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INSTITUTO MEXICANO DE

PSICOONCOLOGÍA

LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA
PRIMER CUATRIMESTRE

BARRERA SANTIAGO
BEATRIZ BELEM

“MI ENCUENTRO CON LAS TEORÍAS


PSICOLÓGICAS”

TEORÍAS Y SISTEMAS DE LA PSICOLOGÍA


DR. LUIS TREJO GONZÁLEZ

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INTRODUCCIÓN

La Psicología, es una ciencia que podemos encontrar en cada uno de los aspectos de

nuestra vida, desde lo que hacemos, el por qué lo hacemos, por qué pensamos ciertas cosas,

y evadimos otras; sin embargo para que podamos comprender cómo es que esta disciplina ha

logrado permear dentro de tantos campos, es necesario en primer lugar, conocer el largo

trayecto que ha recorrido en la historia de la humanidad; desde los primeros acercamientos

de los filósofos griegos, quienes comenzaron a cuestionarse acerca de la naturaleza del

hombre, hasta la gran variedad de teorías y sistemas con las que contamos actualmente.

Probablemente ninguna ciencia ha tenido un solo camino, ni sencillo, ni lineal; en el

caso particular de la Psicología encontramos aportes fundamentales, que buscaron dar

explicación a una parte tan intrínseca y personal de cada persona, como lo es la mente, el

espíritu, la percepción, ya que como hemos venido estudiando, se tratan de constructos que

varían y ninguno es completamente idéntico al otro. El propósito de este ensayo, es brindar

una breve y sustanciosa semblanza del recorrido de la psicología: su transición de disciplina

filosófica, hasta su merecido reconocimiento como ciencia con Wilhelm Wundt.

MARCO TEÓRICO

Hablar de Psicología en nuestra actualidad, nos lleva a diversos cuestionamientos:

¿Qué es Psicología? ¿Cuál es su objeto de estudio? ¿Se trata de una ciencia natural o una

ciencia humana? ¿Cuál es su metodología? ¿Quién fue el fundador de esta ciencia? Si

comenzamos por su definición más general y simplificada, se trata de “la ciencia que estudia

la conducta y los procesos mentales” (Morris & Maisto, 2005), una concepción breve y

reduccionista, que puede no incluir la gran cantidad de áreas y elementos que forman parte

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de su enorme campo de aplicación; en cambio Arana et al. (2006) plantea: “La dificultad de

dar una definición global de la psicología como ciencia proviene de tener que elegir entre

las muchas que se han considerado. Y es que en esa elección se traduce todo un

conglomerado de posiciones teóricas, métodos de trabajo, comprensión del sujeto humano

en su totalidad, etc. En su siglo de existencia, la psicología ha sido la ciencia de la

conciencia, de la vida mental, de la conducta, del comportamiento, de la experiencia

inmediata…, para volver recientemente a convertirse en la ciencia de los procesos

mentales”. Muchos estudiosos del tema, como los historiadores, han encontrado en los

griegos, los principales antecedentes de la Psicología, para éstos, tal como planteó Brennan.

(1999), comenzaron a pasar de la concepción divina, a un pensamiento lógico, que pudiera

explicar la naturaleza del hombre. Uno de los primeros indicios, fue el rechazo a la poca

fiabilidad de los sentidos, buscando dentro de las matemáticas, una respuesta que explicara

el mundo de forma exacta y comprobable. Posteriormente surgieron posturas humanistas,

menos radicales, que pretendían enfocarse en las características que hacían al “hombre”

diferente y superior del resto de criaturas vivas; propiedades tales como el lenguaje, la

capacidad de razonar e interiorizar pensamientos; uno de ellos fue Sócrates, cuyos sucesores

(Aristóteles y Platón), complementaron sus ideas que colocando a la humanidad como centro

de conocimiento. Mientras que Platón proponía un dualismo psicofísico de mente y cuerpo,

en la que solamente el alma racional es capaz de contemplar el verdadero conocimiento , su

alumno Aristóteles respaldó esta premisa y también “creyó que solamente existía un mundo,

el real, consideraba a la naturaleza como algo sagrado, en donde todas las cosas podían

estar de dos formas posibles: en acto, cuando se tiene todas las propiedades en ese mismo

momento y en potencia, cuando todavía no han desarrollado las propiedades, pero las

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tendrán en un futuro. Por ejemplo, un niño es un adulto en potencia, pero un niño en acto.”

