Está en la página 1de 14

CÓMO VENCER EL DESÁNIMO

Replanteando tu vida – Parte 6


Rick Warren
14 de abril de 2019
____________________________________________________________

Quiero agradecer a todos por orar por mí esta semana. El viernes fui el orador de cierre
en la Convención Nacional de Radiodifusores Religiosos. Y luego el sábado en la tarde
yo hablé con una audiencia de una conferencia de Hombres. Y pues en este día vamos
a la parte nueve de nuestra serie. Estoy muy emocionado por eso.

Ahora, en esta serie te he dicho que tienes que reconsiderar cómo piensas si quieres
ver cambios en tu vida. La misma forma de pensar que has tenido no funciona. Si
piensas lo mismo una y otra vez, no tendrás cambios en tu vida.

La Biblia llama a cambiar tu mente “arrepentimiento”. Esta es una serie del


arrepentimiento. La palabra griega “metanoia” se usa en este caso. Significa “cambia tu
mente”. Cada vez que cambias tu mente de la forma en cómo ves algo, a la forma en
cómo Dios lo ve, se llama arrepentimiento. Y la vida se trata de aprender a pensar
mucho menos desde mi punto de vista, que a menudo está nublado y desordenado, y
ah sabes, retorcido por lo que he vivido y tantas cosas; la biología. Pero la mejor forma
es pensar como Dios piensa, porque Dios siempre piensa la verdad. Y cuanto más
tengo su verdad en mi vida, más puedo cambiar mi pensar. Me arrepiento y puedo
comenzar a vivir de un modo mejor.

Si vas a lidiar con la tentación no pu- no puedes resistirte. Debes pensar distinto.
Debes pensar en la tentación de modo diferente. Debes cambiar de opinión, debes
arrepentirte. Lo mismo es verdad con el pecado, lo mismo con la vida y la felicidad, el
dinero el sexo y todas las otras áreas que cubriremos en esta serie.

El día de hoy quiero que hablemos de cambiar tu mente acerca de cómo piensas en lo
que te desanima. Conozco personas que están desanimadas a cada rato y están listas
para rendirse. Están al final de la cuerda, están listos para renunciar. Están
desanimados por muchas cosas y les dicen: “Sabes, hay tanto mal en el mundo ahora
mismo”. Bueno, odio decirles esto pero siempre lo ha habido. No es que es peor.
Siempre ha sido malo, porque la Biblia dice que Dios nos da a escoger y a menudo
elegimos no hacer lo que nos pidió. La Biblia lo llama pecado y maldad. Y así la gente
se desanima. Y pensé que este día hablaré de ¿cómo vencer el desánimo en tu vida?

Ahora, no sé qué te desanima, pero si se trata de tus finanzas, tu salud, o tu relación,


elegiste un buen día para venir aquí. Porque de eso hablaremos hoy. Saquen sus notas
del mensaje dentro de su programa. Hoy veremos cómo vencer el desánimo.

1
El desánimo puede ser bastante debilitante. Ah puede hacer que dejes de intentar, y
renunciar a la esperanza, puedes hacerte insensible cuando te desanimas. Al
desanimarte puedes dejar de creer. Y la Biblia habla mucho sobre el desánimo.

Puse un par de ejemplos ahí arriba en sus notas. Éxodo capítulo 6, versículo 9 dice:
“Moisés les dio a conocer esto a los israelitas, pero por su desánimo y las
penurias de su esclavitud ellos no le hicieron caso”. Me pregunto qué sientes que
te esclaviza. Me pregunto qué carga te derrota a ti. Me pregunto qué problema has
tenido que tiene tanto tiempo ahí, es algo crónico, y te desanima como estas personas.
Ni siquiera escuchaban a Dios. No podían oír a Dios debido a su desánimo. La carga
era muy pesada en su vida. Y eh todos sabemos que a veces en la vida llegas a un
punto donde dices: “Estoy tan agobiado, estoy abrumado. Ni siquiera sé qué pensar,
qué creer, qué considerar”. "Eso es desánimo.

David sintió esto en el Salmo 42:5. David dice: “¿Por qué estoy desanimado? ¿Por
qué está tan triste mi corazón? Y luego responde a su propia pregunta: ¡Pondré mi
esperanza en Dios! Cada vez que te sientas desanimado debes cambiar tus
pensamientos, debes cambiar tu enfoque, debes cambiar tu mente.

Ahora, lo que haremos hoy es ver un gran ejemplo de Pablo so-bre cómo cambiar tus
pensamientos para no desanimarte. Pablo, claro, tenía muchas, muchas razones para
desanimarse. Pablo tuvo una vida muy dura; ciertamente mucho más dura que la tuya.
Si no lo crees, mira esto en la pantalla. Quiero leerte esto. La Biblia dice en Segunda
de Corintios, este es el testimonio de Pablo: “He trabajado más arduamente, he sido
encarcelado más veces (debido a la predicación del evangelio), he recibido los
azotes más severos (dudo que alguna vez te hayan azotado).

He estado en peligro de muerte repetidas veces. Cinco veces recibí de los judíos
los treinta y nueve azotes (con un látigo). Tres veces me golpearon con varas, una
vez me apedrearon (casi hasta morir).

Tres veces naufragué, y pasé un día y una noche como náufrago en alta mar. Mi
vida ha sido un continuo ir y venir de un sitio a otro; en peligros de ríos, peligros
de bandidos,peligros de parte de mis compatriotas, peligros a manos de los
gentiles, peligros en la ciudad, en el mar y peligros de parte de falsos hermanos.

