Como complemento indispensable al proceso de obtención de la carne, se considera el o los procesos
mediante los cuales la carne es conservada en buenas condiciones para ser usada bien como producto fresco para la preparación culinaria directa, o como materia prima básica para la elaboración de productos. Los cambios que determinan la pérdida de calidad de la carne son de todos los tipos, tanto físicos como químicos y microbiológicos, pero los que revisten mayor gravedad y se producen más rápidamente son los cambios microbiológicos, los que además propician alteraciones de los otros dos órdenes. La contaminación de la carne de los animales de abasto público o de caza es inevitable, el mismo proceso de sacrificio y la posterior exanguinación, propician la apertura de nuevas vías de invasión de los microorganismos del tracto intestinal a todo el cuerpo del animal y si se considera que mediante la exanguinación se están eliminando los leucocitos y anticuerpos, es muy alta la posibilidad de difusión de estos microorganismos. Los métodos de conservación de canales, carne y productos cárnicos se fundamentan en procesos físicos (incrementos y decrementos de la temperatura, transferencia de masa, modificaciones en la presión, colocación de barreras), químicos (adición de sustancias) y físico-químicos. PROCESOS FÍSICOS Modificaciones de la temperatura: Los métodos particulares para la modificación de la temperatura que se emplean para carnes se fundamentan exactamente en los mismos principios que, para cualquier sustancia en la naturaleza, es decir, mediante los procesos de flujo de energía térmica, sólo que las sustancias que participan directamente en los procesos, deben reunir, además de unas buenas características térmicas, características de compatibilidad con la carne o el producto cárnico a tratar. Las eventuales incompatibilidades que puedan presentarse, son subsanadas mediante procedimientos complementarios, que minimizan o eliminan los efectos negativos derivados del proceso principal de conservación. Decrementos de la temperatura: Para los procesos de conservación de canales y carne fresca, son comúnmente usados los métodos que implican la disminución de la temperatura como mecanismo para retardar la proliferación de microorganismos, así como para disminuir la velocidad con que transcurren las reacciones químicas y enzimáticas deteriorativas de la carne. En la medida que el enfriamiento es más severo, mayor será el control que se puede efectuar; además, si la disminución de la temperatura es tan drástica que el agua presente cambios de estado, el control es mucho mayor ya que la disponibilidad de agua, como medio universal para las reacciones, es menor. Cuando el material a tratar es un producto cárnico, el método más usado consiste en incrementar la temperatura rápidamente, con el fin básico de destruir los microorganismos potencialmente toxigénicos y los causantes de alteraciones que pueda contener el producto. En la medida en que el tratamiento sea severo, la efectividad del tratamiento será mayor y por ende más costosa, sin embargo, el tratamiento no garantiza que el producto quede libre de ser recontaminado, o de la microflora remanente (en el caso de que el tratamiento no asegure esterilidad) no se active. En los procesos de enfriamiento lo que se transfiere desde el material (canales, carne, productos) hasta el fluido refrigerante es energía, energía térmica, al igual que en los procesos de calentamiento. Independiente de quien sea el que entrega energía o de quien sea el que la reciba, solo existen tres mecanismos para este intercambio calórico: la conducción, la convección y la radiación. En la transmisión de calor por conducción se intercambia directamente energía molecular, cediendo las moléculas de mayor energía parte de ella, a las moléculas vecinas de menor energía. Es el mecanismo predominante cuando un sólido se calienta o enfría. La transmisión de calor por convección se caracteriza por el movimiento de grupos de moléculas energizadas, el cual puede ser natural (por cambios de densidad) o inducido, llamándose libre y forzado. Es el mecanismo predominante cuando un fluido se calienta o enfría, sirviendo como medio refrigerante o calefactor. El tercer mecanismo es el de radiación en el cual se transmite energía por ondas electromagnéticas Escaldado: El escaldado de los productos es un tratamiento que industrialmente se considera realizado a partir de que el producto cárnico, en su punto más frío (generalmente el centro geométrico), haya alcanzado una temperatura de por lo menos 68ºC (Norma Técnica Colombiana 1325, cuarta revisión de 1998). Las salchichas, los salchichones y otros productos embutidos semejantes, son considerados escaldados una vez alcanzan esta temperatura en su centro geométrico y esta temperatura se ha sostenido por un tiempo adecuado. Cocción: Es un tratamiento un poco más severo que el escaldado, pero está menos generalizado para productos cárnicos. Esta se usa básicamente para productos que en razón a su composición y a la procedencia de sus materiales así lo exigen. Las morcillas son un claro ejemplo de estos procedimientos; las temperaturas alcanzadas en ellos fluctúan también en un amplio intervalo. Para la NTC 1325, cuarta revisión de 1998, la temperatura de cocción se fija en 75ºC. A estas temperaturas, la condición microbiológica del producto es buena. Esterilización: Este procedimiento