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TEMPLE JAGER ONLINE

¿Y si existiera un juego capaz de destruirte, a sabiendas que al completarlo ganaras mucho,


lo jugarías?
Temple Jager Online es el nuevo juego de realidad virtual, en el cual 300 jugadores están a
punto de participar para poder ganar el premio grande de 10 millones de dólares, pero, sin
embargo, un juego no puede ser siempre lo que aparenta, y Derek, uno de los 300 jugadores
enlistados para jugarlo, está a punto de descubrir lo temibles y peligrosos que pueden ser
los juegos.
Primera fase: El final de la humanidad.
Puede que seamos la especie dominante en la tierra,
pero a la vez la tierra da señales que no debería ser
así.
1

El nuevo juego de realidad virtual prometía mucho, sobre todo por su jugosa ganancia de 10
millones de dólares al primer jugador que lograra completarlo.
El dinero no era exactamente lo mío, además fue una tortura conseguir el equipo necesario, el casco
costaba demasiado, y la copia tampoco fue barata, pero al final pude tenerlo en mis manos, y casi
me pongo a decir mi precioso con la voz chillona del escuálido del señor de los anillos.
Conecte el equipo a mi vieja laptop, saque el disco del juego y lo puse a rodar, mientras me ponía el
casco sobre mi cabeza y me recostaba, solamente esperaba que esto sirviera adecuadamente, o me
pondría a dar patadas y espadazos en el aire.
Cerré los ojos mientras sentía el casco vibrar, estaba listo.
-Link Start
A la orden de mi voz el equipo zumbo a la vida, oí un Ding, que significaba que el equipo se enlazo
correctamente, y lo siguiente que vi fue un teclado flotando en la oscuridad, junto a una pantalla
flotante que ponía: Inserté aquí su nombre de usuario.
Levante las manos y las vi, era genial, realmente estaba jugando en realidad virtual avanzada.
Vi el teclado y me quedé pensando, comúnmente en los juegos ponía cosas ridículas como
Ender310 o Blue844, nada serio y muy general, pero esta vez sentía que era diferente, este juego
simbolizaba ganar dinero, fama y tal vez reconocimiento mundial.
Mis manos se movieron involuntariamente, casi a la par de mis pensamientos mientras buscaban un
nombre que poner, hasta que en la pantalla estaba escrito: DEREK.
Pulse Enter en el teclado, y luego aparecieron los tipos de cuerpo para tu avatar, seleccione el que se
veía más como yo, delgado y larguirucho, pero al menos este si tenía six pack y músculos, puse el
estilo de cabello largo y despeinado, aunque castaño en vez de negro, y con los ojos azules en vez
de marrones.
Una vez listo el avatar, salieron dos opciones: Juego Libre o Campeonato.
Supongo que el juego libre era poder jugar como quisieras, simplemente jodiendo y divertirse, peor
no había comprado el juego para ello, presione el botón de Campeonato.
El mundo se volvió oscuro de repente, y durante una milésima de segundo pensé: Genial, estoy por
morir y ni siquiera he empezado a jugar, y luego el mundo volvió a estructurarse.
Lo primero que note fue lo rara que era mi visión en ese momento, porque en vez de ver como
normalmente veía, parecía que viera a través de un telescopio, o mejor dicho sobre la lente, porque
pareciera que mis ojos vieran redondo, aunque no sabría cómo describirlo del todo.
Me encontraba en una inmensa plaza bordeada de columnas de 10 metros, con un pedestal encima,
pero no había estatuas o algo el cual se suponía debía estar encima.
Me mantuve allí, mientras los avatares a mi alrededor también lucían un poco confundidos, a
escasos metros de mí un chico con el cabello negro y levantado bostezo y me miró, para pasar su
pulgar por su cuello, casi diciéndome: Te mataré.

Los 300 jugadores se conectaron al cabo de poco tiempo, intenté prestarle atención a todos ellos,
aunque era difícil ya que no me acostumbraba a la vista redonda de mi avatar.

Oí un sonoro TANG, y escuché la voz ensordecedora del creador.

-Bienvenidos, jugadores profesionales a mi mundo, llamado Temple World. Aquí empieza su


aventura, las reglas del juego son muy básicas, como verán: Hay doce niveles y cada entrada a este
es a través de un templo temporal, allí tras pasar la prueba podrán pasar al siguiente, retrocederan en
la historia, empezando por el futuro, pasando a través de los cimientos de la humanidad hasta el
mismo inicio. Pueden formar grupos, tener amigos, pero al final, el dinero entregado será para solo
una persona.

Muchos jugadores se empezaron a ver casi instantáneamente, yo solo miré fijamente los pedestales.

-Las reglas en cuanto a jugabilidad siguen siendo los mismos de los RPG, si se descubre a alguien
haciendo trampa en el juego, será baneado y sacado de la competencia. Buena suerte, cazadores, y
que el mejor de ustedes gane.

El cielo se volvió negro, en frente de mí apareció un menú, el cual ponía: Está a punto de entrar a la
competencia, está seguro de que quiere entrar?

Presione si, y el mundo se volvió oscuro de nuevo.

Desperté en medio de un extraño callejón, los rascacielos sobre mí llegaban a una altura imposible y
el cielo estaba tintado de color verde, me miré el cuerpo, tenía un traje enterizo de un azul
fosforescente, pero al moverme no lo sentí. Un gato me miró, me siseo y se fue, para montarse en
un mini OVNI y salir volando a algún lugar inexplorado del cielo.

"Recorrerán los cimientos de la humanidad, empezando por el futuro" recordé.

Vale, así que esto es el futuro. Me moví lentamente, a través de las ventanas de las pocas casas que
había vi mí reflejo, el cual era exactamente como recordaba haber puesto mi cara.

No sabía exactamente que hacer, se supone teníamos que encontrar un templo, pero en medio de
todo este mundo no parecía encajar un templo. Rápidamente revise mi inventario, cosas básicas
como una medicina para curarme, aunque no muy potente, un cuchillo de hoja corta, probablemente
para cortar cosas y recoger ítems, y una espada de largo de 30 centímetros, pero al sacarla solo era
un mango sin hoja.

Recordé lo extravagante que eran los sables de Star Wars, así que moví el arma con movimientos de
esgrima, a la par una hoja brillante de pura luz se manifestó vibrando, dejé de moverla y la hoja
desapareció. Colgué el mango a mi cinturón.

No veía mucha vida cerca, en cuanto a jugadores. Muchos NPC aliens iban de aquí a allá,
ofreciéndome ítems a cambio de dinero, desgraciadamente no tenía dinero, me dirigí al edificio
más alto el cual tenía un logo gigante en forma de A, casi como el de Avengers.

A medio camino, escuché a otros jugadores a lo lejos debatir sobre su plan, el chico de antes de
cabello levantado veía fijamente el edificio, pero en vez de dirigirse hacia él, cambió de dirección y
se dirigió hacia una zona que se veía la más pobre y menos actualizada.

Dudé un momento, antes de seguir hacia el edificio, aunque me pregunté que rayos estaba
intentando hacer al ir a esa zona.

Entonces, un chico apareció en mi lado mientras saltaba sobre los edificios, intentando llegar hasta
la edificación.
-Estás loco si crees que ese es el templo.

Lo miré, tenía el cabello oscuro corto a los lados y largo arriba, en contraste con su piel pálida, no
se veía amenazante, pero aquí en el campeonato, nadie era de fiar.

-Escucha, leí la guía antes de esto, los templos nunca pueden ser la cosa más grande y aún su lo
fueran, nunca pueden ser lo que parecen.

Se me quedó viendo, yo lo miré también.

-¿Y por qué he de decirmelo? Mejor guardarse esa información para ti mismo, ¿no?

-Tengo una corazonada, créeme, este juego probablemente sea más psicológico de lo que crees.

-No te creo.

-Ni yo a mí, hagamos algo. Luchemos, si yo gano, escucharas lo que tengo que decir, si tú ganas te
vas por tu cuenta.

Abrió su menú y rápidamente apareció en mis notificaciones una solicitud de combate, el primer
indicador que llegará a rojo pierde.

Sopese la idea un momento, pelear con él solo serviría para perder tiempo en cuanto a mi
búsqueda del templo, por otro lado, tal vez tuviera razón y sacarle información sea más
conveniente, pero eso no significaba que renunciaría a un combate. Presione el botón de aceptar.

Mi espada y la suya aparecieron repentinamente en nuestras manos. Se lanzó hacia mí en un


movimiento rápido.

Esquive su primer estoque y lancé un tajo sobre su hombro, pero era más ágil de lo que parecía, giró
sobre sí mismo y me arrojó un tajo directo sobre mi abdomen, lo recibí y retrocedí, el indicar de
vida bajo hasta casi amarillo.

Se abalanzó de nuevo blandiendo su espada, bloqueé su hoja con la mía y la llevé por fuera, girando
mi propia espada sobre la suya, el acto afecto su equilibrio y dirigí mi espada hacia su estómago,
casi lo esquiva, de no haber sido porque vi el truco y cambie de dirección mi ataque, trazando un
arco con mi espada sobre su hombro, cortando con éxito la parte alto de su hombro. Su indicador
bajo, aunque no lo suficiente.

Nuestras espadas chocaron en varias ocasiones, varios jugadores se habían quedado viendo nuestro
encuentro, aunque cuando no avanzamos sino que simplemente nos quedamos intercambiando
golpes, se aburrieron y siguieron su búsqueda del templo.

Lancé otro tajo, pero él saltó y dio un mortal hacia atrás, cayendo sobre sus pies, rápidamente
volvió a arremeter contra mí, las hojas de luz chocaron de nuevo, pero su fuerza era mayor que la
mía, y perdí el equilibrio cayendo hacia atrás, aprovechando esto, lanzó su último corte contra mí,
pero mis sentidos fueron más rápidos que los suyos, inclusive antes de que mi cerebro reaccionará a
sus acciones. Mi espada llegó a bloquear la suya de algún modo, pero aprovechó el impulso y lanzó
algo a mi tórax, que se incrustó de inmediato y mi indicador de HP finalmente bajo a rojo.
Caí de culo contra el suelo, y me quedé allí, en shock, viendo el cuchillo corto que me había
atravesado el tórax, me lo saqué antes de que drenara lo que me quedaba de vida. Una voz en mi
cabeza proclamó: Ganador del encuentro: Popitres.

-No ha estado fácil -dijo mientras movía los hombros, su sonrisa de fanfarrón solo sirvió para
ponerme los pelos de punta -Tienes una increíble reacción, Derek.

Me le quedé viendo un momento, hasta que decidí devolverle el cuchillo y levantarme.

-Y tu fuerza es increíble, Popitres. Bien, qué querías decirme?

-Oh, cierto -guardo el cuchillo en su inventario -Los templos no solo son lugares a los que pasar la
prueba, tienes que superar una prueba, eso sí, pero también tienes que hacerlo internamente.

-¿De qué hablas?

-Estuve en la conferencia que se llevó a cabo sobre el juego, oí al creador decirlo: Cada nivel los
probará, no solo con pruebas de fuerza, sino pruebas internas, así que me dije: Por qué no? Hacerlo
en grupo no suena tan mal, además un jugador no puede sacar al otro de la competencia
asesinandolo, solo lo lleva devuelta al principio, y con tus habilidades de espada, no sería difícil que
me alcances si te traicionó.

Sonaba un poco a una trampa, pero tenía razón, inclusive si me usaba para pasar los templos, al
volver al nivel 1 no tardaría en alcanzarlo, sabiendo cómo vencer la prueba final. Además, había
luchado con él, solo me había vencido por saber aprovechar la fuerza de su avatar para romper mi
equilibrio, pero yo era más pequeño y rápido, si peleamos de nuevo, tal vez podría vencerlo.

Entrecerró los ojos en mi indecisión, me pregunte si estaba pensando las mismas desventajas de
tenerme como aliado, además estaba lo obvio, aunque llegáramos los dos al final, el premio era para
solo una persona, pero sabía cómo eran estos juegos, puede que los jugadores solitarios fueran
fuertes, pero también tenían soledad, seriedad y nada de diversión, además tampoco tenían respaldo
en caso de morir por otro jugador, si estabas en un grupo, tus ítems podrían ser respaldados en el
inventario de uno de tu equipo si ambos lo han acordado previamente.

-Hecho -le respondí -Somos un grupo.

En mis notificaciones, apareció una solicitud: Popitres quiere formar un grupo contigo, aceptas?

Dudé dos segundos antes de presionar el botón de Aceptar.

Me sonrió y yo también a él, aunque probablemente ambos pensábamos en cual espada llegaría
primero al cuello del otro.
2

Un mes, eso duro nuestro grupo.

Viéndolo desde una perspectiva objetiva, fue algo muy corto, viéndolo desde mi perspectiva, fue
algo milagroso que hayamos llegado al mes juntos como grupo.

Él era demasiado impulsivo, yo demasiado cuidadoso y analizador, en cuanto yo decía: Debemos


tener cuidado, él ya estaba lanzándose sobre el primer monstruo espacial que se nos cruzó en frente,
no sé cuántas veces lo salvé de morir estúpidamente, aunque he de admitir que peleando
compaginabamos muy bien, él me cubría mientras yo atacaba rápidamente, luego cambiabamos y
mientras yo distraía, él usaba su fuerza para dar un golpe certero.

No éramos los únicos con problemas, nadie encontraba el templo aún y todos se estaban
exhasperando, inclusive recurriendo a matar a otros jugadores, pero seguíamos en el primer nivel,
duraban poco más de dos o tres días para volver a su nivel de juego anterior y para seguir buscando
algo que parecía imposible de encontrar.

Recurrimos a seguir a un grupo de jugadores que alardeaban ser los mejores, los seguimos a
escondidas mientas buscaban en un área poco poblada por jugadores, y no los perdimos de vista
cuando intentaron inspeccionar las alcantarillas, cuando llegaron a una extraña habitación pensamos
que habíamos encontrado el templo, pero solo un gigantesco caimán con cuerpo de humano que
antes tenía la forma de un guerrero medieval terminó comiéndoselos a todos.
Los jugadores poderosos se mantenían bien alejados de los promedios, pero igualmente no había
forma de encontrarlos, aunque viendo la tabla de clasificación que se actualizaba cada día, nadie
iba a la cabeza encontrando el templo.

Popitres y yo conseguíamos en ítems en el mercado Huatu, de una tribu alienígena que había
colonizado la tierra en según ellos 2280, habían hecho un trato con los humanos y ahora vivían
pacíficamente con ellos, todos ellos eran distinguibles de los jugadores, sobre todo por su piel
ligeramente turquesa y sus dos pequeños cuernos que se asomaban en su cabeza.

Nos sentamos en una banca que estaba al borde de una extensión de tierra, frente a nosotros había
un barranco que delimitaba la zona de juego, si caias ahí, rebotarias y volverías, a menos que fueras
empujado por un jugador.

Aquí la comida no tenía valor nutricional, pero simulaban muchos sabores, así que comimos un par
de sándwiches mientras decidiamos que hacer a continuación, no se nos ocurrió mucho durante dos
horas de pensamiento intenso.

-Popitres... -dije tras terminar mi cuarto sándwich -¿Que vamos a hacer?

-Los matamos a todos... Eso nos dará más tiempo para descubrirlo antes que cualquier otro.

-Aunque lo hiciéramos, solo seguirían buscando aún sin ítems.

-Pero podremos obtener más tiempo -empezo a alzar la voz.

-Pero es inútil, a menos que cambiemos la estrategia, estamos igual de varados que ellos, a ti solo te
importa pelear.

Me paré y él también, era más alto que yo, pero eso no disminuía mi ira hacia él.

-Tu solo quieres pensar y pensar mientras el resto avanza en la búsqueda, me estás deteniendo.

-¡¿Qué yo te detengo aquí?!

-¡Si, lo haces!

Me dio un empujón que casi me manda abajo en el barranco pero recuperé el equilibrio a tiempo, en
cuanto volví a verlo, ya se había ido. La notificación de: Tu grupo se ha disuelto sonaba en lo alto
de mi menú.

Caminé rabioso lo que quedó de la tarde, un par de jugadores intentaron reclutarme para buscar el
templo, pero no los atravesé solo porque había guardado la espada en mi inventario.

Parecía un adolescente haciendo berrinche, aunque bueno realmente lo era, un adolescente de 15


años que se había peleado con su compañero y que ahora quería matar algo.

Mientras pasaba cerca a una zona abandonada que parecía haberse quedado en el siglo XXI, oí
voces, estaba por taparme los oídos o algo cuando escuché la palabra Templo.

Me detuve abruptamente y rápidamente identifiqué de donde venían las voces, me escondi tras un
contenedor de basura mientras discutían dos personas, por las voces parecían un chico y una chica.
-... sé, Dialac. No podemos seguir a este paso -parecia decir el chico.

-Podremos pasarlo rápidamente, hay una misión a unas millas de aquí, si la completamos subiremos
de nivel rápidamente y podremos superar la prueba -respondio la chica.

-No es sólo eso, nuestros niveles son altos, algo nos falta, pero no podemos seguir yendo a lo loco a
ver cómo los vencemos.

-Entonces inténtalo con tus estrategias Ace y ves como te va, iré a esa misión mientras tanto, y tú
intenta tus patéticos planes sin sentido.

La oí golpear algo, y paso a mi lado. Solo capté un destello de cabello castaño antes de que se
perdiera entre los edificios.

Me asomé lentamente, y entonces vi quién era. Era el chico del día de inauguración, el que me vio y
me hizo el gesto de: Te mataré, y el que había venido a esta zona una vez iniciado el juego.

Lo vi pasarse las manos por el pelo ya levantado, y entonces abrió su menú y vi que estaba
mandándole mensajes a alguien, sonrió y salió en una dirección casi que pitando.

Pensé un milisegundo, pero luego recordé que habían afirmado haber encontrado el templo, tal vez
era mi única oportunidad. Lo seguí.

No sé cuánto estuve caminando, en muchas ocasiones parecía darse cuenta que lo seguía, porque
volteó y yo a duras penas lograba esconderme, lo bueno es que aquí no había indicadores de
cercanía o nombres de usuario sobre tu cabeza o me hubiera pillado desde hace varias cuadras.

Llegó a un galpón abandonado adornado con un cartel que ponía: VR PROGRESS, ese nombre me
sonaba, pero en ese momento está a concentrado en seguir al chico.

Tres jugadores llegaron de una esquina, y lo miraron fijamente, por alguna razón, se me erizaron los
vellos del brazo, y sentí una extraña sensación de peligro en el estómago.

-Hola, Fatal Destiny.

-Hola -dijeron los tres al mismo tiempo, tragué saliva, que humano normal hablaba sincronizado
con alguien a no ser que fuera un coro o algo así?

-Quiero unirme a ustedes, a su grupo.

-La invitación expiró hace una semana, Ace. -dijo uno de ellos.

-No tenemos tiempo para tus lamentos, Ace.

-Pero... -Ace tragó saliva, parecía que estaba advirtiendo lo mismo que advertía, aunque seguía sin
saber que es lo que me inquietaba de esos tipos -Se dónde está el templo, está a unas calles abajo.

Los tres lo miraron.

-¿Con que si, eh?

Uno de ellos se sacó algo del cinturón, una larga hoja que no podría encajar en lo futurista, Ace
abrió mucho los ojos y mientras procesaba todo esto, el hombre arremetió contra él.
Ace cayó al suelo con un golpe sordo, la hoja se le había incrustado en el abdomen, desde aquí
podía ver su barra de vida bajar rápidamente.

Los otros dos sacaron también armas, y lentamente se acercaron al agonizante Ace.

Pude haberlo dejado ir, pude haberme ido y buscar el templo por mí mismo, pero él estaba en
problemas, además, ese era mi maldito problema, todos me lo decían: No puedo quedarme quieto
cuando puedo hacer lo correcto.

Mi espada cortó un brazo de uno de ellos, mientras los otros dos reaccionaban al inminente ataque,
arrojé un tajo a uno de ellos mientras al otro lo patee aún impulsado. Termino chocando de cara
contra una ventana cercana.

El principal no captó los movimientos de mi ataque, y quedó cortado en dos antes de que pudiera
esquivarme pero algo estaba mal, no salió simulador de sangre, ni el icono de: Un jugador ha sido
asesinado sobre mí, en cambio salió una inmensa cantidad de líquido verde viscoso mientras ambas
partes del hombre estallaban en un millón de fragmentos brillantes.

Me quedé viendo fijamente el charco de porquería color pasto cuando Ace gritó:

-¡Detrás de ti!

Me di la vuelta, al que había dejado sin un brazo arremetía con su espada, rezumaba también
líquido verde, pero algo seguía estando mal, parte de su piel empezó a llenarse de escamas mientras
intentaba cortarme, mi cuerpo trabajaba por instinto, de lo contrario, habría muerto recién me atacó.

Chocamos espadas, entonces recordé a Ace, arrojé lejos como pude a ese hombre y me arrodillé
sacando mi cura:

-Curar, Ace.

El frasco estalló mientras su salud subía, tomé la espada que lo había atravesado pero entonces algo
me atravesó el hombro.

Retrocedí ante el dolor mientras el cuchillo se hundía, oí a Ace gritar: ¡agachate!, solo pude hacerle
caso mientras oí algo zumbar sobre mí e incrustarse contra algo.

Me dí la vuelta quitándome el cuchillo, Ace se había levantado y tenía algo curvo sostenido en una
mano mientras que la otra la mantenía hacia atrás, dio un tirón y el último hombre que faltaba
estalló en un millón de fragmentos.

Cuando pude enfocar la vista bien, me di cuenta que estaba portando un arco y tenía un carcaj
colgado al hombro, se acercó mientras me decía:

-¿Estás bien?

Me ayudó a levantarme, mi hombro empezaba a curarse, pero solo podía fijarme en su arco y en
como lo había manejado.

Los arcos eran una de las armas menos probables de usar, había visto uno que otro jugador
usándolo, pero para poder manejarlo tenías que aprender a usarlo en la vida real.
Estaba por decir algo, cuando oí un sonoro DING, y un inmenso letrero ponía sobre nosotros:
Felicidades, han pasado el primer desafío del Templo de La confianza.

En el menú de ambos ponía: Quiere continuar con el desafío, o guardar para más tarde?

-¿Sabías de esto? -le pregunté.

-No -me respondió -Solo creí haber encontrado el templo, pero parece era una misión secundaria.

A estas alturas supongo que sabía que lo había estado siguiendo.

-¿Si es confianza, entonces esas cosas eran...?

-Reptilianos -admiti, el nombre se me vino a la cabeza de repente -Son comunes aquí, toman otras
formas para engañarte en las misiones secundarias, pero nunca había visto un NPC mandar
mensajes.

-Deben ser IA, así el juego será más interesante, los programaron para engañarnos y así no poder
encontrar el templo tan fácilmente.

Lo miré, la incertidumbre ahora era palpable en sus ojos color dorado, y la misma incertidumbre
estaba circulando en mi mente en este momento.

¿Qué clase de juego usa IA para un desafío?

Nos miramos, y entonces reparé en que nunca habíamos chocado camino, nisiquiera debía de
saber mi nickname en primer lugar.

-Soy Derek, por cierto.

-Ace, gracias por salvarme el pellejo. Y por seguirme supongo.

-¿Sabias que te seguía?

Miró sus zapatos.

-Si, realmente pensaba que si eras un ladrón, una vez que me uniera al grupo, podríamos acabarte
todos juntos.

-Bueno, ahora estamos juntos en este embrollo, creo que el juego quiere que completemos juntos
el desafío, que dices? Tregua?

Me miró, sus ojos eran más suaves y compasivos que los de Popitres.

-Trato.

Ambos pulsamos el botón de continuar desafío y seguimos las indicaciones caminando uno al lado
del otro en silencio.

En cierta manera, me pregunté quién era la otra chica, y si tal vez estaban en una relación virtual o
algo así, la verdad sonaban como un matrimonio peleando, aunque bueno, probablemente mi
antiguo compañero y yo nos vimos así cuando discutimos hace rato.
-¿Con que Derek, eh? -dijo al cabo de un rato -Tenia un tío que se llamaba Derek.

-Yo un pez que se llamaba Ace.

Reímos, y ese sonido alivió un poco la tensión que era plausible en el aire.

-Ya, en serio, por qué Derek? Que nickname tan raro, la mayoría se pone como: Bloodrunker o algo
así, todos quieren sonar amenazadores.

-La verdad, me gusta ese nombre -me encogí de hombros -¿Que hay de ti? Ace suena como apodo
de beisbolista que usa esteroides.

Se encogió de hombros -Ace suena amenzador, no me acabas de escuchar, Der?

-No me llames, Der -dije, aunque no soné cortante ni nada.

-Lo siento, Der. Prometo no hacerlo de nuevo.

Gruñi y él se rió, luego yo me reí.

Entonces oímos una voz diciendo: Ha llegado a su destino.

Paramos justo al borde del barranco, pero no había nada más que el borde del juego y un abismo
que nos devolvería a la tierra en cuanto llegáramos al fondo.

-Estas de broma.

Vi entonces como en una parte, parecía casi como si la tierra formará una flecha apuntando hacia
una parte del barranco, me dirigí allí y me puse en la punta, miré hacia abajo, aunque todo seguía
estrictamente camuflado. Ace se hizo a mi lado.

-Al menos no es el templo de la fe, lo que nos da la oportunidad de no hacer el salto de fe -dije.

-Yo salto si tú saltas.

Lo miré de hito en hito, entonces asentí, se hizo a mi lado.

-¿A la de tres? -pregunto.

-Uno...

-Dos... -me agarró del brazo con su mano libre.

-Tres.

Dimos un paso al frente y fuimos tragados por la oscuridad.


3

Decir que fue espeluznante al principio es poco.

Caímos en picada durante varios minutos, y pensé por un instante que era un bug del juego en
donde caeríamos infinitamente hasta que saliéramos o reiniciaramos, el problema era que no
podíamos reiniciar el juego. Además, cuando eso pasaba podías ver de dónde habías caído y verlo
irse lentamente, nosotros solo notabamos oscuridad.

Entonces oí el juego decir: Se está acercando a su destino, prepárese.

Me puse instintivamente para caer pero solo conseguí caer de lado, estaba levantándome justo
cuando Ace cayó sobre mí. La escena debió ser muy caricaturesca.

-Gracias por cubrir mi caída, Der.

-Gracias por aplastarme, Az.

Me gruñó y yo también lo gruñi, luego nos pusimos a reír.

Estábamos lo que parecía un túnel excavado por gusanos gigantes, porque cuando me levanté a
duras penas vi el techo, que parecía alzarse a 7 metros de mi cabeza. Saqué mi espada y la movi
levemente, la luz alumbró la cara consternada de Ace y su arco, que parecía relucir ante la falta de
tecnología.

Inspeccionamos rápidamente el túnel, pero solo encontramos un marcador de fin de la pantalla


yendo por un lado, así que decidimos ir por el lado contrario, siempre atentos a lo que viniera,
aunque estaba inquietantemente pacífico y tranquilo.

Llegamos a una encrucijada, con tres túneles diferentes justo frente a nosotros, los vi un rato
intentando buscar la diferencia entre ellos, pero los tres eran estrechos, oscuros y sin ningún tipo de
ruido o señal que seguir.

-Izquierda -dijimos al mismo tiempo, nos miramos.

-¿Por qué la decisión tan drástica, Ace?

-Me lo dijo el corazón... Eso y si no volvemos y probamos los otros dos, claro si no nos perdemos,
en todo caso prepárate para ser comido si nunca salimos de aquí.

Lo seguí luego de decir sarcásticamente: Aquí no puedes quitarle la carne a la gente, genio.

El techo empezó a bajar conforme más avanzabamos, tanto que terminamos yendo a gatas por el
túnel, luego empezó a cambiar lentamente de ser de roca a ser de metal, como si recorrieramos la
línea de tiempo de la creación de los conductos de aire.

Yo iba detrás de él, cuando paró abruptamente y mi cara chocó contra su trasero, él dio un respingo
y yo me sobe la nariz, aunque sabía que el dolor allí era solo un impulso eléctrico, no afectaba
realmente mis nervios de dolor.

-A la otra di espera, casi me...

-Shhhhh.

Lo oí empujar algo, una luz repentina me cegó y me obligó a cerrar los ojos, mientras lo oía decir:
Mantente abajo.

Parpadee para acostumbrarme a la luz, mientras salíamos a una esquina bien resguardada de lo que
parecía un edificio, paneles de control y pantallas estaban regadas aquí y allá, en el lado opuesto al
nuestro, había una gigantesca ventana que daba a la ciudad.

-Esto parece...

-Un puesto de vigilancia -respondi, me levanté de a poco, y me acerque a la silla gigante que se
alzaba en el medio de la sala, alguien de 6 metros perfectamente cabría aquí.

-¿Y ahora qué? Ya estamos aquí, tenemos que decir algo idiota como: Iniciar combate final, o algo
así?

A su respuesta, una voz electrónica bramó: Retadores: Ace y Derek. Iniciar.

La sala tembló, de la puerta opuesta a la ventana salieron cuatro sujetos con una armadura blanca
como Star Wars, solo que sin cascos, por lo que podías ver sus caras de lagarto y sus lenguas
bífidas.

No sé movieron, en cambio en mi menú apareció: Desea pelear en solitario o en grupo? Si es en


grupo, su compañero y usted deben presionar el botón al mismo tiempo.

Mire a Ace, él me miró, presionamos en grupo al mismo tiempo, al menos podríamos compartir
esta victoria hoy.

Los lagartos arremetieron contra nosotros.

Ace acabó con uno sin siquiera parpadear, jalo su arco y una flecha de energía apareció cargada, le
dio a uno de los reptiles entre los ojos y fue lo último que supimos de él.

Yo me encargué de los dos de la izquierda, uno saco una de sus pistolas y me disparó, pero usé mi
espada para evitar el tiro, seguido a ello me agaché y corte su garganta en dos, el otro portaba una
lanza con una punta brillante, lo corte en dos tras esquivar su primer golpe.

El último parecía más listo que los demás, atacó directamente a Ace, quién parecía no tener
tiempo para cargar otra flecha, pero entonces sacó su espada y cambió las tornas al atravesarle el
pecho directamente.

Hubo silencio y Ace saltó gritando: Lo logramos. Para ser el nivel 1, había sido muy fácil, aunque
bueno, era el nivel 1 y nosotros habíamos estado un mes subiendo de nivel, era obvio que algo así
pasaría.

Entonces me di cuenta de lo equivocado que estaba, porque la estancia vibró y yo recordé la


primera regla de un jefe final de un juego: Siempre la primera parte es la fácil, luego de eso
desearás no haber jugado el juego.

En la puerta apareció el dueño de la silla, tenía al menos 5 metros de alto, y toda su piel estaba
cubierta de escamas verdes. Sus ojos amarillos clamaban por sangre, igual que sus inmensas
garras de medio metro de largo, su cola se movía de lado como si estuviera emocionado, lo cual
supongo era verdad, llevaba un mes esperando comerse a alguien. Saco de entre sus dientes
afilados su lengua bífida hacia nosotros, y balanceó el mango de su hacha de energía como si fuera
un sonajero para bebé.

Retrocedí lentamente hacia Ace, quién se movía también sigilosamente, debíamos pensar en un
plan, o perderíamos aquí definitivamente.

-Yo lo distraigo -dije lo más bajo que pude -Tu mira sus puntos débiles e intenta memorizar su
patrón de golpes.

-Vale, intenta que no se fije en mí. Así puedo dispararle.

Asentí. Le arrojó una flecha al lagarto, quién clamó: SOY REIKUS, EL DEVORADOR DE HOMBRES, y
cargó contra nosotros.

Corrí contra él.

Cuando me acerqué cerca a su alcance intentó partirme en dos con su hacha, pero esquive en el
último segundo e intenté golpearlo con mi espada, sin embargo rebotó cuando chocó contra sus
escamas, salí volando hacia atrás. Caí de pie de alguna manera y volvió a arremeter contra mí,
salte a un lado mientras su hacha volvía un panel de control a dos mitades de panel.

Las flechas de Ace lo golpeaban, pero solo enrojecian por cada acierto, yo intenté calcular sus
movimientos, pero eran demasiado erráticos y difíciles de predecir, corto el aire sobre mí y pensé
que lanzaría un tajo hacia abajo como antes, pero devolvió el corte que a duras penas bloqueé con
mi espada, intenté atacarlo por arriba pero bloqueó mi estoque con su hacha y me empujó lejos,
caí mientras mi HP empezaba a bajar, un poco más de golpes y terminaría en amarillo.

Las flechas debieron empezar a fastididarlo, porque me quitó la vista de encima y se fijó en Ace,
mientras arremetía contra él se me ocurrió atacarlo por atrás, pero cuando estaba por golpearlo
su gruesa cola se movió casi automáticamente y me arrojó a un lado como muñeco de trapo. Mi
HP estaba por llegar a rojo.

Vi a Ace intentando alejarlo, sus proyectiles lo golpeaban y golpeaban pero solo lo enfurecían y
hacían su coraza enrojecer cada vez más, pero no había ningún indicio de que le estábamos
haciendo daño.

Me levanté a duras penas mientras Ace era arrojado a un lado, Reikus lo mantenía acorralado en
una esquina, aunque estaba cerca del conducto de entrada, parecía la única salida ahora, pero eso
significaría perder el encuentro.

Entonces, oí dos voces, una que era familiar y la otra de Popitres que gritaron al mismo tiempo:

-¡Ace!

-¡Derek!

Ace sacó su espada pero el monstruo la arrojó, casi con desdén en mi dirección, sus escamas
humeaban y ardían al rojo vivo.

Corrí contra ellos, tomé la espada y la accione, teniendo la mía en la otra mano, Reikus levantó sus
garras para despedazar a mi compañero.

Salte al tiempo de su ataque, y lancé un corte con ambas espadas, justo cuando las hojas lo
tocaron, sus escamas vibraron y todas ellas parecían estallar al mismo tiempo, pero ese no era el
fin de mi ataque. Mis espadas cortaron finamente la parte de su codo y todo su antebrazo salió
volando mientras me salpicaba de sangre verde, la parte cercenada estalló en fragmentos
mientras el monstruo retrocedía y vi por primera vez su barra de HP mientras empezaba a bajar.

Ace logro levantarse y lo agarré mientras corría en dirección del conducto, oí la hoja de Reikus
acercarse a nosotros, me deslicé por el conducto justo cuando el hacha intento llegar más allá de
la zona de pelea. Ace justo detrás de mí todo el tiempo.

Caímos girando uno sobre el otro hasta la encrucijada de antes, solo que por alguna razón Ace
parecía tener tres cuerpos, 6 manos y 6 piernas al mismo tiempo.

Oí una voz proclamar: Intento 50 fallido, retadores han abandonado la partida.

Me levanté a duras penas, mientras veía como Popitres y la chica de antes intentaban quitarnos a
Ace y a mí de encima.

-Eso fue terrible -dijo Ace mientras nos deslizabamos de sobre nuestros compañeros. Nos
sentamos uno al lado del otro.

-¿Tan malo fue? -dijo la chica.

-Ni te imaginas, Dialac. El jefe es horrible.

Miré a Popitres, quién parecía un extrañamente interesado en el piso de tierra.

-¿Qué haces aquí? -le pregunté.

-Encontre el templo.

-Claro que no, inclusive yo lo encontré de pura chiripa, me estabas siguiendo, ¿verdad?

Su silencio fue más rotundo que una respuesta dicha.

-Vale, si los seguimos -admitio Dialac -Yo estaba preocupada por Ace, él estaba arrepentido de
haberte abandonado, los vimos saltar aquí y simplemente queríamos saber dónde iban.

-Como sea, vale estábamos enojados el uno con el otro, pero ahora debemos ver cómo acabar con
el jefe -proclamo Ace.

-¿Tenía algún patrón de ataque? ¿Punto débil? -Dialac nos taladraba con la mirada.

-No... -me abracé las rodillas -Sus movimientos eran demasiado erráticos... Por poco morimos ahí.

Saqué el ungüento de curación de mi inventario, tomé un poco y me lo apliqué, Ace les explicó la
pelea mientras yo le aplicaba un poco también, su barra de HP y la mía empezaron a volver a
verde con cada capa de ungüento.

-Movimientos erráticos, sin un punto débil, pero de alguna manera fueron capaces de sostener
una pelea con él...

-Si... -dijo Ace una vez que estuvo totalmente curado -Y creo que ahora lo entiendo... Entiendo el
porqué nadie ha podido derrotar al jefe.

-¿Por qué? -pregunto Popitres.

Ace lo miró.

-Porque...

-... Hay que vencerlo en grupo.

Mi cerebro empezó a maquinar toda la información y le encontró sentido, la competencia trataba


de un solo ganador, nadie en su sano juicio querría compartir la gloria de vencer al primer jefe con
alguien, solo nosotros, lo suficientemente crédulos e inocentes que habíamos venido aquí en
grupo, pero otros 50 lo habían intentado y nadie lo había conseguido aún.

-Puedes tener razón -concluyo Popitres.

-Los necesitamos -dije -A ambos, solo así pasaremos el jefe.

-Ademas -agrego Ace -si lo vencemos todos, seremos los primeros en la tabla, podemos hacerlo,
Dialac tú eres veloz, yo soy preciso, Derek es ágil y de reacción rápida y tú...-miro a Popitres.

-Es estúpido -dije.

-Soy fuerte también -murmuro con orgullo.

Ace hundió una flecha en el piso.

-Eso puede ser útil también, tenemos que intentarlo.

Miré a Dialac, y me fijé en que ella lo estaba pensando. Sus ojos color avellana se veían decididos,
pero solo pensé en lo difícil que sería sino lo intentaba con ellos, tal vez nunca llegaría al siguiente
nivel.

-Adelante -se levantó y sacó su espada, y luego se dirigió al túnel -Ah, claro las damas primero, no?
Mariquitas.

Se perdió en la oscuridad del túnel.

-Ya la escuchaste -dijo Popitres levantándose -Las damas primero.

Ace rio y entró al túnel, luego seguí yo y mi compañero vino detrás.

Fue casi aburrido el preludio de la pelea, lo único interesante fue el comentario de Ace diciendo:
¿Por qué túneles? ¿Por qué no un pasillo lleno de flores y mariposas?

Cuando el sistema nos preguntó si peleariamos en grupo presionamos el botón al mismo tiempo y
los mismos cuatro guardias aparecieron.

Ver pelear a Popitres fue casi rutinario, se arrojó como bestia gritando: Por Esparta, y acabó
rápidamente con uno. Cuando volteé a mirar a Dialac, ella estaba limpiando su espada de mugre
verde.

Entonces vino lo difícil, nos pusimos en línea los cuatro y nuestro amigo Reikus apareció desde la
puerta.

-Yo lo distraigo -dijo sin rodeos Dialac -Necesitamos romper sus escamas, ustedes encarguense de
golpearlo lo suficiente.

Nos pareció bien, o al menos no nos dio tiempo de pensarlo porque ella corrió directa hacia
Reikus.

Popitres fue detrás de mí y Ace a mi lado, su primer golpe fue fácil de esquivar, arrojé mi espada
que rebotó contra sus escamas pero Popitres se olvidó completo de su fuerza bruta y se concentró
en su velocidad, se arrojó luego de mí a su costado y lo golpeó con su espada varias veces antes de
que el mismo monstruo dejará de fijarse en Dialac, quién era casi tan errática como un leopardo a
la hora de atacar.

Ace nos respaldaba, lanzaba flechas brillantes que el monstruo no podía esquivar por estarse
fijando en nosotros, el plan estaría bien, ganaríamos esto.

Sus escamas estallaron, y entonces todo empezó a ir mal.

Al parecer sin una coraza, era más ágil, Dialac lanzó su estoque al mismo tiempo que yo de su lado
opuesto, pero Reikus saltó, de forma imposible para cualquier ser terrestre y en los pocos
segundos que estuvo en el aire concentró su fuerza en sus puños y cayó al suelo con un estridente
puño que me hizo temblar los dientes.

Choqué contra una pared debido al empuje, mientras me recomponia y mi salud bajaba vi a mis
compañeros, Dialac se levantaba a duras penas, Ace miraba con desdén su arco roto en el suelo,
Popitres intentaba alcanzar la espada que había salido volando.

Reikus rugió, balanceó la hoja de su hacha decidiendo a cual de nosotros se comería primero,
entonces decidió dirigirse a los desarmados.
-Dialac, ayúdame -vocifere, levantándome y dirigiendome hacia ellos. Me puse al frente mientras
mi compañera me respaldaba.

-Usaremos la misma estrategia, yo lo distraigo, tú encargate de su cuerpo -proclamo Dialac


mientras corríamos hacia Reikus.

-Entendido.

Me miró gruñendo, su hacha empezó a brillar mientras preparaba su ataque, era más veloz que
antes eso si, pero yo seguía siendo el más rápido en cuanto a reacción, paré su hachazo mientras
la fuerza me mandó hacía atrás, y Dialac se dispuso a atacarlo.

-¡Cuidado! -grite mientras el monstruo intentó agarrarla con su mano, más veloz que mi
advertencia Dialac saltó y atacó a Reikus con su espada, su cuello empezó a tornarse de verde
mientras su HP bajaba rápidamente a amarillo.

Me levanté, quitándome el shock inicial de ver a Dialac ser tan rápida y me arrojé de nuevo por él.

-Ahi viene de nuevo -anuncio Ace tras nosotros.

Dialac paró su tajo mientras yo arrojé un corte a su vientre, el monstruo empezó a volverse lento
porque mi compañera arrojó de vuelta un estoque, sacándolo de balance. Viéndose superado en
tierra, Reikus saltó.

Salte siguiéndolo, si lograba ser rápido podría atravesarlo y acabar con la pelea, pero agarró con
fuerza su hacha y empezó a dar vueltas mientras caía, intenté parar su golpe pero era demasiado
rápido. El corte me dio directo en el pecho y salí disparado como muñeco de trapo, taclee a
alguien y dimos vueltas en el piso hasta que de alguna manera paramos, Ace soltó gruñidos
mientras se levantaba e intentaba levantarme.

Reikus nos miró satisfecho, pero Dialac no estaba de acuerdo, el monstruo la atacó y golpeó, pero
su velocidad solo aumento mientras lo apartaba de nosotros.

Popitres intento cortarlo, pero el monstruo lo miró y con su otra mano trató de atraparlo, pero
este concentró toda su fuerza en su espada, porque la mano salió volando separada de la muñeca.

Reikus bramó y volvió a lanzarse al aire, mi HP estaba casi en rojo, pero me aseguraría de cortarle
un ojo antes de morir, si yo me voy él vendría conmigo. Salte de nuevo contra él.

-¡No va a llegar! -grito Popitres y era verdad, era demasiado rápido, al menos si lograba herirlo,
mis compañeros se encargarían de acabarlo.

Entonces algo pasó zumbando a mi lado, el cuchillo le dio a mi enemigo en el ojo y lo volvió más
lento, lo corté de lado a lado con mi espada. Su HP finalmente llegó a rojo mientras yo volvía a
tierra.

-Ace, Dialac, mantenganlo. Popitres, ayúdame a hacer el golpe final -dije.

-Entendido -sus tres voces en coro respondieron a mi orden.


Dialac saltaba a cada corte que le arrojaba el monstruo, Ace hacia lo que podía con su espada.
Popitres se hizo a mi lado mientras arremetiamos contra Reikus.

Dialac se puso justo frente al monstruo, este la intento cortar en dos, pero ella se apartó justo
cuando lanzabamos nuestro último ataque. Yo di el primer estoque, Popitres no se dio tiempo y a
una velocidad casi imposible hundió su espada en el pecho del monstruo, y yo salte, balanceando
mi espada en un inmenso arco, la cabeza del monstruo cayó justo frente a mí mientras a mis
espaldas el cuerpo de Reikus, el devorador de hombres, estallaba en un montón de fragmentos
brillantes.

Por un momento hubo silencio, entonces se oyeron trompetas y un inmenso cartel flotante ponía:
FELICIDADES, HAN SUPERADO EL PRIMER TEMPLO.

- A eso le llamo una pelea -dijo Popitres pasando su brazo por mi hombro y revolviendome el pelo
con su nudillo. Yo reí casi al instante.

Miré la puerta que se había abierto, allí Dialac, nuestra compañera, caminaba para adentrarse en
lo desconocido.

-Gracias -dije cuando la alcancé, ella se detuvo a mirarme.

-De nada, fue divertido -me lanzó una media sonrisa.

-¿Dialac? -la voz de Ace sonaba triste.

-Deberias ir con esos amigos que dijiste que querían jugar contigo, Ace. Un grupo te suena mejor
que a mí -presiono algo en su menú, Ace miró el suyo casi al instante y su rostro se descompuso.

-¿Que harás tú? -le pregunté.

-Lo que sea para ganar, así que si los encuentro de nuevo, espero que no sea como enemigos -y
dicho esto desapareció tras la puerta.

Ace nos miró, aunque me había salvado casi sin vacilar y se había enfrentado a un lagarto gigante
con una espada que no sabía usar, ahora mismo se veía al borde de las lágrimas.

-Yo... Iré con mis amigos, gracias por ayudarme, espero verlos luego -nos dedicó una sonrisa y
corrió hacia el conducto de vuelta al primer nivel.

Popitres y yo nos miramos, parecía que hubiera sido hace días que nos habíamos peleado. Aunque
hubiera sido hace menos de tres horas.

-Lamento lo que dije -dijimos al mismo tiempo.

-Eres alguien más valiente de lo que parece, Derek.

-Y tú más calculador de lo que se te ve, Popitres.

Nos reímos, y cruzamos la puerta directo hacia el segundo nivel.


4

El segundo nivel era menos divertido, o mejor dicho menos esperanzador que el primero.

Éste data del año 2250, justo en el auge de la ya acaba Tercera Guerra Mundial.

La historia suena demasiado realista, a decir verdad. La tierra finalmente estalló en guerra tras
varios siglos de tensión entre las grandes potencias, Estados Unidos, Rusia, China, Corea del Norte
y Venezuela, y decidieron enfrentarse para poder ver quién ganaría como el mejor. Los detalles son
inexplorados por los NPC, pero ellos afirman que las armas nucleares y los combates a gran escala
dejaron a Europa totalmente vacía de vida. América se salvó, pero entonces a consecuencia de tanto
desastre, la tierra empezó a vengarse, los desastres naturales empezaron a volverse cosa cotidiana,
gran parte de los sobrevivientes de la guerra murieron en cuestión de décadas, y a eso se le lleva el
problema de la escasez, los cultivos eran difícilmente sostenibles, los animales eran más precavidos
y salvajes con los humanos, y los recursos eran cada vez menos para una cantidad relativamente
grande de humanidad que logró salvarse.

La estupidez humana siguió de todas maneras, estaban los sensatos, que intentaban unirse para
encontrar una solución usando la ciencia y la unión para poder sostenerse a si mismo, llamados
Athenos.

Y luego estaban los insensatos, aquellas personas que solo robaban y consideraban que entre menos
gente habría más para ellos, asesinos sin corazón que solo pensaban en si mismos y se dedicaban a
destruir puntos de concentración humana para robar recursos y matar gente. Ellos eran llamados
Los Berserkers.

Pasando la puerta, oímos esa historia de dos NPC, que intentaban convencernos de unirnos a ellos,
si elegimos Berserkers, nos dedicariamos a robar y cumplir misiones de infiltración, si elegimos
Athenos, nos pondríamos a hacer misiones de recuperación, de huida y de intentos de secuestro de
los Berserkers.

Miré a Popitres, que parecía a punto de dormirse, la zona bajo sus ojos parecía pintado de tinta
negra.

-Solo escoge una, de todas maneras no creo que repercuta en los siguientes niveles -dijo casi sin
interés.

-Athenos.

Al instante de mi orden, apareció una insignia de una jeringa bajo unos lentes sobre nuestras
cabezas y finalmente terminamos en una inmensa ciudad, no tan tecnológica como el nivel
anterior, pero algunas personas levitaban en autos y los edificios llegaban cerca al cielo, solo que
parecían edificios normales, nada especiales o aparatosos, pero igual largos.

-Tengo que irme, P.

-Si, ya es tarde, fue un buen día, hablamos mañana, Derek.

Buscamos un lugar donde dejar nuestros avatares, ya que si nos desconectamos en medio de la
nada, apareceriamos congelados y cualquiera con el nivel suficiente nos mataría.

Un hotel lleno de medicinas y calentadores fue nuestra opción final, no sabía si mi cuerpo real
tenía hipotermia o no, pero aquí al menos era casi tan cálido como las playas cercanas al Mar
Caribe.

Recostamos a nuestros avatares en una cama para cada uno, Popitres se desconectó con un sincero:
Si te masturbas, que sea en el mundo real y no aquí en mi presencia, gracias. Yo en cambio me
quedé viendo el techo un rato, revisando mi inventario y buscando algo en específico, el ítem estaba
ahí, impune, una chaqueta negra de escamas que ponía: Recompensa por vencer a Reikus,
resistencia+2 y fuerza+1.

Quise aplicarmelo allí mismo, pero debían ser por lo menos las 2 am en el mundo real, abrí mi
menú deslizando mi dedo hacia la derecha en forma recta, la opción: Desconectarse, apareció en
verde, presione si tras la típica advertencia: Estás seguro?

El mundo se volvió negro y ya no estaba en un hotel en el año 2250, estaba acostado, en una cama,
en el cuarto de un chico de 15 años con un casco de realidad virtual puesto en la cabeza.

Vaya diferencia.

Me quite el FaktHel de a poco, intentando respirar con normalidad y luchando con las increíbles
ganas de saltar por la casa gritando: He matado al primer jefe, venerenme.

En vez de eso, oí la voz de mi tío, a través de la puerta mientras se aseguraba que estuviera
dormido.

-Chico -su voz rasposa cortó el silencio de mi cuarto -¿Estás despierto?

No respondí y supongo fue suficiente para que pensara que estaba dormido, porque lo oí alejarse de
la puerta directo a su cuarto.

Me senté de a poco y saqué el disco de la laptop, para así poder mantener guardado mi única
entrada a Tempel Jager Online en buen estado. Me fijé un rato en la carátula, como siempre hacia,
porque me parecía extrañamente rara e irónica: Era un hombre, con una armadura plateada
plantando cara a un inmenso árbol mientras el árbol, que de alguna manera tenía boca y ojos, lo
miraba desde el interior de un inmenso templo de madera.

Cómo supuse, eran pasadas las 2, y mañana tenía clase, pero no pude dormir inmediatamente, en
vez de eso, tomé una barra de chocolate de mi alijo secreto y la mordí de a poco mientras entraba al
blog de Janus Latimore, el creador de la competencia y proveedor de la nueva tecnología de
inmersión completa.

Había descubierto el blog hace unos años, y desde entonces había estado al pendiente de sus
entradas. Aunque era un poco espeluznante, considerando que Janus había muerto hacia 3 años.

Allí, había una sección llamado: Tabla de Clasificación, y en ella estaba la lista de avatares con
mayores puntos de muchos de sus juegos VR, Nine World Online era el más famoso hasta hace
unos meses, y la tabla parecía casi interminable, pero el puesto de mejor juego había cambiado tras
el lanzamiento de Tempel Jager Online.

Bajé hasta llegar a esa sección y me fijé en la Tabla que ponía: Competencia, allí, brillando en azul,
estaba el nombre de mi avatar Derek, como uno de los primeros.

Intenté controlar mi emoción, pero era imposible, casi gritó de no haber sido porque sabía que
despertaría a toda la casa, y la mayoría de mis primos eran mayores que yo, por lo que no me
convenía molestarlos.

Aunque parecía casi poco, porque era el segundo, el nombre de Dialac estaba por encima, casi sin
color, pero imponente y atrevido, igual que la verdadera Dialac. Luego tras el mío estaba el de
Popitres, y finalmente estaba Ace de último, y no había más nombres, claro, habíamos sido los
primeros en acceder al segundo nivel, casi que pasamos del nivel 9 al 20 de una sola pasada.

Conecte los auriculares a la laptop y me puse a revisar los correos de mi cuenta online, había al
menos 400 mensajes nuevos recién hacia 3 horas, vi por encima y la mayoría eran de cuentas
aleatorias, me ofrecían dinero, favores especiales, Hayros (la moneda oficial del juego) e inclusive
objetos de valor por revelar el secreto del primer templo. Eliminé la mayoría.

Pensaba ver una peli o algo, pero los ojos se me empezaron a cerrar, puede que mi cuerpo real no
tuviera cansancio pero mi mente había estado fuera 7 horas enteras, parecía hora de dormir un poco,
además si mi tío me veía despertando con los auriculares puestos y mi cuenta abierta, me prohibiría
volver a jugar por dos meses, y en ese tiempo alguien más podría ponerse más adelante en la
competencia.

Apague la laptop y la puse sobre mi mesa de noche, el póster de Doctor Strange colgado en la pared
parecía verme fijamente, aunque sabía que no había nada por lo que recriminarme. Solo fingía ser
alguien en otra realidad para poder ganar 10 millones de dólares, nada fuera de lo común.

Me desperté con el sonido de pájaros fuera de mi ventana, incluso antes de que mi despertador
sonará, al consultarlo, vi que aún quedaba al menos media hora para ello.

Me levanté y me estiré un poco, mientras me acomodaba las gafas y veía mis paredes adornadas de
póster de superhéroes y personajes animados populares y no tan populares, no era tanto, tenía
también varios colgados de algunos animes, Fairy Tail me había llamado mucho, Naruto mucho
más aunque Lovely Complex les tiraba la onda a todos.

Mi cuarto tampoco era la gran cosa, para ser una casa tan grande, tenía al menos 3 metros
cuadrados de espacio para mi solo, y la mayoría de espacio estaba lleno de mesas, un armario
lleno de ropa, mi PC estándar y mi mesa de noche. Mi cama a duras penas cabía y me daba espacio
de moverme.

En la mesa, al lado de la laptop, estaban varias fotografías con mis primos y mis tíos, tenía muchos,
una carta de mi hermana desde Argentina donde decía lo bien que la estaba pasando, y mis
posesiones más valiosas, un relicario circular sobre un marco de foto, donde estaba una foto de
mamá y papá conmigo, cuando fuimos de vacaciones a Puerto Rico, justo antes de que fallecieran.

En el relicario guardaba una foto de cada uno, muy pequeña, ya que el dige tenía forma de círculo
y grabado en color negro nuestro apellido: Black.

Fui a desayunar, mejor si mis primos no estaban, así podría robar los mejores muffins y leche para
mí, me preparé cereales mientras ellos probablemente aún estaban soñando con hamburguesas
gigantes.

De camino a la escuela, cabecee en mi asiento de autobús. Pero me di unas cachetadas


despejandome un poco, tendría que aprender a manejar el tiempo, o terminaría desmayandome
en plena misión de TJO. Me había dormido en dos pruebas el último mes, aunque las había
logrado pasar de pura chiripa.

En la clase de historia, el maestro estaba por hacerme caer en un coma con lo lento que hablaba,
así que me puse a rayar una hoja en un intento por no dormirme. Sobrevivi a la hora justo cuando
una mano se estampó contra la mesa de mi asiento.

-¿Que onda pringado? -dijo la persona que más odiaba, Matt Roress, el bully, que se dedicaba a
llamarme pringado cada vez que me veía.

Lo miré sin emoción alguna en mi rostro, y eso pareció enfurecerlo un poco.

-¿Sigues con tus ideas de jugar Atari? A lo mejor deberías empezar a jugar a las princesas pony en
línea.

-Oh, y tú a los machistas online, oh cierto, no puedes pagar conexión a internet.

Enrojeció mientras oía a otros cuchichear en una esquina.

-Eso no es tu asunto.

-Tampoco el tuyo si me gustan los juegos o no.

Me levanté y lo empuje mientras hacía mi camino hacia la salida.

-¿Sigues jugando con la compañía de Latimore? Deberías tener cuidado, el hijo del creador salió
desviado, podrías volverte mariquita también.

Estuve a punto de devolverme y atizarle con mi espada, pero desgraciadamente no tenía espada
alguna.

-Si, ese chico Mason, lo vieron con otro chico y se ha revelado su verdadera cara, deberías
considerarlo, ambos se verían tan bien juntos.

Controle la ira ante sus insultos hacia Mason, pero sabía cómo era su juego. Él buscaba
provocarme porque se creía el más, si lo ignorabas, lograbas que se encabronara. Así que lo ignore
lo más que pude hasta salir de la escuela.

Probablemente te preguntes: ¿Por qué tanta violencia ante el insulto del hijo de tu creador
favorito de juegos?

Es que no era solo el hijo del increíble Janus Latimore, era también mi primer y único amigo desde
la muerte de mis padres.

No había otra forma de describir la muerte de papá y mamá más que: Insoportable. Ambos habían
muerto en un accidente de avión, mientras viajaban de negocios a Nueva York, yo me estaba
quedando con mis abuelos cuando la tragedia golpeó nuestro hogar como un inmenso asteroide
que destruyó todo en un instante.

Los abuelos no podían criarme, de no haber sido por mí, ellos probablemente hubieran
confundido el café con polvo para hornear, o el combustible con té, por lo que tuve que mudarme
con mis tíos a Colombia, un país pequeño pero lindo, donde mis tíos vivían.

Mi hermana parecía no soportarlo, se quedó en Argentina, nuestro antiguo hogar, con el hermano
de papá, mientras yo, con 9 años, me mudé a una nueva ciudad con parientes que apenas veía una
vez cada 2 años.

Había que recalcar que yo no hablaba mucho el idioma argentino, mis padres eran colombianos
(por eso gran parte de la familia se encontraba ahí) pero nos habíamos mudado luego de que yo
naciera.

En la casa de mis tíos, éramos 10, estaban ellos, mis tres primos, mis otros tres primos, y los hijos
de dos de mis primos. Yo era el más pequeño de todos, lo que me valía la menor atención y menor
reconocimiento, en muchas ocasiones olvidaban mi nombre y hasta en algunas ocasiones mi
existencia, a veces nisiquiera compraban suficiente comida para mí.

El primer año fue el más detestable, tenía 9, estaba acostumbrado a la atención, a que me mimaran,
a que tuviera atención y amor. Ahí difícilmente Trevor, el segundo más pequeño de todos, salía
conmigo de vez en cuando.

Luego tras una época miserable, volví a la escuela, aunque fue horrible, no le hablaba a nadie
aunque era el mejor, no tenía nada más que hacer que estudiar y ser el mejor.

Intentaba resaltar, pero al final me había rendido y terminé la primaria, nadie fue a mi fiesta de
graduación y luego yo mismo tuve que matricularme para la secundaria.

Odiaba pasar tiempo en casa, así que encontré clases de distintas artes y me inscribí a dos al azar,
esgrima y Kendo. He de admitir que fue difícil, porque usaba manos diferentes para cada una, pero
al final con mucho esfuerzo logré dominar ambos brazos. Intenté inscribirme en el campeonato
nacional, pero la edad mínima era de 16 años, y yo recién tenía 12 cuando me considere digno de
participar.

Intentaron hacerme de todo en el primer año de secundaria, pero aprendí a esquivar sus golpes y a
ignorarlos. Mi maestro de Kendo me lo había dicho: Tu reacción es digno de campeones, naciste
para la espada.

Igual no me relacione con nadie, un chico siempre veía a todos y en especial a mí, pero cada vez
que intentaba acercarme a preguntarle salía corriendo. Aquel chico me intrigaba más que nada.

Fuimos a una excursión a una convención de juegos, aunque no sabía exactamente porque.
Aunque bueno, los juegos no es que me entusiasmaran o repudiaran, era indiferente ante ellos.

Me senté con ese extraño chico de camino a la sala de eventos, todo el tiempo miró la ventana y
ocasionalmente volteaba a verme, yo lo miré todo el camino, intentando hablarle, pero al final
solo salió de mi boca: Ya llegamos.

Muchos de mis compañeros se perdieron en la inmensidad de los desafíos, Galaga, Donkey Kong,
Adventure, había un desafío vida real por cada videojuego inventando. Yo di vueltas buscando
algo, hasta que llegué a una zona donde dos personas peleaban con espadas simuladas, el letrero
ponía: Pruebe su valor en batalla, al igual que lo haría en el famoso juego League Of Legends.

No tardé en vencer a la mayoría en pelea con espada, y todos parecían ambiciosos por acabarme,
en un momento dado, pedí usar dos espadas y seguí hasta que la fila se agotó.

Saliendo de allí con un premio de varios cientos de dólares, me choqué con ese chico, que también
tenía un fajo de billetes.

-Lo siento -dijo y era la primera vez que lo oía hablar.

-Descuida... -estaba por decir su nombre, cuando se dio cuenta se removió incómodo, ya que
nunca lo había sabido.

-Mason.

-Descuida, Mason.

Le pregunté donde había ganado tanto y me dijo que en Lol, luego aprendí que Lol era la
abreviación de League Of Legends, gracias a él.

Al principio parecía imposible que él y yo mantuvieramos una conversación, pero luego


empezamos a hablar sin parar, me habló de su pasión por los videojuegos, me contó de tantos
MOBA, RPG, MMO, juegos de 64 bits y emuladores que los olvidé casi al instante, pero oírlo hablar
fue suficiente para que yo empezará a abrirme a él también.

Le conté de todas las clases de espada que existían, le conté de superhéroes, cómics, anime,
música, yo me consideraba un friki a esa altura, había devorado días leyendo cómics, leyendo
libros de fantasía, escuchando música en esos meses para llenar el vacío que se habían vuelto
parte de mí desde el accidente.

Luego fuimos al salón principal, donde Janus Latimore anunciaba su nuevo invento que
revolucionaria los juegos, un casco, capaz de enviar todos los sentidos al ciber espacio y volver la
realidad virtual de un prototipo indesarrollado a una inmersión total sin necesidad de controles o
riesgos. Llamo a este dispositivo FaktHel, no lo supe en ese entonces, pero era una abreviatura de
Faktum Helm, el alemán para: Casco de Realidad, el nombre de Tempel Jäger era también alemán,
significaba: Cazador de Templos.

Yo no lo probé, pero muchos de mis compañeros si, Mason tampoco le dio importancia. Seguimos
hablando hasta que me quedé ronco de tanto hablar, me contó de como se sentía atrapado en la
sombra, cosa que también me pasaba a mí, le propuse salir luego por un café y seguir hablando, él
sonrió, por primera vez, sus ojos azules brillaron de emoción y me prometió verme luego, diciendo
que arreglaríamos esa salida luego.

Tras volver me abrazó y me dijo: <<Nos vemos luego, amigo>>.

Yo le devolví el abrazo y le respondí: <<Claro, amigo>>.

No dormí esa noche buscando cosas de juegos, y me descubrí jugando varias cosas que me había
dicho, así podríamos seguir hablando de más cosas, y seguiríamos siendo amigos. Mi primer
amigo, casi no pude dormir ese fin de semana.
Imagina mi decepción cuando el lunes él no apareció, ni el martes, pensé que tal vez estaría
enfermo, pero tras dos semanas, me enteré que había salido de la escuela y nadie sabía de él.
Luego consultando los noticiarios de gamers y cosas así, me enteré de la muerte de Janus
Latimore, el fin de semana siguiente a la convención. Revisando el artículo, vi una foto de su hijo y
su esposa dando declaraciones, al principio pensé que eran solo imaginaciones mías, pero tenía
que ser, el mismo cabello castaño y corto, los mismos ojos azules, los flashes en las cámaras
iluminaban su pálida piel, su madre era casi igual que él, solo que ella tenía los ojos enrojecidos y
la mirada pérdida, casi como si estuviera por romperse.

No lo vi de nuevo. Nunca le dije mi apellido, nunca me dio un número, o dirección de su casa,


buscarlo era totalmente inútil.

Luego, aunque no tan bueno como él, empecé a obsesionarme con los juegos. Todo tipo de ellos.
Los de consola, los online, MMO, los RPG y los MOBA se volvieron mis favoritos, seguía siendo
friki a toda honra, pero ahora me llamaba a mí mismo el rey de los Geeks, a mucha honra.

No me lo admiti a mí mismo nunca, pero había intentado buscar a Mason en muchos juegos, me
comunique con varios usuarios y mi inocente ser de 13 años pensaba que algún día lo encontraría,
pero no fue así. Ya tenía 15 y aún no había podido encontrarlo.

Tal vez, muy en el fondo, mi verdadera pasión al jugar era encontrar a mi primer amigo, al chico
que me había introducido en un maravilloso mundo lleno de diversión, un escape de mi propia
realidad, en donde era aceptado y reconocido.

La realidad virtual no me llamaba, hasta que el concurso fue anunciado, trabajé de mesero y
repartí periódicos hasta que conseguí comprar el juego y el FaktHel, podía hacerlo, sabía que podía
ganar.

Pero reflexionando sobre todo lo que me había llevado a Tempel Jager Online, tal vez el premio no
me interesaba tanto como a todos. Si, significaba una nueva vida propia, lejos de mis tíos y lejos
del anonimato y sombra de su casa, pero guardaba cierto gramo de esperanza, era el juego de su
padre, de la compañía de sus padres, porque según sabía su esposa trabajaba con él.

Tal vez Mason estaba dentro de Tempel Jager Online, y si era así, lo encontraría.
5

Me conecte de nuevo luego de llegar de la escuela, me duché y me recosté en mi cama, poniendo el


disco en la laptop mientras me ponía el FaktHel y lo enchufaba a mi computadora.

Cerré los ojos mientras el juego iniciaba, pronuncié: Link Start, y mi mente volvió al ciber espacio
en un segundo, mientras volvía a ser Derek de nuevo.

Me levanté de la cama donde había dejado mi avatar la noche anterior, me frote los ojos y vi la
cama de Popitres vacía, había un mensaje en mi bandeja, lo abrí.

<<Salí a hacer una misión cerca, te veo luego. P>>

No me dejaba una ubicación que seguir, aunque usando la sección Grupo del menú era capaz de
ver su localización y su barra de HP, configure varias cosas y así la barra de HP de mi compañero
apareció en la esquina de mi visión, justo bajo la mía. Me pregunte si había alterado también la
suya, pero si lo había hecho, al menos sabríamos si él otro moría o estaba en problemas.

Salí mientras por alguna razón empecé a sentir que me seguían, pero no me atreví a ver atrás, en
vez de eso entre a una armería y consulté las armas locales, todo mi armamento anterior se había
modificado y ponía: Fallo de nivel, por favor consultar el reglamento. No podía sacarlo, por lo que
sabía, teníamos que superar cada nivel con las armas de aquel nivel, y como sabía que era
imposible usar hacks o moods, tenía que acostumbrarme.

Compré varias espadas, una pistola de rayos recargable de luz solar, una medicina de regeneración
aumentada y armadura de energía. Aún tenía la ropa pre seleccionada para los Athenos, unos
pantalones beige con una camisa blanca y zapatos color blanco. Decidí que luego iría a comprar
ropa.

Varios mensajes se agolparon en mi bandeja de correos, pero los ignore, en vez de eso, me dirigí al
edificio de control de suministros, tal vez podría ganar una misión allí para luego hablar con
Popitres sobre el templo.

Cuando estaba por llegar vi un montón de NPC viendo fijamente una zona de grandes televisores y
pantallas, aunque la cantidad de gente no me permitía ver u oír con claridad que estaban
presenciando. Parecían un montón de perros buscando la última croqueta de un tazón.

Entonces una pantalla gigante en lo alto de un edificio se encendió, y allí, vi una entrevista,
exactamente una discusión entre un periodista NPC y un avatar, el avatar de Dialac.

-Entonces, querida invitada, ¿Que se siente ser la primera en todo el juego hasta ahora? Debe ser
muy acalorante.

-Al contrario -Dialac había cambiado su traje tecnológico por una inmensa capa color blanco y lo
que parecía un traje de combate compuesto por shorts y una camisa bajo un peto color pastel, su
cabello castaño estaba suelto y salvaje a los hombros -Es reconfortante saber que soy la primera, y
que ahora todos me temen.

-¿Todos te temen, Primera? Eso es novedoso, considerando que llegaste al primer lugar al igual
que otros tres jugadores.

Dialac apoyó su cabeza en su mano, recostado el hombro en su rodilla, bostezó y luego se dirigió a
la cámara

-¿Esos tres perdedores? Lo pasaron de pura chiripa, el juego permite simular la misma pelea al
mismo tiempo con diferentes jugadores. Nunca habría ayudado a un debilucho a pasar al siguiente
nivel.

Aunque sabía que estaba viendo a una cámara virtual, no podía evitar pensar que me estaba
viendo directamente.

-¿Y que opinas de que más jugadores han empezado a franquear el jefe? Ya han llegado cerca de 50
jugadores al segundo nivel.

- Era obvio que pasaría, las personas no pueden quedarse calladas. Ese tal... ¿Mirror? ¿Matthew?
Debió recibir ayuda para ser el siguiente en pasar. Igual que ese tal Daven.

Rápidamente consulté la Tabla, era verdad, ya estaban por llegar la posición 50. Leí rápidamente
bajo el nombre de Ace, los nombres Mistock y Daven iban uno contra otro, a juzgar por la hora de
actualización, vi que habían pasado junto a otros dos bajo ellos.

Dialac tenía razón en algo: era obvio que esto pasaría. Los cuatro subimos de posición al mismo
tiempo, lo que les debió dar la idea a muchos de combatir al jefe en equipo. Eso significaba que
alguien tal vez me tenía en la mira para hacerme retroceder hasta el primer nivel de nuevo, ésta era
zona segura pero una vez saliera de misión como Popitres, sería capaz de morir al llegar a una zona
de PvP, debía tener cuidado.

-¿Vencer al jefe les dio algo? ¿Un objeto valioso? ¿Un ítem único?

-Si, nos dio la capacidad de crear nuestra propia habilidad única, tú sabes, esos bonus en el juego en
el que consigues un poder que nadie más puede aprender.

-¿Cuál es el tuyo, Dialac?

Ella lo miró, casi que cortándole la cara con la mirada. El periodista se encogió.

-Mi habilidad se llama: Eye Killer. Me permite matar a alguien instantáneamente con la mirada,
creo que el resto eligió la misma, así que felices muertes perdedores.

El NPC palideció, para ser solo un personaje programado, parecía realmente temer por su vida.

-Y una cosa más -Dialac se levantó -Si creen que pueden ganarme, intentenlo. Y verán cuan rápido
puede llegar su HP a 0.

La transmisión se cortó, y todos quedaron en silencio. A lo lejos oí a un avatar, no un NPC,


proclamar: Los 4 están entre nosotros, tengan cuidado.

Todos se pusieron a mirar alrededor, me puse la chaqueta negra de escamas y me cubrí la cabeza
con la capucha antes que me reconocieran. Corrí directo a buscar una misión y salir de la ciudad.

Una hora más tarde me encontraba en El Abismo, la mayor secuela de catástrofe que habían dejado
las batallas y los desastres naturales.

El nombre no era literal, porque un abismo es un inmenso agujero justo al frente de un barranco y el
cual parecía no tener fondo. El Abismo en realidad era un gigantesco cráter producto del choque
entre dos misiles nucleares que al colisionar, hicieron una inmensa explosión que barrio con el
bosque y toda vida en 30 Km a la redonda. El resultado a todo esto fue un inmenso agujero que
durante por años, estuvo árido y sin vida.

Luego las tormentas y el cambio climático lograron llenar todo el cráter de agua, y los animales
cercanos buscando refugio lo vieron como un oasis de salvación, a sabiendas que saliendo del
bosque atrás de mí solo se extendía un interminable desierto sin vida. Era casi como el paraíso
comparado con el desierto.

Mi misión consistía en recuperar un alijo de herramientas que los Berserkers habían robado hace
unos días, en él había un montón de medicinas necesarias y metales y elementos de construcción
para armas y edificios. La misión era en equipo, pero Popitres estaba lejos, por lo que tenia que
encontrarme con un compañero aleatorio en un borde de El Abismo a unas millas de donde estaba
sentado, no tenía muchas ganas pero era la única forma de distraerme hasta que Popitres volviera.

No fue sino hasta que me puse en marcha, que escuché algo salir de los arboles, me volví, espadas
en mano, pero la sombra solo parecía sorprendida y no asustada.
-Que casualidad, niñita.

Salió de las sombras, revelando su cabello rebelde y sus ropas blancas que delataron su identidad.
Eso y su forma de llamarme: Niñata.

-Hola.

-El destino es cruel, Derek -Dialac se sacó el pelo de los ojos, y me miró, parecía extrañamente
aburrida -Al menos nos tocó con un conocido. Así podré echarte la madre si perdemos la misión por
tu culpa.

Guarde las espadas y suspiré, un poco desorientado.

-¿Segura que quieres hacer esta misión? Digo, no es tan importante, puedo esperar otro compañero.

-¿Estás insinuando que soy un estorbo?

Se cubrió los ojos como si llorará y luego se puso a reir.

-Si, claro, como si el estorbo fuera yo.

-Sabes lo que quiero decir, tú... Puede que sea peligroso....

Siguiendo su instinto, se acercó a una velocidad cegadora y sacó su florete en un instante, puso la
punta peligrosamente cerca de mi cuello.

-Tambien soy peligrosa

Tragué saliva.

-Tú ganas.

Sonrió, de hecho, creo que nunca la había visto sonreír más allá de sus risas por bromas propias. Se
veía menos misteriosa y peligrosa, casi como una chica que saldría con sus amigas el fin de semana.

Envaino su espada y colocó los brazos tras la cabeza, mientras bostezaba.

