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Fotografías de los

Cente n a r
Centenarios i o s
en la revista
La Ilustración
Española y
Americana *
Tomás Pérez Vejo**
Escuela Nacional de Antropología e Historia-inah
La Ilustración Española y Americana, revista nacida en Madrid a finales de 1869,
tuvo desde sus orígenes, tal como su título indica, una declarada voluntad de
dirigirse al conjunto de los lectores en español a uno y otro lado del Atlántico.
Prestaba especial atención a las imágenes, grabados primero y, posteriormente, fo-
tografías o grabados a partir de fotografías. Los Centenarios de las independencias
de 1910, paradójicamente celebrados bajo el signo de la reconciliación con la anti-
gua metrópoli, permitieron el cumplimiento de ambos objetivos con un auténtico
alud de fotografías de los distintos países americanos que, gracias a esta revista,
circularon no solo de América a España sino también de España a América y entre
los diversos países americanos. Este trabajo propone el análisis de las imágenes
difundidas en los años en torno a la celebración de los Centenarios, como reflejo
del imaginario de las élites iberoamericanas de uno y otro lado del Atlántico.1

Doctoranda
* Título en Historia
completo: porentre
Imágenes el Posgrado de la UNAM,
dos continentes: es socia fundadora
Las fotografías de la Red en
de los Centenarios de la
Estudios Visuales
revista La Latinoamericanos
Ilustración e integrante
Española y Americana, de la Red de
1909-1911.
Historiadores
** Es de la Prensa.
doctor en Geografía e Historia por la Universidad Complutense de Madrid y profesor-investigador en el Posgrado en Historia y Etnohistoria de la
enah. Cuenta con más de un centenar de publicaciones en libros y revistas especializadas.
L
Los Centenarios y sus lecturas
En 1910, varios países latinoamericanos —Argen-
tina, México, Colombia, Chile y Venezuela—, de-
cidieron conmemorar su primer siglo de vida in-
dependiente, convirtiendo a 1910 en el año de los
Centenarios. A ellos se podrían añadir Ecuador y
Paraguay, que también lo celebraron: el primero, un
año antes y el segundo, uno después, aunque el go-
bierno de este último decidiría posteriormente pos-
poner la conmemoración a 1813 con el argumen-
to de que la revolución de 1811 se había hecho en
nombre del rey y no de la nación.1
Este argumento, de haberse extendido al resto
del continente, nos hubiera dejado sin Centenarios
de 1910: desde México a Chile y desde Argentina a
Venezuela, esta primera oleada revolucionario-inde-
pendentista de comienzos de la segunda década del
siglo xix tuvo como protagonista al rey y no a unas
naciones que en 1810 pocos sabían muy bien lo que
eran y menos todavía los que vieron en ellas los su-
jetos políticos en los que después se convirtieron.
Si toda conmemoración tiene algo de arbitrario,
por qué celebrar los cien años y no los 75, 125 o los
24. En este caso, la arbitrariedad afectaba también
los hechos conmemorados. Ninguno de los Estados
que celebraron el Centenario en torno a 1910 ha-
bía nacido un siglo antes y algunos de ellos, como
Colombia y Venezuela, ni siquiera eran fruto de la
disgregación imperial sino de la posterior fragmen-
tación de uno de los Estados nacidos de ella, la Gran
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Colombia, en fechas bastante posteriores. La con-


cepción de 1810 como el año de las independencias
1 El motivo real del retraso fue sin duda la inestabilidad po- fue, en todos los países concernidos, el resultado de
lítica, ya que en los cuatro años que van de 1908 a 1912 se
sucedieron en la jefatura del Estado nueve presidentes —una
complejas negociaciones histórico-político-ideológi-
media de más de dos por año—, y tres, en el que hubiera cas sobre la memoria y la historia, de invención del
sido del Centenario. pasado en sentido estricto, pero no solamente. Las
conmemoraciones tuvieron también un fuerte com- Los Centenarios fueron memoria pero también
ponente de proclama de futuro, de afirmación de proclama de futuro, el escaparate donde mostrar el
donde se venía, aunque también hacia donde se iba: nivel de progreso alcanzado y el todavía más alto que
la historia entendida como un camino de progreso se esperaba alcanzar en años venideros. En palabras
y modernidad en el que los Centenarios marcaban, de Porfirio Díaz, en el acto de constitución de la
como grandes hitos, lo recorrido y lo que faltaba por Comisión del Centenario, uno de abril de 1907: “El
recorrer en el camino de la civilización. primer Centenario debe de denotar el mayor avan-
Los gobiernos de los distintos Estados-nación la- ce del país con la realización de obras de positiva
tinoamericanos que celebraron en torno a 1910 sus utilidad pública y de que no haya pueblo que no
primeros cien años de vida independiente estaban inaugure en la solemne fecha una mejora pública de
convencidos, de uno a otro lado del continente, de importancia”3. Se trató de un deseo ampliamente
que “la conquista de la civilización” era un objeti- conseguido, de acuerdo con esta misma Comisión
60 vo cercano, cuando no ampliamente alcanzado. En en el año 1910 se inauguraron en México 1,419
palabras del presidente argentino Figueroa Alcorta, obras públicas,4 compartido por el resto de los paí-
en el discurso de apertura de sesiones del Congreso ses del Centenario y cuyo objetivo último era mos-
argentino en mayo de 1910, “la situación del país trar al mundo el alto nivel de progreso y civiliza-
es excepcional […] su índice de prosperidad se ha- ción alcanzados. Este objetivo se encuentra detrás
lla a la altura relativa del mayor coeficiente entre las de fenómenos tan aparentemente dispares como la
naciones”2. Afirmaciones parecidas se pueden en- publicación de lujosos álbumes conmemorativos5 y
contrar en muchos de los discursos pronunciados
de uno a otro extremos del continente en torno a
3 Memoria de los trabajos emprendidos y llevados a cabo por la
esas fechas. Las repúblicas hispanoamericanas eran Comisión N. del Centenario de la Independencia, designada
parte de los ganadores de la historia y, como tales, se por el presidente de la República el 1º de abril de 1907,
disponían a reivindicar y mostrar al mundo el lugar México, Gobierno Federal, 1910, p. 12.
que les correspondía entre las grandes naciones civi- 4 Incluyó desde sistemas de alcantarillado y pavimentación
de calles, a líneas de ferrocarril y nuevos edificios públicos
lizadas del planeta.
(escuelas, hospitales, etc.). Para un recuento de las obras in-
auguradas en México durante el año del Centenario véase
2 Mensaje del presidente de la República al abrir las sesiones del Rafael Tovar y de Teresa, El último brindis de don Porfirio
Congreso Argentino en mayo de 1910, citado en Pilar Cagiao Díaz, México, Taurus, 2010.