He pasado muchos trabajos y fatigas, y muchas veces me he quedado sin


dormir; he sufrido hambre y sed, y muchas veces me he quedado en ayunas; he
sufrido frío y desnudez. Y, como si fuera poco, cada día pesa sobre mí la
preocupación por todas las iglesias. Y tú piensas que tienes problemas.

Quería leerte eso porque si alguien tiene derecho a estar desanimado, diría que es él.
Si tu vida fuera esa tendrías derecho al desánimo.

2
Y aun así en Segunda de Corintios, capítulo 4 Pablo nos da los siete secretos para
vencer al desánimo. Este será un muy esperanzador y muy útil mensaje hoy. Así que si
toma las notas del mensaje y miras Segunda de Corintios capítulo 4, entraremos de
lleno a qué dice Pablo. Y lo veremos vamos versículo por versículo.

Primero primer secreto para derrotar el desánimo es este: NUNCA OLVIDO CUÁNTO
DIOS ME AMA. Nunca olvido cuánto Dios me ama. Tienes que mantener esto
constantemente enfocado si quieres ser inmune al desánimo. Porque todo en la vida
fluye del amor de Dios, de la misericordia de Dios, de la gracia de Dios, de la bondad
de Dios. Todo fluye de su amor. Ahora, por supuesto, sabes que Dios te ama. Lo, lo
has oído quizá toda tu vida; me escuchas predicar de ello semana tras semana. Sabes
que Él te ama. ¿Pero lo sientes? Cuando dejas de sentir el amor de Dios -no puedes
sentirlo en tu corazón- es cuando empiezas a desanimarte.

Y tienes que conocer la misericordia. Debes conocer la gracia. Pero debes sentir la
misericordia de Dios, debes sentir su gracia. Aquí está el primer versículo. Segunda de
Corintios, capitulo 4: “Dios, por su misericordia, nos ha encargado este trabajo y
por eso no nos desanimamos”.

Ahora, en todo este capítulo, unas tres o cuatro veces aquí, dice: “Por eso no nos
desanimamos”. Este capítulo trata del desánimo. En otra versión dice: “No me
desánimo porque recuerdo cuánto Dios me ama”. Recuerdo la misericordia de Dios, la
gracia de Dios. Recuerdo la bondad de Dios. Cuando me enfoco en eso ahuyenta el
desánimo de mí.

Bien. Él dice: “Dios por su, su misericordia”. Todo lo que tienes en la vida es un regalo
de su misericordia. El aire que respiras ahora mismo. el, el cerebro que tienes, tu salud,
tu cuerpo. Todo lo que tienes; tu vida en sí misma es un regalo de su misericordia.
¿Qué es la misericordia? Bueno, son muchas cosas, pero la misericordia es Dios me
da lo que necesito, no lo que merezco. Y la misericordia es cuando Dios sabe cada
error que cometeré en mi vida y sin embargo creó mi vida. Es misericordia. Y que Dios
conoce cada pecado que cometeré en mi vida, y aun así Él me ama. Es misericordia.

Y Pablo dice: para yo no desanimarme, lo que debo hacer es concentrarme en la


misericordia y la gracia y el amor de Dios. Dice que eso lo hace seguir. Cuando te
desanimas -te garantizo-, cuando te desanimas en ese momento dejaste de sentir el
amor de Dios. Pues no puedes sentir cuánto Dios te ama y desanimarte a la vez. Así
que es uno u otro.

No, no sé por qué, pero muchas personas que han seguido al Señor durante años, han
sido cristianos por años no sienten el amor de Dios porque lo único que oyen de Dios
es una voz crítica. Escuchan a su mamá, o su papá. Y cada vez que Dios les habla es
siempre negativo. Amigos, si la voz siempre es negativa, no es Dios.

3
Yo recuerdo había una mujer que venía a Saddleback Church y todos los domingos en
el patio salía y se me acercaba con esta vocecilla y decía: “Sabe, Pastor Rick, hoy Dios
realmente me condenó de ”. Y era un pecado. Y la otra semana yo predicaba; no
importaba de qué hablaba, aun si era un mensaje alentador. “Sabe, pastor Rick, hoy
Dios me condenó de ”. Y ella hizo esto cada semana; como el pecado de la semana.
Está bien. Y, y finalmente, después de seis meses, se me acercó y dijo: “Sabe, pastor
Rick, Dios me condenó”. Y yo: “Señora, ¿Dios le dice algo bueno a usted?”.

Y la verdad era que ella no sentía eso. Ella no sintió el amor de Dios en su vida. Y
como resultado te garantizo que sentía desánimo. Tienes que mantener el amor de
Dios en, en tu mente. Recuerda que fuiste creado para ser amado por Dios. Él te hizo
para amarte –lo hemos hablado tantas veces-, y el principal propósito de tu vida no es
que hagas el bien. El propósito principal no es que ames de vuelta a Dios. El propósito
principal de tu vida es dejar que Dios te ame.

Deja- ¿Estás dejando que Dios te ame? ¿Estás dejando que Dios te ame? Es tu primer
propósito. Fuiste hecho para que Dios te ame. Te hizo para amarte. Ahora, esto
significa tener la misericordia, gracia y amor de Dios siempre en tu mente. Dos de los
beneficios de siempre enfocarse en su amor y misericordia; número uno: no tengo que
probar mi valía. Tú puedes salir de la trampa del rendimiento. Y, y número dos: no
tengo que hundirme en mis fracasos porque conozco su misericordia y gracia y su
amor.

