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DEREK PRINCE pee Jamés en el curso de Ia Historia humana se necesité tanto un libro como el presente. 1a se daba como supuesta y se- gui quo se entre las diversas confesiones era sobre puntos de doctrina mas 0 menos importantes. Pero hoy dia lo que se discute no son diversos puntos de vista, sino la fe jalidad, gVale | la, 0 no? zEs real la fe 0 es una mera sui tiempos pasados? valor en nuestros dias? zPedemos mantenerla y afirmarla en esta edad critica y cientifica en que nos ha tocado vivir? | ¥ otras, preguntas no menos interesantes: 4Cémo puede | adquirirse la fe? {Como puede acrecentarse o robustecerse? {Por qué es necesario declararla? 2Por qué Dios fe da tanto Valor? 2Por qué prueba Dios con aparente dureza Ia fo en algunos que la profesan, y no tanto en otros? EI presente libro tiene respuestas iluminadoras para to- das estas preguntas. Por ello, su lectura es tan ail y nece- ‘escépticos como para los cristianos. ¥ par- ‘encontrarén atil y sugesti predicadores FE por LA CUAL VIVIR Clasitiquese: DOCTRINA-TEOLOGLA. Ref, 2.04.08 ISB 84-7228-704-1 iene ts (8208 FERRASSA (Barelona) FE POR LA CUAL VIVIR ished in he USA under the tile PAHIPTO ENE BY. © 1577 by Derek Prine: {© 1982 por CLIE para la versin espaviola Versién espaiila: Héctor Torres spree tig ei CE es espmirTong cae eft BESS SL Slaviiiea aay Printed in Spain INDICE 2, PE VS. ESPERANZA. . 2 2. 1 se 6 3, LA FE COMO UN REGALO. . . . . . 23 4,LAFE COMO UN FRUTO ...... 35 5, FE POR LA CUAL VIVIR . . . . . . 49 6 COMO VIENELAFE. . ...... B 7. LA FE DEBE SER CONFESADA. . . . . m1 8, LA FE DEBE SER EJERCITADA . . . . 107 9, LAFE DEBE SER PROBADA . . . . . 9 10, LA MEDIDADEFE . . 2 1 1. wy 133 i, LA FE DESTRUYE LA CAIDA. . . . M5 Capitulo 1 FE VS. VISTA iFE! iQuién puede plenamente medir 0 expresar la po- tencia representada en la corta y simple palabra FE? Tal vez la forma més clara de traer el potencial de la fe a la vista sea la de colocar lado a lado dos declaraciones hechas por Jesits: Para con Dios todo es posible (Mateo 19:26). Al que cree todo le es posible (Marcos 9:23), En cada una de estas declaraciones hallamos las palabras «todo es posibles. En la primera declara- cién se refiere a Dios; en la segunda se refiere al que cree, No es muy dificil, generalmente, el acep- tar que para Dios todo es posible. {Podemos igual- 7 mente aceptar que todo es posible para el que cree? Sin embargo, esto es lo que Jests nos dice. En la practica, ;qué significa esto? Que, con fe, Jas cosas que son posibles para Dios también lo son para el creyente. Fe es el método por el cual las osibilidades de Dios estén a nuestro alcance. Por fe, todo lo que es posible a Dios lega a ser igual mente posible a nosotfos. Con razén —desde el prin- cipio hasta el fin— la Biblia enfatiza constantemente la suprema y sin igual importancia de la fe. Problemas de traduccién ‘Antes de proceder al estudio de la fe, debemos aclarar un problema de lenguaje que frecuentemente causa dificultades a los que estudian el Nuevo Tes- tamento cn una traduccién espafiola. En espafiol hay dos palabras diferentes para expresar esta idea: el substantivo fe y el verbo creer. En su origen o forma no hay conexién alguna entre estas dos palabras. Como resultado, algunos predicadores buscan, a ve~ ces, una distineién entre y stener fer. Sin embargo, no hay fundamento alguno para hacer esta clase de distincién en el lenguaje griego, el cual fue usado originalmente en la escritura del Nuevo Tes- tamento. En griego, la palabra «fe» es pistis, y para «creer> es pistewo. El verbo esté formado directamente del nombre: fe, pistis; creo, pisteuo. Cada una de estas palabras comienza con pist. En cuanto a la Biblia se tefiere, creer es tener fe, de igual manera que tener fe es creer. ‘Al volver a las palabras de expresién opuestas & fe, nuevamente hallamos diferencias entre el espafiol y el gricgo. En espafiol, lo contrario a es . o hay una relacién directa entre fe y su opuesta. (Bn geiego, ol negatvo “™ia* Cine? Palo- Grieco Espafior fe apistia incredulidad pistos fiel, crédulo apistos infiel, incrédulo pisteuo creo Podemos ver que las cinco i I ( palabras gries Yisiblemente unidas por las letras pist ‘ue levan todas eflas. En su totalidad, aparceen casi 600 veces original del Nuevo ‘Testamento. Si mente por esto, es claro que estas palabras aoe sentau fema-que-os-central-a i Seotan un te la revelaci6n total Fe definida El capitulo 11 de Hebri i Hebreos trata exclusivam¢ el tema