-¿Te vas a quedar ahí o vamos a cortar cabezas de brutos? Solo vine para eso.

Silbó mientras se adelantaba a territorio enemigo, yo la seguí en silencio mientras un solo


pensamiento se formaba en mi cabeza.

<<¿Cómo Ace y ella habían terminado trabajando juntos?>>

No hablamos mucho de camino al campamento enemigo, intenté sacarle un poco de información


solo por conversar, pero a cada comentario me lanzaba una mirada asesina, y yo simplemente me
callaba.

En cambio ella sí que me sacó información a mí, me hizo decir mi superhéroe favorito, Spidey, y mi
cómic favorito de Marvel, el cual era Dark Phoenix. A mis gustos afirmó que el culo de Tom
Holland estaba buenísimo y que la historia del cómic no era nada parecido a ambas adaptaciones
que había hecho la franquicia de X-Men.
Ella se detuvo en un claro, viendo hacia atrás, entonces, agarró uno de los cuchillos de su cinturón y
lo arrojó antes de que yo me diera cuenta que había girado, oí una voz gritar y el NPC de un
Berserker cayó antes de desparecer. La recompensa fue un ítem raro llamado: Chispa del mañana.
Era un frasco pequeño, con un líquido color rojo, lo agarré e inspeccione, solicité su información en
mi menú pero no decía nada más que: Un líquido muy necesario para la humanidad.

-Toma -se lo di a Dialac -Tu lo mataste, es tu recompensa.

-Jure que era otro avatar siguiéndonos, nunca pensé que sería un NPC con un ítem.

Miró el frasco, parecía tan confundida como yo sobre su función. Resignada, lo guardo en su
inventario.

-Vamos, ya estamos cerca.

El campamento se hallaba en el medio de un claro, tiendas de campaña se amontonaban aquí y allá,


dentro algunos avatar y NPC estaban comiendo, charlando y otros estaban organizando
suministros en una caja, esa caja era nuestro objetivo, aunque parecía pequeña, sabía que allí
podría haber cientos de objetos.

-Vamos.

-Espera, Dialac. Hay algo raro aquí.

Volteó a mirarme, tenía la misma cara de exasperación que ponía Popitres cuando le decía lo
mismo. Me perturbaba lo mucho que empezaba a encontrar similitudes entre ambos.

-¿No te parece raro? Un NPC solitario nos ataca, como si supiera que estuviéramos allá, entonces
ellos aunque un compañero no haya vuelto, ellos están como si nada...

-Recien lo matamos, no se habrán dado cuenta, solo tenemos que matarlos y...

Una sombra, casi siniestra, la agarró y le tapó la boca, estaba por gritar en advertencia, pero algo me
tapó la boca y sentí como golpeaban algo contra mi cabeza, no me dolió del todo, pero antes de
perder el conocimiento vi la advertencia sobre mi barra de HP: Efecto de noqueo aplicado.

Fue raro no soñar nada, porque cuando abrí los ojos sentí que habían pasado dos segundos, pero no
estaba en el bosque, estaba recostado en un piso de piedra con algo amarrado a las muñecas, y con
un horrible sabor de boca, como si tuviera hierro líquido en los labios. Al intentar pararme, solo
logré caerme de nuevo, intenté abrir el menú de inventario, pero los grilletes en mis manos me
impedían hacer el gesto de abrirlo.

Intenté golpear a las cadenas, pero mi golpe se detuvo a centímetros de la cadenas y un aviso sobre
ella puso: Objeto Inmortal. Gruñi en frustración.

Ese anuncio demostraba que no importaba lo que hiciera, nunca podría romper esas cadenas, aún si
pudiera usar mis espadas.

Respiré con tranquilidad intentando no entrar en pánico, esto debía ser parte de la misión, al no ver
la trampa, nos habían encerrado, pero podíamos salir, solo necesitaba saber dónde estaba Dialac, o
salir de aquí y encontrarla. Necesitaba un plan.

Oí algo moverse cerca y me acerque lo más que mis cadenas me lo permitían.

-Si alguien más toca mi cabeza hoy, voy a arrancarle los cojones a cuchillazos...

Esa sola frase me hizo suspirar de alivio.

-Dialac... Soy yo.

-Ya lo sé, imbecil. Nos tendieron una trampa, intentaron sacarme el secreto de la habilidad única.

-¿Intentaron quiénes?

-Un grupo... Magic algo, afirmaron querer mi habilidad secreta y pensaron que era un hack o algo
así, dijeron que te iban a sacar la verdad una vez que despertarás.

-Esto es parte de la misión, sino, tendríamos el aviso de misión fallida. Solo están aprovechando
esto, tenemos que buscar como salir de aquí, y luego...

Se levantó y me permitió verla. Tenía los ojos hinchados y un rasguño rojo a un lado de la cara.
Sorbió la nariz y gruñó, como si le molestará que alguien la viera así.

Probablemente eso era verdad, pero fingí no darme cuenta de ello.

-Ya lo intenté todo, las paredes son indestructibles, no podemos sacar nada de nuestro inventario,
aún tenemos nuestras armas y las cadenas son irrompibles también...

Toqué la muñequera de los grilletes, le di un puño y comprobé que, como había pensado, ese objeto
era capaz de ser destruido.

-Las muñequeras no, si hubiera algo con lo que trabajar...

-Viene alguien.

Nos sentamos de nuevo. Y la sombra de un jugador (había aprendido a diferenciarlos luego de ya un


mes) se alzó al otro lado de los barrotes.

-Vaya, vaya...

Tenía el cabello rubio hasta los hombros y ojos color verde, era fornido y alto, pero me pregunté si
esa sería su apariencia natural. Usaba una armadura color rojo, con el símbolo de los Berserkers, un
esqueleto con un cuchillo entre los dientes, y sonreía maliciosamente viéndonos.

-¿Quién...?

-Es el comandante de la unidad de Berserkers, Magna.

-La mujer al fin habla, al parecer.

Abrió la celda y se acercó, me encogí por instinto. Dialac le gruñó.

-¿Qué pasó? Te comió la lengua tu novio.


Me miró y yo le fruncí el ceño, luego se me acercó casi con desdén.

-Me pregunto si él tendrá el secreto de tu habilidad única...

Me pateó en el estómago y yo retrocedí, incapaz de moverme y hacer mayor cosa que jadear por el
dolor.

-Observa bien, sino me dices lo mataré, pero me aseguraré que sufra, aquí morir no significa lo
mismo que afuera.

-Si tanto te crees, desatame y pelea con honor, en vez de...

-Ni lo intentes, Derek -se arrodilló me agarró de la camiseta, levantándome lo más que pudo
conmigo encadenado -No me vas a engatusar con palabras, Segundo. Quiero saber el secreto que
ella dijo, como conseguir la habilidad única.

-No tengo ninguna -lo miré indiferente -Es un mito del juego, y lo sabes.

-¿Y entonces por qué ella mencionó eso ésta mañana? ¿Por qué armar tanta mentira por ustedes?

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Esas preguntas me golpeaban la cabeza como una pistola de clavos.
No les encontraba sentido.

Dialac me miró desde el suelo, y pensé un momento en una razón para mentir, pero me quedé seco
intentando descubrirlo. Entonces, deje de pensar y me puse a sacarnos de aquí en vez de analizar
todo.

-Tú ganas, si hay una forma de obtenerla.

Me miró de hito en hito, al parecer nunca pensó que fuera así de fácil. Me soltó y caí de culo contra
el suelo de nuevo.

-Pero necesito que nos liberes, hay un ítem raro que puede darte la habilidad que quieras, pero está
en nuestro inventario, y no puedo hacer nada con estas cadenas.

-Oh no, no me vas a engañar -pero pude detectar una ligera chispa de duda en su voz -Vamos a traer
a varios guaridas, me darás el ítem y juntos desbloquearemos la habilidad, si me engañas e intentas
algo, volverás al principio.

Se fue tras cerrar la puerta tras él.

-Estas loco -me susurró Dialac -No hay habilidad única y lo sabes, eso no existe en este juego.

-Lo sé -le susurré -Tengo un plan.

Al final, aunque fue difícil y teníamos poco tiempo, logramos hacer exactamente lo que
necesitábamos. Tomé la idea de Minecraft y varios otros juegos en el que usar comandos es útil
para desbloquear ciertos bugs en el mismo juego, como cambiar de creativo a supervivencia,
parecía casi como usar Mods, pero no era tan grave como subir de nivel o ser omnipotente, solo
necesitábamos modificar la función de un objeto y a base de códigos y comandos con voz,
pudimos cambiar el objeto.

Magna volvió con dos guardias, que traían armas de luz solar y se pusieron detrás de cada uno,
finalmente nos liberaron usando una llave y yo me levanté de a poco, mientras Dialac se frotaba el
cuello.

-No confió en ti -miro a Dialac y luego a mí -saca el objeto y enséñame a modificarlo.

-Vale.

Los otros guardias apuntaron a mi compañera con sus armas. Debía tener cuidado, un paso en
falso y moriría por mi culpa.

Saqué el objeto de mi inventario, una pequeña figura de un lagarto que había ganado en una misión
secundaria en la comunidad Huatu. Era más un objeto de colección que un ítem en si.

-¿Es eso? -Magna lucia confundido.

-Si, es una figura en miniatura de Reikus, solo tienes que tomarla y decir las características de tu
habilidad.

Se lanzó a agarrarla, pero retrocedí.

-Alto ahí. ¿Cómo sé que nos dejarás ir una vez te lo entregue?

Él vaciló un momento en su respuesta.

-Prometo dejarlos ir, solo necesito el ítem...

-Seria una pena si se cayera y lo perdieras...

Me miró de hito en hito.

-No lo harías...

-Veamos a ver qué tanta agilidad tienes.

Arrojé con todas mis fuerzas el muñeco al aire, hacia un lado, mientras Magna y los guardias se
arrojaban por él. A la par, tomé a Dialac y juntos corrimos hacia la salida.

Nuestros enemigos cayeron envueltos en brazos intentando agarrar el muñeco, cuando cerramos
la celda y corrimos por las escaleras oí a Magna gritar: LO HE CONSEGUIDO, HE OBTENIDO LA
HABILIDAD.

-¿Crees que se dé cuenta que es una bomba?

A la pregunta de Dialac, toda la estancia vibró y yo casi pierdo el equilibrio. Mi compañera me


agarró y seguimos nuestro camino a toda velocidad lejos de las celdas.

Un NPC se metió en nuestro camino, palideció cuando nos vió, pero Dialac sacó su espada en un
solo movimiento y eso fue lo último que supe del guardia.
Finalmente llegamos a una escalera que subía hasta una trampilla, al abrirla encontramos el
bosque y el campamento a unos metros, la caja de provisiones estaba justo frente a nosotros.

No había guardias cercanos, dividimos el botín entre ambos para poder cargarlo de vuelta a la
ciudad. Luego serpenteamos lo mejor que pudimos lejos de ahí, intentando despistar a cualquiera
que nos hubiera visto escapar de las celdas.

Dialac mantuvo la mirada en el suelo todo el camino de vuelta, quería intentar saber que le
sucedía, pero probablemente no debía si quería su florete lejos de mi cuello.

-Lo siento -dijo al cabo de un rato -Por mi culpa nos atraparon.

-Hey -la miré -No fue tu culpa, ellos ya...

-Fue mi idea inventar lo de las habilidades, pensé que sería mejor que nos temieran a que nos
buscarán...

Sacó su espada y pensé por un segundo: Estoy muerto. Entonces lanzó un inmenso tajo a un árbol
cercano, el árbol se partió en dos, estallando en fragmentos, y salió volando un ítem que Dialac
agarró.

-Una manzana, eh? -la mordió y luego me la arrojó, le di una mordida -Raro, comúnmente en las
zonas así las cosas suelen ser indestructibles.

-Pues en Minecraft...

-Minecraft es sobre construir, este juego trata sobre búsqueda, no supervivencia... Escucha, creo que
te debo una, nos sacaste del embrollo en el que nos metí así que...

-¿De qué estás...?

-Creo que sé dónde está el Segundo Templo, busca en El Abismo, no puedo revelar mucho porque
ni yo he encontrado mucho, pero tengo razones para creer que está en el fondo del agua.

-Dial...

-Y para que sepas, quédate con esto.

Una notificación de: Dialac te ha enviado un regalo apareció en la esquina de mi vista. Me sonrió y
se hundió en las profundidades del bosque, y yo me quedé solo, como si nunca hubiéramos tenido
nuestra pequeña aventura.

Llevé el cargamento a la ciudad, allí me dieron dinero y una mejora en mi habilidad de rastreo, usé
el dinero para conseguir algo menos blanco y vistoso.

Popitres volvió cerca de una hora después. Parecía extrañamente aturdido, como si le hubieran dado
un puñetazo en el estómago.

-Esto es surreal, tío...

-¿De que hablas?

-¿Has consultado la tabla hoy?


Negué con la cabeza.

-Estamos perdidos, porque...

Me adelante a su explicación, consulté la tabla entrando a la página rápidamente en mi visualizador,


y allí estaba, con al menos unos 30000 puntos más, el nombre reluciente de Dialac y un icono de un
templo estampado con el número 2.

-A este paso, vamos a perder, tenemos que...

-No hace falta, Popitres.

-¿Por qué? -me miró como si le hubiera dicho mi nombre real.

-Porque yo sé dónde está la entrada al Segundo Templo.


6

A la mañana siguiente, nos encontramos en la orilla del agua brillante y transparente que llenaba el
Abismo, con armas listas y una antena de transportación automática, en caso de necesitar huir de
manera inmediata.

Asomamos la cabeza por el borde, intentando descifrar alguna especie de entrada o pasadizo
secreto, pero el fondo estaba más allá de mi capacidad de visión a larga distancia.

-¿Estás seguro de ello? -Popitres llevaba 2 horas repitiendo lo mismo del camino hacia aquí, en un
punto había dejado de contestarle, y ya me estaba sacando de quicio.

-Si -le contesté -Estoy seguro, la vi entrar por aquí ayer.

Vale, tal vez estaba siendo un poco idiota por confiar en su palabra, considerando que éramos
rivales en la competencia. Por otro lado, tenía a mi lado a otro rival y éramos compañeros, además
Dialac no se habría molestado en darme una pista falsa, ella no es el tipo de persona que guía a los
otros a su muerte, ni se molestaría en guiarlos, solo los mataría directamente.

Dimos varias vueltas buscando un punto de entrada o una pista, pero era imposible rodear todo El
Abismo en un día, solo debíamos confiar en encontrarlo antes de que anocheciera o tendría que
soportar los mil Te lo dije que Popitres repetiría de camino a la ciudad.

Entonces vi a lo lejos el tronco de un árbol cortado, con una D tatuada en ella, casi al estilo del
Zorro, y una flecha apuntando hacia abajo.

-¿Una D? ¿De Dialac? -murmuro Popitres.

-O de Derek -me acerqué y lo vi detenidamente, la flecha no decía mucho, solo apuntaba hacia
abajo del árbol, donde había algo desigual en el piso. Al tocarlo y sacarle la tierra descubrí una
especie de cofre donde había un frasco etiquetado como: Suero de respiración bajo agua. Lo
revise pero no parecía tener más secretos que ello, Popitres se arrodilló a mi lado.

-¿Solo uno? -y a la par de su voz un segundo frasco salió volando del cofre y le aterrizó en la mano.

-¿Ahora parezco loco, P?

-Ay cállate, D.

No sabíamos lo que encontraríamos dentro, podría haber cualquier cosa, así que preparé mis dos
espadas, Popitres se encargó de hacer accesible su espada, mientras tomamos el frasco cada uno,
una vez hecho ello, hundimos un pie en el agua y fuimos tragados por El Abismo.

Al instante de que mi cabeza estuviera bajo el agua, oí un sonoro DING acompañado de una voz
que dijo: Ha alcanzado la entrada al Templo del Miedo.

Esta vez no me pidió confirmación, y en vez de eso sentí una intensa punzada en el pecho mientras
sentía como el agua empezaba a filtrarse por mis fosas nasales, impidiendo cual forma de
obstrucción, no podía ver nada, me estaba ahogando. El pánico era tan grande que olvidé que esto
era un juego y que realmente no podía morir, aunque las sensaciones eran tan reales que era
demasiado fácil creerse ello.

Entonces me encontré de pie en la sala de un avión de turistas, todos ellos listos para aterrizar
mientras el piloto afirmaba que estaban por aterrizar en Nueva York, miré a todos lados buscando
a Popitres, pero no se veía por ningún lado.

El avión dio una sacudida, me agarré a un asiento, mientras el piloto afirmaba que todo estaba
bien, que era solo un poco de turbulencia. El corazón me empezó a latir demasiado fuerte, había
estado en aviones antes y el avión no se sacude así solo por una turbulencia.

Las luces se apagaron y las máscaras de gas cayeron, algunos las tomaron, otros vieron a través de
la ventana buscando una explicación, afuera la lluvia empezó a caer, con el sonido de un relámpago
amplificado por 100 llenó el silencio de la incertidumbre. El avión se sacudió de nuevo, mientras
luces rojas parpadeaban indicando que algo muy malo estaba por suceder.

¡CRACK!

La potencia del sonido del metal rompiéndose me arrojó al suelo, si el relámpago había sonido alto,
éste ruido me hubiera dejado sordo si lo hubiera escuchado en la realidad. A través de la ventana
veía destellos naranjas del ala, mientras lo poco que quedaba en ella estaba en llamas, el avión
empezó a sentirse cada vez menos liviano.

Dio una vuelta gigante, y toda la tripulación incluyéndome fue arrojada al lado opuesto. Sentí un
inmenso vacío en el estómago justo cuando el avión terminó por desplomarse directo al suelo,
hubiera sido divertido el flotar en otras circunstancias, pero ahora mismo no me estaba riendo.

Las ventanas se rompieron, liberando una inmensa ola de viento que golpeó más fuerte que una
barra de metal hirviendo. Intenté respirar y recordarme donde estaba, pero era presa del miedo y de
la muerte pronta. El techo se resquebrajo, hasta que una de las partes salió volando, una chica se
perdió en el cielo tras ser absorbida por el efecto de succión del agujero.

Intenté aferrarme a una silla, una palanca, pero el avión empezó a romperse lentamente a pedazos,
el techo se abria como cáscara de huevo a cada segundo, las paredes empezaron a ceder, la gente
gritaba como loca (yo pude hacerlo también, tal vez) y finalmente tras ello yo fui lanzado lejos del
avión.

Grité hasta quedar ronco mientras me precipitaba en plena caída, el mundo giraba a mi alrededor a
toda velocidad, pero yo solo veía cielo, nubes y un mundo que parecía no llegar nunca, pero que
sabía que en cualquier momento alcanzaría el fondo y quedaría aplastado como Omelette de Derek.
El miedo me tenía agarrado entre sus garras.

Miedo... La palabra resonó en mi cabeza mientras veía el suelo llegar a toda velocidad, me
quedaban 2 minutos de caída a lo sumo. ¿Dónde estoy? En un juego, nada puede lastimarte. ¿Dónde
estoy? En el templo del Miedo, en ese desafío.

Las palabras se conectaron en mi cabeza como dos imanes que se encontraban cerca, esto era una
prueba, nada podía hacerme daño, pero eso no quitaba el horrible miedo que sentía, y luego la
incertidumbre reemplazó al miedo: ¿Así habrían sido los últimos momentos de mamá y papá?
¿Habrán terminado en una caída que parecía no tener fin? ¿Algún pedazo del avión los habría
alcanzado y habría hecho su final menos largo y doloroso? No había cuerpos que salvar, eso seguro,
de 30 personas en ese vuelvo, solo encontraron el cuerpo del capitán y su copiloto, pegados a la
cabina, la única parte del avión que había quedado completa.

Entonces recordé a papá, su sonrisa de medio lado, sus ojos marrones cálidos mientras me cantaba,
una vez estaba en mi cuarto, había oído algo afuera y pensé que era un monstruo, él había entrado a
mi habitación y se había quedado conmigo, y me habló de lo valiente que yo era, de que el miedo y
la valentía no son opuestos, sino que el miedo era la fuente de poder para crear la valentía, sus
palabras resonaron en mí mientras el suelo empezó a volverse claro de pronto: Solo cuando tienes
miedo, es cuando puedes demostrar que tan valiente eres.

Me di la vuelta, poniendo cara al miedo, si, tenía miedo, pero no dejaría que eso me detuviera, tenía
que demostrar cuán valiente podía ser asustado, no podía decepcionar a papá. Me puse cara a cara
de caída contra el suelo, iba a ganar, sin importar que, mis papás no habían tenido miedo, y yo
tampoco lo tendría.

Esperé un inmenso golpe en la cara con la sensación de romperme, pero en vez de eso el
ambiente cambió en un abrir y cerrar de ojos, caí de rodillas en un suelo de piedra en medio de
una inmensa mazmorra que me recordó a Mazmorras y Dragones, en un lado había cadenas
colocadas de manera que podías colgar a un ser humano de los brazos. Allí, mi compañero estaba
esposado de ambas muñecas suspendido a una altura imposible de alcanzar, estaba por arrojar
algo para romper las cadenas cuando vi que había frente a mí.

Era inmenso, mucho más que Reikus y usaba una larga capa andrajosa negra que le cubría hasta
más abajo de los pies, sus manos blancas y huesudas daban menos miedo que su cara de
esqueleto, pero sus ojos rojos encendidos como rubíes fue lo que más me hizo temblar. Se acercó
levitando a mí, portando una hoz con una hoja de al menos 2 metros de largo, mientras sus ojos
fantasmagóricos no dejaban de verme.

Saqué ambas espadas, mientras frente a mí apareció el anuncio de: Va a luchar en grupo con:
Popitres?. Presioné si, aunque por lo visto, mi compañero seguía en el mundo irreal de sus miedos.

Lanzó la hoja para cortarme, pero puse ambas espadas en forma de x para parar el golpe, hubo un
raro destello y por un segundo no supe que sucedió, pero al siguiente la hoz dio vueltas de vuelta a
su portador, mis espadas estaban encendidas al rojo vivo, pero el golpe nisiquiera me había movido.

Humo empezó a salir de sus orificios faciales, me arrojó un golpe con la hoja su arma, me lancé a
un lado y arremeti, pero al instante se volvió traslúcido y lo atravesé como si no fuera nada más que
niebla. Mientras volvía a tierra, se dio la vuelta y de un guantazo me arrojó a un lado, di vueltas en
el piso mientras veía mi HP bajar, bloqueé su segundo golpe con mi hoja y arremeti contra la otra.
Logré cortar parte de su capa, pero luego volvió a hacerse intangible, me volteé y a duras penas
detuve su intento de agarrarme, pero era imposible, tenía que volverse tangible para agarrarme, pero
era más rápido y grande que yo, no podía ganar esto solo.

-POPITRES.
Al sonido de mi voz, mi compañero se removió en sus cadenas, pero siguió sin despertar.

-NO ES REAL, TÚ PUEDES CON ESO. CONFIÓ EN TI, COMPAÑERO.

El fantasma se giró y se fijó en lo que intentaba hacer, su hoz intento cortarme de nuevo, salte
mientras gritaba lo más fuerte podía:

-VAMOS, SEA CUAL SEA TU MIEDO, PUEDES ENFRENTARLO. SOLO PUEDES SER
VALIENTE CUANDO TIENES MIEDO.

Se removió y abrió los ojos, liberándose de las cadenas. El jefe del Templo me agarró mientras lo
veía distraído, me inspeccionó mientras el humo rojo me rodeaba y empezaba a cegar.

Popitres levantó la mirada confundido, entonces en dos segundos analizó la situación, porque alzó
su espada y gritó: DEREK. El Jefe abrió su esquelética boca, listo para comerme y absorber mi
alma, o al menos eso parecía que iba a hacer.

Mi compañero se arrojó y su espada formó un inmenso arco mientras cortaba el brazo del Jefe y
me liberaba, caí de culo contra el suelo mientras Popitres encaraba a un enfurecido espectro
fantasmagórico.

-Yo dominó, se mi refuerzo.

Me levanté y nos posicionamos uno al lado del otro, corrimos mientras el Jefe estaba listo para
hacernos pedacitos con su hoz. Popitres se arrojó mientras el monstruo se hacía intangible y
evitaba su ataque, intento agarrarlo pero yo me adelante y arrojé un corte profundo en su
espalda, arrojó un chillido horrible que hubiera hecho al grito de una Banshee parecer una linda
canción de cuna.

Se fijó en mí esta vez, pero mi amigo hundió su espada en su pecho mientras no podía ser
intangible. Salte y corté el brazo que le quedaba, su gigantesca hoz salió volando mientras se
volvía de un tamaño normal, Popitres la agarró.

-DISTRAELO -me gritó mientras enfundaba su espada.

Me lancé, a sabiendas que se volvería intangible para evitar mi ataque, sin brazos era imposible
que me atacará, pero los pedazos sueltos de su capa empezaron moverse como los tentáculos de
un pulpo. Corté y esquive, pero de a poco empezaron a ser demasiados, si Popitres no actuaba
rápido, me temía que mi HP llegaría a 0 en menos de un minuto.

-Hey, tú, cara de zombi.

Los tentáculos de la capa se detuvieron, mientras nuestro enemigo se fijó en mi amigo.

-¿Sabes cuál es mi miedo una vez que superé el anterior?

Balanceó la hoz y el Jefe parecía más furioso que nunca. Al parecer insultar el miedo era peor que
insultarlo explícitamente a él.

-Perder ante un patético temor como tú.


El Jefe se lanzó a por él, pero supe lo que seguía. Mi mente y la de Popitres parecían encajar a la
perfección.

-MI MIEDO REAL ES NO SER EL QUE TE CORTÉ, CARA DE HADES.

El fantasma me miró, parándose un momento, pero mi amigo y yo estábamos arremetiendo al


mismo tiempo, parecía enloquecer no decidiéndose a cual atacar cuando mis espadas y la hoz de
Popitres lo cortaron de lado a lado. Me di la vuelta, mientras el monstruo empezó a partirse en
tres, hasta desaparecer en un millón de fragmentos brillantes.

Empezaron a sonar trompetas de la victoria, mientras un anuncio sobre nosotros ponía:


FELICIDADES. HA SUPERADO EL TEMPLO DEL MIEDO.

Estaba por decir algo elocuente o gritar: Que batalla, amigo, cuando Popitres se acercó y me abrazó.

Al principio no supe que hacer, y me di cuenta de que estaba temblando. Luego me vi las manos,
que no dejaban de moverse y tener espasmos, demostrando que yo también estaba temblando. Lo
abrace de vuelta.

Nos mantuvimos así hasta que supongo se volvió incómodo, porque él se separó y no me miró. Con
eso, me di cuenta de lo asustado que había estado, y lo asustado que yo había estado, solo la voz de
papá y sus palabras me sacaron de ese trance, sino probablemente seríamos picadillo de avatar.

-Gracias, Derek.

-De nada.

Intenté pensar en algo que decir, pero era raro. Hace poco nos habíamos peleado y ahora tenía ganas
de llorar porque me había abrazado, aunque he de admitir que sin él, no habría tenido las agallas de
pelear contra ese gigantesco fantasma. Creo que realmente le había agarrado cariño a ese idiota
imprudente.

-Eso es lo que hacen los amigos ¿no? Cuidarse el uno al otro.

-Y liberar al otro de las cadenas del miedo -dijo y ambos nos reímos.

Luego recordé a Mason y sentí que lo estaba traicionando volviéndome amigo de Popitres, si lo
volvía a ver quería que él siguiera siendo mi único y primer amigo. Luego me sentí culpable por
sentirme culpable por Mason, y luego me pregunté si él también habría intentado buscarme, o si se
había ido por cuenta propia.

Y luego tras pasar al tercer nivel, sentí cierta incertidumbre y nostalgia, porque estaba con un
amigo realmente genial, y hablar con él me empezó a traer recuerdos sobre Mason, recordé que él
me había dicho que le gustaba alguien y lo extrañamente celoso que me había sentido, porque yo
quería que solo pensara en mí mientras conversábamos, y recordé pensar que sus labios y sus
pestañas eran las cosas más lindas que había visto en mi vida.

Luego me confundí, sentí demasiado miedo sobre lo que pasaría sino lo encontraba o peor, si lo
encontraba, y todo me resultó raro, confuso y extrañamente alentador pero a la vez un poco
desalentador.
Me pregunté que pensaría de mí a estas alturas de su vida, y si me extrañaba tanto como yo a él.

El tercer nivel no fue la gran cosa, aunque para ser sinceros, empezamos a subir mucho de nivel, lo
cual conllevaba a hacer los desafíos cada vez más fáciles.

El templo fue fácil de encontrar, sobre todo por el hecho de que la época era la actual, solo que un
poco más tecnológico, en el año 2050. El templo consistía en La Astucia, y básicamente trataba
sobre la infiltración en la Casa Blanca antes de que Trump desatará una guerra civil, tuvimos que
limpiar el refugio de guardias hasta llegar al salón principal y matar a Trump, nosotros fuimos los
primeros, lo que nos valió avanzar en La Tabla de posición hasta el primer y segundo lugar, y
aunque Dialac y Ace pasaron unas horas después, seguían estando en tercer y cuarto lugar.

El juego empezó a volverse popular y muy codiciado, sobre todo porque la competencia empezó a
cerrarse, ya estábamos por completar la tercera parte del juego y seguíamos los cuatro en primera
posición. La gente empezó a hacer apuestas a través de las transmisiones a tiempo real del juego,
la mayoría apostaba por Dialac, pero Ace tampoco se quedaba atrás, y a nosotros dos apostaban
por ambos, ya que nos llamaban: El Dúo Imposible. Probablemente porque íbamos en equipo en
una competencia en la que sólo una persona podía ganar los 10 millones, aunque la atención
empezaba de ser chistosa a un poco estresante, mi correo empezó a llenarse cada vez más de
mensajes de todo tipo.

Durante las semanas que siguieron a pasar el Tercer Templo, los grupos grandes empezaron a
establecerse, teniendo bases en los niveles inferiores, los que se dedicaban a matar otros avatares
los terminamos llamando: Avatar Killers, o AKers. Había al menos tres grupos que se hacían cada
vez más grandes, lo que solo preocupaba a los solitarios y a las parejas, aunque estas últimas
escaseaban cada vez más.

Popitres y yo no teníamos base, sobre todo porque los AKers empezaron a atacar las bases de los
otros grupos, sin embargo los grupos eran más ordenados y devolvían a varios esbirros de vuelta al
primer nivel. Los grupos tampoco eran violentos, solo atacaban en defensa propia y se dedicaban
a limpiar Templos, para que así el líder al ganar repartiera el premio entre todos.

Mi amigo y yo nos quedabamos en varios sitios del nivel 4, el cual era una representación de
varios países durante los finales de la Guerra Fría, justo antes de la Caída del Muro de Berlín y la
disolución de la URSS, pero a diferencia del segundo nivel durante el cual eras parte de un frente,
aquí te veías obligado a ser parte de la OTAN, la Organización de Tratado del Atlántico Norte, la
cual consistía en las socializaciones y la expansión de la comunicación entre Rusia (líder de la
URSS) y Estados Unidos (OTAN).

Popitres y yo hacíamos varias misiones en intentos de encontrar el Templo, pero fue inútil durante
un tiempo, sobre todo porque mi amigo empezó a aburrirse ya que la mayoría consistía en negociar
con algunos comerciantes y ser escoltas de varios exportadores. Hasta yo empezaba a aburrirme
sobre todo de tanto escolta y tratado, a mis espadas se les empezaba a acumular el polvo.

Acampamos en una zona segura, pusimos una tienda y nos preparamos para pasar la noche, hace
unos días nos empezaron a reconocer a través de las redes y los jugadores, algunos nos miraban de
forma asesina, otros nos pedían su autógrafo y otros nos pedían ser parte del equipo. Estábamos
seguros que los AKers nos iban a encontrar si nos seguíamos quedando en pueblos, así que nos
alejabamos de la ciudad sin abandonar las zonas seguras, no podíamos perder el avance que
teníamos, no querría tener que pasar de nuevo 4 niveles en los cuales casi muero.

Hicimos sándwiches de queso y los mordimos mientras tomábamos agua, no era capaz de admitirlo,
pero últimamente me estaba acostumbrando a los sabores de TJO, aunque sabía que solo
desaparecían la sensación de hambre del cerebro, era adictivo, sobre todo los sándwiches de queso y
jamón, que descubrí empezaron a ser mis favoritos.

-Esto está delicioso -Popitres comía con ganas, tal vez ambos estábamos adictos a los sabores del
juego -Afuera, me encantan, aunque extraño la Soda cuando estoy aquí.

-Dejame aprender a cocinar y crear sodas en vez de despejar Templos y te hago una.

Rió con la boca llena de pan. Últimamente empezamos a ser más unidos el uno con el otro, había
admitido que amaba Adventure y Minecraft, y de hecho habíamos jugado un par de partidas en
Servidores de Minecraft. Nadie sabía que éramos los mismos, pero solo Popitres se pondría Popitres
como nombre de avatar en todo juego.

-¿Tienes alguna idea del Templo? -me preguntó, yo negué con la cabeza. El terreno aquí eran
kilómetros, pero no nos rendiamos, mañana llegaríamos a la simulación de Estados Unidos, allí
esperábamos tener suerte, sobre todo porque era el líder y país principal de la OTAN.

-Desearia que fuera más fácil -suspire, sabía a lo que se refería. En otros juegos había una ruta clara
o al menos pistas sobre dónde ir, aquí la única pista era buscar un Templo, pero eso no era
suficiente.

-Bueno, duerme, es mi turno. Te despierto en unas horas, que serían unos minutos para nosotros. -
sonrio y salió a vigilar.

Me acosté y me envolví en mi saco de dormir, intenté cerrar los ojos y descansar, pero mi mente no
podía apagarse. Los sonidos de los animales y el viento penetraban en la cabaña como una espada
limpia a un escudo, mientras me carcomia pensando en donde podría estar ese maldito Templo, o
Ace, o Dialac o en específico Mason.

Habíamos conocido a varios jugadores, pero ninguno me parecía Mason, en un punto Popitres me
había preguntado si estaba buscando a alguien, porque a cada avatar masculino que nos hablaba lo
analizaba de arriba a abajo, intentando descubrir si sería él, pero no le había mencionado nada de
ello, y supongo mi silencio le había dado la señal de Alto para preguntar, porque ya solo me veía y
negaba con la cabeza, sin entender pero ya resignado a no saber el motivo.

No había visto a Dialac desde el incidente del Abismo, intenté enviarle mensajes y que se agregara
a mi lista de amigos, pero ella o me ignoraba o no le interesaba nada de eso, Popitres me había
dicho que también había intentado varias veces, porque ni los medios sabían donde estaba, salvo
limpiando Templos y subiendo, era casi tan escurridiza como un asesino serial.

El sonido de una rama rompiéndose interrumpió los sonidos del bosque y por un momento pensé
que Popitres habría vuelto a entrar, pero escuché más ramas, y Popitres grito: AKers.

Mis espadas brillaron en mi mano mientras cuatro sombras salían de la línea de árboles, todos
usando extrañas máscaras de Anonymous, el principal, que se paró al frente nos vio, no entendía el
porque atacarnos si se suponía en este punto no se podría matar a alguien, pero eso no parecía
perturbarlos.

-Segundo y Tercero... -algo de su voz era extrañamente siniestro, pero no retrocedí.

-Mistock -dijo el que estaba a su lado -Aqui no podremos matarlo, ¿Que haremos con ellos?

Mistock. Ese nombre me sonaba, pero ahora estaba más preocupado en no morir que en recordar
Nicknames.

-Tendremos que empujarlos, claro. Estamos a pasos del límite de la próxima zona PvP, Daven. No
podremos matarlos por un rato, pero somos el doble, ahora, ATAQUEN.

Los otros dos se lanzaron sobre nosotros, uno portaba una lanza, el otro una especie de bastón, este
último me atacó.

Intento darme en la cabeza pero lo detuve con mi espada, al siguiente intentó atacarme los pies,
pero salte y lo patee en el estómago, el sistema empezó a zumbar mientras el aviso de : PELEA EN
ZONA SEGURA, NADA DE VIOLENCIA EN ÉSTA ZONA, aparecía en la esquina de mi visión.

Popitres había arrinconado al otro y lo estaba guiando al límite de la zona segura, ese era el plan en
caso de ataque, pero sería más efectivo si nuestros enemigos eran indiferentes al límite, estos sabían
exactamente eso y por eso nos habían atacado.
Daven y Mistock arremetieron mientras retrocedía a la zona de PvP, si, ellos podrían matarme, pero
yo también podría, y debía intentarlo, no iba a decir no a una proposición de pelea.

Daven me atacó, Mistock fue tras Popitres. Mi nuevo enemigo sacó su espada e intento cortarme en
dos, pero paré su golpe mientras el otro intentó golpearme. La cosa es que yo tenía dos armas y
ellos solo una, di una vuelta empujando la espada de Daven y causando que perdiera equilibrio.
Golpeé al otro lacayo con mi codo en la cara y corté su bastón en dos con mi espada, hecho esto
hundí la hoja de mi arma en su pecho y me llamo algo no muy bonito antes de desaparecer en
fragmentos brillantes.

Daven se concentró en mí, era buen espadachín, pero solo tenía una espada y la rabia parecía
hacerle perder juicio, porque intento clavarme su espada sin truco alguno. Paré la hoja y di una
vuelta con mi mano haciendo que su espada saliera volando, mi otra espada lo atravesó de lado a
lado mientras gritaba: Acaba con él, Ace.

Mientras su avatar desaparecía me fijé en Popitres, Mistock y su otro enemigo, los diferenciaba
porque Mistock portaba una armadura color sangre, el otro usaba un traje de combate pegado al
cuerpo, pero supe realmente su identidad cuando arrojó uno de sus cuchillos que de no haber sido
por mi espada, hubiera dejado sin nariz a Popitres.

Popitres se encargó de Mistock rápidamente, quién maldijo al universo antes de desaparecer, mi


compañero se encaró al último enmascarado y estuvo por cortarle el cuello, pero yo detuve su
espada con la mía.

-Espera -le dije mientras me miraba y nuestro enemigo caía de espaldas ante la sorpresa -Es Ace.

Popitres puso los ojos como platos y lo miró de hito de hito mientras su mente maquinaba, movió
su espada y cortó la máscara de Ace, revelando su rostro asustado y sorprendido. Mi amigo puso
la punta de su espada en el cuello de Ace.

-Dame una razón para no matarte aquí mismo, Ace.

Él me miró, yo lo miré. Parecía tan desconcertado y confundido cómo yo, pero solo pude decir:

-¿Esos eran tus preciados amigos por los que nos dejaste?

Asintió e intento hablar, pero Popitres empujó más su mano hacia adelante y la punta le empezó a
cortar el cuello, retrocedió como un cachorro realmente aterrado.

-No la tengo -dijo después de un momento de silencio -No la tengo, Popitres.

Mi amigo parecía más sorprendido por su respuesta, probablemente esperando cualquier otra
contestación que esa. Envaino su espada y me miró.

-Habla con él, parece más asustado de ti que de mí, así le podrás sacar más información que yo,
pero te advierto, si intentas algo, tu HP llegará a 0 más rápido de lo que puedes decir: Ayuda.

Se recostó contra un árbol cercano, fuera del límite de la zona PvP, aunque sabía que si se proponía
a ser veloz llegaría a mí en menos de 10 segundos.
Me arrodillé frente a Ace, y él solo pudo ver el piso, mientras parecía capaz de llorar ahí. Recordé la
última vez que lo habíamos visto, había puesto esa misma expresión cuando Dialac había roto su
grupo, como a punto de romperse en mil fragmentos.

-Lo siento mucho, Derek.

-¿Qué hacías con esa gente? Son AKers.

-Lo sé -seguia sin mirarme.

-¿Pero son realmente tus amigos? ¿Esos de los que hablaste antes?

Asintió y se movió, para quedar sentado frente a mí, oí a Popitres moverse pensando que haría algo.
Subí la mano para asegurarle que todo estaba bien.

-No estoy de acuerdo con lo que hacen, eso si. Pero...

-Pero no podías abandonarlos, al fin y al cabo, los aprecias ¿no?

Me miró a los ojos, y solo pensé en que sus ojos me recordaban al color del oro líquido y puro, sin
suciedad o males. Él se veía así, inocente y puro, pero no sabía si podía confiar mucho en él.

-Te juro que intenté detenerlos, dijeron que vendríamos por ustedes, llevaban días buscando su
ubicación. Intenté contactarte pero... No respondiste.

No había visto mi bandeja en días, ya que todos intentaban contactarme, la verifique rápidamente
y vi una lista de al menos veinte de mensajes de Ace, diciendo que estábamos en peligro y que
necesitaba hablar conmigo.

-Les dije que eras muy lento en reaccionar -dijo como intentando convencerme -Y que Popitres era
débil en fuerza y velocidad.

Eso me hizo inclinar la balanza, por eso habían intentado atacarme directamente, en vez de usar
trucos y fintas, y con Popitres Mistock había usado su fuerza, pero él era experto en ello. Si les
había dicho eso, significaba que realmente intentó ayudarnos, aunque no sabría decir el porque,
de la misma manera en que no podía explicar porque había detenido a Popitres de matarlo.

-Tú ganas -me levanté y le ofrecí la mano -Pero eso no quita que estés aliado con AKers.

-Nunca he matado a nadie, por eso me trajeron, querían que tuviera agallas y honor al matar a
otro de los Cuatro.

Tomó mi mano y se levantó. Me miró, como si quisiera intensamente que le creyera, pero no sabía
si lo había hecho. Aunque nos hubiera ayudado y no hubiera matado a otro avatar, estaba aliado
con los malos, aunque a ojos de cualquier avatar, cualquier otro jugador era el malo en esta
competencia.

-Vale, a la otra contestaré a tus mensajes, pero deberías alejarte de ellos. No son buenas personas,
Ace.

-Son mis amigos, solo... Están obsesionados con el dinero.


-¿Tanto para matar a otras personas?

-No las matan...

-Solo las devuelven hasta el primer nivel, quitándoles sus esperanzas de ganar. Yo quiero ganar
Ace, y sé que tú también, pero eso no es jugar limpio, ni honorable, todos estamos aquí para hacer
algo con ese premio, pero devolverlos solo les quita la esperanza a esas personas.

Miró el suelo de nuevo, y me di cuenta que estaba pensando en algo para defender a sus
supuestos amigos. Y eso me sacó de quicio, porque aunque no fuéramos realmente amigos, me
preocupaba por él, sin él no habría llegado aquí, y quería que estuviera de mi lado en esta plática.

Luego pensé en que no era justo pedirle algo así, no sabía si los conocía en el mundo real, y si era
así, los defendería hasta el fin del mundo. Igual que yo defendía a Mason cada vez que Matt
Roress lo insultaba, porque aunque me hubiera abandonado o inclusive si no hubiera intentado
encontrarme, sentía un lazo imposible de romper con él.

-Vale, vete con ellos. Pero deberías pensar mejor en que amigos y personas quieres en tu vida.

Me miró de nuevo y se mordió el labio, casi como decidiera decir algo inapropiado para la
situación.

-Siempre puedo unirme a ustedes... Si quieren, claro.

-JA.

Popitres se acercó, pero se veía sobretodo burlón y no enojado, puso su brazo en mis hombros.

-No te vas a robar a mi compañero de equipo, Ace. Es muy bueno y juntos llegaremos al último
Templo.

-¿Pero yo podría...?

-¿Unirtenos? Lo siento pero funcionamos mejor así, él y yo. Además, acabas de demostrar que no
eres confiable.

Lo miró frunciendo el ceño, quería defender a Ace, pero también quería defender a mi compañero.
Ace sería una perfecta adición a nuestro equipo, era listo y un experto en el combate a distancia,
pero por otro lado, no sabía que tanto era de fiar.

-No lo creo, Az -le sonreí de medio lado -Siempre puedes unirte a un grupo principal...

-Ya no importa...

Suspiró y se frotó los ojos, luego se acercó y me abrazó, algo que me tomó de sorpresa y no tuve
tiempo de reaccionar antes de que me soltará y luego también abrazara a Popitres.

-Los esperaré aquí, aunque tal vez tarden varios días en llegar, siempre podemos hacer una misión
los tres ¿no?

Yo asentí, Popitres seguía un poco confuso sobre su repentino ataque de cariño hacia nosotros, pero
Ace no dijo más, llegó a la línea de los árboles y desapareció en la oscuridad del bosque.
-Que chico tan raro...

No respondí nada, solo pensé en algo mientras veía su capa desaparecer en los árboles.

<<¿Por qué habría entrado a esta competencia?>>

Llegamos a la simulada Washington DC cerca del amanecer, la cual estaba llena de NPC y
jugadores que llevaban sus propios asuntos. Pensamos en buscar en La Casa Blanca, pero
realmente pensamos que sería demasiado obvio considerando el segundo Templo, por lo que
pensamos mejor en conseguir armas de esta época, aunque habíamos conseguido espadas sin
fecha (y éstas podían usarse en todo sitio) queríamos tener más solo por si acaso.

Aunque claro, nuestro equipamiento no había cambiado desde hace un nivel y realmente ya me
daba igual si nos reconocían o no, porque todos sabíamos quienes éramos. Popitres usaba un
equipo de cuerpo completo color rojo y verde, que le permitía mayor movilidad, todo sobre una
especie de armadura de metal liviano de un color marrón desgastado, con hombreras, peto,
rodilleras y así por todo el cuerpo.

Me había dicho que era muy monótono ir de un solo color, lo que demostraba cuan monótono era
yo. Usaba un largo abrigo color azul oscuro que me llegaba a los tobillos, sobre una camisa simple
de color azul rey y un pantalón oscuro de combate. Portaba guantes sin dedos que me permitían
mayor libertad al portar espadas, junto al soporte de las fundas de mis espadas. Mi cinturón
estaba lleno de cuchillos simples y varios dardos que habíamos conseguido en una misión en el
Nivel 3.

De alguna manera combinabamos, pero era un poco raro a sabiendas que éramos un equipo y no
usábamos el mismo uniforme, igual que la mayoría de grupos y parejas. Supongo queríamos ser
únicos, eso y nos parecía muy idiota ir de lo mismo como un uniforme escolar.

Nos conseguimos una habitación en un edificio en las afueras de la ciudad, tenía una tele viejita y
un mini bar de sodas, algo lo cual animó a Popitres, aunque luego de tomar una, afirmó que no
sabían igual, pero al menos eran sodas.

Nos relajamos un poco luego de acostarnos cada uno en una cama, revisé mis mensajes
rápidamente, aunque parecía extraño a estas alturas, quería ver si Ace o Dialac se habían
comunicado con nosotros.

Al menos Ace me había escrito hacia una media hora, pero Dialac seguía siendo indiferente a mis
mensajes. Al menos La Tabla demostraba que seguía viva, pero aún así me preocupaba un poco
por ella.

Abrí el mensaje de Ace mientras Popitres se echó una siesta, en él solamente ponía un: <<Hola
¿puedes hablar?>>

Le respondí: <<Si>>
Por unos minutos pensé que no me contestaría, pero su respuesta llegó cuando estaba por cerrar
su chat: <<Necesito tu ayuda. Quiero ir a buscar un material raro en las montañas del Lago Tahoe
pero no es buena idea ir solo, y no creo que Popitres confié mucho en mí. ¿Irías conmigo? Puedes
quedarte con parte de ese material, pero realmente lo quiero>>.

¿Yo confiaba más que Popitres en él? Quería creer que no, pero tal vez se sentía en deuda
conmigo por haberle salvado la vida dos veces, además en la pelea contra el primer jefe había
arrojado su cuchillo para que pudiera atacar a Reikus. Tal vez también me sentía en deuda con él, y
eso me hacía confiar ciegamente, pero aún si fuera una trampa para matarme no tendría sentido,
ya que en el lugar de citación ponía que era una zona segura.

<<Voy para allá, espero no nos tardemos. Y espero la mitad del botín que encontremos>> le
respondí.

<<Claro que si bobo :P>> fue su respuesta.

Le dejé una nota a mi compañero diciéndole que volvería pronto, y sino, que estaba en Lago Tahoe
por si no volvía en un día, al menos si estábamos en problemas, teníamos quién nos ayudará.
Popitres podría ser testarudo e impulsivo, pero aunque estuviera con Ace, él vendría en nuestro
socorro.

Empaque mi equipo y me dirigí a encontrarme con Ace.

Nos encontramos en una simulación de la misma California, la cual quedaba a una hora a pie por el
sendero principal de viaje. Obviamente te tardarias más si parabas en las otras ciudades, pero llegué
rápido al punto acordado, al fin y al cabo, aquí las distancias no seguían las mismas reglas que en el
mundo real.

Ace había cambiado su equipamiento a un traje para la nieve, un traje pegado al cuerpo color
negro bajo una chaqueta robusta color azul, usaba botas altas para la nieve, con el carcaj de
flechas al hombro y estaba jugando aburrido con la cuerda de su arco.

Me vio, sonrió y me saludo moviendo la mano en el aire. Le devolví el saludo, y me senté junto a
él.

-Hola.

-Hola.

-Gracias por venir, Der.

-De nada, Az. Nada como una aventura de muerte segura en la nieve con alguien que intento
matarte la noche anterior.

Rió y me dio un golpe en el brazo no muy fuerte, le devolví el gesto.

-Lo siento por eso, yo...


-No expliques nada, lo entiendo. Detestables y todo, pero son tus amigos.

Me dedico una sonrisa, sacó algo de su bolsillo y me lo dio. Era una especie de anillo brillante con
una gema color dorado.

-¿Qué es esto?

-Son anillos de conexión. Muestra la fuerza vital del otro, sin necesidad de que sean equipo, los
conseguí en una misión del Nivel 1.

Mostró su mano, donde reposaba un anillo similar, solo que la gema era de color azul. En cuanto
me puse el mío, empezaron a brillar de manera leve, aunque probablemente se vería como una
lámpara portátil en la oscuridad.

-Listo, si brilla intensamente significa que el otro sigue vivo, mientras la persona va perdiendo HP,
va volviéndose cada vez más oscuro.

-¿Por qué me entregas esto?

Tomó una de sus flechas y empezó a raspar el suelo con ella.

-No lo sé, algo en ti hace que sea fácil confiar en ti... Y siento que podríamos hacer buen equipo.

-¿Intentas convencerme de dejar a Popitres?

Negó con la cabeza.

-No creo que podría, él y tú compaginan muy bien, son tan opuestos que se complementan. Me
recuerdan un poco a Dialac y a mí cuando estábamos en un grupo.

Me quedé en shock al escuchar ello, porque realmente tenía razón. Él y yo éramos serenos,
calmados y analíticos, mientras que Popitres y Dialac eran tercos, incontrolables e impulsivos,
había encontrado tantas similitudes entre ellos que me estaba empezando a asustar.

¿Yo era parecido a Ace? No tenía ni idea, porque parecía que él no era capaz de superar tragedias,
como su separación de Dialac o el descubrimiento de su identidad cuando nos atacó, por otro lado
yo intentaba encontrar a un amigo desde hace tres años en una competencia donde las
probabilidades eran prácticamente 1 en 300, y aún me aterraba demasiado el pensar en mis
padres para no caer en la tristeza de nuevo. Vale, tal vez él y yo nos entendíamos por eso de vez
en cuando.

-Tienes razón, tal vez si no hubiera estado con Popitres, podríamos ser equipo.

-Si... Lástima Der.

Me dio unas palmaditas en el hombro, y se levantó estirando la espalda y las piernas.

-Bien, es hora de conseguir Crio Cuarzo.

-¿Crio Cuarzo?
-Es un material que permite agregarle la capacidad de congelación a las armas, la quiero para mis
flechas, además una vez que lo tienes puedes cultivarlo.

-Oh...

-Si, ahora levanta el culo, no te traje para holgazanear.

Seguimos el sendero a través de la ruta principal hasta llegar al Lago Tahoe, donde los NPC
pescaban y de vez en cuando lograban atrapar un pez, aunque lo devolvían al agua casi
inmediatamente de encontrarlo.

Nos desviamos a través de la línea de los árboles mientras Ace me guiaba hacia una de las
montañas heladas, un par de ardillas NPC nos vieron como buscando algo pero Ace levantó su arco
y ambas estallaron en fragmentos brillantes, liberando dos ítems de carne fresca para ser asada.
Ace me ofreció uno mientras él conservaba el otro.

-¿Siempre has sido tan bueno en el arco?

-Algo así, no tengo muchas cosas que hacer en casa, así que el arco me entretiene cuando no
juego.

-¿Vas a la escuela?

-Tomo clases con profesores particulares.

Andábamos uno al lado del otro, y por alguna razón empecé a sentir una extraña curiosidad por
Ace, igual que con Dialac, quería saber porque había entrado al juego y que lo motivaba a seguir
adelante.

-¿Profesores particulares?

-Si, no soy bueno hablando con la gente. Ni socializando, ni relacionándome con ella.

-¿Entonces solo estás tú, papá y mamá?

-¿Es el juego de las preguntas, acaso? -me alzó una ceja -¿Que hay de ti? ¿Vas a la escuela?

-Si, así que mejor vamos rápido que no he terminado mi ensayo de literatura.

Rió un poco. Era más fácil de hacer reír que Popitres, porque realmente tenía que terminar ese
ensayo luego de esto, no había intentado ser gracioso.

-¿Tienes hermanos?

-Una hermana mayor, vive en otro país diferente al mío.

-Oh, igual se te ve solitario, salvo por Popitres ¿Cómo terminaron trabajando juntos?

-Eh... -recorde nuestra pelea y el hecho de que él me dijo que dos podrían hacer más hasta el final
-Digamos que nuestros caminos se cruzaron ¿Que hay de tú y Dialac? ¿Cómo se juntaron?

-Yo estaba en problemas en un calabozo del piso 1, un monstruo estaba por comerme, pero Dialac
llegó y me rescató, entonces el monstruo estaba por matarla y yo lo acabe, y solo dijimos al uno al
otro: Creo que somos mejor sobreviviendo juntos.

Tomé una de mis espadas y la clavé en la nieve mientras la cuesta se hacía más empinada y era
más difícil subir, Ace en cambio usaba una lanza deslucida como apoyo para subir.

-¿No has vuelto a hablar con ella desde Reikus?

-No, intento contactarla, pero parece esfumada del mapa ¿Tú si?

-Si -por alguna razón, sentía más seguridad en decirle mi aventura con Dialac, aunque a Popitres no
se la había contado.

-Oh -suspiro cuando terminé -Yo la vi en esa conferencia, ese dato sobre la habilidad única me
asustó un poco.

Empezamos a llegar poco a poco a la cuesta.

-¿Por qué?

-Porque aunque nadie haya podido encontrar una, ese mito parece real.

-Pero no lo es, en ningún juego existe algo como una "Habilidad especial única por jugador" -hice
las comillas con mis dedos mientras decía esto último.

-A menos que seas un Admin o un Game Master aquí, no puedes estar completamente seguro de
ello.

Llegamos a la cima mientras el viento empezaba a arreciar más fuerte, tanto que a cada respiración
el aire frío raspaba mis pulmones digitales como frías hojas de hielo.

-Tú guías, capitán -dije. Ace sonrió y empezó a caminar hacia el lado este de la montaña, yo lo
seguí, espadas en mano, por si debía defendernos de algo o alguien, a este punto, no dudaba que
algún AKer nos estuviera siguiendo.

-Es por aquí, solo debemos bajar un poco la cuesta y...

Un rugido atronador cortó su voz, Ace sacó su arco con una flecha en un movimiento, yo me puse
en guardia, para ver al gigantesco Yeti subiendo lentamente por un lado de la montaña. Se paró
erguido y se nos quedó viendo, su profundo pelaje blanco era casi tan espeluznante como sus
colmillos de tiburón, trague saliva mientras intentaba no hacer movimientos bruscos.

-No hagas movimientos erráticos, Ace... Parece que solo ataca en defensa propia... Baja las
armas... Y retrocede de a poco.

-El metal está bajo nosotros, creo que del lado de donde salió, él debe ser el guardián...

-Aunque lo fuera... -empece a dar pasos lentos hacia atrás, Ace me siguió luego de vacilar un poco
-Esta en su elemento, va a ser muy difícil vencerlo los dos...

Mi pie tocó algo, algo que crujió y el Yeti empezó a gruñir y golpeó el suelo, la nieve tembló y los
crujidos se volvieron más grandes y sonoros, y me di cuenta donde estábamos, en un lago
congelado, con hielo espeso que había resistido nuestro peso, pero que nuestro nuevo amigo
estaba rompiendo a propósito.

-¡Corre, Ace! -me di la vuelta e intenté agarrar su mano, él intentó agarrar la mía.

Entonces el Yeti dio su segundo golpe y fuimos engullidos en la oscuridad.

Supongo se estaba volviendo costumbre caer por un profundo agujero con Ace como mi
compañero, sobretodo porque su grito: SANTA MADRE DE AHHHHH me resultó demasiado
familiar.

Yo probablemente (de hecho si, fue un hecho) también grité alguna cosa inherente y sin sentido,
hasta que oí como la caída empezaba a volverse más corta, porque abajo un extraño brillo naranja
empezó a alumbrar la cueva, y el olor a azufre inundó mis fosas nasales de 0 a 3 segundos.

-¡Ace, agárrate a mí!

No sé cómo me encontró entre la oscuridad, pero se puso detrás de mí y enrollo sus brazos en mi
cuello, y aferró sus piernas a mis caderas, en otra situación me habría resultado incómodo, pero
ahora solo pensaba en salir con HP de esto.

Agarré mi espada y alcance con su filo la pared más cercana, de no haber sido porque la retiré casi
al instante, habría salido volando debido al arrastre. Entonces tomé la otra y afiance lo mejor que
pude ambas hojas en la pared, dimos vueltas mientras encontraba una forma de volverlas anclas,
hasta que, viéndonos cerca de la pared nos empuje con ambas piernas propulsandonos hasta la
pared paralela, donde hundí mis espadas completamente en la pared, y de alguna manera, logré
sostenernos lejos de la lava.

-¿Y ahora qué? -me pregunto Ace aferrado a mí como gato, respiraba entrecortadamente.

Me fijé en los alrededores a ver si algo podía ayudarnos, porque en algún momento mi avatar se
cansaría de sostenernos o mis espadas se romperían, entonces vi una especie de agujero de dos
metros de diámetro a unos metros por encima de nosotros, teníamos que llegar allí de alguna
manera.

-Ace ¿tienes tu cuchillo?

-Si.

-Haz dos agujeros en la pared, no muy profundos, para que pueda usarlos de impulso.

-Vale.

No fue fácil, y de hecho estuve a punto de perder el agarré varias veces, y Ace tampoco se salvó de
casi caerse un par de ocasiones, pero pudo abrir dos espacios suficientemente grandes para que mis
pies entrarán.

-Vale, agárrate fuerte, me soltaré y trataré de llegar a ese agujero, así que no te sueltes.

-¿Qué no te sabes otro consejo que no sea: No te sueltes?

Reí -No me hagas reír.

-No lo hago, es que solo has dicho eso.

Respiré profundo y me preparé mentalmente, a la 1, encaje mis pies para impulsarme, a las 2, agarré
con fuerza las espadas, y a las 3, liberé las espadas y salte lo más fuerte que pude hacia arriba.

¿Llegamos allá ilesos? Por poco. Mis espadas volvieron a encajar en la pared una vez llegamos a
centímetros del agujero, Ace saltó de mi espalda y logró entrar, pero yo empecé a caerme cuando la
tierra empezó a ceder ante mis espadas.

Ace me agarró del brazo y yo le di la mano, mientras con su propia fuerza me subió, envaine mi
espada y con la mano libre tomé la otra a la vez que me ponía sobre tierra firme dentro del agujero.

Nos quedamos jadeando uno junto al otro, recuperando fuerzas para seguir, inspeccione el lugar
para encontrar que no era un agujero, era un largo túnel que seguía hasta no se donde.

-¿Puedes contactar a Popitres? -me preguntó Ace, abrí mi menú y presioné el chat de Popitres,
pero al instante apareció un anuncio que decía: Fuera de Rango, busque un lugar más elevado
para recuperar la señal.

-Parece que aquí no podemos contactar a alguien, es un área muerta.

-Y los dispositivos de transportación no sirven -dijo tomando una antena de transporte e intentando
usarla.

-Tal vez éste agujero sea una salida de aire de la montaña interna, tal vez si la seguimos podamos
encontrar una salida.

Me levanté y le ofrecí la mano, lo ayude a levantarse.

-O solo sea un agujero sin salida y tengamos que ver cómo salir por el orificio en el que entramos -
dijo mirando el suelo mientras caminabamos.

-Que optimista.

Oírlo reír me subió un poco el ánimo.

Seguimos caminando no sé cuánto tiempo, probablemente una hora, y llegamos a una caverna no
muy profunda con un lago de agua transparente a un lado, pero más allá no parecía tener salida
alguna. Toqué el agua, no parecía tóxica o una trampa, así que cogí una cantimplora y recogí un
poco.

-No hay nada más -dijo Ace.

-Lo bueno es que tenemos madera en nuestro inventario, hagamos una fogata, ya es tarde aquí,
pasemos la noche aquí y haremos un plan mañana.

Sacamos sacos de dormir y nos acomodamos, Ace tomo una de sus flechas, la golpeó contra la
madera apilada y ésta se encendió al instante, nos pusimos de forma que el calor cubriera nuestros
cuerpos casi por completo.

Saqué barritas de cereal y le di una a Ace, luego recordamos la carne de ardilla y la pusimos al
fuego mientras Ace tarareaba una tonada que me resultaba familiar.

-Conozco esa canción.

Se me quedó viendo un momento.

-Es Promise, de Ben Howard.

-Ah, si. No la escuchaba hace siglos.


-Es un buen cantante -se puso a cuidar el fuego mientras yo recogía agua.

Mientras le pase su cantimplora, lo miré y traté de pensar en algo que decir, porque el silencio era
tan aplastante como un kilo de yunques, pero al final lo único que me salió fue:

-¿En serio solo vives con tu papá y mamá?

Me vio y aunque sólo estaba viendo los ojos de un montón de datos generados por computadora,
pude ver cómo la tristeza lo inundaba.

-Solo con mamá, papá se fue hace años, prometió volver, pero hasta la fecha no lo he visto.

Se metió en su sacó de dormir y me di cuenta que había preguntado más de la cuenta, alce la mano
para tocarle el hombro o algo así, decirle que era un tonto por dejar a su familia y que no merecía un
hijo así. Pero nisiquiera podía asegurar esto último, a duras penas conocía a Ace, podría ser un
hombre de 50 años intentando jubilarse e inventando la historia usandome para ganar, aún así no
pude controlar lo siguiente que salió de mi boca:

-Lo siento mucho, Ace. Yo perdí a mis padres hace 6 años.

Recostado, se dio la vuelta y me miro, sus ojos estaban vidriosos y llenos de lágrimas que juraban
caer pero nunca lo hicieron.

-¿Cómo los perdiste?

-Un accidente de avión, yo no tenía edad para acompañarlos y ellos fueron solos.

Se me formó un inmenso nudo en la garganta, era la primera vez realmente que hablaba con esto de
alguien, nisiquiera Mason sabía lo de mis padres. Solo había dicho que ya no estaban, pero nunca
mencioné como o cuando.

-Es una mierda ¿verdad? Que creas que volverás a ver a alguien pero nunca podrás despedirte.

Me acurruque en mi propio saco mientras intentaba dejar de temblar, pero no era el frío lo que lo
provocaba. Era el recuerdo del jefe del Segundo Nivel, y como ese recuerdo trajo de vuelta el
trauma, y el trauma trajo de nuevo la tristeza que creía haber superado.

-Por eso estás con ellos ¿no? No quieres estar solo, y ellos han estado contigo...

-Soy patético ¿verdad?

Me dedico una sonrisa triste. En ese momento, lo único que quería era volver al primer nivel y
arrancarle la cabeza a Daven y a Mistock.

-Tu silencio lo confirma, Der.

-No lo eres -admiti -Solo eres alguien confundido.

-Un confundido sin nadie.

-Pero tienes..

-Mi mamá hace mucho se fue, no físicamente, pero solo está al pendiente de su hermosísimo y
genial novio, que odio con toda mi alma.

-Ace...

-No tengo a nadie.

Me acerqué y le agarré la mano, pudo haber sido incómodo, tanto para mí como para él, pero él solo
me miró fijamente y yo solo pude notar lo cálida que estaba su mano.

-Me tienes a mí, Ace.

Abrió los ojos como platos al escucharme.

-Y a Popitres -dije rápidamente -Y a Dialac, todos nosotros nos ayudamos, y juntos superamos una
prueba, ningún juego o persona cambiará ello.

-¿En serio?

-Si estás en problema iré en tu ayuda sin importar que, lo prometo. Eso hacen los amigos ¿no?

-Derek...

Le sonreí de medio lado y él me devolvió la sonrisa y a pesar de estar en una cueva húmeda llena de
frío con apenas una fogata para calentarnos, sentí como se derramaba una extraña calidez en mi
pecho, casi como cuando tomas café y sientes el calor bajando por tu garganta y llegar a tu
estómago. Solo que lo sentí en en mi mano hasta mi esternón, y no en el estómago.

Nos acabamos las ardillas y luego nos recostamos en nuestros sacos, estaba por decir algo más, pero
Ace se durmió al instante, y sabía que si yo no dormía, nos la pasaríamos toda la noche aquí, en vez
de pasar varios minutos de noche a mañana

Me despertaron unos extraños sonidos y aullidos, que cesaron una vez cerré los ojos, pero me
levanté rápidamente y cargué mi espada en una mano, pero el Yeti miniatura me miró sin miedo
directo a los ojos y solo se quedó allí parado.

-Ace -dije calmadamente, al sonido de mi voz pareció reaccionar y empezó a moverse, el Yeti ni lo
miró, solo desvió la mirada y empezó a jugar con los restos de nuestra fogata.

-¿Qué? -se levantó pesadamente, apoyándose en sus brazos y bostezando mientras se restregaba
los ojos con una mano. Miró pesadamente alrededor hasta que vio el Yeti, luego pareció
reaccionar de verdad, porque me miró susurrando: ¿Que hacemos?

Me encogí de hombros, porque nuestro visitante no parecía interesado en matarnos, en vez de


eso junto toda la leña que pudo en sus manitas, y se dirigió hasta el lago, dicho esto se sumergió y
desapareció, aunque no sabía exactamente como.

-Hay que seguirlo -dijo Ace -Tal vez sepa una salida.

-Eso o sea un NPC que nos guíe a una zona inexplorable para avatares.

Se levantó y tocó el agua, y seguido a ello metió la mano, no entendía muy bien esas acciones.
-No es tóxica, además, si llegamos a una zona inexplorable solo habrá que devolvernos ¿no?

-Bueno, tienes razón en ello -empaque los sacos de dormir y las armas -No nos hace daño verificar
la zona, y no perdemos nada intentando salir por ahí.

Guardó su arco en su inventario y su carcaj de flechas, probablemente porque no servirían mucho


en el agua, en vez de eso sacó un largo cuchillo de al menos 15 centímetros, con agujeros para los
dedos en la empuñadura, no recuerdo bien el nombre de ellos, pero oí que eran efectivos y
rápidos de usar en la época de guerras.

Lentamente nos sumergimos, a diferencia de la entrada al Segundo Templo, aquí no había forma
de respirar bajo el agua, así que rápidamente creamos unas bolsas de respiración improvisadas
con bolsas de plástico y tubos, no podríamos respirar mucho, pero esto nos permitiría cierta
cantidad de oxígeno en caso de necesitarlo.

Yo había pensado que el lago en si no era profundo, solamente agua residual del choque entre el
calor inferior por el magma y el frío exterior de la nieve y el hielo, que se condensó lentamente en
un lago en la única cavidad existente en la montaña. Pero conforme fuimos avanzado y bajando nos
dimos cuenta cuan profundo era, llegó un punto en el cual no podía ver el fondo mientras
avanzábamos. Lo bueno es que nos mantuvimos cerca a la superficie para recuperar el nivel de
oxígeno, las bolsas no durarían mucho, y debíamos guardarlas en caso de emergencia.

Luego el lago se volvió estrecho y el techo empezó a bajar hasta que el aire en si dejo de existir y
fuimos capaces de tocar el techo sin salir del agua. La caverna empezó a volverse tan estrecha que
tuvimos que ir uno tras del otro para poder seguir avanzando, intenté pensar en que no nos
habíamos metido en algún punto sin retorno o una pelea con un monstruo marino, pero como la
caverna parecia no tener fin, empecé a considerar ello como posibles opciones.

Entonces el agua empezó a tener un ritmo más rápido y fuerte, y eso me dio esperanzas, porque
significaba había alguna especie de fondo que estaba tirando del agua y la obligaba a salir, tal vez
nos habíamos metido en una zanja llena de monstruos o algo, pero mi bolsa de oxígeno estaba por
acabar, nos preocuparíamos por ello después.

Avanzamos de a poco, mientras la corriente del agua se hacía más fuerte, en un punto Ace me
agarró la mano evitando que la corriente me llevará de largo, en otro punto yo hice lo mismo, me
habría resultado incómodo en otros momentos, pero aquí en medio de la oscuridad y soledad del
agua, era reconfortante el calor de su mano contra la mía.

Finalmente llegamos a lo que parecía el fin de la caverna, porque el agua tiraba de nosotros tan
fuerte que era casi imposible no ser tirado por su cauce, todo el líquido nos guiaba directo hacia
una abertura bajo nosotros, y la escena me recordó a un remolino en las películas de piratas, pero
de igual manera nos dejamos llevar por la corriente, ya que no había otra salida a la vista más que
esa.

Decir que fue horrible es poco. Apenas salimos de la abertura la gravedad hizo de las suyas y
caímos como rocas a través del aire, mientras el agua y el oxígeno forcejeaban una contra la otra
entrando en mi boca y mi nariz, no se cuanto dure cayendo, agarrando a Ace fuertemente, pero
aterrizamos finamente en la superficie del agua mientras mi barra de HP bajaba lentamente. Al
menos estaba vivo aún, pensé mientras arrastraba a Ace conmigo a la superficie.

No pude evitar que de mi boca saliera un: Wow, al ver el lugar donde nos encontrábamos. Me
recordó un poco a un castillo de una reina que pudiera controlar el hielo aunque las paredes y el
techo era de fina y pura roca, pero estaban coloreadas con escarcha blanca y brillante, que
resplandecía ante la luz del sol que salía por un agujero en el techo a más de 20 metros del piso.

El piso estaba redecorado por un montón de cristales brillantes, por un momento pensé que podría
ser hielo, pero el hielo no tenía forma de congelarse de manera vertical, y menos apuntar hacia
arriba. En una esquina había un pequeño nido hecho de nieve y madera seca, el cual se movía
misteriosamente, nos acercamos a la orilla más lejana mientras salíamos del estanque.

-Este es -dijo Ace mientras se acercaba a los cristales, yo solo no dejaba de ver al nido que se
tambaleaba.

-¿Qué es?

-El Crío Cuarzo -respondió y saco algo de su inventario, una especie de cincel con un cuchillo,
golpeó uno de los cristales más grandes, que se rompió en un millón de pedazos y se escuchó el
sonido de un ítem ganado. Ace revisó su inventario -Si, muy bien, lo tenemos, ayúdame a recoger
un poco más y...

-Ace... En ese nido hay Yetis... Yetis bebés...

-No nos harán nada, son bebés -se puso a recolectar más Crío Cuarzo, pero algo me estaba
inquietando demasiado.

-Ace... Si son bebés, deben tener una mamá...

-No está, debemos hacerlo mientras no esté.

-Creo que ya hemos visto a la mamá antes...

Me miró frunciendo el ceño, entonces abrió los ojos cuando se dio cuenta de lo que estaba
diciendo y entonces Mamá Yeti llegó, moviendo una roca gigante que parecía ser parte de la
misma pared, solo para encontrarse a nosotros, sus dos queridos viejos amigos.

Nos vimos durante un segundo, y golpeó el piso furiosa, haciendo temblar toda la cueva, mientras
empezó a caminar y a rugir hacia nosotros.

Ace sacó su arco, yo empuñe mis dos espadas, pero mamá Yeti era inmensa, dudaba que
pudiéramos vencerla solos.

Su primer golpe lo arrojó a ambos, pero saltamos cada uno a un lado diferente mientras se abría un
inmenso agujero en el lugar donde estábamos. Lancé un corte hacia su brazo, pero me miró y con
desdén balanceó su brazo hacia mí, lanzándome como muñeco de trapo directo hacia una pared, el
HP que tenía en amarillo empezó a bajar rápidamente.
Ace arrojaba flechas mientras se alejaba del monstruo, le hacían daño, pero no el suficiente, levanté
mis espadas e intente llegar a ellos, pero Mamá Yeti se fijo en mí de nuevo e intento agarrarme,
salte y me impulse usando su puño de trampolín. Intenté cortar su cara, pero rugió y me arrojo un
cabezazo equivalente a ser golpeado por una pelota del tamaño de un camión, mi HP estaba
peligrosamente cerca de rojo, intenté levantarme de donde había caído, pero mi herido avatar
empezó a sentir secuelas de los golpes, y me empecé a mover cada vez más lento.

Ace estaba acorralado en una esquina, Mamá Yeti estaba por matarlo, debía encontrar una manera
de evitarlo, pero era imposible ganar, esa criatura era demasiado poderosa, y nosotros habíamos
caído tontamente en su casa.