de conservación por incremento de la temperatura fue descubierto originalmente por Nicolás Appert, quien conservaba alimentos sometiéndolos a calentamiento a temperaturas un poco inferiores a los 100 0C por tiempos prolongados en procesos que se llamaron de caldera abierta y luego, tomando el nombre de su descubridor se llamaron appertización. Pronto, reportan diversos autores, se descubrió que la estabilidad de los productos poco ácidos como las carnes, se veía mejorada cuando se sometía a tratamientos un poco más severos. En la actualidad el proceso se ha modificado mucho, llegándose a determinar variables y valores a cuantificar, indicadores de la efectividad de un tratamiento que se llama esterilización comercial, el cual, mediante adecuados procedimientos de realización, permite garantizar la estabilidad del producto en condiciones normales de manejo. La esterilización comercial para carnes se define como el tratamiento térmico mediante el cual la concentración remanente de esporas del Clostridium botulinum sea 10-9 de las iniciales. En consideración a que este microorganismo es termorresistente, además de ser altamente tóxico, se garantiza con ello que todas las formas esporuladas y vegetativas de otros microorganismos hayan sido destruidas. Radiación: Las radiaciones con microondas y rayos infrarrojos, usados eventualmente como método de conservación de las carnes, deben su efectividad al incremento de la temperatura que ocasionan en el producto irradiado, con el respectivo efecto sobre los microorganismos. Su longitud de onda, 10- 5 m, poco mayor que la de la luz visible, 10-6m, no alcanza por su contenido energético, a producir ionización. Transferencia de masa. Secado: Este método de deshidratación, posiblemente uno de los más primitivos existentes, se fundamenta en la eliminación, mediante diversos procedimientos, del medio básico para la supervivencia microbial y para el transcurrir de las reacciones de todo orden. La deshidratación de la carne puede hacerse mediante el uso de un fluido seco, con el cual pueda estar en contacto directo, lo cual significa que no debe interactuar con ella, salvo como agente deshidratante, mediante procesos de transferencia de energía. El uso del aire caliente como agente deshidratante ha sido el más estudiado. En este proceso como en cualquiera que implique transferencia de masa, deben propiciarse aspectos como incremento del área de contacto y capacidad de transporte de material. Liofilización: Este proceso consiste en la deshidratación de la carne, usando el vacío como mecanismo impulsador de ella. Se consideran dos procedimientos para llevar a cabo este proceso, ambos se fundamentan en hacer el vacío mediante una bomba, pero mientras que en el primero el agua es evaporada, en el segundo el agua se sublima, es decir, en este último, el agua en estado sólido pasa a vapor directamente. Este proceso permite reducir el contenido acuoso a menos del 2% sin que apenas se alteren la forma y el volumen originales. La estabilidad de este tipo de carnes es prolongada, mucho más que la de los productos deshidratados por los métodos convencionales. La carne que ha sido cocinada antes de ser liofilizada tiene mayor estabilidad que la de la carne fresca. La estabilidad de las carnes deshidratadas depende en gran medida, de las condiciones que se les pueda proporcionar durante el almacenamiento, siendo determinante que las carnes puedan estar empacadas al vacío y libres de todo efecto de humedad exterior. Para la rehidratación o reconstitución de este tipo de productos se recomienda usar cloruro de sodio al 1% - 2% y pirofosfato sódico entre 0.1%, y 0.15%, en el agua de reconstitución. La irradiación: Puede considerarse como un método físico de conservación. Las más importantes son las radiaciones ionizantes que son aquellas que tienen suficiente energía como para liberar electrones de los átomos produciendo iones. Este tipo de radiaciones destruye los microorganismos de los alimentos, razón por la que se denomina esterilización en frío. Bajo esta consideración, la radiación es un mecanismo alternativo a este proceso, sin embargo, en carnes no deben utilizarse haces de electrones muy energizados porque se corre el riesgo de inducir radiactividad en el producto o en el empaque. Es posible diseñar tratamientos diversos de conservación de carnes usando las radiaciones ionizantes; un tratamiento equivalente al escaldado puede lograrse mediante la radiación a 100.000 rads lo que garantiza la destrucción de la Pseudomonas geniculata que es muy sensible a la radiación. Si este proceso se complementa con una adecuada barrera y refrigeración, el tiempo de vida útil del producto se ve incrementado. Atmósfera modificada: Este es un método que si bien es cierto su descubrimiento se remonta a épocas anteriores, sólo ahora se está difundiendo profusamente su uso. Básicamente consiste en intervenir el catabolismo en alimento, la carne para el caso, modificando las condiciones gaseosas ambientales que favorecen el deterioro. PROCESOS QUÍMICOS: Salazón: La adición de sal a la carne como método de conservación probablemente sea uno de los procedimientos más antiguos para la conservación de carnes y, seguramente, también será el método que más ha proporcionado utilidad desde el punto de vista del procesamiento de carnes. La sal adicionada a la carne a bajas concentraciones, proporciona un incremento en la