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Capitulo 10 La superficie de los océanos La superficie del océano ocupa unas siete décimas partes del Area total del globo. En el capitulo 8 se trataron las propiedades de la superficie del océano como absorbedora y emisora de calor en comparacién con las as propiedades térmicas de la su- je del suelo. Con este conocimiento del calentamiento y ymiento de los océanos y del sistema de circulacién atmos- férica de la tierra, tratado en el capitulo 9, volvemos a consi- derar la respuesta de la superficie ocednica a la accién del viento. Las olas y las corrientes ocednicas, generadas por el viento, y el jelo marino de las altas latitudes constituyen fendmenos de gran interés para el gedgrafo interesado en cl empleo del mar por el hombre para el transporte y la extraccién de alimento. También es conveniente en este momento revisar un cierto nimero de Propiedades quimicas y fisicas del agua del mar que varian de un lugar a otro y dictan de este modo los esquemas geogrificos de la distribucién de las reservas de alimento en los mares, Todos juntos, estos temas constituyen una rama de la ‘conocida con el nombre de oceanografia fisica. Composicién del agua del mar El agua de los océanos puede describirse como una disolu- cidn de sales acumuladas a lo largo de enormes periodos de tiem- po geolégico y procedentes de los continentes. En ellos las sales se formaron mediante procesos de envejecimiento, en los que Acidos débiles reaccionaron con los minerales que constituyen las rocas. La evaporacién del agua del mar, al devolver el vapor de agua a la atmésfera, deja un residuo de sales. La composicién del agua del océano tiene interés para el ged- grafo a causa del enorme depésito de materia mineral que se encuentra en el mar y Ja posibilidad de extraer y utilizar al- gunos de sus componentes. Una manera de describir la compo- sicién del agua del mar consiste en indicar los ingredientes prin- lceberg. (Informe de la expedicién de Grinnell, 1958.) Escaneado con CamScanne cipales que entrarfan a formar parte de una di- solucién artificial similar al agua del mar. Es- tos ingredientes aparecen relacionados en la Tabla 1. De los diversos elementos que apa- recen combinados en estas sales, el cloro solo constituye ¢l 55% en peso de toda Ia materia eta, y el sodio el 31%. También impor- tantes, aunque se encuentren en menor abun- dancia que los elementos de las cinco sales que figuran en la lista, son el bromo, el carbono, el estroncio, el boro, el silicio y el flor. En el agua del mar pueden encontrarse al menos in- dicios de la mitad de los elementos conocidos. El agua del mar también contiene disueltas pe- quefias cantidades de todos los gases atmos- féricos, principalmente nitrdgeno, oxigeno, g6n, anhidrido carbénico © hidrégeno. La proporcién de sales disueltas en agua pura se denomina salinidad. Se mide habitualmente en tanto por mil en peso, que se designa por €l simbolo te. La cifra 34,5 "fey que figura como total en la tabla 10.1, representa el 3,45 %. La TABLA 10.1 saree een se Gio soaco Ga 89 Glowe magrsico Mp 3 Sale sede $04 ‘ Gururocitico eles ' Gurwrepouseo 7 Ingredients de menor imporanca 34 teat tear ms ste rie ace ~ t Bi) Rene” Tara oe —_— Figura 104. El exceso de salinidad on tas zonas del octano dominadas por los centro subtropleales de altee breionas ya scan sxeatva on is ene, es a la. depresign ecuntorial tendon a ‘el movimiento superficial del agua. mm salinidad del agua del océano varfa de un punto @ otro. En zonas de precipitacién muy abun- dante, tales como las ecuatoriales, Ja salinidad oscila entre 34,5 y 354, mientras que en dreas muy secas, tales como el cinturn de anticiclo- nes subtropicales, 1a evaporacién eleva la sali- nidad del agua proxima a la superficie hasta valores superiores al 35,5" (figs, 10.1 y 10,2), 182 | La atmésfera y 10s océanos Densidad del agua del mar La densidad de una