Su casa. Su hogar. Su familia.

Las palabras hicieron eco en mí como chorro de agua helada que me hizo ver con claridad donde
estaba.

-¡Ace, no ataques!

Ace me miró, como si estuviera totalmente loco. Tal vez lo estaba, pero lo único que me importaba
ahora era sacar a Ace de aquí.

-¡Siente que estamos invadiendo su hogar! ¡Solo quiere proteger a sus hijos!

Los bebés Yeti estaban asomados en las esquinas del nido gigante. Pude reconocer al que nos había
robado la leña hace poco, porque me miró fijamente y me sacó la lengua, como si fuéramos viejos
amigos.

Ace lentamente bajo su arco, Mamá Yeti le rugió y empezó a hacer movimientos provocativos,
como si lo retará a pelear. Pero Ace no se movió, solo se le quedó viendo y luego se retiró como si
nada a un lado.

Me miró y me mostró los dientes, pero no me atacó, me aleje lentamente del nido mientras sus ojos
me taladraban, calculando cada acción que haría, pero a cada paso que daba lejos de sus hijos su
mirada se suavizaba. Cuando Ace y yo estuvimos en la entrada de roca para abandonar la cueva,
había perdido todo interés en nosotros y solo veía a sus hijos con una mirada de alivio.

Ya afuera, nos derrumbamos en la nieve con miradas exhaustas, de un segundo a otro Ace me
abrazó, parecía su mecanismo de defensa cada vez que estaba asustado, pero igualmente le devolví
el abrazo. Yo también estaba un poco asustado después de todo, la sensación de miedo se estaba
volviendo habitual en Tempel Jager Online.

-Lo logramos.

-Si - Ace se separó y me miró sonriendo, me di cuenta entonces que tenía heridas por todo el
cuerpo, lo que demostraba que su HP estaba bajo.

-Hay que curarnos.

Nos aplicamos ungüento medicinal, tal y como cuando huimos de Reikus, con la diferencia de que
Dialac y Popitres no nos habían seguido. Era raro, pero Ace y yo habíamos escapado por los pelos
otra vez, ya parecía una coincidencia del universo.
Mientras revisabamos el perímetro bajando, nos dimos cuenta que habíamos pasado por aquí de
camino a la cuesta, la entrada a la cueva había sido camuflada gracias a la piedra gigante, que no
vimos dos veces en nuestra subida debido a que la roca solo parecía otra más de un montón de
rocas más grande que la rodeaba.

Ace no dejaba de revisar el pedazo de Crío Cuarzo que había obtenido, no era mucho, pero se
podía cultivar con él, al fin y al cabo la misión había sido un éxito, y no habíamos desperdiciado un
día para nada por lo menos.

-Oh, cierto -dijo mientras veía el pedazo -Te prometí la mitad por ayudarme.

-Descuida, no tienes que hacerlo.

-Pero...

-No es mucho la verdad, además, no sé qué haría con Crio Cuarzo, no soy un peleador de larga
distancia como tú.

-¿En serio me lo puedo quedar? -pego con sus manos el pedazo a su pecho e hizo ojitos como
hacen los perros.

-Tomalo como un regalo, tu regalo de cumpleaños atrasado.

Sonrió, y yo le devolví la sonrisa. Era casi un reflejo ya hacerlo, sobretodo porque se veía
realmente feliz con ese solo gesto.

Para cuando bajamos al lago, nuestro menú de mensajes empezó a zumbar y a titilar, tenía al
menos 30 mensajes de Popitres, los primeros 10 me maldecía por irme por Ace, los siguientes 10
me preguntaba donde estaba y que me pudriera luego de ello, y los últimos 10 me pedía que lo
perdonará y que regresará con vida o él me mataría.

-Popitres se preocupó -dije riendo.

Ace también rió -Ya le hacía falta.

Reviso también sus mensajes, palideció visiblemente, y luego me miró.

-Son...

-Lo sé -le sonreí de medio lado, aunque debía verse un poco la decepción en mi cara, aunque nos
hubiéramos perdido, había sido divertido estar con él. Le había contado cosas que a nadie nunca le
había contado.

-Gracias por ayudarme, Derek.

Le hice el gesto de adiós con la mano, entonces me di cuenta que seguía usando el anillo de
conexión que me había dado, me había olvidado completamente de él.

-El anillo... Debería...


-Quedatelo.

Lo miré de hito en hito.

-¿Seguro?

-Si -me sonrió y mostró el suyo -Asi si el otro está en problemas lo sabremos e iremos a ayudarlo,
eso hacen los amigos ¿no?

-Supongo, no lo sé, no tengo muchos amigos.

-Bueno, ya tienes uno.

Me abrazó por última vez y me dedico una sonrisa, a su vez sentí un extraño retorcijon y sensación
de vértigo en el estómago, debía ser el hambre. Se alejó despidiéndose con la mano y diciendo: Nos
vemos, amigo.

Y yo me quedé ahí, con las entrañas revueltas y sintiéndome extrañamente solo, aunque tenía un
nuevo amigo, aunque mi compañero me estaba esperando, aunque tenía que encontrar a Mason,
aunque aún tenía que ganar una competencia.

Tenía que reunirme con Popitres pero no lo hice, por horas y horas.

Ser un jugador a tiempo completo estaba tomándome mucho... Bueno, tiempo.

Las vacaciones de verano iniciaron, y como resultado estaba casi que 24 horas en Tempel Jager
Online, solo me desconectaba ocasionalmente para comer, y eso se estaba volviendo cada vez
menos costumbre, aunque probablemente devoraba media cocina cuando me desconectaba por
la noche.

Por primera vez me alegraba que no me pusieran mucha atención, podía pasar todo el día
conectado y nadie venía a molestarme o gritarme por estar todo el día en "ese aparatejo".

Popitres y yo seguimos a través del nivel 4 buscando el templo, pero en muchas ocasiones nos
pusimos a realmente jugar, peleábamos el uno contra el otro, bromeabamos y participabamos en
pequeños torneos de los grupos más grandes para ver quién era el mejor. Arrasamos en varios, sin
ser modestos la verdad.

Los AKers se estaban volviendo cada vez más recurrentes, nos atacaban en grupos y era difícil
esquivarlos, aunque siempre nos salvabamos de alguna manera, estaban empezando a
fastidiarme, y eso solo aumentaba el número de ellos que volvían al nivel 1 de un espadazo.

Los jugadores habían empezado a usar su propia terminología, además de AKers, llamaban a los
competidores dedicados a la caza de templo "Hunters" y a la competencia misma La Cacería,
además nos habían llamado The Four a los cuatro de la tabla principal, yo era Second y Popitres
Third, era raro que nos llamarán así, aunque era un poco lindo tener tanta atención, era también
abrumador.

El 13 de Julio, nos dedicamos a jugar y a hacer una misión secundaria cerca de la simulada
Washington, no era mucho la verdad, una búsqueda de un material raro para las fuerzas de la
OTAN, vimos un par de NPC pescando en un lago mientras pasábamos con el botín, nos saludaron
y luego siguieron a lo suyo. Era genial como parecían tan humanos a pesar de solo ser un montón de
datos.

Llegando a la ciudad más cercana, vimos una extraña aglomeración de gente reunidos en torno a
una inmensa pantalla que transportaba un dirigible, supongo que para efectos dramáticos, porque el
dirigible en esta época ya no existía, era demasiado arriesgado, sobretodo porque se demostraron
cuan flamables eran en la segunda guerra mundial.

-Asi es, como lo oyen -dijo el reportero NPC, que reconoci como el mismo que había entrevistado a
Dialac semanas antes -Ha ocurrido un asesinato en Tempel Jager Online, no cualquier Avatar
Killer, porque este avatar nunca resucitó, nunca volvió al primer nivel luego de su muerte, las
autoridades no han querido dar un veredicto sobre el asesino, se les solicita a los avatares no entrar
en pánico mientras se resuelve el caso, estaremos informando cualquier actualización.

-¿Autoridades? -pregunté mientras veía a ver a Popitres. Frunció el ceño mientras me volteaba a
ver.

-Pero eso es imposible -dijo volviendo a mirar el dirigible -Es imposible matar a alguien dentro de
un juego.

-Tal vez deberíamos investigar -añadi -Quiero ver ese caso, P.

-¿Vas a ser el defensor acaso? ¿El abogado? La clase de leyes fue en la que peor me fue, D.

-Solo quiero ir, igual el evento parece que será visto por varias personas, así que no creo que sea
difícil colarnos.

-¿Tengo que ponerme traje verdad?

-Probablemente.

Suspiró y se pasó la mano por el pelo.

-Agradece que te quiero amigo.

El juicio fue llevado a cabo en las escaleras de ayuntamiento justo al frente de la simulación del
monumento a Washington, el obelisco se veía impotente igual que en la vida real, aunque en
realidad nunca había estado en Washington, supuse que así debería verse y sentirse estar allí.

El acusado se encontraba de rodillas justo en el centro de una gran aglomeración de avatares,


busque entre la gente a Dialac o a Ace, pero extrañamente no los vi, aunque he de admitir que
puede que estuvieran, ya que había al menos 150 personas rodeando al acusado, aunque no le hallé
mucho sentido a ello, era imposible que la mitad estuviera aquí, debía ser la perspectiva o tal vez
algunos eran NPC.

-Maldito moño.

Popitres había encontrado su mejor traje a palabras suyas (el cual habíamos comprado recién hace
media hora) y había intentado atar el moño en vez de usar la ayuda del sistema, pero desde que se lo
puso y hasta ahora no parecía un moño en absoluto, más bien parecía un nudo mal hecho con una
esquina saliendo de un extraño amarre.

-Solo usa el sistema de ayuda.

-Callate Derek.

Me senté recto en mi silla.

El sonido de un martillo alertó a todos de que estaba por comenzar el juicio, el juez (que
sospechosamente se veía demasiado joven para ser juez) se paró recto en un estrado improvisado
que habían colocado hace poco un par de NPC's. Volvió a golpear su mesa con su mazo y el sonido
retumbó a través del aire, cortando cualquier otro sonido de voz o cuchicheos que no fuera él.

-Bien bien, bienvenidos querido jurado, testigos, NPC's, AKers y hunters al juicio de alias Raphiel,
jugador veterano el cual se le ha acusado de hacer algo totalmente imposible, matar a un avatar y de
alguna manera extraña, pasar todo ese daño al jugador en la vida real.

Raphiel intentó moverse, pero sus manos estaba atadas a un poste en el cual se recostaba, su cabello
castaño estaba revuelto y sus ropas estaban llenas de roturas y andrajos.

-Disculpe, señor Juez -dijo una voz en un lado, me volteé para ver a un elegante avatar de mujer con
una larga cabellera rubia alzando la mano -No entiendo mucho la situación, se refiere a que el
acusado le traspaso todo ese daño al jugador en la vida real, pero su descripción es muy ambigua
¿Podría ser claro y explicar la situación a detalle?

-En efecto -el juez se paró recto -Me refiero a que el jugador ha muerto en la vida real.

Silencio, absoluto silencio.

Todos se vieron entre sí y luego a Raphiel, quién les devolvía la mirada con una cara suplicante y
triste, intenté pensar en alguna explicación lógica para esto, pero lo que decían no tenía sentido.

¿Matar a un jugador en el mundo real?

-Eso es imposible -dijo otro chico a mi izquierda -¿Cómo podría hacer ello? Lo que dice es una
ridiculez, necesitamos pruebas para comprobarlo.

-Claro, estaba por llegar a ello, por favor siéntese.

Se sentó.

El Juez abrió su menú (con lo que supe que no era un NPC, sino un avatar) y presiono algo que hizo
al piso abrirse y mostrar una gigantesca pantalla.
¿Esa cosa existía en esta época? Seguro que no. Pero era un caso especial al parecer.

-El jugador en cuestión se llamaba Theodore Fell -mostro la foto de un chico, tal vez de 19 años, en
la cual se veía la mayoría de sus datos, claro pero su dirección y cosas así estaban bloqueadas para
nuestras vistas -Entro al concurso de La Cacería como la mayoría de nosotros y era de nivel 30, no
muy poderoso para ahora, pero era un jugador hábil, su nombre en clave era Facis.

Movió algo en su menú y la imagen cambio para mostrar la cara de su avatar, era muy diferente,
con el cabello de un rojo carmesí y ojos marron oscuro, además se veía mucho mayor, casi unos 10
años más. El nombre me sonó, probablemente lo había visto en La Tabla de clasificación éstas
semanas, pero no parecía un rival muy potente.

-Los testigos afirman que tú y él tenían cierto choque cada vez que se encontraban, tengo entendido
que tú y él se asesinaron y devolvieron al nivel 1 durante varias ocasiones desde que el juego inició.

Raphiel se irguió lo más que pudo en su incómoda posición.

-Si, pero...

El Juez alzó la mano para que callara.

-Lo cual nos da una razón para que desearás su muerte, una libertad de poder jugar sin que alguien
te tenga bronca y así poder ganar la competencia mucho más fácilmente.

-Eso es...

-A callar, ahora, el avatar murió hace dos días, en las afueras de Jackson Lake mientras tú estabas
con él, gran parte de tu equipo confesó que tuvieron varias peleas ese mismo día y que en ninguna
habían logrado acabar con el otro, hasta que tú inesperadamente lograste acabar con su avatar.

Raphiel abrió la boca para hablar, luego se arrepintió ante la mirada del juez.

-Esto es ridículo -susurro Popitres -Ese avatar tiene que parar.

-Pero las pruebas indican que el avatar nunca volvió al nivel 1, algo que preocupó a sus amigos.
Cuando fueron a buscarlo se dieron cuenta que no había revivido como todos tras ser asesinado,
además...

-¡Esto es una estupidez! -bramo Popitres -¿Quién es usted para juzgar a alguien? ¿Y si así fue, por
qué los creadores y administradores no han dado un veredicto y una respuesta ante ello?

-La mayoría de administradores están fuera de servicio para consultas, Popitres -le contestó el juez -
Y los creadores en general no han dado la cara al público más allá de entrevistas.

Popitres se paró.

-¿Nisiquiera para resolver un problema de su propio juego? ¿Y cómo sabemos que usted no está
mintiendo sobre todo y solo resulta que el jugador se retiró de la competencia?

-Popitres...

-Basta Mistock -dijo una voz a lo lejos, una que reconocí demasiado bien.
Justo frente al acusado Raphiel, un rayo de luz apareció, literalmente. Un avatar color blanco
aterrizó frente a Raphiel, se dio la vuelta y empuñó su estoque mientras encaraba al juez, quien
empezó a palidecer de pronto.

-Tú... -empezo a decir Mistock.

-Si, ahora a menos que la Ley y el Orden estén equivocadas -dijo Dialac empuñando su arma hacia
Mistock -El acusado tiene derecho a un abogado, y sino la corte le facilitará uno.

-No tienes derecho a estar aquí, Primera.

-Oh, lo lamento, perdí la invitación entre los cadáveres de tus miserables AKers, Mistock.

Mistock la vio, y reconocí esa mirada de frustración que había visto a través de su máscara cuando
nos había atacado, era raro, porque su voz había cambiado, además no le había visto la cara la
última vez.

Tenía el cabello rubio amarrado en una coleta simple que bajaba por su nuca, con un mechón suelto
a un lado. Su piel se veía con un profundo bronceado, casi como la mía, solo que con un extraño
color amarillento pálido. Tenía los ojos azules, surcados de arrugas, que se formaban a cada mala
mirada que le dedicaba a Dialac.

-Yo no envié AKers por ti...

-Pues cuando revivan que te digan que tan rápido los mate, a ver si vuelven a por mí sin órdenes.

-Estamos en medio de un juicio privado, Dialac.

-Oh, por favor, tirale a otro perro ese hueso, apuesto a que esos dos -nos señaló con su estoque a
Popitres y a mí -Nisiquieran estaban invitados, igual que al menos el 70% del jurado. Solo quieres
restregarles en la cara a los hunters que tienes razón.

-Primera -dijo un segundo, que probablemente era Daven, tenía el cabello igual de largo y
amarrado, solo que de un profundo color zanahoria y con pecas por toda la cara -¿A qué ha venido
exactamente?

-Estaba por el rumbo y pensé: Oh, mira un juicio injusto con alguien que no tiene jurisdicción como
juez, debería interrumpir y hacerlo justo.

-Dialac -susurro Popitres. Se había quedado callado todo este tiempo.

-Descuida, Pino -lo miró fugazmente -Yo me encargo.

-Primera -volvio a decir Daven, aunque por su voz detecté que estaba empezando a agitarse -
¿Vienes a defender al acusado?

-Si, desgraciadamente no aquí, no con sus reglas y no en su juicio -apunto la punta de su estoque a
Daven.
-¿Que intentas decir, Primera?

-Los reto a un duelo, si yo gano haremos otro juicio con reglas justas, ustedes todavía como jueces,
pero con un defensor, testigos y un jurado ¿O acaso el gran Daven y el increíble Mistock tienen
miedo de perder?

-Uhhhhhh

Los avatares estaba al pendiente de la respuesta de Mistock, como una jauría de perros esperando
un hueso por el que pelear, mientras que Popitres y yo solo veiamos a Dialac, intentado descifrar
que la había impulsado a venir, y porque estaba tan decidida a defender a Raphiel.

-Yo pelearé -apunto Daven poniéndose entre Dialac y Mistock -Mi jefe no debería preocuparse por
escorias como tú, una niñita con una poca habilidad en la espada y un temperamento muy fuerte.

Dialac lo miró fijamente, y bajo lentamente su estoque. La expresión en su rostro no podía ser más
relajada y superior, en contraste a la cara tensada y enojada que Daven ponía.

-Hecho.

Los preparativos duraron 5 minutos, la mayoría de avatares rodeó en un círculo a Dialac y a Daven,
este último había cambiado su traje formal por una armadura color sangre, un escudo con una
calavera y un escudo detrás, junto con su espada. Era impresionante, porque parecía realmente un
caballero de la edad media, aunque su cara delataba que no estaba contento con nuestra amiga.

Ella seguía usando su equipación habitual, unos shorts blancos que cubrían sus muslos con una
larga camisa blanca sin muchas decoraciones bajo un peto color beige, y finalmente una larga capa
brillante que me recordó a la cola de unn animal rabioso y rápido, listo para atacar a su presa.

-¡Tú puedes, Dialac! -grito Popitres a mi lado, que parecía más entusiasmado por esto que yo, en
vez de fijarme en como se preparaban y todos hacían apuestas busqué entre la multitud a Ace, si
Daven y Mistock estaban aquí, él debería estarlo, pero no había ningún indicio de su presencia más
allá de ello.

-Reglas de juego normal -clamo Daven -Aquel que logré hacer retroceder el HP del contrario hasta
0 ganará.

-Si, si, pásate el protocolo Dave -nuestra amiga desenvainó su arma lentamente mientras Daven
hacia lo mismo, se miraron fijamente como dos depredadores que estaban por ver quién se
quedaba con la presa más grande, el marcador de duelo apareció sobre ellos, empezando a hacer
la cuenta regresiva de 30 a 0.

-¡Acábalo! -grite.

Dialac dio una sonrisa de medio lado sin quitar los ojos de su enemigo, cambio el peso de su
cuerpo mientras el contador finalmente llegó a 0.

Se arrojó a su enemigo a una velocidad increíble, que hizo a muchos soltar jadeos de sorpresa y
admiración, supongo porque nunca la habían visto pelear, yo solo me di cuenta que Daven pararía
su primer ataque incluso antes de que sucedería.

Daven puso escudo y el estoque de mi amiga quedó suspendido allí, Daven atacó, balanceó su
espada intentado cortar a Dialac, pero ella vio el truco y se apartó en un instante, seguido a ello
volvió a arremeter a una velocidad increíble, tanto que el propio Daven perdió el equilibrio un
momento y la espada de Dialac le hizo un ligero corte en su hombro.

Daven contraataco, intento hundir la punta de su espada en Dialac, pero era demasiado lento para
ella, sus movimientos erráticos eran difíciles de seguir incluso para la audiencia, la cual intentaba
seguir a duras penas su velocidad. Ella esquivaba, saltaba y cortaba, pero ambos estaban en un
total empate, Dialac era rápida, pero más desprotegida que Daven por no portar un escudo, él era
lento, pero su escudo le otorgaba una mayor área de protección y permitía atacar a Dialac sin
necesidad de pensar tanto.

El sonido de las espadas chocando lleno el aire, los nombres de los luchadores no paraban de
resonar en las bocas de los espectadores, todos estaban impacientes viendo quién ganaría, pero si
seguían así mi amiga perdería, en algún punto se cansaría y Daven, fresco con un escudo y una
espada de un gran alcance, superaría su velocidad, debía pensar en algo para poder ganar el
encuentro.

Popitres se había unido al coro gritando: ACÁBALO, DALE EN LAS BOLAS, ENTRE LOS OJOS,
CORTALE LA CABEZA. Era un poco vergonzoso, pero su entusiasmo parecía fortalecer a Dialac, ya
que a cada grito ella esquivaba más erráticamente a Daven.

Entonces llegó la fase final de la pelea, cuando Dialac hizo algo casi imposible de lograr.

Bloqueó una estocada de Daven mientras éste arremetía, y entonces su enemigo irguió todo su
cuerpo y levantó su escudo como si no fuera más que un disco de frisbee, listo para acabarla. La
espada de Daven dio un giro e hirió a Dialac, causando que su HP bajará, pero ella no estaba lista
para perder aún, y entonces desapareció una milésima de segundo, y al otro segundo su espada
había cortado limpiamente el brazo de Daven que sostenía el escudo, dio un giro sobre sí misma y
la punta de sus zapatos quedó estampada en la cara de su enemigo, la fuerza era demasiada,
porque el pobre Daven fue arrojado hacia atrás como si no fuera más pesado que una pluma, su
escudo dio vueltas en el aire hasta llegar a brazos de alguien de la multitud.

Dialac arremetió mientras Daven se levantaba, sus espadas chocaron, pero él seguía demasiado
aturdido y ella no se dio a esperar. Lanzaba estoques a diestra y siniestra y Daven no estaba
acostumbrado a la falta de su escudo, porque su mano herida estaba inmóvil a un lado mientras
intentaba detener a Dialac, algo que parecía imposible a estas alturas.

Podía ver sus barras de HP lateralmente, Daven bajaba a cada segundo hasta que ya estaba en
amarillo, y la de Dialac se deterioraba un poco a cada suertudo golpe que Daven le daba, pero
estaba perdido, lo supe cuando su espada logró alcanzar a Dialac e hizo a su salud bajar hasta casi
amarillo, porque se volvió extrañamente más veloz, como si el HP no fuera más que una carga
molesta que evitaba que fuera más rápida.
Seguir a Dialac era toda una hazaña, y Daven parecia darse cuenta, aunque la poca cordura que
tenía desapareció cuando se dio cuenta que su HP estaba por caer definitivamente. Tomó su
espada con ambas manos e intento atravesar a su enemiga, pero ella esquivo y apareció a su
espalda en un segundo, lanzó rápidas estocada y Daven fue arrojado, pero se levantó y apretó los
dientes, sus ojos verdes lucían más fieros que los de cualquier animal salvaje, se lanzó lo más
rápido que pudo, pero Dialac se apartó como si no fuera más que un muñeco de prácticas y su
estoque se encendió, liberando todo su poder, el cual le dio al AKer en todo el pecho y lo arrojó al
piso al menos a 5 metros de Dialac, quién se recompuso mientras el icono de: El duelo ha
terminado, vencedor: Dialac, se hacía presente sobre ellos.

Dialac guardo su arma y se quitó un par de mechones de pelo de la cara con un gesto de desdén
en la mano, para finalmente sonreír satisfactoriamente.

-¿Cómo? Tú... -a pesar de que el combate había terminado, Daven se arrojó de nuevo por ella,
pero Popitres estaba listo, agarró el brazo de Daven antes de que la espada llegará a Dialac,
nisiquiera me había dado cuenta que había abandonado su lugar a mi lado.

-El combate ha terminado -dijo firmemente -Ella ha ganado limpiamente Daven.

Daven le gruñó como un perro rabioso pero Popitres no retrocedió ni se inmutó, casi como él
fuera el dueño de Daven.

-Basta, Daven -la voz de Mistock sonó desde la audiencia -El tiene razón, déjala ir, ganó de forma
limpia.

Daven dio una sacudida con su brazo y Popitres lo soltó, seguido a ello envaino su arma y los miró
a ambos, luego me miró a mí, que seguía en mi sitio procesando lo que estaba pasando, y dando
una vuelta furioso se perdió entre la multitud.

Mistock lanzó una mirada extraña a Dialac, a pesar de estar más calmado y menos loco que Daven,
seguía viéndose enojado e inconforme, una de las venas de su frente parecía una espinilla
palpitante, a punto de estallar o ser estallara.

-¿Cuándo será el juicio, primera?

-Mañana, nos pondremos a cargo del acusado -Dialac nos miró a Popitres y a mí -Y estos dos serán
parte de la defensa también.

-Vale -mostro la mano para que Dialac se la estrechara, pero ella la miró con desdén como si mirara
un gusano que quisiera aplastar. A sabiendas que acababa de vencer a su mano derecha, no me
parecía tan descabellada ésta última idea.

Mistock bajo la mano.

-Eres buena con esa espada ¿Nunca has considerado unirte a un grupo?

-¿Que se dedica a matar gente como si matará moscas? No, gracias, prefiero el honor al dinero.

La vena de Mistock palpitó más rápido y sobresalió todavía más, me pregunte si saldría sangre o
solo era un efecto de simulación de su cara real, porque no parecía posible que una vena te estallará
en un juego de realidad virtual.

-Si eso quieres, nos vemos mañana, Primera.

Le guiño un ojo y echo a andar, luego varios de sus seguidores lo siguieron como perros falderos,
aunque no vi a Ace. Tal vez había entrado en razón y había abandonado a Lunático 1 y a Lunático
2, pero no estaba seguro todavía.

-Dialac... -empezo a decir Popitres, pero ella lo interrumpió.

-Oh, no, nada de Dialac -se paso la mano por la cara -¿Se dan cuenta lo peligroso que es salir así
como así en una ciudad llena de AKers? Aquí no te pueden matar, pero ellos quieren hacerlo, yo
intento mantener alejados a las abejas y ustedes me obligan a saltar al panal.

La miré.

-¿Te obligamos a ello?

-Ay no te hagas, Derek -me señaló con un dedo, que me parecía tan filoso como su espada -
Estabas por saltar a defenderlo como este ejemplo de tonto -señalo a Popitres -Ustedes no tienen
consideración por sus propias vidas.

Mi compañero y yo nos miramos, porque realmente tenía razón. Estaba por hacer ello cuando ella
apareció.

-¿Nos has estado espiando?

-Obvio, duh. No puedo dejar a dos inútiles solos más de una semana, y menos a ustedes dos.

Avanzó empujandonos para darle espacio para pasar, luego nos agarro de las orejas a ambos,
como si fuéramos unos niños pequeños.

-Auch -dije cuando me soltó. Popitres y yo nos sobamos las orejas.

-Bien, ahora que los he vuelto a salvar, me deben un favor. Ayúdenme con esto y luego se los
cobro.

Se agachó frente a Raphiel, el cual había estado atado al poste toda la pelea, pero creo que había
logrado verla, porque miraba a Dialac con una mirada serena y tranquila.

-Ahora, asesino -dijo mientras lo veía fijamente -Vamos a tomar algo y nos dices que fue lo que
sucedió.
10

La definición de Dialac de tomar algo se diferenciaba un poco de la nuestra, sobretodo porque esa
definición consistía en ir al restaurante más acomodado de la ciudad, pedir lo más caro del menú y
luego ofrecerse a pagar.

Pidió una cantidad un poco (mucho, excesiva la verdad) de carne y copas de helado para el postre,
una combinación extraña considerando lo salado que era la carne y lo dulce de los helados.
Aunque bueno, yo amaba comer panes de chocolate, no podía culparla por ser fanática de ello.

Mientras yo devoraba una hamburguesa y Popitres se concentraba en su pizza, Raphiel no había


tocado su Banana Split que amablemente Dialac había pagado, era costoso, pero supongo la mejor
jugadora podía darse esos lujos.

-Okay -dijo Dialac tras terminar el primer filete que había pedido -Ya que no vas a comer, deberías
explicarnos tu historia, Raphiel.

Se quedó callado viendo las manos anudadas que tenía sobre su regazo, como si quisiera
esconderse solo no viendo a los demás.

-No podemos defenderte sin tu ayuda -añadio Popitres -Necesitamos que nos cuentes que sucedió
allá.

-Yo no lo maté... Osea si murió, pero... No fue mi culpa... O eso creo.

Los tres lo vimos fijamente.

-¿A qué te refieres con que crees? Según yo, la mitad de lo que dijo Mistock era una mentira -
susurre.

Negó con la cabeza y se quedó cabizbajo, como decidiendo que decir a continuación.

-Es que... Creo que es verdad... Porque... Porque... Él y yo sí éramos rivales, pero eso no significará
que lo odiara...

-¿Cómo lo conociste?

-Nos unimos temporalmente para pasar el jefe del primer nivel, pero luego vino eso que tú dijiste,
que la habilidad única se le es otorgada a los primeros que pasarán el primer nivel...

Dialac se quedó callada y desvió la mirada, y Popitres frunció el ceño. Recordé haber hablado con
él un par de veces de esa declaración posterior a la entrevista, y de hecho nadie nunca lo
desmintió, a este punto del juego, me pregunté si todos lo suponían y esa era otra razón para
intentar acabar con nuestros avatares.

-Me culpo por no pasar el nivel al primero y que todo era mi culpa, y yo hice lo mismo... Creo su
propio grupo y yo seguí solo, nos encontramos ocasionalmente en varias misiones...

-¿Se asesinaban mutuamente como Mistock decía? -Dialac apunto con su cuchara a Raphiel, como
si fuera un látigo.
-No... Peleábamos ocasionalmente, pero eran duelos amistosos, no duelos a muerte, inclusive me
pidió unirme a su grupo, pero el problema... Es que era un AKer...

-¿Era un maldito AKer? -Popitres rechino los dientes -Voy a arrancarle la cara a Mistock...

-Calmate, P.

-Entonces... ¿Cómo llegaste a la pelea que tuvo antes de que su vida llegará a su fin?

-Defendia a un par de Hunters que estaban atorados en una misión del segundo nivel, él estaba por
asesinarlos y yo me interpuse, me pidió que me alejará, que eso no le concernía a él... Intenté
razonar con él...

Dialac hunto un poco de pan en la salsa de la carne y le hincó un gran mordisco, mientras le pedía
que continuará con la mano.

-Un chico raro que estaba con ellos dijo que los dejarán marchar, ya que no tenían objetos
importantes que robar, pero Facis insistió, dijo que acabaría conmigo como testigo, y luego con
ellos, el chico me estaba ayudando por alguna razón, y convenció a Facis de una pelea justa... Si yo
ganaba, él se iría y no volvería a ser un AKer, y si él ganaba yo le daba todos mis objetos...

La hamburguesa empezó a volverse más difícil de tragar a cada segundo, como si estuviera
mascando plastilina. La mención a que Ace seguía con ellos me dio una extraña punzada de dolor
en el pecho, pero ni Popitres ni Dialac lo notaron, enfrascados en la historia todavía.

-Todo pasó muy rápido, empezamos a pelear y yo lo superé en varios aspectos, pero él comenzó a
portarse extraño, gritaba y se volvía más furico y temeroso, empezó a lastimarme y llego un punto
en el que era una encrucijada, nuestro próximo ataque mataría al otro ya que preparamos cada uno
su movimiento más poderoso... -trago saliva -Y entonces cuando estaba por darme el golpe final, su
avatar se empezó a volver lento, creo que sus heridas le estaban cobrando factura, porque yo
también me volví lento, la cosa es que no puedo esquivar mi ataque y murió, pero no fue hasta el
otro día que me enteré de ello...

Un silencio mortal se apoderó de la mesa, Dialac no tocó lo que quedaba de su carne, en vez de eso
tomó su bebida y le dio un par de sacudidas en el vaso, como si pensara seriamente en algo.

-Eso no prueba nada, pero tampoco te acusa de nada, haz hecho lo mismo que han hecho al menos
el 80% de competidores, acabar con un avatar y devolverlo al nivel 1, de hecho los que te están
acusando son tan culpables como tú si hablamos específicamente del acto... Pero... ¿Que hizo que
ésta vez fuera diferente?

-No lo sé... -admiti.

-Maldita sea -Popitres golpeó la mesa con su puño -¿Qué es lo que falta en este rompecabezas? ¿Y
por qué los Game Masters no han dado una respuesta inmediata de ello?

-Tal vez no quieren que la noticia se difunda -dijo Dialac -Imagina como decaeria su negocio si se
descubre que puedes morir aquí.

-Eso es...
-Completamente factible -dije dejando el plato vacío -Entonces el asunto está en nuestras manos,
mañana investigaremos a los amigos de Facis, y veremos qué pueden decirnos ellos.

-¿Vas a intentar que AKers testifiquen en contra de su grupo? -Dialac me miró como si hubiera
dicho: Estoy a punto de comerme esta mesa a mordiscos.

-No del todo -dije -Podemos hacer que suelten algo, o podríamos investigar el avatar y la persona en
cuestión, buscar ese factor aparte en este caso.

-Bien -se levantó y estiró, flexionando ambos brazos sobre su cabeza -Vamos a mi cuartel, hay
camas cómodas y calefacción, y tres nuevos inquilinos al parecer.

El cuartel consistía en una casa de dos pisos con chimenea, un sistema de ocultamiento de alta
tecnología (ya que estaba en el nivel 1, nada menos) y una piscina junto a un jacuzzi a un lado. Un
par de NPC estaban limpiando la pileta y nos saludaron mientras pasábamos y entrábamos al salón
principal.

Era lindo, había que admitirlo. La pared estaba llena de cuadros con imágenes de guerreros
peleando, y tenía unas muy llamativas luces neón color amarillo, que iluminaban todo el espacio,
tres inmensos sofás rodeaban una mesa de centro adornada con una pequeña pecera llena de
pececitos color plateado.

La escalera estaba al lado opuesto de la puerta y junto a esta estaba la cocina, la cual se veía como
una cocina normal del siglo XXI, con una estufa eléctrica, un refrigerador lleno de ítems de comida
y estantes repletos de vajilla y comida chatarra. Dialac debía pasar mucho tiempo en el nivel 3,
pensé cuando los revise, solo ahí se encontraban alimentos como esos.

Nuestra recibidora subió y volvió con ropa de casa, osea una camiseta sencilla color verde pastel,
unos shorts color beige y pantuflas de conejo. Viéndola de arriba a abajo, parecía ahora más una
chica que una guerrera capaz de matar monstruos con su espada.

Nos vio a los tres mientras tomaba una liga y se ataba el pelo.

-Tomen los sofás -dijo mientras abría su menú -Tengo que desconectarme, si pueden busquen
información de Theodore Fell, nos vemos mañana.

Y dicho esto, su avatar desapareció tras presionar el botón de desconexión.

-Yo también debo irme -dije mientras me recostaba en uno de los sofás -Hoy fue un largo día.

-Yo me iré luego -dijo Popitres -Quiero verificar un par de cosas con algunos conocidos.

-Vale -mire a Raphiel -Tranquilo, resolveremos esto.

Asintió y me dedicó una sonrisa, presioné el botón y mi mente abandonó Tempel Jager Online.

Tomé mi laptop y consulté correos recientes, como siempre, consulté el reloj y me di cuenta de que
recién eran las 8:30 pm, wow que temprano, comúnmente abandonaba TJO cerca de las 11 o 12,
ahora entiendo porque Popitres dijo que se quedaría más, él comúnmente se desconecta al mismo
tiempo que yo.
Pero sin embargo sabía lo que tenía que hacer, entré al blog de Janus Latimore usando mi cuenta y
busqué el nombre Facis en las entradas recientes, no sabía lo que encontraría, pero esperaba que
fuera algo bueno.

Vi su información de usuario, y consulté su cuenta, la cual en su foto de perfil de avatar ponía:


Inactivo. Revisé rápidamente su info, pero nada que reportar más allá de lo usual, tenía una espada
con habilidad de fuerza +3 y una cerbatana con dos docenas de dardos de diferentes efectos, la cual
catalogaba como: objeto altamente infrecuente.

Desgraciadamente, no podía ver su información de perfil de la realidad, sobretodo porque todo ello
estaba bloqueado para todo aquel que no fuera admin o GM en cuanto a su cuenta de TJO, pero ya
tenía su nombre, podía intentar otra cosa para saber todo sobre este tipo.

Busqué Theodore Fell entre las noticias recientes que abarcaban juegos de realidad virtual, salieron
varios usuarios de diferentes juegos, Sky War Online (otro juego de Latimore Reality Industries),
Nine World Online y otros cuántos que no conocía, hasta que di con el artículo correcto, lo abrí en
segundo plano mientras abría un chat privado con Popitres.

<<Hey>> le escribí mientras leía el artículo.

La noticia databa de hace dos días, durante el cual un columnista hablaba sobre el raro fallecimiento
ocurrido hace unos días en México de un jugador de VR, según fuentes, ponía, el hombre podría
haberse suicidado o tenido muerte cerebral debido a que no se encontraron heridas de agresión
sobre él, ni algún tipo de falla de calorías porque el hombre no tenía muestras de deterioro
muscular.

Latimore Reality Industries no había dado un veredicto sobre lo que había ocurrido debido a que
según ellos, su casco era totalmente funcional y para nada peligroso, y que había sido probado por
expertos en el campo de la neurología para asegurarse de que no hubiera daños cerebrales en
nuestras cabezas a la hora de usar el casco.

Nada nuevo me pareció aquí normal, hasta que vi una declaración de su novia que había dado al
reportero en cuestión: Ted era el hombre más fuerte que había conocido, sincero, amable y
poderoso, nunca haría daño a nadie y no merecía este final, pero al igual que los más poderosos,
tenía un talón de Aquiles, su pobre corazón, es muy débil para su cuerpo, desde pequeño ha tenido
cierto nivel de taquicardia y ataques epilépticos a raíz de su ritmo cardíaco irregular, pero nunca fue
un problema, él iba en un tratamiento muy bueno, no pudo haber sido ello.

<<Hey ¿tienes algo nuevo?>> Me respondió mi compañero mientras los engranajes de mi cerebro
empezaban a moverse a toda velocidad.

<<Creo que si, ¿sigues con Raphiel? Dile que si tiene la grabación de su última pelea con Facis, y si
lo tienes envíame el archivo>>

<<<Wow, hombre, eso suena a que tienes una idea. Ese es mi amigo :D>>

<<Me sonrojas, bueno realmente no, solo mándame el vídeo cuando lo tengas>>

No sé cuánto tardo en responderme, en vez de intentar prestarle atención a su no contestación, abrí


el chat de Ace y le escribí:
<<Hola>>

<<Hola>> me respondió a los pocos minutos.

<<Cómo estás?>>

<<Aburrido viendo una araña intentando cazar una mosca ¿y tú?>>

<<Jugando a ser detective>>

<<Si, lo noté en el noticiero de TJO, estás loco Derek>>

<<¿De qué hablas?>>

<<No sé desafía a Daven y a Mistock así porque si, no son una cosa que se debe tomar a la
ligera>>>

<<Lo dice el que es su compinche>>

<<¿En serio volvemos con el temita? Te dije que fuéramos un grupo y dijiste que no>>

<<Preferiría estar solo que estar con ellos, la verdad ¿y estás de acuerdo en todo lo que están
haciendo? ¿Jugando a ser jueces de algo que no les incumbe?>>

<<No lo hago, nunca lo haría, por ahora estoy un poco por mi cuenta, les dije que iría a cazar
avatares al nivel 3, aunque en realidad estoy en una cita con madame sexy, así que no me jodas>>

Me puse la mano en la boca para no reír.

<<¿Una cita? No te creo>>

<<¿Por qué?>>

<<Porque conociéndote lo más parecido a una cita que has tenido ha sido nuestra misión/pérdida en
las montañas de Tahoe>>

<<¿Así que eso es una cita? ¿Entonces el anillo que te di es de compromiso? A la otra dime e
invitamos de padrinos a Dialac y a Popitres>>

<<Nah, Dialac probablemente cortaría el ramo y gritaria: Aburridoooo, mientras Popitres se duerme
en una silla>>

<<Jajajajajajajaja, esa está buena, sería una boda muy divertida>>

<<Probablemente>>

Popitres se comunicó conmigo justo cuando me dijo: <<tengo que irme, tal vez te vea mañana en el
juicio>>.

<<Aquí está el vídeo, te lo adjunto en el link, no sé qué tienes en manos Derek, pero espero que sea
bueno>>

<<Relájate, a lo mucho huimos con un rehén mientras matamos AKers ¿que tan malo podría ser?>>

No pudo argumentar mucho ante esa lógica, porque solo respondió:


<<Sería como un día normal en la vida de Segundo y Tercero la verdad>>

Finalmente dijo que se desconectaria, así que descargue el vídeo y lo vi detenidamente, varias
veces, hasta que di con la respuesta que buscaba, la pieza que faltaba y con la cual acabaría dejando
en ridículo a Mistock y a Daven.

A la mañana siguiente Popitres, Dialac, Raphiel y yo nos pusimos en marcha para el juicio, cada
uno con su equipo de combate en caso de necesitarlo, no sabríamos cómo podría resultar todo, así
que decidimos estar lo más listos que pudiéramos.

No le conté lo que descubrí a Popitres, ni a Dialac, nisiquiera al acusado. Pero les dije que todo iba
a estar bien, solo que si el tiro me salía por la culata, ellos se encargarían de huir lejos con Raphiel,
al final a regañadientes aceptaron, algo que me alivio un poco.

Mientras caminabamos de camino al ayuntamiento en el nivel 4 intenté que no se me notará el


pánico que me atenazaba la garganta, y no sabía porque exactamente. Quería pensar que hacia lo
correcto, pero tenía un extraño presentimiento en el pecho que no me agradaba.

Finalmente llegamos al juicio y como esperábamos, los AKers se plantaron allí para detenernos.
Aunque cuando vieron que veníamos los tres juntos y armados hasta los dientes, nos dejaron pasar
para llegar con Mistock y Daven.

Mistock pidió espacio mientras organizaba el espacio y pedía esposar a Raphiel, pero Dialac gruñó
como perro rabioso cuando los guardias se acercaron y ellos, temerosos de sus puntos de
Experiencia se alejaron como ovejas asustadas.

-Bien -dijo Daven quién se puso al lado de su jefe -¿Comenzamos?

Su sonrisa malévola solo me hizo dar un escalofrío en toda la espalda. Eso y ganas de que la punta
de mi espada se hundiera entre sus ojos, fue una buena fantasía, la verdad, que ayudó a que me
calmará.

Los avatares habían venido hasta nosotros, y pareciera realmente que los 299 hunters que quedaban
nos estaban viendo en ese momento, mientras Mistock presentaba el caso igual que ayer, busque a
Ace entre la multitud, pero al igual que ayer no parecía dar señales de querer ser visto o de por si no
estaba ahí.

-Bien -Mistock cerró las hojas donde había escrito las pruebas y las guardo en su inventario -Ahora,
digan su defensa, defensores.

-Nuestro acusado no es culpable, Mistock -apunte mientras me ponía frente a él.

-Ah ¿no lo es? Entonces dime... ¿Cómo mató en la vida real a un jugador a la vez que su avatar
moría?

-Fue una coincidencia de eventos -su mirada era penetrante y hasta daba miedo, pero no retrocedí
ante ella -El hombre estaba muriendo debido a causas externas al juego, mientras peleaba con
Raphiel.
-Aja -puso aburridamente su barbilla en su mano -¿Y las pruebas?

Sonreí y ante ello, su cara aburrida se tornó sería. Cómo estaba disfrutando esto.

-Claro, saca tu pantalla gigante, y las mostraré.

Mistock gruñó en frustración, pero apretó algo en su menú y la pantalla gigante salió del suelo en
un instante. Una notificación de: ¿Desea proyectar en esta pantalla? apareció en mi menú, apreté
al botón de si mientras buscaba el artículo que necesitaba.

-Como pueden ver aquí, la víctima se llamaba Theodore Fell, un hombre de 19 años de México que
inició a jugar como todos nosotros hace unos meses Tempel Jager Online -mostre el perfil que
Mistock había usado ayer, tanto para el real como para el avatar -Su nombre en clave era Facis,
era parte de la larga lista de AKers que componen las filas de nuestro querido juez -sonrei
maliciosamente mientras decía esto último, Daven me miró mientras su ceja empezaba a temblar -
Pero no siempre fue así.

Tomé uno de los videos adjuntos que Popitres me había mandado, en ello se veía como Raphiel y
Facis formaban un grupo, al siguiente corte mostraba como ambos empezaban a culparse el uno al
otro, pero edité el vídeo de manera que no se escuchaba porque discutían.

-Ambos eran rivales, pero no sé odiaban, ninguno tenía razones para matar al otro.

Pasé a un nuevo vídeo, allí los AKers acababan con un avatar de un grupo que se encontraba cerca,
algunos hunters suspiraron y soltaron sonidos de exclamación, Mistock me miró mal y Daven llevó
su mano a su espada mientras yo proseguía.

-Raphiel se encontraba en el nivel 2, cuando escucho como unos AKers estaban acabando con un
grupo inofensivo que cumplía una misión, Facis se encontraba con ellos -pause el vídeo e hice
zoom para que todos vieran como Facis apoyaba a sus compañeros mientras estos acababan con
los avatares -Pero Raphiel no es un jugador injusto, así que se lanzó a defenderlos.

La perspectiva desde donde veiamos se vio cambiada al punto de vista de Raphiel, porque salió de
los arbustos y se fijó en Facis, mientras éste volteaba a mirarlo.

Intercambiaron unas palabras no muy gentiles, y Facis estaba por atacar a Raphiel cuando Ace salió
de la sombras y detuvo a Facis.

-Ten honor -le dijo mientras volteaba a ver a Raphiel -¿O crees que matarlo aquí por ser testigo
solucionará algo?

Facis lo miro y gruñó -Vale, vamos a pelear justamente Raph, si yo gano me das todos tus objetos,
si tú ganas yo me voy de aquí, de los AKers.

Se veía muy confiado, algo que todos se dieron cuenta.

-Ahora... -prosegui mientras adelantaba al vídeo, en él se veía como peleaban cada vez más furiosos
el uno contra el otro -Quiero que vean cómo Facis se empieza a retorcer y a volver más lento
conforme la lucha avanza.
Todos se fijaron en ello, Raphiel nos había dicho que él también se había vuelto lento. Pero no era
así, Facis empezó a tener retorcijones en el pecho, porque a cada golpe se tocaba el pecho dolorido
y luego jadeaba, pero se lanzaba de nuevo a atacar.

Pause el vídeo justo cuando ambos estaban por dar el golpe final mutuamente.

-Ahora... Algo que ustedes no saben es que el pobre Theodore -hice pequeño el cuadro donde el
vídeo se reproducía y abrí una nueva ventana, en donde la novia de Theodore daba su veredicto
sobre lo que había sucedido -Él tenía taquicardia y era epiléptico, para los que no saben que es cada
una, la taquicardia es un problema cardíaco que se da en el corazón y provoca mini infartos a lo
largo de tu vida, a menos que tomes un tratamiento, y la epilepsia es una condición que ocasiona
que debido a ciertas imágenes o factores externos a ti, tu cuerpo empiece a sufrir convulsiones
espontáneas durante las cuales el oxígeno no es capaz de llegar a tu cerebro de la manera adecuada.

Todos se quedaron callados, Daven sacó su espada pero Dialac se puso frente a mí mientras lo
encaraba, y éste empezó a rechinar los dientes en frustración

-Sabiendo todo esto -le puse Play al vídeo y entonces ambos atacantes fueron el uno contra el otro,
en ese momento Facis dio un quejido horrible mientras su cara se quedaba sin expresión alguna, y
su avatar quedó completamente quieto en su sitio, pero entendía porque Raphiel pensaba que si lo
había matado. Yo había editado el vídeo de forma que se veía lentamente cada cambio de expresión
en Facis, porque todo desde que ambos se habían atacado mutuamente hasta que el HP de Facis
llegó a cero duro aproximadamente 20 segundos -Podemos ver cómo, debido a la presión de las
imágenes y al alto esfuerzo que el propio Theodore estaba haciendo, podemos deducir que tuvo un
paro cardiaco justo en el momento del ataque, y no solo eso, probablemente empezó a convulsionar
a raíz de todas las imágenes que produce el sistema, debido a que su mente estaba fuera para
funcionar, su avatar quedó FK, incapaz de hacer movimiento alguno.

Silencio. Podías hacer oído un alfiler caer en el silencio que siguió.

-Eso... -Mistock se quedó mudo intentando que decir.

Daven me miró y en sus ojos verdes solo pude ver odio, odio y una extraña cólera que no podría
definir.

-Eso es verdad -dijo una voz a lo lejos, una voz que hizo que mi pecho empezará a golpear muy
fuerte.

Ace salió de entre la multitud y se puso entre Mistock y nosotros, me sonrió y eso causó que mi
temperatura subiera unos 10 grados ¿que rayos me está pasando?

-Cuarto -musito Daven -¿Cómo te atreves a...?

-Solo defiendo la verdad, compañero -lo encaró mientras se ponía frente a él -¿O tienes alguna
prueba en contra que demuestre lo contrario a lo que ellos dicen?

Daven abrió la boca, luego la cerró sin saber que decir. En un intento por hacer algo clavó su
espada en el suelo.
-Vale -dijo Mistock mientras pasaba de su cara furiosa a su cara serena, o al menos sabía lo que
estaba fingiendo -Ustedes ganan el juicio.

Popitres saltó de su asiento gritando: ESO NENA. Dialac dio unos cuantos aplausos y Raphiel la
abrazó, a lo que Dialac lo apartó de un empujón viéndolo raro.

Ace me miró, yo lo miré. Pero yo solo quería correr a abrazarlo y agradecerle por lo que había
hecho, decirle que quería que fuera de nuestro grupo, quería pedirle ayuda para buscar a Mason,
quería...

Pero al final, solo me limité a sonreír. Y me devolvió la sonrisa, y se fue con Daven y Mistock
mientras ellos y su séquito de AKers abandonaban el lugar como un montón de ratas escapando
de un barco.

-Bien hecho, amigo -me susurró Popitres mientras me revolvía el pelo.

-Gracias, amigo -le respondí.

En mi menú sonó una sola notificación de mensaje, al principio pensé que sería Ace, pero allí
estaba, en un chat que parecía imposible que yo abriera, ya que tenía el nombre de Mistock sobre
él.

<<Lo vas a pagar caro>>

Y entonces pensé en lo malo que eso sería para mí, y Popitres, y el mismo Ace y en cómo podría
traicionar a sus amigos y venir con nosotros, aunque pensé cuánta traición debería de sentir para
hacer eso, probablemente igual que bañarse en lava.

Y entonces pensé en ambas palabras, Lava y Traición, y me di cuenta que había descubierto donde
estaba el Templo número 4.
11

Traición, lo opuesto a la unión, y estábamos en la época en donde el mundo empezó a unirse para
solucionar la alta traición que habían sentido las grandes potencias durante las primeras guerras
mundiales.

El monte Tahoe, donde la madre Yeti había defendido sus hijos sin importarle su propia vida, la
unión y el amor que sentía hacia ellos fue lo que la impulso a protegerlos.

Era tan obvio desde el principio, solo que no lo habíamos notado.

Dialac nos ofreció su casa para dormir, pero solo por esta noche. Ambos accedimos, mientras
Raphiel afirmaba que necesitaba un tiempo a solas para volver a la jugada.

Mientras estábamos en la sala de estar, Dialac cambió su atuendo a uno de cocinera y saco
utensilios de cocina de su inventario.

-Deberiamos celebrar con una cena -dijo sonriendo.

-Me caes bien -respondio Popitres.

-Oigan -dije, ambos voltearon a verme -No creo que haya tiempo para ello.

-¿Por qué, D? No seas amargado.

-No soy amargado -admiti -Solo que creo que he encontrado la entrada al Templo de este nivel.

Dialac me miró mientras sostenía una sartén en una mano y un cuchillo de carnicero en la otra. Se
veía como una extraña versión de una Rapunzel moderna asesina.

-¿Dónde está?

-Es una... Larga historia.

-Entonces puedes contarmela mientras me ayudas a pelar las zanahorias, Popitres ve y trae
algunas patatas del huerto, cortalas con la hoz que tiene el espantapájaros.

-A la orden capitana.

Salió por la puerta gritando: TEMAN PATATAS, SOY POPITRES.

En cuanto a Dialac, literalmente me puso a pelar zanahorias. Solo que me dio un pelador y yo
golpeé el vegetal con él, y aparecía pelado completamente tras unos segundos, sin embargo había al
menos 40 zanahorias que pelar, esto me mantendría ocupado un rato.

Mientras tanto Dialac se encargó de poner las ollas y cortar el resto de vegetales, afirmando que
sería una rica ensalada de carne y verduras, era extraño verla despreocupada y sonriendo mientras
ponía carne en la olla y veía la ventana del temporizador que aparecía sobre ella indicando cuánto le
quedaba para estar lista. Era surreal ver una asesina fascinada con la cocina.

-Sabes -dije tras pelar la zanahoria número 30 -Ace me dijo que ha intentado contactarte.

-Si... Lo ha hecho.

Frunció el ceño mientras se lavaba las manos y sacaba unas cuantas naranjas, me pidió que sacará
la jarra del jugo mientras ella sacaba un exprimidor y les sacaba el jugo a los críticos.

-¿No has pensado en hablar con él?

-Realmente si, no me malentiendas, me preocupo por él, pero es un poco dependiente de la gente.
No creo que deba ir a resolver sus problemas cada vez que tenga un embrollo, y espero que se
pueda dar cuenta que tiene los amigos equivocados.

-Ya se lo he dicho...

-Yo también cuando nos volvimos grupo, supongo prefiere estar mal acompañado que solo -tomo la
jarra y la lleno de jugo de naranja mientras la carne y las verduras sonaban, anunciando que estaban
listas.

Popitres volvió con sus patatas y las pelo al mismo ritmo que yo, mientras me miraba mal y yo me
encogía de hombros, Dialac sacó los platos y nos miró con su cara de asesina diciendo: Si llegan a
pelear, no quiero una sola gota de sangre en mi cocina.

Mientras Dialac terminaba de servir los platos y preparar la comida, Popitres y yo preparamos la
mesa poniendo los individuales y acomodando la silla, en un punto el florero se cayó y Popitres lo
atrapó en pleno vuelo, nisiquiera me había puesto a ver qué tan rápido lo había agarrado.

-Wow.

-Si -dijo mientras parecía ponerse un poco nervioso -A veces suelo ser rápido.
-¿Algo anda mal? -frunci un poco el ceño y él solo me miró negando con la cabeza. No parecía
dispuesto a decírmelo, aunque bueno, yo no tenía el derecho de preguntarle.

-Solo pensaba en que pasará... -paro un momento y miró el florero que tenía entre sus manos, tomó
una jarra de agua y vertió un poco de ella en el recipiente, y seguido a ello tomó una flor y la colocó
dentro -cuando lleguemos al último nivel.

Lo miré, completamente en silencio. Intenté hablar para decir algo, pero cerré la boca y luego la
volví a abrir y a cerrar, buscando palabras en donde sabía que no podría encontrarlas.

-Exacto -se sentó y puso las manos sobre la cara -Yo tampoco lo sé, D.

-Aún faltan ocho niveles, ya pensaremos en algo.

Se dio cachetadas no muy fuertes él mismo, y luego lanzó esa sonrisa que siempre lo caracterizaba.
Con eso supe que fuera lo que fuera a pasar, seguiríamos siendo amigos sin importar que.

-¿Y qué onda contigo? ¿Por qué tan preocupado por Ace últimamente?

Fue mi turno de verlo y no responder.

-Ay no te hagas, ese anillo es un anillo de conexión, además cuando apareció no le quitabas la vista
de encima.

-Me preocupa -admiti, aunque empecé a ponerme nervioso por alguna razón.

-Bueno, si tú lo dices, pero cuidado, podría ser un hombre de 40 años conectándose desde un café
de internet pagado con las limosnas que recoge, y cuyo nombre es Charles.

-No lo es -dije, no muy convencido ante ello -O al menos espero que no lo sea.

-Ay, amigo -me dio unas palmaditas en el hombro -Te metes en muchos embrollos.

-Incluyendo este -Dialac apareció cargando dos platos que sirvió, seguido a ello trajo el suyo y se
sentó frente a nosotros mientras mi amigo y yo nos dispusimos a comer uno junto al otro.

-Vale -Dialac tomó unas cucharadas de ensalada mientras me veía fijamente -Cuéntame cual es la
historia y tu plan para pasar el templo.

Al día siguiente los tres, Dialac, Popitres y yo, junto a otros 17 Hunters nos encontramos en la cima
de la montaña de Tahoe, donde Ace y yo habíamos caído en esa salida de aire que se encontraba
bajo el lago congelado.

No fue difícil reunir a tantos Hunters, sobretodo a sabiendas que los 4 éramos técnicamente
famosos, además Raphiel también acudido con la mayoría de su séquito, que eran básicamente
cinco avatares, todos usando la misma armadura color carmesí sangre.

Dialac mando un mensaje masivo a al menos 40 Hunters, pero probablemente pensaron que era o
una broma pesada, o una trampa ideada por la jugadora más fuerte para tener más XP (o puntos de
Experiencia) a base de matar avatares. Ni que fuera Mistock, me daban ganas de decirles.
Al final solo 12 habían acudido y sumando todo, éramos 20, me parecía un número grande, aunque
viendo que este templo tal vez fuera unión, me preocupaba que fuéramos pocos.

-Aqui estamos -Popitres tomó su katana (desde que había conseguido una en una misión, no había
querido cambiarla) y empezó a raspar el agua congelada del lago, aunque no era muy grueso, seguía
sin ser suficiente para abrir un agujero en la superficie.

Dialac me miró con ojos entrecerrados.

-¿Estás realmente seguro de esto?

-Si -la duda fue plausible en mi voz, y ella solo suspiró mientras tomaba su florete y lo hundía en el
hielo.

-Si vuelvo al nivel 1, te mataré tres veces seguidas ¿oíste, Derek?

Asentí y tragué saliva. Porque sabía que esa promesa era capaz de ser cumplida por ella.

-Todos hagan un círculo -dije subiendo la voz para que fuera más autoritario, no fue lo mejor pero
al menos me hicieron caso -Ahora, cuando les diga hundan sus armas en el hielo y muevanlas como
si fuera una pala, así el hielo se romperá y entraremos al Templo.

Saqué ambas espadas de sus vainas, y todos sacaron sus cuchillas y hojas mientras empecé a
pronunciar:

-Uno -movieron las puntas de sus armas hacia abajo, en dirección al hielo -Dos -se prepararon
uniéndose lo más que pudieron -TRES.

El estruendo de 20 (bueno 21 ya que yo tenía dos) espadas cortando el hielo cortó el aire silencioso
y helado de la montaña. El crujido del hielo partiéndose y abriéndose me recordó al crujido en que
un huevo de rompe en dos, solo que multiplicado 20 veces. Cuando las grietas se juntaron de tal
manera que todos estuvimos encerrados en un irregular círculo de hielo semiderretido las cosas
empezaron a volverse interesantes, nuestra plataforma tembló mientras una inmensa cantidad de
aire caliente salió a toda presión de las grietas, si mi cara no hubiera sido más que datos y
simulaciones, probablemente todos mis poros se hubieran abierto ante la intensidad del calor.

Encima de nosotros salió un aviso: Felicidades, han encontrado la entrada al Templo de La Unión.

No hubo estruendos, ni indicaciones de que si queríamos pasarlo juntos, igual que los otros templos
que había pasado, en vez de eso nuestra plataforma empezó a romperse, mi pie quedó atrapado en
una grieta que se abrió bajo él. Un amigo de Raphiel fue tragado por un agujero que se abrió donde
estaba parado, este intentó alcanzarlo pero me di cuenta muy tarde, que el hielo se estaba
derritiendo ante el calor, y que nuestra plataforma pronto sería solo humo seco.

Uno a uno, todos empezaron a caer, pero tan rápido que parecían caer al mismo tiempo, Popitres
gritó: VIRGEN DE LA PAPAYA, mientras cayó por el orificio que se abrió a sus pies, Dialac me
miró y yo la miré de vuelta, creo que me llamo: Genio hijo de... Antes de que el hielo cediera al
calor y cayeramos a la oscuridad sin fin.

Siendo sincero, todos debieron haber gritado y maldecido mientras caían (sobre todo a mí), yo en
cambio solo recordé el templo del miedo y como la caída no se comparaba a esta, esto era juego de
niños comparado con caer de un avión que se rompía de a pocos.

-¡Fuego! ¡Lava! ¡Como sea, estamos fritos! -oi gritar a mi compañero a unos metros de mí.

La caída empezó a volverse clara y sofocante, como si estuviéramos en la olla de horno más grande
del mundo, y mientras bajaba la vista y veía el inmenso lago de lava al que íbamos cayendo a
quemarropa, solo pensé en algo: ¿Esto fue buena idea?

No sentí como si me quemará vivo (¿o quemado en línea?) ni como si mis cartílagos se volvieran
lentamente sopa de avatar, en vez de ello caímos dentro de un inmenso cuarto circular hecho de
pura piedra, la luz azulada venía de extrañas flamas brillantes que flotaban a 30 centímetros de la
pared más cercana, no podía ver el techo o salida de ese cuarto.

En el centro, se hallaba un inmenso óvalo de pelo, mucho más grande que inclusive un autobús de
dos pisos, un avatar se acercó a verificar que era, pero al instante Popitres gritó:

-¡Araña!

El avatar lo miro y la bola de pelo gigante se movió, revelando que la bola eran en realidad sus
patas peludas encogidas como un escudo, el horripilante ser se estiró en toda su gloria, y sin ser un
total gallina, era horrible.

Era una mujer, porque de su cuero cabelludo brotaba un inmenso pelo color azabache que le llegaba
a su cadera, la última parte de su ser que era humano, de la cadera salía un inmensa cuerpo de araña,
con 8 patas del tamaño de un poste de luz y una cola que podría ser la bola que descendía del
Empire State a la medianoche de año nuevo.

Lo analice todo en un segundo, porque al siguiente la mujer araña nos miró y rugió, lanzando un
inmenso golpe con su pata que golpeó al avatar más cercano y lo mandó volando contra la pared,
donde fue a parar sin HP. Desapareció en fragmentos brillantes mientras la mujer se volteó a vernos
a todos.

-Mi nombre es Spinne, reina de las arañas. Y ahora, combatientes, los reto a derrotarme -y se lanzó
al ataque contra nosotros.

Arrojó una de sus patas intentando aplastarme, pero Popitres paró el golpe con su katana y lanzó
toda la fuerza de su cuerpo hacia adelante, no supe cómo, pero fue capaz de empujar a Spinne
lejos de nosotros al menos dos metros hacia atrás.

-¡Todos, rodeenla! -proclamo Dialac -Nos concentraremos en sus patas.

A su orden, formamos un círculo alrededor de ella mientras ésta se recuperaba del empujón.

Popitres y yo la rodeamos, una de sus patas casi alcanza a mi compañero, pero cuando logró
esquivarla arrojé un tajo y logré cortar la extremidad, Spinne gritó, mientras vi como una de sus
tres barras de HP empezaba a bajar.

¡Una de sus tres!

No podía ser posible, todo ser existente en Tempel World tenía solamente una barra de HP, se
volvía relativamente más fuerte si subías de nivel, ya que aumentabas tus puntos de vida cada
cierto tiempo. Era más difícil de vaciar, pero siempre era solo una.

Eso demostraba el embrollo en que nos habíamos metido.

Los Hunters se alinearon, eran 8, nosotros 19, lo que permitía que al menos dos avatares pelearán
codo a codo con una extremidad, pero aunque sus puntos de vida empezaron a bajar más rápido,
seguía sin ser suficiente.

Dos avatares intentaron atacar su espalda, pero rugió y su cuerpo humano se dio la vuelta,
mientras el de araña seguía arrojando golpes e intentando matar toda cosa viviente que estuviera
cerca. Spinne dio un horrible gorjeo, y de su boca salió un montón de telaraña que atrapó a ambos
avatares, quedando como si estuvieran envueltos en un capullo.

Intenté llegar a ellos, pero una pata me mandó a volar y me hubiera bajado mi HP de no haber
sido porque Dialac desvió el golpe lo mejor que pudo con su espada, pero aún así fui lanzando
lejos.

Spinne tomó al Avatar de la derecha, y de manera horripilante abrió su boca como si no tuviera
mandíbula o huesos, y se lo comió de un mordisco. El otro intentó liberarse furiosamente, pero
nuestra enemiga lo vio, aunque parecía quisquillosa al comerse avatares, porque tomó a este y lo
arrojó contra el suelo, aplastandolo y dejando solo un montón de ítems y una carcasa de telaraña
vacía.

-¡No den terreno! -grito Raphiel mientras esquivaba golpes de patas - ¡Si la logramos encerrar, su
espacio de movimiento será menor!

Era mejor decirlo que hacerlo, las patas de Spinne se regeneraban cada vez que las cortabamos, y
no podíamos regenerar HP a la misma velocidad, el nivel de Spinne debía ser aproximadamente 40
o más, y por lo que sabía, Dialac recién estaba en el nivel 35, nuestros ataques no le hacían el
suficiente daño.

Popitres y yo respaldamos a varios avatares, mientras rápidamente tomaban pociones de curación


y volvían a la pelea, pero no sabía cuánto tiempo podríamos seguir así, mi HP parecía bajar más
rápido de lo que se recuperaba, y el de Popitres que se mostraba al lado del mío en la esquina de
mi vista parecía estar en la misma condición.

-¡Estamos cerca! -grito Dialac, mientras esquivaba golpes y daba estoques a la misma velocidad -
¡Ataquen sus patas mientras yo me encargo del cuerpo!

Recordé como había logrado herir a Reikus usando su velocidad, y entonces grité:

-¡Háganle caso! ¡Retengan sus patas! ¡No cedan espacio!

Y Popitres grito:

-¡Por Esparta!
Y todos gritaron a la vez:

-¡Por Esparta!

De haber estado más cerca de la victoria, me hubiera reído a carcajadas. Pero tenía otras cosas de
las que ocuparme.

Nos lanzamos todos sobre Spinne. Arrojó sus patas de nuevo, pero Dialac y Popitres se hicieron a
mí lado mientras los Hunters paraban sus golpes para darnos espacio, Dialac saltó y lanzó rápidos
estoques al pecho de Spinne, gritó mientras su primera barra de HP bajara a cero y desaparecería.
Popitres se lanzó deslizándose bajo ella, por un segundo pensé que estaba loco, pero me di cuenta
que allí era un espacio difícil de alcanzar por sus patas, sostuvo su katana en lo alto, cortando
finamente toda la piel bajo su cuerpo, luego mi compañero se levantó mientras nuestra furiosa
enemiga intentaba agarrarlo.

Yo salte, arrojando ambas espadas directo a su cuerpo. La atravesé como papel y vi como su
segunda barra de HP bajaba rápidamente, libere ambas espadas de su pecho mientras intentaba
agarrarme, pero un Hunter se metió en medio recibiendo el golpe y perdiendo su HP, me sonrió
antes de que su avatar estallará en fragmentos brillantes.

Spinne se enfureció mientras yo volvía a tierra, se sacudió y dio un inmenso puñetazo al suelo que
nos arrojó a todos por los aires, al menos dos Hunters más se estrellaron contra la pared y sus
avatares murieron dejando atrás todo lo que hubieran tenido en su inventario.

-¡Ahora! -grito Popitres lanzándose al ataque de nuevo -¡Todos a su cuerpo!

-¡Si! -el coro de todos los Hunters unidos resonó en la sala.

Spinne se reponía mientras nosotros atacabamos, si fuera la vida real probablemente todos
estaríamos muertos ahora, pero todos sabíamos cómo funcionaban los programas de los jefes, tras
lanzar un golpe muy poderoso, éste recargaba lentamente energía para volver a atacar, dándole al
jugador tiempo para contraatacar. Y esa siempre iba a ser la regla de todo jefe de gran tamaño en los
videojuegos.

Todos atacamos de manera coordinada, cortes, disparos, espadas, gritos de guerra, todo ello
resonaba en la sala. Spinne intentaba cubrir todo su cuerpo de nuevo con sus patas, pero ya
habíamos el truco de su IA, el fallo de su programación que demostraba como sus acciones no
podían responder ante un problema que no estaba en su banco de memoria. Golpeamos desde
arriba, luego desde abajo, y ella no podía reaccionar ante tantos golpes, y a ser atacada por dos
flancos de manera continua, sus ataques de pura chiripa acabaron con otro par de Hunters, pero los
que quedamos pudimos acabar con su segunda barra de HP en cuestión de minutos.

Su última barra estaba en amarillo, mientras bajaba lentamente a cada golpe, se había vuelto más
lenta, pero también más desesperada, lanzaba telaraña y atrapaba a avatares, pero el resto de
encargaba de protegerlo mientras sus compañeros lo ayudaban a liberarse.

Spinne intentó trepar los muros, pero Dialac se puso frente a ella diciendo burlonamente: Aquí
arañita arañita, Spinne intentó agarrarla, pero Dialac era la ama de la velocidad, esquivo y pateó su
cuerpo usándolo como impulso para saltar lejos de ella.

-¡Dividanse! ¡Arriba y abajo! ¡Daremos todos juntos el golpe final! ¡Preparen su mejor ataque de
espada!

-¡Entendido!

Popitres, Raphiel y yo junto a otros avatares nos dirigimos bajo ella, mis dos espadas se iluminaron
mientras preparaba mi último ataque, el brillo de la katana de Popitres iluminó el aire junto a mí
mientras todos nos deslizabamos bajo Spinne.

No podía ver qué sucedía arriba, pero vi como los resplandores de las armas formaban un inmenso
brillo que cegaria a cualquiera, probablemente también a Spinne.

No perdimos ni un segundo, Spinne gritó mientras todas las espadas de muchos Hunters la
golpeaban al mismo tiempo cargadas con la energía de su ataque final, uno solo de estos no podía
vencerla, pero su HP bajo definitivamente a 0 y ella convulsionó en agonía, y su grito final quedó
congelado en el aire mientras su cuerpo y su existencia desaparecía de Tempel World.

El silencio siguiente duro 30 segundos mientras todos asimilaban nuestra victoria, yo caí de culo al
suelo, mientras toda la adrenalina de la pelea desaparecía de mi cuerpo. Me sentía cansado,
agarrotado y sin ganas de levantarme, me di cuenta que mi HP estaba casi en rojo tras revisarlo, el
de Popitres estaba un poco más alto, pero se veía tan agotado como yo.

Dialac se arrodilló y se sacó el pelo de la cara. Estaba llena de cortes y raspones, junto a ciertos
pedazos de telaraña que habían quedado pegados a su traje, se veía como si un camión le hubiera
pasado encima.

-¿Con cuántos acabó? -dijo un Hunter cercano a Raphiel, que había sacado una loción de curación,
y se la aplicaba a sus compañeros alrededor de él.

Consulté mi menú, antes de llegar a la montaña habíamos formado un grupo temporal, no veiamos
el HP de todos, pero revise los nombres que quedaban dentro de la lista de integrantes. Los conté
mientras apretaba el puño de la otra mano intentando controlar la ira que se apoderó de mí.

-Acabo con 10.

El peso de ello cayó como yunque en la sala, pero no sabía bien el porque. Todos ellos solo habían
vuelto al nivel 1, sus avatares habían perdido sus objetos, pero ellos estaban a salvo, aún así, si
hubiera sido una pelea real, habíamos perdido a 10 guerreros, la mitad del grupo, el nudo que tenía
en la garganta no me permitía decir una sola palabra ante ello.

-Creo que nadie nunca había perdido a alguien y pasado el nivel -dijo Popitres mientras apoyaba su
espalda contra la mía, yo también me recosté contra él -O pasaban todos, o ninguno.

El letrero de: Felicidades, ha superado el Templo de La Unión no superaba la extraña tensión que se
formaba en el ambiente, todos detectabamos que algo estaba mal, muy mal, pero no sabíamos
exactamente que era.

-Eso demuestra que el juego se va a volver divertido -Dialac se levantó y guardo su florete, aunque
no se había curado o tomado algo para recuperar HP -Ahora si me disculpan, hay un premio que me
espera.

Se encaminó a la extraña puerta que había aparecido en un lado de la sala, en la pared opuesta
estaba abierto un agujero en el cual veía como la nieve caía hacia la montaña.

Cuando pasó por nuestro lado, se detuvo un momento, no entendía su repentina indiferencia, y
entonces lo noté, puede que ella fuera nuestra amiga, pero ella sabía cómo debía terminar esto, todo
rastro de amistad terminaría cuando los dos que estuvieran en un grupo tuvieran que enfrentarse al
final, tendrían que pelear para ver quién se quedaría con el premio.

Aún así, ese no era mi objetivo real en este mundo, era un objetivo secundario, pero nadie lo sabía.

-Suerte -dijo Dialac y sonrió de medio lado, oí como Raphiel gritaba: Alabada Primera, Destello
Rápido, que tu viaje sea bueno. Y todos sus compañeros gritaron lo mismo.

