Jar Jar Binks: el villano que nadie vio venir

Jar Jar Binks es uno de los personajes más odiados de la saga de Star Wars. Su
papel en las precuelas, especialmente en la primera, fue recibido con una gran
aclamación negativa por parte de la crítica y el público.

Sin embargo, ¿y si Jar Jar Binks no fuera tan inocente como parece? ¿Y si, en
realidad, fuera un villano que orquestara todos los males que ocurren en las
precuelas?

Las pruebas

Hay una serie de pruebas que apuntan a que Jar Jar Binks es un villano.

Es un personaje torpe e ingenuo, pero también es muy inteligente. Jar Jar es capaz
de manipular a los demás y de engañarlos.
Es un personaje que tiene acceso a información privilegiada. Jar Jar conoce
secretos que nadie más conoce, como la identidad del Maestro Jedi Qui-Gon Jinn.
Es un personaje que tiene un objetivo claro. Jar Jar quiere que la República
Galáctica se convierta en un gobierno autoritario, y está dispuesto a hacer
cualquier cosa para conseguirlo.
Las consecuencias

Si Jar Jar Binks es un villano, sus acciones tienen consecuencias devastadoras para
la galaxia.

El bloqueo de Naboo y el estallido de la guerra de los clones. Jar Jar es

responsable de que la Federación de Comercio bloquee el planeta Naboo, lo que
desencadena la guerra de los clones.
El ascenso de Palpatine al poder. Jar Jar es responsable de que Palpatine se
convierta en Canciller Supremo de la República, lo que le permite convertirse en
emperador.
La caída de la Orden Jedi y el ascenso del Imperio Galáctico. Las acciones de Jar
Jar conducen a la caída de la Orden Jedi y al ascenso del Imperio Galáctico, que
domina la galaxia durante décadas.
Una conclusión inquietante

La posibilidad de que Jar Jar Binks sea un villano es una conclusión inquietante.
Es un personaje que ha sido visto como un alivio cómico, pero que podría ser en
realidad el villano más peligroso de la saga de Star Wars.

Si Jar Jar Binks es un villano, significa que la galaxia está gobernada por un
tirano que es capaz de manipular a los demás y de engañarlos. Es una conclusión que
es difícil de aceptar, pero que podría ser la verdadera realidad de la saga de Star
Wars