.
Sin embargo, lo que sin duda fue lo más extraño de todo fue el ojo gigante cerrado que ahora estaba incrustado
en su pecho.
De sus tres bocas abiertas, Abaddon desató un rugido horrible que atravesó todo el continente de Upyr en un
instante.
"¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Como si esa fuera la llamada que necesitaban, los vampiros que se habían derrumbado antes finalmente
comenzaron a moverse.
Uno por uno, todos se levantaron del suelo y revelaron los mismos escalofriantes ojos negros con iris rojos.
"Este poder..."
"¡Me siento increíble!"
"¡Larga vida al Rey Rojo!"
Solo tomó un segundo, pero pronto todos los vampiros presentes estarían cantando las alabanzas de su nuevo
rey.
De repente, Abaddon volvió a bajar al suelo antes de volver a cambiar a su apariencia humanoide.
No hubo cambios físicos reales, pero una vez más la calidad de su cuerpo parecía haberse duplicado.
Sus huesos, piel, músculos e incluso su cabello parecían resplandecer de salud y vitalidad.
En medio de los vítores de la multitud, Abaddon caminó hacia Audrina, quien parecía estar esperándolo con una
sonrisa de orgullo. "Toda una ceremonia de coronación, si debo decirlo. Mi esposo parece ser siempre el
showman".
Abaddon mostró una imperceptible sonrisa avergonzada. "No fue intencional, pero estoy bastante satisfecho
con el resultado".
Mirando brevemente detrás de él, los vampiros seguían vitoreando ruidosamente y aplaudiendo cada una de
sus acciones como si fuera una especie de estrella de rock famosa. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Evidentemente, parecían haber caído completamente bajo los efectos tanto de su bendición como de su sangre.
Haciendo de su lealtad y fanatismo algo inquebrantable.
Una vez más, Abaddon se paró frente a Audrina y bajó la cabeza.
Esta vez, nadie se opuso cuando colocó la corona de sangre cristalizada directamente sobre su cabeza.
La corona se movió y se movió antes de volver a convertirse en líquido.
Se adhirió a los cuernos de Abaddon antes de endurecerse una vez más, dándoles un color rojo sangre brillante.
"¡Vampiros de Upyr! ¡Saludad a vuestro nuevo rey!"
En sincronía, los ocho millones de vampiros escucharon las palabras de Kirina y se inclinaron con la cabeza
hacia el suelo.
"¡VIVA EL REY ROJO!"
"¡VIVA EL REY ROJO!
"¡VIVA EL REY ROJO!"

Ante el enorme mar de cuerpos que le mostraban el máximo respeto, Abaddon no podía decir que no se
conmoviera.
Incluso si su rostro no lo mostraba, estaba bastante satisfecho con los resultados del día.
Justo cuando se preparaba para pedirles a sus súbditos que se levantaran, vio algo que casi lo hizo estremecerse.
En medio del mar de vampiros arrodillados había un solo ojo naranja brillante que lo miraba fijamente.
[El segundo Rey del Abismo, Tor'Baalos ha reconocido al anfitrión.
[Tor'Baalos ha transferido al anfitrión una nueva afinidad: Luz.
[¡Debido a la constitución corporal única del anfitrión, la afinidad de la luz se ha corroído en luz negra!
Capítulo 202 Consecuencias

¿Qué hace un hombre después de convertirse en el rey indiscutible de toda una raza?
¿Se involucra en asuntos de negocios?
¿Cenar en los cuerpos de mujeres hermosas?
¿O tal vez incluso sentarse a una lujosa fiesta con su familia y otros nobles?
Para Abaddon, la respuesta no era nada tan molesto y complicado.
Después de que terminó su coronación, el dragón recién evolucionado secuestró a todas sus esposas para pasar
un tiempo a solas muy necesario.
Actualmente, Abaddon y todas sus esposas estaban en una playa privada disfrutando de su versión de una cita
cinematográfica.
Al vincular todas sus mentes y reproducir viejos recuerdos, el dragón pudo brindarles a estas mujeres una
experiencia cinematográfica improvisada.
Durante las últimas horas, no habían hecho nada más que acostarse boca arriba y permitir que sus mentes se
expandieran por la gloria de las películas modernas.
Lisa: "Cariño, ¿cómo se llama este?"
"El castillo móvil de Roar".
Eris: "Es tan hermoso..."
Bekka: "¡La comida de la película se ve mejor que la comida normal!"
Abaddon asintió, complacido de que entendiera la grandeza de las películas de anime. "Se sabe que las películas
de Ghiblet tienen ese efecto".
Valerie: "Un castillo en movimiento... Podría hacer algo así... ¡Podría hacer algo así!"
Audrina: "Recuerda Val, se supone que no debemos hablar de asuntos laborales en este momento".
Abaddon finalmente se sentó y estiró sus extremidades. "Aunque tal vez deberíamos. Dos de ustedes parecían
querer decir algo por un tiempo".
Los ojos del dragón inmediatamente se posaron en Lailah y Seras, quienes parecían estar a punto de estallar por
las costuras.
Los rostros de ambas chicas se volvieron levemente culpables, e inmediatamente parecían querer arrastrarse y
esconderse.
"¡N-No, puedo esperar, lo prometo!"
"¡Como yo! ¡Realmente no es nada importante!"
Ninguno de los dos quería estropear este momento perfecto en familia.
Pero... ¡estaban tan emocionados!
Abaddon dejó escapar una risa feliz antes de palmear su regazo. "Está bien, chicas, las he hecho esperar lo
suficiente. Déjenme escuchar lo que tienen que decir".
Mientras Seras aún dudaba, Lailah ya no pudo controlarse y prácticamente se teletransportó al regazo de
Abaddon.
"¡Esposo, puedo hacerlos!"
"¿Hacer que?"
"¡E-Esas cosas de las que siempre hablaste! ¡Dispositivos de comunicación de largo alcance!"
Inmediatamente, Abaddon se sintió intrigado. "¿De verdad? ¿Cómo?"
Lailah continuó explicando cómo su madre había sido muy comunicativa en sus sesiones de estudio.
¡De hecho, había divulgado el método detrás de la creación de dispositivos mágicos que permitían al usuario
comunicarse con alguien incluso si estaban en un continente completamente diferente!
"Ya tengo a Mammon trabajando para asegurar los materiales, y si puedo tomar prestados algunos de los
enanos de Valerie, ¡entonces debería poder producirlos en masa el próximo mes!"
Abaddon apenas podía creerlo.
¡Esto fue genial!
Pensó que todavía estaban muy lejos de desarrollar este tipo de cosas, ¡pero dejó que su primera esposa
superara sus expectativas!
"Bien hecho, mi amor. Estoy bastante orgullosa".
Abaddon colocó un cálido beso en la mejilla de Lailah que la hizo sonrojar y provocó que recibiera miradas de
envidia de las otras esposas.
Se tomó su tiempo para levantarse, queriendo disfrutar un poco más del calor de su esposo antes de dejar su
regazo.
Una vez que el regazo de Abaddon estuvo libre, le hizo un gesto a Seras para que se acercara a él, pero su
frustración por tener tantas preguntas sin responder la emocionó un poco más que a Lailah.
¡Bang!
Seras se estrelló contra Abaddon como una bala, derribándolo contra la arena y provocando una risa en la
garganta de Abaddon. "¡Ja! Parecía que mi esposa estaba más impaciente de lo que esperaba".
El rostro de Seras se volvió tan rojo como sus ojos cuando se dio cuenta de lo que acababa de hacer. "¡Lo siento,
tengo tantas preguntas!"
"¡¿Por qué de repente me siento más fuerte después de que evolucionaste?! ¿¡Cuánto más fuerte te volviste
después de evolucionar!? ¿¿Obtuviste nuevas habilidades? ¿Cuáles son tus nuevas condiciones? ¿¡Y por qué
diablos puedo hacer esto de repente!?"
Seras de repente levantó su mano y una nube negra de muerte rodeó sus pálidos dedos.
Abaddon no tenía idea de por dónde empezar, así que simplemente respondió todas sus preguntas una por una.
Seras se asombró una vez más cuando sus otras seis esposas revelaron que de repente también obtuvieron una
habilidad.
Lailah ganó su poderoso rayo rojo.
Bekka había obtenido su regeneración criminalmente injusta.
Lisa recibió su habilidad de sentir almas.
Valerie pudo dividirse a sí misma, aunque parecía que solo era capaz de crear un clon como máximo.
Audrina recibió su habilidad para manipular la sangre.
Eris se enteró de que ahora era capaz de generar y manipular hielo.
Y el humo oscuro y susurrante que Seras había mostrado antes era muy claramente su elemento de muerte.
"Te lo he dicho, mi amor. Cada vez que crezca, todos ustedes también lo harán. Y como todos ustedes son parte
de mí, eso significa que obtienen algunas de mis habilidades".
"Y..." Abaddon de repente levantó su mano y comenzó a brillar con una fuerte luz ultravioleta.
"Obtuve esto después de recibir la bendición de otro rey del abismo. Tengo que admitir que estoy-"
"¡Marido!"
"¡Miel!"
"¡Mi amor!"
Una por una, las siete esposas de Abaddon saltaron encima de él y clamaron cubrir su rostro con besos.
"¿Por qué no nos dijiste que recibiste otra bendición?" Eris preguntó entre besos.
El dragón inmediatamente se dio cuenta de que había cometido un gran error. “Ah… ¿Decir que lo olvidé sería
una respuesta aceptable?”
"¡NO, NO LO HARÍA!"
Como era de esperar, la avalancha de cariñosos besos que estaba recibiendo pronto se convirtió en agresivos
mordiscos y puñetazos en el estómago.
Pero, por supuesto, con el cuerpo recién evolucionado de Abaddon, la mayoría de las chicas terminaron
lastimándose a sí mismas.
Comenzó a sentirse un poco mal por olvidarse de decírselo, ya que sabía muy bien lo preocupados que estaban
por su línea de tiempo de menos de dos años.
"Les he dicho chicas, no hay una sola fuerza en toda la creación que pueda mantenerme alejado de nuestra
familia. Lo que sea que deba hacer, lo haré. No hay nada más que decir al respecto".
No hace falta decir que las palabras de Abaddon hicieron muy felices a todas sus esposas.
Inmediatamente fue asediado por otro aluvión de abrazos y besos, y lo aceptó todo con una sonrisa en su rostro
y una liviandad bajo su corazón.
Finalmente, todo el grupo se acurrucó en la hermosa playa y se durmió bajo el cielo permanentemente
estrellado de Upyr.
Justo cuando Abaddon estaba a punto de quedarse dormido, se dio cuenta de que se había olvidado de
responder una de las preguntas de Seras.
Yendo a la sección de evolución de su sistema, leyó sus propias condiciones y casi dejó escapar un suspiro de
frustración que despertó a todas sus esposas.
'En serio... este tomará un tiempo...'
Cuando Abaddon abrió los ojos, se sorprendió al descubrir que en lugar de despertarse en la playa en el abrazo
de todas sus esposas, estaba en un lugar con el que no estaba familiarizado.
Era una sala del trono oscura, iluminada solo por antorchas ardientes que se encontraban a ambos lados del
gran trono de piedra.
Sentado en el trono estaba un hombre diabólicamente guapo con una tez pálida pero saludable.
Tenía el cabello rojo rizado que combinaba perfectamente con sus brillantes ojos rojos que parecían mirar a
través de la existencia misma de Abaddon.
Detrás de su espalda estaban las alas más hermosas que Abaddon jamás había visto, ya que cada segundo
parecían cambiar a un nuevo color.
Basado solo en eso, a Abaddon le resultó relativamente fácil reconstruir la identidad de este hombre.
"Mi nieto dragón se ha convertido en el gobernante de las sanguijuelas". Lucifer se rió entre dientes mientras se
reclinaba en su trono. "Felicitaciones por tu evolución, así como por tu ascenso al trono".
Abaddon no estaba seguro de qué decir, o incluso si podía decir algo.
Entonces, en cambio, simplemente envió al caído un gesto de agradecimiento.
"Ah, puedes hablar ahora, así que no te preocupes. Estoy usando nuestra conexión para comunicarnos en lugar
de agarrar tu alma a través de algunos métodos toscos".
Abaddon lo probó y realmente era libre de hablar.
Ahora que sabía que podía hacerlo, solo tenía una pregunta.
"¿Por qué me has llamado aquí?"
"¿No puedo simplemente querer ver a mi nieto favorito?"
"..."
"Boo, no eres divertido". Dijo el arcángel con un suspiro. "Está bien, la verdad es que te llamé aquí para discutir
una posible asociación".
"Camaradería...?"
Lucifer asintió y continuó explicando. "La guerra final está casi sobre nosotros. Pronto todos los panteones
principales participarán en esta batalla con la esperanza de reclamar el mundo de la tierra para ellos".
De repente, Lucifer se levantó de su trono y comenzó a caminar hacia la forma fantasmal de Abaddon.
"Es evidente para mí que serás el próximo gobernante del abismo. ¡Lo que propongo es que los dos combinemos
nuestros ejércitos y dividamos la tierra juntos! Al hacerlo, limpiaremos la creación de esos humanos inmundos y
cortaremos cualquiera que interfiera!"
A decir verdad, Lucifer tenía un motivo detrás de sus acciones.
Después de presenciar continuamente su conexión con la experiencia de interferencia de Abaddon, ya no podía

permitir ninguna variable desconocida.
Las palabras de Michael habían llegado a su hermano gemelo, y ahora tenía que saber dónde estaba parado
Abaddon.
El dragón cayó en un largo silencio.
Si era honesto, la idea de limpiar su viejo mundo de la existencia le atraía, pero sabía que era solo el
resentimiento persistente por el trato que había recibido como Carter.
Y después de que Thea se convirtió en su hija, cualquier deseo que sintiera de llevar a los humanos a la extinción
había sido completamente reprimido.
"No me interesa." Abaddon dijo simplemente.
"...¿Qué?"
"Es cierto que alguna vez odié a la humanidad, pero ese tiempo parece haber pasado. Ahora simplemente siento
pena por ellos. Podrían ser mucho más, pero pierden el tiempo peleándose por nada como roedores. Tal vez en
un unos cientos de años, tendrán la oportunidad de aprender eso por sí mismos".
Lucifer estaba visiblemente temblando.
Una cosa era decir que no quería participar en la guerra, pero por lo que decía Abaddon, ¡parecía que quería que
los humanos vivieran!
"Tú, lagarto demasiado grande... ¿Te atreves a rechazar mi generosa oferta para ellos...? ¿¡PARA ESOS SIMIOS!?"
¡Boom!
La piel del cuerpo de Lucifer comenzó a agrietarse y caerse hasta que el apuesto hombre de antes ya no existió.
Lucifer se había convertido de repente en un gran demonio de piel roja con imponentes cuernos negros y ojos y
patas de cabra.
Grabado en su pecho había un pentagrama que brillaba con un poder malicioso.
"¿¡TE ATREVES A RECHAZARME!? ¡¿DESPUÉS DE TODO LO QUE TE HE DADO?!"
Abaddon no podía explicarlo, pero ya no le tenía miedo a Lucifer.
Después de recuperar algunos de sus recuerdos, sintió como si estuviera viendo a un niño hacer una rabieta.
"Te he dado mi respuesta. Tu rabieta no la cambiará".
"¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
El rugido alimentado por el odio del mismísimo rey del infierno fue más que suficiente para hacer que las
paredes a su alrededor se agrietaran y se derrumbaran como si estuvieran hechas de arena.
Lucifer pareció reconocer que Abaddon realmente no le tenía miedo y su rabia prácticamente se duplicó.
"¡¿PIENSAS QUE PORQUE AÚN ERES MORTAL ESTÁS A SALVO?! ¡EN EL MOMENTO EN QUE ENTRES A LA
DIOSIDAD, TE ARRANCARÉ LAS ALAS DE TU ESPALDA MIENTRAS TUS ESPOSAS E HIJOS MIRAN!"
Abaddon finalmente se quebró.
Incluso en su forma etérea, cambió a la apariencia de un enorme dragón de tres cabezas con ojos incrustados en
sus alas y escamas como diamantes.
"¡¡RRRRROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!"
"¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
En una de las capas más profundas del infierno, el llamado adversario y el que una vez fue conocido como el
gran enemigo de toda la vida estaban enzarzados en un temible enfrentamiento.
Finalmente, la frustración de Lucifer cesó y desterró a Abaddon del infierno con unas pocas palabras finales.
"¡Tu muerte es inminente, Abaddon! ¡¡No eres nada sin mí y nunca lo has sido!!"
De vuelta en Upyr, Abaddon se incorporó alarmado, sudando y sin aliento.
Sus esposas sintieron que algo andaba mal a través de su conexión y todas se despertaron de inmediato y
vinieron a su lado.
"¿Miel?"
"Ya llegamos esposo, ¿qué pasa?"
"Está bien, todo va a estar bien".
Desafortunadamente, Abaddon no pudo escuchar sus palabras tranquilizadoras.
Algo más actualmente tenía toda su atención.
[EL MAESTRO DEL SISTEMA HA TERMINADO LA CONEXIÓN CON EL HOST.
[EN VIGOR INMEDIATO, EL SISTEMA SERÁ ELIMINADO.

Capítulo 203 Perdió el control

Dentro del palacio de Lucifer, el ángel caído todavía estaba hirviendo de rabia.
Ya había cortado la conexión con Abaddon, pero cuando trató de reclamar el pecado de la lujuria, ¡se enteró de
que ya ni siquiera lo tenía!
Lucifer no estaba seguro de cómo era posible tal cosa, pero solo sirvió para aumentar la frustración de este día
ya molesto.
"Bastardo... ¡¡¡BASTARDO!!!"
¡Boom!
Lucifer pateó una pared cercana y la evaporizó hasta dejarla en la nada.
Estaba a punto de continuar con su furioso alboroto cuando el sonido de delicados pasos se acercó a él e
instintivamente supo lo que venía.
Por el rabillo del ojo, apareció Igrat con un impresionante vestido rojo y una mirada preocupada. "¿Dónde está
mi nieto? Y no me mientas, todo el infierno los escuchó discutiendo, así que di-"
Cansado del sonido de su voz, Lucifer extendió la mano y agarró a Igrat por el cuello, amenazando con acabar
con su vida. "No... otra... palabra..."
Dejó caer a la mujer al suelo y se alejó de ella justo cuando su transformación se deshacía.
"Desde este día en adelante, no volverás a mencionar a Abaddon hasta el día en que coloque su cadáver frente a
ti".
Igrat no entendía lo que estaba pasando, pero no pudo evitar que las lágrimas cayeran de su hermoso rostro
cuando las palabras de Lucifer finalmente llegaron.
Realmente amaba a su nieto, y durante mucho tiempo había jurado que mataría a cualquier ser que intentara
hacerle daño.
Pero, ¿cómo iba a hacer eso cuando todos sus poderes eran inútiles contra el que estaba tratando de matarlo?
"Oh Abaddon... Por favor, perdona a tu abuela por no poder protegerte..."
[EL MAESTRO DEL SISTEMA HA TERMINADO LA CONEXIÓN CON EL HOST.
[EN VIGOR INMEDIATO, EL SISTEMA SERÁ ELIMINADO.

[AHORA CESANDO LA REGULACIÓN DE LAS HABILIDADES DEL ANFITRIÓN.
Tan pronto como Abaddon terminó de leer el último mensaje, sus ojos se abrieron con horror al darse cuenta de
lo que estaba a punto de suceder.
"¡Chicas, tienen que alejarse, ahora mismo!" El ordenó.
Inicialmente, todas sus esposas estaban confundidas y casi no lo escuchaban.
¿Por qué dejarían a su esposo cuando claramente estaba angustiado?
Pero cuando su cuerpo comenzó a brillar con una luz peligrosamente brillante, Audrina y Seras instintivamente
supieron que tenían que obedecer.
A Seras y Audrina inmediatamente les brotaron sus alas y agarraron a las otras esposas antes de levantarlas
hacia el cielo.
Sin embargo, se encontraron con algunas protestas de las esposas más tercas como Valerie y Bekka.
Bekka: "¿¡Qué están haciendo ustedes dos!?"
Valerie: "¡Bájanos, tenemos que ayudarlo!"
Afortunadamente, ninguno de los vampiros obedeció y los siete vieron cómo Abaddon volvía a su verdadera
apariencia como un enorme dragón de tres cabezas.
Pero había un problema.
"¡Escudo!"
Audrina conjuró un escudo fuerte y poderoso para protegerse a sí misma y al resto de las esposas justo cuando
Abaddon de repente conjuró una poderosa tormenta de rayos rojos.
¡BOOM!
Los ojos de todas las chicas se abrieron cuando notaron una pequeña grieta en el escudo que el más fuerte de
ellos había creado.
"¡Chicas, tienen que alejarse! ¡No puedo controlar mis poderes!"
Como para probar su punto, Abaddon de repente congeló el océano detrás de él durante varias millas sin
siquiera pestañear.
Luego, conjuró más de cincuenta agujeros negros que comenzaron a tragarse el océano ahora congelado y
partes de la playa sin siquiera dejar rastro.
Su respiración comenzó a ser cada vez más rápida mientras intentaba y luchaba por dominar la tormenta de
habilidades dentro de él, lo que provocó que accidentalmente comenzara a expulsar ráfagas de llamas de color
púrpura oscuro de sus fosas nasales.
Sin su sistema para regular sus poderes, no tenía forma de controlarse.
Era como si de repente estuviera tratando de conducir un auto real después de haber jugado al carrito de pario
toda su vida.
Y parecía que cuanto más lo intentaba, más poderes destructivos se liberaban.
La gravedad en la playa de repente aumentó casi 100 veces, aplastando los árboles cercanos y la vida marina
que huía del dragón fuera de control.
"¿¡Por qué está pasando esto!? ¡¿Por qué no puede controlarse a sí mismo?!" Lisa tenía lágrimas en los ojos y no
era la única.
Era muy claro para todos ellos que Abaddon sufría mucho y, sin embargo, todavía estaba tratando de decirles
que huyeran de él.
"Chicas... ¡sus recuerdos!" Lailah dijo de repente.
Al usar su conexión con Abaddon, las esposas pudieron ver los eventos que habían ocurrido después de que él
se quedó dormido en la playa.
Conmoción, ira y tristeza inundaron sus mentes cuando se dieron cuenta de que lo que potencialmente era el
arma más grande de su esposo le acababan de quitar. inn𝚛ead.co𝚛
Y éste fue el resultado.
"¡E-Él necesita ayuda, tenemos que hacer algo!"
Ninguno podía negar las palabras de Eris, pero todos no estaban seguros de qué hacer.
Por suerte, Lailah se había vuelto muy experta en mostrar su inteligencia en los momentos difíciles.
Mientras exponía el plan, todas las chicas asintieron resueltamente.
Su plan era bastante peligroso, pero podían esperar a que Abaddon los regañara después de ayudarlo.
"¿Listo?"
"¡SÍ!"
El grupo se separó repentinamente e inmediatamente se pusieron a trabajar para calmarlo.

Valerie fue liberada para caer al suelo, donde rápidamente usó su elemento tierra para erosionar el suelo debajo
de su esposo.
Eris bajó junto a ella un momento después, y sus ojos brillaron con un hermoso color verde oscuro mientras
fortalecía y utilizaba las raíces de los árboles destruidos para envolver el cuerpo de Abaddon e inmovilizarlo.
Audrina usó su capacidad de manipulación de sangre recién adquirida para disminuir el ritmo cardíaco y el
pulso de Abaddon.
Seras y Lisa también se transformaron en dragones, y ambos volaron hábilmente a través de la tormenta de
agujeros negros antes de derribar a su esposo al suelo y acostarse encima de él.
El cuerpo de Abaddon todavía crepitaba con un rayo rojo vibrante, por lo que ambas chicas también sentían un
poco de dolor.
Si no fuera por el escudo que ambas tenían y que las marcaba como sus esposas, esto sin duda les habría dolido
bastante más y quizás hasta las hubiera matado.
Pero si eso significaba que su esposo estaría bien, ambas chicas sufrirían gustosamente por cualquier cosa.
"¿¡Qué están haciendo, chicas!? ¡Se están lastimando, tienen que escapar!"
"¡No!"
Bekka emergió en la forma de un lobo muy grande, e inmediatamente utilizó el poder de su oscuridad para
cerrar la boca de Abaddon y cegarle los ojos.
"¡¿Mmmf?!"
Finalmente, Lailah aterrizó sobre la cabeza del medio e inmediatamente trató de darle a su amor un curso
acelerado de control.
"Esposo, está bien. Sabemos lo que has perdido y sabemos lo mucho que estás luchando en este momento, pero
debes darte cuenta de que tus poderes aún están separados de ti. Por favor, solo confía en nosotros y
escúchanos".
Abaddon entendió lo que las chicas estaban tratando de hacer.
Al atar su cuerpo y hacer que se concentrara, en realidad estaban tratando de forzarlo a meditar.
Fue imprudente, y quería regañarlos, pero la combinación de la manipulación de la sangre de Audrina y las
palabras de Lailah estaba haciendo algo así bastante difícil.
La voz de Seras comenzó a susurrar por la cabeza izquierda de Abaddon. "Piensa en tus poderes como
extremidades adicionales, esposo. No harán nada si no se lo dices".
Lisa asintió y de repente comenzó a hablarle a su cabeza derecha. "Tus habilidades son solo una extensión de ti,
cariño. Si te calmas, podrás sentirlo".
Al escuchar sus palabras, Abaddon comenzó a respirar profundamente e hizo todo lo posible por concentrarse.
Había algo en estar rodeado de todos sus seres queridos que hacía que el proceso fuera un poco más fácil, y
podía visualizar todas y cada una de sus habilidades que corrían desenfrenadas dentro de él.
Cuanto más tiempo se concentraba, más fácil se volvía volver a tenerlos a todos bajo su control.
Los agujeros negros desaparecieron, su cuerpo perdió la corriente eléctrica y la gravedad en la playa finalmente
volvió a la normalidad.
Mientras todavía tenía la forma de un enorme dragón de tres cabezas, ya no estaba destruyendo todo a su
alrededor.
Todas las chicas soltaron suspiros de alivio simultáneos cuando se dieron cuenta de que la crisis había
terminado.
Después de que lo liberaron de sus ataduras, se levantó de nuevo con cansancio y se preparó para ofrecer a sus
esposas sus más sinceras disculpas.
"Chicas, yo-"
Valerie: "¡No lo digas!"
Audrina: "Ya sabemos cómo te sientes".
Lailah: "¡No es tu culpa!"
Lisa: "Sabemos que no lo decías en serio".
Bekka: "Así que no tienes nada por lo que sentirte culpable".
Eris: "Simplemente no nos asustes así otra vez, ¿de acuerdo?"
Seras: "O te mataremos".
Abaddon se habría reído si no estuviera tan exhausto.
Entonces, en cambio, simplemente bajó la cabeza en señal de agradecimiento. "Tengo tanta suerte de tenerlos a
todos a mi lado. Estoy realmente... feliz..."
El dragón tenía la intención de terminar su oración, pero la prueba por la que acababa de pasar finalmente lo
alcanzó y cayó en la arena, desmayado.
Capítulo 204 [Bono] No más trampas

Cuando Abaddon se despertó, todavía estaba acostado en la playa parcialmente destruida en Upyr.
No estaba muy acostumbrado a despertarse en su monstruosa forma dracónica, pero curiosamente aún se
sentía bastante cómodo.
Finalmente, abrió sus seis ojos y se sorprendió un poco al descubrir que su familia no se había apartado de su
lado.
Incluso sus hijos estaban ahora aquí y tanto Apophis como Mira habían tomado sus verdaderas formas y ahora
estaban cómodamente recostados contra él junto con Seras y Lisa.
Upyr no vio la luz del sol, por lo que no había forma de saber la hora, pero basándose únicamente en el crujido
de sus huesos, sabía que debían haber estado afuera durante unos días.
'¿Qué tipo de rey desaparece justo después de ser coronado? Ya puedo escuchar las quejas de Isabelle sobre el
papeleo'. El pensó.
Evidentemente, parecía como si sus pensamientos fueran escuchados por todas sus esposas cuando sus ojos se
abrieron de inmediato como si hubieran estado poseídos.
"¡ESTÁ DESPIERTO!" todos exclamaron al unísono.
Una vez más, todas las esposas se arrojaron sobre el enorme cuerpo de Abaddon y comenzaron a llorar de
alegría.
Sus fuertes voces también despertaron a los niños, y ellos a su vez comenzaron a colmar de afecto a su padre.
Los miembros de la familia que no tenían transformaciones gigantes parecían bastante tontos al tratar de
abrazar a un dragón de 75 metros de altura, pero en ese momento a nadie parecía importarle.
"Estoy bien, todos, de verdad". Abaddon dijo.
Su cabeza del medio parecía ser la que hablaba todo el tiempo, mientras que las otras dos estaban ocupadas
acurrucándose contra sus esposas dragón y su hija.
Bekka: "¡D-Dormiste durante dos días!"
"Ah, ¿eso es todo? Hubiera pensado que sería más largo".
"¡FUE SUFICIENTE!"
"...Supongo que sí. Lamento haberte preocupado". dijo sinceramente.
Los siguientes veinte minutos los pasó con la familia acurrucada, sin decir una palabra.
Eventualmente se separaron del enorme dragón y finalmente lo dejaron tomar un respiro.
Pero una vez hecho eso, era hora de hablar sobre el tema difícil.
"Lo vimos, ¿sabes?"
"Leemos tu mente..."
"¿Realmente se ha ido?"
Abaddon comprobó y sin importar cuántas veces llamó a su sistema, el familiar panel de juego no apareció en su
retina. "Es."
Pensó que se sentiría un poco más molesto porque su mayor trampa de repente había sido arrancada.
Pero cuando recordó las palabras amenazantes de Samael, se alegró de que se cortara su conexión.
'¡Juro que si toma todo lo que tengo, arrancaré la carne de tus huesos antiguos!'
Inconscientemente, Abaddon comenzó a liberar un poco de su horrible presión.
Normalmente, tal cosa no habría sido un problema para su familia que ya se había acostumbrado relativamente,
pero en su forma natural y recién evolucionada, incluso una pequeña cantidad de su presión estaba en una liga
completamente diferente.
Su familia saltó hacia atrás por reflejo, y toda la vida silvestre en varias millas simplemente cayó muerta.
Entei, que estaba escondido en unos arbustos cercanos, simplemente se desmayó después de orinarse.
Abaddon solo se dio cuenta de lo que había hecho después de ver las miradas que estaba recibiendo de todos.
"Ah... disculpas".
Con un gran esfuerzo, logró absorber la presión de nuevo en su cuerpo y el aire se volvió significativamente
menos pesado.
Mira caminó vacilante hacia adelante y le dio a su padre una mirada preocupada. "Papá... ¿realmente no puedes
controlar tus poderes?"
Los ojos de reptil de Abaddon adquirieron una mirada avergonzada mientras sacudía sus tres cabezas. "No por
el momento, no."
Ya estaba requiriendo un poco de su concentración para mantener todas sus habilidades bajo control.
Se estremeció al pensar en lo que sucedería si perdiera el control nuevamente y su poder sobre la muerte se
liberara accidentalmente.
El área por varios kilómetros de repente se convertiría en un páramo árido y sin vida.
"¿Estas triste?" Mira preguntó de repente.
A sus madres les preocupaba que este pudiera haber sido un tema demasiado delicado e inmediatamente
intentaron silenciarla.
-Mira, eso es-
"No sé si-"
"No precisamente." Abaddon dijo.
Su respuesta sorprendió a todos en la playa en un silencio atónito y se rió entre dientes antes de extender su ala
y permitir que su hija mucho más pequeña subiera a bordo de él.
"¿Sabes lo que alguien me dijo recientemente, hija mía?"
"¿Qué?"
"Que yo no era nada sin su ayuda y nunca lo he sido".
No hace falta decir que el joven dragón de hielo no se tomó muy bien esa revelación y sus ojos se volvieron
duros y hostiles. "¿Quieres que Mira los mate?"
"No, hija. Estoy tratando de-"
"Mira quiere matarlos".
"Lo tengo", dijo Abaddon con una risa que hizo que la arena a su alrededor vibrara.
"Pero hija mía, ¿no crees que este hombre menosprecia demasiado a tu viejo?"
"¡Sí!"
"Exactamente." Abaddon dijo asintiendo. "Por eso veo esto como una oportunidad. Cuando mate al mismo
diablo, lo habré hecho bajo mi propio poder. Mi victoria, mi supremacía, serán innegables".
Las esposas de Abaddon fueron las más conmovidas por su poderosa declaración.
Comprendieron muy bien el gran tesoro que su esposo acababa de perder.
El sistema no solo aceleró su crecimiento, sino que le permitió obtener habilidades nuevas y más aterradoras,
armas y armaduras poderosas e incluso piedras de afinidad.
Sin embargo, en lugar de estar triste por lo que claramente era una gran pérdida, parecía que su voluntad ardía
aún más que antes.
Habrían considerado que todo era un acto si no hubieran tenido acceso a su mente y emociones.
"¿Crees que te llevará mucho tiempo recuperar el control de tus habilidades, padre?" Apofis preguntó de
repente.
Abaddon de repente cayó en un pensamiento profundo.
"No estoy seguro, pero estaría mintiendo si dijera que no quiero que se prolongue un poco. Quiero... entender mi
cuerpo y mis poderes de una manera que no he intentado antes".
¿Qué tan calientes podrían llegar a ser sus llamas?
¿Qué tan grande era su control sobre la gravedad?
¿Podrían los poderes que ya tenía abrir la puerta a habilidades más nuevas y devastadoras?
Quería tomarse el tiempo para aprender todo sin saltarse un solo detalle.
"Eso es muy admirable cariño, pero... ¿hay alguna razón por la que eres tan inflexible sobre esto?" Lisa preguntó.
Sabía que su esposo era plenamente consciente de la línea de tiempo que todos tenían sobre sus cabezas.
Si estaba diciendo que quería dedicar más tiempo del necesario a comprender y dominar sus poderes, entonces
debe tener una razón más apremiante que su inevitable conflicto con Lucifer.
Los ojos de Abaddon adquirieron una luz complicada antes de suspirar y decidir sincerarse. "Antes de quedarme
dormido hace dos noches, revisé mis nuevas condiciones después de evolucionar a la segunda etapa".
"¿Que eran?" preguntó Audrina con curiosidad.
"Conquista o destruye el continente de los enanos".
"Conquista o destruye el continente fénix".
"Conviértete en el gobernante indiscutible de los demonios".
El silencio que siguió después de que Abaddon expresara sus próximos pasos fue ensordecedor.
A diferencia de la conquista de Upyr, Abaddon no tenía un punto de apoyo en la tierra de los enanos o los fénix.
Eso significaba que entraría como un invasor hostil y libraría una guerra contra dos continentes enteros junto
con dos semidioses.
Pero fue su mención de tener que convertirse en el gobernante indiscutible de los demonios lo que pareció lo
más difícil.
Los otros seis pecados son rebeldes por naturaleza, y la idea de que se sometieran voluntariamente a él parecía
un sueño febril.
El mayor problema fue sin duda Lucifer, el pecado del orgullo.

Sin duda, tomaría cualquier intento de estar por encima de él como el mayor de los insultos e indudablemente
entraría en un frenesí alimentado por la ira.
Como el único semidiós vivo que estaba más cerca de Helios en términos de poder, era más que capaz de borrar
del mapa a Abaddon y todo lo que había construido.
Para prepararse para la confrontación inevitable de estos tres gigantes que se avecinan, Abaddon tuvo que
desarrollar todo lo que tenía más allá de sus límites normales.
"Así que... vamos a la guerra". Lailah murmuró.
"Lo estamos. ¿Tienes miedo, mi amor?"
Lailah de repente infló sus mejillas como si acabara de escuchar un insulto inconcebible. "¡Por supuesto que no!
¡Solo estaba pensando que tengo que empezar a aprender más magia ofensiva!"
Apophis de repente se estremeció y miró a Lailah como si le acabaran de disparar. "Madre... ¿No soy suficiente?"
"¡Por supuesto que lo eres, mi dulce niño!" Lailah inmediatamente se arrojó sobre su hijo que todavía tenía la
forma de una enorme serpiente. "¡Solo quiero poder ayudar un poco más a nuestra familia, eso es todo!"
Esta escena provocó ataques de risa de toda la familia y Abaddon no podría haber estado más aliviado.
La idea de ir a la guerra podría haber aterrorizado a una familia más normal, pero parecía pensar en la tarea
como un día más en su vida.
Estaba agradecido de que incluso en un campo de batalla, sus esposas e hijos siempre estarían a su lado.
Abaddon cerró sus seis ojos para concentrarse, y en un momento su cuerpo estalló en una columna de fuego
púrpura.
Tan pronto como desapareció, el dragón volvió a tener su apariencia humanoide y no se veía peor por el
desgaste.
Se dio cuenta de que controlar su transformación era prácticamente lo mismo que controlar sus poderes.
Ambos eran aparte de él y como tales, estaban sujetos a su voluntad.
Mostró una sonrisa de pura alegría al pensar en el futuro potencial que se avecinaba.
"Vengan todos, tenemos bastante trabajo que hacer".
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¡Un agradecimiento especial a Jayhawklive por enviarme un automóvil de lujo y patrocinar este capítulo
adicional!
Es increíblemente apreciado y no puedo agradecerles lo suficiente.

Capítulo 205 ¡No es digno!

- 2 semanas después
Helios estaba cada vez más furioso.
Todos los días durante semanas sin falta, Hajun había acudido a él para quejarse y quejarse.
"¡Helios, debemos declarar la guerra! ¡Continuar permitiendo que ese país exista es una mancha en nuestro
orgullo como dragones!"
"Finalmente lo perdiste, ¿no? Quieres declarar la guerra a Abaddon solo porque tu hija cayó en sus garras".
'En realidad, ni siquiera se cayó, es más como si se hubiera arrojado sobre él.' pensó Helios.
Consideró dejarle a Hajun esa información, pero pensó que no había mucho que el viejo dragón pudiera tomar
antes de que cayera muerto.
O incluso peor, en realidad se escapó para comenzar una guerra por su cuenta.
"¿Y?" preguntó Hajun, despreocupado por las acusaciones de Helios.
El rey dragón simplemente suspiró e hizo un gesto a una sirvienta cercana para que le trajera otro vaso de
whisky enano.
No solía beber tan temprano en el día, pero desafortunadamente, escuchar las locas divagaciones de su amigo lo
había reducido a un estado como este.
Con su copa nuevamente llena, el dragón se recostó en su trono y volvió su atención al dolor de cabeza que
caminaba frente a él. "Han pasado diez años desde que viste a Seras. ¿Ahora de repente te estás
desmoronando?"
Hajun parecía como si de repente hubiera recibido una flecha en el estómago. "Estábamos teniendo una
pequeña pelea entre padre e hija. ¿No me digas que no sabes cómo es eso?"
Coincidentemente, Helios también parecía haber recibido una flecha en el estómago y gruñó molesto.
"Sea como fuere, tenemos que permitir que nuestros hijos crezcan y tomen sus propias decisiones. Esta es una
lección que solo estoy aprendiendo después de varios miles de años de vida".
Helios se llevó la copa a los labios, complacido consigo mismo por mostrar tanta madurez y sabiduría.
Desafortunadamente, Hajun no estaba comprando nada de eso.
"¿De verdad? ¿Estás dejando el futuro de Yara en sus propias manos?"

"Eso es correcto."
"Entonces, si ella regresa embarazada de nuevo, ¿estarás bien con eso?"
Se escuchó el sonido del vidrio rompiéndose cuando Helios puso demasiada presión en su agarre.
"Viejo mentiroso". Dijo Hajun con una sonrisa.
"¡Yo no soy un mentiroso!"
En ese momento, las sombras en la sala del trono se volvieron locas antes de agruparse en el centro de la sala
junto a Hajun.
Surgiendo de las sombras había un hombre tan guapo que los cabreó a ambos.
Tenía una piel que era puramente negra y un largo y desconcertante cabello plateado.
Tenía dos cuernos oscuros en la parte superior de su cabeza y fascinantes ojos rojos con esclerótica negra.
Con una larga túnica negra abierta con marcas demoníacas doradas, el hombre se veía casi tan
exasperantemente guapo como su hijo.
Un segundo después, una mujer pasó a través de las sombras detrás de él.
De repente, Helios se olvidó por completo del rudo demonio que se había presentado tan audazmente en medio
de la sala del trono cuando una gran carga se levantó repentinamente de su mente y espíritu.
"¡He regresado, padre!" Yara dijo felizmente.
Helios estaba en la luna, y su estado de ánimo solo mejoró cuando se dio cuenta de que no podía sentir ninguna
vida adicional dentro de su hija.
Aunque, olía una cantidad preocupante del aroma de ese hombre en ella, pero no quería arruinar este momento
pensando demasiado en cosas desagradables.
El rey dragón se levantó de su trono y extendió los brazos, permitiendo que Yara volara hacia ellos.
"¿Ves? ¡Te dije que volvería sano y salvo!"
"Lo hiciste... nunca debí haber dudado de ti". No había un solo ser capaz de pensar de forma independiente que
pudiera creer que en realidad era Helios quien hablaba.
El dragón de la calamidad era muchas cosas para muchas personas diferentes, pero para Yara solo era un padre.
Y eso era todo lo que importaba.
*Sniff, sniff.* "Padre... ¿Estabas tan preocupado por mi ausencia que empezaste el día bebiendo?" Yara preguntó
preocupada.
"¡E-Este es un desarrollo no relacionado!"
"Él tiene razón, princesa." Hajun se defendió. "Los hábitos de bebida de tu padre se deben a un debate en curso
que hemos estado teniendo los dos".
"¡Oh, hola tío Hajun!" Yara rápidamente abrazó al otro dragón anciano en la habitación antes de agarrar el brazo
del hombre con el que había aparecido.
"Me gustaría presentarles a ambos a Asmodeus. Él es el padre de Exedra y el hombre que amo".
Asmodeus asintió cortésmente a modo de saludo antes de recordarle a Yara algo importante. "Recuerda, esposa
mía. Nuestro hijo tiene un nombre verdadero ahora".
"¡Correcto!"
El rostro de Helios se puso feo mientras que Hajun tenía una sonrisa de comemierda.
Decidiendo avivar un poco las llamas, Hajun extendió su mano y ofreció su cálido saludo. "Asmodeus, ¿verdad?
Soy Hajun. ¡Estoy más que complacido de conocerte!"
"El placer es todo mío, Hajun". Asmodeus dijo cortésmente mientras tomaba la mano extendida del viejo dragón.
"¡Jajaja! Dime, ¿cómo os conocisteis?"
Asmodeus y Yara le contaron la conmovedora historia de cómo se conocieron y se enamoraron hace tantos
años.
Incluso si Hajun inicialmente solo estaba haciendo esto para enojar a Helios, tuvo que admitir que su historia de
amor era extrañamente convincente y cautivadora.
"Un señor demonio de la lujuria, ¿eh? Me sorprende que solo tengas una esposa". Dijo Hajun mientras se frotaba
la barbilla.
"Oh, solía tener más". Asmodeus dijo sin comprender.
"¿Eh?"
"¡Yo los maté!" Yara dijo con orgullo.
Yara era la única princesa de la nación más poderosa bajo los cielos.
¡Nunca había compartido nada que quisiera en toda su vida!
¡Convirtió en picadillo a todas esas perras que zumbaban alrededor de su marido!
Helios de repente sintió una inmensa cantidad de orgullo que se mezcló con una profunda desesperación.
El rostro de Hajun palideció repentinamente al darse cuenta de que Yara podría haber sido tan mala como su
padre.
"Y... ¿estabas bien con esto?" Le preguntó a Asmodeo.
"Bueno, en realidad eran esposas solo de nombre. Y debo admitir que verla diezmar apasionadamente a más de
100 mujeres por mi afecto fue bastante conmovedor".
"¡Y lo volvería a hacer, mi amor!", Dijo Yara mientras se arrojaba a sus brazos.
"De eso, no tengo ninguna duda".
Hajun de repente sintió que tal vez su historia de amor no fuera tan linda después de todo.
"¡Oh, es cierto!" Yara exclamó de repente.
Se volvió hacia su padre con una sonrisa emocionada en su rostro. "¡He decidido que quiero tener una boda! ¡La
más grande y lujosa que puedas imaginar!"
De repente, la expresión en blanco de Helios se rompió y finalmente rompió el reposabrazos de su trono.

"Quieres casarte... con este... demonio... está bien".
Los ojos de Yara se endurecieron al darse cuenta de que a pesar de lo que decía su padre, no se lo iba a poner
fácil. "Padre, tú-"
"Demonio. Da un paso adelante". 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
A pesar del tono hostil de Helios, Asmodeus no mostró rastros de miedo cuando dio un paso adelante con una
sonrisa inmutable en su rostro. "¿Pasa algo, suegro?"
Los ojos de Helios comenzaron a brillar con un dorado brillante y la temperatura en la habitación se disparó
varios grados. "¿Crees que eres digno de mi hija? Tu exceso de confianza es repugnantemente molesto".
"¡Padre, vas demasiado lejos!"
"Cállate, Yara. ¿Crees que permitiré que cualquier canalla común se case contigo? Ya he sido extremadamente
indulgente al no matarlo directamente".
Yara temblaba de rabia, pero una simple palmada en la cabeza y unas palabras tranquilizadoras de su amor
fueron más que suficientes para calmarla. "Tranquilo, amor. No me importa."
Se volvió hacia Helios y permaneció inquebrantable, incluso bajo su mirada depredadora.
Una hazaña que no habría sido posible si Asmodeus no hubiera sido un demonio primordial que tenía miles de
años.
"¿Digno? Creo que lo soy, pero soy una persona bastante confiada. Por lo menos, puedo decir que la hago feliz, y
ella hace lo mismo por mí".
"¿De qué sirve construir una felicidad que no puedes proteger? ¿Sabes qué pasó con esa felicidad cuando te
creían muerto hace tantos años? Se desvaneció y se derrumbó sin dejar rastro".
La sonrisa de Asmodeus finalmente se rompió y sus ojos cayeron brevemente al suelo.
"Pensamos que estabas muerto, pero la realidad era algo aún peor. Estabas viviendo tu vida como un títere de
esos pequeños humanos llorones, y fuiste liberado de ese infierno solo por la gracia de tu hijo".
Helios se levantó de repente y comenzó a caminar hacia Asmodeus.
Con cada paso que daba, los suelos de mármol debajo de él se derretían por el puro calor que irradiaba su
cuerpo.
"¿Crees que le daré el tesoro más preciado que tengo a un hombre que no puede protegerse a sí mismo y lo que
valora, y en cambio es el títere sin sentido de los demás? Estás delirando".
Cuando finalmente se detuvo frente al señor demonio caído, creyó que había entendido completamente su
punto.
Imagina su sorpresa cuando Asmodeus de repente lo miró con una sonrisa renovada y una mirada
inquebrantable.
"¡Ah, entonces de eso se trata! Crees que no soy lo suficientemente poderoso para tu hija, ¿es eso?"
Helios se sorprendió brevemente por el comportamiento inquebrantable de Asmodeus, lo que provocó que el
antiguo señor de los demonios asintiera con la cabeza en comprensión.
"No me gustan mucho los exámenes, pero te seguiré la corriente solo por esta vez".
"Tú... ¿Qué acabas de decir...?"
"¿Hm? Dije que estoy de acuerdo. Eres libre de probar mi poder como quieras".
Finalmente, Helios mostró una sonrisa llena de dientes afilados como navajas.
"¿Cómo me gusta? Te haré saber que si no puedes derrotar a mi elegido, te mataré de la manera más
insoportable que puedas imaginar".
De repente, toda la luz dentro de la habitación se cortó cuando las sombras se tragaron todo el gran salón.
Asmodeus ya no tenía su mismo comportamiento carismático y amistoso, y ahora parecía un individuo mucho
más oscuro y peligroso.
Sus ojos se habían vuelto completamente negros y sin vida, y su voz que antes era tranquilizadora ahora se
había vuelto horrible.
"Elige lo mejor, lo peor, lo más vil, no importa. ¡Cualquiera que envíes para probarme tendrá el mismo final
deplorable!"
Capítulo 206 [Bonus] El mejor y el más vil

Iori Draven estaba de muy buen humor.
Por primera vez en bastante tiempo, Helios lo había llamado al castillo inesperadamente.
Desde que Iori podía recordar, admiraba e idolatraba a su padre.
¿Cómo podría no hacerlo cuando era el único ser temido por todos y cada uno, vivos o muertos?
Como tal, Iori trató cada interacción con su padre como una oportunidad para aprender y seguir sus pasos.
Su sueño era algún día ascender al trono, y solo una vez que lo hubiera hecho se sentiría digno de llevar el
apellido Draven.
Empujando las puertas de la sala del trono de su padre, Iori se sorprendió al ver que ya había algunos rostros
esperándolo.
Su padre estaba allí, por supuesto, de pie junto al hombre que se consideraba su tío, Hajun.
Sorprendentemente, su hermana también estaba esperando allí con un hombre que Iori nunca había visto antes.
'¿Un demonio? no me digas...'
"Me alegro de que estés aquí, hijo. Te llamé aquí porque tengo un favor que pedirte".
Iori inmediatamente se olvidó del invitado inesperado y simplemente estaba eufórico por el hecho de que su
padre en realidad lo había llamado 'hijo'.
"¿Qué es lo que necesitas, padre?" Iori dijo a través de una enorme sonrisa.
¡Incluso si su padre quisiera que él fuera a la guerra con todos los continentes sobre la faz de la tierra, tomaría
su ejército y lo haría con mucho gusto!
Helios simplemente señaló al demonio de piel negra que estaba peligrosamente cerca de Yara.
"Mata al esclavo de placer de tu hermana".
"¡Él no es mi esclavo de placer!" argumentó Yara.
"Todavía tiene que ganar cualquier otro título". recordó Helios.
La princesa dragón resopló y se cruzó de brazos con molestia mientras Asmodeus simplemente se reía.
Si era honesto, ciertamente lo habían llamado cosas peores en su vida.

Iori miró de un lado a otro entre todos los presentes y pudo obtener una idea general de lo que estaba pasando.
"Así que quieres que lo pruebe, ¿es eso?"
Helios: "Dije matar".
Yara: "¡Padre!"
"¡Bien!" Helios se quejó. "Sí, tu batalla será una prueba para determinar si él es digno o no de tu hermana, ¡pero
no te atrevas a pensar en esto como una mera prueba! ¡Debes luchar para matarlo con todo lo que tienes!"
Iori miró fijamente a Asmodeus como si estuviera tratando de evaluarlo.
De un vistazo, Asmodeus no parecía nada demasiado temible.
Si bien su cuerpo era hermoso, no provocaba la misma sensación de peligro que sentía cada vez que se paraba
frente a un oponente fuerte que representaba un desafío considerable.
Y por eso Iori estaba preocupado.
Nadie vive para ver la quinta etapa de la evolución sin derramar suficiente sangre para llenar un océano.
El hecho de que Asmodeus se sintiera como el individuo menos peligroso imaginable era un testimonio de su
verdadera naturaleza como enemigo astuto y letal.
"Tú eres Asmodeus, ¿correcto? Yo soy Iori".
El antiguo señor de los demonios nunca perdió su sonrisa mientras devolvía el saludo del príncipe dragón con
un cortés asentimiento.
"¿Cuándo empezamos?" preguntó Asmodeo.
Esta audaz pregunta puso una sonrisa en los rostros de Helios y su hijo.
Justo cuando Helios estaba a punto de responder, las puertas de la sala del trono se abrieron de repente y una
mujer entró.
Ella medía 6'3 pulgadas de alto con una figura musculosa y una tez extremadamente pálida.
Sus ojos y cuernos eran de un hermoso color rojo rubí, haciéndola lucir igualmente seductora y peligrosa.
Su ropa era escandalosa, pero obviamente estaba bien hecha con algún tipo de material extraño.
Era un atuendo negro simple que consistía en un sostén y bragas, combinado con mangas desconectadas y
medias que le llegaban hasta los muslos.
En su mano derecha llevaba un solo guante rojo que tenía un bulto bastante pronunciado en el dedo anular.
La mujer era obviamente, Seras Bloodfla-

"¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡!
Tan pronto como Hajun vio a su hija, el hombre salió disparado como una bala con los brazos extendidos para
darle un gran abrazo.
Incluso si su hija se viera bastante diferente ahora, ¡nunca la olvidaría mientras viviera!
¡Bang!
Seras le dio a su padre una sólida patada en la mandíbula que lo envió desparramado por el suelo.
El rostro de la mujer híbrida se puso tan rojo como sus cuernos por el horror de escuchar ese horrible apodo.
"¡¿Q-Qué te he dicho acerca de llamarme así viejo bastardo ?!"
Desafortunadamente, Hajun no pudo responder porque su mandíbula aún estaba rota, por lo que simplemente
se tumbó en el suelo mientras esperaba que sanara.
Sin embargo, no parecía importarle el dolor que sentía, ya que estaba demasiado preocupado por otro hecho.
'Mi niña se ha vuelto mucho más fuerte... ¡Este día es realmente auspicioso!'
Seras se compuso rápidamente antes de volver a centrar su atención.
Rápidamente se arrodilló y bajó la cabeza frente a Helios y sus dos hijos.
"Mi rey, he regresado para presentar mis respetos a la familia real".
"Te fuiste bastante tiempo Seras. ¿Disfrutaste tu luna de miel?"
Una vez más, la fachada tranquila de Seras se quebró cuando una pequeña sonrisa apareció en las comisuras de
sus labios. "No creo que nunca haya disfrutado de nada más, mi rey".
"¡Ja! En qué idiota te has convertido". Helios dijo pero no estaba disgustado.
Él más que nadie conocía las alegrías de estar enamorado, así que no iba a menospreciar a Seras por tal cosa.
Siempre que no interfiriera con su lealtad, por supuesto.
"Tú... hueles como mi hijo". Yara dijo de repente mientras se acercaba poco a poco al híbrido arrodillado.
El corazón de Seras comenzó a acelerarse incluso más rápido que cuando estaba en el campo de batalla. "S-Sí...
Abaddon es mi esposo, princesa".
¡No quería enfrentarse así a su nueva suegra!
¡Todavía no estaba segura de si Yara aprobaría o no su relación!

Seras era bastante mayor y todo el reino ya conocía su... personalidad explosiva.
Simplemente rezó en silencio para que Yara fuera acogedora y comprensiva.
Su corazón casi se hizo añicos cuando Yara dejó escapar un suspiro de frustración.
"Como pensé, esto no funcionará".
Sorprendentemente, Seras de repente sintió dos manos suaves y delicadas en su rostro que inclinaban su cabeza
hacia arriba.
"Tienes que llamarme madre de ahora en adelante, ¿de acuerdo? No hay necesidad de que suenes tan distante
cuando somos familia, ¿entiendes?"
"S-Sí... madre." Seras dijo felizmente.
Detrás de Yara, Asmodeus también caminó hacia adelante para administrar sus saludos y la escena realmente se
volvió bastante dulce.
Hasta que la mandíbula de Hajun finalmente sanó y apareció justo al lado de Seras en una ráfaga de viento.
"¿Cómo pudiste casarte sin decírmelo? ¡No aceptaré este matrimonio hasta que traigas a ese bastardo ante mí de
rodillas!"
Seras de repente le dio a su padre una mirada sin vida y exhausta. "Es bueno que ninguno de nosotros requiera
tu aceptación. La de mamá fue lo suficientemente buena".
Hajun de repente se estremeció al recordar a su ex esposa y estaba increíblemente sorprendido de que Seras la
hubiera visto.
"... ¿Entonces ustedes dos han arreglado las cosas?"
"Es un trabajo en progreso." Seras respondió honestamente.
"¡Ja! Tal cosa ya es un milagro". Si hay esperanza para ustedes dos, entonces tal vez también haya esperanza
para nosotros..."
A un lado, Helios e Iori estaban enfrascados en una conversación telepática.
Una vez que Iori asintió, Helios asintió antes de que se formara una sonrisa en su rostro. "Seras, espero que no
te hayas oxidado después de pasar tanto tiempo como recién casada".
El comportamiento estoico y leal de Seras regresó inmediatamente. "Por supuesto que no, mi rey. Siempre estoy
listo para cualquier conflicto que surja".
"¡Bien!"
Helios de repente regresó frente a Asmodeus y se cernió sobre él burlonamente. "¿Qué fue lo que dijiste antes
sobre enviar mis mejores y más viles?"
No hacía falta ser un genio para reconocer adónde iba Helios con esto, y Asmodeus sonrió como un maníaco
ante la repentina dificultad de este desafío.
"Espero que no esperes que me retracte de mis palabras. Si es así, estaría encantado de decepcionarte".
"Tu muerte será agonizante, tonto con exceso de confianza".
Yara suspiró mientras se frotaba las sienes con una mezcla de molestia y frustración.
¡Todo este problema solo por una mísera ceremonia de boda!
Seras, por otro lado, todavía estaba completamente a oscuras, su cabeza moviéndose de un lado a otro entre su
rey y su suegro.
Podía decir que los dos eran obviamente hostiles el uno con el otro, pero no entendía por qué era así.
Todo lo que sabía era que iba a estar involucrada de alguna manera y ya estaba lamentando haber regresado
aquí tan pronto.
'Quiero volver a casa, ya extraño a mi familia'.
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¡Muchas gracias a Tyler_Hotker por enviarme un sillón de masaje y patrocinar este capítulo extra!
Capítulo 207 [Bonus] Gran espectáculo

207 [Capítulo adicional] Gran espectáculo
"¡¡DAMAS Y CABALLEROS, TENGO UN ESPECTÁCULO PARA USTEDES QUE NO SE IGUAL A NINGÚN ANTES QUE
HAYAN VISTO!!"
Dentro del coliseo de Uruloki, el estadio estaba repleto de hombres y mujeres de varias razas que vitoreaban en
voz alta.
La voz del locutor resonó por todo el recinto y sirvió para incitar aún más a la gente.
"¡¡POR PRIMERA VEZ EN TODA NUESTRA HISTORIA, SEREMOS TESTIGO DE UN CHOQUE CONTRA LA
REALEZA!!"
"¡¿Wahhh?!"
"¡¿Realeza?!"
"¡Esto es genial!"
De repente, el locutor barrigón hizo un gesto hacia el salón más lujoso disponible.
"¡¡HOY SE UNE A NOSOTROS NUESTRO PROPIO GOBERNANTE, EL REY HELIOS DRAVEN!!"
Helios finalmente apareció y fue recibido con un aplauso nervioso pero respetuoso.
De pie a su lado estaba el anciano Hajun, cuya sonrisa no había desaparecido de su rostro desde antes.
"¿Qué fue lo que dijiste sobre permitir que Yara tomara sus propias decisiones?"
"Dije que todavía estaba aprendiendo. Métete en tus propios asuntos".
"¡¡Jajajaja!!"
A unos metros de la pareja que se reía estaba Yara, que todavía estaba tratando desesperadamente de calmar
los latidos de su corazón.
Había pasado mucho tiempo desde que había visto a su amado en combate, y cada célula de su cuerpo estaba
llena de emoción.
'Me pregunto si todavía tiene esos... Debería, ¿verdad?' Pensó con cariño.
"¡AHORA LES PRESENTO A NUESTROS COMPETIDORES PARA HOY!"
Bajo los ojos ansiosos de la multitud, dos competidores ingresaron a la arena desde la puerta norte.
Ambos fueron reconocibles al instante, y la ya enérgica multitud se volvió loca.
"¡Es el primer príncipe! ¡Es el primer príncipe!"
"¡KYAAA! ¡¡Te amo príncipe Iori!!"
"¡Eso se parece a la dama Seras!"
"Dicen que evolucionó pero... ¿No es un cambio demasiado drástico?"
"DAMAS Y CABALLEROS, POR FAVOR DEN UNA CÁLIDA BIENVENIDA AL DUO DEL PRIMER PRÍNCIPE, IORI
DRAVEN, Y UNO DE LOS TRES SEÑORES DEL DRAGÓN, SERAS BLOODFLAME".
"¿Etiqueta de equipo?"
Los dos juntos ya son suficientes para acabar con un continente entero, ¡¿contra quién podrían estar
compitiendo?!
"¿Podría ser el segundo príncipe y la dama Tiamat?"
"¡Eso tiene sentido! Esto debe ser algún tipo de juego entre los príncipes".
"¡Qué explosiva rivalidad entre hermanos!"
Parecía que toda la multitud había decidido que pronto verían la llegada del segundo príncipe.
Entonces, naturalmente, estaban completamente anonadados cuando la puerta sur se abrió y un solo demonio
salió.
"¡Y AHORA POR FAVOR DA LA BIENVENIDA A SU OPONENTE, EL EX DEMONIO REY DE LA LUJURIA,

ASMODEUSSS!"
"¡KYAAA, MI ESPOSO ES TAN GENIAL!" Yara levantó con entusiasmo dos banderas con la cara de Asmodeus que
había hecho apresuradamente.
¡Nadie iba a impedirle que apoyara a su amado!
"¡Todavía no es tu esposo y deja de avergonzarme!" Helios reprendió mientras tiraba de su fanática hija a sus
espaldas.
Sin embargo, Yara rápidamente asomó la cabeza por detrás de él y le lanzó a Asmodeus un beso de buena
suerte.
Uno que devolvió rápidamente.
Jadeos de sorpresa y gritos llenaron la arena.

Todos sabían que el padre del hijo de la princesa Yara supuestamente estaba muerto, entonces, ¿¡por qué de
repente estaba aquí tomando parte en una batalla!?
"¿Estuvo vivo todo este tiempo...?"
"¿Importa? ¡Él va contra el primer príncipe y el mejor guerrero del reino al mismo tiempo que va a morir de
nuevo!"
"Esta tiene que ser la forma en que el rey lo castiga..."
Los tres luchadores naturalmente podían escuchar las palabras despectivas lanzadas hacia Asmodeus y
mientras Seras se sentía mal, Iori era bastante indiferente.
"¿Los escuchas? También saben que no tienes ninguna posibilidad de ganar. Te daré esta oportunidad para
detener esta farsa ahora antes de que comencemos".
A su lado, Seras asintió y se rascó la mejilla con timidez. "Creo que también sería lo mejor, suegro. Si hacemos
esto, no tendré ganas de contenerme, y no quiero ser responsable de-"
"Ustedes dos son bastante tontos". Asmodeus dijo de repente con un suspiro.
"Sufro una derrota en más de 20.000 años de vida, y de repente todos me miran como si fuera algo frágil para
ser pisado".
De repente, el cielo se volvió completamente negro cuando Asmodeus se quitó la túnica larga.
"Puede que no sea tan malo como Lucifer o Satanás, pero sigo siendo un hombre y si continúas pisando mi
orgullo Desde el cielo, un par de armas grandes e inesperadas se estrellaron contra la tierra y patearon
un sudario de tierra.
así, soy más propenso a enfadarme".
Desde el cielo, un par de armas grandes e inesperadas se estrellaron contra la tierra y levantaron un manto de
tierra.
¡Boom!
"¿Sabes por qué perdí hace tantos años?"
Cuando el polvo se asentó, Asmodeus sostenía dos grandes hachas conectadas por una cadena negra.
"Es porque me tomaron desprevenido. No suelo poner excusas, pero si hubiera tenido más conocimiento sobre
las habilidades de mi oponente de antemano, nunca habría perdido".
Asmodeus hizo girar sus armas en sus manos y los dos dragones inmediatamente sintieron una fuerte sensación
de peligro.
Iori y Seras invocaron sus propias armas, una katana roja asombrosamente larga y una extraña lanza negra con
una hoja que parecía hecha de sangre cristalizada.
"Dicho esto, dudo mucho que nada de lo que ustedes dos hagan pueda sorprenderme. Seras, conozco bien tu
estilo de combate por los recuerdos de mi hijo. E Iori... eres una mera imitación pálida de Helios".
Si bien el rostro de Seras no mostró una reacción visible, Iori estaba positivamente furioso.
El primer príncipe salió disparado como un cohete y agitó su espada con la intención de cortar la cabeza de
Asmodeus.
"¡¡Morir!!"
¡Clang!
Asmodeus bloqueó fácilmente la hoja de Iori con la suya, todo sin perder su característica sonrisa carismática.
"Así que ya ven, no soy yo quien debe preocuparse. Si ustedes dos no me toman en serio, es probable que
termine matándolos a ambos por accidente".
En una demostración de velocidad vertiginosa, Asmodeus rompió el choque con Iori y lanzó una patada en la
cara de Iori.
¡Bang!
El príncipe dragón voló hacia atrás, y mientras Asmodeus todavía estaba en el aire, arrojó una de sus
abrumadoramente grandes hachas a Seras.
'Hijo... probablemente estarás molesto conmigo por esto, pero te prometo que trataré de dañarla lo menos
posible.'
Como era de esperar, Seras desvió el ataque del hacha, lo que le permitió incrustarse en la tierra detrás de ella.
Asmodeus de repente tiró de la cadena y Seras creyó que iba a manipular el hacha detrás de ella.
Se dio la vuelta para apartarlo, solo para descubrir que el hacha todavía estaba firmemente plantada en el suelo,
pero la cadena se había tensado.
'¡Mierda!'
Al darse cuenta de su error, rápidamente se dio la vuelta para recuperarse, solo para quedarse sin aliento
cuando Asmodeus le golpeó el pecho con el pie.
El impulso y el poder agregados que recibió al usar su hacha encadenada como gancho de agarre fue más que
suficiente para hacer retroceder a Seras unos pocos pies.
Pero había un problema.

A pesar de que solo vestía lo que aparentemente era un traje de espalda delgado, se sentía como si el pie de
Asmodeus acabara de conectarse con una armadura sólida.
"Qué demonios...?"
Seras sonrió salvajemente mientras se recuperaba rápidamente del ataque de su suegro. "¿Te diste cuenta?
Debo admitir que la hermana Valerie es todo un genio".
"¿Oh? Ya veo..." El señor de los demonios asintió en comprensión.
Tan pronto como Asmodeus aterrizó en el suelo, Iori lanzó un ataque sorpresa en forma de una explosión de
llamas doradas de su boca abierta.
Las llamas del príncipe dragón ardían a más de 8.000 grados.
Como un demonio sin resistencia a las llamas, Iori estaba seguro de que el daño que acababa de infligir debía
haber sido horrible.
Sin embargo, Asmodeus ni siquiera fue tocado por el fuego dorado.
Había sentido a Iori venir desde una milla de distancia y naturalmente tomó las medidas apropiadas.
"Ya te dije."
"¿¡Qué!?"
Iori levantó la mirada sorprendido de encontrar a Asmodeus volando sobre él con la misma sonrisa irritante.
El demonio primordial había recuperado sus dos hachas, pero también le habían brotado ocho alas negras como
plumas que eran tan oscuras como el cielo.
"No eres más que una pálida imitación de tu padre, y como tal, eres ridículamente fácil de leer".
"¡¡Bastardo... ¡¡BASTARDO!!"
El cuerpo de Iori comenzó a aumentar de tamaño y masa.
Explotó con aún más músculos y creció varias pulgadas en el lapso de unos segundos, mientras que su piel se
cubrió de escamas rojas brillantes.
A Iori pronto le brotaron sus propias alas dracónicas y, en un momento, se apresuró a encontrarse con el señor
de los demonios en el aire.
"¡¡ASMODEUSSSS!!"
"No voy a ir a ninguna parte, pequeño dragón. No hay necesidad de gritar".
¡Boom!
¡Boom!
¡Bang!
Los dos hombres intercambiaron golpe tras golpe furioso aparentemente sin final a la vista.
"¡Ese demonio en realidad está igualando la fuerza del primer príncipe!"
"¡Esto es increíble!"
"¡Con razón la princesa lo eligió!"
La multitud se estaba comiendo esta exhibición.
El estilo de combate de Asmodeus oscilaba perfectamente en el equilibrio entre salvajismo y gracia.
Daría un poderoso golpe para derribar a Iori y luego ejecutaría un movimiento de baile para escapar del alcance
de su espada.
¡Nunca habían visto algo así!
Mientras tanto, Seras todavía estaba en el suelo, hipnotizada por la escena frente a ella y luchando con sus
propios demonios internos.
Entendió las palabras de su suegro antes, pero realmente pensó que era lo mejor si evitaba que su mal hábito
saliera a la luz.
Sería incómodo cuando volviera a casa y tuviera que decirle a su esposo que ella mató a su padre.
'Sé que debería contenerme, pero... ¡esto parece muy divertido!' Exclamó para sus adentros cuando sus ojos se
volvieron sin vida y escamas de color rojo oscuro comenzaron a realzar su cuerpo.
Mientras intercambiaba golpes con Iori, la sonrisa de Asmodeus nunca había dejado su rostro.
Pero cuando sintió una horrible energía maliciosa proveniente de abajo, se le erizó el vello de la nuca y decidió
que era hora de ponerse serio.
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¡Muchas gracias a Jayhawklive por enviarme un auto de lujo!
Gracias por el continuo apoyo y, como siempre, es más que apreciado.
Si aún no lo han hecho, ¿les importaría dejarme una reseña? Estoy ansioso por unos cuantos más. Anatha Shesha
Capítulo 208 El pecado original de la lujuria

208 El pecado original de la lujuria
Asmodeus sabía que las cosas estaban a punto de complicarse mucho más.
A pesar de cómo estaba actuando Iori, sabía que todavía no se había perdido en su ira.
Los golpes de su espada todavía eran demasiado refinados y decididos, carecían de cierto salvajismo que venía
con perderte a ti mismo en tu ira.
Esperaba enojarlo un poco más, pero ahora parece que se me acabó el tiempo.
Asmodeus solía manejar a los musculosos de esa manera como su cuñado, pero con este sentimiento cerrándose
en su espalda, sabía que tendría que cambiar un poco sus planes.
¡Silbido!
Tan pronto como Asmodeus terminó su pensamiento, evitó por poco la lanza de Seras que apuntaba
directamente a la parte posterior de su cabeza.
La híbrida vampírica tenía una sonrisa aterradora y hermosa en su rostro, y la mitad de su cuerpo había sido
cubierto por escamas de color rojo oscuro.
"¡Oh bien, bien! Pero mi arma es un poco especial, ¿sabes?"
Como para ilustrar su punto, la hoja cristalizada de su arma volvió a un estado líquido que cambiaba
constantemente.
La sangre licuada de repente explotó hacia afuera, enviando finas agujas de sangre en todas direcciones.
"¡Fresco!"
"¡Mierda!"
Tanto Asmodeus como Iori tuvieron reacciones muy diferentes, ya que cada uno puso sus defensas individuales
para bloquear su ataque.
"¡Seras, estoy de tu lado! ¡Se supone que no debes atacarme a mí también!" Iori rugió.
El dragón frenético de repente miró al príncipe con una expresión de leve confusión.
"¿Príncipe Iori? ¿Sigues aquí?"
"Cristo."
Cuando Seras se volvió sedienta de sangre, tenía la mala costumbre de olvidarse de todos y cada uno de los
demás que no fueran el oponente que la puso en este estado de locura.
A pesar de que Iori estaba literalmente intercambiando golpes con el antiguo señor de los demonios hace un
momento, ya había olvidado que se suponía que esto era un esfuerzo de equipo.
Iori suspiró antes de batir sus alas para moverse al lado de Seras. "Necesitamos trabajar juntos para derribar a
este bastardo. Yo no-"
"¡No!"
Sin siquiera esperar a que el príncipe terminara, Seras se lanzó hacia adelante a una velocidad aterradora con
una lanza reformada.
Cuando Helios vio la mirada en sus ojos, supo exactamente lo que estaba a punto de suceder y sonrió con
anticipación.
"Hajun, fortalece la arena".
El viejo dragón chasqueó los dedos y la antigua piedra que formaba el coliseo de repente fue varios miles de
veces más fuerte.
"Arte de la lanza solar penetrante: cielo trágico".
La lanza de Seras de repente comenzó a brillar con una intensa luz roja mientras volaba en el aire.
Una vez a una altitud suficiente, metió las alas y dejó que su cuerpo girara como un taladro.
Con cada rotación, Seras se volvió más rápida y el aura rojo sangre que rodeaba su arma se hizo más grande y
más densa.
Mientras Asmodeus observaba el aterrador ataque que se dirigía hacia él, no pudo evitar sonreír con
impotencia.
'Es bueno que ya no se contenga, pero ahora realmente está tratando de matarme'. Sentía que no había un punto
medio feliz con Seras.
O estaba demasiado asustada para tomarlo en serio o estaba tratando de borrarlo de la faz de este mundo.
Invocando una cúpula de sombras, el señor de los demonios se preparó para la colisión del inevitable ataque.
¡BOOOOOOOOOOOOMMMMMMM!
Cuando el ataque de Seras conectó, una explosión como ninguna otra tuvo lugar dentro de la arena.
El ruido era ensordecedor, y más de un tercio de la multitud se vio obligada a arrodillarse mientras se tapaba los
oídos por el dolor.
"¡M-Monstruo!"
"¡¿Qué clase de ataque fue ese?!"
"¡Por Asherah, está loca!"
El estadio que había sido reforzado por la magia de Hajun se mantuvo, pero había grandes grietas que ahora
eran visibles y que ciertamente no estaban allí antes.
Si no hubiera recibido el beneficio adicional unos momentos antes, todo el estadio se habría reducido a
escombros.
En el cielo, Iori miró el daño causado por Seras en partes iguales de cansancio y respeto.
El suelo que antes no era más que tierra arenosa ahora se había convertido en un páramo fundido infernal.
El calor y la energía del ataque de Seras fueron más que suficientes para hacer que toda la arena se derritiera, y
ahora parecía que Asmodeus estaba aislado en un mar de lava.
"Debo decir.."
Asmodeus disipó lentamente su propio escudo, que se había mantenido notablemente bien.
A pesar de que el ataque de Seras fue más que suficiente para nivelar una cadena montañosa, todavía estaba de
pie y se veía tan perfecto como antes.
Dentro de su propia mente, por supuesto.
"Ese ataque es un poco más poderoso de lo que recuerdo. La evolución parece haber llevado tu poder a nuevas
alturas asombrosas".
Sin embargo, Asmodeus sabía que los dragones podrían ver a través del vapor como si no fuera 00:08
aún allí.
De repente, Asmodeus guardó sus hachas demoníacas y extendió las manos.
Dos grandes bolas de agua se formaron repentinamente de la nada, y rápidamente las arrojó sobre su entorno
humeante.
El aire de repente se llenó de vapor, pero tanto Iori como Seras no perdieron de vista a Asmodeus ni por un
segundo.
Sin embargo, Asmodeus sabía que los dragones podrían ver a través del vapor como si ni siquiera estuviera allí.
Su propósito para hacer esto era un poco diferente.
"¿Como puedes hacer eso?" Iori preguntó de repente. "¿Nunca se ha revelado que tienes afinidad por el agua?"
Como respuesta, Asmodeus simplemente se rió entre dientes mientras la mirada de Seras se volvió aún más sin
vida.
"¿Oh? Bueno, incluso si ya no lo soy, fui el pecado de la lujuria durante muchos años. Como tal, he podido
aprender muchos trucos de la mujer con la que me acosté antes de comprometerme". tu hermana."
Finalmente, Seras mostró algún rastro de confusión visible antes de tener una comprensión profunda.
Abaddon siempre había podido compartir sus poderes con sus esposas después de una evolución.
Entonces, ¿por qué no podían hacer lo mismo?
Inmediatamente, algunas teorías comenzaron a circular en su mente.
Una era que no tenían nada que darle.
Si los requisitos se basaban en la afinidad, entonces era natural que nunca antes hubiera recibido nada de ellos,
ya que ya poseía todas sus afinidades dentro de sí mismo.
Sin embargo, esa teoría fue inmediatamente refutada cuando recordó que Valerie poseía el elemento tierra y
Eris uno natural.
Entonces eso significaba que tenía que haber algo más que les faltaba.
Parecía que Abaddon tenía mucho más que descubrir sobre el pecado de la lujuria de lo que inicialmente pensó.
𝚛𝚛𝚛leer.𝚛o𝚛
Y dado que su marido les había dicho que había convertido su pecado en voluntad de deseo, estaba segura de
que había capacidades aún más aterradoras por descubrir.
...
¡Pero a quién le importa eso por ahora!
¡En este momento, Seras estaba peleando contra un oponente fuerte y no podía molestarse en pensar en otra
cosa!
Sin embargo, justo cuando se preparaba para ejecutar otro ataque, Asmodeus finalmente hizo su movimiento.
Con un fuerte pisotón en el suelo, la tierra debajo de él tembló salvajemente antes de que se escuchara un fuerte
sonido demoledor.
Fue entonces cuando Iori y Seras se dieron cuenta de lo que Asmodeus pretendía hacer al arrojar agua al suelo.
Toda la arena fundida que antes lo rodeaba se había convertido en vidrio en un abrir y cerrar de ojos.
Con otro fuerte pisotón en el suelo, el vidrio finalmente se hizo añicos y salió volando por los aires.
Usando telequinesis, Asmodeus los lanzó a sus oponentes.
"¡Nos estás menospreciando demasiado!"
"¡No empieces a aburrirte!"
Con un solo golpe de sus armas, ambos destruyeron fácilmente el ataque entrante.
Pero Asmodeus nunca había planeado que tal cosa fuera más que una simple distracción y en el poco tiempo
que les llevó defenderse, desapareció.
En un estallido de un rayo púrpura, el señor de los demonios apareció frente a Seras con una sonrisa de
disculpa.
"Lo siento, pero ya no puedo arriesgarme a jugar contigo o podrías lastimarte, chico".
Con un golpe en la frente, Asmodeus manipuló la oscuridad dentro de ella, dándole forma y masa sólidas.
Antes de que Seras pudiera reaccionar, le cortaron el tronco encefálico y sus ojos se pusieron en blanco en la
parte posterior de su cabeza y se desmayó.
"Es bueno que seas parte vampiro…" Murmuró.
Continuamente usaría sus sombras para inhibir su regeneración el tiempo suficiente para terminar con toda
esta farsa e irse a casa.
Después de asegurarse de que Seras golpeó el suelo con la mayor suavidad posible, volvió su atención a su
cuñado, que lo miraba como si estuviera viendo algún tipo de monstruo.
"No estabas mintiendo... ¿Realmente tienes las habilidades de todas esas mujeres?"
"Efectivamente." Asmodeus dijo con una sonrisa. "¿Quieres parecer mi favorito?"
Sin esperar una respuesta, el antiguo señor de los demonios abrió la boca y desató un torrente de hermosas
llamas plateadas.
Iori solo tuvo un momento para reaccionar antes de que lo golpearan con toda su fuerza y lo enviaran volando
hacia la pared del coliseo.
¡Bum!
Antes de que el polvo se asentara, los vítores de Yara se podían escuchar en toda la arena.
"¡KYAAA! ¡ASMODEUS TE AMO!"
Finalmente, Helios envolvió el cuerpo de su hija con su cola y colocó una mano sobre su boca. "Por favor...
cállate... aún no ha terminado".
"ROOOOOAAAAARRRRR!!!!!"
De repente, se escuchó un rugido ensordecedor cuando una gran sombra se extendió sobre el campo de batalla
en ruinas.
Iori era un dragón terriblemente grande de más de cincuenta metros de altura.
Sus escamas de color rojo fuego brillaban majestuosamente y sus garras afiladas como navajas lo hacían parecer
un adversario horrible.
Detrás de su espalda batían cinco pares de enormes alas que levantaban polvo incluso con el más mínimo
movimiento.
Mientras Asmodeus miraba al enorme dragón que se preparaba para asarlo vivo, tuvo una profunda
comprensión.
"Qué gracioso... Eres un poco más pequeño que mi hijo".

Capítulo 209 [Bono] Demonio Vs Dragón

"Qué gracioso... Eres un poco más pequeño que mi hijo".
Como si el estado de ánimo de Iori no fuera lo suficientemente malo, las palabras burlonas de Asmodeus solo
sirvieron para empeorar las cosas.
Ahora el dragón que ya estaba hirviendo estaba literalmente hirviendo de rojo, y el antiguo señor de los
demonios tendría que pagar el precio.
"Hablando de hijos, ya es hora de que tú y yo tengamos una charla, ¿no?"
"¡¡¡ROOOOOAAAAAAAARRRR!!!"
Iori ni siquiera esperó a que Asmodeus terminara antes de desatar un monzón infernal de llamas de su boca
abierta.
"Oye, solo estoy tratando de ayudarte, ¿sabes? No hay razón para ser grosero".
Asmodeus chasqueó los dedos y un gran portal apareció frente a él.
Las llamas que pretendían convertirlo en una mancha carbonizada fueron tragadas y desaparecieron sin dejar
rastro.
Asmodeus abrió otro portal en el cielo y la gota de llamas emergió, chisporroteando inofensivamente hacia el
cielo.
"¿Qué estaba diciendo? Ahh, claro".
"¡¡ASMODEUSSSS!!!"
Iori dejó escapar otro rugido alimentado por el odio mientras extendía su enorme mano y conjuraba una gran
espada gigante hecha de fuego dorado.
Con un poderoso golpe hacia abajo, Iori buscó terminar con el parloteo incesante de Asmodeus de una vez por
todas.
¡¡BOOM!!
"¡¿QUÉ?!"
En el último segundo, Asmodeus invocó una gran espada hecha de pura oscuridad.
Como si nada hubiera pasado, continuó sermoneando al gran dragón rojo.

"Estoy seguro de que tu padre se siente honrado de que lo idolatres tanto, pero la realidad es que nunca serás
como él. Tu padre es una especie de dragón que es fundamentalmente diferente a los demás".
"¡¿QUÉ DEMONIOS ESTÁS DICIENDO?! ¡¡SÉ MUY SILENCIOSO!!"
Iori continuó atacando a Asmodeus con golpes masivos y feroces, pero Asmodeus bloqueó a todos sin siquiera
quemarse el cabello.
"Es cierto. Deberías aprender a ser tu propio hombre y dejar de seguir sus pasos como un patito recién nacido".
"¡¡¡CALLATE CALLATE CALLATE!!!"
A medida que Iori liberaba más y más de su poder, el coliseo ya debilitado comenzó a desmoronarse aún más.
Sin embargo, Asmodeus todavía no mostraba signos de vacilación mientras sus ojos brillaban con un azul
helado.
"Relájate un poco, ¿sí? Vas a lastimar a alguien... Aunque no a mí".
El cielo de repente lanzó un torrente de jabalinas heladas que llovieron sobre el enorme dragón.
En lugar de perforarlo, el hielo comenzó a congelarse sobre su cuerpo, encerrando a Iori en una prisión invernal.
"Cómo es esto posible...?"
"Él no ha cantado una sola vez... ¡Estos no son hechizos!"
"¿Él está haciendo todo esto a través de su propio poder?"
"¡Qué horrible!"
Los ojos de la multitud todavía estaban pegados a la batalla frente a ellos.
En cada choque, Iori había sido completamente abrumado por el encantador demonio primordial.
No había absolutamente nadie que pudiera haber predicho este resultado.
Aparte de tal vez el propio Helios.
Asmodeus batió sus alas y se paró sobre el hocico de Iori.
Actualmente, su cabeza era lo único que aún no se había congelado y el hielo que cubría el resto de su cuerpo
parecía ser casi impenetrable.
No importa cuánto lo intentó, no pudo liberarse.
'¡¿De qué está hecho esto?!'

"¿Quieres saber por qué tu padre es un monstruo? Porque él, al igual que yo y esos malditos arcángeles, no son
habitantes originales de este mundo".
Incluso con su mente confundida por la confusión y la rabia, lo absurdo de esas palabras no escapó de la mente
de Iori. "Tú... ¿Qué dijiste?"
Asmodeus simplemente se rió entre dientes mientras mencionaba otro punto.
"Es divertido, ¿no? A los dragones de Dola les gusta discriminar entre los inferiores y los nobles, pero si alguno
de ustedes alguna vez se encontrara cara a cara con un verdadero dragón, no sería capaz de quitarse las
manchas de mierda de la cabeza". dibuja sin importar cuánto los hayas lavado".
"Cierto... dragón...?"
Asmodeus negó con la cabeza al darse cuenta de que tal vez esta información no ayudaría mucho a Iori.
"Mírame, he desarrollado una tendencia a parlotear en mi vejez. Te dejo con estas últimas palabras, mi cuñado".
"Labra tu propio camino".
Antes de que Iori pudiera siquiera preguntar qué significaba eso, Asmodeus de repente voló hacia el cielo.
Una vez que estuvo a una altura suficiente, el señor demonio sonrió mientras estiraba sus alas. "No he hecho
esto en bastante tiempo... Creo que es lo suficientemente fuerte como para manejarlo si lo reduzco un poco".
De repente, brillantes rayos de luz comenzaron a alcanzar su punto máximo a través del cielo oscuro y lúgubre.
Las alas de Asmodeus de repente cambiaron un poco, con el lado izquierdo convirtiéndose en un blanco ilustre y
el derecho en un negro aún más oscuro.
El estatus del demonio primordial como Nephilim no se desvaneció solo porque su hijo lo había liberado.
Simplemente aseguró que ya no era un esclavo.
Como resultado, ahora era libre de usar todo el poder que se le había dado solo para el mejoramiento de él y su
esposa.
Los rayos de luz y la oscuridad acumulada fueron absorbidos por las alas blancas y negras de los nephilim
primordiales.
A medida que absorbía más y más energía, sus alas blancas brillaban mucho más mientras que las negras
parecían estar completamente desprovistas de luz.
"Alas de destrucción dichosa: pecado virtuoso".
Hubo otro destello de luz, y las alas de Asmodeus de repente dispararon dos grandes rayos a su oponente
inmovilizado.
Uno era un rayo de luz prístino que llenó a quienes lo vieron con una sensación de asombro y asombro.
El otro era un rayo sofocante de oscuridad que parecía contener todas las impurezas de la humanidad en su
interior.
Mientras Iori observaba cómo el ataque se acercaba más y más, se dio cuenta de que, para empezar, nunca tuvo
la oportunidad de ganar.
'Otro mundo, ¿eh? ...Monstruo...'
¡¡¡BOOOOOOOOOOOMMMMMMMMMMMMMM!!!
Se produjo una hermosa explosión de blanco y negro.
El ataque de Asmodeus fue fácilmente tan poderoso como el arte de la lanza de Seras, y no solo Iori, sino todo el
coliseo sintió los efectos.
El dragón tomó el ataque de lleno y sufrió heridas horribles.
Sus alas estaban hechas jirones, le habían volado pedazos de escamas e incluso sus cuernos se habían roto.
Sin embargo, sobreviviría mientras se curara a tiempo.
Pero el estadio había llegado hacía mucho tiempo al límite de su resistencia.
"¡H-Ayuda!"
"¡Sujétate a algo!"
"¡Está bajando!"
La onda expansiva causada por el ataque de Asmosdeus había sido el último clavo en el ataúd del Coliseo
Uruloki y ahora la estructura de 80 metros de altura se estaba desmoronando como si estuviera hecha de
galletas graham.
"¡Maldita sea!"
Asmodeus se maldijo a sí mismo cuando se dio cuenta de que, a pesar de sus mejores intenciones, no se había
contenido lo suficiente.
Inmediatamente se preocupó por las personas que estaban a punto de caer y morir y ser enterradas debajo de
los escombros.
Sin embargo, antes de que pudiera hacer algún movimiento para salvarlos, una voz de repente habló detrás de
él.
"Entonces, veo que mi problemática hija ha encontrado un esposo igualmente problemático".

Helios agitó su mano y de repente los cuerpos de los millones de espectadores presentes comenzaron a flotar
inofensivamente.
Los trozos de piedra que los rodeaban de repente parecían haber ganado sensibilidad y evitado caer sobre
cualquiera de los presentes.
Después de que la estructura se derrumbó por completo, Helios colocó a salvo a su gente en el suelo.
"Estás bien ahora. Ya no hay necesidad de entrar en pánico".
Cuando los ocupantes se dieron cuenta de que era su rey quien los salvó, inmediatamente cayeron de rodillas en
agradecimiento.
"¡E-El rey dragón nos ha salvado!"
"¡Todos saluden al rey dragón!"
"¡Gracias, rey Helios!"
A pesar de que Helios se enfrentaba a un mar de personas que lo alababan y agradecían fervientemente, no
mostró ningún cambio en su expresión.
En cambio, se volvió hacia Asmodeus, que flotaba a unos metros de distancia.
"¿Dijiste esposo?" Dijo con una sonrisa descarada. "¿Significa eso que tengo tu co-?"
"Hablas demasiado. ¿Qué esperabas lograr al contarle a Iori sobre mis orígenes?"
Asmodeus de repente se encogió de hombros y sus alas volvieron a su color negro normal. "¿Qué esperabas
lograr manteniéndolos en secreto?"
"Si camina continuamente detrás de mí, puede alcanzar el pináculo de la existencia en este mundo, incluso si
carece de la mayor parte de mi poder y conocimiento".
"Eso puede ser, pero ¿has considerado que tal vez ese tipo de pensamiento los privaría a ambos de algo
valioso?"
"¿Valioso? ¿Como qué?"
De repente, la habitual sonrisa de Asmodeus se convirtió en algo mucho más cariñoso y tierno.
"Te estás perdiendo la alegría de ver a tu hijo convertirse en su propio hombre, y está pasando su larga vida
persiguiendo una línea de meta que ni siquiera puede comprender".
"¿Alegría?" Helios cuestionó.

"Toma a Abaddon y a mí como ejemplo. Mientras pasé milenios en las camas de varias mujeres por mi fuerza, mi
hijo nunca soñaría con tal cosa.
Aunque nunca llegué a criarlo, mi hijo se ha convertido en un tipo diferente de hombre, en un tipo diferente de
rey de lo que yo fui. Y una de las mayores alegrías de mi vida es ver su ascenso mientras toma un camino
completamente diferente al mío".
Helios cayó en un incómodo silencio mientras su mirada viajaba hacia Iori, quien estaba recibiendo tratamiento
en el suelo.
Pensó que le estaba haciendo un favor a su hijo al permitirle construirse a sí mismo a la imagen de Helios, pero
¿y si esa forma de pensar estaba equivocada? 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
¿Estaba dañando inconscientemente a Iori al no permitirle desarrollar sus propios talentos que eran
independientes de la influencia de su padre?
"Ha pasado bastante tiempo desde que alguien me dio tanto en qué pensar. Consideraré tus palabras".
Helios descendió hacia donde yacía su hijo después de dejar a Asmodeus con esas palabras de despedida.
Una vez que estuvo solo, Asmodeus dejó escapar un suspiro lleno de preocupación.
"¿Me entrometí demasiado? Después de todo, no es asunto mío..."
Sin embargo, Yara apareció de repente y se olvidó de los asuntos de Helios.
Yara tenía muchos rostros y Asmodeus encontró que todos eran exquisitamente hermosos, pero el que usaba en
este momento era nada menos que aterrador.
Con una sonrisa que no era una sonrisa, la princesa dragón parecía estar liberando un aura negra opresiva de su
seductor cuerpo.
"Esposo... ¿Qué te he dicho sobre usar los poderes de esas perras frente a mí? Se supone que soy todo lo que
necesitas". Los ojos de Yara tenían una mirada negra y sin vida que excitaba y aterrorizaba a su marido.
Asmodeus inmediatamente comenzó a sudar y rápidamente trató de enmendarse. "Lo sé, mi amor, pero han
pasado algunos años desde que me solté un poco y supongo que me emocioné un poco".
"Está bien... te perdonaré solo por esta vez, pero tendrás que pasar el fin de semana compensándolo, ¿de
acuerdo?"
Asmodeus no pudo hacer nada más que sonreír impotente ante las demandas de su esposa.
A veces, realmente no estaba claro cuál de ellos era un demonio sexual.
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¡Muchas gracias a Gavin_McRoberts por enviarme un sillón de masaje y patrocinar este capítulo extra!
Capítulo 210 Lazos familiares

A una gran distancia del coliseo en ruinas estaba Jadaka Draven, que observaba la escena de su hermana
abrazando a un hombre con una mirada de odio.
Eventualmente, pudo apartar la vista de la repugnante escena y se dirigió hacia un castillo muy específico en el
reino.
El dominio del clan Stormcaller estaba ubicado en una región de Antares que experimentaba frecuentes cielos
nublados y lluvia.
Lo cual realmente no pudo encontrar sorprendente cuando recordaron que los ocupantes de este lugar eran
principalmente dragones relámpago.
El destino que le interesaba a Jadaka era un negoya situado en el centro del territorio del clan.
Cuando aterrizó en la puerta principal, los guardias de tritones dragón que estaban afuera ni siquiera se
molestaron en detener su entrada, ya que nadie quería ganarse su ira.
El dragón recorrió el castillo como si fuera suyo y rápidamente encontró la habitación que buscaba.
¡Bang!
Cuando Jadaka abrió de una patada la puerta de la habitación de Tiamat, encontró a la hermosa mujer dragón
recostada en su cama y claramente acababa de despertarse.
Su cuerpo delgado pero desarrollado estaba oculto solo por un camisón negro que prácticamente no ocultaba
ninguna de sus facciones.
"¿Eres tú? Tendrás que volver hoy, no estoy de humor para-"
"No me importa." Jadaka respondió con aspereza.
El dragón inmediatamente se quitó la ropa y Tiamat vio que seguramente no iba a aceptar un no por respuesta.
"Incluso si eres un príncipe, hay un límite en lo mimado que puedes actuar, ¿sabes?" Tiamat bromeó mientras
trataba de ocultar el miedo que sentía al mirar a los ojos de Jadaka.
Lentamente comenzó a alejarse de él, con la esperanza de que el príncipe, claramente furioso, se calmara, pero
no tuvo tanta suerte.
En un abrir y cerrar de ojos, el segundo príncipe estaba encima de ella, y sus manos habían encontrado el
camino alrededor de su esbelto cuello.
Jadaka tenía un secreto que nunca podría contarle a nadie.

Tenía una atracción profundamente repugnante por su hermana Yara.
Desde que eran niños, había descubierto que su hermana era la cosa más hermosa y angelical que existía.
Pero a diferencia de todos los demás, rápidamente aprendió que su hermana se veía más hermosa cuando
lloraba o tenía dolor.
Ver a su hermana envuelta en la agonía de la desesperación le dio a Jadaka una sensación de euforia sin filtro y
comenzó a verla como algo que nunca debería tocarse sexualmente bajo ninguna circunstancia.
Ni siquiera por él.
Hacerlo mancharía su atmósfera inocente que multiplicaba su atracción por ella y hacía que la tristeza que
soportaba fuera mucho más dulce.
Era como una flor pura y magnífica que se destacaba más cuando estaba sola y aislada.
Y así fue como él siempre quiso que fuera.
Así que imagine la variedad de emociones que sintió cuando su hermana desapareció hace tantos años y regresó
con un bebé recién nacido.
Al igual que Yara, Jadaka también cayó en una depresión que duró varios años.
¡Alguien se había atrevido a ensuciar su rosa perfecta!
¡Era un crimen tan imperdonable que quería matar al hombre responsable, pero nadie sabía quién era el padre!
Durante casi veinte años, no había podido ni siquiera quedarse en el mismo edificio con su hermana y
continuamente había llegado a usar a Tiamat como una válvula de escape mientras fantaseaba con los tiempos
en que Yara todavía estaba en su momento más hermoso.
Pero hace varios meses, el repugnante retoño de Yara se curó repentinamente de la dolencia que lo había
aquejado toda su vida.
Y con eso, Jadaka obtuvo una nueva motivación y sueño.
Estaba seguro de que si mataba al hijo de Yara justo después de que finalmente recuperara la salud, podría
hacer que Yara mostrara una cara tan encantadora que podría olvidar el hecho de que la habían ensuciado.
Pero, ¿cómo pudo hacer esto?
Los rumores sobre el formidable poder del niño habían viajado durante mucho tiempo por todo el reino, y
Jadaka estaba seguro de que cualquier asesino que enviara terminaría muerto.
No se atrevió a matar al niño él mismo ni a usar a ninguno de los miembros de su guardia personal, ya que
seguramente sería descubierto y enfrentaría la ira de su padre.
Entonces, ¿cuál fue la respuesta?
Mientras Jadaka continuaba reflexionando sobre esta consulta, en un abrir y cerrar de ojos su sobrino se había
convertido en un rey demonio.
Esto era exactamente lo que necesitaba.
Ahora que Abaddon estaba solo, Jadaka era libre de matarlo en cualquier momento que quisiera.
Todo lo que tenía que hacer era encontrar este llamado 'Luxuria' donde gobernaba Abaddon y reducirlo a
escombros en medio de la noche.
Había acudido a Seras en busca de la respuesta, pero la perra sentimental fue terca hasta el final y se negó a
revelar su ubicación.
Tiamat también era inútil, ya que no importaba cuánto le preguntara, ella afirmaba no saber su paradero en
absoluto.
Sin que él lo supiera, ella quería el dragón para su 'colección' y aunque no sabía por qué Jadaka quería saber el
paradero de Abaddon, sabía que no podía ser por ninguna razón positiva.
Esto dejó a Jadaka con poca o ninguna opción más que reunir su ejército y viajar personalmente al continente de
los demonios.
Le tomó un tiempo tener todos los preparativos en orden, pero finalmente estuvo listo.
El día anterior a su partida de excursión, se dirigió al castillo de su padre para informarle de su partida.
Inmediatamente, los guardias reales le informaron que su padre había viajado al famoso coliseo uruloki con el
objetivo de probar al amante de su hermana.
Jadaka estaba completamente incrédulo.
¿Por qué?
¿Cómo?
En el nombre de Asherah, ¿qué estaba pasando?
¿El hombre responsable de ensuciar a su hermana estaba vivo?
Pero eso no podría ser posible, ¿verdad?
Jadaka viajó al coliseo para averiguarlo, y sus peores temores se hicieron realidad cuando vio a un alto señor
demonio de piel negra que abrumaba sin esfuerzo a su hermano mayor y al mejor guerrero del reino.
"¡¿POR QUÉ POR QUÉ?!"

Jadaka finalmente rompió y con fuerza arrancó la poca ropa que tenía Tiamat.
Los gemidos lastimeros de la desafortunada mujer no hicieron nada para disuadirlo mientras le abría las
piernas con fuerza y se empujaba dentro de ella.
¿Por qué ese bastardo era tan fuerte?
¿Cómo volvió repentinamente de entre los muertos?
¡¿Cómo se atreve a poner sus repugnantes manos sobre su preciosa flor?!
"¡Los mataré! ¡¡LOS MATARÉ A AMBOS!!"
Mientras Jadaka se hundía más en su locura, Tiamat finalmente se dio el lujo de desmayarse, liberándola de
presenciar el frenético descenso del segundo príncipe al delirio.
-2 días después
Después de estar de vuelta en Antares por primera vez en varias semanas, Seras esperaba volver a hacer
bastante papeleo y asuntos que requerían su atención.
Si bien eso era cierto en parte, no tenía ni cerca de la cantidad que pensó que tendría y después de un fin de
semana completamente enfocado, casi había terminado.
¡Después de hacer esto, planeó recompensarse llamando a su esposo!
Lailah finalmente había terminado el primero de sus dispositivos de comunicación de largo alcance y le había
dado uno a cada miembro de la familia.
El dispositivo aún no se había producido en masa, por lo que en este momento eran los únicos en el mundo que
conocían este método de comunicación.
En unas pocas semanas, se esperaba que comenzaran a vender los dispositivos tanto en Luxuria como en Upyr, y
las ganancias potenciales eran tan grandes que Mammon salivaba cada vez que se discutía el tema.
"Y.... ¡Terminé!"
Seras dejó escapar un gran suspiro de alivio cuando finalmente terminó el último documento de la enorme pila
que tenía en su escritorio.
"¡Orión, he terminado!" Seras llamó alegremente.
De repente, la puerta de su habitación se abrió y entró un hombre dragón mayor.
Orion era la secretaria de Seras y, en la mayoría de los casos, también actuaba como su mano derecha.
Llevaba un sencillo traje de mayordomo negro que apenas ocultaba el poderoso cuerpo escondido debajo.
Su mandíbula cincelada estaba oculta por una espesa barba roja que combinaba perfectamente con el color de
sus ojos y le daba un aura seria y estoica.
"Justo a tiempo, milady. Acaban de llegar algunos invitados para verla".
De repente, Seras no estaba de tan buen humor e inmediatamente quiso meterse en la cama y morir.
"¿Puedes decirles que tengo un dolor de estómago terrible y no puedo verlos?"
—Me temo que no, milady. Dijo Orion mientras recogía con cuidado la pila de papeles impíos en el escritorio de
Seras.
"Tch".
Orión simplemente se rió entre dientes mientras se dirigía a la puerta, con el papeleo en la mano. "No te
preocupes, creo que te alegrarás de ver-"
""¡¡Hija!!""
Antes de que el pobre mayordomo pudiera terminar, dos figuras pasaron volando junto a él y casi le tiran todo
de las manos.
Seras se vio repentinamente atrapada en un ataque de pinzas del que no podía escapar cuando sus dos suegros
la atraparon en un doble abrazo de oso.
"¿Cómo estás, niño?"
"¡Hemos venido a pasar un rato contigo!"
Le tomó un minuto a Seras comprender lo que acababa de suceder, pero una vez que su cerebro se dio cuenta de
la realidad, sonrió felizmente mientras les devolvía los abrazos.
"¡Es muy bueno verlos a ambos!"
Orión se quedó mirando esta escena con una expresión de sorpresa e incredulidad.
Había estado al lado de Seras durante bastante tiempo y ya estaba al tanto de todas sus muchas caras.
Así que fue bastante extraño verla de repente haciendo tal expresión de felicidad genuina cuando no había
ningún tipo de sangre o muerte involucrada.
'Hay rumores de que se ha casado, ¿entonces son ciertos después de todo?' El se preguntó.
Y cuando miró a las dos personas que la llamaban 'hija', no fue difícil imaginar con quién se había casado.
"Traeré té para usted y sus invitados, milady". Orión dijo con un tono cortés mientras cerraba la puerta y
permitía que la feliz familia conversara.
Los tres pasaron bastante tiempo conversando, y Seras tenía bastantes preguntas para Asmodeus en particular.
Habían pasado miles de años desde que había perdido una pelea de manera tan espectacular, y el respeto que
tenía por su suegro había crecido inmensamente.
A Asmodeus claramente le gustaban los elogios y la atención que estaba recibiendo, ya que ahora tenía una
sonrisa de orgullo en su rostro que hizo que Yara pusiera los ojos en blanco.
Después de varios minutos más de agradable conversación, la princesa dragón de repente preguntó por el
hombre que los unía a todos.
"¿Cómo ha estado Abaddon recientemente?"
"Queríamos volver y verlo, pero no queremos que sienta que sus padres siempre están cerniéndose sobre él",
agregó Asmodeus.
Seras se rió entre dientes mientras tomaba otro sorbo de té caliente y pensaba en la mejor manera de resumir
los eventos recientes relacionados con su esposo.
"Bueno, si soy honesto, Abaddon ha sido una abeja bastante ocupada".

Capítulo 211 Poniéndose al día

"¿¡Qué quieres decir con que se convirtió en el rey vampiro!?", exclamaron Yara y Asmodeus.
Seras simplemente se encogió de hombros mientras cruzaba las piernas pensativa. "Es tal como dije. El esposo
necesitaba más influencia y poder, por lo que Audrina eligió pasarle el trono a él.
Después de matar a algunos señores vampiros rebeldes, fue coronado justo en frente del castillo y más de ocho
millones de vampiros tomaron su sangre y se convirtieron en sus subordinados".
Si bien Asmodeus estaba un poco menos sorprendido por esta información, Yara estaba completamente
sorprendida.
"¿Él... hizo demonios... de vampiros...?"
"Ah, él también ha evolucionado de nuevo. Olvidé mencionar eso".
Finalmente, la mandíbula de Yara casi golpea el suelo mientras miraba a su nuera, quien casualmente estaba
tomando té frente a ella.
Por lo general, las personas tardaban años en evolucionar, ya que hacerlo se consideraba en gran medida una
tarea extremadamente difícil.
Yara aún no había sido informada de la posesión anterior de un sistema por parte de su hijo, por lo que esta
noticia la golpeó como una tonelada de ladrillos.
"A-Asmodeus, ¿escuchaste eso? ¡Nuestro hijo es increíble!"
"¿Hoh? ¿Estás sorprendido? ¡Naturalmente, mi chico debería ser capaz de al menos esto!"
"¿Estás actuando así de arrogante porque una de nuestras hijas está aquí? Por lo general, eres mucho más-"
"¡Shhh! Amado, ¿cómo podría intentar volar mi tapadera de esa manera?"
Seras simplemente se rió entre dientes, y Asmodeus finalmente recordó algo que había notado antes.
"Tu ropa e incluso tu lanza... están hechos de mi hijo, ¿correcto?"
Seras sonrió felizmente mientras llevaba su mano a la tela oscura que estaba hecha del hombre que amaba más
que a nada. "Sí, eso es correcto".
"¿Hm?" Yara inclinó la cabeza lindamente confundida. "¿Quieres decir que la razón por la que hueles como mi
hijo no es porque ha estado tratando de dejarte embarazada?"
"Esperábamos que estuvieras tratando de darnos más nietos". agregó Asmodeo.

"¡Bien!"
Las pálidas mejillas de Sera pronto se volvieron tan rojas como sus iris. "B-Bueno, estaría mintiendo si no dijera
que esa fue parte de la razón... ¡pe-pero esta ropa y mi arma son el último proyecto favorito de Valerie!"
Si bien las palabras de Seras eran ciertas, no eran la historia completa.
Durante los dos días que Abaddon estuvo inconsciente en su forma de dragón, Valerie, como todos los demás,
pasó mucho tiempo a su lado preocupada por su bienestar.
Durante este tiempo, se encontró hipnotizada por la destreza y dureza de las escamas negras que cubrían todo
su cuerpo.
Inicialmente no fue más que un pensamiento fugaz, pero después de que Abaddon les contó a los siete sobre las
guerras que enfrentarían en el futuro cercano, el cerebro de Valerie comenzó a hacer lo que mejor sabía hacer.
Tomó algunos días conceptualizarlo, pero finalmente a Valerie se le ocurrió la idea de lijar sus escamas hasta
que pudieran tejerse en tela, brindando ligereza y movilidad además de una defensa sin igual.
Incluso la miríada de armaduras de juicio sacrificial de Abaddon palidecía en comparación con las estadísticas
básicas, y Valerie estaba segura de que cuando encontrara el tiempo para encantarla, el equipo alcanzaría al
menos el grado de dios falso.
El objetivo de Valerie era equipar a todo su ejército con una armadura hecha con las escamas de su marido.
Al hacerlo, creía que podría disminuir drásticamente el número de bajas y hacer que el ejército de su familia
fuera temido en todo el mundo.
Sin embargo, el proceso detrás de la creación de dicho equipo fue extremadamente exigente y consumió mucho
tiempo.
Después de dos semanas, Valerie solo había hecho suficientes atuendos para todas las esposas y para el mismo
Abaddon, lo que la hizo darse cuenta de que necesitaba repensar un poco el proceso de su creación.
"Están tan bien hechos…" dijo Yara fascinantemente.
Seras de repente se sintió un poco incómoda con los ojos de Yara prácticamente pegados a sus senos, pero sabía
que su suegra no la estaba mirando de forma lasciva.
De repente, una bombilla se encendió en la cabeza de Seras y de repente buscó dentro de su anillo de
almacenamiento y sacó una piedra negra del tamaño de la palma de la mano con once puntos rojo sangre en ella.
"Si te gusta el atuendo de Valerie, ¿quieres que te enseñe lo que ha hecho nuestra encantadora Lailah?"
Tanto el nefilim como el dragón se miraron con curiosidad antes de inclinarse para mirar más de cerca el
extraño objeto en la mano de Seras.
De vuelta en Upyr, Abaddon estaba solo dentro de la sala de entrenamiento privada de Audrina.
El rey rojo estaba sentado en el suelo con las piernas cruzadas, en un profundo estado de meditación.
Se veía un poco diferente de su apariencia habitual, ya que se había quitado las túnicas de color rojo brillante
que habían llegado a simbolizarlo en favor de algo mucho más propicio para el entrenamiento y el combate.
Abaddon vestía una simple camiseta negra sin mangas con líneas doradas que trazaban sus abdominales y su
pecho.
Sus brazos estaban cubiertos por mangas desconectadas que se detenían en el bíceps, y su característico cabello
rojo sangre estaba cuidadosamente atado en una cola de caballo.
Al principio, le resultó bastante extraño usar ropa hecha con su propio cuerpo, pero con el paso del tiempo,
finalmente comenzó a preferirlo.
La ropa era tan cómoda y ligera que a veces se sentía como si no tuviera nada puesto.
Una vez más, había subestimado por completo el genio y el talento de su amada esposa.
Durante dos semanas, Abaddon había soportado una agenda bastante agitada.
Tan pronto como se despertaba, vino aquí para meditar y concentrarse en aprovechar y controlar sus diversas
afinidades.
Alrededor del mediodía se uniría a Lailah para las lecciones con su madre, que había sido traída aquí por el
momento.
Allí volvería a aprender toda su antigua magia y también algunos hechizos nuevos, y Lailah y Sei quedaron muy
atónitos por su talento criminalmente injusto y su velocidad de aprendizaje.
Por la noche, entrenaba con quien estuviera disponible para asegurarse de que todo lo que aprendiera se
pudiera poner en combate real.
Durante estas dos semanas, solo había logrado obtener un control suficiente sobre sus afinidades de fuego y
oscuridad, con una comprensión parcial sobre sus rayos también.
Los dos primeros se sintieron más naturales para que él aprendiera, ya que eran los elementos con los que
nació, y el rayo también se sintió un poco más natural, probablemente debido a la corrupción causada por su
maná.
Pero el relámpago también tenía una naturaleza intransigentemente salvaje y volátil que era parte integral de su
ser y tal cosa estaba dificultando el control de Abaddon.
'Ya he pasado demasiado tiempo en esto...' pensó Abaddon con frustración.

Solo se había dado una semana para gastar en cada uno de sus elementos y este obstáculo al que se había
enfrentado amenazaba con hacer retroceder esa línea de tiempo.
'Dije que estaba bien tomarme todo el tiempo que fuera necesario pero... de alguna manera esto también me
hace sentir inadecuado.'
Finalmente, abrió los ojos y soltó un profundo suspiro.
El dragón extendió su mano con garras y un brillante estallido de relámpagos rojos brotó.
¡Boom!
¡Boom!
¡Boom!
Zarcillos de relámpagos caían por toda la habitación de piedra y creaban grandes cráteres abrasadores
dondequiera que aterrizaban.
Incluso con el dragón solo operándolos al 10% de potencia, el daño que eran capaces de hacer después de
evolucionar estaba en un nivel completamente nuevo.
Abaddon ignoró esto mientras miraba la electricidad con sus brillantes ojos rojos y morados.
'Mis poderes son una extensión de mí.'
Yo soy el que tiene el control.
'Mis poderes son una extensión de mí.'
No pueden hacer nada a menos que yo se lo permita.
Desafortunadamente, no importa cuánto repitiera el mantra el dragón, el rayo no mostró signos de obedecer.
Eventualmente, cerró su mano y los zarcillos de poderosos relámpagos desaparecieron, permitiendo finalmente
que la habitación sanara del daño que había sufrido.
El dragón se estaba volviendo cada vez más furioso.
Si estaba teniendo problemas con esto, ¿cómo iba a lograr controlar las afinidades más poderosas y aterradoras
que tenía en su arsenal?
La muerte, el espacio y la luz negra estaban en una liga completamente diferente de un mero elemento
relámpago, incluso si estaba fortalecido por la corrupción.
El potencial de que salieran mal era mucho mayor y cualquier error cometido traería resultados catastróficos.
Abaddon dejó escapar otra mirada frustrada y se pasó la mano por el cabello. "¿Qué me estoy perdiendo?"
Había considerado pedirle consejo a Lisa, pero quería descubrir la solución a este problema por su cuenta, sin el
respaldo de sus esposas.
Después de varios minutos de contemplación continua, Abaddon se preparó para intentarlo de nuevo y le tendió
la mano.
Justo cuando se preparaba para llamar a su electricidad, el dispositivo que recibió de Lailah le notificó que
estaba siendo contactado.
Pronto, Abaddon sacó su propia piedra negra del tamaño de la palma de la mano con once puntos rojos.
Uno de los puntos rojos cerca de la parte inferior brillaba débilmente, y se dio cuenta de que su esposa Seras era
la que lo llamaba.
De repente, el dragón se sintió mucho más relajado y feliz ya que inmediatamente aceptó su llamada.
El pequeño punto se retorció y se movió, y pronto un Seras en miniatura hecho de sangre se cernía sobre la
piedra negra.
Sin embargo, el dragón se sorprendió bastante al ver que su esposa estaba entre las dos personas que menos
esperaba ver.
Yara: "¡Wahhh! ¡Funciona!"
Asmodeus: "¡Puedo verlo! ¡Esto es increíble!"
Abaddon parpadeó varias veces con incredulidad antes de que las palabras finalmente salieran de su boca.
"¿Podrían ustedes dos dejar de aplastar a mi esposa...?"

Capítulo 212 Orientación de los padres

"¡Cariño, eres tan pequeña y roja!"
"Qué linda aparición eres, hijo".
Abaddon sabía que sus padres tenían buenas intenciones, pero no pudo evitar sentir que se burlaban un poco de
él.
"¿Cómo se le ocurrió a Lailah esto? ¡La chica es realmente un genio!" Yara elogió.
Seras simplemente negó con la cabeza.
"No se le ocurrió a ella, madre. Lo primero lo hizo la reina. Lailah simplemente mejoró su diseño y eficiencia al
usar sangre en lugar de cuentas del alma para hacer la conexión".
"¿Oh? Entonces es bueno saber que esa vieja perra finalmente era buena para algo". Yara dijo felizmente.
Todavía no había olvidado todo el trauma que su primera hija había soportado a manos de su supuesta madre,
por lo que llenó a Yara de una alegría indescriptible al saber que Sei había sido superada por la hija a la que
eligió abusar.
"Pero aun así..." Asmodeus le dio a Yara una mirada de tristeza y ella asintió en comprensión.
"Estoy de acuerdo, esa es la mejor manera".
"De hecho, es."
¡Quebrar!
Asmodeus de repente chasqueó los dedos y abrió un portal gris oscuro que giraba.
Antes de que Abaddon supiera lo que estaba pasando, su madre apareció junto a él con una enorme sonrisa.
Yara rápidamente abrazó a su hijo con su característico abrazo de oso sofocante justo cuando Asmodeus y Seras
salían del portal.
"Como pensé, ¡todavía prefiero verte así!"
"Es bueno verte también madre, pero ¿debes mimarme así en cada una de nuestras reuniones?" Abaddon
preguntó exhausto.
"¡Sí, yo debo!" Yara de repente quitó los brazos del cuello de su hijo y comenzó a pellizcar y tirar de sus mejillas
bronceadas. "¿¡Por qué querrías privarme de una de las mayores alegrías de mi vida!?"
"Está bien, Yara. No puede ser un rey de la lujuria si le arruinas la cara".

Asmodeus finalmente separó a su esposa de su hijo y extendió su mano para levantarlo del suelo.
"A pesar de..."
El nephilim primordial comenzó a analizar el rostro y el aura de su hijo.
"En realidad ya te ves como una mierda".
Había pasado bastante tiempo desde que nadie le había dicho eso a Abaddon, por lo que escuchar ese
comentario fue más que suficiente para hacer que una vena se hinchara en la frente del dragón.
"Viejo... ¿te importaría dar más detalles sobre eso?" Preguntó mientras lucía una sonrisa que no era una sonrisa.
Antes de que pudiera empeorar la situación, Seras intervino rápidamente al entender su significado. "No se
refiere a tu apariencia física, mi amor. Se refiere a tu aura negativa y frustrada".
Seras entonces envolvió sus brazos alrededor de él y se puso de puntillas para darle un beso en la mejilla. "No
tienes que preocuparte, todavía te ves tan guapo como siempre".
Su cumplido puso una pequeña sonrisa en su rostro y no pudo resistir el impulso de darle a su esposa un
pequeño beso en los labios.
"¡Oooooh!""
Tanto Yara como Asmodeus se taparon la boca mientras dejaban escapar emocionados jadeos.
Cuando vieron a su hijo así, su sueño de un futuro lleno de nietos parecía un poco más realista.
Naturalmente, Seras se rió de su arrebato infantil mientras que Abaddon simplemente puso los ojos en blanco.
"¿Pueden ustedes dos actuar como adultos incluso por un solo momento?"
"Actuamos como adultos todo el fin de semana, así que ahora nos estamos tomando un descanso". Asmodeus
dijo a lo que Yara asintió felizmente de acuerdo. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Una vez más, la mente de Abaddon se llenó de algunas imágenes muy desagradables y sintió que se iba a
enfermar.
¿¡Sus padres no se dieron cuenta de que había algunas cosas que simplemente no les cuentas a tus hijos!?
"Pero, ¿hay alguna razón para tu persistente frustración?" Asmodeus preguntó de repente mientras echaba un
vistazo a la habitación en la que se encontraban actualmente, así como al atuendo de su hijo. "¿El entrenamiento
no va bien?"
Abaddon dejó escapar un gruñido de frustración y toda la sala tuvo su respuesta de inmediato. "Es cierto que no
está procediendo tan bien como me gustaría, pero siempre existe la posibilidad de que simplemente esté siendo
impaciente".
Los ojos de Seras de repente tenían una luz complicada.
Como la que inicialmente le había enseñado a Abaddon cómo pelear, ella era la que más se inclinaba a ayudarlo.
Pero después de las palabras mordaces de Lucifer, Abaddon estaba decidido a lograr el dominio de sus poderes
por sí mismo y pidió a todas sus esposas que lo ayudaran lo menos posible.
Los sentimientos de Seras sobre su decisión estaban mezclados, ya que estaba bastante orgullosa de verlo tan
decidido, sin embargo, esperaba que no dejara de confiar en ellos por completo en el futuro.
Yara se preparó para decir algo, pero Asmodeus de repente tomó su mano y negó con la cabeza.
"¿Es así? Bueno, a veces es así. Pero lo importante para recordar es que el entrenamiento, como todo lo demás,
requiere un paso atrás a veces para que puedas observar la imagen completa".
Abaddon asintió y justo cuando estaba a punto de ignorar las palabras de su padre, un interruptor pareció
activarse en su cerebro.
Todo este tiempo la respuesta había estado justo frente a él y simplemente era demasiado tonto para verla.
En esencia, el rayo está destinado a correr libremente y sin restricciones.
Tal cosa es un componente vital de su ser, sin embargo, Abaddon creía que simplemente podía usar la fuerza
bruta para someterlo.
'No necesita control, necesita ser guiado...'
eαglesn?νel De repente, un relámpago rojo brillante comenzó a recorrer todo el cuerpo de Abaddon.
Seras esperaba sentir un poco de dolor ya que el brazo de Abaddon todavía estaba envuelto alrededor de su
cintura, pero sonrió emocionada cuando se dio cuenta de que no sentía absolutamente nada.
El rayo simplemente pasaba sobre ella sin causar daño y solo hacía contacto con su esposo.
"¡Lo has hecho!"
Seras emocionada arrojó sus brazos alrededor de su esposo y comenzó a exprimirle la vida.
"Parece que sí. Supongo que la respuesta fue un poco más simple de lo que esperaba".
Pronto se volvió hacia su padre y le ofreció un pequeño asentimiento de agradecimiento." Evidentemente,

parece que tenías razón. Te perdono por el comentario poco halagador que hiciste antes.
Asmodeus tenía una mirada confundida en su rostro mientras asentía lentamente. "Ah... Claro, pero ¿es eso con
lo que estabas teniendo problemas? Algo de esa naturaleza debería ser un juego de niños para ti, ¿no?"
"Estaba pensando lo mismo. ¿Nos estamos perdiendo algo?" Yara estuvo de acuerdo.
Seguramente una etapa dos evolucionó como su hijo no debería haber estado luchando tanto con el uso de una
afinidad elemental.
Abaddon y Seras se estremecieron y se miraron brevemente antes de que finalmente decidiera que era hora de
hablar con sus padres sobre algunas cosas.
Después de hacer esto durante tanto tiempo, Abaddon había aprendido a simplificar un poco el proceso.
'Es bueno que haya practicado esta habilidad...'
El dragón tocó a sus padres en la frente, y en el siguiente segundo, varias imágenes comenzaron a aparecer en
sus mentes.
Asmodeus ya sabía todo sobre su hijo, por lo que no estaba tan sorprendido, pero Yara era otra cosa
De repente, todo el comportamiento extraño y las travesuras de su hijo tenían sentido y no podía creer que todo
esto había sucedido y ella no sabía nada al respecto.
Las visiones pronto cambiaron para mostrar el momento en que Abaddon aceptó sus dos identidades y se volvió
completo.
Los sentimientos de Yara cambiaron repentinamente después de presenciar esa escena.
Al principio pensó que su bebé había sido arrancado injustamente de su propio cuerpo y reemplazado por otra
persona.
Pero con el conocimiento de que su hijo estaba dividido desde el nacimiento llegó la claridad y Yara pudo
aceptar que su hijo todavía estaba con ella, como siempre lo había estado.
Pero admitió que estaba un poco enojada porque Asmodeus había sabido todo este tiempo y no se lo había
dicho.
Y era algo por lo que sin duda lo castigaría más tarde.
'¿Por qué de repente siento un escalofrío...?' Asmodeo se preguntó.
Después de ordenar todos sus viejos recuerdos, Abaddon finalmente les mostró a sus padres su pelea con
Lucifer y la posterior pérdida de su sistema.
Ahora Asmodeus ya no sonreía y tenía el ceño fruncido en su rostro que podría aterrorizar incluso al demonio
más repugnante.
Las amenazas de su padre no eran algo que se tomara a la ligera y lo conocía lo suficientemente bien como para
saber que tenía toda la intención de actuar en consecuencia.
La sola idea de ver morir a su hijo a manos de su propio padre lo llenó de tanta ira que accidentalmente rompió
el piso debajo de él con su presión.
Cuando finalmente se reveló todo, Abaddon dio un paso atrás y permitió a sus padres un momento para
enfrentarse a lo que acababan de ver.
Después de un largo silencio, Asmodeus y Yara de repente se movieron para abrazar a su hijo.
No era uno que apuntara a sofocar o incluso uno puramente cariñoso.
Fue un abrazo que prometía protección incluso del mismísimo gobernante del infierno.
No acostumbrado a tanta simpatía, Abaddon miró hacia Seras en busca de ayuda, solo para verla sonriendo
cálidamente a unos metros de distancia.
El dragón suspiró derrotado mientras les devolvía los abrazos y trataba de consolarlos a ambos.
"Madre, lamento haberte ocultado esto todo este tiempo..."
Yara miró a su hijo con lágrimas en los ojos y luchó contra las ganas de reír.
"Niño tonto... No más secretos, ¿eh?"
El dragón asintió antes de volverse hacia su padre, que temblaba de rabia.
"Puede que sea mi abuelo, pero algo así significa muy poco para mí. Cualquiera que amenace con separarme de
mis esposas e hijos tiene que morir".
"Espero que no esperabas escuchar ninguna palabra de objeción de mi parte. Si es así, tendré que
decepcionarte". Asmodeo respondió.
Por primera vez, Abaddon mostró a su padre una sonrisa de verdadero aprecio.
No podía ser fácil escuchar que tu hijo iba a matar a tu padre, pero Asmodeus se lo tomó con calma.
Abaddon estaba verdaderamente agradecido.
Pero cuando Asmodeus recordó el poder aterrador de su padre que era verdaderamente único en su clase, su
preocupación lo superó.
"Pero hijo…" comenzó. "Lucifer es diferente a cualquier-"
"Espera un segundo." Yara dijo de repente.
Sus ojos inmediatamente se secaron de lágrimas y comenzó a mirar a su hijo con una expresión severa y seria.
"¿Dijiste... que tienes hijos? ¡¿Como en múltiples?!"

Abaddon reconoció inmediatamente su error e inmediatamente trató de explicarlo. "Sobre eso... bueno..."
En ese momento, la puerta de la sala de entrenamiento se abrió y Mira, Thea y Apophis entraron con sus propias
armas y armaduras.
Entei se arrastraba lentamente detrás de ellos, luciendo como si hubiera sido forzado a participar.
Thea: "¡Padre, hemos venido a entrenar contigo hoy!"
Mira: "¡Me aseguraré de que pruebes la derrota! ¡Jejeje!"
Apophis: "No estoy seguro de si mi destreza es adecuada, pero haré lo mejor que pueda".
Los tres niños se congelaron de repente cuando se dieron cuenta de que la sala de entrenamiento de su padre no
estaba vacía como solía estar.
La visión de Yara oscilaba entre su hijo y los tres niños que acababan de llegar.
Finalmente, Abaddon dejó escapar una risa irónica mientras trataba de evitar la ira de su madre.
"Bueno... dijiste que no más secretos".

Capítulo 213 [Bono] Pequeños monstruos

Yara creía que era una mujer bastante adaptable.
¿Esposo de vuelta de entre los muertos? Seguro.
¿Su hijo era un fragmento de alguna entidad primordial antigua y poderosa? ¡Está bien!
Pero por alguna razón, ver no a uno, sino a dos niños más llamando repentinamente a su hijo 'padre' resultó ser
demasiado para soportar.
"Ellos... tú... ¿qué... por qué?"
Evidentemente, Yara iba a necesitar un minuto, así que Asmodeus se adelantó en su lugar.
"Hola chicas, ha pasado un tiempo. Parece que ambas se han vuelto más grandes, ¿eh?"
""¡Abuelo!""
Los ojos de Thea y Mira se iluminaron como estrellas y rápidamente corrieron hacia su anciano abuelo y
comenzaron a abrazarlo.
"¿No tienes ninguna pregunta sobre por qué de repente soy mucho mayor?" preguntó Thea.
"No, en realidad no. Solo me alegro de que estés sano". Asmodeus dijo honestamente.
"¿Mira realmente se ve más grande?"
"Seguro que sí, pequeña. Eres casi tan alta como tu hermana".
"¡Yay! ¿Escuchaste Thea? ¡Mira tendrá senos en cualquier momento!"
De repente, Asmodeus no se sintió tan sereno como de costumbre y la sonrisa constante que siempre llevaba
estuvo a punto de romperse.
En ese momento Apophis finalmente se acercó y comenzó a analizar al hombre desconocido que decía ser su
abuelo.
'Dios mío, qué tenemos aquí...'
Con una mirada, Asmodeus ya sabía qué era la serpiente joven.
'¿Pero cómo puede ser posible tal cosa?' el se preguntó.
Fue entonces cuando recordó cuál era el nombre de Lailah para su familiar, e inmediatamente comenzó a
formular varias teorías.
'Abadón, muchacho, aún no te das cuenta de lo absurdo que has hecho.' pensó con una sonrisa.
"Apofis, ¿verdad? Te pareces bastante a tu padre cuando era más joven".
El primer príncipe de Luxuria había mejorado un poco en hablar con la gente desde que recibió ayuda de Rita,
pero todavía era un trabajo en progreso.
"Hola." Fue todo lo que dijo antes de ofrecer un pequeño y educado asentimiento.
Afortunadamente, Asmodeus no pareció molestarse en absoluto e incluso lo entendió.
Después de tomarse varios momentos para recuperar la compostura, Yara finalmente se recuperó y
prácticamente se teletransportó junto a su esposo.
"¿Son ustedes... mis nietos?"
Apofis: "Ya no tengo forma de infante- ¡Ay!
Thea rápidamente le dio un codazo a su hermano menor en el estómago al mismo tiempo que le dedicó a Yara
una sonrisa encantadora. "Supongo que lo somos. Soy la segunda hija de mi padre, Thea. Y este es mi hermano,
Apophis".
Por un momento, Yara quedó hipnotizada brevemente por la sonrisa cálida y gentil de Thea.
Desde lo que le sucedió a Asmodeus, Yara había despreciado a los humanos y los veía a todos como poco más
que cucarachas a las que matar al verlos.
Pero por alguna razón, Thea parecía una persona tan notablemente gentil que tomó a Yara completamente
desprevenida.
Antes de darse cuenta, había agarrado a sus tres nietos y los había sostenido en un abrazo de oso ineludible.
Incluso había usado un poco de su línea de sangre dracónica para agrandar un poco su cuerpo para poder
envolver perfectamente sus brazos alrededor de todos ellos.
"¡¡Todos ustedes son tan abrumadoramente lindos!! ¡Mataré a su padre por alejarlos de mí por tanto tiempo!"
A pesar de que su vida estaba siendo amenazada, Abaddon dejó escapar un gran suspiro de alivio.
Conocía muy bien los prejuicios de su madre contra los humanos, por lo que estaba bastante contento de ver
que ella no solo había aceptado a Thea, sino que también la amaba por igual.
eαglesn?νel Con esto, otra gran carga se sintió como si se le hubiera quitado de los hombros.
"¡Vamos niños, denle un buen espectáculo a su abuela!"

"¿Les importaría apuntar a la cara de su padre? Es un poco frustrante que sea más guapo que yo".
"¡Recuerden lo que les enseñé, niños! ¡No dejen que su padre los asuste!"
Le tomó más de veinte minutos a Yara liberar a los niños mientras les daba besos y escuchaba sus historias de
fondo.
Pero finalmente, Yara los había liberado de la prisión eterna que era su pecho y les permitió continuar con el
propósito por el que habían venido.
Asmodeus, Yara, Seras y Entei se habían hecho a un lado y ahora esperaban ansiosamente ver la fuerza de sus
nietos con sus propios ojos.
"Me siento un poco nervioso por tener una audiencia". Thea dijo honestamente mientras colocaba sus
guanteletes con garras en sus brazos.
"¡A Mira le gusta la atención!" El pequeño dragón de hielo sacó sus cuchillos helados favoritos y se puso en
posición de pelea.
Apophis finalmente había recibido su propia pequeña arma de su madre Valerie. Era una espada de oro brillante
con una hoja curva y un filo como una navaja. "No creo que me importe de ninguna manera... Simplemente no
quiero más besos..."
"Si se sienten incómodos, pueden irse. Lo importante es que todos estén funcionando de la mejor manera".
Abaddon dijo honestamente.
El rey dragón de repente sacó su propio par de armas y los tres niños inmediatamente sintieron una sensación
de peligro.
Deshaciéndose de su arma dorada habitual que colgaba de su oreja, eligió usar las nuevas armas que Valerie
había creado para él.
En una mano empuñaba una gran espada negra enorme con una línea roja de su sangre alrededor del borde, y
en la otra sostenía una amenazadora lanza oscura que estaba diseñada de forma muy parecida.
A pesar de que los poderes de estos dos eran menos llamativos, Abaddon todavía los consideraba sus armas
preferidas debido a la sensación completamente natural que proporcionaban cuando se empuñaban.
"Ustedes tres deben prepararse bien. Seré un poco más rápido de lo normal".
"""¡Bien!"""
Tan pronto como vio que todos sus hijos estaban listos, todo el cuerpo de Abaddon comenzó a crujir con un rayo
rojo y desapareció.
Como la que tenía más entrenamiento, los sentidos de Thea estaban naturalmente por encima de los de sus
hermanos y podía predecir un poco los movimientos de su padre.
"¡Ja!"
¡Bang!
La niña humana lanzó un puño blindado y golpeó con fuerza la gran espada de su padre, causando que todo su
brazo izquierdo temblara.
'¿¡De qué está hecho!?'
Abaddon sonrió al leer los pensamientos de su hija que estaban escritos en su rostro.
Como su padre, naturalmente podía leer a todos sus hijos tan fácilmente como si fueran libros.
Thea era una perfeccionista.
Sus movimientos eran los más predecibles, ya que se habían perfeccionado minuciosamente a través de la
repetición y años de entrenamiento.
"¡Te entendí!"
¡Clang!
"¡¿Uwah?!"
Mira de repente se abalanzó sobre su padre por detrás y se sorprendió cuando usó su lanza para detener su
ataque sin siquiera mirar atrás.
Su hija menor era, a falta de una mejor descripción, un pequeño monstruo despiadado.
La joven dragona de hielo priorizaba causar dolor en combate por encima de todo y era la que más
probabilidades tenía de aprovechar los puntos ciegos y lanzar sorprendentes ataques furtivos.
Pero todavía no había aprendido la diferencia entre una abertura que se dejó abierta a propósito y una que fue
accidental.
'Pero el mayor problema es probablemente...'
¡Shing!
Abaddon evitó por poco un corte en la cara cuando Apophis finalmente hizo su movimiento.
"Tch. Abuelo, me perdí". dijo amargamente.
"Está bien, muchacho, ¡inténtalo de nuevo!" Asmodeo vitoreó.
Los ojos de Abaddon se volvieron un poco más serios cuando su hijo finalmente se unió a la refriega.
Si bien Apophis no estaba mejor entrenado que Thea ni era más ágil que Mira, sus instintos y su extraño estilo
de batalla lo convirtieron en un oponente formidable.
Después de observarlo por un tiempo, fue fácil ver que sus movimientos estaban influenciados por su
naturaleza de serpiente, pero eso no lo hacía más fácil de predecir.
Su hoja salió de ángulos extraños a diferentes velocidades e incrementos y si Abaddon perdía la concentración
por un segundo, el sueño de su padre de reclamar el título del hombre más hermoso que existe ya no sería tan
descabellado.
Pero al igual que con todos sus hijos, Abaddon tenía contramedidas.
Rompiendo su punto muerto con Thea, Abaddon clavó su espada en el suelo de piedra debajo de ellos y envió
una tremenda cantidad de rayos a través de él.
"¡Volver!" Thea advirtió a sus hermanos justo cuando el suelo debajo de ellos explotó y una lluvia de rayos y
escombros se arremolinaron alrededor de sus pies.
¡BOOM!
A pesar de que Mira y Apophis obedecieron, los dos todavía fueron alcanzados por algunos rayos y piedras.
Sin embargo, realmente no parecían estar molestos por el dolor y, en cambio, parecían aún más decididos que
antes.
Dando un paso atrás para reenfocarse, los tres ahora estaban haciendo expresiones igualmente determinadas.
Thea: "¡Ya no te lo tomaremos con calma, padre!"
Mira: "¡Sí!"
Apophis: "Me gustaría ser recompensado si gano".
Abaddon de repente sonrió e hizo una seña a sus hijos para que avanzaran con un gesto burlón. "Si alguno de
ustedes logra rasguñarme, lo recompensaré como quiera".
Inmediatamente, los ojos de los niños se iluminaron y cada uno experimentó cambios individuales.
El conjunto básico de Thea, que constaba de pantalones y una camisa, fue devorado por el metal negro
cambiante que formaba su armadura de hoja de bruja.
Su cabello dorado brillante de repente se convirtió en un púrpura intenso y sus ojos en un tono rojo aterrador.
El cuerpo de Mira formó escamas blancas puras a lo largo de sus brazos y rostro, mientras su cabello cambiaba a
un color plateado helado.
Dos pequeñas alas salieron de su espalda y los ojos que había heredado de su padre se volvieron de un azul
escalofriante.
Las piernas de Apophis repentinamente se congelaron y formaron una cola de serpiente de color rojo brillante
mientras que el resto de su cuerpo desarrolló escamas para una defensa adicional.
De su boca emergieron dos grandes colmillos curvos que parecían lo suficientemente afilados como para
perforar el metal.
Enfrentado a la escena de todos sus hijos dando lo mejor de sí mismos, el orgullo de Abaddon como padre
alcanzó nuevas alturas.
"Si están lo suficientemente motivados ahora, ¡continuemos!"
Y así fue como una sesión de entrenamiento para Abaddon de repente se convirtió en una competencia entre él
y sus amados hijos.
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¡Muchas gracias a Yazukoto por enviarme un dragón y patrocinar este capítulo adicional!
¡Estoy agradecida sin medida!

Capítulo 214 Niños mimados

Esta vez, Mira fue la primera en atacar a su padre.
En su mente, estaba motivada únicamente por su deseo de galletas para el desayuno y haría cualquier cosa para
que eso se hiciera realidad.
En lugar de sus habituales ataques furtivos, Mira optó por un ataque frontal y roció a su padre con una ráfaga de
ataques.
"¡¡Mira tendrá galletas para el desayuno!!"
'Qué linda motivación'.
Abaddon sonrió al ver la forma en que su hija se acercaba a él con tanta audacia, pero desafortunadamente iba a
tener que decepcionarla.
¡Clang!
¡Clang!
¡Clang!
Sin siquiera mover los pies, Abaddon contrarrestó cada uno de sus golpes de daga usando solo su cola afilada.
Podía ver que finalmente se estaba frustrando un poco, pero eso solo sirvió para hacerla lucir aún más adorable.
Sin embargo, Abaddon se quedó sin tiempo para apreciar las mejillas hinchadas de su hija cuando sus instintos
de repente lo miraron gritando que estaba en peligro.
Echándose a un lado ligeramente, evitó por poco algún tipo de ataque cortante invisible que desgarró el suelo
debajo de él.
Buscando al culpable, levantó una ceja sorprendido cuando vio que ninguno de sus hijos mayores se había
movido de sus lugares todavía.
'¿Qué fue eso?'
Después de tomarse un momento para formular hipótesis, se dio cuenta de que tal ataque solo podría haber
venido de su hija mayor.
Apophis no tenía ningún tipo de habilidad o técnica como esa, ya que sus habilidades estaban directamente
relacionadas con las de Lailah.
Pero en cuanto a Thea, todavía no estaba al tanto de todo lo que podía hacer su brazalete.
Haciéndolo completamente factible que ella acababa de arremeter contra él con algún tipo de ataque con
cuchillas imprevisto.
Pero, ¿cómo fue eso posible?
Claramente, Thea no se había movido ni un centímetro desde que comenzó a intercambiar golpes con Mira, pero
ese ataque anterior solo pudo haber venido de ella.
De repente comenzó a preguntarse si esa extraña habilidad era una que él también podía aprender.
'Qué miedo... Debería pedirle que me enseñe eso si puede'.
Apophis finalmente decidió que ahora era el momento de atacar y se deslizó a una velocidad horrible.
Ahora Abaddon ya no podía ser tan laxo como antes y finalmente hizo uso de sus armas en esta pelea.
Canalizando electricidad en su cuerpo, se convirtió en poco más que un borrón mientras corría para encontrarse
con Apophis antes de que pudiera comenzar a atacar.
Para oponentes como su primer hijo, que tienen un estilo de lucha único y mortal, la mejor solución es
simplemente evitar que acumulen impulso en primer lugar.
Apophis era un excelente atacante, pero su defensa era bastante deficiente ya que tradicionalmente optaba por
confiar en sus escamas de color rojo sangre que eran tan duras como diamantes.
Sin embargo, contra su padre que podía triturar diamantes con sus propias manos, esa táctica no iba a
funcionar.
Apophis evitó por poco una estocada de la lanza de su padre justo a tiempo para bloquear un golpe de su
enorme espada.
¡Bang!
El familiar viviente no pudo evitar estremecerse cuando el poder del golpe de Abaddon envió un temblor por
todo su cuerpo.
En ese momento, Thea pareció reconocer que su hermano necesitaba ayuda pero Abaddon no se lo iba a poner
tan fácil.
El dragón abrió la boca para revelar filas de dientes afilados antes de soltar un rayo rojo de su boca.
Sin embargo, Thea no entró en pánico y, en cambio, abrió las piernas en una postura amplia mientras apretaba
el puño.
"¡Ja!"
¡BOOM!
La niña humana dejó escapar un poderoso grito de guerra justo cuando lanzó su puño, golpeando el ataque de
su padre.
Ella se estremeció un poco por el dolor, pero aparte de eso, no sufrió efectos negativos adicionales.
Thea se había defendido con éxito, pero su padre no parecía muy feliz al darse cuenta de que su hija podía ser
bastante imprudente.
"Recuerda Thea, todavía no tengo el control total de mis poderes, así que es mejor que no te enfrentes a mis
ataques". Le dijo a ella.
Thea de repente infló sus mejillas e hizo una expresión muy linda que era similar a la de Mira. "Padre, si todavía
tienes tiempo para preocuparte por mí en esta situación, ¡simplemente no lo estoy haciendo lo suficientemente
bien!"
Abaddon quería decir que siempre se preocuparía por Thea, sin importar en qué situación se encontrara, pero
no parecía que eso fuera algo que ella quisiera escuchar en este momento.
Los ojos de Thea de repente brillaron con un rojo brillante y Abaddon fue asaltado con la misma sensación de
peligro que antes, solo que esta vez era mucho más frecuente.
A la izquierda, a la derecha, desde abajo, desde arriba, Thea lanzó esos extraños ataques invisibles a su padre
desde todas las direcciones.
Los primeros fueron relativamente fáciles de esquivar para él con movimientos simples, pero eventualmente se
vio obligado a hacer movimientos más dramáticos como voltear en el aire.
Evidentemente, Mira y Apophis reconocieron la oportunidad que su hermana les había creado y se apresuraron
a capitalizarla.
Están tan ansiosos. Abaddon pensó mientras se reía para sus adentros.
Sin embargo, su pequeña sonrisa todavía fue notada por todos sus hijos.
"¡No te rías de nosotros!"
"¡Te derrotaremos padre!"
"Deberías prepararte para conceder mi deseo".
En lugar de su método habitual de atacar por separado, esta vez lo atacaron todos a la vez.
Mientras aún estaba en el aire, Abaddon arrojó su lanza a los pies de sus hijos y la clavó en el suelo.
Antes de que ninguno de ellos supiera lo que estaba pasando, la sangre que recubría la lanza de Abaddon había
cobrado vida y viajó a través del cemento para atraparlos a todos.
"¿Uwah?"
"¿Q-Qué es esto?"
"Sangre..."
Abaddon había decidido que las cosas habían durado lo suficiente y desplegó sus alas demoníacas que estaban
llenas de varios ojos.
"Ustedes, niños, lo han hecho bastante bien. Ahora creo que deberían descansar".
De repente, los ojos en sus alas comenzaron a brillar con un blanco plateado y el partido pronto terminó.
Una ventaja adicional de la última evolución de Abaddon fue esta nueva habilidad, alas malditas.
Los ojos dentro de sus coriáceas alas dracónicas contenían muchas habilidades poderosas y aterradoras como
infligir veneno, parálisis, hipnotización y sueño sobre un objetivo.
Solo había aprendido que podía hacer esto después de poner accidentalmente a Lisa a dormir en un spar una
tarde.
Después de ese incidente, se dio cuenta de la gran utilidad de esta habilidad, ya que era capaz de poner a dormir
incluso a un dragón adulto.
Como tal, pasó cinco horas completas aprendiendo a dominarlo y ahora estaba seguro de que podía usar esta
habilidad para terminar el partido de manera segura.
Debido a que esta era la primera vez que les mostraba la habilidad a sus hijos, no estaban preparados para el
momento en que sus mentes comenzaron a ponerse pesadas y tenían dificultades para mantenerse erguidos.
"¿Q-Qué es..."
"Somnoliento..."
"Tramposo..."
Uno por uno, todos los niños cayeron al suelo.
Apophis y Mira salieron instantáneamente, pero Thea aguantó un poco más que sus hermanos, una hazaña que
Abaddon supuso que se debía a su naturaleza como arma viviente.
Cayó de rodillas en el suelo y miró a su padre con ojos llenos de intensa determinación y somnolencia.
Incluso ahora, no quería perder y seguía luchando con cada onza de su ser.
Como padre, no había nada de lo que Abaddon pudiera haber estado más orgulloso de ver.
"Lo has hecho muy bien, Thea. Estoy muy orgullosa de ti".
Lo inesperado de esas palabras aturdió a la niña humana, y la calidez que trajeron resultó ser el último clavo en
el ataúd cuando finalmente cayó de bruces.
Pronto, los tres niños roncaban suavemente mientras soñaban con sus propios paraísos individuales.
Abaddon tenía control total sobre los sueños en los que colocaba a otros, e incluso era libre de entrar en ellos
también, pero eligió no espiar demasiado a sus hijos.
Simplemente deseaba que tuvieran buenos sueños y se quedó inmóvil mientras observaba las auras positivas
que los rodeaban.
El sonido de pasos acercándose sacó a Abaddon de sus pensamientos y se dio la vuelta para ver a su esposa y
sus padres acercarse con tres expresiones muy diferentes.
Seras: "Bien hecho, esposo. Parece que estás ganando más y más control sobre tus poderes".
Yara: "¿Tenías que ser tan duro con ellos? ¿No podías dejar que los pobres bebés ganaran?"
Asmodeus: "Tus alas son realmente algo especial... Sácalas para que pueda verlas mejor". 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Abaddon miró a sus padres con los ojos en blanco mientras aceptaba un abrazo de su esposa.
Sin embargo, incluso si parecía estar un poco molesto por fuera, por dentro era todo lo contrario.
Hoy había sido bueno y estaba más que agradecido por la visita sorpresa de los tres.
Sus ojos se dirigieron lentamente a sus tres hijos que dormían uno encima del otro y de repente se sintió un
poco culpable.
'Parecían muy emocionados... ¿debería haber continuado con ellos un poco más?'
El dragón asintió con la cabeza y decidió que los recompensaría de todos modos.
Algunos padres pueden considerar malo malcriar a sus hijos, pero Abaddon y sus esposas no estaban entre
ellos.
Tal vez estarían menos inclinados a hacerlo si sus hijos fueran más malcriados, pero ese no fue el caso.
Mira puede haber sido un poco codiciosa, pero siempre fue dulce y obediente y siempre fue un placer tenerla
cerca.
Thea todavía no estaba acostumbrada a que la mimaran incluso después de todo este tiempo con la familia, y
todo lo que recibía lo hacía con una sonrisa agradecida.
Apofis era un poco diferente, ya que a veces no entendía el valor de lo que se le daba, pero siempre daba las
gracias sin importar lo que fuera.
Los tres eran el tipo de niños que los padres de todo el mundo soñarían tener.
Me pregunto qué pedirán. Abaddon pensó con una sonrisa".
Cuando Thea se despertó, supo de inmediato que estaba de regreso en su habitación en el castillo.
Se sorprendió de no recordar cómo llegó aquí, pero un movimiento repentino a ambos lados de ella pronto hizo
que lo olvidara.
Apophis y Mira también estaban allí, ambos parecían haber tenido el mejor sueño de sus vidas.
"Mmm... ¿ganamos?" Mira preguntó somnolienta.
"No exactamente." Abaddon dijo de repente.
Los tres encontraron a su padre sentado en una silla a unos metros de distancia, de vuelta con su túnica roja real
y leyendo un antiguo libro de hechizos.
Thea y Mira inmediatamente mostraron expresiones oprimidas, mientras que Apophis parecía bastante
indiferente en la superficie.
Interiormente, él también estaba un poco decepcionado de que su deseo no fuera concedido.
Pero entonces, Abaddon dijo algo que levantó todos sus corazones en un abrir y cerrar de ojos, y sus esperanzas
ardieron de nuevo.
Capítulo 215 ¿Quieres qué...?