Vila, “Cuestiones españolas en la celebración del Centenario 5 La mayoría de los países publicaron álbumes en los que se
argentino de 1910”, en Eduardo Rey Pastor y Patricia Calvo mostraban tanto los fastos de sus respectivos centenarios
González, xiv Encuentro de Latinoamericanistas Españoles, como los progresos alcanzados en el camino de la civiliza-
Santiago de Compostela, Universidad de Santiago de Com- ción. Véanse, como ejemplo, los de Argentina, Centenario
postela, 2010, p. 366. argentino, álbum historiográfico de la República Argentina,
la invitación a los distintos países para que enviasen publicaciones ilustradas nacidas en el siglo xix,6 La
embajadas extraordinarias a las cuales mostrar los Ilustración Española y Americana inició su andadura
grandes avances logrados en el camino del progreso con imágenes creadas a partir de grabados en ma-
y la civilización. dera para posteriormente, y en distintas fases, llegar
a la reproducción directa de fotografías,7 técnica ya
La mirada extranjera mayoritaria en la época aquí estudiada, aunque con
y las revistas ilustradas la pervivencia todavía en algunos casos de “dibujo
Todos los aspectos anteriores han sido ampliamente hecho a partir de fotografía”.8
estudiados en los últimos años y sobre ellos no me
quiero detener. Mucho menos estudiado, sin embar- 6 Nacida como continuación de El Museo Universal (1857-
go, ha sido el éxito de esta campaña de relaciones pú- 1869), sigue el modelo iniciado por The Illustrated London
blicas desde el punto de vista de los receptores, el res- News en Inglaterra, L´Illustration, en Francia o Ilustraiter
Zeitung, en el mundo germánico; la primera fundada en
to de las naciones “civilizadas” del planeta, Europa y 61
1842 y las dos últimas, en 1843, aunque a diferencia de es-
Estados Unidos, principalmente. Y eso es lo que este tas, que sobrevivieron hasta la Segunda Guerra Mundial, la
trabajo se propone, analizar el éxito o fracaso de la española desapareció en 1921.
creación y difusión de imágenes de progreso a través 7 La primera fototipia española fue publicada en Barcelona,
de las fotografías de la revista La Ilustración Española 17 de noviembre de 1881, por la revista La Ilustración, y
reproduce una fotografía de la portada principal de la cate-
y Americana. La publicación fue una de las primeras dral de Palma de Mallorca. Cuatro años después, en febrero
en organizar un certamen de fotografía junto con de 1885, esta misma revista publicó un reportaje impreso
otro de pintura, Madrid 1899. Así resultó pionera en fotografía directa, obra del grabador y fotógrafo Heribert
en la consideración de la fotografía como una forma Mariezcurrena, sobre el terremoto de Málaga de 1884. Esta
técnica se generaliza ya en la década siguiente, en revistas
de expresión artística, pero sobre todo uno de los como Blanco y Negro, fundada en 1891, o Nuevo Mundo,
mejores ejemplos de la voluntad, mantenida duran- en 1894, y con un cierto retraso en La Ilustración Española y
te más de medio siglo —de 1869 a 1921—, de con- Americana. Sobre la introducción de las técnicas fotográficas
tar y transmitir una visión del mundo en imágenes, en la prensa española véase María Dolores Saiz, “Propaganda
e imagen: Los orígenes del fotoperiodismo”, Historia y Co-
primero a través de grabados, algunos ya hechos a
municación Social, núm. 4, 1999, pp. 173-182.
partir de fotografías, y después directamente a través 8 No parece necesario precisar que desde el objetivo de este ar-
de reproducciones fotográficas. Como muchas otras tículo la técnica utilizada para la reproducción de imágenes
resulta un asunto relativamente menor, aunque sin olvidar
que el uso de una u otra técnica condicionaba la forma como
las imágenes eran recibidas. Por poner un ejemplo obvio,
ciencias, artes, industria, comercio, ganadería y agricultura: la fotografía incluía un componente de veracidad del que
1810-1910 y México, Álbum gráfico de la República Mexi- carecían otras formas de producción de imágenes. El “dibujo
cana. hecho a partir de fotografía” adquiere desde esta perspectiva
El uso de esta revista y no de otra u otras de las Martín y Miguel Antonio Caro, entre otros),12 que
muchas de parecido estilo que proliferaron entre las alcanzaron una relativa alta difusión no solo en Es-
últimas décadas del siglo xix y las primeras del si- paña sino también en varios países hispanoameri-
glo xx se justifica por tratarse de una publicación, canos.13 Como consecuencia de todo lo anterior, el
ya desde el mismo título, con una clara voluntad número de imágenes sobre América Latina publica-
de dirigirse a lectores de ambos lados del Atlántico. das en ella es significativamente superior al de otras
Fundada en 18699 por el gaditano Abelardo de Car- revistas europeas de la época. Tal como afirmaba la
los, tuvo desde sus orígenes un claro sesgo “hispano- propia revista, con motivo de la llegada a España de
americanista”, de afirmación de una comunidad de la Embajada especial enviada por el gobierno mexi-
raza y cultura formada por el conjunto de pueblos cano a comienzo de 1911:
de habla española, que compartió con algunas otras
revistas españolas de la segunda mitad del siglo xix No hay inmodestia en rendir culto a la ver-
62 y primeras décadas del xx10, pero de mucho ma- dad. Durante más de medio siglo España, y
yor éxito que cualquiera de ellas. Fue, en palabras con España buena parte del mundo civiliza-
de uno de sus redactores, la “única verdaderamente do, han sabido de Méjico, casi exclusivamen-
[…] española y americana”11 y en ella colaboraron te por conducto de esta revista.
de manera habitual escritores americanos (Ricardo
Palma, Rubén Darío, Riva Palacio, Zorrilla de San En La Ilustración Española Y Americana
han ocupado lugar preferente las reproduc-
ciones de los tesoros monumentales del que
un significado que va más allá de una simple información fue magnífico Imperio de los aztecas.
técnica: añade objetividad y fidelidad a su función de espejo
de la realidad.
9 Sobre el nacimiento y desarrollo de La Ilustración Española 12 Un listado de latinoamericanos colaboradores de la revista,
y Americana véase el capítulo “Desarrollo y culminación de solo para el siglo xix, en María Isabel Hernández Prieto,
un proyecto de revista nacional de actualidad gráfica”, de “Escritores hispanoamericanos en La Ilustración Española y
Bernardo de Riego, en La construcción social de la realidad Americana (1869-1899)”, Anales de Literatura Hispanoame-
a través de la fotografía y el grabado informativo en la España ricana, núm. 24, 1995, pp. 205-223.
del siglo xix, Santander, Universidad de Cantabria, 2001, pp. 13 Como ocurre para toda la prensa de la época, no únicamente
211-262. para las revistas ilustradas, saber la tirada real de La Ilustra-
10 Revista española de ambos mundos (1853-1855), La Amé- ción Española y Americana resulta extremadamente compli-
rica. Crónica hispanoamericana (1857-1874), Revista his- cado, y más todavía conocer sus ventas en América. No deja
pano-americana (1864-1867), La Unión Iberoamericana resultar revelador, sin embargo, que durante buena parte de
(1886-1926), entre otras. su existencia los precios de subscripción de Cuba, Puerto
11 Eugenio Sellés, “Cartas de Viaje”, La Ilustración española y Rico, México y Río de la Plata aparezcan diferenciados del
americana, 15/vi/1910. resto de los extranjeros.