sustancia es la masa de una unidad de volumen. La densidad se mide en gramos por centimetro ciibico, En el caso del agua, este valor es aproximadamente igual aI para’ temperaturas prdximas a la de fusién del hielo. El agua alcanza su densidad maxima a 4°C: un centimetro ciibico de agua tiene una masa casi exactamente igual a un gramo, Utilizando el valor 1,000 como densidad del agua pura, el agua del océano tiene una den- sidad que oscila entre 1,027 y 1,028. La den- sidad del agua del mar es determinada por dos factores: a salinidad y Ia temperatura, Cuanto mayor es la salinidad, mayor es la den- sidad, A medida que desciende la temperatura aumenta 1a densidad, hasta alcanzar el punto de congelacién, que es aproximadamente de 2c La densidad es un factor de importancia pri- mordial en la circulacién de las aguas ocedni- cas, dado que ligeras diferencias en Ia misma provocan movimientos de las masas de agua. En aquellos puntos donde aumenta Ia densi- dad debido a enfriamiento o a evaporacién en la superficie, el agua tiende a descender, des- plazando el agua menos densa situada debajo. Estas corrientes verticales pueden describirse como corrientes de conveccién. Olas uw ondas marinas Casi todas las olas marinas que se pueden observar son producidas por el viento: una rara excepcién la constituyen las olas que acom- pafian a Jos temblores de tierra. La energia del aire en movimiento se transmite a las ondas de agua, que a su vez la emplean erosionando las Evapercion «3 20 100 " Figura, 102. Le saline del agua cha relacién con re llvla'y vata de" una manera sistemdea con lo I, (Seaun “Sverdrup, Oceanography. for. Meteoro- Escaneado con CamScanne Sine Figura 10.3. Terminologia del Costas de los continentes y produciendo las Plataformas que se describen en el capitulo 30, Nos dedicaremos aquf a estudiar tinicamente el crecimiento y descomposicién de las olas de agua profunda, Las olas marinas generadas por el viento per- tenecen a un tipo conocide como ondas oscila. torias progresivas, porque la ola se propaga a través del agua originando en ésta un movi- miento oscilatorio. En la figura 10.3 aparece ilustrada una sencilla terminologia que se apli- ca a las olas. La altura de la ola es la distans cia vertical entre el seno y la cresta y se mide seneralmente en metros o pies. La longitud de ‘onda es la distancia horizontal entre dos senos © dos crestas consecutivas. La velocidad con Que avanza la ola a través del agua es Ia velo- cidad de la ola, que se mide en metros por segundo 0 en nudos (millas marinas por hora). EI tiempo transcurrido entre dos pasos conse- cutivos de la eresta de la ola por un punto fifo es el periodo que se mide en segundos En el movimiento oscilatorio progresivo, una Particula diminuta, como por ejemplo, una gota de agua o un pequefio objeto flotante, deseri- be un circulo vertical completo, u érbita, con el paso de cada onda (fig. 10.4). Las particulas se mueven hacia delante en Ia cresta de la ola y hacia atrés en su seno. En la superficie del mar, Ja 6rbita tiene un didmetro igual a la altura de la ola, pero este didmetro disminuye rapidamente con la profundidad, En las. olas largas y bajas, las particulas de agua vuelven al mismo punto de partida cuando termina cada Srbita; por consiguiente, no hay avance en la direccién del viento, Tan solo la energia de la ola y su forma se transmiten a través del agua, Sin embargo, en las olas escarpadas y altas, las Srbitas no son circulos perfectos. La partt. cula se mueve algo mds répidamente hacia de. Jante cuando est en la eresta de la ola que ha. cia atrés cuando estd en su seno, por lo que, al final de cada circuito la particula ha rea zado un pequefio avance. Esto tiene como efec- to un lento desplazamiento superficial en la direccién en que se mueven las olas, a una ve- locidad Hamada velocidad de transporte de ma- sa. En condiciones favorables, el desplazamien- Figura 10.4. Movimiento orb