de fe. El primer verso nos provee can Ta defi dlefinicion de fe como es usado este término en Es, pues, fe la sustancia * de las ran, la demostracié ‘vealldades que’ no ran, Ja damostracin evident de realidades que no * sSuslancias pued 7 de acuerdo con el sgntcado Heal coma esegaideds >" 9 nos dice dos cosas principales acerca a Eas Si oc erate radaso. La fe es tan real que es Hamada una sv- tancia, La palabra griega es Trupostasis, aue signifi ca, literalmente, y, Por fe. La fe gponemnos cuando las circunstancies del mundo no nos dan esperanza 0 ra timonio ‘Nuevamente volvemos al tes vantando a Lazaro de entre los muertos, 30.40, y dice ast: de Jesis le- en Juan 11: i + eQuitad Ja piedra» Marta, Ia her- Go) Dice deere se habla muerto, Te Aloe: eSetor. hiede ya, hace cuatro dias que est’ muerto> (40) Jestis le dice: «No te he dicho que si ereyeres, verds la gloria de Dios?» Lo que Jesis le pregunta aqut_a Marta también Je pregunta a todo el que desea ver la gloria de Dios. Debernos «ereer que hemos, de vers. No vemos Pe Juego creemos. Creemos ro, mero acrrestliado de ereer— vemos. La fe viene antes Io visible. : it Fre aqut, pues, el eon basin entre 1 vila ¥ naturaieza. La vieja naturale: nda le auertites de erect, puesto que en este estado vive tm dos. Dios nos tiene que librar de igja naturaleza y manera de vivir y darnos ta wide Jareloze ¥ ua nueva manera de vivir que ice: «Me complazco en no ver. Ando, no p ‘ sino por fe.> ay * Corintios 4:17-18 somos retados una ver ming ch eontraste entre To visible ¥ 10 invisible: leve To que al presente es momenténeo ¥ 1D Foravsetra tribviacién, obra sobre nosotros una > gloria superior y eterna; (a8) no ‘mivando nosotros sles cosas oem, ‘no se ven; Sine a sn temporale, mas 1as que no 8@ Sen son eternas. El lenguaje de Pablo contiene aqui una paradoja deliberada. Dice acerca de amirando a las cosas que no se ven». iCémo podemos hacer esto? Solamente hay un medio de hacerlo: jpor fe! La palabra sino tiene un gran significado: «sino a las que no se ven> nos indica la misma leccién que Moisés aprendié en su primer examen de durabilidad, De que la afliccién nos sirve como creyentes en que nos. fortalece-y.forma el cardcter necesario que nos prepara para la gloria eterna que se avecina. Pero 1a afliccién nos sirve solamente si mantenemos nues- tros ojos en la parcela de lo invisible. Si perdemos esto de vista y nos preocupamos del mundo de los sentidos y del tiempo, no podemos recibir los bene- ficios-que, la-afliccién nos ha-de traer. Nos encontramos entonces entre dos mundos, el temporal y el eterno. El temporal es el que podemos ver; lo aleanzamos por medio de los cinco sentidos. Pero el eterno es el mundo que Dios desea en que vivamos. ¥ nos podemos sentir cémodos en ese mun- do solamente de una manera: con fe. La fe es el finico medio que nos transporta a las realidades no vistas de Dios y Su Palabra., ‘Sumario La fe nos levanta sobre nuestras habilidades y nos permite usar las posibilidades de Dios. La fe nos relaciona con dos verdades no visibles: Dios y Su Palabra. Mientras mantenemos esta rela- cién con Dios a través de la fe, podemos enfrentar- nos y sobreponernos a toda prueba y dificultad que nos confronte en nuestra vida diaria. Estas, asimis- mo, son oportunidades para Dios de poder revelar Su bondad y Su gloria, 13 una tensién continua entre Nuestra vieja naturaleza se acomot los sentidos y nos deman¢ debemos cultivar la_nuc\ puesta a confiar en Dios turaleza que esta dis- yen ‘Su Palabra. Sin deman- dar ninguna otra evidencia. Capltulo 2 FE VS. ESPERANZA En el primer capitulo examinamos la diferencia entre la fe y la vista —entre creer y ver. En este capitulo examinaremos las diferencias entre fe y esperanza. Aqui yace uno de los mas grandes mal- entendidos entre cristianos de hoy dia. Muchos cristianos estén frustrados y decepcionados en sus oraciones porque no reciben lo que esperan. Frecuen- temente es porque tienen la esperanza pero no la fe. Los resultados prometidos por Dios.son a través de la fe y no de la esperanza. «Cual es la diferencia? {Cémo podemos distinguir entre la fe y la esperanza? La fe esta en el corazén La primera y principal diferencia es que la fe re- side en el corazén, mientras que la esperanza reside 15 en la mente. En Romanos 10:10 Pablo dice:, lo ie ee i i rede del corazin, La ve final de nuestras vidas proc aa li del corazén y det dadera fe biblica procede ae con rma en que vivimos. No es simpl ° = intelectual, eniretelian or Je ra una erza activa y real que tral aja be a Sin embargo, Dios no ha dejado nuestras mee sin su propia provisin, eo sauerdo con Ia inza en la mente. 