Alternando con las firmas más celebradas de nismo, entendido como el conjunto de discursos y
las letras españolas, han aparecido las de los prácticas que afirmaban la existencia de una espe-
trovadores mejicanos. cie de gemeinschaft hispanoamericana, definida por
la raza y la lengua.15 Esta ideología estuvo especial-
Y los libros de Méjico, y todas las manifesta- mente activa en esas primeras décadas del siglo xx,16
ciones de la vitalidad de ese pueblo, han ha- presente de una u otra manera en el conjunto de las
llado en las páginas de esta publicación acogi- celebraciones de los Centenarios y a la que La Ilus-
da afectuosa y justo encomio.14 tración Española y Americana, una de las abandera-
das de este movimiento, prestó particular atención.
Estamos, como consecuencia, ante un perfecto ejem- Los Centenarios fueron vistos como afirmación de
plo de “imágenes en tránsito”, de ida y vuelta, entre progreso pero también de la existencia de una co-
dos continentes. Imágenes de América, para el caso munidad hispanoamericana de naciones extendida a
que aquí me interesa, reproducidas en una revista uno y otro lado del Atlántico. 63
europea pero no vistas solo en Europa sino también
en América, en muchos casos en lugares distintos de El éxito de los Centenarios:
donde habían sido tomadas, por ejemplo imágenes diferencias entre unos
de Argentina vistas en México o viceversa. No deja y otros países
de tratarse, sin embargo, de una revista ajena a la Una primera aproximación cuantitativa a las fo-
región y como consecuencia representativa de cómo tografías sobre América de La Ilustración Española
esta imagen de progreso se proyectó hacia el exte- y Americana refleja el éxito de los Centenarios en
rior, siempre con los matices y peculiaridades de las la presencia internacional del continente (Gráfico
relaciones de España con el mundo iberoamericano, núm. 1). El número de imágenes aumenta de ma-
que hace que haya que ser extremadamente cuida- nera significativa en torno a las fechas de las celebra-
doso a la hora de extrapolar esta imagen al resto del ciones, más todavía si tenemos en cuenta aspectos
mundo europeo: son los Centenarios vistos desde como el relativo retraso en la llegada de las fotos, que
España, no desde Europa. explica el crecimiento del tercer trimestre de 1910.
Este último aspecto introduce otra variable a la
que es necesario prestar atención, la del panhispa- 15 Sobre el panhispanismo véase Isidro Sepúlveda, El sueño de
la madre patria. Hispanoamericanismo y nacionalismo, Ma-
drid, Marcial Pons, 2005.
14 “Méjico y España. Misión de fraternidad”, La Ilustración 16 No solo del lado español: el discurso de Ernesto Quesada
Española y Americana, 28/ii/1911. Esta embajada extraordi- “Nuestra raza” es de 1900; el libro Nuestra América, de Car-
naria fue la respuesta mexicana a la enviada el año anterior los Bunge, de 1903, mientras el Ariel de José Rodó es de
por el gobierno español a las celebraciones del Centenario. 1900, por citar algunos.
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1909 1909 1909 1909 1910 1910 1910 1910 1911 1911 1911 1911
(1) (2) (3) (4) (1) (2) (3) (4) (1) (2) (3) (4)
Gráfico núm. 1. Imágenes de América en la revista La Ilustración española
y americana (1909-1911), en cifras absolutas y agrupadas por trimestres.

Este recoge en realidad las celebraciones del segundo también hay un relativo alto porcentaje de imáge-
trimestre (Argentina), mientras la persistencia de un nes de Estados Unidos (27 %), que obviamente se
alto número de imágenes en el primer y segundo mueven en una lógica diferente, y un relativamente
64 trimestre de 1911 destaca las celebraciones de finales alto volumen de imágenes relacionadas con el Cen-
de 1910 (México y Chile). tenario argentino (36 %), en concreto sobre los pro-
Lo único que podría desentonar en este esque- yectos de monumentos que ya se habían empezado
ma general es el relativo alto número de principios a construir antes de las fiestas del Centenario, pero
de 1909, pero tiene una explicación sencilla: en el que obviamente forman parte de ellas.18
primer trimestre, el 80 % de las fotografías corres- Hechas estas precisiones, el gráfico muestra con
ponde a Estados Unidos y a un hecho coyuntural, toda nitidez el éxito de las campañas de imagen im-
la toma de posesión del presidente Taft, seguida con plementadas por los gobiernos de la región, con un
especial interés por toda la prensa europea, no solo aumento significativo en el número de ellas en torno
la española;17 en cuanto a la del segundo trimestre, a las fechas del Centenario, para volver a caer rápi-
damente después. Este éxito, sin embargo, no fue
17 La Ilustración Española y Americana reprodujo en sus páginas homogéneo sino que varió enormemente de unos a
la toma de posesión del nuevo presidente en todos sus deta- otros países, tal como refleja de manera bastante clara
lles (“Ceremonia de toma de posesión de la presidencia de la
el Gráfico número 2, con las imágenes desagregadas
República de los Estados Unidos de la América del Norte en
el Capitolio de Washington” y “Mr. Taft, nuevo presidente
de la República de América del Norte, y su familia”, La Ilus- prensible sin su relación dialéctica con el panamericanismo.
tración Española y Americana, 15/iii/1909). Esto no deja de 18 “Proyecto de monumento conmemorativo del primer Cen-
sorprender si consideramos que se trataba de un país con el tenario de la Independencia argentina por Miguel Blay”
que España acaba de librar una desastrosa guerra, pero que (portada a toda página) y “Grupos que figuran en el mo-
muestra hasta qué grado Estados Unidos era un punto de numento conmemorativo de la independencia argentina,
referencia ineludible para el conjunto del mundo hispánico. por Miguel Blay”, La Ilustración Española y Americana, 15/
Finalmente, el panhispanismo resulta en gran parte incom- iv/1909.