-¡Suerte, Dial! -grito Popitres -¡Espero enfrentarte algún día!

Se quedó en la puerta y se volteó un segundo, tal vez solo yo lo noté, pero vi como sus ojos se
llenaban de lágrimas antes de desaparecer por la puerta hacia el siguiente nivel.

Horas más tarde, revisaba los ítems que habíamos conseguido por vencer a Spinne en la casa donde
Popitres y yo estábamos quedándonos, cuando oí un extraño sonido de notificación que nunca había
oído, porque los mensajes, los regalos y las solicitudes de amistad sonaban en un tono diferente a
ese.

Lo revise y quedé en shock al ver lo que era, pero no era posible. Miré a Popitres, que tomaba soda
a montones viendo algún programa de comedia de esta época, no pareció reaccionar o siquiera
haber escuchado la notificación.

Bloqueé ello de mi menú, porque no quería levantar sospechas, ni le cobraba sentido a lo que
acababa de suceder, en vez de eso me despedí de Popitres y me desconecté rápidamente, intentando
conciliar el sueño para olvidarme de ello, pero no lo hice. No dormí en toda la noche pensando en
que seguiría.
Segunda fase: El fin del mundo
La muerte es algo misterioso, inexplorado, que los
seres humanos nunca podrán controlar. Lo que hay
más allá de ello es lo que nos demostrará que
significa ésta vida.

12

El inicio del fin comenzó discreto, inentendible, e inofensivo, como una notificación dentro de mi
visión cuando inicie sesión en Tempel Jager Online el 20 de Julio, justo cuando terminaba de acabar
todo trabajo pendiente para tener todo el tiempo posible para completar Tempel World.

Popitres y yo habíamos quedado en encontrarnos en nuestra recién adquirida base secreta en el nivel
3, para poder personalizar todo e instalar todo aquello que necesitabamos para evitar una posible
invasión no deseada de AKers, o de algún admirador raro que buscaba vender nuestros ítems online,
si, la gente empezó a hacer eso luego de que se dieran cuenta que estábamos quedándonos en
lugares estables por un largo periodo de tiempo.

Cerré los ojos y pronuncié: Link Start como había hecho un millón de veces, pero en vez de la ya
común vista de un inmenso túnel de datos que se proyectaba mientras entraba al mundo de la
Realidad Virtual, apareció en blanco una nota que ponía: Conexión pérdida, inténtelo de nuevo más
tarde.

Me quite el FaktHel un momento y luego lo volví a intentar, pero el casco no respondió, siguiendo
el consejo del casco, decidí intentar conectarme luego.

No se me ocurrió que hacer de inmediato, ya que ahora mi rutina diaria consistía en entrar a TJO y
subir de nivel y habilidad con Popitres mientras no estábamos buscando el Templo del nivel, pero
ya estábamos en el nivel 5, ya casi estábamos en la mitad, lo que menos quería ahora era tomarme
un respiro y descansar.

Esperé una hora pero el dispositivo seguía sin responder, así que para distraerme en vez de
ponermelo enlace el software del casco con mi laptop y abrí una pestaña de chats para contactar a
otros jugadores, pero ninguno tenía el característico muñeco color verde que aparecía al lado de su
Nickname, que demostraba que estaban en línea y dentro de Tempel World.

Con el ceño fruncido busqué el blog de Janus Latimore a ver si habría alguna explicación razonable
para ello, y sino, probablemente vería los anuncios de Hunters buscando que es lo que fallaba con el
programa.

Fui hasta el muro del blog y vi un extraño anuncio de Matthew Underwood, uno de los
administradores de Janus Latimore Industries tras la muerte de Janus, el cual ponía:

<<Saludos competidores del concurso de cacería de Tempel Jäger Online, les quiero agradecer y
felicitar por haber llegado tan lejos en nuestro querido mundo simulado Temple World, pero han de
saber algo primero, se han encontrado ciertos errores en los niveles superiores y por esa razón el
servidor ha sido apagado momentáneamente para resolver estos errores y no solo eso, lanzaremos
un par de nuevas cositas dentro del juego que esperamos sean de su agrado. Todo esto lo hacemos
para que los jugadores y competidores estén completamente agusto en nuestro mundo, tanto como
para no querer salir de ahí, y así el mejor llegué al Templo de La Victoria y logré ganar nuestro gran
premio de bonificación de 10 grandes por llegar allí. El juego se abrirá de nuevo ésta noche a las
11:00 PM hora local de Colombia y México, en el enlace adjunto podrán ver a que hora
corresponde este horario en vuestro país. Debido a que necesitamos probar las nuevas mejoras en la
actualización, todos deberán conectarse a esta hora o es probable que el juego los banee de la
competencia y no sean capaces de entrar nunca más a Tempel Jäger Online, y dicho esto, buena
caza, Hunters. Y preparen sus armas para el desafío>>

Y abajo había un archivo adjunto donde ponía una larga lista de diferentes zonas horarias, las cuales
consultandolas bien, me di cuenta que eran el mismo momento en diferentes partes del mundo.
Realmente debíamos conectarnos todos a esa hora para haberse tomado tantas molestias.

Fruncí un poco el ceño, aunque no me lo cuestioné mucho, tal vez querían probar si la actualización
del juego no presentaba fallas con los avatares y el inicio de sesión, y por eso pedían que todos nos
conectaramos al mismo tiempo.

Conecté mis audífonos y mi micrófono e ingresé con mi cuenta de TJO a Skype, donde usando el
filtro de realidad de mi FaktHel, me puse el casco y en la miniatura de mi cámara no aparecía mi
cara real, sino la apariencia de mi avatar simulando todos los movimientos de mi cara.

La tecnología que rodeaba el FaktHel era increíble, era el producto de años de estudio y creación
enfocados al intento de una verdadera experiencia de realidad virtual, aunque no hacía el hecho de
moverte y hacer ejercicio mientras juegas, sino que este artefacto iba un paso más allá. Usando
ondas electromagnéticas es capaz de aislar completamente tus sentidos y tu sistema nervioso del
mundo real y estimula las partes del cerebro para hacerte sentir, respirar, y simular que un montón
de datos son cosas que puedes oler, ver, tocar y sentir, sin necesidad de usar guantes o controles, lo
único que se esfuerza es tu mente.

Busqué el nombre Popitres en mi lista de amigos (habíamos intercambiado cuentas de Skype hace
como una semana) y solicité una videollamada. Puede que fuera un poco fastidioso, pero necesitaba
hablar con alguien de esto, además, Ace había dejado de contestar mis mensajes y Dialac nunca
contestaba de por sí.

No contestó, en vez de eso me mandó un mensaje:

<<Lo siento amigo, estoy un poco ocupado hoy, nos vemos esta noche en Temple World. Aún
tenemos que decidir que alfombra pondremos ;)>>

Inquieto, me levanté e intente ver una película, pero tenía los nervios de punta, aunque no sabía
exactamente porque, desde hace unas semanas sentía un extraño y raro presentimiento de que algo
muy malo iba a pasar.

Debí haberle hecho caso a ese presentimiento y huir y no volver a conectarme a TJO, pero ese
presentimiento no me detuvo, ni a mí ni a los otros 299 competidores que seguían en la
competencia.

Mis tíos me llamaron para el almuerzo y mientras comíamos nos anunciaron que mañana nos
iríamos todos de viaje a visitar a mi hermana, así que nos advirtió que si no dormíamos temprano
nos dejarían aquí sin comida, dinero o niñera.

No les hice caso, obviamente, y eso fue finalmente mi perdición.

Llegó la hora elegida, descargué la actualización al disco de TJO y lo hice rodar, me puse el
FaktHel y vi en la esquina de mi visualizador la hora, mientras sentía mi corazón palpitar cada vez
más rápido, finalmente el reloj dio las 11:00 PM.

-Link Start.

Y mi mente regresó a Tempel Jäger Online.


Lo primero que noté al volver fue que mi visión no encontraba señal, porque solo veía oscuridad
por todos lados, sabía que estaba conectado y enlazado a mi avatar, porque al levantar las manos me
di cuenta que aún tenía mis dos espadas colgadas en la espalda.

Entonces escuche una voz:

-Derek.

-Popitres -dije buscándolo en la oscuridad -¿Dónde estás?

-Creo que estamos hablando mentalmente, porque yo tampoco te veo.

-¿Qué es esto?

-No lo sé, pero algo no anda bien, D. Algo...

Su voz se detuvo, lo llamé varias veces pero no hubo respuesta.

Entonces de la nada sentí la gravedad empujandome hacia abajo, y el mundo empezó a armarse
como si se tratara de el juego de Lego más grande de la Tierra, aterricé en una ciudad medieval
llena de casas de piedra y madera, con un inmenso castillo en lo que supuse era el centro de la
ciudad, con unas inmensas montañas puestas atrás como paisaje de fondo.

Oí una notificación en mi menú, rápidamente lo abrí, y este ponía:

<<Evento especial de bonificación: Llegué al castillo de Ggrammer, el hechicero malvado, antes


que cualquier otro jugador, si usted o su grupo lo derrota antes que se acabe el tiempo, tendrá un
pase directo al nivel 6>>

Y en la esquina de mi visualizador había un reloj contando hacia atrás, el cual estaba llegando a 40
minutos rápidamente.

Un evento especial, nunca nos hablaron de ello, además que se suponía que teníamos que ir al nivel
5, pero no me lo cuestioné, entonces busqué el botón de desconexión y al oprimir lo vi una
advertencia en mi vista que ponía: Regla importante del evento especial: Las desconexiones están
desactivadas hasta que el tiempo llegué a 0.

Si eso era así, entonces tenía que encontrar a Popitres, y juntos debíamos encaminarnos al castillo
oscuro, no podíamos dejar pasar esta oportunidad.

<<Hey amigo, dónde estás?>> Le pregunté por chat mientras veía extrañado como todo el pueblo se
veía desolado, ni un NPC o Avatar estaba a la vista, nisiquiera un sonido o música de fondo como
en el resto de niveles.

<<En la cima de una montaña, hay un castillo gigante bajandola, y hay alguien moviéndose en el
pueblo, espero que seas tú, porque eres el único que porta dos espadas, o de lo contrario alguien te
está copiando el estilo D>>

<<Okay, dirígete el castillo, nos vemos en la puerta principal>>

<<Entendido capitán>>
Corrí hacia el castillo.

A medio camino mientras recorría las calles desérticas pise una loza del suelo que se hundió ante
mi peso, solo tuve tiempo de pensar: Maldita sea, antes de oír la flecha zumbar directo a mi
cabeza.

Mi cuerpo reaccionó antes que mi cerebro, saqué la espada y la puse frente a mi cara, desviando
el proyectil que me hubiera arrancado el ojo si hubiera sido un poco más lento.

El arquero se hallaba oculto a mi derecha, lo supe por la siguiente flecha que esquive saltando
hacia atrás, corrí directo a esa esquina de la calle mientras desviaba su siguiente proyectil con mi
espada.

El NPC intentó correr cuando estaba a dos metros pero salte y lancé un mandoble que lo partió en
dos, dejando atrás un montón de humo y un arco para ser recogido como ítem. No lo recogí, no
necesitaba un arco, necesitaba llegar al castillo.

Muy tarde, descubrí que la llegada al castillo no sería tan fácil como pensé. Al pasar a la siguiente
calle una inmensa ola de agua salió disparada desde una esquina y me hubiera arrastrado sino
hubiera usado de ancla mis espadas al hundirlas en un edificio.

En la siguiente cuadra un montón de NPC con espadas me atacaron, fue fácil pero tardado acabar
con ellos, cuando acabé con todos solo quedaban 25 minutos del evento especial.

Tenía que apurarme.

La entrada al castillo estaba bordeada de un montón de lobos atacando un avatar, supe que era mi
amigo, porque grito: Allahu Akhbar, antes de lanzar una granada de energía que acabo con la
mayoría de los caninos.

-¡Aquí estás! -dijo mientras recuperaba el aliento, yo también estaba cansado.

-No fue fácil, había trampas hasta en las suelas de mis zapatos.

Pero de la nada, oí un tintineo en mi menú, que ponía: Desea pelear en grupo con Popitres? Presioné
si, y el mundo se fragmentó de nuevo.

Cuando volvió a juntarse de nuevo, vi como no solo mi compañero aparecía a mi lado, sino también
un montón de avatares, al menos 10 más, aparecieron a mi lado.

-¿Qué es...?

El mundo se juntó hasta volverse un inmenso estadio de pelea, y era demasiado parecido al Coliseo
Romano. Miles de NPC gritaron sentados desde las gradas, y un par de Hunters también estaban
viendo el espectáculo, aunque no sabía exactamente que era lo que esperaban ver.

No vi a Ace ni a Dialac entre el público, o entre nuestro grupo de guerreros, algo que me sacó de
onda, aunque tal vez solo nosotros habíamos llegado al castillo y ellos decidían si ver o no la
conclusión del evento especial en vivo.

Y de una puerta, apareció un adolescente de al menos 17 años, usando una túnica color morado
oscuro y un montón de collares y pulseras puestos sobre él. En su frente una corona color plata
estaba puesta, pero no parecía un príncipe más allá de ello.

-Soy Ggrammer, el rey de la magia, derrotenme y serán dignos de que los dejé pasar a través de mi
llanura.

La llanura de Ggrammer apareció como lugar existente en el mapa de mi menú, allí ponía: Llanura
perteneciente al rey de la magia, puede teletransportarse a todo lugar accesible para su avatar desde
aquí. No hay opciones de PVP en esta zona.

Ggrammer se levantó recto y alzó sus manos, éstas se encendieron de un color azul vivo, pero no
iban dirigidas a nosotros, en vez de ello, empezó a decir palabras en alemán, mientras veía como a
cada palabra cada uno de sus collares empezaba a brillar:

-Schatten. Dunkelheit. Mehrheit. Unsichtbarer. Feind.

Pero no sucedió nada con él, en vez de eso un avatar a pocos metros de mí dio un gorjeo horrible y
se sacudió, desapareciendo en fragmentos luego de ello.

Popitres y yo nos pusimos espalda con espalda, y muchos avatares hicieron lo mismo, pero
Ggrammer no se movió, solo sonrió y seguía con sus brillantes manos levantadas, eso fue lo que
más me sacó de onda.

Oí como algo se movía a mi izquierda y puse mi espada como escudo instintivamente, hubo un
sonido de choque y de mi espalda salieron chispas como si una espada la hubiera golpeado, pero
no vi nada raro más allá de ello.

-¡Son invisibles! -le grité a Popitres. Él chasqueo la lengua.

-No me jodas -arrojo un corte con su katana a un lado y vi como atravesó algo, y entonces en
medio del aire apareció una barra de HP mientras bajaba. Pensé que era un error, pero luego vi
como ésta se movía mientras debajo de ella la tierra se levantaba como si alguien estuviera
pisando por ahí.

-¡Dados! -grite, y Popitres me entendió, se arrojó a la izquierda mientras yo arrojaba un estoque a


la derecha, ese era nuestro código al pelear, decir una palabra que empezará con la letra de un
lado, Izquierda, derecha, encima, abajo, frente y revés, la letra inicial era la clave.

Corté de lado a lado el ser invisible con la barra de HP mientras Popitres me respaldaba, utilice un
movimiento de espada: Critical Hit, golpeándolo de forma rápida con mi espada derecha, cuando
estaba por dar el ataque final, cambié de espada y lo atravesé usando ésta, por un instante un ser
de color gris fue visible mientras moría y desaparecía.

En la esquina de mi visión apareció un anuncio: Felicidades, ha ganado el ítem Ojo del Limbo.

-¡Iglú! -me gritó Popitres y me arrojé a la derecha, mientras mi visión parecía dividirse en dos,
como si tuviera un lente de empañado tapandome un solo ojo, mientras que el otro lo tenía libre.

Por mi ojo derecho veía como siempre, un montón de avatares peleando con seres invisibles y
cada cierto tiempo uno de ellos siendo alcanzado por nuestras espadas. Pero mi ojo izquierdo era
el interesante, todo se veía gris, como una película moderna de los años 30, pero algo era
diferente, habían 5 NPC con la aparecían de Ggrammer, todos ellos con una espada larga,
atacando a los avatares que no podían ver de dónde venía el ataque.

-¡Ataca a Rusia, Popitres!

Captó la orden de ataque, y lanzó su movimiento: Traditional Cut, a su revés, así que se dio vuelta
y cortó tres veces seguidas rápidamente a la sombra, y ésta desapareció mientras veía como
Popitres parpadeaba adaptándose a su nueva visión.

-¡Vamos por el principal, el resto, tienen un patrón de ataque básico, están a la izquierda de todos!

A mi orden todos atacaron a su izquierda, dejando a la vista la barra de HP de todas las copias de
Ggrammer. De camino hacia allí vi como la sombra de el rey de la magia se alargaba hasta llegar a
cada una de las copias.

Arrojé un estoque pero Ggrammer alzó su mano y mi ataque quedó suspendido a medio camino,
Popitres arrojó su katana, pero Ggrammer saltó y esquivo su movimiento, y salí disparado hacia
atrás a la par de su salto.

Me levanté y arremeti de nuevo, pero alzó su mano y una sombra detuvo mi golpe, aunque me
encargué de ella rápidamente, Popitres encontró una forma de atacarlo, porque atacó pero
cuando Ggrammer alzó su mano, cambió de dirección su ataque y logró golpearlo desde su flanco,
bajando su HP.

Seguí a mi compañero imitando sus ataques, arrojó un estoque y yo ataqué al lado opuesto de
nuestro enemigo, sacándolo de balance. Se volteó y Popitres lo atravesó con su katana, estaba por
decir algo y arrojar un hechizo pero yo corté de lado a lado su pecho, obligándolo a retroceder, dio
un grito y alzó las manos y desapareció para reaparecer a pocos metros, pero nosotros estábamos
listos para todo.

Antes de que se repusiera atacamos, lanzando nuestro movimiento más poderoso cada uno, fue casi
rutinario coordinar nuestros movimientos, me agaché y mi compañero saltó sobre mí, arrojando
diez golpes seguidos que Ggrammer no pudo detener, seguido a ello active mi Critical Twice,
golpeando aleatoriamente 12 veces usando ambas espadas en distintos puntos de su cuerpo.

Hubo un momento de silencio mientras el jefe desaparecía, vi el temporizador en la esquina de mi


visión y me di cuenta que quedaban 5 minutos para que el evento acabará, habíamos logrado
obtener nuestro pase al nivel 6 sin pasar el nivel 5.

Entonces en frente de mí apareció una ventana que ponía: ¿Desea seguir conectado?

Pensé en poner que no, pero no sabía que pasaría si dejaba mi avatar en este lugar simulado
temporalmente, presione si pero entonces vi algo que me puso los pelos de punta.

A todos nos apareció la misma ventana de opción, dónde nos pedían que si queríamos seguir
conectados, querían que siguiéramos en línea por alguna razón. Pensar en el porque me dio
escalofríos.

Entonces dentro del coliseo empezaron a aparecer todos los avatares, supe que eran porque vi a
los lejos a Mistock y Daven, los cuales parecían tan desorientados y confundidos como el resto de
nosotros.

-¿Qué está pasando, P?

-No lo sé, yo me largo -dijo Popitres y abrió su menú, buscando el botón de desconexión, pero
entonces abrió los ojos y se quedó mirando el menú -Ya no hay botón de desconexión.

-Eso es imposible -abri el mío, y cuando vi el espacio vacío en donde estaba el botón antes, me
quedé totalmente sin palabras-Esto no...

Mi voz quedó silenciada por el sonido de un cuerno, que cortó al aire lleno de voces irregulares
incapaces de comprender que es lo que sucedía.

-Jugadores -dijo la voz de Matthew Underwood -No temáis, pero los hemos traído aquí para darles
un anuncio oficial.

La voz no parecía venir de algún lado en específico, era como si nos estuviera hablando a todos a
través de un audífono implantado en nuestros oídos. Debía ser una funcionalidad que tenían los
Game Masters.

-Ha habido un error en la nueva actualización, el botón de desconexión terminó por ser eliminado
por el propio sistema, y como resultado nadie es capaz de desconectarse en este momento.

-No puede ser.

-Es una mentira.

-Tiene que haber otra forma.

Las palabras de desconcierto quedaron suspendidas en el aire, pronunciadas por aquellos que no
le encontraban una explicación lógica a lo que estaba sucediendo.

-Y no solo eso, el sistema se ha actualizado de tal forma que vuestra mente ha quedado anclada
permanentemente a sus avatares, por esa razón deberían no morir de ahora en adelante en el
juego.

Esa advertencia causó una inmensa tensión en el aire, que ni la hoz del segundo jefe sería capaz de
cortar.

-Como saben, el FaktHel está atado a sus mentes y ahora está unido a sus avatares, pero ahora sí
su avatar muere, el FaktHel reaccionara en automático, y causará que vuestra conciencia sea
borrada usando las ondas electromagnéticas que se emplean para su uso, y el cuerpo quedará
atrás en estado vegetativo, además, incluso si alguien intenta quitarles el casco para
desconectarse, el sistema también actuará por instinto, y las ondas ocasionaran que su cerebro
tenga un colapso y que vuestro cuerpo muera.
-¡No es posible! -grito mi compañero cerrando con fuerza su puño -Solo tendremos que
desconectarlo de la corriente...

-El FaktHel tiene una batería interna que se carga automáticamente al conectarte a la corriente,
puede durar días al usar también energía solar -dije yo, y él me miró, en pánico, palideciendo a
cada palabra que yo pronunciaba.

-Estamos trabajando en como sacarlos de allí, pero desgraciadamente el servidor que sostiene
Tempel Jäger Online es un servidor interno que se encuentra dentro del juego, y solo es accesible
para los administradores y los GM, por lo que nos será complicado debido a que el juego ha sido
cerrado herméticamente, nada entra ni nada sale -su voz no sonaba triste, o preocupada, pero
hablaba tan rápido que era difícil decir qué emoción experimentaba mientras se comunicaba con
nosotros -Asi que solo les queda una opción jugadores, si no podemos acceder al servidor
dependerá de ustedes salir de allí, lleguen al último nivel y derroten al jefe, cuando eso suceda el
propio servidor se apagará y todos serán capaces de salir.

Se tomó un momento para respirar y entonces su voz empezó a resquebrajarse, como si su


conexión a nosotros estuviera perdiéndose lentamente.

-Asi... Deben... Jefe... No... Entrar... Suerte... Cuidado... Únanse.

Silencio. Profundo y terrible silencio, si alguien hubiera dejado caer un alfiler o una hormiga
hubiera pasado, todos lo hubiéramos escuchado.

Sus palabras seguían resonando en el silencio, y luego en los gritos de desesperación, y en el


sonido de 300 jugadores corriendo a tropel a la salida del Coliseo, intentando encontrar una salida
de un mundo que no existía pero del que no podíamos salir.
13

Y así paso una semana, y 20 personas habían muerto.

Nadie sabía exactamente si morían o no, pero no retornaban al nivel 1 como siempre lo hacían, sus
avatares desaparecían para siempre y sus nombres (que habían sido puestos en La Tabla el día
fatídico) se tachaban con una línea que cubría completamente el nombre de su avatar.

Nadie había dado respuestas en todo ese tiempo, ni un mensaje, ni una señal que esto no era más
que una pesadilla, la gente gritaba y excavaba intentando llegar a una salida que no existía.
Realmente el juego estaba cerrado de manera hermética, nadie salía, nadie entraba, y nuestra única
esperanza de salir se veía demasiado lejano e imposible, como si desconectarse del juego no fuera
más que una ilusión cruel que nunca existió.

Toda conexión a internet y segunda ventana fue removida del sistema, no podíamos entrar a
internet, de hecho lo único que podíamos ver más a allá de nuestra visión general era la
actualización de La Tabla a tiempo real, la cual tenía más y más nombres tachados cada día que
pasaba.

Popitres y yo seguíamos en grupo, y la mayoría de Hunters al ver el increíble riesgo estaban


creando grupos pequeños que les permitían compartir recursos y seguridad, pero eso no quitaba que
el número de jugadores descendiera cada vez más.

Nadie había logrado superar el jefe del nivel 6, el cual era una simulación realista de la segunda
guerra mundial en todo su apogeo, nosotros representabamos las potencias aliadas conformadas por
el Reino Unido, Francia, Estados Unidos y la Unión Soviética, mientras que teníamos que pelear de
manera unida en contra de las potencias del Eje lideradas por Alemania, Italia y el Imperio de
Japón. Todo el nivel estaba diseñado como un inmenso montón de continentes pegados, ya que el
mar aquí componía básicamente un kilómetro de distancia entre continente y continente, era el
mapa más grande que hubiera visto en un MMO en mi vida.

La mayoría de nosotros sabíamos donde estaba el Templo y el jefe, el único problema era que nadie
sabe cómo pasar la primera fase, ya que la prueba era totalmente aleatoria, solo éramos conscientes
que era una simulación de la batalla más importante y el inicio del final de La Segunda Guerra
Mundial, la batalla de Stalingrado, en donde la resistencia liderada por Hitler finalmente empezó a
ceder ante las Potencias Aliadas, pero habían intentado todo, pasar a través del fuego enemigo,
derrotar a todos los contrincantes, viajar por toda la ciudad buscando un hueco importante durante
el cual peleariamos con el jefe final. Pero solo habíamos logrado perder a mucha gente en el
proceso.

A sabiendas que todo estaba pasando, a la semana del cierre del juego, la mayoría de jugadores
delanteros decidimos hacer una reunión en la plaza del nivel 4 frente al Capitolio, en donde Raphiel
fue juzgado y donde Daven y Dialac habían luchado.

Popitres y yo nos sentamos en la esquina de un montón de gradas improvisadas, osea básicamente


sillas puestas una detrás de otras para al menos 100 personas, aunque realmente había solo 30
Hunters, contándome a Dialac, Popitres y a mí.

No habia visto ni hablado con Ace en todo el rato, le habia enviado mensajes y había intentado
triangular su posición desde el menú principal, pero había bloqueado esa opción, y pensaba que
era por mi culpa. El único indicio de que seguía vivo era el brillo del anillo que tenía en la mano, y
el hecho de que seguía cuarto en La Tabla sin su nombre tachado.

-Vale -anuncio Raphiel chocando su lanza contra el suelo, el sonido de ello resonó en todas las
gradas -Es hora de tomar las riendas de este juego.

-¿Es siquiera un juego ya? -dijo un Hunter aleatorio a la iglesia -Estamos muriendo, muriendo de
verdad, y nadie da respuesta, el juego acabo hace mucho tiempo.

-Nunca fue un juego -le respondió Popitres alzando un poco la voz -Todos estábamos aquí por una
razón, el premio por ganar la competencia, así que en realidad nunca fue un juego. Era una
competencia y sigue siendo una competencia, solo que los jugadores están tan asustados por su
propia vida que están considerando dejar al lado el dinero como prioridad.

-Gracias por esa explicación detallada Popitres -Raphiel le dio un asentimiento a mi compañero, y
este volvió a sentarse.

-Dejando de lado ese tema, el plan sigue siendo el mismo, tenemos que ganar la pelea con el jefe de
este nivel y seguir consecutivamente hasta alcanzar el jefe final y así podremos apagar el servidor y
evitar que más gente muera.

Un murmullo se alzó a través de los Hunters como una inmensa ola golpeando la playa.

-Pero, en todo caso, cómo sabemos que realmente si llegamos allá saldremos? Tal vez el servidor no
se apagué y quedemos encerrados aquí para siempre -dijo otro Hunter.

Me levanté para hablar esta vez yo.


-Este juego, o más bien dicho, la sección de la competencia en donde estamos conectados es eso, un
servidor gigante interno el cual se autosostiene mientras el objetivo final del sistema sigue sin ser
completado, muchos juegos tienen está modalidad, un ejemplo claro es Minecraft -lo señalé -Si has
jugado interconexión en un server, y juegas por ejemplo Survival Games, verás que la arena se
sostiene por si sola mientras el objetivo, que es que los demás jugadores mueran hasta que solo
quedé uno, sea completado. Una vez que solo queda un jugador, la arena se cierra y el ganador es
forzado a salir de ella inmediatamente, es una regla básica en las competencias online, estamos
básicamente en un inmenso server de Minecraft que sólo tiene un objetivo por cumplir.

-Llegar hasta el final -Popitres se levantó a mi lado -Y si de paso pateamos unos cuantos AKers en
el camino es mucho mejor.

Oirnos hablar parecía tranquilizarlos, probablemente porque seguíamos posicionados de Segundo y


Tercero en la tabla, además que nuestros niveles oscilaban cerca del nivel 48, un logro que muy
pocos habían logrado aún.

-Como pueden ver, dos de los mejores jugadores están dando indicios de que podemos salir de aquí,
así que, escuchen esto -se puso en medio de la audiencia, moviéndose para darnos espacio a
Popitres y a mí de retirarnos un poco, alzó las manos y luego las bajó -Creemos que hemos
encontrado el acceso al jefe final del nivel 6, tenemos altas sospechas de que la única manera de
llegar a él, es forzando las líneas enemigas en Stalingrado pero no llegando a su base principal, sino
encontrando un búnker subterráneo en el cual al bajar encontraremos a nuestro amiguito jefe, y del
cual nos encargaremos.

Los Hunters se miraron unos a otros, los que eran parte del grupo de Raphiel aplaudían y le daban
ánimos a su líder, pero otro Hunter se levantó y dijo:

-Y aunque lo encontremos... ¿No sería demasiado riesgoso intentar vencerlo de una sola vez? ¿No
sería lo mejor enviar un grupo de exploración que determine el patrón de ataque del jefe y al
obtenerlo, hacer un mejor plan de acción?

Dialac se levantó por primera vez y fulminó con la mirada al Hunter, que se encogió y volvió a
sentarse, pero su idea resonó en la mente de todos.

-Yo me encargo de verificarlo -se cruzó de brazos y se quitó el pelo de la cara con desdén -Llevar
todo un grupo a una sala de un jefe que no conocemos y del cual no sabemos si halla escape
inmediato de la pelea, es básicamente un suicidio. Yo iré y me encargaré de verificar sus patrones,
el resto de ustedes prepare sus armas y si puede suba de nivel estos tres días, volveré el amanecer y
daré mi reporte y con ello dedicaremos los siguientes dos días a crear un plan de acción para
derrotarlo.

-Espera -le dije yo -Creo que te estás pasando, Dialac. No puedes ir sola.

-Como tú dijiste, es un suicidio -agrego mi compañero -Ademas cocinas demasiado bien para
perderte en batalla.

-¿Me están llamando debilucha?

-Claro que no -le respondí -Solo decimos que aún si quieres hacer reconocimiento debes ir
acompañada, nadie ha podido derrotar a un jefe por si mismo, y menos a un jefe del que no sabemos
absolutamente nada.

-Soy fuerte.

-Esto ya no se trata de fuerza, se trata de nuestra vida, Dialac.

-Y también las de los demás, no podemos quedarnos sentados esperando que la gente siga
muriendo.

Se me quedó viendo un momento, y se acercó hasta quedar a unos centímetros de mí.

-¿Crees estar a mi altura?

-Yo...

-Entonces te reto, si me derrotas formaremos un grupo para llegar a la sala del jefe, puedes invitar a
Popitres o inclusive a Ace si te contesta, pero si yo gano voy sola.

-¿No sabes otra forma de resolver los problemas que no sea peleando?

Me sonrió.

-Desgraciadamente para ti, no.

Nisiquiera nos preparamos para pelear, en vez de eso Popitres tomó una cámara de su inventario y
se preparó para grabar el encuentro afirmando: Quiero tener en cámara lenta como le pateas el
trasero una chica, o como te lo patea a ti.

No era el mejor ánimo a la hora de empezar una pelea, pero al menos eso me alentó a luchar.

Nos pusimos uno frente al otro, Dialac con su florete, yo con mis espadas, abrió su menú y me
busco entre sus contactos, entonces en mi menú apareció un mensaje: Dialac te desafía a un
combate ¿aceptas?

Presioné si, porque sabía que no había escapatoria de esto. Un temporizador sobre nosotros empezó
a contar de 30 a 0, mientras respiraba de a poco e intentaba asimilar que estaba por enfrentarme
realmente a Dialac, la primera jugadora, la que todos murmuraban era la mejor de todos. Que hasta
yo creía que lo era.

Mientras el contador estaba por llegar a 0 ella me dijo algo, creo que dijo: Suerte, aunque no lo supe
porque al siguiente instante Dialac estaba arrojándose para atacarme.

Pare su primer estoque y lancé mi otra espada para atacarla, se apartó justo a tiempo e intentó
clavarme su estoque de nuevo, lo detuve con ambas hojas.

Empujé y ella perdió el equilibrio, me lancé con una espada pero ella se lanzó a un lado y me
arrojó varios tajos, usé mi espada libre para detenerlos mientras giraba, aunque no era fácil, lo
sabía.

La velocidad de Dialac era incluso más abrumadora que al verla como compañero o espectador, y
probablemente la única razón por la que seguía en combate era el hecho de que era capaz de
detener sus ataques con una espada mientras que con la otra atacaba, pero sus movimientos eran
demasiado erráticos e impredecibles. A este paso, nos quedaríamos peleando el uno con el otro
tal vez para siempre.

En un punto arrojé mi espada y se apartó mientras lanzaba su florete, pero detuve el golpe que iba
directo a mi pecho con la otra espada. El choque fue tan fuerte que ambos saltamos hacia atrás
intentado recuperar equilibrio, nos vimos el uno al otro durante unos segundos.

-Eres muy veloz -dije mientras intentaba respirar con normalidad, mis sentidos y corazón corrían a
mil como un tren.

Me sonrió y también intentaba no jadear.

-Y tu reacción es muy precisa.

Nos arrojamos de nuevo el uno contra el otro.

Intenté dejar atrás la defensa y concentrarme en la ofensiva, pero solo causó que le fuera más fácil
esquivarme, en un punto active un movimiento de espada: Sword Connect, un movimiento que me
permitía golpear 5 veces seguidas con mi espada mientras la otra la usaba para defenderme. Pero
solo logré bajar ligeramente su HP unos cuantos puntos.

Y entonces me di cuenta cómo podría ganar. La lógica me alcanzó como un flechazo directo a la
cabeza.

Cuando Dialac se arrojó a golpearme no detuve el ataque, en vez de eso me arrojé a un lado y
aterricé sobre mis pies, lanzándome de nuevo por ella, intento esquivar pero su espacio empezaba
a cerrarse mientras atacaba continuamente con ambas espadas. Detenía una y esquivaba la otra,
pero el pánico empezó a ser visible en su cara mientras yo me volvía más rápido que ella, sabía
que podía ir más veloz que antes, la principal ventaja de Dialac era su fluidez al esquivar y el
espacio disponible, pero era perfecto para mí si usaba ambos brazos para atacarla.

Se agachó y me arrojo un estoque, pero salte y di un bote en el aire, aterrizando y volviendo para
rematar. Aunque no logré tocarla, una de mis espadas le hizo un ligero corte en la mejilla, me miró
sorprendida durante una milésima de segundo antes de poner su cara sería de nuevo.

Grité y mis espadas se iluminaron, arrojando todo su poder dentro de ellas. Lance un estoque
doble que esquivo a duras penas, mis espadas formaron una x al instante siguiente, puso su florete
en frente intentando protegerse, pero vi como había calculado mal mi ataque, lancé todo mi
cuerpo con la mayor fuerza que tenía, y el impulso la hizo retroceder y ocasionar que su arma
fuera arrojada hacia atrás, dándome un espacio justo entre su defensa.

Puedo hacerlo. Y arrojé mi último corte directo a su hombro.

Entonces, todo el mundo se paralizó como si de alguna manera todo el servidor hubiera quedado
en pausa, fui consciente de que seguía moviéndome, de que todos estaban a la par de mis
ataques, impacientes de ver cómo terminaría el encuentro, fui consciente de el pánico de Dialac,
pero entonces mientras el mundo estaba quieto ella fue capaz de moverse, hacia un lado,
esquivando el ataque que supone debía darme la victoria, no pude hacer nada, porque sabía que
solo había captado su movimiento al estar tan cerca, ella había podido moverse más rápido que el
servidor. Pero eso no tenía sentido alguno.

Entonces el instante en el que percibí todo esto pasó y caí hacia delante, en el espacio donde mi
contrincante había estado hace una milésima de segundo, pero ella estaba lista, mientras me daba
vuelta arrojó su brillante arma, usando un movimiento de espada desconocido para cortarme el
pecho. Caí de culo contra el suelo mientras mi HP bajaba hasta rojo y el indicador de: Fin del
Combate. Ganador: Dialac, se ponía sobre nosotros.

Nos quedamos viendo, indiferentes al ruido de la gente dando gritos de admiración y cólera. Pero
ella no se veía feliz o presumida ante su victoria, parecía como si alguien le hubiera dado un
puñetazo en el estómago y hubiera descubierto su verdadero nombre.

Justo ahí, me di cuenta de lo que ocultaba. Y de que compartíamos el mismo oscuro secreto.

-¿Entonces tú también...?

Palideció ante mis palabras. Y se acercó para darme la mano como soporte mientras me
levantaba.

-¿Tú también...? -me susurró. Yo asentí.

Nuestra conversación silenciosa fue detenida por Popitres, quién se arrojó para abrazarnos a ambos
con un brazo cada uno.

-Gran pelea chicos -dijo mientras presionaba la cámara y guardaba la grabación en la memoria de su
avatar, me envió el archivo y a Dialac mientras nos veía fijamente -Y pensar que está pelea quedó
hecha para ver quién bajaba a ver al jefe.

Dialac apartó la mirada, pero murmuró:

-Pueden acompañarme.

La miré, y mi compañero también.

-Pero el trato era...

-Casi me venciste, es mejor ir juntos, así tendremos más oportunidad en caso de tener que pelear.

-¿Y que hay de mí?

Le echó una mirada a Popitres, quién había sacado su katana y parecía intentar verse heróico al
ponerla sobre su hombro. Aunque realmente parecía el héroe de uno de los pósters de mi cuarto.

-Puedes ir, traerlo a él -me señaló -Te incluye en el paquete.

Mi compañero se encogió de hombros sonriendo.

-Somos el dúo imposible después de todo.


Dialac soltó una risita.

-No tienen remedio.

Y así concluyó la reunión.

Una hora más tarde Popitres y yo estábamos descansando un poco en nuestra base secreta en el
nivel 3, la cual consistía en una simulación de una de las casas de famosos en Hollywood.

No fue barato comprarla, pero estaba dentro de una zona segura, además que muchos avatares
preferían las fortalezas militares con mil alarmas anti-AKers y una bomba en cada entrada.
Nosotros preferimos la simpleza de una mansión de ricos con altos sistemas de seguridad modernos
y una trampa que causaba una teletransportación automática a todo aquel que considerábamos
enemigo y que intentará forzar alguna entrada o ventana.

Los cuatro cuartos principales eran nuestro depósito personal de armas, las cuales contenían todo lo
que nuestros avatares no podían cargar por espacio en nuestro inventario o por simplemente no ser
necesario cargarlo a cada lugar al que íbamos. No iba a ir a una reunión con una espada criogenica
o una bazooka de destrucción masiva.

Nosotros dormíamos en el salón principal, donde habíamos movidos las camas, no dormíamos uno
al lado del otro, pero desde que habíamos quedado atrapados nos resultaba difícil conciliar el
sueño, así que al menos teníamos con quien hablar sobre cualquier cosa que no fuera la situación
en la que estábamos hasta que lograbamos dormirnos de alguna manera. Su cama quedaba al lado
de una chimenea que siempre estaba encendida mientras estábamos dentro, mientras que la mía
estaba en la pared opuesta, sobre otro calefactor eléctrico que me proporcionaba calor a la hora
de dormir.

También teníamos una cocina y una sala de proyección propia, donde podíamos ver cualquier
película que estaba en la lista de reproducción. No tenían los derechos de muchas, pero como solo
nosotros podíamos verlas, supongo no infringian las leyes del Copyright. La cocina era poco usada,
sobre todo porque la habilidad de cocina de ambos estaba casi en 0, no nos apasionaba mucho
cocinar.

La habitación de invitados era el último lugar que habíamos pensado en usar, sobretodo porque
nadie venía hasta el nivel 3, los pocos amigos que teníamos eran a) reservados y solitarios
b)personas dependientes de la gente equivocada y c)grupos con su propia base y mayores lujos
que los que tenía nuestra casa. Aunque siempre me aseguraba de que estuviera un poco lista en
caso de alguna visita.

Entrenabamos en el jardín, que era casi tan ancho como la misma casa. Pero habíamos puesto un
sofisticado escudo tecnológico de nivel 1 que proyectaba una inmensa cúpula que protegía el
espacio abierto las 24 horas del día, intentamos comprar el modelo para cubrir toda la casa, pero
nos hubiéramos quedado sin dinero en caso de ello.

Intenté dormir las horas que quedaban para el anochecer, pero como la mayoría de noches de
esta semana me quedé viendo el techo pensando, pensando en mis primos y tíos, en mi hermana,
en Ace, pude haber hecho una lista de al menos 3 páginas sobre las cosas de las que pensar en ese
momento.

-D ¿estás despierto?

-Si.

Popitres me hablaba desde el otro lado de la sala, también estaba mirando el techo, y parecía tan
pensativo como yo.

-Tampoco puedes dormir ¿verdad?

-No.

-Yo solo pienso en lo que deben estar haciendo las personas fuera de aquí.

-¿Cómo qué?

-Viviendo sus vidas, sin saber que 20 personas están muertas por culpa de un estúpido juego.

-Yo no pienso en ello, P -le respondí -Yo pienso en que últimamente no puedo recordar mucho de
él, no recuerdo como veía allá, y como me veía, y como se sentían las cosas.

-¿Piensas en esa persona que buscas pero no has podido encontrar?

-Tambien -senti que me sonrojaba, ya que me había logrado sacar la verdad en un momento de
debilidad hace unos días, pero no le había dicho el nombre al menos -Me pregunto si está aquí, y
sino era uno de esos 20.

-Supongo que nunca lo sabremos.

-Tal vez sea yo, si me dices su nombre te diré si soy o no.

-Buen intento, pero me dijiste que tenías muchos amigos fuera de aquí, este chico era un
antisocial como yo.

-Hablas como si encontrarlo te diera la razón de tu vida.

Me quedé callado un momento.

-Fue la razón de venir aquí en primer lugar.

-Eso me dijiste, tú estás muy loco Derek ¿por qué estás tan seguro de que está aquí?

-Es una corazonada.

-O tal vez entraste aquí por otra razón, yo sé porque entré, necesito el dinero.

-Todos lo creen necesitar.

-No, muchos lo quieren, yo realmente lo necesito.


-¿No vas a decirme porque, cierto?

-Pasar tanto tiempo conmigo ayuda a comprenderme.

Me senté recto y me quedé viendo uno de los sillones que venían con la casa y que usábamos para
dejar la ropa e ítems que nos daba flojera guardar.

-Tal vez entré aquí para escapar de mi mundo.

Popitres me miró.

-¿Escapar del mundo? Eso no se puede hacer.

Lo miré.

-Yo que sé, hace mucho no me siento agusto en algún lugar.

-Como sea, entonces si quieres escapar del mundo no deberías estar intentando salir.

Puede que tuviera razón. O puede que yo solo fuera un cobarde que le tenía miedo a todo, a
encontrarme con Mason, a no encontrarlo, a morir, a no morir con honor, pero sobretodo que tenía
miedo de quedarme en un mundo falso por siempre.

-Ni idea -eso fue mi respuesta final.


14

Varias horas después, mi compañero y yo nos preparamos con armas de fuego, nuestras espadas y
su katana, junto a varias medicinas de recuperación de HP, para nuestra misión de reconocimiento
con Dialac.

Dormí lo más que pude, pero igual el cansancio (supongo que cansancio mental, porque mi cuerpo
estaba totalmente quieto, en quién sabe dónde muriéndose de hambre y sed) no me permitía
concentrarme del todo. Una parte de la nueva actualización era que, antes si dormías tu avatar
recuperaba energía y pasaban solo unos segundos para luego ya no sentir cansancio, ahora aún si
cerraras los ojos por dos horas pero no estuvieras listo para dormir, no lo hacías, tenías que dormir
como si fuera el mundo real.

Estábamos por salir, cuando a ambos nos llegó una notificación de mensaje. Supe de quién era sin
siquiera haberlo abierto.

Una hora antes había escrito por enésima vez a Ace, preguntándole por su paradero, su estado, y
todo lo que rodeaba su bienestar, al final me había contestado que seguía vivo, y que escribiría más
tarde, porque ahora tenía que solucionar una situación "difícil" (si, lo había puesto en comillas) le
ofrecí mi ayuda, pero él dijo que no quería involucrarme en asuntos peligrosos. El comentario era
casi un ataque hacia sí mismo, porque el metido en asuntos peligrosos era él.

En fin, abrí el chat con Ace mientras Popitres fruncía el ceño y abría el mensaje, no sabía lo que
decía el de mi compañero, pero en mi chat ponía:

<<Si aún quieres ayudarme (y creo que van a estar allá) nos vemos en el Templo del nivel 6 en una
hora. Creo que Daven y Mistock planean algo terrible, algo que podría matar a mucha gente, nos
vemos allá>>

-Joder -Popitres se sobo la frente y suspiro, parecía que ahora tuviera cierto nivel de jaqueca -Este
chico... Está loco.

-Igual ira allá, le diremos a Dialac sobre esto y debatiremos, lo ayudaremos...

-Si decidimos ayudarlo o no... -me corrigió Popitres.

-Bueno... -aparte la mirada -Si decidimos ayudarlo, solo tenemos que buscarlo. Si no, pues solo
seguiremos el plan original.

-Y si va con un compañero -dijo Popitres sacando su katana y admirandola como si fuera la mujer
más hermosa que hubiera visto -Sera una buena oportunidad de pulir a Daisy.

-Dime por favor que no llamaste a tu espada Daisy.

El lugar de reunión fue a unas cuadras del templo, en un bosque hecho para acampadas y misiones
secundarias, porque vimos varios NPC que nos ofrecían unas cuantas para conseguir XP y más
puntos de combate. Fue un poco desilusionante que no podíamos completar ninguna, algunas de las
recompensas no estaban del todo mal.

Nuestra compañera nos esperaba recostada en un árbol, con su habitual traje de combate excepto
que tenía un chaleco antibalas puesto sobre él. A diferencia de nosotros, que teníamos un rifle al
hombro y un revólver cada uno en su cinturón de armas, ella no parecía tener armas de fuego.

-Aleluya -termino la manzana que estaba comiendo, y nos miró de arriba a abajo.

-Tenemos algo que...

-Ace les escribió ¿verdad?

Fruncí el ceño.

-¿Cómo sabes?

-Porque a mí también me ha escrito, creo que es urgente su problema.

-Tal vez no tanto -rezongo Popitres -No sé ustedes, pero tal vez sea un truco de los AKers para
matarnos.

-Ace no lo haría -dije, demasiado confiado de ello, había visto a Ace defendiendonos en el juicio,
sacrificar tiempo con sus "amigos" y advirtiendonos sobre Maniático y Maniático sirviente un poco
más espeluznante. Era imposible para mí pensar que Ace nos traicionará así.

-No lo sabes, Derek. Ese chico...

-Seguiremos con el plan -Dialac se quitó el pelo de los ojos, como solía hacer cuando estaba
enojada o aburrida -Si lo encontramos, solamente lo interrogaremos y veremos qué quiere, y si
intenta algo, prepararé su calabozo personalmente.

Tragué saliva. Dialac y Popitres chocaron puños, lo que me preocupo un poco, a veces esos dos
daban miedo, y más juntos.

-Vale -les dije -Busquemos ese cuarto del jefe.

Corrimos en dirección de la simulación de la pelea más grande de toda la Segunda Guerra Mundial.

La diferencia entre este templo y otros era que éste estaba a simple vista, con una batalla que
parecía nunca parar, NPC's se atacaban de manera mutua las 24 horas del día, edificios caían y
escombros volaban, mientras en ambos frentes los soldados se ocultaban tras vallas e
intercambiaban fuego constantemente. Granadas estallaban aquí y allá, los aviones soltaban
bombas y refuerzos a cada bando, mientras intentaban acabar el uno con el otro.

Pasar por el límite de zona ocasionaba que sonará un BIP por todo el campo de batalla, con un
letrero que ponía: Retadores: Nombres del Avatar. Felicidades. Han entrado al templo de la
Estrategia.
Nos pusimos en línea mientras nos arrodillabamos en nuestra pequeña base de descanso, una hilera
de camiones y autos volteados y regados que nos permitian una defensa total contra el fuego
enemigo.

-Recuerden, tenemos que llegar a la zona Este de territorio contrario -menciono Dialac sacando su
estoque y viendo a través de la ventana de un auto el panorama que nos esperaba -Cubranme con
sus armas mientras llego a la entrada, pero siganme de cerca.

Popitres y yo asentimos. Sacó su rifle y lo cargo, poniendo respuestos alrededor de su muñeca como
una pulsera, había que admitir que sería una buena joyería. Tomé balas y se las puse a mi revólver,
le quité el seguro y la sostuve en lo alto.

Usar armas de larga distancia era más difícil de lo que había pensado, sobretodo porque al disparar
tu muñeca se movía debido a la potencia del disparo, por lo que tu mano debía mantenerse firme, y
no solo eso, inclusive poner la mira frente a tu ojo no aumentaba para nada tu puntería, o tenías
talento para esto o mejor conseguias espadas y ametralladoras sino querías terminar con 12 balas
metidas en el cuerpo.

A mí no se me daba tan mal, además que hacía cosa de dos meses Popitres y yo habíamos
descubierto que si aumentabas tu habilidad en armas a larga distancia el sistema te daba un método
de ayuda automático en tus ojos, que ocasionaba que en medio de tu vista apareciera un círculo que
te indicaba hacia donde probablemente iría la bala, éste se movía continuamente en un rango
definido, que era cada vez más pequeño mientras más experiencia y puntería tuvieras. Molaba un
montón, la verdad.

-Ahora -dijo Dialac y se lanzó hacia el territorio enemigo. Nosotros la seguimos.

La diferencia entre ambas tierras era de unos 300 metros, durante los cuales varios NPC enemigos
intentaban detenerte a punta de balas, bayonetas y vehículos blindados. Dialac se acercaba y
esquivaba a cada bala que oía llegar, pero entonces llegaron las ametralladoras, que no dejaban otra
opción que cubrirse mientras la ola de al menos 15 balas simultáneas pasaba sobre ti, nos
refugiamos bajo un autobús volcado, intentando determinar de dónde venía el fuego enemigo.

Popitres se asomó y disparó, pero otra nueva ola de disparos lo obligó a bajar y evitar ser alcanzado
por alguna. Nuestro vehículo escudo se sacudió, pero un anunció sobre él puso: Objeto inmortal, y
nos sacó el nudo de la garganta al pensar que la protección no resistiría.

-Tengo una mejor idea -Popitres abrió su inventario y sacó un objeto ovalado con un seguro encima,
una granada explosiva, le saco el corcho con las manos y la arrojó, a los 5 segundos toda la zona y
edificio a nuestra izquierda se había derrumbado.

Nos movimos hacia la siguiente cuadra, donde siete soldados se arrojaban sobre nosotros con sus
armas, disparé a dos lo mejor que pude, uno estalló en fragmentos y el otro cayó mientras su brazo
se deshacía libre de su cuerpo. Popitres acabó con tres sin siquiera parpadear, y Dialac, nuestra
experta en combate a corta distancia, acabó con el herido y con los otros tres de una sola estocada
de su florete.

Lo estábamos haciendo muy bien, solo quedaban dos cuadras, pero entonces Popitres arrojó a
Dialac al suelo y gritó:
-¡Bomba!

Vi el proyectil mientras estaba por caer al suelo, silenciosa pero mortal e imponente. Pero no pensé
en salvarme a mí, estábamos demasiado cerca, si explotaba a tiempo tan cerca nos mataría, no podía
permitirlo, no iban a matar a mis amigos. Me lancé y arrojé un mandoble, empujando con toda la
fuerza que pude la bomba, dio cinco vueltas, y antes de llegar al suelo explotó a escasos 10 metros
de nosotros.

Salí volando con todo y espadas, y caí al suelo unos metros más allá, casi tan fuerte como la masa
de la pizza cuando el cocinero la lanza sobre sí mismo. Mi HP bajo lentamente, todo se veía
borroso, pero escuché mi nombre en la voz de alguien, pero los oídos me zumbaban impidiendo
cualquier comprensión de ruido que llegara a mis vías auditivas.

Retrocedí a gatas intentando encontrar refugio, pero todo me daba vueltas, moverme era casi un
milagro, ni hablar de levantarme y correr. Dos soldados se acercaron lentamente, armas en mano, y
pensé que éste era mi fin, no había podido salir de aquí, ni encontrar a Mason, pero al menos logré
salvar a Dialac y a Popitres. No iba a morir en vano.

Una nueva lluvia de disparos golpeó el asfalto enseguida, cerré los ojos, esperando el impacto que
nunca llegó. Los abrí de nuevo, y ambos soldados estaban cayendo, llenos de heridas como si
fueran queso recién hecho para servir, se deshicieron en fragmentos brillantes mientras alzaba la
vista buscando mi salvador.

Y allí estaba. Arco al hombro, carcaj en el otro, una ametralladora portada en ambas manos, con su
cabello levantado color marrón y su traje pegado al cuerpo, subido encima de un camión volcado,
parecía un héroe salvador digno de un póster, el cual probablemente yo compraría y pegaría en el
muro de mi pared.

Se acercó y me levantó, pero mis piernas aún temblaban, no me había dado cuenta, pero tenía
pedazos de asfalto incrustados en mis piernas, ocasionado que el sistema me impidiera usarlas hasta
que el daño fuera reparado. Cómo pudo Ace me puso de pie y me pasó un brazo por sus hombros,
me apoyé en él lo mejor que pude, y así, medio consciente medio inválido, llegamos a la siguiente
cuadra segura.

-¿Estás bien? -me dijo mientras me recargo contra una pared. Me deslicé lentamente en ella, hasta
que estuve sentado en el suelo, pero le asentí con la cabeza.

Me dedico una sonrisa y saco algo de su inventario, una medicina, me la aplicó rápidamente
mientras yo me sacaba los pedazos de asfalto. Mi HP volvió lentamente a verde mientras me
ayudaba a ponerme de pie de nuevo.

-Ace...

-No hay tiempo -me dijo mientras oía más disparos cerca, probablemente mis compañeros estaban
intentando llegar a mí -Tenemos que llegar a la sala del jefe.

-¿Por qué?

Una voz, bueno dos voces, se oyeron detrás de mí al unísono, como un coro que me alegraba y a la
vez me preocupaba oír:
-Si, Ace ¿por qué?

Me di la vuelta mientras Dialac y Popitres se acercaban. No parecían tan heridos como yo, solo
sucios y enfadados, aunque siempre estaban así cuando Ace entraba en acción.

-Les explicaré en el camino -dijo Ace y golpeó la pared del edificio, tras su golpe una parte
rectangular de la pared se abrió, revelando unas escaleras en bajada que solo llegaban a la infinita
oscuridad ante nuestros ojos.

Dialac puso los ojos como platos.

-¿Cómo sabías que...?

-Porque... Daven y Mistock están abajo, y si no nos apuramos, no solo ellos estarán muertos en
poco.

El más difícil de convencer fue Popitres, aunque sus dos segundos de vacilación fueron más que la
mitad de segundo de desconfianza de Dialac, quién solo suspiro y bajo corriendo por la escalera,
seguida de Ace, yo entré y Popitres fue detrás de mí, todos en fila india, igual que el inicio de la
primera pelea juntos. Parecía que hubiera sido hace miles de años cuando sucedió, cuando peleamos
juntos contra el jefe final del primer piso hace recién unos dos meses.

Corrimos en bajada alistando toda arma que pudiéramos necesitar, no sabíamos que encontrar allá
abajo, así que teníamos que estar listos si o si.

-¿Qué es lo que traman esos lunáticos? -proclamo Popitres intentando seguirle el paso a Ace, pero
era difícil, corría como guepardo mientras llegábamos al final de la escalera hasta un largo pasillo
oscuro solo iluminado por farolas titilantes que no cubrían toda la oscuridad latente.

-Creen que pueden llegar al último nivel antes que todos -menciono Ace, esquivando esquinas y
corriendo tan rápido que solo Dialac le seguía bien el paso -Estan volviéndose paranoicos, creen
que todo eso de que mueres al tiempo de un avatar es solo una mentira comercial, y están obligando
a sus filas de hombres a pasar el nivel cada día, hemos perdido por lo menos 6 hombres en el
transcurso de dos días.

-¿Cómo? ¿Cómo han podido sobrevivir a tantos asaltos? -le pregunto Dialac.

-La versión resumida: Mistock es un cobarde cuando quiere, si su HP baja a rojo los obliga a todos
a retirarse, aunque eso mate a más gente.

-Malditos hijos de puta -termine diciendo yo. Ace se volteo a mirarme y sonrió, todo sin dejar de
correr.

-Buena descripción Der, lastimosamente todos creen que ellos nos salvarán, y no solo eso, todos
tienen miedo de ellos, porque no tienen miedo de matar avatares todavía.

-¿Y entonces?

-Tenemos que llegar allá y detenerlos, ustedes son los únicos que pueden convencer a la gente de
que están en el lugar equivocado, hay jugadores realmente honestos allí, solo que están asustados,
tanto del juego como de ellos dos.

-¿Y que hay de ti? -pregunto Popitres -Que yo sepa nos traicionaste por ir con ellos.

-Nunca los traicione, solo hablar con ustedes es traición hacia los AKers, pero ya no quiero seguir
con ellos, solo quieren el dinero, sobretodo Daven. No les importa nadie más que ellos mismos.

-¿Por qué deberíamos creerte, Ace? -Dialac se detuvo y lo miró. Éste también paró para verla.

Popitres aprovechamos para tomar un descanso.

-Porque... Eres mi amiga, y ahora lo entiendo, nunca hubiera podido llegar aquí sin su ayuda, pero
no lo hago por mí, lo hago por los jugadores que no tienen el valor o nivel suficiente para estar por
su cuenta.

Dialac lo miro de arriba a abajo, analizando cada movimiento que haría Ace. Yo también lo estaba
mirando, pero solo me preguntaba que lo habría hecho cambiar de opinión sobre los AKers, tal vez
la crueldad que había estado viendo, o tal vez al fin mis palabras le hubieran pasado la barrera de la
tozudez que tenía en la cabeza.

Por alguna razón, el considerar ésta última opción me lleno de una absurda alegría y euforia.

-Si nos llegas a mentir de nuevo, Ace, te juro que te mataré -dijo al final Dialac.

-Y yo la ayudaré, llevando los cuchillos -agrego Popitres y volvimos a correr directo a la sala del
jefe.

Finalmente vimos como el pasillo empezaba a clarearse debido a una extraña luz a lo lejos, por un
momento pensé que sería la luz del sol, pero los gritos desgarradores que se oían más claramente a
cada paso que dábamos me puso los pelos de punta.

Llegamos a una habitación con puertas gigantes de piedra abiertas de par en par, y lo que había
dentro no se veía nada bien.

Al menos 15 AKers se encontraban rodeando a una especie de robot gigante, el cual estaba hecho
de metal automovilístico y pedazos de asfalto pegados como armadura. En una especie de cabina en
el pecho de la máquina, estaba el antagonista principal de la Segunda Guerra Mundial, Adolf Hitler,
moviendo palancas y controles mientras reía maniáticamente.

Daven y Mistock daban órdenes mientras sus subordinados corrían y esquivaban los golpes del
robot lo mejor que podían, pero era demasiado grande y rápido, incluso para su tamaño. A mi pesar,
todos tenían su HP en amarillo, y parecía que estaba bajando a cada segundo.

-¡No se rindan! -gritaba Mistock -¡Estamos cerca de acabarlo!

-¡Mantengan su posición! -Daven levantaba su espada y se dirigía al robot -¡No vamos a morir
contra un Nazi!

Pero entonces todo fue mal, más de lo que se suponía debía estar. El robot rugió y dio puñetazos al
suelo, mandando a volar a los AKers y hasta a sus dos líderes lejos de él, mientras se reponía y se
ponía derecho, una especie de cañón empezó a abrirse desde la zona encima de su pecho, y apuntó
hacia nosotros, aunque sabía que fuera estábamos a salvo, había al menos 6 avatares frente a
nosotros.

-¡Muevanse! -grito Popitres a mi lado -¡Va a disparar!

Siguieron su orden, pero varios de ellos estaban cansados y sin fuerzas, y entonces el robot disparó
un inmenso torpedo, el cual dio contra el suelo y hasta nos obligó a retroceder debido a la fuerza del
choque.

Uno de los AKers cayó frente a nosotros, su HP bajaba tan rápido que parecía que el mismo aire se
lo estaba robando, alzo su mano y me miró, mientras intentaba decir algo

-Ayuda...me...

Y entonces su HP llego a cero, y el hombre, que nunca había visto ni conocido, despareció para
siempre en el ciber espacio estallando en fragmentos.

-No...

A mi lado Ace empezó a temblar, alzo su mano para tomar su arco.

-¿Ace?

El robot rugió de nuevo, listo para acabar con los avatares que quedarán vivos.

-¡Basta! -el grito de Ace resonó en toda la sala mientras se arrojaba a la pelea.

15.

-¡Ace!

Hizo caso omiso a mi grito, en vez de eso cargo una flecha y se la arrojó al robot, que vacilo al
recibir el impacto y se volteó a verlo, adentro su controlador se veía mas furioso que nunca.

No tuve opción, saqué ambas espadas y lo seguí de cerca, a sabiendas que el robot lo había
entendido como un reto directo a desafiarlo.

-Agh, como sea -dijo Popitres detrás de mí, podía oír como él y Dialac también se unían a la
escaramuza.

El robot lo miro y arrojó un golpe, pero Ace se apartó y volvió a dispararle, el proyectil le dio,
aunque no le hizo demasiado daño. Con el otro brazo lanzó un manotazo que mando a volar a Ace.

-¡Retrocede! -le grité mientras el Robot intento agarrarlo de nuevo. Por suerte me hizo caso y salto
hacia atrás esquivando su mano.

Lancé un corte a su pierna mientras estaba distraído, y me fijé en que tenía 4 barras de HP casi
llenas, salvo por la primera, que estaba llegando a amarillo luego de mi ataque.

Me miró e intento aplastarme, pero me aparté justo a tiempo mientras un montón de polvo se
levantaba y me daba en la cara, impidiendome ver por unos segundos.

Popitres intento darle con su pistola, pero las balas rebotaban en su armadura como si estuviera
hecha de goma. Frustrado, arrojó el arma al suelo y sacó su katana para atacar.

-¡Lo distraeremos! -grite -¡El resto, huyan!

-¡Nunca! -grito Daven levantándose y arremetiendo contra el robot -¡Los AKers no necesitan
ayuda! ¡Menos de ustedes!

Intento cortar la pierna del robot, pero este vio su ataque y lo pateó como si no fuera más que una
pelota de fútbol. Fue a dar a un metro de mí, mientras su vida bajaba.

Se levantó pero el robot ya había fijado un objetivo, estaba por aplastarlo cuando lo empuje usando
todo mi cuerpo, evitando que se convirtiera en Omelette de Daven.

-¡Deja el orgullo atrás! -le espete levantándome -¡Valora tu maldita vida, idiota!

Solo me miró.

Dialac y Popitres se encargaban de distraerlo, pero los AKers no daban vuelta lejos de la pelea, en
vez de eso sacaron pociones de curación y empezaron a tomarselas, eran más testarudos que mi
compañero.

Hitler Robot logro sacarse de encima a mis compañeros y se fijó en mí, lanzando su enorme brazo
para intentar acabarme, me aparte unos metros y lancé ambas espadas para cortar su brazo, pero su
HP bajaba demasiado lento.

Sus golpes eran demasiado poderosos y difíciles de esquivar, Ace lanzaba flechas a diestra y
siniestra, pero nuestro enemigo se movía de tal manera que era capaz de detener la mayoría como si
no fueran nada más que moscas molestas.

Popitres, Dialac y yo aprovechamos para atacar su cuerpo, pero rugió y saco dos brazos de quién
sabe dónde, ocasionando que sus espacio de defensa fuera mucho más amplio. Este combate parecía
imposible de ganar.

Me di cuenta que la única manera de ganar era usando su último ataque en su contra, cuando había
usando su cañón, hubo un pequeño momento de receso del robot de unos segundos, pero evadir o
detener ese golpe para atacar al siguiente instante era imposible.
A menos que...

Esquive uno de sus manotazos mientras la idea venía a mí, pero no sabía si podía hacerlo, era
demasiado arriesgado.

¿Realmente tenía que usar eso?

Me fijé en como la mayoría de AKers heridos nos miraban de reojo a cada oportunidad de ataque,
pero el robot se encargaba de atacarlos y apartarlos como bichos molestos bajo sus pies, su HP no
podría recuperarse a este ritmo.

Ace me empujó un segundo justo antes de volverme tortilla de avatar, me dio su mano para
levantarme mientras esquivamos el siguiente golpe.

Maldición. No hay tiempo para pensar en las consecuencias. Pero no sabía que consecuencias serían
eso.

Entonces miré a Dialac, errática y poderosa, que me lanzó una mirada aprobatoria, como si supiera
lo que estaba considerando. Ace y Popitres distraian a RoboNazi, pero a tanto pensar mío se estaban
preocupando de mis lentos ataques.

Entonces vi a los AKers, todos ellos personas con vidas y sueños, más asustados de la muerte que
del robot, y ese miedo era lo que los motivaba a pelear. Demostraban que tan valientes eran
mientras más asustados estaban.

Yo estaba asustado, pero no podía permitir que murieran por unas estúpidas consecuencias, tenía
que sacarlos de aquí a toda costa. Y solo había una manera de ello.

-¡Dialac, encargate de distraerlo unos segundos!

-¡Entendido!

Me aparté lo más que pude y abrí mi menú, y busque entre mis movimientos aquella cosa que había
bloqueado hacia tanto tiempo. No tenía tiempo de vacilar, presioné desbloquear y mis espadas
brillaron débilmente.

-¡Estoy listo!

RoboNazi empezó a hartarse, porque se retrajo y empezó a abrir su pecho, revelando el agujero de
su cañón.

-¡Todos, detrás de mí!

No sé porque me hicieron caso, tal vez mi grito seguro los animó, o tal vez consideraban quedarse
con mis objetos si el disparo me mataba solamente a mí por estar delante.

RoboNazi disparó, un proyectil imposible de esquivar, pero si posible de detener, puse mis espadas
en x mientras ancle mis pies al piso.

El humo siguiente al impacto impidió ver nada por una milésima de segundo, pero al siguiente
todos veían lo mismo, a mí, con dos espadas en forma de x frente a él, mientras un escudo de 7
metros de diámetro había detenido de alguna manera el ataque del enemigo.
-¿Que rayos es...? -Popitres intento hablar.

RoboNazi se acercó y con la poca energía que le quedaba intento atravesar a puñetazos el escudo,
pero era imposible, lo sabía.

-Habilidad única -dije -Sword Shield.

Finalmente nuestro enemigo se quedó quieto tras quedarse sin energía para atacar, era ahora o
nunca.

-Movimiento de Espada -vocifere mientras baje las espadas y me dirigí a atacar -Dual Blade.

Mis armas se iluminaron de un azul puro mientras llegaba con él.

Salté, esquive y corté, liberando 20 golpes seguidos aleatorios con ambas espadas, en un punto me
golpeó aunque eso no me detuvo, su confusión me permitía atacar de manera continua. Intento
agarrarme pero lance un mandoble que arrojó su brazo fuera de mi rango. Libere mi último ataque
cortando finamente la zona de su espalda de arriba a abajo después de saltar.

Su primera barra de HP bajo hasta 0 y la siguiente llego casi a amarillo, la ira salía de los poros de
su controlador.

Intenté apartarme, pero me di cuenta que no podía. Era una de las desventajas de los movimientos
de espada más poderosos, drenaban la barra de acción, e impedía que pudieras moverte durante
varios segundos, para así lograr que tu avatar se recuperará de la inmensa cantidad de energía
gastada.

Pensé que estaba perdido, pero Popitres se puso frente a mí y puso su katana deteniendo el
ataque de alguna manera, aunque el golpe debió haberlo lanzado lejos como pelota de tenis.

-¡Mi turno! -grito y empujó su brazo, pero de alguna manera arrojó lejos a RoboNazi como si no
fuera más pesado que una pluma -¡Fiery Tiger!

Corrió a toda velocidad contra el robot, lanzó un corte a su pierna, al instante siguiente a su hombro,
y lanzó 15 golpes seguidos tan rápido que parecía que se teletransportara a cada golpe dado. Rugió
arrojando su último tajo finamente a través de su pecho, causando que su segunda barra de HP
bajara a 0 absoluto.

Se quedó quieto, y Dialac fue la siguiente en lucirse.

-¡Que molesto es esto! -aunque estaba sonriendo por alguna razón -¡Break Dash!

Saltó y arrojó varios golpes tan rápido que pareció que había sido solo uno demasiado fuerte,
RoboNazi se movía cada vez más lento. Su tercera barra de HP bajo a amarillo rápidamente.

-¡No dejaré que se lleven todo el crédito! -oi gritar a Mistock, pero el imbécil luego de arrojar su
movimiento se quedó quieto y sin protección, hubiera quedado hecho plasta sino me hubiera puesto
en frente y activado mi escudo en el instante que estaba por morir.

Lo miré y él me gruñó, obviamente enojado por mi ayuda en estos momentos. Pero no tenía tiempo
de pensar en ello.
RoboNazi intentó golpearnos de nuevo, pero un proyectil le dio en el pecho y de la herida salió un
montón de hielo que lo obligó a quedarse quieto unos segundos. Ace corrió en dirección a él, creo
que me guiñó mientras pasaba cerca, aunque no lo supe del todo porque la batalla empezó a ir
finalmente a nuestro favor.

Los AKers se lanzaron a atacarlo, liberando movimientos y ataques que ocasionaban su HP bajar a
cada segundo.

Dialac arrojó un estoque directo a su pecho, donde la cabina de control estaba, el cristal se
resquebrajo, y su HP bajo más rápidamente que nunca.

Las ideas locas se acumulaban en mi cabeza hoy más que nunca.

-¡P, dame impulso!

Se colocó detrás de mí mientras AKers y avatares seguían atacando, salté y al igual que como había
hecho con el robot, me arrojó lanzando toda su fuerza sobre su katana, sobre la cual me apoyé para
salir disparado como flecha directo a la cabina.

Me cubrí y rompí el cristal, pero el impulso era demasiado, el controlador y yo seguimos derecho
saliendo por su espalda como un par de balas de un revolver.

Hitler me apunto con su arma mientras caía, directo a los ojos, lo cual me mataría al instante.

¡Bam! Una flecha cargada de energía le dio en la mano y lanzó volando al arma cinco metros allá,
fuera de su alcance.

Cayó al suelo y yo también. Pero era mi oportunidad, me arrojé liberando un movimiento sencillo
con una de mis espadas para acabarlo, su última barra de HP estaba en rojo. Su robot se
desmantelaba lentamente detrás de mí, como una figura Lego que había perdido una ficha y no
podía sostenerse sin ella.

Mistock apareció detrás de Hitler, lanzandose también con su espada, lo atravesamos juntos como si
fuéramos un equipo. Aunque sabía que en realidad lo había hecho por fama propia.

Nuestro enemigo gorjeo y se quedó quieto, su HP finalmente bajo a 0 mientras yo paraba el ataque
que lo había acabado. Despareció de Tempel World como una inmensa explosión de fragmentos
brillantes, que parecían fuegos artificiales.

-Lo logramos... -susurre dándome vuelta -¡Lo logramos!

Mistock arremetia contra mí, no podía parar su ataque, estaba demasiado cerca, pero no entendía
que estaba pasando.

¡Clang! El florete de Dialac desvió su estoque mientras se ponía entre nosotros, gritó y arrojó un
mandoble de vuelta, pero Mistock lo detuvo con su escudo mientras el impulso lo mando hacia
atrás.

-¡¿Qué intentas, imbécil cara de troll?!

-¡Apartate Primera, debo matar al tramposo!


Todos se miraron entre si murmurando, probablemente por mi culpa.

-Dame una razón para hacer ello -Dialac apuntó su florete hacia Mistock -Y te creeré.

-¿No viste lo que hizo? Generó un escudo de la nada, eso sólo significa que de alguna manera
hackeó el sistema y creo un poder ilegal en el juego.

-Nadie puede hacer eso -dijo mi compañero posicionándose en mi defensa también -Hubiera sido
baneado, o en este caso muerto, fuera del juego para siempre.

-Entonces expliquen su poder mágico ante todos a ver qué tan creíble es su mentira -proclamo
Daven, poniéndose junto a su lunático favorito.

-Era una habilidad única -dije yo -Me permite usar mis espadas para crear un escudo protector
mientras no estoy en movimiento.

-¿Cómo la conseguiste?

-No tengo idea.

Los AKers empezaron a murmurar cosas en mi contra.

-Muy creíble, Segundo. Muy creíble.

-Yo sé cómo -proclamo Dialac, luego sonrió -Es más, yo también tengo una, para que sepan.

-¿Dialac? -pregunte.

-Mi habilidad única me permite aumentar mi velocidad conforme mi barra de vida va


disminuyendo, se le conoce como Sacrifice Swift.

