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CINCO COSAS A LAS CUALES DESPERTAR.

“DESPIÉRTATE, TÚ QUE DUERMES” (EFESIOS 5:14)

LA IGLESIA DE CRISTO DEBE DESPERTAR YA. Si no todos, la gran mayoría de los


que estamos aquí tenemos un reloj despertador en casa, o en su defecto un teléfono
celular que nos puede despertar. ¡Y cómo le gusta sonar cuando estamos en el mejor
de los sueños!.
Los niños, los adolescentes y los jóvenes son los más difíciles para levantarse. Hacen
caso omiso al despertador y quieren seguir durmiendo otro poquito más. Es necesario
que sus padres, especialmente mamá, venga y los sacuda para que se alisten para
sus labores cotidianas.
Lo cierto es que a todos, grandes y pequeños, nos llega la hora de despertar. Y eso es
lo que el apóstol Pablo nos está diciendo aquí: “... Despiértate, tú que duermes...”.
Para algunos comentaristas Pablo está, en este pasaje, recordando un canto o himno
que las primeras iglesias cristianas entonaban para estimularse unos a otros a no
dormitar espiritualmente.
Otros comentan que Pablo está pensando al escribir este texto en el toque de diana de
una trompeta militar que despierta a los soldados a determinada hora. Los apóstoles
fallaron cuando se quedaron dormidos en el huerto de Getsemaní y no velaron con el
Señor ni una sola hora. En la parábola de las diez vírgenes, las que se quedaron
dormidas también se quedaron afuera de las bodas. Veamos lo que el apóstol Pablo
quiere decirnos con eso de: “Despiértate, tú que duermes”.

1º QUE ES TIEMPO DE DESPERTARNOS AL AMOR DE DIOS. En esto consiste el


gran mandamiento: “Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es:
Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios
con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con todas tus
fuerzas. Este es el principal mandamiento” (Marcos 12:29-30).
Siempre será nuestro gran deber amar a nuestro Dios por encima de todas las cosas.
Sin embargo, parece ser que algunos aún no despiertan a este amor, porque de labios
le honran, pero su corazón lejos está de ÉL.
El Señor debe ocupar el primer lugar en el centro de nuestra vida. Ni la casa, ni el
dinero, ni cualquier cosa que tengamos puede valer más que el Señor. Un día un joven
príncipe llegó hasta Jesús y le preguntó cómo tener la vida eterna y le aseguró que ya
había cumplido con toda la ley de Dios. Pero cuando el Señor le pidió que vendiera
todas sus posesiones, aquel joven se fue triste porque amó más a sus bienes que al
Salvador.
“DESPIÉRTATE, TÚ QUE DUERMES”. EFESIOS 5:14 Hay mucha gente cristiana que
hace lo mismo. Debemos amar a Dios más que todas aquellas cosas que nos causan
orgullo y aún más que a nosotros mismos. Debemos estar alertas contra todas
aquellas cosas que nos están impidiendo amar a Dios como ÉL quiere que le amemos.

2º QUE ES TIEMPO DE DESPERTARNOS AL ESTUDIO DE LA BIBLIA.


Josué escuchó uno de los mejores consejos que jamás pudo haber oído:
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche
meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está
escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”
(Josué 1:8).
Y es que la Biblia es el único alimento espiritual que Dios nos ha dado para nuestras
almas.
Pero, parece ser, que muchos no lo han entendido así, y no apartan tiempo para
leerla, para estudiarla, para meditarla. La Biblia es la única guía para nuestra vida
diaria. Hay personas que pueden leer diariamente todo el periódico, pero no pueden
apartar unos diez minutos para leer la Palabra de Dios.
Nosotros debemos hacer por lo menos cinco cosas con la Biblia: Escucharla, leerla,
escudriñarla, memorizarla y aplicarla a la vida.
Le sugiero leer un capítulo diario, si le es posible lea todo un libro bíblico de corrido. Si
usted desea leer toda la Biblia en un año, será necesario leer tres capítulos diarios y
cinco los domingos. Si desea leerla en su totalidad en cuatro meses necesitará leer
diez capítulos diarios.
Otra forma de leer la Biblia es buscando temas como el perdón de pecados, las
promesas de Dios para cada uno de nosotros, la vida eterna, etc.
Es tiempo de despertar a un estudio apasionado de las Sagradas Escrituras.

