Está en la página 1de 3

VIDA Y MUERTE

EN UN PAÍS DE EXCEPCIÓN

El drama de los baby boomers venezolanos —los


nacidos entre 1940 y 1960— dibuja el periplo
de un ensayo de modernidad tan vertiginoso
Tomás Straka en sus subidas como en sus caídas. De ser una
excepción latinoamericana por su democracia y su
capitalismo, Venezuela es otra vez una excepción:
ser la peor economía del mundo, con una crisis
económica y social que sorprende a todos.

POCOS VENEZOLANOS velocidad de hacerlo), aspecto que no hombre «sano, culto, crítico y apto para
fueron tan felices en su juventud y debe minusvalorarse: las experiencias convivir en una sociedad democrática,
pocos han tenido una vejez tan triste. posteriores han mostrado que los solos justa y libre basada en la familia como
Nacieron entre mediados de la década petrodólares no crean bienestar. célula fundamental y en la valorización
de 1940 e inicios de la de 1960. An­ Estos baby boomers criollos reci­ del trabajo; capaz de participar activa,
tes de ellos, nunca los hubo con tantas bieron unas inversiones para su forma­ consciente y solidariamente en los pro­
oportunidades de estudio, con sueldos ción y salud nunca antes vistas; no solo cesos de transformación social…», que
tan altos, con una alimentación igual porque había los recursos para hacerlo, preveía la Ley de Educación de 1980
de sana, servicios médicos de similar sino también porque se esperaba mu­ como síntesis de todo lo hecho y pen­
calidad, una estabilidad institucional cho de ellos. Habrían de ser, según el sado hasta entonces. La clase media ve­
tan larga ni tanto respeto por sus li­ clima de optimismo, el gran producto nezolana, que para la década de 1970
bertades. Después de ellos, tampoco del esfuerzo modernizador, la nueva comprendía, vista en términos muy
los ha habido. Han sido una especie de clase de venezolanos que dejaría atrás amplios, más del cincuenta por ciento
excepción histórica: la expresión de un todo lo que los demócratas y revolucio­ de la población, era la gran muestra del
momento excepcional en la vida vene­ narios del siglo XX detestaban del país éxito alcanzado en el proyecto. Era el
zolana, unos sesenta o setenta años en (el hambre, las enfermedades, el per­ producto de las oportunidades de as­
los que todo pareció salir bien. Son las sonalismo, la violencia, la ignorancia), censo social: hombres y mujeres que
décadas en que Venezuela, en su condi­ para que se parecieran más a Santos eran los primeros de sus familias en
ción de primera exportadora y tercera Luzardo que a Doña Bárbara. Si la mo­ graduarse de bachilleres, los primeros
productora mundial de petróleo (am­ dernidad es antes que nada una forma en ir a la universidad y muchas veces
bas condiciones las perdió en 1970), de entender y vivir el mundo, esta solo en salir al exterior, por lo general con
se benefició como pocas de la bonanza es posible si hay mujeres y hombres una beca para hacer posgrado. Ellos
que gozó Occidente durante la pos­ modernos. Por eso, se construyeron ca­ supieron pronto lo que era comprar
guerra, con la que estaba firmemente rreteras, autopistas y superbloques (aún un escarabajo Volkswagen con sus pri­
articulada como proveedora y desti­ soñados como «máquinas de vivir» ca­ meros tres sueldos de ingeniero recién
no de sus inversiones; así como de la paces de moldear con su arquitectura a graduado; dar la inicial de un aparta­
convicción de Estados Unidos de con­ sus habitantes), escuelas definidas por mento en un edificio a estrenar antes
vertirla en una de sus vitrinas durante la nueva pedagogía y una arquitectura del primer año en la empresa; o pasar
la Guerra Fría. Los años en los que las de vanguardia, hospitales, centros re­ un fin de semana en Curazao o Miami
élites locales tenían un consenso bá­ creacionales, industrialización. sin que eso significara un descalabro
sico en modernizar y democratizar el Todo en lo que se depositó tanta en su presupuesto. Pero ellos también
país (aunque no tanto en el modo y la confianza tendría que traducirse en ese han sabido lo que es llegar a los seten­

Tomás Straka, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello e individuo de número de la Academia Nacional de la Historia.