de pequefa altura con que se mueven del ex desviadas hacia ther La localidad es Chatham de Rol 1 correspondiente a olas profundas, ‘Sin embargo, el para- conspicvo, ‘Las olas r de Ia fotogratia or la refraccion en agua somer Harbor, Cabo Cod, Maas, (Foto La superficie de los océanos | 183 Escaneado con Vamscanne to puede aleanzar una velocidad de hasta dos nudos (unos 2,5 km/h) y tenderé a levantar el nivel del agua a lo largo de la costa contra Ja que rompen las olas. Este movimiento no es el mismo que el causado por el rozamiento del viento con el agua. Las olas distan mucho de ser crestas y senos paralelos espaciados de forma regular; por el contrario, tienen formas muy variadas y alturas distintas, debido a la interferencia entre los di- versos trenes de ondas que existen simulténea- mente, No sélo poseen diferentes perfodos, sino que se desplazan en direcciones algo distintas, cruzindose en muchos puntos (fig. 10.5). Cuan- do dos crestas coinciden, la altura de la ola aumenta, forméndose un maximo. Cuando coin- ciden dos senos, la depresién se acentua. Olas de viento Los oceandgrafos distinguen dos tipos de olas: las olas de viento, que van mantenidas 0 formadas activamente por el viento, y la mare- jada, que consiste en olas de viento que, aban- donando la regién donde se formaron, alcan- zan zonas de viento menos intenso o de calma y disminuyen gradualmente de tamafio. Las olas de viento se forman mediante la accién de dos mecanismos. En primer lugar, el impulso di recto del aire en movimiento sobre la pendiente de barlovento de la ola arrastra a ésta al igual que harfa con un objeto flotante o con la vela de un barco; en segundo lugar, el rozamiento del aire con la superficie del agua ejerce una traccién en la direccién de movimiento de la Velocidad del viento en nudos 5,0 Velocidad del viento en km/h 10 Altura de la ola en metros 0,2 Estas cifras representan el tamafio méximo que pueden alcanzar las olas, La duracién del viento es un factor de gran importancia en las primeras etapas del desarro- lo de las olas. Bajo la accién de vientos muy fuertes, por ejemplo, de unos 30 nudos (55 km/h), las olas continuarén creciendo durante un tiempo superior a las 32 horas, aunque el crecimiento més répido tiene lugar’ en las meras 15 horas. La extensién de mar abierto puede limitar el crecimiento de las olas en ba~ hhias pequefias o en estrechos, pero es un factor que earece de importancia para dreas superio- res a los 1600 km sin obstéculos, A medida que las olas crecen, no s6lo au menta su velocidad, sino también su longitud, En las zonas de fuera de la regién de los vien. tos fuertes que las formaron, las olas se trans- 184 | La atmésfera y Jos océanos 10 20 ola, En la eresta de Ia ola, donde el rozamiento es mds intenso, el movimiento orbital es com- plementado, afladiéndose energia mecénica a la ola. En ef seno, que se encuentra protegido, el rozamiento es més débil y, por consiguiente, no contrarresta el movimiento orbital inverso con Ia misma intensidad con que es auxiliada en las crestas. El resultado es un crecimiento uni- forme de la altura y de la longitud de la ola, hasta el maximo permisible bajo Ia accién de un viento de intensidad determinada. Sorpren- dentemente, las olas alcanzan con gran frecuen- cia velocidades muy superiores a las de los vientos que las producen, hecho que no podrfa explicarse sin la accién del rozamiento. La altura maxima que pueden alcanzar las olas de viento viene determinada por tres factores. En primer luggr, la velocidad del viento es un factor primordial, dado que determina la can- lad de energfa recibida por la ola. En segun- do lugar, la duracién del viento determina la posibilidad de que las olas alcancen 0 no su ‘méximo tamafio, En tercer lugar, 1a superficie de mar abierto existente frente a la ola en mo- vimiento influye sobre su tamafio, dado que las olas crecen a medida que se desplazan. Si las olas se