1 Getinieion en Hebreos 11: «Es, pues, fel ae de las cosas que se esperan...» Pe en el corazén = la sustancia.—la demostracién evidente. Est mes ae ‘una base biblica y valida para la esperanza q\ nemos en mente. 16 En 1.* Tesalonicenses 5:8 Pablo menciona las dife- rentes areas de nuestra personalidad afectadas, res- pectivamente, por la fe y por la esperanza: «Mas Rosotros que somos del dia, mantengamos nuestro juicio y Hevemos puesta la coraza de fe y de caridad y la esperanza del salud por yelmo» Fe y caridad son la coraza, y la coraza protege el corazén. La esperanza es el yelmo, y éste protege la cabeza 0 la mente. Distinguiendo la fe y la esperanza, no queremos menospreciar la esperanza. Esta, en el sentido bibli- 0, es la demostracién evidente de un buen, atinado ¥ persistente optimismo. Esto es lo que protege nues- tras mentes. Todo cristiano debe usar el yelmo de la esperanza 24 horas diarias, Si dejamos de usarlo y ‘empezamos a meditar pensamientos negativos y even- tos tragicos, nuestras mentes son susceptibles a los ataques espontaneos del adversario. smo cristiano de esta naturaleza no es eal, No es simplemente deseos vanos. Debe ser basado firme y exclusivamente en las pro- mesas de las Escrituras. Por ejemplo, en Roma- nos 8:28 se nos dice: «Y sabemos’ que a los que a Dios aman, todas las cosas les ayudan a bien, para aquellos Hamados conforme a su propésito.» Si Dios est obrando todas estas cosas para nuestro bien, no hay més alternativa que ser optimistas. Sin embargo, aplicando este versiculo a nuestras vidas, debemos asegurarnos de que lenamos los re- quisitos que esto implica. ;Amamos a Dios verdade- ramente? ;Buscamos cumplir sus requisitos en nues- tras vidas? Si la respuesta es afirmativa, entonces Dios est& obrando toda cosa —todo evento—, toda situacién, para nuestro bien. Esto. nos permite adop- tar, en buena légica, solamente una solucién: opti- ismo. A la luz de esto, el que un cristiano sea pesi- mista es, en realidad, rechazar su fe. 17 Este ejemplo afirma Jo3 ya Sighat ee fe eala nica lida para esperar. m base aitiue Womanos 6:28 nos dice: aue todas las cosas obran para nuestro bien. Si creemos <0 It tenemos més alternativa que la esperanza. Peto no lo creemos, entonces nuestra esperanza una base solida. ' Podemos notar, segtin Io mencionado, que hay dos ra clase de esperanza dentro del corazn, por da clase de esperanza To tanto es valida. La segun- est solamente en Ts mento, ‘a base genuina como lo es la fe yy careee me fundamento biblico. Ms probable que esto, ia clase de esperanza esta destinada a causat Hecepeiin. Hasta no comprender cémo distingitt Tr decepitas dos clases de esperanza, estamos siempre Ge peligro de entretener esperanzas que no realizarse. La fo esté en ef presente a ji ia entre fe y esperanza La segunda diferencia ent ¥ : que la fee presente, inmediata, y la espe rae Na sustancia, algo que ya exist =, of gxpectating, ‘algo que por neces mira hacia eines cuintas personas, durante Ios ‘irles cui 5 raul af seni mninisterio, se han acercado a mi injusto, jporque no pensé yo que era algo injusto, mound jelpara cl resto de nosotros! Seriament cada Tere ct ae Sten me estremece, a corer han de obtener 1o que dicen que han de pedir 18 por fe. Pueden ser sinceros, pero sus deseos no han de ser contestados porque han confundido la fe con la esperanza. Esto es muy facil de hacer, porque, como hemos visto, la esperanza est& en la’ mente, ‘mientras que la fe esta en el corazén, Generalmente sabemos lo que tenemos en mente, pero es més dificil saber lo que tenemos en el coraz6n. Tenemos una gran ex- pectativa en nuestras mentes y la llamamos incorrec- tamente fe, pero en realidad es una esperanza. Care- ciendo de la base necesaria de fe, no legamos a ver los resultados esperados. Hay una cualidad impredecible acerca de la fe que refleja a la naturaleza impredecible del corazén. Algunas veces he «sentido» tener una fe muy grande, pero nada ha sucedido. Otras veces no he «sentido» fe alguna y sin embargo me he sorprendido de lo que Dios ha hecho. La clase de fe que puedo «sentir» es usualmente mental —un sustituto de la verdadera fe del corazén. En cambio, algunas veces fluye de mi corazén una verdadera y efectiva fe que no imagi- naba tener —jcon resultados sorprendentes! Muchos que dicen: «Creo que Dios ha de sanar- med, verdaderamente estén diciendo: «Espero