Pablo comienza con eso. Ahora en el segundo versículo, él nos da la segunda clave
para vencer el desánimo, y esto es muy importante: nunca finjas. NUNCA FINJO. ¡SOY
QUIEN SOY! De lo que hablo aquí es ser auténtico. Ser genuino. Ser real. Tienes que
ser quien Dios te hizo para ser. Nada es más desalentador que tratar de ser algo que
no eres. Porque cuando usas una máscara, cuando actúas, cuando posas, eso es
cansado y tienes miedo de que otros descubran quién eres, y tienes miedo de que Dios
no te ame y todas estas cosas. Nada es más desalentador que tratar de ser algo que
no eres.

Lo diré con la mayor claridad y sencillez: Dios no te creó para ser alguien más. Cuando
llegues al Cielo no va a decir: “¿Por qué no fuiste como tu hermana?”. O tu madre. O tu
papá. O tu hermano, o Billy Graham. ¿O por qué no eras como el pastor Tom?

O el pastor Rick.

Sí. [AMBOS RÍEN]

Nos estamos acercando a Jesús cuando hablamos de Tom, pero, pero-

Sabes Rick, tengo que irrumpir, porque creo que ya no escuchan.

No escuchan.

4
¿Ya sabes? Por, por cómo estamos vestidos. ¿conoces las fiestas de revelación de
género?, sabes, de un bebé por el azul o el rosa?

El pastor Rick y yo estamos dispuestos a alquilarnos para una de esas fiestas.

Es que , tenía miedo de que lo pensaran, así que mejor lo dije.

Probablemente lo pensaban. Rosa y azul. Mamá. Mamá. Aquí está el punto. Dios no
bendice a los falsos ni farsantes.

Dios no bendice a los falsos. Dios no bendice cuando intentas fingir ser algo que no
eres. Si quieres su bendición en tu vida, es mejor que empieces a ser quien Dios te
creó para ser. Deja de tratar de ser- vivir por el placer o complacer otras personas, la
aprobación de los demás. Dios no te puso en la Tierra para la aprobación de otras
personas. Te puso en la Tierra para ser quien tú eres. Y cuando eres quien Dios te creó
para ser, Dios te ve y dice: “Ese es mi hijo”.

“Esa es mi hija. Así te diseñé”. Si tratas de ser alguien más- no necesitamos a dos
iguales. Y si no vas a ser tú, Dios debería matarte y llevarte al Cielo. Porque no
necesitamos una copia. La mayoría empezamos originales en la vida, y terminamos
como copias. Cuando tratas de ser algo que no eres es desalentador.

Pablo dice: “No finjas”. Esto es lo que dice en Segunda de Corintios 4:2: “No usamos
ninguna clase de trucos”. En otras palabras, no nos ponemos una máscara falsa, no
tratamos de pretender ser algo que no somos. Y no torcemos la palabra de Dios. ni
alteramos el mensaje de Dios. Por el contrario, enseñamos la verdad
abiertamente. Es un antídoto para el desánimo, como dice en seguida, ser quienes
realmente somos. Y así, a los ojos de Dios, nos mostramos a todos tal como
somos”. Pablo dice: “Sólo trato de ser yo mismo. No quiero complacer a todos los
demás. No tengo nada que ocultar. Lo que ver es lo que soy.

Nada es más desalentador que tratar de complacer a todos. ¿Por qué? Porque ni aun
Dios puede hacer eso. ¿Lo entiendes? Ni Dios puede complacer a todos. Alguien está
orando para que gane Boca, alguien ora para que gane Real Madrid. ¿Está bien? Y, y
alguien ora para que llueva y alguien ora para que no llueva. Y alguien ora para que
nieva y no me manden a la escuela. Y otros dicen: “Por favor que no nieve”. Ni Dios
puede complacer a todos. Solo un tonto querría hacer lo que Dios no puede.

Cuando complaces a la multitud A, la multitud B se enoja contigo. Y luego cuando la


multitud B está bien, la A está molesta. He estado en la portada de Newsweek dos
veces, una vez como héroe y una vez como cero. En una me adulaban, en otra me
pegaban con todo. Es la vida, amigos. Es la vida. Y así que no puedes fingir, tienes que
ser quien vas a ser.

5
Si siempre tratas de ser algo que no eres, siempre estarás bajo estrés, siempre tendrás
miedo de ser expuesto, siempre llevarás una máscara, y vas a ser propenso al
desánimo. Lo que te digo como tu pastor es no tienes que ser perfecto para que Él te
bendiga, sino que debes ser auténtico. Tienes que ser real.

Pablo dice: primero quiero que recuerdes que Dios nunca dejará de amarte; y segundo,
sé quien Él te creó para ser. Con tus defectos. Sabes, soy un hombre muy imperfecto.
Si no lo crees, pregunta a mis hijos, a Kay, a Tom o a quien esté cerca de mí. Tengo
defectos. Pero en realidad creo que hablar contigo de mis fallas; no tratar de fingir que
todo está muy bien, es algo bueno. Pues no crecemos de las fortalezas de otros, sino
de sus debilidades [QUEDA MUY JUSTO]. Porque dices: “Oh, mira, si Dios bendice a
Rick tan-to, y él es tan tonto, tal vez Dios pueda bendecir-me”. Porque ciertamente no
es alguien perfecto. Sí tal vez Dios pueda bendecirme igual”. Y, y es en nuestra
debilidad que ayudamos a otras personas.