-¿Qué ha...?

-Yo también tengo una -vocifero Popitres -Pero es demasiado complicado para sus cerebros de
Neardental, así que solo explicaré lo básico: Me permite dejar atrás una habilidad para aumentar la
eficacia de otra, si soy más veloz tengo que ser menos fuerte, o viceversa. Se llama Quick Swap.

Los dos estaban imponentes, como guerreros de un castillo, impenetrables y sólidos, incapaces de
ser movidos. Wow, hasta con rima me salió.

-Ustedes tres están confabulados -anuncio Daven y alzo su espada hacia nosotros -Los tres
encontraron la manera de entrar al sistema, apuesto que conocen como sacarnos de aquí y solo nos
retienen porque quieren quedarse el dinero final ellos.

Los AKers se pusieron en guardia, nosotros también, pero ninguno se movió a atacar al otro.

Al final, fue Ace quien se puso en medio.

-No han hackeado nada, Daven -pronuncio a Daven como si fuera un nombre de niño de cinco años
-No están confabulados.

-¿Y cómo puedes estar seguro de ello, Ace?


-Porque yo también tengo una. Se llama Vista de Tirador, me permite aumentar de manera
definitiva mi puntería, a cambio de no poder aumentar demasiado mi habilidad en armas de corta
distancia.

-¿De que hablas, Ace? ¿Osas decir que estabas confabulado con estos tramposos? -pregunto
Mistock. Ace solo lo miro.

-No compares a gente honorable con tus métodos, Mistock ¿O me vas a decir que tu único motivo
para seguir jugando es seguir vivo? Quieres ese dinero, no sé exactamente porque, pero lo anhelas
más que nada, y lo demostraste hoy, sacrificando a tus hombres por ello.

Mistock lo miro de hito en hito.

-¿Cómo te atreves? Ven aquí ahora soldado, es hora de volver al cuartel.

-No.

Creo que yo fui el más shockeado por esa respuesta.

-¿Cómo dices?

Ace sonrió y abrió su menú, presionó algo y a todos los AKers les llegó la misma notificación.
Daven se volteo a verlo, luego a mí, y así sucesivamente.

-¿Traicionas a tu grupo por unos tramposos solitarios?

-No somos tramposos -me adelanté, estaba cansado de ser acusado pero sobretodo, estaba harto
de que insultaran a mis amigos -Nuestra habilidad fue dada como bonificación al ser los primeros
en pasar el primer nivel.

Silencio. Volteé a mirar a Dialac. Ella me miró a mí.

-Entonces no mentías.

Ella asintió.

-Aunque eso sea cierto -Daven alzo su espada -Eso no cambia que haz traicionado a tus amigos...

-Crei que ustedes eran mis amigos, de verdad -Ace se puso a mi lado ¿habré mencionado ya que se
veía más impotente y brillante que nunca? Como un príncipe de cuento de hadas anunciando algo
a su reino -Pero ahora entiendo lo que es un amigo, ustedes solo piensan en ustedes, un amigo se
preocupa por ti y te intenta guiar por el camino correcto aunque la verdad te lastimé -me volteó a
mirar -Un amigo está contigo sin importar que, y yo tengo a los míos aquí, desde aquí y hasta la
culminación de La Cacería, Ace, el Cuarto, es un jugador solitario.

Todos se quedaron boquiabiertos. Especialmente yo, sobretodo porque ahora me sentía


extrañamente liviano, como si todas las preocupaciones del mundo hubieran desaparecido.

Daven clavó su espada en el suelo.


-¿Y eso a quién le importa? Aunque te vayas, seguiremos subiendo hasta llegar al último nivel y
ganar el premio, y ustedes no nos detendrán.

-Y así, seremos los ganadores.

-Seremos me suena a un grupo unido, Mistock -dije yo -Por lo que veo, solo tienes intenciones de
ganar todo para ti.

-Sandeces -me respondió -Los AKers seguirán con su estrategia regular. Así lograremos llegar...

-¿Matando? -Popitres se adelantó también -Haz lo que quieras tú, maldito loco. Pero no
dejaremos que conviertas a personas inocentes en asesinos por dinero.

-¿Y quién lo va a evitar? -Daven bostezo, Mistock sonreía satisfecho a su mano derecha. Y la ira
dentro de mí explotó.

-Yo -di un paso hacia adelante -Te reto aquí mismo, Mistock, a un combate uno a uno, quién gane
se lleva el ítem de derrota del jefe. Si yo gano, deshaces a los AKers y te vas por tu cuenta.

-Pero si yo gano... -sonrio y dio un paso adelante esta vez él -Ustedes vienen conmigo.

-No -le respondí -Yo iré contigo, y harás conmigo lo que quieras. El resto queda libre del trato.

-¿Con condiciones, eh? Entonces tendrás que pelear conmigo y mi compañero Daven al tiempo, si
ganas nos iremos.

Estaba por decirle que si cuando Ace habló:

-Entonces ten honor y pelea justamente, dos contra dos, el Segundo y el Cuarto contra el increíble
Mistock y el poderoso Daven ¿o te da miedo perder contra dos de los mejores cuatro?

-Uhhhhhhh -todos los AKers soltaron el mismo sonido, que incitaba una humillación en caso de no
aceptar.

-No sean locos -advirtio Dialac.

-Ni estúpidos -la siguió Popitres.

-Trato hecho -dijeron nuestros contrincantes.

-Hecho -dijimos nosotros.

-Hombres tenían que ser -se lamento Dialac.

-Si... Espera... ¡Hey! -le reclamo Popitres.

Ace me volteó a ver, yo solo intentaba asimilar lo que había hecho. Pero tenía otras cosas de que
preocuparme.

Nuestros enemigos se prepararon para atacar, su HP estaba cerca a amarillo, aunque el nuestro no
estaba precisamente alto, de hecho estábamos casi en igualdad de condiciones, así que sería una
batalla justa.

-Estar conmigo te está afectando, Derek -Dialac se adelantó y me puso una mano en el hombro,
entonces me sonrió y me susurró -Suerte, Segundo.

Popitres fingió llorar y sostuvo sus manos sobre el pecho como si tuviera un paro cardíaco.

-Que mal se siente esta traición, D. Me cambias como compañero -luego se acercó y me dio algo,
un collar de cuentas, probablemente costó unos 20 Hayros, equivalentes a unos 10 dólares
norteamericanos. Me ayudó a ponermelo en el cuello.

-Popitres...

-Asegurate de no perder, es difícil conseguir compañeros tan aburridos cómo tú.

Ambos vieron a Ace, quién preparaba flechas de todo tipo de su inventario.

-Suerte a ti también, tonto -lo abrazó -Lamento haberte abandonado ese día, no tendrías que
pelear aquí si no lo hubiera hecho.

Popitres le dio unos golpecitos en la cabeza, a lo que Ace lo miro medio mal, aunque al igual que
yo parecía al borde de las lágrimas.

-Solo intenta no traicionarnos de nuevo, Ace.

Él asintió y se puso a mi lado. Ambos nos pusimos en posición de pelea mientras Daven y Mistock
terminaban de prepararse.

-¿Unas últimas palabras, Der?

-Que debería haber entrenado más con las pistolas y los arcos, Az.

Se rió. Y yo me reí.

En nuestro menú apareció una notificación: Daven y Mistock te desafían a un combate en equipo,
aceptas?

Presionamos si al mismo tiempo.

El corazón me latía a mil por hora, intentaba respirar con normalidad y tranquilizarme, pero el saber
que si perdía no solo yo, sino Ace estaría perjudicado me nublaba el juicio.

Cuando el temporizador llego a 0 Mistock me atacó a toda velocidad, desvié su espada con la mía y
ataque con la otra, pero su escudo paró el golpe, rugió y arrojó un corte brillante hacia mi cabeza
pero lo detuve con ambas espadas y salí volando hacia atrás.

Por el rabillo de mi ojo veía a Ace peleando con Mistock, mi compañero lanzaba flechas y lo
entretenía, pero Daven desviaba gran parte de sus flechas con su espada y su escudo.

Mistock lanzó un movimiento de espada, pero puse ambas espadas en x y el escudo


semitransparente desvió todo el impacto. Furico, golpeó y cortó mi campo protector, pero mientras
yo estuviera quieto y firme nada podría atravesarlo.
Oí una espada arremeter tras de mí, salte a un lado mientras Daven intentaba cortarme en dos,
aunque tenía una flecha incrustada en el trasero y otra en el hombro, parecía que su ira era mayor
que la visión de su barra de HP bajando.

Ambos se arrojaron sobre mí, pero oí a Ace gritar: ¡Agachate! Me puse de rodillas mientras dos
flechas zumbaban encima de mí, Daven detuvo una pero Mistock recibo el impacto de otra,
liberando una línea de flamas brillantes que lo envolvieron y bajaron su HP.

Ataqué a Daven, cortando y esquivando rápidamente, pero a diferencia de Dialac yo tenía dos
espadas y mayor capacidad de reacción lo que me valía una ventaja visible porque atravesé su
campo de defensa y una de mis espadas le cortó finamente el hombro, lanzandolo hacia atrás.

Mistock cambió para atacarme él, pero me di cuenta que había entrenado para pelear con alguien
con dos espadas. Arrojé un corte mientras mi otra espada desviaba la suya, pero se agachó y levanto
su escudo, que me dio en todo el abdomen y me arrojó hacia atrás, dando un par de vueltas antes de
volver a ponerme de pie.

Ace se hizo a mi lado. Ambos jadeabamos, y miré con consternación como su carcaj empezaba a
ponerse vacío.

-Son mejores de lo que pensé -dije.

-Y que lo digas -miro por encima de su hombro, viendo a la multitud que se había quedado callada
desde hace un rato, incapaces de perder ni un solo segundo de una pelea tan importante en Tempel
Jäger Online -Solo me quedan flechas de impacto, y Daven se mueve muy bien.

Entonces se me ocurrió algo.

-Cambiemos -le susurré. Él me miró de hito en hito.

Entonces sonrió.

-Ese es el Derek que conozco.

-Cubreme, cuando te diga, ataca.

Asintió y me arrojé de nuevo.

Mistock se lanzó, blandiendo su espada que empezó a brillar de un amarillo brillante, listo para
acabarme. Justo cuando estaba por atravesarme me aparté, gritando: ¡Ace!

Por suerte me entendió, una flecha se incrustó rápidamente en el abdomen bajo de Mistock, intento
cortarme de nuevo, pero otras tres flechas le dieron en el brazo, hombro y la pierna y lo arrojaron
lejos, donde su HP fue a dar en rojo.

Daven gritó, arremetiendo, pero paré su estoque mientras lo llevaba por fuera, obligándolo a
retroceder. Me arrojé directamente sobre él, olvidando todo alrededor de mí que no fueran mis
espadas lanzando una lluvia de golpes sobre su escudo, que aunque se esforzaba por cubrirlo, era
imposible. Su HP bajaba a cada segundo mientras mis espadas atravesaban su espacio de defensa,
su espada intentaba alcanzarme, pero mi vida no bajaba tan rápidamente como la de él.

-¡Dual Blade! -grite, liberando el poder de mis espadas. Los 20 golpes aleatorios le fueron
imposible de bloquear, sobre todo porque cuando finalicé mi movimiento su escudo se rompió
como huevo, liberando una lluvia de hierro y fragmentos que se deshizo en el aire. Arrojé el último
golpe justo cuando su HP llego a rojo, donde fue a parar justo donde su compañero, quién recién se
recomponia de nuestro ataque combinado.

En toda la sala resonó un sonoro Ding con un letrero que ponía: Fin del Combate. Ganadores: Ace y
Derek.

Todo quedó en silencio un momento, como si todos se hubieran olvidado de hablar, y entonces oí
gritos combinados de : SEGUNDO, CUARTO, WOW, GANARON.

Dialac se lanzó y me dio un golpe en el brazo riendo, Popitres me rodeó con su brazo mientras me
revolvía el pelo. Todos los AKers bramaban en coro: Derek Derek Derek, y formaban un círculo
alrededor de mí.

Daven y Mistock a lo lejos gruñeron, me miraron con el odio más puro que hubiera visto en una
persona, aún si solo veía las caras de un montón de datos, y abandonaron la sala de vuelta al nivel 6.

Mientras mis compañeros y los AKers empezaron a conversar sobre posibles estrategias de combate
para el siguiente nivel, busque entre el gentío a mi compañero de pelea pero no lo encontré.

Finalmente vi su sombra, lejos de la multitud dirigiéndose hacia la recién abierta puerta hacia el
nivel 7, pero nadie parecía notar su presencia, aunque podía ver que algunos de sus antiguos
compañeros lo veían con una cara triste.

Corrí y lo alcancé justo cuando estaba por poner un pie en la puerta.

-Hey.

Se detuvo y cuadró los hombros, sin darse vuelta. Parecía como si alguien le hubiera dado un
puñetazo mental y le hubieran revelado que algo muy malo estaba por suceder.

-Ganamos.

-¿A dónde irás?

-Tengo que buscar una nueva base, y después veré qué hacer.

Seguía sin mirarme.

-Ace...

-Fue divertido.

Se giro y me di cuenta que tenía los ojos llenos de lágrimas. Una navaja oxidada apuñalandome
hubiera sido menos doloroso que verlo así.

-Puedes venir con Popitres y conmigo, seremos todos...

Se rió y me miró, pero su risa no era la de siempre. Demostraba una tristeza que nunca había visto
en él.

-Ya te lo dije hace tiempo, ustedes son perfectos como equipo, además... -miro el suelo -Tengo que
aprender a no depender de la gente.

-Estaremos en contacto ¿verdad?

-Obvio, tonto -me sonrió y se acercó -¿Cómo no le voy a hablar a mi mejor amigo?

-Ace...

-Ya no hables Der, o me echaré a llorar.

Me abrazó tan fuerte que pensé que bajaría mi HP a rojo y moriría ahí mismo, entre sus brazos y
sintiendo el calor de su cuerpo. No era un mal lugar para morir, pensé, mientras lo abrazaba con la
misma fuerza.

-Aun tenemos esto ¿no? -me mostró su mano, donde el anillo de conexión brillaba débilmente.

-Si... Si estamos en problemas, ayudaremos al otro.

-Gracias... Gracias Derek.

Y me soltó y se fue, y yo solo quería correr y detenerlo, decirle que se quedará y que nadie nunca le
haría daño, que quería que fuera mi compañero. Pero no podía moverme, sentía como si mis pies se
hubieran quedado unidos al piso por una de sus crío flechas, y mi corazón hubiera quedado
congelado para siempre en la cueva de los Yetis, frío y quebrado, incapaz de ser reparado salvo por
él.
16

Ir por las mazmorras secretas del nivel 3 no era mi pasatiempo favorito, lo cual bastaba para ser el
favorito de Popitres y Dialac.

Yo en serio intenté convencerlos de no entrar, sobretodo porque desde que habíamos quedado
atrapados, una nueva sección de extraños túneles y laberintos bajo tierra había aparecido bajo
todos los niveles, no ayudaban a la lucha general del jefe final de la zona, pero era una buena
forma de subir de nivel, aunque mientras más abajo ibas más peligrosos y poderosos se volvían los
monstruos. Habíamos encontrado uno de nivel 40 recién hace unos días, y yo recién estaba en el
58, lo que demostraba que tan peligroso eran estos lugares.

Claro, tozudo 1 y tozuda 2 habían ganado el debate sobre si venir o no, aunque bueno, ya que
ahora los jefes solo se vencían una vez y el nivel quedaba libre para que cualquiera entrará, era
más difícil subir de nivel a menos que buscarás misiones extras en los alrededores, y las
mazmorras eran como un regalo cruel del sistema, que nos preparaba cada vez más para la
muerte final contra el último jefe, del cual nadie tenía idea de cómo o que sería, y que tan
complicado sería vencerlo.

Era raro verlos, sobretodo porque Dialac había estado con nosotros casi que 24/7 las últimas
semanas, dormía en nuestra mansión, nos acompañaba a misiones y a duras penas volvía a su
guarida una vez por semana para asegurarse que nadie le había robado.

Nadie sabía de Ace desde hace unas semanas, ni de su paradero ni de su estado, y debo admitir que
tal vez, de hecho si, es un hecho, le enviaba cierta cantidad de mensajes, preguntaba a otros Hunters
si lo habían visto, pero parecía que la tierra misma se lo hubiera tragado. Por primera vez, me
resultó parecido a Dialac en su hábito de desaparecer y aparecer repentinamente, aunque seguía
esperando que llegará y hablará conmigo, de cualquier cosa, de cualquier estupidez, pero solo
quería que me dijera algo.

Nunca se lo admitiría a Dialac y a Ace, pero luego pensaba en Mason, en si de verdad estaba aquí
en TJO, y si lo estaba como lo estaba traicionando queriendo estar todo el tiempo con Ace, luego
recordaba que él tendría el poder de buscarme y no lo había hecho aún, mientras yo buscaba en
Cielo y Tierra para encontrarlo, y luego me sentía triste por ello, y luego recordaba Ace y... Si, era
un círculo vicioso que ni yo mismo entendía, apuesto que Dialac me daría un zape diciéndome:
Madura, y Popitres me daría otro afirmando: Lo que dijo la dama, y luego se reirían de mí los dos.

Aquí en la Mazmorra, enfrentando soldados de SWAT y terroristas del siglo XXI a cada paso que
dábamos, no podía evitar pensar en él, sobretodo porque todos usaban armas de larga distancia.
Maldita sea Derek, madura.

Una bala me dio en la espada y salte asustado, pero Dialac acabó con el siguiente soldado mientras
me gritaba:

-¡Retrocede!

Le hice caso, me aparté hacia atrás mientras su florete trazaba un dibujo sobre el campo de batalla
con su brillo, como si las mismas luciérnagas hicieran un camino zigzagueante guiando nuestra
travesía. Los soldados estallaron mientras notificaciones de ítems ganados inundaban el menú de
Dialac, ella solo guardo su espada y se sacó el pelo de la cara.

-Esto es divertido -sonrio y revisó su menú, mientras veía el largo pasillo de piedra y suelo de metal
alumbrarse con luces intermitentes en faroles conforme íbamos avanzando, Popitres comía un
postre de dulce de leche a mordiscos, cortesía de una misión secundaria ganada a unos 100 metros
de la simulación principal de Tahoe en el nivel 4.

-Esto fue creado por los dioses, quiero que cuando muera me entierren desnudo en una tumba llena
de dulce de leche.

-Recuerdame no ser el organizador de tu funeral -le dije.

-¿Y entonces quién? Dialac probablemente armaría al cura con una lanza.

-Y un hacha de guerra -agrego ella mientras avanzábamos. Los tres nos echamos a reír.

-Tenemos que volver pronto al frente -dije al pasar el siguiente tramo seguro -No podemos ir por
ahí jugando mientras todos intentan salir.

-Hey ya pasaron el nivel 7 sin nuestra ayuda ¿no? -admitio Popitres -No está nada mal divertirse de
vez en cuando.

-Seh -le siguió Dialac -El periodo de entreguerras es aburrido, cuando lleguen a la Primera Guerra
Mundial me unire de nuevo, no perdieron a nadie esta vez, vamos avanzando.

-Me dan jaqueca -dije.

-Entonces mi misión está hecha, Derik.

Bufé y ella rió.

El siguiente tramo de pasillos trajo consigo esqueletos malvados, macabramente inmortales y con
capacidad de daño reducido, lo que significaba que a menos que les dieras un golpe certero en su
punto débil nunca los vencerias, además tu arma tenía que contener una adición en sus
características, llamada Necroenergia, que te permitía atacar y herir de manera significativa a todo
monstruo de tipo espectral o con atributo inmortal. Aquí en las mazmorras eran muy comunes esa
clase de criaturas.

Por suerte, la Necroenergia era un atributo muy requerido, por lo que no era difícil de conseguir.
Habíamos mejorado nuestras armas con ella hace unos días, luego de que nos vimos obligados a
huir de una lucha con un montón de guerreros Exo-Esqueletos (básicamente esqueletos equipados
con armas de fuego y espadas) en la sección anterior de la mazmorra, creo que prefería los gemidos
de los monstruos a las quejas de Popitres sobre lo mal que yo/nosotros había/habíamos peleado.

Sin embargo, lo que no nos dio buena espina no fueron los esqueletos ni sus patrones simples de
pelea, sino su cantidad de HP, la cual estaba considerablemente baja, como si recién hubieran
peleado contra alguien y ese alguien tuviera demasiada prisa en seguir adelante, tanto para no
vencerlos del todo.

Y entonces oímos el grito.

Por un momento pensé que era un grito de guerra, pero luego supe que no lo era. No decía ningún
tributo al cual rendirle la victoria, ni ningún tipo de furia o felicidad, era un gemido de exclamación,
de terror, como si... Como si estuvieras por ser asesinado por algo.

-¿Qué rayas es eso? -exclamo Popitres acabando con el último enemigo, miró hacia la dirección de
dónde había venido el grito con el ceño fruncido.

Cómo dije hace mucho, todos me recriminaban por hacer lo correcto siempre que podía, y eso fue
exactamente lo que hice. Corrí sin vacilar hacia el siguiente corredor, sin siquiera esperar a Dialac o
a Popitres.

Una inmensa figura que no podía ser otra cosa que un sub-jefe estaba cuidando la entrada a un
corredor externo que se encontraba a un lado del corredor principal, éste estaba atacando a un
pequeño avatar, el cual retrocedía asustado, aunque tenía una daga pequeña en la mano, hacia más
como objeto inútil que como arma de lucha.

Su oponente era al menos el triple de grande, aunque tenía una extraña forma humanoide, con dos
brazos y dos piernas y una armadura color plata del cuello hasta los pies. Pero saliendo de su frente
salían dos largos huesos cuernudos que se curvaban como los de una cabra, su nariz era demasiado
alargada para ser humana y sus ojos eran pequeños y con una delgada y alargada pupila,
demostrando que era una especie totalmente diferente al humano. Portaba un hacha gigante de
doble filo, que me causo escalofríos cuando me acerqué.

El pequeño avatar se arrastró de rodillas intentando alejarlo, pero esto solo enfureció al enemigo.

Arrojó su hacha pero el chico rodó justo en el último segundo, seguido a ello y se levantó
encarandolo.

-¡Corre! -le grité.

Al parecer no había dado con mi presencia, porque dio un salto y me miró, con ojos completamente
en pánico.

Estaba por arrojarme y ayudarlo, pero entonces se dio la vuelta y corrió contra mí, mientras me
agarraba de la muñeca y me alejaba del monstruo, que viendo que habían dejado su territorio,
empezó a caminar a su escondite, a la espera de nuevos retadores.

Estaba por preguntarle al chico algo, pero chocamos con Popitres y Dialac, literalmente. Mi nariz
chocó con el hombro de Popitres y su barbilla fue a parar contra mi frente, ocasionando que
cayeramos hacia atrás tras un sonoro ¡Tang!

-¿Qué diablos haces? Deberías estar ayudándonos a limpiar mazmorras, no correr por cada grito de
damisela en peligro que oyes.

Dialac ayudó al chico a levantarse, lo miró con los ojos entrecerrados y luego me miró, pero parecía
más confundida que enfadada.

-¿Cómo te llamas?

Por primera vez, me fijé en el chico bien y me di cuenta que no podía tener más de 12 años. Su
cabello color negro estaba largo y revuelto, y le llegaba casi hasta los hombros, no era muy alto,
porque su cabeza apenas me llegaba al esternón, aunque tenía una equipación básica. Pantalones
de combate, un peto de armadura, una funda de daga en su cinturón y unas botas negras, si yo
pusiera mi avatar en modo de niño, probablemente se vería así.

¿Que hacia un niño en Tempel Jäger Online?

-Me llamo... -empezo a tambalearse - ... Lucas...

Y cayó hacia adelante y se desmayó.

Los tres nos apresuramos a agarrarlo.

-Que pequeño... -menciono Dialac -No pesa nada.

-¿Qué está haciendo aquí? -pregunto mi compañero. Yo negué con la cabeza, incapaz de saber que
decir.

-Salgamos de aquí -dijo Dialac -Luego veremos qué hacer con él.

Fuimos a la armería y escuela de espada de Raphiel, un pequeño salón de reuniones usado para
entrenamientos y venta y canje de armas, que nuestro amigo Raphiel había abierto luego de que
el nivel 6 fuera limpiado.

Últimamente pasábamos mucho por ahí, sobretodo porque muchos aprendices disfrutaban ver a
tres de los mejores dirigir clases, además las recámaras eran cómodas y las camas no estaban mal.
Y la cocinera era muy buena, la verdad.

Popitres cargo a Lucas a la espalda mientras pasábamos por la ciudad de Washington simulada en
el nivel 4, en el cual el establecimiento estaba instalado. Golpeamos la puerta antes de que ésta se
abriera sola con la voz simulada de una recepcionista la cual decía desde unos megáfonos
inexistentes: Bienvenidos.

-... pero cómo? ¿No podemos intercambiar este ítem, entonces?

Un avatar, de cabello largo y complexión exageradamente musculosa, discutía con el recepcionista


que estaba tras el mostrador, y no parecía una discusión bonita.

-Es un ítem legendario, podrías venderlo, pero un trueque sería un mal trato.

-Pero yo quiero dinero, perseguí a ese Athenos por días hasta que lo venci, quiero venderlo aquí.
-No te daré lo que quieres, es demasiado dinero, si me disculpas, hay más clientes.

El Hunter se dio la vuelta y nos miró, por un instante parecía que quería golpearnos, pero luego vio
las dos espadas que tenía a la espalda y el florete de Dialac, y solo nos gruñó y se fue por la puerta.

El recepcionista, otro de nuestros últimos amigos hechos, suspiró y se pasó la mano por la cara.

-Odio a los Hunters, no volveré a aceptar otro trabajo de recepcionista en la vida.

-Hey, Reg -Dialac se apoyó en ell mostrador -¿Cómo te va?

Su verdadero nombre (o al menos el de su avatar) era Regulus, pero luego de que Popitres
empezará a llamarlo Reg decidimos establecerlo como su apodo estándar.

-Mal, ahora Raphiel quiere que haga trabajo de revisión de niveles ¿Me imaginas a mí, de nivel 39,
ayudando a los del frente para llegar al siguiente nivel?

Me sonrió, y debo admitir que me sonroje.

Verás, desde hace unas semanas, sospecho que Regulus podría ser Mason.

No fue nada espontáneo, ni sacado de la manga, apenas lo vi, la idea se quedó clavada en mi
mente como un clavo martillado a fuerzas en mi cráneo.

Tenía el cabello castaño y corto, y ojos azules, como Mason. No sabía cuánto había crecido él, pero
Reg era más o menos de mi tamaño, unos centímetros más bajo, cada vez que lo veía, usaba una
camiseta de algún personaje reconocido de un videojuego muy famoso, actualmente tenía una del
personaje principal de Undertale, cuyo nombre siempre olvidaba. En un punto le había logrado
sacar que él era un gran fanático de ellos, y eso me había bastado para empezar a creer que él
fuera quien estaba buscando.

Claro, si él era realmente Mason, probablemente no tenía ni idea de que yo era yo. Mi avatar se
parecía vagamente a mí, solo que más guapo, sin acné, ni panza o flacidez, hubiera querido
cambiar mi apariencia aquí si eso significaba que Reg admitiera ser Mason.

-¿Qué tal la mazmorra, Derek? Deberías limpiarte, hueles horrible.

-Si eh... Estuvo bien creo -debia admitir que fuera o no fuera Mason, su mirada hacia que me
temblarán las piernas.

-Ganamos un par de ítems -admitio Popitres y luego se dio la vuelta, mostrando al niño que
cargaba a la espalda - Y a un chico ¿Nos prestas una habitación?

-Si, ve y déjalo en el ala este, Dialac creo que Raphiel está en la sala de entrenamiento, pero debo
atender la tienda...

-Entendido -desaparecio pasando las puerta detrás de Reg. Popitres la siguió, y yo me quedé solo
con él.

Admitía que pasará lo que pasará, ese chico me parecía demasiado tierno para no notarlo.
-¿Que onda con ese cliente? -le pregunte para poder sacar conversación.

-Queria vender una espada legendaria, y pedía 3000 Hayros por ella, osea, estaba loco, la espada
más cara cuesta máximo 2000 Hayros.

-Que cabron -solte así sin más.

-Si, es un cabron.

Los dos nos pusimos a reír.

-¿Tienes una mejor oferta? A lo mejor y hacemos un mejor negocio -me soltó, por su tono podía
decir que me estaba coqueteando, pero no tenía ni idea. Nadie nunca me había coqueteado.

-Pues...

Me sonrió y se acercó a través del mostrador.

-Tus ofertas suelen ser buenas.

-A veces...

-Aunque sigues sin decirme donde fuiste hace unas semanas, cuando te pedí que me acompañarás
a la aldea Zarben del nivel 1 para conseguir la dispensadora digital.

-Eh... -me empecé a poner nervioso -Tenia un compromiso.

-Un compromiso es con alguien y según tú fuiste solo.

Sus ojos azules me penetraban, aunque no demostraba furia o enojo, solo curiosidad.

-Tenia que entregar un ítem a alguien, pero la misión era muy peligrosa, así que tuve que ir solo.
Necesitaba Hayros.

-Siempre puedes pedirme prestado.

Me rendí y suspiré. Solo lo miré y dije:

-Solo salí con alguien a una misión, nada importante.

Pero si era importante. No había dejado de pensar en eso desde que había sucedido.

Unos días luego de pasar el nivel 6 y volver a nuestras actividades diarias, Ace me escribió para
pedirme ayuda en una misión, al principio sopese un poco la idea (sobretodo porque había dicho
que quería estar solo de ahora en adelante) y más cuando dijo que fuera solo, pero al final decidí
ir, además Popitres estaba en una junta con los grupos mayores sobre el siguiente nivel (había
decidido no ir como representante de Los Cuatro) así que quisiera o no, si iba tenía que ir solo.

La misión consistía en una búsqueda interactiva de varios días a través del nivel 2, una en la cual el
principal componente era el ingenio y la inteligencia, francamente no pude rechazarla una vez que
vi la recompensa: Una figura en miniatura de tu avatar, la cual podías modificar de manera que
fuera básicamente un segundo cuerpo o un clon de ti mismo, incluso podías ordenarle pelear o
venderlo como figura de acción, pero nadie había podido solucionarla aún.

Luego de una breve charla y varios rezongos de mí en contra de hacerlo, finalmente Ace me
convenció, además tenía que admitir que sus pucheros y su cara de felicidad cuando le dije que si
me parecían demasiado adorables para decirle que no.

La misión no fue fácil he de admitir, tardamos varios días y horas de pensamiento lógico y
caminata, además de un par de luchas en las cuales estuvimos a punto de morir, no es por nada,
pero tuvimos que enfrentarnos superhéroes para el reto final, que extrañamente eran un
espadachín y un arquero, casi que iguales a nosotros: Deadpool (que usaba dos katanas iguales a
mí y era casi que inmortal) y Hawkeye (que era ágil y más alto que yo)

¿Cómo habían conseguido los derechos de usar esos personajes aquí? Vete a saber tú.

Al principio fue un poco lento tomarle el ritmo a la misión, sobretodo porque Ace y yo nunca
habíamos convivido tanto tiempo, habíamos dormido en una cueva y pasado un día entero juntos,
pero fue muy diferente repartir la comida, buscar un lugar donde dormir, planear estrategias y
pensar en que podría significar el siguiente acertijo. Pero pronto descubrimos el buen equipo que
podíamos hacer.

Él se encargaba de la comida, yo del dinero. Él cocinaba, yo comía. Él me respaldaba mientas


peleaba, yo lo protegía, él me protegía. Yo decía videojuegos raros y él adivinaba el personaje
principal o el fabricante. Él decía un superhéroe o personaje de anime y yo tenía que adivinar de
dónde era, superpoderes y personalidad. Aunque estábamos en una misión, nos tomamos al
menos semana y media completarla, sobretodo porque desperdiciamos un par de días andando
por ahí jugando y explorando, realmente era divertido pasar tiempo con él. Nisiquiera con Popitres
me divertía tanto.

Me olvidé de todo durante esos momentos de risas y charlas profundas con Ace, olvidé que estaba
en un juego donde se suponía debía morir, olvidé que estaba buscando a Mason, olvidé que era
compañero de Popitres, olvidé que en realidad vivía en una casa deprimente dónde nadie me
notaba y que mi hermana no había podido hacerse con mi custodia por ser menor de edad cuando
yo tenía 9. Solo sabía que estaba con alguien y no quería irme, para mí todo el resto sobraba.

Pelear juntos no era tan rudimentario, ni tan mecánico, realmente me divertía con cada flecha que
arrojaba y daba a un enemigo y creo que él también se divertía conmigo cada vez que imitaba los
gritos de guerra de Popitres como: ¡Por Esparta! ¡Por la gloria de Narnia! ¡Por las gemas del alma!
Y mi favorito: ¡Por las tetas de Black Widow!

Las carcajadas en ambos se volvieron más comunes que las conversaciones normales.

Terminamos la misión luego de un rato, pero no quería irme. Realmente quería quedarme, pero
estaba con Popitres, y él tenía que irse a su base para verificar todo.

Estaba diciendo algo como: Pues... Nos veremos luego, o algo así, cuando se acercó de improvisto
y me beso, juntando con fuerza sus labios contra los míos.
Mi mente entro en cortocircuito. Me pregunte si el FaktHel estaba quemando mi cerebro
lentamente mientras alguien estaba intentando quitarmelo, porque todas mí neuronas entraron
en combustión misma, desconectandose de un solo switch.

Nunca, en mis 15 años, había besado a alguien, ni a una chica, mucho menos a un chico, y al
principio no supe cómo reaccionar. Nisiquiera debía sentirse real, porque sus labios no eran nada
más que unos y ceros almacenados en un servidor raro y que los mios eran exactamente lo mismo,
pero pensé que así se debería sentir un beso, porque el corazón me latio a mil en todo ese rato.

Si ni amigos tenía, ni hablar de novias o chicas que les gustará, aunque también había pensado que
había algo raro en mí, porque ninguna chica me había gustado, las veía pero en muchas ocasiones
solo notaba que era linda, pero nadie nunca me había movido el pecho ni había sentido esa calidez
de la que hablan los libros, las películas e inclusive los videojuegos, hasta ese momento.

Nunca me lo había admitido a mí mismo, pero realmente más de una vez había imaginado que se
sentiría besar a Mason, sus labios húmedos chocando con los míos, su lengua encontrándose con
la mía, había fantaseado con todo ello cuando mis hormonas se desperdigaron, pero nunca hice
nada raro con esos pensamientos, me provocaban una curiosidad enorme, pero no había forma de
comprobarlo, un beso seguía siendo un universo completamente desconocido para mí.

Ace empezó a apartarse luego de ver qué no correspondía, pero de manera casi automática le
rodeé la cadera con los brazos y evité que se apartará, no quería despegarme, nunca, era como
estar en el cielo, y no quería volver a la tierra en lo que me quedara de vida.

¿Gay? ¿Bisexual? ¿Alguna de esas palabras me definía? Ni idea, nunca me había parado a pensar
en ello, y no me importaba. Mientras estuviéramos así, con sus brazos rodeandome el cuello, mis
brazos alrededor de su cintura, nuestros labios unidos, nada más tenía que importar, jamás de los
jamases.

Finalmente se separó, porque yo no habría tenido la fuerza ni la razón para ello, me miró con su
cara sonrojada y solo dijo: Tenía que hacerlo, para comprobar algo.

Y me soltó y salió corriendo, intenté seguirlo pero debió usar un ítem especial para transportarse
lejos de ahí, y yo no tenía métodos para seguirlo.

Pensar en ello mientras me encontraba con quien creía era Mason me llenaba de una inmensa culpa
y arrepentimiento que no entendía. Mason era mi amigo, pero y si era Reg ¿que pasaría si lo admitía
y me besaba, como Ace? ¿Se sentiría igual? ¿Mejor? ¿Peor? ¿Cómo se sentiría él? ¿Traicionado?
¿Indiferente? ¿Feliz?

Sabía de todo corazón que si me dieran a elegir entre ambos, nunca podría contestar esa pregunta.

-¿Nada importante dices? Te fuiste una semana y media entera -Reg alzo una ceja -Fue frustrante
ver a Dialac y a Popitres dar clases, solo gritaban: ¡Muerte! a cada niño que hacia un movimiento
mal.

-No me resulta tan descabellado eso, sabes?


Se rió.

-Ve a cambiarte mejor, hueles a tierra y a monstruos, envíame una foto si puedes -me guiñó un ojo
y yo me volví a sonrojar, aunque parecía inocente, cada vez que me quedaba solo con él soltaba
comentarios así, no estaba mal si sabía que era Mason, y si no lo era tampoco estaría mal.

-Callate.

Salí de la recepción y me dirigí dentro del establecimiento.

17

Varios aprendices me saludaron mientras entraba, he de admitir que ser admirado por jugadores
me parecía muy genial, aunque era agobiante en varias ocasiones. Sobretodo porque cuando me
pedían autógrafos, porque no tengo firma, tenia 15, a duras penas sabía firmar, y adicional escribir
allí no era exactamente fácil.

La zona de entrenamiento era un inmenso gimnasio lleno de maniquíes NPC los cuales se usaban
para las luchas de los principiantes y aprendices, todos ellos con un nivel dependiendo de la
cantidad de habilidad que tuvieras en ciertas características: Esgrima, lucha cuerpo a cuerpo,
armas de larga distancia, agilidad, fuerza, flexibilidad, todo ello evaluaba el robot y te daba un
verdadero desafío de entrenamiento.
En uno de los colchones de encuentros, Dialac y Raphiel hablaban acaloradamente, pude ver qué
mi compañera estaba ligeramente enfadada, y nuestro amigo estaba extrañamente incómodo y
confundido.

-¿Qué saben de él? ¿Estaba así sin más en las Mazmorras? ¿No vieron evidencias de pelea? -
pregunto Raphiel -¿No estaba con un grupo?

-Nada, si, no -le respondía Dialac -Creo que no, pero no estamos seguros, solo estaba luchando y
cayo desmayado, no pudimos preguntarle nada.

-Hola -dije.

-Hola Derek -me contesto Raphiel -¿Están locos? Un chico aquí... En TJO, no tiene sentido, nadie
menor de 15 podía inscribirse en La Cacería. Los desarrolladores no lo permitían.

-Tampoco deberíamos estar aquí atrapados con riesgo de que nuestra consciencia sea borrada al
morir, y míranos.

Raphiel sopeso esa idea, porque suspiró y se frotó la cara con ambas manos.

-Pueden tenerlo aquí, aún estoy en deuda con ustedes, pero tengan cuidado. Algo de aquí me da
mala espina.

Asentimos.

Seguimos a Raphiel a través de los largos pasillos de ladrillo, pasando por los dormitorios, en los
cuales varios aprendices o viajeros hacían sus cosas, un chico con una armadura color morado nos
saludó mientras pasábamos y otro le pidió un autógrafo a Dialac.

Llegamos al ala este, y entramos en una de las muchas habitaciones, dónde Popitres estaba
recostado en una silla viendo a Lucas, el cual estaba acostado sobre una cama cubierto con una
manta, pero parecía profundamente dormido, y respiraba rítmicamente, aunque aquí respirar no
servía de mucho, era tranquilizador verlo más o menos mejor.

-¿Ha habido cambios? -pregunto Raphiel.

-No -contesto Popitres -Ha seguido inconsciente, aunque no para de repetir un nombre en sueños:
Mel.

-¿Mel? -pregunte.

-Creo que es un nombre, espero que sea un nombre, aunque sería raro que fuera una palabra en
otro idioma, aquí todos hablamos el mismo idioma gracias al sistema de traducción universal.

El Sistema de Traducción Universal (o STU) fue una de las implementaciones en los VRMMORPG
de Latimore Reality Industries, permitía a tus oídos entender todo lo que te decían, así fuera en
otro idioma, en tu propio lenguaje. Según sabía, era algo así como los traductores a tiempo real,
pero solamente tomaba tu voz y al mismo tiempo la transmitía en el idioma que otro alguien
entendiera, osea que Popitres podría vivir en Japón y hablar japonés pero yo lo oía hablar español
con fluidez máxima.

-Dejemoslo en que es un nombre -termino por decir Dialac -¿Alguien en TJO se llama Mel?

Rápidamente revisé la tabla, intentando no ver los números que indicaban en qué posición estaba
cada quien, no quería recordar cuántos habían muerto, pero no encontré ninguna coincidencia
con ese nombre.

-No. No hay nadie con ese nombre aquí.

Oímos el anuncio de una mujer por todo el recinto: Un nuevo cliente ha llegado.

-Esperen aquí -dijo Raphiel -Tengo que irme.

Desapareció por la puerta y nos dejó a los tres solos.

Ninguno de nosotros veía una explicación lógica a todo esto. Aunque pudo haber sido un chico
astuto que compró el juego y se inscribió con una edad falsa, no tendría el porque estar vagando
en las Mazmorras intentando derrotar a ese monstruo, al igual que muchos otros jugadores, pudo
simplemente quedarse en una zona segura y esperar a la liberación del juego.

-Mel... -susurro en sueños.

-Tendremos que descubrir que hacer con él -acerto a decir Popitres -Cuando despierte le
preguntaremos que hacia aquí y si vino con alguien.

-Sino... -Dialac suspiró -Pues ni idea.

Y entonces Reg llegó corriendo, sosteniendo algo entre sus manos y con una mirada de pánico.

-Necesitamos ayuda... El Hunter... Ha vuelto... Y no lo ha hecho solo.

Para cuando llegamos a la entrada, parecía demasiado tarde.

Seis abultados Hunters armados hay los dientes estaban de pie en medio del recibidor, la mesa
estaba volcada, las espadas tiradas en el suelo y algunas rotas, lo cual hizo que me enfureciera
todavía más, Raphiel estaba en el centro, armadura color sangre puesta, espada en mano y escudo
empuñado, viendo fijamente a los seis enemigos que estaban en frente de él.

-¿Dónde está el recepcionista? -pregunto el líder, que reconocí como el avatar de hace rato.

-Largo de aquí -dijo Raphiel -No tienen derecho a estar aquí.

-Ah, si? -dijo un avatar, que se adelantó, y saco su espada curva de al menos metro y medio de largo
-Tenemos todo el derecho, solo queremos negociar un poco, queremos todo tu dinero a cambio de la
espada, o sino tu pequeña escuela pagará las consecuencias.

-Nunca les dejaré entrar...

-Ah, pero cuánto resistirá tu cuerpo? Un golpe? Diez golpes? Te arrancaremos el dinero a espadazos
hasta que no te quede nada.

-¡Alto! -anuncie -¡No tienen derecho a hacer eso!

Los seis se pararon a mirarnos.

-Vaya, vaya, pero si son el Doble Espadachín, el Samurái Rojo y el Destello Veloz... -dijo el
principal, pero algo en su voz me sonaba familiar -Ha pasado mucho tiempo, Dialac, Derek.

-¿Quién eres? -pregunto Popitres -No te conozco...

-Soy Magna, el líder del grupo Core Protection, tus amigos me conocen.

Fui movidos a otro tiempo, a otra época, que parecía muy distinta, un pedazo de tiempo alegre
donde no tenía que pelear por mi vida en un juego.

Magna... Ese nombre encendió una linterna instantánea en mi cerebro, Dialac y yo estábamos en
una misión del nivel 2 luego de pasar juntos el nivel 1, nos habíamos infiltrado en una base de los
Berserkers pero fuimos capturados y un líder de ellos, Magna, nos había interrogado para saber el
secreto de las habilidades únicas, aunque para esa época, yo no sabía que tenía una. Habíamos
escapado por los pelos, configurando una figura para que estallara como bomba cuando tocará al
avatar con un nombre predeterminado, nunca me había parado a pensar en estos meses que había
sido de él. Solo sabía que había vuelto al nivel 1 sin experiencia ni ítems.

Core Protection era un grupo de al menos 25 avatares dedicados a la limpieza del juego, lo sabía
porque un representante de ellos había ido a la reunión de emergencia antes de la limpieza del
nivel 6 (aunque claro, gracias a nosotros cuatro la operación no tuvo que ser ejecutada) pero se
decía que sus métodos no eran los mejores ni los más morales. Perseguían a jugadores solitarios y
novatos, los extorsionaban o torturaban obligándolos a darles todo su dinero e ítems, y en caso de
que se resistieran, llegaban a acabarlos físicamente hasta el punto de que el HP de sus víctimas
llegaba a tan solo 3 puntos, no sabía si habían matado a alguien, pero parecían capaces de ello. Al
menos a mí no me cabia duda que la jugadora de cabeza rapada y tatuajes por todo el cuerpo con
una guadaña de arma y el jugador de larga espada y dientes como de tiburón pudieran matar a
cualquiera.

Magna nos miró -Si... Ese golpe me dolió, había llegado al nivel 10 hacía una semana... Ahora
deberán pagar...

Dialac solo lo miró, la verdad tenía más miedo por Magna que por ella, además que en todos los
meses que habíamos pasado aquí, nunca había visto a una Dialac asustada, tal vez enojada
(Consejo: Nunca la hagas enojar) y triste, pero jamás asustada. Para mí ambas palabras Dialac y
miedo eran totalmente opuestas.

-Tengo cuatro palabras para ti: Vete a la mierda -le soltó sin más Dialac. Los cinco subordinados
contuvieron la respiración y voltearon a ver a su líder.

-Me las vas a pagar, Primera. Esta ciudad es una de las pocas que tienen permitido PvP, así que
nada me detendrá de matarte por engañarme esa vez...
-Intentalo.

-Eh... Dialac... -empece a decir yo, Popitres empezó a sacar a su espada o Daisy, como le decía a
veces.

Cuatro contra seis, además todos ellos eran mucho más grandes que nosotros, y su equipo parecía
rivalizar con el nuestro, claro 3 de nosotros tenían habilidades únicas, pero cada una de ellas llevaba
su desventaja: Yo no podía moverme mientras proyectará mi escudo, Popitres tenía un límite de
tiempo para reforzar cierta habilidad pero luego de ello tenía que recargarse y no podía usarla
durante unos momentos, y Dialac tenía que sacrificar HP para poder volverse más rápida. Inclusive
si nuestro nivel era un poco mayor al de ellos, no me gustaban las posibilidades de pelear contra un
grupo principal.

Nos quedamos quietos, atentos a cada movimiento del otro, estaba por alzar las manos y sacar
ambas espadas cuando oímos pasos viniendo de la puerta, por un momento pensé que era Reg, y
estuve por gritar: Atrás idiota, pero no era él. Era Lucas.

Se veía un poco desconcertado y perdido, pero por su cara supe que había estado escuchando a
través de la puerta.

-Atras niño -dijo Raphiel -Debemos...

-¿Protegerme? -se adelanto hasta estar justo atrás de nosotros, sin siquiera mirar detenidamente a
los seis inmensos hunters que estaba de pie en la puerta.

-¿Qué quieres, niño? -se burló Magna -¿Una paletita? ¿Un chupete? ¿Un dulce?

-No -sin siquiera darnos tiempo a pensar nada, se adelantó y sacó su pequeña daga, encarando a los
seis avatares. Los enemigos solo parecían capaces de partirse de risa en ese momento -Quiero que
se vayan, ahora, de aquí, y nunca vuelvan.

-¿Y quién lo va a evitar, niño? ¿Tú? Te mostraré con quien te estás enfrentando -Magna sacó su
espada, empuñandola contra Lucas, mi cuerpo estaba por moverse, todos lo estábamos, pero nuestro
enemigo dirigió su hoja directo a la cabeza de Lucas.

-¡Cuidado!

Pero no se movió. Y la hoja...

Se quedó congelada en el aire, como si el tiempo se hubiera detenido, pero entonces el aire soltó
chispas, como si la espada hubiera chocado contra un muro imposible de romper.

¡Bam! Una ola de fuerza expansiva nos arrojó al suelo a todos, choque contra un mueble con todo
el brazo y me repuse de a poco, nuestros enemigos no lo notaron porque se habían llevado la peor
parte chocando contra la repisa de espadas, pero yo si lo noté, un anuncio color rojo se colocó
sobre la cabeza de Lucas y éste ponía: Objeto inmortal, se mantuvo allí unas pocas milésimas de
segundos hasta que se desvaneció en el aire como si no fuera más importante que el polvo.

-¿Cómo...?

-Soy un moderador, tengo privilegios de administrador en este mundo -alzo su daga, que se
iluminó, demostrando que liberaba un movimiento de espada. Pero la daga se alargó, un metro,
dos metros, tres metros, hasta que quedó clavada en la pared justo al lado de la cabeza de Magna
-Y tú estás quebrantando las reglas.

Magna lo vio, completamente en pánico. Sus compañeros ya habían tomado puerta y salido
pitando apenas vieron la daga iluminarse, y parecía que él también tenía muchas ganas de
seguirlos.

-Ahora... Te irás... Y no volverás a lastimar jugadores, o sino serás baneado, y a diferencia de antes,
que solo te eliminaba de la competencia, eso significa algo peor que la muerte.

Magna asintió, nisiquiera recordó que todas sus armas habían sido arrojadas lejos de él, solo se
levantó y salió corriendo, gritando: LO HARÉ. LO HARÉ, NO QUIERO BAN.

Lucas retrajo su arma y la guardo, y se volteó a vernos.

-Lucas...

-Llamenme Luke, mi hermana me dice así -dijo como si nada -Y que suerte que llegué.

-¿Eso era cierto? -pregunto Popitres -¿Eres un moderador?

-Ah -puso ambos brazos sobre las caderas, y sonrió ampliamente -Eso fue una mentira asquerosa,
obviamente.

Se rió como si nada. Y Popitres también lo hizo, Dialac se pasó la mano por la frente.

-Me duele la cabeza.

-En todo caso... ¿Cómo hiciste eso, chico? -pregunto Raphiel, guardando sus armas dentro de su
inventario, Lucas lo miró y empezó a frotarse la nuca con la mano.

-¿Realmente tengo que decirlo?

-La verdad no, hecho lo que hayas hecho, se lo merecía -anuncio Dialac sonriendo y poniéndose al
lado de Luke -¿Puedes explicarnos algo?

Luke asintió.

-¿Que hacías en las mazmorras? -pregunte.

-Estaba... Entrenando... Y buscando algo.

-¿Un ítem legendario? -pregunto mi compañero, sus ojos se iluminaron al decir legendario.

-No... No importa, solo... Da igual.

-Pues si querías entrenar debías haber venido aquí -anuncio Raphiel -Venga, vamos a ver qué tan
bueno eres y nos explicarás todo de a poco.
Para tener tanto talento con una daga, Luke no parecía tan bueno con la espada.

Aquí estábamos, Popitres y yo viendo cómo Dialac y Raphiel intentaban mostrarle la posición
adecuada a un chico para poder usar una espada correctamente, aunque claro él no se veía muy
animado al respecto. Su pie estaba demasiado separado del otro y la espada le temblaba mientras
la sostenía, no por el peso claro, aquí las espadas no pesaban nada, pero parecía mas temeroso de
usarla que de ver una.

Aunque bueno no era tan necesario aprender a manejar un espada, solo tenías que aprender a
empuñarla y entonces el sistema de ataque Movimiento de Espada se encargaría de ejecutar el
ataque.

No sabía exactamente como lo habían hecho, pero entendía perfectamente porque lo habían
implementado. Antes de que llegáramos al nivel 3, gran parte de los jugadores tenían que primero
aprender a usar un arma y con ello entender cómo manipularla correctamente, para así poder
combatir de manera efectiva contra los jefes, pero para la gente que sabía dominar espadas desde
antes (como Dialac y yo) no era necesario, por lo que era injusto para jugadores inexpertos el
aprender a empuñar armas contra otros que no tenían que hacerlo. Por eso, luego del nivel 3, se
implementó una mejora en el juego: Sistema Autónomo de Movimiento de Espada o SAME.

Este sistema de ayuda no era nada más que un método de poder usar espadas o cualquier arma
sin necesidad de saber usarla, y de hecho era mucho más efectivo y poderoso que el poder de la
espada misma. Era de hecho una versión mejorada y estilizada de los métodos de combos de
ataque en juegos de plataforma, dónde si presionas cierta secuencia de botones o realizas ciertas
acciones, el sistema ejecutaba de manera automática una acción o ataque más poderoso que un
ataque normal, permitiéndote un golpe más certero a tu enemigo.

Aquí se usaba el mismo método, llenando la barra de Experiencia de una habilidad de un arma el
sistema empezaba a arrojar comandos para aprender distintos movimientos, con estos tenías que
asumir cierta posición inicial, una vez hecho ello tu espada brillaba y sentías un tirón en todo el
cuerpo, como si quisieras arrojarte a todos lados al mismo tiempo, y finalmente solo tenías que
liberar el movimiento dejándolo ir, apuntando hacia un objetivo en específico, el sistema se
encargaría de ejecutar el movimiento de manera automática, moviendo tu cuerpo a la velocidad y
agilidad que necesita el movimiento en caso de que tu avatar no las tenga.

Al principio se veía un poco tardado y tedioso, sobretodo porque tenías que tener una posición
inicial y eso restaba velocidad, por lo que Popitres y yo habíamos decidido no usarlo. Sin embargo,
viendo que tenían más fuerza que los ataques normales, decidimos intentar una que otra, si bien
fue complicado entenderlo al principio, luego de dominar varias nos dimos cuenta que era más
práctico de lo que sonaba, las posiciones eran capaces de ser ejecutadas en un segundo y los
movimientos no estaban nada mal.

Leí un artículo del blog de Janus Latimore sobre SAME, y este ponía que de hecho el sistema era
completamente aleatorio en cuanto a las habilidades, de hecho en base a tu estilo de lucha, arma
y estadísticas arrojaba movimientos que tu avatar encontrará cómodos. Por esa razón gran parte
de mis movimientos permitían usar dos espadas, a pesar de que era muy poco usual ese estilo de
lucha, mientras que los movimientos de Dialac combinaban velocidad y agilidad, y así
sucesivamente. La barra de acción, implementada y colocada en la zona inferior de la vista del
avatar, evitaba que usarás de manera consecutiva movimientos demasiado poderosos, ya que con
cada comando utilizado, la barra se vaciaba dependiendo de la cantidad de golpes, si el
movimiento era solamente 5 ataques seguidos, se vaciaba un 25%, mientras que los golpes más
poderosos que consistían en combos de al menos 20 acciones seguidas la drenaba de manera
completa, ocasionando que necesites quedarte quieto unos segundos para que esta pueda
reponerse.

Luke intento ponerse en una postura semejante a un Movimiento Básico, Start Hit, que consistía
en un corte certero directo a un enemigo, era como el golpe inicial que todos debían aprender
para aprender la mecánica de SAME, pero la posición de su cuerpo estaba demasiado mal, así que
Dialac se rindió y simplemente se puso frente a él, empuñando su estoque.

-Atacame con tu mejor golpe, usa tu daga, parece más práctica para ti que la espada.

-Va... Vale.

Luke se posicionó, separó un poco las piernas y movió su brazo hacia atrás con la daga mientras
que el otro estaba colocado recto frente a él, parecía como si empuñara un arco invisible capaz de
lanzar el cuchillo, aunque reconocí la postura como un Movimiento poderoso de cuchillo: Sword
Slide, su daga se iluminó y entonces dejó fluir el movimiento, lanzando de manera instantánea un
corte horizontal hacia Dialac, ella lo esquivó pero allí no era el fin, Luke se dio vuelta y lanzó un
inmenso tajo diagonal que Dialac esquivó a duras penas, pero Luke bajó el brazo en un ataque
recto hacia abajo, completando el movimiento y por poco tocando a Dialac, que solo lo detuvo
debido a su impresionante velocidad.

-A eso le llamo... Habilidad -admitio ella y le revolvió el pelo al chico, que parecía extrañamente
avergonzado.

Raphiel se adelantó y puso su mano en el hombro de Luke.

-¿Te gustaría ser un recluta aquí? Un chico con tu dominio de la daga nos serviría muy bien en el
frente.

-Eh... -el chico lo miró y se sonrojo ligeramente, mientras veía el piso -Lo voy a pensar.

-Yo seré tu entrenadora -dijo Dialac y se agacho hasta estar frente a Luke, mientras su boca formaba
una sonrisa -¿Qué te parece?

Lucas solo la vio y sonrió de vuelta.

-Vale... Me quedaré.

Esa noche Dialac y la cocinera NPC hicieron la cena para todos los aprendices, los cuales se
entusiasmaron ante la noticia de un nuevo amigo, además que los tres siguiéramos por ahí les debió
encantar.

Intenté contactar con Ace por enésima vez, pero solo revisé la larga fila de mensajes en nuestro chat
que había puesto desde hace semanas, no era justo que me besara de esa manera y no fuera capaz de
escribirme nisiquiera un: Lo siento, solo te usé, o un: Lo hice para ver si besabas bien, inclusive
aceptaría un: Vete a la mierda y deja de escribirme. A este punto, solo quería que me contactará.

Estaba allí, en un camarote acostado y revisando el chat, cuando alguien tocó la puerta abierta, y
entró.

Por un momento pensé que sería Popitres, pero era Reg, trayendo una bandeja de estofado de carne
y pan recién hecho, había que admitir que tener a Dialac de cocinera era una ventaja que muy pocos
gozaban.

-Hola -me sonrió.

-Hola -le sonreí de vuelta, se sentó a mi lado -¿Qué haces aquí?

-Disfrutaba del final de mi horario laboral, y pensé que podrías tener hambre.

Me senté y tomé parte del estofado, saboreando lentamente la carne jugosa. Para ser solo una
simulación de comida, sabía demasiado bien.

-Gracias, Reg.

-De nada -se acostó en la cama dejando la bandeja y puso sus brazos bajo la cabeza -¿Y me vas a
contar sobre ese chico que estás buscando? ¿O tendré que seguir preguntándole a Popitres?

Tosi intentando no ahogarme con el estofado.

-¿De que hablas?

-Me contó que estabas buscando a alguien ¿Un novio, quizás? ¿Un ex? ¿Un acoston del que te
enamoraste? Quiero saber -su sonrisa pícara ocasionó que me empezará a sonrojar.

-No... No es ninguna de esas -la decepción sonaba plausible en mi voz -Solo... Es un amigo.

-¿Y por qué te esfuerzas tanto en encontrarlo? ¿Es muy importante?

-Era mi único amigo antes de venir aquí.

Si él era Mason, tenía que reaccionar ante mi descripción, pero no le dio la menor importancia.
Aunque bueno, la historia no sonaba muy específica, además nunca le dije a Mason que era mi
único amigo.

-Eso es horrible, eres una gran persona, no veo como la gente no puede querer ser tu amigo.

-Soy socialmente raro, al menos según la psicología.

Se rió suavemente.

-Entonces debo estar loco, porque me caes muy bien -se levantó y en el camino puso su mano
sobre la mía, mientras se acercaba de a poco -¿Puedo saber su nombre?

El tacto de su mano cálida envió una corriente eléctrica por todo mi brazo.

-Eh... Nunca se lo he dicho a nadie...

Sus ojos azules se veían como zafiros ante la tenue luz del cuarto.

-Vale... ¿Por qué letra empieza?

-M.

-Mmmm... ¿Marcus? ¿Max? ¿Manuel?

Reí.

-No es ninguno.

Chasqueo la lengua, frustrado.

-Mierda... Bueno, supongo algún día me lo dirás -vio el reloj que había en la pared y se levantó -
Tengo que revisar unas cosas antes de irme a dormir, pero quiero ese nombre ¿entendiste?

Se acercó y me beso la mejilla, para desaparecer en la puerta.

Estaba por levantarme y perseguirlo, cuando oí la notificación de un mensaje llegar a mi bandeja


de chats.

Era Popitres.

<<Lucas no estaba en su cama. Ni está en la escuela de prácticas tampoco, ayúdanos a


encontrarlo>>
18

Mientras Popitres y Dialac seguían su rastro buscando en los niveles cercanos, yo lo busque por la
ciudad del nivel 4.

Mi habilidad de rastreo estaba un poco más alta de lo que el promedio solía tenerla, pero si el
jugador en si apagaba la función del rastreo en su menú, era casi imposible a los demás encontrarlo.

Si realmente estaba aquí en el nivel 4, sería difícil de encontrar, excluyendo el nivel 6, el nivel 4 era
el nivel con el mapa más extenso de TJO, tendría que buscar por ciudades enteras a este paso.

Era tal vez un desperdicio, pero abrí mi inventario y saqué un ítem de poca frecuencia de rastreo,
era como un pequeño celular que al presionar un botón proyectaba un mapa de cada nivel, y al decir
el nombre del jugador te decía la localización exacta de éste, aunque solo se podía usar una vez por
semana, solo lo usaba en emergencias (aunque hace unas semanas mi emergencia era saber sobre
Ace, pero parecía no haberse movido del nivel 7 desde la misión).

Anote el nombre de Lucas en el rastreador y al instante un camino de color verde se marcó desde mi
ubicación hasta el paradero de Lucas. Seguía en este nivel, a unos 500 metros al norte de la ciudad,
puse las coordenadas en mi mapa y salí corriendo hacia allí.

Tardé poco más de una hora a trote en llegar, pero al llegar a una encrucijada de caminos no vi a
nadie, nisiquiera un NPC pasando por ahí, la luces estaban parpadeantes y cansadas, ansiosas por
apagarse y descansar, la luna aunque falsa, se alzaba en lo más alto del cielo.

Busqué entre las casas antiguas intentando encontrarlo, pero parecía esfumado del universo
mismo. Resignado, abrí mi menú y metí el rastreador, y me convencí de que estaba en otro lugar.

-¿Me estabas buscando, eh?

Su voz me paro en seco, mientras intentaba descifrar de donde venía. Entonces en un callejón, el
espacio oscuro entre dos casas apartadas, vi la silueta de un chico apretujado en el agujero.

Me dirigí hacia allí y me metí en el callejón, allí Lucas estaba sentado en el suelo, con los brazos
alrededor de sus piernas encogidas. Aunque sabía que estaba a su lado, no volteo a mirarme.
-Si... Todos están buscando.

Sonrió débilmente.

-Solo quería salir a tomar aire, es un poco asfixiante tanta atención.

-Pero la ciudad es una zona PvP...

-No puedo morir, estoy seguro que lo notaste.

Mi silencio confirmó su teoría.

-Aunque es divertido tener a Dialac cerca, me recuerda a Mel.

-Ese nombre... Lo mencionaste en sueños.

-Es mi hermana mayor. Y la persona que más quiero en la vida.

Pude haber tenido cierta simpatía, pero mi hermana y yo no éramos los más unidos. Se suponía
que la iba a ver antes de quedar atrapado, pero ahora solo quería volver y decirle lo mucho que la
quería y la extrañaba, pero nisiquiera sabía si lograría llegar a ver el fin de este mundo. Podría
morir mañana y nunca tendría la oportunidad de decirle todo lo que tenía guardado.

-Me pregunto si me extraña -dijo viendo el techo -Y mis padres... Y mis abuelos... ¿Que crees que
estarán haciendo ahora?

Me senté a su lado.

-Buscando la forma de sacarnos de aquí.

-¿Y por qué estamos aquí en primer lugar? ¿Por qué un simple juego tiene que volverse tan
macabro como un centro de muerte?

Me le quede viendo, intentando encontrar una respuesta a todas sus preguntas, pero solo dije:

-No creo que haya razón, Lucas.

-Yo no creo que sea coincidencia. Pero tampoco encuentro una razón.

-Solo no pienses en eso, Lucas. Nadie lo hace, así es como sobrevivimos.

-¿Que hay de ti? ¿Alguien te espera en el otro lado?

Quería creer que si, en serio. Pero la cruda verdad era que no estaba seguro de eso, pasar tantas
semanas con la conciencia viva demostraba que al menos se habían ocupado de mi cuerpo, pero
no sabía si alguien estaba a mi lado en ese momento al otro lado, tomando mi mano y pidiéndome
desesperadamente que vuelva ¿Mis tíos? ¿Mis primos? ¿Mi hermana? Yo los extrañaba, estaba
seguro. Pero mis tíos nunca habían sido lo que se dice una familia amorosa, ni mis primos, incluso
Trevor, el mas pequeño de la casa después de mí no era tan cercano.

-No tengo idea.


-Que triste.

-Si -admiti -es triste.

-Pero... ¿Que será de ellos sí muero?

-No puedes morir.

-¿Y si existe una forma? Estoy tan asustado...

Se encogió más, apretando más fuerte sus rodillas contra su cuerpo.

-Tengo mucho miedo de morir.

-No lo harás... -mire el cielo, la luna proyectaba una blanca luz sobre las ventanas -Yo te llevaré de
vuelta.

-¿En serio?

-Si... Y Dialac y Popitres... Inclusive Ace -mi voz se quebró un poco al decir su nombre -Juntos
encontraremos una forma de llegar al final y sacar a todos de aquí.

-¿Ace es tu novio?

No supe que contestar a esa pregunta.

-Supongo eso es un "es complicado".

-Tenemos que volver, todos están preocupados.

-Quiero mostrarte algo primero... La razón del porque no puedo morir.

-Pero...

-Eres de fiar Derek, eso es lo bueno -se levantó y se dirigió fuera del callejón, antes de siquiera
pensarlo, lo seguí.

De todos los lugares que pensé que me llevaría, nunca pensé que serían las mazmorras del nivel 3.

Estar con Lucas era como tener una capa de invisibilidad puesta, porque caminando a mi lado todos
los monstruos y enemigos nisiquiera se voltearon a vernos, seguimos caminando, hasta llegar al
lugar donde lo encontramos.

Tocó una zona de la pared de piedra, la cual brilló un instante antes de que un rectángulo de la
pared se separara y retrajera, hasta que el espacio fue suficiente para que pudiéramos entrar.

Dentro no había pasillos, ni monstruos, era una habitación simple de color blanco con una especie
de mesa de metal en el centro, donde un cubo de 2 metros de alto giraba mientras flotaba encima,
con una especie de tarjeta colocada en una ranura en una de las caras.

-¿Eso es...?
-Una consola del sistema -me respondió. Yo me adelanté a tocarlo, pero Luke agarró mi mano antes
de que lo hiciera.

-No lo toques, si no tienes la autorización, el sistema lo reconocerá como trampa y te darán Ban,
borrando tu avatar permanentemente.

Alejé la mano.

-¿Pero tú...?

Asintió.

-No sé porque, pero yo puedo tocarlo y manipularlo. Pero descubrí de la manera trágica que nadie
más tenía esa capacidad.

-Pero... Si es una consola del sistema... Tal vez podamos...

Negó con la cabeza.

-Ya lo intenté, con todos los comandos que tiene permitida la consola. Pero no logré desconectarme,
ni tampoco encontrar una forma de apagar el servidor y sacarnos a todos de aquí.

-Supongo que solo los Game Masters tienen permitido ello... Y ésta consola no es de GM.

Asintió.

-Tambien llegue a esa conclusión, probablemente sea solo para los moderadores y administradores
menores.

Se acercó y deslizó la tarjeta por la ranura, un inmenso menú se proyecto sobre nosotros mientras
Lucas empezaba a presionar ciertos botones.

-Pude cambiar el estado de mi avatar a Inmortal aquí, es raro, pero tampoco puedo hacerlo con
otros...

Fruncí el ceño. Y él me miró y suspiró.

-Pero no vinimos para mostrarte esto, quería mostrarte lo que estaba buscando cuando nos
encontramos.

Presionó unos cuantos botones y un mapa quedó proyectado, me di cuenta que era el mapa del
nivel 6, y no solo eso, una carpeta al lado ponía que tenía 12 archivos de mapa, probablemente
cada mapa de cada nivel en Tempel World.

-Los mapas son los mismos que tienen los avatares una vez que el nivel es despejado, pero aquí
hay cosas nuevas...

Presionó un botón en su menú, y el mapa se acercó hasta que estábamos bajo tierra, y asumí que
eran los mapas de la mazmorra. Pero sin embargo un tramo de éste seguía y seguía hasta que se
perdía en el límite de la zona, pero no parecía acabar.

-Ese...
-Es el que está custodiando el monstruo, tengo razones para creer que es un túnel de atajo, tal vez
hacia un nivel superior... Pero hay otros de esos aquí abajo, 12 en total y los he revisado -se
mordió el labio -Pero éste... El trece... Parece diferente...

-¿No creerás que...?

-Es un atajo, que lleva directo al jefe final del juego. O al menos eso es lo que creo.

Me quedé viendo fijamente el mapa, incapaz de comprender esa teoría.

-Pero... ¿Y si solo es... Otro atajo a un nivel extra o algo así?

-Tambien pensé en eso, pero el sistema no funciona así... El sistema que sostiene todo el juego, X-
ordinary es un sistema autónomo autosustentable, que de hecho arroja misiones aleatorias a cada
nivel cada cierto tiempo, debido a que probablemente se cerró herméticamente y no está siendo
cuidado por intervención humana... -presiono otro botón, esta vez apareció lo que supuse debía
ser el servidor central, representado como un dado de 38 caras, aunque no recordaba su nombre -
No es posible que pueda arrojar así porque si un nivel entero extra. No tiene la potencia ni la
Inteligencia suficiente para hacer ello, puede que sea potente, para seguir funcionando sin
mantenimiento o revisión, pero no creo que sea tanto para construir un nivel extra por si solo o
sino terminaría por arrojar 100 niveles aleatorios en todo Tempel World.

-Pareces experto en esto...

-Papá es un programador, he aprendido sobre esto, además... Desde que se cerró el juego, he
estado aquí buscando una manera de salir, y ésta parece la única opción además de la usual.

-¿Entonces...?

-Tendremos que vencer al cuidador del túnel, una vez dentro avanzaremos y si tenemos
suficientes personas podremos vencerlo, así el servidor se apagará y todos seremos capaces de
desconectarnos.

-Pero...

Pero incluso si hiciéramos eso, si la teoría fuera correcta, no era tan fácil vencer a un jefe final,
sobretodo considerando el sistema de niveles que el juego tenía. Aquí solo podías avanzar hasta el
nivel 100, pero nadie había alcanzado esa hazaña, y por lo que sabía para enfrentar al jefe final lo
recomendado sería llegar mínimo al nivel 85, yo recién estaba en el 58, y los jugadores del frente
no parecían estar mucho más arriba, probablemente un par de niveles más. Inclusive en un juego
tan simple como Club Penguin tenías que tener cinta negra en Card-Jitsu para enfrentar al sensei,
sino el sistema arrojaba comandos que evitaban que lo lograrás vencer, sin importar que
estrategias usarás.

-Habra que hablarlo con todos, Luke. Si es un atajo... Creo que primero debemos tener la fuerza
para vencerlo, sino será un suicidio colectivo entrar allá con un grupo.

-Si pudiera entrar y enfrentarlo yo solo... -se paso la cara por las manos -Pero no puedo alzar
espada contra algún jefe importante, el sistema reconocería mi ID como un hacker tramposo y
sería baneado.

-Y tampoco puedes hacernos inmortales a todos...

-No, pasaría exactamente lo mismo.

Cerró el menú y deslizó la tarjeta de abajo hasta arriba en la ranura, haciendo que el inmenso
mapa desapareciera y la sala volviera a estar en silencio.

-Lucas...

-¿Ves que no es fácil de explicar? Todos intentarían volverse inmortales si supieran que hay una
consola, y solo terminarían matándose sin siquiera saberlo.

Sus ojos vieron fijamente el cubo flotante.

-¿Cómo puedes tocarlo tú, entonces?

Se quedó pensando, pero al final solo dijo:

-Suerte, supongo. Vamos, ya debieron haber anunciado a medio mundo que no estás y que no estoy.

No le habían anunciado a medio mundo, solo a la mayoría de avatares centrales, ah y a Ace, que
cuando entré a la Escuela se arrojó y me abrazó casi derribandome. Espero que no notará lo rápido
que me latía el corazón cuando le devolví el abrazo.

Aunque claro lo más incómodo fue que Reg nos estaba viendo, y que su mirada demostraba que
estaba entre enternecido y decepcionado, pero no encontré otra razón para no seguir abrazando a
Ace.

Eran pasadas las 2:00 am, hora local de TJO, por lo que luego de asegurarse que estábamos bien,
todos decidieron irse a dormir, Ace me arrastró a mi habitación (vete a saber tú como sabía dónde
estaba, bueno yo si sé, Popitres le dijo) y me hizo sentarme para que revisará que estaba bien.

-Estoy bien, Az.

-Obvio que sabía que estabas bien -alzo el anillo de conexión, que brillaba azul ante la luz de la
lámpara de la mesa de noche -Pero igual si no estás muerto, puedes estar en problemas.

-Iremos a ayudar al otro sin importar que.

-Porque eso hacen los amigos.

Ambos reímos, y luego volvió a rodearme con sus brazos, como yo estaba sentado y él levantado
mi cara estaba apretada contra su esternón, pero no me incomodó para nada.

Hecho lo que haya hecho, beso o no beso, solo quería que nunca dejará de abrazarme.

-Ace... -el corazón me empezó a ir rápido -Tengo que decirte algo...


-¿Qué?

-Yo... -la garganta se me cerró, porque quería decirle lo confundido que estaba, sobre Mason que
creía que era Reg, sobre él, sobre si Mason realmente no era Reg y era otra persona y no había
podido encontrarlo, pero no podía ¿Cómo decirle a una de las personas que quieres que no sabes
lo que sientes porque hay otro, y lo peor es que ese otro puede que nisiquiera esté aquí?