(Palacios & Cortez, 2021).

Aunque las aportaciones griegas tuvieron un gran impacto, la expansión geográfica,

descubrimiento de nuevas tierras, conquistas, y cambios geopolíticos de las naciones más

fuertes e influyentes, abrieron fronteras causando un constante sincretismo de creencias; es

así como comenzó una lucha encarnizada entre la fe y la razón. Mientras que el imperio

Romano de Occidente comenzaba su declive, con la trágica caída de Constantinopla, el

cristianismo se expandió de manera rápida y persistente, dando paso a la Edad Media

alrededor del siglo V. Este periodo se caracterizó por el constante influjo de la Iglesia dentro

de las actividades intelectuales, políticas y religiosas. Dentro de este periodo la principal

forma de gobierno fue completamente absolutista, es decir que se tenía la noción de que el

poder concentrado en el rey, era dado por derecho divino, es decir, eran elegidos por dios

para nacer en circunstancias privilegiadas, de forma paralela, con el surgimiento de las

primeras universidades se le dio prioridad a la enseñanza de la Filosofía y la Teología, y el

libre pensamiento era censurado. Fue tal la autoridad eclesiástica, que difícilmente se puede

evitar evocar la famosa Inquisición, constituida por los dominicos, en las que la libertad,

autonomía, y laicidad de pensamiento y cátedra eran mal vistos, puesto que no había más

voluntad y explicación más allá de la concepción teocrática del universo.

Naturalmente una radicalidad tan rigurosa, comenzó a ser cuestionada, y en

consecuencia, encontramos destacados personajes como Pedro Abelardo, quien comenzaba

a buscar la relación entre razón y fe a través del método de la mayéutica; Roger Bacon,

considerado el mayor científico medieval, fomentó la reincorporación del empirismo, la

observación sistemática y validación cuantitativa; pero uno de los principales personajes fue

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Santo Tomás de Aquino, quien con su notable formación, pretendía repeler la dominación de

la postura patrística, y cambiarla por la escolástica, “… Tomó los principios metafísicos

aristotélicos de materia y forma, y explicó una relación dinámica entre cuerpo y alma,

cristianizando entre tanto el sistema” (Brennan, 1999, p. 38), dicho de otra manera, tomó

como prioridad la reconciliación de fe y razón, logrando una hazaña antes impensable,

colocar ambos constructo a un mismo nivel de aceptación.

Tras el constante deseo de evolución, es así como poco a poco comenzó a brotar uno

de los episodios favorito de muchos, el Renacimiento; con los breves susurros de científicos

que pretendían dar una sonora voz a sus descubrimientos, entre ellos, Copérnico, situó al Sol

como centro del universo y no la Tierra, concepción ptolomista que prevaleció durante el

medievo; aunque esta no era una idea nueva, ni la más completa o difundida, sus

experimentos y estudios fueron el peldaño que inspiraría a los estudiosos en años venideros,

tales como Isaac Newton, y Johannes Kepler. Con una fuerte tendencia a abandonar el

predominio eclesiástico, surgieron personajes tan coloridos como Michelangelo, Leonardo

da Vinci, Rafael, Martin Lutero, Francis Bacon, Galileo Galilei, entre otros, que fueron

abriendo el panorama social, minando el poder secular preponderante de la época. El

Renacimiento así, se vio decorado con una creciente visión humanista, centrando su atención

nuevamente en el hombre, y no en dios, dando paso a los orígenes de la ciencia moderna;

conviene subrayar que es esta época en la que surge la Psicología, como palabra, Burgos

plantea: “el término psicología viene del griego: Logos (tratado, investigación, estudio) y de

psyché (alma), pero el término no apareció en Grecia, sino en el Renacimiento y se empleó

para referirse a la dimensión mental humana no somática. Los primeros que lo emplearon

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fueron humanistas como Marko Marulic (1450-1524) en el libro Psychologia, sive de ratione

animae humana y J. T. Freigius (1575).” (2014).

