0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
12 vistas4 páginas
El documento es una carta enviada por Fredy Alberto Campos Cuervo al Ministerio de Educación Nacional adjuntando soporte de pago de la matrícula de un doctorado. En la carta, Campos agradece la atención prestada por el Ministerio y envía la documentación requerida sobre el apoyo educativo solicitado.
El documento es una carta enviada por Fredy Alberto Campos Cuervo al Ministerio de Educación Nacional adjuntando soporte de pago de la matrícula de un doctorado. En la carta, Campos agradece la atención prestada por el Ministerio y envía la documentación requerida sobre el apoyo educativo solicitado.
El documento es una carta enviada por Fredy Alberto Campos Cuervo al Ministerio de Educación Nacional adjuntando soporte de pago de la matrícula de un doctorado. En la carta, Campos agradece la atención prestada por el Ministerio y envía la documentación requerida sobre el apoyo educativo solicitado.
Señores Talento Humano Ministerio de Educación Nacional Ref. Envío soporte de pago
De manera atenta y dando respuesta a la solicitud realizada en relación al apoyo
educativo brindado, envío soporte de pago de matrícula correspondiente al doctorado que curso actualmente.
Agradezco la atención prestada,
Cordialmente,
Fredy Alberto Campos Cuervo Caperucita
Roja Había una vez una adorable niña llamada Caperucita Roja. Vivía en un pequeño pueblo rodeado de colinas y flores. Un día soleado, su madre le dijo: "Caperucita, tu abuelita está enferma. ¿Podrías llevarle esta cesta llena de comida y medicinas?"
"¡Claro que sí, mamá! Iré a visitar a la abuelita y le llevaré estos
alimentos", respondió con una sonrisa.
Su madre la miró con cariño y le advirtió muy preocupada
porque sabía que podía haber peligros en el camino:
"Recuerda, Caperucita, no te desvíes del camino y no hables
con extraños. Ve directamente a la casa de la abuelita".
Caperucita asintió y comenzó su camino hacia la casa de su
abuela, que se encontraba al otro lado del bosque. Mientras caminaba alegremente, sin sospechar lo que le esperaba, un lobo astuto se cruzó en su camino.