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Investigación de enfermedades de meniere y otosclerosis

Carmen Eveline Pulinario Lorenzo

1-19-4504
Introducción
La enfermedad de Ménière es un trastorno del oído interno que suele
afectar tanto a la audición como al equilibrio. Aunque se desconoce la
causa exacta, se cree que la acumulación de endolinfa aumenta la
presión sobre el oído interno, provocando un daño progresivo. La
tríada característica de síntomas incluye vértigo, tinnitus, laberinto y
cirugía para drenar el exceso de endolinfa.

En la otosclerosis, la remodelación anormal interrumpe la capacidad


del sonido de viajar desde el oído medio hasta el oído interno. Se cree
que muchos de los casos de otosclerosis son hereditarios. Las mujeres
blancas de edad mediana corren el mayor riesgo.
Enfermedad de Ménière

La enfermedad de Ménière es una afección progresiva que afecta al


oído interno, también llamado laberinto, el vestíbulo del oído que es
responsable del equilibrio y la audición. La enfermedad de Ménière
puede provocar episodios de vértigo, tinnitus y pérdida de audición.
Como no existe cura, el tratamiento se centra en controlar los síntomas
y retrasar la progresión de la enfermedad.

Etiología
Se han asociado diferentes hallazgos patológicos en pacientes con EM,
los cuales incluyen fibrosis vestibular, aumento de la cantidad del
precipitado intraluminal, cambios en las células de la cóclea entre otros
más. Por lo cual, no se le puede atribuir un solo mecanismo a la EM; por
ese motivo, se ha concluido que existen diferentes subtipos de
mecanismos patológicos que llevan a la enfermedad.

Manifestaciones Clínicas
Los signos y síntomas de la enfermedad de Ménière pueden variar en
intensidad, desde una molestia leve hasta una enfermedad
incapacitante. Las personas afectadas suelen presentar una tríada
clásica de síntomas, que incluyen vértigo intenso, desequilibrio, tinnitus
e hipoacusia aunque no todos estos síntomas pueden estar presentes
simultáneamente. Estos síntomas suelen presentarse en episodios que
comienzan abruptamente y pueden durar desde varios minutos hasta
varias horas. Las personas con enfermedad de Ménière a menudo
también experimentan una sensación de oído plenitud y presión. Los
signos y síntomas adicionales pueden incluir dolores de cabeza,
náuseas y vómitos. Por último, la enfermedad de Ménière puede
interferir con las actividades de la vida diaria del individuo, como
trabajar o conducir.
-Vértigo: puede aparecer en cualquier momento, de forma más o menos
súbita o desencadenado por situaciones de estrés, astenia,
variabilidad de la presión atmosférica o patología de base recurrente.
-Hipoacusia: es de tipo neurosensorial de predominio unilateral en el
oído afectado,
-Acúfenos: el síntoma inicial de las crisis puede ser fluctuante o
constante con variabilidad de la intensidad y de tono grave.
Diagnóstico
El diagnóstico de la enfermedad de Ménière se puede sospechar
basándose en el historial médico y la evaluación física. Por lo general,
se realiza un examen de audiometría o prueba de audición para
evaluar la pérdida de audición y otras pruebas para evaluar la función
del equilibrio. También se pueden ordenar pruebas de laboratorio y
exploraciones por imágenes.
Un examen físico completo debe realizarse cuando se presentan los
ataques por primera vez a cada paciente con sospecha o diagnóstico
de la EM. El examen físico debe incluir otoscopia, evaluación de los
pares craneales y evaluación de la marcha. Los pacientes a los que se
les realice un examen físico cuando presentan en el momento un
ataque de vértigo pueden presentar problemas de balance, náuseas,
empeoramiento de la audición en el oído afectado y nistagmus.

