Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El Estómago Como Regulador Del Animo
El Estómago Como Regulador Del Animo
El estómago como
regulador del ánimo
La microbiota intestinal protege de los agentes patógenos, fomenta el
bienestar corporal e incluso equilibra la psique
STEFANIE REINBERGER
E
l intestino hierve. Billones de inquilinos en el estado de ánimo. En 2011, Emeran Mayer,
se alojan en su interior. Juntos alcanzan de la Universidad de California en Los Ángeles y
hasta dos kilogramos de peso. A pesar considerado uno de los principales científicos en
de esta considerable cifra, el tamaño de neurogastroenterología (disciplina que vincula
cada uno de estos habitantes es tan mi- los trastornos digestivos con la psique), indicaba
núsculo que solo se dejan ver bajo un microscopio. en un artículo de revisión que las señales de los
Además, esta comunidad microbiana exhibe una microbios intestinales pueden modificar la me-
extraordinaria variedad: solo en el intestino grueso moria y los sentimientos.
se alojan más de 400 especies bacterianas. Hasta La participación de las bacterias de la flora intes-
la fecha, sin embargo, los investigadores creen tinal en el estado de ánimo resulta cada vez más
conocer solo una fracción de todos los inquilinos patente. Los microbios se comunican entre sí a tra-
intestinales que habitan en nosotros. vés de mensajeros; también lo hacen con el cuer-
En épocas pasadas, se consideraba que los mi- po humano. Miles de neuronas reciben señales de
croorganismos del intestino constituían un motivo estos seres unicelulares y las transmiten, por vía
de enfermedad. Robert Koch (1843-1910) demostró del nervio vago, al cerebro. Los microorganismos
en 1876 que las bacterias pueden causar patologías influyen asimismo en los procesos inflamatorios,
infecciosas. Este supuesto mal lo denominó «toxe- y algunas bacterias sintetizan el aminoácido trip-
mia intestinal», es decir, «intoxicación de las entra- tófano, precursor de la serotonina («hormona de
ñas». Más de un médico llegó incluso a aconsejar a la felicidad»), de manera que puede acumularse
sus pacientes la extirpación del intestino grueso. en el intestino. Por estas vías influyen en nuestro
Hoy se sabe que la comunidad microbiana del bienestar. «Si existe una relación entre los mi-
tubo digestivo conforma la microbiota (o «flora») crobios intestinales y los problemas psíquicos, se
intestinal natural que anida poco después del par- podría plantear algún tratamiento por esa vía»,
to e impide que agentes patógenos, como los que confía Mayer. No obstante, advierte de no incurrir
absorbe un lactante al alimentarse, se extiendan en una euforia precipitada, pues los datos en la
por el organismo. Los microorganismos saprófitos especie humana todavía resultan escasos.
ayudan a la digestión, estimulan los movimientos De todas maneras, emergen los primeros indi-
naturales del intestino, protegen de las toxinas y cios. Ciertos informes muestran que los niños con
refuerzan el sistema inmunitario. Además, sinteti- autismo presentan, a menudo, una flora intesti-
zan vitaminas y aportan energía a las células de la nal alterada. Otros investigadores han encontra-
mucosa intestinal. En pocas palabras, las bacterias do en pacientes con síndrome de fatiga crónica
intestinales resultan provechosas para el bienestar modificaciones parecidas. De cualquier modo,
[véase «El ecosistema microbiano humano», por la comunicación entre el intestino y el cerebro
DREAMSTIME / YURI ARCURS
Jennifer Acherman; Investigación y ciencia, siempre es bilateral. «Ello dificulta valorar dónde
agosto de 2012]. reside la causa y dónde el efecto», admite Mayer.
Mas no solo se trata del bienestar somático. Al ¿Acaso son las bacterias las que, por medio de sus
parecer, este hervidero intestinal influye también señales, influyen en el cerebro o, por el contrario,
EN SÍNTESIS
Amortiguador
del estrés
1 Las bifidobacterias y
los lactobacilos de la
alimentación refuerzan la
resistencia de los roedores
al estrés. Es muy probable
que este tipo de acciones
ocurra también en la especie
humana.
2 La «flora» intestinal
envía señales al cerebro
a través del nervio vago y
modifica, de esta manera, el
estado de ánimo.
es el cerebro el que, con sus mensajes, regula la surtir un efecto antidepresivo. Al menos, así ocurre
colonización microbiana del intestino? en ratas. En 2010, John Cryan, de la Universidad de
También debe tenerse en cuenta que las per- Cork, y sus colaboradores separaron a las crías de
sonas con fatiga crónica o depresión podrían ali- estos animales de sus respectivas progenitoras con
mentarse de forma distinta a las sanas, por lo que la intención de provocarles estrés. Los miembros de
la comunidad microbiana de su aparato digestivo la camada «huérfana» manifestaron un aumento
sería diferente. En tal caso, las peculiaridades mi- de los niveles de interleucina 6 en la sangre y una
crobianas no serían la causa, sino la consecuencia reducción del neurotransmisor noradrenalina en
de la enfermedad psíquica. el tronco encefálico. Estos fenómenos se asemejan
GLOSARIO
Sin embargo, los hallazgos revelan que la flora a los que presentan las personas con depresión. Los
Factor de crecimiento intestinal influye en el desarrollo del cerebro y, por jóvenes roedores también mostraron una conduc-
neural BDNF
tanto, también en el comportamiento. «La micro- ta depresiva. Los científicos usaron una sencilla
El factor de crecimiento
biota intestinal constituye una estación de relevo prueba para comprobarlo: cuando colocaban a las
neural BDNF (de brain-derived
neurotrophic factor) es un entre la alimentación y la genética», opina Jane crías desprovistas de madre en una palangana con
mensajero endógeno y una Foster, de la Universidad McMaster de Hamilton. agua, estas no se mantenían tanto tiempo en la
especie de «fertilizante»
En 2011 descubrió junto con sus colaboradores superficie como los animales sanos.
