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Capitulo 12 El ocho de marzo de 1984: notas para una historia reciente del feminismo argentino § KarinGrammatico & Alicia D'Amico, 8 de marzo de 1984 (archivo Alicia D'Amico). Agradezco a Maria Laura Rosa las gestiones que hicieron posible la reproduccién de esta fotografia. Copia de escaneo de negativo original reproduccién de contacto de negativo original, 35 mm. También a Ménica Tarducci, por haberme facilitado materiales de su archivo para la elaboracién de este trabajo. Escaneado con CamScanner 124 Karin Grammatico Introduccién De fondo, el edificio del Parlamento Nacional. Es paisaje y también participe de la historia, Pero sus protagonistas principales son las muje- res que, en la plaza de los Dos Congresos de la ciudad de Buenos Aires, lo miran de frente. Portan carteles y banderas que son ofrecidos para que la institucién democratica tome nota de sus reivindicaciones. Piden «humanizar la tierra», «igual salario por igual trabajo», «aseguremos la paz», «aborto libre», «defendamos nuestros cuerpos y nuestras vidas», entre otras demandas, De la muchedumbre, se recortan las figuras de dos mujeres, Una, le da la espalda al Congreso y mira directamente a la cama- ra; la otra, sale de perfil, Esta tiltima lleva en una de sus manos ¢volantes para repartir entre la concurrencia? Su compaiiera, un sobre con papeles, Elclima, a juzgar por las ropas de las fotografiadas, es agradable. Es 8 de marzo de 1984 y las alli reunidas — unas 5 000, segtin el diario Tiempo Argentino en su edicién del dia 9— conmemoran el Dia Internacional de la Mujer. El presente texto reflexiona sobre ese acto multitudinario. Un acon- tecimiento significativo en la historia contemporanea del feminismo argentino porque alli comulgaron el pasado, el presente y el futuro de un activismo que - tras afios de concientizacién y militancias capilares, intensas y de alcances limitados— tomaba las calles para denunciar la in- equidad y la subordinacion femeninas y exigir derechos para las mujeres, Nolo hicieron solas. Con ellas se movilizaron dirigentes politicas, sindi- calistas, representantes de organismos de derechos humanos y mujeres independientes, todas unidas detras de una propuesta comun. En la celebracién de 1984 —y es la idea que guia este breve ensa- yo- se manifestaron continuidades, tensiones y nuevos desafios para el feminismo argentino. A partir de entonces y en un clima social esperan- zador sobre lo que traeria la democracia, las feministas se enfrentaron a distintos retos: la incorporacién de nuevas adherentes ~ entre ellas Jas exiliadas que regresaban al pais con un aprendizaje feminista— y su constitucién como movimiento social; las demandas al Estado y la posibilidad de influir en sus instituciones; su relacién con el movimiento de derechos humanos; la busqueda de consensos con otros grupos de mujeres y la renovacién de la agenda propia. «gDe quién es la foto?»: Alicia D'Amico o cuando la camara dispara activismo La imagen que inspiré este trabajo fue tomada por Alicia D'Amico (1933-2001) y forma parte de un conjunto de fotografias que la artista realiz6 aquella tarde de marzo, Formada por Annemarie Heinrich, su nombre est asociado a grandes hitos del arte fotografico de la Argentina, Escaneado con CamScanner El ocho de marzo de 1984:.. iy En dupla con Sara Facio realizé los reconocidos ensayos Buenos Aires- Buenos Aires (1966), Retratos y autorretratos de escritores de América Latina (1974) y Humanario. Ensayo sobre la locura (1976). Acomienzos de la década del ochenta, acepté la invitacién de Eli- zabeth Jelin a sumarse a una pesquisa sobre la vida cotidiana de los sectores populares, Camara en mano, recorrié barrios y villas de la Ca- pital Federal y el Gran Buenos Aires —el sociélogo Pablo Vila, el otro responsable de la investigacién, la llevaba en su auto, a falta de uno pro- pio- para retratar el dia a dfa de sus habitantes, ya en su variedad etaria y de