que ha de sanarme mafiana.» Esto no es fe, pues la fe.en.algo pasa.ahora, mismo. Si seguimos dirigiendo nuestra expectativa hacia el futuro, estamos sustituyendo es- peranza por fe, “Affos atrés, cuando estudiaba en Cambridge, 1a Universidad me otorgé una beca para ir a Atenas para completar mis estudios en antigtiedad griega. Prontamente perdi interés en las estatuas y monu- mentos de Grecia y me interesé mAs en las gentes, que viven hoy en Grecia. Un compafiero de la Uni- versidad viajaba conmigo, y todas las mafianas, al salir del hotel, un grupo’ de chiquillos limpiabotas esperaban dispuestos a lustrar nuestros zapatos, Si 19 nunca ha viajado por un pais mediterréneo, no puede Imaginarse la disposicién de estos pequefios limpia- aio aceptan como respuesta, Durante los primeros dos 0 tres dias cuando nos aventurébares Phora del hotel, tratamos de decirles Ochi!, levantan- nora stras cabezas en forma arrogante como To ha: cen los griegos para decir en expe- nuestra responsabilidad en esta festacién es responsabilidad de saryos a usual. Esta vez. mi compafiero les miré di- Cectamente al rostro y dijo: Aorio, Dudaron por 0® i ar. {Puede imaginarse lo que spués de Iegar a ser cristiano, dente. Este ilustra vividamente re femna en aue el diablo engafia algunas veces 2 los J Stianos. Cuando buscamos sanamiento, w oramee por la salvacién de una persona querida, el enemigo Dor a Sats ng hemos de obtener lo que buscamos. No no dice dmas de ser sano»; 0: Tu amado no ha de dice: jfvoo Si dijese esto, no le escucharamos. Pore : «Si has de obtener lo que pides, pero no “ qana!> Y asi nunca Iegamos al_ momento en positivamente aleanzamos lo que buscamos. SReltamos el «mafiana> del adversario, cuando Put ae rupiésemos aceptado un «nos. Tenemos esperanza, mas no fe. Dery Dios no nos deja para mafiana. El dice: «He aqui ahora es el tiempo aceptable: he aqui es ahora ‘Ql dia de salud» (2* Corintios 6:2), Dios vive.en el ahora. eterno. En cuanto a la fe, El nunca se revela ahora. Grebo eSerés, sino siempre como , mient e la esperanza proviene Conk e de la mente. Segundo, ealel presente oes ta simeancia {alge que salves 21 mos; pero Ja esperanza esth dirigida hacia el futuro, xpectativa de algo que ha de . a erica que se basan en la fe SS han de ser desilusiones. Pero sin este a ho hay seguridad de que nuestros deseos se © . ici Dios es fer nuestras peticiones de clave are, por fe, en el momento en que, lo hace Tro. Al hacer esto nos liberamos de la lucha hua y ansiedad y nos trae hasta una paz interna. Capitulo 3 LA FE COMO UN REGALO La fe est descrita en el Nuevo Testament de varias maneras. Su naturaleza esencial siempre est de acuerdo con la definicién dada en Hebreos 11:1: «... la sustancia de las cosas que se esperan, la evi- dencia de realidades atin no vistas». Sin embargo, este fundamento se manifiesta en una variedad de formas distintas pero relacionadas. Las tres clases primordiales de fe pueden ser defi- nidas de la siguiente manera: 1. Fe por la cual vivir. 2. Fe como un regalo, 3. Fe como un fruto. La primera clase de fe es una relacién personal continua, uniendo al creyente directamente a Dios y 23 : i jicia- afectando a toda Ja area de su vide Provee la init lireccit capaci tia, Ja direiGn 4M gnica. y_suficiente base para Ia Bs “del justo, Por este motivo la Hamamos «fe P Ia cual vivir>. Del capitulo 5 en ad remos detenidamente est aea itulo, analizaremos la esp‘ Coe on cite fo En el siguiente capitulo estudiaremos Ia especie de fe como fruto. El origen de los dones espirituales intios, capitulo 12, Pablo trata de los wu Santo. Abre el capitulo eon Te Si in: «Y acerca de los ones esp diferentes jiente declaraci earee® yo quiero, Hermanos, que fgnoréis en los versiculos 7-11, enumera m™ dones: ; @ Pero 1a manifestacién del Espiritu le es dada ‘a cada uno para su provecho. ae n verdad, uno es dado por oh Te a otro, 1a ra de sabiduria; a otro, ta pal con tro, fe por el mismo Esp © Ge sanldades yor hie Ea yo jones 3 OO A ae ye ato, distinién de espirtus ¥ 8 oto, Giferentes lenguas; y a otro, interpr Mas tod a mis- -as las ejecuta uno ¥ (a1) Mas todas igietripuyeno. cada No, re=pec: Hivamente, ast como El dispone. Jave que explica el origen d de tines eg emanitestaciény. El Bepiritu Santo ersonalmente, viviente en el creyente, es = 7 personalfraves. de estos dones, operands por medio 24 del creyente, la presencia del. Espfritu, Santo se re- vela alos sentidos humanos. En cada caso los resul- tados son producidos en el reino de los