desarrollan en una gran masa ocednica durante un perfodo de muchas horas sin en- contrar obsticulos, su altura méxima es pro- porcional al cuadrado de la velocidad del vien- to, Dando por vilida la férmula altura de la ola! en metros = 0,0079 velocidad del viento en ki- ldmetros por hora al cuadrado, puede formarse Ja siguiente tabla: 15 20 2 30 40 50 30° 40 50 607090 20 36 5.8 82 10,1 19,9 forman en marejada, que consiste en olas muy bajas, de crestas simples, iguales y_paralelas. Se cree que cuando la marejada ha recorrido una distancia en millas marinas igual a su Jon- gitud en pies, pierde un tercio de su altura. La energia se pierde por rozamiento con el aire. La marejada aumenta considerablemente su longitud y su perfodo a medida que se des- plaza; las olas que han recorrido de 5000 a 6500 km pueden alcanzar periodos de 15 a 20 segundos, mientras que en el punto donde se originaron pudieran tener perfodos de 6 a 10 segundos, Olas sismicas Cuando en el fondo del océano tienen lugar bruscos movimientos s(smicos, se origina un tren de ondas que se transmite por el océano. Escaneado con CamScanne La causa puede ser el deslizamiento a lo largo de una falla (cap. 33), una erupeién volesnica (cap. 34) 0 un amplio deslizamiento de tierras submarino, Las olas que se producen se deno- ‘an olas sismicas © tsunami (en japonés) y se parecen en muchos aspectos a las generadas, al arrojar una piedra en un estanque, Estas las son de enorme longitud (de 100 a 200 km), comparadas con las olas del viento. En las reas de gran profundidad, las. olas_ sismicas tienen alturas que oscilan entre 0,3 y 0,6 m, ¥. dado que son mucho més largas que altas, pa- san inadvertidas por los observadores a bordo de los barcos. Su perfodo esté comprendide entre 10 y 30 minutos y se desplazan a una ve~ locidad que varia entre 500 y 800 km/h. ‘AI llegar a las zonas poco profundas cerca- nas a la costa, la ola sismica produce un levan- tamiento muy pronunciado del nivel del océa- no. Se ha observado que la altura del levan- tamiento puede ser de 15 m en muchos casos, ¥en casos raros bastante més de 30 m. No s6lo Se producen inundaciones en reas bajas, sino que al superponerse las olas de viento con la ola sismica, se origina un conjunto de conside- rable altura. Los efectos de este fendmeno pue- den ser catastréficos, tanto en dafios humanos como materiales. Aunque la hora y lugar en que tendré lugar un movimiento sismico cau- sante de este tipo de olas es imposible de pre- decir, sf es posible informar del hecho con tiempo suficiente gracias al sismégrafo, que re- gistra las ondas sismicas que se transmiten con gran rapidez por la corteza tertestre. En cl océano Pacifico existe un sistema de alarma a cargo de sismélogos, debido a la gran cantidad de olas de origen sismico que se producen. Se calcula la velocidad de la ola y se pone sobre aviso a aquellas zonas costeras que se encuen- tren en su area de probable influencia, Las olas de origen sismico no deben confun- dirse con otros dos tipos de olas que poscen también magnitudes considerables. Una de ellas ¢ la ola de marea, ya explicada en el capitulo 6. La otra es la tromba marina, que consiste en la formacién de muros de agua turbulenta que penetran en las reas costeras bajas como resultado de Ia accién conjunta de vientos muy fuertes y de la marea alta, La tromba marina no tiene nada que ver con los movimientos sis- micos submarinos y se produce generalmente a causa de los huracanes (cap. 12). Las olas de origen sismico no tienen ninguna relacién con las tormentas de tipo local ni con las olas de viento. Corrientes marinas La direccién del movimiento de las corrien- tes ocednicas superficiales se determina obser- Coren Figura 10.6, Puede calcularse Ia intensidad y la di ‘eign de Ia deriva superficial dol mar si se conocen Velocidad wel bareo ¥ Ia direcelén de ta linea AB, ¥ determina la posicién del barco en A y B mediante mé- todos