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La incandescencia es la gene- racién de luz por el calor. Todo ‘cuerpo, toda materia, todo lo viviente puede vibrar al punto de emitir luz. Un cuerpo lige- ramente caliente (1600°C), emite Juz roja-naranja, uno muy ca- liente (5000°C), emite luz muy blanca e incluso puede legar al blanco azulado a temperaturas extremas (de 8000-9000"C). Las xocaslos metales lair, las mi: radas, ciertos peces en el fondo del océano, las piles y también los libros. Un libro, come cual: ‘quer otva cosa, es una vibracin ‘que no se agota en los materia- les de los que esta hecho (pape- les, hilos, goma, tint, palabras) Un libro, como todo encuentro, como toda composicién, es un punto vibratorio en la multisu- perfice del mundo. PLEROMATICA O LAS MAREACIONES DE ELSINOR Gabriel Catren _ * hekht LIBROS) Incandescencias ‘Plone 0 Las mareacones do Esinor Gabel Caen + Cad itnora de Buenos Are Hoe es, 2017 ‘620% 14 am (bcandesceneis/ Oz Malonad, Nala Wink, Marina) coo 180, tors: Natalia rte Maldonado y Marina Wink ‘Weta de pa: ist Haockl, Kuntoamen dor Nat 1800) @ crmesecnentmrystton mane spare nates = Hecno densa que marca aley 11.723. mores on ia genting Este tr se trmind de mpi on Tales Gees Els Pore, raza 1202(1427) CAB. onl mos de ociee 2017, Una ver edi de eta et ue pubcad ena Revita do Flo {ota Nombre, N29, Coro: Akon Ears (2015) y ura version on Ingle aur mas rocco on 5. de Sancta yA Longo (eds), Breaking ‘he Spat! ContmporayFosiam under Oscusoon, Manes Patra nal 2015 pp. 6-9, Sav cian se refera ala vernon espa, lat weduccons de lo eto ode fro ealzaes ore av L.lyenesa noche oscura del fosfeno ver surgir wn delfniridiscente un arco iris de defines un delfinado ‘aéreooirisado un arqueado delfin [Nestor Perlongher! "N.Belongher, “Abana Exatacion del Pate Maro en Che as naires, Peas completes, La Elauta Mii, Baenos Ars, 2002, p23 Un escenario suspendido (el arca fantasmatizada “entre las constelaciones el mar"), una tarea insensata ("vencer el azar’), y una paciencia metédica (‘palabra por palabra") = esta escena absolutamente moderna sera sumergida en la golucién fenoumenodélica. El naufragio evocado en el Coup des des mallarmeano - lejos de todo pathos catastrotico = denotaré la inmersién de la nave en un ensuefo atonal ‘Todo fenéumeno ~ tormentas, ovnis, simetriadas ~ se plas- ‘mara en el seno de la misma alucinancia impersonal. El Maitre, curtiéndose y templindose en lo alto del mastil, en tonado por la mareacién y vomitandose, se absolvera del letargo melancdlico y lanzara los dados, ‘Comencemos por un hecho ineluctable: hemos atrave- sado una crisis memorable, fundacional: se ha atentado contra el suelo, Empezando por la relativizacién galileana del movimiento uniforme, la descentracidn orbital della tie ra ya exponenciacion kantiana del lanzamiento coperni cano, hemos atravesado una multiplicidad de telativizacio- nes y desfondamientos que siguen socavando las formas pre-modernas de construir, habitar y pensar. La relativiea- cidn transcendental de la (demasiado humana) cosmovi ‘in cientiica, la contingenciacién y animalizacién darwi- niana de la especie humana, la crisis del verso decimonéni- (el naufragio del métre o mas generalmente de todo signi- fiant maitre), la crisis de los fundamentos en matematicas (la multiplicacion y consiguiente relativizacion de las fun- daciones axiomticas), la crisis de la tonalidad, la unheimli- chisacién del sujeto cartesiano (la destitucion del métre ~ del serse ~ como iltima instancia auto-fundada de la ex- periencia), la dinamizacién relativista del background espa- ciotemporal, la supuesta disolucidn cudntica de la onto-16- gica clésica en una episteme contextualista, todas estas cri- sis declinan diversamente la suspensién de una misma es- cena pre-moderna, En cada caso, una supuesta tltima ins- tancia (subjetiva, axiomtica, bucdlica, ete.) sustraida a la dindmica del campo correspondiente ~ una tierra inmévil como condicién de posibilidad de todo reposo y de todo mo- vimiento -o bien un punto de vista o de referencia preten- didamente universal (un metro patron) son descentrados, dinamizados, relativizados, descanonizados, existencializa: dos, suspendidos entre una multiplicidad de otros fondos ‘o puntos de vista igualmente vslidos. Lejos de ser un desas- tre inesperado, estas suspensiones de los archi-suelos es tas relativizaciones de las archi-perspectivas son el exqui- to resultado, refractado en los diversos modos de la expe- riencia, de la deconstruccién moderna de la orniteologia, de la larga y “terrible lucha contra ese viejo y aberrante archi plumaje, aniquilado, afortunadamente™. La superacion mo- derna de la orniteologia desintrica alas potencias angélicas (la facultad de atravesar especulativamente los horizontes de la experiencia, conectando los firmamentos con las tie- ras) de lo pajdrico (el poder de modular la levitacién): en tun escenario absolutamente moderno, el angel de lo extra- tio -levitando en su cafda libre - no tiene alas. Lejos de au- torizar toda forma de nihilismo desencantado, nostalgico ‘© melancélico ~ y absolviendo la relig(ac)ion de toda espe: ranza de una redencién por lo alto ~el barramiento del dios hiper-trascendente y archi-emplumado reabre la posibili dad de un existencia suspendida, sin salvacion posible pero curdndose en la vida inmanental, orientada por ideas infi- nitas, consagrada ala destilacién del opus alchimérico. 