Actualmente Abaddon estaba siendo asediado por sus hijos.
Sus dos hijas estaban sentadas en su regazo con entusiasmo, mientras que Apophis se había encogido hasta el
tamaño de un niño para poder sentarse en los hombros de su padre.
Se sentía un poco como Papá Noel vestido de rojo y preguntando a los niños qué tipo de regalos querían, pero en
realidad no había nada que hacer al respecto.
Lo único que me falta es la barriga y una barba blanca. Pensó con una risita.
"Está bien, ¿quién quiere ir primero?" Preguntó.
"¡Quiero comer galletas en cada comida!" Mira dijo emocionada.
A nadie le sorprendió que ella fuera la primera en dar a conocer su deseo, ni les sorprendió el tema.
Abaddon se llevó una mano a la barbilla y actuó como si estuviera pensando en algo. "Hmm, cada comida es un
poco demasiado... ¿No es suficiente que las comas en las mañanas y después de la cena?"
Mira de repente hizo una expresión de horror como si no pudiera creer que la habían descubierto. "¿C-Cómo
sabe papá sobre las mañanas?"
Temprano en la mañana, antes de que todos se despertaran, Mira y Lailah se escabullían a la cocina y se
entregaban a sus gustos por lo dulce.
Fue algo que ocurrió por casualidad la primera vez, pero rápidamente se convirtió en algo casi cotidiano.
En las mañanas en las que Lailah estaba demasiado cansada por el sexo con Abaddon por la noche, Mira volvía a
la cama, ya que la experiencia ya no era la misma sin su madre.
Su 'hora secreta de las galletas' era algo que solo ellos dos conocían y era una actividad que ambos atesoraban
mucho.
Sin embargo, Abaddon luchó contra el impulso de reírse de la pregunta de su hija.
Como dragón, Abaddon debería haber tenido un sueño bastante profundo.
Sin embargo, cuando se trataba de una de sus esposas, siempre despertaba al menor cambio de ellas.
Veía a Lailah vestirse en silencio y salir de la habitación todas las mañanas antes del amanecer, solo para
regresar 30 minutos después con migas de galleta en las mejillas y con el aroma de Mira por todas partes.
Luego se desvestía en silencio de nuevo y luego volvía a meterse en la cama como si nada hubiera pasado.
Sería aún más sorprendente si no lo supiera.
"Ah... No te preocupes, tu madre no te abandonó, pero como su esposo, es mi trabajo prestarle atención". Él
explicó.
Mira asintió lentamente al comprender justo cuando Abaddon parecía finalmente terminar de deliberar.
"No sé si puedo darte galletas en cada comida, pero ¿qué tal si tenemos nuestro propio tiempo secreto de
galletas solo nosotros dos?"
Los ojos de Mira de repente se iluminaron como estrellas y asintió con la cabeza con tanta fuerza que Abaddon
creyó que sus cuernos se caerían. "¡Sí! ¡Mira también quiere comer galletas con papá!"
Una vez más, Abaddon estaba asombrado frente a la poderosa ternura de su primera hija y se preguntó en
silencio cómo era posible que ella también estuviera tan terriblemente sedienta de sangre.
Después de acariciar suavemente a Mira en la cabeza, Apophis fue el siguiente en declarar su recompensa
deseada.
"Quiero visitar una mazmorra".
Fue una solicitud sorprendentemente simple, pero también llamó la atención de Abaddon por ser inusual.
"¿Hay alguna razón por la que de repente quieras viajar a un calabozo, hijo?"
Apophis parecía bastante tonto mientras estaba en esta forma infantil, pero aparentemente no le prestó
atención mientras trataba de descubrir la mejor manera de articular sus palabras.
"Yo... quiero experimentar cosas nuevas. Si lo hago, tal vez finalmente obtenga una idea de las emociones para
poder conectarme mejor con todos ustedes y ayudar a mi madre a evolucionar".
Sus lecciones con Rita solo lo estaban ayudando a mejorar su forma de hablar y reaccionar en ciertas
situaciones.
Pero debido a que no tenía ningún sentimiento especial por ella en particular, se enteró de que debe haber sido
incapaz de verla como un interés romántico.
Rita no estaba molesta por esto y, en cambio, le indicó a Apophis que se concentrara en otros aspectos de la vida
fuera del romance.
Como resultado, pensó en su familia.
Cada uno de ellos era increíblemente poderoso por derecho propio, y pensó que podrían haber compartido un
amor por la batalla del que él no estaba al tanto y, por lo tanto, no pudo conectarse con ellos en un nivel más
profundo.
A pesar de la actitud indiferente de Apophis, Abaddon podía decir cuán profundamente enterrado estaba este
problema en el corazón de su hijo.
La naturaleza robótica de Apophis hacía que fuera muy difícil para uno leer sus pensamientos y emociones, pero
a medida que pasaba el tiempo, Abaddon se estaba volviendo cada vez más experto en entenderlo.
"Si quieres ir a una mazmorra, está bien. Pero espero que no pienses ni por un segundo que te estás perdiendo
algo y, por lo tanto, no te separas de nuestra familia".
Este es solo un problema temporal, y uno que seguramente no merece su preocupación".
Abaddon luego comenzó a pensar y planificar los pasos necesarios para el deseo de su hijo.
"Dame unas semanas para progresar un poco más en mi entrenamiento, y luego podemos irnos".
Si Abaddon iba a hacer esto, quería que todos sus poderes estuvieran en un cierto nivel de competencia antes de
embarcarse en tal aventura.
Su historia con las mazmorras lo había vuelto bastante paranoico y absolutamente quería estar en su mejor
momento antes de volver a entrar en una.
"¡Mira también quiere ir!"
"Madre Seras dijo que necesitaba experiencia, así que creo que esto también podría ser bueno para mí".
Para sorpresa de Abaddon, sus dos hijas también declararon su deseo de participar en esta carrera de
mazmorras.
A Apophis no pareció importarle que lo siguieran, y el dragón simplemente asintió con la cabeza mientras
procedían a hacer planes para su próxima mazmorra.
Cuando todo estuvo decidido, finalmente fue el turno de Thea de expresar su deseo.
Sin embargo, sorprendió a su padre cuando sus mejillas se pusieron rosadas y preguntó por alguien que no era
ella.
"¿Podemos traer a Nita y sus hermanas aquí desde Luxuria...? P-Parece que vamos a estar aquí por bastante
tiempo, así que sería bueno tenerlas cerca".
Abaddon parpadeó varias veces mientras trataba de comprender el inesperado deseo de su hija. "...Eso no sería
un problema, pero ¿es eso realmente todo lo que quieres...?"
"¡Sí!" dijo Thea felizmente.
"Entonces, supongo que eso es factible". Abaddon dijo asintiendo. "No tenía idea de que eras tan cercano a las
sirvientas".
Antes de que Thea pudiera decir algo en respuesta, Mira eligió ese momento para descubrir por completo su
tapadera.
"¡A la hermana mayor le gusta Nita!"
"¡M-Mira!"
"Es verdad." Apofis lo confirmó. "Rita también me ha dicho que las dos coquetean constantemente, aunque
todavía tengo que entender completamente-"
"¡A-Apofis! ¡¿Qué estás diciendo delante de nuestro padre?!"
"¿La verdad?"
"¡¡GAAAHHH!!"
La joven comenzó a entrar en pánico y luego trató de encontrar cualquier tipo de suciedad que pudiera para
desviar la atención de sí misma y ponerla en otra persona. "¡A-Apophis fue a un burdel!"
Una vez más, Abaddon simplemente se cayó de la silla por la conmoción.
Desafortunadamente para Thea, Apophis no tenía intención de negar ni ocultar su actividad nocturna.
"Lo hice, aunque no puedo decir que la experiencia haya sido del todo agradable. Después de varias horas
entrelazadas con numerosas mujeres, la habitación comienza a ponerse un poco-"
"¿Qué es un burdel?" Mira preguntó de repente.
"Es-"
"No." Abaddon dijo mientras se frotaba las sienes para calmar su dolor de cabeza.
De repente, sintió que no había estado prestando mucha atención a sus hijos.
Se preguntó si alguna de sus esposas sabía sobre el interés de Thea en la más joven de las sirvientas trillizas,
pero pronto refutó esa teoría por completo.
'Si ya lo sabían, entonces no hay forma de que no me lo hubieran contado. Demonios, probablemente ya habrían
comenzado a planear la boda. se quejó internamente.
"¿Padre?" Thea preguntó temblorosa. "¿Estás molesto...?"
Si bien Abaddon estaba molesto, no fue por las razones que asumió Thea.
¡Toda esta debacle había sido un gran recordatorio de que su dulce niña ahora era una adulta según los
estándares de este mundo!
eαglesn?νel ¡Eso obviamente significaba que ella iba a comenzar a desarrollar intereses románticos!
¡Pronto iba a dejarlo atrás para comenzar su propio harén y él no estaba listo para eso!
"No, no estoy molesto. Siempre pensé que tendría un poco más de tiempo...", dijo con tristeza.
Thea parpadeó confundida antes de darse cuenta de dónde provenía la tristeza de su padre.
De repente, la joven echó los brazos alrededor del cuello de su padre y hundió la cara en su pecho.
"No tienes que preocuparte. Pase lo que pase, siempre seré tu hija y nunca me apartaré de tu lado".
Por primera vez, Abaddon entendió el deseo de Helios de mantener a Yara encerrada en su castillo.
Había una impotencia al ver crecer a tu hijo que te aterroriza y te asombra.
Sin embargo, Abaddon no quiso repetir los errores que su abuelo había cometido con su madre.
Incluso si era doloroso, permitiría que Thea hiciera lo que quisiera mientras confiaba en su juicio.
También ayudó considerablemente que el que terminó interesándose fuera alguien de quien él ya tenía una muy
buena opinión.
Si Thea se hubiera enamorado de un hombre extraño, sin duda habría tenido una reacción mucho peor.
Cuando Abaddon devolvió el tierno abrazo de su hija, de repente recordó otra información que acababa de
aprender.
"Apofis... ¿realmente fuiste a un burdel...?"
"Lo hice, padre". el chico asintió sin una pizca de vergüenza como si no entendiera lo incómoda que debería
haber sido esta conversación.
Finalmente, Abaddon sintió que ya había tenido suficiente charla de adultos por hoy y comenzó a jugar con las
suaves mejillas de su hija menor para tranquilizarlo.
"Mira... definitivamente no puedes hacerte más grande que esto".
"¿Uwah?"
Capítulo 216 Las langostas de Abaddon

Hoy, Abaddon estaba bastante emocionado.
Por primera vez, se había aventurado en el bosque para entrenar con sus elementos más peligrosos y letales.
Si bien no estaba particularmente entusiasmado con el entrenamiento en sí, estaba entusiasmado con el nuevo
método que había pensado para completarlo.
Al dividir su cuerpo y hacer uso de la aceleración de su pensamiento, fue capaz de estudiar múltiples campos a
la vez y, por lo tanto, redujo drásticamente el tiempo requerido para dominar un elemento.
De repente, redujo su tiempo de aprendizaje esperado de dos meses a 5-6 días.
Hoy, iba a intentar usar su muerte y elementos espaciales.
Abaddon decidió comenzar primero con el poder de la muerte, ya que era con el que no estaba familiarizado y
en el que necesitaría pasar la mayor parte del tiempo.
Ya tenía un poco de experiencia en el uso de magia espacial, por lo que pensó que sería significativamente
menos difícil.
Como sabía tan poco sobre el elemento de la muerte, había decidido tomar todas las precauciones posibles.
Como tal, actualmente estaba buscando un espacio lejos del castillo para reducir las posibilidades de lastimar a
alguien por accidente.
En el camino, pensó en la conversación más reciente que había tenido con sus padres.
Después de poner a dormir a los niños durante su entrenamiento, le contaron sus planes de boda y, por
supuesto, invitaron a toda su familia.
Pero como la boda se iba a celebrar en Antares, eso significaba que Abaddon tendría que esperar para recibir
una invitación oficial.
Se sentía bastante extraño al presenciar el matrimonio de sus padres, pero al final del día, estaba bastante feliz
por ellos y esperaba que pudieran vivir sus nuevas vidas libres de la separación entre ellos.
Ahora que tenía seres queridos propios, no podía imaginar cómo se sentiría si tuviera que estar separado de
ellos durante años como su padre.
Afortunadamente, parecía que los dos estaban aprovechando todas las oportunidades para compensar esos
dieciocho años separados y su amor no podría haber sido más fuerte.
'¿Debería esperar un hermano o dos en el futuro?' El se preguntó. '... Creo que me gusta bastante ser hijo único.'
El dragón pronto decidió liberarse de pensamientos inútiles por el momento y se concentró en su tarea actual.
Finalmente había encontrado criaturas vivientes para probar sus poderes y era hora de concentrarse.
Frente a él había un grupo de osos enormes con pelaje rojo sangre y cuernos curvos oscuros.
Como era de esperar, estos osos no mostraban su comportamiento feroz habitual y, en cambio, temblaban de
miedo.
Dentro de estos bosques, probablemente eran el depredador dominante, por lo que no estaban seguros de cómo
reaccionar ante la repentina aparición de un monstruo que estaba más allá de su comprensión.
"Si me miras así me vas a hacer sentir mal". Abaddon dijo rotundamente. "Esto no es personal".
El dragón extendió sus manos y comenzaron a arremolinarse con una niebla negra mortal.
Nunca había recibido ninguna habilidad cuando obtuvo la afinidad con la muerte, por lo que no estaba seguro de
cómo usarla.
Pero si había aprendido algo de todo su entrenamiento durante las últimas semanas, era que todas sus
afinidades podían abrir un camino hacia las habilidades, solo tenía que ser creativo.
Mientras su voluntad fuera lo suficientemente fuerte y tuviera una idea firme de lo que quería hacer,
prácticamente no tenía límites.
Esta realización también dio lugar a la teoría de que el sistema puede haber estado limitando su crecimiento.
Aunque ciertamente sintió la pérdida de la tienda y la capacidad de ver las condiciones de evolución, sintió que
tal cosa era un pequeño precio a pagar por esta sensación de estar sin restricciones.
Levantando la mano, trató de disparar un proyectil de algún tipo, y se sorprendió cuando todo su cuerpo liberó
un pulso de niebla mortal.
"¿Eh?"
"¿Groh?"
Tanto él como la manada de osos dejaron escapar ruidos de sorpresa cuando la niebla negra arremolinada mató
todo lo que entró en contacto.
Los parches de hierba debajo de los pies de Abaddon fueron la única área dentro de las 60 yardas que no se vio
afectada.
El exuberante bosque verde oscuro que lo rodeaba se había convertido repentinamente en una pesadilla
desolada y estéril, ya que la hierba, los árboles y los pequeños animales se volvían negros y morían.
Pero los osos sufrieron la muerte más desagradable con diferencia.

Sangre oscura brotó de sus oídos, fosas nasales, bocas y cualquier otro orificio disponible.
Las pobres bestias ni siquiera hicieron un solo sonido cuando cayeron muertas, dejando solo a un Abaddon
ligeramente perturbado atrás.
Dijo una disculpa silenciosa a los mamíferos peludos antes de mirar el trozo de bosque muerto que lo rodeaba.
'¿Esto es solo un tercio de su poder...?'
De vuelta en el castillo, sus otras dos cabezas estaban practicando magia con Lisa y entrenando con Absalom y
Zheng.
Dado que su cuerpo estaba dividido, todas sus habilidades habían sufrido un corte sustancial.
Pero incluso con solo un tercio de su poder, había sido capaz de causar tanto daño sin siquiera quererlo.
"Es bueno que vine aquí, este poder es definitivamente demasiado peligroso para usarlo casualmente dentro del
castillo".
No estaba exactamente seguro de qué le haría este poder a un vampiro, pero tampoco era algo que quisiera
aprender actualmente.
'Pero aún así, debería encontrar una manera de concentrar este poder para no terminar dañando a mis aliados
cuando lo uso'.
Cuando Abaddon abandonó el área para buscar un pedazo de tierra no destruido, se perdió el momento en que
un enjambre de moscas se posó repentinamente sobre los cadáveres de osos fallecidos y comenzó a comérselos.
Mucho después de que se fue, los insectos comenzaron a brillar con una intensa luz negra mientras
experimentaban una asombrosa metamorfosis.
- 2 horas después.
En otro claro, Abaddon estaba tratando de idear otra forma de utilizar adecuadamente su afinidad con la
muerte.
Había aprendido que, si bien no podía lanzar proyectiles, era más que capaz de manipular esa niebla oscura y
arremolinada como si fuera una extensión de sí mismo.
Le había tomado bastante práctica, pero ahora estaba siendo rodeado por un humo negro mortal mientras
estaba rodeado por más bosque muerto.
"Me pregunto si Eris puede arreglar esto..." había comenzado a sentirse culpable por haber diezmado la vida
silvestre local.
Sabía que su esposa elfa poseía una afinidad con la naturaleza, por lo que pensó que podría traerla aquí para una
cita improvisada después de que ella lo ayudara.
Pensó que sería una buena manera de decir gracias.
"¿Hm?"
Abaddon de repente se dio la vuelta cuando escuchó el sonido de las alas batiendo y sintió varias presencias
acercándose.
Lo que sea que se acercaba le resultaba inquietantemente familiar, por lo que casi bajó la guardia, pero cuando
se dio cuenta de que los números estaban bien dentro de los cientos, pereció el pensamiento.
Sacando su lanza y espada, brotó sus enormes alas negras y voló hacia el cielo.
Finalmente, pudo ver bien a las bestias que se acercaban y se preguntó brevemente si todavía estaba cuerdo.
Eran... aberraciones de pesadilla de la naturaleza.
Extrañas criaturas parecidas a caballos con cuerpos grises como langostas y alas que eran casi metálicas.
Al poseer las pinzas y aguijones de los escorpiones y un rostro que no contenía más rasgos que una boca llena
de dientes afilados como navajas, la mera vista de estas bestias sería suficiente para aterrorizar incluso al más
cruel de los pecadores.
"Por los dioses... ¿Qué diablos son estas cosas...?"
Cuando Abaddon tomó el cielo, las bestias de pesadilla no perdieron tiempo en seguirlo y volaron también.
Actualmente, Abaddon estaba rodeado por cientos de estos monstruos impíos y no tenía a dónde correr.
Justo cuando se preparaba para empezar a matar a las bestias él mismo, se sorprendió cuando comenzaron a
hacer ruidos extraños que sonaban... ¿felices?
"¡Skree!"
"¡Skree!"
"¡Skree!"
Pronto el aire se llenó con los gritos de felicidad de estos horribles monstruos y Abaddon se sintió cada vez más
confundido por minutos.
A pesar de su apariencia feroz, estas cosas eran en realidad sorprendentemente dóciles.
Y tras una inspección más cercana, Abaddon se dio cuenta de por qué estas bestias le resultaban tan familiares.
Estaban emanando casi el mismo tipo de aura que alguien que había consumido su sangre.
Si bien no sentía el mismo tipo de conexión que sentía con las personas, al menos era consciente del hecho de
que no lo lastimarían.
Guardando sus armas, voló hacia la bestia que estaba más cerca de él y le tendió la mano.
Como era de esperar, la bestia le dio un lametón amoroso con una lengua negra oscura e hizo más ruidos felices.
"Eres sorprendentemente lindo para una cosita tan fea". Abaddon dijo con una sonrisa.
Evidentemente, a la bestia no le gustó eso y dejó caer su cabeza en decepción.
"Ah... Lo siento, eso fue muy grosero de mi parte". No tenía idea de que estas cosas eran lo suficientemente
inteligentes como para entenderlo, pero ese parecía haber sido el caso.
También parecían ser terriblemente sensibles.
Abaddon llevó su mano a la cabeza de la bestia y le dio unas palmaditas de disculpa.
Pero lo estoy haciendo, accidentalmente profundizó en la mente de la bestia y fue testigo de las circunstancias
detrás de su creación.
Abaddon se había acostumbrado bastante a la mayoría de las cosas absurdas que era capaz de hacer, pero por
primera vez en mucho tiempo, su boca se abrió en estado de shock.
No se dio cuenta de que todo el tiempo que estuvo usando su magia de la muerte, estaba dejando un residuo
mágico imperceptible dentro de las cosas que mataba.
Para asegurarse de que nada tocado por su magia pudiera resucitar, leves rastros de su magia permanecerían
dentro de sus células y evitarían cualquier intento de curación.
Pero no es de ahí de donde vinieron los problemas.
Cuando las moscas venían a alimentarse de los cadáveres de los animales muertos, consumían ese mismo
residuo mágico.
Si bien eso debería haberlos matado, los insectos son conocidos por su resistencia y capacidad para sobrevivir a
una catástrofe.
Pero para seguir viviendo, no podían simplemente sobrevivir.
Tuvieron que evolucionar.
Al absorber el maná letal de Abaddon y dejar que los recreara y remodelara, pudieron obtener nuevas vidas y
más poder del que jamás hubieran soñado.
Al completar su transformación, todos sintieron un único deseo de buscar a su maestro y al que los había
salvado de sus exiguas vidas como insectos.
El rey rojo quitó su mano de la cabeza de la bestia feliz y de pesadilla.

La comprensión de lo que había hecho lo golpeó como una tonelada de ladrillos.
Abaddon había creado un miembro completamente nuevo del reino animal mientras simplemente intentaba
practicar con sus poderes sobre la muerte.
Capítulo 217 ¡Son como caballos asesinos!

Abaddon había atravesado todas las áreas que había destruido con su magia de muerte y las había incendiado
con sus llamas.
Si bien no estaba haciendo esto simplemente para incendiar el bosque, era necesario para evitar la creación de
más langostas.
Al quemar las áreas afectadas por su magia de muerte, estaba borrando efectivamente todos los rastros de ella,
asegurándose de que no evolucionaran más moscas de repente.
La introducción repentina de un nuevo miembro en el reino animal seguramente tendría consecuencias

desastrosas, por lo que era absolutamente vital que evitara hacer más por ahora.
Actualmente, sus números rondaban los 750 y ya había comenzado a ver algunos problemas potenciales.
Para empezar, las langostas eran extremadamente agresivas.
El más leve sonido era recibido con gruñidos feroces, y los aguijones en las puntas de sus colas comenzaron a
liberar una neurotoxina nauseabunda.
Además, las bestias tenían un apetito bastante grande.
Un oso con pelo de piedra entero sería atacado y devorado en un instante antes de que la langosta dejara
escapar un eructo satisfecho y continuara su camino alegre.
Sin embargo, demostraron que eran más que capaces de escuchar razones.
Si Abaddon alguna vez daba una orden, las bestias la ejecutarían de manera experta y regresarían esperando
elogios al final.
Parecían tener mucha energía y parecían más felices cuando estaban comiendo o siguiendo a Abaddon.
"¡El humo viene por aquí!"
"¡Apaga el fuego, rápido!"
"¡Los que tienen afinidad con el agua y la tierra, al frente!"
Los oídos de Abaddon de repente captaron el sonido de otro gran grupo moviéndose hacia su posición.
Pero a diferencia de antes, sabía exactamente quiénes eran estos recién llegados.
"No atacar." Abaddon advirtió a las langostas.

Extrañamente, las bestias no parecían estar interesadas en atacar de todos modos y, en cambio, parecían sentir
curiosidad por los individuos que se acercaban.
Irrumpiendo a través del claro de árboles estaba el señor de los vampiros Kristina.
Su cuerpo bien tonificado y musculoso ya no estaba oculto debajo de la gruesa túnica negra que siempre usaba,
y actualmente vestía una simple camisa de entrenamiento negra con pantalones gris oscuro y botas de combate.
Detrás de ella había alrededor de 300 hombres y mujeres que Abaddon supuso que eran del ejército.
Cuando los ojos de Kristina se posaron en un hombre alto que vestía un traje de combate negro y con el cabello
rojo sangre atado en una cola de caballo, su corazón comenzó a latir rápidamente antes de caer sobre una
rodilla a modo de saludo.
"Kristina presenta sus respetos al rey rojo".
Antes de que Abaddon pudiera responder, el resto de los soldados finalmente vieron a las extrañas bestias que
estaban inmóviles.
"¿¡Qué demonios son esas cosas!?"
"M-Monstruos..."
"¿¡De dónde diablos salieron estas cosas!?"
Los sonidos de las armas que se desenvainaban y los hechizos se encendían llenaron el aire mientras los
vampiros se preparaban para lo que creían que era una colisión inevitable.
Sin embargo, una terrible presión asaltó repentinamente sus cuerpos y de inmediato se vieron obligados a
arrodillarse.
"¿Estás ciego? ¿Te atreverías a pararte frente a nuestro rey sin darle los saludos apropiados?" Los ojos de
Kristina ardían intensamente con una rabia poderosa y sentía que iba a estallar en cualquier momento.
¡¿Cómo podían sus soldados atreverse a parecer tan indisciplinados frente a su rey?!
¡Esta fue una blasfemia del más alto grado!
"¡P-Pero los monstruos...!"
¡Bang!
De repente, al hombre que había hablado le volaron la cabeza como una sandía cuando Kristina aumentó la
presión 100 veces.
"¿Estás contento de seguir avergonzándome así...?" Kristina preguntó amenazadoramente.

Todavía no había levantado la cabeza y estaba arrodillada frente a Abaddon, pero cada uno de sus soldados se
sentía como si estuviera de pie directamente sobre ellos.
"Abre tus malditos ojos. Si nuestro rey está rodeado por estas criaturas y está completamente ileso, ¡entonces
debe ser su creador!"
De repente, pareció que estos vampiros se habían dado cuenta de su error e inmediatamente se golpearon la
cabeza contra el suelo.
"¡POR FAVOR PERDÓNOS, REY ABADDON!"
A decir verdad, Abaddon entendió sus reacciones.
Cualquier persona normal reaccionaría como lo hizo si estuviera viendo las langostas por primera vez.
Eran criaturas nuevas, grandes y aterradoras que no se parecían en nada a nada que hubieran visto antes.
Casi les dijo que no tenían nada por lo que disculparse.
Pero como nuevo rey, Abaddon tenía que mantener cierta imagen entre la gente y sus subordinados y, por lo
tanto, no dijo nada.
Caminando hacia Kristina, se cernió sobre ella brevemente sin pronunciar una sola palabra.
El señor de los vampiros creía que estaba a punto de ser castigada por no haber educado adecuadamente a sus
hombres, y todo su cuerpo temblaba al recordar la habilidad de su rey para imbuir el miedo más puro y
primitivo en cualquiera que él eligiera.
No quería volver a sentirse así.
Pocas cosas eran más aterradoras que la sensación de absoluta impotencia que experimentaba al interactuar
con el rey rojo, y rezaba con todas sus fuerzas para que él fuera indulgente.
"Kristina".
"¿S-Sí, mi rey?"
"Debo admitir que me has impresionado bastante hoy. No solo no te inmutaste por las langostas, sino que
incluso pudiste deducir que también eran mis creaciones".
Abaddon dio una orden mental y las llamas que quemaban lo último del bosque muerto cesaron repentinamente
y el área se llenó de oscuridad una vez más.
Kristina dejó escapar un silencioso suspiro de alivio justo antes de que todo su cuerpo se tensara por el
repentino cumplido.
Vale la pena señalar que la vampira tenía un poco de gusto por los elogios y las palabras de su rey sirvieron para
emocionarla más allá de lo creíble.
'¡Mi rey, n-no deberías decir cosas así tan repentinamente!' Ella gritó internamente.
Parecía que se había olvidado o simplemente no le importaba que Abaddon pudiera leer sus pensamientos y,
desafortunadamente, escuchó toda su degeneración interna.
"¡Te aseguro que no he hecho nada digno de tanto elogio! Simplemente estaba observando lo que estaba frente a
mí". dijo Cristina tímidamente.
"Ese puede ser el caso, pero... ¿Oh?" 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
En ese momento, una de las langostas caminó hacia adelante y comenzó a acariciar la cara de Kristina.
Esto hizo que Abaddon levantara una ceja con curiosidad.
Les había dicho a las bestias de pesadilla que no atacaran al grupo que se acercaba, pero no dijo nada acerca de
actuar amigablemente con ellos.
Hasta el momento, las bestias habían demostrado que no les gustaba ninguna forma de vida que no fuera él.
Entonces, ¿por qué de repente se comportaba de manera diferente?
"Mi rey... ¿puedo preguntar qué son exactamente estas cosas?" Kristina preguntó temblorosa cuando la horrible
criatura rozó su rostro.
A pesar de lo lindo que se estaba comportando la bestia, todavía tenía que admitir que todavía eran francamente
aterradores.
'¿¡N-No me digas que me está olfateando para ver si soy comestible!?' se preguntó Cristina.
"Estas son langostas que he creado a través de mi magia. Todavía las estoy estudiando, pero puedes estar seguro
de que no te harán daño. De hecho, parece que les gustas bastante".
Como para probar su punto, las langostas comenzaron a caminar hacia varios vampiros entre la multitud y los
olieron con curiosidad.
"¿Él realmente los creó?"
"Supongo que si alguien fuera capaz de tal cosa sería el rey..."
"En realidad son un poco lindos... ¡como caballos asesinos!"
"Eres un individuo enfermo".
Uno por uno, los vampiros y las langostas se investigaban mutuamente y aparentemente se llevaban bien.
De repente, fue como si un interruptor se apagara en el cerebro de Abaddon y se diera cuenta de por qué las
langostas no eran agresivas.
Todos aquí habían consumido su sangre y, por lo tanto, no se consideraban una amenaza para las bestias
normalmente combativas.
El dragón dejó escapar un gran suspiro de alivio.
En este continente, alrededor del setenta por ciento de los vampiros habían bebido la sangre de Abaddon el día
de su coronación.
Todavía estaban en el proceso de distribuir su sangre a cualquiera que no pudiera asistir y, dentro de un mes, se
esperaba que todos los vampiros de Upy hubieran probado la sangre del nuevo rey y se hubieran convertido en
híbridos demoníacos con la capacidad de caminar en el luz.
Era bueno saber que sus propias creaciones no andarían atacando y matando ciudadanos.
Ahora, si pudiera encontrar una manera de aumentar su suministro potencial de alimentos y les indicara que no
cazaran en exceso, sería libre de hacer más sin preocupaciones.
De repente, recordó las palabras de uno de los soldados y una idea brilló en su cerebro.
Tuvo una visión de un ejército poderoso y aterrador vestido con una armadura negra y montando estas bestias
monstruosas como si fueran caballos normales.
Con tiempo, recursos y entrenamiento, su ejército sería más formidable incluso que el de Antares.
Pero antes de emocionarse demasiado, tenía que ver si había una verdadera posibilidad de compañía.
"Si quieres, eres libre de tomar uno de ellos como un corcel". Les dijo a los soldados: "Pueden ser un poco
agresivos con aquellos que no han tomado mi sangre, pero en cuanto a cualquier otra persona, son
relativamente dóciles".
Kristina fue la primera en mostrar signos de sorpresa y miró de un lado a otro entre la langosta a su lado y su
rey.
Parecía que estaba teniendo problemas para aceptar el repentino regalo, pero una larga lamida de la bestia a su
lado aparentemente tomó la decisión por ella. "B-Está bien, mi rey. Muchas gracias por su generosidad".
Los 300 miembros de este ejército privado aceptaron agradecidos la oferta de Abaddon de una langosta.
Mientras que algunos lo hicieron por genuino interés y curiosidad por las bestias, algunos sintieron que si
rechazaban la generosa oferta del rey de una montura, enfrentarían la ira infernal de la gran mariscal Kristina.
Cuando todos los vampiros se estaban acostumbrando a sentarse a lomos de sus nuevas monturas, Abaddon
finalmente le preguntó a su señor cuál era la razón por la que estaban aquí.
"Bueno, este lote está destinado a ser la fuerza militar privada de usted y la familia real, pero encontré que su
destreza es ... bastante deficiente". dijo Kristina con desdén.
"Como tal, los llevaré a un lugar especial para un entrenamiento intensivo donde pueda convertirlos en
guerreros dignos de servirte a ti y a tu familia, mi rey".
Abaddon tuvo que admitir que encontró esto intrigante.
Después de pensarlo por un momento y asentir, tomó una decisión.
"Te acompañaré. Deseo ver sus esfuerzos con mis propios ojos".
Kristina se había ganado la aprobación de Seras, Bekka, Lusamine e incluso Audrina para continuar ocupando su
puesto como gran mariscal.
Si bien confiaba en su capacidad para poner en forma a estos hombres, si iban a ser el ejército privado de él y su
familia, había ciertas cualidades intransigentes que estaba buscando.
Kristina asintió con furia al darse cuenta de que Abaddon estaría supervisando este ejercicio y, como tal, no
podía permitirse el lujo de deshonrarse.
"¡HOMBRES, HACIA LAS ARENAS ARDIENTES!"

Capítulo 218 ¡Quema bebé, quema!

Las arenas ardientes es el nombre de un desierto a 400 millas al norte del bosque donde Abaddon estaba
entrenando.
Mientras que los vampiros en Upyr no tenían necesidad de temer a la luz del sol, había otro fenómeno natural
que servía para despertar su ira y cautela.
Las arenas dentro de este odiado desierto tenían la capacidad de dar a los vampiros la sensación de ser tostados
por el sol de la mañana.
Si bien no morirían ya que no era la verdadera luz del sol, la sensación de ser quemados hasta convertirse en
cenizas permanecería con ellos por el resto de sus vidas.
Era bastante poco común ya que la gente tendía a evitar esta área, pero hay algunos casos en los que los
vampiros cayeron sobre la arena y perdieron la cabeza en cuestión de minutos por el horrendo dolor.
En lo alto del cielo, el rey vampiro estaba siendo seguido por todo su ejército y miraba el paisaje desde abajo con
una mirada apreciativa.
Abaddon nunca había estado aquí antes, pero mientras miraba el desierto iluminado por la luna con arena roja
brillante, no pudo evitar encontrar este lugar bastante hermoso.
Pero a juzgar por todas las auras aprensivas que sentía detrás de él, supuso que podría haber sido el único que
se sintió así.
Actualmente, los 300 miembros de lo que iba a ser el ejército privado de Abaddon flotaban en el cielo sobre sus
nuevas monturas.
El resto de las langostas que aún tenían que elegir un jinete todavía estaban en el bosque, instruidas por
Abaddon para no cazar en exceso y no atacar a las personas.
Afortunadamente, parecían no tener problemas con estas órdenes y pronto todos se dispersaron por los
bosques circundantes.
Me pregunto qué tipo de entrenamiento tiene en mente Kristina. Abaddon se preguntó. "Escuché que puede ser
bastante espartana, así que me pregunto si su entrenamiento será algo así-"
"¡Muy bien, soldados, bajen de sus monturas y comiencen a desnudarse!" Kristina gritó de repente.
'...¿Disculpe?'
El dragón observó cómo el pequeño ejército de vampiros saltaba repentinamente de sus langostas y les
brotaban alas.
A regañadientes, los diversos hombres y mujeres comenzaron a quitarse la ropa antes de arrojarla a lomos de
sus monturas o enviarla a sus anillos de almacenamiento.
Pronto Abaddon estaba mirando a más de 300 hombres y mujeres en ropa interior.
Al mismo tiempo, las mujeres sacaban pecho y trasero un poco más de lo normal con la esperanza de llamar la
atención de su rey.
Si bien funcionó, no fue de la manera que esperaban.
'Ya estaba al tanto, pero Lisa, Valerie y Seras realmente están bastante bien dotadas...'
Entre el mar de senos que estaba viendo, ninguno de ellos se acercó a igualar los senos de copa F que sostenían
esos tres.
De repente sintió la necesidad de regresar al castillo y darles a los cuerpos de sus esposas el aprecio que tanto
necesitaban.
Pero, por desgracia, los negocios siempre deben anteponerse al placer.
Abaddon de repente notó un movimiento por el rabillo del ojo y se sorprendió al ver a Kristina quitándose la
ropa también.
La pálida luz de la luna brillaba maravillosamente en su piel pálida y sus músculos tensos y poderosos la hacían
lucir igualmente amenazante y encantadora.
Su largo cabello castaño oscuro le daba a su rostro un aspecto bastante delicado y femenino que contrastaba
completamente con su cuerpo musculoso y, sin embargo, le quedaba igual.
Pero a pesar de la belleza medio desnuda a su lado, Abaddon no se conmovió y solo tenía una pregunta urgente.
"¿Hay alguna razón por la que también necesites quitarte la ropa?"
"Ah..." Kristina de repente se dio cuenta de que debía haber sido incómodo comenzar a desnudarse frente a su
rey y se preguntó si él encontraría su cuerpo asqueroso.
Era algo de lo que estaba bastante insegura, de ahí la razón por la que siempre vestía túnicas negras gruesas.
"Lamento haberte hecho presenciar mi cuerpo antiestético, mi rey. ¡Pero nunca les pediré a mis soldados que
hagan algo que no esté dispuesto a hacer yo mismo!"
Abaddon tuvo que admitir que estaba bastante impresionado por tanta devoción por sus hombres y descubrió
que su opinión sobre ella había aumentado considerablemente.
"Estás lejos de ser antiestético". Respondió. "Y debo admitir que estoy bastante complacido con tu forma de
pensar. Parece que no fue un error dejar el ejército en tus manos después de todo".
Abaddon sintió que decir algo más daría una impresión equivocada, por lo que decidió no hacer más
comentarios.
Solo porque le dio al vampiro de cabello castaño un ligero elogio, no significaba que estaba interesado en
tomarla como esposa.
Afortunadamente, Kristina pareció entender que él estaba siendo honesto sobre su opinión sobre ella y al
mismo tiempo mantenía una línea clara entre ellos.
Si bien ahora estaba un poco menos consciente de sí misma, también estaba un poco decepcionada de que
Abaddon realmente no parecía tener ningún interés en ella como mujer.
Sin embargo, rápidamente guardó esos pensamientos inútiles en el fondo de su mente e inclinó la cabeza en
señal de agradecimiento. "Acepto amablemente tu cumplido".
En el segundo siguiente, su aura y comportamiento cambiaron por completo cuando se volvió para mirar a sus
soldados que esperaban.
Kristina había pasado de ser una mujer tímida, apasionada y enamorada a gran mariscal del ejército de Upyr.
"¡Muy bien, bastardos, escuchen! El entrenamiento de hoy se completará en dos etapas, para la primera, se
arrastrarán por el suelo del desierto durante cinco millas sin detenerse ni usar su aura para protegerse".
¡No le demos una mala actuación a nuestro rey! ¡Debemos demostrar nuestra determinación inquebrantable
frente a la lucha y el dolor indescriptibles!"
Los ojos de los vampiros brillaron intensamente y su determinación pareció arder igual de caliente.
Sin embargo, Kristina estaba relativamente poco impresionada.
Realmente no importaba si estaban motivados en este momento, lo que importaba era si podrían o no conducir
de la misma manera una vez que estuvieran envueltos en el infierno ardiente debajo de ellos.
"¡¡TODOS USTEDES PONGAN SUS CULOS EN LA ARENA, AHORA!!"
"¡SÍ, MARISCAL!"
Los soldados de repente plegaron sus alas y se deslizaron en silencio hacia las arenas de abajo.
Tan pronto como un solo dedo del pie hizo contacto, los vampiros comenzaron a dejar escapar algunos de los
gritos más horrendos que Abaddon jamás había escuchado.
Sus gemidos de angustia solo empeoraron en intensidad cuando obedecieron las órdenes de Kristina y cayeron
sobre sus manos y rodillas.
Agonizante sería una forma suave de describir el dolor por el que estaban pasando los soldados.
A pesar de que la arena actualmente solo estaba haciendo contacto con la piel, estos vampiros se sentían como si
estuvieran siendo quemados hasta los huesos.
Kristina finalmente tocó el suelo y su boca también se abrió, pero fue por sorpresa más que por angustia.
"¡¿Están llorando después de que les pidan que hagan algo tan fácil?! ¡La sangre de lord Abaddon nos está
fortaleciendo a medida que fluye por nuestras venas! ¡Esta arena no arde tanto como en el pasado!"
Kristina visitaba con frecuencia las arenas ardientes para entrenar su cuerpo y mente para no sentir dolor.
Antes de tomar la sangre del dragón, podía arrastrarse más de veinte millas sin gritar ni una sola vez.
Sin embargo, todavía tenía que morderse el labio para sellar sus gritos y limpiarse continuamente las lágrimas
alimentadas por el dolor cada vez que corrían por su rostro.
¡Pero hoy, el dolor no era tan malo como solía ser!
Se sentía como si estuviera sufriendo al menos un 30% menos de lo que normalmente lo haría, y eso era
simplemente una estimación poco entusiasta.
¡¿Y, sin embargo, estos cachorros todavía tenían el descaro de gritar vergonzosamente a pesar de que la
dificultad se redujo significativamente?!
¡Estaba increíblemente avergonzada!
A estas alturas, algunos de los soldados veteranos que habían pasado por esto antes también se dieron cuenta
de que Kristina no estaba mintiendo.
"¡El mariscal tiene razón!"
"D-Duele pero... ¡Es solo una pálida imitación de lo que alguna vez fue!"
"¡Otra vez, hemos recibido un regalo milagroso del rey! ¡No debemos deshonrarnos frente a él después de haber
recibido tanto!"
Una amplia sonrisa apareció en el rostro de Kristina cuando tuvo una idea repentina.
"¡Soldados! Ya que no duele tanto, ¡estamos duplicando nuestra distancia! ¡Hagan lo que deban, pero no
deshonren a nuestro rey con el sonido de sus incesantes lamentos! ¡El fracaso significa la expulsión inmediata
del ejército!"
De repente, el mar de vampiros que gritaban se calmó hasta convertirse en gemidos sordos.
Mientras que algunos fueron capaces de lograr esto a través de pura fuerza de voluntad, otros tomaron un
camino que era más... espantoso.
Abaddon observaba con morbosa fascinación cómo los vampiros cortaban sus cuerdas vocales, les quitaban la
lengua o incluso se rellenaban la boca con la tela suelta de sus anillos.
"Ciertamente están decididos, pero... esta no es mi visión". Pensó decepcionado. '¿Podrían usar un poco más de
motivación?'
Cayendo del cielo, sus pies aterrizaron en la arena roja y sedosa y comenzó a caminar junto a su gente que se
arrastraba.
"¿Por qué quieres servirme? ¿Es porque sientes gratitud? ¿Estás inundado por el deseo de pagar mi generosidad
a través de la servidumbre?" Abaddon preguntó casualmente.
Su tono no era alto, pero todos en el desierto oscuro podían escuchar todo lo que decía.
Si bien ninguno respondió, sabía que había representado con precisión algunos de sus razonamientos.
"Si esas son sus razones, debo pedirles que renuncien ahora mismo. No hay nada que ninguno de ustedes pueda
darme que yo no pueda tomar con mis propios esfuerzos".
A pesar del dolor abrasador, los vampiros se aferraron a sus mentes mientras escuchaban cada palabra.
"Requiero guerreros monstruosos y conciencias no culpables. Deben someterse a esto con el objetivo de
convertirse en el ejército más indomable dentro de esta vida y la próxima. El ejército que visualizo no grita
cuando se somete al dolor, se vuelven más poderosos. a pesar de ello.
Dejad que mi sangre os fortalezca, dejad que la determinación de vuestros hermanos y hermanas a vuestro
alrededor agudice la vuestra, y convertíos en dioses entre los hombres. Hazlo, y no habrá límite para las alturas
gloriosas a las que puedo llevarte".
"Si quieres estar en mi ejército personal, debería ser porque buscas pararte en el pináculo de este mundo, sin
igual incluso para el rey dragón".
Después de escuchar un discurso como ese, era imposible que los hombres y mujeres en la arena no estuvieran
motivados.
Uno por uno, permitieron que sus cuerdas vocales sanaran, se quitaron las mordazas y caminaron por la arena
en silencio.
Si no podían soportar algo como esto a través de sus propios esfuerzos, ¿cómo podrían esperar alcanzar las
alturas de las que habló su rey?
Querían ser guerreros temidos e indomables que actuaran como heraldos del rey y fueran capaces de conquistar
incluso a Antares.
Y no permitirían que nada se interpusiera en el camino de ese glorioso futuro.

"Bien... Todos ustedes se ven cada vez más prometedores por segundos". Abaddon dijo con una pequeña
sonrisa.
Capítulo 219 Un desafío del rey

Había tomado más tiempo de lo esperado, pero finalmente los soldados pudieron completar la ardua tarea de
moverse a través de las arenas ardientes sobre sus manos y rodillas.
Abaddon pensó que algunos desertores podrían emerger cuando una fuerte ráfaga de viento les arrojara arena
en la cara o el torso, pero ninguno de ellos estaba tan débil.
De hecho, era como si ya no notaran el dolor mientras se arrastraban en silencio durante diez millas.
Cuando se alcanzó su hito, Kristina se puso de pie con entusiasmo y estiró enérgicamente su cuerpo desgarrado.
"¡La fase uno de entrenamiento ha terminado! ¡Levántense todos!"
Los vampiros parecían no poder levantarse lo suficientemente rápido y ahora solo sus pies estaban
experimentando la quemadura infernal que venía de la arena.
En el cielo, las langostas que volaban sobre sus cabezas enviaban felices ruidos de felicitación a sus jinetes y
amos abajo.
Incluso si trataron de no mostrarlo, tales elogios fueron suficientes para poner pequeñas sonrisas en sus
rostros.
Pero las siguientes palabras de Kristina borraron de inmediato esa creciente sensación de logro.
"¡La fase dos comienza ahora! ¡Todos ustedes son libres de venir a mí tantas veces como quieran durante la
próxima hora! ¡Si los derribo y no pueden levantarse, entonces fallan por defecto!"
A pesar de su disposición tranquila y, a veces, tímida, Kristina era bien conocida por ser un monstruo brutal.
Hubo bastantes historias sobre vampiros que se vieron obligados a entrenar con ella muriendo en un accidente
o simplemente abandonando la vida militar por completo.
Este fue sin duda el peor de los casos.
Los soldados se preguntaban si era posible que su futuro pareciera más sombrío, pero las palabras inesperadas
de Abaddon demostraron rápidamente que podían hacerlo.
"Tendrás que perdonarme, Kristina, pero creo que voy a hacer que te quedes al margen por esto. Quiero ser yo
quien los pruebe".
"¿Uwah?" Kristina hizo el mismo ruido de decepción que hacía Mira cada vez que se daba cuenta de que se había
comido todas las galletas.
Tenía muchas ganas de vencer- me refiero a probar el temple de estos reclutas ella misma, pero si su rey decía
que deseaba probarlos por su cuenta, había muy poco que ella pudiera decir en forma de queja.
"Muy bien, mi rey. Los dejaré en tus hábiles manos".
Abaddon salió al frente de la multitud e inmediatamente se encontró con miradas nerviosas y objeciones.
"Mi rey... Incluso si dices que está bien, nunca podríamos..."
"Mi rey, ¿cómo puedes esperar que levantemos una mano contra ti?"
"¡Así es, esto sería una gran blasfemia de nuestra parte!"
Abaddon no podía decir que no esperaba esta reacción.
Pero no iba a ceder en este punto.
Si estos hombres iban a convertirse en parte de su ejército especializado, había ciertos rasgos que estaba
buscando.
Abaddon se llevó una mano a la cabeza y la sangre que se había coagulado en sus cuernos comenzó a moverse.
Regresó a un estado líquido antes de saltar a su palma tomando la forma de una corona regular de color rojo
sangre.
"Aqui, ten esto." Abaddon dijo mientras arrojaba casualmente la corona sobre su hombro.
"¡AH!"
Kristina se zambulló para atrapar la invaluable corona del rey y dejó escapar un suspiro de alivio cuando no
dejó caer al suelo tal tesoro.
Abaddon extendió su mano y una bola de fuego púrpura se formó dentro.
Lanzándolo casualmente al aire, el fuego formó una jaula de color púrpura oscuro que encerraba a todos los
vampiros en su interior.
"En este espacio, ya no soy tu rey ni tu gobernante. Soy simplemente alguien a quien debes impresionar usando
todo lo que tienes". Abaddon no sacó ninguna arma, ya que en realidad no pretendía ser más que un combate
ligero.
Simplemente permaneció inmóvil en un lugar, aparentemente lleno de aberturas y, sin embargo, nadie trató de
acercarse a él.
"Este..."
"No sé..."
"¿Estaría realmente bien?"
En este punto, Abaddon había comenzado a irritarse un poco y su cuerpo pronto lo reflejó.
"Bien... ¿No quieres pelear contra tu rey? Entonces puedes pelear contra un monstruo en su lugar".
Los vampiros observaron horrorizados cómo Abaddon se quitaba repentinamente la camisa antes de que su
cuerpo explotara con energía oscura.
Kristina reconoció lo que estaba a punto de suceder y todo su cuerpo comenzó a temblar inconscientemente.
En su muy larga vida, había muy pocas cosas que la hubieran hecho sentir miedo de verdad.
Sin embargo, el horrible recuerdo del día en que vio por primera vez la forma demoníaca de Abaddon fue más
que suficiente para aterrorizarla más allá de lo creíble.
Incluso si él no estaba imbuyendo activamente su mente con miedo, después de experimentarlo una vez antes,
ella nunca podría volver a comportarse normalmente en su presencia.
Lo mismo se aplicaba a cualquier otra persona que se sintiera afectada por su pequeña y desagradable
habilidad.
El cuerpo de Abaddon creció hasta la asombrosa altura de siete pies mientras sus músculos explotaban con
poder.
Un juego adicional de brazos salió libre justo debajo de los originales, luciendo igual de poderosos.
Un tercer ojo se abrió en el medio de su frente y le crecieron cuernos curvos oscuros adicionales que apuntaban
hacia el cielo.
El demonio extendió su mano e hizo señas a la multitud para que avanzara.
"No volveré a preguntar. Ven".
A pesar de que se sentían amenazados por la nueva apariencia monstruosa de Abaddon, el tono hostil en el que
dio sus órdenes les hizo sentir que no tenían más remedio que cooperar.
"¡Entonces espero que me perdones por esto, mi rey!"
Una mujer corrió hacia adelante, seguida por otro hombre a su lado.
Ambos eran guerreros muy tensos dentro de la tercera etapa de evolución, capaces de dar a casi cualquier
oponente una cantidad significativa de problemas.
La pareja parecía ser hermanos y trabajaban en perfecta sincronización.
Mientras la mujer lanzaba una patada de barrido a las piernas de Abaddon desde abajo, su hermano vino desde
lo alto con una patada de hacha voladora.
¡Bang!
¡Boom!
Los fuertes sonidos de la conexión de los ataques llevaron a muchos a creer que su rey habría sufrido algún
daño.
Sin embargo, todos se sorprendieron al ver que Abaddon se había mantenido relativamente imperturbable.
Simplemente levantó un brazo para bloquear la patada desde arriba y ni siquiera se molestó en bloquear la
patada desde abajo.
Pero ambos hermanos ahora estaban tambaleándose mientras daban grandes saltos hacia atrás para
reagruparse.
"Su piel es..." La hermana comenzó.
"Increíblemente difícil…" Terminó el hermano.
Ambos hermanos se sentían como si acabaran de patear una pared de ladrillos, y sus piernas aún vibraban por
el ataque.
"Te aplaudo por ser el primero en dar un paso adelante". Abaddon dijo honestamente. "Tu entusiasmo es
encomiable, pero aun así..."
De repente, el cuerpo del enorme demonio se volvió borroso cuando desapareció de donde estaba.
Los gemelos apenas tuvieron un momento para reaccionar antes de que de repente los agarraran por las piernas
y los mantuvieran boca abajo en el aire.
"Necesito un poco más de mi ejército que entusiasmo. También debes tener resistencia".
Antes de que cualquiera de ellos se diera cuenta de lo que estaba sucediendo, Abaddon los había girado en el
aire y los había golpeado de frente contra el suelo arenoso.
¡Boom!
Ambos hermanos yacían inmóviles en la tierra, y no estaba claro si se habían desmayado o no por el dolor de su
ataque, o por la exposición total a la arena ardiente.
Pero la conjetura de Abaddon era que probablemente eran ambos.
"¡HAAA!"
Abaddon evitó por poco un poderoso puñetazo en la columna de otro guerrero musculoso e hizo una voltereta
hacia atrás en el aire.
"Alguien que ha tomado mi sangre nunca podría sorprenderme, y si pudieras, gritar así sería sin duda una
decisión idiota".
¡Boom!
¡Grieta!
Abaddon usó dos de sus brazos para cortar el cuello del bruto rugiente, aplastando su tráquea y enviándolo a la
tierra de los sueños junto con los gemelos.
Antes de que el hombre hubiera golpeado el suelo, Abaddon había aterrizado con gracia en el suelo y estaba
mirando a un grupo de diez guerreros que estaban agrupados muy cerca.
'Es bueno que finalmente se estén tomando esto en serio'. Pensó con una sonrisa.
El dragón no esperó a que se acercaran y en su lugar los encontró a mitad de camino.
"¡Tendrás que perdonarnos por esto, mi rey!"
"¡No esperes que seamos educados!"
"¡Me disculparé después!"
El número de atacantes siguió aumentando para Abaddon y se encontró divirtiéndose un poco.
Grupos de diez, se convirtieron en veinte, y luego en treinta
Usando solo sus artes marciales, Abaddon evitó los ataques o los enfrentó antes de tomar represalias por su
cuenta.
Una patada sólida, un golpe rápido o un puñetazo que rompe un hueso fue suficiente para hacer caer de rodillas
a la mayoría de los hombres y perder el conocimiento.
Hubo algunas estrellas que continuaron levantándose sin importar cuánto las maltratara Abaddon y fueron
estas personas las que más lo impresionaron.
Incluso si no estaba actualmente en el apogeo de su poder, no lo hacía menos impresionante que hubieran
durado tanto.
Después de cuarenta minutos, solo había intercambiado golpes con alrededor de doscientos de sus hombres.
De esos doscientos, solo setenta y cinco pudieron volver a ponerse de pie y todavía había alrededor de 100 a los
que no había golpeado en absoluto.
Se estaban acercando rápidamente al límite de tiempo de una hora, por lo que Abaddon sonrió irónicamente
cuando se dio cuenta de que tendría que hacer un poco de trampa si quería tener la oportunidad de evaluar a
todos aquí.
Cuando le dio un rodillazo a otro guerrero directamente en la cara, advirtió a todos los soldados presentes que
las cosas iban a ponerse mucho más difíciles.
"Te aplaudo por tus esfuerzos hasta ahora, ¡pero aquí es donde comienza la verdadera prueba!"
Capítulo 220 [Bonus] Nacimiento del ejército del

Éufrates
Tan pronto como las palabras salieron de la boca de Abaddon, una sensación sofocante de miedo se apoderó de
todos los presentes.
"Muéstrame que todavía puedes luchar mientras estás roto".
"Incluso cuando tus condiciones son indeseables y todo lo que tienes es a ti mismo, ¡demuéstrame que eres
capaz de seguir luchando!"
"¡Solo quiero guerreros que sean capaces de seguir adelante frente al MIEDO!"
La terrible sensación emitida por Abaddon aumentó en intensidad, y los vampiros inmediatamente sintieron los
efectos.
La mayoría perdió el conocimiento de inmediato, mientras que algunos cayeron al suelo sollozando y temblando
como ramitas en el viento.
"¡Por favor, ayúdenme! ¡Que alguien me ayude!"
"¿¡Q-Qué es esto!? ¡Querida diosa, haz que se detenga!"
"¡Mátame, mátame, mátame!"
Todos los presentes eran guerreros que habían visto una buena cantidad de experiencias de vida o muerte.
Como tal, deberían haber estado un poco más acostumbrados a este sentimiento o al menos haber tenido
mejores reacciones.
Pero el miedo de Abaddon no se parecía a nada que hubieran experimentado antes.
Fue primitivo, implacable, y los llenó de un sentimiento de desesperación porque creían que no había forma de
que pudieran salir vivos de esta terrible experiencia.
Algunas ya habían comenzado a resquebrajarse y mostraban signos de caer en una locura ineludible.
"¿Es este el límite de tu resolución? Estoy bastante decepcionado, esperaba un poco más".
Las palabras de Abaddon fueron como frotar sal en una herida ya grave, y los soldados sintieron que sus rostros
se torcieron en expresiones aún más lamentables.
Lo último que cualquiera de ellos quería hacer era decepcionar a su rey.

Y escuchar que estaba decepcionado con su desempeño significaba que inicialmente creía que eran capaces de
más.
Entonces, si él creía en ellos, ¿no significaba eso que ellos también debían creer en sí mismos?
'¿Fue esto demasiado después de todo?' Abaddon se preguntó.
En su intento de empujar a sus subordinados al límite absoluto, parecía haberlos empujado accidentalmente
más allá y los rompió en su lugar.
A pesar de que había reducido bastante el uso de su aura de terror, todavía parecía haber sido demasiado.
Era lamentable, pero repararía a aquellos cuyas mentes estaban rotas y terminaría este ejercicio aquí por hoy.
"¿Hm?"
Justo cuando Abaddon se preparaba para deshacer los efectos de su miedo, sintió un movimiento detrás de él.
Temblorosa, se puso de pie una vampira de pelo rojo y figura esbelta.
Junto a ella, otro hombre con cabello negro oscuro y tatuajes se levantaba del suelo con la mayor dificultad y se
ponía de pie.
Estos dos desencadenaron una reacción en cadena y uno por uno más soldados comenzaron a levantarse.
De los aproximadamente trescientos originales, solo cincuenta estaban de pie y superando su sensación de
miedo abrumador.
"Entonces... parece que solo ustedes pueden continuar". Abaddon murmuró, aparentemente sumido en sus
pensamientos.
"¡N-no me rendiré bajo ninguna circunstancia!"
"¡N-Ni yo!"
"¡Me niego a decepcionar al rey!"
El desierto oscuro se llenó de repente con los gritos temblorosos pero decididos de los miembros restantes del
ejército.
A pesar de que actualmente estaban experimentando una peor sensación de temor de lo que cualquiera podría
imaginar, aún podían ponerse de pie y continuar luchando.
Por primera vez, Abaddon mostró una sonrisa completa a quienes no eran su familia.
"Bien hecho. Todos ustedes pasan".
El rey vampiro retrajo su aura y volvió a su apariencia normal injustamente encantadora.

Con esa aura sofocante y deprimente que ya no pesaba sobre sus espíritus, los vampiros ahora podían respirar
mucho más fácilmente y ya no sentían que iban a morir en cualquier momento.
"Acércate a mi."
Los cincuenta soldados desearon que sus piernas, que actualmente se sentían como si estuvieran hechas de
gelatina, se presentaran ante su rey y se arrodillaran respetuosamente.
"Creo que puedo estar más satisfecho con este resultado si soy honesto". Abaddon dijo.
Los guerreros arrodillados a sus pies creyeron que debían haber oído mal.
¿Por qué estaría más complacido con este resultado?
¡Más de la mitad de los participantes habían fallado en la prueba!
¡Creían que estaban a punto de ser reprendidos por ser tan débiles!
Abaddon aparentemente entendió su escepticismo y explicó con más detalle su proceso de pensamiento.
"Siempre creí firmemente en la frase de que menos es más, y ahora tengo un ejército para encarnar esa
creencia".
"Reuniré a los cincuenta de ustedes para que sean el ejército más horrible dentro de toda la creación. En una
noche, podrán derribar una nación. Y dentro de una semana, un hemisferio entero será poco más que escombros
bajo sus botas. "
Los ojos de los vampiros ardían con renovada intensidad, como si literalmente pudieran ver el futuro del que
hablaba su rey con sus propios ojos.
Fue emocionante, liberador, pero más que eso fue glorioso.
Entre los que estaban arrodillados, una mujer levantó la mano temblorosamente para hacer una pregunta que
antes no había pensado.
"Mi rey... ¿Quién será tu segundo al mando?"
Unos cuantos pares de ojos se lanzaron hacia Kristina y ella simplemente negó con la cabeza.
Incluso si se había tomado el tiempo de seleccionar reclutas potenciales para el ejército de Abaddon, lo hizo por
necesidad.
Su trabajo como gran mariscal la mantuvo lo suficientemente ocupada, por lo que no tuvo tiempo para hacer
algo tan agotador.
Abaddon se llevó una mano a la barbilla mientras pensaba en quién encajaría bien en el puesto.
No le tomó mucho tiempo encontrar una respuesta y encontró una manera perfecta de probar aún más a sus
nuevos soldados.
"Todos ustedes resolverán eso entre ustedes".
"¿P-Perdón?"
"¿Habla en serio?"
"Parece que sí, nunca he visto al rey contar un chiste".
"¿Crees que mi decisión es irresponsable? Puedes hablar libremente". Abaddon preguntó al grupo.
La mujer que inicialmente había hecho la pregunta sacudió la cabeza con tanta fuerza que Abaddon pensó que
se le caería. "N-No, mi rey. Supongo que todos estamos un poco... ¿sorprendidos?"
El dragón asintió en comprensión. "Pude ver eso, ya que este es un método poco ortodoxo. Pero mi objetivo es
averiguar quién de ustedes tiene el respeto y el reconocimiento del resto de sus hermanos y hermanas.
Ver qué tipo de líder elegirás me permitirá comprender mejor todos tus corazones y mentes, así como los
límites de tu ambición".
De repente, los ojos de Abaddon brillaron intensamente como para indicar cuán serias fueron sus siguientes
palabras. "Pero a quien sea elegido, le advertiré de esto..."
"Espero que los que están debajo de ti vengan por tu posición. Ayudarás a enseñarlos, cultivarlos y mantenerlos
en línea, y usarán todo lo que les has enseñado con la esperanza de derrocarte".
De repente, los ojos llenos de escepticismo y desconfianza comenzaron a mirar por toda la arena.
Saber que estaban rodeados de competencia potencial había sembrado semillas de desconfianza y ansiedad.
"Detener." Abaddon ordenó.
"No es necesario que todos ustedes comiencen a desconfiar unos de otros por una simple competencia. Esta es
simplemente una forma de garantizar que todos ustedes no se oxiden y se esfuercen continuamente por
mejorar.
Un día uno podría estar en la cima y al día siguiente podría ser otra persona. Lo único que importa es que nunca
dejes de arañar para llegar a la cima y quedarte allí".
Cerca, Kristina asintió en silencio con aprobación.
Abaddon estaba tratando de lograr el equilibrio perfecto entre una hermandad de guerreros y una competencia
feroz e interminable.
Si los soldados iban a sospechar constantemente unos de otros, entonces su coordinación y eficiencia como
unidad se verían afectadas, y esto era algo que no podía tolerarse en absoluto si iban a defender la visión de su
rey.
De repente, los soldados que habían caído inconscientes durante la prueba comenzaron a moverse y lentamente
se sentaron en el suelo.
Cuando sus ojos se posaron en los cincuenta que estaban arrodillados frente a Abaddon, supieron de inmediato
que eran los únicos que pasaban la prueba.
Los corazones de todos los que fallaron comenzaron a llenarse de resentimiento y autodesprecio.
Abaddon, naturalmente, pudo escuchar todas sus voces decepcionadas y rápidamente puso fin a tales tonterías.
"Te puedo asegurar que no hay necesidad de esos pensamientos inútiles".
Pasando a sus soldados, caminó entre la multitud de personas que habían fallado en el desafío y les dio la
esperanza que tanto necesitaban.
"Regresaremos a este mismo lugar exactamente en un año. Agudicen sus cuerpos, mentes y almas y vengan y
tomen mi prueba nuevamente. Pero les advierto que la dificultad el próximo año será el doble que la de hoy.
Aún así, ¿están preparados para ¿Aceptas mi desafío y te unes a los hombres que ves aquí?
Sin excepción, los más de doscientos vampiros se pusieron de pie y levantaron los puños triunfalmente en el
cielo.
"¡Regresaré en un año, mi rey!"
"¡Hoy puede que no haya sido mi día, pero no volveré a fallar!"
"Para darnos una segunda oportunidad después de nuestro fracaso... El rey es realmente grandioso".
Pronto el aire se llenó con los sonidos de los vampiros cantando alabanzas al rey, no solo no los reprendió por
su fracaso, sino que incluso les prometió otra oportunidad para redimirse.
¿¡Y qué si aumenta la dificultad!?
Incluso si fuera diez, no cien veces más difícil, ¡no haría ninguna diferencia!
¡Preferirían morir antes que desperdiciar esta oportunidad por segunda vez!
En medio de los vítores de la gente, Kristina se acercó a Abaddon y le devolvió la corona.
Mientras lo aceptaba, el vampiro no pudo evitar notar que su rey parecía estar bastante... ¿agotado?
"¿Está todo bien, mi rey?" preguntó preocupada.
"Todo está bien, Kristina. No hay necesidad de preocuparse". Él mintió.

A pesar de su condición de gobernante y hombre influyente, Abaddon era un individuo extremadamente

introvertido.
Si bien fue por una buena causa, dar todos estos discursos esta noche realmente lo había agotado y solo tenía
una cosa en mente para recuperar su energía.
'Quiero ir a casa y tener sexo...'
Él ya sabía que no dejaría dormir a sus esposas esta noche, solo deseaba haber tenido tiempo de practicar su
magia espacial para poder secuestrar a Seras y llenarla también.
Decidiendo que era hora de terminar las cosas, Abaddon se dirigió hacia su ejército arrodillado. i𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛d.co𝚛
Quería que estos 50 hombres y mujeres fueran lo mejor de lo mejor, las tropas más élites imaginables.
Como tal, su nivel actual de poder no iba a ser suficiente.
Pero siempre había métodos para arreglar cosas así.
Abaddon se mordió el dedo y una pequeña gota de sangre salió de la herida.
'No he hecho esto en mucho tiempo...' pensó mientras recordaba gratos recuerdos con su familia.
Extendiéndose, comenzó a dibujar extraños símbolos en la frente del soldado más cercano a él.
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¡Muchas gracias a Nick_Tindall por enviarme un sillón de masaje y patrocinar este capítulo extra!
Capítulo 221 ¡Es bueno estar en casa!

Después de que la magia espacial de Abaddon comenzó a funcionar nuevamente, lo primero que hizo fue abrir
un portal de regreso a Luxuria.
Quedarse en el castillo era agradable y todo eso, pero Abaddon todavía prefería vivir aquí en este espacio de su
propia creación.
Tan pronto como atravesó el portal de su casa, se preguntó brevemente si la había jodido y se había enviado a sí
mismo a algún lugar al azar otra vez.
El lugar en el que se había encontrado seguramente era lujoso, pero no era su mansión en Luxuria.
En lugar de la decoración anticuada pero lujosa habitual, de repente se encontró en un lugar mucho más
moderno y bien hecho.
El resto de su familia comenzó a atravesar el portal detrás de él y parecían estar tan sorprendidos como él.
Eris: "¡Este lugar es precioso!"
Bekka: "¿Dónde estamos?"
Audrina: "¿Es este realmente nuestro hogar?"
Como si respondiera a su pregunta, una cara muy familiar apareció en lo alto de la escalera e hizo una expresión
muy emocionada.
"¡¡¡MAESTRORR!!!"
Malenia agitó rápidamente sus alas y se lanzó hacia Abaddon con los brazos extendidos.
Sin embargo, una de las ventajas de ser marido de siete esposas posesivas era tener tu propio equipo de
seguridad sexy para detener inconvenientes como este.
¡Bang!
Antes de que el ángel caído pudiera acercarse a abrazarla, Lisa recibió una poderosa patada giratoria en la
mandíbula.
Malenia voló cómicamente por los aires y aterrizó impotente al pie de la escalera.
Pero en lugar de parecer molesta, parecía estar extrañamente complacida por algo.
'¡Las esposas del Maestro tienen aún más de su presencia y aura! ¡Es como si él mismo me estuviera tocando!
Mientras el ángel delirante yacía en el suelo acariciando su mejilla con amor, Lisa envolvió a Abaddon en un
abrazo posesivo.
"Gracias, mi amor, pero una patada fue un poco demasiado, ¿no?"
"¡No, no lo fue!" Todas sus esposas lloraron a la vez.
Esto le valió una pequeña risita a Abaddon y decidió no insistir más en el asunto.
A veces, le daba bastante miedo lo parecidos que podían ser.
Separándose de Lisa, rápidamente se arrodilló junto al ángel caído y le dio una pequeña palmadita en la cabeza.
"Es bueno verte, Malenia".
Incluso si sus perversiones no eran bien recibidas, todavía la había llegado a ver como una extensión de su
familia, al igual que las sirvientas trillizas y Lusamine.
Pero evidentemente, esas palabras resultaron ser demasiado para ella, ya que sus ojos comenzaron a llenarse de
lágrimas y se estremeció ante su toque de bienvenida.
"¡¡WAAAAHHHH!! ¡¡EL MAESTRO ME AMA!!"
"No pongas palabras en mi boca". El nego.
"Entonces puedo poner mi bo-"
¡Tortazo!
Antes de que Malenia pudiera terminar su oración pervertida, Abaddon le dio una pequeña palmada en la nuca.
“Veo que si te doy una pulgada te quitas una milla. Tal vez debería volver a tratarte con dureza para alejar
declaraciones tan indeseables”.
La pequeña provocación de Abaddon había enviado al ángel caído a un serio dilema.
¿Prefería mejor los lados suaves de su amo o los lados más ásperos?
'Mi corazón se siente cálido cada vez que me trata como a una familia, ¡pero también siento un cosquilleo por
dentro cada vez que me pisa como si fuera un insecto!'
La respiración de Malenia comenzó a hacerse más pesada por segundos y comenzó a retorcerse en el suelo
mientras imaginaba el cielo dichoso de ambas versiones al mismo tiempo.
"¿Qué le pasa a la tía Malenia?" Mira preguntó con ternura.
Está muy enferma.

"¿Existe una cura?"
"No." respondió Apofis.
Mira de repente le dio a la mujer que yacía en el suelo una mirada lamentable.
Era tan desafortunado... iba a ser así por el resto de su vida.
De repente, las sirvientas trillizas salieron de una habitación al final del pasillo y corrieron ansiosamente hacia
la familia a la que servían.
"¡Oh, todos ustedes están en casa!"
"¡Bienvenidos de nuevo a todos!"
"¡Te Hemos extrañado!"
Después de intercambiar saludos y cortesías, Abaddon finalmente preguntó sobre el estado actual de su hogar.
"Chicas, ¿qué pasó con la mansión?"
Las tres chicas inclinaron la cabeza al unísono e hicieron muecas confusas.
¿Por qué no sabían de las renovaciones de Lady Valerie?
De repente, el grupo escuchó un pequeño sonido de risa y se dio la vuelta para ver a Valerie con una pequeña
sonrisa orgullosa.
"Fufufufu... ¡Fue difícil contener esto, pero debo admitir que ver sus rostros hace que todos mis esfuerzos valgan
la pena!"
Valerie había estado aprovechando al máximo su nueva habilidad para dividir su cuerpo.
Mientras su cuerpo original permanecía junto a su esposo en Upyr, se envió un clon a Luxuria con el objetivo de
llevar a cabo este proyecto secreto.
Valerie había sentido durante mucho tiempo que su hogar necesitaba algunas renovaciones y, después de
encontrar inspiración en Upyr y los recuerdos de su esposo, sabía exactamente qué tipo de hogar quería crear.
"Bueno, ¿todos ustedes quieren ver lo que he hecho?" preguntó felizmente.
Moviéndose al frente del grupo, tomó a Abaddon y Mira de la mano y se preparó para comenzar a caminar por
un pasillo en particular.
"Esperar." Bekka dijo de repente.
"Así es, nos estamos olvidando de algo importante". agregó Lailah.

Una vez más, Abaddon estaba asombrado y horrorizado por el poder de su esposa para pensar de la misma
manera a la vez cuando todos se giraron para mirar a las tres doncellas.
O más específicamente, el más joven entre ellos con el pecho más grande.
"¡EEEP!"
En un instante, Nita fue rodeada por las seis esposas y fue interrogada.
Lailah: "¿Cuándo te empezó a gustar mi hija?"
"B-Bueno, ¿supongo que fue el día que la vi entrenar en el patio trasero?"
Bekka: "¿¿Cuándo quieres casarte??"
"¡N-realmente no he pensado tan lejos!"
Eris: "Espero que ustedes dos sean muy felices".
"G-Gracias, mi señora".
Lisa: "¡Ambos son tan lindos! ¿¡Por qué no nos dijiste!?"
"B-Bueno, yo era un poco nuevo en lo de que me gustaran las mujeres y... no sabía si querrías que un sirviente
estuviera con tu hija..."
Abaddon: "No seas tonta. Todas ustedes, chicas, ya son familia".
Valerie: "Así es, pero ¿coquetear es realmente todo lo que ustedes dos han hecho?"
"¿E-Eh?" 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Audrina: "¿O ustedes dos ya están teniendo sexo?"
Nita finalmente parecía que estaba al borde de un cortocircuito y toda su cara comenzó a calentarse. "N-
Nosotros nosotros nosotros..."
Finalmente, Thea apareció frente a Nita en un instante para protegerla de sus curiosos padres.
"¿Q-Qué le están preguntando? ¿Qué tipo de preguntas son estas?"
"¿Normal?" Audrina respondió encogiéndose de hombros.
"¡Ciertamente no lo son!"
Antes de que cualquiera de sus padres pudiera avergonzarla aún más, Thea agarró a la sonrojada súcubo por la
cintura y las dos desaparecieron en su propio reino divino personal.
"Mi hija es tan linda cuando es así de tímida". Bekka dijo con un movimiento de cabeza y una sonrisa de
aprobación.
Ataques de risa intensa brotaron de todos los presentes.
Era bueno estar en casa y esta cercanía y nivel de comodidad había sido algo que todos habían extrañado
mucho.
Pero entre el grupo alegre, había dos personas que no sonreían tan brillantemente como el resto de ellos.
Si le preguntaras a Tita y Rita si estaban felices por su hermana menor, por supuesto que dirían que sí.
Pero también había una pequeña parte de ellos que estaba celosa y quería esa misma felicidad para ellos.
Instintivamente, los ojos de ambas mujeres se dirigieron hacia dos hombres en particular.
Rita se encontró mirando con tristeza a Apophis, deseando que las circunstancias entre ellos fueran diferentes.
Y Tita encontró sus ojos pegados a Abaddon, y se maldijo internamente por seguir albergando sentimientos que
sabía que no debería.
Fiel a su forma, Valerie había transformado toda la mansión en una casa mucho más moderna y extravagante.
Ella y un pequeño equipo de enanos habían renovado este lugar de arriba a abajo, reemplazando el viejo
empapelado y los azulejos con una nueva capa de pintura roja y pisos de mármol negro.
Las habitaciones habían visto la mejora más grande, ya que ahora cada una era mucho más espaciosa y
transpirable que antes y se habían actualizado con muebles de mayor calidad.
El baño también recibió un lavado de cara, ya que ya no se parecía a una pequeña fuente termal cubierta y ahora
estaba más cerca de una gran piscina climatizada.
Lailah ahora tenía un laboratorio oficial que estaba ubicado debajo de la mansión al lado de la mazmorra donde
aún estaban encerradas sus dos hermanas.
Valerie lo había equipado con todas las campanas y silbatos que la joven bruja podría necesitar, y Lailah se había
mareado tanto que casi se desmaya.
La familia había necesitado durante mucho tiempo un salón adecuado para el entrenamiento, por lo que Valerie
pensó que era correcto construir uno.
Era una gran estructura de cuarenta pies ubicada en un claro recientemente desarrollado detrás de la mansión.
En el interior había algunas armas de entrenamiento alineadas en las paredes e incluso algunos maniquíes de
entrenamiento que, como el edificio mismo, fueron diseñados para repararse a sí mismos de cualquier daño
recibido.
Aunque Valerie le había advertido a Abaddon que aunque había diseñado este lugar para que fuera lo más
resistente posible, no estaba segura de si una de sus habilidades sería demasiado para él.
Hizo una nota mental de que no. para empezar a crear agujeros negros o algo así aquí y continuaron con el resto
de la gira.
Después de volver a entrar, la familia subió al dormitorio principal y la sonrisa de Valerie fue la más amplia que
había visto en todo el día.
Al abrir la puerta, lo primero que notó la familia fue que les faltaba una pared.
En realidad, la pared orientada al norte había sido derribada por completo y reemplazada con una capa de
vidrio unidireccional.
Esto le dio a la familia una vista perfecta de la hermosa ciudad de abajo en todo momento, y Abaddon solo podía
imaginar lo hermosa que se volvería esa escena por la noche.
A ambos lados, había cortinas negras como boca de lobo para tapar la luz cada vez que la familia estaba
particularmente exhausta o Valerie y Abaddon tenían resaca.
La cama también había recibido una actualización muy necesaria y ahora Abaddon y sus siete esposas tenían
mucho más espacio que antes.
Aunque tal cosa probablemente no se usaría por un tiempo ya que todos disfrutaron acurrucándose uno al lado
del otro antes de quedarse dormidos.
"¡Val, esto es increíble!"
"¡Es tan hermoso!"
"¡Lo amo tanto!"
Valerie sacó su pecho pronunciado con orgullo mientras su familia la asfixiaba con abrazos agradecidos y besos
en la mejilla, ¡haciéndola sentir que todo su esfuerzo había valido la pena!
Pero había una persona de la que más quería saber.
En cuanto a Abaddon, la disposición de Valerie se volvió mucho más tímida y nerviosa. "Te gusta...?"
Encontrando esa pregunta tonta, Abaddon se rió de buena gana antes de acercarla para darle un abrazo de
verdadero aprecio y amor.
"Mi esposa se ha superado a sí misma. Este lugar es aún más hermoso de lo que podría haber imaginado".
"Fufufu~ Entonces tienes que recompensarme adecuadamente, ¿sabes?"
"¿Oh? Entonces veamos qué tan bien hecha está la cama".
Cuando el dragón arrojó casualmente a Valerie sobre la cama, Eris reconoció que las cosas se volverían muy
explícitas rápidamente e inmediatamente trató de evitar un desastre.
"¡E-esperen ustedes dos! ¡Los niños todavía están en la habitación!"

Capítulo 222 ¿¡Qué hiciste!?

Después de algunas horas de aventuras pervertidas con sus esposas, Abaddon se dirigió al baño antes de decidir
aventurarse afuera.
Ahora que estaba de vuelta en Luxuria, había alguien a quien absolutamente necesitaba ir a ver.
Al abrir la puerta de su casa, se sorprendió brevemente al ver que la persona que estaba buscando ya se había
acercado a él.
"¡Ack! ¡¿C-cuándo regresaste?!"
Abaddon miró largamente a Lusamine y dejó escapar un suspiro molesto.
La hermosa súcubo rubia parecía que la acababan de atrapar haciendo algo que se suponía que no debía hacer.
"Lusamine... ¿Por qué tienes todas esas bolsas de compras en tus manos?" preguntó Abaddon.
"¡E-Estos son solo regalos! Sí, ¿tienes algún problema con eso?"
"¿Oh? Pero si no sabías que habíamos regresado, ¿para quién podrías traer regalos?"
"¡E-Los trillizos, por supuesto! Somos todos tan cercanos y yo solo-"
"Eso es mentira. Las chicas te odian porque siempre tratas de manosearlas".
Abaddon se paró frente a Lusamine y le dio un fuerte golpe en la frente. "¿No te di tu propia casa ya? ¿Por qué
sigues viviendo en mi mansión?"
"¡Ay! ¡Eso te duele bruto!" Lusamine gritó mientras se frotaba la frente enrojecida. "No es mi culpa, ¿de acuerdo?
¡Las cosas en tu casa son mucho mejores y ya me he acostumbrado a la vida aquí! ¡Sería demasiado cruel de tu
parte hacerme regresar!"
Abaddon luchó contra el impulso de golpear a la súcubo en la cabeza.
Dado que Lusamine era una de sus subordinadas directas, ella era bastante influyente y rica dentro de Luxuria y
aquellos que eran menos afortunados considerarían su hogar como un sueño hecho realidad.
Tal vez fue porque Abaddon una vez había vivido mal su vida, pero tenía una aversión especial por las personas
que eran desagradecidas por las cosas que tenían.
Agarrando su rostro, comenzó a pellizcar y tirar de sus mejillas como si estuviera tratando de quitárselas.
"Qué mimado eres. Tal vez debería hacerte dormir en un cobertizo para que entiendas lo bien que lo tienes".
"¡Uwaaahh! ¡Suéltame, diré que lo siento!"

"No."
Abaddon pasaría unos minutos enseñándole una lección muy necesaria antes de recordar que en realidad la
necesitaba para algo.
Cuando Abaddon finalmente liberó a Lusamine, los dos se dirigieron a la ciudad de abajo, donde finalmente
pudo ver cuánto estaba creciendo su ciudad.
Luxuria se estaba volviendo cada vez más moderno.
Los edificios y las calles se limpiaban y mantenían constantemente, lo que hacía que esta ciudad de pecado
pareciera una joya de la corona.
Había muchas tiendas y restaurantes nuevos, e incluso Abaddon había visto un casino.
No había revisado la bóveda en mucho tiempo, pero dado que la familia real recibía el 5% de los ingresos
mensuales de una empresa, estaba seguro de que debía ser una suma bastante sustancial a estas alturas.
Este fue su mayor sueño hecho realidad de su vida vivida como Carter.
¡Hacerse rico sin hacer nada!
"¿Adónde debemos ir ahora?"
"Se supone que hay un buen partido en el coliseo".
"Eso suena genial, ¡vamos!"
Abaddon escuchó a un grupo de tres haciendo planes para dirigirse al coliseo recién construido.
El lugar se había convertido rápidamente en una de las atracciones más populares de Luxuria y se usaba
principalmente como método para resolver disputas entre dos partes.
Si ambos lo acordaron de antemano, podrían incluso pelear arriesgando sus vidas y apostando todas sus
riquezas y posesiones.
Los partidos con más apuestas eran los que más llamaban la atención y siempre estaban repletos de
espectadores.
Lusamine no pudo evitar notar que ella y Abaddon estaban pasando por muchos edificios y negocios, dejándola
sin idea de adónde podrían estar yendo.
Pero cuando los dos tomaron un camino hacia la base militar, ella casi gritó con desaprobación.
"¡No quiero trabajar en este momento! ¡Vamos a un salón y les compraré un trago a los dos!"
Lusamine se sorprendió cuando Abaddon no negó su pedido. "Claro, pero primero debes conocer a la nueva
unidad que entrenarás".
La súcubo sintió que podía llorar.
No solo no iba a ser libre, sino que ahora su bolso también iba a sufrir.
"¿Qué es esta nueva unidad y por qué estás actuando tan en secreto y en serio con ellos? Ya tienes muchos
guerreros talentosos y no veo cómo-"
"Estas tropas no se parecen en nada a ellos. Son lo mejor de lo mejor y los entrenarás con todo lo que tienes".
"Pero yo-"
"Si lo haces en silencio y con obediencia, te permitiré seguir viviendo con nosotros".
La súcubo sonrió tan brillante como Abaddon jamás había visto y ella lanzó sus brazos alrededor de su cintura
para abrazarlo.
"¡Gracias, gracias, gracias!"
"Quítate de encima de mí, sanguijuela".
"Oye, a muchos hombres les encantaría tener una belleza como yo aferrándose a ellos, ¿sabes?"
"Insectos bárbaros sin sabor".
Cuando los dos finalmente llegaron a la base del ejército, se dirigieron al campo vacío fuera de los barracones
donde se realizaba el entrenamiento.
Abaddon abrió un gran portal negro frente a ellos, y varios guerreros comenzaron a fluir hacia afuera de manera
ordenada.
Al principio, Lusamine no notó nada particularmente especial en estos guerreros, ya que la mayoría de ellos solo
estaban en la etapa dos y tres.
Pero cuando miró más de cerca sus rostros y cuerpos, se dio cuenta de algo horrible.
Estos soldados eran claramente vampiros a juzgar por su piel pálida impía y su hermosa apariencia.
Y cuando vio su esclerótica negra oscura, supo que habían recibido sangre de Abaddon y también se habían
convertido en demonios.
Pero lo que más la sorprendió fue el hecho de que estos híbridos tenían escamas negras oscuras alrededor de la
cara, las manos y los hombros.
Detrás de cada una de sus espaldas se balanceaba una gruesa cola oscura que era similar a la de Abaddon,
menos la punta afilada al final.
Su cabello contenía mechones de color rojo brillante, junto con 1-2 cuernos curvos.
Se separaron de una hermosa mujer con la cabeza llena de cabello rojo y una expresión inexpresiva pero
curiosa.
Cayó sobre una rodilla, y todos detrás de ella siguieron su ejemplo en sincronía.
"El Éufrates saluda a su dios". Su tono contenía la máxima reverencia y respeto, tanto que bordeaba el
fanatismo.
"Así que eres tú a quien han elegido, Kanami".
"Eso es correcto, dios." De repente levantó la cabeza y lo miró con ojos llenos de preocupación velada. "¿Te
desagrada su decisión?"
Abaddon simplemente negó con la cabeza mientras luchaba contra las ganas de reír.
"Como te he dicho, no tengo reparos sobre a quién has elegido para liderar. Estoy lo suficientemente satisfecho
de que hayas elegido un líder antes de que comenzara el entrenamiento".
Por alguna razón, la mujer parecía bastante satisfecha con este giro de los acontecimientos y reprimió una
pequeña sonrisa.
"Abaddon... ¿¡DÓNDE DEMONIOS CONSEGUISTE A ESTOS TIPOS!?!" Lusamine finalmente gritó.
Antes de que el dragón pudiera responder, sintió una gran ráfaga de viento y escuchó el sonido del metal
chocando.
¡Clang!
Mirando casualmente a su lado, encontró a Kanami chocando con Lusamine.
El arma elegida por Kanami era una espada injustamente grande que era casi tan grande como la de Abaddon.
Tenía una enorme hoja gris opaca con una empuñadura adornada con oro.
"¿Hoh? Pensé que eras una mujer, pero pareces tener bastante pareja". Lusamine dijo con una sonrisa peligrosa.
Por suerte, siempre estaba nerviosa y preparada para cualquier cosa, por lo que tuvo mucho tiempo para
reaccionar ante este ataque repentino y sacar su propia arma.
'¿Pero qué es esta fuerza...?' Ella se preguntó.
"¿Te atreves a llamar a nuestro dios por su nombre de pila? Tal transgresión merece mil muertes dolorosas".
Kanami dijo amenazadoramente.
Claramente, ella no era la única que se sentía así, ya que todo el ejército del Éufrates había rodeado a Lusamine
con las armas desenvainadas.
Parecía que la súcubo estaba a punto de verse envuelta en una guerra total, pero afortunadamente Abaddon
actuó como su gracia salvadora.
"Está bien, no me ofendo por las palabras de Lusamine. Ella es lo suficientemente cercana a mí para saber que
no soy de formalidades".
"¡Así es, soy como su hermana mayor!"
"No lo presiones".
"¡Entonces soy como su tía sexy!"
"Cierra la puta boca."
Una vez que el ejército vio las bromas habituales entre los dos, se dieron cuenta de que los dos estaban más
cerca de lo esperado.
Envainando sus armas, una vez más se arrodillaron y bajaron la cabeza en disculpa.
"Por favor, perdónanos, Dios".
Abaddon simplemente renunció a sus disculpas y continuó con la razón por la que habían sido llamados aquí.
"No piensen en eso. Me gustaría presentarles a todos a Lusamine".
El Éufrates miró brevemente a la mujer con la que ya estaban dolorosamente familiarizados y tuvo reacciones
encontradas.
"Independientemente de tus sentimientos hacia ella, ella será tu instructora durante las próximas tres semanas.
Aprenderás todo lo que ella tiene que enseñarte en ese tiempo, y luego se te asignará un nuevo instructor".
"Tiempo fuera, tiempo fuera". Lusamine dijo mientras finalmente guardaba su arma y se frotaba las sienes.
"¿Tres semanas? No hay manera de que sea suficiente tiempo. ¿Y a quién se las enviarías después? ¡Es como si te
estuvieras preparando para una guerra o algo así!"
Cuando Abaddon no respondió, el dolor de cabeza de Lusamine se triplicó y sintió que necesitaba irse y
acostarse.
"¿Contra quien?" Preguntó exhausta.
"Ahora, ¿por qué te diría algo así? ¿No quieres ser sorprendido como el resto del mundo?" Preguntó con una
pequeña sonrisa.
Lusamine sintió brevemente que su corazón iba a salirse de su pecho cuando lo vio sonreírle, pero rápidamente
reprimió su lujuria cuando escuchó sus absurdas palabras.
"Realmente sabes cómo hacerme enojar... ¿Puedes al menos decirme de dónde sacaste a estos tipos?"
"Son vampiros que tomaron mi sangre y se sometieron al ritual amica". Explicó casualmente.
"Esto..." Lusamine ya ni siquiera sabía qué decir.
Abaddon había creado quimeras vampiro-demonio-dragón y ni siquiera parecía ser remotamente consciente de
lo absurdo que era tal cosa.
Si supiera que él había creado una especie completamente nueva hace unos días, sin duda se caería por la
sorpresa.
"¿Exactamente cuánto de tu poder les diste?" Lusamine preguntó exhausta.
En respuesta, Abaddon rió levemente y comenzó a alejarse del grupo.
"Confío en que encontrarás la respuesta por tu cuenta, tía".

Capítulo 223 Amor verdadero y llamada de

atención
En los campos abiertos fuera de Luxuria, un enorme dragón negro con tres cabezas yacía en el suelo y parecía
estar de mal humor.
"Esto se siente más vergonzoso de lo que debería". se quejó.
Audrina: "Solo relájate, amada".
Bekka: "No hay razón para que te sientas avergonzado, sabes que esto es necesario".
Lailah: "Sé un buen dragón y déjanos terminar y te prometo que te lo compensaremos más tarde".
"...Supongo que puedo vivir con esto entonces."
Mientras las esposas estallaban en ataques de risa, continuaron con su tarea actual sin perder el ritmo.
Abaddon actualmente parecía un gimnasio de la jungla viviente ya que varios trabajadores enanos se
arrastraban sobre su cuerpo.
El objetivo de esta humillación era recolectar las escamas de Abaddon y llevarlas al taller de Valerie donde
serían reutilizadas en armas y armaduras.
Quitar las escamas de Abaddon fue un proceso bastante complicado, ya que era bastante difícil adquirirlas a
través de métodos normales.
La extracción del material precioso requirió que una de sus siete esposas los sacara con sus poderes o con las
manos desnudas.
Por alguna razón, las chicas pudieron relajar el cuerpo de Abaddon lo suficiente como para simplemente
arrancarle las escamas, momento en el que se las pasarían a uno de los híbridos enanos que esperaban detrás de
ellas.
"Increíble... Es tan ligero, pero se siente tan inexpugnable".
"Así que estas son las balanzas del rey..."
"¡No puedo esperar para traerlos de vuelta a la fragua!"
El espíritu de artesanía que fluía a través de las mentes de los enanos demoníacos se había incendiado.
Ser presentado con un material tan fino para trabajar fue su sueño hecho realidad.
La mayoría supo de inmediato que cualquier cosa que se forjara a partir de estas escamas sería diferente a todo
lo que el mundo había visto antes.
Abaddon se alegró de que estuvieran tan emocionados, ya que eso aumentaba las posibilidades de que se
produjera un trabajo de mayor calidad, pero tenía que admitir que todavía era bastante extraño cómo los
materiales por los que estaban tan emocionados procedían de su propio cuerpo.
De repente, notó que una de sus esposas estaba experimentando un estado emocional bastante turbulento.
'Mi amor, ven aquí.'
"¡Eeep!" Lisa estaba tan sorprendida por la voz de su marido que de repente sonaba en su cabeza que casi dejó
caer el plato a gran escala que tenía en la mano.
"¿Estás bien, mi reina?" Preguntó un enano con una mirada preocupada.
"E-estoy bien, solo necesito tomar un descanso por un momento". Lisa dijo mientras entregaba la escala grande
a los enanos detrás de ella. " Por favor espere."
"Como desées."
A la hermosa mujer le brotaron alas de la espalda y voló a lo largo del enorme cuerpo draconiano de su esposo
antes de detenerse en sus tres cabezas.
Aterrizando en el hocico de su cabeza central, pudo ver de inmediato que las mejillas de Lisa estaban sonrojadas
y su respiración era bastante errática.
'¿T-Tú me llamaste, cariño?' Ella preguntó telepáticamente.
'¿Por qué estás tan emocionada, mi amor? Puedo sentir tu excitación aumentando cada vez que me tocas.
Las mejillas de Lisa rápidamente pasaron de un rosado claro a un rojo cereza mientras hacía todo lo posible por
reprimir su vergüenza.
'B-Bueno... normalmente no estás en tu forma natural muy a menudo y estabas dormido la última vez, así que no
lo sabes, pero... mis instintos me están gritando que me aparee contigo'.
Las tres cabezas de Abaddon parpadearon varias veces confundidas mientras trataba de procesar esas palabras.
'¿Estás excitado por esta apariencia? Pensé que era bastante aterrador.
'Bueno, ese puede ser el caso para otros'. Lisa admitió. 'Pero para Seras y para mí eres mucho más que eso.'
Lisa alargó una mano temblorosa para tocar suavemente el puente entre sus ojos.
'Incluso en esta forma, eres el hombre más hermoso que se pueda imaginar y estoy lleno de la necesidad de
aparearme contigo en nuestros cuerpos naturales y dar a luz a un niño fuerte'.
Si bien Abaddon era completamente capaz de tener sexo como un dragón, simplemente nunca se le había
ocurrido hacerlo.
Pero de repente, no pudo evitar sentir que había sido un poco negligente.
Cuando dos dragones se casaban, era costumbre en la noche de bodas aparearse en ambas formas, ya que era
una forma de decir 'mi atracción por ti trasciende más allá de tu forma física'.
Era un ritual muy íntimo e importante en las culturas de los dragones y no podía creer que lo hubiera olvidado.
Perdóname, Lisa. Abaddon dijo sinceramente. Parece que he descuidado un paso crucial en nuestra relación.
Lisa de repente sintió que se iba a caer con un ataque de risa mientras continuaba acariciando amorosamente la
cara de su esposo.
'Hemos descuidado muchos pasos importantes, cariño, ¿o has olvidado cómo nos casamos una hora después de
conocernos?'
'Ah... ¿cómo puedo olvidarlo?' Abaddon dijo con una risa irónica.
Ambos miraron en silencio a Lailah, que estaba trabajando en la espalda de Abaddon.
Cuando notó que estaba recibiendo atención, les lanzó a ambos un pequeño beso que los hizo sonreír a ambos.
Volviendo a concentrarse el uno en el otro, Lisa se sentó encima de él y comenzó a mirar distraídamente hacia el
cielo.
'Este ha sido el momento más gratificante de mi vida y no me arrepiento en absoluto. Cada día es mejor que el
anterior y no hay razón para que sientas que me has hecho un flaco favor simplemente porque olvidaste un
ritual tonto.
Dándose la vuelta, colocó un pequeño beso en sus escamas negras mientras le mostraba una sonrisa descarada.
'Pero si estás decidido a compensarme, entonces quiero verte más en esta forma'.
'¿Hay una razón?' Abaddon preguntó casualmente.
'Si dijera que quiero que me mimes de esta forma también, ¿sería una razón aceptable?'
'Por supuesto.' Abaddon dijo con una sonrisa.
La atmósfera de paloma amorosa persistió entre los dos durante bastante tiempo, hasta que el resto de las
esposas se pusieron celosas y acusaron a Lisa de acapararlo para ella.
Una por una, todas las chicas encontraron su camino hacia una de las cabezas de Abaddon y también exigieron
atención.
Eventualmente, los enanos entendieron la indirecta de que no se iba a hacer más trabajo por el resto del día y se
disculparon en silencio. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
En lugar de sentir que se habían visto obligados a comer comida para perros, los trabajadores enanos
descubrieron que sus corazones se habían reconfortado al ver al rey y sus esposas.
Había muchos en el reino que no entendían por qué el rey no tenía más esposas a pesar de su apariencia y
estatus social criminalmente injustos.
Si dijera la palabra, todas las mujeres del mundo se alinearían obedientemente para meterse en su cama.
Entonces, ¿por qué no lo hizo?
Hoy, estos hombres al menos conocen la razón.
Ninguna cantidad de mujeres al azar podría ser un sustituto del verdadero amor que se muestra frente a ellas.
- El día siguiente
Volando desde la parte superior de la escalera estaba la pequeña Mira, quien casualmente estaba usando su
propia armadura de confianza.
Aterrizó con orgullo en la puerta principal y llamó al resto de su grupo.
"¡Mira está lista!" Dijo emocionada.
La joven esperó y esperó, pero parecía como si fuera la primera en despertarse una vez más.
Inflando sus mejillas con molestia, volvió a subir las escaleras y se dirigió a la primera habitación de su lista.
Antes de que pudiera llamar a la puerta de su hermano mayor, él abrió la puerta solo y parecía estar vestido
para la batalla también.
"¡Mira fue la primera lista! ¡Los hermanos y el padre son demasiado lentos!" Gritó con la cara roja.
"¿Es así? Supongo que tendremos que ir a buscarlos entonces". Apofis dijo encogiéndose de hombros.
Levantando a su hermana, con calma la colocó sobre su hombro antes de dirigirse hacia otra habitación al final
del pasillo. "Y no es que seamos lentos, tal vez eres demasiado rápido para nosotros, hermana".
Sin darse cuenta, sus palabras en broma habían puesto una pequeña sonrisa en el rostro de su hermana menor y
ella inmediatamente hinchó el pecho con orgullo.
"¡Mira es como el viento!"
"Sí, sí, como el viento". Apophis dijo distraídamente.
Pronto los dos llegaron a su destino previsto y la serpiente golpeó tranquilamente la puerta.
"Thea, ven, se supone que iremos a una mazmorra hoy".
"¡Mira fue la primera en despertarse!" El dragón de hielo recordó.
Cuando los dos no recibieron respuesta, Apophis se encogió de hombros antes de prepararse para abrir la
puerta de todos modos.
"Hermana, te doy permiso para despertar a nuestro hermano con una bola de nieve".
Mira dejó escapar un grito ahogado de emoción cuando rápidamente formó dos bolas de hielo en sus diminutas
manos.
"¡Apuntaré a las tetas de mi hermana!"
"Cualquier objetivo que más te convenga".
Al abrir la puerta de la habitación de Thea, los dos hermanos se sorprendieron al descubrir que su espacio
limpio y ordenado habitual tenía ropa tirada en el suelo al azar.
Pero cuando Apophis notó que algunas de las prendas eran un uniforme de sirvienta blanco y negro y un sostén
extraordinariamente grande, su mente inmediatamente comenzó a formar sus propias conclusiones.
"mmh.."
Una figura comenzó a moverse dentro de la cama de Thea y Apophis se dio cuenta de que sus sospechas eran
correctas.
Nita se sentó y distraídamente se frotó los ojos para quitarse el sueño.
Su tonto cabello blanco estaba por todas partes, alabando aún más la noche salvaje que acababa de soportar.
En su somnolencia, se olvidó de cubrirse adecuadamente y tanto Mira como Apophis pudieron ver bastante bien
sus grandes pechos que estaban cubiertos de marcas de mordeduras y besos.
"¿Nita?" Mira preguntó con ternura. "¿Por qué estás en la cama de la hermana Thea? ¿Y por qué tienes tanta
carne de piquero?"
Apophis finalmente cubrió los ojos de su inocente hermana mientras también intentaba explicar lo que estaba
viendo.
"Recuerda Mira, los dos son pareja ahora, lo que significa que es de esperar cosas como esta".
Eligió no responder a la pregunta sobre sus pechos, ya que tampoco estaba seguro de por qué eran tan grandes.
"¿Como papi y mamis?"
"Exactamente."
Nita finalmente se puso lo suficientemente alerta como para reconocer que la habían visto en casi todo su
esplendor y rápidamente se cubrió con la manta.
Sus brillantes ojos rojos recorrieron la habitación mientras trataba de encontrar algún tipo de excusa para esta
situación. "A-Ah, buenos días joven maestro y jovencita. E-Esto es solo-"
"No es necesario que expliques, y tampoco hay necesidad de formalidad. Evidentemente, ya eres familia, por lo
que eres libre de hablar cómodamente".
"¡Sí! ¡Cómodamente!" Mira repitió.
"Ah... Eso está... bien". Nita dijo exhausta.
Suavemente, comenzó a sacudir a Thea para despertarla.
Cuando sus ojos azul cielo se abrieron, lo primero que notó fue la presencia tranquilizadora de la mujer que
amaba.
Sin embargo, también podía sentir dos presencias adicionales que inmediatamente encendieron las alarmas en
su cabeza.
Sentándose rápidamente, sus peores temores se confirmaron cuando vio a su hermano menor con su hermana
sentada lindamente sobre su hombro, su mano cubriendo sus ojos.
"WW-¿Por qué estás-"
"Huh. Pensé que eras el agresor, pero ahora no estoy seguro de cuál de ustedes es más depredador". Apofis dijo
sin comprender.
En su prisa por comprobar si sus sospechas eran correctas, ella, al igual que Nita, se había olvidado de cubrirse y
accidentalmente le dio a la serpiente roja una buena mirada a su pecho que también estaba plagado de marcas
de besos y mordeduras.
La culpable (Nita) simplemente volvió a esconderse entre las sábanas y se cubrió la cara para evitar la
vergüenza.
Por un momento, Thea simplemente se congeló cuando su rostro se volvió de un tono rojo antinatural y dejó
escapar un grito de vergüenza.
"¡¡KYAAA!!"
Capítulo 224 ¡Nos vamos!

"¡KYAAAA!"
Thea rápidamente agarró un puñado de mantas que cubrían su cuerpo expuesto de sus hermanos intrusos.
"¡¿P-Por qué están ustedes dos aquí ?!"
"¡Calabozo!" Mira recordó emocionada.
"Llamamos a la puerta y cuando no respondiste entramos. Tú y papá llegan tarde a nuestra excursión de hoy".
"B-Bueno, como puedes ver, estaba un poco preocupado anoche, ¡así que estaba un poco cansado!" Thea se
defendió.
"Sí, puedo ver muy claramente que tus manos parecían haber estado más que llenas". Dijo, recordando el pecho
atrozmente grande de Nita.
"¡Oye! ¿Desde cuándo desarrollaste sentido del humor?"
"He estado practicando mientras observaba a nuestra familia". Dijo honestamente: "¿Funciona? ¿Soy
divertido?".
"¡No!"
"Sigue practicando hermano mayor". Mira dijo mientras le daba unas palmaditas tranquilizadoras en la cabeza.
Apophis gimió levemente irritado antes de decidir trabajar en esto más tarde.
"Suficiente. ¿Puedes prepararte de inmediato o necesitas más tiempo para despedirte?"
Thea miró a Nita, que todavía le estaba dando una mirada bastante anhelante y expectante.
"...Dame treinta minutos."
"Bien."
Apophis y Mira salieron de la habitación, y Nita inmediatamente saltó encima de Thea y comenzó a besar su
cuello.
"¿T-Serán suficientes treinta minutos?" preguntó Nita mientras su respiración se volvía más y más pesada.
Debajo de ella, Thea sonrió mientras pasaba las manos por el cuerpo suave y curvilíneo de su novia.
"Me aseguraré de que sea más que suficiente".
-
De vuelta en el pasillo, Apophis y Mira se dirigían a la habitación de sus padres para despertar a su padre.
"¿Por qué necesitan treinta minutos para decir adiós?" preguntó Mira. "¿No pueden simplemente darse prisa?"
"Podrían, pero las despedidas como esa es mejor que no se apresuren". Apofis dijo honestamente.
Mira se preguntó qué quiso decir su hermano con eso, pero finalmente decidió no preguntar porque sabía que
no recibiría una respuesta.
¡Nunca nadie le dijo nada!
Eventualmente, la pareja se dirigió a la habitación de sus padres y se detuvo frente a la puerta.
Antes de que cualquiera de ellos pudiera llamar, la puerta se abrió silenciosamente y les permitió a los dos
entrar.
Los hermanos se sorprendieron al ver que su padre ya estaba despierto, pero una mirada a su situación actual
dejó muy claro por qué llegó tarde a su cita.
En la cama, Abaddon se había dividido en tres clones y tenía a dos de sus esposas debajo de cada brazo.
Incluso mientras dormían, las chicas se aferraban a él posesivamente y no mostraban signos de dejarlo ir
pronto.
'Por lo que vale, no me quedé dormido, pero tampoco me atreví a despertarlos'. Dijo telepáticamente.
Mira salió volando del hombro de Apophis y se metió en la cama con ellos.
Encontró su lugar entre Eris y Bekka y se sentó cómodamente en el pecho de su padre.
"¡Buen día!" Mira dijo emocionada.
Los ojos de las seis mujeres se abrieron y todas se sentaron al mismo tiempo.
"¡Buenos dias cariño!"
"¡Mi dulce bebe!"
"¡Ven aquí mi pequeña bola de masa!"
"¡Eres la cosa más linda del mundo!"
En un abrir y cerrar de ojos, Mira había sido invadida y rodeada por todas sus madres que luchaban por su
afecto.
Abaddon, que había sido arrojado casualmente a un lado, se reformó y se convirtió en silencio en una niebla
oscura para poder salir de la cama.
Afortunadamente, no hubo actividades lascivas anoche, por lo que la habitación no estaba húmeda y nadie
estaba completamente desnudo.
Eventualmente, Lailah notó que su hijo también estaba aquí y también le tendió los brazos.
"¡Ven aquí mi dulce niño!"
"Pasaré. Estoy contento de quedarme justo donde estoy".
"¡No esta pasando!"
Las manos de Lailah de repente brillaron con un verde brillante y Apophis voló directamente hacia ella.
Sin embargo, en lugar de permanecer en su forma habitual, se redujo al tamaño de un bebé y aterrizó de lleno en
los brazos de Lailah.
"¡¿C-Cómo pudiste hacerme esto madre?! ¡Juraste que no me harías tomar esta forma de nuevo!"
"¡Lo siento, pero eres tan lindo!" Lailah dijo disculpándose mientras frotaba sus rostros. "¡Esta es sin duda la
mejor manera de pasar mis mañanas!"
"¡¡Este es un infierno como ningún otro!!" Apofis gritó con voz de bebé.
"Aww, no seas como ese hijo". Eris dijo mientras comenzaba a jugar con sus pequeños pies.
"Jejeje- ¡D-Detente de inmediato, madre Eris! ¡Se siente extraño!"
"¿Oh? ¿Mi chico tiene cosquillas?" Audrina preguntó con malicia.
Sintiendo un peligro inminente, Apofis se volvió hacia la única persona que quedaba que podía actuar como su
salvación.
"¡P-Padre por favor! ¡Haz que se detengan!"
Desafortunadamente, Abaddon fingió que no podía estar aquí mientras salía de la habitación para ir al baño.
Los ojos de la serpiente se abrieron con horror cuando se dio cuenta de que lo habían dejado solo una vez más.
"¡PADRE NOOOO!"
Después de un baño, Abaddon se puso su nuevo traje negro impenetrable y esperó en la puerta con Entei a que
llegaran los niños.
Se sentía un poco mal por dejar a su hijo a merced de su madre, pero pensó que probablemente estaría bien.
"No es como si fuera a morir por las cosquillas, ¿verdad?" Dijo con una risa.
"Gro". (Él muy bien puede.)
"¿Qué sabes tú de todos modos, bestia?" Abaddon murmuró mientras rodaba los ojos.
"¡Gru!" (¡Más que tú!)
Justo cuando Abaddon se preparaba para replicar, se dio cuenta de que podía entender al Komainu que estaba
acariciando en ese momento.
"Qué demonios…" Murmuró.
En ese momento, Thea bajó corriendo las escaleras con su habitual vestido azul oscuro.
"¡Ah, m-buenos días padre!"
Abaddon decidió preocuparse por por qué de repente podía entender a la mascota de Mira más tarde y
concentrarse en su otra hija por ahora.
"Buenos días Thea. ¿Hiciste..." Gradualmente, las palabras de Abaddon comenzaron a desvanecerse mientras un
olor particular flotaba en su nariz.
Cada uno de los trillizos tenía un olor bastante único a pesar de ser hermanos, y cuando Abaddon olió a Nita en
su hija, sintió que todo su mundo se le venía encima.
Thea notó que los ojos de su padre habían comenzado a nublarse y se preguntó brevemente si se iba a
desmayar.
"Yo... necesito acostarme." Él murmuró.
Abaddon extendió su mano y creó un enorme bloque de hielo que era lo suficientemente grande como para que
descansara su cuerpo.
Subiendo encima de él, sus ojos se centraron en el sellado cuando se dio cuenta de que el día que más temía
finalmente había llegado.
"Finalmente sucedió... mi pequeña niña ahora es una mujer... esto es más doloroso de lo que había imaginado..."
"¡P-Padre! ¡Estás siendo demasiado dramático!"
"Ojalá ese fuera el caso. Incluso que me cortaran el brazo y me destrozaran el alma no dolió tanto".
"¡Caramba!"
Thea se arrojó encima de su padre y comenzó a pellizcarle los costados con frustración.
"¡Ya has aceptado mi relación con Nita, así que no tiene sentido que actúes así ahora! ¡¿No puedes alegrarte de
que tu hija sea feliz?!"
Abaddon cayó en un profundo silencio mientras contemplaba la verdad de las palabras de su hija mientras
analizaba su propio comportamiento.
"Puedo, solo necesito que me des unas horas".
"¡Padre!"
Abaddon se rió un poco divertido justo cuando Apophis y Mira bajaban corriendo las escaleras.
El rostro de Mira ya estaba cubierto de besos de sus madres, pero no pudo resistir las ganas de recibir más
cariño de su padre y su hermana.
"¡Mira también quiere abrazos!" Ella lloró mientras saltaba encima de la pila cada vez mayor.
Esta dulce escena continuó durante unos minutos más antes de que Abaddon finalmente se sintiera mejor y
decidiera que era hora de salir.
"Bien, ¿están todos listos?"
"¿Tienes que preguntar?"
"¡Si padre!"
"¡Mira siempre está lista!"
"Gro". (¿Me dejarías quedarme en casa si digo que no?)
Abaddon estaba complacido de ver que todos estaban tan entusiasmados, pero aun así quería advertirles del
riesgo potencial.
"La mazmorra que elegí para nosotros es un poco más difícil de lo habitual. Tiene setenta pisos y es posible que
nos vayamos por casi tres días.
Mi interferencia será limitada, por lo que dependerá de ustedes tres protegerse mutuamente y asegurarse de
que puedan aprovechar al máximo esta experiencia".
Al ver que sus palabras no lograron asustar a ninguno de sus hijos, Abaddon sonrió antes de asentir con
aprobación.
"Entonces, ¿nos vamos?"
Abriendo un portal negro estrellado, los hermanos caminaron de la mano seguidos por el enorme komainu.
Una vez que terminaron, Abaddon miró hacia la parte superior de las escaleras donde sus esposas le sonreían
con cariño.
"Disfrute su viaje y asegúrese de proteger a nuestros niños". Lailah dijo cálidamente.

Abaddon corrió hacia ellos en un instante y besó a cada uno en los labios antes de despedirse sin mirar atrás.
"Volveremos antes de que se den cuenta mis amores. No hay necesidad de preocuparse"
El dragón atravesó el portal y se cerró poco después, dejando a sus esposas en un estado de ánimo ligeramente
melancólico.
"Después de todo este tiempo, verlo irse sigue siendo muy difícil". Bekka murmuró.
El grupo de mujeres asintió con la cabeza antes de que Eris mencionara un punto que hizo que todas se sintieran
un poco mejor. "¡Pero al menos es solo por tres días, y aún podemos llamarlo cuando lo necesitemos!"
"Supongo que tienes razón."
"Tendremos que conformarnos con eso por ahora".
"Debería haberle pedido que me follara antes de que se fuera..."
Los deseos pervertidos de Audrina trajeron una repentina realización a las mentes de las esposas.
¿No sería mucho mejor el sexo cuando su esposo regresara después de tres días?
Después de no ser tocadas por más de 72 horas, la sensibilidad de las esposas se dispararía y serían masilla en
las manos de Abaddon.
"Oye... Audrina, ¿crees que puedes hipnotizarme para que me duerma hasta que vuelva...? Quiero que el tiempo
pase más rápido". Valerie dijo de repente.
"¡M-Yo también!"
"¡No te olvides de mí!"
"¡No tenía nada súper importante que hacer de todos modos!"
Evidentemente, el plan de Valerie sonaba como pura genialidad para todos los demás y pronto el vampiro
estaba siendo bombardeado con la misma solicitud de todos los demás.
"¡Oye, ¿qué hay de mí?! ¿¡Qué se supone que debo hacer mientras todos ustedes están dormidos!?" preguntó
Audrina.
¡No era como si pudiera hipnotizarse a sí misma después de todo!
Lentamente, las esposas comenzaron a calmarse de su frenesí y dejaron de molestar a su hermana.
No sería justo dejarla sola mientras los demás dormían.
Se preparaban para ir a la cocina a desayunar cuando la puerta de la mansión se abrió de una patada y entró
Lusamine, maltratada, magullada y sin uno de sus cuernos.
La súcubo parecía estar llena de rabia y parecía que iba a explotar en cualquier momento.
Cuando abrió la boca, dejó escapar el rugido más profano imaginable.
"¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Capítulo 225 Los mejores perros

"¡¿Dónde está?! ¿¡Dónde está ese loco escamoso!?" Lusamine rugió.
Como Eris era su mejor amiga, inmediatamente bajó las escaleras con preocupación. "El esposo no está aquí.
¿¡Por qué estás tan enojado con él y qué diablos te ha pasado!?"
La súcubo que estaba ciega de rabia hace un momento de repente comenzó a sollozar y las lágrimas comenzaron
a caer de su rostro.
"Eris, ellos... ¡¡¡¡WAAAAAAHHHHH!!!!"
Lusamine se arrojó a los brazos de la hermosa elfa oscura y comenzó a lloriquear como un bebé.
Eris simplemente frotó su espalda mientras hacía todo lo posible por consolarla, pero evidentemente lo que
había sucedido la dejó terriblemente angustiada.
Mientras la elfa oscura consolaba a su amiga más antigua, un portal gris oscuro se abrió de repente en medio de
la habitación.
Seras, Yara y Asmodeus salieron con grandes sonrisas.
"¡Amado! ¡Estoy en casa!"
"¿Dónde están mis nietos? ¡La abuela trajo regalos!"
"También trajimos invitaciones de boda".
Las esposas le dieron a su cuñada y suegra sonrisas de disculpa antes de ir a abrazarlas.
"El marido ha llevado a los niños a un calabozo en Upyr. No volverán hasta dentro de tres días". Lisa dijo
disculpándose.
Seras y Yara inmediatamente se miraron cabizbajos.
"Quería ser abrazado por él de nuevo después de tanto tiempo…" Seras dijo con tristeza.
"Quería acurrucarme..." Yara murmuró decepcionada.
Asmodeus estaba a punto de decirles a las chicas que solo había una espera de tres días cuando finalmente se
dio cuenta de que había sollozos detrás de él.
Al darse la vuelta, se encontró con una Lusamine de ojos llorosos que parecía golpeada y maltratada.
"¿Lus? ¿Por qué te ves como una mierda?"
Las groseras palabras de Asmodeus solo sirvieron para hacer que la súcubo llorara más fuerte.
"¡¡WAAAAAAAHHHH!!! ¡¡¡HERMANO MAYOR, TU HIJO ES UN Idiota!!!"
Tanto Asmodeus como Yara se sorprendieron un poco.
"¿Abaddon te hizo esto? Debes haberlo merecido entonces, ¿no?" A su lado, su esposa asintió en silencio en
acuerdo.
"¡N-Él no hizo esto! ¡Esos monstruos monstruosos suyos lo hicieron!"
"¿Monstruos?" Todos preguntaron en voz alta.
"¡E-Ese maldito nuevo ejército suyo! ¡Me pidió que los entrenara con todo lo que tenía, y-y a cambio, esa perra
pelirroja me golpeó!"
Silencio de muerte.
Todas las esposas se miraron entre ellas e hicieron muecas de confusión.
Si bien su esposo les había dicho que estaba entrenando un nuevo ejército especial, ninguno de ellos los había
conocido hasta ahora y no sabían qué los hacía tan diferentes de los soldados normales.
Abaddon les había dicho que él mismo los presentaría cuando completaran su entrenamiento.
De repente, el espeluznante silencio fue interrumpido por la risa reprimida de Asmodeus.
"Pfft... Así que se suponía que debías entrenarlos... Y, sin embargo, en lugar de hacerlo, fuiste golpeado hasta este
lamentable estado... ¡¡¡HAHAHAHAHA!!!"
Su risa parecía ser contagiosa, ya que Yara ahora estaba luchando con uñas y dientes para reprimir su sonrisa
también. "Esposo, no te burles de ella... ¿No ves que está sufriendo mucho?"
"¡Eso solo lo hace más divertido!"
El rostro de Lusamine volvió a ponerse rojo de ira cuando se liberó del abrazo de Eris y sacó su arma. "¡Deja de
reírte de mí o te arrancaré el cuero cabelludo y te veré morir de nuevo!"
Asmodeus de repente dejó de reír mientras se agarraba el cabello de manera protectora.
"¿No puedes amenazarme de una manera menos aterradora? ¿Qué sería de mí sin este fascinante cabello
plateado mío?" Dijo, su tono transmitiendo una falsa sensación de miedo.
"¡Te mataré!"
Lusamine se abalanzó para cumplir sus amenazas, pero se encontró rápidamente contenida por Audrina y Seras.
"Está bien, eso es suficiente". Bekka dijo exhausta.

"¿Puedes llevarnos a este nuevo ejército? Si realmente te han golpeado cuando se suponía que los estabas
entrenando, entonces tendrán que ser castigados". Dijo con autoridad.
De repente, los ojos de Lusamine se iluminaron como estrellas y salió corriendo por la puerta.
"¡Date prisa! ¡Muéstrale a esa perra de quién es el jefe!"
En la base militar de Luxuria, al éufrates se le había asignado su propia sala de entrenamiento e instalaciones
privadas.
En la sala de entrenamiento modernizada, cuarenta y ocho de los soldados rodeaban a dos competidores.
Eran el segundo al mando, Kanami, y un hombre corpulento con cabello largo y oscuro y una figura imponente.
"¿Estás seguro de que deseas desafiarme por mi posición ahora, hermano Seiji?"
El hombre asintió respetuosamente y se puso en una posición de pelea amenazante.
"Lo soy, hermana mayor".
"Acabo de calentar, ¿sabes? Tendrás un momento difícil". Ella recordó suavemente.
"Lo entiendo, pero si no puedo vencerte en tu mejor momento, no merezco representarnos en absoluto, ni
merezco estar al lado de nuestro dios".
Kanami suspiró levemente al comprender.
"Bien entonces, acepto tu desafío." Dijo con calma.
Ninguno de ellos sacó sus armas ni activó la magia, ya que esta iba a ser una prueba basada únicamente en el
dominio de sus nuevos cuerpos de los que estaban tan orgullosos.
¿Cuál de ellos podría usar mejor las habilidades que les otorgó su dios?
Solo el que demostró ser el más capaz merecía liderar.
Justo cuando los dos estaban listos para comenzar, las puertas de la sala de entrenamiento se abrieron de golpe
y la sala se detuvo por completo.
Caminando majestuosamente estaban las siete esposas que eran dirigidas por Lusamine.
Detrás de ellos estaban Yara y Asmodeus, quienes decidieron acompañarlos para ver el ejército que era capaz de
darle a Lusamine una nalgada así.
Con una mirada a los cuerpos del éufrates, inmediatamente supieron lo que había hecho su hijo, aunque todavía
no podían creerlo.
Por lo general, un dragón no puede distribuir su poder tan fácilmente.
Después de someterse al ritual de Amica con demasiadas personas, el alma del usuario siente una inmensa
tensión que a veces incluso puede hacer que se rompa.
'Para que él pueda hacer esto con todas estas personas... ¿Cuánto ha crecido tu alma, muchacho?' Asmodeo se
preguntó.
Cuando el Éufrates vio a las siete mujeres que entraron en la sala de entrenamiento, inmediatamente se
olvidaron de lo que estaban haciendo y cayeron sobre una rodilla.
Como líder, Kanami era la única a la que se le permitía hablar en presencia de los superiores, por lo que
intercambió saludos para todos ellos.
"El Éufrates extiende su saludo a sus diosas. Nos sentimos honrados más allá de las palabras de conocerlos por
primera vez". Kanami dijo mientras bajaba la cabeza.
Las siete esposas se detuvieron en seco y parpadearon varias veces confundidas antes de que Lusamine tuviera
que susurrar una explicación.
"Estos tipos son realmente devotos de Abaddon, tanto que no estaría mal llamarlo fanatismo. Lo ven como un
dios viviente y ustedes, como sus esposas, son naturalmente sus diosas".
Asintiendo en comprensión, Lailah dio un paso adelante y miró con curiosidad a los soldados arrodillados.
"Qué curioso... ¿qué sois exactamente todos vosotros?"
La respuesta de Kanami fue instantánea y casi robótica.
"Somos el Éufrates, diosa. Somos Nightwalkers renacidos de la sangre del dios rojo y bendecidos con aspectos
de su ser. Somos los instrumentos de su ira y los moldeadores de sus ideales".
"Moldeadores de sus ideales, ¿eh?" dijo Lailah. "Entonces, ¿crees que mi esposo estaría muy feliz contigo por
golpear al que asignó para instruirte sin razón?"
Kanami y todos los soldados detrás de ella se estremecieron cuando escucharon la pregunta de Lailah.
¡Bang!
La líder del Éufrates golpeó su cabeza contra el suelo mientras se postraba completamente frente a Lailah.
"¡Diosa, puedo asegurarte que no agredí a esa mujer! ¡Lo que sea que hayas escuchado de ella hasta ahora solo
puede ser un resumen a medias de los eventos!"
Lusamine de repente parecía que quería huir, pero Valerie agarró el cuerno que le quedaba antes de que
pudiera.
"¿Qué pasó exactamente entonces?" Eris preguntó mientras caminaba hacia adelante.
Se arrodilló y levantó suavemente la cabeza de Kanami del suelo mientras limpiaba el polvo de su frente.
"Tienes que decirnos toda la verdad ahora... Lo siento, ¿me acabo de dar cuenta de que no sabemos tu nombre?"
Internamente, Kanami estaba en completo caos.
¡¡Estaba siendo tocada por una de las siete diosas!!
¡Y su toque era tan suave y maternal que era casi como si hubiera regresado al abrazo del útero!
"¡E-Este humilde se llama Kanami a-y puedo asegurarte que ni yo ni mis hermanos y hermanas soñaríamos con
decir una falsedad en tu presencia!"
Detrás de ella, los ojos del resto del éufrates ardían de intensos celos.
¿Es esto lo que significaba ser el segundo al mando?
¡Tal gloriosa recompensa debe ser suya por cualquier medio necesario!
En un abrir y cerrar de ojos, Kanami tenía siete retadores potenciales más alineados.
Pero a ella no podría importarle menos.
Lo único que le importaba era que seguía sintiendo las suaves y divinas manos de Eris en sus mejillas.
Y cuando se dio cuenta de que estas manos debían haber explorado cada centímetro del cuerpo de su creador,
su pulso se aceleró y tuvo que reprimir una pequeña hemorragia nasal.
'Tan increíble... ¡Podría morir en paz en este mismo momento!' Ella pensó con fervor.
"¿Por qué no nos cuentas todo lo que pasó desde el principio, de acuerdo?" Eris preguntó suavemente.
"S-Sí, diosa".
Kanami continuó explicando cómo Abaddon los había asignado para aprender con Lusamine durante tres
semanas.
En cuatro días, el crecimiento del Éufrates se había estancado y ya no tenían ningún tipo de desafío o dificultad
durante el entrenamiento.
Como líder y responsable del bienestar de todos sus hermanos en brazos, Kanami se encargó de informar a
Lusamine que su entrenamiento era inadecuado y le pidió que aumentara la dificultad o los transfiriera a un
nuevo instructor antes de lo previsto.
Debido a que el Éufrates no habla con respeto a nadie que no sea Abaddon o su familia, la paciencia de Lusamine
ya había comenzado a agotarse.
Con la adición de la aterradora velocidad, fuerza y resistencia de los nuevos reclutas, Kanami de repente le dijo
que aumentara la dificultad de su entrenamiento y finalmente hizo que el complejo de inferioridad de Lusamine
se saliera de control, y ella arremetió.
Decidiendo ganarle algo de respeto a sus nuevos reclutas de la manera difícil, Lusamine desafió a Kanami a un
combate sin restricciones y declaró que esa sería la prueba final del grupo.
La súcubo estaba más que segura de que ganaría, ya que había servido junto a Asmodeus durante muchos años y
le había brindado muchas victorias.
Seguramente, esta vez no sería diferente y ella les daría una lección a estos bastardos irrespetuosos, ¿verdad?
Equivocado.
Kanami golpeó a Lusamine como una manta vieja.
Sin siquiera desenvainar su espada, abrumó por completo a su oponente en todos los métodos de combate
imaginables.
Técnica, fundamentos y, lo más importante, potencia.
"Tal vez debería haberme contenido un poco más, pero en medio de nuestra batalla sentí que ella realmente
estaba tratando de matarme a pesar de que proclamó que nuestro combate había sido un combate.
𝚛𝚛𝚛𝚛e𝚛𝚛.c𝚛m
No tengo intenciones de morir a menos que sea en un campo de batalla al lado de mi dios y creador. Cualquiera
que intente robarme ese destino glorioso se enfrentará a consecuencias rápidas y decisivas", dijo con una
actitud severa y obsesiva.
Los ojos de sus hermanos detrás de ella comenzaron a brillar como para transmitir que sentían exactamente lo
mismo.
Para ellos, Kanami había dejado ir a Lusamine con bastante facilidad.
Estaban seguros de que si no hubiera estado tan cerca de Abaddon, ya ni siquiera estaría respirando.
Después de escuchar la historia completa, los rostros de todos los presentes mostraban puro agotamiento.
Bueno... casi todos.
Bekka, Valerie, Asmodeus, Seras, Yara y Audrina estaban acurrucados en un círculo, riéndose como niños.
Asmodeus: "Pfft... ¡Hubiera dado una de mis alas por ver tal escena con mis propios ojos!"
Yara: "Eres demasiado cruel, esposo. ¿C-Cómo puedes reírte de alguien que es como tu propio hermano de esta
manera?"
Valerie: "Madre, ¡tú también te estás riendo!"
Seras: "¡Es bastante difícil no hacerlo!"
Bekka: "Creo que hay un término para esto en el viejo mundo del marido. ¿Cuál era? ¿Joder y averiguarlo?"
Audrina: "Pffftt.. ¡D-Basta, muchachos! ¡Me empiezan a doler los costados!"
Como objeto de sus bromas, Lusamine había llegado hacía mucho tiempo a su punto de ruptura y su rostro se
puso tan rojo como sus iris.
"¡Q-TODOS USTEDES CÁLLANSE!"

Capítulo 226 No hay tiempo que perder

Después de escuchar todo lo que sucedió en la pelea de Lusamine, Eris suspiró exhausta antes de bajar la cabeza
a modo de disculpa.
"Lamento la infantilidad de mi amigo de pecho plano".
"¡Vete a la mierda perra!" Lusamine gritó mientras cubría sus pequeñitos.
El rostro de Kanami inmediatamente se puso pálido e inmediatamente trató de hacer que Eris levantara la
cabeza. "¡P-Por favor, diosa, no hay absolutamente ninguna necesidad de que bajes la cabeza ante alguien como
yo!"
Eris hizo una mirada de confusión antes de asentir en aceptación.
Dándose la vuelta, fue y encontró a Lusamine y comenzó a tirar de ella hacia una Kanami arrodillada.
"¡No! ¡No quiero!"
"¡Estás siendo tan infantil! ¡No te daré otra opción!"
"¡Esto no es justo! Soy el que recibió una paliza, ¿¡por qué tengo que disculparme!?"
"¡Es tu culpa que te golpearan en primer lugar! ¡Ahora sé cortés o le pediré que lo haga de nuevo!"
Eris colocó su mano sobre la cabeza de Lusamine y la obligó a inclinarse a modo de disculpa.
"...ry..."
"¡Hazte más fuerte y más sincero o te echarán de nuevo!"
Lusamine tembló visiblemente antes de apretar los puños con frustración.
"¡L-perdón por actuar de manera infantil!"
En lugar de reconocer la disculpa de Lusamine, Kanami se encontró incapaz de apartar los ojos de Eris.
"Ir tan lejos por alguien como yo... Eres verdaderamente una diosa amable y benévola".
"Ah, no soy una diosa". Dijo con una sonrisa avergonzada. "Y esto es un hecho, ¿sabes? Lusamine es la culpable
de enemistarte innecesariamente".
La súcubo culpable sintió como si acabara de recibir una pequeña flecha en el corazón, empeorando aún más su
mal humor.
Kanami y el resto de sus hermanos se conmovieron considerablemente por la naturaleza humilde y la cálida
personalidad de Eris.
Realmente era una mujer amable y benévola como ninguna que hubieran conocido antes.
'Una verdadera diosa...'
'¡Me siento revitalizado solo de escucharla hablar!'
'Ella debe ser una diosa de la naturaleza y la fertilidad...'
Mientras continuaban los delirios del éufrates, el resto de las esposas se adelantaron para analizar a estos
nuevos soldados.
Bekka: "Pero darle tal paliza a Lusamine... Eso es bastante impresionante".
"¡Ey!"
Valerie: "¿Qué tan fuertes los hizo su marido...?"
Audrina: "Una mejor pregunta es ¿quién quería que los entrenara a continuación...?"
Simultáneamente, los seis miraron a Seras que estaba ocupado analizándolos como todos los demás.
Cuando se dio cuenta de que la estaban mirando, inmediatamente levantó las manos en señal de rendición.
"No me mires, estoy demasiado ocupado con el trabajo para entrenar a alguien en este momento. Helios nos
tiene a mí, a Lotan y a Tiamat trabajando horas extras en preparación para la boda de mamá y papá".
La única razón por la que Seras podría estar aquí ahora mismo era porque tenía que tomarse un pequeño
descanso o de lo contrario probablemente se suicidaría.
Cuando sus suegros le dijeron que estaban de visita en su casa y le preguntaron si le gustaría acompañarla en un
viaje de un día, inmediatamente aprovechó la oportunidad de ver a su familia.
"Bueno, ¿deberíamos llamar y preguntarle entonces?" Lisa preguntó.
Parecía que esa iba a ser la solución más favorable, cuando la pequeña voz de Kanami les hizo detenerse.
"Umm... perdonen mi interrupción, diosas, pero sé a quién le pediría nuestro señor que nos entrenara a
continuación".
"¿OMS?" Todos preguntaron en voz alta.
Los instructores más nuevos del Éufrates tardaron alrededor de diez minutos en llegar, y cada uno de ellos
parecía estar igualmente confundido acerca de por qué los habían llamado.
Al ingresar a las instalaciones de entrenamiento, Absalom, Hakon y Stheno cayeron sobre una rodilla frente a
sus siete reinas.
"Mis reinas, mis hermanos y yo hemos venido en respuesta a su convocatoria". Absalón dijo respetuosamente.
"Tenemos un pequeño trabajo para ustedes tres, pero nos preguntamos si tienen tiempo". Lisa preguntó.
"Solo necesitas nombrarlo". comenzó Hakon.
"Todo es secundario cuando se trata de los deseos de la familia real". Terminó Esteno.
Audrina hizo un gesto a los cincuenta soldados detrás de ella que estaban analizando a los recién llegados.
"¿Crees que puedes tomarte un descanso del entrenamiento del ejército principal para concentrarte en estos
tipos durante unos días?"
"Tendrás que entrenarlos con todo lo que tienes". agregó Lailah.
El trío ni siquiera dudó e inmediatamente asintió con la cabeza en acuerdo.
Absalom: "No los esperábamos hasta dentro de al menos dos semanas".
Stheno: "¿Supongo que encontraron que el entrenamiento de Lusamine era bastante deficiente?"
Hakon: "Tal cosa no es inesperada". 𝚛𝚛𝚛leer.𝚛o𝚛
"¡Todos ustedes son un montón de imbéciles!"
Cansada de ser insultada, Lusamine finalmente salió furiosa de la sala de entrenamiento mientras temblaba de
ira.
Continuando, Bekka finalmente aplaudió con entusiasmo. "¡Esto será genial! ¡No puedo esperar a ver qué será
de ellos después de entrenar con ustedes tres!"
Desafortunadamente, la emoción de Bekka resultó ser de corta duración ya que Asmodeus pronto acabaría con
todas sus esperanzas.
"Lo siento, hija mía, pero no creo que estos tres puedan enseñarle mucho a este grupo".
Tan pronto como los tres rabisu escucharon esa voz que recordaban de hace milenios, se dieron la vuelta para
encontrar la fuente.
Asmodeus estaba sentado contra la pared luciendo su característica sonrisa con Yara en su regazo.
"El joven señor... Ha pasado bastante tiempo". Hakon murmuró.
"De hecho, tanto tiempo que ya no puedo ser llamado 'joven' nada".
"¿Debes menospreciar esta reunión proclamándonos incompetentes? Habría pensado que 20.000 años de vida
te habrían hecho más educado".
"¡Ja! ¡Parece que no!"

"Padre, ¿por qué sientes que estos tres serán inadecuados?" Lailah preguntó de repente.
Asmodeus se llevó la mano a la barbilla mientras trataba de explicar su razonamiento.
"Supongo... la respuesta es el instinto".
Cuando recibió solo miradas confundidas en respuesta, simplemente se encogió de hombros y decidió no hacer
más comentarios. "O tal vez finalmente comencé a volverme senil después de 20,000 años".
Ninguno pareció creer su supuesta locura y en cambio cayeron en un profundo pensamiento.
Seras, Bekka y Audrina no comentaron para no pisar el orgullo del trío Rabisu, pero también sospecharon que el
Éufrates los abrumaría fácilmente.
"Yo también estaría de acuerdo con las palabras de este hombre". Kanami dijo de repente.
Detrás de ella, los cincuenta de sus hermanos también asintieron en silencio, indicando que también creían que
los generales de Rabisu no serían de mucha ayuda.
Los ojos de los antiguos demonios se volvieron duros mientras miraban al pequeño ejército frente a ellos.
"Eres bastante audaz...", dijo Stheno con frialdad.
"¿Conoces la lista de personas que aún respiran después de hablar de nosotros de esta manera? Te aseguro que
es bastante corta". Halón gruñó.
"Porque no existe. Agradece que no te hayas unido a ellos". Agregó Absalón.
Kanami parecía imperturbable por su agresión y continuó duplicando su declaración anterior.
"Si siento que eres inadecuado, entonces me temo que debo hablar. El tiempo es algo precioso que no debe
desperdiciarse en esfuerzos infructuosos".
Ella y sus hermanos no podían darse el lujo de perder el tiempo con instructores incompetentes.
Su dios ya les había contado sus planes para el futuro cercano, y sabían que solo tenían un tiempo limitado para
volverse lo más fuertes posible antes de que comenzara su campaña.
Como solo había cincuenta de ellos, eso significaba que no podían permitirse ninguna pérdida.
El ritmo al que tenían que mejorar para lograr tal cosa era aterradoramente rápido y solo lo mejor sería lo
suficientemente bueno para complacer a su dios.
"¡Ingratos!"
Absalom y sus hermanos se pusieron de pie al mismo tiempo, cada uno de ellos luciendo como si fueran a
desgarrar a Kanami miembro por miembro.
La vicelíder del Éufrates no movió un músculo, pero sus hermanos eran una historia completamente diferente.
Los cincuenta se movieron en defensa de su hermana mayor, y parecía que se iba a producir una pelea total.
"Para." Laila dijo exhausta. "Todo esto es más que innecesario".
Miró a Lusamine por el rabillo del ojo y tuvo una buena idea.
Claramente, el Éufrates no iba a escuchar a nadie a quien no viera como capaz.
Y ella, al igual que sus hermanas, también había reconocido que los Rabisu serían malos instructores.
Lo más probable es que Abaddon no esperaba que el Éufrates creciera tan rápido como lo hizo y le pidió al trío
de hermanos que los instruyera antes de que él se diera cuenta.
Pero si Lailah les decía eso directamente, creía que no lo entenderían e incluso se sentirían menospreciados.
Como tal, solo había una opción real.
"Formen un círculo."
En un abrir y cerrar de ojos, el Éufrates se movió para rodear al trío de Rabisu, dejando mucho espacio en el
medio.
"Kanami".
"¿Sí, diosa?"
"Ya que encuentras que faltan los rabinos, tendrás que convencer a cada uno de ellos tú mismo. ¿Entiendes?"
"De hecho, mi diosa. Honraré tu presencia con un gran espectáculo". La hermosa quimera dio un paso adelante y
tronó sus aparentemente delicados nudillos.
Los rabisu se miraron brevemente antes de que Hakon asintiera y diera un paso adelante.
"No me insultes".
"¡¿Qué?!"
Kanami se puso en una simple postura de lucha con las piernas separadas a la altura de los hombros y las manos
a los costados.
"Ya les dije una vez que el tiempo es valioso y que nunca debe desperdiciarse. Todos deberían venir por mí a la
vez para acelerar las cosas".
Capítulo 227 El poder del vicelíder

Después de que Kanami expresara su audaz declaración, el trío rabisu cayó en un silencio atónito.
Nunca en toda su vida se habían burlado abiertamente de esta manera.
"Nuestro señor se ha encontrado a sí mismo como un subordinado audaz". Absalón murmuró.
"¿Es audaz o estúpida?" cuestionó Hakon.
"¡Es una pena que no viva lo suficiente para que aprendamos la diferencia!" Stheno rugió mientras corría hacia
adelante.
La hechizante Rabisu se lanzó al aire y soltó garras oscuras de las yemas de sus dedos.
Como Kanami no había sacado un arma, tampoco lo haría y simplemente la mataría con sus propias manos.
Mientras Stheno se preparaba para saltar sobre su oponente, Kanami finalmente hizo su movimiento.
Justo antes de que las garras de Stheno se conectaran con su piel, el líder del Éufrates esquivó el golpe por un
pelo y agarró su muñeca en su lugar.
Al margen, Seras sonrió orgullosamente en aprobación. 'Así que les enseñaste algunas cosas, ¿no es así, mi
amor?'
Con un tirón, Kanami sacó a Stheno del aire mientras perdía el equilibrio, preparando perfectamente su próximo
ataque.
¡Bang!
Kanami levantó su rodilla en un movimiento increíblemente rápido y brutal y la plantó en el estómago de su

oponente.
Stheno soltó una tos ahogada cuando el aire abandonó su abdomen y pensó que la había atropellado un camión.
'¡Tal poder!' Estaba muy claro para ella que sus costillas se habían roto y algunos órganos también se habían
roto.
Kanami apretó el puño y echó el brazo derecho hacia atrás para darle a su oponente un golpe que le destrozó el
cráneo y la eliminó de esta competencia.
Pero antes de que pudiera hacerlo, Kanami de repente alteró sus movimientos y usó su agarre en la muñeca de
Stheno para lanzarla en la dirección opuesta.
La Rabisu recuperó la compostura de su cuerpo en el aire, pero se sorprendió cuando aterrizó de lleno en los
brazos de su hermano menor Hakon.
"Eso fue demasiado imprudente". Él advirtió.
"¡Tu preocupación y mimos son innecesarios!" ella siseó.
¡Boom!
¡Boom!
¡Boom!
Kanami y Absalom habían comenzado a intercambiar golpes de izquierda a derecha, y la mujer más pequeña y
de aspecto más delicado demostró que era fácilmente capaz de igualarlo en una competencia de fuerza.
No importa cuántos golpes lanzó Absalom, su oponente encontró su puño con el de ella y se creó un pequeño
estallido seguido de una onda expansiva de poder.
Cuanto más tiempo intercambiaban los dos golpes, más se daba cuenta el líder de Rabisu de un hecho evidente.
'Ella no está usando todo su poder todavía.'
Kanami simplemente había estado jugando con Absalom como si fuera su pareja de baile.
Hasta ahora, solo había contrarrestado sus ataques sin iniciar ninguno propio.
Insultado, Absalom juró llevarla al límite y dejar de tratar esto como una pelea.
"Como uno."
""¡Sí!""
A las órdenes del mayor, ambos hermanos saltaron a la refriega y los cuerpos de los tres sufrieron un cambio
horrible.
Su piel se volvió más de un color gris enfermizo mientras que sus extremidades se retorcieron y alargaron para
volverse más largas y poderosas.
Las bellas apariencias que alguna vez pudieron haber cautivado los corazones de cualquier hombre o mujer
habían desaparecido y todo lo que quedaba eran ocho monstruos de comida con colmillos expuestos y ojos
negros y vacíos.
"Qué miedo...", murmuró Kirina con una pequeña sonrisa mientras escamas negras oscuras comenzaban a
cubrir la totalidad de su rostro.
"¿Te gustaría ver el mío también?"
Algunos Eufrates reconocieron lo que estaba a punto de hacer y tomaron las precauciones necesarias.
"¡La hermana mayor necesitará más espacio, expande el círculo!"

Las esposas y los padres de Abaddon no sabían exactamente lo que estaba a punto de suceder, pero cuando
vieron la seriedad con la que los soldados se lo estaban tomando, también dieron algunos pasos hacia atrás.
Todos vieron con absoluto horror cómo el aura de Kanami explotaba y una sombra oscura caía sobre los
cuerpos de todos los presentes.
"Mierda..." murmuró Bekka.
Ninguna de las otras esposas comentó, pero todas asintieron en silencio junto a ella.
Esto fue... absolutamente irreal.
La mazmorra que Abaddon había elegido para que él y sus hijos exploraran se llamaba la mazmorra del mar sin
fondo.
Era una mazmorra bastante famosa que era ampliamente conocida por su diseño peculiar y su física que desafía
las leyes.
Al entrar en la mazmorra, inmediatamente fuiste empujado al fondo del océano y rodeado por una gran
variedad de monstruos marinos.
A pesar de estar bajo el agua, uno podía funcionar exactamente igual que lo haría en tierra.
Podrías caminar fácilmente por el fondo del océano, respirar aire tan bien como en la superficie e incluso
comunicarte sin ningún problema.
Actualmente, Abaddon y sus hijos estaban en el segundo piso de la mazmorra.
Estaban dentro de un área similar a una trinchera, rodeados de una flora y fauna acuática brillante como nunca
antes habían visto.
Mira, Thea y Apophis estaban luchando contra un hombre monstruoso con cabeza de tiburón y empuñando un
tridente negro oxidado.
Abaddon tenía que darle crédito a sus hijos, lo estaban haciendo excepcionalmente bien hasta ahora, ya que
ninguno de ellos había resultado gravemente herido o mostraba signos de desaceleración.
Abbadon estaba un poco más atrás, sentado con las piernas cruzadas sobre la espalda de Entei.
La bestia estuvo participando junto a los niños por un tiempo, pero luego de encontrarse con un monstruo que
parecía un atún gigante, su atención se centró únicamente en llenar su estómago.
Entei estaba ocupado preparando un trozo de carne que había arrancado del cadáver del monstruo como un
bocadillo de relleno, y no parecía estar preocupado por su amo que luchaba por su vida a unos metros de
distancia.
Abaddon miró a esta criatura peluda que estaba festejando sin preocuparse en el mundo y luchó contra el
impulso de poner los ojos en blanco.
"Una vez que termines eso, te unirás a ellos en combate nuevamente".
"...." Entei no hizo ningún comentario, pero Abaddon no pudo evitar notar que esta bestia estaba comiendo
significativamente más lento ahora que antes.
"Hmph, eres una bestia sagrada... Debería haber comprado dos huevos en ese entonces, tal vez si tuvieras un
competidor trabajarías un poco más".
"Gro". (¿Por qué haría eso? Si la otra bestia iba a hacer todo el trabajo de todos modos, también podría
relajarme).
"....Creo que quizás lo hubiera preferido cuando no podía entenderte. Cada vez que dices algo ignorante me
llenan las ganas de desollarte y hacerme una nueva capa."
Un escalofrío recorrió el gran cuerpo de Entei e hizo una nota mental de no abrir la boca tan casualmente frente
a Abaddon nunca más.
Al revisar el progreso de sus hijos, se dio cuenta de que deberían terminar en cualquier momento.
La razón por la que los niños estaban pasando por un momento tan difícil al principio se debía al ambiente
extraño.
Mientras maniobraban con normalidad como siempre lo habían hecho, el hombre tiburón alternaba entre
caminar sobre dos piernas como ellos y deslizarse por el agua como un depredador nato.
A los niños les tomó un tiempo darse cuenta de los patrones de la bestia y leer sus movimientos, pero ahora que
lo habían hecho, el monstruo al que se enfrentaban estaba cubierto de heridas y parecía que iban a acabar con él
en cualquier momento. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
"Pensé que ya no podía sentirme más orgulloso de ellos de lo que ya me sentía, pero esto ha demostrado ser una
declaración falsa". Abaddon dijo con cariño.
"... Groh". (...Savia.)
"Te convertiré en una maldita alfombra". Abaddon dijo con clara irritación.
Justo cuando el dragón se preparaba para llevarse el resto de los peces de Entei y enviarlo de regreso a la
batalla, su dispositivo de comunicación comenzó a vibrar.
Sacándolo, sonrió con humor cuando se dio cuenta de que sus siete esposas estaban juntas y lo llamaban al
mismo tiempo.
Permitiendo la conexión, sus rostros ensangrentados pronto aparecieron sobre la piedra negra del tamaño de la
palma de la mano, y sus padres también estaban parados en el fondo.
"Esta es toda una sorpresa. Acabo de salir de casa y ahora parece que he perdido la oportunidad de tener a mi
familia junta-"
Yara: "¡¿QUÉ TIPO DE MONSTRUOS CREASTE?!"
Abaddon parpadeó varias veces aturdido y confuso cuando escuchó el tono acusatorio de su esposa. "... ¿Eh?"
Bekka: "¡E-El Éufrates! ¡Son todos tan fuertes!"
Asmodeus: "Monstruosamente".
De repente, su sorpresa y escepticismo tuvieron mucho más sentido. "Ah... Así que ya los conoces".
Audrina: "De hecho, esa chica Kanami golpeó a Lusamine como si hubiera robado algo".
Una vez más, Abaddon volvió a no entender nada. "...¿Qué?"
Eris: "Entonces, sucedió así..."
Abaddon procedió a recibir un resumen completo de los eventos de sus esposas sobre todo lo que había
ocurrido en la hora desde que se había ido.
Aparentemente, Kanami había destruido tanto a Lusamine como al trío Rabisu en largueros, y ahora no estaban
seguros de qué hacer con ellos.
Los soldados aún insistían en que necesitaban instructores adecuados, ya que sabían que aún tenían más que
aprender a pesar de su monstruoso poder.
Dejando a todas las esposas sin otra opción que contactar a Abaddon y preguntarle cuál creía que era la mejor
solución.
El dragón se frotó las sienes por el puro absurdo que acababa de escuchar.
Sabía que los Éufrates estaban motivados y tenían talento, pero nunca esperó que derrotaran a cuatro de sus
subordinados directos de esta manera.
Pero realmente, ¿qué debería esperar cuando copió y pegó el 30% de su poder en los cuerpos de los vampiros
demoníacos?
Quería hacer que su ejército fuera nuevo e innovador, y parecía que lo había logrado.
Ahora el único problema era encontrar a alguien que pudiera seguirles el ritmo.
"Entonces... ¿qué quieres que hagamos con ellos, cariño?" Lisa preguntó.
Abaddon cerró los ojos para dejar que su mente divagara mientras pensaba en la mejor solución a este
problema.
Tomó un tiempo, y ninguno de los miembros de su familia lo apresuró, y una vez que finalmente tomó una
decisión, sus ojos se abrieron y dejó escapar un suspiro de alivio.
Cuando abrió la boca para anunciar quién sería el próximo instructor del Éufrates, las cejas de todos los que
escucharon su declaración se dispararon al techo.
Capítulo 228 Tener éxito o fracasar

"Padre, dejaré a mis hombres a tu cuidado por el momento".
Cuando Abaddon expresó su decisión, tomó un momento para que todos comprendieran lo que acababa de
decir.
Pero en un abrir y cerrar de ojos, todos se volvieron hacia Asmodeus y esperaron su respuesta.
Desafortunadamente, los nephilim parecían no tener nada de eso.
"¿Hm? ¿Por qué tengo que hacer algo tan aburrido?" Odiaba entrenar a los reclutas y nunca había sido
realmente interesante para él.
Es por eso que solía empujar cosas como esta a sus nueve lugartenientes mientras iba a jugar con mujeres.
"¿Tenías algo mejor que hacer?" Abbadon preguntó con irritación.
"No, pero ciertamente puedo encontrar algo".
Abaddon puso los ojos en blanco y de repente sintió la necesidad de golpear a su padre.
Si preguntar directamente no iba a funcionar, decidió intentar elogiar en su lugar.
"Seras me ha hablado de tu destreza en la batalla, y ella no es de las que elogia a los demás a la ligera. Te pido
que hagas esto porque sé que puedes darle al Éufrates lo que necesita". Dijo sinceramente.
"Oh, ¿en serio? Me pareció que solo estabas preguntando porque no tenías otra opción".
"Dos cosas pueden ser ciertas a la vez".
"... ¿Cómo se cuelga este dispositivo?" Asmodeus preguntó mientras trataba de cortar la conexión con su hijo
bocazas.
A su lado, Yara le dio un pequeño pellizco y una mirada que absolutamente no pudo resistir.
"Esposo, nuestro hijo te está pidiendo algo sinceramente. ¿No crees que deberías ayudarlo como su padre?"
El nefilim quería decir que no, pero creía que si lo hacía, las posibilidades de que tuviera relaciones sexuales
pronto se reducirían a cero.
No había mucho que él considerara una necesidad en la vida, pero ver a su esposa desnuda era absolutamente
una de ellas.
"Bien, bien. Haré lo que pueda". accedió a regañadientes.
Abaddon sonrió victorioso mientras agradecía en silencio a su madre por hacer este proceso mucho más fácil.
Ahora que el Éufrates tenía un instructor adecuado, podía continuar trabajando en esta mazmorra con
tranquilidad.
Aunque se preguntó algo.
Si pudieran aprender lo suficiente para vencer a Lusamine en cuatro días, ¿cuánto más mejorarían con
Asmodeus en tres?
Abaddon no estaba seguro de la respuesta, pero no obstante estaba emocionado por el futuro que se avecinaba.
¡Boom!
Después de una fascinante batalla de ida y vuelta, el hombre tiburón que había estado molestando
continuamente a los niños todo este tiempo finalmente cayó al suelo con un ruido sordo, y salieron victoriosos.
Cada uno de los niños parecía haber sufrido algún grado de lesión, sin embargo, ninguno era lo suficientemente
grave como para constituir preocupación.
"¡Mira es la vencedora, ha dado el golpe final!" La pequeña dragona de hielo levantó sus manos con orgullo
desde lo alto del cadáver de la bestia y celebró su gran triunfo.
Thea y Apophis observaron con horror cómo su hermana menor de repente sacó una de sus dagas y comenzó a
cortar el pecho de la bestia.
"Hermana... ¿qué estás haciendo?"
"Ya está muerto, tus esfuerzos están siendo en vano".
A pesar de sus objeciones, Mira continuó abriendo el pecho de la bestia.
"¡Mira quiere comerse el corazón como lo hace papá!" La sangre salpicó y siguió golpeando al niño pequeño en
la cara, pero a ella no podía importarle menos.
Todo lo que importaba era llegar al premio que tan desesperadamente buscaba.
Después de unos segundos más de pescar, Mira sacó un enorme corazón que aún latía y le dio un mordisco
orgulloso.
Solo logró masticar una sola vez antes de que su rostro se torciera con disgusto y escupir el contenido de su
boca.
"Bleghh.."
"¡Eww, Mira!"
"Qué antiestético..."
La joven parecía ser inmune a los comentarios de disgusto de sus hermanos mientras se concentraba en
quitarse ese mal sabor de boca.
El sonido de una risa melódica sonó en sus oídos y el hermano se dio la vuelta para ver a Abaddon acercándose
con Entei siguiéndolos de cerca.
"No lo hago por el sabor, hija mía". Abaddon dijo con una sonrisa.
Tomó a su hija menor en sus brazos e inmediatamente le entregó un pequeño frasco para que se lavara la boca.
"Entonces, ¿por qué lo haces?" Ella preguntó lindamente.
"Por necesidad." Dijo mientras le acariciaba el cabello y miraba a sus otros dos hijos.
"Todos ustedes lo hicieron bien. Ese hombre tiburón era comparable a un jefe en una mazmorra menos difícil".
A pesar de que estaban maltrechos y cansados, las palabras de elogio de Abaddon aún los llenaban de orgullo y
ya no se sentían tan cansados como antes.
Pero Abaddon pudo ver que el último monstruo realmente los había agotado.
Tanto es así que estaba listo para volver a su voto original de no ayudarlos a los tres.
Sin embargo, sus hijos parecían ser bastante perspicaces y no les gustó tal pensamiento.
Apofis: "Padre, estamos bien".
Thea: "Se supone que esto es una experiencia de aprendizaje. No puedes limpiar toda esta mazmorra para
nosotros solo porque tenemos algunos rasguños".
Abaddon se rascó la mejilla avergonzado.
¡No era como si fuera a limpiar toda la mazmorra para ellos!
... Tal vez solo el resto de este piso para que puedan curarse y descansar.
Para él, esta fue sin duda una de las partes más difíciles de ser padre.
Permitir que sus hijos triunfen o fracasen únicamente en función de sus propios méritos y circunstancias.
Pero aunque fue difícil, reconoció que estaría privando a sus hijos de algo valioso si no se hacía a un lado.
"Lo entiendo, me disculpo por dudar de ti. Seguiré observando". Abaddon volvió a colocar a Mira en el suelo y le
dio palmaditas en el hombro a sus dos hijos.
Regresó a su lugar a lomos de Entei mientras esperaba a que los niños continuaran su aventura.
Una vez que su padre dejó de entrometerse, Thea se hizo cargo de la gestión de sus hermanos.
"Muy bien, ¿cuánto tiempo crees que ustedes dos necesitarán para sanar?"
Apophis y Mira miraron sus heridas.
El hijo mayor tenía algunos cortes en el torso expuesto, mientras que la hija menor tenía algunos en la cara
además de algunos moretones grandes.
Danos diez minutos.
"¡Sí!"
Thea asintió y se sentó en el suelo para meditar y recuperarse de sus propias heridas.
Uno de sus brazos estaba roto y también tenía un gran agujero punzante en el muslo.
Cerró los ojos para enfocar y cayó en un profundo trance.
Exactamente diez minutos después, tanto ella como sus hermanos estaban curados y listos para avanzar.
"Parece que todos están listos, ¿nos vamos?" dijo Thea.
Una vez que recibió dos asentimientos decididos, viajaron al unísono para encontrar a su próximo oponente.
A diferencia de antes, no lucharon tanto cuando se trataba de enemigos y pudieron despacharlos con una
dificultad moderada.
Thea mostró una gran promesa como líder, y el uso continuo de su armadura le permitió abrir otro sello y su
poder tomó un impulso bastante sustancial.
Mira y Apophis no recibieron energía adicional de fuentes externas, pero sus técnicas de combate y sentidos de
batalla aumentaron continuamente debido al flujo constante de situaciones de vida o muerte.
Los hermanos habían corrido por la mazmorra a un ritmo enloquecedor sin descanso.
Abaddon no estaba muy seguro de cuánto tiempo habían estado aquí abajo, pero sabía que actualmente estaban
en el piso 35.
"¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
El último monstruo jefe que intentó detener el ascenso meteórico de los niños fue un kraken de pesadilla.
Sus ocho largos tentáculos estaban cubiertos de oscuras púas venenosas y su cabeza bulbosa contenía los ojos
negros del alma.
De un vistazo, esta bestia tenía fácilmente más de veinte metros de altura.