Ahora, ¿qué te impide ser realmente real? Una palabra: miedo. Lo que te impide ser
honesto sobre tus debilidades es tu propio miedo al rechazo. ¿Y cuál es el antídoto
contra este miedo? Punto número uno: enfocarme en el amor incondicional de Dios por
mí. Y si me enfoco en cuánto Dios me ama, si Dios me ama y yo a ti te caigo mal, es tu
problema. Así que, son realmente importantes, estos dos primeros: no finjas, sino
enfócate en el amor de Dios.

Aquí está el tercer secreto para vencer el desánimo: RECUERDO QUE NO SE TRATA
DE MÍ. Recuerdo que no se trata de mí. Cuanto más enfocado en mí mismo esté en la
vida, más propenso al desánimo estaré. Cada vez que olvidas que la vida es más
grande que tú, que no eres el centro del universo; no eres el regalo de Dios para el
mundo, no lo sostienes, no eres Charles Atlas sosteniendo el mundo o lo que sea. tú
piensas que todo se trata de ti. Y cada vez que olvides que no se trata de ti, te sentirás
orgulloso, o vas a estar temeroso, o te vas a amargar. Orgulloso, temeroso, amargado.
Porque Dios no hizo que el mundo girara a tu alrededor.

Y no solo eso; cuando crees que todo se trata de ti, te tomas todo personal y te hieren
los sentimientos muy rápido. Aquí está el siguiente versículo, Segunda de Corintios 4:5.
Dice: “No nos anunciamos a nosotros mismos”. No se trata de nosotros. No se trata
de ti, no se trata de mí. No nos anunciamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo
como Señor. Nos presentamos como siervos de ustedes en nombre de Jesús”.
Ahora, dice un par de cosas importantes en ese versículo. Primero dice: “No nos
anunciamos a nosotros mismos. Dios tiene un mensaje de vida único para ti. Él te pone
en esta Tierra y tiene un mensaje que quiere decirle al mundo a través de ti. El mensaje
que Dios quiere decir a través de ti a todo el mundo se llama el mensaje de tu vida.
Pero el mensaje de tu vida no se trata de ti, se trata de Él.

Dios no te puso en la Tierra para que sea sobre ti. Te puso en la Tierra para que sea
Él. Es tu creador. El mensaje de tu vida es sobre Dios. Y él dice: “No es sobre ti”.
Cuando escribí Una vida con propósito, las primeras cinco palabras del libro son: “No

6
se trata de ti”. E intencionalmente elegí esas palabras para comenzar, “no se trata de
ti”, porque ese es el más contracultural mensaje que puedes dar en el mundo actual.
Porque todo en nuestro mundo dice todo lo contrario: se trata de ti.

Hazlo a tu modo. Hacemos todo por ti. Te mereces lo mejor hoy. Eres el número uno.
Busca el amor. Debo hacer lo mejor para mí. ¡Todo en la sociedad! Cada canción
musical, cada videojuego, cada programa de tele; sabes las noticias. Todo a tu
alrededor, cada anuncio dice: “Tienes que pensar en ti”. Debes pensar en ti. Ningún
anuncio dice: “Piensa en los demás”. Ciertamente ninguno dice: “Piensa en Dios”. Todo
dice: “Piensa en ti. Se trata de ti; tú, tú, tú, tú”. Y por eso escribí ahí: “No se trata de ti”.
Te lo diré personalmente: a veces desearía no haberlo escrito, porque yo no tenía idea.
No sabía que durante el resto de mi vida, tal vez 20 veces al día, iba a ser probado
personalmente en ese versículo- esa frase “no se trata de ti”.

Y a veces creo que tengo que decirme eso a mí mismo 20 veces al día. Alguien me
elogia; digo: “No se trata de ti”. Alguien me da una critica; “no se trata de ti”. Alguien
juzga mal algo que hice; “no se trata de ti”. Alguien difiere de mí; “no se trata de ti”.

Mu-muchas veces tuve que decirme a mí mismo a veces cada hora en un particular
día. Pero es algo que debes aprender. Recuerda, no se trata de mí. Cuando me enfoco
en mí, me voy a desanimar.

Ahora, en la segunda parte de ese versículo, dice: “Nos presentamos como siervos de
ustedes en nombre de Jesús”. Ahora esta frase, “en nombre de Jesús”, Pablo la usa
dos veces en el capítulo. Él dice que hacemos lo que hacemos en nombre de Jesús.
De lo que habla aquí es la motivación. La motivación y el desánimo tienen mucho que
ver hacer juntos. Dios siempre está más interesado en por qué haces lo que haces, que
en lo que haces. Lo diré de nuevo: Dios siempre está más interesado en por qué haces
lo que haces, que el qué o incluso cómo. Porque le interesan las motivaciones de tu
corazón.

Puedes hacer lo correcto por la razón incorrecta. El “Porqué” siempre determina el


“cuánto tiempo” en tu vida. Si emprendes un proyecto o tienes una meta o una
ambición y te olvidas del “porqué”, te desanimas y renuncias. Muchas personas
emprenden algo sabiendo por qué quieren hacer lo que harán; esta carrera tendré
o[Alargado] casarse con alguien, o lo que sea. Cuando olvidas por qué te casaste con
alguien; cuando olvidas por qué escogiste esa carrera; cuando olvidas por qué tú le
diste tu vida a Cristo; cuando olvidas el por qué, tú dejas de hacer el cuánto tiempo. El
desánimo siempre ocurre cuando olvidas el porqué.

