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El Aborto
El Aborto
El aborto es percibido por las personas dependiendo de los intereses a los que defienden,
estos dependen de los ideales, la política o la economía. Aunque se busque legalizar el aborto,
sigue siendo la eliminación de una persona débil y desprotegida. La defensa integral a la vida
de las personas, debe ser en todo momento incluyendo las situaciones de mayor
vulnerabilidad.
Philip Ney afirmo que desde el momento de la concepción ya se crea un vinculo entre la madre
y el hijo, incluso de manera inconsciente, independientemente de la manera en que el hijo
haya sido concebido.
Cuando una mujer piensa en abortar utiliza mecanismos psicológicos para creer que su hijo no
es humano, si no coágulos, tejidos o células. Las personas que tuvieron traumas en la infancia,
son más susceptibles de negar el vínculo, quienes están familiarizados con el uso de esas
defensas ante situaciones difíciles de manejar. Por ello, un embarazo inesperado despierta en
la mujer conflictos no resueltos de su infancia, transformándola en una persona
deshumanizada. Si estas mujeres, reciben ayuda para conectarse con su interior y rehumanizar
a su hijo, luego se les hace impensable haber tenido esas ideas de aborto.
Si una mujer se realiza el aborto, los sentimientos de culpa y dolor por la pérdida de su hijo,
pueden llegar a causar una depresión subclínica, generando comportamientos
autodestructivos. La persona puede no ser consiente, pero la interrupción del embarazo da
lugar a un vacío enorme y a una profunda sensación de incompletitud. Por esta razón, los
castigos como el alcoholismo y la drogadicción, son percibidos como justos por haber
cometido ese acto. Además, existen problemas como insomnio, dolores de abdomen, de
cabeza o de menstruación que están relacionados al post aborto.