Cabalgando sobre la espalda de Entei, Mira rodeó a la enorme bestia mientras buscaba cualquier tipo de
abertura o punto débil.
Sus dos hermanos mayores todavía estaban frente a la bestia, manteniendo su atención y permitiendo que su
hermana hiciera un reconocimiento.
Desafortunadamente, Mira no pudo encontrar nada sin importar lo mucho que buscó y la bestia parecía estar a
punto de volar en frenesí en cualquier momento.
Sin otra alternativa, Mira decidió que sería mejor sujetar a la bestia primero y luego dejar que sus hermanos
acabaran con ella.
"¡Hup!"
Mira saltó de la espalda de su mascota y volvió a su forma natural.
Un dragón blanco puro con un ojo rojo y un ojo púrpura estaba de alguna manera 'volando' dentro de las
profundidades del océano.
Normalmente, Mira no toma esta forma en combate, pero su necesidad de un mayor control sobre sus poderes
hizo que tal cosa fuera una necesidad.
Batiendo sus alas, voló directamente sobre el kraken y comenzó a concentrarse con todo lo que tenía.
"¿Mira? ¿Qué estás haciendo?" preguntó Thea preocupada.
¡Bang!
Su lapso de concentración fue casi su ruina cuando un tentáculo gigante se estrelló directamente contra el lugar
en el que ella estaba parada.
Si hubiera sido un segundo más lenta, se habría reducido a una pasta carnosa.
"¡Mira lo va a congelar! ¡Entonces los hermanos pueden cortarle la cabeza y ganamos!"
"¡Mira, no puedes! ¡El poder de tu hielo aún no es lo suficientemente fuerte!" Tea advirtió.
Todos sus gritos habían alertado al kraken sobre el pequeño dragón que ahora volaba sobre su cabeza, e
inmediatamente cambió el foco de su ataque a la presa de aspecto más carnoso.
"¡Hermana, vuelve!" Apofis advirtió.
En un abrir y cerrar de ojos, su cuerpo se transformó en el de una cobra roja gigante con ojos verdes.
Antes de que el kraken pudiera comenzar a atacar a su hermana, Apophis lo envolvió con su cuerpo y comenzó a
apretarlo con todo lo que tenía para restringir sus movimientos.
"SKREEEEE!!!!"
"¡¡AGGGHHH!!"
Los tentáculos con púas del jefe atravesaron fácilmente las escamas de Apophis, lo que provocó que soltara un
horrible aullido de dolor cuando su cuerpo fue perforado y lleno de un potente veneno.
"¡Apofis!"
"¡Hermano!"
Sus dos hermanas se preocuparon de inmediato, pero Apophis no podía permitir que sus preocupaciones
desperdiciaran la oportunidad que estaba creando para ellas.
"NO PUEDO SOSTENERLO MUCHO MÁS TIEMPO. ¡¡LOS DOS NECESITAN DERRIBAR A ESTA BESTIA, AHORA!!"
Capítulo 229 Apophis entiende

En el laboratorio de Lailah debajo de la mansión, actualmente estaba perdida en sus pensamientos mientras
miraba el puñado de escrituras antiguas que tenía frente a ella.
"¿Esta es tu única respuesta para aumentar mi maná? ¿Superstición?"
El objetivo de su irritación era su madre Sei, que estaba parada frente a ella.
Estos textos antiguos procedían de ella y supuestamente eran la respuesta a un problema que había estado
acosando a Lailah durante un tiempo.
"¿Crees que lo que pides es fácil? Si adquirir más maná sin evolución fuera algo simple, todos tendrían tanta
magia como ese bastardo de Helios".
Lailah se frotó las sienes mientras asimilaba las palabras de su madre.
En retrospectiva, no debería haber esperado que una de las claves de su evolución tuviera una solución sencilla.
"Pero este... ¿verdadero cuerpo mágico? No entiendo muy bien su valor".
Como era de esperar, la ex reina bruja puso los ojos en blanco y resopló con desprecio.
"No lo harías porque tu vista no se extiende más allá de este mundo. Dime, ¿cómo se lanzan los hechizos?"
"Al absorber y manipular el maná de nuestro entorno". respondió Lailah.
"De hecho, ahora dime esto, ¿qué pasaría si estuvieras en un entorno donde el maná era naturalmente escaso o,
peor aún, inexistente?"
De repente, se formó una conexión dentro de la cabeza de Lailah y su madre supo que finalmente había captado
el peso de lo que estaba frente a ella.
"Con un verdadero cuerpo mágico, ya no necesitas preocuparte por lo que ocurriría en esa situación aterradora.
Tu cuerpo producirá constantemente su propio maná sin límite, asegurando que nunca te quedes sin nuestra
arma más potente".
Lailah no podía creerlo.
??пdα -n?νe| , c?m ¡Maná ilimitado!
¡Este era el sueño de casi todos los seres mágicos del mundo y, sin embargo, su madre le decía que tal cosa era
posible!
Pero todavía había una cosa que Lailah no pudo evitar notar.
"No debes haber sido capaz de lograr esto, o de lo contrario nunca habrías perdido contra Audrina".
Sei confundió las palabras de su hija con burlas, y su rostro se torció en algo desagradable.
"No te burles de mí. Un poder como este no se adquiere tan fácilmente, incluso para alguien como yo".
Antes de que Lailah pudiera responder, un dolor punzante asaltó repentinamente su pecho.
"¡Aghh!"
Se derrumbó en el suelo agarrándose el corazón y Sei inmediatamente se preocupó.
"¿Q-Qué te pasa? ¡No es momento para bromas!"
No estaba preocupada por Lailah desde un punto de vista maternal.
Solo era consciente del hecho de que si algo le sucedía a Lailah, ella y sus hijas serían inmediatamente culpadas
y asesinadas.
Como para probar su punto, Lisa apareció en un relámpago y agarró a la reina bruja por el cuello.
"¿¡Qué le hiciste a ella!?"
Normalmente, Lisa siempre había tenido un encanto hermoso y maternal, pero en este momento su cautivador
rostro había desarrollado escamas de color azul cian brillante y sus dientes se habían afilado hasta convertirse
en una punta fina.
Sei quería declarar su inocencia y proclamar que en realidad no había hecho nada, pero el agarre de Lisa era tan
fuerte que ni siquiera podía respirar, y mucho menos hablar.
"N-no es ella...", dijo Lailah débilmente.
El rostro de Lisa rápidamente volvió a la normalidad y casualmente arrojó a Sei a un lado antes de acudir en
ayuda de su hermana.
"¿Qué pasa? ¿Por qué te está pasando esto?"
Lailah miró a su hermana con una expresión de dolor que podía derretir hasta el corazón más frío.
"Nuestro hijo... está herido".
"NO PUEDO SOSTENERLO MUCHO MÁS TIEMPO. ¡¡LOS DOS NECESITAN DERRIBAR A ESTA BESTIA, AHORA!!"
A pesar de la inmensa fuerza de Apophis en esta forma, tenía problemas para aferrarse al jefe.
El poder contenido en sus ocho tentáculos oscuros era tanto que ya había comenzado a dominarlo y se liberaría
en cualquier momento.
La súplica urgente de Apophis pareció ser suficiente para resonar en la mente de su hermana y de inmediato se
pusieron en acción.
"¡Mira, dame un empujón!"
"¡Bueno!"
Bajando en picado, Mira permitió que Thea saltara sobre su espalda y se elevó de nuevo en el aire.
Una vez que los dos estuvieron a una altitud suficiente, Thea utilizó la habilidad más nueva de su armadura.
Extendiendo sus manos con garras, charcos de metal líquido comenzaron a brotar y desbordarse.
Pronto una enorme lanza se formó en su mano y su hermana menor comprendió de inmediato sus intenciones.
Mientras Mira volaba aún más alto, también agregó su propio toque único al arma de su hermana.
En un abrir y cerrar de ojos, se cubrió con una capa de hielo cristalino que era tan dura como el diamante.
Thea se apoyó en la espalda de Mira mientras agarraba con fuerza la lanza helada.
'Lamento que hayas tenido que lastimarte para crear esta oportunidad, hermanito. Pero definitivamente no
dejaré que tu sacrificio sea en vano.
Centrando todo su poder en su brazo, Thea arrojó su lanza hacia abajo.
Como resultado del uso de toda su fuerza, se creó un estampido sónico tan pronto como el arma dejó su agarre,
y viajó a una velocidad casi cegadora.
Justo cuando parecía que el Kraken iba a liberarse de las garras de Apophis, la lanza helada de Thea atravesó la
parte superior de su cabeza y salió disparada de su sifón, incrustándose en el fondo del mar.
En un abrir y cerrar de ojos, la bestia monstruosa había dejado de luchar y se desplomó dentro de los anillos de
la serpiente roja.
Sus ojos oscuros y huecos se volvieron sin vida, y un gran cofre apareció a unos metros de distancia de la vista
de la batalla para marcar su victoria.
Tan pronto como se dio cuenta de que la bestia estaba muerta, Apophis soltó su agarre y cayó hacia atrás por el
agotamiento.
Hubo un destello de luz y la serpiente gigante volvió a convertirse en un niño cuyo cuerpo estaba lleno de
agujeros.
Mientras caía en picado del cielo, sintió que estaba luchando un poco más de lo habitual para mantener los ojos
abiertos y no tardó mucho en desmayarse.
De repente, su descenso meteórico se redujo a poco más que un flotador mientras descendía silenciosamente.
Como era de esperar, Abaddon ya estaba esperando debajo de su hijo, y fue el responsable de su aterrizaje sin
problemas.
Lo acostó suavemente en el suelo y se arrodilló a su lado, mientras analizaba sus heridas.
Había profundas marcas de pinchazos en todo su cuerpo, y ya habían comenzado a ponerse negras y supurar
con un pus amarillento.
Apophis tenía una resistencia al veneno bastante alta.
Tanto es así que alguna vez se pensó que era inmune.
Pero la biotoxina producida por el kraken resultó ser demasiado para que incluso su cuerpo la disipara.
""¡¡Hermano!!""
Mira y Thea bajaron del cielo e inmediatamente corrieron al lado de su hermano.
Parecían terriblemente preocupados, y su miedo solo se agravó cuando vieron la terrible condición en la que se
encontraba su cuerpo.
Los ojos de Mira comenzaron a llenarse de lágrimas, mientras dejaba escapar el grito más desgarrador
imaginable.
Thea estaba haciendo todo lo que podía para consolar a su hermana, pero su estado emocional tampoco era
mucho mejor.
Si no hubiera sido por Abaddon, habrían llorado hasta el agotamiento.
"Necesito que se relajen, hijas mías. Su hermano estará bien pero necesita descansar adecuadamente".
"¿E-En serio...?"
"P-Pero él..."
Abaddon clavó sus garras en su palma y dejó que la sangre roja oscura fluyera libremente antes de mostrarles a
sus hijos algo milagroso.
La sangre del dragón goteó sobre el cuerpo de su hijo y rápidamente entró en las heridas de su hijo.
Después de unos segundos, una sustancia negra como la tinta atravesó la superficie de su piel y se convirtió en
un vapor negro antiestético.
"¿Cómo estás haciendo eso...?" preguntó Thea con los ojos muy abiertos.
En respuesta, Abaddon sonrió con orgullo y trató de resistir el impulso de regodearse.
Había aprendido muchas cosas desde que Lucifer eliminó su sistema, pero esta habilidad era una de las que
estaba más orgulloso.
“Al igual que mis poderes, mi sangre también es parte de mí. Eso significa que puedo decirle que haga lo que
quiera, y actuará en mi nombre. Actualmente le estoy diciendo que elimine el veneno del cuerpo de tu hermano.
"
Para demostrar aún más la utilidad de su habilidad, Abaddon extrajo un poco de su sangre y la envió hacia Thea
y Mira.
La sangre se retorció y congeló hasta que se convirtió en ositos de peluche gemelos de color rojo brillante.
A diferencia de las simples muñecas, estos ositos demostraron ser capaces de moverse mientras intentaban
abrazar a ambas niñas con sus bracitos.
"Guau..."
"Son tan lindos..."
Con las chicas calmándose y Apophis en medio del tratamiento, Abaddon le hizo un gesto a su hija menor para
que se moviera a su lado.
Con el oso de sangre en sus brazos, la joven se acercó al regazo de su padre y escuchó atentamente.
Abaddon nunca antes había tenido que reprender a sus hijos.
Los tres eran como angelitos perfectos que no podían hacer nada malo ante sus ojos, y los tres probablemente
podrían salirse con la suya si fueran de naturaleza más maliciosa.
Pero cuando se trataba de cosas como su seguridad y bienestar individual, Abaddon no dudaría en corregir su
rumbo si se estaban descarriando.
"Fuiste demasiado imprudente Mira..."
La joven se estremeció dentro del alcance de su hija antes de dejar caer la cabeza al suelo.
"Entiendo lo que estabas tratando de hacer, pero debes considerar tu entorno y tus capacidades antes de tomar
decisiones como esa".
La creencia de Mira era que podía congelar el agua que rodeaba a la bestia y envolverla en una gruesa capa de
hielo.
Si bien eso normalmente habría sido una buena idea, el entorno peculiar de la mazmorra alteró bastante la
dificultad de tal tarea.
El agua que los rodeaba ignoraba por completo su presencia y habilidades.
Como tal, sus poderes podían funcionar igual que si estuvieran en tierra rodeados de oxígeno.
Para congelar el agua en esta mazmorra, el control de Mira sobre sus poderes tendría que ser lo suficientemente
grande como para congelar literalmente el aire.
Todavía era solo una niña y simplemente no estaba en ese nivel todavía.
"Tienes que tener más cuidado, hija mía. Hoy tu hermano ha pagado el precio de tu arrogancia, y si yo no
hubiera estado aquí, muy bien podría haber sufrido un destino mucho peor".
Una vez más, los ojos de Mira comenzaron a llenarse de lágrimas y Abaddon se inundó de culpa por saber que él
era la causa.
"No seas demasiado duro con ella..."
Todos miraron para ver a Apophis despierto y alerta en el suelo con sus ojos mostrando indicios de cansancio.
Sus heridas estaban comenzando a limpiarse y sanar, pero aún no parecía que fuera a moverse pronto.
"¡Uwahh! ¡¡Mira lo siente hermano!!"
Mira se había arrojado sobre el regazo de Apophis y comenzó a llorar lo suficientemente fuerte como para
despertar a los muertos.
"Hermana, estás derramando tus lágrimas en mis heridas…" Le recordó suavemente.
Desafortunadamente, parecía que no podía escucharlo por el sonido de su propio llanto mientras continuaba
disculpándose.
"¡Mira solo quería ayudar!"
Antes de que la joven pudiera decir algo más, sintió la mano tranquilizadora de su hermano mayor sobre su
cabeza.
"No necesitas llorar. Creo que eso duele más que ser perforado por todas partes". Dijo honestamente.
Los últimos segundos antes de que todo sucediera fueron un poco borrosos para él.
Una vez que vio que Mira estaba a punto de ser atacada, su cuerpo reaccionó en piloto automático para
defenderla.
No había forma de que permitiera que esa monstruosidad dañara a un miembro de su preciosa familia.
'Precioso, eh...'
Mientras Apophis pensaba en sus propias motivaciones, una pequeña conexión comenzó a formarse en su
cerebro.
Capítulo 230 Padres serviciales

'Haaaah... Quiero ir a casa y tener sexo.'
Asmodeo estaba aburrido más allá de lo creíble.
En los tres días transcurridos desde que su hijo le pidió que entrenara al Éufrates, lo había hecho lo mejor que
podía.
El método de su entrenamiento era bastante simple y era tan antiguo como el tiempo mismo.
Golpéalos hasta que aprendan.
Su entrenamiento puede no haber sido tan detallado como el de Seras o tan interactivo como el de Lusamine,
pero le gustaba pensar que no era menos educativo.
Pero después de tres días de hacer esto sin parar, había comenzado a tener fantasías sucias sobre el cuerpo
desnudo de su esposa.
Con toda honestidad, fue todo un milagro que hubiera durado sin él durante tanto tiempo.
"Urgh..."
Asmodeus de repente escuchó un gemido sordo debajo de él y miró al soldado en el que estaba sentado
actualmente.
"Has mejorado en estos rápidos días, Mace. Esta vez me tomó veinte segundos derribarte".
"Gracias Señor..."
Asmodeus asintió con la cabeza y luego miró a su alrededor a los cuerpos del Éufrates que yacían en el suelo al
azar.
"Todos ustedes han hecho mejoras bastante significativas. Les aseguro que la lista de seres que pueden
enfrentarse a mí por más de unos segundos no es mucha. Todos deberían estar bastante orgullosos".
Algunos de los Éufrates no estaban despiertos en ese momento, pero los que lo estaban dejaron escapar
gemidos ahogados de agradecimiento.
Asmodeus se levantó de repente y estiró su cuerpo bien entrenado para sacudirse el óxido de su breve
descanso. "Está bien... ¿Vamos de nuevo?"
Su simple pregunta envió una sacudida de miedo por la espalda de estos intrépidos guerreros, pero sabían que
esta prueba era necesaria.
Kanami fue la primera en ponerse de pie y sus hermanos siguieron lentamente su ejemplo.
De todos los presentes, ella fue la única capaz de entablar un combate con Asmodeus durante más de treinta
segundos antes de ser derrotada.
Para ser quien estaba solo dentro de la tercera etapa de evolución, tal cosa era aterradoramente impresionante.
Justo cuando otra ronda estaba a punto de comenzar, Asmodeus de repente se detuvo y miró hacia la puerta.
Unos segundos más tarde, Abaddon entró vistiendo su habitual túnica roja y sus tres hijos lo seguían.
"¡Nuestro dios ha regresado!"
El sonido de las rodillas golpeando el suelo al unísono fue casi atronador cuando el Éufrates le mostró a su líder
el debido respeto.
Tanto Thea como Mira hicieron muecas confusas mientras miraban a Abaddon.
Su padre tenía muchos apodos, pero dios ciertamente era uno nuevo.
El dragón podía sentir los ojos de sus dos hijas inquisitivas perforando su espalda, pero optó por ignorarlo por
el momento.
"¿Ya regresaste?" preguntó Asmodeo. "Hubiera pensado que les iba a llevar un poco más de tiempo".
"Igual que yo, pero el talento de tus nietos ha superado mis expectativas". Abaddon dijo honestamente.
"¿Oh? Bueno, estoy bastante orgulloso".
""¡Gracias abuelo!"" Thea y Mira dijeron felices.
Por otro lado, Apophis eligió ser un poco más... expresivo sobre su agradecimiento.
"¡Uf!"
En un abrir y cerrar de ojos, Apophis se había arrojado sobre su abuelo para darle el mayor abrazo de oso
imaginable.
"El abuelo también es una persona preciosa para mí". Apophis dijo, un poco menos robóticamente que antes.
Después de comprender la emoción dentro de la mazmorra, el príncipe de Luxuria se inundó de conciencia y

una serie de nuevos impulsos que nunca antes había tenido.
Durante el resto de su recorrido por la mazmorra, insistió en sostener la mano de Mira cuando no estaban en
combate y casi sin ayuda aniquilaría a cualquier monstruo que se acercara a Thea.
Era como si las chicas tuvieran su propio guardaespaldas personal.
Abaddon se rió entre dientes cuando vio la cara confundida que su padre estaba haciendo por este repentino
desarrollo.
"No lo pienses demasiado. Todavía se está acostumbrando a-"
"¡¡MI DULCE NIETO!!"
Los ojos de Asmodeus rápidamente se llenaron de agua cuando devolvió el abrazo de Apophis con uno propio.
"¡Qué niño tan amable eres! Tu padre de mierda nunca ha sido tan cariñoso conmigo, ¡así que ya eres mi
favorito!" Asmodeo proclamó.
'Estuviste muerto durante 18 años, te perdiste tu ventana'. Abaddon pensó molesto.
"¡Mira también ama al abuelo!"
"¡Como yo lo hice!"
En un abrir y cerrar de ojos, Asmodeus fue asediado por todos lados por el cariño de sus tres nietos.
De repente, el nephilim primordial no parecía muy intimidante y parecía que iba a morir de una sobredosis de
felicidad en cualquier momento.
Abaddon simplemente se rió entre dientes antes de detenerse frente a Kanami, quien todavía estaba arrodillada
con el resto de sus hermanos.
"¿Fue útil entrenar con el anciano?"
Con una mirada a Kanami, se dio cuenta de que había pasado por una terrible experiencia.
Algunas de las escamas de su rostro estaban rotas e incluso había algunos moretones en su musculoso
estómago.
Kanami se estremeció ante su pregunta como si estuviera recordando todas las cosas desagradables por las que
había pasado en la ausencia de su dios.
"Fue... muy informativo. Siento que hemos aprendido mucho, Dios".
Abaddon asintió antes de estirar la mano y tomar un mechón de cabello de Kanami entre sus dedos. "¿Qué
pasó?"
Kanami solía tener un largo cabello rojo brillante que bajaba por su espalda y terminaba justo debajo de su
trasero curvilíneo.
Después de entrenar con Asmodeus, su cabello ahora era mucho más corto y estaba peinado con un simple corte
de duendecillo.
"Es... fue un estorbo". Admitió Kanami.

En uno de sus primeros combates contra Asmodeus, él la agarró del cabello y la hizo girar como una muñeca de
trapo antes de golpearla con fuerza contra el suelo.
Fácilmente fue su derrota más vergonzosa.
Después de ese partido, Kanami se cortó el cabello para que nadie pudiera volver a someterla a ese tipo de
humillación.
"Ya veo... Bueno, no importa, se ve muy bien así". Abaddon dijo sin pensar.
Mientras pasaba junto a Kanami, se perdió la escena de su rostro poniéndose rojo brillante mientras luchaba
por controlar su respiración.
Abaddon analizó todos y cada uno de los Éufrates para ver los resultados de su duro entrenamiento.
Si bien algunos parecían haber luchado más que otros, todos parecían haber ganado algo al entrenar con su
padre.
'Creo que podemos estar listos...'
El plan de Abaddon para el futuro inmediato era comenzar la unificación de la raza demoníaca.
Antes de emprender la guerra contra el resto del mundo, tenía que asegurarse de que su propio patio trasero
estuviera en orden.
No estaba seguro del marco de tiempo, y aún tenía que idear un plan completo.
Pero una cosa de la que estaba seguro era que el poder de este ejército privado sería crucial en su próxima
evolución.
"Este es el segundo favor que recibes de mí, hijo mío". Asmodeus dijo cuando apareció junto a Abaddon. "¿No
crees que es hora de que le des las gracias a tu papá?"
El nephilim extendió ambos brazos y puso una sonrisa descarada, como si todavía estuviera esperando recibir
un abrazo de su único hijo.
Sin embargo, Abaddon no lo aceptaría sin importar cuántas veces se lo pidiera su padre.
"¿Segundo favor? Solo recuerdo haberte pedido esto, anciano". recordó el dragón.
Asmodeus de repente pareció como si hubiera olvidado un gran detalle y se golpeó la cabeza avergonzado. "¡Ah!
Bueno, no me lo preguntaste en sí, pero tu madre y yo decidimos ayudarte de todos modos".
Sintiendo un dolor de cabeza inminente, Abaddon se frotó la frente para prepararse. "¿Qué hiciste, viejo?"
"Bueno, ¿recuerdas cómo dos de tus condiciones requieren que conquistes los continentes enano y fénix?"
Cuando Abaddon asintió en respuesta, Asmodeus sonrió mientras finalmente bajaba los brazos.
"Dicen que conocer a tu enemigo es la mitad de la batalla, por lo que tu madre y yo pensamos que sería una
buena idea que entendieras mejor a quién te enfrentarás".
Los ojos de Abaddon se abrieron antes de que una sonrisa depredadora se formara en su encantador rostro.
"No lo hiciste".
"Lo hicimos de hecho."
El señor demonio de la pereza actualmente estaba pasando su tiempo de la misma manera que lo hacía
normalmente.
Descansando en su enorme trono, sin hacer absolutamente nada.
En el mundo que imaginó, sería libre de pasar una eternidad aquí, libre de cualquier tipo de conflicto, trabajo o
ruidos fuertes.
Pero desafortunadamente, incluso un rey demonio de la pereza no puede obtener lo que quiere todo el tiempo.
De repente, las puertas de su salón del trono se abrieron y una figura familiar entró.
"Así que has despertado, Pythias..."
Vestido con su armadura plateada estándar, el caballero de la muerte se arrodilló frente al trono de Belphegor.
"De hecho, mi señor, me he recuperado completamente y estoy listo para servir a su lado una vez más".
"Es eso así... ¿Por qué siento tanta confusión dentro de tu espíritu...?"
Pythias de repente se estremeció y abrió y cerró la boca como un pez antes de escupir una respuesta. "Mi
esposa... Deseo saber su paradero".
Si Belphegor tuviera globos oculares, los habría puesto en blanco ante tal pregunta.
"¿De verdad esperas que lo sepa? No tengo ningún interés en nada de lo que hacen mis compañeros pecadores,
así que cualquier destino que le haya sucedido a Eris no es información de la que yo esté al tanto".
A Belphegor realmente no le importaba mucho nada de lo que sucedía fuera de su castillo.
Después de que Zheng, Eris y Lusamine se fueron con Abaddon, él continuó con su vida normalmente como si no
se hubiera perdido nada significativo.
"Entonces... ¿se me permite ir a buscarla yo mismo?"

Por una vez, el rey de la pereza se incorporó en su trono debido a la seriedad de lo que se le pedía.
"¿Me estás diciendo que deseas renunciar a tu título como uno de mis cuatro generales...?"
"¡P-Por supuesto que no! Simplemente estaba-"
"Te conozco, Pythias... si descubres que Eris todavía está al lado del rey de la lujuria, tu reacción a tal cosa será...
volátil por decir lo menos. Como alguien que me representa, debes entender completamente Bueno, las posibles
consecuencias".
La noche de la muerte tuvo que tragarse su ira creciente cuando visualizó brevemente a su esposa entrelazada
con ese señor demonio amante de los humanos.
Pero debido a que esto era importante, simplemente no podía permitirse el lujo de dejar que sus emociones
sacaran lo mejor de él aquí.
"Te lo juro, rey de la codicia. Mi único interés es encontrar a mi esposa. No tengo intenciones de causar ningún
tipo de problema con los otros reyes". Profesó con la cabeza baja.
Belphegor miró fijamente a su subordinado arrodillado.
Toda esta prueba ya lo había agotado más allá de lo imaginable, y su irritación por lo que consideraba un asunto
insignificante estaba creciendo inmensamente.
"I..."
Antes de que el demonio con cabeza de oveja pudiera expresar su decisión, un portal gris oscuro se abrió sobre
su trono.
Inmediatamente reconociendo la firma de maná, dejó escapar un gruñido bajo cuando se dio cuenta de que su
dolor de cabeza estaba a punto de empeorar.
Sin embargo, en lugar del demonio de cabello plateado que esperaba, todo lo que revoloteó desde el portal fue
una pequeña tarjeta blanca.
El señor de los demonios abrió su gran mano y permitió que la pequeña carta flotara silenciosamente en su
palma.
El portal se cerró un momento después y Belphegor comenzó a leer las intrincadas letras inscritas en la tarjeta.
"¿Señor? ¿Qué es?" preguntó Pitias.
"Parece que no tendrás que ir a buscarlo después de todo...", se quejó el demonio.
"¿Porqué es eso?"
"Mi hermano... me acaba de invitar a su boda..."

Capítulo 231 Reina Fénix y Rey Enano

En Antares, había un lugar especial que normalmente estaba completamente fuera de los límites.
Era un lugar de belleza incomparable, donde uno podía encontrar una tranquilidad que no se podía lograr en
ningún otro lugar.
Este lugar era el jardín de la azotea de la difunta reina Rea, y era verdaderamente su orgullo y alegría.
Sentado en la parte superior del palacio real, había una gran cúpula de vidrio que parecía tener unas 100 yardas
de largo y quince pies de alto.
Dentro de la cúpula había una gran cantidad de vegetación que parecía estar fuera de este mundo a primera
vista.
Tras una inspección más cercana, uno se daría cuenta de que aunque este jardín parecía estar lleno de plantas
raras, en realidad eran bastante comunes.
Rhea Draven había impregnado este jardín con tanto amor y cuidado que su jardín reflejaba la cantidad de
tiempo que le había dedicado.
Las plantas tenían colores vibrantes y estaban llenas de vida, y el aroma de las flores era tan seductor como el
más fino de los perfumes.
Solo para mantener este lugar sagrado, Helios había contratado a un equipo de más de cincuenta elfos y dríadas
para trabajar casi sin parar.
En la actualidad, este jardín único en su tipo había sido equipado con buen gusto en el lugar de la boda de los
sueños de Yara.
Las decoraciones blancas y doradas se colocaron estratégicamente en todo el lugar, para no disminuir la belleza
natural del jardín y, en cambio, realzarla aún más.
En un gran claro en el centro del lugar, se había construido un escenario de bodas donde los novios
intercambiarían sus votos.
El jardín ya estaba lleno de invitados influyentes.
Entre ellos estaban los dos señores dragones, así como el primer príncipe que parecía estar deprimido.
"¿La dama Seras no se siente bien?"
"Estoy bastante sorprendido de que ella no haya venido a un evento de este calibre".
"Hay rumores de que se ha casado, ¿es eso cierto?"

Lotan y Tiamat estaban siendo asediados por sus compañeros invitados desde todos los ángulos sobre el
paradero de su compañero señor dragón, y ninguno de ellos sabía realmente qué decir.
No era como si los tres estuvieran unidos por la cadera. Tampoco sabían exactamente por qué ella no estaba
presente.
Aunque ciertamente tenían teorías.
Eventualmente, Lotan se dio cuenta de que iba a tener que darle algo a esta multitud si quería quitárselos de
encima y coquetear con la camarera.
"Con respecto a su matrimonio, no estamos seguros, pero si esos rumores resultan ser ciertos, entonces debería
llegar con su nuevo esposo, ¿no?"
"¡Oh!"
"¡Así es!"
"Me pregunto qué tipo de hombre podría haber domesticado a una mujer así..."
Las palabras de Lotan parecieron dar a los miembros de la multitud algo en qué pensar, y rápidamente se
sumergieron en el intercambio de teorías.
Satisfecho con sus esfuerzos, rápidamente se escabulló para encontrar a la mujer que había visto antes con
bebidas fuertes y un trasero grande.
Tiamat también aprovechó ese momento para escabullirse de la multitud y miró en dirección al primer príncipe.
Iori parecía estar rodeado por un aura oscura, e incluso sus diez esposas que lo rodeaban no pudieron sacarlo
de allí.
No estaba segura de cuál era exactamente la razón de este comportamiento, pero era una lata de gusanos que se
negaba rotundamente a abrir.
"¡Bueno, este lugar es tan hermoso como lo recuerdo!"
De repente, una voz fuerte atravesó la atmósfera tranquila y todos se dieron la vuelta para encontrar la fuente.
Parado en un poderoso 5'0 de altura había un hombre enano que llevaba una corona de oro con rubíes
incrustados en su interior.
Sus túnicas marrones estaban muy bien hechas, ya que el material por sí solo parecía valer miles de oro.
Las manos fornidas y encallecidas que llevaba estaban adornadas con anillos en cada dedo y cada uno parecía
no menos exquisito que su túnica.
Su rostro poseía una sabiduría madura, con una barba finamente recortada y vibrantes ojos color ámbar para
complementar su tez aceitunada.
"¡Es el rey enano!"
"Dios mío, no esperaba verlo aquí".
"¡El rey Darius se ve tan animado como siempre!"
El rey enano finalmente se dio cuenta de que había llamado bastante la atención y sonrió tímidamente,
revelando una boca llena de dientes de oro.
"¡Hola a todos! Buen día, ¿no crees?"
Los ataques de risa resonaron entre la multitud mientras experimentaban de primera mano la naturaleza sin
pretensiones de Darius Gazel.
De todos los monarcas de Dola, era famoso por ser el que menos se parecía a un rey y más a un borracho afable
que encontrarías en una taberna.
Pero sus creaciones eran nada menos que legendarias y guerreros de todo el mundo venderían a sus madres
solo por oler una de sus espadas.
El rey enano rápidamente se sumergió entre la gente y comenzó a intercambiar risas y cumplidos.
Le trajeron cócteles en masa, y fácilmente los tiró como si fueran 90% agua.
"¡Ah, este lugar sigue siendo tan increíble como siempre!" Darius dijo mientras terminaba su bebida número 52
en veinte minutos.
"¿Has estado aquí antes, Rey Darius?" Preguntó un asistente a la fiesta.
De repente, Darius hizo una expresión triste mientras miraba su último vaso vacío.
"Sí... Fue después de que la tragedia le sucediera a la difunta reina... Debo admitir que no pude apreciar
completamente el paisaje en ese entonces".
Como uno de los pocos seres en el mundo a quien Helios realmente consideraba un amigo, Darius, por supuesto,
insistió en estar al lado del rey dragón después de que falleciera su primer amor.
Helios permaneció en este jardín durante días después de la muerte de su esposa, y Darius esperó
pacientemente a su lado durante todo ese tiempo.
Nunca en toda su vida había visto a un hombre tan bajo. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
"Ah..."
"Veo..."
"Una verdadera tragedia de hecho..."
Parecía que la fiesta iba a caer en una atmósfera deprimida, cuando una voz apagada de repente llamó la
atención hacia cierta dirección. "Es eso..."
De repente, Darius junto con todos los demás en el grupo encontraron sus ojos flotando hacia la entrada del
jardín, y simultáneamente sus mandíbulas se aflojaron.
Caminando con cautela hacia el jardín había tres mujeres extremadamente hermosas y un hombre guapo.
Estaban claramente relacionados, ya que todos compartían el mismo cabello rojo fuego y la pintoresca piel de
marfil.
La mayor entre ellos era una mujer madura que parecía ser la definición misma de la realeza.
Era extremadamente hermosa, con una figura esbelta y plumas rojas alrededor de su rostro que parecían tan
suaves como una nube.
La pequeña corona dorada en su cabeza era a la vez un indicador de su estado y una declaración, diciendo que
nada de lo que ella usaba podría acercarse a igualar su belleza, entonces, ¿por qué molestarse en buscar?
Sus brillantes ojos violetas escanearon la multitud con una mirada neutral, y parecía estar viendo a todos aquí
con cierto grado de sospecha.
"Esa es... la reina fénix..."
"¿Por qué está ella aquí...? ¿Finalmente han hecho las paces con los dragones?"
"Ya no estoy seguro..."
Mientras todos permanecían congelados en estado de shock, Darius rápidamente se sacudió su estupor y
caminó hacia la reina y sus hijos con su habitual sonrisa abierta.
"¡Bueno, si no es Valerica! ¡Mis estrellas, tal vez he bebido demasiado y comencé a ver cosas!"
La hermosa fénix miró fijamente al hombre bajo frente a ella con una mirada neutral. "Eso difícilmente sería
inesperado, pequeño borracho".
"¡Ja! ¡Cuántas veces te he dicho que las cosas grandes vienen en paquetes pequeños, querida!"
"No importa cuántas veces lo digas, he visto lo suficiente en este mundo para saber lo contrario".
"¡Eso es simplemente cruel!"

Mientras la multitud observaba a dos semidioses participar en lo que parecía una broma amistosa, sintieron que
sus mentes iban a implosionar.
Si bien ver a Darius como esta fiesta no fue del todo inesperado, la reina Valerica y sus hijos fueron algo
Era muy conocido que los fénix y los dragones no se llevaban nada bien.
Y después de que Helios corriera desenfrenadamente en su reino hace siglos, esa relación solo se había vuelto
más amarga.
Entonces, ¿por qué entraría voluntariamente en el palacio del rey dragón?
"¿Qué haces aquí pajarito?" Darius finalmente preguntó.
En respuesta, una de las hijas de Valencia levantó una pequeña tarjeta blanca que actuaba como su invitación.
"Estoy aquí simplemente porque fui invitado por el novio... nada más me preocupa".
Los ojos del enano se abrieron repentinamente como si creyera que había tenido algún tipo de entendimiento.
"¿Oh? No sabía que ustedes dos eran-"
"No me insultes así". Valerica cortó al rey enano antes de que pudiera terminar su pensamiento ofensivo.
"Nunca me he acostado al lado de ese bastardo sucio y puedo asegurarte que nunca he deseado hacerlo".
Los recuerdos de Valerica sobre Asmodeus vienen de mucho antes de que se casara con Yara.
En ese entonces, por supuesto, también había tratado de cortejarla, pero Valerica detestaba a los hombres como
él que intentaban follar todo lo que veían y amenazaban con quemarle las extremidades más de una vez.
El antiguo señor de los demonios encontró interesante que ella pudiera resistir sus avances con tanta firmeza, y
los dos entablaron una amistad unilateral, con Asmodeus viniendo a molestarla cada diez años y Valerica
insistiendo en que estaba harta de verlo.
Pero cuando él 'murió' se dio cuenta de cuánto extrañaba esas pequeñas visitas tontas.
Incluso si él no era su tipo románticamente, todavía disfrutaba de su compañía como un hermano pequeño
molesto al que podía intimidar cuando le apetecía.
Cuando escuchó que estaba vivo, esperó a que comenzara a follarla de nuevo como solía hacerlo, pero en lugar
de verlo en persona, recibió solo esta pequeña invitación blanca acostada en su cama una noche.
Ya estaba teniendo dificultades para aceptar la revelación de que él había tenido una relación con la princesa
dragón e incluso había tenido un hijo con ella, ¿y ahora los dos iban a casarse oficialmente?
Tenía que presenciar este espectáculo con sus propios ojos.

Incluso si tuviera que ir a Antares, no perdería esta oportunidad de ver al hombre que describió como alguien
que tiene una polla por cerebro, en realidad comprometiéndose con una mujer soltera.
Si todo transcurría sin contratiempos, no le sorprendería que un dios descendiera sobre Dola mañana.
Mientras Darius se reía de lo que supuso que era una broma, se perdió el momento en que otro invitado
completamente inesperado apareció en escena.
"Bueno, eso es un poco grosero, pequeño fénix. Mi hermano no es tan malo"

Capítulo 232 ¡Demasiados semidioses!

Deslizándose silenciosamente a través de la vibrante hierba verde había otra cara que nadie esperaba ver.
Una hermosa mujer con cabello negro azabache hasta la cintura, ojos verdes brillantes y la mitad inferior de una
serpiente.
"Es ella, ¿verdad...?"
"¡La reina de la envidia!"
"¡Rápido! ¡Mete tus joyas en tu camisa!"
No hace falta decir que la llegada del Leviatán de los siete pecados había puesto a todos nerviosos.
Ninguno quería arriesgarse a llamar su atención y que una de sus preciadas baratijas de repente 'se perdiera'.
"No recuerdo que los dos estuviéramos lo suficientemente cerca como para que me dieras apodos, Leviatán". La
reina fénix dijo deliberadamente.
Sin embargo, Leviatán parecía inmune a la conducta gélida de Valencia mientras continuaba sonriéndole.
"¿No sería un buen momento para arreglar eso? Se supone que hoy es un día feliz, ¿sabes?"
"¡Bien dicho!" Gritó una fuerte voz masculina.
Darius felizmente lanzó su brazo alrededor de la cintura de Leviathan y desató otra ronda de risas alegres.
Le hizo un gesto a otro mesero para que trajera otra bandeja de bebidas, y rápidamente tomó una para él y le
hizo un gesto a Valerica y Leviathan para que tomaran una para ellos.
Si bien la reina demonio aceptó, el fénix todavía parecía bastante obstinado y desinteresado en mezclarse con
sus dos compañeros gobernantes.
"Me perdonarás si no estoy interesado en emborracharme en un entorno potencialmente hostil". Explicó

cortésmente.
Darius negó con la cabeza e hizo un gesto hacia el hermoso espacio que los rodeaba.
"Si no crees nada de lo que digo, muchacha, debes creerme cuando digo esto; absolutamente nadie se atreverá a
causarte problemas aquí. Este lugar bien podría ser tierra sagrada dentro de Antares, y cualquier tipo de lucha o
conflicto no es bienvenido aquí". ."
Valerica y sus hijos miraron a los nobles dragones dentro de la multitud y, fiel a lo que había dicho el rey enano,
ninguno los miraba con caras desagradables. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Si bien definitivamente hubo cierta confusión presente, no hubo absolutamente ninguna intención maliciosa.
Parecía que realmente era libre de divertirse, aunque solo fuera un poco.
"....Una bebida."
"¡Ese es el espíritu!"
"Fufufu~ ¡Bebe ahora mi nuevo amigo!"
Mientras la reina fénix bebía entre sus compañeros gobernantes y se involucraba en una pequeña charla ociosa,
naturalmente se convirtieron en el tema principal de conversación para todos los demás.
Nadie podría haber imaginado que cuando despertaron esta mañana estarían parados en la misma vecindad que
estas catástrofes andantes.
"Esta es ciertamente una imagen bastante..."
"Nadie me creerá cuando cuente esta historia más tarde..."
"Quiero codearme con la reina..."
Leviathan miró brevemente a los asistentes a la fiesta que la rodeaban y frunció el ceño ligeramente cuando no
encontró al hombre que estaba esperando.
"¿Decepcionada porque no encontraste nada que valiera la pena robar, muchacha?" preguntó Darius con las
mejillas ligeramente sonrosadas después de su bebida número 89.
La reina demonio se rió entre dientes mientras miraba los anillos dorados y la fina túnica de Darius.
Habría puesto más valor en esos si el rey enano realmente los hubiera codiciado un poco más.
Para él, las cosas que tenía en las manos eran solo baratijas viejas y Leviatán no estaba interesado en robar lo
que otros no echarían de menos.
"En realidad, estaba buscando a cierta persona, pero veo que aún no ha llegado. Es un hijo bastante poco filial si
ni siquiera se va a presentar a la boda de sus padres".
Tanto Valerica como Darius dejaron de beber cuando se dieron cuenta exactamente de quién estaba hablando
esta mujer.
En estos días, era el hombre del que más se hablaba en el mundo. E incluso si los dos gobernantes quisieran
ignorar su existencia, los rumores de su ciudad de ensueño que contenía los mayores placeres imaginables
harían tal cosa casi imposible.
Sin mencionar su conquista de Upyr a pesar de no ser un vampiro.

Los dos gobernantes normalmente se habrían preocupado por un cambio tan drástico en el poder, pero sus
intercambios con la nación de los vampiros habían ido mejor que nunca sin ningún tipo de demora.
Dejó a los dos gobernantes con muchas preguntas sobre el nuevo gobernante, especialmente porque nunca los
había contactado para renegociar un trato.
"El nuevo señor de los demonios, eh..."
"¿Cómo es él?"
Leviathan colocó una mano en su barbilla mientras cerraba los ojos para pensar.
"Él es-"
"Un dolor de cabeza"
Apareciendo en silencio, sin siquiera una ráfaga de viento, estaba el rey demonio de la pereza, Belphegor.
Siguiéndolo de cerca, iban dos de sus cuatro señores, Pythias y otra mujer que llevaba una capucha oscura que
ocultaba la mayor parte de sus rasgos faciales.
"Dondequiera que vaya, debe seguir algún tipo de confusión... Es horriblemente agotador...", dijo honestamente
el señor de los demonios.
La voz cansada y baja de Belphegor de alguna manera había llegado a los oídos de todos los presentes y los
envió a un pequeño pánico.
"¿Slotth también está aquí...?"
"Supongo que no debería sorprenderme... El novio es su hermano después de todo..."
"¡¿Entonces eso significa que todos ellos vendrán?!"
"¡No lo maldigas!"
Mientras los otros invitados imaginaban el futuro de estar rodeados de semidioses, Leviatán se deslizó por el
cuerpo de su hermano mayor y se detuvo sobre su espalda.
"¡Qué bueno verte, Belphy! Pensé que sería el único en asistir a la boda de nuestro hermano".
"Ah, entonces somos los únicos lo suficientemente estúpidos como para venir... tal vez eso sea lo mejor". No
estaba exactamente interesado en ver a los miembros más enérgicos de su familia hoy.
Ya le estaba costando mucho comunicarse con su hermana y no estaba seguro de cuánto más podría aguantar.
Valerica parecía imperturbable por la repentina aparición del señor demonio mientras continuaba con su línea
de preguntas. "Dices que la confusión a menudo sigue a tu sobrino... ¿qué quisiste decir exactamente con eso?"
Belphegor apartó las manos de Leviathan que jugaban con sus astas con gran molestia.
Justo cuando se preparaba para responder, sintió una presencia que se acercaba y que conocía demasiado bien.
Evidentemente, Leviatán también pareció darse cuenta y se giró para mirar las puertas de madera que actuaban
como entrada al jardín.
"Hmm... parece que lo conocerás por ti mismo..."
Parecía que todos en el jardín se habían dado cuenta de que estaban a punto de llegar algunos recién llegados y,
posteriormente, mantuvieron la vista en la entrada para ver quién había llegado.
Las puertas de madera se abrieron con un riachuelo bajo y once personas entraron.
Como siempre, la primera en aparecer fue una joven de cabello largo y negro y una sonrisa cautivadora llena de
dientes afilados.
"¡Uwah! ¡Qué bonito!"
La joven se dio la vuelta con asombro mientras admiraba el hermoso paisaje que la había dejado totalmente
asombrada.
Siguiéndola de cerca, venían un apuesto joven y una hermosa joven.
Los dos sonrieron con cariño ante la contagiosa ternura de su hermano menor sin siquiera prestar mucha
atención al jardín en sí.
Los tres vestían ropas de color rojo brillante hechas solo con las mejores sedas y telas, lo que realzaba la belleza
monumental del trío a niveles aún más injustos.
Sin siquiera quererlo, Apophis y Thea habían llamado mucho la atención.
De repente, los seres mayores de la multitud se preguntaron si era posible conectarse con Luxuria a través del
matrimonio y revisaron la apariencia de sus hijos para asegurarse de que estuvieran presentables.
Pero como siempre, cuando las esposas finalmente aparecieron, perdieron la capacidad de pensar en cualquier
otra cosa.
Las siete mujeres caminaban muy juntas y parecían estar riéndose de algo privado solo para sus mentes.
Cada uno de sus cuerpos celestiales estaba adornado con hermosos vestidos blancos y dorados que habían sido
elegidos específicamente a mano por su suegra.
Los vestidos fueron cortados al medio para mostrar los impresionantes bustos de las chicas y un poco de su
abdomen.
En cada una de sus cabezas había hermosas coronas plateadas con el mismo diseño pero con diferentes gemas
como personalización.
A pesar de su aura real e inaccesible, las siete mujeres parecían despreocupadas por su estatus y simplemente
se comportaban como un grupo de hermanas.
Caminando lentamente detrás de ellos y disfrutando de la vista curvilínea estaba su esposo, y el hombre que
parecía ser el único foco de atención de Dola en estos días.
Las típicas túnicas rojas de Abaddon habían sido confiscadas y reemplazadas por estas relucientes túnicas
blancas de prácticamente el mismo diseño.
Los bordes y su cinturón estaban tejidos con tela dorada, y el material interior de su túnica estaba adornado con
el mismo color rojo brillante que su cabello y sus ojos.
En el cuello de su túnica colgaban dos borlas rojas hechas a mano por enanos demoníacos y una extraña insignia
pintada en su espalda.
Con su cabello atado y sus cuernos rojos brillando bajo la luz del sol, Abaddon había encantado su camino hacia
los corazones de todos los presentes sin siquiera mirar en su dirección.
"Es el rey rojo..."
"¿Es ese realmente el príncipe Exedra? ¿Cómo puede una persona cambiar tanto?"
"El es muy guapo..."
"Estoy mojado."
"Soy duro."
Cuando todos los invitados encontraron sus ojos pegados a Abaddon, había una persona presente cuyos ojos
estaban enfocados en otra persona por completo.
"¿Eris...?" Pythias dijo en un susurro silencioso.
Su esposa estaba realmente aquí, y se veía más feliz y hermosa de lo que nunca la había visto.
El caballero de la muerte no era idiota, y no le tomó mucho tiempo darse cuenta de lo que estaba viendo justo
frente a él.
De repente, los dos finalmente hicieron contacto visual y Eris perdió su cautivadora sonrisa.
Se detuvo en seco en el césped, y su esposo y hermanas no tardaron en darse cuenta de lo que estaba mirando.
Naturalmente, todas las esposas sabían cómo la encantadora elfa oscura había terminado en Luxuria en primer
lugar.
Habían escuchado todos los detalles de Lusamine y, por supuesto, un testimonio personal de la propia Eris.
De todas las esposas, Eris era la que más protegía a todos, ya que tenía la naturaleza más tímida y el corazón
gentil.
Como tal, la idea de que alguien realmente quisiera lastimar a una mujer así los llenó de una ira indescriptible.
Eris le dio a su ex una mirada fría y vacía antes de alejarse de él sin pensarlo dos veces.
Hubo un tiempo en que ella podría haberse sentido más compasiva o culpable, pero ese tiempo pasó hace
mucho tiempo.
Desde que se casó con Abaddon, ha conocido una felicidad indescriptible como nunca antes había conocido.
El hecho de que el sexo fuera indescriptible y que las almas de ambos estuvieran ahora literalmente
entrelazadas era solo la punta del iceberg.
Abaddon la amaba y la apreciaba de una manera que Pythias nunca lo hizo.
La vio como algo más que su posesión, ella era su esposa y socia en todos los sentidos de la palabra.
Era atento, cariñoso y generoso con todo lo que tenía.
Eris finalmente había entendido que la felicidad que pensó que había tenido antes no era verdadera felicidad.
Esta era sin duda la vida de casada que siempre había soñado tener.
"¿Estás bien, hermana?" Audrina preguntó de repente.
Ella y el resto de las esposas no habían quitado los ojos del elfo oscuro por un segundo y esperaron a ver algún
signo de confusión.
Eris sonrió cálidamente y asintió sin ninguna apariencia de vacilación. "Lo estoy. ¿Hay algo por lo que deba estar
molesto?"
"Fufufu~ Supongo que no."
Parecía que las cosas iban a terminar ahí, pero Audrina no era más que una agente del caos.
Antes de que Eris supiera lo que estaba pasando, el vampiro la agarró por la cara y la besó en los labios. "¿Mmf?"
Dado que ninguno de ellos era exactamente tímido con respecto a la PDA, Eris no se resistió y permitió que
Audrina deslizara la lengua en su boca.
Después de unos segundos de darle a cada hombre en la multitud suficiente combustible para la noche, las dos
chicas se separaron y Audrina le dio al elfo oscuro una sonrisa culpable. "¡Te veías tan linda que no pude
evitarlo!"
"Honestamente... eres demasiado".
Audrina había sido una mala influencia para algunas de las esposas y después de un breve asentimiento para
confirmar que estaban pensando lo mismo, Valerie y Bekka también besaron a Eris.
Mientras Pythias observaba esta escena desde solo quince metros de distancia, su piel pálida fantasmal se había
vuelto de un rojo brillante mientras temblaba con una ira visible.
¡E-Esa puta! ¿Cree que me quedaré quieto y miraré esto? El caballero de la muerte rugió internamente.
Pythias dio un solo paso hacia adelante mientras se preparaba para ir y agarrar a su esposa por el cabello antes
de que se llenara de una indescriptible sensación de temor.
Si das un paso más, mueres.

Capítulo 233 ¿Estás dispuesto a morir por eso?

Antes de que Pythias pudiera dar un paso más, sintió una muerte segura colgando sobre su cuello y la voz de su
señor en su cabeza.
Si das un paso más, mueres.
Al señor demonio de la pereza no le importaba casi nada.
Pero valoraba su paz por encima de todo.
Si Pythias respiraba mal en el jardín sagrado de la difunta reina, Belphegor tendría que enfrentar la ira no solo
de Abaddon, sino también de Helios.
Y ciertamente no iba a sufrir un dolor de cabeza como ese por nadie, y menos por Pythias.
Interiormente, Belphegor se había culpado a sí mismo por ser tan tonto.
No creía que las posibilidades de que Abaddon y Eris realmente estuvieran juntos fueran tan altas,
especialmente considerando el hecho de que el dragón consideraba que demasiadas mujeres eran
problemáticas.
Sin embargo, Eris no solo era una gran belleza, sino que también tenía un corazón y un alma de oro.
No era de extrañar que el dragón y sus esposas se hubieran enamorado de ella y la hubieran tomado en su
familia.
Pythias todavía temblaba de rabia mientras observaba a Eris ir y venir entre besar a Valerie y Bekka.
'Giro de vuelta.' ordenó Belphegor.
Con gran dificultad, el caballero de la muerte apartó los ojos de esta repugnante escena y se encontró cara a cara
con su señor una vez más.
Aunque Belphegor no tenía rasgos faciales, las profundidades de las cuencas de sus ojos habían comenzado a
brillar en un rojo oscuro para indicar la gravedad de la situación.
'No debes acercarte a menos de 100 pies de ella. No veré aniquilado a todo el ejército de perezosos porque
actuaste impulsivamente dentro del dominio sagrado del dragón dorado. ¿Estamos claros?'
Las palabras del señor demonio de la pereza dolieron terriblemente y Pythias sintió que cada sílaba era un
golpe a su orgullo.
Sus dientes perfectos crujieron por la pura presión que puso sobre ellos, y bajó la cabeza en comprensión.
'Dispersar.'
Sin levantar la vista, Pythias se dirigió a las afueras del jardín, donde había menos invitados presentes.
Parecía que con cada paso que daba, el odio dentro de su propio corazón crecía.
"Esta humillación... ¡Te la pagaré de cualquier manera!"
Mientras Abaddon observaba cómo la espalda de la noche de la muerte desaparecía detrás de una arboleda,
finalmente también aplastó su propia ira.
Pythias era el hombre que realmente se había atrevido a golpear a una de sus amadas esposas, y quizás aún más
ofensivo era el hecho de que obviamente creía que todavía tenía derecho sobre ella.
Semejante engaño ciertamente debe corregirse lo antes posible.
Pero desafortunadamente, hoy no era el día para tal lección.
Sabía cuánto significaba este día para su madre, y no lo arruinaría haciendo una escena como lo hizo en su fiesta
de cumpleaños hace tantos meses.
Cuando llegó el momento de unir a la raza de los demonios, Abaddon esperaba que Belphegor opusiera
resistencia y le brindara la oportunidad perfecta para matar a Pythias.
Después de que el caballero de la muerte se fue, Abaddon finalmente separó a su inocente esposa de las garras
de sus dos desviados.
"Ustedes, chicas, son bastante divertidas. ¿Cuánto tiempo planeaban mantener este pequeño juego suyo?"
"¿Hasta que ese bastardo explotó de ira?" Audrina dijo inocentemente.
A su lado, tanto Valerie como Bekka asintieron con la cabeza, completamente indiferentes a la escena que
acababan de causar.
Sus otras tres esposas vieron esta escena mientras se reían en silencio, como si encontraran todo esto
terriblemente divertido.
Abaddon dejó escapar un suspiro exhausto antes de poner los ojos en blanco y limpiar los labios de baba de Eris.
"¿Qué voy a hacer con ustedes chicas?.... No respondan eso."
Otra ronda de risitas pervertidas dejó a las esposas cuando se dieron cuenta de que sus deseos habían sido
cumplidos.
Abaddon hizo una nota mental para enseñarles una lección muy necesaria más tarde cuando regresaran a su
dormitorio insonorizado.
"¿Estás bien, mi amor?" Le preguntó a Eris.

La elfa oscura sonrió tímidamente y apoyó el peso de su cuerpo contra su esposo. "Yo soy... No tengo ninguna
razón para no serlo".
Por el momento, Abaddon encontró a Eris tan linda que no pudo resistir la tentación de besarla también y
envolvió su brazo alrededor de su cintura para hacer precisamente eso.
Desafortunadamente, había tres voces que parecían decididas a interrumpir la atmósfera amorosa.
"¿Pueden dejar de besarse?"
"Es tan vergonzoso que siento que podría morir".
"¡Mira también quiere besos!"
Abaddon se rió mientras soltaba a su esposa para girarse y mirar a sus tres hijos.
"¿Mis hijos no están contentos de ver que sus padres se llevan bien? Hay muchos niños que encontrarían tu
posición muy envidiable, ¿sabes?"
Thea puso los ojos en blanco e hizo un gesto a la multitud detrás de ella. "Eso puede ser, pero estas miradas son
ciertamente incómodas".
Casi todos en el grupo tenían sus ojos puestos en la familia de once.
La mayoría había oído hablar de la temible reputación de Abaddon como asesino y conquistador, por lo que
verlo aquí así fue... sin duda un shock.
Olvídese de un rey o un conquistador, el dragón parecía un simple hombre de familia.
Esta fue la sorpresa del siglo.
"Ah... supongo que puedo entender eso." Abaddon dijo con una risa baja. "Está bien, ustedes tres deberían
divertirse y no preocuparse por quedarse a nuestro lado".
"¿En realidad?"
"Sí." Abaddon dijo mientras le daba a Mira un pequeño beso en la mejilla. "Estoy seguro de que estamos a punto
de vernos envueltos en cosas aburridas en las que ustedes tres no tendrán ningún interés de todos modos".
Los ojos de los tres niños se iluminaron mientras abrazaban rápidamente a su padre y a sus madres antes de
salir corriendo al jardín.
Una vez que se fueron, Abaddon respiró hondo mientras volvía a enfocar su mente en el objetivo principal de
hoy.
Podía sentir a la reina fénix y al rey enano mirándolo intensamente, junto con sus compañeros señores
demonios.
Pero desafortunadamente, todavía no tenía intenciones de ir a su área.
Antes de conocerlos por sí mismo, quería observar a los dos gobernantes desde la distancia.
Sus gestos, deseos ocultos e incluso cómo interactuaban con los demás.
También quería saber si ellos eran del tipo que lo observaban furtivamente o si se acercarían audazmente sin
restricciones.
"Vengan chicas, tratemos de divertirnos".
Cada una de las esposas sonrió antes de seguir en silencio a su esposo.
Sabían que tenía una batería social terriblemente baja, por lo que se preguntaron cuánto tiempo podría soportar
esta fiesta llena de nobles habladores.
No hace falta decir que Abaddon y su familia fueron el centro de atención después de llegar.
Los asistentes a la fiesta se sorprendieron al saber que sus esposas no solo eran todas hermosas por derecho
propio, sino que el propio maldito berserker de Antares se contaba entre ellas.
Inmediatamente se preguntaron si Antares y Luxuria estaban involucrados en algún tipo de matrimonio político
antes de descartar rápidamente la idea.
El rey dragón nunca se rebajaría tanto como para organizar matrimonios con otras naciones, lo que llevó a la
mayoría a darse cuenta de que los dos deben haberse casado solo por amor.
Y cuando todos vieron la forma en que trató a sus esposas, no fue muy difícil ver cómo pudo haber ocurrido tal
cosa.
Abaddon parecía el esposo perfecto, ya que sonreía amablemente a sus esposas y parecía estar tomado de la
mano de al menos dos de ellas en un momento dado.
No había una mujer en el grupo que no sintiera que iba a morir de celos, y Leviathan parecía amar la atmósfera
de envidia.
Por un tiempo, la mayoría mantuvo la distancia y simplemente observó al rey rojo sin acercarse demasiado.
Pero eventualmente, algunos aristócratas de Antares reunieron el coraje para intercambiar cortesías y saludos,
y rápidamente aprendieron que la naturaleza de Abaddon como un hombre gentil y amable era algo que solo su
familia podía experimentar.
Si bien estaba lejos de ser un noble grosero, el comportamiento natural de Abaddon como rey se revelaría en la
cara de los demás y casi de inmediato se pondrían nerviosos.
Su sonrisa desaparecería, su mirada se endurecería y se volvería casi insufrible, y su forma de hablar se volvería
distante y casi robótica.
La mayoría solo intercambiaba pequeñas bromas antes de prácticamente huir, mientras que unos pocos
pudieron mantener la compostura y entablar una pequeña conversación.
Como era de esperar, la mayoría de las preguntas que le hicieron fueron sobre Thea.
Era demasiado despreocupada para ser una simple sirvienta, lo que llevó a muchos a preguntarse por qué una
joven humana viajaba en compañía de un rey demonio.
Cuando les dijo que ella era su hija mayor, las miradas de sorpresa que recibió fueron francamente cómicas.
La joven princesa en cuestión estaba admirando las flores en el jardín junto a su hermano y hermana.
Mira estaba arrancando flores con mucha ternura e insertándolas en su cabello, y sus dos hermanos mayores la
observaban con expresiones de amor.
"¡Hermano y hermana también!" Mira dijo mientras sostenía flores para Thea y Apophis.
Apofis simplemente tomó la flor y la sostuvo en su mano, mientras Thea la deslizaba detrás de su oreja para
poder igualar a su hermana menor.
"¿Cómo me veo Mira? ¿Soy bonita como tú?"
"¡Sí! ¡La hermana es la más bonita!" Dijo Mira alegremente.
"La he visto más guapa en el burdel". Apofis dijo mientras olía la hermosa rosa en su mano.
Casi de inmediato, una vena comenzó a hincharse en la frente de Thea mientras miraba a su hermano menor.
"¿Qué me dijiste, zorra?" Preguntó con una sonrisa que no era una sonrisa.
Apophis simplemente sonrió y no hizo más comentarios, disfrutando de su nueva habilidad para hacer bromas,
incluso si él era el único que las encontraba graciosas.
"Estoy de acuerdo con la niña. También la encuentro bastante hermosa".
Los tres hermanos giraron en busca de la fuente de la voz y encontraron a un apuesto joven acercándose a ellos
desde unos metros de distancia con dos mujeres jóvenes a cuestas.
Su túnica de color púrpura oscuro estaba muy bien hecha y complementaba su piel de color marfil pálido y su
cabello rojo fuego.
Alrededor de su rostro había plumas rojas ardientes que se erguían con orgullo para mostrar su herencia como
fénix.
Sus brillantes ojos violetas eran los mismos que los de su madre, pero también contenían una realeza
inquebrantable que provenía de vivir como realeza durante cientos de años.
"Por favor, perdona mi intrusión, estaba bastante desesperado por conocerte". Él dijo. "Soy Caelum Vermillion.
¿Puedo tener el placer de saber tu nombre también?"
Capítulo 234 ¡Comienza la boda!

Tal vez debido a la posición de su padre y su naturaleza sobreprotectora, Thea nunca antes había coqueteado
abiertamente.
Y debido a la naturaleza temerosa que la mayoría de los hombres mostraban cuando ella se acercaba a ellos,
había comenzado a sospechar que tal vez él los había amenazado sin su conocimiento.
Como tal, nunca se le había acercado un hombre así y siempre se preguntó cómo se sentiría.
Desafortunadamente para ella, encontró la experiencia completamente desagradable.
Después de convertir oficialmente a Nita en su mujer, Thea se dio cuenta de que su atracción por las mujeres
estaba grabada en piedra y que no había nada que pudiera cambiar eso.
"Soy Thea... ¿Puedo ayudarte?" Ella preguntó sospechosamente.
Caelum aparentemente no prestó atención a su naturaleza distante y lo atribuyó a su repentina llegada.

"Simplemente tenía curiosidad acerca de la hija humana del rey rojo. Hoy eres un gran tema".
Thea no estaba exactamente sorprendida por esa información, ya que hacía tiempo que se había acostumbrado
a recibir miradas extrañas cada vez que aparecía junto a su padre.
La mayoría pensaba que era una joven esclava sexual o incluso una simple sirvienta, y las reacciones de quienes
se enteraban de la verdad siempre eran exageradas.
"¡Ah! Por favor, perdóname". Caelum dijo de repente mientras se volvía hacia Apophis y Mira. "Me olvidé de
presentarme a ustedes dos también".
Sin embargo, la serpiente pareció no prestarle atención al joven cuando comparó el color rojo de la rosa con su
propio cabello.
"Errores como ese son bastante fáciles de cometer cuando te enfocas en la lujuria en lugar de la etiqueta".
Las palabras mordaces de Apophis parecieron absorber todo el aire del claro, dejando a Caelum con una
expresión ligeramente avergonzada.
De repente, una de las chicas a su lado que había permanecido en silencio hasta ese momento decidió acudir en
su ayuda.
"Tendrás que perdonar a mi hermano menor. No ha podido quitarse de la cabeza la belleza de la princesa Thea
desde tu llegada".
Al igual que su hermano, la joven tenía la piel blanca como el marfil y el cabello rojo fuego. i𝚛𝚛r𝚛a𝚛.𝚛om
Pero mientras que el de él era largo y desenfrenado, el de ella tenía un peinado simple que enmarcaba su lindo
rostro y labios muy bien.
El rostro de Caelum se puso ligeramente rojo mientras trataba de evitar que su hermana hablara. "Jasmine,
apenas hay necesidad de-"
"¿Estás diciendo que me encuentras hermosa?" preguntó Thea seductoramente.
Al principio, Caelum creyó que su tono estaba dirigido hacia él y que tenía que evitar que su cuerpo se pusiera
rígido.
Sin embargo, sus sueños y fantasías fueron aplastados cuando Thea pasó junto a él y tomó la mano de su
hermana Jasmine.
"Me dijiste cómo se sentía tu hermano, pero tengo mucha más curiosidad sobre si soy agradable a tus ojos o no".
Thea siempre había sido hermosa.
Incluso antes de fusionarse con la hoja de bruja y convertirse en un arma viviente, su cuerpo era prístino y libre
de imperfecciones debido a su posesión del elemento divino.
Como resultado, aunque Jasmine nunca antes había tenido sentimientos extraños por una mujer, no pudo evitar
sentirse un poco nerviosa.
Los hermosos ojos azules de Thea miraban sin pestañear a los violetas de Jasmine, dejando al fénix
desprevenido sin lugar a donde correr.
"B-Bueno, sí, eres bastante hermosa... pero siento que debo decirte que no siento atracción por las mujeres". Ella
respondió con una voz tímida pero firme.
"Eso es bueno, casi te creo." Thea dijo con una risa suave y melodiosa.
Cuando Jasmine sintió las manos de Thea trazando pequeñas líneas en su palma, supo con certeza que esta chica
era la hija del rey de la lujuria.
Cada una de sus acciones y palabras se sentían como si estuvieran mezcladas con un sedante que rápidamente
la hundiría.
"¡E-Espera un minuto!"
Caelum finalmente se había recuperado de su estupor y miraba a Thea con evidente sorpresa.
"¿Estás... coqueteando con mi hermana...?"
Thea miró el impresionante busto de Jasmine y su lindo pero maduro rostro.

Al igual que su padre, también prefería a las mujeres mayores y la princesa fénix era demasiado hermosa para
resistirse.
Como Nita ya le había dado permiso para perseguir a otra mujer si así lo deseaba, Thea no tenía reservas sobre
sus deseos.
Aunque un rasgo que también parece haber heredado de su padre es su disgusto por los grandes harenes.
En su mente, pensó que tres mujeres con las que podría pasar felizmente el resto de su vida serían más que
suficientes.
Sin romper el contacto visual con Jasmine, Thea le dio a Caelum una respuesta que casi lo hizo escupir sangre.
"Lo estoy... aunque todavía tiene que decirme si le gusta o no".
Los rostros de los dos hermanos se pusieron tan rojos como su cabello, pero por dos razones completamente
diferentes.
Jasmine comenzó a tambalearse bajo la intensa mirada de Thea mientras hacía todo lo posible por sortear su
tormenta de nuevos sentimientos.
"Yo..."
Justo antes de que pudiera responder, una música suave comenzó a sonar desde el centro del jardín, indicando
el comienzo de la boda.
"Parece que no tenemos tiempo para que respondas, así que esperaré a escuchar lo que tienes que decir
después de la ceremonia".
Thea deslizó su mano fuera del agarre de Jasmine y se despidió de ella mientras comenzaba a caminar hacia la
fuente de la música.
"¡Espera a Mira!" La joven dragón de hielo rápidamente siguió los pasos de su hermana, dejando atrás a su
hermano.
Apophis caminó sin hacer ruido junto a Jasmine y Caelum, que todavía estaban de pie como estatuas.
Sus ojos verdes de serpiente se posaron en su tercer hermano, que había permanecido en silencio todo este
tiempo.
El último de los hermanos bermellón era una niña aparentemente joven llamada Claire.
Llevaba anteojos simples para cubrir sus brillantes ojos morados y su cabello rojo estaba peinado en un
pequeño moño desordenado.
A diferencia de su hermana y su madre, tenía un pecho pequeño que era prácticamente inexistente pero un
trasero regordete y muslos gruesos.
Al igual que Apophis, parecía ser bastante distante por naturaleza, ya que simplemente había observado en
silencio cómo Thea rechazaba brutalmente a su hermano y coqueteaba audazmente con su hermana.
La serpiente paseó hasta la hermosa fénix y le entregó la brillante rosa roja en su mano.
Claire no esperaba tal regalo, ni esperaba que Apophis fuera quien se lo diera, especialmente cuando nunca
antes habían hablado.
Al darse cuenta de que probablemente había estado mirando demasiado tiempo, extendió la mano y le quitó la
flor de las manos. "Ah gracias."
Sus mejillas comenzaron a tornarse de un ligero color rosado y Apophis simplemente le dio un pequeño
asentimiento y siguió a sus hermanas.
Caelum miró de un lado a otro entre sus dos hermanas, que estaban haciendo muecas enamoradas y viendo
desaparecer las espaldas de los hijos de Abaddon.
"Lo que acaba de suceder...?"
Apophis, Thea y Mira encontraron rápidamente a sus padres esperando en la primera fila cerca del escenario.
Mientras que sus madres parecían estar bien e incluso estar divirtiéndose, Abaddon parecía estar
completamente exhausto y parecía necesitar una siesta o una bebida energética.
Apophis y Thea entendieron muy rápidamente que sería mejor si no le decían a su padre que el príncipe del
reino fénix trató de coquetear con su amada hija.
Conociéndolo, probablemente comenzaría la guerra contra ellos incluso antes de lo que había planeado
originalmente.
No mucho después de que el trío se uniera a sus padres, hubo un cambio en el escenario de la boda.
Asmodeus apareció repentinamente de la nada, vistiendo una túnica blanca y dorada abierta combinada con
pantalones a juego del mismo diseño.
"Me veo bien, ¿no?" Le preguntó a la multitud.
En respuesta, solo recibió sonrisas secas y los ojos se dirigieron posteriormente a su hijo, que era
significativamente más guapo que él.
No pasó mucho más tiempo para que las puertas de madera del jardín se abrieran por última vez, y todos los
que estaban dentro del jardín se quedaron sin aliento.
No era frecuente que el rey dragón Helios no fuera el centro de atención, sin embargo, mientras caminaba de la
mano de su hija, tuvo que admitir que ella lo había superado por completo hoy.
Pero como era el día de su boda, tal cosa era apropiada, ¿verdad?
Yara lució un delicado vestido azul pálido con una larga cola detrás de ella.
El material del vestido era lo suficientemente delgado para ver a través y lo suficientemente elegante como para
cubrir todas sus partes traviesas.
Su rostro estaba cubierto por un velo a juego que dejaba a la vista solo sus cuernos y su hermoso cabello
plateado, dejando a los hipnotizados invitados queriendo más desesperadamente.
Abaddon recibió un pequeño asentimiento de Helios y, a cambio, le dio un pequeño empujón a Mira.
Este era el momento que el joven dragón de hielo había estado esperando.
Combinando sus manos, las palmas de Mira comenzaron a brillar con una energía azul brillante.
"¡Ir!"
Mira de repente lanzó sus manos al aire y disparó la bola de energía helada hacia el cielo.
Una vez que alcanzó una altura suficiente, la pequeña bola de magia explotó y una ráfaga de flores heladas cayó
sobre los asistentes.
El escenario que ya era hermoso, se volvió tan perfecto que casi hizo llorar a los invitados.
Helios llevó a su hija de la mano hasta el escenario de la boda, donde la dejó ir a regañadientes.
Este día fue... increíblemente difícil para él.
Cuando su hija le dijo que quería celebrar su boda en el jardín de su madre, estuvo a punto de decirle que no.
Este lugar era la culminación de todo lo que amaba tanto de su difunta esposa, e incluso a él le resultaba
bastante difícil venir aquí después de todos estos años.
Pero, ¡ay!, Yara le había pedido sinceramente con todo lo que tenía, y él no pudo negarse ante la desesperación
de su hija.
Sin embargo, ahora que había llegado el momento, se encontró deseando haberlo hecho.
A pesar del entorno de ensueño, Helios sintió que estaba envuelto en el infierno cuando la mano de su hija dejó
la suya.
Los recuerdos del día en que perdió a su madre continuaron atormentándolo, y sintió que de alguna manera
estaba perdiendo a otro miembro de su preciosa familia.
Sabía que el hombre que ella había elegido era bueno y que ya tenían un hijo adulto juntos.
Pero a pesar de eso, ella seguía siendo su pequeña y le dolía terriblemente ver que había crecido tan pronto.
El dolor de perder a su madre se combinaba con el dolor de verla crecer y alejarse de su lado, lo que hacía que
sintiera que no le quedaba nada.
'No... eso es una tontería...' pensó Helios mientras negaba con la cabeza.
El rey dragón vio a su hijo menor subir graciosamente los escalones hacia la mirada amorosa de su esposo.
Por un momento, casi había olvidado la conversación que los dos compartieron en Luxuria, y se dio cuenta de
que incluso él puede ser perseguido por visiones de su pasado.
Cuando se movió para tomar su lugar junto a su hijo mayor, se dio cuenta de que todavía tenía familiares
presentes que había estado descuidando.
Sus hijos eran solo un ejemplo, pero sus esposas eran algo completamente diferente.
Fuera del sexo o la mente adormecedora pequeña charla, se dio cuenta de que no había estado interactuando
con ellos tanto como debería haberlo hecho.
En su mente, decidió ser un mejor hombre para la familia que había dejado antes de que fuera demasiado tarde
para cambiar algo.
Capítulo 235 Hermoso vuelo

Desde que podía recordar, Asmodeus había vivido su vida con una sola mente y sin ningún significado real.
Como un demonio que fue creado para encarnar la atracción en su estado más primitivo y depravado, había
vivido 20.000 años con el objetivo de seducir a los demás y hacerlos caer en un abismo placentero del que no
deseaban escapar.
Pero como un ser que también era consciente de los aspectos más suaves de la vida, siempre estuvo en el fondo
de su mente que le faltaba algo.
Sabía lo que era el amor, e incluso era capaz de imitarlo, pero nunca había podido experimentarlo por sí mismo.
Pensó que si reuniera a más mujeres, no habría más sentimientos de vacío y finalmente alcanzaría la verdadera
felicidad y comprensión.
Y entonces conoció a Yara.
Desde el momento en que la encontró en ese campo de batalla, se dio cuenta de que no había cantidad de
mujeres que pudieran imitar la cantidad de dopamina que inundaba su cerebro cada vez que la miraba.
El que fue creado con el único propósito de seducir a los demás, se había enamorado totalmente de una mujer
que no tenía ni la décima parte de su edad.
Y hoy, esa abundancia de amor parecía prevalecer más que nunca.
Cuando Yara se paró frente a su esposo, él se tomó un momento para saborear su apariencia que era similar a
un sueño.
"Te ves hermosa mi amor."
Yara se rió bajo su velo por el cumplido inesperado. "Fufufu~ Ni siquiera puedes verme todavía, cariño".
"Bueno, entonces arreglemos eso".
Finalmente, Asmodeus levantó el velo que cubría el rostro de su amada y casi perdió la compostura.
Yara siempre fue divinamente hermosa, pero hoy su existencia parecía ser casi trascendente.
Su rostro estaba ligeramente decorado con suficiente maquillaje para resaltar su belleza natural sin restarle
valor.
La luz del sol que brillaba en sus labios llenos y brillantes era tan brillante que casi cegaba, creando una imagen
de una mujer que parecía de origen angelical.
"Me temo que debo retractarme de mis palabras anteriores. Hermoso ni siquiera se acerca a describir la visión
que tengo frente a mí".
En respuesta, Yara se sonrojó un poco y luchó contra el impulso de apartar la mirada avergonzada.
La princesa se consideraba acostumbrada a los cumplidos, ya que siempre era la mujer más hermosa en
cualquier habitación en la que entraba.
Pero cada vez que Asmodeus la felicitaba, sentía como si estuviera escuchando palabras como esa por primera
vez.
Cuando el oficiante se acercó para comenzar la boda, tanto Yara como Asmodeus parecían estar perdidos en sus
propios mundos individuales mientras se miraban fijamente.
Ninguno de los dos escuchó nada de lo que dijo el pobre hombre, ambos estaban demasiado ocupados
preguntándose cómo podían tener la suerte de encontrar a alguien que los amara tanto.
Si bien no estaban prestando atención exactamente, eso no significaba que se perdieron la parte más importante
de la ceremonia.
"Asmodeus Morningstar, ¿tomas-"
Antes de que el oficiante pudiera terminar su pregunta, el señor demonio caído llegó al límite de su paciencia y
decidió interrumpir esta ceremonia.
Extendiendo la mano, inmediatamente atrajo a su esposa para darle un beso que contenía todos sus
sentimientos.
El oficiante estaba nervioso al principio y una vez que vio que Yara no tenía intenciones de forzar una
separación, supo que su deber por hoy había llegado a su fin.
"Ah... Entonces ahora los declaro marido y mujer".
"¡Hurra!"
"Se ven muy felices juntos".
"Un día tan hermoso de hecho".
Vítores y aplausos llenaron el aire mientras los invitados observaban a dos amantes abrazarse como marido y
mujer en todos los sentidos de la palabra.
Aunque hubo una persona que no se mostró tan entusiasmada como el resto.
"¿¡Por cuánto tiempo van a permanecer así!? ¡Él la va a asfixiar a este ritmo!" Helios gruñó.
Se escucharon ataques de risa entre la multitud cuando los asistentes pudieron ver la naturaleza del rey dragón
como un padre sobreprotector por primera vez.
Abaddon simplemente negó con la cabeza irónicamente al considerar que el comportamiento de Helios era
tonto.
Pero luego el dragón pensó en sus propias hijas y en cómo reaccionaría cuando llegara el momento de que se
casaran.
De repente, entendió completamente a su abuelo.
Tienes mis condolencias, viejo. Ningún padre debería tener que experimentar un dolor tan grande como este.
Cuando la pareja finalmente se separó, llegó el momento de la parte más esperada de la ceremonia, y muchos
dragones parecían estar emocionados.
De repente, el techo de cristal del jardín se abrió y permitió que la calidez del sol poniente bañara a todos los
asistentes a la fiesta.
El cuerpo de Yara se vio repentinamente envuelto en una columna de brillantes llamas plateadas que parecían
ascender hasta los cielos.
Cuando el fuego desapareció, todo lo que quedó atrás fue un hermoso dragón plateado que medía unos cuarenta
metros de altura con brillantes ojos color amatista y un cuerpo delgado.
"Si no les importa, mi esposo y yo nos sentiríamos honrados si aquellos de ustedes que pueden unirse a
nosotros en nuestro primer vuelo". Yara dijo suavemente.
El primer vuelo es una tradición nupcial que se acostumbra entre dos dragones.
Es un evento bastante simple pero significativo en el que los dos dragones recién casados se embarcan en un
relajante vuelo por el cielo mientras están rodeados de familiares y amigos.
Tiene la intención de simbolizar ver el mundo juntos como marido y mujer por primera vez.
Aunque Asmodeus ahora era un nephilim, todavía quería participar en lo que consideraba un rito de iniciación
significativo.
A Asmodeus le brotaron sus propias alas blancas y negras y los dos miraron a su hijo y su familia antes de
despegar hacia el cielo.
Abaddon y sus esposas mostraron sonrisas felices antes de prepararse para seguirlos.
Tomando la delantera, el rey rojo saltó al cielo después de que sus padres y su propio cuerpo quedaran
envueltos en una columna de fuego oscuro.
Casi de inmediato, las mandíbulas de casi todos los asistentes se aflojaron mientras miraban la espalda de un
dragón de tres cabezas que desaparecía rápidamente.
"Eso es..."
"¿Siempre se ha visto así...?"
"¿Cómo es esto posible... él es el mismo que el rey...?"
Todos los ojos se dirigieron simultáneamente a Helios para ver cuál sería su reacción, pero el rey dragón tenía
una excelente cara de póquer.
Estaba tan sorprendido como todos los demás, pero nunca lo demostraría.
La familia de Abaddon fue la única inmune a esta revelación y solo se centró en seguirlo.
Las hijas del rey rojo fueron las siguientes en cambiar y tomar los cielos.
Mientras que Mira se convirtió en un dragón blanco como la nieve, Thea usó la habilidad más nueva de su
armadura para obtener alas hechas de metal líquido.
Había practicado esta habilidad varias veces antes y no parecía ser más lenta que su hermana menor que había
tenido alas toda su vida.
Seras y Lisa también se convirtieron rápidamente en dragones y permitieron que sus hermanas e hijo se
subieran a sus espaldas mientras Audrina se transformaba en un murciélago muy grande que tenía más de
treinta metros de altura.
Cuando toda la familia del rey rojo estaba en el cielo, Helios, Darius e Iori también se unieron.
Helios parecía estar un poco molesto por el hecho de que un enano borracho lo montaba, pero finalmente
decidió no tomar represalias.
Fueron seguidos por varios dragones nobles, dos reyes demonios y cuatro fénix rojos ardientes que parecían
iluminar el cielo.
Todos los que miraban desde abajo se detenían y miraban con asombro cómo un enorme desfile de monstruos
volaba en silencio sobre el reino de Antares sin un destino real en mente.
Fue realmente un espectáculo como ningún otro. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Cuando el grupo volvió al jardín, la noche ya había caído sobre Antares.
Ahora el evento se había convertido en una pequeña cena con comidas y bebidas elegantes que Thea, Mira y
Apophis apenas podían pronunciar.
En el borde del jardín, Helios e Iori se miraban cara a cara sin decir una palabra.
El primer príncipe estaba claramente confundido, mientras se apoyaba contra un árbol y sostenía un vaso lleno
de licor.
"Deberíamos tener una conversación ahora, ¿no?" Helios dijo después de un largo silencio.
Iori, que normalmente siempre era respetuoso frente a su padre, luchó contra el impulso de burlarse.
"¿Por qué estás tan interesado en hablar conmigo ahora? Cuando traté de encontrarte después del partido en el
coliseo, siempre me evitaste".
Helios parecía ser inmune al tono acusatorio ya que se había ocultado a propósito para evitar responder a las
preguntas de su hijo, pero eso era simplemente porque no creía que nada de lo que pudiera decir fuera de
consuelo.
Fue difícil escuchar que nunca serías como el hombre que idolatrabas sin importar cuánto lo intentaras.
"Sé las respuestas que buscas, hijo". Helios dijo mientras miraba su propio vaso vacío. "Pero antes de decírtelo,
debes decidir si permitirás o no que esta información te detenga, o si continuarás a pesar de la dura verdad".
Iori solo necesitó un momento para pensar en su respuesta antes de darle a su padre un firme asentimiento.
"Entonces pregunta. Responderé todo lo que pueda".
Solo había una pregunta en la mente de Iori que no había podido responder desde que se enteró por Asmodeus.
"¿Qué... es un verdadero dragón?"
Sorprendentemente, el dragón dorado soltó una risita ante la pregunta de su hijo. "Pensé que tu pregunta sería
más difícil, pero parece que no". Dijo antes de explicar.
"Los dragones verdaderos son catástrofes vivientes que incluso Dola no puede manejar por completo.
Simplemente hablar en nuestro idioma es más que suficiente para causar un daño severo a los seres y la tierra
que nos rodea. Nuestra comprensión de la magia eclipsa incluso la de las brujas, y somos casi invulnerables. e
invencible".
Iori sintió que su cerebro iba a explotar por la repentina afluencia de información, pero todavía estaba
desesperado por saber más.
"Entonces... ¿por qué mis hermanos y yo no tenemos este poder...?" De repente, un pensamiento horrible pronto
se le ocurrió y comenzó a mirar a Helios como si fuera un extraño. "¿Eres nuestro verdadero-"
¡TORTAZO!
"Mocoso estúpido, por supuesto que soy tu verdadero padre". Helios gruñó molesto.
El dolor de cabeza de Iori solo empeoró por el asalto no provocado de su padre y sintió que ahora le faltaban
algunas células cerebrales. "Entonces por qué...?"
"Solo la descendencia de dos dragones verdaderos puede dar a luz a otro dragón verdadero. Una unión entre
algo menor solo diluirá la línea de sangre y, como resultado, solo nacerá un dragón normal".
Aunque Helios era su padre, Jadaka, Yara e Iori no tenían beneficios especiales aparte de ser un poco más
fuertes que el dragón promedio.
La diferencia entre ellos y Helios era tan grande como la distancia entre el cielo y el infierno.
"Entonces... ¿por qué eres el único aquí? ¿Por qué no hay más dragones verdaderos en Dola? Y si no eres de este
mundo, ¿de dónde eres realmente...?"
Los ojos de Helios se pusieron serios cuando finalmente llegaron a los temas que menos quería cubrir.
"La respuesta a todas tus preguntas es bastante simple y, sin embargo, también es abismalmente complicada...",
comenzó Helios.
"Supongo... primero debería contarte sobre los cazadores de dragones y los jinetes de dragones".
Capítulo 236 La mesa de los gobernantes

Actualmente, Abaddon y su familia estaban sentados en una gran mesa de comedor en el jardín.
Desde la ceremonia de vuelo anterior, el dragón había estado recibiendo miradas más intensas de lo habitual
debido a que se revelaba su naturaleza como un dragón de tres cabezas, pero no podía importarle menos.
Su único enfoque estaba en el lindo y joven dragón de hielo en su regazo que estaba recogiendo comida de su
plato y mirándola cuidadosamente.
"Papá, ¿qué es esto?"
"Caracoles". Abaddon explicó cuidadosamente.
Mira analizó cuidadosamente la comida extraña en el plato de su padre antes de decidir que no quería ser
aventurera y probarla. "Toda esta comida se ve asquerosa".
Abaddon se rió entre dientes y comenzó a acariciar suavemente el cabello de su hija. "La fiesta terminará
pronto, así que si quieres podemos ir a casa y hacer que los trillizos te preparen un refrigerio tardío".
Los ojos de Mira se volvieron tan grandes como platos cuando las palabras de su padre finalmente se hundieron.
"¿¿Galletas??"
"Si te gusta."
"¡Jejeje!"
Esta dulce escena de padre e hija había estado ocurriendo durante algún tiempo y Mira no era la única que
recibía un trato especial.
Abaddon estaba sentado con sus dos hijos a cada lado de él y no estaba dispuesto a dejar que ninguno de ellos se
moviera por ningún motivo.
Este día había sido un doloroso recordatorio de que sus hijos no se iban a quedar a su lado para siempre, así que
quería disfrutar de su presencia mientras aún tuviera tiempo.
Ya había perdido cinco años de la vida de Thea y, aunque fue por una buena razón, no pudo evitar sentirse un
poco melancólico por toda la situación.
Aunque nunca le diría eso porque no quería que se sintiera culpable por irse.
"Esposo... ¿puedes entregarme a Mira en su lugar?" Bekka preguntó de repente.
"¿O yo?" dijo Sera.

"Ah... no me importa, pero ¿hay alguna razón por la que la quieras tan de repente?" Abaddon realmente no
quería renunciar a su hija menor, pero cuando se trataba de sus esposas, no tenía otra opción.
Lailah miró a su alrededor con ojos hostiles que parecían estar llenos de odio.
"Es para que esta hermosa boda no vea una rápida disminución de invitados".
Al principio, Abaddon no entendió su enojo, pero cuando se detuvo para prestar atención, rápidamente captó el
motivo de su irritación.
Los ojos de casi todas las mujeres del grupo estaban fijos en él y solo en él.
Mujeres de todas las edades y apariencias lo miraban como si quisieran tragárselo entero, y aunque no estaba
acostumbrado a tales miradas, las que estaba recibiendo ahora contenían un tipo especial de intensidad.
Había algo muy seductor en un hombre que era bueno con los niños, y el comportamiento paternal natural de
Abaddon estaba atrayendo a las mujeres en masa.
Podía sentir su abrumador deseo de darle a Mira algunos hermanos menores.
"El hecho de que no podamos matar a nadie durante la fiesta no significa que no podamos hacerlo después,
¿verdad?" Valerie preguntó peligrosamente.
"Después no es durante, así que deberíamos estar justificados, ¿no?" Audrina estuvo de acuerdo.
"Mientras no derramemos sangre dentro de este hermoso jardín, creo que todo puede pasarse por alto". añadió
Eris.
"Creo que debemos dividir el trabajo en partes iguales". Lisa sugirió. "Todo el mundo debería arrancar un cierto
número de malas hierbas para garantizar la máxima eficiencia, ¿de acuerdo?"
""""""Acordado.""""""
Mientras las chicas hacían planes para matar a todas las mujeres con ojos errantes, finalmente apareció un
invitado en la mesa para poner sus planes en espera.
"Mi sobrino, que miedo~"
Todos los presentes se giraron para encontrar a Leviatán deslizándose hacia Abaddon por detrás con una
sonrisa provocativa.
Casi había olvidado lo posesivas que pueden ser las mujeres que han probado el pecado de la lujuria. Siempre es
un espectáculo bastante divertido de contemplar.
Abaddon le dio a Leviathan una mirada seca mientras fingía no saber por qué estaba aquí.
"¿Puedo ayudarte, envidia? Dudo que hayas venido aquí solo para mirar a mi familia con los ojos y hacer
comentarios innecesarios".
"¡Vaya, vaya, nuestro hijo menor es tan frío! Pero tienes razón, parecías no tener intenciones de venir a
nosotros, así que no tuve más remedio que perseguirte. Me pregunto si puedo persuadirte de que me
acompañes".
Abaddon fingió pensar en ello antes de darle a Mira un pequeño beso en la frente y enviarla a los brazos de
Bekka.
El dragón se levantó de su silla y siguió a Leviathan a una mesa más aislada llena de VVIP.
Valerica, Darius y Belphegor estaban todos sentados y parecían estar analizando a su recién llegado.
"Yo lo traje~" dijo Leviathan alegremente mientras regresaba a su lugar al lado de Belphegor.
"Has... crecido considerablemente desde la última vez que te vi... Evolucionando dos veces en el lapso de unos
pocos meses... Qué suerte criminalmente injusta". El señor demonio se quejó.
Al otro lado de la mesa, tanto Darius como Valerica comenzaron a mirar a Abaddon como si fuera una especie de
monstruo andante de la naturaleza.
"Muchas cosas se vuelven posibles una vez que sales de tus propias cuatro paredes, tío. Deberías intentarlo
alguna vez". Abaddon respondió casualmente mientras tomaba asiento.
"...Aprobar."
Los ocupantes de la mesa simplemente pusieron los ojos en blanco cuando Darius finalmente decidió que había
pasado demasiado tiempo desde que escuchó su propia voz.
"¡Así que eres ese 'Rey Rojo' del que tanto he oído hablar! Dime, ¿obtuviste ese nombre de los ríos de sangre que
dejas a tu paso o es un poco más insinuante?" preguntó Darius mientras señalaba el largo cabello rojo de
Abaddon.
"... ¿Alguien tiene algo significativo que decir o debo volver con mi familia?"
La naturaleza hostil y distante de Abaddon ganó una ronda de risitas de las dos mujeres en la mesa, sin
embargo, Darius parecía no inmutarse por esto.
"Ya había aprendido esto antes, pero no eres un muchacho muy hablador, ¿verdad? Parte de ser un noble
exitoso es aprender el arte de las conversaciones triviales, ¿sabes?"
"No soy un gran admirador de los extraños. No importa qué título tengan o qué baratija descanse sobre su
cabeza".
Finalmente, Valerica se inclinó hacia adelante y comenzó a mirar intensamente a Abaddon. "Qué extraño...
¿Estás seguro de que eres el engendro de Asmodeus?"
Abaddon no rehuyó su mirada y en su lugar la encontró de frente. "¿Más preguntas tontas?"
Abaddon creía que estaba bromeando, pero Valerica hablaba muy en serio.
Aparte de que ambos eran íncubos, los dos eran polos opuestos que daban risa.
Uno era un demonio ruidoso, arrogante y demasiado confiado que siempre era el mismo sin importar con quién
estuviera.
El otro era un individuo tranquilo y reservado que parecía no preocuparse por nada más que por sus hijos y las
siete mujeres que lo rodeaban.
Incluso si Asmodeus estaba felizmente casado con una sola mujer ahora, ese nivel de madurez le tomó eones
para alcanzar.
Se preguntó cómo Abaddon, quien a pesar de ser inmensamente más atractivo, parecía no tener interés en otras
mujeres además de las que ya tenía.
Fue asombroso y la dejó con ganas de entender más.
"¿Tu reino alguna vez consideraría unir sus manos con las mías?" preguntó de repente.
El rey rojo apartó la mano de su tía que intentaba quitarse el arete de la oreja mientras respondía.
"No veo por qué eso sería necesario".
"Necesario puede ser un poco exagerado, pero mi hijo parece estar bastante enamorado de su hija mayor".
'Así que por eso ese golfillo estuvo mirando mi mesa toda la noche...' pensó Abaddon molesto.
La mirada del príncipe fénix fue menos que discreta, tanto que requirió un gran esfuerzo por parte de Abaddon
para no sacar los ojos de su cráneo.
"Las relaciones que forman mis hijos dependen de su discreción y solo de su discreción. No es algo en lo que yo,
ni otros, podamos interferir". Respondió rotundamente.
Mira, Thea y Apophis eran su propia gente que merecía encontrar parejas a las que amar por sí mismos, no ser
forzados a casarse con personas que ni siquiera conocían.
"Ya veo... tienes mis disculpas entonces." Valerica dijo respetuosamente.
Abaddon se quedó un poco desconcertado.
Por las observaciones que había hecho esta noche, la reina fénix era una mujer bastante orgullosa y arrogante
que parecía menospreciar a casi todos.
Y, sin embargo, esta misma mujer ahora se disculpaba sinceramente por su error y, al hacerlo, lo reconocía
como un igual a pesar de ser más débil que ella.
'¿Es porque yo gobierno Upyr...? ¿O está actuando de esta manera por culpa de mi padre? El se preguntó.
Eventualmente, renunció a sus disculpas y la conversación se centró en Luxuria en su conjunto.
"Esta nación tuya es la comidilla de todo el mundo en estos días. Dicen de todo, desde la arquitectura hasta el
paisaje, e incluso los ciudadanos son hermosos más allá de lo creíble. Sin embargo, tengo un poco de curiosidad
sobre algo". Darius dijo de repente.
Abaddon pensó que la conversación llegaría a esto eventualmente y no se avergonzó de ello. "Puedo intentar
aliviar tu curiosidad, siempre que tu mente no haya sido arruinada por el alcohol".
El rey enano se rió con ganas mientras se daba unos cuantos golpes fuertes en la cabeza. "¡Ja! No te preocupes
por ese muchacho, se necesitarán más que estos tragos para dejarme senil, ¡te lo aseguro!"
"Pero me pregunto... ¿por qué un hombre que ya tiene tantos para ser la nueva joya de este mundo en la palma
de su mano, necesita ir y conquistar Upyr? Difícilmente pareces un hombre con una codicia insaciable".
A través de esta pregunta, Abaddon pudo confirmar su evaluación inicial de Darius.
Pretende ser nada más que un borracho al azar que puedes encontrar en cualquier lugar, pero el dragón había
visto suficientes travesuras de borracho de su vida como Carter para saber que estaba fingiendo.
En realidad, era afilado como una espada y más astuto que un zorro.
"Di lo que realmente quieres decir, enano".
Darius sonrió y reveló su boca llena de dientes dorados. "Ah... Supongo que lo que realmente quiero saber es,
¿cuánto tiempo antes de que vengas por mi reino, o incluso el de Erica?"
Tanto Belphegor como Leviathan miraron de un lado a otro entre el anciano y el dragón confundidos.
'¿Más conquista...? ¿Por qué querrías ir y hacer una cosa tan tediosa como esa...?' Se preguntó Perezoso.
'El más joven es ciertamente ambicioso, ¿no es así...?' Envidia del pensamiento.
Valerica parecía estar molesta porque Darius una vez más estaba usando un apodo para ella, pero aparte de eso,
no hizo ningún comentario.
Si era honesta, no esperaba este giro de los acontecimientos en absoluto, pero conocía al enano lo
suficientemente bien como para saber que a menudo no estaba tan loco como parecía.
Abaddon permaneció imperturbable ante la acusación de Darius y, en cambio, planteó una pregunta propia.
"¿Qué te hace pensar que pretendo atacarte?"
"Te pareces más a tu abuelo de lo que crees. La forma en que analizas a un enemigo potencial sin perderte el
más mínimo detalle es casi una copia al carbón de él".
"Es eso así...?"
"¡Ja! ¡Solo estoy jodiéndote!" Darius dijo mientras estallaba en otro ataque de risa.
Continuó riéndose como si su broma fuera la más divertida imaginable, hasta que finalmente se calmó y explicó
su verdadero pensamiento.
"Sabe esto, no llegas a tener mi edad sin tener buenos instintos, y los míos han estado gritando peligro desde
que te vi por primera vez".
En cualquiera de sus vidas, Abaddon nunca había tenido que lidiar con alguien tan agotador.
El enano era tan extraño e irritante que debería haber venido con su propio manual de instrucciones.
Justo cuando se preparaba para responder a las acusaciones de Darius, finalmente se produjo un cambio en la
mesa del comedor.
Inicialmente comenzó lentamente como nada más que un ligero dolor de cabeza.
Abaddon se agarró la frente mientras trataba de entender por qué de repente se sintió tan extraño, y fue
entonces cuando Leviathan y Belphegor cayeron gritando.
"¡KYAAA!"
"¡¡¡AAAAGGHHHH!!!"
En un abrir y cerrar de ojos, el estado de ánimo encantador y relajante de la fiesta había sido interrumpido
cuando todos dirigieron su atención a los señores demonio afligidos por el dolor que se retorcían en el suelo.
"¡Atrás, todos atrás!"
Asmodeus se abrió paso entre la multitud y se arrodilló junto a su hermana y su hermano después de ver que su
hijo estaba bien.
"Fáciles ahora ustedes dos, díganme cuál de nosotros fue." Asmodeus preguntó suavemente.
Finalmente, Abaddon se dio cuenta de lo que estaba pasando y por qué nunca antes había experimentado esta
sensación.
Uno de los siete pecados demoníacos había muerto, y ahora el resto estaba sintiendo los efectos.
Pero debido a que Abaddon había evolucionado durante mucho tiempo su pecado en la voluntad del deseo, no
sintió más que un pequeño dolor de cabeza.
Leviathan miró a su hermano con los ojos llenos de lágrimas mientras trataba de hablar a través del inmenso
dolor que sentía.
"Es..."
Capítulo 237 ¿Quién murió?

"E-Es Beelzebub". Leviatán dijo con gran dificultad. "Él ya ha..."
Asmodeus asintió antes de que pudiera terminar y se puso de pie justo cuando Yara llegó corriendo a su lado.
"¿Están bien? ¿Qué está pasando?"
"Son ellos".
El nephilim no dio más detalles, pero considerando todas las cosas, no necesitaba hacerlo.
La expresión de su rostro era tan aterradora que Yara supo de inmediato de quién estaba hablando.
Asmodeus abrió un portal gris oscuro al dominio de la glotonería y se preparó para atravesarlo.
Casi había entrado y salido por el otro lado cuando sintió un movimiento detrás de él.
Al darse la vuelta, se sorprendió al encontrar a su esposa Yara con una expresión aún más irritable que la que él
tenía.
Siguiéndola de cerca, estaba su único hijo, Abaddon.
Preocupado por su seguridad, inmediatamente trató de persuadirlos de que no lo siguieran. "Ustedes dos
deberían-"
"Ni siquiera lo intentes".
"Hace mucho que superé la edad en la que puedes darme órdenes".
Ambos pasaron rápidamente junto a los aturdidos nephilim sin esperar una reacción.
Ya habían comenzado a crecer escamas sobre el rostro de Yara, y sus ojos brillaban con un intenso color violeta.
"No eres el único que todavía está molesto por ese día, y no eres el único que ha perdido algo".
Si pensaba que iba a dejarla atrás el día de su boda, estaba muy equivocado.
Ahora más que nunca, ella estaría a su lado hasta que el tiempo se detuviera por completo.
Yara atravesó el portal sin decir una palabra más, dejando solo a Abaddon justo afuera.
Miró brevemente por encima del hombro a sus esposas e hijos, quienes les miraban preocupados como si
quisieran ir con él. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Con un movimiento de cabeza, inmediatamente les impidió que lo siguieran mientras pasaba a través de él.
Mientras Asmodeus estaba allí en estado de shock, recibió un fuerte golpe en la espalda de un Helios irritado.
"¿Qué diablos estás haciendo? ¿¡Crees que te confié a mi hija para que pudieras dejarla pelear sola!? ¡Ve tras ella
AHORA!"
A pesar de la voz retumbante de Helios que amenazaba con romperle los tímpanos, Asmodeus no pudo evitar
sonreír cuando finalmente se dio cuenta de lo tonto que estaba siendo.
Era tal como había dicho su esposa, él no fue el único que perdió algo ese día.
Su esposa y su hijo habían sufrido por su ausencia, y Asmodeus estaba seguro de que la ira de los dos no era
menos pura que la suya.
"Claro, padre. Estaremos en casa en un momento". Dijo con una sonrisa.
"¡NUNCA ME LLAMES ESO DE NUEVO!"
Cuando Abaddon atravesó el portal de su padre, apareció en silencio junto a su madre mientras observaban la
escena frente a ellos.
Lo que antes era el castillo de la glotonería era ahora un montón de escombros humeantes, y el aire estaba
cargado con el hedor de los cadáveres quemados y la sangre.
A su alrededor estaban los cuerpos destrozados y ardientes de los demonios, y parecía que ninguno de ellos
había experimentado una muerte fácil e indolora.
Cuando Abaddon sintió que una extraña energía se filtraba en su cuerpo, supo que su bendición de Maliketh ya
se había activado en este páramo lleno de cuerpos.
A 50 metros de ellos estaban los culpables de esta destrucción no provocada, y Yara tembló de rabia con solo
verlos.
"¿Qué es esto...? No esperaba que hubiera una respuesta tan rápida".
"¿Más demonios? Bien, aún no he terminado".
"Abre los ojos idiota, ese no es un demonio".
"¡No tenemos tiempo para esto!"
Rodeando el cuerpo sin vida del gigante señor de los demonios de piel azul había cuatro humanos con una
armadura blanca como el hueso.
Eran una mujer y tres hombres, todos ellos con largo cabello plateado y cegadores ojos dorados.
"Espera... ¡Te conozco!"

Uno de los arcángeles dio un paso adelante y era alguien a quien Abaddon recordaba muy bien.
Su apariencia era diferente ya que era menos voluminoso que antes, y también parecía un poco más débil, pero
no había duda.
'Braun Sangre de Hierro...'
Abaddon podía decir solo por el alma del ser que el suyo era el mismo arcángel que Audrina había matado todos
esos meses atrás.
Cuando su alma no estaba presente después de comerse su corazón, el dragón esperaba que todavía estuviera
vivo de alguna manera y parecía haber demostrado que tenía razón.
Simplemente no había esperado encontrarse con él tan pronto.
En el segundo siguiente, Asmodeus apareció a través del portal con una expresión muy disgustada que era
bastante diferente de su habitual apariencia amistosa.
Los arcángeles parecieron reconocer al que una vez habían servido al lado y cada uno intercambió sus propios
saludos individuales.
"Ah... Hermano Asmodeus, ha pasado bastante tiempo".
"Habíamos pensado que habías muerto hace mucho tiempo".
"Qué lamentable que hayas vuelto a caer en tu entorno sucio después de todo lo que te habíamos dado".
Sus palabras solo sirvieron para enojar aún más a Asmodeus y rápidamente llamó su arma a sus manos.
Dos hachas negras gigantes conectadas por una cadena de metal cayeron en su agarre expectante, y el aire
inmediatamente se llenó con una sensación de peligro.
"Diecinueve años... Ustedes son la razón por la que me mantuve alejado de mis seres queridos durante
diecinueve años completos..."
Detrás de Asmodeus, ocho alas aparecieron en su espalda.
La mitad eran tan blancos como la luna y la otra mitad tan negros como la noche.
"¿Tienes alguna comprensión de cómo era...? ¿Encerrado dentro de mi propia mente, incapaz de seguir los
deseos de mi propio corazón...? Fue insoportable".
"¡Fuiste llamado por Dios para servir a un propósito superior! ¡Ese es un destino mucho más glorioso que tu
libertinaje sin fin!" Braun argumentó.
¡Boom!
Tan pronto como las palabras salieron de su boca, una columna de llamas plateadas salió disparada de la palma
de Yara y chocó con los cuerpos de los cuatro humanos y arrojó una nube de humo y ceniza.
En toda su vida, Abaddon nunca había visto a su madre en el estado en que se encontraba ahora.
La princesa dragón respiraba con bastante dificultad, y cada exhalación enviaba chispas de llamas plateadas
crepitando en el aire.
Todo su cuerpo temblaba con un nivel insondable de ira, y parecía que ya ni siquiera era consciente de su
entorno.
No podía pensar, no podía hablar.
Su único objetivo era ver la desaparición de los responsables de todos sus años sola.
Desafortunadamente, cuando el polvo se disipó, los humanos permanecieron vivos detrás de un grueso escudo
dorado.
Cada uno de ellos parecía estar sorprendido por el poder de un ataque que venía de lo que habían asumido que
era un dragón de etapa 1 normal.
Si hubieran estado prestando un poco más de atención, habrían notado un tatuaje rojo oscuro que brillaba justo
debajo de su ombligo.
Pero antes de que pudieran reaccionar, Asmodeus apareció directamente frente a ellos mientras golpeaba con
sus hachas la cúpula dorada que los protegía.
"Fui llamado por Dios, ¿eh? Tendré que enviarte a él para que puedas darle mis quejas personalmente".
¡Bang!
¡Bang!
¡Bang!
Asmodeus continuó socavando la durabilidad del escudo sin descanso, y parecía que finalmente iba a ceder en
cualquier momento.
"¡Suelta el escudo! ¡Lo matamos una vez y podemos hacerlo de nuevo!" Ordenó un hombre mientras
desenvainaba su espada.
"¡No, idiota! ¡Todavía tiene el poder que le ha dado su eminencia!"
"Tenemos lo que vinimos a buscar, nos retiramos".
Los ojos de los arcángeles se dirigieron hacia el cuerpo fallecido de Beelzebub que yacía a unos metros de ellos
fuera de la cúpula.
Asmodeus no tardó mucho en darse cuenta de lo que planeaban hacer con el cuerpo de su hermano.
Y su estado de ánimo ya terrible se volvió aún más deplorable como resultado.
"¡ESCORA! NO FUE SUFICIENTE QUE ME ESCLAVIZES, ¡¿PERO AHORA DESEAS LLEVARTE A MI HERMANO
TAMBIÉN?! ¡¡TE MATARÉ!!"
¡Bang!
Asmodeus finalmente atravesó la barrera dorada e inmediatamente comenzó su horrendo ataque.
En un abrir y cerrar de ojos, cortó la cabeza de un arcángel y enterró su hacha en el estómago de otro.
Mientras que uno murió instantáneamente, el otro parecía no haber sufrido más que una herida superficial y
sacó su arma para contraatacar.
"¡No no no!"
"¡Déjalo! ¡Tenemos que retirarnos ahora!"
Los dos arcángeles restantes sacaron piedras blancas brillantes de su bolsillo y rápidamente corrieron hacia el
cuerpo de Beelzebub.
Pero justo antes de que pudieran alcanzar su objetivo, una horrible monstruosidad apareció entre ellos de la
nada.
Un demonio de 7'0 de altura con piel negra profunda, tatuajes brillantes y cuatro brazos se paró con un tercer
ojo horriblemente inquietante en el centro de su frente.
Se interpuso entre ellos y el señor demonio caído, aparentemente desafiándolos a dar otro paso.
"¡No tenemos tiempo para jugar contigo, pequeño rey de la lujuria!" Braun rugió. "Tu mujer no está aquí para
proteger-"
¡Bang!
Abaddon arremetió instintivamente y lanzó un rayo de energía demoníaca destructiva directamente desde su
tercer ojo.
Dado que Braun era en parte arcángel con resistencias al miasma demoníaco y la magia, su cuerpo no se
desintegró de inmediato y, en cambio, salió volando varios pies hacia atrás.
La mención de Audrina había tocado un punto sensible para Abaddon.
Ya fuera Lucifer, Braun o cualquier otra persona que no lo conociera personalmente, estaba cansado de que la
gente menospreciara sus propios esfuerzos al insistir en que solo dependía de los demás.
Era enloquecedor más allá de lo creíble.
"Pequeñas voces incesantes que se burlan y me menosprecian sin fin... Por cada uno de ustedes que se atreva a
arrojar barro sobre mi nombre, los purgaré de la creación por completo".
"¡JA!"
Mientras Braun se recuperaba, su hermana de armas finalmente sacó su arma, una Claymore aterradoramente
larga, y corrió hacia Abaddon.
Ella balanceó su espada para cortarlo limpiamente por la mitad, pero los brazos cubiertos de escamas del rey
demonio atraparon su arma y la mantuvieron en su lugar sobre su cabeza.
El pánico comenzó a aparecer en los ojos del arcángel cuando rápidamente se dio cuenta de que esta pelea no
iba a salir como deseaba.
'Maldita sea... dado que Asmodeus ya ha matado a Johnathan, ¡no podemos fusionarnos!' Ella pensó consternada.
Sin su mejor arma, estos humanos convertidos en arcángeles no serían capaces de abrumar a Abaddon, ni
siquiera a Asmodeus.
'¿Morir aquí es nuestra única opción...?'
Si bien la muerte no era permanente para ellos, serviría como una mancha en su honor y mancillaría el nombre
de los grandes y del propio señor Samyaza.
Justo cuando la mujer humana pensaba en su líder y dios, su suave voz andrógina comenzó a hacer eco en su
cabeza.
Ven a casa, Sabina. Es nuestra pérdida del día.
'Señor Samyaza....'
Fue lamentable, pero el arcángel llamado Sabine no pudo ignorar las órdenes de su eminencia y no tuvo más
remedio que perder la batalla.
Trató de liberar su espada del agarre de Abaddon, pero cuando esa táctica resultó ser ineficaz, se dio cuenta de
que no tenía más remedio que dejar su arma atrás.
Justo cuando Sabine metió la mano dentro de su bolsillo para sacar la piedra blanca brillante, recibió una fuerte
patada en el costado que le quitó el aire de los pulmones y la hizo caer al suelo.
Buscando al culpable, un espeluznante escalofrío le recorrió la espalda cuando encontró a Yara acercándose a
ella en silencio y sin el menor rastro de miedo.
Todo lo que se podía ver en la oscuridad de la noche era su expresión aterradoramente fría y sus ojos violetas
que parecían mirar a través del alma.
Capítulo 238 Pregunta del millón de dólares

'¿Qué diablos... ¿Qué fue eso...?'
Braun yacía en el suelo tosiendo y tratando de recuperar el aliento mientras trataba de procesar exactamente
qué tipo de ataque acababa de recibir.
Lo único que vio fue el extraño brillo del tercer ojo de Abaddon antes de que su cuerpo se sintiera como si
hubiera sido golpeado por un camión y lo enviaron volando hacia la tierra.
La placa del pecho de su armadura estaba rota, y algunos lugares incluso mostraban signos de desintegración.
'Qué poder inmundo... ¡Seguramente debes ser limpiado!'
Justo cuando Braun volvió a ponerse de pie, una voz andrógina que reconoció muy bien comenzó a sonar en su
mente.
Braun, ven a casa. Es nuestra pérdida por hoy.
Normalmente, el arcángel obedecería cualquier orden de su eminencia sin dudarlo, pero ahora que su orgullo
había sido herido, estaba menos inclinado a irse.
'Pero mi señor, él-'
—Lo sé, Braun. Pero tus habilidades aún no han regresado completamente a ti, y la lujuria es mucho más fuerte
que antes. Si permites que te mate, inevitablemente perderás aún más tu fuerza y necesitarás aún más tiempo
para volver a tu punto máximo.
El arcángel rechinó los dientes con frustración cuando la verdad detrás de las palabras de su señor se hundió.
'Entiendo... Volviendo de inmediato.'
Rebuscando en su bolsillo, envolvió su mano alrededor de la brillante piedra blanca que llevaba y la aplastó
hasta convertirla en polvo.
Su cuerpo se dividió en una brillante luz de estrella y desapareció en la noche con Abaddon observando en
silencio a unos metros de distancia.
'Me debes un brazo, humano... Tengo la intención de cobrar cuando nos volvamos a ver.' Pensó con irritación.
Sin ningún oponente al que enfrentarse, el dragón volvió a su apariencia normal antes de echar un vistazo a sus
padres, quienes... parecían estar muy bien solos.
Abaddon comenzó a prestar mucha atención a Yara, ya que nunca antes la había visto pelear y quería saber qué
tan capaz era.
En medio del combate, Yara no era muy habladora.
No tenía interés en ningún tipo de burla o difamación, y su único objetivo era hacer que su enemigo dejara de
respirar.
Así era como Helios la había educado para que fuera, y era un rasgo que había mantenido hasta bien entrada la
edad adulta.
Yara y Sabine estaban actualmente envueltas en una pelea a puño limpio, un espectáculo que debería haber sido
imposible debido a la diferencia de poder entre ellas.
Pero cada vez que la princesa asestaba un golpe contra su oponente humano, no tenía más remedio que admitir
cuán real era todo esto.
La destreza de combate de Yara era excepcional, y su monstruoso talento combinado con su herencia como hija
del dragón dorado hacía que esta pelea fuera aún más injusta.
Cada ataque que lanzó su oponente fue esquivado con facilidad o bloqueado antes de que se asestara un golpe
de represalia más salvaje.
"¡YA!"
Sabine lanzó una patada dirigida directamente a la sien de Yara, pero fue atrapada fácilmente.
En un movimiento suave, el dragón destrozó la rodilla de su oponente con su codo, obteniendo como resultado
un grito horrible del humano.
Con una pierna ya inservible, Yara aprovechó ese momento para barrer la otra pierna de Sabine debajo de ella y
enviarla contra el suelo.
'¡Esto... no tiene ningún sentido!' Sabine pensó consternada.
Todo sobre esta pelea desafió toda lógica y razón.
Yara de alguna manera la estaba abrumando en un concurso de atributos físicos, además de tener una pericia en
combate que iba mucho más allá de la suya.
Para empeorar las cosas, su maná estaba siendo suprimido a la fuerza y hacía tiempo que había perdido el
control sobre la piedra de retorno que la sacaría de este tonto lío.
'¡¿Morir aquí es mi única opción?!' Pensó con gran molestia.
Su pierna izquierda estaba arruinada y tardaba demasiado en sanar, estaba sola en la arena rodeada de
múltiples enemigos poderosos e incluso su espada de confianza había sido tomada por el demonio negro de
cuatro brazos.
No había ningún lugar al que pudiera huir, y ya hacía tiempo que no tenía opciones.
Sin nada más, Sabine decidió dejar de luchar y se resignó a su destino con el objetivo de volver más tarde para
vengarse.
Pero desafortunadamente para ella, Yara tomó su pérdida de espíritu de lucha como un insulto y su ira se
convirtió en nada menos que horrible.
Sentada sobre su pecho, Yara comenzó a gemir en la cara de Sabine con sus puños que contenían años de su
angustia.
¿Por qué esta mujer creía que simplemente podía darse por vencida cuando Yara y su hijo habían pasado tanto
tiempo sufriendo?
Le habían robado a su alma gemela durante casi veinte años y se había afligido todos los días, ¿y ahora uno de
los responsables quería caminar tranquilamente hacia el más allá?
Yara estaba más que irritada.
Sabine tuvo que luchar, tuvo que luchar para que Yara pudiera romperla en todos los niveles imaginables y
liberarse de este arrepentimiento en su corazón.
¡Bang!
¡Bang!
¡Bang!
Los puños de Yara continuaron cayendo sobre el rostro de Sabine uno tras otro, y cada golpe aplastó un pedazo
de su cráneo y arruinó su apariencia impecable.
"Tienes que pelear..."
¡Bang!
"No puedo absolverme de mi odio si no luchas..."
¡Bang!
Yara finalmente atravesó el cráneo de Sabine e hizo contacto con la tierra debajo, pero aún era esclava de su ira.
Sus ojos comenzaron a brillar aún más que antes, y un intenso calor comenzó a elevarse desde sus pulmones.
"Maldita sea, ¿¡POR QUÉ NO PELEARAAAS!?!?"
¡FWOOOOSHHH!
Una ráfaga de llamas plateadas salió de la boca de Yara y redujo a cenizas las piezas del cráneo de Sabine en un
instante.
Sin embargo, Yara no pareció aceptar que ya había ganado y, en cambio, continuó arrojando sus potentes llamas
sobre las cenizas que alguna vez fueron la cabeza de su oponente.
Abaddon reprimió un escalofrío antes de volver su atención hacia su padre para comprobar su progreso.
A diferencia de Yara, que todavía estaba perdida en su ira, Asmodeus había vuelto a su estado normal de calma y
compostura.
Bueno, casi.
El nephilim había manipulado las sombras a su alrededor para tomar una forma sólida y las estaba usando para
colgar al arcángel al que se había enfrentado antes.
Jebediah fue el último del grupo y era hermano de Johnathan, y su destino fue sin duda el peor de todos sus
compañeros.
Despojado de su armadura y golpeado hasta un estado lamentable, el arcángel no tuvo más remedio que
soportar mientras Asmodeus continuamente arrancaba órganos no vitales de su cuerpo con sus propias manos.
Los nefilim luego esperarían a que esas partes volvieran a crecer antes de quitarlas de nuevo.
"¡¡¡GYYYAAAAHHH!!!"
"No, estar separado de mi esposa e hijo durante diecinueve años duele más que esto, me temo". Asmodeus dijo
con falsa lástima.
El antiguo señor de los demonios arrojó un hígado sobre su hombro mientras contemplaba lo que debería tomar
a continuación.
"¿Debería probar un pulmón ahora? Todavía siento que un corazón está demasiado en la nariz, ¿no crees?"
Lo que siguió fue otra ronda de súplicas seguida de lamentos mezclados con insultos cuando Asmodeus sacó
otro órgano para repetir este proceso nuevamente.
Mientras Abaddon observaba a sus padres comportarse de una manera que nunca había soñado, se preguntó si
era su lugar detenerlos.
Pero después de pensarlo por un tiempo, finalmente decidió no hacerlo.
'Necesitaban este tipo de liberación. Esto en realidad debería ser bastante saludable para los dos... ¿verdad?'
Después de que sus padres se calmaron, inmediatamente volvieron a ser bondadosos y amorosos, pero había un
problema.
Yara estaba increíblemente débil y todo su cuerpo estaba muy dolorido.

Para enfrentarse a Sabine, Yara había tomado prestada una parte del poder de su esposo como un medio para
vengarse y nivelar el campo de juego.
Pero desafortunadamente, mientras que el cuerpo de Asmodeus ya estaba hecho para manejar su monstruosa
fuerza, el de Yara no.
Los inconvenientes fueron catastróficos, y tan pronto como Yara le devolvió el poder a Asmodeus, los músculos
de sus brazos casi se licuaron y la mayoría de sus huesos se volvieron tan frágiles como el sándalo.
Estaba completamente exhausta, por lo que no fue una sorpresa que se desmayara después de matar a Sabine.
Tanto su esposo como su hijo volaron inmediatamente a su lado, pero Asmodeus sabía que lo único que podía
hacer por ahora era esperar.
Actualmente estaba arrodillado en el suelo con la cabeza de Yara en su regazo, acariciando su rostro
suavemente como si tuviera miedo de empeorar su condición.
"Ella sanará pero... Espero que puedas ver ahora por qué no le permití pelear conmigo hace tantos años". La voz
de Asmodeus parecía ser relativamente normal, pero Abaddon podía sentir cuánto le había dolido ver a Yara en
ese estado.
"Sí." Dijo honestamente.
Si fuera él, ya se habría derrumbado al ver a una de sus esposas en esta condición.
"Ella siempre estuvo tan decidida a pelear batallas más duras sin importar el costo que le costó a su cuerpo
físico... La he malcriado demasiado".
Asmodeus de repente forzó una sonrisa en su rostro y trató de aligerar el ambiente. "Lamento que hayas tenido
que ver a tus padres así, debe haber sido un gran shock, ¿no?"
Abaddon dejó escapar una risa seca mientras alisaba el cabello de su madre mientras ella descansaba.
"No hay necesidad de disculparse conmigo por algo así. Nunca he sido lo suficientemente ingenuo como para
imaginarlos a ustedes dos como santos, ni pensé que su odio había sido completamente absuelto desde que
volvieron a estar juntos. Esto estuvo bien dentro de mis expectativas."
Siempre había esperado que sus padres tuvieran una reacción bastante volátil si los responsables de su
separación aparecían de repente, y hoy se había demostrado que tenía razón.
Aunque, si era honesto, todavía le costaba aceptar el hecho de que la misma mujer que solía ponerle compota de
manzana en la boca había aplastado la cabeza de una mujer como si fuera una sandía.
Los dos hombres cayeron en silencio una vez más mientras escuchaban el sonido crepitante de las brasas que
aún no se habían extinguido, y los ojos de Abaddon se posaron en el cuerpo de glotonería que quedó atrás.
"Siento lo de tu hermano..."
"¿Hm? Ah, bueno, no es como si alguna vez tuviéramos una gran relación de todos modos. Odio que tuviera que
ser asesinado por esas repugnantes palomas". Asmodeus dijo con un gruñido bajo.
"...Tú lo sabes-"
"Sí, hijo mío, sé que no están muertos. Es probable que no pase mucho tiempo antes de que tengamos que
enfrentarlos nuevamente, aunque sospecho que estarán un poco más... unidos".
Abaddon no se molestó en preguntar qué quiso decir su padre con eso, y en cambio mantuvo sus ojos pegados al
cuerpo de su tío.
Una idea comenzó a colarse en su mente, y antes de que se diera cuenta, estaba cuestionando a Asmodeus sobre
su plausibilidad.
"Padre... ¿es posible que yo lleve dos pecados?"

Capítulo 239 ¿Qué es la gula?

?
Asmodeus parpadeó varias veces con sus ojos rojos y negros mientras trataba de convencerse de que no había
escuchado la pregunta que hizo su hijo.
Al principio pensó que podría haber estado imaginando cosas, pero la mirada inquebrantable y expectante de
Abaddon le dijo que esa no era una posibilidad.
"...Estás loco."
"Estoy desesperado." Abaddon corrigió.
"En este momento no parece haber mucha diferencia".
"Necesito todas las armas posibles que pueda reunir para garantizar que la unificación de la raza demoníaca se
realice sin problemas.
Todavía no puedo igualar la fuerza de los otros seis reyes, que nunca tienen que dejar sus formas demoníacas
primordiales y siempre están en un estado elevado de poder".
Asmodeus asintió ante el razonamiento de su hijo y trató de no enojarse demasiado mientras sostenía a Yara.
"Incluso si Lucifer no puede evitar que lo tomes porque Beelzebub ya está muerto, eso no significa que tu cuerpo
pueda MANEJAR dos pecados.
Cada uno contiene una increíble cantidad de poder y no estaban destinados a ser sostenidos por una sola
persona al mismo tiempo", recordó.
"Mi cuerpo es más duradero que la mayoría". Abaddon defendido.
Asmodeus sonrió peligrosamente y levantó un puño que estaba cubierto por la oscuridad. "¿Debería darte una
buena bofetada para ver si eso es cierto?"
Abaddon simplemente puso los ojos en blanco y se puso de pie.
Observó el cuerpo de Beelzebub con una expresión calculadora mientras planeaba sus próximos pasos. "No son
solo los demonios. Son los fénix, los enanos, los humanos e incluso el actual gobernante del abismo".
Abaddon se dio la vuelta para mirar a su padre con una expresión inquebrantable. "He sido arrojado a una
tormenta de confusión como la que ha consumido a muchas personas.
Los enemigos a los que debo someter siguen siendo mejores que yo, y no puedo darme el lujo de esperar a que
mi poder crezca de forma natural antes de poder conquistarlos. Para lograr lo que nunca se ha hecho, debo
correr riesgos que otros considerarían suicidas".
Asmodeus, naturalmente, sabía de la amenaza que se cernía sobre la cabeza de su hijo, y también sabía lo
preocupado que estaba por eso.
A veces, cuando Abaddon estaba rodeado de sus seres queridos, era posible verlo haciendo una expresión
melancólica al pensar en la posibilidad de no volver a ver sus rostros después de que expirara su plazo de dos
años.
Asmodeus lo había sorprendido haciendo esa expresión muchas veces.
Tal vez por eso sus siguientes palabras parecieron salir de su boca antes de que se diera cuenta. "Si haces esto...
tienes que sobrevivir. No puedes perecer aquí justo cuando nuestra familia finalmente se ha vuelto completa
después de tanto tiempo".
Abaddon sonrió y agradeció a su padre en silencio por su aceptación.
"No tienes que preocuparte. No tengo prisa por dejar esta vida con la que he sido bendecido".
"Espero que no... solo hazlo antes de que tu madre se despierte y nos mate a los dos por entretenernos con esta
locura".
Al darse cuenta de que era un escenario muy plausible, Abaddon decidió prestar atención a las palabras de su
padre lo más rápido posible para evitar que también le aplastaran la cabeza.
Usando su cola afilada, abrió el pecho de su tío caído y expuso su corazón atrozmente grande que ya había
dejado de latir.
Levantándolo de su pecho con manipulación de maná, miró por última vez al gran demonio de piel azul que
había sido asesinado por esos malditos arcángeles.
'No estábamos lo suficientemente cerca como para decir algo como 'Te vengaré', pero llevaré tu poder conmigo
y lo usaré contra aquellos que te quitaron la vida. Eso debería bastar como agradecimiento.
Abaddon echó un último vistazo por encima del hombro antes de cruzar el punto de no retorno y le dio un gran
mordisco al corazón flotante.
Mientras Asmodeus escuchaba los sonidos de la masticación, se preguntó en silencio si ahora tendría menos
dolor de cabeza si hubiera tenido una hija en lugar de un hijo.
Este chico es malo para mi salud. Pensó exhausto mientras rezaba en silencio a cualquier ser que escuchara que
Abaddon no enfrentaría una reacción violenta de esta terrible experiencia.
Desafortunadamente, ninguna cantidad de oración pudo evitar el caos que estaba a punto de desarrollarse ante
él.
Después de que cesaron los sonidos de masticación, no hubo nada más que silencio en medio del aire de la
noche.
No hubo explosión de poder, ni gritos incontrolables de dolor, simplemente... nada.
"¿Hijo...? ¿Qué pasa?" preguntó Asmodeo.
Lentamente, Abaddon se dio la vuelta y su padre pudo verlo haciendo una expresión en blanco.
Sus ojos se habían puesto en blanco en la parte posterior de su cabeza, y un solo chorro de lágrimas había caído
de su ojo izquierdo.
El dragón abrió la boca para hablar, pero su voz era antigua y cansada y parecía provenir de lo más profundo de
su alma.
"Esto... no es verdadera glotonería..."
"...¿Qué?"
Abaddon miró hacia el cielo y sus lágrimas parecieron caer aún más fuerte que antes.
"La verdadera glotonería es vital para nuestro ser, es parte integral de la vida y el equilibrio... La glotonería
acecha dentro de todos y cada uno de nosotros, ya que impulsa a nuestro cuerpo a sustentarse en un ciclo
interminable de vida, muerte y renacimiento. ..
Es más que consumo, es similar a un ciclo constante de alimentarse y ser alimentado, es... mucho más de lo que
estos labios pueden explicar..."
Bajo la mirada horrorizada de Asmodeus, su hijo se arrancó el brazo y comenzó a comérselo sin reservas.
"¡Abadón!"
El Nephilim rápidamente voló al lado de su hijo y tomó su rostro entre sus manos mientras trataba de evitar que
se lastimara.
"¡Despierta muchacho, tienes que despertar ahora!" Rugió.
Desafortunadamente, resultó ser inútil ya que Abaddon continuó mirando fijamente a su padre mientras su
propia sangre goteaba por su barbilla.
"¿Adónde ha ido padre...? Por favor, dime dónde está..."
"¿Dónde qué está chico? ¡No tienes ningún sentido!" Asmodeus estaba casi al borde de las lágrimas.
Ya estaba lamentando desesperadamente el hecho de haber permitido que ocurriera esta locura en primer
lugar, y daría cualquier cosa por poder volver atrás y corregir este error.
Desafortunadamente, Abaddon parecía no darse cuenta de los sentimientos de su padre y solo podía
concentrarse en su propio dolor abrumador por perder algo importante para él.
"¿Dónde está padre...? ¿Qué ha sido de mi verdadero infinito...?"
Nexo de la creación, El Dominio del Infinito Cósmico.
Fuera del tiempo, el espacio y la realidad, existe un dominio donde mora cierto ser preexistencial.
Si algún dios mortal o menor se asomara a este lugar, seguramente se volverían locos al tratar de percibir su
entorno que es anterior a la mayor parte de la creación.
En el centro de esta masa no identificable, hay una masa de energía puramente blanca que se arremolina
constantemente, que parece fluir sin fin en un círculo sin razón.
Pero después de un número incalculable de eones, finalmente hubo un cambio dentro de esa masa blanca
arremolinada cuando se congeló para tomar su apariencia más famosa.
Una hermosa serpiente blanca que sostenía su propia cola dentro de su enorme boca apareció y dirigió sus
brillantes ojos rojos en cierta dirección.
De repente apareció una rasgadura en el espacio y el tiempo y la serpiente voló inmediatamente a través de ella
sin preocuparse.
Una vez afuera, Ouroboros pudo ver todas las realidades imaginables que existen, y enfocó su mente en este
sentimiento de tristeza abrumadora que parecía estar llamándola.
La serpiente no sabía cómo describir este sentimiento de dolor, pero lo comparó con recibir un llamado
desesperado de un padre amoroso después de haber pasado eones separados.
Ni siquiera había tenido padres antes, cuando abrió los ojos, ya estaba saliendo de su huevo de creación y
simplemente continuaba existiendo como ya era.
Pero por primera vez en su existencia, comenzó a sentir que se había ido de su casa por demasiado tiempo.
Sus ojos se centraron en un pequeño universo en las afueras de la creación, y no perdió ni un segundo más en
volar hacia la fuente de esta inquietante tristeza.
Nexo de la creación, El Árbol de la Vida.
Asherah y Yahweh estaban recibiendo la visita de uno de sus hijos y soldados más poderosos, Azrael.
Después de visitar Abaddon y ver de primera mano a la supuesta 'Gran Bestia Malvada' con sus propios ojos,
tenía demasiadas preguntas acumuladas desde adentro y rompió las leyes sagradas de la ciudad blanca.
Viajó fuera del espacio y el tiempo hacia el lugar de descanso más sagrado de su madre y su padre.
El viaje había tomado un tiempo considerable en completarse debido a su propia falta de poder, pero finalmente
pudo cruzar la peligrosa distancia y llegó a su destino.
Al llegar, inmediatamente se arrojó a sus pies mientras profesaba sus más sinceras disculpas y suplicaba
aclaraciones.
Como siempre, su madre y su padre fueron comprensivos con su situación y lo perdonaron por sus
transgresiones.
Yesh se encargó de explicarle a su hijo toda la historia de sí mismo y de lo que antes era el primer dragón
celestial, y Azrael quedó asombrado.
Como ser de la muerte, solo estaba familiarizado con la historia de cómo murió inicialmente el dragón, por lo
que la revelación de sus orígenes fue un shock incluso para él.
Pero incluso después de escuchar toda la línea de tiempo de los eventos entre ellos, Azrael aún no estaba seguro
de una cosa.
"Padre... ¿por qué irías tan lejos por un ser así? Incluso después de todo lo que me has dicho, todavía no
entiendo por qué te arriesgaste tanto cuando fuiste tú quien lo mató en primer lugar. "
El rostro normalmente cálido de Yesh de repente mostró rastros de culpa y parecía que su hijo había tocado un
punto bastante sensible sin darse cuenta.
Casi de inmediato, Azrael bajó la cabeza una vez más y se disculpó. "Lamento cualquier falta de respeto, padre.
No pretendo cuestionarlo, pero yo..."
Asherah de repente tomó la mano de su amado y le dio una sonrisa reconfortante.
Sabía muy bien que las decisiones que tomaba su esposo no siempre eran fáciles, y no había nadie que se
sintiera más culpable por uno de los destinos desafortunados de su creación que él.
La sonrisa tranquilizadora de su esposa sirvió para devolver algo de calidez al rostro del creador, quien
entrelazó sus dedos en señal de agradecimiento.
Abrió la boca para hablar una vez más, cuando de repente el agarre de su esposa cambió de uno suave y
amoroso a uno rígido de puro terror.
"..?"
Yesh inmediatamente se preocupó y miró el rostro de su esposa solo para descubrir que se había vuelto blanca
como un fantasma y parecía estar luchando con el impacto de su vida.
"¿Madre?" preguntó Azrael preocupado. "¿Cuál es el problema?"
Asherah tardó un momento en responder, porque incluso ella no pudo reprimir su sorpresa por este giro de los
acontecimientos.
"Ouroboros... es... ha encontrado el mundo donde habita su origen".
Si bien Azrael no entendió de inmediato lo que eso significaba, Yesh no fue tan lento y su anciana boca casi se
abrió ante tal absurdo.
Justo cuando el ángel de la muerte abrió los labios para preguntar qué significaba eso para el mundo de Dola,
varias explosiones fuertes comenzaron a resonar en toda la creación.
¡Boom!
¡Boom!
¡Boom!
Capítulo 240 Destrucción sin precedentes

Cuando Ouroboros apareció frente al planeta que parecía estar llamándola, lo encontró bastante lindo y casi
decidió mordisquearlo.
Pero debido a que tenía asuntos más urgentes, la serpiente finalmente decidió no hacer algo tan innecesario.
Volando hacia adelante, se encogió en una masa blanca de energía mientras intentaba descender sobre el
planeta de abajo.
¡Boom!
Tan pronto como Ouroboros se acercó demasiado, chocó de frente con un escudo de energía que parecía ser casi
impenetrable.
'Problemático...' La serpiente no salió mucho, ya que en realidad no tenía ninguna necesidad real de hacerlo.
Como tal, desconocía por completo las leyes que separaban a los dioses de los mortales, y aún más ignoraba que
el mundo que actualmente estaba tratando de invadir pertenecía a la diosa madre.
La mayoría de los dioses se habrían dado por vencidos después de encontrarse con un contratiempo como este,
pero Ouroboros ciertamente no era como otros dioses.
Esta fue la primera vez en toda su existencia que había sentido algún tipo de deseo y absolutamente tenía que
actuar sobre este extraño sentimiento.
¡Boom!
¡Boom!
¡Boom!
La bestia primordial que actualmente no era más que un haz de energía comenzó a estrellarse repetidamente
contra la barrera, y el sonido de la colisión resonó en todo el tiempo y el espacio.
No se sabía si este esfuerzo produciría algún resultado, pero Ouroboros estaría condenada si hubiera recorrido
todo este camino por nada.
¡Boom!
¡Boom!
¡Boom!
grieta.
En el suelo de abajo, Abaddon todavía estaba encerrado en un trance y su padre todavía estaba tratando
desesperadamente de sacarlo de él.
Lo único bueno de esta terrible situación fue que Yara permaneció inconsciente e incapaz de ver el estado
alterado de su hijo, o su pánico hubiera sido inconmensurable.
Pero en este momento, Asmodeus estaba lo suficientemente asustado por los dos.
"¡Abaddon! ¡Abaddon, tienes que despertar muchacho!"
"Padre, ¿dónde está mi verdadera glotonería...? ¿Por qué ya no estoy completo...?"
"¡Te juro que si sobrevives a esto, te mataré yo mismo!"
El nefilim estaba completamente perdido en su propia desesperación y sin saber qué hacer.
En toda su vida, nunca había visto una situación tan extraña como esta.
No estaba seguro de si incapacitar a su hijo le haría daño o si debería permitirle continuar con sus divagaciones
hasta que finalmente volviera a la normalidad.
Abaddon se quedó en silencio y miró hacia el cielo estrellado de arriba, su mente reconoció una presencia
entrante de la que no debería haber tenido absolutamente ningún conocimiento.
"Es aquí... No me han dejado solo..."
"Qué...?"
Asmodeus siguió la mirada de su hijo hacia el cielo y casi se cagó en los pantalones.
En medio del cúmulo de estrellas en el cielo nocturno, ojos serpentinos de color rojo brillante tan grandes como
la luna miraban hacia abajo con ojos que parecían contener no poca cantidad de desprecio y curiosidad.
Las rodillas de Asmodeus comenzaron a temblar horriblemente, y si su hijo no estuviera cerca para ayudarlo a
mantenerse erguido, se habría caído por mucho tiempo.
Pero otros habitantes de Dola no tuvieron tanta suerte y se desmayaron o llenaron su ropa interior más allá de
su capacidad.
"Ni siquiera un verdadero dragón puede hacerme sentir tan impotente... ¡No me digas que eso es...!"
Asmodeus había comenzado a temblar como un recién nacido en pleno invierno, y no estaba dispuesto a
expresar en voz alta ni siquiera el peor de los casos.
Al igual que los humanos, los dragones tienen sus propios dioses a los que adoran y alaban.
Y si uno de ellos hubiera puesto su mirada en Dola, todo este mundo dejaría de existir en segundos.
"No, no, no, no seas tonto". Asmodeus dijo mientras trataba de calmarse.
Incluso los dioses dragón deben adherirse a las leyes trascendentales de los teólogos, y no pueden interferir en
los destinos de los mundos sin que se cumplan condiciones muy específicas.
Pero cuando Asmodeus recordó los eventos anteriores de esta noche, se dio cuenta de que una de estas
condiciones ya se había cumplido.
Abaddon parecía tener una conexión con este dios y, como resultado, podría actuar como un punto de apoyo
estable para que descendiera sobre esta tierra.
"...Cristo..." Murmuró.
El nephilim negó con la cabeza al darse cuenta de que las cosas no parecían ir en esa dirección todavía.
'¡E-Incluso todavía! Sin el permiso de la diosa madre, ninguna entidad superior puede…
De repente, la noche se volvió casi tan brillante como el día cuando los espeluznantes ojos rojos de repente se
convirtieron en una luz blanca cegadora que ningún mortal podría mirar.
Al momento siguiente, toda la tierra comenzó a temblar cuando la bola de energía comenzó a intentar atravesar
la barrera.
¡Boom!
¡Boom!
¡Boom!
El dios comenzó a lanzarse contra la barrera imprudentemente y sin fin, y parecía que Dola iba a caer en ruinas
antes de que la bestia pudiera siquiera poner un pie aquí.
Asmodeus se separó del lado de su hijo y se trasladó a Yara para mantenerla fuera de peligro.
Tan pronto como su esposa estuvo entre sus brazos, finalmente hubo un cambio en el mundo que los rodeaba.
grieta.
Una vez que Asmodeus escuchó el sonido de algo que comenzaba a romperse, su sangre inmortal se heló.
Todo lo que sucedió a continuación parece ocurrir en un abrir y cerrar de ojos.
Una gran grieta se abrió repentinamente en el cielo y la masa de energía inmediatamente la atravesó y
descendió hacia su origen como un meteoro.
Abaddon extendió los brazos como si fuera un padre amoroso que esperaba el abrazo de su hijo y no mostró
signos de miedo.
"No me has abandonado... mi infinito..."
Ouroboros se precipitó de cabeza en el cuerpo de Abaddon, y tan pronto como la serpiente se fusionó con su ser,
hubo una explosión que no podía describirse con otras palabras que no fuera catastrófica.
¡¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOMMMMMMMMMMMM!!
Doscientas millas.
En el lapso de tres segundos completos, doscientas millas de tierra fueron completamente destripadas.
Todo lo que quedó atrás fue un enorme cráter con una profundidad de alrededor de ochenta metros, del cual
Abaddon estaba en el centro, completamente inconsciente.
Asmodeus tomó respiraciones profundas y temblorosas mientras trataba de procesar todo lo que acababa de
suceder frente a él.
Estaba flotando en silencio sobre el enorme cráter con una inconsciente Yara en sus brazos, y sus oídos y ojos
aún le zumbaban por la terrible explosión.
Por su vida, no podía entender por qué él y su esposa todavía estaban vivos.
La ola de poder que lo inundó hace un segundo fue tan terrible que ya debería haber sido reducido a átomos.
Entonces, ¿por qué no lo estaba?
A medida que sus ojos recuperaron lentamente el enfoque, pudo comprender la respuesta.
No sabía cuándo habían aparecido, y ni siquiera los escuchó hacer un sonido.
Pero antes de darse cuenta, estaba mirando las espaldas de una pareja mayor.
Una era una mujer que vestía túnicas azules y un velo a juego que cubría cualquier rasgo facial identificable.
El otro era un hombre que vestía túnicas simples del blanco más puro y no se podía ver su rostro ni ninguna
otra característica identificable.
Era como si la totalidad de la cabeza del hombre no fuera más que un borrón.
Pero a pesar del hecho de que ambos claramente querían permanecer en el anonimato, la sensación que tuvo
Asmodeus cuando los miró a los dos hizo que su identidad fuera fuerte y clara.
Por un lado, sintió una repugnancia completa y total, y por el otro sintió que debería abrazar a este hombre
como padre y gobernante.
"T-tú... ¿por qué?"
Yesh miró por encima del hombro y analizó a Asmodeus cuidadosamente.
Si bien era un nephilim, no era del tipo que representaría una amenaza para esta realidad y, como tal, le
permitiría continuar existiendo.
Un escalofrío recorrió la columna vertebral de Asmodeus, y no pudo evitar sentir que había evitado por poco
una gran catástrofe.
Yesh y Asherah decidieron no perder más tiempo y descendieron al cráter donde yacía Abaddon.
Después de que Ouroboros regresara a su origen, Abaddon había recuperado una cuarta cabeza y otro par de
alas.
Si bien eso normalmente habría sido algo bueno, el estado de su cuerpo hizo que la celebración fuera bastante
difícil.
A lo largo de su figura de pesadilla había grietas que parecían estar filtrando una energía dorada.
Pedazos de su carne literalmente se caían y se desintegraban, y Yesh y Asherah inmediatamente supieron la

razón.
El cuerpo original de Abaddon se hizo específicamente para manejar cantidades abominables de poder y energía
divinos, pero en este momento todavía era mortal y una afluencia tan drástica ya estaba comenzando a matarlo.
La única razón por la que no murió instantáneamente fue porque, para empezar, el poder de Ouroboros era
inicialmente suyo.
Pero incluso si su cuerpo y su alma quisieran darle la bienvenida a su regreso con los brazos abiertos, había un
límite en la cantidad de tensión que podían soportar.
Yesh descendió lentamente al suelo y temblorosamente extendió una mano como si quisiera acariciar a
Abaddon, pero su esposa lo detuvo justo antes de que pudieran hacer contacto.
Todo este día ya era un desastre, y no podía dejar que complicara aún más las cosas.
El regreso a casa de Ouroboros casi destruye la barrera que protege a Dola, por lo que a Yesh y Asherah no les
quedó más remedio que permitirle entrar para que los seres menos amistosos no pudieran aprovechar el caos e
interferir con este mundo también.
Pero debido a que se suponía que un dios tan poderoso como Ouroboros no estaría aquí, no tuvieron más
remedio que abandonar su lugar de descanso para dictar sentencia.
E incluso ahora, los dos ya habían comenzado a sentir los efectos de romper sus propias leyes y abandonar el
árbol de la vida, pero no tenían absolutamente ninguna opción.
La importancia de este mundo, de Abaddon, era demasiado grande para simplemente dejar que todo pereciera
por una variable como esta.
Yesh nunca esperó que Abaddon todavía tuviera una conexión persistente con sus fragmentos y que fuera capaz
de invocarlos.
Si continuaba ensamblando sus piezas y evolucionaba también, entonces el creador ya no podía adivinar cuán
poderosa se volvería su primera creación.
Asmodeus observó cómo el creador agitaba la mano y un brillo apagado empezaba a emanar del cuerpo de su
hijo.
Su cuerpo finalmente dejó de deteriorarse y su regeneración comenzó a tener efecto poco después.
Una vez que estuvo completo de nuevo, su cuerpo volvió a su apariencia habitual pero se veía... mucho más
enfermizo.
Su cuerpo se había vuelto mucho más delgado y había perdido una gran cantidad de masa muscular, y su cabello
se había vuelto blanco con mechones rojos.
"¡Abadón!"
Asmodeus finalmente salió de su estupor cuando vio el estado deplorable de su hijo e inmediatamente corrió a
su lado.
"¡Oye! ¿Por qué está-"
Tan pronto como los nephilim se dieron la vuelta, la pareja anciana desapareció y no dejó rastros de su llegada.
Asmodeus se quedó solo en el cráter, con su esposa e hijo inconscientes y sin mostrar signos de despertarse
pronto.
El estrés del día finalmente lo alcanzó cuando dejó caer una sola lágrima de sus ojos negros y rojos y dejó
escapar un horrible grito que contenía toda su angustia.
"AAAGGGGHHHHHHHHH!!!!!"
En lo alto del cielo, Yesh escuchó el gemido de dolor de Asmodeus, pero no pudo hacer nada por él.
Ya había sellado el poder de Ouroboros dentro del cuerpo de Abaddon y se aseguró de que no se destruiría a sí
mismo, pero todo lo que ocurriera después de esto estaría totalmente fuera de sus manos.
'Desearía poder guiarte a través de lo que está por venir, hijo mío, pero ya he hecho demasiado...'
El creador se agarró el pecho con dolor y recordó una vez más que había estado aquí demasiado tiempo.
Después de echar un último vistazo a Abaddon, él también desapareció de este lugar y regresó a casa.
Una vez más, Abaddon abrió los ojos en un espacio negro.
Podía verse a sí mismo ahora o podía ver lo que solía ser.
Un enorme dragón blanco con doce enormes alas y siete cabezas sobre un cuerpo serpentino.
Parecía haber crecido completamente en este recuerdo, ya que era lo suficientemente grande como para
tragarse incluso planetas como si fueran gomitas.
En su visión, estaba hablando con el mismo hombre que parecía querer mucho y la conversación parecía ser
bastante seria.
Cuando la escena cambió, el antiguo yo de Abaddon estaba en algún lugar... oscuro.
Estaba tan alejado de la creación y la luz que parecían no ser más que estrellas dentro de su visión.
Parecía estar protegiendo una especie de enorme puerta, aunque no estaba seguro de adónde conducía o qué
había dentro.
Sin embargo, guardó esa puerta fielmente durante un número incontable de eones.
Mientras Abaddon observaba cómo dormía su yo pasado, comenzó a escuchar susurros de lo que
instintivamente sabía que era su nombre anterior.
Comenzaron silenciosos e ininteligibles al principio, pero finalmente pudo escucharlos alto y claro como si
estuvieran gritando directamente en sus tímpanos.
"¡T******T!"
"¡M**H***T!"
"¡E*TH**ET!"
"¡TAHAMET!"
Capítulo 241 Reacciones al descenso

De vuelta en Antares, Helios había despejado a todos los invitados a la fiesta y emitió una orden de silencio.
Cualquiera que hablara de algo que ocurrió esta noche sería rápidamente castigado y ninguno de ellos quería
ganarse la ira del dragón dorado.
Los únicos que quedaron atrás fueron la familia de Abaddon, Erica y sus hijos, Darius y su botella de whisky y
los dos generales de Belphegor.
Este grupo había estado observando en silencio a los dos señores demonios afligidos por el dolor mientras se
retorcían en el suelo por lo que pareció una eternidad.
Los dos gobernantes tenían preguntas, pero eran lo suficientemente inteligentes como para poder armar las
respuestas por sí mismos sin siquiera abrir la boca.
¿Quién sabía que los siete pecados tenían una debilidad tan evidente?
'Pero ese hombre... no parecía estar afectado como estos dos'. pensó Érica. '¿Estaba simplemente actuando?'
Cuanto más pensaba en ese escenario, menos creía que ese fuera el caso.
Entonces, ¿cuál fue el factor diferenciador?
Su interés en el señor de los demonios comenzó a crecer significativamente, y se preguntó si la sospecha de

Darius acerca de que eventualmente vendría por su tierra era realmente cierta.
'Si es así, entonces se deberán tomar ciertos pasos... Incluso si eres el hijo de un amigo, no entregaré
voluntariamente mi nación a nadie'.
Después de varios minutos de gemidos alimentados por el dolor, Belphegor y Leviathan de repente pudieron
controlar su respiración y regresaron a una cierta sensación de normalidad.
"¿Están bien, mis reyes? ¿Qué les pasó?" preguntó Pitias.
El caballero de la muerte no se había apartado del lado de los dos señores demonio, e incluso había comenzado
a sospechar que se había producido algún tipo de juego sucio, aunque no se atrevió a decir tal cosa en voz alta.
Especialmente no con otros cuatro semidioses en la habitación.
"¿Estamos bien?" Belphegor murmuró.
"Eso parece..." Leviatán empujó su cuerpo por todo el cuerpo para ver si había algún dolor persistente, pero no
había ninguno.
Esto no tenía ningún sentido.