astronémicos. vando, mediante una bréjula, el sentido en que se mueve el agua. Se ha obtenido abundante informacién sobre 1a direccién y la velocidad de las corrientes utilizando botellas selladas que contienen instrucciones y que se abandonan a la deriva con la esperanza de que alguien las recoja en un punto distante y devuelva ta tar- jeta situada en su interior. Para medir corrien- tes, los barcos anclados pueden sumergir co- rrentémetros, que indican Ia direceién y velo- cidad de la corriente. Estos instrumentos son muy parecidos a los que se utilizan para medir corrientes fluviales (fig. 25.8). Gran parte de nuestro conocimiento sobre las corrientes pro- cede de observaciones hechas a bordo de bar- cos. La direccién y Ia velocidad de una co- rriente se pueden calcular cuando se determina la verdadera posicién del barco por métodos astronémicos después de un dia de travesia, La posicién verdadera se compara con la po- én tedrica caleulada a partir de la veloci dad y de la direceién del movimiento del barco el dia precedente, La diferencia entre ambas posiciones permite medir ta deriva oblicua, con- secuencia de la accién de la corriente sobre el barco (fig. 10.6). Casi todas las corrientes marinas importan- tes son causadas por los vientos que soplan sobre la superficie. La energia se transmite del viento al agua a través del rozamiento del aire sobre la superficie del océano. Debido a la fuer- za de Coriolis, el movimiento del agua se ve desviado hacia la derecha en el hemisferio nor- te y, por consiguiente, la corriente tiene en la superficie una direccién que forma un dngulo de 45° con la direccién del viento. Bajo la in- fluencia de los vientos, las corrientes pueden tender a acumular el agua en zonas préximas a la costa de los continentes, en cuyo caso la fuerza de la gravedad tendera a igualar el nivel del agua, dando lugar ast a otras corrientes. La superficie de los océanos | 185 Escaneado con Camscanne Figura 10.7. Este mapa esquemético del océano ilustra fl’ sistema general de corrientes ocesnicas y su Influen- cla sobre las Isotermas, Las diferencias de densidad también pueden provocar un flujo de agua ocednica. Estas di- ferencias son consecuencias de un mayor calen- tamiento por insolacion, 0 de un mayor enfria- miento por radiacién, que tiene lugar en clertos puntos. De este modo, el agua superficial en- friada en los océanos Artico y Antértico se sumerge hacia el fondo, extendiéndose hacia el ecuador y desplazando hacia arriba el agua menos densa y més cdlida. Las diferencias de densidad también pueden ser consecuencia de la distinta salinidad, tal como se muestra en la figura 10.1. La corriente tiende a fluir desde las reas de salinidad baja a las Areas de salinidad elevada, pero es desviada por la fuerza de Co- riolis, con Io que el flujo resulta paralelo al gradiente de densidad entre ambos lugares. Existe todavia otro factor que contribuye a determinar los movimientos del agua del océa- no. Se trata de la configuracién de las cuencas ocednicas y de las costas. Las corrientes inicial- mente provocadas por los vientos legan a la costa y son desviadas localmente, dando lugar a nuevas corrientes, 0 confinadas en los es- trechos 0 golfos. La accién combinada del viento y de las di- ferencias de densidad da lugar a un sistema de circulacién ocednica que incluye movimientos tanto horizontales como verticales. En este es- Figura 10.8. Cortlentes superticiales de los océanos (enero). (Gegtn la Oficina Hidrogrética do la Marina de los EEUU.) 186 | La atméstera y los octanos Escaneado con CamScanne tudio previo se daré mayor importancia a las Corrientes situadas en la superficie ocednica, toda vez que son estos movimientos los que afectan més directamente a la navegacién ma, ritima y poseen una destacada influencia sobre 1a de los distintos puntos del globo, Esquema general de las corrientes ocednicas Para ilustrar la circulacién superficial del agua