Tratamiento
El manejo de la EM tiene que ser una combinación de intervenciones
multidisciplinarias enfocada en modificaciones en el estilo de vida,
como adecuada cantidad de sueño, disminución del estrés; eliminar
cafeína, alcohol y tabaco; tratamiento médico y terapia psicológica
para mejorar la calidad de vida de los pacientes con diagnóstico de
EM. Como no existe cura para la enfermedad de Ménière, el tratamiento
se centra en reducir el número y la gravedad de los episodios y prevenir
la progresión de la enfermedad. El tratamiento inicial suele centrarse
en cambios en el estilo de vida para minimizar la exposición a los
desencadenantes, Finalmente, las personas que no responden a estas
opciones pueden ser tratadas con cirugía, como la cirugía de
descompresión del saco endolinfático para drenar el exceso de
endolinfa. En los casos más graves con pérdida auditiva permanente,
se puede realizar una laberintectomía, en la que se extrae el laberinto.
Investigación científica reciente
El mecanismo o mecanismos fisiopatológicos de la enfermedad de
Menière no están totalmente dilucidados y son motivo de numerosos
trabajos de investigación fundamental, La enfermedad de Ménière es
una enfermedad crónica del oído interno que afecta principalmente a
los adultos en comparación a la población infantil. Su prevalencia
depende del área geográfica del paciente con una asociación
dominante en el género femenino. Se caracteriza por ataques de
vértigo espontáneos y recurrentes, hipoacusia neurosensorial de
predominio unilateral y acúfenos. La etiología de esta patología no está
clara, sin embargo, se considera multifactorial. El diagnóstico
adecuado se centra en una buena historia clínica y examen físico con
apoyo de los criterios propuestos por la Academia Americana de
Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello, El tratamiento tiene
como objetivo la disminución de los ataques de vértigo, así como evitar
la pérdida de audición. Se han relacionado tratamientos tanto
farmacológicos como no farmacológicos para la prevención de los
ataques de vértigo y mejoría de la sintomatología y de la hipoacusia
manifestada en EM.
La otosclerosis
La otosclerosis es un término que viene de dos palabras antiguas: “oto”,
que significa “de la oreja” y “esclerosis”, que significa “el endurecimiento
anormal de tejido corporal”. La otosclerosis es el resultado del
remodelado anormal de los huesos en el oído medio. El remodelado de
los huesos es un proceso permanente en el que el tejido de los huesos
se renueva mediante la sustitución de tejido viejo por nuevo. En la
otosclerosis, la remodelación anormal interrumpe la capacidad del
sonido de viajar desde el oído medio hasta el oído interno.

Etiología
La otosclerosis ocurre cuando uno de los huesos del oído medio, el
estribo, se queda atrapado en su lugar. Cuando este hueso no puede
vibrar, el sonido no puede viajar a través del oído y la audición se
deteriora, Si bien no se ha logrado dilucidar completamente el factor
gatillante para el inicio de la cascada inflamatoria de la otoesclerosis,
se han planteado modelos explicativos de la enfermedad. El inicio de
esta estaría dado por focos de resorción ósea.

Manifestaciones clínicas
La hipoacusia es el síntoma de la otosclerosis que más se reporta. Por
lo general comienza en un oído y luego se pasa al otro. Esta pérdida
puede aparecer de forma muy gradual. Muchas personas con
otosclerosis primero se dan cuenta de que no pueden oír tonos bajos o
no oyen un susurro. Algunas personas también pueden tener mareos,
problemas de equilibrio o tinnitus. Además, cerca del 50% presenta
acúfenos y solo el 10% afirma tener vértigo. Este último síntoma se
manifiesta cuando la enfermedad se extiende al oído interno y afecta al
órgano vestibular. En el 80% de los casos la pérdida de audición es
bilateral, siendo unilateral en los inicios de la enfermedad.