El incesante progreso intelectual, artístico, político y social, se vio reflejado en cada

aspecto de la vida renacentista, con las frecuentes injusticias cometidas por la iglesia, así

como su corrupción y desmedida riqueza, era inevitable que los pueblos azotados por la

pobreza, pandemias, hambruna, esclavitud, aún imperante, se rebelaran no solo en contra del

clero, sino también del Estado, que aunque enemistados, conformaban la mayor fuerza

política e influyente dentro de la sociedad, es así como a finales de este lapso, también

destacó Baruch Spinoza, panteísta, desarrolló las bases de la motivación humana, a través

de la autopreservación, esto es la constante lucha por la supervivencia, la motivación, el deseo

de lo placentero y el rechazo a lo desagradable; por otro lado, René Descartes, él buscaba la

forma de llevar la filosofía, de una metodología meramente reflexiva, a una metodología

experimental que condujera hacia un fin, planteando la duda, como premisa primordial,

“Mediante este procedimiento, llegó a su famosa afirmación: lo que está fuera de toda duda

es que, si pienso, existo (cogito ergo sum) porque bajo ningún concepto puedo pensar sin

existir” (Burgos, 2014, p. 43). Descartes se cuestionaba cómo podría la materia y espíritu

combinarse al tratarse de sustancias tan desiguales, mientras que situaba a los animales como

entidades autómatas, el hombre se distinguía por su razón, aportando al campo de la

psicología los primeros indicios de una glándula presente solamente en el hombre, ya que

este es el único que poseía mente (glándula pineal); las alteraciones psíquicas provenientes

de alteraciones somáticas (emociones) y las explicaciones exclusivamente fisiológicas que

no atraviesan por un proceso mental.

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A continuación la Ilustración manifestó sus primeros brotes. El siglo XVIII se vio

tinturado por enormes cambios, desde la necesidad monárquica por ajustarse a la

modernidad, (despotismo ilustrado), el paso impetuoso y acelerado de los nuevos científicos

y pensadores, las revoluciones burguesas, la revolución industrial, e independencia de

América, enmarcaron en Europa el nacimiento de la ciencia moderna, es así como

principalmente en Francia, surge el Positivismo, corriente que exploró la posibilidad de

aplicar en la Psicología las características de este movimiento, “… En la actualidad es

considerada como el conocimiento de las vivencias presentes en la psicología experimental,

y en el psicoanálisis como introspección retrospectiva al referirse a las vivencias pasadas,

aun así a pesar de que ahora es utilizada la introspección, en ese momento se deja atrás esa

corriente y se le da paso a una nueva que tenía la finalidad de identificar el funcionalismo”

(Cerón, s. f.). No obstante, filósofos como Kant, se negaban a la clasificación de la Psicología

como ciencia, argumentando que la mente no era un elemento físico, y la ciencia natural es

imposible sin la aplicación matemática, “… Aunque insistió en la instanciación de los

procesos cognitivos en procesos causales en la mente, nunca pensó que tales procesos

causales podían ser físicos: pensaba más bien en una causalidad transfísica, distinta a la de

las cosas situadas en el espacio y en el tiempo.” (Rosas, 1994).

La psicología, durante sus primeras eclosiones, de identificó con la filosofía, desde

una metodología reflexiva y especulativa, sin embargo, a finales del siglo XIX, ésta comenzó

a posicionarse como una disciplina autónoma, y para que ésta finalmente se convirtiera en

ciencia, dependió de diversos factores, aunque ¿Qué es una ciencia? De acuerdo con la Real