2, Mallarmé, Carta a Henri Carais del 14 de mayo de 1867 en Correspondance ple 1863-1871 Ltrs sar le poste 18721898, de 8. Marchal Pais Gallimard, 1985, 242 ‘Tal vez los dos nombres propios cuya conjuncién per- ‘ita declinar esta clausura moderna de la orniteologia en toda su radicalidad — asi como el proyecto insensato que ‘esta clausura inaugura~ sean Kant y Spinoza: mientras que el primero sostuvo que toda experiencia (mismo la expe- riencia intersubjetiva de la ciencia moderna) es relativa a laestructura trascendental del sujeto correspondiente, el segundo mantuvo que este tltimo, lejos de ser una dtima instancia auto-fundada, una sustancia causa sui, no es mas ‘que un modo finito della insustancia infinita. Si toda expe riencia depende del tipo trascendental del sujeto de laexpe- riencia, este ~ lejos de constituirse en una ultima instancia| no es maitre (no puede serse) ni en su propia casa. Toda experiencia es relativa ala estructura trascendental de un ‘sujeto que — lejos de ser él mismo un fundamento ilkimo ~ esta constitutivamente alienado. Los nombres de Kant y Spinoza epitomizan dos philums asociados a los términos, ‘trascendencia (de la experiencia objetiva con respecto al su- jeto constituyente) e inmanencia (de los modos subjetivos finitos a la insustancia infinita) respectivamente. La ten- sion entre trascendentalismo e inmanentismo se declin6 di- versamente y con distintas acentuaciones a lo largo de la ‘modernidad, comenzando por la fundante distincién carte- siana entre res extensa (qua objetos ofrecidos ala experien- cia subjetiva)y rs cogitans (qua encarnacién local de la vida| cexperienciante) y declinandose diversamente bajo la forma de las duplas natura naturata y natura naturans (Spinoza), cl saber del sery el ser del saber de ser (Fichte) o el saber de la vida ya vida de saber (Deleuze, la filosofia trascendental y la Naturphilosophie (Schelling), la representacién apolinea yla voluntad dionisiaca (Schopenhauer-Nietzsche), lo cons ciente y lo inconsciente (Freud), el cuerpo objetivamente per cibido o Korpery el cuerpo vivido o Leib (Huser), los objetos intramundanos discursivamente constituidos por las catego- riasy el Dasein ontologicamente estructurado por los exis- tenciarios (Heidegger), el en-siy el para-si (Sartre), los obje- tos trascendentalmente constituidos y los suetos inmanen- talmente instituidos (Merleau-Ponty), los mundos dela reve- lacién y la noche salva en la que eclosionan esos mundos (Benjamin) el pater que legisla, constituye y produce en los horizonte de los mundos y la mater que da a luz abriendo 0s horizontes ¢ instaurando el imperativo primordial ~ Viviris! - que preexiste a toda forma de experiencia (Ro: zitchnen) el cuerpo material y la carne gloriosa (Henry), el vivir-algo (erleben) como experiencia subjetiva del mundo objetivado y el estar-vivo (leben) del sujeto encarnado (Bar bras). Estas polaridades no designan tanto dos términos como dos zonas imbricadas con sus respectivos procesos: la regién intra-mundana en el que los objetos de la expe- riencia son trascendentalmente constituidos por los sujetos y la vida inmanental, impersonal y trans-mundana en la que los sujetos constituyentes son instituidos, disparando la eclosién de los horizontes mundanos. Haciendo abstrac- cin de las diferencias entre estas distintas conjugaciones della tension entre el trascendentalismo de corte kantiano y el inmanentismo de corte spinozista podriamos asociar estos philums a una teoria critica de la experiencia subjetiva (perceptiva, afectiva, conceptual, social, religiosa), de sus condiciones trascendentales de posibilidady de sus posibles limites por un lado y a un vitalismo impersonal tendiente a pensar el medio presubjetivo en el que el sujeto vivo de la CEM Henry. carnation. Une Phibaphie de cha, ions du Sul Pat, experiencia objetiva es localmente instituide como un ‘modo finito por el otro. Mientras que la teoria critica dela experiencia esta sujeta al peligro de una deriva hacia una concepcién del sujeto como fundamento tiltimo de toda ex: periencia (como es el caso en ciertos momentos de la obra ‘husserliana), la tradicién inmanentista permite evitar dicha deriva idealista operando una suerte de arqueologia infra- fundamental, una arqueologia que exhuma el abismo im- personal e inmanental forcluido por la subjetividad consti tuyente e inquiere sobre los procesos “naturales” de institu

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