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TEMA-4 Derecho Internacional
TEMA-4 Derecho Internacional
ASPECTOS GENERALES. Una vez que un proceso con elemento extranjero ha concluido con la pertinente
resolución judicial, el siguiente problema que se plantea en DIPR es el de la eficacia extraterritorial de dicha
resolución en otro Estado porque en virtud de la exclusividad de la soberanía estatal, una decisión sólo produce
efectos en el territorio del Estado donde fue dictada (117.3 CE).
Ahora bien, esta solución es contraria a la continuidad de las relaciones y a la seguridad jurídica, ya que obligaría
a los sujetos que han obtenido una resolución en su favor a tener que reiniciar el proceso en el Estado donde
quieren hacer valer sus derechos, aumentando el riesgo de duplicidad de soluciones. Para superar este principio de
soberanía territorial se articulan mecanismos que garantizan la eficacia extraterritorial de las resoluciones judiciales
al no existir, en Derecho internacional, ninguna regla que obligue a los Estados a conceder dicha eficacia.
Argumentos tales como el principio de cooperación internacional, la seguridad jurídica, la economía procesal y la
continuidad de las relaciones jurídicas fundamentan la exigencia de conceder efectos a las decisiones judiciales
extranjeras.
Los mecanismos que los distintos sistemas de DIPR conocen para garantizar la eficacia extraterritorial de las
resoluciones judiciales extranjeras son el reconocimiento y el exequátur.
- El reconocimiento se configura como la aceptación por el Derecho del foro de que la resolución extranjera
puso fin al objeto de la controversia y que puede desplegar determinados efectos en su territorio. Ahora bien,
conceder eficacia a una resolución extranjera no significa su aceptación incondicionada en el Estado
requerido (Estado del reconocimiento), ya que es necesario realizar un control destinado a comprobar que
dicha resolución cumple con determinadas condiciones de regularidad. Señalar que las distintas normas que
componen el sector de la validez extraterritorial de las resoluciones establecen en su articulado diversas
soluciones sobre cómo se realiza el reconocimiento y cuáles son los requisitos que deben cumplirse. El
concepto de reconocimiento hay que distinguirlo del de exequátur o declaración de ejecutividad.
- Si lo que se quiere es ejecutar en el Estado requerido el mandato de dicha resolución será necesario
previamente convertirla en título ejecutivo porque la resolución extranjera no lo es. El exequátur es el
procedimiento mediante el cual se declara ejecutiva la resolución extranjera en el Estado requerido. Una vez
que la resolución es convertida en título ejecutivo podrá procederse a la ejecución propiamente dicha, es
decir, hacer efectiva la sanción en ella contenida, incluso con medidas coactivas si el demandado no cumple
voluntariamente. El exequátur o declaración de ejecutividad se configura, por tanto, como presupuesto de la
ejecución. Solo las resoluciones de condena obtendrán el exequátur, no las declarativas ni constitutivas que
no son susceptibles de ejecución. Como regla general el procedimiento de exequátur es un procedimiento
que se desarrolla en el Estado requerido. No obstante, la tendencia en las normas europeas es la supresión
de dicho procedimiento. Si la sentencia es ejecutiva en origen extiende su efecto al Estado requerido,
solicitándose directamente al tribunal requerido su ejecución. Distintas fórmulas se han utilizado en los
Reglamentos para lograr esta solución (establecer un conjunto de normas procesales mínimas, armonizar
normas de conflicto, etc).
¿Cómo son los efectos que se pueden producir? Hay 2 teorías:
- teoría de la equiparación de los efectos. Según esta teoría, la resolución extranjera tiene que ser equiparada
a una resolución nacional, desplegando los mismos efectos que tendría una resolución dictada en el restado
requerido. Inconveniente: a veces se pueden derivar efectos que no hayan sido queridos por las partes.
- teoría de la extensión de efectos. Según esta tesis, la resolución extranjera tendría en el estado requerido los
mismos efectos que tiene en el estado de origen. De este modo, la resolución extranjera extiende sus efectos
al estado requerido. Cn esta tesis se garantiza la seguridad jurídica y la continuidad de las relaciones.
Dificultades: puede ser que algún efecto que se reconozca o que se ejecute, no se reconozca en el
ordenamiento de dicho estado.
LOS EFECTOS DE LAS DECISIONES JUDICIALES EXTRANJERAS EN ESPAÑA.