sentidos; pueden ser vistos, oidos o tentados. personalidad del creyente Auode Ie Balaina et Ee, piritu Santo dentro del creyente, todos éstos son de cardcter sobrenatural. En cada’ caso los resultados que produce se encuentran en un nivel més alto que el creyente pudiese aleanzar tinieamente por sus habi- lidades. Cada cual es posible que lo consiga tinica- mente a través de una operacién directa y sobrena- tural del Espiritu Santo. A través de estos dones, y por medio del creyente, el Espiritu Santo se mani- fiesta desde el reino espiritual e invisible y hace un impacto directo en el mundo fisico del tiempo y el espacio. Pablo establece dos puntos practices e importan- tes acerca de estos dones. Primero, son distribuidos por el Espiritu Santo de acuerdo con su soberana voluntad para el ministerio del creyente. Voluntad © mérito no son las bases para recibir los dones espi- rituales. En segundo lugar, son dados «a cada uno. para su provecho> —para’ un uso practico y prot choso. Como ha dicho Bob Mumford, los dones del Espiritu son instrumentos, no juguetes. Frecuentemente ha sido indicado que estos nueve dones forman, naturalmente, tres grupos de tres: Tres dones de lenguaje —dones que operan a tra- vés de los drganos vocales del creyente: profecia, lenguas e interpretacién de lenguas. ‘Tres dones de revelacién —a saber, dones que im- parten iluminacién espiritual: palabra de sabiduria, palabra de conocimiento, y discrecién de espiritus. Tres dones de poder —dones que demuestran el poder sobrenatural de Dios en el reino fisico: fe, do- nes de sanamiento, y operacién de milagros. 25 «Tened Ia fe de Dios» fe, el cual estudiaremos ahora, es el primers de les tres dones de poder. Se distingue is otras clases de fe por el hecho de aue es soberanh, una manifestacién sobrenatural del Espiriiy, Sank operando en el ereyente, ‘Las dos palabras claves soberano y sobrenatural. ‘En Mateo capitulo 21 y en Marcos capitulo wu jee mos cémo Jesis, camino a Jerusalén con sus dist pulos, se acercé'a una higuera que alli habia. Jess buseaba un fruto, Cuando hallé que el Arbol sola: mente tenia hojas, mas no fruto, pronuncié una met. dicién sobre éste, diciendo: «Nunca raha conan pattie fruto de ti para siempre> 214). ‘Maestro, odride de las raices hacia arriba. 4 5 pe ona que maldijiste se ha secado» (Marcos 11: a. i : dened claracién de Pedro, Jestis responde: I fe en Dios» (areas 1:22). Ess a ‘radueetin espafiol. Sin embargo, lo 4 2 normal aijo, en su forma literal, fue: «ened la fe ae Dios»; esto revela la clase especial de fe a la cual nos referimos ag —a saber, fe, como,un dont ie origen, no en el hombre, . is er apactn de Ja propia naturaleza tere de a Gn cl itimo capstulo de este libro hemos de exami- har esto mAs delalladamente.) A través del don de fe, el Espiritu Santo imparte una posicién S ae Dios directa y sobrenaturalmente al ereyente- sta es fe en el nivel divino, tan por encima te humana como To est el elo dea ieee, fr ¢Tened la fe de Dios», Jesis retd a discbdes a‘reeir y ejereitar esta clase de fe tal Seine EI lo habla hecho. Continué diciéndoles que con 26 esta clase de fe no solamente serian capaces de ha- cer lo que le habfan visto hacer a Ja higuera, sino que al hablar una palabra serian capaces de mover una montafia. «De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sélo haréis esto de la higuera; mas si a este monte dijereis: Quitate y échate en la mar, sera hecho» (Mateo 21:21). En Marcos 11:23 Jestis habla no solamente a los diseipulos presentes: «Si tuviereis fe...», sino a todas las personas, pero con la palabra Evidentemente, la fe que Jests ejercité aqui no era del nivel humano. Por lo general, los vientos y Jas aguas no estén bajo el control del hombre. Pero en el momento de necesidad Jestis recibié una impar- ticién de la clase de fe de Dios. Luego, al hablar una palabra con esta fe, logré lo que solamente Dios hu- biera podido hacer —el calmar la tempestad instan- téneamente. 