por países. Si dejamos de lado los casos de Estados celebración del Congreso Eucarístico Internacional
Unidos y Canadá, con dinámicas distintas como ya al que la revista, de marcado sesgo católico, prestó
se ha dicho, pues la alta presencia del primero tiene particular atención,22 ya que se trataba de mostrar la
que ver con su conversión en paradigma del progreso vitalidad del catolicismo en el corazón de la América
y la modernidad, tanto técnicos19 como sociales20 y anglosajona; y los casos de Cuba y Panamá, el prime-
culturales,21 mientras la del segundo se explica por la ro, independizado hacía apenas una docena de años y
por lo tanto con una presencia todavía muy relevante
en el imaginario español,23 y el segundo con imáge-
19 El 22 de abril de 1909, por ejemplo, la revista incluyó un
completo reportaje fotográfico en el que, bajo el título ge-
nes centradas casi exclusivamente en la construcción
neral de “Cómo se viaja en los eeuu del norte de América”, del Canal y el progreso a ella asociado,24 si se dejan de
se mostraba el confort de unos trenes que incluían gabinetes lado estas consideraciones, pues, el resto de los paí-
de trabajo con servicios de mecanografía, salas de baño, res- ses con una presencia relevante (Argentina, México
taurantes, etc. En números sucesivos aparecieron imágenes
y Venezuela) son los países del Centenario, aunque 65
de carreras de aeroplanos (“Nueva York. Concurso de aero-
planos en que ha ganado el premio de distancia el aviador con las ausencias significativas de Chile, Colombia,
Moisant, recorriendo treinta y siete millas y media en dos Ecuador y Paraguay, la de los dos primeros, relativa y
horas”, La Ilustración Española y Americana, 15/xi/1910), absoluta, la de los segundos.
edificios cuya modernidad y audacia arquitectónica no tenía El éxito de los Centenarios, desde la perspectiva
equivalente en el resto del planeta (“Nueva York. La mayor
casa de alquiler del mundo”, La Ilustración Española y Ame- de las imágenes de La Ilustración Española y Ameri-
ricana, 15/xi/1910 o “Vista panorámica de Nueva York”, La cana, se centra básicamente en Argentina, seguido
Ilustración Española y Americana, 22/iii/1909, que ofrecía de muy lejos por México y ya a gran distancia, por
una espectacular vista del skyline de la que ya en ese momen- Venezuela. La presencia de otros países que también
to era considerada ciudad de los rascacielos.
20 En un reportaje fotográfico sobre “Mujeres con oficios mas-
culinos”, de los cinco casos dos corresponden a Estados Uni- 22 Con motivo de su inauguración, ocurrida el 7 de septiembre
dos: “”Moza” de cuadra en Nueva York” e “Instaladora de de 1910, le dedicó un completo reportaje fotográfico, inclui-
líneas telefónicas en Washington”, La Ilustración Española y da la portada y una fotografía del interior de la catedral de
Americana, 30/iii/1911. Y dada la orientación ideológica de Montreal, en el que tenían lugar las sesiones (“Interior de la
la revista no está claro si esto puede considerarse positivo o Catedral, donde se celebran las sesiones del Congreso”, La
negativo. Ilustración española y americana, 15/ix/1910).
21 “Nueva York. Instalación de la ‘Exposición Sorolla’ en el 23 Cuba, por ejemplo, formó parte junto con Argentina, Méxi-
Museo de la ‘Sociedad Hispánica de América’”, La Ilustra- co y Chile de los cuatro países con los que la Universidad de
ción Española y Americana, 22/iv/1909 y “Nueva York. So- Oviedo inició su pionero proyecto de intercambio de profe-
ciedad Hispánica de América, fundada y sostenida por Mr. sores universitarios en 1908.
Archer M. Huntington”, La Ilustración Española y America- 24 Todas las imágenes sobre Panamá son fotografías sobre el
na, 8/iv/1911. Se trata en ambos casos de reportajes con proceso de construcción del Canal y el portentoso esfuerzo
varias fotografías. tecnológico que estaba suponiendo.
celebraron su Centenario en torno a 1910 o es cla- gen, con Argentina como absoluto ganador —más
ramente marginal, como el caso de Chile (2 % del de una tercera parte de las imágenes americanas
total de imágenes relacionadas con los Centenarios) que los lectores de La Ilustración Española y Ame-
y Colombia (1 %) o directamente inexistente, casos ricana vieron fueron de este país—, pero también
de Ecuador y Paraguay. Desde la perspectiva de la los intereses geoestratégicos de España y la mayor
propaganda de imágenes se podría hablar de éxito o menor presencia de colonias de españoles en cada
incontestable de Argentina; relevante, de México; uno de los países. La política exterior española ha-
menor, de Venezuela e inexistente, del resto. cia Latinoamérica sufrió, después de la pérdida de
Esta geografía iconográfica refleja tanto el éxito Cuba y el auge económico argentino de las últimas
de cada uno de los países en su campaña de ima- décadas del siglo xix y primera del xx, un vuelco
radical respecto a lo que habían sido sus prioridades
anteriores. Argentina desplazó claramente a México
66 como eje de sus intereses geoestratégicos y ya muy
por detrás siguió el resto de países de la región. Algo
Canadá 3% Resto 12% parecido ocurría respecto a la presencia de colonias
Cuba 4% de españoles, otra vez con Argentina en el primer
lugar, seguida a gran distancia por México y Chile.25
Argentina 34% No había por lo tanto, desde la perspectiva es-
Panamá pañola, una Hispanoamérica abstracta sino otra de
6%
países diferenciados. Es lo que muestra de manera
Venezuela
7% bastante clara el distinto rango de las embajadas
extraordinarias enviadas con motivo de las celebra-
ciones de los Centenarios. La de Argentina estuvo
México Estados Unidos
17% encabezada por la infanta Isabel, tía de Alfonso xiii,
17%
y fue el único de los cinco países a los que se envió
un miembro de la familia real; la de México, por
uno de los más prestigiosos militares españoles del
momento, el general Camilo García de Polavieja,
marqués de Polavieja, descendiente de una familia
Gráfico núm. 2. Presencia relativa
(% sobre el total de imágenes de América)
de los distintos países en La Ilustración 25 Por supuesto, al margen de Cuba, apenas independizada y
Española y Americana entre 1909 y 1911. como consecuencia no incluida entre los países del Centena-
rio de 1910.
criolla novohispana, hijo de mexicana y nieto de un los suscriptores de esta revista. Se trató de un Cente-
miembro de la Audiencia virreinal de la Ciudad de nario imaginado, en el que ocuparon un lugar desta-
México; la de Venezuela, por Aníbal Morillo, conde cado la preeminencia de la relación con la Península
de Cartagena y nieto de Pablo Morillo, el temido y el progreso alcanzado por las nuevas repúblicas en
jefe de las tropas realistas en esa antigua Capitanía sus primeros cien años de vida independiente, algo
General; y la de Chile, por José Brunetti y Gayoso, así como una especie de pacto entre los intereses de
duque de Arcos, ya sin ninguna vinculación históri- uno y otro lado del Atlántico.