género, ya en sus multiples actividades, D'Amico produjo un corpus de 800 fotografias que fueron claves para la produccién de conocimiento (Jelin 2012, pag. 57). Una selecci6n de ellas y los resultados del estudio se publicaron en 1986 bajo el titulo Podria ser yo. Los sectores populares en imagen y palabra en una edicién conjunta del CEDES y Ediciones de la Flor. Cuando se embarcé en aquel proyecto, Alicia «estaba haciendo un tipo de investigaci6n visual (...) preguntandose dénde estaba la belleza, especialmente la belleza femenina. Era una indagacion critica de los ca- nones de belleza dominantes», recuerda Jelin en una reciente entrevista (Caggiano 2018, pag. 92). Por entonces, ambas compartian la militancia en Lugar de Mujer, una de las asociaciones distintivas del feminismo de latransicién democratica. Fundada el 12 de agosto de 1983 por una vein- tena de mujeres —entre las que se contaban, ademas de Jelin y D'Amico, Ana Amado, Maria Luisa Bemberg, Haydée Birgin, Marta Miguelez, Hilda Rais, y Graciela Sikos, entre otras — se presenté puiblicamente como «una casa de mujeres con orientaciénfeminista» dedicada al desarrollo de ac- tividades recreativas, culturales, cientificas, asistenciales y de difusion focalizadas en la tematica femenina. Segun Cristina Garcia, una de sus integrantes, la creacién de Lugar de Mujerrespondié al deseo de querer reunirse para «recuperar las ex- periencias vividas durante los primeros afios de la década del setenta y los trabajos aislados y silenciosos que siguieron con posterioridad al golpe de Estado del 76 (...)». ¥ a partir de alli, «encontrar y concretar nue- vas formas de relacién entre las mujeres y varones; producir desde una perspectiva original cambios en la sociedad; transformar la situacion de crisis en conciencia y accion creadoras».' Desde su sede ubicada en el barrio portefio de Once y a través de una variada gama de propuestas, Lugar de Mujer ensayé nuevas formas de intervencién feminista con las que pretendié construir un presente, sin darle la espalda a lo hecho en el pasado. Seguramente, que varias de sus integrantes, como Bemberg, Rais, Miguelez y la propia D'Amico, lo hayan sido primero de la Union Feminista Argentina (UFA) — grupo pionero del activismo local durante 1 Travestas. Temas del debate feminista contempordneo, n.° 5, pags. 46-47. Escaneado con CamScanner 126 Karin Grammatico los tempranos setenta- es un elemento a considerar en el andlisis que se haga acerca de los modos en que los grupos feministas de los ochenta se vincularon con su pasado. Efectivamente, el compromiso de Alicia con el feminismo habia co- menzado hacia 1970, Ademas de su participacion en la UFA, integré el comité editorial de la revista Persona, publicacion dirigida por Maria Ele- na Odonne, otra importante referente feminista del periodo; y entre 1980 y 1981, en plena dictadura militar, formé parte de la comisién organiza- dora de la campaiia feminista por la reforma de la patria potestad. Asi, cuando la democracia se auguraba en el horizonte politico y despertaba expectativas de futuro para amplios sectores sociales de la Argentina, la prestigiosa fotdgrafa tenia en su haber un intenso recorrido en la causa de las mujeres. La exploracién critica sobre la belleza femenina, cuyos inicios datan de 1982, fue el primer eslabén de un proyecto mayor y de largo aliento: Creacién de la propia imagen. Sin embargo, sobre él y las documentaciones fotograficas sobre el activismo feminista ~ como el registro del 8 de marzo de 1984 - pesa un silencio significativo que de a poco comienza a ser perforado con nuevas investigaciones (Rosa 2018). La propuesta artistica y politica de Creacién de la propia imagen busca- ba cuestionar las imagenes hegeménicas que ataban a las mujeres a los. canones de belleza externos y mandatos sociales. Su misién como foté- grafa era dar cuenta de una identidad femnenina construida a partir de lo que cada mujer decide transmitir de ella misma, y no desde