Hay que partir de la base de si es necesario el reconocimiento de dicha resolución en España. Hay que tener en cuenta
la doble dimensión que toda resolución judicial presenta: la resolución puede concebirse como un acto jurisdiccional
(debiendo reconocerse para desplegar efectos en nuestro territorio), o bien como un documento público (no
necesitando ser reconocida para tener eficacia extraterritorial).
Los efectos asociados al reconocimiento de la sentencia extranjera como acto son:
a. efecto de cosa juzgada. Instrumento a favor de litigante vencedor. en el juicio que ya ha sido
desarrollado en el extranjero, ya que, si el litigante perdedor inicia un proceso en España entre las
mismas partes y con la misma causa, el vencedor podrá oponer la excepción de cosa juzgada. En su
aspecto positivo el efecto de cosa juzgada supone que el juez español estará vinculado por esa
decisión. En su aspecto negativo significa que no se puede volver a plantear ante las autoridades
españolas el asunto ya resuelto por la resolución extranjera.
b. efecto constitutivo. Si una resolución extranjera crea, extingue o modifica un derecho o relación
jurídica, deberá reconocerse para que despliegue en nuestro OJ dicho efecto.
c. efecto registral. la decisión extranjera que constituye o declara un hecho o un derecho que debe
tener acceso al Registro Civil español, debe ser reconocida previamente porque dicha resolución es
el título que permite realizar la inscripción registral.
Si consideramos la resolución extranjera como documento público, no será necesario el reconocimiento de
dicha resolución para que despliegue efectos en España. Los efectos NO vinculados al reconocimiento son:
a. efecto probatorio. La resolución judicial, aunque sea extranjera, es un documento público y como
tal documento servirá de prueba en un proceso español si reúne los requisitos exigidos por el 323
LEC. La fuerza probatoria de la resolución extranjera se apreciará por el juez español conforme a
nuestro derecho como lex fori.
b. efecto de la determinación de la capacidad para determinados actos inscribibles en el Registro
español, es decir, la resolución extranjera puede servir de prueba para la realización de un acto
que debe inscribirse. Por ejemplo: si un extranjero quiere contraer matrimonio en España, puede
demostrar la disolución de su matrimonio anterior aportando la sentencia extranjera de divorcio, sin
necesidad de que sea reconocida. En este caso, y a diferencia del efecto registral, como el primer
matrimonio no estaba inscrito en el RC español, no hace falta el reconocimiento.
- En la materia familiar, destaca por su importancia el Reglamento (CE) nº.2201/2003 del Consejo,
de 27 de noviembre, relativo a la competencia, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones
judiciales en materia matrimonial y de responsabilidad parental. En virtud de lo dispuesto en su
artículo 60, en las relaciones entre los EE.MM el Reglamento primará sobre el Convenio europeo
de 20 de mayo de 1980 relativo al reconocimiento y ejecución de decisiones en materia de
custodia de menores, así como al restablecimiento de dicha custodia; y conforme establece el
artículo 61, en las relaciones con el Convenio de La Haya de 19 de octubre de 1996 relativo a la
competencia, la ley aplicable, el reconocimiento, la ejecución y la cooperación en materia de
responsabilidad parental y de medidas de protección de los niños, el Reglamento se aplicará en
lo que respecta al reconocimiento y ejecución en el territorio de un EM de una resolución dictada
por el órgano jurisdiccional competente de otro EM, aun cuando el menor afectado tenga su
residencia habitual en un Estado no miembro que sea parte contratante del citado Convenio. Al
igual que el Reglamento 1215/2012, el Reglamento 2201/2003 prevalece sobre los convenios
bilaterales que España tiene firmado con otros Estados de la UE y que regulan el reconocimiento
y exequátur de resoluciones en materias cubiertas por el Reglamento. También contienen normas
sobre eficacia extraterritorial de resoluciones en el ámbito familiar el Reglamento (CE) nº.4/2009
del Consejo, de 18 de diciembre, relativo a la competencia, la ley aplicable, el reconocimiento y la
ejecución de las resoluciones y la cooperación en materia de obligaciones de alimentos; etc.
En la apreciación de estos criterios de competencia, el órgano jurisdiccional requerido quedará vinculado por los
antecedentes de hecho en los que el órgano jurisdiccional del EM de origen haya fundado su competencia.