Así que te pregunto antes de continuar: ¿por qué haces lo que haces? ¿Por qué haces
lo que haces? “Bueno, lo hago para poner dinero sabes, en mi bolsillo; poner pan en la
mesa”. Esa no es una motivación tan buena. Se, se desgastará muy, muy rápido. Así
que recuerdo que no es sobre mí.

7
Número 4. El cuarto secreto para vencer el desánimo es el siguiente versículo. Y tiene
que ver con esto: necesito relajarme, escucha: DEBO RELAJARME EN MIS
LIMITACIONES. Debo relajarme en mis limitaciones. ¿Por qué es un antídoto
importante contra el desánimo? Porque te desanimas cuando intentas ser Superman.
Te desanimas cuando tratas de ser La Mujer Maravilla. Te desanimas cuando intentas
hacer más de lo que es humanamente posible. No te has relajado en tus limitaciones, o
no me he relajado en mis limitaciones. Lo que tú necesitas es una realista visión de ti.
Necesito una visión realista de mí, tú una visión realista de ti. Y, y, y los hechos son,
digo, seamos honestos. No puedes arreglar los problemas de todos. ¿De acuerdo?
Pero a veces actúas como si pudieras. No puedes estar en más de un lugar al mismo
tiempo, ¿es cierto? La gente dice: “Estaré contigo en espíritu”. ¿Qué quiere decir?
Absolutamente nada. Mientras estés en un cuerpo humano, no puedes estar no puedes
estar en espíritu en otro lugar. Solo puedes estar donde tu cuerpo está. ¿Está bien? Así
que no puedes hacer todo lo que quieres hacer. No puedes gastar dinero que no
tienes. Y lo intentas, y la consecuencia es: deuda. Y luego te desanimas.

Cada vez que no vives dentro de las limitaciones de tu vida que son normales,
entonces te desanimas. Vas al precipicio. ¿Es más fácil llenar tu agenda que lo es
cumplir tu agenda? Oh sí. ¿Siempre es más fácil entrar que salir? Sí. ¿Es más fácil
hacer una promesa que cumplirla? Sí. ¿Es más fácil endeudarse que salir de deudas?
Oh sí. Sí. Y es porque no te relajas en tus limitaciones.

Y Pablo habla literalmente de las limitaciones físicas de tu cuerpo en el versículo siete.


Él dice que, debes conocer tus límites, debes conocer las señales de alarma cuando
estás sobrecargado y comprender que solo es un cuerpo. En, en Segunda de Corintios
4:7: “Somos como vasijas de barro en las que se guarda el tesoro de Dios. El
poder real viene de Él, y no de nosotros”.

Él dice que nuestros cuerpos son como la cerámica. Somos como jarras de barro.
Algunos tenemos jarras muy grandes. Algunos de las vasijas aquí están ornamentadas
y muy hermosas, y otros so-somos bastante simples. ¿Pero sabes algo que tiene en
común toda la cerámica? Si se cae, se rompe fácilmente. Así que somos vasijas de
barro, dice Dios. Nuestro cuerpo es como vasija, y estamos un poco agrietados. Porque
nos hemos caído. Todos nos caímos aquí y allá.

Y, y esto es solo ser honesto sobre quién soy en verdad. No sé si lo has notado, pero
yo he notado que Dios a menudo pone sus mejores dones en la gente más débil. Creo
que eso es algo bueno, porque la gente dice: “Tiene que ser Dios”. Hay personas que
veo en la televisión y enseñan la Biblia, y yo pienso: “Es ridículo”. Pero Dios los está
usando. Dios a menudo pone sus dones más grandes en el recipiente más débil. De
esa manera su gloria brilla más.

La verdad es que en toda la historia Dios solo usa instrumentos defectuosos. Él nunca
usa a una persona perfecta, excepto a Jesucristo. Si Dios solo usara gente perfecta,
nada se haría, porque no hay ninguno. Y, y así, Dios siempre usa instrumentos

8
defectuosos. Y en algún punto de esta serie haré un mensaje sobre reconsiderar tus
debilidades. Tú crees que son algo que debes ocultar, pero en realidad son algo que
Dios quiere usar en tu vida.

En realidad pensé en esto el otro día. He crecido, no sé, cinco o seis diferentes fases o
etapas de mis propias debilidades. Cua-cuando comencé a vivir para el Señor, en
realidad no estaba consciente de mis debilidades. ¿Está bien? Tenía tan poco contacto
conmigo que ni siquiera sabía que tenía debilidades. Luego las descubrí y las negué. Y
luego me moví de la negación a solo ocultarlas. Y sabía que las tenía; las escondí. Y
luego pasé de esconderlas a racionalizarlas y disculparlas todas en mi vida. Y,
eventualmente yo maduré lo suficiente como para aceptarlas. Pero hoy me siento como
Pablo, me glorío en mis debilidades. Pablo dice: “Me glorío en la debilidad, porque
cuando lo soy, Cristo es fuerte”. Cuando soy débil, Él es fuerte a través de mí.

Cuando piensas en ello, Dios vino a la Tierra como un bebé de campesinos en un


granero. El Reino entró por la debilidad, no la fuerza. Dios siempre ha hecho eso.
Siempre usa a personas débiles que confían en Él, por lo que Su fuerza las llena. Así
de esto se trata la humildad. Ya lo he dicho antes: humildad no es negar tus fortalezas,
es ser honesto sobre tus debilidades. Tienes una mezcla de ambas. Yo también la
tengo. Tengo algunas fortalezas, y tengo algunas debilidades. Tienes fortalezas en tu
vida, y tienes algunas debilidades en tu vida. Tenemos una mezcla de ambas.