27 ro habia cesado, Jestis se volvié a cua es Sitiendo: «Z@ue es de vuestra fel» En Siras palabras, les pregunt6: <,Por qué no pueron ustedes lograr esto? {Por qué tuve yo que hacerlo?» Dio a sobreentender que hubiera sido tan facil pars Jos diseipulos calmar Ta tormenta como lo fue para Ely si hubiesen operado con la misma clase-de,fe. Pero ep el momento do a habla hecho due 0" dos de los discip el Lemor sejrara on sug corazones ¥_ asi excluyeran tate As ais, en cambio, abrié.su.corazén ey} de fl ef don sobrenatural de fe necesario con la tempestad. Cualidad, no cantidad fi tad diferen- rde, Jesiis afronté una tempes 7 te: an chigutlo arrastrandose en el suelo en up a | ue epiléptico, y su agonizante padre implorando ay" | fa, Jestis trotd a esta tempestad de igual manera | f2omo anteriormente To habia hecho en el mar do Galilea, Habl6 con autoridad do-fe, sacando el expt itu diabélico del chiquillo. AL preguntarle sus disc? pulos por qué ellos no habfan podido hacer ato, El ‘Simplemente Jes contest6: «Por vuestra Se Tiuego contin deiendo: Si tuvieres te come 0 jstaza, diréis a : Pasate grat sg, y se pasar; y nada os seré imposible» (Mateo 17:20). Sia ui, usa un grano de mostaza moda we dantidad. En Mateo 13:32 se nos ize gue grano de mostaza a ter 31), Jestis no reprendié a Pedro ee ce caminar gobo el 2632. Baha ba anlado qe hay a ita a emnbrado en odo corazon humane, ara una fe sobrenatural y camin oe en ry grande que el de nuestras. able: des. Como Dios mismo puso este urgir en el hombre, 30 El no nos reprende por esto. Al contrario, El desea darnos la fe necesaria para poderlo hacer. El se des- ilusiona, no cuando tratamos de operar-con-esta fe, sino cuando no lo hacemos.lo suficiente. Dios retiene I iniciativa Esta clase de fo sobrenatural es dada en varias situaciones especificas para Tlenar una necesidad es- peeffica. Permanece bajo el control directo de Dios. Debe de serlo, pues es la fe de Dios misma. El lada ovla-retiene segtin:su discrecién. Esta incluida con los demas dones sobrenaturales, de los cuales Pablo dice: «Mas todas estas cosas obra uno y el mismo Espfritu, repartiendo a cada uno como quiere> ( rintios 12:11). La frase principal, aqui, est al final: «a cada uno como quiere mismo determina cuando y a quién ha de impartir cada uno de estos dones. ‘La iniciativa es deDios, no del hombre. Esto fue verdad hasta en el propio ministerio de Jesiis. El no maldijo a todo Arbol carente de fruto; no calmé toda tempestad; no resucité a todo muerto de su tumba; no siempre camin6 sobre el agua. El tuvo-euidado de dejar la iniciativa en las manos del Padre. En Juan 6:19 El dijo: de sabiduria —-una pequefia de conocimiento, una pequefia fuera de su reserva total de sabiduria. ‘Asi mismo lo es con el don de fe. Dios tiene toda la fe, pero El no imparte toda esta fe a nosotros. En su debida ocasién, cuando necesitamos fe a un nivel mas alto que el nuestro, Dios-imparte.a-nos- otros: una. «semilla-de.mostazay-de-su-reserva total. Una vex que esta necesidad es cubierta, Dios retira ‘Su fe y otra vex somos dejados para ejercitar. por nosotros mismos. Equipo para evangelismo Desde otro punto de vista, como hemos hecho cons- tar anteriormente, el don de fe es asociado con los otros dos dones de poder: el don de sanamiento y la realizacion de milagros. En la préctica, el don de fe frecuentemente sirve como un catalizador para llevar los otros dos dones a efecto. Esto es demostrado por el ministerio de Felipe en Samaria, como figura des- crito en Hechos 8:5:8. () Entonces Felipe, descendiendo a Ja ciudad de ‘Samaria, les predicaba a Cristo. ©) Y las gentes escuchaban atentamente unénim Jas cosas que decia Feliy ‘viendo a o oe ie hacia, nS: des a ae aie tsa berm de ce tt er tan Paraliticos y cojos eran sanados; (8) asf que habfa gran gozo en aquella ciudad. En la primera fase de su ministerio, Feli espirtus malignos. Como hemos visto por al ejemplo le Jesiis —en Mateo 17:17-20 y en otras partes—, esto fue hecho por la palabra hablada a través del ejercicio de la fe. En la segunda fase del ministerio, de Felipe tos dos dones ascciados de sanamientos y jeron operados. Cor i Pera pao come resultado, paraliticos En Hechos 21:8 Felipe es lam: i : ado . Sin embargo, el nombre en griego que usa Pablo e pists, Como indicamos en el primer capt rs es la palabra i al’ Nuovo Testamento. 1" Daa aue figura en Antes de comenzar a estudiar esta forma parti icu- lar del fruto, seria apropiado el estudiar la relacién 35 ° entre los dones y el fruto en general. {Cuél es la di- ferencia en ellos? Fruto vs. dones ma de hacer patente la diferencia a los ojos ts Ia de fmaginarnos un Arbol navideso y Wn manzano lado a lado. Un Arbol navidefio da cosas 0 regalos, un Arbol de manzanas da fruto. El rega- Jo es puesto en el arbol de Navidad y tomado en una corla y singular accién. El regalo puede. ser un traje y el drbol puede ser un pino. No hay rela- cién alguna entre el Arbol y el regalo, El regalo no nos indica nada acerca de la naturaleza del Arbol do donde tue tomado. sgn directa entre