ca con Chile, salvo la de haber sido anteriormente
embajador en este mismo país. Colombia, donde Una fiesta de familia: las
por motivos políticos internos la celebración tuvo imágenes del reencuentro
un tono bastante menor, fue el único de los cinco El carácter privilegiado de las relaciones con España
países que celebraron su Centenario en 1910 a los tuvo que ver, como ya dije anteriormente, con el de-
que el gobierno español no envió embajada extraor- sarrollo entre finales del siglo xix y primeras décadas 67
dinaria con motivo del Centenario26 y también fue del xx, tanto del lado español como del americano,
el que tuvo presencia fotográfica más reducida en La de una fuerte corriente hispanoamericanista. Era la
Ilustración Española y Americana. afirmación de una comunidad cultural opuesta a la
anglosajona, en cuyo origen y características no me
Las imágenes de voy a detener aquí, pero que hizo que los Centena-
los Centenarios rios tuviesen paradójicamente un fuerte componen-
Pero pasemos ya a las fotografías de Hispanoamérica te de reencuentro con la antigua metrópoli. Digo
que vieron los lectores de La Ilustración Española y “paradójico” porque lo que se estaba celebrando era
Americana de uno y otro lado del Atlántico en torno la ruptura con ella. La Ilustración Española y Ameri-
a 1910, el Centenario de las imágenes en tránsito en cana se unió a este discurso de fiesta de familia con
el interior de la comunidad de lectores formada por una auténtica avalancha de imágenes que afianzaron
la imagen del reencuentro: intercambios de emba-
jadas políticas y culturales, construcción de monu-
26 Tampoco a Ecuador y Paraguay, pero en el caso del primero,
como ya se dijo, la celebración se adelantó un año, con un mentos por las colonias españolas del continente o
eco internacional muy menor; en la del segundo finalmen- imágenes de memoria sobre el pasado español de las
te se retrasó hasta 1913, ya en un contexto que poco tenía ya centenarias naciones.
que ver con las grandes conmemoraciones de 1910. Resulta Alrededor de la mitad de las fotografías reprodu-
evidente que en el complejo entramado de consideraciones
geopolíticas y de presencia de españoles al que se está hacien-
cidas en las páginas de La Ilustración Española y Ame-
do referencia aquí, la marginalidad de ambos países desde ricana durante este periodo hacen referencia a esta
una visión española era más que evidente. imagen del reencuentro. El primer lugar, y de manera
muy destacada, lo ocupan las imágenes sobre el in- en los distintos actos a los que asistió, solo equipa-
tercambio de embajadas políticas y culturales, con rable, de acuerdo con las imágenes, al del presidente
la presidida por la infanta Isabel a Argentina como chileno30 y muy por encima del cualquier otra em-
estrella indiscutible. Se trataba, tal como destacaba la bajada o delegación.31 Estas imágenes no debieron
propia revista, nada menos que de “la primera Prin- de ser del todo falsas si consideramos las protestas de
cesa de la estirpe Real que, haciendo la travesía de la numerosa colonia italiana por el lugar secundario
nuestros antiguos descubridores, navega por mares reservado a la delegación de su país, también presi-
remotos para visitar aquellos Estados sudamericanos dida por un miembro de la familia real, respecto a
que fueron provincias españolas”.27 Esta afirmación la española.32 En palabras del enviado de la revista:
deja pocas dudas sobre el significado del viaje y so-
bre el alto valor simbólico que se le atribuía. No se
trataba de una simple embajada de cortesía sino de la “Llegada a Buenos Aires del vapor Alfonso xii, conduciendo
a S.A.R. la Infanta Isabel y a la misión española” (recons-
68 rememoración de los viajes que estaban en el origen
trucción pictórica a toda página), La Ilustración Española y
de la comunidad cultural hispánica. Americana, 22/vi/1910.
Sucesivos reportajes fotográficos narraron cada 30 La delegación chilena, encabezada por el presidente de la
una de las etapas del viaje, mostrando el carácter República, Pedro Montt, fue de hecho la única cuyo reci-
multitudinario del recibimiento dispensado en los bimiento y agasajo público pueden ser equiparados con los
dispensados a la española, en su caso dentro del complejo
lugares por los que fue pasando,28 el recibimiento contexto de las relaciones geopolíticas de la Sudamérica del
en Buenos Aires29 y, sobre todo, su protagonismo momento. Véase Pablo Ortemberg, “Los centenarios patrios
en la construcción de alianzas y rivalidades internacionales:
los festejos trasandinos de 1910, la estatua de O’Higgins y
27 Eugenio Sellés, “Cartas de Viaje”, La Ilustración Española y los bemoles peruanos”, Jahrbuchfür Geschichte Lateinameri-
Americana, 15/vi/1910. kas, 51, 2014, pp. 329-350.
28 Cádiz (“Plaza de Isabel ii al paso de la Infanta”, “Saliendo 31 “S.A.R. la Infanta Dª Isabel entre los presidentes de Chile y
de la catedral después del Te Deum”, “Dirigiéndose al Alfon- Argentina, dirigiéndose a presenciar el desfile de las tropas
so xii” y “Desfile de las tropas delante de la Catedral”, La argentinas y marinos de diferentes naciones”, “La procesión
Ilustración Española y Americana, 8/v/1910) o Santa Cruz pasando ante la tribuna presidencial, donde se encontraba la
de Tenerife (“Desembarco de S.A. la infanta Dª Isabel en la Infanta Dª Isabel”, “La Infanta presenciando la colocación
mañana del 18 de junio último”, La Ilustración Española y de la primera piedra en el monumento conmemorativo de
Americana, 8/vii/1910). la plaza de mayo” y “La Infanta, el presidente Sr. Figueroa
29 “Personal de la embajada española en Buenos Aires y altos Alcorta y la comitiva”, La Ilustración Española y Americana,
funcionarios argentinos esperando la llegada de la misión”, 30/vi/1910.
“Llegada del vapor Alfonso xii a Buenos Aires” y “S.A. e 32 Véase Javier Moreno Luzón, “Reconquistar América para
individuos de la misión española presenciando el desfile de regenerar España. Nacionalismo español y Centenario de
las tropas argentinas desde el balcón central de la casa de go- las independencia en 1910-1911”, Historia Mexicana, lx, 1,
bierno”, La Ilustración española y americana, 15/vi/1910; y 2010, p. 602, nota 4.