La humildad no es negar tus fortalezas. Tú en lo que eres bueno ¡dale la gloria a Dios!
Él te dio esa habilidad. La humildad es ser honesto sobre tus debilidades. Y no se trata
de pensar menos de ti mismo, solo pensar en ti mismo menos.

Digamos que cuando entras a un lugar en una fiesta y si piensas: “Ah, me pregunto qué
pensarán todos de mí. ¿Cómo me veo? ¿Estoy vestido bien, mi camisa bien, y mi
maquillaje está bien? eso es orgullo. Cuando entras a un lugar y piensas: “¿Quién aquí
necesita mi apoyo?”. Eso es humildad. No es pensar menos de ti mismo. Te ocupas
pensando en otras personas y no piensas en ti. Eso es real humildad, no hacerte
menos, pero pensar en ti menos.

Tenemos debilidades. Yo, yo llegué a una conclusión: puedes ser espiritualmente


piadoso y emocionalmente disfuncional al mismo tiempo. No sé si alguien lo ha dicho,
pero es cierto. Es verdad. La gente puede estar cerca de Dios y ser un almacén de
conocimiento de la Biblia y enseñar buena sabiduría, y aún estar enredados en sus
emociones o su personalidad. Él dice: “Solo sé real. Y, y sé honesto. Y acepta tus
limitaciones.

Número 5. El quinto secreto para vencer al desánimo es: DEBO USAR MI DOLOR
PARA AYUDAR A OTROS. Esto es lo quinto de lo que Pablo habla en este capítulo
sobre el desánimo. Pablo dice: “Yo uso mi dolor para ayudar a otras personas”.
¿Recuerdas esa lista que vimos? ¿Los naufragios, las prisiones, las palizas y todas
esas cosas? En Segunda de Corintios capítulo 4, versículos 8 y 9, ahora dice esto:

9
“Sufrimos mucho, pero no hemos sido aplastados. Aun cuando no sabemos qué
hacer, no nos damos por vencidos”. Ahí está de nuevo, “nunca nos rendimos”. No
nos desanimamos, nunca nos rendimos. “Cuando estamos en problemas, Dios está
con nosotros, y cuando somos derribados, nos volvemos a levantar”.

Ahora. ¿Por qué? ¿Por qué Pablo es tan resiliente? ¿Por qué es Pablo tan resistente al
desánimo? ¿Qué le permite volver a levantarse cada vez que es derribado? Si le
preguntaras a Pablo: “¿Por qué aguantaste todo eso? ¿Por qué aguantaste todo eso; la
cárcel, palizas y no tener qué comer, tampoco ropa y estar naufrago 3 veces en sabes,
en, en la noche y en el día y en el océano?”. Todo eso que le pasó. “¿Por qué lo
soportaste todo?”. Su respuesta sería el versículo 15, el siguiente. “Lo que
padecemos es por el bien de ustedes”.

Encierra en un círculo esa frase: “Por el bien de ustedes”. Él dice “lo que padecemos”-
esto se llama sufrimiento redentor, amigos. “Lo que padecemos es por el bien de
ustedes”. “Y mientras más sean los que reciban el amor de Dios, más gracias
habrá que dar a Dios por su gran bondad, y mayor gloria recibirá el Señor”.

Está bien, ¿qué dice Pablo aquí? Él dice: “Yo sigo firme”. No me desanimo, porque sé
que ayuda a otros. Aun mi dolor. Estudio tras estudio tras estudio muestra que los
seres humanos pueden manejar una enorme cantidad de dolor si ven un propósito en
ello. Cuando tienes dolor y no ves un propósito, es insoportable. Insoportable. Pero
cuando ves un propósito, un buen propósito en él, entonces se vuelve soportable. Y él
dice aquí: “¿Cuál es el propósito? El propósito de mi sufrir es para bien de otras
personas. A veces sufrirás para el bien de otras personas, y en ese momento te
pareces más a Cristo que en ningún otro. Porque eso es lo que hizo Jesús.

Él sufrió en la cruz, no para su bien. No había hecho nada malo. Él sufrió en la cruz por
nuestro bien. Sufrimiento redentor. Y a veces, Dios te deja pasar por dolor, no para tu
bien. Sí, puede hacerte crecer, pero para bien de otras personas. Él dice: “Yo sigo
firme. No me desanimo porque sé que ayuda a otros.

Kay y yo hemos tratado de hacerlo. Ya sabes, cuando Matthew murió, el peor día de
nuestra vida. El mayor dolor, perder un hijo de una enfermedad mental. Fue
insoportablemente doloroso; aún es doloroso hoy. Pero no desperdiciaremos nuestro
dolor. Lo usamos para ayudar a otras personas que luchan con el suicidio. Lo hemos
utilizado para ayudar a otros, cuyas familias luchan con enfermedades mentales en su
familia. ¿Por qué desperdiciarlo? No desperdiciaré ese dolor. No me permitiré
desperdiciarlo.

¿Qué es en tu vida tan doloroso que necesitas usar para ayudar a otros? Tu mayor
ministerio saldrá de tu dolor más profundo si eres honesto con Dios, honesto contigo y
honesto como para hablar de ello con otros. ¿Has pasado por dolor en tu vida? Lo
siento. Lo siento. Pero así es la Tierra. Este no es el Cielo, es la Tierra y todo está roto

10
en la Tierra. Hay sufrimiento, dolor y maldad aquí. No es bueno, y deberíamos luchar y,
y evitarlo y sabes, combatirlo como podamos. Pero va a suceder; hay sufrimiento aquí.
No lo desperdicies. Úsalo para bien.

