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Ricardo González Ayala Biología II

El Origen de la Vida

Desde el surgimiento de la capacidad de razonar en el ser humano, la pregunta


sobre el origen de la vida persistió, dando lugar a explicaciones religiosas, mitológicas y
científicas. Antonio Lazcano, en su obra "El Origen de la Vida", se sumerge en la
evolución del pensamiento humano a lo largo de los años, proporcionando una guía
para comprender esta fascinante cuestión.

El libro comienza explorando las explicaciones creacionistas que datan de la


antigüedad, postulando que un dios o varios podrían haber originado todo lo existente.
Este enfoque resalta la intersección entre las explicaciones religiosas y científicas
sobre el origen del mundo y los seres vivos.

La teoría de la generación espontánea, que plantea el surgimiento espontáneo


de la vida a partir de elementos como el lodo y el agua, se examina desde la
perspectiva de pensadores antiguos como Aristóteles. Francisco Redi y sus
experimentos desafían esta teoría, marcando un hito crucial al demostrar su falsedad.

Lazcano presenta el debate entre Spallanzani y Needham sobre la existencia de


una fuerza vital que origina la vida. La narrativa destaca la importancia de experimentos
controlados, como los realizados por Spallanzani, que refutan la idea de generación
espontánea y resaltan la relevancia de la observación científica rigurosa.

La figura de Louis Pasteur emerge con su contribución fundamental al


desacreditar la teoría de la generación espontánea mediante experimentos sobre la
esterilización y la participación de microorganismos en la descomposición de la materia
orgánica. La mejora del microscopio fortalece estos descubrimientos, marcando un
avance significativo en la comprensión del origen de la vida.

La teoría de la panspermia, propuesta por Svante Arrhenius en 1908, sugiere


que la vida llegó a la Tierra en forma de esporas y bacterias desde el espacio exterior.
Lazcano presenta argumentos a favor y en contra de esta teoría, señalando las
condiciones desafiantes del medio interestelar y la fricción generada durante la entrada
de meteoritos en la atmósfera.

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Ricardo González Ayala Biología II

Casi al final de la obra se centra en la teoría del origen físico-químico de la vida,


conocida como la teoría de Oparin-Haldane. Esta teoría se basa en condiciones
específicas en la Tierra primitiva, como la ausencia de oxígeno libre y la presencia de
sustancias como hidrógeno, metano y amoniaco, que proporcionaron el entorno
propicio para el desarrollo de la vida.

Oparin e Haldane sugirieron que la radiación solar, la actividad eléctrica de la


atmósfera y la proveniente de los volcanes dieron origen a los primeros seres vivos.
Lazcano destaca la influencia conjunta de estas teorías en la comunidad científica
dedicada al estudio del origen de la vida.

Hace aproximadamente 5,000 millones de años, la Tierra se formó junto con el


resto del sistema solar. Lazcano detalla las condiciones extremas en las que se
encontraba la Tierra primitiva, expuesta a la radiación solar, impactos de meteoritos y
radiactividad de elementos como el torio y el uranio. La atmósfera carecía de oxígeno
libre, y la ausencia de la capa de ozono permitía la llegada directa de radiaciones
ultravioletas del sol.

Enfatiza la presencia de vapor de agua, metano, amoníaco, ácido cianhídrico y


otros compuestos en la atmósfera primitiva. Lazcano destaca que estas condiciones,
junto con la actividad eléctrica y radiactiva, así como la presencia de rayos cósmicos,
proporcionaron las fuentes de energía necesarias para los procesos fundamentales en
la formación de la vida.

El siguiente capítulo se toma en cómo los elementos presentes en la atmósfera y


los mares primitivos se combinaron para formar compuestos esenciales como
carbohidratos, proteínas y aminoácidos. Lazcano explica cómo estas sustancias se
acumularon en los mares y dieron lugar a sistemas microscópicos esferoides
delimitados por una membrana, similar a los coacervados.

Se aborda la noción de "protobiontes", macromoléculas expuestas a condiciones


a veces adversas en la Tierra primitiva. Estos sistemas, similares a los coacervados,
realizaban intercambios de materia y energía con su entorno, y su complejidad
aumentaba a medida que evolucionaban.

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Ricardo González Ayala Biología II

La cuestión relativa al origen de la vida o aparición sobre la Tierra de los


primeros seres vivientes pertenece al grupo de los problemas más importantes y
básicos de las Ciencias Naturales. Toda persona, cualquiera que sea su nivel cultural,
se plantea este problema más o menos conscientemente, y, de mejor o peor calidad,
producirá una respuesta, ya que sin ella no puede concebirse ni la más rudimentaria
concepción del mundo. La Historia nos muestra que el problema del origen de la vida
ha atraído la atención de la Humanidad ya desde los tiempos más remotos. No existe
un solo sistema filosófico o religioso, ni un solo pensador de talla, que no haya
dedicado la máxima atención a este problema. En cada época diferente y durante cada
una de las distintas fases del desarrollo de la cultura, este problema ha sido resuelto
con arreglo a normas diversas.

Sin embargo, en todos los casos ha constituido el centro de una lucha acerba
entre las dos filosofías irreconciliables del idealismo y el materialismo. Hacia comienzos
de nuestro siglo, esta lucha no solamente amaina, sino que adquiere renovado vigor,
ello debido a que las Ciencias Naturales de entonces eran incapaces de encontrar una
solución racional y científica al problema del origen de la vida, a pesar de que en otros
terrenos se habían logrado tan brillantes éxitos. Se había entrado, por así decirlo, en un
callejón sin salida.

Referencias
Lazcano Araujo, A. (1989). *El origen de la vida*. Trillas.

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