el uestamente, hay una conexién direct mandano'y el fruto” que ésle: produce. La natira- leza del Arbol determina 1a clase de fruto tanto de tipo como de calidad. Un manzano nunca puede pro- ducir naranjas, Un Arbol saludable produce fruto saludable. Un arbol malsano produce fruto malsano (véase Mateo 7:17-20), El fruto de un manzano no es producido por una accién singular, mas es el resul- tado de un proceso continuo de crecimiento y desa- rrollo. Para producir el mejor fruto, el érbol debe ser cultivado cuidadosamente. Esto requiere tiempo, habilidad y labor. oe ee Liquemos esta simple analogia en el plano espi- sitar‘ don capital es tanto impartido ‘como re- cibido en una accién corta y tinica. No nos dice nada acerca de la naturaleza de la persona que lo ejercita. En forma diferente, el fruto espiritual expresa la naturaleza de la vida de quien procede; viene s6lo como resultado de un proceso de crecimiento. Para obtener el mejor fruto, una vida debe ser cuidadosa- mente cultivada —con tiempo, habilidad y labor. Podemos expresar la diferencia de otra manera, 36 simplemente diciendo que los dones expresan habili- dad y los frutos expresan carécter. 2Cuél es mas importante? A la larga, indudable- mente, el cardcter es mas importante que la habi- lidad. El ejercicio de los dones es temporal. Como explica Pablo en 1.* Corintios 13:8-13, legaré una €poca cuando los dones no seran necesarios. Pero,el cardcter..es.permanente. El cardcter que desarrolia- mos en esta vida determina lo que seremos por toda la eternidad. Un dia hemos de dejar nuestros dones atrés, mas nuestro caracter estara con nosotros. Sin embargo, no debemos escoger uno a costa del otro. Los dones no excluyen el fruto, y el fruto no excluye Jos dones, sino que la intencién es que uno complemente al otro. Los dones deben proveer de expresi6n practica al cardcter. Esto esta perfecta- mente ejemplificado en la persona misma de Jesu- cristo. Su amante y benigno carcter fue expresado de la forma més completa en Su uso de dones espi- rituales. Sélo a través de éstos podia El satisfacor las necesidades del pueblo al que habia venido a mi- nistrar, y de esta forma expresar plenamente a ellos Ja naturaleza de Su Padre celestial, al cual habia ve- nido a representar (véase Juan 14:9-10). Debemos tratar de imitar su ejemplo. Cuanto mas desarrollemos los atributos de amor, pasién que caracterizaron a Jes mos los mismos dones que El ejercié en orden a dar expresién practica a estos atributos, Cuanto més equi- pados estemos con estos dones, mas grande serd nues- tra habilidad para glorificar ‘a Dios nuestro Padre, como Io hizo Jesis. La fe como confianza El fruto, entonces, expresa caracter. Cuando todas Jas nueve formas del fruto espiritual estén presentes 37 y completamente desarrolladas, representan la tota- Iidad del caracter cristiano, perfectamente comple- tado; cada clase de forma de fruto satisface una necesidad especifica y cada uno complementa al res- to. En su tolalidad, el fruto de fe puede ser visto ajo dos aspectos, correspondientes a dos diferentes pero relacionados usos de la palabra griega pistis. El primero es confianza, y el segundo es confiabilidad o ‘integridad, Para expresar el primer aspecto de fe como fruto, la Biblia de Jerusalén traduce pistis por a «Si» —dijo con voz clara y firme, e inmediatamen- te volvié a caer en coma, Pero yo estaba satisfecho. Esa simple palabra ¢Si era todo lo que ella necesi- abo dec 7x0 oir Exarenaa| ena prafundaie i je confianza que nad: artrbad que nada en este mundo podria La clave de esta clase de confianza es compromi- so, Cerca de un afio atrés, en mi presencia, "Agneta hizo una declaracién personal y definitiva sometiendo stt vida a Cristo Jestis. Ahora, en el momento de la prueba —tal vez en el portén de la eternidad—, no necesitaba ella hacer ningim otro compromiso. Sola- mente nocesitaba deseansar en au postulado anterior —tno que inelufa tanto vida i Seen y muerte como tiempo 39 ‘A su debido tiempo Dios respondié a las oraciones de los compafieros de estudio de Agneta y le restitu- ‘yo nuevamente una completa salud. Su habilidad para ‘qecibir> la influencia de las oraciones ofrecidas en su favor fue, en gran parte, debido a su actitud de confianza. En el Salmo 37:5 David dice: «Encomienda a Je- hova tu camino, confia en El, y El lo hard.» Dos cosas son requeridas de nosotros. La primera es una accién, encomendar; la segunda es actitud, confian- za. El hecho de encomendarse nos conduce a la acti- tud de