Diagnóstico
Consiste en descartar otras enfermedades o problemas de salud que
pueden causar los mismos síntomas que la otosclerosis. Los siguientes
pasos incluyen pruebas de audición que miden la sensibilidad auditiva
del audiograma y la conducción del sonido en el oído medio
timpanograma. A veces, también se utilizan imágenes diagnósticas,
como una tomografía computarizada para el diagnóstico de la
otosclerosis.
Tratamiento
Actualmente, no hay tratamiento farmacológico eficaz para la
otosclerosis. Existe la esperanza de que la investigación que se está
haciendo sobre la remodelación de los huesos pueda identificar nuevas
terapias potenciales. La otosclerosis leve se puede tratar con un
audífono que amplifica el sonido, pero a menudo requiere cirugía. En
un procedimiento conocido como estapedectomía, el cirujano inserta
una prótesis en el oído medio que pasa alrededor del hueso anormal y
permite que las ondas sonoras puedan viajar hasta el oído interno,
restaurando así la audición. Es importante hablar sobre cualquier
procedimiento quirúrgico con un especialista del oído para aclarar los
riesgos potenciales y las limitaciones de la operación. Por ejemplo,
puede permanecer cierta pérdida de audición después de la
estapedectomía, y en casos raros, la cirugía puede empeorar la pérdida
de audición.
Investigación científica reciente
El NIDCD financia los estudios genéticos y la investigación sobre la
remodelación de los huesos para comprender mejor las causas de la
otosclerosis e investigar posibles tratamientos nuevos. Actualmente, los
investigadores financiados por el NIDCD están probando en animales
la eficacia de un dispositivo implantable. Este dispositivo podría
administrar directamente en el oído interno un medicamento que
inhibe el crecimiento de los huesos para así corregir las anomalías de
los huesos que causan la otosclerosis. Si los resultados son
prometedores, en el futuro se realizarán estudios en las personas.

La otoesclerosis corresponde a una causa común de hipoacusia


progresiva en población adulta joven. La mayoría de las veces el
diagnóstico es sospechado en base a un cuadro clínico y examen físico
concordantes. El rol de las imágenes en esta enfermedad consiste en la
confirmación de los casos dudosos, el descarte de diagnósticos
diferenciales, la graduación del compromiso y la evaluación pre- y
posquirúrgica de los pacientes. La tomografía computada de alta
resolución del hueso temporal es el método de estudio imagenológico
de elección.
Conclusión

La enfermedad de Ménière es una afección progresiva que afecta al


oído interno, también llamado laberinto, el vestíbulo del oído. Es decir,
la parte interna del oído, que es responsable del equilibrio y la
audición. El diagnóstico suele basarse en la presentación clínica y el
examen físico, pero también puede implicar audiometría. Como la
enfermedad de Ménière no se puede curar, el tratamiento se centra en
controlar los síntomas y retrasar la progresión de la enfermedad. Las
opciones de tratamiento pueden incluir modificaciones en el estilo de
vida, terapia de rehabilitación vestibular, diversos medicamentos (p. ej.,
betahistina, diuréticos, alcohol, cafeína, generalmente en episodios que
duran desde minutos hasta varias horas.

La otosclerosis ocurre cuando uno de los huesos del oído medio, el


estribo, se queda atrapado en su lugar. Cuando este hueso no puede
vibrar, el sonido no puede viajar a través del oído y la audición se
deteriora. Por lo general comienza en un oído y luego se pasa al otro.
Esta pérdida puede aparecer de forma muy gradual.
Bibliografía
file:///C:/Users/ADMIN/Downloads/Dialnet-ActualizacionSobreEnfermed
adDeMeniere-8950351.pdf

https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S163234751891406

https://revistamedicasinergia.com/index.php/rms/article/view/1037/2180

https://www.elsevier.es/es-revista-revista-chilena-radiologia-222-articulo
-otoesclerosis-revision-aspectos-etiopatogenicos-clinico-demograficos-
S0717201X16300562

https://www.nidcd.nih.gov/sites/default/files/Documents/health/hearing
/Otosclerosis-Spanish.pdf

https://seorl.net/otosclerosis-enfermedad-huesos-oido/

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