74 DEBATES IESA • Volumen XXII • Números 3 y 4 • julio-diciembre 2017


Vida y muerte en un país de excepción ENSAYO

ta años sin poder jubilarse, porque las Por eso es probable que, detrás de ese voz de izquierda e hipercrítica de la
pensiones no dan para vivir, sin poder excepcionalismo, no hubiera poco de democracia venezolana como la de Ell­
cambiar de carro después de una vida propaganda e intereses ideológicos, del ner, sino las de Ramón Piñango, Moi­
de trabajo duro, peregrinar para bus­ deseo de presentar sin fisuras la vitrina sés Naím y los otros investigadores que
car medicinas que demasiadas veces en el Caribe. convocaron para escribir su célebre El
no consiguen y enfrentarse solos a la Ahora bien, cuando el resto del caso Venezuela: una ilusión de armonía,
vejez porque sus hijos y nietos están Tercer Mundo optaba por la vía del aparecido en 1984, desde el mismo tí­
todos en el exterior. comunismo o de las dictaduras de de­ tulo del volumen llamaban la atención
¿Qué pasó? ¿Cómo pudo ocurrir recha para emprender sus planes de in­ sobre lo que podía tener de ilusoria
un desplome tan grande? El drama dustrialización y cambios sociales, Ve­ esa excepcionalidad. Era una sociedad
de los baby boomers criollos dibuja el nezuela lo hacía bajo las reglas de una sin grandes conflictos, por ejemplo, en
periplo de un ensayo de modernidad democracia liberal… y parecía tener parte porque la renta petrolera alcanza­
tan vertiginoso en sus subidas como en éxito. La derrota de los golpes militares ba para que todos los sectores estuvie­
sus caídas. Tanto los éxitos que hacían y de la guerrilla comunista en los años ran más o menos contentos. Un con­
de Venezuela una excepción entre los sesenta, la sucesión presidencial en flicto entre importadores y productores
países en desarrollo, sobre todo los la­ elecciones libres, las derrotas del anal­ se resolvía con dólares baratos a unos
tinoamericanos (lo que el historiador fabetismo y las principales pandemias, y subsidios a otros; entre empresarios
Steve Ellner ha llamado el «excepcio­ la electrificación y las autopistas, ¡esa y obreros, con créditos blandos y a la
nalismo venezolano»), como sus tribu­ clase media próspera, sana y educada!, vez aumentos de salarios e inmovilidad
laciones actuales, que nuevamente la eran un motivo de justa esperanza para laboral; y así infinitamente, para que el
hacen excepcional en su región y en el quienes habían apostado por el camino conflicto no se viera en el horizonte.
mundo entero, sirven para compren­ de la Alianza para el Progreso; es decir, Uno de los recuerdos más recurrentes
der el periplo del país en los últimos
sesenta o setenta años. La forma en la Cuando el resto del Tercer Mundo optaba por la vía del
que su relación con el petróleo gene­ comunismo o de las dictaduras de derecha para emprender
ró unas convicciones determinadas,
que llevaron a tomar ciertas decisio­ sus planes de industrialización y cambios sociales, Venezuela
nes entre las que se destaca, por sobre lo hacía bajo las reglas de una democracia liberal… y parecía
todas, el ensayo socialista actual, es el tener éxito
tema de las siguientes páginas. Vene­
zuela tuvo un excepcionalismo hasta la la modernización y las reformas socia­ de los baby boomers criollos —«antes
década de 1990, como la democracia les como un freno al comunismo. todos éramos amigos», «al final todos
capitalista modelo; luego, sin romper Entre los críticos del sistema tam­ tomábamos whisky juntos»— es más
esencialmente con su lógica, tuvo otro poco hubo poco de ideología: para una demostración de esa aversión sis­
en los primeros años del dos mil, al muchos, simplemente, el capitalismo temática al conflicto, que una prueba
intentar convertirse en un socialismo y la democracia no podían ser mejores de civismo, convivencia o movimiento
cuando nadie, ni siquiera el resto de que lo que ocurría en Cuba. Así, las fa­ de cintura política. Lo más excepcional
la izquierda latinoamericana, pensó en lencias venezolanas a veces eran vistas del excepcionalismo era la ausencia de
hacerlo con la misma radicalidad; y, fi­ con más alegría que preocupación. Por conflictos.
nalmente, acaso como producto de los eso muchos terminaban por subrayar El texto de Asdrúbal Baptista que
dos excepcionalismos anteriores, aho­ solamente lo negativo, sin darle crédi­ aparece en el libro da cuenta de las ci­
ra tiene el de ser la peor economía de to a lo que funcionó bien del ensayo. fras y los cambios sociales de aquella
la región, con una crisis económica y Venezuela sí era excepcional. Como excepcionalidad: entre 1960 y 1980 el
social que sorprende a todos. primera exportadora mundial de pe­ promedio de crecimiento de los países
tróleo, con el promedio de crecimiento desarrollados fue 3,1 por ciento, de los
Personas excepcionales de un país económico más alto del planeta, con latinoamericanos 2,1 por ciento y de
excepcional varias décadas de paz y un sistema de Venezuela, 3,8 por ciento; la tasa de
La tesis del excepcionalismo fue con­ libertades, que si no era perfecto era mortalidad en la región había bajado
cebida como una respuesta al entusias­ la envida en una región dominada por de 111 por mil a 64, en Venezuela bajó
mo de la mayor parte de la academia dictaduras y guerras civiles, negar las a 42 por mil; el PIB por habitante del
estadounidense por el modelo de de­ excepciones es, cuando menos, poco primer mundo era en 1976 unos 4.347
sarrollo de Venezuela. Es uno de los preciso. dólares, en Latinoamérica 898 y en Ve­
tantos casos en los que la academia y Si los baby boomers criollos fueron nezuela 1.344. Sin embargo, junto a
la ideología se cruzan, así como suelen una generación excepcional, en com­ todo esto, que sin duda daba motivos
hacerlo los deseos y los datos reales. paración tanto con lo que solía pasar para estar felices, Baptista consignó
Ellner señala, y con razones de peso, en su vecindario como con lo que ha­ otro dato: mientras que el porcentaje
que en la mirada de Venezuela como bían vivido sus padres y abuelos (y lo del ingreso total recibido por el vein­
un país latinoamericano «excepcional» que vivirían sus hijos), no fue por una te por ciento más rico de la población
se descuidaban las muchas contradic­ asociación aleatoria de personalidades era 59,1 en América Latina y 44,9 en
ciones que existían en su sociedad, su y destinos individuales, sino por una el mundo desarrollado, en Venezue­
economía y su sistema político; proble­ sociedad de la que fueron expresión. la era 69,5 por ciento. Es decir, esta­
mas que ya en la década de 1980 eran Otra cosa es reconocer que, al mismo ba entre los países más desiguales del
evidentes y que en el Caracazo estalla­ tiempo, había importantes problemas mundo. Pero como todos, a su escala,
ron en la cara de todos los analistas. detrás de ese excepcionalismo. No una habían mejorado sus condiciones de