4. El reglamento 2201/2003 del consejo, de 27 de noviembre.
En materia de derecho de visita el órgano jurisdiccional de origen debe comprobar que se han cumplido ciertos
requisitos que son los siguientes:
- Si el procedimiento se hubiera desarrollado en rebeldía tiene que quedar acreditado que el escrito de
demanda o documento equivalente ha sido notificado a la parte rebelde con la suficiente antelación y de tal
manera que esta pueda defenderse. O bien incluso, si a pesar de no cumplirse estas condiciones, consta de
forma inequívoca que el demandado rebelde ha aceptado la resolución.
¿Cómo se obtiene esta certeza con respecto a un demandado que no ha comparecido si consta que no se le
haga trasladado la demanda de forma regular y con tiempo suficiente y sin embargo tenemos la certeza de
que acepta la resolución? porque renuncia a ejecutar cualquier tipo de recurso, el demandado tiene que agotar
todas sus posibilidades de defensa y si a pesar de no haber sido notificado ha podido tener conocimiento por
cualquier vía del recurso que va contra él, y aun así no se ha defendido, no ha agotado su defensa.
- Se haya dado la posibilidad de audiencia a todas las partes afectadas.
- Que se le haya dado al menor la posibilidad de audiencia.
En materia de la restitución del menor deben cumplirse los siguientes requisitos establecidos en el artículo 42.2
- Que se le haya dado al menor la posibilidad de audiencia.
- Que se le haya dado a las partes posibilidad de audiencia
- Que el órgano jurisdiccional haya tenido en cuenta que al dictar la resolución las razones y
las pruebas en base a las cuales se haya emitido la resolución en virtud del art. 13 del
Convenio de la Haya.
EJEMPLO. Imaginemos que una pareja tiene la custodia compartida. Los dos padres residen en España y el
padre coge al niño y se lo lleva a Francia y no lo devuelve. Esto es una sustracción de menores.
El padre se va a los tribunales franceses y a través del art. 13 del Convenio de la Haya se pueden dar razones
para que el menor no tenga que volver a su país de origen (España). ¿Qué hace la madre? Se va a los tribunales
españoles. El juez español dicta una orden de restitución del menor, esta segunda resolución es la que se puede
ejecutar automáticamente. Una vez se cumplen estos requisitos, la sentencia se ejecuta automáticamente en el
estado requerido.
Aquí no cabe impugnar, ningún motivo de oposición de los contemplados en el reglamento. Lo único que cabría
una vez emitido el certificado con arreglo a los anexos III y IV es una rectificación en el caso de cometerse un error
material, es decir, cuando el certificado no refleje correctamente el contenido de la resolución judicial.
Como regla general, no es posible impugnar la resolución solo cabe un motivo de denegación que sería la
incompatibilidad de la resolución con otra resolución ejecutiva dictada con posterioridad. Si la resolución hubiera
sido dictada con anterioridad entraría en juego la litispendencia. Por eso el reglamento solo habla de la
incompatibilidad con respecto a la posterioridad.
Este es un procedimiento muy especial y además tiene carácter potestativo, el legislador no lo impone
obligatoriamente, sino que podrán las partes si se cumplen los requisitos, o bien acogerse a este a procedimiento
(que es mucho más ágil) o siempre tiene la posibilidad de acogerse al procedimiento normal que sigue siendo muy
favorecedor para ejecutar las sentencias, pero no es tan ágil como el anterior.
Aquí vemos una vez más la tendencia que se va imponiendo hacia la supresión del exequátur.
Se recoge aquí la dimensión procesal del orden público ya que se denegará el reconocimiento de la STC
extranjera cuando se hubiera dictado con manifiesta infracción de los derechos de defensa. Aquí se cubren
todos los supuestos de lesión de los derechos de defensa por lo que el orden público debe considerarse como
material.
En nuestro derecho autónomo no se exige que la notificación se haya realizado de manera regular, sino en una
forma o manera que haya permitido el demandado preparar su defensa, y, por otra parte, establece que no se
denegará el reconocimiento si el demandado pudo recurrir la resolución y no lo hizo.
c. Control de competencia judicial internacional.
Se denegará el reconocimiento cuando la resolución extranjera se hubiere pronuncia sobre una materia
respecto a la cual fueren exclusivamente competentes los órganos jurisdiccionales españoles, o, respecto a las
demás materias si la competencia del juez de origen no obedeciere a una conexión razonable.
