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Poesía Muerta

Gesc

1
I
Nuestros corazones
Comenzaron a abrazarse
Después de aquel beso
Pero aquellas imágenes
Ahora solo son el recuerdo
De aquel sentimiento.

II
Te fuiste entre rosas de humo
Obligándome a escribir esta poesía
Entre pesares y alegrías
Porque yo aún te quería
Pero él con más fuerza te amaría.

III
Es que mi reloj cambio de orientación
Y a pesar de que mi corazón no quería
Mi cuerpo cayó en la tentación
Pero mi vida a la tuya se aferró.

IV
Aún recuerdo cuando nos conocimos
Aquella mañana bajo la luna llena
Buscando la felicidad plena
Pero te despediste tras la sombra de nosotros
Ocultándonos el porqué de nuestra pena.

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V
Dejaste tu huella en mi destino
Y no pienses que te he echado al olvido
Pero debes comprender que él es un ser divino.

VI
Amor aún eres un diccionario de palabras hermosas
Es que aún recuerdo esa noche
Donde las sábanas no fueron necesarias.

VII
Amor te cuide
Pero, él te protegerá más
Amor te protegí
Pero él te salvara
Mis sinceras disculpas
Por dejar de verte día tras día
Es que si no lo hacía
Mi corazón no sanaría.

VIII
Tu simpleza y tu aroma
Me llevan a la gloria
Es que somos
Sentimientos palpitantes
Buscando ejes claros
Entre pupilas de dulzuras.

IX
Él nos presentó
Él nos separó

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Qué paradoja del destino
Sentir que ahora solo quedo yo.

X
Esta inexistencia
Que es vivir sin ti
Me genera un temor sofocante
Que me intimida
Quitándome toda pizca de vida.

XI
El apago nuestra llama
Y encendió en ti el fuego eterno.

XII
Cuando cerraste los ojos
Todo se oscureció
Ya que tú eras mi vida
Y al morir tú
Mi vida se esfumó
.
XIII
Mi amor ¿Dónde estás?
¡Tú esencia me llama!
¡Tus recuerdos me buscan!
¡Tus pensamientos
Junto a los míos deliran!
¡Es que tu boca aún me gusta!

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XIV
Mi amor
¿Dónde estás?
¿Estarás impregnada
De ovejas estelares?
O ¿Quizás te has perdido
En la selva opaca?
Es que aún recuerdo
Cuando tus ojos me besaban
Y tu llanto me mortificaba.

XV
Te fuiste sin querer
Y sin pensar
Yo creí
Que de tu lado
Jamás me separaría
Pero ¡Sorpresa!
Aunque me rehusé
Sin quererlo
A él te uniste.

XVI
De occidente tu cuerpo cayó
A las fosas del tiempo pasar
Y a pesar de que sabía
Que esto iba a terminar
Me aferré a alejarme de esa soledad
¡Es que no entiendo!
¿Dónde se fue la ola y el viento?
Que fundaron la primavera

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Y bajo tus cordilleras
Se acurrucaron
Para plena vida buscar.

XVII
Ella estaba aquí
Y a la vez estaba allá,
Me abrazó cuando estaba lejos
Y me besó recorriendo
Todo mi cuerpo con su alma
Nos tomamos de las manos
A través de la mirada
La lluvia nos bañaba
Y se perdía entre nuestras lágrimas
Me aferré a ella
Sentí su esencia
La sentí tal cual es.
El viento levanto su pelo
Yo era su suplemento,
Sus sentidos y su mente,
Ella era mía, solo mía.

XVIII
Ahora ¿Que puedo esperar?
Si él me ha dejado
Sentado en el desierto junto al mar
Ocultándome las palabras de mi amada
Acercándome a la muerte veraniega.

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XIX
Mi amor, a pesar de que sé que estas en el paraíso
Me siento en un abismo al no estar contigo
Es que me pregunto dónde está mi cuerpo
Aquel que había sido recorrido
Por tus besos y versos.

XX
Bésame me dijiste
Te respondí, lo haré toda tu vida
Hoy mis lágrimas inundan la tierra
Ya que has iniciado tu partida.

XXI
Mi vida mientras tenga sentimientos
Seguirás siendo la luz de mis pensamientos.

XXII
A veces te busco
Y a veces creo encontrarte
A veces lloro
A veces también
A veces quiero morir
Ahí entiendo que ya estoy muerto
Al no tener tu amor.

XXIII
El pájaro idolatrado
Me dijo cantando
Que tu espíritu
Llorando escapó

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En busca de aquella luz
Que a mí desde
El otro mundo
Me guiaría.

