Los Arquetipos de La Comedia2

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Los arquetipos de la comedia

Tonto, cabrón y materialista

El tonto

suele ser un secundario y acompañar al protagonista. El tonto es un gran generador de


conflictos. Si lo ponemos al lado de un perdedor, por ejemplo, le dará los peores consejos,
consejos que el perdedor tomará sin aprender de sus fracasos y le llevarán a un error tras otro. El
tonto no se siente culpable, ¿qué quieres? Es tonto, no le puedes pedir más. Aunque él no cree
ser tonto, tontos son los que le hacen caso, ¿no?

cabrón/a

No puede faltar el cabrón/a que siempre dice la verdad, aunque duela, y que le dice a cada uno
lo que los demás no se atreven a decir, aunque duela (sí, por segunda vez, disfrutan con ello).
Representa la voz de la conciencia malvada y egoísta que todos llevamos dentro. Es el personaje
que dice lo que los demás no se atreven a decir. Egoísta y egocéntrico, duro, insensible y
malvado hasta el punto de importarle poco lo que les pasa a los demás mientras él, o ella,
consiga lo que quiere. Es brutalmente sincero y no tiene el filtro de «políticamente correcto
aplicado». Suele crear conflictos con el resto de personajes pues su egocentrismo lleva a los
demás a situaciones complicadas. Siempre antepone sus necesidades a las de los demás y,
aunque su intención no es dañina, no le importa a quién se lleva por delante porque el fin
justifica los medios. Son arrogantes, creídos y egocéntricos.

materialista

Un personaje preocupado por su estatus y por lo que los demás creen de él en función de lo que
tiene. Tanto tienes tanto vales. Es materialista, consumista, vive de las apariencias y cree que
merece lo mejor.

Por supuesto, desprecia a los que no son como él. Es incapaz de mostrar empatía con los que
tienen menos, que no es que sean malos porque tienen menos sino que tienen menos porque no
merecen más.

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