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Los Evangelios Gnósticos de Nag Hammadi

En esta sección se incluyen los Evangelios Gnósticos de Nag Hammadi, llamados así
por ser descubiertos en 1945 en la población egipcia de ese nombre, que significa en
árabe “Pueblo de Alabanza”. Se encontraron 53 textos divididos en 13 códices, datados
en el siglo IV, escritos en copto sahídico, y los eruditos consideran que sus originales,
de donde fueron transcritos, provienen de los siglos II y III.

Estos evangelios han venido a producir —con


gran asombro de los estudiosos— una nueva
forma de apreciar el cristianismo primitivo;
especialmente, se ha revalorado el
cristianismo gnóstico por los más destacados
historiadores de la religión.

Curiosamente, en muchos de ellos aparece


Jesucristo resucitado dando enseñanza a sus
discípulos y, además, se exalta la figura
femenina —como en el Evangelio de María Magdalena— situación que pudo haber
incomodado a los padres de la iglesia ortodoxa, cual es el caso de San Jerónimo, autor
de la Vulgata (la Biblia hebrea y el Nuevo Testamento traducidos al latín vulgar) quien
calificó algunos de ellos como apócrifos, del griego apokryphos “oculto, secreto”,
vocablo que a partir de entonces empezó a cambiar su semántica para utilizarse
actualmente en el sentido de “supuesto o falso”.

Dicho sea de paso, una de las principales características del cristianismo fue que las
mujeres tenían realmente participación en el rito, viceversa del judaísmo que las
relegaba totalmente, donde ni siquiera podían ser testigos en juicio. Así dice San Pablo:
“Os recomiendo a nuestra hermana Febe, diaconisa de la iglesia que está en Cencrea.”
(Romanos 16:1)

No es ninguna novedad en la tradición judeo-cristiana la


existencia de evangelios considerados no oficiales por
los ortodoxos, cual es el caso del “Evangelio Hebreo de
Enoch”, que relata las extraordinarias experiencias
místicas del Raví Yismael en los distintos planos
celestiales.

También son considerados apócrifos muchos evangelios


de la infancia de Jesús y otros de su vida adulta,
englobados bajo la denominación “Evangelios Apócrifos
del Nuevo Testamento”, los que también iremos
incluyendo en esta sección. Por cierto, que muchos datos
considerados fidedignos por las iglesias cristianas,
ortodoxas o protestantes, son tomados de ellos a pesar
de ser calificados de apócrifos, como son, por ejemplo,
los nombres de los tres reyes magos, Melchor, Gaspar y
Baltasar (Evangelio Armenio de la Infancia, X).
El primer Evangelio Gnóstico que fue conocido en la época moderna es el “Pistis
Sophía” (que significa en griego “Fe y Sabiduría”), cuyo texto en copto está conservado
en el Museo Británico y fue descubierto a fines del siglo XVIII, el cual incluimos en esta
Biblioteca, develado o explicado por nuestro Fundador, el V.M. Samael Aun Weor.

Es un hecho histórico que los gnósticos fueron los primeros teólogos del cristianismo,
quienes aplicaron la filosofía griega a esta novedosa corriente religiosa, pero los
Evangelios Gnósticos van más allá de la teología o la filosofía, atañen realmente a la
iluminación crística y a la experiencia mística directa, pues sin estas herramientas
sagradas se dificulta su comprensión.

La clave será siempre tener encarnado al Cristo en nuestros corazones, no sólo para
comprender estos textos sagrados sino para comprendernos a nosotros mismos y al
macrocosmos infinito.

Lo invitamos a penetrar en este extraordinario conocimiento, para lo cual no se


necesitan mayores elementos que la buena voluntad y el ferviente anhelo de encarnar
en sí mismos al Cristo vivo, y así —como dijo el poeta Amado Nervo— los problemas
insolubles de los fines y las causas primeras, que han fatigado a la filosofía, serán para
nosotros diáfanos y sencillos, y no habrá para nuestro espíritu nada ilógico, nada
injusto, nada negro en la vastedad del universo...

Apocalipsis de Pablo
El Libro de Enoch
El Pistis Sophía Develado
El Segundo Apocalipsis de Jaime (o Santiago)
Evangelio de Felipe
Evangelio de Judas
Evangelio de la Verdad - Nag Hammadi
Evangelio de la Verdad - San Valentín
Evangelio de los Egipcios
Evangelio de María Magdalena
Evangelio de Santiago
Evangelio de Tomás
Protoevangelio de Santiago

"Litelantes: La gran estrella del dragón"

Presentación

La presente obra es el testimonio de uno de los


discípulos más cercanos y queridos de la Venerable Maestra Litelantes y nos permite
ver de cerca su vida ejemplar, además de ser un muy merecido homenaje a nuestra
querida Gurú.

"...Esta obra relata la forma en que nuestra señora


Litelantes, -con
mucho cariño y paciencia- levantó al Venerable
Maestro SAMAEL AUN WEOR, y lo convirtió en un
Hierofante de Misterios Mayores.
También refiere las extraordinarias experiencias que tuve la dicha de vivir a su lado, así
como las circunstancias de su peculiar existencia, tal como ella misma me las contó, y
en general procura dar una somera idea sobre la maravillosa persona que fue nuestra
querida Maestra.

Ella fue el Atanor alquímico del Maestro, donde recibió el fuego, la llama ardiente de la
sabiduría, para entregarla a la humanidad doliente, y legarnos en síntesis y sin
ambages la Gnosis, la profunda sabiduría del Ser, que permaneció oculta durante
milenios...

Esta exaltada Maestra de la ciencia Jinas, hacia escarnio de sí misma, y se decía negra y
chaparra... Sin embargo no he conocido mujer que tuviera sonrisa tan exquisita. Por
otra parte, el espíritu que iluminaba a su carita, la hacia aparecer como la mujer mas
bella del mundo.

Nuestra bienamada Maestra fue siempre, como mujer toda una dama y como madre la
más amorosa, de las madres. Su sagrada herencia es tan extraordinaria como
misteriosa e inescrutable..."
(Alfredo D*)

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