cerebral. Se acopla a unos
receptores especiales de la que ejemplares de ratón carentes de bacterias en Sin embargo, las crías (desmadradas) que co-
membrana celular, uniendo el intestino se comportaban de modo más curioso mieron pienso enriquecido con bifidobacterias
de esta manera las neuronas y atrevido que los roedores que presentaban una se comportaron de forma muy distinta. Nadaron
entre sí y contribuyendo a la
colonización normal del tubo digestivo. Asimis- con entusiasmo por la palangana y recuperaron
protección y creación de redes
neuronales. mo, hallaron que el factor de crecimiento neural las concentraciones normales de IL 6 y de nora-
BDNF se acumulaba en el hipocampo de los mú- drenalina. En otro estudio del mismo grupo, la
Interleucina 6 (IL-6) ridos criados en condiciones especiales. Más aún, alimentación probiótica aumentaba el factor de
Este mediador del sistema la composición de los receptores de la amígdala crecimiento neural BNDF en el hipocampo de los
inmunitario desempeña una (centro neuronal del miedo) se alteraba. roedores. Esta estructura cerebral, que contribuye
misión clave en todas las reac-
Pero también existe la otra cara de la moneda: al aprendizaje, por lo general disminuye de tama-
ciones inflamatorias. En las
enfermedades autoinmunita- el estrés modifica la composición bacteriana del ño en caso de depresión.
rias e infecciones bacterianas tubo digestivo. El equipo de Michael Bailey, de la Cryan y sus colaboradores mantienen el ojo
y víricas se observan valores Universidad estatal de Ohio, expuso a ratones a un puesto en otro candidato: Lactobacillus rhamnosus.
altos de IL-6 en la sangre.
estrés intenso. En el intestino de los animales se En 2011, esta bacteria propició la primera prueba
multiplicaron tipos de bacteria característicos. A la de que los microorganismos intestinales transmi-
Lactobacilos
y bifidobacterias par, los roedores manifestaron un aumento de los ten señales al cerebro a través del nervio vago. Los
Pertenecen a los microbios mensajeros de la inmunidad, entre estos la inter- ratones que ingerían lactobacilos con la comida
del intestino y descomponen leucina 6 (IL-6), que media en los procesos infla- resistían mejor el estrés que sus compañeros que
el azúcar, generando, entre matorios. Desde hace tiempo se sabe que el estrés no consumían dicha bacteria. Asimismo, presen-
otros compuestos, ácido
puede ocasionar inflamaciones. Los investigadores taban una conducta menos temerosa. También su
láctico. Como componentes
del yogur, estas dos bacterias sospechan, además, que existe una relación entre nivel de corticosterona (hormona del estrés) era
son conocidas por su acción los factores inflamatorios y la depresión. Pero otro menor. Por último, el cerebro de los roedores con
probiótica (reforzadora de la descubrimiento de Bailey arrojó luz nueva sobre una alimentación especial presentaba cantidades
«flora» intestinal). Acidifican
el medio intestinal; de esta los mecanismos de acción: después de tratar a los elevadas de receptores GABA (lugar donde se fija
manera evitan la colonización ratones estresados con antibióticos, los niveles de el neurotransmisor ácido gamma-aminobutírico
por otras bacterias patógenas. los mensajeros inmunitarios se normalizaron. En o GABA), sobre todo en aquellas áreas en las que
conclusión, las bacterias provocaban el exceso de las personas con depresión manifiestan una caren-
Microbiota intestinal mediadores inflamatorios que sufrían los múridos cia de tales receptores. Mas, si los investigadores
Más de 400 especies bacteria- en la primera fase del experimento. cortaban el nervio vago a los ratones, los efectos
nas colonizan, junto con otros
positivos de los lactobacilos desaparecían.
microorganismos, el intestino.
Microbios antidepresivos «Estos resultados subrayan la importancia de
Las bacterias contribuyen no
solo a la digestión sino tam- Con todo, los microorganismos intestinales pueden las bacterias intestinales en la comunicación entre
bién a la defensa frente a los
ejercer efectos saludables. Las bifidobacterias, mi- el intestino y el cerebro», concluye Cryan. En su
patógenos. Algunas sintetizan
aminoácidos y vitaminas que crobios habituales de la «flora» intestinal que los opinión, «ello alienta la posibilidad de elaborar
dan vida al cuerpo humano. lactantes ingieren con la leche materna, podrían estrategias basadas en los microorganismos para
La experimentación con animales ha revelado que las bacterias intestinales transmi- Triptófano y serotonina
ten señales al cerebro a través del nervio vago. Los aditivos probióticos alimentarios Algunas bacterias intestina-
modifican la concentración de los factores de crecimiento, los mensajeros cerebrales les sintetizan el aminoácido
y sus receptores, así como la concentración sanguínea de la interleucina 6. triptófano, precursor de la
serotonina, considerada la
«hormona de la felicidad». En
el cuerpo humano, la seroto-
tratar los trastornos psíquicos» [véase «Desde el Faltan, sin embargo, estudios que refuercen nina se encuentra, sobre todo,
centro del cuerpo», por Gabriele Moser; Mente y esas observaciones y que aporten pruebas bioló- en el tubo digestivo.