Existiendo aquí colonias tan numerosas, y al- nezolano, Aníbal Morillo y Pérez, y otra de las mani-
guna más numerosa que la nuestra [la “más festaciones de júbilo con que había sido recibido a su
numerosa que la nuestra” era obviamente la llegada a Caracas)35 y ninguna, para el de la segunda.
italiana], todas ellas han quedado obscure- También como parte de estas embajadas extraor-
cidas en último é invisible lugar. La infanta dinarias, aunque restringido al campo académico y
Isabel […] ha reinado quince días en Buenos de carácter menos oficial, puede considerarse el viaje
Aires. Su augusta persona ha sido la parte más del catedrático de la Universidad de Oviedo, Rafael
saliente de las fiestas. Las muchedumbres la Altamira, uno de los principales abanderados del
esperan, la siguen y la rodean, aplaudiéndola hispanoamericanismo, quien entre junio de 1909 y
donde aparece, en toda hora y todo paraje.33 marzo de 1910 impartió conferencias en Argentina,
Uruguay, Chile, Perú y México.36 Mereció una de las
Menor atención, pero también relevante, mereció portadas de la revista, con una fotografía de grupo
la delegación enviada a México. El 30 de agosto de en la que figuran, además de Altamira, el rector y 69
1910 la revista reprodujo fotos de todos sus inte- vicerrector de la Universidad de Oviedo. La volun-
grantes, el jefe de la misión, capitán general Camilo tad de presentar la gira del catedrático ovetense no
García de Polavieja; el segundo jefe de la misión, como un acto individual sino como un proyecto ins-
embajador Bernardo de Cólogan y Cólogan; el agre- titucional es clara, más si consideramos el título de
gado militar, teniente coronel Anastasio Malo; el la foto: “La Universidad de Oviedo en América”.37
agregado naval, capitán de fragata Salvador More- Las visitas y delegaciones españolas tuvieron su
no; los ayudantes del jefe de la misión, comandante contraparte en las enviadas por los países americanos
Epifanio Barco y Pons y capitán Antonio González a Madrid. La visita del presidente argentino Sáenz
Hontoria; el agregado diplomático, Fernando Espi- Peña mereció una portada, a toda página, saludan-
nosa de los Montero; y el asistente personal del jefe do al rey,38 más varias fotografías más representando
de la misión, Camilo García de Polavieja.34
Mucho menor fue la atención prestada a las em- 35 “Excmo. Sr. D. Aníbal Morillo y Pérez, conde de Cartage-
bajadas extraordinarias a Venezuela y Chile, que en el na, embajador de España en las fiestas del Centenario” y
caso de La Ilustración Española y Americana se limitó “Caracas. Entusiasta manifestación de los estudiantes de la
Universidad Central ante la residencia del embajador de Es-
a dos fotografías para el caso de la primera (una del
paña”, La Ilustración Española y Americana, 15/viii/1911.
embajador de España en las fiestas del Centenario ve- 36 Sobre este viaje véase Rafael Altamira, Mi viaje a América,
Madrid, Librería de Victoriano Sánchez, 1911.
37 La Ilustración Española y Americana, 8/vi/1809.
33 Eugenio Sellés, “Cartas de viaje”, La Ilustración Española y 38 “El presidente de la República Argentina, Sr. Sáenz Peña, y
Americana, 8/vii/1910. el rey de España en el parque del palacio de la Infanta doña
34 La Ilustración Española y Americana, 30/viii/1910. Isabel”, La Ilustración Española y Americana, 8/vii/1910.
las fiestas y atenciones con las que había sigo agasaja- del embajador42 y de la embajada de México en Es-
do.39 La presencia argentina se fortaleció mediante la paña,43 como de sus actividades: llegada a Madrid,44
presencia de imágenes de menor relevancia pero que presentación al rey45 y vida social.46 A pesar de la im-
contribuyeron también a mostrar la cercanía entre portancia de Argentina, México seguía siendo para
los dos países. Es el caso del paso por Barcelona de el imaginario hispanoamericanista de la revista el
la fragata Presidente Sarmiento, a la cual la revista
dedicó también un reportaje fotográfico.40 42 “Excma. Sra. Dª. María Sagaseta de Gamboa, esposa del
Igual atención, incluso más, mereció la embajada Señor Embajador especial de Méjico”, “Miguelito Gamboa,
especial enviada por el gobierno mexicano en res- hijo del Señor Embajador Especial de Méjico”, “Srta. Estela
puesta a la envidia por España para las celebraciones Larrarde, que acompaña a la Sra. Gamboa en su viaje a Espa-
ña” y “Srta. Nelly Larralde, que acompaña a la Sra. Gamboa
del Centenario y a la que la revista no solo dedicó
en su viaje a España”, La Ilustración Española y Americana,
una portada, en este caso una foto de estudio del 28/ii/1911.
70 embajador especial Federico Gamboa,41 sino que su- 43 “Excmo. Sr. D. Juan A. de Beistegui, enviado extraordinario
cesivos reportajes fotográficos dieron cuenta tanto y ministro plenipotenciario de Méjico en Madrid”, “Grupos
de las personas que formaban la comitiva personal de diplomáticos mejicanos”, “D. Alfredo Barrón, primer se-
cretario”, “D. F. Javier Gaxiola, secretario”, “D. Agustín del
Río, agregado militar”, “D. Francisco García de Castañeda,
agregado”, “D. Gonzalo Castillo y Negrete, agregado” y “D.
Rómulo Larralde, agregado” (La Ilustración Española y Ame-
39 “La real familia, el presidente de la Argentina, el presidente
ricana, 28/ii/1911).
del Consejo de Ministros y grupo de invitados, en el parque
44 “Los señores de Gamboa al salir de la estación” y “La señora
del palacio de la Infanta Dª Isabel, después del banquete
de Gamboa acompañada del Ministro de Estado, señor Gar-
celebrado en honor del Dr. Sáenz Peña”, La Ilustración Es-
cía Prieto”, La Ilustración Española y Americana, 28/ii/1911.
pañola y Americana, 8/vii/1910; “El señor Figueroa Alcorta
45 “El embajador y su comitiva saliendo del Palacio Real des-
y el general Polavieja” y “’Garden Party’ dada por S.A.R. la
pués de la solemne recepción”, La Ilustración Española y
infanta Dª Isabel en honor del presidente de la República
Americana, 28/ii/1911.
Argentina, Sr. Figueroa Alcorta, el 12 del corriente”, La Ilus-
46 “Hotel que ocupa el ministro plenipotenciario de México en
tración Española y Americana, 22/v/1911; y “Placa dedicada
Madrid” (tres páginas completas de fotos con las distintas
por el Círculo de Bellas Artes al Excmo. Sr. Dr. D. Roque
estancias), “El embajador, Sr. Gamboa, con el Presidente del
Sáenz Peña, presidente electo de la República de Argentina”,
Consejo de Ministros, el Ministro de Estado, los generales
La Ilustración Española y Americana, 30/ix/1910.