XXIV
Tus ojos eran mi cerradura
Eran aquel porqué del porqué
Y quizás en un instante
Eleve el vuelo
Para que vuelvas a ser
La sonrisa de mi interior.

XXV
Adiós a mis sueños
Adiós a mis pensamientos
Adiós a los caballos invernales
Adiós a mi Dios.

XXVI
No hay nada que me consuele
Desde que te fuiste
Ya que tú eras aquella
Que me permitía vivir en paz
Por eso no entiendo
Por qué el máximo te dio la hora.

XXVII
Quisiera enterrarme
Y envolverme
Entre las bocas de miel

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Donde está impregnado
El olor de tu piel.

XXVIII
Amor deberé reconocer el duelo
Comprender que el otoño ya no respira
Recordar ser valiente
Como aquella vez que te dijiste:
¡Te quiero!

XXIX
Mi consuelo es ver a los hilos secretos
Tan secretos como un amarillo en un gris
Gastarse en latitudes ceremoniales
Tan desesperadas como una vida en el infierno.

XXX
Tu lecho se ha inundado de flores
Que recogí a la sombra
De paredes caídas
Que estaban vestidas
Con la luz más antigua
En ese instante
Supe que la vida
Se va en un segundo
Y me cuestioné
Si debía seguir
Con su juego brusco.

XXXI
Es que tu despedida

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Se ha vuelto sangrienta
Desde que tus ojos de rosa
Se han convertido en ojos sin vida
Por lo que deseo
Que junto a mí
Vueles lejos del inframundo de acero.

XXXII
Te amo por tus mejillas de azucena
Por tu cintura incitante
Por tu estatura empuñada
Por tu dureza ternura.

XXXIII
Mi amor soy tu soneto
Te he compuesto
Verso a verso
Como beso a beso
Palabra a palabra
Como caricia a estrella.

XXXIV
Tu tristeza puedo sentir
Las nubes solo saben llorar
Creo que ahora correré
Porqué inclusive de ti no me despedí.

XXXV
¡Respóndeme!
¿Me amaste
O solo fue una ilusión

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Del sol?
Es que no entiendo
Porque si la Tierra
Esta perforada
Aún nos alejan
Las distancias.

XXXVI
Allí vienen inundados
Las higueras
Como cuerpos densos
De vida
Sin luna
Es que esta amargura
Es inculta
Propia de los calabozos
De amor,
Pasión
Y lujuria.

XXXVII
En la espesura
De cielo blanco
Un sabio diccionario
Varias respuestas
Te entrego
Para poder sobrevivir
Como gota de color
Pero olvido
Decirte
Que el verdadero momento

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Comenzó en aquella ocasión
En que nuestro horizonte
Se fusiono.

XXXVIII
A Dios
Eres dicha, eres sonrisas
Pero también eres melancolías
Eres Satán y eres Dios
Eres un verdadero demonio
Que nos ocultó el amor.

XXXIX
Te prometí
Que soñaríamos
Juntos después
De despertar
Pero el mar
Se encargó
De ocultar
Nuestros pasos
Para así la felicidad
De nuestros corazones verdes alejar.

XL
Adiós, te vas para no volver
Te vas para ya no pensar
Te vas, pero espero nunca dejes de amar.

XLI
La tierra fecunda tus recuerdos

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Para que me extrañes en ese viaje
Desde el purgatorio
Hasta aquella esmeralda enterrada

XLII
Hubiese dado mi vida
Por tu vida
Pero fui incapaz
De salvarte
Generando está herida
Que me desangra
Con cada pasión
Que he de recordar.

XLIII
En el espacio encogido de este epílogo
El envés envidioso nos enemista.

XLIV
¿Qué debo escoger
Entre vivir o morir?
¿Buscarte o dejarte ir?
Estúpidos volcanes
De cosecha renegada
No me dejan pensar con razón
Quizás sea porque aquello
Que bombeaba sangre
Ahora bombea
Fulgores desnudos

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XLV
¿Dónde estás escondida?
¿Acaso no te importa
Mi dolor?

XLVI
Esta ceremonia sagrada
Que ha sido cuestionar la vida
Me ha obligado
A olvidar tu partida
Es que ahora pienso
Que tu ida
Fue porque no me querías.

XLVII
¡Vete sentimiento!
¡Vete de mí corazón!
Déjame olvidar
A alguien
Que siempre
Con él me engaño
¡Vete!
¡Vete!
No quiero más mentiras
Yo solo quería amor
Solo quería abrazar
A la espuma
De guitarra florida

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XLVIII
Por favor déjame mi pipa encender
Y otros cuerpos recorrer.

Número total de versos:

15

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