lo que deter- mina «una sociedad hipocrita plagada de mensajes contradictorios», en palabra de la propia D'Amico. La primera manifestacién de esa busqueda fueron unos retratos que tomé en el Congreso «La Mujer en el Mundo de hoy» que organiz6 la asociacién Derechos Iguales para la Mujer Argentina (DIMA), en octubre de 1982. Continud con el taller de Autorretrato, realizado en Lugar de Mujer, junto a la psicdloga Graciela Sikos. En la edicién del 12 de enero de 1984 del periddico quincenal Alfonsina — dirigido por Maria Moreno - Alicia dio a conocer parte de lo trabajado en aquel taller en una nota que llev6 por titulo «Cémo somos» y fue acompafiada por algunas fotografias generadas en ese marco de produccién y reflexion femeninas. A partir de la segunda mitad de la década del ochenta, iniciaria un nuevo pro- yecto, Pies descalzos,en el que abordaria la circulacién del deseo entre mujeres. Un tema que, no sin obstaculos, comenzaba a ser visibilizado en el feminismo. De acuerdo con la investigadora Maria Laura Rosa, en el desarrollo de esta indagacion sobre la propia imagen de los afios ochenta, D'Amico acu- AG el concepto mujer verdad. Con él aludia a la fotografia que reflejaba los deseos, las elecciones personales y todo aquello que sentian las mujeres retratadas. De esta manera la fotografia se convertia en una herramienta Escaneado con CamScanner Elocho de marzo de 198. 127 feminista que habilitaba la discusién sobre la identidad femenina. Segtin Rosa, esta nocién esta vinculada a otra que elaboré la UFA, una década atras: mujer nueva, Frente al ideal guevarista del hombre nuevo, sujeto y fruto de la revolucidn social, las activistas de la UFA dieron forma a su propio «sujeto» para la revolucidn cultural que proponia el feminismo: la mujer nueva era aquella que habia cobrado conciencia de su opresién y luchaba para liberarse y conquistar la igualdad (Rosa 2018). La toma de conciencia del sometimiento infligido por el patriarcado ~mujer nueva era la condicién para que las mujeres afrontaran el reto de vivir su existencia a partir de sus propios deseos y decisiones, mujer verdad. De esta manera, en el planteo artistico-politico de Alicia D'Amico eltransito de los tempranos afios setenta a los ochenta noes un momento de ruptura, sino de continuidad engrosada por un acopio de saberes a partir de los cuales las mujeres construirian su propia identidad. Si bien serie fotografica del 8 de marzo de 1984 no forman parte del proyecto Creacién de la propia imagen, en ellas se deja testimonio de una multitud de mujeres-verdad dispuestas a trasformar sus vidas y la historia. Las feministas en la Multisectorial de la Mujer: los desafios en la naciente etapa democratica Elacto del 8 de marzo de 1984 fue organizado por la Multisectorial de la Mujer, una experiencia politica de mujeres que se inicié en los tltimos meses de 1983 y se extendié hasta mediados de la década del noventa. Surgié de un pequefio grupo autoconvocado de politicas y feministas interesadas en celebrar, por «primera vez» y en el espacio ptiblico, el Dia Internacional de la Mujer. A ese nucleo inicial se sumaron otras y asila Multisectorial cobijé a un niimero muy importante de mujeres de parti- dos politicos, gremios, asociaciones femeninas, organismos de derechos humanos y agrupaciones feministas, entre las que se contaban: ATEM 25 de noviembre, Lugar de Mujer, Organizacién Feminista Argentina, Reunién de Mujeres, Centro de Estudios Sociales de la Mujer Argentina y el Centro de Estudios de la Mujer. Aun cuando no era la primera vez que las feministas trabajan junto a mujeres que no se definian como tales y/o adscribian a una posicién partidaria especifica —la breve experiencia del Frente de Lucha por la Mujer de 1975 es ejemplo de ello su incursién en la Multisectorial las enfrenté a viejas y nuevas preguntas. La pluralidad ideolégica reunida alli representé un desafio impor- tante a la hora consensuar un documento que todas pudieran