antl o el que rie dltimo rie mejor
. ‘os campos que rodeaban el palacio del Emperador eran Fettiles yn
ellos crecian los frutos més dulces.
Js Un noble (muy rico y, por ello, cercano al Emperador) ofrecié un bap,
quete en su suntuosa’ casa. Como postre, sirvid melones sabrosos y amatillos
a todos sus comensales’. ‘ ? :
Entre ellos se encontraba Afanti, el ingenioso. EI Rico lo habia invitadg 4
reunirse junto a sus auténticos amigos solo para burlarse de él, ya que Afani
no pertenecia a su clase nicontaba con la aprobacién del Emperador.
El duefio de la casa presidia® la mesa, cubierta por manjares exquisitos, f]
era quien guiaba la conversacién, que como un arroyo serpenteante fluia de
un tema a otro sin que hubiera ni siquiera unos segundos de silencio,
Za Cada tanto, Afanti hacia algiin breve comentario que objetabat
con acierto lo dicho por los nobles y los ponfa en ridiculo. Esto
=~ no hacia mas que acrecentar en el duefio de casa su deseo de
burlarse de él, ya como una especie de venganza.
Mientras el grupo parecfa estar interesado exclusivamen-
teen comer y conversar, él Rico aproveché para llevar a cabo
su broma: con disimulo, fue colocando las cascaras de los
melones que iba engullendo® al lado del plato de Afant.
Escaneado con CamScannerqodos se mostraban risueiios y entretenidos, i
ameniobra realizada por elanfitién, Pec darse cuenta
fos melones eran jugosos y azucarados, y,al final dela comi
habia devorado al menos uno. la comida, cada hombre
cuando terminaron con el tiltimo, dijo el anfitrién:
—iVean todos! jAqu{, a mi lado! Observen qué gran cantidad de cdscaras de
melén hay junto al plato de Afanti. ;Se ve que ha comido el doble que nosotros!
Y dirigiéndose a Afanti:
—Dicen por alli que eres un sabio; yo digo que eres el mas goloso y angu-
rriento’ de los sabios de Oriente.
Los hombres estallaron en una carcajada ruidosa, cruelmente felices por
haber burlado (eso era lo que crefan) el ingenio de Afanti.
En tanto, éste se mostraba sonriente, humilde y silencioso.
Cuando se acallaron las risas, dijo con tono sereno:
_—£s verdad. He comido mucho de este mel6n tan dulce, y por eso dejé al
costado de mi plato todas estas cascaras. Pero miren con atenci6n el plato del.
duefio de casa: no hay ninguna céscara a su lado.
Las miradas de los invitados se posaron en el lugar sefia-
lado por Afanti, quien continué:
—jEste rico hombre es tan atolondrado y glotén que
se comié6 los melones enteros, incluso con sus: casca-
ras! El Emperador deberia nombrarlo «Sejior de to-
dos los glotones y amo de los melones del mundo».
Después, saludé con una inclinacién de cabeza.a
los sorprendidos presentes y volvié al lugar adonde
en verdad pertenecia.
wi O
Nacié en Sunchales (San
taFe), yactualmente vive
en Rosario. Es docente y
escritora. Entre sus obras
destacan Viajeras extra
viados, Todo lo que late,
Historias de fantasmas,
bichos y aventureros.
y 8
‘suntuoso: grande y
costoso.
‘comensal:cada una de
las personas que comen
enlamisma mesa.
presidir: ocupar el lugar
‘mésimportante.
objetar: poner en duda,
contradecir.
cengullir:tragar la comida
fen forma apurada y sin
masticar.
angurriento:hambriento,
excesivamente ansioso.
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