DEBATES IESA • Volumen XXII • Números 3 y 4 • julio-diciembre 2017 75


ENSAYO Vida y muerte en un país de excepción

vida y, además, tenían la esperanza de mantenerse mucho tiempo en el po­ mercado y la disciplina fiscal. Ninguno
seguir mejorando estas diferencias no der. Ahora bien, ¿cuáles herramientas jugó con la inflación, las inversiones
importaban tanto: sí, todos podían ser podían tener los baby boomers criollos extranjeras y la propiedad privada. ¿Por
amigos, todos estaban en ese renglón que entonces estaban en su mediana qué precisamente Venezuela, el país vi­
de más de un cincuenta por ciento de edad para enfrentarse a eso? La frase trina, el éxito caribeño del capitalismo
la población al que se podía definir de «este ya no es más mi país» lo expresa durante la Guerra Fría, decidió revivir
clase media. Esto expresa un conjunto bastante bien: en efecto, ya no era el algo parecido a un socialismo real light
de convicciones que probablemente país en el que habían nacido y crecido. diez años después de la caída del Muro
fueron el peor legado del momento: Pero no por eso la mayor parte de ellos de Berlín? ¿Por qué volvió a ser excep­
es un país infinitamente rico, donde estaba dispuesta, como se demostró cional? En parte por la herencia del
siempre habrá para todos; por ser tan con el programa de ajustes impulsado excepcionalismo anterior: la disciplina
ricos, merecemos los mejores benefi­ por Carlos Andrés Pérez en 1989, a re­ fiscal, las políticas antinflacionarias y
cios sin dar contraprestación alguna, nunciar a la ilusión. el respeto a la propiedad privada que
sin ser productivos; por la misma ri­ La forma de contar la historia fue nunca discutieron, al menos no seria­
queza, no hay que defender el sistema, clave: al sistema anterior se le echó la mente, un Rafael Correa o un Evo Mo­
podemos ser apolíticos. Si Piñango y culpa de todos los males sufridos en las rales, eran una herencia de las reformas
Naím hablaban de ilusión, estos fueron últimas dos décadas. Ayudada por los llamadas neoliberales que en Venezuela
los embelecos fundamentales de todos escándalos de una clase política poco no se llegaron a aplicar plenamente.
los venezolanos: tanto los más pobres dada a los cambios (Pérez fue final­ Es difícil pensar en un Lula Da Silva
como, especialmente, la muy mimada mente defenestrado por ella y buena sin el Plan Real de Fernando Henrique
clase media. parte del empresariado) y señalada por Cardoso. Pues bien, como no se consi­
Cuando sobrevino el despertar, una corrupción que se creyó generali­ deró necesario hacerlo en los noventa
porque ya no fue posible repartir la zada (hoy se sabe que era enorme, pero —¿para qué si somos tan ricos?— me­
torta igual, una sociedad que había ol­ no llegaba a esos extremos), la conclu­ nos se iba a considerar ahora que el
vidado cómo manejar los conflictos — sión fue que, al removerla del poder, neoliberalismo es anatema.
que no tenía idea de las peripecias pre­ un gobierno menos corrupto podría Cuando el precio del petróleo vol­
vió a caer, junto con los de las otras
Uno de los recuerdos más recurrentes de los baby boomers materias primas, con la crisis de 2008,
criollos —«antes todos éramos amigos», «al final todos evolucionó el excepcionalismo: el resto
de la región ha logrado capear el golpe
tomábamos whisky juntos»— es más una demostración de esa de forma relativamente exitosa, pero
aversión sistemática al conflicto, que una prueba de civismo, Venezuela está en la peor crisis de su