Cuando Asmodeus murió, todos los pecados sufrieron un dolor terrible durante un DÍA entero antes de que
pudieran volver a la normalidad e incluso entonces su poder había sufrido un corte bastante notable.
Pero ahora la terrible sensación que sintieron se había desvanecido en menos de una hora, y cualquier poder
perdido ya comenzaba a regresar a ellos.
"Ustedes están bien ahora, ¿verdad? Entonces, ¿pueden salir de mi jardín?" Helios preguntó bruscamente.
El dragón dorado recibió un pequeño pellizco en su costado y miró hacia abajo para ver a su bisnieta más joven
mirándolo con las mejillas hinchadas.
"¡El bisabuelo debería ser más amable! ¿Qué pasa si vuelven a doler porque los hiciste irse demasiado pronto?"
Los niños aún no tenían idea de que Helios había excomulgado a Abaddon de la familia real y ya no estaban
relacionados oficialmente, por lo que había muy poco para evitar que Mira expresara su opinión.
Leviathan, Belphegor e incluso Helios parecían estar completamente desconcertados por el hecho de que esta
joven había intentado regañar al dragón dorado.
La reina de la envidia estaba en el suelo riéndose disimuladamente, mientras que Sloth parecía encontrar
intrigante que un niño al que ni siquiera conocía se preocupara por su bienestar.
Helios quedó atrapado con la guardia baja y parpadeó varias veces mientras trataba de procesar este ataque
repentino.
Mira lo miraba sin pestañear y no parecía tener ninguna intención de retroceder.
El semidiós indomable de la guerra sin fin en realidad estaba siendo presionado por un niño de seis años que
todavía usaba un mono para dormir.
Miró a las madres de las niñas en busca de apoyo, solo para encontrarlas de pie a un lado y riéndose
disimuladamente como si no hubiera un mañana.
Helios finalmente abrió su boca para hablar y declarar que su palabra era ley, y fue entonces cuando sucedió.
Apophis, que había estado mirando distraídamente hacia el techo de cristal, cayó de espaldas y miró al cielo con
horror.
"¿¡Qué es eso!?"
Todos siguieron su mirada y tuvieron reacciones que fueron iguales o incluso peores.
En lo alto del cielo, incluso más allá del alcance de las nubes, había dos ojos serpentinos de color rojo brillante
que parecían estar mirando hacia abajo en todo el planeta.
"¿¡Qué carajo!?"
"¿¡De donde vino eso!?"
"¡Acabo de orinar un poco!"
Todos, sin excepción, cayeron de rodillas y liberaron algún tipo de fluido corporal, ya fueran lágrimas u orina.
Incluso los semidioses pudieron suprimir este sentimiento de impotencia y, por primera vez en varios siglos, se
sintieron abrumados por un sentimiento de inferioridad.
Pero sorprendentemente, el que peor reacción tuvo fue Helios.
El dragón dorado tenía ambas rodillas incrustadas en la tierra, y un flujo constante de lágrimas corría por su
rostro.
A diferencia de todos los demás que no sabían nada sobre esta misteriosa entidad, Helios era un verdadero
dragón con acceso al conocimiento y los recuerdos de sus hermanos y predecesores.
Sabía exactamente qué era esta entidad solo por sus ojos.
"Nuestra gran madre y creadora... Nunca pensé que sería tan digno..." Murmuró.
Helios, constantemente orgulloso y arrogante, sentía que no era más que un organismo de una sola célula frente
al ser que era literalmente responsable de la creación de toda su raza.
Mientras el pánico continuaba, el par de ojos rojos en el cielo pronto se transformó en una masa de energía
puramente blanca y comenzó a chocar con algún tipo de fuerza planetaria invisible como si estuviera tratando
de entrar.
¡Boom!
¡Boom!
¡Boom!
"¡¿Está tratando de descender?! ¿¡Por qué!?" Erica lloró mientras se agarraba el cabello.
"¡¿Quién diablos sabe?! ¡Solo agárrate a algo!" Advirtió Darío.
Sus alrededores continuaron temblando aparentemente sin fin, y los habitantes del jardín de la difunta reina
pensaron que todo el castillo se derrumbaría en cualquier momento.
grieta.
Era un pequeño sonido que realmente nadie debería haber escuchado.
Pero de alguna manera, el sonido del vidrio rompiéndose atravesó todos los gritos que se escuchaban abajo y
llegó a los oídos de todos en el mundo.
Hubo un destello de luz, seguido de una ola de energía que pareció atravesar todo Dola y esta terrible prueba
única en la vida terminó en un abrir y cerrar de ojos.
Pero para algunos, apenas estaba comenzando.
No mucho después de que la extraña nave faro terminara, las esposas de Abaddon comenzaron a sentirse un
poco extrañas.
"Qué es esto...?"
"Me siento tan somnoliento de repente..."
"Me siento caliente..."
"M-Yo también..."
"Chicas... miren..."
Bekka señaló hacia la región púbica de cada uno de ellos, donde la marca de su esposo podía verse brillando
incluso a través de sus vestidos.
Una por una, las esposas se desmayaron en el pasto, excepto Seras y Lisa, quienes parecían estar
experimentando una gran incomodidad.
"¡¡Aaaaggghhhh!!"
De repente, un grito desgarrador cortó el aire, y Apophis estaba en su fuente.
La gran serpiente estaba acurrucada en una bola, agarrándose la cabeza y sangrando por la nariz.
Su aura parpadeaba caóticamente, y solo Helios pudo reconocer lo que estaba pasando de un vistazo.
Pero incluso él pensó que podría haberse equivocado.
"¿E-Estás bien?"
""¡Hermano!""
Sorprendentemente, Thea y Mira corrieron a su lado pero estaban acompañadas por la más joven de los
hermanos Vermillion, Claire.
Antes de que pudieran alcanzar al joven príncipe, los tres fueron levantados en el aire por algún tipo de fuerza
telequinética y mantenidos fuera de su alcance.
"¡¿Qué estás haciendo?!"
"¡Bájanos bisabuelo!"
Helios simplemente negó con la cabeza e ignoró las quejas de las tres chicas.
"Ustedes, chicas, no lo entienden, pero él debe pasar por esto. No tienen idea de cuán grande es esta bendición, y
si interfieren, seguramente fallará".
Helios no podía creerlo.
Justo frente a sus ojos, estaba presenciando algo que ni siquiera debería ser teóricamente posible y, sin
embargo, no tuvo más remedio que reconocerlo como una realidad.
Seras, Lisa y Apophis estaban todos en proceso de transmutación.
Finalmente, hubo un cambio entre los tres, y Helios se sintió como si estuviera al borde de su asiento.
El cambio de Apofis vino primero. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
El cabello rojo oscuro que le caía por la espalda se volvió de un púrpura intenso y sus vibrantes ojos verdes se
volvieron tan rojos como los rubíes.
Dos cuernos oscuros brotaron del costado de su cráneo, e inmediatamente se desmayó como un desastre
exhausto y sudoroso.
'¿Un fracaso, eh...?' Helios pensó con decepción.
Su bisnieto estaba a punto de alcanzar la verdadera grandeza y, sin embargo, no había logrado alcanzarla de
todos modos.
'¿Entonces esos dos también...?'
Helios dirigió su atención a Seras y Lisa, y supo solo por sus auras que no iban a fallar.
Poco a poco, aparecieron grietas doradas en la carne de las chicas antes de que cayera para revelar una carne
más dura y fascinante.
Se convirtieron en mujeres que eran nada menos que bellezas que desafían el cielo, casi iguales a su esposo en
términos de encanto.
Una sensación de poder y opresión ahora los inundaba en oleadas, y sus ojos rasgados de reptil se volvieron aún
más aterradores.
Una vez que sus cuerpos dejaron de cambiar, los dos también cayeron y rápidamente se unieron a sus esposas e
hijo en el país de los sueños.
'De hecho lo han hecho pero... ¿cómo?'
Helios parpadeaba continuamente para asegurarse de que funcionaran correctamente, pero no importaba
cuántas veces lo hiciera, la escena frente a él no cambiaba.
"¡¿Qué está pasando en el nombre de Asherah?!" Darius preguntó en voz alta, pero nadie parecía tener una
respuesta para él.
De repente, un portal gris oscuro se abrió en el jardín y Asmodeus entró con Yara dormida en sus brazos y
Abaddon flotando detrás de él.
Abaddon estaba completamente desnudo, con solo la túnica de su padre cubriendo su región inferior, y todos
podían ver cómo el dragón antes sano y musculoso ahora parecía débil y flacucho en comparación.
'Él también, ¿eh...?'
Helios no se dejó engañar en absoluto por la apariencia débil del dragón demoníaco.
Incluso si actualmente parecía mierda de oveja en aguas poco profundas, el Rey Rojo era sin duda más poderoso
ahora que nunca.
Tan pronto como Belphegor y Leviathan vieron a su compañero de pecado, supieron de inmediato lo que había
hecho, pero no podían creerlo.
"Hermano... que-"
"¿Cómo es esto incluso-"
"No ahora, ustedes dos. El momento de las preguntas vendrá más tarde".
Asmodeus abrió dos portales gris oscuro debajo de cada uno de sus hermanos y los envió a ellos y a su séquito
de regreso a sus dominios.
No tenía dudas de que se convocaría una reunión dentro de unos días, y podrían hacer todas las preguntas que
quisieran en ese momento.
Pero por ahora, su paciencia se había agotado demasiado y los invitados innecesarios debían irse de inmediato.
Valerica y sus hijos fueron enviados a casa a continuación, seguidos por el rey enano Darius.
Cuando solo quedó atrás la familia, Asmodeus finalmente cayó de rodillas exhausto y Helios llegó a su lado.
Echó un vistazo a la condición de su hija e inmediatamente supo lo que sucedió, pero también sabía que su
regeneración era lo suficientemente potente como para que algo como esto sanara en dos días.
Le dolía verla así, pero por ahora, quería saber qué había pasado cuando los tres abandonaron este lugar.
Estaba seguro de que la historia estaba relacionada de alguna manera con la aparición de la gran madre, así
como con cómo Abaddon, Lisa y Seras se habían convertido en verdaderos dragones.
Capítulo 242 ¿Qué es un verdadero dragón?

Cuando Abaddon despertó, lo primero que sintió fue la presencia tranquilizadora de todas sus esposas en la
cama con él.
El calor familiar de sus cuerpos combinado con esta sensación de somnolencia abrumadora era una
combinación tan letal que ni siquiera se molestó en abrir los ojos.
¿Cuándo fue la última vez que se había sentido tan cansado?
A primera vista, la única vez que estuvo cerca fue cuando regresó del territorio SnowScale cuando era niño.
En su mente, se preparó para dormir todo el día, hasta que se dio cuenta de que no recordaba haber ido a la
cama la noche anterior.
Finalmente sus ojos se abrieron y se dio cuenta de que no estaba en su dormitorio.
Bueno, lo estaba, pero estaba de vuelta en el castillo de su madre en Antares.
Su habitación seguía tan limpia y ordenada como recordaba, y no pudo evitar sentir un poco de nostalgia de
repente.
Abaddon miró a sus esposas dormidas y sonrió tiernamente a sus rostros desprotegidos antes de notar que eran
mucho más hermosas que antes.
No solo eso, su conexión se había fortalecido una vez más y ahora podía ver con qué soñaban cada uno de ellos
con solo mirarlos.
Después de unos momentos más, se dio cuenta de que eso no era lo único que cambiaba.
Su mente se sentía tan... expansiva.
Sintió que ahora era capaz de pensar en múltiples cosas completamente diferentes al mismo tiempo mientras
realizaba otras tareas.
'Que extraño...'
'¡¿E-Eh?! ¿Maestro?'
¿Tita? ¿Eres tu?'
'Eh, umm sí.'
Abaddon no podía creerlo.

Parecía que el alcance de su telepatía había aumentado considerablemente y ahora podía comunicarse
libremente con otros sin importar su ubicación.
Resultó que el mayor de los trillizos había estado pensando en él hace un momento y sus mentes se habían
conectado solo con eso.
'¡B-Bueno, debería irme, mi señor! ¡Tengo que lavar la ropa!' Dijo ella apresuradamente.
'Umm... ¿de acuerdo?'
Abaddon cortó la conexión entre sus mentes y colocó algunas barreras para no entrometerse accidentalmente
en las mentes de nadie más debajo de él.
Después de unos momentos más, el dragón finalmente trató de sentarse solo y finalmente notó la extraña
condición de su cuerpo.
Estaba un poco más delgado que de costumbre, y su cabello rojo sangre se había vuelto blanco.
Para hacer las cosas aún más extrañas, los tatuajes en su cuerpo habían sido teñidos de un rico color rojo que
era bastante similar a su cabello.
'Qué me pasó...?'
Tan pronto como tuvo el pensamiento, la información se introdujo en su cerebro y le hizo soltar un pequeño
gemido.
La gravedad de todo lo que había hecho lo golpeó como una tonelada de ladrillos, pero todavía había muchas
cosas que no entendía.
¿Qué era esa entidad a la que había llamado?
¿Por qué cayó en ese trance después de morder el corazón?
¿Y qué era todo eso de no estar más completo...?
"Mmm.."
Finalmente hubo movimiento en la cama con él, y Bekka se despertó primero de todas sus esposas.
Se frotó los ojos para quitarse el sueño y le mostró a su esposo su sonrisa normal de buenos días antes de hacer
una expresión de horror una vez que vio su apariencia.
"H-marido, tú..."
Abaddon abrió la boca para decirle que se sentía bien, pero hubo un ligero contratiempo en su ejecución.
"#%��$@". (Estoy bien mi amor.)

¡Boom!
Tan pronto como el extraño idioma salió de sus labios, hubo una especie de explosión sónica que agrietó el
techo, las ventanas, los pisos e incluso la madera del marco de la cama.
"!"
Abaddon rápidamente se cubrió la boca para evitar más incidentes justo cuando el resto de sus esposas
comenzaban a despertar.
"¡G-Girls! ¡Nuestro esposo obtuvo otro poder extraño!" Bekka advirtió.
Valerie: "¿Otro...?"
Eris: "Me tomó tanto tiempo acostumbrarme a los ojos en sus alas..." 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Lailah: "¿Vamos a conseguir este también?"
Cuando sus ojos se posaron en su esposo y su nueva apariencia enfermiza, cada uno de ellos se sintió abrumado
por un dolor horrible.
Audrina: "¡¿Q-Qué te pasó?!"
Seras: "¡%#�$@!" (¿Estás bien?)
Lisa: "¡#��?��%!" (¡Te ves horrible, cariño!)
¡Boom!
¡Boom!
La escena de antes se repitió de nuevo, solo que esta vez Lisa y Seras fueron los culpables.
"¿Qué... mierda... fue eso...", preguntó Valerie en voz alta.
Abaddon, Lisa y Seras se encogieron de hombros mientras se cubrían la boca al unísono.
Mientras el grupo se sentaba en un silencio atónito, un pequeño golpe en la puerta cortó la tensión y Abaddon
agitó su mano para abrirla.
¡CHOCAR!
Abaddon se mordió los dientes cuando se dio cuenta de que sus habilidades telequinéticas habían visto un
aumento bastante grande, lo que provocó que accidentalmente arrancara la puerta de las bisagras y la lanzara
por los aires.
De pie afuera, con una expresión exhausta, estaba el mayordomo principal de Yara, Duke.
"El joven maestro ha estado durmiendo durante tres días completos y ahora está causando un alboroto tan
pronto como se despierta. Es prácticamente como si nunca te hubieras ido".
Abaddon usó su mano libre para dispararle a su cuidador desde hace mucho tiempo un dedo medio y recibió
solo una risa alegre en respuesta.
'Es bueno verte de nuevo, viejo.' Abaddon dijo telepáticamente.
Duke pareció estar un poco sorprendido al principio, pero después de un rato simplemente negó con la cabeza y
sonrió.
"Veo que has aprendido muchos trucos nuevos en tu tiempo libre. Como alguien que te ha visto crecer de niño a
hombre, te aseguro que no hay nada que pueda hacerme más feliz".
Duke luego hizo una breve reverencia cortés antes de anunciar el motivo de su visita.
"Ahora, si el joven maestro y las jóvenes se visten sin destruir nada más, puedo acompañarlo a un visitante que
ha solicitado su presencia".
Abaddon y sus esposas fueron conducidos a un espacio muy familiar, en el castillo de Yara.
Esperando en la mesa de madera en el centro del jardín estaba el propio dragón dorado, y sentado junto a él con
una pequeña taza de té en la mano estaba su nuevo yerno, Asmodeus.
Sin Yara actuando como mediadora entre los dos, se vieron obligados a sentarse juntos en un silencio incómodo
mientras admiraban el maravilloso paisaje.
"...Buen día hoy."
"Callarse la boca."
Mientras los dos continuaban sentados en silencio, pronto sintieron que se acercaban varias presencias y su
estado de ánimo pareció mejorar significativamente ahora que no estaban solos.
Abaddon caminó por el claro, seguido por sus siete esposas que todavía lo miraban preocupadas.
Todos tomaron asiento en la mesa de madera hecha a mano sin decir una palabra y los dos hombres
inmediatamente pudieron reconstruir la razón.
Mirando a Seras, Lisa y luego a Abaddon, Helios sintió una sensación de parentesco que no había sentido en
miles de años.
Era casi suficiente para emocionarlo.

"Me alegro de que todos estén bien. Debo admitir que estaba un poco preocupado cuando todavía no se
despertaron después de dos días". Asmodeus dijo cálidamente.
"Somos conscientes de que debe tener muchas preguntas". comenzó Helios. "Y después de combinar los eventos
con este tonto a mi lado durante los últimos días, creo que podemos tener una comprensión superficial de lo que
ha ocurrido".
El grupo se sentó en silencio con los oídos abiertos, indicando que querían saber todo sin perder un solo detalle.
Asmodeus comenzó la conversación contando la historia de cómo Abaddon decidió absorber el pecado de la
gula.
Cuando les dijo a las esposas lo peligroso que era, estaban visiblemente molestas y comenzaron a mirar
intensamente a su esposo.
El dragón simplemente dijo una oración en silencio y actuó como si estuviera notando lo hermoso que era este
jardín por primera vez.
Cuando Asmodeus llegó a la parte de la historia sobre las divagaciones de su hijo, la energía en el aire se volvió
mucho más seria.
Describió cómo Abaddon hablaba una y otra vez sobre su verdadera glotonería perdida, y de alguna manera
había terminado llamando algo monstruoso a su mundo.
"El ser que invocó se llama Ouroboros". explicó Helios. "Ella es la madre y creadora de todos los dragones, y ella
es... mucho más que tu diosa común y corriente".
Todavía no podía creerlo.
Lo que sea que su nieto realmente fuera, quienquiera que haya sido... de alguna manera era más grande que la
serpiente del infinito.
Era tan loco que era casi una blasfemia.
"Los dos se fusionaron, y... por algún milagro, no murió por albergar una deidad tan poderosa dentro de su
cuerpo".
Asmodeus decidió mantener la interferencia directa del creador para sí mismo por ahora.
Se lo había dicho a Helios antes, pero... el dragón dorado lo había olvidado en el siguiente segundo.
Por alguna razón, esa información era lo suficientemente grande como para que incluso un semidiós como él no
pudiera retenerla.
'Entonces, ¿por qué solo yo recuerdo...?' Asmodeus se preguntó antes de sacudirse rápidamente el pensamiento.
Por ahora, tal cosa no importaba tanto en el gran esquema de las cosas.
"D-De todos modos, la entidad parece haber sido sellada dentro de tu cuerpo después de algunas dificultades
iniciales, razón por la cual accidentalmente no has roto este mundo con tu poder y tus tatuajes se han vuelto de
ese color rojo oscuro".
'¿Por qué he perdido peso? ¿Por qué mi pelo es blanco? ¿Por qué mis esposas y yo no podemos hablar
correctamente?' Abaddon preguntó telepáticamente.
"Llegaremos a tus problemas con el lenguaje más tarde, pero en cuanto a tu nueva apariencia enfermiza, tu
cuerpo casi fue destruido por sostener a un ser tan poderoso, hijo.
Afortunadamente, llevas el pecado de la lujuria y lo que solo puedo suponer es gula o una versión más avanzada
de ella. Una gran cantidad de comida o sexo debería ayudarte a regenerar los tejidos de tu cuerpo y volver a la
normalidad".
Instintivamente, todas las esposas de Abaddon sonrieron y le dieron a su esposo miradas provocativas, a las que
él respondió de la misma manera.
Tendría bollos en la boca más tarde, pero ciertamente no vendrían de una panadería.
'Degenerados.' Helios puso los ojos en blanco con desdén mientras trataba de llevar la conversación a asuntos
importantes.
"En cuanto a tus problemas con el idioma...", comenzó Helios. "Estoy seguro de que todos notaron que se
sintieron considerablemente más fuertes cuando se despertaron esta mañana".
A decir verdad, no lo habían hecho.
Las chicas estaban tan preocupadas por el estado de Abaddon que ni siquiera se habían dado cuenta de lo bien
que se sentían cuando se despertaron.
Era como si estuvieran llenos de un nuevo poder y energía indescriptibles.
Asmodeus: "Cuando Ouroboros se fusionó con Abaddon, parece haber forzado un proceso llamado
transmutación. Para simplificar las cosas, lo elevó de un dragón corriente a algo llamado dragón verdadero".
"¿Verdadero dragón?" preguntó Valeria.
Helios: "Somos encarnaciones vivientes de la palabra poder. Hacer una lista del poder y el potencial que acecha
dentro de ti ahora sería demasiado largo para describirlo. Incluso nuestro idioma no está destinado a ser
hablado tan casualmente, y sería una tarea simple para matar a un ser inferior con solo hablar".
Las chicas recordaron la escena de esta mañana donde Abaddon, Seras y Lisa habían destruido la habitación con
solo hablar en algún dialecto extranjero.
Pero por extraño que fuera... todos podían entenderse muy bien y no se vieron afectados por el poder de sus
palabras.
Asmodeus: "Debido a que ustedes, chicas, están marcadas por el pecado de la lujuria, sus almas están
literalmente entrelazadas con las de Abaddon y, como tal, también pudieron obtener grandes beneficios".
Helios: "Aunque algunos de ustedes no pudieron convertirse en verdaderos dragones junto a él, parece que
ninguno de ustedes está por encima o por debajo del otro cuando se trata de potencial".
Como respuesta, todas las chicas se sonrieron y sonrieron felices.
Fue genial saber que todo su poder había aumentado, y ahora podían descansar un poco más tranquilos
sabiendo que eran más capaces de protegerse unos a otros y todo lo que apreciaban.
Helios se preparó para continuar con su explicación, cuando un visitante familiar de repente se les unió en el
jardín.
"¡Padre! ¡Madres!"
Capítulo 243 La familia Tathamet

Apophis entró en el jardín de manera casual, pero se veía un poco diferente de su apariencia anterior.
Su cabello, que antes se parecía mucho al de su padre, ahora era de un púrpura intenso y profundo, y sus ojos
antes verdes ahora eran de un rojo brillante.
Sobresaliendo de los lados de su cabeza había dos cuernos largos y oscuros que parecían ser inquietantemente
similares pero diferentes a los cuernos de un dragón.
"¿Apofis...?"
"Hijo... ¿qué te pasó?"
"¡Mi bebé se ha vuelto aún más guapo!"
Apophis no pudo escapar del abrazo asfixiante de Lailah, y Helios aprovechó ese momento para explicar la
transformación de su bisnieto.
"Correcto... Dado que tu hijo está hecho solo de tu sangre y no está contaminado por un ADN inferior, también
pudo sufrir una transmutación, pero fracasó en su ascenso para convertirse en un verdadero dragón".
Abaddon se aclaró la garganta y trató de asegurarse de que sus palabras salieran correctamente esta vez y no en
Dovhazul.
"¿Qué... qué quieres decir con que falló?" preguntó con poca dificultad.
"La transmutación es un proceso bastante difícil que no muchos pueden atravesar con éxito. Evidentemente, su
alma y su cuerpo no pudieron soportar la carga de la ascendencia y se ha convertido en algo llamado imoogi".
Abaddon asintió en comprensión y analizó a su hijo cuidadosamente.
A pesar de que Helios había descrito su ascensión como un fracaso, el poder de Apophis había recibido un
impulso bastante sustancial al igual que su madre y su padre.
"Lo siento." Apofis dijo mientras bajaba la cabeza. "Me presentaste una oportunidad increíble y, sin embargo, no
pude cosechar todos los beneficios debido a mis propias insuficiencias".
El fracaso de Apophis fue algo que le pesó especialmente.
Era el único hijo de su padre, como tal lo idolatraba y sentía el deber de seguir sus pasos.
Saber que no había logrado volverse un poco más como él... fue desgarrador.
Abaddon podía sentir la decepción de su hijo fluir de él en oleadas, e inmediatamente se puso de pie y colocó
una mano sobre su hombro.
"Qué hijo tan tonto he criado. ¿Por qué sentirías la necesidad de disculparte conmigo cuando no has hecho nada
malo?"
Apophis sintió que no podía encontrar la mirada de su padre ni responder a su pregunta, y permaneció en
silencio mientras mantenía la cabeza baja.
"Estás siendo demasiado duro contigo mismo. ¿Pensaste que porque no podías convertirte en un dragón me
decepcionaría? Qué ridículo.
Estoy orgulloso de todos mis hijos pase lo que pase, y ciertamente no echaré la culpa sobre tus hombros por
algo que estuvo en gran medida fuera de tu control".
Abaddon aún tenía mucho que aprender sobre ser padre, y cada día aprendía más.
Pero estaba absolutamente seguro de que nunca quiso que sus hijos sintieran que tenían que sujetarse a un
estándar innecesario o seguir sus pasos.
Eran su propia gente, y tenían que vivir para sí mismos y su propia felicidad antes que la de los demás.
Detrás de Abaddon, cada una de sus esposas asintió en silencio, y el joven príncipe no pudo hacer nada más que
sonreír irónicamente ante su tontería anterior.
"Ya veo... Me tomaré muy en serio tus palabras, padre".
En la mesa, Helios y Asmodeus todavía estaban sentados, cada uno con reacciones muy diferentes.
El nephilim estaba sollozando y secándose sus propias lágrimas, mientras hacía todo lo posible por no montar
una escena.
'¡Mi hijo es un buen padre! ¡La vista es casi demasiado para soportar!
A su lado, el dragón dorado observaba atentamente y reproducía en su propia mente sus relaciones con las de
su hijo.
'¿Cómo le tomó un solo año comprender lo que yo no pude ver en cientos...?'
En ese momento, Helios no pudo decidir si se sintió más impresionado o avergonzado.
Apophis pronto se unió a sus madres y su padre en su discusión con Helios y la discusión pronto se centró en los
propios orígenes de Abaddon.
"¿Hay alguna leyenda de un dragón llamado Tathamet?"
Helios hizo una expresión confusa mientras se rascaba la barbilla.
"Como ya expliqué, somos capaces de compartir los recuerdos y experiencias de nuestros parientes, siempre
que sepamos exactamente lo que estamos buscando.
Poseemos una profundidad de conocimiento insondable que abarca casi toda la historia registrada y, sin
embargo... Nunca he oído hablar de este nombre del que hablas. Lo que sea que hayas sido... es muy, muy
antiguo".
"Estás siendo extrañamente útil". Lailah de repente le dijo a Helios.
"Ya es alarmante que te hayan dicho mucho, pero más aún que pareces estar aceptándolo todo con calma".
Audrina estuvo de acuerdo.
Helios no podía decir que sus reacciones fueran infundadas y, como tal, no se ofendió.
En cambio, mantuvo un contacto visual inquebrantable con Abaddon y parecía estar mirando su alma.
"Solo te digo estas cosas por respeto a nuestro creador, y porque ha pasado bastante tiempo desde que pude
conversar con mis propios parientes".
Valerie: "... estás mintiendo".
Bekka: "Está mintiendo totalmente".
Seras: "Mi rey, al menos podrías ser sincero..."
Helios sintió que una vena iba a explotar en su cabeza, y sintió ganas de incinerar todo este jardín.
¡Ciertamente no estaba mintiendo!
Aunque tal vez no estaba diciendo toda la verdad...
¡Pero él no iba a decirles eso!
"¡Hmph! Veo que mis amables gestos no fueron bienvenidos. Pensar que hice algo por la bondad de mi corazón y
así es como se me pagará".
Helios se puso de pie y comenzó a alejarse antes de que su cuerpo fuera envuelto en una columna de fuego y
desapareciera.
Mientras Asmodeus observaba irse al dragón dorado, no pudo reprimir la pequeña sonrisa que se formó en sus
labios.
Los motivos de Helios eran dolorosamente fáciles de leer para él.
Todos los dragones verdaderos tienen un enorme respeto y elogios por los dioses dragón, y para los miembros
más belicosos de su raza, el sueño de todo dragón es enfrentarse a ellos en una batalla honorable.
A su manera, lo empujaba discretamente para que se hiciera más fuerte lo más rápido que pudiera.
Todo con la esperanza de tener la batalla más gloriosa imaginable.

Después de la reunión, Apophis les dijo a Abaddon y sus esposas que Thea y Mira se sentían un poco
deprimidas.
Como los padres amorosos que eran, inmediatamente abandonaron sus planes de regresar a la habitación y en
su lugar se dirigieron directamente a la habitación de las niñas.
Encontraron a las dos hermanas acurrucadas juntas en la cama, con todas las cortinas corridas y envueltas en
mantas como orugas en capullos.
Cuando escucharon el sonido de la puerta abriéndose, se sintieron aliviados al ver que su familia estaba bien,
pero sus rostros solo mostraban una leve elevación del estado de ánimo.
"Ustedes están bien... eso es genial, estábamos realmente preocupados por ustedes". Thea dijo con una sonrisa
forzada.
"Mmm. Mira también estaba preocupada".
Abaddon y sus esposas se metieron en la cama con las dos niñas, mientras Apophis se recostaba en silencio
contra la pared.
"Entonces, ¿ustedes chicas quieren decirme qué está mal?"
Ambas hermanas se estremecieron y se miraron a los ojos en secreto, como si no estuvieran seguras de poder
decir cómo se sentían.
Como sabían que sus padres no dejarían pasar esto, eventualmente cedieron y decidieron derramar.
"Nosotros... nos estábamos sintiendo un poco excluidos, supongo". comenzó Thea. "Todos ustedes se volvieron
más fuertes juntos de repente, e-e incluso Apophis pudo volverse más como ustedes, pero... nosotros no lo
hicimos".
"Porque no somos las verdaderas hijas de papá...", dijo Mira con tristeza.
Ambas chicas tenían los ojos rojos e hinchados y las mejillas manchadas de lágrimas, lo que indica que ya habían
pasado mucho tiempo llorando por esto.
Abaddon admitió que se sintió un poco sorprendido.
En todos sus sueños más salvajes, nunca podría haber imaginado que sus hijas se sentirían excluidas por algo
como esto.
Desde el principio, siempre había hecho todo lo posible para que se sintieran amados como si fueran suyos, pero
comenzó a sentir que tal vez no había hecho un trabajo lo suficientemente bueno.
'No... las chicas saben que son amadas.' Pensó mientras se sacudía ese pensamiento tonto.
La realidad era que ambas chicas ya sabían que Abaddon y sus esposas las amaban mucho, pero no se trataba
necesariamente de eso.
No podría ser fácil ver a la mayoría de su familia compartir el poder repentinamente en un abrir y cerrar de ojos
sabiendo que ese regalo no se puede compartir con usted.
No era de extrañar que las chicas se sintieran deprimidas.
Abaddon buscó en su mente palabras de consuelo o incluso una solución amistosa, cuando de repente una
bombilla se encendió en su cerebro y pensó en algo aún mejor.
"Entonces... ¿quieres serlo?"
"Eh...?"
"¿Uwah?"
Las chicas no estaban solas, y sus madres miraban a Abaddon como si él también hubiera dicho algo loco.
Como respuesta, Abaddon levantó su delgado brazo y clavó sus garras en su antebrazo, permitiendo que su
sangre de color rojo intenso fluyera.
"¿Recuerdas cómo cuando estábamos en la mazmorra, expliqué que mi comprensión del control de la sangre me
permitía eliminar el veneno en el cuerpo de tu hermano?"
"S-Sí". dijo Thea asintiendo lentamente.
La sangre de Abaddon comenzó a flotar hacia arriba y dio vueltas sobre las cabezas de las chicas.
“Lo que propongo ahora es algo similar, pero mucho más complejo”, explicó.
"Estaría usando mi sangre para reescribir su ADN a nivel celular. Al decirle a mi sangre que trate el ADN de sus
padres biológicos como una impureza, puedo atacarlo y luego reemplazarlo con el mío".
Los ojos de ambas chicas se abrieron como platos mientras escuchaban esta fantástica solución que parecía
demasiado buena para ser verdad.
Pero después de un momento, Thea recordó lo que les sucedió a aquellos que tenían la sangre de su padre en el
cuerpo y sintió curiosidad por saber qué le sucedería a ella.
"Padre... ¿me convertiré en un demonio? ¿O en un dragón?"
"¿Quieres ser?" Abaddon preguntó mientras inclinaba la cabeza.
Thea lo pensó por un momento antes de negar con la cabeza.

Tal vez si le hubieras preguntado cuando era más joven, habría dicho que sí, pero Thea en realidad había llegado
a quererse a sí misma a medida que envejecía.
Ni su familia ni nadie a su alrededor la habían juzgado nunca por ser humana, por lo que ya no lo veía como algo
que necesitaba cambiar.
"Entonces no. Debería poder hacer que mis rasgos sean más recesivos para que los de tu madre biológica no se
pierdan. Seguirás siendo humano, y eso no te hará menos hijo mío".
Una gran sonrisa apareció en el rostro de Thea y lanzó sus brazos alrededor del cuello de su padre en un abrazo
desesperado.
"¡Gracias, gracias, gracias!"
No queriendo quedarse atrás, su hermana menor también se unió al abrazo para que ella también pudiera
expresar su agradecimiento. "¡Mira también quiere abrazar a papá!"
Después de que se separaron y las chicas se prepararon para someterse al ritual, Abaddon las miró seriamente a
los ojos antes de comenzar.
"Aunque estemos haciendo esto, quiero que sepas que esto no cambiará nada. Ya sea que tengas mi sangre o no,
ustedes dos siempre han sido mis hijas y yo siempre he sido su padre".
Sus sentidas palabras ganaron sonrisas en ambas chicas mientras yacían inmóviles en el suelo.
"Lo sabemos... pero queremos que sea oficial".
"¡Sí! ¡Oficial!"
Abaddon se rió entre dientes cuando vio que las chicas realmente no iban a cambiar de opinión y movió la mano
para comenzar el ritual.
Su sangre viajó a una herida abierta en cada una de sus palmas y las chicas comenzaron a marearse un poco.
"Entonces las veré cuando despierten... hijas mías".
Thea y Mira perdieron el conocimiento poco después de que las palabras de su padre salieran de sus labios, y
sus cuerpos quedaron encerrados en un saco carnoso parecido a un huevo donde completarían su
metamorfosis.
Mientras miraba distraídamente los huevos que contenían a sus hijos, Abaddon no pudo evitar pensar en el
nombre que había escuchado en su visión hace dos días.
Tathamet, ¿eh? ... Podría ser un buen apellido.

Capítulo 244 El pecado de la gula y las caras viejas

Tan pronto como Abaddon regresó a su dormitorio, sus esposas literalmente le arrancaron la ropa mientras
luchaban por ser las primeras en meterlo dentro de ellas, y no podía decir que no estuviera complacido por su
naturaleza enérgica.
Las chicas sintieron que tenían bastante reprimido.
No solo habían pasado tres días desde la última vez que habían hecho algo, sino que después de que su conexión
se fortaleció, sintieron que se volverían completamente locos si no podían tocarlo.
También se sintieron estimulados por verlo ser un buen padre toda la mañana, y su deseo de darle aún más
hijos se disparó por las nubes.
Después de ocho horas de amor y lujuria, Seras fue la última en pie y parecía que pronto se uniría al resto de sus
hermanas en el país de los sueños.
Las dos habían dejado hacía mucho tiempo la cama donde yacían el resto de las esposas durmientes, y ahora
estaban entrelazadas contra la pared del dormitorio.
Seras tenía las piernas entrelazadas alrededor de la cintura de Abaddon y tenía los colmillos enterrados en su
cuello.
No estaba seguro de si realmente había logrado beber algo o no, ya que los repetidos empujones de su esposo
contra su matriz habían hecho que fuera extremadamente difícil mantener la boca cerrada.
Abaddon envió otra ola de éxtasis indescriptible por todo su cuerpo, y sus labios empapados de sangre se
abrieron mientras exclamaba sus verdaderos sentimientos desde la parte superior de sus pulmones.
"¡Me encanta! ¡Te amo! ¡Por favor, dame a tus hijos!"
Abaddon era particularmente débil con las solicitudes sinceras de su esposa, por lo que no se puso de pie en la
ceremonia.
Mordió el hombro de su esposa justo cuando empujó por última vez dentro de su útero y se corrió dentro de ella
con la intención de reproducirse.
Seras finalmente no pudo aguantar más y chorreó contra el suelo mientras su útero se llenaba hasta el borde.
Su visión comenzó a nublarse, y con sus últimos restos de energía agarró a su marido por la cara y lo besó con
fervor ebrio.
Abaddon estaba seguro de que la escuchó murmurar algunas palabras dulces entre besos, pero finalmente no
pudo prestar atención ya que cada movimiento de la lengua de su esposa reducía su cerebro a papilla.
La conciencia de Seras comenzó a oscurecerse y apoyó la cabeza contra los anchos hombros de su esposo
mientras trataba de recuperar el aliento.
Abaddon se separó de ella suavemente antes de acostar a su ahora dormida esposa en la cama.
Después de arroparla bajo las sábanas, sonrió felizmente a sus siete esposas, quienes estaban cómodamente
acurrucadas juntas, cada una de ellas cubierta de marcas de mordeduras y llenas al máximo de su amor.
Normalmente, se habría arrastrado justo en medio de ellos y se habría unido a ellos en su sueño, pero ahora
mismo tenía otras cosas en mente.
A sus hijas todavía les quedaba una hora antes de que se completara el ritual, así que antes de que eso sucediera,
quería abordar el hambre que lo roía y que había estado creciendo en su estómago.
Miró a su alrededor en busca de su ropa y encontró su túnica roja junto a la puerta, hecha trizas por las garras
de Lisa y Bekka.
'Esas chicas realmente... Valió la pena'.
El dragón negó con la cabeza antes de echar un vistazo a su viejo armario para ver si había algo que pudiera
ponerse.
Todo lo que encontró adentro que tuvo en cuenta su crecimiento más reciente fue una falda ceremonial negra y
un par de sandalias.
Mientras se los ponía y se recogía el cabello, finalmente se dio cuenta de que entregarse al sexo había restaurado
su cuerpo, pero... no era exactamente como lo recordaba.
Sus tatuajes habían regresado a su color normal y su cabello ahora estaba completamente rojo nuevamente
pero... también había aumentado considerablemente.
"Parece que mi madre me dio leche muscular en lugar de leche materna cuando era bebé..."
Después de convertirse en un verdadero dragón, el físico de Abaddon ahora se parecía mucho al de su abuelo, y
no pudo evitar preguntarse cuál sería la reacción del anciano si lo viera ahora.
Mirando a sus esposas, se preguntó si ellas también notaron sus cambios, pero cuando recordó lo concentrados
que estaban en usar su nueva energía, lo dudó seriamente.
Saliendo de su dormitorio, caminó en silencio por el castillo y bajó las escaleras hasta la cocina.
Eran las 9:00 p. m. y los cocineros todavía estaban preparando comida para los guardias que rotaban turnos.
Abaddon asomó la cabeza dentro de la ajetreada cocina y trató de vislumbrar qué estaba produciendo un aroma
tan maravilloso.
Los cocineros que estaban envueltos en sus tareas antes, todos se detuvieron y miraron hacia atrás cuando lo
reconocieron de inmediato.
"¡Por qué es el joven maestro!"
"El pequeño señor sigue creciendo, ¿no es así?"
"¡Te ves tan apuesto!"
Abaddon fue amado por todos los trabajadores del castillo cuando era niño, pero ninguno más que los cocineros.
Cuando su cuerpo se lo permitía, se escabullía aquí cada vez que podía y se dejaba mimar con comida y
golosinas deliciosas.
"Es bueno verlos a todos". Dijo mientras se rascaba la nuca tímidamente. "¿Crees que podrías prepararme una
comida por los viejos tiempos?"
"¿Es este realmente el famoso 'rey rojo' del que sigo escuchando?"
"¡Todos estos años y todavía es tan tímido!"
"¡Apenas necesitabas preguntar, joven maestro!"
Abaddon no pudo evitar sentir un poco de nostalgia frente a estos hombres y mujeres de varias razas.
Habían estado trabajando dentro del castillo de Yara durante años, y eran menos como sirvientes y más como
una familia extendida que no había visto en mucho tiempo.
Frente a ellos no era rey, ni era un conquistador.
Pase lo que pase, él siempre sería el niño pequeño que vendría aquí pidiendo lamer la cuchara que había sido
utilizada para preparar un pastel.
Abaddon entró en el comedor que normalmente estaba lleno de trabajadores del castillo.
Recibió algunas miradas sorprendidas de los trabajadores más nuevos y saludos alegres de los mayores que
sabían que Abaddon solía comer junto a ellos todo el tiempo.
Una mujer dragón menor mayor trajo un plato humeante de comida y le dio una sonrisa de bienvenida mientras
colocaba la bandeja frente a él.
"Aquí tienes, pequeño señor. No estoy seguro de si esto será suficiente para un hombre tan grande como tú,
pero si necesitas más, solo di la palabra".
"Lo haré, Ingrid. Muchas gracias".

La anciana parecía encantada de que Abaddon no hubiera olvidado su nombre a pesar de todo lo que había
logrado y todo en lo que se había convertido, y lágrimas de alegría cayeron de sus ojos verdes mientras
caminaba de regreso a la cocina.
El dragón analizó la comida frente a él y se le hizo agua la boca.
Un plato grande de sopa de pescado y verduras, acompañado de un trozo de pan fresco untado con mantequilla.
Comenzó a comer como si se guiara únicamente por su estómago, pero cuando tragó el primer trozo de pescado,
algo extraño comenzó a ocurrir en su cuerpo.
Arqueó la ceja confundido mientras esperaba que la sensación pasara, pero casi se cae de su asiento cuando sus
manos de repente se volvieron palmeadas y le crecieron branquias a un lado de su cuello.
"Qué...?"
Descartó los cambios antes de que nadie pudiera verlos y se quedó mirando su plato de sopa como si fuera el
culpable.
Pero en su mente, ya sabía cuál era la razón de su nueva habilidad.
'Así que eso es lo que hace el pecado de la gula...'
Para empezar, nunca estuvo tan familiarizado con los poderes de los otros señores demonio, por lo que no fue
una sorpresa que esta fuera la primera vez que veía de lo que era capaz.
Continuó comiendo como si estuviera tratando de ver si podía obtener otro poder, pero todo lo que recibió fue
la capacidad de producir esporas que había obtenido al comer un hongo.
'Que extraño...'
Antes de esto, Abaddon era capaz de tomar la afinidad de un enemigo y una parte de su poder si se comía su
corazón, pero ahora había comenzado a sentir que no necesitaba trabajar tan duro.
Un trozo de pescado le había otorgado la habilidad de desarrollar branquias, y una pequeña rebanada de hongo
le había permitido producir esporas de su cuerpo.
¿Qué ganaría si mordía a un oponente?
¿Sus fortalezas y habilidades mágicas? ¿O también podría cambiar de forma en ellos?
¿Y qué habilidades obtuvo de Ouroboros?
¿Sería capaz de usarlos alguna vez, o permanecerían sellados dentro de su cuerpo?

Estaba tan envuelto en sus pensamientos sobre su nuevo poder, que no se dio cuenta cuando dos conexiones
más comenzaron a formarse en su mente, y presencias muy familiares comenzaron a buscarlo a una velocidad
impresionante.
"¡Te encontré!"
Justo cuando Abaddon terminó su primer plato de sopa, sus hijas entraron corriendo al comedor con amplias
sonrisas y sorprendentes parecidos con él.
Thea se volvió aún más hermosa que antes, conservando su cabello rubio radiante pero ganando una tez color
caramelo suave y ojos violetas que brillaban como estrellas.
Mira era la misma pero diferente, ya que su piel ahora coincidía con el color de la de su hermana, pero ambos
ojos eran ahora de un rojo aterrador y sangriento.
Su largo cabello negro ahora llegaba hasta sus diminutos pies, y su sonrisa de alguna manera se había vuelto aún
más traviesa y linda.
Para hacer las cosas aún más grandes, Mira se había convertido en un verdadero dragón, mientras que Thea
había roto su tercer sello.
Abaddon estaba abrumado al ver a sus hijas que ahora se parecían a él, y no podía hacer nada más que extender
los brazos y permitir que volaran a su abrazo.
"Mis niñas se han vuelto aún más hermosas. ¿Cómo te sientes?"
"¡Excelente!"
Mira abrió la boca para hablar, pero su hermana rápidamente se tapó los labios con la mano para evitar que
accidentalmente hablara en dovahzul.
"La hermana parece haber desarrollado una nueva habilidad después de tomar tu sangre, padre... También es
bastante ruidosa". Thea dijo mientras se estremecía al recordar la escena que había ocurrido antes en su
habitación.
Abaddon se rió entre dientes y con cautela retiró las manos de Thea de la boca de Mira. "Está bien, todo lo que tu
hermana necesita hacer es concentrarse para asegurarse de que sus palabras salgan en antaran, y no debería
ocurrir nada como antes".
Mira respiró hondo varias veces antes de mirar a su padre con expresión determinada.
"¡Mira ama al padre!"
"¡Oooh!"
El grupo no se dio cuenta de que Ingrid los había engañado, quien venía a traer más comida a Abaddon.
"Es bueno ver que el joven maestro se ha convertido en un padre tan capaz. Verte crecer hasta convertirte en un
hombre de pleno derecho ante mis ojos ha sido uno de los mejores momentos de mi larga vida".
El dragón no estaba preparado para tal sentimiento, y un cálido sentimiento comenzó a extenderse por su
pecho.
Sin saber qué decir, palmeó a sus dos hijas en la cabeza y las presentó correctamente.
"Ingrid, me gustaría que conocieras a mis hijas. La mayor es Thea Tathamet, y esta es la menor, Mira Tathamet".
Ingrid les dio a las chicas una sonrisa cortés acompañada de una pequeña reverencia. "Es un placer conocerlas,
chicas. Son tan encantadoras y adorables como su padre".
El pecho de ambas chicas se hinchó de orgullo ante tan sincero cumplido, y esta noche muy rápidamente se
convirtió en la mejor de sus vidas.
Ingrid rápidamente también trajo platos para las niñas, y las tres se sentaron juntas a comer mientras se reían y
discutían temas tontos como la dificultad de Apophis para acostumbrarse a sus nuevos cuernos y preguntas
sobre por qué Abaddon de repente se parecía a él. Había estado levantando pesas desde que salió del útero.
Pero a medida que la noche se oscurecía, su tierno momento se interrumpió cuando Tita contactó
telepáticamente a Abaddon nuevamente.
'¿Mi señor? ¿Puedes oírme?'
'Puedo. ¿Ocurre algo?
'Bueno, no necesariamente, pero Mammon ha estado solicitando urgentemente tu presencia durante los últimos
dos días, y me ha pedido que te pase un mensaje.'
'¿Oh? ¿Qué podría ser eso? Abaddon preguntó como si no supiera ya la respuesta.
Me pidió que le informara que se ha convocado una reunión. El tiempo programado es en dos días, y es el turno
de Satanás para hospedarlo en la tierra de la ira.'
Capítulo 245 La tierra de la ira

En el continente demoníaco de Samael, hay una región que se sabe que es particularmente hostil y hostil.
La tierra de la ira es un dominio infernal donde la muerte y la conquista te esperan en cada esquina posible.
Tanto el cielo de arriba como la tierra de abajo han sido permanentemente teñidos de rojo por la sangre de
innumerables hombres, mujeres y niños.
Aparte de la sala del trono del rey dragón, este es el lugar más temido de todo Dola.
Solo los tontos o los belicosos eligen venir a este lugar por su propia voluntad, ya que solo hay dos leyes aquí.
1. Los humanos deben ser asesinados inmediatamente sin ninguna excepción.
2. El poder hace el derecho.
¿Su tienda fue saqueada y todos sus trabajadores asesinados frente a usted?
Oh bien.
¿Los hombres irrumpieron en su casa y violaron a su esposa e hijas mientras la obligaban a mirar?
Mierda dura.
Al final, esas tragedias serían vistas como tu propia culpa, ya que claramente carecías del poder necesario para
proteger lo que valoras.
En la tierra de la ira, los débiles no son simplemente pisoteados, sino triturados y quebrados mental y
físicamente.
El rey de la codicia dejó escapar un suspiro audible mientras miraba por la ventana de su carruaje negro y
dorado.
Siempre le molestaba venir al territorio de su hermano mayor, ya que encontraba que su forma de vida era
desagradable y bárbara.
¿Por qué perder el tiempo en la guerra y el derramamiento de sangre cuando había tanto dinero en el mundo?
En lo que a él respectaba, el único momento en que matar tenía un propósito vital era proteger la riqueza que ya
tenías, o adquirir más.
No era algo que se hiciera tan a la ligera como parecía pensar su hermano Wrath.
"Totalmente derrochador... no es de extrañar que estemos atrapados en un punto muerto con los humanos".
Mammón murmuró.
Acababa de entrar en la tierra de la ira, y ya podía ver peleas en las calles que contaban entre 5 y 20 personas.
Este lugar estaba lejos de ser hermoso, ya que la arquitectura aún estaba en gran parte subdesarrollada debido
a la constante destrucción de carreteras, edificios y casas.
Los únicos lugares que parecían estar bastante bien y prósperos eran algunos bares y posadas de mala muerte,
ya que eran propiedad de alguien poderoso o estaban protegidos por alguien que lo era.
En las calles, los demonios estaban cesando sus actividades ruidosas cuando vieron un carruaje tirado por el
camino roto, y un destello de codicia brilló en sus ojos.
Si bien a Mammon le gustaba esa mirada, era solo cuando se la estaba dando a los demás y no cuando estaba
dirigida a él.
¡Quebrar!
¡Bang!
Con un chasquido casual de sus dedos, Mammon manipuló la tierra debajo de los demonios ignorantes.
Enormes pilares de tierra con púas atravesaron los cuerpos de los demonios sin siquiera darles ni un segundo
para saber cómo murieron.
20 demonios habían muerto en un instante, y Mammon decidió dejar sus cuerpos como estaban, ya que esta
carnicería tenía la sensación de una obra de arte de vanguardia.
'Satanás debería agradecerme... He hecho que sus dominios se vean un poco menos como un agujero de mierda'.
Aunque los señores demonios practicaban la neutralidad total, eso no se aplicaba totalmente al pecado de la ira.
Y esto fue por la única razón de que... en realidad no le importaba lo que les sucediera a los demonios debajo de
él.
Si eran lo suficientemente débiles como para ser asesinados, entonces eso era todo.
Todo lo que le importaba a Satanás era su propia carnicería y derramamiento de sangre, y tenía poco o ningún
interés en la de los demás.
Pronto, el carruaje del señor de los demonios se detuvo justo en frente de lo que parecía ser un coliseo
absolutamente enorme.
Este lugar puede haber parecido un campo de batalla de gladiadores, pero en realidad era más que eso.
Fue castillo, santuario e iglesia del pecado de la ira, y prácticamente nunca salió de él.
Día tras día, mes tras mes, año tras año, se entregó a una batalla sin fin contra miles de sus ciudadanos más
poderosos.
Pero solo por hoy, el coliseo había sido cerrado al público, y era aquí donde se llevaría a cabo la reunión entre
los pecados.
"Vamos."
""Sí.""
Mammon se bajó de su carruaje mientras lo seguían dos de sus generales, Belial y Mulciber.
Los tres subieron los escalones de piedra ensangrentados y entraron en el coliseo, donde encontraron un campo
de batalla rojo que estaba lleno de armas rotas y huesos.
En el centro de esta gran estructura, había siete tronos de piedra dispuestos en círculo, con otros cuatro señores
demonios ya presentes.
Tres de ellos tenían dos generales parados detrás de ellos, y todos parecían estar analizándose cuidadosamente
como si estuvieran anticipando un conflicto.
El único sin séquito era Lucifer, el pecado del orgullo. Como vio el acto de traer a otros como un signo de
debilidad.
"¡Bienvenido a mi casa, rechoncho ladrón de dinero!" Satanás dijo con una voz llena de burla. "¡Esperaba que
fueras el último en aparecer!"
La mirada de Mammon se demoró en el demonio de cabello naranja por solo un segundo antes de mirar a sus
otros hermanos.
"Así que nuestro hijo menor aún no ha aparecido, ¿eh? Habría pensado que sería el primero en llegar después de
sentir lo que es morir por primera vez".
Belphegor y Leviathan se miraron pero no dijeron nada, sin duda porque sabían que ninguno de sus hermanos
creería lo que habían visto.
En unos momentos, lo verían por sí mismos de todos modos.
"... ¿Todos ustedes lo vieron?" Satanás preguntó de repente.
Nadie necesitaba preguntar de qué estaba hablando, porque solo había una respuesta posible.
Todos asintieron solemnemente y Satanás apretó los puños mientras se sentaba en su trono de piedra.
"Uno de los dioses dragón aparece de repente justo después de que Beelzebub muere... eso no puede ser una
coincidencia.
¡Y luego esa explosión que destripó por completo su dominio, creo que los humanos pueden haber tomado
posesión de una nueva y peligrosa arma!
"¡Ja!" Mammon se rió de buena gana y señaló a su hermano como si fuera una especie de broma.
"¿Crees que este mundo atrasado tiene un método para contactar a uno de los seres divinos más poderosos de la
creación? ¡El pecado de la ira claramente ha comenzado a carcomer tu mente ya débil!"
"La mayoría de los dioses dragón son completamente neutrales". recordó Lucifer. "Y aquellos que no lo son
desprecian a los humanos incluso más que nosotros".
"Correcto...", se quejó Satanás mientras se pasaba las manos por su cabello naranja ardiente.
"Entonces, ¿qué podría haber llamado la atención de tal monstruosidad? ¿¡Y por qué fue tan inflexible acerca de
descender a este campo de entrenamiento de un mundo!?"
Ninguno de los pecados tenía respuesta, y parecía que iban a enloquecer por no saber.
Pero de repente, comenzaron a sentir algo en el aire a su alrededor.
Miedo.
No venía de ellos, sino que emanaba de cada demonio en la tierra de la ira y se congelaba para crear una nube de
desesperación sobre la ciudad.
"Le tomó bastante tiempo..." gruñó Belphegor.
Sus ojos se volvieron hacia el cielo sobre sus cabezas y escucharon atentamente mientras el sonido de los
aleteos se hacía más y más fuerte.
El cielo se oscureció de repente cuando apareció a la vista un enorme dragón con forma de serpiente con cuatro
cabezas.
Tan pronto como sus ojos se posaron en el rey rojo en su monstruosa forma dracónica, supieron de inmediato lo
que había hecho.
Pero incluso entonces, no podían creerlo.
Satanás: "¡Él... ha absorbido la glotonería!"
Lucifer: "Puedo ver a ese hermano, pero... Eso no es posible..."
Satanás: "Entonces, ¿qué carajo estamos mirando?"
Mammon: "No importa el pecado por ahora, ¿cómo se ha convertido este bastardo en un verdadero dragón?"
El enorme cuerpo de Abaddon comenzó a descender lentamente del cielo, y su cuerpo se redujo a uno que era
mucho más propicio para la conversación.
En un abrir y cerrar de ojos, el dragón se había convertido en un hombre alto con piel ricamente bronceada y
cabello rojo fuego.
Su poderoso cuerpo estaba lleno de músculos, dándole un físico comparable al de Satanás y Lucifer.
Descendió lentamente al suelo, aparentemente siendo llevado por nada más que el viento mismo.
Tan pronto como su sandalia tocó la arena, fue inmediatamente asediado por un aluvión de preguntas tras otro.
"Bastardo, ¿¡por qué tienes el pecado de la gula!?"
"¿Cómo eres de repente un verdadero dragón? ¡Ese viejo pedo en Antares debería ser el único en este mundo!"
"¿Cuál es tu relación... con el dios dragón que apareció de repente hace unos días?"
Abaddon ignoró las preguntas de Satanás y Mammon y, en cambio, mantuvo un contacto visual inquebrantable
con el pecado del orgullo.
"¿Interrogarme tan pronto como aparezco? Eso es bastante grosero, ¿no?"
"No somos lo suficientemente cercanos como para preguntarte cómo están tu familia y tus padres primero".
"Razón de más por la que no debería tener que responderte en absoluto". Abaddon respondió mientras tomaba
asiento en un trono vacío.
Se recostó en la incómoda silla y cerró los ojos, luciendo tan relajado como si estuviera en casa.
La mirada de Lucifer de repente se volvió hostil y convirtió los reposabrazos de su trono en polvo bajo su
poderoso agarre.
"Harías bien en responder, niña. Te he permitido guardar tus secretos hasta ahora, pero el tiempo para eso ha
llegado a su fin".
"¿Crees que puedes obligarme?" preguntó Abaddon sin siquiera abrir los ojos.
"Estaría en mi derecho de hacerlo. Especialmente considerando el hecho de que ya no eres uno de los siete
pecados".
Después de que Lucifer lanzó esa bomba, todos sus hermanos comenzaron a mirarlo como si estuviera loco.
"¿De qué estás hablando?" preguntó Leviatán. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
El pecador del orgullo miró a sus hermanos y sacudió la cabeza con decepción.
"Presta atención. Aunque el poder que ahora posee puede parecerse mucho a nuestros contrapartes, no lo es.
Los poderes que tiene ahora... van mucho más allá de la lujuria y la glotonería. Tan profundo que ni siquiera yo
puedo ver su final".
De repente, los cuatro pecados restantes estaban analizando cuidadosamente a Abaddon, y ellos también
comenzaron a sentir de lo que hablaba su hermano mayor.
Lucifer se levantó de su asiento a una altura amenazante de 7'0 y se paró directamente sobre Abaddon.
Sus ojos dorados ardían con poder, y parecía como si ya estuviera preparado para un conflicto inevitable.
"Deberías empezar a hablar mientras puedas, dragón. No estamos lo suficientemente cerca como para que te
pregunte dos veces".
Abaddon continuó sentado ociosamente en su trono sin abrir los ojos, solo que ahora se podía ver una pequeña
sonrisa en sus labios.
En qué estaba pensando en ese momento, solo él lo sabía.

Capítulo 246 Guerra por la supremacía

Seras suspiró mientras caminaba por los pasillos de su casa en Luxuria.
Amaba todo acerca de este lugar, ya que era hermoso más allá de lo creíble, pero más que eso, era el primer
lugar al que sentía que pertenecía además del campo de batalla.
"¿Estás bien, hermana?"
Seras estaba tan absorta en sus pensamientos que no se dio cuenta de que Eris se le acercaba sigilosamente con
su hija menor en brazos.
Mira estaba felizmente mordisqueando una galleta, y estaba muy claro por las migas en sus mejillas que esta no
era la primera.
"Estoy bien. Supongo que solo estoy un poco preocupada por nuestro esposo, eso es todo". Seras extendió sus
manos y tomó a Mira de su otra madre, y una vez más se maravilló con su nueva apariencia.
Todos sus hijos eran ahora la viva imagen de su esposo y, como resultado, se habían vuelto notablemente más
encantadores.
"Puedo entender eso." Eris respondió honestamente.
Las chicas ya sabían que hoy era el día en que Abaddon pretendía declarar su deseo de unificar la raza
demoníaca debajo de él.
Por supuesto que querían ir con él, pero él se negó rotundamente, para su decepción.
"A veces no lo entiendo". Seras dijo con un suspiro. "Después de convertirme en un verdadero dragón, me siento
tan poderoso que incluso Satanás probablemente no sea mi rival y, sin embargo, todavía no deseaba tomarme a
mí o incluso a Audrina para actuar como su respaldo".
"Bueno... sabes que los demonios en gran medida solo respetan la fuerza. No seguirán a un rey que tiene que
depender de los poderes de los demás".
"Pero como sus esposas, ¿no somos parte de su fuerza?"
"Somos." Eris dijo cálidamente. "Pero el mundo debe ver que incluso sin nosotros a su lado, nuestro esposo es
un hombre capaz de lograr grandes cosas con nada más que su propio cuerpo".
Seras entendió eso, pero no le gustó particularmente.
Había pasado toda su vida envuelta en una batalla tras otra, por lo que pedirle que se mantuviera al margen de
una todavía le estaba costando acostumbrarse.
"Ven con nosotros. No deberías sentarte aquí revolcándote en pensamientos innecesarios". Eris de repente
entrelazó su brazo con el de Seras y comenzó a tirar de ella hacia la puerta principal.
"Está bien... ¿adónde vamos?"
"¡La hermana mayor Thea tiene una cita con Nita hoy y vamos a ir a espiarlas!" Mira dijo emocionada.
"¡N-No es espionaje por decir, más bien una observación afectuosa!" Eris se defendió.
Seras se rió entre dientes mientras su hermana la conducía por la puerta y los dos se preparaban para
descender a la ciudad de abajo.
"¡E-Espera, no me jales tan rápido!" Ella dijo con una sonrisa. "Me he sentido un poco mareado desde esta
mañana, ¿sabes?"
La elfa oscura inmediatamente se congeló en seco y se dio la vuelta lentamente para mirar a su hermana dragón.
"Seras... ¿qué dijiste?"
"¿Hm? Solo dije que me he sentido un poco mareado desde esta mañana".
"Hermana... los dragones no se despiertan sintiendo náuseas. Apuesto a que tal cosa es aún más improbable
para los dragones verdaderos".
Le tomó un tiempo, pero eventualmente Seras fue capaz de captar todo el peso de lo que el elfo oscuro estaba
insinuando, y sus ojos se abrieron como platos.
"¿T-Tú crees...?"
Eris llevó su mano al estómago pálido y musculoso de Seras, y una luz verde opaca comenzó a emanar de su
palma.
Una sonrisa sorprendida e incrédula apareció en el rostro de Eris cuando le dijo a su hermana lo que ya sabía.
"Seras... estás embarazada".
Abaddon aún no se había movido ni dicho nada desde que Lucifer había comenzado a intentar intimidarlo.
Si era honesto, no estaba realmente desconcertado por el hecho de que el pecado del orgullo sabía que ya no era
un pecado.
Estaba más sorprendido por el hecho de que les había llevado tanto tiempo darse cuenta.
"Que tonto."
Mientras permanecía sentado en su trono, el cuerpo de Abaddon comenzó a cambiar a medida que su piel se
oscurecía y le crecían unos brazos musculosos adicionales.
Sus cuernos se volvieron más oscuros y gruesos, y un fascinante tercer ojo se abrió en el centro de su frente.
"¿Proclamar que carezco del derecho a ser un pecado porque he progresado mis poderes mucho más allá de tu
débil visión? Tu intento de intimidarme es tan ilógico como inútil".
Las manos de Lucifer comenzaron a brillar con una luz cegadora y le dio a Abaddon una expresión de lástima.
"Igual que tu padre. No aprenderás la diferencia entre nosotros hasta que yo-"
"Es suficiente. No estamos aquí para pelear por cosas innecesarias, ¿verdad?" Leviatán dijo exhausto.
"¡No! ¡Déjalos pelear! ¡Deja que la ira te libere de las cadenas de la racionalidad y la razón inútiles! ¡Muéstranos
tu glorioso odio!" Satanás rugió.
Abaddon podía sentir una fuerza que intentaba colarse en su mente, aparentemente actuando como un medio
para avivar su ira y participar en la batalla.
'El pecado de la ira... eso podría ser de gran ayuda para mis ejércitos.' El pensó.
"Tu relación con el dios dragón, así como en lo que se han convertido tus poderes, es intrascendente..."
murmuró Belphegor mientras miraba a Abaddon.
"Pero lo que absolutamente necesitamos saber es lo que viste cuando viajaste a los dominios de Beelzebub...?"
Abaddon solo necesitó un segundo para pensarlo antes de asentir. "Se te debe esa información por lo menos".
Lucifer gruñó molesto mientras tomaba asiento una vez más y esperaba escuchar el relato de Abaddon sobre la
noche en que Beelzebub murió.
"Fueron esos humanos que se hacen pasar por arcángeles. Redujeron el castillo de la glotonería a escombros, y
cuando llegamos estaban en proceso de huir con su cuerpo".
Leviatán: "No me digas..."
"Sí, tenían la intención de convertirlo en un nefilim también. Fueron asesinados, pero eso no parece ser
suficiente disuasión para ellos. Lo intentarán de nuevo".
Satanás: "¡Déjenlos venir! ¡Estoy ansioso por sentir sus cráneos convertirse en polvo bajo mis pies!"
"¿No me escuchaste?" Abaddon preguntó molesto. "Las palomas son casi inmortales, tu intento de librar una
guerra unilateral con ellas no solo desperdiciará tu energía, sino que también te pondrá en riesgo de ser
capturado".
"¡AWW! ¿Nuestro hijo menor está preocupado por su tío?"

He cambiado de opinión. Eres libre de morir cuando quieras.
"¡Jajaja! ¡Me gustas, cachorro!"
Abaddon simplemente puso los tres ojos en blanco y Belphegor aprovechó ese momento para plantear una
pregunta.
"Pareces tener algún tipo de plan en mente, destructor... Tengo curiosidad por saber tus pensamientos..."
Finalmente, habían llegado al momento en que todo cambiaría.
Puede que no haya sido ideal para ellos, pero para seguir adelante, Abaddon tenía que unir absolutamente a la
raza demoníaca.
No importa quién intentaría interponerse en su camino.
"Ya no nos involucraremos en esta aburrida e interminable guerra con los humanos. Para poner fin a esta
tontería de una vez por todas, los demonios tendrán que estar unidos bajo un solo gobernante".
¡Boom!
¡Boom!
'Hm... esa era la reacción que esperaba.'
Tan pronto como Abaddon expresó su declaración, un rayo de luz cegadora y una ola de calor insoportable
llovieron sobre el trono donde estaba sentado anteriormente.
El dragón pudo reubicarse en un abrir y cerrar de ojos usando su electricidad, y ahora estaba sentado con las
piernas cruzadas en lo que debería haber sido el trono vacío de Beelzebub.
Satanás: "Lo siento, sobrino... acabas de hacer una broma tan graciosa que mi mano se resbaló accidentalmente".
Lucifer: "Al igual que el mío".
Ambos señores demonios le estaban dando a Abaddon algunas miradas hostiles y tratando de aplastarlo bajo su
presión.
Sabía que esos ataques de antes no eran más que toques de amor disfrazados de advertencias, pero no podía
importarle menos.
No podía echarse atrás.
"Me negué a sentarme durante milenios peleando con los humanos como niños. Es necesario hacer cambios, y
bastante sustanciales".
¡Boom!
¡Boom!
Dos explosiones más llegaron para el cuerpo de Abaddon, ambas más poderosas y rápidas que las anteriores.
"¡Eres demasiado débil para siquiera pensar en darnos órdenes!"
"¿Crees que porque ahora dominas a las sanguijuelas te permitiremos hacer lo mismo con los demonios? Tu
esposa no está en condiciones de entregarte nuestras coronas".
Era evidente que Lucifer y Satanás estaban comenzando a perder la paciencia, e incluso la cara de la codicia
parecía estar poniéndose fea también.
Los ataques simplemente atravesaron el cuerpo de Abaddon, ya que él ya había activado su hechizo de cuerpo
de niebla.
Como ahora no tenía lugares para sentarse, eligió pararse con las manos entrelazadas detrás de la espalda.
"¿Me considerarías indigno? Está bien. Realizaremos un concurso justo para determinar el próximo
gobernante".
De repente, los señores demonio parecían estar visiblemente menos molestos, y en lugar de atacar a Abaddon,
estaban esperando escuchar lo que diría a continuación.
El dragón levantó un solo dedo con garras cuando llegó a pararse en medio de los señores demonios.
"Una semana." Él dijo. "Durante los próximos siete días, se levantará nuestro pacto de no agresión y es posible
que participemos en una guerra sin restricciones.
Si te obligan a someterte, estás descalificado para gobernar y caerás obedientemente bajo el gobierno del nuevo
rey".
Fue lamentable, pero para unir a la raza demoníaca, muchos demonios tendrían que morir de antemano.
Los demonios primordiales como los pecados solo respetarían a uno que era más grande, como tal, realmente
no había otra forma que golpearlos para que se sometieran. inn𝚛ead.co𝚛
Pero Abaddon intentaría hacerlo perdiendo la menor cantidad posible de sus propios hombres.
"¿Hay alguna objeción?" Abaddon preguntó casualmente.
A Belphegor parecía que no podía importarle menos todo esto, pero Satanás, Mammon, Leviatán y Lucifer
parecían estar pensando mucho en esto.
En última instancia, porque eran demonios, no podían ignorar la necesidad que sentían de ser superiores.
Además, no eran exactamente una familia muy unida después de todos estos eones juntos, por lo que no tenían
reparos en llevarse unos a otros al borde de la muerte.
Como era de esperar, Satanás fue el primero en mostrar una amplia sonrisa enloquecida por la batalla cuando
estalló en un ataque de risa.
"¡Jajaja! ¡Esta sí que es una gran idea! ¿¿Cuándo empezamos??"

Capítulo 247 Buenas noticias y primer día

"Hemos firmado el pacto. La guerra comienza mañana".
Abaddon ahora estaba de regreso en casa, sentado cara a cara con toda su familia además de algunos invitados
adicionales.
Kanami, Absalom, Malenia e incluso las sirvientas trillizas estaban presentes en su sala de estar.
El estado de ánimo era naturalmente muy serio, y aparte del sonido de la voz de Abaddon no había ningún otro
ruido que pudiera escucharse.
"Partiré con Kanami y el resto del Éufrates con las primeras luces. Mientras no estemos, dependerá de todos
ustedes defender nuestro hogar en caso de que seamos atacados por uno de los cinco".
La pequeña Mira levantó la mano con ternura y esperó a que la llamaran, ya que incluso ella pudo reconocer la
gravedad general de esta situación.
"Pero padre, ¿no ayuda el gran árbol a mantener alejadas a todas las personas malas?"
Abaddon estaba ligeramente impresionado de que su hijo menor pudiera recordar un hecho que le había
contado casualmente.
"Eso es cierto, pero esta vez las personas malas se originan en el mismo lugar que el árbol. Su niebla no
oscurecerá su visión".
Mira asintió en comprensión y bajó la mano y puso una expresión seria.
Mentalmente, ya había comenzado a afilar sus dagas en preparación para el conflicto que se avecinaba.
Abaddon se volvió hacia sus esposas y sus ojos se volvieron un poco más suaves.
"Vuestras cargas pueden ser grandes, mis amores. Pero mi fe en todos vosotros es absoluta, y sé que conduciréis
a nuestros ejércitos a la victoria".
El pecho de las niñas se hinchó de orgullo y juraron que no dejarían que las expectativas de su esposo se
desperdiciaran.
"Valerie, ¿están listos?"
El calderero favorito de la familia entendió de inmediato lo que se le pedía y asintió en respuesta.
"Lo son, pero mi equipo y yo gastamos bastante tiempo haciendo ajustes especiales a la armadura y las armas
del Éufrates.
Como resultado, solo 1000 soldados seleccionados por Absalom tendrán la armadura estándar en esta batalla".
Abaddon no estaba nada disgustado con este resultado y, en cambio, sonrió agradecido a su cuarta esposa.
"Lo has hecho bien. Tendré que recompensarte lo suficiente cuando todo esto termine".
Como de costumbre, Valerie recibió miradas celosas de las mujeres en la habitación, pero en ese momento no
podría haberle importado menos.
¡Lo tendré todo para mí! ¡Esto valió la pena las horas extra en la fragua!
La reunión continuó con Abaddon discutiendo planes para priorizar la seguridad de los ciudadanos, así como el
cierre temporal de ciertos negocios que requerían viajar fuera de las puertas.
Una hora después, finalmente se había discutido todo y Abaddon había despedido a todos menos a su familia de
la sala de estar.
Ahora estaba mirando a sus esposas con una expresión en blanco mientras estaba sentado en el sofá,
sosteniendo su barbilla en su mano.
"Está bien, déjalo. Ustedes chicas están haciendo un gran esfuerzo para mantener sus mentes cerradas, así que
asumo que tienen algo que quieren decirme personalmente".
Independientemente de la atmósfera seria actual que rodea la ciudad, las esposas de repente se volvieron todas
mareadas y nerviosas como si fueran niños pequeños.
Seras fue empujada de su asiento por sus hermanas y arrojada al regazo de su esposo, y su rostro rápidamente
se puso tan rojo como sus ojos.
Ahora que había llegado el momento, en realidad no estaba segura de lo que debía decir.
Las palabras se sentían como si estuvieran atrapadas en la parte posterior de su garganta sin forma de escapar.
Finalmente, renunció a usar sus palabras y en su lugar agarró la mano de su esposo y la colocó sobre su
estómago.
Al principio, Abaddon pensó que solo estaba siendo cariñosa, pero después de unos segundos, sintió que algo
crecía dentro de ella.
"Estás embarazada…" Murmuró con clara incredulidad.
"Parece que ese es el caso..." Ella respondió con una risa incómoda. "Sé que el momento es malo, pero..."
"No seas tonto".
Abaddon envolvió sus brazos alrededor de su esposa y la abrazó como si fuera un tesoro precioso.
"Esto sucedió cuando estaba destinado a suceder. No hay nada bueno o malo".
Seras se relajó en el abrazo de su esposo y todas sus preocupaciones sobre este futuro incierto parecieron
desvanecerse.
"Estás feliz...?" preguntó tímidamente.
"Estoy extasiado, mi amor".
Los dos compartieron un afectuoso beso antes de que el resto de su familia perdiera la capacidad de controlarse
y arrojaran sus cuerpos encima de Abaddon y Seras.
Audrina: "¡Kyaaa! ¡Finalmente tendremos un bebé en la casa!"
Bekka: "¡Estoy esperando a otra chica!"
Apophis: "¡No! ¡Ya me estoy ahogando en estrógeno! ¡Necesito algún tipo de refuerzo!"
Abaddon se rió al sentir el peso aplastante de todas sus esposas e hijos encima de él, y sintió que a pesar de que
estaba siendo aplastado, nunca se había sentido más vivo.
Momentos como estos dieron sentido a su existencia, y ahora más que nunca le recordaban aquello por lo que
luchó.
- El día siguiente
Belphegor caminaba por los pasillos de su castillo, seguido por cuatro de sus generales.
Cada uno de ellos estaba vestido para la batalla, y sus manos temblaban con anticipación mientras salían.
Empujando las puertas dobles de la entrada, el pecado de la pereza caminó tranquilamente afuera.
Esperándolo con las manos entrelazadas a la espalda estaba su sobrino, Abaddon.
El dragón estaba vestido para la batalla, y dos armas estaban plantadas firmemente en el suelo a su lado, una
lanza y una gran espada.
Pero a pesar de su disposición tranquila, el dragón estaba rodeado por la totalidad del ejército de Belphegor y
tenía todo tipo de armas y magia entrenada en su cuerpo.
Belphegor miró los cielos nublados sobre su cabeza.
A pesar de que estaban muy bien escondidos, el señor demonio de la pereza aún podía sentir una pequeña
unidad de alrededor de cincuenta soldados escondida justo por encima de las nubes.
"Tú me elegiste a mí primero... qué problemático".
"De alguna manera, sabía que ibas a decir algo así". Abaddon dijo con una risa seca.
Belphegor sacudió la cabeza y su cuerpo comenzó a flotar hacia arriba. El árbol como un demonio cruzó las
piernas y sostuvo su barbilla en su mano, como si estuviera a punto de ver algo interesante.
"¿Eres consciente de que en realidad te tengo mucho cariño, dragón?"
Es cierto que Abaddon no estaba al tanto de tal cosa y negó con la cabeza.
"Nadie más lo nota, pero yo sí... La pereza prevalece dentro de ti, y todas tus acciones hasta ahora no han sido
más que un medio para un fin..."
Abaddon se sintió sorprendido por la observación de su tío.
Aparte de sus esposas e hijos, nadie más conocía este aspecto de su personalidad.
Todos asumen que es un gran conquistador y líder que siempre está buscando la próxima batalla para pelear o
el reino para fusionarse con el suyo.
Pero en realidad, lo único que buscaba era un futuro en el que no tuviera que hacer ninguna de esas cosas.
Su sueño era llevar una vida tranquila y perezosa, una en la que tuviéramos la libertad de pasar una cantidad
ilimitada de tiempo con sus esposas y poder ver crecer a sus hijos a su antojo.
Era un rey y un guerrero, porque esos eran los dos títulos necesarios para vivir la vida que imaginó.
Tan pronto como ya no hubiera una amenaza sobre su cabeza y tuviera el poder de proteger a sus seres
queridos, planeó pasar un mes entero en la cama, durmiendo junto a las mujeres que más quería.
¿Hay una manera más feliz de ser recompensado por todo su arduo trabajo?
"No voy a pelear contigo, Abaddon... En cambio, pondré mis esperanzas en ti, que crearás un mundo de
verdadero ocio con el que solo puedo soñar...", dijo Belphegor.
"Qué...!?"
"¿¡El rey acaba de decir que no iba a luchar por su trono...!?"
"¿Habla en serio...?"
Surgieron murmullos del ejército de perezosos, ya que ninguno de ellos había esperado que su señor renunciara
tan fácilmente a su trono sin siquiera lanzar un puñetazo.
Evidentemente, Abaddon tampoco estaba preparado para esto y todavía parpadeaba mientras trataba de
procesar todo lo que acababa de suceder frente a él.
"Tú... estás bromeando".
"¿Soy yo...?"
Bajo las miradas estupefactas de los demonios arriba y abajo, Belphegor llevó su mano a su cofre de madera e
hizo un gesto como si estuviera agarrando algo.
Sacó una bola etérea de su pecho que parecía estar latiendo con energía demoníaca.
En su costado había un símbolo verde oscuro que se traducía como 'pereza' y simplemente mirarlo por mucho
tiempo podía poner a aquellos lo suficientemente débiles en un sueño de una semana.
De repente, el cuerpo de Belphegor comenzó a cambiar.
En lugar de un enorme demonio con forma de árbol con un cráneo de oveja por cabeza, se convirtió en un joven
de piel pálida y cabello negro que llegaba hasta el suelo.
Tenía un rostro somnoliento pero hermoso, y las bolsas debajo de sus ojos verde oscuro lo hacían parecer un
hombre que no había descansado lo suficiente en eones.
Los cuernos en la parte superior de su cabeza se parecían más a astas y lo hacían parecer más un reno que un
demonio primordial.
Llevaba túnicas marrones sencillas y extremadamente cómodas, y la tela parecía ser tan suave e inmaculada que
podrían ponerlo a dormir de pie.
"No discutimos la asignación de pecados en la reunión, pero me parece lógico que el que tendrá el título de
'emperador demoníaco' será el que los cargará a todos".
Belphegor extendió su mano y le hizo un gesto a Abaddon para que aceptara su pecado, pero Abaddon
permaneció congelado en su lugar y con una expresión de asombro.
"Tú... ¿realmente estás...?"
"Date prisa y tómalo. Mi brazo se está cansando".
Con Belphegor mostrando su plena intención de entregar su pecado y su corona, los cuatro generales debajo de
él comenzaron a protestar.
"Mi señor, ¿cuál es el significado de esto?"
"¿Cómo puedes revelar tu posición tan fácilmente?"
"¡Puedes luchar y derrotarlo, no hay razón para que hagas esto!"
De los cuatro, Pythias era el que menos estaba dispuesto a aceptar esto, y no pudo evitar sentir que lo habían
traicionado.
"¿Cómo puedes hacer esto...? ¿Sabes lo que me ha hecho este bastardo y, sin embargo, quieres convertirlo en
nuestro emperador...? Esto es imperdonable..."
Antes de que Belphegor pudiera responder, sus ojos se abrieron de par en par cuando una gran espada plateada
gigante atravesó su pecho.
Sangre negra oscura fluyó de sus labios mientras miraba lentamente a uno de sus generales de mayor confianza
con una expresión de pura incredulidad.
"¡Nooo!" Abaddon rugió.
Pythias arrojó casualmente el cuerpo de Belphegor a un lado y tomó el pecado persistente de la pereza para sí
mismo.
¡¡Boom!!
Un pilar de energía verde oscuro salió disparado del cuerpo del caballero de la muerte, mientras ascendía para
convertirse en el segundo señor demonio de la pereza.
Su cabello se volvió de un color plateado grisáceo, y sus ojos se volvieron de un verde mucho más podrido y
enfermizo.
"Pythias, ¿¡qué has hecho!?"
"¡Traicionaste a nuestro señor!"
"¡Tú, monstruo!"
Pythias estaba inquietantemente tranquilo frente a aquellos a los que una vez consideró sus camaradas, y con
un solo movimiento de su mano, sumió a todo el ejército de perezosos en un sueño del que nunca despertarían.
'Tanto poder... Hubiera sido un desperdicio dárselo a ese dragón.'
Se llenó de confianza después de absorber algo tan grande para sí mismo, y su confianza solo aumentó cuando
se dio cuenta de que estaba obteniendo aún más poder de todos aquellos que fueron puestos a dormir por su
magia.
Pythias finalmente sacó su arma de la espalda de Belphegor y apuntó amenazadoramente a Abaddon.
"Ven. Al menos te daré el honor de ver mi rostro antes de que mueras, y luego viajaré a tu casa y reclamaré a
Eris y al resto de tus esposas para mí".
Algo dentro de Abaddon finalmente se rompió mientras retiraba lentamente sus armas del suelo.
Su tío era una cosa, pero la mención de sus esposas era otra.
El odio que sentía por este hombre frente a él estaba a la par del odio que sentía por el mismo diablo.
Abaddon abrió la boca para hablar, pero la voz que salió era mucho más antigua y profunda y claramente no le
pertenecía.
"Tu muerte... haré que sea lo más insoportable posible".

Capítulo 248 ¿Cómo puedo hacerte daño?

Abaddon no creía que estuviera lo suficientemente cerca de su tío como para soltar algo como si fuera a
vengarse de él.
Y si no hubieran tenido esta conversación antes de que todo se fuera al infierno, Abaddon se habría sentido
significativamente menos afectado por la traición de Pythias.
Pero Belphegor había puesto su fe en Abaddon.
Y el señor de los demonios veía a cualquiera que pusiera su fe en él por su propia voluntad como existencias
especiales a las que no les podía ocurrir ningún daño.
El hecho de que fuera Pythias quien hubiera tratado de dañar una de las existencias especiales de Abaddon ya
era más que suficiente para enviar su ira disparada a un nivel poco saludable.
Pero la mención de su amada Eris y el resto de sus esposas fue demasiado.
La ira de Abaddon había alcanzado una altura nunca antes vista, y sabía que ya no se podía saber qué haría.
Mientras retiraba sus armas del suelo, usó su última pizca de racionalidad para advertir a sus subordinados del
peligro que representaría.
'Kanami, esta es una orden absoluta... llévate a tus hermanos lo más lejos que puedas y no regreses hasta que te
haya llamado'.
La líder del Éufrates sintió que una ola de miedo le recorría la espalda, ya que nunca había escuchado a su señor
y maestro sonar más como un demonio que en este momento.
Por encima de las nubes, cincuenta o más presencias desaparecieron del área a la vez sin decir ni siquiera un
adiós.
El caballero de la muerte frunció el ceño al ver lo lento que se movía Abaddon y confundió su tempo con una
señal de cobardía.
"¿Tu dudas?" Pitias se burló. "Entonces con mucho gusto-"
¡Bang!
En un abrir y cerrar de ojos, Abaddon apareció ante Pythias y balanceó su enorme espada a una velocidad casi
cegadora.
Pythias apenas pudo percibir el movimiento aterradoramente rápido del dragón, y le costó mucho esfuerzo
levantar su propia espada a tiempo.
'¡¿El infierno?! ¡¿Por qué es tan fuerte?!

Ahora que Abaddon estaba más cerca, el caballero de la muerte podía ver las escamas oscuras que se habían
formado en su mandíbula y el tercer ojo que se había abierto en medio de su frente.
Pythias había pensado que vería una expresión de gran ira en el rostro de Abaddon, pero en cambio solo había...
¿tristeza?
"¿Qué es esa mirada de- AGHHH!"
Abaddon había usado su lanza libre para apuñalar a Pythias directamente en la pierna, y el caballero de la
muerte soltó un involuntario grito de dolor cuando su cuádriceps fue atravesado por una hoja afilada hecha con
la propia sangre y escamas del dragón.
"Ha pasado tanto tiempo desde que experimenté estos sentimientos... Probablemente no desde que vine a este
mundo..." murmuró Abaddon.
Los ojos de Pythias se abrieron tanto por el dolor de ser atacado como por lo absurdo de las palabras de su
oponente. "... ¿Qué dijiste-"
¡Boom!
Abaddon sintió un disgusto vehemente cada vez que escuchaba las palabras de Pythias entrar en sus oídos, y dio
a conocer sus sentimientos levantando una poderosa pierna y pateando a su oponente directamente en el
estómago.
Pythias salió volando, pero el caballero de la muerte pudo recuperarse rápidamente en el aire y le brotaron dos
alas verdes enfermizas de su espalda.
"¡No más trucos!" rugió.
El caballero de la muerte desató dos poderosos movimientos de su espada y una energía verde brillante brotó
de la punta de su espada.
Abaddon no parecía molesto por el feroz ataque, y simplemente cubrió sus garras con una energía helada azul
brillante.
"Autodesprecio... ha pasado tanto tiempo desde que lamenté mis propias insuficiencias de esta manera... casi me
hace sentir humano de nuevo".
¡Bang!
¡Chocar!
Abaddon atrapó fácilmente los dos ataques que intentaban dividirlo y los aplastó en la palma de su mano.
"En este momento, no podría despreciarme más a mí mismo por mi propio intelecto y experiencia inferiores..."
De repente, el cuerpo de Abaddon comenzó a brillar con una luz ultravioleta cuando activó su último poder de
Tor'Baalos, el segundo rey del abismo.
¡Destello!
Moviéndose a la velocidad de la luz, Abaddon apareció directamente frente a Pythias y agarró su rostro con
ambas manos.
"¡¿Mmph?!"
La luz dentro de sus manos comenzó a brillar más y más, y la piel blanca antes inmaculada de Pythias sufrió
efectos catastróficos.
A diferencia de la luz normal, la luz negra contiene niveles mucho más altos de radiación.
Las habilidades mágicas de Abaddon estaban mejorando aún más este rasgo y, como resultado, ahora estaba
forzando niveles nucleares de radiación mágica directamente sobre la cara de Pythias.
Gritos ahogados llenaron el aire cuando la piel del caballero de la muerte sufrió una severa necrosis y lo despojó
de la visión en ambos ojos.
Empezó a sentir náuseas, delirar y su boca se llenaba rápidamente de su propia sangre negra.
"No conozco suficientes formas adecuadas de lastimarte. Me odio a mí mismo por no estudiar la tortura más
extensamente en ninguna de mis vidas, para poder conocer la manera perfecta de causarte angustia y
despojarte de todo lo que eres".
Pythias comenzó a luchar dentro del alcance de Abaddon, y aunque sus esfuerzos fueron inofensivos, eso no
impidió que Abaddon arrojara al caballero de la muerte al suelo y colocara un pie con garras sobre su pecho.
¡Boom!
A pesar de que el caballero de la muerte estaba delirando, era dolorosamente consciente de que esta situación
era definitivamente una realidad.
Pero esto... ni siquiera debería ser físicamente posible.
Había absorbido el pecado de la pereza, e incluso ahora todavía estaba ganando fuerza lentamente del ejército
que todavía dormía a su alrededor.
Pero por alguna razón... el poder que inundó su cuerpo no fue suficiente ni siquiera para arañar a Abaddon, y
mucho menos desconcertarlo.
Lo que Pythias no se dio cuenta fue que su comprensión del pecado de la pereza era solo superficial.
No tenía idea de cómo utilizar adecuadamente el poder que se le estaba dando, ni entendía que los poderes del
pecado de la pereza eran mucho más que simplemente poner a la gente a dormir.
Pero debido a que no podía dejar de enfocarse en sus terribles heridas que no estaban sanando, no podía
expandir su mente para sacar más del poder del pecado.
Sin mencionar el hecho de que Abaddon ahora era un verdadero dragón.
Son seres que fueron creados literalmente para estar en la cúspide, y un caballero de la muerte de cuarta etapa
en un campo de entrenamiento de un mundo nunca sería suficiente para sacar a uno del lugar que le
corresponde en la cima de la realidad.
Abaddon levantó un dedo con garras hacia el cielo y una pequeña llama se encendió.
A diferencia de su sombrero de llamas anterior, que era de un siniestro color negro y morado, su nueva llama
era mayormente blanca con tenues chispas moradas.
La pequeña llama en la punta del dedo de Abaddon comenzó a crecer más y más, y aunque Pythias ahora estaba
ciego, todavía podía sentir la enorme cantidad de magia que convergía sobre él.
Y para empeorar las cosas, este calor terrible de Dios ya estaba derritiendo su armadura de plata prístina.
"¿¡Q-Qué estás haciendo!? ¡Estás loco!"
Abaddon miró a Pythias con ojos vacíos y sin emociones.
El rostro del caballero de la muerte había quedado completamente arruinado, su piel ahora tenía un color gris
podrido y partes de su mandíbula habían quedado completamente expuestas.
Sus ojos ciegos de color blanco lechoso contenían un nivel inimaginable de locura, pero para Abaddon no era
más que una criatura humilde y lamentable.
"Dado que carezco del conocimiento para torturarte adecuadamente, no tengo más remedio que ser creativo
con tu destrucción".
El fuego en la punta del dedo de Abaddon había crecido tanto en tamaño como en calor, y ya no era exagerado
decir que estaba sosteniendo un sol en miniatura.
Había creado un fuego que era tan terriblemente grande que ahora tenía su propia atracción gravitacional, y si
el dragón no hubiera tenido la presencia de ánimo para proteger al ejército demoníaco cercano, ya habrían sido
absorbidos por su ataque infernal.
Aunque el sol en las manos de Abaddon era lo suficientemente grande como para tocar incluso las nubes, no
tuvo problemas para sostener su peso y era como si estuviera sosteniendo una pluma.
"Infinito Shemesh... caída".
Finalmente, Abaddon dejó caer el sol sobre sí mismo y Pythias, y permitió que el calor abrumador e
indescriptible bañara su cuerpo mientras escuchaba los lamentos angustiados de Pythias.
Normalmente, un ataque de esta magnitud habría reducido al caballero de la muerte a cenizas al instante.
Pero Abaddon consideró que eso era una muerte demasiado fácil y, en cambio, controló sus llamas para quemar
a Pythias lentamente y asarlo vivo.
Quería sentir todo en este momento.
Quería sentir a su enemigo luchar debajo de él mientras su cuerpo se cocinaba más allá del reconocimiento, y se
quemaba hasta las profundidades de su alma.
Abaddon no supo cuánto tiempo pasó escuchando a su enemigo gritar y llorar, ya que finalmente cerró los ojos y
simplemente escuchó como si fuera ASMR.
Eventualmente, se dio cuenta de que ya no podía escuchar nada y que su oponente ya había sido reducido a una
cáscara carbonizada.
"Qué lamentable... ya ha terminado". Murmuró decepcionado.
Abaddon chasqueó los dedos y sus llamas desaparecieron de inmediato, lo que le permitió ver a qué había
reducido su entorno su ataque.
Para empezar, toda la hierba en varias millas se había quemado hasta quedar crujiente, y no pocos pájaros caían
del cielo, muertos por el calor infernal.
Pero, por desgracia, no todo fue malo.
Varias cúpulas negras de sombra se habían erigido apresuradamente en el último minuto para proteger los
cuerpos de los demonios que aún dormían.
¡Whoosh!
De repente, una pequeña bola etérea salió del cadáver carbonizado de Pythias y flotó directamente frente a la
cara de Abaddon, como si le rogara que la reclamara.
"Ughh... eres bastante llamativo, ¿no?"
Belphegor se tambaleó hacia Abaddon agarrándose el abdomen y luciendo como si acabara de despertarlo
bruscamente.
"Estas vivo." Abaddon dijo.
"Soy un demonio que es casi tan viejo como el mismo engañador. Una herida como esta ciertamente no me hace
cosquillas, pero tampoco es suficiente para matarme..."
Belphegor pasó junto a Abaddon y recuperó su pecado original de pereza y se lo ofreció a Abaddon para que lo
tomara.
"No tenía la intención de hacerte luchar por esto, pero de alguna manera terminó de esa manera. Espero que
hayas aprendido la lección acerca de dudar cuando otros te ofrecen regalos".
Finalmente, la ira hirviente de Abaddon se desvaneció y una sonrisa humorística amenazó con estallar en sus
labios.
"De hecho, lo he hecho... No tengo la intención de repetir ese error una vez más".
Abaddon extendió su mano y aceptó el pecado de pereza de su tío sin esperar un momento más.
Cuando la bola etérea pasó a su pecho, sintió una sensación refrescante y relajada que se extendió por todo su
cuerpo, y se sintió como si estuviera flotando en un río lento sin la menor preocupación en el mundo.
"Así que... este es el pecado de la pereza..."

Capítulo 249 Ira gloriosa

Abaddon miró a su alrededor a los cuerpos de los demonios dormidos.
Con una orden mental, los liberó a todos de su sueño interminable y rápidamente comenzaron a moverse.
Pero incluso con este gran poder nuevo en su arsenal, Abaddon no pudo evitar sentirse un poco defraudado.
"Pareces decepcionado. ¿Mi pecado no es lo suficientemente bueno para ti?" preguntó Belphegor con los brazos
cruzados.
Abaddon se dio cuenta de que efectivamente había estado frunciendo el ceño, aunque no por la razón que creía
su tío.
No era que estuviera decepcionado con el pecado en sí, pero estaría mintiendo si dijera que no esperaba que
algo extraño volviera a suceder.
Pero parecía que lo que había sucedido con el pecado de la gula era de hecho algo único en la vida.
"No es eso. Solo estaba pensando en los próximos pasos".
"Mmm..."
Belphegor miró los alrededores de la batalla de Abaddon con Pythias.
Su sobrino ciertamente era poderoso, y sus llamas eran como las del mismo rey dragón, capaces de quemar
magia y almas por igual.
Belphegor no pudo sentir rastros persistentes del traidor caballero de la muerte, lo que confirma que había sido
borrado por completo sin esperanza de reencarnación.
Pero aun así... sus hermanos y su hermana tenían mejores trucos que este.
Esperaba que su sobrino tuviera más guardado de lo que acababa de mostrarse, o de lo contrario, las
posibilidades de que se convirtiera en el gobernante indiscutible de los demonios eran escasas o nulas.
"¿Que vas a hacer despues?"
Abaddon pensó en su respuesta por un momento y pudo llegar rápidamente a una conclusión.
"Vamos a encontrar..."
- Dos días después
Kassogtha es el nombre de una de las ciudades más bellas de todo Dola.

Ubicada cerca del mar en el continente demoníaco de Samael, esta ciudad portuaria única en su tipo está
inspirada en grandes templos de alguna religión desconocida, y es un destino bastante infame.
A pesar de su hermoso paisaje, esta ciudad es un hervidero de todo tipo de carteristas y ladrones.
No era raro que los viajeros vinieran aquí en busca de un lugar para descansar y luego se fueran con poco más
que su ropa interior.
Pero, de nuevo, ¿qué se podía esperar de una ciudad gobernada por la reina de la envidia?
Si veía algo que otros tenían y que ella quería, lo tomaría sin pestañear.
¿No era ese su derecho divino?
¿Quién merecía todas las mejores cosas del mundo más que ella?
Esta era una filosofía que ella predicaba con entusiasmo y que se había abierto camino en los corazones y las
mentes de todos sus seguidores.
En esta hermosa ciudad junto al mar, Leviatán había construido un paraíso a su propia imagen donde ella era la
única deidad y tenía todo lo que siempre había querido en la punta de sus dedos.
Y ahora, ese paraíso estaba actualmente en llamas y en ruinas.
Gritos y nubes de humo llenaron el aire cuando Kassogtha fue destruido por el ejército de la ira y todos los
ciudadanos supervivientes fueron asesinados a espada.
Mientras su ejército estaba ocupado reduciendo esta tierra a escombros, Satanás miraba a su hermana con una
mirada aburrida.
"Vamos, Lev. Conoces las reglas, necesito oírte decirlo".
Leviatán estaba siendo sostenido en el aire por su cuello, su apariencia anteriormente hermosa ahora era poco
menos que terrible.
Su rostro estaba magullado y ensangrentado, y su largo cabello negro ahora estaba enmarañado con tierra y su
propia sangre.
Pero lo más horrible de todo era que le faltaban ambos brazos.
Satanás los había arrancado limpiamente en el hombro y casualmente los descartó mientras comentaba cómo
esta apariencia era mucho más adecuada para su hermana.
Después de todo, ella tenía la mitad inferior de una serpiente, entonces, ¿qué tenía de malo?
"Ya te he concedido loco bastardo..." dijo Leviatán con voz ronca. "Que mas quieres de mi...?"
"Ah, eso es simple".
Wrath de repente usó su mano libre y clavó sus garras en el espacio donde solía estar el brazo izquierdo de su
hermana.
Su acción le valió un grito de dolor desgarrador por parte de ella, y acercó su rostro sollozante al suyo y la miró
a los ojos con una mirada llena de locura.
"¡Quiero que declares que mi ira es superior! ¡Cántalo en voz alta para que toda la creación lo escuche, que no
hay nadie por encima de mí que sea el avatar del odio!"
La propia ira de Leviathan surgió de una burla tan flagrante y sintió como si su derrota se hubiera vuelto
significativamente más exasperante.
Cuando Satanás sintió que la emoción demasiado familiar fluía de su hermana en oleadas, respiró
profundamente como si estuviera inhalando un perfume tentador.
"¡Qué GLORIOSO! ¡El odio hacia nosotros, seres superiores, es verdaderamente diferente a cualquier otro! Dime
hermana, ¿qué es lo que más te enoja de este momento? ¿Es tu falta de habilidad? ¿Es el dolor? ¿O es porque he
destruido todo?" de tus pequeñas baratijas??"
Como respuesta, Leviatán escupió una bocanada de sangre directamente a la cara de su hermano.
A Satanás pareció gustarle aún más esta respuesta, y la sonrisa malvada en sus labios se estiró a una proporción
antinatural.
"Es bueno que permanezcas intacta, hermana. Ya que no puedo matarte, ¡haré que desees estar muerta en su
lugar!"
"Haz lo peor..."
Satanás levantó la mano y una energía de color rojo oscuro comenzó a arremolinarse en su palma.
"Qué desagradable".
Tanto Leviatán como Satanás se detuvieron cuando escucharon una voz muy familiar.
Rápidamente buscaron la fuente, pero no encontraron nada.
Satanás sintió que podía sentir la ubicación de Abaddon, pero en un momento estaba en un lugar y al siguiente
estaba en otro.
"¿Por qué no puedo verte, enana?" Satanás preguntó bruscamente.
"Obviamente porque no quiero que lo hagas".
Este no era un poder nuevo para Abaddon, sino que era otra aplicación de una habilidad que ya tenía.
Usando la manipulación de la gravedad, estaba doblando la luz a su alrededor para que no tocara su figura y lo
hiciera invisible como resultado.
Si bien era una habilidad divertida, era un poco exigente ya que se movía constantemente y tenía que asegurarse
de que la luz se reflejara continuamente en el exterior.
Estaba planeando encontrar algún tipo de criatura camaleónica para comer y hacer este proceso aún más fácil,
pero dadas las limitaciones de tiempo, tenía que trabajar con lo que tenía por ahora.
¡Rebanada!
De repente, el brazo de Satanás que sostenía a su hermana fue cortado limpiamente y ella cayó al suelo.
En un abrir y cerrar de ojos, una fuerza invisible la empujó hacia arriba y flotó delicadamente en el cielo.
Satanás se encendió en su brazo que ya se estaba curando, antes de girar la cabeza hacia el intruso no deseado.
"¿Quién eres tú para interponerte en mi lucha? No he roto nuestro tratado ni la he matado".
En lo alto del cielo, Abaddon sostenía a su maltratada tía entre sus brazos, sentada con las piernas cruzadas
sobre el lomo de una langosta muy grande.
"Ciertamente no lo has hecho, pero debo confesar que encontré este espectáculo completamente bárbaro. Y
contra tu propia hermana nada menos".
"¡Ella apenas necesita que la mimes! ¡Con el tiempo suficiente, sanará de esas heridas sin ningún problema!"
Abaddon colocó a su tía en la parte trasera de su montura y desembarcó usando sus alas. "Puedo asegurarte que
esto no es un mimo. Simplemente no creo que uno deba tratar a la familia de esta manera. Incluso si somos
demonios".
El brazo de Satanás finalmente había terminado de volver a crecer, y se tomó un momento para flexionar sus
extremidades y asegurarse de que todo funcionara bien.
"¿Debo tomar esto como que declaras tu intención de tomar su lugar? No hay razón para apresurarse. Tenía la
intención de ir a buscarte más tarde antes de pasar al hermano mayor".
"Qué conmovedor..."
Abaddon extendió sus manos y sacó dos armas, aparentemente de la nada.
Una gran espada gigante que era casi del tamaño de su propio cuerpo, y una lanza negra con una punta de púas.
"Pero no tengo intención de ser derrotado. Incluso si eres un semidiós, soy yo quien avanzará a través de ti en
mi camino hacia adelante".
Por un momento, Satanás hizo una expresión como si no pudiera creer lo que escuchaba.
Pero después de permitir que las palabras de Abaddon se asimilaran, echó la cabeza hacia atrás y soltó una
ronda de risas alegres que resonó en toda la caótica noche.
"¡HAHAHAHAHAHAHA! ¡ESTO ES MARAVILLOSO! ¡ASÍ ES EXACTAMENTE CÓMO DEBE SER UN HOMBRE!"
La risa de Satanás había llamado la atención de todo el ejército de la ira.
En un abrir y cerrar de ojos, Abaddon se había visto rodeado por más de dos millones de demonios sedientos de
sangre, cada uno de ellos ansioso por ver a su rey derrotar a otro enemigo.
"Tus palabras son prometedoras, cachorro, pero presta atención a esto...", dijo Satanás con condescendencia. "El
poder no se puede fingir, ni se puede imitar. Tus éxitos hasta ahora se te han subido a la cabeza y, como
resultado, ¡ya no eres capaz de ver la brecha absoluta que hay entre nosotros!"
Satanás de repente extendió sus manos y dirigió su atención a su multitud de adoradores.
"Ahora, mis esclavos del odio, miren con cuidado, mientras traigo de rodillas a otro que es considerado mi igual.
¡Probando una vez más que solo yo soy digno de ser su emperador!"
Los vítores emocionados y las demandas de sangre resonaron por toda la ciudad en ruinas, y el mismo Satanás
disfrutó de toda la sed de sangre desbordante que podía sentir de aquellos debajo de él.
"Me temo que estarán demasiado ocupados tratando de aferrarse a sus propias vidas en lugar de ver qué sucede
con la mía", dijo Abaddon de repente.
"¿Qué?"
Abaddon giró su cabeza hacia el cielo oscuro sobre su cabeza, justo a tiempo para ver varias figuras vestidas de
oscuro estallar entre las nubes.
Cada uno estaba montado en las espaldas de las mismas extrañas bestias en las que había aparecido, y vestían
armaduras oscuras y máscaras horribles.
A la cabeza, Kanami vestía una armadura con un peto rojo brillante, un símbolo que significaba que solo ella
estaba lo suficientemente cerca del rey rojo para usar sus colores divinos.
Mientras descendía del cielo a una velocidad vertiginosa, se volvió hacia sus hermanos por última vez para
darles la motivación que tanto necesitaban.
"¡Esta es la primera vez que luchamos junto a nuestro dios! No lo deshonrarás con tus muertes o fracasos, ¿¡está
claro!?"
"¡SI HERMANA!"
"¡Bien!"
Kanami se puso de pie sobre la espalda de su langosta y escogió un área debajo donde una masa de demonios se
amontonaba en un grupo.
Desenvainando su espada de su espalda, dio un salto en el aire y cayó libremente por el cielo sin soltar sus alas.
Como la segunda al mando de su dios, la carga sobre sus hombros era significativamente mayor que la de los
demás.
Todas sus acciones tenían que ser acordes con Abaddon, y cualquiera que se opusiera a ella posteriormente
también se opondría a él y, como resultado, no se le podía permitir que se mantuviera de pie.
Pero debido a que Abaddon no quería colocar solo una carga sobre sus hombros sin honor adicional, se encargó
de enseñarle una técnica de su propio arsenal, y Kanami, por supuesto, la había practicado religiosamente.
"Arte de la espada de la luna caída: el descenso cruel de la luna".
La enorme gran espada plateada de Kanami comenzó a brillar con una espeluznante luz blanca, mientras caía en
picado hacia la tierra con su espada apuntando hacia el suelo.
¡¡¡BOOOOMMMMM!!!
La hoja resplandeciente de Kanami se deslizó en el suelo como si estuviera hecha de mantequilla, y una vez que
estuvo enterrada hasta la empuñadura, una explosión cegadora de luz de luna blanca surgió del área a su
alrededor.
Cuerpos y trozos de tierra volaron en todo tipo de direcciones, y el resto del Éufrates se aprovechó de inmediato
del caos y comenzó su propia embestida, ya sea eliminando al ejército de la ira de la parte trasera de sus
monturas o desembarcando y luchando junto a ellos.
A pesar de que su ejército estaba actualmente sitiado por un pequeño escuadrón de solo cincuenta soldados,
Satanás no parecía molesto en lo más mínimo e incluso parecía levemente impresionado mientras aplaudía sus
esfuerzos.
"Bueno, ¿qué sabes? ¡Parece que has traído algunas cosas buenas contigo!"
Capítulo 250 Abaddon vs. Satanás y esposas vs.

¡Mamón!
Abaddon no apartó los ojos de Satanás mientras flotaba en el cielo, ya que sintió que en el momento en que lo
hiciera, el pecado de la ira cerraría la brecha entre ellos.
"Contrariamente a tu creencia, Abaddon, no podrás derrotarme". Satanás dijo con calma. "¿Entiendes por qué?"
¡Bang!
En un abrir y cerrar de ojos, Satanás apareció directamente frente al dragón y lo golpeó con fuerza en la
mandíbula.
Abaddon salió volando y su cuerpo se estrelló contra el mar turbulento a poca distancia.
Satanás miró la sangre en su puño y sintió una energía desagradable que surgía de su interior.
"Ustedes, los habitantes del abismo, siempre tienen tantos trucos sucios. Y dicen que yo soy el vergonzoso".
murmuró mientras se limpiaba la sangre de sus pantalones.
¡¡BOOOOMMM!!
De repente, Abaddon emergió del mar, montando una enorme ola roja.
Al mezclar su sangre con el agua de mar, pudo extender su control a límites prácticamente insanos.
La ola masiva de repente se endureció y tomó una forma sólida, y una oleada de lanzas sangrientas comenzó a
llover sobre Satanás.
"Llamativo."
¡Bang!
Con un golpe de su mano, Satanás destruyó casualmente cada espada que pretendía atravesarlo, y una lluvia de
sangre cristalizada cayó sobre la tierra como una lluvia de rubíes.
Abaddon saltó de la ola en el último segundo y usó la manipulación de la gravedad para multiplicar su peso por
cien, y balanceó su espada con la intención de dividir a Satanás por la mitad.
"Es por eso que no puedes derrotarme, porque todavía dependes de estas desventajas innecesarias".
¡¡Bang!!
Satanás atrapó fácilmente la espada de Abaddon, y la única señal de daño de su poderoso ataque fue el suelo que
se había agrietado debajo de ellos, y una delgada línea de sangre goteando de la palma del rey de la ira.
"Confías en el armamento y la magia, y para alguien como yo, esas cosas no son más que una forma de resaltar
tus propias deficiencias. ¡No llevo armas porque no hay espada más grande que yo!"
De repente, Satanás agarró a Abaddon por el cuello y lo tiró al suelo con fuerza.
Abaddon tosió una bocanada de sangre mientras se volvía a poner de pie.
Sin duda, Satanás no se parece a nadie contra quien haya luchado.
Esta batalla sería dura, pero por el bien de su familia que lo amaba, y sus subordinados y ciudadanos que lo
admiraban, tenía que superar este desafío.
Abaddon respiró hondo y arrojó ambas armas a un lado.
Justo ante los ojos de Satanás, Abaddon se transformó en un demonio de cuatro brazos con piel negra como la
tinta y tatuajes de color púrpura brillante.
Un tercer ojo se abrió directamente en el medio de su frente, y ardió con tanta determinación como los dos
debajo.
Satanás sonrió cuando vio la expresión de odio de su oponente, y extendió sus manos en un gesto de señas.
"¡Vamos, cachorro! ¡¡Te mostraré de nosotros dos quién es el arma más grande!!"
"¡Lo odio tanto!"
"Hermana, no lo dices en serio".
"¡Yo sí y no cambiaré de opinión! ¡¡H-Él me ha hecho tan débil!!"
De vuelta en casa en Luxuria, Seras estaba siendo consolada actualmente por todos los miembros de su familia.
El embarazo fue... bastante difícil para el hermoso híbrido.
Ella esperaba que pasaría bastante tiempo antes de que comenzara a experimentar los síntomas, pero imagine
su sorpresa cuando se despertó la mañana después de que su esposo se fue y su estómago aparentemente se
había inflado.
Para empeorar las cosas, sus pechos estaban sensibles y los pies le dolían, y las sirvientas trillizas habían estado
trabajando horas extras para satisfacer sus extraños y aterradores antojos de comida.
Sin mencionar que de alguna manera estaba simultáneamente exhausta más allá de lo imaginable y lo
suficientemente cachonda como para que el mero recuerdo del sexo con su esposo fuera suficiente para darle un
pequeño orgasmo.
Se sentía gorda, siempre sin aliento, y sus cambios de humor alternaban entre los abrazos infantiles y el llanto
enojado.
Actualmente, su estado de ánimo estaba estancado en algún punto intermedio mientras se aferraba a su único
hijo por el cuello, mientras el resto de su familia intentaba desesperadamente calmarla.
'Padre, nunca creí que diría esto, pero estoy empezando a desear no haber nacido'. Apofis pensó mientras veía a
su madre llorar sobre su túnica mientras le aplastaba la tráquea con su bíceps.
"¡Lo extraño mucho y tiene el descaro de no estar aquí! Puede clonarse a sí mismo, ¿por qué no pudo dejar al
menos uno atrás?" Seras gimió.
Lisa y Eris se movieron al lado de Seras y comenzaron a darle palmaditas tranquilizadoras.
Los dos habían sido indispensables durante todo este calvario, pues uno ya tenía experiencia en este tipo de
asuntos y otro era la encarnación de la ternura y el calor.
Eris: "Sabemos que lo extrañas, hermana, pero debes recordar que dividirse hace que sus poderes se debiliten".
Lisa: "Y actualmente se enfrenta no a uno, sino a cinco semidioses. Nuestro marido necesita toda la fuerza que
pueda conseguir".
Seras sollozó mientras se limpiaba los ojos llorosos y se miraba el estómago.
"Lo sé... lo extraño mucho y estoy muy preocupada... el bebé está creciendo muy rápido y me aterroriza que no
llegue a casa a tiempo para el nacimiento..."
Todos los miembros de la familia se miraron entre sí, y ninguno de ellos parecía tener una respuesta de por qué
el embarazo de Seras estaba progresando tan rápido.
Pero por lo que parece, Seras daría a luz al final de la semana.
Lailah: "Volverá, Seras. No tienes que preocuparte".
Valerie: "Así es, sabes que él no es el tipo de hombre que se pierde algo así".
Audrina: "¿Ahora puedes liberar a nuestro hijo? Solo se supone que su cabello es morado, no su cara".
Seras finalmente miró hacia abajo y se dio cuenta de que efectivamente había estado estrangulando al pobre
imoogi, y rápidamente lo soltó y le permitió recuperar el aliento.
"¡Ah! ¡Lo siento, hijo mío!"
"No pienses en eso, madre". Respondió con voz ronca.
Sigilosamente se abrió camino para pararse junto a Audrina, la madre responsable de salvarle la vida en este
momento.
"Tal vez necesitas un poco de aire fresco, ¿eh?" sugirió Bekka. "Todos podemos ir al árbol y podemos hacer un
pequeño picnic".
"Ah... Supongo que sería bueno". Seras pensó después de asentir por un momento.
"¡Genial! Podemos preguntarles a los trillizos si quieren venir-"
Justo cuando la familia estaba a punto de terminar de finalizar sus planes, todos pudieron sentirlo.
Varios millones de demonios se acercaban desde más allá de la niebla, y lo hacían a una velocidad bastante
rápida.
"Supongo que vamos a tener que poner ese picnic en espera". Audrina buscó en su armario y sacó su propia
armadura especial hecha con las escamas de Abaddon.
Se decidió que esta vez lideraría las fuerzas del ejército, y estaba más que emocionada de finalmente mostrarle a
la familia de lo que era capaz.
El resto de las esposas buscaron en sus propios armarios y se prepararon para seguir su ejemplo.
Pero cuando notaron que alguien se estaba preparando y no debería haberlo hecho, sus corazones se
desplomaron colectivamente.
"Mami... ¿qué estás haciendo?" Mira preguntó preocupada.
"Ah, solo estoy buscando mi lanza, cariño. ¿La has visto?" Seras dijo casualmente.
"¿Y por qué diablos necesitas algo así?" Valerie preguntó mientras se frotaba las sienes.
"Estamos siendo atacados. ¿No es obvio?"
"¡¡ESTAS EMBARAZADA!!" Todos recordaron en voz alta.
De repente, Seras hinchó las mejillas y comenzó a mirar a su familia. "¿Entonces? ¿Están diciendo que soy
demasiado débil para pelear? ¡¿O que soy INCAPAZ DE HACER ALGO POR MÍ MISMO?!"
Las paredes temblaron por el sonido de la voz retumbante de Seras, y su familia colectivamente retrocedió con
miedo.
Estaban más aterrorizados por Seras que por el ejército de afuera, y en silencio negaron con la cabeza con la
esperanza de que ella se calmara.
"¡Bien! ¡Entonces los veré a todos en la puerta!"
Seras salió rápidamente de la habitación después de encontrar su arma, dejando atrás al resto de los Tathamets,
atónitos en un silencio espantoso.
Audrina: "Me aseguraré de que ella no se esfuerce demasiado, así que... es absolutamente imperativo que el
esposo no se entere de nada de lo que sucede hoy..."
No hace falta decir que todos entendieron sus preocupaciones y todos asintieron en silencio, mientras decían
una pequeña oración por el ejército de invasores demoníacos.
'Que Asherah tenga misericordia de sus almas...'
Fuera de los muros de Luxuria, se podía ver a Mammon conduciendo a más de doscientos mil demonios hasta la
puerta principal.
Una vez que estuvo a unos 200 metros de distancia, entrecerró sus ojos amarillos cuando se dio cuenta de que
no podía sentir a Abaddon dentro de la ciudad.
"Debería haberme imaginado que no sería como ese orgullo bastardo y permanecería en un lugar.
Probablemente ya esté librando una guerra con los demás..."
"Entonces, ¿qué haremos, mi señor? ¿Le gustaría salir y buscarlo?" preguntó un general.
Belphegor entrecerró los ojos cuando sintió miles de presencias que salían de las puertas.
"No... parece que hay un poco de trabajo que hacer aquí primero".
Las gigantescas puertas de acero de la ciudad finalmente se abrieron y los miembros de la familia real salieron
confiados, seguidos por 1.000 soldados rabisu y otros 10.000 soldados regulares.
Lusamine, Hakon, Absalom, Stheno e incluso Malenia estaban entre los altos mandos presentes, y cada uno de
ellos miraba el pecado de la codicia con miradas que podían matar.
"¿Es así como piensas pagarle a mi amado por hacerte rico? ¿Apuñalándolo por la espalda mientras está fuera?"
Audrina preguntó deliberadamente.
"No conviertas esto en algo que no es". Mammon dijo mientras agitaba su mano.
"¡Es natural que aquellos que tienen el poder posean todos los tesoros más valiosos del mundo, y permitir que
Abaddon mantenga el control de una ciudad tan próspera sería nada menos que una blasfemia!
Sé que ustedes, chicas, lo aman, pero no hay forma de que un ser de la segunda etapa pueda competir contra los
semidioses. Si es un verdadero dragón o no, hace muy poca diferencia para una brecha tan grande como esta. "
Extendió los brazos en un gesto de invitación y sonrió como si acabara de tener la mejor idea en la historia del
pensamiento independiente. 𝚛nn𝚛ea𝚛.c𝚛m
"¡Les haré un trato, chicas! Si me entregan la ciudad sin hacer un escándalo, me aseguraré de que su nivel de
vida no decaiga".
"No esperas seriamente que estemos de acuerdo con eso, ¿verdad?" Seras dijo mientras entraba a la vista.
Mammon se encogió de hombros como si hubiera hecho su mejor esfuerzo en las negociaciones. "Las mujeres
marcadas por el pecado de la lujuria siempre son tan irracionalmente leales. Esperaba que todos ustedes fueran
más inteligentes pero..."
Mammon finalmente se tomó un momento para analizar a Seras con cuidado y se dio cuenta de que se veía un
poco diferente de su apariencia habitual.
A pesar de que su estómago estaba actualmente oculto debajo de un vestido chino blanco sin mangas, todavía
podía ver un bulto pequeño pero notable.
El embarazo no podía ser posible, ya que la unión entre dos criaturas poderosas como un dragón vampiro y un
dragón demoníaco debería tardar cientos de años en ocurrir, por lo que solo quedaba una explicación posible.
"Ciertamente has cambiado un poco, pequeño berserker... ¿Cómo lo llaman de nuevo? ¿Peso de relación feliz?"
Tan pronto como la palabra salió de los labios de Mammon, deseó poder retractarse.
Seras parpadeó varias veces con incredulidad, antes de que todo su cuerpo comenzara a temblar y una columna
de miasma rojo oscuro saliera disparada de su cuerpo y perforara el cielo púrpura de arriba.
La energía que fluía de ella era tan terrible y horrible que incluso su familia tuvo que dar un paso atrás, y varios
miembros de su ejército se desmayaron por completo.
"Qué fué lo que me dijiste...?"
Mammon buscó a tientas dentro de su mente una excusa, pero finalmente no pudo encontrar nada. "Erm, bueno
yo-"
"Callarse la boca."
Seras apuntó su lanza a Mammon y todo su ejército y los miró peligrosamente con ojos vacíos y sin alma.
"Ninguno de ustedes dejará este lugar con vida. Voy a arrancarles la cara a todos".
Capítulo 251 Batallas sangrientas

Tan pronto como las palabras salieron de los labios de Seras, su familia supo que no serían capaces de detener
lo que estaba por venir.
Nunca antes habían visto este nivel de sed de sangre en ella, y ya era difícil mantenerla contenida y en secreto
dentro de la casa.
Ahora que Mammon literalmente había presionado su botón nuclear, ya no había una fuerza en Luxuria capaz
de mantenerla contenida y estable.
Evidentemente, Mammon también podía sentir el peligro turbulento que ahora enfrentaba, ya que su rostro
bulboso y rojo ahora estaba goteando sudor.
Seras dio un solo paso adelante y desapareció de la vista de todos.
"¡Ella viene!" Mamón advirtió.
El demonio de piel roja conjuró una cúpula de tierra para protegerse a sí mismo y a sus generales más cercanos
a él.
¡Bang!
Una punta de lanza de color rojo brillante atravesó la parte superior de la cúpula terrenal de Mammon, y sus
ojos casi se salen de su cráneo cuando el arma de repente comenzó a moverse y licuarse.
'¡No es bueno!'
Abriendo una salida dentro de la cúpula, Mammon rápidamente arrojó su cuerpo fuera de ella justo cuando
varios proyectiles como agujas volaron en todas direcciones.
Sus generales no fueron lo suficientemente rápidos para evitarlos, y pronto el aire se llenó con el sonido de sus
gritos cuando fueron atravesados por todas partes.
Mammon no sabía si sobrevivirían y en este momento realmente no le importaba.
Su único interés era capitalizar este momento, por lo que no podía preocuparse por algo tan innecesario.
Sers estaba actualmente de pie sobre su cúpula de tierra, con una mirada de pura locura en su rostro y con su
lanza aún incrustada en la tierra.
"¡Basta de juegos, perra loca!"
Mammon manipuló la cúpula convirtiéndola en pilares puntiagudos que perforaron las piernas de Seras hasta
los muslos.
La sangre fluía de sus heridas como un río, y ahora estaba firmemente encerrada en su lugar.
Entonces, ¿por qué Mammon no se sentía más seguro?
Por primera vez, la expresión enloquecida de Seras se quebró y fue reemplazada por una sonrisa frenética que
reveló todos sus dientes puntiagudos.
"Perfecto. No me habría sentido tan satisfecho si no hubieras luchado antes de morir".
Fue en ese momento que Mammon recordó que Seras era un verdadero dragón al igual que su esposo.
E incluso si todavía había una gran cantidad de cosas que tenía que aprender para ser una, el peligro que
representaba era significativo.
Seras flexionó sus poderosas piernas y los pilares de tierra que la empalaban se hicieron añicos como vidrio
sobre concreto.
Sus heridas comenzaron a sanar a una velocidad visible a simple vista, y saltó de la cúpula terrenal mientras se
dirigía directamente hacia Mammon.
"¡¡No te acerques a mí!!" Rugió cuando su cuerpo comenzó a brillar con un poder rojo apagado.
¡¡¡Boom!!!
La tierra debajo comenzó a retumbar, y manos gigantes hechas de tierra se levantaron del suelo con la intención
de aplastar a Seras como una mosca, pero sus esfuerzos resultaron ser completamente ineficaces.
Seras, todavía muy embarazada, rompió cada mano que incluso se acercó a ella solo con su aura, y era muy fácil
decir que esta batalla la estaba excitando hasta el punto de no retorno.
Escamas oscuras del color de la sangre seca comenzaron a formarse en el lado izquierdo de su cuerpo, y el color
de sus ojos cambió de un hermoso rojo a un ilustre amarillo con esclerótica negra.
"¡Creo que acabo de sentir la patada del bebé! ¡Es tan maravilloso que ya sea un luchador como sus padres!"
Seras dijo con locura.
"¡¿Bebé?!" Mamón lloró.
¡¡Boom!!
El pie de Seras chocó con la cara roja y bulbosa de Mammon y lo envió volando hacia atrás varios pies, justo a los
pies de su ejército.
"¿Sentiste eso, mi pequeño guerrero? Mami también puede patear, ¿ves?" Dijo mientras se frotaba la barriga
felizmente.
Mammon levantó su cuerpo bulboso del suelo y miró a todos sus subordinados asustados.
"¡¿Qué diablos estáis haciendo?! ¡Mátenla, ahora!"
Los miembros del ejército de la codicia echaron un vistazo a Seras e inmediatamente sintieron que querían
volver a casa, pero ahora Seras estaba demasiado emocionado como para permitirles siquiera considerar huir.
"Puede ser un viaje un poco accidentado desde aquí, mi bebé, ¡pero trataré de asegurarme de que estés lo más
cómoda posible!"
Una vez que le dio al niño dentro de su estómago un buen aviso, saltó hacia atrás en medio de la batalla y
comenzó a cortar demonios de izquierda a derecha.
El ejército de la codicia no estaba en gran medida preparado para un ataque tan feroz, y Seras se deleitó con el
derramamiento de sangre mientras los desgarraba miembro por miembro.
Su risa maníaca se podía escuchar todo el camino en la puerta donde el resto de su familia y el ejército aún
esperaban, incapaces de apartar la vista de la carnicería frente a ellos.
"Mis reinas... ¿La Reina Seras no está embarazada?" preguntó Absalón.
"No, ella es." Lailah respondió secamente.
"Entonces... ¿no deberíamos evitar que someta su cuerpo a una prueba tan extenuante?"
"Por supuesto que deberíamos". Bekka dijo asintiendo.
"Entonces..."
"¿Pero quieres ser tú quien le diga que deje de divertirse? ¿O sugerirle que no debería vengarse del hombre que
la llamó gorda?" preguntó Audrina.
Absalom y sus hermanos vieron a Seras arrojar su lanza sobre su hombro y comenzar a usar sus garras para
clavarse en los cráneos de los demonios y arrancarles la cara.
Tal como ella prometió que lo haría.
"... Creo que un subordinado debe permanecer en el lugar de un subordinado". Absalón decidió.
A su lado, sus dos hermanos asintieron con la cabeza y decidieron no interferir en este asunto en absoluto.
Todos querían participar en esta batalla junto a ella pero... honestamente estaban aterrorizados de lo que haría
si se interponían en su camino.
De vuelta en el campo de batalla, Seras se estaba divirtiendo más que nunca en toda la semana mientras
disfrutaba bañándose en la sangre de sus enemigos.
A estas alturas, todos los demonios estaban absolutamente aterrorizados tanto por el aura que emitía como por
el temible baño de sangre que se estaba exhibiendo, y ya no podían hacer nada más que quedarse quietos con
miedo mientras esperaban su propia muerte brutal.
'Qué monstruo... Estaba tratando de evitar dañar el área, pero parece que será inevitable.' pensó Mamón.
Cerrando los ojos, un poder ominoso y oscuro comenzó a filtrarse de su enorme cuerpo y entró en el suelo bajo
sus pies.
¡Retumbar!
El suelo comenzó a temblar violentamente, y parecía que la ciudad cercana se iba a derrumbar, cuando de
repente se abrió un abismo gigante en medio del campo de batalla.
Era casi insondablemente profundo, ya que incluso se podía ver el rojo fundido del núcleo del planeta.
Casi de inmediato, los demonios comenzaron a caer en picado hacia la muerte.
"Mi señor, ¿por qué?"
"¡Ayúdame!"
"¡N-no tengo alas!"
Mammon lo encontró lamentable, pero sabía que la única oportunidad que tenía de derrotar a Seras era si la
sellaba dentro de Dola.
Como necesitaba que el dragón vampiro permaneciera distraído, no tuvo más remedio que usar su ejército
como cebo.
Haría uno nuevo una vez que se hiciera cargo de Luxuria y muy probablemente sería muy superior a estos
tristes tontos que tenía ahora en su ejército.
Cuando Seras vio que la tierra comenzaba a abrirse debajo de ella, su primer instinto fue sacar sus alas y volar
hacia arriba.
Pero justo cuando se preparaba para hacerlo, dos grandes trozos de tierra golpearon sus omóplatos y quedaron
pegados en su lugar, impidiéndole desplegar sus hermosas alas rojas.
"... ¿eh?"
Seras cayó al abismo de abajo, junto con los otros restos del ejército de Mammon que gritaban.
Una vez que el demonio de la codicia vio que su oponente había caído dentro, juntó las manos para terminar de
sellar.
"¡Lo siento por el niño, pero haré lo que se debe hacer!"

Los latidos del corazón de Mammon iban a mil millas por minuto mientras miraba el suelo cerrarse con Seras
adentro.
Solo cuando desapareció el último crujido dejó escapar un suspiro de alivio.
'Verdaderos dragones... incluso un bebé como este es tan problemático'.
Limpiándose la frente roja de sudor, volvió su atención al pequeño ejército que lo esperaba en la puerta.
'Eso es... extraño... Había pensado que estarían más molestos.'
Mientras recibía miradas de odio, en su mayoría eran de sus subordinados y no de los mismos Tathamets.
¿Era casi como si supieran algo que él no?
Retumbar.
De la nada, el suelo de repente comenzó a temblar una vez más, y Mammon sintió que se le caía el corazón a los
pies.
BOOOOOOOOOOMMMMMMMMMM!!!!!
El polvo y los escombros volaron por todas partes cuando un dragón horrible se arrastró desde la tierra como
un demonio que escapa de las profundidades del infierno.
Después de convertirse en un verdadero dragón, Seras era mucho más grande y aterrador.
Anteriormente era mucho más pequeña, de unos cincuenta metros de altura.
Pero después de convertirse en un verdadero dragón, se disparó hasta unos ochenta metros.
La vista de su enorme cuerpo rojo sangre y sus horribles ojos negros fue más que suficiente para hacer que
incluso los guerreros más curtidos en la batalla huyeran asustados.
Al igual que su esposo, sus alas ahora eran lo suficientemente grandes como para tapar el cielo y de repente
parecía como si el día se hubiera convertido en noche.
Seras estaba mirando a Mammon con una mirada que podía matar, y el demonio inconscientemente retrocedió
con miedo.
Su voz enloquecida e infantil comenzó a resonar en su mente, y aunque ella no había hecho nada especial, sintió
como si su voz lo volvería loco.
'Tú... intentaste terminar mi tiempo de juego... ¡Odio cuando la gente intenta terminar mi tiempo de juego!'
Finalmente, Mammon cayó de rodillas con lágrimas de sangre corriendo por su espantoso rostro rojo.
"Por favor.... Perdona-"

BOOOOOOOOOOOMMMMMMMMMMMMMM!!!!
- 2 días después
Hay una cierta historia en la tierra que a Abaddon le gustaba especialmente antes de transmigrar aquí.
En esa historia, hay una cierta línea de palabras que no entendió en su primera lectura.
Pero mientras luchaba contra Satanás, estas palabras resonaban en su mente cada vez que lo tiraban al suelo.
'Aquel en quien se deposita la esperanza nunca puede descansar...'
'Hasta que cumpla con su deber...'
'O hasta que la tierra no escuche más su voz.'
El hecho de que Abaddon y Satanás hayan estado luchando durante dos días, no significa que hayan estado
luchando de un lado a otro todo ese tiempo. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Esa fue la cantidad de tiempo que Abaddon pasó siendo brutalizado sin piedad por el pecado de la ira.
No había nada que el dragón pudiera hacer que Satanás no pudiera contrarrestar.
Era un monstruo con eones de sangre y carnicería a su paso.
A pesar de que las técnicas cuerpo a cuerpo de Abaddon estaban mejorando a medida que luchaban, aún carecía
del poder bruto necesario para infligir una herida decisiva.
Y cuando cometía un error, Satanás le hacía pagar por ello abusando de una de las mayores bazas de Abaddon.
Su regeneración.
"¡Ja!"
¡BOOOMM!
Abaddon lanzó un poderoso puñetazo a Satanás con uno de sus cuatro brazos.
A pesar de ser suficiente para nivelar un edificio, su oponente atrapó fácilmente su golpe.
Satanás sonrió con locura mientras apretaba con más fuerza el brazo de Abaddon y tiraba con fuerza,
arrancándolo directamente de la articulación.
Pero en lugar de simplemente tirarlo como había hecho con su hermana, lo giró antes de golpear a Abaddon con
fuerza en la cara con su propia extremidad, enviándolo por los aires.
¡¡¡BOOOMMM!!!
"¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Mientras Abaddon escuchaba la risa maníaca de su oponente, volvió a ponerse de pie mientras la parte superior
de su brazo izquierdo comenzaba a sanar.
"El que tiene puesta la esperanza, no puede descansar nunca...", repitió.
El recuerdo de aquellos que creían en él era todo lo que lo mantenía en pie.
Incluso si perdiera todos sus brazos, sus piernas e incluso su cabeza, continuaría luchando para que todas sus
esperanzas no se desperdiciaran.
"¡¡QUÉ MARAVILLOSO!! POR TANTO QUE TE BRUTALICE, ¡SIMPLEMENTE NO TE ROMPIRÁS! ¡¡¡ESTO ES

EMOCIONANTE!!!" Satanás dijo mientras observaba a Abaddon volver a crecer su brazo sin ningún problema.
Durante los últimos dos días, había hecho todo lo posible para torturar a Abaddon de todas las formas
imaginables, pero siempre se mantuvo firme.
Estaba teniendo el mejor momento de su vida.
A Wrath ya ni siquiera le importaba luchar contra Lucifer por el trono.
En este momento, esto era todo lo que le importaba.
"¡VAMOS, DRAGÓN! ¡VAMOS DE NUEVO! ¡HAY MÁS SANGRE QUE DERRAMAR, MÁS ODIO QUE SENTIR!
¡¡AHOGÉMONOS JUNTOS EN ELLA!!"
Capítulo 252 Arte marcial demoníaco: ¡Vajrayaksa!

'Ese hombre es tan terco... esto es difícil de ver.'
En lo alto del cielo, Leviatán no había dejado su lugar encima de la bestia en la que Abaddon la había colocado.
Ella había caído en la inconsciencia poco después de que él la salvara, y se despertó hace unas horas para
encontrarlo en casi la misma situación en la que ella estaba.
Satanás lo estaba golpeando con mucha crueldad, y aún no había visto a su sobrino dar una pelea decente en
todo el tiempo que había estado despierta.
Mientras Leviathan observaba a Abaddon gatear para volver a ponerse de pie una vez más, ella negó con la
cabeza con pesar.
Abaddon tenía su agradecimiento por salvarla, pero no había forma de que ella se arriesgara a caer en manos de
ese lunático hermano suyo.
Era lamentable pero... ella no era el tipo de persona que se sacrificaba por los demás tan casualmente.
¡Boom!
Satanás pateó a Abaddon tan fuerte que su pie viajó a través de su abdomen y salió por su espalda.
Sin inmutarse por la sensación de sangre subiendo por su esófago, el dragón aprovechó este momento de
contacto cercano para golpear a su oponente con devastadores golpes al cuerpo.
Sus cuatro brazos trabajaron en tándem, atacando el hígado, las costillas y el esternón de Satanás.
Al moldear hielo sobre sus puños, Abaddon pudo crear nudillos de bronce temporales.
Con el uso adicional de su rayo para mejorar su velocidad de movimiento, lanzó golpe tras golpe con la intención
de licuar las entrañas de su oponente.
¡Boom!
¡Boom!
¡Boom!
"¡Más! ¡Odiadme más! ¡Hacedme más daño!" Satanás aplaudió.
A juzgar por la pequeña línea de sangre que corría entre sus labios, el ataque de Abaddon ciertamente no le hizo
cosquillas y estaba sintiendo un poco de dolor por ello.
Pero aun así, no fue suficiente.

GRIETA.
Un cabezazo con toda la fuerza de Satanás destrozó el hueso frontal de Abaddon en pedazos y envió fragmentos
de su cráneo por todo su cerebro.
Sus ojos se desenfocaron cuando rodaron hacia la parte posterior de su cabeza, y Satanás aprovechó ese
momento para quitar la pierna del torso de Abaddon.
"¡Hazlo mejor, muchacho!" exigió Satanás.
Una fuerte patada en la mandíbula envió a Abaddon volando hacia atrás, y aterrizó de lleno sobre su espalda.
Esta vez, el dragón tardó mucho más de lo normal en levantarse.
Su visión era borrosa y desenfocada, y por un momento ni siquiera pudo recordar dónde estaba.
'¿Cuánto tiempo he estado acostado aquí...?'
'Se siente como mucho tiempo...'
'Mi cuerpo no se siente cansado en absoluto, pero mentalmente estoy exhausto.'
'¿Qué estaba haciendo aquí otra vez...?'
La niebla que rodeaba la mente de Abaddon comenzó a aclararse lentamente.
Empezó a recordar todo acerca de quién era y por qué estaba luchando.
Pero incluso después de recordar, se tomó su tiempo para levantarse ya que necesitaba desesperadamente
idear algún tipo de plan.
La magia no funcionó.
Su fuerza era inferior.
Si bien su habilidad de combate había mejorado dramáticamente, necesitaría meses antes de estar cerca del
nivel de Satanás.
Él no tenía ese tipo de tiempo.
'¡Maldita sea... debe haber algo!' Su irritación y enojo comenzaron a crecer constantemente, lo que llevó a
Satanás a dejar escapar un suspiro de satisfacción.
"¡Realmente no hay nada tan adictivo como tu odio! ¡La ira de un verdadero dragón ya es tan pura, pero la ira de
un demonio primordial es aún más tentadora! ¡¡Todo esto es tan gratificante!!"
Finalmente, Abaddon se dio cuenta de algo que antes había descuidado.

Satanás se estaba alimentando de su odio.
De la misma manera que podía alimentarse del sexo y el sueño de otros con el pecado de la lujuria y la pereza, el
pecado de la ira había estado haciendo algo similar.
Como un tonto, había sido incitado a pelear esta batalla sin un final real a la vista.
'He sido tan derrochador...'
Abaddon se sentó lentamente en el suelo.
Satanás no se había movido de su posición a unos metros de distancia, y continuaba mirando a su sobrino con
una sonrisa burlona, casi como si se estuviera burlando de él para que continuara.
Ya no haré más lo que deseas.
Finalmente, Abaddon cerró los ojos y respiró hondo.
Cuando todavía tenía su sistema, estaba en proceso de desarrollar su propio arte marcial demoníaco.
A pesar de que se había eliminado desde entonces, todavía podía sentir el conocimiento acechando en su mente,
requiriendo solo unos pocos pasos simples para completarse.
Después de entrenar con alguien tan talentoso como Satanás durante dos días completos, ahora tenía el nivel de
comprensión marcial necesario para completarlo por su cuenta.
Mientras Satanás observaba a Abaddon volver a ponerse de pie, no pudo evitar notar lo diferente que ahora
parecía.
El pozo de odio controlado que fluía de él antes parecía haberse cerrado.
'No, no es eso... Puedo sentir muchas emociones arremolinándose dentro de él... ¿Qué está planeando...?'
Abaddon abrió las piernas en una postura amplia mientras metía los brazos a los costados.
'¿Una tecnica? Sin embargo, es bastante diferente a todo lo que he visto antes. Satanás pensó con curiosidad.
El tercer ojo de Abaddon se abrió mientras los normales permanecían cerrados.
Una sola lágrima goteó de su esclerótica negra y cayó hacia el suelo.
"Soy más que mi ira, Satanás. Te haré ver eso".
Tan pronto como su lágrima hizo contacto con la tierra, se abalanzó sobre su oponente a la velocidad de la luz y
reveló su nueva técnica.
"Arte divino del verdadero demonio: los aspectos de Vajrayaksa".

"El primer aspecto: el dolor".
Abaddon estaba proyectando una abrumadora cantidad de tristeza.
Sus puños comenzaron a brillar con un color azul oscuro deprimente, y golpeó a Satanás con la intención de
matarlo.
¡Boom!
¡Boom!
¡Boom!
Cada golpe que Abaddon asestó fue más poderoso que el anterior y, sin embargo, era como si estuviera triste
por el hecho de que estaba causando tanto daño a otra persona viva.
Por más que lo intentó, Satanás no pudo desviar o evitar los golpes de Abaddon.
El patrón de los ataques era tan poco ortodoxo y rápido que malinterpretaba su objetivo previsto o Abaddon
simplemente se escapaba de su alcance en el último segundo.
"El Segundo Aspecto: Alegría".
De repente, una sonrisa cautivadora y alegre se extendió por los labios de Abaddon.
Era tan brillante y perfecto que podía cautivar a cualquier mujer con una sola mirada e inducir calidez incluso
en los asesinos más despiadados.
La alegría que emanaba de él era tan grande, porque provenía de múltiples aspectos de su vida.
Era un hombre muy querido, con tres hijos adorables y siete hermosas y amorosas esposas.
¿No debería estar agradecido de estar vivo?
¿No debería rebosar de alegría por las bendiciones que le habían sido dadas?
El estilo de combate de Abaddon hizo un completo ciento ochenta.
Ahora sus manos y pies brillaban con una luz amarillenta, casi tan brillante como el sol.
En lugar de centrarse únicamente en técnicas de puño como lo hizo con el primer aspecto, ahora también
alternaba con patadas.
Realizando un salto mortal en el aire, Abaddon dejó caer una poderosa patada de hacha en el hombro de
Satanás, y fácilmente dislocó su brazo.
Mientras aún estaba en el aire, giró su cuerpo como un sacacorchos y le dio una patada sólida a la mandíbula de
Satanás.
¡Grieta!
'¿¡Qué!?' Los ojos de Satanás se abrieron con horror cuando se dio cuenta de que el ataque de Abaddon en
realidad lo había lastimado bastante.
Con cada aspecto que mostró, se estaba volviendo más fuerte, y Satanás estaba sufriendo aún más daño.
"¡Jajajaja! El tercer aspecto: ¡placer!"
Todo el cuerpo de Abaddon comenzó a brillar con un color rosa opaco.
El placer era una parte central de su ser.
Era el primero de sus poderes con el que había llegado a dominar, en gran parte gracias a sus esposas y sus
impulsos sexuales extremadamente altos.
El placer le había dado una nueva vida llena de amor y cariño, y ahora lo usaría para proteger esa vida que tanto
atesoraba.
Abaddon cerró la distancia entre él y Satanás en un instante, e inmediatamente comenzó a lanzar puñetazos en
la parte media del pecado de la ira.
'Qué es esto..?!'
Satan podía sentir que los golpes de Abaddon no habían dejado de aumentar en poder, pero ahora era como si
no pudiera sentir ningún dolor en absoluto.
Solo una abrumadora sensación de felicidad como si estuviera siendo masajeado por las manos de la stripper
favorita de dios en la nube más esponjosa de la creación.
Fue tan relajante que sintió que no deseaba moverse de ese lugar por toda la eternidad.
Abaddon se volvió borroso mientras rodeaba a Satanás, atacando cada parte de él.
La mente del pecado de la ira estaba tan lejos en las nubes que no prestó atención al hecho de que su cuerpo
estaba siendo destruido en ese momento.
Fibras musculares, huesos, tendones, los golpes de Abaddon eran tan poderosos que reducían los componentes
vitales de su oponente a pasta o polvo.
Satanás ni siquiera se dio cuenta de que algo andaba mal hasta que cayó de rodillas, incapaz de ponerse de pie.
"¿Eh?"
"El cuarto aspecto: el resentimiento".
El cuarto y último aspecto de Abaddon fue su resentimiento.

Probablemente era la emoción con la que estaba más familiarizado, ya que había pasado mucho tiempo
resentido consigo mismo y con sus circunstancias.
Le molestaba el hecho de que todavía era tan débil, en un mundo donde tenía tanto que proteger y el tiempo
siempre estaba en su contra.
Le molestaban las oportunidades que había desperdiciado, los errores que había cometido y el tiempo que había
pasado a merced de otros por encima de él.
Pero a pesar de que le molestaban esas cosas, era lo suficientemente hombre como para admitir que lo habían
fortalecido y lo habían convertido en el hombre que era hoy.
Abaddon saltó hacia atrás para poner una gran distancia entre él y Satanás.
Mientras miraba a Satanás aún arrodillado, murmuró palabras que nunca creyó que diría.
"Por extraño que sea, no te tengo rencor... Sin duda me has hecho mejor".
El rostro de Satanás se retorció por la confusión, pero Abaddon no se molestó en dar más detalles porque sintió
que no había necesidad.
Con esto, pondría fin a todo este calvario.
El poder comenzó a converger dentro de sus puños.
Primero brillaron en azul, luego en amarillo, luego en rosa y finalmente en un púrpura oscuro.
"¡Ja!"
Abaddon lanzó un puñetazo con los cuatro brazos.
Un espejismo de cuatro dragones gigantes salió de sus puños, cada uno de ellos de los colores antes
mencionados que componían sus emociones más definitorias.
Los ojos de Satanás finalmente se abrieron de par en par cuando finalmente comenzó a tratar de recuperarse, y
lanzó una andanada de insultos a su oponente.
"¡MIERDA! ¡SOLO ME ESTABA DIVERTIENDO PERO EN REALIDAD ESTÁS TRATANDO DE MATARME!

ASQUEROSO PEDAZO DE BASURA, VOY A-"
BOOOOOOOOOOMMMMMMMMMMMMMMMM!!!!!
La explosión del ataque de Abaddon iluminó el cielo nocturno y abrió una enorme trinchera dentro de su campo
de batalla.
A su alrededor, el conflicto entre su ejército y el de Satanás llegó a un punto muerto, mientras todos buscaban la
fuente de una explosión tan masiva.
El dragón cayó de rodillas, respirando pesadamente y tratando de calmar sus músculos que gritaban.
Realizar un arte marcial como ese por primera vez fue nada menos que agotador.
'Pero al menos... valió la pena en-'
BOOOOOOOOOOOMMMMMM!!!!!!!!
Un enorme pilar de odiosa energía de color rojo oscuro surgió de la nube de polvo y atravesó el cielo sobre su
cabeza.
En todo el continente de Samael, no había un alma viva que no pudiera sentir esta energía opresiva y horrible
respirando en sus cuellos.
Satanás estaba... horriblemente desfigurado.
Su rostro una vez hermoso pero pícaro ya no existía, ya que la mitad de su cráneo era visible, y su cabello
naranja ardiente se había quemado por completo.
Uno de sus brazos literalmente colgaba de un hilo mientras trataba desesperadamente de curarse y volver a
unirse.
"¡¿QUIERES MATARME?! ¿¡A MÍ!? ¡TE MOSTRARÉ QUE EL VERDADERO PODER NUNCA MUERE,
PRETENDIENTE!" Rugió.
Abaddon no pudo hacer nada más que sonreír irónicamente.
No tenía trucos y no tenía suerte.
'Aquel en quien se deposita la esperanza nunca podrá descansar... hasta que cumpla con su deber... o hasta que
la tierra no escuche más su nombre...'
Satanás levantó un solo dedo con garras que brillaba con su siniestro poder rojo oscuro.
"Artes coléricas: ¡Legión solitaria!"
El demonio hizo un solo movimiento de empuje con su dedo y el daño fue catastrófico.
¡Bang!
En un abrir y cerrar de ojos, el cuerpo de Abaddon estaba plagado de agujeros.
Su cerebro, corazón, pulmones, todos fueron destruidos sin posibilidad de reparación.
Lo que quedaba de su cabeza ahora estaba fijado permanentemente con una expresión de incredulidad en sus
labios.
Después de un momento, cayó de cara al suelo, sin moverse y sin respirar.

Abaddon Tathamet, el conocido en todo el mundo como una existencia intocable y un ser monstruoso, había
muerto.
Capítulo 253 Te he echado mucho de menos...