suscribir. Las reuniones, recuerdan las protagonistas, fueron «multitudinarias» y «tumultuosas» y los acuerdos trabajosamente alcanzados (Tarducci 2019, pags. 120-121). Escaneado con CamScanner 128 Karin Grammatico El Acto del Dia Internacional de la Mujer se convocé a las 18 horas, El clima no era del todo bueno, Una llovizna molesta y nubes en posicién amenazante preocupaban a las organizadoras, «San Pedro es machista», bromeaban las militantes de ATEM aquel dia.? A pesar de la inestabilidad climatica - por suerte, la lluvia no prosperé y la temperatura se mantu- vo apacible- las mujeres llegaron al punto de encuentro recibidas por la voz de Mercedes Sosa: desde los parlantes se escuchaba el canto de «Juana Azurduy» o «Gringa Chaqueiia», Fue un acto sencillo en su orga- nizacion —se entond el Himno, se leyeron las adhesiones y el documento fundacional- pero potente y conmovedor. «Reclamamos nuestro lugar en la sociedad. Exigimos democracia en todos los ambitos de la vida, en la familia, en las instituciones y en el gobierno». Asi se plantaban, en su texto fundacional, las mujeres dela Multisectorial ante el nuevo escenario politico abierto el 10 de diciembre de 1983. Ellas estaban «convencidas de la importancia de la unidad, la solidaridad y la lucha conjunta mas alla de nuestras diferencias ideo- légicas». Puestas entre paréntesis las divergencias, consensuaron una agenda de trabajo en la que reclamaban siete puntos: ratificacién de la Convencion sobre la eliminacién de toda forma de discriminaci6n contra la mujer (CEDAW), igualdad de los hijos ante la ley, modificacién del régi- men de patria potestad, cumplimiento de la ley de igual salario por igual trabajo, reglamentacién de guarderias infantiles, modificacién de la ley de jubilacién para el ama de casa, creaci6n de la Secretaria de Estado de la Mujer. El petitorio tenia dos destinatarios fundamentales: la sociedad y el Estado. Las demandas daban cuenta de los atrasos y las deudas que la sociedad tenfa para con las mujeres. Con su acto multitudinario, la Multi- sectorial pretendié llamar su atencién y convertirla en una «aliada» ala hora de elevar sus demandas al Estado. Efectivamente, la Multisectorial recorté al Estado como un interlocutor necesario. Esta condicién repre- senté un desafio para las feministas: las obligé a pensar y problematizar sus modos de relacionarse con él. Los temores a la cooptacién estaban a flor de piel y no todas estaban dispuestas a involucrarse. El reto de «institucionalizacién» recibié respuestas disimiles a lo largo de los afios ochenta. Se fueron gestando diferencias entre las feministas «politicas», que aceptaron el desafio de incorporarse a la institucién estatal, como otra manera de continuar la lucha, y las «autonomas», quienes ante la posibilidad de ver limitada su independencia, optaron por mantenerse a distancia. Algunos de los puntos exigidos se dejan leer en la fotografia de Alicia D’Amico que inaugura este texto — «Igual salario por igual trabajo», por ejemplo pero hay otros que estan en las pancartas y que no fueron 2 Brujas. Una publicacién de la agrupacién feminista ATEM, n.° 6, pags. 1-2. Escaneado con CamScanner Elocho de marzo de 1984:. 129 contemplados en la peticidn, como el aborto y el divorcio vincular; dos reivindicaciones histéricas del feminismo. La demanda por el derecho al aborto marcé un limite en los alcances dela Multisectorial que no se expres¢ explicitamente por su legalizacién durante los afios ochenta. En cuanto al divorcio, logré ser incorporado en el pliego del aito siguiente. Esto no significd, sin embargo, que estuvieran ausentes aquel dia de 1984, Sobre todo, el derecho al aborto, Las feministas lollevaron ala plaza congreso en sus carteles - «Aborto libre: nosotras parimos, nosotras decidimos», «No mas muertes por aborto», «Despenalizar el aborto»~ y sus cdnticos ~ «Aborto clandestino no es nuestro camino/legalizacién es nuestra decisién» — . Esas exclusiones representaron, seguramente, una