Pablo dice: “Uso mi dolor para ayudar a otros”.

Amigos, no crecemos para nuestro beneficio. Crecemos porque la gente necesita al


Señor. No crecemos, no nos acercamos, no hacemos esta iglesia más grande porque
se nos ocurrió. Mi tamaño favorito era 300 personas. Así podrían pagar mi salario y yo
jugaría golf en la semana. Si, si hubiéramos parado en mi tamaño favorito, ¡ustedes no
estarían aquí! Bueno, alguno estaría en este servicio [Tom se ríe]. Pero, pero la, la
verdad es: lo hacemos por amor a Jesús. Pablo lo dice: por amor a Jesús. Soportamos
los problemas. Cuanto más crecemos, más problemas tenemos, más estrés hay, hay
más angustias que enfrentar. Hay más gente que ayudar. ¿Por qué lo hacemos?

No por nuestro bien. Lo hacemos porque todos necesitan conocer al Señor. Y mientras
haya una persona que no conozca a Cristo, seguiremos alcanzándola.

El número 6. Sexto secreto para derrotar el desánimo. Este es importante: DATE


TIEMPO PARA RENOVARTE. A largo plazo tendrás que encontrar formas para
recargarte, vivificarte y renovarte. Si no aprendes a refrescarte, a vivificarte y a
recargarte, te vas a desanimar, y te darás por vencido. No importa cuál proyecto o meta
o sueño es.

Pablo habla de esto en el versículo 16. Uhm, uhm. “Es por esto que nunca nos
damos por vencidos”. Bueno, esta es la tercera vez que usa esta frase, “por esto
nunca nos damos por vencidos”. Está hablando de superar el desánimo. “Es por esto
que nunca nos damos por vencidos”. “Aunque nuestro cuerpo está muriéndose”.
Literalmente en griego, esa palabra “muriéndose”, es “consumiéndose”. ¿Está bien?

“Aunque nuestro cuerpo está muriéndose, nuestro espíritu ”. Léelo conmigo en


voz alta: “Va renovándose cada día”. Encierra en un círculo la palabra “renovándose”.
Tienes que aprender cómo ser renovado cada día. Eso se llama renovación diaria. Y
tienes que renovar tu mente, tienes que renovar tu cuerpo, renovar tu corazón. Renovar
constantemente. Obviamente y físicamente nuestro cuerpo se desgasta. ¿Te has dado
cuenta? Está bien. No eres el sexy ser que eras 10 años atrás. ¿De acuerdo? Ah y así,
te-tenemos bifocales, calvicie, protuberancias, arrugas, dolores y molestias y

No puedes detener el proceso de envejecer, pero puedes seguir fresco por dentro. Y
nota que Pablo dice: “Reno-ván-dose cada día”. ¿Cómo haces eso? Bueno, debes
renovarte espiritualmente con tiempo con Dios cada día. Pasas un tiempo con Dios
cada día. Lees la Palabra, oras, hablas, recargas tu espíritu. Es como conectar un
cable de corriente para recargar tu espíritu. Debes saber qué te renueva
emocionalmente. Debes saber qué te renueva físicamente. Y necesitas renovarte cada

11
día. Ya lo he dicho: silencio diario; semanalmente, también anualmente. He hablado
mucho de eso.

Sigamos con el número 7. El séptimo secreto para derrotar el desánimo. Es importante:


PERMANECE ENFOCADO EN LA ETERNIDAD. Permanece enfocado en la
eternidad. El último secreto de Pablo para vencer el desánimo no es enfocarse en el
aquí y el ahora. Él dice: “Necesitas mantener una perspectiva eterna”. No puedes vivir
solo aquí y ahora, tienes que mirar más allá del aquí y ahora. El aquí y ahora es lo que
te desalienta. Pero cuando miras al Cielo, y miras al futuro, las recompensas venideras,
y miras todo lo que Dios ha planeado para ti. Así superarás tu desánimo.

La realidad es, tú pierdes tu perspectiva cada vez que te cansas. Cuando te cansas, pi-
pierdes tu perspectiva. Y Pablo dice esto en Segunda de Corintios 4, versículos 17 y
18. Últimos dos versículos. Él dice: “Pues nuestras dificultades actuales son
pequeñas”. Ahora permítanme detenerme allí. Este es el tipo que ha naufragado tres
veces; ha sido encarcelado; ha sido golpeado; ha pasado hambre; no ha tenido ropa.
Todas estas experiencias, y él dice: “Nuestras dificultades actuales son pequeñas.
¡Comparado con qué! ¡Comparado con qué! ¿Está bien? Esto es una cuestión de
perspectiva. Y él dice que pequeñas comparadas con las recompensas y alegrías que
tendremos por siempre y para siempre.

Él dijo: “Sabes, aun si tuviera un problema crónico, y tuviera el problema cada día de mi
vida. Mi vida en la Tierra solo durará quizá 60, 70, 80 años. Pero voy a pasar trillones y
trillones y trillones y trillones de años en el Cielo, cosechando recompensas”. Él dice:
“En serio es muy poco, aun si lo tuviera toda mi vida.

“Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo.


Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará [¿cuánto?] para siempre”.
Enciérralo en un círculo: “Durará para siempre”. Así que los problemas son temporales;
el gozo, la gloria, los resultados y las recompensas son para siempre. Así que, dice -
aquí está la clave-: “Así que no miramos las dificultades que ahora vemos; en
cambio, fijamos nuestra vista en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que
ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver
permanecerán para siempre”.