Tal vez fue porque Lailah fue su primera mujer, pero ella fue la que sintió que algo andaba mal.
¡Chocar!
La taza de té que sostenía en la mano se hizo añicos cuando la dejó caer al suelo, e inmediatamente se dobló,
hiperventilando.
"¡Mami!"
"¡Mi señora!"
"¡Lailah!"
En ese momento estaba rodeada por su familia, y todos llegaron corriendo a su lado.
Pero la joven bruja no podía hablar, apenas podía respirar.
Y después de unos segundos, el resto de las esposas pudieron entender por qué.
"No... esto no puede ser..."
"No puedo sentirlo... ¡No puedo sentirlo!"
"¿¡Qué está pasando!? ¿¡Qué le pasó!?"
Una por una, todas las chicas colapsaron junto a Lailah y comenzaron a llorar por lo que sin duda fue la peor
angustia imaginable.
"No puedes descansar aquí... Sabes que tienes que volver".
'Cinco minutos más... Estoy teniendo un sueño tan bueno'.
"¿Oh? ¿Y de qué se tratará?"
'Soy... un niño otra vez... pero todavía tengo todos mis recuerdos. Puedo rehacerlo todo... y puedo asegurarme de
salir fortalecido esta vez...'
"Todavía tan lindo y mimado después de todo este tiempo... Ya has recibido una bendición que desafía al cielo,
¿y ahora estás soñando con una segunda? Qué codicioso".
'¿No debería ser codicioso...? Deseo todo lo que pueda hacerme intocable, para que nunca vuelva a conocer otra
derrota.
"Me duele terriblemente oírte decir algo así... tú más que nadie deberías saber cuán venenosa puede llegar a ser
la ambición de un hombre codicioso".
'Lo siento... lo último que querría hacer es lastimarte...'
"Tan dulce... aceptaré tu disculpa una vez que despiertes".
'Pero estoy tan cansada... todo lo que quiero hacer es descansar...'
"Y ciertamente te mereces ese descanso. Pero todavía tienes tantos que te necesitan, sin mencionar esa hermosa
familia que has creado. No estás destinado a separarte de ellos".
'Mi familia... sin duda me regañarán sin descanso...'
"Fufufu ~ ¡Y te lo mereces! Ahora abre los ojos, para que puedas tener alguna esperanza de volver a verlos".
'...Tu nombre... no recuerdo tu nombre...'
"Bueno, eso es porque aún no te has despertado. Es hora de que abras los ojos, mi querido príncipe".
Era un apodo que había olvidado hacía mucho tiempo.
Y, sin embargo, cuando lo escuchó por primera vez en años, lo recordó como si lo hubiera escuchado ayer.
Los ojos de Abaddon se abrieron y temblaron al ver la visión frente a él.
Su cabeza estaba en el regazo de una joven curvilínea a quien conocía muy bien.
Ella era tan hermosa como la recordaba.
Posiblemente incluso más.
Cabello naranja largo y salvaje que llegaba hasta su trasero flexible.
Piel blanca cremosa sin cicatrices ni imperfecciones.
Vibrantes ojos verde esmeralda que contenían una cantidad insondable de profundidad y calidez.
En la parte superior de su cabeza había dos lindas y esponjosas orejas de tigre, cuya vista casi le hizo llorar.
"¿Lillian...?"
"Allí, ¿ves? Te acordaste de mí todo el tiempo". Ella dijo con una sonrisa.
Abaddon se incorporó de inmediato y se arrojó sobre la mujer que había muerto terriblemente cuando él aún
era un niño.
"Lillian... ¿cómo es esto posible...? No, no respondas a eso. Hay tanto que tengo que decirte..."
Lillian estaba un poco nerviosa por el hecho de que el niño que prácticamente había criado ahora la abrazaba
con tanta fuerza.
Al final, ella también trató de envolver sus brazos alrededor de él, pero falló debido a su cuerpo musculoso.
"Ya sé lo que deseas decirme, porque nunca he dejado de observarte después de todo este tiempo. Te has
convertido en un hombre tan maravilloso, mi querido príncipe. Y me alegro de que finalmente estés completo".
Parecía que Lillian realmente sabía todo, ya que ya estaba al tanto de su verdadera identidad.
No obstante, todavía sentía que le quedaba mucho por decir.
"Te he echado de menos más de lo que puedes saber... Siempre me he sentido culpable por-"
"Oye, no vayas diciendo cosas innecesarias. Lo que me pasó no es tu culpa ni necesitas disculparte por mi
destino. Fuiste engañado al igual que yo".
"Pero aún así, debería haber-"
"Ey."
De repente, Lillian agarró a Abaddon por la cara y comenzó a tirar de sus mejillas como cuando era un niño.
"Los dragones realmente tienen algunos cráneos gruesos, ¿no es así? Dije que no es tu culpa, así que ¿por qué
sigues tan decidido a cargar con la culpa?"
"Soy demasiado viejo para que sigas tirando de mi cara así..."
"¿¡Dice quién!?"
Abaddon se rió entre dientes al recordar este aspecto de la personalidad de Lillian que más le gustaba.
De alguna manera, era una de las mujeres más gentiles que había conocido y también algo así como la hermana
mayor abrasiva.
De repente, Lillian juntó sus frentes y le habló suavemente una vez más.
"No tienes tiempo para sentarte aquí sintiéndote culpable por la muerte de una vieja niñera. Tienes cosas
importantes que hacer, ¿no? Estas tierras no son el lugar para ti".
Abaddon miró brevemente a su alrededor y se dio cuenta de que no podía distinguirlos.
No tenía idea de lo que estaba viendo, todo lo que podía captar eran las almas de los demás deambulando,
murmurando palabras incomprensibles.
"Parece que no... pero este tampoco es el lugar para ti".

"Ese barco ha zarpado hace mucho tiempo, príncipe". dijo con tristeza. "Desearía que mi lugar siguiera estando
junto a ti, pero el destino rara vez nos da lo que deseamos".
Gradualmente, ella comenzó a poner distancia entre los dos, como si tuviera miedo de aferrarse a él por un
momento más.
Abaddon miró su propio cuerpo y se dio cuenta de que, a diferencia de Lillian, él era incorpóreo y desaparecía
de este lugar a un ritmo rápido.
Parecía que tendría que despedirse de ella una vez más.
"No... no así... nunca más".
"¿Eh?"
De repente, Abaddon presionó su cuerpo contra el de Lillian y la abrazó como si fuera un tesoro precioso.
La magia de la muerte comenzó a desbordarse desde su alma, envolviéndolos a los dos en una cúpula como un
caparazón.
Abaddon podía sentir una gran existencia luchando contra él, tratando de detener lo que intentaba hacer y
arrebatar a Lillian de su alcance.
Pero no importaba.
Se merecía mucho más que esto.
Y estaría condenado si iba a dejarla atrás una vez más.
"¿Q-Qué estás-"
"¿No es obvio? Te llevaré a casa".
"¡¿Qué?! Prince, no puedes hacer-"
"Lillian".
Abaddon tenía una mirada de inquebrantable seriedad en sus ojos cuando agarró a su niñera por la cara y la
obligó a mirarlo.
"Solo una vez... déjame ser un poco codicioso, ¿de acuerdo?"
Las mejillas de Lillian se sonrojaron cuando abrió la boca para decir algo, solo para quedarse sin tiempo cuando
Abaddon la arrancó de las garras de la muerte misma.
Después de que Satanás mató a Abadón, el éufrates se abalanzó sobre él, afligido y sediento de sangre.
En un abrir y cerrar de ojos, se habían olvidado por completo de los oponentes contra los que se suponía que
debían luchar y centraron toda su atención en el semidiós herido.
"¡¡BASTARDO, TE MATARÉ!!" Kanami rugió con lágrimas en los ojos.
Su cuerpo comenzó a romperse y estirarse, hasta que se transformó en un enorme dragón con forma de
serpiente sin alas.
Se parecía a su dios, solo que era un poco más pequeña y significativamente menos aterradora.
El resto del éufrates no se quedó atrás, ya que todos se transformaron y se lanzaron sobre Satanás con la
intención de devorarlo por completo.
Cubierto con un odio tan inmenso y potente, el pecado de la ira sintió que surgían sus habilidades curativas y un
humo cómplice se extendió por lo que quedaba de sus labios.
"Eres tal como él era... ¡glorioso!"
Cubriendo su mano con un aura de color rojo oscuro, Satán derribó a las cincuenta quimeras enfurecidas del
cielo.
¡Boom!
¡Boom!
¡Boom!
El éufrates cayó al suelo como meteoritos descendiendo sobre la tierra.
Satanás disfrutó de su odio que ya lo estaba devolviendo a su máxima fuerza, tanto que no se dio cuenta de que
algo andaba claramente mal.
Pero Leviatán no fue tan lento.
'Ese chico tenía tres de los siete pecados... el dolor y la debilidad que debería sentir deberían ser inmensos
pero... ¿no siento nada?'
Mantuvo su mirada fija firmemente en el cuerpo de Abaddon.
No estaba exactamente segura de lo que estaba buscando, pero un indicio en el fondo de su mente le decía que
había algo que se estaba perdiendo en todo este escenario.
Finalmente, hubo un cambio.
BOOOOOOOMMMMMMMM!!!!!!
De la nada, el cadáver de Abaddon se vio envuelto en una enorme columna de insoportable fuego blanco.
El calor que emanaba de él era tan terrible que la temperatura de todo el planeta se disparó diez grados enteros.
Hubo una compra que hizo Abaddon del sistema que a menudo olvidaba.
El corazón de fénix era una habilidad que le permitía regresar de la muerte una vez cada dos meses.
Como no era un poder del que quisiera depender, prácticamente había borrado su existencia de su memoria.
Tampoco le gustaba perder, por lo que siempre esperó que nunca tendría que usarlo de todos modos.
Abaddon salió de la columna de fuego, llevando a una mujer desnuda en sus brazos.
Sus ojos y tatuajes brillaban con una luz blanca radiante, e incluso su cabello ahora parecía estar hecho de la
llama más rebelde mientras parpadeaba de un lugar a otro.
Abaddon miró a la mujer en sus brazos y vio que estaba completamente despierta y receptiva, pero sus ojos se
habían agrandado con incredulidad.
Abaddon finalmente levantó la vista del rostro confundido de Lillian para ver la destrucción que había causado
su resurrección.
El área en la que estaba parado se había convertido en un cráter fundido que parecía magma hirviendo.
Sus soldados estaban esparcidos por todo el lugar, algunos cerca y otros lejos.
Pero ninguno de ellos parecía estar sufriendo los efectos negativos del horrible calor, sino que simplemente
estaban abrumados por la alegría de ver a su dios vivo y bien.
Satan estaba a varios metros de distancia, con todo su cuerpo encerrado en un escudo rojo para protegerlo del
calor abrumador.
Sin embargo, sus esfuerzos se estaban desmoronando muy rápidamente cuando su escudo también comenzó a
incendiarse, alimentándose de la magia de Satanás como si fuera una fuente inflamable y propagándose.
En un momento, no tendría defensa.
"¿Qué... hiciste...? ¡¡¿CÓMO SIGUES VIVO?!! ¡RESPONDEME, MESTIZO!"
"Es como dijiste, supongo..." Abaddon respondió lentamente.
"El poder no muere".
Satanás estaba completamente desconcertado.
Era como si Abaddon fuera la encarnación viviente del sol.
No entendía cómo había regresado de entre los muertos, o cómo estaba ejerciendo un poder comparable al de
un dios del fuego.
"Curiosamente, me siento aún más en deuda contigo ahora que antes".
"QUÉ-"
Justo ante los ojos de Satanás, una pequeña llama blanca apareció dentro de su barrera.
Un efecto del corazón de fénix fue que potenció todas las habilidades de afinidad con el fuego en un 300 %
durante quince minutos.
Pero ese número no solo se aplicaba a su potencia de fuego general, también se aplicaba a su control y alcance.
En este momento, cualquier cosa, en cualquier lugar, en cualquier momento era suya para quemarla.
La pequeña llama blanca dentro del escudo de Satanás explotó, envolviendo al demonio en una masa de llamas
blancas cegadoras que parecían desesperadas por consumirlo por completo.
Una vez que su barrera desapareció, Abaddon colocó lentamente a Lillian en el suelo y se movió para investigar.
"Cúbrete los ojos. Esto no es algo que quiero que veas".
La mujer fantasmal flotó hacia arriba, aparentemente sin darse cuenta de que todavía estaba desnuda mientras
miraba la espalda del niño que prácticamente había criado.
'Mi príncipe... ¿qué hiciste...?'

Capítulo 254 ¿Por qué está desnuda?

Abaddon caminó en silencio hacia adelante, con pasos que derritieron el suelo bajo sus pies.
Desestimó la columna de llamas que ondeaba alrededor del cuerpo de Satanás y se arrodilló para comprobar su
estado.
El cuerpo del pecado de la ira se había reducido a cenizas, dejando atrás un cadáver ennegrecido y una esfera
etérea flotante con un símbolo rojo en el centro.
Abaddon llegaría al pecado en un segundo, pero por ahora, había algo más que deseaba.
¡Grieta!
¡Quebrar!
Poco a poco, comenzó a romper pedazos del cuerpo carbonizado de Satanás y a comérselos.
El sabor era horrible y la textura era como cuero nuevo, pero no estaba comiendo a Satanás porque tenía
hambre.
Se lo estaba comiendo para ver qué podía ganar.
Una vez que todo él había sido devorado, Abaddon dejó escapar un profundo suspiro.
Sus ganancias... fueron mejores de lo que esperaba.
Comer el cerebro de Satanás (tan carbonizado como pudo haber estado) le proporcionó la comprensión de
todas las artes marciales de Satanás.
Los instintos, técnicas y reacciones que le habían llevado eones adquirir ahora fluían sin problemas en la mente
de Abaddon.
Su fuerza física y durabilidad también vieron un pequeño impulso, y se preguntó si podría haber ganado más
comiendo a Satanás crudo.
'Ay, era inevitable.' Pensó con un suspiro.
Finalmente, Abaddon extendió su mano y absorbió el pecado de la ira en su cuerpo.
Un calor creciente brotó de su estómago y viajó a cada fibra de su ser.
De repente sintió un pequeño deseo de correr desenfrenado y destruir todo, pero como dragón ya estaba
acostumbrado a tales impulsos y rápidamente los reprimió.
Había un momento y un lugar para cada impulso y emoción, y Abaddon era más que experto en elegir ese
momento y lugar.
Pero había otra cosa que estaba notando sobre sí mismo.
Con cada pecado que acumulaba, sentía que acumulaba más y más algún tipo de energía negativa, y se filtraba
hasta sus huesos.
'Cuando los haya reunido a todos... ¿en qué me convertiré...?'
Estaba emocionado y aterrorizado por el futuro.
'Hablando de pecados... Ven aquí, amigo.'
Abaddon llamó a su montura, una gran langosta a la que había llamado Bagheera.
La bestia voló con entusiasmo hacia su amo con la reina de la envidia todavía encima de su espalda,
aparentemente impermeable al calor que Abaddon estaba proyectando.
Sin embargo, Leviathan no fue tan afortunada y su piel ya había comenzado a ampollarse por la temperatura
corporal de Abaddon.
"¡Oye, oye, oye! Cálmate, ¿quieres? ¡Solo porque sea de sangre fría no significa que sea a prueba de fuego!"
Abaddon manipuló la temperatura de su cuerpo lo suficiente como para permitir que Leviatán se acercara a una
distancia segura, aunque todavía estaba lo suficientemente caliente como para ser llamado un horno viviente.
Leviatán miró a su alrededor a la destrucción que lo rodeaba y dejó escapar un suspiro de incredulidad.
"Realmente derrotaste a mi hermano... y como nada más que una segunda etapa nada menos... ¿qué estás
haciendo?"
Abaddon no había dicho una sola palabra, y simplemente extendió su mano como si estuviera esperando que
ella le diera algo.
"Estás fuera del concurso. Dame tu pecado".
"¿¡Qué!?" Los ojos de Leviathan se abrieron como platos y reflexivamente se apartó de Abaddon. "Puede que
esté fuera del concurso, ¡pero no tienes derecho a pedirme algo así! ¡Esto no formaba parte de los términos!"
"Ciertamente no, pero ¿no se me debe algún tipo de pago después de salvarte?"
"¡Entonces te enviaré algunas putas y un poco de vino, pero no te voy a dar mi pecado!"
Abaddon suspiró cuando se dio cuenta de que Leviatán realmente iba a ser difícil.
Era lamentable ya que ella era su tía, pero tendría que ser un poco contundente.
'Es bueno que todavía me queden ocho minutos...'
¡¡¡BOOOOMMMM!!!
Un tornado de llamas blancas estalló alrededor de los dos, y Leviathan inmediatamente retrocedió ante el calor
abrumador.
"Entonces, si no me lo das, te desafiaré por él. Aunque no te prometeré que tu destino no será el mismo que el de
tu hermano".
"¡B-Bien, bien! ¡Solo detente!"
Las llamas de Abaddon se dispersaron de inmediato y el aire volvió a su temperatura normal.
Leviathan miró con enojo a su sobrino mientras ella, temblorosa, llevó su mano al espacio entre sus senos.
A regañadientes, sacó el pecado de la envidia y su cuerpo comenzó a cambiar ante sus ojos.
Por extraño que parezca, mantuvo su cola serpentina, pero ahora se parecía más a una sirena que a una lamia.
Lo que antes era una mujer muy hermosa adornada de oro con la mitad inferior de una serpiente se convirtió en
un niño pequeño con el pelo sucio y despeinado y vestido con harapos sucios.
Alrededor de su rostro había varias escamas de pescado de color azul oscuro, y sus ojos se volvieron de un color
dorado radiante.
"No me mires así, bastardo... incluso si me veo así, todavía soy eones mayor que tú". Leviatán murmuró.
Abaddon no dijo nada y extendió su mano para aceptar el pecado de la envidia.
A diferencia de todos los otros pecados, este se sentía un poco... repugnante.
Abaddon no había experimentado sentimientos de envidia desde que llegó a este mundo, y había olvidado lo
horrible que era esa emoción.
Inconscientemente, torció la nariz con disgusto, y Leviatán no tomó a bien tal acción.
"¡Si no estás satisfecho con él, devuélvelo!"
"No es eso, simplemente no estaba acostumbrado, eso es todo".
Abaddon miró fijamente al Leviatán haciendo pucheros.
Cuanto más la miraba, más podía sentir esta... familiaridad que no podía captar del todo.
"¿Qué... eres exactamente?" Preguntó.
"Tch".
Leviatán puso los ojos en blanco como si odiara esa pregunta con cada fibra de su ser, y abrió la boca para
responder cuando fueron interrumpidos repentinamente por la llegada del éufrates.
Kanami había regresado a su apariencia normal y ahora estaba al borde de las lágrimas mientras se tapaba la
boca.
"Dios... estás vivo... había pensado con certeza que tú... ni siquiera me atrevo a decirlo".
No solo ella, sino todo el Eufrates mostraba cierto grado de emoción, ya sea a través de lágrimas o temblores
involuntarios.
Mientras se limpiaba las lágrimas de los ojos, Abaddon se acercó a Kanami y recibió una gran mano en su
cabeza.
"Hice que mi mano derecha se preocupara innecesariamente. Supongo que debería ser regañado por tal cosa".
Kanami pasó de limpiarse los ojos de lágrimas a limpiarse la nariz de sangre después de que Abaddon la tocara,
pero no estaba tan distraída como para no reconocer sus palabras.
"¡N-No, por supuesto que no! Debería haber tenido más fe en... Dios, ¿por qué hay una mujer desnuda allí?"
Lillian había estado tan absorta observando todo lo que Abaddon estaba haciendo, que aún no se había tomado
el tiempo para mirarse a sí misma oa su entorno.
Y como Kanami acababa de señalar, había estado parada completamente desnuda todo este tiempo.
"¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡!
Inmediatamente se hizo un ovillo y trató de cubrir todas sus partes privadas, mientras rezaba para que Abaddon
no las hubiera visto.
Por suerte para ella, Abaddon estaba tan preocupado por eliminar a Satanás que en realidad no se había dado
cuenta de que estaba desnuda.
Abaddon voló rápidamente al lado de Lillian y sacó una capa aparentemente de la nada.
Una de las primeras cosas que hizo Abaddon mientras probaba su pecado de gula fue comerse su anillo de
almacenamiento.
Le dio una especie de dimensión de bolsillo permanente a la que solo él podía acceder, y guardaba casi todo allí
para emergencias.
"Está bien, Lillian. Estás bien".
"¡No, no lo estoy, estoy mortificado! ¡A-Todas estas personas me vieron desnudo!"
"Quitaré el recuerdo de sus mentes más tarde, no hay necesidad de preocuparse".

Un escalofrío recorrió las espinas del Éufrates, pero como se dieron cuenta de que su dios parecía preocuparse
mucho por esta mujer, no se quejaron.
Abaddon colocó su capa sobre los hombros de Lillian, pero en lugar de cubrir su voluptuoso cuerpo, lo atravesó
sin obstrucciones.
"Qué...?"
El corazón del dragón cayó hasta la planta de sus pies.
Lillian en realidad no había sido revivida, él solo había liberado su espíritu del más allá y la había traído de
vuelta a la tierra de los vivos.
Pero como se suponía que no debía estar aquí en primer lugar, parecía que no podía interactuar con objetos
físicos.
"Nosotros... probablemente deberíamos haber esperado algo como esto, ¿eh?" Lillian respondió medio en
broma.
A pesar de que estaba tratando de ocultarlo, Abaddon podía escuchar la leve decepción en su voz.
"No... esto es solo un revés temporal. Te devolveré la vida que te fue arrebatada".
"Mi príncipe... algo así no es tu responsabilidad".
Por primera vez, las palabras de Lillian no pudieron consolar a Abaddon.
Siempre se sentiría culpable por lo que le pasó a ella.
A sus ojos, él fue quien la condenó a su destino al acompañarla por el pasillo para casarse con ese monstruo.
"Puede que no sea mi responsabilidad... pero siempre he deseado poder retroceder en el tiempo y cambiar las
cosas... Me parece que esta es la siguiente mejor opción".
Profundizando en su mente, Abaddon usó los recuerdos compartidos de cada dragón verdadero en la creación y
buscó una manera de resucitar un alma muerta.
Como era de esperar, se vio inundado con métodos que iban desde crear un nuevo cuerpo desde cero hasta
inundar un alma con una cantidad abominable de magia y, esencialmente, recrear su carne de la nada.
Si bien todas las opciones que encontró fueron difíciles, eso no podría importarle menos en este momento.
Todo lo que importaba era que había opciones, y tenía la intención de explorar cada una de ellas a fondo.
Extendiendo su mano, Abaddon invocó su enorme gran espada y la sostuvo frente a Lillian.
"Deberías poder esperar dentro de esto por ahora. Te resucitaré por completo una vez que haya terminado mi
negocio con Mammon y Lucifer".
Lillian miró de un lado a otro entre la gran espada frente a ella y Abaddon antes de que una sonrisa irónica se
formara en su rostro.
"Aún estoy decidido a llegar tan lejos por mí... No estoy seguro de si debería sentirme halagado o no".
"Puedes decidir mientras esperas en la espada". dijo juguetonamente.
"Fufufu~ ¡Me voy, me voy!"
Lillian cerró los ojos para concentrarse antes de que su cuerpo se convirtiera en una niebla gris que entrara en
la enorme hoja.
Casi de inmediato, la espada aparentemente tuvo vida propia cuando comenzó a flotar en el aire.
"¿Cómo se siente?" Preguntó.
Lillian quería decir que se sentía bastante cálida.
Dado que la espada de Abaddon estaba hecha de su propia sangre y escamas cristalizadas, sintió como si
estuviera de nuevo en su abrazo, escuchando el sonido de los latidos de su corazón.
'¿En qué estoy pensando? ¡¡Solía bañarlo por llorar en voz alta!!'
"¡E-Está bien! ¡Estoy muy cómodo aquí!"
"Bueno, trata de no ponerte demasiado cómodo. Después de todo, este es solo un hogar temporal". Le recordó
suavemente.
Extendió la mano y agarró suavemente su empuñadura, justo cuando el temporizador de sus poderes se agotó y
su cuerpo volvió a la normalidad.
'Otros dos meses antes de que pueda usar ese poder... Siempre odié los enfriamientos.' Pensó molesto.
Sin ese aumento de poder, matar a Lucifer iba a ser aún más difícil que lidiar con Satanás.
Silenciosamente, comenzó a estrujarse el cerebro en busca de un posible plan de juego, ahora que no tenía una
segunda vida a la que recurrir.
Justo cuando estaba pensando en un plan, sintió múltiples presencias acercándose a su posición a una velocidad
aterradoramente alta. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Instintivamente, miró hacia el cielo mientras esperaba pacientemente su inevitable destino.

El sonido de los estampidos sónicos comenzó a acercarse más y más a su posición, y un momento después vio
un murciélago gigante muy familiar que volaba directamente hacia él.
Una por una, seis hermosas mujeres saltaron de la parte posterior de la gran criatura y se lanzaron
directamente hacia Abaddon.
"¡¡ESPOSO!!"
Capítulo 255 Seras tiene miedo

Cuando las esposas de Abaddon sintieron que había resucitado, inmediatamente abandonaron la mansión y se
dirigieron directamente a su ubicación.
Con Audrina volando a su máxima velocidad, pudieron alcanzarlo en relativamente poco tiempo.
A las chicas aparentemente no les importaba la audiencia que tenían presente cuando derribaron a su esposo al
suelo y comenzaron a bañarlo con todo su afecto y lágrimas.
Ahora que estaba prestando atención, podía sentir toda su inmensa preocupación y miedo, y casi lo mareó.
Las chicas estaban tan aterrorizadas cuando no podían sentirlo, que también se habían olvidado de su habilidad
con el corazón de fénix.
Las reacciones a este recordatorio variaron entre una ligera vergüenza y un desprecio no tan sutil.
Bekka: "¡E-Idiota! ¡Al menos podrías habernos advertido si ibas a hacer algo tan aterrador!"
"Pero mi amor, ¿decirte 'estoy a punto de morir' no haría que entraras en pánico aún más?"
Valerie: "¡N-Nadie te dijo que lo dijeras así!"
Esta escena se prolongó durante varios minutos más, ya que parecía no tener fin la cantidad de lágrimas que las
chicas podían derramar.
Después de un tiempo, Abaddon finalmente tuvo que dividirse en cuatro y tomó a cada una de sus esposas bajo
un brazo mientras Seras recibió un clon completo para ella.
Mientras susurraba palabras de consuelo en los oídos de las chicas, también trataba de calmar los nervios de su
séptima esposa, quien era por mucho la más alterada.
No porque lo amara más que a los demás, sino porque estaba embarazada de él.
Su pesadilla de que su bebé no pudiera conocer a su padre fue muy real por un momento, y fue incluso más
aterradora de lo que podría haber imaginado.
Mientras ella se sentaba en su regazo sin decir una palabra, Abaddon no podía hacer nada más que sostener su
cuerpo tembloroso mientras esperaba que ella hablara.
"No puedes imaginar lo horrorizado que estaba... Me había acostumbrado tanto a poder sentirte siempre que no
estaba preparado para el momento en que no podía".
Seras tomó una de las manos de Abaddon y la colocó sobre su estómago embarazado.
"Como tu esposa y la madre de tu hijo, ¿puedo pedirte algo egoísta...?"

"Siempre."
Seras de repente tomó el rostro de su esposo entre sus manos y dejó caer una sola lágrima de su rostro.
"Por favor... no me pidas que me vaya de tu lado hasta que esto termine. Nunca me he considerado una mujer
débil, pero temo que verte partir de nuevo me reduzca a eso".
"... ¿Es eso realmente todo lo que deseas pedirme, mi amor?"
Débilmente, Seras asintió con la cabeza mientras se aferraba a su esposo aún más fuerte que antes. “No les
pediré que dejen de luchar, porque ya soy consciente de que si no lo hacen, nos espera un destino aún peor.
Yo solo... no quiero volver a sentir ese miedo... Solo saber que algo te ha pasado, pero no poder ver exactamente
qué... es agonizante".
Abaddon podía decir que Seras estaba haciendo un gran esfuerzo para ser considerado con su responsabilidad
al mismo tiempo que establecía sus propias necesidades.
Ella no pidió luchar junto a él, incluso si eso es lo que deseaba internamente. Más bien, todo lo que ella pidió fue
estar en su esquina durante su batalla final.
"Mis batallas con Mammon y Lucifer pueden ser tocadas y acabadas... ¿puedes soportar verme así?"
Seras pareció brevemente confundida antes de que un destello de reconocimiento brillara en sus ojos. "Ah...
sobre eso... ¿te importaría abrir un portal a casa por un momento?"
"¿...?"
- 3 minutos después
Abaddon estaba actualmente mirando el cuerpo de Mammon, o al menos lo que quedaba.
Seras sostenía con orgullo el pecado de la codicia por su gordo cuello, mientras presentaba su cuerpo a su
esposo. "En realidad, solo te queda una batalla por pelear. ¿No estás agradecido por eso?"
Abaddon no pudo responder, ya que estaba demasiado ocupado mirando el lamentable estado de Mammon.
Le habían mordido los brazos y las piernas, e incluso la piel de su rostro había sido arrancada con garras
afiladas como navajas.
Para evitar la curación, sus muñones fueron quemados con llamas increíblemente poderosas e incluso sus
cuerdas vocales fueron removidas.
"¿Lo entiendes?" Seras preguntó con orgullo. "Es como esa película que nos mostraste una vez. ¡Es una mierda
en el viento!"
"Sí... ¿Es esta tu obra por casualidad?"

Seras de repente ya no estaba orgullosa cuando perdió la capacidad de encontrar la mirada de Abaddon. "¿Eh?
P-Por supuesto que no..."
"Pequeña mentirosa. ¿Qué estabas haciendo mientras estabas embarazada?" Abaddon preguntó exhausto.
Se giró para mirar al resto de sus esposas que estaban de pie unos metros detrás de él y dejó escapar un suspiro
de decepción. "¿Y por qué ninguno de ustedes la detuvo? Saben que no debería esforzarse demasiado".
Un escalofrío recorrió la espalda de todas las esposas cuando recordaron la mirada en el rostro de Seras cuando
le recordaron que estaba embarazada.
"Cariño... no tienes idea de cómo fue". Lisa dijo solemnemente.
"Si no le permitiéramos pelear, sin duda habríamos sufrido el mismo destino que Mammon". agregó Lailah.
"¡N-No sean así, hermanas! ¡No fui tan malo!" Seras se defendió.
"Si tu fuiste." Todos dijeron en voz alta.
"Tch..." Seras de repente sintió como si hubiera recibido una flecha en el corazón y no ofreció más defensa de sus
acciones.
'Ya veo... así que no soy el único que lo ha pasado mal, ¿eh?'
Abaddon extendió su mano e instintivamente pidió su espada.
Haciéndolo girar en el aire, lo clavó en el pecho de Mammon mientras lo miraba directamente a los ojos.
No sentía simpatía por un hombre que trataría de quitarle su hogar.
Al final, ni siquiera dedicó una palabra más al hombre al que una vez había tratado con honor.
'Incluso Satanás tenía más de mi respeto... qué criatura tan repugnante eres'.
Una vez que el pecado de la codicia había sido asesinado, otra esfera etérea surgió de su cadáver.
Abaddon extendió la mano para tomarlo, cuando de repente recordó que su arma ya no era solo un arma.
"¡¡Asqueroso asqueroso!! ¿¡Por qué tuviste que usarme para eso!? ¡Puedo sentir sus entrañas!" Lillian gritó.
"Ah... Lo siento Lilli, fue una fuerza de costumbre".
"¡Límpiame por favor, mi príncipe!"
Abaddon utilizó la manipulación de sangre para limpiar el 'cuerpo' de su niñera y ella finalmente pareció
calmarse un poco.
"Oye, sabes que ya no soy un príncipe, ¿verdad? No es necesario que sigas refiriéndose a mí como tal".
"Oh... Supongo que es cierto. Entonces, par-"
"Absolutamente no. Solo llámame Abaddon como el resto de mi familia".
"....Voy a pensar en ello."
'Tan terco.' Abaddon pensó mientras rodaba los ojos.
"Amado... ¿por qué habla tu espada?" preguntó Audrina.
"¿Y por qué tiene voz de mujer?" Lisa preguntó peligrosamente.
Abaddon sonrió con ironía cuando se dio cuenta de que se había olvidado de hacer las presentaciones
adecuadas.
"Chicas, esta es Lillian". Dijo mientras sostenía su espada. "Ella fue mi niñera cuando era niña, y la primera
amiga que tuve en cualquiera de mis vidas".
"Hola... Saldría y te saludaría cara a cara pero... Me temo que soy un poco indecente en este momento".
No hace falta decir que las bocas de todas las chicas se abrieron de incredulidad.
Todos habían oído la historia de Lillian, tanto del propio Abaddon como de Yara.
Ninguno de ellos podía entender cómo una mujer que había muerto hacía más de diez años de repente moraba
dentro del arma de su esposo.
Se tomó un momento para explicarles lo que había sucedido, y la explicación fue tan loca e increíble como
imaginaban.
Arrancar un alma de la otra vida con nada más que pura fuerza de voluntad... era poco menos que ridículo.
"Todavía no la he devuelto completamente a la vida, pero planeo hacerlo una vez que todo termine".
"Ya veo... sin embargo, es un placer conocerte, Lillian". Lailah dijo con una pequeña reverencia.
"¡Ah!"
Lillian de repente flotó fuera del agarre de Abaddon y realizó su propia versión de una reverencia. "Por favor, mi
señora, no hay necesidad de bajar la cabeza ante una simple niñera".
Una vez que el resto de las chicas vieron que Lillian era bastante amable, todas comenzaron a intercambiar
cortesías y presentaciones, dejando a Abaddon para que se ocupara del resto del éufrates y Leviatán.
"Os mando a todos a casa. Vuestra primera batalla ha sido ejemplar y estoy bastante orgulloso de vuestros
esfuerzos. Os habéis ganado un buen descanso".
Si bien las quimeras estaban agradecidas de haber recibido los elogios de su dios, todavía estaban un poco
preocupadas cuando les dijo que ya no serían necesarias.
"Dios... ¿no queda todavía un pecado? No quise cuestionarte, pero ¿estás seguro de que no quieres traernos
contigo?" preguntó Kanami tímidamente.
Abaddon asintió sin pensarlo dos veces, aunque siempre se conmovió por la preocupación de sus subordinados.
"Estoy seguro. El orgullo no es el tipo de hombre para el que uno necesita traer un ejército. Y además..."
El dragón miró por encima del hombro a sus esposas, que estaban ocupadas jugando con Lillian.
Estaban girando su cuerpo mientras la hacían hablar para poder tratar de averiguar de dónde venía su voz.
"Ya tengo compañeros de viaje para esta batalla... y un poco de disculpas que hacer en el camino".
"... Ya veo... Le deseo suerte a mi dios, en ambos campos de batalla".
Posteriormente, Abaddon abrió un portal y envió el éufrates a casa.
Una vez que todos se fueron, colocó su mano sobre la cabeza de Leviatán. "Ahora, ¿qué voy a hacer contigo..."
"¡Vas a dejar de tratarme como a un niño por uno! ¡Soy mayor de lo que puedes imaginar, maldito mocoso!"
"Correcto…" dijo Abaddon, sin realmente prestar atención de una forma u otra.
Realmente no podía ignorar esta extraña conexión que sentía con su tía, por lo que necesitaba un lugar para
ponerla hasta que pudiera presionarla para obtener más información.
Después de tomarse un momento para pensar, finalmente llegó a una conclusión.
Arrodillándose, se encontró cara a cara con su langosta y le dio un conjunto de instrucciones simples pero
terribles.
Bagheera, llévala a ver a Malenia.
Bagheera: *gemidos horrorizados.*
"No tienes que quedarte con ellos. Solo necesito que alguien la vigile hasta que regrese".
Finalmente, la langosta pareció relajarse un poco y asintió con la cabeza, lo que permitió a Abaddon enviarlos a
los dos a través de otro portal sin hacer un escándalo.
Bueno, Leviatán se quejó, pero Abaddon la ignoró rápidamente y la envió de todos modos.
Una vez que todos los extras habían sido enviados a casa, Abaddon sintió un pequeño pinchazo en la espalda y
se dio la vuelta para encontrar a sus siete esposas y a Lillian esperándolo.
"Me preguntaste si podría manejar ver tu pelea con Lucifer, sabiendo que será un toque y listo..." comenzó Seras.
"No puedo decir que no estaré en problemas... pero sé que la alternativa es mucho más aterradora".
Todas las esposas asintieron en respuesta, como para confirmar que todas sentían lo mismo y que no había
forma de cambiar de opinión.
"Ya veo... entonces deberíamos irnos, ¿sí?" Abaddon dijo con una pequeña sonrisa.
"¡U-Umm tengo una pregunta!" Lillian dijo de repente desde el alcance de Bekka. "No planeabas usarme para
esta pelea, ¿verdad?"
"Tentador, pero no. Para alguien del nivel de Lucifer... mis métodos deberán ser un poco más efectivos".
A diferencia de los otros pecados, Lucifer no tenía una ciudad para gobernar.
Solo tenía un gran castillo dorado situado directamente en el centro de Samael, pero se consideraba que no era
menos extravagante que el del rey dragón.
El interior del castillo de la manada era tan hermoso como el exterior, pero estaba en gran parte vacío y no
contenía personal real más que unas pocas sirvientas para las tareas serviles que él consideraba inferiores a él.
Ni siquiera tenía un ejército, ya que sentía que no había ningún demonio en este mundo que fuera digno de
llevar una bandera con su gran nombre y, como resultado, se enfrentó a todas las batallas por su cuenta.
No es que hubiera muchos que estarían interesados en desafiar al ser número dos en este mundo.
El único que fue tan estúpido como para venir aquí en busca de pelea fue su hermano Satán, pero su última
visita fue hace cientos de años, debido a la humillante derrota que sufrió a manos de Lucifer.
Dejándolo sin una fuente real de entretenimiento durante varios años y una sensación de aburrimiento cada vez
mayor.
Como tal, pasó muchos días haciendo exactamente lo que estaba haciendo ahora: sentado en su trono con sus
ojos dorados cerrados. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Pero hoy, parecía que finalmente tendría algo que hacer.
'Estaba empezando a pensar que no vendrías, dragón. Empecemos.'
¡BOOOOOOOOOOOOOMMMMMMMMMMMM!
Capítulo 256 Los últimos pecados en pie

¡¡¡BOOOOOOOOOMMMMMMMM!!!
Tan pronto como Lucifer notó la llegada de Abaddon, un taladro gigante hecho de hielo se estrelló contra el
techo.
El hielo se dirigió directamente a Lucifer como si fuera un misil teledirigido, pero el pecado del orgullo
permaneció en gran medida despreocupado.
Levantando dos dedos brillantes, Lucifer cortó limpiamente el hielo en un movimiento rápido.
El hielo se partió limpiamente por la mitad y se incrustó en las paredes a ambos lados de su trono.
A través del agujero en el techo, Lucifer pudo ver al culpable detrás de este ataque no provocado.
Un enorme dragón negro con cuatro cabezas y múltiples alas enormes con ojos incrustados dentro de las
membranas.
Después de convertirse en un verdadero dragón, el cuerpo de Abaddon había visto un aumento bastante notable
en tamaño y ahora medía 95 metros.
Sin embargo, el pecado del orgullo no se dejó intimidar por su tamaño en lo más mínimo.
"Esto es bastante grosero de tu parte". Lucifer dijo. "Incluso Satanás tuvo la decencia de al menos patear la
puerta de mi casa".
Abaddon no tenía el lujo de ser cortés.
Tan deshonroso como era, Lucifer era un oponente demasiado poderoso para algo así.
Para que Abaddon tuviera la más mínima posibilidad de victoria, tenía que usar todo lo que tenía sin detenerse a
pensar en lo que era correcto.
Abaddon abrió sus cuatro bocas y dejó escapar un rugido que hizo temblar la tierra y viajó por millas.
La temperatura en el aire cayó drásticamente, y gigantescas columnas de hielo rasgaron el suelo y atravesaron
el castillo de Lucifer, reduciéndolo a escombros helados.
Abaddon observó cómo la otrora gloriosa estructura caía sobre su enemigo, sabía que no podía esperar a que se
recuperara.
Abaddon abrió las cuatro bocas y comenzó a acumular un calor terrible dentro de sus pulmones y esófago.
Cuatro chorros individuales de llamas blancas y moradas salieron volando de las bocas de Abaddon y
convergieron en una enorme bola de fuego que cayó sobre el castillo en ruinas.
¡¡¡BOOOOOOOOMMMMMMM!!!
Continuando con una serie de ataques, Abaddon generó un agujero negro gigante que no era más pequeño que
el sol en miniatura que acababa de liberar, y permitió que se tragara la totalidad de los escombros ahora
fundidos.
El dragón no disipó su ataque durante varios segundos, ya que quería estar absolutamente seguro de que
Lucifer estaba muerto.
Cuando finalmente descartó el agujero negro, miró hacia abajo para ver si había tenido éxito.
Mientras miraba el cráter vacío que no contenía ninguna esfera etérea, supo que había fallado en su asalto.
'Maldita sea...'
"Estoy seguro de que esta es la primera vez que lo visitas, entonces, ¿por qué parece que guardas tanto rencor
contra mi castillo?"
"!"
De alguna manera, el pecado del orgullo no solo había escapado de los escombros del castillo sin que Abaddon lo
notara, sino que también había aparecido en el cielo sobre él sin revelar su presencia.
Lucifer se veía tan inmaculado como siempre mientras su cabello rubio decolorado ondeaba con el viento.
Aparentemente, Abaddon ni siquiera había logrado ensuciar la armadura de su oponente, y mucho menos
matarlo.
"¿Quién eres tú para estar en el cielo sobre mí?" Orgullo dijo molesto. "Vuelve al suelo donde perteneces".
¡Boom!
Una enorme construcción hecha de luz solidificada en forma de puño cayó sobre el cuerpo de Abaddon,
derribándolo del cielo sin dificultad.
El cuerpo del dragón golpeó el suelo con un ruido sordo explosivo, y Lucifer estaba una vez más en la posición
que le correspondía por encima de todo.
Analizó cuidadosamente a Abaddon y sacudió la cabeza cuando se dio cuenta de que los seis pecados ahora
estaban nadando dentro de su cuerpo.
"Pereza, ira, codicia e incluso envidia... ¿mataste a todos mis hermanos por sus pecados? ¿Tienes la intención de
matarme por los míos también?" Lucifer preguntó mientras descendía lentamente del cielo.
A pesar de saber que sus hermanos habían sido asesinados, no parecía mostrar signos de dolor por sus muertes.
Era como si estuviera hablando de algún transeúnte al azar en lugar de su propia familia.
"Belphegor y Leviatán están vivos..." respondió Abaddon mientras se retiraba de los escombros. "Me entregaron
sus pecados por su propia voluntad y así continuar respirando. En cuanto a si pretendo o no matarte por los
tuyos... No creo que me des otra opción".
"Eres inteligente. Pensaría que tienes la inteligencia para no tomar una decisión tan imprudente como
provocarme, pero parece que tu inteligencia solo llega hasta cierto punto".
Si Pride era honesto, su única preocupación real ahora era qué debería hacer exactamente con Abaddon.
Al matarlo, se debilitaría severamente.
Y cuando las cosas con los humanos mostraban signos de escalada, no podía darse el lujo de estar fuera de juego
ni por un segundo.
'Tendré que someterlo por ahora... y luego encontraré demonios más adecuados para retener los pecados
después...'
La idea de perder contra el dragón nunca se le había ocurrido ni por un momento.
Llevaba el nombre de uno de los seres más poderosos que existen.
Solo había uno que estaba en condiciones de hacerlo inclinar la cabeza, y todos los demás estaban debajo de sus
pies.
Incluso sus propios hermanos no estaban exentos de esta línea de pensamiento, y uno de los mayores irritantes
de su vida fue tener que fingir que de alguna manera estaba en igualdad de condiciones con ellos.
'Casi quiero agradecerle por sus muertes...'
Tan pronto como tuvo la idea de que una construcción inquietantemente familiar de luz verde solidificada lo
golpeó con fuerza en la espalda.
¡Boom!
En un abrir y cerrar de ojos, Lucifer había caído al suelo frente a Abaddon, y finalmente mostraba cierto grado
de irritación.
"Cómo te atreves..."
Lo que Abaddon acababa de usar era usar la habilidad principal del pecado de la envidia.
Cada vez que recibía un ataque mágico que superaba sus propias capacidades, tenía la oportunidad de robarlo y
hacerlo suyo.
Y no sería menos poderoso que el original.
Lucifer se levantó rápidamente sobre una rodilla y extendió la mano para llamar a su arma desde los escombros.
Un gran espadón dorado voló hacia su mano, y Abaddon inmediatamente pudo sentir una instintiva sensación
de peligro.
"Igual de insolente que Leviatán. Careces del poder para lograr cosas por tu cuenta, así que debes robárselo a los
demás como una especie de pilluelo sucio de la calle. Ya no me divierte".
Abaddon rápidamente empeoró su irritación mientras se elevaba hacia el cielo una vez más, y todo su cuerpo
comenzó a recorrer con electricidad roja.
El cielo en lo alto rápidamente se convirtió en un ominoso color negro y un momento después, enormes rayos
cayeron como si fueran un acto de dios.
Cada rayo aparentemente viajó directamente hacia Lucifer, y el pecado del orgullo resopló con desprecio
mientras apretaba la empuñadura de su espada.
"Un dragón tonto, verdadero o no. Te mostraré claramente por qué el orgullo está por encima de todo".
A poco menos de un kilómetro y medio de distancia, las esposas y Lillian observaban la pelea de Abaddon con
gran expectación.
Habían encontrado una colina con una vista descendente de la batalla, y donde todos estaban sentados sobre la
superficie cubierta de hierba, con las piernas cruzadas y los brazos entrelazados.
Lillian flotaba a poca distancia, bastante insegura sobre qué espectáculo debería comentar primero.
"Yo sé que este es un momento importante, mis reinas, pero-"
"No." Audrina rechazó las palabras de Lillian sin siquiera apartar la mirada de la batalla y mantuvo una
expresión seria pero preocupada.
"¿E-Eh?"
Eris: "Si tu esposo ya ha dicho que no puedes ser formal con él, entonces tampoco puedes hacerlo con nosotros".
Lisa: "Eres libre de hablar con nosotros cómodamente. Ya te dijimos nuestros nombres, así que no me digas que
los olvidaste".
"N-No, pero llamarte por tu nombre todavía es un poco..." Lillian había sido criada como sirvienta toda su vida,
por lo que esta repentina cercanía con las figuras reales estaba costando más que acostumbrarse.
"Solo... necesito un poco de tiempo, supongo."
Valerie: "Entendemos".
Bekka: "Es por eso que te vamos a dar treinta minutos completos para superarlo".
Una vez más, las esposas mostraron su fuerte amistad mientras asentían al unísono, mostrando que todos sus
sentimientos sobre este asunto eran los mismos.
"¿T-Treinta minutos?"
Lailah: "Veintinueve ahora".
"Estoy bien." Lillian murmuró, finalmente aceptando su derrota.
Todavía no sabía si podía llamar a Abaddon por su nombre de pila, pero algunas de sus esposas eran bastante
aterradoras, por lo que estaba un poco aterrorizada de desobedecer sus órdenes.
"Pero si puedo preguntar... ¿por qué están todos ustedes sentados así?"
Las siete mujeres habían tomado asiento y entrelazado los brazos sin decir una palabra, como si lo hubieran
hecho mil veces antes.
Dejando a la espada fantasmal igualmente confundida y divertida.
"Estamos sentados así para que podamos evitar que el otro interfiera en la pelea del esposo". Lisa explicó.
"Algunos de nosotros somos más lúcidos que otros a veces, por lo que a menudo es necesario sentarse así, por
extraño que parezca". Lailah dijo casualmente.
Sin darse cuenta, los ojos de las esposas se dirigieron a Valerie, Seras y Audrina.
Eran los que tenían peor temperamento, así como los que ya habían comenzado a mostrar signos de necesidad
de ser refrenados.
En respuesta, las chicas simplemente se encogieron de hombros o pusieron los ojos en blanco y continuaron
observando la batalla.
"Ya veo..." Lillian dijo lentamente.
Mientras observaba la escena de estas siete mujeres igualmente bellas y encantadoras sentadas juntas, no pudo
evitar comentar sobre la singularidad de su relación.
"Es conmovedor ver que todos se cuidan tan bien. Incluso cuando el pri... quiero decir, su esposo no está
presente, todos se tratan como familia. Su relación es bastante asombrosa".
A decir verdad, ninguna de las esposas sabía realmente qué decir.
Su relación no era algo en lo que alguna vez trabajaron o que intentaron formar intencionalmente.
Era una especie de milagro agradable que se había producido simplemente porque todas eran mujeres amables
que amaban a Abaddon con todo su corazón.
Y aunque por lo general aborrecían la idea de compartirlo, cuando pensaban en una realidad alternativa en la
que lo tenían solo para ellos, no podían evitar sentir que faltaba algo.
Por alguna razón, les encantaba verse felices tanto como disfrutaban experimentar esa misma felicidad por sí
mismos.
Si faltara uno solo de ellos, su familia no sería tan completa.
Lailah: "Seras... estás sudando mucho".
Una por una, todas las chicas se volvieron hacia el centro del grupo, donde se podía ver a la mujer híbrida con
una fina capa de sudor cubriendo su rostro.
"¿Estoy...? Estaba tan preocupada que realmente no me había dado cuenta". Dijo mientras se limpiaba la frente.
"Supongo que hace un poco de calor hoy, ¿eh?"
Bekka: "... Es invierno..."
"Bien... entonces no estoy seguro de por qué estoy..."
De repente, su mano fue directamente a su estómago inflado e hizo una expresión incómoda.
"Seras..." preguntó Lisa preocupada. "Qué está pasando...?"
"Creo que este pequeño es un poco ruidoso... tal vez el bebé está preocupado como el resto de nosotros".
Desafortunadamente, las palabras de Seras fueron completamente poco convincentes y ahora sus seis hermanas
más una gran espada la miraban con expresión de preocupación.
"¡N-No me mires así! Te dije que estoy fi- ¡Agh!"
Un dolor punzante en el útero arruinó todos sus reclamos y ahora todos tenían alguna idea de lo que estaba
sucediendo.
Valerie y Eris inmediatamente trabajaron en conjunto, manipulando la tierra debajo de Seras para crear una
superficie similar a una cama cubierta con la hierba más suave imaginable.
"Esto no puede estar pasando... todavía es demasiado pronto". Seras dijo con pequeñas lágrimas en sus ojos.
Por alguna razón, parecía que su bebé estaba desesperado por venir al mundo un poco antes de lo previsto.
Y nacería el día de una de las batallas más difíciles de la vida de su padre.
Si Abaddon viviría o no para conocer a su hijo, o incluso presenciar su nacimiento, era completamente incierto.
Capítulo 257 ¡El pecado del orgullo!

Lucifer observó la tormenta de rayos caer hacia él con una expresión indiferente aparentemente permanente.
Se quedó tan quieto como una estatua de piedra, y permitió que el poderoso ataque lo inundara sin molestarse
en esconderse.
¡¡BOOOOMMMMM!!
Abaddon inclinó las cuatro cabezas sorprendido cuando vio que Lucifer no hizo ningún movimiento para evitar
su ataque y en su lugar lo tomó de frente.
'No parecía preocupado por lastimarse en lo más mínimo... ¿Esto está relacionado con su pecado o simplemente
me considera muy por debajo de él?'
Su conocimiento sobre el pecado del orgullo era ciertamente muy pobre.
Y no era solo él, nadie parecía saber qué hacía realmente el pecado del orgullo o por qué Lucifer era tan
poderoso.
La mayoría simplemente atribuyó su fuerza al hecho de que era el único demonio existente que era capaz de
contener el elemento de la luz.
De repente, los ocho ojos de Abaddon se abrieron de par en par cuando sintió algo dentro de la nube de humo
debajo.
Era débil, pero aún así lo notó.
Solo por un segundo, el aura de Lucifer se volvió un poco más fuerte.
La diferencia solo podría describirse como infinitesimal en el mejor de los casos, pero ese pequeño cambio fue
suficiente para que Abaddon entendiera el pecado del orgullo.
Pero si estaba en lo cierto... las cosas estaban a punto de volverse mucho más difíciles.
Casi como para probar su punto, Lucifer estalló a través de la nube de humo y apareció directamente frente a
Abaddon en el cielo.
"No te volveré a advertir. No tienes derecho a estar por encima de mí".
Abaddon observó cómo Lucifer balanceaba su espada en el aire una sola vez, aparentemente atacando la nada.
Pero antes de que el dragón se diera cuenta, aparecieron varios cortes grandes en todo su cuerpo, desde la
cabeza y las alas hasta la punta de la cola.
Finalmente, Abaddon decidió que ser más grande solo lo hacía más fácil de golpear y su cuerpo se encogió hasta
su apariencia normal.
El dragón remetió sus alas y permitió que su cuerpo cayera libremente del cielo mientras pensaba en una
solución a su situación actual.
'Si se vuelve más fuerte cada vez que lo golpeo, entonces ya no puedo permitirme atacarlo tan imprudentemente
como lo he hecho antes. Se requiere un nuevo enfoque...'
Abaddon aterrizó silenciosamente en el suelo y miró hacia arriba justo a tiempo para ver el pie de Lucifer
viniendo directamente a su sien.
Al activar el cuerpo de niebla, el ataque pasó inofensivamente a través del dragón, lo que provocó que Lucifer
chasqueara los dientes molesto cuando pulverizó el suelo en lugar de su oponente.
"Igual que Asmodeus. Tontamente crees que el engaño equivale a destreza y habilidad. Serías mejor bufón que
guerrero".
Abaddon saltó para poner cierta distancia entre él y su monstruoso oponente. "Consideraré cambiar de carrera
una vez que todo esto termine, Pride".
"Presuntuoso."
¡Whoosh!
Aunque Abaddon había puesto varios metros entre él y Lucifer, el semidiós había cerrado esa brecha en un
instante y arrebató al dragón en el aire.
Al canalizar maná en su mano, Lucifer pudo agarrar fácilmente a Abaddon por el cuello incluso si su cuerpo era
incorpóreo.
"Cuando esto termine, estarás muerto, Abaddon. Si ibas a vivir tu vida en un camino diferente, nunca deberías
haber venido a desafiarme en primer lugar".
Lucifer tomó su enorme espada dorada y apuñaló a Abaddon en el pecho.
Sin preocuparse por la gran espada que ahora salía de su espalda, Abaddon se perdió temporalmente en sus
instintos y abrió la boca de par en par.
Cuando Lucifer notó el brillo blanco y púrpura que se acumulaba en la parte posterior de la garganta del dragón,
supo que tenía que actuar.
Incluso su habilidad no lo protegería del poder de la primera llama.
Antes de que Abaddon se diera cuenta de lo que estaba pasando, Lucifer tenía la mano en la mandíbula y le
había obligado a cerrar la boca.
Un gruñido monstruosamente irritado salió de la garganta de Abaddon.
Nunca antes se había sentido tan abrumado por un oponente.
Incluso cuando luchó contra Satanás, al menos pudo contraatacar con sus propias artes marciales para
defenderse.
Pero Lucifer era injustamente más fuerte y más rápido.
Sin mencionar el hecho de que incluso si la brecha entre ellos fuera un poco más pequeña, Abaddon aún no tenía
forma de atacar a su oponente sin fortalecerlo.
'Tengo que igualar las probabilidades... y pronto...'
A este ritmo, iba a morir en los próximos minutos.
No tenía una segunda vida a la que recurrir esta vez, por lo que no podía confiar en la activación del corazón de
fénix como lo había hecho antes.
Estrujándose el cerebro en busca de una solución, se dio cuenta de que tenía el poder de escapar de esta
situación todo el tiempo.
'Esperaba no tener que hacer nunca algo como esto... Parece que no se puede evitar'.
Tomando una respiración profunda, cerró los ojos y abrió su mente a los millones de personas conectadas a él.
- Luxuria 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Como siempre, las calles de Luxuria estaban bulliciosas y llenas de almas en abundancia.
Con la guerra demoníaca acercándose a su fin, algunos seguidores de los cinco señores demoníacos caídos se
dirigían hacia aquí, atraídos tanto por la nueva oportunidad como por la curiosidad.
Una vez que vieron la arquitectura hermosa y muy avanzada, casi se convencieron de quedarse en este lugar de
por vida.
Y cuando vieron los prósperos y abundantes burdeles llenos de hermosos hombres y mujeres, sumergieron sus
cabezas en la fuente del renacimiento sin pensarlo dos veces.
'Mi gente.'
De repente, toda la ciudad se detuvo en seco cuando la voz del rey resonó en todas y cada una de sus mentes.
Demonios jóvenes y viejos escucharon con entusiasmo, mientras esperaban escuchar las palabras de su amado
rey.
Me he enorgullecido de no haberte pedido nada hasta ahora, pero parece que hoy debo poner fin a esa racha. Te
pido que descanses ahora y que tengas solo el más pacífico y trascendente de los sueños. Hago esto para que
cuando despiertes, las vidas que tú y yo apreciamos todavía estén abiertas para nosotros.'
Le tomó un momento asimilar la solicitud del rey, ya que nadie entendía exactamente lo que se les pedía.
Pero finalmente, la voz de una mujer fénix mayor que dirigía la panadería más popular de la ciudad resonó en
sus mentes.
'¿El rey nos ha dado tanto y ahora todo lo que nos pides es descansar? Si me lo hubieras preguntado, con mucho
gusto habría derramado mi propia sangre. Haría cualquier cosa por quien nos ha dado nueva vida.'
Una vez que la anciana expresó su devoción, aparentemente comenzó una reacción en cadena de ciudadanos
que estaban ansiosos por hacer lo mismo.
'¡No lo entiendo, pero también descansaré por el rey!'
¡Yo también! ¡Cualquier cosa que pueda hacer para ayudar al que me ha ayudado tanto!'
'Espero tener sueños sobre dar a luz al hijo del rey...'
'¡Por favor, mi rey, siéntete libre de hacer lo que sea necesario!'
'Todos ustedes... tienen mi más sincero agradecimiento.' Abaddon dijo sinceramente.
Tan pronto como Abaddon expresó su gratitud, los cuerpos de los demonios conectados a él comenzaron a
sentirse pesados.
Pronto se pudo ver la vista milagrosa y algo divertida de los demonios acostados en los lugares más extraños.
En plena calle, en lo alto de los puestos de comida, incluso en los puestos del coliseo.
Los cuerpos de estos demonios comenzaron a brillar con una luz verde opaca, y finalmente dejaron caer sus
párpados mientras se sumían en el mejor sueño de sus vidas.
Cuando Lucifer se dio cuenta de que Abaddon había dejado de luchar, ya era demasiado tarde.
¡Boom!
Un torbellino de energía verde opaca comenzó a envolver a Abaddon e inundó su propio ser.
Abaddon abrió los ojos que ardían con un nuevo poder y le dio a Lucifer una mirada molesta.
¡Quebrar!
Usando su mano libre, Abaddon rompió la espada dorada que estaba alojada en su pecho.
"Tú..." gruñó Lucifer.
Abaddon se liberó de las garras del gran señor de los demonios y pateó su cuerpo.
Abaddon saltó en el aire, aterrizó en el suelo a varios pies de distancia y se quitó el trozo de espada que quedaba
en su cuerpo.
"El pecado de la pereza... otro testimonio de tu debilidad". Lucifer se quejó mientras arrojaba su arma rota sobre
su hombro.
"Confiar en el sueño de otros como fuente de poder... qué milagroso que alguien incapaz de lograr cosas por su
propio poder haya llegado tan lejos en este mundo atrasado. ¿Qué clase de gobernante eres?"
Abaddon no respondió de inmediato mientras miraba sus manos y sentía el poder de toda su gente
atravesándolo.
"Incapaces de lograr cosas por sus propios medios, ¿eh...? A decir verdad, hubo un tiempo en el que un insulto
así me habría irritado horriblemente. Pero por alguna razón no me siento así hoy".
Abaddon extendió las manos y permitió que Lucifer lo observara mientras se transformaba en un demonio de
piel negra con cuatro brazos y tres ojos.
"Soy lo que ves. El poder que fluye a través de mí pertenece a los hijos, las hijas, los esposos y las esposas que
están bajo mi protección. Renacen de mi sangre y, por lo tanto, son parte de mí.
Ya no me avergonzaré de tener gente dispuesta a ayudarme. Es un signo de su fe y de su lealtad inquebrantable.

Ni tú ni nadie más tiene derecho a decirme que tal cosa es deshonrosa, o que me hace indigno de mi trono".
Abaddon era un hombre con la esperanza de millones cabalgando sobre sus hombros.
Y debido a todas sus hazañas y logros que ha tenido hasta ahora, fue fácil para muchos olvidar lo joven que era
su cuerpo en realidad, así como el hecho de que solo había evolucionado en la etapa dos.
Todos los días, las probabilidades que enfrentaba se vuelven más y más insuperables, y debido a que todavía
estaba lejos de ser un dios, estaba destinado a tropezar.
Pero afortunadamente, en esos momentos podía usar las conexiones que había formado con las personas que
creían en él para asegurarse de que nunca tuviera que caer.
Y continuaría usando la fe que su gente había puesto en él, hasta que llegó a un punto en su vida donde el poder
que poseía era totalmente innegable.
"Palabras innecesarias". Lucifer dijo con una burla. "Es por eso que todos son inferiores al orgullo. No requiero
de nadie y por lo tanto soy superior".
De repente, el demonio primordial extendió su mano y un arma apareció de repente a la vista.

Era una lanza completamente roja, teñida con la sangre de un hombre mortal bien conocido.
Con unos ocho pies de largo con dos puntas, Abaddon pudo reconocer el arma de un vistazo.
Y cuando sintió la escalofriante presión que emanaba del arma, se dio cuenta de que era de la misma clase que
su espada negra y la espada de bruja de su hija.
"Con el arma que me otorgó mi padre, te otorgaré un verdadero borrado". Lucifer dijo mientras giraba su lanza
casualmente.
"Veremos si aquellos que ponen sus esperanzas en ti pueden seguir haciéndolo después de que te hayas
convertido en la nada".
Capítulo 258 La lanza de Longinus

"Por favor, respira, hermana. Te agotas aún más preocupándote por asuntos sin importancia". Eris dijo
suavemente.
"¡N-No es sin importancia! ¡Si no me concentro, mi esposo podrá sentir mis emociones y se distraerá!" Seras
argumentó.
Ninguna de las chicas podía discutir con su razonamiento, pero, por desgracia, tampoco estaban equivocados
por sus preocupaciones.
Claramente, Seras estaba luchando por mantener sus emociones imperceptibles, así como por lidiar con la
incómoda sensación causada por un ser vivo que intentaba salir de ella.
"Sé que quieres que esté aquí, pero puede ser inevitable, Seras". Bekka dijo suavemente. "No creo que pueda
terminar esta batalla a tiempo..."
Seras lo sabía, y entendía cuán importante era este día, pero aún quería que su esposo fuera testigo del
nacimiento de su hijo.
Todo lo que podía hacer era frotarse el estómago con una expresión melancólica mientras suplicaba
sinceramente.
'Por favor, hijo mío, ten paciencia con tu mami. Solo necesito que esperes cómodamente un poco más...'
Por algún milagro, el estómago de Seras mostró signos de asentarse y pudo respirar un poco más tranquila por
primera vez en varios minutos.
Les dedicó a sus hermanas ya Lillian una sonrisa exhausta que ocultaba toda su ansiedad.
"Estoy bien chicas, ¿ven? Parece que este pequeño también quiere esperar a su padre".
Las esposas no estaban completamente convencidas, pero, por desgracia, no había nada que pudieran hacer si
Seras estaba decidido a poner cara de valiente.
"Está bien, Sera". Lailah dijo con un suspiro. "Mientras tú y el niño estén bien entonces-"
¡BOOOOMMM!
Las chicas buscaron la fuente de la explosión al unísono y encontraron a su esposo aparentemente acorralado
por el poder de un arma amenazante.
Es cierto que Abaddon estaba pasando por un momento bastante difícil.

Con el poder del pecado de la pereza, finalmente pudo seguir los movimientos de Lucifer y defenderse
adecuadamente.
Pero incluso con ese impulso, eso todavía no resolvió el problema de no poder dañar a su oponente.
Hasta ahora, había sido relegado a solo desviar y evitar ataques mientras intentaba encontrar una forma de
volver a la ofensiva.
El pecador del orgullo notó este completo cambio de actitud y no pudo evitar encontrarlo curioso. "¿Adónde ha
ido tu bravuconería de antes? Tu afán se ha convertido en cobardía a una velocidad irrisoria".
Apenas le dio a su oponente la oportunidad de responder, ya que continuó presionándolo con ataques.
Abaddon detuvo las puntas de lanza con sus propias manos y sintió un escalofrío recorrer su cuerpo cada vez
que lo hacía.
Sin duda esta arma... era peligrosa.
Pero también había algo extraño en eso que aún no podía identificar.
¡¡¡BOOOOMM!!!
Cada estocada de la lanza de Lucifer liberaba fuertes ráfagas de viento que excavaban la tierra a su alrededor.
Pero a pesar de que la habilidad era bastante temible, no pudo evitar sentir que le faltaba algo.
Se suponía que cada uno de los seis finales eran armas que tenían una profundidad de poder insondable y, sin
embargo, esta lanza aparentemente no tenía otras habilidades además del borrado.
Seguramente un arma tan legendaria debería ser capaz de más que esto, ¿no?
'No he abierto el mío todavía, pero incluso el de Thea tiene más trucos que este... ¿no está usando todo su
potencial, o...?'
¡BOOOMM!
Cuando Abaddon evitó por poco otro ataque, se creó otra trinchera en el suelo y Lucifer ahora estaba seguro de
una cosa.
"Has descubierto cómo funciona mi pecado... encomiable. No es de extrañar que de repente te hayas vuelto tan
tímido".
Abaddon sonrió irónicamente y bailó alrededor de su oponente mientras continuaba estrujándose el cerebro en
busca de una solución. "Ciertamente lo he hecho. ¿Significa eso que me lo darás como premio de consolación?"
"¿Ves? Sabía que tenías talento como bufón".

¡Boom!
¡Boom!
¡Boom!
Los dos continuaron bailando uno alrededor del otro sin un final real a la vista para su batalla.
Abaddon no podía golpear a Lucifer o corría el riesgo de empoderarlo. Tampoco podía permitirse ser
atravesado por la lanza de Longinus, ya que estaba seguro de que sufrir incluso la herida más leve tendría
efectos secundarios desastrosos.
Todavía no había llegado a una solución, pero después de varios minutos de pelear, Abaddon finalmente se dio
cuenta de algo sobre la forma de pelear de Lucifer.
'Él es un aficionado...'
Los ataques del pecado del orgullo eran torpes y carecían de cualquier tipo de delicadeza.
Estaba muy claro que él era el tipo de oponente que confiaba en su abrumadora habilidad física para aplastar a
cualquier oposición.
Y dado que se fortalecía cada vez que recibía un ataque, era una estrategia que nunca tuvo que modificar.
'Un cuerpo casi insuperable y, sin embargo, solo el mínimo conocimiento reside dentro de él... Supongo que
debería considerarme afortunado'.
De repente, una bombilla se encendió en la cabeza del dragón.
El cuerpo de Lucifer era de hecho casi infranqueable.
Pero... ¿y su alma?
Después de que Abaddon desvió otro ataque, finalmente volvió a la ofensiva.
¡Bang!
"¡Urgh!"
Una dura rodilla de Abaddon hizo que Lucifer se doblara de dolor y soltó un gemido involuntario.
"Lo que hice-"
¡Boom!
Antes de que Lucifer pudiera pronunciar sus palabras, recibió una patada en la mandíbula que lo envió volando
varios metros hacia atrás.
Abaddon miró la espalda de Lucifer mientras se levantaba del suelo.
Cuando no sintió ningún aumento en el aura dentro de él, supo que finalmente había logrado dañarlo.
'Nunca pensé que en realidad estaría en lo correcto...' 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Abaddon había podido ver almas desde que recibió su primera bendición de Maliketh.
Y después de salvar a Lillian del más allá, se dio cuenta de que también podía tocarlos.
No estaba seguro de si funcionaría en un ser vivo, pero al enfocarse en golpear más allá de la carne de su
oponente, pudo causar daño directo a un alma.
"¿¡Qué hiciste!?"
Lucifer se arrastró desde el suelo y ya no se veía tan tranquilo y sereno como siempre.
Su respiración era irregular, su cabello estaba un poco desordenado y su rostro estaba alcanzando lentamente
un tono poco saludable de rojo.
Nunca había experimentado algo así.
Si bien su cuerpo estaba físicamente bien, sentía como si toda su existencia temblara de dolor.
"Es por eso que bloqueaste mis llamas antes... sabías que tenían el efecto de quemar las almas". Abaddon estaba
teniendo sus propias realizaciones, sin importarle las palabras de Lucifer.
"¡¡Contéstame, Abaddon!! ¡¿QUÉ ME HICISTE?!"
"Debo decir que Satanás era mucho más fuerte. Si no hubiera sido un bruto tan idiota, y tú no tuvieras esa
pequeña habilidad molesta, sin duda habría sido conocido como el mayor de los pecados".
"¡¡ABADDONNNN!!!"
Con una expresión horrible, Lucifer se abalanzó sobre Abaddon con una rabia ciega.
No solo estaba dolorido, sino que ahora su orgullo también había sido pisoteado.
Y como el que se suponía que debía encarnar esa misma emoción, su reacción ante tal cosa fue mucho más
volátil.
Al igual que antes, atacó a Abaddon con estocadas de su lanza que llegaron a la velocidad de la luz, y Abaddon
los evitó a todos por solo un cabello.
"¿¡QUIÉN ERES TÚ PARA DECIR QUE ALGUIEN DEBE ESTAR POR ENCIMA DEL ORGULLO!? ¡TÚ NO ERES NADA!
UN INSECTO INDIGNO DE INCLUSO-"
¡POW!
Una dura mano derecha de Abaddon hizo que Lucifer casi viera las estrellas, y todo su ser fue asaltado por un
terrible dolor una vez más mientras tropezaba hacia atrás.
"Entiendo que podría morir en cualquier momento, pero admito que estoy disfrutando esta escena. Siempre me
alegra el día ver a personas llenas de orgullo que se encuentran con un obstáculo que no pueden superar".
Abaddon dijo con una sonrisa.
"¡SUFICIENTE!"
De repente, todo el cuerpo de Lucifer comenzó a brillar con una luz cegadora.
Su piel, carne y huesos fueron quemados, y pronto no fue más que una masa de luz viviente con la forma de un
hombre con ocho alas y largos cuernos rizados.
Ahora era tan brillante que era como mirar directamente al sol, y por un momento Abaddon quedó
temporalmente cegado.
Y cuando estás luchando contra un ser que es capaz de moverse a la velocidad de la luz, un momento es más que
suficiente para que algo salga terriblemente mal.
¡Atravesar!
Cuando Abaddon miró hacia abajo, pudo ver que la lanza de Lucifer estaba incrustada en su estómago, justo un
poco debajo de su ombligo.
"¡El juego ha terminado, mestizo! ¡He ganado!"
Lillian y las esposas miraban cómo Lucifer apuñalaba a Abaddon.
En el momento en que fue herido, jadeos de sorpresa escaparon de todos sus labios y casi perdieron toda la
fuerza en sus piernas.
Lillian hizo todo lo posible por permanecer optimista y parecía ser la única capaz de hacerlo. "Es solo una
herida, ¿verdad? E-Estará bien..."
"S-Sí, así es...", dijo Lailah. "El marido ha sobrevivido a cosas peores..."
Las chicas continuaron viendo esta escena con gran expectación, hasta que se escuchó un grito horrible seguido
por el sonido de agua corriendo.
Seras estaba en mucho más dolor que antes, y su fuente finalmente se había roto. "¡P-Parece que el bebé ha
dejado de ser paciente! ¡¡Vienen ahora!!"
Las chicas finalmente apartaron sus ojos de la vista de la batalla de su esposo con gran dificultad, y rodearon a
Seras en un abrir y cerrar de ojos.
"Todo estará bien, hermana. Solo tienes que respirar y empujar, ¿de acuerdo?" Lisa dijo mientras tomaba la
mano de Seras.
"P-Pero yo-"
"¡Parece que no puedes darte el lujo de esperar más, querida!" Audrina negó. "¡Ya sientes mucho dolor y el bebé
parece estar completamente decidido a nacer ahora mismo!"
Las lágrimas finalmente cayeron de los ojos de Seras cuando se dio cuenta de la gravedad de esta situación.
Tanto la batalla de su esposo como su embarazo iban terriblemente, y no pudo evitar girar la cabeza hacia el
cielo mientras su corazón se llenaba de dolor.
De mala gana, abrió su mente y vinculó su conciencia con la de Abaddon.
'Marido...'
'¿Seras..?'
La voz de Abaddon mostró rastros de comprensible sorpresa.
Pero también había una debilidad innegable que estaba tratando de ocultar con todas sus fuerzas. 'Seras..? ¿Qué
estás-'
'S-sé que actualmente tienes las manos ocupadas, y no quiero presionarte, mi amor, pero... nuestro bebé viene
ahora mismo. He estado tratando de aguantar pero... Creo que he llegado al final de mi cuerda aquí...'
Incluso desde muy lejos, Seras podía escuchar el sonido del corazón de su esposo latiendo más rápido.
'Mi amor... ¡Quiero tanto que estés aquí, no quiero traer a nuestro hijo a este mundo si no estás aquí conmigo!'
Por ahora, Seras estaba sollozando violentamente y sus hermanas estaban tratando desesperadamente de
mantenerla tranquila, pero sus esfuerzos fueron completamente ineficaces.
'S-sé que siempre has estado dando lo mejor de ti pero... como siempre lo has hecho... ¿crees que puedes lograr
un último milagro para mí...?'
Capítulo 259 Un milagro

Después de que Seras gritó cuando rompió fuente, el sonido viajó hasta los oídos de Lucifer y Abaddon.
Cuando el pecador del orgullo se dio cuenta de que había sido vigilado todo este tiempo, se burló
maliciosamente con desprecio.
"¿Trajiste a tus mujeres a esta pelea? Como siempre, soy detestado por tu confianza en-"
"Guarda silencio".
Lucifer se volvió hacia Abaddon pero se veía... ¿diferente?
Para empezar, había vuelto a su apariencia normal, y su cabello y ojos ahora brillaban con una luz dorada
cegadora.
Pero a pesar de su apariencia piadosa, su cuerpo había formado grietas doradas como si se estuviera rompiendo
desde adentro.
"Qué vas a...?" Lucifer preguntó con genuina confusión.
Cuanto más miraba a Abaddon, más sentía que no estaba calificado para hacerlo.
Su presencia era de alguna manera inexistente y, sin embargo... ilimitada.
Observó con los ojos muy abiertos cómo Abaddon colocaba una mano en la punta de lanza incrustada en su
abdomen y comenzaba a sacarla de su cuerpo.
Lucifer actualmente tenía ambas manos en la lanza y estaba usando toda su fuerza para mantenerla en su lugar.
Y, sin embargo, todavía estaba siendo fácilmente rechazado por Abaddon.
"Se me acabó el tiempo... Sólo puedo esperar que me perdone por haberla hecho esperar".
"Qué vas a-"
Al momento siguiente, sucedió algo increíblemente extraño.
Abaddon levantó la mano e hizo un simple corte vertical en el aire con el dedo.
No fue un movimiento exagerado.
Tampoco se ejecutó a una velocidad que ningún mortal podría esperar lograr.
Lucifer observó todo lo que sucedió sin perder un paso, y todavía no podía entender por qué de repente lo
cortaron en dos.
No podía moverse, pensar o incluso pronunciar una sola palabra.
El pecado del orgullo simplemente mantuvo una expresión de asombro permanente cuando los dos lados de su
cuerpo finalmente se separaron.
¡GRIETA!
Justo cuando el cuerpo de Lucifer golpeó el suelo, una rasgadura en la realidad apareció directamente frente a
Abaddon.
El poder que estaba usando ahora era demasiado para que este mundo lo manejara y, como resultado, ahora
estaba al borde del colapso.
'Maldita sea... ah.' Abaddon levantó la mano para tratar de reparar la rasgadura, solo para darse cuenta de que
su brazo se había caído y se había convertido en polvo dorado.
Y no se estaba regenerando.
Las grietas en su cuerpo habían comenzado a extenderse a un ritmo alarmantemente rápido, y estaba muy claro
que el uso de estos poderes solo había exacerbado su deterioro.
No sabía qué estaba pasando o por qué de repente tenía todo este nuevo poder.
Pero al menos por ahora, no estaba en condiciones de cuestionarlo.
Seras había suplicado por él desesperadamente, y no había nada que pudiera impedirle responder a su llamada.
Con el otro brazo, hizo un gesto de cierre con la mano y obligó a cerrar la rasgadura.
Después de hacerlo, su brazo restante se cayó al igual que el primero y se convirtió en nada más que polvo en el
viento.
'No importa, tengo que irme'.
Abaddon ni siquiera se molestó en absorber el pecado del orgullo cuando su cuerpo se volvió borroso y
desapareció del campo de batalla.
¡Whoosh!
En un abrir y cerrar de ojos, Abaddon apareció entre sus esposas y Lillian en la cima de la colina.
"¡Kya!"
"H-Cariño, ¿qué te está pasando?"
"¿¡Por qué no te estás curando!?"
Abaddon quería mentir y decir que estaba bien, pero honestamente no podía obligar a sus palabras a salir.
Sabía muy bien que probablemente no estaría bien.
"Chicas... yo-"
"¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Seras dejó escapar un grito profundamente inquietante cuando su mano fue a su estómago, y ahora un pequeño
rastro de sangre corría entre sus piernas.
Abaddon inmediatamente se arrodilló y fue a su lado, mientras lucía su mejor sonrisa amable y tranquilizadora.
"Lo siento, mi amor. Llegué un poco tarde, ¿no?"
"¡E-está bien! ¡Solo estoy feliz de que estés aquí ahora! L-perdón por ser tan-"
"No lo hagas. Sé lo importante que es esto para ti, y no hay nada por lo que tengas que disculparte".
Abaddon no podía sostener la mano de su esposa ya que ya no tenía ninguna propia, pero entrelazó su cola con
la de ella y le dio un apretón tranquilizador.
"Solo respira hondo y empuja, ¿de acuerdo? Algo como esto no es nada para ti".
Seras asintió con lágrimas en los ojos y respiró hondo varias veces antes de comenzar a empujar.
Lisa y Eris se sentaron entre sus piernas con una cobija y se prepararon para recibir al bebé, mientras el resto
de las esposas esperaban a un lado con clara ansiedad en sus rostros.
"¡¡¡¡AAAAAAAGGGGGGGHHHHHHHH!!!!!"
Seras gritó con todas sus fuerzas y empujó mientras intentaba dar a luz a su primer hijo.
Fue un parto doloroso pero corto, y después de que Seras hizo su mejor esfuerzo, nació el miembro más nuevo
de la familia Tathamet.
"¡Lo hiciste!"
"Se acabó ahora... lo hiciste muy bien".
Lisa tomó suavemente al recién nacido ensangrentado en la manta y permitió que Eris lo limpiara con un poco
de magia de agua.
"¿Q-Qué pasa...?" Seras preguntó débilmente.
Lisa miró debajo de la manta del bebé y sonrió feliz.
"¡Es una chica!"
-
De vuelta en Luxuria, Apophis, Mira, Thea y Nita estaban afuera en una mesa de picnic jugando un juego de
cartas.
De repente, el príncipe sintió un escalofrío recorrer su espalda y miró a todas las chicas presentes con una
expresión de disgusto.
"¿Por qué nos miras así? ¿Estás decepcionado porque has perdido los últimos ocho juegos?" preguntó Thea con
una sonrisa.
"Está bien, hermano mayor, te mejorarás pronto". Mira dijo lindamente.
"¿Puedo empezar a dejarte ganar si quieres, cuñado?" sugirió Nita.
Apophis se limitó a sacudir la cabeza y miró distraídamente al cielo.
"No es que... por alguna razón, siento que mis cargas han aumentado".
Las chicas no entendieron exactamente a qué se refería, así que simplemente se encogieron de hombros al
unísono y continuaron jugando.
Mira: "¡Dibuja cuatro hermano!"
Apofis: *Suspiro.*
Lisa le entregó suavemente a Seras la niña, y ella y Abaddon pudieron ver bien a su hija por primera vez.
Al igual que su madre, tenía el cabello blanco y suave que ya mostraba signos de crecer en el futuro.
De su padre heredó dos cuernos negros oscuros del color de la obsidiana y una rica tez morena.
Sus brillantes ojos rojos contenían una mezcla de inteligencia y curiosidad, mientras miraba a la mujer que
lloraba y que era responsable de traerla a este mundo con una expresión en blanco.
De repente, sus ojos se dirigieron a su padre y su horrible condición.
Se movió un poco en su manta antes de extender las manos como si quisiera que la levantaran.
Una sola lágrima cayó de los ojos de Abaddon mientras sonreía impotente.
No quería nada más que tomar a su hijo más reciente en sus brazos y acunarlo hasta que la última estrella se
extinguiera, pero desafortunadamente tal cosa era imposible.
Lo mejor que pudo hacer fue acercar su rostro al de su hija y permitirle que lo tocara una vez antes de que se le
acabara el tiempo.
"Hola, mi pequeña... Tendrás que perdonarme por mi apariencia pero acabo de pasar por un calvario, ¿ves?"
Sintió sus manos pequeñas y sudorosas recorrer suavemente las grietas de su rostro.
Estaba continuamente agradecido por todo lo que había experimentado en esta nueva vida, pero este fue, con
mucho, uno de sus momentos favoritos.
Pero... empezaba a ser más difícil para él mantener la conciencia.
Y, sin embargo, incluso si era difícil, deseaba desesperadamente permanecer en este momento todo el tiempo
que pudiera.
"...Nunca pensé que mi origen sería tan increíblemente idiota. Es la primera vez que puedo conversar contigo
desde que me llamaste y ya estás a punto de volver a la nada. No estoy seguro de si debería o no encontrar esta
locura graciosa o no".
Abaddon: "..."
Las esposas: "...."
Liliana: "..."
Aparentemente, la niña no se dio cuenta del hecho de que estaba recibiendo miradas atónitas y continuó
tocando la cara de su padre.
"Es un milagro que no te hayas desvanecido ya. Asumo que estás aguantando no más que con tu fuerza de
voluntad, pero incluso eso tiene su-"
Bekka: "¡¡EL BEBÉ ESTÁ HABLANDO!!"
Audrina: "¿¡Qué carajo!?!?"
Valerie: "Necesito un trago..."
Seras: "Entonces, ¿no estoy alucinando? Pensé que solo estaba cansada..."
Lillian: "¿Q-Qué está pasando...?"
Lailah: "Ella ya está usando palabras tan grandes..."
Lisa: "Mira ciertamente no hizo esto..."
Eris: "Pensé que era un poco especial cuando no lloró después de nacer, pero..."
Parecía que las esposas finalmente se habían dado cuenta de que lo que estaban escuchando no era una especie
de alucinación auditiva.
Pero parecía que esta repentina revelación había empujado el límite de lo que Abaddon podía soportar, y sus
ojos de repente se nublaron y perdió la capacidad de mantenerse erguido.
Su cuerpo fue atrapado por Valerie y Lisa antes de que pudiera tocar el suelo e hicieron todo lo posible para
sostener su gran cuerpo.
"¿¡Q-Qué le está pasando!?"
"¡¡No puedo oír los latidos de su corazón!!"
Antes de que las esposas pudieran entrar en pánico, la voz infantil de su hija más nueva aclaró la situación.
"Coloca mi origen en el suelo y acuéstate encima de él".
"¿¡T-Tu qué...!?"
"Tú-"
"Nos estamos quedando sin tiempo. Le queda menos de un minuto antes de que sea borrado de la existencia
para siempre".
Las chicas se estremecieron cuando escucharon la advertencia de su hija, e hicieron lo que dijo sin pestañear.
Una vez que Lailah colocó a la niña encima de su padre, luchó un poco para mantener la cabeza erguida por sí
misma antes de finalmente ponerse a trabajar.
"Un cuerpo físico... Nunca he sentido una tribulación tan grande como esta". Ella murmuró.
Con gran concentración, colocó su mano sobre el ombligo de su origen y cerró los ojos.
"¿Q-Qué estás haciendo?" Eris preguntó preocupada.
"Reparando el sello que le ha puesto el viejo". Ella respondió sin abrir los ojos.
"¿Sello?"
"¿El viejo?"
"Irrelevante por ahora." Murmuró el niño.
Todos vieron con asombro cómo el cuerpo de Abaddon perdía gradualmente su brillo divino y las grietas
doradas en su piel desaparecían.
Pero a pesar de que ya no estaba a segundos de evaporarse, todavía se veía terrible.
Su cuerpo no era más que una capa de piel envuelta sobre un esqueleto, y su cabello había regresado a un blanco
grisáceo enfermizo.
Las heridas en su cuerpo se estaban regenerando drásticamente más lento de lo normal, lo que le valió miradas
preocupadas de todas sus esposas y de Lillian.
"N-Él no se veía tan terrible la última vez...", dijo Lisa mientras se limpiaba las lágrimas.
La niña se estremeció al recordar el día en que descendió, como si le hubieran recordado algo
insoportablemente desagradable.
"Sí, bueno... eso puede suceder cuando uno absorbe mucho más poder del que su cuerpo puede manejar, y luego
atrae aún más energía después".
Incluso como un verdadero dragón, Abaddon todavía poseía un cuerpo joven y solo podía manejar tanto.
Usar el pecado de la pereza en los millones de demonios bajo su mando ya era una espada de doble filo, pero la
adición de sus habilidades selladas fue demasiado.
Y este fue el resultado final; un cuerpo que era tan frágil que incluso el recién nacido sentado en su pecho podría
matarlo.
"Debería haber sido más cuidadoso... si no hubiera permitido que esa arma lo atravesara, entonces las cosas no
serían tan terribles. Su alma ahora no es más que una vela en el viento". dijo el niño.
La lanza de longinus, como la mayoría de los seis finales, proporciona una muerte verdadera al borrar un alma
de la existencia.
Se propaga por el cuerpo como un virus antes de intentar destruir el alma.
Pero lo que Lucifer no sabía era que el alma de Abaddon estaba encerrada en un sello protector colocado por el
mismo creador.
Apuñalarlo con un arma de ese calibre abrió un agujero en esa carcasa y, como resultado, un poco de su poder
comenzó a filtrarse sin control.
Afortunadamente, pudo usarlo para derrotar a Lucifer pero... el costo fue realmente alto.
"Admito que tengo parte de la culpa de todo esto". dijo el niño exhausto.
"Cuando sentí que me llamaba, estaba tan decidida a reunirme con él... No tenía idea de que era demasiado débil
para sobrevivir a algo así".
A pesar de que estaba inconsciente, Abaddon recibió una flecha invisible en el corazón y se deslizó aún más en
su coma.
La niña finalmente se arrastró y se volvió para mirar a su madre con una expresión un tanto estoica.
"Supongo que esto debe ser extraño para todos ustedes. Mi nombre es Ouroboros, me complace conocerlos".
Capítulo 260 ¡Diosa Dragón Bebé!

Después de que Ouroboros se presentó, las esposas cayeron en un comprensible silencio.
Bueno... comprensible para todos menos para la propia recién nacida.
'¿Es esto un shock para ellos? Todos los niños que creé eran capaces de hablar inmediatamente después de la
concepción, entonces, ¿por qué se comportan de manera tan extraña?
Cabe mencionar que los primeros dragones se crearon porque Ouroboros quería replicar lo que hizo el creador
e hizo sus propias formas de vida.
Como resultado, los primeros dragones surgieron en este mundo como seres completamente formados que eran
comparables a los reyes dioses en términos de poder.
No tenía idea de que tal cosa estaba completamente fuera de la norma para cualquier especie.
Bekka: "Hmm... ¿Qué tal Jasmine en su lugar?"
"... No comprendo."
Valerie: "Ouroboros es un nombre aterrador para una niña tan linda, ¿no? Estamos tratando de pensar en algo
más apropiado. ¿Tal vez Eva?"
Lailah: "¿Tienes alguna idea, Seras? Después de todo, la diste a luz".
Seras: "Estoy feliz de que haya sido entregada de manera segura. Iba a permitir que mi esposo la nombrara".
Los ojos de las esposas viajaron al dragón dormido que no era probable que despertara pronto.
"Supongo que deberíamos esperarlo entonces." Eris dijo asintiendo.
'¿Qué tiene de malo mi nombre...?' Ella se preguntó.
De repente, el bebé miró el campo de batalla que acababa de ser destruido. "Ah, uno de ustedes debería
recopilar eso para el origen".
Sus pequeños dedos señalaron el cadáver con una pequeña bola etérea flotando justo encima de él.
"Lo conseguiré." dijo Audrina.
Desapareció ante sus ojos y reapareció junto al cuerpo del orgullo.
Audrina tomó con cuidado el pecado etéreo en sus manos y se preparó para irse cuando notó algo interesante.
Miró el arma que casualmente yacía junto al cadáver de Lucifer y se preguntó si a Seras le gustaría tenerla.
Justo cuando se agachó para recogerlo, la lanza de repente se vio envuelta en llamas y desapareció.
"¿Eh?"
Pateó la mitad izquierda del cuerpo de la manada un par de veces para asegurarse de que estaba realmente
muerto.
Si no había sido él quien envió esa arma, ¿entonces quién lo hizo?
Finalmente, Audrina decidió que tal vez no estaba destinado a ser así y regresó con el resto de su familia con el
pecado en la mano.
"¿Debería darle esto ahora, hija mía?"
"... ¿Hija?" Ella preguntó.
El vampiro sonrió cálidamente y levantó a su hijo más reciente en sus brazos. "Sí querida, diosa dragón inmortal
o no, sigues siendo mi hija más nueva y te quiero mucho".
Ouroboros se sorprendió cuando recibió un pequeño beso en sus mejillas regordetas y una cálida caricia de
afecto.
Bekka: "Eso no es justo, ¡¿por qué la besaste primero?!"
Seras: "¡La empujé, así que debería haber sido mi derecho!"
Lailah: "¡Dámela ahora mismo! ¡Me he estado conteniendo todo este tiempo!"
Valerie: "¡Quiero olerla!"
Lisa: "¡Yo también! ¡El olor a bebé recién nacido es uno de los mayores tesoros de la vida!"
Pronto, la pequeña Ouroboros estuvo en el centro de un tira y afloja con todas sus madres tratando de olfatearla,
besarla o acariciarla.
Ella mantuvo una expresión pensativa todo el tiempo y parecía como si no se sintiera incómoda con el afecto.
'Curioso... muy curioso.'
Les tomó diez minutos completos a todos calmarse y Ouroboros terminó sentado en el regazo de Seras.
Una vez que las niñas se saciaron, el bebé finalmente pudo responder la pregunta de Audrina de antes.
"No puedes darle ese pecado al origi... al padre en este momento. Su cuerpo está en un estado demasiado frágil
para manejar cualquier afluencia de energía e inevitablemente se derrumbará".
Las chicas asintieron lentamente en comprensión antes de que Lisa hiciera otra pregunta que siempre se habían
hecho.
"¿Cómo supiste que vinieras aquí? Dijiste que ese esposo te llamó, pero ¿qué significa eso exactamente?"
Ouroboros se recostó en el abrazo de su madre y puso su mano en su pequeña barbilla mientras trataba de
pensar.
"Creo... obtuvo algún tipo de iluminación después de absorber el poder de la glotonería, ya que eso era en
esencia una parte de mi divinidad. Cuando eso ocurrió, se sintió abrumado por una sensación de angustia y
duelo tal que me alcanzó. todo el camino dentro de mi dimensión de bolsillo.
Cuando lo escuché, de repente me sentí... mal. Como si la totalidad de mi gran existencia no fuera más que una
fabricación incompleta, y yo no estaba donde pertenecía. Inmediatamente dejé mi reino y vine aquí, y cuando
entré en su cuerpo me enteré de mis verdaderos orígenes... aunque... todavía no estoy seguro de cómo llegamos
a separarnos de mi padre en primer lugar".
Lisa: "¿Nosotros?"
Ouroboros asintió mientras continuaba permitiendo que Seras olfateara su cabello como una especie de adicto a
la coca.
"Una vez que me fusioné con mi padre, pude sentir que había más seres como yo. Aunque... la conexión es muy
débil. No puedo precisar su ubicación exacta, pero puedo decir con certeza que ninguno de ellos está dentro".
este mundo."
Las esposas de repente se emocionaron, ya que buscaban constantemente formas de aprovechar la fortaleza de
su esposo.
Eris: "Entonces, si el esposo continúa teniendo estas iluminaciones, podrá llamar a todos sus fragmentos y
recuperar su poder original, ¿verdad?"
"No."
"¿¡PERO POR QUÉ!?" Todos preguntaron en voz alta.
"Porque soy especial". Dijo sin una pizca de arrogancia. "En el apogeo de mis poderes no estaba atado a una
forma física. Era un ser de energía pura e inmensa.
Eso significa que podría viajar a cualquier lugar en cualquier momento sin que casi nadie pueda detenerme,
pero no creo que estos otros seres sean iguales a mí".
"¿Y qué te hace pensar eso?" preguntó Lailah.
"Ya me habría encontrado con ellos. La cantidad de seres que están cerca de mí en el poder se puede contar con
los dedos de una mano, y siempre los visité al menos una vez con la esperanza de aliviar mi aburrimiento.
Si el padre tuviera otra iluminación, probablemente podría comunicarse con ellos, pero atraerlos aquí es una
cierta imposibilidad. "
Parecía que las chicas finalmente se estaban dando cuenta de lo poderosa que solía ser su hija más nueva, y se
sintieron un poco extrañas por el hecho de que le estaban mordisqueando los dedos de los pies hace unos
minutos.
... ¡Pero ella era tan linda!
"Umm... ¿princesa?" Lillian preguntó vacilante.
"¿Te estas refiriendo a mi?" La niña parecía no encontrar ningún problema con una espada parlante flotante y
continuó actuando como si estuviera teniendo una conversación normal.
"S-Sí. Eres la tercera princesa de la familia real Tathamet de Samael". explicó Liliana.
"Ah... ¿Qué es una princesa?"
Las chicas le dieron a Ouroboros una breve descripción de qué era exactamente una princesa, pero
honestamente parecía que al bebé no le importaba menos de cualquier manera.
Parecía que era virtualmente un dios otra vez pero sin ningún poder real, por lo que no consideró que el título
fuera extremadamente significativo.
"Le has devuelto todo tu poder a tu padre, ¿correcto? ¿Estás... triste por eso?" preguntó Liliana.
Era una pregunta justa para hacer.
Ouroboros era literalmente una de las deidades más fuertes de toda la creación, y ahora había sido relegada a
esta forma infantil.
"Bueno, no le devolví todo. Mi alma ha logrado retener alrededor del seis por ciento de mis habilidades
anteriores y todo mi conocimiento, por lo que no es como si me quedara sin nada".
Miró a su padre dormido a unos metros de distancia ya todas sus madres a su alrededor.
"Tampoco me opongo a pasar tiempo aquí. He estado solo desde antes de que se registrara el tiempo, así que
creo que puede ser bueno experimentar... la familia".
Las palabras de Ouroboros fueron simples y dichas sin pensar mucho, pero fueron más que suficientes para
hacer que los ojos de su madre se humedecieran.
"¡Aww, mi bebé es simplemente el más dulce!"
Seras rápidamente levantó a su hija y comenzó a acunarla como si fuera una gema preciosa.
"¡Sé que tus hermanos te amarán tanto como nosotros! ¡No puedo esperar a que los conozcas!"
Mientras era asfixiada por los enormes pechos de su madre, se podía ver a Ouroboros con una expresión
ligeramente preocupada.
"Hermanos... me pregunto cómo son".
- 9 días después
Antares, El Salón del Trono del Dragón Dorado
Como siempre, Helios estaba viendo a su amigo más antiguo, Hajun, bebiendo hasta morir mientras se quejaba
de lo que consideraba asuntos poco serios.
"¡Ese demonio de la lujuria cachonda! ¡¿Cómo se atreve a poner sus sucios dedos sobre mi dulce Seras?"
"Te lo he dicho innumerables veces antes, no hay un hombre en este mundo que sea capaz de obligar a Seras a
hacer algo que ella no quiere hacer. Si ella está junto a Abaddon, entonces es porque él la hace feliz. "
"Entonces, ¿¡por qué no me siento mejor!?"
"Porque eres un idiota".
Helios observó a su amigo tomar otro sorbo de whisky enano y no pudo evitar reflexionar sobre su pasado.
'No estaba tan mal... ¿verdad?' De repente, sintió que le debía una disculpa a Asmodeus.
Sin embargo... un recordatorio de la molesta personalidad de su yerno inmediatamente eliminó esa idea de su
mente.
'... No importa, ese bastardo nunca me dejará escuchar el final'.
Eventualmente, Helios se dio cuenta de que no había visto ni escuchado nada de Seras en más de dos semanas, y
tal cosa era muy poco común en ella.
Se incorporó de su trono y se limpió la inmaculada túnica rosa. "Levántate. Vamos al territorio de la llama de
sangre".
Los ojos de Hajun de repente adquirieron una nueva luz y rápidamente se puso serio mientras se volvía a poner
de pie. "¡Ya era hora de que dijeras algo útil! ¡Démonos prisa!"
El rey dragón puso los ojos en blanco mientras los dos se preparaban para salir del castillo, pero se congelaron
cuando sintieron que se acercaban dos presencias que conocían muy bien.
Una masa de sombras se levantó del suelo a sus pies, y un momento después Asmodeus y Yara aparecieron
tomados de la mano.
"Pensamos que estarías aquí de mal humor, tío Hajun. Te he estado buscando". Yara dijo felizmente.
"Entonces... ¿no viniste a verme entonces?" Helios preguntó mientras trataba de ocultar su angustia.
Por suerte Yara era experta en difuminar una situación como esta. "No padre, pero siempre es una agradable
sorpresa verte de todos modos".
Helios asintió en silencio con satisfacción y mostró que ahora estaba lo suficientemente apaciguado.
"Lamento hacer que vengas a buscarme así, princesa. Estábamos de camino al territorio de mi hija".
Asmodeus sonrió con humor mientras colocaba una mano sobre el hombro del viejo dragón. "No la encontrarás
allí, amigo mío. Está en Luxuria".
En un abrir y cerrar de ojos, el estado de ánimo de Hajun volvió a su punto más bajo y adquirió una expresión
apestosa. "¿Por qué no me sorprende... me atrevo a preguntar qué está haciendo allí?"
"Está de baja por maternidad". Yara respondió.
Helios / Hajun: "¿Decir qué ahora?"
"Licencia de maternidad." Asmodeo lo confirmó.
"..."
"..."
"..."
"..."
Hajun comenzó a mostrar algunos signos de mareo y desmayo, y Helios tuvo que aferrarse a él para sostenerse.
"¡¿MM-Baja de maternidad?! WW-¿Por qué mi dulce melocotón necesitaría eso?"
Como un íncubo, Asmodeus sintió que era el más calificado para dar una explicación. "Bueno, cuando dos
adultos se aman mucho O han ingerido grandes cantidades de alcohol-"
¡Pow!
Un fuerte codazo de Yara interrumpió su explicación antes de que pudiera poner al viejo dragón en coma.
Suavemente, tomó la mano de su tío y le habló con voz tranquila y tranquilizadora.
"Tío, tu hija nos envió a buscarte para que pudieras venir a conocer a tu nieta".
Helios / Hajun: "¿¡Ya ha dado a luz!?!?"
"Fufufu ~ Sí, lo ha hecho. Me dijeron que su embarazo fue bastante especial". Yara dijo con una risa melódica.
Tanto su padre como su tío estaban comprensiblemente conmocionados, y sus cejas casi se habían levantado lo
suficiente como para tocar sus cuernos.
Mientras Asmodeus estaba ocupado riéndose disimuladamente, Yara continuó persuadiendo suavemente a
Hajun para que saliera de su caparazón para que no sufriera un ataque al corazón dentro de la sala del trono.
"Entonces, ¿vendrás con nosotros? Todos podemos ir a conocer a nuestro nuevo nieto juntos".
Hajun admitió que no sabía qué decir, y abrió y cerró la boca varias veces antes de que pudiera forzar las
palabras.
"I..."
Capítulo 261 ¡Fiebre de bebé!

Un portal giratorio de color gris oscuro se abrió en la mansión Tathamet, y cuatro personas lo atravesaron.
Asmodeus y Yara parecían estar como en casa, mientras que Helios y Hajun estaban ocupados mirando
alrededor como si estuvieran en un museo.
Esta era la primera vez que Hajun estaba en Luxuria, sin mencionar la casa de Abaddon.
Sería decirlo suavemente decir que estaba sorprendido por lo hermoso y moderno que se veía todo.
Este lugar es bastante mejor de lo que recuerdo. pensó Helios.
Tenía muy claro que su nieto tenía un diseñador de interiores maravilloso.
"¡Todos ustedes lo lograron!"
En lo alto de las escaleras, Seras estaba de pie con un joven a quien Hajun no reconoció.
Después de un momento, pudo recordar el hecho de que Abaddon tenía un hijo que se decía que era su viva
imagen, pero incluso entonces no estaba seguro de cómo era posible tal cosa.
"Ciertamente lo hicimos, y trajimos al anciano". Asmodeus dijo mientras le hacía un gesto a un atónito Hajun.
Seras no podía decir si su padre era así por su casa o por la información que le habían dicho antes de venir.
Pero conociendo a su padre, pensó que probablemente era el último.
De lo que no se dio cuenta es que esta era la primera vez que su padre la veía desde que se había convertido en
un verdadero dragón, y su drástico aumento de poder, así como su temible aura, eran nada menos que
espantosos. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Al descender las escaleras, Seras lo abrazó torpemente y le presentó a su único hijo.
Apophis no fue grosero ni demasiado cortés cuando estrechó la mano de su abuelo, ya que no estaba seguro de
cómo debería sentirse acerca de este hombre.
"Bienvenido a mi hogar, mi rey". Dijo mientras bajaba la cabeza frente a Helios.
"Por favor, ponte cómodo. Escuché que acabas de pasar por una terrible experiencia".
"Yo no diría eso". Seras dijo mientras se rascaba la mejilla avergonzada.
"Está bien, ¿podemos conocerla ahora?" Dijo una voz repentina.
El pulso de Hajun se aceleró cuando escuchó una voz que no había escuchado en varios años.
Dándose la vuelta, encontró a su 'esposa' ya uno de los famosos señores de los vampiros sentados con las
piernas cruzadas en una silla detrás de él.
"Kirina..."
"Hajun... ha pasado mucho tiempo".
Los dos se miraron fijamente durante unos segundos antes de decidir que no tenían nada más que decirse.
""¿Donde esta el BEBE?""
Seras: *suspiro*
Seras condujo al grupo escaleras arriba a la habitación de las chicas y frunció el ceño cuando sintió que no
estaban adentro.
Expandiendo sus sentidos, los encontró a los dos en una habitación diferente al final del pasillo.
Justo antes de abrir la puerta, se detuvo para mirar a Asmodeus, Yara y Kirina.
"Antes de que cualquiera de ustedes se preocupe por él, deben saber que está bien. Pero su última batalla le
costó bastante".
Kirina fue la única confundida por las palabras de Seras, pero cuando la puerta finalmente se abrió,
inmediatamente entendió.
Dentro del extremadamente hermoso dormitorio principal, había un hombre delgado y de apariencia frágil
acostado en la cama inconsciente.
Parecía estar en una especie de sueño profundo, y no estaba seguro exactamente de cuándo se despertaría.
No pasó mucho tiempo para que Kirina se diera cuenta exactamente de lo que había causado que su rey
terminara en esta situación.
'¿Cuánto poder absorbió para ponerse así...?'
Ambos padres estaban dolidos al ver a su hijo así, pero cuando vieron a los otros ocupantes en la cama,
rápidamente se olvidaron de todo.
Sentadas al lado del durmiente Abaddon había dos niñas pequeñas.
Uno era un niño de aspecto un poco travieso con cabello largo y negro y una sonrisa traviesa.
La otra era más desconocida, parecía tener alrededor de cuatro años de tamaño a pesar de tener poco más de
una semana.
Tenía el pelo largo, blanco y rizado y una tez ricamente bronceada que combinaba bien con sus ojos rojos.
A diferencia de su hermana, exudaba un aura tranquila y reflexiva que superaba incluso a la de la mayoría de los
adultos.
La niña vestía un sencillo vestido negro con volantes y un lazo rojo en el cuello, haciéndola parecer un regalo
para los ojos.
Cuando los invitados la vieron por primera vez, sus mandíbulas se aflojaron simultáneamente no solo por su
apariencia angelical, sino también por su herencia.
Esta chica era un demonio, un dragón y un vampiro, todo en un paquete adorable.
"¿Qué están haciendo aquí, chicas? ¿No deberían estar jugando en su propia habitación?"
Ouroboros: "Sentí que el padre se iba a despertar hoy".
Mira: "¡Queríamos sorprenderlo!"
Ouroboros era amado por todos sus hermanos, pero ella y Mira eran particularmente unidas, ya que el joven
dragón disfrutaba mucho ser mayor por una vez y tener un hermano más cercano a su edad.
Los dos iban prácticamente a todas partes juntos con Mira actuando como líder confiable y Ouroboros andando
como un patito.
Seras levantó suavemente a Ouroboros de la cama y la puso cara a cara con todos sus invitados.
"Esta es mi hija más reciente... Abaddon entró en coma el día que nació, así que aún no hemos podido
nombrarla, pero-"
"L-lo siento, creo que necesito un minuto". Dijo Hajun mientras se frotaba las sienes. "¿Cómo es que no solo has
dado a luz, sino que el niño también ha crecido a este tamaño en el lapso de un mes?"
"Y-Y habla con tanta fluidez...", añadió Kirina.
Ouroboros y su madre se miraron brevemente.
Ouroboros había obligado a su cuerpo a crecer a un ritmo acelerado porque descubrió que su cuerpo recién
nacido era demasiado débil y difícil de maniobrar.
De hecho, podría haberse hecho crecer hasta tener la edad de Thea, pero todas sus madres se tiraron al suelo
llorando cuando ella empezó a crecer ante sus ojos, así que decidió que era mejor que se quedara así en el futuro
previsible.
"B-Bueno, solo podemos suponer que se debe a su herencia única. Nunca antes se había visto una unión de tres
razas, así que asumimos que esto es normal para su especie". Seras mintió.
"Soy especial." Ouroboros agregó con su habitual voz monótona que carecía de vanidad.
"¡Ciertamente lo eres, linda cosita!"
Como era de esperar, Yara fue la primera en abrazar a su nieto menor, y Helios no se quedó atrás.
El dragón dorado creía que podía sentir algo extraño dentro del niño, pero finalmente decidió no entrometerse.
"Pero se siente extrañamente familiar... Aunque no estoy seguro de por qué".
Eventualmente, Kirina y Hajun salieron de su estupor y también se presentaron.
"Hola, pequeña... soy tu abuela". Dijo Kirina con una cálida sonrisa mientras metía la mano dentro de su anillo de
almacenamiento y sacaba un juguete de peluche.
"Estás creciendo tan rápido que no estoy seguro de si te gustará esto por mucho tiempo, pero de todos modos
quería dártelo".
Ouroboros tomó el juguete con sus pequeños dedos de bebé y lo analizó cuidadosamente.
Era un panda blanco y negro con dos botoncitos por ojos y una boca cosida con una sonrisa permanente.
"Tienes mi agradecimiento, abuela. Juro que nunca dejaré que este regalo desaparezca de mi vista".
Kirina fue nuevamente sorprendida por la forma formal y antigua de hablar de esta niña.
'¿Por qué es tan inteligente...?' Se preguntó antes de descartar el pensamiento.
"Vaya, vaya, eres una chica tan bien educada". Kirina dijo con una sonrisa. "No creo que tu madre fuera tan
educada a tu edad".
"¡Oye!"
Los ataques de risa brotaron del grupo, mientras que Hajun todavía estaba ocupado sudando balas.
¡Él no había preparado ningún tipo de regalo en absoluto!
¡Y su nueva nieta era tan abrumadoramente linda que absolutamente se le debe rendir el debido homenaje!
Cuando finalmente fue su turno de ser presentado, temblorosamente extendió su mano y permitió que su nieta
tomara su dedo con garras.
"Qué cosa más preciosa... Soy tu abuelo, Hajun. N-No tengo un regalo para ti en este momento, pero cuando seas
un poco más grande, estaré encantado de enseñarte a manejar una espada".
Ouroboros quería decir que encontraba las armas toscas y desagradables, pero como nació en una familia de
guerreros, sentía que tarde o temprano tendría que aprender a manejar esas cosas.
"¡Espera un minuto, viejo!" Seras se detuvo. "Su padre y yo seremos quienes le enseñemos, ¡tienes que elegir
otra cosa!"
"¡Ya llamé a dibs para enseñarle a mi hermana cómo torturar, así que tampoco puedes elegir eso!" Mira agregó
desde su lugar en la cama.
"¿Qué? P-Pero pookie snookems, sabes que yo-"
"¡E-Ese no es mi nombre!" Seras gritó con la cara roja.
"Todos ustedes son bastante ruidosos..."
Todo sonido dentro de la habitación se borró repentinamente cuando sus ojos se dirigieron hacia la cama.
Abaddon se incorporó débilmente y apoyó la espalda contra la cabecera.
Tan pronto como todos vieron que estaba bien, recibió un aluvión de comentarios que iban desde la simpatía
hasta la burla.
Asmodeus: "Pareces mierda de nogal ahumado".
Yara: "Mi dulce niño... ¿qué te he dicho sobre cuidarte?"
Kirina: "Me complace ver que mi rey se está recuperando bien". *Reverencias.*
Hajun: '¡Maldita sea! ¡¿Por qué no pudiste morir mientras dormías, maldita hija ladrona?!
Helios: "Nunca estás inactivo, ¿verdad? No puedo esperar a escuchar qué tipo de tonterías cometiste para
terminar en esta condición".
Abaddon se rió entre dientes a pesar de la abrumadora debilidad que sentía.
"Toda la fiesta de bienvenida que tenemos aquí. Me conmueve que todos hayan venido a verme, pero no disfruto
mucho ver algunas de sus caras tan pronto como me despierto".
Mira de repente lanzó sus brazos alrededor del cuello de su padre y le dio su mayor par de ojos de cierva.
"¿Padre disfruta ver la cara de Mira?"
"Por supuesto, ¿quién no lo haría?"
"¡Jejeje!"
Seras ayudó a su esposo a levantarse de la cama y le dio un largo abrazo y un beso aún más largo.
Había pasado más de una semana desde que pudo abrazarlo así, e incluso más desde que los dos tenían
intimidad.
Si sus padres e hijos no estuvieran en la habitación, esta escena se habría vuelto mucho más explícita.
"¡¿Pueden ustedes dos separarse, por favor?! ¡Tienen compañía!" Hajun gritó enojado.
"Eres libre de irte". Seras dijo mientras continuaba besando a su esposo.
Era raro que pudiera tenerlo solo para ella, ¿de acuerdo? ¡Tenía que aprovechar estas oportunidades mientras
estuvieran disponibles!
Abaddon sintió que algo tiraba de su falda y miró hacia abajo para encontrar a una joven que no reconoció.
Los recuerdos de lo que estaba haciendo antes de perder el conocimiento comenzaron a inundar su mente,
ganándose un pequeño gemido de dolor mientras se pasaba las manos por el cabello blanco.
"¿Cuánto tiempo he estado durmiendo...?" Preguntó con horror.
Casi diez días.
La niña colocó una mano sobre la pierna de su padre, y Ouroboros mentalmente captó a su padre de todo lo que
había observado mientras dormía.
'En serio... ninguno de mis hijos es del todo normal, ¿verdad?' Abaddon sonrió con impotencia y se agachó para
levantar a su hija más nueva en sus brazos.
"Es bueno que finalmente pueda conocerte adecuadamente. Las cosas fueron un poco apresuradas la última vez,
¿eh?"
"Mmm". Dijo el niño con un pequeño asentimiento.
"¿Puedes nombrar a tu hijo ahora, chico? Ella ha estado caminando sin uno toda su vida". dijo Asmodeo.
"Ah bien."
Abaddon miró a Seras para ver si realmente estaba de acuerdo con que él nombrara a su hija, y no recibió
ninguna objeción.
Miró al niño en sus brazos cuidadosamente mientras trataba de encontrar un nombre apropiado.
"¿Qué hay de Gabbrielle?"
"... No tengo objeciones a este nombre".
"¿Eso significa que te gusta?"
"..."
A juzgar por el movimiento de su colita, Abaddon supuso que había dado en el clavo y ella estaba más que feliz.
Pero también parecía que tenía algunas dificultades para poner sus sentimientos en palabras, lo cual no era tan
inesperado teniendo en cuenta quién solía ser.
"Entonces eres Gabbrielle. Bienvenida a la familia, hija mía".

La joven abrió la boca para hablar, cuando de repente hubo un golpe extraño en la puerta y una gran espada
grande entró flotando.
"¡Ah! No sabía que tenías compañía, volveré en otro momento".
Justo cuando la espada se dio la vuelta para irse, la voz incrédula de Yara la detuvo en seco.
"... ¿Lillian?"
Capítulo 262 ¡Solo tienes dos opciones!

Cuando Yara escuchó la voz de su anciana niñera proveniente de una espada, admitió que se congeló por la
sorpresa.
Su mente no volvió a funcionar hasta que vio que la extraña arma estaba a punto de irse, y supo que tenía que
detenerla antes de que fuera demasiado tarde.
"¿L-Lillian...?"
La gran espada se detuvo justo antes de que pudiera salir por la puerta y giró lentamente.
"Hola mi señora. Ha pasado mucho tiempo".
Los ojos de Yara se llenaron de agua cuando se tambaleó hacia adelante para colocar sus manos sobre la fría
hoja metálica.
"Mi dulce niña, ¿qué te ha pasado? C-Cómo estás-"
"Fue tu hijo... me sacó del más allá y me trajo de vuelta como un espíritu".
Todos: "¿ÉL HIZO QUÉ?!?"
La velocidad a la que las cabezas se giraron para mirar a Abaddon no fue inferior a Mach 3, pero el dragón no
estaba prestando atención a esta conversación.
Todavía estaba mayormente enfocado en las dos niñas en sus brazos, y estaba debatiendo cuál era más linda.
Los resultados de tal concurso fueron comprensiblemente un empate.
"E-Entonces, ¿por qué eres una espada?"
"Bueno, todavía no tengo un cuerpo físico y en este momento soy bastante indecente..."
"¿¿Todavía??" Yara preguntó en estado de shock. "¿Quieres decir que lo harás...?"
"Ah, sí. Tu hijo ha dicho que es posible y yo le creo."
Yara miró a su hijo en busca de confirmación, y él le dio un pequeño asentimiento tranquilizador como
respuesta.
De repente, la bella princesa dragón lanzó sus brazos alrededor de la gran espada, desafortunadamente
cortándose en el proceso.
"¡M-Mi señora! Tus brazos están-"

"No me importa... Siempre me he arrepentido de dejarte casar con ese monstruo... No tienes idea de cuánto
dolor he llevado conmigo todos estos años..."
Las palabras de Yara inadvertidamente golpearon a Abaddon también, y bajó un poco la cabeza mientras su
mente se llenaba de recuerdos desagradables.
Lillian había estado cuidando a Abaddon y su madre durante años.
Entonces supo que las palabras de Yara no eran meros gestos vacíos.
Nunca la habían olvidado, y la conmovió que la familia a la que servía la recordara.
Mientras su hija y la espada sensible estaban encerradas en un extraño abrazo, Helios no había podido apartar
los ojos de su nieto.
Por supuesto que sabía que era posible resucitar un alma muerta.
Pero algo así tenía que hacerse antes de que el alma ascendiera.
Una vez que llegó al más allá, solo el dios en cuyo reino se deslizó podría liberarlo, pero de alguna manera
Abaddon había liberado el alma de esta mujer.
Incluso para los verdaderos dragones, tal cosa era muy anormal.
'Si él puede hacer algo así... entonces es posible que pueda-'
¡Bang!
De repente, la puerta del dormitorio se abrió y el resto de las esposas de Abaddon entraron.
Cuando sintieron que estaba despierto, todos dejaron lo que estaban haciendo y regresaron corriendo a casa a
una velocidad vertiginosa.
¡No habían tenido sexo con su esposo en más de dos semanas!
Todos los días se sentían como si estuvieran viviendo con la agonía más insoportable, y ahora que estaba
despierto tenían la intención de hacer sus necesidades.
Eris: "L-Lo sentimos, pero ¿podrían todos-"
Valerie: "¡A-Todos fuera!"
Lisa: "¡T-Tenemos cosas muy importantes que discutir con nuestro esposo!"
Lailah: "¡Sí! ¡I-Importante!"
Bekka: "¡Reanudaremos esta conversación en dos días!"

Audrina: "¡Tres!"
En un abrir y cerrar de ojos, las siete esposas sacaron a todos de su habitación, incluidos los niños.
Abaddon había sido empujado sobre la cama como una especie de muñeco de trapo, mientras sus esposas
comenzaban a quitarse la ropa.
"¿Mis encantadoras esposas me extrañaron tanto?" Preguntó con una sonrisa de comemierda.
"¡Ya sabes la respuesta, así que no bromees así!" Lisa fue la primera en desnudarse por completo y se subió a la
cama.
"¡Solo tienes dos opciones!" Bekka advirtió.
"¡Puedes follarnos o podemos follarte!" agregó Valeria.
Aunque Abaddon actualmente parecía un hombre enfermizo, una parte del cuerpo parecía estar funcionando a
niveles normales y respondía en consecuencia a palabras tan provocativas.
"Tomar una decisión parece imposible. Entonces, ¿por qué no hacemos ambas cosas?"
A las esposas pareció gustarles mucho esa respuesta y todas saltaron encima de él sin más provocación.
Abaddon salió de su habitación por primera vez en tres días.
Gracias a la libido de sus encantadoras esposas, su cuerpo había sido completamente restaurado a su estado
natural y estaba lleno de energía.
Pero algo que había notado era que le tomó mucho más tiempo recargarse que la primera vez.
Destruir su cuerpo con todo ese poder divino sin duda tuvo más consecuencias de las que inicialmente se
esperaban.
Se estremeció al pensar en lo que sucedería si usara algo de ese poder nuevamente antes de estar listo.
'Tendré que tener más cuidado... ¿Oh?'
Abaddon se sorprendió al encontrar a su hijo menor aparentemente esperándolo.
Gabbrielle estaba sentada frente a su puerta con su expresión robótica habitual, sosteniendo el juguete de
peluche que había recibido de su abuela y sentada con las piernas cruzadas en el suelo.
"¿Padre ha terminado de copular?"
"N-No es copulación, Gabbrielle. Tus madres y yo nos expresamos nuestro amor a través de nuestros cuerpos".
Habían expresado tanto amor que todo en su habitación todavía estaba pegajoso y no había forma de que las
chicas se levantaran de la cama antes del mediodía de mañana.
Gabbrielle giró la cabeza hacia un lado como si no entendiera bien lo que acababa de decir su padre.
"¿Así que no estabas teniendo sexo?"
"..."
"¿...?"
"... ¡D-De todos modos!" Abaddon tartamudeó mientras intentaba cambiar de tema. "¿Por qué estás sentado
aquí, mi pequeño cachorro? ¿Y por qué la casa se siente tan vacía?"
Gabbrielle volvió a jugar con la muñeca de peluche en sus brazos y se frotaba los ojos de botón.
"Todos están afuera preparándose para el festival".
"¿¿Festival??"
"Las madres han planeado un festival para celebrar la unificación de la raza demoníaca y mi nacimiento. Como
estaban ocupadas, la hermana mayor Thea llevó a todos para ayudar a organizar".
"Ah..." Abaddon no estaba al tanto de ningún festival, pero de nuevo no había mirado exactamente por la
ventana desde que estaba despierto.
Si lo hubiera hecho, habría notado el hecho de que había mucha más gente en las calles de lo habitual, y todos
parecían estar increíblemente ocupados.
"Entonces, ¿por qué no fuiste con ellos?" Abaddon preguntó mientras levantaba a su hija en sus brazos.
"La hermana Mira dijo que no podía ir con ellos porque se suponía que sería una sorpresa".
"... Ella no pudo resistirse a decírtelo, ¿verdad?"
"No lo creo."
Abaddon suspiró impotente mientras cargaba a su hija por las escaleras hacia su estudio.
Si era honesto, estaba un poco contento de que su hijo menor se hubiera quedado atrás.
Fue agradable para los dos pasar un tiempo juntos, ya que hasta ahora no habían tenido la oportunidad de
vincularse.
También se sentía culpable por dejarla desatendida durante tanto tiempo, por lo que haría todo lo posible para
compensarlo ahora que estaba disponible.
Una vez que llegó a su estudio, encontró el premio que estaba buscando sentado cómodamente en su escritorio.
Una bola etérea flotante con un símbolo dorado en el centro estaba escondida detrás de una caja de vidrio y
aparentemente esperaba ser reclamada.
"¿Padre planea absorber eso aquí?" preguntó Gabbrielle.
La mano de Abaddon se cernió justo sobre la caja de cristal antes de congelarse como si acabara de ser atrapado.
"Yo soy... es eso un-"
"No creo que sea una sabia decisión, no".
Abaddon admitió la derrota y llevó tanto al pecado como a su hija afuera.
En el camino, preguntó sobre el paradero del grupo anterior y recibió algunas respuestas sorprendentes.
"La abuela Yara y el abuelo Asmodeus llevaron a Lillian a casa para ver a sus amigos en el castillo. El abuelo
Hajun y el bisabuelo Helios regresaron a su casa, supongo, pero la abuela Kirina todavía está en la ciudad".
"Veo..."
Gabbrielle pareció notar que su padre había caído en un pensamiento profundo, y en silencio se preguntó qué
parte de lo que dijo podría haber causado tal reacción.
Cuando los dos finalmente llegaron al patio trasero, Abaddon colocó a su hija en una mesa de picnic cercana.
Bagheera y Entei se acercaron desde sus lugares de descanso individuales, cada uno de ellos curioso sobre el
nuevo miembro de la familia.
Abaddon puso un espacio muy necesario entre él y su hija, y era evidente que estaba preocupado por lastimarla
por accidente.
"Padre, estoy lejos de ser indefenso. No necesitas preocuparte por mí y solo concentrarte en absorber ese
poder".
Abaddon sonrió con impotencia y renunció a su intento de ser independiente. "Eres mi hija, Gabbrielle. Eso
significa que me preocuparé por ti pase lo que pase".
La pequeña apretó su muñeca con un poco más de fuerza mientras experimentaba la misma sensación de
calidez desconocida que siempre experimentaba cada vez que alguien en esta familia la trataba con amabilidad.
"Mm..." dijo ella con un pequeño asentimiento.
Bagheera: 'Ella es tan linda.'
Entei: 'Moriría por todas las princesas'.
Bagheera: '¿Qué pasa con el príncipe?'

Entei: 'No me gustan las serpientes.'
Una vez que Abaddon vio que su hija estaba en buenas manos, respiró hondo antes de volver su atención hacia
el pecado en su palma.
Había pasado por mucho para coleccionar todo esto, y no estaba seguro de si debía darle el crédito a las
personas que creían en él oa la suerte.
Las personas que llegan más lejos son las que se mantienen humildes a pesar de su éxito.
Abaddon era plenamente consciente de que sus propias habilidades físicas y mágicas todavía le faltaban.
A pesar de eso, se las había arreglado para ser bendecido con no uno sino dos milagros en batallas que no tenía
esperanzas de ganar de otra manera.
Si bien estaba agradecido, nunca estaría completamente satisfecho hasta que pudiera hacer las cosas por su
cuenta sin tener que molestar a los demás.
Y una de las claves que allanaría el camino hacia ese futuro, estaba flotando justo en su palma.
Tomando una respiración profunda, Abaddon empujó el pecado del orgullo en su pecho y hubo una reacción
inmediata.
Su cuerpo comenzó a llenarse de poder y sintió que estaba a punto de explotar.
"¡No te contengas, padre!" Gabbrielle advirtió. "¡Déjalo salir!"
BOOOOOMMMM!!!!
Tan pronto como su hijo le dio ese pequeño empujón, Abaddon relajó su cuerpo y sintió que la totalidad de su
ser implosionaba.
Un pilar de energía roja llamó la atención de todos en Luxuria, y se estremecieron cuando sintieron el poder
terriblemente ominoso que emanaba de la casa del rey.
Gabbrielle miró con ojos curiosos a su padre en su última transformación demoníaca.
Con catorce pies de altura, su altura era lo menos monstruoso de él.
Para empezar, Abaddon ahora tenía la parte inferior del cuerpo de un monstruo parecido a un toro con cuartos
traseros gruesos y musculosos y cuatro patas poderosas.
Sus pies ahora tenían escamas y poseían garras muy largas que parecían ser completamente capaces de triturar
incluso mitrilo.
Una larga cola parecida a un escorpión se balanceaba casualmente detrás de su espalda, y en la punta ardía una
hermosa llama violeta.
La parte superior de su cuerpo había perdido su juego extra de brazos y ganó alas hechas de fuego púrpura que
sobresalían de sus omoplatos.
Su apariencia anteriormente hermosa y encantadora ahora se había ido, y todo lo que quedaba era una cara
monstruosa con dientes largos y afilados y enormes cuernos rizados que brillaban de color violeta.
La totalidad de su cuerpo ahora era negro, con grietas recorriendo todo su cuerpo que contenían sus llamas
moradas características, haciéndolo parecer un monstruo hecho de lava enfriada.
"Tanto poder..." Murmuró con una voz profunda y aterradora.
Bagheera y Entei dejaron escapar gemidos bajos y bajaron la cabeza por reflejo antes de esconderse detrás de
Gabbrielle.
"Padre se ve... genial". Dijo con todo el entusiasmo que pudo reunir.
La sonrisa de Abaddon en esta nueva forma era tan horrible como uno podría pensar, pero afortunadamente a
su hija no pareció importarle.
"Gracias, hija mía. Debo decir que siento-"
"¡¡¡ABADDDOOOONNNNN!!!"
Tanto Gabrielle como Abaddon miraron hacia la casa y encontraron al culpable del horrendo espantoso grito.
Leviatán había asomado la cabeza por una ventana del segundo piso y, a juzgar por las bolsas debajo de los ojos,
parecía haber estado sufriendo una terrible experiencia.
"¡¿Cómo pudiste dejarme con esta paloma cachonda por más de una semana?! ¡Todo lo que dice es que quiere
meterse tu polla en la boca y estoy harto de eso!"
De repente, la culpable de la molestia de Leviatán asomó la cabeza por la ventana.
"Woahhh, ¿eres tu maestro? ¡Te ves tan aterrador!"
"Malenia..." Abaddon se llevó una gran mano con garras a la cabeza y frotó sus monstruosas sienes.
Realmente no había una familia como la suya.

Capítulo 263 La historia de fondo de Leviatán

Abaddon puso los ojos en blanco ante la mirada irritada de Leviathan e hizo un gesto para que su subordinado
se acercara con su mano monstruosa.
"Malenia, ven aquí".
"Está bien~"
El ángel caído voló fuera de la ventana y rodeó el monstruoso cuerpo de su maestro en el aire.
"La forma anterior de la Maestra era más excitante, pero esta también tiene su propia- ¡Kyaaa!"
Abaddon sacó a Malenia del aire usando su larga cola y la mantuvo en su lugar.
"¿Qué estás diciendo frente a mi hija? ¡Te he dicho que seas más consciente cuando mis hijos están presentes!"
Ya hacía tiempo que había renunciado a cualquier esperanza de que Malenia se normalizara.
Ahora, si podía mantener una conversación con ella sin que mencionara su pene, estaba más que satisfecho.
Pero todavía era bastante estricto con ella cuando sus hijos estaban cerca.
"¿¿Ehhhh??"
Malenia finalmente notó a una niña adorable sentada en una mesa de picnic afuera, y sus ojos de repente tenían
grandes corazones rosados dentro de ellos.
"¡¡OH DIOS MÍO, ES LA COSA MÁS CORTA QUE LA AMA MUCHO!!"
"¿Ja?"
Malenia se abrió camino fuera de las manos de Abaddon y apareció frente a Gabbrielle con una velocidad
deslumbrante.
Inmediatamente lanzó sus brazos alrededor del niño para abrazarlo y comenzó a acariciarle la cara como si
estuviera poseída.
Como Gabbrielle estaba bastante acostumbrada a que la gente reaccionara así cada vez que la veían por primera
vez, en realidad no hizo ningún movimiento para detenerla.
En cambio, mantuvo sus ojos enfocados en la aparentemente joven chica de arriba que todavía tenía la cabeza
fuera de la ventana.
Abaddon suspiró y volvió a su apariencia normal.
Bueno, casi.
"¿Hm? Abaddon, eres negro". Dijo Leviatán desde la ventana.
"¿Sí?" Abaddon dijo mientras inclinaba la cabeza confundido.
“No padre, mira”, agregó su hija.
Abaddon miró su cuerpo y vio que su piel se había vuelto completamente negra como la de su padre.
Sus tatuajes también habían adquirido un color blanco más notorio, y había una especie de extraño patrón rojo
en el centro del pecho.
Los músculos de su cuerpo también se habían compactado un poco para darle menos apariencia de 'rabia roid'
mientras le daban a su fuerza física y densidad muscular un impulso muy necesario.
"Ah... Prácticamente ya puedo escuchar a mi padre". Abaddon murmuró con un gemido irritado.
Sin duda, Asmodeus estaría encantado de ver que su único hijo ahora se parecía aún más a él.
Si estuvieran de vuelta en la tierra, sin duda lo molestaría sin descanso para una selfie.
"No sé cómo es posible, pero creo que te ves aún más deliciosa que antes~" añadió Malenia peligrosamente.
Si las esposas de Abaddon estuvieran presentes, sin duda dirían lo mismo.
Abaddon era ahora la encarnación perfecta de la palabra pecado.
Una forma era hermosa más allá de la descripción, y la otra era tan abrumadoramente aterradora que su mera
presencia podía llevar a las almas débiles a una locura de gritos.
Al igual que el propio engañador original.
Abaddon extendió su mano y formó una pequeña bola de nieve usando la manipulación del hielo.
Con experiencia de nivel MLB, arrojó la bola de nieve directamente a la cara de Malenia y la envió tirada por el
suelo.
¡Bang!
Desde la ventana, Leviathan aplaudió furiosamente como si acabara de ver una actuación de Broadway.
"¡¿Por qué no pudiste haber hecho eso antes?! ¡Me he estado volviendo loca todo este tiempo!"
"Porque ella comenzó a incomodarme ahora, así que es diferente".
"¿Por qué me tratas así, eh?"
Abaddon se rió entre dientes y le hizo un gesto a su tía para que bajara las escaleras para que pudieran hablar.
Comenzaba a sentarse en el banco al lado de Gabbrielle, cuando ocurrió un pequeño incidente.
Tan pronto como Abaddon tocó la mesa de madera, un poder oscuro salió de sus dedos y la destruyó.
Su hija no pareció sorprenderse en lo más mínimo por esto y simplemente le brotaron las alas para no tocar el
suelo.
Abaddon ahora miraba atónito una pila ordenada de ceniza negra que antes era una mesa de picnic hecha a
mano.
Seguramente le debía una disculpa al trabajador enano responsable.
"Lo que acaba de suceder...?"
"Padre tiene magia de destrucción". Gabrielle respondió claramente.
"¿¿Qué es eso??"
"Es un elemento muy raro que es la contraparte de la magia de creación. Incluso yo solo he visto un puñado de
seres que lo poseen".
Gabbrielle explicó que la magia de destrucción fue uno de los primeros elementos en existir y también fue uno
de los más poderosos.
A diferencia del elemento vacío que simplemente borra las cosas como si nunca hubieran estado allí, la magia de
destrucción descompone completamente las cosas a nivel celular, dejando atrás solo esa ceniza negra.
Por supuesto, también funciona en criaturas vivas, siempre que el maná de Abaddon pueda dominar al suyo.
"Solo ten cuidado con eso". Gabbrielle advirtió. "Como no tienes magia de creación, no puedes reconstruir las
cosas que rompes".
Abaddon asintió antes de hacer una pausa y comenzó a darle a su hija una mirada divertida. "Empiezo a sentir
que tú eres el padre aquí".
"?"
Finalmente, Leviatán salió flotando afuera con su expresión sin pretensiones.
"Estoy aquí, ¿qué quieres?"
"Tuvimos una conversación antes, ¿verdad? Deberíamos continuar".
Abaddon extendió su mano para crear otra mesa de picnic hecha de hielo.
A pesar de que estaba fresco al tacto, era agradable sentarse y parecía bastante cómodo.
Leviathan se sentó en el banco helado y se acomodó mientras Malenia se levantaba y gateaba junto a Abaddon.
A pesar de que podía sentir sus ojos enfocados en un área muy específica de su cuerpo, decidió ignorarlo por
ahora hasta que ella fue demasiado lejos otra vez.
"No sé por qué de repente estás tan interesado en mí ahora que me veo así", dijo Leviatán con sospecha. "¿El
hombre más guapo de la creación es secretamente un lolicon?"
"¿Qué es un lolicon?" preguntó Gabrielle.
"Es-"
¡Pow!
Otra bola de nieve fue lanzada directamente a la cara de Leviatán antes de que pudiera decir algo inapropiado
para los niños.
"No seas estúpido. Mi interés en ti es puramente educativo".
"Así es, ¡conozco el tipo de maestro a la perfección!" añadió Malenia. "A él le gustan principalmente las mujeres
mayores con traseros grandes y pelo en sus-"
¡Pow!
A este ritmo, Abaddon comenzaba a sentir que debería tener un montón de bolas de nieve cerca para cuando
alguien dijera algo innecesario.
Abaddon no quería saber cómo Malenia sabía esa información, pero pensó que probablemente debería dejar de
tener sexo con sus esposas en lugares aleatorios cada vez que tuviera la oportunidad.
"D-De todos modos". Murmuró mientras trataba de llevar la conversación de regreso a una dirección positiva.
"¿Puedes responder mi pregunta de antes? ¿Qué eres exactamente?"
Leviathan parecía molesta porque Abaddon no había olvidado esa molesta pregunta y su estado de ánimo
empeoró ligeramente. "¿Por qué debería decirte eso? ¿Qué hay para mí si divulgo mi más personal-"
"Ella es como un hermano mayor. Es una construcción que fue moldeada a la imagen de un poderoso ser
superior, y se le dio su nombre con la esperanza de reemplazarlo".
Todos se congelaron y giraron la cabeza hacia la pequeña Gabbrielle, quien una vez más había dicho algo
increíble sin darse cuenta.
Pero Leviathan fue la más sorprendida, y su rostro estaba completamente rojo como si acabara de ser espiada
mientras estaba en la ducha. "¿C-Cómo sabes eso...?"
"Era obvio." Respondió la niña sin levantar la vista de su juguete.
"Lo siento, ¿qué?", preguntaron Abaddon y Malenia al unísono.

Gabbrielle se frotó los ojos somnolienta y apoyó la cabeza en el brazo de su padre.
Una de las dificultades de tener un cuerpo mortal joven era la necesidad de dormir.
"Es como suena. Si un individuo poderoso crea una forma de vida artificial, como un golem, un homúnculo o un
familiar, y luego le da el nombre de una criatura superior existente, entonces una vez que la criatura alcanza
suficiente poder es libre. para participar en la batalla con el ser que lleva su nombre".
"¿Y luego?"
"El perdedor es extirpado, y la historia, la mitología e incluso el futuro se reescriben, y el ganador se convierte
en el 'verdadero' ser, por así decirlo. No es algo que suceda a menudo, e incluso cuando sucede, la criatura
creada termina perdiendo el 99,99% del tiempo".
Gabbrielle luego continuó explicando que tal cosa generalmente ocurría cuando uno de los seres superiores era
cautivado por una bestia primordial o un dios en forma de monstruo.
En general, tales criaturas eran terriblemente poderosas y casi incontrolables, por lo que se crearon
construcciones con la esperanza de aprovechar ese poder.
Como responsable de la creación de la construcción, por supuesto tendrían dominio sobre ella y serían libres de
usar su poder a su entera disposición.
Después de la lección de historia de Gabbrielle, dejó a todos congelados en un comprensible silencio.
Leviathan fue la más afectada, y su cuerpo temblaba por la vergüenza de que su secreto más vergonzoso se
revelara tan casualmente.
Recuerdos dolorosos comenzaron a resurgir, y pronto Leviathan le estaba contando al grupo la historia de su
nacimiento.
"Mi padre quería que derrotara a una criatura que duerme en la tierra... estaba cautivado por su poder
aterrador, así como por su control total sobre el océano, pero aborrecía el hecho de que fuera un protector de la
humanidad.
Como no pudo someterlo, me creó... pero yo..." Leviathan no terminó la oración, pero dada la trayectoria de la
historia, no necesitaba hacerlo.
"¡D-De todos modos! Después de que fracasé miserablemente, mi padre perdió todo interés en mí. Pronto
descubrió una nueva criatura abominable con una sed de sangre aparentemente interminable y decidió que yo
era innecesario".
Leviatán de repente flotó fuera de su asiento y se secó los ojos. "Supongo que tu curiosidad está saciada ahora,
¿sí? Entonces me iré".
Abaddon trató de evitar que se fuera, pero fue en vano.

Su cuerpo pronto se cubrió con una niebla verde y desapareció de su vista.
Tan pronto como Leviatán se fue, Malenia parpadeó varias veces mientras su mente se nublaba. "¿Maestro...?
¿De qué estábamos hablando?"
Abaddon simplemente negó con la cabeza mientras jalaba a Gabbrielle, ahora dormida, entre sus brazos. "Nada,
Malenia. ¿Te importaría dejarme a solas con mi hija por un momento?"
El ángel caído se tomó un momento para grabar en su mente la visión de la naturaleza paternal de su amo.
Esta era su versión de fap fuel y tenía que ahorrar absolutamente todo lo que pudiera.
No siempre podía confiar en atraparlos a él ya una de sus esposas en la mesa del comedor o en la sala de estar,
así que esta era la siguiente mejor opción.
Después de que Malenia memorizara la escena, voló de regreso a su habitación y cerró la ventana, dejando a su
amo solo con nada más que sus pensamientos y un niño dormido.
Estaba casi seguro de que cualquier criatura que se modelara en Leviatán era uno de sus fragmentos, pero más
que eso, también estaba pensando en su hijo.
Cuando le dijo a Lailah que lo llamara Apophis, realmente fue una decisión espontánea.
El nombre simplemente apareció en su mente de la nada.
Apophis (el verdadero) a menudo se conoce como Apep y es el dios egipcio del caos.
Más conocido por sus constantes conflictos con Ra, el dios rey de Egipto, su objetivo era tragarse el sol y sumir
al mundo en la oscuridad total, acabando con toda la vida.
Apophis era todo lo contrario del ser que le dio su nombre. Puede que sea un poco antisocial, pero en realidad
era un niño amable que solo estaba interesado en la prosperidad de su familia.
'Cálmate, cálmate... ella no dijo que se vio obligada a enfrentarse a esa criatura, solo que estaba preparada para
eso... No tengo intención de pedirle a Apophis que haga tal cosa.'
Abaddon logró calmarse, al menos por el momento, y se tomó un momento para mirar hacia el cielo mientras
dejaba que su cuerpo se relajara.
"Hace frío... sería bueno que nevara un poco, ¿eh?"
El único alrededor que podía oírlo era el niño que ahora babeaba sobre su pecho, y no pudo evitar reírse cuando
imaginó cómo sería su reacción ante tal cosa.
¡Whoosh!
De repente, un portal gris arremolinado se abrió en el patio trasero y cuatro personas lo atravesaron.
Lillian estaba actualmente intercalada entre sus dos padres, y parecía como si estuviera bajo algún tipo de
interrogatorio intenso.
Pero detrás de ellos tres estaba el mismísimo rey dragón, y tan pronto como sus ojos se posaron en Abaddon,
tenía una mirada en su rostro que nunca antes había visto.
Instintivamente, Abaddon sabía muy bien que su dolor de cabeza estaba a punto de empeorar.
Capítulo 264 [Bono] ¡Ella vive!

"¡Hola, hijo! Trajimos a Li-" Yara rápidamente se tapó la boca cuando se dio cuenta de que su nieta menor estaba
durmiendo en los brazos de su hijo.
Junto a ella, Asmodeus se tapó la boca mientras las lágrimas brotaban de sus ojos al ver la nueva apariencia de
su único hijo.
¡¡Se parecía tanto a él!!
"¡Prácticamente podríamos ser gemelos!" Dijo en un susurro excitado.
Abaddon simplemente puso los ojos en blanco mientras miraba de un lado a otro entre el grupo.
"Parece tener el sueño pesado, así que no debes preocuparte. Aunque padre, te pediré que te abstengas de
gritar".
Asmodeus rápidamente se tomó un momento para calmarse y analizó cuidadosamente a su hijo.
"¿Qué te ha pasado...? Si bien tu poder no parece haber aumentado, ciertamente parece estar mucho más
concentrado que antes... sin mencionar tu nueva apariencia increíblemente atractiva".
Abaddon ignoró la primera parte de la declaración de su padre y se centró en la parte de su apariencia. "Solo
dices eso porque me parezco más a ti".
"¿Entonces?"
Yara se rió entre dientes mientras pasaba junto a su esposo y le tendía un extraño estuche negro. "Toma, hijo
mío. Pensamos que esto podría ayudarte".
Tan pronto como Abaddon le quitó el estuche a su madre, supo instintivamente lo que había dentro.
La sensación de muerte que emanaba de él, así como el aura tranquilizadora, le dijeron sin lugar a dudas que
estos eran los restos de Lillian.
"Estos... en realidad podrían ayudar un poco..." Abaddon hizo varios cálculos mentales en su mente y se dio
cuenta de que resucitar a Lillian podría ser un poco más fácil de lo que pensaba.
Pero incluso entonces, seguiría siendo una tarea ardua.
Todavía no tenía la capacidad mágica necesaria para recrear su cuerpo de la nada, pero si usó sus huesos y los
combinó con materiales ya existentes, así como solo un toque de magia de muerte y una pequeña cantidad de su
sangre. ...
Le entregó a su hija dormida a su abuelo y profundizó en su mente para buscar un subordinado muy específico.
Esteno.
Estoy aquí, mi rey. ¿Qué requieres de mí?
'Necesito que salgas a cazar y me traigas una bestia muy específica. Vivo si es posible.
Como ávida cazadora y perfeccionista, se enorgullecía de la eficiencia y la velocidad en todos los aspectos de la
caza, por lo que ya conocía los terrenos a los que podía ir para adquirir lo que necesitaba.
Además... no era como si él le pidiera algo difícil.
Fiel a su palabra, llegó cinco minutos después con otros dos rabisu, cargando una jaula que contenía una baba
muy grande en su interior.
"Mi rey, me disculpo por la demora". Stheno dijo mientras bajaba la cabeza.
"¿Por qué te disculpas? Llegaste exactamente cuando dijiste que lo harías, Stheno".
"Falso. Desafortunadamente estaba cinco segundos por detrás de mi fecha límite prevista de cinco minutos".
Abaddon simplemente puso los ojos en blanco e hizo que el rabisu pusiera la baba en el suelo mientras sacaba
los huesos de Lillian del maletín.
"¿De verdad vas a resucitarla aquí mismo?" preguntó Asmodeo.
"Lo estoy... aunque lo más probable es que esté exhausto después". Él admitió.
"Eso no será un problema, ¿verdad?" Yara dijo con una sonrisa. "Después de todo, nuestra querida Lillian tendrá
un nuevo cuerpo y estoy seguro de que a ella y al resto de tus esposas les encantaría ayudarte a recuperarte".
"¡M-mi señora!" A pesar de que Lillian estaba actualmente dentro de una enorme espada negra, uno podría jurar
que podía ver rastros de rubor en la superficie.
Abaddon se estremeció brevemente cuando las palabras de Yara llegaron a sus oídos mientras continuaba con
su trabajo.
"Madre... por favor, abstente de hacer tales bromas".
Si Yara dijera que no le sorprendió la actitud de su hijo, seguramente estaría mintiendo.
Ella lo conocía lo suficientemente bien como para saber que no estaba siendo simplemente tímido. Tampoco
creía que él no se sintiera atraído por Lillian en función de la cantidad de veces que lo sorprendió mirándole el
trasero cuando era niño.
Abaddon colocó todos los restos de Lillian lo mejor que pudo y ahora su esqueleto completo yacía sobre la
hierba.
Le hizo un gesto a Stheno para que le entregara el limo del rey y colocó su cuerpo encima de los huesos.
Clavando sus garras en su palma, permitió que una generosa cantidad de su sangre se lavara libremente sobre el
limo, tiñéndolo de un rico color rojo sangre.
"¡Glugglugglug!"
Al igual que con los demonios, la sangre de Abaddon tenía el poder de aumentar el potencial de los monstruos.
A diferencia de los slimes normales, los king slimes tienen la capacidad de cambiar de forma a otras formas.
Pueden convertirse en objetos inanimados, pero también pueden tomar la forma de criaturas vivas y recién
muertas después de 'probar' su cuerpo, por así decirlo.
Pero con la sangre de Abaddon aumentando el potencial de este monstruo, 'recién muerto' ya no se aplicaba, y
este limo ahora podía imitar cualquier cosa siempre que tuviera suficiente ADN para estudiar.
El cuerpo gelatinoso del limo comenzó a moverse y retorcerse mientras cubría con avidez todos los huesos de
Lillian.
Comenzó a ocurrir un cambio, y al mirar dentro, uno podía ver órganos, carne y tendones imitados que se
formaban a partir del limo rojo.
"¡P-Puedes cubrirme por favor!" suplicó Lillian.
Abaddon sacó una manta del anillo de almacenamiento y la colocó sobre el cuerpo de Lillian, que estaba
creciendo rápidamente.
Después de otro minuto, su cuerpo estaba completamente reformado.
"De los dioses..."
"Esto es increíble...!"
"Él... realmente lo hizo".
"No exactamente." Abaddon dijo mientras continuaba mirando el cuerpo.
Casi en el momento justo, los ojos del cuerpo se abrieron y revelaron su vibrante color verde.
"¡Glugglugglug!" El limo saltó del suelo y se preparó para atacar al ser más cercano a él, Abaddon.
Antes de que pudiera posar un dedo sobre él, Abaddon se estiró y se tapó la cara con la mano.
Usando solo un poco de magia de muerte, Abaddon pudo matar el alma dentro del cuerpo sin causar ningún
daño.
La luz dentro de sus ojos se atenuó y pronto todo lo que quedó fue otro cadáver, este perfectamente intacto y
fresco.
Extendiendo su mano, Abaddon llamó a su espada y se preparó para sacar el alma de Lillian de su hogar
temporal.
"¿Estás listo? Tendrás que decirme si algo se siente incómodo".
"¡Yo lo haré! Estoy listo". Dijo en un tono emotivo.
La espada de Abaddon comenzó a flotar hacia arriba en el aire, y pronto una pequeña alma blanca emergió de la
empuñadura.
En un brazo Abaddon sostenía el cuerpo de Lillian y en otro sostenía su alma. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Tomando una respiración profunda, insertó su alma en el espacio entre sus ojos y comenzó a inundar su cuerpo
con magia.
¡WOOSH!
El cuerpo de Lillian comenzó a brillar con una fuerte luz verde cuando un fuerte viento azotó a Abaddon ya ella.
Gabbrielle se despertó en el abrazo de su abuelo antes de decidir que no estaba realmente interesada en lo que
estaba pasando y se volvió a dormir.
Por primera vez en su vida, Abaddon experimentó lo que era tener todo su maná seco.
Vertió literalmente todo lo que tenía en Lillian, y por un momento tuvo miedo de que no fuera suficiente.
Por suerte, la fortuna le sonrió.
¡Destello!
Hubo un destello de luz blanca y el viento que soplaba por todo el patio trasero finalmente volvió a la
normalidad.
Abaddon tomó varias respiraciones profundas y temblorosas mientras trataba de mantenerse de pie, cuando
sintió movimiento dentro de sus brazos.
Mirando hacia abajo, encontró a Lillian despierta y temblando mientras sostenía su mano frente a su rostro.
Ella parpadeó varias veces como si lo que él estaba viendo no fuera más que una mera ilusión, y vacilante se
tocó todo el cuerpo para confirmar la verdad.
"¿Y-estoy vivo...?"
"Eso es un poco decepcionante, Lilli. ¿Te dije que te resucitaría y no me creíste?"

Lillian finalmente miró al hombre en cuyos brazos estaba y las lágrimas inmediatamente comenzaron a caer de
su rostro.
"¡Gracias!"
Casi no mostró rigidez en su nuevo cuerpo, y no perdió el tiempo arrojándose sobre Abaddon para abrazarlo tan
fuerte como pudo.
Debido a que todavía estaba exhausto por resucitarla, Abaddon cayó de espaldas al suelo y llevó a la niñera
recién resucitada con él.
"¡A-Ah, lo siento! ¡Estaba tan emocionada que yo...!" Lillian perdió gradualmente el hilo de sus pensamientos
mientras miraba los hipnotizantes ojos disparejos del dragón.
Esta era la primera vez que Lillian experimentaba estar tan cerca de Abaddon desde que obtuvo sus poderes,
por lo que ignoraba por completo la fuerza de la atracción que sentiría.
Antes de darse cuenta, su cuerpo estaba actuando por sí solo y estaba bajando la cabeza para besarlo.
"Lillian".
Abaddon colocó ambas manos sobre sus hombros y mostró una sonrisa exhausta. "No tienes que agradecerme.
Te dije que te traería de vuelta y lo hice".
"Ah... r-bien."
Lillian trató de no demostrarlo, pero estaba avergonzada y decepcionada.
Algo que Abaddon, que podía ver las emociones, sabía muy bien.
"¡¡Lillian, estás viva!!"
Yara se apresuró y levantó a la mujer tigre del suelo.
Los dos se encerraron en un firme abrazo mientras sollozaban incontrolablemente.
Habían pasado años desde que las dos pudieron abrazarse así, y ambas mujeres parecían haberse extrañado
mucho.
Como Lillian todavía solo vestía una manta oscura como ropa, Yara comenzó a empujarla hacia el interior de la
casa para vestirla.
Mientras los dos se alejaban, Abaddon podría jurar que recibió una mirada anhelante de Lillian y una irritada de
su madre.
Ambos sirvieron para empeorar aún más su estado de ánimo.