prenda de unidad para encarar la lucha por otros derechos donde el acuerdo era indiscutible. En su libro Historia de una desobediencia. Aborto y feminismo, Mabel Bellucci reconstruye las luchas de las feministas de Buenos Aires por el derecho al aborto desde los setenta y hasta la primera década del Siglo XI. Cuando analiza la etapa democratica de los aiios ochenta ofrece un panorama complejo en el que expone las dudas y las diferencias, las tacticas y las estrategias, que atravesaron al movimiento, Para Bellucci (2014, pags. 271-272): * «(,.) el aborto no surgié con la virulencia del pasado y, menos ain, con la claridad reivindicativa de las feministas de antes (...) casi invariablemente sucede que las coaliciones suelen subsumir aquello que resulta de avanzada y disruptivo para ser tratado en una mesa de negociacidn. En esa coyuntura histérica, al ampliarse las demandas del movimiento de mujeres, se retraje~ ron, al mismo tiempo, aquellas de cufo y legado feminista y cobraron fuerza otras cuestiones relacionadas con ese momento tan particular que fue la transicién democratica». En una reflexién contemporanea a los hechos, Margarita Bellotti —una de las fundadoras de ATEM, la agrupacién feminista de mayor proyeccion en aquellos afios, defensora de la «autonomia» e integrante dela Multisectorial- ponderaba los consensos alcanzados. Evaluaba que el acuerdo con sectores tan diversos, alrededor de reivindicaciones espe cificas de las mujeres,result6 «un hito sin precedentes» y representaba «da cuestién politica central» en tanto «la unidad abre una fisura en el aparato ideolégico de la dominacién patriarcal y marca un trayecto a recorrer».? En ese contexto particular que resulté la transicién democra- tica, como lo sefiala Bellucci, las feministas privilegiaron la unidad con otras mujeres porque consideraron esa accién mAs corrosiva y estratégi- ca en su lucha contra el patriarcado, que el aborto, por las rispideces que este generaba en el colectivo de mujeres en plena formacion. 3. Brujas, Una publicacién de la agrupacién feminista ATEM, n° 6, pag. 7. Escaneado con CamScanner 130 Karin Grammatico No obstante, continuaron reclamando por la interrupcién voluntaria del embarazo y trataron de canalizarla por otros medios. De hecho, en el documento de la Multisectorial de 1986 se incorporé la demanda por «ana legislacién que garantice informacién adecuada sobre educacién sexual y anticoncepcidn en centros educativos y de salud» y «el acceso a métodos de contra-concepcién gratuitos e inocuos en hospitales y obras sociales», Una peticién que introduciria, de manera indirecta, la problematica y en la que no resulté ajena la prédica feminista. A pesar de los esfuerzos por preservar la unidad, las tensiones en torno del aborto se manifestaron aquel dia, Un «incidente» protagonizado por Oddone las expuso. La otrora fundadora del Movimiento de Libera- cidn Femenina (1972), estaba en la plaza de los Dos Congresos como lider de la Organizacién Feminista Argentina (OFA), una agrupacién que fundé en 1980 y que participaba de la Multisectorial. En algin momento del acto, la mujer se alejé de la concurrencia y subié las escalinatas del Congreso Nacional portando su propia pancarta que decia «No a la ma- ternidad, si al placer». La performance de Oddone —inmortalizada en una foto que circuld intensamente entre los medios de comunicacién - provocé mucha polémica y debate publico y fue utilizada por los sectores conservadores para denostar la movilizacién y azuzar la amenaza que encerraba el feminismo para la familia y la nacién. Y también afecté Ja estabilidad de la Multisectorial. En la reunion de evaluacién del acto, su actitud fue severamente reprobada por las organizadoras quienes le reprocharon su accién por unilateral y violatoria de los compromi- sos previos, ademas de considerarla una provocacién que ocasioné mas dajios que beneficios (Bellucci 2014, pag. 271). Ese mismo dia, pero en la Plaza de