ocednica, imaginaremos un océano tedrico que se extiende a lo largo del ecuador hasta alcanzar los 60° 6 70° de latitud a cada lado del mismo (fig. 10.7). Quizé los movimientos mas destacados sean los de tipo circular, que tienen lugar alrededor de 10s anticiclones’ sub- tropicales, centrados a unos 25° 6 30° de lati. tud N y S. Una corriente ecuatorial indica el cinturdn de los alisios. Aunque los alisios so- plan hacia el Suroeste y el Noroeste, en direc. cién oblicua a los paralelos de latitud, el movi. miento del agua sigue los paralelos. De esta manera, las corrientes ocednicas forman un dn- gulo de 45° con los vientos predominantes, de- bido a Ia fuerza deflectora provocada por la rotaciGn terrestre. En la zona de los vientos del Oeste, el agua Posee un lento movimiento en direccién Este, que se denomina corriente del viento del Oeste, Esta corriente cubre una amplia faja de latitud entre los 35° y los 45° en el hemisferio norte ¥ entre los 30° 6 35° en el hemisferio sur en las areas donde existen grandes masas oced. nicas, Las corrientes ecuatotiales estén separadas Por una contracorriente ecuatorial. Esta con- tracorriente se encuentra muy desarrollada en los océanos Indico, Atlintico y Pacifico (figu- ra 10.8), En las latitudes bajas y a lo largo de los bordes occidentales de los océanos, la corriente ecuatorial se dirige hacia los polos, dando lu- gar a una corriente célida paralela‘a la costa. Ejemplos de este fenémeno son la corriente del Golfo (corriente de Florida 0 del Caribe), la corriente det Japén (Kuro-sivo) y la corriente del Brasil, que contribuyen a cievar las tem- Peraturas medias de estas costas, En el diagra- ma ideal de la figura 8.18 este hecho aparece claramente indicado por la desviacién hacia el Sur de Ia isoterma de 20° en enero a lo largo del borde occidental de la zona meridional del océano, La superficle de los océanos | 187 Escaneado con Vamscanne La corriente del viento del Oeste, al aproxi- marse al borde oriental del océano, se desvia a lo largo de la costa hacia el Norte y hacia el Sur. La corriente que se dirige hacia el ecua- dor es una cortiente frfa, producida por el as- censo de agua a baja temperatura desde las pro- fundidades. Este hecho viene reflejado por la corriente de Humbott (corriente del Peri), que se origina en la costa de Chile y Peri; por la corriente de Benguela, que se o ta suroccidental africana, por la corriente de California, que se origina en la costa occidental de los Estados Unidos, y por la corriente de las Canarias, que se origina en las costas norte- africana y espafiola. Obsérvese que este ascenso de agua fria provoca una marcada desviacién de las isotermas hacia el ecuador, ilustrada en la figura 8.17 por la curva en direccién septen- trional que experimenta la isoterma de 21° de enero a lo largo del borde oriental de la zona Sur del océano. En el noreste del océano Atlintico, 1a co- corriente del viento del Oeste se desvfa hacia el polo norte en forma de corriente relativamente cdlida. Se trata de la corriente del Atldntico Norte, que se extiende alrededor de las islas Briténicas y penetra en el mar del Norte hasta alcanzar la costa noruega. El puerto de Mur- mansk, situado en el circulo polar drtico es na- vegable todo el afto gracias a esta corriente. Obsérvese que en el diagrama teérico, la iso. terma de 10° de julio se desvia hacia el Norte al cruzar esta corriente. En invierno, este efecto es mucho més acusado. En el hemisferio norte, donde el océano Gla- cial Artico se encuentra’ rodeado de continen- tes, el agua frfa fluye hacia el ecuador alo largo del borde occidental de los amplios estrechos que conectan ese océano con la cuenca atlén- tica. Hay tres corrientes frias principales: la corriente de Kamchatka, que fluye hacia el Sur bordeando la peninsula de Kamchatka y las is- las Kuriles; la corriente de Groenlandia, que se dirige hacia el Sur bordeando la costa de Groenlandia