Asmodeus siguió a las chicas un momento después, su nieta aún dormida en sus brazos.
También miró a su hijo antes de irse, pero no lo juzgó ni lo acusó.
Como siempre, Asmodeus parecía saber exactamente lo que estaba pasando, o al menos poseía una
comprensión básica de ello.
Pero por primera vez, no se molestó en dar su opinión al respecto.
Después de todo, esto no era realmente algo en lo que él sintiera que debería interferir.
Una vez que se fue, Abaddon despidió a Stheno ya los dos rabisu junto con ella, y se dejó caer sobre la hierba con
los brazos extendidos.
"Me has estado mirando como si tuvieras algo que querías decir todo este tiempo. Así que olvídalo".
El único que permaneció en el patio trasero junto a él fue el dragón dorado Helios.
Tal como había dicho Abaddon, Helios lo había estado observando atentamente todo el tiempo que estuvo
trabajando, como si estuviera realizando una entrevista de trabajo.
"¿No sabes que la posición en la que estás es impropia de un gobernante?" Helios preguntó molesto. "Uno de mi
sangre nunca debe ser visto acostado boca arriba, como si estuviera-"
"Anciano."
La voz de Abaddon era un poco más severa de lo habitual, y no contenía nada de su habitual alegría.
"No estoy de humor. Di lo que tengas que decir o vete, no tomaré amablemente los comentarios innecesarios en
este momento".
Sorprendentemente, Helios se rió como si encontrara la respuesta de Abaddon graciosa.
"¡Es justo! Supongo que estarías un poco irritable después de los eventos que acaban de ocurrir".
De alguna manera, Abaddon no creía que Helios se estuviera refiriendo a la agotadora resurrección de Lillian.
Escuchó el sonido de hurgar y un momento después algo pequeño apareció volando en su visión.
Atrapándolo con su telequinesis, los ojos de Abaddon se abrieron cuando vio que su abuelo casualmente le
había arrojado una piedra de afinidad con el agua.
"Quiero encargarte un trabajo, y ese es tu pago. También te daré la libertad de Seras". Helios dijo claramente.
Abaddon se levantó del suelo y miró a su abuelo peligrosamente.
"¿A qué juego estás jugando, viejo?"

Helios pareció ofenderse porque Abaddon consideró que esto era una broma, y pronto su tono también se
volvió feo.
"Créeme, esto no es un juego, muchacho. Quiero que le devuelvas la vida a mi esposa Rhea".
Capítulo 265 Filosofías de Satanás y conversaciones

de chicos
Era temprano a la mañana siguiente después de la resurrección de Lillian.
Abaddon estaba actualmente en la sala de entrenamiento, practicando sus artes marciales contra nada más que
el aire.
A pesar de no mostrar signos de sudor o agotamiento, ya había estado en esto durante algunas horas.
No podía dejar de pensar en la petición que había recibido de su abuelo, ni en la escena de antes donde Lillian
casi lo besa.
Ambos fueron eventos completamente diferentes, pero por alguna razón fueron igualmente agotadores.
Para empezar, sabía muy bien cuánto significaba su abuela para Helios y su madre.
Y como alguien con esposas propias, Abaddon solo podía imaginar cómo se sintió su abuelo cuando la perdió, así
como hasta dónde habría estado dispuesto a llegar para recuperarla.
Pero como le había dicho al dragón dorado antes, no estaba seguro de poder resucitar a Rhea Draven.
Incluso comenzar a intentar tal cosa significaría que tendría que morir de nuevo, y no podría hacer algo así
durante otro mes y medio.
E incluso entonces, no tenía idea de cómo navegar en el más allá y encontrar a su abuela.
Lillian siempre lo había estado cuidando y, como resultado, lo encontró tan pronto como murió.
Pero nunca había visto a Rhea, y ni siquiera sabría cómo buscarla.
Sin embargo, incluso después de escuchar todo eso... Helios todavía no parecía estar dispuesto a perder esta
oportunidad y se negó a aceptar un no por respuesta.
Ni siquiera quiso recuperar la piedra de afinidad que le había dado a su nieto, y se mantuvo firme en que
también liberaría a Seras cuando el trabajo estuviera terminado.
'El descaro de ese viejo bastardo escamoso... dejando caer una tarea tan ardua sobre mis hombros cuando mi
mente ya estaba desordenada...'
"¿Qué tipo de arte marcial es ese, padre?"
Abaddon casi saltó de su piel cuando escuchó una voz desde atrás.
Estaba tan preocupado por el entrenamiento y otros pensamientos que se había perdido por completo el
momento en que su hijo entró en la sala de entrenamiento, que parecía haber sido hace bastante tiempo.
Apophis estaba apoyado contra la pared con el cabello atado en una cola de caballo y vistiendo nada más que
pantalones oscuros.
Él también había venido aquí para entrenar, pero después de observar los movimientos de su padre estaba tan
cautivado que no podía hacer nada más que mirar.
"Ah... ¿Cuánto tiempo has estado allí, hijo mío?"
Treinta minutos más o menos.
"Bien..."
Abaddon se alegró de que Apophis no fuera una especie de enemigo, o de lo contrario podría haber perdido la
vida en este momento.
"Se llama Wing Chun". explicó Abaddon. "Era una de las artes marciales favoritas de Satanás, y creo que también
se está convirtiendo en la mía".
Después de comerse al rey de la ira, Abaddon heredó de inmediato todas las artes marciales que conocía
Satanás.
Pero más que eso, también heredó sus filosofías en torno al combate.
"Se ve fuerte... y de alguna manera elegante".
"¡Ja! ¿Crees eso?" Abaddon dijo con una risa.
A pesar de lo que estaba viendo Apophis, Abaddon sabía que sus ejecuciones hasta ahora habían sido malas, por
decir lo menos.
Su mente estaba demasiado nublada y, como resultado, su entrenamiento había comenzado a pagar el precio.
"Creo que entiendo lo que quiso decir ahora... cuando me desafió a deponer las armas..."
"¿Padre?"
"Satanás pudo haber sido un lunático sediento de sangre, pero en el fondo también era un verdadero artista
marcial... Para él, los puños eran una herramienta para la violencia, pero también eran un medio para transmitir
tu voluntad, tus emociones y tus ideologías a tus amigos". adversario.
Había trascendido el armamento y se había convertido en el arma definitiva no solo porque tenía
conocimientos, sino porque sus puños siempre eran uno con su mente y espíritu. Alguien así... nunca podría
haber sido derrotado con una simple espada..."
Abaddon notó que la habitación se había quedado en silencio una vez más, y se dio cuenta de que había
divagado accidentalmente.
"Ah, perdóname, hijo mío. He dicho algunas cosas inútiles".
"De nada."
Apophis finalmente se movió de su lugar en la pared y se paró directamente frente a su padre.
"Creo que he observado lo suficiente como para actuar como un compañero de entrenamiento adecuado. Tal vez
pueda entender tus palabras un poco mejor así".
Abaddon sonrió con impotencia y dobló un poco las rodillas mientras apretaba los muslos y extendía los brazos,
la postura característica del Wing Chun.
Apofis pronto hizo lo mismo, y ambos quedaron paralizados, cada uno aparentemente desafiando al otro a hacer
un movimiento primero.
Eventualmente, el imoogi decidió atacar primero y comenzó con un simple jab.
Abaddon movió un poco el golpe de su hijo para que pudiera deslizarse más allá de su cuerpo y respondió con
un gancho dirigido a la mandíbula de Apophis.
El uso de ataque y defensa simultáneos hace del Wing Chun un arte marcial de ritmo muy rápido, y Apophis
ciertamente no estaba preparado para la velocidad a la que se desarrollaba el combate real en comparación con
la simple práctica de movimientos que vio antes.
¡Pow!
Apophis sufrió un golpe limpio en la mandíbula, pero sorprendentemente pudo continuar con solo 0,5 segundos
de retraso.
Después de sufrir ese primer ataque, Apophis hizo ajustes en su velocidad para que no lo tomaran desprevenido
nuevamente y ahora los dos estaban envueltos en un combate decente de ida y vuelta.
"Creo que entiendo lo que quieres decir ahora..." dijo Apophis mientras bloqueaba otro golpe de su padre y
devolvía un golpe propio.
"Tus hits están vacíos... como si tu enfoque estuviera en otra parte".
La astuta observación de Apophis tomó a su padre completamente desprevenido y, como resultado, no pudo
desviar el ataque dirigido a un lado de su cuello.
"¿Se trata de la Sra. Lillian?"
"...No..."
Abaddon llevó una rodilla hasta el abdomen de su hijo, pero Apophis la desvió en el último segundo con su
propia pierna y golpeó a su padre directamente en las costillas.
"Las madres tienen razón, eres un mal mentiroso".
Abaddon apretó los dientes con frustración y aumentó un poco la velocidad y la intensidad de sus golpes.
Sin embargo, Apophis no parecía tener ninguna dificultad real para igualar el ritmo y, al igual que su padre,
mostró una velocidad de aprendizaje terriblemente rápida.
Antes de que Abaddon se diera cuenta de lo sucedido, Apophis le dio una fuerte patada en el estómago y forzó
una separación entre ellos.
"¿No va a ser mi nueva madre? La abuela ciertamente parece pensar que lo es".
Abaddon apretó los puños con fuerza y volvió a su postura indicando que estaba listo para ir de nuevo. "No ella
no es."
Esta vez Apofis no se movió.
"¿Por qué no? ¿Padre no la ama?"
"No se trata de eso, hijo... Las cosas son más complicadas que el amor".
En lugar de ponerse en posición de pelea, Apophis se sentó con las piernas cruzadas en el suelo y le hizo un
gesto a su padre para que se sentara frente a él.
"... No vas a-"
"No voy a dejar pasar esto, no". Apofis lo confirmó.
Abaddon suspiró derrotado antes de bajar la guardia y sentarse frente a su hijo.
Los dos se sentaron en silencio durante varios minutos antes de que Apophis intentara nuevamente
comunicarse con su padre.
"¿Por qué las cosas son más complicadas? No parece que tus sentimientos sean unilaterales".
"¿Quién dijo que tenía sentimientos por Lillian?" Abaddon dijo, de la manera más distante posible.
"...." Apophis miró fijamente a su padre mientras esperaba que dejara de ser tan infantil.
"...Bien... independientemente de mis sentimientos, ya les he hecho un voto a sus madres de que no tomaré más
esposas. ¿Qué tipo de hombre sería si no mantuviera mi palabra?"
"Sí, pero hiciste ese voto antes de saber que podías resucitar a la Sra. Lillian. ¿No se puede hacer una excepción
por eso?"
Abaddon negó con la cabeza mientras miraba distraídamente al techo.
"Desprecio a los hombres que no tienen autocontrol... Si rompiera mi voto por esto, me convertiría en uno de
esos cerdos a los que detesto desesperadamente, y preferiría morir antes que caer tan bajo".
Una vez más, la habitación quedó en silencio y Abaddon pensó que su hijo podría haberse dado por vencido.
Pero cuando miró la cara de Apophis, todo lo que vio fue decepción.
"No tenía idea de que pensabas tan poco de ti mismo. ¿De verdad crees que tú, de todas las personas, caerías en
tal depravación como para convertirte en un perro caliente que se deja influir por cualquier mujer?
No solo eso, sino que ¿has olvidado las personalidades de mis madres? Porque en el caso de que ocurriera tal
futuro, sin duda te matarían en el acto." 𝚛𝚛𝚛r𝚛ad.co𝚛
Abaddon parpadeó varias veces al recordar la naturaleza posesiva de sus esposas a las que tanto adoraba.
"Mis amores... supongo que lo harían". Abaddon pensó con una sonrisa vertiginosa.
Apophis simplemente puso los ojos en blanco ante la naturaleza de paloma amorosa de sus padres.
Sabía que esto era mucho mejor que la alternativa pero... siempre era un poco nauseabundo verlos besarse o
abrazarse tan abiertamente.
Y ni siquiera lo hagas comenzar con la cantidad de veces que casi los había atrapado en un área común con la
boca en otro lugar donde no deberían estar.
"¡D-De todos modos!" Apofis murmuró. "Creo que a las madres les gusta mucho la Sra. Lillian... ya sea que lo
sepan o no, han comenzado a tratarla de la misma manera que se tratan entre sí, y tal cosa es rara".
Las esposas de Abaddon eran amables con casi todos.
Pero la mayoría de las veces tendían a mantener a los demás a una distancia medida, ya sea por elección o por
defecto.
Después de todo, no querían que ninguna mujer al azar pensara que tenían la oportunidad de convertirse en su
hermana.
Abaddon se quejó cuando se dio cuenta de que su hijo parecía haber planteado otro punto válido. "¿Cómo eres
tan inteligente? Seguramente no obtuviste eso de mí".
Apophis mostró una sonrisa blanca con colmillos puntiagudos que era inquietantemente similar a la de su
padre. "¿Qué puedo decir? Los jóvenes están destinados a superar a los viejos".
"¡Jajajajaja! ¡De hecho!"

Los dos se rieron del intento de humor de Apophis, y parecía que la atmósfera tensa finalmente iba a
desaparecer.
Pero el imoogi sabía que aún quedaba más por discutir.
"¿Vas a decirme la otra razón ahora?"
"... ¿Qué te hace pensar que hay otra razón?"
Apophis lo pensó por un momento antes de encogerse de hombros en señal de derrota. "¿Instinto?"
"..."
"..."
Abaddon de repente sintió que todos sus hijos sabían demasiado para su edad.
Sabía que mentir sería inútil, así que suspiró al recordar la razón igualmente importante por la que no persiguió
a Lillian.
"No siento que tenga derecho a pararme a su lado... Fui yo quien la acompañó por la isla ese día y se la entregué
al hombre que la maltrató hasta que murió... Incluso si no lo hace". Cúlpame, lo hago".
Apophis de repente miró a su padre con ojos llenos de lástima.
Sabía solo por su tono que estaba realmente herido por lo que había sucedido, y probablemente todavía estaba
traumatizado por el día en que encontró su cuerpo hace tantos años.
"Padre... eras un niño..."
Abaddon sonrió amargamente mientras yacía en el suelo con la cara hacia el techo.
"Me digo eso todos los días, pero no me hace sentir mejor. Sigo sintiendo que debería haber hecho algo,
cualquier cosa, para que él nunca pudiera poner sus manos sobre ella".
Devolverla a la vida era lo mínimo que debería haber hecho. Ella nunca debería haber muerto en primer lugar".
Protector no era simplemente una palabra, era un título en el que Abaddon se había convertido.
Como tal, había llegado a definirse a sí mismo por su capacidad para mantener a salvo a todo y a todos los que
amaba.
Y por irracional que parezca, también albergaba culpa por incidentes del pasado.
Todas sus esposas habían sufrido algún tipo de abuso antes de conocerlo, y en secreto lamentaba todos los días
no poder retroceder en el tiempo y encontrarlas antes de que cayesen en peligro.
La única diferencia con Lillian era que él realmente había estado allí, y si hubiera hecho un escándalo, podría
haber evitado que ella muriera.
Ese pequeño cambio solo hizo que su culpa fuera 100 veces peor.
Finalmente, Apophis suspiró y trató de hablar con su padre en un idioma que pudiera entender.
"Si te sientes culpable por el pasado, entonces deberías esforzarte mucho más en protegerla en el futuro.
Y en cuanto a si eres o no digno de ella… ¿no deberías dejar eso a su discreción?
Abaddon se quedó en silencio, ya que se había quedado sin cosas que decir.
No sabía si Apophis tenía razón, o incluso si estaba equivocado.
Su mente estaba inundada de remordimientos, incertidumbre y no poca cantidad de angustia.
Antes de que se diera cuenta, el agotamiento de su cuerpo lo había alcanzado y se estaba quedando dormido en
el frío piso de la sala de entrenamiento.
Capítulo 266 Invitados al festival

Actualmente, Thea Tathamet y su hermano Apophis caminaban por las calles de Luxuria.
Como siempre, estaban recibiendo una lluvia de reverencias y cálidos saludos, pero los dos seguían enfrascados
en una conversación importante.
"¿Y entonces qué pasó?"
"Mi padre se fue a dormir justo en el piso de la sala de entrenamiento. Supuse que estaba exhausto, así que lo
dejé allí.
Una de nuestras madres o incluso Mira lo encontrarán lo suficientemente pronto, ya que no es como si ese lugar
estuviera vacío por mucho tiempo".
Thea simultáneamente cayó en un profundo pensamiento mientras sonreía y aceptaba una flor de una anciana.
"No tenía idea de que se sintiera así o incluso de que había estado cargando sentimientos tan horribles todo este
tiempo... Quiero abrazarlo".
Apophis se rió entre dientes mientras saludaba a la multitud de chicas que lo miraban desde el otro lado de la
calle.
Aunque su simple gesto sin darse cuenta hizo que varios de ellos se desmayaran.
"No hagas tal cosa de la nada o él creerá que algo anda mal".
"¡Pero mi padre está sufriendo!"
"No sé si dolor es la palabra correcta. Es más como si estuviera preocupado por los sentimientos de nuestras
madres, además de tener una sensación de fracaso".
"¡Eso me suena a dolor!"
"Pero no parecía triste, ni siquiera resentido. Más que nada, parecía... ¿perdido?"
Los dos cayeron en otro largo silencio, y estaba claro que ambos estaban preocupados por su padre y no tenían
idea real de cómo ayudarlo.
Demonios, ni siquiera sabían si era su lugar.
Parecía que los dos iban a deprimirse por la difícil situación de su padre, cuando Thea de repente vio algo
extraño en la multitud al otro lado de la calle.
Dos mujeres tenían el cabello y la cara cubiertos por capas oscuras con capucha, y un grupo de cuatro guerreros
las seguía discretamente.
'No siento ninguna intención hostil, así que... ¿podría ser eso?'
"Hermano, mira". dijo Thea.
Los ojos rojos de Apophis siguieron la mirada de su hermana y pronto encontró la fuente de su atención.
"Curioso..."
"Hermana ... este lugar está mucho más ocupado de lo que describen los rumores".
"Bueno, es un lugar muy popular. No es sorprendente que el volumen de personas aquí crezca constantemente".
"No... parece que hemos venido aquí en medio de algún tipo de evento".
Las dos chicas miraron alrededor las calles que estaban llenas de gente trabajando, había puestos de comida de
variedades inimaginables y una plétora de juegos y otros bienes a la venta.
"¿Discúlpeme señor?"
Una de las chicas encapuchadas llamó a un demonio mayor que estaba trabajando en algún tipo de puesto de
comida extraño.
Su enfoque principal era la masa que se cocinaba en aceite caliente y se cubría con una sustancia en polvo de
olor agradable.
"Ah, ¿cómo puedo ayudarlas señoritas hoy?" Dijo cortésmente.
"Mi hermana y yo acabamos de llegar hoy, así que estamos un poco confundidos, ¿hay algún tipo de evento?"
preguntó una de las chicas.
El rostro del anciano se iluminó de inmediato.
"¡Chicas, eligieron el momento perfecto! ¡La emperatriz ha organizado un festival para celebrar la unificación de
Samael por parte del emperador, así como el nacimiento de la tercera princesa!"
Las chicas no sabían qué parte de esa frase las había impactado más, pero dado que Samael siempre había
estado dividido por los siete señores demonios, probablemente era eso.
"¿Q-Qué pasó con los otros pecados?"
"¡Ja! Lord Belphegor y Lady Leviathan todavía están respirando, ¡pero todos esos otros tontos que se opusieron
al gobierno del emperador fueron asesinados por sus llamas!"
"¡E-Estás bromeando! ¡Eran semidioses! ¿Sus esposas participaron en la batalla?" Las chicas no pudieron
encontrar ninguna otra explicación posible para la muerte de tales seres.
"Bueno, la reina Seras derrotó a Mammon..." El hombre de repente se estremeció al recordar los horribles gritos
del difunto rey de la codicia que atravesaron todo Luxuria.
Ese día fue menos una batalla y más una tortura.
"¡Pero el resto de los pecados se sometieron o fueron asesinados por la propia mano del emperador!" agregó.
"C-Cómo es eso posible... La brecha en la fuerza física sola es..." Murmuró uno.
"Casi incalculable...", agregó su hermana.
El hombre de repente sonrió como si estuviera recordando buenos recuerdos, y colocó su mano sobre su pecho
mientras hablaba apasionadamente.
"Es porque creíamos en él. Algunos podrían considerar una apuesta tonta depositar su fe en un ser que solo está
en una segunda etapa evolucionada, pero la gente aquí no lo ve de esa manera.
Para nosotros, cualquier cosa imaginable puede cobrar vida, entonces, ¿por qué nuestro gobernante no
reflejaría eso? Él es la prueba viviente de que las únicas cosas que son verdaderamente imposibles son las cosas
en las que aún no nos hemos propuesto".
"Esas son palabras muy hermosas, Sr. Delan. Me aseguraré de decirle a mi padre que venga y las escuche
personalmente".
Una voz femenina alegre y juvenil hizo cosquillas en los oídos de los tres individuos.
Al darse la vuelta, encontraron a Thea y Apophis a poca distancia, con pequeñas sonrisas que recordaban a su
padre.
El Sr. Delan instintivamente inclinó la cabeza mientras trataba de reprimir su sonrisa de alegría. "Estoy
encantado de ver al primer príncipe y princesa, y mi día ha mejorado sin medida".
Thea se llevó la mano a la cara mientras reía lindamente. "Usted dijo lo mismo ayer, Sr. Delan".
"¡Y continuaré diciéndolo cada vez que alguien de la familia Tathamet me honre con su presencia!" agregó.
Thea juntó las manos detrás de la espalda mientras se acercaba a las dos chicas encapuchadas. "¿A quién
tenemos aquí?"
"N-Somos solo viajeros de paso, princesa".
"E-De hecho, no somos nadie digno de su atención".
Las dos chicas bajaron aún más la cabeza e intentaron desesperadamente no mirar a Thea a los ojos.
"Aww, no seas así. Nuestras posiciones son muy parecidas, ¿no es así, Claire y Jasmine~?"
Ambas chicas se contrajeron repentinamente cuando se dieron cuenta de que las habían descubierto, y Thea
aprovechó ese momento para quitarse las capuchas.
Claire y Jasmine Vermillion, las hijas de la reina fénix, se veían tan hermosas como la última vez que Thea las
había visto.
Por qué escondían rostros tan hermosos estaba más allá de ella.
"Tú... ¿Qué te pasó?" preguntó Jazmín sorprendida.
Thea era hermosa la última vez que la vio, pero ahora... sentía que le faltaban las palabras para describir tal nivel
de atractivo.
El cabello rubio dorado, una tez suave y bronceada y unos fascinantes ojos morados hicieron de Thea, de
dieciséis años, un completo golpe de gracia.
"¿Hm? No creo que haya nada diferente en mí".
La joven princesa de repente se acercó y tomó la mano de Jasmine entre las suyas.
"Tienes que decírmelo cuidadosamente ahora, ¿notas algo diferente? O más importante, ¿algo que te guste?"
Antes de que Jasmine pudiera responder, se escuchó el sonido de una espada desenvainada.
Thea miró al grupo de lo que solo podía suponer que era la escolta oculta de las dos princesas, y vio que el
hombre a la cabeza tenía la espada a medio camino de su vaina.
"¡Libera a la princesa de inmediato, no te dio permiso para acercarte!"
"¿Hoh..?" Thea sonrió con humor, ya que había pasado bastante tiempo desde que alguien le había arrojado una
espada.
Los ojos de las hermanas fénix casi se salen de sus cráneos mientras intentaban evitar una catástrofe antes de
que fuera demasiado tarde.
"Elric, idiota, ponte de pie-"
¡Whoosh!
Todo lo que vieron las chicas fue un borrón negro y púrpura antes de que Apophis apareciera frente al hombre,
con la mano apretada alrededor de su garganta.
"¿Te atreverías a ordenarle a mi hermana que haga algo en su propia casa? Eres un insecto sin idea de cómo
funciona el mundo". Dijo venenosamente.
"¡Capitán!"
"¡Suéltalo, ahora mismo!"
"¡No puedes hacer esto!"
Parecía que el resto de la unidad también se había vuelto ruidoso, ya que ver a su líder en peligro era demasiado
alarmante.
"Tío Zheng".
Hubo una fuerte ráfaga de viento, y el oni umbral apareció sin hacer ruido acompañado por tres de sus
subordinados.
Todos los miembros de la guardia oculta fueron sometidos al suelo sin siquiera darse cuenta, y sus rostros
aplastados contra el concreto.
De repente, la animada calle se paralizó, ya que todos se alejaron del conflicto en curso.
"¡Esperar!"
Claire se movió al lado de Apophis y, vacilante, colocó una mano en su hombro. "Lo siento... por favor perdona
su rudeza, te puedo asegurar que él solo-"
"Puso una mano en su arma... con la intención de usarla contra mi hermana..." Apophis se debatía entre partirle
el cuello al hombre o llenarlo con todo el veneno que tenía.
Siempre protegería a sus hermanas con todo lo que tenía, y Thea no era una aceptación, incluso si era la mayor.
"Si mi padre se enterara, declararía la guerra antes de que la sangre de este hombre se enfriara. Al menos puedo
asegurarme de que este incidente no continúe más allá de hoy".
Claire se estremeció mientras trataba de no entrar en pánico.
Su madre ni siquiera sabía que ella y su hermana estaban aquí.
Si regresaba a casa con una guerra como regalo de regreso a casa, solo podía imaginar las ramificaciones.
"¡Mi hermano pequeño se ha convertido en un hombre ante mis ojos!" dijo Thea felizmente. "¡Sabes que él no
puede lastimarme, pero todavía estás tan enojado por mí!"
Thea soltó la mano de Jasmine y se paró junto a Apophis y el hombre que rápidamente se estaba poniendo
morado en su agarre.
"Puedes sacrificarlo por mí, ¿de acuerdo? No estoy herido y estás montando una escena. Nuestra gente no
quiere ver algo así justo antes de que comience el festival".
'En realidad, estoy bastante entretenido...'

"Necesitaba un momento para descansar, siento que mi espalda me está matando, ahora me siento mejor y voy a
ver un espectáculo".
'Espero que el príncipe mate a ese tipo y tengamos que limpiarlo después...'
Si Thea pudiera leer la mente, sabría que había subestimado severamente el interés que los ciudadanos tenían
en el derramamiento de sangre.
"¿Estás bromeando? ¿Honestamente crees que dejaré que algo como esto permanezca?" Apofis gruñó.
"¡Por Dios, eres el peor compañero de ala! ¡Hay dos chicas muy hermosas aquí, y las vas a asustar con un
derramamiento de sangre innecesario!"
"Pervertido."
"¡Escama-cerebro!"
"Príncipe, princesa... por favor tomen una decisión sobre lo que quieren que hagamos con estos hombres".
Zheng dijo exhausto.
Todo este ir y venir fue exactamente la razón por la que nunca tuvo hijos propios.
Apophis miró de un lado a otro entre su hermana molestamente coqueta y la muy linda chica fénix que lo
miraba con una mirada suplicante en sus ojos.
Finalmente, levantó dos dedos con garras que goteaban veneno.
Uno era un poderoso agente para dormir y el otro era una toxina que atacaba los nervios con un dolor
indescriptible.
Tenía curiosidad por saber qué le haría la unión de ambos al cuerpo de un ser vivo.
"¡¡Agh!!"
Metiendo su dedo en las costillas del guardia, sonrió mientras dejaba escapar un grito breve pero doloroso antes
de que sus párpados se volvieran pesados de repente.
Apophis dejó caer al ahora hombre inconsciente al suelo y observó cómo su cuerpo se retorcía horriblemente
por el dolor.
"Eres como mamá Lailah". Thea dijo mientras rodaba los ojos.
Su hermano no se ofendió por este comentario y, en cambio, se encogió de hombros como si no pudiera
importarle menos.
"Tío Zheng, retén a estos hombres hasta que las chicas se vayan. Y significaría mucho para mí si pudieras
mantener esto en secreto para mi padre y mis madres", preguntó Thea.
El oni de repente pareció como si le hubieran pedido que cometiera un crimen, y una gota de sudor se formó en
su frente.
"P-princesa, no podría-"
"Por favor???" preguntó Thea con los ojos de cachorrito más grandes que pudo.
Puede que no hayan sido tan grandes como los de Mira, pero el ataque fue súper efectivo.
"B-Está bien... simplemente no dejes que me mate si se entera de todos modos".
"¡Jejeje! ¡Gracias!"
Zheng y las lunas espectro se hundieron en las sombras del suelo, llevándose consigo a los cuatro guardias
sometidos.
Una vez que se fueron, las calles volvieron rápidamente a estar animadas ya que aún quedaban cosas por hacer
antes de que pudiera comenzar la celebración.
Thea se dio la vuelta con entusiasmo y tomó la mano de Jasmine una vez más mientras le dirigía una sonrisa
increíblemente carismática.
"Entonces, ya que ustedes ya no tienen acompañante, tendrán que dejar que mi hermano y yo les hagamos
compañía. ¿Quieren tener una cita doble con nosotros?"
Capítulo 267 Cita doble y una buena siesta

Thea y Apophis estaban actualmente sentados en el patio de un conocido restaurante en Luxuria.
La comida aquí rivalizaba con las comidas preparadas por las sirvientas trillizas en casa, por lo que no era como
si ninguno de ellos fuera extraño aquí.
Pero a pesar de eso, el jefe de cocina aún necesitaba que alguien lo detuviera cada vez que escuchaba que había
llegado alguien de la familia real.
A excepción de la pequeña princesa Mira, ya que era una niña sencilla que solo necesitaba galletas para sentirse
satisfecha.
Jasmine y Claire estaban sentadas una al lado de la otra, con los hermanos Tathamet sentados frente a ellas.
"Entonces, ¿qué las trae a ustedes, encantadoras damas, a nuestra casa?" Thea preguntó cálidamente.
Les planteó su pregunta a los dos, pero sus ojos estaban firmemente fijos en Jasmine para indicar que quería que
respondiera.
Una vez más, la mayor de las hermanas fénix sintió que había sido acorralada por esta chica demasiado
amigable sin posibilidad de escapar.
"Mi hermana me rogó que fuera con ella porque estaba interesada en esos dispositivos mágicos de
comunicación y experimentar un poco de la famosa vida nocturna de esta ciudad".
Fueron unas vacaciones un poco improvisadas, ya que la curiosidad de Claire había llegado al punto de no
retorno cuando no había podido quitarse de la cabeza al príncipe de Luxuria durante la mayor parte de las 3
semanas.
"Aww, ¿así que no viniste porque me extrañaste?"
"Ciertamente no."
"¡Que cruel!" Thea dijo con lágrimas falsas.
Apofis siempre encontró a su hermana ligeramente nauseabunda cuando estaba así, pero controló su expresión
facial para no mostrar su disgusto.
"Tú, um, pareces haber cambiado un poco también, Príncipe". Claire dijo tímidamente.
Los ojos rojos de Apophis analizaron cuidadosamente a la chica sentada frente a él.
Debido a la forma en que había vivido hasta ahora, había visto todo tipo de mujeres hermosas.
Pero había algo muy diferente en la belleza de Claire, ya que contenía una sensación de inocencia a la que en
realidad no estaba acostumbrado.
"He tenido una especie de crecimiento acelerado". Dijo con calma.
Para alguien que no estaba acostumbrado a hablar con él, el comportamiento naturalmente indiferente de
Apophis podría hacerlo parecer una persona fría y distante.
Claire no estaba segura de si él estaba así porque no tenía interés en ella o porque todavía estaba molesto por lo
de antes.
"Sé que las cosas ya terminaron pero... todavía me gustaría disculparme una vez más". Ella dijo sinceramente.
"También me gustaría agradecerles por salvarles la vida".
Apophis miró a Thea, que estaba tan absorta en una conversación con Jasmine que ni siquiera les prestaba
atención, y se preguntó qué era lo correcto que debía decir.
"... No lo hice por ti, así que tu agradecimiento es inmerecido".
Por alguna razón, Claire sonrió ante su respuesta y un cálido sentimiento revoloteó en su corazón.
"Lo sé... lo hiciste porque te preocupas por tu familia. No hay nada de malo en eso".
"...En efecto."
Los cuatro continuaron charlando ociosamente con sus citas individuales hasta que Jasmine pidió una
recomendación en particular.
"¿Tal vez podrías darnos a mi hermana ya mí el nombre de una buena posada? Nos quedaremos al menos dos
semanas, así que las camas cómodas son una necesidad".
Apophis y Thea se miraron antes de negar con la cabeza.
"No hay posadas en Luxuria". dijo Thea.
"¿Qué? Pero hay tantos viajeros que vienen aquí todos los días, ¿dónde están descansando?"
"Hotel." respondió Apofis. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
"¡¿Como me llamaste?!" Jazmín gruñó.
Thea rápidamente tomó la mano de su cita a pesar de que la temperatura aumenta rápidamente.
"No cariño, un hotel es el nombre de los alojamientos para turistas. A papá se le ocurrieron".
"O-Oh, lo siento... ¡Y-y yo no soy tu amorcito!"
"Todavía no, pero a juzgar por el hecho de que no te has alejado, creo que me estoy acercando~"
Jasmine miró hacia abajo y se dio cuenta de que, de hecho, todavía había estado sosteniendo la mano de Thea,
pero para empeorar las cosas, ¡todavía no se había apartado!
¡La piel de Thea era tan tersa y suave que era como si nunca hubiera trabajado un día en su vida!
"S-si me alejo, me agarrarás de nuevo más tarde, así que no tiene sentido...", dijo el fénix mientras se cubría la
cara.
"Mi Jasmine es inteligente y hermosa~"
"¡Yo no soy tu Jazmín!"
"¿Quieres ser?"
"¡Gah!"
Claire podía decir por las mejillas enrojecidas rápidamente de su hermana que en realidad le gustaba bastante
Thea, incluso si no quería admitirlo.
Los dos ya estaban tomados de la mano y parecían llevarse bien, pero en su corazón se estaba poniendo un poco
celosa.
Apofis era amable con ella, pero no parecía ir más allá de una simple amistad.
Se preguntó en silencio si era porque él la encontraba poco atractiva, y comprensiblemente su estado de ánimo
comenzó a decaer.
'Ojalá... pudiera tener la oportunidad de saberlo por su-'
"Pero ya sabes, pagar hoteles es un poco caro". dijo Thea de repente. "¿Por qué no se quedan con nosotras,
chicas?"
Claire/Jasmine: "... ¿Perdón?"
Abaddon fue suavemente despertado por la sensación de algo suave envuelto alrededor de su cuello.
Era una sensación placentera y que lo habría llevado a un sueño aún más profundo si no hubiera sentido que su
agarre comenzaba a ser más fuerte.
Al abrir los ojos, lo primero que notó fue un gran par de senos sobre su cabeza, y Lillian lo miraba con una
expresión linda pero frustrada.
"Qué estás haciendo...?"
"Estrangulándote con mi cola".

"¿Cómo te está yendo?"
"No es bueno. O tu piel es demasiado dura o mi cola es demasiado suave".
Abaddon rió levemente mientras su cuerpo flotaba desde el suelo.
Lillian quitó a regañadientes su apéndice peludo del cuello de Abaddon, y los dos no dijeron nada mientras
estaban cara a cara.
"Si vas a hacerlo, debes hacerlo correctamente, ¿sabes?" Abaddon tomó suavemente las dos manos de Lillian y
las colocó alrededor de su cuello.
"¿Quieres intentarlo de nuevo?" Preguntó.
Desafortunadamente, el ceño fruncido de Lillian solo empeoró y sus manos comenzaron a temblar.
Antes incluso de que ella dijera algo, Abaddon supo que había cometido un error.
"¿Por qué haces cosas como esta...? Me rechazas con tanta firmeza, y ahora estás actuando como si nada hubiera
pasado. Tú... eres muy difícil de entender".
Abaddon de repente sintió que había estado viviendo bajo la ilusión más terrible.
No tenía la intención de hacerlo, pero de hecho había estado coqueteando con Lillian y mostrándole un trato
especial.
Él, que normalmente pasaba por encima de cualquier mujer que conocía, inconscientemente se acercaba a ella
sin siquiera saber por qué.
'No... sé por qué, pero no importa...'
Abaddon soltó repentinamente a Lillian y se alejó de ella.
"Mis disculpas... Supongo que he estado actuando un poco irracionalmente, ¿eh?"
Hizo una promesa silenciosa de poner más distancia entre él y su vieja niñera, tanto metafórica como
físicamente.
Abaddon pasó junto a ella y se dirigió hacia la puerta, solo para levantar una ceja sorprendido cuando la puerta
no se movió.
"Nos atrincheraron adentro".
Al darse la vuelta, encontró a Lillian sosteniendo un papel con todas las firmas de sus esposas.
Decía: Nos gusta este. Sabemos que nos has dado tu palabra pero queremos hacer una excepción por ella.... y
solo por ella.
Lo que siguió fueron algunos garabatos y marcas de besos que lo habrían hecho reír si no hubiera estado en una
situación de mucho estrés.
"Lady Yara les contó lo que pasó... y se les ocurrió esto como una solución a nuestro problema".
Por alguna razón, Abaddon no pudo sorprenderse en lo más mínimo por esa información.
"¿Vas a hacer un portal fuera de aquí?" preguntó Liliana.
"I-"
"¿De verdad me desprecias tanto?"
"Lillian... nunca podría".
"Entonces, ¿por qué me tratas tan maravillosamente a veces y luego te vuelves distante conmigo en otras...? No
se siente bien..."
Abaddon se tensó al sentir las oleadas de angustia que emanaban de Lillian.
"No tengo derecho a amarte... Ya te he fallado antes, y como resultado perdiste tu vida. ¿Cómo puedo esperar
llamarme tu esposo si todavía me siento responsable de-"
"Por qué..."
Lillian finalmente rompió a llorar, y la vista de tal cosa rompió el corazón de Abaddon en pedazos.
"¿Por qué todavía me quita cosas...? ¿Mi pureza, mi orgullo, mi cordura... y ahora mis posibilidades de estar
contigo? ¿No he sufrido lo suficiente?"
Lillian cerró la distancia entre los dos y apoyó su cuerpo en el abrazo de Abaddon.
"¡Por favor, no lo uses como excusa! S-Si no me amas, entonces está bien, pero no me digas eso-"
Antes de que pudiera terminar, Abaddon colocó sus brazos alrededor de la cintura de Lillian y la besó
apasionadamente.
Los ojos verde esmeralda de Lillian se nublaron brevemente antes de relajarse en su abrazo.
Perdió brevemente el control de su cuerpo, y solo fue consciente de la agradable sensación en sus labios y la voz
de Abaddon resonando dentro de su cabeza.
'Siempre te he amado... incluso antes de que fuera consciente de lo que era el amor... Por eso me dolió tanto
cuando te perdí, y no he sido capaz de perdonarme a mí mismo desde entonces...'
Subconscientemente, la pérdida de Lillian por parte de Abaddon le hizo tener una nueva perspectiva sobre las
mujeres en su vida.
Antes de estar completo, era parte de la razón por la que había evitado a Lailah y Bekka, y después de que
profundizaron su relación, consideraba el más mínimo insulto, amenaza o prejuicio contra ellas como una
amenaza que debía ser neutralizada.
Y fue lo mismo para todas sus esposas, desde la más débil hasta la más fuerte.
Para que nunca más tuviera que sentir ese dolor, daría su vida para defenderlos.
'No necesitas llevar el peso de algo horrible como eso. Si puedo estar a tu lado ahora, ¿algo más importa...?
'... No... supongo que no.'
Con su voluntad finalmente desgastada, Abaddon atrajo a Lillian hacia su cuerpo y se aferró a ella como si fuera
su vida.
Uno pensaría que tenía miedo de dejarla ir y arriesgarse a que algo horrible le sucediera una vez más.
Se perdió por completo el momento en que un charco de sombras se elevó desde la esquina de la habitación y
todas sus esposas aparecieron una al lado de la otra.
Una suave mano en su espalda provocó una pequeña sacudida, y se sorprendió al encontrar a Lailah con su
habitual sonrisa cálida y peligrosa.
"¿Tu mente está más clara ahora, mi amor? ¿Sabes lo que quieres hacer?"
El resto de sus esposas parecían estar esperando su respuesta también, pero ya sabían su intención, solo
querían escucharlo decirlo.
"Es... quiero que Lillian también sea parte de nosotros".

Capítulo 268 Amar y ser amado

Lailah: "Lo apruebo".
Valerie: "Estoy bien con eso".
Eris: "Sabemos que has estado preocupado por esto, pero no hay necesidad de estarlo".
Audrina: "Mientras sea la última, no te castigaré... A menos que tú quieras".
Lisa: "Parece amarte de verdad, así que no me importa que se convierta en nuestra hermana".
Bekka: "Sé que esto no tiene nada que ver con la conversación en este momento, pero ¿qué hay para cenar?"
Seras: "¿Vamos a hacer las cosas oficiales aquí o nos vamos a nuestra habitación?"
Lillian se sintió conmovida por el hecho de que todas las esposas de Abaddon parecían haberla aceptado sin
pestañear.
Sabía lo difícil que era obtener su aprobación, ya que aunque había mujeres alrededor de Abaddon que les
gustaban, todavía no las querían como hermanas.
Pero por alguna razón les gustaba lo suficiente como para estar dispuestos a compartir lo que más valoraban.
"Gracias a todos por aceptarme tanto...", dijo Lillian con lágrimas en los ojos. "Haré todo lo que pueda para ser el
mejor-"
"Shh".
De repente, Audrina presionó su dedo contra los labios carnosos de Lillian y le dio un abrazo tranquilizador.
"Conocemos tu corazón querida, no hay necesidad de llorar en un día tan especial".
El resto de las esposas asintieron con la cabeza y pronto todas estaban envueltas en un gran abrazo grupal con
Abaddon y Lillian en el centro.
"Esta es nuestra familia. Nos amamos, nos protegemos y nunca nos dejamos deprimir por mucho tiempo. Esta
relación es más que amor, es devoción". Lisa dijo cálidamente.
"Ahora que eres parte de esto, eso significa que también debes seguir nuestra misma ideología". agregó Valeria.
"Y algunos secretos adicionales que te contaremos cuando estemos solos".
"¿Puedo llegar a saber?" preguntó Abaddon.
"""""""¡No!"""""""
Ya pensó que esa sería la respuesta, pero solo una vez esperaba estar equivocado en algo.
Lillian se rió lindamente y se abrió camino en los corazones de su esposo y todas sus nuevas hermanas, y Seras
finalmente planteó una idea que ya había mencionado anteriormente.
"En serio... ¿dormitorio o aquí?"
"¿Eres consciente de que tu impulso sexual ha aumentado después de dar a luz?" preguntó Abaddon.
"¡Sí, por eso sigo preguntando si vamos a follar aquí o en nuestra habitación!"
Si tenía que volver a preguntar y no recibía respuesta, simplemente se desnudaría aquí mismo y saltaría sobre
su esposo y cualquiera de sus hermanas que estuviera más cerca.
Abaddon pudo escuchar que el corazón de Lillian comenzaba a acelerarse mientras su rostro se ponía
ligeramente rojo.
No podía decir si era por una sensación de pánico o nervios, así que decidió darle un apretón tranquilizador a su
cuerpo.
"No te pediremos que hagas nada con lo que no te sientas cómodo. Ya sea que me entregues tu cuerpo o no,
sigues siendo mi esposa".
No podría ser fácil para Lillian sentirse cómoda con la idea del sexo.
Especialmente porque fue lo que la mató antes.
Abaddon estaba convencido en casi un noventa por ciento de que ella tendría algún trauma persistente por tal
cosa, así que al igual que hizo con Lailah la primera noche que vino a este mundo, esperaría hasta que ella se
sintiera cómoda.
Y si ese día nunca llegaba, en realidad no le importaba.
Ella estaba a su lado, había sido aceptada por todas sus esposas y le habían dado una nueva vida.
¿Había algo más importante?
Lillian miró hacia arriba para ver que todos le estaban poniendo caras de pacientes.
Querían tener intimidad con ella sin dejar de ser conscientes del hecho de que ella nunca podría estar dispuesta
y tal vez nunca llegaría.
"Todos, yo-"
*¡Gruñido!*
Todos giraron la cabeza para encontrar a la linda y peluda Bekka con una expresión avergonzada mientras se
agarraba el estómago.
"¡N-No me miren así! ¡Traté de insinuarles que tenía hambre!"
Siguieron las risas seguidas por las ligeras palmaditas en el estómago de Bekka y una idea sólida de cuál sería el
próximo destino del grupo.
Abaddon tomó a Lillian y Audrina de la mano ya que eran las más cercanas a él y comenzó a caminar hacia la
puerta.
Abaddon y sus esposas se encontraron en el comedor de su mansión, disfrutando de un festín preparado

apresuradamente y de la compañía del otro.
Como siempre, Abaddon estaba sentado en la cabecera de la mesa pero en realidad no estaba comiendo.
Como él y Lillian estaban recién casados, ella estaba sentada cómodamente en su regazo mientras él hundía su
rostro en su cuello.
'Pensé que me sentía completo antes, pero... Esto es verdadera felicidad'. Pensó cálidamente.
Lillian era suave y olía ligeramente a cítricos, y tenía una calidez tentadora que lo adormecería de inmediato si
no tenía cuidado.
"Oh, guau...", dijo Lillian de repente.
"¿Te está pinchando, hermana?" Lailah adivinó.
Audrina: "Sé que parece que no encajará, pero las habilidades del esposo convertirán cualquier incomodidad en
un placer indescriptible ~"
Valerie: "¿Quieres una demostración? Bekka casi se ha llenado, así que creo que podemos limpiar esta mesa
ahora".
Bekka: "¡Nom, nom, nom!" (¡Espera! ¡Quiero que los trillizos me traigan otro bistec y un calzone!)
Lisa: "Esos alimentos no van juntos..."
*Gulp* "¿Quién lo dice?"
Lillian se sonrojó al darse cuenta de que sus hermanas realmente estaban dispuestas a la degeneración en
cualquier lugar y en cualquier momento.
"Ah, no, no es eso... B-Bueno, me está pinchando pero, ¡mira!"
La tigresa de repente levantó su mano y se transformó en una garra de langosta justo en frente de todos.
Abaddon abrió un solo ojo mientras miraba la mano de Lillian sin mostrar un mínimo de sorpresa.
"Pensé que algo así podría suceder. Ahora eres como yo en cierto sentido y puedes adquirir las características
de las cosas que comes. Sin duda tiene que ver con la forma en que resucitaste".
"Ahh ya veo..." Lillian murmuró emocionada.
Después de ser devuelta a la vida, se dio cuenta de que ya no podía evolucionar.
Estaba un poco preocupada de quedarse muy por detrás de su nueva familia en fuerza, pero con una habilidad
como esta, podría seguir creciendo junto a ellos.
'Yo... realmente siento que soy parte de ellos ahora'.
"¿Puedo romper tu mano y comerla?" Bekka preguntó de repente.
"¡Eeep!"
Cuando los nueve estallaron en más risas, de repente escucharon el sonido de la puerta principal abriéndose.
"Oh, ¿los niños están... en casa?" Seras volvió la cabeza confundida cuando sintió dos auras desconocidas que
acompañaban a sus hijos mayores.
Un momento después, Thea y Apophis entraron y estaban acompañados por algunas caras conocidas pero
desconocidas.
Antes de que se dijera nada, Apophis notó cómo su padre abrazaba a Lillian y telepáticamente expresó su
aprobación.
'¿Lo ves? Padre parece mucho más feliz así.
'Hijo mío... Cada día estoy más orgulloso de ti. Gracias, realmente me siento completo ahora.'
Apophis mostró una sonrisa inusualmente amplia justo cuando Eris finalmente preguntó por qué había dos
princesas en su comedor.
"Niños ... ¿dónde encontraste a estos invitados?"
"¡En las calles, madre!" Dijo Thea con una sonrisa.
'¡N-No hagas que suene como si estuviéramos rogando!' Claire y Jasmine estaban igualmente horrorizadas.
"¿Oh? Es bastante extraño que dos princesas viajen hasta un continente extranjero sin escolta ni supervisión".
Abaddon dijo sin abrir los ojos.
Las dos hermanas fénix luchaban contra el impulso de no temblar.
Incluso sin abrir los ojos o hablar de manera amenazante, su aura natural era tan opresiva y aterradora que no
sabían si podían soportarlo.
Si el aura de su madre era majestuosa y lo abarcaba todo, la de Abaddon era oscura y sombría, y amenazaba con
tragarse todo.
"Vinieron con un padre escolta, pero han encontrado otros alojamientos. Apophis y yo deseamos que Thea y
Jasmine se queden aquí".
'¡E-Ella lo soltó así!' Jasmine había comenzado a entrar en pánico internamente.
'Vamos a morir, vamos a morir...' Claire ya había comenzado a escribir mentalmente su testamento.
Ninguna de las esposas dijo nada y todas se volvieron hacia su esposo mientras esperaban su veredicto.
Abaddon finalmente abrió los ojos y miró casualmente a las dos niñas que prácticamente se escondían detrás de
sus hijos.
"Thea... Apophis... ¿entiendes lo que estás preguntando?"
"... lo hago padre, no pido esto a la ligera".
"... Admito que sería agradable".
Sus dos hijos sabían que tendría que declarar la guerra a su nación en un futuro próximo.
Siempre existía la posibilidad de que las dos niñas se sintieran traicionadas y se sintieran resentidas con sus
hijos, y él no quería que sufrieran tal angustia.
Pero aún así, Abaddon profundizó en sus mentes para advertirles una última vez.
'Hijos Míos... la relación que están construyendo con estos dos será difícil, y sin duda habrá algo de dolor
involucrado.
Si eligieron perseguirlos con ese conocimiento en mente, entonces deben comprometerse a pasar el resto de sus
días compensando esto.
Thea sonrió cálidamente mientras mostraba un toque de consideración detrás de sus ojos despreocupados.
'Seré padre... Estoy genuinamente interesado en esta mujer y quiero hacer lo correcto con ella'.
'No soy tan bueno en esto como mi hermana, pero haré mi mejor esfuerzo'. Apofis pensó.
Abaddon finalmente se relajó un poco mientras descansaba su cabeza en el cuello de Lillian.
"Claire y Jasmine, ¿verdad?"
"S-Sí, Emper-"
"Por favor, nada de eso". Abaddon despedido.

"Descubrirá que no soy muy formal durante su estadía aquí. Espero que ustedes dos estén más que cómodos y
espero que tengan una hermosa relación con mis hijos".
"¡S-Solo somos amigos, señor!" Jasmine dijo con una cara roja.
"¡S-Sí! Estrictamente platónico". Claire asintió con la cabeza con tanta fuerza que parecía que sus anteojos iban a
salir volando de su rostro.
"Estrictamente, ¿eh? Qué gracioso". Dijo con una pequeña sonrisa.
Esto ganó risas de todas sus esposas y las caras de las dos niñas solo se pusieron más y más rojas.
"Lo siento, señor, pero debo preguntar... ¿realmente no tiene ningún problema con que nos quedemos aquí?"
Claire dijo temblorosa.
"S-Sí, quiero decir, ¿no te preocupa que te espíemos o algo así?" repitió Jasmine.
Como miembros de la realeza, sabían muy bien que la forma en que se habían presentado se consideraría
grosera.
Además, ¿no era demasiado informal al permitir que extraños entraran en su casa?
"¿No particularmente? Mi encantadora esposa Valerie ciertamente ha hecho que este lugar sea lo
suficientemente grande, y de todos modos no soy alguien que rechace las sinceras solicitudes de mis hijos".
Abaddon de repente sonrió con humor con los ojos cerrados como si estuviera teniendo un sueño divertido.
"Y en lo que respecta a tu espionaje, no tendría sentido. No tengo ningún tipo de secreto para que lo aproveches
y, además, creo que ustedes dos estarán muy ocupados con mis hijos".
Thea sonrió como si tuviera algunos pensamientos que le provocarían un ataque al corazón a su padre y lo
harían acurrucarse en un rincón.
"Bueno... entonces le agradecemos su hospitalidad". Jasmine dijo mientras se inclinaba profundamente.
Claire siguió su ejemplo, y los dos se pusieron de pie justo cuando una cara nueva entró al comedor con una
bandeja.
"¡Muy bien, Madre Bekka, está aquí!"
"¡Hurra!"
Nita dejó el extraño pedido de comida de Bekka y se dio cuenta de que había más invitados en el comedor.
"¡Ah, hola! Soy una de las doncellas principales de la mansión y la esposa de la princesa Thea. Es un placer
conocerte".
Por un momento, el ojo de Jasmine comenzó a contraerse como si acabara de escuchar algo ridículo.
"¿Tu que?"
Por alguna razón, Abaddon y sus esposas sonrieron porque aparentemente todos tenían el mismo pensamiento
a la vez.
'Esto será divertido... deberíamos tener invitados más a menudo.'

Capítulo 269 La noche antes del festival

Después de que llegaron las princesas fénix, Nita las llevó a sus habitaciones individuales.
Thea y Apophis se quedaron para hablar con sus padres y su nueva madre, con la promesa de que vendrían a
conocer a las niñas en un momento.
"... ¿Eres realmente la esposa de Thea?"
Jasmine había estado mirando agujeros en la parte posterior de la cabeza de Nita durante todo el tiempo que la
había estado siguiendo.
No estaba segura de si lo que había dicho antes era algún tipo de broma en la que toda la familia Tathamet
estaba involucrada o no, pero no lo encontró muy divertido.
.... Por alguna razón desconocida.
*Risa disimulada.*
... Aunque le lanzó una mirada a su hermana Claire, pareció encontrarlo francamente divertido.
Nita de repente se dio la vuelta con una sonrisa de complicidad en su rostro y asintió felizmente.
"Sí, lo soy. ¿Es extraño?"
Jasmine abrió y cerró la boca como si no pudiera creer lo que estaba escuchando, y parecía que su cerebro
estaba a punto de sufrir un cortocircuito.
"L-lo siento, no quiero ser grosero pero... ¡eres una sirvienta! ¿¿El emperador realmente aprobó este
matrimonio??"
Al contrario de lo que la pregunta de Jasmine te haría creer, su pregunta no se planteó con una naturaleza
maliciosa en mente.
La forma en que reaccionó fue la misma que cualquiera haría si se enterara de la relación de Thea con Nita.
Luxuria ya no era un poder pequeño, por lo que seguramente habría una gran cantidad de nobles presentando a
sus hijas o hijos casi a diario.
Incluso la propia madre de Jasmine había considerado casar a uno de ellos con uno de los príncipes del reino de
los enanos, ya que así funcionaba el mundo.
Por alguna razón, cuando Nita escuchó la mención de la aprobación de Abaddon, luchó contra el impulso de
reírse a carcajadas.
"Pffft... ¡Jajajaja!"
"¿¿P-Por qué te ríes de mí??" Gritó con la cara roja.
"¡Lo siento, pero realmente no conoces a su suegro en absoluto! Su tercera esposa era dueña de una librería, su
cuarta esposa era herrera de poca monta, su sexta esposa era huérfana y su octava esposa era su niñera cuando
era niño.
No es el tipo de hombre que se interpondría en el camino de alguien que quiere casarse con alguien de un
entorno diferente. Y además, tiende a no decirles que no a sus hijos de todos modos, y menos a sus hijas".
Tanto Jasmine como Claire parpadearon al darse cuenta de que no sabían nada sobre la mitad de las
emperatrices.
Los únicos que eran particularmente famosos eran Lailah, Audrina, Seras e incluso Bekka, por lo que la mayoría
tendía a pensar que sus esposas provenían de entornos similares.
"Entonces... ¿por qué sigues actuando como un sirviente?" Claire preguntó de repente.
"Mmm... porque puedo? No soy lo suficientemente fuerte como para seguirlos a la batalla, y ya estaba actuando
como sirvienta antes, ¿por qué detenerme ahora?
Quiero aportar algo a la familia que tanto me ha querido, incluso antes de casarme con la primera princesa. Esta
es la forma en que lo hago".
Jasmine de repente sintió que sus ojos se habían abierto y de repente se encontró tomando un pequeño gusto
por esta mujer.
De repente, tenía muchas preguntas y cosas que quería saber e historias que quería escuchar.
Sobre cómo Nita se convirtió en sirvienta, cómo terminó casada con Thea y cómo fue estar casado con ella.
Aunque por qué quería saber la respuesta a estas cosas… incluso ella no estaba completamente segura.
"¿Tienes... algo de tiempo después?" Jasmine preguntó incómodamente. "Creo que sería bueno conversar un
poco más".
"Claro, hermana. Regresaré en una hora".
"¡N-no soy tu hermana!"
"Fufufu~ ¡Aún no!"
"¡Jamas!"
En el dormitorio de Abaddon, se había dividido en cuatro y sostenía a cada una de sus esposas debajo de sus
brazos.
Como era de esperar, Lillian no pudo tener relaciones sexuales esta noche.
Hizo todo lo posible porque no quería decepcionar a todos, pero al final nadie pudo ponerse de humor cuando
vieron lo mucho que estaba temblando.
Los recuerdos de su último día con vida volvían a ella en oleadas, y no podía detenerlos por mucho que lo
deseara.
Nadie la juzgó, e incluso la abrazaron y la besaron para que se sintiera cómoda, pero no pudo evitar sentir que
había perdido algo con Jeddah una vez más.
Se durmió poco después y soñó que el hombre que la había lastimado era ahuyentado y asesinado por su nueva
familia.
Pero Abaddon permaneció despierto en la cama y miró distraídamente al techo.
A menudo pasaba las noches así, ya que siempre se dormía después que sus esposas, y usaba este tiempo para
recomponerse, pensar en pasos para el futuro y apreciar el presente.
Pero esta noche, sus pensamientos no estaban en esas cosas, o al menos no del todo.
En realidad estaba pensando en su abuelo Helios y en la petición que le habían hecho.
Abaddon levantó uno de sus brazos que actualmente no estaba inmovilizado por una esposa y metió la mano
dentro de su almacenamiento dimensional.
El artículo que había sacado era la piedra de agua que le habían dado como pago.
Cuando se le preguntó cómo Helios pudo adquirir tal cosa, el dragón dorado dio una respuesta muy intrínseca.
Soy viejo y poderoso. No hay nada que no pueda adquirir si lo deseo.
A decir verdad, Abaddon quería absorber el poder de esta piedra.
Con la línea de tiempo para su confrontación con el abismo acercándose cada vez más, siempre se centró en
ganar poder.
Como ya no podía comprar estas cosas del sistema en un abrir y cerrar de ojos, entendió la inmensa
oportunidad que esto presentaba.
Pero si lo absorbía, se estaría encerrando en un contrato y prometiendo resucitar a su abuela.
En caso de que fallara, Helios tendría su cabeza, y no estaba seguro de si él o sus esposas tenían el poder para
someter a tal monstruo.
—¿Dudas de ti misma, querida?

Abaddon se dio cuenta de que una de sus esposas no estaba tan dormida como había pensado.
Valerie yacía somnolienta sobre el pecho de su cuerpo real junto a Lillian.
Se había dado cuenta de que él había estado mirando la piedra en su mano durante bastante tiempo, y de
inmediato pudo adivinar en qué estaba pensando.
Supongo que lo soy. respondió telepáticamente.
Valerie de repente se retorció un poco en la cama antes de estirarse y tomar la mano de Abaddon entre las
suyas.
'Puedes hacer cualquier cosa que te propongas, esposo. Todos lo hemos visto una y otra vez.
Si necesita un pequeño empujón para recordarlo, siempre puede contar con uno de nosotros como voluntario.
Aplicando presión en sus manos, Valerie hizo que Abaddon aplastara la piedra y una sensación fría se extendió
por todo su cuerpo.
Sus venas de repente se sintieron como si estuvieran llenas de agua helada, y sus párpados se volvieron
extrañamente pesados.
'Este sentimiento... es tan familiar.' Pensó soñadoramente.
Los ojos de Valerie se abrieron cuando se dio cuenta de lo que pudo haber estado sucediendo.
Sin querer emocionarse demasiado, trató de hablarle con la mayor calma posible para no romper su trance.
Sigue ese sentimiento, cariño. Las chicas y yo estaremos aquí cuando vuelvas.
Las palabras de Valerie parecían haber hecho maravillas y, antes de que Abaddon se diera cuenta, sus ojos se
habían puesto en blanco.
- Tierra: Océano Pacífico Occidental
En la parte más profunda del océano, la luz del sol no llega a iluminar ni a calentar las aguas.
Haciendo de estas profundidades el lugar más frío y oscuro de la tierra.
Por esa razón (y varias otras) se sabe muy poco sobre la fosa de las Marianas.
Y lo registrado hasta ahora no es nada comparado con el verdadero significado de estas aguas.
Si uno pudiera viajar lo suficientemente profundo en estas profundidades, encontraría criaturas como las que
solo se habían visto en los libros de cuentos.
Monstruos marinos.
Esta gélida oscuridad es su reino, y rinden homenaje a un solo gobernante, su reina que duerme en el fondo del
fondo del mar.
Pero por primera vez en una eternidad, uno vería dos pares de ojos azules helados que iluminaban la oscuridad
con su brillo.
'?? ??...?'(Qué es esto...?)
Por alguna razón, la reina había sido despertada por la sensación de que algo se entrometía en su mente.
Normalmente, tal cosa debería ser imposible, ya que como la personificación del mar caótico, ella era un ser que
debería haber sido inmune a cualquier ser que intentara jugar dentro de su psique.
Y, sin embargo, podía sentir que algo estaba tratando de comunicarse con ella y otorgarle una sensación de
anhelo.
Fue nauseabundo.
'¿Puedes oírme, hijo mío...?'
Después de ser referida como una niña en lugar de una reina por primera vez en siglos, la criatura se agitó más
allá de lo creíble.
'?? ??!? ??? ??? ?????? ?? ??????, ????????? ???? ??? ??????!? ????!!' (¿¡Quién es este!? ¿¡Te atreves a perturbar mi
sueño y aplacarme como a un niño!? ¡¡INSOLENTE!!)
Sobre el fondo del mar, se podía ver una tormenta que parecía surgir de la nada, y las aguas previamente
tranquilas comenzaron a agitarse con una ferocidad que se tragaría cualquier barco.
'Qué cosa tan preciosa eres... Ya te amo, hija mía...'
?? ????! (¿¡¿¡TU QUE!?!?)
La tormenta comenzó a aumentar en intensidad y relámpagos del tamaño de rascacielos cayeron sobre el agua.
La criatura no sabía por cuál estaba más enojada.
El hecho de que esta extraña entidad reclamara su dominio sobre ella, o el hecho de que realmente sintiera que
tenía una conexión con ella.
'Iré por ti cuando pueda, hijo mío... Tus madres y tus hermanos te adorarán igual que yo...'
'?????? ??????? ?? ??? ????????? ?????!' (¡¿Behemoth?! ¡¿Caelum?! ¿Qué tienen esos erizos-)
'No, querida... ellos no... tu verdadera familia vendrá a buscarte tan pronto como podamos, no tienes que
preocuparte.'
'?????? ??? ???? ???????! ??? ?? ????-' (¿¡Familia!? ¡Soy REINA de las profundidades! ¿Qué necesidad tengo de-)
Antes de que Leviathan pudiera terminar, sintió que su conexión con este misterioso ser comenzaba a fallar.
El hombre a quien antes podía oír con tanta claridad, ahora sonaba débil y distante como si lo estuvieran
alejando.
'??? ????, ????? ??? ???? ???-' (¿¡Huyes, cobarde!? Te juro que lo haré-)
'Yo.... id.... ou.... tarifa.... mi.... hija....'
Cuando Leviatán sintió que el silencio volvía a su mente una vez más, la asaltó una terrible sensación de anhelo.
La insinuación de que en realidad extrañaría a este ser insolente solo sirvió para agitarla aún más.
'??? ??? ???...??? ??? ???!!!' (Como te atreves... COMO TE ATREVES!!!)
Ese día, una tormenta como nunca nadie había visto rugió sobre el océano Pacífico.
Se formaron huracanes, cayeron relámpagos y el océano mismo pareció enfurecerse de una manera que solo se
había representado en la mitología.
De dónde vino tal tormenta, nadie estaba seguro.
Pero los humanos más religiosos creyeron que era un acto del mismo dios, y lo tomaron como una señal de que
el fin de los tiempos estaba cerca.
Capítulo 270 ¡Día del festival!

- El Inframundo Griego, Palacio de Hades
El rey de los muertos estaba sentado detrás de un gran escritorio de madera, con una mirada vacía en su rostro.
Su mente parecía estar en otra parte, ya que había estado mirando el mismo espacio vacío durante un tiempo
sin mostrar signos de moverse en el corto plazo.
'Ese arcángel... ¿cómo pudo simplemente despegar después de que lo enviamos a hacer un trabajo?'
Desde que se decidió que Azrael viajaría a Dola para eliminar la amenaza inminente de la gran bestia malvada, el
ángel había desaparecido.
Hades no estaba seguro de haber completado su misión o, peor aún, si había fallado y había sido castigado por
los Aeones.
De repente, el dios de la muerte sintió una presencia que conocía demasiado bien y su dolor de cabeza solo
empeoró.
Un hombre apareció en silencio detrás de Hades.
Vestía una túnica gris oscuro con una gruesa capucha sobre su cabeza.
Tenía la piel tan cenicienta que parecía que ya estaba muerto, y su largo cabello negro le llegaba hasta las
rodillas.
Sus ojos estaban negros y vacíos, como alguien que había visto muchas tragedias acontecer tanto a jóvenes
como a mayores.
"¿Qué quieres, Thanatos? Mi estado de ánimo ya es deplorable". preguntó Hades mientras se frotaba las sienes.
"Bueno, tiene mis disculpas, señor. Pero me temo que las noticias que traigo solo harán que su cansancio
empeore".
Hades extendió su mano y un cáliz lleno de néctar apareció en su palma.
'Cómo quisiera no haberme quedado sin ese vino que me dio Dionisio...' pensó.
El dios de la muerte llevó el vaso a sus labios y la entidad detrás de él interpretó que eso significaba que era
libre de hablar.
"Un alma ha sido arrancada de Asphodel Meadows. Sospecho que ha regresado al mundo de los mortales".
Esto no sorprendió a Hades tanto como sospechaba que lo haría.

No se suponía que sucediera, y era bastante raro, pero algunas veces las almas escapaban de este lugar.
Pero por lo general regresaban poco después.
Las almas... simplemente no fueron hechas para el mundo de los mortales.
Incluso si llegaran allí, no podrían interactuar con nada ni con nadie a menos que fuera una persona con una alta
sensibilidad espiritual.
Podrían habitar algunos objetos y vivir en ellos durante alrededor de 10 a 20 años, pero eventualmente el alma
se disiparía y volvería a la nada.
'Las almas más fuertes podrían quedarse por más tiempo, pero si el alma se originó en Asphodel Meadows
entonces... Espera un maldito minuto'.
Hades se dio cuenta de repente de que había pasado por alto una parte importante del informe de Thanatos.
"¿Qué quieres decir con... un alma fue arrancada... de mi dominio?" Preguntó peligrosamente.
"Es como he dicho, señor." Dijo Thanatos, ajeno al empeoramiento del estado de ánimo de Hades. "El alma de
alguna manera viajó hasta el muro de erebos, aparentemente para dar la bienvenida a otra alma".
El muro de erebos era la frontera entre el inframundo griego y la tierra de los vivos.
Muchas veces, las almas deambulaban allí para observar a los que habían dejado atrás o reflexionar sobre los
errores que habían cometido.
"El alma que llegó era... extraña. Incluso yo no podía leerlo ni esperaba entenderlo, y seguía creciendo a pesar de
que debería haberse detenido en la muerte.
Poseía magia de muerte, y una variedad insondablemente fuerte. De alguna manera fue capaz de -"
Hades de repente levantó la mano y su cuerpo comenzó a perder un aura de color rojo oscuro.
Afuera, Cereberus gimió al sentir la ira de su amo, y contempló meter la cola y huir.
"Thanatos... Esa alma que vino aquí... ¿De dónde se originó...?"
"Todo el mundo de la madre. Al igual que el alma que se llevó consigo".
Hades no necesitaba escuchar nada más.
Su mente pudo llenar los espacios en blanco solo con estas pistas, y conoció al culpable de toda esta terrible
experiencia sin siquiera escuchar el resto.
"Thanatos... voy a darte una orden".
"Estoy listo para recibirlo".

"Invoca a los Tartaruchi".
Por primera vez en milenios, Thanatos levantó una ceja por algo que había dicho su maestro, y se dio cuenta de
que su maestro lo estaba tomando mucho peor de lo que esperaba.
Hoy era el día de apertura del festival de Luxuria, y Abaddon y sus esposas se relajaban en el baño caliente antes
de prepararse.
Consideraban que la parte más sagrada de su matrimonio no era la copiosa cantidad de sexo o las veces que
peleaban juntos, sino que eran momentos como este en los que eran libres para relajarse, apreciar la vista de los
cuerpos del otro y charlar libremente sobre cualquier cosa que tuvieran en mente.
En este momento, la familia estaba hablando de la conversación que Abaddon había tenido la noche anterior con
otro de sus fragmentos.
"¿Entonces? ¿Cómo era ella, cariño?" preguntó Bekka.
"Ella era bastante fogosa". Abaddon dijo con una sonrisa. "No podía verla, pero su mente se sentía regia,
incontrolable y, sorprendentemente, un poco sola... Ya la extraño".
Las esposas sonrieron ante la naturaleza paternal cariñosa de su marido que parecía ser una de las piedras
angulares de su personalidad.
"¿Qué crees que te ayudó a llegar a ella?" Lisa preguntó. "¿Fue solo la afinidad con el agua o fue algo más?"
Abaddon negó con la cabeza y sacó las manos del agua.
"Fue una acumulación de cosas... la afinidad del agua fue como la pieza final del rompecabezas".
Una bola de oscuridad, un cubo de hielo y una gota de agua aparecieron en la palma de Abaddon.
"Esta hija nuestra es como el océano mismo. Es fría, oscura y siempre cambiante, aunque eso no la hace mala en
espíritu, más bien es como una fuerza de la naturaleza. Solo a través de la comprensión de estas cosas uno
puede llegar a entenderla".
"No puedo esperar para conocerla". Lillian dijo suavemente.
Rápidamente se había acostumbrado a convertirse en madre, y Gabbrielle, Mira, Thea y Apophis también habían
expresado su amor y aprobación.
La idea de tener otro hijo en esta hermosa familia llenó su corazón de alegría.
"Tampoco yo puedo, pero ¿quién dará a luz después de que la absorbas de nuevo?" preguntó Audrina.
Su pregunta hizo que las esposas que aún no habían tenido uno de sus hijos lo miraran con curiosidad.
Eris, Bekka, Audrina, Valerie y Lillian parecían arder por una respuesta.
Vieron a todos sus hijos como si ellos mismos los hubieran dado a luz, pero aún así querían realmente tener un
hijo que fuera el fruto de su amor por él.
"No sé." Abaddon dijo con una sonrisa. "Quienquiera que se lo gane, supongo".
Salió del baño poco después, y apenas pudo reprimir una sonrisa cuando sintió ocho miradas hambrientas por
todo su cuerpo.
'Siempre es divertido presionar sus botones de esta manera. Solo espero que puedan controlarse hasta más
tarde.
Apenas podían controlarse hasta más tarde.
Dado que hoy era un día especial, eso significaba que Abaddon tenía que vestirse un poco más de lo habitual.
(Muy a su pesar.)
Y aunque normalmente se habría vestido solo, sus esposas tomaron su ropa y se negaron a devolvérsela.
Después de una ronda de burlas disfrazadas de ayudarlo a vestirse, Abaddon también había llegado a su fin.
Si no eran Valerie y Bekka rozando su basura, eran Audrina y Seras soplando su cálido aliento en su oído.
Los senos de Lisa fueron empujados hacia su rostro mientras ataba adornos en su cabello, y las manos de Eris
rozaban continuamente su pecho mucho después de haberlo cubierto con una túnica negra.
"... No encuentro esto gracioso." él murmuró.
Lisa: "¿Qué quieres decir, cariño?"
Bekka: "¡Solo estamos siendo útiles!"
Eris: "¿No te gusta?"
Valerie: "Eso no puede ser, porque algo aquí abajo ciertamente se siente así~"
Mientras Abaddon estaba probando su fortaleza mental, Lillian estaba de pie con Lailah a unos metros de
distancia.
Desde el baño anterior, no había podido apartar los ojos de su marido.
Había pasado la mayor parte de su vida rodeada de dragones, así que sabía que tendían a tener buenos cuerpos,
pero el de él era completamente diferente a todo lo que había visto antes.
"Si te sientes incómoda, hermana, haré que se detengan". Lailah susurró suavemente.
"A-Ah, en absoluto". Lillian dijo con una sonrisa. "Simplemente me siento un poco... envidiosa".
Lailah aparentemente entendió y envolvió sus brazos alrededor de sus hombros en un abrazo.
"No puedo imaginar por lo que has pasado, pero debes saber que Abaddon no se parece en nada a ese hombre.
Él nunca soñaría con lastimarte... a menos que se lo pidas".
Lillian se rió levemente y devolvió el abrazo de su hermana de la misma manera. "Lo sé... ¿Puedo preguntar...
cómo es estar con él...? Le pregunté a las otras chicas, pero sus respuestas no fueron muy reconfortantes..."
Lailah puso los ojos en blanco cuando se dio cuenta de inmediato de que sus hermanas debían haber dicho que
sonaba como animales en celo nuevamente sin darse cuenta de que tal cosa solo asustaría a la traumatizada
Lillian.
"Piénsalo así..." Lailah agarró suavemente a Lillian por la cara y la hizo mirar a su esposo.
"No importa cuántas veces seas abrazado por él, siempre se sentirá abrumador y extraño".
Tomó una mano y la colocó suavemente en la parte inferior del estómago de Lillian, justo debajo de su ombligo.
"Hay una sensación de que él te abre tanto como puede, como si estuviera tratando de insertar todo de sí mismo
dentro de ti para que puedas convertirte en uno...
Sus cuerpos se entrelazan, y pueden sentir que se aferran desesperadamente a él, con la esperanza de que nunca
se vaya de su lugar dentro de su útero, y que nunca pierdan esa sensación de euforia".
"¿Y-y luego qué...?" Lillian preguntó temblorosa.
Lailah sonrió como si encontrara a la hermosa quimera muy linda.
"Y luego, durante el breve momento en que tu mente es capaz de concentrarse, lo mirarás a los ojos y te darás
cuenta de que su rostro también está retorcido en una hermosa agonía, y se siente tan bien como tú.
Cada movimiento que haga contendrá su afecto por ti, e inculcará el abrumador sentimiento de su amor en cada
pliegue de tu cuerpo, mientras encuentra constantemente el lugar que te hace sentir mejor..."
Lillian había comenzado a temblar y su respiración ahora era un poco errática, pero Lailah aún no había
terminado con su explicación.
"Podrás sentir el peso de su amor tan claramente que hará que tu corazón se sienta como si fuera a implosionar,
y cuando nos conecte a todos, esos sentimientos solo se amplifican siete veces... Es tan hermoso que será llevado
a las lágrimas ".
El corazón de Lillian finalmente se estremeció, y en más de un sentido.
La forma en que Lailah describió todo fue tan reflexiva y pintoresca que podía sentirlo a pesar de que él nunca la
había tocado.
Solo podía imaginar lo bien que se debió haber sentido la cosa real, o lo que significaría para ella.
"¿Crees que... él me aceptará esta noche?" Ella preguntó.
Lailah sonrió y le dio un codazo cálido. "Por supuesto que lo hará. Está bien si tienes miedo, solo tienes que
confiar en él más de lo que le tienes miedo, ¿de acuerdo?"
Lillian asintió con timidez y Lailah supo que finalmente había tomado la decisión de unirse verdaderamente a su
familia. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
"Chicas, no tenemos tiempo para esto". Abaddon recordó.
Sus esposas se habían vuelto más agresivas con sus caricias y él sentía que estaba a punto de ser violado en
cualquier momento.
... Aunque por lo general disfrutaba de este tipo de tratamiento, todavía tenían un lugar donde debían estar.
Seras: "Tú eres el emperador, ¿verdad?"
Lisa: "Eso significa que lo que dices vale".
Eris: "Así que si tienes veinte-"
Bekka: "O treinta minutos tarde para tu propio festival, ¿quién se atrevería a quejarse?"
Abaddon sintió que sus resistencias se estaban desgastando poco a poco, porque un argumento tan
desconsiderado en realidad estaba comenzando a funcionar en él.
Pero en ese momento, sintió una gracia salvadora entrante.
Hubo un golpe pequeño y desequilibrado en la puerta antes de que se abriera y dos niñas pequeñas entraran.
Uno tenía el pelo largo y plateado y llevaba un juguete para niños, y el otro tenía el pelo negro del mismo largo y
las dos manos llenas de galletas.
"¿Ya están listos papi y mamis?" preguntó Mira.
"Todos ya están afuera esperando". dijo Gabbrielle.
Abaddon sonrió cuando vio la mirada abatida en los rostros de sus esposas e hizo una nota mental para
compensarlos más tarde.
"Entonces supongo que no deberíamos hacerlos esperar. Disfrutemos hoy lo mejor que podamos".
Capítulo 271 ¡Fiesta hasta vomitar!

Abaddon y sus esposas bajaron las escaleras y sonrieron al ver lo que le esperaba.
Sus hijos mayores estaban vestidos con telas simples pero lujosas en las que era fácil moverse, y tomados de la
mano de una de las hermanas fénix.
Los trillizos también estaban cerca y, por supuesto, Nita estaba pegada a Thea como siempre.
A unos metros de distancia, Asmodeus, Yara, Lusamine y Malenia también estaban presentes y parecían llevarse
bastante bien.
Incluso sus mascotas estaban presentes, con Bagheera y Entei sentados sobre sus patas traseras con grandes
lazos atados al cuello.
Era bastante extraño ver una langosta con un lazo como si fuera una especie de perro pequeño, pero nadie en
esta casa parecía encontrarlo extraño.
"¡Waah! ¡Todos ustedes se ven increíbles!"
"Padre se ha arreglado, el mundo puede estar a punto de terminar".
"¡Papá se ve tan genial!"
Actualmente, Abaddon vestía una delgada túnica negra sin mangas que estaba abierta en el frente para revelar
su pecho tatuado.
Su largo cabello rojo había sido cuidadosamente atado en una cola de caballo, pero había dos mechones de
cabello cerca de sus orejas que estaban envueltos en brazaletes dorados.
Llevaba una falda larga de color rojo brillante que llegaba hasta sus pies con garras y tenía marcas demoníacas
grabadas en el centro.
Había ocho anillos en cada uno de sus dedos, uno para cada una de sus amadas esposas que eran parte integral
de quién era él como persona.
Pero la parte más llamativa de su atuendo era el collar que usaba y que había sido hecho por su primera esposa.
Era un wesekh puramente dorado, como el que solían llevar Lailah y Apophis.
Si Abaddon era el sueño de toda mujer, sus esposas lo eran de todo hombre.
Las chicas vestían blusas cortas que terminaban justo debajo de sus senos, combinadas con faldas de varios
colores y tobilleras doradas en sus pies.
Al igual que su marido, también llevaban ocho anillos en los dedos, símbolo de que el amor que tenían el uno por
el otro era casi tan fuerte como el amor por él.
Todos llevaban coronas simples en la cabeza y grandes sonrisas que parecían ser intrínsecas a su personalidad.
"¿Te hicimos esperar?" preguntó Abaddon.
El sonido del sollozo de Asmodeus impidió que cualquiera respondiera esa pregunta, y se podía ver al nephilim
limpiándose las lágrimas de los ojos.
"¡Mi hijo se parece tanto a mí que no puedo evitar emocionarme cada vez que lo veo!"
"De todos modos." Abaddon puso los ojos en blanco mientras el resto del grupo se echaba a reír y atrajo a su hija
menor a sus brazos.
"¿Estás listo para conocer a tu gente, hijo mío? Todos están muy emocionados de verte".
"Mmm".
Como siempre, el comportamiento de Gabbrielle era de naturaleza bastante robótica, pero Abaddon podía sentir
que estaba emocionada por dentro.
Sin duda, la emoción de Mira se había contagiado a su hermana menor ya que las dos pasaban tanto tiempo
juntas.
Abaddon miró por última vez a su familia y amigos antes de poner su mano en el pomo de la puerta.
No tenía nada que decir, ya que las palabras ya se habían quedado atrapadas en su garganta durante mucho
tiempo.
Solo quería apreciar esta vista que era tan hermosa que podría haberle hecho llorar.
En la tierra su única familia eran sus padres drogadictos y cortó todo contacto con ellos tan pronto como pudo.
No tenía amigos y pasó veinte años solo sin ningún consuelo real en el mundo.
Fue porque vivió así antes que tuvo un aprecio aún mayor por todo lo que tenía ahora.
No pasó un solo día sin que estuviera lleno de una inmensa gratitud por haber sido sanado de nuevo.
Al abrir la puerta, se vio abrumado por la visión de un país de las maravillas invernal.
La nieve caía ligeramente del cielo y había comenzado a formar pequeños montones a lo largo de las calles.
Pero lo que más llamó la atención fue, con mucho, los miles de demonios arrodillados fuera de su casa.
En su patio delantero estaban Kanami y sus hermanos y hermanas, junto con el trío Rabisu y Zheng.
Incluso los señores de los vampiros habían logrado hacer acto de presencia, con Belphegor y Leviathan
arrodillados junto a ellos.
Más allá de la cerca, había demonios de todo tipo de edades y antecedentes, todos arrodillados con respeto y
paciencia.
Se había dejado un camino abierto en el camino, esta era la ruta que el emperador recorrería mientras
pronunciaba su discurso y conducía a su gente a los terrenos más sagrados de la ciudad.
"Esto es sin duda un espectáculo digno de ver... Tal cosa hace que un día como este parezca aún más auspicioso".
Aunque Abaddon no estaba hablando en voz alta, todos en la ciudad podían escucharlo.
Los ciudadanos podían sentir tan claramente la sinceridad y la gratitud en sus palabras.
"Tengo a alguien a quien me gustaría presentarles a todos ustedes... en realidad, sean dos".
Abaddon de repente se estiró detrás de él y tomó a Lillian de la mano, y la sacó frente a la gran multitud.
"Esta es mi octava esposa, su emperatriz, Lillian Tathamet. Y esta es mi hija más nueva, Gabbrielle".
"Dios mío..."
"Una hermosa mujer..!"
"Ella es exactamente el tipo del emperador".
"¡Ese bebé es tan lindo que me voy a morir!"
"¿Cómo es que ya es tan grande...?"
"Un hijo del emperador debería ser al menos así de especial, ¿verdad?"
Aquellos que no estaban lo suficientemente cerca para ver a la nueva emperatriz y princesas tenían imágenes
mentales enviadas directamente a sus mentes.
Gabbrielle y Lillian parecían avergonzadas por la atención repentina, pero aun así pudieron poner caras
valientes.
Abaddon devolvió a su hija a los brazos de su madre a unos metros de distancia, y comenzó a caminar por el
gran camino que había sido despejado para él.
"Tal vez debería haber preparado algún tipo de discurso para hoy... pero debo confesar que tal cosa se me ha
olvidado".
Mientras Abaddon caminaba, su familia lo seguía, y una vez que pasaban, los ciudadanos comunes se ponían de
pie y seguían sus pasos.
"Nunca he sido muy bueno con las palabras. Supongo que ese es el tipo de cosas que suceden cuando pasas la
mayor parte de tu vida en soledad".
De repente, chispas comenzaron a volar del cuerpo de Abaddon y soplaron en el viento.
Al mismo tiempo, su carne comenzó a quemarse a medida que crecía hasta una altura de catorce pies.
"M-Monstruo..."
"Q-Qué..."
Apophis y Thea miraron a las temblorosas chicas fénix en sus brazos.
Para aquellos que habían tomado la sangre de Abaddon, verlo en cualquiera de sus formas naturales sería como
ver a un dios descender a la tierra en toda su gloria.
La gente de Luxuria consideró que verlo era tan conmovedor que ya había ríos de lágrimas corriendo por sus
rostros.
Pero Claire y Jasmine eran extrañas.
Y contemplar a Abaddon era lo mismo que ver tu pesadilla más inimaginable cobrar vida frente a tus propios
ojos.
Estaban a solo unos segundos de necesitar cambiarse la ropa interior.
'¡Hermano!'
'Lo sé... No quería que la primera vez fuera así.'
Thea y Apophis se mordieron el interior de los labios y permitieron que la sangre fluyera libremente en sus
bocas.
Cada uno agarró a un fénix individual por la cara y los besó, forzando un poco de la sangre de Abaddon en sus
bocas.
No fue lo suficientemente potente como para convertirlos en demonios, pero fue suficiente para evitar que se
volvieran locos de miedo.
Las dos niñas se retorcieron un poco al alcance de los hermanos antes de darse cuenta de que realmente no
tenían ningún deseo de escapar y relajarse en sus brazos.
Jasmine estaría en un caos absoluto más tarde esa noche.
"Por primera vez en nuestra historia, los demonios estamos unificados. Ya seamos perezosos, iracundos,
orgullosos, lujuriosos, envidiosos, glotones o codiciosos, no hay diferencia".
La monstruosa voz de Abaddon pareció resonar por toda la ciudad y provocó que todo lo que estaba cerca
vibrara.
"Ustedes son mi pueblo y, por lo tanto, son preciosos para mí. No deben temer la persecución de los humanos, y
nunca caerán bajo el dominio de los dioses. Nadie puede pisotearlos".
Abaddon condujo a un océano de personas al lugar más sagrado de la ciudad; el árbol qlipoth.
"Pero hoy se supone que es una celebración, ¿no es así? No los aburriré con discursos que saquen a la luz
recuerdos desagradables".
Bajo las hojas parecidas a sauces del árbol qlipoth, el cuerpo de Abaddon se encogió hasta su habitual apariencia
injustamente hermosa.
"Bebe, ríe y vive, pueblo mío. Disfrutar de la alegría es la única manera verdadera de celebrar nuestra unidad.
¡Que comience el festival!"
"¡¡Viva!!"
"¡¡Bebamos!!"
"¡Gloria a la familia Tathamet!"
Vítores y aplausos estallaron en el aire, mientras los demonios rápidamente ponían en marcha el festival.
Las calles se llenaron de risas, música, baile y, por supuesto, olor a comida.
Abaddon se sentó debajo del árbol y observó todas las festividades con una sonrisa entrañable en su rostro.
Sus esposas eran las únicas sentadas a su alrededor, ya que el resto de su familia había bajado a la ciudad para
disfrutar del festival.
"¿Estás bien, mi amor? No has dicho nada por un tiempo". dijo Audrina.
Abaddon ciertamente se había quedado en silencio, pero no porque algo anduviera mal con él como había
pensado su esposa.
"Supongo que simplemente estoy perdido en mis pensamientos, querida. Pensando en el futuro, supongo".
No podía explicarlo, pero por alguna razón estaba particularmente distraído hoy.
Había algo que sentía que estaba olvidando, pero no podía recordar si era importante o no.
Sus esposas de repente se miraron y asintieron antes de ponerse de pie.
Lo agarraron y lo pusieron de pie, todo mientras mostraban sonrisas traviesas y cautivadoras.
"No hay tiempo para eso, querida".

"Divirtámonos por hoy y tratemos de no tener pensamientos tan tristes, ¿de acuerdo?"
"¡Emborrachémonos!"
"¡Sí! Bueno, tal vez no, pero deberíamos divertirnos un poco".
"Puede ser como nuestra pequeña cita".
Abaddon sonrió impotente cuando sus esposas lo ayudaron a ponerse de pie y las siguió hacia las animadas
calles de abajo.
'Están todos tan felices... Supongo que los festivales tienen una forma de hacerle eso a la gente'. Pensó
felizmente.
Tomó la decisión de guardar todas sus preocupaciones en el fondo de su mente, solo por hoy e hizo todo lo
posible para actuar lo más despreocupado posible.
Pero en la parte superior de un edificio a una distancia considerable, había una especie de entidad que
reconocería con demasiada facilidad.
Era un ojo verde oscuro, incrustado en un charco de sombras.
No tenía expresiones faciales para leer, pero si uno fuera a mirarlo, juraría que sentía un desdén abrumador.
Capítulo 272 ¡¡¡Es Gameday Baby!!!

Eris: "¡9 churros por favor!"
Valerie: "¡Y una cerveza!"
"¡Cualquier cosa para la familia real, está en la casa!"
Lisa: "Vamos, Sr. Wilbur, no podemos tomar nada de usted así, estamos más que felices de pagar el precio
completo".
"¡Entonces serán dos cobres!"
Bekka: "... ¿Por nueve churros y una cerveza?"
"Sí, emperatriz".
El grupo sonrió ante el evidente favoritismo que se les estaba mostrando, pero no sintieron que sería cortés de
su parte continuar negándose. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
En cambio, Lailah usó un poco de su magia para enviar una pequeña moneda de oro al bolsillo trasero del
amable vendedor.
Una vez que el grupo tuvo sus golosinas, se despidieron del hombre y continuaron su cita en las calles.
El festival estuvo bastante animado y hubo todo tipo de juegos y eventos para participar.
Incluso el barrio rojo de Luxuria tenía un atractivo especial; un stand donde se podían conseguir moldes
personalizados de los genitales de sus parejas.
...Era un destino muy popular para las parejas.
Pero los Tathamet no habían visitado un lugar así en su cita, ya que las esposas sabían que un consolador
palidecería en comparación con el sexo real con su esposo.
Lisa: "Creo que hemos hecho casi todo..."
Eris: "¿Deberíamos ir al coliseo ahora? Creo que hoy será un buen juego".
Abaddon, Seras y Bekka comenzaron a mover la cola inconscientemente, al mismo tiempo que intentaban no
parecer demasiado interesados.
Valerie no tenía cola para mover, pero la luz cegadora en sus ojos traicionaba su entusiasmo.
Seras: "Ejem, um, si el resto de ustedes está de acuerdo con eso, entonces supongo que podría ser persuadido
para ir..."
Bekka: "¡C-Como podría yo!"
Valerie: "Como familia real, deberíamos mostrar nuestras caras, ¿no?"
Abaddon: "Ah, ¿hay un juego hoy...? Se me había olvidado por completo..."
Las chicas simplemente pusieron los ojos en blanco ante los emocionados miembros de la familia antes de
comenzar a arrastrarlos hacia el coliseo.
Abaddon había hecho muchas cosas en su tiempo como gobernante que consideraba revolucionarias para este
mundo.
Había modernizado casas y edificios, haciéndolos mucho más cómodos y espaciosos por dentro, al mismo
tiempo que introducía cosas como apartamentos y hoteles.
La ciudad tenía sistemas de plomería y aire acondicionado mucho más eficientes que en cualquier otro lugar, y
para mejorar aún más las cosas, no había personas sin hogar.
A la gente de Luxuria le gustaba divertirse, pero beber la sangre de Abaddon también les infundía el deseo de
contribuir a la sociedad.
En resumen, todos trabajaban y recibían salarios decentes, más que suficientes para comprar incluso la casa
más pequeña de la ciudad.
Todas esas cosas eran geniales y seguramente hacían la vida más placentera para los que estaban a su
alrededor, pero eso no era lo que hacía más feliz a Abaddon.
Naturalmente, los demonios no siempre fueron tan familiares y afables.
Especialmente cuando eran más jóvenes, tendían a tener un exceso de energía que necesitaban liberar a través
de la conquista o el sexo.
El barrio rojo era genial y estaba en auge cada día más, pero... también lo estaba la afluencia de viajeros.
Y para ser honesta, una mujer soltera solo puede manejar un máximo de cinco hombres a la vez si está usando
todos sus... activos.
A veces, simplemente no había suficientes huecos u oficinas estrechas para todos.
El coliseo era genial, pero Abaddon realmente no quería que sus ciudadanos se mataran entre sí si podía
evitarlo.
Así que tuvo que encontrar otra forma de que usaran su energía reprimida.
Y así pensó para sí mismo; ¿Cuál es la mejor manera de hacer eso?
La respuesta fue más fácil que hacer que su esposa tuviera un orgasmo.
¡Deportes!
O más específicamente...
"¡Fútbol americano!" Mira lloró.
"¿Qué?" preguntó Gabbrielle.
Las dos niñas estaban sentadas en el palco privado de la familia real en el coliseo, con un festín de día de juego
ansiosamente ante ellas.
Alitas de pollo, perritos calientes, nachos, frutas variadas y, lo que es más importante, galletas para la princesa
sedienta de sangre favorita del imperio.
"¡Es un juego que se le ocurrió a papá!" Mira no perdió el tiempo usando sus pequeñas manos para crear su
plato ideal.
Como era de esperar, el plato tenía una proporción de galletas con respecto a la comida normal que era algo así
como 80-20.
"¿Cómo se juega?" Gabbrielle fue mucho más conservadora en sus selecciones ya que no compartía el estómago
aparentemente sin fondo de su hermana.
"Umm... los hombres lanzan una pelota y tratan de llevarla de un lado del campo al otro sin ser golpeados".
"... ¿Puede la hermana ser más específica?"
"¡No!"
Gabbrielle simplemente se encogió de hombros y decidió que haría todo lo posible por aprender observando.
Las dos chicas comieron sus platos justo cuando comenzaba la patada inicial, y Gabbrielle finalmente decidió
preguntarle a su hermana sobre sus elecciones dietéticas.
"¿Por qué la hermana disfruta tanto de los pasteles?"
"¿Pasteles?"
"Galletas." Gabbrielle dijo señalando el plato de Mira que ya casi había sido demolido.
Mira de repente se levantó de su asiento y colocó sus manos sobre su pecho como si estuviera hablando con la
mayor pasión.
"¡Las galletas son amor! ¡Las galletas son vida! ¡Mira las ama casi tanto como a papá y mamá!"
"Interesante..."
Mira de repente tomó otra galleta que aún no había volado a su estómago y se la presentó a su hermana menor
de la misma manera que actuaría si estuviera invitando a alguien a unirse a un culto.
"¡Prueba uno, hermana!"
Gabbrielle vacilante tomó la pequeña golosina y le dio un mordisco muy pequeño.
"...Está bien."
* ¡Jadeo! * Mira de repente tenía una mirada cabizbaja como si su hermana de alguna manera hubiera negado
toda su existencia.
¿Qué sigue, iba a decir que no le gustaba el derramamiento de sangre o la batalla?
De repente, los guardias del exterior abrieron las puertas dobles del palco y sus amados padres entraron con
una aparente atmósfera acaramelada entre los nueve.
"Ahí están mis niñas". Abaddon dijo cálidamente. "¿Viniste a ver el-"
"¡¡¡WAAHHHH PAPÁ!!!"
Mira de repente corrió hacia su padre con la cara llena de lágrimas que era desgarrador ver.
"¡La hermana está enferma, dijo que no le gustan las galletas!"
"Mira... eso no es una enfermedad, hija mía".
"¡Sí, lo es!" La joven argumentó.
Las esposas se rieron entre dientes mientras se dispersaban en la habitación para tomar sus propios asientos y
dejar que él se ocupara de su desconsolada hija.
Abaddon levantó a Mira en sus brazos y se acercó al sofá.
Puso a Gabbrielle en su regazo e hizo todo lo posible por explicarle a Mira que su hermana en realidad no estaba
enferma y que simplemente prefería otras cosas.
La explicación demoró más de lo que le hubiera gustado, y tuvo que detenerse de vez en cuando cuando sus
esposas comenzaron a reírse tontamente mientras él tropezaba con sus palabras.
Al final, Mira finalmente se relajó y ya no consideró que su hermana fuera enfermiza, pero eso tampoco
significaba que entendiera completamente sus gustos.
Con el juego finalmente en marcha y su hija ya no lloraba, Abaddon y sus esposas pudieron ver el juego con un
júbilo cristalino.
El juego aún no era lo suficientemente grande como para jugar de un estado a otro o de una escuela a otra, por
lo que los dos equipos que estaban jugando actualmente eran los enanos demoníacos contra los oni de guerra.
En algún momento, los jugadores reconocieron que el emperador estaba presente con su familia, y su
motivación para jugar solo brilló más.
"¡¡Vamos muchachos, tengo dinero para ustedes!!"
"¡¡Muéstrales a esos oni de quién es el jefe!!"
"¡Hora de juego bebé!"
Evidentemente, los ciudadanos de Luxuria también parecían haber practicado el deporte, ya que vitorearon con
locura al ver cómo una carrera de cincuenta yardas se convertía en un touchdown.
Dentro del palco de la familia real, los Tathamet vitoreaban con la misma fuerza, con la excepción de miembros
más reservados como Gabbrielle, Lailah y Eris.
"¿Qué les dije chicas?" Abaddon dijo con una sonrisa feliz. "¿No fue esta una idea maravillosa?"
"Lo fue, ¿te gustaría ser recompensado por ello~?" Audrina preguntó mientras le frotaba los hombros.
¡Tortazo!
"¡Mmh!" La mano de Audrina automáticamente fue a su gran trasero que ahora tenía una huella de mano del
tamaño de Lailah.
"Nuestros jóvenes todavía están aquí, cuida tus modales, hermana. ¿Y por qué hiciste un ruido tan sexy en este
momento?"
"Golpéame otra vez y te lo diré~"
"Hermana, ¿por qué eres así?", preguntó Lailah mientras se frotaba las sienes por el agotamiento.
"No sé, no fui amado adecuadamente cuando era niño". Audrina se encogió de hombros mientras le ofrecía a la
joven bruja un pequeño beso como disculpa.
Gabbrielle: "¿Van a copular las madres y el padre? ¿Deberíamos irnos la hermana y yo?"
Todos: "¡No!"
Mira: "¿Qué es copular?"
Gabbrielle: "Es se-"
Antes de que la joven pudiera terminar, Abaddon llamó a un muffin cercano a su mano y lo metió directamente
en la boca de Gabbrielle.
Al principio, no mostró una reacción real, pero gradualmente sus ojos comenzaron a brillar como si acabara de
ingerir algo mágico.
"¿Qué es esta creación? ¡Es similar a un sueño!"
"... Es solo un panecillo de manzana, mi niña". Abaddon dijo sin comprender.
"Padre... ¡Esta es la comida de los dioses! ¡Exijo más!"
Abaddon echó la cabeza hacia atrás en un ataque de risa.
Siempre fue agradable ver a su antigua hija diosa actuar como una niña, y la vista fue suficiente para calentar su
corazón.
Extendió la mano para darle a su hija otro muffin como se lo pidió, pero cuando abrió los ojos... no había más
muffins.
Ya no había más coliseo, y su familia también faltaba en su entorno.
Era como si la creación se hubiera borrado por completo y ahora estuviera sentado en un océano de oscuridad
ilimitada.
"Eres una broma... Por qué creen que eres él es poco menos que desconcertante..."
Abaddon no reconoció la voz áspera y demoníaca que estaba tratando de intimidarlo, pero dada la forma en que
había sido convocado y la forma en que lo insultaban, su estado de ánimo ya era deplorable.
"¿¡Qué es esto!? ¡Muéstrate, dios sin espinas!"
"¿Dios...?...¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
El sonido del eco de la risa fue tan fuerte que Abaddon sintió como si sus oídos fueran a sangrar.
Un solo ojo ardiente apareció a poca distancia de Abaddon, y supo que su suposición había sido completamente
incorrecta.
El ser que convocó aquí no era un dios, y era incluso lo más alejado de él.
Era un antiguo gobernante del abismo.
"¡¡Qué delirantes son!! Cómo has logrado influir en sus bendiciones hasta ahora está más allá de mi
conocimiento, ¡pero he venido aquí hoy para decirte que nunca te aceptaré!
¡Un hombre sensiblero y amoroso que no piensa en nada más que en sus mujeres y sus hijos no es apto para
gobernar Tehom! ¡¡En un año vendré personalmente a recogerte y te arrastraré al purgatorio!!"
Finalmente, Abaddon se dio cuenta de qué era lo que había estado olvidando hoy.
El año iba a expirar pronto, y su fecha límite se acercaba cada vez más.
"¡No tienes impulso! ¡Sin ambición! Nunca..."
De repente, la voz del rey del abismo se cortó como si hubiera notado algo a la mitad de su discurso.
Abaddon se preguntó si tal vez había perdido los nervios, pero finalmente no era lo suficientemente ingenuo
como para creer eso completamente.
"...Lamentable... Parece que no podré atormentarte después de todo. Morirás mucho antes de que yo tenga ese
derecho".
"¿De qué estás hablando?" Abaddon gruñó. "No tengo intenciones de-"
"Adiós."
Capítulo 273 El trato real

De repente, la mente de Abaddon volvió a la realidad como si no hubiera pasado el tiempo desde que se había
ido.
Su hija seguía exigiendo con firmeza más panecillos, y sus esposas todavía se reían de su linda expresión.
'Qué fue eso...? ¿Qué quiso decir con que iba a…?
"Puedo entender su reacción, estos panecillos son bastante deliciosos".
El aire parecía haber sido succionado de la habitación cuando una voz desconocida habló.
De pie detrás del sofá había un hombre desconocido vestido con túnicas blancas y piel como mármol cincelado.
Su rostro era andrógino y hermoso, y sería difícil decir que era un hombre si no fuera por su túnica que revelaba
su pecho.
Aparentemente, el hombre era el epítome de la gracia, ya que incluso mientras comía un muffin mantenía un
aura real.
No podían ver sus ojos mientras permanecían cerrados, pero de alguna manera tuvieron la sensación de que
podía ver toda su existencia.
Hubo una ráfaga de viento, y Seras, Audrina, Abaddon y Bekka tenían sus armas apuntando al cuello del hombre.
Su largo cabello negro voló hacia su boca, y su rostro finalmente se arrugó en una expresión avergonzada.
"Ah, eso no es elegante en absoluto, ¿verdad? Me encanta mi cabello, pero ciertamente puede ser un dolor para-"
"¿Quién eres? ¿Por qué estás aquí?" Abaddon preguntó amenazadoramente.
'Padre, madres. Bajad las armas. Gabbrielle advirtió seriamente.
Bekka: '¿Qué? Mi dulce guisante, ¿conoces a este hombre?
'No... pero sé que se supone que no debería estar aquí. Es un verdadero arcángel.
El corazón de Abaddon se hundió hasta el fondo de sus pies.
Los verdaderos arcángeles del cielo son el equivalente de los seres de nivel dios en términos de poder.
Este mundo tenía entidades poderosas, pero estaban lejos de ser dioses.
Quienquiera que fuera este hombre... podría matarlos a todos sin dejar caer una sola gota de sudor.
Incluso si Abaddon pusiera a dormir a todos sus subordinados en ambos continentes y absorbiera su fuerza, aún
no sería capaz de herir seriamente a este hombre.
A pesar de ser un ángel, era un monstruo en casi todos los sentidos de la palabra.
El hombre se quitó el pelo de la boca justo cuando finalmente terminó su muffin.
"Por favor, no hay necesidad de violencia. Especialmente no delante de los niños".
"¡Mira ama la violencia!" La joven sacó sus dagas y la habitación se volvió notablemente más fría por dentro.
"Preocupante... pero un poco lindo también". Murmuró el hombre.
Estaba completamente confundido acerca de qué emoción debería sentir más cuando miraba a la joven.
"No le respondiste a mi esposo". Bekka gruñó. "¿Quién eres?"
De repente, el hombre angelical desapareció y reapareció en una silla en el lado opuesto de la habitación, con
dos panecillos más en cada una de sus manos.
Estaba mirando casualmente por la ventana el juego de abajo y sonriendo con cariño como si estuviera
recordando un viejo recuerdo.
"Siempre había considerado que un juego así era bárbaro y nunca entendí por qué los terrícolas lo adoraban
tanto. Pero verlo una vez más me llena de nostalgia".
Finalmente miró a un atónito Abaddon y sonrió como si finalmente estuviera juntando las piezas de un
rompecabezas.
"Me preguntaba qué podría ser tan especial en ti, ahora creo que tengo una idea. Soy Samyaza".
Al principio ese nombre no era familiar para Abaddon, pero luego recordó un momento en el que Malenia lo
había murmurado en una conversación pasajera cuando se conocieron.
"Tú eres el gobernante de los humanos..."
"Claro, supongo que ese podría ser mi título". Dijo casualmente.
"¿Por qué estás aquí? Es de mala educación ingresar al dominio de otro gobernante sin una invitación o un
regalo. ¿O ya has venido a declarar la guerra?"
"No, no, no se necesita una guerra. Tendrás que perdonarme por esto, ya que sé que no es muy cortés. Solo estoy
aquí para cumplir un deseo en nombre de mis hijos, y nada más".
Abajo en el campo, el mariscal de campo fue golpeado con un saco brutal que hizo que la cara del ángel se
estremeciera. 'Bárbaro... tan bárbaro.'
"¿Tus hijos...? ¿Supongo que te refieres a esos cuatro campeones tuyos?"
"Correcto de nuevo, eres bastante inteligente".
Samyaza terminó sus dos muffins aparentemente sin darse cuenta de los ceño fruncidos que estaba recibiendo
de todos los asistentes.
"No importa cuánto les dije que no se preocuparan por eso, estaban bastante molestos por el desafortunado
encuentro que tuvieron con ellos la última vez, así que vine aquí para asustarlos un poco en su nombre".
Cuanto más tiempo observaba Abaddon a este intruso, se dio cuenta de que no podía sentir intenciones hostiles
por su parte.
Realmente era como si acabara de venir aquí para hacer un recado y hacer turismo.
En cuanto a qué susto estaba hablando... ya lo estaba haciendo.
Con solo aparecer de la nada, había puesto nerviosos a Abaddon y sus esposas, y les dio una sorpresa que no
olvidarían en el corto plazo.
"¿Cuál es tu objetivo?"
Samyaza de repente desvió su atención del juego de abajo y la dirigió al inquisitivo Abaddon.
"¿Mi objetivo...? ¿Qué te hace pensar que tengo uno?"
"Con tu nivel de poder, podrías estar en la cima de este mundo, incluso podrías hacerle correr al rey dragón por
su dinero.
No hay forma de que no pudieras haber terminado la guerra entre demonios y humanos hace siglos, pero
todavía estamos atrapados en un punto muerto innecesario. ¿Por qué?"
Samyaza parecía que no esperaba que le hicieran esa pregunta, pero era natural cuando uno consideraba el
alcance de sus habilidades.
"Por qué... Supongo que la respuesta es que los humanos no son seres que merecen estar en la cima de este
mundo... ese honor le pertenece a los demás, así que hasta que llegue ese día, los humanos necesitarán algo que
hacer".
La respuesta de Samyaza fue seguida por miradas en blanco de todos los Tathamets.
Parece reconocer que sus palabras serían consideradas confusas para cualquiera que las escuchara y ofreció
una explicación más concisa.
"Yo solía ser como mis hermanos y hermanas una vez... Yo creía que la humanidad, aunque imperfecta, todavía
era mucho más de lo que había debajo de la superficie y, como tal, no me uní a la rebelión.
Pero... cuanto más persistió ese tiempo, más comencé a arrepentirme de mi decisión... eran todo lo que el
engañador dijo que eran y peor...
Pero reconocí que el camino por el que viajaba era oscuro e intenté corregir mi pensamiento peligroso,
creyendo que tal vez solo estaba viendo las cosas de manera incorrecta".
Samyaza de repente se agarró el corazón y sonrió cálidamente como si estuviera recordando a alguien querido
para él.
"Viajé al mundo humano y busqué un rayo de esperanza entre las masas confusas del pecado.
Y por su gracia, lo encontré... Conocí a una mujer que era la completa contradicción de todo lo que creía que eran
los humanos y finalmente dio a luz el fruto de nuestro amor.
Desafortunadamente, ella murió poco después... pero no me atreví a entristecerme cuando dejó a nuestro
hermoso hijo como recuerdo... mi hijo no era humano ni ángel, sino una unión perfecta de los dos.
Era nephilim, el más grande de cualquier raza viviente".
Tanto Gabbrielle como su padre comenzaron a sentir que habían escuchado algunas partes de esta historia, o tal
vez alguna otra variación de la misma.
"Más y más de mis hermanos se aventuraron a la tierra cuando notaron mi ausencia, y pronto ellos también
encontraron sus propios compañeros, y creamos una tierra similar al paraíso..."
El arcángel habló en voz baja y apasionada, como si todavía estuviera viviendo en un sueño.
De repente, apretó los puños como si estuviera reviviendo un recuerdo doloroso, y las lágrimas cayeron
silenciosamente de sus ojos cerrados.
"Pero cuando mi padre se enteró de las elecciones dietéticas de nuestros hijos... se enfureció".
Los nephilim originales eran enormes gigantes devoradores de hombres que se decía que eran similares a los
terremotos u otras catástrofes cuando se enojaban.
El creador estaba tan disgustado con su existencia que, por primera vez en toda la historia viva, intervino
personalmente para limpiar a las criaturas de la faz de la tierra.
Al enviar una gran inundación, todos los nephilim vivientes fueron borrados y la tierra prácticamente se
restableció.
"Todos ustedes deberían haber sido castigados..." murmuró Gabbrielle. "¿Cómo es posible que hayas terminado
aquí?"
Samyaza miró con curiosidad a la niña en el sofá que claramente era demasiado inteligente para su edad. "Si
sabes algo así... tampoco deberías estar aquí, ¿verdad?"
Todas las madres de Gabbrielle dieron un paso adelante reflexivamente para proteger a su hijo menor,
ganándose una sonrisa no amenazadora del arcángel intruso.
“No te preocupes, no tengo intención de hacerle daño. Como ya he dicho, amo a los niños, pero me temo que no
puedo responder a la pregunta de la pequeña, ya que ya estoy respondiendo a la de su padre.
Samyaza de repente caminó hacia Abaddon, aparentemente indefenso e indiferente a la monumental diferencia
de altura.
"Me preguntaste cuál era mi objetivo y te di una larga historia como respuesta. Pero un hombre inteligente
como tú debería ser capaz de llegar a la conclusión correcta, ¿no?"
"... Quieres resucitar a los nephilim en este mundo y hacer que tomen el lugar que les corresponde por encima
de todo".
"¡En efecto!" Samyaza dijo felizmente. "¿Ves? Sabía que lo conseguirías".
"¿Pero por qué?" preguntó Audrina. "Si sabes que esas cosas se alimentan de humanos, ¿por qué quieres que las
traigan de vuelta?"
"Porque algunos humanos son justos y puros... pero todos los nephilim lo son. Cuando se trata de decidir cuál de
los dos tiene derecho a seguir existiendo, siento que la elección es fácil de hacer".
Poco a poco, Abaddon pudo reconstruir el pensamiento de Samyaza y se dio cuenta de que de alguna manera
había encontrado una respuesta a una pregunta previamente desconocida.
"Así es como sucedió... ¡no estabas tratando de crear nuevos ángeles, estabas tratando de engendrar una nueva
raza de nephillim!"
"Por desgracia sí." Samyaza dijo con un suspiro. "No obstante, los amo, pero en verdad son unos fracasos..."
"Umm, disculpe...", dijo Lisa mientras levantaba la mano mientras hacía una expresión confusa. "Recuerdo haber
visto bastantes arcángeles masculinos también..."
"¿Hm? Oh, cierto."
El cuerpo de Samaya de repente se encogió unos centímetros de altura y le crecieron un par de pechos bastante
grandes y labios más carnosos.
"Después de fallar tantas veces con las mujeres de este mundo, me preguntaba si tal vez ellas eran el problema y
sería mejor si intentara tener mi propio hijo. Por desgracia, esto también fue infructuoso..."
Por alguna razón, Abaddon recordó a dos personas muy importantes en este momento.
Su ángel caído, Malenia, que se había convertido en una especie de tía para su familia, y su padre, a quien amaba
mucho a pesar de no haber tenido una relación muy larga.
La piel de su cuerpo comenzó a adquirir una textura más áspera, como magma enfriado, con grietas de lava
blanca que fluían a lo largo de su pecho tatuado.
"Mi Malenia... mi padre... ¿también les pusiste las manos encima...?" Preguntó peligrosamente.
A estas alturas, todo el estadio podía sentir la terrible presión que emanaba de él en oleadas, y tanto los
jugadores como el público se habían paralizado por completo.
Pero Samyaza no parecía molesto por la ira de Abaddon en lo más mínimo.
Regresó a su forma masculina para que hubiera menos diferencia de altura y sonrió de la misma manera no
amenazante por la que era famoso.
"¿Y qué si lo hice?"

Capítulo 274 Cuidado con la brecha

"¿Y qué si lo hice?"
Abaddon era plenamente consciente de la enorme diferencia de poder entre él y Samyaza.
Pero después de escuchar una burla tan irritante disfrazada de respuesta, no podía recordar por qué se estaba
conteniendo en primer lugar.
Sin embargo, antes de que pudiera reaccionar, Samyaza rápidamente le recordó la razón.
"Ahora, ahora, sabes que esto no saldrá como quieres, ¿no? Además, no estoy realmente interesado en pelear
contigo, en realidad me gustas bastante".
De repente, las esposas de Abaddon hicieron expresiones furiosas y rodearon a Samyaza como si fueran a saltar
sobre él.
Saber que podía transformarse en una mujer hermosa los puso a todos nerviosos.
"Ah, no así... bueno..." Samyaza miró a Abaddon de arriba abajo una vez como si aún no hubiera tomado una
decisión.
Bekka: "¡Maldito!"
"¡Es broma, broma! Y no deberías usar un lenguaje tan obsceno frente a los niños, ¿sabes?" 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Casi como para probar su punto, Mira abrió la boca para desatar una serie de lindas obscenidades que harían
sonrojar incluso a un marinero.
Valerie nunca había tenido un hijo favorito antes de hoy.
"...Guau." Samyaza murmuró.
"D-De todos modos, no veo por qué no podemos simplemente disfrutar de la guerra por un poco más de tiempo.
Los humanos necesitan algo que hacer mientras busco uno adecuado entre ellos y no es como si tus demonios
tampoco quiero seguir en la lucha.
Entonces, ¿por qué no hacemos esto? Seguiremos pareciendo que estamos atrapados en un 'punto muerto' y
luego, dentro de unos pocos cientos de años, tendré mis nephilim y la plaga que ambos enfrentamos será
borrada".
"Vas en serio..."
"¿De verdad quieres desperdiciar la vida de millones solo para poder resucitar una raza muerta...?"
"¿No te importa nada la gente bajo tu liderazgo?"

El rostro normalmente tranquilo y alegre de Samyaza se convirtió en un ceño fruncido.
"No, no lo hago. Ya sea por su tendencia a pensar que son el centro de todo, o que incluso aquellos que son
iguales a ellos son de alguna manera inferiores, me disgustan más.
Su único propósito es dar a luz a los nefilim. Incluso si hay algunas estrellas brillantes entre ellos, eso no es
suficiente para que pase por alto el hecho de que son en gran parte-"
¡Bang!
"¡Padre!"
"¿¿Qué pasa??"
De repente, Thea, Apophis y las hermanas fénix irrumpieron en la habitación, claramente alarmados por la
presión irritada de su padre y buscando la fuente.
Cuando Samyaza sintió que Thea entraba en la habitación, perdió temporalmente el hilo de sus pensamientos.
"Una afinidad por lo divino..."
Apareció frente a la princesa mayor en un destello de luz, sorprendiendo a la joven y obligándola a dar un paso
atrás.
"Eres como ella... aunque también pareces ser un poco más..."
¡Bang!
¡Boom!
El sonido de dos choques explosivos rompió la ventana de vidrio al otro lado de la habitación, pero los ataques
de Abaddon y Apophis fueron atrapados con facilidad.
El arcángel ni siquiera necesitó girar la cabeza cuando detuvo el golpe del emperador demoníaco con un solo
dedo.
"¿Quién diablos eres tú? Aléjate de mi hermana".
"No me importa lo que seas. Si vuelves a acercarte a mi hija, arriesgaré todo lo que tengo para dejarte una herida
que nunca olvidarás".
Una vez más, Samyaza pareció no aceptar ningún insulto por el ataque sorpresa y, en cambio, sonrió como si no
se hubiera cometido ningún ataque.
"Oh, vamos, no hay necesidad de esto. La vista de la joven simplemente me llenó con una sensación de la más
cálida nostalgia".
La primera mujer de la que se enamoró también era una humana con gracia divina, y ella fue la que dio a luz al
primero de los nephilim.
Habría considerado tratar de acostarse con Thea también, pero podía sentir rarezas dentro de su cuerpo que
confirmaban que no era 100% humana.
Y solo un verdadero ángel y un verdadero humano podrían dar a luz a un nefilim.
"Parece que finalmente me he quedado más allá de mi bienvenida". Dijo encogiéndose de hombros.
Una vez más, desapareció y reapareció en la mesa del buffet a unos metros de distancia.
Robando unas cuantas magdalenas más, actuó como si fuera un invitado que tenía todo el derecho de llevarse a
casa algunas delicias.
"Espero que tomes en serio mi propuesta, ya que sin duda será lo mejor para los dos. Además, no es como si
realmente tuvieras otra opción, ¿verdad?"
Sus palabras no fueron planteadas con ningún tipo de intención maliciosa o menosprecio, pero eso no las hizo
menos irritantes de escuchar.
"Desearía que hubiera otra forma de hacer esto, pero ya sabes cómo son los humanos... si no les doy un villano
contra el que luchar, se volverán inquietos y, sin duda, se volverán contra sí mismos y caerán en una mayor
corrupción, haciéndolo aún más. difícil para mí devolver a la vida a mis verdaderos hijos".
El cuerpo de Samyaza comenzó a romperse en fragmentos de luz, y finalmente abrió los ojos para revelar una
hermosa esclerótica de colores del arco iris que era nada menos que impresionante.
"Me despido del Emperador Escarlata y de ustedes, las esposas y los hijos del gran demonio. No nos volvamos a
ver pronto".
La noche finalmente había caído sobre Luxuria, y el ambiente festivo aún parecía arder tan brillante como antes,
si no más.
Pero la familia real se había retirado a su hogar después de la visita inesperada del gobernante de los humanos,
y todos estaban lidiando con eso a su manera.
Es un sentimiento humillante y humillante saber que un enemigo podría venir y encontrarte en cualquier
momento o lugar y que no había absolutamente nada que pudieras hacer al respecto.
Hoy fue un fuerte y estruendoso recordatorio de que, aunque la familia era poderosa y había tenido algunos
éxitos recientes, ninguna de esas cosas preocupaba realmente a los seres con verdadero poder.
Si las cosas hubieran ido mal hoy, todo lo que aprecian se habría esfumado.
En la sala de entrenamiento, Bekka, Audrina y Seras estaban trabajando en diferentes cosas.
Los dos vampiros estaban envueltos en un combate bastante acalorado, mientras Bekka practicaba cómo hacer
un mejor uso de su elemento vacío.
¿Cuánto podría borrar? ¿Cómo podría aplicar mejor sus poderes? y cómo podría usarlo por períodos de tiempo
más largos sin sentirse completamente exhausta.
Quería entender todas estas cosas con la esperanza de poder proteger mejor a su amada familia.
Los recuerdos de la nauseabunda cantidad de ira que sentía parecían atormentarla sin cesar, e hizo la promesa
de no relajarse hasta que fuera lo suficientemente fuerte como para arrancarle la cabeza a esa paloma.
Debajo de la mansión, Lailah estaba enterrada en una pila de libros de hechizos, con su madre a poca distancia.
'¿Qué demonios le pasa a ella...? No ha dicho una palabra desde que me sacó de esa maldita celda.
Si bien Lailah y Sei no tenían el tipo de relación cálida y maternal que ella tenía con Yara, Sei se había vuelto
notablemente más respetuosa después de pasar tanto tiempo observándola.
Lailah era increíblemente aguda e inteligente, y mostró un talento para la magia que dejó a su madre
extremadamente perpleja y arrepentida.
Cómo se había perdido ese potencial cuando estuvo justo debajo de sus narices durante más de diez años era
realmente un misterio.
'No, tal vez simplemente no quería ver... porque me recordaba mucho a ese hombre...'
Valerie estaba en su taller en el patio trasero, un montón de metal fundido tosco frente a ella y una bebida fuerte
en la mano.
Tradicionalmente, cada vez que quería relajarse sola, venía aquí para crear.
Pero por alguna razón su mente se sentía bloqueada y ninguno de sus pensamientos podía transmitirse a la
fragua.
'Maldita sea... soy tan jodidamente patético...'
Valerie no era una luchadora excepcional como su esposo o algunas de sus hermanas.
Tampoco era un prodigio mágico como Lailah o Eris.
Se define a sí misma por su capacidad de crear.
Era lo único que había conocido y lo único en lo que había sido realmente buena, y duele insoportablemente
cuando sientes que tu único talento te ha dejado atrás en el polvo.
Había comenzado a preguntarse si ya no representaba ningún valor para su familia.
Poco a poco, el temor de que algún día se alejarían de ella y encontrarían un herrero menos tosco, más femenino
y más talentoso comenzó a invadir su corazón.
Finalmente echó un poco de agua fría sobre su proyecto macerado y se derrumbó de rodillas con las manos
cubriendo su rostro.
"Tengo que hacerlo mejor... no pueden dejarme, simplemente no pueden..."
Valerie odiaba llorar, y creía firmemente que el único lugar para tal cosa era cuando su amado esposo la estaba
empalando.
Verla en este estado sorprendería a cualquiera que la conociera por más de cinco minutos.
Mientras se arrodillaba en el suelo, angustiada y abrumada, se perdió el momento en que una luz blanca y opaca
envolvió su cuerpo.
Lisa no estaba en la mansión en este momento.
Ni siquiera estaba en Luxuria.
A partir de ahora, estaba acurrucada dentro del reino interior de su hija mayor, sentada con las piernas
cruzadas en un jardín de espadas rotas mientras estaba rodeada por una tormenta desgarradora y llamas
verdes brillantes.
Ella, al igual que todas sus hermanas, se sintió culpable por su incapacidad para actuar hoy.
Como tal, actualmente se estaba sometiendo a un duro castigo disfrazado de entrenamiento.
El uso simultáneo de dos poderes delicados y destructivos, como la llama abrasadora del alma y la manipulación
del clima, fue una tarea abrumadora, y solo alguien con un control preciso sobre ambos podría esperar
equilibrarlos sin generar resultados desastrosos.
Pero de alguna manera, Lisa estaba logrando espléndidamente esta abrumadora tarea, a pesar de que su maná
caía rápidamente y sus nervios aullaban de dolor.
'Querida mía, lo siento mucho... Me has dado tanto y me has hecho tan fuerte y te he permitido cargar con
demasiada responsabilidad.
Incluso si tengo que amenazarte con un voto de abstinencia, nunca más permitiré que hagas algo así. Nadie
decidirá nunca más nuestro destino por nosotros.
Al igual que Lisa, Eris tampoco estaba en la mansión.
Estaba en la ciudad, sentada debajo de las hojas de sauce rojo brillante del árbol qlipoth.
"¿Estás seguro de que esto funcionará...? No quiero que algo como lo de hoy vuelva a ocurrir".
Como siempre, el único sonido que emitía el árbol era el del viento silbando a través de sus ramas y hojas y, sin
embargo, el gentil elfo oscuro parecía entenderlo perfectamente.
"Está bien... lo intentaré... por favor estén conmigo, mi familia..."
Eris respiró hondo mientras colocaba ambas manos sobre el siniestro árbol demoníaco.
Tanto ella como el qlipoth comenzaron a brillar con una mezcla de energía roja y verde, y una ola de poder
inundó el cuerpo de Eris.
A diferencia del resto de las esposas, Lillian buscaba a Abaddon.
Ella le había dado su espacio para procesar todo y estar a solas con sus propios sentimientos, pero después de
varias horas de espera se había preocupado cada vez más y finalmente fue a buscarlo.
Había buscado dentro de su dormitorio, la sala de entrenamiento, la mazmorra, su estudio e incluso las
habitaciones de los niños.
Después de una búsqueda exhaustiva, terminó afuera de la puerta principal de su casa, sentada en los escalones
con la cabeza entre las manos.
"Esto sería mucho más fácil si estuviera conectada a él como lo estaban mis hermanas, ¿eh?" Murmuró con una
risa seca.
Contempló dar la vuelta para pedir ayuda a uno de ellos, pero... ella no era alguien que ignoraba las emociones
de todos los presentes.
Sabía en qué confusión estaban todos ellos, pero le faltaban por completo las palabras necesarias para sacarlos
de allí.
Ni siquiera estaba segura de poder decirle algo útil a Abaddon cuando lo encontrara, solo esperaba que su
corazón hablara por ella en ese momento.
"Sin embargo, no parece que vaya a encontrarlo pronto..." Murmuró.
De repente, otra ráfaga de viento frío pasó por su cabello naranja ardiente y se preparó para entrar.
"No tengo suficiente pelaje para este tipo de... ¿Oh?"
Lillian de repente olfateó el aire cuando olió un aroma familiar y volvió la cabeza hacia el cielo.
Una sonrisa de impotencia se formó en su rostro y se dio cuenta de que había estado buscando en los lugares
equivocados todo el tiempo.
"Mi esposo, ¿qué estabas haciendo allí?" Ella susurró.

Capítulo 275 ¡Abaddon declara la guerra!

Lillian respiró hondo mientras trataba de usar sus poderes tal como lo había practicado.
Unas alas emplumadas de color marrón oscuro brotaron de su espalda pálida y rezó a los que estaban arriba
para que volar fuera tan fácil como su familia lo hacía parecer.
Agitando sus nuevas extremidades, se elevó temblorosamente en el aire hasta que pudo ver por encima de la
mansión.
En el techo, vio tres siluetas acurrucadas muy juntas, mirando hacia el cielo que actualmente mostraba un
espectáculo de fuegos artificiales.
Abaddon estaba en medio de dos chicas, con ambas cabezas descansando ligeramente sobre sus hombros.
Los tres sintieron que Lillian se acercaba y se dieron la vuelta mostrando expresiones muy diferentes.
Abaddon tenía una sonrisa cansada pero cálida en su rostro, mientras que Malenia y Thea parecían estar en
algún tipo de angustia.
"¡Hermana mayor Lillian! ¡Al maestro le pasa algo! ¡Hoy ha sido muy amable conmigo, solo me golpeó una vez
por decir cosas desagradables!"
"Mamá, no me ha dejado ir desde que regresamos... me duele el trasero y estoy empezando a extrañar a mi
esposa ya Jasmine".
Abaddon parecía algo ofendido mientras miraba de un lado a otro entre las dos chicas.
"Empiezo a sentir que ustedes dos son reacios a pasar tiempo conmigo".
"Nunca" dijeron las dos chicas al unísono.
Thea de repente abrazó a su padre cálidamente y le habló con una voz suave llena de inocencia.
"Sé de qué se trata esto... pero no pasó nada. Todavía estoy bien y nadie me ha llevado a ningún lado".
Abaddon devolvió gentilmente el abrazo de su hija y trató de no dejar que sus voces internas se derramaran.
'Pero hija mía... ¿qué sería de ti si no fuera así...? ¿Qué sería de mí...?
Era una pesadilla a la que ni siquiera quería darle energía, pero cada vez que miraba el rostro de su hija el miedo
de no volver a verlo se colaba en su corazón.
Y no tenía idea de en qué se convertiría si alguna vez perdía a un solo miembro de su preciosa familia.
De alguna manera, Thea pudo escaparse de su agarre y tomó a Malenia de la mano, arrastrándola.
"Estaremos adentro si nos necesitas. Parece que mamá tiene algo que decirte de todos modos".
"¡E-Espera, pequeña sobrina! ¡Aún no estoy listo para irme!"
"Tía, por favor aprende a leer la habitación..."
"¡Soy disléxico, apenas puedo leer libros!"
"¿En realidad?"
"No, solo digo mierda a veces".
Thea puso los ojos en blanco y arrojó al ángel caído pervertido sobre su hombro antes de saltar del techo y dejar
solos a sus padres.
Lillian soltó una linda risita antes de encontrar su lugar en el regazo de Abaddon y observar en silencio el
hermoso espectáculo de fuegos artificiales que parecía realzar el ya fascinante cielo.
Pasaron diez minutos enteros, y ninguno de ellos parecía estar interesado en hablar primero.
Su única preocupación era disfrutar del calor del cuerpo del otro y ver el espectáculo sobre ellos.
"No importa la cantidad de horas que pasen, no puedo olvidar lo que ocurrió hoy... Es alucinante". finalmente
dijo.
Lillian hizo una mueca mientras entrelazaba sus delicados dedos con los de él y trataba de aliviar sus nervios.
"Querida..."
"Me han insultado mucho en mis dos vidas, tanto en mi cara como a mis espaldas. Pero nunca en ninguna de mis
vidas he soportado tal humillación".
Un hombre se atrevió a entrar a mis dominios... y estableció términos que me dijo que no tenía más remedio que
aceptar, y se fue con una sonrisa estúpida y un montón de pasteles".
A pesar de que las palabras de Abaddon no fueron pronunciadas con fuerza, Lillian aún podía sentir una gran ira
burbujeando debajo de él.
Después de todo este tiempo observándolo como un hombre y un niño, ya no tenía ninguna inclinación sobre lo
que él haría.
"Es tan humillante como divertido... Estos dioses y seres superiores... son asquerosamente molestos, como
mosquitos zumbando constantemente alrededor de mis oídos.
Ya no puedo permitir que su existencia se mantenga... todos deben ser extirpados como las infecciones que son".
"Esposo... ¿qué estás diciendo?"

"Digo que serán sacrificados o hechos para acostarse. Cada loa, ángel, dios, semidiós, monstruo, demonio,
espíritu, jinete, gigante, todos ellos.
No respetarán nuestro sueño de vivir en paz, ni nos lo darán gratis, así que moldearé la vida que deseamos con
su sangre inmortal".
Lillian sabía que su esposo hablaba en serio sobre lo que estaba diciendo, pero aún no podía creerlo.
Abaddon realmente estaba declarando su intención de librar una guerra unilateral contra todos los seres
superiores.
Pero cuanto más pensaba en ello, se daba cuenta de que esto debía haber tardado mucho en llegar.
Desde su primer encuentro con un dios en la mazmorra del invierno negro, hasta su pelea con Lucifer, e incluso
siendo un peón en el juego del abismo, cada encuentro que había tenido con un superior había sido deplorable.
Pero hoy, el encuentro con Samyaza finalmente había actuado como la gota que colmó el vaso.
La idea de que debería continuar tirando la vida de miles de millones de su propia gente por el sueño de un
arcángel inmaduro fue suficiente para volverlo loco de rabia.
Y había todo un reino de seres como él... todos ellos egoístas y egoístas y pensando en nada más que promover
sus propios ideales.
'Destruiré todo lo que tienen hasta que regrese la tranquilidad que amo... Seré la bestia de la calamidad que ya
creen que soy.'
A pesar de lo enojado que se sentía por dentro, apartó el cabello de Lillian a un lado con ternura y le dejó un
pequeño beso en la nuca.
"Sé que no te apuntaste a una guerra tan costosa, mi amor. Pero te aseguro que solo hago esto para-"
"Esposo... lo entiendo. Nunca soñé con juzgarte por las decisiones que tomas, y sé que solo haces esto para
proteger mejor a nuestra familia del daño.
Creceré junto a ti y a mis hermanas... Quiero luchar junto a ti para que nuestro destino sea verdaderamente
nuestro y de nadie más. Los amo, los amo a todos... Quiero ayudar a protegernos".
A decir verdad, lo último que Abaddon deseaba era que alguna de sus esposas estuviera cerca de un campo de
batalla, y mucho menos Lillian.
Después de haberla perdido una vez antes, sabía cuán horriblemente reaccionaría si la perdiera una vez más.
Pero... nunca se había interpuesto en el camino de ninguna de las actividades de sus esposas, y no creía que
debía empezar ahora.
Las amaba porque eran mujeres con sus propios deseos e ideales, por lo que tenía que dejarlas ser ellas mismas
sin importar el riesgo potencial.
Pero, por supuesto, siempre se mantendría sobreprotector mientras lo hacía.
Tener la capacidad de teletransportarse y al mismo tiempo estar conectado con ellos tendía a convertirlo en un
marido helicóptero.
Bekka: "No me importa enseñarte a pelear. Podemos empezar ahora si quieres".
Seras: "¡No es justo, quería enseñarle!"
Lisa: "¿Pensé que le ibas a enseñar a Gabbrielle?"
Seras: "¡Ella no está interesada!"
Lailah: "No me importaría mostrarte cómo usar un poco de magia, hermana. Solo tienes que preguntar".
Eris: "Yo tampoco".
Valerie: "No soy muy buena enseñando a otros cómo hacer cosas, pero puedo enseñarte cómo controlar mejor
tu alcohol".
De alguna manera, las siete esposas restantes de Abaddon se habían acercado sigilosamente a los dos, y cada
una de ellas tenía algo que quería decir.
Sin embargo, fueron tomados completamente por sorpresa al encontrar a su esposo en medio de una
conversación con Lillian, declarando su intención de hacer la guerra a todos los seres mitológicos.
Lailah dio un paso adelante con gracia, se sentó junto a Abaddon y apoyó la cabeza en su hombro. "¿Hablabas en
serio, esposo?"
"Estaba... Nunca permitiré que vuelva a ocurrir algo como lo que sucedió hoy. No te pediré que pelees, si tú-"
Bekka y Seras de repente agarraron a Abaddon por cada uno de sus cuernos y le dieron un tirón juguetón.
"Es bueno que seas hermosa, porque no eres muy inteligente".
"¿De verdad creías que nos sentaríamos en silencio y no haríamos nada? Sabes que no somos ese tipo de
mujeres".
Abaddon de repente se sintió como un hombre que había sido castigado y no estaba seguro de si reír o llorar.
"Mis disculpas... ¿Me soltarán ahora, chicas?"
Bekka y Seras se miraron brevemente como si estuvieran considerando su propuesta.

"No."
"Aún no."
"Maravilloso." Dijo mientras rodaba los ojos.
Lailah soltó una risita y en silencio lamentó el hecho de no poder tomar una foto para salvar este momento para
siempre.
"Si quisieras quemar cada extensión de tierra en los tres reinos, todos estaríamos a tu lado. Somos tus amantes,
la madre de tus hijos y tus soldados más devotos.
Dondequiera que termine el campo de batalla, no nos encontrará muy atrás. Eso es lo que significa estar
enamorado y casado, ¿no?
La mano de Lailah inconscientemente viajó a su área púbica, donde el tatuaje que la unía a su esposo y
hermanas estaba debajo de su vestido.
Cuando se emocionaba o se apasionaba por algo relacionado con su familia, su mano a menudo se dirigía allí por
puro instinto.
Por alguna razón, la hizo sentir más tranquila y más completa por dentro.
Abaddon mostró una sonrisa llena de dientes afilados como navajas que envió un escalofrío por la columna
vertebral de todas sus esposas.
"Tendremos que acelerar nuestro ritmo de ahora en adelante, y ya no podemos darnos el lujo de ser tan
amables con nuestros enemigos como antes. ¿Están todos preparados?"
Como respuesta, Abaddon recibió ocho hermosas sonrisas que eran igual de agudas y aterradoras que la suya.
"Hermoso..."
Se les ha llamado una gran cantidad de nombres a lo largo de la historia y la mitología.
Las hijas del destino, las Moirai, las Nornas.
Pero la mayoría dentro de los reinos los conocen simplemente como los destinos.
Su trabajo es simple y, sin embargo, increíblemente complejo; ellos tejen el tapiz de la vida para cada ser vivo,
decidiendo su vida y todo lo que sucederá en ella, hasta el día de su muerte.
Mientras Cloto teje el hilo de la vida en su huso, su hermana Lachesis decide la duración de la vida asignada a
cada persona, y la hermana menor, Atropos, es responsable de acabar con las vidas cortando los hilos con sus
tijeras dentadas.
Se les asignó este trabajo hace mucho tiempo, antes de que se pensara siquiera en registrar el tiempo.
Y durante un número incalculable de milenios, han realizado esta tarea sin problemas ni interrupciones
importantes.
Incluso ahora, se sientan en un reino de oscuridad propio, tres mujeres con forma de bruja rodeadas de trillones
y trillones de hilos rojos, las vidas de mortales e inmortales por igual.
Han hecho esto desde que se creó la primera vida, y lo harán hasta que se extinga la última vida.
Pero por primera vez, algo inimaginable sucedió dentro de su reino.
"¿Qué es esto..."
"Esto no puede ser...!"
"Cómo es esto posible...?"
Los destinos, las mujeres que habían visto todos los caminos imaginables para todos los seres vivos a lo largo de
la historia, ahora observaban cómo el ochenta por ciento de los hilos rojos que pertenecían a los dioses
comenzaban a volverse negros y caían flácidos.
Ninguno de ellos tenía idea de qué decir, y se preguntaron brevemente si se habían vuelto seniles.
Se avecinaba una calamidad que ni siquiera ellos podían prever, y las consecuencias sin duda serían
catastróficas.
Capítulo 276 Las 8 esposas del demonio*

Tal vez fue porque las chicas estaban muy entusiasmadas con sus planes futuros, pero tenían bastante energía
para quemar después de su charla.
Conduciendo al escenario actual en el que todos se tambaleaban en su habitación con las manos o la boca en
algún lugar del cuerpo de su esposo.
"Pensé que ustedes tenían algunas cosas de las que querían hablarme- ¿Mmf?"
Evidentemente, Lailah había decidido que Abaddon estaba hablando demasiado y lo agarró por la cara para
sellar sus labios.
"¡E-Puede esperar!"
"Probablemente podrás sentirlo cuando me toques de todos modos, ¡así que no perdamos el tiempo!"
"Y-yo acabo de tener un pequeño avance, nada importante, ¡así que quítate la ropa!"
"De alguna manera creé un hacha de la nada, ¡pe-pero eso no es realmente importante en este momento!"
Abaddon de repente se apartó de una hambrienta Lailah y miró a Valerie como si acabara de decir algo increíble.
"¿¿Hiciste qué??"
"¡Oye!"
¡Bang!
Valerie no parecía muy decidida a explicar y, en cambio, aprovechó el momento como una oportunidad para
derribarlo y ponerlo a horcajadas sobre él.
"¡No es justo!"
"¡Perra infiel!"
La hermosa mujer enana no podía escuchar ninguna de las quejas de su hermana, ya que estaba demasiado
ocupada familiarizándose con la sensación de los labios de su esposo.
Mientras Abaddon ya no corría, su mente nadaba con teorías sobre lo que acababa de escuchar.
Después de absorber todos los pecados, había evaporado una mesa y desapareció, y Gabbrielle le dijo que había
despertado algo llamado magia de destrucción.
Sin embargo, también le había advertido que, dado que no tenía magia de creación, no podía reparar las cosas
que destruía.
'¿Es eso lo que tiene? ¿Ahora puede crear cosas de la nada?
Profundizando en sus recuerdos recientes, encontró una escena desgarradora de Valerie llorando sola en su
taller, abrumada por el miedo y la inseguridad.
Un brillo angelical envolvió su figura y comenzó a sentirse algo agotada, cuando escuchó un fuerte sonido
metálico y una enorme hacha apareció frente a ella.
Normalmente, él la habría felicitado por un logro tan monumental, pero en este momento parecía necesitar algo
un poco más personal que eso.
Envolviendo sus brazos alrededor de Valerie, inundó su mente con palabras suaves mientras la besaba.
A pesar de la reputación de Valerie como la más dura de sus esposas, también podría ser la más sensible y la
más insegura.
Aunque ella golpearía a cualquiera que dijera eso hasta la muerte.
Pero más de lo que jamás admitiría, le gustaba que su familia y su esposo la elogiaran, razón por la cual siempre
estaba creando algo nuevo.
Ella solo quería sentir siempre que aportaba algún tipo de valor a la vida de su familia.
Abaddon se acercó ciegamente a una de sus esposas al azar.
Terminó agarrando a Eris y tirando de ella hacia él y Valerie, lo que le permitió ver a qué se refería antes cuando
afirmó que notaría un cambio.
El cuerpo de Eris corría literalmente con la energía pura de la naturaleza.
Era como si ella se hubiera convertido en algo así como una batería inalámbrica para plantas y ahora solo estar
cerca de ella haría que la flora y la fauna florecieran.
Con solo tocarla, Abaddon sintió como si todo su ser estuviera inundado de energía limpia y vigorizante.
Lo que Abaddon no sabía era que solo se sentía así porque estaba atado al qlipoth a través de su sangre.
Si alguien más que no compartiera su marca o una gran cantidad de su ADN fuera a tocar a Eris, en lugar de
llenarse de energía, se les drenaría toda.
Abaddon también podría tener esta habilidad, pero requeriría esperar hasta que el árbol haya absorbido
suficiente energía para otra transferencia.
Después de perder la batalla contra la lujuria de sus esposas y la suya propia, Abaddon se dividió en cuatro
copias idénticas.
Tres de sus clones agarraron a dos de sus esposas y las subieron a la cama, y su última mitad vio algo bastante
interesante.
Lillian y Lailah todavía estaban de pie junto a la puerta del dormitorio, con la joven bruja dándole a su hermana
una seductora charla de ánimo.
"Lo tendrás primero, ¿sí? Puedes decírnoslo a los dos si algo te hace sentir incómodo".
"Entiendo... No volveré a huir".
Lailah y Lillian se quitaron los vestidos y miraron a Abaddon con ojos llenos de anticipación.
La hermosa tigresa todavía no estaba tan cómoda con la desnudez como todos los demás, por lo que tenía una
mano cubriendo sus senos y la otra presionando entre sus piernas.
Parecía que iba a morir de vergüenza en cualquier momento.
"Lillian... no necesitas esconderte de mí, estamos casados". Abaddon dijo suavemente.
"Sí, lo sé, pero…" Realmente no tenía una excusa decente, solo que todavía se sentía demasiado tímida.
Abaddon descubrió el cuerpo de Lillian y una vez más quedó hipnotizado al ver sus grandes pechos con pezones
invertidos y un mechón de pelo naranja entre las piernas.
Algo que sus hermanas le habían dicho que su esposo disfrutaría mucho.
"Pensé que estaban bromeando, pero realmente tienes un fetiche... eres un hombre raro".
Abaddon se encogió de hombros como si no estuviera ofendido por su comentario en lo más mínimo. "Y te
enamoraste de mí, entonces, ¿qué dice eso sobre ti?"
"... Sin duda, soy igual de extraño".
"Entonces siempre estuvimos destinados a estar juntos, mi amor".
Abaddon levantó a las dos niñas en sus brazos y las llevó a un lugar vacío en la cama.
Su habitación ya se había llenado con el sonido de gemidos tanto desesperados como sensuales, lo que provocó
que los latidos del corazón de Lillian se aceleraran aún más.
Una vez que las dos chicas estuvieron acostadas en la cama, Abaddon se cernió sobre ellas mientras trataba de
controlar su propia emoción.
Después de todo, lo último que quería hacer era ser duro con Lillian en su primera vez juntos, especialmente
dado lo mucho que le había costado llegar a este momento con una cara valiente.
Pero ella no deseaba que él se contuviera por más tiempo.