Academia Española (2022), se le define como el “Conjunto de conocimientos obtenidos

mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se

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deducen principios y leyes generales con capacidad predictiva y comprobables

experimentalmente.” Como bien se ha mencionado, la psicología presentó una metamorfosis

que comenzó a partir del auge de la fisiología, explicada como la ciencia que se dedica al

estudio de los procesos orgánicos mediante los cuales los hombres interactúan con el mundo

físico; científicos como Charles Bell, F. Magendie, Johannes Müller, E. Du Bois-Reymond,

y Helmholtz, defendiendo la suposición de que es el sistema nervioso es el mediador entre

los objetos del mundo externo y la mente, logrando el descubrimiento de las reacciones

físicas a través de impulsos eléctricos, el resultado de estas inquietudes, derivó en los

subsecuentes descubrimientos como los de C. Golgi y S. Ramón y Cajal, acreedores al premio

Nobel, por su descubrimiento de la neurona (la unidad básica del sistema nervioso); las

contribuciones de P. Flourens y la hipótesis de seis áreas cerebrales: Hemisferios (intención,

juicio, memoria, visión y oído); cerebelo (motricidad); médula oblonga (motricidad y

sensorialidad); cuerpos cuadrigéminos (vista); médula espinal (traslado); nervios

(excitación). Como consecuencia a este bombardeo de contribuciones, surgió una rama

derivada de la fisiología: La psicofísica, según Brennan (1999, p. 151), tenía por objetivo

“estudiar la experiencia subjetiva de las relaciones entre los estímulos y las sensaciones”;

los autores más relevantes de ésta derivación, fueron Ernst Heinrich Weber y Gustav

Theodore Fechner, anatomistas de origen alemán, estudiaron el vínculo entre magnitud de

estímulos y el grado sensorial que provocaba, así como la correlación entre las sensaciones

y el sistema nervioso (Ortega et al., s. f.)

A medida que la ciencia avanzaba a pasos agigantados, personajes como Charles

Darwin, postuló una teoría evolucionista, por medio de selección natural y adaptación,

tratando de explicar el origen del hombre, y al mismo tiempo, el principio de la mente,

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definiéndola como “una divina mezcla de facultades mentales, como la memoria, la

imaginación, la conciencia, la razón y la autoconciencia, que han resultado, gracias a la

selección natural, de instintos y hábitos más rudimentarios y simples. Planteó, además, que

la mente la produce el cerebro, que sirve para conocer las cosas que rodean al hombre (o a

otros animales), que es hereditaria, que en ella pasan imágenes y trenes de pensamiento, y

que adapta a los individuos y a las especies al medio.” (Bautista & Grande-García, 2013).

Es como llegamos a uno de los puntos más relevantes dentro de la historia de la

psicología, con Wilhelm Wundt, fundador del primer laboratorio de psicología en la

Universidad de Leipzig en el año de 1879, posicionando a lo que se le había considerado una

disciplina filosófica, como una ciencia. Wundt, junto con su discípulo Titchener (vocero en

Estados Unidos), fundamentaron el Estructuralismo, tomando como principal metodología

el introspeccionismo, la descripción de la conciencia, la combinación de elementos que a

conforman, y cómo se relacionas éstos dentro del sistema nervioso; pese a que el

estructuralismo fue quedando obsoleto, con las posteriores contribuciones al ámbito de la

psicología, nadie menoscaba el gran mérito que fue este gran suceso en Leipzig.

DESARROLLO

La psicología, hoy día, es una ciencia que ha tenido una travesía dura e irregular; es

normal preguntarse ¿Por qué estudiar psicología? Muchos aseveraremos que existe la

búsqueda por ayudar a otros, por entender el comportamiento, explicar por qué elegimos

hacer unas cosas, o por el contrario, sentimos aversión a otras tantas, existen gran variedad

de respuestas y todas ellas válidas, porque la psicología existe en cada una de las áreas que

podamos imaginar; no obstante para entender y asimilar el camino que tomará en un futuro

esta maravillosa ciencia, es de suma importancia conocer y comprender el pasado y génesis

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que tuvo dentro de la historia de la humanidad. Si bien es cierto que los filósofos de la antigua

Grecia dieron apertura a las grandes cuestiones, asimilando constructos como el alma, la

moral, mente, espíritu, aliento de vida, pensamiento, mucho se vio limitado por la falta de

una metodología experimental comprobable, pero ¿cómo podrían haber medido lo

intangible? Es increíble como a pesar de ello sentaron las bases etimológicas e intelectuales,

tal como planteó Claude Levi Strauss posteriormente, todos los filósofos modernos,

volvieron la vista a los pensadores griegos, como Sócrates, Platón, Aristóteles, con lo que

queda, de manera incuestionable, bien cimentada la importancia que tienen aún hoy en

nuestra contemporaneidad.