Mayo, las Madres eran homena- jeadas por un colectivo de artistas. Segiin el diario Clarin, cuando el acto estaba por finalizar, Hebe de Bonafini invito a la concurrencia - unas 10000 personas~ a dirigirse a la zona del Congreso para acompafiar a otras mujeres que estaban en las calles reclamando por otros derechos. Recibidas con una «estruendosa ovacién», sefiala la crénica periodistica, las Madres se encontraron con un incipiente movimiento de mujeres y feminista que esa misma tarde, hizo llegar «al Poder Ejecutivo una nota solicitando se considere especialmente la situaci6n de las mujeres presas politicas que atin permanecen en la carcel» (Brujas, 6, p.7). En esa escena publica y masiva se perfilé un horizonte de dialogo y de trabajo conjunto entre el feminismo y el movimiento de derechos humanos. Por cierto, la construccién del vinculo no comenzé esa tarde. ATEM, por ejemplo, se mostré interesada en tender puentes desde su creacion en 1982. En la editorial del n.° 2 de Brujas, su boletin informa- tivo, las Madres de Plaza de Mayo son mencionadas como parte de un movimiento que lucha «contra el sexismo, y todas aquellas formas de opresién y de violencia de que es victima la humanidad». En su evento Escaneado con CamScanner El ocho de marzo de 1984: 131 anual de 1983 (mejor conocido como «las Jornadas ATEM»), Bellotti y Nélida Koifman presentaron un trabajo dedicado a explorar «Una pers- pectiva feminista frente a los Derechos Humanos». ¥ en sus jornadas de 1985, las Madres participaron debatiendo en la mesa «Las mujeres en los Derechos Humanos», en la que Alicia Lombardi, militante de ATEM, presentd su texto «Madres de Plaza de Mayo, un enfoque feminista». Para las Madres de Plaza Mayo, el feminismo no formaba parte de su repertorio politico. Pero aun cuando sus prioridades eran otras y los prejuicios sociales sobre el feminismo también las alcanzaban, demos- traron una significativa capacidad de escucha y acompafiamiento de las demandas «especificas» de las mujeres, como lo demostré su presencia enelacto de la Multisectorial de 1984. Resulta interesante el testimonio que Hebe de Bonafini le brindo a la feminista espafiola Lola G, Luna en agosto de 1985. Ante la pregunta de Luna por la existencia de vincu- los con el movimiento feminista, Hebe respondié afirmativamente: «Si recién ahora estamos teniendo contacto con las feministas argentinas ycon el movimiento de mujeres». Ademas, hizo un reconocimiento al «Movimiento de Amas de Casa», porque fue el primero en acercarse a Madres, y sefialé a la Multisectorial de la Mujer como uno de los espacios con los que dialogaban actualmente. Estos acercamientos, sin embargo, tienen un limite cuando Hebe advierte a la entrevistadora: «Nosotros (sic) no somos feministas, somos mujeres que luchamos, pero no somos feministas. Estamos luchando, nada mas ni nada de menos, que por la vida de nuestros hijos (...)». E insiste en la unidad entre «hombres y muje- Tes», como forma de contraponer el sesgo segregacionista que le supone al feminismo y con el que no acuerda. A pesar de ello, reconoce que «en este pais no hay lugar para la mujer. No hay lugar en el Congreso, en ninguna parte para que las mujeres participen. Los partidos politicos no dan lugar a las mujeres (...) la Secretaria del Menor y la Familia la dirigen hombres. Las leyes de las mujeres la hacen los hombres». Por eso reclama que las mujeres «tienen que tomar conciencia, luchar codo acodo para tener los lugares que nos corresponden».