capacidad de retención de humedad de la carne, a concentraciones relativamente altas la sal disminuye la actividad del agua al aumentar la presión osmótica, permitiendo con ello un control microbial creciente en importancia, en la medida en que más sal sea agregada a la carne. Adicional a esto debe considerarse el efecto global deshidratante que puede presentar la sal cuando es usada en cantidades altas. Cuando es usada la sal sola, como agente conservante, la concentración de ésta en el producto o en el ambiente externo inmediato a él, considerándolo en buenas condiciones higiénicas iniciales, debe aproximarse a concentraciones del 10%, preferiblemente mayores, lo que determina una actividad acuosa suficientemente baja, garantizando una relativa estabilidad del producto. La actividad acuosa (Aw) se define como la relación entre la fugacidad del agua en la carne o el producto cárnico y la fugacidad del agua pura a la misma temperatura. Curado: El método del curado en la actualidad no tiene mucho uso como procedimiento de conservación, en contraste con la época antigua donde jugó un papel preponderante bajo esta consideración. Para la moderna industria transformadora de carnes, éste ya no es considerado como método de conservación sino como procesamiento, es más, puede afirmarse que es el principal método de procesamientos de carnes si se considera que la mayoría de los productos, elaborados por la industria, son productos curados. Seguramente la adición de los nitritos a la carne apareció en forma accidental, acompañando la sal como contaminación de ésta cuando era usada como agente conservante o saborizante. Posiblemente el color, olor, sabor y durabilidad del producto orientó acerca de la diferencia de acción del agente conservante de acuerdo con su procedencia. Sin embargo, la química del nitrito no se comenzó a explorar sino hasta hace relativamente pocos años, permaneciendo aún reacciones sin conocer, desde el punto de vista de su cinética. Para que un producto cárnico pueda llamarse curado, requiere indiscutiblemente presentar como compuesto principal de color el nitrosilhemocromo, el cual se forma por la interacción química entre el óxido nítrico y la mioglobina de la carne; esta condición indispensable puede ser usada al intentar definir el producto curado. La adición de nitrato o nitrito de sodio, sal y azúcar en proporciones adecuadas y el propiciamiento de condiciones para la formación del nitrosilhemocromo en la carne es lo que actualmente se conoce como procedimiento de curado. La adición de las sales de sodio a la carne, no garantizan por sí solas la elaboración de un producto curado, se requiere la formación del nitrosilhemocromo, la cual a su vez no es posible sin la fuente de Oxido Nítrico. El Nitrito de Sodio, en un medio ligeramente ácido como el que proporciona la carne, y en solución, se ioniza, dando origen al ion nitrito, muy reactivo, que puede actuar como agente oxidante o como reductor. El uso del Nitrato de Sodio en el proceso del curado de carnes está cada vez más restringido, obedeciendo esta situación a la imposibilidad de predecir la cantidad de Óxido Nítrico que se formará como reactivo básico y, la cantidad de NO2, como producto intermedio, a partir de una cantidad determinada de Nitrato de Sodio. En principio la reducción del nitrato al nitrito de sodio se realiza mediante el uso de bacterias nitrato reductoras, las cuales pueden ser naturales o inoculadas, dependiendo del tipo de producto y del nivel de tecnificación de la producción, sin embargo, en cualquier caso, en unos más que en otros, la incertidumbre sobre el rendimiento de esa reacción es alta. El uso del Nitrato de Sodio en carnes es considerado para productos madurados, en condiciones ambientales específicas y cuyo tiempo de proceso es muy prolongado. Es más, se habla de curado lento al proceso en el cual es usado el Nitrato de Sodio, precisamente por la cantidad de reacciones en serie que deben producirse, para obtener finalmente, la disponibilidad de óxido nítrico para la reacción. Existe una vasta evidencia científica acerca del papel del nitrito en el control de la bacteria Clostridium botulinum, la cual es causante del botulismo en humanos. PROCESOS FÍSICO - QUÍMICOS Ahumado: el proceso de ahumado de carnes puede clasificarse como de adición de sustancias químicas, o como método de transferencia de masa, o como ambos, considerándolo por ende como método de conservación físico-químico. Este proceso fue usado desde la antigüedad como método de conservación de carnes; aún hoy en los sitios donde no se dispone de electricidad, es común ver colocado sobre el fogón de leña, la carne ahumándose y secándose. Actualmente el uso del ahumado, como método de conservación de carnes, ha sido sustituido por otros métodos mucho más eficientes como la refrigeración, que muy poco modifican las características de la carne. El ahumado para la industria de carnes moderna, es un método de procesamiento, tal vez el mejor complemento al proceso de curado, ya que mediante él se propician, en una gran cantidad de casos, las condiciones finales que completan la reacción del curado, además, se están proporcionando a la carne o al producto, una barrera física que contribuye a la conservación de la calidad, aparte del control microbial que pueden ejercer los compuestos del humo y del sabor, olor y color característicos que proporcionan a los productos.