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Elaborar Lactobacilus Naturales
Elaborar Lactobacilus Naturales
Además de los yogures y las leches fermentadas hay otros alimentos que, por
el proceso natural de fermentación al que han sido sometidos, son una fuente
original de lactobacilus. Se trata de las verduras y hortalizas
fermentadas, pickles o encurtidos. Uno de los grandes beneficios que se
atribuyen a las hortalizas fermentadas es el de restablecer los microbios de la
flora intestinal porque proveen de microorganismos benefactores como los del
género Lactobacilus («acidophilus», «bifidus», «plantarum», «leichmanii»,
«fermentum»).
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rehogado de la pasta es otra manera de consumir estos alimentos.
Conviene añadirlo al final de la cocción, para que el calor residual active
los fermentos pero no los destruya.
• Tamari: salsa de soja obtenida por fermentación de las habas de soja
con agua y sal. Hay que diferenciarla de otra salsa, también
denominadas de soja o shoyu, que se obtiene al fermentar la soja con
granos de trigo. Su uso ha de ser comedido y proporciona un sabor
especial a los distintos platos: de pollo, de albóndigas, macarrones con
verduras, pescados o variedad de carnes e, incluso, de aliño de
ensaladas en lugar de la sal (dado que es un alimento muy salado).
• Umeboshi: ciruelas fermentadas con sal marina durante más de dos
años con propiedades de alcalinizar la sangre, efecto antibiótico y
antiséptico.