No había manera alguna de decirlo.

-Tú... -dijo, con una voz dulce y suave, que hizo mi corazón saltar en mi pecho.

-¿Puedes quedarte?

Pude sentir que se tensó un poco, pero no me soltó.

-Vale.

Se acostó cubriéndose con las sábanas, dejándome suficiente espacio para que yo también me
acostara. Cosa que hice, era raro, porque aunque la cama era pequeña, cabíamos los dos.

-Buenas noches, Ace.

-Buenas noches, Derek.

Con su calidez a mi lado, su suave respiración, y con la promesa que tal vez estábamos cerca de
salir de aquí, me dejé ir por el mundo de los sueños.

Esa semana fue sin duda la más rara de mi estancia en TJO.

Las reuniones empezaron a ser frecuentes luego de que Dialac y Popitres se enterarán de todo lo
que sabía Luke, pero solo les decíamos a personas de confianza: Raphiel, Ace, líderes de grupos
delanteros los cuales nos habían pedido ayuda en ocasiones, Reg también sabía, pero solo opinaba
los pros de ello. Y Ace los contras, y luego se peleaban, y me miraban esperando que le diera la
razón a alguno (vale, que fue divertido las primeras siete veces, a la octava ya me daba miedo
contestar), para que al final Dialac les gritara que se concentraran y que Popitres me mirara y dijera:
Que envidia me das, D.

Ace se quedó toda esa semana en mi habitación, inclusive si tenía una misión o era necesitado, iba
rápidamente y volvía, hablábamos mucho, de muchas cosas, pero no tocamos ninguno el tema del
beso. Aunque he de admitir que cuando bailaba o se acostaba mirando el techo, era yo el que quería
ponerle la cabeza en cortocircuito a punta de besos.

Luke era el centro de atención para los que sabían su verdadera identidad, aunque ante el resto de
Hunters todos decidimos llamarlo como él se había presentado, un moderador del juego, creado por
el sistema, al menos sirvió para que todos los que se dedicaban a AK tuvieran miedo y no matarán a
nadie.

Sin embargo, no hubo un acuerdo en general hasta que el túnel fuera despejado completamente, por
lo que la última reunión quedó centrada en el Templo del nivel 8, una representación de la época de
la Primera Guerra Mundial, el templo sería revisado por la noche, sin embargo como nunca habían
entrado, pensaban en una exploración rápida en la cual todos participaramos, sobretodo los
Cuatro, bueno ayudados por los AKers habíamos derrotado a un jefe nosotros solos. No era de
extrañar que quisieran hacer ello.

La reunión empezó desastrosa, sobretodo porque los representantes de The Knight Order y The
Square Table, dos de los grupos delanteros, no estaban de acuerdo en enviar una expedición tan alta
solo para una revisión del jefe.

-No es posible hacerlo así -dijo el de The Knight Order, cuyo uniforme era una combinación de azul
y plateado, portaba una lanza en la espalda -Si vamos con mucha gente... Solo causará un gran
retraso en la zona de experiencia de los patrones del jefe.

El de Square Table asintió acordé con ello.

-No podemos sostener una batalla larga como un MMO normal, aquí no podemos usar magia, no es
posible tener un curandero que se encargue de nuestras heridas, por eso debemos concentrar
primero una fuerza pequeña en ver el patrón del jefe y luego usar todo nuestro poder para acabarlo.

-Pero debemos hacerlo rápido -admitio Raphiel -Cada día que perdemos aquí, es un día que
perdemos allá, si no nos encargamos de los jefes rápido...

-¿Piensas sacrificar vidas, Raphiel? Hazlo tú, nuestros grupos no lo harán.

-La expedición inmediata es una buena idea -dijo Popitres -Pero tienen razón, no tenemos un
curandero, no podemos lanzarnos ahí a la aventura... Osea yo lo haría, pero no quiero que más gente
muera.

Luke, que había estado callado todo el rato viendo la mesa, se adelantó y habló:

-Claro que tienen un curandero.

-¿De qué hablas? -Dialac lo miró.

-Yo iré -los ojos de Luke estaban llenos de determinación -Seré su curandero.

19

No sé quién se shockeo más, si Dialac o yo.

-Estás loco -Dialac y se levantó y puso ambas manos sobre la mesa -No vas a ir, no tienes la
habilidad ni las capacidades para curarnos. Aquí no existe la magia para los jugadores.

Luke la miró.

-Alguien rápido, hiera alguien rápido, no gravemente.

Ace miro a Reg, y viceversa. Vale, esos dos me daba miedo cuando actuaban así.
Al final Popitres saco un cuchillo corto de su cinturón y se lo clavo al representante de Core
Protection en el brazo.

-¡Auch!

-¿Qué? El niño dijo.

Su HP bajo ligeramente unos cuantos puntos.

Luke alzó la mano y cerró los ojos, concentrándose, aunque no sabía exactamente que haría.
Levantó su mano hacia el avatar herido.

-Comando del Sistema. Habilitar Recuperación de HP. ID Graxton.

Hubo un sonoro DING que resonó en toda la sala, el avatar que supuse se llamaba Graxton, jadeo
mientras su barra de HP mostrada lateralmente, empezaba a recuperarse a una velocidad
increíble.

-¿Cómo...?

-Es una opción para los administradores -dijo bajando las manos -Ser capaz de entrar al sistema y
ordenarle cosas que normalmente no podrías hacer.

-Cool -dijo Popitres.

-Increible.

-Muy útil también -admitio Raphiel -Entonces ¿cuántas personas crees que puedes curar a la vez?

-Si tengo el tiempo para decir todos sus nombres, creo que puedo curar a toda una armada.

-No... -empezo a decir Ace.

-... Jodas -termino de decir Reg. Ambos se miraron antes de fruncir el ceño y mirar en dirección
contraria.

-En fin -anuncio Dialac -Sigo sin estudiar de acuerdo en llevar a un niño a un campo de batalla, por
otro lado, tenemos ventaja en que si restaura nuestro HP podremos vencerlo mucho más fácil, pero
iré con una sola condición: a cualquier indicio de que todo vaya mal nos retiramos, él incluido.

Graxton asintió, los otros representantes se miraron entre si, Popitres había dicho que si hace rato y
estaba jugando Mario Kart en una Nintendo DS (como dije antes, vete a saber cómo pudieron poner
eso aquí dentro).

-Entendido, saldremos al anochecer -dije yo -Preparen su mejor equipo en caso de ser necesario.

El resto de la tarde lo dedicamos a preparar nuestro equipo, Popitres y yo nos pusimos nuestro
uniforme de pelea, envaino su katana Daisy (si, ahora yo también la llamaba así) y decidió practicar
con Raphiel.

Preparé mis dos espadas más poderosas, Black Destroyer, una espada que había conseguido de un
mercader y la había mejorado hasta su límite, con resistencia, potencia y poder todos al +7, el
máximo nivel que un atributo de un arma podría tener. Mi segunda espada, White Thunder, no
estaba tan actualizada, su resistencia recién estaba en +4, pero su fuerza y poder habían llegado a +6
recién hace una semana, la había conseguido de una larga semana con mi compañero dedicada a
una misión complicada en una aldea de espadachines de nivel 6, Popitres había ganado todo el
dinero de la misión, yo preferí quedarme con el arma.

La gran diferencia entre ambas era su nivel de frecuencia, que de hecho ayudaba a diferenciar un
objeto ordinario capaz de ser potenciado a un objeto muy raro y codiciado por los jugadores.
Tempel Jäger Online estaba lleno de armas y objetos, ya sea dados a ti por un vendedor NPC o
siendo soltado por un enemigo al ser derrotado, su nivel de frecuencia era básicamente que tan raro
era el objeto, mientras más raro, más poderoso era. Los objetos comunes eran las espadas comunes,
pistolas, comida, cosas cotidianas que puedes mejorar a cambio de Hayros; los objetos de alta
frecuencia eran aunque más raros, capaces de ser obtenidos por alguien sin mucho poder o
experiencia, y que de hecho es común que los jefes suelten: una espada con un atributo, una pistola
con disparos de energía, pociones de curación y piedras capaces de transportarte a cualquier lugar
disponible en el mapa; los de poca frecuencia eran raros, pero aún así obtenibles, White Thunder era
de hecho un objeto altamente infrecuente, estos es común verlos en misiones difíciles, porque si un
jefe lo suelta, estarás demasiado de suerte; y luego están los objetos legendarios, son tan escasos
que de hecho solo hay una copia de cada uno en todo el juego, osea que solo una persona en todo
TJO es capaz de obtener un ítem legendario, y una vez que lo obtenga, la misión en si dejaría de
darlo al completarla, y solo te dará puntos de experiencia.

¿Un poco injusto? Tal vez. Pero ayudaba un poco a darle un motivo verdadero al que esforzarse al
jugador, si estuviera en otro MMO la idea sería demasiado genial y millonaria para no usarla.

El nivel en cuestión no era muy interesante, de hecho no me había parado a pensar mucho en él,
cuando cruzamos a través de campos de esclavos y sitios de peleas importantes, no les presté mucha
atención.

Llegamos un alto edificio que era probablemente imposible de construir en la época de la Primera
Guerra Mundial, pero sin embargo alcanzaba cerca de 50 pisos, cada uno con un montón de
enemigos y desafíos que iban aumentando de dificultad conforme subías. Tres días antes The
Knight Order había logrado llegar hasta arriba y había descubierto la entrada al Templo de ese
nivel, El Templo de la Dualidad, sin embargo había decidido convocar una reunión antes de enviar
una expedición para ver a qué nos enfrentaremos.

La subida a través de las escaleras fue un poco tardada, sobre todo porque éramos unos 20 guerreros
equipados hasta los dientes, Raphiel contaba con su escudo plateado y su espada brillante, Ace tenía
dos carcaj en cada hombro, Dialac cargaba su mejor estoque y cuidaba como perro guardián a Luke,
el cual tenía su armadura estándar y su daga amarrada en el brazo.

La mayoría de pisos había sido limpiado hace rato, por lo que tuvimos acceso rápido a cada tramo
de escalinatas, sin embargo si quisiéramos conseguir XP rápidamente, solo tendríamos que volver a
pasar por los pisos, los monstruos se regenerarian, pero no sentía muchas ganas de arriesgar mi vida
solo por puntos.

Antes de llegar al último piso, Ace me agarró la mano y susurró:


-Si te atreves a morir, te mataré.

-Me quitaste las palabras de la boca.

Me rió y soltó mi mano, algo que rogué que no hiciera.

Llegamos al piso, dos altas e imponentes puertas de metal estaban cerradas frente a nosotros, Dialac
y Raphiel pusieron su mano en ellas, pero se giraron antes de abrirlas.

-Recuerden -dijo el guerrero de armadura plateada -Si sienten miedo, recuerden todo lo que dejaron
atrás y en qué si pasamos, estaremos un paso más de volver a nuestro mundo.

-Y no mueran, gracias -termino de decir Dialac.

Hubo algunas risas de el grupo, Popitres se paró recto.

-Odiaria tener que repartir los ítems que salen cuando mueren.

Ésta vez todo el grupo rió conjuntamente. Incluyéndome.

-Vale, vale -Raphiel alzo su espada -¿Están listos?

-¡Si!

El grito de 20 Hunters resonó en el edificio, golpeando y rebotando contra las paredes, amplificando
nuestras veces y nuestra fuerza de voluntad.

Raphiel y Dialac abrieron la puerta, dándonos paso a todos para entrar.

No era la gran cosa, una inmensa habitación sin mucha decoración, las ventanas estaban tapadas
con tablas pegadas con clavos, todo el suelo estaba lleno de polvo, parecía el refugio de algún
criminal loco que estuviera escapando de la ley.

Oímos un sonoro DING, seguido de un anuncio por una voz femenina: HAN ENCONTRADO LA
ENTRADA AL TEMPLO DE LA DUALIDAD.

Nos pusimos en línea, listos para atacar, Popitres sacó su katana y yo mis dos espadas, pero no
oímos mucho durante varios segundos.

-¿Qué está...?

¡Crash! Uno de los pilares que sostenían el techo fue arrancado como si no fuera más que papel, un
hombre, o más bien una criatura, de unos tres metros de alto salió de entre las sombras, sosteniendo
su nuevo bate improvisado, viéndonos fijamente con sus ojos color amarillo.

¿Cómo había algo así aquí? No tenía ni idea. Su piel era de un horrible color rojo, su cabello estaba
largo y desordenado, lleno de tierra y grasa, cuando nos sonrió pude ver cómo sus dientes
terminaban en punta, igual a los dientes de una sierra. Pudo haber pasado por un troll o un gigante
en otro juego, pero no lograba ubicar su especie.

Estábamos por atacarlo, cuando otro monstruo idéntico, solo que de piel verde apareció detrás de él.

-¿Dos? -mi compañero gruñó a mi lado -¿Qué es esto? ¿Juego de Gemelas?


Ambos monstruos se nos quedaron viendo fijamente.

-Soy Madi -dijo el de color rojo

-Y yo Mogni -le siguió el otro.

-Los gemelos guardianes de la Torre, no nos gustan los intrusos -dijeron al unísono.

Trotaron en nuestra dirección, y no tuvimos otra opción que devolver el ataque.

No fue fácil, sobretodo porque nos dimos cuenta muy tarde de que éramos muy pocos para vencer a
dos enemigos de igual nivel, Popitres y yo dirigimos nuestro grupo a través de Madi, cortando y
esquivando lo mejor que podíamos sus golpes, pero para ser tan grande, era demasiado rápido y
certero, mi escudo era una ventaja muy útil, pero eso no garantizaba para nada nuestra victoria.

A lo lejos oía el segundo grupo peleando contra Mogni, oía a Dialac dar órdenes, el sonido habitual
del impacto de las flechas de Ace llenó mis oídos, el usual tintineo de un movimiento de espada
siendo activado llenaba el aire a cada segundo, pero no sé cuánto tiempo real duramos luchando.

Intenté cortar a Madi con mi movimiento de espada más poderoso que no incluía retraso, Critical
Twice, pero Madi vio mi truco y me lanzó a través del aire con su mazo, yendo a terminar a unos
tres metros de Luke, el cual cerraba los ojos concentrado lanzando comandos para restaurar nuestro
HP, el mío empezó a llegar a amarillo luego de ese ataque.

-Comando del sistema. Habilitar recuperación de HP. ID Derek.

Su frase resonó en mis oídos, mi cuerpo dio un ligero brillo mientras mi HP se recuperaba
completamente en pocos segundos, la energía volvió a mí, como si me hubieran inyectado una dosis
de adrenalina pura. Por primera vez desde que el juego se había cerrado, me estaba divirtiendo un
poco, era como jugar un normal MMO.

Pero no podía estar más equivocado.

Las tres barras de HP de nuestros enemigos empezaron a llegar a su punto crítico, una había sido
vaciada, la siguiente estaba a la mitad, si seguíamos así, seriamos capaces de derrotarlos en poco
tiempo, esto causó que todos se relajaran un poco. Y entonces todo empezó a salir mal.

Nuestros enemigos no parecían tan tontos, porque entonces usaron una de las principales técnicas a
la hora de enfrentar un grupo en un MMO: Matar al sanador significa una victoria casi asegurada.

Cuando lancé un mandoble, Madi saltó, a una altura imposible para nosotros, y lanzó un inmenso
golpe hacia Luke, él intento apartarse pero el jefe era más rápido, el golpe no lo tocó, y Madi fue
lanzado hacia atrás justo cuando el sistema protegió a Lucas, pero entonces toda la sala vibró
mientras se tornaba de un color carmesí, un aviso gigante se colocó sobre la sala, parpadeando y
multiplicándose hasta cubrir todas las paredes y el techo: UN HACKER HA SIDO DETECTADO.
REGLAS DEL JUEGO ROTAS.

Luke grito y se sostuvo el pecho, mientras su cuerpo, su avatar, empezaba a parpadear y a volverse
traslúcido, igual que un fantasma.

-¡Detén eso, Lucas! -le gritó Dialac -¡Apaga tu inmortalidad o serás baneado!
Intenté correr hacia él, Popitres a mi lado, pero Mogni, que había aprovechado el alboroto para
llegar a nosotros, nos golpeó y nos arrojó a ambos cinco metros sobre el aire, yendo a chocar contra
una pared.

Intenté levantarme, pero mi HP empezó a bajar a amarillo de nuevo, Popitres trataba de levantarse,
pero parecía que el golpe había sido demasiado duro para nuestros avatares.

Madi se acercó de un solo salto, alzo su inmenso mazo de pilar, sabía que uno de sus golpes bastaría
para acabarnos a ambos en ese mismo momento.

Quise cerrar los ojos, no ver cómo mi vida se extinguia ante mis ojos, pero algo cruzo mi vista en
ese entonces, una figura flacucha, pequeña, que se interpuso entre el mazo y yo.

No comprendía que sucedía, a mi lado Popitres gritó: ¡Apartate! pero la persona no le hizo caso, a
pocos centímetros que el mazo lo golpeará, golpeó una pared invisible y una ola de expansión lanzó
lejos a Madi, un aviso que ponía: Objeto Inmortal se colocó sobre la cabeza de la figura.

-Comando del Sistema. Generación de Objeto. ID Ultimate Destructor.

Una espada color negro de unos seis metros de largo, apareció en la mano derecha de Luke a su
orden. Sin siquiera pararse a pensar, se arrojó tras Madi, cortandolo de lado a lado con su nueva
impotente arma, nuestro enemigo gritó, retorciéndose, su cuerpo entero se partió en dos, mientras
desaparecía en un montón de estrellas brillantes.

Todo quedó en silencio por un momento, Luke intento darse vuelta, pero su cuerpo se ensombrecio
cada vez más, igual que una mala antena de televisión, sus extremidades chispeaban y desaparecían
intermitentemente, mientras empezaba a caer hacia adelante.

Se giró como pudo, susurrando algo que no pude escuchar, y su cuerpo, junto con toda su
existencia, fue baneado y expulsado del juego, desapareciendo en el viento como luciérnagas
brillantes.

Un grito, un grito desgarrador surcó el aire, destruyendo el silencio que se había establecido. Tengo
la vaga sensación que fui yo.

Sinceramente, no recuerdo qué sucedió después, solo recuerdo que la tristeza que experimenté se
transformó en ira. Mi visión se nubló, pero sabía que estaba atacando algo, recuerdo vagamente
alguien gritando mi nombre, unos brazos que me aprisionaron pero que luego logré soltarme, fue
Popitres el que me contó exactamente que había hecho luego de ese momento.

Según él, había gritado y sin siquiera parame a pensarlo, había empezado a atacar a Mogni, recibí
golpes, patadas y su mazo me golpeó varias veces, pero eso no me detenía, Dialac me acompañó,
guiada por su ira y su impotencia, se arrojó al monstruo, volviéndose cada vez más poderosa por
cada golpe que recibía.

Activé un movimiento prohibido, Last Slide, un movimiento que al momento de activarlo, te va


drenando la barra de HP, pero a cambio no sufres retrasos y tus espadas obtienen una fuerza
descomunal, según mi amigo, usando eso, ayudado de Dialac, logré derrotar al monstruo en
cuestión de minutos.
Cuando mi conciencia regreso, me encontraba de pie en medio de un montón de brillantes destellos
cayendo, una de mis espadas estaba rota en mi mano y la vi deshacerse en el aire, frente a mi una
llorosa Dialac se encontraba en mi misma posición, con el estoque el frente luego de un ataque,
intenté hablar, pero mi mente empezó a apagarse como si me estuvieran borrando lentamente la
conciencia.

Mi barra de HP tenía tan solo 5 puntos.

-¿Se... Acabó...?

Mi voz salió ronca, mi mente finalmente se desvaneció mientras mi cuerpo cedía, cayendo hacia
atrás, girando en una espiral de dolor y pérdida, mientras el nombre de Lucas llegaba a mis labios.

-!...rek! ¡Derek!

Una voz, una melodiosa voz llego a mis oídos, quería alcanzarla, llamarla, responderle, pero solo
pude abrir lentamente los ojos mientras seguía llamándome.

Sombras amarillas bailaban frente a mis ojos, dos figuras conocidas se postraban encima de mí,
sus caras preocupadas y sus bocas diciendo mi nombre me hicieron saber quiénes eran.

Ace. Popitres. Ambos estaban sobre mí, mirándome, los ojos de Ace estaban rebosantes de
lágrimas, igual que los de Popitres, pero no tenía las fuerzas de hablar.

Me levanté de a poco, sentándome lo más rápido que pude, pero me tomó al menos dos minutos
estar recto sobre mi espalda.

-¡Imbecil, idiota, maldito imprudente! -los insultos de Ace iban acompañados de sollozos que me
partían el corazón, se arrojó a rodearme con los brazos mientras escondía su cara en mi pecho.

Popitres veía con preocupación la puerta por dónde habíamos entrado, un círculo de Hunters me
rodeaba preocupado, pero no vi a Dialac por ningún lado.

-¿Dónde estamos...? -le pregunté a Popitres -¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?

-Un par de minutos -se limpió con el dorso de la mano las mejillas -Intentamos darte pociones
pero... Estabas completamente desmayado.

-El nivel fue completado pero... -la voz de Raphiel se quebró mientras intentaba pronunciar lo que
seguía. Pero yo recordaba que había pasado.

Lucas, nuestro curandero, había sido atacado por los jefes, en vez de apagar su inmortalidad y huir
seguro, se había puesto frente a nosotros para salvarnos, derrotando por si solo a uno de nuestros
enemigos, pero eso le había costado la vida. Su mente fue borrada y baneada del sistema, y
perdida para siempre.

"No puedo levantar la espada contra algún enemigo importante del sistema" recordaba su
advertencia cuando me mostró la consola "De lo contrario el juego me reconocería como hacker, y
me banearia de la competencia".

Ace apretó sus brazos contra mí, su respiración irregular demostraba que seguía llorando.

-No me aprietes tan fuerte -le dije intentando sonar tranquilo, aunque estaba destrozado por dentro -
Me vas a bajar la poca vida que me queda.

-Lo siento... -sin embargo no bajó la presión de sus brazos alrededor de mi cuerpo.

-¿Dónde está Dialac?

Popitres negó con la cabeza.

-Cuando te desmayaste, desapareció. Tomó su antena de teletransportación y saltó a algún lado,


nadie sabe a dónde fue.
20

La vuelta a casa fue un poco más dolorosa.

Ace no dejo de mirarme hasta tomar por lo menos tres objetos de recuperación de HP, y no me soltó
hasta que éste subió de nuevo a verde, sin embargo mis piernas aún no podían sostenerme del todo,
por lo que tuve que apoyarme de Popitres y Ace para volver a la Escuela de Raphiel.

Los miembros de los grupos más grandes decidieron encargarse por si solos de abrir la puerta y
revisar el siguiente nivel, además decidieron buscar a Dialac por su cuenta, aunque sabía que no
parecían muy interesados en ellos.

Intentar hablar sobre la muerte de un compañero a un montón de aprendices entusiasmados fue


realmente lo peor de todo, todos ellos estaban sonrientes y felices de que hubiéramos pasado el jefe
a la primera, pero sus caras cuando no contestamos sus preguntas sobre Luke ocasionó que la larga
estaca de hielo que tenía incrustado en el pecho empezará a doler más.

Y me merecía el dolor. Porque yo sabía que no podía levantar la espada contra un jefe, ese pedazo
de información no se lo había dicho a nadie, Lucas me había confiado su secreto a mí, y yo como un
perfecto arrogante y estúpido había dejado que nos acompañará a la sala del Jefe, si, estábamos aún
más cerca de salir, pero ¿a qué costo? Solo podía pensar en su hermana, sus padres, todas aquellas
personas que esperaban que despertará, pero él nunca lo haría, le había prometido sacarlo de aquí a
toda costa, sin embargo todo había sido en vano. No había podido mantener esa promesa, y por eso
era lo peor.

¿Si no había podido mantener seguro a un chico que era inmortal en un juego, cómo encontraría a
Mason? ¿Cómo podría proteger a Dialac, Popitres, Ace, Raphiel, Reg, todas las personas
importantes para mí, si no había podido cumplir esa simple promesa?

Esas dudas no dejaron que mi mente descansará en paz esa noche, ni la siguiente, o la siguiente,
cuando intentaba dormir solo recordaba a Lucas, su cara justo antes de morir, esas palabras que creí
debí haber escuchado, pero se perdieron en el viento antes de llegar a mis oídos.

En ninguno de esos tres días, Dialac dio señales de seguir en el mapa.

Yo sabía porque, después de mí, ella parecía la más apegada a Luke, le había enseñado a entrenar,
siempre estaba con él, le cocinaba, y él realmente parecía feliz con ello, según él Dialac le
recordaba a su hermana, pero seguía preguntándome qué estaba haciendo Dialac, conociéndola no
debía ser nada bueno.

En algún punto, me planteé la idea de suicidarme, para ver si era verdad aquello de que tu
conciencia desaparecía por completo, me lo había planteado varias ocasiones desde que el juego fue
cerrado, pero no había tenido oportunidad, porque Popitres me importaba demasiado, porque Ace
por más que lo negará era alguien tan importante para mí como lo era Mason, porque Dialac era mi
amiga, porque por más oscuro que fuera el mundo real, allí todo era diferente, no tenías que luchar
por tu vida, no había peleas diarias, no había dolor ni angustia, o al menos mucho menos que aquí.

Entonces recordé a Daven y Mistock, líderes de los AKers, los cuales no creían nada sobre la
verdadera muerte del juego, y entonces los entendí. No querían creer que de un simple juego saliera
una idea tan macabra como el poder morir porque todos tus puntos de HP desaparecían, tu cuerpo
estallaba en fragmentos y nisiquiera dejabas atrás un cadáver aquí, solo dejabas de existir, aunque
tus amigos y compañeros te recordaban si ellos también perecian todo rastro de ti desaparecía de
este mundo, y del otro también.

La idea de dejar de existir y desaparecer debía aterrarlos y prefieran no creer en ello, igual que a
muchos les aterraba saber que la humanidad estaba condenada, por eso preferían ignorar esa verdad
cruda y vivir en la ignorancia, a sabiendas que estamos en una profecía inevitable de
autodestrucción.

Igual que yo, que sabía que encontrar a Mason era una completa idiotez, pero preferí ignorar ese
hecho crucial, y me interné en un juego buscando a alguien que inclusive había posibilidad de que
no quisiera ser encontrado. Puede que en realidad yo fuera un bicho molesto que lo estaba
molestando, y él se había alejado por esa razón.

Tal vez puede que me odiara. Pensar en eso ocasionó en mí un BOOM en mi mente, y por un
instante la idea ocasionó que me asfixiara y ahogara, porque lo peor es que le hallaba sentido, tal
vez no había sido forzado a irse, tal vez estaba huyendo, huyendo de mí. Y lo peor es que si así era,
sentía que me lo merecía, el karma me había atacado antes de siquiera cometer mi mayor crímen,
una promesa vacía que valía una vida, y que al final había causado que esa vida se perdiera
completamente en vano.

Sin embargo, algo me salvó brevemente en mi desesperación, la cara relajada de un chico que
dormía a mi lado, que también murmuraba en sueños y despertaba angustiado, sus brazos me
reconfortaban, los míos a él, con el pasar de las horas sus labios y los míos se encontraban,
absorbiendo el dolor y haciéndolo soportable, alejando la desesperación de un futuro oscuro y triste.

Esos tres días incluyendo la búsqueda de Dialac y el retorno a la búsqueda del jefe del nuevo nivel,
no me separé ni un segundo del lado de Ace.

¿Éramos algo siquiera? No tenía ni idea, en ocasiones su mano encontraba la mía y la estrechaba
involuntariamente, dormíamos juntos, siempre que miraba a los lados lo encontraba junto a mí,
como si ambos fuéramos uno solo.

En una ocasión vi a Reg hablando con un chico que era amigo de Raphiel, pero no sentí celos,
inclusive si él era Mason o no, ya no sentía esa inmensa carga de encontrarlo.
Me di cuenta en la tercera noche mientras lo veía dormir, como su cabello caía contra la almohada,
como sus largas pestañas se movían ligeramente cuando sus párpados temblaban, como sus
pequeños y hermosos labios se separaban mientras respiraba relajadamente. Me di cuenta que
estaba enamorado.

Estaba enamorado de Ace.

Y era una mierda, porque no quería morir, y quería que él sintiera lo mismo, pero no estaba seguro.
Porque quería salir de aquí, pero ¿si salía y resultaba que vivía muy lejos, lejos de mí? ¿Y si solo
me estaba usando, y era en realidad alguien completamente diferente?

No se lo dije, seguí actuando igual, pero era tan cobarde para no admitir ello.

Dialac se habia esfumado del mapa literalmente, la habíamos buscado por cielo y tierra, pero no
había forma de encontrarla, pensamos que estaría cerca a alguna misión peligrosa, arriesgando su
vida imprudentemente para liberar toda su ira y dolor, pero no la hallamos en ningún lado.

Pero me di cuenta donde estaba al tercer día, cuando Popitres, Ace y yo decidimos usar el rastreador
para encontrarla.

-¿Listos? -dije cuando lo saqué de mi inventario.

Ace asintió.

-Si ha estado autocompadeciendose en una esquina del nivel 1, la golpeare -dijo Popitres -Luego me
arrojare con ella a autocompadecerme.

Eso nos sacó una risa a Ace y a mí.

Sin embargo, cuando puse el nombre de Dialac en el rastreador, su localización no pudo ser
encontrada, un anuncio se puso sobre el rastreador, que ponía: Sujeto no encontrado. ID inexistente
en el mapa.

-¿Cómo que inexistente? ¿Era un puto fantasma? -anuncio Popitres al ver el rastreador -Pues
cuando me golpeaba se sentía muy real.

Ace frunció el ceño.

-¿Cómo puede ser esto posible?

Pero yo sabía dónde estaba, la idea apareció en mi mente tan pronto como el rastreador no detecto
su posición.

-Los túneles-dije empezando a respirar pesadamente -Fue a por el último jefe... Ella sola.

Nunca subestimes a un arquero, un samurái y un espadachín cuando corren para buscar a una amiga
que podría estar muriendo en ese mismo instante.

Corrimos en dirección a la central de transporte directo al nivel 3, una vez llegado hacia allá, nos
dirigimos a la primera entrada de los túneles y esquivamos lo mejor que pudimos a los enemigos
que habían reaparecido en la mazmorra, tuvimos que parar para matar a algunos, pero llegamos a la
sección que necesitábamos en menos de media hora.

Encaramos al guardián del túnel, quién nos dio una mirada y levanto su arma, listo para acabarnos.

-Nadie puede pasar aquí, a menos que traigan una ofrenda.

Su respuesta automática demostraba que era un NPC.

-¿Qué ofrenda podemos dar?

-Yo que sé, no tengo regalos para guardianes de puentes -me contestó Popitres.

-Yo tampoco -dijo Ace.

-¿Que clase de ofrenda necesita, guardián? -pregunte.

-Una gota de chispa del mañana, por cada persona que pase.

¿Chispa del mañana? Ese nombre desató algo en mi memoria, un recuerdo sobrepuesto a otro.

Antes de ser capturados por Magna, Dialac había matado un NPC que nos había estado siguiendo, y
éste habia soltado un ítem extraño llamado: La Chispa del Mañana. Pero por lo que sabía Dialac era
la que se habia quedado con el ítem.

Pero entonces recordé que ella me había enviado un regalo luego de esa misión, con lo de que
Popitres y yo habíamos pasado el nivel y todo lo que siguió, olvidé ese pequeño detalle.

Abrí mi inventario y busqué el ítem en cuestión, estaba por desistir y volver cuando lo encontré, lo
presioné abriendo el menú de instrucciones, este ponía: "Chispa del mañana. Frasco con 10 gotas
utilizables. Ítem necesario para el futuro de la humanidad".

Con el ceño fruncido le ofrecí el frasco al guardián, que luego de levantarlo y liberar 3 gotas del
frasco directo a su boca, se apartó y nos dejó pasar. Corrimos dentro luego de que me entregara de
vuelta el ítem.

Seguimos nuestra búsqueda a toda velocidad recorriendo el largo túnel de piedra, que podría
haber dejado pasar a todo un ejército de un grupo entero, con su ancho pasillo de al menos 6
metros, el techo se perdía en lo alto, por lo que me pregunté si algún jugador podría alcanzarlo si
saltaba demasiado alto, pero sospeché que excedía el límite de la zona de juego.

Recorrimos unos 20 metros a trote, cuando empezamos a ver raíces de árbol surgiendo de entre
las paredes, como si la naturaleza tratara de traspasar los límites de la pared del mapa, las raíces
se contorsionaban y mezclaban unas con otras, vi como dos de ellas se unían y se volvían una en el
suelo, pero sin quedar entrelazadas, más como si se fusionaran. Tuvimos que parar para no
tropezar y empezar a dar saltitos y ayudarnos para pasar a través de la encrucijada de madera, el
tamaño de las raíces iba desde 1 metro de anchura hasta el mismo ancho que tenía mi avatar, e
incluso más, no fue fácil llegar hasta la escalera de piedra que había a unos 15 metros de nosotros.

-Malditas raíces -dijo Popitres mientras pasábamos una raíz gigante entre todos -Es lindo cuando
la pisas y son 10 veces más pequeñas que tú.
-Callate y ayúdame -le dije yo.

Logramos llegar a la escalera, un peldaño sobre otro de piedra que subía y subía hasta perderse en
la oscuridad arriba de nosotros, si realmente era un túnel de atajo, éste era el camino directo al
jefe del último nivel.

-¿Realmente estará aquí? -pregunto Ace.

Estaba por dar un argumento convincente, cuando oímos una confirmación más real, un grito de
Dialac que decía: ¡Muere cara de leña!

-Suban -dije al escucharlo, aunque Popitres ya estaba trepando a toda velocidad por los peldaños -
Tenemos que llegar arriba.

Ace subió detrás de él y los tres subimos a toda velocidad por la escalera.

¿Cómo describir el último nivel? Aterrador, hermoso y pacífico.

Luego de subir por una trampilla metálica (que no tenía nada que encajar aquí) llegamos a un
bosque profundo y silencioso, robles y muchos más tipos de árboles estaban regados aquí y allá,
con sus hojas verdes llenas de vida y reflejando la luz del sol. El aire olía a naturaleza, tierra y
flores, tanto que hubiera querido que en mi ciudad hubiera bosques así de exhuberantes, el sol
entraba a riachuelos de luz a través de los agujeros entre los árboles, el piso estaba lleno de
césped verde y brillante y hojas de pino, suavizando nuestras pisadas mientras avanzábamos a
toda velocidad.

Pero lo más escalofriante era que no se oía nada, el único sonido que llegaba era el del viento
chocando con las hojas, de un lago cercano moviéndose y creando pequeñas olas, pero más allá
era tan silencioso como un sótano abandonado, en el cual te escondes y un asesino entra para
matarte. Pensar en ello aquí me dió escalofríos.

Nos dirigimos a lo alto de una montaña, dónde un inmenso templo estaba colocado, los árboles y
las raíces lo cubrían, y aunque estábamos lejos pude ver qué algunos de ellos estaban atravesando
las paredes, casi como si lo apuñalaran.

Estábamos subiendo la cresta a toda velocidad, esquivando ramas y raíces, cuando sentí como me
erizaba de pies a cabeza, mis sentidos detectaban que algo no estaba bien, y entonces oí un
sonoro ¡Bang! como si un cañon hubiera sido disparado.

-¡Al suelo! -taclee a Ace y me puse sobre él mientras caíamos, Popitres se cubrió recostandose en
el suelo y cubriendo su cabeza con las manos.

Oí un sonido de choque y levanté la cabeza, y entonces vi un árbol a lo lejos, el cual tenía clavado
una inmensa estaca de madera, de un metro de largo, no tenía que ser científico para saber que si
una de ellas me daba no viviría para contarlo.

-¡Argh!

Popitres arremetio contra los árboles, liberando uno de sus movimientos de espada, estaba por
gritarle: No seas loco, cuando uno de los árboles se rompió en mil pedazos que se dispersaron en
el aire como plumas brillantes, como lo hacían los NPC y los jugadores al morir.

No tenía sentido, si éste era el diseño de nivel, era imposible destruir el ambiente, si intentabas
destruir una casa, el sistema lo protegía poniendo un muro invisible y mostrando su categoría con
un anuncio rojo: Objeto Inmortal. Eso significaba que el árbol fue hecho para ser destruido.

No fue fácil llegar adelante, sobretodo porque los árboles empezaron a atacarnos como si fuera el
sistema de defensa y supieran que hicimos trampa pasando por el túnel, una estaca lanzada a toda
velocidad, una rama intentando atraparnos, una raíz enrollandose en nuestras piernas como si
quisiera abrazarnos, todo eso encontramos intentamos llegar al Templo. No estaba habituado a
usar una sola espada, lo que me restó velocidad e inutilizo gran parte de mis Movimientos de
Espada, pero logramos abrirnos paso hasta la entrada del Templo, no sin muchas complicaciones.

Cuando pisamos el suelo de piedra reluciente, un flashback me atacó, penetrando mi mente a toda
velocidad como una bala. Ésta escena... La recordaba, estaba en la carátula del paquete del
videojuego, un guerrero con una armadura plateada, parado a la entrada de un inmenso templo con
un árbol dentro, el cual tenía ojos y boca.

El patio ante la entrada era inmenso, tan grande como la plaza que había frente al palacio gigante de
la Ciudad Prohibida en China, un ejército de al menos 100 guerreros serían capaces de luchar con
toda libertad aquí, pero no había 100 guerreros, solo había una, cargando un estoque y luchando
contra... Contra...

El jefe final.

Era inmenso, tanto que que me pregunté cómo hacía el servidor para no trabarse ante un enemigo de
tanto tamaño, su sola cara salía de la entrada del templo, una terrorífica forma de un ojo en el
centro, sobre una boca revestida con inmensos y puntiagudos dientes, a un lado de la cara colgaba
una sola oreja solitaria, el otro lado tenía una larga línea de cuernos puntiagudos, como si los
hubieran afilado a mano.

Sus brazos salían de las ventanas, pero tenía demasiados, tantos que era imposible contarlas, y se
movían tan libre y gelatinosamente que me pregunté si tendría huesos, aunque probablemente no los
tenía. Lo más escalofriante eran los lados del Templo, raíces gigantes se movían como gusanos
mientras se conectaban al cuerpo del monstruo, como si fueran tubos absorbiendo chocolate, y
entonces me di cuenta del porque todo el bosque nos estaba atacando.

El bosque... Todo el bosque estaba conectado a él. Igual que todas las piezas de un PC estaban
conectadas de manera individual al CPU, que era básicamente el cerebro de la computadora.

Dialac, nuestra amiga, se encontraba en el centro del patio, cargando su estoque y esquivando
golpe tras golpe del Jefe, que golpeaba el suelo con cada brazo que poseía, como si Dialac no fuera
nada más que un insecto molesto.

-Esta loca -dijo Ace.

-Dime algo que no sepa -añadio Popitres.


-Ernest Cline es el escritor de Ready Player One -le respondí yo.

Ambos me miraron. Pero los tres avanzamos dentro del inmenso patio.

Al momento de pasar a través de la inmensa puerta Torii, oímos un Ding familiar, seguido de un
anuncio sobre nuestras cabezas: FELICIDADES. HA ENTRADO AL TEMPLO DE LA VICTORIA.

Al instante, el nombre del Jefe apareció sobre su cabeza ante nuestra vista, algo que no pasaba
con los demás jefes, su nombre era: Dios Árbol.

Aún seguía fijándose en Dialac, pero debió de advertir que seguíamos aquí, porque sus brazos
empezaron a golpearnos, uno de sus puños se dirigió contra mí, pero Ace desvió el ataque con una
flecha explosiva. Popitres atravesó uno de sus brazos con su katana de manera limpia, pero
aunque el brazo estalló, otro más apareció al instante para reemplazarlo.

-¡Dialac! -gritamos al mismo tiempo.

Ella se fijó en nosotros tras esquivar otro golpe, sin embargo no le importó, su espada brillo,
liberando un Movimiento de Espada, reconocí la posición como un ataque de alto nivel: Great
Blast, un movimiento de 14 golpes rápidos seguidos, con un último movimiento contundente.

El problema es que tenía retraso al ser tan poderoso, Dialac se quedaría quieta y entonces...

Ella debía saberlo, pero de todas maneras lo ejecutó, golpeando de manera repetida 14 veces al
Jefe, el cual retrocedió un poco al sentir el inmenso golpe en su cara, pero tras el último ataque se
recompuso, sin quedarse quieto como hacían los demás monstruos tras recibir un inmenso
ataque, mientras que Dialac si lo hizo.

El Dios Árbol abrió su gigantesca boca, si se lo proponía de un solo mordisco podría comerse la
mitad del patio, pero la abrió ligeramente y bajo la cabeza, intentando comerse a Dialac.

Pero mi escudo logro llegar a tiempo. Salte poniéndome en frente, colocando mi espada frente a mí,
activando mi Sword Shield, el escudo se había reducido un par de metros debido a que no tenía dos
espadas empuñadas, pero fue suficiente para que el jefe no pudiera comer bocadillo de Dialac.

Dialac me miró, medio enojada medio aliviada, y fue capaz de moverse de nuevo.

El Dios Árbol nos miró y abrió sus fauces de nuevo, pero una flecha se le clavó en el ojo, al
impactar liberó un inmenso estallido sónico que parecía el grito de un rockero aumentado 200 veces
por amplificadores gigantes, que nos arrojó al suelo a todos, una de sus 8 barras de HP llego a
amarillo.

¡Ocho barras de HP! Era una locura, no había forma de que pudiéramos vencerlo en este momento.

Pero Dialac no estaba de acuerdo, se lanzó a atacar al jefe que estaba distraído, pero yo la detuve.

-No lo hagas.

-Apartate Derek -su voz se oía hueca y sin emoción alguna, pero igualmente furiosa -Debo matarlo.

-Lo haremos todos, cuando tengamos el nivel.


-¡No! -intento arrojarse de nuevo, pero el Dios Árbol estaba recuperándose del estallido, tenía que
pensar rápido.

-Me vas a perdonar esto, Dialac.

Saqué de mi inventario un cuchillo con veneno paralizante y mientras ella se retorcía en mis brazos
hice un pequeño corte en sus brazos. Ella se quedó quieta como si se hubiera quedado dormida,
aunque sus insultos demostraban que seguía bien despierta, el Dios Árbol se fijó de nuevo en
nosotros mientras llegaba cargando a mi paralizada compañera a la puerta del Templo.

Cuando se arrojó Popitres se puso en medio junto a Ace, cruzaron su arco y su katana, que se
iluminaron al mismo tiempo, una flecha de energía salió disparada tan rápido que no pude seguir su
trayectoria, en vez de liberar un estallido sonoro, hizo que la cabeza del jefe empezara a
incendiarse, ser parte del bosque hecho de madera tenía sus desventajas.

Popitres cargó en la espalda a Dialac, que no dejaba de gritar sandeces e insultos, mientras
corríamos de vuelta al túnel, los árboles intentaban detenernos, pero con Ace y conmigo delante,
pudimos llegar de vuelta en pocos minutos, y el túnel mismo volvió a ser nuestro entorno.

Pero no fue para nada agradable, el túnel empezó a vibrar y a resquebrajarse, mientras un anuncio
rojizo aparecía por todas las paredes: TÚNEL ACCEDIDO, AUTODESTRUCCIÓN DE
EMERGENCIA INICIADA.

Al parecer solo podíamos entrar por ahí una vez, y lo habíamos descubierto de la manera difícil.

El guardián del túnel nos vio bajando, tal parece que ahora que el túnel de se deshacía ya no éramos
invitados, sacó su inmensa hacha de dos hojas y se arrojó tras nosotros, esquivando de manera más
frágil y rápida que nosotros las raíces del árbol.

Popitres estaba cargando a Dialac, así que Ace y yo lo enfrentamos, me enfrenté cara a cara a él
mientras mi compañero me respaldaba, pero no era fácil, llevar una sola espada me resto
movimiento y poder, por lo que el Guardián fue capaz de apartarme luego de encontrar agujeros
en mi estilo de pelea, que se sentía desequilibrada debido a la falta de armas en mi lado izquierdo.

Choqué contra la pared, que empezaba a deshacerse cada vez más, como un inmenso edificio
cayendo ante la fuerza de un terremoto, el guardián agarró a Popitres, quién soltó a Dialac, y lo
mando a volar, y parecía listo para cortar a la indefensa espadachín en dos con su hacha.

La parálisis duraba a lo sumo 10 minutos, lo que implicaba que Dialac no podía levantarse todavía,
pero Ace lanzó una de sus flechas, que llenó de llamas al Guardián, éste retrocedió furico y un
trozo de roca cayendo atrapó su pierna, el túnel sin duda estaba por desaparecer, si no salíamos
seríamos borrados, igual que Luke.

Conmigo cargando a Dialac logramos llegar de vuelta a la salida del túnel, con el Guardián cojo
pisandonos los talones, las rocas cayendo por poco nos vuelven tortilla un par de veces, pero
conseguimos volver al mapa del juego a duras penas.

El Guardián intento agarrarnos una vez más, pero otra flecha de Ace fue nuestra salvación, el
impacto liberó un estallido de aire seco, que lanzó por los aires a nuestro enemigo directo a lo
poco que quedaba del túnel, intento agarrarnos de vuelta pero las rocas se lo impidieron, un
inmenso trozo enterró su cabeza justo cuando el túnel se deshizo completo, borrando el atajo de
ida y vuelta al jefe final.

Un ítem solitario salió volando de la nueva pared sólida, que cayó cerca de mí, lo agarré e intenté
abrir la ventana de ayuda, pero no pude lograrlo. Parecía un ítem desconocido para el propio
sistema. Una solitaria tarjeta de color gris plateado, que no se me ocurría como usar.

-Ustedes... -Dialac empezó a levantarse luego de unos minutos, intento agarrar su espada pero
todo el cuerpo le temblaba -Ustedes...

-Te salvamos -dijo Ace. Popitres asintió.

-Evitamos que tu mente se volviera papilla, Primera.

-¿Y eso que importa? Si lo hubiera vencido... Si lo hubiera vencido... Lucas... Habría sido
realmente... Realmente...

Su voz empezó a quebrarse, los ojos se le llenaron de lágrimas y se tapó la boca intentando no
sollozar, pero al final cayó arrodillada al suelo llorando desconsolada.

-... Habría sido vengado... Podríamos volver... Y acabar con el maldito que... Que diseñó el juego...

Ace se cubrió la boca con las manos, pero se acercó y abrazo a Dialac, Popitres bajo la cabeza,
triste y yo me sentí enormemente culpable, como siempre desde la muerte de Luke.

Y entonces una pequeña luz, como la luz de esperanza en medio de la oscuridad, brilló en mi
mano.

Encima de la tarjeta apareció un icono de play parpadeando, lo presioné. El ítem empezó a brillar y
a flotar en el aire, mientras una voz, la voz de Luke, salía de ella:

¿Cómo iniciar este mensaje? No tengo ni idea, porque si lo estoy grabando y alguien lo está
escuchando, significa que estoy muerto.

Si Dialac, Popitres y Derek lo están escuchando, es una buena señal, sino aquel que haya
encontrado el mensaje puede pasar este mensaje, el cual habría querido decir con mi voz real, pero
que al final nunca pude decir sin importar la situación.

Yo nunca quise venir a este mundo, ni quedar atrapado, o morir. Mi hermana fue la que había
entrado inicialmente aquí, y yo tenía demasiada curiosidad por saber cómo era éste mundo,
siempre me advirtió que no debía jugar con sus cosas, nisiquiera con sus juguetes, pero yo nunca
escuché.

Una noche la oí salir, afirmando que no volvería hasta mañana, pero no hice nada, mis amigos me
retaron a meterme y usar su FaktHelm para jugar un rato, solo quería estar conectado una hora a
lo mucho, explorar y ver el mundo que mi hermana visitaba. Pero esa noche el juego se cerró y yo
quedé atrapado.

Por alguna razón tenía poderes que nadie más tenía, pude cambiar el género a mi personaje,
entrar al sistema pero sin poder hacer mucho por la gente. Si tú estás escuchando esto Derek, el
día que me encontraste estaba buscando la manera de entrar al Jefe del Último nivel para
enfrentarlo solo, aunque tenía miedo a la muerte, tenía más miedo de no hacer nada, quería usar la
espada más poderosa para debilitar al jefe tanto como pudiera antes de morir.

La verdad, estoy feliz, aquí con amigos y una especie de familia disfuncional, Dialac es como una
mamá gruñona pero genial, y Popitres y Derek son como unos hermanos mayores, que me cuidan y
están pendientes de mí, inclusive Ace es como un primito lejano, que te cuida y protege desde las
sombras.

Si están escuchando esto, solo les quiero decir que gracias, por unos días pude olvidar dónde
estaba, que aunque era inmortal podía morir, y que valía la pena seguir luchando. Luchen, juntos,
porque así son más fuertes, y lleguen al final de este mundo, y descubran porque vine aquí, porque
nos encontramos, y cuando salgan encuentren a mi hermana, y díganle que lo siento, que lamento
haberla desobedecido pero estoy feliz de que fuera yo y no ella el que termino aquí.

Gracias, Adiós.

21

Luego de ello, los cuatro nos establecimos como un equipo oficial.

El impacto de los cuatro mejores del juego haciendo un equipo resonó en todo el juego, como una
onda expansiva que llegó a todos los rincones, en menos de tres días, todo Temple Jäger Online
sabía sobre ésta noticia.

Sin embargo, era algo que debió haber pasado hace mucho, desde que nos habíamos unido para
acabar con el primer jefe. Las últimas palabras de Luke resonaron en nuestros oídos, y tal vez si
hubiéramos estado juntos, él no habría muerto.

Decidimos establecernos en nuestra casa, la de Popitres y la mía, en el nivel 3, Ace dormía en el


cuarto de invitados, Dialac no gasto en camas, por lo que simplemente dormía en el sillón o en
alguna silla, por más que le dijimos que tomará alguna de nuestras dos camas ella no quiso hacerlo.
También vendió la mayoría de sus cosas junto a su guarida, y guardo el dinero, afirmado que era el
fondo de emergencias, aunque con tantas misiones y trabajos hechos por los 4, el dinero era lo que
menos faltaba.

El nivel 9 fue limpiado, y así estuvimos a 3 niveles del jefe final, pero nadie sabía lo que nosotros
sabíamos, nisiquiera Raphiel o Reg se habían enterado, ni teníamos demasiadas ganas de
contárselos, eso solamente acarrearía un nuevo impacto en todo TJO, durante el cual todos
intentarían buscar un atajo al nivel final, y solo acabarían matándose.

Una nueva clase de jugadores aparecieron luego de que el nivel 10 estuviera disponible, los
llamados Cazadores de Tesoros, los cuales se dedicaban a completar misiones difíciles y conseguir
objetos legendarios, para venderlos o usarlos, debido a que el nivel 10, con temática de la Era
Medieval, contenía demasiadas leyendas y acertijos dados a ti por sacerdotes y hechiceros NPC, sin
embargo de al menos 50 misiones interactivas, solo 5 de ellas eran completadas y el ítem legendario
era alcanzado: el arco de Arven, el orbe de inmortalidad, las lanzas gemelas Destiny, la capa de anti
rastreo y la bomba de denotación masiva, los cinco objetos legendarios fueron encontrados por la
misma cazadora, la cual era considerada la mejor de todas.

Leila. Ese era su nombre, su posición en la Tabla empezó a ascender, debido a los puntos ganados
por cada objeto legendario obtenido, vimos un reportaje en vivo donde afirmaba que se había
establecido en el nivel 10, en la ciudad principal, Camelot, en una tienda de abarrotes a un lado del
castillo principal, y que aquel que quisiera hacer negocios con ella estaba bien recibido en su tienda.

Yo aún no podía encontrar otra espada a la par de White Thunder, la única espada que me quedaba
de gran potencia, habíamos intentado comprar una, pero no estaban a la par de Black Destroyer, que
había logrado llegar al máximo, pero a coste de muchas horas de conseguir XP con ella, usar
Hayros para aumentar sus capacidades, todo ello lo había logrado en 3 meses, y volver a hacer ello
y simplemente pelear con dos espadas muy diferentes en cuanto a potencia, solo garantizaba una
muerte segura.

Hasta que salió una nueva misión, la misión más ambiciosa de todo TJO, debido a su recompensa,
las dos espadas más poderosas del juego, cada una con un atributo diferente: Destructor, una
espada negra forjada en lava, la cual contenía el más alto nivel de destrucción de un arma, y
Creator, la espada blanca con una capacidad única, el cual es aumentar la recuperación de HP de
su guerrero, y en caso de que esté en un equipo, también de él. Lo mejor era la capacidad que
ambas tenían juntas: Un sello mágico, el cual permitía una vez cada cierto tiempo sellar la mente
de un jugador de forma que aunque su avatar desaparecía, su mente se apagaría y simplemente
estaría dormida, con ello estaría libre de morir y ser borrado hasta que el servidor fuera apagado.
Era como una manera suave de una cárcel para criminales, pero con la garantía de que nunca
podrían escapar.

A pesar de que los AKers habían sido disueltos (gracias a nosotros), eso no significaba que Daven y
Mistock no siguieran cometiendo crimenes, más de una vez un par de Hunters nos mandaron
mensajes para que los ayudaramos debido a que habían aparecido para matar a alguien, sin embargo
llegábamos muy tarde, por eso decidimos ir por esas espadas, asi los lograriamos encontrar y usar
las espadas para sellar sus mentes, sonaba algo macabro pero era mejor que tener por ahí dos
asesinos libres.

Aunque primero decidimos hacer algo, tomamos la llanura de Ggrammer, sobretodo porque no
queríamos gastar dinero o cristales, pero necesitábamos llegar rápidamente, así que una vez dentro
de la llanura pusimos Camelot como destino, los cuatro fuimos transportados a una ciudad medieval
con un castillo gigante, y un montón de mercaderes NPC ofreciéndonos todo tipo de ítems.

Dialac los ahuyentó con su espada, Popitres silbaba distraídamente y Ace compraba comida para
todos, supongo para que si necesitábamos ir a algún lado, no nos faltarán suministros.

Luego de un par de minutos caminando y ahuyentando mercaderes, llegamos a lo que sería una
inmensa armería. Dos espadas estaba colocadas en forma de x como sello de la tienda, un mazo de
pinchos estaba colocado a un lado de la puerta y al otro había una lanza que chisporroteaba y
soltaba electricidad. La puerta estaba abierta, aunque no se veía mucho por dentro, como siempre
sucedía en TJO si no eras invitado a pasar.

-¿Crees que si nos ayude? -pregunto Ace, tenía puesto unos vaqueros y una camiseta de Green
Lantern equipada, aunque solo habría que cambiar el equipamiento en el menú y estaría listo para
luchar.

-Si no... -dijo Popitres -la amarramos y robamos todo.

-Incluyendo dinero.

-¡No! -les gritamos Ace y yo.

Ambos rieron y pasaron dentro del establecimiento, Ace y yo los seguimos.

Dentro todo estaba lleno de armas, un montón de arcos estaban colgados de las paredes, las espadas
estaban dentro de los estantes y hasta había un montón de estantes con diferentes tipos de katanas
dentro de ellos, tuvimos que coger a Popitres de las orejas para que no se quedará viendo y
regateando por ellas con una mercader NPC.

Luego de mucho esquive de gente comprando y NPC's queriendo vendernos hasta sus puntos de
HP, llegamos a la zona de recepción, un mostrador lleno de armas y una NPC con un cuchillo como
lápiz en la oreja estaba leyendo un libro.

-Hola -dije yo. La NPC nos vio, a cada uno, y supongo debió reconocernos, porque silbó y se quitó
el cuchillo de la oreja.

-¿Que desean? ¿Comprar la nueva katana con atributo de electricidad? ¿El arco encantado Yuuki?
¿El Florete de Viento Rápido?

Mis tres compañeros parecían babear con cada opción que se les presento, por suerte yo no era fácil
de cautivar, eso y las espadas que vendían aquí no eran de mi estilo.

-Queremos ver a Leila.

La recepcionista jugó con su cuchillo como si fuera un simple bolígrafo, girándolo entre los dedos
distraídamente.

-No acepta citas.

-Queremos que nos ayude con una misión, la misión de las Espadas Gemelas.

La NPC nos vio, y suspiro para desaparecer por la gran puerta atrás de ella.

-Eso fue muy fácil -dijo Ace.

-Solo espera, ahora vienen los ninjas que también quieren las espadas y que quieren matarnos -
replico Popitres.

Dialac negó con la cabeza.

-Me preocupan los ninjas si se encuentran con nosotros.

-A mí igual.
Los cuatro nos pusimos a reír.

-¿Quién lo diría? Los Cuatro.

La cazadora de tesoros, Leila, se hizo presente ante nuestros ojos.

Debo admitir que la imaginé de una manera, con unas altas botas de vaquero, pantalones de cuero
falso, un chaleco de vaca y un gorro de vaquero con una pañoleta al cuello, portando un látigo como
arma en el cinturón. Que equivocado estaba.

La chica frente a nosotros, o al menos su avatar, no podía tener más de 19 años, incluso menos. Su
cabello negro era puntiagudo y corto, de hecho el pelo de mi avatar podía ser más largo que el de
ella, su tez pálida brillaba ante la tenue luz de las luces de la tienda, usaba una chaqueta de piel
color marrón sobre un simple sostén color negro ajustado, que dejaba al descubierto su abdomen
plano y su curvilínea cintura. Sus pantalones de cuero negro eran a juego con su ajustada prenda en
el escote, usaba unos tacones que podrían servir como cuchillas asesinas, tenía un hacha en el
cinturón y guantes color negro, con todo esto el avatar me recordó a una guerrera más que a una
cazadora de tesoros, podría verla al lado de Dialac y no sabría por quién apostar.

¿Lo más raro de todo? Que había visto a esta chica antes, en la línea del frente. Habíamos peleado
juntos varias veces, pero nunca había sabido realmente su nombre, al ser una jugadora solitaria y no
ser una de las más altas de La Tabla su nombre no era muy conocido.

Cruzó los brazos sobre su pecho y nos miró alzando una ceja, como si quisiera sacarnos de su tienda
a patadas.

-¿Qué desean, clientes? -dijo, aunque por su tono parecía decirnos: "díganme qué quieren para
poder sacarlos".

-Queremos... -empezo a decir Popitres, pero parecía que la vista de tanta piel de un ente femenino
le había entorpecido los pensamientos. Aunque he de admitir que con la figura de su avatar más
de uno debía quedarse sin habla.

-... Hacerte una propuesta -termino de decir Ace, dando un paso al frente.

Leila lo miró, y alzó ambas cejas ésta vez.

-¿Que tipo de propuesta?

Dialac le subió la mandíbula a mi compañero lo que le cerró la boca abierta, pero se dirigió a Leila
cuando habló:

-Te proponemos participar en una misión, la misión con la recompensa más alta de todo TJO.

-Las Espadas Gemelas.

Ambas se miraron fijamente, aunque parecían capaces de sacar sus armas y atacarse
mutuamente, también parecía que tuvieran una especie de chat mudo de miradas intensas.

-¿Y que ganó yo?


-Todo el dinero -le dije yo -Nosotros nos quedamos con el ítem.

-¿Y por qué querría ello? El ítem daría una buena cantidad de Hayros si se lo vendo a un buen
postor.

-Sabes para qué es ¿verdad? -le pregunté yo. Ella frunció el ceño -La función verdadera de las
espadas.

-Sellar la mente de un jugador, como si estuviera dormido, aunque sin borrar su conciencia.

-Queremos usarla como medida preventiva -me ayudo Ace -Contra los AKers. Específicamente,
Daven y Mistock.

Ante sus nombres, la mirada de Leila se oscureció. Con eso supe que alguno de los suyos había
sido asesinado, ya sea por ellos o por sus subordinados.

-Solo tengo una condición.

-¿Cuál? -pregunto Dialac.

-Que Daven es mío, si conseguimos las espadas, no sellaremos su mente. Yo lo mataré.

Los cuatro nos vimos entre si, pero sabíamos que sin ella no lo lograríamos, pero la condición
parecía demasiado para nosotros. Matar a alguien parecía un Tabú no dicho del juego desde que se
había cerrado, y solo los AKers lo habían roto desde ese entonces.

Supongo lo resolveriamos luego, inclusive si habían matado a gran parte de las víctimas de juego,
usar su misma táctica de victoria nos parecía demasiado rebajado a los 4.

-Hecho -respondimos.

-Entonces pasen, prepararé todo y nos iremos enseguida.

Por lo menos la casa tenía menos armas que la tienda, y las recepcionistas no jugaban con
cuchillos entre sus dedos.

La estancia parecía demasiado grande para una sola persona, pero demasiado pequeña para
muchas personas. El sofá era dúplex, había dos sillas en la sala de estar, un comedor con solo dos
puestos, inclusive había dos canastas llenas de frutas sobre la mesa del comedor.

Popitres corrió a coger una, pero Dialac lo agarro antes de que llegará a ello.

-¿Estás loco? Somos invitados, ten modales.

-Pero parecen gratis -le hizo puchero.

-Gratis va a ser el golpe que te voy a dar si declina el trato por tu culpa.

Popitres puso cara de miedo y se quedó quieto, para proceder a simplemente quedarse quieto en
su lugar.
Ace suspiró.

-¿Realmente creen que sea buena idea? Digo, podemos simplemente obligarlos a rendirse...

-Tú los conoces mejor que todos, Ace -dije yo -¿Crees que se rendirían ante una derrota simple?

Me puso cara pensativa solo para negar con la cabeza.

-Creo que prefieren la muerte a ello.

Dialac se sacó el pelo de la cara, y se quedó viendo la mesa con dos sillas del comedor.

-Entonces deberían de agradecernos que tenemos cierta simpatía por sus patéticas vidas.

-Concuerdo con Flash -replico Popitres.

-No me llames Flash.

-¿Por?

-Porque Flash está muy bueno para compararlo conmigo.

-Uff, concuerdo -Ace puso cara de ensueño mientras cerraba los ojos.

Popitres y yo nos miramos, pero nuestros compañeros se pusieron a reír. Y luego los cuatro nos
reímos.

He de admitir que desde los cuatro estábamos en un grupo oficialmente, era más divertida la vida
en TJO.

Entonces me fijé en que Leila nos estaba mirando desde el marco de la puerta de la estancia,
apoyada contra la pared. Por su cara, ligeramente burlona y divertida, parecía que había oído todo
nuestro debate sobre Flash.

-Para ser los primeros de La Tabla, no parecen muy serios.

-¿Seriedad? ¿Que es eso? ¿Se come? -dijo Popitres.

Leila frunció los labios sin dejar de sonreír, como si quisiera aguantarse las ganas de reír.

-Eso me convence más, venga, vamos a por esas espadas, espero que alguno de ustedes sepa
cocinar bien.

En ese aspecto, Leila se ganó a la mejor cocinera de TJO, o al menos para mí, Ace y Popitres, su
estofado de carne nos convencía de que lo era.

Cuando salimos de Camelot dirigiendo nuestro grupo hacia el este, Leila sugirió hacer una breve
party entre los cinco, para poder repartir los ítems y permitir saber el estado de juego de todos.
Obviamente accedimos.

En Tempel Jäger Online existían cinco tipo de relaciones, cada una dependiendo del grado de
amistad que tienes con una persona, obviamente esto no era determinado por el sistema ni podría
contabilizarse en forma de puntos de experiencia de una habilidad, pero aún así todo el mundo lo
sabía.

La primera era la de desconocidos totales, en la cual obviamente no tienes ningún tipo de


información sobre otro individuo y viceversa, aunque con la escasa cantidad de jugadores que
existían, esto era muy difícil de lograr. La segunda era de conocidos, dos jugadores los cuales
aunque se conozcan no están en la lista de amigos del avatar en cuestión ni mantienen una alta
relación. La tercera consistía en miembros de un mismo grupo, como lo éramos Popitres y yo y al
que luego se añadieron Dialac y Ace, amigos de confianza con los cuales peleabas y completabas
misiones, si ambos accedían ambos eran capaces de compartir el mismo inventario, algo que
Popitres y yo habíamos accedido a hacer hace cosa de unos meses, pero desgraciadamente ésta
opción solo era compatible con dos jugadores, ninguno más, pero la opción de ver la barra de HP
de tus compañeros estaba disponible para todos los miembros del grupo. La cuarta opción era la
de una pareja, que aunque el sistema no reconocía como tal, se veía en muchas ocasiones, dónde
dos o más individuos compartían sentimientos de amor mutuos, pero más allá no tenía opciones
adicionales del sistema en cuestión. La quinta, que de hecho es muy reconocida últimamente, eran
las partys, o equipo temporal, cuando estás dentro de una party puedes compartir ítems con todos
los miembros y ver su barra de vida, aunque sin ser un real grupo, además que una party no es
algo verdaderamente permanente, nisiquiera se sabía si el sistema lo permitía, pero una de las
principales razones de las partys era el poder compartir la misma cantidad de XP y dinero cuando
las misiones eran completadas, aunque esto quitaba la bonificación del golpe final y los beneficios
de la mayor cantidad de golpes conectados al oponente era muy efectivo para ser equitativo a la
hora de hacer una misión.

Mientras recorríamos el camino entre el frondoso bosque entre aldeas, decidí dos cosas.

La primera era que la época medieval debía estar plagada de monstruos, de todo tipo, grifos,
basílicos, centinelas, y mujeres serpiente. Todo ello nos encontramos de camino a Urb, la segunda
ciudad más grande del nivel 10, en la cual gran concentración de los Cazadores de Tesoros se
hallaba cuando se inauguró el nivel.

La segunda era que jamás debía molestar a una chica en sostén con un hacha y un abrigo de piel. A
simple vista portar un hacha de una sola hoja parecía pesado y laborioso, además que por lo que
sabía, el indice de velocidad de ataque de un hacha de una sola mano era realmente baja, debido al
peso del arma y a qué la cantidad de movimientos establecidos por SAME era realmente escasa.

Pero eso no parecía detener a ésta cazadora, sobretodo si el hacha era un objeto legendario de TJO,
eso demostraba que en el tiempo en el que tardamos en contactarla y en el que llegamos a su tienda,
había conseguido la legendaria Changing Weapon, un arma capaz de cambiar de stats de lucha y de
forma, siempre manteniendo una única parte de su fisiología intacta, su lisa empuñadura de 30
centímetros. Sin embargo de allí hacia arriba el arma podía ser todo lo que necesitarás o quisieras,
un látigo, un hacha de doble hoja, una espada, un cuchillo, una lanza o cualquier arma capaz de
tener una empuñadura.

No sabía a quién temerle más, si a los monstruos o a ella.


Pelear a su lado era escalofriante y relajante, y la cantidad de monstruos entre aldea y aldea era
realmente alto, por lo que nos tomo varias horas llegar a Urb, la segunda ciudad más grande de
Camelot. En ese tiempo nos dividimos en Equipo de Asalto y Equipo de Refuerzo, claro yo era
parte del primero, en el cual Dialac, Leila y yo manteníamos a los monstruos a raya mientras
Popitres y Ace nos respaldaban, con mi compañero lanzando un último golpe contundente cuando
cambiábamos de posición, y Ace lanzaba una única y destructora flecha mientras Dialac se arrojaba
para darle espacio. Comúnmente éramos solos nosotros 4, pero la adición de Leila aumentaba las
posibilidades de victoria, su arma brillaba en rojo mientras tomaba la forma de un hacha de doble
hoja, y arrojaba golpes al enemigo con una velocidad similar a la del Destello Veloz, aunque sus
ataques me recordaban a los cometas, brillantes y fugaces, surcando el cielo solitaria y fríamente, en
busca de un objetivo o una razón para detener su infinito avance. El hacha de Leila era un cometa
que solo buscaba un único enemigo que destruir.

Finalmente logramos ver la ciudad de Urb luego de horas de luchar contra monstruos a través del
bosque, sin embargo estábamos viendo los ítems ganados en total, con la puerta a la ciudad a
unos escasos 10 metros cuando oímos el sonido de algo moviéndose en lo arbustos.

Alistamos nuestras armas, todos en la fila, mientras un par de ojos brillantes avanzaban entre la
penumbra, solo pude decir: ¿Que ra...? antes de que el viento fuera cortado por un lastimero
aullido y la sombra cayera sobre si misma en el suelo.
22

-Es un lobo -dijo Ace mientras se arrodillaba sobre la inconsciente criatura.

Viéndola mejor, me di cuenta que tenía demasiada razón. Con el hocico largo de un color blanco
brillante, unas orejas ovaladas y alargadas y un pelaje que parecía no decidirse entre si era negro o
gris, sin embargo había algo mal aquí. En este mundo, solo existían lobos o animales si eran parte
de una búsqueda o misión, ya sea de aliados o enemigos, pero esta criatura no parecía parte de una
búsqueda, sobretodo porque no tenía el característico <<!>> que poseen los NPC sobre su cabeza
para indicar que tenían el código de inicio de una búsqueda.

Popitres se arrodilló sobre el lobo, y lo examinó con los ojos lentamente.

-¿Lo matamos? -le pregunto Dialac a Leila, ella solo se quedó viendo al animal.

-No sé, en el archivo de la misión afirma que tenemos que solicitarla con el caballero Lancelot, en
el castillo de los espadachines, nunca dice nada de un lobo.

-Loba -afirmo Popitres, los tres lo miramos.

-Si -lo ayudo Ace -Tiene razón, es una loba, o es dice según el reconocimiento en el visualizador, su
nombre dice: La loba.

Miré al animal fijamente, posicionada lateralmente había una barra de HP pero sobre ella su
nombre estaba escrito, a diferencia de los jugadores y los NPC, incluidos los jefes, el único que
recordaba que tenía un indicador de nombre era el Dios Árbol, el jefe final. "La loba" se mostraba
relucientemente sobre la cabeza de muestro animal.

Eso sólo me dio mala espina sobretodo porque su barra de HP estaba completamente llena, por lo
que no tenía sentido que estuviera inconsciente.

-No podemos dejarla -dijo Popitres pasando sus manos bajo el animal.

-Es una trampa, P.

-Tiene que ser una trampa.

-No cabe duda que es una trampa.

Leila y Dialac se coordinaron para hablar al unísono junto a mí.

Pero Ace tuvo una mejor idea, presionó a La Loba en su interfaz visual y al instante una ventana de
información apareció frente a él, me acerqué a inspeccionar que ponía, pero solo ponía: ID no
reconocido. No hay información disponible.

-Pues mientras no nos ataqué, no habrá problema -termino por decir Ace -Además en caso de ello,
el nivel del monstruo no parece mayor a 50, podremos vencerlo todos si cabe la necesidad.

-Ojala mi habilidad de reconocimiento estuviera más alta -se lamentó Dialac.


Sabía a lo que se refería, todo avatar luego de cierto nivel, solo puede aumentar una cantidad
limitada de habilidades mejorables, mientras que el resto de ellas queda completamente congelada.
Obviamente eran elegibles, y quedaban registrados como "Talentos" en los stats de tu personaje, sin
embargo también había gato encerrado en ello, si deseabas aumentar una habilidad que no tuvieras
elegida como "Talento" tenías que eliminar toda la barra de experiencia de una ya elegida, y
reemplazarla por cualquiera que no hubiera sido seleccionada antes, sin embargo toda la experiencia
del "Talento" borrado quedaba olvidada sin poder ser recuperada.

Las mías eran siete, cada una escogida estratégicamente luego de alcanzar el nivel 60: Espada de
una mano, Combate cuerpo a cuerpo, Espada de dos manos, Salto, Agilidad, Resistencia Física y
Velocidad. Tenia una octava ranura, la cual había sido creada y bloqueada a cambios cuando recibí
mi habilidad única, a diferencia de las demás no era mejorable, ni era capaz de ser removida, pero si
era capaz de bloquear el uso de ella, cosa que había hecho hasta hace poco.

Al principio había pensado que ninguna de las habilidades únicas era capaz de ser mejorable, pero
Vista de Tirador de Ace y Quick Swap de Popitres si lo eran, mientras que la de Dialac y la mía no,
aunque realmente parecía que el propio sistema intentará detenernos de tener demasiado poder, mi
escudo ya era irrompible y darle más poder era ventajosamente injusto y darle más velocidad a
Dialac era como darle a un asesino entrenado el arma experimental más poderosa.

-No podemos dejarla aquí -dijo Popitres. Hizo puchero y nos miró suavemente, fingiendo la misma
cara que hacen los perros tristes.

-¿Tú la vas a cargar a la posada? -le pregunté. Él asintió.

-Y tú la limpiarás -añadio Dialac.

-Y le darás comida -dijo Leila.

-Y recogerás lo que haga -murmuro Ace.

Él asintió a todos nuestros comentarios.

-Vamos -finalmente dijo Leila -No ganamos nada debatiendo con el amante de animales.

Dialac asintió a ella y se puso en marcha, Popitres tomó la Loba y la cargó como si fuera un bebé,
yo lo seguí de cerca, viendo cómo veía tiernamente a nuestra nueva... Nisiquiera sabía cómo
llamarla.

Aunque bueno, sabía que era aficionado a los perros y esas cosas, había tenido una perrita antes de
venir aquí, pero según él estaba en las últimas previo al cierre del juego, por lo que a estas alturas
debía estar...

Supongo que ver a un lobo herido había encendido su instinto perrunamente paternal.