El estudio de las teorías y sistemas en la psicología, más que un trayecto directo a la

psicología moderna ha brindado, a mi entender, un marco contextual lleno de vertientes y

ramas, es por esta razón que resulta tan complejo responder de manera concreta ¿Qué es

psicología? No se trata únicamente de aplicar test psicométricos, de analizar la conducta, dar

terapia, o como vulgarmente se concibe, dar consejos, y mucho menos decirle al otro qué

hacer o cómo actuar; el grado en que cuidemos y nutramos nuestra formación generará en

cada uno, la capacidad de tener pensamiento crítico, analítico para poder dar seguimiento a

la conducta, a los procesos mentales, cognitivos, sensoriales, formativos, vivenciales,

familiares, dinámicas, patrones de comportamiento, reacciones, fobias, etcétera, a cada

individuo, como planteó Wundt, si bien no es posible entrar dentro de la mente de ningún

hombre o mujer, se puede tener una predicción relativamente acertada a través de la

observación consciente. Total que a través de cada una de las corrientes, escuelas o teorías

surgidas a lo largo de su historia, nos han dejado como constante, habilidades necesarias que

siguen vigentes de manera actual, como la obsevación, la necesidad de llevar un registro ya

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sea cuantitativo o cualitativo, el registro de datos, la experimentación, y sobre todo la

consideración de que no tratamos con números, o sujetos de prueba, sino que tenemos en

nuestras manos algo muy valioso e incorpóreo.

Enfocándonos también en las aportaciones biológicas, el ámbito neuropsicológico nos

deja fascinados ante la presencia de una máquina tan maravillosa como es el sistema

nervioso, que regula de manera increíble toda nuestra interacción con el mundo y el ambiente

que nos rodea, aunque en realidad, no percibimos el mundo tal cual es, puesto que mucho de

ello está condicionado con nuestras percepciones basadas sobre nuestra historia de vida,

fenómenos tan básicos como percibir los colores, poder oler, percibir sonido, texturas y

sabores; las funciones motrices, las reacciones emocionales, la autorregulación del sistema,

están controlados y guiados por la incesante actividad de este sistema tan minuciosamente,

que es entendible el interés que el hombre ha puesto siempre en tratar de explicar el cómo

funciona, por qué funciona.

La fisiología nos dio mucho en este rubro, ya que es impresionante lo que la

curiosidad de unos, y su hambre de respuestas, nos condujo a descifrar la composición

anatómica de la estructura nerviosa; nos situamos en algún laboratorio de medicina,

inclinados sobre un cráneo abierto, estimulando mediante impulsos eléctricos, cada parte de

un cerebro; o sobre la estructura de algún animalito, quizá en la actualidad resulta

controversial, con la defensa de los derechos animales, pero… ¿No ha sido mediante

sacrificios que hemos logrado obtener el conocimiento con el que contamos? Recordemos

que fue durante la Segunda Guerra Mundial, que científicos y médicos alemanes, japoneses

y posteriormente estadounidenses, lograron el máximo avance en medicina experimentando

en prisioneros de guerra, sin entrar en divagaciones morales por el momento, estos ensayos

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han hecho posible el conocimiento que poseemos, desde vacunas, esquemas anatómicos,

medicamentos, alimentación, entre otros.