Polavieja, Azcárraga y Luque y otros personajes, después del
40 “La fragata argentina ‘Presidente Sarmiento’, en Barcelona”
banquete celebrado el 22 del corriente en el Ministerio de
(tres fotografías), La Ilustración Española y Americana, 8/
Estado”, La Ilustración Española y Americana, 28/ii/1911; y
xi/1911.
“La embajada en el Museo del Prado, acompañada del direc-
41 “Excmo. Sr. D. Federico Gamboa, embajador especial de
tor del mismo” y “La embajada especial de Méjico en el Es-
Méjico, cuya solemne recepción, en el regio Alcázar, se veri-
corial” (dos fotografías), La Ilustración Española y Americana,
ficó el 21 del corriente”, La Ilustración Española y Americana,
8/iii/1911.
28/ii/1911.
baluarte del mundo hispánico frente a la expansio- La presencia e integración de las colonias de es-
nismo anglosajón, tal como un artículo de la propia pañoles en los países del Centenario fue otra de las
revista, firmado conjuntamente por la dirección y la imágenes recurrentes de la revista a la hora de mos-
redacción de la misma, se encargaría de explicar a trar el carácter de reencuentro entre hermanos que
propósito de esta embajada: las celebraciones tuvieron, sobre todo aquellas que
ilustraban la participación de las comunidades de
Desde el punto que los Estados Unidos Me- emigrantes españoles en la celebración de la Inde-
jicanos adquirieron forma independiente pendencia. Nada mostraba mejor la profundidad
comenzaron a realizar una importantísima de la reconciliación entre hermanos que el hecho
labor histórica, una tarea verdaderamente de que, cien años después, los propios españoles
providencial, la de servir de dique a las am- celebrasen también la independencia junto con los
biciones de los Estados Unidos de la América americanos.
del Norte, que en algunos momentos, soña- La revista incluyó en sus páginas fotografías de 71
ron con la ampliación de la doctrina de Mon- los presidentes de las diferentes comisiones creadas
roe y anhelaron que la tierra de América fuese por las colonias españolas en cada uno de los países
para los norteamericanos.47 (Argentina49 y México)50 para contribuir a las cele-
braciones de los Centenarios, con la lógica excepción
El hispanoamericanismo, la fe en la existencia de una de aquellos países (Ecuador, Colombia, Venezuela
comunidad de sangre y cultura a ambos lados del At- y Paraguay) en los que la presencia de emigrantes
lántico y enfrentada al mundo anglosajón, hispanoa- españoles era prácticamente testimonial, o de los
mericanismo frente a panamericanismo, había forma- miembros más destacados de las respectivas colo-
do parte del ideario de la revista desde sus orígenes y nias (Chile)51; pero sobre todo de los monumentos
la llegada de la embajada mexicana en el contexto del mandados erigir por ellas, aquí con la excepción de
reencuentro de 1910 permitió expresarlo con claridad.
Nada muy distinto, a las palabras con las que el propio
La Ilustración Española y Americana, 28/ii/1911.
Gamboa había concluido su discurso ante el rey: “Que
49 “Sr. D. José Artal, Presidente de la Cámara Oficial Española
Méjico y España, ya unidos por la sangre, se unan más de Comercio de Buenos Aires. Organizador y Comisario de
cada día en la vida y en la Historia, a fin de que alcan- los Pabellones de España en la Exposición”, La Ilustración
cen los mismos ideales de raza y progreso”.48 Española y Americana, 30/i/1911.
50 “Sr. D. José Vizoso, Presidente del Casino Español de Méji-
co y de la Comisión Central del Centenario”, La Ilustración
47 “Méjico y España. Misión de fraternidad”, La Ilustración Es- Española y Americana, 8/xii/1910.
pañola y Americana, 28/ii/1911. 51 “Españoles ilustres en Santiago de Chile”, La Ilustración Es-
48 Reproducido en “Méjico y España. Misión de fraternidad”, pañola y Americana, 30/x/1910.
México, ya que el planeado monumento a Isabel la le con motivo del Centenario se dedicó a Alonso de
Católica, del que se llegó a poner la primera piedra Ercilla, el autor de La Araucana. Remitía a la Con-
pero del que no existe proyecto conocido, finalmen- quista como origen de una comunidad cultural que
te nunca se construyó.52 tenía en el idioma uno de sus rasgos de identidad
El monumento a la Nación Argentina, actual- más determinantes. La Ilustración Española y Ameri-
mente conocido como Monumento a la Carta cana dedicó al monumento erigido en Santiago de
Magna y las Cuatro Regiones de Argentina o Mo- Chile una de sus portadas, con la fotografía a toda
numento de los españoles, construido por la Co- plana del monumento y una breve descripción de
lonia española en Buenos Aires, mereció por parte sus características más relevantes.54
de la revista un imagen de tres cuartos de página. Las referencias a un pasado compartido no se li-
Fue acompañada por un largo pie de foto en el que mitaron a las colonias españolas del continente. El
se describe y explica el significado de cada una de municipio de Buenos Aires encargó al pintor espa-
72 las imágenes que aparecen en él, desde las estatuas ñol Moreno Carbonero un gran cuadro de historia
alegóricas representando los Andes, el río de la Pla- que representara la fundación de la ciudad por Juan
ta, las Pampas y el Chaco, que darán título al mo- de Garay, que La Ilustración Española y Americana
numento hasta, por supuesto, los bajorrelieves que reprodujo a toda página, incluyendo como pie de
encarnan la unidad de la sangre y del idioma: “sobre foto parte del acta de fundación55. Fue otra ima-
el basamento se levantará un cuerpo arquitectónico gen más que añadir a la del Centenario como un
cuadrangular, y luego otro con bajorrelieves simbo- reencuentro de familia. Pero la publicación también
lizando la unidad de la sangre y del idioma”.53 reprodujo imágenes de memoria que recordaban el
La rememoración de un presente y un pasado enfrentamiento de cien años atrás, como otro cua-
compartidos no se quedó solo en la invención de dro de historia, Paso de los Andes por el Ejército de
imágenes de memoria sobre la independencia, sino San Martín, obra también de un pintor español,
que se expresó también a través de otras que reme- Manuel Alcázar.56
moraban el pasado compartido anterior a ella. El
monumento erigido por la colonia española en Chi-
54 “Santiago de Chile. Estatua de D. Alonso de Ercilla, ofrecida
por la colonia española a Chile”, La Ilustración Española y
52 Para las vicisitudes de este no construido monumento y Americana, 30/ix/1910.
su significado véase Tomás Pérez Vejo, “Historia, política e 55 “La fundación de Buenos Aires. Cuadro encargado por la
ideología en la celebración del centenario mexicano”, Histo- municipalidad argentina al ilustre pintor español Moreno
ria Méxicana, lx, 1, 2010, pp. 31-84. Carbonero”, La Ilustración Española y Americana, 15/v/1910.