La posada dónde nos huspedamos era rústica y grande, con unos 200 metros cuadrados,
suficientemente grande para albergar a unos 70 hunters con una habitación para cada uno.
Huspedarse solo debía ser muy costoso para un solo Hunter, pero entre los 5 logramos pagar dos
habitaciones relativamente sin gastar mucho dinero, unos 6000 Hayros por cada una.

Popitres, Ace y yo compartimos la misma habitación, mientras que Leila y Dialac decidieron tomar
la otra. Nos acomodamos como pudimos, poniendo un colchón de respuesto plegable de nuestro
inventario para que La Loba durmiera, mientras que tres camas aparecieron automáticamente al
entrar en la habitación, una para cada uno, era demasiado cómodo el sistema de las posadas.

La verdad fue una noche cómoda, caí en la cama y la mente se me apagó, y me dormí
inmediatamente.

Lo que me despertó por la mañana fue una extraña sensación de peso sobre mi cuerpo, pensé que
sería Ace o al menos Popitres, pero al abrir los ojos vi a la Loba de ayer, con su lengua afuera y
viéndome fijamente, casi como si supiera algo que yo no sabía e intentará decírmelo.

-Hola...

-Wooof.

Solo me ladró y siguió mirándome.

Incluso viéndola aquí, con sus ojos azul oscuro viéndome, no podía identificar que clase de criatura
era. Aquí no existía algo como Criador en la sección de habilidades, por lo que en su código las
criaturas no podrían ser amaestradas, y eso significaba que no podía ser la mascota de algún jugador
que se haya perdido, además tanto Popitres como yo habíamos visto NPC animales los cuales te
guiaban a una misión trampa simulando estar heridos, pero ésta no se había movido apenas vernos y
nos había dirigido hacia una trampa, nisiquiera se movía o hacia algo además de mirarme.

No tenía la menor idea de que podría ser. Igual y era algo como una IA incompleta y olvidada en lo
más profundo del sistema, que se activo de manera automática cuando el juego se cerró, si bien era
una teoría loca y absurda, era la única que podría tener sentido en este momento.

-Woof.

Sus grandes ojos azul púrpura no se veían enojados, o iracundos, solo curiosos. Dándose cuenta que
no le hacía caso, se bajó de mi cama y se acostó junto a Popitres, mientras golpeaba su cabeza con
la de ella, queriendo despertarlo.

-No, no quiero ir a la escuela mami.

Popitres rezongo y alejó la cabeza de la loba, quise detenerla de intentar despertarlo, pero debía de
admitir que era gracioso verlo protestar y decir mami, lástima no tenía elementos de grabación en
mi inventario.

Alguien golpeó la puerta y al instante una ventana apareció frente a mí, como parte del código de
prevención de hurtos del sistema, el cual te autoriza a permitir o no la entrada a cierta persona a tu
residencia o en nuestro caso a nuestra habitación alquilada. Una igual apareció en los dormidos Ace
y Popitres, pero solo yo estaba despierto, por lo que su menú de control de la habitación desapareció
luego de unos segundos.

En el menú frente a mí había una lista de diferentes opciones a la izquierda mientras que gran parte
del menú daba una grabación a tiempo real de lo que había en el pasillo, en esta una Dialac recién
arreglada y una Leila echándole muela a un pan estaban golpeando la puerta. Busqué en la lista de
opciones y presioné Abrir Puerta, a la vez que cerraba la ventana con mi mano izquierda como el
menú normal.

La puerta no se abrió automáticamente, en vez de eso Dialac y Leila estaban autorizadas a entrar,
cosa que hicieron, la Loba se levantó como si detectara que algo malo estaba entrando, porque se
irguio sin moverse del lado de Popitres y se quedó mirando como nuestras compañeras aparecían en
la habitación.

Dialac se me quedó mirando, luego vi a Ace en la cama contigua junto a mí y luego a Popitres a sus
pies, junto a la Loba.

-DEREK, PONTE LA ROPA, POR DIOS.

Ace se removió y abrió los ojos, solo para caerse de cara contra el suelo, aunque siguió buscando
algo con su vista.

-¿Cómo? ¿Quién? ¿Dónde?

Me miró y debo admitir que me sonroje ante su mirada, entonces se dio cuenta de porque se
despertó, y también se le encendieron las mejillas de rojo.

-Siempre funciona -dijo Dialac y se acerco a Popitres, solo que en vez de gritar que alguien estaba
desnudo le pateó la pierna, a su lado la Loba le gruñó, pero Dialac ni le miró -Despierta perezoso.

Popitres se movió y vio a todos lados, sin despertarse del todo, porque sus ojos se veían nubosos y
tenía la boca medio abierta, como siempre cuando se despertaba, se frotó los ojos y pareció darse
cuenta de donde estaba.

Leila lo veía desde el marco de la puerta, con el pan marrón todavía entre las manos, y parecía
capaz de reírse ahí mismo, y tal vez ahogarse con el pan en el proceso.

-¿Que hora es? -pregunto Popitres, mientras veía como la Loba se volvía a acurrucar contra él -
Que preciosa es... ¿Cuándo se despertó?

-Esta mañana creo -le respondí.

-Son las 9 am -dijo Leila -Ya es tarde, tenemos que llegar al Castillo de Los Espadachines y
completar la misión antes que otro nos gane. Revisé la entrada al Tablón de Misiones, y vi que
varios van a intentarlo hoy.

-Okay, dennos 10 -dijo Ace levantándose y sobándose la cabeza -Tengo que vestirme.

-Yo también -murmuro Popitres aunque empezó a acariciar la cabeza del animal la cual al sentir
ello, se relajó a su lado -Estare listo en 10 minutos.

Ambas asintieron y salieron al pasillo, mientras Ace y yo equipabamos nuestros avatares, con el
equipo de asalto más alto que teníamos, aunque prefería pelear con dos espadas y tenía varias en
mi inventario, decidí simplemente equipar a Black Destroyer, a sabiendas que mi habilidad de
Espada a 1 mano estaba Dominada. Ace equipó su Blue Arrow y configuró su carcaj con todas las
flechas de efectos que tenía, debo admitir que verlo ahí con su arco e impotente, me movió un
poco el corazón. Vale, mucho pero hace mucho rato no nos besábamos, o hacíamos algo más allá
de abrazos amigables, y nisiquiera era por mí, él se estaba alejando, lo sentía, pero no tenía ni idea
del porqué.

Popitres se volvió a sentar luego de equipar su avatar con su armadura, y siguió acariciando a la
Loba.

-Que buena eres -le susurró mientras ésta se ponía sobre sus piernas y acercaba la cabeza a sus
caricias -Y bonita.

-Vamos P.

-No quiero dejarla.

-Recien la conoces amigo -agrego Ace -Es imposible que pueda quererte.

-¿Viste como me protegió cuando entraron? Tal vez solo está pérdida, ésta preciosa... Si, es un
buen nombre, la llamaré Preciosa.

Ace y yo compartimos una mirada preocupada entre si, y luego volvimos a ver a Popitres, no le
hallaba sentido a qué un animal en Temple Jäger Online se encariñara con alguien, a sabiendas
que no podías tener mascotas aquí, pero también sabía que Popitres no la dejaría atrás, así que
simplemente di un largo suspiro y dije:

-Vale, llevemos a Preciosa con nosotros entonces, podría ser de ayuda.

Popitres sonrió y se levantó, dicho esto caminó hasta la puerta y se quedó mirando a la Loba
fijamente, ésta lo siguió luego de 2 segundos de dubitativos, para acariciar su cabeza contra su
pierna.

-Eso, Preciosa -dijo Popitres, a su nuevo nombre Preciosa lo miró con su lengua afuera,
probablemente el equivalente lobezno a una sonrisa.

El Castillo de Los Espadachines era la estructura medieval más grande que yo hubiera visto.

Era un castillo de al menos 40 metros de alto, con siete diferentes torres hechas de pura piedra cada
una tan gruesa como para albergar 50 soldados y aún así tener espacio para un ataque enemigo, las
planas paredes hechas de roca tenían fijas antorchas llameantes que dibujaban sombras en ellas, casi
como si bailarán. Los NPC iban y venían como un mar a tropel a través de las inmensas puertas de
madera, la entrada estaba supervisada por dos guardias NPC que nos solicitaron nuestros nombres y
si deseábamos iniciar una clase gratuita de 48 horas del estilo de lucha que quisiéramos, aunque por
el momento decidimos declinar la oferta.

Pasamos a través de largos pasillos abovedados mientras veiamos en las paredes los cuadros los
cuales ponían: Leyendas bajo de ellos, cada uno de ellas con la imagen de alguien que logró
completar una misión legendaria puestos en ellos. En caso de que un grupo o una party
completará la misión, aparecía una foto de todos ellos tomada por un fotógrafo NPC luego de
terminar la misión.

Finalmente llegamos al salón principal, el Altar de los Héroes se alzaba en su gloria, aunque lo
reconocí como la sección de inicio en donde habíamos sido convocados luego de iniciar por
primera vez sesión en TJO, solo que ahora en vez de ser un campo abierto gigante con pilares
brillantes era un solo salón gigante lleno de pilares vacíos, sobre el trono central se hallaba la más
grande columna de todas, en ésta un aviso titilante color dorado y flotante sobre él ponía:
Ganador de La Cacería, sin embargo estaba completamente vacío, y parecía impotente e
inalcanzable, casi como el cielo.

La vista del podio dónde se alzaria el vencedor de la competencia me dio un inmenso golpe de
realidad, casi como una cachetada intangible que encendió varias preguntas dentro de mí:
¿Alguien ganaría? ¿La última persona que que golpeará al Dios Árbol recibiría el premio? ¿Acaso
ese dinero seguía vigente? ¿Y si seguía vigente, cuando saliéramos de aquí, que pasaría?.

Sabia que pasaría realmente, al menos a nivel de legalidad. Darle un premio de 10 millones de
dólares a una persona mentalmente inestable que pasó quién sabe cuántos meses encerrado en un
juego de muerte era tanto legal como moralmente incorrecto y disparatado, inclusive si era alguien
mentalmente fuerte como nosotros 4, eso no significaba que nos libraramos de alguna secuela en el
futuro, incluso aquí las pesadillas muchas veces no me dejaban dormir una noche entera. Veía
imágenes horribles e indescriptibles, Luke desvaneciendose en el aire, Ace estallando en vidrios
azules que intentaba reunir pero nunca lograba unir de nuevo, mi amigo Popitres llamándome y
pidiendo mi ayuda en la oscuridad sin fin, esas eran las más frecuentes.

También me pregunte que pasaría con nosotros, inclusive si no ganábamos y simplemente


despertabamos en el mundo real, de vuelta en una vida que se hacía más borrosa cada día que
pasaba aquí. Y entonces miré a las 3 personas a mi lado, que habían estado conmigo desde el
inicio de toda esta pesadilla, no, inclusive desde antes de ello, juntos habíamos enfrentado las
adversidades del juego mental, pero si vivían lejos de mí, todo se sentiría vacío de nuevo, sin
esperanza, y sin sentido, si Ace estaba en la otra punta del mundo, no podría soportarlo. También
si no encontraba Mason tampoco lo soportaría, caería de nuevo ante el peso de la tristeza,
perdiendo de nuevo a las únicas personas que quería realmente.

Ace puso su mano en mi hombro, sacándome de mis apresurados e inciertos sentimientos que
vagaban sin rumbo en mi cabeza, sus ojos dorados y cálidos me observaron, y pensé que nunca
vería algo más hermoso e inocente que él. Tal vez incluso si estaba al otro lado del mundo, nunca
olvidaría ni a él ni a todo lo que vivimos, éste mundo, inclusive si era una prisión, me había dado
demasiadas cosas que no había podido tener en el otro lado; amigos, aceptación, amor, unión,
reconocimiento, algo que jamás olvidaría.

Leila se acercó al trono central, dónde un alto e imponente caballero estaba sentado mientras sus
penetrantes ojos verdes nos veían fijamente, con su cabello marrón largo y rizado, su armadura
grande y plateada y su larga espada envainada a su lado parecía un ángel guerrero, caído del cielo
para defender a la tierra de los demonios del Infierno.

-Sir Lancelot -dijo la cazadora mientras se inclinaba y ponía una rodilla sobre el suelo -Venimos a
solicitar una misión.

El <<!>> en su cabeza titilo de pronto y sus ojos se dirigieron a Leila, para fijarse en el resto de
nosotros, que seguimos su ejemplo e hincamos una pierna en el suelo, hasta Preciosa bajo su
cabeza, supongo era su forma de inclinarse y mostrar respeto.

-¿Qué misión desean solicitar, guerreros?

-La misión más alta: La recuperación de las espadas gemelas, Creator y Destructor.

-Ya veo -le respondió el caballero sin dejar de mirarla -¿En verdad lo desean? Es una misión muy
peligrosa, tal vez algunos no vuelvan.

-Tal vez Popitres no sobreviva -añadio Dialac en todo burlón. Popitres la miró con ojos
entrecerrados.

-La aceptamos -dije yo ésta vez -Todos nosotros.

Al instante una ventana apareció solicitando nuestra autorización para actualizar la lista de
misiones en nuestro menú, pusimos aceptar rápidamente, y entonces el caballero volvió a hablar:

-Las espadas se encuentran dentro del pico más alto de los 12 reinos de Temple World, dentro de
la legendaria Cueva de los 10000 monstruos, desgraciadamente fue hechizada hace muchos siglos
por un mago que deseaba nuestro bienestar, solo aquellos que posean la legendaria espada Red
Blood, son capaces de entrar dentro de ella. Ésta se encuentran resguardada en la guarida de
Hrungmir, el Rey Dragón Oscuro, la cual se encuentran a 10 km al oeste de Camelot, diríjanse
hacia allá, recuperen la espada y pongan rumbo hacia la montaña, una vez dentro encuentren el
lago Palmos, les advierto, nadie ha podido resolver el enigma que rodea la fase final de ésta
búsqueda, pero tengo fe en que ustedes sean aquellos que la resuelvan ¡Adiós y buen viaje,
héroes!

A su voz, todos los NPC colocados a los lados para solicitar otras misiones gritaron: ¡Adiós y buen
viaje héroes!

-¿Nadie ha resuelto la fase final?

La pregunta de Ace se hizo presente mientras salíamos del Castillo y poníamos rumbo a la salida
Oeste de la ciudad, con todos y cada uno de nosotros en silencio.

-Supongo por eso nadie ha logrado encontrarlas -añadio Popitres. Preciosa lanzó un aullido bajo,
como si dijera: "En eso tiene razón".

-Nunca digan nunca -dijo de pronto Leila -En las búsquedas siempre hay algo que todos pasan por
alto, y que al final alguien logra encontrar, probablemente ese sea nuestro caso.

-No te oyes muy segura -le comenté, ella me respondió con una mirada tan cortante como las
hojas de su hacha.
-Es suficiente para mí saber que ella ha resuelto otros cinco acertijos igual de difíciles -termino por
decir Dialac, encogiéndose de hombros -Igual mientras no muramos, podemos repetir la misión.

Con eso en la mente los cinco pusimos rumbo a la guarida de Hrungmir, el rey dragón, a 10 km
dirección Oeste de Camelot a través del inmenso y denso bosque alrededor de ella. Y con eso
decidí que odiaba definitivamente a los dragones.

Por lo que sabía, había a lo mínimo unas 7 especies de dragones, cada una más poderosa y más
difícil de matar que la otra, y no solo eso, debido a que seguían las leyendas que rodeaban a todo
dragón existente, todos ellos volaban, y con eso, era condenadamente difícil acabarlos.

Eso decidí cuando arrojé un Movimiento de Espada a 1 mano, Slide Jump, en un intento de acabar
con el dragón de escamas doradas con el que nos enfrentamos al caminar 5 km seguidamente. El
movimiento consistía en un inmenso salto de 6 metros de altura asistido por el sistema, seguido de
un corte horizontal recto hacia delante, desgraciadamente el maldito lagarto vio el movimiento y se
apartó justo cuando mi espada estaba por golpearlo, ocasionando que cayera de frente contra un
árbol, para aterrizar de culo en el suelo con un sonoro ¡Paf!

La risa de Dialac y Leila no ayudaba para nada a mi motivación.

El dragón de 5 metros de largo se fijo en Popitres, lanzandose en picada contra él diagonalmente, si


se lo proponía podría agarrarlo con los dientes y partirlo en dos de un solo mordisco. Entonces mi
amigo se arrojó hacia atrás justo cuando éste estaba por atraparlo, Dialac se adelantó al mismo
tiempo, liberando su Movimiento de alta categoría de un solo golpe: Flash Comet, que impacto de
lleno en la mandíbula del reptil volador, con el suficiente impulso para arrojarlo en mi dirección,
balancee mi espada, formando un inmenso arco brillante mientras liberaba el siguiente ataque,
Circle Attack, que cortó finamente el cuerpo de nuestro enemigo con dos cortes horizontales
instantáneos, ambos ejecutados mientras mi cuerpo bailaba en un giro de 360°. Con un chillido
horrible el dragón finalmente estalló en vidrios que se esparcieron por el aire, dejando una estela de
luz multicolor en el lugar donde había muerto.

-Lindo baile Derek -añadio Dialac guardando su espada. Yo solo pude mirarla mal.

-¿Por qué tengo que ser yo la distracción? -refunfuñe.

-Por ser el más tonto -dijo Dialac.

-Por ser el más ágil -tambien dijo Leila.

Popitres y Ace se miraron el uno al otro.

-Por ser el más genial.

-Por ser el más apuesto.

Aunque intentaban hacerme sentir bien, sus comentarios no ayudaron mucho a mi autoestima,
bueno el de Ace tal vez solo un poco. Pero aunque había recibido el bono de ataques por mayor
cantidad de daño recibido en la pelea, no me sentía del todo animado.

-¿Tendremos que pelear contra ese rey dragón? -pregunte -Si es así, seré el primero que se comerá.
-No seas gallina -dijo Dialac, aunque me dio unos golpecitos en el hombro, como diciéndome: Tú
puedes.

-Tal vez solo tengamos que distraerlo mientras nosotros buscamos la espada -sugirio Ace, aunque el
había recibido el bono de mayor daño hecho hacia el monstruo gracias a sus flechas, parecía que lo
decía más por mí que por él.

-Si... -dijo Leila mirándonos -Asi no suele funcionar en esta clase de misiones, el jefe soltará el ítem
cuando sea vencido, no creo que lo tenga físicamente.

-Que lindo -añadimos Popitres y yo a la vez, y luego nos echamos a reír. Como mi HP estaba bajo,
me froté un poco de ungüento de curación mientras volvimos a avanzar de nuevo hacia la guarida
del dragón, intentando no pensar en como lo venceriamos.

Sin embargo, obviamente el rey dragón era más poderoso que cualquier sub-jefe que hubiéramos
enfrentado.

Era al menos el doble de los dragones normales, de unos 12 metros de largo, con un cuerpo hecho
de puro músculo y escamas, todas tan negras como la misma noche, sus alas eran un par gigante
de extremidades que se balanceaban de aquí a allá, liberando una ligera corriente de aire que
podría empujarnos lejos si las batía con toda su fuerza, su cabeza alargada de reptil era hermosa y
aterradora, con un par de ojos escarlata que podrían paralizarte solo con verlos, unos largos y
afilados dientes y una nariz resoplante de fuego, sus cuatro patas contenían un par perfectamente
afilado de garras que te podrían partir en dos con solo tocarte.

Con un equipo de 5 como nosotros, pudimos mantenerlo a raya durante 10 minutos, aunque sin
hacerle daño demasiado grave como para vencerlo.

Nos dividimos como siempre, Equipo de Asalto y Equipo de Refuerzo, con Dialac, Leila y yo en
frente y Popitres y Ace detrás, cambiando de frente a cada oportunidad, sin embargo no era
suficiente.

Me arrojé hacia adelante con un Movimiento de Espada a 2 manos, impactando de lleno en el


estómago de Hrungmir, sin embargo su HP no bajó más allá de unos cuantos puntos, seguido a
ello me lance hacia atrás mientras Popitres me respaldaba, arrojando otro golpe de espada ligera,
cortando el cuello del dragón, aunque le quitó más puntos que yo, seguía sin suponer ninguna
diferencia significativa.

Dialac y Leila arremetieron también, el arma de Dialac cambió para volverse rápidamente a una
hacha de una mano para cortar el ala de nuestro enemigo, mientras Dialac se arrojó a toda
velocidad hacia el mismo punto que yo golpeé recién, retrocedieron mientras Ace, nuestro
experto en larga distancia, arrojó dos proyectiles con efecto, fuego y golpe seco, que hizo volver al
jefe unos cuantos pasos hacia atrás.

Llevábamos así varios minutos, sin embargo los sentía como horas, sobretodo porque el HP del
Rey Dragón consistía en 4 barras de vida, y recién estábamos logrando destruir la primera.
Sin embargo no teníamos otra estrategia, atacarlo por varios flancos dejaba muy desprotegida la
defensa de cada uno, y no teníamos suficientes combatientes para tener un equipo por cada lado
para atacarlo, su rango de ataque era demasiado alto, y si llegábamos a recibir un golpe mortal,
nos tomaría tiempo para poder recuperarnos, ninguno había recibido un solo golpe, pero no
quería saber que efectos podría tener un golpe directo de sus garras.

Hrungmir se hartó y plegó ambas alas para alzar el vuelo, sin embargo no se elevó más allá de
unos cuantos metros sobre el aire, y nos vio fijamente, retrajo la mandíbula mientras su estómago
empezaba a hincharse, y con eso supe que estaba por usar uno de sus ataquea especiales.

-¡Dispersense! -grite, por suerte me hicieron caso, nos replegamos a ambos lados dejando un
espacio vacío entre nosotros, el cual el dragón chamuscó sin siquiera parar a mirarnos. Se quedó
quieto luego de dejar salir todo su aliento abrasador.

Era aquí, ahora. Pensé imprudentemente, lanzandome hacia adelante, si lograba cortarlo podría
encontrar su punto débil y bajar su HP de manera drástica, con eso en mente salte liberando mi
siguiente Movimiento ascendente, sin parar a considerar nada más.

-¡Derek! -la clara voz de Dialac llego a mis oídos, pero yo ya estaba en el aire, listo para acabar con
el monstruo.

Sin embargo, mi imprudencia tuvo su precio, cuando el dragón de repente se movió y sus ojos
color sangre se fijaron en mí. Balanceó sus inmensas alas hacia abajo, arrojando un inmenso
torrente de aire que canceló mi Movimiento y me arrojó hacia atrás, a 10 metros de mis
compañeros, cayendo al suelo con un sonoro golpe.

Intenté levantarme pero no podía, al lado de mi barra de HP apareció un símbolo de un círculo


rojo con una raya en diagonal atravesandolo, lo reconocí al instante. El símbolo que indicaba el
estado de aturdimiento de más alto nivel, 15 segundos.

Había pensado que había terminado su ataque pero estaba preparando el siguiente, un inmenso
torbellino de aire que avivara sus llamas, y aturdiera a todo aquel que no pudiera escapar del
rango de su ataque. Y yo había recibido de lleno ese golpe.

El dragón bajó en picada contra mí, sin pararse a pensar en los cuatro combatientes que
intentaban correr en mi dirección, un Ace desesperado empezó a lanzar flechas contra él, pero con
tantos árboles y tan poco espacio no pudo impactar siquiera una.

El rey de los dragones se alzó a toda velocidad horizontalmente, blandiendo sus garras contra mí,
pero no parecía que intentara matarme, quería agarrarme, llevarme a algún lugar donde nadie
pudiera oírme gritar y pedir ayudar, un lugar donde pudiera matarme muy lentamente.

Perdóname Ace, pensé silenciosamente, tú también Mason. Perdón por no poder encontrarte.

Hrungmir estaba a 5 metros, no 2 metros de atraparme...

Y entonces una sombra, de color blanco y largo pelo castaño se interpuso entre el dragón y yo,
usando como escudo su cuerpo, el Rey Dragón nisiquiera se paró a pensar si había agarrado al
sujeto correcto, sin siquiera poder reaccionar a su vuelo, tomó a la chica entre sus garras y se
arrojó volando hacia el cielo de nuevo.

-¡Dialac! -grito Ace, sin dejar de arrojarle flechas al dragón, pero este nisiquiera volteo a mirarlo,
subió más y más arriba, como si quisiera volverse parte del cielo, y devolver al cometa que llevaba
entre sus manos de vuelta a dónde pertenecía, al imponente cielo, donde jamás podríamos
alcanzarla.

23

-¿Que hiciste? -gruño Leila, mientras con una mano tomaba el cuello de mi camisa y me mantenía
sobre el aire, con su hacha en la otra mano.

-Yo...

La culpa de lo que acababa de hacer me impedía decir cualquier cosa.

-Por tu culpa perdimos a Dialac -volvio a decir, con los ojos llenos de furia y rechinando los dientes
-Y ya no podremos acabar la misión.

-¿Eso es lo único que te preocupa? -le pregunto Ace, he de admitir que era valiente por
confrontarla, pero considerando que Leila era más alta qué él, no parecía una buena idea.

-Para eso me llamaron ¿no?

-Bajalo -dijo Popitres en voz alta adelantándose, a su lado Preciosa miro fijamente a Leila y
empezó a gruñirle muy audiblemente.

Leila me soltó y mis pies tocaron tierra de nuevo.

-Aun está viva, su barra de HP no ha disminuido nada -dije, sonando demasiado abatido y para
nada esperanzado -Si nos apresuramos, podemos salvarla.

Ace y Popitres asintieron.

-¿Vieron por donde se fue?

-Si -me respondió Ace -Se fue hacia el Norte, el dragón no debió haber volado lejos, con nuestros
stats de velocidad podremos alcanzarlo.

-Tenemos que apresurarnos -añadio Popitres, envainando su katana y listo para emprender la
carrera -Esto es como Mario, rescataremos a una princesa de un monstruo, que gran plagio.
Leila se puso frente a nosotros.

-¿Están locos? No pueden ir e intentar pelear contra esa cosa de nuevo, necesitamos más
combatientes.

-No hay que vencerlo -le dije pasando por su lado -Solo hay que distraerlo lo suficiente para
rescatar a Dialac.

-Y luego veremos qué hacer -añadio Popitres. Ace asintió.

-¡No! ¿Van a echar a perder la misión por una persona? Es una locura.

-Tal vez tú trabajes así, Leila -dije yo -Pero nosotros no. Jamás abandonaremos a un compañero a
su suerte, hacerlo sería realmente la verdadera locura.

Leila se me quedó viendo, frunciendo el ceño, sin entender del todo mi comentario reciente.

-Tenemos que dejar hasta aquí nuestra petición, Leila -dijo Ace, sonriendole -Tenemos que salvar a
nuestra amiga.

-Seh, nadie hace estofado de carne como ella -añadio mi amigo.

Corrimos en la dirección por dónde Hrungmir había volado, mientras Leila se quedaba allí, en
medio del bosque, aún sin entender nuestras motivaciones de rescatar a nuestra amiga.

Obviamente no nos lanzamos así a la aventura, bueno al principio si, luego usamos el rastreador
para encontrar a Dialac más puntualmente.

Según éste, estaba en lo profundo de una cueva al Noroeste, en una zona que se llamaba: La
Montaña de la Muerte, un nombre lindo, siendo sincero.

Por lo que sabía, esa zona no había sido explorada del todo, tampoco había sido mapeada, por lo
que podíamos estarnos metiendo de lleno en una trampa con monstruos de nivel imposible de pasar,
pero por ahora no nos íbamos a preocupar por ello.

Juntos nos adentramos por la ladera de la montaña hacia la entrada al punto hueco de la montaña, el
cual parpadeaba en el rastreador dentro del mapa holográfico, sin embargo solo aparecía una línea
dorada señalando un único camino, aunque sin pasillos o rutas, por lo que dentro de la montaña
probablemente habría un laberinto o mazmorra de monstruos, sin embargo si teníamos cuidado,
podríamos entrar sin necesidad de pelear.

O no pelear hasta que llegáramos a Hrungmir.

La entrada en si era un círculo excavado por topos gigantes, y dentro pudimos ver una encrucijada
con 4 caminos distintos por tomar, cada uno abierto con un hoyo negro escalofriante frente a
nosotros. Puse la localización como destino en mi registro de mapa, y al instante una luz titilante
parecía señalar el camino, pero se dividía en dos rutas completamente diferentes.

-¿Izquierda o Derecha? -les pregunté. Ace y Popitres se vieron entre si.


-Derecha.

Pues seguimos a la derecha.

¿El problema? La bandada de hombres lagarto que nos bloqueó el camino.

Reptiles ¿Por qué siempre tenían que ser reptiles?

Arriba y abajo, derecha e izquierda. Pelear contra 5 enemigos de 1.80 de estatura en un espacio
reducido de unos 10 metros cuadrados no era para nada fácil, por lo que nos tomó nuestro tiempo
acabar con ellos, fue casi un alivio cuando el último enemigo estalló en fragmentos brillantes, pero
tuvimos que apresurarnos para poder llegar con Dialac, de lo contrario el dragón podría hacer
parrilla con ella sí no arrivabamos deprisa.

La luz de adelante que vimos mientras corríamos nos guió entre la oscuridad adyacente, aunque la
línea de guía seguía funcionando, ésta apuntaba hacia ese brillo, por lo que decidimos seguirlo. Sin
embargo, algo me dio mala espina, sobretodo porque la luz era muy opaca, sin ser suficiente para
ser la luz del sol, pero tampoco tan débil para ser una antorcha o una linterna, con ese pensamiento
en la cabeza nos sumergimos en la cueva bañada de ese resplandor.

Y era hermoso, pero para nada reconfortante. Estábamos en una inmensa caverna hueca, con
muchos agujeros y túneles excavados en las paredes, cuando subí la cabeza para ver dónde estaba el
techo no lo vi, en vez de eso era simplemente una interminable pared que seguía y seguía hasta un
simple punto de luz que parecía inalcanzable, lo que asumí que debía sera entrada de Hrungmir, un
tragaluz gigante lo suficientemente ancho para permitir su entrada sin ser detectado.

Y hablando de nuestro amigo, éste se encontraba recostado sobre una gruesa cama de oro, si no
bromeo, millares y millares de monedas de oro amontonados junto a otros tesoros; hermosas
espadas plateadas, pedazos de armadura de todos los colores (demostrando que no éramos los
primeros que llegaban a ésta zona) y un montón de objetos raros que no sabría identificar del todo.
Me pregunté cuántos Hayros valdría toda la cámara entera, aunque probablemente el sistema mismo
no sería capaz de reproducir esa cantidad tan inmensa de dinero.

Dialac, nuestra amiga, estaba en una esquina, con una cadena color dorado atada a una de sus
piernas, desde nuestra posición no podía vernos, sobre todo porque el cuerpo gigante del dragón
estaba entre ella y nosotros.

Preciosa olisqueo el aire y miró hacia atrás, poniéndose en guardia, me volteé para ver si algo o
alguien venía, pero al cabo de un rato de no escuchar nada simplemente decidí ignorar a la loba.

Ace miro fijamente a Hrungmir, analizando lentamente la situación y nuestras opciones, aunque
aparte de ir de lleno y darle tiempo a Dialac para liberarse y escapar, no se me ocurrió otra cosa.

-¿Alguna idea? -les pregunté. Ambos simplemente miraron la situación, de rodillas, desde detrás de
una roca que nos sirvió de escondite.

Las manos de Ace temblaban lentamente mientras sostenía su arco.

-Esa cadena... Es un hechizo de alto nivel de atadura: Nebula. A menos que hagamos que se olvide
de Dialac como su objetivo, la cadena no será capaz de romperse.
-Que bonito ¿algo más? -pregunto Popitres. Sacó su katana y la colocó sobre la piedra, en una
posición lista para saltar a la acción.

-Emmm... Ah si, si no olvida a Dialac, la única manera de romperlo es matando al lanzador.

Con ese lindo pensamiento, decidimos que yo lo distrajera y enfureciera lo suficiente para que ellos
pudieran ayudar a Dialac. No era el mejor de los planes, pero con mi escudo y mis rápidos ataques
era el que tenía mayor oportunidad de sacarlo de quicio.

-Pero si estás cerca a la muerte -me advirtió Ace -Te alejas, porque si mueres te mataré.

-Y yo le ayudaré.

Asentí a ambos y saqué a Black Destroyer, su larga hoja negra titilo ante el reflejo de la luz en las
monedas de oro.

Me acerqué de a poco sin hacer ruido saliendo de mi escondite, con mis pisadas siendo ejecutadas
tan lento como mi cuerpo virtual me lo permitía, fui a por el flanco derecho del dragón, que se
encontraba frente a nosotros casi queriendo flotar en el aire para no ser escuchado.

Una vez estuve frente a Hrungmir, me fijé en como de sus fosas nasales relajadas salía vapor
blanco, me pregunte cuánto tardaría en morir si mi cuerpo era chamuscado lentamente por su
aliento ardiente. No estaría para nada contento cuando lo despertará.

Nuestra amiga cautiva, que había estado intentando romper la cadena usando su estoque como
sierra, pareció darse cuenta de mi presencia, porque se dio vuelta y nuestros ojos se encontraron.
El azul y el marrón parecien conectarse mentalmente, porque pude escuchar perfectamente su
advertencia: No, idiota, lárgate.

Puse mi dedo índice sobre mi labio, indicándole que no debía hacer ruido. A duras penas, logró no
emitir sonido alguno mientras con ambas manos empezaba a jalar más fuerte de su cadena
dorada.

Mi mano izquierda lentamente bajó hasta mi cinturón de armas, mientras retrocedía poco a poco
hasta un lugar fuera del rango de ataque de Hrungmir, sin embargo tuve cuidado de no quedar
contra una pared, a sabiendas de su combo de ataque de llamas y viento, si me encontraba con
ese golpe de frente total no viviría para contarlo.

Mi mano buscó lentamente por mi cadera hasta que mis dedos rodearon uno de los muchos
cuchillos arrojadizos que había equipado en mi cinturón, lo saqué de su funda con un único
movimiento y sistemáticamente me puse en posición, apuntando directamente a la frente del dragón
duermiente.

Mis stats de combate a larga distancia eran una mierda, mucho más si hablábamos de cuchillos o
armas arrojadizas de una sola mano, la única que se me daba más o menos bien eran las pistolas,
pero desgraciadamente aquí no podían usarse, por lo que lo más parecido a ello era un dardo, pero
ese ítem no se usaba para tirar a matar, mucho menos pensé que podría penetrar la gruesa piel de
escamas de el mismísimo rey de los dragones.
Por suerte con asesoramiento de Ace desde hace unas semanas había logrado aumentar mi XP con
esa habilidad y puntería, hasta un punto medianamente aceptable, por lo que entrenando un poco el
lanzamiento de cuchillos logré desbloquear ciertos movimientos de espada a larga distancia, con
eso en mente me puse en posición, con ambas piernas a altura de mis hombros y la mano
izquierda cerca a mi cadera derecha, casi como si me abrazará con una sola mano, el sistema
reconoció la postura y el cuchillo se iluminó y finalmente lo ejecuté, la hoja fue lanzada a una
velocidad increíble, dejando una línea de luz amarilla que pareció dibujar en el mismo aire, y
finalmente impactó de lleno en la frente de Hrungmir. Era el movimiento de medio rango de un
solo golpe a larga distancia: Light Splash.

El despertar del rey de los dragones fue sucedido por un inmenso rugido, con la misma potencia que
una flecha sónica de alto impacto de Ace.

Sus ojos color rubí se fijaron en Dialac inmediatamente, como si perezosamente estuviera
pensando: Oh cierto, tengo una chica cautiva en ésta cueva, entonces pareció reparar en el cuchillo
que tenía incrustado débilmente en su frente porque empezó a dar cabezadas a toda potencia contra
todos lados, hasta que la hoja se liberó en el aire, yendo a chocar contra una de las paredes y
finalmente desaparecer en el aire disolviendose en un montón de vidrios multicolor.

Y sus ojos rojos se fijaron en mí.

Alce la mano y alcancé la empuñadura de mi espada, procuré no hacer movimientos bruscos


mientras la sacaba lentamente de su funda, con mis lentos movimientos me puse en posición,
pateé el aire y me lancé sobre Hrungmir, liberando el movimiento de media categoría de un solo
golpe: Crack Explosion, la hoja de mi arma liberó una luz color naranja, que dejó una inmensa línea
horizontal brillante antes de impactar de lleno en el vientre del Rey de los dragones.

Sus barras de HP lentamente aparecieron, todas brillando de un verde claro que me mostró el
poco daño que le había hecho. Rugió enfurecido y se lanzó a atacarme.

Esquivé su primer manotazo sin reservas, aunque la larga espiga de una de sus uñas por poco me
atraviesa la frente, el siguiente ataque por poco me convierte en brocheta de avatar, pero use mi
Sword Shield para bloquear el inmenso mordisco. Me lancé al ataque de nuevo, un corte lateral, dos
cortes seguidamente horizontales de un lado a otro y una puñalada final, el movimiento de media
categoría de cuatro golpes: Boom Square. Sin embargo Dialac seguía sin poder liberarse.

Ace y Popitres corrieron a tropel tras Dialac, mientras yo seguía golpeando y enfureciendo al
gigantesco reptil, pero si pelear con él con un grupo de otros 4 guerreros experimentados era difícil,
pelear en solitario era casi un suicidio. Muy probablemente estaba superando los mismos stats de
destreza que el sistema había delimitado, todo a mi alrededor parecía ir en cámara lenta, un efecto
que era común cuando estaba luchando, pero mi cuerpo no respondía a la misma velocidad, y el
dragón seguía sin fijarse completamente en mí, porque sus ojos parecían desenfocados y
extrañamente confusos, como si no decidiera a quien perseguir, a la cautiva o al atacante.

Su HP y el mío no estaban para nada sincronizados, porque a los 10 minutos de mantenerlo a raya,
había reducido el 50% de mis puntos de vida a marchas forzadas, aunque nisiquiera me había dado
un golpe limpio, lo que demostraba que si me lograba golpear, no volvería al otro lado a contarlo.
En cambio él no había perdido nisiquiera el 20% de su HP, pero al menos parecía empezar a
enfocarse en mí, porque la cadena de Dialac pareció brillar más débilmente. Ace y Popitres habían
establecido ítems anti magia, con lo cual la cadena empezaba lentamente a resquebrajarse, el
problema es que era demasiada lenta para descomponerse.

Otro manotazo de parte de Hrungmir me obligó a saltar a un lado, sin darme tiempo de activar mi
Sword Shield, rápidamente di una vuelta y volví a encararlo, arrojando un corte directo a su cola.
Rugió y me miró fijamente, sus ojos finalmente parecían enfocados y furiosos, y se volteó
completamente hacia mí.

¡Clang! Con un pequeño sonido metálico, la cadena que mantenía cautiva a mi amiga se quebró en
dos.

Sin embargo, eso no significaba que la batalla estaba ganada. Completamente despierto, el rey de
los dragones se preparó para acabarme con toda su fuerza, lanzó su inmenso aliento de fuego a la
velocidad de un lanzallamas y yo apenas pude poner mi escudo para evitar volverme pollo
rostizado, pero estaba listo para saltar por su flanco izquierdo, un lugar desprotegido de sy
defensa para poder escapar, cuando me agarró y me mandó volando contra una pared, como si yo
no fuera más que una mosca molesta.

Incluso si aquí no podía sentir el mismo tipo de dolor que en el mundo real, la sensación de mi
espalda golpeando la pared a toda velocidad no fue nada agradable, perdí al menos otro 20% de
mi HP tras caer duramente contra el suelo. Mientras intentaba levantarme, Hrungmir se acercó y
posó su gigantesco cuerpo justo frente a mí, creí oír a alguien llamándome desde más allá, pero mi
vista estaba demasiado ocupada.

Alzó sus gigantes dientes y abrió su ardiente boca, listo para comerme, se lanzó sobre mí para
tragarme de un solo bocado...

Y un asteroide lo golpeó.

Surcando el aire y chocando contra su espalda, un veloz misil color rojo aterrizó con toda su fuerza
en la columna vertebral del reptil gigante. No, no era un asteroide, era la figura de un asteroide,
con un sostén de cuero y un hacha de una sola mano.

La cazadora saltó de la espalda del Rey de los dragones mientras éste se daba la vuelta, mientras el
monstruo buscaba su atacante Leila arremetió de nuevo, mientras el arma de su mano cambiaba de
un hacha a un largo látigo de púas. Mientras Hurngmir se preparaba para lanzar su aliento de fuego,
ella balanceó su brazo, enviando uno, dos, tres, cuatro golpes con su larga arma, directos al hocico
del dragón. Este se tambaleó, perdiendo parte de su equilibrio y Leila aprovechando esto, cambió la
forma de su látigo una última vez, la piel del látigo se enderezó hasta formar una delgada hoja de un
estoque, casi del mismo tamaño del de Dialac y arremetiendo lanzó rápidas puñaladas a la cabeza
de nuestro enemigo, el movimiento de alta categoría de 6 cortes de espadas ligeras: Quick Step.

Mientras eso sucedía, mis amigos se habían logrado acercar a mí, Popitres ayudó a levantarme
mientras Dialac sacaba una poción y me obligaba a tomarla, Ace recogía mi espada que había
salido volando y la traía de vuelta conmigo. Preciosa se acercó y se puso en guardia de frente a
nuestro aturdido enemigo.

-¡Salgan! -grito Leila -¡Puedo mantenerlo ocupado!

Dialac sacó su arma y Popitres desenvaino su katana.

-No podrás sola.

-No puedes contra él.

Tomé la espada que Ace había recogido, y la empuñe mientras él sacaba su arco.

-¡No hay tiempo!

Pero el dragón ya estaba listo. Balanceó sus alas lanzando un único golpe directo de viento contra
Leila, que a duras penas pudo saltar a un lado, pero la onda de choque masiva del ataque la logró
alcanzar, perdiendo el equilibrio y cayendo de culo contra el suelo.

Hrungmir prefirió la más vulnerable de los 5, se dio la vuelta contra nosotros y se preparó para
acabar con Leila.

Los cuatro nos arrojamos a toda velocidad, sin siquiera pararnos a pensar, si lograbamos llegar a
ella podríamos hacer algo o...

Pero Preciosa, la loba, fue mucho más rápida que nosotros. Saltó y abrió sus fauces lanzando un
inmenso mordisco al grueso cuello del reptil, que vaciló al ser usado como juguete de morder.
Preciosa volvió a saltar antes de que Hrungmir pudiera darse cuenta de que lo estaba atacando, la
loba se colocó entre Leila y el rey de los dragones, sin siquiera temblar o retroceder asustada.

-¡Preciosa! -grito Popitres.

Ella nisiquiera lo miró.

Abrió su hocico gris mientras Hrungmir estaba por atacarla...

Y todos fuimos lanzados al suelo.

El aullido de Preciosa fue en un gigantesco in crescendo, pasando de un leve aullido a una inmensa
ola de sonido aplastante, que golpeó de lleno a Hrungmir, la onda de explosión del choque de aire
seco fue repartido a través del espacio de la pequeña cueva, golpeandonos más fuerte que un
golpe directo de un mazo gigante.

El dragón fue lanzado hacia atrás, golpeando la pared con tanta fuerza que toda la montaña
pareció vibrar. Sin embargo, la pared invisible se materializó mientras aparecía un mensaje color
rojo por toda la pared: Objeto inmortal. Y entonces otro mensaje apareció, ésta vez de color azul:

<<Cambio de autoridad solicitada. Autorización requerida>>.

Hrungmir se levantó, aunque no parecía ser capaz de recuperarse del inmenso ataque. Ignorando
el mensaje cian sobre él, se lanzó de nuevo, arrojando una inmensa llamarada de fuego en un
intento por rostizar a Preciosa.
Esta respondió volviendo a lanzar su sonoro aullido, el fuego y el sonido chocaron lanzando chispas
a través del aire, el calor pasó de ser ligeramente molesto a ser completamente insoportable, el
espacio se iluminó de una intensa luz que me hizo pensar que por el resto de mi vida solo vería
naranja, incluso intentar levantarme era totalmente imposible.

¡Bam! El choque terminó con la derrota de Hrungmir, siendo aplastado por el inmenso golpe de
sonido de Preciosa, el mensaje azul desapareció, siendo reemplazado por un mensaje color verde,
que apareció tanto encima de nuestro enemigo como de nuestra loba.

<<Cambio de autoridad autorizado. Autorización aceptada>>.

Hrungmir miró el cielo, lanzando un último rugido lastimero mientras caía al suelo sobre su cama
de oro, volaron monedas que nos golpearon como un montón de escombros diminutos. El rey
dragón dio una última mirada al mundo, mientras lentamente su cuerpo empezaba a romperse poco
a poco, deshaciendose lentamente en el aire estallando en un montón de fragmentos brillantes que
volaron a través de la cueva, hasta que estuvimos completamente solos.

24

Completamente desubicados, decidimos salir de allí lo antes posible.

Mientras nos ayudábamos mutuamente a restaurarnos, solo pudimos ver cómo Preciosa
simplemente veía a la pared, intentamos que dejara de ver el aire pero simplemente no pudimos. Era
como mover una estalactita que había nacido en el mismo suelo.

Siguiendo su mirada, me acerqué al punto donde Hrungmir recién había muerto, aparte de las
incontables monedas y el piso de roca, había un solitario ítem caído en el suelo, una espada larga
de al menos metro y medio, de un color rojo puro y con el signo de una calavera en su
empuñadura, teniendo cautela por si era un ítem trampa, la levanté lentamente y la toqué con mi
dedo, abriendo rápidamente la ventana de descripción.

<<Espada Red Blood. Frecuencia: Legendaria. Status: No reclamada>>

Rápidamente abrí mi menú con la mano izquierda y seleccioné mi inventario, busque entre las
opciones principales hasta encontrar el botón indicado: Agregar ítem, presionandolo mientras mi
cuerpo actuaba por si solo, mi dedo se iluminó débilmente buscando el objeto que deseaba agregar,
presioné la espada casi al instante. Con un ligero ¡Ding! la espada titilo justo antes de desaparecer y
ser agregada a mi inventario.

-Tenemos que seguir -dije levantándome de nuevo -Poseemos la espada, podemos llegar hasta el
pico más alto y encontrar el lago usando la espada.

Popitres se arrodilló al lado de su loba y luego me miró fijamente.

-¿Y que hay de Preciosa? No podemos dejarla aquí.

Suspiré acercándome, pero Leila fue la que decidió hablar.

-Creo que la razón de ayudarnos fue porque quería que obtuvieramos la espada, vamos a la cueva de
los 10000 monstruos, Preciosa ¿Vienes con nosotros?

Preciosa alzo sus orejas y la miró fijamente antes de gruñir, pero dejo de estar completamente
quieta y acercó su cabeza hacia la mano de Popitres.

-¿Quién es una linda chica?

Dialac se acercó y recogió algunas monedas, pero entonces decidió dejar caer todas las que había
agarrado como si hubiera tocado agua hirviendo.

-Debemos dejar todo esto acá, parece esas típicas trampas de tesoros que si tomas una moneda te
caerá una maldición.

-Ves muchas películas, Dialac.

Volteó a mirarme. Pero decidimos no tocar nada y nos encaminamos hacia nuestro próximo destino.

-¿Cómo llegaste? -le pregunto Ace a Leila, ella simplemente se quedó viendo a otro lado sin decir
mucho por un tiempo.

Viendo como el sol lentamente tocaba el horizonte, abrió la boca para hablar.

-Simplemente decidí seguirlos, no fue difícil. Digamos que al final me di cuenta que las personas
valen más que las misiones.

Dialac le dio palmaditas en el hombro.

-Me estás empezando a caer bien.


-¿Viste como peleó con ese dragón? -Popitres la miró mientras hacía gestos de pelea con las manos
-Hizo bum, kaboom, splash, clang, nunca había visto algo tan increíble.

Leila se sonrojó. Ace apoyó a mi compañero.

-Siiii, fue totalmente genial. Parecías Erza de Fairy Tail, poderosa y bella, y cambiando de armas.

-No sabía que te gustaba el anime -mencione. Ace me miró.

-Callate, Derek.

Los cuatro reímos, y Leila simplemente nos miró mientras sonreía avergonzada. Preciosa iba
adelante, guiando nuestro camino, aunque no sabía exactamente como sabía dónde estaba la Cueva
de los 10000 monstruos.

Pasando a través de una inmensa entrada abierta en la falda de la montaña, nos sumergimos en la
oscuridad de una profunda caverna. Ace golpeó una de sus flechas incendiarias y creó una
improvisada antorcha, los otros cuatro decidimos sacar nuestras armas y estar listos ante
cualquier ataque de monstruo inminente. Conociendo este tipo de misiones y a sabiendas del
nombre del laberinto rocoso, sonaba como esos típicos momentos de los RPG dónde una oleada
de monstruos de poca fuerza pero en gran número te ataca, y si no usas tus habilidades al máximo
rápidamente morirás.

Pensando en ello, no me pareció que algo así nos sucediera a menos que fuera una trampa
premeditada del sistema, los mobs aquí no atacaban en grandes bandadas. Sobretodo porque la
mayoría de los de este nivel eran muy fuertes, y sería demasiado injusto para cualquier jugador que
quisiera adentrarse en el laberinto y simplemente morir por la cantidad de mobs mismos, pero aún
así algo no me daba buena espina.

Preciosa nos guió a través de un complicado movimiento entre pasillo y pasillo, y no encontramos
monstruos en ningún momento. Eso sí, ante cada sonido que se escuchará estábamos listos para
atacar todos juntos, pero parecía como si el nombre mismo de la cueva simplemente hubiera sido
dado para dar miedo.

Avanzando rápidamente, llegamos a una inmensa pared tallada como si hubiera sido pintada con un
martillo y un cincel. Dibujos de guerreros luchando y dragones devolviendo el golpe estaban
dispersos aquí y allá, algo como una Mantis gigante estaba decorada con símbolos que no logré
identificar, sus dos pinzas apuntaban a un solitario agujero ovalado que estaba en medio de la
puerta.

Ace se acercó y examinó la puerta usando su antorcha, tocando delicadamente los símbolos con
sus pálidos dedos y recorriendo toda la puerta con su mirada, siguió examinando hasta llegar al
pequeño agujero.

-Derek, la espada, colócala dentro.

-¿Cómo sabes?

-Es muy obvio, duh -dijo Dialac de pronto.


Abrí mi menú y busqué el ítem, al presionarlo aparecieron las tres opciones predeterminadas:
Materializar, eliminar o equipar. Presioné materializar y en un instante la espada Red Blood
apareció en mi mano, con ella empuñada me acerqué lentamente hasta la puerta.

-¡Esperen! -advirtio Leila -¿No creen que... Está siendo demasiado fácil?

-¿Por qué lo dices?

-Se supone que nadie ha logrado pasar ésta misión, y nosotros... Estamos por completarla en menos
de cinco horas.

Popitres simplemente se agachó y le acaricio la cabeza a Preciosa.

-Racha de buena suerte, y ellos no tenían a ésta linda chica para que los ayudará.

Ignorando su advertencia, inserté la hoja de la espada dentro del agujero, que se insertó y cupo
perfectamente como si fuera la propia vaina de la espada. Lentamente una luz color carmesí se
extendió desde al agujero a través de los dibujos y símbolos hasta que la puerta se volvió del color
rojo puro, hasta que lanzó una inmensa explosión de luz que nos obligó a cerrar los ojos, y con ésto
la pared desapareció como si no fuera más gruesa que el humo.

Dentro era simple, pero extrañamente hermoso y bello. El agua depositada dentro no podía tener
más que unos centímetros de profundidad, porque al pisar dentro solo nuestros pies quedaron
sumergidos, pero era tan clara y cristalina que al recibir la luz del techo parecía el diamante más
grande y reluciente de la historia. A diferencia de la última cueva en la que estuvimos, ésta solo
tenía una salida, que estaba justo frente a nosotros, pero que no sabía a dónde se dirigía.

Popitres caminó hasta el centro del lago dando chapoteos con los pies al caminar, y se quedó viendo
fijamente el techo.

-¿Y ahora qué? ¿Tenemos que buscar las espadas? ¿Hacer un altar? ¿Decir hola, vengo por las
espadas gemelas?

-No lo sé... Yo...

-¡Derek!

El grito de advertencia salió de diferentes voces al mismo tiempo, siguiendo mi instinto miré hacia
arriba buscando la fuente del ataque, del monstruo, pero entonces sentí como algo se me incrustaba
dolorosamente en mi estómago.

Un cuchillo. Bajé la mirada y encontré la larga hoja atravesando recto por mi abdomen, levanté la
mano para alcanzar mi espada pero el cuerpo de mi avatar no respondió los comandos que mi
cerebro mandaba hacia mis extremidades, incapaz de sostenerme caí de cara contra el agua.

Localizando la barra de mi HP dentro de mi vista me fijé en ella, no había sufrido daños graves,
nisiquiera había perdido el 5% por ese ataque, pero eso no era lo que estaba mal. Un símbolo de
trueno estaba colocada al lado de ella, con la mente incapaz de pensar me di cuenta que era un
aviso, el aviso de parálisis de máxima duración: 15 minutos.

¿Cómo? ¿Acaso era una trampa de la misma cueva? ¿Nos habíamos metido en la cueva
equivocada y encendimos el código de ataque de un grupo de Mobs que tenían como tarea matar
a todo aquello que entrará a su guarida?

Pero no, no podía ser eso. Mirando a mis compañeros, me di cuenta que todos habíamos sido
atacados, todos menos Leila, estaba por pedirle ayuda cuando una, no dos, tres, cuatro sombras
cayeron del techo, aterrizando en el suelo inundado con un pequeño ¡Splash!

-Bien hecho, Leila.

Esa voz... La conocía. La había escuchado hace semanas, el día que habíamos encontrado a Luke,
nos había intentado atacar en la tienda de Raphiel, y Lucas había logrado espantarlo a duras
penas.

Magna se giro sobre si mismo, mirando a los cuatro que estaban a su merced. Leila dirigió su
mirada hacia mí, pero luego de sostenerla por dos segundos sus ojos se aguaron y miró hacia otro
lado.

-¿Cómo...? -la voz agonizante de Dialac vino desde otro lado, intenté girar mi cabeza para
encontrarla con la mirada, pero mi cuerpo simplemente no respondía.

-Tú... -Popitres recostado de espaldas hacia esfuerzos por levantarse, Preciosa tenía el cuchillo
incrustado en su cuerpo, pero su efecto no parecía hacerle daño, gruñendo y rasguñando, alejó a
los otros tres jugadores que se acercaron a él -¿Leila, cómo pudiste?

-Yo no... Yo...

Magna se adelantó cerrando la boca de Leila, y él siguió.

-¿No les dijo? Todo esto lo planeó para tenerlos aquí, a mi merced.

-¿Por qué...? -dijo Ace con esfuerzo -¿Por qué hacer eso?

Magna se adelantó y se agachó hasta estar cara a cara a Ace, alzo su mano y empujó la barbilla de él
para que lo mirará fijamente. Gruñendo internamente, intenté llegar a él, pero sentía como si todo
mi cuerpo estuviera hundido en gelatina.

-Que raro... Tu cara se me hace familiar... Pero nunca he visto al legendario Tirador, que se unió a
los AKers y luego los dejo...

Preciosa corrió hacia Magna, mientras esquivaba a los demás avatares y se lanzó a atacarlo, pero
Magna la miró, casi con desdén y la pateó como si fuera un balón de fútbol. El pobre animal chilló,
siendo arrojado contra el suelo mientras intentaba levantarse, pero Magna volvió a patearla, sus
chillidos agudos inundaban la cueva, acompañados de las risas de los demás seguidores de Magna.

-Vayan al cuartel, que traigan todo, yo me encargaré de ellos.

Los otros tres asintieron, tomando camino, desaparecieron por la puerta de donde habíamos venido.

-Esto no era el trato -dijo Leila luego de un rato -Prometiste no hacerle daño a nadie, y solo
llevártelos, no esto.
-Querida Leila -le respondió -Tus servicios ya no son requeridos, el trato de cancela.

Con una elegancia casi escalofriante, tomó un dardo de su cinturón de armas y se lo arrojó a la
cazadora, ella estaba en shock, demasiado impresionada para reaccionar y el dardo la golpeó. Se
tambaleó quitándose el proyectil, pero el daño estaba hecho, al igual que nosotros, colapsó sobre el
piso.

-Basta -le espete -¿Por qué? ¿Por qué haces esto? ¿Por qué Leila estaba ayudándote?

Magna me miró indiferente, entonces en su cara lentamente se formó una sonrisa.

-¿Por qué no les explicas mi querida Leila?

Leila cerró la boca mirándolo, pero luego las lágrimas cayeron decididamente de sus ojos.

-Mi hermana y yo... Entramos a este juego... Queríamos el dinero... Pero no teníamos mucha
habilidad... Ella... Entonces vio a Dialac... Una chica, siendo la primera de todos ¿por qué nosotras
no podíamos ser como ella? Entrenamos, siendo mejores cada día... Hasta que conocí... Conocí a
alguien y me enamoré... Ella me advirtió que no debía seguirlo, pero no la escuché y me alejé...
Pero ella... Ella murió luego de eso... Y ese hombre, el chico que quise... Él...

-Daven -dije sin pensar -Te enamoraste de Daven.

La risa macabra de Magna resonó en toda la cueva, desesperado intenté mover la mano izquierda
para acceder a mi menú mientras no se fijaba en mí, pero a menos que la moviera rápido, jamás lo
lograría.

-Asi es... La pobre mujer se enamoró del segundo más malo de los asesinos... Ella creyó que ella
había muerto en una batalla, pero yo, uno de sus más fieles amigos le dije la verdad, alguien la
había asesinado... Uno de los muchos asesinos en éste juego... Los únicos capaces de cometer ese
delito...

-Son los AKers -dijo Ace -¿Pero eso que tiene que ver contigo?

-Veras mi pequeño arquero... He estado en comunicación con ambos, Mistock y Daven, durante
semanas, sé con exactitud su ubicación, Leila acudió a mí, pero le dije que solo la ayudaría si me
daba algo a cambio... A ustedes... La oportunidad de acabar con los Cuatro.

-Pero ¿por qué aquí? -pregunto Dialac -¿Por qué traernos hasta aquí?

-Mi querida primera... También quiero las espadas gemelas... Desgraciadamente la misión tiene un
requerimiento especial para poder ser completada... El asesinato. La única manera de obtenerlas
es asesinar a alguien en esta misma cueva.

-¿Cómo sabes eso? -Popitres habla con dificultad a cada sílaba dicha -Nadie tiene el poder de tener
esa información.

Preciosa lentamente se levantó, su barra de HP no había sufrido daños, se acercó a Magna


mientras éste miraba fijamente a Popitres.

-Un alpha tester la tendría.


Alpha tester. Conocía ese término, la prueba Alpha era la primera fase que se hacía una vez que la
interfaz de un juego estaba terminada, estos se encargaban de probarla mientras las misiones y
los mobs estaban en desarrollo todavía, mientras que los Beta Testers eran aquellos que probaban
el juego terminado antes de su lanzamiento oficial. Yo me había enlistado para esa prueba, pero al
final no había sido seleccionado.

Preciosa se lanzó, atacando a Magna de nuevo, pero este completamente en guardia sacó su
espada y la hundió en el pecho de la loba. Soltando un horrible chillido, Preciosa fue arrojada al
suelo mientras su HP bajaba rápidamente.

-¡Basta! -gritó Popitres -¡La estás lastimando, bastardo!

-¿Te preocupas por ella? Que lindo... Lástima ella no lo hace por ti, solo está contigo porque
necesitaba alguien que la guiará hasta Hrungmir y luego que la trajera hasta aquí.

-¿De que hablas?

-¿Quieres saber su verdadero nombre? Su nombre real es MPACC-01, Módulo–Prototipo


Autónomo de Control de Criaturas.

-¿Control de...? -pregunte incapaz de creer lo que estaba diciendo.

-Asi es, ésta pequeña loba -alzando su espada y dejándola caer sobre ella, siguió hablando -Es el
primer prototipo que fue creado para mantener a los mobs de este mundo controlados.

Con un chillido, el HP de Preciosa perdió otro 15%. Su grito repleto de dolor llenó el aire.

-Desgraciadamente, tenía fallas en su programación, por lo que fue reciclada, sin embargo fue capaz
de quedarse dentro del sistema gracias a su copia de seguridad. Cuando el juego fue cerrado, el
sistema de respaldo accionó su programa, y la liberó en Temple Jäger Online.

¡Clang! Dejando caer la espada de nuevo, atravesó el cuerpo de Preciosa una vez más. Su HP bajo
incluso más que antes, pero ella había dejado de moverse, como si supiera que el final estaba cerca.

-El dragón, Hrungmir, era el reemplazo de su programa. Por eso cuando su programa detectó que
personas con un inmenso nivel intentarían vencer al dragón, decidió seguirlos... Y así obtener la
autoridad de mantener a raya toda criatura en este mundo.

-¿Que quieres? Si la matas... -Ace intentó arrastrarse con gran esfuerzo, pero no se movió un solo
centímetro -Si la matas... Los monstruos no obedeceran las reglas del sistema, los jefes, las criaturas
hostiles, todas ellas vagaran libres sin restricciones por todo TJO.

Viendo que Preciosa ya no se movía, dejo su espada incrustada en su cuerpo un poco más, bajando
el HP de la loba hasta la zona roja. Levantó su arma, y ésta vez sus ojos se posaron sobre Leila.

-Debiste haber sido mía... Sabías lo mucho que te amaba... Pero elegiste a otro... Eres mía... Si no
eres mía... No puedes ser de nadie, el resto merece morir si intenta apartarte de mi lado...

Sus ojos, de un color verde, lentamente empezaron a tornarse rojos... No era la primera vez que
cometía un crimen.
Los jugadores tenían por defecto los colores de ojos que decidían al movimiento de crear a su
avatar, pero estos empezaban a adquirir una tonalidad roja cada vez que el sistema detectaba que
cometían alguna acción que iba contra la moral del propio sistema, como matar avatares o robar.
Sin embargo, si un jugador atacaba a un enemigo rojo el sistema era capaz de reconocerlo como
defensa propia, por lo que sus ojos no cambiaban.

-¿Por qué...? -Leila intentó apartarse, pero estando paralizada le era imposible escapar -Magna...
Sabes que no te amo... Mi hermana... Ella estaba... De ti...

-Lo sé... Me lo dijo antes de morir... Antes de que mi espada acabará lentamente con su vida... Fue
una acción tan gratificante... Ver morir a alguien por tu mano... Es una sensación tan increíble...

Ésta vez se dirigió contra mí, antes de siquiera poder decirle todo lo que tenía en mente, alzo su
espada y me atravesó con ella.

La increíble incomodidad de ser atravesado por una larga hoja de metal me golpeó al instante, e
instintivamente me retorci. Pero la parálisis no me dejaba huir, ni quejarme, mientras mi HP bajaba
lentamente solo miré la cara de mis compañeros que intentaban llegar a mí desesperadamente.

-Tú serás el primero... Si... Una vez que te mate tendré las espadas... Sellare mi mente... Y con eso
viviré mientras todos mueren...

Su risa espeluznante sonaba a cada apuñalada que sufría mi espalda.

10 puntos... 50 puntos... 100 puntos... Cada vez que mi barra de HP bajaba, solo era atravesado por
algo más que dolor, el miedo aplastante llegaba a mí sin poder defenderme.

¿Éste era el final? ¿Moriría aquí, viendo a las únicas personas que tenía, sabiendo que ellos
seguirían una vez que el FaktHel quemará mi consciencia lentamente? ¿Iba a permitirlo? ¿Dejaría
que éste tipo matará a Ace, Popitres, y que por sus acciones cientos de personas inocentes
morirían?

Junté todas mis fuerzas para levantarme, logrando doblar débilmente las rodillas y ponerme en
cuatro patas. Pero Magna estaba listo, atravesando de nuevo mi cuerpo con su espada, me arrojó
de nuevo contra el suelo mientras mi HP caía lentamente en la zona amarilla.

Ayuda... Quien sea... Dios... El mismo demonio... Si me daban la fuerza que necesitaba, les daría lo
que quisieran... Solo para salvar a mis amigos... De este loco...

Magna alzo su espada y me miró fijamente, su risa malévola me envolvió y bajo de nuevo su arma,
ésta vez apuntando hacia mi cuello. Era un head attack, una forma certera de matar a un avatar,
una vez que su espada atravesara mi cuello moriría instantáneamente, sin importar que tanto HP
me quedará.

Quise cerrar los ojos, no ver cómo mi vida se extinguia, pero no podía. La resolución final de mi
último aliento sería sostener la mirada a Magna, hacerle saber que no tenía miedo y luego mirar a
Ace, decirle con la mirada todas las cosas que no le había dicho hasta ahora, y luego sucumbir sin
hacer dejado de luchar.
Magna bajo la espada, decidido a acabarme... Y un arma si que atravesó algo.

Un hacha de doble filo fue arrojada, surcando el aire hasta atravesar ambos brazos del asesino. Las
dos extremidades sufrieron el impacto, y perdieron toda la extensión desde el codo hasta los dedos,
cayeron sin sonido sobre el suelo inundado, antes de desaparecer en el aire.

El grito de Magna retumbó en el aire, dirigiendo su mirada hacia Leila, intentó atacarla arrojando
sus pies sobre ella, pero algo... No, alguien se arrojó sobre él y atravesó finamente su pecho.

Una katana. La katana de Popitres, cortó a través del avatar de Magna, mientras éste usaba toda su
fuerza para enterrarla más profundamente dentro de su pecho. Magna miró horrorizado mientras su
HP bajaba rápidamente sin detenerse, abrió la boca y solo logró toser débilmente.

-¿Cómo...? -entonces se dio cuenta de que al lado de donde Popitres estaba retenido hace unos
segundos, Preciosa estaba recostada, aún con su HP en rojo, pero viva -Ya veo... Esa maldita loba...
Se arrastró hasta ti... Y uso su autoridad sobre el sistema... Para liberarte de la parálisis...

Intentó moverse, pero Popitres hundió más profundamente la hoja de su katana, Magna tosió de
nuevo, su barra de HP desapareció completamente, todo su cuerpo brilló, iluminando el agua que
reflejó la luz más potentemente.

Y su cuerpo estalló, enviando numerosos fragmentos que se esparcieron por el aire. Popitres, mi
compañero alegre y entusiasta, cayó hacia adelante sin mucha fuerza mientras su katana salía
volando y caía justo frente a mí.

Se arrastro lentamente hasta mí, abrió su menú con su mano temblorosa y sacó un diamante color
verde, tocando con su otra mano mi muñeca abrió su boca y susurró una palabra apenas audible
<<Anular>>. Su comando fue escuchado y la gema estalló, mientras el estado de parálisis de mi
cuerpo rápidamente se desvanecía.

Me levanté lentamente, mirando a Popitres solo pensé en lo afectado que debía estar ahora, pero no
pude levantarlo, así que cojee sin sentimientos hasta recoger el hacha de Leila y llegué con ella,
saqué una poción de anulación de parálisis y se la di a beber, no supe cómo, pero había logrado
salvarme justo a tiempo superando el efecto momentáneamente. Una vez que estuvo de pie, Leila
fue a ayudarla y yo a Ace, vertí otra poción en su boca mientras me miraba fijamente, cuando fue
capaz de moverse se arrojó a mis brazos y dejo salir sus lágrimas.

-Crei que... Pensé que te perdería... Yo...

Acaricié su espalda mientras le devolvía el abrazo, débiles y moribundos, los cuatro nos arrastramos
hasta Popitres, quién seguía en la misma posición encogida en el suelo. Cuando me acerqué a
ayudarlo, solo susurró:

-Preciosa... ¿Dónde está?

Localicé a la pequeña loba y caminé hasta ella, acunando en mis brazos a la pobre criatura herida,
rápidamente la llevé hasta él.

Cuando estuvo a su alcance, mi amigo acarició lentamente el hocico de la criatura. Sacando de su


menú un objeto de curación, lo uso para curar a la herida loba.
Una vez que su HP estuvo de nuevo en verde ella se levantó débilmente y se acercó a él, viéndolo
triste, empezó a lamer lentamente su mejilla mientras soltaba tristes y pequeños chillidos,
Popitres simplemente se sentó y la abrazó.

-Debemos irnos -dijo Leila -Vienen refuerzos...

La miré, pero dentro de mí no sentía rencor, o ira, nisiquiera pensaba que sería capaz de sentir
algo más que no fuera alivio de que todos estábamos vivos, gracias a ella, había distraído a nuestro
enemigo lo suficiente para que Popitres pudiera acercarse silenciosamente y lo derrotará.

-Derek -susurro Dialac -Mira hacia allá.

Seguí su mirada, hasta que vi lo que me señalaba. En el centro de la estancia, dos estatuas habían
aparecido, dos guerreros, ambos chocando espadas, una negra y otra totalmente blanca, mientras
empezaban un combate.

Sabía quiénes eran sin siquiera pensarlo, si estábamos en la época medieval, ellos solo podían ser
el mismísimo rey Arturo con su brillante corona y su blanquecina espada, y su hijo, su mayor
enemigo, Mordred, sosteniendo su malvada espada negra.

Entonces Magna tenía razón, con su muerte la búsqueda había quedado completada, y éramos
libres de tomar la espadas. Sin mucha alegría, me acerqué y toqué ambas espadas, que cayeron en
mis manos con un enorme peso puesto en ellas, las dos estatuas titilaron débilmente mientas se
volvían polvo y desaparecían. Con un pequeño tintineo, el aviso: Búsqueda completada, apareció
frente a cada uno de nosotros.

Preciosa lentamente se separó de Popitres, mirándolo fijamente por unos minutos, tomó camino y
desapareció por la abertura de salida, nosotros la seguimos.

Salimos a lo que supuse sería el pico de la montaña, la luna estaba en lo alto resplandeciendo con un
blanco brillo, las estrellas desperdigadas aquí y allá parecien entender que habíamos terminado la
búsqueda, porque titilaban como si estuvieran felices.

Abajo, monstruos que nunca había visto salían de la entrada de la cueva, a sabiendas de lo que había
dicho Magna, ellos ya no seguían las reglas del sistema, porque probablemente eran los mobs que
estaban atrapados en el laberinto, y sin nadie a quien obedecer, no tenían porque quedarse en su
zona.

Preciosa miró el cielo, tomando una gran bocanada de aire, lanzó un solitario aullido hacia la luna,
que pareció oír la petición de la Controladora de Monstruos.

El aullido se expandió y expandió, hasta que parecía que en todo TJO estaba siendo escuchado esta
sinfonía lobezna. Los monstruos que parecían atontados y confundidos rápidamente se detuvieron,
oyendo el llamado que los hacia obedecer, dieron vuelta y volvieron a dónde pertenecían, su hogar,
dónde habían sido creados.

Con esa sinfonía en nuestros oídos, vimos la luna y nos preguntamos durante toda la noche:
¿Podríamos encontrar otro mejor lugar donde ver las estrellas?
25

En la noche de Halloween, celebramos la derrota del jefe del nivel 10 sin ninguna baja. Y descubrí
la verdad del mayor misterio de este juego.

No fue sencillo, y para nada agradable, sobretodo porque el jefe final era la Reina Mantis, cuyo
veneno era capaz de paralizar a cualquier avatar con un solo toque de sus inmensas pinzas.

Aún recuerdo la preparación y la larga caminata que nos tomó para llegar hasta el Templo,
estando bajo tierra y muy bien escondido, descendimos en picada al menos 30 guerreros hábiles,
todos con tanto nivel para evitar ser derrotados y asesinados por el jefe.

Entrando a la circular cámara, nos pusimos en posición mirando hacia todo lado, pero el silencio
siguiente fue escalofriante y tensionante, todos y cada uno de nosotros temíamos que ante el más
mínimo despiste, un gigantesco jefe aparecería y nos mataría lentamente sin piedad.

No sé si fui yo, Popitres o alguien más, pero un Hunter gritó rápidamente: ¡Arriba! mientras alzaba
lentamente la vista.

En lo alto del domo una figura gigante y como de un bicho se movía, cuando la luz del templo
inundó la sala, vinos exactamente como era. Una Mantis gigante, de color verde pasto y de unos
40 metros de largo, con unas enormes pinzas como brazos y cinco barras de HP, sus ojos negros
escanearon la sala en un instante, porque al siguiente se lanzó sobre nosotros.

Nos dispersamos tras la orden de Raphiel mientras veíamos al enorme bicho caer a toda velocidad
contra nosotros, sin embargo enfrentar a un jefe requería de valentía y algunos Hunters no la
tenían. Un par de ellos se quedaron quietos como estatuas viendo a la Reina caer sobre ellos,
mientras eran arrojados tras ser golpeados por ella.

-¡Apartense! -les grité, pero ya en el suelo no parecían capaz de moverse.

¿Era el miedo? ¿Algún efecto de un golpe directo de la Reina?

El jefe se lanzó sobre nosotros, balanceando sus enormes pinzas, arrojó un inmenso ataque que
abarcó varios metros y lanzó a volar a varios avatares, volaron en el aire hasta nosotros y cayeron
delante, donde pude ver con claridad sobre sus cabezas el ícono de parálisis de máxima duración.

Otro golpe gigante pareció ser la perdición de varios Hunters, pero Raphiel se lanzó, portando su
inmenso y legendario escudo, fue capaz de parar por si mismo una de las enormes tenazas de la
Reina, pero la otro estaba libre, y se dirigió decididamente hasta un Hunter paralizado.