La finalidad de lo anterior es verificar que existía un principio de proximidad entre el órgano jurisdiccional
extranjero que dictó la resolución y el litigio. Se denegará el reconocimiento si la STC extranjera se dictó
vulnerando los foros exclusivos españoles. Se considera que hay una conexión razonable cuando el órgano
jurisdiccional extranjero hubiere basado su competencia judicial internacional en criterios similares a los previstos
en la legislación española.
Técnica bilateralista: Si el tribunal extranjero se declaró competente sobre la base de unos foros parecidos a los
previstos en la legislación española se entenderá que era competente porque en un supuesto similar, un tribunal
español lo hubiera sido.
d. Insociabilidad de resoluciones.
El principio de seguridad jurídica justifica esta condición y, al respecto, se recogen en la norma dos supuestos
de inconciabilidad:
- De un lado, cuando la resolución fuera inconciliable con una resolución dictada en España.
- De otro lado, cuando la resolución fuera inconciliable con una resolución dictada con anterioridad
en otro estado, cuando ésta última resolución reuniera las condiciones necesarias para su
reconocimiento en España.
Para que exista inconciabilidad se considera que existe contradicción entre sentencias cuando ambas no pueden
cumplirse al mismo tiempo. En el supuesto de que la inconciabilidad sea con una resolución española no se
exige que ésta se haya dictado con anterioridad a aquélla cuyo reconocimiento se solicita. La española
prevalece siempre.
e. Pendencia de un proceso en España.
También se denegará el reconocimiento cuando existiera un litigio pendiente en España entre las mismas
partes y con el mismo objeto, iniciado con anterioridad al proceso en el extranjero. El proceso debió haberse
iniciado con anterioridad al proceso en el extranjero y, además, se exige la identidad de las partes y el objeto. Se
evitan comportamientos fraudulentos de las partes.
ACCIONES COLECTIVAS. Hay una previsión especial para el reconocimiento de las acciones colectivas
extranjeras. Es una de las novedades más importantes de la Ley.
La acción colectiva permite a un grupo de personas demandar la protección de sus derechos lesionados por
empresas. Las resoluciones extranjeras dictadas en procedimientos derivados de acciones colectivas serán
susceptibles de reconocimiento ejecución en España.
Se exige que la acción colectiva haya sido comunicada o publicada en España por medios equivalentes a los
exigidos por la legislación española y que dichos afectados hayan tenido las mismas oportunidades de
participación o desvinculación en el proceso colectivo que aquellos afectados domiciliados en el Estado de
origen,
La resolución extranjera no se reconocerá cuándo la competencia del tribunal de origen no se hubiera basado
en un foro equivalente a los previstos en la legislación española.
EL PROCEDIMIENTO DE EXEQUÁTUR. Se trata de un procedimiento de control formal que debe
desarrollarse siempre que se solicite el reconocimiento a título principal y el exequátur de una resolución
judicial extranjera.
Es competente el Juzgado de Primera Instancia del domicilio de la parte frente a la que se solicita el
reconocimiento de ejecución, o de la persona a quien se refieren los efectos de la resolución judicial extranjera.
La competencia territorial se determinará por el lugar de ejecución o por el lugar en el que la resolución deba
producir sus efectos siendo competente en último caso el Juzgado de Primera Instancia ante el que se
interponga la demanda del exequátur.
Corresponde a los Juzgados de lo Mercantil conocer de las solicitudes de exequátur de resoluciones judiciales
extranjeras que versen sobre materias de su competencia.
El proceso se inicia mediante demanda a instancia de cualquier persona que acredite un interés legítimo y se
habrá de dirigir contra aquella/s parte/s frente a las que se quiera hacer valer la resolución judicial extranjera.
Las partes tienen que contar con procurador y letrado. En el mismo escrito se puede recoger el exequátur y la
demanda de ejecución. La demanda deberá de ir acompañada de una serie de documentos. La parte
demandada tendrá un plazo de 30 dias para oponerse.
Cuando se formaliza la oposición o pasado el plazo para ello sin que se realice, el órgano jurisdiccional
resolverá en un plazo de diez días mediante auto, El Ministerio Fiscal intervendrá siempre en el exequátur.
Contra el exequátur sólo cabe recurso de apelación, y en segunda instancia se puede interponer el
extraordinario por infracción procesal o casación conforme a la ley.
Una vez que la resolución judicial extranjera ha sido declarada ejecutiva podrá ejecutarse en España como si
fuese una STC española, siguiendo la LEC.