convivencia o movimiento de cintura política historia. La bancarrota no se debe sola­
mente a la caída del precio sino, sobre
petroleras de un José Antonio Páez, un revivir el sueño del ascenso social ili­ todo, a la desastrosa política de estati­
Antonio Guzmán Blanco y sus equipos mitado. Al cabo, en un país infinita­ zaciones, que destruyeron lo que que­
de gobierno para conciliar a cafetaleros mente rico, se trataba apenas de frenar daba de industria y agricultura, a los
con prestamistas— tuvo que enfrentar­ a los corruptos. Los más jóvenes que controles excesivos en el mercado, a las
se por primera vez, en muchos años, no habían vivido el excepcionalismo distorsiones generadas por las políticas
a ellos. Para 1979, el ingreso prome­ aspiraban a hacerlo y se considera­ cambiarias y a la casi absoluta falta de
dio de una familia estaba alrededor de ban objeto de algún tipo de injusticia disciplina monetaria y fiscal; es decir,
3.000 bolívares, y el costo de la canasta histórica por no poder hacerlo; y sus a las decisiones tomadas desde la ex­
alimentaria era 798. Con una inflación padres baby boomers tenían el resenti­ periencia del primer excepcionalismo.
de doce por ciento, que ya era un es­ miento de quien está convencido de Basta con decir que entre 2013 y 2017
cándalo, había, sin embargo, espacio haber sido despojado de algo que le la economía se ha contraído alrededor
para gastos suntuarios —ese whisky pertenece. Por un momento, la bur­ de 35 por ciento y que la inflación es
que todos bebíamos juntos— y para buja de precios petroleros de 2004 a la mayor del mundo (más de 700 por
ahorrar. Pero, ¿qué pasó cuando, a par­ 2008, cuando el barril pasó de 25 a ciento), para ver cuán excepcional ha
tir de ese año, el ingreso promedio bajó 140 dólares, hizo creer que era posible vuelto a ser este país.
sistemáticamente todos los años? volver a algo parecido a lo vivido antes, El baby boomer criollo que tiene
para que a los pocos años se cayera de para este momento sesenta y tantos
El nuevo excepcionalismo forma aún más estrepitosa. años, o entra en sus setenta, ha pasado
Lo que pasó fue que muchos de esos Pero lo más significativo fue que su vida en un país excepcional. Sus al­
baby boomers criollos votaron, al cabo la lógica del excepcionalismo mostró tibajos profesionales y económicos, las
de dos décadas, por un candidato que su poder cuando la Revolución Boliva­ cosas en las que creyó y en las que dejó
prometió demoler el sistema político; riana se radicalizaba, hasta proclamar de creer, las esperanzas alcanzadas y so­
pero, cuidado, no la ilusión. Las cifras el socialismo en 2007. Aunque el resto bre todo las perdidas, las que se pusie­
de Venezuela en las décadas de 1980 de América Latina también se inclinó ron en él, que fueron tantas, y las que
y 1990 no dejan espacio para muchas hacia gobiernos de izquierda, en buena pudo lograr, cuentan como pocas la his­
dudas: ningún gobierno en el que la medida apoyada por los petrodólares y toria contemporánea del país. Este país
pobreza pasa de 25 a 70 por ciento y el prestigio de Chávez, ningún país se de excepción tiene el reto de aprender a
el ingreso real se reduce seis veces (es atrevió a ir tan lejos en las reformas so­ vivir lo que, a falta de otra palabra, po­
decir, la familia que ganaba 3.000 bolí­ cialistas; de hecho, ninguno renunció a dría llamarse normalidad.
vares en 1979 pasó a ganar 700) logra las reglas esenciales de la economía de

76 DEBATES IESA • Volumen XXII • Números 3 y 4 • julio-diciembre 2017

También podría gustarte