No es mi intención defender que el fin justifique los medios a cualquier costo, sin

embargo, no puedo negar las grandes aportaciones que realizaron todos los precursores a sus

respectivas disciplinas; la curiosidad humana es natural e imparable, prueba de ello es que

cada teoría o corriente ha sido mejorada, o rechazada, atacada por otros, como en el caso de

William James, quien buscó contraponerse al Estructuralismos wundtiano, fundando el

Funcionalismo estadounidense; el Humanismo que buscaba una concepción más humanista

en contraposición a la “frialdad” y mecanicidad del Conductismo; así como el Conductismo

no estaba de acuerdo con la ambigüedad del Psicoanálisis; y actualmente no es que haya una

mejor, o una “peor”, puesto que es innegable que los seres humanos, tan diversos como en

toda su historia, tienen necesidad diferentes. Habrá quien prefiera hablar a través de un

acompañamiento psicoanalítico, o quien prefiera resultados conductuales más “rápidos” con

una terapia conductista; o quien se sienta mejor en una terapia humanista en la que se centre

en sus esferas biológicas. Por otra parte también existe psicología aplicada para diversas

áreas, desde el deporte, el ambiente, la educación, la educación especial, el arte, el ámbito

laboral, social, comunitario, clínico, forense, y más.

Poder entender al hombre puede ser abordado desde perspectivas tan distintas, que es

inevitable abrumarse por no poder permear dentro de todas, pero este panorama nos permitirá

vislumbrar al otro, como un ser bio-psico-social, que cuenta también con una parte espiritual,

que deben ser tomadas en cuenta para poder brindar el acompañamiento más adecuado para

cada persona.

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CONCLUSIONES

Finalmente el estudio de la historia de las teorías psicológicas, nos ayuda a entender

que su desarrollo se dio en gran medida, de acuerdo con las necesidad históricas y sociales

de su época, que asimismo, brindó la condiciones necesarias para que evolucionara y no

desapareciera, reafirmando la teoría evolucionista de Darwin, de adaptarse, ante posturas

liberales y predominantes en razón, la psicología no debía quedarse atrás, es así como el día

de hoy podemos estudiar una carrera tan hermosa y versátil, en la que nunca se deja de

aprender, incluso en este ensayo, que llega únicamente a la constitución de la Psicología

como ciencia, quedan muchas cosas en el tintero, corrientes como Gestalt, Psicoanálisis,

Conductismo, Humanismo y lo Transpersonal, que son por demás fascinantes, pero en esta

ocasión sentí la necesidad de plasmar la gran repercusión histórica, así como los detractores

que minimizaron el papel de la psicología, antes de ganarse el lugar tan destacado que tiene

hoy. En conclusión, la psicología no ha dejado de crecer desde sus primeros brotes, y dudo

que deje de crecer, y quizá en unos años, tengamos la feliz sorpresa de nuevas teorías y

sistemas que continúen ampliando nuestra perspectiva y concepción del mundo.

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REFERENCIAS

 Arana, Meilán & Pérez. (2006). El concepto de psicología. Entre la diversidad

conceptual y la conveniencia de unificación. Apreciaciones desde la epistemología.

Revista Intercontinental de Psicología y Educación, 8(1), 111-142.

http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80280107

 Bautista & Grande-García. (2013). Psicología. Historia, teoría y procesos básicos

(1.a ed.).

 Brennan. (1999). Historias y sistemas de la psicología (5.a ed.).

 Burgos. (2014). Historia de la Psicología.

 Cerón. (s. f.). El impacto del psotivismo en la psicología. Universidad Autónoma

del Estado de Hidalgo. Recuperado 2 de diciembre de 2022, de

https://www.uaeh.edu.mx/scige/boletin/atotonilco/n1/e2.html

 Diccionario de la Lengua Española (RAE, Trad.). (2022). Real Academia

Española. Recuperado 1 de diciembre de 2022, de https://dle.rae.es/ciencia

 Morris & Maisto. (2005). Introducción a la psicología.

 Ortega, Medrano & Baron. (s. f.). Antecedentes de la Psicología. La psicofísica.

Facultad de Estudios Superiores Iztacala. Recuperado 2 de diciembre de 2022, de

https://cutt.ly/T1SPe1v

 Palacios & Cortez. (2021). Historias y sistemas de la psicología: Compilación de

escritos. Dialnet, 1, 11. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=8179032

 Rosas. (1994). Kant y la psicología del pensamiento. Areté, 8(1), 156-161.

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