confianza. Mientras que continuemos en esta actitud de confianza, David nos asegura que Dios lo haré>. En otras palabras, Dios esté obrando lo que le hemos encomendado. Es la continua actitud de confianza de nuestra parte lo que mantiene abier- to el canal a través del cual Dios puede interveni en nuestra vida y obrar lo que se necesite. Pero si abandonamos esta confianza, cerramos el canal e im- pedimos la terminacién de lo que Dios ha empezado a obrar para nosotros. Encomendar un asunto al Sefior es como llevar dinero al banco y depositarlo en la cuenta. Una vez que recibimos el recibo de la ventanilla indicando nuestro depésito, no debemos preocuparnos de la se- guridad de nuestro dinero. Ya es la responsabilidad del banco, no nuestra, Es irénico que la gente no tenga dificultades en confiar en un banco para cuidar su dinero, pero halle muy dificil confiar en Dios en cuanto a algo vital e importante que le hemos enco- mendado. El ejemplo del depésito bancario ilustra un factor importante, al hacer de un compromiso un suceso. Al salir del banco Hevamos un recibo oficial que in- dica la fecha, el sitio y la cantidad del depésito. No hay incertidumbres. Debemos de ser igualmente es- pecificos en cuanto a las cosas que encomendamos @ 40 Dios. Debemos estar absolutamente 2% qué le encomendamos como cudndo y dena ieee oa eeatle necesitamos el «recibo> oficial del Es- into asegurat i Pisitu Santo aseguréndonos que Dios ha aceptado La confianza debe cultivada La confianza es como las otras formas del fruto: debe:ser-oultivada, y pasa por vari de la confianza esta bien ilustrado por las palabras le David en el Salmo @2. En el segundo verso dice: «£1 (Dios) solamente es mi fortaleza, mi salud y mi refugio, no resbalaré mucho» Pero en el verso 6, después de hacer esta declaracién exacta en Dios, alee: a resbalaréo Dentro de los vers0s 2 ¥ 6, ‘Da- id ha progresado de eno resbalaré mucho» a «no Debemos ser tan honestos acerea d i tos eomo lo fue David. Antes que huestra confianen legue a 1a madurez, lo mejor que podemos decir «No resbalaré mucho!» En este nivel, problemas y gposicién nos estremecerin, pero no nos derribaran. embargo, si continuamos cultivando nuestra cor fienza, Megaremos a un nivel en que podremos dee > siNo Fesalarél» Nada nos podr& perturbar, mucho La-confianza.de esta clase esta on el-rein esprit, en. vez de en las emociones. Bodemos volver uevamente al testimonio personal de David para una ilustracién, En el Salmo 56:3 dice del Seffor: «En el dia en que temo, yo en Ti confio.» Aqut David re- Conoce las dos influencias contrarias que operan en 41 simultaneamente: confianza y temor. Pero el te- {En el capitulo 7 tratamos. mas nece- sided de confers nuestra fe verbinente para weshon 41 mor es superficial, en las emociones; la confianza es més profunda, en el espfritu. La madurez de la confianza es como un rio pro- fundo y fuerte que sigue su rumbo hasta el mar. ‘A veces Jos vientos de duda y temor pueden soplar Contrarios al caudal del xfo y levantar oleaje en la Superficie. Pero estos vientos y oleaje no pueden gambiar lo profundo del caudal, el cual continga su Sarso bajo la superficie, hasta alcanzar su final pre- determinado en el mar. La confianza en su madurez completa es bella- mente ejemplar en las palabras de Pablo en 2." Ti mmoteo 1:12: «Por lo cual asimismo padezco esto; mas ho me avergiienzo, porque yo sé a quién he creido, y estoy convencido que El es poderoso para proteger Jo que en El he confiado hasta aquel dia.» Segiin los baluartes mundanos, Pablo en este nivel era un fra- caso. Algunas de sus amistades y patrocinadores se fabian vuelto contra él. De todos sus cereanos tra- pajadores, solamente Lucas permanect6 con él; uno Ge ellos, Demas, en este momento lo habia, abando- nado y regresado a lo mundano. Pablo estaba acha- oso ¥ aneiano; era un prisionero esposado en una prisign romana, esperando un juicio injusto y una eje- Picion a manos de un cruel y depravado déspota, Sin embargo, sus palabras resuenan con una confi encia serena e inamovible: era el-resultado de En los versos siguientes él contesta sus preguntas al enu- merar once caracteristicas que describen a una per- sona de esta naturaleza. El noveno requisito, enume- rado al final del versiculo 4, es: «Ha jurado lo que Te hace dafio, y aun asi no'lo alteras Dios espera que el creyente sea fiel a sus’ compromisos, aun al costo de sacrificio personal. El mundo tiene su pro- pia manera de decir esto:

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