3º QUE ES TIEMPO DE DESPERTARNOS A LA ORACIÓN.


Las montañas son movidas para aquellos que se dedican a la oración. Usted puede
encontrar en la Biblia miles de ejemplos de cómo las cosas cambiaron cuando los
creyentes oraron. Jer.33:3
También usted lo puede experimentar en su propia vida. Si para algo debemos
despertar temprano, es para orar a solas. Sal.5:3
También es de mucho valor orar en familia. Cuando revisamos la historia de la Iglesia
de Cristo, vemos que lo primero que ellos hicieron fueron cultos de oración diarios y lo
realizaron durante diez días y vino sobre ellos la más grande bendición con la venida
del Espíritu Santo. Lo cierto es que Dios contesta la oración. Nuestro Señor Jesucristo
se encargó de repetirlo hasta seis veces en un solo pasaje: “Pedid, y se os dará;
buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y
el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” (Mateo 7:7-8).
“DESPIÉRTATE, TÚ QUE DUERMES”. EFESIOS 5:14.
Ya es hora de que tengamos un despertar, pero verdadero despertar a la oración.

4º QUE ES TIEMPO DE DESPERTARNOS PARA OFRENDAR. 2.Cor.9:7


Muchos, muchísimos cristianos se han adormecido en su responsabilidad de dar sus
diezmos y sus ofrendas para la causa del Señor. Sin embargo, no debemos olvidar
que es un mandato de Dios, que es nuestra mayordomía y que no hay otra forma de
sustentar la Obra del Señor.
Debemos traer nuestros diezmos y ofrendas al alfolí con alegría. Porque la Biblia dice
que: “Cada uno dé como propuso en su corazón; no con tristeza, ni por
necesidad, porque Dios ama al dador alegre” (2 Corintios 9:7). El vocablo griego
que se traduce alegre, más bien debiera decir “entusiasta”. Dando a entender que
siente mucho entusiasmo cuando da sus diezmos y sus ofrendas.
La mejor manera de alentarnos a ofrendar es, a la hora que se recogen las ofrendas,
recordar cómo nuestro Señor Jesucristo se dio por completo por cada uno de nosotros
y entonces, con un ¡Aleluya! daremos al Señor lo que a ÉL le corresponde.
Las ofrendas para el Señor deben ser las mejores. No lo que sobra, como lo hacía el
pueblo de Israel y son duramente reprendidos por los profetas Isaías y Malaquías.
Es muy buena costumbre, apartar los diezmos, las ofrendas y las primicias, Sólo así
estaremos seguros que estamos administrando bien para el Señor.

5º QUE ES TIEMPO DE DESPERTARNOS PARA TESTIFICAR. Hch.5:42


Cuando leemos el libro de los Hechos, observamos como todos los primeros cristianos
se dedicaban con fervor a testificar de su fe. Después de orar y esperar por diez días,
salieron a hablar de Jesús con el poder del Espíritu Santo.
Todos los grandes hombres de Dios han hecho sacrificios enormes para llevar el
mensaje de salvación. Se dice que Juan Wesley cabalgó alrededor de cuatrocientos
mil kilómetros durante su vida para poder predicar de Cristo en muchos lugares.
Se cuenta que un misionero de nombre Benjamín Billinger, fue a la isla de Santo
Tomás en el Caribe. Cuando llegó se dio cuenta que en ese lugar había una ley que
decía que sólo un esclavo podía hablarle a otro esclavo. Entonces, se vendió a sí
mismo como esclavo. Miles de esclavos aceptaron el mensaje a través de su
predicación.

Además del reloj despertador que tenemos en casa, también necesitamos comprarnos
un buen despertador espiritual. Es tiempo de que muchos dejen de dormitar, poniendo
en riesgo su propia vida cristiana, el gozo en Cristo y la posibilidad de salvación de
muchos que les rodean. ¡Ojalá que cada uno de nosotros despierte y comencemos a
vivir como hijos de Dios que están avivados! ¡Así sea! ¡Amén!

“DESPIÉRTATE, TÚ QUE DUERMES”. EFESIOS 5:14.

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