y atravesando el estrecho de Dina- marca, y la corriente de Labrador, que se mue- ve hacia el Sur desde la zona de la bahia de Baffin, a través del estrecho de Davis, para le- gar a las costas de Terranova, Nueva Escocia y Nueva Inglaterra. En la parte septentrional de los océanos At- lintico y Pacifico las bajas de Islandia y las islas Aleutianas coinciden de una manera apro. ximada con dos centros de circulacién en sen. tido contrario a las agujas del reloj, compren- diendo las corrientes frias articas y las del viens to del Oeste. El esquema de las corrientes de la regién an- 188 | La atmésfera y 10s océanos tartica es relativamente sencillo y consiste en una simple corriente antértica circumpolar que se mueve en el sentido de las agujas del reloj alrededor del continente antértico en la faja de latitud comprendida entre los 50° y los 65° S, donde existe una drea ininterrumpida de océano, Los oceanégrafos admiten hoy que Ia cit- culacién ocednica esta relacionada con comple: jos movimientos de masas de agua de dife- rente temperatura y salinidad. El esquema sim. plificado de 1as corrientes superficiales descrito fen este capitulo no tiene en cuenta los movi- ntos de estas masas de agua a diferentes profundidades, Hiclo marino El interés creciente de los investigadores tan- to civiles como militares por las latitudes altas, ha contribuido a desarrollar el estudio de los fenémenos relacionados con los hielos marinos flotantes. La necesidad de enviar suministros a los puestos avanzados drticos y antérticos por via maritima, el mantenimiento de estaciones meteorolégicas sobre masas de hielo flotante y la navegacién submarina en los mares polares son distintos aspectos de las actividades sobre as que pueden influir los hielos marinos. El oceandgrafo distingue entre hielo marino, formado por congelacién directa del agua del mar, y los icebergs e islas de hielo, que son grandes masas de hielo continental separadas de la costa y procedentes de los glaciares y pla- taformas litorales de hielo que son alcanzados por la marea. Ademas de estas diferencias de origen, existe otra fundamental entre el hielo marino y las masas de hielo flotantes. Se trata del grosor. El hielo marino, que empieza a for- marse cuando la superficie del agua se enfria hasta temperaturas inferiores a —2°C, no su- pera los 5 m de espesor, dado que el calor su- inistrado por las capas inferiores del agua aleanza las superiores con la misma rapidez con que éstas lo pierden, una vez formada la capa aislante de hielo. Hielo continuo 0 pack ice es el nombre que se asigna al hielo que cubre completamente la superficie del océano (fig. 10.9), Bajo la ac- cidn del viento y de las corrientes, el hielo con- tinuo se rompe en bloques que se denominan masas de hielo. Entre éstas existen estrechas franjas de mar sin obstéculos, Alli donde las masas de hielo se acumulan por la accién de los vientos, los bordes se entrelazan y levantan por la presién, tomando aspecto de paredes irregulares (fig. 10.10). Las dificultades de via- jar a pie por los mares polares se ven aumen- Escaneado con CamScanne Figura 10.10. El rompehi estrecho de McClure, i ielos norteamericano Northwind de. Banks, tun paso practicable, de crestas tadas por la presencia de estos obsticulos. La Zona superficial de hielo marino est4 compuesta de agua pura, ya que la sal se ha perdido en el Proceso de congelacién. El océano Glacial Artico, rodeado de masas continent: mente cubierto por hielo continuo durante todo el afio, aunque en verano hay numerosas vias Practicables. La corriente del Atta Que es relativamente célida, mantiene hielo la costa septentrional de Norue condiciones son muy distintas en el Antirtico, donde la zona de hielo esta rodeada por una gran masa ocednica en el lado del ecuador, Dado que los bloques de hielo pueden derivar libremente hacia el Norte hacia aguas edlidas, que se encuentra ales, esté normal- ga. Las Territorio