53 “Monumento a la Nación Argentina, que habrá de erigirse 56 “Paso de los Andes por el ejército del general San Martín, cua-
en Buenos Aires, por Agustín Querol”, La Ilustración Espa- dro de Manuel Alcázar”, La Ilustración Española y America-
ñola y Americana, 8/vi/1909. na, 30/vi/1910.
En 1911, el gobierno de Venezuela proyectó un en el que progreso económico y el desarrollo cultural
monumento al Tratado del Armisticio y Regulari- caminan de la mano, con Buenos Aires convertida
zación de la Guerra, firmado por Bolívar y el ge- en una especie de segunda capital del mundo, solo
neral realista Pablo Morillo en 1820, con los dos por detrás de París: “Buenos Aires es un París… en
jefes militares abrazándose. Era una imagen de re- construcción. Con esta fórmula debe de definirse su
conciliación que La Ilustración Española y America- estado presente. La gran urbe está planeada, no está
na reprodujo casi inmediatamente en sus páginas, hecha; cuando lo esté será sin dudar el París del he-
“Monumento dedicado a Bolívar y Morillo, que se misferio sur […] un París hablando español”.58 Así
inaugurará próximamente en Caracas (Venezuela)”. muestran la ciudad los modernos edificios construi-
La acompañó de otras que hacían referencia tanto al dos para las distintas exposiciones del Centenario,59
hecho histórico, “Simón Bolívar, héroe de la inde- pero también las numerosas vistas de la ciudad y de
pendencia de Venezuela” y “Monumento erigido en sus edificios más representativos.60
Santa Ana (Venezuela) en 1820”, como a la situa- Al margen de Buenos Aires, solo la Ciudad de 73
ción política del momento, “Excmo. Sr. D. Vicente México, aunque en mucha menor medida, consi-
Gómez, actual presidente de la República de Vene- guió llevar a las páginas de La Ilustración Española
zuela”.57 La voluntad de la idea de reconciliación en y Americana una imagen de ciudad civilizada y de
el discurso en imágenes construido por la revista es cultura, en la que las exposiciones de arte —y el arte
bastante obvio. es, junto al progreso, el gran mito civilizatorio de
los comienzos del siglo xx— muestran el grado de
El Centenario y la imagen de desarrollo alcanzado. Aunque curiosamente, y a di-
progreso: los ganadores ferencia de Buenos Aires, esta imagen de capital de
de la historia las Artes se centra exclusivamente en la Exposición
La imagen del progreso fue, como ya se ha visto, el
otro gran objetivo de las conmemoraciones cente-
narias: la proclamación ante el mundo de que los 58 “Cartas de Viaje”, La Ilustración Española y Americana, 8/
vii/1910.
primeros cien años de vida independiente eran tam-
59 “Restaurant adjunto a la Exposición”, “Pabellón argentino
bién los del ingreso de las repúblicas hispanoameri- en el centro de la Exposición” y “Frente lateral de la Ex-
canas en el selecto grupo de las naciones civilizadas posición”, La Ilustración Española y Americana, 15/i/1910;
del planeta. La gran triunfadora de esta carrera de la “Entrada a los pabellones de España” y “Pabellón de pro-
civilización fue sin duda Argentina. La Ilustración ductos alimenticios”, La Ilustración Española y Americana,
30/i/1911, entre otros.
Española y Americana muestra en sus páginas un país 60 “Buenos Aires. Vista tomada desde la dársena norte”, “Pala-
cio del Congreso” y “Municipalidad de la capital”, La Ilus-
57 La Ilustración Española y Americana, 30/vi/1911. tración Española y Americana, 22/vi/1910.
de Arte español que tuvo lugar con motivo de las Quiero terminar con una última imagen que
conmemoraciones del Centenario: la revista repro- muestra de manera excelente este doble proceso. Se
dujo fotografías tanto del edificio61 como de las salas trata de la portada de La Ilustración Española y Ame-
de exposición.62 Sorprende, sin embargo, la ausencia ricana del 30 de enero de 1911, dedicada al Pabellón
de cualquier referencia a las obras y construcciones Central de la Exposición del Centenario en Buenos
de la época del Porfiriato. A diferencia de Buenos Aires, como ya se ha dicho, una de las expresiones
Aires, la Ciudad de México no consigue dibujarse más acabadas de la imagen de Argentina como país
en la páginas de la revista como la ciudad moderna y triunfador y sólidamente asentado en el camino
civilizada que, sin duda, las élites porfirianas quisie- del progreso. La foto, sin embargo, no está centra-
ron proyectar y en este sentido cabría hablar de un da sino ligeramente desplazada hacia la izquierda,
relativo fracaso mexicano en el uso del Centenario lo que permite la inclusión de un pequeño edificio
como expresión del progreso del país. que para cualquier lector español de 1911, posible-
74 mente también para muchos americanos, era inme-
Conclusión diatamente reconocible: un hórreo asturiano. Por si
Para concluir se podría afirmar que los Centenarios cupiese alguna duda, sobre el tejado puede verse un
fueron una excelente ocasión para el intercambio letrero luminoso con las palabras “El Hórreo”, y los
de las imágenes de progreso que los distintos países postes de madera sobre los que debía descansar la
pusieron en circulación. Se trató de auténticas cam- construcción han sido sustituidos por cuatro repro-
pañas de propaganda, favorecidas por el desarrollo ducciones de botellas de sidra gigantes, además de la
de los nuevos sistemas de reproducción, cuyo éxito inclusión de una figura femenina vestida con el traje
o fracaso estuvo también en gran parte determinado regional de Asturias.
por el punto de partida de cada uno de los países. Las imágenes viajan pero lo hacen siempre carga-
No era lo mismo la triunfante Argentina de las pri- das de muchos más significados de los que una pri-
meras décadas del siglo xx que el prácticamente ig- mera lectura puede hacer suponer, en este caso, una
norado Ecuador, pero también la predisposición de exaltación del progreso pero también del discurso
los receptores, en este caso la prensa española, para hispanoamericanista hegemónico en esos momen-
ver lo que querían ver. tos. Lo que para un lector argentino era posiblemen-
te solo la imagen del progreso y de la civilización
alcanzados por su país a los cien años de su indepen-
61 “Méjico. Pabellón de la Exposición de Arte español”, La dencia, para uno español era la de una ciudad que
Ilustración Española y Americana, 8/xii/1910.
62 “Méjico. Exposición de arte español”, La Ilustración Espa-
cien años después seguía conservando su inequívo-
ñola y Americana, 8/xii/1910 (dos fotografías de la sala de ca impronta española, hórreos asturianos incluidos.
pintura y escultura). Esta doble imagen, modernidad y afirmación de la
existencia de una comunidad de sangre y cultura, Ilustración Española y Americana refleja condensadas
que el análisis del conjunto de las fotografías de La en una sola.

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