* Entre las feministas, Oddone se manifesto contraria a la articulacién con las Madres de Plaza de Mayo. En su libro de memorias, recuerda: «En una reunién surgié la propuesta de enviar una carta de adhesién del Movimiento Feminista a las Madres de Plaza de Mayo. También se sugirié que se portara una pancarta del Movimiento Feminista en esa marcha. Yome opuse argumentando que el feminismo no debla embanderarse con ninguna corriente ni partido politico...» (Oddone 2001, pag. 186). Esta postura la refrend6 luego en un escrito titulado «El feminismo ylas Madres de Plaza de Mayo» que le vali el repudio de la mayoria de 4 Archivo filmico de Lola G, Luna. Escaneado con CamScanner 132 Karin Grammitico sus compaiteras y la declararon persona no grata en varias agrupaciones como ATEM y Lugar de Mujer (Oddone 2001, pag. 187). ‘Aunque es una materia pendiente, las relaciones entre feminismo y movimiento de derechos humanos representan un aspecto clave del pa- sado reciente argentino. Lo acontecido en la celebracién del 8 de marzo de 1984 se presenta como una escena a partir de cual poder reflexionar- las. Epilogo En el acto del 8 de marzo de 1984 organizado por la Multisectorial de la Mujer se hicieron presentes una serie de aspectos que anunciaban los desafios que las feministas habrian de enfrentar a lo largo de la dé- cada del ochenta. La construccién de acuerdos con otras mujeres que no asumian la identidad feminista como propia, la interlocucién con el Estado y la posibilidad — 0 la amenaza —~ de la institucionalizacién del movimiento, el didlogo con los organismos de derechos humanos y la construccién de una nueva agenda fueron algunos de los que se mani- festaron en aquella tarde de fin de verano. Algunos de ellos no eran del todo novedosos, aunque asi se resignificaron en la particular coyuntura de la transicion democratica. La experiencia del Frente de Lucha por la Mujer, constituido en 1975 bajo la iniciativa de las feministas y abierto a otras mujeres, y su programa de once puntos — algunos de los cuales se hicieron presentes en el de la Multisectorial- representa un antecedente que no debe soslayarse. Sila memoria social recuerda del 10 de diciembre de 1983 el dia de la asuncién de Rati Alfonsin a la presidencia de la Republica luego de siete afios de una dictadura funesta— un hito/hiato fundamental en la historia argentina, para la rememoracién feminista y del movimiento de mujeres, la celebracién del Dia de la Mujer del afio en 1984 se presenta como un acontecimiento inaugural para el movimiento de mujeres y feministas. El comienzo del documento de la Multisectorial es elocuente al respecto: «Hoy, las mujeres argentinas de la mayoria de los sectores del espectro social y politico del pais, por primera vez en nuestra historia nos movilizamos conjuntamente un 8 de marzo, para conmemorar el Dia Internacional de la Mujer, mas alla de las distintas banderas ideolégicas y politicas, conscientes del poder e importancia de nuestra unidad» (énfasis propio). En esa plaza llena de mujeres, la presencia de las feministas fue muy importante. Con sus pancartas, carteles y canticos llenaron de conteni- do reivindicativo el paisaje urbano. Eso demuestra que, a pesar de las atrocidades desplegadas por la dictadura del Proceso de Reorganizacién Nacional, las feministas, como otras formas de activismo, encontraron Ja forma de mantenerse en pie, potenciar lo aprendido antes del horror Escaneado con CamScanner elocho de marzo de 1984:.. 133 ir acumulando experiencia, dictatorial y TEM y Lugar de Mujer ~ 1a org 0 eforma de la patria potested yla real or a ntre otras iniciativas, dan euent tae ene con.la Imagen de un femint one 3 aiios, y ayudan a entender, al m aa rzo de 1984 y el futuro despliegue ge peratice> (Grammatico 2019). deme vinculos establecieron las feministas, desde ese presente de- aQuev areas de expectativas y esperanzas, con las experiencias mon steed \s alios setenta? La pregunta no se puede responder cabal. Se ol se toma en cuenta el acto del 8 de marzo de 1984, Sin ment bargo, en ese acontecimiento hay pistas para pensarla, Esperamos argo, : pees ae este texto contribuya al ejercicio. La creacién de nuevos gru- anizacién de una campafia izacién de jornadas especi- ‘a de una cierta vitalidad que se smo detenido, anulado, durante fenos en parte, la masividad del 8 feminista durante la «primavera Escaneado con CamScanner

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