Sabes, hay tres tipos de motivación en la vida. Debes tener motivación para seguir
adelante. Hay una motivación interna -está dentro de ti-. Hay u-na motivación externa;
es algo de afuera te motiva. Y ambas están bien. Pero más fuerte que la interna o
externa motivación es el tercer tipo: eterna. Motivación eterna, que es, esta vida no es

12
todo lo que hay. Estamos hechos para siempre. Pasaremos más tiempo en ese lado de
la muerte que en este. Solo tienes poco tiempo aquí; tendrás mucho más del otro lado.
Piensa en la motivación eterna.

Date cuenta: así es como Jesús soportó la cruz. Mira el siguiente versículo, Hebreos
12:2: “Fijemos la mirada en Jesús”. Quiere decir, que permanezcamos enfocados en
la eternidad. Fijemos la mirada en Jesús, “de quien depende nuestra fe de principio
a fin. ¡Él no se dio por vencido debido a la cruz!”. “No se dio por vencido”, ahí está
esa frase otra vez. No se dio por vencido, no se desanimó. “No se dio por vencido
debido a la cruz”.

“Por el contrario, debido al gozo que le esperaba, no le dio importancia a la


humillación de morir en la cruz, y ahora está sentado a la derecha del trono de
Dios”.

Mira Jesús ¿cómo manejó todo el dolor y sufrir en la cruz? Él veía más allá de eso, al
gozo que estaba delante. Él veía la recompensa. Tenía sus ojos puestos en la
eternidad. Solo cuando ves lo invisible puedes hacer lo imposible. Tienes que ver más-
eh, eh, Hemos hecho muchas cosas imposibles en Saddleback Church. Decían que
eran imposibles. Debes ver más allá de lo imposible para ver lo invisible; ver lo que
Dios hace en el reino espiritual.

Una de mis citas favoritas, Corrie ten Boom: “Si miras el mundo, te angustiarás; si
miras dentro, te deprimirás; pero si miras a Cristo, descansarás”. Todo depende
adónde elijas mirar. “Fijemos la mirada en Jesús” , o como dice Pablo: “Esperamos lo
que aún no hemos visto”.

Esos son los siete secretos que Pablo nos da para vencer el desánimo. Permítanme
agregar uno que es como un punto extra, y sería este: Todas estas siete cosas son
mucho más fáciles si las haces con otra gente. Es mucho más fácil si tiene un grupo de
apoyo. Sé que hablo de grupos pequeños todo el tiempo, porque son importantes. Que
cada una de estas cosas pasan más fácil cuando tienes a otros que te ayudan con las
siete cosas que suceden. Si tienes un grupo pequeño- necesitas un grupo pequeño.
Nos encantará ayudarte a iniciar uno. Puedes salir después del servicio, en cualquier
campus y decir: “Me gustaría ser parte de un grupo”. Te ayudaremos a comenzar uno.

Cerraré con esta promesa. Gálatas 6, versículo 8. No sé qué te desanima hoy, pero
este versículo es para ti: “No nos cansemos, pues, de hacer el bien; porque a su
tiempo cosecharemos, si no nos desanimamos”. Esa es una promesa de Dios para
ti.

Vamos a orar. Oraré por ti.

13
Padre, no, no sé quién escucha este mensaje ahora, pero Tú sí y conoces su corazón.
Y conoces a quienes están al borde del desánimo, o muy dentro de él. Y te pido que
tomemos tu Palabra y no solo escuchemos, no solo aprenderla, sino que la
apliquemos, hagamos y practiquemos. Que tomemos estos siete pasos en la semana
y, y los pongamos en nuestra vida, y que repasemos el mensaje toda la semana para
combatir el desánimo que no quieres que tengamos.

Ahora tú ora: “Señor, ayúdame a nunca olvidar cuánto me amas. Ayúdame a nunca
olvidar cuánto me amas. Ayúdame a nunca olvidar lo mucho que me amas. Ayúdame a
nunca fingir; a no querer ser algo que no soy, solo ser quien me creaste para ser. Y
Señor, ayúdame a recordar que la vida no se trata de mí, que no todo gira en torno a
mí. Es todo acerca de ti. Ayúdame a relajarme en mis limitaciones, a no tratar de ser
Superman o Wonderwoman. Comprender que contemplo tu tesoro en vasijas de barro.

Y Señor, cuando sufra dolor, ayúdame a no hundirme en ese dolor, sino usarlo para
ayudar a otros; para el bien de otras personas. No quiero desperdiciar el dolor que he
pasado. Quiero usarlo para ayudar a otros. Ayúdame a tomar tiempo para renovarme
cada día; hacer las cosas que recargan mi espíritu, mi alma, mi cuerpo, mi corazón, mis
relaciones. Y ayúdame a no quedar tan atrapado en el día a día, y los problemas del
momento, que pierda mi enfoque en la eternidad. Ayúdame a recordar que esta vida no
es todo lo que hay, que estoy hecho para siempre. Y que aun el dolor en mi vida es
temporal en comparación con los miles y millones de años que estaré contigo.

Dile al Señor: “Señor, voy a reclamar esta promesa, que si no nos cansamos de hacer
lo correcto con el tiempo alcanzaremos una cosecha de bendición si no nos
desanimamos ni nos rendimos. Dios, hoy te digo: no me voy a rendir.

Díselo al Señor: “No me voy a rendir”. Sino que confiaré en ti como Pablo lo hizo. En el
nombre de Jesús. Amén.

14

También podría gustarte