del Nor de presién, 50 abre paso a través del hielo det te del Canadé, @ mediados de Gruzando la fotografia de izquierda (Fotografia oficial del US. a masa de hielo antartica nunca sobrepasa los 60° de latitud Sur en la estacién fria. En mar. 20, a finales de la estacién eilida, el hielo se reduce a una estrecha zona que bordea el con- tinente antirtico, Teebergs ¢ islas de hiclo Los icebergs se forman bloques de hielo de un valle glaciar o de un casquete de hielo que penetra en el mar y pue- den alcanzar grosores superiores al _centenar de metros, La densidad del iceberg es algo me- nor que la del agua del mar, por lo que flota muy bajo, con aproximadamente cinco sextas n al separarse grandes La superficie de los océanos | 189 Escaneado con Vamscanne 7 7 esinecho Joe visasuance octano ATLANTIC NORTE. Figura 10.11. El hielo marino del océano Artico, Las fechas 3 trayectorlas més ‘comunes de los Icebergs. En el mapa se ha empleado una pro} logréfica inclinada, (Basado en los datos del National Research Council, Do A. N. Strahler, 1963, Tho Earth Sciences, Harper and Row, Nueva York.) 190 | La atméstera y los océanos Escaneado con CamScanne Figura 10.12. EI hielo marino la regién antértica. (Datos de Ia Academia Naclonal de Y de la Sociedad Geogréfica Americana, De A. N. Sirahler, 1963, The Earth Selencen, Harper and Row, Nueva York.) Partes de su tamafio por debajo de la superfi- cie (fig. 10.13). Su hielo es dulce dado que esta formado de nieve compacta y recristalizada, En el hemisferio norte, los icebergs proceden en gran parte de las lenguas del casquete de hielo de Groenlandia (fig. 2.9). Se mueven len- Yamente hacia el Sur levados por las corriens tes de Groenlandia y del Labrador y pueden aleanzar el Atlintico Norte en las proximidades de Terranova. Los icebergs antérticos son muy distintos. Mientras los del Atldntico Norte son de forma irregular y presentan agudas aristas que sobresalen del agua, los antérticos son de forma tabular, de parte superior lana y bordes verticales (fig. 10.14), Este hecho se explica teniendo en cuenta que los icebergs antarticos son partes de las plataformas de hielo, o sea, las grandes prolongaciones flotantes y en forma de placa del casquete de hielo del continente (cap. 29). Un iceberg tabular antértico puede alcanzar una anchura de varias docenas de ki- Ismetros y un grosor superior a los 600 m, con una pared de hielo que se eleva del océano a alturas de 60 2 90 m, Figura 10.13, Este ‘enorme Iceberg en el este del océano Hleo norteamericano hace parecer un barco da luguete raempehiles, nrtamarlcao Eastwind, (otogratin ol Coast Guard.) La superficie de los océanos | 191 Escaneado con CamScanne Figura 10.14. Este Iceberg tabular fue obsorvado ce ‘America, en Ia Antértida, on enero de 1947. (Fotografia oficial del U.S. Coast Guard.) La isla de hielo 7-3. En Ia figura 10.11 se ta Isla. (Cortesia del Depar- tamento de Defensa de los EEUU.) 192 | La atmésfera y tos océanos Algo parecido en origen a los icebergs tabu- lares antarticos son las islas de hielo del océano Glacial Artico. Estas enormes mesetas de hielo flotante pueden alcanzar anchuras de 32 km y superficies de 800 km*, Su escarpado sobresale de 6 a9 m por encima del hielo continuo que los rodea, lo que indica un grosor de mds de 60 m. Las pocas islas de hielo que se conocen proceden probablemente de Ia plataforma de hielo glacial situada en la isla Ellesmere (véa- se fig. 10.11), a unos 83° de lat. N. Estas islas de hielo se mueven despacio, levadas por las corrientes del océano Glacial Artico y sus rum- bos sobre el mapa proporcionan datos sobre Ia circulacién en este océano, Dado su caricter permanente, las islas de hielo sirven como base de investigacién cientifica y desde ellas pueden realizarse observaciones oceanogrficas, meteo- rolégicas y geofisicas durante largos periodes. Escaneado con CamScanne

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