"Quiero ser tu verdadera esposa... por favor haz lo que quieras".
"Qué tontería decir... siempre has sido mi esposa". Las manos de Abaddon viajaron a lo largo de su cuerpo pálido
y suave, ganándose un pequeño escalofrío por su calor.
Dejó que su mirada viajara hacia abajo y sintió que sus ojos se agrandaban al ver la masculinidad de Abaddon
que era ferozmente más grande que la última vez que la había visto.
"Tranquila ahora, hermana. Ya te contamos sobre esta parte, ¿verdad?" Lailah dijo suavemente.
"S-Sí, ¡pero no dijiste que era del largo de mi antebrazo!"
"¿Aunque lo hicimos? Esa fue la analogía exacta de Audrina".
"¡P-Pensé que estaba haciendo una broma!"
La joven bruja se rió lindamente mientras presionaba su propio cuerpo contra el de Lillian.
"Eres tan lindo. Déjame ayudarte a relajarte". Colocando una mano delgada en su mejilla, Lailah acercó sus
labios a los de Lillian y la besó apasionadamente.
La sensación de una lengua delgada y cálida entrando en su boca era diferente a la de su marido, pero Lillian no
la odiaba e incluso podía corresponder.
"Mmh..." Gimió suavemente en la boca de Lailah mientras Abaddon jugaba con su cuerpo con manos hábiles.
Tomó uno de sus grandes pechos en su boca y comenzó a chuparlo con ferviente deseo.
Una vez que su pezón rosado se endureció, se movió hacia el opuesto mientras deslizaba una mano entre sus
piernas.
Lillian ya estaba bastante excitada por la sensación de las manos de su esposo explorando su cuerpo y, como
resultado, ya estaba más que excitada.
Y tal vez se debió a la forma en que había resucitado, pero estaba mucho más húmeda que la mujer promedio.
Su fisiología hizo que él pudiera deslizar un dedo grueso dentro de ella sin resistencia, lo que provocó que su
espalda se arqueara fuera de la cama.
"E-Eso se siente- ¡¡Ah!!"
Como si hubieran hecho esto un millón de veces antes, Abaddon y Lailah intercambiaron lugares sin decir una
palabra mientras ella volvía su atención a los pechos de Lillian y él le robaba los labios.
Donde Lailah era gentil y seductora, Abaddon era mucho más animal y apasionado.
Cuando sus labios finalmente se separaron, ella estaba sin aliento y viendo una visión doble de un demonio de
piel negra con ojos rojos y morados brillantes.
"H-marido, se siente realmente bien...", dijo Lillian con la respiración temblorosa.
Aunque Abaddon no estaba usando actualmente ninguna de sus habilidades, su cuerpo todavía se sentía
increíble y no estaba segura de poder manejar mucho más.
Desafortunadamente para ella, verla besar a Lailah y ver lo vulnerable que se veía debajo de él le había quitado a
Abaddon toda su razón.
Solo la joven bruja pudo reconocer el sonido de su respiración pesada y sabía que su hermana más nueva estaba
pasando por una primera vez más difícil de lo esperado.
"Parece que lo molestamos demasiado ~"
Sacó la mano de Abaddon de las entrañas goteantes de Lillian y abrió su vagina para facilitar la entrada.
"Haznos sentir tu amor por nosotros, ¿de acuerdo?"
Lillian miró a Abaddon con los ojos llenos de anticipación, y finalmente no pudo soportar la espera por más
tiempo.
Colocándose en la estrecha entrada de Lillian, empujó sus caderas hacia adelante como un animal en necesidad
desesperada, y un gemido de satisfacción salió de su boca justo cuando un grito de placer escapó del de ella.
"¡¡Aahh!! ¡¡Me siento tan llena!!"
Lillian nunca había experimentado algo así.
Solo alrededor de la mitad de su esposo estaba dentro de ella, pero su estómago ya se sentía como si estuviera
lleno.
El orgasmo al que se dirigía hace un momento estaba de regreso y con toda su fuerza, lo que provocó que sus
gemidos se volvieran aún más desesperados mientras su cuerpo vibraba incontrolablemente.
"¡¡C-correrse, correrse!!"
Un chorro de líquido transparente salió de su cuerpo mientras su región púbica brillaba con una luz púrpura
clara.
Un tatuaje que coincidía con el de sus siete hermanas finalmente apareció en su cuerpo, uniéndolas a todas por
la eternidad, sin posibilidad de separación.
Ahora que estaba conectada, Abaddon no perdió tiempo en conectar sus sentidos con los de Lailah,
permitiéndoles a ambos sentir el amor desesperado que él sentía por ellos.
"¡Ahh! ¡Extrañé tanto esto!"
Lailah se derrumbó junto a Lillian hecha un desastre gimiendo ebria de placer tal como estaba.
Necesitó toda la concentración de su cuerpo para entrelazar los dedos de Lillian con los suyos para que
pudieran perderse juntos en esta dicha.
Abaddon continuó empujando su polla más profundamente dentro de Lillian con cada embestida, perdiéndose
en el placer de ensueño que le daba su cuerpo.
No solo estaba increíblemente mojada, sino que las paredes de su vagina parecían tener vida propia mientras lo
envolvían y hacían todo lo posible para secarlo.
La cabeza de su pene encontró rápidamente el lugar que le correspondía dentro de su útero, disparando otra ola
de nirvana a través de su cuerpo y forzando otro clímax.
Lillian, que estaba abrumada por la emoción cruda, llevó sus manos a la cara de Abaddon y tiró de él para
besarla mientras las lágrimas caían de sus ojos cerrados.
"Es exactamente como ella lo describió... Nunca había sido tan feliz en toda mi vida".
El sentimiento de estar abierta a sus partes más profundas, este cielo pecaminoso sin fin, y los sentimientos que
fueron amplificados por la conexión que sintió con sus siete hermanas.
Todo era tal como le había dicho Lailah, solo que era mucho más adictivo.
Quería pasar la eternidad en esta cama, sus cuerpos enredados en un desastre sudoroso y gimiente hasta que la
última estrella de la última galaxia se extinguiera.
Sentimientos de amor, depravación, posesividad y la más leve sensación de ira comenzaron a burbujear dentro
de su alma.
La personalidad de Lillian fue alterada solo en las formas más diminutas, un efecto de saborear el cuerpo de
alguien que era la única encarnación del deseo.
'Este placer... Con mucho gusto iría a la guerra por él, mi amor. ¡Si eso significa que seguirás abrazándome,
teñiré un océano con la sangre de nuestros enemigos!'
Abaddon mordió el labio de Lillian mientras ella apretaba su cuerpo con fuerza contra el suyo cuando
finalmente alcanzó su propio límite e inundó su matriz.
'Es tan cálido... es tan bueno...' Los ojos de la tigresa rodaron hacia la parte posterior de su cabeza cuando tuvo
un orgasmo tan fuerte que casi pierde el conocimiento.
De repente, los tatuajes de las ocho esposas comenzaron a brillar intensamente, iluminando completamente el
cuarto oscuro.
"¡Oh, Dios, siento que algo extraño sucede!"
"¡Puedo sentir todo de ti! ¡Voy a correrme de nuevo!"
"¡No puedo soportarlo, me voy a romper!"
Las ocho esposas tuvieron un orgasmo que les alteró la mente al mismo tiempo, rompiendo el cristal de la
habitación con los estridentes sonidos de sus gritos.
Incluso después de que habían pasado dos minutos completos, todavía no habían bajado de su altura
monumental, y no parecía que lo harían pronto.
De repente, los tatuajes en cada uno de sus cuerpos comenzaron a cambiar de forma y color.
En lugar de ser lo mismo, se convirtieron en antiguos símbolos negros con significados únicos.
Aunque Abaddon nunca antes había visto estos caracteres, por alguna razón todavía podía leerlos tan claros
como el agua.
Dominio.
Anhelo.
Ira.
Esperanza.
Oculto.
Falta. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Soledad.
Adaptación.
Capítulo 277 ¡A las chicas les encantan los cambios

de imagen!
'Esto es tan maravilloso...'
Lillian estaba disfrutando del resplandor de su primera relación sexual con Abaddon, su mente en un estado tan
profundo de relajación y euforia que ni siquiera podía soñar.
Mientras dormía, su conciencia quedó atrapada en un abismo de hermosas nubes flotantes.
Se sentía tan cómoda que no tenía ningún deseo de despertarse jamás.
"Es agradable aquí, ¿no?"
Lillian de repente se dio la vuelta para encontrar al resto de sus hermanas flotando en un círculo, luciendo
igualmente pacíficas y hermosas.
"¿Qué es este lugar?" Lillian preguntó con asombro.
Lailah: "No estamos seguros".
Eris: "Pero este es un lugar propio".
Lisa: "Tenemos la teoría de que, dado que todos estamos unidos como uno solo, este lugar es un espacio
compartido donde somos libres para descansar y disfrutar de la euforia".
Audrina: "Es como nuestra pequeña casa club".
Lillian estaba algo sorprendida por la gravedad de todo lo que le acababan de decir y, naturalmente, tenía
muchas preguntas.
"¿Venimos aquí cada vez que tenemos intimidad con nuestro esposo?"
"No estoy seguro, esta es la primera vez". Valeria admitió.
"¿Podría mi marido venir aquí alguna vez? ¿O ya ha estado aquí?"
"No lo ha hecho, pero algo me dice que no vendría aquí incluso si pudiera". Supuso Seras.
"¿Por qué?"
Como respuesta, las chicas solo se encogieron de hombros ya que ninguna de ellas sabía realmente la respuesta.
Pero la verdad era que a Abaddon le encantaba la estrecha relación que tenían sus esposas entre sí.
Uno de sus temores era que algún día tendrían algún tipo de pelea y perderían su hermosa amistad.
Si se entera de que tienen un espacio propio en el que pueden compartir y relajarse juntos, sin duda se llenará
de alegría.
"¿Qué nos pasó esta noche? Mi marca de esposo parece haber cambiado también". Audrina agregó.
Todas las chicas miraron debajo de sus faldas y se dieron cuenta de que el vampiro no era el único.
Todos tenían tatuajes similares pero inquietantemente diferentes en la piel.
Pero curiosamente, todos se sentían más conectados ahora que nunca.
Aunque qué significaba esto y por qué, no estaban completamente seguros.
De repente, Lillian sintió que un escalofrío le recorría la espalda y sintió como si una especie de mosca le
estuviera haciendo cosquillas en el alma.
'Eso es un poco molesto... vete.'
Como deseaba, la sensación incómoda pronto pasó y rápidamente la empujó al fondo de su mente,
considerándola una experiencia sin consecuencias reales.
Cuando Abaddon se despertó, la luz del sol entraba a raudales por las cortinas y caía sobre sus párpados.
Todavía estaba descansando en el suelo justo donde Valerie lo había abordado, todavía dentro de Eris y con la
cabeza de Valerie apoyada en el hueco de su cuello.
Normalmente, después de despertarse en una escena tan dichosa y soñadora, habría cerrado las cortinas y
continuado su descanso, pero las cosas eran un poco diferentes ahora.
Había cosas que necesitaba hacer, planes que necesitaba poner en marcha.
Si antes había estado desesperado por crecer, ahora estaba desesperado por establecer algo.
Los insultos infligidos por Samyaza habían endurecido los corazones de todos los Tathamets, y Abaddon no fue
una excepción a esta noción.
Tendré que tomar una decisión. Deberíamos estar listos para mudarnos en unas dos semanas, una semana y
media si realmente…
Dar un toque.
Valerie, que siempre había tenido el sueño duro, había golpeado accidentalmente a Abaddon en el ojo con uno
de sus cuernos, sacándolo de sus pensamientos.
'¿Esperar lo?'
Abaddon de repente miró más de cerca a las mujeres que dormían en el suelo con él.
Mientras pensaba, Valerie ahora tenía un par de pequeños cuernos rojos que se enroscaban en su frente, y tenía
algunos tatuajes de color rojo brillante en su cuerpo que se parecían a los de Abaddon.
"Un demonio...?"
"¿Hm...?" Los ojos de Valerie se abrieron y se revelaron como un rojo espeluznante.
"Sí, lo eres, esposo, eres el gran demonio feroz, así que dame cinco minutos más y luego podemos irnos de
nuevo, ¿de acuerdo...?"
Abaddon miró fijamente a su esposa, obviamente, todavía soñando y se preguntó si debería teletransportarla
directamente al baño para despertarla.
De repente, Eris comenzó a moverse y reveló sus pequeños cambios únicos.
Su cabello se había vuelto mucho más largo y se volvió de un blanco más puro que era delicioso y suave al tacto.
Un par de cuernos delgados y hermosos ahora se enroscaban a los lados de su cabeza, y había una pequeña
gema verde asentada entre sus ojos dorados.
"Puedo ir de nuevo si mi esposo lo desea..." Dijo adormilada. *Bostezo* "Simplemente no seas demasiado brusco,
¿de acuerdo?"
Casi en el momento justo, Valerie y Eris se miraron y todo su cansancio desapareció.
"Hermana..."
-Eris, tú...
""¡¡Te ves tan bonita!!"
Ambas chicas se apresuraron a abrazarse con voces emocionadas y vertiginosas, sin darse cuenta pisoteando a
su aún confundido esposo.
Como era de esperar, sus gritos despertaron al resto de las chicas, y siguió otra gran sorpresa.
"Perra, ¿¡quién diablos eres!? ¡¿Por qué diablos estás en mi habitación?!"
"¿Porque también es mío? ¿Por qué estás actuando lento y por qué te ves así?"
"¿¿Audrina??"
"Duh, idiota esponjoso. ¿Y qué le pasó a tu cabello? Tus ojos también se ven realmente aterradores".
Para ser justos, las reacciones de ambas chicas estaban completamente justificadas.
Para empezar, Audrina ya no parecía una especie de zombi sexy.
Ahora tenía una hermosa piel de porcelana como la de la porcelana fina, con orejas largas y puntiagudas y un
gran par de cuernos de color rojo oscuro en la cabeza.
Por otro lado, los cambios de Bekka no fueron tan drásticos, pero su cabello y orejas se habían vuelto de un
color gris oscuro mientras que sus ojos eran de un negro profundo y sin alma.
"..."
"..."
"¡¡Eres tan lindo!!"
Al igual que la pareja de Eris y Valerie, las dos chicas se volvieron mareadas y excitables cuando se abrazaron y
se frotaron la cara.
Seras y Lisa se miraron y se dieron cuenta de que tampoco tenían cambios muy grandes.
Los ojos de Lisa se volvieron amarillos como si estuvieran hechos del más puro rayo, y los cuernos de ambas
chicas ahora apuntaban hacia adelante en lugar de hacia atrás, dándoles un aspecto más demoníaco.
"A mí también me hubiera gustado un cambio de imagen mágico...", dijo Lisa con tristeza.
"Ya eres bastante hermosa, hermana. No lo necesitabas".
Seras besó al angustiado dragón en los labios y su estado de ánimo pareció mostrar una pequeña mejora.
Lillian y Lailah se miraron atentamente y se dieron cuenta de que sus cuerpos tampoco eran diferentes.
El único cambio fue que los ojos de Lailah se habían vuelto dorados y ahora emanaba un aura dominante y real.
De alguna manera, las chicas aparentemente tuvieron la misma idea a la vez y todas se subieron a la cama y
comenzaron a inspeccionarse cuidadosamente.
"¡Tus senos son más grandes, déjame sentir!"
"¡Tus ojos son tan bonitos!"
"¡Mira tus pequeños cuernos!"
Mientras se reían con entusiasmo y se abrazaban, Abaddon permaneció sentado con las piernas cruzadas en el
suelo, demasiado aturdido para hablar.
'Qué diablos está pasando...?'
Por más que lo intentó, no pudo recordar nada que pudiera haber sucedido para convertir a sus esposas en
demonios.
Pero lo más sorprendente fue que ellos, como él, también estaban en posesión de nombres verdaderos que se
parecían mucho entre sí.
Desde Lailah hasta Lillian lo fueron;
A'tivik.
A'ghor.
A'zieb.
A'habbat.
A'nuht.
A'distat.
A'tanti.
'...Me duele la cabeza.' Pensó exhausto.
En su mente decidió que sería mejor consultar a su padre ya Gabrielle sobre estos cambios.
Los dos eran sin duda las personas más informadas a su alrededor, y la mayoría de las veces se encontraba
recurriendo a ellos en busca de orientación.
"¡Marido!"
Abaddon miró hacia arriba para ver a todas sus esposas mirándolo con ojos expectantes.
"¿Qué piensas? ¿También somos agradables a tus ojos?" Audrina preguntó cálidamente.
Como Abaddon todavía estaba desnudo, la parte inferior de su cuerpo respondió antes que su boca.
'...¿Sabes que? La reunión puede esperar.
Unas horas más tarde, Abaddon estaba sentado en la sala de su casa, rodeado de sus esposas y sus subordinados
directos además de sus hijos mayores.
Después de colmar a sus mujeres con una merecida adoración, Abaddon llamó al trío rabisu, Lusamine, Kanami
y Kristina.
"Los necesitaré a todos para comenzar a preparar a nuestras tropas para una guerra a gran escala. Deben estar
listas para moverse dentro de un máximo de dos semanas. Cualquier cosa más larga es inaceptable".
Si bien el antiguo rabisu no parecía molesto por esta orden e incluso parecía deleitarse con ella, los demás
estaban ciertamente sorprendidos.
"¿Ya vamos a la guerra contra los humanos?" preguntó Lusamine mientras se frotaba los cuernos. "Deberías
darte algo de tiempo para-"
"No, no los humanos. Los negocios con ellos tendrán que posponerse hasta finales de este año".
"Entonces... ¿quién es nuestro enemigo, dios?" preguntó Kanami respetuosamente.
Abaddon miró a sus hijos que estaban de pie uno al lado del otro, rogándole en silencio que no nombrara un
continente en particular.
"... Abeir, la tierra de los enanos. Esta será nuestra primera guerra a gran escala, así que prepara bien a nuestra
gente. Quiero que nuestras pérdidas sean las menos posibles".
No hace falta decir que su declaración de guerra contra los enanos los tomó a todos desprevenidos, pero nadie
puso ningún tipo de argumento en su contra.
No solo porque era emperador, sino porque todos los demás respetaban demasiado a Abaddon como para
cuestionar sus decisiones.
Al final, todos se inclinaron e hicieron un voto de cumplir sus órdenes mientras se preparaban para partir.
"Apofis, Thea. Ustedes dos quédense atrás".
Los hermanos se retorcieron y se congelaron a medio camino de la puerta.
Se sentaron en el sofá frente a su padre y su madre, claramente nerviosos como si ya supieran de qué se trataría.
"Hijos Míos, vuestro tiempo es limitado." Abaddon dijo.
Su tono era igualmente severo y gentil, ya que sabía que el dilema con el que luchaban sus hijos no podía ser
fácil.
Pero al final, sus sentimientos no cambiarían lo que había que hacer.
"Sabemos padre, pero..."
"Es difícil. Cuanto más me preocupo por Claire, más temo que le haré un daño irreversible a nuestra relación si
se lo digo".
Las esposas de Abaddon parecían estar a punto de llorar.
¡Sus hijos fueron tan amables y considerados con sus seres queridos!
¡Como sus madres no podrían estar más orgullosas!

Abaddon también se conmovió, pero sus hijos sabían muy bien que tendrían que hacer esto en algún momento.
"Se supone que las chicas se irán en dos semanas. Cuanto más esperes para decírselo, peor estarás".
Abaddon se levantó de repente y estiró su cuerpo antes de dirigirse hacia la puerta.
"Me iré por la mañana para ir y avisar al rey Darius de mi decisión. Me gustaría que les hayas dicho antes de que
regrese".
Una vez que Abaddon salió de la habitación, sus esposas inmediatamente rodearon a los niños, desesperadas
por ofrecer algún tipo de condolencias.
Pero sin importar lo que dijeran, fue de poca ayuda para Thea y Apophis.
Se preocupaban genuinamente por Jasmine y Claire, y la idea de que su relación se fragmentara por algo sobre
lo que no tenían control era terrible.
Si bien sabían que Abaddon no tenía intenciones impuras para los pájaros bermellones y solo lo hacía por
necesidad, nadie más en el mundo lo creería.
¿Qué clase de hombre anda conquistando tierras si no tiene intención de tocarlas?
Incluso la idea de tal escenario era risible.
'Mi querida Jasmine... por favor, no vengas a odiarme.' Thea suplicó en silencio.
A su lado, la mente de Apophis estaba completamente en blanco y miraba hacia un espacio vacío.
Dentro de cuatro días, tendrían que poner a prueba sus relaciones con las hermanas bermellón.
Si por casualidad fallaban, no estaban seguros de si alguna vez se recuperarían de la decepción.

Capítulo 278 Practicando en un viaje

"... ¡¿QUÉ QUIERES DECIR CON QUE NO PODÍAS CONSEGUIRLO?!" Hades rugió.
En su oficina, estaba mirando a tres figuras con túnicas completamente negras con ganchos para la mano
izquierda.
Estos seres eran más como espectros vivientes, y actuaban como guardianes de la prisión más famosa que
existía; Tártaro.
"Te lo hemos dicho..."
"Su alma ya pertenece a otro..."
"Ninguno otro que uno pueda reclamarlo..."
El ser parecido a un segador habló en oraciones fragmentadas mientras terminaban las palabras del otro, un
testimonio de la mente de colmena que compartían entre ellos.
Para su crédito, encontraron a Lillian con bastante facilidad y se acercaron a ella sin problemas mientras dormía
junto al resto de su familia.
Y, sin embargo, tan pronto como intentaron tomar su alma, se encontraron con una barrera impenetrable que
ningún ser podría romper.
"Nunca habíamos visto algo así..."
"Incluso tú con tu corona serías incapaz de romper su conexión..."
"Y si sintieras la sensación de peligro que emana de él, ni siquiera querrías intentarlo..."
¡Bang!
Hades vaporizó la mesa en la que estaba sentado y se puso de pie como un hombre vencido por la ira.
"No juegues conmigo. No importa lo que haya sido, ese dragón no es-"
"Continuar...?"
"No hablamos de un dragón..."
"Nos referimos al alma que se ha convertido en una anomalía invisible..."
A estas alturas, la ira de Hades había dado paso a una total confusión. "¿Esa mujer? Ella no es nada".
"Ella pudo haber sido..."

"Pero ahora ese ya no es el caso..."
"Nos falta el vocabulario para definir adecuadamente su nueva existencia, pero una cosa es segura..."
"""Ella y los siete atados a ella son aberraciones que no deberían existir en absoluto..."""
A estas alturas, el dios de la muerte sentía que ya no tenía idea de lo que estaba pasando en el mundo.
Los Tartaruchi son guardianes antiguos e intrépidos del Tártaro y habían visto casi todo, por lo que
comportarse de esta manera frente a un alma mortal fue un giro loco de los acontecimientos.
"Como si él no fuera lo suficientemente malo, las mujeres a su lado son igual de raras…" Murmuró.
Un silencio cayó alrededor de la habitación cuando el mayor de los hijos de Kronos llegó a una conclusión más
profunda.
'¿Qué estoy haciendo...? ¿Por qué debería preocuparme por todas estas tonterías...? Si al creador no le importa
que tal calamidad resucite, ¿por qué debería hacerlo yo? 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Hades se dejó caer en su silla de cuero cuando finalmente renunció a interferir con Abaddon o su familia.
Cualquiera que fuera el resultado del futuro, se mantendría al margen y dejaría que la realidad sobreviviera o
pereciera por sí sola.
'La guerra final seguramente será ruidosa... Nunca antes había estado tan agradecida de estar atrapada aquí
abajo'.
"¡Estoy exhausto, no puedo más!"
"Una vez más amor, luego te prometo que te daré un respiro".
"¡Vamos, hermana! Si haces un marido más y te recompensaré adecuadamente ~"
"¿Premio?"
"I-Ignórala, Gabbrielle".
Valerie se derrumbó en la cubierta del barco con su musculoso cuerpo cubierto de una fina capa de sudor.
Sentados con las piernas cruzadas cerca estaban su esposo, Lillian, Eris y su hija menor, Gabbrielle.
Este era el primer día de su viaje al continente enano de Apeir, y Abaddon había decidido usar este tiempo para
probar algunos de los nuevos poderes que él y sus esposas habían despertado.
Valerie estaba tan exhausta que ni siquiera la persuasión del sexo era un motivador eficaz, un dilema con el que
nunca antes se había encontrado.
Eris tocó repentinamente su mano y transfirió la energía limpia y pura de la naturaleza a su cuerpo, aliviando su
agotamiento físico pero no tanto el mental.
"Sé que es agotador, esposa mía, pero solo una vez más y luego puedes dejarlo". Abaddon dijo.
"No puedo... quiero una cerveza... y una siesta... y que alguien me lama... no seré exigente con el pedido".
Abaddon y Eris se miraron como si ambos tuvieran los mismos pensamientos sucios a la vez.
"¿Lamer?" Gabbrielle preguntó confundida.
"P-Por favor, simplemente ignora las cosas que dice tu madre, solo está cansada y mareada". Lillian dijo
mientras empujaba a su inocente hija hacia su pecho.
Abaddon y Eris se aclararon vergonzosamente la garganta cuando se dieron cuenta de que se habían dejado
llevar.
Finalmente, el dragón suspiró y se dio cuenta de que tendría que jugar la carta que tenía que usar como último
recurso cuando sus esposas se volvieran particularmente perezosas.
"¿Mi hija?"
"¿Mmmf?" (¿Si padre?)
"Estoy pensando en cortarme el pelo. ¿Te importaría traerme una tijera-"
¡Bang!
Antes de que Abaddon pudiera terminar, Valerie lo derribó como un apoyador profesional y posesivamente
colocó sus manos sobre su cabeza.
"¡No te atrevas! ¡Es mi segunda parte favorita de ti y si me la quitas, seré aplastado!" Ella se quejó.
Cuando estaba estresada, Valerie a menudo pedía sentarse en el regazo de Abaddon mientras ella envolvía su
cabello alrededor de su cuello como una bufanda.
El aroma y la suavidad siempre hacían maravillas para tranquilizarla.
Abaddon sonrió para sus adentros mientras continuaba mostrando su mejor acto distante. "No lo sé, amor. Me
gusta pero puede ser mucho trabajo mantenerlo, ¿sabes?"
"¡Mierda! Tu cuerpo dejó de ensuciarse después de que evolucionaste por segunda vez, ¡así que tu cabello
siempre se mantiene perfecto! ¡Esto no es divertido, Abaddon!"
Al contrario de lo que sentía Valerie, su esposo estaba encontrando todo este escenario francamente divertido y
requería esfuerzos hercúleos para no reírse.
"Supongo que podría persuadirme para quedármelo, pero... solo si le das otra oportunidad a tus poderes".
Valerie murmuró algunas palabras poco halagadoras en voz baja y miró a su esposo como si estuviera
considerando darle un cabezazo.
"... No me gustas".
"Yo también te amo, querida".
Valerie puso los ojos en blanco y mordió agresivamente los labios de su esposo mientras lo golpeaba en las
costillas.
Finalmente se sentó y respiró hondo antes de cerrar los ojos para concentrarse.
El grupo continuó sentado en silencio mientras pasaban los minutos, ninguno de ellos quería perturbar su
concentración.
Después de diez minutos, el cuerpo de Valerie comenzó a brillar de color blanco.
Gabbrielle arqueó una ceja sorprendida cuando vio a su madre extender las manos y se formó un pequeño
objeto a partir de las partículas de luz.
Era una caja metálica delgada en forma de rectángulo con una pantalla de vidrio y sin botones.
Cuando la luz se desvaneció, toda la fuerza abandonó el cuerpo de Valerie y se derrumbó sobre su esposo, con el
dispositivo celular aún en la mano.
"Lo hiciste muy bien, mi amor... No podría estar más orgulloso de ti".
A pesar de su agotamiento, Valerie todavía encontró la energía para sonreír tímidamente mientras sus ojos se
cerraban. "Gracias... pero el cabello se queda y será mejor que me comas como si tu vida dependiera de ello".
"¿Comer?" preguntó Gabbrielle.
"O-Está bien, hija mía, ¡juguemos al juego de mantener las orejas cerradas!" Lillian dijo en estado de pánico.
Valerie se durmió poco después, sus cuernos presionados contra el cuello de su esposo y un puñado del
preciado cabello rojo de su esposo.
Abaddon la abrazó con firmeza pero con delicadeza mientras recogía el teléfono del suelo.
Si bien se encendió, no contenía nada más que una cámara funcional.
Aunque Valerie pudo rehacer este dispositivo a través de los recuerdos compartidos de Abaddon, todavía no
entendía las complejidades de la codificación y los microchips, por lo que no era un modelo completamente
funcional.
Tendría que desarmarlo y estudiarlo cuidadosamente antes de poder tener la esperanza de replicar la
tecnología.
"Nunca pensé que volvería a sostener uno de estos... se siente tan extraño después de todo este tiempo". Pensó
con cariño.
"Padre... ¿qué sabes de los padres de mamá?" Gabbrielle preguntó en voz baja.
Abaddon no estaba preparado para tal pregunta y, para empeorar las cosas, no tenía una respuesta.
"Tu madre tiene un pasado muy complicado, hija mía... No recuerda a su madre ni a su padre".
La mirada de Gabbrielle se endureció ligeramente y todos a su alrededor se dieron cuenta de que su mente
estaba trabajando horas extras.
"¿Pasa algo, Gabbrielle?" preguntó Eris.
"... La destrucción y la creación no son habilidades que los mortales sean capaces de poseer. Desafían las leyes
de la física en su esencia misma, por lo que solo los seres más poderosos tienen la oportunidad de despertarlos.
El hecho de que la madre Valerie realmente esté en posesión de este elemento... su pasado no puede ser
pequeño, y no hay forma de que sea la unión de un simple humano y un enano como habíamos pensado".
Todos los ojos se dirigieron a la mujer demonio babeante que tenía la cara apoyada en el hombro de su marido.
"¿Existe la posibilidad de que ella pudiera haber heredado esto de su esposo?" preguntó Liliana.
"En lo más mínimo. Como implica el nombre del padre, él es un ser de destrucción en su esencia. Las
posibilidades de que posea magia de creación son cero".
A estas alturas, la curiosidad de todos había alcanzado su punto máximo, pero no había forma de investigar más
esta historia.
Valerie ya había matado a todos los mercenarios de empryium que la habrían conocido de niña.
"Tendremos que resolver esto otro día". Abaddon dijo con un suspiro.
Las chicas asintieron y luego fue el turno de Eris de probar sus nuevos poderes.
Tocando los tablones de madera en la cubierta del barco, una cálida energía verde salió de sus delgadas yemas.
Cuando su familia vio lo que estaba sucediendo, la colmaron de cumplidos y elogios.
"Es hermoso..."
"Muy impresionante..."
Es tan hermosa como tú, esposa mía.

En un abrir y cerrar de ojos, Eris había creado una verdadera visión a bordo del barco, y un campo de flores en
miniatura brotó en toda la cubierta.
"Después de recibir este poder de los qlipoth, mi control sobre la naturaleza ahora es lo suficientemente alto
como para poder hacer esto con cualquier cosa orgánica, viva o muerta".
Eris ahora podía cultivar plantas mágicamente en cualquier entorno y mutarlas para que se alimentaran de los
nutrientes de lo que estuviera disponible.
Todavía no le había dicho a su esposo, pero actualmente estaba practicando con la esperanza de recrear plantas
devoradoras de hombres de esos videojuegos de los que él le había hablado.
'Creo que me gustaría un jardín apropiado... Debería hablar con la hermana Valerie cuando se despierte.'
Eris finalmente se sentó y tomó a su hija menor en sus brazos, dándole a Lillian la libertad que pronto
necesitaría.
"¿Estás seguro de esto, amado ..? No quiero lastimarte por mi bien".
Abaddon sonrió cálidamente y le hizo señas para que se acercara a pesar de su vacilación.
"Ya no siento dolor físico, así que no tienes que preocuparte por mí. Además, no es solo por tu bien. Es para que
nuestra familia como un todo pueda volverse más fuerte".
"Está bien... Haré lo mejor que pueda entonces".
Se arrastró hacia Abaddon de manera bastante seductora, y una vez que estuvo lo suficientemente cerca, colocó
sus labios sobre su clavícula y abrió la boca para darle un mordisco.
Capítulo 279 Dando aviso al enemigo

Lillian no estaba muy segura de describir el sabor de la carne de su marido.
Suavizó su piel y sus músculos para que ella pudiera morderlo y, como resultado, la carne estaba bastante
tierna.
El sabor de la sangre no era algo que ella alguna vez creyó que disfrutaría particularmente, pero la sangre de su
esposo no tenía el mismo desagradable sabor metálico.
No era una vampira como Audrina o Seras, así que no se sentía como si acabara de tragar crack líquido, pero al
menos podía tragarlo.
Tan pronto como el trozo de carne llegó a su estómago, sintió un extraño calor extenderse por todo su abdomen
y su cuerpo comenzó a sentirse un poco pesado.
"Me siento un poco rara, cariño…" Dijo adormilada.
Antes de que Abaddon pudiera extender la mano para atraerla a sus brazos, Eris, vacilante, colocó una mano
sobre la suya para detenerlo. "Espera amado, dale un momento".
Lillian se hizo un ovillo y gimió levemente, su cuerpo experimentando un cambio.
Primero, sus brazos y piernas se fundieron y congelaron en el resto de su cuerpo.
Después se le cayó el pelo y se le formaron en la boca grandes dientes puntiagudos.
Su cuerpo comenzó a desarrollar hermosas escamas de color naranja brillante, y sus ojos se volvieron más
parecidos a serpientes y de un color esmeralda más intenso.
Su cola formó un aguijón puntiagudo como el de un escorpión y su cráneo se agrietó y se rompió, y tres cabezas
parecidas a dragones tomaron su lugar.
Mientras que Abaddon tenía alas en su forma dracónica, Lillian no creció sin importar cuánto tiempo esperaron.
Al final, se había convertido en un enorme dragón con forma de serpiente con tres cabezas.
No podían medirla exactamente, pero a primera vista, medía alrededor de diez metros de largo y su cuerpo era
tan grueso como un pilar de concreto.
Se habría parecido mucho a Abaddon, pero donde su esposo era feroz e imponente, ella tenía un aspecto mucho
más majestuoso y suave.
Aunque era un monstruo, seguía siendo el epítome de la belleza y la gracia.
"¡Waaaah!"
Lillian, que no estaba acostumbrada a no tener brazos ni piernas, se cayó poco después de terminar de
cambiarse y sus escamas se oscurecieron por la vergüenza.
"... Por favor, díganme que ninguno de ustedes vio eso".
Como un reloj, los tres miembros de su familia se dieron la vuelta como si no hubieran estado viendo todo.
"E-Es un poco difícil mantener el equilibrio así..."
Abaddon se puso de pie y colocó sus manos sobre el cuerpo de Lillian con la intención de ayudarla a levantarse.
"Cambie su peso de esta manera y permita que sus cabezas lo ayuden a mantener el equilibrio.
Este también es tu cuerpo, pero es diferente al habitual. La clave es reconocer el movimiento necesario para
ambos".
"Gracias, querida... Creo que estoy entendiendo las cosas".
Fiel a su palabra, Lillian pudo acostumbrarse a su nueva forma y se mantuvo erguida, lo que permitió que su
familia la viera bien.
"Eres muy hermosa, hermana".
"Madre es bastante pequeña para un dragón, incluso en la forma de uno. ¿Por qué es esto?"
"Ah..." Lillian se dio cuenta de que en verdad era mucho más pequeña que su esposo o incluso que una de sus
hermanas.
"Creo que puedo llegar al tamaño de mi esposo, o tal vez incluso más pequeño si lo intento..."
Fiel a su palabra, Lillian encogió su cuerpo hasta que tuvo alrededor de veinte pies, y dijo que probablemente
podría volverse lo suficientemente pequeña como para envolverse alrededor del cuello con la práctica.
Abaddon la miraba con más brillo que de costumbre, algo que ella pudo notar con bastante facilidad.
"Esposo... si quieres entonces puedes..." dijo tímidamente.
Al principio, no entendió lo que ella quería decir, pero una vez que ella le mostró el cuello, no pudo evitar
entender.
Tal como ella le había hecho a él, puso su boca sobre sus frías escamas y le dio un pequeño mordisco.
Lillian apretó sus tres bocas para no hacer un ruido extraño frente a su hija menor, como resultado de que él le
dio placer para no lastimarla.
'H-Hiciste eso a propósito...'
'¿Hice?'
Una vez que Abaddon se hubo tragado la carne de Lillian, se dio cuenta exactamente del regalo que ella le había
dado.
Su fisiología única como una criatura en constante evolución fue transferida a su propio cuerpo.
Olvídese simplemente de encogerse y crecer, literalmente le había dado la capacidad de remodelar su ser sin
importar cómo fuera necesario.
Abaddon levantó la mano y una gran hoja negra se formó a lo largo de su brazo.
El dragón sonrió con un toque de nostalgia al recordar otro juego que jugó en la tierra.
Su familia quedó cautivada por su sonrisa feliz y la enorme hoja que salía de su antebrazo.
"Ooooh..."
"Padre siempre es tan bárbaro. ¿Por qué es tanto tu interés en las armas?"
"Me alegra saber que te he ayudado un poco después de todo lo que me has dado".
Abaddon se rió entre dientes mientras retraía el arma en su cuerpo y besaba a Lillian en el hocico. "Gracias, mi
amor. Me has hecho un gran regalo".
"Te debo varios más antes de que estemos a mano".
Antes de que pudiera ofrecer una réplica, vio su destino por el rabillo del ojo.
Inconscientemente, apretó los puños mientras se preparaba para el viaje que tenía por delante.
- 3 días despues
A diferencia de cualquier otro lugar del mundo, la tierra de los enanos de Apeir es un área compuesta casi en su
totalidad por terreno rocoso y cadenas montañosas.
Hizo que viajar aquí fuera bastante difícil para los forasteros, ya que solo había unos pocos lugares a los que
podían viajar ya que no estaban acostumbrados a vivir en áreas de gran altitud.
Pero a pesar del terreno bastante duro, los enanos prosperaron y crearon una de las tierras más prósperas y
pobladas del mundo.
Al igual que Luxuria, también es un destino turístico bastante popular, y guerreros de todas partes vienen aquí
con la esperanza de comprar una espada o una armadura que les ayude a grabar su nombre en la historia.
Ubicada en el lado opuesto del continente, había una ciudad excavada en la montaña más grande de todas.
Y sentado en la cima de esta estructura hay un castillo tan hábilmente diseñado que avergonzaría a la mayoría
de los artesanos.
El castillo del Rey Enano había sido construido con sus propias manos y sin ninguna otra ayuda externa.
Cada escultura de piedra, piso de mármol e incluso su propio trono, todos fueron hechos para él y por él.
Actualmente, el pequeño rey estaba descansando en su patio abierto bajo el cielo, con un barril de cerveza a su
lado y sin ninguna preocupación en el mundo.
"Inusualmente nublado hoy... Supongo que eso fue obra tuya, ¿eh, muchacho?"
Aparentemente, el enano no estaba hablando más que con el aire enrarecido y las nubes grises oscuras en lo
alto.
"¿Por qué tardas tanto? Viniste aquí para charlar, ¿no es así?"
De repente, una criatura atravesó las nubes y descendió al espacio abierto de piedra.
Era una serpiente como un dragón con cuatro cabezas aterradoras y ojos incrustados en su pecho y alas.
La criatura aterrizó en el suelo sin hacer ruido y metió las alas dentro de su cuerpo mientras se enroscaba sobre
sí misma.
"Bueno, ahora, ¿no eres especial? Eras un poco diferente la última vez que te vi". Darío murmuró.
La última vez que había visto a Abaddon, estaba enfermizo y tenía el cuerpo al borde del colapso.
Incluso si Abaddon se había reducido a unos cuarenta pies de largo, no se dejó engañar en lo más mínimo por el
tamaño de esta criatura.
Era un poco más fuerte que antes y aunque no fue suficiente para intimidar a Darius, fue bastante inquietante.
Con solo mirar al dragón, podía sentir una serie de emociones negativas que intentaban colarse en su mente.
"Un poco sorprendido de ver a uno de los reyes aquí, sobre todo a ti mismo. No pensé que alguien como tú
estaría interesado en-"
"Ya no hay reyes, yo soy todo lo que queda. Los demonios están unidos bajo mí y mi familia". Abaddon corrigió.
"¡Ja! Es un poco gracioso escucharte hacer bromas como esa, pero debo admitir que... Oi, ¿hablas en serio?"
Darius se preguntó si finalmente estaba lo suficientemente emocionado como para escuchar cosas que
obviamente no podían ser ciertas.
"¿Parece que estoy bromeando?" Abaddon dijo con un siseo.
A estas alturas, el rey enano se había dado cuenta de que Abaddon no era tan inofensivo como recordaba.
'Sobrevivir incluso a los semidioses... mi eso es...'

"¡Sensacional! ¡Supongo que las felicitaciones están en orden! ¡A mi salón, bebemos!"
Abaddon trató de decirle al enano que no tenía interés en beber, pero Darius fue sorprendentemente rápido y
corrió antes de que tuviera la oportunidad.
Sin otra opción, el dragón se encogió en su apariencia habitual de un hombre de piel negra que vestía una gruesa
capa de piel y un vestido ceremonial negro.
Siguiendo al enano al interior, descubrió que efectivamente había viajado hasta un lujoso comedor con una larga
mesa de madera.
Excepto por unas pocas sirvientas, no había nadie más presente dentro de la maravillosa habitación.
"¡Vengan, vengan! ¡Siéntense aquí! ¡Mis doncellas, tráigannos la mejor bebida de mi colección, diez botellas!"
Sin embargo, las sirvientas parecían no querer salir de la habitación, ya que nadie podía apartar la vista del
encantador demonio que no se parecía a nada que hubieran visto antes.
'Él es tan... alto...'
'Pensé que mi esposo era musculoso, pero esto...'
'Me pregunto si el rey me dará como regalo...?'
Darius finalmente se dio cuenta de que las chicas aún estaban atrapadas en su lugar y aplaudió con fuerza para
sacarlas de su trance. "¡Oye! No hagamos esperar al invitado ahora, ¿sí?"
Casi en el momento justo, las criadas parecieron darse cuenta de que en realidad estaban haciendo esperar al
hombre de sus sueños y algunas de ellas se despegaron para ir a buscar el alcohol.
"Nunca los había visto actuar así antes". Darío murmuró. "¿Qué tienes tú que yo no tengo?"
'¿Altura?'
'¿Construir?'
Es más tranquilo, lo hace interesante.
Eres un poco puto.
'Me pregunto si usa su cola para...'
Si Darius hubiera podido escuchar los pensamientos de sus subordinados, sus dientes de oro se le habrían caído
de la boca por la conmoción.
"No vine aquí a beber, Darius. Vine a hacer una declaración".
"No me gusta hablar de trabajo, chico. ¡Acorta la vida de uno!" Darius dijo con desdén.
El rey enano de repente se levantó de su asiento y se arrodilló detrás de Abaddon, mirando directamente a su
sombra.
"Oigan, chicas, ¿les gustaría beber conmigo ya que su esposo no está de humor? ¡Sería una pena sacar a relucir
estas cosas buenas y no disfrutarlas!"
Por un momento no hubo nada más que silencio en el pasillo y parecía que el anciano no estaba hablando con
nadie más que con el suelo.
Un momento después, su sombra se alargó y ocho mujeres tomaron forma, con Audrina a la cabeza.
La hermosa vampira estaba innegablemente enojada.
'Vieja mierda, no hay forma de que hayas podido sentirnos en-'
"Oh, ¿todos ustedes estaban realmente allí? ¡Yo solo estaba jodiendo!"
Era sabido que el dragón conocido como Vovin no viajaba a ninguna parte sin sus siete novias, por lo que Darius
simplemente estaba haciendo una broma pesada.
¿Cómo se suponía que iba a saber que en realidad estaban aquí?
"Oigan... todos ustedes se ven un poco diferentes desde la última vez que los vi..." Darius se dio cuenta al
inspeccionarlos más de cerca.
Sus ojos se posaron en una nueva mujer de piel blanca cremosa y salvaje cabello negro oscuro. Sus ojos verdes
eran de naturaleza felina y reptiliana, y sus brazos y piernas estaban cubiertos de hermosas escamas
anaranjadas.
En su cabeza, tenía cuernos demoníacos y lindas y esponjosas orejas de tigre.
A decir verdad, Lillian no se veía así naturalmente, pero alteró su cuerpo para poder sentirse más cerca de su
esposo y hermanas.
"¿Hm? Eres nuevo. ¿Eso significa que tomarás más esposas, Abaddon? Porque tengo una hija que-"
¡Boom!
Tan pronto como las palabras salieron de los labios hinchados de Darius, las chicas levantaron la cara con
horribles muecas que habrían hecho que incluso el diablo retrocediera.
La presión combinada de todos ellos vino con una sensación de temor que podría detener un corazón.
Y, naturalmente, Darius no fue una excepción a esta sensación de miedo.
Si bien la mayoría de las esposas de Abaddon serían fáciles de someter para él, Seras y Audrina no lo harían.
De todas sus esposas, eran las más poderosas, y en una clase propia.
"¡Ah, bromeo otra vez! Vaya, vaya, eres como ese chico dorado, ni una onza de humor en todo tu-"
"Darío".
Abaddon finalmente había tenido suficiente, y su voz era seria y sin una pizca de ligereza.
Finalmente, el rey enano se dio cuenta de que no podía postergar más los asuntos comerciales y suspiró
derrotado.
"Muy bien, Abaddon y compañía. Vayamos al grano entonces".

Capítulo 280 ¿Qué quieres decir con que no crees?

Darius se sentó en la cabecera de su mesa, con toda su abundante emoción de antes desaparecida como si nunca
hubiera existido.
Finalmente sacaron el licor y nadie, ni siquiera Valerie, pareció interesado en beber nada.
El rey enano finalmente descorchó la primera botella y comenzó a beber como si estuviera tratando de olvidar
todo el aburrimiento que conlleva ser rey.
"Muy bien, ¿qué es tan importante que todos ustedes no pueden sentarse y disfrutar de un simple brindis?
Espero que no sea para pedirme que les haga un arma o una armadura, porque solo lo haré si me ganan en un
juego de ¡beber!" Él advirtió.
'... No digo que esté interesado, pero le patearía el trasero a este anciano en un concurso de bebidas.' Valerie
pensó telepáticamente.
Estamos seguros de que lo harías, hermana, pero trata de concentrarte. recordó Lailah.
'Cierto... Audrina, róbame un par de botellas cuando tengas la oportunidad.'
'Entendido. ¿Quieres licor oscuro o claro? Ella preguntó.
—No respondas a eso, Valerie. A Audrina solo se le permite aclararte. El licor oscuro hace que quieras pelear.
intervino Eris.
'Sí, pero claro la hace realmente cachonda.' recordó Bekka.
'¡Ey!'
'Pero eso no es realmente un problema para nuestro esposo, ¿verdad?' añadió Sera.
'¿Estás de acuerdo con la parte de que soy una puta?'
'Ella no dijo eso hermana, solo se refería a cuando estás borracho.' Lillian dijo cálidamente.
'... Las odio a todas, perras.'
Al final, se decidió que Audrina robaría dos botellas de claro, sin posibilidad de oscuridad.
Ajeno al atraco que sus esposas estaban planeando a sus espaldas, Abaddon finalmente le dijo a Darius el motivo
de su visita.
"He venido aquí hoy para darte un aviso. Diez días a partir de ahora-"
"¿Estás a punto de solicitarme nuevos materiales para nuestros intercambios con Upyr? Porque, por lo general,
mi asistente maneja todas esas tonterías, así que si quieres algo más, ¡tendrás que escurrirle las bolas en lugar
de las mías!"
Abaddon parpadeó varias veces mientras miraba a este hombre como si fuera un verdadero enigma.
En cualquiera de sus vidas, no creía haber conocido a nadie como él.
"Viejo, no estoy aquí para pedirte nada". Murmuró mientras se frotaba las sienes.
"¿Oh? Mis disculpas entonces, por favor continúa." El hombrecito se llevó la botella a los labios una vez más y le
hizo un gesto a Abaddon para que siguiera hablando.
"Tienes diez días antes de que mi ejército llegue desde el mar y marche sobre tu tierra. Viajaremos de ciudad en
ciudad y de campo en campo, subyugando todo este continente.
Por supuesto, si tu gente se rinde, no les ocurrirá ningún daño y seguiremos adelante después de que hayan
tomado mi sangre".
*Los ruidos de tragar continúan.*
Abaddon: "..."
Las esposas: "..."
"¡Ah! ¡Eso es algo bueno!" *Descorcha otro y sigue bebiendo*
Abaddon dejó escapar un gruñido bajo y tocó muy levemente el fondo de la botella de la que Darius estaba
bebiendo.
"¿¡Mmh!?"
Milagrosamente, el licor del interior se congeló en unos segundos, deteniendo la espiral alcohólica del Rey.
"¿Tomas mis palabras como aire? Continuar bebiendo en mi presencia es más que un poco grosero". Advirtió
Abaddon.
"¡Oye, estas son mis tierras y quiero estar cómoda! Te ofrecí un trago y no lo tomaste, pero ¿¿por qué eso
significa que yo tampoco puedo tomarlo??"
"¿Acabo de declarar la guerra a toda tu nación y tus únicos pensamientos son embriagarte?"
"¡Maldita sea, no es como si realmente te creyera!" Darius arrojó la botella congelada sobre su hombro y tomó
otra.
"... ¿Tú... no me crees...?" Abaddon preguntó en voz baja.

"¡Ni un carajo! Conozco conquistadores, monstruos y asesinos y tú, mi amigo, no eres ninguno de ellos, o al
menos no me odias lo suficiente como para serlo. Eres solo un hombre necesitado.
No atacarías mis tierras a menos que tuviera algo que deseabas desesperadamente, así que siéntate, tómate un
trago y tal vez pueda ayudarte sin que este asunto se convierta en un desastre".
El ritmo al que la irritación de Abaddon abandonó su cuerpo fue bastante rápido, y todo lo que quedó atrás fue
un hombre que se sentía como si lo hubieran visto completamente.
Pero mantuvo su comportamiento con cara de piedra y sacudió la cabeza negando abiertamente la oferta de
Darius.
"La única forma de que me des lo que necesito es si me entregas todo tu reino. ¿Te sientes tan generoso?"
"No en los últimos doscientos años, me temo". él admitió.
"Entonces solo puedo tomar lo que necesito, es así de simple".
"Siempre hay más de un camino a seguir, chico. Un hombre que no puede ver eso está deambulando ciego en un
laberinto". posada𝚛𝚛a𝚛.𝚛o𝚛
"¡Esto no es un laberinto, Darius!"
¡¡¡Boom!!!
Abaddon inconscientemente liberó su presión dentro del comedor, agrietando el piso de piedra y destruyendo
parte de la mesa más cercana a él.
Todas las sirvientas que antes lo miraban tan abiertamente con los ojos ahora estaban desmayadas en el suelo,
echando espuma por la boca.
Sus ojos brillaban con su distintivo color rojo y púrpura, y sus dientes se afilaron hasta el punto de forma
incontrolable.
No fue culpa del rey enano, no tenía idea de que sus simples palabras destinadas a ayudar harían estallar al
dragón.
Pero la implicación de que Abaddon tenía otro camino a seguir que este era completamente falso.
Si no conquistaba los reinos de los enanos y los fénix, nunca volvería a evolucionar y su fuerza sería insuficiente.
El abismo lo arrancaría de sus esposas, sus hijos y su pueblo.
No se podía permitir que algo así sucediera.
Pero para permanecer junto a ellos, tendría que destruir la vida de los demás y de las personas que no tenían
nada que ver con él.
En el fondo, siempre sería un ser bastante amable, y siempre se sentiría culpable de destruir la vida de los
demás cuando no fuera necesario.
¿Y qué?
No importaba la cantidad de cosas horribles o indescriptibles que tuviera que hacer, siempre priorizaría a sus
seres queridos por encima de todo.
Podría preocuparse por toda la culpa que sentiría por sus acciones después y presentar sus respetos al final de
cada batalla.
Mientras Darius miraba al furioso dragón frente a él, todavía no podía dejarse intimidar o tomar en serio la
amenaza de Abaddon, y la desesperación que notó antes era aún más prominente.
"Ya veo... Parece que realmente no tenemos otra opción entonces".
"No nosotros no." Abaddon dijo venenosamente.
Darius suspiró y miró a su alrededor a todos los cristales rotos en el suelo.
"No me daré la vuelta por ti, muchacho. Independientemente de mi relación con tu abuelo, al principio soy un
gobernante con sus propios intereses y los de su gente en los que pensar".
Su advertencia era simple, pero estaba clara.
'Si vienes, te pelearé con todo lo que tengo'.
"No necesito que me des nada, Darius". Abaddon se dio la vuelta para irse no mucho después, y retrajo su impía
presión de regreso a su cuerpo.
"Te lo dije desde el principio, tomaré todo lo que necesito. Si no crees que soy un conquistador, mantén tus
labios alejados de la botella el tiempo suficiente para ver cómo demuestro que tus delirios están equivocados".
Cuando Abaddon se fue de la dirección por la que vino, pudo sentir ocho miradas penetrantes clavadas en su
espalda, y su mente se inundó de preocupación.
'Estoy bien, chicas. No hay necesidad de que te preocupes por mí.
No recibió una respuesta de ellos, pero recibió ocho delicadas manos sobre su espalda.
'Estamos aquí para ti.'
Estamos separados de ti.
Te protegeremos.
Lucharemos contigo.
Incluso si Abaddon no podía escuchar las palabras de las chicas, sus intenciones eran más que transmitidas a
través de su toque.
Esta simple acción reafirmó la voluntad de Abaddon más fuerte que nunca, y cualquier sentimiento negativo que
albergara antes ya se había desvanecido.
"¿N-no crees que deberías comer un poco más despacio, princesa?"
"No precisamente."
"Ah... Continúa entonces".
Tan pronto como Abaddon y sus esposas llegaron a Apeir, lo primero que hizo fue enviar a sus hijas de regreso a
casa para que estuvieran a salvo si estallaba un conflicto.
A Gabbrielle al principio no le gustó, pero cuando su cuñada, Nita, le prometió hacerle muffins de manzana,
olvidó por qué quería zarpar en primer lugar.
Llevando a la escena actual donde la pequeña quimera estaba sentada en el regazo de Nita mientras consumía
panecillos del tamaño de un puño como si estuvieran pasando de moda.
Nita estaba fascinada y preocupada por lo mucho que podían estirarse las mejillas de la pequeña, y siguió
prestando mucha atención sin hacer ningún esfuerzo real por detenerla.
Mientras Gabrielle continuaba mostrando por qué ella era la encarnación anterior de la glotonería infinita, vio
pasar una pequeña figura vestida de blanco en el pasillo.
'Oh... todavía está molesta.'
Levantando la mano, hizo un gesto como si estuviera levantando algo mientras masticaba.
Un grito lindo pero confuso se escuchó al final del pasillo, y cualquiera en la mansión habría reconocido al
culpable.
"¿¡Uwah!?"
Tirando de su mano hacia adentro, Gabrielle arrastró a Mira a la habitación mediante el uso de sus poderes y vio
que estaba completamente vestida y lista para la batalla.
"¡Baja a Mira! ¡Esto no es divertido!"
"No estoy bromeando, simplemente estoy haciendo lo que me han dicho. Tu estado de ánimo parecía ser
deplorable, así que te detuve para que no salieras antes de que pudieras volver a la mitad de la población de
vida silvestre local".
Como pasaba tanto tiempo con Mira, la mayoría de las veces era ella quien tenía que evitar que hiciera cosas
peligrosas.
"¿Mollete?"
"¡No!"
A decir verdad, Gabbrielle solo preguntó por cortesía y en realidad no quería compartir, por lo que el firme
rechazo de Mira fue un verdadero alivio.
"¿Por qué estás molesta, cuñada? Ven a hablar con nosotros y baja tus dagas". Nita dijo suavemente.
La joven dragón de hielo se miró las manos y se dio cuenta de que había estado sosteniendo sus armas desde
hacía un tiempo, pero en realidad no recordaba haberlas agarrado.
Gabbrielle se deslizó e hizo espacio en el regazo de Nita antes de colocar a su hermana a su lado y permitirle
comenzar su diatriba.
"¡Papá y mamás son malos, me hicieron volver porque dijeron que no soy lo suficientemente fuerte! ¿¡Desde
cuándo Mira no es fuerte!?"
Para ser justos, Abaddon y sus esposas le habían dicho a Mira que las cosas eran simplemente demasiado
peligrosas, pero Mira lo tomó como que su fuerza era inferior a la de ellos.
"Bueno, sabes que solo están preocupados por ti. Una declaración de guerra podría ir de muchas maneras y solo
estaban tratando de protegerte porque aún eres joven". dijo Nita.
A Mira no parecía gustarle mucho las palabras de su cuñada, tomó un panecillo de la mesa y lo mordió
agresivamente por despecho.
Gabbrielle fue aplastada internamente.
Suspirando, finalmente decidió plantear lo que creía que era una solución simple.
"Si la hermana quiere volverse más fuerte, ¿por qué no haces eso de la evolución que tanto enloquece a la gente
de este mundo? Te llevarán con ellos más después de eso".
Su hermana miró sus pequeños pies e hizo una expresión triste. "Mira no sabe cómo evolucionar de nuevo... y
papi perdió su poder así que no puede ayudar como antes..."
Nita se había enterado de los secretos familiares persistentes al igual que todas sus hermanas.
Sabía lo maravilloso que era poder ver las condiciones de tu propia evolución, por lo que el hecho de que
Abaddon hubiera perdido tal cosa se consideraría un gran golpe.
La súcubo hizo su mejor acto de hermana mayor y trató de consolar a la joven lo mejor que pudo. "Aww, Mira...
sé que va a ser difícil, pero aún puedes-
"¿Quién te dijo eso? Todavía es capaz de decírtelo, su método tiene que ser diferente". Gabbrielle dijo de
repente.
Estaba tan ocupada perdida en el cálido sabor a canela del pastel en su boca que no se dio cuenta de que la
habitación se había quedado en silencio.
Mirando hacia arriba, encontró a Nita y Mira mirándola con la boca abierta y ojos incrédulos.
"¿Qué?"
Capítulo 281 Los hermanos dicen la verdad

"¿Qué?" Gabbrielle preguntó con indiferencia.
Nita y Mira estaban firmemente atrapadas en su lugar, mirando a la joven quimera como si acabara de decir que
tenía la cura para el cáncer.
"¿Qué quieres decir con que todavía puede decirnos?" preguntó Nita.
"¿La hermana está bromeando con nosotros?" dijo Mira.
Gabbrielle solo miró a su hermana con lástima. "Sabes que no entiendo el humor".
"E-Entonces, ¿cómo...?"
*Suspiro.*
A veces, era un trabajo duro ser el erudito de la familia.
"Las condiciones para evolucionar están escritas en las almas de todos los habitantes naturales de este mundo.
El padre tiene magia de muerte y eso significa que puede controlar y manipular las almas.
Siempre que pueda leer enoquiano, debería poder ver la escritura inscrita en vuestras almas o en la de cualquier
otra persona, siempre que tenga cuidado y no la destruya por accidente".
Si Abaddon manejó mal el alma, fácilmente podría borrarla de la existencia o causar daño a los recuerdos y la
personalidad de la persona a la que estaba tratando de ayudar.
Era un truco que llevaría bastante tiempo y concentración dominar.
"¿Por qué no le dijiste a tu suegro sobre esto?"
"¿Él no preguntó?" Gabbrielle respondió como si fuera obvio.
"... La hermana probablemente debería haber compartido esa información". Mira dijo honestamente.
La princesa más joven simplemente se encogió de hombros y miró el plato vacío frente a ella.
Recogiéndolo lindamente, lo sostuvo frente a ella mientras miraba a Nita con grandes ojos redondos. "¿Puede mi
cuñada hacer más?"
"... ¿Eso es todo lo que te importa?"
"En este momento, no hay nada más preocupante, así que sí".
Nita suspiró derrotada y se puso de pie con las dos jóvenes princesas en sus brazos y las llevó a la cocina. "Está
bien, pero ¿puedes prometer que no los comerás tan rápido esta vez?"
"No, no puedo."
"Me imaginé tanto."
"Si la cuñada está haciendo muffins, ¿también puede haber galletas?" Mira rogó.
Al final, Nita terminó horneando dos tipos diferentes de pasteles para dos princesas glotonas y adorables.
Ninguno de los lotes duró veinte minutos completos.
En el patio trasero, las hermanas fénix, Claire y Jasmine, yacían una al lado de la otra en la hierba suave y
miraban hacia el rico cielo púrpura sobre sus cabezas.
Cómo terminaron así fue más instintivo que intencional, ya que ambas chicas simplemente necesitaban un poco
de aire fresco y un lugar para pensar libremente.
"Realmente no pensé que me gustaría venir aquí, pero... este lugar es tan injustamente hermoso". Jazmín dijo en
voz baja.
"Lo es... y todo el mundo siempre parece tan feliz".
"Casi no quiero irme".
"Entonces... ¿y si no lo hiciéramos?" Claire sugirió.
Jasmine de repente se sentó y miró a su hermana como si estuviera borracha.
"Sabes que no podemos hacer eso... Admitiré que este lugar es... especial, pero no pertenecemos aquí".
Claire se quedó en silencio durante mucho tiempo y simplemente se quedó mirando la miríada de colores en el
cielo.
"No dormí en mi habitación anoche... Fui a ver al príncipe".
Si se tratara de una caricatura, los ojos de Jasmine habrían saltado de su cráneo por la pura conmoción de la
declaración de su hermana.
"¿Tú... te entregaste a él...?"
El enrojecimiento de las mejillas de Claire y su falta de voluntad para hablar era toda la respuesta que su
hermana necesitaba.
"Estás loco... ¡Sabes que mamá siempre nos ha dicho que debemos permanecer puros para nuestro futuro
prometido!"
"¡Ya encontré el mío...! Y no seré separado de él por ningún motivo, ni me harán sentir que tomé la decisión
equivocada".
"Estás delirando..."
"¡Estoy siendo honesto con mi corazón y mis deseos! ¡Si permitieras que Thea te hiciera feliz y dejaras de
rechazarla en todo momento, entonces tú también podrías ser feliz!"
"¡N-No me gusta ella, y no hay nada entre nosotros!" El tono de voz alto de Jasmine y sus mejillas rojas hicieron
que su mentira fuera aún menos convincente.
"¿Ahora quién está delirando? ¡No puedes engañarme, solo estás preocupado por cómo reaccionarán la madre y
el hermano mayor!"
Las palabras de Claire hirieron a Jasmine aún más porque eran ciertas.
Mientras estuvo viva, prácticamente había adorado a su madre como toda su gente.
Erica era poderosa, hermosa y no se sometía a nadie bajo el sol, la luna o el océano.
Ella era el epítome de la nobleza, la realeza y la feminidad.
Jasmine pasó todos los días de su vida tratando de ser como su madre y maldiciéndose a sí misma cuando sentía
que se había quedado corta.
No estaba segura de si enamorarse de una mujer ganaría la desaprobación de su madre, y lo último que Jasmine
quería era ganarse la ira de su ídolo.
Por otro lado, su hermano mayor ya había proclamado audazmente que tenía interés en Thea, pero ella lo había
rechazado de todos modos.
Fue sorprendido antes cuando la chica de la que estaba enamorado comenzó a coquetear con su hermana, pero
si se entera de que los dos en realidad entraron en una relación, su reacción sería terrible.
Si él no podía tener algo, ¿por qué ella podría?
Ya fuera una mujer, un juguete o incluso la última golosina en la bandeja, no hizo ninguna diferencia real para él.
Así había sido él desde que los tres eran niños, y así sería siempre.
"... Eso es bajo, Claire. Realmente no esperaba eso de ti".
Jasmine se fue furiosa, claramente herida por las palabras de su hermana y una sensación de ardor
extendiéndose por su pecho.
Antes de que pudiera llegar a la mansión, un par de brazos la envolvieron y un cuerpo familiar y delicado se
presionó contra su espalda.
"Lo siento... sé que no era necesario, pero deberías pensar en lo que realmente te hará feliz, en lugar de lo que el
resto de nuestra familia querría para ti".
A pesar de que quería permanecer molesta, su mano reflexivamente fue a los brazos de su hermana y los
mantuvo en su lugar.
"No sé cuándo comenzó, pero finalmente ella y Nita se metieron debajo de mi piel, ¿sabes? Siento que me estoy
volviendo loco".
"Lejos de ahi." Claire dijo suavemente. "Tu corazón ya sabe lo que quiere, así que ahora tu mente está tratando
de llegar al mismo acuerdo".
"... ¿Cómo sabes tanto cuando pasas todo tu tiempo solo?"
"¡Leí muchas novelas románticas, te lo haré saber! ¡Y-y cosas como esta son comunes en las historias de yuri!"
"¿Yuri? ¿Son esas las novelas sucias que solías esconder debajo de tu cama?"
"¡Al-Algunos de ellos! ¡Pero son más que solo historias sucias! ¡Yuri es amor, yuri es vida!"
"¿Estás actuando como un idiota para hacerme sentir mejor?"
"¿Está funcionando?"
"Un poco."
"Entonces sí."
Las hermanas finalmente dieron algunos signos de reconciliación y se abrazaron sin decir una sola palabra.
Parecía que iban a quedarse allí por un tiempo, pero el sonido de la puerta abriéndose desde el interior de la
mansión hizo que se separaran.
Cuando Apophis salió, el rostro de Claire se iluminó de inmediato y lo saludó cálidamente.
Él le devolvió el saludo con un poco de naturaleza distraída, y ella ciertamente estaba confundida por una
respuesta tan seca.
Cuando Thea salió detrás de su hermano, Jasmine se escondió detrás de la espalda de su hermana y trató de no
vomitar por puro nerviosismo.
'¡Yo-yo no estoy listo todavía! ¡Acabo de tomar una decisión y ahora he sido arrojado a esta situación
indeseable! ¡¡La diosa madre es realmente cruel!!'
"Queríamos hablar con ustedes dos sobre algo importante, ¿tienes un momento?" preguntó Apofis.
Las chicas fénix se miraron sorprendidas antes de asentir con la cabeza.

Encontraron el camino a la mesa de picnic ubicada en el patio trasero y se sentaron uno al lado del otro.
Thea y Apophis se removían en sus asientos cada cinco segundos y parecían estar luchando con algún tipo de
lucha interna.
'... Tú diles...' dijo Thea.
-No puedo...- negó Apophis.
'Yo tampoco puedo, pero tenemos que hacerlo... absolutamente merecen saberlo'.
"¿Están ustedes dos teniendo una conversación telepática?" Claire preguntó de repente.
Thea y Apophis se estremecieron y bajaron la cabeza un poco derrotados, confirmando que las sospechas de la
joven eran ciertas.
"Ustedes dos han estado actuando de manera extraña desde que vinieron aquí y están empezando a asustarnos".
Jazmín dijo.
"¿Nos estás echando...?" Claire preguntó temblorosa.
""¡No! ¡¡Nunca!!""
"Entonces, ¿por qué ustedes dos están actuando así?"
Como Thea ni siquiera podía mirar a Jasmine, Apophis se tragó su miedo y decidió no alargar más las cosas.
"Nuestro padre... él va a declarar la guerra en sus tierras dentro de unos dos meses..."
""¿¿QUÉ??""
Ambas chicas se levantaron de sus asientos por pura conmoción, ya que esto era lo último que esperaban
escuchar de boca de sus seres queridos.
"¿¿D-Se enteró del incidente con los guardias??"
"¿Por qué no puede estar satisfecho con la vida de esos hombres y dejar a Renanin fuera de esto?"
"No se trata de eso... si él no conquista tus tierras, no podrá crecer más".
"¿¿De qué estás hablando??"
Apophis no sabía cuánto de los antecedentes especiales de su padre podía revelar, así que limitó sus palabras.
Habló sólo de la lucha de su padre contra el abismo, y de su capacidad previa para ver las condiciones de su
evolución.
Las chicas fueron bastante inteligentes y rápidas en la captación, por lo que no les llevó mucho tiempo ver la
imagen completa.
El rostro de Jasmine era como una pizarra en blanco de conmoción cuando le rogó a Thea que la mirara.
"¿Sabías que irías a la guerra con nosotros todo este tiempo...? ¿Fue todo hasta ahora solo una especie de
estratagema para obtener una ventaja interna y-"
"¡Por supuesto que no!"
Thea finalmente levantó la cabeza de los ojos crecidos y revelados que ya estaban rojos e hinchados.
"¡Nunca te he dicho nada que no haya querido decir! ¡Quiero estar contigo y-y no tiene nada que ver con mi
padre ni con nadie más!"
"¡¿Cómo se supone que voy a creerte cuando nos has ocultado algo como esto?! ¡Todo lo que sale de tu boca es
solo una gran ilusión para jugar con mi cabeza!"
"N-No, te prometo que eso no es cierto..."
Nadie había visto llorar a Thea desde que era una niña y, sin embargo, hoy las lágrimas caían libremente de su
hermoso rostro y ella no podía detenerlas.
Claire no tenía la cara de piedra como su hermana, y mientras Apophis observaba llorar a la chica que había
llegado a amar, su corazón se sentía como si se estuviera partiendo en dos.
"¿Por qué acabas de decir esto ahora...? ¿Por qué no me dijiste esto antes de que...?"
Internamente, Apophis se sentía más culpable por este escenario.
Cuando Claire llegó a su habitación anoche, supo que no debería haberla llevado a la cama cuando aún no se
había enterado de todo.
Pero en un momento de falta de juicio, la había aceptado de todos modos.
La mentira que se dijo a sí mismo fue que estaba influenciado por su belleza y naturaleza inocente, pero la
verdad era mucho peor.
En el fondo de su mente, sabía que al acostarse con ella le estaría robando algo integral como princesa, y ella no
podría dejarlo.
Fue una decisión muy insensible nacida del amor, la obsesión y la paranoia.
Él, que por lo general siempre sabía qué decir o hacer, ni siquiera podía formar una oración mientras miraba el
rostro de la primera chica que había aprendido a amar.
La visión de este día nunca lo abandonaría por el resto de su vida.

¡Whoosh!
De repente, un portal oscuro familiar se abrió en el patio trasero detrás de los niños.
Cuando Thea y Apophis vieron el portal de su padre, sus corazones se hundieron aún más.
No estaban seguros de si su repentina aparición estaba a punto de mejorar o empeorar las cosas.
Capítulo 282 Uno progresa y uno comienza

'...Maldita sea.'
Cuando Abaddon atravesó el portal hacia su patio trasero, inmediatamente se arrepintió de no haber aparecido
en la casa.
Evidentemente, sus hijos habían elegido este lugar para darles la noticia a sus novias, y él se había metido de
lleno en las consecuencias.
'...Solo quería ir a la sala de entrenamiento y entrenar con Bekka por un rato.'
A veces, incluso un emperador no puede evitar una o dos conversaciones incómodas.
Cuando sus esposas cruzaron el portal detrás de él, no estaban interesadas en huir de la escena y, en cambio,
sintieron que acababan de tropezar con una obra de teatro.
Podía sentir su excitación vertiginosa y se preguntó qué parte de esto encontraban tan divertida.
De repente, Jasmine habló, sintiéndose claramente traicionada y con los puños temblando de ira.
"¡Pensé que eras un hombre amable, pero todo el tiempo que estuvimos aquí solo pensabas en matar a mi
madre y robar nuestra tierra!"
"¡Jazmín, eso no es cierto!" lloró Thea.
"Detente, hija".
Abaddon caminó hacia adelante con ojos tranquilos y se paró directamente frente a las dos hermanas fénix.
Mientras que Claire parecía estar a punto de alejarse de él y llorar, Jasmine parecía que iba a golpearlo en la
cara.
No estaba seguro de qué iba a suceder primero.
Las chicas vieron cómo Abaddon hacía algo que era completamente tabú para un dragón verdadero, o incluso
para un gobernante.
Bajó la cabeza en señal de disculpa frente a las dos jóvenes.
"¿Q-Qué estás...?"
"Por qué...?"
"Chicas, tengan mis disculpas. Sé que deben sentir que les han mentido, pero deben saber que nadie en mi
sangre estaba tratando de engañarlas, ni mi enfoque está en matar a su madre o robarles como dicen. ."
La mayoría consideraría su comportamiento actual como un signo de debilidad o incluso lo tomaría como si se
estuviera colocando a su nivel o por debajo de ellos.
Pero Abaddon no creía en estupideces como esa.
Si haces algo hiriente a alguien cercano a ti, siempre debes disculparte sin importar tu circunstancia o posición.
Aquellos que creen que están por encima de tal cortesía, son monstruos psicópatas que no se preocupan por los
que los rodean.
Y él nunca había sido, ni sería nunca, ese tipo de hombre.
Le habían tomado cariño a estas chicas y, como resultado, lamentaba verlas lastimadas debido a circunstancias
inevitables.
"Mi madre... ¿la matarás?" Claire preguntó temblorosa.
Abaddon de repente levantó la cabeza y le dirigió una sonrisa tranquilizadora.
"No soy un carnicero insensible. Mis ejércitos dañarán lo menos posible a tu gente, y toda tu familia se salvará.
Incluso si ella se resiste, no le quitaré la vida".
Ambas chicas se miraron por el rabillo del ojo y era fácil ver que sus corazones habían sido sacudidos.
"Ella peleará contigo... Ella te obligará a matarla o te matará a ti". advirtió Jazmín.
"Ninguna de esas cosas va a suceder. Esta no sería la primera vez que sometemos a una semidiosa furiosa,
mantenemos a la antigua reina bruja encerrada en nuestro sótano".
""¡¿Qué?!""
"Nada, no importa."
Pasó junto a las dos chicas fénix y se preparó para entrar en la casa, decidiendo que ya no estaba de humor para
pelear.
"Tengo que hacer esto y no hay nada que pueda detenerme. Pero tu vida, la de tu madre y la de tu gente
permanecerán sin cambios. En eso tienes mi palabra".
Antes de entrar en la mansión, en silencio envió a sus hijos un pequeño consejo.
'Los he borrado de su miedo, pero depende de ti reparar sus corazones rotos'.
En su opinión, sus hijos necesitaban aprender a reparar sus propias relaciones para que hubiera menos
posibilidades de problemas si se casaban en el futuro.
Después de todo, cuando se trata de relaciones, la comunicación es clave.

Abaddon entró en la casa, pero sus esposas tardaron en seguirlo.
Continuamente miraban hacia atrás, como si no estuvieran seguros de si era apropiado para ellos ver este
espectáculo.
'Mis amores, déjalos ser...' Abaddon recordó gentilmente.
Lisa: 'Los dejaré en paz, pero...'
Bekka: '¡Tengo tantas ganas de ver esto!' 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Seras: '¡Nuestra hija se ve tan emocionada...! ¡Nunca la había visto así antes!
Bekka: '¡Ella necesita un abrazo!'
Audrina: 'Puedo oler a Claire por todo nuestro hijo... ¡No me digas que ha perdido la inocencia!'
Abaddon se preguntó si sería inteligente de su parte revelar que Apophis ya se había convertido en un hombre,
pero decidió no compartir esa información en este momento.
Sin duda caerían de rodillas y llorarían tan fuerte como sus cuerpos les permitieran, y luego rastrearían a
cualquier mujer que le robara su primera vez y la interrogarían como ninguna otra.
Eran así de maternales.
Eventualmente, todos entraron y dejaron a los cuatro atrás, todavía atrapados en un silencio prolongado.
"Si se supone que la guerra no sucederá hasta dentro de dos meses, ¿por qué nos dicen ahora...?" Jasmine
preguntó de repente.
"Porque no queríamos ocultártelo... y queríamos darte la opción de seguir decidiendo estar con nosotros, o..."
Thea no terminó su oración, pero estaba muy claro hacia dónde se dirigían sus palabras.
"¿No te preocupa que volvamos con nuestra madre y le digamos lo que estás planeando? Se pueden hacer
muchos preparativos en dos meses".
"Eres libre de decírselo si lo deseas, ¡eso no me importa! ¡Lo único que me preocupa es que te vayas y no
vuelvas!"
Mientras Jasmine guardaba silencio una vez más, Apophis se mordió el interior del labio con tanta fuerza que le
hizo sangre.
Ni siquiera se atrevió a mirar a Claire a los ojos después de todo lo que había dicho, y sintió una abrumadora
cantidad de culpa por sus acciones anteriores.
De repente escuchó el sonido de pequeños pasos, y una mano suave y familiar tomó la suya.
"¿Tú... quieres que me quede contigo?" preguntó Claire.
"Nunca he querido nada más". Apofis dijo honestamente.
Nadie creería que el chico que acababa de captar el concepto completo de emoción hace unos meses estaría
haciendo una expresión de dolor como la que tenía ahora en su rostro.
"Lo siento, sé que debí haber esperado para abrazarte hasta que te lo dijéramos, pero aborrecía la idea de dejar
que te escaparas de mí y hubiera hecho cualquier cosa para que te quedaras".
"... Entonces... ¿te arrepientes de la noche que pasamos juntos...?" Preguntó con voz hueca.
Apophis tomó su rostro entre sus manos y juntó sus frentes.
"¿Cómo pudiste soñar con preguntarme tal cosa? Solo ha reafirmado mi deseo de estar a tu lado y nunca dejar
que nada se interponga entre nosotros.
Has encendido una obsesión en mí de la que nunca podría liberarme, y lo único que lamento es haber ignorado
los pasos adecuados antes de unirnos de por vida".
Clara ciertamente no era una chica hecha de piedra, y las palabras de Apophis que contenían amor genuino y
arrepentimiento fueron más que suficientes para eliminar la última de sus resistencias.
"Entonces, tienes que hacerte responsable de mí... si haces eso, entonces te perdonaré".
"¿De verdad no me guardas resentimiento? Te robé una opción..."
Apophis se sorprendió cuando Claire comenzó a reír mientras lloraba como una mujer que estaba muy
conmovida y con cosquillas rosadas.
"Siento que nunca tuve otra opción. Desde el momento en que te vi, he estado perdidamente enamorado de ti
sin entender la razón".
Arriesgándose, cuatro palabras salieron de la boca de Apophis antes de que supiera cómo detenerse.
"¿Quieres casarte conmigo?"
"Eres tan tonto... Por supuesto que lo haré".
Mientras Apophis y Claire se reconciliaban y avanzaban, Jasmine no parecía estar más cerca de perdonar a Thea.
Y la escena de su hermana besando apasionadamente a su nuevo prometido sin ninguna preocupación en el

mundo solo había servido para hacerla sentir peor.
Thea, vacilante, tomó su mano en un intento de reconciliar los agravios. "Jazmín, yo-"
"No... "
La joven fénix retiró su mano como si tuviera miedo de lo que ese toque le causaría mentalmente, y parecía
estar haciendo todo lo posible para mantener su ira.
"Siempre estás tratando de tocarme, y siempre estás diciendo estas cosas raras y coquetas sin pensar en cómo
me siento... eres tan desconsiderado".
Una mirada retorcida y desconsolada de tristeza se mostró en el rostro de Thea, y sus ojos amatistas que antes
estaban llorosos finalmente comenzaron a derramarse.
"Tienes razón, soy..." Cualquiera que haya escuchado la intensa cantidad de autodesprecio en su voz se habría
roto inmediatamente en pedazos.
Y Jazmín no fue una excepción.
"Supongo que siempre pensé que en secreto te gustaba cuando coqueteaba contigo, p-pero parece que no podría
haber estado más equivocado.
Si quieres maldecirme, condenarme o decir que me odias, lo entenderé. Quiero decir que no es como si no me lo
mereciera, ¿verdad?
Solo te arrastré sin tomarme tus palabras realmente en serio y esperaba que me quisieras... He causado mucho
daño innecesario para ambos, así que no tienes que preocuparte, no me molestaré. tú nunca más".
A pesar de que estaba llorando, Thea todavía estaba tratando de poner su habitual sonrisa alegre como si
estuviera tratando de dar la falsa seguridad de que estaba bien.
El corazón de Jasmine ahora latía fuera de control y deseaba poder tomar sus palabras de vuelta en el aire.
Pero por alguna razón, su voz no era tan fuerte como antes. "Espera, yo... no quise decir eso..."
Thea comenzó a retroceder mientras se limpiaba la cara y mantenía su sonrisa de princesa.
"Ya no quiero hacer eso así que... deberías irte a casa, ¿de acuerdo? Te extrañaré... mucho..."
Thea finalmente se dio la vuelta y corrió hacia la mansión, ya no podía mantener la famosa sonrisa por la que
era conocida.
El mundo a su alrededor estaba borroso debido a las lentes de sus propias lágrimas, pero de alguna manera
pudo encontrar la puerta trasera sin caerse.
Girando la manija, casi abrió la puerta lo suficiente como para entrar cuando Jasmine la cerró.
"¿Q-Qué estás haciendo...?"
"¡Lo siento, está bien! ¡Creo que solo quería una razón para estar enojado contigo para poder seguir fingiendo
que no me estoy enamorando de ti!"
Jasmine tardó en darse cuenta, pero esta terrible experiencia que debería haber fragmentado sus sentimientos
por Thea, ni siquiera había hecho mella en cómo la veía.
Seguro que estaba enfadada por el secreto que se le ocultaba.
Pero ver llorar a Thea la había superado muy rápido, y ahora solo quería que volviera a ser ella misma.
"No querrás decir eso...", murmuró Thea.
"¡S-Sí, lo sé! Puede que no sepa lo que es tener sentimientos por alguien, ¡pero sé que quiero aprenderlo
contigo!" Ella lloró.
Si Thea no hubiera tenido ya la espalda contra la pared, hace tiempo que se habría escapado.
No tenía la estabilidad emocional necesaria para lidiar con una broma como esta en este momento, y sentía que
se iba a desmoronar en cualquier momento.
Después de todo lo que había sucedido, no se atrevía a creer las palabras que salían de la boca de Jasmine.
En cuanto a por qué, tal vez tenía que ver con su propia culpa por su relación hasta ahora y la carga adicional
que sentía por lastimarla tan recientemente.
Mientras Jasmine observaba a Thea alejarse de ella como un ratón acorralado por un gato, supo que sus
palabras no le llegaban del todo.
Pero aun así, tenía que seguir intentándolo.
"N-simplemente no quería ser una decepción para mi familia, p-pero ahora no me importa eso porque si tengo
que elegir entre mi madre y tú, ¡entonces te elijo a ti!
T-siempre estás en mi cabeza y haces todo lo posible para hacerme reír y también era nuevo y aterrador al
principio, pero ahora sé que-"
Jasmine no pudo terminar su confesión preparada apresuradamente antes de que Thea apartara sus labios por
instinto.
Parecía que se había dado cuenta de lo que había sucedido unos segundos después y se apartó mientras hacía
una expresión de horror.
"¡Lo siento mucho! Estabas tan cerca y yo-"
Tal como lo había hecho Thea, Jasmine envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Thea y la besó por su
propia voluntad, mostrando una cantidad de audacia nunca antes vista.
Thea no estaba muy segura de si se trataba de un sueño, pero cerró los ojos y rezó al cielo para que nunca
despertara.
Capítulo 283 La primera risa de Gabbrielle

Lisa: "A-¿No están las manos de nuestro hijo cayendo demasiado bajo?"
Eris: ¿D-Dónde aprendió a besar así? ¡Parece que él y esa pobre chica están tratando de comerse el uno al otro!
Bekka: "Umm, ¿probablemente por mirarnos?"
"Correcto..."
Audrina: "Thea y su novia son tan dulces".
Lailah: "¡Aww, ahora sale Nita! ¡¡E-Todos se están abrazando!!"
Seras: "¡Voy a llorar! ¡Necesito un pañuelo!"
Valerie usó sus poderes y materializó una caja de pañuelos de la nada, y los pasó a todas sus hermanas.
Los ocho estaban mirando por la ventana hacia el patio trasero, claramente espiando a sus hijos mayores y sus
relaciones.
Detrás de ellos, Abaddon estaba de pie con Gabbrielle en un brazo mientras que con el otro sostenía la mano de
Mira, los tres parecían igualmente preocupados.
"No entiendo. ¿Qué les pasa a nuestras madres?" preguntó Gabbrielle.
"Están muy enfermos y no hay cura, pero los amaremos de todos modos". Respondió Abaddon.
"Pero papá, tú también estabas molesto cuando la hermana mayor Thea se casó por primera vez". Mira agregó.
"Estabas sentado en la esquina y-"
"M-Mira, creo que puedes estar recordando mal las cosas, hija mía".
"¡Nuh-uh!"
Si Abaddon era honesto, todavía se estaba acostumbrando al hecho de que sus hijos eran adultos en todos los
sentidos de la palabra, y cuando pensaba en eso por mucho tiempo, a menudo se deprimía.
¿¡No podrían permanecer pequeños e inocentes toda su vida!?
Abaddon decidió desviar la atención de sí mismo y en su lugar se centró en sus entrometidas esposas.
"D-De todos modos, tenemos preparativos que hacer, chicas. ¿Cuánto tiempo planean espiar a nuestros hijos?"
"¡Hasta que dejen de besarse!" declaró Lillian.
"¡Después vamos a bajar y tener una reunión con nuestras nuevas nueras!" añadió Sera.
"Y-yo no creo que Thea y Jasmine se vayan a casar todavía, ¡pe-pero de todos modos deberíamos ir a
felicitarlas!" confirmó Bekka.
Abaddon le dio a todas sus esposas una mirada seca antes de suspirar derrotado y mirar a sus dos hijas
pequeñas.
"Entonces, ¿ustedes dos quieren pasar el rato conmigo mientras me ocupo de algunos asuntos?" Preguntó.
La respuesta de Mira fue instantánea y nada inesperada. "¡Sí!"
"No me importa, pero probablemente hay algo que el padre debería saber primero".
"¿Hay ahora? ¿Qué podría ser eso, pequeña?"
Gabbrielle todavía se estaba acostumbrando a la manera suave y tierna en que su padre la trataba, y sus mejillas
mostraban signos de oscurecimiento por la vergüenza.
"Se trata de..."
Abaddon siempre había creído que la mayoría de los delitos eran causados en gran medida por la desesperación
y la falta de oportunidades.
Era una creencia que la mayoría consideraría delirante y, sin embargo, la prueba estaba aquí, en la propia
prisión subterránea de Luxuria.
Esta enorme prisión podía albergar a más de tres mil prisioneros a la vez, pero el número total de ocupantes en
el interior era solo unos míseros setenta y ocho.
Debido a que los trabajos estaban literalmente en todas partes en Luxuria, nadie se vio obligado a robar o robar
debido a la pobreza.
Y con todas las formas en esta ciudad para que los demonios liberen sus impulsos violentos, la tasa de
asesinatos también era prácticamente inexistente.
Pero las personas dentro de esta prisión no eran aquellas con las que se podía racionar.
Por lo general, eran forasteros que habían entrado en Luxuria buscando causar algún tipo de problema y habían
sido detenidos por los guardias.
La prisión estaba dividida en siete niveles, y cuanto más profundo era, peores se volvían las condiciones, y los
criminales más terribles también se alojaban allí.
El primer nivel no contenía nada más que unos pocos hombres que cometían pequeños robos o se metían en
estúpidas peleas en los bares.
Se les servía tres comidas completas al día y se les asignaba una hora fuera de sus celdas todos los días para
estirar las piernas.
Pero en el nivel más bajo, no existía tal privilegio.
Aquí abajo, solo estaban los tipos de criminales por los que Abaddon sentía más desdén, como violadores y
traficantes.
No había luz, solo les daban de comer una vez cada siete días y no había la menor posibilidad de escapar, ni
momentánea ni de otra forma.
Mientras Abaddon se adentraba en la oscuridad total con sus dos hijas, sus ojos rojos y morados escanearon el
interior de las celdas como si estuviera buscando un sujeto decente.
Me siento como tú, mi amor. Pensó mientras recordaba con humor el aterrador pasatiempo de su esposa Lailah.
Deteniéndose frente a una celda, encontró a un hombre adentro que recordaba muy claramente.
Fue arrestado después de drogar a algunas de las súcubos de un burdel y tratar de colarlas en su carro y
regresar a Gilgamesh, la tierra de los humanos.
Solo podía imaginar la cantidad de horrores que habrían sufrido si Hakon no hubiera puesto fin a su plan.
"Este estará bien para empezar". Gabbrielle confirmó. "El alma humana es muy frágil, así que tendrás que-"
"E-¿Hay alguien ahí?"
"¡P-Por favor, déjanos salir!"
"¡¡Nos disculparemos con la princesa, lo juramos!!"
Antes de que Gabbrielle pudiera continuar con su explicación, un grupo de hombres comenzó a clamar para ser
liberados de sus confines.
Esto era bastante extraño porque todos los prisioneros que estaban aquí ya deberían haberse vuelto locos por
su entorno, y Abaddon no estaba familiarizado con ningún prisionero admitido en el séptimo nivel últimamente.
Al mirar adentro, encontró a cuatro hombres acurrucados dentro de una celda que parecían ser fénix vestidos
con algún tipo de ropa sucia de aventureros.
Uno yacía en el suelo, aparentemente al borde de la muerte y lleno de algún veneno desagradable.
"¿Qué... le hiciste... a la princesa?" Abaddon preguntó en voz baja.
Sin siquiera preguntar, sabía que estos hombres debían haber estado hablando de Thea.
Gabbrielle no salía a la calle sola, y si Mira fuera insultada, estos hombres ni siquiera estarían respirando.
Thea fue la única lo suficientemente magnánima como para mandarlos a la cárcel.
Pero no había oído nada sobre un incidente con su hija, y sin duda había sido así por una buena razón.
Cuando los hombres escucharon la voz demoníaca de Abaddon que estaba llena de irritación, se apartaron de
los barrotes e intentaron no mirar sus brillantes ojos heterocromáticos.
"N-Nosotros..."
"P-Por favor, no nos hagas daño..."
"¡P-Nos disculparemos, solo estábamos preocupados por la seguridad de la princesa Jasmine!"
Tomó una eternidad, pero finalmente estos hombres pudieron tartamudear la verdad.
Pero no era exactamente algo que le alegrara escuchar.
"Desenvainaste tus espadas... sobre mi hija..."
Los fénix finalmente se dieron cuenta de que estaban hablando con el gobernante de este lugar y sus corazones
casi dejaron de latir.
"Debería matarlos a todos, junto con sus madres, esposas e hijos por tal falta de respeto..."
La puerta de la celda se abrió de golpe con un fuerte crujido y la pesadilla de estos hombres se volvió
significativamente más real.
"Eres afortunado... tan jodidamente afortunado de que no me enteré de esto cuando sucedió... mi gente tendría
que limpiarte de la calle".
Mientras Abaddon hablaba, una luz púrpura oscura era visible desde la parte posterior de su garganta, una clara
señal de que su irritación se estaba disparando. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
"Pero hoy es un día especial... y no derramaré sangre el día en que mi hijo mayor se comprometa".
Los hombres dejaron escapar un suspiro de alivio simultáneo.
Pero Abaddon nunca dijo que no iban a ser castigados.
"Mira".
"¿Sí papi?"
"Estos hombres intentaron hacerle daño a tu hermana mayor. Sabes que no dejamos pasar cosas así, ¿no?"
Al lado de Abaddon, un pequeño par de ojos rojos brillantes se convirtió en un azul helado escalofriante. "Sí...
¿Puede Mira matarlos?"
Escuchar una voz tan linda y femenina hablar sobre un asesinato de manera tan casual fue sin duda discordante,
pero ninguno de ellos fue lo suficientemente ingenuo como para descartar sus palabras como un mero juego.
"No hay necesidad de eso, ya que estos hombres pertenecen a tu nueva cuñada... Pero debes asegurarte de que
nunca más puedan sostener una espada correctamente".
"¡Jejejeje!"
Mira soltó la mano de su padre y entró en la celda, y el sonido de huesos rompiéndose y carne retorcida se
escuchó poco después.
"¡¡¡AAAAAAHHHH!!!"
"M-Misericordia, por favor yo- ¡¡GAAAAHHHHH!!"
"¡¡OH DIOSES POR FAVOR!!"
Horribles gritos llenaron la prisión subterránea, pero para Abaddon eran como música para sus propios oídos.
Gabbrielle observó en silencio cómo se desarrollaba la tortura con una mirada inconsciente de satisfacción.
Tampoco estaba contenta de que estos hombres hubieran tratado de hacerle daño a su hermana mayor, y ver la
retribución frente a sus ojos fue increíblemente satisfactorio.
Mientras Mira continuaba arruinando las carreras de los cuatro hombres, Abaddon apartó los ojos de la escena y
volvió a centrar su atención en el prisionero que estaba casi en coma.
"Padre, ¿entiendes lo que debes hacer?"
Abaddon frotó su mejilla contra la de su hija como si encontrara su pregunta tonta. "No te preocupes, hija.
Aprendo algo rápido".
Demostrando su punto, un aura oscura y susurrante abandonó su cuerpo y tomó la forma de dos brazos
esqueléticos.
Alcanzando el interior del pecho del hombre, las extremidades fantasma sacaron una tenue bola verde que
iluminó la celda oscura.
'Ya veo... esto es bastante difícil.'
Se alegró de haber decidido practicar con criminales sin posibilidad de liberación en lugar de con su propia
familia.
Aferrarse a un alma era como tratar de levantar una pastilla de jabón súper resbaladiza y quebradiza del piso de
la ducha.
Si aflojaba demasiado su agarre, el alma se le escaparía, y si aplicaba un poco más de presión, la aplastaría,
eliminándola de la existencia.
La mano esquelética sostuvo el alma incorpórea frente a su rostro, permitiéndole ver más de cerca.
Podía ver caracteres extraños que sentía que no había visto en mucho, mucho tiempo, y podía leerlos tan claros
como el día.
"¡Padre lo ha hecho!" Gabbrielle dijo en un tono impresionado.
"¡Jajaja! ¿Alguna vez dudaste-"
¡Maricón!
Abaddon perdió la concentración por un breve segundo y aplicó demasiada presión al alma que tenía agarrada,
borrándola de la existencia.
"..."
"..." *Ríe*
Gabbrielle se tapó la boca mientras se reía lindamente en su mano, aliviando la decepción de Abaddon con
facilidad.
Que él supiera, Gabbrielle nunca había sonreído antes, y el sonido de su risa era tan dulce como siempre había
imaginado que sería.
Cometer un error nunca se había sentido tan bien.
"Está bien padre, puedes seguir practicando". Gabbrielle dijo mientras le acariciaba la cabeza en consolidación.
Abaddon disfrutó de las palmaditas en la cabeza de su hija antes de pasar a otra celda. "Solo asegúrate de
recogerme cada vez que cometa un error, ¿sí?"
"Por supuesto, para eso está la familia".

Capítulo 284 Guerra con nosotros

Siete días habían pasado en un abrir y cerrar de ojos.
Durante ese tiempo, Abaddon había estado trabajando prácticamente sin parar para asegurarse de que se
tomaran las precauciones adecuadas para su gente.
Muchas veces, aquellos que servían en su ejército eran los únicos sostén de sus familias.
En caso de que uno de ellos muriera en la guerra que se avecinaba, había tomado medidas para que sus familias
recibieran un apoyo financiero bastante generoso durante cinco años.
Consideró que era algo que era natural hacer, dado el hecho de que su gente estaba tan claramente dispuesta a
morir por él.
A partir de ahora, estaba sentado alrededor de la mesa durante la cena, rodeado de su familia por última vez
antes de zarpar mañana.
Incluso los miembros de la familia extendida estaban presentes como Asmodeus y Yara junto con Leviathan y
Belphegor.
En su verdadero estilo de abuela, Yara se había intercalado entre Apophis y su prometida Claire y parecía
incapaz de dejar su posición.
"¡¡No puedo creer que mi nieto se vaya a casar!! ¡¡Oh, no puedo esperar para planear la boda!!"
"Abuela, me estás avergonzando..."
"¿No te lo dijo tu padre? ¡Avergonzar a mi hijo y a mi nieto frente a sus mujeres es una de las mayores alegrías
de mi vida!"
Apophis no deseaba nada más que retirarse a los confines de su habitación por toda la eternidad, pero Claire
parecía encontrar esta situación muy divertida.
Al otro lado de la mesa, Asmodeus estaba dando a Thea, Jasmine y Nita exactamente el mismo trato.
"Realmente eres mi nieta, solo una de mi sangre podría tener éxito en seducir no a una, sino a dos hermosas
mujeres, ¡y una es incluso real, nada menos!"
Thea sonrió con orgullo mientras tomaba las manos de las dos chicas a su lado como si fueran su mayor logro.
"Soy muy afortunada de tenerlos, enriquecen mi vida de maneras que nunca podría haber imaginado".
El rostro de Jasmine se puso caliente por la declaración repentina y parecía que deseaba encogerse al igual que
Apophis.
Desde que ella y Thea iniciaron un noviazgo oficial, las cosas habían progresado lentamente con una buena
cantidad de manos y besos, pero nada más que eso.
Incluso cuando todos dormían juntos, nunca pasaba nada, ya que aún no estaba segura de estar lista para dar el
siguiente paso.
¿Qué pasa si ella hizo sonidos vergonzosos o no sabía qué hacer?
¿Qué pasa si Thea y Nita la vieron desnuda y decidieron que no la encontraban atractiva?
¿Y cómo viviría ella con la vergüenza cuando todos en la casa la olieran en Thea?
¡Sabrían que tuvieron sexo y ella se moriría de vergüenza!
En la cabecera de la mesa, Abaddon apenas comía, demasiado distraído por Seras que había reclamado su
regazo antes que nadie.
"¿Estás segura de que deseas volver a Antares, mi amor?"
Parecía que la decisión la estaba destrozando por dentro, pero asintió de todos modos.
"Sí, creo que es el momento. He estado fuera durante tanto tiempo y estoy agradecido por este tiempo, pero
todavía tengo deberes que cumplir".
Helios aún no le había dado a Seras su libertad.
Él acababa de permitir que ella se fuera a la luz de su parto y como un pequeño favor para Abaddon.
Con la guerra que se avecinaba, no podría participar debido a su puesto, por lo que se decidió que regresaría a
Antares para ponerse al día con el trabajo descuidado.
Todas las esposas se entristecieron por esta decisión, pero sabían que probablemente era lo mejor.
"Regresaré una vez que termine la guerra y podrás contarme todas las historias sobre tus hazañas". Dijo
dulcemente.
Durante la campaña de un mes, se decidió que las esposas formarían parte del ejército para conquistar el norte y
el este mientras Abaddon viajaba solo por el sur y el oeste.
Al hacer esto, podrían reducir su tiempo de conquista y reunirse antes.
Abaddon la besó suavemente en la mejilla mientras colocaba su mano sobre su estómago desgarrado.
"Te haré sentir orgullosa, amor. Como mi esposa y mi maestra".
La determinación de Seras de dejarlo casi se rompe con esas pocas palabras simples y sintió que su cuerpo
comenzaba a calentarse.
"Qué cosa tan tonta de decir... desde el día que nos conocimos hasta ahora, nunca he estado orgulloso de ti, mi
esposo".
"¿Qué hay de mí? ¿Estás orgulloso de mí?" Bekka preguntó de repente moviendo la cola.
Seras se rió y tocó ligeramente su suave mejilla con sus pálidos dedos. "Por supuesto que sí, hermana. Has
llegado muy lejos en nuestro entrenamiento juntos".
Bekka hizo una mueca orgullosa y aceptó con gratitud el toque de Seras con regocijo.
Ella no era la única que había hecho mejoras en su letalidad, ya que Lillian también se había convertido en una
gran fuerza.
Pero era un poco demasiado tímida para pedir elogios como Bekka, así que comió sin problemas.
"Ustedes bastardos tontos me van a dar una enfermedad de estilo de vida".
"Acordado."
Belphegor y Leviathan actuaron como si no tuvieran idea de por qué decidieron venir aquí y rodearse de todas
estas personas enamoradas, pero ya era demasiado tarde para echarse atrás.
Podrían consolarse con el hecho de que la comida era buena, al menos.
Abaddon puso los ojos en blanco y miró por la mesa a sus hijos que parecían estar en sus propios pequeños
mundos.
"Estarás a cargo de nuestra gente mientras estamos fuera. Si llega una amenaza del exterior, te dejo a ti
protegerlos y neutralizarlos".
"Claro...", dijo Thea distraídamente mientras miraba a Jasmine.
"Por supuesto que lo haré... ¿De qué estábamos hablando?" Apophis estaba tan ocupado fantaseando con Claire
que apenas había registrado las palabras de su padre.
Mira simplemente levantó un pulgar mientras llenaba su boquita.
Abaddon simplemente puso los ojos en blanco y dio una declaración que sorprendió a todos sus hijos por una
buena razón.
"Gabbrielle está a cargo. Tendrán que escucharla mientras no estamos".
"¿Esperar lo?"
"¡¿Por qué?!"
"¿Uwah?"
Abaddon sonrió con maldad como si su plan hubiera salido exactamente como esperaba y se levantó en silencio
de la mesa sin dar más detalles.
Honestamente, solo había hecho eso para poner un poco nerviosos a sus hijos.
Todos eran buenos niños con un sentido correcto de lo que estaba bien y lo que estaba mal, así que realmente
no importaba quién estaba a cargo ya que todos harían lo mismo de todos modos.
Pero claro, ellos no lo sabían.
'Ser padre es divertido.'
- 3 días despues
En los mares frente a la costa de Apeir, se podía ver un solo barco navegando hacia el continente a un ritmo
alarmante.
Abaddon estaba de pie en la proa del barco, con los brazos cruzados y los ojos cerrados, su mente enfocada en el
conflicto que se avecinaba.
A pesar de que todavía estaban a unas pocas millas de distancia, ya podía sentir la fiesta de bienvenida que se
les había preparado con anticipación.
Su número no era realmente algo despreciable, pero el dragón estaba seguro de que este conflicto inicial
terminaría rápidamente.
"Pensé que el rey nos habría tomado más a la ligera dada su naturaleza, pero parece que no".
Abaddon miró detrás de él a sus siete esposas que parecían estar tan ansiosas por comenzar como él.
Detrás de ellos, el Éufrates se arrodillaba en silencio con la cabeza gacha, como armas a la espera de ser
desenvainadas. 𝚛𝚛𝚛re𝚛d.𝚛om
Malenia también estaba a bordo, empujando a algunos de ellos en la cara como si estuviera tratando de romper
su concentración.
Naturalmente, dado que los sentidos de Audrina eran mucho mejores que los de cualquier otra persona a bordo,
sabía el número exacto de hombres en la playa.
"Más de 400.000 hombres solo para una fiesta de bienvenida... pero debo admitir que todos parecen bastante
ansiosos".
"Eso es de esperar". Lailah dijo con calma. "Hay muchas historias que circulan sobre nuestro esposo, y todas
ellas son francamente aterradoras. No saben lo que les espera".
Abaddon no dijo nada y mantuvo los ojos cerrados para calmar su mente.
Mentalmente, usó un poco de su afinidad por el agua para acelerar aún más el ritmo del bote.
Eris notó la impaciencia de su esposo y aparentemente sabía exactamente a qué se debía.
'Cuanto más rápido comencemos, más rápido terminará todo esto'.
Poco después, el barco se detuvo en una playa de arena y Abaddon finalmente pudo ver bien al ejército que los
esperaba.
El poder más alto en la playa era la etapa tres, pero había unos pocos cientos evolucionados dispersos por todo
el ejército.
Su armadura y armas eran de muy alta calidad, y nada estaba por debajo del grado único en términos de rareza.
Uno de los enanos se adelantó como si quisiera conversar, aparentemente el general de este ejército.
Abaddon bajó de la proa y flotó en silencio hasta el suelo, aceptando la invitación.
Tan pronto como sus pies tocaron la arena, la voz áspera del enano estaba tratando de negociar la paz.
"Tú eres el Emperador Escarlata, ¿correcto? Yo soy el Comandante Orie".
Abaddon no intercambió bromas ya que este hombre ya sabía quién era, y continuó observándolo con
penetrantes ojos de reptil.
"E-Bien entonces... ¿Asumo que has decidido negociar con el rey después de todo? Esperaba que pudieras
cambiar de opinión, así que hemos preparado un-"
"No tengo tales planes".
El comandante Orie parpadeó varias veces para tratar de entender esto.
Pensó con certeza cuando vio acercarse a este único barco que el Emperador de Samael habría cambiado de
opinión sobre la guerra.
Solo se podían sentir unas sesenta personas a bordo, y eso no era lo suficientemente cerca como para librar una
guerra en todo un continente.
Se volvió aún más seguro cuando vio la forma en que Abaddon estaba vestido.
El dragón no vestía armadura, sino que vestía una falda ceremonial negra con un cuello de piel oscura y
sandalias sencillas.
Pero lo que Orie no sabía era que el ejército de Abaddon aún no estaba presente.
Y no llevaba armadura porque no había metal ni piedra más duradera que su propio cuerpo.
"Todos ustedes pueden oírme, ¿no es así?" Abaddon dijo en voz baja.
Todos los enanos en la playa temblaron cuando se dieron cuenta de que de alguna manera podían escuchar la
voz del invasor como si estuviera justo a su lado.
"Les hago esta oferta una vez. Dejen sus armas y arrodíllense en el suelo para que sus vidas sean perdonadas".
Sus palabras sacudieron a algunos de ellos hasta la médula, pero en última instancia, todos ellos eran soldados
leales que no traicionarían tan fácilmente a su patria.
Después de todo, los enanos eran bien conocidos por ser tercos.
Pasaron treinta segundos y ninguno soltó sus armas, lo que provocó que Abaddon sacudiera la cabeza con
decepción.
"Qué triste... qué desperdicio de vida".
De repente, dos enormes portales se abrieron a cada lado de él y Orie dio un gran salto hacia atrás.
Desde la izquierda de Abaddon, su ejército de Luxuria salió del portal vistiendo una armadura de escamas
oscuras y portando armas hechas con su propia sangre.
Dirigido por el trío rabisu y Lusamine, el ejército parecía estar realmente salvaje y salivando ante la
oportunidad de un derramamiento de sangre.
A su derecha llegaba su ejército de Upyr, encabezado por la musculosa Kristina.
Los vampiros parecían estar encantados de ser libres para luchar bajo el sol y su entusiasmo no era menor que
el de sus homólogos de Luxuria.
Las esposas y el ejército privado de Abaddon se echaron a su lado, pero no parecían tener interés en participar
en esta batalla.
"¿Quién eres?"
Los cuatro millones de soldados respondieron al unísono como si estuvieran todos unidos como una sola
entidad, y sus gritos rugieron por millas a lo largo de la tierra.
"¡SOMOS EL EJÉRCITO DEL DESTRUCTOR! ¡NUESTRO PROPÓSITO ES GLORIOSO, NUESTRA VICTORIA ES

INEVITABLE!"
"Nuestros enemigos han hecho su elección. ¿Les mostrarás misericordia?"
"¿¡QUÉ ES LA MISERICORDIA!?"
Abaddon no se consideraba un hombre particularmente sediento de sangre, pero tenía que admitir que estaba
tan emocionado que no pudo reprimir una sonrisa escalofriante.
"No dejes a nadie con vida".

Capítulo 285 El ejército no está satisfecho

Tres simples palabras fueron todo lo que necesitó el ejército para perder toda la compostura y avanzar.
Una especialidad del ejército de Abaddon era que estaba estructurado en el llamado "caos organizado".
Si bien todos sus soldados estaban altamente capacitados, no peleaban de la misma manera.
Algunos de ellos lucharon como verdaderos guerreros, otros eran más como berserkers, y los más sanguinarios
lucharon como animales rabiosos.
Pero no importa cuán diferentes fueran sus estilos, el ejército del demonio parecía ser perfectamente capaz de
trabajar en conjunto, dándose el espacio adecuado cuando era necesario y brindando ayuda también.
Pero al menos para esta batalla, no había necesidad de que se ayudaran entre sí.
No hace falta decir que el ejército de Orie no estaba preparado no solo para el volumen de soldados, sino
también para su estilo de combate.
El derramamiento de sangre fue instantáneo y totalmente unilateral.
Las extremidades volaron, los gritos llenaron el aire y la playa, una vez tranquila y pacífica, se tiñó
permanentemente de un rico color rojo.
El comandante Orie miró a su alrededor a la horrible carnicería que estaba ocurriendo a su gente y se llenó de
consternación.
Algunos de los hombres intentaron rendirse, pero al ejército de Abaddon aparentemente no le importaron sus
intentos de deponer las armas y los masacraron de todos modos.
Cuando encontró al demonio negro responsable, vio una extraña sonrisa llena de grandes dientes puntiagudos.
'Esta carnicería... ¿¡Cómo puede encontrar esto placentero!?'
El rey Darius había hablado del enemigo como si fuera una especie de hombre decente y razonable, ¡pero eso no
podía ser cierto!
¿Qué clase de hombre mira el sufrimiento de los demás así y sonríe como si todo fuera una gran broma
divertida?
"¡¡¡Demonio !!!"
El comandante Orie saltó al cielo y se quitó un gran martillo de guerra dorado de la espalda.
¡Cortaría la cabeza de la bestia aquí y evitaría que este gran mal se extendiera por toda su tierra natal!
Él y Abaddon hicieron contacto visual mientras estaban en el aire, y su irritación solo se disparó cuando vio que
al dragón no parecía importarle en absoluto.
No hizo ningún movimiento para defenderse o incluso sacar un arma propia.
Simplemente se quedó allí en silencio como si estuviera seguro de que este ataque no lo alcanzaría.
'¿Me miras con desprecio? ¡¡Te mostrare!!'
De repente, el martillo de Orie cobró vida y quedó encerrado en una destructiva llama roja.
Levantando su arma por encima de su cabeza, puso toda su fuerza en sus músculos con el único propósito de
aplastar la cabeza de Abaddon como una uva.
¡Grieta!
Tan pronto como estuvo a unos pocos pies de Abaddon, hubo un destello en su visión y su cuerpo comenzó a
sentirse extraño.
De repente, le estaba costando más pensar y su capacidad para mantener las llamas de su martillo estaba
disminuyendo.
'Qué..?'
Su visión comenzó a oscurecerse, y los dos lados de su cuerpo se separaron como si el pegamento que los
mantenía unidos finalmente se hubiera derretido.
Su cuerpo cayó inofensivamente al suelo en lados opuestos de Abaddon, y el dragón de repente sintió un peso
sobre sus hombros y un rostro familiar apareció boca abajo en su visión.
"Maestro, ¿hice bien?" preguntó Malenia con una amplia sonrisa.
Su látigo había atravesado al comandante Orie tan rápida y limpiamente que no había ni una gota de sangre en
él mientras lo balanceaba con orgullo.
"Te dije que ya no tenías que llamarme así, Malenia".
"Me gusta, sin embargo, es pervertido".
Abaddon simplemente puso los ojos en blanco y miró el cuerpo del hombre a sus pies. "Sí, lo has hecho bien.
¿Quieres quitarte de encima ahora?"
"¡No realmente! ¡Estoy contando esto como una recompensa!"
Abaddon podía sentir siete miradas intensas clavadas en su espalda y se dio cuenta de que su caída favorita
estaba a punto de acortar su vida.
"Sería un poco tonto que perdieras la vida aquí, ¿no? Creo que querrás bajar antes de unirte a estos enanos en el
viaje al más allá".
Malenia miró detrás de ella a las esposas de Abaddon que la miraban con el ceño fruncido.
"Ustedes, chicas, no me matarían, ¿verdad? ¡Me aman!"
Eris: "No tanto".
Lillian: "Todavía no me he comido un ángel, pero no me importaría si fueras el primero".
Audrina: "Quítate de encima antes de que empieces a gotear".
Bekka: "Si huelo un poco de excitación tuya, tu cabeza va a rodar".
Malenia sacó el labio inferior y saltó temerosa de los hombros de Abaddon, pero no parecía muy feliz por eso.
¡¿Por qué todos siempre la trataban tan injustamente?!
Abaddon se rió entre dientes y le dio unas palmaditas en la cabeza como disculpa justo cuando el último ejército
de enanos finalmente fue asesinado.
De principio a fin, la batalla solo tomó quince minutos.
Y ni un solo miembro del ejército de Abaddon murió.
Sin nada más que asesinar, el ejército se volvió más ruidoso e inquieto con cada segundo que pasaba.
Levantaron las cabezas separadas de los enemigos derrotados hacia el cielo, mientras exigían un mayor desafío
y derramamiento de sangre.
"¡¡MÁS!!"
"¡MÁS!"
"¡MÁS!"
Abaddon y sus esposas eran como padres viendo a sus hijos correr y jugar en una piscina de pelotas.
"Son bastante inquietos, ¿eh?" Lisa se rió.
"Ciertamente... Supongo que no deberíamos hacerlos esperar".
Abaddon se dio la vuelta y le dio a todas sus esposas una sonrisa triste. "Ha llegado el momento, mis amores.
Tendremos que ir por caminos separados por ahora".
Las chicas se dieron cuenta de que estaba haciendo todo lo posible para que esto no fuera una despedida entre
lágrimas, y respetaron su gesto al no poner las cosas difíciles tampoco.
A pesar de que también estaban un poco rotos por dentro.
"Protejan a nuestros soldados, pero lo más importante, protéjanse unos a otros. No quiero que ninguno de
ustedes regrese con ni un solo rasguño".
"Naturalmente." Audrina se puso de puntillas y besó a su marido en la mejilla. "Solo asegúrate de volver con
nosotros, ¿de acuerdo?"
"Siempre, mi amor".
Al final, se decidió que esto se convertiría en una especie de competencia entre ellos.
Quien fuera el primero en llegar al castillo de Darius en el otro lado del continente tendría el honor de luchar
contra él y recibir una recompensa adecuada de la otra parte.
El grupo se tomó unos minutos más para despedirse antes de que las esposas finalmente partieran primero.
El ejército todavía estaba alborotado y exigía con firmeza más carnicería, pero una sola mano de Lailah hizo que
todos se callaran.
"Hemos escuchado tus gritos, y te complaceremos. Marchamos hacia el oeste, y todo a nuestro paso sentirá tu
ira".
"¡¡GLORIA A LA EMPERATRIZ DEL DEMONIO! ¡¡GLORIA A NUESTRA CONQUISTA!!"
Los ojos dorados de Lailah brillaron con una luz humorística cuando ella y las otras esposas salieron frente a los
cuatro millones de soldados y comenzaron a liderar la carga.
El sonido de sus atronadores pasos resonando en el suelo viajaría por millas.
Abaddon sonrió felizmente mientras observaba cómo todas sus hermosas mujeres se volvían aún más
trascendentes ante sus propios ojos.
En todos los mundos de todas las realidades conocidas, no creía que hubiera mujeres más grandes que la suya.
No verlos por alrededor de un mes iba a ser difícil.
'Pensé que me había saciado antes de que nos fuéramos, pero ahora parece que ese no es el caso...'
"¿Dios?"
Abaddon de repente se dio cuenta de que había estado mirando al vacío durante demasiado tiempo y
rápidamente sacudió la cabeza para liberarse de pensamientos sucios.
Al darse la vuelta, encontró al resto del éufrates ya Malenia esperando pacientemente, igualmente ansiosos por
comenzar.
"Disculpas, parece que los he hecho esperar a todos, ¿no?"
"De nada, dios."
"Solo un poco, maestro".
Las dos mujeres se miraron con enojo como si de alguna manera se hubieran convertido en rivales acérrimos.
Abaddon simplemente se rió entre dientes y desplegó sus grandes e imponentes alas de su espalda antes de
despegar hacia el cielo.
"Ven entonces. Nos esperan muchas batallas".
Malenia y Kanami se miraron brevemente antes de comenzar una pelea de empujones para ver quién lo seguiría
primero.
"¡Ya has sido recompensado, aléjate!" Argumentó Kanami.
"¡No fue suficiente! ¡Ahora que las otras chicas se han ido, tengo una oportunidad!" dijo Malenia.
"¡Blasfemo!"
"¡Deja de usar palabras grandilocuentes!"
Abaddon suspiró cuando se dio cuenta de que la totalidad de su viaje probablemente sería exactamente así.
Pero sea como fuere, al menos no sería aburrido.
"Entonces... ¿todavía no has tenido noticias de las fuerzas en la playa entonces?" preguntó Darío.
De pie junto a su trono había un enano de cabello gris con una piel tan pálida que se notaba que nunca había
visto una fragua.
Vestía una túnica azul oscuro con adornos de bronce y tenía un par de ojos amables que lo hacían parecer una
figura festiva muy conocida.
Este era el mayordomo del rey, Amón.
"Me temo que no, señor. Todavía no he recibido ningún informe sobre la aparición del ejército enemigo, y
mucho menos sobre las negociaciones".
Darius asintió mientras se sentaba en su trono. "Entonces... eso probablemente significa que ya está aquí... y sin
duda todos y cada uno de esos hombres están muertos".
Se sirvió una bebida en el suelo como una forma de presentar sus respetos, mientras que Amon se burló por
dentro.
Hablaste de él como si fuera una especie de caballero benévolo, y ahora dices que lo consideras un señor de la
guerra insensible. ¿Cuál es?
Darius se acarició la barba como si estuviera sumido en sus pensamientos mientras trataba de encontrar una
respuesta adecuada a esta evaluación.
"Podrías compararlo con el océano. Como un sueño y agradable en un momento, como una pesadilla y absoluto
en otro. Es un hombre complejo impulsado por motivos que ni siquiera yo puedo esperar entender".
Dándose golpecitos en la frente, Darius se dio cuenta de que, lamentablemente, era muy poco probable razonar
con Abaddon, y no tenía más remedio que jugar ciertas cartas.
"Envía un mensaje a las ocho montañas y sus ejércitos. Nuestras tierras deben ser defendidas por los mejores".
Después de dos días de marcha, las esposas de Abaddon finalmente se encontraron con sus próximos campos de
batalla.
Parecía ser una ciudad bastante hermosa con un gran fuerte militar ocupando la ciudad.
Desde lo alto de una colina, las siete mujeres exploraron la ciudad con una sola mirada, llegando a una
conclusión ineludible.
"Parece que estaban al tanto de nuestra llegada. Toda la ciudad está cerrada y las puertas han sido bloqueadas".
Valerie murmuró.
"Ciertamente, pero, de nuevo, eso no debe ser inesperado". asintió Lisa.
"Además, no es algo que nos plantee ningún problema real, ¿verdad?" añadió Bekka.
“Fufufu~ No, supongo que no lo es.” Audrina se rió.
Las chicas de repente formaron un círculo y se abrazaron.
Lailah metió la mano dentro de su anillo de almacenamiento y sacó una taza con siete popotes adentro.
"Muy bien chicas, ustedes conocen el ejercicio". Dijo alegremente. "Aquellos que saquen los tres más cortos
serán libres de participar en la batalla mientras el resto se sienta al margen.
Las chicas comenzaron a mirar las pajitas como si fueran la llave de la libertad.
Someterse a sus nuevas y extrañas transformaciones les había dejado mucho poder e incluso más energía.
Y con Abaddon no aquí para quemarlo a través del sexo, la guerra era la siguiente mejor opción.
"¿Vamos a ver quién tiene tanta suerte?"

Capítulo 286 ¡Las esposas lideran la carga!

Dentro de las puertas de la ciudad enana, los soldados se estaban reuniendo listos, atraídos afuera por el
estruendoso sonido de la marcha desde más allá de los muros.
Todas las mujeres y los niños ya habían sido evacuados a un búnker debajo de la base militar, dejando la ciudad
vacía aparte de aquellos que eran capaces de luchar.
Se había formado una línea defensiva segura frente a las puertas de la ciudad, sus armas apuntadas y enfocadas
únicamente en la inevitable confrontación.
De repente, se escuchó un golpe fuerte y repetido cuando un objeto supuestamente grande se estrelló contra la
puerta principal.
¡Bang!
¡Bang!
¡Bang!
Con cada golpe contra la estructura, se volvía más y más inestable hasta que una ráfaga de viento podría haberla
derribado.
¡¡Bang!!
Las puertas de madera se hicieron añicos y un enorme lobo gris se abrió paso entre los escombros.
La criatura era realmente monstruosa, con un cuerpo varias veces más grande que un caballo y cuernos oscuros
que se enroscaban detrás de sus orejas.
Sus tres ojos eran negros y sin alma, y mirarlos fijamente era como mirar el vacío negro de la nada.
Por más aterradora que pudiera haber sido la criatura, a los hombres les costaba apartar la vista de las dos
mujeres sentadas sobre su espalda.
Una era una hermosa bruja con ojos dorados de reptil y vestía un vestido negro oscuro con un usekh dorado
alrededor de su frágil cuello.
Sentada detrás de ella estaba una mujer que ninguno de ellos podía identificar verdaderamente.
Era algo así como un elfo oscuro, pero tenía cuernos de ciervo que se enroscaban en su cabello y había una gema
verde oscuro incrustada en su frente.
Aparentemente, todos habían olvidado el hecho de que estas mujeres eran invasoras y solo se enfocaban en su
belleza única.
"Bueno, ¡esto es todo un placer!"
"Esperaba un ejército, ¡pero esto se siente como una fiesta!"
"¡Les daré veinte monedas de oro, chicas, si se quitan la blusa!"
Los hombres se sintieron lo suficientemente cómodos como para hacer bromas y bromas sucias, ya que tenían
más que suficiente confianza en sus medidas defensivas.
Al menos en Apeir, las mujeres no eran típicamente respetadas tanto como los hombres, ya sea en la forja o en el
campo de batalla.
Después de ver que el ejército de supuestos invasores estaba liderado por mujeres, cualquier sensación de
peligro se borró por completo.
Los rostros de Lailah y Eris se pusieron feos al escuchar las palabras insultantes lanzadas por lo que
consideraban bestias inferiores.
"Al principio íbamos a pedirte cortésmente que te rindas..."
"Pero ahora vemos que una simple cortesía se desperdiciaría contigo..."
"¡¡Tus muertes serán las más crueles que puedas imaginar!!"
Lailah extendió su mano y una gruesa gota de veneno sin diluir se formó en su palma.
"Consuélense con esto, bestias. Sepan que sus vidas miserables finalmente tendrán algún propósito en sus
muertes".
Lanzando la gota al aire, explotó y se convirtió en una niebla similar a un aerosol que cubrió toda la ciudad en
cuestión de segundos.
El efecto fue repugnante e instantáneo.
"¿¡Q-Qué es esto!?"
"¡¡M-Mi piel se está derritiendo!!"
"¡¡Yo-yo... bleghhh!!"
El veneno de Lailah tuvo el efecto único de pudrir la carne de cualquiera que haya evolucionado por debajo de la
etapa tres.
Cualquiera con la piel expuesta tenía que ver cómo su carne se enfermaba y se volvía gris.
Y aquellos que respiraron el aire sufrieron un destino aún peor.

El veneno se coaguló en sus pulmones, comiéndolos de adentro hacia afuera y haciéndolos vomitar sus
pulmones y órganos.
Incluso aquellos que estaban por encima de la etapa tres y no deberían haber sido afectados tenían una
sensación de escozor burbujeando en sus pechos.
Sin embargo, las cosas solo iban a empeorar para ellos.
Eris dejó escapar un silbido bajo y el cielo se oscureció cuando millones de demonios se elevaron en el aire.
La magia y las armas llovieron sobre los enanos envenenados como un castigo del mismo cielo.
Bombardeando en picado desde el cielo, los demonios comenzaron su asalto a la ciudad.
No tuvieron problemas para respirar el aire contaminado por el veneno de Lailah, ya que la sangre de Abaddon
que ahora fluía por sus venas era una especie de vacuna.
Lailah y Eris se deslizaron desde la espalda de Bekka y le permitieron correr libremente en un alboroto.
Solo tomó unos momentos para que su pelaje gris oscuro cambiara a un rojo mate, pero la criatura esponjosa
parecía estar pasando el mejor momento de su vida.
Sin embargo, tenía que tener cuidado.
Si se emocionaba demasiado, perdería el ya inestable control de su psique y comenzaría a atacar a sus soldados
y enemigos por igual.
'¡Tengo el control, tengo el control! ¡Diviértete, p-pero no demasiado!'
Fue difícil, pero de alguna manera fue capaz de aferrarse a su lógica y no exagerar.
Y a juzgar por el movimiento de su cola, estaba emocionada tanto por su progreso como por la sensación de
poder correr libremente después de tanto tiempo al margen.
Lailah y Eris todavía estaban de pie junto a la puerta principal, recibiendo reverencias de Absalom y sus
hermanos.
Stheno: "Emperatriz, permítannos disculparnos por la inmensa falta de respeto mostrada por estos cretinos".
Absalom: "Borraremos por completo todo rastro de ellos de este planeta".
Hakon: "Todos serán erradicados para expiar su estrechez de miras".
Siempre la más amable de las esposas de Abaddon, Eris sonrió dulcemente y señaló hacia la parte trasera de la
ciudad.
"Gracias, pero hay una gran cantidad de almas vivientes situadas debajo de la ciudad, y también parecen ser en
su mayoría niños. Te agradeceríamos que no les hicieras daño".
"""Naturalmente, emperatriz".""
Los tres desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos y procedieron a unirse a la batalla, dejando a Lailah y Eris
en la compañía del otro.
"¿No quieres participar en la batalla, hermana?" preguntó Lailah. "Parecías bastante emocionado cuando
ganaste en el sorteo".
Eris suspiró antes de hacer un puchero y pinchar a Lailah en las costillas.
"Bueno, lo estaba, pero alguien se agitó demasiado y mató al veinte por ciento de la oposición con un hechizo. Si
me uniera ahora, no quedaría mucho por hacer para nuestros soldados, y sabes cuánto han estado buscando".
adelante a esto".
"Ah.... ¡B-Bueno, no pude evitarlo! ¿No viste la forma en que esos cerdos nos miraban? T-Deberías estar
agradecido de que fui yo y no Audrina, o no habría nada". ¡Queda más ciudad!"
"Lo sé, lo sé. No dije que no entendía, solo desearía tener algo que hacer, eso es todo". Eris dijo con tristeza.
Lailah se preparó para consolarla, pero de repente, su cuerpo comenzó a sentirse extrañamente cálido.
Empezó a tener problemas para mantener los ojos abiertos y se apoyó en Eris. "Hermana... soñolienta..."
El cuerpo de Lailah comenzó a brillar con una luz dorada familiar que podía verse a millas de distancia, y pronto
su cuerpo estaba flotando por sí solo.
"Felicitaciones hermana." Eris dijo con una dulce sonrisa. "Estás evolucionando".
Lailah no pudo escucharla del todo durante su hibernación, pero el gesto fue apreciado de todos modos.
¡BOOOOOOOOOOMMMMM!
De repente, hubo una gran explosión de luz azul y varios miembros del ejército demoníaco salieron volando por
los aires.
"¡Es el general Asar!"
"¡La victoria será nuestra!"
"¡Mata a estos malditos demonios!"
La fuente de la agitación era un enano de piel bronceada con una armadura de bronce, una espesa barba negra y
una capa azul ondeando al viento detrás de él.
Medía solo cinco pies de altura, pero de alguna manera tenía una presencia que lo hacía parecer mucho más
grande.
Llevaba un escudo del largo de su cuerpo en un brazo y un hacha de batalla de gran tamaño en el otro.
Él mismo estaba solo en la cuarta etapa, pero era fácil decir que todas sus armas y equipos estaban en el grado
de dios falso.
El hombre fue instantáneamente considerado una amenaza y fue asediado por el equipo de etiqueta de
Lusamine y Stheno.
"Esperen un momento, chicas".
Como si el tiempo se hubiera detenido, las dos chicas se congelaron cuando escucharon una familiar voz real.
Como la famosa escena de un hombre que divide el Mar Rojo, Eris y Bekka caminaron tranquilamente por el
sangriento campo de batalla, con los ojos centrados únicamente en el nuevo enemigo.
'¿Puedes pelear con él, hermana?' preguntó Eris.
'...No. Incluso si me perdiera por completo, todavía no sería capaz de-'
'¡Genial! ¡Entonces puedes ir y proteger a Lailah mientras termina de evolucionar!' Eris no se dio cuenta de lo
emocionada que sonaba en su mente, pero Bekka sí.
'....'
'¿Qué?' preguntó inocentemente.
'Hermana... ¿por qué siento que te emocionaste cuando te dije que no podía participar en esta batalla?' preguntó
Bekka.
'...'
En verdad, Eris solo quería presumir un poco frente a su familia.
De todas las esposas de Abaddon, ella siempre fue la más sensible y tendían a tratarla como una flor delicada.
No fue porque la creyeron incapaz, ¡sino que era tan gentil y adorable!
¡No se podía permitir que su dulce bebé Eris sufriera ningún tipo de daño!
¡Tenían que protegerla de las palabras crueles de los enemigos e incluso de cosas pequeñas como los dedos de
los pies golpeados!
Incluso cuando había sacado pajitas hace un momento, hubo miradas de preocupación de las otras esposas
sobre su participación.
Estaba agradecida de que todos la quisieran y se preocuparan tanto por ella, ¡pero ya estaba en la etapa tres
evolucionada!
¡Era tan capaz de pelear como todos los demás, y quería tener la oportunidad de demostrarlo!
'N-No hay razón! ¡Date prisa, nuestra hermana necesita protección! Eris evitó el tema con pericia.
Bekka le dio al elfo oscuro una mirada seca antes de volverse y dirigirse hacia el espacio donde descansaba
Lailah. 'Está bien... si necesitas ayuda, entonces los demás pueden-'
'N-no necesitaré ayuda, ¡estoy bien!'
'Está bien, entonces, buena caza.'
Eris sonrió y trató de reprimir los latidos de su excitado corazón mientras despedía a Lusamine y Stheno.
"Tengo esto. Ustedes dos ayudan a mantener bajas nuestras pérdidas".
"Sí, emperatriz".
"Frijoles frescos".
Las dos mujeres desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos, dejando atrás solo al elfo oscuro y al enano.
"Me quieres solo para ti, ¿verdad, muchacha?" El hombre bromeó. "¡Si te rindes ahora, Asar de las ocho
montañas te llevará felizmente a la cima!"
La ofensa de Eris por sus crueles palabras estaba siendo reprimida por su deseo de reír.
*Ríe* "Ocho montañas... ¿estás seguro?"
El rostro de Asar de repente se volvió feo y su naturaleza coqueta de antes ya no estaba presente. "¡Estoy a
punto de cortarte las orejas por tal falta de respeto!"
"No podría estar más de acuerdo."
¡Whoosh!
En una impresionante demostración de velocidad inhumana, Eris apareció directamente detrás de Asar sin que
él siquiera pudiera seguir sus movimientos.
"De hecho, tienes la mitad de la mente, si crees que hay algún tipo de forma en la que puedas hablarme así y
continuar viviendo".
¡Boom!
De repente, la gema verde brillante en la frente de Eris se volvió de un color rojo confuso y un rayo de energía
oscura salió disparado de su frente.
El general Aras fue golpeado de lleno en la espalda y su pequeño cuerpo cayó al suelo.
Aparte de que el aire fue expulsado de su cuerpo, creía que estaba relativamente bien, y rápidamente se puso de
pie cuando de repente escuchó un crujido de su armadura.
Se cree que el equipo de dios de grado falso es indestructible.
Como su nombre lo indica, es una imitación de la divinidad y, por lo tanto, casi tan eterna como un dios.
Pero cuando Asar miró su espalda, pudo ver que su armadura se estaba pudriendo en el lugar donde había
golpeado el rayo de Eris.
De repente fue como si a su armadura le faltara todo lo que la hacía divina.
Asar volvió a mirar a Eris y ya no la encontraba tan atractiva e inofensiva como antes.
Esta hermosa elfa oscura con cuernos que le salían de la cabeza no era menos monstruo que la criatura con la
que estaba casada.
Capítulo 287 Eris Tathamet: ¡El adorable monstruo!

"Pareces un poco asustada ahí, pequeña montaña. ¿Te has rendido después de un simple saludo?"
La melódica voz de Eris fue absolutamente aterradora para el general enano Asar.
La gama de emociones por las que estaba pasando ese día era nada menos que asombrosa.
Las advertencias que había recibido del rey hablaban de un dragón demoníaco con una destreza física
monstruosa y habilidades mágicas de pesadilla.
Había esperado que esa criatura liderara el ejército, pero en cambio fue esta hermosa mujer elfa lo que más le
hizo cosquillas.
Pero después de recibir un ataque sorprendentemente poderoso y no provocado, se dio cuenta de que esta
mujer era mucho más que una cara bonita.
"La novia de un monstruo no deja de ser un monstruo". Asar dijo desafiante.
Preparó su hacha y su escudo mientras lanzaba un desgarrador grito de guerra y saltaba por los aires.
Bonita o no, ella era una amenaza que absolutamente tenía que ser neutralizada.
La gema en la frente de Eris cambió a un hermoso color púrpura y disparó un segundo rayo desde su sien.
Después del primer ataque, Asar no sería tomado por sorpresa una segunda vez, por lo que colocó su escudo
entre él y la explosión.
Como equipo falso de grado dios, su escudo venía con un efecto especial que reducía el daño de los ataques
mágicos y físicos hasta en un 60 por ciento.
Ahora que estaba preparado, un ataque de esta mujer elfa solo le haría cosquillas a lo sumo.
Cuando el rayo conectó con su escudo, el enano sonrió al darse cuenta de que su defensa no le había fallado, y
levantó su poderosa hacha por encima de su cabeza.
"¡Lo siento, muchacha, pero ya terminaste!"
¡¡Bang!!
El hacha de Asar partió el suelo como un cuchillo caliente cortando mantequilla, y una nube de polvo estalló en
el cielo.
Asar notó que su hacha de repente se sentía un poco más pesada que hace un segundo.
Cuando el polvo finalmente se disipó, pudo ver a Eris de pie sobre su arma, sin una sola mota de suciedad en su
vestido negro y dorado y ciertamente sin signos de daño.
De repente miró el escudo de Asar y sonrió feliz. "¡Oh genial, está creciendo bien!"
"¿Qué?"
En su brazo izquierdo, el escudo del que estaba tan orgulloso había recibido algunas adiciones de diseño
sorprendentes.
Ahora había extrañas plantas de color verde oscuro que crecían a través de las grietas en el escudo de bronce.
Las plantas crecieron y se envolvieron a lo largo del escudo, aparentemente alimentándose de cualquier
nutriente que pudieran.
"No estaba seguro de que funcionara, ya que un escudo de metal no es exactamente orgánico, pero parece que
mientras haya una cantidad sustancial de magia en un objeto, también pueden alimentarse de eso".
Eris estaba bastante complacida por el hecho de que pudo aprender tanto sobre sus propias habilidades.
No podía esperar para contarle a su esposo todo sobre este día, y mostrarle los frutos de su trabajo y reclamar el
premio de una noche completa e interrumpida en su regazo.
'Tal vez él me violará, y yo también podré tener a su hijo... Jejejejeje...'
"¡Gah! ¿¡Qué es esto, bruja!?"
"¿Hm?"
Eris miró el escudo y se dio cuenta de que las semillas finalmente comenzaban a dar frutos.
Las enredaderas oscuras que crecían a lo largo del escudo comenzaron a producir una fruta roja del tamaño de
una sandía.
Sin embargo, estas frutas se abrieron a la mitad y revelaron una boca llena de dientes puntiagudos que,
casualmente, también estaban hechos de bronce.
Las plantas no perdieron el tiempo en tratar de morder al tonto enano más cercano a ellas, rompiendo sus
hermosos y brillantes dientes como si estuvieran en una necesidad desesperada de más nutrientes.
Aras había arrojado imprudentemente su escudo a un lado y produjo una bola de fuego con la mano abierta.
Lanzándolo a la fruta, su visión solo se amplió cuando se dio cuenta de que las plantas solo se alimentaban de la
magia en las llamas y, como resultado, se hicieron más grandes y obtuvieron la capacidad de respirar fuego.
"¡Brujas y sus malditos trucos!"

"¿Aunque no soy una bruja?"
"¡No puedo decirlo!"
Arrancando su hacha del suelo, obligó a Eris a dar un salto mortal hacia atrás con la mayor gracia y fragilidad.
Hubiera sido extremadamente cautivador si Asar no se hubiera centrado principalmente en terminar con su
vida.
"¡Todo lo que sabes hacer es deshacerte de tus trucos baratos y bailar! ¡Una prueba más de que el campo de
batalla no es lugar para una mujer!"
El hermoso rostro de Eris mostraba rastros de un ceño fruncido como si encontrara las palabras del enano
increíblemente insultantes.
"Qué hombre tan débil eres. Culpas tu falta de habilidad a los engaños y las circunstancias. Puede que yo sea el
que menos luche de toda mi familia, pero creo que soy mucho más apto para la batalla que tú".
"¡Silencio!"
Asar pisó fuerte el suelo y olas de tierra irregular se elevaron de la tierra y se dirigieron directamente hacia el
elfo oscuro.
Eris se llevó la mano al cabello y rompió un trozo de una de sus astas que inmediatamente se regeneró.
El trozo de asta se convirtió en una guadaña blanca de hueso de dos metros de altura que se parecía mucho más
a una elegante herramienta para la jardinería que al arma de un segador.
'Estoy un poco oxidado ya que ha pasado tanto tiempo, pero entrenar como el de suegro nunca desaparece. '
Sabía que no tenía que cambiar su método de combate, pero algo dentro de ella seguía regañando.
Sintió que su victoria sería aún más satisfactoria si vencía a este hombre en todos los niveles imaginables.
Girando alrededor de su guadaña, esperó a que el ataque de Asar se acercara lo suficiente y la cortara con
perfecta precisión.
¡BOOOMM!
Como esperaba, la mirada en el rostro de Asar cuando de repente cambió a armamento no tenía precio y bien
valió la leve sensación de incomodidad.
Levantando su hacha en un gesto de señas, se burló del elfo oscuro por última vez.
"Quieres jugar un juego de hombres, ¿verdad, muchacha? ¡Si es una lección que quieres, estaré más que feliz de
instruirte!"
Eris levantó su guadaña como si no fuera a rehuir el choque inevitable y los dos se abalanzaron el uno contra el
otro con sus armas listas para atacar.
Interiormente, Asar se burlaba como si encontrara todo esto como una gran broma.
Eris pudo haber sido más rápido que él y estar en posesión de una magia extraña, pero en un choque de fuerza
física reinaría supremo.
Después de todo, los elfos no son conocidos por su fuerza física.
Pero con toda honestidad, Eris ya lo sabía.
En el último segundo antes de que su espada se conecte, ella cambió la trayectoria de su arma y lo apuñaló
directamente en el muslo.
Los ojos de Asar se abrieron de par en par cuando un terrible dolor asaltó su cuerpo y dejó escapar un rugido
poco halagador.
"¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
"Yo gano~"
"JODER T-"
Antes de que Asar supiera lo que sucedió, Eris colocó su esbelta mano sobre el rostro bulboso de Asar.
De repente, el enano sintió que toda su fuerza abandonaba su cuerpo a un ritmo drásticamente injusto.
Su cuerpo comenzó a secarse, y toda su energía que antes se usaba tan mal ahora se la estaba dando a una Eris
mucho más merecedora.
Después de un minuto completo, la elfa oscura retiró su mano y miró los resultados de su trabajo.
La tez morena antes saludable de Asar ahora era de un gris mortal, y su cabello oscuro ahora era tan blanco
como la nieve.
Mientras aún estaba vivo... sería bastante difícil para alguien llamar a este estado de su "vida".
A juzgar por el sonido de sus sibilancias, estaba muy claro que estaba teniendo grandes dificultades incluso para
respirar en sus pulmones.
Eris quitó su guadaña huesuda de la pierna de Asar, y el otrora gran general enano cayó como una cáscara vacía.
Sin palabras sentimentales, Eris simplemente levantó su guadaña y separó su cabeza de su cuello, señalando su
victoria.
"¡LA SEXTA EMPERATRIZ ES VICTORIOSA!"

"¡TAL PODER!"
"¡SU BATALLA FUE MUY CONMOVEDORA!"
Eris se sobresaltó cuando estallaron vítores a su alrededor, y se rascó la mejilla avergonzada por la repentina
atención.
Estaba tan concentrada en su batalla que no se dio cuenta de que una gran parte de su ejército había estado
observando su batalla.
"¡GLORIA A LA SEXTA EMPERATRIZ!"
"¡CANTA SUS ALABANZAS EN FUERTE PARA QUE TODOS ESCUCHEN!"
"¡¿SU PODER NO SE DEBE CELEBRAR?!"
Vítores y aplausos desesperados estallaron alrededor de Eris, e incluso los soldados que todavía estaban
envueltos en sus propias batallas participaron.
Todos estaban completamente conmovidos por la forma en que luchó, así como por su abrumadora victoria, y la
moral de los soldados estaba más alta que nunca.
Bekka y la recién evolucionada Lailah también estaban participando, y parecían animar aún más ruidosamente y
con más odio que el resto.
Eris miró hacia la colina sobre la ciudad donde el resto de sus hermanas sin duda esperaban pacientemente y
observaban todo este espectáculo con gran interés.
Con su habitual sonrisa alegre, levantó los dedos en un saludo de victoria en forma de V mientras disfrutaba de
la celebración.
En lo alto de la colina, Valerie, Audrina, Lisa y Lillian estaban sentadas con las piernas cruzadas sobre una manta
mirando la batalla.
"¿Alguno de ustedes sabía que ella podía hacer todo eso?" preguntó Liliana. 𝚛𝚛𝚛r𝚛ad.co𝚛
"No."
"No."
"Creo que absorber esa energía hizo que su trasero fuera un poco más grande". Se podía ver a Audrina
entrecerrando los ojos como si estuviera tratando de hacer una observación infalible sobre los activos de su
hermana.
"..."
"..."
"..."
"... ¿Qué? Realmente no estoy sorprendido por su habilidad, ella estuvo en el ejército de Asmodeus durante
mucho tiempo después de todo. Siempre estuve seguro de que no estaba indefensa".
"Entonces, ¿deberíamos dejar de mimarla tanto?" Lisa propuso. "Ella claramente puede cuidar de sí misma".
Los cuatro miraron a su alegre hermana que estaba rodeada de un océano de personas que cantaban sus
alabanzas.
La sonrisa tímida en su rostro y su apariencia claramente nerviosa pintaban una imagen adorable y gentil, una
marca registrada de las mujeres que todos habían llegado a amar tanto.
Una sonrisa tan suave y despreocupada siempre debe protegerse.
"No, creo que todavía necesita nuestra ayuda". dijo Audrina.
"¿Verdad? Ella es una dulzura tan gentil que me sentiría terrible si algo le pasara a ella". De acuerdo Valeria.
"Ella ha estado soportando nuestra sobreprotección durante tanto tiempo, estoy seguro de que puede manejar
un poco más". añadió Lisa.
"Si el esposo estuviera aquí, diría lo mismo", confirmó Lillian.
Los cuatro asintieron al unísono, todos llegando a la misma conclusión a la vez.
Si Eris estuviera aquí, suspiraría derrotada cuando se diera cuenta de que todos sus esfuerzos para probarse a sí
misma habían sido en vano.
Pero una vez que vio la cantidad de amor que entró en su proceso de pensamiento, sin duda se resignaría a su
destino con una sonrisa irónica.
Parecía que al menos en esta familia, ella estaba destinada a ser vista siempre como la flor inocente que no
podía ocurrirle a nadie.
No importa cuántas cabezas de hombres cortó.

Capítulo 288 El aburrimiento de un emperador

"¡El maestro tiene... afinidad con el fuego~! ¡Él se derrite, todos los enemigos~!"
"Malenia, mi querida amiga, por favor, deja de cantar...", suplicó Abaddon.
No creía ser un hombre que se avergonzara fácilmente, pero hacer que su ángel tetona favorita cantara una
canción sobre él estaba haciendo precisamente eso.
"¿Te gustaría más o menos si viniera con un baile?"
¡Tortazo!
"¡Ay! ¿¡Por qué!?"
"¡Deja de molestar a nuestro dios con tus travesuras infantiles! ¡Claramente estás siendo una molestia!" Kanami
regañó.
'Aquí van de nuevo...' pensó Abaddon decepcionado.
"¿¡Cómo soy una molestia!? El Maestro estaba claramente deprimido; ¡solo estaba tratando de mejorar un poco
su estado de ánimo!"
"¿¿Parece que tu terrible canción estaba ayudando??"
Malenia hizo una pausa y miró al dragón encogido que estaba acurrucado en el suelo, las cuatro cabezas
luciendo igualmente cansadas.
"Realmente no puedo decir cuándo está en esa forma. Oiga maestro, ¿soy una molestia?"
"Si dijera que lo eres, ¿cambiarías la forma en que te comportas?"
"Probablemente no."
"Entonces, ¿cuál era el punto de preguntar?"
"Solo para quitarme de encima a este maldito vampiro".
"Kanami es muy dulce, no digas eso de ella".
"¡Para ti lo es! Oh oye, eso me recuerda, ¿alguna vez te follas a mis hermanas mayores de esa forma?"
¡Tortazo!
"¡¿Por qué le preguntaste tal cosa, maldito cretino?!"
"¡Obviamente porque quería saber!"

Kanami golpeó a Malenia con fuerza en el trasero una vez más, y reanudaron su discusión anterior.
Los dos habían estado así durante tanto tiempo que Abaddon apenas podía recordar cómo era la vida antes de
escuchar los sonidos de sus discusiones.
Incluso ahora que el grupo descansaba después de diez días de marcha y lucha, sus bocas eran lo único que
nunca se tomaba un descanso.
El resto de los éufrates estaban sentados alrededor de una fogata, viendo este espectáculo como si fuera una
comedia de situación que nunca se cansarían de rebobinar.
Kanami y Malenia eran algo así como agua y aceite. Si bien ambos adoraban a Abaddon, la forma en que
mostraban esa adoración era completamente diferente.
Kanami era rígida, obediente y trataba a Abaddon como la más sagrada de las existencias que nadie que no fuera
digno debería siquiera poder ver.
Malenia era infantil, más despreocupada y trataba a Abaddon como si fuera su propio combustible personal.
Para empezar, los dos nunca se llevarían bien.
"No veo por qué ustedes, chicas, no pueden simplemente jugar bien", dijo Abaddon distraídamente. "¿Hay
alguna razón para que ustedes dos peleen así?"
Los dos se miraron como si fueran su enemigo más odiado.
En verdad, las chicas estaban bastante celosas la una de la otra.
Kanami daría cualquier cosa por poder vivir en la casa de Abaddon y su familia, y Malenia daría cualquier cosa
por ser vista como alguien en quien poder confiar.
Pero, de nuevo, ambos preferirían morir antes que admitir tal cosa.
"¡Ella no tiene respeto!"
"Tiene un palo enorme en el culo y no de una manera divertida".
Abaddon sacudió sus cuatro cabezas en señal de derrota y decidió no interferir más.
No tenía la energía para interferir, su mente estaba nublada por pensamientos de esta guerra y la siguiente, así
como el anhelo que sentía por sus esposas e hijos.
Eso no habría sido tan difícil de manejar, pero actualmente se enfrentaba a otro dilema que no estaba seguro de
cómo manejar.
"Dios, se acerca un ejército enemigo".

Los ojos de reptil de Abaddon siguieron el dedo de Kanami, y vio un gran ejército acercándose desde el oeste.
Lo más probable es que fueran refuerzos que llegaban al pueblo que acababan de destruir hace unas horas.
Después de arrasar todo el fuerte hasta los cimientos, Kanami tuvo la idea de permitir que uno de los soldados
"escapara" y pida ayuda.
Si puedes hacer que el enemigo venga a ti, entonces ¿por qué irías a ellos?
Abaddon suspiró derrotado antes de volver a su apariencia habitual.
Él juntó tranquilamente los brazos detrás de la cabeza y comenzó a caminar hacia el fuerte en ruinas.
'Tal vez pueda hacer algo esta vez, pero... lo dudo'.
De las ocho montañas de Apeir, hay dos miembros que son hermanos gemelos y viajan juntos a todas partes.
Godfrey y Gideon se encuentran entre los más poderosos de los ocho, y también entre los más respetados.
Cuando se enteraron de que su fortaleza hermana había sido destruida por el gran enemigo, inmediatamente
prepararon a sus hombres y partieron.
Y ahora que estaban aquí, podían ver que la destrucción era aún peor de lo que habían imaginado.
La enorme estructura que debería haber estado de pie, ahora no era más que un montón de escombros
humeantes.
"Huelo sangre, e incluso la veo..." comenzó Godfrey.
"Sí, pero no hay cuerpos…" Gideon se dio cuenta.
Con una destrucción como esta, uno esperaría que hubiera un océano de cadáveres y partes de cuerpos
alrededor, pero no hubo tal cosa.
Era como si acabaran de dejar atrás su sangre y... desvanecerse.
"Estás aquí."
De repente, un hombre caminó a través de las llamas ardientes, y el ejército inmediatamente se puso en guardia.
En el frente, los ojos de los dos generales se entrecerraron cuando reconocieron a Abaddon solo por su
descripción.
Piel tan negra como la noche misma, cabello largo del color de la sangre recién derramada y una mirada
aterradora que contiene ojos de dos colores completamente diferentes.
' '... Este hijo de puta es demasiado guapo.' '
Gideon y Godfrey aparentemente tuvieron la idea exacta de inmediato, y su odio hacia este hombre al que ni
siquiera habían conocido antes alcanzó un nivel innecesario.
Gideon se dio cuenta de repente de que Abaddon no parecía estar alarmado por su llegada, e incluso parecía
estar esperándolos.
Miró desde su caballo al hombre que los había conducido hasta aquí.
Este era el enano que había escapado del asalto inicial y llegó a su puerta pidiendo ayuda.
"Lo dejaste escapar". Gideon adivinó correctamente.
"Algo como eso."
Con un movimiento de su dedo, Abaddon lanzó una pequeña bola de agua a presión justo entre los ojos del
soldado enano, matándolo instantáneamente.
"¡Bastardo!"
"¿¡Por qué harías eso!?"
Abaddon no parecía estar molesto por su rabia en lo más mínimo y volvió a juntar sus manos detrás de su
cabeza, como si todavía estuviera aburrido de su mente.
"Le di la oferta de rendirse una vez antes, y no la aceptó. Soy muchas cosas, pero no soy un hombre que se
retracta de su palabra".
Gideon y Godfrey rechinaron los dientes mientras miraban a Abadon con miradas que podrían matar.
"Entonces, todos los hombres estacionados en este fuerte... ¿¡también los mataste!? ¿Porque no se rindieron ante
ti?"
"Claro, pero también porque tenían hambre".
"¿Qué?"
Abaddon señaló casualmente hacia el cielo, y horribles criaturas irrumpieron a través de la noche nublada en lo
alto.
Eran algo así como dragones pero un poco más pequeños, y no tenían alas ni brazos a lo largo de sus enormes
cuerpos negros y escamosos.
Bailaron en el cielo mientras miraban el suelo debajo, sus ojos rojos aparentemente esperando que estallara el
más mínimo conflicto.
"¿Q-Qué demonios...?"
"¿¡Dragones!?"
"¡Nunca he visto ningún tipo de dragón como ese!"
Mientras el ejército caía en el miedo que venía al ver el éufrates en su verdadera forma, Abaddon les extendió
una simple cortesía.
"Te hago la misma oferta que le hice al que ahora yace boca abajo en el suelo. Deja tus armas y arrodíllate y si no
lo haces, dejarás de respirar dentro de treinta minutos".
Después de veinte segundos completos, un soldado finalmente no pudo reprimir su miedo y cayó al suelo con
lágrimas corriendo por su rostro.
Si se debieron a la demostración previa de Abaddon oa los horribles monstruos en el cielo arriba, era realmente
una incógnita.
Como un efecto dominó, un soldado se convirtió en dos, luego en cinco, luego en veinte.
Al final, aproximadamente 5.000 hombres de este ejército de un millón de hombres se rindieron antes de que
comenzara la lucha.
Gideon y Godfrey estaban furiosos.
"¡¡Cobardes!! ¡Recordaré las caras de todos ustedes, y me aseguraré de que cada uno de ustedes enfrente el
castigo!"
"¡Todos ustedes deberían avergonzarse de llamarse hombres! ¡Deberían haberse unido a un burdel en lugar del
ejército!"
"No los menosprecies porque su visión reemplaza a la tuya. Cuando salga el sol, ni siquiera podrás arrepentirte
de no haber tomado la misma decisión". Abaddon dijo casualmente.
"¡Gran charla para un hombre que se esconde detrás de sus criaturas!"
"¡Sin ellos, no te iría mejor que un insecto contra nosotros!"
"¡¡Os mataremos a todos y entregaremos vuestras cabezas al rey Darius!!""
De repente, una pequeña punzada de emoción atravesó el corazón vacío de Abaddon.
Una emoción que no había sentido desde que comenzó esta guerra amenazaba con estallar.
"¿Estás... desafiándome a pelear contigo solo?"
Gideon y Godfrey de repente se detuvieron y se miraron.

Sin decir una palabra, tuvieron toda una conversación.
'¿Es este imbécil tan fácil de aguijonear?'
'Lo dije como una burla pero... ¿no es esto mejor para nosotros?'
"No podemos darnos el lujo de desperdiciar esta oportunidad".
'Eso es cierto.'
Dándose la vuelta, desenvainaron espadas gemelas de bronce y lo apuntaron amenazadoramente.
"¡Eso es exactamente lo que estamos diciendo! ¿Eres lo suficientemente hombre para aceptar?!"
En el interior, el alma de Abaddon aparentemente se revitalizó.
"Eso es... Pfft... ¡¡¡Hahahahahahaha!!!"
El dragón se rió a carcajadas mientras miraba hacia la noche y hablaba con sus fuerzas de arriba.
"Mi éufrates. Parece que tu hambre no se saciará por el momento".
Por extraño que parezca, la fuente de su depresión procedía del mismo Éufrates.
En todo el tiempo que había estado en la guerra, no había tenido la oportunidad de pelear una sola maldita
batalla.
'¿Cómo podemos permitir que nuestro dios luche contra enemigos tan inferiores? ¡Existimos para que tal cosa
nunca tenga que ocurrir!'
'Dios mío, te traigo la cabeza del líder enemigo, espero complacerte con esta ofrenda.'
'Por favor, relájate, déjanos todos estos insectos a nosotros'.
Lo había oído todo.
El Éufrates y Malenia eran tan fanáticos en su adoración que un enemigo ni siquiera se acercaba a 100 pies de él
a menos que ya estuvieran muertos.
Eran algo así como niños que traían a casa una buena boleta de calificaciones y esperaban desesperadamente
ser elogiados.
Era casi como si tuviera más de cincuenta hijos en lugar de cuatro.
Y tal vez por eso no podía permitirse decirles que se relajaran.
Su pura determinación de ser elogiada era casi tan adorable como la boquita de marinero de Mira.
Pero ahora que tenía una excusa perfectamente buena para participar, finalmente podía sentir algo de emoción
en su vida una vez más.
Arriba en el cielo, Malenia estaba sentada sobre el hocico de Kanami y miraba al suelo con curiosidad.
"Oye... ¿no parece el maestro un poco feliz de haber sido desafiado?"
"Yo... ¿no sé? Ciertamente está sonriendo mucho".
"Lo sé, me está poniendo realmente horrible-"
"¡Puedes parar por cinco segundos!"
"No."
¡Boom!
Abaddon pisoteó el suelo con fuerza, y un muro de hielo lo rodeó a él y al ejército, atrapándolos a todos juntos.
"¿¡Cuál es el significado de este!?" Gideon rugió.
Abaddon tenía una sonrisa mordaz mientras hacía estallar sus nudillos y estiraba su torso.
"Tuve que tomar ciertas medidas para que no te escaparas. Me has dado seguridades y tengo la intención de
obligarte a mantenerlas".
Terminado de estirarse, Abaddon caminó hacia adelante sin un arma en la mano, pero emanando una sensación
distintiva de peligro que ninguna espada podría igualar.
"Vengan ahora, enanos. ¿Quién de ustedes quiere entretenerme primero?"