Sin pensarlo, me lancé con ambas espadas y las puse en X, listo para activar mi Sword Shield, pero
la gigante extremidad fue más rápida que el sistema al reconocer mi postura, el arma del jefe chocó
contra mis espadas con un increíble sonido metálico que me sacudió hasta los dientes, pero no era
suficiente para detenerla. La tenaza siguió avanzando, dispuesta a destruir la defensa de mis dos
espadas, y golpearme para lograr quedarme quieto y estar a merced de sus nada bonitos dientes de
mantis.

¡Clang! Un brillo dorado vino detrás de mí y golpeó la tenaza de la Reina, enviándola a volar y
rechazando finalmente el golpe. La katana de mí compañero Popitres dejo de brillar mientas
ayudaba a levantarme.

-Si la detenemos entre ambos, podemos hacerlo. Podemos detenerla.

Asentí sin dudarlo, con Raphiel a nuestro lado, nos lanzamos conjuntamente. Nuestros cerebros
parecían estar conectados a través del aire, enviando impulsos de reacción a los movimientos del
otro que nuestro propio cuerpo parecía conocer, mientras tanto el resto de avatares atacó por ambos
flancos vulnerables de la Reina Mantis.

-¡Mantendremos ocupados las tenazas! ¡El resto concéntrese en su cuerpo!

Golpeando y esquivando, girando y repeliendo. Mi compañero y yo nos movimos a una velocidad


que parecía superar la propia capacidad del sistema, oyendo las espadas chocantes, los gritos de
guerra y dolor, seguimos conteniendo las armas gigantes de la criatura durante no sé cuántos
minutos.

Mi compañero y yo arrojamos el mismo movimiento de espada, él con su katana, yo con mi espada


izquierda, apartandonos al mismo tiempo, la siguiente oleada de ataque arrojó lejos al jefe, dos
personas con la velocidad de un asteroide y un cometa golpearon el cuello de la Reina Mantis al
mismo tiempo, Dialac y Leila se movieron lejos del alcance del jefe mientras la flecha reluciente de
Ace impactó de lleno en la cara del bicho. A la velocidad de un relámpago el mismo Raphiel
apuñaló sin dudar el pecho de nuestro enemigo, mientras su HP se reducía a la velocidad de un
rayo, nos arrojamos de nuevo, Popitres y yo, con mis dos armas y su reluciente espada brillando con
el poder de nuestra resolución, dispuestos a salir de aquí de una vez por todas.

Fue una larga y complicada batalla, durante al menos cinco minutos seguidos nosotros seis; Leila,
Dialac, Ace, Raphiel, Popitres y yo, contuvimos al monstruo mientras el resto de Hunters estaba
paralizado. Fue una locura, pero al menos logramos no ser tocados mientras el resto de luchadores
recuperaban fuerzas.

Cuando al final el jefe estalló en el aire relucientemente, nadie tenía la fuerza para seguir. Todos
caímos contra el suelo, sentados o ya sea acostados, recuperando toda la fuerza que habíamos
perdido al enfrentar a un jefe.

Popitres y yo nos sentamos espalda con espalda, Dialac se arrodilló usando su espada como soporte,
Leila se sentó con las piernas cruzadas y Ace cayó frente a mí acostado con las piernas y brazos
extendidos. Raphiel usaba su escudo recién ganado gracias a Leila como un bastón de soporte para
no caer agotado contra el suelo.
Lo siguiente que sucedió no fue premeditado, oímos a alguien gritar mi nombre, luego el de mi
compañero y así hasta que los nombres de los 6 fueron lo único que se escuchaba en la inmensa sala
circular.

Oyendo esto, decidimos ofrecer a todo Hunter dentro de Temple Jäger Online la oportunidad de
participar en una fiesta organizada con todo el Hayros que recibimos tras vencer al jefe. Tomando
un inmenso claro de Camelot en el nivel 10, la decoramos y pusimos puestos de bebidas, comida y
contratamos NPC para que pusieran música para que todos pudiéramos bailar.

Nos pusimos trajes presentables, smoking y todo eso, para poder llegar como los mejores
anfitriones, el vestido dorado de Dialac y el morado de Leila eran fantásticos y bellos, Popitres se
vistió con un smoking color azul claro y le puso una pañoleta a juego a Preciosa, quién le lamió la
mano luego de lanzar un feliz aullido. Raphiel usaba otro color rojo, mientras que Ace y yo
usábamos de color rosa magenta y verde respectivamente, según él, así combinamos más.

Me puse en el puesto de bebidas mientras veía a los Hunters divertirse, Dialac y Raphiel charlaban
tranquilamente mientras reían, Leila y Popitres bailaban en una esquina al ritmo de la música y
Preciosa (que era capaz de cambiar de forma) se recostaba feliz como una chihuahua de pelo negro
en el hombro de mi amigo.

Reg estaba a un lado hablando con un Hunter que sabía era amigo de Raphiel, charlando
tranquilamente éste último le dio un beso en la mejilla y tras una incómoda y sonrojada mirada,
ambos se echaron a reír.

Tal vez debí sentir celos, ira o enojo. Pero no lo hice, si era Mason significa que lo había
encontrado, y ya había encontrado a alguien el cual ocupaba lugar en mi corazón.

Hablando de él, se acercó silenciosamente y deslizó su mano en la mía, mientras ponía su cabeza en
mi hombro. Me pregunté si no podíamos quedarnos así, él a mi lado, mi mano en la suya, por
siempre como estatuas de dos amados que habían sellado su amor antes de morir tras muchos años
de estar juntos.

-Tengo un problema, Derek -susurro al cabo de un rato.

-Dime.

-Un AKer... Está atrapado... En una sección de trampa en el nivel 4.

-¿Cómo sabes eso?

-Me envió un mensaje, dijo que accionó una trampa que solo puede abrirse desde fuera.

Lo miré, incapaz de descifrar sus pensamientos a través de su digital cara.

-Vale, te acompañaré.

Asintiendo, me arrastro de la mano hasta nuestra base para recoger equipo e ir en ayuda de su
amigo.

Y aquí estábamos, pasando a través del punto de teletransportación del nivel 4 una vez fuimos a la
llanura de Ggrammer, nos dirigimos hasta un volcán dónde su amigo estaba cautivo. Con nuestro
equipo listo y nuestros trajes de combate, caminamos en silencio hasta allí cogidos de la mano.

Una vez subimos la cuesta, oímos gritos de alguien que pedía ayuda, pensé que sería una mala idea
seguir, pero Ace me arrastró de la mano hasta que nos sumergimos en la entrada al volcán mismo.

Siguiendo el olor azufre y el sonido de los gritos, cubrimos al menos 20 metros a pie antes de llegar
a un espacio abierto al lado de un inmenso río de lava. Allí dos avatares, de espaldas a nosotros,
estaban arrodillados y parecían llorosos y asustados, encogidos contra si mismos.

-Chicos... -Ace se acercó hasta ellos e intento hacer que lo mirarán -Ya estoy aquí... Calma...

Y todo salió mal desde ahí.

Pisando cierta parte del piso, una inmensa cadena de piedra envolvió mis dos brazos y me levanto
del suelo, mientras le gritaba a Ace que corriera ambos avatares se levantaron y se abalanzaron
sobre él, mientras sacaban sus dos relucientes armas.

-Vaya vaya...

Me congelé al oír esa voz, concentrando mi vista me di cuenta que reconocía a uno de los dos
avatares. Con su largo pelo rojo y sus ojos verdes, sería imposible no reconocer al sub-lider de los
AKers, la persona que junto a Mistock nos había hecho la vida imposible a Popitres, Ace, Dialac y a
mí.

Su otro compañero retuvo a Ace mientras éste se acercaba a mí, tomando su espada y balanceandola
sobre si, se lamió los labios mientras me miraba fijamente.

-Al fin... El Segundo... Está aquí... A mi merced...

Sus ojos verdes habían cambiado su tonalidad hacia mucho tiempo, en vez de eso eran totalmente
rojos, salvo por una fina y delgada línea verde que rodeaba su iris, demostrando su anterior color de
ojos.

-¡Déjalo ir! -grito Ace. El problema fue que yo grité lo mismo al momento exacto que él gritó.
Daven nos miró a ambos, casi con diversión en sus ojos, y se puso a reír enloquecidamente.

-Miren eso... Los dos tórtolos... Están enamorados... Que bonita situación...

Me miró antes de blandir su espada y se colocó al lado del retenido Ace.

-Me pregunto... Cuánto te haría sufrir... Si le cortará la cabeza aquí mismo a tu novio... Si... Mataré
a éste lindo arquero primero, así verás el sufrimiento real, Derek... Luego te mataré... Muy
lentamente... Pero quédate tranquilo... Él no sufrirá... Lo mataré rápido.

La ira ardiendo a través de mi cuerpo se disparó, gimiendo y retorciendome, busqué una manera de
liberar mis brazos de las rocosas cadenas. Sentía que todo el enojo y preocupación era tan fuerte que
podría derretir lentamente la piedra que sostenía mis extremidades.

-Intenta moverte todo lo que quieras... Esas cadenas son irrompibles...

El otro compañero rió mientras apretaba su agarre sobre Ace, quién también luchaba y se retorcía
contra sus secuestradores.
-¡Sueltame, Rock! ¿Por qué lo ayudas? Los AKers fueron disueltos.

Rock soltó una carcajada larga, que retumbó en las paredes de piedra enviando su risa a cada rincón
de la montaña.

-Si lo ayudó... Me darán parte de la recompensa... Esos 10 millones no van a ganarse solos... Y si te
mato aquí y también a él, será muy satisfactorio.

Sacando su espada, colocó la punta sobre la cabeza de Ace.

Me retorci tan fuerte que sentí que rompería todos los huesos de mi digital cuerpo. La ira y la
preocupación se convirtieron en magma que ardió lentamente a través de mis venas, ardiendo y
rompiendo, no podía permitir que lo matarán, inclusive si yo moría, si él seguía vivo todo estaría
bien.

¿Iba a permitir que eso pasará? ¿Que matarán a la persona que más amaba? ¿Permitiría que algo tan
simple como un código digital de irrompibilidad me impidiera salvarlo?

Todas esas preguntas dentro de mí fueron contestadas al mismo tiempo que solté mi sonoro grito:

-¡NO!

Con un inmenso sonido de quiebre que retumbó en mis oídos, las cadenas de piedra que sostenían
mis brazos se quebraron en un instante. Incapaz de comprender cómo lo había hecho me arrojé
hacia adelante pateando el suelo y desenfundando mi espada, Rock que estaba sosteniendo a Ace no
fue capaz de defenderse de mi movimiento de espada, el choque mi arma contra su cuerpo lo arrojó
cinco metros por el aire hasta golpear la pared con un sonoro estruendo.

Daven se arrojó contra mí, pero saqué mi segunda espada y me lancé sobre él, cortando y golpeando
sin importarme en lo más mínimo mi HP. La ira conducía mis espadas, arrojando cortes y ataques
que el propio Daven no estaba listo para detener, eliminando el 70% de su HP con mis espadas
preparé mi espada derecha y me lancé a apuñalar su frente, y así eliminar su existencia maligna de
éste inocente mundo.

A pocos centímetros de que mi espada le diera unos delicados brazos se enrollaron en mi pecho,
mientras oí un débil grito detrás de mí: ¡Basta!. Ace, él se había acercado a mí y me había rodeado
con sus brazos, en un intento por detener mi intento de asesinato contra Daven.

-Ace... ¿Que estás...?

-¡Basta! ¡Por favor! No quiero...

Giré mi cabeza y nos vimos a los ojos, los suyos llenos de lágrimas y súplica, que lograron que la
ira dentro de mí empezará a enfriarse instantáneamente.

-No quiero que el juego de papá te corrompa a ti también.

El juego de papá.

Esas cuatro palabras cambiaron mi mundo en un instante.

El creador de este juego, era Janus Latimore, su hijo... Mentalmente evoque la imagen de Mason, su
nariz pequeña y sus delicados labios, sus grandes ojos e imaginé como se vería si tuviera el cabello
levantado. A su vez miré a Ace, ambas imágenes se sobrepusieron hasta que fueron solo una, que se
mezcló en mi mente y giró todo mi mundo de una manera completamente desconocida.

-¿Mason? -pregunte en voz baja. Él me miró, abriendo sus ojos dorados hasta que casi se salen de
sus órbitas.

-¿Cómo sabes...? -y entonces pareció que, al igual que yo, estaba atando cabos, porque se me quedó
mirando hasta que sus labios parecieron recordar que podían moverse -¿Andrew?

El sonido de mi nombre, del nombre del chico que yo había sido en el otro lado durante 15 años, fue
la confirmación que necesitaba.

Una luz, no, la luz de una espada iluminó su cara mientras se dirigía contra él. Mis sentidos se
conectaron, envolviendo su cuerpo con el mío, mientras el Movimiento de Espada me golpeó con
toda su fuerza en la espalda, no sentí dolor pero fui arrojado lejos de Ace mientras éste caía al
suelo ante la merced de Rock.

Daven no se veía en ningún lado, mientras me levantaba sin darme tiempo a sentir dolor, Rock
alzó su espada ante el indefenso Ace.

-¡Que ingenuo eres! ¡Debiste dejar que lo matará, Mason Latimore!

Pero su espada nunca tocó a mi Ace.

Lanzandome hacia adelante logré cubrir la distancia de tres metros en un milisegundo. Puse mi
espada para bloquear su ataque, mientras que con la empuñadura de la otra alejaba a Ace del
ataque, las dos hojas chocaron con un sonido metálico mientras salían volando gracias al empuje
de mi brazo y caían en otro lugar fuera de nuestro alcance.

Mi postura fue reconocida por el sistema, con la espada que me quedaba en la mano derecha me
lancé hacia Rock, liberando el Movimiento de alto rango a quemarropa: Abrazador, metiendo la
hoja de mi arma en la armadura de mi enemigo y eliminando exitosamente el 30% de HP que le
quedaba.

Su cuerpo fue arrojado hacia atrás violentamente, mientras su cuerpo se preparaba para dejar
este mundo se recostó contra mí, con mi espada todavía atravesando su pecho.

-Asesino -me susurró al oído.

Su cuerpo explotó brillantemente, liberando fragmentos relucientes y una fuerza invisible que me
arrojó hacia atrás, el sonido de su voz aún retumbó en mis oídos mientras me arrodillaba en el
lugar donde su cuerpo había estado hace un segundo.

Durante un tiempo, solo se oyó el sonido del viento.

Entonces detrás de mí oí pasos que se acercaban hasta donde yo estaba, una mano pálida se acercó
para agarrar mi mano derecha, pero antes de entrar en contacto se retiró como si eso le doliera.

-Lo siento... Lo siento tanto...


Dándome vuelta de alguna manera, logré ver cómo Ace arrodillado miraba al piso mientras su
cuerpo sufría pequeñas convulsiones, cuando alzo la mirada para encontrar mis ojos, me di cuenta
que estaba llorando. Esa sola imagen me partió el corazón.

-Ace... -logre decir a duras penas.

-Lo siento tanto... Por mi culpa... Estás aquí atrapado... Y mataste alguien... Yo... No puedo estar
contigo... Me alejaré y... No volveré a molestarte...

Incapaz de seguir oyendo sus tristes disculpas, agarré su brazo y lo jale contra mí, su cara
sorprendida desapareció de mi vista mientras cerraba los ojos y juntaba sus hermosos labios contra
los míos.

Se quedó rígido de sorpresa y pareció decidido a alejarse, pero lo rodeé con mis dos brazos y me
negué a dejarlo ir, no podía dejarlo, jamás podría, no, mientras su corazón y el mío latieran, nunca
tendria la fuerza para estar lejos de él.

Finalmente se relajó en mis brazos, como si supiera que el alejarse me hubiera matado y me hubiera
quitado toda razón de mi existencia en esta y la otra vida. Alejándome lentamente, apoyé la cabeza
contra su pecho mientras lo apretaba contra mi cuerpo y dejaba que las palabras fluyeran:

-Mi vida te pertenece Mason, siempre ha sido así. Así que úsala como quieras, permanezcamos
juntos hasta el último momento.

-Derek... ¿Por qué? Pensé que estarías muy enojado conmigo... Por esto... Por abandonarte... Hace
tiempo...

Su voz ronca demostraba que estaba al borde de las lágrimas, viendo a los ojos de la persona que
más quería, de ambas personas que más quería en este mundo, me negué a pensar que pensara ello.

-Nunca podría hacer eso... Moriría... Moriría siquiera antes de tener la simple idea de odiarte.

Sus ojos se desfiguraron y finalmente perdió la fuerza de luchar contra mí. Dejando caer sus
lágrimas, me abrazó con fuerza y se sostuvo contra mí, nos mantuvimos así, el uno contra el otro,
sintiendo los latidos de nuestros corazones y dejando a nuestros sentimientos fluir durante no sé
cuánto tiempo.

Volvimos a nuestra base en silencio, cogidos de la mano, ignorando el gran vacío que había en mi
corazón, solo pensé en lo mucho que quería a esta persona. Eso sería suficiente pensamiento si en
algún momento mi espada vacilaba para dar el último golpe.

No teníamos fuerzas para volver a la fiesta, asi que volviendo a nuestra base cerramos la puerta
ante visitas indeseadas y entramos siendo incapaces de soltarnos el uno al otro.

Y de la nada empezamos a hablar, como antes, como ese día que había cambiado mi vida, como
esa vez que fuimos juntos por esa misión, y luego nos besamos, sin importar nada más que él y yo,
nuestras almas unidas, nuestros cuerpos digitales juntos, nuestros corazones separados se
volvieron uno sin dudar, aquí, en el mundo real, hasta en la vida luego de la muerte encontrarían
la forma de volver a estar juntos, sin importar que o quien los separará.
Dormido entre mis brazos, solo pude pensar en lo afortunado que era por tenerlo conmigo.

Mientras me movía para encontrar comodidad, sus ojos se movieron lentamente hasta que
volvieron a encontrarse con los míos.

¿Algún día me cansaría de ver esos ojos?

-Lo siento -dije -Te desperté.

-No... Está bien.

Arrojando sus brazos contra mí, lentamente movió sus labios hasta que se juntaron con los míos.
Nos mantuvimos así, abrazándonos y besándonos, hasta que nuestros labios se cansaron.

-Esto es mejor que dormir -dije sin pensar. Él se sonrojó y miro a otro lado, pero río y asintió.

-Mucho mejor.

-No puedo creer que seas tú...

Me miró frunciendo el ceño un segundo, hasta que se acercó e hizo que nuestras narices se tocaran
ligeramente.

-¿Por qué lo dices?

-Te llevo buscando años, entré aquí a buscarte... Y resulta que desde el primer mes has estado a mi
lado... Soy un total tonto.

-No eres tonto... -rio y me miró de arriba a abajo (¿olvidé mencionar que ni él ni yo teníamos
ropa?) -Tengo que admitir que no soy el mismo que cuando tenía 12 años.

-Yo tampoco.

-Seh, tu avatar es más feo que tú.

-Y pareces un puercoespín con el pelo levantado.

Los dos nos reímos a carcajadas.

-¿Por qué lo hiciste? -deje salir la pregunta que había estado guardadando desde hace 4 años -¿Por
qué nunca volviste?

-Quise hacerlo... De verdad pero... Mi mamá... Y su novio -se tensó cuando dijo ésto último -Papá
había sufrido un accidente, pero todos creían que fue provocado. Así que decidieron que lo mejor
era escondernos del mundo por seguridad.

-Mason...

Me abrazó más fuerte.

-Pero no quiero volver, muchas veces intenté irme de ahí... Pero él...
-Él...

-Matthew... Matthew Underwood, el nuevo novio de mamá, él no quiere que yo me vaya...

-¿Por qué? -pero dentro de mí conocía la respuesta, sin contestarme mantuvo su cara contra su
pecho antes de responderme.

-Es un... Es un... Él intenta conmigo... Y yo nunca lo dejé pero...

-Tranquilo, él no puede tocarte aquí. Aquí estás a salvo.

-¿Cómo lo sabes? Esto, mi cuerpo, nuestros cuerpos, son solo datos digitales, mi verdadero cuerpo
está allá, muriéndose lentamente... Sin cuidado y a su merced...

-No lo estará por siempre -le dije -Cuando salgamos de aquí, podrás controlar tu cuerpo, y tienes
que huir, salir de ahí.

-Pero ¿a dónde? No tengo un lugar donde ir... Yo...

-Si, si lo tienes -lo agarré de las mejillas y lo obligué a mirarme -Huye conmigo, quédate con mis
tíos si quieres, o buscamos otro lugar donde vivir, mientras esté contigo el resto no importa.

-¿Harías eso por mí?

-Me ofende tu pregunta, amor.

Rió entre sus lágrimas y volvió a abrazarme, diciendo: Gracias, gracias, tantas veces que perdí la
cuenta y nos quedamos así, unidos, juntos ante la promesa de un mejor futuro una vez que
estuviéramos lejos de este pedazo de tiempo, que aunque era triste, nos había dado felicidad y más
cosas de lo que creía.

Estuvimos así, abrazados uno contra el otro, hasta que el sonido de un mensaje entrante nos alertó a
ambos. Presioné el icono titilante mientras fruncía el ceño al ver de quién procedía el mensaje:

<<Derek, necesitamos encontrarnos, en el nivel 10, en las afueras hay otra ruta de atajos... Y
encontramos el que lleva al jefe final>>
26

El mensaje de Popitres nos dio una razón para ponernos ropa. Aunque a diferencia de las películas
no teníamos que buscar cosas por toda la habitación, solo necesitamos manipular la ventana de
equipamiento de nuestros avatares y estuvimos listos con ropa casual en un segundo.

Bajamos a la sala en silencio como si no quisiéramos perturbar a los fantasmas inexistentes de la


casa, y tomamos el pasillo para finalmente llegar a la sala de estar.

Allí nuestros compañeros estaban instalados, Popitres estaba sentado con Preciosa en forma de
chihuahua acurrucado en sus piernas, Dialac movía nerviosamente su pierna, Leila inspeccionaba
las muescas que había dentro de su Changing Weapon y Raphiel tocaba distraídamente su escudo
con su espada mientras nos veían bajar.

-Aleluya, aquí están -dijo Popitres -¿Recibieron mis mensajes?

Ambos asentimos. Dialac nos miró con ojos entrecerrados antes de sonreír con suficiencia, como si
supiera lo que estuvimos haciendo recién hace poco. Popitres la miró e hizo brevemente una cara
sorprendida, para intentar ponerse serio de nuevo.

-¿En verdad encontraron otra entrada?

Dialac asintió a mi pregunta.

-Estabamos buscándolos, pensando que algo les había pasado o que estaban en peligro, cuando
encontramos un pasadizo detrás del Castillo de los Espadachines, que daba a una sección de túneles
excavados. Revisamos el túnel rápidamente, era exactamente igual a aquel.

Pensar en eso me dio escalofríos, habíamos tenido una pequeña escaramuza con el jefe final en un
intento por salvar a Dialac que había querido derrotarlo ella sola, habíamos salido vivos por los
pelos, además de enfrentar a un gigantesco guardián del túnel que casi nos mata.

-¿Cuál es su nivel actual? -nos pregunto Raphiel a todos.

Lo cuatro nos miramos entre nosotros.

-85 -dijo Ace.

-87 -admitio Popitres. Yo dije el mío que estaba solo un nivel más alto que el de mi compañero.

-90 -termino por decir Dialac.

-88 -agrego Leila -Pero ellos siguen arriba por los puntos de bonificación de los primeros Templos.

Raphiel asintió y miró distraído toda la sala de estar, antes de posar su mirada otra vez sobre
nosotros.

-El nivel general del grupo de asalto delantero es de 80 a 90, eso me da buena espina... Por lo que
creo que...

-Deberiamos intentar vencer al jefe todos juntos ésta vez -dijo Leila.

No pensé que fuera a escuchar aquello que me estaban diciendo.

-¿Están locos? Vencer a ese jefe... Inclusive si todos estamos en nivel 100... Será muy complicado,
costará vidas, muchos morirán y tal vez nadie pueda vencerlo al final.

-Lo sabemos... No podemos vencerlo solos pero... -la mirada de Popitres no estaba para nada
enfocada en nosotros -Recibimos cierto mensaje de tregua de otros dos participantes poderosos...

Ace abrió los ojos como platos y miró fijamente a mi compañero.

-¿No hablarás de...?

-Daven y Mistock.

Ante la mención de sus nombres, el agarre de Leila sobre su arma se intensificó.

-¿No estarán hablando en serio?

-A mí tampoco me agrada la idea, Derek -me contestó Leila -Pero si queremos salir todos de aquí...
Ellos serán una gran ayuda.

Los seis nos miramos entre si, como si decidiéramos silenciosamente si era una muy mala idea.
Preciosa seguía acurrucada y dormida en las piernas de Popitres, ajena a la idea tan descabellada
que empezaba a sonarme razonable a cada segundo que lo pensaba.

Al final, simplemente dije:

-Vale... Pero no podemos dejar que den el último golpe, si la regla general de la bonificación del
último golpe sigue vigente con este último jefe... Ellos ganarán el dinero... No hay que dejar que eso
suceda.

Los seis estuvieron de acuerdo simplemente asintiendo a mi aclaración.

-Entonces convocaremos una reunión mañana, llamen a todos los Hunters que puedan, tantos que
parezca un ejército entero, lo necesitaremos.

Popitres me abordo en la madrugada mientras me levantaba por un vaso de agua, saliendo de las
sombras como un fantasma, por poco hace que suelte el vaso de cristal.

-Hola.

-Hola... ¿Tampoco podías dormir?

Negó con la cabeza mientras se apoyaba en la encimera de la cocina.

-Al menos tú tienes a Ace... Las pesadillas simplemente no se alejan.

Me sonroje ante su comentario, porque en verdad Ace estaba arriba, en mi cama, solo que los
pensamientos de lo que pasaría mañana no me habían dejado pegar ojo.

-¿Por qué entraste aquí, P?

Mi pregunta lo sorprendió, probablemente porque hace mucho no le preguntaba ello. Lanzandome


una mirada un poco asesina suspiró y se quedó viendo el vaso que tenía en la mano.

-Mi hermano está enfermo, no le queda mucho tiempo y la operación es muy costosa. Inclusive si
entro a trabajar nunca podría conseguir el dinero antes de que...

Su voz se quebró y fue incapaz de decir nada más por un largo rato.

Finalmente abrí la boca, y decididamente dije:

-Yo ganaré ese dinero, y te lo daré a ti, todo, para que ayudes a tu hermano.

Me miró como si le acabará de decir: Soy mujer y estoy usandote para que te acuestes conmigo.

-¿Por qué harías eso?

-Porque eres mi mejor amigo, aquí y en cualquier mundo.

Me sostuvo la mirada unos segundos, entonces su labio empezó a temblar y miró a otro lado, sin
tener que ser adivino supe que estaba por llorar.

-Popitres...

-Tambien eres el mío, Derek.

Con ese comentario conmovedor, me abrazó y yo le devolví el abrazo.

Estuvimos así hasta el amanecer.


Durante el desayuno mi garganta se cerró mientras la mano de Ace agarraba la mía, Popitres le daba
trozos de cereal a Preciosa, que felizmente los atrapaba en el aire, Dialac miraba distraídamente el
vaso con zumo que tenía en frente.

-¿Listos?

Los tres asentimos. Ignorando la ansiedad dentro de mi pecho, salí agarrando la mano de Ace y nos
dirigimos al punto de reunión.

El tiempo pasó de ser extremadamente lento a momentos completamente rápidos que no vi venir,
llegamos a Camelot y nos reunimos en la Plaza Central mientras un montón de Hunters nos
recibían, armados hasta los dientes y hablando entre ellos, entre la multitud Reg y su cercano amigo
de la fiesta afirmaron que formarían parte del asalto, todos los miembros de los grandes grupos
estaban listos a nuestras órdenes mientras nos mostraban su respeto, no vi a Core Protection (el
grupo de Magna) por ningún lado, cosa que no me pareció extraña.

Dialac dio un discurso largo, que sinceramente no recuerdo ni el inicio, mientras todos gritaban ante
cada frase motivadora que decía la Primera. Todo pareció en calma, completamente en orden, hasta
que ambos aparecieron.

Daven y Mistock. Los dos mayores asesinos de Temple Jäger Online aparecieron entre la multitud y
no pasaron nada desapercibidos, la gente se apartó al instante como si fueran un virus extraño del
que no quisieran contagiarse, Daven alzo la vista en un momento y sus ojos se encontraron con
Leila, ésta simplemente apartó la vista. Cuando nuestros ojos se encontraron, yo instintivamente
busqué la empuñadura de Destructor en mi espalda.

-Que buena bienvenida -afirmo Mistock, vestido con su habitual armadura color sangre y su larga
espada envainada en su espalda. Popitres solo lo miró mientras Preciosa le gruñía.

-Buena chica -le susurró.

Daven estaba cabizbajo, sus ojos parecían extrañamente interesados en el barro que tenían las botas
de su armadura.

-Muy bien -Dialac se adelantó, poniéndose entre nosotros y los asesinos, mientras ponía sus dos
manos sobre su cadera -¿Aceptan el trato?

Mistock alzo la barbilla y se pasó la mano por su platinado y largo cabello, sus ojos rojos solo
lograban hacerme dar cuenta que todo esto era realmente una mala idea.

-Puede ser, pero la condición principal se cumple: Si los ayudamos, recibiremos el 50% del premio,
independientemente de quién dé el golpe final.

Dialac cruzó los brazos, y mantuvo la mirada que durante casi un año la había visto sostener a los
maleantes. Esa que te hacía temblar las piernas y dar escalofríos.

-Hecho.

El mal presentimiento que tenía en mi estómago solo aumentaba a cada segundo.

Dicho esto, el mismo Daven simplemente alzó la vista y nos miró a todos.
-Lo siento... Por todo... Realmente lo siento.

Hubiera sido menos extraño que nos hubiera dicho: Hola, soy el creador del juego y los estoy
usando como ratas para que mueran.

Dirigiendo el grupo entero de al menos 50 Hunters, nos sumergimos en las cavernas que estaban
bajo el Castillo de los Espadachines.

Todo el camino fue tensionante y extrañamente aterrador, en ningún momento la mano de Ace
soltó la mía. Preciosa en su forma de chihuahua tenía las orejas levantadas y miraba fijamente
hacia adelante mientras se recostaba en el hombro de Popitres, Reg afirmó que él sería el
curandero del equipo, teniendo simplemente objetos de curación en su inventario, se encargaría
de repartirlos a los heridos una vez su HP estuviera en rojo.

Considerando lo que sucedió la última vez que tuvimos un curandero, no me emocionaba mucho
la idea.

Fue casi un extraño dejá vu cuando pise de nuevo el suelo de piedra del gran patio, mientras el
gigante Dios Árbol se fijaba en nuestro gran equipo de Hunters, que cerraron filas y se prepararon
para la acción.

Gruñendo y rugiendo, arrojó su primer golpe lanzando un montón de sus brazos arboreos hacia
nuestro escuadrón, con la orden de Raphiel de dispersarse, calculamos dónde golpearía cada
brazo y saltando como aceite en una olla, nos dividimos lo mejor que pudimos.

Tras un momento de total confusión debido a la onda de choque masiva de tantos golpes masivos,
los Hunters se lanzaron tras los brazos, usando armas de alta gama, arcos, movimientos de espada,
todo eso resonó en el aire mientras se arrojaban a la carga para debilitar al jefe.

Cortando y avanzando, nosotros cuatro corrimos hasta la cara del jefe, que sabíamos debía ser su
punto débil. Haberlo enfrentado una vez tenía sus ventajas, como por ejemplo el ver cómo se
quedaba aturdido luego de recibir un golpe directo de una flecha de efecto de Ace, que tenía la
misma cantidad de daño inflingido que un movimiento de espada de 12 golpes de dos armas.

Su gigantesca boca se abrió para volver a rugir, viéndonos avanzar en línea recta lanzó otro único y
contundente puño con uno de sus infinitos brazos, con mis espadas brillando y la katana reluciente
de Popitres saltamos liberando el mismo movimiento de un solo golpe: Unique Strike, que impactó
de lleno contra el brazo del jefe con un sonido de choque que retumbó en el patio. El brazo fue
destruido llenandonos de pedazos brillantes mientras seguimos avanzando.

Sus ocho barras de HP sobre él nos demostraban lo lejos que estábamos de ganar todavía. Con
otra de sus gruesas extremidades lanzó un gigantesco golpe lateral, barriendo absolutamente con
todo lo que estuviera dentro del patio, obligando a la mayoría de Hunters a juntarse y evadir el
ataque como pudieron, gracias a nuestros stats de velocidad y fuerza logramos saltar a
quemarropa y ascender lo suficiente para salvarnos de cualquier daño.

Cayendo como un equipo arremetimos contra su cabeza de nuevo, detrás de mí podía por gritar a
Raphiel y a Leila: Replieguense, dividanse y sigan atacando, mientras nosotros nos encargamos del
blanco principal.

A pesar de haberlo visto antes, y estar tan cerca de su cabeza como lo había estado hace semanas,
la inmensidad de su boca me abrumó hasta casi hacer que mis piernas empezarán a temblar. Sin
embargo eso no significaba que daría vuelta atrás a la lucha, cargando mis espadas en ambos
brazos, arrojé mi Critical Twice con un grito sonoro de lucha; dos golpes laterales con ambas
espadas, un corte horizontal izquierdo, otro horizontal derecho, una doble apuñalada, levanté las
espadas a una velocidad vertiginosa, que parecía superar a la propia velocidad impuesta por el
sistema. Clavando las dos espadas con una único golpe certero en la mejilla gigante de mi enemigo
terminé mi combo.

Mis pies golpearon el suelo de mármol mientras mi avatar recuperaba toda la energía de mi
ataque, la gigantesca cabeza del Dios Árbol se giró contra mí, su primera barra de HP había
perdido un 20% de su cantidad total una vez di mi último golpe, pero eso no significaba nada
conociendo la monstruosa capacidad de vida que le quedaba.

Lanzandose contra mí intentó comerme, pero un único misil recto golpeó su otra mejilla, la
explosión de aire seco causó a su cabeza ser lanzada hacia un lado de manera violenta. Dándose
vuelta para fijarse en Ace, recibió el combo de 8 golpes de espada ligera de Popitres: Octa-Attack.

Dialac se lanzó luego de ello, liberando su movimiento de un golpe de alto rango: Flash Comet,
que golpeó de lleno el único y asqueroso ojo de nuestro enemigo, lanzandose hacia atrás me dio
espacio para seguir atacando y liberé el siguiente combo de ataque mientras que en el flanco
contiguo Popitres y Ace rotaban constantemente también.

El tiempo se volvió gradualmente lento, detrás de nosotros los demás Hunters hacían lo que
estuviera a su alcance para contener los brazos golpeadores de nuestro enemigo. A cada golpe
que el Dios Árbol arrojara y que causará que el HP de un compañero llegará a rojo, Reg
rápidamente usaba la habilidad extra: Interchange, permitiendo dar de manera inmediata
cualquier ítem en su inventario a un avatar dentro de su campo visual, tales como gemas de
curación, pociones de recuperación y todo ítem que anulará cualquier efecto secundario de un
golpe directo.

Todo a mí alrededor se volvió inexistente, horas, minutos, segundos, todo ello parecía haber
desaparecido y estar en un mundo completamente diferente al mío. No tenía tiempo para
preocuparme por eso.

Lentos y constantes, eliminamos la primera barra de HP sin mucho esfuerzo. Oleadas de golpe que
venían de todos lados, rugidos atronadores que te obligaban a retroceder por su onda de
expansión, barridos del campo con un brazo, gritos de jubilo y dolor, todo eso llenó mi campo
visual mientras seguí golpeando y esquivando lo mejor que podía, mis compañeros me
respaldaban, yo los cubría a ellos, en un instante Popitres estaba a mi lado, al siguiente Dialac,
luego Ace, y así continuamente durante lo que calculé debió ser una hora.

La segunda barra de HP se desvaneció del enemigo, jadeando y respirando pesadamente, nos


tomamos un segundo para recuperar el aliento mientras el monstruo cambiaba rápidamente de
estrategia al perder otra de sus barras de vida. Aquí no sudabamos, y el acto de respirar era un
mero reflejo, considerando que éstos no eran nuestros cuerpos reales me sentía extrañamente
cansado y agotado.

Sin embargo, nada podía ser tan fácil, dándome cuenta de ello, vi como el Dios Árbol cambiaba su
patrón de... No, como su cuerpo empezaba a inflarse, mientras el templo alrededor de él empezaba a
quebrarse poco a poco.

-¡Todos, cubranse!

Siguiendo mi orden, los Hunters rápidamente se reagruparon y usando los escudos de los caballeros
de espada y escudo, se cubrieron los mejor que pudieron.

Poniendo mi Sword Shield en frente, los cuatro nos pusimos a cubierto mientras nuestro enemigo
seguía hinchandose a la velocidad de un globo llenándose de helio, grietas y líneas irregulares se
extendían cada vez más rápido en la armadura que rodeaba el Dios Árbol, el Templo gigante tembló
justo antes de estallar con un horrible sonido expansivo.

Volaron puertas de madera y pedazos gigantes de concreto a través del aire digital, golpeando el
suelo antes de estallar en fragmentos brillantes, causando que el piso del patio temblará a cada
golpe. Si ya habíamos sobrevivido a todos sus ataques, seguir vivos ante la caída de trozos gigantes
de un templo era casi un milagro.

A pesar de ello, algo se colo en mi campo visual mientras veía a nuestro enemigo preparar su
próximo ataque. Eran las sombras de dos hombres, uno de ellos portaba una armadura roja, el otro
tenía el cabello del mismo color carmesí.

-¡¿Que hacen, idiotas?!

Ignorando mi grito, Daven y Mistock se arrojaron a golpear al monstruo.

Preciosa alzó sus orejas de lobo mientras el jefe alzaba sus interminables brazos en el aire como si
sostuviera una pared invisible gigante. Pero el gesto de nuestra loba me dio el indicio de que estaba
por lanzar un ataque devastador.

-¡A cubierto!

El grito de Dialac resonó en el patio mientras nuestros asesinos menos favoritos veían al jefe iniciar
su siguiente ataque.

Un sonido de misil llenó el aire, no, miles de misiles siendo disparados al mismo tiempo. De las
extremidades del Dios Árbol salieron protuberancias que se alargaron más y más hasta volverse
flechas, estacas largas y monstruosas que venían a toda velocidad contra nosotros.

Mi Sword Shield nos valió el salir ilesos de ese último ataque, pero sabía perfectamente que no
todos tenían nuestra suerte. Oí gritos de dolor, objetos estallando y misiles impactando,
intentando ignorar ello, seguí firme mientras la ola de estacas seguía golpeando.

Daven y Mistock habían logrado evitar ser golpeados de lleno por alguna estaca, sin embargo no
se habían librado de daños por la onda de ataque. El brazo izquierdo de Daven había desaparecido
mientras que el hombro de Mistock estaba atravesado finamente por un proyectil arboreo.

Popitres agarró su katana firmemente y los miró fijamente.

-¿Qué están haciendo, par de inútiles?

-Reclamando lo nuestro por derecho.

-¡Si!

Con los dos comentarios hechos, ambos se arrojaron liberando su más poderoso Movimiento de
Espada.

Pero el Dios Árbol estaba listo.

Con un único y sonoro rugido, lanzó decenas de sus brazos alargados que golpearon el patio y
ocasionaron una onda de choque tan fuerte que todos caímos arrodillados, Daven quien le seguía
el paso a su compañero recibió de lleno el impacto de una mano cerrada de los numerosos brazos.
Mistock nisiquiera se fijó en él, alzando su espada y gritando a lo alto, saltó liberando el combo de
su espada reluciente.

Mirándolo con desdén, el Jefe simplemente abrió su monstruosa boca adelantando su cabeza
hacia él y se lo comió de un solo mordisco.

En medio de los ruidos de la aún batalla creciente, pude oír a Daven gritar el nombre de su
compañero. Pero no terminó ahí, abriendo la boca de nuevo, el Dios Árbol escupió en nuestra
dirección al jefe de los AKers.

Aterrizó a escasos dos metros de nosotros con un golpe seco, su HP había desaparecido hace
mucho tiempo, mientras alzaba su cabeza y parecía decirme algo, todo su cuerpo se iluminó
lentamente como si estuviera hecho de luces neon. Sus ojos verdes dieron una última mirada al
mundo antes de que todo su cuerpo estallará, deshaciendose brillantemente en medio del aire.

Los ítems que tenía equipados se desperdigaron por el suelo, dándonos la única muestra de que
alguna vez había estado en este mundo.

-Tú...

El moribundo Daven, sin un brazo y con si HP en la zona amarilla, dirigió su asesina mirada hacia el
inmenso monstruo que de había tragado a su fiel compañero. Alzando su espada contra él, se
arrojó contra la gigantesca cabeza del Dios Árbol.

-¡Espera, idiota!

El grito de Leila llego a mis oídos a pesar de todo el ruido que la batalla producía.

Daven saltó, balanceando su espada en su mano restante, liberó un combo que debería ser
irreconocible para el sistema, pero el Dios Árbol volvió a abrir su boca...

Pero en ese instante, todo cambió.


Daven se giró hacia nosotros, esbozando una extraña sonrisa malévola que incluso desde donde
estábamos, solo me dio escalofríos. Era una sonrisa de alguien que sabía algo que nosotros no.

El Jefe también se lo tragó, una vez que abrió sus fauces y alzó su cabeza hacia él, desterrando su
consciencia también de este mundo.

Pero por alguna razón, no lo escupió como a Mistock. Sin pensar mucho en ello nos reagrupamos
mientras el Jefe bajó la vista y preparó su siguiente ataque, alcé mis armas y preparé mi Sword
Shield listo para...

Pero de repente, se quedó quieto.

No, no se quedó quieto, escupiendo una gran cantidad de líquido verde que nos salpicó, empezó a
retorcerse frenéticamente como si se estuviera ahogando. Gran parte de sus brazos agarraron su
cuello mientras su inflado pecho no dejaba de hincharse y desinflarse, lanzando un lastimero grito
al cielo, el Dios Árbol empezó a encogerse.

¿Que estaba sucediendo? ¿Acaso era su nueva fase de batalla? ¿Habíamos desbloqueado un bug
en su programación y debíamos atacarlo aquí antes de que se regenerara?

Pero no podíamos movernos. Lentamente retrajo todos y cada uno de sus brazos mientras todo su
cuerpo empezaba a ser aspirado como si un hoyo negro se chupara lentamente toda su fisiología,
hasta que simplemente quedó una especie de cascarón en medio del patio.

¡Crack! Una parte del inmenso huevo se quebró mientras una mano de color negro azabache se
abría paso para salir. ¡Crack! ¡Crack! ¡Crack! Más grietas se formaron mientras un extraño ser que
jamás había visto se hizo presente rompiendo el cascarón.

El nuevo ser tenía una apariencia humanoide, con un largo y robusto abrigo blanco que cubría
completamente su pecho. Su largo cabello era del color atardecer, naranja y rojo, y era tan largo
que le llegaba perfectamente a los tobillos. Una banda de color blanco estaba amarrada en su
pálida frente, que era tan blanca como la misma nieve.

Pero cuando abrió sus ojos, supe exactamente quién era.

-¡Y así el telón se cierra! -proclamo mientras alzaba sus fantasmagóricas manos negras -¡Así, yo,
Daven, me declaró el último jefe y el más poderoso de Temple Jäger Online!

27

Con la boca abierta, todos los Hunters se quedaron completamente quietos.

Y Daven aprovechó esto.


Alzó su mano mientras sonreía malévolamente, las palmas de su mano burbujearon mientras una
extraña sustancia formaba una especie de proyectil largo y plano, casi como el asta de una flecha.

Y lo arrojó a una velocidad imposible.

Pasó a mi lado, del de Ace, del de Leila, del de Raphiel, sin siquiera darnos tiempo a parpadear para
saber que es lo que había sucedido. Dando vuelta a mi cabeza, me di cuenta hacia donde iba
dirigido.

Reg. Nuestro curandero, que se había encargado de proporcionarnos salud y curación, vio en pánico
el rápido proyectil que venía hacia él, pero inclusive si se hubiera podido mover, nada podía
esquivar ese golpe a esa velocidad, nisiquiera Dialac era tan rápida.

El bastón negro siguió su camino y...

Impactó a alguien, una sombra, de color rojo que se interpuso entre Reg y el golpe. Por un instante,
pensé que podría ser Popitres, sin embargo éste no tenía barba ni el pelo rubio, pero me di cuenta de
que era la persona con quien Reg estaba en la fiesta, ese chico que lo había besado en Halloween. El
chico recibió el misil de lleno, siendo atravesado violentamente y arrojado hacia atrás, dónde Reg
todavía estaba quieto debido al shock.

El curandero alzó sus brazos y logró detener su caída, sosteniendo entre sus brazos al herido,
simplemente abrió la boca y empezó a gritar:

-¡No! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué lo hiciste tonto!?

El chico alzó sus ojos que se encontraron con los azulados ojos de Reg mientras sonreía, abrió su
boca para contestar...

Y desapareció, estallando en fragmentos brillantes que se desvanecieron en el aire. Reg miró todos
y cada uno de los pedazos que habían sido el chico rubio, y colapsó de rodillas en el suelo mientras
su cara se llenaba de lágrimas.

Oímos una respiración entrecortada, al dar la vuelta me di cuenta que era risa. La risa de Daven, que
salía a carcajadas mientras se agarraba el estómago y se doblaba, a cada carcajada la ira dentro de
mí empezó lentamente a aclarar mi juicio de nuevo.

-¡Que tonto! ¡Que tonto! ¿Sacrificarse por ese débil? Desperdició su vida... Al fin y al cabo... ¡Solo
cambió el orden en que morirán, el resultado será el mismo de todas maneras!

Cuando me vio a los ojos, me di cuenta que hablar estaba totalmente descartado. Sus ojos verdes,
que tenían un extraño brillo loco desde siempre, parecían completamente idos y enloquecidos.

-¡Es hora de morir!

Lanzandose contra mí sin armas, lanzó un grito de guerra completamente loco.

Mi cuerpo reacciono antes que mi confundida mente, su enfurecido ataque fue detenido por mi
Sword Shield a tiempo, golpeando el escudo impenetrable con un sonoro ¡Tang!

Gruñendo y saltando hacia atrás, abrió su mano, liberando esa extraña sustancia viscosa negra de
antes y formó una especie de arma en forma de bastón con un círculo como báculo en la punta.
Lanzandose de nuevo, se precipitó a una velocidad imposible contra mí blandiendo su arma, pero al
último instante su cuerpo se desvaneció como si no hubiera estado nunca ahí. Oí a alguien gritar
detrás de mí.

Otro Hunter se había puesto entre el ataque y yo, recibiendo el impacto del golpe que redujo su
salud a cero. Un Daven sonriente se abrió paso entre los pedazos perdidos que solían ser un jugador
y volvió a atacarme, con mis sentidos lentamente reconectadose bloqueé el ataque con mi espada
izquierda mientras la derecha apuntaba recto hacia la cabeza de Daven.

Apartándose justo a tiempo, la espada simplemente le hizo un corte superficial en la mejilla, pero le
hice un daño mínimo que reveló la cantidad de HP que le quedaba. Aunque aún tenía las 8 barras
que el Jefe poseía, parecía que su salud se había combinado inestablemente con lo que le quedaba
de vida al Dios Árbol, dejándole simplemente la mitad del HP que tenía el Dios Árbol.

Pero también apareció su nivel actual, que hizo que mi mente vacilara mientras lo veía.

Nivel 100. El último nivel que cualquier jugador podía conseguir, pero al que nadie había logrado
llegar.

Daven pareció ver mi vacilación, porque alzo su mano derecha y me intento golpear de nuevo con
su arma, sin embargo una flecha de impacto lo golpeó y liberó una explosión de llamas que me
arrojó hacia atrás, salvandome de pura chiripa.

-¡Al ataque!

El grito de Popitres animó a los paralizados Hunters, que dejando de lado su miedo, se arrojaron
contra el nuevo Jefe final.

Dialac, Ace y Popitres aparecieron a mi lado, Leila y Raphiel se pusieron frente a nosotros,
cubriendonos mientras mis compañeros me ayudaban a levantarme.

-¿Cómo rayos hizo eso?

-No tengo idea... -me mordí el labio mientras un ágil y rápido Daven alejaba y golpeaba Hunters a
diestra y siniestra -Pero tenemos que detenerlo.

-¿Estás pensando en lo que yo estoy pensando?

Intercambiando miradas con Popitres, supe que teníamos la misma loca idea.

Abriendo su menú, buscó el ítem que necesitaba mientras Dialac preparaba su estoque, Ace cargó
dos flechas en su arco.

-Escuchame Derek -me dijo Dialac -Lo distraere lo suficiente para que se acerquen, deben hacerlo
rápido, porque esa arma es muy rápida incluso para mí. El que ataque por el lado derecho debe tener
cuidado.

Con eso en mente, yo elegí el lado derecho sin dudarlo.

-Y que sepas Derek, que confié en ti desde que te vi. Te pareces a un chico que conocí en el
orfanato.
-¿De qué habla...?

Con una mirada serena, Dialac se arrojó a la batalla. Ace se acercó y me beso rápidamente, cuando
se separó simplemente dijo:

-Si llegas a morir, lo cortaré en pedacitos.

-Gracias. Te quiero.

-Y yo a ti.

Blandiendo su arco, también desapareció en la gigante escaramuza frente a nosotros.

-¿Algunas últimas palabras, Popitres?

-Si muero, que me quemen con mi CD de Black Widow.

Incluso en esta situación, Popitres me obligó a soltar una risa.

Y ambos corrimos a flancos opuetos de nuestro enemigo.

El caos se había apoderado del patio en donde solía estar el último Templo. Pedazos aquí y allá
estaban repartidos, un solitario árbol estaba dónde estaba la cabeza del Dios Árbol, casi como si
recordará que antes su padre solía estar aquí.

Daven golpeaba y esquivaba, más de una vez dio un golpe certero y un Hunter desaparecía y moría,
pero ignorando el peso de mi pecho por cada uno de ellos, me coloqué en posición.

Dialac se arrojó, pero nuestro enemigo bloqueó su estoque con su bastón. Una flecha reluciente
salió disparada, pero con si vertiginosa velocidad Daven la esquivó, aún así, tantos golpes y tantos
enemigos le serían imposibles de vencer a la vez, a cada golpe esquivado, a cada movimiento
detenido con su bastón, buscaba una apertura.

Un momento. Solo necesitábamos 5 segundos, si su concentración titubeaba ese tiempo, Popitres y


yo podríamos golpearlo y la batalla llegaría a su fin.

Portando Destructor en mi mano izquierda, busqué ese momento de vacilación. Inclusive si había
logrado hackear el sistema y combinar su ID con la del Jefe, su propio ID debía contener aún el
código de un jugador, por lo que golpeandolo con ambas espadas, Creator y Destructor, podríamos
eliminar su avatar y sellarlo, y así terminar el combate. Pero solo teníamos una oportunidad, una
vez que lanzaramos el golpe no había vuelta atrás, si de alguna manera esquivaba el ataque, el
hechizo fallaría y las espadas perderían la habilidad de sellarlo durante al menos un mes.

Y entonces vi el momento.

Perdiendo el juicio por tantos ataques, Daven gritó arrojando su puño contra el suelo. Una inmensa
onda de choque arrojó volando a la mayoría de Hunters que lo estaban atacando, pero Popitres y yo
resistimos enterrando nuestras espadas en el suelo, pero Daven había dejado su defensa
desprotegida, justo cuando el ataque terminó, empezó a levantarse y sin vacilación alguna me arrojé
blandiendo Destructor.

Popitres me siguió al mismo tiempo. Golpeando el flanco derecho e izquierdo de nuestro enemigo
liberamos el hechizo de sello, que rápidamente empezó a cubrir el cuerpo de Daven. El grito de
nuestro enemigo resonó mientras se retorcía intentando liberarse, pero juntos resistimos mientras el
hechizo empezaba a surtir efecto, largas líneas de magia aparecieron en su cuerpo mien...

Y desapareció, saltando a un extremo el cual no podía alcanzar.

Pero mi espada seguía golpeando algo. Mi ojo derecho empezó a sufrir molestias, hasta que retornó
a esa vez en la lucha contra Ggrammer, donde había conseguido la habilidad de ver las sombras de
mi enemigo. Mi visión se tornó gris, pero en vez de aire veía una sombra, una sombra que tenía la
figura del mismo Daven, mientras sufría y era cubrido con el sello mágico.

¿Cambió de sitio con la sombra?

Con eso en mente, Popitres y yo nos alejamos, la sombra se retorció hasta estallar muriendo en el
aire, pero el verdadero Daven estaba listo, blandiendo su bastón se arrojó contra más Hunters,
que habían confiado en nosotros. Las sombras, sombras que eran invisibles para todos aquellos
que no tenían el ítem del ojo, golpeaban a espadachines desprevenidos que no podían responder
a su ataque.

Dialac vio todo eso con ojos lastimeros, cubriendo su boca con su mano libre, lentamente se puso
de pie y puso la espalda recta, casi como si tomará una decisión muy difícil.

Y se arrojó contra Daven alejándolo de los Hunters.

-¡Dialac, no!

Pero no escuchó mi grito.

Gritando y golpeando, ella y Daven se arrojaron el uno contra el otro lanzando golpes y
movimientos que nisiquiera el ojo humano podría seguir. Pero Dialac tenía las de perder, su HP
caía y caía, pero esto solo la volvía más errática y rápida, y lograba atravesar la defensa de Daven
en varias ocasiones, sin embargo éste tenía más del triple de su cantidad total de puntos de vida
¿Que estaba planeando?

Mientras terminaba con una de las sombras, lo averigüé.

El arma de Daven no era exclusiva del sistema, por lo que podía ser destruida si la durabilidad de la
propia arma llegaba a cero. Ese bastón le otorgaba una velocidad extraordinaria, tanto como para
casi desplazarse más rápido que la luz, pero Dialac no estaba golpeando a Daven, una y otra vez
arrojó Movimientos de Espada que el bastón detenía, pero yo conocía el estilo de mi amiga, ella
nunca estaría tan cerca del enemigo siendo tan rígida e imprudente, ella era fluida y veloz,
encontrado los puntos débiles en la defensa del enemigo, en vez de un golpe directo y potente
que buscaba destruir frontalmente la defensa.

Cuando su HP llegó a rojo, vi varias grietas en el arma de Daven, pero éste no se daba cuenta,
demasiado ocupado bloqueando los golpes de su contrincante mientras ésta golpeaba sin parar su
bastón, volviendose cada vez más rápida a cada punto que perdía de HP.

Intenté llegar a ellos, pero otra sombra se metió en el camino y bloqueó el paso, aún así eso no me
detuvo de gritarle una última vez a Dialac que se detuviera.

Pero no lo hizo. Con un certero golpe, los puntos de vida de mi amiga llegaron a 0, y su barra de HP
se desvaneció.

Pero lanzando un último grito, se arrojó contra Daven, a una velocidad que el sistema nisiquiera
pudo reconocer, los polígonos que formaban su cuerpo se descompusieron mientras atacaba por
última vez a Daven, rompiendo su bastón en dos y acertando una puñalada que dio contra el
pecho de su enemigo, mandándolo a volar contra un montón de árboles.

Todo se congeló. Mientras sus ojos marrones me veían, era como si yo estuviera muriendo y viera
mi vida pasar ante mis ojos: Un estoque plateado, un cometa volando en el aire, una pequeña niña
llorando en la esquina de un orfanato, un insulto gentil que me prometía amistad, un traje
blanquecino pasando a toda velocidad, a Luke sonriendo mientras sostenía su cuchillo, y luego
acabó.

Y mi amiga, la jugadora más poderosa de todo TJO, dijo sus últimas palabras apenas audibles para
mí: Los quiero. Su cuerpo se encendió como el cometa que siempre debió ser y se elevó en el aire
en un millón de fragmentos, volando más y más alto, un lugar al que pertenecía y nunca
podríamos alcanzar.

Así fue como ella murió.

Durante una milésima de segundo, nadie parecía darse cuenta de que estaba sucediendo, parecía
una broma cruel de destino, que la jugadora más fuerte sufriera su fin así. Pero alguien si lo notó,
Daven, él miró el lugar donde mi amiga había estado hace tan solo un segundo, y solo pudo reírse
de manera incontrolable mientras nos veía.

Completamente furico, solo pude arrojarme contra él. El tiempo pasó de estar anormalmente
lento a estar a una velocidad impresionante, una rapidez que aunque intentará alcanzar, jamás
alcanzaría al Destello Veloz.

Mi vista se nubló mientras la ira ardiente corría por mis venas. Sé que mi HP bajó lentamente
hasta la zona amarilla, pero nisiquiera pude darme cuenta de ello, cortando y golpeando, me
arrojé completamente contra el asesino que había matado a mi amiga, mientras gritaba en medio
de la ira, tristeza y la frustración, liberando todo en forma de una ráfaga incesante de golpes a
través de mis espadas.

Cuando recuperé mi vista normal, estaba arrodillado jadeando mientras un herido Daven se
levantaba del sitio donde había caído. Sus 4 barras de HP se habían reducido a dos barras verdes
completamente llenas, a un lado mi compañero Popitres parecía haber sufrido el mismo lapsus
que yo, porque parecía igual de confundido e iracundo.

Si no detengo esto de alguna manera, más personas morirán...

Una sombra paso a mi lado, alzando las espadas bloqueé el golpe y lo llevé por fuera, cortando
finamente su brazo izquierdo, pero con el otro arrojó un puñetazo que me mandó a volar.
Fui a dar en el único árbol dentro del patio, sin importarme mi HP lentamente me levanté mientras
veía los pocos guerreros frescos que seguían golpeando sombras y al mismo Daven, que aunque ya
no era tan veloz, seguía siendo demasiado para nosotros.

¿Había tan pocos desde el principio? ¿Dónde estaba Reg y los que estaban detrás, los de menor
nivel que solo habían venido aquí para apoyo?

Aunque una parte dentro de mí pensó que estaban muertos, estaba seguro que no lo estaban. En mi
confundida memoria recordé que entre mis enfurecidos ataques contra Daven Raphiel les había
dado la orden de retirarse usando antenas de teletransportación.

Pero esta batalla se veía imposible, aún así tenía que hacer lo que pudiera para acabar con Daven.
Dando un paso al frente me preparé para atacar de nuevo, pero algo detrás de mí me lo prohibió.

Un sonido, un sonido familiar que no logré identificar, dándome vuelta, abrí los ojos ante la cosa
que estaba detrás de mí.

Una consola. Una consola del sistema, igual a la que había visto cuando Luke y yo desaparecimos
esa noche, envainando mis espadas, me acerqué rápidamente y puse mis manos sobre ella.

Inclusive si era baneado, Luke no había sido eliminado de manera inmediata, si lograba cerrar el
servidor interno usando la consola, podría no solo acabar la pelea, sino liberar a todas las personas
aquí atrapadas.

Al instante de mi toque, el sistema titilo mientras un mensaje de: "Tarjeta de acceso requerida"
aparecía, una especie de electricidad subió por mis brazos y me preparé para la muerte cuando un
ítem solitario apareció en el aire y se colocó sobre la ranura del cubo del sistema, abriendo un
inmenso menú que se desplegó en el aire.

Esa tarjeta, era la tarjeta que soltó el guardián del túnel y que contenía el último aliento de Lucas
grabado en él, con tantas cosas que habían pasado desde ahí, había olvidado siquiera que todavía la
tenía en mi inventario.

Susurrando un "Gracias" a Luke, busqué entre las opciones del sistema mientras atrás oía a la
batalla en todo su fulgor, me desplacé a través de las ventanas de mapas, mobs, configuraciones,
hasta que llegué a la zona de: Ajustes del servidor. Manipulando el teclado, seguí recorriendo las
largas filas de opciones de mantenimiento hasta que llegué a la opción necesitada: Cierre. Poniendo
click, apareció otra ventana:

<<Está a punto de dar cierre el servidor ¿Desea hacerlo?>> Y unas opciones de si o no bajo de ella.

Mi mano se dirigió hacia el Si decididamente, cuando ¡Zas! Sentí una extraña presión de ser jalado
por una cuerda invisible y volé en el aire alejándome de la consola, dándome vuelta intenté sacar
mis espadas.

Daven tenía su mano extendida y una estaca negra en la otra, al parecer atraer gente era uno de
sus combos especiales, que no podía usar mucho, arrojando su brazo dirigió el misil contra mi
pecho...

Y Popitres saltó, cortando finamente el brazo que cargaba el proyectil. Caí al suelo preso de la
gravedad de nuevo, y me di vuelta intentando llegar a la consola otra vez.

Todo se volvió lento de repente, mientras corría decididamente, vi por el rabillo de ojo como mi
compañero era atravesado por una de las estacas negras, me sonrió mientras alzaba su pulgar en
el aire antes de estallar como Dialac, y yo simplemente seguí corriendo.

Ambos estaban muertos, de eso estaba seguro, pero si no llegaba, todos estaríamos muertos. La
sola idea de que Mason también sufriera el mismo destino me propulso aún más rápido hacia
adelante, atrás Leila, Raphiel y Ace seguían manteniendo a raya a Daven, pero el HP de Ace en mi
campo visual no había bajado a la zona roja de nuevo. Estaba cerca, tres metros, dos metros, alcé
la mano para presionar que si y...

Una estaca negra me atravesó el pecho.

Jadee ante la sorpresa, pero el daño estaba hecho. Mi HP bajó a cada milisegundo mientras la
consola parecía cada vez más y más lejana, no podía llegar, moriría aquí, dejando a mis demás
amigos seguir muriendo por este loco que había engañado al sistema.

Justo entonces, algo apareció en mi mano. La estatua clon que Ace y yo habíamos conseguido,
concentrando toda mi fuerza en mi brazo izquierdo, arrojé la figura de acción con toda la voluntad
que me quedaba.

Se agrandó hasta volverse un clon perfecto de mí, corriendo con el mismo deseo dentro de mi
corazón, se arrojó al botón de si mientras me quedaban tan solo 5 puntos de vida.

-¡No! ¡No! ¡No!

El grito de Daven resonó mientras mi clon presionaba el botón de si, una ventana apareció
mientras una voz robótica mencionaba decididamente: Cierre del servidor iniciado.

Viendo que la barra de HP de Ace seguía sin llegar a 0, cerré los ojos, y la mía llegó a 0, justo antes
de que un mensaje color morado apareciera en mi vista: Estás muerto.

Y mi mente, corazón y alma, desapareció para siempre de Temple Jäger Online.


28

Si me dijeran como esperaba que fuera la otra vida, nunca pensé que oleria a rosas.

El extraño aroma del perfume llenó mis fosas nasales, recostado en un lugar desconocido, intenté
mover alguna parte de mi anatomía, pero nada respondía a las órdenes que mandaba mi cerebro.

¿Así es como se supone estás muerto? ¿Recostado en algún lugar sin poder abrir los ojos? ¿Vagar
en la nada durante toda la eternidad?

Sin embargo, finalmente mis párpados respondieron y abrí los ojos.

Una luz blanquecina apuñaló directamente mis pupilas y obligó mis ojos a cerrarse de nuevo.
Respirando entrecortadamente, me obligue a abrirlos de nuevo lentamente, hasta que éstos se
acostumbraron a la penetrante luz.

Un techo blanco con luces colgadas llenó rápidamente mi vista. Mis ojos se movían hacia todos
lados intentando averiguar mi locación, pero no le hallaba sentido a dónde estaba. Una cortina
azul simple, una ventana transparente que daba a una noche nubosa y una mesa de noche con un
jarrón lleno de rosas.

¿Que era este lugar? Algo así nunca podría haber estado en TJO, completamente desconcertado
intenté levantar la cabeza.

Pero no podía. Todas mis articulaciones parecían haber olvidado que podían moverse, mientras mi
consciencia intentaba moverlas y descifrar donde me hallaba.

Aún así, pude débilmente levantar mi mano izquierda y tomando una bocanada profunda la moví
horizontalmente 10 centímetros, pero nada sucedió, ningún menú o ventana de ayuda apareció.

¿Este lugar no estaba dentro de TJO?

Entonces... Estaba en "ese mundo". El mundo que había creído abandonar para siempre hacia
tantos meses, y que en la batalla final contra Daven me resigne a no volver a ver con mis ojos.

Pero eso no estaba bien. Mi vista se veía demasiado cuadrada y grotesca, viendo mi brazo, me di
cuenta de los vellos y venas que habían bajo mi carne y piel, tan real y carnoso que parecía
antinatural.

Usando mis brazos adormecidos, intenté levantarme utilizando mis codos como soporte para alzar
mi pecho, pero algo me lo impidió. Una especie de cuerda se oyó mientras hacía tensión, llevando
mis manos hacia mi cabeza, lentamente me quite la cosa sobre ella.

El FaktHel. Aquel casco que había servido durante tantos meses como un cadena y una prisión
dentro de un mundo virtual, ahora se veía desgastado y descolorido, sus dos luces verdes que
indicaban la conexión satisfactoria ya no brillaban. Poniendolo sobre la mesita de noche,
dolorosamente me encorve sentado.

Estaba en una camilla de hospital, con una sábana blanca sencilla y una bata colocada sobre mi
cuerpo. Incrustada en mi brazo había una intravenosa conectada a una bolsa con un líquido color
naranja, pegados a todo mi cuerpo había pequeños electrodos enchufados a una máquina eléctrica al
lado de un monitor cardíaco.

Mi mente registró eso, pero dentro de mí solo había un pensamiento: Mason. Él había logrado
sobrevivir a la batalla final, si yo había vivido aún cuando mi avatar murió, él también debería
haber despertado, animado mínimamente por esa idea, intenté mover mis piernas.

Nada sucedió. Enfocando mi mente en ello, volví a intentarlo, pero aún nada. Inhala, exhala, inhala,
exhala, cerca de una media hora después mis dedos del pie se movieron ligeramente a mi orden.

Apoyé mi cuerpo en mi brazo izquierdo, girando mi cadera lentamente usando la poca fuerza que
tenía deje que mis piernas cayeran, mis pies tocaron el suelo frío de mármol. Usando ambos brazos
como impulso, intenté ponerme de pie.

Caí contra el suelo con un sonoro estruendo, gran parte de los electrodos habían sido despegados de
mi cuerpo y la intravenosa había salido volando dejándome con un agujero sangrante en el brazo,
sonaron alarmas por toda la habitación, pero eso no me importaba. Usando mis brazos, lentamente
me arrastré hasta la salida.

Mason. La única persona que se formaba entre mis pensamientos, mi amado, que había
finalmente encontrado y había estado con él, tenía que encontrarlo, decirle que todo estaría bien.

La puerta fue abierta y un montón de enfermeras y doctores me rodearon. El pánico general que
había tenido desde la batalla final me cubrió, y yo finalmente perdí el control, patee y golpeé
mientras estos me levantaban, soltando tantos insultos y sandeces que la propia Dialac estaría
orgullosa de mí por oírlos salir de mi boca.

Pateé una cara, le di un puñetazo a alguien, estaba seguro que podía escapar cuando alguien
pincho algo en mi brazo y yo me desvaneci de nuevo.

Cuando abrí los ojos de nuevo, estaba en la misma cama, pero cuando intenté levantarme
encontré que algo restringía mi cuerpo. Alzando el cuello para mirar hacia abajo, vi como todo mi
cuerpo estaba amarrado con correas a la cama.

Mi mente se nubló de nuevo. Había sido encarcelado en un mundo hecho de datos, había sido
obligado a estar en una cárcel personal con la muerte de mis padres, la casa de mis tíos había sido
otra cárcel familiar, no iba a permitir que me retuvieran de nuevo.

Grité y me retorci violentamente. Pateando y gruñendo, logré soltar la correa de mi brazo


derecho, soltando un suspiro de alivio, me gire para desatar las correas que ataban mi cuerpo.

Pero cometí otro error. No me había fijado en una nueva intravenosa que habían instalado en mi
brazo, justo cuando mi mano desataba la hebilla de mi otra brazo, otro líquido se deslizó por el
tubo en mis venas y me sedo de nuevo.

Esto sucedió una y otra vez durante lo que me parecieron años. Me despertaba, intentaba
desatarme y me sedaban, así durante un tiempo indefinido.

¿Cuan difícil era dejarme ir? ¿Dejar que me reuniera con la única persona que me quedaba? ¿O
acaso seguía en el juego, luchando contra mi vida en una nueva simulación dónde solo podía estar
atado para jamás escapar?

Toda esperanza de reunirme con Mason se desvaneció conforme pasaba el tiempo, gritaba su
nombre, rogaba por él, a sabiendas que había alguien mirándome a través de una cámara.

Lentamente perdí la esperanza de salir de aquí, de siquiera seguir viviendo, hasta que simplemente
me sentí vacío.

Tal vez él si había muerto, tal vez no quería verme, tal vez había sido obligado a alejarse y
esconderse de nuevo, fuera de mi alcance dónde nunca podría encontrarlo otra vez.

Sin embargo mi confinamiento no era nada solitario. Al menos una vez al día una enfermera venía
con un plato de comida y con una sonrisa falsa en su cara, cuando alzaba la cuchara para darme de
comer, yo mantenía la boca cerrada y simplemente me quedaba viéndola hasta que se fuera. Aún
así, siguió viniendo durante todo el tiempo que estuve en el hospital.

Ella no era la única visita. Mis tíos, mis primos, todos ellos vinieron a verme un día cualquiera,
dónde simplemente esperaba la liberación que creí que nunca llegaría. Cuando los vi pensé que me
alegraría, había pasado tantos meses queriendo verlos, decirles que los extrañaba, pero lo que salió
de mi boca solo fue ira, les grité, echándoles en cara lo descuidado que me habían dejado desde que
tenía 9 años, como me habían obligado a volverme autosuficiente, hasta que estalle y les dije que
por su culpa había quedado encerrado en un videojuego. Con unas miradas asustadas y llorosas,
salieron de la habitación.
Mi hermana también vino al día siguiente, pero la furia dentro de mí no se había apagado. Le grité
por abandonarme, por preferir su vida que la de un niño pequeño que la necesitaba más que nunca,
le eché en cara tantas cosas dentro de mí hasta que me quedé ronco. Y ella simplemente se fue sin
mediar palabra.

Sin embargo, lentamente empecé a dejar de estar furioso, la llama de la ira se extinguió poco a
poco, dejando simplemente a un hielo de arrepentimiento que congeló todos mis sentimientos, y me
dejó completamente triste y devastado.

Mis mejores amigos, Dialac y Popitres, habían muerto. Mason no había venido, tampoco Leila o
Raphiel, todos ellos se sentían como personas de otro mundo, otra realidad la cual no podía alcanzar
y que me hacía sentir más solo que nunca.

Un médico de cabecera vino a verme con el tiempo, pero al igual que las enfermas simplemente me
quedé viendolo mientras anotaba cosas en su libreta de psicología. Indiferente a lo que pensara de
mí, simplemente lo dejaba irse cuando quisiera.

Rogando dentro de mí algo que me salvará, sentí que pasaría todo lo que me quedará de vida en esta
camilla, atado y sin poder ver a la única persona que me quedaba.

Las pesadillas llegaron. Imágenes terroríficas de mi tiempo en TJO reproduciéndose una tras otra,
mientras mi mente luchaba furiosamente contra ellas, en más de una de ellas oía la voz de Mason
pidiéndome ayuda, gritando mi nombre mientras se alejaba lentamente de mi alcance y yo nunca
lograba alcanzarlo.

Uno de estos días, algo cambio.

Estaba despertando de una noche sedado sin pesadillas, cuando me di cuenta que podía moverme
libremente. Las corres habían desaparecido, y yo era capaz de irme de aquí.

Pero giré la cabeza, y me quedé de piedra.

En una silla al lado de mi cama, había un adolescente sentado dormido. Tenia el cabello marrón y
gafas hexagonales, su piel era pálida y angulosa, pero aún así su cara me era demasiado familiar, era
la misma cara que había visto guardar mi espalda desde mi primer día en Temple Jäger Online.
Cuando me movi, lentamente abrió los ojos y me miró, con los mismos ojos marrones confiables
que había visto tantas veces.

-Popitres.

Mi voz salió ronca. No sabía si de tristeza o de cansancio por todos los gritos que había dicho estos
días.

-Hola, Derek.

Su voz, su voz era la misma que había escuchado tantas veces.

-¿Cómo...?

-Yo tampoco sé, amigo.

-¿Dialac...?
Su mirada triste confirmó el mayor temor que hasta hace unos minutos había pensado que podía ser
mentira.

-¿Y Ace? ¿Y Leila y Raphiel?

-Para eso vine, amigo...

No me lo dijo directamente, como si escogiera las palabras adecuadas para decirme tal verdad tan
cruel. Y entonces lo supe, Popitres no es de las personas que te miran seriamente y busca las
palabras adecuadas para reconfortarte, él lo dice agregando una broma para aligerar el golpe de la
cruda verdad.

-Ace, Leila, Raphiel. Ninguno de ellos, junto a los otros 17 que seguían vivos en el último nivel,
incluso el mismo Daven, no han despertado todavía.

FIN DEL PRIMER LIBRO.

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