Capítulo 289 Aniquilación total

Gideon y Godfrey bajaron de sus caballos y desenvainaron sus armas. "¡Saca tu espada, monstruo!"
"Tranquilos ahora, hombrecitos. No he tenido que enfrentarme a un ejército como este por mi cuenta en tanto
tiempo. Déjenme saborear esta experiencia".
De repente, Abaddon desapareció ante sus propios ojos y reapareció directamente entre ellos.
"Qué-"
"Cuando lo hiciste-"
¡Bang!
Abaddon golpeó casualmente a ambos enanos en el costado del cuello, enviando sus pequeños cuerpos volando
en direcciones opuestas.
Dándose la vuelta, el dragón miró al millón de soldados enanos con los que aún tenía que interactuar.
Unos pocos hombres más valientes se precipitaron hacia Abaddon en grupos, arremetiendo contra él con
espadas, lanzas y martillos.
tintineo!
¡Clang!
¡Clunk!
Abaddon tenía alrededor de doce armas golpeando su cuerpo.
Ninguno de ellos logró perforar la primera capa de su piel, o incluso dejar un moretón.
"Tú... no esquivaste...", dijo un enano.
Abaddon miró casualmente al enano y se dio cuenta de que tenía razón.
Con su velocidad, podría haber evitado esos golpes por accidente.
Y, sin embargo, se quedó quieto hasta el final.
Inicialmente no entendió por qué había hecho tal cosa, pero luego recordó su batalla con Satanás hace un mes.
En ese momento, se había dado cuenta de que el ex rey de la ira tampoco estaba evitando sus ataques.
Y la respuesta que dio fue tan loca como icónica.

"Si tuviera miedo de ser golpeado, no habría pisado un campo de batalla".
Después de dar esa respuesta escalofriante, los soldados que acababan de intentar atacarlo hace un momento
habían perdido todos sus nervios.
"Tch".
Abaddon chasqueó los dientes con molestia y pasó su cola afilada por los cuellos de todos los enanos.
Antes de que sus cuerpos tocaran el suelo, estaba buscando a los próximos oponentes.
Pero después de sus dos demostraciones aterradoras, no tenía más que estuvieran dispuestos a luchar.
Su estado de ánimo empeoró aún más.
"Aborrezco a los hombres como ustedes... Les doy la oportunidad de aferrarse a sus vidas, y esperan hasta que la
batalla se ponga en marcha para perder los nervios. Independientemente de si han cambiado de opinión o no,
no perdonaré". tú."
A pesar de que actualmente no estaba haciendo nada amenazante, los enanos temblaban con cada palabra que
decía.
Estaba dolorosamente claro que habían perdido todo su espíritu de lucha.
Pero Abaddon tenía el remedio para tal cosa.
"Regocijaos, enanos. Hoy os ayudaré a viajar a las tierras muertas con honor".
Levantando su mano, un pulso de pura energía roja salió de su palma.
La ola bañó los cuerpos de todos los miembros del ejército de enanos que no se rindieron antes de que
comenzara la batalla.
"¿Q-Qué es esto...?"
"Siento..."
"Lo odio... ¡Lo odio tanto!"
Los ojos de los soldados comenzaron a brillar con un odioso rojo, y empuñaron sus armas con una nueva ola de
vigor.
Estaba muy claro que todas sus dudas y desesperación de antes habían desaparecido en un instante,
reemplazadas por un odio abrumador.
"Eso es mejor." Abaddon dijo con una sonrisa monstruosa. "Esto es lo que has elegido, ¿correcto? Vamos
entonces".
Como si hubiera estallado una bomba, Abaddon fue asediado por oleada tras oleada de enanos enfurecidos.
Lo atacaron sin cesar, buscando cualquier tipo de apertura o debilidad en sus defensas para aprovechar.
Pero pronto descubrieron que, para empezar, no tenía tal cosa, al menos no cuando se trataba de enemigos de
su nivel.
Y por lo general solo aprendieron tal cosa cuando ya era demasiado tarde.
El dragón fue despiadado, por cada ataque ineficaz que recibió, repartió uno propio que generalmente se
cobraba decenas de enemigos de una sola vez.
Abaddon había matado a unos diez mil soldados cuando de repente sintió un pinchazo en la nuca.
¡Bang!
¡Boom!
Una onda de choque se extendió hacia afuera por la colisión causada por Abaddon al atrapar las espadas de
Gideon y Godfrey con sus propias manos.
"¡Esto termina ahora, monstruo!"
"¡No permitiremos que sigas masacrando a nuestros hombres!"
Abaddon miró casualmente a los dos generales enanos sin signos visibles de emoción en su rostro.
"Me había olvidado por completo de ustedes dos". Dijo honestamente. "¿Terminaste de dormir la siesta?"
"¡Callarse la boca!"
"Supongo que eso significa que sí".
Abaddon miró por el rabillo del ojo al ejército que todavía se precipitaba hacia él con ira en sus corazones.
"Supongo que ya he tenido suficiente calentamiento. Ya no los necesito".
"¿¿Qué??", preguntaron Gideon y Godfrey al unísono.
Lo que ocurrió a continuación fue algo que no olvidarían ni en esta vida ni en la siguiente.
Reuniendo magia de destrucción en su garganta, Abaddon abrió mucho la boca y reveló una boca llena de
dientes puntiagudos.
Respiró hondo y desató un rugido horrible que se pudo escuchar en todo Apeir.
"¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Una onda de sonido solidificada atravesó la tierra, los escombros e incluso las nubes de arriba.
Pero los soldados sufrieron el peor destino sin lugar a dudas.
Sus cuerpos simplemente... explotaron tan pronto como el sonido golpeó sus cuerpos.
Incluso su armadura se redujo a diminutos fragmentos de metal cuando el enano del interior explotó en una
niebla sangrienta.
Cualquier trozo de hueso u órgano que pudiera haber quedado atrás se trituró tan finamente que simplemente
se asimilaba con la sangre en el aire.
Cuando terminó, no se veía a todo el ejército por ninguna parte, pero aquellos que habían depuesto las armas
ahora yacían boca abajo en una trinchera sangrienta de 100 millas de largo.
Su armadura había sido destruida, por lo que actualmente estaban completamente desnudos, pero Abaddon
consideró que era un pequeño precio a pagar ya que sus vidas habían sido perdonadas.
"¿C-Cómo...?"
"Qué vas a...?"
Abaddon miró a los enanos de rostro pálido que ya ni siquiera podían sostener sus armas correctamente.
Rompió casualmente sus espadas con sus propias manos, y los pateó a los dos en el estómago, enviándolos
volando hacia atrás.
De repente, comenzaron a formarse grietas fundidas en la piel de Abaddon mientras su cuerpo se estiraba y
crecía.
Un segundo par de piernas con pies escamosos con garras se formaron debajo de su torso.
Detrás de su espalda, alas encendidas en llamas púrpura brotaron de sus omoplatos e iluminaron la noche a su
alrededor.
Los cuernos sobre su cabeza se hicieron más grandes y apuntaron hacia el cielo.
Su apariencia única y hermosa desapareció, reemplazada por el hocico de una especie de criatura monstruosa.
Cuando los gemelos se levantaron del suelo, el miedo que sentían por dentro solo se multiplicó por la visión de
Abaddon en esta monstruosa nueva apariencia.
"No pierdas los nervios. Este es el destino que has elegido, camina con orgullo hacia el más allá".
Levantó su mano y se arrancó dos de sus dedos.

Esos dos apéndices se convirtieron en espadas que tenían aproximadamente la misma forma y tamaño que las
que Abaddon había roto.
Se los arrojó casualmente a los enanos asustados e hizo un gesto para que continuaran con su desafío.
"Hermano... no creo que estemos destinados a ver el mañana". Gideon dijo solemnemente.
"Parece que no...", estuvo de acuerdo Godfrey. "Pero incluso entonces, deberíamos darle todo lo que tenemos,
¿no?"
"Has leído mi mente, viejo".
Los dos se pusieron de pie y tomaron las armas arrojadas ante ellos con miradas solemnes en sus rostros.
Estaba muy claro que estos dos estaban preparados para la muerte inevitable que estaba por venir.
"Gideon... fue un honor luchar a tu lado".
"Te estás poniendo sentimental con tu vejez, hermano... pero el honor fue todo mío".
Los dos se tomaron de las manos por última vez, antes de soltarse y correr directamente hacia Abaddon.
"¡Seguro que será más lento en esta forma, sácale las piernas!"
"¡Bien!"
""¡La retribución de Gaia!""
Los ojos de los dos enanos resplandecieron de color ámbar, y lanzas irregulares de roca arrancaban del suelo y
le perforaban las piernas.
Si Abaddon sintió algún dolor por su acción, no lo demostró.
En cambio, observó a los dos hermanos con atención.
Sangre oscura fluía de las heridas en sus piernas cubriendo el suelo debajo de él.
La sangre comenzó a retorcerse en el suelo y se transformó en una legión de lanzas rojas brillantes que se
lanzaron contra el enemigo.
Gideon y Godfrey permanecieron imperturbables y cortaron todas las armas que les apuntaban sin fallar ni una
sola.
"¡Altitud!", recordó Gideon.
"¡Entendido! ¡Muro de roca!"

A la orden de Godfrey, una escalera de piedra se elevó frente a ellos, y rápidamente llegaron a la cima antes de
saltar al cielo.
Las espadas que les habían dado comenzaron a brillar con una luz naranja, y levantaron sus armas por encima
de sus cabezas.
"" ARTE DE LA ESPADA GEMELA: ¡MITADES DEL MUNDO!""
Los hermanos balancearon sus espadas desde dos ángulos diferentes, con el punto de ataque en ambos lados del
cuello de Abaddon.
¡¡Bang!!
El sonido de la colisión fue monumental, y la piel de Abaddon era increíblemente dura.
Sin embargo, al usar toda la fuerza de sus cuerpos, los enanos pudieron encontrarse en el medio y cortar
limpiamente la cabeza de Abaddon.
Ninguno estaba más sorprendido por este resultado que los propios hermanos enanos.
"Nosotros..."
"Lo hizo...?"
Antes de que pudieran celebrar su victoria, los dos fueron arrancados del cielo por el cadáver sin cabeza.
Los dos hombres observaron con horror cómo a Abaddon le volvía a crecer la monstruosa cabeza ante sus
propios ojos.
Interiormente comenzaron a maldecirse por pensar que habían ganado aunque sea por un segundo.
Abaddon tranquilamente se hizo crujir el cuello mientras se acostumbraba a la extraña sensación de que le
volvía a crecer la cabeza.
Si bien fue algo genial poder hacerlo, definitivamente lleva un tiempo acostumbrarse.
"En ese mismo momento..."
"Sé rápido al respecto, ¿sí?"
Los ojos llameantes de Abaddon miraron a los enanos gemelos atrapados dentro de sus puños.
Tenían la cabeza baja y los ojos cerrados, un símbolo de aceptación de que habían llegado al final de sus vidas.
"Yo creo que no." Abaddon dijo con una voz monstruosa.
Para Gideon y Godfrey, esto solo podía significar que iban a ser torturados antes de morir.
Su objetivo final era no darle a Abaddon la satisfacción de romperlos.
"No odio a Darius lo suficiente como para matar a sus hijos. Incluso si estamos en guerra".
Tanto Gideon como Godfrey miraron a la criatura que los sostenía con ojos llenos de incredulidad.
"Cómo hizo...?"
El demonio se encogió de hombros y no dio más explicaciones sobre su decisión.
"Cuando vuelvas a ver a tu padre, debes agradecerle. El hecho de que sea un buen hombre es lo único que te
mantiene con vida".
Abaddon nunca olvidaría la facilidad con la que Darius se había ofrecido a ayudarlo cuando trajo promesas de
guerra.
Era algo extraño de hacer por alguien a quien apenas conocías, y algo aún más extraño de hacer por alguien que
te había prometido violencia.
Pero por extraño que fuera, Darius había dejado una impresión en Abaddon que no sería tan fácil de olvidar.
Como padre, esta era la mejor forma que conocía de devolver su oferta.
Antes de que los dos pudieran hacer más preguntas, Abaddon usó sus habilidades telepáticas para sobrecargar
sus cinco sentidos, dejándolos inconscientes temporalmente.
Escuchó el suave batir de alas y Malenia aterrizó sobre su hombro un segundo después.
"El maestro parece sentirse mejor. ¿Estabas aburrido antes?"
"Algo como eso." Abaddon admitió. "Los gemelos y su ejército no eran terriblemente fuertes, pero fue agradable
moverse un poco después de tanto tiempo".
Abaddon colocó a los gemelos dormidos en el suelo y se dio la vuelta para enfrentarse a los 5.000 enanos
desnudos que ya habían comenzado a volverse locos con solo verlo.
Tomó una mano con garras y se clavó en su propio antebrazo, permitiendo que su preciosa sangre cayera
libremente al suelo.
"Este es el premio por tu rendición. Una nueva vida en la que nunca más tendrás que hacer algo así comienza
ahora".
Capítulo 290 Plan frustrado

En las calles de Luxuria, solo había una vista que prácticamente podía hacer que todo el tráfico se detuviera.
Recientemente, se había convertido en la comidilla de la ciudad que el primer príncipe y la princesa mayor se
habían casado con dos hermosos fénix jóvenes, y todos clamaban por verlos.
¿Qué tipo de mujeres habían elegido?
A su padre parecía gustarle más las mujeres voluptuosas que eran significativamente mayores que él, ¿son de la
misma manera?
¿Habrá pronto incorporaciones a la familia real?
¡Solo tenían que saberlo!
Actualmente atrayendo toda la atención de la gente estaba un muy conocido y querido grupo de siete.
Thea, Jasmine, Nita, Apophis y Claire se veían muy lindas juntas mientras caminaban del brazo por las calles.
Frente a ellos estaba la pareja aún más linda de Gabbrielle y Mira, quienes parecían tener reacciones muy
diferentes al estar fuera de casa.
"No entiendo por qué todos insistieron en que viajara con ustedes". Gabbrielle dijo rotundamente.
"Pasas demasiado tiempo en casa, hermana". respondió Apofis. Será agradable para ti estar fuera.
"No puedes pasar toda tu existencia inmortal adentro, ¿sabes?" añadió Thea.
"Sí, puedo."
Antes de renacer, Gabbrielle no había dejado su propia dimensión personal en eones.
Era una red mucho antes de que se acuñara el término.
"¿La hermana no disfruta estar con nosotros?" Mira preguntó con tristeza.
Gabbrielle sabía que tenía que tener mucho cuidado con la forma en que respondía a esta pregunta, por lo que
reprimió su propia terquedad.
"No, me estoy divirtiendo mucho".
"¡Hurra!"
Gabbrielle simplemente agarró su muñeca con fuerza y trató de disfrutar estar con su familia.
"Ese es el espíritu, se supone que debemos estar celebrando de todos modos". Te recordó.
"¡Así es, Mira evolucionará pronto!" Ella recordó.
Después de practicar con los criminales que nunca serán liberados dentro de la mazmorra hace tres semanas,
Abaddon finalmente pudo aprender a extraer un alma sin causar daño.
Y, por supuesto, la primera persona en la que se lo probó fue su hija sedienta de sangre favorita.
Las condiciones de Mira eran relativamente sencillas, pero deberían haber representado un desafío
considerable para un niño de seis años.
Crear una ventisca en el transcurso de cinco días.
Aprende a usar cuatro tipos de armas.
Mata y come a un enemigo superior.
Las primeras dos condiciones se completaron con relativa facilidad con la ayuda de sus hermanos mayores y
algunas sesiones de entrenamiento nocturnas.
Solo la condición final permaneció incompleta a partir de ahora, debido a la dificultad que Mira enfrentaría para
encontrar un supuesto enemigo superior.
Ninguno de los juegos salvajes que había por aquí podía amenazarla más y no podía profundizar en ninguna
situación que fuera demasiado peligrosa sin sus padres cerca.
Como resultado, se decidió que sería mejor esperar hasta que regresaran para intentar seguir adelante, pero
incluso entonces, la joven estaba muy emocionada.
"¡Voy a evolucionar como lo hizo mi hermano!"
Como había señalado Mira, Apophis también había pasado por una especie de evolución hace unas semanas.
Dado que estaba directamente ligado a la vida de su madre Lailah, cada evolución que ella experimentara
también tendría enormes beneficios para él.
Incluso ahora, el poder que recorría el cuerpo de Apophis estaba en un nivel completamente diferente al
anterior.
Para mejorar aún más las cosas, había adquirido inmunidad total al veneno, y unas pocas gotas de su veneno
serían suficientes para matar a 50,000 personas siete veces.
Claire también estaba extremadamente feliz con las mejoras corporales estándar que venían con una evolución.
Aunque por lo general era bastante pasiva, el elevado encanto de Apophis la había convertido en una criatura
depredadora.
"Todavía no puedo creer que todos ustedes puedan evolucionar tan fácilmente". Jasmine dijo con incredulidad.
"No es de extrañar que el suegro haya podido ascender al poder tan rápido".
Thea y Gabbrielle no quedaron particularmente impresionadas por la habilidad de su padre ya que no

evolucionaron, pero cualquier otra persona que se enterara reaccionaría de la misma manera que las hermanas
fénix.
"¿Adónde iremos en esta pequeña celebración nuestra?" preguntó Thea.
Las dos mujeres con las que se había dado la mano parecían bastante contentas de haber sido incluidas, y Claire
y Apophis estaban prácticamente en el mismo barco.
La atmósfera de paloma amorosa entre ellos era tan densa que podrías cortarla con un cuchillo para carne.
"¿Qué tal..." De repente, las palabras de Apophis se desvanecieron cuando sintió que algo antinatural venía de
cerca.
Su rostro rápidamente se volvió desagradable, y el comportamiento despreocupado que siempre estuvo

presente antes desapareció sin dejar rastro.
"¿Hermano? ¿Qué pasa?"
Thea conocía a Apophis lo suficientemente bien como para darse cuenta de que cuando su hermano actuaba así,
alguien iba a morir.
Al principio, no respondió, luego sus ojos rojos vieron a dos hombres que se dirigían a un callejón al otro lado de
la calle.
Le dio unas palmaditas a Claire en la cabeza y comenzó a alejarse de ella.
"Quédate aquí, amor. Regresaré en breve".
Antes de que su prometida pudiera preguntar qué estaba pasando, él desapareció de su línea de visión.
Thea, Mira y Gabbrielle fueron las únicas que pudieron seguir sus movimientos, y muy pronto también se
alejaron del grupo.
Tan pronto como los hermanos Tathamet se fueron, las chicas fénix fueron invadidas por curiosos que habían
estado observando en las calles.
Nita, Claire y Jasmine de repente sintieron que estaban rodeadas por una familia extendida en lugar de gente
común.
"¿Ustedes chicas realmente están saliendo con el príncipe y la princesa?"
"¿Cuánto tiempo ha estado pasando esto si no te importa que pregunte?"

"¿Podemos esperar nuevas incorporaciones a la familia real en el corto plazo?"
Con gran vergüenza, las chicas comenzaron a responder tantas preguntas como pudieron, mientras
contemplaban en el fondo de su mente a dónde se habían ido sus citas.
"¡Te lo digo, hombre, este es el tipo de ciudad en la que podemos ganar millones! ¡Las calles están
completamente secas aquí y podemos monopolizar todo el mercado!"
"Sin embargo, me pregunto por qué. Esto ciertamente parece ser un semillero para este tipo de cosas".
"¡A quién le importa! Todo lo que le importa al jefe es que establezcamos un punto de apoyo firme aquí y
permanezcamos bajo el radar. Aparentemente, el gobernante de este lugar es todo un monstruo".
En un callejón oscuro en las afueras de Luxuia, dos hombres tiraban de un carro de madera cubierto con una
lona muy gruesa.
Sería fácil confundirlos con vampiros debido a su tez pálida, pero estos hombres eran humanos en todos los
sentidos de la palabra.
Siempre que no trajeran armas más allá de las puertas, a los humanos se les permitía entrar en esta ciudad,
aunque por lo general se encontraban con una observación más estricta.
"¿No se supone que hay algún tipo de guerra? Las calles me parecen bastante animadas".
"Te puedo asegurar que esto no es nada. Este lugar es como la jodida capital mundial de la fiesta por la noche".
De repente, los dos hombres se detuvieron frente a un almacén de productos agrícolas vacío que aún no se había
vendido.
"Está bien, podemos dejar las cosas aquí y luego, cuando caiga la noche, podemos comenzar-"
¡Bang!
Tan pronto como el hombre puso una mano en la puerta, un hombre que ninguno de los dos reconoció lo golpeó
de cara contra el concreto.
"¡¡AGHH!!"
"E-Espera, ¿qué demonios estás-"
"Callarse la boca."
Apophis arremetió con su cola y golpeó al humano en todo el cuerpo, catapultándolo contra una pared cercana.
"¿¡P-Por qué nos haces esto!?"

Apophis apretó con más fuerza el cuello del hombre hasta que apenas recibió aire en sus pulmones, irritado por
el hecho de que este hombre incluso trataría de hacerse el inocente.
"¡Hermano!"
"¿Qué estás haciendo?"
"¿Son esos tipos malos?"
Thea, Mira y Gabbrielle descendieron desde los tejados, alarmadas al verlo sujetando a dos hombres.
"¡N-Somos simples agricultores de productos agrícolas!" Uno de los hombres gimió. "¡Por favor ayudenos!"
Thea comenzó a oler algo extraño sobre toda esta situación, por lo que se encargó de investigar.
Retirando la lona, encontró una gran cantidad de frutas y verduras que se veían absolutamente divinas.
"Ah, claro." Gabbrielle dijo mientras miraba más de cerca.
La niña empujó el carrito con un dedo pequeño y toda la fruta que había dentro comenzó a flotar hacia arriba.
Un corte apareció directamente en el centro de todos los productos, y pequeños paquetes de arpillera marrón
cayeron de ellos.
Thea desplegó uno de los paquetes y echó un vistazo dentro, y pronto su rostro era una versión reflejada de
Apofis.
Pasada de contrabando directamente a su propia ciudad, había una droga conocida como polvo de luna.
Identificable por su color blanco brillante y su textura suave como la seda, era un poderoso alucinógeno
conocido por ser bastante adictivo.
Un solo gusto era bien conocido por tener algunos enganchados de por vida.
"Hermana... refrénalos".
"¡Vale!"
A pedido de su hermana, Mira creó largas lanzas de hielo que atravesaron las piernas y los brazos de los dos
hombres y los sujetaron al suelo.
"¡¡Agh!!"
"¡Gahh! ¡¡V-Vámonos!!"
Los hermanos Tathamet ignoraron los gritos de los dos hombres y continuaron como si todo fuera como
siempre.
Gabbrielle produjo una pequeña llama blanca dentro de su palma y casualmente la arrojó sobre el carro,
encendiéndolo instantáneamente.
"¿Eso fue algo malo?" Mira preguntó con ternura.
"Sí hermana, muy mal". respondió Apofis.
Finalmente soltó el cuello del hombre y volvió a ponerse de pie, pero su estado de ánimo todavía parecía ser
completamente deplorable.
"¡Ah, okey!"
Mira pareció reconocer el hecho de que estas personas eran muy malas y creó dos cuchillas de hielo más para
apuñalarlas a ambas en la pierna.
Si simplemente era inmune a sus gritos o los disfrutaba, era difícil saberlo.
Si sus hermanos tenían algún problema con sus travesuras, ciertamente no lo demostraron.
A estas alturas, todos eran plenamente conscientes de que el lindo acto de Mira era solo una faceta de su
personalidad.
Como tal, continuaron lidiando con el problema en cuestión mientras ignoraban sus risitas alegres.
"¿Cómo llegaron tan lejos en la ciudad sin que nadie se diera cuenta?" Apofis gruñó.
"Sabes que estamos muy apretados, hermano. La mayor parte de la mano de obra en la ciudad está luchando en
la guerra", recordó Thea.
"Claro…" Apophis se pasó las manos por el cabello mientras pensaba en lo mal que se podría haber vuelto esto.
Si no hubiera sentido la abrumadora familiaridad de un narcótico con el veneno, esta droga podría haber llegado
a las calles.
"¿Simplemente los matamos entonces?" preguntó Gabbrielle.
Los dos hombres soltaron más gritos de negación hasta que Mira los pateó a cada uno de ellos con fuerza en la
sien, poniéndolos a dormir.
Se giró hacia sus hermanos con una sonrisa orgullosa, indicando que exigía que la elogiaran por sus esfuerzos.
Apophis la complació con unos pequeños auriculares que resultaron en una serie de risitas adorables.
Era tan linda que fácilmente se podía pasar por alto la sangre en todas sus manos.
Mientras Mira recibía elogios, Thea parecía estar sumida en sus pensamientos mientras sus ojos morados
miraban la pila ahora cenicienta justo delante de sus ojos.
Ciertamente, matar a estos hombres sería justificable, pero se preguntaba si esa era la acción que debía tomar.
A juzgar por la gran cantidad de narcóticos que estos hombres poseían, no eran una organización de poca
monta.
Sin duda intentarían esto de nuevo, utilizando métodos más inteligentes y astutos.
Metiendo la mano en su bolsillo, sacó su piedra de sangre de comunicación y llamó a un miembro muy
específico de su familia.
Por lo que tenía en mente, iba a necesitar el permiso de sus padres antes de poder escapar.
'Pero... estoy bastante seguro de que estará de acuerdo.' Thea pensó con una sonrisa.
Capítulo 291 ¡Los niños van de caza!

En Antares, Seras estaba considerando seriamente el suicidio.
Después de estar fuera tanto tiempo, la cantidad de trabajo que tenía que hacer no era pequeña.
En todo el tiempo que había estado en casa, no había dejado su escritorio que parecía tener una enorme pila de
papeleo encima.
No importaba cuánto completara, siempre parecía haber más esperándola.
De repente, llamaron a su puerta y su padre Hajun entró con una bandeja de comida.
"¿Mi osito floofie...? Te traje algo de comer, las sirvientas dijeron que no-"
Seras extendió su mano, y toda la comida en la bandeja estalló en llamas rojas y sangrientas.
Todo excepto el postre y el té que trajo su padre.
En estos días, el azúcar parecía ser todo lo que la mantenía en marcha.
Su padre se encogió de hombros como si ya esperara este resultado y colocó la bandeja en su escritorio como si
nada fuera de lo común hubiera ocurrido.
"Realmente deberías tratar de comer una dieta más balanceada, hija mía. ¿Cómo se sentiría ese esposo tuyo si te
enfermaras?"
Brevemente, Seras contempló cómo sería si ella se enfermara y Abaddon tuviera que cuidarla hasta que
recuperara la salud.
Si antes solo comía de esta manera por costumbre, ahora lo haría con un propósito.
Hajun le dio unas palmaditas en la cabeza y miró todo el papeleo que había completado en su escritorio.
Has hecho un progreso considerable. Dijo en aprobación. "Estoy muy orgulloso de ti, y estoy seguro de que ellos
también lo estarán".
"Mhm".
Sorprendentemente, Seras no regañó a su padre por tratarla como a una niña.
Un testimonio de lo infeliz que realmente era.
Hajun deseó poder decir algo para aliviar su estado de ánimo, pero su relación se había vuelto tan pobre en los
últimos siglos que no sabía qué decir.
Entonces, al menos por ahora, estaría más que bien sentado en silencio así.
De repente, Seras se estremeció como si notara algo antes de meter la mano en su bolsillo y sacar su piedra de
sangre.
Inmediatamente se emocionó cuando se dio cuenta de que estaba recibiendo una llamada de su hija mayor y
respondió sin dudarlo un momento.
Cuando el rostro cobró vida, fue recibida con la vista no de uno, sino de sus cuatro hijos acurrucados juntos.
Los rastros de su depresión anterior se desvanecieron como si nunca hubieran estado realmente allí.
"¡Mis bebés! ¡Es tan bueno verlos, los he extrañado tanto!"
Apophis: "Nosotros también te extrañamos madre".
Thea: "¿Por qué no nos has llamado?"
Mira: "¿Mamá está demasiado ocupada para nosotros...?"
El corazón de Seras inmediatamente cayó a sus pies e inmediatamente levantó las manos en negación.
"¡No, no, no, por supuesto que no! ¡Nunca podría estar demasiado ocupado para ti! Supongo que simplemente
no llamé porque no tenía necesariamente nada importante que discutir..."
"Puedes llamarnos aunque no sea importante, madre". Gabbrielle dijo de repente. "No nos importa, y también te
extrañamos".
Debido a que las palabras provenían de la hija que había dado a luz físicamente, impactaron mucho más a Seras.
Gabbrielle a menudo era bastante distante y podía ser difícil para los miembros de su familia saber lo que estaba
pensando.
Por lo tanto, para ella expresar claramente sus sentimientos de esta manera era bastante raro.
La ya emocional Seras estaba ahora al borde de las lágrimas.
Hajun observó con ojos orgullosos cómo su hija y sus nietos se tomaban diez minutos para ponerse al día.
Seras en su mayoría escuchó y se rió, mientras se tomaba unos momentos para preguntar a sus hijos mayores
sobre las relaciones entre ellos y las chicas fénix.
Observó con silencioso regocijo cómo finalmente se dio cuenta por primera vez de que su hija era una mujer
casada, con cuatro hijos angelicales que...
"¡Oh, casi lo olvido! Mami, ¿podemos ir a matar a los malos?" Mira preguntó con ternura.
"¿Yo que?" Seras estaba teniendo dificultades para seguir la trayectoria de esta conversación.
"Ah, bueno ya ves madre..."

Thea se tomó alrededor de dos minutos para explicar los eventos que habían ocurrido antes de su llamada
telefónica.
Todo lo que Seras necesitaba escuchar era 'drogas contrabandeadas en Luxuria' y perdió la cabeza.
ps (¡¿¡Qué!?!)
¡Boom!
Seras estaba tan sorprendida que sus palabras salieron accidentalmente en la lengua del verdadero dragón,
borrando su escritorio y todo lo que había en él.
"¡¿Tu padre sabe de esto?!" Ella preguntó.
"No."
Seras dejó escapar un pequeño suspiro de alivio y se frotó las sienes en señal de agradecimiento.
En la tierra, los padres de Abaddon eran drogadictos violentos que lo sometieron a abusos inimaginables.
Las cosas que vio y soportó se quedaron con él durante años, y se emancipó tan pronto como pudo para no tener
que volver a verlas nunca más.
Si alguna vez descubría que alguien estaba tratando de traer ese mismo veneno a su ciudad, Seras no tenía idea
de cuán mala sería su reacción.
"Ya los tenemos inmovilizados, así que nos preguntábamos si podríamos torturarlos para averiguar dónde
estaba su base y luego eliminarlos". preguntó Thea.
Seras de repente levantó la vista de sus manos y le dio a Thea un asentimiento agradable.
"Sabes que tienes mi permiso, querida. Mátalos a todos y asegúrate de destruir cualquier agujero en el que se
escondan. ¿Van a ir todos?"
"No." Gabbrielle dijo inmediatamente.
La joven de repente recibió ojos intensos y suplicantes de sus tres hermanos mayores e inmediatamente supo
que se convertirían en una molestia.
"...Sí."
"Fufufu ~ Llamaré a tus abuelos para que puedan vigilar la ciudad en tu ausencia. Asegúrate de cuidarse entre
sí, ¿de acuerdo?"
""""¡Lo haremos!""""
Los niños colgaron un momento después, dejando a Seras sintiéndose mucho más renovado que cuando
llamaron por primera vez.
"¿Hm? ¿Qué le pasó a mi escritorio?"
Hajun simplemente levantó las manos en señal de derrota y se hizo el inocente.
"No tengo absolutamente ninguna idea, pookie snookems. Es un verdadero misterio".
Mira tardó dos minutos en obtener la información sobre el paradero de la base de los contrabandistas.
Una vez hecho esto, Apophis le cortó la cabeza a uno antes de arrojar a su compañero a la mazmorra.
Le prometió una muerte mucho más agonizante si se demostraba que la información que recibía era falsa.
Y a juzgar por el charco de orina que soltó el humano... parecía ser una amenaza bien recibida.
Posteriormente, los hermanos fueron a buscar las fechas que habían dejado atrás y les informaron de sus
planes.
Sin embargo, se encontraron con una respuesta sorprendente del fénix Jasmine.
"Genial, ¿cuándo nos vamos?"
Los tres hermanos menores de Thea se giraron al unísono para mirarla.
Sus rostros decían claramente: '¿Nosotros?'
"Umm, Jasmine... ¿no preferirías quedarte aquí y-"
"No."
"... Cierto, pero no crees que sería mejor si-"
"No precisamente."
Thea miró al resto de sus hermanas en busca de ayuda, y eligieron ese momento convenientemente para actuar
como si encontraran algo interesante en el suelo.
"No te preocupes, Thea. Mi hermana ha estado entrenando con los guardias desde que era muy joven". Claire
informó. "Ella no será un peso muerto".
Jasmine sacó pecho con orgullo como si estuviera encantada con las palabras de su hermana.
Pero incluso entonces, Thea no mostró la sonrisa normal y despreocupada que solía tener.
Hoy fue su primera introducción a una lección que Abaddon tuvo que aprender ocho veces.
A veces, incluso cuando amas a alguien, eso no significa que debas protegerlo.
Aquellos que quieren pelear siempre encontrarán su camino hacia un campo de batalla tarde o temprano.
"N-no sé si..."
"La A."
De repente, Jasmine tomó ambas manos de Thea entre las suyas y miró profundamente sus ojos violetas.
"Quiero ayudar. También amo este lugar y tampoco quiero ver que este lugar se llene de drogas. Así que déjame
ir contigo, ¿de acuerdo?"
Al igual que su padre, Thea era particularmente débil cuando sus mujeres le pedían algo.
Mientras Jasmine sostuviera sus manos y la mirara con esos grandes ojos de cachorrito, probablemente podría
convencerla de cometer un asesinato.
Si lo hubiera hecho mientras estaba desnuda, Thea habría ido fácilmente a la guerra con cualquier nación bajo el
sol y la luna.
"Está bien... entonces puedes venir con nosotros".
"¡Gracias!"
En un raro momento de audacia, Jasmine besó a Thea en la mejilla, haciendo que toda su cara se pusiera roja.
Nita siguió siendo la extraña, y le dio a Thea una mirada tranquilizadora que decía que estaba bien quedarse en
casa, para su alivio.
Si las dos mujeres que amaba se decidían a ir, creía que podría estar demasiado preocupada para pelear
adecuadamente.
Apophis atrajo a Claire para darle un breve y dulce abrazo mientras la besaba en la frente. "Lo siento... No
debería ser más de un día de viaje".
"No necesitas disculparte, esto es importante, ¿verdad? Ve y protege tu hogar".
"Nuestra casa." Apofis corrigió.
Los dos acariciaron sus frentes en un gesto muy dulce e íntimo, disfrutando de sus despedidas finales.
Mira miró a Gabbrielle y también le dio un pequeño abrazo.
"...¿Qué estás haciendo?"

"Todos los demás se están abrazando, ¡así que nosotros también deberíamos hacerlo!"
"Hermana, todavía tienes sangre en tu vestido..."
"¿Entonces?"
"... No importa, continúa entonces".
- 8 horas después
En la frontera entre el continente humano de Gilgamesh y las tierras demoníacas de Samael, hay una antigua
base militar que ha sido invadida continuamente.
Érase una vez que perteneció a los demonios, en otro momento perteneció a los humanos. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
La propiedad fue lanzada de un lado a otro en el transcurso de varios cientos de años, ya que la ubicación
siempre fue atacada y recuperada constantemente en un momento u otro.
Pero después de la última batalla hace cuatro años, ambos bandos simplemente abandonaron este lugar.
Parecía que ambas partes habían decidido simultáneamente que adquirir este lugar era un desperdicio
innecesario de vidas y recursos.
Dejando este lugar libre y abierto para un grupo del mercado negro llamado Samsara.
Se ocupan de casi todo, desde drogas hasta esclavos e incluso artículos mágicos prohibidos.
Fue aquí donde se inventó el plan para introducir drogas de contrabando en Luxuria, y este era el lugar que los
dos hombres les habían dado a los hijos de la familia real.
"Está bien, ¿quién quiere llamar a la puerta primero?" dijo Thea.
Los cinco estaban flotando en lo alto del cielo, sentados en la espalda de las dos mascotas de la familia, Entei y
Bagheera.
"Ummm... ¿Tengo una pregunta?" Jasmine dijo de repente.
"¿Sí, querido?"
"¿Vas a... realmente pelear con un vestido?"
Thea miró su vestido morado brillante favorito y se cruzó de brazos en un lindo puchero.
"Padre dice que no puedo usar mi armadura a menos que esté en contra de que un enemigo lo exija... Es tan
innecesariamente sobreprotector".
Jasmine hizo una mueca confundida como si no entendiera por qué Abaddon prohibiría usar armadura.
Pero descubrió que Thea era extremadamente linda cuando estaba así, por lo que también se muestra
agradecida con él en una pequeña parte.
"¡Mira quiere decir hola!" El joven dragón dijo de repente.
"No está pasando, amigo". dijo Apofis.
"Hermano, ¿¡por qué!?" Ella bebió.
Apophis se subió a la espalda de Bagheera y le dio a su cuello y hombros un merecido golpe.
"Tus habilidades no son lo suficientemente explosivas para un saludo adecuado para esta inmundicia. Deja que
tu hermano estire las piernas un poco, ¿sí?"
"¡Hmph!" Ahora Mira estaba lindamente cruzando sus brazos y haciendo pucheros, luciendo tan adorable como
Thea.
Apophis se bajó del lomo de la langosta y dejó que su cuerpo cayera libremente por el aire.
Mira atentamente, hermanita. Te mostraré cómo anunciarte correctamente.

Capítulo 292 ¡La determinación de Mira!

Dentro de la base de Samsara, había un hombre que supervisaba la producción del último lote de polvo lunar.
Era un humano con largo cabello oscuro y penetrantes ojos azules que parecía ver a todos a su alrededor como
algo menos que humanos.
Había una larga cicatriz en el lado derecho de su rostro que lo hacía parecer inaccesible y aterrador.
"Está hecho, jefe". Dijo un hombre mientras señalaba el contenedor frente a él.
El hombre con una cicatriz sobre el ojo se inclinó para inspeccionar cuidadosamente la obra de su subordinado.
Si bien parecía aceptable por fuera, aún debían tomarse otras medidas para que pudiera estar seguro.
"Trae al catador".
Siguió un ruido de arrastre, y luego por el rabillo del ojo vio a un hombre de aspecto demacrado con un cuerpo
frágil y ojos borrosos y desenfocados.
Uno de los hombres sacó una pequeña navaja de bolsillo y raspó una pequeña cantidad de droga en la punta de
la hoja.
Sosteniéndolo frente al hombre demacrado, inmediatamente abrió la boca para lamer la sustancia en polvo
como si fuera preciosa.
El efecto fue casi instantáneo y los ojos del anciano se pusieron en blanco y cayó de espaldas al suelo.
El jefe le dio una fuerte patada en el costado y al no recibir ninguna reacción, supo que los componentes se
habían mezclado correctamente.
Esto servirá. Dijo mientras hacía un gesto para que se llevaran al hombre.
Empácalo para que lo lleven Tucker y Loyd cuando lleguen aquí.
"¿Estamos usando las frutas de cera otra vez, Viz?" preguntó un hombre.
"Por supuesto que lo somos, tonto. Hasta que podamos conseguir algunos funcionarios de la ciudad en nuestros
bolsillos, tendremos que seguir usando esto como nuestro método de..."
De repente, el líder conocido como Viz miró hacia el techo como si hubiera notado que algo extraño venía de
arriba.
"¿Jefe?"
"Hijo de puta... Prepárense".

"¿Qué?"
BOOOOOOOOMMMMMMMM!!!!!
De repente, hubo una gran explosión de fuego púrpura y una figura salió disparada del techo.
El joven aterrizó suavemente en el suelo y analizó cuidadosamente los escombros a su alrededor como si
estuviera admirando su propia obra.
"O eres muy valiente o muy estúpido".
Mirando hacia arriba, Apophis arrastró sus ojos rojos sobre el cuerpo de un hombre que claramente era el líder
de este grupo.
No solo su compostura era tranquila e imperturbable, sino que su aura rebosaba del poder de una etapa tres
evolucionada.
Apophis no se dejó intimidar por este hombre en lo más mínimo, pasaba tiempo con monstruos que eran mucho
más aterradores que este todos los días.
Metiendo la mano en su anillo de almacenamiento, sacó la cabeza cortada del hombre que había matado hace
unas horas y se la arrojó al líder del grupo clandestino.
El hombre llamado Viz ni siquiera se molestó en atraparlo, sino que lo dejó rodar a sus pies.
"Ah... lo entiendo". Dijo entendiendo.
"Se supone que eres el ejecutor que envían para mantenernos alejados o algo así, ¿verdad? Mensaje recibido,
puedes-"
Apofis, que nunca se involucraba en conversaciones innecesarias, simplemente levantó la mano y produjo una
pequeña llama de color púrpura oscuro que era inquietantemente similar a la de su padre.
La llama desapareció del centro de su mano, y de repente varias cajas se convirtieron en humo.
"¡F-Fuego!"
"¡Está en la chatarra, apágalo!"
"¡¿Como el hizo eso?!"
En el breve segundo en que Viz desvió la mirada, Apophis cerró la distancia entre los dos y lo pateó de lleno en
la mandíbula, enviándolo por los aires.
De repente, cuatro niñas descendieron del enorme agujero en el techo y observaron el caos que ya había
comenzado a desarrollarse a su alrededor.
"¡No es justo! ¡El hermano comenzó sin nosotros!" Mira se quejó.
"Parece tener las cosas bajo control, así que ¿podemos irnos a casa?" Gabbrielle preguntó de repente.
Thea puso los ojos en blanco mientras acariciaba a sus lindas hermanas en la cabeza. "Mira, Apophis aún no ha
matado a nadie, así que siempre puedes ir a ayudarlo".
Mira de repente parecía emocionada cuando su hermano se vio envuelto en un combate con un humano que
parecía ser muy fuerte.
Inmediatamente flexionó sus manos y giró sus dagas gemelas dentro de su alcance. "¡Mira no ayudará, mi
hermano me ayudará! ¡Esta muerte será mía!"
Antes de que Thea pudiera detenerla, la joven salió corriendo para unirse a la batalla de su hermano mayor.
"Bueno, esta bien entonces." Ella dijo encogiéndose de hombros.
Dirigiendo su atención a su hermana restante, miró a su alrededor como si estuviera tratando de encontrar algo
interesante para hacer.
"Y Gabbrielle, tú puedes..."
¡Bang!
De repente, una trampilla de acero al otro lado de la habitación se abrió de par en par y un enjambre de
hombres salió furioso, claramente alarmados por la conmoción que siguió.
"¡¿Qué diablos está pasando?!"
"¡¿Quiénes carajo son ellos?!"
"¿Dónde está el jefe?"
"¡Mátalos, mátalos ahora!"
Los ojos de Thea brillaron con un ingenioso brillo púrpura cuando finalmente encontró una solución a su dilema
actual.
"Ahí tienes, Gabbrielle. ¡Puedes encargarte de esos tipos!"
"Hermana... no soy un ser de carnicería como el resto de ustedes". recordó Gabbrielle. "La batalla no me interesa
en lo más mínimo-"
"¿¡Por qué diablos hay un niño estúpido aquí!?" Uno de los hombres gritó. "¡Tírala en una jaula y quítale esa fea
muñeca!"
Gabbrielle de repente se estremeció como si no pudiera creer sus oídos antiguos.

¿Quién era el niño estúpido?
¿Dónde estaba la muñeca fea?
¿Podrían estos plebeyos vulgares realmente referirse a ella y al amado regalo de su abuela?
¡La retribución por esta falta de respeto debe pagarse con sangre!
El cabello de Gabbrielle comenzó a flotar sin control y un par de alas sorprendentemente grandes salieron de su
espalda.
"Simios, deberíais haber prestado más atención a aquellos a los que insultabais. Ahora os devolveré a las cenizas
de las que vinisteis".
El poder que emanaba de Gabbrielle era autoritario y terrible, aludiendo al hecho de que su linda y pequeña
apariencia no era más que una fachada. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Y en el momento siguiente, no hubo una pequeña apariencia linda.
Su cuerpo creció y envejeció hasta convertirse en una mujer joven de aproximadamente la edad de Thea, con
escamas blancas brillantes alrededor de su rostro.
Su cabello blanco vibrante y rizado viajaba hasta el suelo a sus pies, y sus cuernos se volvieron más malvados.
Garras oscuras brotaron de las yemas de sus dedos, como agujas curvas de tres pulgadas de largo listas para
rasgar y desgarrar la carne.
Sus ojos rojos ardían con un nivel insondable de odio, lo que la hacía parecerse mucho a su madre biológica.
"Cuñada, detén a Moogi". Gabbrielle dijo mientras le entregaba a Jasmine su muñeca.
"O-Oh, está bien..." El fénix honestamente tenía dificultades para mantenerse al día con los acontecimientos
actuales.
Todavía no le habían revelado todos los secretos familiares, por lo que ver a la hija menor de repente parecerse
a un adulto joven fue revelador.
"Thea querida, ¿cuánto tiempo ha estado-"
"Todo el tiempo."
"¿¿Todo el tiempo??"
"Todo el tiempo." Tea confirmó.
Las dos observaron cómo Gabbrielle saltaba al mar de hombres que se acercaban y comenzaba a despedazarlos
con sus manos con garras.
Aunque Gabbrielle nunca antes había estado en una pelea, eso no importaba.
Tenía los recuerdos de toda su progenie almacenados en su mente, y estaba aprendiendo todo en medio de la
batalla.
Su técnica de aficionado en realidad contenía eones de experiencia y una superioridad abrumadora.
Para empezar, los hombres contra los que luchaba nunca tuvieron la oportunidad.
"Bueno, está bien, ¡vamos entonces!" Thea de repente aplaudió y comenzó a tirar de su novia hacia el búnker de
donde habían salido esos hombres.
"Umm, ¿a dónde vamos?" preguntó Jazmín. "Parece que tu hermana tiene las cosas bastante cubiertas".
"Esos tipos que Apophis atrapó dijeron que trafican con esclavos y esas cosas aquí, así que vamos a ver si alguno
de ellos quiere volver a Luxuria".
"Oh... en ese momento".
De alguna manera, este evento se había convertido en una especie de cita de servicio comunitario para las dos
chicas.
Y con toda honestidad... Jasmine no se quejaba ni un poco.
Habría otras oportunidades para que ella presumiera frente a su novia y su familia.
Mientras tanto, Apophis y Viz estaban enfrascados en una acalorada lucha.
Después de ser derribado por el ataque sorpresa del príncipe, el líder de Samsara se recuperó rápidamente y
sacó un par de armas de su espalda, una lanza y un escudo.
Ambas armas parecían tener algunos efectos especiales desagradables, y Apophis ciertamente estaba muy
cansado de ellos.
Sacó su propia arma que había heredado de su padre; la navaja corrupta de Shu.
Después de que tomara la forma de un hacha de batalla más grande que su propio cuerpo, los dos comenzaron
su conflicto.
Viz era bueno, y Apophis podía ver por qué tenía tanta confianza, pero se enfurecía cada vez más al ver cómo su
base caía en ruinas.
"¿¡Por qué, por qué, por qué!? Ya acepté quedarme fuera de la ciudad de ustedes demonios, ¿¡entonces por qué
están haciendo todo esto!?"
Sin desperdiciar su aliento en conversaciones, Apophis pateó al humano con fuerza en el costado, haciéndolo
tropezar hacia atrás.
Levantando su hacha como si fuera tan liviana como una pluma, la bajó con un movimiento descendente, pero
fue atrapada por el escudo de Viz en el último segundo.
"¡Entendido!"
"!"
Tan pronto como el hacha de Apophis golpeó el escudo de bronce, se emitió un pulso de energía desde el trozo
de metal que envió al príncipe volando hacia atrás.
Su cuerpo se estrelló contra una pared cercana que ya estaba a punto de derrumbarse, y quedó enterrado
debajo de una montaña de escombros.
"Te lo mereces, maldito idiota". Viz escupió en el suelo en dirección a Apophis mientras se preparaba para
apagar los incendios y salvar parte de la mercancía.
Pero justo antes de que pudiera, la temperatura de repente se volvió tan fría que podía ver su aliento, y una
instintiva sensación de peligro le recorrió el cuello.
Al darse la vuelta, no encontró nada esperándolo, pero esa extraña sensación de peligro que tenía no
desapareció.
¡Rebanada!
De repente, sus piernas se sintieron débiles cuando sus isquiotibiales fueron cortados limpiamente, y ahora
podía ver a la culpable de este asalto de pie detrás de él con dos dagas en sus manos.
Pero... comenzó a preguntarse si podría haber inhalado un poco de polvo lunar por accidente.
¿De qué otra manera podría explicar ser apuñalado por una niña pequeña?
"¡Lastimaste al hermano mayor! ¡Mira te cortará la cabeza!" Ella rugió.
"...¿Disculpa que?"
Mientras Viz estaba aturdido por la confusión, Mira lo apuñaló limpiamente en la arteria femoral como le habían
enseñado, antes de congelar sus piernas en hielo y salir volando.
Apophis salió a rastras de los escombros justo cuando su hermana menor se le acercó, con el alivio escrito en
todo su rostro.
"¡Hermano está bien! ¡Ahora podemos luchar juntos!"
"Mira, este tipo es-"
¡Bang!
Viz finalmente se había liberado de la trampa helada de Mira, y ahora estaba aún más furioso por las heridas que
acababa de sufrir a manos de una niña.
"¡Tú! ¡Los mataré a ambos!"
"¡Nuh-uh!"
"¡Palo de golf!"
"¡Perra!"
"¡¡ARGHH!!"
Viz rugió de ira mientras se abalanzaba sobre el par de hermanos con las armas en alto y una expresión de puro
odio en el rostro.
Apophis superó rápidamente la boca sucia de su hermana, así como su intención de participar en esta batalla
mientras se preparaba para el inevitable conflicto.
"Hermana, sigue mi ejemplo y no actúes precipitadamente, ¿de acuerdo?"
"¡Cierto! ¡Pero Mira conseguirá la muerte!"
"¿Eso realmente importa en este momento?"
"¡Sí!"
Sonriendo impotente, Apophis se apresuró hacia adelante con su hermana pisándole los talones.
"¡Tendrás que ganártelo, hermana! ¡Espero que no esperaras que te diera algo gratis!"
Mira sonrió locamente cuando su entusiasmo alcanzó un punto álgido.
¡Definitivamente mataría a este tipo, y luego se lo comería entero!
Iba a evolucionar y convertirse en la más fuerte, ¡y entonces ni su padre ni sus madres la dejarían atrás nunca
más!
Capítulo 293 Una tragedia imprevista

Apophis y Mira se abalanzaron sobre Viz con un pensamiento singular en la mente de ambos.
'¡Tengo que matarlo primero!'
Ambos eran extremadamente competitivos, ya que admiraban a su padre y constantemente buscaban maneras
de ser como él.
Entrenaron más, pelearon más duro y siempre estaban buscando nuevas formas de obtener su aprobación.
Para ellos, este enemigo no era solo uno al que necesitaban matar.
También era uno que decidiría quién era más digno de suceder a su padre.
Mira se abalanzó desde lo alto, mientras Apophis intentaba atacar desde abajo.
Viz mantuvo la calma frente a su coordinación, mientras levantaba la punta de su lanza y la clavaba en el suelo.
Un gran abismo se abrió en el suelo debajo de ellos, y las manos huesudas de draugr comenzaron a arrastrarse
hacia arriba desde el inframundo.
"Te dejaré los gruñidos a ti". Apophis dijo mientras volteaba a los guerreros convocados.
Mira gruñó más malas palabras con molestia mientras miraba a los atacantes no muertos que se dirigían hacia
ella.
"El hermano es un tramposo... ¡y todos ustedes son súper molestos!"
La joven dejó escapar un rugido desafiante mientras cortaba limpiamente la cabeza de un draugr mientras
pateaba a otro en la mandíbula con una pierna pequeña pero poderosa.
Un único draugr se abalanzó sobre su cuello, pero sus articulaciones se pusieron rígidas y se congelaron antes
de que pudiera posar un solo dedo sobre ella.
Aterrizó con cautela sobre su hombro antes de girar y apuñalarlo en ambos lados de la cabeza, acabando con su
no-muerto.
Saltando del draugr ahora muerto, reunió su poder mágico y generó una tormenta de cuchillas heladas a su
alrededor.
Con un movimiento de sus manos, las hojas se enterraron en los cuerpos de todos los guerreros convocados y
los enviaron al suelo, poniendo fin a su distracción.
Podía ver a su hermano a unos metros de distancia, como si tuviera problemas con la combinación de la lanza y
el escudo de Viz.
Tomando una respiración profunda, Mira cerró los ojos y reflexionó sobre una técnica que su mamá vampiro le
enseñó.
Borrando su respiración, latidos del corazón, aura y pasos, podía moverse sin ser detectada.
Le tomó un momento, pero después de que el mundo a su alrededor pareció desacelerarse un poco, supo que lo
había hecho correctamente.
Pero la siguiente parte siempre fue la más difícil para ella.
Moviéndose en los puntos ciegos del enemigo, ella se le acercó por detrás mientras él estaba intercambiando
golpes con su hermano.
Debido al hecho de que había rehenes en esta base, no pudo hacer un uso completo de su veneno, o de lo
contrario, toda esta terrible experiencia ya podría haber terminado.
Pero tal vez por eso, Mira podría llegar a la cima y reclamar la victoria.
'¡Mate!'
Lanzándose hacia adelante, Mira apuntó sus dagas heladas directamente a la nuca de Viz, preparándose para
matarlo antes de que pudiera ver lo que sucedió.
Sin darse cuenta, su mal hábito se mostró.
Debido a su extrema sed de sangre, su técnica de borrado se rompió y se expuso en el último segundo antes de
que su espada se conectara.
Con impresionantes reflejos, evitó recibir un puñal en la nuca, pero como no pudo evitarlo por completo, recibió
un corte superficial en la yugular.
"Maldita sea...!"
Retrocedió hacia atrás y su mano fue inmediatamente a su cuello para detener el sangrado, dándole a Apophis
una apertura perfecta para atacar.
Con Viz distraído, Apophis hizo girar su hacha de batalla de gran tamaño en el aire antes de cortar limpiamente
ambas piernas del humano.
"¡AGHHH! ¡MIERDA!"
Inmediatamente se dejó caer al suelo, y Apophis sostuvo su espada sobre su cuello, como la guillotina de un
verdugo.
En medio de todas las maldiciones y gritos, Apophis pudo sentir una fuerte mirada ardiendo en su espalda.
Mira estaba de pie detrás de él, haciendo pucheros y resistiendo claramente las ganas de llorar y hacer una
rabieta.
Se había esforzado mucho para conseguir esta muerte, pero se había equivocado justo en el momento crucial.
Con razón sus padres no querían llevarla a ningún lado... simplemente no era lo suficientemente fuerte.
Con un gran suspiro, Apophis quitó su arma de la nuca del hombre y dio un paso hacia atrás.
"Está bien, adelante hermana. Él es tu presa".
Los ojos de Mira de repente recuperaron su brillo y miró a su hermano con incredulidad. "¿D-En serio? ¿No
tomarás su cabeza?"
"Hoy no, hermana, me temo que te has ganado ese honor en mi lugar. Pero te recomiendo que seas rápida al
respecto, para que no se desangre y arruine el momento".
Fiel a la declaración de Apophis, Viz ya había entrado en estado de shock y sus ojos habían comenzado a ponerse
vidriosos.
Tenía alrededor de cuarenta segundos en el mejor de los casos antes de morir.
Una de las cosas que Mira más odiaba era una muerte arruinada, por lo que no se quedó en la ceremonia.
Creó una gran guillotina con hielo puro y cristalino y la dejó caer sobre el cuello de Viz, cortando limpiamente su
cabeza.
El apéndice perdido rodó por el suelo y se detuvo directamente a los pies de Mira, y ella lo recogió felizmente
como si fuera un perro perdido que hubiera encontrado al costado del camino.
"¡Gracias hermano mayor!" Dijo agradecida.
El propio corazón de Apophis se calentó y le sonrió a su linda hermana menor.
'De verdad, ¿cómo podría algo en este mundo estar tan cortado-'
Los pensamientos del imoogi fueron interrumpidos por la horrible visión de su hermana arrancándole la oreja
al hombre con los dientes y tragándosela con gran dificultad.
Le tomó unos momentos recordar la última de sus condiciones de evolución y eligió no juzgar ya que esto era
una necesidad después de todo.
Pero aun así... realmente deseaba que al menos se hubiera convertido en un dragón antes de hacer esto.
Después de que la carne pasó a su estómago, Mira comenzó a tener una sensación familiar de sueño y sus ojos se
volvieron pesados.
Se inclinó hacia la sensación con todo su ser, y su cuerpo comenzó a flotar del suelo por su propia voluntad.
Su pequeño cuerpo quedó envuelto en un brillo dorado, y el proceso finalmente había comenzado.
"¡Ella lo hizo!"
Dándose la vuelta, Apophis encontró a sus dos hermanas acercándose con Jasmine y una treintena de esclavos a
cuestas, mitad hombres y mitad mujeres.
Sin dedicarles una mirada, Apophis estaba más centrado en su hermana menor, que tenía sangre en las manos y
la cara y parecía ser una niña de unos dieciséis años.
"¿Desde cuándo eres un luchador?"
"Desde que me faltaron el respeto".
Apophis no necesitó escuchar más y simplemente asintió con aprobación, satisfecho con la respuesta de su
hermana.
De repente, la temperatura en la habitación cayó muy por debajo del punto de congelación y comenzaron a
formarse carámbanos por todo el edificio.
Jasmine rápidamente se rodeó a sí misma y al grupo en un círculo de llamas de colores del arcoíris para
protegerlos del nuevo poder de Mira, y parecía haber llegado justo a tiempo.
Si hubiera esperado un segundo más, todos los esclavos que acababan de salvar se habrían congelado de
adentro hacia afuera.
De repente, los ojos de Gabbrielle se abrieron como platos mientras levantaba la mano y levantaba los treinta y
cuatro en el aire.
"¡Uwah!"
"¿Q-Qué?"
"Hermana, ¿por qué haces esto?"
Gabbrielle no respondió, y en su lugar, simplemente señaló a Mira, que todavía estaba experimentando una
evolución.
Un aura tenue y oscura se había mezclado con la dorada, y pronto un pulso de energía salió disparado del
cuerpo de la niña, viajando por el suelo.
Todo lo que tocó se derrumbó y fue destruido por completo, reduciendo esta gran estructura a una terrible
montaña de escombros sin hacer ni un sonido.
"¿¡Q-Qué demonios fue eso!?" Jasmine preguntó mientras se aferraba con fuerza a Thea.
"Ella ha heredado algo de su padre... La hermana tiene magia de destrucción".
Nadie estaba más sorprendido por esto que Gabbrielle.
Y si era honesta, no podía imaginar un receptor peor para este poder que Mira.
Con la fisiología y los antecedentes únicos de Abaddon, su crecimiento fue ilimitado, así como el de sus poderes.
Y como sus descendientes directos, también compartían este rasgo.
Pero con un poder como la magia de destrucción... la posibilidad de que las cosas salieran mal era grande.
Los accidentes menores, como la destrucción de sillas y edificios, fueron solo la punta del iceberg.
En el caso de que él o Mira acumularan suficiente poder, podrían borrar hilos enteros de la realidad.
¿No te gusta el color azul?
Boom, ahora se ha ido.
¿Odias ese planeta que bloquea tu vista del sol?
Bueno, acabas de estornudar y todo se convirtió en cenizas.
¿Quieres que un dios o diosa molesto deje de respirar?
¿Qué puto dios o diosa?
Y la única forma de que una de esas existencias regresara era si un ser con magia de creación en el mismo nivel
que Abaddon deseaba que volvieran a existir.
Y dado que Valerie todavía tenía problemas para aprovechar sus propios poderes de creación, la probabilidad
de que pudiera reparar lo que sea que Mira rompiera era muy baja.
Pero si los niños de Tathamet pensaron que habían terminado con las sorpresas del día, estaban muy
equivocados.
"Qué demonios..."
"Ella es..."
"Oh, no..."
Justo ante sus propios ojos, Mira se estaba haciendo mayor.
Anteriormente tenía el cuerpo de una niña de seis años, pero estaba envejeciendo tan rápido que ya aparentaba
quince.
Su cabello largo y brillante viajaba hasta sus muslos y se volvió tan negro como el cielo nocturno.
Al igual que su padre y todas sus madres, se convirtió en una persona extremadamente hermosa que no estaba
detrás de ninguno de sus hermanos.
"Su poder alcanzó tal grado que su forma infantil no pudo contenerlo. Su mente y cuerpo están creciendo junto
con su poder con la esperanza de que se convierta en un recipiente adecuado".
Como explicó Gabbrielle, la evolución de Mira finalmente parecía estar llegando a su fin y su cuerpo volvió a caer
al suelo.
Sus pies tocaron suavemente la sustancia suave como arena debajo de ella y sus ojos rojos se abrieron, luciendo
incluso más aterradores que antes.
"Hermana...?" Thea preguntó vacilante. "Cómo te sientes."
"Yo..." Mira estaba tratando de encontrar las palabras para hablar, pero un hecho incómodo le impidió mover la
boca.
De repente, se sentó con las piernas cruzadas en el suelo antes de alcanzar su anillo de almacenamiento y sacar
una pequeña bolsa.
Dentro estaba su alijo de galletas de emergencia, preparado especialmente por las sirvientas trillizas con amor y
cuidado.
Devoró todos los pasteles aparentemente ajena a las miradas en blanco que estaba recibiendo y cuando terminó,
se palmeó el estómago y dejó escapar un suspiro relajado.
"¡Estoy bien ahora! Ese tipo sabía a mierda y tenía que quitarme ese sabor de la boca".
De repente, miró su cuerpo para darle una inspección más cercana a su nueva figura y dejó escapar un grito de
horror.
"¡¡KYAA! ¡¡NO, ESTO NO PUEDE ESTAR PASANDO!!"
"¿Q-Qué? ¿¡Qué te pasa!?" Apofis preguntó en un tono preocupado.
Los brillantes ojos rojos de Mira se llenaron de lágrimas mientras se lamentaba por una terrible realidad.
"¡¡Todavía no tengo ninguna puta tetas!! ¡¡Soy un fenómeno de pecho plano!!"
Mientras el primero de los niños de Tathamet se lamentaba por la falta de ciertos apéndices corporales, sus tres
hermanos restantes tuvieron el mismo pensamiento al mismo tiempo. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
"""Padre va a perder su mierda".""

Capítulo 294 ¿¡Quién es el gran hombre ahora!?

"¿Oh? Parece que ya está aquí."
Darius estiró su viejo cuerpo cansado mientras se levantaba de su trono después de días de inactividad.
Tenía que admitir... que estaba más ansioso por esta batalla de lo que inicialmente creía que estaría.
Ninguno de los informes que había recibido había sido bueno, y con eso quiero decir que no había recibido
ninguno en absoluto.
Lo que significa que los ejércitos que había enviado para someter a los ejércitos que avanzaban de Abaddon ya
habían sido aplastados o capturados.
Y dado el hecho de que los dragones no son particularmente conocidos por tomar prisioneros, se inclinaba más
por lo primero.
Suspirando, el viejo enano comenzó a caminar por su castillo vacío, tratando de identificar de dónde había
sentido esta energía extraña y siniestra.
Empujando las puertas delanteras de su casa, vio una ciudad vacía.
Había evacuado este lugar hace tres días por necesidad y, sinceramente, no estaba seguro de si era lo correcto
en ese momento.
Pero ahora que estaba viendo la monstruosa aparición marchando montaña arriba y hacia estas tierras... sabía
que había tomado la decisión correcta.
Nunca antes había visto algo así.
Era un monstruo parecido a un centauro con un cuerpo hecho de lava fundida y llamas púrpuras ondulantes.
Sus cuernos eran largos y se enroscaban hacia el cielo como estalagmitas dentro de una caverna.
Cada paso que daba dejaba huellas de fuego a su paso que ardían lo suficiente como para derretir el acero
fundido, e incluso desde esta distancia podía sentir el calor que quemaba el aire.
Revoloteando a su alrededor había alrededor de cincuenta soldados con horribles armaduras negras con rostros
demoníacos inscritos en el peto.
...y un ángel caído que no vestía más que un traje de sirvienta sexy con una falda demasiado corta.
Darius no estaba seguro exactamente por qué estaba allí, pero... estaba agradecido por la vista, no obstante.
Abaddon y sus fuerzas se detuvieron a quinientos pies del castillo, mirando en silencio a Darius como si
estuvieran esperando que él diera el primer paso. 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
"¿Realmente no había otra opción, muchacho? ¿No podría haberse evitado todo esto?" Preguntó decepcionado.
"Te di la condición de evitar bajas innecesarias, Darius. No la aceptaste". Abaddon recordó.
El enano se frotó las sienes de agotamiento al recordar la absurda petición de Abaddon de entregar el reino sin
luchar.
Puede que sea viejo, pero el fuego aún no se había agotado de su sangre.
Pasaría mucho tiempo antes de que estuviera listo para entregar su corona, y ciertamente no lo haría hoy.
"Nunca te tomé por un hombre que actúa únicamente con absolutos en mente. Me decepcionas mucho".
"Me arrepentiré de mis acciones en una fecha posterior". Abaddon dijo despreocupadamente. "¿Te vas a rendir
o no?"
Darius simplemente sacudió la cabeza con decepción antes de darse la vuelta y caminar de regreso al interior.
"¿Está renunciando?" preguntó Malenia con curiosidad. "¿Podemos ir a casa ahora?"
Kanami parecía que iba a ofrecer una réplica con la lengua afilada cuando de repente el suelo comenzó a
temblar violentamente.
La fuente del supuesto terremoto fue el propio castillo del rey enano, que parecía que iba a desmoronarse en
cualquier momento.
Pero contra todas las expectativas, sucedió todo lo contrario.
La enorme estructura se abrió ante sus propios ojos, bloques de piedra antigua y metal que se desplazaban y
convergían para convertirse en un guerrero mecanizado de más de noventa metros de altura.
Parecía un golem de piedra que debería haber sido colocado fuera de alguna tumba antigua, pero en cambio
estaba aquí y era de gran tamaño.
Aunque el rey no era visible, su voz se transmitía a través de la estructura en forma de casco en la cabeza del
guerrero.
"Recuerda muchacho, esta fue tu elección. Ya es demasiado tarde para arrepentirte ahora".
En su forma monstruosa, Abaddon sonrió mientras revelaba filas de dientes monstruosos. "¿Quién será el que se
arrepienta? No estoy impresionado por tu juguete Darius".
"¿Juguete...? ¡Ja! ¡Te mostraré un juguete, muchacho!"
El golem del castillo levantó sus brazos por encima de su cabeza y una columna de luz se disparó hacia el cielo.
Cuando Abaddon vio el aura única que brotaba de la maquinación en oleadas, no tuvo más remedio que
retractarse de su declaración anterior.
"Un verdadero artículo de calidad divina de este tamaño... Tal vez estoy un poco impresionado".
Las leyendas hablan de los esfuerzos de Darius para crear este enorme castillo con su propia sangre, sudor y
lágrimas.
Pero ninguno de ellos habló nunca de que fuera una monstruosidad mecanizada al nivel de un verdadero dios.
Para crear tal cosa... sus talentos eran realmente dignos de elogio.
De repente, el robot dio sus primeros pasos desde la cima y cerró la distancia entre él y Abaddon en un instante.
Sorprendentemente, la construcción era bastante ágil para su tamaño, y pateó a Abaddon con toda su fuerza en
el aire, haciéndolo caer por la montaña.
"¡Dios!"
"¡Maestro!"
"¡Mata a esa cosa, ahora!"
El Éufrates rugió al ver a su monarca volando tan casualmente por el aire, y parecía que ellos mismos iban a
reclamar su retribución.
No interfieras.
La voz de Abaddon era tranquila y concisa, mostrando una total falta de preocupación que sentía por recibir un
golpe tan asombroso.
Fue porque sonaba tan perfectamente racional que sus soldados ni siquiera pensaron en cuestionar su decisión
y se retiraron al cielo sin una segunda orden.
Darius se había preparado para aplastarlos a ellos también, pero como no se enfrentaron, él tampoco lo hizo.
En cambio, mostró un gran rango de movilidad con su construcción mientras saltaba desde el pico de la
montaña de un solo salto.
BOOOOOOOOOOOOMMMMMMMMMMMM!!!!!!!
La explosión causada por el monstruo de 90 metros de altura fue ensordecedora, y el cráter de tierra que creó al
aterrizar tenía unas veinte millas de largo.
Abaddon no se molestó por la gran explosión, y levantó su cuerpo fundido del suelo mientras internamente
estaba en mejores condiciones que antes.
El pecado del orgullo fue verdaderamente injusto.
La cantidad de poder que obtuvo del ataque de un enemigo era directamente proporcional a la fuerza del
enemigo mismo.
Contra alguien como Darius, ese primer golpe había mejorado la condición de su cuerpo en un diez por ciento.
No estaba molesto por haber sido pateado, estaba extasiado.
Mientras Darius continuara tratando de derrotarlo en lugar de matarlo de un solo golpe, podría ordeñar esto
por todo lo que valía.
"¡Esos soldados eran buenos hombres, Abaddon! ¡No deberían haber tenido que morir en tu guerra
innecesaria!"
BOOOOOOMMMMMM!!!!
Justo cuando Abaddon había comenzado a levantarse, un puño innecesariamente grande cayó sobre su espalda,
golpeándolo directamente contra el suelo.
Darius creía que debido a que Abaddon se estaba tomando su dulce tiempo para levantarse, realmente estaba
sintiendo algo de dolor por sus golpes.
No sabía que Abaddon estaba usando todas sus habilidades de actuación de los medios del siglo XXI para
interpretar a los heridos.
Pero ya había un problema con su plan.
'¿Qué es esto... qué está pasando?' Abaddon se preguntó.
Después de recibir un segundo golpe de Darius, se dio cuenta de que el porcentaje de estadísticas que ganó esta
vez estaba más cerca de 9.9998.
"¡Eran hijos, hermanos, esposos, padres! ¡No tenías derecho a quitárselos a sus familias!"
BOOOOM!!!!
9%.
¡BOOOOM!
8,8846%.
¡BOOM!
7,7219%.
¡BOOM!
6,6133%.
¡¡BOOM!!
5,2178%.
A medida que Darius continuaba golpeando a Abaddon contra la tierra, la cantidad de beneficios que estaba
obteniendo se reducía aún más a nada.
Y finalmente, fue capaz de averiguar la razón.
A medida que la distancia entre ellos se cerró, también lo hizo la cantidad de poder que recibió.
Si permitía que Darius siguiera así, sus ganancias se reducirían a meras monedas.
Curiosamente, la única razón por la que el rey enano aún no había notado nada malo era porque estaba usando
una construcción sin la sensación del tacto.
Si hubiera estado usando sus propias manos, durante mucho tiempo habría sentido que el cuerpo de Abaddon
se endurecía cada vez que lo golpeaba.
Pero debido a que era un hombre afligido por sus considerables pérdidas, se había arrojado a sí mismo en una
ira ciega y simplemente se lamentó en Abaddon sin detenerse a pensar.
De repente, Darius se detuvo cuando sintió una gran fuerza acercándose desde el oeste.
Volando sobre un enorme murciélago con apariencia de pesadilla estaban seis de las esposas de Abaddon, y
detrás de ellas había un ejército de más de tres millones de demonios.
"¡Joder, llegamos tarde!"
"¡Maldita sea!"
"Parece que también estábamos unos momentos atrás..."
"¡Sabía que no deberíamos habernos detenido para dejar que Lisa orinara!"
"¡L-lo siento, no pude contenerlo!"
"Está bien hermana, conseguiremos el próximo".
Darius podía escuchar las discusiones de las esposas desde todo el campo de batalla, y se habría divertido más si
no hubiera estado en el proceso de matar a su esposo.
"Parece que ya no tengo tiempo que perder... Los he extrañado demasiado como para hacerlos esperar más de lo
necesario".
"¿Qué estás- Gahhh!"

En el breve segundo que Darius desvió la mirada, su entorno cambió por completo.
De repente, estaba mirando el mundo al revés, y estaba ganando altura a un ritmo sorprendente.
"¡M-Joder, me voy a enfermar! ¿Qué diablos es-?"
A través de la visión compartida con el robot, Darius pudo ver cuál era la causa de su cambio en el entorno.
Un enorme dragón negro con cuatro cabezas y ojos incrustados en las alas y el pecho tenía la cola envuelta
alrededor de su pierna, arrastrándolo hacia el cielo como una especie de dirigible súper aterrador.
Ya estaban a 20,000 pies y subiendo, y Darius no quería saber qué pasaría cuando alcanzara la altitud deseada
por Abaddon.
Usando una de sus manos mecanizadas, creó una cuchilla de energía que sobresalía de su antebrazo y tenía la
longitud de un tren.
Cortó limpiamente el extremo de la cola de Abaddon, lo que le permitió caer libremente y recuperar el control
de su cuerpo.
Al dragón no le molestó en lo más mínimo su cola cortada, ya que pronto volvería a crecer.
En cambio, estaba complacido de haber recibido un aumento del 6.2211% en las estadísticas de ese ataque.
Mirando hacia abajo, pudo ver que Darius había generado alas de algún tipo de energía de plasma de su espalda,
permitiéndole deslizarse hasta el suelo a un ritmo controlado.
Pero no había forma de que Abaddon le dejara hacer tal cosa sin sufrir ni un rasguño.
'No he probado eso desde entonces... veamos qué tan bien funciona esto'.
Abaddon centró su mente en todas las afinidades que recorren su cuerpo.
Fuego.
Agua.
Muerte.
Destrucción.
Oscuridad.
Sangre.
Luz negra.
Iluminación.
Reuniéndolos a todos en su pecho, se concentró en hacerlos converger en un solo ataque que tendría efectos
devastadores.
Y debido a su profunda comprensión de sus poderes, pudo hacerlo con bastante facilidad.
De repente, el cielo a su alrededor pareció perder color cuando la presión que se escapaba de su cuerpo se
volvió insufrible.
En lugar de usar la boca como lo había hecho contra Hades, Abaddon optó por un método de ataque mucho más
inquietante.
El enorme ojo dentro de su pecho que normalmente siempre estaba cerrado se abrió, revelando un ojo amarillo
de reptil que incluso sus hijos no podían mirar tan casualmente.
La sensación de temor era completamente diferente a todo lo que había mostrado hasta ahora.
Fue terrible, espantoso y abismal, y consolidó aún más su identidad como un monstruo que no debería existir.
"Ocho caminos hacia la aniquilación: Omega".
Un rayo profano de puro poder concentrado salió disparado del ojo central de Abaddon como un cohete, e
incluso él fue empujado hacia atrás por la fuerza de su propio ataque.
Finalmente, Darius sintió algo tan siniestro que hizo que se le erizaran los vellos de la nuca y le hizo apretar las
nalgas de miedo.
En el breve segundo en que el robot miró por encima de su hombro, vio un ataque diferente a todo lo que había
visto antes que se dirigía hacia él en un curso de colisión inminente.
"Hijo de - !"
BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOMMMMMMMMMMMMMMMM!!!!!!!!
Capítulo 295 Emperador demoníaco -> ¡Dios

demoníaco!
Darius nunca había sentido nada parecido cuando ese extraño rayo se conectó.
A pesar de que el robot no compartía esa sensación con él, todavía estaba dentro de él.
La pura fuerza del impacto reverberó a través de la totalidad de su creación, pero en lugar de que las
vibraciones fueran temblores a lo sumo, fue como un terremoto en toda regla.
No hace falta decir que su mareo por movimiento fue francamente terrible ya que su creación más preciada casi
voló en pedazos.
A pesar de que esta construcción debería haber sido completamente indestructible, se formaron grietas a lo
largo de su creación una vez prístina.
El rayo atravesó limpiamente su espalda y separó sus piernas de su torso, enviando ambas mitades al suelo.
¡¡BOOOOMMM!!
La creación de Darius trató de arrastrarse y juntar sus dos mitades para poder repararse a sí misma, pero
Abaddon no tenía intención de permitirle hacer tal cosa.
Una pared de hielo se formó repentinamente de la nada, separando las dos mitades para que no se reconecten y
continúen la lucha.
Abaddon se cernía sobre la maquinación rota como un ominoso segador del más allá, aparentemente
desafiándolo a continuar la lucha.
Pero, por supuesto, sabía muy bien que un semidiós nunca caería tan fácilmente.
De repente, se abrió una escotilla desde la parte posterior de la cabeza de la construcción y Darius se arrastró
hacia afuera, tosiendo una extraña mezcla de sangre y vómito.
"Urgh... Asunto desagradable".
Se limpió la boca y miró a la criatura abrumadoramente grande con múltiples cabezas y alas que eran lo
suficientemente grandes como para tapar el sol.
Si fuera este hombre... era fácil ver cómo podría haber unificado a la raza demoníaca.
Son un tipo de ser que solo respeta el poder después de todo y Abaddon parecía tener mucho de sobra.
Pero incluso entonces, tuvo que aprender que no todos se darán la vuelta por él.
"¿Qué te parece venir aquí y ensuciarte por eso, muchacho?"
"...¿Eh?"
"¡Saca tu mente de la cuneta, cerebro de lagarto!"
Darius se quitó la gruesa túnica real y reveló un físico que solo podía describirse como un fisicoculturista en
miniatura.
Sus músculos eran como mármol cincelado, y tenía varias quemaduras y abrasiones que provienen de trabajar
en una fragua durante varios cientos de años.
Pero esa no fue la parte más impresionante.
Bajo la mirada estupefacta de todos los presentes, el cuerpo de Darius comenzó a experimentar algunos cambios
muy familiares e inesperados.
Sus dientes dorados se volvieron puntiagudos y parecidos a dagas, y ahora eran casi demasiado grandes para su
boca.
Cuernos negros emergieron de su brillante cabeza calva, y escamas como diamantes del mismo color que sus
dientes emergieron en sus brazos, rostro y torso.
"Sin magia, sin maquinaciones. ¡Solo una buena pelea de hombre a hombre! ¿Eres lo suficientemente hombre
como para aceptar el desafío?"
Abaddon observó cómo Darius levantaba ambos puños como un boxeador en su mejor momento, incitando al
dragón a continuar.
"No tenía idea de que mi abuelo te consideraba un gran amigo como para someterse al ritual amistoso contigo...
No creía que el viejo bastardo supiera lo que son los amigos".
"¡Ja! Es un muchacho irritable, ¡pero mi hermano no obstante! ¡Pero hoy no es un día para discutir mis asuntos,
muchacho, hoy es un día para ajustar cuentas!"
"Muy bien..."
Abaddon quedó envuelto en una columna de llamas blancas y moradas, y emergió del tornado de fuego unos
segundos más tarde, significativamente más pequeño y mucho menos aterrador.
Darius saltó de su construcción y comenzó a cerrar la distancia entre él y Abaddon con pasos lentos y firmes.
Por el contrario, Abaddon también comenzó a caminar hacia el enano musculoso sin prisa por comenzar.
"Eres un hombre valiente, Darius. Desafiarme en una competencia en la que estoy en mi mejor momento es
equivalente al suicidio".
"¡Ja! Todo el mundo tiene un pico, muchacho, pero ¿y qué? He conquistado bestias y montañas más grandes que
tú mientras estaba borracho, entonces, ¿por qué deberías poner la más mínima sensación de miedo en mi
corazón?"
"Ya veo, toda tu sabiduría se ha desatado en la batalla hace mucho tiempo. Tanto es así que ni siquiera puedes
decir lo que está frente a ti".
"¡Tal vez sea así! ¡Supongo que tendrás que mostrármelo!"
"No te mueras".
"No soñaría con eso".
¡Whoosh!
¡¡¡BOOOOMMMM!!!
En un abrir y cerrar de ojos, Abaddon y Darius cerraron la distancia persistente entre los dos y sus puños
chocaron en un choque brutal.
La onda de choque producida por sus golpes de conexión fue lo suficientemente destructiva como para destruir
el suelo a su alrededor, y el sonido emitido fue como el de una bomba.
Darius era físicamente más fuerte, pero después de recibir tantos golpes con su cuerpo antes, el cuerpo de
Abaddon era igual de denso, y no fue empujado hacia atrás en lo más mínimo.
A pesar de que era más fuerte, el brazo del rey enano tembló después de recibir un puñetazo de Abaddon.
Entendió por qué confiaba tanto en su poder, pero no lo demostraría.
"Así que eres un poco más duradero... ahora veo".
"No, no lo haces".
Abaddon pateó a Darius con fuerza en el estómago y lo envió volando por los aires, sin aire en sus pulmones.
"Soy el vértice. Mi existencia es prueba de que aquellos que se interponen en mi camino son pequeños e
insignificantes".
Con una velocidad que Darius no esperaba seguir, apareció detrás de él en el aire y lo golpeó con fuerza en la
espalda, casi rompiéndole la columna y plantándolo firmemente en el suelo.
Abaddon aterrizó justo al lado de Darius y levantó su cuerpo en el aire por el cuello, su agarre se volvió más
fuerte por segundos.
"Soy tanto el principio como el final, la destrucción hecha carne. Casi invencible y completamente imparable".
Abaddon le dio un duro rodillazo a Darius en el estómago, y el anciano sintió que una de sus antiguas costillas se
rompía después de una eternidad.
Inmediatamente supo que lo que acababa de soportar habría sido mucho peor si no hubiera tenido el poder de
Helios para fortalecer su cuerpo.
Tambaleándose por el asalto, luchó por liberarse del agarre de Abaddon y lo pateó en la mandíbula con todas
sus fuerzas.
La horrible escena del cuello de Abaddon rompiéndose y dando un giro de 180 grados era visible para que todos
la vieran, pero Abaddon aún no había caído.
Su cuerpo se corrigió por su propia voluntad, y su cabeza volvió a la posición correcta sin signos de daño grave
previo.
Finalmente, Darius se dio cuenta de algo horrible.
"Tú... te has vuelto más fuerte cuanto más te golpeo".
Abaddon no se sorprendió por su deducción, ya que cualquiera que peleara con él mano a mano notaría que su
cuerpo se estaba volviendo cada vez más y más fuerte.
"Ya te lo dije, Darius. Soy imparable".
El rey enano abrió y cerró la boca como un pez antes de reírse un poco derrotado y levantó las manos en el aire.
"Puedo admitir cuando estoy vencido, muchacho... lo concedo".
Darius deshizo su transformación y cayó de rodillas, cerrando los ojos como quería para el golpe final.
Pero no importa cuánto tiempo esperó, nunca llegó.
De repente, escuchó el crujido del papel y una brisa sopló junto a su rostro.
Al abrir un ojo, vio que Abaddon estaba sosteniendo un trozo de pergamino y un bolígrafo, como si estuviera
esperando que firmara algo.
"¿Qué estás haciendo?"
"Tienes que firmar esto. Haz las cosas oficiales". Respondió Abaddon.
"¿Yo que?"
¿Le estaba pidiendo que firmara esto primero y luego lo matarían?
Estaba teniendo dificultades para seguir esta lógica.
"... ¿No vas a matarme y simplemente tomar lo que quieras?"

"¿Qué eres estúpido? Realmente no quiero nada más que mi nombre en este documento".
"¿Hay demandas de servidumbre en esto o algo así?"
"No, pero puedo agregar algo si quieres".
Una vena se hinchó en la cabeza de Darius por lo absurdo de este giro de los acontecimientos.
"¿Fuiste a la guerra conmigo... mataste a millones de personas... para que firmara un simple papel?"
"Te pedí que me entregaras todo antes de que comenzara la guerra". Abaddon se encogió de hombros.
Darius arrebató el pergamino y lo leyó detenidamente, seguro de que debía haber algunas condiciones ocultas o
algo que no le habían dicho.
Y aunque encontró uno... no era lo que él llamaría siniestro.
"¡¿Qué diablos es un equipo de fútbol y por qué tengo que crear uno?!"
"Eso no es negociable", dijo Abaddon desafiante.
Darius comenzó a mirar a Abaddon como si tuviera algún tipo de trastorno de personalidad.
Sabía que el estado de ánimo del hombre era susceptible a cambios pero... esto era realmente demasiado
drástico.
"Lo que sea... al menos puedo relajarme y dejar todo el trabajo duro a otra persona". Darius murmuró mientras
comenzaba a firmar.
"Al infierno que hagas. No estoy realmente interesado en tomar el control de Apeir, así que seguirás estando a
cargo de todo, pero siempre me pertenecerá de nombre".
La pluma de Darius se congeló como si acabara de escuchar un total y completo factor decisivo. "...¿Qué?"
"Ya me escuchaste, viejo. Lo único que va a cambiar es el nombre en la escritura".
"¡¿Qué diablos era el punto de todo esto entonces?!"
Abaddon miró a sus siete esposas que observaban su batalla con enormes sonrisas y miradas lujuriosas.
No importaba cuántas veces los viera, nunca dejaban de hacer que su propio corazón palpitara.
"Preservación... el único punto que importa".
"¡Mierda! ¿¡Qué maldita preservación!? ¡Tus ejércitos probablemente han dejado cráteres por todo el paisaje de
este continente!"
Abaddon puso los ojos en blanco y empujó el papel frente a la cara de Darius. "Mi esposa Eris tiene una
poderosa afinidad con la naturaleza, podemos arreglar algo así fácilmente. Ahora termina de firmar para que-"
"¡No firmaré una mierda!"
"Viejo, no me hagas golpearte de nuevo".
"¡Adelante, mocoso! ¡Prefiero que me peguen que hacer todo el trabajo de alguien sin compensación!"
"Te enviaré más súcubos de los que tu cuerpo viejo y cansado puede manejar".
"Entonces, ¿solo firmo aquí o hay otras páginas también?"
Después de que Darius firmara su nombre en el documento, Apeir fue oficialmente transferido a Abaddon y la
guerra terminó.
El emperador escarlata se volvió hacia sus ejércitos con una rara sonrisa en su rostro, y dejó escapar un rugido
triunfal para declarar su victoria.
"¡¡MIS SOLDADOS!! ¡¡¡APEIR ES NUESTRO!!!"
"¡HUZZAH!"
"¡GLORIA AL EMPERADOR ESCARLATA!"
"¡ESTOY LISTO PARA LA PRÓXIMA GUERRA!"
La celebración de millones de demonios alborotadores y sedientos de sangre era tan ruidosa que se podía
escuchar desde kilómetros a la redonda, pero nadie les negaría esta celebración.
Mientras estaban en el cielo, los demonios volaban de una manera alegre y orgullosa, cantando las alabanzas de
su gobernante y maestro.
Pero por alguna razón, la forma en que se referían a él era un poco diferente a la que estaba acostumbrado.
"¡VIVA EL DIOS DEMONIO!"
'....¿Pero todavía no soy un dios?' Abaddon pensó confundido.
Debido a que el estado de ánimo era tan animado, no interrumpió su canción y continuó dejando que se
refirieran a él como quisieran, para su propia vergüenza.
Pero rápidamente se olvidó de tal cosa cuando vio a las siete hermosas mujeres caer del cielo con los brazos
extendidos para abrazarlo.
Bekka llegó primero, luego Lisa y Eris.
Cuando Valerie se unió, él volvió a caer al suelo con todas las chicas en sus brazos, permitiendo que sus esposas
restantes se unieran a la pila de perros.
Hubo lágrimas de felicidad, besos y tantos 'Te extrañé' que fácilmente se podía perder la cuenta, pero Abaddon
los aceptó con un corazón rebosante.
Podía sentir que algunas de sus esposas se habían vuelto más fuertes en su tiempo separados, pero por ahora
eso no le importaba.
Solo quería abrazarlos de cerca y compensar todos los días que había pasado sin su toque.
Cerca de allí, Darius finalmente se levantó del suelo y contempló el paisaje que tenía delante.
No solo las esposas de Abaddon, sino incluso su gente parecía amarlo mucho.
No pudo evitar sentir que, si fuera este hombre, el futuro de Apeir podría ser más brillante de lo que jamás
hubiera imaginado.
Capítulo 296 ¡Vamos a casa!

"¿Cuánto tiempo vais a quedaros así?"
Darius todavía estaba extremadamente molesto por la vista de Abaddon tirado en la parte superior del suelo sin
ninguna preocupación en el mundo, un montón de bellezas maduras con curvas encima de él.
Durante los últimos veinte minutos, habían estado jugando a ponerse al día en pareja mientras discutían todo lo
que había sucedido en su tiempo separados.
Era lindo al principio, pero ahora Darius estaba tan harto que no sabía qué hacer.
"¿Hm? ¿Sigues aquí?" Abaddon preguntó mientras miraba por detrás del cabello de Lillian al pequeño hombre
enano a unos metros de distancia.
"... ¿¡Por qué no seguiría aquí cuando esta es mi casa!?"
"Hmm... Supongo que tienes razón".
Abaddon se levantó repentinamente del suelo con Eris, Audrina y Lisa aferrándose a él como koalas.
El resto de sus esposas parecían estar ardiendo de envidia por la mera vista.
"Entonces nos despediremos". Abaddon miró hacia el cielo y dos grandes portales se abrieron de inmediato, y
sus ejércitos inmediatamente comenzaron a volar a casa.
"Qué estoy olvidando... Ah, eso es correcto".
Abaddon le dio una orden mental a uno de los Éufrates, y de repente dejaron caer un gran saco de arpillera del
cielo.
"Atrapar."
"¿Hm?"
Darius extendió los brazos esperando atrapar un paquete liviano con facilidad solo para ser completamente
derribado por el peso del saco.
Gideon y Godfrey asomaron la cabeza por una pequeña abertura y observaron su entorno mientras intentaban
reprimir las náuseas.
"Malditos demonios... ¿¡realmente nos arrojaron del cielo!?"
"¡Y nada menos que sobre una maldita roca! ¡Me habría sentido menos irrespetado si nos hubieran matado!"
Darius gruñó y empujó a sus dos iracundos hijos con todas sus fuerzas. "¿Quién es la maldita roca, estúpidos
mocosos?"
Aunque internamente se sentía aliviado de que sus hijos estuvieran vivos, no podía perdonar la forma en que lo
habían aplastado y luego insultado.
Tendrían una reunión dulce y blanda después de que él les infundiera algo de respeto en sus estúpidas cabezas.
Abaddon negó con la cabeza antes de abrir un portal más pequeño directamente en frente de él y sus esposas.
Darius se reunió con su familia, ahora era el momento de que él hiciera lo mismo.
Abaddon y sus esposas aparecieron en su casa justo en el medio de su vestíbulo, y estaba claro que no podrían
haber estado más aliviados de estar de regreso.
"En realidad no hay lugar como el hogar." Audrina dijo soñadoramente mientras dejaba caer sus manos más y
más abajo sobre el cuerpo de Abaddon.
"Mi amor... estamos justo al lado de la puerta principal". recordó.
"¿Entonces?" Sus esposas preguntaron en voz alta.
Honestamente, cuando Abaddon vio la ardiente mirada de deseo en sus ojos, su racionalidad casi se rompió.
Pero una ráfaga de pasos provenientes del piso de arriba rápidamente le recordó por qué tal cosa no era una
buena idea.
Las hermanas fénix, Apophis, Thea y las sirvientas trillizas bajaron corriendo las escaleras un momento
después, claramente eufóricas de ver a Abaddon y sus esposas después de un mes de ausencia.
"¡¡¡Estás en casa!!!"
"Los hemos extrañado mucho a todos".
"¡La casa se sentía tan vacía sin todos ustedes aquí!"
Por primera vez desde que se reunieron, Abaddon y sus esposas se separaron para abrazar a sus hijos y amigos
más cercanos.
Pero a pesar de lo conmovedor que fue este momento, Abaddon no pudo evitar extrañar la presencia de sus dos
hijas menores.
"¿Dónde están mis pequeños? No me digas que no les interesa vernos después de tanto tiempo".
Por alguna razón, su pregunta hizo que todo el grupo de bienvenida se estremeciera, y de repente se congelaron
como si supieran algo que él no sabía.
Las esposas de Abaddon también comenzaron a sentir curiosidad, y pronto también estaban mirando al grupo
como si estuvieran esperando una respuesta.
"Ah, bueno... espera un segundo".
"Sí, hay algo que debemos hacer primero".
Thea y Apophis rápidamente se pusieron en movimiento, mostrando un magnífico trabajo en equipo.
Mientras Thea corría afuera para recoger algo, Apophis alineó a todos sus padres uno al lado del otro como si
estuviera arreglando un ramo.
Un momento después, Thea regresó con la mascota de la familia, Entei, a cuestas.
Le indicó a la criatura esponjosa que se parara detrás de la ordenada línea de Tathamets, donde rápidamente se
tumbó en el suelo y cerró los ojos como si estuviera a punto de continuar con su siesta.
"¿Qué están haciendo ustedes niños?" Eris preguntó con genuina confusión.
"¿Es todo esto realmente necesario?" agregó Valeria.
Una vez más, el grupo de bienvenida se miró brevemente antes de llegar a una conclusión unificada.
"Sí, así es."
Finalmente, Abaddon se cruzó de brazos y suspiró como si estuviera cansado de todas las capas y espadas.
De repente, sintió dos presencias familiares que venían de lo alto de las escaleras y sonrió cálidamente cuando
reconoció a sus dos hijas sin siquiera verlas.
Y para mejorar aún más las cosas, Mira parecía haber evolucionado también.
"¿Mis chicas no van a venir a saludar? Estás hiriendo un poco los sentimientos de tu padre, ¿sabes?"
Lanzó un pequeño suspiro y sus dos hijas aparecieron a la vista.
Pero... no eran en absoluto como los recordaba.
Ambas chicas parecían tener alrededor de catorce y quince años respectivamente, y eran un dúo positivamente
radiante.
Gabbrielle llevaba un vestido blanco básico que hacía juego con el color natural de su cabello rizado y le llegaba
hasta la espalda.
Sus cuernos eran significativamente más gruesos y largos, y sus brillantes ojos rojos habían perdido su lindo
brillo infantil.
Tenía una figura delgada pero encantadora que era casi idéntica a la de la chica a su lado, aunque admitía que
era un poco más pronunciada en las áreas de la cadera y el pecho.
Si bien fue un shock verla en esta forma, ya era bien sabido que Gabbrielle era capaz de envejecer, pero por lo
general optaba por no hacerlo.
Por otro lado, su hermana era... un completo y absoluto shock.
Cabello negro largo y sedoso que le llegaba hasta la cintura, una figura delgada y tonificada que no estaba
desgarrada pero que mostraba su máxima dedicación a su entrenamiento y un par de cuernos malvadamente
curvados.
Llevaba un vestido rojo sangre sin mangas con brazaletes dorados alrededor de las muñecas que contenían una
tela roja que fluía.
Sus ojos seguían siendo tan lindos y traviesos como antes, y como siempre, se la podía ver con sus migas de
galleta en sus mejillas.
"¡Bienvenido a casa, padre!"
"¡Bienvenido de nuevo, papi!"
Al escuchar sus voces, Abaddon ya no podía negar la verdad, incluso si quisiera.
-Mira, tu...
"¿H-Cuánto tiempo nos hemos ido...?"
"¿Mi dulce bebé es... una niña grande...?"
La primera en reaccionar fue Lisa.
Su mente estaba tan abrumada por la vista frente a ella que se desmayó por pura conmoción.
Como si se hubiera desencadenado una reacción en cadena, todos los padres comenzaron a caer como moscas.
Uno por uno, todos se desmayaron y cayeron de espaldas sobre el suave y cálido pelaje de Entei, demostrando
que las precauciones de Thea y Apophis eran realmente necesarias.
Como la más sensata del grupo, Lailah pudo resistir un poco más que los demás, pero... finalmente, ella también
perdió la batalla.
Cuando los ocho cayeron de espaldas al país de los sueños, Apophis finalmente se cruzó de brazos y asintió.
"Esto salió mejor de lo que pensé, sinceramente. Esperaba que lloraran como lo hizo mamá Seras cuando se lo
mostramos".
Thea recordó brevemente el correo telefónico que hizo que su séptima madre llorara como un recién nacido y le
hiciera un agujero en la pared.
Comparado con eso, la reacción de todos ellos fue bastante leve.
"Creo que se lo tomaron bastante bien". dijo Thea con orgullo. "¿Los movemos?"
- 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
Abaddon no estaba seguro de cuánto tiempo estuvo fuera, pero cuando despertó ya era de noche.
Se incorporó y se dio cuenta de que lo habían trasladado a su habitación en algún momento y estaba rodeado
por todas sus esposas.
Pero al parecer, eso no fue todo.
El suave sonido de un sollozo se reprodujo desde el interior de la habitación, y Abaddon encontró a Mira
sentada a los pies de su cama, con las manos y las rodillas pegadas al pecho.
Tan pronto como sintió movimiento detrás de ella, se dio la vuelta y el corazón de Abaddon se rompió al ver su
rostro manchado de lágrimas.
"Mira... ¿por qué estás-"
"¿Tú y mis madres ya no me aman... porque no soy pequeño...?"
Abaddon hizo una expresión desconsolada y abrió los brazos, permitiendo que Mira volara hacia ellos.
"¿Cómo pudiste pensar eso...? Estábamos un poco sorprendidos, eso es todo".
"¡N-No...! No estabas feliz en absoluto... A pesar de que hice esto para ser fuerte, desearía poder retractarme..."
Finalmente, Abaddon se dio cuenta del estado mental de su hija.
Aunque su cuerpo físico rondaba los quince años, su mente todavía estaba muy por detrás de eso.
No fue una sorpresa que ella creyera que no estaban contentos con ella porque había crecido.
Abaddon solo podía abrazar a su hija con fuerza mientras trataba de aliviar sus preocupaciones.
"Si soy honesto, estaba decepcionado, pero nunca diría que estaba infeliz. Tenemos una buena vida,
significativamente mejor que la mayoría, pero a veces siento que hemos sacrificado algo importante".
"¿I-Importante?"
"Estas vidas que vivimos que siempre están en conflicto... Me preocupa que no hayamos mantenido esa parte de
nosotros lo suficientemente lejos de ti y de tus hermanos.
Quería verte a ti y a tu hermana crecer lentamente, día a día. Pero debido a que se sintieron agobiados por
tomar espadas y pelear, ambos terminaron creciendo en un abrir y cerrar de ojos".
Al igual que Mira, Thea también había dejado atrás sus años de infancia porque quería ser fuerte para su familia.
Pero antes de que Abaddon tuviera hijos, sabía que nunca quería que se preocuparan por problemas de adultos.
Ser un niño sería el momento más simple y divertido de sus vidas, y había comenzado a sentir que no había
hecho lo suficiente para preservar esa experiencia para ellos.
Inicialmente pensó que era inofensivo cuando tomaron espadas con el objetivo de parecerse más a él y a sus
esposas, pero ¿y si cometía un error?
¿Debería haberlos apartado de tales cosas y alentarlos a ser niños en su lugar?
Gabbrielle y Apophis siempre fueron especiales, por lo que no se molestó tanto cuando de repente se
convirtieron en adolescentes, pero Thea y Mira eran relativamente normales.
Y, sin embargo, su determinación de ganar poder los había obligado a crecer a una velocidad insana.
Todo para que pudieran sentir que estaban contribuyendo y que eran "dignos" del nombre de Tathamet.
Como si tal cosa alguna vez tuviera que ganarse en primer lugar.
"No entiendo…" dijo Mira honestamente.
Abaddon se dio cuenta de que sus palabras probablemente eran muy difíciles de seguir para un niño, y le dio
unas palmaditas en la espalda mientras trataba de simplificar lo mejor que podía.
"Simplemente no quiero que te moleste el hecho de que perdiste tanto tiempo porque querías luchar junto a
nosotros, o porque sentiste que necesitabas nuestro reconocimiento".
Abaddon de repente tomó la mejilla de Mira y limpió el agua persistente en su rostro.
"Porque desde el momento en que corriste hacia Lailah y yo en esa librería, ya eras mi hija y mi posesión más
preciada.
Incluso si no hicieras nada por el resto de tu vida, nunca estaría menos orgulloso de ti. No importa lo grande que
seas, siempre serás mi niña".
A pesar de que Abaddon acababa de terminar de limpiar la cara de Mira, sus ojos rojos rápidamente se llenaron
de lágrimas una vez más y enterró su rostro en su pecho expuesto.
Había muchas cosas que Mira quería decir, pero simplemente no tenía el vocabulario necesario para expresarse.
Pero con la habilidad de su padre para leer las emociones, no necesitaba hacerlo.
Amor familiar, aprecio y más que una pequeña cantidad de alivio.
Sus madres se despertaron poco tiempo después y más o menos le dijeron lo mismo mientras competían por lo
hermosa que se había vuelto.
Una vez más, Mira no sabía cómo poner en palabras este abrumador sentimiento de plenitud, pero sabía que se
sentía increíblemente cálido y que lo abarcaba todo.
Al final, terminó durmiendo en la misma cama que todos sus padres.
¿Por qué? Porque según sus madres ella era una princesa y podía hacer lo que quisiera.
Capítulo 297 Hipo en una camioneta

En la sala del trono de Helios, estaba repasando el trabajo de los tres señores arrodillados a sus pies.
Seras, Lotan y Tiamat estaban enviando sus informes trimestrales desde su sección de Antares, y parecía que
todo iba bien.
"Estoy bastante impresionado contigo, Seras. Ponerme al día con tanto trabajo en no más de un mes no es poca
cosa".
"Gracias, mi rey..."
Helios notó que los ojos de Seras estaban un poco distantes y vacíos como si ella no estuviera realmente allí.
Era especialmente a diferencia de ella, ya que por lo general era muy aguda y siempre consciente de su entorno.
'Enfocado en él, apuesto...'
"¿Cómo va la guerra de tu esposo?" Helios preguntó de repente.
Un poco de luz volvió a los ojos de Seras, pero uno no podía decir exactamente que estaba feliz. "Yo ... no tengo
ningún detalle. Solo sé que todavía está vivo y bien".
El dragón dorado se frotó la barbilla pensativo como si estuviera contemplando la probabilidad de la victoria de
Abaddon.
"Darius tal vez sea un amigo, pero de ninguna manera aceptará a Abaddon solo porque es mi nieto biológico.
¿Cómo crees que-?"
"Mi rey."
Los ojos de Seras estaban más vivos que nunca en todo el tiempo que estuvo aquí, como si el contenido de esta
conversación la hubiera despertado por completo.
"Estoy absolutamente seguro de que después de absorber todos los pecados, solo quedan cuatro personas en
este mundo que son capaces de poner en peligro la vida de mi amado. Y el Rey Darius no está entre ellos".
Helios, Samyaza, Audrina y la propia Seras.
Los primeros dos eran monstruos que no se originaban en este mundo, y sus poderes estaban más allá del rango
actual de Abaddon en este momento.
Pero Audrina y Seras eran monstruos antinaturales por derecho propio, habiendo pasado por transmutación y
demonificación.
Solo estos cuatro eran capaces de superar la mayor fuerza de Abaddon en el pecado del orgullo, y solo dos de
ellos podían considerarse hostiles.
Para ella, nunca fue una cuestión de si su esposo derrotaría a Darius, sino cuándo.
*Silba* "Bastante confiado en tu hombre allí, Seras." Logan dijo en broma. "Pero me pregunto si podrías estar un
poco parcializado en sus habilidades".
"En efecto." añadió Tiamat. "A pesar de sus éxitos hasta ahora, nuestro mundo es un lugar grande lleno de
muchos grandes poderes".
Estaba claro que Seras estaba empezando a irritarse, ya que sus garras salieron solas y una pequeña cantidad de
su presión comenzó a escaparse de su cuerpo.
"Cualquiera de ustedes... Di esas palabras de nuevo. Te desafío".
Desafortunadamente, los dos no podían hablar aunque quisieran.
La verdadera presión del dragón es completamente diferente a cualquier otro tipo de presión.
Afecta a los seres de una manera especial que los deja en una parálisis casi completa a medida que pierden el
control de las funciones de su cuerpo.
En casos más extremos, la mente puede sobrecargarse de miedo e incluso sufrir daños permanentes.
El efecto fue aún más pronunciado en los dragones más débiles.
En este momento, ni Lotan ni Tiamat podían siquiera eructar en dirección a Seras.
Sus rostros perdieron gradualmente todo el color y dejaron caer la cabeza al suelo por un instinto natural de
parecer no amenazantes.
En el trono, Helios simplemente sonrió mientras hacía todo lo posible por no reírse.
'Como pensé, siempre es divertido cuando están juntos así'.
Justo cuando Helios abrió la boca para dispersar esta atmósfera negativa, hubo un cambio en la sala del trono.
De repente, un portal estrellado giratorio se abrió justo detrás de los señores arrodillados.
Por un momento no hubo actividad, y luego apareció una niña.
Llevaba un vestido blanco sencillo y limpio que dejaba al descubierto sus suaves brazos femeninos y le daba un
aspecto suave y delicado.
Su pelo blanco, largo y rizado, le llegaba más allá de la espalda y casi tocaba el suelo.
Si bien su rostro era casi distante y robótico, era innegablemente hermosa.

Tanto es así que sería tremendamente difícil encontrarla igual en esta vida o en la siguiente.
A menos, por supuesto, que vislumbraras a sus hermanas o madres.
Sus ojos rojos escanearon la habitación en busca de una persona en particular y una vez que la encontró, sus
ojos mostraron sus primeros rastros de calidez y sus labios carnosos se curvaron en una sonrisa.
"Mes-"
Antes de que Gabbrielle pudiera terminar de llamar a su madre, un hombre que no reconoció estaba
directamente frente a su rostro mirándola de forma extraña.
"Qué mujer tan cautivadora... No creo haber visto nunca algo como tú".
De repente, Lotan tomó a Gabbrielle de la mano con ternura e hizo todo lo posible para dar una impresión
favorable.
"Soy-"
"Va a morir." Gabbrielle terminó.
Lotan hizo una pausa por un momento ya que no entendió completamente su significado, pero un solo segundo
fue todo lo que necesitó para captar la imagen completa.
Un hombre apareció de repente desde el portal al lado de la joven.
Además del rey que medía 7'0, era fácilmente el hombre más alto que Lotan había visto jamás.
Su piel era completamente negra, excepto por los llamativos tatuajes rojos que parecían estar escritos en algún
lenguaje demoníaco muerto hace mucho tiempo.
No parecía haber una onza de grasa o un músculo infrautilizado en todo su cuerpo, y sus ojos rojos y morados
eran de alguna manera sofocantes y sin fondo.
Cuando los ojos de Abaddon se posaron en las manos de Lotan que estaban en las de su hija, se olvidó
temporalmente de dónde estaba.
Su cuerpo se movió por puro instinto y odio mientras tomaba a Lotan por el cuello y convertía su mano libre en
una espada enorme que fácilmente cortó el suelo.
"Nieto. No vas a faltarme al respeto en mi propia sala del trono matando a un subordinado frente a mí,
¿verdad?" Helios preguntó peligrosamente.
Abaddon apenas retuvo lo suficiente de su cordura para responder, pero su estado de ánimo estaba tan lejos de
ser agradable como parece.
"Quiero preguntarte algo, Helios. ¿Qué harías si algún pilluelo repulsivo pusiera las manos sobre tu hija sin su
permiso?"
Los ojos de Helios se nublaron temporalmente y comenzó a calentar la habitación con el calor que irradiaba su
cuerpo.
Finalmente, se calmó e hizo una petición razonable.
"Lo que sea que vayas a hacer, solo asegúrate de que él pueda volver a trabajar mañana".
'¡¿Q-Qué?!'
Lotan no podía conseguir una sola bocanada de aire en sus pulmones, y no importaba cuánto lo intentara, no
podía liberarse del agarre de Abaddon.
Si pudiera hablar, se habría disculpado profusamente por el malentendido, pero no parecía que fuera a darse
ese lujo.
A regañadientes, Abaddon guardó su brazo afilado y en su lugar desenvainó las garras de las yemas de sus
dedos.
"Si vas a mirar a mi hija con esos ojos lascivos, es mejor que no los tengas".
Al darse cuenta de lo que estaba a punto de suceder, Lotan comenzó a luchar a ciegas en un intento por evitar su
espantoso destino.
Lanzó una ráfaga de golpes a la cara y el cuerpo de Abaddon, pero después de diez golpes, sus propios puños
comenzaron a doler.
Era como si fuera un humano golpeando una pared de ladrillos sin la más mínima protección.
'¿¡D-De qué diablos estás hecho!?'
Desafortunadamente, su pregunta quedó sin respuesta ya que Abaddon se sacó ambos ojos con relativa facilidad
y los aplastó con la palma de su mano.
Sin aire entrando en sus pulmones, Lotan ni siquiera podía gritar cuando su visión se oscureció y fue asaltado
por un dolor terrible.
"¡Te dije que tiene cosas que hacer mañana!"
"Entonces debería contratar a un buen mago sanador". Abaddon le dio un cabezazo a Lotan con todas sus
fuerzas, rompiéndole el hueso frontal y enviándolo a una larga siesta.
Lo arrojó con fuerza contra la pared más cercana e inmediatamente revisó a Gabbrielle para asegurarse de que
estaba bien.
"Estás bien, ¿verdad? Él no te dijo nada raro antes de que yo llegara, ¿verdad?"
"Dijo que yo era una mujer cautivadora". Gabbrielle dijo honestamente.
Abaddon conjuró una jabalina hecha de hielo y la arrojó al cuerpo inconsciente de Lotan, empalando su pierna
contra el suelo.
Parecía que iba a crear otro y engrapar las cuatro extremidades cuando una hermosa mujer de piel pálida se
arrojó a sus brazos.
El demonio se olvidó por completo de su ira cuando Seras lo agarró por la cara y lo besó desesperadamente, el
valor de su mes de anhelo contenido en su tierno saludo.
Como Abaddon la extrañaba tanto como ella lo extrañaba a él, no luchó contra ella y en su lugar la atrajo más
profundamente, saboreando la calidez de su cuerpo y el sabor de sus labios después de tanto tiempo.
Helios puso los ojos en blanco y miró a su último señor arrodillado, Tiamat.
Cuando vio el estado de ella, le dio una advertencia muy simple que sin duda le salvaría la vida.
'Deja de mirarlo así. Seras te matará en cuanto se dé cuenta.
'!'
Tiamat rápidamente desvió la mirada y miró al suelo mientras intentaba controlar sus pensamientos e impulsos
internos.
Cuando sus ojos se posaron en Abaddon... no podía describir el abrumador sentimiento de atracción que
amenazaba con hacerla perder toda razón.
Si Seras no hubiera estado tan abrumada al ver a su esposo, ya la estarían limpiando del piso.
Y si se trataba de eso... Helios no quería particularmente pelear con Seras por algo tan estúpido como eso.
Al nivel en el que se encontraba ahora... una pelea entre ellos dos reduciría todo este continente a escombros en
menos de dos horas.
Finalmente, Abaddon y Seras separaron sus labios y se miraron amorosamente a los ojos.
""Te he extrañado.""
"¿Por qué me molesté en venir si solo iba a ser acosado e ignorado?" preguntó Gabbrielle.
Seras finalmente se rió entre dientes y se separó de su esposo para abrazar a su hija. "Yo también te he
extrañado, hija mía. Me alegra el corazón verte así".
Gabbrielle mostró una pequeña sonrisa y le devolvió el abrazo a su madre con uno propio, realzando aún más
este momento ya de por sí tierno.
Vinimos a llevarte con nosotros.
"Así es, sabes que no podríamos celebrar apropiadamente nuestra reunificación sin ti". agregó su marido.
Los ojos de Seras se abrieron cuando escuchó el doble significado detrás de las palabras de Abaddon.
El picor que había estado ignorando con gran dificultad durante todo el tiempo que estuvieron separados
finalmente había regresado y exigía que se lo rascara.
"E-Entonces, ¿qué estamos esperando? ¡¡Vámonos a casa ya!!"
Seras rápidamente tomó los brazos de su hija y su esposo y se preparó para atravesar el portal, aparentemente
olvidándose de cualquier otra cosa.
"Esperar."
El grupo de tres se dio la vuelta y miró a Helios como si se hubieran olvidado por completo de que estaba allí.
"Todavía tienes que cumplir con tu parte del trato, Abaddon". recordó Helios. "Seras todavía tiene deberes que
atender aquí".
Compílelo para ella y vendré a recogerlo dentro de unos días. Abaddon dijo despreocupadamente.
Helios gruñó irritado y conjuró un muro de llamas blancas, aislándolos del portal.
"¡No puedes tomarla a tu antojo! ¡Hasta que Rhea resucite, todavía la necesito aquí!"
Abaddon ya estaba de mal humor por la tontería anterior de Lotan, pero Helios estaba a punto de empeorarlo
significativamente.
"Viejo... ¿de verdad te atreves a decirme lo que puedo y no puedo hacer con mi esposa...?"
Sin preocuparse por su tono, Helios se levantó en toda su altura y gruñó amenazadoramente.
"No te excedas, muchacho. ¡Has dejado que la victoria sobre unos pocos semidioses débiles se te suba
directamente a la cabeza! Puedo asegurarte que la diferencia de poder entre nosotros es más que-"
Antes de que Helios pudiera terminar su amenaza, el muro de llamas que había creado hace un momento
comenzó a parpadear sin control.
"Qué...?"
El dragón dorado observó con los ojos muy abiertos cómo su propio fuego dejaba de obedecer sus órdenes y se
convertía en nada más que una pequeña brasa.
Lentamente, esa pequeña ascua flotó hacia la palma extendida de Gabbrielle, quien se dio la vuelta para mirar a
Helios con decepción.
"Estoy sorprendido de ti, Bahamut. Que usaras estas llamas contra el que te las dio es ciertamente risible".
Capítulo 298 Bahamut: El Bendito

¿Cuánto tiempo había pasado desde que el dragón dorado escuchó que alguien lo llamaba por su nombre real?
Nadie en este mundo debería haberlo sabido, y menos que nadie su nieta más joven.
Y su habilidad para tomar sus llamas con facilidad mientras proclama que ella se las dio...
Brevemente, recordó el descenso y la fusión de la diosa dragón y su fusión con Abaddon.
Además, el hecho de que él y su séptima esposa tuvieran un hijo nada menos que dos semanas después y este
creció a un ritmo alarmante.
Incluso con todas las piezas del rompecabezas colocadas frente a él, Helios todavía no quería creerlo.
"T-tú... no puedes ser..."
Los ojos de Gabbrielle se volvieron ligeramente fríos cuando extendió la mano.
Una voluta de energía puramente blanca salió del pecho del dragón dorado y volvió directamente a su mano.
Los ojos de Helios casi salen disparados de su cráneo como una especie de caricatura antigua.
Sus poderosas llamas blancas de las que estaba tan orgulloso... se las acababan de quitar.
"Cuando me molestaste con tus oraciones durante noventa días y noches por mi bendición y una pizca de mi
poder, te agradecí tan generosamente con la esperanza de que guardaras silencio.
Ahora eres el gobernante de este mundo atrasado y has olvidado quién te puso aquí".
Con cada palabra pronunciada, Helios temblaba como un recién nacido que acaba de recibir sus primeros
azotes.
"Tiamat... toma a Lotan y sal de mi vista en este instante".
El dragón relámpago echó un último vistazo al cautivador Abaddon y arrojó al dragón marino inconsciente
sobre su hombro antes de desaparecer en un instante.
¡Bang!
Helios cayó de rodillas y se golpeó la cabeza contra el suelo mientras se postraba por completo frente a
Gabbrielle y su familia.
Abaddon y Seras se frotaron los ojos simultáneamente como si estuvieran seguros de que debían haber
presenciado un truco de luz.
Seras: 'Las chicas nunca creerán esto.'

Abaddon: "Ojalá Valerie hubiera replicado más teléfonos para poder tomar una foto de este momento".
"Gran Madre, por favor perdona la insolencia de tu bendita niña... Yo-Yo simplemente nunca creí que te
encontraría en esta forma y han pasado tantos siglos que-"
"Tus excusas me aburren. La ignorancia es la ignorancia, sin importar la rima o la razón". Gabbrielle dijo con
frialdad.
Esta vez, Seras y Abaddon se limpiaron los ojos mientras trataban de asegurarse de que la realidad no los
engañara a ninguno de los dos.
"Hija... ¿quieres decirle a tus padres lo que nos estamos perdiendo de esta foto?" Seras finalmente preguntó.
Gabbrielle se dio la vuelta para encontrar a su padre y su madre sentados en el suelo con las piernas cruzadas,
claramente muy interesados.
Seras estaba acurrucado cómodamente en el regazo de Abaddon, y los dos miraban a su hija como si estuvieran
esperando escuchar una historia tentadora.
Ignorando sus travesuras infantiles, Gabbrielle se pasó las manos por el cabello mientras trataba de explicar.
"Es como digo. Este me rezó fervientemente para que lo ayudara a derrotar a esos menores que acosan a sus
hermanos, y lo complací en contra de mi buen juicio y a instancias de la anciana".
"¿Menores?"
"¿¿Anciana??"
Gabbrielle pensó mucho pero estaba teniendo problemas para recordar el nombre de las criaturas insectiles.
"Bahamut, ¿cómo se llaman?" Ella preguntó.
"Asesinos de dragones y jinetes de dragones, Gran Madre".
"Correcto, esos insectos. Y la anciana es la esposa del creador, Asherah". 𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛𝚛.𝚛𝚛𝚛
"¿Qué diablos son?" preguntó Abaddon.
Gabbrielle miró a Helios en busca de una explicación, y él se estremeció un poco antes de apresurarse a dar una.
"Son azotes. Razas más pequeñas que utilizan el poder de nuestra especie para quitarse la vida y absorber
nuestras habilidades u obligarlos a vivir como monturas o concubinas".
Estaba muy claro que, a pesar de la presencia de Gabbrielle, Helios se estaba volviendo increíblemente enojado
cuando reflexionaba sobre el destino de sus hermanos.
La princesa sin embargo... parecía indiferente a todo.

"No me importaba el destino de los perdidos, ya que creía que si eran lo suficientemente débiles como para ser
asesinados o, peor aún, satisfechos con la servidumbre, entonces no merecen mi piedad.
Pero Asherah trajo a este ferviente hijo mío a mi reino y me pidió que los escuchara después de que pasó tres
meses orando en el mismo lugar como un monje".
"¿Y le diste... llama?" Seras preguntó.
Gabbrielle hizo un poco de puchero y extendió la mano para producir la simple 'llama' a la que se refería su
madre.
“Madre… este poder que padre y yo compartimos no es una simple llama. ¿Estás familiarizada con las palabras,
'Que se haga la luz'? ?
"¿Sí?"
"Esta es la luz".
Los ojos de Abaddon y Seras se abrieron considerablemente mientras miraban la ardiente bola de fuego blanco
dentro de la palma de su hija.
"Esta es la llama del origen, y solo aquellos tocados por mí pueden manipularla o controlarla. Su poder se
extiende hasta donde llega la luz dentro del universo, y es capaz de prender fuego a toda la realidad".
De repente volvió a mirar a Helios y le devolvió su poder después de un breve momento de consideración.
"Fue colocado en este mundo por la anciana, con el objetivo de hacer crecer el regalo que le di para que pudiera
acabar con esos insectos en el momento señalado".
"Y lo he estado haciendo tan diligentemente, Gran Madre". Helios dijo tembloroso. "Incluso me puse el nombre
de ese dios del sol del Olimpo, porque estaba muy orgulloso del poder que tan amablemente me diste".
"Así lo veo." Gabbrielle dijo con voz desinteresada.
Honestamente, encontró que tal cosa era totalmente innecesaria y más que un poco estúpida, pero mantuvo la
boca cerrada, no obstante, a favor de asuntos más importantes.
"¿Todavía estás planeando retener a mi madre como rehén aquí?"
"N-nunca soñaría con eso. Ella es libre de ir y venir cuando le plazca". Él respondió de inmediato.
Gabbrielle miró a sus padres sin decir una palabra, como si estuviera preguntando si estaban satisfechos con
este resultado.
Abaddon y Seras hicieron contacto visual y aparentemente tuvieron una conversación mental completa en el
lapso de unos pocos segundos.
El hermoso dragón de repente se puso de pie y se arrodilló frente al ya postrado Helios.
"Mi rey, de ninguna manera tengo la intención de abandonar mis deberes. Cumpliré con lo que me pidas sin
falta, pero deseo vivir en Luxuria con mi esposo y nuestra familia".
"Tu deseo ha sido concedido. Eres libre de irte inmediatamente." Dijo rápidamente.
'¿¡Qué demonios estás haciendo!? ¡La Gran Madre seguramente me castigará por hacer que su propia madre se
arrodille!
Helios estaba a punto de desmayarse por la ansiedad.
Normalmente no habría estado tan nervioso y mantenido un poco más de compostura, pero solo había un
problema.
No podía ver a través de Gabbrielle en absoluto.
Para que él ni siquiera pudiera ver a través de su nivel actual de poder... estaba seguro de que ella debía haber
conservado una gran cantidad de su fuerza.
Sin embargo, esa creencia era en gran parte falsa.
Después de darle a su padre la mayor parte de su poder, Gabbrielle ahora era comparable a una cuarta etapa
evolucionada como máximo.
Se estaba volviendo más fuerte cada día, pero necesitaría varios millones de años antes de volver a estar cerca
de ese nivel de poder.
La única razón por la que Helios no pudo ver a través de Gabbrielle es porque ella no quería que lo hiciera.
Todavía mantenía un nivel de control sobre todos los dragones verdaderos que existían y podía manipularlos
sutilmente o no tan sutilmente.
Después de todo, ella era su creadora.
Abaddon de repente se adelantó y se paró sobre Helios y su esposa. "Ustedes dos... Levántense".
Mientras Seras se levantó de inmediato, Helios fue un poco más lento.
E incluso cuando se puso de pie, estaba claro que estaba mirando a Abaddon de manera diferente que antes.
A través de un método u otro, en realidad había dado a luz a la madre de todos los dragones.
En cuanto a cómo tal cosa era posible... no tenía la menor inclinación.
"¿Sabes lo decepcionante que es verte así?" Abaddon preguntó de repente.
"¿Hm?"
"Pensé que eras una existencia calamitosa que era indomable por todos bajo los cielos. Verte postrado de
repente es terriblemente vergonzoso".
La forma en que Abaddon se sentía ahora es la misma que sentiría un niño si viera a su superhéroe favorito
fumando crack en un callejón.
Era como si todo lo que había sabido sobre él se hubiera convertido en humo.
"No hay vergüenza en reconocer a mi creadora, porque ella es quien me ha dado vida y renacimiento. Me
postraré a sus pies durante dos millones de años si es necesario". Dijo desafiante.
"No." Gabbrielle advirtió.
"Sí, Gran Madre". Dijo robóticamente.
Abaddon puso los ojos en blanco mientras le hacía un gesto a Gabbrielle para que se acercara y le dio unas
palmaditas en la cabeza.
"Ella es tu bisnieta ahora, no una antigua diosa madre. Intenta actuar con cierto grado de normalidad".
Helios miró la mirada fría y real de Gabbrielle que contenía una profundidad ilimitada de conocimiento que
abarcaba todo.
De ninguna manera podría hacer lo que se le pedía.
"Y tú..."
"¡Eep!"
Abaddon de repente agarró a Seras posesivamente y la abrazó con fuerza para que no pudiera escapar.
"¿Estás tratando de ponerme celoso inclinándote ante otro hombre frente a mí? ¿Puedes aceptar las
consecuencias de provocarme así?"
No estaba claro si Seras estaba más asustada o excitada por las acciones de su esposo, pero la actual crisis de
inundaciones en su ropa interior aclararía cualquier sensación de falta de comunicación.
"Te aseguro, esposo... Puedo permanecer de rodillas ante ti todo el tiempo que sea necesario para que me
perdones".
Necesitaré pruebas de esa devoción. Dijo con una sonrisa malvada.
"¿Por qué mamá tiene que estar de rodillas?" Gabbrielle preguntó de repente. "¿Es esto un medio de castigo?"
Seras: "¡N-No!"
Abaddon: "Sí".
Helios: "Algo".
Las mejillas de Seras rápidamente se pusieron rojas por la vergüenza y comenzó a tirar de su esposo hacia el
portal aún abierto.
"¿Podemos irnos mientras todavía tenga mi dignidad?"
Debido a que Abaddon estaba tan reprimido como ella, no dudó y permitió que ella lo jalara libremente antes de
detenerse y mirar al dragón dorado.
No he olvidado nuestro trato.
Levantó a Seras y la llevó a través del portal sin decir una palabra más, y dejó a Gabbrielle detrás.
La joven parecía que podría haber tenido algo que decir, pero optó por no hacerlo a favor de salir de aquí más
rápido.
El portal se cerró tan pronto como ella pasó, y Helios quedó algo aturdido por los eventos anteriores.
"Necesito recostarme."
Capítulo 299 ¿Quieres ser libre?

¿Cuánto tiempo le lleva a uno liberarse del anhelo?
¿Unas pocas horas? ¿Días? ¿Semanas?
Para Abaddon y sus esposas, no hubo una respuesta definitiva.
Los nueve pasaron doce días enteros agarrándose firmemente el cuerpo del otro y llamándose por su nombre.
Su pasión era tan intensa que la cama que había soportado todas sus escapadas amorosas antes se había roto
bajo sus implacables acciones.
Pero, por supuesto, eso no hizo nada para evitar que continuaran y se dieran el gusto hasta que sus cuerpos y
almas estuvieran completamente satisfechos.
Aunque incluso entonces... todavía se sentía insuficiente.
En el centro de su propio ser, Abaddon era un monstruo que encarnaba la lujuria.
No quería nada más que subsistir de los cuerpos de sus mujeres más preciadas durante el tiempo que se lo
permitiera.
Pero mientras hubiera obstáculos contra ellos, este deseo suyo no se cumpliría.
'Aunque... tal vez eso sea lo mejor por ahora.'
Abaddon miró a sus esposas, que respiraban con dificultad y temblaban horriblemente.
Incluso después de todas las veces que se habían acostado juntos, su resistencia aún no era rival para la de él.
Después de tener intimidad, sus cuerpos siempre estaban extremadamente cansados y necesitaban una
cantidad sustancial de descanso.
A Seras y Audrina les fue mejor de todos, por lo que generalmente era bastante duro con ellos y,
desafortunadamente, eso hizo que terminaran necesitando dormir más a largo plazo.
... ¡Pero aún así, no fue su culpa!
¡¿Cómo se suponía que iba a contenerse cuando sus almas gemelas literales estaban gritando a todo pulmón y
rogándole que no se detuviera?!
Dragón demoníaco o no, ¡todavía era un hombre con debilidades!
Abaddon salió de una Valerie que aún se estremecía y el movimiento inesperado hizo que ella moviera las
caderas mientras tenía otro gran orgasmo.
Sus numerosos intentos de dejarla embarazada se derramaron sobre las sábanas ya empapadas y su cabeza
finalmente colapsó perezosamente hacia un lado, justo al lado del redondo trasero de Lillian.
Extendiendo su mano, Abaddon usó la manipulación del agua para recolectar los fluidos corporales que se
habían derramado por toda su habitación.
Incluso para ellos, era bastante. La cantidad probablemente podría haber llenado una bañera pequeña.
Abaddon se deshizo de sus restos arrojándolos por la ventana y miró su propio cuerpo.
A pesar de que ya no se ensuciaba de forma natural, todavía había acumulado un poco de mugre y sudor al
frotar su cuerpo contra el de sus esposas, que no compartían ese beneficio.
Así, se confirmó su próximo destino y abrió un portal a su baño privado.
Pero para su sorpresa, ya había un ocupante no deseado dentro.
"¡Ah, hola maestro! ¿Terminaste con... guau?"
Malenia estaba sumergida casualmente en el agua humeante y no llevaba ni una onza de ropa.
Coincidentemente, Abaddon tampoco.
Una vez más, este era el baño privado de él y su esposa y se suponía que nadie debía usarlo, y menos que nadie
su invitado emplumado.
Hacía tiempo que había superado la timidez en lo que respecta a su cuerpo, pero la forma en que Malenia lo
miraba lo hizo sentir terriblemente incómodo.
Sus ojos siguieron el balanceo de su basura como una especie de péndulo.
"Malenia... ¿por qué estás-"
"Incluso si lo cubres con las manos, todavía puedo ver la punta".
Abaddon frunció el ceño y no dijo nada mientras mojaba su cola en el agua caliente.
Un relámpago rojo viajó desde la base de su cola hasta la punta de la hoja, y el ángel recibió una pequeña pero
muy necesaria descarga.
"¡EEEP!"
"¿Puedes salir de mi baño? Sabes muy bien que no debes estar aquí".
"¡¡P-Pero acabo de entrar!! No es justo si me haces-"
"Levanta los ojos mientras me tomas o te daré una descarga eléctrica de nuevo".
Con una dificultad hercúlea, Malenia apartó los ojos de su apéndice descubierto, pero la cara de puchero que
hizo mientras lo hacía era un poco más linda de lo que jamás admitiría.
"¿No puedes simplemente entrar conmigo? ¡Te prometo que no te tocaré, ni siquiera te diré cosas sucias!"
Abaddon levantó un dedo con garras y empujó el costado de su sien. "También puedo escuchar tus
pensamientos, ¿sabes?"
Malenia parecía haberse olvidado de ese pequeño detalle y puso una expresión cabizbaja que casi lo hizo reír.
No importaba cuánto lo intentara, no sería capaz de mantener sus pensamientos limpios ni siquiera por unos
minutos.
"Entonces... ¡Ni siquiera te miraré!"
Para probar su punto, el ángel se dio la vuelta en el baño y miró hacia la pared, lo que le permitió a Abaddon ver
únicamente su elegante espalda y sus alas.
"Si es así, está bien, ¿verdad? ¡Así que entra y te prometo que no te haré sentir incómodo!"
Continuó bañándose mientras hacía su mejor acto inconsciente y tarareaba una pequeña melodía suavemente.
Con un largo suspiro, Abaddon perdió la mayor parte de su resistencia y se hundió en el agua caliente.
La bañera tenía repisas donde podía sentarse y relajarse, pero cerró los ojos para hacerlo y se dio cuenta de que
era casi imposible.
Después de aprender más sobre cómo llegó a ser su ángel, no podía tratarla tan cruelmente como lo hacía antes.
El hombre al que estaba sirviendo tan desesperadamente con todo su ser la consideraba a ella y a otros como
ella fracasados, que ni siquiera valían la pena el momento del día.
Y ahora, tenía un nuevo maestro que había estado haciendo básicamente lo mismo, solo que en contra de su
voluntad.
"Malenia... ¿alguna vez te has resentido conmigo por haberte hecho así?"
Era una pregunta justa, pero no una que hubiera esperado escuchar en un millón de años.
Solía ser una mujer orgullosa y honrada, pura y justa, y ahora era una pervertida degenerativa con una fijación
por el único hombre en este mundo al que no podía tener.
No sería una sorpresa si considerara que su nueva existencia es una burla de la anterior.
Rompiendo su promesa, se dio la vuelta y lentamente comenzó a acercarse a Abaddon en el agua. "¿Estás
preguntando porque te he disgustado de alguna manera?"
"No. Lo pregunto porque en algún momento comencé a considerarte una amiga, o incluso algo así como mi
hermana, pero mi premisa era errónea.
¿Cómo puedo considerarte un amigo si toda tu existencia se basa en la servidumbre hacia mí? No podemos ser
iguales así, o incluso esperar ser amigos".
Abaddon abrió los ojos y miró fijamente a los de Malenia, que estaban más cerca y más serios de lo que creía.
"No comprendo." Ella admitió. "¿Qué estás diciendo, maestro?"
El dragón se incorporó de su posición reclinada y colocó una mano en la frente de Malenia.
"Estoy diciendo que, para bien o para mal, te estoy liberando. Y con suerte, cuando tu verdadera personalidad
regrese, no me odiarás tanto como lo hacías antes".
Antes de que pudiera comenzar, Malenia de repente agarró su mano con un agarre tembloroso y se la quitó de la
piel.
"Por si acaso... no cortes nuestra conexión por completo. No quiero perder mi lugar en esta familia".
Abaddon sonrió cálidamente y asintió, antes de presionar su palma contra su frente y comenzar el proceso.
Examinando su mente, reconstruyó su verdadera personalidad que había sobrescrito cuando la hizo caer en
desgracia hace tantos meses.
Creó dos personalidades dentro de la mente de Malenia.
Una era quién era ella antes de conocerlo, la otra era en quién se convirtió después.
¡Destello!
Una luz opaca comenzó a brillar en su cuerpo y sus ojos se pusieron en blanco.
Sus alas negras perdieron su brillo y color, volviendo a su blanco brillante e inmaculado.
El largo cabello plateado que se había empapado por el agua comenzó a calentarse y secarse, finalmente
volviendo a su inmaculada apariencia plateada.
Sus ojos se convirtieron en un oro cegador que sería dañino para quienes la miraban, e instintivamente los cerró
por costumbre.
Aunque, parecía que todavía podía 'ver' pero no en el sentido tradicional como lo hacían los demás.
Cuando Malenia finalmente volvió a su estado anterior, se tambaleó un poco hacia atrás antes de agarrarse la
frente.
Una gran cantidad de emociones parecían arremolinarse dentro de su mente, y estaba claro que este giro de los
acontecimientos la había tomado completamente por sorpresa.
"Soy libre..?"
La conmoción y la cruda emoción contenida en sus palabras hicieron que Abaddon se sintiera un poco culpable,
pero no rehuyó la responsabilidad. "Sí es usted."
Finalmente pareció conectar que el ángel estaba desnudo en el baño con un hombre, y ella se cubrió el pecho
por costumbre mientras su rostro se ponía rojo.
Pero unos segundos después... dejó caer los brazos como si se diera cuenta de que no tenía sentido.
"Qué importa más... ya lo has visto todo de todos modos".
La pervertida Malenia tenía la mala costumbre de exhibirle, así que él había visto todo lo que ella tenía.
"¿Lo siento?" Dijo encogiéndose de hombros.
Incluso con los ojos cerrados, Malenia parecía estar mirándolo con especial intensidad.
"Nunca te acuestas conmigo sin importar cuánto me lance a ti... ¿por qué?"
"No eres mi tipo".
"Se Serio."
Abaddon sonrió y palmeó a Malenia en la cabeza como lo había hecho miles de veces antes.
Extrañamente, ella no se apartó ni reaccionó de forma poco amable.
"Ese no es el tipo de amor que siento por ti, así que ¿por qué me acostaría contigo?"
"Eres la encarnación del deseo y la lujuria".
"¿Entonces eso significa que no puedo tener estándares?"
"No.."
Malenia accidentalmente dejó escapar una risita e inmediatamente trató de volver a su acto de cara de piedra.
"¿Por qué decidiste liberarme? ¿Cómo puedes estar seguro de que no mataré..."
Sus palabras se desvanecieron cuando Abaddon le dirigió una mirada que decía 'Sé jodidamente real'.
"¡Está bien, tal vez no pueda matarte, pero puedo lastimar a tu familia! ¡No tienes idea de qué tipo de parodia
podría surgir al convertirme en la persona dominante!"
Abaddon asintió a sabiendas mientras bajaba su cuerpo de nuevo al agua.
"Ser amigo de alguien requiere un poco de confianza. Solo tengo que esperar que sepas que no soy el tipo de
persona que desearía hacerte daño".
Malenia parecía que estaba luchando con su propia mortalidad sin posibilidad de ganar.
Durante todos estos meses, Abaddon nunca había abusado de ella, y solo la castigó cuando ella dijo algo sobre
sus travesuras teniendo una reunión de negocios.
Él le dio comida caliente, un gran dormitorio, total libertad, e incluso la llevó a sus hijos.
Era una forma impensable de tratar a un antiguo enemigo, incluso si estuvieran esclavizados.
Incluso ahora, podía sentir la felicidad que experimentó su personaje alternativo durante todo este tiempo.
Fue suficiente para hacerla sentir que necesitaba tomar una siesta muy larga.
"Eres tan sentimental para ser un demonio". Dijo después de un largo silencio.
"Sigo siendo más humano de lo que me gustaría admitir". Dijo en broma.
Malenia respiró hondo y actuó de una manera que lo tomó completamente por sorpresa.
Lanzando sus brazos alrededor de él, lo abrazó con firmeza sin una pizca de lujuria como motivación, en cambio
solo había pura gratitud.
"Gracias por liberarme... mi amigo".
El título fue difícil de sacar de su boca, pero una vez que lo hizo, su cuerpo se sintió significativamente más
ligero.
Abaddon le devolvió el abrazo apropiadamente mientras introducía una pequeña cantidad de burlas. "¿Ahora
quién es el sentimental?"
"Puedo romperte el cuello en esta posición".
"Fracasarás horriblemente".
Los dos compartieron una pequeña risa y finalmente se soltaron, y se prepararon para conocerse correctamente
por primera vez.
O al menos... ese era el plan.
¡Bang!
Las puertas del baño se abrieron de una patada y Lusamine entró en bata de baño y con dos botellas de
champán.
"¡Buenas noticias, Malenia! Encontré la llave de Valerie..."
Sus palabras se fueron apagando gradualmente cuando se dio cuenta de que no había un único ocupante en el
baño como recordaba, y rápidamente escondió las botellas detrás de su espalda.
"¡H-Oye Abaddon! ¿Q-cuándo llegaste aquí?"
Abaddon levantó su mano que ya crepitaba con electricidad. "Chicas... ¿con qué frecuencia hacen esto?"
"¡E-Esta es la primera vez!"
"Siempre que usted y sus esposas no estén".
Abaddon mostró una sonrisa que no era una sonrisa cuando finalmente comenzó a levantarse de la bañera.
"Lusamine... hablemos de límites, ¿de acuerdo?"
"¡KYAAAA! ¡¡Noooo!!"
Capítulo 300 Planes de viaje y una carta pequeña

"¿Así que ustedes jodieron o qué?"
Después de ser castigada y salir del baño, Lusamine le hizo a la pareja de Malenia y Abaddon la pregunta que
había estado rondando su mente desde que los encontró juntos.
"No."
"No seas estúpido".
La acusación fue negada casi tan rápido como se formuló, y dejó a la encantadora súcubo lidiando con una
pequeña cantidad de escepticismo.
"Está bien, entonces, ¿te importaría decirme por qué de repente regresas a tu acto de 'más santo que tú'?
¡Porque cachonda eras mucho más divertido!"
Malenia sacudió la cabeza con decepción mientras mantenía su aura real siempre presente.
"Porque Abaddon es un verdadero amigo... me ha liberado del pecado de la lujuria y me ha devuelto a mi ser
original".
Lusamine hizo otra mueca de incredulidad mientras señalaba con el dedo al enorme demonio negro que se
encontraba entre ellos.
"¡¿Este tipo?! ¿Un verdadero amigo? ¡Todavía me trata como si hubiera intervenido!"
Malenia se encogió de hombros como si tampoco supiera la respuesta detrás de su cambio de opinión. "No sé
qué decirte. ¿Tal vez trates de ser más amable con él?"
Abaddon miró a Lusamine por el rabillo del ojo sin pronunciar una sola palabra.
A decir verdad, no odiaba a Lusamine e incluso la consideraba como una especie de familia extendida, pero
nunca le diría eso.
Burlarse de ella sirvió para agregar algunos siglos más a su vida ya inmortal.
Además... a veces ella realmente se lo merecía.
"¿Es eso cierto? ¿Mi sobrino pequeño quiere que yo sea más dulce con él?" Preguntó con un tono de voz infantil.
Abaddon gruñó antes de agarrar a la molesta súcubo por uno de sus cuernos.
"¡E-Espera, espera! ¡Solo estaba bromeando!"
"Como yo".
Antes de que pudiera detenerlo, su cuerpo fue arrojado casualmente a través de un portal y desapareció sin
dejar rastro.
'Kanami, acabo de enviarte un pequeño regalo. Disciplínala por mí, ¿quieres?
Inmediatamente recibió una respuesta de uno de sus ayudantes de mayor confianza y líder del Éufrates y una
sonrisa se formó en sus labios.
A tus órdenes, dios.
Basado en el comportamiento alegre de Abaddon, el ángel a su lado sabía que Lusamine no podría haber sido
enviada a ningún lado bueno.
Y solo había un lugar en el que podía pensar que era lo suficientemente peligroso como para darle a uno de los
generales de Luxuria un castigo suficiente.
"No lo hiciste".
"Hice." Abaddon lo confirmó.
Malenia suspiró antes de comenzar a bajar las escaleras y dirigirse hacia las barracas del Éufrates.
Se dijo a sí misma que iba por el deseo de evitar que su amiga saliera lastimada pero… también quería reírse un
poco.
Abaddon no la detuvo, ya que él también tenía algo que hacer y ahora sería el momento perfecto.
Cerrando los ojos, contactó telepáticamente a sus dos hijos mayores.
'Niños, ¿dónde están las niñas? Tenemos que hablar de-'
Thea: '¡¡KYAAA NOOO!!'
Apophis: 'Padre, ¿¡por qué ahora!? ¡¿No podrías haber elegido otro momento?!
Abaddon se detuvo en medio del pasillo ya que inicialmente no entendía por qué sus hijos reaccionaban de esa
manera, pero rápidamente llegó a una conclusión.
Vergüenza, frustración, vergüenza, una buena cantidad de excitación persistente, podía sentirlo todo desde
dentro de sus mentes.
Incluso sin mirar a través de sus sentidos, no fue difícil identificar lo que estaban haciendo.
Este era el problema con la comunicación telepática.
A veces, contactas a tus hijos justo cuando están a punto de llegar al orgasmo con sus parejas.
Oopsie margarita.
'Ah... lo siento, solo...'
'¡PADRE, POR FAVOR!'
¡¡NOS ENCONTRAREMOS MÁS TARDE, SÓLO CORTE LA CONEXIÓN!!
Abaddon ni siquiera se molestó en ofrecer una réplica y, en cambio, dejó las mentes de sus hijos sin otra palabra.
Como era de esperar, había comenzado a sentirse extremadamente culpable.
Solo podía imaginar lo terrible que sería si escuchara la voz alegre e hiperactiva de Asmodeus jugar en su cabeza
en medio de la intimidad con sus esposas.
Probablemente querría suicidarse por pura incomodidad.
'Ellos... ellos están creciendo demasiado rápido.'
Abaddon caminó tembloroso hacia el patio trasero donde se derrumbó junto a su langosta, Bagheera.
"Tienes suerte de no ser padre, muchacho... No es tan fácil como lo hacen ver en la televisión".
Bagheera torció su monstruoso rostro confundido ya que no entendía muy bien qué era 'tv' pero reconoció que
su maestro estaba angustiado de todos modos.
La criatura de pesadilla yacía a su lado unos momentos después, y su presencia tranquilizadora lo ayudó a
cerrar los ojos y olvidar el disgusto que acababa de causar.
Una hora más tarde, Thea y Apophis salieron al patio trasero con Claire y Jasmine a cuestas.
No habían estado teniendo sexo exactamente durante toda la hora, esa fue la cantidad de tiempo que les tomó
reunir el coraje para enfrentar a su padre.
Y a juzgar por la forma en que todavía fingía estar dormido en el suelo, tampoco había tenido el tiempo
suficiente para superarlo por completo.
*Gruñido.*
Bagheera le dio un ligero codazo a Abaddon como si estuviera tratando de despertarlo, y finalmente se quedó
sin tiempo para fingir que estaba inconsciente.
"Ah, todos ustedes están aquí..."
"S-sip..."
"Mhm..."
Mirando hacia arriba, los cuatro niños estaban tratando de no mirarlo a los ojos.
Sus hijos parecían que iban a morir de vergüenza en cualquier momento, y las hermanas fénix no se les
quedaban atrás.
Especialmente Jazmín.
¿Quién hubiera esperado que su primera vez con Thea hubiera comenzado tan mágicamente solo para ser
interrumpida por su suegro?
"Niños... lo siento si yo-"
""""N-No necesitas disculparte, ¡podemos seguir adelante!""""
"Oh... bien entonces."
El dragón todavía dijo una disculpa silenciosa en su mente.
Si no lo sabía, no sabía de qué otra forma podría superar la abrumadora incomodidad.
"Cierto... Pronto viajaremos a Renanin. Tenía curiosidad por saber qué planeaban hacer ustedes".
"Ah... ¿qué quieres decir?" preguntó Claire.
Abaddon hizo un gesto a todos los niños para que se sentaran con él y comenzó a explicar su línea de
pensamiento para el futuro.
"Estoy seguro de que tu madre no reaccionará con amabilidad cuando regreses con nosotros y traigas promesas
de guerra. Así que, si quieres, eres libre de partir unos días antes y actuar como si no supieras nada de nuestra
llegada.
Cuando termina la batalla, le digo a Erica que mi intención es casarlos a todos. Ella no tiene que saber nada de lo
que ha ocurrido aquí, y tu relación con ella no se verá comprometida".
Claire y Jasmine estaban sorprendidas y extremadamente conmovidas de que Abaddon hubiera puesto este
nivel de pensamiento en la relación con su madre.
Fue un recordatorio muy firme de que su lugar en esta familia ya era inquebrantable.
Por supuesto, no tenían ninguna razón para no aceptar su idea.
"Pero... no podemos". Jasmine dijo con una sonrisa agridulce.
Clair asintió con la cabeza a su lado, y Abaddon tuvo que admitir que estaba un poco desconcertado.
"¿Puedo preguntar por qué?"
Claire: "No hemos hecho nada malo... No hemos revelado ninguna información, secretos, estrategias ni nada por
el estilo, así que no tenemos nada por lo que sentirnos culpables".
Jasmine: "Y... no queremos fingir que lo que sucedió aquí fue una mentira ni por un segundo. Amamos a su hijo e
hija, y amamos el lugar que ha construido. No nos avergonzamos de eso".
Abaddon tuvo que admitir que la convicción de las chicas era más que un poco conmovedora, pero aún estaba
preocupado por cómo reaccionaría la reina fénix.
"¿No te preocupa en absoluto la reacción de tu madre?"
Jasmine vaciló un poco, pero Claire tomó su mano con fuerza como una forma de tranquilizarla y su valor volvió.
"Lo somos, pero... ella no es irrazonable. Cueste lo que cueste, la convenceremos de que no la hemos traicionado
a ella ni a nuestra patria".
Apophis y Thea tomaron las manos de su prometida, y olas de calma invadieron sus cuerpos.
Las chicas claramente tenían miedo, ¿y por qué no iban a tenerlo cuando amaban mucho a su madre y nunca
querrían causar ni el más mínimo conflicto con ella?
Pero en Luxuria habían encontrado un amor por el que valía la pena reprimir su miedo.
Y no soltarían esto así como nunca abandonarían su relación con su madre.
Después de todo, eran princesas.
Estaban acostumbrados a conseguir todo lo que querían.
"... Mi hijo y mi hija ciertamente han elegido esposas maravillosas". Abaddon dijo con orgullo. "Me alegro de que
se hayan convertido en parte de nuestra familia, chicas".
Claire y Jasmine sonrieron felizmente en respuesta, justo cuando sus parejas las agarraron y las empujaron en
fuertes abrazos que se convirtieron en besos.
'Yo... todavía tenía más que decir, pero supongo que me iré ahora'.
Abaddon rápidamente se esfumó al convertirse en niebla y dejar que el viento llevara su cuerpo.
Ver el amor sano de sus hijos lo hizo extrañar un poco a sus esposas, y en silencio deseó que se despertaran
antes.
Debería ir a verlos mientras duermen.
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First - Demonic - Dragon 151 - 300

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Mundo Ocs – Novelas Ocs

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Capítulo 152 El diablo exige respuestas

Capítulo 153 [Bono] ¡Lluvia de sangre!

Capítulo 154 Nuevas Bestias

Capítulo 155 Próximos pasos

Capítulo 156 [Bonus] Challenger derrotado R-18

Capítulo 157 [Bono] Regalos de disculpa

Capítulo 158 Luna de miel

Capítulo 159 Saliendo

Capítulo 160 ¡Helios, la calamidad!

Capítulo 161 Destrucción insatisfactoria

Capítulo 162 ¡Viaje de chicas!

Capítulo 163 Los planes están sobrevalorados

Capítulo 164 Libertadores

Capítulo 165 La melancolía de una reina

Capítulo 166 Reina vs. ¡Reina!

Capítulo 167 ¡La mazmorra de las bestias angustiadas!

Capítulo 168 La caza del ángel

Capítulo 169 Próximo destino

Capítulo 170 Tierras muertas

Capítulo 171 ¡Batalla con un dios de la muerte!

Capítulo 172 Encarnaciones de la muerte

Capítulo 173 ¿Qué hacemos?

Capítulo 174 ¡¿Desaparecido?!

Capítulo 175 ¡No eres gracioso!

Capítulo 176 ¡Thea tiene tetas!

Capítulo 177 Madre no apta

Capítulo 178 Clasificando a los recién llegados

Capítulo 179 Una mirada a los productos

Capítulo 180 ¡Tiempo de fiesta!

Capítulo 181 No más bebidas

Capítulo 182 El compromiso de Eris R-18

Capítulo 183 Una mirada a Luxuria

Capítulo 184 Dragón ambicioso

Capítulo 185 [Bono] ¡Zarpando!

Capítulo 186 ¡Los niños crecen tan rápido!

Capítulo 187 Maratón lujurioso

Capítulo 188 ¡Esa no puede ser la reina!

Capítulo 189 ¡Declaración!

Capítulo 190 ¡El verdadero dúo dinámico!

Capítulo 191 ¡Confrontación!

Capítulo 192 ¡La madre de Seras!

Capítulo 193 ¡Señores vampiros!

Capítulo 194 Disturbios Reales

Capítulo 195 Dominio establecido

Capítulo 196 ¡Rey indiscutible!

Capítulo 197 Visión del futuro

Capítulo 198 Maternidad

Capítulo 199 [Bono] ¡Comienza la coronación!

Capítulo 200 Objeciones

Capítulo 201 ¡Salve, el Rey Rojo!

Capítulo 202 Consecuencias

Capítulo 203 Perdió el control

Capítulo 204 [Bono] No más trampas

Capítulo 205 ¡No es digno!

Capítulo 206 [Bonus] El mejor y el más vil

Capítulo 207 [Bonus] Gran espectáculo

Capítulo 208 El pecado original de la lujuria

Capítulo 209 [Bono] Demonio Vs Dragón

Capítulo 210 Lazos familiares

Capítulo 211 Poniéndose al día

Capítulo 212 Orientación de los padres